Alfredo Palacios, legislador de América 2VFDU+3UDORQJ Médico y escritor

rente al viejo Congreso (calles Vic- Por iniciativa del ministro Joaquín V. toria y Balcarce), llega su carro *RQ]iOH] HO &RQJUHVR KDEtD PRGLÀFDGR F(otros lo hacen en coches) un joven la ley electoral (4161) y había dividido la diputado de 24 años, próximo a cumplir Capital Federal en 20 circunscripciones; a los 25, edad exigida por la Constitución cada una de ellas le correspondía elegir un Nacional para ejercer el cargo. Corre el diputado nacional. En La Boca, un grupo año 1904. de trabajadores, en su mayoría italianos, todos integrantes del Centro Socialista, Electo por La Boca, Alfredo Palacios, de proponen como candidato boquense a estatura mediana, grandes bigotes, viste diputado por la Circunscripción 4ta., a la chaqué, camisa blanca y corbata de moño que pertenece, al abogado Alfredo Pala- (indumentaria que lo caracterizará duran- cios. En una intensa campaña los socialis- te toda su vida pública). El sombrero de tas recorren todos los rincones del barrio ala levantada le cubre una insinuación de \ODÀJXUDGHOMRYHQDERJDGRVHKDFHSR- calvicie. Rodeado de trabajadores y ami- pular. En su estudio es un defensor de los JRVFRQSDVRUHVXHOWR\ODPLUDGDÀUPHHQ trabajadores. Las elecciones se realizan el sus ojos negros, entra en el recinto el pri- 13 de mayo de 1904. Los resultados con- mer diputado socialista de América. Sus sagran al doctor Alfredo Lorenzo Palacios compañeros, obreros y amigos pueblan las ganador en la circunscripción cuarta. Es el barras del Congreso, dando el apoyo ne- primer diputado socialista de América con cesario al gladiador de la democracia. Los 830 votos… necesita, tendrá que enfrentar a 119 cole- gas en el recinto. Padres uruguayos

'XUDQWH YDULDV GpFDGDV VX ÀJXUD JHQLDO Aurelio Palacios, su padre, uruguayo, reci- contradictoria a veces, llegará a todos los bido de abogado en , partici- debates del país y de América. pó de las inquietudes generacionales de las

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últimas décadas del siglo XIX. No fue aje- Alfredo Palacios habló por primera vez en no a los vaivenes políticos de su país y de la Cámara de Diputados. La voz del tribu- América. Esta participación del abogado no recorrería el país y América por más de oriental, no pocas veces llevó inquietudes DxRV3DODFLRVHVWDEDDÀOLDGRDO3DUWLGR y apremios económicos a su compañera, Socialista desde el primero de septiembre Ana Ramón, también uruguaya. De gran- de 1901. des ojos negros, rostro delgado y pálido, fue el más parecido a la madre. Concurrió En ocho años, desde su fundación, el partido a la Escuela Nº 4. Ya estaba en vigencia la que llevó a Palacios al Congreso, tuvo una Ley 1420 (de educación común, laica, gra- gran actividad y participación; entre otras tuita y obligatoria). Buen comienzo para cosas solicitó al honorable Congreso de la el que sería uno de los grandes defenso- Nación: facultar la nacionalización de los res de la educación pública. Paralelos al extranjeros; establecer la jornada de ocho crecimiento y educación de Alfredo se de- horas para los trabajadores del Estado. A las sarrollaban en Buenos Aires los primeros reformas solicitadas por los socialistas las nucleamientos que más tarde originaron el había acompañado el pueblo trabajador con Partido Socialista. Asiste al Colegio Na- gran movimiento. En las elecciones para cional de la calle Bolívar. Inspirado en las constituyentes de 1998, el Partido Socialis- lecturas bíblicas de su querida madre, se ta Obrero Argentino se abstuvo; entre otras relacionó al Círculo de Obreros Católicos irregularidades, se votó con los ciudadanos del cura Grote1. Poco tiempo duró en el inscriptos en 1895. Círculo, conservó, como iniciación al so- cialismo el concepto cristiano acerca de la En las elecciones para diputados (1898), justicia humana. los socialistas llevaron un programa elec- toral de 21 puntos de avanzada, particu- El partido socialista larmente en defensa de los derechos labo- rales, por entonces inexistentes. Todas las Los clubes, mutuales, asociaciones y tras elecciones de la época eran jornadas de organizaciones de carácter obrerista, ha- fraude. Los mítines de protesta de los so- EtDQFRQÁXLGREDMRODRULHQWDFLyQGH-XDQ cialistas contra el fraude no se hacían espe- B. Justo, en el Partido Socialista Obrero rar. Tampoco eran ajenos los atropellos y Argentino, cuya fundación y declaración la prepotencia policial de esos años. Suer- de principios datan del 28 de junio de 1896. te similar frente al fraude corrió el Partido Los días 3 y 4 de julio de 1904, el Partido Socialista en las elecciones del 3 de marzo realizó el Congreso Ordinario en el que GH$OÀQDOL]DUHO&RQJUHVRGH estuvieron representadas 26 agrupaciones OD1DFLyQPRGLÀFyODOH\HOHFWRUDOHLP- partidarias. El 9 de mayo del mismo año, plantó la representación uninominal.

