La revista matancera : semanario de literatura, ciencias, bellas artes, modas y actualidades. Matanzas : R.J. de Palasio y J.A. Forn, 1883- https://hdl.handle.net/2027/hvd.hx7aup

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arbarb College Librarg

FROM THE FUND

F.O.R.A PROFESSORSHIP OF LATIN—AMERICAN HISTORY AND ECONOMICS

EsTABLIsHED 1913

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REVISTA MITRNCERR. --- e-«e------

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas

--A-Cºº º UT-ALILIII. D. A_IDIES.

de 3 casº Page, º3. DIREgmor.Es PRoPIETARIos.

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Imprenta, Librería y Papelería (alería literaria, Ricla 43. 1883.

Fer Gonz.

cente . HARVARB COLLEGE LIBRARY LATIN-AMERICAN PROFESS0RSHP FuMo 3 APR 1925

MICROFILMED ATHARVARD l A A Pes o C

REDIIIDN y ADMINISTRACION SUSRIONMENSA. SN. JUAN BAUTISTA 12 En Matanzas. . . . . $ A partado de Correos N. 339.

SNº-«- )--«».. Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades,

JDIRectoREs JPRoPietARios Ramón J. de--Palacio y José Alfonso Forn. Aso DoMINGo, sETIEMBRE 9 DE 1883. ).

SUNM1A1 IO. les.—D. Miguel Garmendia.—D. Ildefonso Estrada y Zenea.—D. José Luis Prado.— Saludo. — Cuadro de colaboración.- El sentimien D. Gabriel de Castro-Palomino.—D. José por Forn. —Contrastes (poesía) por Leo to. J. A. Lopez Byr lºldo Reyes.— Infeliz Luscinda por Arabi-Bey.— Florencio (Jacán)—D. Bonifacio A ... (poesía) por J. A. Forn.—Anécdota históri ne.—ID. Leopoldo Reyes.—D. Julio Dumás. ca, por Sidy-Mahomet.—Revista de la Moda, por —D. Romualdo Isaac. Grasiella.—Revista Musical.—Miscelánea por L, Reyes.

SALU00. Corresponsales,

Habana:—Sidi Mahomet.—Cárdenas:— Al aparecer por primera vez LA D. Rafael Rossi.—Madrid.—D. Rafael Ote. REvisTA MATANCERA en el estadío ro.— Bareelona:—D. Emilio Valdés Sotoca. de la prensa, tiene el honor de sa —París:—D. Juan M. Losada; director de la Gaceta /nternacional. ludar á sus lectores y á toda la Prensa en general, suplicándole á esta última el cange acostumbrado. El Sentimiento,

Colaboracion, Ardua, difícil tarea es en verdad para nues tra humilde pluma, vaciar en la fría é impo tente palabra, esa exquisita esencia del cáliz Los directores de LA REVIsTA MATANCE de nuestra alma que se llama sentimiento. RA, consecuentes en prestar todos los mayo Poderosa llama que inflama los corazones, res alicientes posibles á dicho periódico para y dueño absoluto del orbe, él todo lo hace, que éste agrade á los lectores, tienen el ho todo lo llena y todo lo abarca. nor de presentar á éstos el cuadro de los se Tendamos la vista hácia la extensa bóveda ñores con cuya distinguida colaboración se del cielo, en una de esas serenas noches, que honran. solo se admiran en nuestra querida y hermo Sra. Da Catalina Rodriguez de Morales.— sa patria, y desde la más pequeña estrella, Srita. María Manuela Lopez.—Srita. Flora hasta el más vívido lucero, todo nos habla de Garmendia.—Srita Laura Romero (/saura). ese sublime senimiento del Creador por el Srita. Dolores J. de Palacio.—Sres. don hombre. Fernando Romero Fajardo.—D. Nicanor A. Estudiemos lijeramente esa inmensa mul Gonzalez.—D. Miguel A. Lavastida.—D. Vi titud de séres que tiene por nombre humani. cente A. Tomás.—D. Sebastian A. de Mora dad, y veremos que todos, desde el africano y salvaje ó el idólatra indio, hasta el civilizado mara, cuando el primero en Hostalrich el

segundo en Montiel, "a á europeo, obran impulsados por su invisible y arrancan vida sus y poderoso resorte. hermanos Ramon Berenguer D. Pedro el Cruel. Hojeemos los mil y mil volúmenes, que

permítannos un cual rico legado, nos han trasmitido los gé. Pero oh! también entonar

á nombre, que nios del universo y encontraremos á un Dan himno ese sentimiento sin

obliga al padre de la pobre te, desventurado que al expresar el profundo sentimiento Vir

ginia, á sacrificar á su adorada hija para li que le inspirara su adorada Beatriz, se labra un monumento eterno de admiración en su brarla del grosero ultraje del infame Apio Cláudio.

Divina Comedia, à un Goethe, que recordan

¿Qué palabras bastarían á pintar el doloro do á la dulce Margarita de su adolescencia,

so de Lucrecía, por derrama toda su alma en su inmortal Fáusto; cuadro una muriendo

considerarse indigna de presentarse ante su á un Milton, en fin, que abriendo los brazos esposo Colatino? á su esposa María, cuando ésta vuelve á ellos ¿Qué palabras serían suficientes para des arrepentida de sus errores, traza con mano

cubrir el sublime sentimieuto de un Coriola maestra, é inspirado sin duda por este hecho, y no, deponiendo su saña su odio á las súpli el precioso cuadro de Eva convenciendo á

de mujer? Adan, en su Paraiso Perdido, cus una

¡Qué idilio tan hermoso, el de una Julieta "Ah! no veis en el pobre lienzo que dibuja

cayendo el de su y moribunda sobre cadáver á La Fornarina, el alma ardiente enamo rada de Rafael? Romeo!

Cuán dignos de un poema, las amores de ¿No oís, en el golpe seco del cincel de Ce y Pablo con Virginia, de Abelardo con Eloisa llini sobre el mármol, otra cosa que el me tálico són del hacha del cantero, chocando los de aquellos amantes que descansan juntos en un rincón de Teruel, contra la piedra?

comprender lo que es el ¿No sentís extremecerse vuestro cuerpo y Ah! Para senti

miento basta solamente tender una mirada á fundirse vuestra alma, en la galvánica corrien

nuestro alreded r.

te de esas divinas notas, que cual impetuoso

Wed allí á una madre apartando de su boca el torrente, se escapan de bajo los dedos, de un

Becthoven ó de un Weber? negro pedazo de pa. que con ansia devoraría,

para ofrecerlo al hijo de sus entrañas ¿No escuchais, en el misterioso suspirar de

Ved más allá, pálida y pens tiva una débil Heine, en el melancólico acento de Becquer, en la serena vibración dc las cuerdas de oro mujer que en las altas horas de la noche, im

prime rápido movimiento á la mano donde del laud de Campoamo", en el eco estridente

aguja, para poder á su y brilla una brindar ma adolorido de la amarga carcajada de Es dre enferma un mezquino sustento. pronceda, la melodía, el himno ó la plegaria

Ahí teneis el sentimiento; ese es el inapre de un alma agitada por el sentimiento?

ciabe tesoro que guardan en su fondo los pe Mas ah! vagando nuestra mente por el de chos generosos. licioso campo de los sentimientos puros, no

J. A. FORN. y nos habíamos cuidado de separar arrojar á

un lado, cual lodo inmundo, el podrido fruto y de corazones viciados corromp dos! ---

Por lo tanto, permítannos nuestros ama Contrastes,

bles lectores, no inacer mención de ese sen

timiento miserable que impulsara un día á En un miserable cuarto y una Semíramis á una Rosamunda, á teñir mujer muriendo, sus manos en la sangre de sus esposos, Nino Está una y

madre, á su hijo Alboin; permítannos nuestros lectores no ha Es estrecha

clar de ese sentímiento monstruoso de ambi Contra su angutiado pecho.

El tierno niño le dice y bión desmedída sórdida, que armando el Dándole amorosos besos, prazo de un Caracalla, le arrastra á hundir

Si te mueres, madre mia, el puñal en el pecho de su hermano Geta, en

Qué sólo en el mundo quedo el mismo regazo de su madre; permitannos en en, pasar por al'o, ese bastardo sentimiento Aquellas frases sin duda

eue armara la alevosa mano del fraticida Parten de la enferma el pecho,

su jergón se incorpora y En Berenguer Ramon, de Enrique de Trasta LA REvisTA MATANCERA. 3

Señalando para el cielo. tes, inteligencia notabilísima, sentimientos Y cuando sus frios labios . exquisitamente delicados, monería arrebata Para hablarle se entreabrieron, dora y tendreis el retrato fiel y exacto de mi Cayó, cayó para siempre Luscinda,—Bien me acuerdo y era una tarde En su miserable lecho. serena.—Qué vacío deja en mí su ausencia, El hijo abrazó á su madre, sobre todo para esas horas en que el dolor Y en aquel triste momento, nubla el cielo de mi alma, en que la amargu Por la calle, alegres voces ra rebosa en mi corazón—¡Ah! sus gracias y Al són de flautas se oyeron. caricias cuánto las hecho de menos Eran jóvenes cantantes Mis amigos no cesaban de celebrarla en y en Celebrando un nacimiento...... todos los tonos variadas formas—Hasta

Allí cantaban á un vivo! una, mi vecina, que movía la lengua desafora y no le Aquí lloraban á un damente decia siempre lo que impor muerto y taba, no cesaba dia noche de interrogar ¿y á me, Mande á Luscinda pasar Un ataud cuatro hombres Luscinda?

queremos á el dia con nosotros.—Cuanto Llevan con hondo silencio - Luscinda un Y

acompaña . los niño Para terminar, lector, no había persona Que de dolor vá gimiendo.

no se lenguas que la conociera, que hiciese Mirad, mirad como oprime de la ni se de su inteligencia, que sustrayese Con más angustia su pecho influencia de sus gracias. que oye campanas Es las Pero un destino fatal la arrebató del mun Del cercano cementerio! d d O e S vi S S e a ll e V ó O lo V y Llegó grupo el silencioso dónde. A la ciudad de los muertos, en de el os Vivía á la sazon que habla una Y á los míseros despojos el esas ciudades populosas, en que bullicio Pobre sepultura dieron. y la ahoga los lamentos de la desgracia voz Los hombres se retiraron

de la míseria. Tranquilos y satisfechos, Residía en la Habana. Sólo un ser allí quedaba Un dia cuando mas engolfado me hallaba Sumido en ámargo duelo.

de pre en los quehaceres mi destino, entra Infeliz sin saber donde y cipitadamente un amigo me dice: «En tu Dirigir su paso incierto,

ó gran desgra ha sucede una casa. sucedido- En aquella misma hora en cia: una multitud de personas penetra Y mientras lloraba el huérfano..... y ella, otra igual rodea el edificio. Los jóvenes que cantaron de Esta noticia disparada á boca jarro, me Bailaban todos contentos. y y dejó confuso sin discurso, como un loco le

á á gritan ó mejor dicho como uno quien

ataja á ¡Oh contrastes de la vida! corro en direccion mis lares. Mientras unos van riendo...... Vuelvo esta calle, revuelvo esta otra, tomo

por aquí, por allí, que al Otros quedan ay! llorando desando hasta fin la de ¿qué es lo que distingo, Sin tener ni pan ni lecho! Dios Miseri

cordia, frente á mi casa?

LEoPoLDo RFYES. Una multitud bulliciosa é inquieta que fija su afanosa vista en los balcones del edificio. Setiembre 8 de 1883, la Allí era de ver confusion, las exclama y de ciones, el ir venir gentes, las escalas que corre, aquel que que se ponen, éste Infeliz Luscinda! grita, este otro que rie, esotro que habla, el la en fin, el caos, torre de Babel, terremoto

de la Martinica. ó en el Imaginad el sér más simpático y cariño. Penetro en vórtice del ciclón, sea

SO. y

de pre medio de aquellas masas personas, Suponedlo adornado de todas las cualida gunto por acá, interrogo por allá, demando y fisiológicas y psicológicas que querais. por acullá, solo con frases de muerte me herida era Reconocedle gracia y coquetería sin lími responden, unos, que la mortal, 4 LA REvisTA MATANCERA. -a - otros, que era ya cadáver, los más de ellos, De blanco y luciente nácar, que viviría poco tiempo. Todo mi sér se estremece En fin, llego á la puerta de mi casa y tro Cual si fuera frágil caña, piezo con un vecino á quien le digo ¿Y mi Que con pertinacia ruda hija, don Antonio? El hombre todo confuso El raudo viento azotara. me responde:—No he subido, pero segun me Y de mi cielo las sombras dicen, ha muerto ya.—Sin vida en mi espí Se ahuyentan á su mirada ritu, transido de dolor, vuelo por aquellas Así cu l las de la noche escaleras y me arrojo llorando en los brazos Desparecen ante el alba. de mi mujer que ya de propósito me espera- Y es mi vírgen la violeta ba. ¿Y Altagracia? le dije con voz desmayada Que allá en el valle ignorada, y baja.—¿Donde está, Yo quiero verla, Alta- A los céfiros errantes gracia, Altagracia! ¡Pobre hija mia! Su blando aroma regala. Pero Oh! felicidad! la niña viene á mí son- Su voz es la nota dulce, riente y llena de vida, ¿qué pasa? pregunto Que ténue en el éter vaga entonces asombrado. Nada; dice mi mujer; Cuando los astros nocturnos Luscinda que se desprendió del balcón y ro- Sus rayos pálidos lanzan dó mal trecha por el suelo. - Su sólo nombre á mi pecho la pobrecita hace un momento que des- Lleva la vida y la calma, cansó.—En efecto, allí ví su cadaver, estaba Como la lleva á las flores ríjida y descompuesta. El llanto de la mañana. Aquél sér tan interesante, tan chiqueón y Ella es la diáfana estrella gracioso había desaparecido. IDe mis noches enluta as- La mona Luscinda, que os describi hace Y el ángel que miéntras duermo poco, se remontó...... al cielo iba à decir, pe- Me envuelve en sus níveas alas, ro me acordé que los monos van al infierno. El infeliz animal se desgració por el rabo, J. A. FORN. lo enrosco mal en la balaustrada del balcón segun me contaron, y vtno la pobrecilla al suelo. Anécdota Histórica. «Sobre ella un sauce su ramaje inclina, «Sombra le presta en lánguido desmayo, tarde, declina, «Y allá en la cuando el sol Estando el conde de Barcelona, Ramon Be. paz, rayo. «Baña la tumba en su último renguer tercero el grandº en el magnífico jardin del palacio condal de aquella ciudad, ARABí-BEY. olvidando por un instánte las fatigas y zozo. Setiembre S de 1883. bras del gob erno, en la conversación que sos tenía con sus más adictos caballeros se pre sentó á él un page diciéndole que un juglar que llamaba á las puertas de palacio insistía en verlo. Cuando sus párpados bellos, —Que pase, murmuró el Conde. Dulcemente se levantan, A pocos minutos apareció un hombre ves Y sus pupias azules, tido de un modo estrafalario. Dejan un beso en mi alma; —¿Qué quieres juglar? preguntó Ramon - Cuando su voz armoniosa Berenguer. Murmura tiernas palabras, —Señor, exclamó el juglar, soy el más hu Vehementes como el suspiro milde y adicto servid r de la emperatriz Ma En que el pecho se dilata; tilde, esposa de Enrique de Alemania. Cuando de su aliento suave Acusada mi señora de adulterio por dos Aspiro el fragante ámbar, caballeros alemanes, el emperador Enrique V llega hasta mí el perfume dispuso que si en el término de tres meses y Que sus cabellos exhalan, un dia, no vá á aquellas tierras un caballero O la sonrisa entreabre á defender la honra de su espcs a venciendo Su linda boca de grana, á los acusadores en el juicio de Dios, la em Dejando ver una cinta peratriz perecerá en una hoguera. He reco ------

LA REYIsTA MATANCERA.

rrido la mayor parte del mundo señor, y no á Matilde y el encubierto desapareció entre el tumulto. encontrado un solo caballero que se decida á defender la inocencia y la virtud. Porque Tres dias después supo el Emperador, que

el salvador de su honra era el Conde de mi ama es inocente señor, os lo juro. He Bar y llegado por fin á esta tierra, donde me han celona cuenta la tradición, que aquél con dicho que aquí reposa un héroe y un cumpli toda su familia no paró hasta ir á estrechar la

de Berenguer, en su propio pa do caballero. Ahora bién, señor, el plazo es mano Ramon , laci de la ciudad Condal. pira en breve. ¿Tendré también perdida to da esperanza, que ir y decir á mi señora: sIDY-MA HOMET. Es preciso morir: ¡No hay en el mundo un Habana 1883. solo campeón que defienda vuestra inocencia? —Juglar, dijo el Conde, vé y dile á tu seño. la, qne de esta ciudad irá un caballero á rom per lanzas contra sus infames acusadores. Revista de la moda. Quién sea, no lo sé, porque, mira, todos quie ren serlo, pero llevas la palabra del Conde

París, Agosto de de Barcelona. 1883. gé En esta estación las cantidades de los Partió el juglar y llegó el dia fijado por el neros hechos para satisfacer todas las exi emperador Emrique. Un inmenso gentio se

gencias de las damas elegantes, han sido tan apiñaba alrededor del circo que para el ohje

que el escoger algunas de es to se había levantado. En el centro de éste estensas ellas

muy difícil; pasa lo mismo con las hechuras e veía una hoguera; en un extremo al Empe de los vestidos. Las telas son tan numero rador sentado en su trono, á o"ro lado los dos y

sas, de pintas que pa'ad nes acusadores montando soberbios ca tan variadas tan bonitas

la se queda en per y desición una verdadera balleros más allá á la Emperatriz con el ca plegidad. be lo destrenzado. y Todo se leva; vestidos cortos redondos, Todos esperaban. por el campeon defensor y de Matilde. sayas plegadas, sayas tejidas con panier, el

género recogido hácia atrás para formar el

Se había dispuesto que si al tercer toque

pouff corto ó la cola pequeña, sayas de sou del clarín aquel mo aparecía, la acusada, pe

rak glacé ó de faya atornasolada con una pun -

recía, en la hoguera. y ta puesta sobre ella con gracia vuelo de bro y Sonó el clarín por primera segunda vez

dery cubriendo el vestido de olán batista ó de y nadie respondió. no se había Aún extin satinetta. guido la postrera nota del último toque, cuan

do un caballero encubierto saltando impetuo >: ºk 2% . samente la valla con su caballo, apareció en

el circo. y El surtido es considerable la indeciciòn

Un grito inmenso se escapó á la multitud -

muy natural; es preciso, sin embargo, fijarse

al contemplar su gallardía.

en lo que más guste, vestirse según lo que con

El campeon adelantó ha ta el Emperador

venga más á la proporción del cuerpo, de y

le dijo:

jar las draperias con muchos géneros á las

á uno ó ciento contra mí, estoy

—Uno dis y y

personas delgadas esbeltas, las sayas ple.

puesto para la lucha. y gadas, las tú icas largas, á las que tengan —Mucha arrogancia ostentais, pero ya ve cíerta gordura. Como lo hemos dicho, la remos, contestó Enrique..

moda, muy elegante en esta es'ación, favorece y

al palenque el primer á Salió sostenedor á todas las exigencias, tanto en colores como bote de lanza del encubierto caballero rodó

el hechuras. -

aquel por el moribundo suelo. La moda adopta todo si mpre que haya ar y

en colores, que la gracia Salió el segundo. La lanza de su terrible monía los reinen la adversario clavándose en malla de su y ar el gusto. >: y madura lo derribó del caballo temeroso, al >k x

ver la suerte de su compañero, confesó, ante

de la época el hierro de su enemigo, la inocencia de la Entre las novedades citaremos

Emperatriz. también el sombrero capota Niza, de paja gris, muy levantado por delante con las alas forra El pueblo se precipitó al circo, victoreando 6 LA REvisTA MATANCERA. das de terciopelo y fruncida con un torsado París la señorita Isaac, una nueva estrella, se de razo formando el adorno y un pájaro acos gun se dice. capota, y tado delante de la bridas de tercio La ópera elegida por la nueva diva para su pelo estrecho en forma de lazo á la izquierda. primera aparición es Hamletto, del ilustre Citaremos también un famoso tocador de Thomas, en la que interpretará á la parte de elegancia Parisien que hemos tenido el gusto Ofeita. de ver, y en el cual se encontraban los prin Mignon, de Thomas, viene representándose cipales productos de las perfumerías más acre con gran éxito en el teatro de Le Mans. ditadas de Francia. El Consejo municipal de Viena ha votado - GRACIELLA. una nueva suma de 10,000 florines para el monumento de Mozart.

:: *k x: Revista musical europea, Acerca del incendio ocurrido en el teatro De Il Teatro Ilustratto de Milán. de fecha de Varietá, de Varsovia, se dan algunos por menores. No ha habido desgracias personales, de Agosto último, traducimos lo siguiente en p rque no se daban representaciones; pero las obsequio á los lectores: pérdidas se elevan á la respetable cifra de “En la próxima temporada de opera italia 110,000 rub'os, ó sean cerca de 300,000 fran na de San Petersburgo, para la cual el Direc COS. tor Alberto Wizentino ha escriturado á la Du La primera representación de Gemma dy rand, la Ferni, la Repetto, la Bulicioff, Mar Vergy en la Alhambra de Roma, ha alcan roni, Corsi, Cotogni, Menottí y al maestro Be zado un éxito poco satisfactorio. Algunos de vignani y Drigo, se darán el Nerone, de Ru los artistas dejaron mucho que desear. Solo binstein; Ricardo lII, de E. Blavet; La Mo se salvaron el barítono Sr. Ciolli, antiguo co glie rápita, de Drigo, J. Litany y Giocuonda, nocido del público romano, y la señorita Mer de Ponchielli; Filomena y Banci, de Gounod, cantini. Mefistófeles, de Boy o; Cármen, de Bycet; En el Politeama Victorio Emanuele de Flo Lohengrin, de Wagner, e c. rencia se cantó Il Trovatore, obteniendo un Las catorce representaciones de Lakmé en gran éxito la señorita Lucchesi María y el se la Opera Cómica de París han dado á la Em ñor Bulterini, siendo llamados diez ó doce presa un total de 126,709 francos, que equi veces al palco escénico. iguales demostracio vale á 9,050 francos por noche. nes alc nzaron la señorita Oshío y el barítono En el teatro de Strasburgo obtiene un éxito Bolcioni. brillante la Opera d'Halévy, Il Mosgetierri x 2: 2: de la Regina, siendo aplaudida la cantatriz Srita. Mineur. En el Politeama de Roma ha obtenido un Sir Michele Costa, á quien tanto debe el ar éxíto brillante Ernani, interpretado por la te lírico, se encuentra enfermo de gravedad. Srita. Ancarini-Massimini, Sres. Sparapani, Giovanni Strauss hará representar en Ber Belló, y Campello, siendo muy aplaudidos y lin su nueva opereta Una nocte veneciana.” repet das varias piezas. La inauguración del nuevo teatro Arnoldi X: 2: de Mantoua se llevó á efecto con Lombardi, de Verdi, siendo muy celebrados los artistas La Reina Isabel de Rumanía que se encu que tomaron parte en dicha representación; bre con el pseudónimo de Cármen Sylva, ha obteniendo el primer honor el maestro Conti escrito un libreto, cuyo argumento trata de la En el teatro Garibaldi de Padova ha temi historia de su pueblo. La reina poetisa ha do lugar la primera representación del Belisa ofrecido la colaboración para la parte musical rio, de Donizetti, siendo el hèroe de la noche de su trabajo al jóven compositor Hallstroem. el barítono E. Barbieri, así como muy aplau En el teatro de Bruselas, el próximo in dido el tenor Sr. Patierno, vierno, se pondrá en escena El Siguardo, nue Según La Música Popular, en el teatro de va ópera, ó poema musical de Ernesto Reyer, Padova ha alcanzado un éxito brillante Etto letra de Ernesto Legouvé. Fieramosca... nueva ópera del maestro Gio º Bennachio, En Setiembre hará su debut en la Opera de vanni LA REvisTA MATANCERA. 7

que yace postrado Un grandioso espectáculo tendrá lugar en el abatimiento moral en el el teatro de Faenza los dias 3, 10, 12, 15, 17 insigne artista, gloria del arte musical, se em cal, y 19 de Julio. cierre en su valle natal del Ro en medio aquellas agrestes y majestuosas Se representará La Africana con el célebre de montañas. tenor Massini y otros distinguidos artistas.»

a". MISCELANEA.

El Arte Musical de París dice que el tenor Stephane abandona la ópera cómica. Ha sido Desde la presente Sección, de la cual han escriturado para Floreneia pºr la estacion de invierno con 6.000 francos al mes. Cantará tenido á bien encargarme los apreciables Di las óperas Mignon, Cármen y Hugonotti. rectores de este periódico, tiene el honor de ópera Dimitry repre La de Jonciéres será saludar á las lectoras y lectores, y á sus com s ntada en italiano en el teatro des Nations de pañeros general: París. de la Prensa en El 18 y 19 de Agosto tendrá lugar en Mar Leopoldo Reyes: sella un concurso internacional por la Socie dad Filarmónica. El Parsifal de Wagner en el teatro de s”. Bayreuth, no ha tenido el éxito que se espe raba. La muerte del maestro ha quitado, co Simpáticas lectoras: en el presente número mo era de esperarse en este teatro, todo su tendreis el gusto de ver la revista de las últi atractivo. mas modas Parisienses, que nos ha enviado En el Govent Garden de Lóndres se ha es muestro corresponsal de París, cuya revista no tado representando la vieja ópera de Ro sini es tan es tensa como fuera de desear á cansa La gazza ladra, con la Patti la Sealchi y Co fogni. Inútil es decir que alcanzó un gran de la premura con que ha sido hecha, según éxito. nos manifiesta su autora. La artista que probablemente creará por vez primera en Italia el papel de Lakmé en *". la ópera de Delibes, es la señora Novak. hijo Boieldieu, Ha muerto en París el de Hemos visto en la H bana en estos dias, autor de muchas óperas una colección de sombreros elegantísim s. La egregia soprano chilena, Sra. Isabel de hay cap formas, Escalante, se encuentra en la Coruña en es Los de ichos s habiéndonos tado de enagenación mental Había empeña llamado la atención uno de ellos de color cre do en Lisboat dos sus brillantes y los de su ma con plumas blancas adornados con flores criada. y frutas, (artificiales por supuesto.) La novedad musical en el invierno próxi Dentro de breves dias, según nos han di mo en París, será la ópera cómica de Mas sent Manon Lescaut. cho, se hallarán de venta aquí. Conque lec toras, hacedle mimos á papá, xiz x=x: Que yo por tener sombrero plumas ay! que suspiro, El tenor Gayarre se encuentra en Roncal, Con donde ha adquirido grandes propiedades. Constantemente estaría A pesar del recóndito lugar en que vive, Lectoras haciendo mimos. todos los d as recibe voluminosa correspon :: dencia, con magníficas ofertas de todos los 2k 2. principales teatros del orbe. Los franceses, con especialida , tienen sin. Artículos y perfumes que se encuentran gular empeño en que se inaugure la nueva de última moda y que recomendamos á nues ópera italiana en París. - - simpáticas Es de temer que si sus amigos no dominan tras lectoras. 8 LA REVISTA MATANCERA.

Esencia de Heliotropo blanco de Guerlain, didos, tanto por la bondad de los trabajos, co y

por la de esencia de Paó Rosa y Agua de Colonia del mo finura amabilidad los dueños

de la casa. mismo fabricante, Agua y polvos dentríficos

Recomendamos á nuestros lectores, la cita

del Dr. Pierrs, polvos de arroz Veloutine Fay,

da fotografía, seguros de que saldrán suma.

Agua Guina de Tinaud, esencia Parte-Reyne

complacidos desempeño de de Pinaud, esencia Bouquet de la Exposición mente del buen que las obras. del mismo fabricante. Las Srilas. deseen 2. 3, 2:

adquirir todos estos productos en Matanzas,

pueden al La Niña, acudir estableciº iento De Heine,

Ayuntamiento 18, donde los encontrarán le jítimos por ser recibidos directamente de las Bellas, claras, doradas estrellitas mismas fábricas.

Que mirais à mi amada desde éjos, º 2: 2: Decidla que yo tengo todavía

Pálido el rostro, el corazón enfermo.

Damos el más sentido pésame á nuestro 3:

Xk k y

apreciable amigo compañero en la prensa, y A LA el Sr. don Meliton de Lamar, á su distingui SRAS. SRIAS. SUSCRTAS REVISTA MATANCERA."

da familia por el fallecimiento de su Sra. her y mana, Eulalia de Lamar Portillo. Sra. Da Posa Padró de Clark.—Sra. Da Ma

Acompañamos á la familia en su justo do tilde Zubieta de Galindez.—Sra. Da Rosa Ra lor.

x. mirez de Gonzale",—Sra. Da Caridad Acosta 3 k

de Buigas.—Sra. Da Amelia Carrera de Sali.

crup—Sra. de y Da Matilde Sabullón Tormo. El baile que estaba anunciado para hoy,

—Sra. Da Angela Batle de Verdura.—Señori que debía haber tenido efecto en la Glorieta tas Bordenave.—Srita. Dolores Lamadriz—

Saratega, se ha transferido para el próximo domingo. Sritas. Cabrera.—Sritas. Milián.—Srita. Inès 2r

xk María Quíbus.—Sritas. L'orente.—Sritas. Es calada.—Srita, Blanca Ferrer —Sritas Madan

Los Directores de este periódico, agradeci y Bebeagua.—Sritas. Elena y Angélica Escoto.

dos á la protección que les ha dispensado el —Srtas. Andux.—Sritas. Junco y Despau.—

público de esta ciudad, lo que no po.ía me Srita. Emilia Sabater.—Srita. Rosa Trelles.—

de esperarse de su ilustración, nos nos encar Srita. Julia Navarro.—Sritas. Junco.—Señori

gan las espresivas gracias á demos más tanto ta Joseta Caraballo.—Srita. Amelia Galan.— las señoras, señoritas y señores que suscri Srita. Angela García.—Srita. Rosalía Jimenez. biéndose han contribuido á que este periódico —Sritas. Caraballo.—Sritas. Acevedo.—Seño

la luz, á queridos compañeros en vea como los ritas Olivera.—S ita. María TMaza.—Señori localidad, que

la prensa de la con sus escita.

ta María J. Hernandez.—Srita. Altagracia

ciones han ayudado á la realización de nues - Diaz.—María Cecilia Torres.—Sritas. Canton. tra idea. —Srita. Aurelia Feliú.—Srita. Catalina Ava

2: los.—Srita. Concepción Lopez.—Srita. Juana 2k 4:

Muñiz—Srita. María J. Vinageras.

BUENA FotoGRAFIA.—Habiendo tenido el gus (Continuará.) to de visitar el estudio fotográfico que recien temente han instalado los Sres. Portilla y

Alonso en el número 41 de la calle de Contre

Imprenta LA MACIONAL--Gelabert 60, ras, hemos quedado agradablemente sorpren REDACIÓN Y ADMINSTRAN. SUSRIONMENSUAL, —O— S. JUAN BAUTIsTA 12. En Matanzas . . . $ I B. B. Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas.,, I-3o, , ,, WA SN»s\M W.%

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades. DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, José Alfonso Forn.

DOMINGO, SETIEMBRE 16 DE 1883. NUM. 2.

S"C". NAC-A--Exo-CC

funde en los pueblos cristianos, la conmemo Cuadro de colaboración.—Impresionesdeviaje. por Cataii ración del nacimiento de Jesús. na R. de Morales.-—Luz y sombra, por Nicanor A.

pº y Gonzalez.—Un altarito de Cruz, por F. R. Fajardo.—Canta Todos se alegraban, todos sonreian se res, (poesía)por L.N. Lopez.—La Música Popular, por R. J.

preparaban á pasar aquella entrega de Palacio.—A una vieja verde, (soneto)por José G. Villa. noche

beso, por Moda, por y Un J. A. Forn.—Revista de la M. del P. dos al baile à las más inocentes diversio S.—Miscelánea, por L. Reyes.

nes. Solo dos séres suspiraban tristemente en

medio de aquel regocijo general; dos cora CUADRO DE COLABORACION. y zones que sentian la ausencia de la patria

Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma la familia; dos corazones, que en tan clásico nuela Lopez (ZHabana.)—Srita. Flora Garmendía.— dia, evocaban los recuerdos de la cuna en

Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. /saura.—Srita A. que se mecieron, como dice el poeta espa J. P. (Graciella.) Paris. ñol: Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Nicanor ya ya “Aquí, del laurel, de jazmines, A Gonzalez—D. Vicente A. Tomás (Próspero David.) jardines.” —D. Miguel A. Lavastida.—D. José G. Villa.—D. Coronados los vieron los ya Sebastian A. de Morales.—D. Bonifacio Byrne.— Estos dos séres, lo habreis adivinado,

I). Miguel de Garmendia.—D Gabriel Castro y Palo éramos mi esposo yo, que á traves de los mino.—D. José Florencio Lopez (3acan.)—D. José mares, parecíanos ver la animación que de Luis Prado.—D. Ildefonso Estrada y Zenea.—D. Leo bia reinar en Matanzas al celebrar la Noche poldo Reyes.—D. Romualdo Isaac.—D. Ambrosio y

Buena, el que larga V. Lopez.—D. Lorenzo Lopez.—D. Rafael Rossi. vacio nuestra ausen

Cárdenas.)—D. Rafael Otero. (Madrid.)—D. Emi cia haria sentir en nuestros hogares. lio Valdés Sotoca. (Barcelona.)— Sidi Mahomet. El vapor Tequendama se balanceaba sua (Méjico.) (AZabana.)—D. Fernando Garcés. vemente sobre las ondas del turbio Magda y -e-e-6 lena, á las cuatro de la tarde arrojando pe y de Impresiones de viajes. nachos humo dando agudos pitazos,

anunciaba su próxima salida para la ciudad F-Á-arro T-A-s frcºrrin.c-A-s

de Honda. En este vapor debíamos partir POR mi compañero y yo, para seguir después CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES.

nuestro viaje á Santa Fe de Bogotá: viaje

que emprendimos el parecer algu I. contra de nos amigos nuestros, que no nos considera

Era el 24 de Diciembre de 1875; un sol ban bastante fuertes físicamente, para afron

de oro iluminaba las arenosas calles de Ba y tar las fatigas de aquel rio de aquel cami y de en rranquilla, ciudad Colombia, situada no, sembrados de incomodidades de ries

las bocas marítimas del Magdalena. Una gos. Algunos nos referian el inmenso número de banda música esparcía por todas partes de caimanes que pululan en aquel rio, otros y sus arrobadoras armonías, en todos los nos relataban los desastres de los vapores se semblantes retrataba ese regocijo que in que se habian despedazado al subir los cho O REVISTA MATANCERA.

rros del Guarinó; nos hablaban de los mos gros de los Andes que teníamos que atrave

cos que se lanzan hambrientos sobre los via sar para llegar á Bogotá, capital de los Es jeros; del sofocante calor que se siente en el tados Unidos de Colombia.

rio, de las culebras venenosas; y en fin, de Parecía que un inmenso número de pája y los peligros que presenta el camino de Hon ros de todos colores tamaños se había da

da á Santa Fe de Bogotá. Aquellos montes do cita cn aquella tarde de suave invierno, y inmensos, aquellas subidas y bajadas fatigo para encantar la vista endulzar los oidos

sísimas, en que vá la vida del viajero pen de los pasajeros del Tequendama. Bandadas y diente de las patas de los mulos que los con de loros de pecho aimarillo rojo, pasaban ducen; y sobre todo, los leones y los jagua en alegre tropel por encima de nuestro bu res que hacen sus correrías por aquellos cam que, dejándonos contemplar sus brillantes pos. plumas, que tornasoladas por los rayos del y Las navorosas descripciones que nos ha sol, ofrecian á la vista los más finos deli cían del viaje á Santa Fe, eran capaces de cados matices.

hacer retroceder á cualquiera quo hubiese Seguian á éstos una multitud de aras ó sido mé nos animoso que nosotros; pero allá guacamayas; unas azules y rojas, otras rojas y nos llevaba un santo deber, y esto nos hizo color de oro, presentando en su vuelo los

insistir en nuestra idea. gallardos tornasoles de sus brillantes libreas,

Aquella misma tarde. á las cinco, toma y llenando los aires con sus destemplados mos nuestro puesto en el Tequendama y par gritos, que imitan por onomatopeya el nom

timos. bre de “guaca” que vulgarmente se les apli Al internarme en aquel rio del que tan ca: estas trepadoras. son tan deslumbrantes malos informes nos habian dado, sentí que por su plumaje, como desagradables por sns y mi corazón tembló de susto, como debe gritos: enojosas al oido expléndidas á la temblar el de un aereonáuta al sentir por vista. primera vez de su vida, que su globo aban Una nube de pequeños papagayos ó peri dona el suelo, quedando suspendido en los cos, también nos hizo salva con su vocerío, y inconmensurables abismos del espacio. pasando por encima de nuestro buque de Dirijía yo mis miradas por la extensión de jando ver sus pulidas figuras. Estas avecillas y aquel buque tan simpático, de tan diáfana son de un verde tan parejo de unas for construcción y que tan suavemente se des mas tan graciosas, que tal parecen hojas ver de en de y des los bosques, llevadas alas lizaba por las aguas del Magdalena, me los decía allá en el fondo de mi alma:—Dios vientos, cuando en tropel atraviesan los es pacios. mio, quién sabe si se cumplirán los vati turpiales cinias de nucstros amigos También los canoros saltaban alegres ramas, poblando y entre las los aires Mi compañero me miraba conmovido,

su canto, que es de lo yo con delicioso más dul comprendiendo lo mucho que sufria en ya silencio, me dijo:—No temas; verás que ce que pueda llegar al oido humano. Las y tiernas tortolillas y las agreses enamora hay mucha exageración en los relatos pavo

das torcazas, se arrullaban entre las hojas rosos que nos han hecho de este rio.—Su y del bosque. numerosas tropas de voz que era la de un viajero muy experi monos araguatos, trepaban por árboles, y los hacien mentado, calmó mi intranquilidad me arro

piruetas. Algunos de se jé las más raras éstos serena en brazos de esa Providencia que por ramas, quedar tanto ha velado por mí, en mis largas pere deslizaban las hasta sus

pendidos de ellas por las puntas de sus grinaciones por el destierro. co

las; al compañero El airecillo fresco que soplaba en aque otros arrebataban inme y y

la que comía; gruñian llos momentos, el cielo azul cristalino que diato fruta con es

trépito ó daban un mordisco al compañero cobijaba nuestra nave, la vegetación frondo y le al y que quedaba lado; todos subian baja sa perfumada que orla las riberas del rio, vertijinosa rapidez. y ban con los últimos rayos del sol poniente que ilu

emoción, que á minaban aquella tarde de oro, fueron reac Recuerdo con alcanzamos mona, que cionando de tal manera mi espíritu abatido, ver una con maternal solicitud estrechaba entre sus brazos un monillo de que á la media hora de viaje. me sentia en y

edad, colgado de su pecho, al cantada con los primores de tan hermosa na tierna cual afanosa, diciéndole:—Hijo y acariciaba como turaleza, habia olvidado los cocodrilos, las de mi corazón culebras, los saltos del Guarinó y los peli REVISTA MATANCERA. II

Aquella fué para mí una tarde de verda cayó sobre nosotros un calor sofocante que dero amor, de santísimo amor á la Natura aumentaba la invasión de los moscos. preciso refujiarse bajo leza, que áun en medio de las más amargas Fué en la cama el tupido mosquitero. tribulaciones de mi vida, me hace gozar, si Las señoras (no íbamos que recojimos me permite ver tan siquiera un rayo de sol, más dos) nos en nuestros es

los matices de una florecilla silvestre, ó una trechos camárotes, y lós hombres se coloca

nube que cruza el cielo. ron en el salón del vapor. importunos En la parte que conozco del Magdalena, Los Moscos los moscos! en

su canto, al tiemp » nunca se pierde de vista la tierra: forma á tonaban monótono mismo tièrago que picaban ¡Ay, qué veces canales y pasos tan estrechos, con los nos con furor.

desaparecido la poesía cayos é islotes, que interrumpen su tránsito, noche! ¡Cómo había y

de aquella que bien puede el viajero tocar con sus ma serena tarde nos veíamos con

á pasar aquellas nos las ramas de la vejetación que campean denados martirizados ho ras de inevitable insomnio en ámbas orillas: así es que el viaje de Ba rranquillas á Hondas se hace gozando de los —-9-e-e paisajes que ofrecen los árboles y las flores camino, naufragio y del sin temor al sin las Luz y sombra. molestias del mareo. Esto hace que las co - animadas, pues midas sean nadie falta á El Paraiso que soñara Milton ellas ni se pierde jamás el apetito

Es pálido bosquejo del edén Con la llegada de la noche se corrió un

Que en otro tiempo de fugaz ventura velo sobre el delicioso espectàculo que te níamos á la vista. A tu lado soñé. Podemos llamar á nuestras primeras ho Y hoy, del Infierno que soñara el Dante, 1as del Magdalena, el bello prólogo de un

tormentos me puse á recorrer, libro de diversas emociones. Los

Buscando alguno semejante al mio, A las siete ví que los sirvientes empezaban á ocupar el salón del buque con camas y Pero ninguno hallé. mosquiteros.—¿Por qué se duerme aquí tan

temprano? pregunté. NICANOR A. GONZALEZ. —Por los moscos, me contestaron. —-0-e-«B No tardé mucho en comprender el senti

do de aquellas palabras, pues empecé á sen El siguiente artículo de costumbres oriji tir en mi rostro, en mi cuello y en mis es nal de nuestro estimable compañero en la paldas. unos lancetazos tan agudos y ardien

prensa, Sr. Romero Fajardo, vió la luz en tes, que me hacian saltar del sillón en que

Agua prometiendo su autor una me hallaba sentada.—Los nuoscos dije para El Mansa mí. Estos son los célebres moscos—Y en continuación que no pudo llevarse á cabo que celebridad, por verdad merecen su triste por haberse suspendido la publicación de que picada que

la dán causa una sensación y aquel periódico: como quiera que á mu molestísima que excita el sistema nervioso, y chos agradó el citado artículo queremos al extremo de producir fiebre cuando son muchos. ser favorecidos con la expresada continua

ción, comprometemos al compañero, repro A pocos momentos ya estaba encima de nosotros una nube de los harponados insec duciéndolo hoy en nuestra REvisTA. tos, causando risa ver las morisquetas que ¡Venga pues, esa contestación, querido pasajeros y golpes que hacían los los con las amigo! manos se daban por librarse de ellos. Un altarito de cruz. A esa hora atracó á la orilla, pues en el nio Magdalena no es posible navegar duran por bajíos y te la noche causa de los otros y Hora fatal menguada para mí, fué en la riesgos que ofrece: es preciso ir siempre de que se le antojó á mi vecina Da Teófila Bi día y sondando. bijagua levantar un altarito de cruz en su casa,

Como cesó la navegación, cesó también porque desde ese momento, hasta el dia en

el airecillo que hacía el buque al andar, y que se acabó el dichoso altarito, estuve en REVISTA MATANCERA.

un contínuo belen y en un constante sobre centeras risas, entusistas diálogos y graciosos salto. movimientos, esa embriagadora atmósfera de —Vecino, me gritó Da Teófila desde su dichas é , que tantos encantos ofre ventana; esta noche empieza. ce á los que como yo han pasado sin refun —¿Qué cosa, ña Bibijagua? fuñar, la juvenil edad. —¡Ay! que usté no lo sabrá? Véngase esta —Bien venido, vecino. me dijo Da Teófila, por acá y pasará el rato mirando el altarito. apénas me vió; bienvenido; así me gustan los —No faltaré, ña Bibijagua, le contesté hombres que tengan palabra. Trabuco, aña ahogando el disgusto que me habia causado dió dirigiéndose á un morenito que se halla la noticia. ba por aquella noche á su servicio, tráele una Para que el lector comprenda y justifique copita de vino seco á este señor, pues hoy este disgusto, preciso es que sepa que un ta me toca á mí y debo gerundiarme. bique de tabla tan solo, separa mi vivienda —Gracias, señora. de la de Da Teófila Bibijagua y para colmo —No hay que desairarme, vecino. Otro de desdichas, el proyectado altarito habia de dia le tocará á usted.

elevarse en ese mismo tabique. —Pues es claro que otro dia le tocará á él, Parece que mi vecina no habia esperado saltó un joven, cuyas enormes conchitas casi y mas que la promesa que le habia hecho de le cubrian los ojos: propongo, agregó po y asistir al jolgorio para comenzar la obra pues niéndose en pié mirando almibaradamen

un instante después dejose oir el ruido que te á una linda trigueña, que sea mañana mis producian varias personas al remover sillas, II1O.

mesas, etc. cuya operación era acompañada —Bravo, Mameluco, exclamó ña Bibija

de alegres risotadas y divertidas frases, seña gua, eso se llama hablar bién.

les todas de los buenos ratos que se prome —Este Mameluco se dispara solo; dijo la tian aquellas personas. trigueña.

