OBSERVATORIO SOCIOCULTURAL DEL

OESTE DE

TERRITORIO, DISEÑO Y COMUNICACIÓN

URBANA.

Florencia Cabana 4.874.443-8 Sofía Cuba 4.900.260-1 Erika Pinho 4526.398-2

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Índice

● Introducción Pág. 3 ● Lectura e interpretación de las imágenes y arquitecturas del Cerro Pág. 10 ● Análisis del territorio Pág. 11 ● Análisis de los medios de comunicación Pág. 14 - Sistematización e interpretación de información aparecida en la prensa masiva Pág. 16 ● Conclusión Pág. 20 ● Bibliografía Pág. 21 ● Anexo Pág. 22

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Introducción

Antes de comenzar la exposición y análisis de nuestra experiencia en el territorio, creemos importante hacer una reseña de la historia del Cerro, ya que es de suma importancia en la historia del país. La , hoy barrio del Cerro, fue fundada en 1834 con el nombre de Cosmópolis, establecimiento de inmigrantes de las más distintas procedencias. Por dicha razón, en 1867, el gobierno del general Venancio Flores designó a las calles de la villa con nombres de los más remotos países. Allí se formó un barrio tradicional de inmigrantes trabajadores que con el tiempo ha venido a constituirse también en interesante área turística, con la histórica fortaleza militar, la rambla y la Casa de la Pólvora, una construcción de fines del siglo XVIII que sirvió de polvorín militar. Desde sus comienzos el territorio fue considerado un verdadero símbolo de la industria cárnica en la economía del país. Todos los habitantes de la zona vivían de manera directa o indirecta del negocio de la carne. Durante el siglo XIX surgieron una gran cantidad de saladeros que años después fueron dando paso a los frigoríficos. En 1902 se instaló la primera planta en Montevideo y en sus inicios se estima que faenaba unas 200.000 cabezas de ganado.

El territorio según relatos de nuestro referente, constituía una ciudad independiente, con todos los servicios necesarios para abastecer a los habitantes, así como lugares de esparcimiento para distenderse después de las jornadas laborales en los frigoríficos.

En la década del 50 concluyó el ciclo migratorio hacia y comenzó una retracción económica que derivó en la retirada de los capitales que administraban los principales frigoríficos de nuestro país, como son el Frigorífico Artigas, el Frigorífico Montevideo, el Frigorífico Nacional y el Frigorífico La Uruguaya.

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La intensa actividad económica de aquellos años, consolidó una cultura laboral e industrial en el barrio, lo que representó uno de los aspectos que influyeron para tomar la decisión de instalar un Parque Tecnológico e Industrial en el Cerro. La década del 90 se caracterizó por un proceso fuerte de desindustrialización, presentándose varios proyectos que tenían como eje la utilización de los esqueletos de los frigoríficos en desuso, generando fuentes de trabajo para diversos sectores de actividad.

Curiosamente, relevando información del territorio, encontramos una foto tomada desde la fortaleza en 1957 del Barrio del Cerro, fotografía que resultó idéntica a la tomada posteriormente por el grupo en el recorrido realizado el 10 de noviembre. Ambas fotografías muestran el desarrollo y crecimiento del barrio, en cuanto a casas y edificaciones. Lo que resulta llamativo es que en su generalidad se visualiza el lugar de igual manera.

(Foto extraida de la página http://municipioa.montevideo.gub.uy/node/185)

En lo que respecta al territorio que nos fue asignado, “Cerro Norte” presenta una clara ubicación dentro de la zona oeste de Montevideo, al norte de la antigua Villa del Cerro, y al sur de los Accesos a Montevideo de las rutas N° 1 y N° 5. Está integrado por los barrios Nuestra Casa, San Rafael, Treinta y Tres Orientales y Amanecer, asentados

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en terrenos municipales del Zonal 17, limitado por las calles Santín Carlos Rossi al este, La Paloma al norte, Camino de Tropas y Av. Federico al oeste, y Carlos María Ramírez al sur.

La reconstrucción histórica que realizan los vecinos, dan cuenta de un núcleo reducido de 23 familias que se asientan en la década del ´60 en la zona, situación que

permanece relativamente inalterada en las dos décadas siguientes. Según lo relevado, el Norte del Cerro formaba parte de un campo en el que pastaba el ganado del Frigorífico Artigas, teniéndose así una imagen de un “gran espacio verde” con escasas construcciones y unas pocas familias fuertemente asociada al Cerro obrero de la industria frigorífica. Se ubican dos grandes oleadas de poblamiento de la zona, en las décadas del ´80 y ´90. Así como en la década anterior, las causales socioeconómicas representan los motivos mayoritarios a través de los cuales las familias explican la mudanza hacia el

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asentamiento, en la segunda “oleada” de los ‘90 se podría explicar el crecimiento demográfico registrado por la formación de nuevos hogares. Algunas familias originarias de los complejos habitacionales 19 de Junio y 19 de Abril, van decidiendo la ocupación paulatina de los terrenos linderos como estrategia para enfrentar las condiciones de hacinamiento. Desde el inicio fue posible identificar lazos de parentesco, amistad y relacionamientos vecinales que confirman estas conductas expansivas de las familias, condicionadas además por una estructura edilicia que fue pensada como transitoria y que no acompañó las características demográficas y las necesidades familiares. Muchos vecinos plantean que el territorio se ha convertido para muchos en un barrio dormitorio, ya que trabajan y estudian fuera de él y solo regresan al barrio para dormir.

La evolución de ocupación y configuración de estos 4 barrios que constituyen la zona de Cerro Norte, son parte de procesos migratorios internos que posteriormente se manifiestan en el crecimiento poblacional que existe en la zona oeste de Montevideo. La movilidad poblacional desembocó en asentamientos dentro de dicha zona, particularmente en las últimas décadas con una significativa acentuación posterior al año 2002.

