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EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL

Guillermo Meléndez Hevia y Enrique Peñalver Mollá Coordinadores

I Jornadas sobre el Patrimonio de la provincia de Teruel. Paleontología

Rubielos de Mora, 24, 25 y 26 de septiembre de 1998

Teruel, 2002 Comité científico Dr. Luis Alcalá Martínez Dr. François Atrops Dr. Peter Carls Dra. Gloria Cuenca Bescós Dra. Carmen Diéguez Dr. Sixto Fernández López Dr. Eladio Liñán Guijarro Dr. Xavier Martínez Delclòs Dr. José Luis Sanz García Revisores de los manuscritos Luis Alcalá Martínez Antonio Arillo François Atrops Beatriz Azanza Eduardo Barrón Peter Carls Gloria Cuenca Bescós Graciela Delvene Carmen Diéguez Sixto Fernández López Jaume Gallemí Paulet Jordi Guillem Martínez Eladio Liñán Guijarro Ana Márquez Aliaga Carles Martín Closas Xavier Martínez Delclòs Guillermo Meléndez Plinio Montoya Belló Miguel Pardo Alonso Enrique Peñalver Fernando Robles Cuenca Sergio Rodríguez García Esteban José Sánchez Ferris María de los Ángeles Álvarez Sierra Celia Soria Llop

Edición: Instituto de Estudios Turolenses Coordinadores: Guillermo Meléndez Hevia Enrique Peñalver Mollá Cubierta: Ejemplar hembra de avispa ichneumónida de la subfamilia Cryptinae hallado en los sedimentos de origen lacustre del Mioceno Inferior de Rubielos de Mora (afloramiento Río Rubielos 2). Se encuentra depositado en el Museo de Pale- ontología de la Universidad de Zaragoza con la sigla de inventario MPZ-96/6. Diseño de la cubierta: Víctor M. Lahuerta Impresión: INO Reproducciones, S.A. Ctra. Castellón, km. 3,800. 50013 Zaragoza ISBN: 84-86982-25-1 Depósito legal: Z-3.310/2002 © de los textos, los respectivos autores, 2002 © de la presente edición, Instituto de Estudios Turolenses, 2002 Hecho e impreso en España / Made and printed in Spain En memoria del paleontólogo Remmert Daams

Conocí a Remmert hace ahora 25 años, fue en casa de Nieves López, que por aquel entonces realizaba su doctorado en Montpellier. Aquellos días previos a un viaje a Bratis- lava, donde se iba a celebrar el VI congreso del CRMNS, compartimos techo y suelo en casa de Nieves, y más tarde los días del congreso y el viaje de vuelta junto con Dolores Soria y Nieves, incluyendo una parada en Basilea, con visita al magnífico Museo y una tarde de cine (Tommie). Yo entonces ignoraba que gran parte de mi actividad científica iba a estar estrecha- mente vinculada a Remmert. Primero, a principios de los años 80, con el estudio del Ram- bliense, luego casi una década de investigación en la Depresión Intermedia, la cuenca de Loranca, como a él le gustaba llamarla y cuyo nombre puso a su primera hija española. Ya más tarde, vinculado al Museo y luego como Catedrático de la Universidad Complutense, sumergidos en el Aragoniense y otros miocenos de la cuenca de Calatayud-Teruel. Para mí Remmert sigue entre nosotros, es difícil, si no imposible, visitar los lugares, muestrear los yacimientos sin acordarnos de él. Paleontólogo de campo, amaba el campo, le gustaba la gente, los bares, las terrazas, hablar, reír. Pero también era un trabajador in- fatigable, en el campo y en el laboratorio, rígido, cumplidor..., una mezcla única de holandés recriado en España. Remmert Daams ha contribuido de forma decisiva al desarrollo de la micropaleon- tología de mamíferos española, en particular a la bioestratigrafía continental y a la inter- pretación paleoclimática de las asociaciones de roedores. Pero su huella va mucho más lejos que estas escuetas frases, o que una lista de publicaciones, él inculcó el amor al trabajo de campo, la rigurosidad en la formación de las colecciones, en los trabajos sistemáticos y en sus interpretaciones. Fue el mejor relaciones públicas de la Paleontología de mamíferos es- pañola, tanto en las reuniones internacionales como nacionales y, sin duda, a él le debe- mos gran parte del prestigio que goza nuestra investigación en España y en el extranjero. Remmert nos enseñó a todos, a los que formó como alumnos y a los que investigamos jun- tos, una manera de trabajar, una manera de hacer la Paleontología, una manera de diver- tirnos cumpliendo con nuestra obligación. No me despido Remmert, algunos seguimos tra- bajando junto a ti. Jorge Morales, Madrid 11 de diciembre de 2000.

“En el término de el Lugar de Concut, distante una legua de la Ciudad de Teruel, Reino de Aragón, hai un sitio de un quarto de legua de longitud, y medio de latitud, de el qual en qualquiera parte que se cabe, se encuentran piedras, que representan varios huessos de el cuerpo humano, y otras, que representan huessos de bestias” Feijoo, 1736

Presentación

El presente volumen, primero de la serie que sobre el patrimonio de la pro- vincia de Teruel aborda el Instituto de Estudios Turolenses, recoge las ponencias y comunicaciones presentadas en las I Jornadas sobre el Patrimonio de la provincia de Teruel, celebradas en Rubielos de Mora en septiembre de 1998, y dedicadas en su primera edición al patrimonio paleontológico. La reunión de Rubielos de Mora, celebrada entre los días 24 y 26 de sep- tiembre de 1998, contó con la participación de casi un centenar de investigado- res relacionados con la paleontología turolense y preocupados por la problemática referente a la definición, valoración y conservación del patrimonio. Esto abarca por un lado los yacimientos y secciones especialmente señaladas (patrimonio in- mueble) y por otro las colecciones paleontológicas existentes en los numerosos centros de investigación, museos y en instituciones privadas, así como en colec- ciones particulares (patrimonio mueble). La preocupación por esta temática no era falaz ni injustificada: algunos de los yacimientos paleontológicos de la provincia se cuentan entre los más importantes del mundo en su categoría por motivos muy diversos. Entre los vertebrados terrestres, los yacimientos de mamíferos terciarios localizados en la provincia de Teruel mantienen una importancia excepcional por su contenido fosilífero y por su aportación a las escalas estratigráficas de referencia por constituir la localidad y el estratotipo de los pisos Turoliense, Alfambriense y Rambliense. Los yacimientos de anfibios fósiles en Libros, al sur de Teruel, han proporcionado los restos fósiles de Rana más completos y valiosos conocidos, con- sistentes en esqueletos articulados con impresiones de las partes blandas. Los ya- cimientos de vertebrados mesozoicos de Galve y Peñarroya han aportado los res- tos óseos de dinosaurios del Jurásico Superior y Cretácico Inferior más completos de la península hasta la fecha. Por su parte, las sucesiones de materiales meso-

7 PRESENTACIÓN zoicos de la provincia, especialmente del Jurásico marino, contienen algunas de las secciones más relevantes en el contexto español y europeo, por su contenido en invertebrados fósiles, y han servido como sección de referencia para distintos intervalos, constituyendo la localidad-tipo de numerosos taxones. Respecto a una elevada paleodiversidad y hallazgo frecuente de nuevas formas fósiles también se pueden incluir los yacimientos de insectos fósiles, como el de la emblemática lo- calidad de Rubielos de Mora, en donde cabe reconocer un Fossil-Lagerstätte en las margas bituminosas del Mioceno, o el recientemente descubierto yacimiento con restos de insectos en ámbar del Cretácico Inferior. Los yacimientos paleobotáni- cos de la provincia de Teruel son asimismo de notable importancia, como el ya mencionado Lagerstätte de Rubielos de Mora, o los yacimientos de Castellote, al- rededores de Montalbán, los travertinos del río Matarraña en Beceite, etc. Este enorme conjunto paleontológico ha llevado a diferentes especialistas a defender el territorio de la provincia de Teruel como depositario del mayor patri- monio paleontológico de la Península, tanto por la riqueza y relevancia de los gru- pos representados como por la continuidad y el carácter completo del registro fósil contenido en dicho territorio, desde materiales del Cámbrico (en los límites con la provincia de Zaragoza) hasta del Cuaternario, como por ejemplo el importan- tísimo yacimiento de vertebrados de La Cueva de Las Graderas, en Molinos. Con este material inabarcable en sus manos, los participantes en este primer encuentro sobre patrimonio turolense se reunieron con el doble objetivo de intentar definir, catalogar y valorar el patrimonio paleontológico de la provincia, y de pro- mover un doble debate, científico por un lado y político por otro, sobre la rele- vancia cultural, científica y social de dicho patrimonio. Se intentó, por tanto, en- contrar puntos de aproximación entre los encargados de estudiar, definir y valorar el patrimonio paleontológico y los responsables de su protección y definición legal. Fue por tanto especialmente de agradecer la participación activa, en las sesiones y debates, de las diversas autoridades políticas del Gobierno de Aragón, encargadas en aquel momento de la Sección de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico den- tro de la Dirección General correspondiente, de los diversos representantes de en- tidades relacionadas con el Patrimonio histórico y cultural (Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico), así como de los representantes de las corporaciones mu- nicipales tanto de Rubielos de Mora, cuyo alcalde actuó de anfitrión, cediendo el salón de reuniones del Ayuntamiento, como de otras poblaciones de la provincia señaladas por la importancia de los yacimientos paleontológicos. La primera sección de las tres en que se estructura este volumen, el cual re- fleja en cierto modo el desarrollo y los contenidos de las sesiones científicas que tuvieron lugar durante las jornadas, integra el desarrollo legislativo y las actua- ciones del Gobierno de Aragón en este campo (J.A. Andrés y J.I. Royo Guillén), y una valoración comparativa de los problemas del patrimonio paleontológico en Inglaterra y en España (K.N. Page). En conjunto, estos textos aportan datos de im- portancia para abordar los problemas relativos a la protección y conservación del patrimonio paleontológico de las tierras turolenses.

8 El Patrimonio Paleontológico de Teruel

En la segunda sección se reúnen los trabajos de carácter descriptivo sobre los principales yacimientos de la provincia, comenzando con el inventario general del patrimonio de la provincia (M. Soria) deteniéndose en los aspectos más relevan- tes. Esta segunda parte presenta un extraordinario interés pues constituye el ver- dadero banco de datos del patrimonio inmueble de la provincia y aporta un estudio pormenorizado de numerosos yacimientos paleontológicos que deberían pasar a constituir los primeros candidatos para su denominación como Puntos de Espe- cial Interés Paleontológico (PEIP) en el seno de la Sociedad Española de Paleon- tología. El recorrido incluye fundamentalmente los yacimientos mesozoicos y ter- ciarios, y abarca los invertebrados, vertebrados y plantas fósiles. Los yacimientos de invertebrados mesozoicos incluyen los del Jurásico del río Martín, de la Sierra de Albarracín y del Valle del Jiloca (Sierra Menera y Sie- rra Palomera), descritos por G. Meléndez y otros. En el Cretácico del municipio de Rubielos de Mora se describe asimismo el yacimiento de Arroyo de la Pascueta, por el reciente descubrimiento de insectos conservados en ámbar (E. Peñalver y X. Martínez Delclòs). Entre los invertebrados neógenos destaca la descripción de los yacimientos de insectos fósiles en el Neógeno de la cuenca de Rubielos de Mora (E. Peñalver y otros). Este yacimiento se analiza desde una doble vertiente, una más directa- mente descriptiva, principalmente sobre los restos de plantas fósiles (E. Barrón), y otra en donde se discuten las medidas de conservación y gestión patrimonial. Los trabajos sobre vertebrados terrestres se centran en los yacimientos neó- genos (si bien durante la reunión se abarcó un número considerablemente mayor de presentaciones). Estos trabajos son los llevados a cabo por Luis Alcalá sobre la Fosa de Teruel y Dolores Pesquero y colaboradores sobre la depresión de Sarrión. Merece aquí una mención especial la descripción de los yacimientos de ranas fó- siles de Libros por su importancia patrimonial e histórica (L. Luque y L. Alcalá). Por su parte, la descripción de los yacimientos del área-tipo del Rambliense es abordada por Mª. Ángeles Álvarez Sierra y nuestro compañero, tristemente fa- llecido en fechas recientes, Remmert Daams. A la figura de este paleontólogo in- fatigable, cuya carrera se ha visto truncada prematuramente, ha sido dedicado el presente volumen, con la inclusión de una sentida necrológica por nuestro com- pañero Jorge Morales. La tercera gran sección del volumen recoge los textos de las presentaciones sobre las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel conservadas en mu- seos y centros de investigación nacionales y extranjeros. Esta sección tiene un in- terés añadido al constituir un primer recuento de los bienes paleontológicos de la provincia que se encuentran catalogados y estudiados o en proceso de estudio. Constituye de esta manera una primera aproximación al patrimonio mueble de la provincia y un exponente de la inmensa riqueza patrimonial de la misma. Además, constituye un indicador inexorable de la enorme carencia de centros museísticos y de investigación de la provincia, como se repite insistentemente en casi todas las ponencias expuestas en las Jornadas. Entre los centros y colecciones reseña-

9 PRESENTACIÓN dos se encuentran el Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza (E. Liñán); las colecciones de vertebrados en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (L. Alcalá); los tipos de invertebrados fósiles de este mismo museo (C. Diéguez y A. Montero); los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia (E.J. Sánchez Ferris y otros), así como los del Museo de Geo- logía de la Universitat de València (A. García Forner y otros. Los fósiles del Triá- sico de Teruel en este mismo museo son objeto de recuento y evaluación en otro trabajo (A. Márquez y otros). Cierra esta sección el trabajo, cuyo autor es Abel Prieur, conservador de las colecciones del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Claude Bernard de Lyon (Francia), que trata sobre las colecciones de mamíferos fósiles depositadas en dicha institución, lo que permite intuir que el material turolense alojado en centros extranjeros tendrá probablemente gran- des novedades que aportar en el futuro. Pero la lista completa de museos españoles o extranjeros que cuentan con un nutrido número de fósiles de Teruel en sus fon- dos sería muy larga; algunos de los más importantes y que no han sido tratados en este volumen son el Museu de Geologia y el Museo del Seminario de Barcelona, la colección de la Universidad de Utrech, el Muséum National d’Histoire Nature- lle de París, etc. Las Jornadas concluyeron con la presentación de las medidas posibles de pro- tección, gestión y desarrollo a cargo de G. Meléndez y C. Soria Llop, y una mesa redonda sobre las perspectivas de desarrollo y gestión del patrimonio paleontoló- gico turolense que no se ha transcrito para su publicación. En el volumen se incluyen varios trabajos que no se presentaron en las Jor- nadas de Rubielos pero que completan el panorama del patrimonio paleontológi- co de la provincia de Teruel. Así se analizan: el marco legal y la política de con- servación (J. Morales y otros); la descripción de los yacimientos de moluscos fósiles del norte de la Fosa de Teruel (J. Albesa); los yacimientos de vertebrados de la cuen- ca de Rubielos de Mora (P. Montoya); los restos de plantas en los travertinos del río Matarraña (E. Peñalver y otros). Por otro lado, el material de coralarios tabu- lados del Devónico alojados en la Universidad de Oviedo (Colección Dereims) es igualmente descrita y catalogada por Esperanza Fernández y Francis Tourneur. Por último, merece una mención especial, por las dificultades que ha supuesto su re- copilación, la aportación de Emilio Castro sobre las colecciones paleontológicas de los colegios de La Salle con la inclusión de una breve reseña biográfica de Rafael Adrover, así como un sorprendente relato, respecto de las ranas de libros, que ilus- tra lo que fue parte de la paleontología española con anterioridad a la legislación actual sobre patrimonio. Para poder obtener una visión rápida del estado del patrimonio turolense in- mueble y mueble tratado en este volumen, los artículos que versan sobre los ya- cimientos paleontológicos y sobre las colecciones museísticas presentan unos grá- ficos en los que se evalúan, respectivamente, los riesgos de destrucción o deterioro de los yacimientos, así como los aspectos de importancia patrimonial de las co- lecciones. Esto es así excepto en algunos artículos que han realizado evaluaciones

10 El Patrimonio Paleontológico de Teruel semejantes y mucho más detalladas. En uno de ellos, sobre los vertebrados de la Fosa de Teruel, por Luis Alcalá, se realiza una interesante propuesta de modelo de evaluación para yacimientos que puede constituir un criterio común a seguir en el futuro por toda la comunidad de paleontólogos. En conjunto, se puede decir que el presente volumen recoge una parte sus- tancial del trabajo desarrollado durante los días que duró esta reunión y que re- fleja el trabajo posterior de muchos de los participantes y ponentes por ultimar los trabajos de acuerdo a la visión que actualmente se tiene respecto a la conserva- ción del patrimonio paleontológico y que se discutió y matizó durante dicha reu- nión. Así, queda a disposición de la comunidad científica, la sociedad y las au- toridades políticas un inventario, detallado aunque no completo, del patrimonio paleontológico de Teruel, el cual recoge la esencia de las numerosas ideas que se discutieron durante las sesiones. El volumen incluye asimismo un conjunto de ar- tículos no presentados en el congreso que complementan el inventario paleonto- lógico de la provincia. De esta manera se ha podido enriquecer notablemente los resultados del congreso de cara a la publicación del volumen. Únicamente nos queda manifestar nuestro sincero agradecimiento a los au- tores, por su esfuerzo y su generosidad al comprometerse con su participación y aportar sus conocimientos sobre los fósiles y yacimientos turolenses. Asimismo, al Comité científico y al nutrido grupo de especialistas que han revisado exhaus- tivamente los manuscritos y han contribuido de forma considerable al resultado final del volumen. Agradecemos a las instituciones patrocinadoras, el Ayunta- miento de Rubielos de Mora, Gobierno de Aragón, Universidad de Zaragoza, Uni- versidad de Valencia y Sociedad Española de Paleontología, su generosidad y su ayuda desinteresada. Una mención especial merece el Instituto de Estudios Tu- rolenses que, en su 50 aniversario, no escatimó esfuerzos en la organización de la reunión, ni tampoco ahora en la publicación del volumen, primero de una serie editorial sobre Patrimonio turolense. Asimismo, nuestro reconocimiento a las au- toridades del Gobierno de Aragón y de la Dirección de Patrimonio, a la cual per- tenecen, como miembros del equipo de la Jefatura de Servicio de Patrimonio Ar- queológico y Paleontológico, Vicente Domingo y J. Antonio Andrés, los cuales dieron muestra, con su participación, de una sensibilidad hacia estos temas hoy día bastante escasa. Por último, queremos mostrar muy especialmente nuestra gra- titud al Ayuntamiento de Rubielos de Mora, y en concreto al alcalde, Ángel Gra- cia, que prodigó esfuerzos para poner al alcance de los participantes y de los or- ganizadores todos los medios e instalaciones de la corporación municipal. A todos les transmitimos nuestro más sincero reconocimiento, con el convencimiento de que sin ellos nada de esto habría sido posible. Es nuestro deseo que el esfuerzo realizado hasta ahora, materializado en el presente libro, pueda servir en el futuro de ejemplo y/o modelo de actuación para las administraciones cuyos territorios albergan un rico patrimonio paleontológico.

Guillermo MELÉNDEZ HEVIA Enrique PEÑALVER MOLLÁ

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Programa de las I Jornadas sobre el Patrimonio de la provincia de Teruel. Paleontología

Jueves, 24 de septiembre

16,30 h. Recepción de los participantes y entrega de documentación. 17,30 h. Acto de apertura de las Jornadas. PRIMERA SESIÓN CIENTÍFICA: LEGISLACIÓN SOBRE PATRIMONIO Y ACTUACIONES 18,00 h. Ponencia de D. JOSÉ ANTONIO ANDRÉS MORENO sobre Desarrollo legal del Patrimonio Paleontológico y actuaciones de la Dirección Ge- neral de Cultura y Patrimonio de la DGA. 19,00 h. Comunicaciones: La preservación del Patrimonio Paleontológico por el Grupo de Es- tudios Masinos y el Museo de Mas de las Matas (Teruel), iniciativas desde la sensibilización social, por D. Javier Adán, D. José Ignacio Ca- nudo, D. José Bienvenido Díez, D. Javier Ferrer, D. Antonio Martín Cos- tea, D. Pablo Muñoz-Barragán y D. José Luis Oliveros. La Carta paleontológica de Aragón en Teruel, por D. Eladio Liñán, José Andrés y José Bienvenido Díez. Futuro de Rubielos de Mora: ¿como Murero o como Libros?, por D. Eladio Liñán, D. José Andrés, D. José Bienvenido Díez, D. Javier Ferrer y D. Pablo Muñoz-Barragán. La conservación del Patrimonio Paleontológico en Inglaterra: ¿le- gislación o concienciación?, por D. Kevin N. Page.

Viernes, 25 de septiembre

SEGUNDA SESIÓN CIENTÍFICA: YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS 9,00 h. Ponencia de Dña. MONSERRAT SORIA VERDE sobre Inventario gene- ral del Patrimonio Paleontológico de Teruel.

13 PROGRAMA

10,00 h. Comunicaciones: Yacimientos de invertebrados del Paleozoico del norte de la provin- cia de Teruel, por D. Peter Carls. El registro fósil jurásico de Camarena de la Sierra, por D. José Bien- venido Díez, D. José Ignacio Valenzuela-Ríos y Dña. Rosa M.ª Martínez- González. Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Alba- rracín (Rama Castellana de la Cordillera Ibérica), por D. Guillermo Meléndez, D. Sixto Fernández-López, Dña. Isabel Pérez-Urresti, Dña. Julia Bello, Dña. Graciela Delvene, Dña. M.ª José Comas-Rengifo y D. Antonio Goy. Yacimientos paleontológicos en el valle del Jiloca (Sierra Menera y Sierra Palomera: Rama Castellana de la Cordillera Ibérica), por D. Gui- llermo Meléndez, D. Sixto Fernández-López, Dña. Isabel Pérez-Urresti, Dña. Graciela Delvene, Dña. M.ª José Comas-Rengifo y D. Antonio Goy. Importancia patrimonial de Arroyo de la Pascueta, un yacimiento de ámbar cretácico en Rubielos de Mora (Teruel), por D. Enrique Peñalver y D. Xavier Martínez-Delclós. Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-La- gerstätte mioceno de Rubielos de Mora (Teruel), por D. Enrique Pe- ñalver, D. Xavier Martínez-Delclós y D. Eduardo Barrón. 11,30 h. Descanso. 12,00 h. Los yacimientos de vertebrados fósiles de la fosa de Teruel, por D. Luis Alcalá. Yacimiento paleontológico del límite plioceno-pleistoceno de La Pue- bla de Valverde (Teruel), por D. José Ignacio Lorenzo Lizalde y Dña. Cristina Sinusía García. Interés patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros (Teruel), por D. Luis Luque y D. Luis Alcalá. Yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión, por Dña. Dolores Pesquero, Dña. Begoña Sánchez y D. Luis Alcalá. El dinosaurio de Peñarroya de Tastavins: un modelo de actuación pa- leontológica, por D. Rafael Royo Torres, D. José Ignacio Canudo, D. José L. Barco y Dña. Gloria Cuenca Bescós. 13,15 h. Presentación de los paneles: El área tipo del Rambliense (Mioceno inferior, norte de Teruel), por Dña. M.ª Ángeles Álvarez Sierra y D. Remmert Daams. Material paleontológico de la provincia de Teruel en el Museo de Geo- logía de la Universitat de València, por Dña. Anna García-Forner, Dña.

14 I Jornadas sobre el Patrimonio de la Provincia de Teruel

Brígida Gil, D. Jorge Guillem, Dña. M.ª Ángeles Maroto, D. Carlos Mar- tínez y D. José A. Villena. Las pistas fósiles de Bueña (Teruel): ejemplo de conservación y di- vulgación del Patrimonio Paleontológico Aragonés, por D. E. Gil Bazán, D. J.M. Calvo Hernández y D. J.A. Andrés Moreno. Bivalvos del Triásico de Teruel en el Museo de Geología de la Uni- versidad de Valencia, por Dña. Ana Márquez-Aliaga, Dña. Ana García- Forner y D. Pablo Plasencia. Material tipo de invertebrados fósiles de Teruel en el Museo Nacio- nal de Ciencias Naturales (CSIC), por D. A. Montero y Dña. C. Diéguez. Yacimientos paleontológicos del Jurásico medio y superior del río Guadalope, por Dña. Isabel Pérez-Urresti, Dña. Graciela Delvene, D. Ja- vier Ramajo, D. Guillermo Meléndez y Dña. Julia Bello. Presentación del censo de ejemplares de fósiles procedentes de la pro- vincia de Teruel en las colecciones del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Lyon (Francia), por D. Abel Prieur. Yacimientos paleontológicos del Jurásico del río Martín (Teruel), por Dña. Montserrat Soria, Dña. Graciela Delvene, Dña. Isabel Pérez Urres- ti, D. Guillermo Meléndez, Dña. Julia Bello y D. Javier Ramajo.

TERCERA SESIÓN CIENTÍFICA: MUSEOS Y COLECCIONES 16,30 h. Ponencia de D. ELADIO LIÑÁN sobre La gestión del Patrimonio Pa- leontológico: actuación del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza. 17,30 h. Comunicaciones: La colección de vertebrados fósiles turolenses del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), por D. Luis Alcalá. Los fondos de fósiles turolenses del Museo Paleontológico de Valen- cia, por Dña. Margarita Belinchón y D. Enrique Peñalver. Fauna del yacimiento de la Tejería de Josa (Teruel) y la colección de- positada en la UAB, por D. Antoni Grauges y D. Ricard Martínez. 18,15 h. Descanso.

18,45 h. CUARTA SESIÓN CIENTÍFICA: YACIMIENTOS PALEOBOTÁNICOS Los bienes paleontológicos en los Parques Culturales, dos ejemplos en el Parque del Río Martín: la flora de Weichselia reticulata y los bio- hermos algales cretácicos de la formación Escucha, por D. José Bien- venido Díez, D. José Andrés, D. José Ignacio Canudo, D. Javier Ferrer, D. Pablo Muñoz-Barragán y Dña. Ana Rosa Soria.

15 PROGRAMA

El material paleontológico y las explotaciones mineras de Teruel, por D. José Bienvenido Díez, D. Javier Ferrer, D. Pablo Muñoz-Barragán, D. Roberto H. Wagner y D. José Andrés. La riqueza paleobotánica de Rubielos de Mora, por D. Javier Ferrer, D. Paul Roiron, D. Eladio Liñán, D. José Bienvenido Díez y D. Pablo Muñoz- Barragán. El registro paleobotánico en Teruel, por D. Pablo Muñoz-Barragán, D. Javier Ferrer y D. José Bienvenido Díez. Los yacimientos de troncos fósiles de Utrillas, por D. Pablo Muñoz-Ba- rragán, D. Javier Ferrer, D. José Bienvenido Díez y D. Luis Miguel Sender.

Sábado, 26 de septiembre

QUINTA SESIÓN CIENTÍFICA: ESTADO ACTUAL Y PROBLEMÁTICA DEL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO 9,00 h. Ponencia de D. Guillermo Meléndez sobre Presente y futuro del Pa- trimonio Paleontológico de Teruel: medidas de protección, gestión y proyección social. 10,00 h. Descanso. 10,30 h. Mesa redonda sobre Perspectivas de desarrollo y gestión del Patri- monio Paleontológico de Teruel. Intervienen: •D. Vicente Domingo López, Jefe del Servicio de Patrimonio Cultural de la DGA. •D. Fernando García Vicente, Justicia de Aragón. •D. José Román Roda Segura, Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Peñarroya de Tastavins. •D. Luis Alcalá Martínez, Vicedirector de Exposiciones y Programas Pú- blicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). •D. Jaime D. Vicente Redón, Director del Museo de Teruel. Moderador: D. Guillermo Meléndez Hevia, Jefe de la Sección de Paleon- tología del Instituto de Estudios Turolenses. 13,30 h. Acto de clausura de las Jornadas. 17,00 h. Visita a los yacimientos con insectos fósiles de la cuenca miocena de Ru- bielos de Mora (Teruel).

16 Evaluación y sistematización. Interpretación de las gráficas

Los autores de los distintos artículos evaluaron una serie de riesgos potenciales o rea- les para cada yacimiento, que pueden poner en peligro la integridad de un yacimiento hasta un grado máximo, que coincidiría con la destrucción total del mismo. Los coordinadores han elaborado un único tipo de gráfica con dichas evaluaciones para hacer más sencilla la comparación entre yacimientos y la comprensión de la situación de riesgo asociada a cada uno de ellos. En estas gráficas, autoexplicativas, se ha optado por un código de color de forma que los tonos de gris más oscuros indican un mayor riesgo potencial o real, el cuadrado blanco indica un riesgo nulo, tal como se puede apreciar en el ejemplo aquí ilus- trado.

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTO Travertinos río Matarraña explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Los riesgos que han sido ponderados por los autores son: 1. Erosión. 2. Explotaciones mineras. 3. Urbanizaciones. 4. Obras públicas (ensanches de carreteras, nuevas vías de comunicación, autovías, AVE, canalizaciones, embalses o pantanos, etc.). 5. Vertederos (escombros, basuras y vertidos). 6. Expolio o grado de expolio y/o destrucción real del yacimiento. 7. Susceptibilidad al expolio (un yacimiento será más susceptible al expolio en razón de su riqueza, espectacularidad de los fósiles, facilidad de acceso o extracción, etc.). 8. Vulnerabilidad y fragilidad ante el expolio (un yacimiento será más vulnerable y frágil cuanto más fácilmente destruible sea, en razón de su escaso desarrollo lateral o escasa potencia, cuando los fósiles son escasos, cuando las actividades ilegales de excavación aceleran en gran medida la erosión natural, etc.). Igualmente, los autores de los distintos artículos evaluaron una serie de aspectos re- lacionados con las colecciones, los cuales se han considerado importantes y permiten una impresión rápida de las características de interés patrimonial de cada una de ellas. Los edi- tores han elaborado un mismo tipo de gráfica con dichas evaluaciones para hacer más sen- cilla la comparación y comprensión. También aquí se ha asociado a las valoraciones un có-

17 EVALUACIÓN Y SISTEMATIZACIÓN. INTERPRETACIÓN DE LAS GRÁFICAS

digo de color, de forma que los tonos de gris más oscuros reflejan valoraciones más favo- rables de los distintos aspectos patrimoniales. En la siguiente gráfica se muestran las valo- raciones establecidas para cada uno de los aspectos de importancia patrimonial y el códi- go de color asociado.

colecc. muy ningún inade- malo nula nula nulo reciente baja tipo cuado

V poco varios poco A regular baja escasa escasa bajo L reciente tipos adecua. O R colecc. muchos adecua- A bueno alta alta alta medio C antigua tipos do I O N muy muy com- sólo com- com- óptimo alto E antigua bueno pleta tipos pleta pleta S

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Los aspectos de importancia patrimonial que han sido ponderados por los autores son los siguientes: 1. Carácter histórico; se ha valorado desde colecciones formadas en los últimos años, o colección reciente, hasta colecciones del siglo XIX o anteriores que aparecen en la gráfica como colección muy antigua. 2. Estado de conservación; este aspecto se refiere a los eventuales deterioros que pue- den haber sufrido los ejemplares de la colección una vez extraídos y almacenados, y no al estado de conservación de los fósiles por los procesos tafonómicos, y ha com- prendido desde colecciones muy deterioradas o en estado malo hasta colecciones muy bien conservadas o estado muy bueno. 3. Integridad; este aspecto está relacionado con el anterior y se refiere al carácter más o menos completo en relación con el número de ejemplares originalmente en la co- lección y del que se tuviese conocimiento por ejemplo por los trabajos. Comprende desde integridad muy baja, cuando gran parte de la colección se ha perdido, hasta integridad completa. 4. Tipos; la presencia de ejemplares-tipo en una colección es un aspecto patrimonial y científico de gran importancia y por ello ha sido evaluado desde colecciones que no contienen ningún tipo hasta colecciones formadas exclusivamente por tipos (sólo tipos). 5. Catalogación; se refiere al grado de siglado y registro del conjunto de ejemplares y oscila entre una catalogación nula hasta una completa. 6. Informatización; este aspecto está relacionado con el anterior y se refiere al grado de mecanización informática que tan importante es para búsquedas rápidas, inter- cambio de datos entre instituciones, gestión de las colecciones, etc. Los gradientes es- tablecidos para la evaluación son idénticos al anterior. 7. Almacenamiento; referido a la situación actual de conservación y almacenamiento o a las perspectivas a corto plazo, como son la estabilidad del museo, condiciones físi- cas y ambientales de almacenamiento, etc. Se ha evaluado con una escala que oscila entre un almacenamiento inadecuado hasta uno óptimo. 8. Interés didáctico; este aspecto intenta reflejar el interés museístico y didáctico, real o potencial, del conjunto de ejemplares de la colección, es decir, su aprovechamiento como elementos de exposición dadas sus características. Se ha evaluado desde un valor nulo hasta un valor alto, este último indicaría una colección formada por ejem- plares permanentemente expuestos o con características idóneas para ser expuestos y servir como ejemplos de los diversos aspectos de la Paleontología.

18 LEGISLACIÓN Y GESTIÓN

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 21-44

Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la D.G.A. Legal development of palaeontological heritage and the role of the Department of Cultural Heritage of Aragón Government (D.G.A.)

José Antonio ANDRÉS MORENO y José Ignacio ROYO GUILLÉN

Diputación General de Aragón, Departamento de Cultura y Turismo, Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales. Edificio Pignatelli, Paseo María Agustín, 36. E-50004 Zaragoza. España. e-mail: [email protected]

RESUMEN El presente trabajo explica la metodología utilizada en la Comunidad Autónoma de Aragón para la gestión integral del patrimonio paleontológico. Esta metodología está basada en la legislación estatal y autonómica, tanto en la propiamente cultural como en la desarrolla- da en otros sectores. El trabajo se estructura en tres bloques: legislativo, administrativo y ejecutivo. Palabras clave: patrimonio paleontológico, legislación, gestión, Aragón, España.

ABSTRACT The present work explains the methodology used in the Autonomous Community of Ara- gón for the integrated action on the Paleontological Heritage. This methodology is based on the application of national and regional (autonomic) laws about both cultural heritage and other related fields of interest. The paper is structured in three sections: legislative, ad- ministrative and executive. Keywords: Paleontological Heritage, legislation, heritage management, Aragón, Spain.

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Introducción

El alto grado de desarrollo legislativo que ha tenido lugar en los últimos años, tanto a escala estatal como autonómica, así como el cambio profundo en las ad- ministraciones públicas, hace que en estos momentos no sea una tarea fácil el co- nocimiento íntegro de la legislación en materia de patrimonio cultural y en menor medida aún en el caso del patrimonio paleontológico. La presente ponencia se estructura en tres grandes apartados. El primero está dedicado al marco legal, en el que se explica todo el aparato legislativo que hace referencia al patrimonio paleontológico. En el segundo apartado profundizaremos en los modelos de gestión derivados del aparato legal y en los modelos de apli- cación de dicha legislación. Por último, analizaremos toda la problemática surgida de la aplicación de las normas legales. La documentación, conservación y difusión del rico patrimonio paleontoló- gico que encierra nuestra Comunidad, así como el incremento de las grandes obras públicas y privadas que afectan al territorio, junto al desarrollo del urbanismo, las explotaciones mineras o forestales, o simplemente las cada vez más numerosas ac- tuaciones en materia de Paleontología, exigen la participación de equipos técni- cos de marcado carácter pluridisciplinar, coordinados o promovidos desde los ór- ganos gestores del Gobierno de Aragón. Todas esas intervenciones deberían llevar implícito el conocimiento y el manejo del diverso corpus legislativo que de forma específica o indirecta incide en el patrimonio paleontológico aragonés. Desafortunadamente, todavía hoy es muy amplio el número de profesiona- les que trabajan en el patrimonio cultural, tanto en su faceta de técnicos, como en la de gestores, que carecen de dicho bagaje legislativo o bien lo conocen de forma muy parcial. Esto es debido en parte a que, hasta hace muy poco, la legislación no era contemplada en los planes de estudios universitarios relacionados con el Patrimonio y, por supuesto, ni tan siquiera dentro de las actividades formativas que los colegios profesionales suelen realizar periódicamente. Todo ello provoca la carencia de unos recursos jurídicos que deben ser el soporte vital para acometer no sólo las actividades científicas y de gestión con plenas garantías legales, sino también la falta de ciertos elementos imprescindibles para la creación o partici- pación en todos aquellos equipos pluridisciplinares que intervienen en la docu- mentación, conservación, protección o divulgación de nuestro patrimonio cultu- ral (Rey y Royo Guillén, 1994). Esta relación y colaboración interdisciplinar hace necesario cada día más el conocimiento amplio de una serie de normas legales, no sólo referidas de forma específica al patrimonio cultural, sino también a otros aspectos relacionados de forma indirecta con dicho patrimonio, como puede ser la legislación sobre Medio Ambiente o sobre Urbanismo (Adamo, 1997), por poner un ejemplo. El buen uso de todo el aparato legislativo puede hacer que un profesional, geólogo o paleon- tólogo, consiga la protección legal de un yacimiento y el estudio científico previo a su afección por cualquier tipo de obra.

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Esta ponencia pretende servir como guía y punto de partida para un buen nú- mero de profesionales que pueden y deben utilizar dicha legislación para prote- ger nuestro rico patrimonio.

El marco legal

El estudio, conservación, protección y difusión del patrimonio paleontológico queda recogido dentro de un amplio elenco de normas legales, tanto específica- mente culturales, como pertenecientes a otros sectores. Teniendo en cuenta todo ello, podemos ofrecer un resumen con el siguiente marco normativo, ya sea re- ferido al ámbito estatal o autonómico.

Normativa general La Constitución Española de 1978 refleja de forma clara la protección del pa- trimonio cultural en su artículo 46, donde se garantiza la obligación del Estado de velar por dicho patrimonio, así como castigar cualquier atentado contra el mismo, y en su artículo 149.1.28ª, donde se da como competencia exclusiva del Estado la defensa contra el expolio y la exportación ilegal de dicho patrimonio. El desarrollo del Estado de las Autonomías trae como consecuencia la asun- ción de competencias por parte de la Comunidad Autónoma de Aragón, la cual en su Estatuto de Autonomía (Ley Orgánica 8/1982, de 10 de agosto) recoge en su ar- tículo 36.g la competencia exclusiva de esta Comunidad en la gestión de su patrimonio cultural. Más tarde, en el Real Decreto 3065/83, de 5 de octubre, de Transferencias, se concretan éstas en lo relativo al patrimonio cultural. Con pos- terioridad, la reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón incluye en el nuevo Estatuto (Texto Reformado por la Ley Orgánica 5/1996 de 30 de diciembre) dicha competencia exclusiva en materia de patrimonio cultural, en su artículo 35.1.33ª (Royo Guillén y Andrés, 1998). Además de estas normas fundamentales como punto de partida para el or- denamiento jurídico estatal y autonómico en materia de patrimonio cultural, con- tamos con la Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre del Código Penal (B.O.E., 281 de 24 de noviembre de 1995), de gran valor para la protección del patrimo- nio cultural y fundamental para la lucha contra el expolio. Dentro de esta ley hay que destacar, en lo que se refiere al tema que nos ocupa, el título XVI, “De los de- litos relativos a la Ordenación del Territorio y la protección del Patrimonio Histórico y del Medio Ambiente”, siendo el capítulo II el referido a los delitos contra el Pa- trimonio Histórico, citándose explícitamente en su artículo 323 los daños contra los bienes culturales, entre otros (Royo Guillén y Andrés, 1998).

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Legislación específica sobre el patrimonio cultural

La Ley de Patrimonio Histórico Español

La Ley 16/1985 de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español creó el marco jurídico y legal que necesitaba el nuevo Estado democrático español para la in- vestigación, documentación, protección, difusión y fomento de dicho patrimonio. En su artículo primero, punto 2, se define el Patrimonio Histórico Español como el conjunto de “inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleon- tológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo, el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas ar- queológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor ar- tístico, histórico o antropológico”. Como puede verse, ya desde el principio, esta ley incluye el patrimonio paleontológico como bien cultural objeto de protección por esta norma legal. De esta ley hay que destacar varios puntos, especialmente el título II, el de mayor interés desde el punto de vista de la protección. Dicho título, denominado “De los bienes inmuebles”, garantiza la máxima protección para aquellos yaci- mientos paleontológicos que se incluyan en alguna de las diferentes figuras de Bien de Interés Cultural, en especial la de Sitio Histórico, donde quedan incluidos los bienes paleontológicos (Art. 15, punto 4), este es el caso del yacimiento de Mu- rero y de los próximos BIC´s de Concud, Rubielos de Mora o La Puebla de Val- verde. El título V “Del Patrimonio Arqueológico”, en sus artículos 40 a 45 incluye elementos del mayor interés, como el artículo 40 en el que se define dicho patri- monio, como “los bienes muebles o inmuebles de carácter histórico, susceptibles de ser estudiados con metodología arqueológica [...]”, incluyendo en dicha defi- nición a todos “los elementos geológicos y paleontológicos relacionados con la his- toria del hombre y sus orígenes y antecedentes”. Más adelante, en el artículo 41, cuando se define qué es una excavación arqueológica, se incluyen junto a todos los restos arqueológicos a los paleontológicos y geológicos asociados a éstos. Estos dos artículos han permitido todo tipo de interpretaciones, así como de contro- versias entre los paleontólogos, hasta el punto de que existen Comunidades Au- tónomas en las que el patrimonio paleontológico no se contempla dentro de las leyes de Patrimonio Histórico o Cultural (Morales, 1996, Meléndez y Soria, 1997). Una interpretación es la que identifica sólo a los restos paleontológicos directa- mente relacionados con la historia del hombre, como elementos paleontológicos dentro de un contexto arqueológico. Otro asunto es dónde incluir los restos paleontológicos en sentido estricto, situados en un momento dado de la evolución de la vida, en un periodo anterior a los primeros antecedentes del hombre; dichos restos son merecedores de un tí- tulo propio dentro de la ley, o bien de un título compartido “Del Patrimonio Ar- queológico y Paleontológico”.

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Para completar este repaso por tan importante normativa legal, citaremos aunque sólo sea brevemente otros aspectos tratados en esta ley, como el título VII “De las medidas de fomento” en el que queda planteado el 1% cultural (Art. 68), o las exenciones de tipo fiscal (Arts. 69, 70 y 71); en el título IX “De las infracciones administrativas y sus sanciones” se habla del régimen sancionador (Arts. 75 a 79). El desarrollo estatutario de las diferentes Comunidades Autónomas, así como la experiencia generada con los problemas derivados de la aplicación diaria en la gestión del patrimonio cultural, ha permitido comprobar que, aun a sabiendas de que estamos ante una buena ley, ésta no contempla determinados aspectos o pe- culiaridades relacionados con los distintos territorios que conforma el Estado es- pañol. Por este motivo, son muchas las Comunidades Autónomas que cuentan con su propia Ley de Patrimonio, entre las que destacan Cataluña, País Vasco, Galicia o Andalucía y entre las que muy pronto se va encontrar Aragón, como más ade- lante analizaremos.

Otra legislación específica en materia de patrimonio cultural En el ámbito estatal se han desarrollado aspectos de gran interés, sobre todo en lo referido a las medidas de fomento. En la Orden de 5 de diciembre de 1986 sobre el 1% cultural, se plantea la obligatoriedad de dedicar el uno por ciento del presupuesto de toda obra, pública o privada con concesión administrativa, para utilizar en la documentación, conservación, restauración, protección o puesta en valor del Patrimonio Histórico-Artístico. Como complemento de lo anteriormen- te citado, hay que citar el Real Decreto 1121/86 de 6 de junio de Creación del Cen- tro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo (CEHOPU), con el cual se dedica el 0,3 por ciento del uno por ciento cultural a dicho organismo, encar- gándose el mismo de la documentación, protección y restauración de las obras pú- blicas antiguas y dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, ahora Ministerio de Fomento. Otra normativa de fomento estatal viene incluida en la Ley 41/1994 de 30 de diciembre de Presupuestos Generales del Estado para 1995, que en su disposición adicional 28ª habla de las Actividades y Programas Prioritarios de Mecenazgo. Por su importancia de cara a la inclusión de la inversión privada en la conservación de nuestro patrimonio cultural, hay que citar la Ley 30/1994 de 24 de noviembre de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a la participación privada en actividades de interés general, destacando sus artículos 67 (Porcentajes de deducción), 41 (De- finición de entidades sin fines lucrativos a efectos del presente título), disposición adicional 6ª (Régimen tributario de las aportaciones efectuadas a otras entidades) y 66 (Justificación de los donativos efectuados). En la Comunidad Aragonesa se deben tener en cuenta las transferencias es- tatales (Real Decreto 3065/83, de 5 de octubre, de Transferencias) en materia de patrimonio cultural que mediante el Decreto 113/1983 asigna al Departamento de Educación y Cultura las funciones y servicios traspasados por la Administración del Estado a esta Comunidad. El propio desarrollo estatutario y legislativo gene-

25 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN ra un corpus legal que se ha venido desarrollando a lo largo de los últimos quin- ce años y sobre el que insistiremos en algunos de sus aspectos más sobresalien- tes. En primer lugar enumeraremos una serie de textos legales que inciden en di- versos aspectos del patrimonio cultural aragonés, sobre todo en lo relativo a la organización de los órganos consultores: – Decreto 5/1984 de 24 de enero de la D.G.A., por el que se crea el Conse- jo de Patrimonio Cultural de Aragón y se regula su composición y funcio- nes. – Decreto 127/1986 de la D.G.A., por el que se crean las Comisiones de Pa- trimonio Cultural. –Decreto 193/1988 de 20 de diciembre de la D.G.A., por el que se regula la Composición y Funciones de la Comisión Asesora de Arqueología y Paleon- tología. – Decreto 22/1994 de 2 de febrero de la D.G.A., por el que se modifica par- cialmente el Decreto 28/1991 de 19 de febrero de la D.G.A., por el que se regulan las Comisiones de Patrimonio Cultural. – Decreto 158/1997 de 23 de septiembre del Gobierno de Aragón, por el que se regulan las Comisiones dependientes del Departamento de Educación y Cultura en materia de Patrimonio Histórico. Otras normas legales autonómicas directamente relacionadas con el patri- monio cultural son: –Leyes de Archivos, Bibliotecas y Museos de la Comunidad Autónoma de Aragón y sus reglamentos respectivos. –Ley 7/1986, de 5 de diciembre de Museos de Aragón y Decreto 56/1987 de 8 de mayo de la D.G.A., de desarrollo parcial de la Ley de Museos de Ara- gón. – Decreto 31/1987 de 1 de abril de la D.G.A., sobre el uno por ciento cultu- ral, en el cual se regula la aplicación del uno por ciento del presupuesto de todas las obras públicas de la Comunidad Autónoma en lo relativo a su in- versión en el patrimonio cultural. Debemos comentar con cierto detenimiento el Decreto 6/1990 de 23 de enero de la D.G.A., por el que se aprueba el Régimen de Autorizaciones para la Reali- zación de Actividades Arqueológicas y Paleontológicas en la Comunidad Autónoma de Aragón (B.O.A., 15 de 7 de febrero de 1990, pp. 229-231). Dicho decreto de- sarrolla para el territorio de la CC.AA. el artículo 43 de la Ley 16/1985 de Patri- monio Histórico Español. En el mismo quedan reguladas y sujetas a dicho decreto todas las actividades arqueológicas y paleontológicas que se lleven a cabo en el territorio aragonés (Art. 1), pudiendo adoptar dos modalidades diferentes: exca- vaciones o prospecciones (Art. 2). Por otra parte, toda actuación debe ser auto- rizada por el Departamento de Educación y Cultura, a través de la Dirección Ge- neral de Cultura y Patrimonio, a quien corresponde la concesión, renovación o

26 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio... revocación de dichas autorizaciones (Art. 3). Los siguientes artículos de este de- creto se dedican a diversos aspectos relacionados con las instituciones o particu- lares que pueden solicitar autorizaciones (Art. 4), con los requisitos de las soli- citudes (Art. 6), con el trámite y autorización de las solicitudes (Arts. 7 y 9), con las obligaciones del director de una actuación (Arts. 11 y 14), o con las renova- ciones de las autorizaciones (Art. 13). Un aspecto importante de este decreto es el hecho de que independientemente de que la solicitud de autorización vaya a cargo de una institución, la dirección de la misma no puede darse a dicha insti- tución, empresa u organismo legal, sino que la dirección será nominal o personal, debiendo dirigir personalmente la actuación autorizada (Arts. 10 y 11.a). Para con- cluir el resumen de este decreto, citaremos los intentos de señalar un germen san- cionador para los casos de incumplimiento del decreto por parte de los benefi- ciarios de una autorización (Arts. 14.2 y Art. 15). En el momento en el que aparece este decreto, las actividades paleontológicas en Aragón, en lo que se refiere a los aspectos de investigación programada, eran asumidos en su mayor parte por la Universidad, quedando las intervenciones de urgencia en manos de la Administración Autonómica. En dicho contexto, el decreto era lo más adecuado para la correcta gestión de todas las actuaciones en materia de arqueología y paleontología. Pero el avance en la profesionalización de ar- queólogos y paleontólogos, así como las necesidades generadas por las grandes obras públicas, muy pronto dejaron obsoleto una parte de dicho decreto. De este modo, se echa en falta la definición correcta de un buen número de actuaciones no contempladas en el Decreto 6/1990, como por ejemplo los muestreos, la res- tauración y consolidación, la documentación, etc. Por otra parte, la irrupción de empresas en el ejercicio profesional de la arqueología y paleontología, al servicio de grandes obras como autovías, pantanos, minas, o ferrocarriles, ha generado una nueva dinámica en cuanto a lo que hasta la fecha se tenía como “actuaciones pro- gramadas”, modificándose en muchos aspectos todo lo relativo a la documenta- ción previa a la autorización y también lo relativo a la entrega de informes y me- morias finales. Para adaptar el decreto a las nuevas modalidades de trabajo profesional y a las circunstancias actuales, se está trabajando en estos momentos en la reforma del Decreto 6/1990, para incluir en el nuevo todos los aspectos aquí mencionados, así como para ampliar otros nuevos.

La Ley de Parques Culturales

Hemos querido dedicar un apartado especial a esta ley por la larga trayectoria que ha supuesto la puesta en marcha de varios Parques Culturales en Aragón, como ya se ha señalado en la Introducción de nuestro trabajo, así como ser nues- tra Comunidad Autónoma pionera a escala estatal en promulgar una legislación específica que pudiera servir de marco legal, no sólo para la creación de nuevos Parques Culturales, sino también para regular y organizar, según las nuevas filo- sofías, los que en estos momentos están funcionando.

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En el contexto de interpretar el patrimonio natural como una parte consus- tancial del paisaje cultural, todo ello dentro de una concepción integral del Pa- trimonio, se produce la Declaración de Helsinki del Consejo de Europa sobre Patrimonio Cultural de mayo de 1996, en la que se toman resoluciones como de- clarar el “Patrimonio Cultural como un factor de la construcción europea así como un factor del desarrollo sostenible”. Como resultado de toda esta corriente surge la necesidad de legislar considerando de una forma mucho más amplia y globa- lizadora el patrimonio cultural, apareciendo de esta forma la Ley de Parques Cul- turales o el Proyecto de Ley del Patrimonio Cultural Aragonés, del que más ade- lante hablaremos. La experiencia acumulada por todas estas iniciativas anteriores a la pro- mulgación de la Ley de Parques Culturales, hace que desde el Gobierno de Ara- gón se planteen una serie de cuestiones previas a la creación de nuevos Parques Culturales (Alloza, 1996-97): – La gestión, única, tutelada o compartida entre la Administración Autonó- mica y las Entidades Locales (municipios, mancomunidades, etc.), es un tema que suscita cierta polémica entre los que piensan que los Parques Cul- turales deben contar con una gestión exclusiva de la Administración Au- tonómica, los que opinan que ésta debe ser compartida o tutelada y los que creen que la gestión debe ser exclusiva de las Entidades Locales. – En un Parque Cultural no debe predominar una sola manifestación cultu- ral sobre las demás (como por ejemplo el arte rupestre), aunque en un pri- mer momento puede servir como reclamo publicitario. Concentrar todo el interés en un solo aspecto del parque puede detraer visitantes, más inte- resados en otros elementos (Royo Guillén y Andrés, 1994). –La creación de un Parque Cultural debe llevarse a cabo desde una pers- pectiva integradora de todo el patrimonio cultural, en la que debe primar el respeto al medio ambiente y la inclusión en el mismo de los modos de vida tradicionales, en lo que se ha denominado un “paisaje cultural” (Royo Guillén y Andrés, 1994). – Los elementos geológicos y paleontológicos no deben ser tomados como mero soporte de las diferentes manifestaciones naturales y culturales, sino como parte integrante del patrimonio cultural y natural (Andrés, 1997). –El Parque Cultural debe ser un elemento vital para el mantenimiento y con- servación de los paisajes culturales y de este modo contribuir a la orde- nación del territorio mediante la sujeción y recuperación de la población de dicho territorio, todo ello dentro de una política de desarrollo sosteni- ble. Como conclusión de todo lo dicho, y en respuesta a la necesidad de regula- ción de los Parques Culturales en funcionamiento y de todos aquellos que en el futuro puedan crearse, surge la Ley 12/1997 de 3 de diciembre de Parques Cul- turales de Aragón (B.O.A., 143, de 12 de diciembre, pp. 6292-6295). Según pala-

28 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio... bras del Consejero de Educación y Cultura “Es la primera normativa de ordena- ción global del territorio articulada por el patrimonio cultural, en los términos de cohesión económica y social, y desarrollo rural sostenible” (Bielza, 1997); así mismo, con esta ley cada Parque Cultural se convierte en “un programa de acción y gestión territorial, a través de la puesta en valor de los recursos endógenos” (Biel- za, 1997). Por último, como ya comenta el preámbulo de la ley, se condiciona la continuidad de la política de Parques Culturales por parte de la Administración Au- tonómica a la “viabilidad económica de los proyectos de acción cultural, patri- monial y territorial, al compromiso político por parte de las colectividades terri- toriales afectadas y a la vinculación social de la población de los municipios implicados en la corresponsabilidad de los Parques Culturales” (Bielza, 1997; B.O.A., 143, 1997). Pasaremos ahora a enunciar algunos de los aspectos más so- bresalientes de esta ley. El capítulo I se dedica a la Definición y Objeto de dicha Ley, definiéndose un Parque Cultural como “un territorio que contiene elementos relevantes del patri- monio cultural, integrados en un marco físico de valor paisajístico y/o ecológico singular, que gozará de promoción y protección global en su conjunto, con es- peciales medidas de protección para dichos elementos relevantes” (Art. 1). Entre los objetivos de un Parque Cultural figuran (Art. 3): –Proteger, conservar y difundir el patrimonio cultural y, en su caso, natural. – Estimular el conocimiento del público mediante la difusión y la informa- ción. –Contribuir a la ordenación del territorio. –Fomentar el desarrollo rural sostenible. En el capítulo II, de la Declaración de Parque Cultural, se plantean los trá- mites a seguir para llegar a dicha declaración (Arts. 4 a 7), su delimitación (Art. 8), así como el registro de los Parques Culturales (Art. 10). El capítulo III se dedica a la planificación integral del Parque Cultural, esta- bleciéndose el Plan del Parque y sus obligaciones (Arts. 11 y 12), los objetivos y contenidos (Arts. 13 y 14), así como los documentos que debe contener dicho Plan (Art. 15) y el proceso de tramitación de éste (Art. 16). Dentro de la gestión del Parque Cultural que se aborda en el capítulo IV, se define el Órgano Gestor del Parque que constará de un patronato, un consejo rec- tor y la gerencia (Art. 17), pasándose a analizar y definir cada uno de estos ele- mentos, en los que el patronato es un órgano consultivo y de participación (Art. 18), el consejo rector es el encargado de redactar el Plan del Parque, así como de sus presupuestos, del nombramiento del gerente y en general de todo lo relativo a la gestión del Parque (Art. 19), y la Gerencia debe llevar a la práctica el Plan del Parque y en general todo lo relativo a la ejecución y gestión del mismo (Art. 20). En este mismo capítulo se abordan otros aspectos importantes como el funcio- namiento (Art. 21), en el que se define la competencia exclusiva del Departamento

29 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN de Educación y Cultura en materia de Parques Culturales, colaborando en su ges- tión, las actividades del parque (Art. 22), o la financiación (Art. 23). Interesa citar en este punto la disposición adicional primera, en la que se de- clara la compatibilidad de un Parque Cultural con la declaración de Espacio Natural Protegido, debiendo en cada caso proceder a la necesaria coordinación entre los de- partamentos implicados (Educación y Cultura, y Agricultura y Medio Ambiente), e incluso crear una sola dirección que aglutine los diferentes órganos gestores. En estos momentos los Parques Culturales que están en pleno proceso de in- coación del expediente de declaración de Parque Cultural son los del Río Vero, Al- barracín, Río Martín, Maestrazgo y San Juan de la Peña, de los cuales este último ya ha sido incoado, según Orden de 10 de junio del Departamento de Educación y Cultura (B.O.A., 72 de 22 de junio de 1998).

Legislación sectorial relacionada con el patrimonio cultural Dentro de la legislación no específica para el patrimonio cultural, podemos destacar las normas legales relacionadas con la ordenación del territorio y con el medio ambiente. En ambos casos estamos ante leyes eminentemente conserva- cionistas, en las que de una forma u otra se recoge el patrimonio paleontológico como bien que debe protegerse y conservarse, y que debido a muy diversas cau- sas provocadas por el desarrollo económico puede verse afectado. Esta legislación, tanto en el ámbito estatal como autonómico, abarca prác- ticamente todos los aspectos relacionados con las grandes obras públicas y las ac- tividades económicas, industriales o urbanísticas y en muchos casos puede fun- cionar como elemento imprescindible de cara a recabar otras vías de financiación para la documentación, conservación o puesta en valor del patrimonio cultural, e incluso pueden resultar más eficaces en cuanto a la protección de dicho patri- monio contra las agresiones y el expolio, mediante un régimen sancionador mucho más eficaz que el derivado de la legislación sobre patrimonio cultural. Aunque no es el objeto principal de esta ponencia, queremos citar las prin- cipales normas legales del ámbito estatal y autonómico como elementos eficaces en la gestión del patrimonio cultural.

Legislación relacionada con la ordenación del territorio En el Estado contamos con las siguientes normas legales relacionadas con la ordenación del territorio y el planeamiento urbanístico: –Real Decreto 159/1978 de 23 de junio. Reglamento de Planeamiento para el desarrollo y aplicación de la Ley sobre el Régimen del Suelo y Ordena- ción Urbana. –Real Decreto 2187/1978 de 23 de junio. Reglamento de Disciplina Urba- nística para el desarrollo y aplicación de la Ley sobre el Régimen del Suelo y Ordenación Urbana.

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–Real Decreto Legislativo 1/1992 de 26 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Suelo y Ordenación Urbana. –Ley 6/1998 de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones. En Aragón, una vez efectuado el traspaso de competencias por Real Decre- to 298/1979, de 26 de enero de Transferencias en materia de Urbanismo a la Di- putación General de Aragón, el propio desarrollo estatutario ha generado una le- gislación bastante amplia que intentaremos resumir en lo esencial: – Decreto de 7 de julio de 1980 por el que se distribuyen las competencias en materia de Urbanismo transferidas a la Diputación General de Aragón, en virtud del Real Decreto 298/1979, de 26 de enero. – Decreto 85/1990 de 5 de junio, sobre medidas urgentes de protección ur- banística para las áreas de especial protección. – Decreto 135/1991 de 1 de agosto, por el que se constituyen el Consejo y las Comisiones Provinciales de Ordenación del Territorio en Aragón. –Normas Subsidiarias y Complementarias de Planeamiento Municipal: – Zaragoza. Orden de 12 de abril de 1991. –Huesca. Orden de 17 de mayo de 1991. –Teruel. Orden de 14 de junio de 1991. –Ley 11/1992 de 24 de noviembre, de Ordenación del Territorio. –Ley 10/1993, sobre Comarcalización de Aragón. –Ley 8/1996, de Delimitación Comarcal de Aragón.

Legislación relacionada con el medio ambiente A nivel estatal ésta es la normativa legal más importante que se ha genera- do en relación con el medio ambiente: –Real Decreto Legislativo 1302/1986 de 28 de junio, sobre Evaluación de Im- pacto Ambiental. –Real Decreto 1131/1988 de 30 de septiembre, para la ejecución del Real De- creto Legislativo 1302(1986). Este decreto es de enorme importancia para el patrimonio cultural y en especial para el paleontológico, pues obliga a todos los organismos promotores de una gran obra pública o privada a re- dactar un Estudio de Impacto Ambiental (E.I.A.) de dicha obra sobre el te- rritorio, incluyéndose en el mismo todas las afecciones relativas al patri- monio cultural, lo que en la práctica supone un eficaz instrumento de salvaguarda y documentación de éste. –Ley 4/1989 de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres.

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Desde el punto de vista autonómico, el desarrollo estatutario ha sido un tanto más lento que en otros aspectos legislativos, siendo de aplicación la norma esta- tal hasta hace poco tiempo. Esta es la legislación generada hasta la fecha: – Decreto 190/1988, que crea y regula las funciones y composición de las Co- misiones Provinciales de Medio Ambiente. –Decreto 45/1994 de 4 de marzo, sobre Evaluación de Impacto Ambiental. – Decreto 98/1994 de 26 de abril, sobre Normas de Protección del Medio Am- biente de Aplicación a las Actividades Extractivas en la Comunidad Autó- noma de Aragón. Este decreto contempla interesantes puntos de cara a la protección, documentación y puesta en valor del patrimonio paleontoló- gico, dentro de los planes anuales de restauración ambiental. –Ley 6/1998 de 19 de mayo, de Espacios Naturales Protegidos de Aragón. Esta ley es de trascendental importancia por sus relaciones competencia- les con la Ley de Parques Culturales, sobre todo a partir de lo incluido en su disposición adicional 3ª (puntos 1 a 4). En ellos se compatibiliza la de- claración de un mismo territorio como Espacio Natural Protegido y como Parque Cultural, debiéndose crear los correspondientes medios de coor- dinación. En algunos casos, como en las figuras de Parque Natural o Re- serva, predomina en la dirección de esa coordinación, la de dicho Parque. La publicación de esta ley ha provocado un cierto conflicto competencial, sobre todo en lo referido a la gestión, y no pocas críticas, llegadas desde diversos estamentos municipales, tema sobre el que insistiremos en la úl- tima parte de la ponencia, exponiendo algunos ejemplos concretos. En lo que se refiere al patrimonio paleontológico, la nueva Ley de Espacios Naturales considera en su título II, artículo 7: Concepto. Podrán ser declarados Es- pacios Naturales Protegidos los (punto g) que “alberguen valores culturales, his- tóricos, arqueológicos o paleontológicos que sean muestra expresiva y valiosa de la herencia cultural”. A este respecto el artículo 12, referido a los Monumentos Na- turales, considera que pueden ser declarados así los elementos geológicos y los ya- cimientos paleontológicos. En estos momentos no se ha declarado ningún yacimiento paleontológico como Monumento Natural, aunque se haya propuesto alguno como los yaci- mientos de El Cerro de la Garita y el Barranco de las Calaveras de Concud (Teruel) (Royo Guillén y Andrés, 1998).

La nueva Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés Al tratarse de la Ley fundamental para el desarrollo futuro en la gestión del Patrimonio Cultural, hemos considerado analizarla en un capítulo específico de este texto. Ya hemos explicado que a pesar de la bondad de la Ley 16/1985 de Pa- trimonio Histórico Español, el desarrollo estatutario de la Comunidad Autónoma de Aragón, junto a sus propias características jurídicas y culturales, hacía nece-

32 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio... sario la promulgación de una ley que sirva de referencia para todas las manifes- taciones específicas de nuestro territorio, así como para modernizar y adaptar la actual legislación cultural a una sociedad cada vez más cambiante. La Ley de Patrimonio Cultural Aragonés de 10 de marzo de 1999, largamente gestada durante varios años y que ha contado con el consenso y estudio de un gran número de instituciones y expertos de esta Comunidad Autónoma, pretende, par- tiendo del ordenamiento jurídico actual, no ser una ley restrictiva, sino todo lo con- trario. En el preámbulo de la Ley se destaca cómo la noción de cultura se ha agran- dado. En esta línea se acepta, desde la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales o Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Na- tural celebrada en 1972, que la Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, tanto espirituales como materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan una so- ciedad o grupo social. El Patrimonio cultural se define como el conjunto de ele- mentos naturales, o culturales, materiales e inmateriales, tanto heredados de nues- tros antepasados como creados en el presente. Aunque esta ley presenta algunas novedades, cuenta con el apoyo de una larga tradición jurídica en materia de patrimonio cultural, en la que la experien- cia acumulada por la legislación estatal, así como los éxitos y fracasos de otras nor- mativas similares de carácter autonómico, sirven para respaldar esta nueva nor- mativa de la autonomía aragonesa. Entre las novedades hay que destacar los tres niveles de protección para los Bienes Culturales: un primer nivel para los Bienes de Interés Cultural (Bien indi- vidualizado) y el Conjunto de Interés Cultural (Bien colectivo), en el que se in- tegraría la Zona Paleontológica como nueva categoría, un segundo nivel para los Bienes Catalogados y un tercer nivel para los Bienes Inventariados (Arts. 12, 13 y 14), para lo cual se crean los registros administrativos necesarios para incluir todos los Bienes Culturales incluidos en alguna de estas categorías (Art. 5). Otra de las novedades es la participación del ciudadano aragonés en el de- recho al disfrute del patrimonio cultural y en el deber de conservarlo, con lo que la sociedad civil queda íntimamente ligada a la tarea de la protección de nuestro legado cultural (Art. 6). Como elemento primordial de la nueva ley, está el papel que la misma con- fiere a los municipios, otorgándoles diversas competencias, sobre todo en lo re- ferente a los municipios en los que existan espacios urbanos, o no, declarados como Conjuntos de Interés Cultural (Arts. 41, 42 y 43), en los que será necesario la realización de uno o varios Planes Especiales urbanísticos. Además, la ley pro- pone otras figuras de protección municipal, como los Monumentos de interés local (Art. 25). En lo que respecta a la temática que nos ocupa en la presente ponencia, el título IV de la presente ley aparece dedicado por entero al patrimonio arqueoló- gico y paleontológico (Arts. 65 a 71), articulándose por vez primera dos nuevas figuras de protección: las Zonas de Protección (Art. 67), donde existan bienes mue-

33 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN bles o inmuebles de carácter arqueológico o de carácter paleontológico, y las Zonas de Prevención (Art. 68), donde se presuma fundadamente la existencia de restos arqueológicos o paleontológicos. En el artículo 69 se definen todos los restos pa- leontológicos como Bienes de Dominio Público de la Comunidad Autónoma ara- gonesa, regulándose en este mismo artículo el hallazgo casual. A continuación se dedica el artículo 70 a las intervenciones en materia de arqueología y paleonto- logía, definiéndolas, regulando el sistema de autorizaciones que dependerá de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, así como las obligaciones de los be- neficiarios de una autorización. En esta ley también se contemplan aspectos tan importantes como las me- didas de fomento a través del 1% cultural (Art. 88), o bien a través de otras me- didas fiscales o tributarias (Arts. 89 a 100). En cuanto al régimen sancionador (Arts. 101 a 111), continúa la tradición jurídica de la Ley 16/1985, ampliando al- gunos de los aspectos infractores no señalados en su día por la norma estatal, e incrementando las cuantías de las sanciones.

La aplicación legislativa y los modelos de gestión del patrimonio arqueológico y paleontológico en Aragón

Como ya hemos podido comprobar en las páginas anteriores, tanto el Esta- do español como la Comunidad Autónoma aragonesa disponen en la actualidad de un corpus legal suficientemente amplio como para abordar con las suficientes garantías la documentación y el estudio, la protección y la difusión del patrimo- nio cultural y especialmente del patrimonio paleontológico. Pero como algunos ex- pertos juristas han señalado, la bondad o no de una legislación sobre dicho pa- trimonio sólo se verá en función de dos parámetros fundamentales: el grado de compromiso político-administrativo en la ejecución de dicha legislación y la co- laboración e implicación de la sociedad en el cumplimiento de la normativa. En el capítulo que ahora iniciamos, vamos a intentar explicar el grado de apli- cación de la normativa legal en Aragón y los diferentes modelos de gestión deri- vados del actual ordenamiento jurídico.

Los órganos gestores y sus competencias

Ya hemos comentado que tanto el Estatuto de Autonomía de Aragón, como las transferencias estatales de Cultura a la Diputación General de Aragón, conce- den la competencia exclusiva en materia de patrimonio cultural al Gobierno de Aragón, siendo el Departamento de Cultura y Turismo el encargado de la ejecu- ción de dicha competencia (Alloza et al., 1996-97) a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que cuenta con las competencias exclusivas en materia de patrimonio paleontológico.

34 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio...

Según la actual estructura orgánica del Departamento de Cultura y Turismo, del Gobierno de Aragón, a la Dirección General de Patrimonio Cultural quedan ads- critos los siguientes servicios: – Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Cultu- rales. – Servicio de Patrimonio Histórico. – Servicio de Patrimonio Etnográfico, Lingüístico y Musical. De todos estos servicios, solamente analizaremos aquí el de Patrimonio Ar- queológico, Paleontológico y de Parques Culturales, por ser el que de una manera más clara podemos considerar como órgano gestor del patrimonio paleontológico. Al Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Cul- turales le corresponde el control de la gestión en materia del patrimonio paleon- tológico de la Comunidad Autónoma de Aragón respecto al reconocimiento, inventario y catalogación de los bienes paleontológicos y yacimientos paleonto- lógicos. Para llevar a cabo sus funciones, se adscriben a este servicio las siguientes unidades administrativas: a) La Sección de Arqueología y Paleontología. b) La Sección de Parques Culturales. Adscrita al servicio existe una unidad técnica de apoyo, no orgánica, inte- grada por titulados superiores especialistas en patrimonio cultural, compuesta por tres arqueólogos y un paleontólogo. Como puede verse, el Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales es el órgano gestor de todo lo relacionado con el patrimonio arqueológico y paleontológico, así como de todo lo concerniente con los Parques Culturales, en todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón. Dentro de la estructura territorial de Aragón, los Servicios Provinciales de Educación y Cultura de Huesca y Teruel desarrollan en su ámbito territorial todas las actuaciones que el Departamento les encomiende dentro del necesario proceso de desconcentración o delegación de funciones. Además de los que acabamos de analizar, existen dentro de la Administra- ción Autonómica otros órganos gestores y colaboradores en la gestión del patri- monio cultural. En todo lo relativo a los entornos naturales es imprescindible la gestión del Departamento de Medio Ambiente que, a través de su Servicio de Con- servación del Medio Natural (COMENA), ejerce labores de control, vigilancia y ges- tión de los recursos naturales, siendo especialmente importantes su presencia y colaboración en los ámbitos territoriales de los Parques Culturales, Parques Na- turales y Espacios Protegidos. Por otra parte está el Departamento de Ordenación del Territorio, que a través de las Comisiones Provinciales gestiona, estudia y aprueba todo el planeamiento urbanístico de esta Comunidad Autónoma. Este ins- trumento resulta imprescindible para la conservación del patrimonio paleontoló- gico pues, en todas las aprobaciones de los Planes Generales de Ordenación Ur-

35 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN bana que afectan a un determinado municipio, se incluyen dentro de diferentes categorías de protección todos los yacimientos paleontológicos conocidos, con lo que no sólo quedan protegidos por la normativa de patrimonio cultural, sino tam- bién por la normativa de planeamiento urbanístico (Ley del Suelo). A estos órganos colaboradores en la gestión del patrimonio cultural hay que añadir a los ayunta- mientos y otras entidades de carácter local, así como a determinadas asociacio- nes culturales, como los centros de estudios comarcales y sobre todo a las man- comunidades y órganos gestores de los Parques Culturales, que con sus iniciativas contribuyen sin duda alguna a la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural y en especial del paleontológico. En este apartado, no queremos olvidar la estrecha colaboración con el De- partamento de Cultura y Turismo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Es- tado y muy especialmente de la Guardia Civil. Dicha institución, a través del Ser- vicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), ejerce labores de protección y vigilancia de todo el patrimonio cultural. Gracias a su estrecha colaboración, se ha conseguido frenar en muchas áreas la destrucción de restos de enorme im- portancia, así como recuperar piezas paleontológicas de gran valor patrimonial. Como puede verse en estas líneas, existen varias interacciones en la gestión del patrimonio cultural entre los diferentes órganos gestores de la Administración. Si bien queda claro que las competencias sobre todas las actuaciones en el patri- monio paleontológico están asumidas por la Dirección General de Patrimonio Cul- tural, y que es el Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales el encargado de ejecutarlas, también es verdad que hasta cierto punto puede hablarse de gestión compartida en algunos casos concretos que pasaremos a enumerar: –Toda actuación paleontológica del Departamento de Cultura y Turismo en un Parque Natural o en un Paisaje Protegido y en general en todo el ám- bito de gestión directa del Departamento de Medio Ambiente, debe contar con la autorización expresa de dicho Departamento, ya sea a través de al- guno de sus Servicios o directamente a través del COMENA. –Todo el planeamiento urbanístico y la aprobación de las normas de pla- neamiento, donde se protegen gran cantidad de yacimientos paleontoló- gicos, depende exclusivamente del Departamento de Ordenación del Te- rritorio, a través de sus Comisiones Provinciales, actuando en este caso el Departamento de Cultura y Turismo como órgano asesor y consultor. – Las actuaciones paleontológicas llevadas a cabo como consecuencia de la ejecución de grandes proyectos de obras públicas, sujetos a declaraciones de impacto ambiental, son gestionadas directamente por el organismo pro- motor, por ejemplo, el Ministerio de Fomento, con la autorización admi- nistrativa de la Dirección General de Patrimonio Cultural y la supervisión e inspección técnica del Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontoló- gico y de Parques Culturales.

36 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio...

– Las mancomunidades, ayuntamientos y órganos gestores de los Parques Culturales cuentan con gran autonomía en lo que se refiere a la toma de iniciativas relacionadas con la financiación de dichos Parques, así como con la difusión, publicidad, régimen de visitas y lo tocante a su organización interna. No obstante, tienen muy limitada su gestión en lo que se refiere a actuaciones directas en el patrimonio cultural, donde sólo puede apor- tar iniciativas y financiación, corriendo a cargo del Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales todas las tareas de supervisión y gestión directa, con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural. – En el caso de la lucha contra el expolio, aunque el régimen sancionador otorga las competencias a la Dirección General de Patrimonio Cultural en lo referido a la vía administrativa, el inicio de un expediente sancionador puede comenzar de varias maneras: a) De oficio por parte del Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleonto- lógico y de Parques Culturales. b) Por denuncia de un particular. c) Por denuncia de una institución cultural o ayuntamiento. d) Por denuncia de la Guardia Civil (SEPRONA), o del COMENA. Este suele ser el caso más común. En todos estos casos, todo el proceso y la resolución del expediente sancio- nador son competencia exclusiva del Departamento de Cultura y Turismo, a tra- vés de la Dirección General de Patrimonio Cultural. Otro supuesto distinto sería cuando el expolio contra el patrimonio paleontológico conllevase una actuación de la Guardia Civil y se iniciase un proceso penal, en el cual el órgano competente será el Juzgado correspondiente. En este caso, el Departamento de Cultura se con- vierte en una institución consultora o asesora, aunque también se puede perso- nar en el proceso. Cabría citar otros casos concretos, pero creemos que éstos son indicativos de que la gestión del patrimonio cultural no es una función exclusiva de un solo ór- gano, pudiendo darse casos de colaboración, de gestión compartida e incluso de conflicto competencial, como más adelante analizaremos (fig. 1).

