Rigoberta Menchú Y Así Me Nació La Conciencia
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ME LLAMO RIGOBERTA MENCHÚ Y ASÍ ME NACIÓ LA CONCIENCIA por ELIZABE,TH BURGOS >XI siglo xxi editores, s.a. de c.v. CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, 04310, MÉXICO, D. F. siglo xxi editores, s.a. TUCUMÁN 1621, 7° N, C1050AAG BUENOS AIRES, ARGENTINA siglo xxi de españa editores, s.a. ÍNDICE MENÉNDEZ PIDAL 3 BIS, 28036, MADRID, ESPAÑA Introducción 7 Prólogo 9 I. La familia 21 II. Ceremonias del nacimiento 27 III. El nahual 39 IV. Primer viaje a la finca. Vida en la finca 42 V. Corte de mimbre. Primer viaje a la capital 49 VI. A los ocho años comienza a trabajar en la finca como asalariada 54 VII. Muerte del hermanito en la finca. Más sobre la vida en las fin- cas. Dificultades de comunicación con los demás indígenas de- bido a la diversidad lingüística 59 VIII. Vida en el altiplano. Cumple 10 arios: ceremonia de los 10 arios 65 IX. Ceremonias de la siembra y de la cosecha. Relación con la tie- rra. Cumple 12 arios 73 X. La naturaleza. La tierra madre del hombre. El sol, el copal, el fuego, el agua 80 XI. Educación de la niña. Ceremonias de casamiento. Leyes de los antepasados 84 pottada de anhelo hemández XII. Vida en la comunidad. Actividades de los muchachos y de las muchachas. Juego de pelota. Responsabilidades hacia la primera edición, 1985 comunidad 105 vigésima edición, 2007 O siglo xxi editores, s.a. de c.v. XIII. Muerte de su amiga intoxicada por la fumigación en la finca 113 isbn 10: 968-23-1315-5 117 isbn 13: 978-968-23-1315-8 XIV. Sirvienta en la capital XV. Cárcel del padre. Conflicto con los terratenientes. Defensa de derechos reservados conforme a la ley 128 impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico las tierras. Preso de nuevo el padre. Fundación del CUC XVI. Período de reflexión sobre la opción a seguir 143 XVII. Autodefensa en la aldea 148 XVIII. Actividad política en otras comunidades. Ayuda a sus ami- gas violadas por el ejército. Problemas de comunicación por las diferencias de lengua. Toma de la aldea por el ejército. Un soldado es hecho prisionero 167 XIX. Muerte de doña Petrona Chona 176 XX. Se despide el padre ante la comunidad. Ella decide aprender el castellano 179 XXI. El CUC sale a la luz pública. Represión en El Quiché. Em- pieza a aprender el castellano 183 A Alaide Foppa, XXII. Continúa su labor de organización política en otras comuni- que amaba la pintura y era poeta. 189 dades. Contacto con los ladinos Desapareció en Ciudad Guatemala XXIII. Tortura y muerte de su hermanito quemado vivo junto COQ en diciembre de 1980. otras personas delante de los miembros de la comunidad y familiares 198 XXIV. Marcha de los campesinos a la capital. Ocupación de la Em- bajada de España. Muerte de Vicente Menchú 208 XXV. Rigoberta habla sobre su padre. Recuerdos de cuando fueron a trabajar a Ixcán 213 XXVI. Secuestro y muerte de la madre de Rigoberta Menchú. Re- memorando a su madre 220 XXVII. Sobre la muerte 226 XXVIII. Sobre las fiestas 229 XXIX. Enseñanzas recibidas de su madre. Diferencias entre la mujer indígena y la mujer ladina. El maíz y la mujer 235 XXX. Sobre la mujer. Rigoberta renuncia al matrimonio y a la ma- ternidad 245 XXXI. Huelga de campesinos trabajadores agrícolas. 1.° de Mayo en la capital. Sobre la Iglesia )5) XXXII. Perseguida por el ejército. Clandestina en la capital en un convento de monjas 261 XXXIII. El exilio 266 Anexo 275 Glosario 283 Agradecimiento a: Helena Araujo, Juan Gelman, Ugné Karvelis, Jerónimo Pérez Rescanie: re, Francisca Ribas, Arturo Taracena, Carol Prunhuber, Nicole Revel- Mac-Donald, Marie Tremblay. Para los términos, siglas y topónimos incluidos en el texto, véase Léxico al final del libro. INTRODUCCIÓN igoberta Menchú pertenece a la etnia Quiché, que es una de las 22 R etnias que pueblan Guatemala. Rigoberta tiene apenas 23 años, y apren- dió el español hace solamente tres arios, de ahí que a veces su frase parezca incorrecta; sobre todo en lo que concierne al empleo de los tiempos verba- les, y al de las preposiciones. El no haber transformado o "corregido" su forma de expresarse fue debido a una decisión de mi parte. Decidí respetar la ingenuidad con la que se expresa todo el que acaba de aprender un idio- ma que no es el suyo. Porque además el aprendizaje del español es una de las dimensiones del problema que enfrentan los indígenas en nuestro continente. A pesar de su corta edad Rigoberta tiene mucho que contar porque su vida, como lo dice ella misma, es la vida de todo un pueblo. Pero es tam- bién la historia de la colonización todavía vigente con sus secuelas de vio- lencia y de opresión. Es la historia de los más humillados entre los humillados. Pero Rigober- ta no sólo nos cuenta sus sufrimientos y los de