Consejo De Seguridad Distr
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Naciones Unidas S/2019/858* Consejo de Seguridad Distr. general 1 de noviembre de 2019 Español Original: inglés Carta de fecha 1 de noviembre de 2019 dirigida a la Presidencia del Consejo de Seguridad por la Presidencia del Comité del Consejo de Seguridad dimanante de la resolución 751 (1992) relativa a Somalia En nombre del Comité del Consejo de Seguridad dimanante de la resolución 751 (1992) relativa a Somalia, y de conformidad con el párrafo 54 de la resolución 2444 (2018) del Consejo de Seguridad, tengo el honor de transmitir el informe final del Grupo de Expertos sobre Somalia. A ese respecto, el Comité agradecería que la presente carta y el informe se señalaran a la atención de los miembros del Consejo de Seguridad y se publicaran como documento del Consejo. (Firmado) Marc Pecsteen de Buytswerve Presidente Comité del Consejo de Seguridad dimanante de la resolución 751 (1992) relativa a Somalia * Publicado nuevamente por razones técnicas el 14 de noviembre de 2019. 19-16960* (S) 141119 141119 *1916960* S/2019/858 Carta de fecha 27 de septiembre de 2019 dirigida a la Presidencia del Comité del Consejo de Seguridad dimanante de la resolución 751 (1992) relativa a Somalia por el Grupo de Expertos sobre Somalia De conformidad con lo dispuesto en el párrafo 54 de la resolución 2444 (2018) del Consejo de Seguridad, tenemos el honor de transmitir por la presente el informe final del Grupo de Expertos sobre Somalia. (Firmado) Jay Bahadur Coordinador Grupo de Expertos sobre Somalia (Firmado) Mohamed Abdelsalam Babiker Experto en asuntos humanitarios (Firmado) Nazanine Moshiri Experta en grupos armados (Firmado) Brian O’Sullivan Experto en grupos armados/recursos naturales (Firmado) Matthew Rosbottom Experto en finanzas (Firmado) Richard Zabot Experto en armas 2/165 19-16960 S/2019/858 Resumen Durante el primer período de presentación de informes del Grupo de Expertos sobre Somalia, el uso de artefactos explosivos improvisados por Al-Shabaab alcanzó su máxima intensidad en la historia de Somalia, con un aumento interanual de aproximadamente un tercio. Los análisis químicos posteriores a la explosión obtenidos por el Grupo proporcionaron pruebas definitivas por primera vez de que Al-Shabaab había estado fabricando sus propios explosivos caseros desde al menos julio de 2017, y probablemente antes de esa fecha. Anteriormente, Al-Shabaab dependía de explosivos de tipo militar, obtenidos principalmente de restos explosivos de guerra y municiones capturadas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) para construir artefactos explosivos improvisados; la fabricación de explosivos caseros significa que el grupo puede ahora tener acceso a componentes disponibles mucho más fácilmente para construir esos artefactos. El dinero tampoco es un factor limitante para Al-Shabaab. Un informe del Grupo de Supervisión para Somalia y Eritrea de 2018 (S/2018/1002) destacó la eficiencia, la diversidad geográfica, la previsibilidad y la crueldad del sistema de “impuestos” de tipo mafioso de Al-Shabaab en el sur y centro de Somalia. Durante el período sobre el que se informa, el Grupo detectó una nueva tendencia en la expansión de la generación de ingresos de Al-Shabaab, a saber, los impuestos a las importaciones al puerto de Mogadiscio. La continua capacidad de Al-Shabaab para generar ingresos en zonas que el grupo no controla físicamente explica, hasta cierto punto, su resiliencia ante el aumento de las operaciones de seguridad del Gobierno Federal de Somalia y los ataques aéreos de los Estados Unidos de América. Su capacidad para prestar servicios básicos, como el acceso a recursos judiciales, podría explicar parte del atractivo que tiene Al-Shabaab en zonas de Somalia a las que no llegan las instituciones del Estado. En 2019, la infiltración por Al-Shabaab en instituciones del Gobierno Federal de Somalia alcanzó un nivel tan alto como el de la Administración Regional de Benadir, cuando el 24 de julio, una terrorista suicida de Al-Shabaab se detonó en su sede en Mogadiscio. Murió el alcalde de Mogadiscio, Abdirahman Omar Osman “Yarisow”, y al menos otras nueve personas. Más tarde se supo que la terrorista suicida, así como su cómplice, habían sido ambos empleados de la Administración Regional de Benadir, con identidades falsas. Al-Shabaab también sigue siendo una potente amenaza para la paz y la seguridad regionales. El 15 de enero de 2019, Al-Shabaab llevó a cabo su primer ataque importante en Nairobi, la capital de Kenya, desde 2013, en un ataque contra el complejo hotelero DusitD2 que causó la muerte de 21 personas. La operación en DusitD2 fue notable por la amplia discreción y autonomía otorgada al líder de la célula keniana, incluyendo la selección del objetivo. La investigación del Grupo sobre el ataque también reveló la existencia en la región de una red de Al-Shabaab amplia y bien dotada de recursos