Los Medios Y El Mito De Pablo Escobar Marcela Osorio Granados
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Los medios y el mito de Pablo Escobar Marcela Osorio Granados Trabajo de grado para optar por el título de Comunicador Social Campo profesional: Periodismo Director: Jorge Enrique Cardona Álzate Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Comunicación y Lenguaje Carrera Comunicación Social Bogotá 2008 5 "La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus tesis de grado. Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica, y porque las tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales. Antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia". [ARTÍCULO 23 DEL REGLAMENTO ACADÉMICO] 6 AGRADECIMIENTOS A mis padres sin cuya ayuda no hubiera podido llegar a este punto de mi carrera profesional. A Jorge Cardona, quien ha sido apoyo en mi vida, en mi trabajo y en este proyecto que guió incondicionalmente. A todos aquellos que estuvieron a mi lado durante la realización de este trabajo, y a Carlos Mario Correa, cuyo testimonio fue fundamental para demostrar los planteamientos que aquí se presentan. 8 TABLA DE CONTENIDO 1. Introducción........................................................................................... 10 2. Capítulo I: Las múltiples facetas de un capo………………………………………. 13 La vida de uno de los hombres que más recuerda el país y quién dejó como legado, la pesada cruz del narcotráfico. 3. Capítulo II: Seguimos adelante…………………………………………………………… 47 El periodismo en medio de la guerra. El narcotráfico intimida y acaba con los medios que denuncian sus operaciones fraudulentas. 4. Capítulo III: De Robin Hood paisa a temido criminal………………. 90 La revista que mostró en un principio a Pablo Escobar como un Robin Hood paisa y que conoció detalles íntimos de la vida personal del capo de capos. Al momento de su muerte, en un párrafo de una de sus ediciones, se describió el caos y horror que había causado a su paso y que había dejado en el país. 5. Capítulo IV: Bajo la censura del narcotráfico………………………………….. 114 Fueron muchos los periodistas que cayeron víctimas de las balas asesinas del narcotráfico, aunque la mayoría de ellos son desconocidos para la sociedad, sus plumas describieron el horror del narcotráfico, y esto les costó la vida. 6. Conclusiones…………………………………………………………… 125 7. Anexos………………………………………………………………… 129 9 INTRODUCCIÓN Han pasado 15 años después de la muerte de quien aún se considera el más grande capo del narcotráfico en Colombia y figuró en la lista negra de Estados Unidos como uno de los criminales más peligrosos y buscados en la década de los 90. Sin embargo, Pablo Escobar Gaviria parece estar más vivo que nunca. El mito del capo de capos perdura a través de los años, sus historias siguen siendo motivo de debate y su vida sigue siendo inspiración de cineastas y escritores que reviven para las audiencias de hoy la leyenda de un hombre que puso a temblar a la sociedad colombiana. El 30 de abril de 1984, ante los ojos de los colombianos se abrió un telón que dejó al descubierto la capacidad que tenía el narcotráfico para enfrentar al Estado. Sólo hasta entonces, con el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, quien desde su cargo público, y respaldado completamente por Luis Carlos Galán había iniciado una lucha a muerte contra el narcotráfico y sobre todo contra Pablo Emilio Escobar Gaviria, el país pareció entender realmente la dimensión del problema que ya crecía a pasos agigantados en todo el país. Desde aquel momento, el papel que jugaron los medios de comunicación como vigilantes y observadores de los comportamientos y las situaciones sociales del narcotráfico, llevaron a que la opinión pública fuera creando sus propios referentes acerca de la verdadera faceta del capo Pablo Escobar Gaviria, una cara oculta que nadie conocía en toda su dimensión y que sólo los medios de comunicación poco a poco se atrevieron a mostrar, aún cuando rápidamente asimilaron los riesgos que empezaban a correr por cuenta de ese conocimiento. Según los entendidos en la materia, la revista Semana publicó el que fuera el primer artículo detallado acerca del capo de capos. En el texto titulado “El Robin Hood paisa” se detallaban especialmente las acciones benéficas que realizaba el narcotraficante en los sectores más desatendidos de la sociedad antioqueña. La denominación de Robin Hood parecía ser exacta, en la práctica fungía como un político que demostraba interés por el pueblo, en especial por los pobres, y que no tenía que robarle nada a los ricos, pues parecía tener una buena y extensa fortuna propia. 