Imagen Y Apariencia De Victoriano Huerta Después De La Decena Trágica
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Ensayos Imagen y apariencia de Victoriano Huerta después de la Decena Trágica Daniel Escorza* Si dicen que una imagen vale más que mil palabras, imagínense cuánto valdría una imagen con la compañía de mil palabras. John Mraz En la última década diversas voces han plan- desde el Porfiriato, pasando por los regímenes teado algunos problemas que atañen a la foto- revolucionarios y posrevolucionarios. En tanto grafía en México, en especial de aquellas que se imágenes destinadas fundamentalmente a la han convertido en un referente insoslayable de prensa, la fotografía periodística se inició desde la Revolución mexicana y que, por tanto, se han finales del siglo XIX como apariencia de la reali- arraigado en el imaginario popular mexicano.1 dad. Al respecto, una de las primeras estudiosas La publicación indiscriminada de estas imáge- del Fondo Casasola, Flora Lara Klahr, señalaba nes —cuyos negativos en su mayoría se encuen- que este tipo de fotografía “se desplazó entre tran en la Fototeca Nacional del INAH—, por el ocultamiento y la adulación; sobreponiéndole ejemplo la multirreproducida “Adelita” o solda- máscaras a los hechos, edificando una imagen dera revolucionaria; la de Emiliano Zapata con parcial, ficticia, que desde la época de Porfirio fusil y sable en el Hotel Moctezuma de Cuerna- Díaz se repite, se mejora, se actualiza, hasta que vaca; o la de Francisco Villa en la silla presiden- acaba por imponerse como cierta”.2 cial, muestran los límites de la autoría y la des- En el presente texto abordamos una de las contextualización histórica a la que una foto es imágenes emblemáticas de la Revolución mexi- sometida en su existencia gráfica. cana. Se trata de la conocida fotografía del pre- Precisamente uno de los más llamativos as- sidente Victoriano Huerta con su Estado Mayor, pectos de la fotografía del Fondo Archivo Ca- captados en abril de 1913 en una de las salas del sasola es su sistemática presencia materiali- Palacio Nacional (figura 1). La imagen ha sido zada en las imágenes de los hombres del poder reproducida en libros y publicaciones periódicas, y se le ha considerado un icono del truculento régimen militar que derrocó a Francisco I. Ma- 3 * Fototeca Nacional, INAH. Una versión preliminar de dero en febrero de 1913. este trabajo fue presentada en octubre de 2008, en oca- sión del IX Encuentro Nacional de Fototecas, celebrado en Pachuca, Hidalgo, con el tema “Las historias de la foto- grafía”. 2 Flora Lara Klahr y Marco Antonio Hernández, El poder 1 Al respecto, el investigador John Mraz ha hecho men- de la imagen y la imagen del poder, México, Universidad ción de las fotos de “La Soldadera”, o “La Adelita”, y de Autónoma Chapingo, 1985, p. 10. “Huerta y su Estado Mayor”, véase John Mraz, “Historia 3 Diversos autores como el propio John Mraz, op. cit., y mito del Archivo Casasola”, en La Jornada Semanal, 31 se han referido a esta fotografía destacando su sentido de de diciembre de 2000. filme noir, y enfatizando el carácter villanesco del régimen 65 02 Historias 72_Ensayos.indd 65 10/09/2009 09:57:40 a.m. Ensayos Para esta aproximación consideramos el con- Huerta, quienes siguieron ocupando posiciones texto político en el que se crea la fotografía, la importantes dentro del ejército.4 tecnología de la cámara que permitió lograr esa Precisamente fue una rebelión gestada entre imagen, el bagaje visual de quien hizo la toma, los antiguos generales porfiristas la que derrocó y finalmente, las condiciones fotoperiodísticas a Francisco I. Madero con los cruentos aconteci- y de socialización de la imagen que se gestaron mientos iniciados en febrero de 1913, conocidos alrededor de su publicación en un diario de la como la Decena Trágica. Se ha comprobado que ciudad de México. en el golpe de estado a Madero tuvo una parti- cipación activa no sólo el embajador de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson, sino que El contexto del momento el propio gobierno de William Taft conocía de los planes golpistas, y de hecho estuvo detrás del de- Después de los triunfos revolucionarios en el rrocamiento de Madero.5 Así, el 9 de febrero de norte del país, a partir de 1911, y la consecuen- 1913 una parte del ejército porfirista, que para- te renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia de dójicamente no había sido licenciado, encabe- la república, el interinato de Francisco León de la zado por los generales Bernardo Reyes y Félix Barra convocó a nuevas elecciones en noviembre Díaz, se sublevó contra Madero, quien a su vez de 1911, de las cuales resultó ganador Francis- encargó la defensa y el mando de las tropas lea- co I. Madero. Una vez asumido el cargo, Made- les al gobierno al antiguo militar porfirista Vic- ro tuvo que enfrentar los intentos de desestabi- toriano Huerta. Como se