Mas tarde empezó el martílleo y aquí fué —¡Que templao es Mameluco dijo un ter lo bueno. CerO.

Al primer golpe me echaron abajo el cua —Vamos, vecino, ¿qué contesta usted á -

dro de San Crisanto y la lámpara que tenía eso? me dijo la dueña de la casa.

colgada en el tabique, por lo que para evitar —Esas cosas no se consultan, ña Bríjida,

posteriores males, me apresuré á quitar de repuso Mameluco, esas cosas se hacen así; él cuanto pudieran averiarme y héme aquí ahora usted verá. y metido en idéntica faena que mi vecina, sin Y diciendo haciendo, arrebató áTrabu

embargo de no haberme pasado por la ima co la copita de vino que me traia, se dirijió

ginación la idea de levantar altarito á nin al altar, lo despojó de un ramo de albahaca,

guna cruz. cojió sobre una mesa un pedazo de panetela y En medio de aquella barahunda sobresalía dando el brazo á ña Bríjida, gritó:

la voz de ña Bibijagua, la cual, como un ca —A él, señores y sin esperanza/ pitán buque, terrible, de -mandaba la maniobra di Mameluco era un ser lector. - ciendo: A su grito de guerra se me acercaron to — Jala por aquí! ¡Tira por allá Eleva de dos exclamando: sí, si, aquel lado! ¡Cuidado no te machquues un —¡Sí, que le foque; que le echen el

deo! ¡No rajes! ¡Sube más! ¡Baja un poqui ramo! ¡Viva el padrino de mañana!

to! etc. —¡Viva el padrino!

Llegó la noche. A todo esto, ña Bibijagua me introducia

Un torrente de luz salía por la ventana y la copita de vino en la boca, Mameluco no

puerta de la casa de mi vecina. me dejaba resollar con el ramo, el cual ha

transeuntes se detenian á su frente, y Los bia colocado en mis narices, la linda tri contemplaban y alejaban el cuadro se mur gueña me chorreaba el chaleco con la pane murando: tela empapada en vino. —Un altarito de cruz. Medio atolondrado pude ponerme en pie

Preparéme convenientemente y fiel á mi y grité como pude:

promesa, me trasladé á la morada de mi ve —Me rindo: haré lo que ustedes quieran.... quien pude patio cina á encontrar en el ro -Viva el padrino me interrumpieron. deada de varias lindas muchachas y otros -Gracias, señores, mil gracias, añadími muchachones, pla tantos formando con sus rando de la mejor manera que pude, á Ma REVISTA MATANCERA. 13 meluco y á ña Bibijagua, á quienes hubiera La Música Popular. espachurrado de buena gana Mañana me to ca á mí y procuraré dejar á ustedes compla cidos. Cada pueblo del universo tiene ciertas Se restableció la calma, todos volvieron á melodías características que le pertenecen del mismo modo que su idioma; que se ajus su puesto, ménos ña Bibijagua que se sentó y tradiciones, y que á mi lado y me dijo: tan á sus recuerdos re progreso y —Vecino, todo entra en la diversión. sisten al á las innovaciones del arte. Dichas melodías tienen un marcado sabor Estas cosas, no cuestan mucho sabiéndo que facilmente, manejar el pandero. nacional las hace reconocer por podrá Mañana hablaremos y quedará arreglado lo cual nadie confundir un ranzt de vacas con un canto polaco, una seguidilla el asunto, porque para eso me pinto yo sola. español inglesa, Lo demás que sigue lo verán los lectores ó bolero con una melodía ó guajira y de la REVISTA MATANCERA, el domingo ve una décima con un aire aleman midero. - vice-versa. origen aires, Hasta entonces queda á sus ordenes En cuanto al de estos es im posible indicarlos de una manera precisa. FAJARDO, F. ROMERO Algunas veces proceden de canciones mi litares, compuestas en celebración de algu —-e-e-e na acción de guerra célebre; tales fueron en Francia y aun en España las canciones Cantares. en latin vulgar rimado conocidas con el nombre de canciones de Gesta, y en los tiem . Tus dulces pupilas, pos modernos la popular Mar sellesa y el Cuánto encanto tienen! entusiasta Himno de Riego. y alegre Pues cuando me miras risueña Las costumbres de un pueblo, sus ereen que pecho Siento en mi cias, su idioma, el clima, su entusiasmo reli Un volcan encienden. gioso, y la naturaleza de suelo, son influen cias diversas cuya acción se hace sentir po Tu afable sonrisa derosamente entre los aires populares. que Es beso envuelve Y en efecto, es sumamente fácil reconocer Ternura, modestia, candor, inocencia. el de un pueblo sensible al ritmo y á la Por eso te adoro armo fa en los boleros y fandangos españoles, Cuando estás risueña. v en nuestra cadenciosa danza cubana; suce diendo lo contrario con los aires chinos tan talle elegante Tu poco armónicos y tan desprovistos de ca Flexible y esbelto, dencias. Tiene tanta gracia, tanta gentileza, Como nuestra idea es lanzar una lijera mi Que parece palma rada á los aires populares de algunos pue Que el céfiro mueve. blos, procederemos por partes para evitar la confusión. Tus menudos dientes Como es natural, daremos el sitio prefe De marfil y perlas, rente à las de nuestra tierra aunque sin ex grana, iguales y bellos, Envueltos en tendeanos mucho por no permitírnoslo el Hacen de tu boca es pacio que disponemos. Un nido de besos. de Aunque sc conocen y ejecutan en esta Is la todos los bailes modernos prepondera so Por eso ángel bello bre ellos eclipsándolos, la irresistible danza Te canto, te quiero. cubana y el arrebatador danzón, variedad de Porque eres hermosa, porque eres modesta, la primera, cuyos compaces son ménos vivos Porque eres cubana, y más cadenciosos. Porque eres discreta. La danza no es otra que la antigua contra danza española, modificada por el clima cá L. N. LOPEZ. lido y voluptuoso de los trópicos. Su música -e-e-e es de un estilo peculiar; y tanto, que quién la ha oido, aún iniciado, en vano intentará I2 REVISTA MATANCERA.

un contínuo belen y en un constante sobre centeras risas, entusistas diálogos y graciosos salto. movimientos, esa embriagadora atmósfera de —Vecino, me gritó Da Teófila desde su dichas é ilusiones, que tantos encantos ofre ventana; esta noche empieza. ce á los que como yo han pasado sun refun —¿Qué cosa, ña Bibijagua? fuñar, la juvenil edad. —¡Ay! que usté no lo sabrá? Véngase esta —Bien venido, vecino. me dijo Da Teófila, por acá y pasará el rato mirando el altarito. apénas me vió; bienvenido; así me gustan los —No faltaré, ña Bibijagua, le contesté hombres que tengan palabra. 7rabuco, aña ahogando el disgusto que me habia causado dió dirigiéndose á un morenito que se halla la noticia. ba por aquella noche á su servicio, tráele una Para que el lector comprenda y justifique copita de vino seco á este señor, pues hoy este disgusto, preciso es que sepa que un ta me foca á mí y debo gerundiarme. bique de tabla tan solo, separa mi vivienda —Gracias, señora. " de la de Da Teófila Bibijagua y para colmo —No hay que desairarme, vecino. Otro de desdichas, el proyectado altarito habia de dia le tocará á usted. elevarse en ese mismo tabique. —Pues es claro que otro dia le tocará á él, Parece que mi vecina no habia esperado saltó un joven, cuyas enormes conchitas casi mas que la promesa que le habia hecho de le cubrian los ojos: y propongo, agregó po asistir al jolgorio para comenzar la obra pues niéndose en pié y mirando almibaradamen un instante después dejose oir el ruido que te á una linda trigueña, que sea mañana mis producian varias personas al remover sillas, Irl O. mesas, etc. cuya operación era acompañada —¡Bravo, Mameluco, exclamó ña Bibija de alegres risotadas y divertidas frases, seña gua, eso se llama hablar bién. les todas de los buenos ratos que se prome —Este Mameluco se dispara solo; dijo la tian aquellas personas. trigueña. Mas tarde empezó el martílleo y aquí fué —¡Que templao es Mameluco dijo un ter lo bueno. CerO. Al primer golpe me echaron abajo el cua —Vamos, vecino, ¿qué contesta usted á - dro de San Crisanto y la lámpara que tenía eso? me dijo la dueña de la casa. colgada en el tabique, por lo que para evitar —Esas cosas no se consultan, ña Bríjida, posteriores males, me apresuré á quitar de repuso Mameluco, esas cosas se hacen así; él cuanto pudieran averiarme y héme aquí ahora usted verá. metido en idéntica faena que mi vecina, sin Y diciendo y haciendo, arrebató áTrabu embargo de no haberme pasado por la ima co la copita de vino que me traia, se dirijió ginación la idea de levantar altarito á nin al altar, lo despojó de un ramo de albahaca, guna cruz. cojió sobre una mesa un pedazo de panetela En medio de aquella barahunda sobresalía y dando el brazo á ña Bríjida, gritó: él, la voz de ña Bibijagua, la cual, como un ca —A señores y sin esperanza/ pitán buque, terrible, de -mandaba la maniobra di Mameluco era un ser lector. - ciendo: A su grito de guerra se me acercaron to — Jala por aquí! ¡Tira por allá! ¡Eleva de dos exclamando: sí, si, aquel lado! ¡Cuidado no te machquues un —¡Sí, que le toque; que le echen el

deo! ¡No rajes! ¡Sube más! ¡Baja un poqui ramo! ¡Viva el padrino de mañana!

to! etc. —¡Viva el padrino!

Llegó la noche. A todo esto, ña Bibijagua me introducia

Un torrente de luz salía por la ventana y la copita de vino en la boca, Mameluco no puerta de la casa de mi vecina. me dejaba resollar con el ramo, el cual ha

se frente, y Los transeuntes detenian á su bia colocado en mis narices, la linda tri contemplaban y alejaban el cuadro se mur gueña me chorreaba el chaleco con la pane murando: tela empapada en vino. —Un altarito de cruz. Medio atolondrado pude ponerme en pie

Preparéme convenientemente y fiel á mi y grité como pude:

promesa, me trasladé á la morada de mi ve -Merindo: haré lo que ustedes quieran.... quien pude patio cina á encontrar en el ro -¡Viva el padrino me interrumpieron. deada de varias lindas muchachas y otros -Gracias, señores, mil gracias, añadí mi muchachones, pla tantos formando con sus rando de la mejor manera que pude, á Ma REVISTA MATANCERA. 13 meluco y á ña Bibijagua, á quienes hubiera La Música Popular. espachurrado de buena gana Mañana me to ca á mí y procuraré dejar á ustedes compla cidos. Cada pueblo del universo tiene ciertas Se restableció la calma, todos volvieron á melodías características que le pertenecen del mismo modo que su idioma; que se ajus su puesto, ménos ña Bibijagua que se sentó tan á sus recuerdos y tradiciones, y que á mi lado y me dijo: re progreso y —Vecino, todo entra en la diversión. sisten al á las innovaciones del arte. Dichas melodías tienen un marcado sabor Estas cosas, no cuestan mucho sabiéndo que facilmente, manejar el pandero. nacional las hace reconocer por podrá Mañana hablaremos y quedará arreglado lo cual nadie confundir un ranzt de vacas con un canto polaco, una seguidilla el asunto, porque para eso me pinto yo sola. español inglesa, Lo demás que sigue lo verán los lectores ó bolero con una melodía ó guajira y de la REvISTA MATANCERA, el domingo ve una décima con un aire aleman nidero. - vice-versa. origen aires, Hasta entonces queda á sus ordenes En cuanto al de estos es im posible indicarlos de una manera precisa. FAJARDO, F. ROMERO Algunas veces proceden de canciones mi litares, compuestas en celebración de algu —-e-e-e na acción de guerra célebre; tales fueron en Francia y aun en España las canciones Cantares. en latin vulgar rimado conocidas con el nombre de canciones de Gesta, y en los tiem . Tus dulces pupilas, pos modernos la popular Mar sellesa y el ¡Cuánto encanto tienen! entusiasta Himno de Riego. y alegre Pues cuando me miras risueña Las costumbres de un pueblo, sus ereen que pecho Siento en mi cias, su idioma, el clima, su entusiasmo reli Un volcan encienden. gioso, y la naturaleza de suelo, son influen cias diversas cuya acción se hace sentir po Tu afable sonrisa derosamente entre los aires populares. que Es beso envuelve Y en efecto, es sumamente fácil reconocer Ternura, modestia, candor, inocencia. el de un pueblo sensible al ritmo y á la Por eso te adoro armo fa en los boleros y fandangos españoles, Cuando estás risueña. v en nuestra cadenciosa danza cubana; suce diendo lo contrario con los aires chinos tan talle elegante Tu poco armónicos y tan desprovistos de ca Flexible y esbelto, dencias. tanta gracia, tanta gentileza, Tiene Como nuestra idea es lanzar una lijera mi Que parece palma rada á los aires populares de algunos pue Que el céfiro mueve. blos, procederemos por partes para evitar la confusión. Tus menudos dientes Como es natural, daremos el sitio prefe. y perlas, De marfil rente à las de nuestra tierra aunque sin ex en grana, iguales y bellos, Envueltos tendeanos mucho por no permitírnoslo el Hacen de tu boca es pacio que disponemos. Un nido de besos. de Aunque sc conocen y ejecutan en esta Is la todos los bailes modernos prepondera so Por eso ángel bello bre ellos eclipsándolos, la irresistible danza Te canto, te quiero. cubana y el arrebatador danzón, variedad de Porque eres hermosa, porque eres modesta, la primera, cuyos compaces son ménos vivos Porque eres cubana, y más cadenciosos. Porque eres discreta. La danza no es otra que la antigua contra danza española, modificada por el clima L. N. LOPEZ. cá lido y voluptuoso de los trópicos. Su música -e-e-«B es de un estilo peculiar; y tanto, que quién la ha oido, aún iniciado, en vano intentará - 4 REVISTA MATANCERA. y y tocarla, aunque la tenga perfectamente es. en las cuales expresan sus pesares ale crita. grías, al són del melancó ico tiple, durante

Consta de dos partes, cada una con ocho el silencio de las apacibles noches de nues compases de dos por cuatro, formando por tras tierra.—(Continuará.) la repetición de aquella el número de trein R. J. DE PALACIO. y ta dos. 1883. En las dos primeras, música y baile tienen menos expresión, como si el cuerpo y el al —-e--->-- — ma se mostrasen reacios al placer; pero en el sostenído y sedazo que corresponden á la A una vieja verde. segunda parte de la música, esta es retozo. y picante, ya triste, ya alegre siempre na y Sin flores y sin frutos, árbol sec pasionada. a En medio del jardín hermoso y ric, Las parejas se mecen entonces con coque Veneración acaso de algún mic encantadora, y teria bailan con el corazón Que de noche moró tu tronco huec. tanto como con los piés. Nuestros músicos se pintan solos para

Con parásitos mil tu tronco entec componer danzas, las que hacen sobre los

Adornas cual jitano su borric temas de algunas óperas favoritas, de cantos Enfermo desde el anca hasta el hocic inventados por el vulgo, y aún de los pre (Y al compararte así, galante pec) O gones de los vendedores y dichos de los ne gros; de donde proviene que la mayor parte

Sin duda al contemplar mi númen flac de las danzas tengan nombres estrambóticos,

De elojios mil te imajinaste objet tales como El Oso, El Vambú, La Guabina,

Y un verso la pediste currutac La Bendición ño José, El Chicharrón, Los Chinos, etc. etc.

Pusísteme un momento en grande apriet Apenas se estrena una danza, lo que su

Pero un mal vate puede ser buen tac cede muy amenudo, aumentan con ella su

Y... ahí tíenes la andanada que te espet. repertorio los órganos ambulantes que lo to

can por las calles, día y noche y entonces J. G. VILLA. es de ver como niños y niñas, hombres y mujeres, se contonean en las sillas ó sobre —-9-e-9 los piés como arrastrados por un impulso Un beso. (y) mágico; en fin la “Danza Cubana” ha dicho un escritor, puede sentirse pero no descri Palpitante de amor, ébrio de dicha birse. que la ha bailado una vez, pospo El y Y delirante ciego, ellas, y ne á todos los demás bailes esto ex Pues eres ángel, díjele, bien mio plica como nuestra juventud pasa noches Déjame ver el cielo. enteras bailando una misma cosa, cómo una danza dura cerca de media hora y como de Formó el rubor dos rosas purpurinas cién concurrentes se sacan ocho parejas á En su rostro hechicero, para rigodónes, cuadrillas, lo más bailar lance Míe miró cariñosa, y dulcemente ros, etc., hay cuarena, dispuestas cuando Bajó los ojos lu-go. para la danza. figuras Antes se variaba de como en la Mi rostro acerqué al suyo.... me embriagaba contradanza española, pero en el día la ju Su perfumado aliento; ya

fijado las citadas, ventud se ha en cuatro Busqué sus labios... y creí morirme y ó sean paseo, cadena, sostenido sedazo. De dicha en aquel beso. La danza cubana va siendo conocida en y Europa se baila mucho en Madrid donde ¡Qué momento tan dulce aquí en mi alma

es distinguida el con nombre de Habanera. Aún late su recuerdo;

ligera de Para terminar esta reseña los Aún me quema los labios el contacto

de país, en aires nuestro no hecharemos ol De sus labios de fuego.

vido, el picante zapateo las lindas guara y guajiras 6, - a chas las bellísimas décimas con las c. a 4 J. A. FORN , que campo obsequian á amadas, los del sus 188o - º * . A.- ..- º º -e REVISTA MATANCERA. 15

de la moda. Revista frousseau de desposada de un gusto esquisi

to, sobresaliendo por su elegancia dos ves Madrid 1883. tidos para bailes: en uno la falda asemeja té, Os vamos á hablar amadas lectoras, de un enorme grupo de rosas de el cual se

el de la que un precioso traje de bodas que hemos teni ensancha sobre delantero falda

es ó cola, do el gusto de ver en estos dias. de raso blanco mate sin brillo. La y Es un vestido de raso blanco, adornado bastante larga, está igualmente a dornada,

con bullones de tul bordados de plata, y que todo el traje parece una cesta de rosas. y hace recordar por su magnificencia uno de El otro, es de raso de color de paja, el ta y aquellos trajes que vestian las heroinas de lle el contorno de los hombros se encierran

en las alas abiertas de un gracioso pajarillo, y las mil una noches. La cola, bastante larga, y

y segundo parece que recoje plega estaba igualmente bordada de plata, cu otro los y bierta con un manto de corte, sembrado de dos encajes de la falda. y biés de margaritas ricamente bordadas ”. y de plata, envolvia todo el traje un ancho

Como para traje de visitas de confianza, y prolongado velo de punto de Alenzón, os recomendamos amables lectoras una fal como vaporosa nube. >: da guarnecida de encajes crudas, las cuales

se colocan sobre un gracioso plegado de su ya Al lado del descrito, vimos, sin duda rach verde mirto, túnica abierta, también de

dedicado también a la misma novia, otro surach verde sembrada de flores brochadas,

preciosísimo traje de camino ó de viaje. y género Aompadour echarpe, paniers y pouf

Era de terciopelo blanco frapé con el cor

de surack liso: cuerpo de igual género, de y y piño de terciopelo liso; fruncidas plega

peto, con camiseta fruncida por delante de

das en las caderas dos graciosas alas de y la misma tela cuello alto.

raso, caian hasta el borde de la falda, lijera º", mente drapeadas.

el gusto de Tuvimos también admirar una Las modistas de Viena superan hoy en

pequeña que de ir manteleta habia colocada mucho á las de Madrid: Confeccionado por

de hombros, que tal modo sobre los de aquellas hemos tenido ocasión de admirar

jara el talle en descubierto. Estaba bordada un traje delicioso de paseo. y de perlas finas se cerraba hácia el pecho Es de surach color pan tostado; la falda

con un ramo de flores de azahar. y está plegada en toda su extensión la túni

«". ca semeja cuatro puntas drapeadas de matiz más claro.

Mucho se usan los grandes abanicos, los

Completa el traje, una chaqueta de paño

vestidos de seda cruda ó de raso de algo.

color también de pan tostado cerrado al cue y dón, capelina de paja de color crudo ador y llo con un solo botón abierta sobre una y nada de flores encajes. Los sombreros se

una chupa brochada de los dos colores del y llevan algo grandes de un tejido tan grue. y vestido: un sombrero de paja tostada con so, que cada filamento llega á ser hasta del y alas forradas de terciopelo adornado de y ancho espesor del de una cesta. Desfavo

campanillas azules y botones dorados. recen completamente los rostros más bellos. S. ”. M. DEL P.

Voy á daros una pequeña idea del lujo y que hoy se desplega en todos los puntos —«9-«-3

en todas ocasiones. Hemos contemplado un REVISTA MATANCERA.

IMCISCIETL. A. NTTE. AL En la Quincallería La Miscelánea, Ricla número 62, encontrarán nuestras amables y Como verán nuestros lectores, en el pre graciosas matanceras los artículos de perfu siguientes. sente número comienza á ver la luz pública mería Esencia Acuérdate de mí. — Porte. Vetne de en la REvisTA MATANCERA el trabajo de la E. D. Pinaur.— Dooble Exfrai/ D“Ambre. lustrada escritora Sra. Catalina Rodriguez Triple de Morales, titulado Impresiones de viaje, el — Extrat Sándalo de Guerlaín.—Ja cual llegó á interesar tan vivamente á los bón Brisas de las Pompas de Pinaud.—Ja Duquesa lectores del periódico que con el título de bón de La de De Marzón Chete A2/ Album dirigía dicha escritora, que aún blat.—Jabon de Baleius de Guerlain.—Pol Cipris deploran aquellos no haber podido vos del mismo fabricante.—Polvos - saborear lo hasta al fin. Sarah Bernhard de A. Reverchón.—Polvos Veloutée de Agnel,—Polvos de *: Riz Anthea 2: xk de Roger. " Todos estos perfumes se encuentran de simpático y querido amigo jo A nuestro el última moda. ven poeta Byrne, vemos que no le agrada ”. nuestro gusto sobre el sombrero de plumas, flores y frutas; pues desde la sección de su Según nos ha dicho el eminente y filósofico cargo en el periódico El Pueblo, me dice poeta Yumurino Antonio Hernandez Ale que me dará una chifla de padre y muy señor mán. comenzará á ver la luz pública en esta mio, si llegaba á estrenarlo, más por temor ciudad, un periódico que con el título de Eu á eso, he desistido, aunque con mucho pe Yumurino Poético, dirigirá dicho nesciente. sar, de mi idea; y ahora que escuche. Las Musas y las letras patrias estan de enhorabuena. Mi queridísimo Byrne: Y yo con mi voz laudina Después que leí con calma Te saludo, caro amigo, Vuestro sueltecito grato Deseándote en la empresa En que usted mi gusto tacha, Prosperidad y buen tino. Preso me encontré de pena Conseguirás lo primero Y de agitación extraña, Si no fias, Erudito ....” Al ver que no quiere que use Pon en la primera plana, El sombrerito de marras. «Gaballeros, yo no fido.» pregunto, ¿Será envidia? me :k ¿Me hará tal vez mucha gracia x 3k

Dicho sombrero con plumas, SAS, y SRITAS.SUSCRITASA LA REVISTA MATANCERA. Y con flores en las alas? sé, pero juro No lo lo Sra. Matilde Dally de Martinez.—Seño alma, Con toda la fé de mi rita Luisa Sarragoitía. —Sra. Juana Rosa ya compro Que no el sombrero Alazoabal de Roque.—Srita. Hortensia An Por ahorrarme la chifiada. dux y Piqué.—Srita. Caridad Navarrete.— ”. Srita. Emelina Sabater.—Srita. Francisca Milián.—Srita. Eloisa Garay.—Srita. Juana Tenemos el gusto de dar nuestra más cor Bannetyne.—Srita. María Levatard.—Sra. enhorabuena, y dial á la modesta estudiosa Clotilde Balmes de Arias.—Sritas. Barreau. Srita. Digna América, y á su respetable y —Sra. Caridad Fritot de Haugton.—Sra. virtuoso padre D. Carlos del Sol; á la pri mera, por la honrosa nota de Sobresaliente Carballo de Verrier.—Srita. Concepción que obtuvo en todas sus asignaturas; y al se Roque.—Srita. Laura Romero. gundo por orgullo que el natural debe ex (Continuará.) perimentar todo padre que tenga una hija tan digna como Digna. x: 2: 3: ImprentaGaleríaLiteraria,Ricla 3.—Matanzas. REDACIÓN Y ADMINISTRAM, SUSRICONMENSUAL. S. JUAN BAUTISTA 12. o En Matanzas . . . $ 1 B. B. Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas., I-3o, , , \A WA SN W./

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades. DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, José Alfonso Forn.

AÑO 1. DoMINGo, SETIEMBRE 23 DE 1883. NUM. 3.

t:ºr s"C"n.4t-A-Feiro de los moscos, la estrechez del camarote, la .—. E”—, — º y - - colaboración.—Páginas íntimas,---por de la angosta cama, las Cuadro de Catalina incomodidad contí (poesía) por Rodriguez de Morales.—El mejor B. nuas murmuraciones de los pasajeros que Byrne.—La música popular, por R. J.ºde Palacio.--A***, (Aoesía) por Rafael Otero y Castroverde.—La coronade es jándose de las picadas de los moscos, y el pinas, por J. A. Forn.—En el álbum de la Srita. María T. que bordo, Maza, (poesía) por R. J. de Palacio.- Revista dela moda, llanto de una niña iba á me te por Cora.—Miscelánea, por Leopoldo Reyes...... nían sonámbula. - A las seis se suspendieron las camas que CUADRO DE COLABORACION. ocupaban el salón y nos pusimos todos á gozar de la bella mañana que se ofrecía á Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma nuestra contemplación. Lopez nuela (//abana.)—Srita. Flora Garmendía.— buque ya y panora Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. /saura.—Srita A. El iba en marcha el ma de la tarde anterior tornó de nuevo á J. P. (Graciella.) Paris. Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Nicanor desplegarse ante nuestra vista. A Gonzalez—D. Vicente A. Tomás (Próspero David.) Flores perfumadas, rompían sus misterio Miguel —D. A. Lavastida.—D. José G. Villa.—D. sos broches al primer contacto de los dora Sebastian A. de Morales.—D. Bonifacio Byrne.— rayos sol, y pájaros cantaban, y D Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio dos del los Lopez (5 acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefon un airecillo fresco y saludable hablaba al so Estrada y Zenea.—D. Leopoldo Reyes.—D. Ro corazón y lo hacía extremecer de gozo. Pa mualdo Isaac.—D. Ambrosio V. Lopez.—D. Loren recióme entonces que había salido de una Lopez.—D. zo Rafael Rossi. (Cárdenas.)—D. Rafael pesadilla y que me encontraba de nuevo en Otero. (Madrid.)—D. Emilio Valdés Sotoca. (Bar ese mundo de armonías y de apasionamien celona.)— Sidi Mahomet. (Habana.)—D. Fernando que halaga que Garcés. (Méjico.) ...... - tos tanto la mente del sabe -9-e-«D sentir. A poco rato se presentaron á la vista los Impresiones de viaje. renombrados cocodrilos, que dejando las aguas del rio permanecían inmóviles en las EP-Á-arr T-A-s ín Tºrrin.c-A-s riberas, como si fuesen ellos los genios de POR. aquellas linfas, que meditaban los misterios CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES. de sus soledades. Algunos de éstos, de in II. menso tamaño, yacían con la boca abierta, recojiendo los rayos solares. Los había de Al siguiente día amanecimos todos mar todas dimensiones, algunos hasta de cinco chitos porque no habíamos podido dormir. metros de largo, tan inmóviles y tan apiña

aquella sí, Noche de ansiedades! ¡oh cada ho dos entre que semejaban montones de

ra parecía un día de tormentos. Jamás ha maderos viejos abandonados á la incuria del

bía yo deseado con tanto afán la venida del tiempo: Muchos de éstos, al aproximarse el calor, alba. El sofocante el canto monótono buque, abandonaban su reposada inmovili - I8 REVISTAMATANCERA.

dad y se arrojaban al agua levantando olea; tadas á pequeños trocitos y envueltas en das; mientras que otros, familiarizados yá en hojas de bihai, ó plátano silvestre. con el espectáculo de los vapores que por El bocadillo de Colombia no tiene rival: allí navegan, permanecían en su tranquila es como el níspero de Curazao, como el posición y ni aún siquiera cerraban sus des mango de la India, como el chocolate de mesuradas bocas. Así podíamos contem Soconusco, y como el cajuil de Santo Do plarlos mejor; más ay! ¡cuánto miedo ins mingo, que tampoco tienen competidores. pira el pensar, que el sér humano que caiga Larga tarea sería enumerar los artículos en aquellas aguas- hallará desesperada y útiles y los bellos productos de la industria, pronta muerte entre los duros dientes de que se ponen á la venta en las ferias de tan monstruosos anfibios. Magangué. Nadie que navega por el Magdalena, de Para dar una idea de la importancia de ja de pensar muy sériamente en ésto: las se aquel mercado, solo diré, que en toda Co ñoras que llevan niños van siempre aterradas lombia se ocupan de dichas ferias constan y no los pierden de vista ni un solo instante. temente; apenas concluyen unas, yà están El mismo día 25, llegamos á un pueble preparando las otras. cillo llamado «Magangué» que se halla si Nuestra nave estuvo una noche detenida tuado en la ribera izquierda del rio: esta po. ante aquel pueblo, que parece tan misera blación en apariencia nada vale; unas cuan ble, y sin embargo, para él se dan cita dos tas casas y una iglesia de pobre y antigua ó tres veces cada año tantas riquezas y tan construcción, forman el paisaje principal; variados primores. pero en este Yugar se celebran unas férias Partimos á la siguiente mañana; aquel anuales, en las cuales corre mucho dinero y día se pasó amenizado por los paisajes que se venden artículos de todas clases. Fami ofrecen los corpulentos cedros, las quinas, lias hay en Colombia, que libran la subsis los nogales, las ceibas y los guayacanes que tencia del producto que en esas fiestas pe bordan las pintorescas riberas de aquel rio, riódicas les dejan sus mercancías. rica arteria del comercio de Bogotá. Cada cual lleva allí lo que tiene; desde Llegamos por la tarde á otro pequeño ca las defectuosas porcelanas de Bogotá, hasta serío situado más adelante, sobre la misma las piedras más preciosas de todas partes, ribera del Magdalena. Aquí empieza yá la encuentran salida en aquel mercado lleno de pante salvaje del cuadro, ó sea la entrada comerciantas, que en esos dias van, unos á en las aguas recias, (como dicen en el país.) comprar, y otros á vender. A nuestra llegada empezaron á salir de Esa es la hora de hacerse por poco dine aquellas miserables barracas, las familias ro, de bellísimas esmeraldas de Muzo, de indias que las habitaban, y se acercaron á aves y pájaros preciosos; turpiales, pajuiles, la orilla hombres y mujeres, cuyo aspecto guacamayos, toches, loros parlanchines y me llenó de honda tristeza; vestían lo más monos de cuantos existen en Colombia, lijero posible, y este escaso vestido se com desde el diminuto Mídas ó titi, que se ven ponía de harapos súcios y mal traidos: los de por una peseta, hasta el zancudo mari Diés descalzos, ó cuando más unas alparga monda ó Coaita, cuyo valor más alto en día tas toscas y trabajadas en el país, les cu de buena venta, no pasa de dos pesos. Por brían á médias. Este es el calzado que usan otro lado se ven los finísimos sombreros de los indios de Colombia; llevan las cabezas, Antioquía, de los cuales el más fino apenas en extremo desgreñadas; tal parece que el si pasa de cinco ó seis pesos en oro: tabaco peine jamás ha penetrado en ellas; sin em de Ambalema, que es el mejor de la repú bargo, entre aquellas greñas de las mujeres, blica: esteras variadas y más ó menos finas, se ostentan siempre ramos de vistosas acá que según sus delicados tejidos y bellos la cias rojas ó amarillas, de rosas francesas, y bores Alas emplean para poner delante de las de las gerstroemias rosadas y moradas, que camas y aún para acostarse sobre ellas. también se dan en el país. También las usan para viajar por el rio y en El bajo pueblo de Colombia delira con algunas casas no se desdeñan de colocarlas las flores y sus mujeres las usan en la cabe en el estrado, en lugar de alfombra. za áun cuando el cuerpo esté cubierto de Allí se vende mucho el delicioso bocadillo, harapos. que es un dulce ó confeccionada de Aquellos indios de ambos sexos, por su conservas de guayabas,¿.dè limón, etc., cor desaseo, por lo tosco de sus facciones y por REVISTA MATANCERA. 19 la supina ignorancia en que viven, no dejan —Castillo, ni joyas tengo, nada que envidiar á los séres más salvajes Y mi labio no contengo de la Creación. Que es inmensa mi pasión— Poníame yo en silencio á contemplar Dijo el tercero:—yo vengo aquellas desarrapadas hijas de Eva, con sus A darte mi corazón. pies en forma casi redonda, con sus labios belfudos y agrietados por la chicha, cou sus Como la púrpura roja brazos fornidos como los de un gañan, y con Y temblando, cual la hoja su infinito indiferentismo por la civilización, En el árbol, los oyó: y decía para mí «Dios mio! ¿Y esta es una Luégo en los brazos se arroja mujer?»—Oh! mientras estuvimos frente al Del último que le habló. pueblecito aquel sin nombre y sin historia, necesité mirar muy á menudo al cielo para así le dice—te adoro! consolarme con su aspecto cristafino y her Y ll OSO. Que no me seduce el oro, quiero mansión, Preciso es ir con cuidado por aquellos ve Ni rica ricuetos, porque las culebras venenosas se Desde que tengo el tesoro ocultan entre las ramas y pueden dar un De tu amante corazón! susto al inexperto viajero. ¡Ah, qué breñas, B. BYRNE. qué incuria, qué abándono. En aquellas mí 1883. seras cabañas no pidáis ni de comer, ni de beber, ni cama en que dormir, porque nada -9-e-«E encontrareis: en ellas no hay más que el te cho, algún banco de madera roto y sucio y La Música Popular. alguna mesa desvencijada; muchos moscos, una tabla por cama y un garrafón de chi (AFinaliza. ) cha. (*) Aunque en España, por lo general, se usan toda clase de bailes importados del (*) Bebida hecha de maíz fermentado. extran gero, sin embargo, cada una de sus provin -e-e-e cias ha conservado sus aires característicos, como lo prueban, en Madrid los bulliciosos fandangos y y El mejor presente. boleros llenos de animación de gracia. En la Mancha, las lindas seguidillas; en Asturias, la cadenciosa giraldilla; en Ga EN UN ALBUM. licia, la muñeira; en Aragón la popular fota aragonesa; en las Provincias Vascongadas, La castellana consiente los bellísimos zortzicos; y por último, en An En corresponder fielmente dalucía, las poéticas playeras, el jaleo, las peteneras y malagueñas. A la amorosa pasión, las y guerreros, De quien le ofrezca un presente Como cantos nacionales te Digno de su estimación. nemos la Marcha real y el Himno de Riego. En Venecia, las encantadoras barcarolas son compuestas por los gondoleros que se Llegan ante su presencia las trasmiten de padres á hijos; estos compo Tres hermanos, y clemencia sitores, que deben toda su ciencia á la Na Le piden con ansia loca; turaleza, se pasan amenudo las noches en Yà oir se aprestan la sentencia teras en sus barcas, cantándolas con aires Que pronunciará su boca. llenos de melancolía y repitiéndolas alter nativamente de manera que cuando uno de ellos, deja de cantar, se eleva de la barca —Yo te ofrezco mi castillo vecina una voz entonando la estrofa siguien Dijo el hermano mayor, te á la que el otro ha cantado. Y el segundo:—Yo un anillo, Al génio de los pescadores napolitanos es Que despide tanto brillo á lo que debe Nápoles muchos de sus can Como tus ojos fulgor. tos populares. 2O REVISTA MATANCERA.

especialidad, Dos de ellos con merecen uno de los bailes que se la pasado á la ca mencionarse, y Saltarella, la 7ar antela la tegoría de universales.

ambos bailes, en extremo animados y gra Los aires populares de Inglaterra ofrecen C1OSOS. menos interés. Uno de ellos, sin embargo, pescadores napoli Las canciones de los ha sido justamente celebrado God save the

y gondoleros y tanos las de los venecianos Áhing, plegaria llena de fervor de energía estan estendidas por toda Italia. La invención de las baladas escocesas es Algunas populares veces las melodías son atribuida á Jacobo 1º, rey de Escocia; este debidas á la forma y á los accidentes del príncipe. fué celebrado como poeta y como suelo sobre el cual han sido creadas: tales y músico esparció por su reino gran número son en Suiza los rantz de vacas. de melodías, muchas de las cuales subsiste

propias país y Estas melodías son de un todavía algunas de ellas han tomado montañoso como lo es la Suiza. el nombre de los pueblos, montañas etc. Ejecutadas correctamente en un salón las donde se cantan. canciones suizas, son poco agradables, pe Los cantos nacionales de Francia son nu

lagos y y ro á las orillas de los en medio de merosos variados, los hay de caza, de las rocas de los Alpes, adquieren una ex baile, guerreros dulces villancicos, y cuyo presión indéfinible, porque de encanto son orígen es enteramente desconocido. que propio y cantadas con el acento les es Entre los antiguos merecen celebrarse, la

el viajero, encantado de escucharlos y casi famosa canción de Rolando que toda la

sorprendido proceden y no sabe de donde Francia ha repetido cuyo orígen se pierde aquellos que repiten sones melancólicos se en la noche de los tiempos: Viva Enrique /V vagos de roca en roca como ecos. y Charmante Gabrielle.

