Actualicemos La Ley De Memoria Histórica Y Democrática
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Desde la Puerta del Sol La Puerta del Sol madrileña, en la que se encuentra el punto kilométrico 0 de España, creemos es un buen enclave para formalizar un juicio de lo que pasa en el país, lo que podemos alargar a Hispanoamérica y al resto del mundo. Con esa idea nos hemos situado junto el oso y el madroño, desde donde saludar a nuestros amigos Actualicemos la Ley de Memoria Histórica y Democrática (Arbil) n España todavía se defiende una imagen idealizada de las Brigadas Internacio- nales. Se inició cuando en 1996, el presidente del Gobierno, José María Aznar, E ofreció la nacionalidad española a los bri- gadistas. Del mismo modo el actual Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en Consejo de Ministros La terrible verdad de las Brigadas la concesión de la nacionalidad española a los Internacionales, José Luis Orella brigadistas internacionales supervivientes. Sin 1936. Los Diablos rojos de Vallecas. embargo, estos homenajes hacen palidecer a Sangre y asesinato, Carlos Fernández los historiadores de los países que sufrieron la Barallobre represión comunista durante décadas. Los mi- embros de las Brigadas Internacionales que ocuparon cargos de responsabilidad política, militar y policial fueron varios centenares, pero el recuerdo que trasmiten a sus compatriotas es de verdadero terror. Las Brigadas Internacionales fueron una organización militar que fue gestionada desde la Internacional comunista, directamente desde Moscú, aunque fueron los partidos comu- nistas, esencialmente el francés, el que procedió a la recluta de sus 40.000 miembros, en su mayor parte vinculados con el comunismo, aunque también participaron combatientes procedentes de otras formaciones revolucionarias. Su lucha era contra el fascismo, aun- que los nacionales no lo fuesen, pero tampoco ellos querían implantar la democracia, sino un régimen comunista. El armamento y sus cuadros dirigentes fueron estalinistas. El diputado francés Andre Marty, organizador de las brigadas, sería apodado el carnicero de Albacete por sus numerosos asesinatos. En su informe al Comité Central del Partido Comunista Francés, afirmaba su responsabilidad en el asesinato de quinientas personas. Después de la Segunda Guerra Mundial, aquellos combatientes fueron el elemento huma- no del cual se nutrieron los nuevos cuerpos de seguridad fundados por los soviéticos, tomando como modelo al NKVD (policía política soviética). El final del conflicto mundial trajo la partición de Europa, y su parte oriental fue organizada como repúblicas comu- nistas bajo la dirección de sus nuevos amos. El alumno más aventajado en la represión se- rá la RDA, (República Democrática Alemana) donde los «españoles», aquellos comunistas estalinianos coparon los puestos de repre- sión. Wilhelm Zaisser, quien ya trabajaba pa- ra los servicios de inteligencia de la Unión Soviética antes de la Guerra Civil, sirvió en las BBII como «General Gómez», estando al mando de la XIII Brigada Internacional. En 1950 formó parte del Politburó y el Comité Central del Partido, siendo elegido el primer ministro para la Seguridad del Estado (la Mi- nisterium für Staatssicherheit), conocida co- mo Stasi. Su adjunto fue el general Erich Miel- ke, quien había asesinado en 1931 a dos policías durante la época de la república de Weimar, participando en España como agen- André Marty (1886-1956) te del NKVD. En 1957 tomará el mando de la Stasi hasta 1989, siendo el verdadero responsable de la crea- ción del sistema más opresivo del bloque soviético. La Stasi llegará a tener a 85.000 agen- tes bajo su mando y el doble como colaboradores ocasionales, que espiaban a sus fami- liares y vecinos. Otro brigadista germano fue Friedrich Dickel, quien será el ministro del Interior desde de 1963 hasta la caída del muro de Berlín, siendo corresponsable del asesinato de 192 personas que intentaron cruzarlo al oeste, y de la represión en el país. Otro importante mando será el general Karl-Heinz Hoffmann, quien sirvió como comisario político en la XI Brigada Internacional. En 1949 fue inspector general de la «Volkspolizei» (VP) y el funda- dor de las fuerzas armadas de la Alemania comunista, en 1960 se convertirá en ministro de Defensa de la RDA. Los tres ministerios responsables de la seguridad (Interior, Segu- ridad del Estado y Defensa) estuvieron a cargo de antiguos brigadistas, que celebraron el 18 de julio como día festivo dedicado a las Brigadas Internacionales. En el país vecino, Polonia, también los veteranos de la XIII Brigada Dąbrowski se harán tristemente famosos. El más famoso fue Karol Świerczewski, conocido como general Wal- ter en España, aunque siempre luchó como oficial soviético durante la Guerra Civil Rusa, la Guerra Polaco-Soviética, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1946 