1 Durante 1894, el padre Guillermo Grote fundó los Cuatro años de lucha sindicatos católicos, con el nombre de “Círculos de Obreros Católicos”. En 1912, el padre Grote dejó su GLUHFFLyQ/DRUJDQL]DFLyQFRQWDEDFRQDÀOL- El 27 de marzo, Palacios presentó el pri- ados. mer proyecto socialista en la Cámara de

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Diputados, el cual contemplaba la deroga- trabajo de las mujeres y niños; contra la ción de la Ley 4144, de expulsión a los ex- trata de blancas. tranjeros (conocida como “Ley maldita”). Después de largas sesiones, el primer pro- Proyectos de leyes: Derogación de la ley yecto socialista fue rechazado. Palacios, de residencia; quitar a la policía la juris- como senador, insistirá con el mismo pro- dicción en materia de faltas o contraven- yecto 28 años más tarde. ciones; abolición de la pena de muerte; Cuatro años de labor legislativa dejaron establecimiento de una patente a las taber- varias iniciativas del diputado socialista, nas y prohibición de la fabricación y venta como por ejemplo las que siguen. de ajenjo; divorcio absoluto; responsabi- lidad de los patrones en los accidentes de Leyes: Impuestos progresivos a las he- trabajo; rebaja en los artículos de primera rencias; descanso dominical; prohibición necesidad; derechos civiles a la mujer y a del establecimiento en los conventillos de muchos otros. medidores para el cobro de impuestos al consumo de agua; exoneración de la pa- Combatió: El sistema de elecciones por tente de 7.000 pesos a las cooperativas listas; el servicio militar obligatorio; la obreras; reglamentación y proyecto del obediencia pasiva consignada en la ley militar; la ley de aduanas pidiendo rebaja en los artículos de consumo; el crédito de 15.000 pesos oro otorgado a los obispos para hacer la visita al Vaticano; el estado de sitio; el aumento de las dietas; la acu- mulación de cargos públicos; las eleccio- nes de la Capital y de las provincias por fraudulentas; la lotería Nacional; la adqui- sición de un palacio para vivienda del pre- sidente, dando su oposición al rechazo; las pensiones elevadas; el tranvía subterráneo que perjudica los intereses públicos; el re- galo de una casa al poeta Guido Spano; el crédito de 10.000 pesos a la embajada que fue a presenciar la ceremonia nupcial de Alfonso XIII; los aumentos en los presu- puestos de guerra, culto y otros.

Interpelaciones: A los ministros del Interior, de Obras Pública (dos veces) y de Marina.

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Al decir de Jacinto Oddone: “Las ideas sobre Buenos Aires, del popular diputado, expresadas en la banca parlamentaria re- reactivó el entusiasmo por la aeronáutica de sonaron con gran éxito en todo el país. Du- ese tiempo: los globos. Desde entonces y rante cuatro años que actuó en la Cámara, por varios años, fueron múltiples los paseos la atención pública giró alrededor de las de Alfredo Palacios por el cielo porteño. discusiones entre el representante socialis- ta y el resto de la Cámara. Puede decirse Vuelta al parlamento que, por primera vez, el pueblo de la Re- pública se ocupó de la obra parlamentaria Las elecciones del 7 de abril de 1912, lle- de sus representantes, que hasta entonces varon al parlamento a dos diputados socia- había pasado inadvertida”. listas: Alfredo Palacios (por segunda vez) y Juan B. Justo. Palacios, familiarizado El 28 de enero de 1908 el presidente, Fi- con la banca, volvió sobre algunos proyec- gueroa Alcorta, clausuró el Congreso. Esta tos, rechazados en sus primeros años de medida concluyó con la primera participa- legislador. Muchas de las leyes aprobadas ción de Alfredo Palacios en la Cámara, ya (entre ellas la Ley 4661, de descanso do- que reabierto el 30 de abril no hubo quó- minical) no se cumplían. Esta vez no llegó rum. El primero de mayo, Alfredo Pala- solo; junto al doctor Juan B. Justo, fueron FLRVÀQDOL]yVXPDQGDWR dos trabajadores incansables del Parla- mento argentino. Durante 1912, realizaron Dentro y fuera del parlamento 44 acciones parlamentarias. El esfuerzo socialista en la cámara fue reconocido por Palacios fue el diputado del pueblo en el el pueblo en las elecciones del 30 de mar- Congreso y en todas las manifestaciones zo de 1913, que agregó dos diputados más de los trabajadores, en la tribuna, en los a la Cámara Baja –Nicolas Repetto y Ma- FRQÁLFWRVHQODFDOOHHQORVTXHQRIDOWD- rio Bravo- y el primer senador socialista ban enfrentamientos con las fuerzas poli- de América: Enrique del Valle Iberlucea FLDOHV1RSRFDVYHFHVSXVRGHPDQLÀHVWR (español). Los socialistas contaban con su valentía personal. más de 46.000 votos.