La aplicación de los modelos de gestión Para comprender cómo se aplica toda la legislación relacionada directa o in- directamente con el patrimonio paleontológico, vamos a explicar el modelo de ges- tión del Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Cul- turales del Gobierno de Aragón, órgano competente para ejecutar las directrices de la Dirección General de Cultura y Patrimonio en todo lo referente a dicho pa- trimonio.

37 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN

DEPARTAMENTO DE CULTURA Y TURISMO

DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO CULTURAL

Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales

Otros organismos ¥Ayuntamientos y otras gestores de la D.G.A. entidades locales ¥Asociaciones Culturales ¥Parques Culturales Departamento de Agricultura ¥Entidades estatales. y Medio Ambiente (COMENA) Delegaciones y Subdelegaciones del Departamento de Ordenación Gobierno del Estado del Territorio (Guardia Civil y Policía (Comisiones Provinciales, Nacional) Planeamiento Urbanístico)

Figura 1. Organismos gestores del patrimonio cultural aragonés (paleontológico).

Desde el mencionado servicio, la gestión del patrimonio paleontológico se es- tructura en cuatro grandes bloques: a) Inventario, catalogación y diagnóstico del patrimonio paleontológico. b) Actuaciones programadas del Departamento de Educación y Cultura en materia de patrimonio paleontológico. c) Actuaciones preventivas en patrimonio paleontológico. d) Actuaciones de urgencia y lucha contra el expolio de dicho patrimonio. A continuación explicaremos cada uno de esos puntos (fig. 2).

38 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio...

ACTUACIONES DEL OTRAS ACTUACIONES DEPARTAMENTO SOBRE EL PROMOVIDAS POR PATRIMONIO OTROS ORGANISMOS PALEONTOLÓGICO

URGENCIAS, HALLAZGOS Y INVENTARIO Y CATALOGACIÓN DIAGNÓSTICO LUCHA CONTRA EL EXPOLIO

Programadas ACTUACIONES ¥Estudio ¥Prevención ¥Difusión Preventivas

PLAN GENERAL ¥Intervenciones en grandes yacimientos paleontológicos ¥Plan de apoyo a la investigación paleontológica ¥Plan de declaración y delimitación de BICs GESTIÓN DE OTRAS ¥Plan de difusión y puesta en valor del patrimonio PROPUESTAS paleontológico ¥Plan de protección y cerramientos de yacimientos ¥Carta paleontológica ¥Urgencias

LABORES DE LA UNIDAD TÉCNICA DE ARQUEOLOGêA Y PALEONTOLOGêA

Figura 2. Actuaciones del Gobierno de Aragón sobre el patrimonio paleontológico.

39 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN

Inventario, catalogación y diagnóstico Para poder proteger, conservar y difundir es necesario conocer. Por todo ello, desde la Dirección General de Cultura y Patrimonio se considera imprescindible la conclusión del inventario paleontológico para la programación de las actuaciones y la correcta gestión de dicho patrimonio. La Carta Paleontológica de Aragón se inició en 1992, mediante convenio entre la Diputación General de Aragón y la Universidad de Zaragoza. Se encargó su rea- lización al Área de Paleontología, siendo su director el Dr. Eladio Liñán. Duran- te 1998 y hasta la fecha, se ha llevado a cabo una completa catalogación de todos los yacimientos conocidos o publicados, y el inventario completo de todo el pe- riodo del Paleozoico. Son en total más de 2.000 yacimientos paleontológicos, in- cluidos dentro de un archivo informatizado (File Maker Pro). En estos momentos se está trabajando en el diseño y planificación de un In- ventario General del Patrimonio Cultural Aragonés que integrará, en una sola base de datos, todos los inventarios realizados hasta la fecha.

Actuaciones programadas Por actuaciones programadas entendemos todas aquellas planificadas, di- señadas y ejecutadas por el Departamento de Cultura y Turismo, o por otras ins- tituciones bajo la autorización y supervisión del Servicio de Patrimonio Arqueo- lógico, Paleontológico y de Parques Culturales, encaminadas al estudio, conser- vación, protección, restauración o difusión del patrimonio paleontológico. Dichas actuaciones se engloban dentro de un plan anual, diseñado por el equipo técni- co del Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales y aprobado por la Dirección General de Patrimonio Cultural, denominado Plan de intervenciones en materia de Paleontología, que se compone de los siguientes apar- tados: a) Plan de intervenciones y mantenimiento en grandes yacimientos. Se trata de potenciar aquellos yacimientos arqueológicos y paleontológicos que por sus ca- racterísticas de monumentalidad, conservación o interés científico y patrimonial, sean susceptibles de actuaciones con el objetivo primordial de una mejor con- servación, acondicionamiento, señalización y puesta en valor de cara a su visita pública. b) Plan de apoyo a la investigación paleontológica. Para una correcta gestión del patrimonio cultural aragonés es imprescindible conocerlo desde un punto de vista estrictamente científico. Por este motivo, se considera necesario apoyar aque- llos proyectos de investigación que puedan tener no sólo interés patrimonial, sino también cultural o científico. Para llevar a cabo dicho plan se necesita contar con las principales instituciones científicas, ya sea mediante la firma de convenios de colaboración o mediante el apoyo económico e institucional a proyectos presen- tados por dichas instituciones. Por poner un ejemplo, durante el año 1998 se han alcanzado acuerdos de colaboración con la Universidad de Zaragoza, el Museo Na-

40 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio... cional de Ciencias Naturales de Madrid, la Universidad de La Rioja y el Museo Pa- leontológico de la Universidad de Zaragoza. c) Plan de declaración y delimitación de Bienes de Interés Cultural. Con este plan se pretende poner al día toda la información referente a los distintos expe- dientes abiertos, incoados o declarados como BIC, o iniciar otras nuevas decla- raciones. En los nuevos expedientes deberán primar tanto los aspectos científicos como otros aspectos patrimoniales, y el peligro real de deterioro o destrucción de los yacimientos a declarar. d) Plan de difusión y puesta en valor del patrimonio paleontológico. En este apartado se incluyen todas las actuaciones tendentes a difundir y poner en valor público este patrimonio. Entre las medidas más eficaces se cuentan: – Edición de publicaciones monográficas de paleontología aragonesa. – Edición de un folleto de difusión sobre el patrimonio paleontológico ara- gonés. –Realización de una exposición itinerante sobre dicho patrimonio. – Edición de folletos específicos sobre grandes yacimientos o sobre rutas pa- leontológicas de interés. –Realización de cursos sobre el patrimonio paleontológico a los miembros de la Guardia Civil, especialmente del SEPRONA y a los agentes forestales del COMENA. –Confección y colocación de carteles y mesas de interpretación en todos los yacimientos paleontológicos visitables.

Actuaciones preventivas Por actuaciones preventivas se entiende todas las intervenciones relaciona- das con el patrimonio paleontológico encaminadas al estudio, conservación, pro- tección y difusión de todos aquellos yacimientos que puedan verse afectados por proyectos u obras públicas o privadas que supongan cualquier tipo de alteración del territorio, tanto física como legal. Las intervenciones derivadas de una ac- tuación preventiva pueden ser meramente administrativas, y por lo tanto gestio- nadas y ejecutadas por la Unidad Técnica del Servicio de Patrimonio Cultural, o bien pueden tratarse de trabajos directos sobre yacimientos paleontológicos. En este segundo caso, la ejecución de los trabajos corre a cargo de profesionales o em- presas especializadas bajo la autorización de la Dirección General de Cultura y Pa- trimonio y el control, coordinación y supervisión del Servicio de Patrimonio Cul- tural a través de su Unidad Técnica. A partir de estas premisas, las principales actuaciones se incluyen dentro del Plan de Arqueología y Paleontología Preven- tivas, a saber (Andrés, 1996, Andrés y Rey, 1997, Alloza et al., 1997): – Planeamiento urbanístico. Se protegen todos los yacimientos paleontoló- gicos incluidos en el ámbito de aprobación de las Normas de Planeamiento de un determinado municipio.

41 J. A. ANDRÉS MORENO Y J. I. ROYO GUILLÉN

–Proyectos sometidos a declaración de impacto ambiental, u otras normas que regulen la protección ambiental o cultural. Dentro de los estudios de impacto ambiental se recogen todas aquellas labores encaminadas a la pro- tección del patrimonio paleontológico, entre las que destacan las pros- pecciones previas, las excavaciones y catalogación de yacimientos, así como otros trabajos de delimitación y protección de los mismos. – Informes no preceptivos sobre proyectos o actuaciones de otros departa- mentos del Gobierno de Aragón, así como de otros organismos privados, locales o estatales.

Actuaciones de urgencia y lucha contra el expolio Dentro de este apartado diferenciaremos las actuaciones de urgencia que se corresponden con todas aquellas relacionadas con afecciones al patrimonio pa- leontológico no programadas ni planificadas por la Administración competente. En la mayoría de las ocasiones se trata de la aparición de restos de forma casual o como consecuencia de actuaciones ilícitas o también en el transcurso de obras no sujetas a ninguna de las normativas antes señaladas. En lo que se refiere al expolio, todo lo relativo al inicio y conclusión de los expedientes sancionadores corresponde al Servicio de Patrimonio Arqueológico, Paleontológico y de Parques Culturales. La Unidad Técnica de arqueología y pa- leontología mantiene una estrecha colaboración con las diferentes unidades y patrullas del SEPRONA y COMENA, para llevar a efecto la lucha contra todas las agresiones al referido patrimonio.

Consideraciones finales

Como resumen y recapitulación de todo lo anteriormente expuesto, consi- deramos de interés resaltar los siguientes puntos: –El marco legal actual sobre patrimonio cultural en general y paleontológi- co en particular, a falta de su desarrollo en algunos aspectos concretos por parte de la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés, puede ser considerado como adecuado y suficiente, dependiendo su eficacia del grado y voluntad de aplicación por parte de las administraciones implicadas, así como de la colaboración ciudadana. –De la legislación actual y de su aplicación se derivan unos órganos y unos modelos de gestión que no difieren en sus funciones, ya sea dentro del te- rritorio de un Parque Cultural, Espacio Natural Protegido o fuera del mismo. Esta situación administrativa asegura la correcta y homogénea gestión en toda la Comunidad Autónoma aragonesa. – La Ley de Patrimonio Cultural Aragonés clarifica la situación que debe ocu- par el patrimonio paleontológico diferenciándolo del arqueológico. Asi-

42 Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Patrimonio...

mismo, se definen nuevas figuras de protección específicas para dicho pa- trimonio. – La Ley de Parques Culturales puede convertirse en la herramienta necesaria para la promoción y difusión al gran público de los yacimientos paleon- tológicos, así como en un magnífico instrumento en la ordenación del te- rritorio rural aragonés en el contexto del desarrollo sostenible. Dicha ley no ha hecho más que adaptar la legislación actual a una realidad social ya puesta en marcha, como es la de los Parques Culturales de Aragón. – La difusión y puesta en valor de los yacimientos paleontológicos no puede realizarse por encima de todo. La excesiva afluencia de visitantes y su falta de control pueden ocasionar daños irreparables en aquellos bienes que no sólo se pretenden enseñar, sino que el ordenamiento jurídico actual obli- ga a proteger. – La tradición jurídica, tanto estatal como autonómica, confiere las compe- tencias exclusivas al Estado y a la Comunidad Autónoma. Ello debe deri- var en un mayor aprovechamiento y difusión de dicho patrimonio, lo cual supone una mayor corresponsabilidad en las tareas de protección y con- servación del mismo. – Como último punto, la visión que la sociedad tiene respecto al patrimonio cultural y en especial del patrimonio paleontológico está en un proceso con- tinuo de cambio, por lo que tanto las administraciones públicas como el corpus legislativo deberán irse adaptando a estas circunstancias cambiantes.

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Nota de los autores En el tiempo transcurrido desde el año de celebración de las Jornadas y del envío de este texto para su publicación, la estructura administrativa del Depar- tamento de Educación y Cultura, en la actualidad Departamento de Cultura y Tu- rismo, ha sufrido una reestructuración orgánica, incluyendo nuevas denomina- ciones de las Direcciones Generales, Servicios y Secciones. No obstante, dicha reestructuración no afecta en lo esencial al modelo de desarrollo y de gestión pro- puestos en el presente trabajo.

44 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 45-52

La conservación del patrimonio paleontológico en Inglaterra: ¿legislación o concienciación? The conservation of palaeontological heritage in England: Legislation or public awareness?

Kevin Neil PAGE

Department of Geological Sciences, University of Plymouth, Drake Circus, Plymouth, PL4 8AA, UK (Gran Bretaña). e-mail: [email protected]

RESUMEN La recolección de fósiles ha sido promovida en Gran Bretaña, en parte, para prevenir la pér- dida producida por el rápido proceso erosivo en áreas costeras y, en parte, para asegurar que los afloramientos temporales queden adecuadamente registrados (esto último resulta crucial en el estudio geológico de un país con abundante vegetación, como es el caso de Inglaterra). Este hecho, combinado con la tradición de geólogos aficionados, hace esencial que cualquier procedimiento legal, introducido con el fin de frenar los excesos de ciertos coleccionistas, no impida la recolección de ejemplares especialmente vulnerables o no frene la importante contribución de los aficionados a la Paleontología. El gran reto consiste en implicar a los propietarios de terrenos en áreas protegidas y al público en general en la sal- vaguarda de los yacimientos mediante el desarrollo de un sentimiento de comprensión y apreciación de la importancia del patrimonio paleontológico, similar a la consideración que la conservación de aves o plantas goza en la psicología popular. La cuestión de la conser- vación paleontológica en Gran Bretaña no pasa, por tanto, por una elección entre legisla- ción o programas de concienciación pública, sino por encontrar la vía de potenciar la ley con el apoyo de dicha concienciación pública. Palabras clave: Gran Bretaña, concienciación pública, legislación, conservación paleon- tológica.

ABSTRACT A strong case is often made in Britain for encouraging the collection of fossils, partly to pre- vent loss due to rapid erosion of soft cliffs and partly to ensure that temporary exposures are adequately recorded (the latter are crucial to geological study in a well vegetated tem- perate lowland country such as England). This combined with the long tradition of ama- teur geologists, makes it essential that any legal or procedural system introduced to help

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curb the excesses of certain collectors does not either inhibit the recovery of vulnerable spe- cimens or significantly affect the important contribution which these amateurs can still make to the science of palaeontology. The real challenge is to involve site owners and even the general public in helping to safeguard sites by developing a sense of understanding and ap- preciation of the importance of palaeontological heritage - in an analogous fashion to which the need for the conservation of birds and flowering plants is now well established in the public psyche. The question for palaeontological conservation in Britain is not therefore so much a choice between legislation and public awareness programs, but more a matter of how to make the former more effective through developing the latter. Keywords: Britain, public awareness, legislation, palaeontological conservation.

Introducción

Los fósiles han sido coleccionados a lo largo de la Historia como objetos cu- riosos o por su significado religioso o folclórico. A finales del siglo XIX, sin em- bargo, se inició un estudio más sistemático, alimentado por un creciente interés en el mundo de las ciencias naturales. Los primeros paleontólogos pertenecían a clases sociales privilegiadas, hecho que les permitía comprar ejemplares a colec- cionistas y comerciantes –un famoso ejemplo es Mary Anning, Lyme Regis en Dor- set, suroeste de Inglaterra, que vendió fósiles a la alta burguesía inglesa a principios de este siglo (Gayrard Valy, 1996)–. La evolución hacia una Paleontología cientí- fica y profesional significó la necesidad de un perfeccionamiento en las técnicas de recolección, y el papel de los comerciantes fue decayendo progresivamente. En los principios de la Historia de la Paleontología, la conservación carecía de trascendencia con el continuo descubrimiento de nuevos yacimientos y faunas. Sin embargo, el comienzo del periodo de urbanización e industrialización había dañado a la nueva ciencia que ya había visto desaparecer yacimientos considerados como clásicos; testigo presencial fue Leckenby que en 1859 narró la construcción de las defensas costeras de Scarborough, en Yorkshire, y la consiguiente des- trucción de algunos de los mejores yacimientos del Calloviense (Jurásico Medio) de Gran Bretaña. Existen, sin embargo, algunos proyectos tempranos, siendo el más innovador la construcción de “Fossil Grove” Museum en Glasgow, Escocia, creado para la protección, en 1887, de unos troncos fósiles del Carbonífero Superior recién descubiertos. A lo largo de este periodo, se desarrolló un fuerte movimiento, esencialmente aficionado, de interés por la Geología en Gran Bretaña, apadrinado por la Geolo- gist’s Association y un nutrido grupo de geólogos locales y asociaciones de anti- cuarios. Se crearon fuertes vínculos entre estas sociedades y los escasos geólogos y paleontólogos de entonces, pero también con museos a nivel local y nacional que resultaron cruciales para el desarrollo de la ciencia. Sin el entusiasmo y dedica- ción de estas gentes, una parte significativa del patrimonio paleontológico britá- nico habría desaparecido indocumentado y los museos se habrían quedado medio vacíos.

46 La conservación del patrimonio paleontológico en Inglaterra: ¿legislación o concienciación?

Desarrollo de los planes de conservación

A mediados del siglo XX, el progreso había cobrado su tributo y muchos ya- cimientos considerados como clásicos habían desaparecido bajo la expansión ur- bana, enterrados por escombros o expoliados por años de sobreexplotación. La concienciación acerca de este problema condujo a la formación del subcomité geo- lógico de la Sociedad para la Promoción de Reservas Naturales y, como parte del proyecto de reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial, se seleccio- naron cerca de 400 lugares geológicos en Inglaterra y Gales considerados de interés, lista publicada en 1945 (Macfadyen, 1970). La base legal para la conservación de espacios naturales fue creada en 1949 por el National Parks and Access to the Countryside Act, que también estableció la primera agencia nacional, el Nature Conservancy. Los espacios seleccionados fue- ron designados primeramente como Sites of Special Scientific Interest (SSSIs) y las áreas más excepcionales National Nature Reserves (Soria et al., 1996). La lista ori- ginal, ya en 1970, se había doblado en número con el trabajo desarrollado en Es- cocia y la incorporación de nuevos grupos especializados. El desarrollo legislati- vo y normativo de la ley de 1949 quedó limitado a poco más que la simple designación de espacio protegido, resultando a menudo muy dificultosa la apli- cación de acciones legales encaminadas a cumplir la ley. La Wildlife and Country- side Act, en 1981, planteó esta cuestión y, desde entonces, todas las designaciones amparadas en la sección 28 de la ley incluyen una lista de acciones encaminadas a exigir un consentimiento oficial previo a la realización de cualquier actuación en un espacio protegido. Por primera vez, estas acciones incluyeron la recolección de ejemplares y muestras geológicas. Esta ley ha sido recientemente reforzada y consolidada por la Countryside and Rights of Way Act. La tarea de fortalecer la anterior legislación en Inglaterra recayó en English Nature, nacida en 1991 tras la ruptura de la antigua organización nacional Natu- re Conservancy Council (N.C.C.). Las organizaciones hermanas ejercen actualmente la misma función, Scottish Natural Heritage y Countryside Council for Wales. En 1981, tras una amplia investigación a nivel nacional, iniciada en 1970 por el N.C.C., se seleccionó un nutrido grupo de puntos de especial interés geológico, la Geolo- gical Conservation Review. Como resultado, fueron clasificados 3.000 puntos según áreas científicas, Paleontología de vertebrados y Paleobotánica incluidas. Existe un grupo adicional de lugares de importancia patrimonial, conocido colectivamente como RIGS (Regionally Important Geological/Geomorphological Sites o puntos de importancia regional geológica/geomorfológica), seleccionados y con- trolados a nivel local por grupos de voluntarios y protegidos por los planes de de- sarrollo del gobierno regional. La red nacional de RIGS está, sin embargo, muy dis- persa, aunque algunos condados (Devon, suroeste de Inglaterra) cubren un área muy representativa (150 RIGS en comparación con 105 SSSIs con interés geoló- gico).

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El ascenso del coleccionista de fósiles o la Paleontología, ¿una víctima de su propio éxito?

En la década de los años setenta surgió una nueva generación de coleccio- nistas de fósiles y comerciantes de fósiles en respuesta al incremento del interés y de la demanda internacional por estos ejemplares. La sobreexplotación de los yacimientos de fósiles necesaria para mantener este comercio ha expoliado mu- chos yacimientos importantes. Como ejemplos a reseñar, la excavación de arcillas del Jurásico Inferior cerca de Charmouth en Dorset, por coleccionistas incontro- lados de ammonites, el uso de sierras mecánicas para extraer huellas de dino- saurios de rocas del Cretácico Inferior en la Isla de Wight y ofiuros del Jurásico Inferior cerca de Seatown (Dorset). También la destrucción y expolio en Somer- set de yacimientos de ammonites y vertebrados en Watchet, así como el uso de ex- cavadoras y explosivos en Escocia para extraer crustáceos del Carbonífero y peces fósiles del Devónico. Algunos informes (e.g. Taylor, 1988) apoyan el creciente comercio de fósiles, alegando que proporciona nuevos ejemplares para estudio y exposición. Los ries- gos de este planteamiento fueron subrayados en 1989, cuando el pueblo escocés tuvo que reunir 200.000 libras esterlinas para evitar que parte de su patrimonio paleontológico fuera exportado, concretamente un reptilomorfo de 15 cm, bauti- zado como “Lizzie el lagarto”. A pesar del acuerdo general de evitar daños inne- cesarios en los yacimientos, la premura en adquirir buenos ejemplares ha lleva- do a algunas instituciones a apoyar a coleccionistas sin escrúpulos, sin asegurarse de que los fósiles hayan sido recogidos legalmente. La Wildlife and Countryside Act a menudo ha resultado eficaz en proteger ya- cimientos geológicos frente al desarrollo urbanístico, trabajando en conjunto con los planes de desarrollo locales. No ha sido tan eficaz, sin embargo, al defender los yacimientos paleontológicos del daño producido por los coleccionistas.

Gestión de recursos

La recolección de fósiles ha sido promovida en Gran Bretaña, en parte para pre- venir la pérdida producida por el rápido proceso erosivo en áreas costeras y en parte para asegurar que los afloramientos temporales queden adecuadamente registrados (esto último resulta crucial en el estudio geológico de un país con abundante ve- getación, como es el caso de Inglaterra). Este hecho, combinado con la tradición de geólogos aficionados, hace esencial que cualquier procedimiento legal introducido, con el fin de frenar los excesos de ciertos coleccionistas, no imposibilite la recupe- ración de ejemplares especialmente vulnerables ni tampoco dificulte la importan- te contribución de los aficionados a la Paleontología (Robinson, 1988). En recien- tes publicaciones canadienses se hace referencia a esta cuestión (e.g. Haggart et al., 1998).

48 La conservación del patrimonio paleontológico en Inglaterra: ¿legislación o concienciación?

La elaboración y publicación de un código de buena conducta jugó un im- portante papel en la definición de qué actividades geológicas son consideradas aceptables y cuáles son inapropiadas o simplemente inaceptables. El primero de estos códigos, publicado por la Geologist’s Association en 1975, contempla una guía para el trabajo de campo, seguro y responsable, incluyendo la recolección de fó- siles; este código fue reeditado con pequeñas modificaciones en 1994 (Geologist’s Association, 1975, 1994). El Geological Curators Group (1989) promovió una ini- ciativa enfocada hacia los más jóvenes, con recomendaciones adicionales deta- lladas referentes a la documentación y almacenamiento de ejemplares después de su recolección. English Nature, consciente de la necesidad de concienciación en la conser- vación del patrimonio geológico, elaboró una guía sobre la recolección y conser- vación de fósiles en 1992, basada principalmente en los códigos preexistentes. El creciente interés y discusión de la conservación en Paleontología culminó con la publicación de la política nacional sobre recolección de fósiles de 1996. Esta úl- tima define el concepto de “recolección responsable de fósiles”, como la base que establezca si la actividad recolectora es apropiada o no para la conservación del yacimiento. En algunas regiones de Gran Bretaña, la recolección de fósiles ha sido tan intensiva que ha creado una gran preocupación por la pérdida de importan- tes ejemplares, bien por falta de registro o bien por daño o robo. La creación de códigos locales fue la respuesta a este problema, siendo el caso más notable el de la Isla de Wight y producido por el museo local con el apoyo de los terratenien- tes y de English Nature (Isle of Wight Museum, 1995). Otro proyecto similar está en fase de estudio en Dorset, centrado en la protección de las famosas secciones costeras del Jurásico. No existe una medida real de la eficacia de estos códigos, aunque induda- blemente significan una valiosa fuente de normativas para los organizadores de excursiones geológicas y grupos didácticos. Su principal utilidad consiste en de- terminar qué actividades son aceptables y cuáles no y, por tanto, recordar a los usuarios que cualquier actividad desarrollada fuera del espíritu del código puede resultar en la restricción de otras actividades, o incluso en acciones legales. Des- graciadamente, el deterioro de importantes yacimientos sigue creciendo en in- tensidad debido a que un pequeño pero persistente grupo continúa ignorando todas las normas, a menudo para proveer de ejemplares al comercio internacio- nal. La prueba del destino de estos ejemplares puede encontrarse en los estantes y catálogos de las tiendas en todo el mundo. No todo el daño es causado por las operaciones comerciales, ya que algunos aficionados demuestran una completa falta de respeto, no sólo por la conserva- ción sino por los derechos de los propietarios de la tierra donde se encuentran los yacimientos. Existen también algunos casos en que los comerciantes han comprado el derecho de explotación ignorando cualquier legislación (a pesar de que tales ope- raciones impiden la realización de un estudio científico riguroso).

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Como se ha indicado anteriormente, en contraste con la relativa eficacia en la prevención de destrucción de lugares de interés por el desarrollo urbanístico, bajo la sección 28 de la Wildlife and Countryside Act de 1981, las acciones lega- les directas encaminadas a evitar la sobreexplotación de yacimientos de fósiles han resultado problemáticas. La ley responsabiliza al propietario del terreno de la conservación del mismo. Por lo tanto, el propietario debería tomar acciones encaminadas a controlar la re- colección de fósiles, de lo contrario English Nature o la agencia local se ven for- zadas a tomar acciones legales contra él. Esta situación, dado que el expolio suele ser causado por una tercera parte, puede considerarse bastante lejana al ideal. En tales casos, se espera que el propietario tome acciones legales, implicando a la po- licía, tomando como base robo o invasión de propiedad privada, no leyes de con- servación. En la práctica, como en un reciente caso de extracción ilegal de oro en Devon, la acción policial no puede garantizar el procesamiento ya que resulta muy difícil probar que el sujeto investigado sea el directo responsable y no, como ha- bitualmente se alega, obtenido por una tercera parte. En casos extremos es posible que las agencias locales apliquen la ley de con- servación de la naturaleza a nivel nacional, sección 29 del acta de 1981, que im- pide que el propietario tenga que tomar acciones legales y permite a la agencia local procesar a la tercera parte responsable. Solamente un espacio geológico pro- tegido en Inglaterra se encuentra en esta situación, Milborne Wick en Somerset, una sección clásica del Bajociense (Jurásico Medio), excavada intensamente por coleccionistas de fósiles. También se han establecido otros procedimientos, como la concesión de per- misos o la presencia de guardias jurados (como en las reservas nacionales). En al- gunos casos, sin embargo, la dificultad de asegurar a largo plazo la superviven- cia de los yacimientos paleontológicos significa la toma de medidas más drásticas y la única solución es la excavación completa y conservación del material en mu- seos. Esta práctica ha resultado muy útil con las muestras aparecidas durante la realización de obras de ingeniería o explotaciones mineras.

Solución al problema de la conservación: ¿legislación o concienciación?

Claramente, ni la concienciación pública ni los códigos voluntarios de con- ducta o los marcos legales resultan enteramente efectivos para la conservación del patrimonio paleontológico. Lo primero no frena los excesos de una minoría irres- ponsable y lo último resulta muy difícil de poner en práctica. Es necesario mo- dificar las leyes de conservación para resolver los problemas planteados por la ac- tuación de terceras partes. Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han propuesto distintas soluciones, aunque el problema de conseguir evidencias que permitan el procesamiento de los expoliadores permanece sin resolver.

50 La conservación del patrimonio paleontológico en Inglaterra: ¿legislación o concienciación?

En Gran Bretaña, el patrimonio paleontológico per se no está protegido, en contraste con países como España, pero el desarrollo de este concepto, con el apro- piado respaldo del marco legal, incrementaría la capacidad de las agencias de con- servación para proteger los puntos de interés paleontológico. Cuando el patrimonio es protegido, y no solamente el yacimiento, la acción legal frente a los expoliadores no depende de si puede probarse o no una apropiación indebida, y poseer ejem- plares ilegalmente recogidos es un delito por sí mismo, similar al de poseer es- pecímenes sin licencia de especies actuales protegidas, incluyendo los huevos de aves en peligro de extinción. En ausencia de unas leyes de conservación más adecuadas, los programas de concienciación pública y los códigos voluntarios de conducta permanecen como las principales armas de promoción de la conservación en Paleontología. Esto úl- timo puede tener gran valor en alentar la cooperación de grupos de aficionados, cuyo papel ha sido fundamental para el desarrollo de la Geología en Gran Breta- ña, pero resulta claramente limitado para frenar a individuos irresponsables. En realidad, incluso los sistemas legales tienen grandes probabilidades de fa- llar si falta un adecuado nivel de educación y concienciación. El gran reto consiste en implicar a los propietarios de terrenos en áreas protegidas y al público en ge- neral en la salvaguarda de los mismos mediante el desarrollo de un sentimiento de comprensión y apreciación de la importancia del patrimonio paleontológico, si- milar a la consideración que la protección de aves o plantas gozan en la psicolo- gía popular. La cuestión de la conservación paleontológica en Gran Bretaña no pasa, por tanto, por una elección entre legislación o programas de concienciación pública, sino por encontrar la vía de potenciar la ley con el apoyo de dicha concienciación pública.

Agradecimientos A María José Bello Villalba por la diligente traducción que realizó del difi- cultoso texto original en inglés. A los doctores Guillermo Meléndez, Xavier Mar- tínez Delclòs y Enrique Peñalver por sus correcciones del texto.

Bibliografía

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Haggart, J.W., Richstad, R.L., Thompson, M.J., Archibald, S.B., Beard, G., Lud- vigsen, R., Lund, K. and Trask, M. 1998. Palaeontological Resources of the Okanagan-Shuswap Land Resource Management Plan (LRMP) Area, British Columbia. Geological Society of Canada Open File, 3570, 1-39. Isle of Wight Museum 1995. Guidelines for Collecting Fossils on the Isle of Wight. Isle of Wight Museum, Sandown, 12 pp. Macfadyen, W.A. 1970. Geological Highlights of the West Country. Butterworths, 296 pp. Robinson, J.E. 1988. The interface between “professional palaeontologists” and amateur fossil collector. Special Papers in Palaeontology, 40, 113-121. Soria, M., Meléndez, G. y Page, K.N. 1996. Análisis comparativo del marco legal sobre la declaración de espacios geológicos protegidos en Gran Bretaña y Es- paña. Geogaceta, 19, 207-210. Taylor, N.A. 1988. Palaeontological site conservation and the professional collec- tor. Special Papers in Palaeontology, 40, 123-134.

52 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 53-60

El patrimonio paleontológico español: marco legal, titularidad, gestión y conservación The palaeontological heritage of Spain: legal framework, management and conservation

Jorge MORALES1, Elena GÓMEZ1 y Beatriz AZANZA2

1. Departamento de Paleobiología. Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC C/ José Gutiérrez Abascal, 2, 28006 Madrid. e-mail: [email protected] 2. Departamento de Ciencias de la Tierra (Paleontología). Universidad de Zaragoza, 50009 Zaragoza.

RESUMEN La Paleontología es una ciencia con personalidad propia, y el objeto básico, el documen- to principal que le da sentido, son los fósiles que actualmente se están considerando como objetos patrimoniales, y por lo tanto sujetos a leyes y normas. En el trabajo resumimos nues- tras ideas sobre los diferentes aspectos que confluyen en lo que de forma más generaliza- da viene denominándose patrimonio paleontológico. Palabras clave: Paleontología, Patrimonio, España, legislación.

ABSTRACT Palaeontology is a science with own personality, the basic materials on which it is based; the fossils are being considered as objects, and therefore subject to laws and rules. In this work we summarize our ideas on the different aspects that converge in what is now known as Palaeontological Heritage. Keywords: Palaeontology, Heritage, Spain, Legislation.

Introducción

Parece claro que los paleontólogos saben lo que son los fósiles y los yaci- mientos paleontológicos. Existe al respecto un cuerpo documental formado en más de 200 años y compuesto por una ingente cantidad de publicaciones y coleccio- nes preservadas que pertenecen al dominio público, que por sí solas podrían con-

53 J. MORALES, E. GÓMEZ Y B. AZANZA siderarse parte del patrimonio cultural. También tenemos claro que, aunque este cuerpo documental ha sido mayoritariamente formado con propósitos de inves- tigación, los fósiles reúnen ciertas características que se escapan al dominio de la investigación. Los fósiles también son objetos ornamentales que inducen a su coleccionismo o suscitan la curiosidad de los no profesionales, pueden ir asociados a recursos mi- nerales, y por tanto fácilmente destruibles, o bien tener un valor educativo o mu- seístico que los convierte en un posible recurso económico. Estas características sacan a fósiles y yacimientos del puro dominio de la in- vestigación, situándolos en un escenario diferente, no completamente análogo al de la Arqueología, pero en muchos aspectos con métodos y problemáticas simi- lares, sin olvidar el encuentro entre ambas ciencias en el amplio y diverso campo de la evolución pliopleistocena del grupo humano. Es este escenario, ajeno en gran medida a la investigación, el que ha propiciado la integración de la Paleontología en el marco legal de los estados, la demanda de legislación ha venido impuesta desde intereses diversos y, a veces, tremendamente dispares y contradictorios: – Los propios profesionales de la investigación paleontológica dan cuenta a la sociedad de sus hallazgos, de forma que justifique el porqué de su in- vestigación; además, ésta es una vía adicional para obtener recursos eco- nómicos. – Los paleontólogos buscan una ayuda externa que evite la destrucción y ex- polio de los yacimientos, que por sí solos ellos no pueden evitar. – Los no profesionales se asocian, tanto para desarrollar su afición, como para protegerse de los profesionales que amenazan su actividad. A veces ejercen una presión contra los investigadores implicando a la propia Ad- ministración. – Las administraciones locales, autonómicas o estatales ven en los fósiles un patrimonio propio, y por lo tanto un recurso económico. ¿Cómo compaginar todo esto? Sólo existe una vía cuando hay intereses tan opuestos y diversos: el camino legal que define un marco de actuación y que, res- petando los intereses minoritarios, responda a la realidad social imperante. Sin embargo, en España nos encontramos con una paradoja, las institucio- nes han legislado antes de definir lo que es el patrimonio paleontológico, y ade- más las comunidades autónomas han aceptado su gestión sin conocer qué tipo de infraestructura es necesaria para su correcta ejecución.

El marco legal

Para algunos profesionales existe una controversia sobre si el patrimonio pa- leontológico español debe ser completamente regulado dentro del marco de la Ley

54 El patrimonio paleontológico español: marco legal, titularidad, gestión y conservación del Patrimonio Histórico Español de 1985. La discusión se apoya en la interpre- tación de dos artículos de la citada ley. El Artículo 1.2 dice “Integran el Patrimo- nio Histórico Español los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, his- tórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico [...]”. Por otra parte, en el Artículo 40 se señala explícitamente “Forman parte, asimismo, de este patrimonio, los elementos geológicos y paleontológicos relacionados con la his- toria del hombre y sus orígenes y antecedentes”. Esta controversia se agudiza con el Artículo 16.2 de la Ley Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (4/1989) en la que se señala que dentro de las áreas naturales pro- tegidas se pueden incluir yacimientos paleontológicos. Una interpretación restrictiva del Artículo 40 aparentemente dejaría fuera del patrimonio paleontológico español a todos los yacimientos paleontológicos espa- ñoles anteriores al Pleistoceno, y posiblemente a aquellos con más de 900.000 años (dato aproximado de los primeros fósiles humanos españoles). Argumentación que ha sido defendida por profesionales de ambas disciplinas (Arqueología y Paleon- tología). Contrario a esta visión estaría el Artículo 1, ya mencionado, que no im- pone ningún tipo de restricción, y que por el término interés paleontológico y cien- tífico incluiría la Paleontología en toda su amplitud. Además el Artículo 40, al incluir orígenes y antecedentes, puede interpretarse desde la propia evolución de los pri- mates, mamíferos... hasta los primeros vestigios fósiles del Precámbrico. Por el contrario, los que apoyándose en la argumentación de que los fósiles son objetos naturales englobados en los cuerpos rocosos que conforman nuestro paisaje, y que no guardan relación con el patrimonio histórico “creado por la ac- tividad del hombre”, ven una posible alternativa en la Ley de la Conservación de los Espacios Naturales de la Flora y Fauna Silvestres (4/1989). Ciertamente el patrimonio paleontológico podría encontrar una importante vía de desarrollo asociado a los parques naturales, pero es difícil ver en esta ley el marco patrimonial para toda la paleontología. En consecuencia, el marco jurídico estatal en el que actualmente se están desarrollando mayoritariamente los aspectos patrimoniales paleontológicos es la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español. No obstante, estar regulados por la misma ley que otros patrimonios histó- ricos relacionados directamente con la actividad humana no debería significar una homogeneidad entre ellos. Es en la reglamentación y desarrollos parciales de las leyes donde deben marcarse la individualización y aspectos propios de cada uno de ellos. De hecho, así lo han entendido algunas comunidades autónomas, que han decidido legislar y/o reglamentar sobre las actividades paleontológicas (Meléndez y Soria, 1997; Gómez y Morales, 2000). Con todo, es reforzando el carácter de la paleontología como ciencia con per- sonalidad propia –individualizada tanto de la Geología como de la Arqueología– la vía para lograr un escenario idóneo para el desarrollo del patrimonio paleon- tológico.

55 J. MORALES, E. GÓMEZ Y B. AZANZA

El patrimonio paleontológico

El concepto de patrimonio paleontológico ha sido tratado recientemente en diversos trabajos (Alcalá y Morales, 1994a y 1994b; Morales, 1996; Morales et al., 1998). No obstante, ahora existe un marco algo diferente al trazado en estos tra- bajos. La inclusión sin restricciones de la Paleontología, al menos desde el punto de vista patrimonial, en la Ley de Patrimonio Histórico, cambia de lugar el proceso de valoración de los yacimientos. Nuestra idea anterior era que este proceso de- bería ser previo a la definición del patrimonio paleontológico, lo que implicaba la existencia de dos tipos de yacimientos, los que tenían valor patrimonial, y aque- llos que carecían de él. Esta premisa puede obviarse y evitar trazar límites. La consideración de que potencialmente todos los yacimientos paleontoló- gicos forman parte del patrimonio paleontológico, no es incompatible ni con el de- sarrollo de la investigación, ni con la protección de los mismos. El punto de par- tida es semejante, son los inventarios, catalogaciones y la propia cartografía geológica los que suministran la base documental, sobre la que se pueden aplicar criterios objetivos (científicos, socio-culturales y económicos) que nos permitan su valoración precisa. El camino está iniciado con trabajos sobre la valoración de yacimientos en la provincia de Teruel (Alcalá, 1999; Gómez y Morales, 2000). En esta línea hay que avanzar, tanto discutiendo y perfeccionando estos criterios y su valoración, como aplicándolos de manera urgente a los inventarios existentes. A partir de esta valoración la administración competente puede gestionar este pa- trimonio, marcando los niveles de protección y uso.

La gestión del patrimonio paleontológico

A. Titularidad y gestión Son dos conceptos diferentes relacionados con el patrimonio paleontológico español usados en numerosas ocasiones de forma arbitraria. Legalmente todos los bienes que forman parte del patrimonio paleontológico español estarían regidos por la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985. No obstante, el desarrollo de los estatutos de autonomía ha dado a las comunidades autónomas la titularidad y gestión de los bienes incluidos en el patrimonio paleontológico español, excepto los de titularidad estatal. Así, un bien de una comunidad autónoma puede no ra- dicarse necesariamente en la comunidad de origen, dependiendo su ubicación y uso de la decisión de la administración autonómica competente en su gestión, sin que haya cambio de titularidad. Es éste un aspecto de suma importancia en Paleontología, en la que la mayor parte de las veces los aspectos científicos deberían prevalecer sobre los museís- ticos y/o patrimoniales, siendo en numerosos casos la titularidad de los fósiles un aspecto secundario, que puede ejercerse sin necesidad de ejercer un control directo sobre los fósiles.

56 El patrimonio paleontológico español: marco legal, titularidad, gestión y conservación

B. La Paleontología como patrimonio individualizado Que la Paleontología se incluya dentro del patrimonio histórico no debería significar en ningún caso un conflicto entre profesionales. En otras palabras, la di- rección de proyectos o excavaciones acogidas a la normativa legal debe ser com- petencia de los profesionales cualificados en cada caso. Por la misma razón la con- servación de patrimonios específicos debe seguir un criterio idéntico.

C. Infraestructura y recursos humanos No parece posible gestionar un patrimonio del tipo que sea sin una infraes- tructura adecuada. La débil tradición científica en España, motivada por la dura y difícil historia del país durante los dos últimos siglos, no ha favorecido la exis- tencia de museos de ciencias naturales. El panorama a este respecto es desolador, y la mayor parte de los nuevos museos (más o menos relacionados con las cien- cias naturales) se han enfocado más hacia aspectos divulgativos, que hacia los pa- trimoniales o de investigación. El resultado es claramente negativo para la Paleon- tología, puesto que la única infraestructura cercana de una cierta magnitud la constituyen los museos provinciales, en los que, si existen colecciones de este tipo, lo son marginalmente, razón por la que no se ha contemplado la existencia de pla- zas especializadas.

D. Investigación y museística Todos los fósiles, independientemente de su tamaño, vistosidad o rareza, po- seen un valor científico indiscutible; como mencionó Peter Carls en el transcur- so de los debates, son herramientas imprescindibles para el desarrollo de la in- vestigación paleontológica. Forman parte de las colecciones de referencia y comparación y sin ellas los paleontólogos verían seriamente dañada su investi- gación. La mayor parte de los fósiles extraídos en los yacimientos no tienen las cua- lidades necesarias para exhibirse. No obstante, en general suministran la infor- mación necesaria para reconstruir la paleogeografía, condiciones geológicas, cli- máticas y ambientales en las que se formaron los yacimientos y se desarrolló la vida en el pasado. Su investigación y posterior interpretación es útil para los pro- pósitos culturales, aunque pocas veces son objetos de exhibición. No parece lógico privar a las instituciones con investigación paleontológica de un instrumento fundamental para la realización de su trabajo, por lo que el de- pósito de las colecciones paleontológicas debería ser en las instituciones más ade- cuadas para su estudio y conservación, con independencia de su ubicación geo- gráfica. Sólo cuando cambien las circunstancias que motivaron el depósito, las comunidades autónomas deberían hacer uso de su indiscutible titularidad, con la intencionalidad de preservar este patrimonio como documentación para el fu- turo.

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Ciertamente hay fósiles que poseen un indudable valor ornamental, lo que los convierte en objetos de colección, llamando la atención de los profanos. Estos fósiles suelen ser los que están más expuestos al expolio –aunque no los únicos– y en general son los considerados como un recurso patrimonial por parte de las diferentes administraciones. Mayoritariamente son susceptibles de exhibirse en mu- seos y exposiciones, convirtiéndose en bienes del patrimonio, con independencia de otros atributos que puedan poseer. De todo lo dicho anteriormente se desprenden algunas ideas. Una es que con independencia del concepto de patrimonio paleontológico español en la mayor parte de los yacimientos coexisten dos tipos de fósiles, unos con escaso o nulo valor museístico, y otros que sí lo poseen. La dificultad de diferenciar con clari- dad esta doble condición de los fósiles y el hecho de que ambos forman una en- tidad indisociable hace que las comunidades autónomas deban convertirse en ga- rantes de todo el patrimonio paleontológico, de forma que éste sirva para su doble propósito, investigación y museística. A este respecto, conviene señalar que en la actualidad la investigación en Pa- leontología, como sucede en otras disciplinas, está altamente especializada, re- quiriendo una alta inversión en infraestructura y personal, que no debería repe- tirse indefinidamente; pero, como hemos señalado en el apartado dedicado a infraestructuras, la escasez de museos de Paleontología (en particular) y de cien- cias naturales (en general) en la mayor parte de las comunidades autónomas nos motiva a llamar la atención para que este déficit sea urgentemente corregido, con la firme convicción que sólo de esta forma se podrá llegar a una correcta gestión del patrimonio paleontológico español.

El desarrollo del patrimonio paleontológico

Lo escrito anteriormente tiene mucho que ver con los museos y las colec- ciones, de hecho ambos conceptos fueron durante mucho tiempo inseparables, y sólo recientemente han empezado a disociarse, de forma que están apareciendo museos en los que las colecciones o no existen, o, si las hay, son secundarias. El tema, al ser muy amplio, merecería un desarrollo independiente. En este trabajo sólo nos centraremos en algunos aspectos relacionados con los problemas anali- zados más atrás. Hoy nos encontramos con una paradoja, las comunidades autónomas poseen la titularidad del patrimonio paleontológico español, pero, salvo excepciones, ca- recen de la infraestructura adecuada para su investigación y conservación. No es extraño que este hecho haya propiciado la existencia de una especie de “tierra de nadie” en la que los criterios de actuación están indefinidos. La ausencia, también salvo contadas excepciones, de interlocutores entre la comunidad científica y los responsables de la gestión del patrimonio paleontoló- gico ha propiciado la existencia de una política errática, mal entendida por los in-

58 El patrimonio paleontológico español: marco legal, titularidad, gestión y conservación vestigadores, sin que en la práctica haya habido una restricción sobre gran parte de las actividades destructivas y/o clandestinas que afectan al patrimonio paleon- tológico, incluso muchas veces conocidas –minería, canteras, etc–. Es necesario un cambio en la dinámica actual, quizás sea éste el momento favorable. La mayor parte de la discusión se ha venido centrando en la titularidad de los fósiles y se ha olvidado lo más importante, quién los investiga, quién los conservará para el futuro, y cómo se pueden aprovechar. El reto de las comuni- dades autónomas está en asumir este hecho, su gestión debe estar encaminada a asumir esta responsabilidad, bien llegando a acuerdos con instituciones que po- seen la infraestructura adecuada para asumir la doble tarea de conservar e in- vestigar este patrimonio, bien creando las infraestructuras adecuadas, cuyo nivel mínimo de partida serían museos con conservadores, restauradores y técnicos es- pecializados en Paleontología, lógicamente el nivel máximo es el que a esto añade investigación y divulgación.

Los fósiles como recurso económico

Los fósiles, como hemos discutido, son en principio objetos naturales que no necesariamente guardan relación con la actividad humana; asociados a la geolo- gía, nos explican cómo se llegaron a formar los paisajes que hoy vemos, y podemos viajar en el tiempo reconstruyendo los ambientes del pasado y a los organismos que los habitaron. Desde este punto de vista, los yacimientos paleontológicos po- seen las mismas cualidades que un paisaje singular. Pero este hecho no diferen- cia a los yacimientos de cualquier otro tipo de recurso, físicamente se sitúan en un entorno determinado, en el que habita gente que desea beneficiarse de todo tipo de singularidades que cree poseer. En otras palabras, son considerados como parte del patrimonio de la localidad en la que se encuentran. Los propios paleontólo- gos legítimamente hemos potenciado esta idea, y hemos visto cómo ocasional- mente aficionados locales han conseguido transformar este patrimonio en un re- curso económico. Ciertamente desde aquí no podemos transmitir la idea errónea de que detrás de cada yacimiento existe un museo, un parque o una exposición que va a transformar económicamente al municipio que lo posee. Pero sí es cier- to que la estructura social y económica de nuestra sociedad demanda más servi- cios de todo tipo, incluyendo los culturales. Esta transformación de nuestra so- ciedad, exigiendo un ocio diferente al tradicional, convierte a los yacimientos paleontológicos en un posible recurso cultural y turístico, que, como se ha seña- lado, tiene un potencial integrador muy elevado (Morales y Azanza, 1997). En la actualidad se está produciendo un fenómeno cuanto menos curioso; los paleontólogos, encerrados en nuestro mundo, nos vemos superados por una le- gislación en parte ajena a nuestra disciplina –con escasa o nula participación en su desarrollo– y por una dinámica local a veces alejada de los intereses científi- cos, cuando no los ignora. Es posible que esté naciendo un nuevo tipo de Paleon- tología (¿aplicada?) sin que el propio colectivo se dé cuenta. Hoy ya no parece po-

59 J. MORALES, E. GÓMEZ Y B. AZANZA sible seguir realizando nuestra investigación a espaldas de los intereses locales, consecuentemente tendremos que readaptar nuestros proyectos de investigación, añadiendo un nuevo apartado pocas veces contemplado, cómo nuestra investi- gación va a beneficiar al entorno en el que se sitúan los yacimientos que estu- diamos; e incluyendo la valoración de los yacimientos y el uso cultural de los mis- mos. En definitiva, la Paleontología en su vertiente patrimonial tendrá que incluirse en los planes de formación de los Técnicos de Gestión del Patrimonio.

Agradecimientos

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a Luis Alcalá, Ma- rian Álvarez, José Antonio de Andrés, Vicente Domingo, Enrique Peñalver, Sixto Fernández López, Luis Lafuente, Xavier Martínez Delclós y Guillermo Meléndez, por sus sugerencias y ayuda.

Bibliografía

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60 YACIMIENTOS

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 63-80

Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel An inventory of the palaeontological heritage of Teruel (Spain)

Monserrat SORIA

Dpto. Geología (Paleontología), Universidad de Zaragoza, C/ Pedro Cerbuna 12, 50009 Zaragoza. e-mail: [email protected]

RESUMEN

Los yacimientos paleontológicos de la provincia de Teruel han sido objeto de estudio desde hace varios siglos por numerosos investigadores debido a su riqueza, a sus buenas con- diciones de afloramiento y al carácter completo de las sucesiones de fósiles que aparecen en algunos de ellos. El presente trabajo tiene por objeto la evaluación y sistematización, con base bibliográfica, de aquellos yacimientos que por su riqueza paleontológica deban ser con- servados para el conocimiento científico como parte integrante del patrimonio paleonto- lógico. Son muy numerosas las monografías que hacen un profundo estudio del conteni- do paleontológico de los materiales paleozoicos, mesozoicos y terciarios que comprende la provincia de Teruel y que ponen también de manifiesto las repercusiones científicas que ha aportado el estudio paleontológico de dichos materiales; la definición de pisos (Ram- bliense, Turoliense y Alfambriense), localidades tipo (Los Mansuetos, El Arquillo, Rubie- los de Mora), cortes tipo (Moscardón, Sierra Palomera), holotipos (Homoeorhynchia me- ridionalis, Teruella gautieri, Nautilus lacerdae, Rana pueyoi, Palaeophylloxera seilacheri), locotipos (Ruscinomys schaubi, Alilepus turolensis) y escalas bioestratigráficas se han rea- lizado gracias a estos estudios que ponen de manifiesto la importancia del patrimonio pa- leontológico de la provincia de Teruel. La elaboración de una base de datos que recoja los puntos anteriormente mencionados per- mite determinar qué yacimientos o qué secciones presentan una mayor relevancia cientí- fica. El estado actual de conservación y estudio evidencian la necesidad de desarrollar me- didas de protección para dichos afloramientos que impidan un posible expolio y/o destrucción de los mismos. Palabras clave: Teruel, España, patrimonio paleontológico, yacimientos paleontológicos, medidas de protección, banco de datos paleontológico.

63 M. SORIA

ABSTRACT Palaeontological sites in the province of Teruel have been the subject of intense studies by naturalists and palaeontologists for several centuries due to their fossil wealth, excellent out- crop conditions and the completeness of fossil successions. The subject of this paper is the evaluation and categorisation, on the basis of the bibliographic source, of the main fossil sites of the province, which should be kept and protected for the science and the popula- tion as a part of the palaeontological heritage. Many palaeontological monographs have fo- cused on the fossil content of palaeozoic, mesozoic and tertiary rocks which are widespread in the province, of Teruel, making a special reference to scientific results from the pa- laeontological study of such materials: the definition of some stages with local name (Ram- blian, Turolian, Alfambrian), type-localities for numerous taxa (sites of Los Mansuetos, El Arquillo, Rubielos de Mora); type-sections (Moscardón; Sierra Palomera), holotypes of dif- ferent taxa (Homoeorhynchia meridionalis, Teruella gautieri, Nautilus lacerdae, Rana pue- yoi, Palaeophylloxera seilacheri), locotypes (Ruscinomys schaubi, Alilepus turolensis) and biostratigraphic scales produced thanks to these studies showing the importance of pa- laeontological heritage in the province of Teruel. The elaboration of a palaeontological database including the main fossil sites mentioned above should allow elucidate which sections and outcrops are more relevant and worth pro- tecting. The present state of preservation of many outcrops make it advisable developing further protective measures in order to avoid their expoliation and/or destruction. Keywords: province of Teruel, Spain, palaeontological heritage, fossil sites, protective mea- sures, palaeontological database.

Introducción

La provincia de Teruel abarca materiales fosilíferos desde el Paleozoico hasta el Cuaternario que han sido objeto de estudio desde hace varios siglos por nu- merosos investigadores. Desde las obras clásicas de Feijoo (1736), Torrubia (1754), Verneuil y Collomb (1852) y Mallada (1892) hasta los trabajos de Riba (1959), Geyer (1965), Freudenthal (1966), Alberdi (1974), Weerd (1976), Goy (1980), Fer- nández-López (1985), Adrover (1986), Meléndez (1989), Alcalá (1994), Van Dam (1997), entre otros, se pone de manifiesto la riqueza paleontológica de Teruel. En el Paleozoico y Mesozoico han sido los invertebrados (trilobites cámbri- cos, graptolites ordovícico-silúricos, braquiópodos del Ordovícico y del Jurásico y ammonites jurásicos) los grupos que han despertado un mayor interés por parte de los investigadores, debido a su mayor abundancia y variedad, así como al hecho de permitir establecer escalas bioestratigráficas durante dichos periodos. El alto número de monografías paleontológicas publicadas en la primera mitad de este siglo es una buena prueba de esto (véase Soria, 1993). Los yacimientos de ver- tebrados de la provincia de Teruel son muy numerosos y en algunos casos ex- cepcionales. Si bien los yacimientos mesozoicos son ya relevantes, y en algunos casos únicos, los de mamíferos del Terciario revisten una importancia especial a escala global por su riqueza y por el registro continuo que presentan, lo cual ha permitido establecer escalas cronoestratigráficas de referencia para Europa.

64 Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel

En la actualidad el estudio de los yacimientos paleontológicos en la provin- cia de Teruel es objeto de numerosas investigaciones que han dado como fruto la publicación de abundantes monografías y trabajos de investigación, así como la realización de numerosos congresos y reuniones científicas. Sin embargo, diver- sos factores como son el desarrollo económico e industrial de la provincia (fun- damentalmente obras públicas) y la acción incontrolada de coleccionistas parti- culares aficionados, que quieren incrementar sus colecciones, y de comerciantes de fósiles, que sólo buscan el beneficio económico, ha llevado a la destrucción o deterioro de algunas de las zonas de interés paleontológico. Esto obliga a plan- tearse la protección de aquellos yacimientos que por su riqueza e interés cientí- fico deban ser preservados. En este sentido, la propuesta de aplicación de medi- das legislativas y económicas (apoyo a proyectos de investigación y excavación, creación de infraestructura museística, dotación de material y de personal espe- cializado...) ha sido siempre una idea recurrente en los debates sobre la protec- ción y conservación del patrimonio paleontológico celebrados en los últimos años. El desarrollo de dichas medidas de protección precisa de un conocimiento previo del patrimonio paleontológico de Teruel y de su estado de conservación. La sistematización del patrimonio paleontológico, en el que se incluye el de Teruel, se ha llevado a cabo mediante la realización de numerosos inventarios. Por un lado se encuentran aquellos que se acogen a las leyes del Patrimonio Histórico Artís- tico y a la de Espacios Naturales Protegidos, y por otro lado aquellos realizados por diferentes organismos como son el Instituto de Conservación de la Naturale- za (ICONA) y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). También las Co- munidades Autónomas, Universidades, Diputaciones y Ayuntamientos empiezan a preocuparse por dar a conocer y proteger el patrimonio geológico y paleonto- lógico mediante la elaboración de Cartas Paleontológicas y proyectos de investi- gación (Soria et al., 1996). La independencia de los diferentes proyectos realizados y la escasa colabo- ración entre los diversos organismos ha dificultado hasta ahora el desarrollo con- junto y unificado de un inventario del patrimonio paleontológico de Teruel. La ela- boración de un inventario unificado sería un objetivo deseable que facilitaría enormemente el acceso a la información por parte de los investigadores. Por otra parte, este banco de datos generado permitiría dos cosas: una, valorar críticamente el estado de conocimiento en que se encuentra el patrimonio, y otra, elaborar los criterios que permitan identificar aquella parte del patrimonio que merezca ser ob- jeto de protección prioritaria.

La sistematización del patrimonio paleontológico

La catalogación y sistematización del patrimonio paleontológico de Teruel se ha llevado a cabo mediante la elaboración de fichas identificativas de aquellos ya- cimientos paleozoicos, mesozoicos o terciarios que por su interés científico, so- cial y cultural sean de especial relevancia (fig. 1).

65 M. SORIA

NOMBRE DEL YACIMIENTO: Rubielos de Mora (RM)

SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y GEOLÓGICA: La localidad de Rubielos de Mora se encuentra a 40 Km de Teruel. En esta localidad se desarrolla una cubeta de forma elíptica con orientación ENE-WSW.

ANTECEDENTES BIBLIOGRÁFICOS: Maestre (1845), Cortázar (1885), Calderón (1910), Navarro (1914), Gavala (1912), Hahne (1943), Riba (1959), Riba y Ríos (1962), Crusafont et al. (1966), Gautier (1967), Moissenet y Gautier (1971), Aguirre y Moissenet (1972), Gibert (1973), Adrover (1974), Adrover et al.. (1974), De Bruijn y Moltzer (1974), Gibert y Agustí (1977), Sanchiz (1977), López (1989), Anadón et al. (1989), Martínez-Delclós et al. (1989, 1991), Adrover et al. (1990), Fernández-Rubio et al. (1991), Fernández-Rubio y Peñalver (1994), Anento et al. (1977), Peñalver et al. (1996, 1997, 1998, 1999), Peñalver (1998), Heie y Peñalver (1999), Nel et al. (1999).

AMPLITUD BIOZONACIÓN CRONOESTRATIGRÁFICA-LITOESTRATIGRÁFICA

TERCIARIO Ritmitas bituminosas Biozona MN 3-4b de MEIN Mioceno inferior Aragoniense inferior

CONTENIDO PALEONTOLÓGICO: Lepidoptera, Hemiptera, Hymenoptehera, Diptera, Coleoptera, Lagomorpha, Rodentia, Perisodactyla, Artiodactyla

DATOS DE ESPECIAL INTERÉS

ESTRATIGRÁFICOS PALEONTOLÓGICOS UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS LOCALIDAD TIPO DE ESPECIES Formación NOMBRE DE ESPECIES Miembro/Capa REFERENCIAS ÚNICAS

UNIDADES CRONO Y BIOESTRATIGRÁFICAS Biozonas Horizontes Estratotipo Corte de referencia

DATOS TÉCNICOS ACCESIBILIDAD FACILIDAD DE ESTUDIO ENTORNO AGENTES ANTRÓPICOS A.C. A.P. EXP. S. EXP. C.P. C.C. E V O.P. T

Figura 1. Modelo de ficha técnica de los yacimientos inventariados. Como ejemplo se ha tomado la cuenca miocena de Rubielos de Mora en su conjunto, incluyendo tanto los aflo- ramientos de ritmitas bituminosas como los de micro y macrovertebrados. La representa- ción de cada uno de los apartados señalados en los datos técnicos queda reflejada por una trama. Si la superficie cubierta del cuadro es inferior a 1/3 el resultado de la valoración es baja, entre 1/3 y 2/3 es mediana y por encima de 2/3 es alta.

66 Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel

La recopilación de dichos yacimientos se ha realizado a partir de una en- cuesta entre los especialistas de los diferentes grupos paleontológicos que han tra- bajado en la provincia de Teruel a fin de hacer una primera selección de yaci- mientos específicamente señalados por su interés y representatividad paleontológica, su localización y su necesidad de protección. Los aspectos que se reflejan para cada uno de los yacimientos seleccionados en este inventario son: – Nombre del yacimiento o perfil paleontológico con el que aparece reseña- do en la bibliografía. – Situación geográfica y geológica general. – Antecedentes bibliográficos en los que se hace referencia al yacimiento pa- leontológico y en los que se incluyen tanto los trabajos de carácter paleon- tológico como los que abarcan otros datos como los estratigráficos y se- dimentológicos. – Amplitud bioestratigráfica y geocronológica. – Contenido paleontológico, señalando los grupos más destacados. – Datos de especial interés paleontológico y estratigráfico. Dentro de los datos paleontológicos se considera si el yacimiento es localidad tipo de especies, si da nombre a alguna especie o si presenta referencias únicas. En los datos estratigráficos se ha incluido la definición de unidades litoestratigráficas (Formación, Miembro y capa) y de unidades bioestratigráficas (biozonas, horizontes, estratotipos y cortes de referencia). – Datos técnicos y estado de conservación de los yacimientos. La valoración del estado de conservación se ha realizado teniendo en cuenta los si- guientes datos técnicos: a) Accesibilidad: en este aspecto se valora la facilidad de acceso al yaci- miento. Si el acceso es por carretera o camino, o bien es un acceso a pie. b) Facilidad de estudio: se valoran las condiciones de exposición, si el per- fil está cubierto o no y si las condiciones de afloramiento permiten un es- tudio adecuado. También se considera la numeración o no de la serie. c) Entorno: se tiene en cuenta la cercanía a los núcleos de población y el paso de carreteras. d) Agentes antrópicos: los que actualmente pueden afectar a un yacimiento y que se han considerado en este trabajo son la existencia de expolio in- discriminado y exhaustivo, la ubicación de vertederos, la realización de obras públicas y la existencia de zonas de turismo no controlado. El conjunto de los datos técnicos sobre el estado de conservación y de los datos paleontológicos y estratigráficos de especial interés son los factores que se han de tener en cuenta a la hora de establecer las medidas de protección de estos yacimientos. Estos factores reflejan en qué medida cada yacimiento o perfil pre-

67 M. SORIA senta un mayor o menor interés científico que determina su valor patrimonial. Para ello será necesario la aplicación de medidas oportunas que impidan la destrucción o deterioro de este patrimonio. Algunas de las medidas que se proponen para llevar a cabo la protección de estos yacimientos son (fig. 2): –Estudios de impacto ambiental necesarios a la hora de realizar cualquier tipo de obra pública (fundamentalmente las ligadas al acondicionamien- to de las carreteras). En estos informes se deberán reflejar los yacimientos paleontológicos afectados por dicha obra. Estos estudios deberán tener en cuenta los yacimientos seleccionados en este trabajo cuya accesibilidad se realice por carretera, pista o camino. Esta medida de protección ha sido llevada a cabo en la construcción del tra- zado del AVE entre Calatayud y Zaragoza y en la de la autovía Zaragoza-Teruel. En el primer caso la prospección paleontológica dio lugar a la identificación de dos nuevos yacimientos (Cámbrico Inferior y Jurásico Medio-Superior) y fue necesa- rio llevar a cabo prospecciones de urgencia en aquellos casos en los que los ya- cimientos paleontológicos estuvieran afectados por la obra. Actualmente se está llevando a cabo el informe para el trazado de la autovía Zaragoza-Teruel. –Prospecciones y excavaciones sistemáticas de los yacimientos afectados por las obras públicas, de manera que la pérdida de información sea la menor posible. Esta medida se aplica frecuentemente en los yacimientos terciarios y, como se señala en el punto anterior, también ha sido aplicada en otros casos. – Considerar los yacimientos paleontológicos a la hora de establecer las nor- mas subsidiarias y complementarias de la provincia de Teruel. Esta medi- da podría evitar que aquellos yacimientos que se encuentran en el entor- no municipal puedan verse afectados por la ubicación de vertederos, tal y como ocurrió con el yacimiento de los Aljezares en las cercanías de la ciu- dad de Teruel. –Propuestas de declaración de aquellos yacimientos de excepcional interés científico, cultural y social como Bien de Interés Cultural (BIC) o Monu- mento Natural (M.N.) por parte de los organismos competentes, de acuer- do a las bases establecidas en la Ley del Patrimonio Histórico Español y la Ley de Espacios Naturales respectivamente. En la provincia de Teruel exis- te una propuesta de declaración de BIC de los yacimientos de vertebrados terciarios de Concud. En este sentido cabe señalar que actualmente se han reconocido (Soria et al., 1996) dos BICs paleontológicos en España, uno con la categoría de Zona Ar- queológica (yacimiento de las Terrazas del Manzanares, Madrid) y otro con la ca- tegoría de Sitio Histórico (yacimiento de Murero, Zaragoza).

68 Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel

MEDIDAS DE PROTECCIÓN Informes Control Control Control Propuesta Propuesta Propuesta Normas impacto de los del del de de de Parque subsidiarias NOMBRE ambiental basureros turismo expolio B.I.C./M.N. P.E.I.P. Natural Piedra del Tormo

La Rebosilla

Las Viñas

Moscardón

Gea de Albarracín

Ariño 1-2 Barranco de las Estacas Calanda 1-3 Barranco Val de la Piedra Rambla del Salto

Bueña

Pozuel del Campo

Galve

Navarrete del Río

Rubielos de Mora

Libros

La Roma II

Masía del Barbo

Puente Minero

Vivero de Pinos

El Arquillo

Concud

Los Mansuetos

Los Aljezares

Milagros

La Gloria 4

La Calera II La Puebla de Valverde

Figura 2. Propuesta de medidas de protección para cada uno de los yacimientos inventa- riados.

69 M. SORIA

–Creación de parques culturales, paleontológicos y geológicos. De las tres modalidades de parques únicamente la primera tiene una base legal con la reciente aprobación de la Ley de Parques Culturales de Aragón (Ley 12/1997). En dicha ley se contempla la protección y conservación de los yacimientos paleontológicos existentes en el Parque Cultural del Río Mar- tín y en el Parque Cultural de Albarracín. Junto a este parque se localizan, en la provincia de Teruel, el Parque Paleontológico de Galve, creado en torno a los yacimientos de dinosaurios que se sitúan en dicha localidad, y el Parque Geológico de Aliaga. – Ubicación de museos in situ en aquellos casos en los que la naturaleza del material paleontológico impida su traslado y acondicionamiento en una sala de exposición adecuada. Este podría ser el caso de las huellas y restos de dinosaurios, como se ha llevado a cabo en la localidad de Galve (yaci- miento del Pelejón). –Visitas organizadas a los yacimientos más relevantes a fin de concienciar a los aficionados de la importancia que para la Ciencia representa la pre- servación de estos yacimientos. Estas visitas podrían establecerse tanto a nivel educativo, a través de los centros de enseñanza primaria y secundaria, como cultural a través de asociaciones.

Yacimientos paleontológicos inventariados

Los yacimientos inventariados para la elaboración de este trabajo se han agru- pado en yacimientos paleozoicos, mesozoicos y terciarios. De esta manera se fa- cilita su estudio y posterior análisis.

Yacimientos paleozoicos El Paleozoico aragonés aflora en los núcleos de las Cadenas Ibéricas y de las Cadenas Hespéricas, que son las divisiones establecidas para el Sistema Ibérico por Lotze (1929, 1961). Son afloramientos discontinuos que no tienen conexión su- perficial con el Macizo Ibérico, pero que siguen las directrices generales de éste. Se pueden reconocer diferentes unidades tectonoestratigráficas para las Cadenas Ibéricas. De E a O se encuentran la Unidad de Herrera, la Unidad de Mesones y la Unidad de Badules. A estas unidades hay que sumarles los diferentes aflora- mientos de las Cadenas Hespéricas que pueden ser incluidos en la Unidad de Al- barracín. Los afloramientos paleozoicos de la provincia de Teruel, dentro del conjun- to anterior, se encuentran representados, por un lado, en las estribaciones meri- dionales de las Cadenas Ibéricas, dentro de la Unidad de Herrera (sector de Fom- buena-Luesma y sector de Santa Cruz de Nogueras), y por otro lado en la parte centro oriental de las Cadenas Hespéricas (dentro de la Sierra de Albarracín for-

70 Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel mando los macizos de Ródenas, en Sierra Menera, Checa, El Tremedal y Alba- rracín-Beris). Los yacimientos seleccionados en el sector de Fombuena-Luesma son los de Piedra del Tormo y La Rebosilla. En estos yacimientos se ha reconocido una im- portante serie del Ordovícico Medio y Superior donde han sido definidas nume- rosas especies de braquiópodos y equinodermos (cistideos), que son los grupos fósiles más representativos de estos materiales. También se han definido varias uni- dades litoestratigráficas (Formación Castillejo, Formación Fombuena y Formación Calizas de Cistideos) (Villas, 1985). En el sector de Santa Cruz de Nogueras se ha seleccionado el yacimiento de Las Viñas, que abarca materiales desde el Silúrico Superior al Devónico Inferior. Este corte, junto con el de la Piedra del Tormo anteriormente descrito, por su con- tenido paleontológico (braquiópodos) y condiciones estratigráficas excepcionales representa las secciones tipo de la Unidad de Herrera (Carls et al., 1985).

Yacimientos mesozoicos Los materiales mesozoicos (jurásicos y cretácicos principalmente) en la pro- vincia de Teruel son muy extensos y se localizan en la Cordillera Ibérica. La Cor- dillera Ibérica es un sistema montañoso situado al NE de la Península Ibérica y que se extiende en dirección NW-SE. Las unidades geográficas de la Cordillera Ibéri- ca representadas en la provincia de Teruel son: la Rama Castellana, occidental o interna, que está separada por el eje Calatayud-Montalbán de la Rama Aragone- sa, oriental o externa. Al E se desarrolla la unidad del Maestrazgo que en su zona nororiental enlaza con la Cordillera Costero Catalana. Las series jurásicas presentan excepcionales condiciones de afloramiento en la provincia de Teruel. Son en su mayoría series de calizas estratificadas con in- tercalaciones margosas de distinto espesor. Generalmente estas sucesiones vienen acompañadas de restos fósiles de ammonites, belemnites, bivalvos, braquiópodos (rinconelas y terebrátulas), briozoos, corales, espongiarios y equinodermos (cri- noides y equínidos, fundamentalmente) entre otros. Esto ha permitido el esta- blecimiento de escalas bioestratigráficas de detalle basadas en los grupos fósiles que contienen estos materiales, fundamentalmente los ammonoideos y, más oca- sionalmente, los braquiópodos. Se pueden diferenciar varios dominios paleogeográficos en los que se loca- lizan los afloramientos mesozoicos seleccionados en el presente inventario. En el extremo W-SW se sitúa la Sierra de Albarracín, constituida por diver- sos macizos paleozoicos rodeados de materiales triásicos y con una gran exten- sión de materiales jurásicos y cretácicos. En este sector se incluyen algunos de los yacimientos de invertebrados jurásicos más importantes de la provincia: las lo- calidades de El Coscojar, Entrambasaguas o Villar del Cobo constituyen secciones clásicas del Jurásico Inferior (Mallada, 1885, 1892; Dereims, 1898; Riba, 1959;

71 M. SORIA

Comas Rengifo, 1985), siendo la sección de Villar del Cobo la localidad-tipo de las especies de braquiópodos: Homoeorhynchia meridionalis (Deslongchamps) y Au- lacothyris iberica Dubar. Por su parte, los yacimientos de Moscardón, Frías de Al- barracín, Gea de Albarracín, Embalse del Arquillo de San Blas y Masada Toyue- la (en la confluencia de la Rambla de Monterde y la Rambla de Calera) entre otros muchos, se caracterizan por mostrar unas sucesiones bastante completas del Ju- rásico Medio y Superior (Fernández-López, 1985; Meléndez, 1989). El yacimien- to de Moscardón es clásico asimismo por el desarrollo de biohermos de espon- giarios del Bajociense superior, mientras que en Jabaloyas tienen interés las construcciones de biohermos de corales y esponjas en el Jurásico Superior (Giner y Barnolas, 1981). Otros yacimientos presentan un especial interés por haber sido definidos en ellos diversos taxones de ammonites del Bajociense (Fernández-López, 1985). El yacimiento de Masada Toyuela constituye la localidad-tipo de los taxo- nes Albarracinites, género, y A. albarracinensis Fernández-López, especie. El ya- cimiento de Cella es, asimismo, la localidad-tipo del taxón Melendezia aenigma- tica Fernández-López. Por último, en el yacimiento del Arquillo de San Blas han sido definidos la especie Bajocisphinctes mouterdei Fernández-López y el género Microbajocisphinctes Fernández-López, incluyendo asimismo varias nuevas es- pecies: M. densicostatus Fernández-López, M. tenuicostatus Fernández-López y M. robustus Fernández-López. En la región de Oliete-Ariño-Andorra (Sierra de Arcos), al N de la alineación paleozoica de la Sierra de Cucalón, se localizan los yacimientos de Ariño, Río Mar- tín y Barranco de las Estacas, que destacan por las buenas condiciones de aflo- ramiento de las series jurásicas y por la gran riqueza de fósiles de ammonoideos que han permitido la definición de especies nuevas en el Jurásico Superior, tales como Passendorferia (Passendorferia) arinienseis Meléndez y Passendorferia (En- ayites) sanpedroi Meléndez (Meléndez, 1989). Asimismo en el sector de Calanda– Ráfales, los afloramientos de Calanda, Foz-Calanda y barranco de la Val de la Pie- dra (Jurásico Superior) presentan sucesiones de ammonoideos del Kimmeridgiense que pueden considerarse únicas en el contexto de la Cordillera Ibérica (Atrops y Meléndez, 1985). Entre las depresiones del Jiloca y del Alfambra, se incluyen los yacimientos de Rambla del Salto y Bueña, en Sierra Palomera; éstos destacan por abarcar una de las series más completas del Jurásico Inferior de la región (Comas Rengifo, 1985). Asimismo, en el sector de Sierra Menera, en el límite con la provincia de Guadala- jara, se encuentra el yacimiento de Pozuel del Campo, en donde se han reconoci- do, a partir de datos litológicos y paleontológicos, las unidades de Calizas del Pe- dregal, Margas del Montón y Calizas oolíticas de Pozuel (Aurell y Meléndez, 1989). Por último, en el Mesozoico de Teruel, en la localidad de Galve, se encuen- tra un conjunto de yacimientos de vertebrados, especialmente de dinosaurios, con- siderados como de los más importantes de España (Canudo et al., 1996). Además han proporcionado una diversificada fauna de otros vertebrados: pisciformes, an- fibios y mamíferos. También conviene señalar el descubrimiento de un nuevo ya-

72 Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel cimiento de dinosaurios en Peñarroya de Tastavins, actualmente en estudio (Ca- nudo et al., 1998).