A imitación de los pueblos del Mediodía, Los lais ó endechas de los trovadores Rusia, Inglaterra, Irlanda, Polonia, Suecia y provenzales los romances de los gaiteros y otros pueblos del Norte de Europa, tie gascones, estuvieron muy en moda en Eu populares. nen también sus aires ropa durante los siglos XV y XVI.. Polonia, dunkas, sobre todo tiene las ro De los modernos llaman la atención, el y y que tie mances llenos de melancolía no Cairá, la Carmañola la Marsellesa, Esteúl

nen otra comparación que con los cantos timo es sin duda el más digno de mención; y la se se suecos, polonesa que canta y baila es la expresión enérgica de la indignación y

al tiempo, la krakoviana, de mismo aire can de la cólera de un pueblo al mismo tiem ya y

to de de alegría; la baile lleno mazurka po una de las más bellas inspiraciones mu y casi estendida por todo el mundo, multi sicales conocidas. de tud melodías que los polacos aman apa Este admirable canto donde el sentido sionadamente. sería ininteligible sin el socorro de las pala más célebres dunkas, son muerte Las La bras es debido á Rouget de l'Isle. y

de Gregorio, El cosaco, adios del La vecina Finalizaremos diciendo que no es sola la ALas Lilas.

Europa la que posee cantos populares.

También Rusia posee aires populares, de También en América los tenemos, como

el Yankee los cuales son dignos de mencionarse, las lo prueban en los Estados Unidos y y

unas, de romances llenos de tristeza una y Doodle; canto lleno de energía de expre poesia salvaje, pero y dulces melodiosos: La sión: en Méjico el popular Jarabe, el Zººº.

de runas, es la que se más renombrada las y de tío, el Butaquito, Mano blanca otros; titula, viento; Las barcas del romance refe múchos de los cuales no hacemos meación al de rente nacimiento Jesucristo. en honor de la brevedad. Las melodías irlandesas, son igualmente Dejaremos para otra ocasión la enumera y

dignas de se en atención dividen dos cla ción de los demás aires populares, para no y

ses, que se unas bailan lentamente otras extendernos más, así es que con el permiso

que se de efectuan con un movimiento lleno de los lectores, haremos aquí punto final. vivacidad, siendo ellas, las que amenudo

RAMóN J. han servido de tema, á las fantasías, noctur DE PALAGIO. y nos duos de nuestros compositores. 1883.

También Alemania posee multitud de y aires, de canto baile, pero sobre todos y ellos prepondera el suave cadencioso vals, REVISTA MATANCERA. - 21

A ***. Esta suspensión de hostilidades se cono ce en la historia con el nombre de Azz de Bellos sus ojos el azul retratan los Pirineos. En su mirada cariñosa y tierna; Felipe cuarto, al separarse del Rosellón, Sus labios de coral ocultos guardan había llenado de desesperación a los habi Dientes más blancos que las níveas perlas. tantes de tan deliciosa comarca, los cuales Esbelto el talle, su cabello rubio habían aprendido, bajo la pasada domina Desciende en blondas y abundosas hebras, ción francesa, á aborrecer todo lo que lle Y á los impulsos de Favonio errante vase aquel nombre. - En su cuello gentil gracioso ondea. El hecho del que nos vamos á ocupar es ¿Será esa rubia mi ilusión divina? una prueba palpable de esta justificada aver ¡Oh nó; no es ella. sión. Negros y puros, límpidos, brillantes, Villafranca del Conflent, es una pintores Esos ojos mi bién amor revelan; ca población, que bañan acariciadoras, las Es tu mirada como el fuego ardiente; rápidas corrientes del Tet. Es tu sonrisa mi esperanza bella! Dormida bajo la sombra del viejo casti

Es tu talle mi amor, como los juncos llo que edificara Guillermo Raimundo, con

Que se mecen airosos. La palmera de de Cerdaña, parece una tierna virgen

De verdes hojas y penacho erguido descansando tranquilamente bajo la vigilan y No te puede igualar en gentileza. cia cuid dos de un padre ó de un amante. y Tienes el talle de la indiana virgen, Como al extremo de la población ba El inquieto mirar de la gacela. ñada en sus cimientos por las cristalinas

Las gracias á tu talle entrelazadas ondas del río, se levantaba en aquella épo

Aumentaron en poco tu belleza, ca una linda casita habitada por la familia Que nada pueden conceder al ángel de los Llar. Que es el conjunto de las gracias tiernas. Cuatro eran los miembros de ella: D. Car

Dios en tus ojos colocó bondoso los, Doña Ana, Inés y Francisco. Estos dos

El divino fulgor de las estrellas; últimos, hijos de los primeros. En tus labios la púrpura de Tiro Era Inés una preciosa morena de ojos y Unió con los perfumes de la Grecia, ardientes negros como las tintas de la no

. Y para darle el tinte más hermoso che. Su bello rostro, lo hacían aún más he A tu eburnea y undosa cabellera, chicero, dos graciosos hoyuelos, que cual A la noche quitó su negro manto, nido de besos, ostentaba en sus frescas me Su triste luto, su tiniebla eterna. jillas. y ¿Serás ¡oh virgen mi ilusión divina? Su boca era una fresa trás ella se admi

Tú eres ¡oh virgen mi ilusión más bella. raban, como una cinta de luciente nácar, RAFAELOTERO CASTROVERDE. sus menudos dientes.

Su cabellera, más negra que el ala del Madrid. cuervo, era hermosísima. y Nada más encantador bello que su abul y y -9-e-«0 tado seno, su delicada breve cintura las y pronunciadas, esbeltas ardientes formas de La Corona de espinas. sus caderas.

Poseía uno de esos corazones de fuego, . LEYENDA HISTóRICA

en los que la pasión reina como dueña ab

-A- la srita - Corn cerociózn. E- r. orpez soluta, anteponiéndose á toda razón; uno

de esos corazones que no comprenden los

y que por Corría el año de 1674. términos medios llevan lema estas

Suspendidas algunos años atrás las hos palabras: ó todo ó nada. tilidades entre Francia y España por el ca Inés tenía quince abriles. samiento de la infanta María Teresa con el Su hermano Francisco era un arrogante rey Luis catorce, la hija de Felipe cuarto, joven de veinte años, valiente como un y llevó al de Francia en dote, el Rosellón, Aquiles, patriota como un Guzmán deci gran parte del Conflent, otra de la de Cer dido como un Cid y daña, el Artois, y algunas posesiones de Adoraba á su hermana su mayor placer

Flandes. consistía en satisfacer sus caprichos de niña. 22 REVISTA MATANCERA.

Soñaba para ella, con una corona y des un beso. Ya que lo quieres me llamaré.....du de muy niño, siempre le decía: quesa de las espinas...., y después echaba á —Oye, Inés: yo seré un día grande y po correr riendo como una loquilla del efecto deroso, y ese día ceñiré á tus sienes una co que causaban á su hermano sus palabras. rona de duquesa. Así fueron creciendo y la idea del joven La niña sonreía siempre que le oía decir de ofrecer á Inés la prometida corona, se palabras semejantes y pagaba su solicitud formalizaba y llegó á ser su ambición única; con un apretado beso. pero ella también con cierta formalidad, Era una bella tarde de primavera. contestaba siempre. El Tet, como una cinta de plata se desli —Sí; me la darás de espinas. y límpida zaba murmurando su corriente (Continuará.) que besaba mansamente los rosales en su J. A. FORN. margen crecían. Inés y Francisco, enlazados del brazo pa —-9-e-e seaban por sus floridas orillas; el uno orgu En el album de la señorita lloso y fuerte, la otra risueña y displicente. MARIA T. MAZA. De pronto el niño se desprendió del bra zo de su hermanita, y corriendo hácia un hermoso rosal, arrancó varias flores, formó Como guarda en su caliz aún cerrado perfume azucena, con ellas una linda corona de rosas y corrió Su la cándida lijero hacia Inés. Como guarda el botón aún no formado que abrirá, La miña se había sentado sobre el césped, La rosa de olores llena. y distraida, no notó á su hermano, quc lle gando de puntillas, le colocó alegremente Como encierra la copa cincelada sobre las sienes la corona que para ella ha El precioso licor de la ambrosía nacarada, bía trenzado, diciéndola: Y en su seno la concha —Ahí tienes la corona prometida. Las perlas que brillar deben un día. Inés lanzó un grito y Francisco se horro rizó al ver bañado en sangre el bello rostro Como guardan las cuerdas el sonido de su hermana querida. De dulzura sin par y blando acento El joven no había tenido la precaución de Como oculta su pena el cisne herido separar las espinas de las rosas, las que cla Sin lanzar una queja ni un lamento. vándose en la frente de Inés le arrancó aquel grito. Como guardan sus notas los laudes Anhelando encontrar la dulce calma Corrió Francisco al río y tomando agua en el hueco de sus manos lavó con ella el Así guarda tu pecho mil virtudes rostro de Inés, con inquieta zozobra. Que son ricos tesoros de tu alma. niña, ojos lágrimas La con los -llenos de R. J. DE PALACIO. le dijo: Setiembre 18 de 1883. —Ya lo vés; quieres para mí una corona y me la dás de espinas. -9-e-«B Despechado joven, después el de haber Revista de la moda. pisoteado las rosas, las arrojó al río excla mando: Madrid, Agosto de 1883. —Te he de dar una corona de duquesa. —De espinas, replicó la niña. Muy variados y elegantes, sé nos presen Desde aquella tarde, siempre que Fran tan en estos dias, queridas lectoras, algunos cisco le hacía la promesa de costumbre trajes que hemos tenido ocasión de ver en Inés le respondía con idénticas frases. esta corte. Los destinados á funciones noc. Francisco entonces se enfadaba y le repe turnas siguen un estilo qua es completamen tía enérgicamente. te nuevo y consiste en que la delantera fi —¿No me crees? Te juro que has de ser gura un gran ramo de rosas y todo el cuerpo duquesa. forma una verdadera canastilla de las mis La graciosa niña, lanzaba una alegre car mas flores, y las mangas y faldas armoni cajada diciéndole: zando con sus adornos forman un conjunto —Vamos, hermano, no te enfades, toma encantador. REVISTA MATANCERA. 23

Merece particular mención antre ellos en concha adornaba la falda corta, recogien uno que nos ha parecido bellísimo. Es de do la túnica en pouff y terninando el cuerpo raso color de marfil, adornado con rosas de en faldetas recortadas. La falda tenía una thé, camelias enanas y magníficos encajes quilla de surack gris con ramos azules y de blancos y de color crema entrelazados con lo mismo se componían las solapas y las mucho gusto. vueltas de las mangas. Los sombreros co :: rrespondientes á estos trajes son de paja gris que con encajes y flores. Las señoras han tenido la curiosidad >: de guardar los encajes antiguos están de en horabuena, pues ha llegado el momento de Hay un tafetán tornasolado llamado de ponche magnífico: utilizarlos en los trajes más ricos y esmera de un efecto se hacen dos, entre los cuales podemos citar el si con ellos trajes muy bonitos combinados túnica, guiente. Falda de seda cruda con muy poco con velos. De esto último se hace la vuelo, con anchos enoajes negros de Chan poniéndole las solapas del mismo tafetán tilly, otro encaje de igual anchura se abre de la falda, cuello y carteras de igual géne por delante en forma de paniers y termina ro y sombrero de paja verde-oscuro con plu hacia atrás bajo otros agrupados en forma mas negras y raso. de pouff: la chaqueta es también de encajes También se llevan mucho los vestidos y lleva forros de seda cruda y por la parte delantera ostenta como adorno una cascada blancos de lunares tupidos sobre fondo cla de lazos de cinta color verde-mirto, conclu ro, sembrado de lunas color de rosa de tres yendo en grandes lazados sobre los paniers. matices del mismo color, estos trajes son de Es precioso aunque también algo caro, si percal muy fino y se adornan con en cajes ligeramente se quiere que los encajec sean buenos. crema bordados de- color de >k rOSa. . # Os voy á dar una prueba más de lo que Todavía se halla en todo su vigor el rei hoy se usan éstos. Las faldas cubiertas de nado de las levitas largas que no son ni encajes son los vestidos obligados para tea abrigos ni vestidos, pero que han sido reci tros y casinos, prevaleciendo los géneros de bidas por las señoras con un entusiasmo que rayas pequeños; y menudas ó de cuadritos no justifica lo desairado de su forma, estos dibujos en combinación con las muse. linas de seda y los tafetanes de tornasol, for CORA. man un conjunto muy gracioso, que sientan muy bien á las jovencitas. En cuanto á los —-e-e-e colores se usan más los claros, y siempre combinando dos de ellos; por ejemplo, el IMCISCIETL A_INTETA-- blanco con el rosa, el lila con el blanco, és te con el azul y el lila con el morado: estos Con el fin de remediar el mal, si existe, trajes fueron en un tiempo la delicia de suplicamos á aquellos colegas que hasta el las elegantes y hoy obtienen el mismo favor, presente no hayan recibido nuestro humilde solamente que las guarniciones del mismo semanario, se sirvan decirnos, si han recibido que acompaña blanco, color al nunca se primero y segundo éste, unen en combinación con este. los números de pues si así no ha sido, culpa será del correo, >: que no nuestra. 3: Siguen llevándose los petos agudos y lar gos por delante y cortos por detrás. El pouff Conforme en un todo con nuestro apre se une al talle en estos vestidos y forma una ciable colega El Correo de la Zarde en las especie de túnica para dejar ver la delante líneas siguientes, nos complacemos muy mu ra del vestido muy adornado con volantes, cho en reproducirlas. lazos y encajes. Para niñas de diez à cator «El estudioso joven D. Francisco Dumás ce años no se hacen otros vestidos que de y Franco, hijo de esta ciudad, ha obtenido tafetanes rayados ó de velo, que es una es la nota de sobresaliente en todas las asigna pecie de gasa de lana muy bonita y ligera. turas del quinto año de Medicina y el pre Hemos visto uno de velo color gris, de lino mio en oposición de las de Medicina opera azulado: un plegado cuya cabeza terminaba toria y Clínica médica. 24 REVISTA MATANCERA.

Los padres de nuestros apreciables amigos He aquí el elenco de la compañía lírica Dumás, deben sonreir desde el cielo al con que ha de funcionar en el Teatro de Albisu, templar el sendero de honor y laboriosidad desde principio de Octubre próximo: que con sin igual constancia han seguido todos Maestro concertador y dircetor de orques

sushijos, no olvidando así los nobles ejemplos ta, Sr, Juan Savaglio. y sabios consejos que de ellos recibieron. Director de escena, Sr. Luis Cantarelli. Esta espontánea manifestación de nues Maestro de coros, Sr. Salvador Botticelli. tra alma responde perfectamente á la opi Primeras tiples, Señoras Adela Garbini,

pública, queridos amigos y nión nuestros.» Anunciata Pradesi, Elisa de Sauctis Edu x: vigis Pogliani. Primera contralto, Sra. Francisca Guidone. Ha sido encargado del reparto y cobro de Primeros tenores, Sres Enrique Giordano, este periódico, D. Rafael Lefont, lo cual manifestamos á nuestros suscritores. Federico Sala (catalán) y Emilio Pettenati. barítonos, Sres, Ciapi Además dicho Sr. admite suscriciones en Primeros Máximo y su morada, calle de San Juan de Dios nú ni Silverio Sossi. bajo, mero 93, Pueblo-Nuevo. Primer Sr. Atilio Buzzi. -

3. Bajo profundo, Sr. Antonio Padovani. Bajo caricato, Sr. Carlos Paoletti. Nos manifiesta nuestro querido amigo y Organista, Sr. G. Paticelli. compañero Fajardo, que Sr. Romero sus y Cuarenta cuatro coristas de ambos se ocupaciones impedido muchas le han con y xos, cuarenta profesores de orquesta cin tinuar su artículo de costumbre titulado: Un

co partes comprimarias.

altarito de Cruz, prometiéndonos, que dicha x. continuación verá la luz en el número pró.

el gusto de la X1IInO. Tenemos insertar sentida x= poesía del inspirado vate mejicano Joaquín

Gómez Vergara, la cual agradarà mucho á apreciable colega Nuestro é ilustrado E/ nuestros lectores. Liceo de Matanzas, organo oficial de la ci vilizadora sociedad de su nombre, ha sus EN EL PANTEON. pendido su publicación por algún tiempo, lo

Llorando, un aquí dejé á mi madre, que profundamente, por simpa día sentimos las Transido de dolor---- tías que nos inspiraba el estimado colega. La tarde estaba triste, sí, muy triste Deseamos que desaparezcan las causas Tan triste como yo. que le obligan á eclipsarse por algún tiem

Las campanas doblaban á lo lejos, po y que vuelva otra vez á ocupar el primer Y al ocultarsé el sol puesto en el estadío de la prensa literaria Doraba con sus últimos fulgores matancera, que de derecho le corresponde. De los sauces el fúnebre verdor. Esos son nuestros más sinceros deseos.

El viento susurraba entre las hojas Con tristísimo son---.

Damos la más cordial enhorabuena á Y los ramos de flores amarillas nuestro querido amigo y compañero el es Millanto marchitó. y tudioso joven Otto Meyer y Ulmo, por ha Con ella vine...... la dejé muy sola!

ber obtenido el honroso título de Bachiller Y lleno de aflicción y en Artes en el Instituto Provincial de la Solo tornéme. en mi hogar desierto

- y Habana. Me faltaron la vida el calor.

Adjunto con la enhorabuena enviámosle Hoy vuelvo aquí después de muchos años, cariñoso abrazo. un Este es el panteón; Adelante, compañero. Pero esa tumba encierra otro cadáver

2: Y rota está la cruz que clavé yo.

La piedra en que aquel nombre idolatrado compañero nuestro, cuyo nombre es Un Gravé con santo amor, bastante conocido en la república literaria, ya No ocupa su sitio.... ¡Madre mía! está concluyendo de escribir una preciosa Madre de mi alma!... ¡Adiós!! novelita titulada La corona de jazmines, la cual dedicará el autor al bello sexo matan CCrO. ImprentaGaleríaLiteraria,Ricla 43—Matanzas. REAC)0N Y ADNSTRACON, SSURIONMENSUAL,-O S. JUAN BAUTIsTA 12. En Matanzas . . . $ 1 B, B. Matanzas., I-3o, ,” Apartado de Correos Nº 239. Fuera de SNAWA

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades.

DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, José Alfonso Forn.

DoMINGo, sETIEMBRE 30 DE 1883. NUM. .4

S"CT. M.A. E. CO do de una naturaleza brillante; pero habita Cuadro de coloboración.--Impresionesde viaje, por Catali dos siempre por indios que viven la vide Rodriguez y (poesía), por n a de Morales.—Cimas abismos y despreocupada. Miguel Alfredo Lavastida.—La escultura,por Tomás F. Rodri indolente guez.—¡Ay! (poesía),por Isaura.—Los literatosdenuevocuño, Cuántas veces en aquel largo trayecto se por Ramón J. de Palacio.—La corona de espinas, por J. A. Forn.—Miscelánea, por Leopoldo Reyes. escaparon de mis labios los siguientes ver sos de Heredia cUADRo DE coLABORACION. «Las bellezas del físico mundo,» Los horrores del mundo moral ! Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma Algunos de nuestros compañeros de viaje Lopez nuela (Habana.)—Srita. Flora Garmendía.— desembarcaron en el camino para seguir por Srita. Dolores de Palacio.—Srita. Isaura.—Srita A. J. tierra direcciones distintas de la nuestra: en J. P. (Graziella.) Paris. Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Nicanor este caso los esperaban sus sirvientes con A Gonzalez—D. Vicente A.Tomás (Próspero David.) mulos enjaezados y todo lo necesario para Miguel —D. A. Lavastida.—D. José G. Villa.—D. llegar á sus hogares, situados en el interior Sebastian A. de Morales.—D. Bonifacio Byrne.— del país. Cada vez que llegaba el momento D Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio que alguno, Lopez (5 acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefon de desembarcase lo sentíamos so Estrada y Zenea.—D. Leopoldo Reyes.—D. Ro mucho, pues sucede siempre á bordo que mualdo Isaac.—D. Ambrosio V. Lopez.—D. Loren los pasajeros se hermanan y se necesitan Lopez.—D. zo Rafael Rossi. (Cárdenas.)—D. Rafael mútuamente. Ya se vé las aspiraciones de Otero. (Madrid.)—D. Emilio Valdés Sotoca. (Bar todos son iguales: qua el buque marche bien, eclona.)— Sidi Mahomet. (Habana.)—D. Fernando y que llegue pronto Garcés. (Méjico.) á su destino: todos co —-e-e-e rren los mismos peligros y esperimentan idénticas impresiones. Cuando se levanta Impresiones de viaje. una nube en el horizonte, todos fijan en ella la vista y todos los pechos tiemblan uníso EP-á-arri STA-s frSTTrr.4c A-s nos: cuando pasa la borrasca, todos los co - POR razones respiran al mismo tiempo y al mis CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES. mo tiempo exclaman todos á bordo:—¡Ya pasó—Es aleja y III. º decir: se la muerte viene la vida! El cariño que sienten los pasajeros Partimos al siguiente día, siguiendo viaje unos por otros, es tan mútuo que un buque por aquel río plagado de cocodrilos y ro andando equivale á una logia, en donde to deado de bellos paisajes. Por las noches dos son hermanos: y están obligados á pro atracaba el buque siempre al frente de algún tegerse, so pena de quedar mal y de ser de pueblecito por el estilo del que dejo descri samados de los compañeros. to; alguno que otro encontramos, cuyo as Afortunadamente, nuestra pérdida se re pecto llamó nuestra tención por estar rodea ponía, porque si unos se desembarcaban 26 REVISTA MATANCERA. a otros ingresaban, y de este modo tuvimos pañero de viaje una burla que duró toda compañeros amables con quienes departir y travesía, despertando entre los burlones, ocu con quienes consolarnos durante el camino. rrencias tan chistosas, que nos hicieron reir A los cinco días de navegación fuimos COn extremo. sorprendidos por una noticia muy desagra dable. ... el 7 quendama se había vara -sº--- do----! Cimas y abismos. —¿Cuándo podremos salir de aquí? le preguntamos ansiosos al capitán.—«Cuando llueva en las cabeceras»—contestó:—«Cuan I do el río coja agua». •

la la En la alta cumbre, nieve —«¡Dios eterno!»—exclamamos mirando al Que deshace el soplo leve cielo, que limpio y trasparente estaba como De brisa primaveral. una bóveda de cristal...... ¿y los moscos? ¿y En la base, comorimida, el sofocante calor que se siente cuando el Ruje la lava encendida buque está parado?¿Y si se acaban las pro De misterioso volcán. visiones? II —«¡Paciencia!» respondió el capitán son riendo.—Estaba él tan acostumbrado á las Sobre el mar, brisas, rumores,

varadas que ya no le hacían la menor im Luz, espumas y colores

presión. y De esmeralda de zafir. Afortunadamente no estuvimos en aquella Abajo, asfixia, tortura, situación más que 24 horas que nos parecie que pavura

Monstruos infunden - ron un siglo. En un abismo sin fin. Cuando vimos que el buque arrancó, res III piramos con toda la fuerza de nuestros pul

mones. En el éter suspendidos Aquel mismo día una culebra veuenosa Mil mundos giran perdidos

(mapaná) picó á un empleado de á bordo y En un piélago de luz; la vino el capitán á pedirle á mi esposo que lo Triste é inquieta mirada, salvase si era posible: efectivamente, pudo Abarca sólo la nada, ser: le cauterizó la mordedura con lacre ro Bajo esa bóveda azul. jo encendido, y como fué tan á tiempo, el IV veneno no pudo difundirse por la economía la en augusta frente y se salvó. Del sabio esplendente El enfermo se salvó, pero la terrible cu La verdad brilla

el sol; lebra quedó á bordo, oculta entre la leña Como en los cielos el el fondo, que como provisión combustible llevaba el Allá en arcano vano, Y á oscuras, en buque! En el Magdalena usan leña para la luchando y

la negación. navegación, por ser mucho menor su costo La duda que el del carbón mineral. ¡Cómo dar con V. el venenoso reptil entre aquel promontorio

ó mármol, altivo, de maderos? ¡Imposible! ¡de todo punto im En bronce

posible Miro al héroe siempre vivo

Este desagradable incidente sembró la Erguido en su pedestal; alarma entre los pasajeros: le tomamos ho Abajo, mísero, inerte, la rror á las maletas y á los baules y á los ca Lo hunde en el polvo muerte toda una eternidad. marotes y á todo el buque; nos parecía que Por el mapaná estaba en todas partes como las VI moléculas del aire. El alma en su raudo vuelo al Hubo allí quien le tuviese tanto terror Halla en Dios su único anhelo al consabido reptil, que se preocupó extre el Y su deleite en bien.

en la mesa, para un mo de que estando dia Al descender á la tierra la decirle á un sirviente: «alcanzadme torti y su Su culto amor encierra la lla,» le dijo: «alcanzadme culebra.»

En el mezquino interés. Este quid pro quo le valió á nuestro com REVISTA MATANCERA. 27

VII cida por los poetas, suministró al arte felices inspíraciónes. Las primeras estátuas fueron En el trono de los reyes unas especies de columnas de madera con Igualdad, justicia, leyes, cabeza en su parte superior, llamadas Her y Protección libertad: mes; eran figuras cuyos piés estaban juntos Abajo, pueblo que

el lucha y los brazos pegados contra el cuerpo, como Porque se su voz no escucha y el Osiris el Isis de Egipo. Y se siente esclavizar. Lo que debió contribuir á perfeccionar la y VIII imitación á difundir el gusto de las artes,

multiplicando las obras plásticas, fué la cos

En tus pupilas hoy veo tumbre de elevar estátuas á los atletas coro La irradiación del deseo nados tres veces en los juegos olímpicos; Y los sueños del amor donde las ciudades griegas llevaban sus más Pero yo sé, ídolo mío, bellos modelos. Estas estátuas llamadas Icó.

Q se hallaré frialdad y hastío nicas, debían de reproducir exactamente sus

AMañana en tu corazón. y proporciones su parecido. Myron 45o años

antes de J. C., allí brillaba su célebre bece. MIGUEL ALFREDO LAVASTIDA. rro de bronce. todavía se conservaba en el

Agosto 1883. siglo VI de nuestra era. Policleto, contem y poráneo émulo de Fidias de Atenas, es —«0-e-«0-—-- — cribió un tratado sobre las proporciones del

cuerpo humano, é hizo en apoyo de sus doc La Escultura.

trinas. una estátua de una gran co-rección y llamada Canon; es decir el modelo la re y rre-A-rrorcrroo r>=r. Fre-a-r Tciéas gla. En su estátua colosal de oro marfil de

Juno de Argos; está inferior á Fidias, el pierde El arte de la escultura se en la más príncipe de los estatuarios, que sobresalíó

remota antigüedad. Nos dice el Génesis que en espresar la magestad de los Dioses.

Labán, dos mil años antes de J. C., poseía Lo colosal de las proporciones, pues el dos dioses penates. Se encuentran estatuas gusto fué sin duda importado del Egipto y y en las grutas sagradas de los indios; pero la la variedad del material del colorido em complicación que represen de los símbolos pleado en estas obras antiguas, constituyen permite llegar pureza tan no les á la del es un punto de vista artístico diferente al de tilo. Los inistoriadores nos hablan de las es los modernos. La obra maestra de Fidias,

y y tatuas de bronce de Belus Semíramis. Los fué el Júpiter de Olimpo, revestida de oro

viajeros fragmen y modernos han descubierto marfil, la figura estaba sentada tenía 45 junto tos de escultura colosal á las ruinas de piés de alto; la cabeza llegaba casi á la al

Persépolis y en Kurdistán. Las figuras es: tura interior del templo, teniendo en su ma y culpidas por los persas estaban envueltas en no derecha una estátua de la Victoria en largos ropajes y investigación no admitían la la izquierda un cetro de marfil que termina de las bellezas de las formas humanas. En ba en un águila de oro. Sobre su manto se tre los egipcios se sometió á reglas sacerdo. encontraban representados los animales, las tales y fijas. La momia parece ser el tipo de flores y sobre todo los lirios. Habiéndose grandeza sus obras. Ellos buscaban la de aflojado las junturas ó uniones, fué necesa

grandeza proporcio y las ideas en la de las rlo restaurarlo 15o años más tarde aún nes. El arte ante todo fué para ellos un idio existía á fines del siglo IV de nuestra era.

ma; de esta forma, redujeron las facciones á La Minerva en bronce del Acrópolis de

su más simple espresión y se interesaron en Atenas era tan alta, que se divisaba del ca

copiar solamente los rasgos principales de bo Sunium distante cinco leguas. La del fin de los objetos á representar signo gráfico Partenón en pié medía 37 de estos; las par y á fácilmente reconocible distancia. tes decubiertas estaban hechas de marfil de Grecia recibió sus primeras tradiciones los ojos de piedras preciosas. Las esculturas

y y Partenón, ejecutadas Francia el Asia menor más tarde del esteriores del fueron y Egipto. Cuando los dioses jóvenes llenos bajo la dirección de Fidias. Los fragmentos y de bellezas reemplazaron al viejo Saturno han sido recojidos en 1816 por Lord Elgi

Titanes, mitología, y los esta risueña embelle. net llevados á Inglaterra. Fidias honró el 28 REVISTA MATANCERA.

siglo de Pericles y tuvo en Alcameno un cé tua tan bella como el Apolo, que está en lebre discípulo. La pintura tomó giro en Francia desde el reinado de Enrique IV y tonces bajo el pincel de Polignoto. Lo que que adorna hoy el museo estatuario del caracteriza el estilo cuadrado, simple y ma. Louvre. gestuoso de Fidias, es la brevedad clara de la forma, unida á una austera corrección. La (Continuará.) perfecta, gran imitación más la fineza más TOMAS F. RODRIGUEZ. de en los contornos, la elegancia, la gracia y la erpresión, caracterizaban las obras de -e-e-e los escultores que brillaron cien años des pués de él, bajo Alejandro. Scopas, fué uno ¡Ay! de los artistas de la tumba de Mausoleo, se le atribuye la Niobe y sus hijos, de la gale ay desgarrador y ría de Florencia. Lisipo, á quien solo Ale Un adolorido los senos del alma se escapó jandro le había dado el derecho, lo mismo De repetido que á Apeles, de representarlo, hizo en Por las ondas del mar fué en el azul espacio se perdió. bronce una multitud de obras. Praxiteles, Y es para la escultura, lo que Apeles su con Poema de dolor en un jemido temporaneo para la pintura; trabajó princi Con eco doloroso se extendió...... palmente en mármol, sus obras más célebres Tan triste fué escuchar ese quejido son: un Cupido que le regaló á la cortesana Que el seno de la noche conmovió. Phrynea, quien la donó á Thespis, su ciu dad natal. Calígula se la quitó á los Thes La expresión donde el alma encerró un mundo, pianos, Claudio se la devolvió y Nerón la Lo infinito del mal que padeció...... hizo colocar bajo el p6rtico de Octavio, El ay! que desde el seno de la tierra donde pereció en un incendio; el Apolo So. A la esfera azulada se elevó. roctono, la Venus de Gnido, la cual venían --, º- º, á ver de todas partes; una copia en bronce * A Quejido aquel del corazón nacido hecha sobre otra copia, que se cree el origi. ama que apuró el dolor: nal de la del Vaticano (está actualmente º a Un ánjel en sus alas suspendido colocada en el jardín reservado delante del r. Lo condujo hasta el trono del Señor. palacio de las Tullerías) y una estatua de bronce dorado, de Phrynea, que estaba ISAURA. puesta en el templo de Delfos entre la de un rey de Lacedemonia y de Felipe padre —-9-e-e de Alejandro. Praxiteles y Apeles son los dos últimos grandes nombres del arte grie Los literatos de nuevo cuño. go. Se siguió sinembargo multiplicando las estátuas, Demetrio de Phatenes tuvo en Ate Se ha desatado en esta ciudad una cater nas 36o de metal. La mayor parte de las va de escritorzuelos y poetastros, con humos obras maestras de escultura antigua tan ad tan elevados que el demonio que los aguan -

miradas hoy, son ó copias ú obras artísticas te. ¡Qué plaga, Santo Dios! posteriores y no llevan los nombres de los Tal parece que las aguas del acueducto

escultores famosos citados por Plinió. El de Bello, à semejanza de las de la fuente de Laòconte, es la obra de tres escultores de Helicona ó de cualquier otra de esas que

Rodas. Agesandro Polidoro y Atenagoro (el son tan nombradas por los poetas, tienen la

brazo derecho fué restaurado por Bandine virtud de eomunicar inspiración á quien de llí), Plinio la había visto en las termas de ellas bebe. y Tito y en ese mismo lugar fué descubierta ¡Qué afán de publicidad de figurar co en 15o6, bajo el reinado del papa Julio II. mo literatos

Se cree que pertenezca al principio de la era Y no es eso lo mejorcito del caso, sino

cristiana. No se sabe de que época son el que hay algunos que se dan más tono que y Apolo de Belvedere encontrado à fines del un bajá de tres ó màs colas no sueltan la y siglo XV cerca de Ostia, en los baños de levita la bomba, así los descogoten.

Nerón (el antebrazo derecho y la mano iz Cualquiera que vé á uno de estos entes

quierda están restaurados) y la Diana, está andar por esas calles de Dios tan estirados MATANCERA, REVISTA 29 y tan pagados de su talento, no puede me Preséntase el vate en la redacción y enca nos de figurarse que el audido es algún lite rándose con usted, le dice á boca de jarro. ratazo por el estilo de Víctor Hugo, de Pé. —¿Por qué no insertó usted mi composi rez Galdós, ó de algún otro de esos cuya fa ción en el número de ayer? por vuela, ma el orbe A usted, que es persona de educación, le Lo bueno es escucharlos, en alguna reu da pena contestar que no lo ha hecho por nión cuando hablan de sns numerosos triun temor al desarrollo de una epidemia ó por fos literarios y peridísticos. que los versos, más que composición poéti ca, buñuelo, y que Los que lo oyen no pueden menos de ad es un le da la escusa de mirarse de oir tantas cosasas como brotan de habfa mucho material, ó que se le olvidó ha cualquiera que aquella boca inspirada ó emperrada, que pa cerlo ó otra cosa se acostum bra en tales casos. ra el caso es igual. A lo que contesta el vate hinchado como Pregúnteles usted la opinión que tiene un pavo. formada sobre Castelar, Cortina, ó algún —Pues bien; que no se le olvide á usted otro de esos que manejan la sin hueso elec. insertarlo mañana, ¿eh? trizando á los que los escuchan con su ini Supóngase usted, que por el contrario, al table y florida verbosidad, y casi es seguro que recibir aquel mechazo literario, le contesta os contesta, después de estirarse el cuello de por medio de una gacetilla, aconsejándole la camisa (cuyo lavado tal vez deba) y es que rompa el arpa contra la pared ó la tire cupir por el colmillo, en estos términos ú en un pozo, porque no sabe pulsarla, ú otra otros parecidos. cosa parecida. reputación sujetos —Bah! bah! la de esos Ya tienen ustedes al vate en campaña, ha grande que talento, porque es más su se la ciendo trizas su reputación literaria y dicien amigos para han formado sus hacerle un fa do mil picardías de usted, con el objeto de Apropósito: vor. ahora recuerdo un discurso desconceptuarlo ante la opinión pública y que pronuncié en la sociedad Zal, sobre las otras cosas más. reputaciones usurpadas. porque No fuera ¿Y qué me dicen ustedes de aquellos que pero verdad, dije muy mío á la en él cosas se meten en las redacciones de los periódi buenas, por que aplaudieron lo me mucho. cos á estorbar ó poco menos, y que luego supuesto que y Por usted con usted los salen diciendo que mucho de los trabajos que oyen manera, demás lo alabarse de esa que ven la luz son suyos? plenamente que están convencidos de no ha ¿Y de aquellos otros que por que han da carneros, y que habido tal discurso ni tales do á luz dos ó tres composíciones en prosa ó aplausos verdad, que lo de los es tanta como verso, que todas juntas no valen un pepino gran obispo. el turco sea en adobo, y que quieren por dicho motivo, Pero el celebérrimo orador se marcha cre pasar como escritores públicos y tutean á los yendo que tragado pildora usted se ha la periodistas y se hacen los necesarios, cuando que propinarle, y etc., él acaba de etc. solo son unos pedantes fatuos y presumidos, qué ustedes, aquellos que ¿Y me dicen de que solo sirven para aburrir la paciencia de que hacen cada verso no los alcanza ni un los que tienen que emborronar cuartillas por caballo á escape, y que los remiten á las re obligación? objeto que dacciones con el de vean la luz ¿Y de aquellos que se ponen á emitir opi en los periódicos? niones sobre el talento de tales ó cuales es El gacetillero es el que comunmente reci critores que ya llevan años de serlo, y que be el trabucazo, porque su sección es la más quieren compararse con ellos, por el mero leida por las muchachas, que la prefieran á hecho de que así les place hacerlo? á las otras del periódico, y como lo que de ¿Y de aquellos que tomando de aquí y de sea el aspirante á Seboruco es el figurar co allá, forman un artículo ó una poesía, cuan mo poeta entre aquellas... -- ahí va eso sin do no lo copian todo entero, y que luego decir yagua vá./ publican muy satisfechos con su nombre y Supóngase que es usted gacetillero, y no apellido, y consiguen pasar plaza de litera quiere infringir las Ordenanzas Municipales tos, cuando solo son unos despreciables ra arrojando basuras á la calle, por más que teros de literatura, á quien la naturaleza so estas sean desperdicios literarios. lo ha querido conceder el don de la rapiña Queja al canto. para que á semejanza del cuervo de la fábu, 3o REVISTA MATANCERA.

plumas

agenas y prometida de la se adorne con las mal rona sería espinas, no eran más habidas? su que sentencia de muerte! ¿Y de aquellos que se meten á criticar ¡Cómo imaginarse que aquella encanta producciones que literarias ni remotamente dora risa, alegre espansión de un alma más pueden nunca, pues

que la hacer le falta el meollo cándida azucena, había de conver necesario para ello y que únicamente im. tirse en llanto abrasador!...... pulsados por la envidia es como se atreven Prosigamos nuestro relato. pasar por críticos, á con tanto descaro co Ya hemos dicho cómo la culpable debili negada inteligencia? de ó mo dad Felipe, más bien, la refinada mali aquellos, despreciables ¿Y de más aún cia de aquel célebre favorito, que nos pre la que todos, que ocultos bajo el manto del senta historia con el doble título de Conde anónimo, clavan su dardo venenoso en la Duque de Olivares, había entregado á la reputación que, despreciando Francia, en de literaria de los día vergüenza para la nación y propósitos, que

su cobardía española, la envidiosos les deliciosa comarca que se ex impiden por que al pié de mostrar la cara temor de tiende los Pirineos, con el nombre se la escupan por rastreros é indignos, no se de Rosellón. ocupan pluma pues de ensuciar su contestán Estando Villafranca situada en la doles? zona comprendida por aquel territorio, tu aquellos.... pero

aquellos, vo ¿Y de basta de también que seguir la misma desdichada porque como todos somos hijos de Dios, suerte de las demás poblaciones. quiero dejar lugarcito para aprecia á la un mis Era sazón teniente gobernador de la bles compañeros de colaboración. plaza, teatro de los hechos que describimos, que seboruquera

visto un Está la literatura arrogante joven oficial, de orígen fran progresa que contento, en esta ciudad es un cés, llamado Enrique de Perlan. y que las pobres musas, ni aún escondíén La naturaleza había reunido todas sus

dose en los breñales de su monte Parnaso, y bellezas encantos para prodigarlas al jo consiguen palizas, librarse de las numerosas ven oficial con mano generosa. No era ni

que paso propinan y à cada le los literatos de alto ni bajo, de cuerpo airoso esbelto, 77l/e7/0 ("tt770. frente ancha y varonil, rostro ovalado, na y y pues, queridos, y y Hasta la vista lectores riz recta fina, boca pequeña bien for Dios les guarde de que les caiga encima al mada. gunos que un de esos seres son más terribles Por raro capricho de esa misma na aún que el cólera morbo ó la viruela negra. turaleza tenía los brillantes ojos más negros y que las tinieblas, las cejas, bigote y cabe RAMóN J. DE PALACIO. llo rubios. y Setiembre 22 de 1883. Había en su mirada, ardiente penetran te, como un dardo algo profundo, algo in -9-e-«0 finitamente triste que estremecía y domina

ba á la vez. por La Corona de espinas. Cuando las tardes recorría las calles de la

población, su con vistoso uniforme de LEYENDA HISTóRICA oficial francés, galopando gallardamente so y bre el fogoso árabe corcel, negro como -A- la srita - Corn cepciérn. E- Lopez las

ojos, le sus jóvenes seguían con la vista á

preguntándose sí (Continúa. ) mismas quién sería la dichosa elegida del hermoso mancebo. broma, ¡Ah! cuántas veces la más inocente Esta elegida fué Inés de Llar.

suele trocarse en fría y negra realidad! Una sola mirada bastó á Enrique para Cuántas veces un hecho insignificante apoderarse, como absoluto dueño, del cora profecía envuelve una triste zón apasionado de la joven; una sola mira

jóvenes quién y da Pobres les hubiera dicho hizo nacer brotar de súbito dos amo

qué y entonces de modo tan horrible se rea res, tal como nace brota la chispa que *lizaría, que

ambicionaba, y el lo uno otro to produce incendio, al primer choque del imposible maba como un pedernal con el eslabón. pues locura, Quién hubiera pensado que las palabras Inés amó con con delirio. ., de la al

niña, á su decir hermano que la co oc verdadero frenesí. REVISTA MATANCERA. 31

Y no podía ser de otra manera. En las calladas horas de la noche, cuan y Dotada, como ya hemos dicho, de un do todo dormía la luna lanzaba su luz so temperamento ardiente en sumo grado, era bre la tierra como una diáfana cascada, un uno de esos séres que no tienen más brúju ojo observador y ejercitado hubiera visto la que su corazón, y que, siendo arrastrados una sombra de mujer, desliarse cautelosa por sus pasiones, ora al abismo donde in mente por entre los arbustos y rosales que y cesante brama la tormenta, ora al bend-ci crecían en las márgenes del río, correr en

do puerto de la felicidad, tanto pueden ser dirección á la montaña que cual una franja el inmundo reptil que se arrastra por el lo de verdor avanzaba hácia el Tet. do, como la pintada mariposa que se lanza Esa mujer era Inés de Llar. a través del espacio azulado de los cielos, Al mismo pié de la montaña se abría una entre el polvo de oro que vierte sobre el cueva donde la esperaba Enrique. mundo, el rey explendoroso de los astros. Allí era donde los jóvenes cambiaban sus y Así era Inés: nerviosa y de una sensibili juramentos donde se decían esas palabras dad exquisita, de todo hubiera sido capaz que repitiéndose continuamente los aman

por librar de un disgusto ó de nna desdicha tes son siempre nuevas al corazón.

al sér idolatrado de su corazón. Una de esas noches la impaciencia del

Oh! quién es capaz de descubrir los tor joven por ver á su amada, le hizó adelantar mentos, los goces, las inquietudes, las ale la hora de la cita. grías y las penas de un alma de esta natu Anhelando que volara el tiempo se pa raleza? seaba inquieto, cuando observó que un hom

Como el corcel indómito y rebelde, bata bre, al parecer del pueblo, se arrastraba lla y se revuelve contra la tiranía que le ocultándose hàcia la cueva, testigo de sus impone el duro freno de la razón, ansiando amores con Inés. y gozar del mundo de doradas ilusiones con Su curiosidad se despertó ocultandose

que la viva imaginación soñara. detrás de una roca vió como aquel hombre

Inés conoció á Enrique y le amó como entrando en la cueva permaneció en ella ella necesitaba amar, es decir, con toda su largo rato saliendo después con iguales pre alma, con todas sus fuerzas, con todos sus Call C1OInte.S. sentidos. y Esperó á que se alejara desnudando la detuvo: ninguna reflexión á Nada vino luego su espada se dirigió decididamente á inquietarla, nada bastó para levantar un di la cueva. Nada vió en ella que le sorpren que al torrente impetuoso de sus sentimien diese: más, adelantando tropezó con una Amó, y se arrojó y tos. loca delirante en estera que levantó por uno de sus extremos. brazos de una pasión tan ardiente como de Enrique dió un paso atras cual si hubiera senfrenada, causa más tarde de todas sus pisado una víbora. desventuras.

