El Cine Hogareño Ya Parece Una De Piratas 1
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Boletín del mes de Septiembre 2010 Cine/Piratería : El cine hogareño ya parece una de piratas Contenidos: Los autores de TV no quieren más cuentos YouTube ingresa en el mercado de reproducción de videos en vivos Redes Sociales: Facebook una atracción con resistencias Los videos forman directivos YouTube busca monetizar su enorme audiencia argentina Redes Sociales: “El rediseño de Twitter.com Contenidos en TV: Tinelli ocupa el 25% de la TV Redes Sociales: Un Universo llamado Twitter Industria Editorial: Los misterios del libro electrónico El cine hogareño ya parece una de piratas Un recorrido por los lugares de distribución; el testimonio de los vendedores de estrenos de la pantalla grande y un informe de la Unión Argentina de Videoeditores Fuente: La Nación- 12 de setiembre de 2010 por Alejandro Rapetti "Lo mejor del cine en DVD. Muy buenos títulos. Calidad de audio, calidad de imagen. Una ocho, dos por quince, tres por veinte. Permiso, gracias", vocifera un vendedor ambulante en el trayecto que une la línea A de subtes, entre Carabobo y Plaza de Mayo. "Si la querés te la pruebo en el momento", desafía, para enseguida abrir un reproductor portátil y poner play a Toy Story 3 . "Tengo Aprendiz de Brujo , con Nicolas Cage; El escritor oculto ; Marmoduk ; Dos hermanos ; Príncipe de Persia ; Shrek 4 ; Karate Kid ; Eclipse ; Una noche fuera de serie , la nueva de Angelina Jolie; Carancho , Furia de titanes . Una ocho, dos por quince, tres por veinte." En las calles, quioscos de diarios, ferias, subterráneos, trenes y por delivery en Internet, el comercio ilegal de videos piratas manifestó en los últimos 3 años un crecimiento exponencial, ya que por estos días, según datos de la Unión Argentina de Videoeditores, el 90 por ciento de las copias en circulación son piratas, y se traducen en más de 80 millones de DVD-R que son comercializados en todas partes, menos en los videoclubes. Según la Cámara Argentina de Videoclubes, en los últimos años cerraron en el país cientos de comercios dedicados a la venta y alquiler de películas, y otros cientos de trabajadores perdieron su empleo. La razón es el aumento sostenido de la piratería de DVD, que por estos días factura millones de pesos anuales (ver recuadro). En algunos de los puestos del parque Rivadavia pueden verse en exhibición las últimas novedades: Toy Story 3 ; Shrek 4 , El capítulo final ; El origen , con Leonardo Di Caprio; El escritor oculto , de Polanski; Salt , con Angelina Jolie; La última canción y Veronika decide morir . También está a la vista Carancho ; la saga Milennium , de Stieg Larsson, y Aprendiz de brujo , con Nicolas Cage. Eso sin contar las carpetas que agrupan a los clásicos como El graduado ; Cinema Paradiso ; Perfecto asesino ; El profesional ; también pueden encontrarse numerosos films de Woody 1 Allen, Almodóvar, Martin Scorsese, Werner Herzog y los Hermanos Marx. Y para los amantes de los spaghetti westerns, una verdadera colección de Terence Hill & Bud Spencer, con títulos como Y después me llamaron Magnífico y otro clásico con Rock Hudson y Kirk Douglas: El último atardecer . Hay carpetas abultadas de videos musicales, cine europeo y un vasto catálogo del cine argentino, que abarca desde La mujer sin cabeza , de Lucrecia Martel, hasta Los caballeros de la cama redonda , con Olmedo y Porcel. "Cualquier cosa que consigas en un puesto fue bajada primero de Internet. Nosotros las bajamos y las copiamos. No es tan complicado, basta con una computadora y por ahí dos copiadoras. Algunos de los puesteros las copian ellos mismos, otros las compran hechas en La Salada", cuenta Pablo, uno de los puesteros consultados sobre las últimas novedades. Y agrega: "Son películas a las que se tiene acceso público, sólo que la mayoría de las personas no sabe cómo acceder a eso, porque nadie les dijo, o porque no están en el tema y las vienen a comprar acá". Según el vendedor de parque Rivadavia, una de las que más está saliendo por estos días es El escritor oculto , de Polanski, aunque asegura que todo lo que es novedad se vende más o menos igual. Pablo trabaja en su puesto de películas hace 8 años, aunque dice que al principio trabajaba con mayor libertad, ya que ahora "todo el tiempo está el riesgo de que caiga alguna inspección". Otras formas de la piratería pueden encontrarse en los mismos videoclubes. Según informan desde la Unión Argentina de Videoeditores, algunos locales a menudo compran un original para luego hacer varias copias ilegales que se exhiben como legales. Otra manera es a través de los dealers , que después de conseguir el original, se encargan de hacer miles de copias piratas para luego ofrecerlas en este tipo de locales. Respecto de la piratería que se baja de Internet, otra de las