<<

El Fondo Hist6rico de ElAcoso: 'Epoca Heroica y Epoca del Botin'

La critica se ha fijado constantemente en la estructura musical de El acoso.1 QuizAs se deba ello a que Carpentier mismo ha puesto de manifiesto la presencia de la miisica en toda su obra. 2 En cambio, hay otro aspecto de 6sta que cobra una especial significaci6n hasta formar el meollo de su novelistica - la historia. 3 No hay duda de que la historia fluye, como tel6n de fondo, tras las paginas de El

1 Veanse los ensayos de Helmy F. Giacoman: '"Laestructura musical en la novelistica de Alejo Carpentier," Hispanofila, Ano XI, n6m. 3, 33 (mayo 1968), pigs. 49-57 y "La relaci6n m6sico-literaria entre la tercera sin- fonia 'Eroica' de Beethoven y la novela El acoso de Alejo Carpentier," Cuadernos Americanos, Alo XXVIII, 158 (mayo-junio, 1968), pags. 113-129 y el de Emil Volek, "Analisis del sistema de estructuras musicales e inter- pretaciones de Elacoso de Alejo Carpentier,'' PhilologiJ4Pragensia, 12, I (1969), pags. 1-24.

2 Cesar Leante, ''Confesiones sencillas de un escritor barroco,'' Cuba, Revista mensual (La Habana), Ano III, 24 (abril 1964), pig. 33 donde Carpentier declara en una entrevista: "La musica esta presente en toda mi obra. En Elsiglo de las luces, por ejemplo, Carlos toca la flauta, el protagonista de Los pasos perdidos es un musico y El acoso esta estructurada en forma de sonata: Primera parte, exposici6n, tres temas, diecisiete variaciones y conclusi6n o coda. Un lector atento que conozca musica puede observar facilmente este desarrollo.''

3 Estimamos que en la producci6n carpenteriana la historia es tan importante como la misica. Asi, el subtitulo de iEcu-yamba-6! es ''Historia afro-cubana.''" Vase el pr6logo de Carpentier a su novela El reino de este mundo (Mexico: Edici6n y Distribuci6n Ibero Americana de Publicaciones, S.A., 1949), pag. 16 donde dice: "'...el relato que va a leerse ha sido establecido sobre una documentaci6n extremadamente rigurosa que no solamente respeta la verdad hist6ricade los acontecimientos, los nombres de personajes-incluso secundarios-, de lugares y hasta de calles, sino que oculta, bajo su aparente intemporalidad, un minucioso cotejo de fechas y cronologias." Ra6l Silva Caceres en su ensayo: "Una novela de Carpentier,'' Mundo Nuevo, num. 17 (1967), pag. 37 sefala como fuente hist6rica del viaje del protagonista por el Orinoco la obra del padre Jose Gumilla, El Orinoco Ilustrado. Historia natural, civily geogrdfica de este gran rio. (Madrid: 1745), 2 vols. El siglo de las luces es una novela donde se narran los efectos de la Revoluci6n Francesa en el area del Caribe. Edmundo Desnoes en su trabajo "El siglo de las luces," Casa de las Americas, Ano IV, ndm. 26 (octubre-noviembre 1964), pag. 106 cita, como posible fuente histdirica, la obra de Alejandro Von Humboldt Ensayo politico sobre la isla de Cuba donde se habla "del aspecto asqueroso de las calles de La Habana, " a principios del siglo XVIII, descripci6n sta que coincide - a juicio del critico-con la que Carpentier haceen su novela. Roberto Gonzalez Echevarria en "''Semejante a la noche: historia/ficci6n' (trabajo leido en el Symposium celebrado en Yale University sobre Alejo Carpentier: Six Approaches to the Cuban Novelist) Ilega a la conclusion de que nuestro autor trabaja con textos histdricos. Por ultimo, a mayor abundamiento, pudieran destacarse las palabras de Carpentier a Cesar Leante, art. cit., pag. 33 en que expresa: 'Me apasiono por los temas historicos...' 398 REVISTA IBEROAMERICANA

acoso. ' Se hace, pues, indispensable una reconstrucci6n del marco hist6rico para mostrar como, oculto en el relato, bajo una aparente intemnporalidad, existe un periodo concreto en el tiempo y un lugar especifico en el espacio. En lo cronol6gico, Carpentier escoge episodios de los afos anteriores y posteriores a la caida del regimen de (decada de los afios 30 y 40) en Cuba y los compone a la manera de un cuadro cubista. Queremos destacar que el cuadro hist6rico lo presentaremos en dos pianos: hechos anteriores a la revoluci6n del 4 de septiembre de 1933 y posteriores a esa fecha, con el prop6sito de poner de manifiesto la existencia de dos 6pocas: una caracterizada por el idealismo revolucionario y la otra por su fracaso y degeneraci6n.

HECHOS ANTERIORES A LA REVOLUCION DE 1933

Gerardo Machado, general de la guerra de independencia (guerra del 95), logra su postulaci6n por el Partido Liberal tras de imponerse su candidatura a la Asamblea Nacional, en cuyo seno el coronel Carlos Mendieta tenia una amplia mayoria. 5 Asi, en las elecciones presidenciales del 1 de noviembre de 1924, es elegido presidente de la Repiblica de Cuba por una abrumadora mayoria sobre su oponente Mario Garcia Menocal, ex-presidente de la Rep6blica y tambidn general del "95", tomando posesi6n de su cargo el 20 de mayo de 1925.6 Bajo el lema de "Agua, Caminos y Escueias" su politica se en- camina a la protecci6n de la industria nacional mediante un sistema de barreras aran- celarias, diversificaci6n agricola y desarrollo de un vasto plan de obras p6blicas, ' entre las que figuraba la carretera central de la Isla, que inauguraria mLs tarde en febrero 24 de

4 S610 se ha comentado de pasada este aspecto de la novela. Cons6ltense los siguientes trabajos: Fernando Alegria, "Alejo Carpentier: realismo magico," Humanitas (Anuario del Centro de Estudios Humanisticos, Universidad de Nuevo Le6n, Mexico), I, n6m. 1 (1960), pag. 371 donde destaca en El acoso la presencia de "hechos veridicos de la historia moderna de Cuba-el complot del cementerio para asesinar a las autoridades, el fusilamiento del delator..."; Frances Wyers Weber, "El acoso: Alejo Carpentier's War on Time," PMLA, LXXVIII (1963), pag. 440 en el que expresa: "This duality of presentation is also evident in the subject matter: definitive historical happening, tied to actual sites in the city of , are the factual ingredients in a drama that seems to be just one possible version of a constant theme" y Emil Volek en "Andlisis del sistema de estructuras musicales e interpretaci6n deElacoso de Alejo Carpentier," art. cit., plg. 18 se manifiesta en terminos parecidos: "En este caso es el ambiente de La Habana en un periodo concreto (alrededor del derrocamiento del general Machado en 1933) que sirve de base para la selecci6n del material." En el pr6logo a la obra de Alejo Carpentier, Guerra del tiempo (Mexico: Compafia General de Ediciones, S.A., sexta edici6n, 1969), pig. 12 sus editores manifiestan lo siguiente: "Esta novela [El acoso] ha tenido una enorme resonancia en Cuba, al ser publicada primeramente en Buenos Aires, por ser, a la vez, un cuadro angustioso y patitico del terrorismo politico en La Habana, en poca muy reciente. Cabe sefalar que cierto episodio de fusilamiento descrito en uno de sus capitulos corresponde con un hecho real y que, en conjunto, todo lo narrado en El acoso se ajusta a acontecimientos veri- dicos" (El subrayado es nuestro).

5 Gerardo Castellanos G., Panorama histdrico: ensayo de cronologta cubana (La Habana, Cuba: G. Ucar, Garcia y Cia., 1934), pig. 1446. La fuerza electoral de Clemente Vazquez Bello pes6 mucho en la nominaci6n y elecci6n de Machado. Vease: Hugh Thomas, Cuba. The Pursuit of Freedom (New York: Harper & Row, Publishers, Inc., 1971), plg. 570.

6 Emeterio S. Santovenia y Raul M. Shelton, Cubay su historia, III (Miami: Rema Press., 1965), pig. 59. 7 Santovenia y Shelton, op. cit., pig. 60. ALEJO CARPENTIER 399

1931.8 No obstante estos aspectos prometedores de su politica, el gobierno de Machado, desde sus comienzos, manifest6 los sintomas de una dictadura. Asi lo demuestra el caso del comandante del Ejercito Libertador y director del peri6dico El Dia, Armando Andre que result6 un oponente tenaz de la nueva administraci6n, ilegando a involucrar en sus ataques personales a la familia del mandatario. (Se dice, por ejemplo, que public6 una caricatura ofensiva para las hijas de Machado.) 9 Sin duda alguna, a consecuencia de ello, Armando Andre fue asesinado-el 20 de mayo de 1925-, por personas desconocidas. Este hecho resulta bastante ir6nico y profetico, si tenemos en cuenta que sus asesinos utilizaron escopetas cargadas con balines y que el propio Andre, durante la Colonia, habia intentado asesinar a Weyler (el odiado capitin general espafol) y sus colaboradores, colocando una bomba de dinamita de 25 libras en el Palacio de los Capitanes Generales de La Habanao10-la bomba y la escopeta recortada las usarian las organizaciones revolucionarias secretas contra Machado en una de las campaias de terrorismo politico mas grande que recuerda la historia de Cuba-. Ya veremos c6mo algunos de esos metodos de eliminaci6n de figuras vin- culadas al regimen de Machado Carpentier los recoge en El acoso, con una fidelidad que en ning6n momento llega a la exageraci6n. No hay duda de que los aspectos ya resefiados de la nueva politica que desarrolla Machado en los dos primeros afos de gobierno le ganan la simpatia de ciertos sectores de la opini6n piblica, sobre todo de empresarios y hombres de negocios. " Asi, su figura, a la par que crece, se va endiosando, gracias a la aduloneria 'de corte' que rodea al mandatario, y a la que el gobernante no es ajeno, llegando a considerarse a si mismo irremplazable: 'despues de mi el diluvio.' 12 Con ese motivo decidi6 mantenerse en el poder valiendose del Congreso y, a tal efecto, el 29 de marzo de 1927, la Camara de Representantes aprob6 un proyecto de ley que extendia el mandato presidencial por un periodo de seis afios-hasta 1935-y abolia el cargo de vice-presidente de la rep6blica. Esta maniobra politica fue conocida por el nombre de "Ley de Pr6rroga de Poderes." 13 La medida del Congreso tuvo el repudio de muchos sectores de la ciudadania, especialmente del estudiantado de la Universidad Nacional, que convoc6 a un mitin en el Stadium, para el dia siguiente de pasarse la ley. De alli se dirigieron en manifestaci6n hacia la casa del educador cubano Enrique Jose Varona, cerrandoles el paso la policia en la calle Linea y produciindose un choque entre ambos bandos, estudiantes y policias, con el correspondiente saldo de heridos y arrestados. Dos semanas mas tarde, el 7 de abril de

8 Castellanos G., op. cit., pigs. 1505-1506.

9 Carlos Marquez Sterling, Historiade Cuba (New York: Las Americas Publishing Company, 1969), pig. 396.

10 Castellanos G., op. cit., pgs. 1125-1126.

11 Veanse: Hudson Strode, The Pageant of Cuba (New York, Random House, 1936), plg. 270 y Santovenia y Shelton, op, cit., pig. 67.