Yacimientos terciarios Los materiales terciarios están ampliamente representados en la provincia de Teruel, ocupando casi la mitad de la superficie de la misma. Están formados por sedimentos continentales paleógenos y neógenos, siendo estos últimos los que al- canzan una mayor extensión de afloramiento. Los sedimentos terciarios rellenan un sistema de fosas postectónicas articuladas en la Cordillera Ibérica y que forman el llamado Sistema de Fosas de Calatayud-Teruel. Podemos diferenciar la depre- sión Calatayud-Montalbán de dirección NW-SE rellena de materiales paleógenos y neógenos y las fosas de Calamocha-Teruel y fosa de Gallocanta, ocupadas fun- damentalmente por depósitos cuaternarios. Por otro lado, se encuentra la semi- fosa de Alfambra-Teruel-Mira de dirección NNE-SSW (Gutiérrez y Meléndez, 1991). En la provincia de Teruel se han encontrado vertebrados fósiles procedentes de numerosas localidades del Terciario continental. De las series en las que se di- vide el Terciario: Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno y Plioceno, abundan con preferencia las dos últimas que constituyen el sistema Neógeno. A este sistema per- tenece una serie de yacimientos que, en número superior a doscientos, han di- fundido ampliamente las características excepcionales del registro fósil turolense. A la abundancia de localidades fosilíferas hay que añadir la circunstancia de que se encuentran series continuas con faunas de diferentes edades en una misma ver- tical. Además, en Teruel se encuentran yacimientos de edades que son escasos en el entorno mediterráneo (por ejemplo en el Turoliense inferior o en la parte basal del Plioceno). Por ello, dos yacimientos de Teruel, Masía del Barbo y Los Man- suetos, fueron señalados como localidades de referencia en la biozonación del Neó- geno mediterráneo establecida a partir de los mamíferos, propuesta por Mein (1975) y ratificada en la reunión Round-Table on mastostratigraphy of the Western Mediterranean Neogene (Alberdi y Aguirre, 1977), celebrada en Madrid en 1976. Otras localidades fosilíferas turolenses son de gran importancia por haber ser- vido de base para la definición de pisos. En la provincia de Teruel se han defini- do tres pisos del Terciario continental: Rambliense inferior, propuesto por Daams et al. (1987) (estratotipo situado en Lechago y Navarrete del Río); Turoliense, pro- puesto por Crusafont (1965) (estratotipo en Los Mansuetos y numerosos cortes de referencia) y Alfambriense, propuesto por Mein et al. (1989-1990) y Moissenet et al. (1990). El estratotipo de este último está compuesto por varias secciones di- ferentes como las de La Gloria 4 y Arquillo 3 (Crusafont y Golpe, 1974; Adrover y Alcalá, 1991). El Vallesiense superior presenta cortes de referencia en la provincia de Teruel en Los Aljezares y Masía del Barbo. Además se pueden destacar nu- merosos yacimientos de mamíferos (La Roma, Concud, Los Aljezares, Milagros, La Calera y La Puebla de Valverde), pero también de grupos raros en el registro fósil mundial, como son los yacimientos de anfibios (Libros y Rubielos de Mora) o los yacimientos de insectos, también en Rubielos de Mora (fig. 1).

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En Concud se encuentra uno de los yacimientos de vertebrados más carac- terísticos de la provincia de Teruel. Destaca por ser uno de los conocidos desde más antiguo y cronológicamente es el primero del Neógeno español. Ha proporciona- do un gran número de especies, algunas de las cuales han sido definidas en este yacimiento, y ha sido objeto de estudio por numerosos paleontólogos. Canis cipio es el primer representante del género Canis en el Mioceno Superior euroasiático, procedente de Concud. Otros taxones definidos en Concud son, entre otros, In- dartos atticus adroveri e Hipparion concudense concudense. Los peces fósiles del yacimiento de Los Aljezares se clasifican como una nueva especie, Leuciscus pachecoi, que posteriormente es asignada al género Ru- tilus (Gaudant, 1984) y constituye la localidad tipo de esta especie, dedicada a Her- nández Pacheco. Asimismo, en el yacimiento de La Puebla de Valverde se describe un molar de primate (Macaca) que había sido considerado como el primer cer- copitécido conocido de España. Este ejemplar fósil se incluyó posteriormente en el género Paradolichopithecus. Finalmente, Navás (1920) proporcionó los prime- ros datos de la macrofauna de vertebrados (anfibios y reptiles) en Libros. Poste- riormente este mismo autor definió varias especies de ranas que serían redefini- das posteriormente (Rana pueyoi), salamándridos (Oligosemia spinosa) y aves (Thiornis sociata) que corresponden al Mioceno Superior. El estudio de la cuenca de Rubielos de Mora se inicia a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX debido a la presencia de algunos niveles de lignitos y de ritmitas bituminosas; las primeras citas se encuentran, por lo tanto, en trabajos de carácter minero. Trabajos posteriores pusieron de manifiesto la existencia de una fauna de mamíferos fósiles entre los que se citan géneros de cierta rareza como el rinoceróntido Diaceratherium o el calicotérido (v. Montoya et al., 1996, para una revisión más detallada del contenido paleontológico de los yacimientos de esta cuenca). Gibert (1974), en su Tesis doctoral, describe dos nuevos taxones de insectívoros que posteriormente revisa (Gibert, 1975), y sólo uno de ellos queda definitivamente establecido: Desmanella fejfari (Talpidae) en Rubielos de Mora 2. La lista de nuevas especies de insectos encontradas en los diversos yacimientos de esta localidad se ha incrementado con nuevos trabajos como los de Fernández Rubio et al. (1991), Heie y Peñalver (1999), Peñalver y Baena (2000), Herczek et al. (2000) (fig. 1). En ellos se describen nuevas especies como Zygaena turolen- sis Fernández Rubio, Peñalver y Martínez Delclòs, 1991.

Conclusiones

La sistematización y unificación de datos paleontológicos y estratigráficos de los yacimientos más relevantes de la provincia de Teruel pone de manifiesto por un lado la riqueza y el interés científico de dichos yacimientos y por otro la ne- cesidad de adoptar medidas de protección para preservar dicho patrimonio. Por su parte, el avance en el marco legislativo que se está produciendo en los últimos

74 Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel años abre nuevas posibilidades a la protección del patrimonio paleontológico. El acercamiento de la Paleontología a la sociedad reforzará la conservación del mismo haciéndolo cada vez más apreciado por la población hasta alcanzar los mismos niveles de consideración social y aprecio que el resto de los integrantes del pa- trimonio histórico y cultural. El desarrollo de reuniones y congresos que sirvan para divulgar la necesidad de protección del patrimonio paleontológico y sus conclusiones no deben quedarse únicamente recogidas en las publicaciones, sino que deben ser dadas a conocer a los diferentes estamentos implicados en la protección y conservación de este pa- trimonio.

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Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín (Rama Castellana de la Cordillera Ibérica): aspectos estratigráficos y patrimoniales Fossil sites in the Jurassic of the Sierra de Albarracín (Castillian branch of Iberian Cordillera, Spain): main stratigraphical and heritage points

Guillermo MELÉNDEZ1, Sixto FERNÁNDEZ-LÓPEZ2, Celia SORIA LLOP1, Isabel PÉREZ URRESTI1, Julia BELLO1, Graciela DELVENE1, María José COMAS-RENGIFO2, Antonio GOY2, Elena CLEMENTE1 y Montserrat RODRÍGUEZ MORA1 1. Dpto. de Geología (Paleontología), Universidad de Zaragoza, C/ Pedro Cerbuna 12, 50009 Zaragoza. e-mail: [email protected] 2. Dpto. de Paleontología, Facultad de Ciencias Geológicas, Universidad Complutense, 28040 Madrid. e-mail: [email protected]

RESUMEN Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en la Sierra de Albarracín (Teruel) presentan un especial interés tanto científico, por la importancia y diversidad de los grupos fósiles re- presentados y el desarrollo de las unidades estratigráficas, como patrimonial, por la exce- lencia de los afloramientos y su riqueza fosilífera, e histórico, por la gran tradición de es- tudios llevados a cabo desde el siglo XIX. En el presente trabajo se analizan los aspectos estratigráficos y patrimoniales de ocho de ellos, seleccionados por su riqueza paleontoló- gica y su valor patrimonial, incluyendo la descripción de su contenido paleontológico, la evaluación de los riesgos y las posibles medidas de protección de los mismos. El gran interés del registro fósil ha llevado a la definición de muchos nuevos taxones en esta región, como es el caso de los braquiópodos Aulacothyris iberica u Homoeorhynchia me- ridionalis, y de algunos taxones de ammonites, como los géneros Albarracinites, Micro- bajocisphinctes o Melendezia. Por otra parte, el conjunto de rasgos patrimoniales que con- vergen en la Sierra de Albarracín, unido al hecho de encontrarse en un marco paisajístico

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de gran belleza, ha llevado a la Administración a una toma de conciencia en lo referente a la necesidad de protección y conservación del patrimonio histórico y cultural, y a la de- claración de una parte de la sierra como Parque Cultural. El proyecto de gestión patrimonial, cultural y turística iniciado recientemente en la Sierra de Albarracín, con la participación del Gobierno de Aragón y otras instituciones (Dinópo- lis) aún en fase embrionaria, contempla la creación de un parque temático de carácter emi- nentemente recreativo y turístico, aprovechando los recursos paleontológicos de la provincia. Un correcto planteamiento de este proyecto permitirá, sin duda, la integración en el mismo de los trabajos de investigación, por un lado, y la protección del patrimonio paleontológi- co por otro. Palabras clave: patrimonio paleontológico, yacimientos paleontológicos, Jurásico, Cordi- llera Ibérica, Sierra de Albarracín, Teruel, España.

ABSTRACT The Jurassic fossil sites of Sierra de Albarracín (Teruel, E Spain) present a special interest from both the scientific and historical point of view, due to the importance and diversity of fossil groups represented and the good development of the stratigraphic units. This has traditionally favoured the production of important stratigraphical and palaeontological stu- dies since early XIXth century. Also from the heritage point of view, they are specially ap- preciated due to the excellence of outcrops and wealth of fossil sites. The present study of- fers a general overview of the heritage value of eight selected sites on the basis of their fossil content, in order to evaluate their current risks of destruction and proposed measures of protection. The great interest of the fossil record has led to the definition of many new taxa in this re- gion, as it is the case of brachiopods Aulacothyris iberica and Homoeorhynchia meridionalis, and of ammonite genera Albarracinites, Microbajocisphinctes, and Melendezia. On the other hand, heritage features and other values such as the impressive landscape, have prompted a general public concern on the protection of the scientific, historical and cultural herita- ge of the area, leading to its nomination as the recently created protective feature of Cul- tural Park. A newly projected touristic and cultural programme in the province of Teruel, known as Di- nópolis, still in an embrionic phase of development, seeks the creation of a recreational area across the province, based on the potential use of the touristic attraction of palaeontological sites and remains. In this context, Albarracín has been designated one of the main sites of this thematic park. An appropriate approach of this cultural/touristic programme should allow the integration in it of research work, on one side, and of palaeontological heritage protection programmes on the other. Keywords: palaeontological heritage, fossil sites, Jurassic, Iberian Range, Sierra de Alba- rracín, province of Teruel, Spain.

Introducción

Los yacimientos jurásicos de la Sierra de Albarracín (sector suroccidental de la Cordillera Ibérica) presentan un valor especial desde el punto de vista del pa- trimonio paleontológico debido al excelente desarrollo y exposición de las unidades estratigráficas y a la gran riqueza fosilífera de los mismos. Por este motivo, los es-

82 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín tudios sobre el Jurásico de esta región han constituido una tradición, desde me- diados del siglo XIX, entre los geólogos europeos. Asimismo, las sucesiones de in- vertebrados han constituido la fuente de numerosos estudios de carácter bioes- tratigráfico y de monografías paleontológicas, debido a su riqueza y variedad fosilífera, constituyendo la base para la definición de nuevos taxones. Por otra parte, la espectacularidad de los afloramientos y yacimientos fosilíferos y la belleza del paisaje a lo largo del valle del río Guadalaviar han hecho de la Sierra de Al- barracín un punto de referencia básico en la preocupación y concienciación de la Administración sobre la protección del patrimonio natural. Estos yacimientos son: Entrambasaguas, Moscardón, El Coscojar, Griegos, Terriente, Albarracín, Frías de Albarracín, Gea de Albarracín y Villar del Cobo, Cella, Arquillo de San Blas y Ma- sada Toyuela (fig. 1), y presentan una serie de riesgos potenciales y reales de des- trucción o deterioro que son analizados y que se encuentran valorados en la figu- ra 2.

Santa Eulalia

★ Situación de los yacimientos paleontológicos del Jurásico

Figura 1. Mapa de situación de la Sierra de Albarracín (provincia de Teruel) y localización de los yacimientos descritos en el texto. Clave de algunos afloramientos, CE: Cella; EB: Em- balse del Arquillo de San Blas; MT: Masada Toyuela.

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INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS Entrambasaguas Moscardón El Coscojar Griegos Terriente Frías de Albarracín Gea de Albarracín Albarracín Villar del Cobo Masada Toyuela Cella Arquillo de San Blas explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 2. Análisis patrimonial. Evaluación de los factores de riesgo que afectan a los aflo- ramientos descritos en el texto del Jurásico de la Sierra de Albarracín (Teruel).

Rasgos patrimoniales

El conjunto de rasgos patrimoniales, de carácter geológico, paleontológico, cultural e histórico, que confluyen en la Sierra de Albarracín, ha llevado a las au- toridades del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón a declarar el en- torno de los alrededores de Albarracín como área protegida, con la denominación de la figura recientemente constituida de Parque Cultural. Así, el Parque Cultural de Albarracín, en sentido estricto, sólo incluye el valle formado en los materiales del Buntsandstein (areniscas rojas, formación conocida en la región con el nom- bre de rodeno), en los que se encuentran importantes yacimientos arqueológicos y pinturas rupestres. La mayor parte de la extensión de la Sierra de Albarracín, sin embargo, está formada por materiales jurásicos y cretácicos. Las cumbres más ele- vadas, por encima de los 1.400 o 1.500 m están formadas por macizos paleozoi- cos. Las formaciones y el modelado del Cuaternario constituyen también rasgos prominentes de la sierra: desde glacis hasta depósitos de ladera y taludes de de- pósitos estratificados. Todo esto constituye un conjunto de elementos de especial interés geológico, paleontológico y geográfico que, con toda seguridad, deberán ser tenidos en cuenta para una próxima ampliación del Parque Cultural de Alba- rracín.

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Iniciativas de gestión

Entre las diversas iniciativas de gestión patrimonial, cultural y turística ini- ciadas en la Sierra de Albarracín, ocupa una posición destacada la propuesta a ins- tancias del Gobierno de Aragón (a través del Instituto Aragonés de Fomento, en coordinación con el Departamento de Cultura y Turismo) y otras instituciones so- ciales, conocida con el llamativo nombre de Dinópolis. Este proyecto está dirigi- do en la actualidad por un patronato, formado por representantes de las institu- ciones mencionadas, las cuales se agrupan en la denominada Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel. El objetivo de este proyecto es crear un gran parque te- mático de carácter eminentemente turístico y de contenido paleontológico, con la sede central en la ciudad de Teruel, pero extendido por toda la provincia. Su idea central sería el aprovechamiento y la explotación, con fines recreativos y culturales, del inmenso caudal que representa el patrimonio paleontológico de la provincia. En este contexto, la Sierra de Albarracín constituye uno de los núcleos fun- damentales de este proyecto. En los próximos años está prevista la creación de un centro de recepción e interpretación en la localidad de Albarracín, en donde será posible acceder a reproducciones de los yacimientos y de aspectos diversos del im- portante patrimonio paleontológico de la región, incluyendo la organización de rutas turísticas de contenido paleontológico. Pese a su carácter netamente recreativo y turístico, el proyecto de Dinópo- lis presenta un innegable interés por la posibilidad de armonizar los aspectos pa- leontológicos y patrimoniales en el conjunto de la Sierra de Albarracín, coordi- nando la realización de trabajos científicos y la difusión social, así como el interés y la preocupación por el patrimonio paleontológico.

Antecedentes

Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín han llamado la atención de los geólogos desde tiempos antiguos por su extraordina- ria riqueza fosilífera. Esta es también la razón de los numerosos estudios geoló- gicos y paleontológicos realizados desde mediados del siglo XIX. Los estudios de carácter bioestratigráfico, basados principalmente en las sucesiones de ammo- noideos, comenzaron en la segunda mitad del siglo XIX con trabajos de diverso detalle. Los principales autores de este período son: Rodríguez (1851), el prime- ro en reconocer el Jurásico Inferior y Superior (Oxfordiense) en los alrededores de Albarracín; Verneuil y Collomb (1853), quienes en una extensa monografía sobre la geología de la Península Ibérica confirmaron estos datos y aportaron numero- sas precisiones bioestratigráficas; Vilanova y Piera (1863) dio un paso más ade- lante al describir numerosos yacimientos jurásicos en Albarracín y en los sistemas montañosos cercanos en la provincia de Teruel.

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La gran monografía de Mallada (1885) sobre las especies fósiles citadas en España ha sido un trabajo clásico en el cual se sintetiza una gran parte de los co- nocimientos paleontológicos de España a finales del siglo XIX. La mayoría de los afloramientos citados por este autor en la Sierra de Albarracín fueron estudiados por autores posteriores, pasando a convertirse en puntos clásicos del Jurásico de la región. No obstante, la monografía estratigráfica más importante de este período la constituyó sin duda el trabajo de Dereims (1898). Este autor en su trabajo Re- cherches géologiques dans le sud de l’Aragón estableció claramente una primera su- cesión bioestratigráfica de la totalidad del Jurásico en el área de Albarracín y los alrededores. Este autor caracterizó mediante ammonites y otros grupos fósiles todos los períodos del sistema Jurásico (con la sola excepción del Aaleniense) y la mayoría de las unidades bioestratigráficas (biozonas oppelianas) establecidas en aquellos tiempos. La exactitud en las determinaciones de los ammonoideos y la precisión demostrada en la caracterización de las sucesivas unidades bioestra- tigráficas hacen de su trabajo una monografía de corte moderno para aquellos tiempos y un trabajo fundamental de referencia para las posteriores investigaciones durante el siglo XX. En la primera mitad de este siglo, son pocos los trabajos estratigráficos que pueden citarse. La mayor parte de los estudios, llevados a cabo principalmente por autores alemanes y franceses, son trabajos de carácter geológico general y es- tructural. La primera monografía estratigráfica que actualizaría los datos estrati- gráficos del Jurásico sería la de Riba (1959). Este autor, en su Estudio geológico de la Sierra de Albarracín, aparte de realizar un estudio estratigráfico detallado de todos los sistemas, incluido el Jurásico, aportó un mapa geológico de detalle muy preciso que, aún hoy en día constituye una muy valiosa información (Meléndez et al., 2000).

Estudios recientes

Los trabajos estratigráficos en las décadas de los 60 y 70 fueron llevados a cabo principalmente por autores alemanes y franceses, centrándose en intervalos estratigráficos progresivamente más concretos. Los trabajos más relevantes son los de: Geyer (1965a), sobre las formaciones coralinas del Jurásico Superior; Hin- kelbein (1969), quien ofrece una revisión general de la estratigrafía del Triásico y Jurásico de Albarracín; Geyer (1965b), Behmel y Geyer (1966), sobre las sucesiones de ammonites del Lías cerca de Albarracín; Tintant y Viallard (1970), quienes es- tablecen una amplia correlación entre las unidades del Jurásico Medio-Superior en toda la región; Meléndez (1973) y Viallard (1973), en dos importantes mono- grafías, correlacionan y extienden las unidades estratigráficas del Jurásico hacia el oeste (Serranía de Cuenca) y hacia el sur (Valencia). El Khoudary (1974) lleva a cabo un detallado estudio estratigráfico y paleontológico (principalmente sobre

86 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín foraminíferos) en las unidades del Jurásico Superior de las diferentes áreas de la Sierra de Albarracín. Desde 1975 los trabajos desarrollados, en su mayoría de carácter bioestrati- gráfico, sedimentológico y paleontológico son realizados principalmente por au- tores españoles, de las universidades de Madrid y Zaragoza y también, en menor medida, de otras universidades y centros de investigación: Fernández-López (1976; 1985); Fernández-López et al. (1978); Gómez (1979); Giner (1980); Giner y Bar- nolas (1981); Comas-Rengifo (1985); Martín y Fernández (1985); Meléndez (1989); Fernández-López (1987); Aurell (1990) y Bádenas (1999 a, b). En un contexto más amplio, estos autores (Bádenas y Aurell, 1999) realizan una síntesis litoestrati- gráfica y paleogeográfica general del Jurásico Superior (Kimmeridgiense) en el mar- gen oriental de la placa ibérica, discutiendo las variaciones de las unidades en la Sierra de Albarracín. Otros trabajos recientes, de carácter más sintético, en relación con el patri- monio geológico de esta área, se deben a Meléndez et al. (1999a, b).

Estratigrafía del Jurásico

La estratigrafía del Jurásico y el análisis de las importantes sucesiones de am- monites en la región de Albarracín y alrededores ha sido el principal objetivo de la mayor parte de los autores mencionados en los antecedentes (v. más arriba). Algunos autores, como Dereims (1898), Riba (1959) y otros, ofrecieron ya una vi- sión precisa de la sucesión estratigráfica de las unidades del Jurásico. Los suce- sivos trabajos llevaron al establecimiento de un marco bio y cronoestratigráfico pre- ciso sobre la base de las sucesiones de Ammonoideos, que ha podido ser correlacionado estrechamente con las escalas estándar definidas en otras áreas eu- ropeas (sur de Alemania, Inglaterra y Francia).

Jurásico Inferior Los ambientes sedimentarios reconocidos para la totalidad de las unidades del Jurásico son predominantemente marinos, típicos de plataforma carbonatada, desarrollados en el margen oriental del Macizo Ibérico, y sometidos periódicamente a procesos cíclicos transgresivos y regresivos. El marco litoestratigráfico general para el Jurásico de la Cordillera Ibérica central y meridional fue completado por Goy et al. (1976) para el Jurásico Inferior, y por Gómez y Goy (1979) para el Ju- rásico Medio y Superior. En el primer trabajo los autores reconocían en el Jurásico Inferior dos grandes grupos litoestratigráficos que comprendían un total de seis for- maciones. El Grupo Renales, inferior, que incluía tres unidades carbonatadas de marcado carácter dolomítico y en las que la secuencialidad permitía reconocer una progresiva instalación de las condiciones marinas: la Fm. Imón, entre 15 y 20 m de espesor, de carácter transicional, formada por dolomías tableadas grises y de

87 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ edad Retiense a Jurásico basal; la Fm. Cortes de Tajuña (40-60 m) formada por una sucesión alternante de evaporitas y dolomías que en afloramiento suelen presentar un aspecto masivo y oqueroso (carniolas). Esta unidad suele asociarse con dudas al Hettangiense. Estas dos unidades afloran ampliamente en los alrededores de Al- barracín, formando abruptos relieves al ser cortadas por el río Guadalaviar. La Fm. Cuevas Labradas (80 a 140 m) está formada por una potente sucesión de calizas dolomíticas en bancos masivos con intercalaciones de margas más frecuentes hacia la parte superior, en donde los grupos fósiles (bivalvos, braquiópodos) comienzan a ser también más frecuentes. El mejor afloramiento de esta unidad se encuentra en la sección de El Coscojar. Su edad comprendería el Sinemuriense y, en parte, el Pliensbachiense basal (Carixiense p.p.). El Grupo Ablanquejo comprende tres formaciones de carácter calcáreo y mar- goso con un rico contenido fosilífero que denota unas condiciones marinas más abiertas: ammonites, belemnites, braquiópodos, bivalvos, crinoides, foraminífe- ros y nannoplancton. La Fm. Cerro del Pez, formada por un intervalo margoso (6- 10 m) con aún escasos bivalvos, braquiópodos y ammonites. Su edad suele ser Pliensbachiense inferior. La Fm. Barahona, formada por calizas bioclásticas es- tratificadas en bancos masivos e irregulares, con un espesor no superior a 15-20 m en este sector. El contenido fosilífero de esta unidad es alto aunque los am- monites son escasos. Su edad es generalmente Pliensbachiense superior (Dome- riense), encontrándose en algunas áreas el límite con el Toarciense en su parte su- perior. La Fm. Turmiel comprende un potente tramo margoso, de varias decenas de metros (30-40 m) en este sector, que pasa progresivamente a una ritmita de ca- lizas y margas hacia la parte superior. Su edad comprende desde el Toarciense in- ferior hasta el límite con el Aaleniense en la parte superior. Su alto contenido fo- silífero y las ricas sucesiones de ammonites han permitido reconocer y establecer biozonaciones detalladas para este intervalo. Algunos afloramientos en la Sierra de Albarracín, como el de Entrambasaguas, son conocidos clásicamente desde el siglo XIX y han sido descritos por numerosos autores.

Jurásico Medio Los materiales del Jurásico Medio y Superior forman el denominado Grupo Turia (Gómez y Goy, 1979). En su definición original, este conjunto litoestrati- gráfico comprendía cuatro formaciones básicas, que a lo largo de los últimos vein- te años se ha visto ligeramente modificado por autores sucesivos. La Fm. Chelva comprende un potente conjunto carbonatado de espesor muy variable, entre pocas decenas de metros (en el sector nororiental de la Cordillera Ibérica) hasta valores próximos a 300 m en el sector oriental-meridional o inclu- so superiores, en Albacete. En la Sierra de Albarracín su espesor oscila entre 80 y 100 m. Su edad abarca el Jurásico Medio, desde el Aaleniense hasta el límite entre el Jurásico Medio y Superior (Fernández-López, 1976, 1985; Fernández-López et al., 1978; Gómez, 1979; Meléndez, 1989; Aurell, 1990). Esta unidad compren- de numerosos tramos litológicos generalmente de calizas tableadas o masivas, con

88 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín una gran diversidad de facies y de espesor, incluyendo calizas micríticas, bio- clásticas, oolíticas y bioconstruidas, en general bastante fosilíferas, que hablan de una gran diversidad de ambientes sedimentarios de plataforma carbonatada ex- terna en la región durante el Jurásico Medio (Fernández-López, 1976, 1985, Me- léndez et al., 1999b). Desde el punto de vista patrimonial tienen un especial interés las construc- ciones biohermales de espongiarios desarrolladas en las biozonas Humphriesia- num y Niortense, especialmente visibles en Moscardón, y las sucesiones de am- monoideos reconocidas especialmente en el Bajociense inferior. Un especial interés presentan algunos taxones de ammonites definidos en distintas áreas de la Sierra de Albarracín: el género Melendezia Fernández-López; especie-tipo M. aenigma- tica Fernández-López, definido en la sección de Cella; la especie Trimarginia ibe- rica Fernández-López, definida en la sección del Embalse de San Blas; la especie Bajocisphinctes mouterdei Fernández-López y el género Microbajocisphinctes Fer- nández-López, también de la sección del Embalse de San Blas, y el género Alba- rracinites, especie-tipo A. albarracinensis Fernández-López, definido en la sección de Masada Toyuela. También son especialmente destacables los niveles fosilíferos del Calloviense inferior en todo el sector. El límite Calloviense-Oxfordiense se localiza en el techo de la unidad, den- tro de un nivel característico de calizas bioclásticas con oolitos ferruginosos, de- finido formalmente como la Capa de oolitos ferruginosos de Arroyofrío. Este nivel, de espesor generalmente decimétrico (20-50 cm), así como el intervalo infrayacente correspondiente al Calloviense inferior, se encuentra ampliamente extendido en toda la Sierra de Albarracín, formando un intervalo muy fosilífero de excepcional interés patrimonial y objeto frecuente de expolio.

Jurásico Superior El término superior de esta unidad carbonatada, definido inicialmente como miembro de la Fm. Chelva (Mb. Calizas con esponjas de Yátova) fue reconocido posteriormente como formación independiente: Fm. Yátova, por distintos autores (Giner, 1980; Salas, 1987; Aurell, 1990). Comprende un conjunto de espesor re- lativamente constante en este sector (12-15 m) de calizas micríticas y bioclásticas, aspecto en ocasiones irregular con estratificación masiva; muy fosilíferas, con abundantes espongiarios y otros grupos fósiles: ammonites, bivalvos, braquió- podos, crinoideos, belemnites. Su edad es Oxfordiense medio a superior (Fer- nández-López et al., 1978; Corbalán y Meléndez, 1989; Meléndez, 1989). La Fm. Sot de Chera comprende un conjunto relativamente uniforme de mar- gas grises a azuladas con niveles ocasionales de margocalizas o calizas margosas algo más compactas. Su espesor varía entre 15 y 25 m en las distintas localidades. Normalmente contiene ammonites escasos a frecuentes en las intercalaciones de margocalizas. Los nucleos piritosos de éstos pueden encontrarse dentro de las mar- gas. En ocasiones pueden encontrarse también los apticus de éstos. La edad de esta

89 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ unidad es Oxfordiense superior, desde la parte inferior de la Biozona Planula hasta la parte inferior de la Biozona Galar. Además de los ammonites son frecuentes tam- bién los belemnites, braquiópodos, bivalvos, gasterópodos, serpúlidos y corales ahermatípicos (Meléndez et al., 1980). Durante el Kimmeridgiense inferior el incremento en el aporte de terrígenos se deja notar, especialmente en la región más occidental, en donde se desarrolla una unidad margosa, más potente (hasta 100 m) con un mayor contenido en ele- mentos siliciclásticos. Esta unidad, especialmente reconocible en el sector de los Montes Universales, entre las localidades de Frías de Albarracín, Terriente y Ja- baloyas, se correspondería con la parte inferior de la Fm. Loriguilla y fue defini- da con el nombre de Margas de Frías por diversos autores: El Khoudary (1974), Hernández et al. (1983, 1985), Aurell, (1990) Bádenas (1999 a, b), Bádenas y Au- rell (1997). En dicha unidad los niveles con ammonoideos son escasos mientras que predominan niveles con asociaciones de grupos característicos de ambientes más restringidos: bivalvos, gasterópodos, corales, equinoideos, ostrácodos y fo- raminíferos. Hacia la parte oriental y suroriental esta unidad pasa progresivamente a la Fm. Loriguilla en su facies típica. Hacia la parte superior deja paso a un conjun- to de calizas predominantemente oolíticas y bioclásticas, descritas primero por Vi- llena (1971) y definidas formalmente después por Aurell (1990) como Fm. Pozuel, en el sector de Sierra Menera. Dicha unidad está formada principalmente por un conjunto de barras oolíticas y oncolíticas que muestran estratificación cruzada a gran escala y progradan hacia la parte central de la plataforma, sobre la Fm. Lo- riguilla. Su edad, aunque difícil de precisar, es probablemente Kimmeridgiense su- perior (p.p.) Su espesor oscila entre 55-60 m en la parte occidental de la Sierra de Albarracín y en Sierra Menera (donde se encuentra la localidad-tipo) y 8-10 m en la parte oriental de la Sierra de Albarracín. La última unidad del Jurásico en este sector lo constituye un conjunto de for- maciones coralinas biohermales que pueden formar edificios (pináculos) de es- pesor métrico (hasta 12-15 m) presentando afloramientos de gran interés en las proximidades de Jabaloyas (Meléndez et al., 1999). Esta unidad muestra una gran variedad de facies, desde los biohermos hasta calizas bioclásticas, oolíticas, pe- loidales, oncolíticas, margas y areniscas. Los edificios biohermales han sido ob- jeto de descripciones detalladas por numerosos autores: Geyer (1965a), Giner (1980), Giner y Barnolas (1981), Fezer (1988), Bádenas (1999 a, b), Bádenas y Au- rell (1997). Su edad, aunque difícil de precisar, ha sido estimada por los distintos autores (Fezer, 1988), como Kimmeridgiense superior a Tithónico inferior.

90 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Descripción de los yacimientos

Albarracín Dentro del término municipal de Albarracín, cerca de los puntos kilométri- cos 18 y 19 de la carretera de Gea de Albarracín a Albarracín, cabe destacar la exis- tencia de dos afloramientos donde se encuentran bien representados los materiales del Jurásico Inferior (en parte) y Medio. En las proximidades de la ciudad de Al- barracín, en la denominada Peña del Cingle, se encuentra una de las secciones más completas y clásicas del Jurásico Inferior.

Antecedentes Los materiales del Jurásico Inferior y Medio de los alrededores de Albarra- cín fueron estudiados por Riba (1959), Behmel y Geyer (1966), Hinkelbein (1969, 1975), Geyer et al. (1974), Comas-Rengifo (1985; en la sección próxima de El Cos- cojar), Fernández-López (1985) y Fernández-López y Gómez (1990).

Descripción El Jurásico Inferior de Albarracín fue descrito en el afloramiento de la Peña del Cingle por Riba (1959). El autor distingue un total de seis tramos litológicos para el Jurásico Inferior, que se corresponden a grandes rasgos con las formaciones Cuevas Labradas a Turmiel, y que presentan un espesor aproximado de 130 m (Lám. 1, fig. 1). La Fm. Cuevas Labradas comprende un tramo inferior de calizas dolomíti- cas grises en bancos regulares de orden métrico, con un espesor de 50 m y un tramo superior de calizas de aspecto litográfico (20 m). Las formaciones Cerro del Pez y Barahona comprenden un total de 30 m de espesor. El autor destaca su litología clásica: margas grises y calizas bioclásticas arenosas y organógenas. Por encima, la Fm. Turmiel (30 m) en la que el autor dis- tingue tres tramos de 10 m cada uno, dos tramos margosos inferiores y un tramo superior formado por calizas tableadas. El Jurásico Medio (Aaleniense y Bajociense) ha sido descrito por Fernández- López (1985) en los afloramientos denominados 18AL y 19AL, a lo largo de la ca- rretera de Gea de Albarracín a Albarracín (p. 661, fig. 98). Es en el kilómetro 19 donde las calizas de la Formación Chelva presentan mejores condiciones de ac- ceso, aunque en el corte del kilómetro 18 (18AL) la sucesión es más completa y es más comparable con la estudiada en Gea de Albarracín. Las margas y margo- calizas de la Formación Turmiel se caracterizan por su buena exposición, así como por un elevado contenido fósil representado por grupos como braquiópodos (rin- conélidos, terebratúlidos), bivalvos, belemnites y ammonites. En estas secciones el techo del Toarciense superior está formado por un tramo de 1 m de espesor de calizas margosas que contienen ammonites, y está delimitado en su parte supe-

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Lámina 1. Fig. 1: Albarracín: vista general de los materiales del Jurásico Inferior y Medio en la sección de la Peña del Cingle. Fig. 2: El Coscojar: sección del Jurásico Inferior. Parte superior de la Fm. Cuevas Labradas y aspecto general de las formaciones Cerro del Pez y Barahona. Fig. 3: Entrambasaguas: aspecto general de los materiales de la Fm. Turmiel (Toarciense). Fig. 4: Terriente: vista general de la Fm. Yátova (Jurásico Superior; Oxfor- diense).

92 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín rior por una superficie de removilización, ferruginosa localmente con perforaciones biogénicas, que materializa el límite Lías-Dogger. Los materiales del Aaleniense comprenden unos 7 m de calizas nodulosas con ammonites, corales, crinoides, bivalvos y braquiópodos. Los 5 m inferiores corres- ponden a la Biozona Murchisonae y los 2 m superiores a la Biozona Concavum. En la base se detecta, en este sector, una laguna estratigráfica que afecta al menos a las biozonas Pseudoradiosa y Aalensis, del Toarciense superior, y Opalinum, del Aale- niense inferior. El Bajociense comienza con calizas biodetríticas con oolitos ferru- ginosos y/o fosfáticos (4 a 5 m: Biozona Discites), para continuar hacia techo con calizas microcristalinas localmente biodetríticas o con delgados interestratos mar- gosos (15 m: biozonas Laeviuscula y Sauzei). A techo se observa un tramo de ca- lizas microcristalinas con nódulos de sílex, dispuestas en capas gruesas con delga- dos interestratos biodetríticos, y que corresponde ya a la Biozona Humphriesianum.

Evaluación de riesgos Los principales riesgos que pueden afectar a estos yacimientos, dada su am- plia extensión y su situación al borde de la carretera serían, fundamentalmente, la destrucción o afección por realización de obras públicas, y el expolio en los ni- veles fosilíferos de los materiales de la Formación Turmiel.

Medidas de protección Las medidas posibles de protección podrían incluir la señalización infor- mativa y disuasoria de la existencia de medidas legales contra el expolio. Dicha señalización puede realizarse de una manera general en las localidades de Gea de Albarracín y Albarracín, dentro del contexto de las actividades de gestión social que puedan planificarse en el Parque Cultural de Albarracín. En principio no son yacimientos que estén gravemente amenazados, de no ser por la realización de obras en la carretera. Por otra parte, el expolio por aficionados, en los niveles fo- silíferos de la Fm. Turmiel, puede ser controlado en cierta medida con una labor de vigilancia activa por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza (SE- PRONA) como ya se hace habitualmente. La prevención de la destrucción de ni- veles fosilíferos por ensanche del trazado de la carretera podría llevarse a cabo me- diante la exigencia de informes de impacto ambiental y patrimonial.

Sección de El Coscojar Este afloramiento se localiza en el punto kilométrico 3,3 de la carretera que va de Albarracín a Torres de Albarracín. Corresponde a la hoja n.º 566 (Cella). Al afloramiento se accede a través de un camino particular. Las buenas condiciones de exposición permiten la diferenciación y el estudio y muestreo detallado de los materiales de las formaciones Barahona, Turmiel y Chelva. Debido a esto, la sec- ción de El Coscojar ha sido conocida y descrita como una sección clásica para el Jurásico Inferior de esta región por numerosos autores desde finales del siglo XIX.

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Antecedentes El primer autor que hace referencia a este corte es Calvo (1895). Behmel y Geyer (1966) realizan un estudio detallado de la estratigrafía y el contenido fósil del Lías de Albarracín, y en especial de este corte. Con posterioridad este traba- jo ha sido motivo de fuerte controversia entre diversos autores por discrepancias en aspectos taxonómicos y bioestratigráficos (Dubar et al., 1970; Mouterde, 1970; Geyer, 1971; Marin y Toulouse, 1972; Schmidt-Effing, 1972; Goy, 1974; Wieden- mayer, 1980; Comas-Rengifo, 1985).

Descripción De base a techo los distintos autores, especialmente Comas-Rengifo (1985), han diferenciado un conjunto de ocho tramos litológicos que se corresponden con las formaciones Cuevas Labradas, Cerro del Pez, Barahona y Turmiel, del Jurásico Inferior (Sinemuriense a Toarciense superior) en este afloramiento (Lám. 1, fig. 2).

Fm. Cuevas Labradas: 1. Calizas litográficas grises con algunos niveles bioclásticos y calizas do- lomíticas, bien estratificadas. Dichos niveles se caracterizan por la pre- sencia de bivalvos, equinodermos y foraminíferos aglutinantes (4 m). 2. Calizas litográficas y calizas bioclásticas, gris-beige, de aspecto masivo. En los últimos metros suelen terminar con un nivel con concentración de bioclastos (bivalvos, radiolas de equinodermos, crinoides y foraminíferos), intensa bioturbación y una superficie superior ferruginizada. En la últi- ma capa son frecuentes los pectínidos y ostreidos (12 m).

Fm. Cerro del Pez: 3. Margas grises y margocalizas con intercalaciones de calizas margosas fo- silíferas; superficies de los estratos ligeramente irregulares. El contenido fósil comprende bivalvos, braquiópodos, ammonites y equinodermos (5 m). 4. Alternancia irregular de calizas margosas fosilíferas y margas y/o mar- gocalizas con superficies de estratificación ligeramente irregulares (2,5 m). Los fósiles son menos abundantes que en el tramo anterior: bivalvos, bra- quiópodos y equinodermos.

Fm. Barahona: 5. Calizas bioclásticas nodulosas con intercalaciones de margas y/o mar- gocalizas con intensa bioturbación. Dicho tramo se caracteriza por la pre- sencia de bivalvos, belemnites, crinoides, braquiópodos, gasterópodos, equinodermos y foraminíferos (8,5 m). 6. Calizas bioclásticas con escasas intercalaciones de margas grises. Las su- perficies de estratificación son irregulares. El contenido fósil incluye bi- valvos, belemnites, braquiópodos y equinodermos (4 m).

94 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

7. Calizas bioclásticas con algunas intercalaciones de margas y/o margo- calizas, con bioturbación y superficies de estratificación irregulares (9 m). A techo del tramo se encuentran diversas superficies ferruginizadas. Con- tienen bivalvos, equinodermos, gasterópodos, foraminíferos, ostrácodos, crinoideos, belemnites, braquiópodos y escasos ammonites.

Fm. Turmiel: 8. Margas grises con intercalaciones de calizas margosas fosilíferas. Las su- perficies de los estratos son irregulares y hacia la base presentan aspec- to noduloso e intensa bioturbación. Contienen frecuentes bivalvos, bra- quiópodos, belemnites y escasos ammonites (3,5 m).

Estimación del interés paleontológico y del valor patrimonial La sección de El Coscojar ha sido conocida tradicionalmente como una de las secciones características del Jurásico Inferior de este sector de la Cordillera Ibé- rica por su abundante contenido fósil y diversidad de grupos taxonómicos. Entre los géneros más representativos citados por los diferentes autores destacan los si- guientes: –Braquiópodos: Rhynchonella, Terebratula, Homoeorhynchia, Lobothyris, Quadratirhynchia, Furcirhynchia, Zeilleria, Spiriferina y Aulacothyris. – Ammonoideos: Paltechioceras, Fuciniceras, Protogrammoceras, Bouleiceras, Dactylioceras, Arieticeras, Hildoceras, Mercaticeras, Phymatoceras y Ham- matoceras. –Nautiloideos: Eutrephoceras. –Bivalvos: Pholadomya, Liogryphaea, Aequipecten, Gervilleia, Chlamys, Pla- giostoma, Ctenostreon, Modiola, Pinna, Arctostrea, Lima, Plicatula, Pseu- doisocardia, Venus, Goniomya, Lopha, Trigonia, Entolium, Pharomytilus, Trichites, Pleurotomaria y Nucula. – Icnofósiles: Rhizocorallium y Zoophycos. – Equinodermos: Isocrinus y Balanocrinus. –Gasterópodos: Natica. – Belemnites: Belemnopsis. – Serpúlidos: Serpula.

Evaluación de riesgos Una ampliación del camino privado podría afectar a los niveles fosilíferos si- tuados en su margen, correspondientes a las formaciones Cerro del Pez y Bara- hona. En el caso de llevarse a cabo dichas obras, éstas tendrían que ser supervi- sadas por personal técnico especialista en paleontología. Asimismo, la existencia de construcciones en este punto ha propiciado la utilización del área donde se si-

95 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ túan los niveles inferiores de la Fm. Barahona como zona de vertido de escombros particulares. En la carretera, las posibles obras de ensanche o acondicionamiento afecta- rían inevitablemente a los materiales de la Fm. Cuevas Labradas. Desde el punto de vista estrictamente paleontológico esto no sería grave dado el bajo contenido fósil de esta unidad. No obstante, existiría un impacto patrimonial, paisajístico y geológico, sobre una sección clásica para el Jurásico Inferior de este sector. Por último, hay que citar el riesgo de expolio inherente a todo yacimiento pa- leontológico de fácil acceso. En este caso los niveles más afectados han sido los de la Fm. Barahona, por ser los más fosilíferos y los que muestran una mayor ac- cesibilidad en su afloramiento. Los materiales de la Fm. Turmiel, al aflorar en un punto más alto de la ladera y en peores condiciones, han sido menos afectados que en el caso de la sección de Entrambasaguas (v. más adelante).

Medidas de protección Las principales medidas de protección de este yacimiento incluirían la lim- pieza previa de la zona donde han sido vertidos los escombros. Asimismo, la pro- hibición mediante señales disuasorias tanto de la ubicación de vertederos como de la recogida ilegal de fósiles. Igualmente sería necesario evitar el ensanche del camino sin el control de personal cualificado, y reclamar la realización de infor- mes previos sobre impacto paleontológico en el caso de ensanche o acondicio- namiento de la carretera, con objeto de evitar afecciones claramente destructivas como las realizadas en el afloramiento de Gea de Albarracín. Por último, este afloramiento podría incluirse como ejemplo de materiales re- presentativos del Jurásico Inferior y del Jurásico Medio de la Sierra de Albarracín (fotografías, vídeo, folletos explicativos y otros materiales de difusión).

Sección de Entrambasaguas Esta sección se sitúa entre los puntos kilométricos 6 y 7 de la carretera que va de Albarracín a Torres de Albarracín, en la confluencia del río Guadalaviar con el de la Fuente del Berro. Corresponde a la hoja n.º 566 (Cella).

Antecedentes y descripción (Lám. 1, fig. 3) La sección de Entrambasaguas fue descrita por Riba (1959), quien estudió desde el punto de vista estratigráfico y paleontológico los materiales del Jurásico Inferior (tramos 1 a 3) y del Jurásico Medio (tramo 4): 1. Calizas en bancos gruesos sin contenido fósil apreciable. 2. Calizas arenosas organógenas que contienen braquiópodos, bivalvos y be- lemnites.

96 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

3. Margas arcillosas grises con intercalación de bancos calcáreos que se hacen más frecuentes hacia la parte superior. Es el tramo más fosilífero, presenta belemnites, ammonites, bivalvos, braquiópodos y crinoides (22 m). 4. Calizas compactas con nódulos de sílex del Jurásico Medio (Bajociense: 25-30 m). Behmel y Geyer (1966) realizaron un estudio exhaustivo del contenido fósil de los distintos tramos diferenciados del Lías y de la base del Dogger en este mismo afloramiento. Más recientemente, Hernández et al. (1983) describen las uni- dades del Lías y del Dogger de la Sierra de Albarracín, destacando el perfil de En- trambasaguas, donde se encuentran representadas las siguientes unidades: 1. Formación Cuevas Labradas. Se distinguen dos tramos, uno inferior de do- lomías brechoides grises con algunos niveles oolíticos y bioclásticos, de aspecto masivo, alternando con niveles de calizas y calizas dolomíticas bien estratificadas. El tramo superior lo forman calizas, calizas arenosas y oolíticas y calizas margosas de aspecto noduloso de color gris a gris amarillento, con presencia ocasional de costras ferruginosas y niveles de removilización. 2. Formaciones Cerro del Pez y Barahona. La primera formación presenta poca potencia, estando constituida por margas grises con ammonites y braquiópodos. La Fm. Barahona está formada por calizas bioclásticas are- nosas, grises y pardo-amarillentas con algún nivel intercalado de calizas margosas. A techo, limitados por costras ferruginosas, se diferencian va- rios niveles con alta concentración de fósiles (crinoideos, moluscos y bra- quiópodos). 3. Formación Turmiel. Margas verdosas con niveles de calizas margosas y arenosas. En la parte superior se encuentran calizas tableadas de aspec- to noduloso con intercalaciones de margas. Las margas contienen abun- dantes restos de ammonites y braquiópodos. 4. Formaciones Chelva y Yátova. Esta serie comienza con un primer tramo de calizas tableadas y calizas arenosas con nódulos de sílex, entre las que se intercalan algunos interestratos margosos. Por encima alternancia de dolomías arenosas, margas y calizas en bancos regulares. Estos dos tra- mos (Fm. Chelva) se caracterizan por la presencia de ammonites, cri- noides, braquiópodos, foraminíferos y microfilamentos. La Formación Yá- tova se compone de calizas margosas de aspecto masivo, noduloso y brechoide con abundantes esponjas y nódulos de pirita, además de cri- noides, algas, ostrácodos y ammonites.

Estimación del interés paleontológico y del valor patrimonial La sección de Entrambasaguas tiene un indudable interés estratigráfico por la buena representación de los materiales del Jurásico Inferior y Medio y la base

97 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ del Jurásico Superior. El afloramiento se caracteriza por la buena exposición y con- tinuidad de los materiales, así como por su riqueza paleontológica. En este yaci- miento los géneros característicos en cada formación son: – Formación Cuevas Labradas Braquiópodos: Rhynchonella y Terebratula. Bivalvos: Nucula, Chlamys, Liogryphaea, Entolium, Aequipecten y Mytilus. Equinodermos: Isocrinus. –Formación Cerro del Pez Braquiópodos: Rhynchonella. Bivalvos: Chlamys, Aequipecten y Pholadomya. Equinodermos: Isocrinus. Icnofósiles: Rhizocorallium. –Formación Barahona Braquiópodos: Rhynchonella, Terebratula, Spiriferina, Quadratirhynchia, Homeorhynchia y Lobothyris. Bivalvos: Aequipecten, Gryphaea, Pholadomya, Chlamys y Gervilleia. Equinodermos: Isocrinus. Icnofósiles: Rhizocorallium. – Formación Turmiel Ammonoideos: Fuciniceras, Protogrammoceras, Hildoceras, Arieticeras, Coe- loceras, Dactylioceras y Phymatoceras. Nautiloideos: Paracenoceras. Gasterópodos: Natica. Bivalvos: Trigonia, Aequipecten, Nucula, Pseudomelania, Arctostrea, Liogry- phaea, Plagiostoma, Ctenostreon, Plicatula, Pholadomya, Liostrea, Pinna, Grammatodon, Chlamys, Pharomytilus, Entolium y Lima. Braquiópodos: Rhynchonella, Terebratula, Homoeorhynchia, Lobothyris, Quadratirhynchia, Furcirhynchia y Aulacothyris. Icnofósiles: Rhizocorallium y Chondrites. Belemnites: Belemnopsis. Equinodermos: Isocrinus. Serpúlidos: Serpula. – Formación Chelva Ammonoideos: Graphoceras, Ludwigella, Emileia, Witchellia, Bradfordia, Stephanoceras, Itinsaites, Teloceras, Oppelia, Infraparkinsonia, Caumon- tisphinctes, Leptosphinctes y Cleistosphinctes. Braquiópodos: Sphaeroidothyris.

Evaluación de riesgos Los principales riesgos que pueden afectar al yacimiento serían el ensanche de la carretera con posible destrucción de niveles fosilíferos de la Formación Tur- miel. En caso de realizarse dichas obras debería efectuarse un seguimiento por per-

98 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín sonal técnico especializado en Paleontología. Asimismo, existe un elevado riesgo de expolio, especialmente en los materiales de la Fm. Turmiel, muy fosilíferos, que afloran al nivel de la carretera, próximos a un área de descanso.

Medidas de protección

En el caso de efectuarse obras en la carretera, se propone realizar una ex- cavación de urgencia. Asimismo sería necesaria la exigencia de informes previos de impacto ambiental y patrimonial (paleontológico y geomorfológico) en el caso de realizar cualquier tipo de obra pública en la carretera. Es preciso mencionar la presencia de importantes depósitos de ladera estratificados (grèzes litées, Melén- dez et al., 1999), que se han visto afectados por recientes ensanches en el traza- do de la carretera. Se propone también, como medidas preventivas contra el ex- polio y la erosión de los tramos margosos, que afloran junto a la carretera, el vallado y la protección del margen norte de la carretera en el tramo que afecta a los materiales de la Formación Turmiel. Este punto puede tomarse como ejemplo representativo de la alternancia de calizas y margas fosilíferas de la parte superior de la Fm. Turmiel (folletos, es- quemas, fotografías, etc., como material de difusión).

Terriente

Entre el sector de Royuela y el de Arroyo Cerezo-Hontanar, al SW de Alba- rracín, los materiales jurásicos presentan un excelente desarrollo por encima de las unidades triásicas que afloran en Royuela. Mientras que las unidades del Ju- rásico Inferior afloran más ampliamente entre Albarracín y Royuela, hacia el sur, entre Moscardón, Terriente, Arroyofrío y Jabaloyas, las unidades del Jurásico Medio y Superior afloran ampliamente formando amplios sinclinales (muelas), corona- das ocasionalmente por las sucesiones cretácicas. Los excelentes afloramientos dis- tribuidos por toda la región conforman un conjunto de secciones y yacimientos fo- silíferos de excepcional interés para el estudio del Jurásico. La buena exposición de las diferentes unidades ha llevado a los autores a seleccionar algunos puntos como localidad-tipo de unidades estratigráficas, como es el caso de Arroyofrío, Te- rriente o Jabaloyas. El conjunto de todos los yacimientos paleontológicos de in- terés de este sector requeriría de un trabajo monográfico independiente de deta- lle. En este trabajo se describirá únicamente los afloramientos situados en las proximidades del pueblo de Terriente. El corte está situado en el punto kilométrico 17 a 17,5 de la carretera TE-911, que une Royuela con Terriente y Toril, cerca del punto conocido como Corral Alto. Los materiales de las fms. Chelva, Yátova, y Sot de Chera (parte) afloran en el mar- gen S de la carretera y se encuentran ampliamente desarrollados también en la la- dera, al N de la carretera. Todos los afloramientos se encuentran en la hoja 589 de Terriente.

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Antecedentes Las primeras referencias publicadas sobre el Jurásico de Terriente son las de Calvo (1895). Geyer (1965a) realiza una descripción de la estratigrafía y paleon- tología del Jurásico Superior, centrándose en el estudio de las unidades con corales, situadas en posición equivalente a la parte inferior de la Fm. Loriguilla. El Khou- dary (1974) estudia los perfiles jurásicos de Frías de Albarracín, Moscardón y Te- rriente entre otros, estableciendo dataciones con microfauna. Giner (1980) estu- dia este perfil prestando especial atención al período de desarrollo arrecifal. Corbalán (1986) describe la sucesión estratigráfica y paleontológica entre el Bathoniense superior y el Kimmeridgiense inferior en un afloramiento situado en las inmediaciones del pueblo, en el barranco del Porcalizo. Posteriores autores (Au- rell y Bádenas, 1995; Bádenas y Aurell, 1997) estudian el Kimmeridgiense de este sector, centrándose especialmente en la descripción e interpretación de las facies y definiendo un nuevo miembro dentro de la Fm. Loriguilla (Miembro Terriente).

Descripción (Lám. 1, fig. 4) En la sección del Corral Alto afloran los materiales de la Fm. Chelva (parte superior), la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío, y la Fm. Yátova. La base del perfil pertenece a la parte superior de la Formación Chelva (Bathoniense su- perior-Calloviense), constituida esencialmente por calizas micríticas (biomicritas; calizas wackestone bioclásticas ocasionalmente con filamentos) con superficies de estratificación irregulares. El contenido fósil es relativamente abundante: ammo- nites, belemnites, bivalvos, braquiópodos. A techo de esta unidad se encuentran dos capas de caliza microcristalina (biomicrita) con oolitos ferruginosos (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío) limitados por varias superficies ferruginosas irregulares. La Fm. Yátova comienza en el Oxfordiense medio, y se caracteriza por ca- lizas con esponjas e intercalaciones de margas más frecuentes hacia techo. Las su- perficies de estratificación son irregulares. Se reconocen abundantes fósiles de am- monites, equinodermos, braquiópodos, bivalvos y crinoides, mientras que los belemnites son más escasos. Los materiales de la Fm. Sot de Chera están representados por margas gris- beige masivas, con escasas intercalaciones de calizas margosas. El escaso conte- nido fósil de la formación está representado casi exclusivamente por ammonites. En este perfil, situado 1 km al N de Terriente (sección del barranco del Por- calizo), ha sido definido el Miembro Terriente dentro de la Formación Loriguilla por Aurell y Bádenas (1995; v. también, Bádenas, 1999 a, b). Este término lito- lógico se extiende entre las localidades de Terriente y Masegoso e incluye bio- construcciones calcáreas en forma de pequeños pináculos y facies oncolíticas. Se trata de calizas framestone con clastos heterométricos de corales, chaetétidos y es- tromatopóridos. En menor proporción aparecen bioclastos de bivalvos, gasteró- podos, briozoos, equinodermos, serpúlidos y algas solenoporáceas. Se encuentran

100 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín también otros organismos cementantes (briozoos y serpúlidos) y perforantes (bi- valvos y esponjas). Las facies interarrecifales son calizas rudstone, oncolíticas con bioclastos, dispuestas en bancos que se acuñan lateralmente y cuyo contacto con los pináculos es neto.

Interés paleontológico y valor patrimonial En esta localidad existen dos afloramientos de interés. En la sección del Co- rral Alto afloran los materiales de las formaciones Chelva (parte superior), Yáto- va y Sot de Chera. Los niveles del techo de la Fm. Chelva y de la Capa de Arro- yofrío afloran ampliamente a lo largo del margen de la carretera, presentando una muy buena exposición y una gran riqueza fosilífera. A techo de la Fm. Chelva, de- bajo de la capa de oolitos ferruginosos, se encuentra un nivel de removilización con abundantes belemnites que muestran orientación debida a corrientes. Todos estos rasgos hacen de este yacimiento un punto de especial interés, sometido a ries- gos evidentes de destrucción (por su proximidad a la carretera) y de expolio por coleccionistas. El estudio de este yacimiento se encuentra aún en fase incipiente. El conte- nido taxonómico de las distintas unidades es aún muy aproximativo. De un modo general, los géneros reconocidos son: – Formación Chelva (Bathoniense) Ammonoideos: Oxycerites, Procerites y Homoeoplanulites. – Formación Chelva (Calloviense) Ammonoideos: Hecticoceras, Macrocephalites, Bullatimorphites y Homoeo- planulites. – Formación Chelva (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío) Ammonoideos: Hecticoceras, Rehmania, Peltoceratoides, Perisphinctes (Otos- phinctes) y Prososphinctes. Aparte de los ammonoideos, la Fm. Chelva, en este tramo superior, muestra un contenido alto en braquiópodos, bivalvos, belemnites y filamentos. – Formación Yátova (Oxfordiense) Ammonoideos: Sowerbyceras, Trimarginites, Ochetoceras, Glochiceras, Pas- sendorferia, Perisphinctes (Otosphinctes), Perisphinctes (Dichotomos- phinctes), Perisphinctes (Dichotomoceras), Larcheria y Euaspidoceras. En la Fm. Yátova, son abundantes también los espongiarios y crinoides. Son frecuentes, aunque más escasos, los braquiópodos, bivalvos, belemnites, serpú- lidos y briozoos. – Formación Sot de Chera (Oxfordiense-Kimmeridgiense) Ammonoideos: Glochiceras, Taramelliceras (Metahaploceras), Orthos- phinctes, Subnebrodites y Sutneria.

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Evaluación de riesgos

El primer afloramiento, debido a sus condiciones de fácil acceso y buena ex- posición, es susceptible de un grave riesgo de expolio. Asimismo, un ensanche de la carretera supondría la destrucción de los niveles fosilíferos del Calloviense y de la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío en este punto. La erosión es tam- bién un factor de riesgo por la meteorización intensa que experimentan estas capas en el margen de la carretera. Por otra parte, la ubicación de escombreras, cons- trucciones y/o la apertura de nuevos caminos podrían afectar al afloramiento del barranco del Porcalizo, situado en las inmediaciones de Terriente.

Medidas de protección

El interés de los niveles fosilíferos que afloran en el margen de la carretera y el grave riesgo de destrucción que les afecta justificarían la realización de una excavación de urgencia en este yacimiento (Corral Alto), para extraer el material de los niveles más fosilíferos del Calloviense y del Oxfordiense inferior, más afec- tados por la erosión y las obras. En cualquier caso siempre sería necesaria la exi- gencia de informes de impacto ambiental, patrimonial y paleontológico en los tra- bajos, obras públicas y planes de concentración parcelaria en los términos municipales del área. Se sugiere la extracción de bloques de estos niveles (especialmente de los ni- veles con concentraciones de belemnites), que podrían ser incluidos como parte del material de exposición en un posible centro de interpretación en Albarracín re- lacionado con el desarrollo del proyecto del Conjunto Paleontológico de Teruel. Como medida alternativa o complementaria se puede contemplar el acondicio- namiento in situ del yacimiento mediante la cobertura o el techado de los puntos más afectados y la instalación de paneles y una mesa explicativa. En caso de ser posible, se recomendaría el vallado del afloramiento y el acondicionamiento de la carretera. Por último, sería también interesante instalar una señalización infor- mativa y disuasoria con advertencia de la aplicación de medidas legales para evi- tar el expolio de los niveles fosilíferos. Ambos yacimientos deberían quedar representados en el material didáctico expuesto y distribuido en el posible centro interpretativo de Albarracín (fotogra- fías, vídeo, paneles interpretativos, folletos explicativos, etc.). El yacimiento del barranco del Porcalizo, no obstante, requiere aún la realización de estudios pa- leontológicos de detalle. En principio, la unidad formada por las bioconstrucciones (Miembro Te- rriente) no presenta riesgos de afección o de destrucción inmediatos. No obstan- te, dado su valor fundamentalmente geológico y paisajístico, es necesario mantener la atención sobre posibles afecciones derivadas de la instalación de escombreras o vertederos en los alrededores de los pueblos, construcciones de granjas o de otro tipo de naves, ensanche o trazado de caminos, etc.

102 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Moscardón La localidad de Moscardón se encuentra unos 20 kilómetros al SW de Al- barracín y 8 kilómetros al S de Royuela. Se accede a ella por el camino asfaltado que une la carretera de Royuela a Toril, y Arroyofrío con la que va desde Royue- la a Frías de Albarracín y a la ruta del Alto Tajo. En las inmediaciones del pueblo, los materiales del Jurásico Inferior y Medio son cortados por el profundo barranco del Arroyo de El Castellar, ofreciendo unos extensos afloramientos de gran inte- rés estratigráfico y paleontológico, así como de gran belleza paisajística. Los aflo- ramientos de Moscardón se encuentran en el límite entre las hojas 565 de Traga- cete y 588 de Zafrilla.

Antecedentes La bibliografía existente sobre el Jurásico de Moscardón es muy extensa, des- tacándose los trabajos de Dereims (1898), Tintant y Viallard (1970), Viallard (1973), El Khoudary (1974), Fernández-López (1976, 1977, 1985), Fernández- López et al. (1978), Giner (1980), Giner y Barnolas (1979), Meléndez et al. (1980), Corbalán (1986), Fezer (1988), Meléndez (1989), Aurell (1990), Cariou et al. (1991), Aurell y Bádenas (1995) y Bádenas y Aurell (1997) que tratan distintos as- pectos de la estratigrafía y paleontología del Jurásico Medio y Superior. Estos au- tores han descrito de forma detallada distintos afloramientos, todos ellos situados dentro de un área a lo largo del barranco de El Castellar, cercano al pueblo.

Descripción (Lám. 2, fig. 1)

Formación Chelva Los materiales del Jurásico Medio comienzan con un nivel de condensación (0,1 a 0,2 m) con concentraciones locales de óxidos de hierro que corona los ni- veles de la Fm. Turmiel, y cuya atribución al Aaleniense es incierta. Por encima se disponen los materiales de la Fm. Chelva, que en esta localidad presentan un espesor de 92 m. En la parte inferior de esta formación se encuentran calizas (bio- micritas a biopelesparitas) con superficies de estratificación irregulares, mal de- finidas y con niveles de removilización frecuentes. Sobre ellas hay un tramo de mi- critas y pelmicritas bien estratificadas que presentan un nivel de removilización a techo. Estos materiales corresponden al Bajociense inferior y contienen am- monites, bivalvos, belemnites, braquiópodos y crinoides. Los últimos materiales del Bajociense inferior están representados por calizas (micritas y biomicritas) ma- sivas o en capas nodulosas, que hacia techo se disponen en capas gruesas con nó- dulos de sílex abundantes. En este tramo superior son frecuentes los espongiarios, que pueden formar bioconstrucciones con relieves de varios metros de altura, y los ammonites de gran talla. El Bajociense superior está representado por una alternancia de calizas, ca- lizas margosas y margas, que pasan a techo a calizas biodetríticas, para culminar

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Lámina 2. Fig. 1: Moscardón: vista general de la Fm. Chelva (Jurásico Medio) mostrando el desarrollo de bioconstrucciones de espongiarios (Biozona Niortense). Fig. 2: Moscardón: aspecto de las canalizaciones realizadas en la confluencia de los barrancos de El Castellar y de El Recuenco. Fig. 3: Frías de Albarracín: detalle del nivel de oolitos ferruginosos (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío). Se puede observar la superficie inferior irregular, y la presencia de fósiles de ammonites (moldes parciales) reelaborados, que presentan dis- continuidad litológica y textural entre el relleno y la roca sedimentaria que los contiene. Fig. 4: Frías de Albarracín: vista general de las formaciones Chelva (parte superior) y Yá- tova, en la que se puede reconocer el tramo inferior, de calizas en bancos masivos, con es- pongiarios (Oxfordiense medio).

104 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín en un nivel de removilización. Los grupos fósiles más frecuentes comprenden: cri- noides, equinoideos, braquiópodos, belemnites y ammonites. Destaca de forma es- pecial la existencia de biohermos y biostromos de espongiarios en los materiales de la Biozona Niortense. Los materiales del Bathoniense comprenden 7 m de calizas micríticas grises, algo bioclásticas, con intercalaciones margosas. La sucesión del Calloviense, muy incompleta, abarca únicamente el Calloviense inferior. Comprende un conjunto de capas irregulares de calizas micríticas algo bioclásticas con microfilamentos, con superficies de estratificación netas. En conjunto componen un tramo de 1 m de es- pesor. La capa superior es un banco de 0,7 m de caliza bioclástica amarillenta, muy fosilífera, que puede presentar carácter lumaquélico. Su contenido fosilífero es abundante y comprende: ammonites, belemnites, bivalvos, gasterópodos y bra- quiópodos, siendo frecuentes las estructuras de bioturbación.

Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío Esta unidad comprende una sucesión condensada de 0,2 a 0,45 m de espe- sor de calizas rojizas microcristalinas (oobiomicritas) con oolitos ferruginosos abundantes, formando varias capas lenticulares con escasa continuidad lateral. Las superficies de estratificación inferior y superior son irregulares. Los fósiles se en- cuentran generalmente fragmentados, incluyendo ammonites, belemnites, bra- quiópodos, bivalvos y espongiarios frecuentes. El límite Jurásico Medio-Superior se manifiesta en una discontinuidad máxima intraoolítica a la que se encuentra asociada una laguna estratigráfica cuya amplitud bioestratigráfica abarca desde la Biozona Gracilis (en parte) del Calloviense inferior, a la Biozona Claromontanus, del Oxfordiense inferior o quizás Plicatilis, del Oxfordiense medio.

Formación Yátova (11 m) El resto del Oxfordiense medio y el Oxfordiense superior se presenta en fa- cies de calizas wackestone, relativamente bioclásticas, fosilíferas, con espongiarios, típicas de la Fm. Yátova, dispuestas en bancos irregulares, más masivos hacia la base y tableados, con intercalaciones de margas hacia el techo. El contenido fósil de estos materiales comprende: espongiarios y crinoides abundantes; ammonites, bivalvos, braquiópodos y belemnites frecuentes; serpúlidos, gasterópodos y brio- zoos más escasos. Por encima de esta unidad, el Oxfordiense terminal y el Kimmeridgiense se encuentran representados en las formaciones suprayacentes: margas de la Fm. Sot de Chera (15 a 20 m), la unidad margosa denominada Margas de Frías (60 a 70 m de potencia en esta localidad), y la unidad de calizas oolíticas de la Fm. Pozuel, cuya potencia en este sector alcanza entre 40 y 50 m. En las margas de la Fm. Sot de Chera, de color gris-azulado, es relevante la presencia de núcleos, y ejempla- res de pequeña talla, de ammonites piritosos. Los primeros metros de esta unidad corresponden aún al Oxfordiense terminal (Biozona Planula). Hacia la parte su- perior se observa un aumento de intercalaciones de calizas margosas, en ocasio-

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Estimación del interés paleontológico y del valor patrimonial

Los extensos afloramientos del Jurásico Medio y Superior de Moscardón pre- sentan unas excelentes condiciones de exposición, elevada riqueza paleontológi- ca y fácil accesibilidad. Todo ello, unido a su interés geológico y paisajístico, ade- más de su proximidad al centro de la población, hace de estos yacimientos un lugar propicio para su divulgación didáctica en un posible centro de interpretación local. El contenido fósil es elevado, siendo bien conocidos los biohermos y bios- tromos de espongiarios del Bajociense (biozonas Humphriesianum a Niortense), las esponjas de la Fm. Yátova y los ammonites, estando este último grupo repre- sentado por los siguientes géneros:

Formación Chelva (Bajociense)

Docidoceras, Sonninia, Bradfordia, Emileites, Emileia, Pelekodites, Witchellia, Zugophorites, Strigoceras, Otoites, Labyrinthoceras, Epalxites, Stephanoceras, Ca- domoceras, Chondroceras, Toxamblyites, Protoecotraustes, Itinsaites, Normannites, Poecilomorphus, Oppelia, Oecotraustes, Teloceras, Dorsetensia, Lissoceras, Sphae- roceras, Stemmatoceras, Leptosphinctes, Caumontisphinctes, Infraparkinsonia, Or- thogarantiana, Strenoceras, Garantiana, Cleistosphinctes, Bigotites, Spiroceras, Ba- jocisphinctes, Prorsisphinctes, Pseudogarantiana, Parkinsonia y Lobosphinctes.

Formación Chelva (Bathoniense)

Procerites, Siemiradzkia, Paroecotraustes, Bullatimorphites, Rugiferites, Ca- domites, Oxycerites, Sphaeroptychius, Trolliceras, Oecotraustes, Wagnericeras, Bom- burites, Parapatoceras, Homeoplanulites, Choffatia y Prohecticoceras.

Formación Chelva (Calloviense)

Bullatimorphites, Macrocephalites, Parapatoceras, Oxycerites, Prohecticoceras, Hecticoceras, Reineckeia, Reineckeites, Homoeoplanulites, Grossouvria, Strungia, Chanasia, Holcophylloceras, Dolikephalites, Kellawaisites y Jeanneticeras.

Formación Chelva, Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío (Calloviense-Oxfordiense inferior)

Holcophylloceras, Bomburites, Dolikephalites, Kamptokephalites, Pleuroce- phalites, Proplanulites, Peltoceras, Peltoceratoides, Reineckeia, Reineckeites, Kella- waisites, Grossouvria, Choffatia, Hecticoceras, Chanasia, Jeanneticeras, Perisphinctes (Otosphinctes) y Euaspidoceras.

106 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Formación Yátova (Oxfordiense) Sowerbyceras, Holcophylloceras, Taramelliceras (Proscaphites), Trimarginites, Glochiceras (Glochiceras), Glochiceras (Coryceras), Glochiceras (Lingulaticeras), Pas- sendorferia, Sequeirosia, Perisphinctes (Kranaosphinctes), Perisphinctes (Otos- phinctes), Perisphinctes (Dichotomosphinctes), Perisphinctes (Dichotomoceras), Pe- risphinctes (Perisphinctes), Larcheria, Euaspidoceras, Ochetoceras, Epipeltoceras, Microbiplices, Orthosphinctes y Mirosphinctes.

Formación Sot de Chera (Oxfordiense terminal) Sowerbyceras, Glochiceras (Glochiceras), Glochiceras (Coryceras), Glochiceras (Lingulaticeras), Taramelliceras (Metahaploceras), Subnebrodites, Physodoceras, Or- thosphinctes, Orthosphinctes (Ardescia), Orthosphinctes (Lithacosphinctes), (?) Pro- geronia y Protophites.

Evaluación de riesgos Recientemente se ha llevado a cabo la construcción de canalizaciones y obras hidráulicas que afectan a niveles fosilíferos del Jurásico Medio y Superior en la ca- becera del barranco (Lám. 2, fig. 2). Otros riesgos que afectarían a los materiales del Oxfordiense serían los derivados del ensanche de la carretera que une Mos- cardón con Frías de Albarracín. Igualmente, afectaría a los yacimientos la apertura de nuevos caminos vecinales y la ubicación de vertederos. El yacimiento presen- ta asimismo un grave riesgo de expolio debido a su buena accesibilidad y su pro- ximidad a la localidad.

Medidas de protección Las principales acciones para proteger estos yacimientos incluirían, en pri- mer lugar, evitar la realización y/o ampliación de obras públicas sin la supervi- sión de personal cualificado. Para ello sería necesario exigir un informe previo de impacto ambiental y paleontológico ante la realización de cualquier obra públi- ca o en los planes de concentración parcelaria. Sería interesante asimismo, de cara a una futura utilización social y didáctica de los yacimientos, la señalización in- formativa y disuasoria del yacimiento, informando de su interés científico y ad- virtiendo de la prohibición de realizar excavaciones o recolecciones no autoriza- das de fósiles, así como incrementar la vigilancia sobre los puntos fosilíferos. Entre las posibles medidas de difusión didáctica se encontrarían la creación de un centro de interpretación en la localidad de Moscardón, o de mesas expli- cativas en las proximidades de los afloramientos más relevantes, donde se mues- tre parte del contenido fósil así como paneles informativos. Asimismo, se con- templa la posibilidad de incluir este punto dentro de una ruta paleontológica didáctica y la construcción de un mirador desde el cual puedan observarse los bio- hermos de espongiarios del Bajociense, y la ubicación en este punto de una mesa de interpretación. Este proyecto requiere la limpieza de vertederos incontrolados y la canalización de aguas residuales.

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Frías de Albarracín En las proximidades de Frías de Albarracín pueden reconocerse extensos aflo- ramientos de las unidades del Jurásico Medio (parte superior de la Fm. Chelva) y Superior (formaciones Yátova, Sot de Chera, Loriguilla y Pozuel), a lo largo del barranco del Águila y del barranco de la Cañadilla. Las unidades basales del Ju- rásico Superior se sitúan al SW de esta localidad, desde el barranco de las Caña- dillas hasta la cumbre de un cerro margoso (Fm. Sot de Chera) que está adosado al flanco occidental de este pueblo. Las calizas oolíticas de la Fm. Pozuel afloran formando el resalte de los cerros de la denominada Hoya de Vicente, al NW del pueblo de Frías. La sección se encuentra en las hojas 565 de Tragacete y 588 de Zafrilla, y se puede seguir ascendiendo por el barranco de las Cañadillas hacia el NW.

Antecedentes Las primeras citas sobre el Jurásico de esta localidad se deben a De Verneuil y Collomb (1853). Posteriormente Riba (1959) y Geyer (1965 a) realizan un estudio bioestratigráfico y paleontológico del Jurásico Medio y Superior. El Khoudary (1974) realiza un estudio bioestratigráfico de este corte basado en las asociacio- nes de microfósiles. Giner (1980) estudia este perfil prestando especial atención al desarrollo de episodios arrecifales (Kimmeridgiense inferior). Posteriormente, con motivo de la realización de la hoja cartográfica de Teruel 1:200.000, Gómez y Martín (en Hernández et al., 1985) describen las facies y las unidades estrati- gráficas del Jurásico Medio y Superior en esta localidad reconociendo la Fm. Mar- gas de Frías como un equivalente lateral de la Fm. Loriguilla. Corbalán (1986) describe la sucesión estratigráfica y paleontológica del Bathoniense superior-Kim- meridgiense inferior en dos afloramientos próximos, en el barranco del Águila. El Jurásico Superior es tratado por Aurell (1990) y más concretamente, las facies arre- cifales y oolíticas, por Aurell y Bádenas (1995), y por Bádenas (1999 a, b).

