Veinticinco Años Del Magnicidio De Rodrigo Lara Bonilla
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COYUNTURA ANÁLISIS DE ANÁLISIS DETRÁS DE UN EPISODIO Veinticinco años del magnicidio de Rodrigo Lara Bonilla Gabriel Bustamante Peña1 odrigo Lara Bonilla conden- nos– sino que, por el contrario, su va- sa en su pensamiento, vida y liente sacrificio abrió los ojos de un país Robra, la lucha histórica contra aletargado por el dinero fácil y congregó las mafias que pretendieron apoderarse conciencias para oponerse al aberrante del Estado colombiano, alienar y some- proyecto de convertir a Colombia en un ter a la sociedad y mancillar la dignidad Estado paria, en un país dominado por el de la nación. Su asesinato, contrario a crimen organizado. lo que pensó el crimen organizado, no Hoy, veinticinco años después de su constituyó el triunfo de aquella sórdida magnicidio, la lucha continúa. Las mafias unión de bestiales narcotraficantes, sica- han mutado sus estructuras organizacio- rios paramilitares, empresarios sin escrú- pulos y políticos corruptos –que aún hoy, bajo otras formas, actúan y se enrique- 1 Asesor jurídico-político de la Corporación Viva la cen impunemente sobre los cadáveres Paz-ando Ciudad Ciudadanía y columnista de diversos medios escritos y y sufrimiento de millones de colombia- electrónicos. ANÁLISIS DE DE ANÁLISIS COYUNTURA nales y siguen manoseando al país bajo pezando 1981, en una intervención en el la complicidad de algunos militares, fun- Congreso de la República: “¿Se logrará cionarios y jueces; se han reestructurado la paz en Colombia mientras la política con ciertos políticos y empresarios hasta dependa de una manera tan sensible del llegar a confundirse; continúan utilizando dinero? (…) Dinero de los grupos eco- la violencia como medio de apropiación nómicos, de las mafias, de la corrupción de no sólo extensas zonas del territo- pública; dineros que, de no ser controla- rio nacional, vinculadas a las principales dos drásticamente, terminarán por aca- fuentes de riqueza lícitas e ilícitas, sino bar nuestra democracia3”. Hoy, más de también del poder político que les ga- dos décadas después, la infiltración de lo rantice impunidad y enormes beneficios peor del crimen organizado en el Congre- legales. La mezcla de masacres, despla- so y su captación del Estado, sumado a zados, narcotráfico, violaciones y corrup- la falta de voluntad política para adelantar ción con la búsqueda de representación una verdadera reforma electoral, le están política a nivel regional como nacional, y dando dramáticamente la razón. Por esto, la captación de las instituciones del Esta- el olvido de lo que representa Rodrigo do, que hoy conocemos como parapolíti- Lara Bonilla para Colombia y la renuncia a ca, o mejor dicho, narcoparapolítica, fue la verdad histórica sobre las causas y los lo que combatió Rodrigo Lara Bonilla des- responsables de su desaparición, repre- de el Nuevo Liberalismo, el Senado de la sentan una muerte más contundente que República y el Ministerio de Justicia. las implacables ráfagas de los sicarios “Soy un Ministro peligroso para secto- que intentaron callarlo infructuosamente, res que están al margen de la ley”, afirmó aquel 30 de abril de 1984. Lara unos meses antes de su muerte, en El presente texto intenta a través de la agosto de 19832. De igual manera, po- vida de Rodrigo Lara Bonilla acceder no demos afirmar sin temor a equivocarnos, sólo una radiografía de la convulsionada que su memoria y su legado lo siguen ha- Colombia de principios de los ochenta ciendo peligroso para el hampa política, –donde Lara fue un antagonista indiscuti- empresarial y militar que está en la ac- ble del crimen y la corrupción contempo- tualidad entregando el país a las mafias. ránea– sino también a los antecedentes y Las mismas estructuras criminales que en sucesos políticos y sociales que marcaron los ochenta lo asesinaran –al igual que a su personalidad y su posterior vocación centenares de políticos, jueces, periodis- política: indagar en las circunstancias du- tas, policías y colombianos honestos que siguieron su ejemplo– continúan delin- quiendo tranquilas, con los magnicidios y crímenes que hasta hoy siguen impunes. 2 Diario El Tiempo, 1 de mayo de 1984. Ciudad Paz-ando Ciudad Recordemos tan solo lo que sentenció 3 Acta de las sesiones ordinarias. Comisión I del Sena- 10 el entonces Senador Rodrigo Lara, em- do de la República, 5 de febrero de 1981. COYUNTURA ANÁLISIS DE ANÁLISIS rante las cuales desarrolló su niñez y su los Estados gendarmes de los liberales juventud, la “violencia”, el Frente Nacional clásicos. y el posterior conflicto social colombiano, Fue también está la época en que el enmarcados políticamente por el desarro- problema de la droga se comenzó a asu- llo y evolución del liberalismo social (del mir como un campo de combate global. cual él y Luis Carlos Galán fueron sus últi- En 1922, el Congreso de los Estados Uni- mos dolientes) y el ambiente internacional dos definió oficialmente el tráfico de co- signado por la guerra fría, con su antesala caína como narcotráfico, prohibiendo su actual de lucha mundial contra el narco- importación y consumo. Las Convencio- terrorismo. Y todo esto, para rescatar el nes firmadas en Ginebra en 1925 y 1931, carácter iconoclasta de Rodrigo Lara Bo- a las cuales se adhirió Colombia por me- nilla y su visionaria mirada del acontecer dio de las leyes 68 de 1930 y 18 de 1933, nacional, en la cual hay muchas claves se suscribieron para vigilar la producción, para entender nuestro inmediato presente, fabricación, distribución y venta de dro- pero sobre todo, muchas advertencias de gas estupefacientes. Posteriormente, en lo que lo que nos puede deparar el futuro. 