Su constante participación lo hizo popular. Palacios gustaba de los deportes y entre La imagen de Alfredo Palacios se repitió ellos la esgrima, donde no era escasa su en los periódicos y el anecdotario popular destreza. Los estatutos, desde la fundación –que con los años fue frondoso- comenzó a misma del Partido Socialista, prohibían rodear a su persona, hasta algunas letras de los duelos. Alfredo Palacios tenía su pro- tango mencionaban al legislador socialista. pio concepto del honor. En 1914, Palacios registraba varios lances caballerescos, Amigo de , a pedido de este entre ellos el duelo con Carlos Silveira, GHELGRDYDULRVDFFLGHQWHVDpUHRVORVDÀ- DOTXHLQÀULyKHULGDVHQHOURVWUR/DWROH- cionados y el público se habían alejado de rancia partidaria terminó en junio de 1915, la aeronavegación) lo acompañó en una cuando Alfredo Palacios aceptó el desafío ascensión el 2 de abril de 1909. El vuelo del diputado radical Horacio Oyhanarte.

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El comité partidario dejó al compañero Jurídicas y Sociales de La Plata, donde 3DODFLR VLQ DÀOLDFLyQ )XH VHSDUDGR GH aplica en profundidad los postulados re- hecho. El Congreso Partidario rechazó su formistas de democracia y mejoramiento apelación. Fuera del partido que lo llevó de la enseñanza. al recinto parlamentario, el 14 de junio de 1915, renunció (a pesar de la insistencia de Junto a José Ingenieros y otros pensado- VXVFROHJDVGLSXWDGRV HQIRUPDGHÀQLWLYD res constituyen la Unión Latinoamerica- a su banca. Quince años más tarde volve- na, cuyos principios tienen vigencia en la ría a su antiguo partido y al Congreso. actualidad.

La cátedra Desde hacía bastante tiempo, los socia- listas insistían en la vuelta de Palacios al En 1910, comenzó como profesor de Fi- partido. En 1930 (ya producido el golpe losofía del Derecho en la Facultad de De- militar que llevó al dictador Uriburu al recho de la Universidad de Buenos Aires gobierno), siendo Palacios Decano de la (UBA). Gran conmoción causó este nom- Facultad de Derecho de la UBA. El 20 de bramiento entre los viejos anquilosados octubre de 1930, los socialistas insistie- profesores universitarios; varios de ellos, ron con una nota, pidiendo su reingreso. años antes, habían rechazado su tesis doc- Considerando el Partido Socialista una he- toral. Era la intolerancia encerrada en los rramienta para enfrentar la dictadura, Pa- claustros universitarios. Un grupo de do- lacios aceptó volver a su antiguo partido, centes progresistas y democráticos apoya- que al decir de Dickmann: “Nunca debió ron el nombramiento del joven profesor. alejarse”. Poco tiempo después es deteni- do. Electo senador en las elecciones del 8 La cátedra y los libros fueron por largo de noviembre de 1931, en la primera se- tiempo el refugio, tal vez el complemento sión del Congreso (20 de enero de 1932), que dio mayor madurez al parlamentario el senador Palacios es el primero en pedir por excelencia. Ya en 1916, preparaba, la palabra. junto a profesores y estudiantes, lo que sería la Reforma Universitaria de 1918, Ciudadano de América nacida en los claustros de la antigua Uni- versidad de Córdoba. La Reforma Univer- La lucha de Palacios fue constante en el Se- sitaria se extendió por el país y Latinoa- nado, en la cátedra, en los libros. Recorrió mérica y fue su principal portavoz Alfredo constantemente todas las provincias, así lo L. Palacios. Con el mensaje de la Reforma vieron el ingenio “Las palmas”, “La fores- Universitaria, recorrió la mayoría de los tal”, las fábricas. Se informaba y combatía países de América. la dura explotación de los asalariados.