Descripción (Lám. 2, figs. 3 y 4) La serie (parte superior de la Fm. Chelva) se inicia con las calizas micríticas grises fosilíferas wackestone, con filamentos, del Bathoniense, que contienen fre- cuentes ammonites, belemnites, braquiópodos y bivalvos. Siguen 3 m, en dos tra- mos bien diferenciados de 1,5 m de calizas amarillentas wackestone más bio- clásticas con filamentos y con frecuentes fósiles de ammonites, belemnites, bivalvos y braquiópodos. Este tramo se encuentra coronado por una superficie de discontinuidad irregular, perforada y con costras ferruginosas, sobre la que se sitúa la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío. Se trata de un nivel de escasa po- tencia (35 a 50 cm) con desarrollo local de costras ferruginosas y oolitos ferrugi- nosos de hasta 2 mm de diámetro, bien clasificados y dispersos, siendo la matriz micrítica bioclástica. Su contenido fosilífero comprende frecuentes ammonites, be- lemnites, bivalvos y braquiópodos; equinodermos, espongiarios, y foraminíferos y ostrácodos son más escasos (Lám. 2, fig. 3).

108 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

La Fm. Yátova está constituida por calizas micríticas (biomicritas: calizas wac- kestone bioclásticas y fosilíferas) con espongiarios (12 m). Se disponen en bancos masivos hacia la base, aumentando las intercalaciones margosas hacia techo. Con- tiene abundantes espongiarios, crinoides, ammonites, braquiópodos, bivalvos y be- lemnites (Lám. 2, fig. 4). En la base de la unidad suprayacente (Fm. Sot de Chera) se encuentra un conjunto de margas gris-azuladas (15 m) con abundantes corales, esponjas, cri- noideos y ammonites de pequeña talla. Este tramo coincide con las Oberjura Mer- gel de algunos autores alemanes (El Khoudary, 1974). Desde el punto de vista li- toestratigráfico pertenecerían al Miembro Alustante (Aurell y Meléndez, 1989b; Aurell, 1990). El límite superior se caracteriza por un cambio brusco en el tipo de facies presente, pasando de margas con belemnites, corales y ammonites (Ober- jura Mergel) a un conjunto de 70 m de potencia de margas con ostrácodos y ban- cos siliciclásticos con intercalaciones de tramos que muestran ordenaciones tur- bidíticas (Frías Mergel; cf. Aurell, 1990). Se superpone a esta secuencia la Formación Pozuel, que es una unidad ma- siva o estratificada en gruesos bancos, en la que dominan las facies de calizas grainstone, oolíticas y oncolíticas. El contenido en componentes siliciclásticos au- menta hacia techo, de forma que se pueden reconocer capas de areniscas con la- minaciones cruzadas, coronados por bancos conglomeráticos. El límite superior de esta secuencia está marcado por un brusco cambio li- tológico y textural, de modo que se pasa a una serie predominantemente carbo- natada de unos 26 m de espesor, en cuya base se reconocen facies bioconstruidas por corales, y que hacia techo pasan a facies de calizas oolíticas y areniscas con fragmentos carbonosos (Aurell, 1990). Recientemente, Bádenas (1999 a, b) ha es- tablecido la correlación y la equivalencia de esta unidad con la Fm. Torrecilla (Kim- meridgiense superior), definida en el sector noroccidental de la Cordillera Ibéri- ca (Sierra de Cameros) y reconocida también en este sector.

Interés paleontológico y valor patrimonial

Los materiales descritos afloran ampliamente al oeste de la localidad de Frías de Albarracín y se caracterizan por su riqueza paleontológica, buena exposición, accesibilidad y proximidad al centro de la población. Esto hace que los yacimientos estudiados presenten un especial interés patrimonial y alto riesgo de destrucción y expolio. Las margas del Jurásico Superior (Kimmeridgiense) de esta área po- seen un alto valor científico debido a sus numerosas referencias desde los años 50 por parte de diversos autores alemanes (Frías Mergel) y a su contenido paleon- tológico, formado por bivalvos, equinoideos y otros grupos de ambientes res- tringidos. – Formación Chelva (Bathoniense) Ammonoideos: Oxycerites, Procerites, Homoeoplanulites y Bullatimorphites.

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–Formación Chelva (Calloviense) Ammonoideos: Holcophylloceras, Ptychophylloceras, Hecticoceratoides, Hec- ticoceras, Macrocephalites, M.(Dolikephalites), Kamptokephalites, Bullati- morphites, Rehmania, Homoeoplanulites, Grossouvria y Indosphinctes. – Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío Ammonoideos: Sowerbyceras, Holcophylloceras, Hecticoceras, Perisphinctes (Otosphinctes), Prososphinctes y Peltoceratoides. –Formación Yátova Ammonoideos: Lissoceratoides, Glochiceras, Trimarginites, Ochetoceras, Taramelliceras (Proscaphites), Taramelliceras (Metahaploceras), Passen- dorferia, Sequeirosia, Perisphinctes (Kranaosphinctes), Perisphinctes (Otos- phinctes), Perisphinctes (Dichotomosphinctes), Perisphinctes (Dichotomo- ceras), Euaspidoceras, Mirosphinctes, Epipeltoceras, Orthosphinctes y Subne- brodites.

Evaluación de riesgos El mayor riesgo lo constituiría la realización y apertura de caminos vecina- les, así como cualquier otro tipo de obras públicas (vertedero, escombrera o el en- sanche de carreteras, especialmente aquel que pueda destruir parte de la base del cerro constituido por las Margas de Frías). Asimismo, la riqueza paleontológica de estos materiales y su fácil acceso hacen que estos afloramientos puedan ser ob- jeto de expolio.

Propuesta de actuaciones Entre las diversas medidas de protección posibles se podría considerar la se- ñalización, mediante paneles a la salida del pueblo, resaltando la importancia y el interés científico de los yacimientos paleontológicos, con la advertencia de la existencia de medidas legales contra el expolio. Asimismo, la vigilancia activa de los yacimientos por parte del SEPRONA, dentro del contexto de las regulaciones del Parque Cultural de Albarracín. Estas medidas podrían ir complementadas por la señalización de los afloramientos acompañada de una mesa de interpretación en la que se describan las características geológicas y paleontológicas de la zona (formaciones Chelva, Yátova, Sot de Chera y Pozuel). Otro conjunto de medidas son las tendentes a evitar la destrucción de nive- les fosilíferos por ensanche del trazado de la carretera, apertura de caminos y la ubicación de vertederos o escombreras, mediante la exigencia de informes previos sobre impacto ambiental y patrimonial (paleontológico) de obras públicas y tra- bajos derivados de la concentración parcelaria. Por último, esta área podría in- cluirse como punto de interés estratigráfico y paleontológico en el material di- dáctico expuesto y/o distribuido en un centro de interpretación en Albarracín.

110 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Griegos La carretera que une Villar del Cobo con las Casas de Búcar discurre por los materiales del Jurásico Medio. Entre Casas de Búcar y Griegos afloran ampliamente los materiales del Jurásico Superior, correspondientes a las formaciones Yátova, Sot de Chera, Loriguilla y Pozuel. La base de la Fm. Sot de Chera puede estudiarse también en esta localidad siguiendo el arroyo del barranco Codejas, que la corta transversalmente. El afloramiento en mejores condiciones se encuentra a lo largo del camino que discurre paralelo a la carretera de Guadalaviar a Griegos, antes de llegar a esta última localidad. El perfil se inicia en el cauce del río Griegos. Todos los afloramientos de este sector se encuentran dentro de la hoja 565 de Tragacete.

Antecedentes El primer estudio sistemático sobre materiales del Jurásico en Griegos se debe a Riba (1959). Este autor reconoce y describe diversas unidades estratigráficas en estos materiales, mostrando asimismo una precisa cartografía de las mismas. Geyer (1965 a) se centra en el estudio de los corales pertenecientes al Jurásico Superior de esta localidad, entre otras. Meléndez (1976) realiza un estudio estratigráfico y paleontológico del Jurásico Superior en diversos puntos del término municipal de Griegos. Aportaciones posteriores son debidas a Gómez (1979), quien tomando como base el trabajo de Riba (1959) lleva a cabo el levantamiento de otro perfil. Giner (1980) estudia este perfil prestando especial atención al período de desarrollo arrecifal. Fezer (1988) caracteriza el Kimmeridgiense superior y la base del Tithó- nico en la Sierra de Albarracín y describe las bioconstrucciones de corales de Grie- gos. Recientes estudios estratigráficos del Jurásico Superior se deben a Aurell (1990).

Descripción (Lám. 3, figs. 1 y 2)

Formación Chelva Los extensos afloramientos del Jurásico Medio y Superior se distribuyen al este de la carretera que une Guadalaviar y las Casas de Búcar con Griegos. Los ma- teriales que presentan mejor exposición corresponden al techo de la Fm. Chelva (Calloviense inferior), la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío (Callovien- se-Oxfordiense inferior) y la parte inferior de la Fm. Yátova, del Oxfordiense medio (Lám. 3, fig. 1). Los materiales del Calloviense (1,5 m) están formados por cali- zas bioclásticas con filamentos, que en la base alternan con calizas margosas, es- tratificadas en capas irregulares, de contactos ondulados y aspecto noduloso. El contenido fósil es de frecuente a abundante, especialmente hacia la parte superior, encontrándose ammonites, belemnites, bivalvos, braquiópodos, equinodermos, co- rales, gasterópodos y foraminíferos. La sucesión termina con un banco de caliza muy cementada de 50 cm de espesor, muy fosilífero. Contiene abundantes fósi- les de ammonoideos (conchas resedimentadas) y está coronado por una superfi- cie de removilización sobre la que se concentran moldes reelaborados de ammo- nites, micríticos y/o fosfáticos.

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Lámina 3. Fig. 1: Griegos: vista parcial del límite entre las formaciones Chelva y Yátova (Ca- lloviense inferior-Oxfordiense medio). Se puede apreciar el intenso expolio a que han sido sometidos los niveles fosilíferos del Calloviense inferior y de la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío, con evidencias de excavación activa y desprendimiento de bloques de estos niveles. Fig. 2: Griegos: vista general de la Fm. Yátova cortada por el trazado de un cami- no vecinal. Este camino, de trazado reciente, afecta a los niveles fosilíferos del Oxfordiense superior al tiempo que permite un acceso fácil a los afloramientos, facilitando la afluencia de visitantes y coleccionistas. Fig. 3: Villar del Cobo: vista general de los materiales de las formaciones Turmiel y Chelva. Esta sección es la localidad tipo de la especie de braquió- podo Aulacothyris iberica Dubar. Fig. 4: Villar del Cobo: vista parcial de los materiales de la unidad del Calloviense (Fm. Chelva) y del Oxfordiense (Fm. Yátova). El límite Callo- viense-Oxfordiense (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío) se encuentra aproxima- damente en el cambio de calizas tableadas a calizas masivas. El afloramiento es interesante y de fácil acceso, aunque al estar considerablemente fracturado presenta dificultades para su estudio.

112 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío Por encima de esta superficie se dispone el intervalo de 0,4 a 0,5 m de cali- zas rojizas micríticas, más o menos bioclásticas, con oolitos ferruginosos, co- rrespondiente a la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío que contiene fre- cuentes fósiles: ammonites, belemnites, braquiópodos, bivalvos, briozoos, equinodermos y foraminíferos, del Calloviense y del Oxfordiense inferior, al igual que en la sección de Moscardón (cf. Fernández-López et al., 1978).

Formación Yátova La Fm. Yátova comprende un tramo de 8 a 10 m de calizas blancas a grises es- tratificadas en bancos masivos irregulares en la parte inferior y tableados con in- tercalaciones de margas en la parte superior, con abundantes esponjas, además de braquiópodos, crinoides, equinodermos, ammonites, bivalvos y belemnites.

Formación Sot de Chera La Fm. Sot de Chera se inicia con un nivel de margas de color gris oscuro con abundantes belemnites y ammonites piritizados de pequeña talla, además de co- rales solitarios. Este tramo ha sido conocido tradicionalmente por los autores ale- manes como Oberjura Mergel y posteriormente se ha incluido dentro del Miem- bro Alustante. Su potencia varía de 15 a 25 m. La parte superior de esta sucesión está formada por margas grises laminadas con intercalaciones siliciclásticas (60 a 70 m). Esta unidad, diferenciable por sus rasgos litológicos y texturales, ha sido caracterizada con el nombre de Frías Mer- gel por los autores alemanes (El Khoudary, 1974) y posteriormente denominada Fm. Frías por Martín y Fernández (1985), y Aurell y Meléndez (1989a).

Estimación del interés paleontológico y del valor patrimonial Debido a la riqueza paleontológica de algunos tramos, especialmente del Ca- lloviense, y a su fácil acceso, este yacimiento ha sido objeto de un grave expolio. Los géneros más representativos, citados por los autores son: –Formación Chelva (Calloviense inferior) Ammonoideos: Dolikephalites, Choffatia, Grossouvria, Hecticoceras, Brigh- tia, Homoeoplanulites y Macrocephalites. –Formación Chelva (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío) Ammonoideos: Holcophylloceras, Hecticoceras, Macrocephalites, Indos- phinctes, Perisphinctes (Otosphinctes) y Peltoceratoides (Parawedekindia). –Formación Yátova (Oxfordiense) Ammonoideos: Sowerbyceras, Glochiceras, Trimarginites, Ochetoceras, Ta- ramelliceras (Proscaphites), Passendorferia, Perisphinctes, P. (Otosphinctes), P. (Dichotomosphinctes), P. (Dichotomoceras), Larcheria, Euaspidoceras, Or- thosphinctes y Epipeltoceras.

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–Formación Sot de Chera (Oxfordiense superior-Kimmeridgiense inferior) Ammonoideos: Ochetoceras, Glochiceras (Coryceras), G. (Lingulaticeras), Taramelliceras (Metahaploceras), Epipeltoceras, Orthosphinctes y O. (Ar- descia).

Evaluación de riesgos El continuo expolio de los materiales fosilíferos de la Fm. Chelva y la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío puede llevar consigo la destrucción del aflo- ramiento, con la consecuente pérdida grave de información paleontológica y la afección patrimonial. Recientemente se ha ensanchado el camino que discurre pa- ralelo a la carretera y que da acceso a los cultivos y a los afloramientos. Esto ha afectado en cierta medida a los yacimientos, especialmente a los niveles superiores de la Fm. Yátova, en el contacto con las margas de la Fm. Sot de Chera. Asimis- mo, abre y facilita el paso a coleccionistas y expoliadores (Lám. 3, fig. 2). La extensión previsible de los cultivos en la amplia extensión del valle del río Griegos puede afectar a los afloramientos de la parte superior de las formaciones Yátova y Sot de Chera. No es inminente la realización de construcciones en esta área. No obstante, la presencia de varias urbanizaciones en zonas próximas (Casas de Búcar) hace prever una posible extensión afectando a yacimientos de interés.

Medidas de protección Dado el grave deterioro que presentan muchos puntos y yacimientos fosilí- feros a lo largo de los afloramientos de estas unidades en este sector, la medida de protección primordial que debería ser emprendida podría ser la señalización di- suasoria con advertencia de la aplicación de medidas legales contra el expolio. En los puntos más afectados y de mayor interés y riqueza fosilífera se podría plan- tear el vallado y posible cierre, mediante estructuras de protección, de los yaci- mientos más representativos del Calloviense y Oxfordiense. La vigilancia activa del área sería otra medida disuasoria básica, dentro del contexto de las regulaciones del Parque Cultural de la Sierra de Albarracín. Por último, como en otros casos, sería necesaria la exigencia de informes pre- vios sobre impacto ambiental y patrimonial en cualquier tipo de trabajos, cons- trucciones y obras públicas en todo este sector, incluyendo trazado y ensanche de caminos previsibles en los trabajos de concentración parcelaria.

Villar del Cobo El perfil que se describe se encuentra localizado en la carretera de Trama- castilla a Villar del Cobo, aproximadamente 1,5 kilómetros antes de este último, en el borde sur del Cerro de la Solana, en el margen N de la carretera.

114 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Antecedentes La primera mención reseñable a esta localidad se encuentra en Calvo (1895), englobada en una descripción general de la Sierra de Albarracín. Riba (1959) rea- liza una descripción somera de los afloramientos del Jurásico de Villar del Cobo. Meléndez (1976) lleva a cabo una descripción estratigráfica general del Jurásico Inferior (formaciones Barahona y Turmiel) en esta localidad.

Descripción La serie se inicia con un tramo de calizas bioclásticas de aspecto masivo, irre- gular, correspondiente a la Fm. Barahona. Se superponen a esta secuencia los ma- teriales de la Fm. Turmiel que vienen representados por sucesivos tramos de mar- gas y alternancia de margas y calizas, pero en cualquier caso predominando las margas sobre las calizas (Lám. 3, fig. 3). El contenido fósil de las formaciones Ba- rahona y Turmiel es relativamente abundante, y se compone, fundamentalmente, de ammonites, braquiópodos, bivalvos, belemnites, y grupos de microfósiles como foraminíferos y ostrácodos. La Fm. Chelva está constituida por una potente sucesión de calizas tablea- das en gruesos bancos, con concentraciones locales de nódulos de sílex. Dicho tramo se caracteriza por la presencia de frecuentes ammonites, braquiópodos, be- lemnites, lamelibranquios, crinoides, icnofósiles, gasterópodos y espongiarios. A techo de esta formación se presenta una discontinuidad acompañada de un nivel de oolitos ferruginosos de la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío. En este perfil no aparece representada la totalidad de la Fm. Yátova, existiendo únicamente el primer tramo masivo de la base del Oxfordiense medio, caracterizado por calizas con espongiarios en bancos masivos de aspecto irregular y con fre- cuentes ammonites, braquiópodos, crinoides y bivalvos (Lám. 3, fig. 4).

Interés paleontológico y valor patrimonial A lo largo del margen norte de la carretera de Tramacastilla a Villar del Cobo se encuentran extensos afloramientos del Jurásico, que incluyen los materiales de las formaciones Barahona, Turmiel, Chelva y base de Yátova. En este punto la serie estratigráfica se caracteriza por su continuidad y buenas condiciones de exposi- ción, así como por su riqueza paleontológica, especialmente en las calizas bio- clásticas y margas de las formaciones Barahona y Turmiel. Desde el punto de vista científico la importancia de estos yacimientos radi- ca en la presencia de especies, como Aulacothyris iberica Dubar, que ha sido de- finida en esta zona. Los géneros representativos de esta localidad son: –Formación Barahona (Pliensbachiense superior): 6 m visibles. Calizas bio- clásticas, de color pardo-amarillento, en capas gruesas irregulares. Braquiópodos: Aulacothyris, Spiriferina, Zeilleria, Rhynchonella y Lo- bothyris.

115 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ

–Formación Turmiel (Toarciense): 36 m. Margas grises a amarillentas, al- ternando en algunos tramos con niveles de calizas y margocalizas en capas regulares de espesor centimétrico a decimétrico. Braquiópodos: Aulacothyris (especie: Aulacothyris iberica Dubar); Spirife- rina, Rhynchonella, Lobothyris y Terebratula. Ammonoideos: Harpoceratoides, Hildaites, Orthildahites, Hildoceras y Har- poceras. Bivalvos: Pecten, Ctenostreon, Gryphaea, Ostrea, Chlamys, Plicatula y Lima. Gasterópodos: Natica. –Formación Chelva (Aaleniense-Calloviense): c. 155 m. Calizas grises mi- crocristalinas, tableadas en capas regulares o en bancos masivos, ocasio- nalmente con nódulos de sílex. Ammonoideos: Strenoceras, Normannites, Garantiana, Cadomites, Lep- tosphinctes, Lobosphinctes, Parkinsonia, Sphaeroceras, Procerites, Macro- cephalites, Choffatia, Dolikephalites, Reineckeites, Grossouvria, Reineckeia y Homoeoplanulites. – Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío (Formación Chelva, Callovien- se-Oxfordiense): 20 a 45 cm. Nivel relativamente regular de caliza rojiza o beige claro con oolitos ferruginosos abundantes, homométricos de pequeño tamaño (hasta 2 mm). Lateralmente puede formar varias capas lenticula- res de escasa continuidad lateral. En algunos afloramientos se observan res- tos de un primer nivel inferior, amarillo claro, con oolitos feruginosos, más escasos, pequeños (0,5 a 1 mm) y dispersos. Ammonoideos (generalmente representados por moldes parciales con señales de reelaboración): Indos- phinctes, Macrocephalites, Hecticoceras, Grossouvria y Rehmania. Ocasio- nalmente se han encontrado restos (conchas fragmentadas) de elementos característicos del Oxfordiense inferior (Biozona Claromontanus): Peris- phinctes (Otosphintes), Peltoceratoides y Prososphinctes. –Formación Yátova (Oxfordiense medio a superior): 3 a 4 m visibles. Calizas blanquecinas en bancos masivos con superficies de estratificación irregu- lares. Hacia la parte superior pasan a capas más delgadas irregulares de es- pesor centimétrico a decimétrico. Contienen abundantes espongiarios y cri- noides. Ammonites, belemnites, braquiópodos y bivalvos son más escasos. Ammonoideos: Glochiceras, Trimarginites, Ochetoceras, Passsendorferia, Pe- risphinctes (Dichotomosphinctes) y Larcheria. Debido a sus condiciones de afloramiento, riqueza paleontológica, interés pai- sajístico y facilidad de acceso, este yacimiento presenta unas características ade- cuadas para su difusión social y la realización de programas didácticos.

Evaluación de riesgos El principal riesgo que pueden presentar estos afloramientos, aparte del de- bido a la leve erosión ocasionada por las crecidas del río Guadalaviar, lo consti-

116 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín tuye el expolio y la destrucción de los niveles fosilíferos. Asimismo, otro peligro para estos afloramientos es el que representa la realización frecuente de obras pú- blicas relacionadas con el acondicionamiento y el ensanche de la carretera. De tal manera que, en el caso de llevarse a cabo obras de ensanche de la carretera en su margen norte, éstas deberían efectuarse bajo la supervisión de personal técnico es- pecializado en paleontología y previa realización de un informe.

Medidas de protección y difusión social Existe la posibilidad de incluir este yacimiento dentro de una ruta geológi- co-turística y paleontológica mediante la programación de visitas guiadas y la edi- ción de folletos explicativos. Esta propuesta requeriría las siguientes actuaciones: acondicionamiento de la carretera y señalización del yacimiento, incluyendo se- ñales disuasorias y/o prohibitivas que eviten el expolio, y creación de un apar- camiento, aprovechando los terrenos que hay en el margen sur de la carretera. Ins- talación de una mesa de interpretación, situada en las proximidades del aparcamiento, en la cual se muestre una descripción geológica y paleontológica, así como una reconstrucción de las condiciones del medio durante el Jurásico. Esta mesa explicativa puede ir acompañada de una zona recreativa junto al río. Asi- mismo, es posible la extracción de bloques con valor ornamental y/o didáctico para su traslado al posible futuro centro de interpretación en Albarracín.

Gea de Albarracín En la margen izquierda del río Guadalaviar y a lo largo de unos tres kiló- metros por la carretera que va desde las afueras de Gea de Albarracín hacia Al- barracín, pueden observarse unos espectaculares escarpes constituidos por cali- zas pardo-amarillentas que corresponden al Bajociense. Las mejores condiciones para su estudio se encuentran en el barranco que se sitúa al NW de esta localidad (barranco de la Cruz del Alto), donde afloran los materiales del Toarciense superior (Fm. Turmiel) así como del Aaleniense, Bajociense y Bathoniense (Fm. Chelva). La sección se puede seguir ascendiendo por este barranco. Los materiales del Jurásico Superior se han descrito en un afloramiento si- tuado al borde de la carretera, a un kilómetro al este de Gea de Albarracín. La base de este perfil está en el margen septentrional de la carretera de Gea de Albarracín a Teruel, en el punto donde la rambla de la Hoya, de dirección norte-sur, cruza la carretera. El techo del perfil está en un cerro situado en el margen opuesto de la carretera. Las secciones de esta localidad se encuentran en la hoja 566 de Cella.

Antecedentes El Khoudary (1974), basándose en foraminíferos bentónicos y ostrácodos, rea- liza un estudio bioestratigráfico y propone, con carácter informal, diversas uni- dades litoestratigráficas. La descripción de los materiales del Jurásico Medio y del Jurásico Superior de esta localidad aparece recogida en Hernández et al. (1983),

117 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ quienes llevan a cabo un estudio estratigráfico y paleontológico de las formacio- nes Chelva, Sot de Chera y Loriguilla. Fernández-López (1985), centrándose en el estudio de las sucesiones de ammonites y de las facies, realiza un análisis deta- llado de los materiales del Aaleniense y Bajociense. Los estudios más recientes son los de Aurell (1990), quien aporta datos de tipo litoestratigráfico y sedimentológico acerca del Jurásico Superior de esta lo- calidad.

Descripción En la sección de Gea de Albarracín (barranco de la Cruz del Alto), los ma- teriales de la Formación Chelva abarcan el Aaleniense y el Bajociense inferior. Comprenden unos 38 m de calizas microcristalinas en capas regulares localmen- te biodetríticas o con delgados interestratos margosos. Los 8 m inferiores perte- necen al Aaleniense, habiéndose caracterizado las biozonas Murchisonae y Concavum (Fernández-López, 1985). La mayor concentración de fósiles se co- rresponde con niveles de removilización, que se superponen a superficies irre- gulares de discontinuidad. Se encuentran frecuentes estructuras de bioturbación, además de ammonites, belemnites, bivalvos, crinoideos, Zoophycos y espongiarios. A techo se observa un tramo de calizas microcristalinas con nódulos de sílex, dis- puestas en capas gruesas con delgados interestratos biodetríticos. La sección de la rambla de la Hoya, en las proximidades del pueblo, salien- do por la carretera en dirección a Teruel, muestra una buena exposición de las uni- dades del Jurásico Medio y Superior, formaciones Chelva, Yátova y Sot de Chera. La sucesión del Calloviense está representada por una sucesión de 2 m de calizas grises (biomicritas) bioclásticas, de aspecto noduloso, amarillentas en superficie, con filamentos, y con interestratos de margocalizas lajosas. Forman una secuen- cia estratocreciente terminando con un banco de 70 cm muy cementado, con abun- dantes ammonites, braquiópodos, bivalvos, y escasos belemnites y gasterópodos. La secuencia se encuentra coronada por una superficie de discontinuidad con con- centración local de óxidos de hierro y fósiles en ocasiones fosfáticos y general- mente truncados: ammonites, belemnites, braquiópodos, bivalvos y gasterópodos. La superficie está recubierta por una delgada lámina de caliza lajosa (2 a 3 cm) con oolitos ferruginosos pequeños y dispersos, con fragmentos de moldes de am- monites reelaborados. Por encima, se dispone el nivel de calizas con oolitos fe- rruginosos y ammonites reelaborados del Calloviense que constituyen la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío. Junto con estos ejemplares reelaborados, en este nivel oolítico se encuentran ejemplares de Perisphinctes, Peltoceratoides y Pro- sosphinctes resedimentados que permiten caracterizar la Subbiozona Claromon- tanus (Biozona Cordatum) en este punto en el nivel oolítico. En la Fm. Yátova se reconocen dos tramos, el primero de ellos con calizas de esponjas de aspecto masivo y limitado superiormente por una superficie en- durecida y ferruginizada (6,5 a 7 m). El tramo superior está formado por una al- ternancia de margas y calizas con esponjas (2,5 a 3 m). Esta unidad comprende

118 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín el Oxfordiense medio (biozonas Transversarium y Bifurcatus) y la parte inferior del Oxfordiense superior (Biozona Hypselum), (Lám. 4, fig. 1). Los materiales de la Fm. Sot de Chera comprenden un tramo relativamente potente de margas (c. 30 m) con abundantes ostrácodos y escasos foraminíferos bentónicos. Presentan intercalaciones de bancos de areniscas micáceas con fre- cuentes restos vegetales. El techo de esta formación está constituido por margas y calizas margosas con restos de vegetales, que representa el paso gradual a la Fm. Loriguilla, que en este punto tiene su aspecto típico.

Interés paleontológico y valor patrimonial El afloramiento del barranco de la Cruz del Alto se caracteriza por su buena exposición y continuidad de los materiales del Jurásico Inferior y Medio. Asi- mismo, el desarrollo de los materiales del Aaleniense en este punto constituye un nuevo aspecto de interés estratigráfico. Por último, la espectacularidad de los aflo- ramientos le añade un mayor interés patrimonial desde el punto de vista geoló- gico y paisajístico. El yacimiento de la rambla de la Hoya, por su parte, presenta un interés geológico y paleontológico elevado. Sus espectaculares condiciones de exposición, la riqueza paleontológica de los niveles del límite Calloviense-Oxfor- diense y su accesibilidad, hacen que este punto sea de especial interés. Además, hay que destacar que este afloramiento aparece recogido como ejemplo de es- tructura anticlinal en libros de texto de Geología de difusión nacional (Meléndez y Fúster, 1975). Todo ello, no obstante, no impidió que fuera gravemente afecta- do por las obras públicas del ensanche de la carretera sin mediar informe previo de impacto geológico o ambiental (v. Lám. 4, fig. 1). El contenido fósil de los materiales presentes en ambos afloramientos es: – Formación Chelva (Aaleniense) Ammonoideos: Brasilia, Ludwigella, Graphoceras, Pseudogramoceras, Platy- graphoceras, Euaptetoceras, Eudmetoceras, Haplopleuroceras y Euhoploceras. Braquiópodos: Sphaeroidothyris. –Formación Chelva (Bajociense) Ammonoideos: Graphoceras, Hyperlioceras, Braunsina, Euaptetoceras, Eud- metoceras, Haplopleuroceras, Zurcheria, Euhoploceras, Sonninia, Pelekodites, Docidoceras, Trilobiticeras, Fissilobiceras, Shirbuirnia, Papilliceras, Wit- chellia, Maceratites, Hebetoxyites, Bradfordia, Mollistephanus, Skirroceras, Albarracinites, Emileia, Otoites, Hyperlioceras, Nannoceras, Protoecotraustes, Platygraphoceras y Rhodaniceras. –Formación Yátova (Oxfordiense) Ammonoideos: Trimarginites, Glochiceras, Taramelliceras, Passendorferia, Perisphinctes (Otosphinctes), Perisphinctes (Dichotomosphinctes), Larche- ria, Ochetoceras, Orthosphinctes y Epipeltoceras.

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2 Lámina 4. Fig. 1: Gea de Albarracín: vista general de las calizas de la Fm. Yátova (Oxfor- diense medio) que forman el anticlinal clásico figurado en el libro de geología de Melén- dez y Fuster (1975). El flanco meridional ha sido afectado gravemente por las obras re- sultantes del ensanche de la carretera que une esta localidad con Teruel. Fig. 2: vista general del afloramiento de Cella (Jurásico Medio). Calizas del Bajociense (Fm. Chelva).

120 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Evaluación de riesgos Ambos yacimientos corren riesgos reales de afección diversa y de expolio por su accesibilidad y riqueza paleontológica. En el caso del afloramiento del barranco de la Hoya éstos se pueden concretar en: –Destrucción del yacimiento por realización de obras públicas. –Expolio de los niveles fosilíferos de los materiales del Jurásico Medio y Su- perior. –Ubicación de escombreras y/o vertederos. – Apertura de nuevos caminos vecinales. El afloramiento situado en las inmediaciones del pueblo (Sección del Aale- niense-Bajociense) corre un menor riesgo de destrucción o afección inminente al encontrarse en una antigua cantera, retirado de la carretera y de caminos y de agentes erosivos intensos (barrancos). No obstante, podría verse afectado por ex- polio de coleccionistas, si bien los niveles fosilíferos no resultan tan aparentes como en el afloramiento de la carretera.

Medidas de protección El afloramiento asociado al anticlinal ha sido destruido en parte por obras pú- blicas. Se recomienda evitar nuevas actuaciones, tales como ensanche de carre- tera, apertura de nuevos caminos o remoción de terreno que degraden el yaci- miento. En caso de llevarse a cabo, éstas deben efectuarse bajo la supervisión de personal especializado en patrimonio geológico y paleontológico. Otras medidas oportunas serían: señalización de los yacimientos, carteles di- suasorios y vallado que eviten el expolio; vigilancia activa; acondicionamiento de un aparcamiento en el margen sur de la carretera; limpieza de los afloramientos; instalación de una mesa de interpretación explicativa; e integración de estos pun- tos en una ruta geológico-paleontológica y traslado de bloques de caliza de la Fm. Yátova con ejemplos de fósiles de espongiarios y otros grupos al posible centro de interpretación en la localidad de Albarracín, que promueva la concienciación de la población y sus autoridades en lo referente a su patrimonio paleontológico.

Masada Toyuela Esta sección se localiza unos 6 kilómetros al norte de Albarracín, a lo largo del camino que recorre de sur a norte la rambla de Monterde. Se ha levantado a partir de varios afloramientos diferentes, situados cerca de la confluencia con la rambla de las Caleras. En este punto los materiales de la Fm. Chelva afloran am- pliamente abarcando el Aaleniense y el Bajociense inferior.

121 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ

Antecedentes La sección de la Masada de Toyuela ha sido descrita y estudiada por Fer- nández-López (1985). Con anterioridad, estos afloramientos de materiales bajo- cienses no habían sido descritos ni mencionados en la bibliografía.

Descripción En esta localidad, los materiales de la Fm. Turmiel (Lías superior) culminan con un tramo de 2 m de espesor de calizas margosas en capas irregulares en los que se ha encontrado Haugia del Toarciense superior. Este tramo está coronado por una discontinuidad. Sobre ella se desarrollan los materiales de la Fm. Chelva, del Ju- rásico Medio. Dentro de ella se pueden distinguir varios tramos sucesivos: (1) 12 m. Calizas de aspecto noduloso en capas delgadas irregulares con con- tactos ondulados, que se hacen más gruesas hacia techo. Corresponden al miem- bro inferior de esta formación (Miembro Casinos). Los 4 m inferiores pertenecen al Aaleniense y forman un intervalo basal limitado a techo por una discontinui- dad y un banco de calizas microcristalinas de espesor decimétrico que disminu- ye de espesor de sur a norte. En dicho banco se encuentran ammonoideos del Ba- jociense inferior, Biozona Laeviuscula. Los 8 m restantes de esta unidad corresponden a la Biozona Sauzei. (2) 4,5 a 5 m. Calizas microcristalinas en bancos gruesos y regulares, con nó- dulos de sílex. Pertenecen también a la Biozona Sauzei. (3) 7,5 m. Calizas microcristalinas tableadas en capas regulares. Su contenido fosilífero es muy escaso; no obstante, deben corresponder también a la Biozona Sauzei. (4) 4 m. Calizas microcristalinas, localmente con nódulos de sílex, en capas gruesas o bancos. Contiene frecuentes restos fósiles, sobre todo en los interestratos: bivalvos, belemnites, braquiópodos y espongiarios. Los ammonites son más es- casos. (5) Por encima se sitúa un potente tramo de 35 m de calizas microcristalinas en capas gruesas o bancos, que localmente contienen nódulos de sílex o son no- dulosas. Este tramo forma un potente escarpe en el relieve. Los ammonites son muy escasos. Este intervalo corresponde a la Biozona Humphriesianum.

Interés paleontológico y valor patrimonial El mayor interés paleontológico y patrimonial de esta sección lo constituye el ser la localidad-tipo de un género y especie de ammonites: Albarracinites al- barracinensis Fernández-López. El nivel-tipo de este taxón corresponde a la Bio- zona Laeviuscula, del Bajociense inferior. En el banco que corona el tramo (1) de calizas nodulosas del Aaleniense, la asociación registrada es una asociación mezclada y la mayoría de sus elementos

122 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín son característicos de los biohorizontes de la Biozona Laeviuscula. No obstante, algunos elementos acumulados y resedimentados no puede excluirse que perte- nezcan a la biocronozona Sauzei. Los principales géneros de ammonites recono- cidos en esta asociación son: Euhoploceras, Fissilobiceras, Papilliceras, Sonninia, Witchellia, Fontannessia, Maceratites, Pelekodites, Hebetoxites, Lissoceras, Brad- fordia, Amblyoxyites, Microtoxamblyites, Mollistephanus, Albarracinites (especie: A. albarracinensis), Docidoceras, Emileites y Otoites. El contenido fosilífero de este mismo banco en los distintos afloramientos que componen esta sección varía de unos puntos a otros. Con frecuencia contiene ele- mentos reelaborados del Aaleniense superior (Biozona Concavum). Asimismo, también puede excluirse que dicha asociación corresponda a la Biozona Discites. De tal manera, la discontinuidad que marca el límite Aaleniense-Bajociense en este punto comporta una laguna estratigráfica cuya amplitud bioestratigráfica abarcaría al menos las biozonas Concavum (Aaleniense superior) y Discites (Bajociense basal). La conservación de este nivel límite en estos afloramientos le añade a la sección descrita un mayor interés estratigráfico y patrimonial, por la importancia y la riqueza fosilífera de dicho tramo.

Evaluación de riesgos Los afloramientos de las proximidades de Masada Toyuela, por su situación en los márgenes de la rambla y fuera de las carreteras generales, no presentan un riesgo inmediato de afecciones por obras públicas o de expolio. Por otra parte, los materiales del Bajociense en este punto no son excesivamente fosilíferos, lo que hace que su riesgo de expolio o recolección incontrolada sea menor. No obstan- te, los niveles de removilización descritos contienen asociaciones registradas de gran interés con abundantes ammonoideos. Este tipo de niveles suelen ser co- nocidos y objeto de interés preferente por coleccionistas.

Propuesta de actuaciones Esta sección, como localidad-tipo de un taxón de nivel género y especie de am- monites, cuyo nombre contiene una referencia toponímica explícita a la Sierra de Albarracín, debe ser recogida y mencionada especialmente en los inventarios de ya- cimientos de mayor interés de este sector. Es por tanto necesario presentar la pro- puesta para su declaración como Punto de Especial Interés Paleontológico (PEIP). Por otra parte, esta sección, y la asociación-tipo de este taxón, podrían ser repro- ducidas dentro del proyecto de Parque Paleontológico de la provincia de Teruel.

Cella El yacimiento que se describe se encuentra a unos 5 km de Gea de Albarra- cín en dirección NNW, al que se accede por la carretera de Cella a Monterde. Se trata de un pequeño escarpe situado en el margen izquierdo de la rambla que hay a unos doscientos metros al norte de dicha carretera y doscientos metros antes de sobrepasar desde Cella el límite administrativo con Albarracín (Lám. 4, fig. 2).

123 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ

Antecedentes Esta sección ha sido descrita por Fernández-López (1985, fig. 103; p. 676).

Descripción Los materiales que forman la sucesión del Bajociense superior visible en este punto comprenden un tramo inferior de 2 m de calizas micríticas tableadas con intercalaciones de margas, que en su mayor parte corresponden a la Biozona Ga- rantiana, y un conjunto de 5 m de calizas biodetríticas estratificadas (Biozona Par- kinsoni). A techo de este tramo, coincidiendo con un cambio de facies a calizas microcristalinas (niv. 17), se localiza el límite Bajociense–Bathoniense. El último nivel del tramo inferior, de calizas biodetríticas (niv. 8), corresponde ya a la Bio- zona Parkinsoni.

Estimación del interés paleontológico y del valor patrimonial A pesar de la poca espectacularidad de esta sección, puesto que sólo afloran las últimas capas de la Biozona Garantiana y el tramo de calizas biodetríticas del tránsito Bajociense–Bathoniense, su interés paleontológico resulta incuestionable, puesto que la capa más antigua de la Biozona Garantiana que aflora junto a la ram- bla es el nivel tipo del taxón Melendezia aenigmatica Fernández-López, y contiene una asociación característica del Biohorizonte XV (Bajociense superior). La lista de los taxones de ammonoideos reconocidos incluye: Strigoceras sp., Oecopti- choceras sp., Lissoceras psilodiscum (Schloenbach), Lissoceras oolithicum (d´Or- bigny), Melendezia aenigmatica Fernández-López, Diplesioceras sp., Oppelia sub- costata (J. Buckman), Oecotraustes sp. nov. 1, Cadomites sp., Sphaeroceras sp., Hlawiceras coronatum (Wetzel), Hlawiceras, cf. trauthi (Bentz), Pseudogarantia- na sp., Spiroceras sp., Bajocisphinctes mouterdei Fernández-López, Bajocisphinc- tes cf. curvatus Buckman, Microbajocisphinctes robustus Fernández-López, Mi- crobajocisphinctes althoffi (Wetzel) y Bigotites sp.

Evaluación de riesgos Debido a su buena accesibilidad, el mayor riesgo que puede afectar a este ya- cimiento es el de expolio, aunque este riesgo sea mínimo por la escasez de nive- les fosilíferos. La posibilidad de erosión y destrucción del afloramiento por la ac- ción de las avenidas de la rambla es otro riesgo natural posible, al igual que el enterramiento de los niveles fosilíferos por los derrubios de ladera o depósitos de la rambla.

Medidas de protección Aunque el estado de conservación de este yacimiento es bueno hasta el mo- mento, y no son necesarias actuaciones de urgencia para su conservación y pro- tección, la declaración del mismo como Punto de Especial Interés Paleontológico

124 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

(PEIP), supondría una buena medida preventiva contra cualquier posible acción que pusiera en peligro su integridad. Dada la importancia del mismo como loca- lidad-tipo de un género y especie de ammonites sería necesaria su inclusión en los inventarios de yacimientos paleontológicos de la región (Carta Paleontológica) de cara a su mención como yacimiento de interés en el contexto del Parque Cultural de Albarracín.

Embalse del Arquillo de San Blas Los yacimientos de esta sección se encuentran a unos 10 kilómetros de dis- tancia de Teruel, en dirección WNW, junto al embalse del Arquillo de San Blas, en las vertientes septentrionales del río Guadalaviar próximas a El Molinazo y situadas al sur de La Magdalena-Corraladehesa. A estos yacimientos se accede por el ca- mino de La Dehesa que cruza la carretera Teruel-Albarracín en dirección NE-SE desde Caudé.

Antecedentes Los materiales del Jurásico Medio de esta área cercana a Teruel eran ya co- nocidos desde hace décadas por los geólogos, siendo lugares habituales de prác- ticas de campo por alumnos del Curso de Geología Práctica de Teruel y del Cole- gio Universitario. El primer estudio sistemático se debe a Fernández-López (1985).

Descripción En la sección del embalse del Arquillo de San Blas los materiales del Jurá- sico Medio, Fm. Chelva, afloran ampliamente. La sucesión de los materiales del Aaleniense, Bajociense y Bathoniense inferior se puede reconstruir a lo largo de varios afloramientos. El límite entre el Jurásico Inferior y Medio se localiza en una superficie de removilización que localmente trunca a los niveles subyacentes. Por encima, se localiza una capa de espesor centimétrico de caliza micrítica con ooi- des, oolitos y pisolitos ferruginosos. La asociación registrada en este nivel carac- teriza al Aaleniense medio, Biozona Murchisonae. Así pues, esta discontinuidad evidencia una laguna estratigráfica que afecta al Aaleniense inferior. Dentro de la Fm. Chelva, entre el Aaleniense y el Bathoniense inferior se dis- tinguen diversos tramos litológicos: (1) Tramo de calizas microcristalinas en capas delgadas con superficies de estratificación irregulares y onduladas, y aspecto noduloso (17 m). Su contenido fosilífero general es escaso, principalmente bivalvos. En él se reconocen tres ni- veles más fosilíferos, que se corresponden con niveles de removilización con ele- mentos resedimentados y reelaborados, en los que se localizan las asociaciones registradas de ammonoideos (Fernández-López, 1985, fig. 92), mientras que el resto del tramo es menos fosilífero. El primer nivel, de calizas microcristalinas con oolitos, pisolitos y ooides ferruginosos y de espesor centimétrico, marca el lími-

125 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ, C. SORIA, I. PÉREZ, J. BELLO, G. DELVENE, M. J. COMAS, A. GOY, E. CLEMENTE Y M. RODRÍGUEZ te Toarciense-Aaleniense. Contiene una asociación registrada que caracteriza la Bio- zona Murchisonae, evidenciando una laguna estratigráfica que afecta al Toarciense superior y al Aaleniense inferior (Biozona Opalinum). Los otros niveles fosilífe- ros comprenden dos tramos de espesor centimétrico a métrico de calizas micríti- cas compactas, en bancos regulares. El primero de ellos (0,7 m) contiene una aso- ciación mezclada con elementos de las biozonas Murchisonae y Concavum y pertenece a la Biozona Concavum. El tercero, muy similar al anterior (1,3 m) marca ya el límite Aaleniense-Bajociense. La asociación registrada en la base co- rresponde aún a la Biozona Concavum, mientras que la de la capa superior per- tenece a la base del Bajociense inferior (Biozona Discites: Fernández-López, 1985, p. 644, fig. 92). (2) Calizas microcristalinas tableadas (8 m), estratificadas en capas regula- res de espesor variable, en general más delgadas en la base y más gruesas hacia techo. Presentan frecuentes estructuras de bioturbación y muy escasos macrofó- siles (bivalvos). (3) 37 m. Calizas microcristalinas con nódulos de sílex, estratificadas en ban- cos gruesos con superficies de estratificación netas. Este tramo suele formar un re- salte neto en el relieve. Está limitado en la base por una superficie de removili- zación con concentración de óxidos de hierro. El último metro contiene abundantes macrofósiles, generalmente elementos reelaborados y resedimentados, en los interestratos, que corresponden a niveles de removilización. Las asociaciones registradas en dichos niveles constituyen asociaciones mezcladas con elementos característicos de la parte media y superior de la Biozona Humphriesianum, del Bajociense inferior (cf. Fernández-López, 1985). (4) Sobre las calizas con nódulos de sílex se encuentra un conjunto de 5 m de calizas microcristalinas en dos bancos masivos separadas por capas micríticas tableadas de espesor decimétrico, con intercalaciones de calizas biodetríticas. Las asociaciones registradas de ammonites en este tramo, localizadas en los niveles de removilización, corresponden a la parte superior de la Biozona Humphriesianum. (5) Intervalo formado por calizas tableadas relativamente regulares con in- tercalaciones de margas. Hacia la parte superior pasan a una alternancia más cons- tante de calizas y margas. Los 2 m inferiores contienen abundantes nódulos de sílex, y a lo largo del tramo se reconocen varios bancos micríticos regulares, más potentes. Las asociaciones registradas de ammonites a lo largo de este tramo per- miten caracterizar las biozonas Subfurcatum (= Niortense) y Garantiana, del Ba- jociense superior. (6) Tramo superior del Bajociense: intervalo formado por 3 a 5 m de calizas biodetríticas, localmente con oolitos calcáreos frecuentes. Este tramo forma un re- salte característico en el relieve. En la base se distingue un tramo de calizas mar- gosas. Las asociaciones registradas de ammonites en este tramo permiten carac- terizar la Biozona Parkinsoni, del Bajociense superior. El límite entre el Bajociense y Bathoniense se sitúa en el techo del tramo. El Bathoniense inferior está repre- sentado aquí por una sucesión de bancos regulares de calizas micríticas compactas.

126 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

Interés paleontológico

El principal aspecto de interés paleontológico de los afloramientos del embalse del Arquillo de San Blas radica en ser la localidad-tipo de diversos taxones, referidos a géneros y especies, de ammonites, lo que justifica claramente su propuesta y tra- mitación como Punto de Especial Interés Paleontológico (P.E.I.P.). En los distintos afloramientos estudiados en esta localidad han sido definidos la especie Bajocis- phinctes mouterdei Fernández-López, así como el tipo del género Microbajocis- phinctes Fernández-López, admitido como la forma microconcha del género an- terior, incluyendo diversas especies nuevas de este nuevo género, definidas por el mismo autor: M. densicostatus, M. tenuicostatus, M. robustus y M. bigotitoides. El contenido fósil de los materiales de la Fm. Chelva es variable, existiendo niveles con alta concentración de ejemplares seguidos de tramos menos fosilíferos. Se des- criben las asociaciones registradas de ammonoideos haciendo referencia a los tra- mos litológicos descritos en el capítulo anterior.

Tramo (1) (cf. Fernández-López, 1985; p. 644; fig. 92: afloramientos 8EB y 9EB)

En la capa basal del tramo (1), de 5 a 30 cm perteneciente al Aaleniense, la Biozona Murchisonae (Aaleniense medio) se caracteriza por los siguientes géne- ros de ammonites: Welschia, Brasilia, Pseudographoceras, Erycites y Spinamma- toceras. La capa siguiente, cuyo espesor es aproximadamente de 70 cm, contiene ele- mentos propios de las biozonas Murchisonae y Concavum: Brasilia, Graphoceras, Pseudographoceras, Ludwigella, Vacekia y Ambersites. La capa tercera del tramo (1) presenta una potencia de 1,3 m y contiene en su parte inferior una asociación registrada característica de la Biozona Concavum (Graphoceras, Ludwigella, Haplopleuroceras, Euhoploceras y Trilobiticeras). La aso- ciación registrada en la parte superior debe ser referida a la Biozona Discites, con ejemplares de Graphoceras, Hyperlioceras, Braunsina, Haplopleuroceras y Euho- ploceras.

Tramo (2)

Por encima del tramo (1) de calizas nodulosas se encuentra un tramo de 8 m de calizas tableadas, caracterizado por la escasez de macrofósiles, representa- dos únicamente por bivalvos.

Tramo (3)

El tramo siguiente presenta un espesor de 37 m. No obstante, el contenido en macrofósiles es escaso, y se encuentra representado por elementos pertene- cientes a la parte media y superior de la Biozona Humphriesianum: Dorsetensia, Nannina, Strigoceras, Stegoxyites, Poecilomorphus, Oppelia, Oecotraustes, Skirro- ceras, Stephanoceras, Stemmatoceras, Itinsaites, Normannites y Sphaeroceras.

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Tramo (4) Este intervalo, formado por 5 m de calizas tableadas, contiene frecuentes mol- des de ammonoideos reelaborados y escasos ejemplares resedimentados que ca- racterizan la parte superior de la Biozona Humphriesianum (Biohorizonte IX): Te- loceras y Normannites. Asimismo, contiene espongiarios, bivalvos, crinoides, belemnites y gasterópodos. Tramo (5) Los materiales de la Biozona Niortense (ex: Biozona Subfurcatum) com- prenden los 15 m inferiores de este tramo: calizas microcristalinas tableadas, con intercalaciones de calizas margosas. El alto contenido en ammonoideos permite caracterizar los sucesivos biohorizontes de esta biozona (biohorizontes X, XI y XII). –1,8 a 2 m de calizas microcristalinas con nódulos de sílex. Niveles de re- movilización ocasionales. Además de braquiópodos, belemnites, bivalvos, espongiarios, crinoideos y gasterópodos, contienen los géneros de am- monites: Strigoceras, Cadomoceras, Oecotraustes, Teloceras, Normannites, Cadomites, Polyplectites, Chondroceras, Sphaeroceras, Caumontisphinctes y Leptosphinctes. –6 a 7 m de calizas microcristalinas con delgadas intercalaciones margosas y frecuentes Zoophycus. Contenido paleontológico similar al tramo anterior. Contienen: Caumontisphinctes, Infraparkinsonia, Strenoceras, Orthoga- rantiana, Leptosphinctes y Cleistosphinctes. Los tramos siguientes pertenecen al Biohorizonte XII: –5 a 6 m. Calizas microcristalinas en capas delgadas o gruesas. Estructuras de bioturbación frecuentes (Zoophycus). Contenido paleontológico similar. Contienen los géneros: Strigoceras, Lissoceras, Oppelia, Cadomites, Sphaeroceras, Strenoceras, Orthogarantiana, Garantiana, Torrensia, Spiro- ceras, Leptosphinctes, Cleistosphinctes y Lytoceras. Biozona Garantiana –Calizas microcristalinas y calizas margosas (3 a 4,5 m) con intercalaciones margosas irregulares y abundantes Zoophycus. El contenido fosilífero es abundante e incluye: ammonites, belemnites, bivalvos y braquiópodos. Los ammonites caracterizan la Biozona Garantiana: Lissoceras, Microlissoceras, Trimarginia, Oppelia, Oecotraustes, Cadomites, Sphaeroceras, Garantiana, Hlawiceras, Pseudogarantiana, Spiroceras, Bajocisphinctes, Microbajocis- phinctes y Bigotites. Biohorizontes XIV y XV (parte media y superior de la Biozona Garantiana): –1,5 a 2 m. Calizas microcristalinas, localmente dispuestas en capas grue- sas. La presencia de macrofósiles es frecuente, incluyendo braquiópodos, belemnites, bivalvos, ammonites y crinoideos. Los ammonites contenidos en estos materiales corresponden a la parte media y superior de la Biozo-

128 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín

na Garantiana: Lissoceras, Melendezia, Diplesioceras, Oppelia, Oecotraus- tes, Cadomites, Sphaeroceras, Garantiana, Hlawiceras, Spiroceras, Bajocis- phinctes, Bigotites y Microbajocisphinctes. –0,8 a 1,5 m. Calizas margosas, biodetríticas, dispuestas en capas poco di- ferenciadas, con superficies de estratificación irregulares y discontinuas. Las asociaciones de ammonites que aparecen en este tramo están constituidas por algunos elementos reelaborados de la Biozona Parkinsoni, aunque este tramo corresponde a la base de la Biozona Parkinsoni: Strigoceras, Oppe- lia, Oecotraustes, Cadomites, Polyplectites, Sphaeroceras, Hlawiceras, Par- kinsonia, Spiroceras, Bigotites y Prorsisphinctes. –Tramo de 2,3 a 5 m de calizas biodetríticas, que localmente contienen fre- cuentes oolitos y que se encuentran en capas gruesas o en bancos esca- samente diferenciados. El contenido fósil es especialmente abundante en la base de la capa superior, y suele corresponder a elementos reelaborados o resedimentados: crinoideos, espongiarios, equínidos, bivalvos, braquió- podos, belemnites, ammonites y gasterópodos. Los taxones de ammonites que se encuentran en la base de este tramo caracterizan la Biozona Par- kinsoni: Strigoceras, Lissoceras, Oppelia, Oxycerites, Oecotraustes, Cado- mites, Parkinsonia, Spiroceras, Prorsisphinctes y Bigotites. En la base del tramo siguiente se encuentran asociaciones de ammonites mez- cladas con elementos característicos del Bathoniense: Oxycerites, Alcidellus, Pro- hecticoceras, Cadomites, Morphoceras, Polysphinctites, Procerites y Siemiradzkia. Afloramiento de la Sección 1EB (Biozona Garantiana) – En esta sección se ha contrastado la sucesión registrada de ammonoideos más completa para el intervalo correspondiente a la Biozona Garantiana. La sucesión litológica comprende 5,7 m de calizas microcristalinas y cali- zas margosas con delgadas intercalaciones margosas en las que se distin- guen tres biohorizontes sucesivos caracterizados por las siguientes aso- ciaciones registradas de ammnonites: Biohorizonte XIII: Strigoceras, Cadomoceras, Lissoceras, Microlissoceras, Trimarginia, Oppelia, Oecotraustes, Cadomites, Polyplectites, Sphaeroceras, Orthogarantiana, Ga- rantiana, Hlawiceras, Pseudogarantiana, Spiroceras, Leptosphinctes, Cleis- tosphinctes, Bajocisphinctes y Microbajocisphinctes. Biohorizonte XIV: Strigoceras, Lissoceras, Microlissoceras, Diplesioceras, Oecotraustes, Sphaeo- ceras, Garantiana, Hlawiceras, Pseudogarantiana, Spiroceras, Bajocis- phinctes, Bigotites y Microbajocisphinctes. Biohorizonte XV: Strigoceras, Melendezia, Diplesioceras, Oppelia, Sphaeroceras, Hlawiceras, Spiroceras, Bajocisphinctes y Microbajocisphinctes.

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Este biohorizonte se encuentra limitado a techo por la base del biohorizon- te XV (Biozona Parkinsoni). El interés paleontológico de estos yacimientos se ha visto incrementado pos- teriormente a este estudio, al ser éste el punto principal (junto con los aflora- mientos cercanos de Cella y de Calomarde) que ha aportado el material para el es- tudio realizado sobre ejemplares de Bajocisphinctes, de la Biozona Garantiana, colonizados por serpúlidos, para evidenciar un caso de necrocinesis y coloniza- ción post-mortal en conchas de ammonoideos (Fernández-López, 1987).

Evaluación de riesgos Los afloramientos descritos constituyen algunos de los de mayor interés pa- leontológico del Jurásico de la Sierra de Albarracín, tanto por su riqueza fosilífe- ra, especialmente en ammonoideos, como por la envergadura de los estudios rea- lizados sobre el Jurásico Medio. La situación de los afloramientos, en las proximidades de un embalse en las cercanías de Teruel, pero en un área princi- palmente turística, disminuye alguno de los riesgos típicos de muchos aflora- mientos importantes (obras públicas, urbanizaciones, construcciones, vertederos, etc.), pero aumenta otros, especialmente los de expolio, recolección incontrolada y destrucción por acción antrópica, especialmente en los niveles más fosilíferos. Una valoración de los riesgos potenciales o reales para éste, y para el resto de los afloramientos, se presenta en la figura 2.

Medidas de protección El mismo hecho de haber constituido lugar de visita frecuente para la reali- zación de prácticas con alumnos, evidencia su interés y su potencial didáctico, pero también incrementa los riesgos de visita por parte de coleccionistas y, en conse- cuencia, aumenta el riesgo de expolio. En este sentido, las medidas de protección irían en paralelo a las destinadas a la rentabilización social de los mismos por parte de las autoridades políticas en el marco del desarrollo del Parque Cultural de Al- barracín. En este sentido, la inclusión del embalse del Arquillo como punto de in- terés en una posible ruta paleontológica, así como el acondicionamiento o la ins- talación de una señalización informativa sobre la importancia científica de los yacimientos, deberá ir precedida por la información de carácter disuasorio sobre la ilegalidad de la recolección no autorizada. También deberá incluir el desarro- llo de medidas protectoras de los puntos fosilíferos.

Conclusiones

Los yacimientos del Jurásico de la Sierra de Albarracín constituyen un con- junto de puntos de excepcional interés paleontológico tanto por su riqueza fosi- lífera (especialmente en ammonoideos), como por la trascendencia de los estudios

130 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín científicos realizados sobre los mismos. Las sucesiones registradas de ammonoi- deos en esta región han contribuido sustancialmente al establecimiento de esca- las bioestratigráficas y al conocimiento y enriquecimiento del patrimonio paleon- tológico. La protección de los mismos, de los riesgos de destrucción, expolio o deterioro por obras públicas, urbanizaciones, etc., debe ser considerada una labor prioritaria por parte de las autoridades responsables del patrimonio. Para ello la labor de los especialistas es fundamental, por lo que es preciso favorecer el diálogo tendente a alcanzar acuerdos entre la Administración y los pa- leontolólogos en puntos esenciales como la financiación de las excavaciones, el estudio y alojamiento de las colecciones, la promoción y creación de instalacio- nes museísticas adecuadas y, sobre todo, la protección activa y señalización di- suasoria de los yacimientos de mayor interés. Por otra parte, la utilización de los yacimientos y del patrimonio paleontológico como objeto de difusión didáctica o su inclusión dentro de un proyecto de recreo o parque temático (el proyecto Di- nópolis, promovido por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel) puede revertir beneficiosamente en el desarrollo económico de la provincia. No obstante, estos proyectos sólo podrán encauzarse con éxito en la medida en que partan de una concienciación previa sobre la necesidad de protección de los yacimientos en cuestión y del desarrollo de unas medidas activas para desarrollarla.

Agradecimientos

Este trabajo forma parte del proyecto PB96-0838 de la DGES-CSIC. Los au- tores desean agradecer a la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel y al Ins- tituto de Estudios Turolenses su ayuda y apoyo en la financiación de los trabajos de campo. Asimismo, a los Drs. Marcos Aurell y Beatriz Bádenas las discusiones e ideas aportadas sobre el sector de Frías de Albarracín-Terriente y la figura de las unidades de este sector. Graciela Delvene disfrutó, para la realización del proyecto, de una beca de investigación del Consejo Asesor de Investigación del Gobierno de Aragón (CONSI+D). A Enrique Peñalver por la lectura crítica del manuscrito y por la elaboración de las láminas.

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136 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 137-168

Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca (Rama Castellana de la Cordillera Ibérica): valoración patrimonial y medidas de protección Jurassic palaeontological sites in the Jiloca Valley (Castillian branch of Iberian Cordillera, Spain): evaluating the heritage and methods for protection

Guillermo MELÉNDEZ1, Sixto FERNÁNDEZ-LÓPEZ2, Isabel PÉREZ URRESTI1, Graciela DELVENE1, María José COMAS-RENGIFO2 y Antonio GOY2 1. Departamento de Geología (Paleontología), Universidad de Zaragoza, 50009 Zaragoza. e-mail: [email protected] 2. Departamento de Paleontología, Facultad de Ciencias Geológicas, Universidad Complutense, 28040 Madrid. e-mail: [email protected]

RESUMEN Entre las localidades de Monreal del Campo y Teruel, la denominada fosa tectónica del Ji- loca se extiende con una dirección aproximada NNW-SSE como una estrecha franja hun- dida, rellena por sedimentos plio-cuaternarios y limitada en ambos flancos por pequeñas elevaciones montañosas: la Sierra Menera (al oeste) y la Sierra Palomera (al este). En ambas sierras, los materiales jurásicos afloran formando secciones caracterizadas por su buena ex- posición, así como por el carácter completo de las sucesiones estratigráficas y la riqueza paleontológica. Estas características han llevado a los distintos autores a definir numero- sas unidades estratigráficas y taxones nuevos de fósiles, así como a seleccionar las distin- tas secciones como modelo didáctico por su interés estratigráfico, paleogeográfico o paleon- tológico. Todo ello confiere a estos afloramientos una enorme importancia patrimonial, tanto geológica como específicamente paleontológica y justifica la selección y denominación de los más relevantes como Punto de Especial Interés Paleontológico (PEIP) dentro del Jurá- sico de la Cordillera Ibérica. Palabras clave: valle del Jiloca, Jurásico, patrimonio paleontológico, Teruel, España.

137 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY

ABSTRACT The so-called “Jiloca Graben” extends widely across the province of Teruel (East Spain) be- tween the localities of Monreal del Campo and Teruel. It follows a general NNW-SSE di- rection forming a narrow band filled with Plio-quaternary sediments and bounded by two roughly parallel mountain chains: The Sierra Palomera at the East and the Sierra Menera at the West. Jurassic beds crop out in both areas forming wide stratigraphic sections. These are characterised by the superb exposure of the stratigraphic units, the completeness of the sequences and also by the wealth of the fossil content. Such features led the authors to de- fine numerous stratigraphic units in these areas and new fossil taxa, as well as to select many relevant points as clean-cut cases for didactical purposes, as regards their stratigra- phical, palaeogeographical and palaeontological interest. This makes the outcrops especially significant from the point of view of the geological and palaeontological heritage, suitable to receive special protection status and to be proposed and nominated as Point of Special Palaeontological Interest (PEIP). Keywords: Jiloca Valley, Jurassic, Palaeontological Heritage, province of Teruel, Spain.

Afloramientos jurásicos del sector de Sierra Menera

Introducción La Sierra Menera comprende un conjunto de materiales paleozoicos de orien- tación aproximadamente NNW-SSE que hacia el NW enlaza con la Sierra del Pobo, al W de Monreal del Campo, y que forma parte del conjunto de unidades paleo- zoicas asociadas a la Rama Castellana que constituyen las denominadas Cadenas Hespéricas (Liñán et al., 1991). Este núcleo paleozoico se encuentra bordeado en su parte oriental por una banda de afloramientos jurásicos que presentan una es- pecial relevancia en el contexto paleogeográfico de este sector de la Cordillera Ibé- rica. Los yacimientos paleontológicos más destacados del Jurásico Medio y Su- perior de este sector son los de Pozuel del Campo-El Pedregal y los de Ojos Negros en Sierra Menera (fig. 1). Bordeando este macizo por el sur y enlazando con las estribaciones orientales de la Sierra de Albarracín tienen un especial interés los afloramientos de Jurásico Medio y Superior de Cella-Pozondón. Dicha banda se extiende hacia el NW hasta las localidades de Alustante, Tordellego y Anquela del Pedregal, ya en la provincia de Guadalajara. En esta región los estudios realizados sobre el Jurásico Medio y Superior son relativamente numerosos y destacan tanto su relevancia desde el punto de vista paleogeográfico como el interés de su con- tenido fosilífero.

Estratigrafía

Jurásico Inferior El límite Triásico-Jurásico se encuentra en el interior de las unidades que constituyen el Grupo Renales (Goy et al., 1976). Está representado por el límite

138 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

★ Situación de los yacimientos Figura 1. Mapa de situación geográfica de los yacimientos descritos en el Jurásico del valle del Jiloca (yacimientos de Sierra Menera). entre las formaciones Imón (dolomías tableadas, con espesores de 10 a 20 m) y Cortes de Tajuña (25 a 40 m de dolomías masivas oquerosas, o carniolas). En el Lías medio, la Fm. Cuevas Labradas está bien desarrollada en esta área. Está for- mada por una sucesión (60 a 100 m) de calizas y dolomías grises estratificadas en bancos regulares de espesor decimétrico a métrico, y se caracteriza por su bajo contenido fosilífero, reducido a escasos braquiópodos y bivalvos. Este conjunto es- tratigráfico se encuentra especialmente bien desarrollado en los alrededores de la localidad de Ojos Negros. Los materiales del Grupo Ablanquejo (Lías medio a superior: Pliensbachiense inferior a Toarciense), definidos por los mismos autores, han sido descritos pos- teriormente por Goy (1980) entre las localidades de El Pedregal y Pozuel del Campo. Comprenden los materiales de la Fm. Cerro del Pez, constituida por un tramo de 10 a 15 m de margas grisáceas fosilíferas. Entre los ammonites hay que destacar la presencia de Protogrammoceras. Sobre ellos se encuentra la Fm. Ba- rahona, que comprende un conjunto de bancos masivos de calizas packstone muy bioclásticas, con frecuentes braquiópodos, bivalvos y ammonites. Por encima se encuentra la Fm. Turmiel, que comprende un potente intervalo (50 a 60 m en este

139 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY sector) de margas y calizas micríticas o calizas margosas muy fosilíferas. Entre su contenido fosilífero cabe destacar: ammonites, bivalvos, gasterópodos, equino- dermos, ostrácodos y foraminíferos. Las sucesiones registradas de ammonoideos han permitido caracterizar con gran detalle las sucesivas unidades bioestratigrá- ficas del Toarciense en este sector (Goy, 1980).

Jurásico Medio Los materiales del Jurásico Medio se encuentran representados por la Fm. Chelva, formada por calizas microcristalinas, calizas biodetríticas y calizas dolo- míticas. Las referencias más cercanas son las descripciones de la columna estra- tigráfica realizada por Fernández López (1985) en la localidad de El Pedregal (pro- vincia de Guadalajara). El contenido fosilífero es alto y diverso: ammonites, belemnites, braquiópodos, bivalvos, gasterópodos, espongiarios y crinoides. Las señales de bioturbación, especialmente Zoophycos y Thalassinoides, son carac- terísticas en algunos intervalos. Entre los epizoarios que con frecuencia se en- cuentran colonizando las conchas de otros macroorganismos destacan los ser- púlidos y los briozoos. En los niveles de la Biozona Niortense son especialmente significativas las bioconstrucciones de espongiarios, con restos frecuentes de cri- noideos. Las sucesiones de ammonoideos han permitido caracterizar las sucesi- vas biozonas del Aaleniense, Bajociense y Bathoniense en este punto. El Calloviense se encuentra bien representado en el área estudiada, con po- tencias superiores a 20 m (Goy et al., 1981), poco usuales dentro de la Rama Cas- tellana de la Cordillera Ibérica. El Calloviense inferior, biozonas Bullatus (ex Bz. Macrocephalus) y Gracilis, se encuentra representado por una sucesión de calizas wackestone (biomicritas) con bioclastos y filamentos, tableadas, con intervalos margosos. Contienen restos frecuentes de ammonites, belemnites, braquiópodos, bivalvos y equinodermos. El Calloviense medio y superior se encuentra ausente o únicamente se reconoce registro estratigráfico de su parte basal (Biozona Anceps, p.p.), afectados por una importante discontinuidad, de extensión regional a escala de toda la cuenca, que marca el límite Jurásico Medio-Superior.

Límite Calloviense-Oxfordiense A techo de esta sucesión se localiza el intervalo estratigráfico de calizas con oolitos ferruginosos, definido como la Capa de Arroyofrío. En este sector, dicho in- tervalo comprende dos capas bien diferenciadas y separadas por una disconti- nuidad neta, marcada por una superficie irregular y ferruginosa: – Una inferior (15-20 cm), de aspecto noduloso, de calizas wackestone, mi- críticas con bioclastos y ooides ferruginosos dispersos muy ferruginosas, donde los clastos corresponden en su mayoría a fragmentos de moldes de ammonites y a fósiles fragmentados de otros grupos. Con frecuencia pre- sentan envueltas o costras ferruginosas y muestran evidencias de reela- boración, tales como facetas de desarticulación a favor de septos, encos-

140 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

tradas, o facetas elipsoidales y/o surcos anulares de desgaste, aparte de mostrar discontinuidad litológica y estructural con la matriz. – Sobre ella se sitúa una segunda capa: 25 a 30 cm de calizas wackestone de color gris claro, bioclásticas con escasos restos de espongiarios, y con oo- litos ferruginosos de pequeño tamaño (0,5 a 2 mm) relativamente fre- cuentes. Contiene ammonites, belemnites, braquiópodos, crinoides y es- pongiarios frecuentes; bivalvos y gasterópodos son más escasos. La edad de estas capas es difícil de precisar dada la escasez de fósiles no- reelaborados. La capa inferior podría ser Oxfordiense inferior (Biozona Cordatum), incorporando numerosos fósiles reelaborados del Calloviense. La capa superior co- rresponde probablemente al Oxfordiense medio, parte inferior de la Biozona Trans- versarium (por la presencia de restos fragmentados de Perisphinctes s.l.) aunque podría corresponder aún a la Biozona Plicatilis.

Jurásico Superior El Jurásico Superior, para este sector de la Cordillera Ibérica, ha sido estu- diado por Goy et al. (1981), Meléndez (1989), Aurell (1990) y Aurell y Meléndez (1989b) entre otros, quedando dividido en las siguientes unidades: –Calizas con espongiarios, Fm. Yátova, definida inicialmente como un miem- bro superior de la Fm. Chelva (Gómez y Goy, 1979). Comprende una su- cesión poco potente (4 a 6 m) de calizas microcristalinas bioclásticas con intercalaciones margosas, más frecuentes hacia la parte superior. Contie- ne abundantes espongiarios, por lo general fragmentados o en posición de máximo equilibrio; ocasionalmente, en la parte inferior de la unidad, man- tienen la posición en que fueron producidos (o de producción biogénica). También contienen crinoides, ammonites, braquiópodos, bivalvos, y es- casos belemnites. –Margas con intercalaciones de calizas margosas y areniscas calcáreas (Fm. Sot de Chera). Esta unidad alcanza un gran desarrollo en este sector, con potencias superiores a los 40 m. Contienen frecuentes bivalvos, braquió- podos, crinoides y corales, así como escasos ammonites y belemnites. En este sector, la parte inferior corresponde aún al Oxfordiense medio y cons- tituye un equivalente lateral en facies terrígenas de la Fm. Yátova (Corbalán y Meléndez, 1987), por lo que sería diferenciado posteriormente como una unidad independiente: Miembro Alustante, de la Fm. Sot de Chera (Aurell, 1990). Esta formación pasa progresivamente a la unidad suprayacente, constituida por una alternancia rítmica de margas y calizas lajosas: Fm. Lo- riguilla. Los niveles fosilíferos contienen abundantes bivalvos, frecuentes ammonites, corales ahermatípicos y crinoides, y escasos braquiópodos. –Calizas oolíticas: unidad referida informalmente en un principio por Villena (1971; 1976) como Calizas oolíticas de Pozuel y definida de manera formal posteriormente por Aurell (1990) como Fm. Calizas oolíticas de Pozuel. Esta

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unidad en este sector sería asignada por otros autores (Gómez y Goy, 1979, 1981) a la Fm. Higueruelas (calizas con oncolitos que en ciertas áreas puede presentar barras oolíticas y formaciones coralinas) que constituye el últi- mo episodio de la sedimentación carbonatada jurásica en la Cuenca Ibé- rica. El autor mencionado (Aurell, 1990), no obstante, justifica su dife- renciación por la distinta composición litológica, desarrollo regional, edad y posición estratigráfica de esta unidad respecto a la Fm. Higueruelas. Los tramos fosilíferos dentro de esta unidad contienen bivalvos abundantes y corales ahermatípicos frecuentes. En algún nivel aislado se encuentran be- lemnites, crinoides y equínidos. En conjunto cabría decir que en este sector de Sierra Menera, en la región li- mítrofe entre las provincias de Teruel y Guadalajara, los materiales del Jurásico aflo- ran ampliamente y con un gran desarrollo, presentando condiciones especialmente favorables para la realización de estudios estratigráficos y paleontológicos.

Importancia e interés patrimonial

Los aspectos mencionados han hecho que el área de Sierra Menera haya sido seleccionada por los distintos autores como referencia para el Jurásico de este sec- tor de la Cordillera Ibérica por su valor paleontológico, estratigráfico, paleogeo- gráfico y/o geo-paisajístico. Las secciones de Pozuel, entre las localidades de Po- zuel y El Pedregal, han sido designadas como localidad tipo para diversas unidades estratigráficas: Formación Pozuel y Margas del Montón (unidad informal descri- ta inicialmente por Villena en 1971 que luego se integraría en la Fm. Sot de Chera). Asimismo, el ya mencionado Miembro Alustante, definido en la vecina localidad de Alustante como un término inferior de la Fm. Sot de Chera. Este término lito- lógico tiene una edad Oxfordiense medio-superior, y se puede reconocer en todo este sector y en la Sierra de Albarracín. Los aspectos patrimoniales relativos a los afloramientos se describen en el capítulo siguiente, mientras que los riesgos más inmediatos que podrían afectarlos se encuentran sintetizados en la figura 2.

Valoración de los yacimientos paleontológicos

1. Yacimientos de Ojos Negros (Teruel)

Descripción

Los relieves situados al S y SE de Ojos Negros están formados por materia- les del Jurásico Inferior y Medio. Cubriendo los valles se encuentran sistemas de glacis plio-cuaternarios. Numerosos autores citan estos materiales del Jurásico pero no se han realizado perfiles ni cortes de detalle en esta localidad que permitan con- firmar, o afirmar, la existencia de afloramientos de relevancia, o de yacimientos con importante valor paleontológico.