su pueblo, sino que también hace gala de un orgullo discreto para hacernos conocer su cultura milena- ria, que nos describe minuciosamente cuando nos cuenta las ceremonias del nacimiento, del matrimonio, de las siembras. Muchos me aconsejaron eliminar del libro esa parte descriptiva, porque podía parecer demasiado larga al lector y podía hacerle perder el hilo de la historia. No obedecí esos consejos porque sentí que hacerlo significaba traicionar a Rigoberta. Toda- vía tengo el recuerdo del tono de su voz, del brillo de sus ojos que mostra- ban su orgullo cuando a través de esas descripciones minuciosas ella quería hacerme comprender, y hacer comprender al mundo, que ella también era poseedora de una cultura, y de una cultura milenaria, y que si ella luchaba era para salir de la miseria y de una vida de sufrimientos, pero también para que su cultura fuera reconocida y aceptada como cualquier otra. En América Latina, los que somos culturalmente blancos denunciamos con facilidad —y con razón— al imperialismo norteamericano, pero nunca nos preocupó, salvo algunas excepciones, denunciar el colonialismo inter- no. Rigoberta lucha a la vez contra los dos, convirtiéndose así en sujeto de la historia. El enfrentamiento, postergado desde casi cinco siglos, está hoy a la orden del día. La lucha que hará estremecer al continente en la década que se avecina será la emergencia del hombre americano autóctono a recuperar el poder y el lugar que le corresponde por derecho en las ins- tancias del estado. Guatemala será una nación el día en que el poder sea compartido proporcionalmente a la población que existe, y los indígenas constituyen la mayoría de la población. Hasta ahora la situación de Guate- mala es muy parecida a la de Africa del Sur en donde una minoría de blan- cos tiene todo el poder sobre la mayoría negra. La lucha de los indios de América es compleja, porque es a la vez una lucha contra el imperialismo PRÓLOGO que azota América Latina, pero la dimensión cultural y étnica es también un móvil principal. No se trata de pregonar guerras racistas, y está en no- Lste, libro es el relato de la vida de Rigoberta Menchú, india quiché, sotros, los que pertenecemos culturalmente a la población blanca del con- una de las etnias más importantes de las veintidós existentes en Gua- tinente, comprender las reivindicaciones específicas de las poblaciones in- temala. Nació en la pequeña aldea de Chimel, situada en San Miguel de dígenas, y no conformarnos con definiciones reduccionistas de clase, que Uspantán, en el departamento de El Quiché, al noroeste del país. sí llevarían a los indígenas a encerrarse aún más en una posición defensiva Rigoberta Menchú tiene veintitrés años. Se expresó en español, len- que puede llevar a enfrentamientos de tipo racial. La lucha de los poblado- gua que domina desde hace sólo tres años. La historia de su vida es más res autóctonos de nuestro continente, contra el colonialismo interno y el un testimonio sobre la historia contemporánea que sobre la de Guatema- externo, será la que librará definitivamente de los males que nos acosan la. Por ello es ejemplar, puesto que encarna la vida de todos los indios del y de los obstáculos que se oponen a nuestro desarrollo y por ello debemos continente americano. Lo que ella dice a propósito de su vida, de su sumarnos a ella. relación con la naturaleza, de la vida, la muerte, la comunidad, lo encon- tramos igualmente entre los indios norteamericanos, los de América cen- tral y los de Sudamérica. Por otro lado, la discriminación cultural que sufre es la misma que padecen todos los indios del continente desde su descubrimiento. Por la boca de Rigoberta Menchú se expresan actual- mente los vencidos dula conquista española. Hay en este testigo de ex- cepción, superviviente del genocidio del que han sido víctimas su comu- nidad y su familia, una voluntad feroz de romper el silencio, de hacer cesar el olvido para enfrentarse a la empresa de muerte de la que su pue- blo es víctima. La palabra es su única arma: por eso se decide a aprender español, saliendo así del enclaustramiento lingüístico en el que los indios se han parapetado voluntariamente para preservar su cultura. Rigoberta aprendió la lengua del opresor para utilizarla contra él. Para ella, apoderarse del idioma español tiene el sentido de un acto, en la medida en que un acto hace cambiar el curso de la historia, al ser fruto de una decisión: el español, la lengua que antaño le imponían por la fuerza, se ha convertido para ella en un instrumento de lucha. Se decide a hablar para dar cuenta de la opresión que padece su pueblo desde hace casi cinco 9 siglos, para que el sacrificio de su comunidad y de su familia no haya sido toma en consideración únicamente cuando se utiliza su fuerza de trabajo, en vano.