Biografía De Jorge Negrete
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ÍNDICE Introducción………………………………………………………………………………7 Capítulo 1. El surgimiento de la masculinidad hegemónica dentro de la sociedad mexicana………………………………………………………………………………….41 1.2 La sociedad y el gobierno...…...……………………………………………47 1.3 La educación………………………………………………………………....56 1.4 Los intelectuales y artistas……………………………………………….…64 1.5 La radio…………………………………………………………………….…67 1.6 La música eterna compañera del charro……………………………….…74 1.7 El cine…………………………………………………………………………80 Capítulo 2. ―Yo soy el charro mexicano, noble, valiente y leal”. Biografía de Jorge Negrete……………………………………………………………………………………86 2.2 De amores y desamores de Jorge Negrete….…………………………...89 2.3 No basta ser charro…………………………………………………….…...95 2.4 Yo no suplo a nadie… los comienzos del charro cantor………………...97 2.5 El galán exitoso, inicio de su carrera actoral……………………………102 2.6 Los orígenes de Jorge Negrete.………………………………………….105 2.7 Si muero lejos de ti… sus últimos días………………………………….108 2.8 El señor Secretario de conflictos, su paso por La ANDA.……………..111 Capítulo 3. ―El charro más mentado de todo Jalisco por bravo, jugador, enamorado y todo lo demás”. Análisis de la filmografía de Jorge Negrete……..117 3.2 1941 el despunte del charro en el cine, el año de ¡Ay Jalisco no te rajes!...........................................................................................................120 3.3 Hombres fuertes de voluntad: la reafirmación del ―ser mexicano‖……132 3.4 Más allá de ser charro: autocritica del charro mexicano……..………..143 3.5 El caballo, la mujer y la pistola no se prestan………………………….158 3.6 El Rapto, masculinidad hegemónica frente a frente……………………168 Epílogo Dos tipos de cuidado ¿dos tipos de charro?..............................................187 Anexo…………………………………………………………………………………….197 Fuentes………………………………………………………………………………….208 Bibliografía………………………………………………………………………………210 Agradecimientos Después de haber concluido la elaboración de esta tesis, escribo estas líneas para expresar mi más profundo y sincero agradecimiento a todas aquellas personas que con su ayuda y apoyo han colaboraron directa o indirectamente en la realización del presente trabajo de investigación. Empezando con el Colegio de Historia, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por el soporte institucional dado para la realización de esta investigación y facilitar sus instalaciones durante toda mi preparación universitaria. A mis maestros que compartieron sus conocimientos a través de las diversas clases que recibí durante mi formación, en especial a la Doctora Erika Galicia Isasmendi porque desde mi temprana formación dentro el nivel medio superior logró avivar más el gusto por la Historia a través de su clases y que años después me permitió saber que era la carrera que deseaba estudiar. Agradezco la orientación, el tiempo, la confianza, las recomendaciones y críticas de la Dra. Josefina Manjarrez Rosas, quien amablemente, aceptó ser mi asesora de tesis y contribuyó con el vasto conocimiento que cuenta sobre el tema, la experiencia y la paciencia con la que siempre me trató durante este proceso. A la Dra. María del Carmen García Aguilar y nuevamente a la Dra. Erika Galicia Isasmendi, por brindarme parte de su tiempo al acceder a ser mis lectores de tesis, por sus atinados comentarios y por formar parte del jurado en el examen profesional. A los directores de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras, la del Área de Ciencias Sociales y Humanidades ―José Revueltas‖, la del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades ―Casa Amarilla‖, la Central Universitaria de la BUAP, de la Hemeroteca Nacional Digital de México, la Cineteca Nacional y a la Filmoteca de la UNAM no sólo por facilitar sus instalaciones y el material documental y bibliográfico que albergan en sus instituciones sino a la vez por el trato y guía amable y rápido que tuvieron ya que eso de igual manera ayudó en mi investigación. A Liz, Paty, Marisol, Flor, Ramón, Eliana y Enrique no sólo por ser compañeros y compartir el interés por el conocimiento de las Humanidades, sino por ser amigos pacientes y comprensivos que siempre estuvieron ahí para ayudarme, comprenderme, aconsejarme, animarme, pero sobre todo, brindarme su apoyo y su cariño desde el momento en que los conocí, hasta estos días en los que se culmina una etapa más de mi vida académica. Por último, quisiera agradecer infinitamente a mis padres, por apoyarme desde el momento en que decidí estudiar esta carrera, de quienes he aprendido que a base de esfuerzo se pueden lograr muchas metas y además por darme su amor, por animarme cuando lo necesité, por estar ahí siempre para mí, por ser mi mejor ejemplo en la vida; y un agradecimiento especial a mi abuelita que aunque ya no esté presente, es quien ha sido mi mayor inspiración, ya que sin darme cuenta el interés de donde surge este trabajo viene de la experiencia y convivencia que tuve con ella hace ya muchos años. INTRODUCCIÓN El cine como sabemos es un medio de comunicación