1938, los Estados Unidos regularon y res- tringieron la venta de la coca, producto La Colombia en que nació que constituyó en años anteriores uno de Rodrigo Lara Bonilla los principales insumos de importación en Norte América, tanto para industrias como “Yo soy yo y mis circunstancias” la farmacéutica, como para la producción José Ortega y Gasset de la que sería la bebida más popular del mundo y símbolo innegable de la globali- En la primera mitad del siglo XX, he- zación: la Coca Cola4. chos como los levantamientos obreros, La Colombia de la época también se la Revolución Bolchevique y la aparición desenvolvía bajo enormes contradiccio- del Estado Soviético (1917), la Revolución nes y conflictos violentamente apacigua- Mexicana (1910-1917), la gran depresión dos por las élites políticas y económicas económica y social de 1929, la implan- que manejaban el poder en aquel enton- tación del “Nuevo Trato” Keynesiano en Estados Unidos y la incubación de los Es- tados Bienestar europeos transformarían las concepciones clásicas del liberalis- 4 En el libro “De la coca a la cocaína: una historia mo y las teorías del Estado moderno. Un por contar” (Juan Carlos García Hoyos, Universidad del nuevo modelo de contrato social política- Rosario, 2007) se expone una cronología del proceso de criminalización de las drogas y se desnudan las manipu- mente incluyente, económicamente dis- laciones históricas que los países consumidores han ejer- tributivo y progresivamente garantista de cido sobre los productores. Manipulaciones que termina- ron siendo definitivas en las etapas actuales del conflicto Ciudad Paz-ando Ciudad derechos y libertades fundamentales, se armado y la violencia social en Colombia, a través de las imponía bajo la fuerza de la historia sobre que se impuso desde los ochenta como narco-terrorismo. 11 ANÁLISIS DE DE ANÁLISIS COYUNTURA ces. Protestas como la huelga de los tra- de esta crisis, surgiría la voz que estre- bajadores de la United Fruit Company, a mecería a todo un pueblo, la figura de finales de 1928, donde miles de jornale- un joven abogado, un representante a la ros, pequeños propietarios y comercian- Cámara que a través de sus denuncias y tes de la zona bananera del Magdalena debates desde el Congreso le daría una se levantaron contra la multinacional y nueva concepción a la discusión del pa- contra el régimen conservador ante sus pel del Estado en Colombia. Surgiría Jor- dramáticas condiciones sociales y su hu- ge Eliecer Gaitán y con él, el liberalismo millante situación laboral, son un ejem- social como proyecto político. La tragedia plo de ello. Lejos de recibir atención de de las bananeras terminó por derrumbar un gobierno formalmente democrático, lo la hegemonía conservadora y traería al que consiguieron fue la expedición de un poder a el partido liberal, de la mano de decreto de estado de sitio. Orden, al igual Enrique Olaya Herrera, el 9 de febrero de que la hoy dictada por los poderes econó- 1930, tras derrotar en las urnas a Guiller- micos predominantes, que se constituyó mo Valencia. en el marco desde el cual el Ejército, al Con Olaya en el poder, el liberalismo servicio de una transnacional y no de la social empezó a colocar sobre la agen- República, acribilló al pueblo reunido en da los problemas estructurales de la so- asamblea. Después de la masacre, la tra- ciedad colombiana: la precaria situación gedia no terminaría, comenzarían meses de los trabajadores, el abandono de los de detenciones masivas, desapariciones, campesinos, el papel del Estado frente a violaciones, ejecuciones extrajudiciales los sectores vulnerables y la desigualdad y toda clase de atropellos aplaudidos y social. En medio de la crisis económica apoyados por la empresa bananera5. mundial, se comenzaron a establecer me- El hecho indignó al país. Los estudian- didas de protección para la industria na- tes, convertidos en actores sociales por cional, se fortaleció el mercado interno, se primera vez, se levantaban contra el au- suprimieron gran parte de las importacio- toritarismo gubernamental del conserva- nes, se comenzó la construcción de gran- dor Miguel Abadía Méndez. Y en medio des carreteras y ferrocarriles, inversiones en los puertos, estímulos a la educación pública y fortalecimiento del magisterio. Pero muchos sectores del liberalismo, especialmente jóvenes de tendencias so- 5 La United Fruit Company, recientemente volvería a cialistas, se sintieron defraudados con las ser protagonista de la historia violenta de Colombia, está tímidas reformas de Olaya Herrera.