Es preciso aquí hacer referencia a uno de los hechos claves en la historia de Cerro Norte, muy mencionado por nuestro referente en los intercambios. Este fue la ocupación del conjunto de viviendas Cerro Norte 3, llevada a cabo por 109 familias el 25 de febrero de 1973. En ese entonces, el país se encontraba ante una polarización de la lucha de clases y ya estábamos en los inicios del golpe de estado llevado adelante por el presidente Juan María Bordaberry y las Fuerzas Armadas. Las familias ocupantes vieron en dichas instalaciones una forma de solucionar su problema de falta de vivienda. Su consigna central era “Libertad, Trabajo y Vivienda”. La represión no se hizo esperar, cercándose así las inmediaciones con efectivos policiales. Se sucedieron luego negociaciones, represiones y enfrentamientos que terminaron con el desalojo de las familias ocupantes el 10 de abril del mismo año. El 15 de mayo de 1973 las familias deciden formarse como Cooperativa de Vivienda, la que fue de allí en más

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COVICENOVA (Cooperativa de Vivienda Cerro Norte Vanguardia). Sin embargo pasarían años hasta que el 28 de enero de 1981 se les otorgue el préstamo para construir sus casas, terminando con la construcción de las mismas el 22 de octubre de 1983, las cuales se encuentran en el predio actual sobre el Camino Cibils.

Asimismo creemos pertinente antes de comenzar con el análisis, definir lo que se entiende por territorio, ya que en repetidas oportunidades se hará referencia a dicho concepto. En las clases dictadas en el curso se definió al mismo como una configuración espacio-temporal que adquiere el carácter de hábitat para cierto tipo de individuos que lo pueblan. Otra definición podría ser el territorio como un espacio físico de significación cultural, que posibilita dar sentido, orden y lógica a las relaciones sociales. Llevado al caso en particular, el territorio del Cerro es desde cómo se constituye geográficamente, lo cual determina a sus individuos por el lugar físico en el que viven, pero también y no menos importante desde su configuración simbólica, social y cultural, que la conforman todos aquellos habitantes que habitan y son habitados por éste. Desde su historia, con sus inmigrantes, frigoríficos, arquitectura, hasta la fuerte presencia policial actual que hay en dicha zona. Los procesos de territorialización se dan de diferentes maneras dependiendo las normas culturales de los habitantes. La territorialización la podemos entender como un concepto inmaterial, que aun cuando se relaciona con los límites y control de un espacio, ésta sólo se presenta en el reconocimiento de los habitantes, pudiendo ser de carácter colectivo o individual y subjetivo. Ésto se aprecia desde la constitución del Cerro, en la que algunos inmigrantes construyeron casas con determinadas características arquitectónicas que no necesariamente eran las requeridas desde lo geográfico y climático del territorio, sino desde lo social y cultural simbólico, como una forma de hacer uso, apropiarse y habitar dicho espacio, una manera notoriamente de territorializar.

En el caso de los espacios abiertos el control que se presenta por la territorialización de los habitantes, se da mediante el establecimiento de determinadas

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actividades y usos, como un hecho individual o colectivo de uno o varios grupos que son compatibles entre sí o que poseen intereses comunes, en cuyo caso puede verse como un acto de reconocimiento y pertenencia, al tiempo que restringe condiciones del espacio. Sin embargo, hay casos en los que se presentan varias territorializaciones en un mismo espacio por habitantes o grupos no compatibles generando conflicto y apropiación del espacio en su sentido privativo. El concepto de apropiación refiere a la acción y sentimiento de poseer y gestionar un espacio, independientemente de su propiedad legal, por uso habitual o por identificación.

Todo lo mencionado se puede ejemplificar con varios aspectos que notamos en las visitas al Cerro, mencionaremos algunos de ellos: Como ya dijimos, existe en éste barrio una fuerte presencia policial lo que se traduce en un límite y restricción de los usos y actividades que pueden hacer los habitantes de su espacio. Hay varias y diversas formas de apropiación, percibimos por un lado aquellos jóvenes que tomaron el centro comunal del barrio Artigas y escribieron en sus paredes, como forma de poseer ese lugar, tal como se define dicho término. Cabe aclarar, que no son únicamente los jóvenes quienes se apropian de ésta manera, sino muchos habitantes del lugar, incluso haciendo reclamos sociales de dicha forma.

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También en Cerro Norte se hallan viviendas otorgadas por el Estado, las que sufren de ciertas modificaciones y extensiones, otro ejemplo de lo anterior. De una calle a la otra se puede notar con nitidez las diferencias sociales, culturales y por ende arquitectónicas de los diferentes habitantes de la zona en mención, lo que ejemplifica cómo en un mismo territorio hay diferentes formas de territorialización

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Lectura e interpretación de las imágenes y arquitecturas del Cerro

En nuestras diferentes visitas y recorridos en el territorio apreciamos una arquitectura completamente heterogénea, en cuanto a diseños y materiales, tan sólo pasando de una cuadra hacia otra. Ésto se debe en parte a la historia del barrio donde prevalecían las casas habitadas por empleados de los frigoríficos, y también por los diferentes planes de construcción de viviendas que se llevaron a cabo en el territorio. Vemos algunas con los techos a dos aguas, que según nuestro referente las construían así los habitantes extranjeros, procedentes de ciudades en las que nevaba. Claramente existe contraste y una mezcla de culturas expresada mediante la arquitectura del lugar.