El cogobierno universitario –en el que Durante 1943, ante la cesantía masiva de participan alumnos y profesores- fruto de profesores, renuncia a su antigua trinchera la Reforma de 1918, eligió en 1922 a Pa- de luchas y satisfacciones, la cátedra uni- lacios Decano de la Facultad de Ciencias versitaria. Detenido durante 1953, recorre

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distintas comisarías de la Capital Federal. por más de 60 años de vida pública. Era el Embajador en la República Oriental del único diputado socialista; estaba solo en- , en el año 1955. Rigoberto López tre los 120 integrantes de la Cámara Baja, Pérez mató a balazos en 1956 al dictador pero lo acompañaba la barra, cuya partici- nicaragüense Anastasio Somoza; la res- SDFLyQPRGLÀFDUtDORVGHEDWHV puesta de los guardaespaldas de Somoza fue inmediata: balearon a López Pérez, 5HÀHUH2YLGLR$QGUDGD´*UDQRUDGRUGH causándole la muerte en el acto. La Emba- gestos espectaculares, cambió, sin duda la jada Argentina en el Uruguay debía poner técnica de los debates parlamentarios que la bandera a media asta por la muerte de comenzaron a tener mucho más interés y Somoza; Alfredo Palacios lo hizo por la de atraer a las barras bulliciosas”. López Pérez. Conquistador, siempre al acecho, Manuel Elegido constituyente en 1957, luchó para *iOYH] VH UHÀHUH D HVWD ´GHELOLGDGµ GHO que el nuevo derecho de los trabajadores gran tribuno: “casi todas (las anécdotas) se se incorporara a la Constitución Nacional, UHÀHUHQDVXLQRFHQWHYDQLGDGSHUVRQDOOD VLHQGRXQRGHORVSULQFLSDOHVDUWtÀFHVGHO que tal vez no tenga otro objeto, en el fon- artículo 14 (bis). En 1958 (republicano in- do, que llamar la atención del bello sexo”. sobornable) es candidato a presidente de Entre sus proyectos de ley, está la regla- la nación. mentación del trabajo de las mujeres y los menores. El 29 de marzo de 1907, presen- Las elecciones del 5 de febrero de 1961 lo tó el proyecto sobre la trata de blancas, consagró Senador Nacional por la Capital que fue aprobado como Ley 9143 (Ley Federal, con un caudal 315.000 votos; 57 Palacios). Tuvo el más alto concepto de años antes había llegado a diputado con la dignidad de la mujer. Cuando el antipe- 830 votos. En 1963, sus compañeros lo pro- ronismo vertía las peores opiniones sobre ponen nuevamente candidato a presidente Eva Duarte, Palacios exclamó en una reu- de la República. Es reelegido diputado na- nión: “Jamás permitiré que, en mi presen- cional. Con más de 80 años, sus proyectos cia, alguien hable con desdoro de la señora de leyes y sus intervenciones dentro y fuera de Perón”. de la Cámara fueron numerosas. Practicaba esgrima, como los primeros ca- Anécdotas de Alfredo Palacios balleros de la Edad Media. Sus lances fue- ron siempre “a sable”, pues como sabemos Al constante trabajo de Alfredo Palacios, era un duelista empedernido. En más de se suman innumerables anécdotas con las 35 oportunidades fue al campo de honor. que se podría llenar un libro. La popularidad y trascendencia de Alfre- La poco tiempo de asumir como diputado do Palacios fue el lápiz de los caricatu- (1904), Alfredo L. Palacios se caracterizó ULVWDV TXH D\XGDEDQ D GLIXQGLU VX ÀJXUD por su intenso trabajo, las dotes parlamen- inconfundible. Sus rasgos exagerados en WDULDV\VXLQLPLWDEOHÀJXUDTXHFRQVHUYy la cartulina siguen siendo familiares en la

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actualidad. También los poetas le dedica- Tuvo su primera operación de cáncer pros- ron encendidos versos. tático intenso dolores y decaimientos no le dieron tregua. Nada le impidió continuar Su importante labor parlamentaria se vio cuatro años de intensa lucha. Con más de UHÁHMDGDHQORVWDQJRVHQWUHHOORV(O6R- 80 años, Alfredo L. Palacios seguía siendo cialista, dedicado al doctor Alfredo Pala- ejemplo de valentía. cios, Diputado Socialista Argentino (Juan M. Mallada); (O 6RFLDOLVWD $UJHQWLQR El doctor Edgardo Rossi, que visitó a Pa- (Luis Loiello); (OGLSXWDGR (Armando Ma- lacios ya postrado en su lecho de muerte: ritany); %DUXOORHQODEDUUD (Juan Maini) estaba casi en la penumbra para que la luz y (VSLDQWH«TXHYLHQH3DODFLRV, en clara no delatara su palidez mortal. La respuesta alusión a la Ley Palacios sobre la trata de al saludo fue: “Aquí estoy postrado… con blancas (Silvio di Pascali). una enfermedad de hombre”.