12 Santovenia y Shelton,. op. cit., pag. 63.

13 Ibid., pigs. 78-81. Vease ademis: Thomas, op. cit., pdg. 587. 400 REVISTA IBEROAMERICANA

1927, la masa estudiantil, en una Asamblea General, procede a la elecci6n de nuevos representanrites entre sus miembros, constituyendose un grupo mas radical denominado Directorio Estudiantil Universitario, que tendria, como tarea inmediata, librar una campa 1a contra las autoridades universitarias que se plegaban a los dictados del gobierno de Machado, y la decisi6n de este de prorrogar todos los mandatos. Asi, el 1 de diciembre de 1927 son expulsados de la Universidad de La Habana los veinte miembros de este primer Directorio, despues de ser sometidos a un Consejo de Disciplina. A dicho Directorio suceden sus miembros suplentes-Segundo Directorio-, que son tambidn condenados a expulsi6n en abril de 1928, figurando entre otros Jose Soler Lezama, 14 cuya importancia con respecto a El acoso sera vista en detalle mas adelante. Refiriendose a los miembros del Directorio Estudiantil de 1927, Santovenia y Shelton en su libro Cuba y su historia ex- presan: "...la gran mayoria de los estudiantes expulsados, con excepci6n de Eduardo Chibis y Ram6n Hermida, pasaron a integrarse dentro del partido comunista."''5 A pesar de la oposici6n estudiantil y el consiguiente malestar que ello generaba en la vida nacional, Machado inicia su segundo periodo de gobierno el 20 de mayo de 1929. Ya entonces la oposici6n se hallaba mejor canalizada a travis de figuras tradicionales en el campo politico, encabezandola Carlos Mendieta, al frente del Partido Nacionalista, a quien, como ya hemos dicho, derrotara Machado en 1924 en la Asamblea del Partido Liberal; Mario Garcia Menocal, jefe del Partido Conservador y candidato vencido por Machado en las elecciones de aquel aflo, cuyo partido apoyara la llamada Pr6rroga de Poderes en una maniobra politica conocida bajo el nombre de "Cooperativismo, " y Roberto Mendez Peliate, ex-amigo del presidente Machado. 16 Los afios 1930, 1931 y 1932 son decisivos en la lucha contra la dictadura de Machado. En efecto, en septiembre de 1930 queda constituido el Directorio Estudiantil, que lanza un manifiesto a la opini6n ptiblica cubana donde se fija la posici6n del estudiantado de la Universidad Nacional frente a la opresi6n, figurando entre los firmantes Rafael Trejo. Este muri6 a consecuencia de las heridas sufridas en un choque entre la policia y estudiantes en el parque "Eloy Alfaro"-muy pr6ximo a la Universidad-el 30 de septiembre de aquel afio, en los momentos en que estos se disponian a llegar a la residencia del ya citado profesor Enrique Jose Varona. 17 Este hecho fue la chispa que encendi6 la rebeldia nacional, pa-

14 Esta informaci6n ha sido tomada de un articulo: "Del album de los recuerdos," Carteles, Afio 30, num. 1 (enero 2, 1949), pig. 46.

15 Santovenia, op. cit., pag. 72. Andres Suarez, Cuba: Castroism and Communism, 1959-1966 (Cambridge, The Massachusetts Institute of Technology, 1967), pig. 9 dice: "After 1925 the unity of this 'generational movement' was shaken by the emergence of Marxist ideas. Nevertheless the majority rejected the formulas presented by the Marxists, and after the failure of the August 1931 revolt concentrated in only two organizations: The University Student Directorate (Directorio Estudiantil Universitario-DEU), and the secret ABC organization."

16 El "Cooperativismo" fue un pacto politico entre los tres partidos nacionales: el Liberal, el Conservador y el Popular, por el que se obligaron a secundar la pr6rroga de poderes y cualesquiera otras medidas satisfactorias al gobierno de Machado. La oposici6n politica quedaba abolida, de hecho, pues todos los partidos legalmente con- stituidos apoyaban al regimen. Vease: Santovenia y Shelton, op. cit., pgs. 72 y 82.

17 Strode, op. cit., pig. 282. ALEJO CARPENTIER 401

sando Trejo a la historia como mrtir de una nueva generaci6n, la del "aio treinta," en oposici6n a la del "noventa y cinco." 18 A partir de este momento la oposici6n al gobierno aumentari por dia, viendose obligada la administraci6n del presidente Machado a la clausura de la Universidad Nacional desde el 15 de diciembre de 1930 hasta el 18 de juriio de 1933, despues de iniciada la gesti6n del embajador norteamericano Sumner Welles. 19 La situaci6n se hard muy candenfe en 1931. Asi, el 23 de febrero de 1931 se atentard contra la vida de Machado, colocindose.una bomba en el Palacio Presidencial. 20 En agosto 9 se alzardn en armas contra el gobierno, Menocal, Mendieta y Mendez Pefiate, lideres de quienes ya hemos hablado-generaci6n del '95'-, siendo apresados los dos primeros el 14 de agosto y el iltimo el 30 del mismo mes y aiio. 21 A la par que esto sucedia en Cuba, un grupo de exilados cubanos salian del puerto de Nueva York el 12 de agosto de 1931, desembarcando en Gibara, en la costa norte de la provincia de Oriente, Cuba, con el prop6sito de secundar la ya iniciada revuelta. Tras un combate con los expedicionarios, el Ejercito domina la situaci6n, procedidndose a la captura y detenci6n de los combatientes. 22 Despues del fracaso de la revoluci6n de agosto-a finales del aiio 1931-se funda en Cuba la organizaci6n secreta ABC. 23 De aqui en adelante, hasta la caida de Machado, la rebeldia al regimen se va a concentrar en dos organizaciones: el Directorio Estudiantil Universitario y el ABC. 24 Al principio la actividad del ABC se limit6 a una campafia periodistica contra el gobierno, dirigiendo un manifiesto al pais conocido con el nombre de "Manifiesto del ABC." 25 Con posterioridad este grupo desarrollaria una lucha clan- destina contra el gobierno de Machado-especialmente en la cuidad de La Habana-, consistente en la eliminaci6n de altas figuras del gobierno, usando escopetas con cafiones recortados cargadas con perdigones, arma esta mortifera a corta distancia, y bombas que

18 Santovenia y Shelton, op. cit., pigs. 216-17: ''Durante el periodo de reforma o revolucionario que precipit6 la caida de Machado, se abrieron impetuosamente nuevas vias al pensamiento nacional...La juventud comienza a tomar una participaci6n activa pero anarquica en la vida politica. La agresividad indisciplinada de la nueva generaci6n resultaba hostil a las generaciones anteriores, y estas no se compadecian con los rapidos cambios que se estaban efectuando en la estructura social y que se Ilegaba a reclamar nerviosa y estridentemente en las calles. La generaci6n nueva y las generaciones que le habian precedido en el tiempo chocaron en esa coyuntura hist6rica, aumentando la incomprensi6n en la vieja y la falta de seguridad en la joven, que se empeflaba en efectuar ex- perimentos sociales. La joven generaci6n se desviaba por tres canales: radicalismo, gangsterismo y apatia."

19 Castellanos, op. cit., pags. 1501-1502.

20 Ibid., pigs. 1504-1505.

21 Ibid., pags. 1511-1512.

22 Castellanos, op. cit., pags. 1512-1513. VCese ademas: Gerardo Garcia Castellanos, Hacia Gibara (La Habana, 1933), pag. 284, nota 24 donde destaca los oficiales de linea de la expedici6n de Gibara, aparecien- do-entre otros-Jose Soler.

23 Strode, op. cit., pag. 284.

24 SuArez, op. cit., pag. 9: ''At that time the differences between these two organizations were minimal: a question mainly of greater political realism and ideological preoccupation in the ABC, and of pure revolutionary romanticism in the DEU. Unfortunately, however, the events of 1933 made these differences unbridgeable."

25 Santovenia y Shelton, op. cit., pig. 90. 402 REVISTA IBEROAMERICANA

estallarian a cualquier hora del dia y de la noche y, a veces, se enviarian por correo en forma de paquetes. A su vez la policia represiva de la dictadura y la 'Porra'-cuerpo 6ste in- tegrado solamente por elementos civiles-devolverian, golpe por golpe, los ataques a las figuras del gobierno, entablindose entre el gobierno y los sectores revolucionarios una lucha abierta de vida o muerte. 26 A pesar de estos metodos terroristas, el ABC lleg6 a gozar de la simpatia de la opini6n pblica cubana, opuesta al regimen de Machado, y a considerarse el grupo como una esperanza y soluci6n a los males que aquejaban a la Repiblica desde su constituci6n el 20 de mayo de 1902, estando inspirados sus miembros de nobles prop6sitos (adecentamiento de la vida nacional, mejoras y reformas sociales). No es sino hasta los comienzos de 1932 que el ABC decide asestar su primer gran golpe. Conviene destacar que las dos principales figuras del regimen de Machado-sus sostenedores-lo fueron, en lo politico, Clemente Vazquez Bello, presidente del Senado y del Partido Liberal y posible sustituto de Machado, y en lo militar, el astuto jefe de los expertos, el capitan Miguel Calvo. El ABC decidi6 suprimirlos y, al efecto, planed un atentado contra Calvo el 28 de enero de 1932. Se puso en conocimiento a la policia al mando de este oficial de la existencia de un arsenal-de armas y explosivos-en un cierto lugar, presentAndose Calvo con personal a sus 6rdenes. El plan tenia por finalidad hacer volar la casa donde estaba oculto el presunto arsenal con una carga de dinamita que fun- cionaria al descolgarse el receptor telef6nico. Por un golpe de suerte, Calvo llam6 a la estaci6n de policia desde una casa contigua, y dos de sus subalternos perecieron en la ex- plosi6n cuando hicieron uso del receptor; la casa qued6 reducida a escombros. Este hecho es conocido por la 'explosi6n de Flores 66.'2 Si bien el capitan Calvo habia salido ileso del atentado de 'Flores 66' ya relatado, muri6 a consecuencia de otro perpetrado en la mafiana del 9 de julio de 1932, cerca del monumento del Maine, cuando se dirigia a la jefatura de la policia nacional.28 Antes de referirnos al atentado y muerte de Vazquez Bello, queremos hacer menci6n a otro tipo de eliminaci6n de figuras gubernamentales consistente en el envi6 de bombas por correo envueltas en forma de paquetes. El 31 de marzo de 1932 fall6 un atentado contra la vida del Mayor Santiago Trujillo, jefe de la policia secreta de La Habana, cuando a un cartero se le hizo sospechoso un paquete sin sellos de franqueo dirigido a dicho oficial, colocado encima de un buz6n.29 El 21 de mayo de 1932, el jefe de la Guardia Rural de Artemisa, provincia de Pinar del Rio, teniente Diez, fue muerto al recibir un paquete conteniendo una bomba. El m6vil-al parecer-fue su actuaci6n en contra de la revuelta ya

26 Thomas, op. cit., pag. 595.

SVeanse: "Actualidad Nacional," Carteles, XVIII, n6m. 6 (febrero 7, 1932), plg. 29 donde aparecen fotos de la casa reducida a escombros como la Casa de la Gesti6n en El acoso. Alberto Lamar Schweyer, Cdmo cay6 el presidente Machado (Madrid: Espasa-Calpe, 1934), pigs. 26-27.