Świerczewski alcanzó el cargo de Ministro de Defensa de Polonia por orden de Josef Stalin. Durante su mandato como ministro fue responsable de la persecu- ción contra la oposición anticomunista polaca y la nacionalista ucraniana. Perecerá en una emboscada de estos últimos en 1947. Otro brigadista será el general Grzegorz Korczyński, quien fue viceministro de seguridad pública (1946-1948), para aquel momento había sido responsable de un progromo en el pueblo de Ludmiłówka, durante la Segunda Guerra Mundial, donde eliminó a un centenar de judíos fugitivos de los nazis, después fue el responsable de la represión contra la opo- sición anticomunista en la zona de Lublin, participando dos años después en la «opera- ción Vístula» que dispersó a la minoría ucraniana y eliminó a sus grupos armados. Fue también jefe de la Segunda Dirección del Estado Mayor del Ejército Polaco (1956- 1965), encargado de la Inte- ligencia Militar y de la Segu- ridad nacional, mandando en diciembre de 1970 las unidades del ejército pola- co que dispararon contra los obreros que se manifesta- ban contra el régimen, pro- vocando la muerte de unos cuarenta de ellos, lo que provocaría su traslado a la embajada de Argelia. Uno Brigada Dimbrowski de sus subordinados será Wacław Komar, en realidad Mendel Kossoj, veterano brigadista y jefe del Servicio de Inteligencia Militar y comandante del Cuerpo de Seguridad Interna de Polonia (KBW) hasta 1967, cuando los judíos fueron relegados de sus cargos de res- ponsabilidad por una campaña oficial contra el sionismo. Hungría será otro país satélite donde los antiguos brigadistas pondrán el rostro más terri- ble de la represión. El más importante será Erno Gerö, la segunda figura del comunismo estaliniano magiar, después del temido lacayo de Stalin, Mátyás Rákosi. Erno Gerö, en realidad su nombre era Ernst Singer, fue conocido en España como Pedro Rodríguez Sanz, y fue asesor del Partido Socialista Unificado de Cataluña y responsable de la NKVD en Cataluña, donde se dedicó a la eliminación de Andreu Nin y los militantes del POUM, por su desviacionismo trotskista. Durante la Revolución Húngara de 1956 Gerö será el hombre de Moscú contra sus compatriotas. Su servilismo será tan claro, que tendrá que refugiarse en la URSS, siendo reemplazado por János Kádár como nuevo líder colabora- cionista de los soviéticos en el país magiar. Otro veterano será László Rajk, encargándose de la represión y asesinato de los oposito- res anticomunistas y religiosos, estimándose en unos 1.500 los asesinados bajo su respon- sabilidad Otro brigadista húngaro será András Tömpe, quien fue el fundador del departamento de la policía política Húngara de la nueva República Popular. Sin embargo, entrará en con- flicto con uno de los poderosos comunistas estalinianos Gábor Péter, quien le sustituirá como director de la recién fundada Államvédelmi Hatóság (ÁVH), la NKVD húngara. Tömpe ocupará cargos diplomáticos en Suramérica donde hizo una gran fortuna. Otro veterano será László Rajk, antiguo comisario político del Batallón Rakosi de la XIII Brigada Internacional, fue organizador a las órdenes de Péter de la Államvédelmi Hatóság (ÁVH), convirtiéndose en 1946 en ministro del Interior, encargándose de la represión y asesinato de los opositores anticomunistas y religiosos, estimándose en unos 1.500 los asesinados bajo su responsabilidad. Sin embargo, László Rajk será acusado de titismo por Mátyás Rákosi, quien temía que lo sustituyese en el poder. El temido ministro fue detenido y juz- gado, siendo ejecutado el 15 de octubre de 1949. Entre los casos de represión más sono- ros había procedido al arresto y tortura del cardenal József Mindszenty, primado de la Iglesia católica. Entre los veteranos brigadistas con mayor trayectoria política en el país danubiano estará Ferenc Münnich, otro comisario político del Batallón Rakosi de la XIII Brigada Interna- cional y después comandante de la XI Brigada Internacional en 1938. Fue jefe de la policía de Budapest, de 1945 a 1949, llegando a ministro con el comunista disidente Imre Nagy, pero huyó al lado soviético, con el estallido de la revolución de 1956. Después de la invasión soviética, formó parte del equipo colaboracio- nista de János Kádár como ministro de la Segu- ridad Pública y de las Fuerzas Armadas, siendo el responsable de la represión de los rebeldes de 1956. Bajo su mandato organizó las Munká- sőrség, la fuerza paramilitar del Partido Comu- nista. Su labor será premiada con el cargo de primer ministro de Hungría de 1958 hasta 1961. En otros países los veteranos brigadistas tam- bién ocuparán cargos de relevancia como el albanés Mehmet Shehu que fue presidente del Consejo de Ministros de la República Popular de 1954 a 1981. Antes de su máxima responsa- bilidad ejecutiva, fue ministro del Interior (1948-1954),