De La Zarzuela Española a La Zarzuela Cubana: Vida Del Género En Cuba
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L Ángel hzie Vázquez Millares De la zarzuela española a la zarzuela cubana: vida del género en Cuba La investigación acerca del pasado teatral cubano es uno de los Research into Cuban theatrical history is one of (he cloudiest arcas of (he puntos más oscuros de la historiografía de la literatura y el teatro cuba- historiography of Cuban theatre and literature. There is no existing study of nos y, con referencia al caso especial de la zarzuela en Cuba, no existe (he special case of (he zarzuela in Cuba. This historiographical deficiency in ningún estudio monográfico dedicado a ella. Esta carencia historiográfi- no way reflects the historical reality. On the contrary, Cuba presents an in- ca no refleja en absoluto la realidad histórica. Ésta nos presenta, sin tense level of activity relating to zarzuela and dramatic music, which dates embargo, un cuadro con una actividad intensa relativa a la vida lírica y bach to the end of (he eighteenth century. The present article aims to methodi- zarzuelística que tiene sus orígenes a finales del s. XVIII. El presente tra- cally indicate the main lines of (he history of (he zarzuela in Cuba, bajo trata de señalar ordenadamente las líneas maestras por las que emphasizing the existence of two parallel histories: on (he one hand, Spanish discurrió la historia de la zarzuela en Cuba poniendo de relieve la exis- zarzuela in Cuba, whose reception is analysed, and on (he other, properly tencia de dos historias paralelas: por un lado la de la zarzuela española Cuban zarzuela itself. en Cuba, cuya recepción se analiza y, por otro lado, la de la propia zar- zuela cubana. mer lugar, el exitoso esfuerzo realizado por Leal tenía algunos antecedentes como la Historia de la literatura 1. El rincón más oscuro de la dramática cubana de José Juan Arrom o la Historia del selva teatro de La Habana de Tolón y González, así como frecuentes alusiones a la vida teatral en La Habana y Cuando el crítico e investigador Rine Leal escri- otras ciudades de la isla en textos anteriores dedica- bió el primer tomo de su Historia del teatro cubano, dos a la historia y la cultura de Cuba, escritos por que abarca desde los orígenes hasta 1868, decidió ti- cubanos y extranjeros. Es cierto que en algunos de tularlo La selva oscura. En la introducción de ese esos libros se menciona la actividad zarzuelística, pe- libro, el autor justificaba dicho título por la profu- ro sólo de manera accidental, y no existe, hasta el sión y dispersión de los materiales que tuvo que presente, ningún estudio e investigación dedicado consultar en busca del hilo de Ariadna que lo guiara específicamente a la zarzuela. en ese "imposible laberinto". En un momento de ese Por otra parte muchas de las zarzuelas españolas prefacio dice Leal: "Las hojas son tantas que impiden y cubanas que se citan como cantadas en Cuba no contemplar el bosque"; y más adelante afirma: "Duran- han trascendido o se han perdido, y de ellas sólo nos te cuatro arios y medio he vivido en una selva oscura".' han llegado sus títulos en un anuncio de periódico o Sin embargo, cualquier investigador de la historia del revista, sin consignar el autor de la música o del li- teatro cubano tiene a su favor muchísima más infor- breto, o ambos. Por último, esas referencias que aparecen en la prensa recogen sólo una parte de la mación que la que pudiera tener quien intente vida de la zarzuela en la isla, porque, fiel a su desdi- investigar la historia de la zarzuela en Cuba. En pri- chada tradición de parienta pobre o de manifestación menor del teatro lírico, los anuncios y críticas dedica- dos a la zarzuela son muchísimo menos abundantes 1 LEAL, Rine. La selva oscura. La Habana, 1980; vol. 1; pp. 9-10. que los referidos a funciones de ópera o de teatro. 439 Cuadernos de Música Iberoamericana, Volumen 2 y 3, 1996-97 Todo esto significa que debo empezar diciendo La primera referencia a una zarzuela específica que, en cuanto a la zarzuela, casi todo, por no decir presentada en ese teatro es el anuncio, para el sábado todo, está por hacer, y quien o quienes deseen iniciar 29 de octubre de 1791, de "una famosa zarzuela por esa tarea, ni si quiera podrán decir, como Leal, que el maestro D. Joseph Fallótico", sin mencionar el título "las hojas son tantas que impiden ver el bosque". La in- de la obra, pero el 20 de noviembre aparece el anun- mensa mayoría de las "hojas" de la zarzuela se han cio de una zarzuela en un acto, también de Fallótico perdido, quizá para siempre, en la perecible inme- titulada El alcalde de Mairena. 