Trabajos Geoarqueológicos En El Norte De La Isla Grande De Tierra Del Fuego
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Trabajos geoarqueológicos en el norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego: Suelos y ocupaciones humanas Ozán, Ivana Tchilinguirián, Pablo 2015 Tesis presentada con el fin de cumplimentar con los requisitos finales para la obtención del título Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Antropología A Ela. II AGRADECIMIENTOS En primer lugar deseo agradecer a Luis Borrero. Desde que soy estudiante ha inspirado enormemente mi trabajo, desde lo metodológico, lo teórico y lo epistemológico. Él transmite mucha pasión, esfuerzo y libertad con su trabajo, hecho que me provoca una gran admiración y ganas de mejorar más y más. Siento que ha sido un privilegio inmenso para mí haber transitado estos años con sus observaciones sobre mi trabajo y tantos otros temas no arqueológicos detrás de los cuales sigue apareciendo la misma curiosidad, emoción y búsqueda. Gracias infinitas Luis! Charly French has been a key person in this process as well. In 2009 he gave me the opportunity to visit the McBurney Lab, in Cambridge, where I began to learn soil micromorphology, and also tons of other things which not only strongly contributed to my personal life, but also enhanced my academic profile. Travelling, meeting people from all over the world and discussing my ideas with researchers with absolutely different backgrounds challenged me even more. This was just possible because Charly answered “yes” to my misspelled letter saying that I wanted to do “geoarchaeology”, somehow. Recuerdo con gratitud que Dánae Fiore, Victoria Horwitz, Ramiro Barberena y Luis Borrero me hicieron cartas de recomendación para mis estadías en Cambridge. The Department of Archaeology of the University of Cambridge has funded part of my fieldwork, the thin section lab cost and my participation in the International Workshop on Archaeological Soil Micromorphology, in Basel. La ayuda de Pablo Tchilinguirián ha sido fundamental: me permitió ajustar terminologías y conceptos, ver procesos en otras escalas y me hizo preguntas que un arqueólogo no se hubiera planteado jamás que me hicieron ver antiguos errores y nuevas ideas. Asimismo, Pablo me permitió entrar al Departamento de Ciencias Geológicas de la UBA, donde encontré gente clave que mencionaré en unos instantes. Otra persona sin la cual esta investigación no hubiera sido posible es la colega chilena Flavia Morello, con quien compartí dos temporadas en el campo. Flavia me dedicó mucho tiempo, me explicó cientos de cosas y agarró la pala como nadie. Gracias a ella, obtuve las autorizaciones para trabajar en Chile. Nunca olvidaré su carrera detrás de una mediasombra (“malla rachel” en chileno) que estaba siendo transportada en suspensión por los westerlies de verano… ella la alcanzó de un salto olímpico y ganó mi admiración por siempre. Como si todo esto fuera poco, subsidios dirigidos por Flavia (FONDECYT 1140939) costearon gastos de envío de muestras a III Inglaterra, una datación radiocarbónica y –junto con dinero otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales- la logística de las campañas en Chile. Con Karen Borrazzo he discutido muchísimos aspectos de esta tesis. Su entusiasmo, inteligencia, generosidad, humildad y calidez la vuelven una compañera perfecta, pese a sus mates tan dulces. Karen me ha dicho cosas como: “…A mí me emociona ver "crecer" el conocimiento (...) Avanzá sin temor a criticar o disentir!!!!”; qué más puedo pedir… hasta me tejió un eco-morral! Además la logística de la segunda temporada de campo también fue costeada con un subsidio dirigido por ella (PICT2011-2317) y otro por Luis (PIP 11220110100262). Mi colega, amiga y hermana Cecilia Pallo ha sido realmente multi-función en mi doctorado; me es imposible imaginarme sin ella. Junto con la querida Dolores Carniglia (víctima de mis discapacidades culinarias y de los largos días de verano en latitud 53°S) han accedido a acompañarme al campo y ayudarme con los aproximadamente 40 sondeos que creí oportuno realizar en tiempo record. Ceci, además, me ha aconsejado y contenido en cada instante que lo necesité, manteniéndome en el camino de “las buenas costumbres” (río), con la tesis y con la vida. Otra colega super-amiga y testigo de tesis a quien quiero enormemente es la memoriosa, trabajadora y valiente Natalia Cirigliano. No olvido que las charlas con Victoria Fernández, Ariadna Svoboda, Mariana Ocampo y Clara Otaola también han tenido un efecto en mis ideas. Los amigos del instituto me han enseñado mucho de todo y han hecho de Once un barrio colorido y amable: Judith Charlin, Jimena Alberti (gracias y perdón por mi ignorancia administrativa crónica que tuviste que apuntalar!), Lorena L´Heureux, Karen Borrazzo, Silvana Buscaglia, Marcelo Cardillo, Cecilia Pallo y Federico Scartascini. Hermosas personas y excelentes investigadores. Buscaré cualquier excusa para tenerlos cerca siempre! En el instituto, el apoyo de Ariel Guiance, la ayuda de Javier Deleón y el