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Análisis del territorio

Paradójicamente a lo que es la historia del Cerro, éste actualmente ya no es lo simbólico y significativo que fue, se podría decir incluso que es todo lo contrario. La desindustrialización, los problemas socioeconómico y por consiguiente demográfico y de hacinamiento han constituido del Cerro enigmas fundamentales. Pudimos apreciar cómo éste se encuentra en un abandono casi total por parte de las autoridades y a pesar del incesante esfuerzo de sus habitantes, el territorio se ha ido deteriorando significativamente. Existen en él lugares muy atractivos e históricos que en la actualidad están cubiertos de basura y cayéndose a pedazos. Lamentablemente consideramos que aquí estamos frente a un gran círculo vicioso, en el que los habitantes de allí deben concurrir a otras partes para trabajar o estudiar (a pesar de que hay una amplia cobertura primaria y secundaria) pero son estigmatizados por el lugar en el que viven, lo que pensamos que se debe en su mayoría al tratamiento que hacen los medios de comunicación de este lugar. Asimismo, muchas personas que habitan en el territorio además de encontrarse en condiciones de olvido son fuertemente reprimidas y controladas, como si ésto fuera poco deben cumplir con lo que la sociedad espera de ellos, “que se porten bien”, no obstante, si no lo hacen “no se podría esperar otra cosa de gente que vive allí”. Todo ésto es visualizado con nitidez por Máximo, quien nos cuenta de su persistente dedicación y esfuerzo “porque los pibes sepan que hay otras oportunidades, otras cosas que hacer, que sepan que no solo tienen que hacer de mulas, prostituirse, vender drogas o robar para sobrevivir”. Pero, ¿Realmente hay tantas otras oportunidades para la gente del Cerro, como de tantos otros barrios de Montevideo? O ¿solo estamos exigiendo a personas marginadas que se comporten igual que aquellas que tienen posibilidades de las que ellos siquiera son conscientes?.

Se puede apreciar en varias de las zonas que se han recorrido, tal como fue trabajado en el curso, cómo el territorio se encuentra en conflicto, desde varias perspectivas y formas distintas. En cuanto a su historicidad y representación del espacio son las principales.

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El Cerro es un territorio construido en base a una heterogeneidad social y cultural que se aprecia con claridad como ya hemos hecho referencia en su arquitectura por ejemplo.

Aquellas personas que viven en Cerro Norte son de cierto modo excluidas y estigmatizadas, pero no solo por la sociedad y el Estado en general sino entre sus semejantes, reproduciendo así entre ellos mismos la estigmatización, es aquí donde entra la historicidad. Hay quienes viven en el Cerro desde su creación, inmigrantes o hijos de los mismos, trabajadores de los frigoríficos, entre otros, lo que se refleja en la estructura y diseño arquitectónico, en las diferentes formas de habitarlo, las diversas maneras de ser y estar allí. Por un lado están las casas de los inmigrantes con todas aquellas características que ya hemos indicado en varias oportunidades, los grandes chalet, y por otro hay casas muy precarias en cuanto a estructura y diseño que son proporcionadas por el Estado. Éstos se podría decir que son los dos polos opuestos dentro del territorio, entre tantos otros, pero en particular es interesante destacar cómo ambos son formas de apropiarse del territorio completamente distintas, pero no tanto en su fin. Los inmigrantes hacían esas casas trayendo consigo todo su arraigo cultural y costumbres, sin importar si era necesario o no construir las casas de ese modo en este lugar, lo que con claridad es una apropiación del lugar, pero diferente a la de quienes viven en los palomares por ejemplo. Quienes viven allí, se encuentran en una casa que se les proporciona sin preguntarles si les gusta o no, ni si es lo que desean; las cuales, cabe mencionar, afirman que antes estaban construidas con materiales de mejor calidad, incluso algunas perduran hasta nuestros días, no siendo así las proporcionadas actualmente; ellos también se apropian del territorio amoldando el lugar a su parecer, pintando los muros, e incluso haciéndole agregados a sus casas. Es decir que ambos, de formas distintas, buscan territorializarse en el lugar, según Pedrosian, “habitar es construir”. Por tanto, se puede decir que lo expresado con anterioridad es la evidencia de cómo el sujeto habita el espacio, pero también es habitado por el mismo al reconocerlo y tener que adaptarse y convivir con él, construyendo así su subjetividad.

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Aquí vemos dos grupos, que se encuentran en permanente disputa, entre la gente de la Villa del Cerro y Cerro Norte. Los primeros consideran que ellos son el verdadero y original Cerro y ven al resto como los que llegaron a “invadir y arruinar lo lindo que era el Cerro”, mientras los segundos los sienten a éstos como los que se creen dueños y quieren dominar en el barrio, ésto es visiblemente una lucha por el poder del territorio sobre todo desde el plano de lo simbólico. Hay una disputa en cuanto a la identidad, ya que existe una fusión entre diferentes barrios, que conforman todos uno, con antecedentes diversos que parecen no poder convivir como parte del mismo, ya que confrontan identidades múltiples, tal como se expone en el libro “Casavalle bajo el sol”. (Cabe aclarar que tales afirmaciones se hacen en función de las diversas conversaciones con personas de la zona). En Cerro Norte hay otro conflicto sustancialmente importante que es con las fuerzas policiales y militares que se hallan en la zona. Éstas se encuentran allí para imponer un “orden”, de cierto modo invaden el territorio y a sus habitantes, los que en muchas ocasiones apedrean a los primeros como forma de resistencia. Aquí también se puede hacer un análisis del discurso, detrás de las fuerzas armadas hay un mensaje producido por alguien y dirigido a alguien. Es una construcción social, cultural y hasta política de sentido, en la que se transmite el mensaje de “inseguridad” y cuán terrible está ese barrio, y así se pone en práctica un encuadre cognitivo socializado, haciendo énfasis en las actitudes de determinados individuos.

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Análisis de los medios de comunicación

Sistematizando y estudiando algunos medios de comunicación, creemos pertinente destacar los siguientes titulares que hacen referencia a la zona oeste de Montevideo estudiada, y ponerlos en relación con el análisis del discurso introducido en el párrafo anterior.