sabe, los diez días que lización que constituyeron dos levantamientos siguieron a esa fecha, entre el 9 y el 19 de febre- armados: uno en el sur, encabezado por Emilia- ro de ese año, causaron el primer gran hecho de no Zapata, y otro en el norte, la rebelión bajo el sangre en la capital de la república durante el liderazgo de Pascual Orozco. periodo revolucionario, donde Huerta consumó Zapata lanzó el Plan de Ayala en noviembre la traición al presidente de la república, cuyo co- de 1911, con el propósito de destituir a Madero lofón fue el asesinato de Madero junto con el vi- de la presidencia e iniciar así la Revolución del cepresidente José María Pino Suárez. La prensa Sur con las banderas del reparto agrario. Desde dio cuenta puntual de la violencia en las calles, entonces el gobierno maderista persiguió a los tanto en diarios como en semanarios de la ciu- zapatistas, negando las reivindicaciones agra- dad de México, presentando imágenes de aque- rias. La llamada Revolución del Sur fue combati- llos aciagos días como un tiempo de destrucción da por el general porfirista, Juvencio Robles. Por y zozobra para los habitantes de la capital de la su parte, el movimiento orozquista en el norte se república. rebeló contra el gobierno de Madero en marzo de Después del golpe de estado orquestado por 1912, pero fue sometido finalmente por las tro- Huerta, la vida en la ciudad de México se desa- pas federales al mando de otro general porfiris- rrolló bajo la impronta de la militarización. Las ta: Victoriano Huerta. oficinas públicas y las escuelas fueron militari- Además, el gobierno de Madero tuvo que zadas y uniformadas. Simultáneamente, la per- hacer frente a la vieja clase dirigente del Porfi- sonalidad de Porfirio Díaz, en el exilio, adquirió riato, a la que finalmente otorgó algunos pues- relevancia —o por lo menos actualidad— en los tos en la administración militar. Entre ellos a destacados generales como al propio Victoriano 4 Hans Werner Tobler, La Revolución mexicana. Trans- formación social y cambio político, 1876-1940, México, Alianza, 1994, p. 226. 5 Véase Friedrich Katz, La guerra secreta en México, huertista. La fotografía procede de un negativo placa de México, Era, 1987; Berta Ulloa, La Revolución interveni- cristal, 5 x 7. da, México, El Colegio de México, 1971. 66 02 Historias 72_Ensayos.indd 66 10/09/2009 09:57:40 a.m. Ensayos medios impresos,6 como se puede observar en uno de los primeros manejos mediáticos de la la portada del influyente semanario El Mundo imagen, donde los editores de los periódicos, en- Ilustrado (figura 2). tonces adictos al nuevo régimen, pensaran en Al respecto, hay una impresión generalizada una estrategia de legitimación visual que despo- de que la imagen pública de Huerta regresó al jaba al presidente golpista de toda connotación “tipo fotográfico presidencialista” de corte porfi- militar? ¿Los editores de los periódicos fueron rista, es decir de solemnidad, autoridad, y con el conscientes del poder de la imagen que aparecía halo militar del ex-presidente oaxaqueño.7 Esto en sus publicaciones periódicas? es cierto, pero a pesar de la continuidad visual En esta situación, el jueves 3 de abril de 1913, que pretendía presentarse entre ambos dictado- apenas mes y medio después del cuartelazo de res —Díaz y Huerta—, hubo un periodo inmedia- Huerta, se realizó una ceremonia en el salón to posterior al golpe de estado donde la prensa Embajadores del Palacio Nacional, donde esta- trató de ofrecer una imagen “civil” de Huerta, en rían presentes los miembros del Estado Mayor el sentido de presentarlo ataviado libre de todo presidencial del régimen huertista,8 con el pro- elemento que recordara el militarismo. La porta- pósito de imponer las condecoraciones del Méri- da de El Imparcial del 22 de febrero así lo atesti- to Militar y la Cruz de la Constancia de primera gua cuando muestra al mandatario portando la clase a Jerónimo Treviño, Manuel Mondragón, banda presidencial, junto con su gabinete en una Aureliano Blanquet y Samuel García Cuellar.9 de las salas del Palacio Nacional (figura 3). La presencia de uno o varios fotógrafos en los Esta fotografía muestra que el editor del dia- actos protocolarios indicaba la importancia que rio borró al militar que en la placa se encuentra comenzó a tener la imagen en los principales pe- al extremo izquierdo, como se puede observar riódicos y revistas de la ciudad de México. en la confrontación del negativo y la fotogra- fía publicada en medio tono (figura 4). De igual forma, la edición del semanario El Mundo Ilus- La tecnología de la fotografía trado del 23 de febrero presenta en su portada un retrato elaborado por el fotorreportero Anto- Una observación más detenida de los negativos nio Garduño, en la cual observamos un primer de esta fotografía ha permitido establecer que plano del rostro de Huerta sin ninguna alusión el fotógrafo realizó por lo menos dos tomas.