142 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS DE SIERRA MENERA Ojos Negros (Lías-Dogger) Ojos Negros (Jurásico Sup.) Pozuel 1 Pozuel 2/El Pedregal (*) Alustante (*) explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

* Pertenecen a la provincia de Guadalajara.

Figura 2. Valoración cualitativa de los riesgos que pueden afectar a los yacimientos pa- leontológicos del Sector de Sierra Menera.

Valoración del interés patrimonial

Los afloramientos más señalados son los del barranco de la Ermita, que des- ciende desde las afueras del pueblo hasta cortar la carretera del cementerio (Lám. 1, fig. 1). Estos muestran una buena sucesión de los materiales del Jurásico Inferior y Medio (fms. Turmiel y Chelva) y Superior (fms. Yátova, Sot de Chera y Pozuel). La buena exposición y la riqueza fosilífera de los materiales hace de los aflora- mientos de este término municipal un conjunto de puntos de gran interés patri- monial (Rodríguez Mora y Meléndez, 1998). Entre los elementos más destacables están la buena exposición y buena sección que presentan los materiales de la Fm. Chelva; el buen afloramiento y el interés paleontológico que muestran la Capa de oolitos ferruginosos de Arroyofrío y la Fm. Yátova (Oxfordiense) tanto por su ri- queza fosilífera (espongiarios, crinoides, ammonites, belemnites, braquiópodos, bivalvos) como por su aportación a la resolución de problemas bioestratigráficos y tafonómicos. Los estudios en ambos cortes se encuentran aún en curso. Por en- cima de la Fm. Yátova, las formaciones Sot de Chera y Pozuel afloran extensa- mente ofreciendo excelentes secciones, por lo que constituyen puntos de especial interés para estudios de carácter estratigráfico. En los tramos margosos de la Fm. Sot de Chera se localizan asimismo diversos intervalos de barras calcareníticas de orden métrico que contienen conchas de bivalvos de gran talla muy bien con- servadas.

Riesgos y medidas de protección

Estos materiales jurásicos podrían verse afectados por el ensanche de ca- minos o bien por los trabajos de la concentración parcelaria. Como se señala en la figura 2, los riesgos que pueden afectar a estos afloramientos son por el mo- mento escasos, reducidos a la erosión, y a la susceptibilidad al expolio del aflo-

143 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY

Lámina 1. Fig. 1: Ojos Negros. Panorámica del barranco de la Ermita. En primer término los materiales de la Fm. Chelva y la Fm. Yátova, y al fondo el cerro formado por las for- maciones Sot de Chera y Pozuel. Fig. 2: Panorámica general del yacimiento de Pozuel 1 (afloramiento Po.1) en el lado septentrional de la carretera (yacimiento de la Fm. Yátova): (a) antes de las obras de ensanche de la carretera, (b) en 1998, después de las obras de en- sanche de la carretera.

144 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca ramiento por su buena exposición. No obstante, el buen afloramiento y la rique- za fosilífera de los niveles de algunas unidades podrían exponerlos a un expolio más intenso. Las principales medidas de protección serían, en el caso de los afloramien- tos de la carretera, evitar su afección por obras públicas, desmontes por el en- sanche de la carretera o construcciones en las proximidades del cementerio. Se de- bería además realizar informes de impacto paisajístico-geológico aparte de los paleontológicos. En el caso de los afloramientos del barranco de la Ermita, se tra- taría de evitar el expolio y la destrucción de los niveles fosilíferos por aficionados mediante la concienciación de la población y de las autoridades del pueblo. Asi- mismo, sería de importancia la vigilancia activa para impedir tanto el vertido de escombros en ese punto como la instalación de vertederos (como suele ser fre- cuente en yacimientos semejantes).

2. Yacimientos de Pozuel Las principales secciones de este sector, denominadas Pozuel 1 y 2 (Po.1 y Po.2) y El Pedregal, se localizan a lo largo de la carretera N-211 que une Monreal del Campo con Molina de Aragón, en el límite de provincias y entre las localida- des de Pozuel del Campo y El Pedregal. Estas secciones se caracterizan por la buena exposición y desarrollo de todas las unidades del Jurásico. Las unidades cor- tan transversalmente la carretera, formando una sección natural espectacular, de interés paisajístico y patrimonial, así como de gran valor estratigráfico y paleon- tológico.

Afloramiento Po.1

Descripción El afloramiento Po.1, localizado en ambos márgenes de la carretera, mues- tra una buena sucesión de los materiales del Jurásico Medio (Bathoniense-Callo- viense; Fm. Chelva) y Superior (Oxfordiense-Kimmeridgiense; formaciones Yátova, Sot de Chera y Loriguilla/Pozuel). Estos últimos afloran ampliamente en las co- linas cercanas al norte de la carretera. En ambos márgenes, los materiales de la Fm. Yátova se han visto gravemente afectados por las obras de ensanche de la ca- rretera, hasta el punto de causar la casi desaparición del afloramiento del margen septentrional de la misma (Lám. 1, fig. 2 a-b). Esta afección pudo y debió haberse evitado o paliado en su momento mediante la elaboración de un informe previo al inicio de las obras y la realización de una excavación de urgencia.

Riesgos y medidas de protección En consecuencia, los riesgos más graves que afectan a estos yacimientos se- rían la continuación de obras de ensanche o la modificación del trazado de la ca- rretera; asimismo, la posible realización de otras obras como aparcamiento para camiones, construcciones, etc. También el expolio de los niveles fosilíferos por co-

145 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY leccionistas puede ser importante dada la accesibilidad del afloramiento, lo que aumenta su susceptibilidad y vulnerabilidad. En las unidades superiores, que aflo- ran en la ladera, el mayor riesgo sería el de erosión, dado que su bajo contenido fosilífero y su localización fuera de la carretera disminuye los riesgos de expolio y destrucción.

Afloramiento Po.2

Descripción

El afloramiento denominado Po.2 según los autores, se localiza a lo largo de la carretera desde el mismo límite de provincias hacia la localidad de Pozuel (Lám. 2, fig. 1). En el margen septentrional de la carretera afloran, parcialmente cubiertos, los materiales del Bathoniense y Calloviense (Fm. Chelva). Por encima se en- cuentra un buen afloramiento de la Capa de oolitos de Arroyofrío, bien expuesta en este punto, y de la Fm. Yátova (Oxfordiense medio). Los materiales del Ox- fordiense superior (Fm. Sot de Chera) hasta el Kimmeridgiense (formaciones Lo- riguilla/Pozuel) afloran ampliamente en las lomas próximas en toda esta área (Vi- llena, 1971; Goy, 1980; Goy et al., 1981; Meléndez, 1989; Aurell y Meléndez, 1989b; Aurell, 1990). Es en este punto en donde se han descrito las unidades Margas del Montón y Calizas oolíticas de Pozuel.

Riesgos y medidas de protección

Los principales riesgos que pueden afectar a este afloramiento, al igual que en el corte Po.1, podrían venir de las obras de ensanche y modificación del tra- zado de la carretera, si bien en este caso, al encontrarse los materiales más apar- tados de la carretera, dicho riesgo es menor. El principal riesgo sería el de expo- lio, al ser éste un afloramiento bastante fosilífero y de alto interés por el estado de conservación de los fósiles en la Capa de Arroyofrío. Por otra parte, la escasa ex- tensión lateral y fácil accesibilidad del afloramiento aumentan su susceptibilidad y vulnerabilidad ante el expolio.

3. Yacimientos de El Pedregal

Descripción

Esta sección, que abarca los materiales del Jurásico Inferior y Medio, se en- cuentra en la provincia de Guadalajara, llegando hasta el límite con la provincia de Teruel. Las unidades del Jurásico, intensamente tectonizadas, cruzan trans- versalmente la carretera (Lám. 2, fig. 1). La sección puede seguirse bien a lo largo de la carretera y en las lomas en el margen septentrional de la misma. En el mar- gen de la carretera se encuentra un ejemplo modélico de gran valor didáctico de la transición del Jurásico Inferior al Medio, así como del tipo de sedimentación cí- clica y de las secuencias del Aaleniense y del Bajociense inferior (Lám. 2, fig. 2).

146 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

1

2

Lámina 2. Fig. 1: Panorámica general del Jurásico en el yacimiento Pozuel 2 (afloramien- to Po.2) y en la sección de El Pedregal, en el límite entre las provincias de Teruel y Gua- dalajara. Fig. 2: Pozuel. Yacimiento de El Pedregal. Detalle de los niveles de transición del Jurásico Inferior-Medio junto a la carretera, mostrando su accesibilidad e interés didácti- co, así como la susceptibilidad al expolio del yacimiento.

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Estimación del valor paleontológico

La sucesión del Aaleniense y Bajociense en este punto (Fernández-López, 1985) ha sido objeto de estudios estratigráficos y paleontológicos de detalle, re- velándose como una sección clave para la comprensión y resolución de numero- sos problemas paleontológicos (tafonómicos y bioestratigráficos), estratigráficos, sedimentológicos y paleogeográficos. Por todo ello, esta sección ha sido habi- tualmente incluida en itinerarios de excursiones y congresos geológicos. Por otro lado, su buena exposición, accesibilidad y potencial didáctico han hecho que haya sido incluida habitualmente como objeto de prácticas de campo en numerosos cur- sos de Estratigrafía y Paleontología.

Evaluación de riesgos

En los niveles del Bajociense inferior (Biozona Humphriesianum) a superior (Biozona Garantiana) los riesgos de destrucción son escasos. Los niveles más re- presentativos afloran en la ladera, a varios cientos de metros de la carretera. Otros riesgos derivados de acciones antrópicas son también escasos (construcciones, ver- tederos) dado su alejamiento de los pueblos cercanos. No obstante, algunos niveles muy fosilíferos en el límite entre secuencias o en los niveles basales de una se- cuencia, son conocidos por los aficionados y han sido sometidos a un expolio in- tenso. Otros niveles con concentraciones de fósiles relevantes, tales como cons- trucciones bacterianas, algares o de espongiarios, podrían fácilmente ser objeto de expolio y/o destrucción (v. fig. 2).

Medidas de protección

El conjunto de estas secciones y yacimientos, aparte de haber sido objeto de numerosas publicaciones, ha sido reconocido como cortes de referencia a escala regional para este sector. Las medidas de protección comprenden, por un lado, la exigencia de informes previos a la realización de obras públicas (trazado de la ca- rretera; construcciones) y, por otro, mantener una cierta vigilancia sobre los ya- cimientos contra el expolio. Dado su alto interés geológico y paleontológico, se po- dría plantear en un futuro próximo la construcción e instalación de una mesa de interpretación o de paneles explicativos (en el contexto de la propuesta del área del Valle del Jiloca como un futuro Parque Cultural) resaltando su interés cientí- fico, patrimonial y didáctico, y de carácter disuasorio respecto a la recolección no autorizada de fósiles. En definitiva, se trata de que un segmento de la carretera general Madrid-Te- ruel, que a lo largo de pocos kilómetros atraviesa un paraje de singular belleza y de un interés geológico y paleontológico excepcional, no se vea progresivamen- te degradado por el expolio, la acción incontrolada de aficionados, los sucesivos ensanches y las alteraciones en el trazado de la carretera y construcciones, acon- dicionamientos accesorios o vertederos.

148 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

4. Yacimientos de Alustante

Descripción La localidad de Alustante se encuentra al oeste de las elevaciones geográfi- cas de Sierra Menera, dentro de la provincia de Guadalajara. Desde el punto de vista paleogeográfico, no obstante, los afloramientos de este sector constituyen una continuación natural de los de Ojos Negros y Pozuel, por lo que se incluyen den- tro de este estudio. En este punto los materiales del Jurásico Medio y Superior aflo- ran ampliamente ofreciendo en ocasiones secciones espectaculares (Lám. 3, fig. 1a). Desde el punto de vista estratigráfico revisten un especial interés al constituir los afloramientos más meridionales del sector de la Sierra Menera-Rama Castellana, al norte del macizo paleozoico de El Tremedal. Hacia el sur, en el sector de la Sie- rra de Albarracín, la sedimentación durante el Calloviense y Oxfordiense cambia sig- nificativamente (Corbalán y Meléndez, 1987; Meléndez, 1989; Aurell, 1990): el Ca- lloviense está representado por secciones condensadas muy incompletas, mientras que el Oxfordiense superior se encuentra representado en su facies característica de calizas con esponjas (Fm. Yátova) en lugar de en la facies del Miembro Alustante.

Estimación del interés patrimonial En conjunto, desde un punto de vista patrimonial, el interés de estos aflo- ramientos comprendería: su importancia paleogeográfica en relación con sectores próximos; su importancia estratigráfica, al ser localidad tipo de una unidad lito- estratigráfica (Miembro Alustante, de la Formación Sot de Chera, y de edad Ox- fordiense medio-superior) y, sobre todo, su buena exposición, su accesibilidad y su riqueza paleontológica (Lám. 3, fig. 1b). Ésta reviste una especial importancia en el intervalo Bathoniense-Calloviense por las sucesiones de ammonites, bra- quiópodos y bivalvos. Las sucesiones de ammonoideos han permitido reconocer una de las zonaciones bioestratigráficas más completas para el Calloviense de la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica (Goy et al., 1981). En el Oxfordiense, en las calizas de la Fm. Yátova se encuentran frecuentes ammonites, braquiópodos, bivalvos, espongiarios y crinoideos, mientras que los belemnites son más escasos. La superficie que corona esta unidad constituye un hard-ground en el que se encuentran frecuentes restos de organismos cementan- tes (ostreidos) o enraizantes (crinoideos) por lo que tales afloramientos presen- tan un interés científico y didáctico singular. En las margas arenosas y calizas del Miembro Alustante, aunque el contenido fosilífero es menor, destacan los restos de bivalvos, crinoideos y algunos bancos con corales. Son especialmente intere- santes, por su contenido en ammonoideos, los niveles de la Biozona Bimamma- tum (Oxfordiense superior).

Evaluación de riesgos Los riesgos que pueden afectar a los afloramientos de este sector son, fun- damentalmente, las afecciones por obras públicas; el ensanche o modificación del

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1a

1b

Lámina 3. Fig. 1: Alustante. Vista general de los afloramientos del Jurásico Medio y Superior en esta localidad. (a) Afloramiento de las formaciones Chelva y Yátova (Bathoniense-Ox- fordiense medio). (b) Vista parcial de los materiales del Miembro Alustante, definido en este punto (Oxfordiense medio-superior).

150 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca trazado de la carretera, que pueden cortar o destruir afloramientos de gran inte- rés de la Fm. Yátova y del Miembro Alustante a ambos lados de la carretera. Asi- mismo, los cultivos realizados recientemente en las margas del Miembro Alustante, en niveles del Oxfordiense medio, han cubierto parcialmente estos materiales. No obstante, el mayor riesgo es el de expolio y recolección incontrolada de material por aficionados, dada la conocida riqueza fosilífera de estas unidades. Este ries- go se ve acentuado por la alta susceptibilidad y vulnerabilidad de los afloramientos, resultante de su buena accesibilidad, en los márgenes de la carretera y en las in- mediaciones de los cultivos, y por la escasa continuidad lateral de algunos aflo- ramientos de la Fm. Yátova. Esto los hace especialmente vulnerables tanto al ex- polio como a las obras públicas (v. fig. 2).

Medidas de protección Las medidas de protección más oportunas para estos yacimientos incluirían: – Exigencia de informes previos de impacto ambiental y el seguimiento de las posibles obras públicas en este sector. – Informes previos de impacto paleontológico sobre la concentración par- celaria, semejantes a los que se han realizado en localidades cercanas (Ojos Negros), que permitan delimitar las áreas más necesitadas de protección en relación con la instalación de cultivos o construcción de caminos ve- cinales. –Protección contra el expolio, mediante la posible integración futura de estos afloramientos en un área protegida (Parque Cultural en el área del Valle del Jiloca, o de la Sierra de Albarracín) incluyendo la instalación de carteles ex- plicativos y disuasorios y la vigilancia activa por parte del Seprona contra las recolecciones no autorizadas. Esta labor se vería facilitada por la ac- cesibilidad de los principales afloramientos en los márgenes de la carretera.

Afloramientos del Jurásico de Sierra Palomera

Introducción En el margen oriental del valle del Jiloca, la Sierra Palomera forma una ali- neación de materiales jurásicos y terciarios paralela a la orientación de la Fosa del Jiloca. Geológicamente, esta sierra forma el margen oriental de la misma. Las ram- blas y barrancos naturales que cortan estos relieves han expuesto algunas sec- ciones que integran yacimientos paleontológicos de extraordinario interés tanto, en algunos casos, por la riqueza y el carácter completo del registro, como por la importancia paleogeográfica y la riqueza paleontológica de algunos de ellos. En este caso destacan especialmente las secciones del Jurásico Inferior y Medio en la rambla del Salto, y las del Jurásico Medio y Superior en las proximidades de Agua- tón y Bueña (fig. 3).

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Torrelacárcel Palomera 1.529

Santa Eulalia

★ Situación de los yacimientos Figura 3. Mapa de situación geográfica de los yacimientos descritos en el Jurásico del valle del Jiloca (yacimientos de Sierra Palomera).

Estratigrafía

Jurásico Inferior Las unidades del Jurásico Inferior, aunque se extienden ampliamente a lo largo del margen de la sierra, afloran de modo más favorable en la conocida sec- ción de la Rambla del Salto. Esta rambla, también conocida como de la ermita de la Virgen del Castillo, muestra una sucesión espectacular de todas las unidades del Jurásico, muy favorable para la realización de estudios estratigráficos y paleon-

152 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca tológicos de detalle. Los materiales del Jurásico Inferior fueron ya mencionados y estudiados por diversos paleontólogos desde mediados del siglo XIX, especial- mente por Dereims (1898) quien reconoció un total de 16 tramos litológicos en los materiales del Sinemuriense al Toarciense superior. En tiempos más recientes esta sección ha sido objeto de estudios bioestratigráficos y sedimentológicos de deta- lle por Arche et al. (1977); Comas Rengifo y Goy (1978); Comas Rengifo (1985) y por Comas Rengifo et al. (1985). Los autores reconocen, a lo largo de una potente sucesión carbonatada (140 m) que abarca las formaciones Cuevas Labradas, Cerro del Pez, Barahona y Tur- miel, un total de 460 niveles distribuidos en 14 tramos litológicos (tramos A-N) que abarcarían desde el Sinemuriense superior hasta el Toarciense superior y que se organizarían en tres grandes secuencias de depósito (Comas Rengifo et al., 1985). La inferior, correspondiente a la Fm. Cuevas Labradas, se desarrolla durante el Si- nemuriense-Pliensbachiense inferior, terminando en un probable episodio de emer- sión. La segunda (formaciones Cerro del Pez y Barahona) presenta el registro de una inundación brusca de la plataforma. Se desarrolla durante el Pliensbachien- se superior. La tercera (correspondiente a la Fm. Turmiel) se desarrolla durante el Toarciense y representa un ciclo semejante terminando en un estadio netamente regresivo en el Toarciense superior. Los ammonoideos y braquiópodos de las sucesivas unidades han permitido el reconocimiento exhaustivo y la caracterización de las distintas unidades bioes- tratigráficas para este intervalo. Aparte de los ammonoideos y braquiópodos tie- nen una especial relevancia los bivalvos (foladomíidos, ostreidos, pectínidos) y dis- tintos tipos de pistas fósiles frecuentes en muchos niveles: Thalassinoides, Rhizocorallium, Arenicolites, etc. Las características excepcionales del registro estratigráfico y el contenido fo- silífero de las distintas unidades, así como la magnitud de los estudios realizados, hacen de esta sección un caso excepcional en el contexto del Lías de la Cordille- ra Ibérica.

Jurásico Medio El Jurásico Medio en este sector se encuentra representado por la Formación Chelva, que aquí comprende un conjunto carbonatado de 140 m de potencia. Al contrario que el Jurásico Inferior, los materiales del Jurásico Medio y Superior fue- ron descritos por primera vez en la publicación de la hoja 541 (Santa Eulalia) del Mapa Geológico Nacional por Ramírez del Pozo y otros (en: IGME, 1983). En dicha hoja se describen las unidades litoestratigráficas más importantes en la sección de Aguatón. Posteriormente, Fernández-López et al. (1985) describen los materiales del Jurásico Medio y Superior, correlacionando las secciones de la rambla del Salto y de Aguatón. La sucesión comprende un conjunto de tramos de calizas microcristalinas con abundantes nódulos de sílex e intervalos de calizas margosas, bioclásticas y oo-

153 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY líticas. Las sucesiones del Jurásico Medio y Superior en este sector fueron descritas por Fernández-López et al. (1985). La serie se sigue mejor en la sección de Agua- tón, en donde para todo el Jurásico Medio se ha reconocido un total de 301 niveles. Las sucesivas asociaciones registradas de ammonoideos han permitido caracteri- zar todas las biozonas del Aaleniense (en la sección de la Rambla del Salto) y del Bajociense (especialmente en Aguatón). En Aguatón los materiales del Aaleniense se encuentran muy reducidos, con un espesor que no supera los 0,5 m, mientras que en la rambla del Salto alcanzan 2,5 m de espesor, habiéndose caracterizado las biozonas Opalinum, Murchisonae y Concavum. A continuación, los materia- les del Bajociense forman una sucesión más expandida, con un desarrollo nota- ble de todas las biozonas. En la sección de la Rambla del Salto, los materiales de las biozonas Humphriesianum (p.p.), Niortense, Garantiana y Parkinsoni (p.p.) no se observan bien o están parcialmente cubiertos. Los materiales del Bathoniense forman una sucesión de unos 25 m de cali- zas biodetríticas y oolíticas estratificadas en bancos masivos de espesor decimé- trico. Los escasos ammonites que contienen (Procerites y Oxycerites) indican una edad Bathoniense. Por encima existe un tramo (3 a 5 m) de calizas micríticas en ocasiones margosas o dolomíticas que contienen escasos restos fragmentados de ammonoideos (Hecticoceratinae indeterminado) de probable edad Calloviense. A techo de esta sucesión, la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío com- prende un nivel de espesor decimétrico (20 a 50 cm) de caliza amarillenta con abundantes oolitos ferruginosos relativamente homométricos y de pequeña talla (0,5 a 1,5 mm de diámetro). Dentro de este nivel se localiza el límite Callovien- se-Oxfordiense. La capa más superior en este sector corresponde al Oxfordiense inferior. En la localidad más meridional de este sector, en el afloramiento de Con- cud, este nivel presenta una capa más irregular con oolitos y pisolitos muy hete- rométricos cuyo diámetro puede llegar a superar los 2 cm.

Jurásico Superior

Se encuentra representado por las formaciones Yátova (calizas bioclásticas con espongiarios, braquiópodos, bivalvos, ammonites y belemnites), Sot de Chera (margas algo arenosas con intercalaciones de calizas margosas y areniscas) y Lo- riguilla. La parte inferior de esta unidad, formada por calizas arenosas y oolíticas, corresponde al Miembro Aguatón, definido en esta localidad (Aurell y Meléndez, 1989 a y b). En general puede decirse que contiene frecuentes bivalvos, entre ellos ostreidos, foladomíidos, límidos, pectínidos y trigónidos. También son frecuentes en las dos primeras formaciones los ammonites, además de belemnites, bra- quiópodos, gasterópodos, equinodermos y foraminíferos. En las dos últimas for- maciones son frecuentes además los corales ahermatípicos.

154 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

Importancia e interés patrimonial Muchos caracteres geológicos relevantes contribuyen a dar al sector de Sie- rra Palomera un alto valor desde el punto de vista del patrimonio geológico y pa- leontológico. En primer lugar, el buen desarrollo y espectacular exposición, a lo largo de los numerosos barrancos o ramblas que cruzan esta estructura trans- versalmente, en dirección E-O, hacen que estos cortes hayan constituido seccio- nes de referencia para muchos autores desde el siglo XIX. Los más destacados son los de la Rambla del Salto (en las proximidades de Torrelacárcel), Aguatón y Bueña. Más al sur, en las proximidades de Concud se encuentra otro afloramien- to en donde se pueden reconocer las unidades del Calloviense-Oxfordiense. Por otro lado, la intensa deformación que presentan los materiales ha aportado datos de gran interés para la comprensión de la deformación y desarrollo de las es- tructuras en esta sierra y en la vecina Sierra de Lidón, así como sobre la recien- te formación de la Fosa del Jiloca (Calvo, 1984; 1993). No obstante, es la rique- za fosilífera y el desarrollo de las unidades estratigráficas del Jurásico Inferior y Medio (Bajociense) lo que ha permitido realizar trabajos de bioestratigrafía y pa- leontología de gran detalle. Las localidades mencionadas destacan asimismo por otros aspectos patri- moniales como es el caso de Aguatón, designada como localidad-tipo de una uni- dad litoestratigráfica (Miembro Aguatón, de la Fm. Loriguilla). En la localidad de Bueña tiene un especial interés el yacimiento de pistas fósiles de gran talla (Me- gaplanolites ibericus Meléndez) en los materiales del Oxfordiense superior, de la Fm. Sot de Chera. Asimismo, en la Rambla del Salto, la buena exposición y la con- tinuidad y riqueza paleontológica de las unidades del Jurásico Inferior configuran esta sección como una de las más importantes en la Cordillera Ibérica para este intervalo. Todos estos puntos hacen del sector estudiado un área de especial in- terés geológico y paleontológico que debe añadirse al alto valor patrimonial del entorno del valle del Jiloca, de cara a su posible propuesta futura como área pro- tegida bajo la denominación de Parque Cultural.

Valoración de los yacimientos paleontológicos La valoración y cuantificación de los riesgos que pueden afectar a los yaci- mientos paleontológicos en este sector se encuentran sintetizados en la figura 4.

1. Yacimiento de Aguatón

Descripción En las proximidades de la localidad de Aguatón los materiales del Jurásico afloran siguiendo la dirección general NNW-SSE de la Sierra Palomera, en el ex- tremo meridional del denominado Cerro del Boquerón. Las unidades del Jurási- co Medio y Superior (formaciones Chelva-Loriguilla) afloran ampliamente en este punto a lo largo de la carretera que va de Torrelacárcel a Aguatón. Los yacimientos

155 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY descritos se encuentran a pocos kilómetros del pueblo, en el túnel que corta los materiales de las formaciones Chelva y Yátova. En este sector, El Khoudary (1974) realiza un estudio micropaleontológico de- tallado en torno al límite Oxfordiense-Kimmeridgiense. El Jurásico Medio y Su- perior (Oxfordiense) es tratado por Fernández-López et al. (1985) realizando un estudio bioestratigráfico de detalle. Martín y Fernández (1985) utilizan, de manera informal, el término de Miembro Aguatón, para el tramo inferior de la Fm. Lori- guilla en ese sector. Posteriormente se correlacionan los materiales del Jurásico Su- perior que afloran en las dos márgenes del río Jiloca. Más tarde, Aurell (1990) de- fine formalmente esta unidad con este mismo nombre. Constituye un tramo de aproximadamente 20 m de potencia situado sobre la Fm. Sot de Chera que com- prende un conjunto de margas con frecuentes intercalaciones siliciclásticas hacia la base y bancos con ooides y oncoides hacia el techo.

Valoración del interés patrimonial El interés patrimonial de estos afloramientos, aparte de constituir la locali- dad tipo de una unidad litoestratigráfica, radica en la riqueza y el interés del con- tenido paleontológico de algunos intervalos, especialmente en el Bajociense y Oxfordiense. En ambos casos, el estudio de las sucesiones registradas de ammo- noideos ha permitido caracterizar las sucesivas unidades bioestratigráficas. La Capa de oolitos ferruginosos de Arroyofrío, en donde se localiza el límite Calloviense- Oxfordiense, resulta especialmente interesante por contener ejemplares de am- monites no reelaborados (en estado mecánico de conservación resedimentado): Prososphinctes claromontatnus Bukowski, que permiten datar dicha unidad en este punto como Oxfordiense inferior. El alto contenido paleontológico de la Fm. Yá- tova y las características de la sucesión confieren a este afloramiento un interés singular, tanto geológico como paleontológico. El contenido paleontológico incluye: espongiarios y crinoides abundantes; ammonites, belemnites, bivalvos y bra- quiópodos frecuentes; y serpúlidos, gasterópodos y equínidos escasos. El espec- tacular afloramiento de esta unidad a la salida del túnel, en donde el techo de esta unidad forma una gran superficie estructural, le aporta un mayor valor patrimo- nial geológico y paisajístico (Lám. 4, fig. 1). Por último, la buena exposición y la sucesión de facies en las unidades del Kimmeridgiense, base de numerosos es- tudios sedimentológicos, le añaden un interés didáctico suplementario.

Riesgos y medidas de protección Las características de las unidades descritas, su modo de afloramiento y las peculiaridades del relieve excluyen a la erosión como un factor grave de riesgo para estos afloramientos. La acción antrópica se puede reflejar principalmente en las obras públicas (ensanche de carreteras o modificación de su trazado, construcción de canteras u otro tipo de instalaciones) y en el expolio o recolecciones de fósi- les no autorizadas, por aficionados, en los niveles más fosilíferos. Esto es espe- cialmente evidente en el nivel superior de la Fm. Yátova, que forma una gran su-

156 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS DE SIERRA PALOMERA Aguatón Bueña 1 (pistas) Bueña 2 (Jurásico) Concud Rambla del Salto explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 4. Valoración cualitativa de los riesgos que pueden afectar a los yacimientos paleon- tológicos del Sector de Sierra Palomera. perficie de afloramiento en la salida del túnel. Esta superficie, en los distintos pun- tos señalados en este sector, debe ser propuesta y asumida, por su carácter ex- cepcional y alta vulnerabilidad, como un punto especial a proteger.

2. Afloramientos de Bueña En los alrededores de Bueña, a 12 km al SE de Monreal del Campo, los ma- teriales del Jurásico Medio y Superior forman una sucesión muy semejante a la descrita en Aguatón, en la ladera septentrional del denominado Cerro del Bo- querón, presentándose en este punto intensamente tectonizados. Los trabajos más reciente sobre la estratigrafía y tectónica de estas unidades en este punto corres- ponden a Calvo (1993), Calvo et al. (1987) y Aurell (1990).

Yacimiento Bueña-1 (Fm. Sot de Chera)

Descripción En el pequeño barranco situado al norte del pueblo los materiales margosos de la Fm. Sot de Chera afloran ampliamente formando una serie de cárcavas en las que las capas de calizas limosas forman los relieves dominantes. El total de esta formación abarca 45 m de espesor. Calvo et al. (1987) han diferenciado dos se- cuencias: – La primera está formada por areniscas calcáreas en capas gruesas que pasan progresivamente a una alternancia de intercalaciones finas de arena y marga, siendo las margas predominantes en la parte superior. Las capas arenosas presentan estructuras sedimentarias: ripples de corriente, lami- nación cruzada de bajo ángulo y laminación paralela. – La segunda secuencia está formada por una asociación de margas y arenas que, en la parte superior, alternan con calizas margosas en capas masivas. Las capas margosas de la parte inferior presentan laminación paralela.

157 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY

Lámina 4. Fig. 1: Aguatón. Vista general de la sección del túnel de la carretera mostran- do la sucesión de las formaciones Chelva, Yátova y Sot de Chera. La gran superficie de aflo- ramiento de la capa superior de la Fm. Yátova deja constancia de su accesibilidad y sus- ceptibilidad al expolio, y de la conveniencia de adoptar medidas de protección. Fig. 2: Bueña. Yacimiento Bueña-1: vista general de los niveles con Megaplanolites ibericus Me- léndez en la Fm. Sot de Chera. Fig. 3: Bueña. Yacimiento Bueña-1: aspecto de las obras de acondicionamiento en el yacimiento de las pistas fósiles: Megaplanolites ibericus Meléndez.

158 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

La Fm. Sot de Chera está formada por sucesivas repeticiones de esta se- cuencia. En toda esta sucesión estudiada se observa un variable grado de bio- turbación en las capas calcáreas y arenosas. En la parte inferior de la unidad se han reconocido los ichnogéneros Planolites y Nereites. En la parte media y supe- rior, Skolithos es la pista más abundante. Ocasionalmente puede presentarse aso- ciado con Planolites. En las capas de caliza margosa o limosa, situadas 25 m por encima de la base de esta formación, se encuentran unas pistas fósiles de gran tamaño, que han sido descritas con el nombre de Megaplanolites ibericus Meléndez (en: Calvo et al., 1987; Lám. 4, fig. 2). Las interpretaciones del posible productor de esta pista fósil (un crustáceo o, más probablemente, un anélido de gran talla) son discutidas en el trabajo citado.

Valoración del interés patrimonial El yacimiento Bueña-1 presenta un enorme interés patrimonial por diversos motivos. En primer lugar por ser la localidad tipo de un taxón nuevo, en el que todos los ejemplares existentes del mismo pueden observarse in situ. En segun- do lugar, por la singularidad de las pistas fósiles, sin equivalente en otros puntos de la Cuenca Ibérica ni en la literatura. En tercer lugar, porque dada la magnitud de las pistas, el afloramiento constituye un verdadero “Museo paleontológico” per- manente al aire libre. Esto ha propiciado la selección de este afloramiento como Punto de Interés Geológico (PIG) en el reciente inventario realizado bajo la coor- dinación de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Montes del Gobier- no de Aragón. En relación con esta designación, a iniciativa de la Dirección Ge- neral de Cultura y Patrimonio y del Ayuntamiento de esta localidad, se han realizado unas obras de acondicionamiento para el acceso al yacimiento y para la canalización de las aguas de escorrentía, instalando una mesa de interpretación con una explicación del ambiente sedimentario y de la formación de las pistas (Lám. 4, fig. 3). El panel explicativo presenta una serie de imprecisiones y erra- tas evitables en el texto y en el gráfico: reconstrucción del ambiente sedimenta- rio, batimetría de la plataforma, reconstrucción paleoecológica, y más especial- mente en lo que respecta a los ammonoideos y otros grupos. Asimismo, la interpretación de la formación de las pistas es discutible, toda vez que se atribu- ye la autoría a un crustáceo, posibilidad ésta desestimada por los autores (Calvo et al., 1987), y por diversos especialistas consultados, por improbable en favor de un anélido, al no presentar las pistas señal alguna de estrías en la superficie, ni mostrar bifurcaciones del tipo de Thalassinoides.

Riesgos y medidas de protección Dada la situación particular y las características del afloramiento, así como las medidas de protección adoptadas, los riesgos de deterioro, expolio o destruc- ción por la acción antrópica son escasos. Al contrario, este yacimiento constitu- ye un ejemplo claro del interés y la colaboración que la población puede aportar

159 G. MELÉNDEZ, S. FERNÁNDEZ-LÓPEZ, I. PÉREZ, G. DELVENE, M. J. COMAS-RENGIFO Y A. GOY en la defensa del patrimonio paleontológico. El mayor riesgo en este caso lo cons- tituye la rápida acción erosiva de las aguas superficiales, que afecta a estas uni- dades, especialmente a los tramos margosos (v. fig. 4). La disposición vertical de las capas en este punto y su fracturación favorece la infiltración del agua a través de las grietas, lo que en un futuro próximo puede provocar el desprendimiento de bloques y acelerar la meteorización superficial de las pistas. Sería por tanto ne- cesario completar la canalización de las aguas de escorrentía no sólo por la parte inferior sino también por la parte superior del barranco, impidiendo su filtración a través de las capas.

Yacimiento Bueña-2 (Fm. Yátova)

Descripción y valoración patrimonial En el mismo punto que el afloramiento Bueña-1, en el margen occidental del barranco, los materiales fosilíferos de la Fm. Yátova, que en este punto tiene una potencia de unos 11 m, presentan una buena exposición. Las capas se encuentran intensamente tectonizadas, llegando a encontrarse invertidas. Los niveles superiores (3 m) de esta unidad, muy fosilíferos, igual que en el afloramiento de Aguatón, con- tienen espongiarios y crinoides abundantes; ammonites, belemnites, braquiópodos y bivalvos frecuentes, y serpúlidos, gasterópodos y equínidos escasos. Las capas muestran una gran superficie de afloramiento, fácilmente accesible, en la que el ex- polio y la recolección inadecuada de ejemplares han dejado señales evidentes.

Evaluación de riesgos Los riesgos que afectan a este yacimiento son diferentes a los de las pistas fósiles. Los efectos de la erosión por las aguas de escorrentía son menores. Sin em- bargo, los riesgos de expolio son mucho mayores, acentuados además por la ac- cesibilidad del mismo, lo que aumenta su susceptibilidad. La vulnerabilidad (fa- cilidad de destrucción), siendo alta, se amortigua en parte por el hecho de que este intervalo estratigráfico y las capas fosilíferas superiores de la Fm. Yátova mues- tran una gran continuidad lateral en este sector de la Sierra Palomera, aunque no en afloramientos tan favorables (v. fig. 4).

Medidas de protección Las posibilidades y las medidas de protección de este yacimiento parecen ser en cierto modo opuestas a las del yacimiento Bueña-1. Esto es debido a que la mesa de interpretación con las explicaciones se encuentra sobre la pendiente fren- te a las pistas, muy cerca del afloramiento 2. De tal manera, las obras de acon- dicionamiento del afloramiento 1 facilitan el acercamiento y acceso de visitantes al afloramiento 2. Nuevas construcciones o señalizaciones podrían resultar más perjudiciales para este propósito. En teoría, la misma señalización de todo el entorno como punto de interés geológico podría o debería tener un efecto disua- sorio sobre el visitante. Así, se podría incluir una señalización en el pueblo in- formando del interés de los yacimientos de esta localidad y advirtiendo de la pro-

160 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca tección legal de los mismos y de la transgresión que supone la recolección no au- torizada de fósiles, al igual que se ha hecho en otros puntos, como en el barran- co de las Calaveras y en el Cerro de la Garita, en Concud. En cualquier caso, el ries- go de expolio y destrucción de este yacimiento debe considerarse alto, al igual que en el caso de Aguatón.

3. Yacimientos de la Rambla del Salto

Descripción Los afloramientos jurásicos de la rambla del Salto, o de la ermita de la Vir- gen del Castillo, conforman probablemente la sección más notable y más completa de este sector de la Cordillera Ibérica y, para algunos intervalos como el Jurásico Inferior, una de las más expandidas y mejor representadas en el conjunto de la Cor- dillera Ibérica. El barranco que forma esta rambla corta perpendicularmente de oeste a este las unidades del Jurásico desde el Lías medio (Fm. Cuevas Labradas) hasta el Kimmeridgiense (Fm. Loriguilla). Esta sección ofrece una sucesión mo- noclinal del Jurásico de la región prácticamente continua, sólo levemente altera- da por la tectónica. Estas características, así como la riqueza fosilífera de algunos intervalos, hacen de esta sección un conjunto excepcional desde el punto de vista patrimonial (Lám. 5, fig. 1).

Interés patrimonal Desde su descripción original por Dereims (1898) el Jurásico Inferior en esta localidad ha sido objeto, en las últimas décadas, de diversos trabajos de detalle de carácter estratigráfico, sedimentológico, paleontológico y bioestratigráfico (Arche et al., 1977; Comas-Rengifo, 1985; Comas-Rengifo y Goy, 1978; Comas-Rengifo et al., 1985; Barrón et al., 1997). Por su parte, el Jurásico Medio y Superior en este punto ha sido descrito por Fernández-López et al. (1985). En conjunto, los aspectos más destacables de la sucesión y del afloramiento son: – La buena exposición (incluso se puede calificar de espectacular) de las su- cesivas unidades estratigráficas, que ha facilitado estudios de detalle de dis- tintos intervalos y que confiere un alto valor didáctico y científico a esta sección, facilitando asimismo estudios sedimentológicos de detalle. – La riqueza fosilífera de algunos intervalos (Pliensbachiense, Toarciense, Ba- jociense, Oxfordiense) y el registro continuo, que han permitido la reali- zación de estudios paleontológicos y bioestratigráficos de detalle. – El buen desarrollo de los materiales del Aaleniense, con relación a otros afloramientos cercanos (Aguatón), que ha permitido caracterizar con am- monites las sucesivas biozonas de este piso. –El afloramiento de los materiales de la Fm. Yátova, cuya parte superior forma una amplia superficie de exposición con abundantes fósiles de ammonoideos y otros grupos, semejante a la descrita en los otros afloramientos.

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1

2

Lámina 5. Fig. 1: Sección de la rambla del Salto. Aspecto general de los materiales del Ju- rásico Inferior y Medio en este punto (formaciones Barahona, Turmiel y parte inferior de la Fm. Chelva). Fig. 2: Rambla del Salto. Vista parcial de los desmontes y afecciones (pe- queñas canteras) realizados sobre los materiales de la Fm. Chelva.

162 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca

Riesgos y medidas de protección En conjunto estas características justificarían la propuesta de la sección de la rambla del Salto como lugar a proteger por su interés geológico y paleontoló- gico. Los riesgos que afectan o han afectado a este afloramiento son hasta el mo- mento escasos dada su localización en una rambla más o menos apartada de carreteras y de núcleos de población (v. fig. 4). El mismo riesgo de expolio o des- trucción es escaso, al tratarse de sucesiones expandidas, no siendo abundantes los niveles con alta concentración de fósiles. El mayor riesgo pueden constituirlo las obras públicas, por la apertura de pequeños desmontes o canteras para la ex- tracción de material para áridos. Dichas acciones, de las que se observan ya al- gunas evidencias en ciertas unidades, si bien no provocan un deterioro o des- trucción notable del patrimonio geológico o paleontológico, sí generan un impacto paisajístico de cierta importancia en un entorno que debe mantenerse inalterado en la medida de lo posible (Lám. 5, fig. 2). La medida de protección más obvia en este caso sería la exigencia de infor- mes previos sobre impacto ambiental, geológico y paleontológico en el caso de cualquier obra pública que afectara a esta área o a zonas limítrofes, y el posterior seguimiento de las mismas. En el caso de una futura propuesta de esta parte del valle del Jiloca como una zona de especial interés cultural o Parque Cultural, estos afloramientos podrían formar parte preferente de un recorrido geológico como punto de interés singular, si bien sería necesario señalar claramente, mediante car- teles explicativos, la importancia científica del lugar y las responsabilidades de la recolección no autorizada de fósiles.

4. Yacimiento de Concud-Celadas

Descripción Este afloramiento se encuentra en las proximidades de la carretera que une estas dos localidades, unos kilómetros al norte de la ciudad de Teruel, en un pe- queño barranco que corta la elevación del denominado Cerro Gordo. Si bien geo- gráficamente este afloramiento se encuentra en las proximidades de la Sierra Pa- lomera, en el margen oriental de la Fosa del Jiloca, desde el punto de vista estratigráfico y paleogeográfico las características de las unidades que afloran se corresponden más bien con la Sierra de Albarracín. En la parte occidental de la ca- rretera, a lo largo del barranco, los materiales de las formaciones Chelva y Yáto- va afloran de manera discontinua, parcialmente cubiertas. Los afloramientos nunca son suficientemente favorables como para poder seguir una sección continua de estos materiales. No obstante, en algunos puntos se puede seguir el límite entre ambas unidades, lo que ha permitido realizar ciertos muestreos paleontológicos en el intervalo Calloviense-Oxfordiense y estudiar el nivel de oolitos ferruginosos (Capa de Arroyofrío). Los materiales contienen fósiles de escasos a frecuentes de ammonites, braquiópodos y bivalvos, fundamentalmente. En la Fm. Yátova hay también frecuentes restos de espongiarios y crinoides.

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Interés patrimonial El aspecto más relevante de este afloramiento lo constituye, aparte del con- tenido en ammonoideos de estas unidades, el desarrollo de la Capa de Arroyofrío. Esta capa, que en este afloramiento muestra una potencia superior a los 50 cm, se caracteriza por la presencia de oolitos ferruginosos muy heterométricos y abun- dantes, incluyendo pisolitos o pisoides de diámetro superior a 20 mm. Esto llevó a algunos autores (Aurell et al., 1994) a proponer la hipótesis de un escaso trans- porte para estos elementos (por su escasa granoselección) y de su procedencia de áreas cercanas, probablemente emergidas, apoyando así la idea de la formación de los oolitos ferruginosos en áreas emergidas sometidas a una intensa oxidación (suelos lateríticos). De tal manera, el pequeño afloramiento de Concud tiene un especial interés por su aportación a la reconstrucción paleogeográfica de la cuen- ca para este intervalo.

Riesgos y medidas de protección Por su situación fuera de la carretera y apartado de los núcleos de población, y por su escasa relevancia como yacimiento fosilífero, los riesgos que pueden afec- tar a este afloramiento son prácticamente nulos, a excepción de la propia erosión o los derrubios de la ladera que puedan cubrir las unidades. Su situación en un barranco, no obstante, no lejos de la carretera, podría propiciar el vertido de es- combros, como suele ser habitual en muchos barrancos cercanos a núcleos ur- banos. Por todo lo expuesto, y pese a no ser un afloramiento distinguido por su alto contenido fosilífero, el afloramiento de Concud presenta un interés especial en el contexto de la estratigrafía y paleogeografía del Jurásico de la Cordillera Ibérica. Por ello, es habitualmente incluido dentro de excursiones geológicas y didácticas como punto de interés en reuniones científicas y congresos, habiendo sido obje- to de estudio en varias publicaciones hasta el momento. Las principales medidas de protección deberían incluir la exigencia de informes sobre impacto ambiental y paleontológico en el caso de realización de obras públicas (ensanche de la ca- rretera u otros), trabajos de concentración parcelaria (trazado de caminos por este punto) o cualquier tipo de acción antrópica. Asimismo, la prohibición del verti- do de escombros. El mejor acondicionamiento del afloramiento, dado su interés, quedaría subordinado a la realización de estudios futuros de detalle.

Consideraciones finales

Los afloramientos de materiales del Jurásico en los márgenes del valle del Ji- loca, en Sierra Menera y Sierra Palomera, presentan una importancia excepcional en el contexto del Jurásico de la Cordillera Ibérica y de Europa meridional. Esto es así tanto por su riqueza fosilífera como por la contribución que las sucesiones estratigráficas pueden hacer a la reconstrucción paleogeográfica de la Cuenca Ibé-

164 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el valle del Jiloca rica y otras cuencas del Tethys occidental. A este respecto, sería interesante pro- poner la definición de los yacimientos más relevantes de la región como Punto de Especial Interés Paleontológico (PEIP) ante la Comisión de Patrimonio de la So- ciedad Española de Paleontología. Sin duda dicha definición constituiría un pri- mer paso para su declaración como lugares protegidos por la Administración.

Conclusiones

La conservación de los yacimientos paleontológicos y de los puntos de mayor interés geológico y paleontológico impidiendo su destrucción y expolio es una res- ponsabilidad, por un lado, de los científicos encargados de su estudio y, por otro, de la Administración que puede progresar en el desarrollo de medidas regulado- ras y protectoras, así como en el perfeccionamiento del marco legal. No obstan- te, nada de esto será posible si no se consigue la participación activa y la con- cienciación de la población sobre su propio patrimonio. Por otra parte, la creación de zonas protegidas y la posible propuesta de un Parque Cultural en esta zona del valle del Jiloca, que permitiera la protección de los diversos valores culturales y patrimoniales de esta región, parece una iniciativa posible, loable y digna de apoyo. En tal caso, los yacimientos aquí descritos tendrían una consideración preferen- te como parte destacada del patrimonio paleontológico y geológico.

Agradecimientos

Este trabajo es una contribución al proyecto de investigación PB96/838 de la DGES-CSIC. Los trabajos sobre Sierra Palomera fueron financiados con una ayuda económica de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón (DGA). Isabel Pérez Urresti y Graciela Delvene se beneficiaron de una beca de in- vestigación del Instituto de Estudios Turolenses y del CONSI+D (DGA) respecti- vamente. Los autores desean manifestar su agradecimiento al Dr. François Atrops (Universidad de Lyon) y a Enrique Peñalver (Universitat de València) por la lec- tura crítica del manuscrito y por su ayuda en la composición de las láminas, y a Celia Soria Llop (Universidad de Zaragoza) por su ayuda en la corrección del texto.

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Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín: evaluación patrimonial y medidas de gestión Jurassic fossil sites in the Cultural Park of River Martín (Teruel, Spain): heritage evaluation and management strategies

Guillermo MELÉNDEZ1, Graciela DELVENE1, Antonio GOY2, Isabel PÉREZ URRESTI1 y Monserrat SORIA1 1. Dpto. Geología (Paleontología), Universidad de Zaragoza, C/ Pedro Cerbuna 12, 50009 Zaragoza. e-mail: [email protected] 2. Dpto. Paleontología, Facultad de Ciencias Geológicas, Universidad Complutense, 28040 Madrid.

RESUMEN En el valle del río Martín (norte de Teruel), entre las localidades de Oliete, Ariño, Alacón y Lécera, los materiales del Jurásico asoman extensamente formando un conjunto de aflora- mientos de alto interés geológico por su buena exposición y por el completo registro estra- tigráfico de este período. Los materiales de este intervalo en esta región son asimismo co- nocidos históricamente por su riqueza paleontológica. Todo ello ha contribuido positivamente a la propuesta por el Gobierno de Aragón del valle del río Martín como Parque Cultural. La Ley de Parques Culturales de la Comunidad Aragonesa, recientemente publicada, intenta con- tribuir a definir y evaluar el patrimonio histórico y cultural de ciertas regiones, aportando asi- mismo los instrumentos necesarios para su gestión y protección. Los principales riesgos que afectan a los yacimientos paleontológicos en esta área se derivan fundamentalmente de las acciones antrópicas, siendo el más importante el expolio indiscriminado por coleccionistas y aficionados. Las medidas de protección deben pasar por una gestión eficaz del Parque, de- clarado como zona protegida, y por una tarea de intensa concienciación social. Palabras clave: patrimonio paleontológico, paleontología, Jurásico, Cordillera Ibérica, Sie- rra de Arcos, Teruel, España, Parques Culturales, conciencia social.

ABSTRACT Jurassic rocks across the Valley of the River Martín (North of Teruel, Iberian Chain, E Spain) between the localities of Oliete, Ariño, Alacón and Lécera form a wide band of outcrops of

169 G. MELÉNDEZ, G. DELVENE, A. GOY, I. PÉREZ Y M. SORIA

special geological interest due to their good exposure and to the completeness of the stra- tigraphical record. They are also historically known by the high fossil content. All these fea- tures have contributed to this area being proposed by the regional government as Cultural Park, a recently created legal feature. This newly approved Law of cultural parks strives to progress in the definition and evaluation of the historical and cultural heritage in the region of Aragón, trying to supply as well the necessary instruments for its protection and ma- nagement. Main risks affecting the paleontological outcrops are mostly related to human actions, the most important of them being the indiscriminate fossil-hacking and destruc- tion by amateur fossil collectors with non-scientific purposes. Protective measures for such important and threatened sites should necessarily involve the efficient management of the park, declared as a protected area, and an intense and long work of social awareness. Keywords: palaeontological heritage, paleontology, Jurassic, Iberian Range, Sierra de Arcos, province of Teruel, Spain, Cultural Park, social concern.

Introducción

Los afloramientos jurásicos de los alrededores del valle del río Martín (pro- vincia de Teruel) forman un conjunto de bandas que se extienden al sur de la Sie- rra de Arcos, en una dirección general NW-SE, entre los términos municipales de Alacón, Lécera, Ariño y Oliete. Los materiales jurásicos en esta área (denomina- da por algunos autores como “Llanura de Arcos”) han sido conocidos desde tiem- pos históricos por la comunidad científica y por la población en general por su buena exposición, formando con frecuencia afloramientos espectaculares, y por su abundante y en ocasiones excepcional contenido fosilífero. Entre los aflora- mientos más clásicos se pueden citar los de Jurásico Inferior, del Pliensbachien- se superior-Toarciense (correspondientes a la Fm. Turmiel), del barranco del Alajo y del barranco del Gato en las inmediaciones de Ariño; los de Jurásico Medio y Superior (Fms. Chelva y Yátova) en el cauce del río Martín: yacimientos de Ven- tas de San Pedro o del Campil, barranco de las Estacas y Sima de San Pedro. Asi- mismo, los de Jurásico Superior (Fms. Sot de Chera, Loriguilla, Higueruelas) en el barranco del Mortero en Alacón, y la banda de afloramientos de Jurásico Medio y Superior de la loma del Zorro que se extienden de modo prácticamente conti- nuo entre el valle del río Martín y el Decantadero, en Lécera (fig. 1). El objetivo de este trabajo es, por un lado, resaltar la importancia paleon- tológica de los yacimientos mencionados en el contexto del patrimonio paleon- tológico de la provincia de Teruel y, por otro, mostrar el estado actual de conser- vación de los yacimientos y sus amenazas y riesgos potenciales. Por último, aportar una serie de posibles propuestas de protección, conservación y gestión de los mis- mos en el marco de la legislación actual sobre patrimonio, en relación con la pro- puesta de declaración de esta área como Parque Cultural. Una nota preliminar sobre los yacimientos paleontológicos de esta área fue presentada en la IV Reu- nión Nacional de la Comisión de Patrimonio Geológico celebrada recientemente en Miraflores de la Sierra (Madrid) por los presentes autores (Soria et al., 1998).

170 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

N S» de A A-1401 6 rcos Martín 7 ío R 1 Ariño Alacón 3 5 4 San Pedro 2

Oliete A-1402

EMBALSE DE CUEVA Alloza FORADADA Sierra de los Moros Alcaine

5 Km

Figura 1. Situación geográfica de los yacimientos paleontológicos más destacados del río Martín en la banda de materiales jurásicos que se extiende desde Lécera hasta Ariño (aflo- ramientos de la Loma del Zorro): 1. Barranco de las Estacas (afloramientos B.E. 1 y B.E. 2). 2. Ventas de San Pedro: yacimientos del cerro de Campil (afloramientos AR.1 y AR.2, junto al río Martín). 3. Barranco de la Granja de San Pedro. 4. Sima de San Pedro. 5. Cabezo de San Pedro. 6. Loma del Zorro (Banda de Ariño al barranco del Decantadero, Lécera). 7. Ba- rranco del Alajo y barranco del Gato, en Ariño.

Antecedentes

Los afloramientos del Jurásico y los yacimientos fosilíferos del río Martín, en la vertiente meridional de la Llanura de Arcos, son conocidos y han sido descri- tos en detalle desde mediados del siglo XIX por numerosos autores, entre los que cabe destacar a Verneuil y Colomb (1852-53), Vilanova y Piera (1863), Cortázar (1885), Mallada (1885) y Dereims (1898) entre otros. En el siglo XX, tienen rele-

171 G. MELÉNDEZ, G. DELVENE, A. GOY, I. PÉREZ Y M. SORIA vancia en este sector los trabajos de Fallot y Bataller (1927), Joly (1927), Hahne (1930, 1934) y de Duval (1957). En fecha más reciente, Gautier y Mouterde (1964) describen las unidades del Jurásico a lo largo de varias secciones clásicas en este sector de la Cordillera Ibérica, incluyendo la de las Ventas de San Pedro. Bulard (1971) establece la discontinuidad entre el Calloviense y Oxfordiense en la sección que había sido descrita anteriormente por Hahne (1934) y Duval (1957). Poste- riormente, este mismo autor (Bulard, 1972) estudia diferentes tramos del Jurási- co, entre el Toarciense y el Kimmeridgiense inferior, en varios perfiles de Ariño. Este autor reconoce los sucesivos pisos del Jurásico y caracteriza de un modo ge- neral las principales unidades bioestratigráficas a partir de las asociaciones re- gistradas de ammonoideos. Las conclusiones bioestratigráficas pueden considerarse de notable exactitud, especialmente en lo referente al Calloviense y al Oxfordiense. Toulouse (1971) y Marin y Toulouse (1972b) describen el Dogger y el Malm en la sección de las Ventas de San Pedro (Ariño) y evidencian fenómenos de con- densación en los límites Bathoniense-Calloviense y Calloviense-Oxfordiense. El Ju- rásico Superior está representado por una sección condensada bastante incompleta pero muy fosilífera que permite dar una idea de la distribución y afinidad biogeo- gráfica de las diferentes familias de ammonoideos entre el Oxfordiense inferior y el Kimmeridgiense inferior. Por su parte, la estratigrafía del Calloviense inferior, estudiada por algunos de los autores reseñados, ha sido objeto de descripciones y análisis estratigráficos de detalle y correlación con sectores adyacentes por Se- queiros (1982), y por Lardiés et al. (1988, 1997). Geyer et al. (1974) discuten el significado estratigráfico de los niveles de oo- litos ferruginosos que marcan el límite entre el Jurásico Inferior-Medio y Jurási- co Medio-Superior que se pueden reconocer a lo largo de más de 500 km en toda la Cordillera Ibérica y señalan estos límites en el sector de Oliete-Ariño. Bulard et al. (1974) caracterizan esta capa con Macrocephalites de la Biozona Gracilis (Ca- lloviense inferior) y ponen de manifiesto que los oolitos ferruginosos (Callovien- se inferior-Oxfordiense medio) no son homogéneos ni sincrónicos en todas las áreas; Meléndez (1978), Meléndez et al. (1983 a, b), y Meléndez y Brochwicz Le- winski (1983) reconocen en varios niveles de la capa de oolitos las biozonas Cor- datum (Oxfordiense inferior), Plicatilis y Transversarium (Oxfordiense medio). Gómez (1979) realiza un extenso y detallado análisis sedimentológico y pa- leogeográfico del nivel límite, la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío, y ca- racteriza con detalle la discontinuidad entre el Jurásico Medio y Superior en todo el ámbito de la Cuenca Ibérica. En el sector de Ariño caracteriza la virtual lagu- na estratigráfica desde el Calloviense medio al Oxfordiense inferior, confirmada por datos bioestratigráficos establecidos por autores anteriores y por él mismo. Estos datos se incorporaron posteriormente en la propuesta formal de las unidades li- toestratigráficas del Jurásico Medio y Superior realizada para el sector central y me- ridional de la Cordillera Ibérica (Gómez y Goy, 1979) y extendidas posteriormente para la Rama Aragonesa (Gómez y Goy, 1981). En lo referente a los análisis se- dimentológicos, la evolución de la Secuencia Oxfordiense ha sido tratada por Salas

172 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

(1989), Aurell (1990) y Aurell et al. (1990 a y b). Por último, la estructura gene- ral y la evolución de la cobertera mesozoica en todo este sector, entre la Sierra de Arcos y el anticlinal de Montalbán, han sido objeto de un reciente estudio por Casas et al. (1997). La paleontología y bioestratigrafía de los ammonoideos del Oxfordiense en esta región ha sido tratada en detalle por Meléndez (1989). Los trabajos de Fon- tana (1990), Fontana y Meléndez (1990) y Meléndez y Fontana (1993) han apor- tado una mayor precisión a las unidades bioestratigráficas del Oxfordiense medio, especialmente en las biozonas Transversarium y Bifurcatus (Oxfordiense medio), en diversos afloramientos en los alrededores de Ariño. Esto incluye la caracteri- zación de las sucesivas subbiozonas y biohorizontes de ammonites para este in- tervalo en este sector y la propuesta de un nuevo biohorizonte (Biohorizonte Ari- niensis, Meléndez y Fontana, 1993) situado inicialmente en el techo de la Biozona Bifurcatus (Oxfordiense medio) y que en la actualidad se localizaría en la base de la Biozona Hypselum (Oxfordiense superior). Recientemente, Bello (1995, 1996), Bello et al. (1995 a y b; 1996), Pérez Urresti (1995; 1996) y Meléndez et al. (1995; 1997) han aportado nuevas precisiones a la bioestratigrafía y paleontología de am- monoideos del Oxfordiense medio y superior en las secciones del barranco de las Estacas y Ventas de San Pedro. Los bivalvos del Jurásico Medio y Superior en la provincia de Teruel fueron estudiados en el siglo pasado por dos autores: Vilanova y Piera (1863) y Mallada (1885; 1892), quienes citaron diversas especies dentro del Sistema Jurásico. Re- cientemente las sucesiones de bivalvos del Calloviense-Oxfordiense en el sector de Ariño-Oliete, y especialmente en las secciones clásicas (Ventas de San Pedro y barranco de las Estacas), han sido estudiadas en detalle por Delvene y Meléndez (1996) y Delvene (1997 a y b; 1998).

Interés patrimonial de los yacimientos

La riqueza fosilífera de los estratos del Calloviense y Oxfordiense hace de los materiales correspondientes al límite de las formaciones Chelva y Yátova un claro intervalo de referencia en toda la región de la Sierra de Arcos. Esta riqueza explica la atención especial dedicada a estos afloramientos por parte de numerosos autores desde mediados del siglo XIX: Vilanova y Piera (1863), Mallada (1885), Cortázar (1885) y Dereims (1898). Todos estos autores dedican una especial atención al buen desarrollo y a la riqueza fosilífera de los afloramientos jurásicos del río Mar- tín. Por otro lado, su riqueza fosilífera ha sido también el motivo de la amplia di- fusión social de estos afloramientos y del intenso expolio sufrido, realizado por afi- cionados y coleccionistas e intensificado en los tiempos recientes (Lám. 3, figs. 1 y 2). El interés geológico y paleontológico de esta región ha sido objeto de un es- tudio monográfico reciente por Soria (1995). Esto, unido a la belleza paisajística y a otros factores que confluyen en esta área, tales como la existencia de impor-

173 G. MELÉNDEZ, G. DELVENE, A. GOY, I. PÉREZ Y M. SORIA tantes emplazamientos arqueológicos en numerosos puntos del valle (Lám. 2, fig. 4) y a su riqueza natural y biológica, ha llevado a las autoridades políticas del Go- bierno de Aragón a definir formalmente el valle del río Martín como área prote- gida y de especial interés, bajo la denominación de Parque Cultural, en el contexto de la recientemente aprobada Ley 12/1997 de 3 de diciembre, de Parques Cultu- rales de Aragón (B.O.A. 143, 12.12.97; B.O.E. 313, 31.12.97). El interés patrimonial de los afloramientos mencionados viene reflejado en el hecho de que todos ellos, especialmente los puntos localizados en las inme- diaciones de las Ventas de San Pedro, son reseñados como yacimientos paleon- tológicos y puntos de interés geológico en el folleto-guía del Parque Cultural edi- tado recientemente por el Gobierno de Aragón (Royo y Andrés, 1995). El barranco del Mortero y sus áreas anexas son citados como Espacio Natural de Interés, ha- ciéndose una mención explícita al Miembro Alacón, como Punto de Interés Geo- lógico (P.I.G.), unidad ésta definida en este punto por Meléndez et al. (1990). De acuerdo con los autores, esta unidad estratigráfica, formada por calizas bioclás- ticas, cretosas y de aspecto masivo, en los márgenes de la Llanura de Arcos, se re- laciona con la intensa superficie erosiva que afecta a los materiales del Jurásico Superior en esta área, y es interpretada como el testimonio de un alto paleogeo- gráfico que habría actuado a partir del Kimmeridgiense (Alto de Ariño-Andorra).

Interés social: evaluación, riesgos y medidas de protección de los yacimientos

El reconocimiento de los yacimientos paleontológicos jurásicos localizados en el Parque Cultural del Río Martín y la valoración científico-cultural y social de los mismos ha sido objeto de estudio por Soria (1993, 1995). Por otro lado, el pro- yecto de definición del área del río Martín como Parque Cultural ha llevado desde muy pronto a la producción de material informativo de carácter turístico y cultural, con objeto de destacar y difundir el interés social de todos los aspectos del valle. En ellos, el interés paleontológico de los yacimientos aquí descritos ocupa un lugar preferente (Royo y Andrés, 1995). La relativa accesibilidad y la buena conserva- ción de los restos fósiles así como la gran abundancia de los mismos son los atrac- tivos sociales más destacados de estos yacimientos. Los afloramientos de materiales del Jurásico en el margen meridional de la Sierra de Arcos y a lo largo de la denominada Llanura de Arcos, al sur de la sie- rra, se disponen en una banda bastante continua de dirección NW-SE. Los pun- tos con mayor riqueza fosilífera, y más estudiados, son los siguientes (fig. 1): 1. Barranco de las Estacas (Secciones B.E.1 y B.E.2): Jurásico Medio y Su- perior (formaciones Chelva, Yátova, Sot de Chera y Loriguilla), Aale- niense-Kimmeridgiense inferior.

174 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

2. Afloramientos de las Ventas de San Pedro o del Campil (secciones AR.1 y AR.2): Jurásico Medio y Superior (formaciones Chelva, Yátova, Sot de Chera y Loriguilla), Bathoniense-Kimmeridgiense inferior. 3. Barranco de la Granja de San Pedro: materiales del Jurásico Medio y Su- perior (formaciones Chelva y Yátova; niveles del Calloviense-Oxfordien- se). 4. Sima de San Pedro (en las proximidades de la Granja): sima kárstica que corta a las unidades del Jurásico Medio y Superior (formaciones Chelva a Loriguilla). 5. Cabezo de San Pedro: materiales del Jurásico Medio (Bajociense-Callo- viense) y, en parte, del Jurásico Superior (Oxfordiense medio). Forma- ciones Chelva y Yátova. 6. Loma del Zorro (banda de Ariño a Lécera): materiales del Jurásico Medio (Fm. Chelva), fundamentalmente los niveles fosilíferos del Calloviense in- ferior. 7. Barranco del Alajo, en Ariño: materiales del Jurásico Inferior (Pliensba- chiense-Toarciense fundamentalmente). Formaciones Barahona y Turmiel. Todos estos afloramientos, con excepción de los de la Loma del Zorro, se lo- calizan a lo largo del valle del río Martín o en sus inmediaciones, en pequeños ba- rrancos adyacentes (barranco del Alajo, barranco de las Estacas), debido a la buena exposición que ofrecen generalmente las laderas del valle. De un modo general, la amplitud estratigráfica de los materiales que afloran en el área considerada abarca la totalidad del Jurásico. Es preciso señalar, sin em- bargo, que de oeste a este, entre las inmediaciones de Alacón y la localidad de Ariño, los materiales del Jurásico se encuentran afectados por una superficie ero- siva pre-cretácica. Los materiales del Cretácico Inferior (Valanginiense) pasan de apoyarse sobre la Fm. Higueruelas (Tithónico) en el barranco del Mortero, en las inmediaciones de Alacón, a hacerlo sobre la Fm. Chelva (Bajociense) en las pro- ximidades de Ariño. Por otra parte, el contacto entre el Triásico y el Jurásico, aflo- rante en las inmediaciones de Ariño, se encuentra intensamente tectonizado, sien- do difícil su observación. Esto, unido a las caracterísicas del relieve y al gran desarrollo de los materiales del Cretácico en este sector, hace que los afloramientos, aun situándose en zonas próximas, presenten características muy diferentes.

Evaluación patrimonial de los yacimientos

Los yacimientos paleontológicos reseñados se han seleccionado por consti- tuir por un lado las secciones más fosilíferas y por otro los puntos en donde los materiales del Jurásico muestran unas mejores o más espectaculares condiciones de afloramiento. Estas especiales características son la causa de que hayan sido

175 G. MELÉNDEZ, G. DELVENE, A. GOY, I. PÉREZ Y M. SORIA objeto de innumerables trabajos científicos de carácter estratigráfico y paleonto- lógico. Las numerosas referencias bibliográficas de los apartados precedentes dan una buena idea de esto y a ellas se puede remitir el lector interesado. En el pre- sente apartado se describe y evalúa críticamente los aspectos patrimoniales de los diferentes yacimientos seleccionados. Todos estos aspectos se encuentran ex- puestos de manera sintética en la figura 2.

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS Barranco de las Estacas

Ventas de San Pedro (AR1 y 2) Bco. Granja de San Pedro Sima de San Pedro Cabezo de San Pedro Loma del Zorro Barranco del Alajo explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 2. Análisis patrimonial. Evaluación de los factores de riesgo que afectan a los ya- cimientos descritos en el texto en la región del río Martín (Teruel).

1. Barranco de las Estacas

Descripción

Los yacimientos paleontológicos del barranco de las Estacas muestran unas condiciones excepcionales de exposición por la amplia superficie de afloramien- to que ofrecen los sucesivos niveles. El barranco, formado por un pequeño afluen- te del río Martín, corta profundamente a los materiales de las formaciones Chel- va y Yátova ofreciendo amplias superficies en cada intervalo litológico. Esto, unido a las características estratigráficas (secciones condensadas para el Jurásico Medio y en parte para el Oxfordiense) y paleontológicas favorables (gran riqueza y di- versidad fosilífera), así como la escasa perturbación tectónica de los materiales en esta área, hace de estos yacimientos puntos de excepcional importancia paleon- tológica y patrimonial (Lám. 1, fig. 1). No obstante, los muestreos y estudios cien- tíficos datan de tiempos relativamente recientes. Tienen especial interés los niveles con altas concentraciones de fósiles de ammonoideos, braquiópodos y bivalvos del intervalo Bathoniense-Calloviense inferior y los materiales de la Fm. Yátova (Ox- fordiense medio-superior), con ammonoideos, espongiarios, crinoideos y bivalvos.

176 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

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Lámina 1. Fig. 1: Aspecto general del afloramiento jurásico del barranco de las Estacas (Ariño). Fig. 2: Aspecto general del afloramiento de Ventas de San Pedro, Oliete (aflora- miento AR1).

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Los intervalos de baja tasa de sedimentación han favorecido la formación de bancos muy fosilíferos con una alta concentración de conchas de ammonoideos y de otros grupos fósiles. De esta manera, las características geológicas y las con- diciones de afloramiento de las unidades del Jurásico en este barranco, unidas a su excepcional riqueza fosilífera, han hecho de estos yacimientos un objetivo pre- ferente de los coleccionistas de fósiles y expoliadores. Desde tiempos antiguos y de manera más o menos constante, estos yacimientos han sido objeto de reco- lecciones o excavaciones ilegales aunque no muy intensas. Esta situación, no obs- tante, se ha agudizado sensiblemente en los últimos años con la mejora de los ca- minos de acceso y el incremento gradual de excursionistas y visitantes, incluyendo acciones tales como remoción de bloques y afecciones visibles en los niveles del Calloviense en la cabecera del barranco. De tal manera, el riesgo de expolio en estos yacimientos debe considerarse alto.

Riesgos y afecciones El riesgo real de expolio encuentra su mayor expresión, propiamente, en la susceptibilidad al expolio (o facilidad) dada la buena accesibilidad a los yaci- mientos y la amplia superficie de exposición de las unidades fosilíferas. Con res- pecto a la vulnerabilidad de los yacimientos, ésta es menor, al menos de forma glo- bal, puesto que no es previsible que los yacimientos puedan agotarse por la excavación de los mismos. No obstante, la acción destructiva de las recolecciones ilegales por coleccionistas puede dañar gravemente el patrimonio paleontológico. Otros riesgos, como el de erosión o el de afección por obras públicas, pueden con- siderarse menores o nulos. Únicamente, la construcción de vías y caminos en las inmediaciones, con motivo de los trabajos de desarrollo del Parque Cultural del Río Martín, puede tener el doble efecto de afectar a los niveles fosilíferos y de facili- tar aún más el acceso de visitantes coleccionistas y expoliadores.

Medidas de protección Las medidas de protección de estos yacimientos, teniendo en cuenta su enor- me valor y significado patrimonial, deben incluir diversos tipos de acciones com- plementarias: 1. La organización de visitas guiadas y/o recorridos turísticos (senderismo) en el entorno del barranco debe verse complementada con la señalización adecuada (informativa y preventiva) sobre la importancia de los yaci- mientos paleontológicos y la necesidad de mantener su protección. Las personas (guías) encargadas de estas rutas o visitas también deberían res- ponsabilizarse de informar adecuadamente a los visitantes. Esta es una costumbre habitual y de estricto cumplimiento en los parques protegidos en Norteamérica. 2. La protección específica o el vallado de algún punto en concreto en la ca- becera del barranco podría contemplarse como una medida efectiva para

178 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

resguardar los niveles más fosilíferos en los puntos más accesibles. No obstante, es obvio que no es posible extender estas medidas protectoras a toda la extensión del barranco. 3. En cualquier caso, una señalización informativa y disuasoria a la entrada del barranco, o en las inmediaciones de la Granja de San Pedro, no ne- cesariamente en el lugar de los yacimientos, advirtiendo de las responsa- bilidades legales en que podrían incurrir los transgresores, parece necesaria para el conjunto de todos los yacimientos paleontológicos de la zona. Dicha señalización puede acompañar a otros instrumentos informativos (pane- les, folletos, publicaciones u otros medios de información) expuestos en esta área o en el Centro de Interpretación del Parque Cultural. 4. La vigilancia activa sobre los expoliadores ha dado ya buenos resultados (Canudo, 1994). No obstante, es preciso tener en cuenta que los yaci- mientos paleontológicos del río Martín se cuentan entre los puntos fosi- líferos más espectaculares del Jurásico de la Cordillera Ibérica. Por ello constituyen un valor conocido internacionalmente y son objeto codicia- do de coleccionistas y comerciantes desde hace muchos años. No se podrá detener ni paliar estas actividades ilegales a menos que la vigilancia efec- tiva se intensifique substancialmente.

2. Afloramientos de las Ventas de San Pedro o del Campil (secciones AR.1 y AR.2)

Descripción Estos afloramientos, situados en la margen derecha del río Martín, en los al- rededores de la Granja de San Pedro, constituyen los afloramientos clásicamente estudiados por los diferentes autores (Bulard, 1972, Marin y Toulouse, 1972a, Thierry, 1978, Meléndez, 1978, 1989). Los materiales del Jurásico Medio y Superior se pueden seguir fácilmente durante varios centenares de metros en el margen de- recho del río Martín. El afloramiento AR.1 se localiza en un pequeño entrante per- pendicular al cauce junto a las ruinas de una antigua venta (Lám. 1, fig. 2). El aflo- ramiento AR.2 se encuentra a lo largo del sendero que discurre paralelo al río desde el camino de la granja (Lám. 2, fig. 1). La mayor accesibilidad de ambos yaci- mientos y su cercanía al camino vecinal que une la granja con la carretera ha hecho de ellos un objeto preferente de los coleccionistas y expoliadores. Por otra parte, las colecciones y cantidades de material que han aportado estos afloramientos a los estudios científicos son enormes (Thierry, 1978, Se- queiros, 1984). El mejor afloramiento y la mayor riqueza fosilífera lo presentan los niveles del Calloviense y del Oxfordiense medio incluyendo el nivel del tránsito Calloviense-Oxfordiense, materializado en la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arro- yofrío (Lám. 2, fig. 2). El nivel de oolitos ferruginosos en concreto ha sido obje- to de innumerables estudios de tipo bioestratigráfico, sedimentológico, tafonómico

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Lámina 2. Fig. 1: Aspecto general del yacimiento paleontológico de las Ventas de San Pedro, Oliete (afloramiento AR2). Fig. 2: Aspecto general del nivel límite entre el Jurásico Medio y Superior (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío) en el afloramiento AR2. Fig. 3: Vista de la Sima de San Pedro, en las proximidades de la granja y de la ermita de San Pedro. La sima deja al descubierto los materiales de las formaciones Chelva, Yátova, Sot de Chera y Loriguilla. Fig. 4: Panorámica general de los afloramientos jurásicos del Cabezo de San Pedro, en las proximidades de las ruinas ibéricas en este punto.