“Cerro Norte fuera de control” “Cerro Norte en pie de guerra” “Un día de furia en Cerro Norte”

Claramente en ellos se aprecia una fuerte connotación negativa que trae consigo una idealización de lo que es ésta zona. Detrás de los titulares existe un discurso, un mensaje intencional formulado por y para alguien con cierto fin, que puede ser en este caso alimentar y vincularse con otros discursos de producción de sentido.

Si se realiza un estudio del análisis del discurso en sus tres dimensiones, se puede decir que las imágenes de cada noticia con su respectivo titular es el soporte material que toma el signo, es decir el significante. Detrás de éste se encuentra lo que se quiere transmitir con el significante, la imagen mental, el concepto que se representa, es decir el significado que hay en el mensaje que se transmite. Por último, aparece el discurso, el mensaje que se quiere transmitir en un sentido social, que es en función del contexto en el que se genera, en este caso se podría decir que es el de “descontrol”, ”inseguridad”, y “miedo”.

Como ya fue dicho y tratado en el curso, un discurso está vinculado con otros, para producir un sentido se necesita de varios de ellos. Se podría afirmar que la fuerte presencia de las fuerzas policiales y de la guardia republicana se relacionan con las noticias aquí citadas para construir el discurso del miedo. Es decir que dichas presencias son una construcción de sentido desde diferente materialidad (significante)

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pero con el mismo significado, que se refuerzan mutuamente (con las noticias) tras el mismo fin. También se puede sostener que estos discursos construyen un modo de sentir la realidad, que no necesariamente es el que efectivamente se vive en dicho territorio. Además, en función de estos se puede ver la construcción de otros discursos a modo de resistencia, como son por ejemplo los grafitis y costumbre de a determinada hora apedrear a la policía.

Continuando con el análisis de las noticias es de suma relevancia atender a los comentarios de las mismas, como contracara del discurso construido, la sociedad (en su mayoría) responde de manera drástica y violenta a las mismas. Señalando a aquellas personas que viven en Cerro Norte, conceptuandolas, alegando que no trabajan, no pagan luz, agua, y delinquen. Tomando como referencia “Casavalle bajo el sol”, se podría afirmar que ésto ocasiona la disminución de las posibilidades de quienes pertenecen al Cerro, el impedimento de generar una imágen diferente, ya que los medios de comunicación que emiten este tipo de noticias utilizan signos para alimentar directamente el modelo de determinados estereotipo, es decir que hacen uso de tècnicas que producen y reproducen estándares sociales. Lo que se manifiesta por ejemplo a través de una vestimenta determinada, una estética particular de las viviendas, y la actitud que aparentemente tienen los que viven en el lugar; generándose así un escenario que reúna dichas características. Actualmente, muchos prejuicios se inician a través de la estética de la vestimenta de las personas, categorizándola en diferentes estatus sociales. Hay ciertos símbolos que determinan a dónde perteneces o quien eres. Por ejemplo, si alguien viste una túnica o camisa se considera que realizó determinados estudios, o se estima a lo que éste pueda dedicarse, lo que a su vez genera otros signos, y se produce una red significante infinita que categoriza a las personas. Esto se produce de ambas partes: los pertenecientes a este barrio, y los que no. Por un lado, los habitantes del barrio que ya se sienten juzgados, asumen una posición de defensa.

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Por el otro, existe una imagen estereotipada como símbolo de pobreza, manifiesta en la ropa descuidada, sucia, en mal estado, atribuida a los barrios de bajos recursos como se considera al oeste de Montevideo, es decir que se les hace un juicio de valor basado en su lugar de residencia.

Sistematización e interpretación de información aparecida en la prensa masiva

Hemos seleccionado dos noticias brindadas por la prensa masiva, en este caso Diario El País digital, para posteriormente analizar algunos comentarios de la población receptora.

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En la mayoría de los casos, se plantea la utilización de violencia, como respuesta a la violencia. Se hace evidente la marginación del barrio, con comentarios que demuestran el estereotipo y los prejuicios que tienen gran parte de los lectores sobre los incidentes que se desarrollan en el territorio y de la población que vive en el mismo. Utilizan términos como “mugrientos” “malandros” para referirse a los habitantes del barrio alegando (en la mayoría de los casos) en contraposición la existencia de “los buenos” en el mismo territorio. Esto no es más que el resultado de los diversos mensajes que se transmiten e instauran en la mente de las personas.

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Conclusión

A modo de conclusión, el Cerro es un territorio con una historia inmensamente rica, incluso encontrándose presente en el escudo nacional, en el que actualmente prevalecen diversos conflictos, donde mayoritariamente sus habitantes no tienen control. Son cruelmente afectados y condicionados por fuerzas externas, como son la prensa y el Estado, los primeros mediante la trasmisión y creación de un discurso plagado de prejuicios y estereotipos y los segundos a través del desamparo social, cultural y educacional, además de la represión. Sin duda, los habitantes de este territorio poseen un fuerte sentido de pertenencia por su barrio, sin embargo carecen de posibilidades económicas y sociales dentro de él. Nos atrevemos a afirmar que quien nace en el Cerro ya desde su nacimiento es tildado y juzgado solo por el lugar en el que se encuentra. No solo ello es nocivo, sino también cómo sin una atención adecuada, se ha ido perdiendo y se perderá gran parte de las historia del país, lo que nos deja inevitablemente la incógnita del ¿por qué?, por qué el desperdiciar una gran fuente de turismo y trabajo que solucionaría diversos problemas económicos y sociales del territorio. Es decir, ¿realmente se piensa en ésta y tantas otras zonas marginadas del país?.