Muerte de Alfredo Palacios Dos meses antes de su muerte fue interna- do en un sanatorio. En sus últimos días es- El 20 de abril de 1965 a las 18:30 horas, tuvo acompañado por su amigo de toda la fenecía Alfredo Lorenzo Palacios. Desde vida, el doctor Carlos Sánchez Viamonte. 1961 padecía un mal incurable (cáncer de próstata), lo que no le impidió realizar intensas ta- reas hasta sus últimos días.

Electo diputado nacional asu- me el 12 de agosto de 1963, desde esa fecha hasta su muerte, un año y ocho me- ses, participó en 82 sesiones parlamentarias. El primero de septiembre de 1964, cuando la Cámara entraba en receso, Alfredo Palacios presenta el último proyecto de su vida; pide la “Declaración de interés nacional a las investigaciones de mortalidad infantil y crea- ción del Instituto Nacional de Investigaciones pediátricas”. Ese era el símbolo mayor de su lucha, su despedida a más de 60 años de parlamentario.

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Víctor O. García Costa relata el fervor po- Los trabajadores, la gente común, tienen pular despertado por las exequias de Alfre- un recuerdo, una anécdota de Alfredo Pa- do Palacios: “El féretro conteniendo sus ODFLRVKDFLHQGRTXHVXÀJXUDKXPDQDH restos salió del Congreso Nacional antes inconfundible esté de cuerpo presente en- del mediodía y en hombros del pueblo es- tre nosotros. tuvo frente a la sede del Partido Socialista Argentino, en esos hombros llegó a la Re- Bibliografía colecta y así estuvo hasta pasadas las 18 Andrada, Ovidio. (1984). 3DODFLRV HO VRFLDOLVPR horas, en que se escuchó el último discurso. romántico en la Argentina. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. Dickmann, Adolfo. (1949). Los congresos socialis- El velatorio se realizó en el Congreso Na- WDV&XDUHQWDDxRVGHDFFLyQGHPRFUiWLFD FLRQDOIXHLQFHVDQWHHOGHVÀOHGHPXMHUHV\ Buenos Aires: Editorial La Vanguardia. hombres que pasaron frente al féretro des- Gálvez, Manuel. (1961). 5HFXHUGRGHODYLGDOLWHUD- ULD(QHOPXQGRGHORVVHUHVÀFWLFLRVBue- pués de largas colas que no se interrumpie- nos Aires: Editorial Hachete. URQKDVWDHOPRPHQWRGHOWUDVODGRÀQDO García Costa, Víctor O. (1986). $OIUHGR/3DODFLRV 8QVRFLDOLVPR$UJHQWLQR\SDUDOD$UJHQWL- El diputado nacional y secretario general na. 2 Vol. Buenos Aires: Centro Editor de del Partido Socialista Argentino, Ramón América Latina. Oddone, Jacinto. (1983). +LVWRULD GHO VRFLDOLVPR $ 0XxL] VXJLULy DO RÀFLDO GH SROLFtD argentino. 2 vol. Buenos Aires: Centro Edi- encargado de la seguridad, la posibilidad tor de América Latina. de salir de la calles Sarandí hacia Avenida Pralong, Oscar Héctor. En memoria de Alfredo Pa- Rivadavia, este le contestó: Será lo que el lacios. 'LDULR1RUWH, 20-4-84. Resistencia, Chaco. pueblo quiera, y el pueblo quiso llevarlo Quinteros, Mamerto Fidel. (1924). 0HPRULDVGHXQ sobre sus hombros”. QHJURGHO&RQJUHVR Buenos Aires: Talleres *UiÀFRV$UJHQWLQRVGH-/5RVVR La vigencia de Alfredo L. Palacios no Rossi, Edgardo. (1983). Comunicación personal. Ju- solo permanece en la obras, fruto de su nio 1983. Resistencia, Chaco. 7RGRHV+LVWR- ria, marzo 1998, Buenos Aires (revista). lucha constante y de una existencia plena, sino también en cualquier lugar del país.

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