10 Sin embargo, su vida también estaba rodeada de escándalos que con el correr de los días ensombrecieron la actuación de Escobar como parlamentario. Entonces fueron los medios de comunicación los que comenzaron a convertir a Pablo Escobar Gaviria en blanco de todo tipo de críticas y noticias que, más allá de endemoniar su imagen, fueron descubriendo el historial de una vida que más allá de la apariencia de gran filantrópica, parecía estar rodeada de dudosas situaciones y personajes. Y lo que era peor, asociadas con el creciente poder del narcotráfico. En ese proceso de reconstrucción del acontecer público del narcotráfico y la figura central de Pablo Escobar Gaviria, influyó mucho la iniciativa que tomó Guillermo Cano Isaza, entonces director de El Espectador, quien a través de su columna Libreta de Apuntes atacaba incisivamente al narcotráfico. Y fue precisamente en este periódico donde se publicó la primera noticia acerca de los vínculos de Escobar con el narcotráfico. El hecho había sucedido cuando el capo comenzaba su carrera delictiva y cayó preso cuando trataba de sobornar a unos agentes del DAS para que le devolvieran una droga incautada en un retén. A partir de Guillermo Cano vinieron otros periodistas de todas las regiones del país y desde entonces la prensa no le quitó el ojo a Pablo Escobar Gaviria. Pero simultáneamente los carteles de las droga dejaron de ocultarse, se pusieron a la orden del día y a través de jóvenes asesinos denominados sicarios, quienes mataban por exiguas sumas de dinero, fueron escogiendo sus blancos predilectos, entre ellos, el de los periodistas. Los asesinatos de jueces, agentes de la policía y demás, empezaron a ser relacionados con acciones que realizaba el capo para evitar que los procesos judiciales en su contra avanzaran y él pudiera persistir en su ilícito negocio. A partir de entonces, en el imaginario colectivo se construyó la idea de que cualquier hecho violento sucedido en Medellín tenía que ver con el narcotráfico de una u otra forma, y que cualquier muerte, atentado u amenaza a algún funcionario público o personaje importante de la ciudad, tenía que ver con intenciones de Pablo Escobar Gaviria. El Patrón, como empezó a ser conocido, partió en dos la historia contemporánea de Colombia, pero a pesar de su cruenta guerra contra el Estado y de su propia muerte, nunca se acabó el negocio del narcotráfico en Colombia. 11 A lo largo de los últimos 15 años, han venido aflorando los otros capos, representados por otros carteles de la droga que operaron o siguen operando en varias regiones del país. Hoy, el negocio del narcotráfico es el principal sustento económico de la guerrilla y del paramilitarismo, y como en tiempos de Escobar, el referente de las nuevas organizaciones sigue siendo el trabajo de los medios de comunicación. Sin que los periodistas sean los héroes de la lucha antinarcóticos, sus informes si han resultado vitales para la comprensión del fenómeno. Las páginas siguientes están dedicadas a hacer un análisis de la forma en la que los medios de comunicación cubrieron todo el fenómeno de Pablo Escobar Gaviria. De los muchos medios radiales, televisivos y escritos que existen en el país, hice una selección de dos publicaciones escritas que, a mi parecer, fueron parte importante en la creación del imaginario que quedó en la sociedad colombiana acerca del capo. Por un lado está El Espectador, un periódico de tradición liberal, que bajo la dirección de Guillermo Cano Isaza, le dio la guerra al narcotráfico y especialmente a Pablo Escobar. Y aún cuando las mortales balas de los sicarios al servicio del capo llegaron a don Guillermo, y un carro bomba dejó semidestruida la sede del periódico en Bogotá, su lucha nunca se vio mermada por las amenazas de la mafia. Por el otro lado, la revista Semana, una publicación que se ha caracterizado a través de los años por su análisis crítico de los conflictos y sucesos más candentes del país. Además fue esta revista la que publicó el primer artículo que se escribió en Colombia acerca de Pablo Escobar, titulado “Un Robín Hood paisa”. Además esta tesis contiene un pequeño recuento de los periodistas que fueron asesinados en la época del narcotráfico en Colombia por cumplir con su labor. Desafortunadamente fueron muchos, por lo cual hago especial énfasis en aquellos cuyas historias fueron más conocidas, esto sin querer dejar de lado a los otros mártires que prefirieron no quedarse callados aún sabiendo el riesgo que corrían. El testimonio de Carlos Mario Correo, quien fue corresponsal en Medellín en los tiempos del narcoterrorismo, nos aproxima un poco a lo que fue la experiencia periodística de quienes tuvieron que trabajar clandestinamente y bajo condiciones ínfimas con tal de poder sacar adelante sus publicaciones. 12 Capítulo I: LAS MÚLTIPLES FACETAS DE UN CAPO Hace 15 años fue abatido en Medellín el capo de capos del narcotráfico en Colombia, Pablo Escobar Gaviria. Cesó su violento ciclo vital, pero la sola mención de su nombre sigue causando revuelo. Hoy, el solo hecho de nombrarlo despierta entre quienes lo conocieron o sufrieron, desde sentimientos de admiración o temor, hasta odio o idolatría, porque si algo le dejó el capo de capos Pablo Escobar a Colombia fue precisamente un mar de muertos y de dolor, acompañados de la pesada e indestructible cruz del narcotráfico que Colombia aún sigue soportando a sus espaldas.