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Bibliografía

Álvarez, E (2013). Casavalle bajo el sol. Ediciones Universitarias, Unidad de Comunicación de la Universidad de la República (UCUR)

Álvarez, E. El ser habitado: diseño existencial y procesos de subjetivación

Elpais.com.uy. (2016). Cerro Norte fuera de control. [online] Disponible en: http://www.elpais.com.uy/informacion/cerro-norte-fuera-control-delincuencia.html [Acceso 10 Dec. 2016].

Elpais.com.uy. (2016). Cerro Norte en pie de guerra. [online] Disponible en: http://www.elpais.com.uy/informacion/cerro-norte-pie-guerra-narcos.html [Acceso 10 Dec. 2016].

Haesbaert, R. (2013). Del mito De la Desterritorialización a la multiterritorialidad.

Municipioa.montevideo.gub.uy. (2016). Cerro | municipioa.montevideo.gub.uy. [online] Disponible en: http://municipioa.montevideo.gub.uy/node/185 [Acceso 11 Dec. 2016].

Verón, E. (2004). La semiosis Social. Mexico. Editorial Gedisa.

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Anexo

Diario de campo:

Jueves 22/9/2016 Conocimos el FOICA y su museo. Además tuvimos un espacio de encuentro y charla con los referentes del barrio y otros compañeros.

Jueves 6/10/1016 Conocimos APEX, nos proporcionaron la anterior información recabada por otros equipos y hablamos con nuestro referente de cerro norte y su esposa (Máximo y Beatriz)

Viernes 14/10/2016 Conocimos y recorrimos el territorio, además pudimos conversar con varios vecinos, y conocer el director de teatro del centro comunal del barrio Artigas. Al ir al territorio, tuvimos diversas apreciaciones. Para empezar Máximo se mostró un tanto disgustado con que nos manden a “cerro norte” afirmando de algún modo que donde él vive no es allí, sino en el Barrio Artigas. Además, las fotos que vimos en el encuentro no son de su barrio, sino de lo que corresponde al barrio 19 de abril. De todos modos, pudimos conocer mucho de la zona, el Barrio Artigas, con un salón muy significativo para varios vecinos según nos cuenta Máximo, sobre todo para él tiene un gran significado. Este es de algún modo un lugar de encuentro que posibilita compartir entre vecinos y brindarle oportunidades sobre todo a los jóvenes, lo cual es la preocupación constante de nuestro referente.

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Maxi es una persona muy amable y dispuesta, tanto para ayudar como para que lo ayuden, pero sobre todo, creemos que ve en nosotros una posibilidad de cooperación para brindarles a los más chicos “conocimientos para que vean que hay otras opciones que no son la droga o prostitución”.

Dicho salón fue pintado por otros compañeros que trabajaron en este proyecto, además los muros están pintados con escrituras del estilo “esto es el cerro norte”, lo que nos parece un indicador interesante a estudiar, como ya vimos las personas habitan y son habitadas por el lugar en el que están. También en el techo del lugar hay muchas piedras y han roto los vidrios, por lo que nos cuestionamos qué es lo que despierta para algunos este lugar. Tal vez, hay quienes no se sintieron partícipes ni identificados con la fachada del lugar, por lo que no lo reconocen ni sienten que pertenece a ello, y como modo de rechazo lo invaden.

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En el terreno donde está el salón tiene además unos juegos y es lugar de pasada de la gente del barrio, percibimos que entre las 12 y 13 horas hay bastante flujo de gente, probablemente por la actividad estudiantil. Creemos que estos dos puntos pueden ser importantes para el desarrollo de algunas actividades, desde el punto de vista de la comunicación es un lugar estratégico, que con un plan creemos que se podrían lograr buenos resultado.

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Pensamos en la posibilidad de integrar aquellos jóvenes que se sienten por fuera y lograr decorar el lugar en función de lo que a ellos les gusta, por ejemplo dividir las paredes y pintar una en función de lo que cada uno siente del barrio, por ejemplo no creemos que graffitear sea una mala opción. Es fundamental que en el territorio las personas tengan sentido de pertenencia, pero sobre todo que vivan en comunidad y no se vean como rivales, logrando un punto en común tal vez puede ser el comienzo de lo que se quiere lograr. Nos parece pertinente generar una instancia de intercambio desde los conocimientos de la universidad hacia los habitantes de este barrio.

Apreciamos una arquitectura completamente heterogénea, en cuanto a diseños y materiales, tan sólo pasando de una cuadra hacia otra, en parte por la historia del barrio donde prevalecían las casas habitadas por empleados de los frigoríficos, y también por los diferentes planes de construcción de viviendas que se llevaron a cabo en el territorio.

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Los habitantes del barrio se sienten marginados por el estado y la sociedad, piensan que de alguna manera son olvidados, han ido con propuestas para recuperar lugares históricos con muy buena voluntad y disposición y afirman que no recibieron atención. Nos contaron sobre la visita del intendente Daniel Martínez, pero con cierto disgusto por su modo de presentarse, además de sentir desconfianza hacia sus promesas. Por otro parte nos cuenta sobre una fuerte presencia policial la cual a Maxi le disgusta, porque siente que solo van a reprimir a los jóvenes y cree que no es la medida adecuada para solucionar sus problemas. A su vez, nuestro referente nos cuenta que la mayoría de los niños y jóvenes no se sienten motivados por el estudio, y que sólo asisten a las escuelas y liceos para adquirir la asignación correspondiente, ya que no ven un futuro más allá del alcance familiar; lo cual nos parece un tema importante para generar y reforzar.

