Respeto a Las Telenovelas
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www.elortiba.org M.A.S. respeto a las telenovelas APUNTES PARA ESTUDIARLAS Y POSIBILIDADES DE JUSTIFICACIONES ARTÍSTICAS PARA UN GÉNERO IMPURO1. Dijo el inmortal don Quijote: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Lic. M. Angélica Sangronis (UNLP – UdelaR) [email protected] Estética televisiva en un recorte ficcional: TELENOVELAS. Existe la tesis de que en la historia del arte han aparecido “introductores de realidades” porque gracias a ellos aparece algo nuevo nunca detectado. Pudiera ser que algunas telenovelas sean una forma efectiva de intervención en lo real de alguna comunidad. ¿Le hacemos un lugar a la telenovela en la historia reciente del arte? Alvaro Fuentes, en un artículo que se titula “Nuevos márgenes para la ficción” explica que el hecho de estar ante un género proveniente de la televisión, a muchos hace dudar sobre si es efectivamente arte o no. Sin embargo por sus principios narrativos, por la teatralidad, el uso de la música, el guión, el montaje, etc. está en relación al cine. El autor sugiere que hasta podría pensarse que la televisión sea cine, si total… “los recursos básicamente son los mismos”2 (no así a la inversa). Ahora bien, siendo bastante clara la conexión entre cine y telenovela ¡Cuántos hay que respetando el primero desprecian la segunda!3. Si existe alguna posibilidad de arte popular -noción discutible-, su condición de popularidad radica en el acceso masivo que toda la población puede tener a él. Las ficciones de las telenovelas son un "hecho popular" pero en tanto cosa artística son cuestionables. Construir una novela es como construir un edificio, o una máquina, en cada una de sus partes hay un poco de cada una de las otras, es como un arte exacta y precisa, no es fácil armar un diálogo trivial bien escrito, la frase más sencilla tiene tanta amplitud…, una desviación de dos palabras puede apartar por completo de la meta. 1 Agradezco enormemente a tres personas. A Carina Infantozzi por intuir todos los años a cuál telenovela apostar. A Ariel Sangronis –mi hermano, que más que hermano es un amigo- porque me corrige “las pavaditas”, porque me hace apurar cuando me dice que “la gente olvida las telenovelas” y porque me estimula mucho cuando me escribe “me gustan tus asociaciones y tus relaciones”, por ultimo a Luciana, la brasilera, por unas cuántas ideas y datos aportados en ligeras cartas de agradecimiento. El impulso para la apertura de estos estudios proviene de las VI Jornadas de Investigación Filosóficas de La Plata (2006) cuando se distribuyó el nro 4. de la revista de Cine y Filosofía La ventana indiscreta. En ella se abría un nuevo espacio para desarrollar pensamientos a cerca de la artística televisiva, aportando artículos los pensadores José Luis de Diego (ex decano de la Facultad de Humanidades), Julio César Moran y Tomás Abraham. El encuentro con preguntas formuladas en esa revista y comentarios por parte de los ponentes en las mesas de debate de las jornadas respecto de la famosa Montecristo (MC) que se televisaba por esos días y transitaba los capítulos finales, me dejaron tantas inquietudes... 2 La ventana indiscreta, Rev. de cine y filosofía, nro. 4, La Plata, 2006, p. 14. 3 Lo mismo ocurrió con la literatura de folletines, la problemática estética era si constituían literatura o no. Lo mismo ocurrió con el pasaje del cine mudo al sonoro cuando en esa época se definía el cine como arte de narrar sin sonido Lic. M. Angélica Sangronis (UNLP – UdelaR) [email protected] 1 El problema no es la telenovela en sí, es el medio televisivo que es discriminado y difícil de hacerse ganar valor. Yo acompaño a Walter Besant cuando escribe que “la ficción es una de las bellas artes y que el novelista merece ser considerado no sólo como artista sino como muy artístico”. Al igual que otros géneros, LA TELENOVELA POSEE NORMAS QUE LA RIGEN Y LA IDENTIFICAN, van algunas prometiendo más y mejor: - El género “novela” se inscribe dentro del campo más vasto de la narración. Reina en ella la contradicción y lo inverosímil en la pasión por el antiguo arte de narrar. Es productora de representaciones simbólicas por lo cual puede orientar una búsqueda que pretenda rescatar algo perdido4. - Se vincula con las industrias cinematográficas, fonográficas, radiofónicas y teatrales. - Implica entretenimiento y diversión por razones de lucro. Fragmentación e intriga constituyen el enlace con el público. - Posee la capacidad de envolver con tela melodramática la antigua tentación del chisme. - Es de materia dramática porque tiene personajes que poseen „la verdad‟, pero sólo para revelarla por el héroe o la heroína. Algunas disyunciones básicas definen los personajes (hombres-mujeres, ricos-pobres, buenos-malos) y siempre “ayudantes” y “oponentes” se multiplican para estirar el relato el tiempo que sea necesario. Uno bueno, uno