28"El atentado perfecto: la verdad acerca del atentado al capitan Calvo por uno de sus autores,'' Carteles, XX, n6m. 37 (diciembre 24, 1933), 34-35.

29New York Times, abril 1 de 1932, pag. 5, columna 6. ALEJO CARPENTIER 403

mencionada de agosto de 1931, d6nde pereci6 un revolucionario de apellido Hernandez. 30 El envio de paquetes conteniendo bombas se generaliz6 a tal extremo que fue prohibida la entrega de bultos a oficiales de las fuerzas armadas. 31 Otro hecho que sacudi6 al regimen de Machado fue, sin duda alguna, el asesinato del presidente del Senado, Clemente Vazquez Bello. Se planed su muerte como pretexto para "volar a todo el Gobierno el dia de su sepelio," dinamitando para ello la parte del Cementerio de Col6n en La Habana, donde debia ser enterrada la victima. 32 Sus autores suponian que Machado asistiria al sepelio con sus mas intimos colaboradores, dada la vinculaci6n del presidente con Vazquez Bello. Asi, este fue muerto a tiros el 27 de sep- tiembre de 1932, cerca del Havana Yacht Club, en los momentos en que se disponia a abandonar este lugar. Para ello se habia llevado a cabo una intensa labor de 'chequeo'. 33 La segunda parte del plan-la galeria subterranea o tinel bajo el Cementerio de Col6n-no tuvo los resultados esperados, pues la decisi6n de la familia de Vazquez Bello de enterrarlo en su ciudad natal Santa Clara, provincia de Las Villas, evit6 lo que hubiera sido "el atentado mis famoso y cruel en la historia del terrorismo universal." 34 El asesinato de Vazquez Bello sac6 de quicio al gobierno de Machado. En su consecuencia, ese mismo dia fueron balaceados en sus domicilios Gonzalo Freyre de Andrade, representante a la Camara, en uni6n de sus hermanos Leopoldo y Guillermo y el tambien representante Miguel Angel Aguiar. 35 Unos meses mas tarde, el 6 de abril de 1933, el estudiante Carlos Marfa Fuertes, acusado de participar en el mencionado atentado, es detenido y muerto por la Porra. 3 El odio aumenLaba por dia contra los agentes del orden quienes cometian toda clase de excesos y crimenes como el de los hermanos Jose Antonio y Solano Valdes Daussa, perpetrados en pleno dia el 14 de abril de ese afo a la vista del corresponsal del New York Times, Phillips, al que llegaron a amenazar de muerte. 3

30 Ibid., mayo 22 de 1932, plg. 1,columna 2.

31 New York Times, mayo 23 de 1932, pig. 5, columna 2.

32 Marquez Sterling, op. cit., pig. 414.

33 Vease: ''La verdad sobre el atentado a Clemente Vazquez Bello," Carteles, XIX (diciembre 17, 1933), pags. 26, 27, 78, 79, y 82. Refiriendose a la labor de chequeo de los grupos clandestinos, R. Hart Phillips en su libro Cuban Sideshow (La Habana, Cuba: Cuban Press., 1935), comenta en la pgina 83: "In case of assasinations of government officials; among which are the famous cases of the killing of Captain Calvo, Chief of Police, and Dr. Clemente Vazquez Bello, president of the Cuban Senate, the notorious system of chequeo came into play. Some forty youths, working in shifts, were put to work checking bvery movement made by the intended victim. Usually, at the end of ten days, his daily and habitual movements had been checked and rechecked until the most favorable place for his assassination had been chosen." 34 Marquez Sterling, op. cit., pig. 414.

35 Vease: '"Elmartes tragico," Carteles, XXVIII, n6m. 40 (octubre 2, 1932), pag. 25.

36 Thomas, op. cit., pig. 607.

37 Phillips, op. cit., pags. 15-16. 404 REVISTA IBEROAMERICANA

Como la situaci6n empeoraba por dia el gobierno norteamericano decidi6 enviar a Cuba a Sumner Welles, con amplias instrucciones, a fin de que mediara entre la oposici6n y el gobierno. Es de notar que su gesti6n provoc6 escisiones dentro del movimiento revolucionario porque ciertos sectores la consideraron una ingerencia extranjera en los asuntos internos del pais. A partir de este momento se comienza a vislumbrar una honda divisi6n entre el ABC, que favorecia las gestiones de Sumner Welles, y el Directorio, que se oponia a aquellas. Con ese motivo, al producirse la caida de Machado el 12 de agosto de 1933, el Directorio se abstuvo de tomar parte en el nuevo gobierno, que encabez6 Carlos Manuel de Cespedes y Quesada, por considerarlo una componenda. En cambio, el ABC lograba posiciones en un regimen que se componia de elementos simpatizantes de los Estados Unidos.38 Al saberse que Machado habia abandonado el pais, la mas terrible caceria humana comenz6 en busca de porristas y de figuras vinculadas a la dictadura. 39 El gobierno de Cespedes se mostr6 muy debil frente al espiritu de venganza de los 'abecedarios' y el populacho. Ademis, si por un lado los elementos revolucionarios radicales hostigaban al gobierno, por otro, las fuerzas armadas conspiraban en contra del nuevo regimen, y, en consecuencia, el 4 de septiembre de 1933 se produjo un golpe militar de sargentos, cabos y soldados lidereados por y Zaldivar. 40 El Directorio Estudiantil, el ABC radical y algunos profesores de la Universidad de La Habana se solidarizaron con las fuerzas armadas y crearon un gobierno colegiado de cinco miembros (Pentarquia), integrado por el Profesor Ram6n Grau San Martin, Porfirio Franca, Sergio Carb6, Guillermo Portela y Jose Miguel Irisarri. Se lanz6 una proclama revolucionaria firmada por Carb6, el coronel Batista como jefe de la asonada militar, Grau y 15 personas mis-estudiantes y profesores-donde se fijaban las bases del nuevo regimen: "reorganizaci6n del sistema politico y econ6mico de Cuba, a traves de una asamblea constituyente; el inmediato castigo de los culpables durante el regimen anterior y la aceptaci6n de todas las deudas nacionales." 41 Al golpe del 4 de septiembre sigui6 parejamente el proceso del estudiante Jose Soler Lezama por sus compaiieros del Directorio Estudiantil. 42 Como ya sabemos, Soler fue miembro del Directorio Estudiantil de 1928 y particip6 en la fracasada expedici6n de

Vanse: Suarez, op. cit., pag. 9 y Thomas, op. cit., pag. 629.

39 Santovenia y Shelton, op, cit., pag. 94: "Las principales poblaciones de la Isla fueron teatros de excesos de que no existian precedentes insulares. Agentes de la autoridad que se habian senalado por sus abusos fueron per- seguidos. Algunos perecieron en el duro trance." Strode, op. cit., pag. 306: "A man hunt for Porristas began." Ibid., pag. 308: "Throughout the Sabbath the looting continued. The soldiers and police made no effort to restrain the crowd. They let them wreak full vengeance on their enemies. Armed members of the ABC hunted Porristas from house to house, and when they found one they killed him through execution."

40 Santovenia y Shelton, op. cit., pag. 96: "La falta de cohesi6n en el gobierno, la indisciplina de las fuerzas armadas, la falta de un plan previamente estudiado y aplicado inmediatamente, fueron c6mplices en favor del desbordamiento de pasiones, del espiritu de venganza y de la mas absoluta anarquia."

S Thomas, op. cit., pags. 637-638.

42 Julio E. Gaunaurd, "La traici6n de Jose Soler," Bohemia, XXV, Aro 25, n6m. 37 (La Habana, octubre 29, 1933), pags. 8-10, 50, 61 y 63. ALEJO CARPENTIER 405

Gibara en 1931. Ademas milit6 en las filas del Partido Comunista y despues en el ABC. 43 A la caida de Machado se hallaron pruebas en los archivos de la Policia Secreta de su colaboraci6n con los cuerpos represivos de la dictadura. Se le detuvo en casa de un tio suyo en una zona residencial elegante-quizis El Vedado o Miramar-, donde vivia escondido desde hacia alg6n tiempo. Previamente a su detenci6n-alrededor del 2 de septiembre-se colgaron cartelones ern La Habana ofreciendo $1000 de recompensa por su captura, vivo o muerto. 44 Tras de su arresto se le someti6 a un juicio revolucionario sumario-desde la madrugada hasta las tres de la tarde-por sus compafieros de lucha en una finca de la provincia de La Habana. Las pruebas aportadas en contra de Soler fueron una carta suscrita por l, y el testamento del comandante Pefiate. La primera contiene ciertos datos que resultan Ilamativos. Soler escribe desde su celda del Presidio Modelo de Isla de Pinos el 24 de abril de 1932-se hallaba preso desde hacia cuatro meses-al entonces jefe de la Policia Secreta Ra61 Herrera para que este, a su vez, viese y convenciera al comandante Santiago Trujillo de sus prop6sitos de colaborar con el regimen de Machado a cambio de su libertad. Ademis, Soler revela la participaci6n de ciertos revolucionarios en actos contrarios al gobierno, acusando a Ruben Le6n Garcia, Ramiro Valdes Daussi y otros por los mis grandes atentados dinamiteros ocurridos en La Habana al estilo del de 'Flores 66'. Otro punto interesante de la carta son las constantes visitas del comandante Trujillo a la casa de una tal "Aurelia" en la calle Crespo, lugar conocido tambien por los elementos revolucionarios, con la advertencia por parte de Soler de que se cuide porque se habia pensado con anterioridad utilizar sus visitas alli con fines terroristas. 45 Esta parte resulta significativa porque, aunque no se precisa el nexo entre Aurelia y el comandante Trujillo, es tambien en la esquina de una casa calle Animas y Crespo donde es detenido el joven Carlos Fuertes Blandino al serle revelado el lugar a la policia por Soler. Por su complicidad en el asesinato de Fuertes Blandino se le condena a la pena de muerte por fusilamiento, 46 actuando de secretario en el proceso Julio E. Gaunaurd. Realmente sus compaferos vacilaron en fusilarlo, y todos pensaban que se suicidaria, valiendose de la alternativa que se le dio en el fallo para evitar su ejecuci6n. Carpentier selecciona este episodio y sobre su base elabora algunos incidentes de El acoso. La Pentarquia tuvo una vida efimera, y asi, el 10 de septiembre de 1933, se nombr6 presidente de la Republica al doctor Ram6n Grau San Martin, figurando en su Gabinete, como Secretario de Gobernaci6n, Antonio Guiteras Holmes. Dos episodios sangrientos ocurrieron durante su mandato: la batalla del Hotel Nacional (octubre 2) donde se habian refugiado unos 400 oficiales depuestos por el golpe militar del 4 de septiembre, que se negaban a aceptar la jerarquia de sus subalternos, y un movimiento insurreccional organizado por los abecedarios que trataban de recuperar el Poder, originindose las batallas

43New York Times, LXXXII, septiembre 5, 1933, pig. 1,linea 2.

