Bibliografía De John Norman
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número 4 Gor HispanoRevista digital en lengua española Opinio Gor Hispano n Entrevista: JoseAntonio Director Sumario Matfield Javier alias “Matrix” páginas 19-24 Subdirectora Cristina del Horno Erotismo y espada: Gor, Las Especial: Los Salvajes Rojos crónicas de la Contra Tierra. páginas 25-31 Redactor Jefe páginas 3 -11 Juan Edo ¿Qué fue de...? Javier Korda Redactores y Colaboradores ¿Recuerdas? Frank Frazetta página 32 Ferdaves Aya, Flor Maurer, Lani, páginas 12 - 16 Carrie Dixon, Txemas, Ovelisco Nuestros Lectores Flow, Paloma, Pedro alias “El Libre- ro”, Tranquilino Carrasco, Stephen Los Pergaminos de Luther página 33 Hawking, Anton Alberti, Manchego, 17-18 Dave Berensohn, Humillator, Leire Martínez, Santiago Talavera, Pedro del Real, Maquetación y Portada Manchego Web http://www.gorhispano.com [email protected] Publicidad Casa del Libro, C&N Contacto [email protected] Creative Commons Todos los artículos publicados en la revista tienen licencia CC (Bienes comunes creativos). El público tiene derecho a compartirlo libremente en otros medios, modificarlo, crear obras derivadas, pero siempre reseñando al Casadellibro.com autor/es originales en cualquier caso. Calle Gran Vía, 29 Madrid 902 02 64 02 Derechos de Autor La revista es una publicación libre y gratuita sin ánimo de lucro. No se pre- tende infringir los derechos de autor de la serie de Gor ©, escrita por John Norman, autor legítimo de la obra. Si deseas guardar números anteriores de la revista, puedes encontarlos en los grupos de Facebook o en la web: issuu.com/forogorhispano/docs/ 2| pin i cando en sus novelas su personal A ambos no les faltaban prin- O on concepto de la ética y la vida; no en cesas para rescatar en sendos pla- vano es profesor de Filosofía. netas. En cambio, John Norman, Erotismo y Espada: cuyo verdadero nombre es John Lange (1931), se encontró Gor, Las crónicas de en 1967, fecha de publi- la ContraTierra. cación de la primera no- vela de la larga serie que vamos a comentar breve- Publicado en la revista Weird Tales de mente, con que los ade- Lhork. Traducido por Daniel Jones y lantos de la astronomía Heather Dowley. habían proporcionado al hombre una visión más científica, pero menos romántica del sistema 1. TARL CABOT DE GOR: LA solar. Descartados Venus SOMBRA DE JOHN CARTER DE y Marte como escenarios MARTE para las hazañas de los héroes de la fantasía he- roica espacial, los autores que siguen la más pura tradición de Burrouhgs se ven obligados a bus- car nuevos asentamientos Edgar Rice Burrouhgs lo tenia para sus personajes. muy fácil en los años treinta, cuan- do un casi total desconocimiento Basándose en, la antigua creen- de nuestros planetas vecinos del cia de la existencia de planetas ig- sistema solar le permitía adaptar norados dentro del sistema solar las teorías científicas y las creen- (citemos como ejemplo Vulcano, cias populares a sus particulares el planeta más próximo al Sol que recreaciones de Marte y Venus y Mercurio, que pretendía haber En algunas obras se evidencia la las características esenciales de sus descubierto Le Verrier de donde continuidad de unas líneas asen- respectivos héroes: John Carter se era nativo el popular Señor Spock, tadas sobre las bases que trazaron veía arrebatado en estado catalépti- de la Serie de televisión Star Trek), otros escritores pioneros, esque- co de la Tierra por extrañas fuerzas John Norman crea Gor, la Contra- mas básicos que crean subgéneros magnéticas y despertaba en Marte, tierra, un mundo a la medida de su dentro de un género; tal es el caso el cual era un enorme desierto sur- héroe Tarl Cabot. de Robert E. Howard y sus poste- cado por canales y habitado por un riores seguidores en la espada y conglomerado de las mas variadas Tarl Cabot es profesor de Histo- brujería o J. R. R. Tolkien con la y exóticas razas; Carson, héroe de ria, se ve arrebatado de la Tierra Tierra Media y sus pobladores: el- la serie de Venus, se encontraba y transportado, a Gor, un planeta fos, enanos, hobitts, etc. Entre esos con que este era una selva tropical, cuya órbita es tal que el Sol siem- seguidores los hubo muy buenos. pantanosa, donde grandes reptiles, pre está interpuesto entre el y la Tal es el caso de John Norman, parecidos a los antiguos dinosau- Tierra, por lo cual ha permanecido cuya principal creación, la serie de rios de la Tierra, convertían en un totalmente desconocido de esta. Gor, tiene mucho en común con difícil problema la supervivencia Los Reyes Sacerdotes, seres pro- las novelas de Edgar Rice Burrou- cotidiana. cedentes de una lejana estrella, no hgs, cosa que trataré de demostrar, permiten que este mundo pase de si bien la suya es una obra más La única