Viernes 28/10/2016 Realizamos un recorrido en el transporte personal de nuestro referente, por lugares importantes del territorio. -Terminal del Cerro, Máximo manifiesta disconformidad con ella, de alguna manera lo percibe como algo que llegó a complicar y no como una solución. Consideramos que es un lugar importante, por el transporte, el pasaje de gente y el monumento dentro de la misma, de Ramón Tabárez . Este forma parte del predio de la escuela cuyo nombre le hace honor. Máximo afirma que muy poca gente se interesa por la historia del barrio y no saben, a no ser por alguna actividad, quien fué Tabárez.

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Es importante mencionar, que la zona oeste de Montevideo tiene un centro, por Carlos Maria Ramirez, donde se halla la mayoría de centros comerciales y de servicios que los habitantes del territorio requieran. Tal como la terminal, percibimos algunos lugares hechos en función de quien lo lleva a cabo y no acorde a las personas que se encuentran en el territorio. Probablemente razón por la cual no sientan estos sitios como propios.

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- Viejo boliche de barrio con imagen de Gardel hecha con azulejos.

-Muelle público

-Pata donde giraba puente para que pasen las embarcaciones

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- Isla de Ratas

- Regasificadora (vista desde el muelle)

- Frigorífico Pesquero, abandonado y deshecho

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En este caso, se trata de una construcción de miles de metros cuadrados completamente abandonada, y sin interés de reconstrucción. Ésta podría tener fines industriales, habitacionales o de cualquier otra índole.

- Textil

- Centro cultural “Rescate 11” en donde fué el liceo, importante rol social y cultural de la zona. En el centro hablamos con una de sus coordinadoras Jaqueline Alonso, quien nos contó un poco de la historia del lugar y de las actividades que se realizan, que buscan siempre la participación voluntaria activa de los jóvenes.

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- Cartelera de actividades

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- Aquí observamos un análisis realizado por jóvenes que asisten al centro cultural en el cual refiere a determinadas problemáticas que ellos mismos detectan en los barrios.

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- Club de pesca del Cerro.

- Teatro Florencio Sánchez

Formas de expresión y reclamos en lugares particulares

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En estos muros se pueden observar partes de la historia del barrio generada por los mismos habitantes, lo cual es un gran factor a analizar, la forma de expresión, su identidad colectiva. El medio de manifestar en muros y paredes que se traslada desde muchos años atrás hasta hoy en día.

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Edificación

Las estructuras arquitectónicas son muy variadas, casas construidas por los propios habitantes, vemos algunas con los techos a dos aguas, que según nuestro referente las construían así los habitantes extranjeros, procedentes de ciudades en las que nevaba. Claramente vemos un contraste y una mezcla de culturas expresada mediante la arquitectura del lugar.

Jueves 10 de noviembre: Realizamos una recorrida por gran parte del cerro con la mayoría tanto del equipo docente como nuestras compañeras. Estuvimos por - La Villa del Cerro - Casabó - Santa Catalina - Parte de Cerro Norte.

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Varios de los lugares recorridos no los conocíamos y quedamos gratamente sorprendidas, por lo agradable del territorio en cuanto a lo geográficos. No obstante, también hubo cosas que nos llamaron la atención para mal, como es el asentamiento que hay en la fortaleza, con el cual trabajaremos posteriormente.

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Cerro Norte fuera de control

Ayer a las 15:30, un grupo de policías de la IV Zona debió replegarse, cuando pretendía ingresar al barrio Los Palomares, en Cerro Norte, como constató El País.

Los efectivos bajaban en cinco móviles -dos patrulleros y tres camionetas- por la calle Río de Janeiro, y a la altura del cruce con Pedro Castellino se detuvieron. Quince efectivos policiales apuntaban, con armas de grueso calibre, hacia el Norte, donde a dos cuadras, unas 60 personas, en su mayoría jóvenes portando armas y en posición amenazante, obligaron a los efectivos a replegarse de la zona. Segundos antes que el móvil de El País y la Policía se cruzaran, se escucharon dos detonaciones, pero no se pudo saber fehacientemente si los disparos provenían de la esquina donde los jóvenes cortaban el paso a los efectivos o si venían de otro lado. “¡No te cruces, no te cruces!”, le advirtió un oficial a un subalterno que se aprestaba a cruzar la calle Río de Janeiro, por donde los efectivos pretendían emprender la retirada. Los policías llegaron hasta la esquina de Carlos María Ramírez, donde se reagruparon y salieron del lugar. “¡A los móviles!”, ordenó otro de los oficiales que participaban del operativo. Los efectivos subieron a los vehículos y salieron en distintas direcciones.

A cuatro cuadras de ese lugar, las personas que lograron persuadir a la policía de ingresar a Los Palomares también se iban dispersando poco a poco.

El ambiente era espeso. Diez minutos después que los efectivos se retiraran del lugar, un joven en una moto Kawasaki azul, sin matrícula y sin casco, llegó hasta Carlos María Ramírez, por Río de Janeiro, observó en ambas direcciones y volvió hasta la calle Haití, donde aguardaban todavía buena parte de quienes protagonizaron el incidente.

Luego que el joven en la moto llegó al lugar, casi todos quienes estaban en la esquina de Haití y Río de Janeiro, se terminaron de ir. Esperaban la señal de este joven, asegurando que los efectivos policiales hubieran dejado la zona. La Policía ya no estaba en el lugar.

Una relativa calma volvió a la zona. Debido al repliegue hacia la principal calle del Cerro, hasta el tránsito se vio brevemente conmocionado.

Desde el Ministerio del Interior se informó que ayer, a esas horas, hubo dos intervenciones en Cerro Norte.

La primera de ellas fue luego de una llamada a Mesa Central de Operaciones, en la que se denunciaba un desorden en la vía pública.

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Fue luego de esta intervención que la Policía realizó lo que fuentes del Ministerio del Interior calificaron como “un repliegue ordenado”.

Desde el ministerio sostienen que el repliegue obedeció a que “no había necesidad de un enfrentamiento” ya que “la situación no lo ameritaba”.