Ante sus ojos brillaban á la dudosa luz Por su parte, de Perlan correspondía al de la luna, toda clase de armas, como fusi

ciego joven, es: cariño de la si bien con esa les, puñales, etc. y pecie de egoista hueco sentimiento del

La primera idea que pasó por su frente, amor propio satisfecho.

fué que en Villafranca se tramaba alguna

En los primeros dias de sus amores, de

conspiración contra la Francia; pero luégo

Perlan, montando como de costumbre su

meneando la cabeza negativamente: soberbio caballo árabe, pasaba todas las —Es imposible, dijo. Serían unos locos. tardes por debajo de los balcones de Inés

Tengo á mi disposición un número conside saludándola afectuosamente; lo cual fué cau

rable de tropas que á la más leve alarma, sa de que la familia de ésta, adivinando al

concluirían con sus esperanzas con la misma go

de la verdad, se opusiera enérgicamente

facilidad que una ráfaga de viento se lleva

á las relaciones de los dos jóvenes. una lijera pluma. Fsta oposición tenía su base en que En rique era francés. El roce de un vestido vino á sacarle de sus meditaciones. y Puesto un dique era preciso romperlo,

así sucedió. y Echó otra vez la estera sobre las armas y Los amantes buscaron entonces encon envainando la espada salió al encuentro de y traron un nuevo medio para verse ha Inés disimulando su disgusto: blarse. —Cuánto haz tardado, vida mia dijo. 32 REVISTA MATANCERA.

Inés clavó sus pupilas en las del joven y Damos las más expresivas gracias á nuestros sim y su risueño rostro se demudó. páticos colegas El Museo El Mensajero de las Da

por que en Enrique mas las afectuosas frases nos dedican - sus —Oh! me dices eso de una ma últimos números. nera!... Me parece que sólo lo haces por . ocultarme alguna cosa. Dime, que tienes? Por exceso de material no damos publicidad en el —Nada Inés. - presente número, á la Revista de la Moda madrileña sí,

que de aquella corresponsal. — Oh! si: tú tienes algo Enrique. Estás córte nos envía nuestra xk triste --inquieto-. Leo en tus ojos la pena.. —Bah! no hagas caso.

Habiendo tenido conocimiento de que algunas per

no? quiero saberlo. poseo ya —Cómo No sonas, dicen pertenecer á la Redacción de este perió-. tu confianza? dico, participamos á nuestros lectores que esta se

compone de los señores siguientes: Tanto insistió Inés, que de Perlan se lo

contó todo. Ramón J. de Palacio.

José Alfonso Forn. } Directores.

—Y eso te inquieta? quién puede hacerte Miscelaneista.—Leopoldo Reyes.

daño, á lo cuando nadie haces? A’edactor, - Romualdo Isaac. y La enamorada joven creía que los demàs La Redacción Administración se encuentra si

en la de 12, y tuada calle San Juan Bautista número querían á Enrique tanto como ella que

Pueblo-Nuevo, y todas las reclamaciones que tengan

nadie sería capaz de hacerle mal.

que hacerse sobre el periódico, así como la corres —Y son pedreñales catalanes replicó Inés pondencia, se dirigirán á las señas expresadas arriba. examinando las armas. La Dirección. Y tu de —Sí: que piensas esto? >: -Que esas armas estarán ahí por casua ARTICULos DE PERFUMERIA.—Agua de Toilette, lidad.

de Lubin.—Agua de Toilette triple extrat Ixora

no, si —Oh amada mía. Quién sabe ese Breoni, de Pinaud.—Agua Colonia Imperial, de

Guerlain.—Extracto vejetal de rosa para el cabello, mismo pedreñal que tienes en la mano sea

de Ed. Pinaud.—Extracto Ixora para el cabello, de

el que hospede una bala en mi corazón

Pinaud.—Bouquet des Alpes para el pañuelo, de E. y Inés arrojó cl arma con horror palide Coudray.—Moteras en forma de reloj, para bailes.— ciendo exclamó:

Colección de peinetas á lo Patty.

—Imposible. Lo que dices es imposible Todos estos perfumes se encuentran de venta en la Quincallería Enrique. Qué es lo que te sugiere esa idea La Miscelanea tan sombría? x: —Que sospecho una conspiración. A CATALINA AVALOS.—

joven no dijo nada más. La Mi primera y mi segunda

Aquella noche se separaron los amantes Es una piedra del mar, y

segunda mi postrera más temprano que de costumbre. El, porque Mi

Yo no lo puedo comprar. estaba preocupado con su extraña aventura; todo, preciosa niña, ella, porque respetaba sus fundadas preo Mi y

poco lo cupaciones. Piensa un sabrás.

R. Byrne.

Inés al separarse de Enrique se dirigió

con paso apresurado á la casa de sus pa SRAS, Y SRITAS.SUSRTAS A LA REVISTA MATANERA, dres. (Continúa.) (Continuará..) Sritas. Oña.—Srita. Guillermina Verdugo.—Seño J. A. FORN. ritas Morejón.—Srita. Camila Byrne.—Srita. Dolores —e-e María Jimeno—Srita. Elisa González.—Sra. Con cepción S. de García—Srita Graciella Lavastida.—

MCISCIEL-A_INTE-A-- Sra. Catalina Montejo de Oliva.— Srita. Rita María Estévez.—Srita. Amelia Casals.—Srita Ana Cortés.

Manifestamos á nuestros suscritores que tienen su

—Sra. Paulina Cabot de Alegret.—Srita Elvira Ro y domicilio fuera de esta ciudad, que no hayan satis

dríguez—Sra. Vargas de fecho la cuota de suscrición correspondiente á este Aurora Hernández.—Se

de Dally.—Srita. Margarita mes, que muy á nuestro pesar, dejaremos de remitir ñora Elvira González

este semanario á aquellas que al recibo del presente Dally.

número no remitan á la Administración, calle de San (Continuará.) 12, Juan Bautista número la mensualidad de refe rencia.

El Administrador.— Leopoldo Reyes. ImprentaGaleríaLiteraria,

x. Ricla 13—Matanzas. MENSUAL, REDACIÓN Y AMINISTRA)N. SURCON-O S. JUAN BAUTIsTA 12. En Matanzas . . . $ 1 B. B. Matanzas., , , ,, Apartado de Correos Nº 239. Fuera de 13o --AM, /

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades, DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, José Alfonso Forn.

DOMINGO, OCTUBRE 7 DE 1883. NUM. 5.

S"CT-MA--A--52.-O Habíamos visto en el río los restos de buque al subir los Cuadro de colaboración.--Impresionesde viaje, por Catali más de un destrozado na Rodriguez de Morales.—Rimas, por María Manuela Lo Chorros. La cuestión era grave, muy grave: escultura,por Rodriguez.—Ráfagas, (poe Pez-La Tomás F. buque yá muy viejo sía), por SebastianAlfredo deMora?"¿ coronadeespinas, además, nuestro estaba por Sultana, (canción), por G. Villa...— J. A: Forn.-La J. y en condiciones para el efecto. ¿Qué es el amor?, por M. H. .—Revista de la moda, por malísimas &acilia Mce nea, por Leopoldo Reyes. Esto tenía cavilosos á los pasajeros y de mal humor al capitán: á bordo no se hablaba de CUADRO DE COLABORACION. Otra COSa. supliqué á mi compañero que me ex Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma Le plicase del salto de los Chorros nuela Lopez (Habana.)—Srita. Flora Garmendía.— el fenómeno Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. /saura.—Srita A. y él lo hizo del siguiente modo: «A causa J. P. (Graziella.) Aaris. del descenso rápido y poderoso que tienen Fajardo.—D. Sres. D. Fernando Romero Francisco las aguas del Magdalena al precipitarse de NicanorA Gonzalez—D. Vicente A. de Jimeno —D. las alturas que vienen recorriendo, desde la Tomás (Próspero David.)—D. Miguel A. Lavastida. Pasto, 3,6oo y pico de varas, —D. José G. Villa.—D. Sebastian A. de Morales. mesa de à —D. Bonifacio Byrne.—D Gabriel de Castro Palo traen una corriente inclinada y poderosa, la mino.-D. José Florencio Lopez (3acan.)—D. José cual, encontrándose interrumpida por las y Luis Prado.—D. Ildefonso Estrada Zenea—D. Leo del río Guarinó; que las intercepta lateral poldo Reyes.—D. Romualdo Isaac.—D. Ambrosio V. mente, se elevan sofocadas por el dique, que Lopez.-D. Lorenzo Lopez.—D. Ricardo Byrne.— repele procurando imperar para seguir D. Rafael Rossi. (Cárdenas.)—D. Rafael Otero. las luchan, se (Madrid.)-D. Emilio Valdés Sotoca. (Barcelona.) su cortado curso. Los dos rios -Sidi Mahomet. (Habana.)—D. Fernando Garcés. hinchan, mujen más y más, á medida que (Méjico.)

las aguas del Guarinó vienen aumentadas -e-e-e por las crecientes que traen las lluvias, y

aguas de este río pre Impresiones viaje. como son lanzadas las de cisamente sobre un islote llamado Punta de su á la =º-á-Gºrris-A-s frsarrrar As Diamante, que se halla entrada

POR de boca, la lucha voraginosa ambas corrien

de la grande CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES. tes produce la elevación masa Magdalena, IV. de las linfas del formando reº que molinos repelentes á todo cuerpo inten la

ó bogar El primer día de Enero (Año Nuevo) em te subir hácia arriba contra di

pezaron los pasajeros á dar muestras de in rección natural de aquella corriente incli quietud. ¿Qué pasaba, pues, á bordo? Que nada.

crecido, el estábamos próximos á los Chorros del Gua Cuando el Magdalena está Sal

porque la y de franquear

rinó, es el asunto reclamaba sérias conside to menos difícil

raciones! que trae, el inmensa masa de agua domina 34 REVISTA MATANCERA.

dique que le opone el Guarinó, quedando poder subir los malhadados Chorros. Pues parte que su fuerza reducida á la interna lu bien, en medio de aquel peligro tan inmi Magdalena. presenta cha con el Este enton nente yo reía con toda las fuerzas de mis ces una superficie tranquila y dá paso á los pulmones: mi alma se había acostumbrado yā buques aunque siempre algún y con esfuerzo.» á los reveses del destino les hacia fren esperanza que Magdalena La de el se en te con pecho firme. A cada morisqueta que

cuentre crecido, anima á los pasajeros que hacían mis compañeros de viáje, á cada ex y nosotros, van á Honda nos aumaba á clamación de terror que se les escapaba, hasta que ya próximos al Salto, vimos con respondía yo con una carcajada estúpida, angustia que estaba crecido el Guarinó, re digámoslo así.

doblando el peligro que á la fuerza había Los hombres se miraban unos á otros con mnos de atravesar. y la mayor inquietud, la situación se hacía Llegó pues crítica; la hora entrábamos de demasiado crítica: esperábamos que de un

pasajeros empeza y lleno en los Chorros: los momento á otro reventasen las calderas

ro, a palidecer.... y digo empezaban, porque el buque nos envolviese entre sus ruinas. yo no partic pé de aquel general terror; es Yoría cada vez más; unos creyendo que

taba, tranquila, después explicaré y la causa. mi risa era nerviosa otros que había per

los que Yà veíamos remolinos formaban dido la razón, me miraban con profunda

los dos rios: yo

en aguas el las encuentrghe lástima, pero estaba en mi perfecto acuer

jaquello aguas se era admirable. Las encon do, obedeciendo á mi modo de ser, ó mejor y sí,

traban, rodaban, se chocándose entre dicho, á la segunda naturaleza que habían

hundían, dejando en la superfieie un hueco formado en mi las peripecias sufridas en el

profundo por el cual precipitábanse con Na destierro. Sucedíame en onces como ahora; rapidéz. finita De estos fenómenos teníamos que cuando veo venir el peligio, hago es

á la de aque un sin número vista. La fusión fuerzos desesperados por conjurarlo, pero si

lias dos corrientes las hace hervir como y estos esfuerzos son vanos el peligro me

envuelve, lo hierve el agua cuando en una vasija se pone afronto con tanta fuerza moral.

á un fuego muy violento. que no envidio en esos momentos la sereni

Yá la fuerza de la corriente se dejaba sen dad del hombre más valiente: esto mismo tir bastante: nuestro buque iba arribando, creo que debe sucederle á todos los que han y ya pero muy poco con esfuerzo: íbamos sido predestinados á padecer mucho.

remontando, internándonos cada vez más en En aquellos momentos tan angustiosos, de el peligro los pasajeros estaban sumidos en mis compañeros viaje viendome reir de

sepulcral. el Tequendama un silencio Yá un modo tan descompasado, ¿que debían se el apenas movía; capitán aumentó unas creer de mí? lo que muchos creían: que es y yo de el de libras más vapor, ruido éste, uni taba loca. Ellos no sabían que estaba la do al del Salto, iba haciéndose estrepitoso. educada en escuela del dolor. y el buque daba un paso hácia adelante

veinte hácia atras: el capitán empezó á im -e-e-ºe

pacientarse porque la situación era cada vez más peligrosa. Rimas.

Llegamos por fin á la confluencia de los

Chorros, donde se chocan batallando los dos I.

rios; el capitán aumentó unas cuantas libras Yo solo de tus cantos aún conozco de vapor é hizo esfuerzos poderosos por

avanzar, pero en vano: al llegar á la fuerza Aquellos que de amor hablan al alma,

de la corriente (el cañón) el buque resistió Y cada vez que los recito, vierto y

copioso de lágrimas. quedándose inmóvil rujiendo como un ti Un raudal ardientes gre furioso. Los pasajeros estaban más blan II.

cos que la cera, y ya

76 de vapor el Teníamos libras ca y Te ví llorar, cuando tu gemías, que éste despedía nos sofocaba lor demasia El cielo, caro bien, se oscureció...:...

do: amenudo abríamos la boca para poder Tus perlas con las suyas confundidas...... - respirar.

¡Oh! que eterno misterio el del dolor

El ruido que á bordo se sentía era espan LOPEZ, y MARIA MANUELA toso, nada perdíamos la esperanza de REVISTA MATANCERA. 35

La Escultura. nada á representarse á sí misma; pero si á representar la idea, fué necesaria la emanci pación del renacimiento para r=RA-Totorcrroo Tor=r F=RA-Nrciéas volverá en contrar la vida, la naturaleza y la belleza. (AFinaliza. ) Este movimiento tuvo lugar en Tos ana: lo comenzó Nícolás de Pisa en el siglo XIV. La Venus de Médicis, encontrada en Ti Los nombres de Luca della R bia, célebre

voli en la quinta Adriana, fué llevada se por sus bajos rel eves de tierra cocida sobre

cretamente de Roma á Florencia (168o.) cubierta de esmaltes, de Donatello (1383),

Sus brazos modernos la han hecho una figu de Ghiberti (1378), autor de las famosas coqueta, y inscripción ra lleva sobre una sa puertas del Bautisterio de Florencia; de An

cada á golpe, el nombre de Cleomena de drés Pisano y sus sucesores, son oscurecidos

Atenas (15o años antes de J. C.) por los de Miguel Angel Buoranoti (1474 prcduce Grecia sus obras maestras en me 1563), el Fidias de los tiempos modernos:

dio de revoluciones y de guerras desastrosas las cuatro figuras alegóricas de la tumba de

no interrumpidas El amor á la gloria sosteni los Médicis, la estatuā de Lorenzo de Mé

do por la rivalidad de las escuelas, por el con dicis, conocida bajo el nombre de Aensoso à

curso de los artistas y por las recompensas causa de su actitud meditativa; “ios dos cau nacionales, estimuló el genio de los mismos tivos,” obra maestra poco conocida, del y en medio de un pueblo dotado de una orga museo de París el Moisés, destinadas lo

nización delicada y entusiasta por lo bello. mismo que ellas á adornar la tumba de Ju

reemplazó y Cuando el amor al dinero al de lio II, son concepciones poderosas origí

la gloria, dijo Petrón: “Desapareció el arte.” nales que no corresponden en nada á la an Roma lo tomó á su cuenta cuando hubo tigüedad, por más que el mismo Miguel An avasallado á Grecia y se reanimó y dejó una gel se declaró discípulo de la estructura an última ráfaga bajo el reinado del emperador tigua. Bandinellí, quiso rivalizar con Miguel

Adriano. Las estatuas de Antinöus se deben Angel. Sansovino y Ammaunati. son célebres

á un cincel puro y elegante, pero pronto el como escultores y arquitectos. Cellini, orífi

arte que no tuvo jamás carácter nacional en ce, hizo el Perséo, de la logia de los Lanci,

Roma, se degradó. de Florencia. Una mujer, Propercia Rossi,

Las escultura parece que no se ejercía confió al mármol el secreto de un amor des

más que sobre bustos, después se quitan las graciado al cual sucumbió. Gullermo de la

cabezas de estos bustos para cambiarlas á Porte, hábil escultor, restauró tan á la per

voluntad. En fin los desastres del tiempo hi fección las piernas de Hércules Farnesio,

cieron desapareceu una multitud de obras que Miguel Angel quiso que se las conser

maestras: el Júpiter Olimpo de Fidias, la vase cuando se encontraron las primitivas.

Venus Cnida de Praxiteles, la Ocasión de Bernin, genio acomodador y fecundo, ocu pa Lisipo, llevadas á Constantinopla perecieron el siglo XVII con su apogeo v señala en y en un incendio 475 años antes de J. C. Los la Escultura Arquitectura la transición del y romanos sitiados por los godos, lanzaron un buen gusto á las graciosas maneras á las

gran número de estatuas contra los sitiado decoraciones caprichosas. Algarde, su rival,

apoderaron y res. Cuando las cruzadas se de contribuye también á este desconcierto

Constantinopla (12o4) fundieron el metal produce con gracia “Los niños y los Amo

de las estatuas para hacer monedas; pero los res.” Su cincel pasa más allá de los límites se cuatro caballos de venecianos llevaron de la escultura, ésta, é Italia, recibieron bronce, de los cuales una nueva mudanza un gran lustre de Cánova (1757-1822), sus

señaló la caida de su república y que otra obras reproducidas por todos, se distinguen

revolución restableció sobre la fachada de y por lo acabado por su gracia. Pero esta

iglesia y la de San Marcos. gracia es algunas veces melindrosa como

por y La escultura fué el arte excelencia de rebuscada con respecto al arte moderno y antigüedad. forma, ya la El culto de la se unió no es el aspecto simple grandioso del

perfectamente con el paganismo, el espiri arte antiguo. Un rival de gloria el danés mejor tualismo cristiano se acomodó á la Thorwaldsen (177o-1844), tuvo un genio y pintura. Durante la edad media la pintura y más severo sobresalió en el bajo relieve.

la escultura quedaron prisioneras en el sim El León de Lucerna es su obra más po bolismo religioso. La forma no parece desti. pular. 36 REVISTA MATANCERA.

En Francia el primer estatuario célebre Ráfagas. es Juan Goujón, muerto en la matanza de Saint Barthélemy: sus obras son: la Fuente I. de los Inocentes en París; las cuatro Cariá La mitad de la vida es densa noche tidas, de una de las salas de escultura del Que el alma oprime con cerrado broche:

Louvre. Germán Pilon (muerto en 159o) Tal vez hay mundos donde el alma vuea tiene la gracia pero le falta la pureza. Sus Libre del sueño en incesante vela. obras son: el grupo de las Tres Gracias, del 2: Louvre y las estatuas de la tumba de En Si en los arcanos del nacer cumplido

r, que III. Juan de Boloña, nacido en Donai En vez de lo que soy, hubiera sído

que la esfera, en 1524, discípulo de Miguel Angel, hizo el Ave hiende anchurosa Nobuho, águila, famoso Mercurio volando, tantas veces re sino naciera. producido: el rapto de las Sabinas, frente al

Perseo de Cellini en Florencia: el Júpiter ¡Oh noche triste noche mi enemiga,

luvioso coloso de Florencia. F. Sarrazin Tu eres sepulcro de mi luz amiga; De esa luz pura cuyo rayo ahuyenta (159o) las Cariátidas del pabellón del L u La sombra del dolor que me atormenta. vre. Anguier, el mausoleo del Duque de Montmorency, en Moulins. Theonon, Atlas De tu tíniebla es el profundo velo cambiado en una roca, Phoetusa en un sau El manto funeral que cubre el cielo;

ce; ambas están en las Tullerías. Puget (1622 Así en la tarde al desmayar el día

94), conocido por el Miguel Angel francés, El sol disipe tu tiniebla fría.

escultó primero ornamentos para los barcos; 2: pintor, arquitecto y como Thorwaldsen fué Adios ¡oh moche en silencioso jiro

escultor: sus estatuas tienen grandeza, ener Se enreda en tus cabellos mi suspiro......

Sólo en las ondas de la luz divina gía y movimiento pero les falta la correc

Surca el éter mi alma peregrina. ción. Luis XIV encantado por su Millón, 24 actualmente en el Louvre, le pidió otro que Noche, espectro del día ¡oh noche oscura....!. formase juego con él. Puget aunque tenía

De la luz tenebrosa sepultura, 6o años de edad dijo á lluvois ministro de

Por tiva el alma del silencio al puerto; Luis: “Yo me alimento con las grandes obras Que dormir no es vivir; sino estar muerto. y gozo cuando trabajo el mármol: ante mi II.

tiembla la piedra por gruesa que sea.” Gi Hoy rardon (163o) fué una celebridad del tiem cruzando las calles bulliciosas víá un mísero sin pan, po Luis de XIV; Coysevox, caballo alado á

Y las lágrimas ví que en sus mejillas

la de Tullerías, es de un gusto entrada las se helaban al rodar: agradable pero grandeza. sin Guillermo Era el pálido tinte de su llanto el la

y de adversidad: Couston, caballos de Mar que están á la y enjugué con mi mano, me bendijo..... entrada de los Campos Eliseos. Bouchardon Lo sin duda hoy valgo más.

(1698), la fuente de la calle de Grenelle. :

Pigall (1714), la tumba del Mariscal de Sa

Murió ayer un amigo infortunado; xe. Falconnet (1616), estatua en bronce de

lleváronlo á enterrar,

Pedro el Grande (San Petesburgo). Houdon

lágrimas..... y hoy P. Dejáronle unas

(1641-1828) el Despellejado, la Friolenta,

nadie lo nombra yá. estatua de Voltaire (vestíbulo del Teatro xk - francés). Moitte (1747). Cartellier (1757).

Brilla el Sol, los desnudos pordioseros

Chandet (1763). Dupaty (1771): modelo de ó u. sin luz van á gozar.....

la estatua ecuestre de Luis XIII, egecutada ¡Hace frío.....! ¿al llegar la noche triste,

por Cortot, plaza Real, París. Bosio (1769): con qué se cubrirán?

Luis XIV, plaza de las Victorias. Lemont x: tojosas (1773): estatua de Enrique XIV, que está ¿Qué dicen las inocentes al

y són de su arrullar? en el centro del Puente Nuevo en París la ¿Qué dicen nuestros lábios amorosos de Luis XIV que está en Lyon.

cuando á besarse van....? F. TOMAS RODRIGUEZ. Lo que dicen las aves en su arrullo

el bosque lo sabrá:

—-e-e-e Lo que dicen los lábios al besarse

¿Quién lo puede explicar...? MATANCERA, -- - REVISTA 37

l) -trás de dos amantes cariñosos Inés no quiso oir màs. Comprendió que la Muerte se apostó, se trataba de una conspiración cuya prime Y al darse el primer beso silenciosos, de entrambos se enzeló...... ra víctima sería su idolatrado Enrique, y lo —Tanta ventura, en este mundc ca, febril y delirante se lanzó á la calle. no la tolero yó: En nada pensó; únicamente veía la terri Ese beso es del cielo—y con profundo ble amenaza que cual otra espada de Da suspiro los hirió. mocles se suspendía sobre el cuello de su gloria Envueltos de la en blanco velo . y leona, dirigió Dios sí! los sepultó; 0 L , amante furiosa como una se Que el beso del amor cabe en el cielo; á todo correr á la casa del joven oficial. pero en la tierra nó. Llegó á ella, subió de dos saltos la escale >: ra sin atender al alto del centinela, y se arrojó A la Tierra en redor, la Mar inquieta en brazos de su asombrado amante La besa con su beso de poeta..... gritando: Ilusiones doradas de mi vida! —Oh! infames infames quieren matarte, querida! Besadme como el mar á su Enrique! Quieren asesinarte! sEBASTIAN ALFREDo DEMORALES. —¿Qué es eso, Inés? Te has vuelto loca? Qué quieren matarme dices? preguntó el jo Matanzas, 1883. ven sin acertará comprender las palabras de su amada. ¿Cómo es que estás aquí á es -eo-e-«D tas horas? ¿Qué no me entiendes? Porque quieren La Corona de espinas. matarte, quitarte la vira —¿Pero, quién, amada mía? quién? LEYENDA HISTóRICA —Ellos, ellos, los asesinos Pero nó, no lo harán, tendrían que matarme á mí también, -A- la srita- Corn cerpoidrº E- raorpez —Inés, Inés, esplícate!

(Ainaliza.) Y luego para sí: — Si estará loca, Dios mio!

Llegó á ella, penetró cautelosamente en Enrique procuró tranquilizarla.

un oscuro corredor, que daba al salón prin Entonces la joven se lo contó todo, sin

cipal, y apoyándose ligeramente en la punta omitir ningún detalle, ni nombre alguno. de sus pequeños piés, corrió en dirección á —Espera un instante, exclamó de Perlan

su aposento. así que Inés concluyó su relato. y De pronto se detuvo toda temblorosa y La joven se dejó caer en un sillón allí - palpitante. esperó largo rato. y La voz de su padre resonando en el salón Pero pasaba el tiempo Enrique no pa

como un trueno inesperado, la clavó en su recía; se levantó, é iba á traspasar el dintel

SltiC). del aposento para preguntar por su amante,

—¡No, vive Dios!—decía, D. Carlos de cuando un soldado le interceptó el paso y Llar,—no humillaré jamás mi limpia frente, amenazándola con su arma exclamando ante un tirano mezquino y cobarde Antes con voz ruda: jugaré diez veces mi cabezal, ¡Nada, nada, —¡Atrás!

Sr. Gobernador de Puigcerdá, nada, hijo Inés, retrocedió espantada y tambaleán

sol, si mio; que mañana cuando luzca el nuevo dose sobre sus piés como estuviera ébria,

pueda levantar Villafranca su sien inmacu cayó desplomada sobre el pavimento.

lada, libre del insoportable peso de la escla La infelíz lo había comprendido todo. sí, vitud! Cuando volvió en se horrorizó de lo Entonces Inés, adelantó hasta la puerta que había hecho.

del salón, y oculta entre los pliegues del cor Pobre joven. Ella no pensó que Enrique

de el gobernador de tinaje que á aquella cubría, oyó con el cora Perlan era Villafranca! zón lleno de la más terrible angustia que su, No se detuvo en reflexionar quo entregaba

hermano decía: toda su familia á un juez sin corazón!

—Bien, bien, padre mío: nada de compa Y en efecto, así sucedió, A escepción de sión ni de temor. Y si Enrique de Perlan hace Francisco de Llar, su hermano, único que la más pequeña resistencia, morirá, morirá pudo escapar. todos cayeron bajo el poder también como un miserable reptil. del oficial francés. - 38 REVISTA MATANCERA.

seguido proceso y Se formó acto el las La pobre joven se retorcía bajo el peso de blancas y venerables cabezas de D. Carlos hierro del dolor.

y D. Manuel de Llar, padre y tio respecti —Escucha: continúo el implacable her vamente de la he mosa joven, rodan on en la 110.

sangrentadas sobre el tablado del patíbulo Mira allá al otro lado entre las rejas de

que al efecto se levantara en la plaza de Per una cárcel una pobre anciana... muere de y piñán. pena de dolor... bajo... Inés perdió la razón. —Oh! Francisco; piedad! piedad me ma

Fué encerrada en un convento y la infe tas... me destrozas el corazón...! y liz en de de sus momentos delirio fiebre, No, no hay piedad es una anciana que

se lanzaba por la escalera gritando: muere... porque su hija... la ha asesinado! —Quíeren matarte, Enrique! Quieren ma Ah! maldita, maldita seas! De rodillas! mi tarte serable! Y el joven con mano febril, la arro jó

á la de ésta, de En cuanto madre murió contra el suelo haciéndola caer de rodi

y llas. pesar de dolor en un inmundo calabozo, la entre los mil tormentos que hacían sufrir —Voy á concluir, Inés, porque no quiero su constantemente los cobardesverdugos de verte más. Cuando niño te prometí una co

esposo. rona; ahí la tienes. Y ahora hasta la eter nidad! Respecto á Francisco de Llar no se vol

á oir hablar más de él. vió Francisco se lanzó fuera del aposento.

Una noche en que la pobre loca estaba Efectivamente el joven le había arrojado

en su pequeña celda, un hombre envuelto una corona hecha con espinas. y en una larga capa apareció ante ella. Inés la recogió pálida, moribunda, se la y colocó en las sienes lanzando una horri Largo rato la estuvo contemplando lue

go desembozándose exclamó: ble carcajada. y —Inés Después se acostó en el suelo. las mon

La joven llevó las manos al corazón, lue jas al día siguiente se encontraron con un y go las pasó febrilmente por sus sienes por cuerpo que había helado la muerte. Respe

último se arrojó con los brazos abiertos al tando la voluntad postrera de la joven, no

dosconocido gritando: separaron de su frente la corona de espinas

—Francisco hermano mío! y la bajaron al sepulcro con ella.

El joven, dió un paso atrás. Por lo que toca á de Perlan, agradecido el

no te acerques! dijo su —Oh! hermano rey francés de sus servicios, lo llamó á su y y

rechazándola, te acerques de no asesina tus lado le dió un honroso título riquezas padres!

. sin cuento.

—Oh no, Francisco, no El recuerdo de la desgraciada Inés, duró sí,

—Sí, repitió el joven asesinal asesina! muy poco tiempo en su corazón. á la arrastrando su hermana hasta ventana J. A. FORN.

de la celda por donde penetraba tristemen y NOTA.—Esta leyenda es traducción libre au te, alumbrando aquella escena, la tibia luz mentada del catalán.

de la luna. Asesina! Asesina!

—No oyes? prosiguió el joven con voz —-e-e-«0 y baja vibrante por la emoción. No oyes co

La Sultan a . mo el viento al estrellarse contra estas ne

gras paredes pronuncian la palabra asesina? cANCIóN (1) Escucha: ¡A..se... si . na...!!! ¡A.. se... si.. I na...!!! Mira allá á lo lejos: ¿no ves un ca y dalso? Un hombre de blanca venerable En su lecho de flores dormía

cabeza se arrodilla ante el tajo inclinando La Sultana feliz del amor,

el cuello á la cuchilla... oye el golpe seco

Y cantaba inspirado en la reja

que la separado es tu ha del tronco... ese Dulces versos su amante cantor. adre...! —Piadad! Piedad! Francisco... ¡Oh! me Guardia, alerta! con eco terrible horrorizas.

Grita al punto el celoso sultán; —Piedad, hija desnaturalizada? Piedad? REVISTA MATANCERA. 39

Y al que alegre cantaba, la muerte Para la cortesana, el amor es el medio de Miserables soldados le dan. conquistar la voluntad del Soberano y el II prestigio en la corte. Para las almas á quienes los caprichos de De repente se abrió la ventana la suerte, y una adversa fortuna las sume en Y de un ánjel la sombra pasó, eterno sufrimiento, el amor es la expiación perdido Y un lamento en el cielo de un destino implacabe. El amor es la en Asesinos, piedad repitió. fermedad que consume las fuerzas del espí ritu avivando el sentimiento. De la noche rasgando las sombras Para el avaro el amor es el oro. fatal; Brilló el sol en la estancia Para el político el amor representa la ban Y en su lecho yacía la sultana dera ó credo que ha de servir de escabel Sepultado en su pecho un puñal. á su fortuna. J. G. VILLA. Para la virgen de los primeros amores, cuyo pecho se abre á la esperanza y su co —-e-e-e razón á los sueños de la juventud, el amor es un angel de doradas alas. ¿Qué es el amor? Para los viejos el amor es un sueño bellí simo de su juventud. La unión de dos almas que se compene Para el religioso, el amor es la fuente de tran y confunden en el espíritu divino. Dos la infinita gracia, cuyas aguas perfeccionan almas que se envían sus suspiros. Dos seres el espíritu y dan salud al alma. que se idolatran. Espíritus que asimilan Para mí el amor es un sarcasmo sangrien sus aspiraciones y deseos. Una mirada de to. Es la antítesis de la felícidad. Amar cuan dulzura y encanto. do el objeto querido, la mujer soñada com Bajo el punto de vista de la Naturaleza, parte con uno todas las felicidades y des el amor es el rutilar misterioso é incesante gracias, eso sería amar; pero suspirar y so de las estrellas en el azulado manto del llozar por su ausencia, eso no es amar, eso cielo. es agonizar. El alisio besando amorosamente a las Verla llena de pasión, breve el aliento, plantas. La luz de la luna rielando en la su encendida la mirada, radiante de expresión perficie de los mares. Es el rumor de las su rostro, palpitante ante el efecto de la pa fuentes y cascadas, es la blanca nube que labra apasionada de su amante, eso sería dora el sol en calma. amor; pero no ver sus hermosos ojos, no es Si filosóficamente lo consideramos, el cuchar el timbre armonioso de su voz, lu amor es la concepción de un ideal bellísimo. char tan solo con los recuerdos, eso es el in El músico vé el amor en las arrebatadoras fierno. armonías de Meyerbeer, en las dulcísimas Las ilusiones, qué son sino ficciones no melodías de Bellini y Rossini. más, enjendros de imaginaciones calentu El poeta llama amor, á los conceptuosos rientas, de espíritus soñadores? versos de Calderón y Quintana á los senti He aquí en pocas palabras lo que es el II10, mentales de Selgas, á los robustos de Ga a llego. M. H. R. El pintor cree reconocerlo en la mística Setiembre27, 1883. virgen que saliera del pincel de Murillo, en la sacerdotiza pagana que dibujara el -9-e-«0 inmortal Rafael. El escultor lo siente al acercarse á la Ve Revista de la moda. nus de Médices, al contemplar la del Capi tolio, al admirar las acabadas esculturas del París 23 de Setiembre de 1883. insigne Fidias. Entrando en otro orden de consideracio Mis queridas lectoras: el verano tan desigual por que atravesando, interrumpido apenas nes é ideas, veamos que cosa es el amor. estamos no ha el uso de los trajes de invierno. Para el potentado soberbio y orgulloso, dº Mucho es lo que se usan los vestidos en parte - el amor es el patrimonlo de las personas terciopelo y en parte de lana. pobres. La combinación más generalizada, es ia del delan 4o REVISTA MATANCFRA.