3 El anuncio aclara que diatez de anuncios volantes y programas de mano la partitura la componían dos arias bufas encomen- cuyo contenido jamás llegó a la prensa. dadas al primer galán y director Sr. Lucas Sáez que Es por eso que, si la investigación del pasado te- imitaba en ella a varios animales; un aria para el Sr. atral cubano es, en realidad, entrar en una "selva Acosta y otra para la Sra. Polonia, terminando con oscura", la zarzuela es el rincón más oscuro de esa un coro a cinco voces.4 selva. ¿Quién era realmente este D. Joseph Fallótico o Yo no intento con este trabajo, por supuesto, ilu- José Fallótico? ¿Eran esos sus nombres reales o seu- minar ese rincón oscurísimo, sino señalar sólo dónimos artísticos? .Qué se hizo de este factotum algunos aspectos que pudieran trazar las grandes co- que, después del estreno de su zarzuela, aparece ordenadas del camino histórico de la zarzuela, y ofreciendo funciones con una "estatua mecánica" que sobre todo constatar que esa oscuridad no significa canta arias de ópera y contesta todas las preguntas que ese género no haya encontrado acogida en el pú- que se le hacen, y más tarde ofreció con su compañía blico de la isla. Por el contrario, y la documentación que existe es suficiente para demostrarlo, el cubano la ópera Zamira y Azor de Gretry en el Coliseo canta- no sólo tuvo un lugar de preferencia para la zarzuela da en castellano? Esas preguntas nadie puede dentro de sus gustos, sino que llegó a asimilarla y na- contestarlas más allá de descubrir su carácter un tan- cionalizarla para dar nacimiento a su hija legítima: la to pintoresco. Para Alejo Carpentier, este José zarzuela cubana. Fallótico era personaje de cierta importancia en la in- cipiente vida musical habanera. Especie de hombre orquesta, atento a toda posibilidad de ganar dinero 2. Primeras noticias: finales del con la música, estaba en todas partes como el conejo siglo XVIII de fábula. Cuando no se presentaba como concertis- ta y compositor, organizaba "diversiones de música, Todos los que han rastreado las publicaciones diversiones de baile y otros agradables espectiiculos".5 periódicas en busca de información sobre el teatro de Después de estas noticias sobre Fallótico y su Al- Cuba, coinciden en señalar que las primeras noticias calde de Mairena, se abre una etapa de vacío de la actividad zarzuelística en la isla aparecen con la informativo sobre la vida de la zarzuela en Cuba. Co- apertura del primer teatro que se construyó en La mo bien señalan Tolón y González: Habana y que abrió sus puertas en enero de 1775.2 Según un informe de 1792 solicitando reformas en el "Entre 1792 y 1800 los datos sobre representaciones teatro, se consigna que, entre los espectáculos pre- teatrales son muy deficientes. No siempre trae el "Papel Pe- sentados desde su apertura hubo zarzuelas, pero riódico" avisos de teatro y en las colecciones consultadas nada más se sabe acerca de cuántos y cuáles títulos zarzuelísticos subieron a la escena del coliseo entre 1775 y 1790. 3 TOLON, E. y GONZALEZ, J. en Historia del teatro en La Habana sena- lan la posibilidad de que esta zarzuela sea la misma que se presentó el 29 de octubre. 4 TOLÖN, Edwin y GONZÁLEZ, Jorge. Historia del teatro en la Habana. 2 LEAL, Rine. Ob. cit. Leal rectifica el criterio anterior de Tolón y Gonzä- Tomo 1. Universidad Central de Las Villas, 1961; p. 29. lez sobre la apertura de Coliseo. 5 CARPENTIER, Alejo. La música en Cuba. La Habana, 1979; p. 29. 440 Angel Vázquez Millares. "De la zarzuela española a la zarzuela cubana: vida del genero en Cuba" faltan años enteros por lo cual el investigador se encuentra 200 títulos ofrecidos en ese período. La primera que a cada paso con grandes lagunas que ha de saltar".6 se menciona es El catalán y la butielera con música del compositor catalán Pablo Esteve y que se cantó A eso sólo habría que añadir que los datos sobre en el Coliseo el 24 de febrero de 1790. 9 Curiosa- representaciones líricas son aún más escasos, y sobre mente, Subirá señala 1791 como el ario de inicio de zarzuela, muchísimo más. Sin embargo, eso no nos la etapa final de la tonadilla. La tonadilla se opacaba permite afirmar que el género desapareciera de ma- en España pero empezaba a brillar en Cuba. nera absoluta de la escena habanera entre los últimos Repasar los títulos de las tonadillas presentadas arios del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, en los teatros habaneros por esa etapa coincidiría con pero durante ese largo periodo, y eso sí lo confirman la relación de una buena parte de las más famosas to- las fuentes de la época, la zarzuela cedió terreno en nadillas que se cantaron en España en su momento Cuba ante el empuje de otro género de la lírica: la to- nadilla escénica.