dedicada a secuestrar a nacionales extranjeros. A fines de 2018 y principios de 2019, Al-Shabaab y la facción del Estado Islámico en el Iraq y el Levante (EIIL) en Somalia libraron una lucha armada, tanto en el corazón de la facción del EIIL en Puntlandia como en Mogadiscio. En Puntlandia, la facción sufrió un violento cambio de liderazgo hacia fines de 2018, y después comenzó una campaña concertada para extorsionar “impuestos” a las empresas con sede en Puntlandia, empleando tácticas similares a las de Al-Shabaab. Lo que es más importante, y por primera vez desde su creación en 2015, la facción del EIIL en Somalia estuvo vinculada a un atentado terrorista previsto en otro país. En diciembre de 2018, las autoridades italianas detuvieron en Bari (Italia) a un ciudadano somalí, Omar Moshin Ibrahim, en relación con un complot del EIIL para colocar una bomba en la Basílica de San Pedro en Roma el 25 de diciembre, el día de Navidad. Las 19-16960 3/165 S/2019/858 investigaciones del Grupo, con la asistencia del Gobierno de Italia, han revelado conexiones entre Ibrahim y elementos del EIIL en Somalia, Kenya y Libia. El deterioro de las relaciones entre el Gobierno Federal de Somalia y los estados miembros federados durante el período sobre el que se informa representó una amenaza adicional para la estabilidad en Somalia. Las tensiones entre el centro y las regiones se agravaron por los intentos del Gobierno Federal de dirigir los resultados de los procesos electorales de los estados miembros federados en Yubalandia, Puntlandia, y, sobre todo, en el estado Sudoccidental en diciembre de 2018. La decisión del Gobierno Federal de detener a un candidato presidencial del estado Sudoccidental, Mukhtar Robow, en vísperas del proceso electoral dio lugar a protestas generalizadas en Baidoa en diciembre de 2018, durante las cuales las fuerzas de seguridad regionales mataron a 15 civiles. El proceso electoral también se vio empañado por acusaciones de soborno, y miembros del parlamento regional del estado Sudoccidental recibieron entre 20.000 y 30.000 dólares para elegir a un candidato preferido. El Grupo también obtuvo pruebas de que, antes de las elecciones en el estado Sudoccidental, un oficial financiero del Gobierno Federal transfirió varios cientos de miles de dólares a un oficial del gabinete del estado Sudoccidental. La ruptura del diálogo entre el Gobierno Federal y los estados miembros federados sobre cuestiones clave de seguridad también repercutió en la aplicación de la Estructura de Seguridad Nacional del país, así como en el Plan de Transición, que tiene por objeto el traspaso de las responsabilidades de seguridad de la AMISOM a las fuerzas de seguridad somalíes para 2021. Sin embargo, se han alcanzado algunos de los objetivos iniciales del Plan de Transición, como la captura por el Ejército Nacional Somalí de las ciudades de Bajo Shabeelle Sabiid, Anole, Barire y Awdheegle de Al-Shabaab, con la asistencia de la AMISOM y del ejército de los Estados Unidos, durante el período de abril a agosto de 2019. Otra novedad en la preparación de las fuerzas de seguridad del Gobierno Federal para asumir las responsabilidades de la AMISOM fue el registro biométrico de todo el Ejército Nacional Somalí, cuya primera fase, según lo anunciado por el Gobierno Federal, se había completado en marzo de 2019. Sin embargo, en tres estudios de casos realizados por el Grupo sobre el registro de cientos de soldados del Ejército Nacional Somalí en Baidoa y Mogadiscio se llegó a la conclusión de que en el registro biométrico de 2019 estaban incluidos menos de la mitad de los efectivos que figuraban en los documentos de registro del Ejército obtenidos por el Grupo de Supervisión para Somalia y Eritrea en 2017 y 2018. Además, en el registro biométrico del Ejército Nacional Somalí de 2019 figuraba menos de la quinta parte de los soldados del sector 60 a los que se habían entregado armas marcadas por el Gobierno Federal de Somalia a fines de 2017, lo que planteaba dudas acerca de por qué el Gobierno Federal había proporcionado armas a personas a las que ya no consideraba miembros de las fuerzas de seguridad un año más tarde. El Grupo no pudo determinar el paradero de esos antiguos soldados ni las armas que poseían. El Gobierno Federal ha logrado avances significativos en la esfera de la gestión de las finanzas públicas, habiendo completado tres programas supervisados por personal del Fondo Monetario Internacional, una serie de puntos de referencia técnicos destinados a mejorar la generación de ingresos internos y, en última instancia, a permitir el alivio de la deuda y el acceso a los mercados internacionales de préstamos. Entre las posibles fuentes de ingresos destacadas por los programas figuraba la recaudación directa de las tasas de navegación aérea, una responsabilidad asumida por el Gobierno Federal tras el traspaso de funciones de la Organización de Aviación Civil Internacional en junio de 2019.