Ibid. 45 " Gaunaurd, art. cit., pIgs. 8-9.

46 Vease: "El testamento de Pefate: dclave de muchos enigmas," Bohemia, XXV, n6m. 43 (diciembre 17, 1933), pIg. 65. 406 REVISTA IBEROAMERICANA

de San Ambrosio y Atards. Por otro lado, una ola de huelgas y conflictos laborales sacudi6 al pais tras de los cuales estaban los comunistas, 47 ncgndole su reconocimiento el gobierno de los Estados Unidos. No obstante la situaci6n ca6tica del pais se aprobaron leyes de beneficio popular y social, por ejemplo, la Ley del Cincuenta por Ciento que daba preferencia al nativo en el trabajo, aspecto 6ste que Carpentier denuncia en su iEcue- yamba-o! Grau tuvo que renunciar el 16 de enero de 1934, nombrando la Junta Revolucionaria de Columbia-organismo supremo de la Revoluci6n-al ingeniero Carlos Hevia, expedicionario de Gibara, quien renunci6 dos dias mas tarde al no lograr el apoyo del coronel Mendieta.

HECHOS POSTERIORES AL GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE 1933

El coronel Carlos Mendieta y Montefur, de quien ya hemos hablado, es nombrado presidente de la Repi'blica el 18 de enero de 1934. No cabe la menor duda de que su designaci6n representaba una vuelta al afo 1924-25 en la agitada y convulsionada historia de Cuba. 4 La situaci6n era ahora muy diferente a lo que pudiera haber sido en aquel entonces como consecuencia, por una parte, de la lucha que desangraba al pais desde el comiepzo de la decada del treinta y, de otra, por una nueva pugna entre el Ejercito y los sectores revolucionarios que habian sido desplazados del gobierno por el nuevo regimen. Estos iltimos lidereados por Guiteras, ex-Secretario de Goberpaci6n en la administraci6n anterior, tratarian de fomentar una "nueva revoluci6n" que barriera del Poder la figura del coronel Batista-factor decisivo en la caida del gobierno revolucionario de Grau San Martin-quien, desde la jefatura del Ejercito, movia los hilos del gobierno de Mendieta. so Asi, desde sus comienzos, el nuevo presidente tuvo que afrontar la anarquia que reinaba en el pals, producto de su antecesor, empeorandose por dia la situaci6n. 51 No obstante su condici6n de hombre moderado y ser su regimen de coalici6n, durante su mandato se promulgan algunas leyes mas radicales y beneficiosas para el pueblo que las del gobierno revolucionario de Grau. 52 Mendieta tuvo el honor de abrogar la Enmienda Platt (mayo 29

47 Strode, op. cit., pig. 317.

48 Castellanos, Panorama, op. cit., pig. 1584. La Junta estaba integrada por el Directorio Estudiantil Univer- sitario, el Ejercito Pro-Ley y Justicia, Carb6, Guiteras, Batista y otros.

49 Hudson Strode, op. cit., pig. 328: "..., he was the only old-school politician who could have got the support of the Cuban youth movement as represented by the ABC and the less radical students. If Mendieta had secured the nomination in 1924, when he was defeated by Machado because of the latter's backing by American financial interest, the Cuban people would have been spared much of the misery they have undergone in recent years."

50 Vase: "Batista and the Puppet Presidents" en Thomas, op. cit., pigs. 691-705.

51 Santovenia y Shelton, op. cit., pig. 100 dan el siguiente comentario de este periodo hist6rico: "Atentados, secuestros, y asaltos, movidos por venganza los primeros y por el afin de conseguir fondos para fomentar una nueva revoluci6n, los segundos, perturbaron al pals, registr ndose episodios sangrientos." Ibid., pig. 118: "Se agudiz6 en el pals un periodo de conspiraci6n y de terror, que culmin6 con la huelga general revolucionaria de marzo de 1935."

52 Strode, op. cit., pig. 330. ALEJO CARPENTIER 407 de 1934), que daba a los Estados Unidos el derecho a intervenir en los asuntos cubanos. ' Otra medida de su gobierno fue la concesi6n de la autonomia a la Universidad de La Habana por la que las autoridades policiacas no podian penetrar en el recinto. 5 Ya en el verano de 1934 el estado del pas Ilega a un climax de agitaci6n. Se atenta contra la vida del presidente en junio. Se ametralla una pacifica manifestaci6n abecedaria (junio 17), determinando la salida del ABC (no radical) del gobierno. Las bombas y las recortadas vuelven a tronar como en los iltimos alos de la dictadura de Machado. 5 Los seguidores de Grau y los estudiantes radicales se unen a la organizaci6n fundada por Guiteras lamada "Joven Cuba" que se enfrenta a la policia, originandose frecuentes choques, tiroteos y asesinatos politicos. Todos estos hechos obedecian a un plan in- surreccional encaminado a derrocar al gobierno de Mendieta, decretandose el 8 marzo de 1935 una huelga general revolucionaria cuyo fracaso trajo por consecuencia la mAs sangrienta represi6n por parte de las autoridades militares. 57 Tras el desastre de la huelga, y en los momentos en que se disponia a embarcar para el extranjero en uni6n de otros compafleros (mayo 8 de 1935), Antonio Guiteras Holmes es sorprendido y muere en combate con el Ejercito en un fortin conocido por "El Morillo," pr6xino a la ciudad de Matanzas."8 Es de destacarse que muerto Guiteras su organizaci6n se mantuvo viva y sus miembros realizaron una serie de atentados en los aflos que siguieron a su caida, contra supuestas personas relacionadas con la muerte de su fundador. A pesar de este estado ca6tico se convoc6 a elecciones generales para el 10 de enero de 1936. Mendieta se vi6 obligado a renunciar poco antes de su celebraci6n, al ser acusado de parcialidad en el proceso electoral. Miguel Mariano G6mez es elegido presidente en las ya indicadas elecciones. 59 Bajo su gobierno se va a suscitar una pugna entre el poder civil

53 Thomas, op. cit., pigs. 694-695.

54 Ibid., pug. 698.

55 Consultense: Thomas, op. cit., pags. 695 y siguientes. Carteles, XX, n6m. 20 (junio 3, 1934), pig. 20 (atentados al embajador americano y a Rivero). Ibid., "Las hordas de Atila," XX, n6m. 23 (junio 24, 1934), pig. 21 y el atentado a Mendieta, pug. 24.

56 Thomas, op. cit., pags. 695-696.

57 Thomas, op. cit., pigs. 697-699.- Los partidarios de Grau y Guiteras acusaron al Partido Comunista Cubano del fracaso de la huelga porque el apoyo de este lleg6 demasiado tarde. Todavia en diciembre de 1934, Joaquin Ordoqui acusaba a Guiteras de pretender dar un golpe de estado con elementos del Ejercito contrarios a Batista. La misma tActica usaron en la lucha contra Machado donde nunca se alinearon junto a las organizaciones radicales, ABC, por ejemplo y mus tarde en el proceso de lucha contra Batista 1952-1959. A este 6ltimo respecto George Volsky en The United States, op. cit., pug. 100 dice: "One group, significantly, suffered few, if any, losses during the anti-Batista insurrection. The Partido Socialista (PSP), the Cuban Communist Party, took no part in the struggle, neither in the mountains nor minthe cities. Only in September 1958, when Batista's fall was regarded as a question of time, did the PSP send a few leaders into the hills."

58 Bohemia, Afro 57, n6m. 19(mayo 7, 1965), pags. 6-7.

59 Santovenia y Shelton, op. cit., pags. 124-127. En estas elecciones se retrajeron los autenticos de Grau, la Joven Cuba, el ABC y otros sectores radicales. Ibid., pug. 130. Miguel Mariano G6mez era hijo del ex-presidente cubano Jose Miguel G6mei. Habia sido Alcalde de La Habana dos veces, distinguidndose como un miembro de la Junta Revolucionaria de Nueva York contra Machado. Ademds, resultaba una figura muy honesta. 408 REVISTA IBEROAMERICANA

representado por el Ejecutivo y las fuerzas armadas, trayendo ello por consecuencia su destituci6n por el Congreso, en diciembre de 1936, en una maniobra politica bochornosa detras de la cual estuvo la mano de Batista.60 Dos episodios tienen lugar en este aflo de 1936 que pueden haber influido en la elaboraci6n de El acoso. Uno de ellos es el intento de asesinar al jefe de la policia de La Habana el 31 de marzo de 1936, usando "un ingenioso sistema de cirucito receptor de radio, que al ser sincronizado desde una estaci6n emisora pirata, produciria la explosi6n de la casa.'"6 Este hecho es muy similar al de 'Flores 66'. El otro es el envio de un paquete, conteniendo una bomba, al jefe del Apostadero Naval del Sur con sede en Cienfuegos, comandante Carmelo Gonzalez Arias, el 9 de mayo de 1936.62 A raiz de la muerte de Guiteras la organizaci6n "Joven Cuba" habia con- denado a muerte a Gonzalez Arias por su supuesta traici6n y complicidad en los sucesos de "El Morrillo.'"'63 Es de destacarse tambien que este tipo de atentado fue utilizado en 1932. No habremos de terminar este triste cuadro de la situaci6n politica cubana sin antes hacer una breve incursi6n en la decada de los aflos cuarenta y cincuenta, pues durante esa 6poca hay un resurgimiento y auge de las actividades terroristas en un estado mis degradado. Ya aqui aparece la figura tipica del pandillero o gangster. Es conveniente observar que, precisamente, El acoso, surge de un episodio ocurrido en el recinto de la Universidad de La Habana durante el primer mandato presidencial de Fulgencio Batista y Zaldivar (octubre 10, 1940-1944).64 Este hecho no lo hemos podido constatar, no ob- stante haber revisado revistas y peri6dicos de la epoca. Ahora bien ofrecemos, a con- tinuaci6n, algunos similares al relatado por Carpentier que pueden dar una idea exacta de las pandillas terroristas. En efecto: el 8 de junio de 1940, es asesinado el estudiante Mario Saenz de Buroaga, junto al Edificio de la Escuela de Derecho mientras lefa un libro para un examen. 65 Otro hecho de sangre es la muerte de Ramiro Valdes DaussA, profesor de la Facultad de Ingenieria y jefe honorario del Cuerpo de Seguridad de la Universidad de La Haban, ocurrido el 15 de agosto de 1940 cuando salia de la casa Maz6n num. 8 (calle a un costado de la Universidad). El m6vil-al parecer-fue su actividad frente al 'bonche

6 Thomas, op. cit., pags. 701-705.

61 Vease: "Una casa dinamitada, " Carteles, XXVI, n6m. 15 (abril 12, 1936), pag. 33. Contiene un reportaje grlfico de una casa volada al igual que la Casa de la Gesti6n en El acoso.