-A-INT. tero de falda plana, recortado en su borde ínferior en IMCISCEI E. A.. forma de almenas ó de ondas las cuales descansan sobre tres volantes estrechos. La túnica es de lanilla y el corpiño de terciopelo, igual al delantero de la En el número anterior de muestro semanario omi falda,con chalecos ó mangas de lanilla, ó bien á la que querido amigo inversa. Corpiño de lana con chaleco de terciopelo y timos hacer constar nuestro Ricar Byrne perteneee personal que compone mangas de lo mismo ó lana según el gusto y capri do también al chos de la dama. la redacción de la REvistA MATANCERA. Queda Los volantes del borde inferior de la falda, pueden pues, salvada la omisión en que incurrimos. ser también según la moda actual; esto es, un volante La Dirección. de terciopelo entre dos vólantes de lanilla, ó de seda color, del mismo ó bien los tres volantes de lana ó de Dentro de breves dias contraerá matrimonio mues casimir. tro querido amigo y compañero Palacio, con la bella ...; 2. Srita. Luz Sofía . . . serán padrinos de manos y y la angelical Carmencíta. . . . nuestro apreciabie y simpático compañero Próspero David; de velacio general viajes Por lo los vestidos de en esta esta mes, la Sra. Dº Concepción . . .

ción, paño lijero, chiné, y se hacen de liso ó ó bien de nuestro disiinguido amigo compañero B. Byrne. lanilla ó casimir de cuadritos. Tanto á la esposa en ciernes, como al esposo en el traje se hacen pocos pliegues, y éstos ni En co iden, le deseamos felicidades mil. gidos ni complicados y sin profusión de adornos; tan Anda con Dios, Ramoncito

solo unas costuras pespunteadas, bieses estrechos, ga Con tu bella Luz Sofía...... lones, trencillas, y botones de metal ó bien de nácar Mongo, por Dios, no te olvides

incrustada. Estos trajes se componen de una falda pla Por eso de la REVISTA. bajo plana plegada na con un de falda ó un volante Que te vaya bien querido, muy ancho también plegado, ó también de una falda Que te vaya bien mi vida...... compuesta de pliegues perpendiculares en toda su al ¡Quién creyera que tan pronto,

tura. Y siendo corto de vista! pone Sobre esta falda se una túnica ó sobrefalda X: dispuesta en pliegues horizontales y se complcta el

vestido con un corpiño-chaqueta entreabierto por de En virtud de la favorable acogida con que ha sido

lante, abrochado con dos botones solamente sobre un recibido nuestro semanario, prometemos á nuestras chaleco blanco que termina en punta y en forma de bellas suscritoras encuadernarles los números de este

peto guarnecidos de botoncitos en su centro. periódico que tengan coleccionados, al fin de cada año. xk Les juro por los abuudios Que siempre hemos sido así; Queremos decirles...... muy...... Existen otros trajes de viajes también muy bonitos Muy gerundios. pero menos generalizados que el anterior. Consisten en cuatro bandas formando entrepaños

que componen la falda, corta y estrecha; una de estas Enviamos el más sentido pésame á la bella é ilus falda, bandas forma el delantero de la las otras dos trada Sríta. Dolores María Jimeno por el fallecimien

los costados y la de atrás vá recogida en pouff bajo la to de su señor padre el Ldo. D. José Manuel Jime aldeta del corpiño. Estas bandas van hechas de una no, (Q.E. G.E.) tela de dibujo de cachemira de colores atenuados. Se llena el hueco que estas bandas dejan entre si con un Con satisfacción hemos sabido que nuestro amigo volante tableado de lana morada lisa. sobre el cual las

R. B. Hamel, deblegará la cervíz dentro de pocos bandas parecen como aplicadas del mismo modo que dias ante el dios Himeneo, pues no ha podido resistir parece que guarnece flotar sobre un volante el borde y á las muchas gracias virtudes de la apreciable seño inferior de la falda. Una túnica corta de la misma la y rita que hoy es su encanto como novia mañana su desaparece bajo na morada la banda de atrás. Cinco gloria como esposa. costuras pespunteadas con seda de color adorman su 3. borde y el corpiño-chaqueta es de tela igual á las y Nuestro estimado amigo colaborador Tomás F. bandas y se abre sobre un chaleco de lana morado.

Rodríguez, nos ruega que salvemos la errata en que Los galones anchos de lana negra, blanca ó de co se incurrió en nuestro número anterior, en la traduc lor, figuran entre los adornos de los trajes de otoño y

ción con pue nos favoreció, en la cual aparece como de invierno. cada lado de uno de estos galones se A Grecia recibió las primeras impresiones esculturales pondrá una trenza de oro bastante gruesa y el chale y y de Francia Egipto, debiendo decir de Tracia de

y a co irá adornado con redondeles de trencilla de oro Egipto. guarnecido poco de botones dorados un oscuro. Pues merlo pide con gracia

GLACIELLA. Complazcámoslo, de fijo Sepan todos pues, que dijo -e-e-e iTracia!!! ImprentaGaleríaLiteraria,Ricla 3—Matanzas. RENACIONY MEMINISTRACII. SSURIN MENSUAL, -O-- S. JUAN BAUTIsTA 12. En Matanzas . . . $ I B. Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas., 3o, s\s MNAM WA,

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades,

DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, Leopoldo Reyes.

s"C". N..-A--532-O la posición más á propósito para rodar con Cuadro de colaboración.—Impresionesde viaje, por Caíali violencia y despedazarnos, ó para que las Rodriguez Morales.--Letrilla, por na de Jacan.—Paseos ma y despedazasen tinales, por Isaura.—Amor de Primavera, (poesía)por R. J, calderas reventasen nos tam de Paiacio.—Crónica de la moda. por Cora.—Su ataud, (poe bién. sia) por Leopoldo Reyes.—Detras de la cruz..., por R. J. de Palacio.—Miscelánea, por L. Reyes. En esto entró el capitán en el salón, ebrio de furor contra el Tequendama, se acercó á CUADRO DE COLABORACON. nosotros con las mejillas encendidas é infla madas por la cólera; los ojos inyectados de Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma sangre parecía que iban á salirse de sus ór nuela Lopez (Habana.)—Srita. Flora Garmendía.— bitas; puños y Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. /saura.—Srita A. los cerrados fuertemente el J. P. (Graziella.) Aaris. sombrero, la camisa y el pantalón llenos de Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Francisco quemaduras estaba horrible! Tomó respiro de Jimeno —D. NicanorA Gonzalez—D. Vicente A. un momento y llevándose á la sudorosa fren Tomás (Próspero David.)—D. Miguel A. Lavastida. te su pañuelo burdo, esclamó con el acento —D. José G. Villa.—D. Miguel Garmendia.—D. Se hay que pasar bastian A. de Morales.—D. Bonifacio Byrne.—D más firme: «No más remedio Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio Lo ó reventar: á pié no es posible que ustedes pez (3acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefonso Es rindan viaje, otro vapor no hay, con que y trada Zenea.—D. Romualdo Isaac.—D. Ambrosio V. pasar ó á morir!» Lopez.—D. Lorenzo Lopez.—D. Ricardo Byrne.— «Very well» contestó al exabrupto del D. Rafael Rossi. (Cárdenas.)—D. Rafael Otero. ca pitán, ingés que pasajero; y dijo (AMadrid.)—D. Emilio Valdés Sotoca. (Barcelona.) un iba de —Sidi Mahomet. (Habana.)—D. Fernando Garcés. así riéndose de la manera más divertida. In (A/éjico.) glés al fin! -9-e-e Los demás al oir el ultimatum del hom bre que en aquellos momentos podía dispo Impresiones de viaje. ner de nuestra suerte, temblamos de angus =P-Á arr T-A-s ín Tºrrr.4t A-s tia: aquellas palabras imponentes habían POR sido dichas en medio del ruido espantoso CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES. que se escuchaba en el buque: parecía que tocábamos á nuestro fin. V. La lucha contra los Chorros seguía y el Llevábamos ya cuatro horas de lucha. capitán cada vez más irritado, parecía un contra los Chorros del Guarinó y nada se león herido al fin se convenció de que era adelantaba: al contrario, cada vez se movía imposible remontar é hizo retroceder el va menos el Tequendama y cada vez rugía con por hasta un punto en que las aguas estaban más fuerza. SerenaS. Nos hallábamos suspendidos precisamen Cejó hasta más abajo de la corriente; se te á la entrada de los Chorros: es decir, en le amarraron al vapor dos cables muy grue 42 REVISTA MATANCERA.

sos cuyas puntas llevaron á tierra varios em se estaba bur'ando de él, como creen nues pleados de á bordo y dieron vueltas con ellos tros campesinos de sus caballos cuando no corpulentos orillas; á dos árboles de ambas quieren andar. El capi án era un curazoleño después operación, de hecha esta tiraron de buen fondo, pero de limitada inteligencia

fuertemente de los cables cuatro ó seis hom y de una temeridad á toda prueba. Además tripulación y Tequendama bres de la el em estaba furioso porque la Compañia lo había pezó la remontada. obligado á subir los Chorros en un buque

gritaban pasajeros. y Estamos salvados los viejo que no era el suyo. pero aqui que ¡Estamos salvados he al lle Entró, como he dicho, en el salón, se echó gar aquella poderosa á la fuerza de corrien atrás su sombrero, se enjugó el rostro, clavó

te, gran aguas y la masa de las arremolinado en nosotros sus enrojecidos ojos nos dijo

ras, rompiéronse los cables y el Tequendama re-ueltamente: «Mañana le echo cien libras

giró bajo vertejinosa y hácia dando vueltas en de vapor á este pícaro buque viejo sube los rapidez: parecía papalote que un cuando Chorros ó lo reviento contra la costa; todos y - más elevado se halla le fallan los fenillos juntos vamos á morir aquí!» viene al suelo dando tortolillas. La fuerza que llevaba el buque y las vuel -e-e-e tas que daba eran horribles ¡qué gritos de angustia á bordo y yo me reía como una idiota. Letrilla. El buque en su rapidísima bajada, rodó

contra la orilla derecha del río y un árbol Unos crian la colmena

de ésta se entró por la ventana de un cama Yotros se engullen la miel. rote despedazando cuanto encontró al paso. Afortunadamente, uno de los pasajeros. con Ese, que estirado ves,

indescriptible rapidez, se apoderó de su pe Y en su orgullo pierde el seso,

rica (machete) y cortó el brazo del árbol Va soñando que no es y antes que terminase su obra de destrucción. Su cuerpo de carne hueso; A todas estas seguíamos dando vueltas Ostenta rica alacena, violentísimas con dirección hacia abajo, has Mucho lujo, gran corcel

ta que al fin, llegando á las aguas mansas, Y brinda con su pastel

el buque se detuvo por sí solo, semejante á A los pegotes la cena.

un caballo que, corre con furia salvando to Unos crian la colmena

da clase de escollos, y suda y se precipita, Yotros se engullen la miel.

cayendo al fin rendido de cansancio. padre grata Así que el vapor estuvo parado, nos diri Busca un suerte

gíamos todos miradas significativas, como Vertiendo el sudor prolijo,

quien dice ¿será verdad que hemos esca Y deja, al llegar la muerte,

pado? Largo caudal á su hijo. Mas un curador infiel Aquel fué un peligro de los más graves: al no se comprende como pudo suceder tal La herencia hijo barrena,

percance sin que el buque se despedazase. Y haciendo henrado papel, Goza una vida serena. El capitán quedó muy fatigado de la lu

Unos crian la colmena cha que tuvo que sostener por espacio de

cuatro horas; el sudor corría por su frente Yotros se engullen la miel.

como si le hubiesen vertido un jarro de agua

Oculta su nombre Arturo por la cabeza.

Los pasajeros le suplicamos que tomase En las obras que escribió, y algunas horas de reposo él accedió á nues Y renuncia el lauro puro

tras súplicas disponiendo que apagasen las Que su genio conquistó. y calderas aplazando el paso de los Chorros Pero al instante Raquel,

para el siguiente día. Plajiando la ciencia ajena, la el Por tarde entró de nuevo en salón Ciñe de Arturo el laurel

que ocupábamos los pasajeros: estaba ciego Y de placeres se llena.

Unos crian la colmena de cólera contra el Tequendama: aquel

hombre en su ofuscación creía que el buque Y otros se engullen la miel. REVISTA MATANCERA. 43

sangre y emplea Su valor satisfacción que disfruta el alma, viendo con guerra soldado, En la el buen los ojos del sentimiento lo que no tiene imi. Porque la patria se vea tación, cual son las obras de la Naturaleza; Llena de honor encumbrado. pródiga siempre en tesoros de belleza. Mas la fama solo suena

Puede decirse que el corazón aspira en Coronel, Para el feliz tonces los gratos perfumes que las flores des Aunque figura en la arena, piden al ambiente cuando rompen sus bro Dejando espada y broquel. ches. Unos crian la colmena ¡Con cuanta delicia se detiene uno á con - otros se engullen la miel, Y templar tanta belleza que llevan el espíritu y de encanto poesía! El pensamiento se abs El honrado labrador y trae entonces se concreta á la contempla Sufre del sol la fatiga, ción de tantas maravillas. Bañando con el sudor

El hombre sumido en el torpe sueño no Simiente, y biga. fruto es se ocupa de llenar su corazón con esos cua pena, Mas cuando libre de dros que por todas partes ofrece la Natura Ve florecido el verjel, leza, se olvida que deja pasar las horas de Cierto bicho le cercena y mayor encanto que tiene el dia, va luego Los frutos de su plantel. en pos dt efímeros placeres que no espulsa Unos crian la colmena

rán de su corazón el tédio, puesto que jamás engullen Y otros se la miel. podrán compararse sus mesquinas obras con

las portentosas creaciones de aquella. Para el pródigo atesora Algunos dicen que en Matanzas se fasti El miserable avariento, dian de no encontrar nada que pueda ofre el sabio la ciencia implora Y cer distracción al ánimo; es verdad que en un zángano jumento: Para ella no hay ninguna obra de los hombres El viñador su tonel

digna de admiracíón, mas en cambio sobran Para los borrachos llena, encantadores paisajes formados por la crea Y el que prepara la cena ción. - recoje

Solo el mantel. y Fuera de la población al estremo de Unos crian la colmena cualquiera de sus calles se encuentran bellí engullen Y otros se la miel. simos panóramas que admiran.

JACAN. Es delicioso, repito, un paseo matinal

cuando el Sol asoma sus primeros rayos por

-e-e-e Oriente, sacudiendo su dorada cabellera de Paseos Matinales. las brumas que lo envuelven.

Sabiendo uno que por la calle de Zarago y En el mes de Mayo, época de las flo za dirigiéndose hácia el N. divísanse á lo res y de los mas bellos dias que tiene el año, lejos las alturas llamadas del Abra que for

es delicioso dar un paseo y gozar de las pri. man la embocadura oriental del delicioso

meras horas de la mañana cuando el se y Sol valle del Yumurí por la cual corre lento el

ha elevádo apénas sobre el horizonte acari el rio de ese nombre. Por la constante ex

ciando con sus primeros rayos la tierra por tracción de materiales para las fábricas de la las primicias de la Primavera. ciudad ha venido desapareciendo lentamen

La vista contempla entonces extasiada los te la barranca que ántes existia á la termi y mas bellos paisajes que infunden al corazón nación de dicha calle ha quedado una sua

elevados sentimientos y llenan la imajinación ve pendiente de fácil acceso para el tran de bellísimas ideas. seunte. Alli puede el observador detenerse que gozar El desea de los encantos de la à contemplar una de las mas bellas perspec

Naturaleza y posee un corazón impresiona tivas que ofrecen los contornos de la ciudad.

ble á todo lo sublíme puede calificar esta Mas en lontananza se divisa un pequeño

ansiedad paseando muy de mañana por los caserío que á vista de pájaro parece blan alrededores de la ciudad, toda rodeada de

quísimas palomas posadas en la tierra; á lo

encantadores panoramas que ofrecen á los que se agrega una multitud de vertientes to ojos del observador espléndido y amenísimo das cubiertas de diferentes matices de valor.

paisaje. Entonces se podrá comprender la Bajando dicha pendiente se llega hasta las 44 REVISTA YATANCERA.

orillas del rio en cuyas hermosas márjenes allí horas deliciosas que le hagan olvidar los se ostentan juncos y espadañas y algunas disgustos que le ocasiona el mundo. flores que adornan el cuadro, haciendo recor La soledad, el verde musgo salpicado de dar aquellos versos de Alarcón: brillantes gotas de rocío doradas por el Sol, el canto melancólico y acompasado del leja El astro aparecía no pastor que enyuga sus bueyes para la fae Y el agua sonreía na del dia, y el ambiente suave y perfumado la luz y las ondas se besaban Y de aquella atmósfera completan la vida física Y la onda en la luz se embebecía y moral de tan risueño cuadro. Dichoso el Y unidas á la orilla caminaban. que sabe comprender ese poético lenguaje Oculto por lijera nube blanca que atrave que habla al alma y hace conmover el cora sada por el rayo de Sol reflejándose en las zón. Las flores con sus variados matices cristalinas ondas la matizan de oro y grana cuánta poesía, cuántas ideas grasas inspi y dan à sus tintes tan be los y variados colo ran! El poeta encuentra allí su númen, el ridos que jamás pintor humano alguno po. botánico su ciencia y el afanoso trabajador drá imitar: tampoco hay frases para expre su pan. sarlo ni pluma para escribirlo y sentirlo. Desde la bellorita que tímida levanta apé El espírítu se abstrae en aquella contem nas su f ente del suelo, hasta el parásito y plación y se eleva fuera de la tierra. jigante Jagüey contribuyen á hermosear el Sguiendo mas adelante se descubren cor romántico paisaje. pulentos árboles, quintas y cas tas cubiertas Cuán deliciosa fuera la vida si se dedicase de variadas flores que tal parecen como si siempre á tan grata contemplación en los estuviesen incrustadas en las peñrs; y no se momentos de solaz. cansa uno de contemplar tan poético paisaje. ISAURA. Matanzas 1883. Cuando se llega al sitio en que las peñas se elevan á uno y otro lado del camino acan -so-e-º tiladas y haciéndose apénas accesible á los Amor de primavera. que van trepando ágatas por aquellos ris cos para extraer los cantos ó cabezotes. No A MI QUERIDO AMIGo OTTo MEYER y ULMo. puede uno menos que conmoverse al ver el arrojo de éstos que llegan á aquellas alturas De Primavera en la estación florida tan penosamente procurándose los medios Comienzo dió la interesante historia de ganar el sustento. Que hasta la fecha se quedó escondida Las pequeñas casitas y acaso una taberni. En un rincón de mi fugaz memoria. ta que entre ellas se encuentra al final de Como pienso contarla punto á punto, aquel caserío, se parece á esos juguetes de (Tales son mis deseos) madera que imitan caseríos de diminutas Que me entraré de lleno en el asunto quintas ó paisajes de la Zuiza con los cuales Y deje é las vueltas y rodeos. se entretienen los niños. Al entrar en el ca mino que conduce al Estero se ven las peñas En un pueblo de Cuba (el nombre ahora cortadas tan perpendicularmente que pare Yo no recuerdo, porque no hace al caso) cen las murallas ó paredes de esos románti De vista encantadora. cos castillos descritos por Wolder Scot. Al Y de casa sin órden y al acaso, zando la vista se ven los cardos y otros ar Pura, inocente y sin pesar vivia bustos que coronan aquellas peñas donde se Una niña preciosa, que Consuelo anidan los pajarillos y triscan los cabritos, y Llamábase, y tenia en que acaso se vé algun chicuelo persi Soles por ojos y por cara un cielo. guiendo los nidos de las tojosas y de los to meguines. Otro puede estenderse Comunican á tan bello paisaje un aspecto Y elogiar su belleza soberena. aun mas melancólico el silencio que allí rei Más---- ¿para qué escederse na embellecido por la aurora é interrumpido Si al decir que Consuelo era cubana á espacios por el canto de la tojosa cuyo Queda dicho el portento tristísimo arruyo parece un quejido de la so De gracia y hermosura ledad, De la heroina de mi humilde cuento El amante de la Naturaleza puede pasar Y de su gentileza y donosura? REVISTA MATANCERA. 45

deseo tenía Tal En medio de deliquios seductores

La niña por las flores, Mayo y Abril con rapidez corrieron

Que atado su destino parecía Y llegó el dulce mes de los amores

A estas hijas del mes de los amores: Y las floses al céfiro se abrieron. Y aún varios afirmaban.

Con tono de profeta y adivino, Llegó también el día

Que Consuelo y las flores se encontraban En que Juan á Consuelo abandonara,

Unidos por los lazos del destino. Y ésta viendo que Juan no parecía

Con la pena afeó su linda cara, y

Llegó la pálida Más como la opinión no viene al caso, Junio doncella

la esperanza Aunque razones tenga Perdida

que se de Sobradas cual vereis, á contar paso De Juan acordase otra vez ella

á suspirar su pecho alcanza; Lo ocurrido y que venga lo que venga. Tan solo

Y una tarde en su jardín paseando

Una tarde de Marzo en cantadora (Veinte de Junio era

Día en que va sus flores marchitando que lanzaba el sol tibios fulgores, En alegre primavera.) La niña seductora La

Al recordar su amor, su dulce dicha Paseaba en el jardín cojiendo flores.

Y después enojos Cual era de costumbre sus

Y su fatal desdicha, Que de viejo tenía, Al cielo alzó los ojos Pues siempre hasta ocultar el sol su lumbre

Y en un suspiro que su amor enciera En esa ocupación se entretenía. De amargo desconsuelo,

Dando la triste con su cuerpo en tierra Veinte de Marzo era: Remedio á su dolor halló en el cielo. Y reza el Calendario

Que entra en este día la Primavera RAMóN J. DE PALAGIO. Por su curso ordinario. -9-e-«D Cuando más ocupada

Crónica de la moda. Ella se hallaba su cosecha haciendo Y de flores fragantes ya colmada

La cesta sosteniendo, Madrid, Setiembre 17 de 1883. Quiso el fatal destino Mis queridas lectoras: muy poco han cam Que se hallase á la niña contemplando y biado las telas las hechuras de los trajes Un labrador vecino

desde mi última revista, sin embargo, os des Que estaba la ocasión siempre buscando cribiré algunos de los vestidos que me pare pasión que De declararle la había cen más elegantes. Por ella contraido, >k Y como en ésta la ocasión veía

En el jardín entró sin hacer ruido. Dos he vísto que me parecen de mucho

gusto, uno es de encaje encarnado oscuro y Ella volvió los ojos forrado de raso del mismo color otro mo

Para ver quien así se introducía. rado; ambos vestidos llevan un peto frunci y

de traje salpicado de Ante sus plantas Juan cayó de hinojos do raso del color del

azabaches; en la de la falda, Y mil frases de amor le dirigía; delantera cor

taban el encaje bullones de raso bordados De rojo las mejíllas se tiñeron y

de azabache, LDe Consuelo y sus labios balbucearon del mismo modo están ador

nadas las vueltas de las mangas: la falda for

por de ¿Qué frases se dijeron? mada detras con tres volantes enca

jes, pouf de de No lo sé, pues los aires las llevaron, lleva un raso bordado aza

y gua

sí, bache necido con un ancho volante Solo que la vida de Consuelo

de encaje del color del vestido: estos vesti Al partir de aquel día se Por el amor se convirtió en un cielo. dos usan con capotas del mismo encaje que que

y llevan los adornos llevan estos. ¡Tan hermosa tan dulce la veía xk REVISTA MATANCERA. 46 =7

Para teatro cit. ré uno, e raso color rosa Eos talles se van acortando algún tanto, pálido cuyo corpiño está cubierto de encaje á la vez que los hombros se alargan: los color marfil; los paños de detras, guarneci cuerpos parecen de esta manera más pro dos con tres volantes anchos, casaca ó gran porcionados y bonitos por ser más airosos, des aletas con paniers pegados al corpiño, pues los talles largos, habían llegado á ser guarnecido de encajes color marfil, en for por su exageración muy feos sobre todo pa ma de volantes. ra señoras de poca estatura. x:

Os citaré un traje modesto, y bonito que creo os gustará, es de velo azul marino, cu En la ropa interior hay también sus inno ya falda está plegada en grupo de cuatro vaciones, las enaguas se usan cotas con vie tablas; à siete centimetros de distancia del ses y tiras bordadas, tres tiras kordadas borde de la falda, se coloca una tira de raso adornan el bajo haciendo seis pliegues de rosa como de cuatro centímetros de anchu tres centímetros de ancho en la distancia ra que hace un lindo contraste con el oscu que media entre dichas tiras, de modo que ro matiz del vestido, Túnica corta plegada quedan alternadas estas con aquellas para y recogida á lo Wateau, por medio de lazos esta enagua se cortan los paños nesgados. de cinta color rosa; esia túnica lleva todo al derredor una guirnalda dibujo bizantino, bor boga para ropa dado con algodón de muchos colores. También están en blanca los adornos de frivolite, he visto una camisa x: de señora cuyo escote y mangas estaba for Los antiguos linones de fondo blanco sem mado de frivolite y casi toda la blusa hecha brados de maripositas ó flores pequeñas, es. con este tegido tan sencillo como bonito. Se ropa niños, tan muy de moda, así como los vestidos de usa mucho también en de como lana cruda calada con viso de color. lo que en pantalones, camisitas, gorritos y demás hace muy buen efecto: he visto un vestido ropas interiores. 2. de esta clase con viso de seda rojo que era precioso: el bajo de la falda estaba guarne Para niñas pequeñas, he visto varios tra cido con un volante de bordado Richelieu jes, que me parecen muy bonitos; uno es de ó guipure de Venecia: la túnica corta se re percal blanco, en forma de camisa á la ín coje con lazos de seda roja, el cuerpo largo glesa, con tres volantes de tiras bordadas de talle quedaba muy ceñido; nada puede escote redondo con un volante de la misma imaginarse más distinguido y elegante. tira, manga corta de lo mismo, y por detras 2k un gran lazo de cinta rosa figurando pouff, 2k Se llevan mucho las frutas, y las flores de Otro de batista cruda de la misma terciopelo para adornos de sombreros de hechu encajes y mañana, y vestidos de baile por ahora se ra con blancos lazos en las man gas, y por azules, llevan la preferencia las frutas pero en el in detras de cintas en la ca beza un lazo del de los adornos. vierno las flores de terciopelo alcanzarán color todo el éxito que merece su espléndida be lleza, las guarniciones de los trajes de baile Se siguen llevando mucho las mattinees, costarán muy caras, porque cada una se especialmente entre las señoras que han en compondrá de muchos ramos de flores. contrado este traje bastante cómodo. En x: euanto á telas las más de modas son las de dibujos pequeños, y á mi humilde parecer que hablamos de flores os diré la Ya nue creo que son preferibles à los floronos que disposición que para va en se colocan ador se han estado llevando hasta ahora, las telas sombreros: los que tienen la copa nar los rayadas y de cuadritos pequeños están en poco alta, izquierdo un llevan al lado de la mucho favor, lo mismo que los colores os misma un de y de rosas, atado ramo lilas curos con dibujos menudos de vivos colores. terciopelo, sencillamente con una cinta de Y ahora os dice adios hasta el correo que negro cuya ó de raso cinta forma un lazo. viene, vuestra amiga. - CORA. REVISTA MATANCERA. 47

Su ataud! espín en toda la extensión de la palabra, se

REMINISCENCIAS DE HEINE. gún se le ennegrece el humor cuando aso

ma las narices por la puerta de ella

- el contrario, su casa, A MI MADRE, Por fuera de confir

ma su apellido hasta la exageración; se vuel y ve una verdadera melcocha, no hay persona El golpe agudo del martillo ese

que al contemplar su aire de manso corde Un instante parad;

rito, no exclame convencido de ello. Cada gólpe destroza el nlma mía,

un de Dios, el D. Crispín. Porque clavando su ataud están —Es alma tal

¡Líbreme Dios de meterme en vidas aje

nas, porque gusta de Indiferentcs su trabajo siguen, no me hablar mal na

que yo conozco, E hiriendo sin piedad...... die! como dice una beata

se pone, en compañía de Seguid, seguid hasta que muera mi alma; cuando otras va

rias, á despellejar con toda beatitud al pró ¡Nunca tanto favor...... podré pagar!

jimo, pero hav casos en que no se puede LEOPOLDO REYES. prescindir del deseo de quitarle la careta á y , quien hace tragar al mund lo que no es y -e-e-en como el de D. Crispín es uno de ello, con

el permiso de ustedes, voy á oresentarlo ba jo Detrás de la cruz..... los aspectos que le caracterizan, ésto es, y en su casa en la calle, para que sepais á A MI QUERIDO AMIGO LEOPoLDo REYEs. que ateneros.

Empezaré por el primero ó sea por su C3Sal. —Queridos lectores ¿conoceis á D. Cris - pín Amable? Para mayor claridad del lector, diré que y Aunque estoy casi seguro de que muchos D. Crispín no tiene hijos que toda su fa 2, de vosotros lo conoceis, voy á daros su re milia la constituy su mujer, que siempre

trato. Es un señor de regular estatura, ojos está enferma merced á las caricias amorosas

pardos, uno de los cuales mira hacia Ponien que amenudo suele propinarle su esposo, y Levante, feo, te otro hacia tan como el convencido sin duda en la idea de que las

autor de estas líneas, lo que es ya bastante mujeres y las guitarras hay que templarlas

decir, con una boca por la cual cabe cómo a menudo para que suenen bien, una criada damente un ternero poco más ó menos, na negra, más vieja que Matusalem que está y

esperando que le la graciosa riz de canelón, bigotes barba...... por na den libertad y y cerle aún orejas que anuncian larga vida mente hace muchos años. un gato que más de por lo desmesuradas que son. que idem, parece una sospecha tal, se á Añadase ésto un cabello de color y inde gún lo flaco, pelado viejo que está. ya y el finible, que tanto tiene de rubio de casta Conocidos los personajes levantaré

y telón. ño como de negro se tendrá una idea de y la vera efigie de D. Crispín. Como siempre Es por la mañana D. Crispin que acaba y un viste de negro lleva sombrero idem, na de levantarse con un humor de perros según de su da tengo que objetar sobre el trage, como tiene por costumbre, sale habitación ya

restregàn ojos si no sea el estar las prendas que lo com lose los cual los tuviera lle y y ponen, bastante traidas llevadas. nos de telarañas sin encomendarse á Dios,

Los lectores objetarán que el ser feo no aunque si al Diablo, (del que parece encon

tiene nada de particular m entras no se lle trarse poseido, cuando se encuentra en su la gue al extremo del célebre sargento Utrera casa) péga un soberbio puñetazo sobre quien según dicen pudiendo ustedes creer. desvencijada mesa que gime angustiada por y lo, ó no; como les plazca reventó de puro aquel inmerecido trato exclama con voz

y de trueno: feo, que sí lo tiene el que se écile en cara de una cosa que ya se tiene en ella. —Ea, Mamerta, negra los demonios,

Os sobra razón, queridos lectores, D. Cris traeme el café que me voy y de pín es feo de encargo nada más, pero lo que La negra vieja despues pedirle permi

sgnorais es, que este señor tiene otra cuali so á un pié, para mover el otro. viene ba y

buque de lastre, pad, además de la de ser feo, es, que en lanceándose como un falto y la de la la iu casa es, no un D. Crispín, sino un puerco. con taza café pone sobre mesa 48 REVISTA MATANCERA.

sin decir una palabra por temor de recibir —Cada día está más mala; ya puedes cal en las costillas alguna alusíón personal por cular que no tengo gusto para nada. parte de Amable. —Vamos hombre! anímate, esas serán

No obstante éste, despues de tomar un aprensiones tuyas, cómo la quieres tanto!

sorbo del susodicho líquido, (que mas pare —Creo que si la pierdo, me voy á volver

ce agua de borrajas que producto de Moka) loco rematado, así es que la tengo en pal

mitas, ¡Soy el y dan dºs tres o cuatro resop idos que pare como suele decirse: más infe liz de el cen fotutazos, dice, arrojando la taza al sue los hombres dice sacando pañuelo y

enjugándose lágrima que no quiere lo en donde se hace mil pedazos. una salir.

—Esto no es café, esto es agua sucia!

El amigo no puede menos de consolar á —AWiño —dice la vieja temblando cual si y aquel marido tan amante de su mujer se tuviera calenturas de frio—sumercé no me dió marcha medio enternecido exclamando. má que medio pa café anoche.

—Pobre Crispin! quiere tanto á su mu yo —¿Y que te importa á tí lo que doy jer... - vamos.... tiene delirio con ella. ---

para el gasto de la casa? Me vienes á dar

te compadezco,.... es pedazo de pan. lecciones, estantigua? un

Y el individuo ignora que aquel compasi

—Yo no me santigua, no siñó—dice Ma

vo ciudadano acaba de poner á su mujer co

merta tomando la frase por otra.

mo ropa de pascuas, como se dice vulgar

-¡Conque, te de también burlas mí eh...? Imente. pues toma!

—¡Ah, D. Crispin, el que no te conoz

Y pin! pan empieza á solfearle las costi ca.... ya me entiendes.

á Mamera, que no que: llas sabe decir mas Lectores, ya veis que con razón se inven

- 7a bueno, niño, ta bueno, no dá má. tó el refran aquel, da “detrás de la cruz, está el Al ruido de la contienda, sale la mujer diablo.” y del cuarto el bendito D. Crispin, la empren Pero no me gusta hablar mal de nadie, lo

de ella, según dice, porque la con tiene cul y vuelvo á repetir, por eso porgo fin á este y pa de que la negra esté respondona tan artículo, esperando que detrás de esta cruz, mamanteada.

disimuleis el diablo, que son las faltas de ya i Mamanteada una negra que tiene que se encuentra plagado. más de setenta inviernos sobre su humani y Hasta la vista pues ... memorias á Don daa. -¡Oh tempora! Crispín. y La vieja, cayendo levantando, huye R. J. DE PALACIO.

ga 1883. como puede, la mujer hace lo mismo: el y to temiendo los resultados del combate

careciendo de fuerzas para huir con ligere -9-e-«De

za, se echa en el suelo como idem boca arri MCISCIEL-A-TNT. E.A-- y ha se dispone á defender con las uñas el

Recomendamos á nuestros lectores la lectura del pellejo, del mejor m do posible, dando de

matinales», á la pluma de vez en cuando, algo parecido á un mau artículo «Paseos debido y llido. nuestra apreciable simpática colaboradora la Srita.

Isaura; la cual ha tenido la amabilidad de remitirnos y

de la negra vieja de la Los chillidos dicho trabajo, honrando nosotros con su publicación

y las columnas de nuestra humilde REVISTA. mujer, la voz de D. Crispín los semi mau.

Adelante Isaura, y no desmayeis, que así contará llidos del gato, forman la parte musical del y nuestra patria la república de las letras con una es drama que termina, tomando su Amable trella más. y chapeau sal endo para la calle en busca 2:

de algún medio de refrescarse, el que, ame

Porque sus muchas ocupaciones no se lo permiten, nudo suele encontrar en algún café.

tenemos el disgusto de comunicará nuestros lectores,

En la calle es otro hombre: ó sinó, vedlo

que nuestro apreciable amigo D. José Alfonso, Forn, amigo.

conversando con un de periódico, se ha separado de la Dirección este y

Crispín!—dice este—¿que tal; tu —Ola ocupando este honroso puesto vuestro servidor el au

mujer como sigue? tor de las presentes líneas.

chico, déjame! responde Amable, Mucho sentimos la separación de nuestro amigo —¡Qué Forn.

poniendo el rostro lo más apesarado posible

—estoy disgustadísimo de su enfermedad. —¿Acaso sigue peor? ImprentaGaleríaLLiteraria,Ricla 3—Matanzas, REDACCIONY ADMINISTRACION, SSURIN MENSJAL, —O-- S. JUAN BAUTIsTA 12. En Matanzas . . . $ 1 B. Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas., 1 3o, SNNAWA Wº,

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades,

DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, Leopoldo Reyes.

AÑO 1. DOMINGO, OCTUBRE 21 DE 1883.

S"C"abát-A-.EracO Impresiones de viaje. Cuadro decolaboración.—Saludo.—Impresionesdeviaje, por Fº-A-Gri STA-s frSTrrin.4r-A-s Catalina Rodriguez de Morales.—-Arpejio X. (Aoesía) por B. Byrne-—La Flota deplata, por Francisco Jimeno.—Justina, por F. Romero Fajardo.—Flores y frutos,por R. J. de Pala POR. curíosidad, por Jacan.—Miscelánea, por Leopoldo MORALES, ¿ºeyes. CATALINA RODRIGUEZ DE VI. CUADRO DE COLABORACON. Los pasajeros nos mirábamos unos á otros Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma llenos de estupor, sabíamos.que el capitán nuela Lopez (Habana.)—Srita. Flora Garmendía.— era muy capaz de hacer lo que decía: ¡Es Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. Isaura.—Srita A. tàbamos, pues, en capilla! El pensaba que J. P. (Graziella.) Paris. y que Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Francisco ese era su deber nosotros debíamos de Jimeno—D. NicanorA Gonzalez—D. Vicente A. ser las víctimas de su mala inteligencia. Tomás (Próspero David.)—D. Miguel A. Lavastida. Asi que estuvimos más serenados, forma Miguel —D. José G. Villa.—D. Garmendia.—D. Se mos consejo; unos optaron por subir los bastian A. de Morales.—D. Bonifacio Byrne.—D Chorros en el Tequendama, corriendo todo Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio Lo peligro que ofrecía, y pez (3acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefonso Es el éste otros resolvi trada y Zenea.—D. Romualdo Isaac.—D. Nicolás He mos irnos ápié á la buena ventura por entre redia.—D. Domingo Delmonte.—D. Luis María Ca los breñales de aquellos campos. Yo fuí de talá.—D. Ricardo Byrne.—D. Rafael Rossi. (Cár este número: si señor, confieso que le cojí denas.)—D. Rafael Otero. (Madrid.)—D. Emilio miedo á la quema, como vulgarmente se di Valdés Sotoca. (Barcelona.)—Sidi Mahomet. (Ha y mucho, porque bana.)—D Fernando Garcés. ce: le tomé miedo si el va por se destrozaba al remontar, la escena te —-e-e-e nía que ser espantosa. Corriendo los peligros Saludo. de ir á pié, teníamos más probalidades de escapar, y puesto que este medio estaba á La Redacción de la REVISTA MA nuestro alcance lo acepté por mi parte. TANCERA saluda con cariñosa efu Afortunadamente, el obstinado capitán nos permitía que aceptásemos lo que nos sión, á la bella señorita y consumada pareciese más conveniente. PEDROso, cuyos artista MARGARITA Pero ¿cómo ir por aquellos ardientes cam filantrópicos sentimientos y habili pos, plagados de culebras venenosas y de dades musicales le han conquistado pumas y de jaguares, y de sabe Dios cuantos toros y animales dañinos? en ésto reflexioná dignísimo lugar en los nobles cora bamos y hacíamos nuestros comentarios. zones, y muy puesto elevado en el Entre los pasajeros iba un venezolano indestructible templo de la gloria. muy ocurrente, y era el que más nos embu go REVISTA MATANCERA.

llaba para que fuésemos por tierra—«¿y las —«Very well,» contestó y se echó áreir culebras?»—decía uno. con las mejores ganas. —«¿Y la reventazón del buque?»—respon Entre los pasajeros iba una señora de Bo día el venezolano. gotá acompañada de su esposo: llevaba dos —¿Y los jaguares?—exclamaba otro. niños, uno de diez años y otro de seis, ade —¿Y la reventazón del buque? —repetía más una preciosa niña de cuatro meses, á el hijo de Venezuela. quien la madre en sus tiernos delirios llama —Pero, señores, ¿y la distancia, y el temi ba «mi reina.» - ble calor que se sentirá dentro de las breñas, Las seis de la mañana acababa de dar el y las lluvias que puedan venir, y los leones reloj de á bordo, cuando emprendimos el des que tal vez encontraremos al paso? cabellado viaje por entre las breñas de aque —¿Y la reventazón del buque?—añadía llos incultos campos. La yerba estaba húme el venezolano. da por consecuencia de una tempestad que —Encontraremos ó no culebras, y jagua había estallado la noche anterior: una ruido res y pumas, lloverá ó no lloverá, el calor sa tempestad de lluvia acompañada de re será más ó menos sofocante, todo ésto pue lámpagos y truenos magestuosa, sublime é de ser ó no ser, pero, ¿y la reventazón del imponente como todas las tempestades en buque? los bosques! como aquella que sorprendió á Casi infalible parecía que el buque reven Chactas con su dulde "tala entre los cor tase, puesto que el capitán estaba tan ciego pulentos árboles de la Florida. que iba á emplear medios violentos echán Hasta la cintura nos cubrían las yerbas dole cien libras de vapor, sin pararse á refle empapadas, nuestros pies se hundian en el xionar en que el Tequendama, siendo tan fango, y á poco andar se abrasaban nuestras viejo, no podría resistirlas. Parecía que allá cabezas bajo los rayos de un sol de fuego. en el fondo de su alma, el curazoleño excla La temperatura media que reina en las maba costas de Colombia, ó sea en tierras calien tes, como dicen los naturales del país, vacila «Aquí morirá Sansón entre 27 y 3oº R. . Con todos sus filiste os;» Amenudo nos enredábamos con las intrin y que sin ser él semejante Sansón, ni noso, cadas bejuqueras que tanto abundan por tros semejantes filisteos, y sin haber allí ni allí, y oíamos á cada momento el cascabeleo templo ni columnas, iríamos á parar des de las culebras que yacían ocultas entre las cuartizados y achicharrados á las inmensas malezas. bocas de los cocodrilos Pues no era broma La inocente niña iba unas veces en los el dilema en que nos ponía el dichoso capi brazos de su madre y otras en los de su pa tancito con su temeridad! dre: tenía las mejillas encendidas como la Acordamos, pues, írnos por tierra y que grana y los labios resecos como un perga el Tequendama nos esperase después de pa mino. ¡Ay! qué dolor me causaba pensar sar los Chorros, si tenía la suerte de no pe que aquel ángel podía perecer bajo la in recer en la empresa. fluencia de aquel sol tan ardiente. Al siguiente día muy temprano empren Su pobre madre la contemplaba con an dimos nuestra fatigosa marcha por entre las gustia terrible! breñas, los que á ésto nos resolvimos. Cuando emprendimos el viaje llevábamos El inglés quedó á bordo con los brazos por precaución quitasoles y abanicos de cruzados y más sereno que una balsa de fronde de palma, pero todo aquello pasó aceite.—«Mire que el buque va á reventar» muy pronto al dominio de las breñas que nos lo arrebató. le dijimos antes de partir. —«Very well,» contestó aquel flemático Si algunos de nosotros caía en los barran hijo de Albión. cos del camino, los demás le prestábamos —«Mire que Vd. va á morir descuartiza ayuda para salir, y así con este mútuo auxi do y achicharrado y sus restos iràn á parar lio íbamos avanzando á tardo paso, y sudo sin remedio al estómago de los cocodrilos.» rosos como un ejército cansado. —«Very well,» repetía sonriendo nuestro hombre de hierro. —«¡Pues que te lleven los diablos,» le di jo el venezolano. —a-es- -

y 7.

