Revista De Estudios Albacetenses
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
REVISTA DE ESTUDIOS ALBACETENSES INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES "DON JUAN MANUEL" DE LA EXCMA. DIPUTACIÓN DE ALBACETE TERCERA ÉPOCA • AÑO XXXVI • NÚMERO 57 • DICIEMBRE 2012 INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES "DON JUAN MANUEL" DE LA EXCMA. DIPUTACIÓN DE ALBACETE ADSCRITO A LA CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CENTROS DE ESTUDIOS LOCALES. CSIC D.L. AB-473/1978 I.S.S.N. 0212-8632 IMPRESO EN GRÁFICAS RUIZ DEL AMO, S. L. Parque Empresarial Campollano, C/. D, N.º 14, Nave 18 02007 Albacete Telf. 967 21 72 61 [email protected] I. ARTÍCULOS AL-BASIT Número Páginas Origen Año Edita INST I TUTO DE ESTUD I OS ALB A CETENSES REV I ST A DE ESTUD I OS 57 5-36 Albacete 2012 ALB A CETENSES “DON JU A N MA NUEL ” LA PROVINCIA DE “LA MANCHA” Y LAS CORTES EXTRAORDINARIAS DE CÁDIZ* por José JEREZ COLINO** * Recibido 2 abril 2012 / Received 2th april 2012 • Aceptado 24 mayo 2012 / Accepted 24th may 2012. ** [email protected] LA PROVINCIA DE “LA MANCHA” Y LAS CORTES EXTRAORDINARIAS DE CÁDIZ RESUMEN La invasión de España por Napoleón llegó a ocupar la prác- tica totalidad del territorio español, a finales de 1808. La presión de los liberales refugiados en Cádiz forzó la convocatoria de unas Cor- tes extraordinarias que, si se concibieron estamentales, terminarán siendo unas Cortes libres y soberanas. El proceso electoral para la designación de diputados por las distintas provincias, se desa- rrollará con bastantes dificultades en muchas de ellas; en la de La Mancha estas elecciones culminarán en las Fábricas de San Juan en Riópar (Albacete), en el momento en que Alcaraz era la capital provisional de la provincia, de donde saldrán los diputados que irán a Cádiz a participar en los diversos trabajos que se convertirán en leyes avanzadas: unas en el documento base, la Constitución, y otros en normas tan importantes como las supresión de los seño- ríos y de la Inquisición, o de la libertad de imprenta. Palabras clave: La Mancha, Albacete, Cádiz, Riópar, La Pepa, Cortes, libertad, estamentos, independencia y soberanía. ABSTRACT The Napoleonic invasion of Spain reached practically all the national territory at the end of 1808. The pressure from the liberals who had taken refuge in Cadiz forced the meeting of an extraordinary Legislative Assembly which, although conceived as grouped in social classes, ended up being free and sovereign. The process for the election of deputies for each province developed with big difficulties in many of them. In La Mancha this election culminated in the Royal Factories of San Juan in Riópar (Albacete), in a time when Alcaraz was the temporary capital of the province, where they designated the deputies who would go to Cadiz in order to participate in the varied works which became advanced laws: some of them would be the basic document, the Constitution, others would be such important laws as the abolition of lordships and the Inquisition or the freedom of printing. Keywords: La Mancha, Albacete, Cádiz, Riópar, La Pepa, Legislative Assembly, freedom, social classes, independence and sovereignty. 7 JOSÉ JEREZ COLINO AL-BASIT N.º 57 • DICIEMBRE 2012 • PÁGS. 5-36 • ALBACETE • ISSN 0212-8632 Quienes se organizaron en Juntas soberanas en mayo de 1808 y declararon la guerra como ciudadanos de España, dejaron establecida constitucionalmente su idea: la Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. Así de claro se redactó el artículo 2 de la Constitución aprobada en Cádiz en 18121. Aunque pueda parecer inverosímil, la idea de convocar Cortes aparece apenas comenzada la guerra de la Independencia y se debió, en su aspecto formal, al propio Fernando VII. En efecto, el día 5 de mayo de 1808, y previendo su internamiento en Francia, después de haber hecho saber a su padre Carlos IV por escrito la nulidad de ciertos actos hechos sin aprobación de las Cortes y con falta de libertad, Fernando VII firmó dos decretos: uno dirigido a la Junta de Gobierno para que, trasladándose a lugar seguro, asumiera la soberanía y declarara la guerra a Napoleón tan pronto llegase a su noticia que había sido internado en Francia; otro, para el Consejo Real o, en su defecto, para cualquier Chancillería o Audiencia no mediatizada por el enemigo, en el que declaraba que, en la situación en que se hallaba, privado de libertad para obrar por sí, era su Real voluntad que se convocasen las Cortes en el paraje que pareciese más expedito; que, por de pronto, se ocupen únicamente en proporcionar los arbitrios y subsidios necesarios para atender la defensa del Reino, y que quedasen permanentes para lo demás que pudiese ocurrir. Tales decretos no fueron atendidos ni circulados por la Junta de Gobierno; pero fueron reconstruidos por la memoria de Cevallos, a la vuelta de Francia2. La noticia parece que fue conocida y valorada en distintos ambientes y llegó a ser comentario popular. Esta conocida preocupación del monarca puede explicar, junto a otros aspectos que rodearon al que fuera príncipe Fernando (especialmente sus diferencias con Godoy), el fervor popular con el que el pueblo le reclamaba, aunque las Cortes que se convocaron para nada se ajustaran a sus intenciones y deseos. 