62 Cons6ltese: Carteles, XXVI (mayo 17, 1936), pIg. 29. The New York Times, LXXXV, 10 de mayo de 1936, p. 37, columna 3; Ibid., 18 de mayo de 1936, pIg. 11, columna 5.

63The New York Times, LXXXV, 10 de mayo de 1936,pag. 37,columna 3.

SCons6ltese: Klaus Miller-Bergh, "Entrevista con Alejo Carpentier, " Cuadernos Americanos, Ano XXVIII (julio-agosto 1969), pIg. 144 donde el novelista le declara: "...que El acoso surge de un incidente verdadero ocurrido en La Habana asolada por pandillas terroristas en los tiempos que siguieron a la caida de Machado. En los primeros aios del regimen de Fulgencio Batista el autor estaba montando y sincronizando los efectos musicales de Las Codforas de Esquilo en la Universidad Nacional de La Habana. En medio de la dramltica escena de la muerte de Clitemnestra son6 un tiro. Carpentier interrumpi6 su trabajo con una cantidad de aparatos de sonido y vio a un gdangster caer asesinado en el patio de las Borelas" (El subrayado es nuestro). Suponemos que el hecho en cuesti6n sucedi6 alrededor de 1941, pues la obra fue estrenada el 4 de diciembre de 1941.

5 Carteles, Afo 21, n6m. 24(junio 16, 1940), pIg. 33. ALEJO CARPENTIER 409

universitario' pues habia tenido que renunciar, en agosto 6, tras de aplicar severas medidas en contra de aquel.6 Por este suceso fueron acusados y sometidos a expedientes varios profesores universitarios, entre ellos, Raul Fernandez Fiallo, ex-candidato a senador por la provincia de Pinar del Rio y profesor de la Escuela de Ciencias Comerciales de la Univer- sidad. Fernandez Fiallo fue asesinado el 28 de noviembre de 1940 en los momentos en que se disponia abandonar la Universidad en campania de F6lix Puentes Rodriguez y Lomberto Diaz, quienes habian ido a declarar en su favor en el expediente administrativo seguido por la muerte de Valdes Daussa. El desaparecido profesor habia publicado previamente una carta dirigida a la Asociaci6n de Alumnos de Ciencias Comerciales en la que admitia haber tenido relaciones con el bonche "en una epoca en que todo el mundo en la Universidad, de alguna manera las sostenia,"67 negando enfAticamente la mas leve participaci6n en el asesinato de Valdes Daussa. Por ese motivo se inici6 causa contra Manolo Castro Perez, alumno de la Escuela de Ingenieros, ex-segundo jefe de la Policia Universitaria y amigo intimo de Valdes Daussa. 1" Estas muertes generan una serie de venganzas entre grupos rivales que se extienden durante la decada del cuarenta, viendose envuelta la Universidad de La Habana en esas luchas intestinas que perturbaron el buen desenvolvimiento de la actividad academica. La llegada al poder del doctor Ram6n Grau San Martin (octubre 10, 1944-1948) fue recibida por el pueblo cubano con un gran jibilo, calificandola Eddy Chibas como la gloriosa jornada del 10. de junio (fecha de las elecciones). Durante su gobierno los grupos de acci6n alcanzan su apogeo, disputandose posiciones a punta de pistola dentro de las dependencias del Estado.69 Los episodios mas sangrientos ocurren bajo su regimen, a lo que no es ajeno la "mano de Palacio," pudidndose citar entre otros, la batalla del reparto Orfila en Marianao entre Emilio Tr6 del grupo Uni6n Insurreccional Revolucionaria y el comandante Mario Salabarria del Movimiento Socialista Revolucionario, ocurrido en septiembre de 1947. Parejamente a este hecho tiene lugar la proyectada invasi6n a Santo Domingo auspiciada por elementos del gobierno de Grau, con exilados dominicanos y los grupos de acci6n, que el Ejercito se vio obligado a capturar bajo la presi6n del gobierno norteamericano a solicitud de Trujillo. 70 Este suceso es conocido por Expedici6n de Cayo Confites, figurando entre los expedicionarios Manolo Castro, director de deportes del regimen de Grau y ex-presidente de la Federaci6n Estudiantil Universitaria y Fidel Castro Ruz. El primero cay6 abatido a balazos a las doce de la noche de un domingo 22 de febrero

66 Alfonso Bernal de Riesgo, "La enseianza universitaria en Cuba," en Libro de Cuba: cincuentenariode la independencia 1902-1952 (La Habana, Cuba: 1954), pig. 547.

67 "De la crisis universitaria: la muerte del profesor Fernindez Fiallo, " Carteles, Ako 21, n6m. 49 (diciembre 8, 1940), pigs. 36-37. Vase ademis: Diario de La Marina, Alno CVIII, n6m. 285 (La Habana, noviembre 29, 1940), pig. 12.

68 "De la crisis," art. cit., pig. 37.

69 Santovenia y Shelton, op. cit., pig. 146: ''El gangsterismo fue alimentado por politicos poco escrupulosos...El Presidente Grau tuvo una tolerancia infinita con los grupos de alteradores." Para una exposici6n detallada de los grupos de acci6n, vease: Thomas, op. cit., pigs. 741-742.

70 Thomas, op. cit., pigs. 755-756. 410 REVISTA IBEROAMERICANA

de 1948-epoca de carnaval en La Habana 71 -cuando conversaba con un amigo a la puerta del cine Resumen en la esquina de San Rafael y Consulado en l9 ciudad de La Habana.72 Carlos Prfo Socarris, miembro del Directorio Estudiantil de 1930, sucede a Grau en el gobierno de Cuba el 10 de octubre de 1948. Bajo su mandato se promulga una ley contra el gangsterismo y se sita a Aureliano Sanchez Arango al frente del Ministerio de Educaci6n, quien saca a todos los connotados pandilleros de esa dependencia del Estado. 73 En realidad, el mal se habia arraigado ya demasiado en la politica del pals. La debilidad del presidente Prio- 'el cordial'-y la corrupci6n de su regimen hizo que la ley no pudiera funcionar para erradicar este mal que afectaba a la naci6n y subsistia desde el derrocamiento de Machado. 74 Un iltimo brote o estallido de violencia se produjo en febrero de 1952 al asesinarse a Alejo Cossio del Pino, ex-Ministro del Interior en el gobierno de Grau y representante a la Camara, duefo de una emisora Radio Cadena Habana por la UIR como responsable por la muerte de Emilio Tr6 y los sucesos de Orfila.75 Estos hechos y la deshonestidad administrativa de los gobiernos autenticos (Grau y Prfo: 1944-1952) fueron aprovechados por Batista y un grupo de militares para dar un golpe de estado el 10 de marzo de 1952, surgiendo otra vez un periodo de lucha armada y rebeldia contra una dictadura. 76 El estudiantado de la Universidad Nacional volver a alzar, una vez mss, su bandera de rebeldfa como lo hiciera en el proceso contra Machado y algunos de los elementos de los grupos de acci6n se incorporarn al proceso insurreccional contra Batista. n En la exposici6n que hemos venido haciendo, notamos una etapa caracterizada por un idealismo revolucionario ("6poca heroica" en El acoso). Asi, a las manifestaciones y actos

71 Sabemos que el hecho ocurre en carnaval porque aparece una reseta gr6fica del primer paseo de carnaval en Carteles, Alo 29, n6m. 7 (febrero 15, 1948), pags. 32-33. Es de notarse que Manolo Castro muere el 22 de febrero de 1948, es decir, una semana despues de la fechade la informaci6n.

72Estos detalles los hemos tomado de Carteles, Alo 29, n6m. 9 (febrero 29, 1948), pags. 32-33. Uno muy interesante es que muere sin armas, como el personaje de Carpentier en El acoso, no obstante haber sido un miembro de los grupos de acci6n. Vase ademas: Thomas, op. cit., pags. 742, 761-762, 812-813. Fidel Castro fue arrestado en el aeropuerto y procesado como c6mplice en la muerte. Thomas cree que pudiera haber estado presente en la reuni6n de la UIR en que se acord6 al atentado.

-3 Thomas, op. cit., pags. 760-761.

74 Santovenia y Shelton, op. cit., pag. 178 ofrecen el siguiente comentario del gobierno de Prio: "Las pandillas universitarias mantenian el estado de agitaci6n. Los pandilleros encontraban el apoyo y la protecci6n de politicos aviesos o timoratos. Prio no se decidia a tomar medidas drAsticas dentro de la justicia para ponerle coto a una situaci6n que amenazaba salirse fuera de todo control." Vase ademas: Thomas, op, cit., pags. 769, 771.

75 Thomas, op. cit., pag. 774.

76 Si nos hemos remontado a 1952 es para destacar que, aunque desconocemos la fecha en que Carpentier termina de escribir su novela, El acoso sale a la "luz" en 1956 bajo la "sombra" de una nueva dictadura que oscurece el panorama politico cubano.

7 La historia parecia repetirse en Cuba, incluso la primera victima de los estudiantes, Ruben Batista, muere en circunstancias similares a la de Trejo. Orlando Le6n Lemus "El Colorado" y Fidel Castro Ruz combatirAn la dictadura de Batista, pereciendo el primero en un combate con la policia en febrero de 1955. Vase: Thomas, op. cit., pigs. 756, nota 52 y 860. ALEJO CARPENTIER 411

de calle de los estudiantes de la Universidad Nacional sigue el terrorismo como metodo de lucha: atentados personales y colocaci6n de bombas a figuras del regimen de Machado; ejecuci6n de porristas, delatores y colaboradores del dictador despues de su caida ("tiempos del tribunal" en la novela). Observamos, ademas, la escisi6n del movimiento revolucionario por, luchas intestinas y choque de dos generaciones: la del "95"-con- servadora-y la del "30''-demasiado radical-con el consiguiente caos e inestabilidad de los gobiernos, contribuyendo a ello la participaci6n del Ejercito dentro de la vida nacional. Asimismo, es de destacarse una vuelta a la etapa insurreccional, en los primeros meses de 1934, fomentada por Guiteras y los seguidores de Grau con la finalidad de llevar la Revoluci6n al Poder, frustrAndose estos prop6sitos por el fracaso de la huelga general revolucionaria de marzo de 1935. Tras de esto, fracaso del ideal revolucionario y degradaci6n del mismo hasta producir la figura del pandillero o gangster ("6poca del bot " en El acoso). Por iltimo, hemos de apuntar un proceso de repetici6n en la historia de Cuba durante el periodo analizado. Asi, el gobierno de Mendieta (enero 18, 1934) pudiera retrotraerse al momento de la Asamblea Nacional del Partido Liberal en 1924 y el de Batista (marzo 1952-diciembre 1958) al de Machado (1927-1933).