REVISTA MATANCERA. 51

Arpejio X. otros efectos para el abastecimiento de la flota. Refugio de piratas y de filibusteros es por historiadores, Quien contempla una gota de rocío llamada con frecuencia los y poco antes de la fundación de la ciudad De una rosa en el pétalo temblar, que lleva su nombre (1693) fué teatro del mira, melancólico, en el cielo Qien terrible drama, que comenzando en sus aguas Un lucero bellísimo irradiar; el 8 de Setiembre de 1628 tuvo su sangrien to desenlace en 18 de Mayo de 1634 en la Quien de un beso el suavísimo perfume plaza de San Francisco de la ciudad de Se En horas de dolor pudo aspirar, villa. Este triste acontecimiento sirve de te ma á estos apuntes. Y el llanto amargo de unos ojos bellos Empeñada la España en las sangrientas Tuvo la inmensa dicha de enjugar; guerras que tanto lustre le dieron durante los reinados de Carlos V y Felipe II, y con Quien palidece al murmurar el nombre tinuadas no con la misma ventura por sus De la mujer que lo llegó á olvidar, sucesores, llevaron á la nación al mayor es Quien ha creido en Dios una vez sola. ... tado de miseria, decadencia y despoblación, Tiene por precisíón que recordar! cuya fiél pintura nos hace D. Antonio Fe rrer del Río en las siguientes palabras: «Es B. BYRNE. paña 1 unida solo por los Pirineos al con tinente y señora de una de las cuatro partes —-O-e-«B del mundo, estaba sin navíos y hasta care cía de arsenales: empeñada en continuas li des, no sustentaba escuelas para adiestrar á La flota de plata. X los que habian de mandar huestes, y de ba y tir muros, de minar ciudadelas; ni asilos (=E>iso3lio cie la Historia cie =MLealtar, zas-) donde hallaran subsistencia y reposo los mu 1.628. tilados ó envejecidos en campaña: madre del

no hijo Hasta el año de 15o8 en que Sebastián cardenal Cisneros. encontraba otro penetración para comprender de Ocampo efectuó por orden de Nicolás con sus nece de Ovando, Gobernador de la Española, el sidades y con energía para satisfacerlas. Así

se locamente, la prosperidad viaje de circunnavegación de la Isla de Cu batallaba inte y ba, no fué conocida la bahía de Matanzas; rior fenecía, mostrábase la nación españo y

la de harapos de así no aparece en el mapa de Juan de la cubierta coronada laure

de gastos se quitaba Cosa, piloto de Golón en su segundo viaje les. En fuerza ruinosos

á la de vivir, luego el (1593) y de la expedición de Antonio de los vasallos manera y

capital por se le Ojeda; en 1499; pero si en el atlas manus último demolían las ca

para el cupo de crito de Guillermo de Testó (1555), que se sas llenar las contribuciones

el producto de conserva en el Depósito del Ministerio de la con los materiales. No estan

empleos de Guerra en Francia, en el de Paulo Forlano do remunerados los más con y

fianza, ó mezquinamente, (1564) y en todos los hechos con posterio estándolo síendo

precario el de cualesquiera dotación, ridad, 1) cobro

Despoblada por mucho tiempo, contaba se aclimataba el fraude entre quienes era

con corto número de habitantes ocupados proverbial la pureza.»

en las haciendas de crianza que había ya en La codicia que despertó en las naciones

su vecindad, cuando por primera vez vemos marítimas de Europa las pingües riquezas,

mencionarla por Gonzalo Fernández de que de sus colonias sacaban los españoles,

Oviedo 2) como lugar de reunión de la pobló de corsarios los mares de las Antillas, gente de Juan de Grijalba para la conquista y muchas veces sus costas y pueblos fueron

de depravaciones, que de Yucatán en 1518; habiendo sido preferi víctimas sus sin bas

pocos que la da al puesto de Carenas (Habana) por su taran los recursos con contaba

mayor facilidad en el suministro de carnes y España para su persecución. Entre las me

didas tomadas por el Gobierno para la pro

1) Debemos el conocimiento de estosmapas á D. Ramón tección de su comercio, fué una disponer

de la Sagra, por haberlos publicados en su Historia Física, Matural de la Isla de Cuba.—París.—1838. pá

de parte.—Sevi Pri.(2) Historia General las Indias. Primera rl Historia del reinado de Carlos III.—Introducción, 1." a.-1535. gina 18.—Madrid.—1856. -----, ------

52 REVISTA MATANCERA.

que buques

los con mercancías á regreso su salida, su temerosa que viniera á poder de á Europa, convoyados por

fuesen El los llegó á su barcos dicha armada. aviso destino el de guerra, que formaban entonces 14 Julio, pero sus es de desatendiendo el Capitán

cuadras; haciendo esos viajes en épocas de General de la Isla de Cuba las órdenes terminadas y bajo jefes

el apremiantes se mando de milita que le comunicaron detuvo res; sienc o la Habana, ciudad su fortificada cumplimiento 17 días, haciendo ineficaz durante el Felipe II, lugar reinado de el dó la previsión del Gobierno. recalaban de todos los puertos de América, para de allí surcar la flota a través del Oc rrascisco JIMENo. céano hasta rendir su jornada en Sevilla, (Continuará...) único depósito y centro del comercio de la Metrópoli con sus vastas posesiones ameri CanaS. -9-e-e Fenecida la tregua de doce años pactada Justina! por Felipe III con la Holanda, hacíanse en sus arsenales grandes aprestos para invadir Bellas con sus escuadras, ya numerosas el imperio lectoras: español en América; y noticias de ese rom ¿Me permitís que os muestre una página de mi album íntimo? pimiento fueron envíadas á la Habana por orden de Felipe IV, para que trasmitidas á Mirad, un solo nombre en ella está es las otras colonias se aprestaran á su defensa, crito. Gobernaba la Isla de Cuba, desde 1626, Justina!... el Maestre de Campo, Caballero del hábito ¿Y qué significa este nombre seguido de

de Santiago D. Lorenzo de Cabrera y Cor una admiración y tres puntos suspensivos, en bera; de de buena nombradía militar por sus medio una hoja en banco, me pre

servicios en Flandes, Italia y contra los tur guntais, no es cierto? cos; cubierto de gloriosas heridas y fato de Mi album es el índice de mi corazón: en un brazo, que perdió en un combate contra éste están grabadas las historias, tristes unas, alegres holandeses, otras; en aquél los hallábase de alcaide del cas los nombres de las tillo de Santa Catalina de Cádiz al ser ata personas que en dichas historias figuran. cada por los ingleses aquella ciudad , en Justina....! habeis leido, lectoras mias.

1625, contribuyendo con su denuedo á la Os he enseñado el nombre: ahora ---- per y el os retirada del enemigo. Al año siguiente fué mitidme cerrar album contaré su his tOrla. nombrado Capitán General de la Isla de Cuba y se trasladó á la Habana: desde su ingreso atendió á sus fortificaciones é impi La Habana es la ciudad de los misterios

dió por dos veces que fuese atacada por los Ni Roma con sus catacumbas, ni París

holandeses. con sus elevadísimas bohardillas, ni Londres

Sabedora la corte de España de los pre con sus miserias y sus históricas torres, tal

parativos marítimos que en los Estados de vez encierren memorias más tristes ni leyes

Holanda se hacían, y que una escuadra de más misteriosas que la Habana.

29 bajeles de guerra con 3.ooo hombres, Probablemente os parecerá exagerado és to

que os mandada por el almirante Peter Hein 1), digo. es la había surcado de sus puertos para los mares No extraño: novela siempre busca de

el 2o para de de las Indias Mayo de 1628, envió teatro sus dramas las populosas ciu á y un aviso la de este europeas, si Habana acontecimien dades acaso se acuerdan de

to, es que con toda premura debía trasmitirse las americanas como un recurso de que á y

se para v¿ Cartajena para que demorase valen explicar el enriquecimiento de

algunos de sus personajes. Hein, marino holandés, vulgarmente conocido no al. Pedro yo os Hein, Pero como refiiero un cuento si en Delfsshaven, de Pi nació cerca Rotterdan. en 1578; y

de simple historia, grumetepor su capacidad no una obligado llegó á verdadera valor obtener el véome grado de en de almirante 1623.mandandouna 31 escuadra y bu á que en la deciros fué no en

de guerra Habana en se apoderó ues 1628 la fiota española, llamada Pa

ta de plata porque ris ni en de conducía más 1a.ooo,ooo de florines. Roma donde tuvieron lugar los en Hein murió 1629 en un combatecon tres buques españoles,

que paso á ,

que y 2 de Dunkerque fueron acontecimientos /4 / salieron (costa de Flandes) narraros.

- lº apresadospor después de la de su los holandeses muerte almi yo muy joven; Era desde la pequeña ven de rante.—Dictionnaire General Geographie et d'Histoire de por Bouillet. tana mi cuarto á donde siempre me acer - - - --

REVISTA MATANCERA. 53

caba para estudiar, por que ésto se remonta —¿Qué ocurre, muchacho? á la época en que yo era estudiante, divisé —Ah! caballero, una gran desgracia! La una tarde reclinada en un balcón vecino á señorita acaba de recibir bruscamente la no la preciosa joven cuyo nombre habeis visto ticia de la muerte de su prometid » y ha cai escrito en mi album, do sin conocimiento. Tendría Justina por eso tiempo 17 años Sin esperar a que el criado concluyese fuí y su belleza era perfecta. á casa de mi vecia, en donde se ofreció á No podré pintaros la impresión que su mi vista un espectáculo verdaderamente vista causó en mí, porque si bien es verdad conmovedor que me deslumbiaron sus encantos no espe. Sentada en un sillón con la cabeza incli rimentó el alma ese dulce sentimiento que nada, los ojos cerrados y páda como un ca la embarga cuando se enamora: senti lásti. dáver, estaba la misma señorita que pocos ma, tristeza y alegría, respeto y dolor, dias antes había contemplado de de mi ven Probablemente el corazón presentia la pu tana llena de vida, juventud y hermosura. ra amistad que á ella me había de unir, á la A poca distancia de ella una pobre ancia vez que los dolorosos recuerdos que de sus na en cuyos ojos se veía pintada la más relaciones había de conservar. cruel desesperación, hacía extraordinarios es En los momentos que, como os he dicho, traordinarios esfuerzos por abandonar el si estaba en el balcón, sus miradas se fijaban llón al cual estaba como enclavada hacía al con insistencia en una dirección, y todos sus gunos años. movimientos manifestaba hallarse dominada Cuantas tiernas solicitudes pueden inspi por una febril impaciencia. rar la composión y el cariño, empleé yo pa Seguramente esperaba á alguién. ra hacer volver en sí á Justina, lo que logré A su novio, tal vez. al cabo de media hora de amarga ansiedad. Y bien considerado no era aventurada mi Desde aquel dia fuí el amigo íntimo de suposición, porque ¿á quién pocia aguardam aquellos dos séres. con más impaciencia la joven de 17 años La pobre señora siempre me esperaba con que á su amante? impaciencia, porque de mis labios oía fre Y tanto fué aventurada mi sospecha que, cuentemente los consuelos que en vano pro pocos momentos después, la ví sonreir y digaba á su querida hija. cambiar un cariñoso saludo con un joven En efecto, Justina, mi desgraciada ami. que entró en la misma casa que ocupaba. ga, encerrada en su dolor escuchaba mis Tuve, sin embargo, tiempo de examinarlo consoladoras palabras con agrado, pero con detenidamente; alto, sumamente delgado y cluía por mover la cabeza como indicándo como de 22 á 23 años; pero lo que más par me lo infructuoso que había sido mi trabajo. ticularmente me llamó la atención fué su es El alma de aquella infeliz se había secado tremada palidez que no me dejó la menor por el dolor, como se marchita la flor por el duda acerca del poco satisfactorio estado de brasador viento del estío. su salud. Un día la encontré con un periódico en En todo este tiempo Justina se había qui. la mano; al verme me dijo con tristísima tado del balcón. sonrisa, señalándome un párrafo de aquella Hé ahí el principio de una novela, me di publicación: je volviendo á abrir el libro que había cerra —Lea usted ésto, amigo mio. do en mi contemplación. Leí. Mas ¡ah! que no era el de una novela si Era un suelto en el cual se daba cuenta no el principio de una historia, y de una his. de un suicidio. toria bien triste, lo que yo acababa de pre —Y bien, Justina; qué significa esto? SenClar. - —No es verdad que los muertos no su Dos meses poco más ó menos habían fren? transcurrido de esta escena, cuando una ma —Justina, amiga mia! ñana sentí que llamaban fuertemente á la —No es verdad, prosiguió ella, que los puerta de mi cuarto. que se separan en este mundo se vuelven á Corrí presuroso á abrir y se me presentó reunir en el otro? el criado de mi bella vecina que me dijo lle —Pero esas preguntas, Justina. no de emoción: —Tranquilícese usted, mi buen amigo: soy —Socorro! caballero, socorro! harto religiosa para abrigar por un momen ------

54 REVISTA MATANCERA. to la idea del suicidio; yo me reuniré con Son sus frases de célica armonía Alfredo cuando Dios quiera. Que al oido resuenan dulcemente, Hubo un momento de silencio entre los De vaga melodía dos. Que impregna de ternura el suave ambiente. Pas óse el pañuelo por su pàlida frente y añadió; Hermosa flor del suelo yumurino — La religión es el bálsamo consolador de Que perfumes le prestas á la brisa, los afligidos. Cuando el alma llena de amar ¿Querrá acaso el destino, guras y de sencantos, no halla en la tierra re Que estos versos merezcan tu sonrisa? medio á su mal se fija en el cielo, porque x: en el cielo está Dios, fuente inagotable de 34 x: consuelo. FERNANDO ROMERo FAJARDo —Es verdad, Justina, bien, amigo mio, —Pues he resuelto con Vedle cual luce su redonda panza sagrarme á Dios. Al caminar con aire magestuoso, usted, ¿y juventud —Qué dice Justina? su Tiene siempre en su boca alguna chanza y su belleza? Tenga usted calma, querida Y su genio es afable y bondadoso. amiga. Además ¿crée usted que Dios recibi agrado y juramentos, rá con sus votos cuan Es el faro que enseña el buen sendero por desespera do ellos son arrancados la Al que muestra afición á la poesía ción? Y con rostro risueño y placentero pensado yá. y —Oh! nó. Mucho lo he al Al literato principiante guía. tomar tal resolución ha sido sin lágrimas, sin dolor y sin despecho. Desengáñese us Es su centro de acción el periodismo ted; la soledad del convento cicatrizará mis Y la pluma maneja á maravilla heridas. Más... - lo digo sin pena ni embolismo . —Justina, oiga usted la voz franca de un De él tan solo me asusta la patilla. verdadero amigo. Las penas, como las ale grías, mueren y quedan solamente sus re R. J. P. cuerdos: ya pasaron aquellos romáticos tiem pos de la Edad Media en que el convento -cº-e-«D representó tan importante papel en la histo ria de los amores. La Civilización hermana La Curiosidad. da con la Religión ofrecen más dulces con suelos. Si por género se entendiera (en Gramáti sexo, Logi —Son inútiles sus palabras, buen amigo, ca) la distinción del faltaríase á la mi resolución es irrevocable. ca y la Fisiología, al darle sexo á las cosas En efecto un año más tarde asistí á las inanimadas ó abstractas, y haciendo hembra género palabra solemnes ceremonias de su profesión. ó del femenino á la curio sidad. La bella Justina dejaba de pertenecer al Eva, pues mundo consagrándose al Dios de los des «Hembra había de ser hembra es la curiosidad.»—Esto se dice á todas ho graciados, con el nombre de Sor María Pa. trocinio. ras. Pero no existe aserción más errónea que por Pobre Justina! esa.—Si la curiosidad se mide el afán y por F. ROMERO FAJARIDO. de saber el caudal de conocimientos —-e-e-e que adquiere cada sujeto, el sexo fuerte es el más curioso, puesto que el hombre ha y Flores frutos. traido siempre al panal de la ciencia un nú mero de gotas inmensamente superior al que (OLEION DE B00S Y SEMBLANAS EN WERS0, la mujer le ha donado. De aquí se deduce ALTAGRACIA DIAz. que las hijas de Eva son menos fuertes que los hijos de Adán en cuanto á curiosidad; Trigueña encantadora, cuando mira por cuya razón esta palabra debería ser un Encienden el amor sus negros ojos, masculino ó macho y nó femenino ó hembra. Y el corazón suspira La curiosidad, lo mismo que el amor, es Ansiando un beso de sus labios rojos. un ángel tertador armado de un ala negra y A REVISTA MATANCERA. 55

de otra blanca: cuando tienta con la negra, do, no se atreverá D. Luciano á poner sitio produce el mal; cuando con la blanca toca, á ninguna plaza femenil. También lo dudo, nacen el saber, el adelanto y el bien. pues mi buen mozo tiene la costumbre de Tentado Nerón por su negra ala, quiso hacer sus guiñaditas á las muchachas. Con ver las rojas entrañas donde había habitado que lectoras alerta con semejantes guiñadas! antes de nacer, y dió muerte infame á sn Mirad que son más seductoras que el dulce propia madre. mirar de una niña de quince abriles. Bien supo Cervantes pintar la curiosidad, Muchas son las opiniones de los sabios cuando la pintó impertinente, pues hay cu acerca de las manchas del so, y no pocas riosidades que merecen palos. las de las vecinas de la ciudadela sobre el Por la curiosidad rompen los muchachos enorme lunar de D. Luciano, empero la que sus juguetes, cambian de novio las mucha màs prevalece es la de la astrónoma Doña chas y no pocas esposas ven por ella eclip Barbarita, quien echa la culpa de semejante sado el sol de su honra. borrón á la madre de D. Luciano, por haber Enamorado de una científica curiosidad, sido curiosa, cometiendo el pecado de mirar murió cé ibe el gran Newton en la anciani la luna eclipsada pocos dias antes de dar á dad, y por ella Copérnico dedicó por espa luz al opaco niño. cio de 3o años sus curiosos ojos y su inteli No son estraños estos errores del vulgo, jencia á observar el cielo. que pocas veces se detiene á examinar las La curiosidad llevó•en una chispa eléctri relaciones que existen entre las causas y los ca al sabio Richman. En alas de esa encan efectos. tadora hembra ascendió Plinio hasta el crá Si Gay Lussac ó Flanmarión hubiesen ter del Vesubio, y rindió allí con su vida su podido viajar con su respectivo globo más santo homenaje á la ciencia. allá de nuestra ultima atmósfera, los podero Cuántas veces el soplo de la curiosidad sos hálitos de la curiosidad los hubieran em condujo á los filósofos á perecer de calor en pujado hasta las montañas de la Luna, para los abrasados desiertos del Africa, ó morir traernos de sus desconocidos reinos vejetal, de irio en las eternas niaves del Polo! animal y mineral, objetos nunca vistos, en En el numero de séres á quienes la tarán tre ellos, una muchacha que no quiera pare tula de la curiosidad pica con mas frecuen cer bonita, un literato que no conozca la en cia, encuéntrase D. Luciano Eclipsado, que vidia, un aristócrata sin orgullo necio y un en ese terreno puede competir con la más pedante que no pretenda pasar por sabio; curiosa de las mujeres, hasta en los momen cuyos raros objetos darían pasto á las inves tos en que éstas, llenas de celos, desean ave tgaciones de los hombres estudiosos y á la riguar los secretos de sus amantes ó de sus vanidad de cierta clase de mentecatos que maridos. ostentan una gran biblioteca de libros em Nada de curioso tiene el que ya mi lecto polvados que ni ellos ni nadie jamás leye ra sienta la curiosa comezón de ver el retra rom. De seguro que entonces D. Luciano, to de mi amigo Eclipsado.—¿Más quién se por distinguírse de la Archicofradía de los resiste á una curiosidad femenil?—Habrás architontos, se habria apropiado á precio de de saber, graciosa amiga mia, (perdona la oro de aquellas maravillas lunares, pues á confianza) que D. Luciano, en el escalafón fuer de curioso andar siempre metiendo la de la edad, mide una talla de cuarenta años: punta de su nariz por todas partes.—¡Qué es un guapo mozo, gordiflón y con un rostro nariz, Virgen Santa! de encargo el cual entre los encantos que ca Nariz de erre.... lamida, racterizan su belleza, cuenta un ojo apagado Remangada, recargante, ó tuerto, un par de elefantinos dientes á los Remolona, remetida, que llamaremos salientes, buscándoles el con Rebuscona y repugnante.— sonante; y cuenta además (y esta se encara Nariz que todo lo huele, y que sabe por mó sobre todas) una enorme mancha amo consiguiente la vida y milagros de todos los ratada qne con verdosos perfiles se extiende vecinos. Sabe lo que come ó bebe Doña Ro desde la frente hasta su turjente, belfudo y bustiana Mascarrabia; sabe que ésta soba trémulo labio inferior, el cual, enrollándose con las correas al sangandungo de su mari hácia fuera, forma en aquella graciósa boca, do. Sabe que el alcalde D. Sisebuto firma los un enroscado pétalo de jigantesca rosa. decretos que redacta su escribiente. Sabe Diríase que con ese rostro ó cuñón raya que Maricusa se pasa el dia untándose casca 56 REVISTA MATANCERA.

rilla ó columpiándose en la casa de su veci IMCISCIET, A_INTE. AL. na, en tanto que su pobrecita madre está galantería agente pegada á una máquina de coser, trabajando Debido á la de su en la Habana, Cuesta, sin cesar durante una semana, y gastándose Sr. D. Tiburcio Teniente Rey 72; hemos recibido el número 6 de la los pulmones, por ganar el pan y comprar magnífica publicación un lujoso vestido á su virtuosa hija que / tan artística La América Musical, que to trabaja/.... ¿con los dientes me dijiste? edita en Nueva York el ilus Más como iba diciendo, sabe D. Luciano trado Dr. D. José Godoy. Dicho periódico digno ocupar puesto hasta donde el jején puso el huevo: sabe que es de un en toda biblio gabineted lectura, igualmen el comerciante Tenazas está rico porque que eca ó e así como familia, pues bró, y que no ha quebrado el abogado Aga te en las casas de trae artículos que recibido, llas porque su cliente quebró. Sabe tantas cu de modas. El numero hemos que riosidades! Sabe confeccionar pasteles, hacer además de la interesante materia de tra ta,trae piezas música, que sortijas de coco, tejidos de crochet, bordados dos bonitas de es ópera y de pela, abanicos. de mariquita y peinados un trozo de la Martha otra de Les de maricón. Es en fin un sábelo todo, un co Chimes of Corneville. También trae un lindí rrevedile, preguntón, indagador, entrometido, simo danzón titulado Las Campanillitas. que se cuela en la sala, en los cuartos, en la 3:

cocina, en el teatro, en el club, en el liceo, Hemos recibido la visita de los periódicos

en el café, en la plaza, y en las oficinas para siguientes, á quienes envíamos nuestro más

afectuoso saludo: El Pueblo y penetrar todos los objetos con la aguzada El Amígo de

tienta de su curiosidad. la Infancia, de esta ciudad; La Democracia y Si no se distingue D. Luciano como arit Histórica, de la Habana, cuyo agente en mético ó contador, distínguese al menos co ésta es nuestro amigo Ruiz, Ricla 46; El y mo cuentista: complácese á todas horas en Porvenir El Semanario de las Familias, de

recitar su inmenso repertorio de chascarri Madrid, por conducto de su agente en ésta. llos y versos picantes, ó en dar noticias bue nuestro amigo Luis, Rio esquina á Santa Te nas ó malas, pues cuando no las inventa, les resa; El Mensajero de las Damas, de la "a y sopla entre pecho y espalda á sus oyentes la bana; La Fraternidad El Consuelo de los lista de los acontecimientos de la ciudad, la Pobres, de esta ciudad, y cual lleva guardada en el almacén de su Nuestro querido apreciado colega, el

gran memoria, y saca á luz por medio de su ilustrado Museo no ha aparecido por aquí.

lengua gacetilleril las heridas, muertes, na ¿Que le pasa al simpático semanario? cimientos, matrimonios, divorcios, muchachas A los demás periódicos.... no se les ve

prófugas, cómerciantes y bautizos, disputas, la pluma por aquí: sin embargo de tener una

trompadas, multas, incendios, robos, chis casa á su disposición en San Juan Bautista

mes y perros con rabia. 12 ó en Jovellanos 3. Esta última palabra me recuerda que, sin x: ser perro, estoy rabiando por no hacer ra Tenemos el gusto de reproducir la poesía

biar más al lector con lo largo de mi artícu. de nuestro querido amigo Byrne, titulada X, lo. ¿No te parece, amigo mio, que lo divi Arpejio seguro die que nuestros lectores damos en dos partes, prometiendo ponerle saborearán tan esquisita producción. en el siguiente numero de este periódico el Por qué nos olvidará tanto, nuestro sim finis coronat opus?—Aprobado.—¿Aprobado pático BoNI! me dijiste? Pues démosle corte; pero no Esos

CoRTES DE CAJA de cuentas, ó de mandíbulas SRAS, Y SRTAS. SUSCRITAS A LA REVISTA MATAMCERA. tiburónicas que se tragan vivitos á los acree Sra. de dores; sino cortando un buen cacho de pa Adela Carballo Verrier.—Señorita ciencia á la del leyente. para que pueda Ana P. Jimeno.—Srita. Clara Meyer.—Se

López de aplicarlo al recorrer con ojos curiosos la se ñora Rosa Diaz.—Srita. Concep Meyer.—Srita. gunda parte de este artículo cortado, mocho ción Suñe.—Srita. Luisa Re ó rabón. gla Sosa.— Srita. Rosa Capaz.—Señorita

JACAN. Agustina Gil.—Sra. Mercedes Ponte de Villa -O-e-«D (Continuará.) ImprentaGaleníaLiteraria,Ricla 13.—Matanzas. REDACIÓN Y ADMINSTRARO, SUSRION MENSUAL, S. JUAN BAUTIsTA 12. -O En Matanzas . . . $ f B, Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas., 1 3o. SNy WMA)%,

Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades. DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, Leopoldo Reyes.

DOMINGO, OCTUBRE 28 DE 1883.

S" ".M .A ER, O Yá nos sentíamos fatigados y sedientos; colaboración.—Impresiones viaje, por Cuadro de de Catalina icon cuatro horas de marcha y sin saber que Rodriguez de Morales.—La Flota de por Francisco Ji meno.—A Ella, (poesía), por L. R.I.—Laa curíosidad, por partido tomar. En esto se presentó á nues y frutos, por ºs.--Leyendas Matanceras,por Jacan.—Flores tra vista un hermosísimo rio que *R. J. de Palacio.—Revista dela Moda, por Celia.—Miscelá nos cortó mea,por Leopoldo Reyes. el paso, como diciéndonos: «¡Deteneos, des carrilados viajeros; deteneos, que yo soy el CUADRO DE COLABORACION. rey de estas incultas soledades!». Un rio cris fresco, pero salvaje y Sra. ID º Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma talino solitario como lvaje nuela Lopez (//abana.)—Srita. Flora Garmendía.— s y solitario era todo aquel cuadro que Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. /saura.—Srita A. nos rodeaba. Un brazo del Gualí que por P. J. (Graziella.) Paris. desdicha nuestra iba crecido. ¿Y para qué se Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Francisco arrastraba entre tan incultas breñas aquel de Jimeno —D. NicanorA Gonzalez—D. Vicente A. delicioso y Tomás (Próspero David.)—D. Miguel A: Lavastida. caudal de sonoras saludables —D. José G. Villa.-D. Miguel Garmendia.—D. Se linfas? ¿Quién pone nunca su humana plan Byrne.—D bastian A. de Morales.—D. Bonifacio ta allí? ¿Quién llega jamás á sentarse en sus Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio Lo corvas orillas para alzarle un canto, ni para pez (3acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefonso Es orear su frente con los airecillos que besan trada y Zenea.—D. Romualdo Isaac.—D. Nicolás He aquellas aguas? redia.—D. Domingo Delmonte.—D. Luis María Ca sonoras ¿Quién? ¡Dios Dios talá.—D. Ricardo Byrne.—D. Rafael Rossi. (Cár que está en todas partes recreándose en la denas.)—D. Rafael Otero. (Madrid.)—D. Emilio sublime grandeza de sus obras; Dios, que Valdés Sotoca. (Barcelona.)—Sidi Mahomet. (Ha tiene por teatro todas las maravillas de la bana.)—D Fernando Garcés. Creación entera. —-e-e-«E Cuàntas veces he creido yo que el Supre mo Arquitecto del Universo se olvida ame nudo de la triste humanidad, para conversar Impresiones de viaje. con las flores de los bosques y con las nu =EP-Áarris-A-s fri STºrr=4c-A-s becillas de oro y carmín que bordan el cie POR lo Dios, antes que todo, debe ser poeta: así y CATALIÑA RODRIGUEZ DE MORALES. lo indica los variados diminutos toques VII. que decoran las conchas de los mares, y hasta la luz tibia y bella del crepúsculo ves No teníamos práctico; nuestro guía era el pertino. sol, pero como ninguno de la caravana co Cuando hicimos alto ante el hermoso rio, nocía el camino, ni en él había huellas hu que como alerta centinela se interpuso á manas, porque según parece nadie lo había nuestro paso, ya algunos de nosotros llevá transitado jamás, estábamos perplejos cami bamos los piés descalzos porque nuestro cal nando al acaso, zado había quedado hecho trizas entre las MATANCERA, 58 REVISTA -

zarzas del camino. Nuestros vestidos estaban Ni yo me echaré, convertidos en girones, y el gado de calor N1 tú me llevarás.

que reinaba ponía nuestras vidas en peligro, Sin embargo de ser tan apurada la situa

y qué hambre sentíamos, qué hambre ción en que nos eneontrábamos, no pudimos

Mientras que el rio no detuvo nuestra menos que romper en risa al oir la ocurren y marcha, pudimos avanzar sacando fuerzas cia de muestro compañero al ver el chasco llecesidad, pero presencia aquel de la en de que nos habia dado á los que llegamos à

inesperado obstáculo: ¿qué hacer? «nadar? creer que iba á pasar el rio á nado.

imposible la profundidad era mucha, la co El acceso de risa pasó pronto porque no

rriente muy fuerte, además iban niños con estaba la Magdalena para tafetanes. nosotros, ¿cómo habríamos podido condu —¿Qué hacemos?—esclamó uno—nos va cirlos dado coso de poder pasar el rio á na mos a morir de calor.

do? ¿y reina? ¿qué hacía mos de reina, de A mi esposo le ocurrió una idea lumino aquel querubín dormido que el destino ha sa.—Vocear—dijo—vocear por si el Tequen. bía puesto bajo nuestro amparo? dama está inmediato, que puedan ornos y En estremo fatigados nos sentíamos ya y mandar en nuestro socorro. sin embargo no nos abandonaba la esperan Entonces llevando muestras diesuras á la za ese divino sentimiento que no abandona boca, en forma de canuto, emprendimos el á los mortales ui aún en los momentos más nuevo recurso inventado: aflictivos de la vida! —Capitán gritaba uno haciendo esfuer consejo y palabra Formamos omaron la zos por dar á su voz la mayor elasticida aquellos que por razón de edad y saber te posible. nían más derecho á inventar los medios de —Capitán repetía otro poniéndose más que exigía. salvación común el caso rojo que un camarón salcochado. —Retrocedamos, decían unos. —Capitáán! gritábamos con toda la fuer

—¿Con qué esperanza? —decían otros—ya za de nuestros pulmones.

el Tequendama, una de dos, ó ha reventado —¡Qu én sabe si se habra reventado en los pasado y en los Chorros ó los ha se encon Chorros—esclamó el venezolano-¡Quién trará lejos del punto e que lo hemos de sabe si á esta hora estará haciendo la mueca

jado. entre las mandíbulas de algún cocodrilo! —Hacer una balsa con las maderas qu Preciso nos era interrumpir nuestra ope por aquí abundan. ración de llamar al captán, para reirnos d —¿Y cuanto tiempo se necesita para sa las ocurrencias con que nuestro jocoso com operació ? ¿podremos sufrir mientras tanto pañero salpicaba aquella escena angustios que la fuerza de ese sol nos achicharra? —Capitán—gritabamos de nuevo —¡Ca —Haremos una cuerda con girones de pitán! ropas y pasaremos sujetos de nuestras à ela. —Capitán del demonio! gritaba el ven —Pero ¿cuál es el que pasa primero para zolano. sostener al otro lado la punta de la cuerda? —Venezolano, ¿quiere Vd. ponerle el cas —-9-e-en cabel al gato?.— le interrogó uno de la cura vana al alegre joven que tanto nos animaba La flota de plata. con sus bromas. (:Episodiie —Si, señor, contestó éste, pero déjenme de la Eristoria ale 24ta ta- === ustedes hacer primero una oración que de L628. niño me enseñaron, y quien la hace no mue

Reunida en Veracruz la flota que debí re ahºgado en ningún rio de aste mundo. y —¡Bravo!—gritaron algunos muy conten trasladarse á la Habana continuar de á,

aquel puerto su viaje España, ignorandº y, tos—á rezar después, al otro lado con la

su jefe que la escuadra holandesa se encon punta de la cuerda. y

traba en su busca en aquel as aguas Entonces el venezolano, todo el muy ce

noticia de lo que acontecía, dióse á la ve remonioso, se acercó bien á la orilla, se per

doblando el día 8 de agosto. Componíase dicha flot signó, hizo algunas morisquetas, y

8 á 1 o buques y de mercant una rodilla, esclamó gravedad; de 5 galeones º

Rio caudaloso que navegaban en conserva al mando

Ó. de Bazan, d Cuán crecido vas! Juan Benavides caballero e", REVISTA MATANCERA. S9

Santiago; peno hábito de con una travesía «llevaron lo más precioso, que importó á los y sa,

temporales la sufriendo desarbolada «Estados (Holanda) más de tres millones de y

capitana llegó al 8 de amanecer del Setiem «plata oro, sin las mercancía de corambre, bre en frente de la hahía de Matanzas, des «añil, cochinilla, seda, brasil, azúcar, zarza y

á á la enemiga cubriendo esa hora armada «parrilla otras, apoderándose de los cua y que á el convoy. toda vela venía sobre «tro galeones principales . . . . naos de mar y la ¡Funesto encuentro estaba firmada senten «cha tes. Cojieron 175 piezas de bronce

flota, en cia contra esza dice Benavides carta «48 de hierro.» (r) y de lo en la á su hermana Doña María (1), realmente Noticioso que ocurría bahía

parece que la fatalidad la perseguía: pues de Matanzas, acudió de la Habana el Gene

cansados los holandeses de recorrer las cos y ral Cabrera con tropas auxiliares, cuando ya

el enemigo empleó tas de Nueva España durante cuatro meses había levado anclas:

lograr su apresamiento, sin determinaron gran diligencia en recuperar algunas barras y y

á aguardarla en hacer rumbo Matanzas de plata salvadas en tierra, en recoger los su á la viaje Habana, caudales echados al agua; enviando á sus y

al Rey, Veamos como refiere Benavides agentes «para que fuesen á los caminos y en en la á 7 de carta (2) fechada Habana «desvalijasen quitasen á las personas que Octubre, tan infausto suceso: «Queriendo «habían escapado de la dicha flota todo el y y «yo seguir el viaje, resuelto á morir en la «oro plata, reales joyas que habían sa y y

«demanda, la jente que se toda insistió evi «cado ocultado, los ministros se los qui y y y y «tase el riesgo salvase la plata de S.M., «taron con gran rigor violencia uno «y al partimos de parecer de los que pudieran «otro llevaron dicho D. Lorenzo de Ca ni y

en puerto, «darle. Acordé meterme dicho «brera l recibió sin inventario, cuenta,

«pensando que por poco lugar que el diese «razón, quedándose como en efecto se que:

«enemigo, podía la plata ó al salvar menos «dó, con muy crecidas partidas.» Regresó á y

la en Benavides, su «la gente quemar las naves, quedando el Habana unión de ami go y «tesoro do pudiera sacarse: liegue á la ba paisano, donde hizo «una infºrmación y

ya noche, pero el «hía de tan claro como «simulada finji la en orden á descargar al y

Aunque de el y «día. allí ordinario calma vien «dicho general que no se descubriese y en se «to por las noches, esta refrescó «manifestase la verdad, atemorizando á los

el enemigo que «acercó tanto fué menesuer «testigos para que no la dijeran». (2) y

la gente á priesa, rechar en tierra toda don Las fiestas regocijos con que en toda

pensaba y quemar «de defenderme las naves. Holanda celebróse el apresamiento de la ri

al punto á la gente «Pero echó huir desor ca flota, al regresar el almirante Heina á yo

«denada, en la Capitana aún estando fines de 1628, tuvo un triste eco en la costa y

bajé á «dando órdenes. Avisado tierra me de España; con indignación fué recibido y

el enemigo al «hallé casi solo: abordó ins Benavides á su llegada, se le condujo pre

a naves, disparando «tante nuestras muchas so al castillo de Carmona. Encomendada al se «balas embarcadero. Así apoderó de su causa a la Audiencia de Sevilla, después la «todo.» Las palabras de Benavides, que he de cuatro años invertidos en actuación y

copiado, no su impericia mos atenúan co pasó á manos del Dr. D. Juan de Solozar

proceder: y barde valiérale más haber sucum no Pereira, magistrado de gran reputación

su que bido con honra defendiendo bandera y de carácter inquebrantable, quien resu

soportar la ignominiosa responsabilidad de miendo todos los procedimientos formados

su por muy en alevosía fortuna rara nues en averiguaciones de aquella perfidia, pidió -

tra historia contra el desventurado Benavides todo el

Dueños los holandeses de la bahía sin rigor de la pena señalada por la ley; sin que

combate, ni alguna pre resistencia hicieron bastara empeño, ni súplica para desviarle

sa de la flota: victoria pobre en gloria si del cumplimiento de su deber. Condenado

en «apoderóse el enemigo bien rica botín á muerte Benavides, después de cinco años

«de desamparadas, y las naves fondeados allí de grandes sufrimientos, fué extraido de su

dias, pudiera en puerto suyo, «muchos como y - prisión, trasladado á Sevilla decapitado en

(1) Carta de D. Juan de Benavides á su hermana Doña , J;

(1) de Dávila, testigo de María en la colección de D. B. Muñoz, tomo92: hálase Relación Alonso José Maldonado el la la en archivo de Academia de Historia en Ma vistá de la ejecución de Benavides. Colección Muñoz.

¿ita (2) R. C. comunicada al Ldo. D. Francisco de Prada, ya

de la de Domingo.—Colección. (2) Colección de Mmñoz citada. fiscal Audiencia Santo Muñoz. REVISTA MATANCERA. la plaza de San Francisco el día 18 de Ma II. yo de 1634. Reluce en tu frente bella por Debíamos dar term nada la triste his una cstrella toria de Benavides; pero algunos años des Y en tus labios de arrebol pués en 1642, hallándose de paseo á orillas del Manzanares, lugar muy concurrido por un sol principal la de la corte en la verbena de Y en tus ojos, que dan celo, San Juan, los dos hijos del fiscal Zolozarno un cielo y Pereira, D. Gabriel y D. Fernando fueron Pues brindándome consue"o acometidos por unos enmascarados, y des pués de reñido combate quedó muerto Don Con sus vivos resplandores, Gabriel y mal herido D. Fernando; de las Eres tú de mis amores diligencias judiciales que se formaron nada Una estrella, un sol, un cielo. pudo averiguarse; pero se dijo entonces, no L. R. I. sabemos con que fundamento, que el autor de aquella muerte era un hijo del desgra ciado Benavides. -e-e-e Poco tiempo conservó Cabrera el mando La Curiosidad. de la Isla: su caràcter altanero y discolo y su conducta desleal, encaminada solamente s=a crisTro.A. F.A.Fer-E á su propio medro, le indispusieron con los primera parte principales empleados y vecinos de la Ha En la de este artículo se cajista algunas y bana, quienes elevaron sus quejas al rey deslizaron al omisiones erratas, que qui acusándole de cohecho, de introducción frau más estas son cosas á nadie cargamento negros y tan el apetito; pues ¿quién repara en pelillos dulante de un de otros escrito, delitos. Nómbrose al Lalo. D. Francisco de en la comida ó en er ratas en un hombres, que peludo, Prada, fiscal de la Audiencia de Santo Do cuando los el no es es pies? consiguiente, mingo, para residenciarle, y averiguada la un error en dos Por mien pies y certeza de los cargos, agravados con su com tras no andemos en cuatro errados sin H, pelos espalda portamiento en el malhadado suceso de Be la marca echemos los á la y que, navides, fué destituido de su autoridad y al olvido los errores. Con encomen demos nuestra alma ó nuestra pluma á San remitido bajo partida de Registro á España y y Cajista, patrono es, encausado y preso murió algunos años des de los escritor alabada pués. sea su santa eficacia, al pasar á la última

parte de nuestro artículo peludo, rabón ó FRANCIsco JIMENO. miocho.