En el parte policial, en el que dejaron constancia de los hechos los efectivos que participaron de este operativo, se señaló que el mismo terminó “sin novedad”.

La segunda intervención fue por un problema familiar en una vivienda de Puerto Rico y Guayanas. El llamado fue recibido por Mesa Central de Operaciones cerca de las 15:30 horas. Un móvil llegó al lugar minutos más tarde.

La intervención duró poco más de 15 minutos y también terminó “sin novedad”.

Fuentes allegadas al ministerio confirmaron que “esta intervención no tuvo mayores problemas”.

En un comunicado, firmado por dos de los referentes de la Zona IV, el Inspector Eduardo Darnauchans y el comisario Antonio Da Silva, establecieron que “ambos procedimientos se realizaron según el Protocolo establecido al ingreso de dicha zona, bajo la supervisión de la Oficial Subayudante Sofía González y comunicado en tiempo y forma a la M.C.O. (Mesa Central de Operaciones)”.

Los Palomares

Cerro Norte recibe al visitante con cara de pocos amigos. Circular por las calles y pasajes sin ser reconocido por quienes viven allí es exponerse a una serie de insultos “por las dudas”. Cualquier desconocido siempre es un potencial enemigo.

“Alcahuete”, es el epíteto más suave que dos jóvenes dijeron al pasar, durante una recorrida realizada por El País en la zona. La agresividad natural del barrio parece haberse acentuado aun más en estos días, cuando la guerra entre narcos estalló y salpicó hasta la propia Policía, que fue amenazada en mensajes de Facebook de matar “a todos los milicos que entren en el Cerro Norte”.

En la conferencia de prensa que se llevó a cabo el jueves en la sede de la Zona IV, en el Prado, el jefe policial de Montevideo, Mario Layera, había informado que todo había partido “de una llamada que se recibió en el 911, pero la investigación determinó que esa amenaza se inició con una hipótesis de enfrentamiento proveniente de la propia policía”. Sin embargo, en la pasada jornada, fuentes policiales informaron a El País que hay, efectivamente, grupos organizados que pretenden atentar contra efectivos en la zona.

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Los informantes señalaron que días atrás “se alertó que había grupos fondeados por Santín Carlos Rossi, esperando que pasen los móviles policiales para acribillarlos y quemarlos” y que la forma de que estos llegasen a la zona, era mediante llamados falsos al 911.

Armamento. Las incautaciones realizadas por la Policía dejaron diezmada a una de las bandas que pugnan por el dominio de la venta de drogas en la zona de Los Palomares, en Cerro Norte.

Escopetas calibre 12, revólveres calibre 357 y 45, además de una subametralladora Uzi y un subfusil M1 americano, fueron incautados en un operativo realizado el pasado jueves.

También se requisaron municiones y pasta base.

El jefe de la Guardia Republicana, Rover Yroa, había manifestado en ocasión de la conferencia de prensa brindada junto a Mario Layera, que una de las bandas “había quedado renga”.

No obstante, fuentes policiales no se confían, ya que saben que estos grupos tienen posibilidades de conseguir más armas.

“Se pueden reagrupar fácilmente, por eso no se puede desatender el tema. Por cada arma que les sacamos tienen otras 10 por lo menos”, afirmó un efectivo afectado a los operativos en la zona.

Los vecinos del Cerro Norte, sea que vivan en Los Palomares o no, siguen siendo los grandes rehenes de esta situación. Gustavo atiende uno de los tantos puesto de frutas y verduras sobre Carlos María Ramírez, y vivió en el barrio toda su vida.

“Te terminás acostumbrando. Al principio te molesta escuchar tiros todo el día, pero después es como parte del paisaje”, afirma.

El trabajador señala que “no hay una hora para que comiencen los tiros, pero cuando empiezan no paran hasta la madrugada”.

Como todos los vecinos, Gustavo tiene claro qué es lo que pasa en el barrio. “Nadie se mete, porque se sabe que lo que está pasando acá es por un tema de drogas. Los narcos dominan el barrio, pero nunca queda claro quién es el que domina más, por eso la guerra”, explica el vecino.

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Juan, así pidió ser llamado, trabaja en un taller mecánico, que también está sobre Carlos María Ramírez. También vive en Cerro Norte, cerca de Los Palomares.

“Acá, fuera de lo que son estos enfrentamientos, no pasa nada”, señala el trabajador.

No obstante indica que “muchas personas inocentes han pagado el plato por estos enfrentamientos y han resultado heridas”, dijo recordando el caso del niño de 12 años que días atrás fue baleado en una pierna, cuando quedó en el medio de un tiroteo.

“A esta altura (por Carlos María Ramírez) todavía no llegó esta guerra. Lo máximo que te puede pasar por esta avenida es que en la noche algún pastero (adicto a la pasta base) te robe para comprar más droga en Cerro Norte”, afirmó.

Julián, otro joven trabajador de la zona, admite que su barrio (Cerro Norte) está “salado”, aunque señala que “el Casabó está peor”.

Allí, según Julián, “por lo menos hay tres bandas” que pugnan por el control de las ventas de drogas.

“El tema que hoy Cerro Norte vende a los medios, pero acordate que en unos días va a estar todo el mundo hablando del Casabó”, predijo.

Incautan armas robadas a Policía

Personal del Área de Investigaciones de la Jefatura de Zona operacional III, que abarca al noroeste de Montevideo, realizó ayer un operativo en la zona de Toledo, en el que incautaron 10 kilos de pasta base y varias armas de fuego de grueso calibre. Una de ellas era un revólver Magnum 357 que pertenecía a un oficial de Policía Caminera, robado en el año 2007.

Además, encontraron dos pistolas, tres chumberas, tres rifles calibre 22, un auto, una moto, una katana, una granada y 290 kilos de cafeína.