DE LAS FUENTES HISTORICAS DE EL A COSO

Es evidente que, el primer acto en que el acosado participa contra el gobierno es una manifestaci6n pr6xima a la Universidad. Carpentier es muy parco en la descripci6n del suceso, reduciendolo a unas breves lineas: "Y una maflana, se vio arrastrado por una manifestaci6n que bajaba, vociferante, las escalinatas de la Universidad. Un poco mas lejos fue el choque, la turbamulta y el pAnico, con piedras y tejas que volaban sobre los rostros, mujeres pisoteadas, cabezas heridas, y balas que se encajaban en las carnes" (p. 183). La expresi6n "un poco mas lejos" oculta el lugar del encuentro con la policia: Parque Eloy Alfaro. Esto se puede comprobar con la informaci6n que, sobre este episodio, nos da el New York Times: "...an alleged plot between students of the National Univer- sity...resulted in a clash between students and police this morning in which four students and two policemen were seriously injured and at least six others wounded...The students were armed with bottles, stones and sticks, while the police made use of their nightsticks and revolvers in an attempt to stop the students from holding a meeting and parade..." 78 Este suceso nos sirve para fijar el tiempo en que transcurre la acci6n: el 30 de septiembre de 1930. La novela contiene otros cabos sueltos que si los atamos podemos precisar, con bastante exactitud, la fecha en que el acosado lega a La Habana. Este episodio es una dclave importante. El acoso, en este sentido, es una roman d clef donde todo tiene su ex- plicaci6n. En efecto, unas paginas mas adelaite se nos dice: "Nunca terminaria sus estudios de una arquitectura abandonada a principios del primer curso" (186). Resulta claro que el acosado deja su carrera a su comienzo, luego, cuando participa en la manifestaci6n estaba recien matriculado en la Universidad. Esto nos hace suponer su legada a la Capital a principios del mes de septiembre de 1930, teniendo en cuenta que en este mes solia iniciarse el curso escolar. Otro detalle significativo es que el protagonista

78 New York Times, octibre 1, 1930, pag. 1, linea 2. 412 REVISTA IBEROAMERICANA

viaja por tren y no por carretera, poniendo el novelista mucho enfasis en la expresi6n: "POR EXPRESO. Procedencia Sancti-Spiritus" (179). N6tese que, en aquella fecha (1930), todavia no se habia terminado la construcci6n de la carretera central en Cuba. Para corroborar la exactitud de las fechas que hemos propuesto como aquellas en que transcurre la acci6n de la novela, queremos tocar otro aspecto que es el referente a la deserci6n del acosado del Partido que, a la postre, reconoce expresamente como un error producto de los "discursos" de una "6poca heroica." Se hace necesario analizar, dentro del texto, la posici6n del Partido en la "6poca heroica" y en la del "botin." Asi, el protagonista nos dice: "Le decian que no perdiese el tiempo en reuniones de celula, ni en leer op6sculos marxistas, o el elogio de remotas granjas colectivas con fotos de tractoristas sonrientes y vacas dotadas de ubres fenomenales,..." (182). Aqui el autor no hace mas que seguir el curso de la historia, ya que aunque despues de 1925 la juventud cubana estuvo influida por ideas marxistas, la mayoria de ella (al igual que el acosado) rechaz6 las orientaciones del Partido Comunista. Su tactica se limit6 a una labor de propaganda y proselitismo en oposici6n a los metodos de lucha armada que siguieron otros grupos, no porque las considerase err6nea, sino porque fue la linea adoptada por los partidos comunistas del mundo. Observese c6mo al aparecer el Partido, por segunda y iltima vez, el narrador vuelve a decir que su "Central permanecia iluminada por alguna reuni6n de celula" (227). Es obvio que, no obstante haber cambiado los tiempos, paso de una 6poca her6ica a otra de botin en el movimiento revolucionario, los metodos de lucha del Partido seguian siendo los mismos como cuando el protagonista lo abandon6, pasAndose al grupo de los impacientes. Creemos ademas que, para la elaboraci6n del episodio en que el acosado participa en un asesinato politico, el novelista ha utilizado un reportaje aparecido en la revista Carteles, intitulado "La verdadera verdad acerca de la muerte del capitan Calvo." 'n Por considerar que existen otros mluchos puntos de contacto entre la cr6nica periodistica y el episodio de la novela, transcribiremos algunas de sus partes, poniendo frente a frente ambos textos, para que el lector pueda apreciar en que basamos nuestra afirmaci6n.

"La verdadera verdad acerca de la Elacoso muerte del capitan Calvo"

De 6 a 6 y cuarto de la maiana del Y un dia le toc6 disparar a su vez; dia 9 1leg6 a la casa No. 40 de la calle era en la ancha avenida de los 23, entre F y G, el Packard de 8 Presidentes de Bronce [asi se Ilama a la cilindros y siete asientos que habiamos calle G, Vedado, La Habana. De la de utilizar los autores de la muerte de esquina de la calle 23 y Avenida de los Calvo. Al volante, Pio Alvarez (34). Presidentes parti6 el Packard en busca de Calvo conforme a un croquis que

79 Carteles, XX, nim. 4 (enero 28, 1934), pigs. 34, 48 y 49. ALEJO CARPENTIER 413

aparece en la primera pigina del relato periodistico] (242).

El emplazamiento parecia feliz en el frescor mafianero, haciendose ilevar por el camino del puerto pa.ra gozar de la brisa: sus dedos tamborileaban una melodia en el metal de la portezuela verde [ya se vera que el carro usado, al parecer, era verde en vez de gris, lo que se explica en la fuente]. Un rubi le enjoyaba el anular (242).

Pio no se molest6 en aumentar mucho la velocidad, y la persecuci6n se hizo a distancia. En un momento dado se nos interpuso un tranvia y desemboc6 otro Dodge muy parecido al de Calvo. Estuvimos a punto de confundirles, pero Pio, que tenia una vista excelente, pudo localizar el coche de Calvo en el momento en que entraba en la plaza del Maine (48).

Uno de nosotros le dijo a Pio Alvarez que acelerara, pero este no hizo caso. Los perseguidores se acercaban a la justa Luego, ya en plena plaza del Maine, Pio velocidad, levantando las armas del piso di6 un aceler6n energico y se acerc6 del autom6vil, sin que los cafiones se rpidamente al Dodge (48). entrechocaran (242).

Mariano Gonzalez Gutierrez dijo en- "Quita el seguro"-le advirti6 el de la tonces: derecha, sabiendolo bisoflo en la tarea - iAhora! Empufien las armas. Que (242). esperan? Todos cogimos nuestras armas (48).

Cuando estabamos a seis o siete metros La nuca, a poco, se le coloc6 tan cerca del Dodge de Calvo, Pio, que iba al que hubieran podido contarse las marcas volante,ese volvi6 a nosotros y nos dijo dejadas en ella por el acne. Luego fue un con un poco de sorna: perfil; una cara empavorecida, dos ojos suplicantes, un aullido y una descarga - IVaya! 1Ahilo tienen! Son6 un tiro (242-243). 414 REVISTA IBEROAMERICANA

y a continuaci6n una descarga, todo dirigido contra Calvo, de quien se podian ver el cuello y los hombros a traves del cristal trasero de su autom6vil (48).

Como la primera descarga habia sido El auto acribillado se arrojaba con dirigida integramente sobre Calvo, el estruendo de chatarra sobre una de las ch6fer Cardenas, hasta entonces ileso, proas de galeras que flanqueaban el di6 un corte rapido, echando el Dodge monumento a los Heroes Maritimos,... sobre nuestro Packard, para im- (243) posibilitarnos la huida (48).

En ese momento, Pio fren6, doblando hacia la derecha para evitar el choque, y de paso dispar6 dos tiros sobre la miquina de los expertos. El lider, que iba en el asiento delantero, junto a Pio, dispar6 a boca de jarro sobre Cardenas, partiendole el coraz6n,... (48).

Calvo, en tanto, acab6 de caer muerto sobre el asiento (48).

Concluida su obra, el Packard cruz6 ..., mientras los perseguidores huian por frente a la farola, tras la cual pudimos una avenida transversal [se refiere a la ver a un policia de motocicleta... (48). avenida de Infanta que comienza en la avenida de Malec6n, lugar este donde Tomamos por Infanta, a toda veolcidad nacen dos calles mas: 23 y Espada] (48). (243).

Al mismo tiempo vimos c6mo el policia Bravo, haciendo rugir el motor de su motocicleta, se lanzaba valientemente a perseguirnos ipor la calle 23! (48).

Detalles curiosos: ... el Packard ver- de..., no era un Packard verde, iEra un Packard gris! Visto de prisa, podia parecer verde o azul,... (49). ALEJO CARPENTIER 415

El paralelo entre la cr6nica periodistica y el episodio de El acoso es verdaderamente asombroso. Es de subrayarse c6mo, en la fuente, se expresa que: "De Calvo se podian ver el cuello y los hombros a traves del cristal trasero de su autom6vil" y la forma en que el autor usa ese detalle, como un Signo "el cuello marcado de acne," para inventar un leitmotiv que le haga "camino del puerto." Si bien hasta ahora hemos visto que Carpentier suele utilizar en El acoso una materia prima que, a manera de relatos periodisticos, aparecen en la revista Carteles y en otras publicaciones de aquella epoca, el aprovechamiento de las fuentes es casi textual cuando consultamos "La verdad sobre el atentado a Clemente Vazquez Bello, "80 otra cr6nica periodistica aparecida en dicha publicaci6n que nos da la dclave de otros episodios de la novela. Con ese fin vamos a hacer un cotejo entre el episodio de la novela y algunas partes de la cr6nica en cuesti6n para probar que, sin duda, nuestro autor 'la tuvo a la vista al escribir El acoso, Ilegando casi a copiarla.