ventaja que tenía Car- una tecnología rudimentaria, ex- compleja, ya que Norman, como son era que por lo menos no pa- cusa válida para sumarse esta saga también veremos, muestra su per- saba sed. a la larga serie de espadachines es- sonalidad y sus represiones vol- paciales que han precedido a Nor- |3 man. También el planeta es más cuyo instinto es destruir antes que nen pruebas materiales. En El gue- pequeño, por lo cual la fuerza del ser destruido, o el de un ser humano rrero de Gor cuando Tarl Cabot héroe es proporcionalmente mayor condicionado para matar pronta y interroga a su padre sobre el origen —como Carter en Marte o Carson salvajemente, o para morir, en esas de estos seres, le contesta así: en Venus. condiciones. Me encontré empapa- do en sudor. Sabía que había estado — Quizá dioses. Queda por citar otro paralelismo a un paso de la muerte. ¿Era ese el —¿No hablarás en serio? que personalmente siempre me Cabot sosegado que yo conocía? —Sí. ¿Es que acaso una criatura ha resultado bastante gracioso: al de inmenso poder y sabiduría, no es igual que los héroes de Burrouhgs, Tratamos de sacar al pobre hom- merecedora de que se la llame así? la dura supervivencia consegui- bre de su estupor aclarándole que Los Reyes Sacerdotes habitan en da gracias a una dura lucha diaria los héroes burrohgnianos a la me- las montañas Sardar, un Olimpo in- con los elementos, los hombres, y nor señal de peligro están prestos a expugnable, protegido con campos las bestias, en los medios mas sal- las reacciones más dispares, como de fuerza generados por extrañas vajes y primitivos, se traslucen en trepar a la farola mas próxima tecnologías. sus ocasionales regresos a la civili- mientras prorrumpen en gritos zación donde despiertan el temor y estentóreos, o acogotan a algún La actitud de Norman hacia la la admiración entre sus amigos— despistado amigo que pretende sa- religión es la que sostienen hoy que indirectamente se traspasan al ludarles sin darse cuenta de que es- día muchos intelectuales: que in- lector—, por lo desmesurado de un tán saludables....de salud, pero no dependientemente de las bonda- sus reacciones; el grito de Tarzán de trato. des de sus doctrinas, los acólitos (que plasmaron fonéticamente los la utilizan como un medio de vida, técnicos de sonido de las pelícu- más concretamente de buena vida, las de Johnny Weismuller) y algún a costa de sus fieles: ocasional mordisco a algún atrevi- do, se repiten en el Tarl Cabot de Norman. En Proscrito de Gor, se- gundo título de la serie, un antiguo colega suyo del instituto relata así la experiencia que tuvo al reencon- trarlo tras varios años: No había cambiado nada, o muy poco. Me acerqué a él corriendo y sin pensarlo, le así de un hombro. Lo que sucedió a continuación fue casi imposible de entender. Se revol- vió como un tigre, dando un grito de rabia en una lengua extraña, y me encontré apresado por unas manos como de acero y lanzado con fuer- za sobre su rodilla sin poderlo re- mediar, sintiendo mi columna ver- tebral a punto de astillarse como si fuera una rama menuda y frágil. Me soltó al instante, disculpándo- 2. DIOSES Y CREENCIAS se profusamente, incluso antes de Miré en derredor. La mayoría de reconocerme. Comprendí horrori- El goreano es un hombre prácti- las gentes parecían pobres: pescado- zado que lo que había hecho era un co, que no cree en mitos. Sus dio- res, aserradores, porteadores, cam- acto tan reflejo como parpadear o ses son los Reyes Sacerdotes, cuyos pesinos. En su Mayor parte vestían sacudir la rodilla bajo el martillo del orígenes ya explicábamos anterior- prendas de lana, o incluso de tela médico. Fue el reflejo de un animal mente —y de cuya existencia tie- de reps. Muchos de ellos llevaban 4| pies liados en pieles. Menudeaban estado en el agua, se la quita con un todas las religiones: explotación de las espaldas arqueadas, los ojos es- rastrillo. Y se la vuelve a calentar. la credulidad infantil para grabar túpidos. Los ornamentos del templo A otro lo asaron vivo en un espetón indelebles mensajes sublímales; eran harto espléndidos: colgaduras encima de un gran fuego. Se decía promesas de vida eterna para apro- de oro, cadenas de oro y lamparillas que no había proferido sonido algu- vecharse del natural miedo a la de oro quemando el más refinado no. Un tercero resultó muerto cuan- muerte del ser humano; apoyo en de los aceites de tharlarion impor- do una víbora metida a la fuerza en las ancestrales supersticiones del tados. Miré los hambrientos ojos de su boca, le desgarró el costado de la hombre para controlarlo y dirigirlo una niña que colgaba de un saco a boca para poder salir. en la consecución de sus fines. Pro- la espalda de su madre. (Los intru- bablemente si los dioses pudieran sos de Gor).