modalidades del comercio ilegal de películas, desde la UAV aseguran que por el momento la calidad de estas películas es muy mala, a menudo están dobladas en español o con subtítulos mal traducidos, y no existe una estadística o registro que indique el alcance de esta alternativa pirata. Por último, existe la comercialización online , es decir, venta de películas ilegales que en lugar de exhibirse en los puestos callejeros se ofrecen por mail. Claro que aunque las películas se publicitan por la Red, después la venta se concreta personalmente. Mónica atiende un pequeño local ubicado al fondo de una galería sobre la calle Perón, a metros de la avenida Pueyrredón, en el barrio de Once. Vende películas al por mayor y al por menor en los sistemas VCD (de menor calidad) y DVD. "La gente viene a buscar las películas que se están dando en el cine. Es una cuestión económica, les gusta comprar y aunque la vayan a ver por única vez, la quieren tener es su casa, quieren que sea de su propiedad", asegura la vendedora de Once, que ofrece al por menor 5 películas en VCD por diez pesos y al por mayor, 30 películas por 36 pesos; mientras que en DVD, la oferta al por menor es de 4 películas por 20 pesos, y al por mayor, 30 por 75 pesos. Consultada por las últimas novedades, también encabeza la lista con Toy Story 3 y Shrek 4 , aunque dice que no le quedan muchas porque hace pocos días hubo un operativo y los inspectores se llevaron todas las cajas. "Esto es algo que viene con la época. Va más allá de una reglamentación, es algo natural, es el curso de la evolución del ser humano. Y esto se sabe desde el mismo día en que Internet es una red pública. Uno puede poner leyes o no ponerlas, se cae de maduro", dice Ramón, otro de los puesteros consultados que trabaja en los alrededores del parque Centenario, y como la mayoría de estos puestos, además de las películas vende juegos para la PlayStation, MP4, y programas para PC como el Windows Seven (7). ¿Y qué pasa con los derechos de autor? "Todo bien, sin dudas un programa de 4000 dólares tiene un desarrollo, pero no vale 4000 dólares. La gente no lo puede pagar, y tiene que sobrevivir. No es sustentable. Esto hace que la ex clase media pueda laburar y seguir adelante. Aparte, a la gente le conviene tener la posibilidad de entretenerse por poca guita. Porque no hay plata", confirma Ramón. Y concluye: "Si vas al cine con los chicos te gastás una gamba y media, y con el pochoclo ya tenés dos gambas. Pero no lo gastás porque no tenés. Esto es algo que va más allá de uno que lo está vendiendo y puede hacer un mango. Es algo que lo pide el momento que vivimos, es una consecuencia de eso". Lenta agonía de los videoclubes Según Norberto Melo, vicepresidente de la Cámara Argentina de Videoclubes, el comercio ilegal -manteros, descargas de Internet y venta callejera- es la principal causa de este 2 fenómeno, que amenaza con hacer desaparecer los videoclubes. "Incluso se venden DVD de forma ilegal en muchas dependencias estatales", asegura. El último año cerraron dos grandes editoras de video y DVD que operaban en el país: LK-TEL (representante en la Argentina de Disney, Fox y Metro) y Gativideo (Sony, Columbia). "Hoy sólo queda AVH, que es donde compramos todos", sigue el vicepresidente de la CAV, que no se manifiesta en desacuerdo con las descargas de Internet "si son para uso personal", pero sí con la piratería, ya que sostiene que es un gran negocio y representa una competencia desleal. Los autores de TV no quieren más cuentos Reclamarán a las productoras que se respete la ley 11.723 y así poder cobrar las ganancias de las ventas de sus historias al exterior Fuente: La Nación, 12 de setiembre de 2010 Por Pablo Sirvén Parece un trabalenguas, pero es mucho peor que eso: a los que cuentan cuentos, en la televisión, les hicieron el cuento del tío, les metieron la mano en el bolsillo y les birlaron los billetes que se habían ganado en buena ley con el cuento de comprarles sus historias sólo si resignan para siempre sus legítimos derechos de propiedad intelectual. Había una vez un país donde los libretistas de la pantalla chica eran merecidas luminarias: Abel Santa Cruz, Alberto Migré, Nené Cascallar, Celia Alcántara, Hugo Moser, Gius y siguen las firmas. Rápido: intente ahora mentalmente armar una listita de cinco o seis nombres actuales de autores televisivos. Si no le viene ninguno a la cabeza no es que usted esté sufriendo un repentino Alzheimer o que los guionistas argentinos se hayan extinguido como los dinosaurios. Sucede que entre la época en que los mencionados autores y otros tallaban fuerte en la pantalla chica abasteciéndola de 25 o más ficciones diarias, semanales y periódicos especiales, y ésta, en la que escasamente sobreviven en la TV seis o siete, el trabajo del libretista se precarizó por completo y escasea a más no poder.