Al pasar á la segunda parte de este artícu

lo, será conveniente refrescar (sin agua) las ya ideas que tiene mi lector, de la primera

parte. Al efecto le diré que nuestro protago

A ella. nista D. Luciano Eclipsado, es un feo de en

cargo: fáltale un ojo y sóbrale media libra de I. carne á su abultado labio inferior. Haciendo

caso omiso de la gran mancha amoratada y Cuando tu semblante miro que cubre la cara del niño, de los soberan

suspiro, ceros hoyos que las viruelas escarbaron en

ella, concluiremos el retrato, diciendo que Que eres iris brillador

también le sobra algo al par de salientes col de amor

millos que montado á caballito sobre el lomo

Cuya luz, cual la del dia de su belfudo labio, están diciendo á los ja

te envia. mones: / Comeame/

Diga el lector si ese conjunto de bellezas Y allá en la esperanza mia y no tiene tres bemoles, si no basta para po Que en sueños me eleva al cielo, ner amarillas, no digo á las remilgadas da Mi corazón en su anhelo mas, sino hasta á las Maritornes de ojos co lorados. Suspíro de amor te envía. REVISTA MATANCERA. 61

noticias, Si como fabricante de es D. Lu Están buenas para que se las pongan en la

ciano Ecl psado un hombre de una actividad cabeza los figurines que se juntan cascarilla y prodigiosa, no la tiene punto menos como se peinan la conchita. Bótelas, paisano, objetos estraños, pues pe mercader de se la que aquí le traigo unos malucos, como usted la por enseñar á todo el mundo sus grande los llama. curiosidades, halagando su amor propio, y —Moluscos. Sí, moluscos son estas cuca echándose fresco con el abanico de los ne rachas del mar. Cuesten lo que cuesten, van cios. . . . pronto á enriquecer mi museo.—¿Y que otra

instrumento, D. . ... ¿No conoceis ese ama cosa buena me trae Justo? * bilísimas lectoras?—Yo os dire cuál es.... —Un perro múo..º quí lo tiene usted. LA PREsUNCIóN. —Un perro mudo como los del tiempo

La vanidad es una vejiga: el necio la lle de la conquista! ¡Qué magnifica adquisición

na de viento, el sabio de gloria, y el rico, para mi museo Nada menos que un cuadru. obligado de doblones. La vanidad ha á pedo mudo de los del tiempo de Velazquez, nuestro héroe á convertir su casa en un cuando aquí no se conocían los periódicos MUSEO. cuando hasta los bípedos llevaban los la Entre sus curiosos mueble, figura una ca bios cosidos. Virgen santa! que adquisi ja vacía ó envase de azúcar con precintas de cón! ¡un perro mudo. ¡ahora que todos los cuero, que se ostenta en el zaguán, para perros ladran.

acreditar con semejante EscUDo DE ARMAs —¡Pues no era nada la del ojo! no sabía

bue tiene ingenio de fabricar AzúcAR ya que yo, paisano, toitico lo que vale este bicho múo

no de fabricar ideas. Si del Zaguán pasamos lo mesmo que un niño reciennacío. ¡Ah! si á la sala y los cuartos, veremos que nuestro todas las mujeres fueran mias como este

museista va aglomerando en ellos cuantas animalito, ¡qué contento me fallaría yo con

cosas raras puede adquirir, pidiendo ó com la mia que fabla más que un verdulero,

prando. cuando me dá una guiñaita ña Pilar la mon

Así es que no se le escapa ninguna cala donguera que vive al salir de la ciudá

baza JIMAGUA, ningún ñame de 5o libras, —Pero veamos la boca á este expléndido

ningún pollo de dos cabezas, ninguna mone vertebrado.... Toma! si le han cortado la

da macuquina, ningún majá de diez varas, lengua! ¡Pebre animal! ¿Es un deslenguado y más, que etc. veinte eccéteras también las (Finalizará.) eccéteras por su rara figura, caben en el mu —-e-e-en seo del Sr. D. Luciano á quien vamos á oir por algunos minutos. Flores y frutos. —¿Qué me trae Vd., D. Justo? —le dice á su casero que es un hombre de rostro y fal COLECCION DE BOCEIS Y SEMBLANZAS EN VERS). detas teñidos con tierra colorada, lo que in dica que viene de las maniguas. MALVINA CRUZAT. —Aquí le traigo un pichón vivo de cA y RAIRA que me ha MANDAo mi compae Mateo Radiante de belleza de hermosura

desde las lomas de MATAJAMBRE. En el cielo de Cuba hay una estrella

—Muy bien, este pichón es un hermoso Cuyos fulgores elevando el alma vERTEBRADo volátil que hará una excelente Dispan las tinieblas. figura en mi gran museo.

¿Quién es preguntas con muy dulce acento? Es una gran curiosidad Zoológica un Zopi sí, Es ella, te respondo, oh es ella lote de oJo AMARILLo y cabeza colorada

Ella, la pura, angelical Malvina, como este.—¿Qué vegetales me trae usted Consuelo del poeta.

D. Justo? >: xk" —Aquí tiene usted unas palmeras MU ra ras, las traigo desde Cayo Cocos, solo para usted que las paga bien. NicoLAs HEREDIA.

—¡Oh! sí, matas de UVAS CALETAS exce

lentes monocotiledones! Agrada mucho su flexible estilo,

—No señor, no son MELoCoToNEs. Su correcto lenguaje, su pureza; y todo un escritor de tomo lomo, —Ya lo veo; pero déjeme ver esas flores, Es

es poeta: D. Justo.... ¡Bah! son hermafroditas. Pero no 62 REVISTA MATANCERA.

Por más que en los artículos del Diario, prestan en Matanzas, esas deliciosas crea En vez de la energía y la firmeza, ciones, agradabilísimo y encantador consor Se noten los arpejios de una cíta a.... cio, entre lo fabuloso y lo histórico, y que á Pulsada por Heredia. menudo, sinó siempre, tíene su origen en xk a guna poética tradición. xk x: El es íritu, siempre en constante lucha con la materia, busca incesantemente el modo S/ - de alimentar su existencia ideal y cuando Leyendas matanceras. no encuentra el necesario pasto en lo ver INTRODUCCION. dadero, se complace en hacer brotar de la mente esos poéticos idilios en prosa, que ha Matanzas, la pintoresca y encantadora cen las delicias de los aficionados al género ciudad de los dos rios, la gentil Yucayo, que fantástico. fatigada como una indiana se reclina muelle Yo me he atrevido á hacer un pequeño y voluptuosamente que en las verdes colinas ensayo sobre la leyenda, el cual ha ido viem por y la circundan tres lados con su bellísi do la luz pública por partes y en diferentes ma y dilatada bahía estendida á sus piés co publicaciones: si el resultado obtenido en el pudiera tapiz plata mo estarlo un de á los repetido ensayo ha sido ó no satisfactorio, piés soberana, de una ofrece con sus innu es lo que dejo al autorizado criterio de los y poétícas naturales, metables bellezas un lectores, que sabrán juzgarlo desapasiona vastísimo campo á la pluma del escritor y damente. - poeta cuya del fantasía encuentra anchuro Entretanto, creo, que para exordio basta espacios poder sos en donde estender sus con lo que dejo expuesto, por lo consiguien invisibles alas. te, entraré en el asunto dejando á un lado que atesora, Los dos hermosísimos valles fastidiosas digresiones. sus admirables y maravillosas grutas cubier tas de trasparentes estalactitas, su amenísi. L-A- INSTICI-A.- ETSTC-A-ISTI'----L-A-- ma y pintoresca situación que tanto encanto prestan, que

la sus dos caudalosos rios cual I. plateadas diademas la ciñen; sus verdes co linas sobre las cuales se asientan las casas ¿Quién no ha tenido ocasión al pasar, ya

en originalísima gradación, cual preciosas sea por necesidad ó por vía de dive sión,

perlas esparcidas en un manto de color de por la cortadura que forma la llamada Abra

color de esmeralda; todo aquello, en fin, que del Yumurí, de escuchar el misterioso eco

la hacen disinguir entre las demás ciudades que repite varias veces las voces de los inm

de la Isla por su belleza; todo así en con portunos que con ellas van “a turbar el siles

junto, repito, convida al escritor á dar rien cio que reina casi siempre en esta parte del

da suelta á su imaginación, ávida de impre rio matancero? Creo que nadie, lues ya sean ya presiones, haciéndole forjar los más delicio los habitantes de la gentil Yucayo, ó los

sos sueños que la mente puede concevir por viajeros que de paso se encuentran en ell;

medio de la contemplación. conocen los primeros y acuden los segundos

Muchos poetas la han ensalzado con so á escuchar la poética repetición de sus vo noros é inspirados versos y muchos escrito ces, las cuales, oyéndose primero con bas

res la han descrito, pero á ningún género tante claridad, concluye remedando el susu

literario, se presta más Matanzas, que al le rrar de las palmas al ser agitada por la brisa, ya yendario,ya sea por los muchos recuerdos son cazadores, á quienes atrae la abun

que en ella se conservan de la antigua do dante caza de que están cubiertas las orillas

minación indígena, ó ya por el natural en del rio, infundiéndoles la esperanza de lle que ejerce contemplación canto la de mu nar en corto espacio de tiempo sus morrales;

lugares ya chos de sus en la mente. son jóvenes de ambos sexos que en ale

Sin embargo, la leyenda ha sido muy po. gre romeria remontan la corriente del rio en co cultivada tanto en esta ciudad como en ligeros botes ó cómodas cachuchas; movién

el resto de la Isla, y muy escasos escritores dose los remos al compás de las canciones y cubanos han sido los que han consagrado carcajadas de los paseantes que encuen

su pluma y su imaginación á hacer surgir de tran cierto placer en que el eco misterioso del ya los muchos lugares que para el objeto se Abra repita sus acentos; son, en fin, REVISTA MATANCERA. 63 trovadores á quienes la poesía de que está Los de niñas son más senc llos y reco. impregnada la atmósfera del Yumurí, sus miendo á mis lectoras el periódico La M, la hermosas orillas y la magnificencia del Abra, de la Elegancia Parisiense que publica a convidan á templar sus liras y á entonar empresa de El Correo de Ultra nar don de cánticos en honor del Creador de tales be hallarán muchos de estos mo delos. llezas. En peinados, el cabello se lleva recogido A todos atrae el Abra ya sea como lugar en la coronilla, único modo de que los nue de diversión ó meditación, pero muy pocos vos sombreros puedar llevarse. ó quizás ninguno, conocen la historia que En guantes vuelven á usarse los de Sue encierra esa grandiosa cortadura que es la cia, de piel flexible y que cubren todo el admiración de todos los que la contemplan, brazo hasta el mollero Los colores son: historia que se remonta á los tiempos en que amarillo, pálido, rojizo ó cru i ». Cuba no habia sido aún engarzada cual iner Para concluir esta pequeña revista voy á descripción mosísima perla, en la preciada corona de haceros la de un bonito vestido Castilla, é historia que voy á dar á conocer que destinado para una Srita. madrileña, hi á los ilustrados lectores de LA REVISTA MA ja de un opulento títu o de Castilla, se ha TANCERA, quienes con su buen criterio disi confeccionado en uno de los principales tu mularán, las faltas que cometa durante el lleres de esta villa. trascurso de ella. Dados ya estos antece El traje es de faya lisa color granate y dentes entraré de lleno en el asunto. lana fina con dibujos de cachemira estampa dos. La falda es re donda con pliegues an RAMóN J. DE PALAGIO. chos dobles, de faya, espacia los, y banda (Continuará. ) plegada entre los plie ues, en el borde infe recojida, e rior. La sobre falda es dc lana en —-e-e-en forma de delantal y terminada en punta. El corpiño es de faya cerrado y cruzando por Revista de modas. abajo con aldeta plegada. Las mangas son largas y con cartera de cachemir. París, Octubre 14 de 1883. Hasta su próxima revis a se despide de sus bellas lectoras matanceras. Amables y bellas lectoras de la REVISTA: CELIA. Gran placer me causa el encargo que me ha hecho el Director de vuestro periódico -e-e-e favorito al comisionarme para que quince nalmente os de cuenta de todo cuanto la MCISCIET..-A_INTIE-A-- caprichosa moda, presente en sus constan tes veleidades variando ya las formas de los ¡Qué aspecto tan encantador ofrecía nues peinados, ya la de sombreros, hoy muy en tro Coliseo en la noche del 2 I de Octubre! boga, ya la de vestidos y las de adornos en Todas las localidades se hallaban invadi general. das por multitud de personas, que anhelaban Acércase el invierno, época en que, se la hora en que de oían admirar á la interesan te,

é inteligente gún lo que he visto en casa de las principa caritativa artista MARGARITA les modistas de esta ciudad, el color preferi PEDRoso. Los palcos, ocupados todos por do por nuestras elegantes damas para la las elegantes y seductoras matanceras, pare confección de sus vestidos, es el gris aunque cían bouquets de naturales flores.

El m Ankerman, su se alternarán con el concha-rubia y el mo célebre estro con bien reno, y aún el rojo amoratado. organizada orquesta, nos hizo saborear, con

En sombreros la moda contínua siendo exquisita dulzura, la introducción de Sonán bula. cada vez más caprichosa. Los modelos en boga son de figuras extraordinarias. Un instante después se levantó el telón y Uno de ellos lleva el título de Pelle-Per una interesante figura apareció en el pal y

co escénico; aplauso general expontá miére y es de paja negra muy fina, forra lo un

ceo, á á la de terciopelo negro tendido y de encaje del vino demostrar encantadora ar

mismo color, plegado. Las alas quedan muy tista Srita. Cay, el buen efecto que su pre abiertas sobre la frente, á la izquierda, y sencia causó á el público. y abarquilladas á la derecha. Flores, palomas fueron arrojadas á sus 64 REVISTA MATANCERA.

pies. aplauso general tor, es apreciable compañero Otro resonó en nues nuestro - Meli tro Teatro y de muehos labios se escaparon tón Lamar. esta frase «vrabo», apareció en la escena la Dámos las gracias. Margarita, ángel bella el de salvación. xk C, án débil es nuestra pluma para bos aquí algunas quejar, aunque á grandes rasgos las tranci Hé noticias artístico-musica les: ciones que experimentó nuestro espíritu,

poco se en Bergamo sumido en extasis, escuchando las célicas «Hace ha estrenado una nueva ópera, «Adello» del maestro Log notas que brotaban de la garganta de la

arrebatadora MARGARITA PEDRoso. Flores heder, que ha tenido un éxito muy faborable,

pues se repetir piezas de la y palomas, fueron arrojadas á sus pies, y hicieron cinco ópera. cestos de flores y coronas le fueron entrega

das. En el Politeama, de Plasencia, se repre

sentó en 29 de agosto un a nueva ópera de Unida á la ineptitud de nuestra humilde Luis Ricci, «Donna Inés,» que fué muy bien pluma, el poco espacio de que disponemos, - recibida. nos permitimos hacer punto final, no sin an

el Verme, Milan, se tes dar nuestra humilde, pero sincera enho En teatro del de re

presentarán dentro de poco dos óperas rabuena á la distinguida troupe, y muy espe nue

vas, la una del maestro Palminteri, titulada cialmente á la inolvidable Margarita, cuyo y «Amazilia,» la otra della Cruz,» nombre llevaremos grabado eternamente en «Fernando del maestro Sansone. nuestros agradecidos pechos.

El dia 23 del corriente. 52º aniversario de 3: la muerte de Bellini, tendrá lugar en casa

del maestro Rute, de Nápoles, una sesión AvISO A LAS DAMAs.

extraordinaria, en la que se solemnizará la y º apoteosis de Catania, se ejecuta á música

de Bellini, escogida de su ree torio dramá y y Se acaba de recibir en la Antigua Primera tico de salón. El distinguido escritor Papel 46, de Ricla frente á la Sastreria de crítico Florino leerá un discurso propio de la Artigas y Gros infinidad de objetos, propios fiesta.

para las damas y á precios sumamente mó Una nueva ópera titulada «Tommaso il y para que sigue. dicos muestra lean lo gobbo,» de Luis Teza, ha sido representada y Tinteritos de Cristal de varios colores hace pocos dias con general aplauso en Lon formas. garone, Pulsos dorados y negros. 3.

Cromos de flores, figuras etc. SRAS. Y SRTAS. SUSRITAS ALAR3WISA MATAN ERA. Carpetas piel de Rusia. Tarjetas de movimientos de varias formas. Sritas. Laura, Celina y Obdulia Rodri Cajitas de papel Moda de varios tamaños. guez.—Sritas. Clara y Rita Valls.—Señorita Cuadernos para bordar con diferentes al fabetos. Ana Poujand —Sritas. Luz y Dolores López. Pasatiempo de las damas ó emblema de —Sritas. Cartaya.—Sritas. Ferrer.—Señori las flores y colores con el horoscopo de los tas García Armentero.—Sritas Fernández.— meSeS. Sritas. Menéndez.—Srita Rosalía Jiménez. Novelitas de Julio Nombela. Rodriguez.—Seño Canciones cubanas desde la Bayonesa hasta —Sritas. Castro.—Sritas. la mas moderna y otras infinidades de ar ra J. López de Pardo.—Sritas. Hernández. ticulos que son imposible anumerar. —Sritas. Arango, (Habana).—Sritas. Gar Todo á precios módicos. cía.—Sritas. Perez.—Sritas. González.—Se Ricla 46.—Entre callejón de la Sacristía y Ayuntamiento, ñorita Emilia Pérea, (Habana)—Señoritas Quintana, (Habana).—Sritas. Garcés. # (Continuará.) Hemos recibido El Amigo de la Infancia, periódico que dirige nuestro amigo Garmen

dia, y El Consuelo de los Pobres cuyo Direc ImprentaGaleríaLiteraria,Ricla13.—Matautas. REDACCIÓNY ABMINISTRACON, MENSUAL, SUSRION—O S. JUAN BAUTIsTA 12. En Matanzas . . . $ I B, Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas.,, 1 3o, WA SN»s\} W.7 Semanario de Literatura, Ciencias,-Bellas Artes, Mcdas y Actualidades, DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, Leopoldo Reyes.

DoMINGo, NovieMBRE 4 DE 1883. Nuw, | o

S"CT. MCA. El C

pueden un organismo conmover hasta el

Cuadro de colaboración.—Impresiones de viaje, por

Catalina de extremo aniquilarlo como lo aniquilaria Rodriguez de Morales.—Mis Lágrimas, (poesía) por Leopol rayo. do Reyes.—El Espejo, por J. S.—Vida campestre (poesia), un por J. Soriano de Castro.—La curíosidad, por Jacan.—Flores La transición que sufrimos en aquel mo y frutos, por sºs.--Leyendas Matanceras, por R. J. de Pala cio.—A mi madre, por José Jackon Veyan—Miscelá mento fué tan fuerte y tan inesperada, que nea, por Leopoldo ¿?Reyes. nuestros brazos cayeron lacíos hácia la tie

rra y nos quedamos anonadados sin poder CUADRO DE COLABORACION. pronunciar una palabra.

Sra. D? Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma ¿Con qué al fin estamos salvados?Aque.

nuela Lopez (A/abana.)—Srita. Flora Garmendía.— lla voz era la vida que venia abriéndose pa J. de Srita. Dolores Palacio.—Srita. Isaura.—Srita A. so por entre las tinieblas de la muerte. Era

J. P. (Graziella.) Paris.

como la tabla de salvación que encuentra Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Francisco dando vaivenes entre las olas del mar el in de Jimeno —D. NicanorA Gonzalez—D. Vicente A.

(Próspero náufrago la esperanza Tomás David.)—D. Miguel A. Lavastida. feliz era coronada

G. Miguel de —D. José Villa.—D. Garmendia.—D. Se esplendores que venia á cernir sus alas bastian A. de Morales.—D. Bonifacio Byrne.—D de oro sobre nuestra frente fatigada! Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio Lo

Aguardamos en la mayor ansiedad; pero pez (5/acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefonso Es no

por á

tiempo, pues poco se y mucho tia la Zenea.—D. Romualdo Isaac.—D. Nicolás He escu redia.—D. Domingo Delmonte.—D. Luis María Ca chaba el ruido de unos remos que bogaban talá.—D. Ricardo Byrne.—D. Rafael Rossi. (Cár con dirección á nosotros. denas.)—D. Rafael Otero. (Madrid.)—D. Emilio Al de cabo unos momentos, por detrás de Valdés Sotoca. (Barcelona.)—Sidi Mahomet. (Ha

un zic zac del rio, apareció un bongo óana.)—D Fernando Garcés. - con

ducido por dos hombres de color; éstos lle y el —-e-e garon alegre en con semblante seguida

Impresiones de viaje. nos hicieron mil preguntas referentes á nues

tra e cursión por las breñas: eran dos =P-A-arisT-A-s firrirn. E-A-s indi

viduos de la tripulación Tequendama POR del y

un bongo vapor. CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES. del mismo VIII. La voz que habia respondido á la nuestra la era del capitán, la de aquel temerario hi jo y Al de la de fin después, después de tanto llamar tierra los nísperos/

de tantísimo repetir Capitán Capitááán! Por los dos conductores del bongo supi

oimos una voz, que sirviéndose de la bocina mos que el Tequendamá habia pasado los la Al adecuada, nos respondia «Allá voooy!» ¡Ah, Chorros con mayor facilidad. saber lo qué momento aquel sólo de recordarlo me nos dirigimos unos á otros miradas significa tivas,

¡qué os conmuevo profundamente. Hay raptos de como dicíéndonos: idiotas ileum sido! - alegría que por su intensidad poderosísima 66 REVISTA MATANCERA.

El Magdalena, por consecuencia de un En mis lágrimas cree y se sonrie chubasco que descargó por la madrugada Esa mujer falaz.... en sus cabeceras, hiz » una fuerte creciente, ¡Sin saber que he llorado con el alma y á favor de ésta dominaba á las siete de la Una vez nada más! mañana los Chorros del Guarinó, dando pa LE)POLDO so fácil á los buques. «Para adivino Dios.» REYES. Octubre 31 de 1883. El bongo que fué en nuestro auxilio era pequeño pa a conducirnos á todos juntos, -e-e-e que por preferencia ir turno dándonos la á Espejo. las mujeres y á los niños. El Entram s pues en el bongo que empezó I. á bogar por la orilla y con mucho trabajo, La coqueteria es inherente á la bel'eza, huyendo de las zarzas de ésta. La corriente como el calor lo es á la iuz. Una mujer bo era tan fuerte que no le permitía que se in ternase en el rio. nita, graciosa tiene que sufrir con resignación y sin ofenderse el punzante estigma de Sin embargo del cuidado que empleaban co queta, á no ser que divorciada de aquella los remeros para huir de las zarzas, se en segunda cualidad, p etenda a barecer como garzó una en mi sombre o, y como éste se un bien modelado autómata, bueno única hallaba atado por debajo de la trenza con mente para recrear la vista con la pureza de una cinta elástica, pero muy fuerte, la zarza sus contor nos, y delicada línea de su perfil. me llevaba hácia ella, desprendiendo casi pero incapaz de conmover esas ocultas todo mi cuerpo del bongo que iba andando. fi bras del alma donde residen las sensaciones. A no ser por la lijereza de uno de los reme Acaso—y sin los eclécticos y ros que, sujetándome por la cintura, me des acaso— los moralistas se escan dalicen de mi teoría; más prendió la cinta y entregó el sombrero á la de un grave filósofo verá en mi doctrina un prendedora planta, yo habria caido al rio. germen de corrupción para esa bella mitad No sin correr algunos peligros más llega género quimera!.... mos al vapor. del humano. --. Vana No soy un innovador ni mucho menos; la Nuestro capitán al vernos se puso ebrio mujer sabe de s bras que un estudiado mo de gozo y el inglés que habia quedado á bor hín, tiempo y palmadas. una sonrisa à ó una flor artísti do nos recibió con vivas rizos, La bella niña felizmente no tuvo novedad: camente colocada en re sus blondos contribuyen y cuando su madre enuró con ella en el Te á dar feliz término remate á la obra de la naturaleza. Y después de todo, quendama, iba dormida con los labios en: ¿qué mal hay en ello?.... Y si lo hay, ¿có treabiertos y en su frente sonrosada se cua. mo evitarlo?.... ¿No es el amor propio pa jaban las gotas de sudor como se cuaja el trimonio exclusivo de la humanidad? ---. rocío sobre los tálam ,s de las fl bres. Estaba Pues cread ¡oh grandes filósofos si es que encantadora, «parecía un ángel veviendo podeis, mujeres luz.» en un todo distintas de la naturaleza humana.... A cuántos peligros le habíamos hecho II. frente ya en aquel viaje á Santa Fé, y aún estábamos principiando! Yo, no siendo filósofo ni moralista, no tu ve motivo alguno para extrañar que Aurora —-e-e-e fuese un tanto coqueta; era la cosa más na. tural del mundo. Tenía los ojos y el cabello Mís Lágrimas. negro y en sus labios frescos y rosados sen taba admirablemente una sonrisa.... Ella lo alma, Una vez he llorado con el ¿por qué Una vez nada más: sabía. --- no sonreir?.... Poseía, además, esa segunda belleza, tan La noche en que murió mi buena madre necesaria en la mujer que pretende ser ad Que nunca he de olvidar. mirada.... Era elegante, elegante con sen x: cillez al mismo tiempo, elegante por natura Hoy lloro muchas veces con estudio leza; y en todos sus actos y en todos sus Porque cifro mi afán ademanes resaltaba esa distinción tan inme En conocer de una mujer ingrata ditada, que venía á ser el complemento de Los grados de maldad. SulS atra Ctl VOS. REVISTA MATANCERA. 67

Yo la ví y la amé, y cuando después de cuando tan alejados de la tierra os hallais, algún tiempo, gracias á un continuo trato, una sombra de distracción, de displicencia, tuve ocasión de descubrir en Aurora tra be de disgusto, pasa por el rostro de aquella lieza, mucho más apacible y más sublime mujer divinizad !.... ¡Cuánto sufrireis!.... que la del cuerpo, la belleza del alma, llegué ¡Qué horribles dudas se presentarán en vues á adorarla como un loco.... Si la modestia tra mente!... - Aurora solía estar amable no me lo prohibíese; yo os diría que ella con migo, cariñosa pero nada más. A veces, también me adoraba con toda la fuerza y cuando yo le hablaba, se distraía; sus con todo el fuego de un corazón virgen... - . Me testaciones eran inconexas, parecíame que casé con Aurora! le costaba trabajo reprimir los impulsos de III. su irritación, para mí injustificada, y con cluía siempre por encerrarse en su tocador, No os figureis que yo desconfiaba de mi donde permanecía horas enteras...... ¿Qué mujer, que pase por ni mi mente la idea de era aquello?.... ¿Algún recue do, algún transformarme en un ridículo Argos. ¿Y para fantasma de ayer, se interponía en el cami qué?.... La semilla de la virtud ha de bro no de nuestra felicidad, separando nuestros tar expontáneamente, dando sus frutos sin corazones hasta entonces unidos?... - —¿Al recurrir á medios violentos. La educación

guna realidad del presente venía á matar mi multiplica esos frutos y los s zona, pero na dicha? ¡Q ién sabe Operóse en mí una tras da más, como el cultivo robustece un ar

formación extraña, la sospecha estaba en mi y le ayuda en su crecimiento hasta busto y corazón el delirio en mi mente. . ... ¿Sabeis hacerlo útil al hombre; pero esto no logrará lo que son celos?.... Horrible áspid que nunca aclimatar una palmera en la Flandia, recogido en las entrañas, va depositando en ni un abeto en la zona tórida.

nosotros el corrosivo raudal de su ponzoña. Mi mujer era buena, era virtuosa, por Estaba en su tocador! temperamento, por educación y porque... . —otra vez me pone en un brete la modes V. tia—y porque me adoraba. Yo lo sabía y es

taba satisfecho de mi mujer y de ni suer ¿Estaría acompañada?.... fué la primera te.... ¿Satisfecho dije?.... Para un mari idea que me ocurrió.—¡Qué locura! do medianamente caviloso es una fatalidad La que lleva mi que la mujer sonría con demasiada frecuen Pero

cia. La primera nube que empañó el hori. Dios mio! ¿Qué es esto que tengo en el co razón? zonte de mi felicidad fué una sonrisa que ----

sorprendí en los labios de Aurora, en un Y después de este monólogo, rompí á llo.

momento de distracción cuando, sin querer, rar como un chiquilo.—Ella me ha abraza y sin darme cuenta de lo que hacía, en luch a do, me ha mirado sonriendo llorado al abierta con mi carácter y con mis propósi mismo tiempo como esas hermosas tardes

tos, yo la espiaba cobardemente. ¿Cómo lle. de Abril en que una brillante nube se filtra

gué á ser un Argos?.... Lo ignoro. Desde á través del poivo de oro, que levanta el sol

aquel dia miré con cierto cariño á los filóso en la atmósfera.... ¿Es posible que disi y fos y moralistas---. La mujer no debe son mule tanto me engañe?... . reir! Entonces me acordé de Shakespeare.... 1V.

La mujer es pérfida como la ola.... exclamé, y un infierno de dudas, de temores, de ven ¿Sabeis lo que son celos?... - Si no lo sa

ganza, de desesperación, se agolpó á beis, no habeis amado nunca. Cifrad vues mi y mente todo lo ví de color de sangre... . tra dicha, vuestras esperanzas, vuestros en

Clavé la vista en la puerta del tocador, sueños en una mujer que la fantasía ha her estaba entornada. moseado con todos los dones de la tierra y y todas las armonías y los esplendores del cie Me dirigí á ella traspasé sin hacer rui lo; vivid en su aliento y su mirada luminosa do, pero mi corazón latía con tanta fuerza,

como los celajes del Oriente; postraos á sus que tuve un instante de vacilación... -- Te

piés y adoradla como á un sér inmortal, mía que se escucharan sus latidos!.... y murmurando al mismo tiempo en su oido el Me puse detrás de los tapices, distinguí

tierno idilio de vuestro amor.... Desgra perfectamente á mi esposa, á mi esposa .... y ciados de vosotros, si en momentos tales, á mi rival 68 REVISTA MATANCERA.

VI. —¿Qué te pasa? me dijo, hay en tu ca" a lóbrega, rara, Aurora lo consultaba. Mi mujer se había Una cosa tan tan

Q le cualquiera adornado con el aderezo, é inclinándose ya dira sin embarazo

á un lado ya á otro para hacer brillar sus Que te han dado cañazo..... luces, sonreia con satisfacción. Mi rival le

Excuséme cual cumple en casos tales; decía que estaba muy hermosa.... ay! --- Pero aquel, en sus dudas afanoso, yo pensé mismo, y lo abandonan lo mi es. Hasta dar con la causa de mis males condite me dirigí hácia Aurora, que sorpren No dejóme un instante de reposo. dida en sus coqueterías, se arrojó confusa en

Acosado por fin en tan fiera, rival; lil mis brazos... Volvime hácia mi me mi. Tuve por hidalguía y ré en él. .... ¡oh lectores mios! no os acon Que h ublar de esta manera: sejo que seais celosos...... ¡Qué horribles s: el huellas marcan los celos en semblante! 24 k

— Chico, te lo cenfieso: J. S.

No se encuentra en el camp o mi embeleso.

—-e-e-e En tu finca hay mil cosas sorprendentes

Para aquel que el retiro ame constante, campestre. Vida Pero á mí no me pasa de los dientes

Y la halio muy cargante.

Recetáronme allá por el verano

En silencio perpetuo todo el dia, Que del campo tomára el aire sano, Des usada efeméride Pues mi fuerza cansada

El juicio te sujeta

Maldito si servía para nada.

Si á lo lejos rechina una carreta Obedecí el mandato,

O si en el llano un pajarillo pia.

Que al doctor excusara un garabato,

Y á gracia mí me hiciera Si á pasear la higiene

su á la farmacia; De abonar factura Más que el placer, te aviene,

quinta fuí, un amigo Yá una me donde Y por cerros, laderas

Tenía sotos frondosos, pimpolladas, Y toscas carreteras y Agua abundante fresca, Vas á dar una vuelta, precavido

Y descansando á ratos..... Lago manso, perdices á bandadas,

Y por contera, pesca! Vuelves luego empolvado, archimolido,

Sin pies y sin zapatos.....

El amigo aludido, hora tras hora,

Risueño me decia: y ¿Afición á las tencas á las ranas

—¡Qué paisaje! ¡Qué suelo! No hay sin duda Le tienes? Es a rojo!

En España otra quinta cual la mia. Pues, hijo..... ¡Vé con ojo,

Que se pueden pescar..... unas tercianas! Yo, que cortés aliño y

A sales, A la vida le hé dado deste niño, caza entre zarzas duras Internándote vas tras un lebrato..... Porque mis padres mi resabios todos

Con mimo toleraron, Ya la tierra quedándose va á oscuras..... La vuelta dar procuras..... Y sólo me privaron tienes para rato!..... El que usara jamás de malos modos.... Ya Yo, pues, como decia, Una legua no escasa,

La fiaca celebraba, Por lo menos, te encuentras de la casa,

Y á cuestas, por contera, Y la larga orgullosa letanía

De mi obsequioso huésped, Llevar el fruto de tu afan te espera. Prudente coreaba.

Por la noche, ¿qué aguardas tras la cena? Está tibia, serena..... y Más sin duda algún día, á despecho En bienestar abisma

Del disfraz que prestábame el decoro, fragancia que parte Cara de satisfecho, La del tomillo.....

Pues vamos hasta el soto, Vírgen Santa!

No lograba poner ni á peso de oro. La oscuridad espanta!..... y

Y te rompes la crisma, Notólo el propietario, con presteza

O si no, te un El motivo inquirió de mi tristeza. dislocas tob llo. REVISTA MATANCERA. - 60

paciencia y

Está visto..... sufrimiento. y

El amigo, tranquilo sonriente, puro y Un à la cama..... Con tono harto halagüeño viento, Y escuchar rudo Me dijo:—¡Qué excelente Que el pinar repercute y fiero brama. - Juicio de madrileño!..... canta la abubilla, Y Razón tienes sobrada si te hastía chilla, Y la lechuza Morada cual la mia..... y Y las pulgas, áun otros concejales Mas si el contraste contemplar deseas De municipios tales, De todo lo que afeas,

Tanto afecto te cobran, que ni á tiros

á AVavas, Corre Las al Chalet acude, Te conceden descanso ni respiros. Pide..... goza..... diviértete..... examina.....

Y tu mirada vaga Las cuatros dan..... yo estallo..... En animar perenne, ¡Y sin pegar los ojos Palpitar por doquier maga,

ya verá una ¡Mas ay! canta el gallo.....

¡Qué todo lo adivina! es ¿Pero esto cama ó muladar de abrojos?....

¡Qué todo lo previene!..... al Me iré campo, á una peña, entre unas matas, JOSÉ GASTRO, Soñando un tierno idilio..... SORIANO DE un Más hombre allí corre..... ¡sí ¿Va ciego?

y -e-e-e Es en el que monte h fuego

Y viene por auxilio. La Curiosidad. y ¡Hum! ¡Las diez el peaton que trae las cartas ¿Dónde está? ¡Cuatro dias sin noticias --".Eso, C-E ERC.A. Eº-A-TER3.E. se —Ayer fué al Juzgado, —Paisano: por toas estas cruces y por los Que está más de tres leguas, y

guesitos de mi mae, le iuro ante Dios la su Porque esposa ha dado y Virgen tóos los santos, que ahora le vale á

A la patria dos chicas cual dos yeguas. ya

el perro, pues -Muy bien! perfectamente! usted doble mi cuenta con y dos estrañezas: ser múo no tener ni un ¡Su prole harto prospera ca

cho de lengua, cuando tóos los hombres que Más la nuestra qué importa que reviente yo y

lengua en la muy Sin saberlo siquiera conozco tienen boca grandísima. yo no —Pues estoy en el caso de pagar Y pºr resúmen..... como el pueblo d sta una exorbitancia por este mamífero como us Legua larga de aquí, si echaste á olvido ted bien sabe. el De noche pedir sal, hoy el cocido y

lo usted; Desaliñado y soso —Mamífero desorbitante será y cuidado con la lengua. Engullirás con ascos y rabioso. á —Yo no aludo usted, sino al perro. Y un día hay fruta linda..... —Pues yo no adulo á los perros ni á nai y Al ni otro, una guinda.... den, por lo mesmo, quédese usted con Dios, yo pa Hoy no amasan por ser Sábado Santo, paisano, que falo mis animalitos otro y Y el se á pretérito pan parece un canto, lao, los voy venderá otro caballero y en

que tenga la Que se fué el estanquero sus chiquillos..... no clise cara como usted. iY no ni tienes sellos ni pitillos Diciendo así nuestro guajiro herborizador, y Que una muela le du ele. ... pues cachaza, recojió sus bichos, yerbas zarandajas, co y él, O tú

gobiérnate la de con tenaza. locandolas dentro un serón; estirán se tu Que muere suegro de repente, dose caballero sobre una yegua arren quina y no lo el de sabes hasta día siguiente/// que mucho tenía ar rancada poco de

caballera, sí al iPasad la pena negra montó también delante de y

de perro mudo, Cuando golpe reventó tu suegral infeliz fuése, echando chispas la de por herida vena su campestre suscep

iVaya! ¡Vaya! Bastante me he ocupado tibilidad; cuyas chispas, enardeciendo el tam y De la vida campestre sus bondades

bién herido amor propio de D. Luciano, Con calma soberana. á vinieron caer sobre la enorme mancha de iBenditas las ciudades..... su la rostro, que variando de color como el y Su bochorno... su gente.... su jarana camaleón, pasó al instante de morado claro >: *k

2: á verde tornasolado. Cerraba el ojo eclipsado, 7o REVISTA MATANCERA.

claro, según por abría el tenía costumbre ¿Quién al vera lucir tan hechicera, sulfuraba; y cuando se echando maldiciones No siente allí en su pecho palpitar

Justo, rápidamente y á D. metióse en el mu El corazón esclama embelesado:

seo donde tan buen lu - ar ocupaba su cara ¡Qué bella es Caridad!? fenomenal, Lamentando allí la mala suerte que le había arrebatado los moluscos y vertebrados

que le vendía el malicioso guajiro, exclama RAMóN J. DE PALACIo. ba:—Maldita sea la palabra MAMíFERo que y me ha costado no era nada lo del ojo! ¡la Es muy flaco narizón,

pérdida de dos maravillas que tanta falta De carácter jaranero, amigo hacen en este magnifico museo: un sopilote Es verdadero y y de ojos amarillos un perro mudo sin lengua/ Muy amable bonachón.

¡Qué gangas. Por una sola palabra se pierde

á veces una nación, como se perdió por una Escribe siempre jocoso; es de chispa la gran biblioteca de Alejandría. (El pobre corto vista,)

Maldita sea la palabra mamifero/ Es muy buen apartadista..... Reflexionando estuvo D. Luciano duran Mas nada tiene de hermoso. y te media hora acerca de los perros las auras tñosas: en medio de estas cabilaciones,

la esperanza, que tanto acompaña á los ce - DoLOREs LAMADRIz. rebrose agitados como á los tranquilos, vino

á tocar á las puertas del suyo, avisándole la en el que todavía alcanzaría á recuperar las dos Erguida cual palma que valle Se la grandes maravillas que acababa de perder. mece suavemente por brisa, y Suaves suspiros sonrisas halagüeñas Así Lola, se luce en los salones el anunciaron la calma de su espíritu. Princi. Pregonando talento sus pupilas. y pió á bostezar, sintió un vivo deseo de es de tender los cansados músculos, mostrando Aerea cual la bella mariposa

el de liba, vez en cuando bajo la contractilidád de los Que dulce néctar las flores

recoje en prolongados bostezos, sus enormes dientes á Así Lola las miradas los ataques de esa sirena encantadora que De todos, las mas tiernas simpatías.

llaman sueño. Arrellenóse pues, en una pol 3: x.

trona, donde si al lector le parece, dejaré

mos al hermoso niño, roncando muellemente

en los brazos de Mor... feo, hasta de aquí LEOPoLDo REYEs.

á unos cuºntos dias, en que habrá de hacer

le despertar el ciudadano. y Es su genio chispeante revoltoso

JACAN. Y adora con fervor á la poesía, -e-e-e Es con damas atento y obsequioso Yá Becquer imitar es su manía. Flores y frutos.