"La verdad sobre el atentado a El acoso Clemente Vazquez Bello"

Nuestro plan era sencillo,...1. Muerte Y tanto era el deseo de acabar de una de Vazquez Bello. 2. Explosi6n for- vez-de hacer volar al hombre con todos midable en el cementerio, cuando la flor sus dignatarios-que empez6 a cavarse y nata del machadismo se encontrara un tinel partiendose de las laderas del junto a su tumba (27). rio hacia el pante6n de la familia, cuyo angel blanco, de anchas alas abiertas, Para ejecutar este plan comenzamos tenia las manos unidas en plegaria simultineamente a instalar una mina [alude al pante6n de la familia de la gigantesca en el cementerio, junto al viuda de Vizquez Bello, de apellido mausoleo de la familia,... (27). Truffin que tenia esa descripci6n]. Debajo de la 6ltima b6veda vacia Uno de los enterradores de la necr6polis colocariamos las cargas destinadas a ser nos ayud6 en nuestra obra, in- percutidas cuando alguien pronunciara dicindonos la existencia de una cloaca el panegirico. Trabajabamos de noche, que atravesaba la avenida central, muy hundidndonos un poco mas, cada vez, cerca del mausoleo de la familia Vazquez en la tierra arcillosa, hedionda a Bello. No s61o teniamos que trabajar de albafiales. Cuando supimos, por los noche sino que ademis necesitabamos basamentos atacados a pico, que ya aguardar por las noches sin luna, para estabamos debajo de las tapias del que nuestros hombres pudieran escalar cementerio, el hedor era tan atroz que sin ser vistos las tapias del cementerio, algunos cavadores se desmayaban y por detras de la fibrica de PartagAs (79). tenian los de Medicina que reanimarlos con p6cimas preparadas por los de Los que preparaban la mina en la cloaca Farmacia. Proseguia el horroroso relevo

80 Carteles, XIX, n6m. 36 (diciembre 17, 1933), pags. 26, 27, 78, 79 y 82. 416 REVISTA IBEROAMERICANA

eran heroes. Habia que trabajar al fondo hasta el alba, cuando los primeros gallos de un tinel de 200 metros, sin mas de los pescadores terminaban con aquel ventilaci6n que la que proporcionaba la oficio de tinieblas [titulo de un cuento estrecha entrada. Por el fondo del tinel del propio autor] que alargaba len- discurrian aguas de albaial, saturadas tamente su camino, bajo cruces y del olor secular de los cadaveres. Era un capillas, hacia el angel blanco tomrnado hedor espantoso que los est6magos por norte..." (231-232). habituados apenas podian soportar unos minutos. Muchos se desmayaban en la cloaca (79).

Fue necesario organizar grupos que trabajaban un breve espacio y eran relevados en seguida. Para soportar el hedor y la falta de aire, bebian poci6n Jaucoud a tragos (79).

Por una raz6n o por otra-acaso porque " Defiendete!" grito yo, [dice el su viuda se encontraba en los Estados acosado al fusilado en el juicio] cuando Unidos, hecho que nosotros ignori- el Fiscal sefiala al delator, cuyas palabras bamos-el sepelio se efectu6 en Santa habian malogrado aquel trabajo magno, Clara y nuestro trabajo en el cementerio costandonos varias vidas (232). result6 perfectamente indtil (82).

Una vez desaparecido Vazquez Bello la situaci6n se modific6 totalmente. Los amigos de Machado dejaron de tener un norte que les guiara en la marcha hacia el futuro (82).

Por otro lado, la descripci6n que el novelista da del pante6n de la familia Vizquez Bello concide exactamente con la foto que, a manera de imagen grafica, aparece en la revista Carteles; s81en tanto que, en la cr6nica, se habla solamente del mausoleo de la familia. Conviene subrayar, ademis, la palabra 'norte' que en ambos textos significa guia. El pante6n es lo que guia a los complotados en su labor de cavar el tinel y su destrucci6n, por explosivos, puede ocasionar el desplome del tirano. Vizquez Bello era el guia (cerebro del gobierno) y su caida (muerte) a la postre determinaria el derrumbe del gobierno de Machado. No cabe la menor duda de que Carpentier oculta, bajo las expresiones "al hombre con todos sus dignatarios" (231-232) a Machado y a sus colaboradores y bajo el apelativo "El Canciller" a Vizquez Bello. Ya hemos hablado del significado de la palabra

81 "La actualidad trgica," Carteles, XXVIII, num. 41 (octubre 9, 1932), pig. 25. ALEJO CARPENTIER 417

"norte" con respecto a Vazquez Bello. Es posible que el novelista haya escogido esa palabra-clave, tomando en consideraci6n que, a partir de la prdrroga de 1928, el sustituto del Presidente de la Repiblica era el Secretario de Estado (en algunos paises de America, Ministro de Relaciones Exteriores, en otros, por ejemplo, Venezuela "Canciller"), siendo Vazquez Bello un posible sustituto de Machado por su vinculaci6n desde 1924. La resonancia y posibilidades narrativas de este episodio pueden constatarse por la existencia de una novela, Rough Sketch, 82 y una pelicula, ambas norteamericanas, basadas en e1. El capitulo III de Rough Sketch, "China Valdes," ofrece un paralelo con El acoso. La acci6n se desarrolla en La Habana durante la tirania del general Machado y narra la peripecias de un grupo de conspiradores para derrocar al gobierno, cavando un tinel desde el interior de la casa de la protagonista, ChinaValdes,ubicada detras del cementerio chino, hasta el mausoleo de la familia de Gerardo Crusellas, presidente del Senado. Aqui se usa nombre y apellidos para disfrazar el de Clemente Vazquez Bello, expresando su cargo real dentro del gobierno. En ambas obras el tinel se cava desde las afueras del Cementerio de Col6n y se da la misma descripci6n del pante6n. Asi, en Rough Sketch se habla de "a seventh angel with an extended arm from which a marble dove of perpetual peace was about to take flight.""83 La obra en cuesti6n se diferencia de El acoso y se acerca mis a la historia en que el fracaso del plan se atribuye a la decisi6n de la familia de Vizquez Bello de en- terrarlo en Santa Clara. Ademas de los sucesos ya vistos, Carpentier se ha inspirado para la elaboraci6n de la figura del acosado y de algunos de los incidentes de la acci6n de El acoso en otros hechos acaecidos en diferentes epocas, a saber: el caso Soler (1933) y el asesinato de Manolo Castro (1948). Se hace necesario, por consiguiente, poner de manifiesto este material seleccionado para la confecci6n de la novela. De nuevo volvemos a la cr6nica periodistica, como posible fuente, sefialando en esta oportunidad dos reportajes aparecidos en la revista Bohemia. 84 Los articulos en cuesti6n versan sobre un caso de fusilamiento-tambidn en El acoso se recoge un hecho similar (230-235)-ocurrido el 4 de septiembre de 1933.85 Ademis este suceso, desde que ocurri6 se consider6 digno de ser llevado a una novela, pudiendo haber sido sta la raz6n que haya impulsado al novelista a su selecci6n. 86

82 Basado en el episodio del tunel de Rough Sketch se hizo una pelicula ''We Were Strangers" con titulo en espanol: "''Rompiendo las cadenas." Veanse: Robert Sylvester, Rough Sketch (New York: The Dial Press., 1948) y Motion Pictures 1940-1949. Catalogof Copyright Entries (The Library of Congress, 1953), pig. 480.

83 Rough Sketch, op. cit., pIg. 170.

84 Consultese: Julio E. Gaunaurd, Bohemia, XXV, num. 36 (octubre 15, 1933), pIg. 40; Julio E. Gaunaurd, "La traici6n de Jose Soler,'' Bohemia, XXV, num. 37 (octubre 29, 1933), pIgs. 8-10, 61 y 63 y Julio E. Gaunaurd, "La ejecuci6n de Jose Soler," Bohemia, XXV, num. 42 (diciembre 10, 1933), pIgs. 30-32.

85 Desafortunadamente la imposibilidad de obtener el material completo-faltan dos articulos de una serie de cuatro, relativos a los alegatos del Fiscal y de la defensa en el proceso Soler-nos restringe en uritanIlisis del episodio del fusilamineto que figura en El acoso.

86 R. Hart Phillips, op. cit., pIg. 109, refiri6ndose a este episodio, dice: ''Sounds like a fantastic story but it is true." En ''La traici6n de Jose Soler," art. cit., pIg. 8 leemos: "El fusilamiento de un estudiante, previo Consejo de Guerra formal, Ilevado a cabo por sus propios companeros, estuvo hasta ahora no solamente fuera de todo precedente hist6rico, sino hasta de la imaginaci6n de cuantos han alcanzado gloria y fortuna llevando a la novela, al teatro y hoy al cinemat6grafo, las mIs fantlsticas escenas que en la vida real pudieran ocurrir." 418 REVISTA IBEROAMERICANA

Transcribimos, a continuaci6n, algunas partes de la cr6nica "La ejecuci6n de Jose Soler" y del episodio de El acoso.

"La ejecuci6n de Jose Soler" El acoso El reo, que unas veces se paseaba por el Entran y se sientan, tras de la mesa, los arbolado y las otras se sentaba junto a de Derecho que oficiarAn de jueces, y algun tronco afloso, lucia meditabundo, entra el acusado fumando una breva aunque parecia sereno y fumaba in- cuya ceniza trata de conservar lo mls cesantemente. Parecia alejado de posible, en alarde de una calma que no nosotros y de d mismo; parecia se empareja con su palidez y el no saber completamente ajeno a cuanto sucedia que hacer con las piernas (231). en torno suyo;... (30). Y, poco despues, es una descarga al pie del arbol de tronco mis espeso (234- 235).

En aquella posici6n fue sorpendido el iDefidndete!-grito yo, cuando el Fiscal culpable por la mirada de su mejor sefiala al Delator,... (232). amigo, quizAs si del mis querido de sus companeros (30). iDefiendete! -gritan todos, invocando la ignorada raz6n,... (232). Pero al fin el mas querido compaftero no se pudo contener y...se aproxim6 al Pero el agobiado se encoge de hombros, amigo del alma al que se acerc6 mucho y y sus espaldas vencidas de antemano sin poderse contener desliz6 esta vuelven a aceptar lo que tanto pregunta casi en su oido: sabiamos... (233). -Soler, Por que hiciste eso? - jQud se va a hacer, chico...que se va a hacer!-fue la respuesta. -Ni la menor protesta de inocencia, ni el mAs insignificante prop6sito de justificaci6n. Su resignaci6n era total y absoluta (30).

Minutos despubs, un tanto sacudido por Todos abrazan al sentenciado sin la emoci6n, se volvi6 hacia el amigo mirarle la cara (234). demandando autorizaci6n para darle un abrazo, el iltimo. El amigo, mucho mis emocionado que el, estremecido de pies a cabezas, pAlido y con una solemnidad dolorosa, accedi6 precipitindose en sus brazos,... (30). ALEJO CARPENTIER 419

Rtpidamente, los que tenian en su poder Recogen sus armas los ejecutores (234). las armas se agruparon y el reo dio tres o cuatro pasos y se volvi6 presuroso para decir: -Esperen. No me tiren por la espalda. lUna...dos...tres! (32).

Luego de esta muda despedida, Soler se Y, poco despues, es una descarga al pie volvi6. Con firmeza de voz inexplicable del arbol de tronco mas espeso. Me si se tiene en cuenta que ya le apun- asombro ahora, ante lo que yace, de lo taban, volvi6 a murmurar: simple que es tronchar una existencia - IEsperen! iYo avisar! (234-235). - iUna...dos...tres! La descarga fue cerrada y al pecho. Fisicamente, aquel hombre no sufri6 nada. Cay6, como un electrocutado (32).