1 PÉREZ GARZÓN, J. S., 2008, pág. 27. 2 SUÁREZ, F., 1982, págs. 11 y 12. 8 LA PROVINCIA DE “LA MANCHA” Y LAS CORTES EXTRAORDINARIAS DE CÁDIZ 1. Los espacios físicos Entre los lugares que marcaron los principales acontecimientos de estas afamadas Cortes extraordinarias, estaba incluida la provincia de La Mancha que fue una antigua demarcación española desde 1691 hasta 1833 (con algunas variaciones en sus límites), fecha, esta última, en la que se dio carácter oficial a la de Albacete en la reforma de Javier de Burgos. Las Cortes de Cádiz establecieron su representación en función de la división provincial de Floridablanca, Orden de S. M. de 22 de marzo de 1785, por la que se crea la provincia de La Mancha formada básicamente por las actuales provincias de Ciudad Real y Albacete. De Ciudad Real formaban parte el partido de Villanueva de los Infantes (de la orden de Santiago), el partido de Almagro (de la Orden y Campo de Calatrava) y las aldeas de las siguientes villas: Alamillo (Almadén); Brazatortas (Almodóvar); Bolaños (Almagro); San Lorenzo (Mestanza); Hinojosas, y Cabezas Rubias (Puertollano), además de Villanueva de La Fuente. De Albacete, el entonces partido de Alcaraz, formado por la ciudad de Alcaraz y las villas de Aina (Ayna), Balazote, Ballestero, Barrax, Bienservida, Bogarra, Bonillo, Cotillas, Lezuza, Munera, Peñas de San Pedro, Riópar, San Pedro, Villapalacios, Villarrobledo y Villaverde. También los lugares y aldeas pendientes directamente de la ciudad de Alcaraz: Casa-Lázaro (Casas de Lázaro), Herrera, Masegoso, Peñascosa, Pobedilla (Povedilla), Robredo (Robledo), Salobre, Vianos y Viveros; las aldeas de la Villa de Ayna, Elche de la Sierra y Molinicos; las aldeas de la villa de San Pedro, Pozo- Hondo y Pozuelo. Es decir una parte de lo que hoy es la provincia de Albacete. Por otra parte la ciudad de Cádiz, el único reducto fuera del dominio francés, era en ese tiempo una ciudad militarizada, con sus naturales carencias y necesidades que habían roto, por invasión masiva de forasteros, la cotidiana tranquilidad de sus vecinos. La ciudad cosmopolita, abierta al mar, dinámica y mercantil, con más de 57.000 habitantes, libraba también en su seno una batalla política con su propio hacer y sus propios protagonistas. La población era un auténtico hervidero de información, sacudida por una especie de “diarrea de las imprentas” capaz de sacar a la calle más de 200 diarios, que superaban los 250.000 ejemplares en su conjunto. En ellos era frecuente la crítica y la sátira al trabajo de los diputados, aunque sin poner en duda o riesgo la supremacía de esas Cortes 9 JOSÉ JEREZ COLINO AL-BASIT N.º 57 • DICIEMBRE 2012 • PÁGS. 5-36 • ALBACETE • ISSN 0212-8632 Mapa de la Provincia de la Mancha, Tomás López 1765 (Atlas particular de los Reynos de España, Portugal e islas adyacentes, Madrid, 1790, tomo I a, nº. 7.). que se avecinaban, así como de su legitimidad. Pese a ese ajetreo la ciudad respiraba profundamente unos excelentes aires de libertad. Sin quitarle dramatismo al asfixiante sitio al que era sometida la ciudad, es necesario tener en cuenta que su población no dejó de estar abastecida por mar y bien comunicada gracias al control marítimo que tuvo la Armada británica, con un Gibraltar bien cercano como punto de avituallamiento asegurado. La población podía ver, con anteojos o gemelos, los movimientos de las tropas francesas dirigidas por el mariscal Víctor, cuyo cuartel general se instaló en el Puerto de Santa María, bien visible desde Cádiz, como el resto de la bahía. Fueron las tropas francesas las que tuvieron más difícil el aprovisionamiento y además se las tuvieron que ver con los distintos 10 LA PROVINCIA DE “LA MANCHA” Y LAS CORTES EXTRAORDINARIAS DE CÁDIZ ataques que se organizaban por tierra desde Gibraltar, dirigidos por Lacy dos de ellos, y un tercero por el británico Graham en la conocida como batalla de Chiclana. Sin duda Cádiz era una ciudad relativamente segura3. 2. La convocatoria de Cortes y normas electorales El 22 de mayo de 1.809 fue publicado el Decreto para la convocatoria de Cortes, triunfando el criterio de Jovellanos para que se realizara por estamentos; de nuevo parecían dominar los viejos esquemas de retorno al pasado en los sectores dirigentes. Después de ese Decreto de constitución, el 29 de enero de 1.810, desde la isla de León, la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino (nombrada en 1808), conocedora de su inoperancia y acusada de culpabilidad en los desastres militares, dictó un decreto auto disolviéndose nombrando un Consejo de Regencia de España y las Indias, formado por el Obispo de Orense, D.