Como amigo..... no hay pero que ponerle,

COLEION DE Y SEMBLANAS EN WERS), B00S Como vate..... lo mismo porque es bueno

Y protegerle CARIDAD MILIAN. las musas no dudan

Y además de ilusión, siempre está lleno.

El candor que su rostro manifiesta, Solo tiene una falta que yo siento,

Nuestra mente sumerge en la ilusión;

Que se encuentre este vate tan flaquito

Y su suave bel eza, soñar siempre

Por qué, al ir por la calle, puede el viento Nos hace en el amor.

Llevarlo cual si fuera un pajarito.

Sus miradas, destellos de inocencia,

La pureza denotan de su alma, y Y su boca pequeña purpurina Mil frases dulces guarda. REVISTA MATANCERA. 7 t

Leyendas matanceras. precaverá su querida hija de cualquier acon

tecimiento desagradable, en cuanto ésta cum. L.A.- IINTIL)Il-A- E1NTC-A-ISTT-A--D-A--

pió diez años, la hizo ercerrar en un cansí

aislad», donde le puso varias indias para su y II. servicio guarda, con la órden expresa de

atravesar á cualquier imprudente que deso

En la fecha que pasaron los sucesos que bedeciendo sus mandatos se acer case al can.

voy á referir, ya estaba fundada la población sí de Coalina: Este cansí, que por una rara

siboneya de Yucayo, aunque esta se limita coincidencia estaba situado en el lugar don ba únicamente à un caserio de unos cuaren de hoy se encuentra el Aóra, fué el que lla ya ta bohios, poco más ó menos, situado en la mó nuestra atención. Averiguada la cau desembocadura del que, andando el tiempo, sa de su aislamiento vuelvo á reanudar mi se llamó el rio San Juan. En cuanto á lo interrnmpido relato, no sin decir antes de demás, por aquellos la vista al estenderse lu paso que Yucay, para d straer la pena que le

gares cubiertos de árboles solo encontraba causaba el verse separado de su querida hi un solitario cansí, situado en la cumbre de ja, quiso que se trasladasen sus vasallos, de

la loma y en lugar donde hoy se encuentra Guanimay á otro pueblo que se había hecho

el Abra del Yumurí. ¿Quién moraba en aquel levantar á orillas del que fué después San apartado, cansí tan única muestra de la exis Juan. á cuyo pueblo, puso el nombre de Yu tencia de un sér humano en sitios cubiertos cayo, en memoria de su fundador. y de espesos montes? Para satisfacer la curio Entre estas otras cosas pasóse el tiempo,

lectores, que y sidad de los es necesario retro en la época de los sucesos que voy á refe

ceda, diez y nueve años atrás y lo sabrá. rir solo faltabna algunos dias para quo Coali

En dicha época, y en el valle llamado hoy na cumpliera veinte años y saliese del encie

de Yumurí, había un pueblo de siboneyes rro á la que la habia condenado la funesta cuyo nombre era el de Guanimay, y del cual profesía del behique misterioso.

era cacique ó rey un venerable anciano lla Yucay veía acercarsc la conclusión de di y ya mado Yucay, querido y respetado de sus va cho plazo se regocijaba presumiendo padre. sallos como si fuera un que la tal profecía no llegaría á cumplirse;

Yucay tenía una hija á quien amaba en pero estaba escrito que la suerte de Coalina

trañab emente, siendo ésta digna, tanto por había de terminar con una espantosa catás

sus virtudes como por su hermosura, de ser trofe que dejaría memoria en los sencilos y la hija y heredera de un cacique tan pode habitantes de Yucayo sus cercanías. roso como era el de Guanimay, III. Sin embargo, Yuca y no era feliz.

En la vida de Coalina (así se llamaba la Una tarde en que el sol se ocultaba des princesa) se encerraba un secreto que hacía pidiéndose del hermoso valle donde había cacique que estremecer al valiente cada vez estado el pueblo de Guanimay, un indio co

y que amarga y de él se acordaba le hacía la mo de veinte años, que por las plumas que existencia. adornaban su cabeza denotaba que era un

¿Qué secreto era éste? cacique, subía la cuesta que conducía á la

Vamos á saberlo. meseta en donde estaba situada la habita Coalina, mismo dia del nacimiento de y El ción de Coalina: llegado á ésta después de presentado Yucay behique se le había á un haberse cerciorado de que no era espiado se siboney, y después ó sacerdote de relatarle detuvo delante de una especie de postigo

pavorosa historia, que y una le había dicho en re tenía el cansí entonó una melancólica

sumen, que si la niña que acababa de nacer CanCiOn a Ill OrOSa. imprudencia cometía la de amar á un hom Al concluir el indio su canción asomó por

cumplir años, y bre antes de los veinte suce el postigo la cabeza de Coalina. .... nada gran dería irremisiblemente una catástrofe diré de la conversación que tuvo lugar entre

que dejar y habia de recuerdos durante mucho ambos jóvenes, solo si que el amor hirió tiempo, quizás ésto, ó eternamente. Dicho con su acerada flecha el corazón de la prin

desaparecido, y había no volviéndose á saber cesa. Largo rato estuvieron juntos, al se behique, presumiendo Yucay, más del tal pararse se hicieron mil promesas amorosas. ya tal no el que el personaje era otro qne mis Cuando se despedían, resonó una in y y

Mabuya por lo cual, para mo (el diablo) fernal carcaja da detrás de los amantes al 72 REVISTA MATANCERA. volver estos aterrorizados la cabeza, encon Mis ojos con tu arrullo a dormecise; traron delante de sí al behique misterioso, Mi fé con tus plegarias despertaste autor de la funesta profecía que había sido Tú á rezar y á creer me acostumbraste, la causa del encierro de Coalina, y el cual Y otro mundo mejor me prometiste. pronunció siguientes con voz terrible las Tuya y suya; frases: es mi lira tu canción la Tu jmagen es la imagen que venero: «Princesa Coalina: yo había predicho á tu No hay nombre que á tu nombre sustituya. padre el dia en que conocieras el amor, lado, espero..... antes deºcumplir los veinte años, te sucede. Teniéndote á mi nada ría una espantosa desgracia. Ese momento Si en mi alma hay gratitud, entera es tuya! pecho hay amor, tuyo ha llegado: cúmplase pues la profecía. ¡Si en mi es entero! Acto continuo escuchóse un horrible fra José JACKSONVEYAN. gor; el monte se abrió en dos mitades y el cansí de Coalina desapareció, quedando ésta —-e-e-º sepultada en compañía de Narey en las gru IMCISC EL-A_INTIE-A-- tas subterraneas del monte. En el lecho, que con la abertura del mon Enviamos un cordial saludo á todos los formado, et se había entró el mar uniendo Carlos y Carlotas, y particularmente á nues. aguas Guanimay, con sus el valle de formán tros distinguidos amigos D. Carlos A. Clark dose después, y cuando bajó la inundación, y D. Carlos del Sol. un rio, que más tarde se llamó de Yumurí, Deseamos, en fin. en memoria de otro suceso que relataré en guapo bellas, otra leyenda. Un novio á las IV. A los feos un caudal, Y á todos, muchas venturas Tal fué el origen del Abra del Vumurí y Y.... todito lo demás. de su misterioso eco, que no es otra cosa 3. que la voz de Coalina, que encantada en queridos amigos Migúel una de las cuevas subterraneas del Abra, Nuestros Gar mendia y Bonitacio Byrne redactarán el pe responde á los que van á turbar el silencio á riódico «La Abeja Literaria» que pronto apa que se halla condenada. - lecerá, . Aquí teneis, bellísimas lectoras, leyen la poetas garan siboneya que Los nombres de tan dulces da de la India encantada. Se tizan la bondad del semanario. muchas de vosotras (y disimuladme la liber bertad que me tomo) desearía encontrarse en Garmendia y Byrne, publiquen el lugar de la encantada Coalina, condena - «La Abeja» sin dilacion, da á amar eternamente á su AVarey y á ser Que mucho bueno se espera amada por éste durante el mismo tiempo... 1)e los dos. - pero ¿qué quereis hay - no todos los dias be :k - hiques que condenen á tan dulce encanta- que hoy que miento. El baile of ecerá el “Liceo” dará lucidisimo como todas las fiestas que Pero basta de digresiones: si esta primera celebra ese instituto. Sabem os que asistirán leyenda os gusta, bellas lectoras, os daréá á el muchas distinguidas señoritas de la conocer las demás. Queda á vuestros piés, Habana. RAMóN J. DE PALAGIO. Matanceros, al “Liceo,” Que aquello será la mar -9-e-«sº Con ninfas del Almendares Del Yumurí y del San Juan. . A mi madre.- Han llegado á nuesra mesa, con la pun SONETO, tualidad acostumbrada, los periódicos El Museo, Consuelo de los Pobres, Fraternidad, Sér de tu sér solícita me diste; Amigo de la Infancia y D. Claridades. Al calor de tu seno me criaste; Mil gracias, colegas. Con mi primera lágrima lloraste; Con mi primer sonrisa sonreiste. ImprentaGaleríaLiteraria,Ricla 3—llatanzas. o REDACCIÓNY APMINISTRACION, SUSRON MENSUAL, S. JUAN BAUrrisTA 12, -O En Matanzas . . . $ 1 BB Apartado de Correos Nº 239. Fuera de Matanzas., 1 3o, \AA swº- MW.% Semanario de Literatura, Ciencias, Bellas Artes, Modas y Actualidades,

DIRECTORES PROPIETARIOS:

Ramón J. de Palacio, Leopoldo Reyes.

DOMINGO, NovEMBRE 11 DE 1883. NUM. 1O.

S"CT.M..-A--Exo--O ¡Qué viaje á la Meca ni qué paso por el Cuadro decolaboración.—Impresionesdeviaje, porCatalina desierto puede compararse con aquel viaje Rodriguez de Morales.—A unagota de rocío, esia) por H. infernal º P. de V.—Espinas de las letras, por Nicolás Heredia.—La poesía,por Ricardo Palma.--Leyendas Matanceras,por R. J. Los peregrinos que van á la Meca lo de Palacio.-Arpejio número.... cualquiera, (poesía), r ha Yo..-Flores y frutos,por sºs.—Revista de la moda,por Celia. cen cabalgando sobre robustos camellos; lle Miscelánea, por Leopoldo Reyes. van provisiones contra el hambre y contra todas las emergencias del camino; conocen CUADRO DE COLABORACION. el rumbo que siguen y los anima un san Sra. Dº Catalina R. de Morales.—Srita. Maria Ma to fin. nuela Lopez (AHabana.)—Srita. Flora Garmendía.— Los que atravesaron el Desierto en busca Srita. Dolores J. de Palacio.—Srita. /saura.—Srita A. de la tierra de Promisión también llevaban J. P. (Celia.) Paris. un fin santo, que les prestaba fuerzas para Sres. D. Fernando Romero Fajardo.—D. Francisco consumar sus sacrificios y tuvieron además, de Jimeno —D. NicanorA Gonzalez—D. Vicente A. que por Tomás (Próspero David.)—D. Miguel A. Lavastida. el maná vino de las nubes mandato —D. José G. Villa.—D. Miguel Garmendia.—D. Se de su Dios, y el Mar Rojo retiró sus aguas Byrne.—D bastian A. de Morales.—D. Bonifacio para que lo pudiesen atravesar á pié enjuto; Gabriel de Castro Palomino.—D. José Florencio Lo y tenían por guía y consuelo al divino Moi pez (3acan.)—D. José Luis Prado.—D. Ildefonso Es sés; pero á nosotros no nos guiaba màs fin trada y Zenea.—D. Romualdo Isaac.—D. Nicolás He que redia.—D. Domingo Delmonte.—D. Luis María Ca el de huir de una muerte viendo otra talá.—D. Ricardo Byrne.—D. Rafael Rossi. (Cár en perspectiva, menos violenta, pero más denas.)—D. Rafael Otero. (Madrid.)—D. Emilio terrible, por lo mismo que la veíamos venir Valdés Sotoca. (Barcelona.)—Sidi Mahomet. (//a coronada de hambe, de cansancio y de in bana.)—D Fernando Garcés. cultas soledades. —-e-e-e Al fin, pasó aquella escena terrible, pro vocada por la ignorante temeridad de nues Impresiones de viaje. tro capitán, á quien Dios perdone lo que nos EPA-a-rror-A-s frrºrrin.4r A-s hizo sufrir. - POR La ignorancia causa muchos males, y si á CATALINA RODRIGUEZ DE MORALES. la ignosancia se une la ciega pasión del or IX. gullo, que casi siempre como la tierra á la roca se adhiere al corazón de aquellos que Cuatro horas eternas duró aquella memo saben menos ¡ah! entonces es doblemente rable escursión por entre las zarzas, los toci temible. nos y las ortiguillas de los campos incultos Aquel hombre inculto y soberbio no tenía del interior de Colombia. Cuatro horas de derecho á precipitarnos de un modo tan fatigas y de ansiedades y de incertidum cruel. El capitán era en aquella ocasión un bres horrorosas tirano con la vara en la mano. 74 REVISTA MATANCERA.

¿Por qué no se avenía á esperar con cal fiebre. ¡Ay, qué tristeza á bordo todo había ma que el Magdalena creciese, y el buque desaparecido allí, hasta los s rvientes; todos entonces pudiese subir sin peligro? A bordo fueron á recrearse en tierra, y el buque se teníamos provisiones; molesto era permane quedó desierto y sombrío como un cemente cer anclados dos, tres ó más dias, esperando rio; yo me puse á contemplar un rato las es la buena oportunidad de subir los Chorros, trellas, y en el fondo de mi alma se levan. y sufir el calor y los moscos, pero peor fué taban rumores tristes y misteriosos: presajios su resolución de remontar á toca tejas; por. seguramente de las muchas lágrimas que que no se perjudicase la Compañía; éstas fue aquel viaje me iba á costar. ron las razones que expuso para no dar Al dia siguiente era preciso partir y trata tiempo al tiempo. Para él los intereses de la mos de ello. Vino un hombre á bordo á Compañía, es decir, un poco m s ó menos ofrecernos los mulos que necesitábamos pa de oro en el bolsillo de los empresarios de ra ir hasta Facatativá: es en mulo como se aquella linea de vapores, valía más que tan viaja allí. tas vidas puestas bajo sus órdenes, por ha La figura de aquel hombre me pareció re berle creido un hombre de recto juicio. pugnante en estremo por el traje que lleva Afortunadamente los pasajeros que íba. ba y que yo no habia visto nunca. Encima mos descarriados por entre las breñas, an del traje común, un ancho pantalón de cue: duvimos mucho, pero sin desviarnos de la ro (zamarro) una ruana burda, un sombrero CoSta. monstruoso y unas espuelas más monstruo El capitán, después que pasó los Chorros, sas todavía. Este es el traje de camino que no quiso seguir viaje sin nosotros, y con la se usa en el interior de Colombia y que el intención y el deseo de encontrarnos, se pu viajero justifica cuando ya conoce el te so á voltejear con el buque, pero no se le ITIC 10, ocurrio vocear; que de haberlo hecho así, Ajustó mi compañero los mulos y fueron nuestras penas no hubiesen sido tantas, pue t s á nuestra disp »sición, con un indio Cuando todos estuvimos á bordo, el Te que habia de servirnos de práctico y condu quendama partió, y como solo faltaban de cir nuestro equipaje. cauino, por el rio, 77 millas, rendimos viaje A las doce del dia abandonamos el Te en Honda aquella misma tarde, preparán quendama, nos dirigimos á una bodega que donos para continuar nuestra marcha al si está situada á la marjen derecha del Mag guiente día por los altivos Andes. dalena y que lleva por nomcre Caracolí; en En Honda nos separamos nos separamos aquel punto nos esperaba el práctico con los pasajeros unos de otros; dándonos ese los mulos que nos habían de conducir. adiós doloroso que se dan los qua viajan Las doce las doce daban enlas melancó juntos al separarse para tomar rumbos licas canpanas de Honda, cuando emprendi opuestos. mo3 la marcha por los alsos Andes. —«En Antioquía, á sus órdenes»—excla maba uno. —-e-e-e —«Cuente V., con mis servicios en Oca ña»—decía otro. A una gota de rocío. «En Tunja me tendrá V. á su disposición» —exclamaron os de ellos. linda perla trasparente, Antioquía, Tunja, yo Que en el cáliz de esa flor Ocaña decía con Te columpias blandamente. tristeza en el fondo de mi alma. Y nosotros En tanto que con su olor para Bogotá! tal vez no volveremos á en Ella embalsama el ambiente. contrar jamàs en el camino de la vida á es Díme ¿de dónde has venido? que en tos seres nos han consolado nuestro ¿Cómo es que aquí te has posado? viaje por el Magdalena y que con nosotros ¿En qué país has nacido? han corrido los mismos peligros. ¿Qué viento te ha arrebatado piéste El venezolano montó en vn mulo y se ale Y hasta mis ha traido? jó de cosotros tan alegre como siempre di gota, contemplarte ciéndonos:—Señores, adiós, hasta el valle Fresca al Hondamente me conmuevo, de Josafat. Y aunque anhelo acariciarte Mi compañero y yo pasamos aquella no Y con mis labios tocarte che en el vapor, porque á él le atacó una A tocarte no me atrevo. REVISTA MATANCEA. 75

Que me detiene el temor Que si murieres por suerte que por torpes agravios De En el fuego de su amor, amor, Tomes mis besos de En vez de compadécerte

Y que al tocarte mis labios Habre de envidiar tu mueate vapor. Te conviertas en Vagando de flor en flor.

H. P. DE V. Y aunque á calmar mis antojos Habana. Todo ahora en ti me provoca, Aparto, no sin enojos De tus bellezas mis ojos l}e tu frescura mi boca.

Espinas de las letras.

Que no quiero, perla hermosa, y Turbando tu dulce calma, En ninguna"parte se recojen espinas de

Perder la ilusión preciosa sazones con tanta abundancia como en la

que y En se mece mi alma nobilísima gloriosa profesión de las letras, Como tú sobre esa rosa.

donde el espíritu se pone al servicio de la

sº verdad ó de la belleza, sin otro objeto que Ayer el noto violento

en producciones. parte por lo Ha soplade en la montaña, encarnar sus

Y es la ilusión que alimento menos, del fruto recojido en los laboriosos

España y Que has venido de mi afanes de la meditación del estudio. Ese En las alas de ese viento. y campo ameno florido para el que no lo

cultiva en noches de angustiosas vigilias, ¡Oh, no lágrima perdida,

ese escenario donde la fama deja oir las No quiero que te evapores, no

lisongeras de su clarín, ¡Quién sabe aunque aquí mecida tas dorado ese pa

Si acaso debes la vida y lenque donde el verde laurel el aplauso ángel de mis amores Al se ponen al de la glo embºgado servicio

ria de un hombre; todos esos panoramas Quizás en triste desvelo y - llenos de escenas seductoras de brillantes Te floró el tiempo querube,

fantasmagorías, ay! las más de las veces Y á los espacios del cielo

Te lanzaste en raudo vuelo no son sino calvarios, en cuya áspera subi

formar blanca nube. y A la da se dejan muchas ilusiones muertas no pocas esperanzas fallidas. Tal vez un recuerdo mio Escribimos para los que nos rodean. Sa Cruzó por su pensamiento bemos que en Francia hay un Alfonso Dau Y te elevaste al vacío;

det, un Alejandro Dumas, En una noche de frio un Arsenio Hous

Con el calor de su aliento. saye, un Víctor Hugo que con la pluma solamente, han sabido labrarse suntuosos

Nó, nó! glóbulo brillante, palacios y reunir envidiables riquezas; sabe Suspiro ó lágrima ardiente, mos también, por desgracia, que personali Sigue en tu lecho flotante dades tan ilustres, talentos tan eminentes, Que el embalsamado ambiente

Te arrebató á su semblante. no aparecen sino en ciertas condiciones que

son hasta ahora un mito para esta joven so

Y si el celeste arrebol ciedad; pero ninguna de esas circunstancias

Hace que tu esencia suba es un óbice para pedir, en favor de los que fuego Sol; Al del mismo se dedican á las letras, un poco de benevo ¡Ay! deja el cielo de Cuba ya y lencia que no protección fectiva eló torna al cielo español. Y jios desinteresados que esto sería invero simil. - Ciérnete allí en el espacio

premio recoje, el Encima del ángel bello, ¿Qué entre nosotros

Sobre el festón de hombre que amante de la sabiduría, dedica palacio Que orna el eterno sus ócios á resolver un problema espinoso, Al matutino destello. y á emitir ideas útiles convenientes para la

generalidad, á crear obras que ilustren á sus Y si á la tierra te lanza

conciudadanos, á gastar en fin, su existen Otra vez turbión aleve, y

en penosas Pósate, sí, con confianza cia las difíciles laberes intelec Sobre su seno de níeve tuales? ¿Qué premio alcanza, que distincio

Do reposa mi esperanza. nes conquista? 76 R1:VSTA MATANCERA.

Ah! si logra siquiera romper este muro de dias mejores para las letras. Así se compren que rodea, hielo nos esta indiferencia histó de que nuestras sociedade literarias nazcan

rica que es la fórmula suprema en que se moribundas y que solo den intermitente se

condensan muestras aspiraciones socia es, si ñales de una vida trabajosa. alcanza, tan solo á obtener una muestra le Nadie podrá negar nuestras afirmaciones atención, siempre vísima de interés ó de ce y muchos, muchísimos lamentan tal estado y de en perjuicio suyo, porque tenemos una de cosas, Pongamos, pues, un pronto eficaz tendencia fatal é irresistible á abultar los de remedio, para que Matánzas vuelva á rea fectos y prescindir de los méritos que se nudar la cadena de oro de sus tradiciones demás, advienten en las obras de los y literarias torme á ser como dijimos en una

Ved á ese joven que acaba de abandonar ocasión solemne, la primera ciudad de la las aulas universitarias, ó aquel otro que vi Isla por su cultura, como siempre lo ha sido

ve de un trabajo rudo y activo y que no por su belleza. obstante en las horas de tregua, en los mo NICOLAS HEREDIA. mentos de descanso, quiere enriquecer su —-e-e-e inteligencia con el estudio. No es un sabio, seguramente, porque la edad no puede dar La Poesía. para tanto; pero es entusiasta, se sale de la regla común cultivando desinteresadamente ¿Es el arte del demonio ó brujería las letras. Ahora bien: llega un dia en que Esto de escribir verso?—le decía

No sé si á Calderón ó á Garcílazo ese joven quiere ponerse en relaciones con

Un mozo más sin jugo que el bagazo, un público ó auditorio de quienes, descono

Enséñeme, maestro á hacer siquiera cido. Ese público, ese auditorio, triste es de Una oda chapucera.

cirlo, le recibe en principio con la más ga —Es preciso no estar en sus cabales cial indiferencia. Si el aspirante á autor pu Para que un hombre aspire á ser poeta;

Pero, en fin es sencilla la receta. blica un artículo, pasamos por encima de

Forme usted lineas de medida iguales éste, pues según la frase admitida ?quién se

Y luego en filas las coloca juntas toma el trabajo de leer vaciedades? Si im Poniendo consonantes en las puntas

prime un libro, quién vá á gastar su dinero —¿Y en el medio? —En el medio..... - - -- en esas tonterías? cuando tantas obras bue Ese es el cuento! Hay que poner nas circulan por el mundo? Y si le asalta el talento. mal pensamíento de presentarse con todos RICARDO ÉALMA. sus pelos y señales en la tribuna, entonces D-e-«0 se expone ápel der con una frase mal dicha, -s torpe, palabra con un movimiento con una Leyendas matanceras. rebelde á la pronunciación, todas las bellas

=Er, r E ilusiones que se forjara en sus juveniles en -rroro ro 2r cr Mtor =eí. Sueños. I Y de nada sirve que se prepare lo mejor que pueda, ni que se ponga su levita más Bellas lectoras: ¿algunas veces no os ha

decente, ni que derrame flores sobre la adus beis puesto á pensar en el orígen del estra p ta concurrencia que le escucha. Está ilus ño nombre que lleva el río más ético de

por común, y tra la lo sea dicho en honor de Matanzas que da su nombre al hermoso aplaude la verdad le al terminar el discurso valle, admiración de to los los viajeros que ó en los párrafos de esfuerzo. Más ¿quién visitan esta población.

no teme los comentarios del dia siguiente? Sin duda algunas veces lo habreis hecho, En ellos casi es seguro que salga á relucir pero por más que hayais torturado vuestra , la plancha de costumbre, que con este pin imaginación, creo que no habeis sacad mu toresco ejercicio gimnástico se desigua la cho en consecuencia.

falsa posición del orador. Si me lo permitís, os diré que ese nombre y No es esa la manera de preparar para el de Yumurí, encierra una tradición triste

porvenir una generación de sabios de artistas poética, como lo son todas las tradiciones y y de escritores. Talento prvilegiados tene cubanas, cuyo origen se remonta á tiem

mos que podían dirijir á la juventud presen pos anteriores al descubrimiento de esta

te, hermosa antilla. rica en dotes intelectuales, pero que se os la á si retraen sin duda, esperando á que vengan Dicha tradición daré conocer, REVISTA MATANCERA. 77 teneis la bonda de fijar la vista en la le dre, no volviendo nunca al cansí, con las yenda que paso á narraros. manos vacías. Higuanéa, aunque, parez II. Esta afición en ca algo rara á las lectoras, no era de estra ñar, ella, pues ocupaciones Creo que no ignorais que Matanzas fué en las habituales siboneyes, caza, pesca y en un tiempo un humilde ueblo, que con de los eran la la la agricultura, según que el nombre de Yucayo, era habitado por los dicen todos los sobre ellos han escríto, siboneyes, primitivos habitantes de la Isla de Cuba. Sin embargo, lo que era un misterio, tan para cacique Canasí, para De este pueblo era cacique un venerable to el de com o vasallos, singular predilección siboney llamado Guanima y el cual era que sus era la de Biguanéa por que rido y respetado de sus vasallos como pu cazar á las orillas del rio plata, dividía, die a serlo un padre. cual una cinta de los terrenos Yucayo, Guanimay tenía un hijo llamado Mayabí, de Canasí de los del ó séase el Yu murí. que en dia no lejano había de heredar la predilección, que aunque autoridad de cacique ó rey de que estaba Esta bastante marcada, podía revestido su padre, pues sabido es, que esta tener escusa en la abundan que poblaba rio, autoridad era hereditaria entre los siboneyes. te caza las orillas del no por cacique, que Mayabí, erave y bravo joven que contaría era tomada en serio el so capricho hija, pero unos veinte y cuatro años de edad, aunque lo veía en ello un de su y por su robustez y su prudencia, aparentaba o era así vais á saber el motivo verda tener más edad. dero. Aunque muy joven, era ya temido y res IV. petado por los caciques vecinos, á los que Era una hermosa mañana del mes de las más de una vez había puesto en gran aprie flores. to, al frente de los vasallos de su padre, primavera quien como es natural se regocijaba de te La había derram ado sus teso ner un hijo tan valiente en el combate como ros por doquiera y los montes cubiertos de silvestres, esparcían perfumes prudente en el consejo. flores sus al par que pájaros Aunque Mayabí sea uno de los principa mil de variados colores de leitaban con sus cantos. les protagonistas de esta leyenda, me per. dejando poesía, mitirán las lectoras que lo deje por algunos Pero á un lado la diré que Higuané y provista instantes, en los cnales, valido de la façul a salió del cansí del indispensable y aljaba tad que tiene el que escribe, de hacer cosas arco de la vistosa adornada, que difíciles voy á salvar á la orilla opuesta de mente accesorios nunca la abandonaban, Yumurí, que aunque en la fecha de estos se encaminó á las orillas del rio. sucesos no llevaba tal nombre, con el lo del allí; después signaré para mayor claridad. Una vez de descansar un ra to y de cerciorarse de que no era espiada, III. tomo una flecha de su aljaba y poniéndola en el arco, entesó éste y lanzó el agudo pro En la orilla opuesta del Yumurí, encon yectíl que fué á clavarse en uno de ios árbo trábase, aunque algo alejado del rio, otro les de la ribera opuesta después de lo cual pueblo llamado Canasí, nombre que lleva volvió á reclinarse en la menuda yerba que hoy otro pueblo distante tres ó cuatro le que alfombraba el lugar en que se hallaba. guas del lugar del primitivo Canasí. Cual si hubiera sido una señal convenida, El cacique de este pueblo, tenía una hija, apareció en la opuesta orilla un indio que, célebre tanto por sus virtudes como por su entrando en una canoa que se hallaba ocul hermosura, la cual tenía por nombre Higua ta en la espesura de la orilla, se dirigió, atra néa. Esta, apesar de su elevada alcurnía, vesando el rio, hacia donde se hallaba la era una intrépida cazadora y no había pája princesa. ro ni iguana que no pagase su tributo, á la Llegado á la orilla y despues de amarrar destreza que poseía la bella india en el ma convenientemente la embarcación, se diri nejo del arco y su certera puntería. gió al encuentro de Higuanéa, que al verlo Casi siempre se la veía vagar por los avanzar se enderezó un poco, aunque sin montes comprendidos en el estado de su pa. abandonar su asiento. 78 REVISTA MATANCERA.

Escuso decirle á las lectoras que sin duda viendo con asombro, que esta h abía desa adivinado, que lo habrán el recienvenido era parecido, pero, aunque no dejó de chocarle

Mayabí y que entre ambos príncipes se en esta circunstancia, nensó que la canoa, mal tabló una tierna conversación de amor. amarrada, tal vez habría sido arrastrada por

Como demasiado conocidas son estas con la corriente. versaciones y lo que en ellas se digan los Como era robusto y buen nadador no va novios aunque sea sostenido el diálogo en ciló en echarse al agua para atravesar á na y idioma siboney y como ya se ve con esto do el rio, poniendo en práctica su pensa

cual era el móvil de Higuanéa por cazará miento, empezó á luchar con la corriente.

las orillas del rio, para no cansar à las lec Higuanéa, aunque algo inquieta por el

toras bastará que les diga que los amantes peligro que po iría correr su amante al atra separaron después gran rato, se de un vol vesar el rio apesar de los muchos caimanes

viéndose cada uno por donde había venido. que en él habia, no tardó en serenarse vien - ya

lo que V. éste solo distaba unas cuantas y varas de la orilla opuesta se tranquilizó. *..." Antes de proseguir la narración voy á VII. dará conocer otro nuevo personaje, que ha á En el momento en que Mayabí iba de hacer un importante papel en esta le

agarrarse á ramajes de la orilla, para yenda. los es calar esta, una fecha partió silbando desde Este personaje era un indio naitano (no y la orilla en que estaba Higuanéa fué á ble) vasallo del padre de Higuan éa.

en la espalda príncipe, quien El tal nautano, llamado Guaní, había con clavarse del

se volvió apresuradamente para ver quien cebido por la princesa una pasión ardiente,

era el que tan traidoramente le había al extremo de que arrostrándolo todo, había heri

do, viendo cerca de Higuanéa á un indio, declarado á esta su amor al que contestó

que, sonreía ciabólicamente señalando á Higuanéa, con las más duras palabras de és ta,

que de espanto por la agresión de desdén que labios de mujer han proferido. llena

que su amante, se Esta circunstancia hizo que Guaní, troca había sido víctima había

quedado paralizada por el terror, en el sitio se su amor en un odio feroz, jurando ven

en que estaba. garse, á la primera ocasión que se le presen

de que Mayabí, herido, aunque tase de la desdeñosa princesa y de su afor Antes no

podido prevenir á su tunado rival, dado caso de que lo hubiera; mortalmente hubiese

amada, Guaní que era el asesino, entezó por así es que desde el dia de su derrota no ce y segunda vez el arco dirigiéndolo hacia la só de espiar á Higuanéa buscando la reali

príncesa la atravesó con una flecha, zación de su venganza. murien

do al que pudiese proferir Cuando Higuanéa mostró su predilección esta instante sin ninguna queja. por cazar á orillas del Yumurí, chocóle á

Mayabí, que en la or la opuesta había Guani, la circu stancia y poniendose en y

contempladio que se acecho, lo ró averiguar los amores de esta esta escena habia

vuelto á arrojar al rio para salvar á su ama con Mayabí; por lo cual se preparó á ven da, nadó desesperadamente para llegar garse de ambos amantes, lo que efectuó de si

quiera á tiempo de vengar á ésta, pero la manera siguiente. an VI. tes de que pudiese ganar la orilla, una y segunda certe a flecha de Guaní, clavan

Cierta mañana y á la hora de costumbre lósele en el pecho, en un instante en que

hallábanse los amantes entregados á su dul se alzó para respirar, le hizo exclamar con

ce conversación, cuando Guaní que los ex voz angustiosa, al mismo tiempo que lan piaba, lleno de celos y escondido en la co zaba el último suspiro. pa de un árbol, se deslizó al suelo y acer —Semí yu murí. (Dios, yo me muero.) oido, cándose sin ser visto ni hacia el sitio Y como si la providencia, hubiese escu

donde se encontraba la canoa de Mayabí y chado aquel grito una nube de flechas cayo tal la desatándola, la dió empellón que hizo sobre el asesino que espiró á la vista de su crímen. zozobrar, después de lo cual, se volvió á su

escondite. Estas flechas procedían de algunos naita

de que el grito Llegada la hora de separarse, Mayabí se nos Canasí habiendo oido de

Mayabí, se aunque dirigió, hacia donde habia dejado su canoa, habían acercado solo MATANCERA, 1REVISTA 79 O

llegaron á tiempo para vengar á los desdi- su boca, que miel destila chados amantes. Un nido, de hojas de rosa. Diré en conclusión que el cadáver de Hi guanéa - , fué padre que , llevado al cansí de su ...

cayó y al á su hija sin sentido ver muerta el Más... para que dedicar

Flores, sin color ni ser, de Mayabí, extraido del rio, fué entregado ya

A quien pudo á su padre, encontrar haciéndoles á príncipes ambos - magníficas exequias fúnebres. Un prado donde escojer. x. VIII. >: .

el que á Tal fué drama dió origen que se José LUIs PRADo. el llamara Yumurí rio que divide á Canasí Brillante elocución: bella presencia, de Yucayo. y Su

de poeta lira su soltura Este nombre, puesto en memoria del gri- aplausos al

to que el Mil arranca auditorio lanzó moribundo siboney, ha sido y

fija su planta en Cuando la trasmitido conservado por la tradición tribuna.

Al público hasta nosotros. arrebata con su frase fuego Declamando con ó con dulzura.... J. DE PALAGIO. RANóN alguno que ¿Podrá decir no entusiasma? El pensarlo es tan solo una locura. Son sus versos.... chitón...mucho más vale -

detenga la Que marcha de mi pluma. Arpejioiin ninn a número .. cualquiera.

... tenga no Que será la del poeta

¿Cuál lira la enormísima ventura « A B.

poseer en su (IMITACIóN BvRNE.) De alma un prado hermoso * versos, de - - Do sus aromas se perfuman? contempla un Quien garrote en una esquina

En manos de algún rústico bailar, a". Quien mira que con paso aguardentoso El rústico se quiere aproximar;p - - cl --D-e-e

un trompis Quien recibe en las narices Revista de modas. lo Que hace en las piernas tambalear,

Y el amargo llanto de sus ojos vierte

París Octubre 2o de 1883. Que con mano cobarde va á enjugar; Queridísimas lectoras: Quien recibe en gran se ¿? ¿º Una novedad prepara en el género y próxima, es, «Tiene¿¿¿Ebio...por precisión que esta qme, el crespón recordar!» estación ¿ inglés, que se YO. hasta ahora sólo ha llevado

para luto, y

negro, se ¿ºnaturalmente usará de —-e-e-e- todos colores, como sobrefalda. un He visto bonito traje de esponsales y

Flores frutos. que voy á describiros, porque me figuro os gustará

muy El es - mucho. trabajo de cres pón y de blanco muselina seda La DE blanca. Y COLECCION B0CETOS SEMBLANZAS EN WERS0, fal y da de una forma sumamente estrecha algo

larga la

que fa da es más redonda de cres: MARA LUISA Lovio. pón inglés, en adornada la parte inferior del

un recojido, borde cou volante hecho de y de el Es su voz dulce acento muselina seda doble ribeteado el volan te de un rizado estrecho de crespón, con un Conque se queja la palma muy bullón tupido en su parte Al ser besada del viento superior, de

de seda, de muselina lleno flores pequeñas de la Cuando está noche en calma. un color azuloso. Una túnica. hecha de mu y su tranquila Es belleza de va selina forma griega, sobre la falda y

l)ulce, pura candorosa, de crespón. 8o REVISTA M ATANCERA.

De bastante novedad es esta túnica que bajo la parte abullonada y se anuda á la merece la siguiente descripción que de ella izquierda por delante. La manga es de codo hace mi excelente amiga la Vizcondesa, de con boca manga blanca. Castelfido, unas de nuestras mejores cron stas Otro bonito traje de niño de forma mari de modas. Dice así. nera he visto tambien para un niño de cinco «La túnica forma una sola pieza con el años. El pantalón es de sarga inglesa, sujeto corpiño, el cual es semi-escotado, y se com más abajo de la rodilla con una goma y pone de un paño de tela plegada, que sale vivo de galón encarnado, La camiseta es del hombro izquierdo; rodea la siga y se plie asimismo de sarga con cuello de lana azul ga sobre el pecho, para ir á reunirse en el y otro de sus ah encarnado, La manga dere lado derecho del pouf, donde se se abrocha cha con puño de surah y el chaleco encar La parte plegada del corpiño lleva, á mane nado. Lo acompaña la gorra de paño azul ra de vivo, como un fleco de florecillas azu. con galón y pompón encarnados. les, que ribetea el escote y se prolonga hasta De algunas otras novedades podría habla pouf, suerte, que el de tal el delantero de la ros, pero las reservo para mi próxima revista, izquierda del corpiño ajustado, pero cubier por ser ésta ya un poco extensa. ca ºsº to por la banda plegada, puede- hacerse de Vuestra admiradora. - a º tela de forro.» CEI,IA. Este precioso vestido aconsejo á mi que. rida amiga María L.G., botón purpurino de —«e-e-es esa bella ciudad, lo lleve en sus róximos esponsales, de los que me anticipo á darle MIIsCELANTE A . la enbo abuena. AVISO INPORTANTE. usúrrase que muy pronto variará la forma de llevarse los peinados en la parte alta de correspondencia, cange la cabeza, volviendo á usarse los bajos. Tanto la como el periódicos y En mi anterior os decia algo de la moda de los todo lo de mas referente - semanario, dirigira de sombreros y como para cada estación á este se desde esta fecha á la del mismo, San hay diferentes formas os haré en esta la des Redacción Juan Bau tista número 12. Pueblo Nuevo. Matanzas. crpción del sombrero que lleva el nombre de Frondeur; Es de fieltro verde cardenillo, y xk tereiopelo está forrado de del mismo col r. Se Damos las mas espresivas gracias al afa adorna con una forzada de terciopelo con ro mado é inteligente fotógrafo Señor Narciso por y plumas seta delante una cascada de Mestre, por habernos obsequiado con los izquierdo, de avestruz al lado en donde el retratos de la ya eminente artista Srta Mar ala queda abarquillada. garita Pedroso. Voy á concluir esta revista haciéndoos la La obra es acabada y de verdadero méri descripción de algunos trajes de niños, pues to, por lo cual recomendamos los trabajos es justo que me ocupe tanb én de esa parte de dicha fotografia, á pesar que ella está á pequeña quien de nuestro será tanto adora una envidiab e altura. mos todos los que hemos tenidos la dicha de llamar los hijos. x: El primer traje infantil de que voy á ocu Con puntualidad, han visitado nuestra

parme es muy precioso y está hecho con mesa de redacción los periódicos siguientes,

mucho gusto. Es para una niña de siete á quienes damos las mas espresivas gracias º

años. El genero empleado en él es velo azul por su puntualidad

y blanco. La falda tiene un volante plegado ALa Democracia Historíca de la Habana.—

sobre el delantero y doble volante por detrás. La Mueva Era, del Roque.—El Pueblo y

Los delanteros del traje en forma de chaqué El Amigo de la Infancia, de esta ciudad...

se abren sobre una pechera fruncida, abu La América, que ve la luz en Nueva-York ¿y y llonada en el cuello y en el talle. Un borde á el simpático Museo la instructiva Re plano está añadido á los de los delanteros vista Musical, que les sucede que no pare

como un chaleco, que se fija con una ele cen por esta su casa? gante botonadura de nickel ó plata. La es: palda es de una sola pieza y abullonada en el talle. Una precioso cinta de raso pasa ImprentaGaleríaLiteraria,Ricla 3—Matantas.

A LITE , 3 y A º” º, TITMITEPIER,—ELINT IIº A SEDANO Y HERNANDEZ, ERICCTL-A- 4:3 MATANZAS.-º En este establecimiento ti pográfico se hace con esmero, prontitud y modicidad de pre cios, toda clase de trabajos. T ALLER DE EN EUADERNACION,

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