180 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín y paleogeográfico (cfr. Bulard, 1972; Marin y Toulouse, 1972a; Meléndez, 1978, 1989; Meléndez et al., 1983 a y b). Los trabajos recientes de Aurell et al. (1994) y de Meléndez et al. (1997) presentan una visión actualizada de la problemática asociada a este intervalo, ofreciendo una interpretación de la amplia laguna es- tratigráfica asociada como resultado de la emersión generalizada de la plataforma durante el intervalo Calloviense inferior-Oxfordiense medio. La formación de los oolitos ferruginosos habría tenido lugar en las zonas marginales de las áreas emer- gidas, distribuyéndose en las áreas próximas en los escasos episodios de inun- dación, breves y episódicos, durante dicho intervalo. Por su parte, los principales trabajos paleontológicos se han centrado sobre los ammonoideos: Thierry (1978) sobre los macrocefalítidos y Sequeiros (1984) y Lardiés (1988, 1990), sobre los oppélidos y perisfínctidos. Los bivalvos del inter- valo Calloviense-Oxfordiense en el sector de Ariño-Oliete, y especialmente en las secciones clásicas de Ventas de San Pedro y barranco de las Estacas, han sido tra- tados en detalle por Delvene (1997 a y b). En conjunto se puede decir que el po- tencial paleontológico de estos materiales, pese a su importancia y diversidad, sólo ha sido estudiado incipientemente. En el Jurásico Superior la mayor riqueza paleontológica se localiza en los ma- teriales del Oxfordiense (Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío pro parte, y Fm. Yátova). Estas unidades han sido igualmente objeto de estudios numerosos, principalmente de carácter estratigráfico (por ejemplo Marin y Toulouse, 1972a). La riqueza fosilífera de estas unidades, conocida también desde la segunda mitad del siglo XIX, incluye una gran diversidad de grupos: ammonoideos, espongiarios, crinoideos, bivalvos, braquiópodos y, en menor medida, equinoideos, belemnites y otros grupos de invertebrados, y señales de actividad (pistas fósiles). Los bi- valvos, aparte de las referencias clásicas debidas a Mallada (1885, 1892), han sido estudiados recientemente por Delvene (1997 a y b; 1998) y Delvene y Meléndez (1996). Los ammonoideos, especialmente los perisfínctidos del Oxfordiense medio, han sido objeto de monografías diversas: Meléndez (1989), Fontana (1990), Bello (1995). Los ataxiocerátidos del Oxfordiense superior han sido estudiados por Pérez Urresti (1995, 1996). De estos afloramientos, conocidos como AR.1 y AR.2 (Meléndez, 1978) pro- ceden los ejemplares-tipo de diversos taxones como Orthosphinctes (ex. Passen- dorferia) ariniensis (Meléndez) y Passendorferia (Enayites) sanpedroi Meléndez, al tiempo que el material de ammonoideos y de bivalvos del Oxfordiense superior se ha revelado de primordial importancia para numerosos problemas paleoecoló- gicos y paleogeográficos. Su importancia científica y patrimonial es, por tanto, má- xima (Lám. 1, fig. 2; Lám. 2, figs. 1 y 2). Por otro lado, los estudios paleontológi- cos han permitido la caracterización de las sucesivas subbiozonas y biohorizontes de ammonites para este intervalo en este sector y la propuesta de un nuevo bio- horizonte (Biohorizonte Ariniensis, Meléndez y Fontana, 1993) situado inicialmente en el techo de la Biozona Bifurcatus (Oxfordiense medio) y que en la actualidad se localizaría en la base de la Biozona Hypselum (Oxfordiense superior).

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Riesgos y afecciones En relación a los yacimientos del barranco de las Estacas, los yacimientos de las Ventas de San Pedro (río Martín) o del Campil muestran un riesgo igualmen- te bajo de afección por erosión (siendo más grave de hecho la destrucción de ni- veles fosilíferos por la acción antrópica) o por obras públicas (menor incluso que en los del barranco de las Estacas). Por el contrario, los riesgos de expolio y las afecciones graves provocadas por el coleccionismo ilegal son aquí mayores, sien- do evidentes las acciones de tipo “profesional”, con desmonte y remoción de blo- ques. Al encontrarse estos yacimientos en afloramientos más localizados y menos extensos su vulnerabilidad (posibilidad de destrucción) es considerablemente mayor; del mismo modo, debido a su situación en la margen del río y en las in- mediaciones de la granja, y a su mayor proximidad al camino vecinal que une la carretera con la granja, su accesibilidad y susceptibilidad al expolio es mucho mayor que en aquéllos (facilidad de acceso, recolección y destrucción).

Medidas de protección Con respecto a las medidas de protección, las mismas medidas señaladas para los yacimientos del barranco de las Estacas son aplicables aquí. Únicamente se po- dría señalar que, por lo especificado en el párrafo anterior, las medidas de seña- lización informativa, preventiva y/o disuasoria deben ser extremadas en este punto. La posible instalación de paneles informativos en las inmediaciones de los yacimientos, o de una mesa de interpretación, debe ir acompañada de textos cla- ros sobre la prohibición de realizar recolecciones de material o excavaciones no autorizadas. Estas mismas advertencias deben reflejarse en todos los textos pu- blicados, folletos informativos y guías, relacionados con el Parque Cultural. Del mismo modo, la referencia a los yacimientos debería ser en lo posible de carác- ter general y patrimonial (puntos de especial interés paleontológico; yacimientos paleontológicos de las Ventas de San Pedro…) evitando utilizar referencias obvias a la riqueza fosilífera de los mismos (“yacimientos de ammonites”) que puedan incitar o animar a la recolección ilegal (v. más arriba).

3. Barranco de la Granja de San Pedro

Descripción El camino que sale de la Granja de San Pedro bordeando la margen izquierda del cauce del río Martín atraviesa, a la salida de la explanada de la granja, un pe- queño barranco que corta a los materiales de la Fm. Chelva. En este lugar, los ma- teriales del Calloviense y del límite Calloviense-Oxfordiense (Capa de Oolitos Fe- rruginosos de Arroyofrío) muestran unas excelentes condiciones de afloramiento. Esto, unido a la riqueza fosilífera de los mismos, hacen de este yacimiento un punto de interés paleontológico y patrimonial especial por la espectacular expo- sición que ofrece de los niveles fosilíferos. Las reducidas dimensiones del aflora- miento hacen que éste se limite, a efectos prácticos, a estas unidades.

182 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

Interés patrimonial y riesgos La buena exposición y su riqueza fosilífera han hecho de este afloramiento tradicionalmente un punto clásico de estudio de este intervalo estratigráfico, de muestreo paleontológico intensivo así como de explicación en excursiones con alumnos o en reuniones científicas. De tal manera, este yacimiento se encuentra mencionado en la mayoría de los trabajos estratigráficos y monografías paleon- tológicas “clásicas” de esta localidad (Bulard, 1972, Marin y Toulouse, 1972, Thierry, 1978). Del mismo modo, ha sido también objeto preferente y continua- do de expolio y coleccionismo ilegal, siendo quizás, junto con los yacimientos del Campil (AR.1; AR.2), el afloramiento más afectado por la destrucción antrópica, hasta el punto de que en la actualidad la posibilidad de recoger material científi- co para su estudio es prácticamente nula, a no ser que se inicien nuevas excava- ciones o explotaciones con instrumental de mayor potencia. Los riesgos que pueden afectar a este yacimiento son evidentes a la vista del mal estado actual del mismo. Tanto el grado de expolio como los derivados de su buen acceso (susceptibilidad) como de su vulnerabilidad son aquí máximos. Tam- bién alcanzan un grado bajo a medio los riesgos de erosión (por ser el fondo de un barranco estrecho), y de urbanización, obras públicas y vertederos por la pro- ximidad de la granja.

Medidas de protección Las medidas de protección sobre este yacimiento serían análogas a las de los yacimientos anteriores, aunque en este caso llegan tarde. El afloramiento es en la actualidad una superficie intensamente excavada en la que las posibilidades de re- colección paleontológica son mínimas. Este yacimiento sí puede ser utilizado, con la conveniente señalización, como punto adecuado para explicaciones de distin- to tipo, geológico y patrimonial, y como instrumento didáctico. En el futuro, la vi- gilancia sobre este punto podría ser más fácil o factible dada la proximidad a la granja y a posibles instalaciones del Parque Cultural en esta área.

4. Sima de San Pedro

Descripción Por delante del edificio de la granja un camino en dirección NW lleva a la ce- lebrada Sima de San Pedro, una sima de origen kárstico y de grandes dimensio- nes que en ciertas estaciones mantiene un nivel inferior con agua y que constituye, junto con las ruinas ibéricas del Cabezo de San Pedro, otro de los grandes pun- tos de atracción del valle del río Martín y del Parque Cultural (Lám. 2, fig. 3). Esta sima, punto obligado de parada, visita y explicación para excursionistas, consti- tuye una formación geológica de interés indudable. Este interés se ve reforzado por la buena exposición de las distintas unidades estratigráficas que corta, desde la Fm. Chelva (Jurásico Medio) hasta la Fm. Sot de Chera (Jurásico Superior). No obs-

183 G. MELÉNDEZ, G. DELVENE, A. GOY, I. PÉREZ Y M. SORIA tante, debido a las propias características de la misma, no puede ser considerada como un verdadero yacimiento fosilífero, a pesar de la buena exposición de las uni- dades, por la imposibilidad de acceso y de estudio y muestreo. De tal manera, a pesar de su importancia e interés geológico, este afloramiento no se considera como propuesta de Punto de Especial Interés Paleontológico.

5. Cabezo de San Pedro

Descripción Los afloramientos del denominado Cabezo de San Pedro, en la base de la co- lina situada en la margen izquierda del valle del río Martín, a la entrada del ba- rranco de las Estacas, pueden ser considerados como integrantes de los mismos afloramientos del barranco. Se describen de manera independiente únicamente por la distancia que los separa en realidad de los de la cabecera del barranco, que son los propiamente descritos como tales, y por el aislamiento que les confiere su par- ticular situación geográfica, en el cerro o en la explanada en donde se alzan las ruinas de una fortificación ibérica, sin duda uno de los puntos de mayor interés cultural e histórico del Parque Cultural (Lám. 2, fig. 4). Las ruinas se asientan sobre la extensión formada por el techo de la Fm. Chel- va y, en parte, de la Fm. Yátova. Uno de los aspectos de mayor interés de este aflo- ramiento lo constituye la gran extensión de los niveles fosilíferos del Jurásico Medio y Superior, lo que permite la realización de estudios estratigráficos y mues- treos paleontológicos de detalle. A esto se puede añadir la escasa afección que pre- sentan estos materiales por la vegetación y por las peores condiciones de aflora- miento. El camino vecinal que lleva a la cabecera del barranco discurre a través de las unidades del Jurásico Superior (Fms. Yátova y Sot de Chera: Oxfordiense superior a Kimmeridgiense inferior), ofreciendo buenas condiciones de estudio y muestreo paleontológico para niveles poco accesibles en otros puntos.

Riesgos y afecciones Estas características hacen que tanto los riesgos de este yacimiento como las medidas de protección se vean en cierta medida mediatizados o influenciados por los de los restos arqueológicos en sí. La riqueza e importancia paleontológica de las unidades que afloran aquí, fundamentalmente los materiales de la Fm. Chel- va, entre el Aaleniense y el Calloviense, presentan las mismas características en cuanto a contenido fosilífero y valor patrimonial que los descritos más arriba en el barranco de las Estacas. Las características del afloramiento son menos espec- taculares aquí, por lo que los riesgos de erosión y expolio son también aquí me- nores. En cualquier caso, las medidas de protección y vigilancia no pueden se- pararse en este punto de las que se tomen para el yacimiento arqueológico. No obstante, es preciso señalar que en el fondo del barranco de las Estacas, en la base de esta formación rocosa, los materiales del Jurásico Medio afloran ampliamen-

184 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín te y los riesgos de erosión y expolio aumentan considerablemente. Asimismo, los materiales del Oxfordiense superior, en la base del cerro que forma el Cabezo de San Pedro, pueden verse seriamente afectados por las acciones antrópicas: en- sanche del camino, cultivos y las recolecciones ilegales y expolio. Los riesgos de- rivados de la mayor accesibilidad (susceptibilidad al expolio) de estos materiales y de sus posibilidades de destrucción (vulnerabilidad) son también altos.

Medidas de protección Las medidas de protección en este yacimiento deben ir, lógicamente, en pa- ralelo a las que se puedan adoptar para las ruinas ibéricas asentadas sobre el en- torno de este afloramiento. Es indudable que cualquier medida que limite el ac- ceso a aquéllas afectará beneficiosamente a los yacimientos paleontológicos, tanto si éstas incluyen el vallado preventivo del área o el acondicionamiento de visitas y de accesos controlados a los mismos. Por otra parte, la vigilancia activa sobre esta área no debe plantear problemas dada la buena accesibilidad a estos yaci- mientos y su visibilidad desde zonas distantes. Por otro lado, el acceso a los mis- mos debe hacerse necesariamente a través del camino que cruza la granja, lo que haría relativamente sencillo el control de los accesos en un futuro. Es también pre- visible que los puntos de interés en este sector se vean en un futuro próximo com- plementados con paneles explicativos y mesas de interpretación.

6. Afloramientos de la Loma del Zorro

Descripción Los afloramientos denominados como de la Loma del Zorro se localizan a lo largo de una alineación de materiales jurásicos en dirección NW-SE que bordea los campos sembrados asentados sobre materiales del Jurásico Superior (Fm. Sot de Chera) al N de Alacón y del barranco del Mortero. Aunque los niveles fosilí- feros del Calloviense se pueden reconocer y muestrear a lo largo de toda esta banda, los mejores afloramientos se encuentran en los pequeños barrancos que la cortan hacia el NE, como el barranco del Mingo o el barranco del Tormo, junto al punto denominado Mas del Gorrete, en las proximidades de la Loma del Zorro. En estos puntos es donde se sitúan los yacimientos fosilíferos más importantes. La riqueza paleontológica de estos afloramientos se concentra, de un modo semejante a como ya se ha señalado en los afloramientos del río Martín y el ba- rranco de las Estacas, en ciertos intervalos de la Fm. Chelva (Bathoniense a Ca- lloviense inferior) que forman secciones condensadas. Concretamente en estos afloramientos los niveles más fosilíferos corresponden al Calloviense inferior y al límite Calloviense-Oxfordiense, localizado en la Capa de Oolitos Ferruginosos de Arroyofrío. Los materiales del Calloviense inferior comprenden un intervalo de 1 a 2 m de espesor: calizas biomicríticas fosilíferas con filamentos, anaranjadas, con delgadas intercalaciones de margas o margocalizas y frecuentes señales de bio-

185 G. MELÉNDEZ, G. DELVENE, A. GOY, I. PÉREZ Y M. SORIA turbación. Culmina con un banco de 0,5 a 0,7 m de espesor que hacia la parte su- perior muestra una alta concentración de fósiles: ammonites abundantes, bra- quiópodos, bivalvos y belemnites frecuentes. El nivel de oolitos ferruginosos (Capa de Arroyofrío), formado por varias capas sucesivas, presenta un espesor superior a 50 cm y tiene un contenido fosilífero similar. La unidad suprayacente (Fm. Yá- tova) de calizas wackestone con bioclastos, fosilíferas con espongiarios, corres- ponde al Oxfordiense medio-superior. Contiene abundantes restos de esponjas y crinoides y frecuentes ammonites, bivalvos, braquiópodos, belemnites y serpúli- dos. La presencia de gasterópodos es más escasa.

Riesgos y afecciones Las buenas condiciones de afloramiento y la riqueza fosilífera de estos niveles hacen que tradicionalmente hayan sido objeto de recolección, excavaciones in- controladas y expolio continuado por coleccionistas y comerciantes. Las señales de este expolio, con mayor o menor intensidad, pueden seguirse de manera más o menos continua a lo largo de toda la banda de afloramientos que forman estos materiales en el margen meridional de la Sierra de Arcos, y, más al oeste, hasta el sector de Moneva-Blesa, al N de Muniesa. No obstante, son especialmente vi- sibles y afectan con mayor intensidad a estos tramos fosilíferos en los pequeños barrancos de los alrededores de la Loma del Zorro, donde las condiciones de aflo- ramiento son más favorables (Lám. 3, figs. 1 y 2; Soria et al., 1998). En estos pun- tos el expolio ha tomado dimensiones apreciables con destrucción en muchos casos de los niveles fosilíferos y pérdida de material paleontológico de gran inte- rés al haberse realizado excavaciones y muestreos indiscriminados (Lám. 3, fig. 1). En otros casos se ha realizado un desplazamiento de bloques de grandes di- mensiones, lo que ha requerido sin duda instrumental de mayor envergadura (Lám. 3, fig. 2). De tal manera, la facilidad de acceso y la riqueza fosilífera de este intervalo hace que la susceptibilidad de estos materiales al expolio sea extrema. La vulnerabilidad de los mismos, dada la extensión de los afloramientos, es algo menor aunque también alta, pues los puntos favorables para estudios paleonto- lógicos y estratigráficos son escasos y muy localizados.

Medidas de protección Las medidas que pueden adoptarse desde distintos estamentos sociales para proteger estos yacimientos desbordan las acciones que pueden resultar aceptables en un yacimiento fosilífero más localizado en el terreno. La extensión y condicio- nes de afloramiento de los niveles fosilíferos hace que no sea posible adoptar me- didas de protección que resultarían efectivas en un yacimiento de dimensiones más reducidas (vallado, señalización, recubrimiento, etc.). Por otra parte, al estar estos yacimientos alejados de rutas transitadas o de carreteras, y realizarse su acceso por caminos vecinales la vigilancia de los mismos no puede ser contemplada como una acción “rutinaria”, como podría serlo en el caso de yacimientos situados en el mar- gen de una carretera o en las proximidades de núcleos de población.

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Lámina 3. Fig. 1: Afloramientos de la Loma del Zorro, al NW de Ariño, en el sector entre el barranco del Mortero (Alacón) y Lécera. Materiales de la Fm. Chelva (Calloviense infe- rior) afectados por el expolio. Fig. 2: Afloramientos de la Loma del Zorro en las proximi- dades del Decantadero. Movimiento de bloques de gran tamaño. Ejemplo de expolio a gran escala (del tipo 2), realizado sobre materiales del Calloviense inferior, produciendo una afec- ción considerable sobre el patrimonio paleontológico y la destrucción o inutilización del afloramiento para fines científicos. Fig. 3: Panorámica general de los afloramientos del Ju- rásico Inferior (Fm. Turmiel) en las proximidades de Ariño (afloramientos del barranco del Alajo).

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Una vía efectiva de protección podría venir de la integración de estos aflo- ramientos y de la amplia área entre las localidades de Ariño, Alacón y Lécera en el entorno del Parque Cultural del Río Martín, y por tanto de su inclusión en las rutas turísticas o culturales del mismo, incorporando los valores paleontológicos de estos afloramientos a otros valores patrimoniales de la zona (paisajísticos, bio- lógicos, geológicos, etc.). Esto permitiría por un lado la edición de material in- formativo/educativo sobre el valor paleontológico de los yacimientos con la in- tención de generar una conciencia social sobre la necesidad de conservarlo y protegerlo. Por otro, la instalación en dichas rutas de paneles explicativos o mesas de interpretación con la doble función informativa, incluyendo datos sobre el valor patrimonial, la paleontología, tafonomía, paleoecología, estratigrafía, la recons- trucción paleogeográfica, etc., y disuasoria, incluyendo información referente a la legislación sobre patrimonio y los riesgos en que puede incurrir la recolección no autorizada de fósiles. Por último, la inclusión de los yacimientos en las rutas pro- gramadas del parque permitiría también una vigilancia más efectiva y continua sobre los yacimientos por parte de los responsables de las mismas y un control más estrecho sobre los visitantes y sobre eventuales acciones de expolio y recoleccio- nes no autorizadas.

7. Afloramientos del barranco del Alajo

Descripción Los yacimientos de Jurásico Inferior de mayor interés paleontológico se en- cuentran en el barranco del Alajo (fig. 1), donde han sido estudiados por Marin y Toulouse (1972b), y más recientemente por Gómez (1991) y por Goy et al. (1997). Los autores señalan el gran interés de estas secciones, en primer lugar por las condiciones excepcionales de afloramiento y por el buen desarrollo estrati- gráfico de los materiales del tránsito Pliensbachiense-Toarciense (Fms. Barahona y Turmiel) y en segundo lugar por su riqueza en fósiles de invertebrados (Lám. 3, fig. 3). Se destaca especialmente la importancia de los ammonoideos y bra- quiópodos, tanto en abundancia como en diversidad taxonómica, que ha permi- tido la realización de estudios paleontológicos y bioestratigráficos de detalle.

Importancia paleontológica y estratigráfica De acuerdo con Goy et al. (1997), una de las características más notables de esta sección es el importante desarrollo que tienen los materiales correspondien- tes al tránsito Pliensbachiense-Toarciense. Por encima de la Fm. Barahona (Goy et al., 1976) con Pleuroceras, se encuentran al menos 5 m de una alternancia de margas y calizas mudstone y wackestone que podrían corresponder a la Fm. Tur- miel y que contienen aún ejemplares de Pleuroceras en la base, y ejemplares de Emaciaticeras y Canavaria en la parte superior, que corresponden aún al Pliens- bachiense superior. Por encima se sitúa una sucesión (43 m) de margas con in- tercalaciones de niveles de calizas, que pertenecen también a la Fm. Turmiel. Los

188 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

26 m inferiores corresponden al Toarciense inferior (Biozona Tenuicostatum, 11 m; Biozona Serpentinus, 8,5 m; Biozona Bifrons, 6,5 m) y los restantes 17 m al Toarciense superior (Biozona Variabilis, 7,5 m; Biozona Thouarsense, 1,5 m; Bio- zona Insigne, 7,5 m). El límite inferior del Toarciense se puede señalar con pre- cisión debido a la existencia de Dactylioceras (Eodactylites) simplex Fucini, in- mediatamente por encima de los niveles con los últimos ejemplares de Canavaria. La Fm. Chelva comienza en esta región con un tramo inferior de 4 m de espesor, perteneciente aún a las biozonas Pseudoradiosa y Aalensis. La extraordinaria riqueza en braquiópodos en el Toarciense de la sección de Ariño, incluye tanto el alto número de ejemplares como de taxones existentes. Se ha registrado la mayoría de las especies reconocidas en la cuenca (García Joral y Goy, 1994), incluyendo algunas que son muy escasas en la mayoría de las loca- lidades de la Cordillera Ibérica. Lo anterior posibilita la identificación de todas las biozonas y subbiozonas de braquiópodos propuestas para el Toarciense de la Cuen- ca Ibérica (Goy et al., 1984).

Riesgos y afecciones La localización de los afloramientos descritos en áreas y barrancos relativa- mente inaccesibles, lejos de rutas transitadas y a los que se accede por caminos en mal estado hace que estos yacimientos de Jurásico Inferior sean poco conoci- dos y permanezcan en la actualidad muy poco afectados por el expolio o por ac- ciones antrópicas, si bien el riesgo de expolio de formaciones muy fosilíferas es siempre una realidad, más especialmente en un área declarada Parque Cultural, en donde estos parajes pueden ser incluidos en rutas culturales o recorridos de sen- derismo. En el momento actual el mayor riesgo que puede afectar a estos afloramientos es el erosivo en los distintos barrancos estudiados, que puede llegar a ser alto, dado el carácter margoso de la Fm. Turmiel y la rapidez de excavación de los barran- cos por las aguas de escorrentía. No obstante, en cierto sentido la erosión en esta unidad estratigráfica también puede tener buenas consecuencias al abrir nuevos afloramientos y al ejercer una función de lavado sobre los fósiles. Otros riesgos fí- sicos, como explotaciones mineras, urbanizaciones, obras públicas o vertederos pueden considerarse menores o nulos (únicamente en el caso de ensancharse o ampliarse la red de caminos vecinales existentes en este punto al planificarse nue- vas rutas por el Parque Cultural). Con respecto a los riesgos derivados del posi- ble expolio, éste es bajo por el momento por la difícil accesibilidad del yacimiento. No obstante, presenta una alta susceptibilidad al expolio, como la mayoría de los afloramientos de esta formación. Ello es debido, no tanto a la accesibilidad del aflo- ramiento como a la facilidad de explotación o destrucción (o recolección) por la excelente exposición de los materiales, la facilidad de excavación y la enorme ri- queza paleontológica del mismo.

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Medidas de protección La misma localización del barranco del Alajo y los afloramientos en un área retirada y poco accesible y la escasez de riesgos que presenta en la actualidad, hace que no sea necesario por el momento emprender o planificar ninguna medida de protección concreta. No obstante, dada la proximidad del mismo a la localidad de Ariño, en el centro geográfico del Parque Cultural del Río Martín y la actualización y mejora de la red de caminos vecinales en esta zona, es relativamente probable que las proximidades de este barranco se vean afectadas por, o incluidas en, el tra- zado de rutas culturales (paisaje, senderismo, biología, etc.). En ese caso se de- berá contemplar para este yacimiento la realización de medidas protectoras se- mejantes a las aconsejadas en los apartados precedentes: edición de material cultural, turístico, informativo o científico evitando mencionar directamente los yacimientos, su contenido paleontológico o su ubicación exacta; señalización in- formativa de carácter paleontológico (mesas de interpretación) y legal (legislación de patrimonio) y disuasoria, incrementando la vigilancia sobre dichas áreas pa- ralelamente a la ampliación de la red de caminos y rutas culturales.

Interés social: difusión social, gestión y medidas de protección de los yacimientos

El reconocimiento de los yacimientos paleontológicos jurásicos localizados en el Parque Cultural del Río Martín y la valoración científico-cultural y social de los mismos han sido objeto de estudio por Soria (1993, 1995). La relativa accesibili- dad y la buena conservación de los restos fósiles, así como la gran abundancia de los mismos, son los atractivos sociales más destacados de estos yacimientos.

Interés del área y yacimientos afectados Aparte de su interés y de su larga tradición científica, el área del río Martín, en los alrededores de la sima y de la ermita de San Pedro, ha sido desde tiempos antiguos un lugar turístico conocido y un área preferente de visita y de excursio- nismo por la población. Esto es debido al interés natural de la sima y al atracti- vo paisajístico del entorno, al cual no son ajenos los restos arqueológicos de Olie- te y del Cabezo de San Pedro y la riqueza fosilífera de los materiales jurásicos. Dicho interés ha propiciado una intensa actividad comercial sobre los grupos de fósiles (especialmente sobre los ammonoideos) que ha traspasado las fronteras es- pañolas y que se ha traducido en un intenso expolio sobre los yacimientos fosi- líferos más próximos a la Sima de San Pedro: afloramientos 3 y 4; y parcialmen- te, en los niveles del Calloviense (Jurásico Medio) y el nivel de oolitos ferruginosos en el afloramiento 2, del Campil (fig. 1-b).

190 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín

Tipos de actividades expoliadoras

Dentro de las actividades expoliadoras es conveniente distinguir entre la oca- sional o “turística”, centrada básicamente en la extracción ocasional de ejempla- res valiosos, o llamativos, y la más “profesional”, propia de coleccionistas y co- merciantes, más sistemática y que incluye la utilización de instrumental más especializado y la remoción de terreno o de grandes bloques (Lám. 3, figs. 1-2). Aunque ambos tipos de expolio son igualmente perjudiciales para la conservación del patrimonio y para los estudios científicos, es evidente el mayor poder des- tructivo del segundo tipo, que puede conllevar la inutilización o agotamiento de yacimientos de gran interés científico y patrimonial en poco tiempo. En los últi- mos años el expolio se ha extendido a materiales adyacentes, del Jurásico Supe- rior, del Oxfordiense, y a otras áreas próximas al río Martín, principalmente el ba- rranco de las Estacas (yacimientos 1 y 5; fig. 1-b) y a los afloramientos de materiales del Calloviense entre la Loma del Zorro y el Decantadero (fig. 1-b) en donde el expolio del segundo tipo ha tomado dimensiones apreciables (Lám. 3, figs. 1 y 2). Los yacimientos paleontológicos del Jurásico Inferior reseñados (aflo- ramiento 6: barranco del Alajo, fig. 1-b), menos accesibles y más conocidos por su interés científico que turístico, no se encuentran en principio afectados por estos riesgos.

Medidas de prevención y protección

La Ley de Parques Culturales de Aragón (Ley 12/1997 de 3 de diciembre) tiene entre sus objetivos “proteger, conservar y difundir el patrimonio cultural y, en su caso, natural, sin perjuicio de la normativa y sistemas de gestión relativos a la protección de los espacios naturales protegidos”. Un segundo objetivo inclu- ye: “promover la información y la difusión cultural y turística de los valores pa- trimoniales [...] así como promover actividades pedagógicas sobre el patrimonio cultural con escolares, asociaciones y público en general”.

Instrumentos legales

En el contexto de lo expresado en este trabajo y de los yacimientos paleon- tológicos analizados, parece obvio que el primer objetivo se ajusta a la proble- mática expuesta y que el texto de la ley muestra en alguna medida su preocupa- ción por la protección de los valores patrimoniales existentes en las zonas declaradas Parque Cultural. A esto debe añadirse que el patrimonio paleontológico se encuentra acogido bajo las leyes de Patrimonio Histórico Español (Ley 16/1985 de 25 de junio), la de Espacios Naturales Protegidos (Ley 4/1989 de 27 de marzo) y, en la Comunidad de Aragón, por el decreto regulador de la D.G.A., de las ac- tividades arqueológicas y paleontológicas (Decreto 6/1990 de 23 de enero). Exis- ten por tanto los instrumentos legales para poner en marcha las medidas protec- toras sobre los yacimientos paleontológicos (Meléndez y Soria, 1994).

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La aplicación de este segundo objetivo reseñado aquí podría presentar una mayor problemática por el temor generalizado en la comunidad científica a que la difusión cultural y las actividades pedagógicas que incluyan el acceso a áreas reservadas para los estudios científicos propicien las actividades incontroladas y el deterioro de las mismas. No obstante, es preciso ser consciente de que la de- claración de un área como zona protegida o especialmente señalada por la Ad- ministración incluye asimismo el legítimo derecho por ésta a su gestión y renta- bilización social. En este sentido, los yacimientos de diverso tipo que se encuentran próximos a zonas de interés turístico (yacimientos 3, 4 y 5: sima y ermita de San Pedro; Cabezo de San Pedro y ruinas ibéricas) pueden constituir puntos de inte- rés pedagógico incluibles en visitas guiadas y manuales explicativos de carácter geológico general, si bien es recomendable que éstas no sean nunca de carácter específicamente paleontológico. En cualquier caso, las actividades en este senti- do deberían ir siempre orientadas a la concienciación social del visitante sobre el inmenso valor científico del patrimonio geológico y paleontológico que tiene de- lante, tendentes a generar en el ciudadano las mismas actitudes que pueden mos- trarse hacia monumentos de carácter histórico-artístico. Del mismo modo la pro- gramación de actividades culturales y docentes puede orientarse hacia la denuncia del expolio y del daño irreparable que produce la recolección no autorizada o las excavaciones realizadas con fines no científicos.

Acciones y medidas preventivas En consonancia con el gran valor científico de los yacimientos 1 y 2, trata- dos en numerosas publicaciones (barranco de las Estacas; Campil), se desacon- seja incluirlos dentro de los puntos visitables del Parque Cultural del Río Martín ya que el interés público sobre los mismos haría peligrar su conservación y au- mentar su expolio y el deterioro del patrimonio paleontológico. Se recomienda por tanto no incluir ni situar exactamente estos yacimientos en las posibles guías di- vulgativas o paneles explicativos que se puedan realizar, adoptando en cambio todas las medidas encaminadas a su protección y vigilancia. En cualquier caso, y dado el valor paisajístico, biológico y natural de este punto (presencia de bui- treras, cauce del río, vegetación, etc.), podría hacerse mención a ellos de un modo general, no específicamente paleontológico, sin precisar su posición exacta en mapas de detalle, y subordinando en cualquier caso el interés paleontológico al natural. Se recomienda asimismo sustituir en el folleto elaborado por la Asociación Parque Cultural del Río Martín (1995) dentro del apartado “Yacimientos Paleon- tológicos”, en los puntos P.1 y P.2, el término “Yacimientos de ammonites del To- arciense” por “Afloramientos del Jurásico Inferior”; en los puntos P.4 a P.7 susti- tuir el término “Yacimientos de ammonites del Jurásico Medio y Superior” por “Afloramientos de materiales del Jurásico Medio y Superior”. De esta manera, el interés paleontológico de los yacimientos queda implícito por su inclusión en el capítulo de Yacimientos Paleontológicos, pero no existe una mención explícita a

192 Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín su contenido, cumpliéndose una labor informativa y didáctica pero sin estimular intereses coleccionistas.

Vigilancia activa

Por último, la labor de vigilancia de los espacios naturales llevada hasta la fecha por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) con resultados po- sitivos y éxitos destacables, tales como denuncias y sanciones por recolección y excavación no autorizada, decomiso del material incautado y depósito en de- pendencias del Museo Paleontológico de Aragón (Canudo, 1994) debe intensifi- carse en el futuro en esta área, especialmente afectada desde hace décadas por el expolio indiscriminado y la recolección destructiva de material. La colaboración entre los investigadores, el Patronato del Parque Cultural y el SEPRONA es fun- damental para, por un lado, intensificar e incrementar la vigilancia y la protección de los yacimientos y, por otro, participar conjuntamente en la futura organización y coordinación de las actividades culturales y didácticas.

Conclusiones

La propuesta de declaración del valle del río Martín como Parque Cultural po- sibilita, dentro del contexto de la Ley de Parques Culturales de Aragón, una pro- tección activa de los yacimientos paleontológicos del Jurásico, amenazados se- riamente de expolio y destrucción, con los instrumentos legales adecuados. La gestión y la programación futura de actividades culturales y didácticas y de visi- tas turísticas, no obstante, debería diseñarse con prudencia, tendente siempre a generar una conciencia social en la población hacia el aprecio por el valor cien- tífico y patrimonial de los yacimientos. A este respecto, la colaboración estrecha entre los investigadores y las autoridades políticas y el Servicio de Protección de la Naturaleza resultarán cruciales para el desarrollo del Parque y la protección de su patrimonio paleontológico.

Agradecimientos

Este trabajo forma parte del proyecto PB96-0838 de la DGES-CSIC y ha sido realizado gracias a sendas becas de investigación de la Diputación General de Ara- gón (CONSI+D) y del Instituto de Estudios Turolenses. Asimismo los trabajos se beneficiaron de una subvención económica (P35/97) de la Dirección General de Patrimonio de la Diputación General de Aragón. Los autores desean agradecer a Celia Soria Llop la corrección del manuscrito y a Enrique Peñalver la elaboración de las láminas.

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EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 201-208

Importancia patrimonial de Arroyo de la Pascueta, un yacimiento de ámbar cretácico con insectos fósiles en Rubielos de Mora The significance of the heritage of the Arroyo de la Pascueta site: A amber site with fossil insects at Rubielos de Mora (Teruel, Spain)

Enrique PEÑALVER1 y Xavier MARTÍNEZ DELCLÒS2

1. Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, Universitat de València, Apartado 2085, E-46071 Valencia. e-mail: [email protected] 2. Departament d´Estratigrafia i Paleontologia. Facultat de Geologia, Universitat de Barcelona. Zona Universitària de Pedralbes, 08071 Barcelona. e-mail: [email protected]

RESUMEN Recientemente ha sido redescubierto ámbar, de edad Albiense inferior-medio (100 Ma aprox.), en Rubielos de Mora (Teruel). Este ámbar fue citado por primera vez en 1860 por Juan Vilanova y Piera. El ámbar de Rubielos de Mora aparece en un yacimiento denomi- nado Arroyo de la Pascueta y fue excavado en octubre de 1998. Hasta el momento, se han encontrado ocho insectos fósiles en este ámbar del Cretácico Inferior (un Homoptera, cinco Hymenoptera y dos indet.). La importancia de este patrimonio paleontológico viene dada por los siguientes puntos: 1) los yacimientos de ámbar del Cretácico Inferior son muy es- casos, 2) el estudio de los insectos fósiles del Cretácico Inferior es crucial para el conoci- miento de la evolución de estos artrópodos, y 3) la conservación en ámbar es un tema del máximo interés en los estudios de tafonomía. Finalmente, la mejor actitud para la con- servación de este yacimiento es desarrollar en la población un sentimiento de comprensión y apreciación de la importancia del patrimonio paleontológico de Rubielos de Mora. Palabras clave: Cretácico, ámbar, insectos fósiles, yacimiento, patrimonio paleontológico, Teruel, España.

201 E. PEÑALVER Y X. MARTÍNEZ DELCLÒS

ABSTRACT A new fossil amber, believed to be Lower-Middle Albien in age (around 100 Myrs old), has been recently rediscovered in Rubielos de Mora (province of Teruel, Spain). This amber was cited for the first time in 1860 by the spanish palaeontologist Juan Vilanova y Piera. The amber of Rubielos de Mora occur in an outcrop named Arroyo de la Pascueta which was digged in October 1998. So far, eight fossil insect specimens have been found in this Lower Cretaceous amber site: one Homoptera, five Hymenoptera and two indet. The importance of this palaeontological heritage is orderlined by: 1) the scarcity of Lower Cretaceous amber outcrops containing fossil insects, 2) the great importance of Lower Cretaceous fossil in- sects to know the evolution of these arthropods, and 3) the special interest of amber pre- servation for taphonomic studies. Finally, the best attitude for the conservation of this im- portant outcrop is to try to raise public awareness and Social Concern, in order to develop a sense of understanding and appreciation of the importance of Rubielos de Mora’s pa- laeontological heritage in the population. Keywords: Cretaceous, amber, fossil insects, outcrop, palaeontological heritage, province of Teruel, Spain.

Introducción

El ámbar cretácico en la provincia de Teruel se conoce desde antiguo y ha sido hallado en varias localidades, todas ellas pertenecientes a la Formación Es- cucha, siendo la más conocida la de Utrillas. La primera cita de ámbar en Rubie- los de Mora corresponde a Vilanova y Piera (1860) y posteriormente es citado por Cortázar (1885) y Calderón (1910). Ninguno de estos autores indica la proceden- cia exacta de la resina fósil, pero por las descripciones deducimos que se referían a ámbar del Cretácico, y no del Mioceno como en ocasiones se ha pensado. En 1910 Boscá, al escribir sobre las minas de calamina de Linares de Mora, trata sobre la existencia de grandes piezas de ámbar en esta localidad vecina de Rubielos de Mora: “Lo más interesante de estos nódulos es que, según parece, llevan dentro a veces (y según referencias del distinguido ex-diputado por Teruel, D. Santos Al- calá) insectos fósiles u otros seres semejantes al parecer, y que, aprisionados por la resina en remotos tiempos, nos los conserva hasta el presente, como es sabido”. Este yacimiento no ha sido localizado hasta la fecha, sin embargo la posible pre- sencia de insectos fosilizados del Cretácico hace muy interesante esta referencia. Conociendo que en el pasado se había hallado ámbar en Rubielos de Mora, Vicente Arnau Górriz, vecino de esta localidad, buscó y halló, dentro del muni- cipio, una localidad rica en ámbar. El antecedente de posibles insectos incluidos en ámbar en el vecino Linares de Mora, y la importancia científica que implica un yacimiento paleoentomológico del Cretácico Inferior, nos impulsó a visitar el aflo- ramiento de Rubielos de Mora, que localizamos gracias a la ayuda de Federico Gó- rriz y Federico Alegre. Comprobado el potencial de este yacimiento, se realizó una excavación paleontológica en octubre de 1998 subvencionada por el Instituto de Estudios Turolenses con un permiso de excavación de la DGA.

202 Importancia patrimonial de Arroyo de la Pascueta, un yacimiento de ámbar cretácico

El yacimiento de Arroyo de la Pascueta se encuentra en depósitos detríticos lignitosos de la Formación Escucha y tiene una edad Albiense inferior-medio (Cre- tácico Inferior), es decir, unos 100 Ma (para más datos ver Gómez et al., 2000). Este yacimiento se ha mostrado muy rico en ámbar (fig. 1.1), y en las numerosas muestras obtenidas se han hallado insectos fósiles. El estudio de las muestras de ámbar se encuentra en sus inicios, pero ya ha revelado algunos ejemplares de gran interés con una conservación excelente (fig. 1.2).

1 2 Figura 1. 1) Masa subesférica de ámbar oscuro de gran tamaño hallada en Arroyo de la Pas- cueta durante una excavación paleontológica en octubre de 1998 y 2) Cabeza y tórax de un himenóptero de la familia Scelionidae.

Importancia científica del yacimiento

Los yacimientos con ámbar del Cretácico son muy escasos a nivel mundial, no así los yacimientos con ámbar del Cenozoico. En unos pocos yacimientos del Cretácico Inferior se ha documentado la presencia de inclusiones biológicas, tales como insectos; en la actualidad se conocen los famosos yacimientos de Jezzine y Baabda (Líbano), Wadi Zerka (Jordania), Isla de Wight (UK) y Golling (Austria). Dentro de esta escasez debe considerarse la importancia del yacimiento de ámbar del Albiense de Arroyo de la Pascueta. En España, en los últimos años, se han descubierto otras cuatro localidades con ámbar del Cretácico Inferior que contienen insectos incluidos (Peñalver et al., 1999). Es el caso del ámbar de Asturias (Arbizu et al., 1999), pero únicamente los importantes yacimientos de Peñacerrada (Álava) y, especialmente, Moraza (Bur- gos) son abundantes en dichas inclusiones (e.g. Alonso et al., 1999; Martínez Del- clòs y Peñalver, 1998; Martínez Delclòs et al., 1998; Szadziewski y Arillo, 1998; Arillo y Mostovski, 1999; Waters y Arillo, 1999; Arillo y Nel, 2000; Baz y Ortuño, 2000; Martínez Delclòs et al., 2000).

203 E. PEÑALVER Y X. MARTÍNEZ DELCLÒS

La presencia de bioinclusiones en este ámbar turolense, que es además muy abundante, y la presencia de restos cuticulares de vegetales en la roca circundante, hace de Arroyo de la Pascueta un punto de gran interés e importancia paleonto- lógica. Con el nombre de Arroyo de la Pascueta se denomina al pequeño pero rico afloramiento excavado en octubre de 1998, sin embargo en otros dos puntos den- tro de la columna estratigráfica se ha detectado la presencia de ámbar. En otra po- sición, a escasa distancia del yacimiento de ámbar, se han localizado unos nive- les margoso-lignitíferos, de la misma formación, con abundantes cutículas vegetales pertenecientes a varios taxones, algunos de los cuales están presentes en el mismo punto de extracción del ámbar. Estas cutículas fósiles de plantas han sido estudiadas recientemente por un equipo francés de paleobotánicos, siendo la determinación taxonómica la siguiente (Gómez et al., 1999 y 2000): hojas de Fre- nelopsis alata y Pagiophyllum sp., hojas que recuerdan a las de Sciadopitys, conos masculinos de Classostrobus sp. y madera de Agathoxylon sp. del grupo de las co- niferales, asimismo Weichselia reticulata (Matoniaceae) y Pseudotorellia sp. (co- niferales?). Por otro lado, este afloramiento es localidad tipo de la reciente nueva especie Nehvizdya penalveri, del grupo de las ginkgoales (Gómez et al., 2000), taxón también presente en el afloramiento con ámbar. Precisamente, en este im- portante yacimiento paleobotánico se han encontrado también restos de ámbar (Martín Closas, com. per., 2000). Muy posiblemente la madera fósil de Agathoxylon y el ámbar tengan su origen en una misma entidad paleobiológica. La máxima importancia científica de esta localidad de ámbar viene referida a sus insectos fósiles. Hasta el momento se ha procesado el 60% de los ejempla- res de ámbar obtenidos en la excavación de octubre de 1998 y han proporciona- do 8 restos de insectos. Uno de ellos corresponde a un raro homóptero de la Su- perfamilia Cercopoidea, otros ejemplares son himenópteros de los cuales 4 pertenecen a la familia Scelionidae, abundante en los ámbares del Cretácico, y un interesante ejemplar pertenece a la extinta y rara familia Cretevaniidae. Este re- gistro es importante debido a las siguientes razones: a) Los yacimientos con ámbar del Cretácico Inferior son muy escasos a nivel mundial, como ha sido ya expuesto, y en España únicamente otras cua- tro localidades han proporcionado fósiles. b) El Cretácico es una edad clave en la evolución de los insectos por lo que el estudio de los mismos, en este ámbar turolense, puede arrojar luz sobre la evolución de tan importante grupo . Hay que tener en cuenta que dentro del Cretácico el yacimiento de Teruel se sitúa en una edad muy an- tigua (Albiense; Cretácico Inferior). Por otra parte, es en este periodo geo- lógico en el que aparecen importantes grupos de insectos como por ejem- plo las hormigas, cuyo origen es muy controvertido y se encuentra entre los aspectos de mayor interés en los estudios de insectos fósiles. c) La conservación en ámbar es de especial importancia científica ya que se pueden visualizar las estructuras más delicadas de los insectos del pasado (figs. 1.2 y 2), y los insectos son considerados organismos de bajo po-

204 Importancia patrimonial de Arroyo de la Pascueta, un yacimiento de ámbar cretácico

tencial de fosilización; en definitiva, los yacimientos de ámbar con bioin- clusiones se engloban dentro de los raros Konservat-Lagerstätten o yaci- mientos de conservación excepcional. Según lo expuesto anteriormente, Arroyo de la Pascueta se puede encuadrar, desde un punto de vista científico, entre los yacimientos de ámbar más importantes del mundo, pese a encontrarse su estudio en los inicios.

Figura 2. Dibujo a cámara clara de un ejemplar hembra de insecto himenóptero parásito de la familia Scelionidae, del ámbar del Cretácico Inferior de Arroyo de la Pascueta, hallado durante una excavación paleontológica en octubre de 1998. El ejemplar mide únicamente 1,5 mm de longitud corporal (incluido el ovopositor).

La presencia de cutículas fósiles de plantas, perfectamente identificables y de grupos muy diversos, junto al ámbar corresponde a una circunstancia única en el conjunto mundial de yacimientos de ámbar del Cretácico. El conocimiento de la paleoflora asociada a estos registros de insectos es de gran importancia para una correcta interpretación paleoecológica, pero desgraciadamente en el ámbar del Cre- tácico la presencia de bioinclusiones vegetales es muy escasa y fragmentaria. Gra- cias al yacimiento de Arroyo de la Pascueta podrá establecerse una adecuada re- lación entre la paleoflora y la paleoentomofauna del Albiense. La zona de Rubielos de Mora es muy conocida por su riqueza paleoento- mológica referida a los yacimientos con insectos fósiles del Mioceno. Dicha im- portancia está impulsando la propuesta de declaración de Rubielos de Mora como Bien de Interés Cultural (B.I.C.). Resulta curioso el hecho de que dentro de un mismo municipio se puedan encontrar los dos modos típicos, pero a la vez muy

205 E. PEÑALVER Y X. MARTÍNEZ DELCLÒS raros, de fosilización de insectos: en depósitos laminados de origen lacustre y en ámbar.

Peligros potenciales y reales

El yacimiento ha sido explotado, al menos en las últimas décadas, para la ex- tracción de ámbar, presumiblemente para su utilización como incienso, sin em- bargo ello no ha implicado su agotamiento ya que no ha sido intensamente ex- cavado. Se desconoce su extensión lateral y potencia real, pero cabe destacar que es muy rico en ámbar. Cuatro características lo hacen poco susceptible al expo- lio por coleccionistas o comerciantes de fósiles: a) presenta un difícil acceso, b) su localización exacta no está muy divulgada, c) contiene un ámbar oscuro y frá- gil, lo cual no lo hace aprovechable en gemología, y d) las bioinclusiones de este ámbar son de muy pequeño tamaño, son difíciles de visualizar, son muy escasas y precisan de una preparación laboriosa. Si bien el peligro de expolio es bajo, de producirse éste de manera continuada se podrían poner en peligro futuras inves- tigaciones científicas ya que, como se ha indicado, se desconoce su extensión al encontrarse prácticamente cubierto. La localización particular y remota del yacimiento hace que deban consi- derarse nulos los peligros potenciales del tipo vertederos, construcciones urbanas, vías de comunicacion, trabajos agrícolas, explotaciones mineras, etc. (fig. 3).

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTO Arroyo de la Pascueta explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 3. Gráfica de evaluación de los riesgos potenciales y reales que pueden destruir o dañar al yacimiento de Arroyo de la Pascueta.

Gestión del yacimiento

Arroyo de la Pascueta no presenta unas mínimas características que lo hagan susceptible de un aprovechamiento turístico-cultural con visitas al mismo dado su difícil acceso y su escasa visibilidad. Sin embargo, la espectacularidad e interés de la conservación en ámbar sería fácilmente aprovechable en exposiciones y talle- res en la población. El acceso extremadamente difícil y la remota localización del yacimiento hacen muy poco viable la vigilancia del mismo, contra la expoliación, por parte

206 Importancia patrimonial de Arroyo de la Pascueta, un yacimiento de ámbar cretácico del SEPRONA. Por las mismas razones no tendrían un efecto disuasorio ni los car- teles de advertencia ni su vallado. Es por ello que la mejor garantía para la con- servación de este raro Konservat-Lagerstätte sea evitar la difusión de todo tipo de datos sobre su localización exacta. La concienciación de la población de Rubielos de Mora sobre la importancia de su patrimonio paleontológico es vital para al- canzar esa garantía de conservación a largo plazo. Dicha concienciación pasa ne- cesariamente por una adecuada difusión cultural de este peculiar patrimonio y, quizá, por su puesta en valor de cara a su aprovechamiento turístico, tal como es muy común en Polonia, con el ámbar Cenozoico, o en Alemania, con los aflora- mientos de calizas litográficas ricas en fósiles del Jurásico. Un factor importante es la divulgación científica del yacimiento para que sea apreciado, y también com- prensible, por toda la población. En lo expuesto anteriormente está basada la pro- puesta de una exposición permanente, en la población de Rubielos de Mora, sobre este interesante patrimonio paleontológico dentro del proyecto mayor llamado Di- nópolis (Conjunto Paleontológico de Teruel, I.A.F.). Todo lo anterior pasa nece- sariamente por un conocimiento científico mínimo del registro fósil de este peculiar yacimiento, y para ello serán necesarias varias campañas de excavación y años de investigación multidisciplinar. Desde una perspectiva científica existen suficientes razones para su catalo- gación como Punto de Especial Interés Paleontológico por parte de la Comisión de Patrimonio de la Sociedad Española de Paleontología.

Agradecimientos

Agradecemos la ayuda de Vicente Arnau, Federico Górriz, Federico Alegre y Manuel Górriz, todos ellos vecinos de Rubielos de Mora. Asimismo, a María Ánge- les Aranda por su gentil y desinteresada colaboración. Al Instituto de Estudios Tu- rolenses que costeó una excavación paleontológica en octubre de 1998 con una Ayuda a la Investigación. Al equipo de excavación formado por Esteban José Sán- chez, Roser Momparler, Jordi Guillem, María Ángeles Maroto, Brígida Gil, Carlos Martínez Pérez y Jóse Antonio Villena. Finalmente, a los revisores del manuscri- to, Dr. Eladio Liñan y Dra. Gloria Cuenca, con cuyas apreciaciones ha mejorado sustancialmente. El Dr. Guillermo Meléndez corrigió el texto del Abstract.

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208 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 209-225

Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno de Rubielos de Mora The significance of the heritage of the Miocene Konservat-Lagerstätte site of Rubielos de Mora (Teruel, Spain) and proposals for management

Enrique PEÑALVER1, Xavier MARTÍNEZ DELCLÒS2 y Eduardo BARRÓN3 1. Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, Universitat de València, Apartado 2085, E-46071 Valencia. e-mail: [email protected] 2. Departament d´Estratigrafia i Paleontologia. Facultat de Geologia, Universitat de Barcelona. Zona Universitària de Pedralbes, 08071 Barcelona. e-mail: [email protected] 3. Departamento de Paleontología, Facultad de Ciencias Geológicas, Universidad Complutense, Ciudad Universitaria, 28040 Madrid.

Hemos encontrado también muchos restos vegetales, a veces en un estado tal de conservación que no parece sino que acaban de ser enterrados en el barro, pero generalmente más o menos carbonizados. Faura i Sanz, 1914(*) Las hojas de Sauce son verdaderamente modelo de conserva- ción, pues ofrecen en la substancia verde rojiza de la planta hasta las últimas divisiones y celdillas de las dicotomizaciones continua- das de los nervios terciarios, hasta formar los plexos o redes que for- man el esqueleto de estas hojas. Hernández Sampelayo y Cincúnegui, 1926(*)

RESUMEN Las ritmitas bituminosas de Rubielos de Mora, con abundantes fósiles del Aragoniense in- ferior (Mioceno Inferior, alrededor de 19 Ma), fueron excavadas de forma intensiva e ile-

(*) Ambas citas hacen referencia a la conservación de las plantas fósiles miocenas de Rubielos de Mora.

209 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN

gal por comerciantes de fósiles para la obtención de ejemplares de anfibios e insectos que pueden alcanzar un gran valor económico en el mercado ilegal de fósiles. En la cuenca de Rubielos de Mora existen seis afloramientos principales que han librado insectos fósiles y restos paleobotánicos, y que de este a oeste son Río Rubielos, Alto de la Venta, El Bolaje de Abajo, Barranco Casas, Campo de Tiro y Cerro del Porpol. La protección de estos aflo- ramientos reviste un especial interés tanto por criterios científicos (naturaleza de los fósi- les –Río Rubielos es localidad tipo–, conservación y diversidad de los fósiles e información tafonómica debido a que Rubielos de Mora es un típico Konservat-Lagerstätte) como por cri- terios socio-culturales (fragilidad, vulnerabilidad frente al expolio e interés educativo del mismo). Los yacimientos que libran restos de plantas e insectos fósiles asociados y muy bien conservados son muy raros. El yacimiento de Rubielos de Mora está especialmente pro- tegido por el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza), pero también es nece- sario desarrollar un sentimiento de comprensión y apreciación de la importancia de este patrimonio paleontológico en la población. Palabras clave: Mioceno, Teruel, España, ritmitas bituminosas, insectos fósiles, paleobo- tánica, yacimiento, Konservat-Lagerstätte, patrimonio paleontológico.

ABSTRACT Oil shales from Rubielos de Mora (province of Teruel, Spain) are believed to be Lower Ara- gonian (Lower Miocene, around 19 Myrs old) and were intensively and illegally excavated by fossil traders due to the frequent presence of fossil insects and amphibians, which have a high economic value in the illegal market of fossils for private collections. Six main out- crops bearing fossil insects and plant remains are known in the Rubielos de Mora Basin. These are, from East to West: Río Rubielos, Alto de la Venta, El Bolaje de Abajo, Barran- co Casas, Campo de Tiro and Cerro del Porpol. Protection of these outcrops presents a spe- cial interest, on the basis of both scientific criteria (type of fossils –Río Rubielos is a type locality–, preservation of the fossils, diversity of the fossils and taphonomic information of the Rubielos de Mora Konservat-Lagerstätte) and socio-cultural criteria (fragility, vulnera- bility to damage related to fossil collecting and educational interest). Such outcrops, sho- wing this exceptional fossil content including so well-preserved plant remains and fossil in- sects, are very scarce. The Rubielos de Mora site is protected by the SEPRONA (Service for the Protection of Nature in Spain). Yet, it is also necessary to develop the Social Concern and knowledge among the population about the importance of this palaeontological heri- tage. Keywords: Miocene, province of Teruel, Spain, oil shales, fossil insects, palaeobotany, out- crop, Konservat-Lagerstätte, palaeontological heritage.

Introducción

Es bien conocido que la provincia de Teruel, respecto a otras provincias es- pañolas, cuenta con un rico y variado patrimonio paleontológico. Normalmente, los yacimientos protegidos y más conocidos por la población corresponden a aqué- llos con restos fósiles de vertebrados, sobre todo si cuentan con restos de dino- saurios o de homínidos. En Teruel existen buenos ejemplos de estos afloramien- tos, pero también hay ejemplos de un tipo poco abundante en el que se encuentran fosilizados organismos de cuerpo blando y que por ello se les denomina Konser-

210 Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno vat-Lagerstätten o yacimientos de conservación. Éstos no sólo son muy poco co- munes sino que en ellos se encuentran abundantes e importantes fósiles no pre- sentes en otros yacimientos, y que por ello son clave para la reconstrucción de la vida del pasado. Dentro de este notable grupo se encuentran algunos de los ubi- cados en la cuenca miocena lacustre de Rubielos de Mora. Los afloramientos que presenta la cuenca son 6: Río Rubielos, Alto de la Venta, El Bolaje de Abajo (El Rull para otros autores), Barranco Casas, Campo de Tiro y Cerro del Porpol. Están constituidos por ritmitas bituminosas o por lutitas en placas y contemplan varias características que hacen que el conjunto tenga un especial interés científico y patrimonial. Por una parte, corresponden, como se ha dicho, a los poco comunes Konservat-Lagerstätten y, por otra parte, el registro fósil que presentan es muy variado apareciendo algunos taxones que están siendo des- critos como nuevas especies. Además, hay un elevado número de grupos de in- sectos que son muy raros o incluso desconocidos en el registro fósil mundial. Destacan tres conjuntos en su registro fósil: a) insectos de taxones muy va- riados, b) restos vegetales representados por macrorrestros y polen, y c) anfibios urodelos que, si bien presentan poca variación de taxones, se encuentran mayo- ritariamente en completa articulación y con impresión de los tejidos blandos. En general, se observa que el registro fósil del Mioceno lacustre de Rubielos de Mora posee unas peculiaridades de tipo paleobiogeográfico y paleoclimático de gran in- terés. Por un lado se encuentran formas de insectos típicas de ambientes subtro- picales que actualmente se localizan en el este asiático. Los restos paleobotánicos están proporcionando valiosos datos para la reconstrucción paleoclimática, como se verá más adelante.

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS Río Rubielos Alto de la Venta Cerro del Porpol Campo de Tiro Barranco Casas El Bolaje de Abajo explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 1. Gráfica de evaluación de los riesgos potenciales y reales que pueden destruir o dañar los afloramientos tipo Konservat-Lagerstätte de Rubielos de Mora (Teruel).

211 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN

El registro fósil de Rubielos de Mora

A continuación, se realizará una síntesis del registro fósil de los insectos de Rubielos de Mora que ya han sido extensamente tratados en varias publicaciones anteriores (Martínez Delclòs et al., 1991; Montoya et al., 1996; Peñalver y Seila- cher, 1995; Peñalver, 1998a y 1998b; Peñalver et al., 1999); por el contrario, se tra- tarán de forma más extensa la importancia y las características de la paleoflora ya que corresponden a resultados recientes de la investigación de uno de nosotros (E. Barrón).

Insectos fósiles

Los yacimientos de Rubielos de Mora revisten un gran interés por varias ra- zones. Por una parte, contienen una gran abundancia de ejemplares fácilmente ex- traíbles (Lám. 1, fig. 1). Esta abundancia, según los afloramientos, sólo es com- parable a la que presentan algunos de los más ricos y famosos yacimientos del Cenozoico de Francia. A la gran abundancia de ejemplares, hay que añadir una elevada variedad de taxones representados; hasta el momento, se han identifica- do 46 familias de insectos repartidas en los órdenes Odonata, Dermaptera, Or- thoptera, Hemiptera, Thysanoptera, Raphidioptera, Coleoptera, Hymenoptera, Tri- choptera, Lepidoptera y Diptera. En todas las prospecciones realizadas en los yacimientos se han hallado nuevas formas no encontradas anteriormente. Algunos de los taxones identificados son muy raros en el registro fósil mun- dial o incluso desconocidos. Por ejemplo, se conocen contadísimos ejemplares fó- siles de lepidópteros del grupo de los zigénidos (Lepidoptera). Sin embargo, han sido hallados en Rubielos de Mora varios ejemplares pertenecientes al género Zygaena, que son, además, los representantes más antiguos de la familia Zygae- nidae (Fernández Rubio et al., 1991). Otros registros, a destacar por su rareza, se corresponden con los primeros ejemplares fósiles del género Dicyphus, un He- miptera de la familia Miridae (Peñalver y Baena, 2000); el establecimiento del nuevo género Aragocylapus, otro raro mírido (Herczek et al., 2000); o el primer espécimen fósil que se conoce de la peculiar familia Phylloxeridae (Heie y Peñalver, 1999), otro ejemplo del orden Hemiptera (ver ilustraciones en Sánchez Ferris et al., 2002). Actualmente se están describiendo dos nuevos taxones de insectos hi- menópteros y varias formas de hemípteros del grupo de los pulgones, incluida la rara familia Greenideidae (ver Wegierek, 1998). Hasta el momento, son 4 las es- pecies de insectos descritas a partir del registro fósil del yacimiento de Rubielos de Mora, todas ellas del afloramiento de Río Rubielos. Dos de ellas se corresponden también con nuevos géneros. El registro fósil de insectos de Rubielos de Mora comprende generalmente es- pecímenes adultos cuyo hábitat se encontraría en el interior del paleolago o en sus márgenes. También es muy abundante el registro de larvas y estados pupales acuá- ticos, en ocasiones lo que se encuentran son exuvias pupales. Otro tipo de regis-

212 Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno

Lámina 1. Ejemplos del registro fósil de Rubielos de Mora y de los efectos de la expolia- ción (los ejemplares de las figuras 1, 2 y 4 pertenecen a la colección del Museo de Cien- cias Naturales de Valencia, el de la figura 3 pertenece al Museo de Geología de la Univer- sitat de València): 1) ejemplar de himenóptero de la familia Braconidae (MPV-183-RM); 2) ejemplar de salamándrido inmaduro completamente articulado y con impresión de las par- tes blandas; 3) hojas de Celtis begonoides (MGUV-5701A); 4) flor indeterminada hallada en El Bolaje de Abajo; 5) corrimientos de tierra debidos a la expoliación en Río Rubielos: en la imagen de la izquierda se observa un árbol en lo alto de una pendiente mientras que en la imagen de la derecha, realizada unos años después, se observa dicho árbol desplazado varios metros pendiente abajo por un corrimiento de tierra favorecido por la expoliación.

213 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN tro es el constituido por hojas fósiles con marcas de herbivorismo producidas por orugas halladas en determinados niveles (Peñalver, 1997; Peñalver y Martínez Del- clòs, 1997). Una de las características más sobresalientes de los insectos fósiles de Ru- bielos de Mora es su estado de conservación excepcional. Se conservan estructuras como los microtricos o características tan delicadas como los patrones de colo- ración alar. Además, se han hallado ejemplares que muestran diferentes tipos de fosilización en las diversas partes del cuerpo (Peñalver et al., 1996a). Esta con- servación excepcional tiene su origen en el enterramiento en un sedimento muy fino, condiciones de anoxia y una muy fina laminación, que generalmente no se encuentra plegada y que nunca presenta signos de bioturbación. La excelente con- servación de organismos de cuerpo blando que se observa en Rubielos de Mora es característica de los raros yacimientos tipo Konservat-Lagerstätte. Un aspecto que incrementa el interés de los afloramientos es que Rubielos de Mora es uno de los yacimientos paleoentomológicos situado más al sur de Eu- ropa. Los yacimientos europeos con insectos fósiles se concentran en el norte y porción media de Europa. Por esta razón Rubielos de Mora es importante para los estudios paleobiogeográficos de insectos durante el Cenozoico. Se conocen muy pocos yacimientos de este tipo con insectos del Mioceno Inferior y no existe nin- gún ejemplo de esta edad entre los numerosísimos yacimientos paleoentomológicos terciarios de Francia.

Paleofauna no perteneciente al grupo de los insectos La paleofauna presente en el registro fósil de este yacimiento se completa con gasterópodos dulceacuícolas como planórbidos, restos de cladóceros (Peñalver et al., 1996b) y ostrácodos, arañas, abundantes ejemplares inmaduros de anfibios urodelos generalmente en completa articulación (Lám.1, fig. 2) y plumas. Otros grupos están representados por un único ejemplar, pero no carecen de interés, son los ejemplos de un miriápodo del género Lithobius (Peñalver et al., 1997) y un an- fibio anuro inmaduro.

Registro paleobotánico La importancia y buena conservación de la paleoflora de Rubielos de Mora se conoce desde antiguo (Hernández Sampelayo y Cincúnegui, 1926), pero ape- nas ha sido estudiada. Últimamente se ha incrementado el interés por el estudio de esta flora (Álvarez Ramis y Fernández Marrón, 1994; Alcalá, 1997; Roiron et al., 1999). Más recientemente está siendo estudiada la paleoflora de todos los aflo- ramientos de la cuenca de Rubielos de Mora con registro estratigráfico, tanto el polen como los macrorrestos (Peñalver et al., 1999; Barrón y Santisteban, 1999). La importancia de la paleoflora del Mioceno de Rubielos de Mora radica en que parece representar unas características propias, diferentes a las que poseen

214 Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno otras floras del Mioceno Inferior europeo, encontrándose un buen conjunto de ta- xones en común con los de la cercana cuenca de Ribesalbes (Peñalver et al., 1999). Los estudios palinológicos más completos realizados hasta el momento (Ba- rrón y Santisteban, 1999) aportan 98 taxones entre esporas y granos de polen, la mayoría de los cuales pueden ser relacionados con familias y géneros de plantas actuales (Barrón, 1997). Se ha determinado un conjunto de taxones que se en- cuentran de forma continua en todas las muestras polínicas, como los géneros: Ca- thaya, Picea, Pinus, Ephedra, Ulmus-Zelkova, Carya, Engelhardia, Myrica, Alnus, Corylus, Rumex, Salix, Ilex, Acer y Potamogeton; los tipos polínicos Sequoia y Ta- xodium, Taxodiaceae-Cupressaceae y Sparganiaceae-Typhaceae; y las familias Sa- potaceae y Poaceae. Posiblemente, casi todos ellos, salvo algunos de los repre- sentantes de la familia Pinaceae debido a su carácter anemófilo y muy alta producción polínica, fueron usuales en las comunidades que se desarrollaron en la zona. De forma inversa, los porcentajes que presentan varios de los géneros identificados, como Ilex y Acer, son testimoniales en muchos de los niveles estu- diados, ya que su polinización fue de tipo entomófilo. En el conjunto de los macrorrestos, hasta el momento se han identificado 31 taxones, casi todos ellos correspondientes a restos foliares (Lám. 1, fig. 3), a fru- tos y semillas aladas; en menor medida han aparecido conos masculinos y fe- meninos de coníferas y flores de angiospermas (Lám. 1, fig. 4). De las asociaciones registradas que han sido estudiadas, la más diversa es la de Río Rubielos con 26 taxones. Casi todos ellos se debieron desarrollar en un medio ribereño o pantanoso. Las especies mejor representadas en este afloramiento son Ulmus sp. y Zelkova zelkovaefolia que debieron poblar de forma extensa zonas de ribera. En estas formaciones también se incluirían Juglandaceae como Ptero- carya paradisiaca, Myricaceae como Myrica banksiaefolia y M. vindoboniensis, Sa- licaceae como Populus latior y diferentes especies de Salix, Betulaceae como Alnus sp., Taxodiaceae, principalmente Sequoia abietina, Typhaceae y distintas especies de helechos, y posiblemente Aceraceae y Lauraceae. Debemos destacar que el género Pinus también está muy bien representado en Río Rubielos a partir de semillas aladas. Con seguridad, este género junto con representantes de Cupressaceae, Lauraceae, Caesalpiniaceae, Sapotaceae y varias especies del género Acer, poblaron zonas no influenciadas por las aguas del lago. Por su parte, la presencia de Potamogeton es indicativa de comunidades de plan- tas acuáticas. Tras el estudio cualitativo y cuantitativo de las muestras estudiadas se observa que la cuenca de Rubielos de Mora se encontró poblada por una rica vegetación, que se puede dividir en: 1. comunidades acuáticas, 2. comunidades ripícolas o de pantano y 3. comunidades terrestres, sin influencia de las aguas del lago (Barrón y Santisteban, 1999). Considerando todos los taxones estudiados según sus requerimientos tér- micos observamos que la mayor parte de ellos son de tipo mesotérmico, que es

215 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN indicativo al menos de unas condiciones ambientales de tipo templado. La pre- sencia de elementos megatérmicos y mega-mesotérmicos parecen apuntar unas condiciones templado cálidas. La flora polínica inferida no es semejante a las del Mioceno Inferior y Medio estudiadas por Bessedik (1984, 1985) y Suc (1989) en Cataluña, el Languedoc, la Provenza y el valle del Ródano. Con respecto al Mioceno Inferior, los autores se- ñalados destacan la presencia de taxones megatérmicos como Malpighia, Al- chornea, Grewia/Corchorus, etc., que nosotros no hemos encontrado. Aunque durante el Aragoniense en la Cuenca del Duero se desarrollaron zonas esteparias dominadas por plantas herbáceas de las familias Asteraceae, Ama- ranthaceae y Chenopodiaceae (Rivas Carballo, 1991a y b; Rivas Carballo et al., 1994), hemos conseguido establecer una cierta relación entre la palinoflora de Ru- bielos de Mora y la de esta zona, concretamente con la que se ha estudiado en al- gunos niveles del Aragoniense superior/Vallesiense de Torremormojón (Palencia) por Rivas Carballo y Valle (1987) y del Vallesiense de Peñafiel (Valladolid), por Rivas Carballo y Valle (1987). En estos lugares se observan porcentajes aprecia- bles de Rosaceae, Rumex y Poaceae. La macroflora de Rubielos de Mora, de forma semejante a los palinomorfos, no se puede comparar con las del Mioceno Inferior del sur y oeste de Europa, ya que estas floras poseen una elevada representación de fagáceas de los géneros Quercus y Fagus (Saporta, 1891; Kvacˇek et al., 1993). Tampoco presenta similitudes con las de tipo pantanoso que se desarrollaron en el Mioceno Inferior de Centro- europa (Kvacˇek, 1998). Knobloch (1992) indica que a partir del Aquitaniense una oscilación climá- tica extremadamente cálida (subtropical) caracterizó la zona mediterránea durante el Mioceno Inferior y Medio. Ésta queda reflejada tanto en las floras centroeuro- peas (Knobloch, 1969), como en las del suroeste de Europa (Sanz de Siria, 1994). Sin embargo, la flora de tipo xerofítico que se desarrolló en estos lugares no tiene ningún elemento en común con la de Rubielos de Mora. La macroflora estudiada comparte un conjunto de taxones con la de la cer- cana cuenca de Ribesalbes (Castellón). Esta cuenca fue estudiada por Fernández Marrón (1971), quien la dató como Aquitaniense. Entre las especies determinadas destacan las acuáticas y ripícolas de los géneros Populus, Typha y Potamogeton. Tras esta breve descripción y comparación, desde un punto de vista paleo- botánico se concluye que la flora de Rubielos de Mora presenta un elevado número de características exclusivas que la distinguen claramente de las de otras cuencas neógenas ibéricas y europeas. Por esta razón, debería ser estudiada y protegida, ya que es única en los conjuntos patrimoniales aragonés, ibérico y europeo.

216 Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno

Síntesis de la importancia científica y patrimonial

La síntesis siguiente sobre la importancia científica y patrimonial del yaci- miento de Rubielos de Mora se ha realizado siguiendo los criterios que se expo- nen en los trabajos de Alcalá y Morales (1994) y Morales (1996); concretamente hemos creído de interés la discusión, para este yacimiento, de dos de los tres con- juntos de criterios, a saber, los criterios científicos y los criterios socioculturales.

Criterios científicos

Respecto al criterio Tipos de fósiles se ha indicado anteriormente que los res- tos de insectos son de especial importancia, dado que han aparecido los prime- ros registros fósiles respecto al taxón Familia, por ejemplo el caso de Palaeophy- lloxera seilacheri, único ejemplar fósil de la familia Phylloxeridae (Heie y Peñalver, 1999), también los primeros fósiles para géneros importantes en la fauna actual, por ejemplo el caso de Dicyphus rubusensis, un Hemiptera de la familia Miridae (Peñalver y Baena, 2000), o los representantes más antiguos para una familia, por ejemplo Zygaena? turolensis, un lepidóptero Zygaenidae (Fernández Rubio et al., 1991; Ross y Jarzembowski, 1993). También se ha indicado anteriormente cómo la paleoflora de Rubielos de Mora se muestra en su conjunto distinta a la de otras cuencas miocenas similares, tanto de la Península Ibérica como del resto de Eu- ropa. En el criterio Edad del yacimiento hay que indicar que Rubielos de Mora es del Mioceno Inferior, una edad escasamente representada en el conjunto de ya- cimientos paleoentomológicos europeos, y para el criterio Localidad tipo se indi- có anteriormente que se han establecido 4 nuevas especies a partir de su registro fósil (dos de ellas también son nuevo género) y otras varias están en proceso de ser publicadas. Respecto a la Conservación de los fósiles, Rubielos de Mora es un Konservat-Lagerstätte dada la magnífica conservación de organismos como los in- sectos o los salamándridos, que se encuentran en perfecta articulación y con la im- presión de los tejidos blandos; los macrorrestos vegetales cuentan con magníficos ejemplos, en cuanto a la conservación, de hojas e incluso flores. La Diversidad de fósiles es muy elevada en taxones respecto a los insectos, pero también, aunque en menor medida, respecto a la paleoflora; desde el punto de vista de la diversi- dad de grupos distintos de organismos ésta también es notable ya que encontra- mos asociados insectos, arácnidos, miriápodos, crustáceos, moluscos, anfibios y plantas; dentro de los primeros se encuentran puestas, larvas, pupas, exuvias pu- pales, adultos y marcas de herbivorismo en hojas, y dentro de los últimos se en- cuentran hojas, semillas, frutos, conos, flores y polen. Del criterio Tafonómico des- tacamos que Rubielos de Mora tiene su origen en un medio de enterramiento muy singular y relativamente poco común como es el que corresponde a un lago me- romíctico, es decir con dos masas de agua estancas de las cuales la inferior es al- tamente anóxica.

217 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN

Criterios socioculturales Para el conjunto de estos criterios resaltaremos el referido al valor Didácti- co ya que Rubielos de Mora se presta a extensas prácticas docentes, en donde pue- den ser observados e inferidos abundantes aspectos de interés paleontológico y geológico. De hecho este yacimiento es muy visitado para la docencia y también en excursiones de congresos (ver la guía de campo Peñalver et al., 1999). Respecto a los criterios Turístico y Situación geográfica debemos indicar que el yacimiento de Rubielos de Mora se localiza alrededor de la población del mismo nombre, muy conocida y visitada dado su valor histórico-artístico. Así, existe en la actualidad un proyecto del I.A.F., a través de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, para poner en valor esta localidad paleontológica desde un punto de vista turís- tico, tal como se comenta de forma más extensa en el apartado Gestión.