soporte técnico de Daniel Hereñú fueron –sin duda- fundamentales. El tiempo que no estuve en el instituto lo pasé en el Departamento de Ciencias Geológicas. Allí toqué muchas puertas que siempre se abrieron con una generosidad rotunda: he aquí la verdadera interdisciplina. Agradezco a Pablo Leal por enseñarme y luego tutoriarme con la identificación mineralógica de mis láminas delgadas. Rita Tófalo también se ha sentado al lado mío a observar algunas de ellas, así como lo hizo Pablo Cordenons. María Julia Orgeira, Carlos Vásquez y Tomás Luppo me han presentado el maravilloso mundo de las propiedades magnéticas, brindándome un espacio de trabajo, instrumentos de medición y – IV sobre todo- el conocimiento necesario para hacer algo útil con todo ello. Por su lado, Diego Winocur y Alfonsina Tripaldi me han ayudado con cuestiones de geomorfología y sedimentología; estoy muy agradecida por todo ello! Como si esto fuera poco, Cecilia Laprida, Josefina Mercau y Sofía Plastani me han prestado una valiosa mufla e indicado cómo medir carbono total de mis muestras; mientras que Alcira Trinelli me enseñó que los químicos deben tener una resistencia especial a permanecer demasiadas horas parados en sus asuntos. I would specially like to thanks Sayantani Neogi (Manti) and Sean Taylor who taught me lots of things at the McBurney Lab (and also outside it!). They have seen my slides and explained me each single property of them. In my last visit, Manti and her husband hosted me during my stay in Cambridge and I do not have words to express my gratitude. She also edited (or re-wrote) the abstract of the next pages (apologise for the poor English quality of these paragraphs Manti!). Sean explained me how to test texture by feel, took me to the field to learn how to describe soils and gave me incredible tips to skipping rope, running and staff like that. With Manti I also experienced what a spicy food sensation is! I am very pleased with Tonko Rajkovaca, who made me lots of thin sections and gave me tons of advices during my first and second visit (sorry Tonko, I could never eat meat at breakfast, but I tried it!). Me gustaría aprovechar este espacio para agradecerle a Fabiana Martin, cuya camioneta utilizamos tras los problemas técnicos que tuvimos con el vehículo oficial. Pensando en la misma escena, debo agradecer a Manuel San Román, quien nos vino a rescatar cuando quedamos varadas camino a la Segunda Angostura. When I tragically forgot my sleeping bag in Punta Arena, Rob Scaif also became a hero by giving me his polar fleece, the best present I have ever received in my life. En estos años me he puesto en contacto por diferentes asuntos con una larga lista de colegas como Cristian Favier Dubois (INCUAPA), Ximena Suárez Villagrán (Eberhard Karls Universität Tübingen), Héctor Morrás (y otros miembros del INTA Castelar como Lucas Moretti y Emiliano Bressan), Gastón Kreps (CADIC), Gabriela Musaubach (Museo Etnográfico), Ruth Shahack-Gross (Weizmann Institute of Science), Carolina Mallol (Universidad de La Laguna), Rosa Poch (Universitat de Lleida), Kristin Ismail-Meyer (University of Basel), Ricardo Villalba (IANIGLIA), Federico Isla (IIMYC), Federico Vilas (Universidad de Vigo), Marcelo Morales (IBBEA), Francisco Zangrando (CADIC), María José Saletta (AIA) y Heidi Hammond (UNLP). Todos ellos, junto con los evaluadores anónimos y editores de los artículos realizados en el marco de mi tesis, me han permitido dar pasos más firmes en mi investigación. V Una mención especial merece Christine Pümpin (University of Basel) quien me hospedó en su casa durante el Workshop de Micromorfología en Basel. Luego agradezco enormemente al colega amigo William Posada Restrepo (Universidad Nacional de Colombia) sin quien no hubiera podido viajar a Bogotá y disfrutar del curso que allí se dictó. Mi preciosa obsesión por el concepto de “intra-zonalidad” (ya verán!) se la debo un poco a él. Luego, Sebastián Oriolo fue mi dealer académico cuando desde Alemania supo pasarme decenas de papers “difíciles de conseguir” (sarà un grande viaggio!). Manuel Arroyo-Kalin (University College London) ha sido un poco el nexo mágico entre Charly y Tierra del Fuego. Manuel me ha pasado generosamente sus notas de campo y es, para mí, un referente. Durante la investigación y escritura de la tesis, mi valiosísimo y surrealista espacio de arte, y su bellísima gente, ha sido fuente indiscutible de equilibrio e inspiración. Agradezco a mis vecinos de pasillo por cuidar mi jardín botánico durante mis viajes y darle sonido al instante. Amigos no-arqueólogos como Ana Clara, Sol, María, Marina, Juan Manuel y Juan Cruz contribuyeron indirectamente en esta tesis al entrenar, con charlas, mi capacidad para exponer ideas. Sin las atentas, profundas y preciosas miradas de Yerbita (y Pippo que se sumó en el último capítulo) las cosas hubiesen sido intransitables. Finalmente –y lo más importante- esta tesis comenzó y terminó por el apoyo, la confianza y el amor incondicional que siempre recibí de mi mamá Graciela Cavallaro, de mi papá Raúl Ozán y de mi hermana Ela.