malo y otro que no entiende nada, son tres las figuras que hacen que la historia camine. Enfoca algún conflicto interpersonal doméstico con problemas de familia, contratiempos de parejas, amor-odio, odio-amor, en un juego permanente. Reajusta conflictos entre padres e hijos. Hace reconciliaciones de parejas. Hace surgir otras. Problemas recurrentes son: el de no saber quién es el verdadero padre o madre, buscar la identidad negada5, paternidades ignoradas, cruzas incestuosas6, robo y compra de bebés, amnesias, embarazos truchos7. - En toda novela las funciones del narrador son imprescindibles puesto que es el que pone el punto de mira del relato. Es la novela de Marcel Proust, En busca del tiempo perdido, la que abre a tantas combinaciones posibles precisamente por desdibujar la figura del narrador, dejando abierta la pregunta por el quién que narra y dejando a la obra como algo inconcluso, pese a que la novela es como una máquina perfecta. En la telenovela el narrador es prescindible, ha desaparecido, el punto de vista se arma desde la perspectiva de cada personaje. - Acompañar a lo largo del día a los solitarios. - Configurarse como obra de arte total por integrar literatura, teatro, cine, música, poesía, y ahora musicales, bailes, coreos, voces que cantan y comunicación con otros programas8. - Igual que en los cuentos infantiles se da una trama cuya lógica es ética, con final feliz y justiciero que reconoce al protagonista héroe y castiga al trasgresor. El final feliz está en función de las expectativas del espectador y de la recompensa social, pues en este 4 MC lo mostró desde el momento en que hay chicos educados entre familias de militares que se acercaron a la agrupación Abuelas para investigar sus orígenes. 5 Esta es una preocupación de mucha fuerza social. Es el caso de Laura, la dualidad de su origen y sus múltiples yoes y Victoria -por Montecristo- . 6 Rocco y Ángela (Hombres de Honor), dos hermanos de sangre terminaron casándose y ella embarazada. 7 Eres tú, Rita 8 Las divinas y Las populares (Patito Feo) participando en Cantando por un sueño. Lic. M. Angélica Sangronis (UNLP – UdelaR) [email protected] 2 espacio de ficción hay campo para la felicidad y la justicia en la vida social porque la telenovela está cargada de ideas en un entrecruce de conceptos y sentimientos. Sin embargo desde su condición de artefacto artístico... hace “perder el tiempo” y fomenta la “evasión” (la primera manifestación filosófica de esto ya estaba en Platón y Aristóteles). Pero hay señales de que lo estético está cerca de uno residiendo en el cuerpo: cuántas veces los momentos vividos más a full son aquellos en que nos dejamos enganchar por la magia de una novela favorita. La comida se quema, la leche se enfría. MIRAR NOVELAS Seguir una novela es quedar “enganchado”, es una prueba de vida. La novela implica un acto de curiosidad por lo tanto es filosófica por esencia. Sin embargo, en general forma parte de la subcultura porque, según parece, no genera nuevas ideas, sino que reitera, consagra y asevera lo ya sabido apoyándose en recursos descubiertos por la literatura (verdadera y sublime). Mirar telenovelas subraya el quietismo frente a las urgencias sociales. La arista grandemente cuestionable: en ellas no hay nada de arte. Novela y comedia televisiva: obras de arte (obras de amor) desgraciadas. He visto muchísimas telenovelas y telecomedias, algunas son éstas, no agoto la lista: Ricos y famosos, Son amores, Sos mi vida, Hombres de honor, Machos, Brujas, Destinos cruzados, Isaura, Floricienta, El Rafa (Alberto de Mendoza y Carlos Calvo en el papel consagrado del Cholo Minelli. Padre e hijo se disputaban a la Delmónico, Alicia Bruzo.), Rosa de Lejos, Extraña dama, El oriental (con Rodolfo Bebán), Un mundo de veinte asientos (con Gabriela Gili), Carmiña (María de los Angeles Medrano), Pobre Diabla, Rolando Rivas taxista, Piel naranja, El pulpo negro (con Narcizo Ibáñez Menta), Historias de un trepador (con Claudio García Satur y Mirta Busnelli), Pobre Clara (Germán Graus y Alicia Bruzo), El buscavidas, Mi cuñado, Montecristo, Son de Fierro, Doble vida, El tiempo no para, Piso 8, La oveja negra… (y pasé por alto las Jacintas Pichimahuidas y todos los espantos que interpretó Andrea del Boca). Voy a dos: - Montecristo. Una venganza un amor, telenovela de las noches del 2006 (22:30). Adaptación libre de una obra clásica: El conde de Montecristo. Fue escrita por el popular novelista Alejandro Dumas (1803-1870, el de Los tres mosqueteros) quien tenía el talento de enganchar a los lectores del periódico de un pueblo de la Francia del XIX con un folletín que cada día sumaba episodios al hilo de una trama. MC (la tira actual) hizo importantísimos descubrimientos sociales por las vías de la ficción. Sus realizadores hicieron útil la ficción para la vida social. MC logró experiencias estéticas haciendo saber y sentir qué o quién es más de uno.