Peligros potenciales y reales para la conservación del yacimiento

Desde hace más de una década se han extraído fósiles del afloramiento de- nominado Río Rubielos sin fines científicos, tanto por españoles como por ex- tranjeros (Lám. 2, fig. 1). Los fósiles de insectos son muy raros y dada la buena conservación de los presentes en el yacimiento éstos han sido de interés para el coleccionismo privado; no obstante, los fósiles que más atrajeron a coleccionis- tas y comerciantes en el pasado, por su extrema rareza y valor en el mercado ile- gal de fósiles, fueron los ejemplares de salamándridos articulados y con conser- vación de los tejidos blandos. El valor dado por este colectivo a dichos fósiles no está muy alejado de aquel que es bien conocido respecto a las ranas del célebre yacimiento de Libros (Teruel). Afortunadamente, la adecuada vigilancia realiza- da por el SEPRONA ha puesto prácticamente fin a la actividad expoliadora, antes muy común, con varios casos denunciados. No es este el caso del afloramiento Campo de Tiro, que ha sido recientemente excavado ilegalmente con intensidad (Lám. 2, fig. 2), quizá en parte debido a encontrarse lejos de la población, en un paraje escondido, y por ello carente de la suficiente vigilancia. Otros afloramien- tos poco conocidos, poco accesibles o presentes en terrenos de propiedad priva- da (El Bolaje de Abajo, Barranco Casas, Alto de la Venta y Cerro del Porpol) no han sufrido expoliación. Uno de estos afloramientos intocados es Cerro del Popol, el cual muestra una protección circunstancial, un tanto peculiar, al presentarse va- llado en el interior de una propiedad privada en donde se crían sueltos abundantes toros bravos. Así, la obtención de muestras pasa necesariamente por el aviso al propietario de los terrenos que informa si los toros están sueltos o recogidos, y evi- dentemente su permiso pasa necesariamente por la previa autorización de la Ad- ministración aragonesa. Este afloramiento, que sería especialmente dañado por eventuales actividades de expoliación, dada la naturaleza poco litificada de la roca, debe gozar, como el resto, de unas mínimas garantías de protección por parte de la Administración y no dejados a una protección completamente circunstancial.

218 Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno

Lámina 2. Ejemplos de daños recientes a los afloramientos de Rubielos de Mora: 1) efec- tos de la expoliación de las ritmitas bituminosas del afloramiento de Río Rubielos, obsér- vese la enorme cantidad de roca extraída (primera mitad de los 90), 2) efectos de una re- ciente excavación ilegal en el afloramiento del Campo de Tiro y ejemplares fósiles abandonados “en exposición” por los furtivos al carecer de un interés comercial o para co- leccionismo (principios de 1999), 3) reciente acumulación de escombros en el mismo aflo- ramiento del Campo de Tiro (principios de 1999).

219 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN

Pese a la gran extensión y potencia del afloramiento de Río Rubielos, las ac- tividades de expoliación antes comentadas lo dañaban en gran medida ya que im- plicaban una acentuación de los procesos erosivos, incluso con importantes co- rrimientos de tierra por deslizamiento gravitacional (Lám. 1, fig. 5) en ciertos puntos de especial interés. Destacamos el hecho de que las ritmitas bituminosas que constituyen los distintos afloramientos están muy poco litificadas por lo que la erosión, principalmente por las lluvias, las altera y disgrega con gran facilidad. Esta naturaleza de la roca, de la que están compuestos los afloramientos, es una de las razones por las que se deben considerar muy vulnerables frente al expolio. Toda aquella actividad que implique remover la capa externa alterada favorece enormemente la destrucción por erosión y meteorización. Un peligro para el conjunto de afloramientos miocenos de Rubielos de Mora, que se ha acentuado en los últimos tiempos, corresponde a los vertidos de es- combros y basuras en las cercanías de algunos de ellos. Esto puede contemplar- se en el afloramiento de Río Rubielos, en la parte alta de la colina, donde se han acumulados durante años vertidos de basuras domésticas, escombros de cons- trucción, muebles y restos de maquinaria desechados. Últimamente se ha obser- vado también el vertido intenso y continuado de escombros de la construcción al lado de los afloramientos de Barranco Casas y Campo de Tiro (Lám. 2, fig. 3), así como indicios de expoliación en este último, como ha sido indicado.

Gestión

Creemos que la protección de este enclave no pasa por el vallado del mismo, medida que ha sido considerada como factible en alguna ocasión, sino por el man- tenimiento de la vigilancia. Como ya se ha dicho, los mayores problemas con la expoliación se han producido en Río Rubielos, un afloramiento de gran extensión y presente en los laterales de un pequeño riachuelo continuando por el río que le da nombre; las dos circunstancias señaladas hacen poco indicado el vallado pues implicaría un considerable gasto y supondría un obstáculo a eventuales avenidas de agua. Existen otros dos inconvenientes para el vallado del mismo, como son el impacto estético en un paisaje cercano a la población y el reclamo que impli- caría para nuevas expoliaciones. El vallado de una gran extensión no se ha mos- trado eficaz en los yacimientos arqueológicos y paleontológicos, sí, por el contrario, el vallado de poca extensión y con barrotes gruesos que cierren el acceso a cue- vas con pinturas rupestres. Un ejemplo de yacimiento arqueológico y paleonto- lógico en el que el vallado no ha sido una protección eficaz es el de Casablanca I (Almenara, Castellón) del Plioceno terminal; este yacimiento corresponde a un relleno kárstico con restos de macromamíferos y una extraordinaria abundancia de micromamíferos, y ha sido expoliado de forma intensa ya que sistemáticamente procedieron los expoliadores a tumbar o romper la valla de protección.

220 Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno

La continuidad en la vigilancia por parte del SEPRONA debe implicar el cese de los vertidos de escombros y basuras, y garantizará el actual estado de baja tasa de expoliación. Asimismo, es importante, como medida indirecta de protección, el aprove- chamiento turístico-cultural en forma de una exposición permanente en la po- blación que explique los aspectos de mayor interés de este yacimiento y posterior visita marcada, y quizá también guiada, al cercano afloramiento de Río Rubielos. Actualmente está siendo elaborado un proyecto para instalar una exposición de ca- rácter turístico y didáctico sobre la riqueza paleontológica de Rubielos de Mora, en los términos antes expuestos, por parte del I.A.F. a través de la Fundación Con- junto Paleontológico de Teruel. Los contenidos de la exposición girarán en torno a la conservación excepcional de insectos en ámbar cretácico de Rubielos de Mora y en sedimentos lacustres del Mioceno: formación de los yacimientos, conserva- ción de los insectos, estudio científico de los mismos y su importancia, registro fósil y correlatos actuales, etc. Dicho proyecto es seguro que redundará en una mayor concienciación de lo importante que es preservar este patrimonio del expolio y de otros peligros de destrucción. Para asegurar la concienciación de salvaguardar este patrimonio, no solo para asegurar el incremento de conocimientos y el entrete- nimiento del público, la exposición deberá contar con un apartado dedicado a este aspecto cívico. Las actuaciones referidas están justificadas dado lo espectacular de la conservación de unos fósiles tan poco comunes, pero de fácil identificación por los visitantes potenciales, al tratarse de insectos, salamándridos y restos ve- getales como hojas, semillas y flores; además, se añade el carácter didáctico tanto de su registro fósil como del afloramiento indicado. Consideramos que la mejor vigilancia es la que puede realizar una población que obtiene un rendimiento en forma de turismo y está bien informada y con- cienciada del valor múltiple del yacimiento. Dentro de esta línea también cabe re- señar que se realiza un esfuerzo para la divulgación en publicaciones y en la pren- sa de la importancia científica y patrimonial de este yacimiento. Así, se ha publicado un libro que reúne, con un tratamiento de cierta divulgación, el regis- tro fósil de insectos más común en el yacimiento (Peñalver, 1998a) y dos artícu- los divulgativos, uno de ellos publicado en una conocida revista sobre la Natu- raleza de distribución nacional (Anento et al., 1997; Peñalver, 2000). Finalmente, y a modo de conclusión, la consideración del conjunto de aflo- ramientos miocenos de ritmitas bituminosas de Rubielos de Mora como Punto de Especial Interés Paleontológico está más que justificada, al tratarse de uno de los yacimientos paleontológicos de mayor importancia científica de Teruel, y dadas su peculiaridad y rareza.

Agradecimientos

Agradecemos a los revisores del manuscrito, el Dr. Antonio Arillo y el Dr. Car- les Martín Closas, por mejorar sustancialmente el resultado final con sus apre-

221 E. PEÑALVER, X. MARTÍNEZ DELCLÒS Y E. BARRÓN ciaciones. El Dr. Guillermo Meléndez corrigió el texto del Abstract. El Instituto de Estudios Turolenses ha financiado parte de la investigación realizada en el aflo- ramiento de Río Rubielos.

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EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 227-242

Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel Heritage valuation of the vertebrate fossil sites from Teruel Basin (Spain)

Luis ALCALÁ Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). C/ José Gutiérrez Abascal, 2. 28006 Madrid(*).

RESUMEN Los yacimientos de vertebrados neógenos, fundamentalmente de mamíferos, encontrados en las cercanías de Teruel constituyen uno de los recursos científicos más importantes de la provincia, conocida internacionalmente entre los paleontólogos. Ya en el siglo XVIII se manifestó el interés de los eruditos por los fósiles procedentes del yacimiento de Barran- co de las Calaveras (Concud); la peculiaridad de los fósiles de Concud, así como de otros lugares próximos (serie de Los Mansuetos), sirvió para definir una división del tiempo geo- lógico que lleva el nombre de Teruel, el Turoliense (Mioceno Superior), propuesto en 1965. Otro piso del Neógeno continental mediterráneo, el Alfambriense (Plioceno Inferior), tam- bién ha sido definido en la Fosa de Teruel. Las investigaciones paleontológicas en estos terrenos han permitido el hallazgo de muchas especies desconocidas con anterioridad. Frecuentemente, se les han otorgado nombres re- lacionados con localidades de Teruel: Hipparion concudense (caballo), Alicornops alfam- brense (rinoceronte), Huerzelerimys turoliensis (roedor), etc. En este trabajo se presenta una valoración genérica de los principales yacimientos de ma- cromamíferos neógenos de la Fosa de Teruel, atendiendo a tres tipos de factores: valor cien- tífico, valor sociocultural y económico y, finalmente, riesgo de deterioro. Para conseguir el incremento, difusión y conservación del patrimonio paleontológico de Teruel se propone el fomento de la investigación, la puesta en valor de los yacimientos y la adopción de me- didas de prevención (en su caso), respectivamente. Las zonas de confluencia teórica de los tres factores determinarán la secuencia de actua- ciones necesarias para un uso y gestión óptimos de estos lugares. Esta secuencia será di- ferente en función del objetivo perseguido: así, los yacimientos sobre los que se precisa-

(*) Dirección actual: Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, Avda. Sagunto, s/n (edificio Di- nópolis). 44002 Teruel. e-mail: [email protected]

227 L. ALCALÁ

rá actuar variarán en caso de que se pretenda desarrollar una campaña de investigación o bien sea prioritario evitar su destrucción, por ejemplo. El método propuesto se considera una aproximación al resultado final, en el que una determinación consensuada de las va- riables implicadas en la evaluación pueda permitir una valoración suficientemente razonada del interés actual de los yacimientos paleontológicos, así como una prospección de su fu- turo potencial. Asimismo, para conseguir aplicaciones más precisas del método será ne- cesario determinar el peso de cada una de estas variables, ya que –de momento– se han utilizado con el mismo rango de importancia. Palabras clave: provincia de Teruel, España, Neógeno, mamíferos fósiles, valoración pa- trimonial.

ABSTRACT Neogene vertebrate, mainly , sites around the vicinities of Teruel constitute one of the most important scientific resources in the province, which is internationally known by palaeontologists. Since the XVIII century palaeontologists were interested in the fossils from the outcrop of Barranco de las Calaveras (Concud). The peculiarity of the fossils from Con- cud, as well as from other near places (series of Los Mansuetos), led to the proposal of a stratigraphic unit for the continental Upper Miocene with the name of Teruel, i.e. the Tu- rolian stage, proposed in 1965. A further stratigraphic unit, the Alfambrian stage (continental Lower Pliocene) has also been defined in the Teruel Basin. Palaeontological research in Teruel have led to the discovery of many new species, which have frequently been named after the localities where they were found: Hipparion concu- dense (horse), Alicornops alfambrense (), Huerzelerimys turoliensis (rodent), etc. In this study we present a generic heritage evaluation of the main Neogene macromammal sites in the Teruel Basin, three different kinds of factors are considered as most relevant for this purpose: the scientific value, the sociocultural and economic value, and finally, the de- terioration risk. Some preventive measures for fossil-site protection; and on the other side the heritage evaluation of sites, as well as intensifying the palaeontological works, in order to increase social concern and public awareness on the palaeontological heritage of Teruel. The theoretical confluence areas of these three factors will determine the sequence of ac- tions to be taken for an optimum use and management of these sites. This sequence will be different according to the goal: thus, the sites to act on will vary if we intend to deve- lop a research programme or if it is a high-priority to avoid their destruction. The propo- sed method is considered an approach to the final result, in which a consented determi- nation of the variables implicated in the evaluation could lead to an objective valuation of the current interest on fossil sites, as well as an exploration of their future potential. Also, to obtain more specific applications of the method proposed it would be necessary to de- termine the weight of each variable, since –for the time being– all these variables have been given similar values of revelance. Keywords: province of Teruel, Spain, Neogene, fossil mammals, heritage valuation.

Introducción

La Fosa de Teruel es una depresión rellena por sedimentos continentales neó- genos que se extiende desde Perales de Alfambra, por el norte, hasta el Rincón de Ademuz, por el sur. En el centro se sitúa la ciudad de Teruel, donde el río Al-

228 Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel fambra, al unirse con el Guadalaviar (procedente de la Sierra de Albarracín), re- cibe la denominación de río Turia. Una de las características geológicas más notable de esta cuenca es la abun- dancia de yacimientos de vertebrados, fundamentalmente del Mioceno Superior y del Plioceno. Por ejemplo, sólo en el Vallesiense-Turoliense del sector norte de la fosa se han estudiado 90 asociaciones de micromamíferos, de las cuales 27 con- tienen, además, macromamíferos representativos (van Dam, 1997). La especificidad y abundancia de estas faunas determinaron la proposición del piso llamado Turoliense para caracterizar el final del Mioceno en sedimentos continentales de ámbito mediterráneo (Crusafont, 1965; Marks, 1971; Aguirre et al., 1975). Este piso comprende las unidades 11, 12 y 13 de la escala de mamífe- ros neógenos (MN o NM en referencias inglesas) continentales (Mein, 1990; Bruijn et al., 1992); el yacimiento clásico de Los Mansuetos constituye el referente de la unidad MN 12. Además, también en la fosa se sitúan otros dos yacimientos que constituyen referencias de esta escala: Masía del Barbo para la unidad MN 10 y El Arquillo para la MN 13. Los mamíferos del Plioceno, descubiertos con mucha posterioridad con re- lación a los miocenos, han sido investigados activamente en las últimas décadas. Aunque no se habían documentado yacimientos de mamíferos pliocenos en la fosa antes de que Esteras y Adrover (1974) los encontrasen en los alrededores de Con- cud, los resultados obtenidos en el Plioceno han sido tan positivos que han de- sembocado en la propuesta de un piso, el Alfambriense (Mein et al., 1990), co- rrespondiente al Plioceno Inferior (unidades MN 14 y MN 15). El Alfambriense contiene numerosos yacimientos de micromamíferos, mientras que todavía son es- casos los que poseen cierta abundancia conocida de macromamíferos (La Gloria 4, Orrios 1, La Calera y Villalba Alta Río 1), si bien son bastante importantes de- bido a la escasez general de este tipo de fósiles en el Plioceno Inferior europeo. Además, en la Fosa de Teruel se conocen yacimientos de vertebrados de eda- des diferentes a las ya indicadas, aunque no tienen, en este momento, el alto nivel de representación de los ya citados. Los más relevantes de este grupo son: Mon- talbos (Aragoniense inferior); Barranco del Rito, Libros-pueblo y Mas del Olmo (Aragoniense medio) y Escorihuela, Transformadores, La Guea, Concud-pueblo, Concud-estación y Orrios 5 (“Villanyense” inferior), entre otros. En el Pleistoceno destacan los yacimientos situados en las terrazas del río Al- fambra: Las Viñas (Esteras y Aguirre, 1964) y Cuesta de la Bajada (Santonja et al., 1997). Enumerar con detalle las características de cada uno de los yacimientos de la Fosa de Teruel excede el ámbito de este trabajo, aunque dicha labor se está lle- vando a cabo con objeto de proponer una gestión integral de los recursos paleon- tológicos de la zona. Aquí se presenta, de modo resumido, una evaluación patri- monial de los principales yacimientos de macromamíferos de las edades más características (comprendidas entre el Vallesiense y el Alfambriense) fundamen-

229 L. ALCALÁ tada en la metodología propuesta por Alcalá y Morales (1994) y Morales (1996) que ya se ha aplicado a los yacimientos de Concud (Alcalá, 1998). Asimismo, se consideran algunas de las propuestas presentadas por Cendrero (1996). El caso de los niveles con micromamíferos presenta algunas peculiaridades con respecto al caso de los macromamíferos, ya que presentan menores problemas de conserva- ción debido al mayor número y dispersión de dichos fósiles en los yacimientos y, asimismo, despiertan escaso interés en coleccionistas o comerciantes. Por otra parte, su consideración como integrantes del patrimonio cultural es más discuti- da, principalmente por los propios especialistas. Por todo ello, este tipo de yaci- mientos se consideran menos vulnerables al deterioro que en el caso de los ya- cimientos de macromamíferos.

Hacia un modelo de gestión del patrimonio paleontológico

Los recursos disponibles para la conservación e incremento del patrimonio paleontológico son, lógicamente, limitados y tradicionalmente muy inferiores a los dedicados a otros componentes del patrimonio histórico y cultural. Por ello, con- viene establecer una metodología que permita determinar prioridades de inter- vención alejadas en lo posible de la subjetividad. El modelo ideal consistiría en la aplicación de una serie de criterios precisos que dieran lugar a una gradación del interés de actuar en determinados lugares. No hay que olvidar que la gestión de un patrimonio es una tarea tan especializada como puede serlo el estudio de un grupo taxonómico y no necesariamente todos los paleontólogos dominan ambas facetas. En esa línea, a continuación se propone una primera aproximación a un sistema de evaluación que no requiere ser “el especialista” sino simplemente estar bien informado. De este modo, con la colaboración de los estudiosos de un ya- cimiento y la utilización de la bibliografía sobre el mismo (si la hubiera), se po- drían determinar las diversas intervenciones a realizar en una zona desde un punto de vista de su gestión patrimonial. En este modelo previo, por condicionantes del bagaje del autor, se experimenta sólo con un determinado tipo de yacimientos, pero se pretende ir ampliando el abanico para que se pueda llegar a un modelo de apli- cación más general, si bien estamos lejos de proponer todavía un modelo aplicable a cualquier tipo de yacimiento paleontológico. En este método se establecen tres grandes grupos de factores. En el prime- ro de ellos, su interés científico, se evalúa el grado de interés demostrado por los investigadores, ya que cualquier yacimiento presenta un alto potencial de interés científico, que puede materializarse o no, en función de la calidad de los hallaz- gos realizados y/o de los datos obtenidos a partir de los mismos. Además del valor científico de los yacimientos, que es el más importante pero no el único, la relevancia para la cultura o el desarrollo económico de un territo- rio (interés cultural y económico) puede determinar que se dirija la atención hacia algunos yacimientos determinados en los que, si se intensifica su grado de

230 Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel conocimiento, sin duda se incrementará también su interés científico. Hay que tener en consideración la lícita demanda social de reversión, a través de la divulgación, de los fondos públicos invertidos en investigación. Por otra parte, en los últimos tiempos está en auge un nuevo tipo de turismo natural y cultural capaz de dina- mizar las economías locales que presentan una oferta atractiva. Ejemplos que ya funcionan en esa línea con notable éxito son, por ejemplo, la ruta de las icnitas (Mo- ratalla et al., 1997) o el Parque Paleontológico de Galve (Canudo et al., 1996), lo- calidad visitada en un año por 10.000 personas que, sin embargo, nunca han en- contrado motivos para pasar un día en Cañada Vellida, por ejemplo. Un ejemplo de proyecto de futuro para la Fosa de Teruel se describe en Alcalá et al. (1998). Si bien no forma parte intrínseca del valor patrimonial de un yacimiento pa- leontológico, el riesgo de deterioro se determina por la afectación a través de las actividades que más repercuten en la conservación de yacimientos, por lo que se trata del conjunto de criterios que deben determinar las medidas de conservación o rescate de información más urgentes. Conviene resaltar que este modelo de evaluación presenta la versatilidad de ser útil para diversos aspectos relacionados con la gestión del patrimonio paleon- tológico. Así, para desarrollar líneas de investigación prioritarias o promover el co- nocimiento estrictamente paleontológico deberán considerarse preferentemente los factores determinantes del primer grupo de criterios (y, además, habrá que favo- recer la realización de los proyectos de prospección que posibiliten el incremen- to del número de yacimientos que puedan destacar en este grupo). Un mayor én- fasis en el desarrollo de aspectos culturales (educación, turismo...) motivará intervenciones en lugares que no necesariamente tengan el máximo interés cien- tífico. Por último, en caso de incompatibilidad, la inminencia de destrucción de un yacimiento debería motivar labores de rescate de la mayor información posi- ble frente a intervenciones en lugares de mayor interés que no presenten riesgos de ningún tipo, sin que esto implique un olvido de los mismos. La tabla 1 resume las variables que se han considerado para cada uno de los tres grupos de criterios establecidos. La gradación de valores se ha establecido del modo siguiente: 0 (interés nulo o muy bajo), 1 (bajo), 2 (medio), 3 (alto) y 4 (muy alto). Cada uno de estos valores se ha intentado caracterizar de modo preciso para cada variable, de modo que con una suficiente información de cada yacimiento se pueda determinar el grupo (o grupos) de criterio en el que destaca y su posi- ción relativa en él con respecto a otros yacimientos.

Aplicación del método a los yacimientos de macromamíferos de la Fosa de Teruel

Se han seleccionado dos docenas de yacimientos con macromamíferos de la Fosa de Teruel para aplicar el método resumido en la tabla 1. Se trata de Masía de la Roma 2 (ROM2), Masía del Barbo 2B (MBB), La Roma 2 (R2), La Cantera (CAT),

231 L. ALCALÁ de yacimientos de vertebrados cenozoicos de vertebrados de yacimientos 01234 01234 Criterios propuestos como ensayo del establecimiento sistemático de las características patrimoniales del establecimiento sistemático de las características como ensayo Criterios propuestos abla 1. T LOR CIENTÍFICO de macrofósiles 1tafonómica 2 a 10 Se conoce la zona La capa/nivel a 100 11 El lugar exacto superficial Excavación a 1000 101 metódica Excavación más de 1000 lor histórico Después de 1990 1936-1990 1935-1900 Siglo XIX Siglo XVIII ccesibilidad Sin localizar Inaccesible Dificil acceso Accesible Concurrido ALOR SOCIOCULTURAL Y ECONÓMICO ALOR SOCIOCULTURAL alor complementario ertederos o lejanos Inexistentes Proyectados Ocasionales en la zona iniciadas Obras Afectación otencial turístico No Sólo especialistas científico Turismo Visita instructiva muy amena Visita VA Concentración Tipo de fósilesTipo de dataciónInterés bioestratigráficoLocalidad tipo fósilesConservación NingunoInterés paleoantropológico Indeterminados Sin datos de especiesNúmero NoContextualización Sólo fragmentos o macrovertebr. Micro No geológicoContexto y macrovertebr. Micro 1 comunes Yacimientos o plantas 2 + invert. de conocimientoNivel Huesos enteros raros Yacimientos Dudosa y plantas 2 + invert. V Ninguna publicación Descontextualizado ExcepcionalesVa Elementos asociados CatarhiniInterés pedagógico 1 aislado Afloramiento Esqueletos articuladosP blandas Partes Serie correlacionadaV 1 especie tipo Yacimiento correlación Por Serie descrita científic. a 5 2 No Estratotipo Hominoidea Fauna 2 especies a 5 2 Manifestaciones cultur. Hominidae a 10 6 el yacimiento Se ve naturalErosión 1 género Absoluta el medio sedim. Se ve fósiles Se ven a 10 5 a 20 11 No Está acondicionado de 2 sp. o 1 gén. más más de 10 más de 20 Riesgo futuro y débil Activa y moderada Activa y severa Activa RIESGO DE DETERIORO ExtensiónA EdificacionesMinería/canterasVías de comunicaciónV Coleccionismo/comercio o lejanas Inexistentes más de 100m o lejanas Inexistentes Proyectadas Nunca o lejanas Inexistentes Proyectadas Proyectadas 100-51m Ocasionales en la zona iniciadas Obras Ocasionales en la zona Ocasionales en la zona iniciadas Obras iniciadas Obras Anterior a 1990 Afectación 50-11m Afectación Afectación Eventual 10-5m Frecuente Sistemático menos de 5m

232 Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel

Puente Minero (PM), Los Aguanaces (AG), Vivero de Pinos (VIP), Masada del Valle 2 (MDV2), Las Pedrizas (CC2), Barranco de las Calaveras (BC), Los Aljezares B (ALJB), Los Mansuetos (LM), Cerro de la Garita (CC), Rambla de Valdecebro 5 (VDC5), Búnker de Valdecebro (BUN), Rambla de Valdecebro 3 (VDC3), Las Ca- siones (KS), Milagros (MIL), El Arquillo (AQ1), Peralejos e (PE), La Gloria 4 (G4), Orrios (OR1), La Calera (CL) y Villalba Alta Río 1 (VAR1). Esta selección se ha rea- lizado en función de su interés científico, luego cumplen de oficio requisitos exi- gidos en el primer grupo de criterios; en Alcalá (1994) y van Dam (1997) se puede encontrar información acerca de la mayor parte de estos yacimientos, incluyen- do su situación. Los resultados de la valoración patrimonial de los mismos se pre- sentan en la tabla 2 y muestran los yacimientos que pueden considerarse, en este momento, como más relevantes desde un punto de vista científico: MBB, R2, PM, BC, LM, CC, KS, MIL, AQ1 y G4. En efecto, estos yacimientos presentan los va- lores parciales más elevados (al menos poseen dos 4 y un 3) y también los valo- res totales superiores (24, 28, 26, 25, 29, 28, 24, 19, 24 y 31, respectivamente). No obstante, cabe considerar que la asignación del mismo rango de importancia para cada una de las variables podría ser modificada mediante el empleo de un factor corrector. Así, por ejemplo, si se estimase que el interés bioestratigráfico de los ya- cimientos justificara el mayor interés científico, entonces la selección prioritaria incluiría a ROM2, MBB y LM. Sin embargo, como primera aproximación se pre- fiere no establecer distinciones. En cuanto al segundo grupo de criterios, destacan por su interés sociocultural y económico los yacimientos MBB, CAT, PM, BC, LM, CC y AQ1. Esta selección se fundamenta en la posesión de un valor 3 ó de dos valores 2. Mientras en al- gunos yacimientos el valor está consolidado, como el valor histórico de los yaci- mientos de Concud (BC y CC), en otros se trata de un valor potencial ligado a pla- nes futuros de utilización como recurso cultural. Este es el caso de una serie de yacimientos situados en las cercanías de la ciudad de Teruel, incluidos en un pro- yecto de ruta cicloturista por la Rambla de Valdecebro (al aprovechar buena parte del trazado del antiguo ferrocarril minero Ojos Negros-Sagunto); así se transfor- man en elementos susceptibles de ser considerados bajo el punto de vista refle- jado en este criterio (de ahí que se les haya concedido un elevado valor comple- mentario, tabla 2). Finalmente, en el caso de riesgo de deterioro cabe señalar el caso de los ya- cimientos ROM2, CAT, VIP, BC, ALJB, CC, VDC5, VDC3, AQ1, OR1, VAR1, selec- cionados por tener al menos un 4 ó dos 3. El hecho de que 11 yacimientos de una selección de 24 presenten riesgos de deterioro, resulta significativo acerca de la ne- cesidad de establecer elementos protectores o recuperadores de información pa- leontológica y justifica el hecho de que esta propuesta no sea nueva para los ya- cimientos de la Fosa de Teruel (Alcalá y Paricio, 1984). En efecto, dos de los yacimientos seleccionados por su interés científico ya no son accesibles en ab- soluto. ROM2 ha quedado sepultado bajo las obras de mejora de la carretera en las cercanías de Masía de la Roma (Alcalá et al., 1996) y ALJB se halla cubierto por una ingente cantidad de vertidos a pesar de las advertencias realizadas con an-

233

L. ALCALÁ

AR1 (Villalba Alta Río 1) Río Alta (Villalba AR1 V

CL (La Calera) (La CL

OR1 (Orrios) OR1

G4 (La Gloria 4) Gloria (La G4

PE (Peralejos e) (Peralejos PE

1 (El Arquillo) (El 1 AQ

MIL (Milagros) MIL

(Las Casiones) (Las KS

VDC3 (Rambla de Valdecebro 3) Valdecebro de (Rambla VDC3

BUN (Búnker de Valdecebro) de (Búnker BUN

VDC5 (Rambla de Valdecebro 5) Valdecebro de (Rambla VDC5

CC (Cerro de la Garita) la de (Cerro CC

LM (Los Mansuetos) (Los LM

ALJB (Los Aljezares B) Aljezares (Los ALJB

BC (Barranco Calaveras) (Barranco BC

CC2 (Las Pedrizas) (Las CC2

MDV2 (Masada del Valle 2) Valle del (Masada MDV2

VIP (Vivero de Pinos) de (Vivero VIP

(Los Aguanaces) (Los AG

PM (Puente Minero) (Puente PM

CAT (La Cantera) (La CAT

R2 (La Roma 2) Roma (La R2 tras la aplicación de los criterios establecidos en tabla 1 tras 2B) Barbo del (Masía MBB 323223223-12441412423223

loración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel de la Fosa de vertebrados patrimonial de los yacimientos loración

ía de la Roma 2) Roma la de ía (Mas ROM2 Va 111111111421311111111111 031121000402200000101001 010000000300200000000000 232330021122212011302200 421411321142122112123321 002000001400000000010000 022020001302400122302000 12444???4434421244413222 222222222232222221223222 433334343333334333334333 342222211114111111122222 044000000024400201424120 123331111211221121113113 000000000000000000000000 112131112233311132312121 124241111412422144214312 022123031303203020123212 122131111423311132313231 000000000000000000000000 000200000100100000000000 400300300100130300221030 010301011303012200220414 abla 2. T LOR CIENTÍFICO lor histórico ccesibilidad -1 ALOR SOCIOCULTURAL Y ECONÓMICO ALOR SOCIOCULTURAL alor complementario ertederos otencial turístico Interés pedagógico P RIESGO DE DETERIORO Extensión A Coleccionismo/comercio VA de macrofósiles Concentración Tipo de fósiles Tipo de datación Interés bioestratigráfico Localidad tipo fósiles Conservación Interés paleoantropológico de especies Número tafonómica Contextualización geológico Contexto de conocimiento Nivel V Va V Edificación Minería/canteras Vías de comunicación V natural Erosión

234 Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel telación (Alcalá y Paricio, 1984), e incluso después de realizar inversiones públi- cas para rescatarlo de un primer intento de eliminación (Alcalá, 1987). Otros yacimientos todavía sufren el deterioro causado por intervenciones no autorizadas, si bien éste se ha reducido drásticamente en los últimos tiempos de- bido al mayor conocimiento de las normas que regulan las excavaciones paleon- tológicas en Aragón y, en no menor medida, por la difusión de las actuaciones san- cionadoras que su incumplimiento ha conllevado en algunos casos. En una visita realizada a los yacimientos con objeto de comprobar su estado con vistas a pre- sentar imágenes en las Jornadas de Patrimonio de Rubielos de Mora, se pudo com- probar cómo el yacimiento de El Arquillo había sido excavado en fechas próximas a la Semana Santa del año 1998 (generalmente, quienes protagonizan estas ac- ciones tienen el mismo respeto por la naturaleza que por el patrimonio, por lo que suelen dejar el lugar con numerosos vestigios de su presencia, entre ellos perió- dicos por doquier). Un caso significativo de posibles deterioros es la realización de obras pú- blicas. A lo largo del cauce de la Rambla de Valdecebro está diseñado el trazado de la autovía que enlazará la costa valenciana con Zaragoza; alguno de los yaci- mientos situados en la zona podría desaparecer. Por fortuna, en este caso está pre- visto un plan de impacto paleontológico de la obra civil que permitirá la máxima recuperación posible de información paleontológica. En cierto modo, dado que ninguno de los yacimientos afectados reviste una especial significación, las obras de la autovía pueden convertirse en aliadas de los paleontólogos al permitir rea- lizar investigaciones detalladas en unos yacimientos que durante décadas han per- manecido en el olvido, sin descartar la posibilidad de que permitan el hallazgo de otros niveles fosilíferos actualmente desconocidos. Por último, también se registran riesgos de deterioro ligados a procesos na- turales. Es el caso de los yacimientos situados en la parte norte de la Fosa: OR1 y VAR1. Ambos están afectados por la erosión natural derivada del hecho de en- contrarse en lechos de cauces fluviales. VAR1 está situado justo en la zona de pro- gresión de un meandro del río Alfambra y no tardará en verse afectado por la ero- sión continua del río (ahora sólo queda afectado en épocas de crecida); OR1 está situado en una de las ramblas que vierten al río Alfambra (parte del yacimiento constituye el propio cauce de la rambla) y resulta erosionado cuando se producen avenidas durante las tormentas veraniegas.

Propuestas de gestión de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel

Los yacimientos adquieren un valor científico elevado como resultado del tra- bajo de investigación realizado. El modo de continuar incrementando este valor, o de adquirirlo por parte de otros lugares, consiste en el apoyo a la labor de los investigadores, estableciendo facilidades e incentivos. Por su parte, los investi-

235 L. ALCALÁ gadores deben asumir que, en un modelo racional de gestión de las actuaciones en un yacimiento, la investigación no necesariamente es el único de los factores implicados. En el caso de que los yacimientos destaquen por su elevado valor sociocul- tural y económico, se propone estudiar su utilización pedagógica y turística, ha- bilitando los yacimientos para que una visita guiada sea cómoda, aprovechable y segura (este último aspecto tanto para los visitantes como para el lugar). Hay que tener en cuenta que la mejor manera de que el trabajo paleontológico resulte va- lorado es darlo a conocer. De este modo se puede reconvertir la idea clásica de que la búsqueda de fósiles es una especie de aventura en la que se triunfa únicamente si se tiene a la fortuna por aliada, hacia el conocimiento de una profesión en la que se obtienen resultados como fruto de la aplicación de una metodología y de unos trabajos sistemáticos. Un ejemplo es la pretensión de que yacimientos clá- sicos, como los de Concud, puedan ser visitables –incluso cuando se esté llevando a cabo su investigación– en el marco de un proyecto lúdico-cultural diseñado por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel. La materialización de proyectos como el futuro centro temático de Teruel, conectado debidamente con los recur- sos paleontológicos endógenos (Alcalá, 2000), constituye una ocasión única para el desarrollo de la paleontología turolense si la Administración, los investigado- res y los empresarios toman las decisiones adecuadas. Así, se puede configurar una atractiva oferta mixta cultural y lúdica que puede repercutir, además de en un lan- zamiento socioeconómico de la zona, en una situación inmejorable para afrontar las medidas de conservación e incremento del patrimonio paleontológico turolense, así como su investigación. Finalmente, en el caso de los yacimientos afectados por factores de riesgo, se deberían emplear los recursos necesarios para contrarrestar la actuación del ele- mento agresor. Básicamente: – En el caso de edificaciones, vertederos, vías de comunicación, etc., el es- tablecimiento de un plan preventivo de recuperación de información pa- leontológica. Este es, afortunadamente, el caso de la autovía de enlace entre Valencia y Zaragoza, que puede afectar a varios yacimientos de la Rambla de Valdecebro. Se contempla esta posibilidad en el punto 10.15.1.1 del co- rrespondiente contrato de consultoría y asistencia (N-330 Murcia a Fran- cia, tramo Escandón-Teruel). – En el caso de excavaciones no autorizadas, la aplicación de las normas que actualmente tiene en vigor el Gobierno de Aragón en esta materia y tam- bién una colaboración por parte de los vecinos y de los investigadores. En efecto, si los yacimientos se cubren con sedimentos después de una cam- paña (como en PM, CC o KS) el acceso a los mismos se dificulta notable- mente. El trabajo añadido de tener que descubrirlos en una campaña si- guiente queda compensado por el hecho de saber que lo encontraremos tal como lo dejamos en la ocasión anterior. Se ha dado el caso de un yaci- miento próximo en el que, tras la campaña de investigación, se ha dejado

236 Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel

una enorme superficie completamente expuesta, facilitando no sólo cual- quier intervención en el mismo, sino la actuación de la erosión natural. – En el caso de yacimientos afectados por erosión natural, evaluación del in- terés de instalar barreras que la eviten (si se trata de procesos fluviales) o bien de realizar alguna excavación de urgencia. No obstante, considero de especial importancia a la hora de establecer prio- ridades en los modelos de gestión de los yacimientos el hecho de que se deter- minen previamente los objetivos que se deseen alcanzar. Los yacimientos selec- cionados para promover actuaciones podrán variar en función del objetivo perseguido. Una vez establecida la aplicación de los criterios definidos en la tabla 1, cuyos resultados se muestran en la tabla 2, la secuencia de actuaciones será muy diferente si se ha planteado el incremento de la información científica (fig. 1) –que

Figura 1. Esquema propuesto para la gestión del patrimonio paleontológico desde el punto de vista de su valoración científica. Los números indican las áreas de sucesión de priori- dades según este aspecto. Los yacimientos situados en cada área están determinados por los resultados obtenidos en la tabla 2 tras la aplicación de los criterios detallados en la tabla 1. Las áreas identificadas en este caso como 5, 6 y 7 no tienen yacimientos seleccionados; a modo de ejemplo, podrían estar ocupadas por: 5) niveles fosilíferos que serán afectados por la autovía y que, tras su estudio, muestren interés cultural o socioeconómico; 6) niveles fosilíferos que serán afectados por la autovía y no materialicen su interés paleontológico tras su estudio; 7) yacimientos sin valor científico ni riesgo de deterioro pero con valor di- dáctico (por ejemplo, algunos fragmentos indeterminables de hueso englobados en unos depósitos de fondo de canal pueden ser un gran ejemplo de los procesos que dan lugar a un tipo de yacimiento).

237 L. ALCALÁ se consigue facilitando la investigación–, la potenciación del valor sociocultural y económico –desarrollado mediante la puesta en valor de estos aspectos (fig. 2)– o bien, evitar o minimizar la pérdida de información paleontológica mediante la aplicación de medidas de prevención (fig. 3). Este modelo de gestión introduce un procedimiento de toma de decisiones según el cual no necesariamente sería prio- ritario actuar sobre aquellos yacimientos que formen parte de un catálogo o in- ventario establecido previamente (generalmente basado en el interés científico ex- clusivamente) sino que permite una flexibilidad en función de las circunstancias propias del desarrollo paleontológico que se desee promocionar en una comuni- dad. Por ejemplo, un yacimiento de enorme interés científico puede promocionarse científicamente y, a la vez, no precisar ninguna medida de protección si no pre- senta ningún factor de riesgo; un yacimiento de interés científico medio o bajo puede ser objeto de promoción por su interés pedagógico; etc. Hay que tener en cuenta que la comunicación social de la ciencia cada vez es más importante para la continuidad de las investigaciones y merece la pena abandonar la idea de rea- lizar una tarea exclusivamente científica en favor de dedicar una parte de los es- fuerzos a la divulgación de la metodología empleada y de cómo los progresos al- canzados repercuten en la calidad de vida de los ciudadanos (en nuestro caso satisfaciendo la demanda de información acerca de la historia de la vida en nues- tro planeta) que, a través de las instituciones públicas, financian nuestra acti- vidad.

Figura 2. Sucesión de prioridades en la gestión de un conjunto de yacimientos según el in- terés sociocultural y económico.

238 Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel

Figura 3. Sucesión de prioridades en la gestión de un conjunto de yacimientos según cri- terios de protección del patrimonio.

Por otra parte, según ha expuesto Wimbledon (1998) acerca de las caracte- rísticas que deberían reunir los parajes integrantes del inventario europeo de lu- gares de interés geológico (Geosites), estos deberían identificar elementos im- portantes de la geología del país, constituyendo áreas que las ejemplificaran, más bien que establecer una selección de lugares específicos. En este contexto, una buena idea sería el establecimiento como tal de un amplio sector en torno a los alrededores de Teruel, con las características del área tipo del Turoliense (Alcalá et al., 1994, Calvo et al., 1999) y con el argumento de su riqueza y variedad pa- leontológica. El caso puntual de los yacimientos de Concud podría estar bajo la tutela de Bien de Interés Cultural, figura que ya se propuso para ellos en 1984 (in- cluso antes de la publicación de la Ley 12/1985) y el resto de yacimientos de menor relevancia podrían ser inventariados como puntos de interés geológico (Elí- zaga et al., 1994) o paleontológico (Meléndez y Soria, 1997). Al respecto, cabe se- ñalar la multitud de figuras de protección o inventariado que se han establecido o que se siguen proponiendo (21 tipos de figuras para conservación de espacios naturales, según Gallego y García Cortés, 1996), por lo que sería oportuna una ten- dencia hacia la simplificación en lugar de hacia la expansión.

239 L. ALCALÁ

Conclusiones

Cuando hace tres lustros se planteaba la cuestión de la protección de los ya- cimientos paleontológicos en el I Congreso Español de Geología, la comunidad científica permanecía ajena a este debate y así ha seguido durante bastante tiem- po, hasta encontrarse con la realidad de unas normas que afectan a nuestro tra- bajo y en cuya gestación no se ha interesado el colectivo paleontológico. En los últimos tiempos, como contraste, ha aflorado un interés, quizás desmesurado, en considerar como parte del patrimonio paleontológico (y, como consecuencia, sus- ceptible de conservarse y de invertir recursos) casi cualquier lugar en donde se en- cuentra un elemento paleontológico. A menudo, la justificación patrimonial de estos lugares es tan firme como incontrastable, ya que se fundamenta en super- lativos que no están soportados por argumentos sólidos. Por ello, se propone un esfuerzo por parte del colectivo de paleontólogos para establecer los lugares ver- daderamente señalados y para considerar favorablemente los debidamente justi- ficados por colegas, aunque no representen elementos de nuestro más directo in- terés profesional o personal. Para ello, los ensayos de establecimiento de criterios sistemáticos de valoración como el aquí propuesto constituyen una tarea necesaria a la que todos los paleontólogos deberíamos destinar una parte de nuestra dedi- cación.

Agradecimientos

Las propuestas presentadas en este trabajo se han establecido como conse- cuencia de numerosos trabajos paleontológicos realizados en la Fosa de Teruel por el autor con el apoyo del Gobierno de Aragón (programa anual del plan general de excavaciones y prospecciones arqueológicas y paleontológicas), de la Funda- ción Conjunto Paleontológico de Teruel (convenios de colaboración con el Museo Nacional de Ciencias Naturales) y de varios proyectos correspondientes a planes nacionales de investigación (como el que está en vigor en el momento de mate- rializarse esta publicación: DGESIT PB98-0691-C03-01). Este trabajo ha mejorado gracias a las sugerencias de Xavier Martínez Delclòs, Plinio Montoya y Enrique Pe- ñalver. El resumen ha sido traducido por Victoriano Fonte.

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242 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 243-255

Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros Evaluating the heritage of the palaeontological site of Libros (Teruel, Spain)

Luis LUQUE y Luis ALCALÁ(*) Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), José Gutiérrez Abascal, 2, 28006 Madrid.

RESUMEN El yacimiento paleontológico de Libros es uno de los más emblemáticos de la provincia de Teruel. De él proceden, entre otros fósiles relevantes, cuatro especies nuevas de anfibios y aves fósiles. Los restos presentan un estado de conservación excepcional, ya que se en- cuentran esqueletos completos y restos del tejido blando. En este trabajo se aplica un con- junto de criterios destinados a determinar el grado de interés científico y socioeconómico, así como el riesgo de deterioro, del yacimiento. Palabras clave: Mioceno Superior, Libros, Teruel, España, conservación excepcional, an- fibios, aves, patrimonio paleontológico.

ABSTRACT The fossil site of Libros stands as one of the most important palaeontological landmarks of the Teruel province (Aragón, Spain). The site holds a special interest for being the type- locality of four new species of amphibians and birds and for the exceptional state of pre- servation of fossils, including the preservation of soft tissues. The purpose of this paper is, on one side, to set some general criteria to assess the scientific and socio-economic value of palaeontological sites and, on the other, to apply such criteria to the particular fossil site of Libros, in order to evaluate possible risks of damage or expoliation. Keywords: Upper Miocene, Libros, province of Teruel, Spain, exceptional preservation, am- phibians, birds, Palaeontological heritage.

(*) Dirección actual: Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, Avda. Sagunto, s/n (edificio Di- nópolis). 44002 Teruel. e-mail: [email protected]

243 L. LUQUE Y L. ALCALÁ

Introducción

El interés suscitado por la necesidad de conocer y conservar el patrimonio paleontológico ha llevado en los últimos años al establecimiento de leyes que re- gulan la protección del mismo (Ley de Patrimonio Histórico Español 16/1985, 25 de junio y Ley de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Sil- vestres 4/1989, 27 de marzo, así como numerosas leyes de patrimonio histórico y cultural en varias comunidades autónomas). Con el fin de facilitar a las admi- nistraciones públicas la aplicación correcta de las mismas se hace necesario desa- rrollar unos criterios sistemáticos, preferiblemente susceptibles de cuantificación, a través de cuya aplicación se pueda determinar el valor y riesgo de deterioro, desde distintos puntos de vista, de los diferentes elementos concretos de dicho pa- trimonio. Siguiendo el trabajo desarrollado por Alcalá (2002), basado en otros ante- riores (Alcalá y Morales, 1994; Morales, 1996; Cendrero, 1996), hemos aplicado los diferentes criterios propuestos a un yacimiento de características muy parti- culares como es el de Libros (Teruel). El método original que hemos utilizado aquí está orientado a su aplicación en yacimientos de macromamíferos; sin embargo, la utilización de los mismos conceptos básicos con la modificación de algunos de ellos con el fin de adecuarlos a yacimientos de otras características puede llevar a resultados satisfactorios como el que aquí se presenta. La principal ventaja de la metodología empleada reside en que, una vez adaptada a las características de los yacimientos, y teniendo en cuenta cuáles son los objetivos administrativos que se plantean, permite asignar mayor o menor peso específico a cualesquiera de los criterios en función de dichos objetivos, con lo que se obtiene una descripción in- dependiente del tipo de yacimiento que se compara.

El yacimiento paleontológico de Libros (Teruel)

El yacimiento de Libros se encuentra situado al sureste de dicha población (fig. 1), en los relieves que corta la carretera que une esta localidad con la de Rio- deva. Consiste en un conjunto de capas de arcillas bituminosas de algunos decí- metros de espesor intercaladas entre niveles de calizas y yesos sulfurosos, a lo largo de una serie estratigráfica de más de 120 m de potencia. Esta unidad, de edad va- llesiense (Mioceno Superior continental), se denomina Unidad Yesos de las Minas de Libros y su origen se relaciona con la fase distensiva neógena que dio lugar a una serie de graben tectónicos rellenados durante el Mioceno por depósitos de- tríticos en los márgenes y de carbonatos y yesos de origen lacustre en el centro. Las capas bituminosas que contienen los fósiles corresponden a facies lacustres de cierta profundidad. Estos materiales se depositaron en un cuerpo de agua dulce o ligeramente salina, bien estratificado, donde se acumuló, en un ambiente de muy baja energía y tasa de sedimentación, abundante materia orgánica vegetal, espí- culas de esponjas, algas carofitas, así como restos de fauna de vertebrados e in-

244 Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros vertebrados: aves, reptiles, anfibios, artrópodos, gasterópodos, etc. (Broekman, 1983; Broekman et al., 1983; Anadón et al., 1989; Alcalá et al., 1997). Las con- diciones anóxicas de la zona profunda del medio lacustre, donde llegaron los ca- dáveres de los organismos transportados desde la orilla, evitaron, posiblemente, la descomposición completa de los mismos y permitieron su excepcional estado de conservación (Luque et al., 1996).

Libros

YACIMIENTO PALEONTOLOGICO Río Turia DE LIBROS

Minas de Libros

Cuaternario Mioceno Mesozoico Rí o De va 0,5 Km N

Figura 1. Mapa geológico de la zona de Libros (Teruel) y situación de las explotaciones mi- neras.

Los depósitos sedimentarios de la Unidad Yesos de las Minas de Libros han sido explotados desde principios del siglo XIX y hasta los años 50 del siglo XX con el fin de obtener azufre. Dentro del proceso de obtención de la flor de azufre era necesario calentar en grandes hornos el material extraído, para lo cual se utilizaba como combustible el carbón proveniente de minas cercanas y las arcillas bitu- minosas que se encontraban en el mismo yacimiento. Para este fin, se obtenían y troceaban grandes cantidades del material en donde esporádicamente se halla- ban los restos fósiles. Si bien estas figuras llamaban la atención de muchos de los trabajadores, particularmente de las mujeres encargadas del troceado del material, durante décadas un gran número de estos fósiles se perdieron en el fuego de los hornos. A partir del momento en que la empresa minera detuvo la explotación del azufre en los años 50, cesó la obtención regular de ejemplares, ya que es necesario

245 L. LUQUE Y L. ALCALÁ movilizar gran cantidad de material para encontrar alguno de ellos. Casi todos los fósiles de Libros que se han comercializado posteriormente proceden del inter- cambio y la venta entre colecciones particulares, la mala administración de co- lecciones de museos, o bien son aquellos que conservaban antiguos trabajadores de las minas y que han sido vendidos a lo largo de los años posteriores al cierre de las mismas. La Ciencia no tuvo conocimiento de los fósiles de Libros hasta el año 1920. En aquella época, el entonces director de la Industrial Química de Zaragoza (em- presa que explotaba las minas), Celedonio José Pueyo, rescató algunos ejempla- res y se los mostró al entomólogo Longinos Navás, en el Colegio del Salvador, Za- ragoza. Su entusiasmo por la extraordinaria calidad de los fósiles le llevó a visitar la mina y recoger algunos ejemplares más, premiando, desde ese momento, a los trabajadores que los recuperaran. Así, Navás consiguió reunir un gran número de ejemplares, y dos años después de publicar una pequeña nota (Navás, 1920), en la que daba cuenta del hallazgo y describía la especie Rana pueyoi, realizaba una publicación donde describía dos géneros con tres nuevas especies: Rana que- llembergi, Oligosemia spinosa (un urodelo) y Thiornis sociata (un ave) (Navás, 1922a). Esta publicación fue replicada por José Royo Gómez, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, que criticaba la edad atribuida al yacimiento y la falta de preparación paleontológica del autor (Royo Gómez, 1922). Ésta, a su vez, tuvo una rápida contrarréplica por parte de Navás (1922b). La falta de entendimiento que existió entre ambos científicos originó que Navás abandonara la Real Sociedad Es- pañola de Historia Natural y que muchos de los fósiles por él recuperados fueran a parar a museos extranjeros. Las minas de Libros fueron visitadas por otros científicos además de Navás, por ejemplo Hernández Pacheco o el mismo Royo Gómez, así como por aficio- nados. Muchos de los ejemplares obtenidos por los primeros se conservan en co- lecciones de museos, mientras que de los segundos en pocos casos se han podi- do recuperar y conservar debidamente. Algunas de las mayores colecciones de fósiles de Libros se encuentran en el Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza (donde se conservan los holotipos de las dos nuevas especies de rana y el del urodelo), en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en el Museo de Geo- logía de Barcelona, en el Museo del Instituto Tecnológico y Geominero de Espa- ña, en el Museo Nacional de Historia Natural de París y, en menor medida, en mu- chos otros museos tanto nacionales como extranjeros. Los fósiles se encuentran en el yacimiento dentro de láminas de sedimento bituminoso. Éstas se separan en finas lajas dejando en cada parte una mitad del fósil. Los fósiles están representados por varias especies de aves aún sin estudiar (Lám. 1, fig. 1), a excepción de Thiornis sociata descrito por Navás (1922a) que ha sido atribuido al género Podiceps (Olson, 1995); varios restos de colúbridos (Lám. 1, fig. 2); las dos especies del género Rana citadas anteriormente (Lám. 1, fig. 3) y gran número de larvas (renacuajos) correspondientes, probablemente, a las mismas especies (Lám. 1, fig. 4); una o más especies de anfibios urodelos

246 Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros

Lámina 1. Algunos ejemplares de vertebrados fósiles del yacimiento de Libros (Teruel); 1) cabeza desarticulada de un ave indeterminada, 2) colúbrido incompleto, 3) ejemplar de Rana pueyoi en perfecta articulación, 4) larva de anfibio y 5) anfibio urodelo.

247 L. LUQUE Y L. ALCALÁ

Lámina 2. Ejemplos de conservación de los fósiles de vertebrados del yacimiento de Libros (Teruel); 1) esqueleto articulado de Rana pueyoi, 2) impronta del tejido blando en un ejem- plar de Rana pueyoi, 3) impronta de tejido blando en un ejemplar de anfibio urodelo y 4) detalle de las huellas de la tráquea de un ave.

248 Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros

(Lám. 1, fig. 5); artrópodos, gasterópodos, esponjas, diatomeas y macrorrestos ve- getales (Fernández Marrón, 1972; Gil Quílez, 1986; Peñalver, 1996). El esqueleto de los vertebrados está a menudo completo y con los huesos articulados o algo des- plazados pero asociados (Lám. 2, fig. 1). Los ejemplares completos suelen pre- sentar la impronta de los tejidos blandos con una fina película carbonosa de color negro que configura el contorno de la forma original del organismo (Lám. 2, figs. 2 y 3). Los fósiles conservan a veces tanto detalle que permiten distinguir per- fectamente estructuras como la tráquea de las aves (Lám. 2, fig. 4), los gasteró- podos ingeridos y conservados en el abdomen de algunas ranas (Lám. 3, fig. 1), los ojos de las larvas de anfibios (Lám. 3, fig. 2) o plumas en las aves. La obser- vación al microscopio electrónico de barrido de muestras de los fósiles permite ob- servar el estado de conservación de la estructura ósea (Lám. 3, fig. 3) y compro- bar que existe una fina lámina bacteriana fósil que recubre las partes carbonosas de los ejemplares (Luque et al., 1996) (Lám. 3, fig. 4).

Interés patrimonial del yacimiento

Como hemos mencionado anteriormente utilizaremos los criterios desarro- llados por Alcalá (2002) para determinar el interés patrimonial del yacimiento como ejemplo de aplicación de este método a un yacimiento sin macromamíferos documentados y de características generales muy diferentes. Los resultados que- dan recogidos en una tabla donde se valoran las características del yacimiento, en orden creciente del 0 al 4, según cada uno de los criterios establecidos (tabla 1).

Valor científico La abundancia de fósiles es media ya que, aunque se desconoce la cantidad total que se extrajo del yacimiento, sólo en las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales se cuenta con casi 120 ejemplares de vertebrados y es de su- poner que existan varios cientos más repartidos entre otras colecciones. El segundo criterio, que se refiere al tipo de fósiles, se estableció, como el resto del método, para valorar yacimientos de macromamíferos por lo que en este caso debemos adaptarlo a un rango más amplio que incluya en general los yacimientos de ver- tebrados. Un criterio lógico sería sustituir los tipos planteados por la diversidad, no considerando el contenido de especies o géneros de mamíferos, sino de otra ca- tegoría taxonómica mayor, como por ejemplo Clase: una clase (0), dos clases (1), tres clases (2), tres o más clases con invertebrados o vegetales (3) y tres o más cla- ses con invertebrados y vegetales (4), en cuyo caso el yacimiento de Libros al- canzaría un valor muy alto, ya que contiene representantes de tres clases diferentes de vertebrados (Aves, Reptilia, Amphibia) y presenta además restos de inverte- brados y vegetales. La datación del yacimiento se ha realizado por correlación geo- lógica ya que no hay dataciones absolutas y ninguna de las especies tiene un im- portante interés bioestratigráfico. Libros constituye una importante localidad tipo,

249 L. LUQUE Y L. ALCALÁ

Tabla 1. Resultado de la aplicación de los criterios de determinación del valor científico, sociocultural y económico y el riesgo de deterioro, basados en Alcalá (2002), al yacimiento mioceno de Libros (Teruel). Los valores de cada categoría se encuentran entre 0 (nulo) y 4 (muy elevado)

VALORES 0 123 4 CRITERIOS

ABUNDANCIA DE FÓSILES

TIPO DE FÓSILES

TIPO DE DATACIÓN

INTERÉS BIOESTRATIGRÁFICO

LOCALIDAD TIPO

CONSERVACIÓN DE FÓSILES

INTERÉS PALEOANTROPOLÓGICO ALOR CIENTÍFICO V NÚMERO DE ESPECIES

CONTEXTUALIZACIÓN TAFONÓMICA

CONTEXTO GEOLÓGICO

NIVEL DE CONOCIMIENTO

VA L OR HISTÓRICO

INTERÉS PEDAGÓGICO

Y ECONÓMICO POTENCIAL TURÍSTICO SOCIOCULTURAL

EXTENSIÓN

ACCESIBILIDAD

EDIFICACIÓN

MINERÍA / CANTERAS

VÍAS DE COMUNICACIÓN

VERTEDEROS RIESGO DE DETERIORO COLECCIONISMO / COMERCIO

EROSIÓN NATURAL

250 Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros

Lámina 3. Ejemplos de conservación de los fósiles de vertebrados del yacimiento de Libros (Teruel); 1) restos de gasterópodos incluidos en el abdomen de una Rana pueyoi, 2) im- pronta del ojo de una larva de anfibio incompleta, 3) superficie del hueso de una Rana pue- yoi parcialmente cubierta por bacterias fosilizadas y 4) película bacteriana fósil que recu- bre las partes blandas conservadas en los ejemplares (barra = 5 µm). Fotografías 3 y 4 realizadas con un microscopio electrónico de barrido.

251 L. LUQUE Y L. ALCALÁ ya que en ella se han descrito cuatro nuevas especies y dos géneros nuevos, por lo que en este apartado alcanzaría un valor máximo. Una de sus características más peculiares es el estado de conservación de los fósiles, como se ha indicado an- teriormente, que le confiere el valor más alto en la tabla. Sin embargo, carece de interés paleoantropológico y contiene un número de especies bajo, a pesar de la abundancia de clases. Esto último es debido, en parte, al escaso conocimiento desde el punto de vista sistemático del yacimiento y, sin duda, el número de es- pecies crecerá a medida que el mismo aumente. El yacimiento no fue excavado sis- temáticamente por lo que el método de obtención de los fósiles impide cualquier tipo de contextualización tafonómica. De las capas fosilíferas sólo se conocen al- gunos afloramientos aislados y, por haber sido explotadas en profundidad, éstos son muy escasos. Respecto al contexto geológico, estas capas se incluyen en una serie geológica bien estudiada y descrita científicamente dentro de la Serie Yesos de las Minas de Libros que hemos mencionado anteriormente. Existe un escaso número de publicaciones específicas (categoría de nivel del conocimiento) acerca del yacimiento de Libros, si bien se ha citado en numerosos trabajos y sus fósi- les son ejemplos típicos en monografías y tratados generales de paleontología.

Valor sociocultural y económico Relativo al valor histórico, al yacimiento de Libros le corresponde un valor medio, ya que es conocido desde las primeras décadas de este siglo. Su situación, bien comunicada por carretera, y los abundantes restos relacionados con la in- fraestructura minera (edificios, hornos, viviendas excavadas en la roca, etc.), que quedarían comprendidos dentro de la llamada arqueología industrial, contribuyen a hacer de la zona un paisaje muy peculiar con cierto potencial turístico e interés pedagógico, lo que aporta un considerable valor complementario al área (fig. 2).

Riesgo de deterioro La vinculación de los hallazgos de fósiles a la actividad de la mina hacen que en la actualidad el acceso a los niveles fosilíferos sea muy difícil, por lo que el ries- go de deterioro es casi nulo. La zona presenta una buena accesiblilidad y se ex- plota agrícolamente en algunas áreas por lo que ha sido posteriormente modifi- cada con abancalamientos y cultivos, aunque la mayor parte permanece poco alterada y nunca afecta al propio yacimiento cuyas capas resultan desde hace dé- cadas casi inaccesibles. Los fósiles que actualmente son objeto de comercio, y sue- len alcanzar precios realmente elevados en el mercado de coleccionistas, provie- nen del periodo en que la actividad minera continuaba en Libros, antes de los años 50 de este siglo. Por ello, quienes actualmente se acercan con el objetivo de re- colectar fósiles suelen quedar defraudados.

252 Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros

Figura 2. Estado actual de los hornos donde se consumían los sedimentos fosilíferos.

Conclusión

La aplicación de la metodología propuesta por Alcalá (2002) al caso del ya- cimiento de Libros aporta una cuantificación del interés científico, sociocultural y económico y del riesgo de deterioro del yacimiento. La diferenciación en estos tres tipos de criterios facilita la valoración de los yacimientos en función de la fi- nalidad con que se aplique: investigación, educación-ocio, economía o protección del mismo. En este caso concreto se ha modificado algún criterio respecto al tra- bajo original con el fin de adaptarlo a un tipo de yacimiento en el que no se ha documentado la presencia de macromamíferos. El yacimiento de Libros presenta un alto valor científico, debido principalmente a las características de los fósiles que contiene. Su interés sociocultural y económico es bajo desde el punto de vista estrictamente paleontológico, pero medio debido al aspecto de la arqueología industrial. El riesgo de deterioro del mismo es mínimo, dado que la extracción de fósiles estaba vinculada a la actividad minera actualmente inexistente. Por lo tanto, el valor patrimonial del yacimiento reside más en las ca- racterísticas de los fósiles que de él se han extraído que en el propio yacimiento ya que, en la actualidad, resultaría muy difícil acceder a las capas fosilíferas.

253 L. LUQUE Y L. ALCALÁ

Agradecimientos

A los responsables de las colecciones paleontológicas del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), Colegio del Salvador, Instituto Tecnológico Geomine- ro de España, Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza, Museo de Geo- logía de Barcelona, Museo del Seminario de Barcelona y a los de todos aquellos centros que nos han permitido acceder a sus colecciones paleontológicas. Agra- decemos especialmente la colaboración de Dolores Pesquero, Begoña Sánchez Chi- llón, Susana Fraile y Enrique Peñalver.

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254 Valoración patrimonial del yacimiento paleontológico de Libros

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255

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 257-268

Valoración patrimonial de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión The evaluation of the heritage of Pliocene sites in the Sarrión graben (Teruel, Spain)

María Dolores PESQUERO, Begoña SÁNCHEZ y Luis ALCALÁ(*)

Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), C/ José Gutiérrez Abascal, 2, 28006 Madrid.

RESUMEN En este trabajo se realiza una valoración patrimonial de los yacimientos pliocenos de la de- presión de Sarrión (provincia de Teruel), concretamente de los yacimientos Cerro de los Es- pejos y La Puebla de Valverde. El yacimiento de Cerro de los Espejos contiene restos inte- resantes de micromamíferos, así como un caparazón de Testudo sp. prácticamente completo. La lista faunística es bastante extensa. El interés científico del yacimiento es alto, debido a ser localidad tipo del roedor Blancomys meini y a la gran variedad de micromamíferos existentes. La extrema escasez de yacimientos de mamíferos españoles con la edad de Cerro de los Espejos es, en sí misma, un argumento a favor de la necesidad de su conservación y protección. El yacimiento de La Puebla de Valverde es localidad tipo del cérvido Croize- toceros ramosus pueblensis. Los restos más destacados son dos piezas de cercopitécido, ac- tualmente clasificados como Paradolichopithecus. La importancia de este yacimiento radi- ca, por tanto, en su alto interés científico y las amenazas a su conservación son, por una parte, las excavaciones no autorizadas y, por otra, la posibilidad de explotación en un fu- turo como cantera de áridos. Palabras clave: valoración patrimonial, vertebrados, Plioceno, Teruel, España.

ABSTRACT A heritage evaluation report of the Pliocene sites in the Sarrión Graben (Teruel Province), the sites of Cerro de los Espejos and Puebla de Valverde, is presented. The Cerro de los Es- pejos site has provided interesting micromammal remains as well as a nearly complete ca- rapace of Testudo sp. This site has supplied a long and diverse faunal list. Scientific inte-

(*) Dirección actual: Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, Avda. Sagunto, s/n (edificio Di- nópolis). 44002 Teruel. e-mail: [email protected]

257 M. D. PESQUERO, B. SÁNCHEZ Y L. ALCALÁ

rest is underlined by the fact of this site being the type locality of the rodent species Blan- comys meini and to the high micromammal diversity. On the other hand, the scarcity of Plio- cene sites in Spain is a further important argument for its protection and preservation. The site of La Puebla de Valverde holds two important heritage values, on one side, as being the type locality of the cervid Croizetoceros ramosus pueblensis. On the other side as ha- ving yielded two outstanding remains of the cercopithecid genus Paradolichopithecus. The preservation of this important fossil site is threatened by uncontrolled, and non-authorised, fossil collecting and by the inminent exploitation of the site as a quarry. Keywords: heritage evaluation, vertebrates, Pliocene, province of Teruel, Spain.

Introducción

La depresión de Sarrión tiene una dirección NW-SE y está situada en la parte oriental de la Cadena Ibérica, entre las sierras de Gúdar y Javalambre, en la pro- vincia de Teruel (fig. 1) (Paricio y Simón, 1986). En esta depresión se localizan los dos yacimientos de mamíferos de edad pliocena que constituyen el objeto de este trabajo.

Figura 1. Situación geográfica de la depresión de Sarrión (Teruel) y de los yacimientos plio- cenos estudiados: Cerro de los Espejos y La Puebla de Valverde.

El yacimiento Cerro de los Espejos se encuentra en el km 77 de la carretera N-234 y La Puebla de Valverde se sitúa en las proximidades de la localidad del mismo nombre a 22 kilómetros de Teruel (Adrover et al., 1974). El conjunto se-

258 Valoración patrimonial de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión dimentario de la depresión de Sarrión está compuesto por dos formaciones ce- nozoicas continentales (Adrover et al., 1978; Moissenet, 1982) (fig. 2). Los pri- meros materiales que la rellenaron a raíz de su hundimiento corresponden a la lla- mada Formación de Sarrión, de edad Plioceno Superior. La litología de esta unidad es fundamentalmente limo-arcillosa, de tonalidades pardo-rojizas muy fuertes, con intercalaciones de niveles conglomeráticos (Simón, 1983). El yacimiento Cerro de los Espejos consiste en un relleno cárstico con arcillas rojas incluidas en una for- mación compuesta por margas y calizas del Jurásico Superior. La cronología de la Formación ha podido conocerse gracias a este yacimiento y, tras varias revisiones de la fauna, se establece su edad en el comienzo de la zona MN16 de mamíferos neógenos continentales (Adrover, 1975; Adrover et al., 1978).

Figura 2. Contexto estratigráfico de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión.

En discordancia sobre la de Sarrión se sitúa la Formación La Puebla. Se trata de un conjunto detrítico de espesor variable cuya litología contrasta con la For- mación de Sarrión por su color mucho más claro y por las características de los clastos, de tamaño más pequeño y de mayor angulosidad (Adrover et al., 1974). Hacia el techo de este paquete se encuentra el yacimiento de La Puebla de Valverde al que se le asigna una edad correspondiente a la unidad MN17 (Crusafont et al., 1964; Aguirre, 1974; Kurtén y Crusafont, 1977; Guérin y Santafé, 1978). Así pues, los yacimientos Cerro de los Espejos y La Puebla de Valverde, dadas sus posiciones estratigráficas respectivas, infra y supradatan de forma bastante pre-

259 M. D. PESQUERO, B. SÁNCHEZ Y L. ALCALÁ cisa el periodo de tiempo en el cual se produjo el relleno del piedemonte de la de- presión de Sarrión, que comprendería básicamente todo el Plioceno Superior (Simón, 1984). El yacimiento Cerro de los Espejos se descubrió al realizar las obras del tra- zado de la carretera N-234 Sagunto-Burgos (Adrover, 1974). Dichas obras pusie- ron al descubierto un relleno de proporciones bastante importantes en el que, entre otros fósiles, se relata el hallazgo de un esqueleto completo de mastodonte, que no se denunció por temor a que se paralizaran las obras (Adrover, 1974). El relleno fue retirado y los restos fueron dispersados y enterrados junto con los escombros. Cuando Rafael Adrover tuvo noticias de él, lo visitó y únicamente encontró una pequeña bolsada de sedimento al SW del relleno, que vació y cuyo contenido fo- silífero estudió en gran parte. La mayoría de la fauna recuperada en este yacimiento pertenece a diferentes especies de micromamíferos (Adrover, 1986), aunque tam- bién destaca un caparazón de una pequeña tortuga prácticamente completo que conserva gran parte de los huesos interiores y de las extremidades (Adrover, 1975). El yacimiento La Puebla de Valverde fue excavado por primera vez en 1963 por Emille Heintz (Crusafont et al., 1964), que depositó los restos en el Museo Na- cional de Historia Natural de París y en el Instituto de Paleontología Miguel Cru- safont de Sabadell. La última excavación fue llevada a cabo por el equipo de Emi- liano Aguirre en 19741; los restos recuperados en esta campaña fueron depositados en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y estudiados por investigadores de dicho centro (Aguirre y Soto, 1974; Heintz y Aguirre, 1976; Alberdi y Bonadonna, 1983). Las piezas esqueléticas están distribuidas irregularmente en la capa for- mando verdaderas concentraciones, con la mayor parte de los huesos completos, entrecruzados y paralelos a la estratificación. Los datos tafonómicos, junto con datos geológicos y faunísticos permiten inferir, a grandes rasgos, la formación del yacimiento: muerte en masa alrededor de un abrevadero natural agotado por una sequedad excepcional, transporte corto y concentración por arroyos de tormenta y rápido enterramiento (Gautier y Heintz, 1974).

Valoración patrimonial de los yacimientos

Para la valoración patrimonial de los yacimientos se ha seguido la metodo- logía propuesta por Alcalá (2002) y que se ha utilizado en otros yacimientos pa- leontológicos de vertebrados de la misma zona (Luque y Alcalá, 2002). Se ha es- cogido una serie de criterios, dividida en tres grandes grupos: criterios científicos, socioculturales y económicos y riesgos de deterioro. Estos criterios se valoran entre 0 y 4 y quedan recogidos en las tablas 1 y 2.

1. Durante la preparación de este trabajo, el yacimiento ha sido objeto de una nueva campaña de in- vestigación desarrollada por miembros del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza y de su Sociedad de Amigos.

260 Valoración patrimonial de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión

En el yacimiento Cerro de los Espejos (tabla 1) el valor científico es bastan- te alto debido, en gran parte, a la abundancia de fósiles de micromamíferos de los órdenes Insectivora, Chiroptera, Lagomorpha y Rodentia (Adrover, 1986). Asi- mismo, el valor bioestratigráfico del yacimiento es también muy alto dado el es- casísimo registro europeo de yacimientos de mamíferos de esta edad. Además, ha

Tabla 1. Valoración patrimonial del yacimiento plioceno de Cerro de los Espejos según la metodología propuesta por Alcalá (2002)

VALORES 0 123 4 CRITERIOS

ABUNDANCIA DE FÓSILES

TIPO DE FÓSILES

TIPO DE DATACIÓN

INTERÉS BIOESTRATIGRÁFICO

LOCALIDAD TIPO

CONSERVACIÓN DE FÓSILES

INTERÉS PALEOANTROPOLÓGICO ALOR CIENTÍFICO V NÚMERO DE ESPECIES

CONTEXTUALIZACIÓN TAFONÓMICA

CONTEXTO GEOLÓGICO

NIVEL DE CONOCIMIENTO

VA L OR HISTÓRICO

INTERÉS PEDAGÓGICO

Y ECONÓMICO POTENCIAL TURÍSTICO SOCIOCULTURAL

EXTENSIÓN

ACCESIBILIDAD

EDIFICACIÓN

MINERÍA / CANTERAS

VÍAS DE COMUNICACIÓN

VERTEDEROS RIESGO DE DETERIORO COLECCIONISMO / COMERCIO

EROSIÓN NATURAL

261 M. D. PESQUERO, B. SÁNCHEZ Y L. ALCALÁ servido para datar la base de la formación, estableciéndose una edad MN16a a par- tir del estudio de la fauna de micromamíferos registrada (Adrover, 1975; 1986; Adrover et al., 1978).

Tabla 2. Valoración patrimonial del yacimiento plioceno de La Puebla de Valverde según la metodología propuesta por Alcalá (2002)

VALORES 0 123 4 CRITERIOS

ABUNDANCIA DE FÓSILES

TIPO DE FÓSILES

TIPO DE DATACIÓN

INTERÉS BIOESTRATIGRÁFICO

LOCALIDAD TIPO

CONSERVACIÓN DE FÓSILES

INTERÉS PALEOANTROPOLÓGICO ALOR CIENTÍFICO V NÚMERO DE ESPECIES

CONTEXTUALIZACIÓN TAFONÓMICA

CONTEXTO GEOLÓGICO

NIVEL DE CONOCIMIENTO

VA L OR HISTÓRICO

INTERÉS PEDAGÓGICO

Y ECONÓMICO POTENCIAL TURÍSTICO SOCIOCULTURAL

EXTENSIÓN

ACCESIBILIDAD

EDIFICACIÓN

MINERÍA / CANTERAS

VÍAS DE COMUNICACIÓN

VERTEDEROS RIESGO DE DETERIORO COLECCIONISMO / COMERCIO

EROSIÓN NATURAL

262 Valoración patrimonial de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión

La alta diversidad específica se establece por la presencia de 17 especies de micromamíferos y 8 de otros vertebrados que, además, permiten inferir con gran precisión las condiciones ambientales en que vivieron. Por tanto, su valor en la tabla 1 corresponde a la categoría mayor, es decir, la adjudicada a yacimientos con más de 15 especies de mamíferos. El yacimiento es, además, localidad tipo del roedor Blancomys meini (Adrover, 1986), que aparece reflejado en la tabla como valor 1. La conservación de los fósiles es bastante buena, encontrándose, en oca- siones, restos asociados, como en el caso del caparazón de Testudo sp. (Lám. 1, fig. A), que conserva gran parte de los huesos interiores y de las extremidades. Este ejemplar se encuentra en la actualidad en el Museo La Salle de Teruel y, puesto que en el momento de su extracción varias piezas estaban algo deterioradas, al- gunas placas están incompletas, siendo las placas neurales las que están en peo- res condiciones. Los riesgos de deterioro más importantes en el yacimiento de Cerro de los Es- pejos se deben a la pequeña extensión del yacimiento y a la proximidad de la N- 234. Por tanto, el problema de conservación podría plantearse con futuras ac- tuaciones en relación con una posible ampliación de la carretera, ya que sólo queda una pequeña parte del yacimiento original que podría llegar a desaparecer completamente. El yacimiento de La Puebla de Valverde tiene un valor científico y sociocul- tural muy alto (tabla 2). La abundancia de restos es enorme, con miles de ejem- plares recuperados. Hasta la campaña de 1974 se han identificado 238 individuos de 19 especies diferentes de mamíferos, además de elementos pertenecientes a tres tipos de aves (Crusafont et al., 1964). La especie mejor representada en el yaci- miento es Gazella borbonica (Lám. 1, fig. C), cuyos restos están compuestos, entre otros, por apéndices craneales aislados, fragmentos de cráneo y maxilares y man- díbulas con series dentarias completas. Esta característica le añade singularidad, ya que es el único yacimiento europeo villafranquiense que ha proporcionado tal cantidad de restos de Gazella borbonica. Igual que en el yacimiento de Cerro de los Espejos, el escaso registro de localidades de mamíferos de esta edad en España implica un gran interés bioestratigráfico; el yacimiento de La Puebla de Valverde data el final de la Formación La Puebla, así como el final del relleno de la cuen- ca. En este yacimiento se ha descrito una nueva subespecie de cérvido, Croizeto- ceros ramosus pueblensis (Heintz, y Aguirre, 1976), que es el cérvido más abun- dante del yacimiento, con un total de 335 elementos pertenecientes al menos a 26 individuos (Lám. 1, fig. D). La conservación de los fósiles es excelente. Aunque no existe ningún esqueleto completo, en muchas ocasiones se encuentran ele- mentos articulados e incluso, con frecuencia, aparecen grandes segmentos de co- lumna vertebral y cráneos en buen estado de conservación, en algunos casos per- tenecientes a carnívoros. Quizás los restos más populares que se han encontrado en el yacimiento son dos piezas de cercopitécido. La primera de ellas fue hallada por Heintz en 1964. Corresponde a un D4 que fue atribuido a Macaca sp. (Heintz

263 M. D. PESQUERO, B. SÁNCHEZ Y L. ALCALÁ

Lámina 1. Restos fósiles de vertebrados recuperados en los yacimientos pliocenos de la De- presión de Sarrión. Fig. A: Caparazón de Testudo sp. del yacimiento de Cerro de los Espejos. Fig. B: Fragmento de mandíbula de Paradolichopithecus sp. de La Puebla de Valverde. Fig. C: Mandíbulas de Gazella borbonica de La Puebla de Valverde. Fig. D: Mandíbulas y den- tición superior de Croizetoceros ramosus pueblensis de La Puebla de Valverde.