Jefatura de Policía de Montevideo informó que cinco personas, incluyendo un menor de edad involucrado, fueron detenidas en el operativo.

La Jefatura de Zona operacional III incluye las jurisdicciones de las seccionales 8ª, 12ª, 16ª, 17ª, 18ª y 25ª de Montevideo.

En el detalle de las armas incautadas figuran también una pistola Bersa 380, y una granada de estruendo.

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Los funcionarios del área de Investigaciones se encuentran abocados a desarticular bocas de venta de estupefacientes en el oeste de Montevideo y realizan vigilancia sobre determinadas viviendas donde se sospecha que comercializan drogas.

Cerro Norte en pie de guerra

Hace tres días el ambiente en el Cerro Norte está más espeso que de costumbre. Bandas de narcotraficantes se están disputando terreno de venta, principalmente de pasta base y cocaína. Las armas que incautó la Policía, tras varios allanamientos ayer, dan cuenta mínima del poder de fuego que estas bandas tienen.

En la tarde del martes 10, un joven de 23 años, residente en el Cerro Norte, fue asesinado de seis balazos. Nadie vio nada, pero todos quienes declararon dijeron que se escucharon mucho más que seis tiros. El incidente, ocurrió a las 15:00 horas, en la esquina de Santa Cruz de las Sierra y Bogotá.

A última hora de la tarde del miércoles 11, dos individuos en moto, iniciaron un tiroteo, en la esquina de Santín Carlos Rossi y Pedro Castellino.

Allí murió otro joven y un menor de 12 años, que estaba jugando en la puerta de un taller mecánico, ubicado en esa misma esquina, recibió un disparo en la rodilla, debiendo ser intervenido en la policlínica del Cerro.

Con todos estos hechos, el barrio ya estaba conmocionado. Pero dos allanamientos y un nuevo enfrentamiento entre las bandas de narcos, con la Policía, abrieron un nuevo capítulo en esta historia.

Siete personas fueron detenidas. Según el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, solo dos de los detenidos permanecen para ser indagados por la Justicia.

Además, en conferencia de prensa, el propio Layera señaló que las siete personas que fueron detenidas, están vinculadas a una de las dos bandas que se enfrentaban ayer a la mañana, cuando ocurrió el primero de los allanamientos y donde se incautaron la mayoría de las armas.

En el tiroteo, en el que terminó involucrada la Policía, los narcos, usaban armas cortas y largas, metralletas y hasta una subametralladora Uzi de origen israelí.

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También, había delincuentes que estaban en las azoteas de los palomares de Cerro Norte, con miras telescópicas y chalecos antibalas. Esto llama poderosamente la atención de los investigadores.

Durante la conferencia de prensa que llevó a cabo el jefe de Policía de Montevideo Mario Layera, junto con el jefe de la Guardia Republicana, Rover Yroa, señalaron que los enfrentamientos se dieron entre estas bandas se vienen llevando a cabo hace al menos “una semana”.

Los enfrentamientos son armados y muy violentos según el propio Layera. “Esto determinó que iniciáramos una serie de acciones en el lugar y un protocolo de actuación junto a la Guardia Republicana, para intervenir, ni bien se produjeran los hechos”, afirmó el jerarca.

De estos allanamientos, se pudieron sacar varios elementos que servirán para otras investigaciones pero, por el momento, no se pueden dar a conocer porque “están en plena investigación”, sostuvo Layera.

“Ya sabemos que los delincuentes que estaban operando en esa zona, se fugaron hacia diferentes direcciones”, afirmó Layera, respecto al operativo que se dio en el momento que se producía el enfrentamiento entre narcos.

El accionar policial, que comenzó en la madrugada y se desarrolló por buena parte de la jornada de ayer, dejó algunas pistas respecto a estos delincuentes fugados, por lo que se realizarán nuevos allanamientos en la presente jornada.

Amenazas.

Desde hace varios días, en la red social Facebook, circula una supuesta amenaza de parte de delincuentes y narcotraficantes, quienes prometen “limpiar a cualquier milico que entre al Cerro Norte”. Esto, sumado a los dos últimos ataques que se dieron en Colón y Cerro Norte, contra unidades policiales, dio lugar al inicio de una investigación por parte de la división Investigaciones de la Zona 4.

“Hace varios días que esta amenaza está circulando, principalmente entre grupos de policías”, admitió Layera.

“Todo partió de una llamada que se recibió en el 911, donde se alertaba que grupos armados de delincuentes iban a ejecutar policías. Se siguió la cadena y se inició una investigación inmediata que determinó que esta amenaza inició con una hipótesis de enfrentamiento”, agregó el jerarca.

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El origen de estas amenazas, se dio por parte de los propios policías, según Layera, quien se mostró preocupado por el poder de fuego que tienen las bandas de narcos en el Cerro Norte, aunque no se circunscriben solamente a esa zona, ya que no se descarta que en barrios como Marconi o Casavalle, haya bandas tan armadas o más que las de este barrio.

Igualmente el jefe policial destacó que la mayor parte del tiempo esas armas las utilizan “contra ellos mismos”, aunque “también pueden ser utilizados contra la población civil en asaltos, copamientos y rapiñas”.

Sobre el origen de las armas, tanto Layera como Yroa afirmaron que son variadas.

“Hay armas que pertenecen al mercado civil y que están a la venta en cualquier armería”, señaló Yroa.

“Las municiones son algunas originales y otras recargadas. También encontramos armas semiautomáticas”, dijo Yroa. Pero el jerarca de la Guardia Republicana admitió que el uso de las armas son sumamente peligrosas por que están modificadas para ampliar su poder de fuego.

“Incluso se encontraron vainas pertenecientes a estas armas, en escenas de crímenes y tiroteos”, señaló.

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