trascendente que ha tenido diferentes épocas y formas en las cuales manifiesta una poderosa influencia dentro de la sociedad mexicana, en el caso del cine mexicano la época más reconocida incluso mundialmente es la llamada ―época de oro‖ que para fines prácticos diremos que abarca de mediados de los años treinta a principios de los años cincuenta. No es de extrañar que existan toda clase de trabajos académicos sobre esta época y sobre el cine mexicano en su conjunto y al tratar de contribuir a este campo me topé con varias cuestiones interesantes. Sin duda la forma en que llegué a este tema de investigación no difiere de la de mis demás compañeros historiadores, en un inicio contemplaba investigar a un solo director y centrarme en la ideología que promovía a través de sus películas sin embargo, para entender como se ha estudiado, investigado y escrito el cine a través del lente de la Historia comencé a leer varios libros sobre este tema hasta llegar al escrito de Julia Tuñón titulado: Mujeres de luz y sombra en el cine mexicano. La construcción de una imagen 1939-1952 (1998) el cual, al comenzar a leerlo, me fue creando varias interrogantes como: si el papel de la mujer se puede distinguir de diversas maneras ¿qué pasa con los hombres? ¿Existe sólo una forma uniforme de representación de ellos en los films? ¿o es que acaso al igual que en el modelo del estudio de Tuñón, los hombres al igual [7] que las mujeres, dentro de los films mexicanos pudieron ver reflejados aspectos, actitudes y formas de ser que llevan a conformar la idea del ―ser hombre‖? Cuando comencé a trabajar en este tema, en primer lugar. me di cuenta que la representación de la masculinidad en el cine tiene estrecha relación con la conformación del Estado mexicano y de los estereotipos nacionales que se comenzaban a conformar para la unificación del país; es así como encontré que la masculinidad hegemónica primeramente dentro de la sociedad mexicana está íntimamente ligada a la imagen del charro. Después de analizar cómo o de qué manera se fue conformando la imagen del charro y encontrar que más de un factor interviene para ello, cuando comienzo a analizar ésta figura dentro del cine fue inevitable no relacionarla con varios artistas que la industria cinematográfica vio florecer en los años cuarenta principalmente y que algunos incluso tuvieron proyección internacional. Me refiero obviamente a los actores Jorge Negrete, Pedro Infante, Luis Aguilar, Tito Guizar, sin embargo, serán sin duda alguna sólo Jorge Negrete y Pedro Infante los mayores exponentes y explicaré por qué. Durante la investigación el tema tentativo era “La representación de la masculinidad en el cine mexicano de oro: Jorge Negrete y Pedro Infante” es decir en primera instancia consideraba hacer una comparación de los dos máximos exponentes del charro mexicano que por ende es la imagen que se relaciona con la masculinidad. [8] Como se mencionó anteriormente cuando encontré la relación que existe entre la figura del charro como principal modelo de masculinidad, se transforma en una masculinidad hegemónica que surgió al tiempo en el que se comenzaba a conformar el Estado mexicano y para crearla y difundirla se utilizaron varios medios existentes hasta ese momento como lo fueron: el cine, la radio y la prensa o el periódico. En el cine, la razón que fue inicial de esta tesis, para los años de 1930 y 1950 sin duda la imagen del charro fue representado por Jorge Negrete y podemos considerar su película protagónica Ay Jalisco no te rajes (1941) como el inicio de toda una serie de películas que retomaran al charro como muestra de lo que es ―ser mexicano‖ y será una imagen que se llevara al extranjero. Cuando comencé a relacionar las características que presentaban los personajes que interpretaba Jorge Negrete siendo charro con las actuaciones de Pedro Infante igualmente de charro comencé a notar ciertas diferencias en cuanto a actitudes y formas de representación masculina es por ello que separé a Pedro Infante de la masculinidad hegemónica y la que él representaba la llamé una masculinidad emergente, sin embargo al tratar de entender cómo se manejaba esta masculinidad que representaba Infante me di cuenta que primero tenía que enfocarme, profundizar y entender que significó y cómo se conformó la masculinidad hegemónica que representó Negrete en el cine. Fue así como se redujo el propósito de este trabajo de investigación y me enfoque sólo en entender cómo se representa la masculinidad hegemónica en el [9] cine a través de los personajes que interpretaba Jorge Negrete durante la llamada ―época de oro del cine mexicano‖. Lo que busco en este trabajo, es que a través de las películas que son la fuente de este análisis, es entender cómo se llega a representar al género masculino, visualizar y entender cómo es que se va conformando la masculinidad hegemónica y por supuesto sin dejar de lado las otras masculinidades que se representan en el cine mexicano, ya que serán estás las que le den un mayor realce a la masculinidad hegemónica que se intenta analizar y entender en este trabajo.