Lo primero que notamos es que Carpentier aprovecha algunos detalles que en la cr6nica periodistica tenian una importancia relativa. El tronco afoso y el arbolado donde el reo se sentara y paseara, se convierte en el escenario de su fusilamiento, cambidndose el adjetivo "afoso" por "mas espeso." El desenlace es breve y conciso en El acoso a diferencia de la historia Soler donde se narra la serenidad del procesado y su valor al dirigir el pelot6n de fusilamiento. La descarga cerrada y al pecho se transforma en una simple descarga, encajando perfectamente dentro de la expresi6n del acosado: "Me asombro..., de lo simple que es tronchar una existencia" (234-235). Sin embargo, hay un incidente en la historia del proceso Soler que quizas nos permita suponer el origen del arrepentimiento que se opera en al alma del acosado, Ilegando tambien ste, como aquel, a visitar una iglesia horas antes de su muerte con el prop6sito de confesarse. En la cr6nica "La ejecuci6n de Jose Soler," 87 leemos:

-Sefiores,-dijo [Soler]-ono seria posible obtener un sacerdote? Yo no soy religioso, pero...quisiera confesarme. Creo que esto se le concede a cualquiera. Ahora bien, si no puede ser...

Jendria sinceramente Soler el deseo de recibir los iltimos auxilios religiosos? iPretenderia con ello restarle un poco de dolor a su desventurada madre? Probablemente si. Su comportamiento posterior demuestra categ6ricamente que no era aquel un pretexto para prolongar su existencia algunos minutos, existencia que, despus de todo, ya resultaba un verdadero martirio para 6l. La realidad es

87 Vease: Gaunaurd, "La ejecuci6n de Jose Soler," art. cit., pag. 31. 420 REVISTA IBEROAMERICANA

que Soler hubiera querido ser fusilado alli y en aquel mismo momento. Ya la vida te pesaba. Y su secreto, el origen de sus mds graves culpas, queria llevarlo hasta la tumba como alfin se lo llev6 (El subrayado es nuestro).

...tenian noticias de que las autoridades del Gobierno de Welles [alusi6n al Gobierno Americano] estaban realizando toda clase de esfuerzos en la capital, para localizar el sitio en que teniamos a Soler y evitar su ejecucidn. Nuestras pesquisas no lograron el resultado apetecido (encontrar un sacerdote en alguna de las iglesias del trayecto). Y aunque nos cabe la satisfacci6n, desde el punto de vista de la moral cristiana de que el reo satisfizo su voluntad porque basta el arrepentimiento sincero y el deseo de confesi6n de culpas para lograr la graciadel perd6n divino, la verdad es que la confesidn material no pudo verificarse por la falta de un sacerdote. Tres iglesias visitamos y en ninguna de las tres encontramos al sacerdote. En la iltima, la de Arroyo Arenas, nos dimos cuenta de que nuestros coches llamaban poderosamente la atenci6n de los transe6ntes. Eran muchas las caras conocidas entre los viajeros. Y nuestros retratos, asi como el de Soler, recientemente publicados en diarios y revistas, nos hacian ficilmente identificables para los curiosos que pasaban o se detenian...(El subrayado es nuestro). En este pasaje llama la atenci6n la peregrinaci6n del grupo en busca de un sacerdote y la imposibilidad de confesi6n por la falta de un ministro, trayendo esto, por consecuencia, que Soler muera y el origen de sus mas graves faltas se lo leve a la tumba. El apralelo con El acoso es muy marcado. El acosado tampoco puede obtener confesi6n, no por la ausencia de un sacerdote como en la cr6nica Soler, sino porque su libro de rezo es del ritual africano. Su arrepentiiniento tambien es sincero y se infiere del texto que alcanza la gracia o perd6n divino al igual que Soler en el reportaje. Ahora bien, Carpentier varia la historia y nos ofrece, en la segunda parte de El acoso, el secreto de la vida de su personaje antes de su muerte. Por otro lado, la expresi6n "ya la vida le pesaba" del reportaje pasa a la novela "cargando con el peso de un cuerpo" (183). La parte de la historia Soler que se habla de las gestiones del Gobierno de Welles (entiendase gobierno americano) para localizar al con- denado y evitar su ejecuci6n, le haya sugerido a Carpentier la figura del Alto Personaje y la Casa de la Gesti6n que representan una esperanza para el protagonista de El acoso. Vemos, una vez mas, que un reportaje de una revista de aquella epoca le ha servido al novelista para ia elaboraci6n de algunos de los episodios de El acoso. AdemAs, Carpentier ha ido seleccionando diversos elementos en torno a sus personajes e incidentes que nos hacen pensar en ciertas figuras y circunstancias de distintos momentos de un proceso hist6rico bastante reciente. Asi, por ejemplo, es posible afirmar que, ademas de los sucesos ya estudiados, el notorio asesinato de'Manolo Castro ha influido, sin duda alguna, en la elecci6n del lugar en que es ejecutado el acosado (Sala de Conciertos en El acoso, salida de un cine en el suceso real) y de otros detalles, tales como: los carnavales, dia y hora aproximada de la muerte del acosado," ofreciendo uno muy curioso. Ambos no portan

8Manolo Castro muere un domingo de carnaval pasada las doce de la noche. El acosado tambien muere un domingo, despubs de las diez de la noche y salva su vida en on atentado anterior que le habian hecho en epoca de carnaval. ALEJO CARPENTIER 421

pistolas en el..momento de sus muertes, habiendola dejado olvidada el acosado en un bafto piblico del litoral habanero (263). En este hecho se inspir6 tambidn Ernest Hemingway para escribir "The Shot" (1951), 89 cuyo argumento se asemeja a El acoso en que ambos personajes son gangsters, mueren desarmados y, ademas, que el protagonista de "The Shot", al igual que el fusilado de la novela, es un deportista que participa activamente en el equipo de la Universidad de La Habana, sobresaliendo en este campo (233). La iltima hazaia criminal en que interviene el acosado es la preparaci6n y envio, por correo certificado, de un paquete conteniendo una bomba. Ya hemos hablado de este tipo de atentado. Lo importante en este episodio no es la posible fuente en si sino el cambio que le da el novelista al incidente, pues mediante la palabra "salario" convierte al personaje de revolucionario en un gangster, en correspondencia con la idea que quiere presentar: una epoca de botin ad6nde ha sido llevado el idealismo de los primeros tiempos o epoca her6ica. 90 Ya aqui el protagonista pertenece al bando de los Temibles (236) y no al de los impacientes (183), pues se ha transformado en un "bur6crata del horror" (243). Se cometen las muertes tan s61o por un precio, palabra esta que caracteriza la "poca del botin."'' A ese respecto, el acosado dice: "Se habia puesto precio a la sangre derramada..." (236). Asi, en concordancia con ese concepto, el narrador nos ofrecera algunos pasajes que resultan copia fiel de escenas tipicas de las peliculas norteamericanas de gangsters: "...pronunci6 los nombres de quienes, a estas horas, dormian en los divanes de cierta villa de suburbios, o beb/an y tallaban cartas en la larga mesa del comedor, con las armas colgadas del espaldar de las sillas (246) (El subrayado es nuestro). Asimismo, la forma en que los ejecutores del acosado portan sus armas, parece algo teatral como suelen hacer los pistoleros en los films: "...el gesto llevado al bolsillo del coraz6n que se levantaban para ejecutarlo" (263). Es de advertirse al lector que, en el periodismo cubano, todo relato policiaco solia ir complementado por una abundante informaci6n fotografica de los sucesos, tales como: fotos de las victimas, lugar del suceso, croquis, etc. A tal respecto, notamos que ciertas escenas de El acoso han sido narradas tomando por base la fotografia. 9' Ya sabemos que en la novela la casa de la Gesti6n resulta volada por explosivos, reduciendose a escombros. La

89 By Line. Ernest Hemingway, editor Bantam Books, Inc. (New York: 1968), pags. 363-373.

90 Creemos que se puede Ilegar a una falsa interpretaci6n de El acoso si se pretenden desconocer ciertas verdades o hechos hist6ricos a los que el autor parece ceilirse, a veces, como siguiendo un patr6n. Asi, en su trabajo "El anti- heroe en El acoso," Cuadernos Americanos, Arlo XXIX, CLXVIII (enero-febrero, 1970), pags. 193-204; Alberto J. Carlos seniala, entre otros posibles defectos del personaje, "curiosa la disparidad entre lo que el terrorista dice y lo que hace" (193), preguntindose: "... qu hay de her6ico y sublime en ese breve recuento de asesinatos?" Al parecer el critico no establece una distinci6n entre las dos epocas y olvida que Carpentier se ajusta a la verdad hist6rica en El acoso. Para ello vease en nuestro estudio del fondo hist6rico de la novela el juicio de Hudson Strode sobre el idealismo de la juventud cubana anti-machadista.

91 Emir Rodriguez Monegal en Narradores de esta America, I (Montevideo: Editorial Alfa, 1969), pag. 277 sefala ''la fotografia y no la narraci6n" como la meta de Carpentier en El acoso. Carpentier tiene siempre presente grabados y dibujos al escribir sus novelas. Para esto vease: "Mundo y ambiente de El siglo de las luces,'' reportaje con grabados, fotos Luce Chessex en Cuba: revista mensual, Arlo III, num. 24 (abril 1964), pags. 22-29 donde se publican testimonios grificos ineditos de las imagenes que tuvo en cuenta el novelista para crear dicha novela. Luis Harss, op. cit., pig. 75 sefala que su imaginaci6n es altamente visual. 422 REVISTA IBEROAMERICANA

descripci6n de las ruinas de esta casa en El acoso ("...sin paredes, quedaba reducida a pilares todavia parados en un piso de marmol cubierto de piedras, vigas, estucos, desprendidos de los techos") (240), se ajusta exactamente a algunas de las fotografias tomadas por la revista Carteles sobre los sucesos de casas voladas por explosivos. Nuestra anterior afirmaci6n resulta, asimismo, corroborada por las propias palabras del protagonista cuando dice: "Los peri6dicos mostraban cadiveres yacentes en una acera que le era conocida, charcos de sangre entre muebles derribados, agonizantes en la mesa de operaciones, y unas ventanas-la de la cocina y la despensa-por donde habian huido unos pocos, arrojAndose a un barranco" (248).92 Miami, Florida MODESTO G. SANCHEZ

92 Pudiera hacerse un cotejo entre las fotos que el acosado ve y las aparecidas en algunos de los sucesos acaecidos en el periodo hist6rico aludido. A este respecto, baste citar, a manera de ilustraci6n, algunas fotos que tenemos a la vista como, por ejemplo, las publicadas por Carteles en "El martes trigico," XXVIII, n6m. 40 (octubre 2, 1932), pig. 25, donde figura el cadaver del senor Guillermo Freyre de Andrade en un charco de sangre entre muebles derribados; en "De la crisis universitaria: la muerte del profesor Fernandez Fiallo," Carteles, Ano 21, n6m. 49 (diciembre 8, 1940), pig. 37, agonizando Fernandez Fiallo en una mesa de operaciones y los medicos tratando de salvarle la vida y, por 6ltimo, la foto donde Antonio Guiteras se arroja, desde una ventana posterior de su casa (en una planta alta), para escapar al cerco de la policia. Para esto viase: Bohemia, Aio 57, num. 19 (mayo 7, 1965), pig. 6.