264 Valoración patrimonial de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión et al., 1971), y junto con el de Layna y la mención de Ambrona, fueron los pri- meros cercopitécidos conocidos en España (Aguirre y Fuentes, 1969; Crusafont y Golpe, 1969). La segunda pieza es una mandíbula incompleta que fue asignada al género Papio (Aguirre y Soto, 1974) (Lám. 1, fig. B) por su semejanza con la de Cova Bonica en Gavá, provincia de Barcelona (Delson, 1971). Ambos ejemplares se han incluido con posterioridad en el género Paradolichopithecus (Aguirre y Soto, 1978; Moyá Solá, 1989-90). El estudio posterior a la campaña de excavación realizada durante la pre- paración de este trabajo proporcionará, previsiblemente, una importante infor- mación acerca del modo de formación del yacimiento, por lo que se puede pro- poner una valoración 4 en la categoría de la contextualización tafonómica. La Puebla de Valverde es un yacimiento clásico dentro de la Paleontología de mamíferos y, por ello, ha sido objeto de numerosos trabajos científicos desde sus primeras campañas de excavación. Debido a la abundancia y excelente conser- vación de sus restos, sigue siendo en la actualidad uno de los puntos de referen- cia para el conocimiento de las faunas villafranquienses españolas. De hecho, se ha incluido en muchos trabajos de revisión sistemática de diferentes grupos re- presentados, algunos muy recientes (Guérin, 1982; Alberdi y Bonadonna, 1983; Azanza et al., 1997; Nieto et al., 1997) y se han aplicado nuevas técnicas de es- tudio en sus fósiles (Sánchez, 1993; 1997; Sánchez et al., 1994; Arribas, 1999; Me- rino, 1999). Este yacimiento tiene riesgos de deterioro importantes, a pesar de que el nivel fosilífero es bastante extenso. Por una parte, la existencia de algunas excavacio- nes no autorizadas que se han realizado debido a la popularidad del yacimiento y, por otra parte, la existencia de una antigua cantera de áridos en las proximidades del mismo, en la que está implicado el nivel fosilífero, es un factor que debe ser tenido en cuenta ante la posibilidad de una explotación futura. Otros pequeños fac- tores de riesgo que deben ser considerados en conjunto son el hecho de estar si- tuado en las proximidades de una carretera y constituir en la actualidad un lugar de vertidos ocasionales. La evaluación patrimonial de los yacimientos paleontológicos está mereciendo cada vez mayor interés por parte de los paleontólogos. En el caso de yacimientos pertenecientes a periodos temporales escasamente representados sería conveniente dedicar una especial atención para evitar su desaparición del registro. Un buen ejemplo de ello son los yacimientos pliocenos que se presentan en este trabajo. Aunque no siempre los yacimientos corren serios riesgos de deterioro, su adecuada conservación evitaría que en un futuro tuvieran que adoptarse medidas ante po- sibles situaciones de urgencia.

265 M. D. PESQUERO, B. SÁNCHEZ Y L. ALCALÁ

Agradecimientos

A los responsables de las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Na- turales por permitir la consulta de los ejemplares de La Puebla de Valverde. A Luis de Luque y Susana Fraile por los comentarios realizados a este trabajo y por la rea- lización de una parte de las fotografías.

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Área tipo del Rambliense (Mioceno Inferior, norte de Teruel) The type-area of the Ramblian (Lower Miocene, northern Teruel)

María de los Ángeles ÁLVAREZ SIERRA y Remmert DAAMS

Departamento y UEI de Paleontología, Facultad de Ciencias Geológicas, Instituto de Geología Económica, Universidad Complutense de Madrid, CSIC. 28040 Madrid e-mail: [email protected]

RESUMEN La sección tipo del Rambliense (Mioceno Inferior) se encuentra en las proximidades del arro- yo del Ramblar, lugar cercano a Navarrete del Río (norte de Teruel). En esta zona se en- cuentran 16 localidades con restos fósiles de micromamíferos de las cuales 8 también con- tienen restos fósiles de grandes mamíferos. Varios de estos yacimientos son localidades tipo de especies de micromamíferos, y el registro español más antiguo de Anchitherium (Pe- rissodactyla) se encuentra en esta zona. El área del Rambliense no ha sufrido deterioros me- dioambientales reseñables, únicamente las acciones aisladas de algún particular han oca- sionado la desaparición de un yacimiento; pero está proyectado el paso de la autovía Valencia-Zaragoza por esta zona y sería conveniente proteger de esta obra a la sección tipo del Rambliense y, al menos, a los yacimientos con restos fósiles de grandes mamíferos. Palabras clave: conservación, patrimonio paleontológico, mamíferos, Rambliense, Mioceno Inferior, Teruel, España.

ABSTRACT The type section of the Ramblian (Lower Miocene) is situated near Arroyo del Ramblar, a dry valley northwest of Navarrete del Río (North Teruel). In this area 16 localities with abun- dant micromammal remains are present of which 8 also contain large mammal remains. Various of these sites are type localities of micromammal species and the oldest Spanish record of Anchitherium (Perissodactyla) is from this area. The Ramblian type area has not suffered important environmental deterioration although a peasant destroyed a locality with both small and large mammals when levelling his fields. On the other hand, the Valencia- Zaragoza highway is projected through the Ramblian type area, and it would be advisable to protect the type section and the localities with large mammal remains.

269 M. A. ÁLVAREZ SIERRA Y R. DAAMS

Keywords: conservation, palaeontological heritage, mammals, Ramblian, Lower Miocene, province of Teruel, Spain.

Introducción y antecedentes

En el año 1987 Daams y colaboradores definieron un Piso para los depósi- tos continentales de parte del Mioceno Inferior. Esta unidad, denominada Ram- bliense, corresponde a parte de lo que se conoce como Ageniense, unidad infor- mal propuesta en el año 1975 en el International Symposium on Mammalian Stratigraphy of the European Tertiary (Fahlbusch, 1976). El área propuesta como sección tipo para el Rambliense fue la zona próxima al arroyo del Ramblar cerca de la localidad de Navarrete del Río (Teruel), ya que tras numerosas campañas de prospección y recolección de fósiles continentales, especialmente de restos fósi- les de mamíferos, resultó ser la zona más adecuada por su facilidad de acceso y riqueza paleontológica. El Rambliense fue dividido en dos zonas, denominadas Z, la inferior, y A la superior, definidas a partir del contenido en fósiles de micromamíferos. Estas zonas se pueden correlacionar con las unidades MN2b y MN3 respectivamente. Numerosos autores han estudiado material de los distintos yacimientos que se encuentran en el área tipo del Rambliense. Adrover (1972) estudió los micro- mamíferos del yacimiento conocido como Navarrete del Río. Cuenca Bescós et al. (1983) publicaron los resultados del estudio preliminar de la que después sería ele- gida como sección tipo del Rambliense. Morales y Soria (1984) estudiaron los Ar- tiodactyla de esta misma zona. Álvarez Sierra (1987) y Cuenca Bescós (1988) realizaron sus tesis doctora- les sobre el estudio sistemático de las familias de roedores Eomyidae y Sciuridae, respectivamente, e incluyeron en su trabajo el material de estas familias que se en- contró en la zona tipo rambliense. Sesé (1987) estudió los restos encontrados, en el área tipo, de otra familia de roedores, los Cricetidae, Ginsburg y Morales (1998) analizaron los carnívoros y Made y Morales (1998) los de los yacimientos con restos de grandes mamíferos.

Localización geográfica y geológica del área tipo del Rambliense, Mioceno Inferior

El área tipo del Rambliense se encuentra situada al norte de la provincia de Teruel entre las localidades de Navarrete del Río y Cuencabuena (fig.1). Mapa to- pográfico de España escala 1: 50.000, hoja nº 492 (Calamocha), edición de 1959. Las coordenadas Greenwich del corte tipo son: 40º 56´24´´N; 1º 15´26´´W.

270 Área tipo del Rambliense (Mioceno Inferior, norte de Teruel)

Nuestra área se encuentra en la denominada Fosa de Teruel (Anadón y Mois- senet, 1996), situada entre la Rama Castellana y la Aragonesa de la Cordillera Ibé- rica. Esta cuenca se originó por una tectónica de distensión durante el Neógeno y se encuentra rellena de sedimentos continentales. La sección tipo del Rambliense y los yacimientos de mamíferos situados en esta área se encuentran en una zona con predominio de facies detríticas consti- tuidas fundamentalmente por limolitas y arcillas rojas. En la parte inferior de la sección son frecuentes las intercalaciones conglomeráticas. Hacia la mitad supe- rior las intercalaciones de margas y de calizas son cada vez más numerosas e in- cluso llegan a dominar en la parte alta. Esta unidad tiene una potencia de hasta 180 m y ha sido denominada Unidad Detrítica Superior (Olivé et al., 1983). Según los autores anteriormente citados esta unidad es equivalente lateral de la Unidad Calizo-margosa de Bañón y de la Unidad de Yesos de Navarrete. Estos depósitos han sido interpretados en su parte basal como los correspondientes a zonas me- dias o distales de abanicos aluviales (Olivé et al., 1983) que evolucionaron hacia techo a medios palustres e incluso lacustres. La Unidad de Yesos de Navarrete es interpretada como un medio correspondiente a playas salinas relacionadas con fa- cies distales de abanicos aluviales. Otros autores (Daams, et al., 1987) distinguen en esta zona las siguientes uni- dades litoestratigráficas (fig. 1): –Formación Navarrete: constituida por 28 m de lutitas arcillosas, lutitas, ca- lizas en capas finas e intercalaciones de conglomerados. –Formación Caliza de Ágreda: 10 m de calizas. –Formación Valhondo: 50 m de arcillas rojas y concreciones calcáreas. –Formación Caliza de Peñalba: 40 m de calizas. La sección tipo del Rambliense se localiza en la Formación Navarrete y en el Miembro inferior de la Formación de Ágreda, su potencia es de unos 30 m. Los úl- timos 60 m de la sección, correspondientes a la parte alta de la Formación Valhondo y la Formación Peñalba, son de edad Aragoniense medio (zona D), según Daams et al. (1987). Por tanto, hay una parte de la Formación Valhondo que no se ha po- dido datar ya que no se han encontrado yacimientos con micromamíferos. Las unidades propuestas por Daams et al. (1987) equivalen a la Unidad De- trítica Superior de Olivé et al. (1983) y a las denominadas UTS5 y UTS6 usadas por los autores de la memoria de la hoja de Daroca del ITGE (1991). En otras áreas de nuestro país también se encuentran depósitos ramblienses, ese es el caso de la zona conocida como el Puerto de Bañón, situado a unos 15 km al SE de la sección tipo del Rambliense, en la que se encuentran algunas locali- dades con micromamíferos ramblienses (Daams et al., 1987). Otras cuencas con registro del Rambliense son: – Cuenca del Ebro Aragonés (Álvarez Sierra et al., 1990; Cuenca Bescós et al., 1992).

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Figura 1. Mapa geológico de los alrededores de Calamocha (Teruel). Los números indican la localización de los yacimientos con restos fósiles de mamíferos. 1. Regajo; 2. Regajo 2; 3. Moratilla; 4. Muela Alta; 5. Valhondo 1; 6. Valhondo 5; 7. Valhondo 4; 8. Valhondo 3A; 9. Peñalba; 10. Ramblar 9; 11. Ramblar 5; 12. Ramblar 7; 13. Ramblar 4A; 14. Ramblar 3B; 15. Ramblar 1; 16. Navarrete del Río; 17. Ramblar 10; 18. Las Peñas 3; 19. Las Peñas 1 y 2; 20. Ágreda; 21. Pago 1 y 2; 22. La Dehesa. La sección tipo está indicada por una línea continua con dirección suroeste-nordeste. Figura tomada de Daams et al. (1987).

272 Área tipo del Rambliense (Mioceno Inferior, norte de Teruel)

– Cuenca del Ebro Riojano (Álvarez Sierra y Daams, 1994; Cuenca Bescós et al., 1992). – Cuenca del Ebro Navarro (observación personal). – Cuenca de Loranca Conquense (Daams et al., 1986; Álvarez Sierra y Daams, 1994). –Cuenca de Almazán Zaragozana (Cuenca Bescós, 1991). – Cuenca de Madrid (Morales, comunicación personal).

Importancia científica

El contenido paleontológico más relevante y mejor conocido es el propor- cionado por los restos fósiles de mamíferos. En el área tipo hay 16 localidades con restos fósiles de micromamíferos (Daams et al., 1987), y 8 de estas localidades con- tienen también restos de grandes mamíferos (Morales y Soria, 1984; Ginsburg y Morales, 1998; Made y Morales, 1998). Los taxones de micromamíferos más característicos son (fig. 2): – Ligerimys antiquus, L. fahlbuschi, L. magnus, L. freudenthali y Pseudo- theridomys fejfari (Eomyidae; Álvarez Sierra, 1987). – Melissiodon aff. dominans y varias especies de Eucricetodon (Cricetidae; Sesé, 1987). – Altomiramys daamsi (Gliridae; Daams et al., 1987). – Aragoxerus ignis, Freudenthalia daamsi (Sciuridae; Cuenca Bescós,1988). Los taxones de macromamíferos más importantes son: –Varias especies de Giraffidae (Morales y Soria, 1984). – Stephanocemas infans (Cervidae; Morales y Soria, 1984). – Aureliachoerus aurelianensis, Hyotherium soemmeringi (Suidae; Made y Morales, 1998, y Morales y Soria, 1984). – Phoboerocyon hispanicus (; Ginsburg y Morales, 1998). A partir de la distribución y abundancia de ciertos taxones, Daams et al. (1987) dividen el Rambliense en dos zonas: Z y A. La zona Z se caracteriza por la presencia de varias especies de Eucricetodon, Melissiodon, gran número de especies y de restos de Gliridae y Eomyidae no muy abundantes (fig. 3). La zona A se caracteriza por el predominio de los Eomyidae y por la pérdi- da de importancia en el porcentaje de presencia de los Gliridae que, por otra parte, continúan representados por los mismos taxones que en la zona anterior (fig. 2).

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Figura 2. Distribución de taxones de roedores (Rodentia), lagomorfos (Lagomorpha) y ma- cromamíferos en los yacimientos ramblienses. NAV: Navarrete del Río; RA1, 4A, 3B, 7, 5: Ramblar 1, 4A, 3B, 7 y 5; DH: La Dehesa; AGR: Ágreda; MOR1: Moratilla 1. Se distinguen dos biozonas locales: Z y A. La zona Z está caracterizada por la presencia de Melissiodon y varias especies de Eucricetodon.

274 Área tipo del Rambliense (Mioceno Inferior, norte de Teruel)

Interés patrimonial

En primer lugar, el interés de la zona queda justificado por ser el área tipo de una unidad cronoestratigráfica continental; se trata de la sección de referencia para los depósitos continentales de parte del Mioceno Inferior. En la figura 1 se lo- calizan e indican los yacimientos del área tipo. Por otra parte en el área se encuentran numerosas localidades tipo de taxo- nes de micromamíferos (Álvarez Sierra, 1987; Cuenca Bescós, 1988). El yacimiento de Moratilla es localidad tipo de Pseudotheridomys fejfari y Ligerimys freudenthali (Eomyidae). Ramblar 7 es la localidad tipo de Ligerimys fahlbuschi (Eomyidae) y Aragoxerus ignis (Sciuridae), y Ramblar 1 de Freudenthalia daamsi (Sciuridae). También debemos reseñar que en la localidad rambliense de Ágreda se han encontrado los restos más antiguos del género Anchitherium (Perissodactyla).

Figura 3. Frecuencia relativa de las distintas familias de roedores de los yacimientos ram- blienses de la figura 2. La zona Z se caracteriza por un gran número de restos y de espe- cies de Gliridae y restos de Eomyidae no muy abundantes. La zona A se caracteriza por el predominio de Eomyidae y la pérdida de importancia en el porcentaje de Gliridae. Gliridae: lirones. Cricetidae: hamsters. Sciuridae: ardillas. Castoridae: castores. Eomyidae: familia de roedores sin representantes actuales.

275 M. A. ÁLVAREZ SIERRA Y R. DAAMS

Análisis y valoración de los riesgos potenciales y reales de la zona

Esta zona no ha sufrido deterioros medioambientales importantes por el mo- mento, cabe señalar únicamente la acción de un campesino que arrasó el yaci- miento de Ramblar 3B (RA3B) al realizar la labor de nivelación del campo de labor. Este es un peligro que puede afectar a algunas localidades más como Ramblar 5 (RA5), Ramblar 7 (RA7), Valhondo 1 (VH1) y Ágreda (AGR). Por otro lado, está proyectado el paso de la autovía Valencia-Zaragoza por la zona. El impacto de esta obra podría ser valorado de diferente forma para los ya- cimientos con restos de macromamíferos y para los yacimientos con restos de mi- cromamíferos, siendo más vulnerables los primeros. En la figura 4 se analizan los diferentes tipos de riesgo para el área tipo del Rambliense.

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTO Área tipo del Rambliense explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 4. Análisis de los diferentes tipos de riesgo para los yacimientos del área tipo del Rambliense. Los dos últimos apartados, relativos al problema del expolio, hacen referen- cia a los yacimientos con restos de grandes mamíferos que son los representados en las fi- guras 2 y 3.

Propuesta de medidas de protección y de gestión

El interés paleontológico de esta zona es indudable. Por un lado se trata de un área en la que se ha propuesto formalmente, desde el año 1987, la sección tipo de una de las unidades cronoestratigráficas definidas en nuestro país para sedi- mentos continentales. Por otro lado, se ha de tener en cuenta que no son fre- cuentes las secciones con depósitos continentales con yacimientos ricos y en su- perposición estratigráfica de esta edad. Y por último, en esta zona también se encuentran numerosas localidades tipo de nuevos taxones de micromamíferos. Por todo lo anteriormente expuesto parece justificado solicitar que el área de la sección tipo del Rambliense disfrute de protección legal-administrativa. Si el tra- zado de la autovía Valencia-Zaragoza pasa por esta zona sería necesario proteger de esta obra al corte tipo del Rambliense y a los yacimientos con restos de gran- des mamíferos de los alrededores, que son los representados en las figuras 2 y 3.

276 Área tipo del Rambliense (Mioceno Inferior, norte de Teruel)

Indudablemente, también es necesario informar sobre el interés paleontológico de la zona a los habitantes de la misma ya que ellos serán los primeros interesados en que su patrimonio se conserve. La figura legal que podría proteger esta zona es la denominada Zona Paleon- tológica.

Agradecimientos

Este trabajo ha sido realizado en el marco de los proyectos PB95-114 de la DGICYT y PB98-0691-C03-02 de la DGESIC. Los Drs. Luis Alcalá, Gloria Cuenca Bescós y Enrique Peñalver han realizado correcciones e indicaciones que han me- jorado el manuscrito original.

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277 M. A. ÁLVAREZ SIERRA Y R. DAAMS

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278 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 279-294

Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel Palaeomalacological heritage of Neogene sites in the northern Teruel graben (Teruel, Spain)

Joaquín ALBESA

Dpto. Geología. Facultad de Biología, Universitat de València. C/ Dr. Moliner, 50. 46100 Burjassot, Valencia. e-mail: [email protected]

RESUMEN Se analizan diversos yacimientos, tanto clásicos como nuevos, de moluscos continentales del Neógeno (zonas MN10 a MN16) del sector septentrional de la Fosa de Teruel. En todos ellos se detalla su edad, características, importancia y riesgo de destrucción o deterioro. En el caso de los primeros se apuntan asimismo los antecedentes conocidos de ellos. Palabras clave: Neógeno, Fosa de Teruel, España, patrimonio paleontológico, moluscos te- rrestres y de agua dulce.

ABSTRACT Both classic and recently described continental molluscan sites from the Neogene of the nor- thern part of Teruel basin (central-eastern Spain), ranging from Zone MN10 to Mn16, are described and revised. Main heritage features of outcrops, such as age, paleontological con- tent, importance and destruction and affection risks are evaluated. Old bibliographic re- ferences are also revised for the most classical, historical sites. Keywords: Neogene, Teruel Basin, Spain, palaeontological heritage, terrestrial and fresh- water molluscs.

Introducción

Los moluscos continentales constituyen uno de los grupos de organismos cuyo registro fósil es peor conocido en el Neógeno de la Península Ibérica. Este hecho contrasta con la abundancia y buena preservación en los sedimentos de dicha edad, aspecto que conlleva la existencia de magníficos yacimientos. El es-

279 J. ALBESA tudio y conservación de este tipo de yacimientos no sólo es importante por las es- pecies o las asociaciones de moluscos que albergan, sino por la información que son capaces de suministrar al realizarse inferencias paleoecológicas, lo cual resulta especialmente interesante si consideramos que en la Fosa de Teruel encontramos una secuencia aparentemente continua, con asociaciones registradas de moluscos, que abarca desde el Mioceno Superior (Vallesiense superior, zona MN10) hasta el Plioceno Superior (Villaniense, zona MN16), comprendiendo siete zonas paleo- mastológicas de la zonación de Mein (1975).

Antecedentes

La mayor parte de los datos que existen sobre la malacofauna continental del sector septentrional de la Fosa de Teruel son escasos y antiguos. La mayoría de ellos aportan simples listados o descripciones de especies, por lo que quedan muy desfasados con respecto a los criterios que rigen, hoy en día, en investigación pa- leontológica. En este grupo de trabajos, son destacables los de Vilanova y Piera (1863), Dereims (1898), Schlosser (1907), Royo Gómez (1922), Gómez Llueca (1931), Jodot (1959), Boekschoten in Sondaar (1962), Menéndez Amor y Esteras (1964), Robles y Goy (1972) y Robles (1974). Recientemente se han realizado tra- bajos, como son los de Albesa et al. (1993 y 1997).

Descripción de los yacimientos seleccionados

Gran parte de los rellenos sedimentarios carbonatados y evaporíticos del Neó- geno de la Fosa de Teruel presentan registro fósil de moluscos continentales. En términos generales el análisis de estas faunas evidencia la existencia de paleo- ambientes lacustres y palustres sometidos a variaciones tanto en el espesor como en la superficie de la masa de agua, que incluso llegan a pasar por períodos de de- secación de carácter temporal o relativamente permanente. Al consignar en este trabajo algunos de los lugares en los que los sedimen- tos tienen registrada esta malacofauna fósil, podemos estar refiriéndonos a dos tipos diferentes de yacimientos. Por una parte podemos estar tratando yacimientos de tipo puntual, consistentes en lugares muy concretos en los que afloran sedimentos con registro fósil de moluscos. Por otra parte, podemos estar haciendo referencia a áreas, más o menos extensas, de sedimentos en las que han quedado registradas las men- cionadas asociaciones de moluscos. De entre ellos hemos considerado interesan- te destacar algunos de los yacimientos clásicos, así como otros de los descubiertos más recientemente. En cualquier caso resultan de interés todos los materiales que presenten asociaciones registradas de moluscos continentales. Los yacimientos concretos que destacamos, cuya localización puede obser- varse en las figuras 1 y 2, y sus edades, según la zonación de Mein (1975), son:

280 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

– La Roma 2 (R2). Vallesiense superior (Zona MN10). – Concud-Cerro de la Garita (CC-CD). Turoliense medio (Zona MN12). – Los Aljezares (AL). Turoliense medio (Zona MN12). – Santa Bárbara (SB). Turoliense medio (Zona MN12). –Villalba Baja (VB). Turoliense medio (Zona MN12). –El Arquillo (AR). Turoliense superior (Zona MN13). – La Gloria 4 (G4). Alfambriense inferior (Zona MN14). –Orrios (OR). Alfambriense inferior (Zona MN14). –El Arquillo 3 (A3). Alfambriense (Zona MN15). – Concud Pueblo (CP). Villaniense (Zona MN16).

Figura 1. Mapa con la localización de los yacimientos paleomalacológicos. El recuadro in- dica el área ampliada en la figura 2. Clave de las iniciales de los yacimientos: R2 (La Roma 2), VB (Villalba Baja), OR (Orrios).

281 J. ALBESA

Figura 2. Localización de los yacimientos paleomalacológicos de los alrededores de la ciu- dad de Teruel. Clave de las iniciales de los yacimientos: CC-CD (Concud-Cerro de la Gari- ta), AL (Los Aljezares), SB (Santa Bárbara), AR (El Arquillo), G4 (La Gloria 4), A3 (El Ar- quillo 3), CP (Concud Pueblo).

1. La Roma 2

El yacimiento de La Roma 2 se encuentra localizado en las proximidades de la Masía de la Roma, situada junto a la carretera que une Teruel con Alfambra, al- rededor de 5 km al sur de esta última localidad. Al mencionar este yacimiento ha- cemos referencia a los sedimentos que rodean a la zona mencionada, en los que han quedado registradas unas interesantes asociaciones de moluscos continentales. Esta localidad de moluscos fósiles recibe su nombre del propio yacimiento paleo- mastológico de La Roma 2, el cual se encuentra incluido en los sedimentos que se indican y ha sido atribuido a la zona MN10 (Adrover et al., 1982). Reciente- mente, y con motivo de los arreglos efectuados en la mencionada carretera, han quedado al descubierto unos niveles que están siendo objeto de estudio.

Interés paleontológico

Aunque el estado de conservación de sus fósiles no es bueno, el yacimien- to reviste importancia debido a que, al pertenecer a la zona MN10, se sitúa en la base de la secuencia carbonatada del Mioceno Superior de la Fosa de Teruel.

282 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

Riesgos Por lo que se refiere al riesgo de deterioro o destrucción por expolio que pueda afectar a este yacimiento, consideramos que es escaso dado el mal estado de conservación de los ejemplares registrados, cuestión por la que creemos no será muy visitado. En lo referente al riesgo derivado de la realización de obras públi- cas pensamos que debe considerarse medio puesto que, aunque a corto plazo con- sideramos no son presumibles nuevas obras en la zona, no descartamos esta cir- cunstancia a medio o largo plazo (fig. 3).

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS La Roma 2 Concud-Cerro de la Garita Los Aljezares Santa Bárbara Villalba Baja El Arquillo La Gloria 4 Orrios El Arquillo 3 Concud Pueblo explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 3. Gráfica de evaluación de los riesgos potenciales y reales que pueden destruir o dañar los yacimientos paleomalacológicos del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel.

2. Concud-Cerro de la Garita Con este nombre nos referimos a los sedimentos que rodean, y en los que están incluidos, los yacimientos clásicos de mamíferos de Concud (Barranco de las Calaveras) y Cerro de la Garita, en los cuales se encuentran registradas interesantes asociaciones de moluscos fósiles. Esta circunstancia nos ha permitido considerar la misma edad para todo este conjunto de sedimentos. Dicha edad sería por tanto la de los propios yacimientos paleomastológicos de Concud y Cerro de la Garita, los cuales han sido atribuidos al Turoliense medio (zona MN12) (Adrover,1975). Aunque el yacimiento paleomastológico de Concud ya se conocía en el siglo XVIII (Feijoo, 1736), y en Bowles (1775) se indicaba la presencia de “conchas te-

283 J. ALBESA rrestres y fluviales, como caracoles, buccinos, etc., que parece están solo calci- nados”, no fue hasta 1863 cuando en un listado aportado por Vilanova y Piera, se indicaron especies concretas de moluscos fósiles. Los siguientes datos que tene- mos acerca de la malacofauna fósil de esta zona corresponden a Dereims, quien en su tesis doctoral (Dereims, 1898) aporta un nuevo listado de especies para el yacimiento de Concud. Schlosser (1907) determinó algunos ejemplares de mo- luscos depositados en el Museo de Munich. Dichos ejemplares estaban siglados como pertenecientes al yacimiento de Cueva Rubia, cerca de Perales; dado que no existe ningún paraje con dicha toponimia en Perales y Bowles describe con el nom- bre de Cueva Rubia al yacimiento de Concud, pensamos que los ejemplares de Mu- nich deben pertenecer en realidad al yacimiento de Concud. Con posterioridad, en 1922, es Royo Gómez quien al estudiar la malacofauna fósil de la zona suminis- tra un listado conjunto para el Barranco de las Calaveras, Cueva Rubia y Concud. Aunque en Gómez Llueca (1931) y en Jodot (1959) vuelve a hablarse de la ma- lacofauna fósil de Concud, no se refieren a la zona que rodea al Barranco de las Calaveras y al Cerro de la Garita, sino a los yacimientos pliocenos que se en- cuentran localizados en los alrededores del pueblo de Concud, tal y como indi- camos al tratarlos más adelante.

Interés paleontológico Desde el punto de vista malacológico, consideramos muy interesante este ya- cimiento ya que al buen estado de conservación de los moluscos hay que añadir la información paleoecológica que suministran y que permite complementar las conclusiones que se han obtenido con el estudio de la fauna de mamíferos de esta zona. Así mismo, estos sedimentos pueden albergar la localidad tipo de algunas de las especies descritas por Royo Gómez, aspecto que actualmente está siendo objeto de estudio.

Riesgos En lo concerniente a los riesgos de deterioro o destrucción, tan sólo apun- taremos los de expolio. Pensamos que éstos sólo poseen un grado medio dado que, al coincidir con tan importantes localidades paleomastológicas, serán éstas las que atraerán principalmente a los posibles expoliadores (fig. 3).

3. Los Aljezares Se trata de un yacimiento clásico que ha podido ser atribuido al Turoliense medio (zona MN12) gracias a su coincidencia con el yacimiento paleomastológi- co del mismo nombre, el cual pertenece a la zona mencionada (Adrover, 1975). Se encuentra localizado en unas canteras de yeso situadas al este de la ciudad de Teruel. Aunque los primeros datos que se poseen de este yacimiento pertenecen al siglo pasado, todos ellos hacen referencia al registro de vertebrados. No es hasta 1922 cuando se apunta la existencia de un registro fósil de moluscos continenta-

284 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

Lámina 1. Algunos gasterópodos prosobranquios acuáticos del Neógeno de Teruel: 1) Mercuria sp. (El Arquillo, MN13). Vista frontal; 2) Hydrobia sp. (Concud Pueblo, MN16). Vista frontal; 3) Bithynia aff. tentaculata (El Arquillo, MN13). Vista frontal; 4) Neo- horatia? sp. (El Arquillo 3, MN15). Vista frontal. Todas las figuras a la misma escala, barra = 1 mm.

285 J. ALBESA les (Royo Gómez, 1922). Posteriormente, vuelve a ser objeto de estudio en 1931 cuando se publica la memoria explicativa de la Hoja nº 567 (Teruel) del Mapa Geo- lógico (Gómez Llueca, 1931; Dupuy de Lôme et al., 1931).

Interés paleontológico Este yacimiento resulta ser de extraordinaria importancia ya que evidencia un paleoambiente lacustre evaporítico. Así mismo es la localidad donde fue des- crita la especie Helix bolivari Royo, 1922, especie que, tras ser revisada reciente- mente por Robles et al. (1998), se ha incluido en el género Iberus, con lo que puede ser considerada como la especie más antigua de este género.

Riesgos Actualmente, el riesgo de expolio, deterioro o destrucción del yacimiento re- sulta ser escaso, ya que los niveles más interesantes se encuentran cubiertos por una gigantesca escombrera que dificulta el acceso hasta ellos. Por lo que se refiere al riesgo derivado de la realización de obras públicas, éste puede ser considera- do como medio, al estar la zona recorrida por caminos que en algún momento po- drían ser objeto de obras de estas características (fig. 3).

4. Santa Bárbara Al considerar el yacimiento de Santa Bárbara hacemos referencia a los se- dimentos localizados en las inmediaciones del cerro del mismo nombre, en los cua- les han quedado registradas unas muy interesantes asociaciones de moluscos con- tinentales. A juicio nuestro, los lugares en los que se han localizado estos sedimentos coincidirían con algunos de los mencionados en Gómez Llueca (1931) cuando se suministran listados de moluscos fósiles de lugares situados en los al- rededores de Teruel. La edad de todos estos sedimentos creemos que puede atri- buirse al Turoliense medio (zona MN12), dada su proximidad a yacimientos como los de la Cueva de las Tres Puertas, Los Mansuetos o los propios Aljezares, todos ellos pertenecientes a la mencionada zona (Adrover, 1975).

Interés paleontológico Todos estos yacimientos pueden considerarse de gran importancia ya que la fauna registrada en ellos presenta un buen estado de conservación y una alta di- versidad, a lo cual puede unirse el hecho de que se encuentren inmersos en el área de Los Mansuetos, zona que Crusafont (1965) propuso como estratotipo del Tu- roliense, cuyas características fueron descritas posteriormente por Marks (1971) y Aguirre et al. (1975). Así mismo, pensamos que varias de las especies descritas por Royo Gómez, y que decía haber recogido en los alrededores de Teruel, podrían pertenecer a estos yacimientos que nosotros consignamos como Santa Bárbara, as- pecto que incrementa su interés al poder ser entonces considerados como la lo- calidad tipo de estas especies.

286 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

Riesgos En lo referente a los riesgos de deterioro o destrucción de este yacimiento, apreciamos que el de expolio es alto, puesto que toda la zona es muy visitada al encontrarse muy próxima a Teruel. No obstante, y dada la extensión de los sedi- mentos, consideramos que la vulnerabilidad por expolio puede ser catalogada como de grado medio. Por lo que se refiere al riesgo de erosión, y como conse- cuencia de su localización, lo consideramos igualmente como de grado medio. En lo que concierne al riesgo por realización de obras públicas, pensamos que éste puede ser considerado también como medio, al estar la zona recorrida por pistas susceptibles de ser objeto de trabajos (fig. 3).

5. Villalba Baja El yacimiento de Villalba Baja se encuentra localizado inmediatamente al norte de la localidad del mismo nombre y consiste en un área relativamente ex- tensa de sedimentos en los cuales ha quedado registrada una interesante mala- cofauna fósil. Este yacimiento fue citado por primera vez por Gómez Llueca (1931), quien suministró un listado de moluscos comentando la gran abundancia pero es- casa diversidad del yacimiento. Su edad ha sido atribuida al Turoliense medio (MN12).

Interés paleontológico La importancia de este yacimiento radica en la gran abundancia, pero esca- sa diversidad, de los fósiles registrados. Esta circunstancia sugiere la posibilidad de que nos encontrásemos con unas condiciones ambientales de estrés en el mo- mento de su formación. No obstante, esta posibilidad no es más que una hipótesis que para ser validada debe ir acompañada de un estudio más detallado, el cual se está realizando en estos momentos.

Riesgos El riesgo de expolio y deterioro o destrucción de este yacimiento debe ser con- siderado como escaso dada su localización y extensión (fig. 3).

6. El Arquillo Se trata de otro yacimiento clásico, que coincide con el paleomastológico que recibe el mismo nombre y que ha sido atribuido al Turoliense superior (zona MN13) (Adrover, 1975). Los primeros datos que tenemos acerca de su registro ma- lacológico son los aportados por Gómez Llueca (1931), quien suministra un listado de especies.

287 J. ALBESA

Lámina 2. Algunos gasterópodos pulmonados acuáticos del Neógeno de Teruel: 1) Planorbis planorbis (Concud Pueblo, MN16). Vista frontal. Vista apical. Vista umbilical; 2) Anisus aff. mariae (Concud Pueblo, MN16). Vista frontal. Vista apical. Vista umbilical; 3) Gyraulus sp. (La Gloria 4, MN14). Vista frontal. Vista apical. Vista umbilical; 4) Pla- norbarius sp. (Concud Pueblo, MN16). Vista frontal. Vista apical. Vista umbilical. Todas las figuras a la misma escala, barra = 1 mm.

288 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

Interés paleontológico El yacimiento de El Arquillo resulta ser interesante, ya que se caracteriza por presentar un alto contenido fosilífero. La abundancia es tal que en los conteos rea- lizados se han obtenido valores superiores a los 10.000 individuos por cada 100 g de sedimento.

Riesgos Este yacimiento presenta un alto riesgo de expolio y deterioro en la medida que, al coincidir con uno de los yacimientos más importantes de mamíferos, es muy visitado, lo que conlleva que al ser tan espectacular la abundancia que ex- hibe sea expoliado junto con los mamíferos y deteriorado a la vez cuando se ex- cava en busca de restos de estos últimos. Por otra parte, y como consecuencia de su localización, morfología y reducida extensión, el riesgo de erosión puede ca- talogarse como alto (fig. 3).

7. La Gloria 4 Este yacimiento coincide con el paleomastológico estudiado en detalle por Al- calá (1994). Pertenece al Plioceno Inferior (Alfambriense inferior, zona MN14). Se encuentra localizado al este de la ciudad de Teruel, en las proximidades de la Masía de La Gloria.

Interés paleontológico Es un yacimiento de alto interés científico desde el punto de vista paleo- malacológico, dado que al excepcional estado de conservación de los fósiles, hay que añadir el dato de que se trata de la localidad donde se han localizado dos nue- vas especies de gasterópodos terrestres, actualmente en estudio. Este yacimiento fue objeto de un estudio multidisciplinar (Albesa et al., 1997) que permitió in- terpretar de una forma muy detallada las condiciones paleoambientales de su for- mación. Dichas condiciones serían las propias de un sistema lacustre con escasa lámina de agua y sujeto a periodos de desecación y exposición, así como a arro- yadas episódicas.

Riesgos El yacimiento de La Gloria 4 es uno de los que presenta un alto riesgo de ex- polio y destrucción, dado lo fácil de su acceso y el hecho de que el nivel que pre- senta los mejores ejemplares se encuentra actualmente descubierto. Asimismo, y dado lo reducido de su extensión y su localización, pensamos que posee un ries- go alto de erosión (fig. 3).

289 J. ALBESA

8. Orrios Este yacimiento se encuentra localizado en un importante afloramiento de margocalizas existente al oeste de la localidad de Orrios y en el margen derecho del río Alfambra. Coincide con el yacimiento paleomastológico de Orrios, el cual ha sido atribuido por Mein et al. (1989-90) al Plioceno Inferior, concretamente al techo de la zona MN14.

Interés paleontológico Su importancia estriba en el magnífico estado de conservación, abundancia y diversidad de sus fósiles, así como en la representatividad que indica un am- biente lacustre. Actualmente dicho yacimiento está siendo objeto de un estudio más detallado que permita realizar inferencias paleoecológicas más precisas.

Riesgos Este yacimiento presenta un alto riesgo de expolio dada la espectacularidad de la malacofauna en él registrada. Su localización en el interior de un barranco nos hace considerar como medio el riesgo de deterioro por erosión (fig. 3).

9. El Arquillo 3 El yacimiento del Arquillo 3 se encuentra localizado al nordeste de la ciudad de Teruel, concretamente en las inmediaciones del yacimiento paleomastológico del mismo nombre. Este último ha sido atribuido a la zona MN15, perteneciente al Plioceno Medio (Adrover et al., 1978).

Interés paleontológico Se trata de un yacimiento muy interesante al tener registrada una magnífi- ca asociación de moluscos continentales. Dicha asociación se caracteriza por el magnífico estado de conservación de sus fósiles, así como por su abundancia y alta diversidad. Este yacimiento es uno de los que, en la actualidad, está siendo objeto de un estudio más detallado. No obstante, y considerando la información que ya poseemos, creemos estar ante un evidente paleoambiente lacustre, caracterizado por aguas dulces y estancadas. Es especialmente interesante destacar la presen- cia de microgasterópodos terrestres de los géneros Carychium, Vertigo, Gastrocopta y Vallonia, que no alteran la interpretación paleoambiental que hacemos de este yacimiento, ya que podemos explicar su presencia por fenómenos de deriva ne- crocinética.

Riesgos Por lo que se refiere a los riesgos de destrucción o deterioro de este yaci- miento debemos resaltar que está sujeto a un muy grave riesgo de expolio, dado

290 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

Lámina 3. Algunos gasterópodos terrestres del Neógeno de Teruel: 1) Cochlicopa lubrice- lla (La Gloria 4, MN14). Vista frontal; 2) Vertigo sp. (El Arquillo 3, MN15). Vista frontal; 3) Truncatellina callicratis (La Gloria 4, MN14). Vista frontal; 4) Gastrocopta sp. (El Arquillo 3, MN15). Vista frontal. Todas las figuras a la misma escala, barra = 1 mm.

291 J. ALBESA lo espectacular de los moluscos registrados en él y su fácil accesibilidad. Igual- mente debemos constatar la existencia de otros tres factores de riesgo que cata- logamos como de grado medio, el primero es el de la propia erosión, el segundo la proximidad de un vertedero incontrolado y el tercero la existencia del camino que pasa junto a él y la posibilidad de que en algún momento sea objeto de la rea- lización de trabajos (fig. 3).

10. Concud Pueblo

Al tratar los yacimientos malacológicos de Concud Pueblo, nos referimos a una serie de afloramientos que se encuentran localizados tanto en el propio pue- blo como en sus inmediaciones, y en los que se encuentran registradas unas in- teresantes asociaciones de moluscos continentales. Los primeros datos que se poseen acerca de estos yacimientos pliocenos de Concud Pueblo corresponden a Gómez Llueca (1931), el cual, al compararlo con otros, destaca literalmente que “todos ellos quedan pálidos al lado del hermoso yacimiento de Concud. Este yacimiento debía ser conocido en el mundo entero”. En aquel entonces son atribuidos al Pontiense. Jodot (1958) estudia tres yaci- mientos a los que denomina Concud 2a, Concud 2b y Concud 2c, que igualmen- te atribuye al Pontiense. Pese a que este autor no indica localizaciones exactas, sos- pechamos que alguno de los yacimientos estudiados por él coincidiría con alguna de las mencionadas manchas que constituyen lo que denominamos hoy yacimiento de Concud Pueblo. Posteriormente, Esteras y Adrover (1974) apuntan, para algunos de estos afloramientos de los alrededores de Concud, una edad Plioceno Superior próxima a la de los yacimientos franceses de Séte y Nimes. Más recientemente, se precisa la edad y se sitúa en la zona MN16 (Adrover, 1975).

Interés paleontológico

Estos yacimientos resultan ser muy interesantes, no sólo por el magnífico es- tado de conservación, abundancia y diversidad de sus fósiles, sino también por el hecho de que se encuentran en el techo de la secuencia sedimentaria carbonata- da del Neógeno de este sector de la Fosa de Teruel.

Riesgos

El riesgo de destrucción o deterioro de estos yacimientos es muy elevado, al encontrase unos en el propio pueblo y otros junto a caminos, siendo objeto de con- tinuos expolios. Asimismo, en fechas recientes, uno de los afloramientos fue ob- jeto de una destrucción parcial al pretender construir un depósito de agua. No de- bemos olvidar tampoco el riesgo de erosión que presentan algunos de los afloramientos, y que es de grado alto, al estar localizados en el cauce de barran- cos y no poseer gran extensión (fig. 3).

292 Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector septentrional de la Fosa de Teruel

Agradecimientos

Se agradece a los revisores Dr. Guillermo Meléndez y Dr. Fernando Robles sus sugerencias y correcciones que han mejorado en gran medida el manuscrito ori- ginal. Al coordinador Enrique Peñalver por sus correcciones y por la elaboración de las láminas.

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294 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 295-304

Los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1 (Mioceno Inferior, Rubielos de Mora) The Lower Miocene vertebrate sites of Rubielos de Mora-2 and Alto de Ballester-1 (Rubielos de Mora, Teruel, Spain)

Plinio MONTOYA

Departament de Geologia, Universitat de València, C/ Dr. Moliner 50, 46100 Burjassot. e-mail: [email protected]

RESUMEN Los yacimientos del Mioceno Inferior de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1 (Rubie- los de Mora, Teruel) poseen un indudable interés científico ya que su riqueza en micro- mamíferos permite aportar valiosa información para la datación de los sedimentos tercia- rios de Rubielos de Mora y, en consecuencia, para establecer la cronología de los importantes yacimientos de conservación excepcional hallados en los depósitos lacustres laminados de esta cuenca. Rubielos de Mora 2 es además la localidad tipo de tres especies de micromamíferos: un roedor de la familia de los lirones, Peridyromys aquatilis (Bruijn y Moltzer, 1974), y dos insectívoros de la familia de los topos, Desmanella fejfari Gibert, 1974 y Desmanodon daamsi Hoek Ostende, 1997. Alto de Ballester 1 es, hasta la fecha, el único yacimiento de la cuenca de Rubielos de Mora que ha proporcionado tanto micro como ma- crovertebrados; además, es uno de los poquísimos yacimientos españoles con restos de ca- licotéridos de la subfamilia Schizotheriinae, grupo de perisodáctilos que se halla muy es- casamente representado en el Mioceno Inferior-Medio eurasiático. Al contrario de lo que ocurre con su alto valor científico, el interés exclusivamente sociocultural y socioeconómico de los dos yacimientos aquí tratados debe considerarse bajo. Palabras clave: patrimonio paleontológico, Rubielos de Mora 2, Alto de Ballester 1, Teruel, España, Mioceno Inferior, Mammalia.

ABSTRACT The Lower Miocene sites Rubielos de Mora 2 and Alto de Ballester 1 (Rubielos de Mora, Te- ruel, Spain) have great scientific interest due to the wealth in micromammal remains. This

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provides valuable information for dating the tertiary sediments of Rubielos de Mora, that in- volves the age of the exceptional preservation sites found in the laminated lacustrine deposits of this basin. In addition, Rubielos de Mora 2 is the type-locality for three micromammal spe- cies: Peridyromys aquatilis (Bruijn y Moltzer, 1974), a rodent species of the family Gliridae, and Desmanella fejfari Gibert, 1974, and Desmanodon daamsi Hoek Ostende, 1997, two in- sectivore species of the family Talpidae. Alto de Ballester 1 is so far the only site in the Ru- bielos de Mora basin supplying both micro and macrovertebrates. Furthermore, it is one of the very few Spanish sites yielding remains of Chalicotheriidae of the subfamily Schizo- theriinae, a group of Perissodactyla scarcely represented in the Lower-Middle Miocene of Eu- rasia. From a socio-cultural and socio-economic point of view, Rubielos de Mora 2 and Alto de Ballester 1 present a limited interest, in contrast with their high scientifical importance. Keywords: paleontological heritage, Rubielos de Mora 2, Alto de Ballester 1, province of Teruel, Spain, Lower Miocene, Mammalia.

Introducción

La cuenca terciaria de Rubielos de Mora, situada en el sector sureste de la Cordillera Ibérica, funcionó durante el Mioceno Inferior-Medio como una fosa tec- tónica de tipo semigraben (Anadón, 1983; Anadón et al., 1988 a y b; Guimerà, 1990). Se han distinguido dos conjuntos discordantes en el relleno de la cuenca: uno inferior, que se corresponde con depósitos formados en el Mioceno Inferior- Medio, y otro superior, datado como Mioceno Superior-Plioceno (Moissenet y Gau- tier, 1971; Godoy y Anadón, 1986). Los depósitos del Mioceno Inferior-Medio, que totalizan entre 600 y 800 m de espesor, han sido divididos por Anadón et al. (1988b) en tres unidades de las cuales, hasta la fecha, sólo ha proporcionado registro paleontológico la Unidad Su- perior, la cual se compone básicamente de sedimentos fluviales, deltaicos y la- custres. Se han encontrado varios yacimientos de vertebrados (generalmente mi- cromamíferos y anfibios) en depósitos fluvio-deltaicos, mientras que en las facies lacustres laminadas destaca un amplio conjunto de yacimientos de conservación excepcional, con registro de insectos, macroflora, etc. Entre los yacimientos de ver- tebrados destacan Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1, siendo este último el único que presenta una asociación relativamente abundante tanto de micro como de macrovertebrados. Ambos están englobados en niveles de margas arenosas que corresponden a las facies C1 (laminated mudstones) de Anadón et al. (1988a). Alto de Ballester 1 se halla en el techo del “tramo A” de la serie de Alto de Ballester (Montoya et al., 1996).

Situación de los yacimientos

Rubielos de Mora 2 se encuentra en el extremo ocidental de la cuenca (fig. 1), en el propio corte del barranco que discurre a lo largo de la ladera sur del Cerro

296 Los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1 del Porpol (Lám. 1, fig. 4), a unos 200 m al ONO del Mas del Cerrito. Las coor- denadas UTM, con una precisión de 100 m, obtenidas a partir de la hoja nº 28- 23 (591) de Mora de Rubielos del mapa 1:50.000 del Servicio Geográfico del Ejér- cito, son las siguientes: 30T XK 962505.

Figura 1. Situación de los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 (RM2) y Alto de Ballester 1 (AB1), en las proximidades de los afloramientos con insectos del Cerro del Porpol (CP) y de Río Rubielos (RR).

Alto de Ballester 1 se sitúa en el extremo oriental de la cuenca (fig. 1), a unos 1.500 m al ENE de la población de Rubielos de Mora, en el sector sur del paraje conocido como Alto de Ballester, en un pequeño corte localizado en una zona de terreno abancalado junto a una casa de labor propiedad de Federico Alegre (Lám. 1, figs. 1 y 2). Las coordenadas UTM son 30T YK 015525.

Antecedentes El yacimiento de Rubielos de Mora 2 fue dado a conocer por Bruijn y Molt- zer (1974), quienes estudian los roedores y definen una nueva especie de glírido, Myomimus aquatilis, incluida más tarde en el género Peridyromys por Daams (1981). Casi simultáneamente, Gibert (1974, 1975) describe los insectívoros del ya- cimiento y crea una nueva especie de tálpido, Desmanella fejfari. Sanchiz (1977) cita los anfibios Chelotriton paradoxus y Rana pueyoi. Los restos de lagomorfos son estudiados por López Martínez (1977, 1989). Por último, van den Hoek Ostende (1997) describe otra nueva especie de tálpido, Desmanodon daamsi. La lista de mamíferos de Rubielos de Mora 2, confeccionada a partir de los mencionados tra- bajos, aparece en Montoya et al. (1996) y es la siguiente:

297 P. MONTOYA

Lámina 1. Fig. 1: Vista de Alto de Ballester 1 durante la campaña de excavación de 1992. Fig. 2: Panorámica del área de Alto de Ballester, con indicación de la situación del yaci- miento de Alto de Ballester 1. Fig. 3: Reconstrucción del pie, parcialmente completo, de Mo- ropus sp. de Alto de Ballester 1 (Museo de Ciencias Naturales de Valencia). Fig. 4: Situa- ción del yacimiento de Rubielos de Mora 2, en el barranco que discurre al sur del Cerro del Porpol.

298 Los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1

– Insectívoros: Desmanella fejfari, Desmanodon daamsi y Cordylodon in- tercedens. – Lagomorfos: Lagopsis cf. peñai. –Roedores: Pseudodryomys simplicidens, Pseudodryomys aff. ibericus, Gli- rudinus modestus, Myoglis sp., Peridyromys aquatilis, Pseudotheridomys fej- fari, Ligerimys sp., Blackia miocaenica y Neocometes similis. La localidad de Alto de Ballester 1 fue descubierta a principios de 1990, pre- sentándose una comunicación en las VI Jornadas de Paleontología, celebradas en Granada en octubre del mismo año (Adrover et al., 1990), y en octubre de 1992 se llevó a cabo, por personal del Departament de Geologia de la Universitat de Va- lència, una excavación sistemática (Lám. 1, fig. 1) subvencionada por la Diputa- ción General de Aragón (expediente 3/92). Los materiales procedentes de este ya- cimiento se encuentran depositados en el Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza y en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Algunos fósiles apa- recidos con anterioridad se hallan en poder de Federico Alegre, dueño del terre- no donde se localiza el yacimiento. En las X Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología, celebradas en 1994 en Madrid, se presentó una comunicación que sintetizaba los datos paleontológicos sobre la cuenca de Rubielos de Mora (Mon- toya et al., 1994), que más tarde sería publicada in extenso (Montoya et al., 1996), tratándose detenidamente el yacimiento de Alto de Ballester 1. Aunque el estudio detallado de los fósiles obtenidos se halla todavía inédito, en fechas recientes los restos de Anchitherium han sido determinados como A. aurelianense en un artí- culo de síntesis sobre el género en la Península Ibérica (Sánchez et al., 1998). A partir de los trabajos mencionados, la lista de roedores y macromamíferos de Alto de Ballester 1, determinados hasta el momento, es la siguiente: –Roedores: Pseudotheridomys fejfari, Pseudotheridomys sp., Pseudodryomys aff. ibericus, Peridyromys aquatilis y Castoridae indeterminado. –Carnívoros: indeterminado. –Perisodáctilos: Anchitherium aurelianense, Rhinocerotidae indeterminado y Moropus sp. –Artiodáctilos: Palaeomericidae indeterminado y Procervulus dichotomus.

Importancia científica

La riqueza en micromamíferos de los dos yacimientos aquí tratados les con- fiere una gran relevancia para establecer la datación de los sedimentos que relle- nan la cuenca. Así, Montoya et al. (1996) incluyen estas microfaunas en el Mio- ceno Inferior, zona A del Rambliense, según la biozonación de Daams et al. (1987), determinando la edad máxima de los importantes yacimientos de conservación ex- cepcional de Río Rubielos y Cerro del Porpol (ver Peñalver et al., 2002).

299 P. MONTOYA

El yacimiento de Rubielos de Mora 2 posee además una indudable impor- tancia científica al tratarse de la localidad tipo de tres especies de mamíferos: un lirón, Peridyromys aquatilis (Bruijn y Moltzer, 1974), y dos topos, Desmanella fej- fari Gibert, 1974 y Desmanodon daamsi Hoek Ostende, 1997. Alto de Ballester 1 presenta también otros motivos de interés científico. Por un lado, es el único yacimiento de la cuenca de Rubielos de Mora que ha pro- porcionado, hasta la fecha, una colección relativamente abundante tanto de micro como de macrovertebrados, siendo frecuentes, además de los mamíferos, los res- tos óseos de anfibios, reptiles y aves. Pero hay un segundo motivo de mayor peso; si nos fijamos en la asociación de macromamíferos llama la atención la presencia de Moropus, que es un calicotérido de la subfamilia Schizotheriinae. Se trata de un grupo de perisodáctilos muy raros en el Mioceno Inferior-Medio eurasiático, y que en el yacimiento que nos ocupa están representados por un conjunto de ele- mentos esqueléticos pertenecientes a una misma extremidad posterior (Lám 1, fig. 3). Además, también conviene resaltar la presencia de Anchitherium aurelianen- se, contándose Alto de Ballester 1 entre los muy escasos yacimientos de la Pe- nínsula Ibérica que contiene restos de esta especie (Sánchez et al., 1998), que re- presenta el équido más antiguo del registro fósil europeo.

Interés sociocultural y socioeconómico

Al contrario de lo que ocurre con su importancia científica, el interés exclu- sivamente sociocultural y socioeconómico de los dos yacimientos aquí presentados debe considerarse bajo, ya que los únicos fósiles realmente abundantes son los mi- crovertebrados, lo cual no permite contemplar a simple vista el contenido paleon- tológico. Por ello, el interés didáctico, en lo referente a la realización de visitas, es muy escaso. Además, por lo que se refiere a Alto de Ballester 1, el corte excavado en la campaña de 1992 se encuentra en la actualidad parcialmente cubierto por una edificación anexa a la casa de labor propiedad de Federico Alegre.

Riesgos potenciales y reales

En la campaña de excavación llevada a cabo en 1992 se comprobó que Alto de Ballester 1, pese a su riqueza en micromamíferos, es más bien pobre en restos de macrovertebrados. Esto implica, al igual que sucede con los demás yacimien- tos conocidos de mamíferos en la cuenca de Rubielos de Mora, que posea un ries- go muy bajo de expolio, totalmente al contrario de lo que ocurre con los yaci- mientos de conservación excepcional relacionados con las ritmitas lacustres, presentes en esta misma cuenca. Por otro lado, no parece existir peligro alguno de destrucción por futuras construcciones urbanas. Sólo cabe citar que en Alto de Ballester 1 se llevó a cabo,

300 Los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1 con posterioridad a la campaña de excavación de 1992, la edificación de un muro anexo a la casa de labor propiedad de Federico Alegre, que ocultó parte del corte excavado. De todos modos, la capa fosilífera presenta todavía una buena exposi- ción y, como se halla cubierta por terrenos de cultivo, no parece tener riesgos im- portantes de desaparición. Por su parte, Rubielos de Mora 2 no presenta apenas restos de macrofauna, la capa fosilífera ofrece una buena exposición y extensión lateral, y su situación no hace prever futuras construcciones urbanas. Por lo tanto el riesgo de expolio y de desaparición es asimismo muy escaso.

Medidas de protección

Al no tratarse de yacimientos paleontológicos espectaculares, no correr pe- ligro aparente de destrucción por construcciones urbanas y presentar extensiones laterales considerables, no parece necesario dotarlos de especiales medidas de pro- tección, fuera de las mínimas que establezca la futura ley de Patrimonio Históri- co de la Comunidad Aragonesa para cualquier yacimiento paleontológico (fig. 2). Un ejemplo podría ser su consideración como puntos de interés en una posible de- claración del área de Rubielos de Mora como Zona Paleontológica o Bien de In- terés Cultural.

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTOS Rubielos de Mora 2 Alto de Ballester 1 explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 2. Gráfica de evaluación de los riesgos potenciales y reales que pueden destruir o dañar los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1.

Conclusión

Tomando como guía los criterios propuestos por Alcalá y Morales (1994) y Morales (1996), para la valoración del patrimonio paleontológico, se puede resumir todo lo expuesto del modo siguiente: –Rubielos de Mora 2 ofrece un elevado interés científico, al tratarse de la lo- calidad tipo para tres especies de mamíferos.

301 P. MONTOYA

–Alto de Ballester 1 también posee un interés científico alto, por lo que se refiere al criterio tipo de fósiles, en especial por haber proporcionado res- tos de calicotéridos de la subfamilia Schizotheriinae, grupo muy escasa- mente representado en el registro fósil eurasiático. –Asimismo, ambos yacimientos poseen importancia científica según el cri- terio crono y bioestratigráfico, ya que son fundamentales para establecer la datación de las formaciones lacustres de la cuenca y, por tanto, de los fa- mosos yacimientos de conservación excepcional de Rubielos de Mora. –Por el contrario, ninguna de las dos localidades aquí tratadas muestra un especial interés en relación a los criterios socioculturales o a los criterios so- cioeconómicos propuestos por los mencionados autores.

Agradecimientos

Quiero dedicar un recuerdo muy especial a la memoria de Remmert Daams que, entre su vasta labor investigadora, estaba colaborando en el estudio de los micromamíferos de la cuenca de Rubielos de Mora. Las campañas de excavación en Alto de Ballester 1 (en 1992) y de prospección y muestreo para micromamíferos (en 1995-1996) fueron subvencionadas por la Diputación General de Aragón (ex- pedientes 3/92 y 089/95, respectivamente). En la excavación de Alto de Ballester 1 participaron Jordi Guillem, Roser Momparler, Enrique Peñalver, Francisco Javier Ruiz, Esteban José Sánchez, José María Tortajada, Luis Alcalá y Margarita Belin- chón. Federico Alegre nos brindó todo tipo de facilidades para llevar a cabo la ex- cavación en el terreno de su propiedad. Lars van den Hoek Ostende ha propor- cionado datos de interés que han sido incluidos en el texto.

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304 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 305-324

Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite; un yacimiento paleobotánico a proteger Heritage significance of travertine sites in the Matarraña river, at Beceite (Teruel, Spain): palaeobotanical sites for protection

Enrique PEÑALVER1, Salvador Jesús BADÍA GIMENO2, Jesús MUÑOZ BERTOMEU3 y Mario Xavier RUIZ GONZÁLEZ1

1. Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, Universitat de València, Apartado 2085, E-46071, Valencia. e-mail: [email protected] 2. Departamento de Geología, Facultad de Biología, Universitat de València, C/ Dr. Moliner, 50, 46100 Burjassot, Valencia. 3. Departamento de Biología Vegetal, Facultad de Farmacia, Universitat de València. Avda. Vicent Andres Estelles s/n, 46100 Burjassot, Valencia.

RESUMEN Los travertinos del Cuaternario de Beceite (Teruel) muestran un elevado interés científico y patrimonial. El registro fósil de hojas y semillas es muy variado y bien conservado, in- cluye también agallas inducidas por dípteros del género Harmandiola (Cecidomyiidae), con edades comprendidas entre 267.00032.000 y 2.600 años A.P. Dicho registro ha proporcio- nando datos notables tanto paleoecológicos como paleoclimáticos para los períodos in- terglaciares. Estos travertinos no se encuentran expuestos a expolio por coleccionistas ni a otros peligros de destrucción en la actualidad, no obstante pueden peligrar en un futu- ro si se acometen mejoras en la red de carreteras dada la localización de los mismos. Palabras clave: travertino, yacimiento paleobotánico, plantas, agallas, Cuaternario, Teruel, España, patrimonio paleontológico.

ABSTRACT Quaternary travertines from Beceite (Teruel) present high scientific and heritage interest, due to the rich and diversified record of palaeobotanical remains. This includes remains of fos- sil leaves and seeds, and galls caused by cecidomyids of the genus Harmandiola (Diptera, Cecidomyiidae), dated between 267,00032,000 and 2,600 years B.P., and showing excellent

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preservation. These important fossil remains have provided significant palaeoecologic and palaeoclimatologic information about the interglacial periods. These travertine sites do not risk expoliation by collectors or other danger of destruction at present, nevertheless there is a potential danger in the future if improving works on the nearby roads are carried out. Keywords: travertine, palaeobotanical outcrop, plants, galls, Quaternary, province of Teruel, Spain, Palaeontological heritage.

Introducción

La provincia de Teruel es bien conocida dentro y fuera de nuestro país por su rico patrimonio paleontológico. Son muchos y muy importantes los yacimientos de fósiles de vertebrados e invertebrados, pero también, aunque en menor medida, de plantas fósiles. Como resumen diremos que en la provincia de Teruel, desde un punto de vista paleobotánico, se conoce un único yacimiento paleozoico, el ya- cimiento carbonífero de Montalbán, siendo los registros del Mesozoico y Cenozoico los que presentan una notable relevancia (Muñoz Barragán et al., 1998). Así, se conocen algunas asociaciones palinológicas permotriásicas y jurásicas, siendo el registro del Cretácico el de mayor importancia con afloramientos lignitosos (prin- cipalmente con restos foliares), yacimientos de troncos fósiles y un yacimiento de biohermos algales en Montalbán (Díez et al., 1998), sin olvidar los cada vez más abundantes yacimientos conocidos de ámbar o resina fósil. El Cenozoico tiene su máximo representante en el Mioceno lacustre de Rubielos de Mora con una abun- dante y muy bien conservada asociación de polen y macrorrestos (Peñalver et al., 2002). Además de los yacimientos anteriores, listados por Muñoz Barragán et al. (1998) y Díez et al. (1998), hay que añadir el yacimiento también mioceno de Li- bros, que ha proporcionado algunos macrorrestos de cierto interés (Fernández Ma- rrón, 1972), y el yacimiento cuaternario de los alrededores de Beceite, del que nos ocupamos en este artículo. Dentro de los estudios paleobotánicos de macrorrestos se olvidan frecuen- temente los yacimientos del Cuaternario, quizá por su edad tan reciente, pero que son asimismo muy importantes. El interés de los depósitos cuaternarios con plan- tas, considerado normalmente más desde un punto de vista científico que no tanto patrimonial o pedagógico, es elevado a poco que se consideren cuestiones de pa- leoclimatología reciente (con las ahora tan apremiantes investigaciones sobre el cambio climático) y las implicaciones para la comprensión de ciertos aspectos de las poblaciones humanas durante las glaciaciones. En este artículo se tratará la importancia patrimonial de los travertinos del río Matarraña en relación con aspectos científicos, basándonos en los dos estudios previos de cierta extensión realizados (Martínez Tudela, 1996 y Martínez Tudela et al., 1996), con aspectos patrimoniales y también en relación con el potencial uso pedagógico. Así, la publicación de este artículo únicamente pretende poner en valor este patrimonio paleontológico olvidado, en aras de favorecer su protección en un futuro por parte de la Administración aragonesa.

306 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

Los travertinos del río Matarraña

Además de los travertinos del río Matarraña, también llamados travertinos de Beceite, en Teruel existen otras construcciones travertínicas cuaternarias, por ejemplo la presente en el municipio de Rubielos de Mora; sin embargo las aquí tra- tadas son las de mayor importancia por su extensión y registro fósil, entre otras características. Los travertinos del río Matarraña se localizan muy cerca de Beceite (fig. 1), a lo largo de 5 km desde la población.

Figura 1. Localización geográfica de los travertinos del río Matarraña en la provincia de Teruel.

Los travertinos del río Matarraña presentan hasta tres generaciones diferentes de desarrollo en el tiempo, según indican las dataciones absolutas realizadas (Hentzsch, 1990), las cuales se corresponden con las edades asignables a los in- terglaciares (Martínez Tudela et al., 1986); estas edades se distribuyen entre 267.00032.000 y 2.600 años A.P., si bien en la actualidad se desarrolla una nueva generación. Por otro lado, muestran los típicos depósitos de los diferentes episo- dios de formación de un travertino y, de forma muy evidente, las características de los travertinos que establecen una barrera al cauce de los ríos y de este modo implican la formación de pequeños lagos (Martínez Tudela y Santisteban, 1985); todo esto se observa principalmente en el travertino de El Prat.

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El edificio travertínico llamado El Prat, a 1 km de la población de Beceite, pre- senta una especial profusión de restos calcificados de plantas, los cuales incluyen troncos, semillas, piñas y hojas. Es especialmente espectacular la presencia en El Prat de un molde hueco de un tronco en posición horizontal de varios metros de longitud que muestra perfectamente la presencia de una gruesa rama (Lám. 1, fig. 1). Sus depósitos corresponden a la tercera generación o último interglaciar; las dataciones absolutas radiométricas realizadas (Martínez Tudela et al., 1986; Hentzsch, 1990) indican una edad de 114.000/ 84.700 años A.P. mediante ra- dioisótopos Th/U y 104.000/63.800 años A.P. mediante Resonancia Electrónica de Spin (E.S.R.). Las colecciones con ejemplares de este travertino son tres: la co- lección del Museo de Ciencias Naturales de Valencia, la colección del Museo de Geología de la Universitat de València (localizada en el Departamento de Geolo- gía) y la colección de gasterópodos “Fernando Robles” en este mismo Departa- mento de Geología. Este importante afloramiento se encuentra en terreno priva- do y en el margen izquierdo de la carretera que sale de la población de Beceite, a pocos centenares de metros de distancia. Su excepcional exposición se debe en parte a las explotaciones mineras para la extracción de roca dedicada a la cons- trucción y obras públicas.

Registro fósil

Lista taxonómica En el conjunto de travertinos del río Matarraña se han hallado los siguien- tes géneros de plantas, a partir de macrorrestos y polen: Cratoneurum y Eucladium del grupo de los briófitos, Adiantus de las pteridófitas, Pinus de las gimnospermas, y dentro de las angiospermas los géneros Quercus, Alnus, Corylus, Populus, Salix, Sorbus, Buxus, cf. Vitis, Acer, Pistacea, Hedera, Angelica, Plantago, Fraxinus, Ar- temisia, Centaurea, cf. Juncus, Molinia y Sparganium. Los géneros de moluscos hallados en la misma asociación son: Acanthinula, Aegopinella, Ena, Cepaea, Dis- cus, Cecilioides, Chondrina, Hellicela, Pyramidula, Truncatellina, Pupilla, Vallonia, Euconulus, Oxychilus, Punctum, Vitrea, Vitrina, Abida, Cochlicopa, Lauria, Cary- chium, Succinea, Vertigo, Oxyloma, Zonitoides, Ancylus, Armiger, Belgrandia, Hydrobia, Gyraulus, Radix, Stagnicola y Pisidum. Ambas listas de géneros pro- vienen del estudio de Martínez Tudela et al. (1986), en el cual pueden consultarse las determinaciones a nivel de especie; la lista de géneros de moluscos ha sido re- visada por el Dr. Fernando Robles para este artículo.

Registro de agallas en hojas A estos listados de taxones hay que añadir el descubrimiento de agallas in- ducidas por insectos en algunas hojas de la colección del Museo de Geología de la Universitat de València –MGUV– (fig. 2), todas ellas provenientes del traverti-

308 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

Lámina 1. Registro fósil del travertino de El Prat: 1) vista de una parte del travertino en la que se observa el hueco dejado por el tronco de un gran árbol de, al menos, 6,5 m de lon- gitud; en la fotografía de detalle puede apreciarse la estriación debida a la corteza y el hueco correspondiente a una gran rama (una picoleta de geólogo hace de escala), 2) foliolo de Pis- tacia terebinthus (ejemplar MGUV-5648), y 3) nerviación terciaria y cuaternaria de una hoja (MGUV-5690) que debió descomponerse intensamente antes de su calcificación. Las barras de las figuras 2 y 3 corresponden a 0,5 cm.

309 E. PEÑALVER, S. J. BADÍA GIMENO, J. MUÑOZ BERTOMEU Y M. X. RUIZ GONZÁLEZ

Figura 2. Ejemplares de hojas de Populus alba con evidencias de agallas y contramoldes en látex de las agallas dibujados a cámara clara. Todos los ejemplares pueden correspon- der a agallas inducidas por Harmandiola globuli (Diptera, Cecidomyiidae) u otras especies del género Harmandiola, mostrando el ejemplar de la figura 6 características que también recuerdan a las agallas inducidas por ácaros de la familia Eriophyiidae. El conjunto de ejem- plares procede del travertino llamado El Prat, del grupo de travertinos del río Matarraña; Col. Museo de Geología de la Universitat de València. 1) MGUV-5671, 2) MGUV-5628, 3) MGUV-5629, 4) MGUV-5668, 5) MGUV-5658 y 6) MGUV-5634. Barra vertical = 1 cm, barra horizontal = 1 mm.

310 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite no de El Prat. Estas evidencias hacen de El Prat un nuevo yacimiento paleoento- mológico a añadir a los 41 conocidos anteriormente en España (Peñalver et al., 1999). De todos ellos únicamente en dos se han hallado hojas con ovoposiciones de insectos: en el Mioceno Inferior de Ribesalbes (Peñalver y Martínez Delclòs, 1997) y en el Mioceno Superior de Bellver de Cerdanya (Diéguez et al., 1996). El interés de estas marcas de interacción plantas-artrópodos radica precisamente en el escaso registro existente incluso a nivel mundial y en los datos que nos apor- tan sobre cuestiones de la coevolución entre insectos y plantas. Debido a la im- portancia paleontológica de estas evidencias de agallas, descubiertas recientemente y por ello inéditas, se realizará a continuación una descripción detallada de todo el registro. En la figura 2 se muestran los dibujos de las hojas acompañados de dibujos aumentados de algunas agallas vistas de perfil. Las agallas en las hojas se mues- tran como agujeros redondeados en su superficie, debido a que los restos fósiles en un travertino se conservan como moldes de carbonato de calcio de las super- ficies originales. Para conocer la morfología y dimensiones de las agallas se rea- lizaron contramoldes, en látex tintado de negro, de las superficies foliares en los fósiles. De este modo se obtuvo una réplica exacta de la morfología original de las agallas de forma que han podido ser dibujadas a cámara clara; este es un caso ex- cepcional en el registro fósil ya que comúnmente las agallas fósiles se encuentran deformadas por compresión. Siguiendo a Scott y Titchener (1999), en el estudio e identificación de las aga- llas fósiles es importante conocer la forma, el tamaño y la posición que tienen en la superficie foliar, nosotros señalamos también la importancia de la determina- ción taxonómica de la planta hospedadora. Las agallas son de pequeño tamaño (fig. 3), más largas que anchas, y se presentan exclusivamente en hojas de Populus, posiblemente P. alba, con áreas de la hoja que pueden presentar hasta una den- sidad de alrededor de 11 agallas por cm2 (figs. 2.2 y 3) en unos casos y 21 agallas por cm2 (fig. 2.4) en otros. Los ejemplares que presentan estas evidencias paleon- tológicas de interacción insecto-planta tienen las siguientes siglas asignadas: MGUV-5628, MGUV-5629, MGUV-5634, MGUV-5658, MGUV-5668 y MGUV-5671. Ninguno de los ejemplares de hoja está completo y por ello se desconoce el nú- mero total de agallas que presentarían; no obstante se pueden indicar algunas cues- tiones sobre estas ovoposiciones de insectos. Los ejemplares MGUV-5671 (fig. 2.1) y MGUV-5658 (fig. 2.5) muestran las agallas muy agrupadas en la extensión de hoja conservada; ello viene a indicar que las ovoposiciones fueron efectuadas por una única hembra en cada caso y que se liberarían un mínimo de 26 huevos en el primer ejemplo y un mínimo de 5 en el segundo. Actualmente, si varias hem- bras concurren en una misma hoja tienden a distanciar sus ovoposiciones del resto para aminorar una excesiva carga que puede finalizar en necrosis foliar. En el ejem- plar MGUV-5629 (fig. 2.3 y Lám. 2, fig. 4) pueden apreciarse claramente dos áreas con agallas, quizá debido al desplazamiento de una hembra durante la ovoposi- ción en dos secuencias o más probablemente por la puesta de dos hembras dis-

311 E. PEÑALVER, S. J. BADÍA GIMENO, J. MUÑOZ BERTOMEU Y M. X. RUIZ GONZÁLEZ tintas. Por otra parte, en los diferentes ejemplares las agallas no parecen tener una posición de preferencia en la superficie foliar ya que pueden observarse en la zona interior pero también en la periferia; asimismo las nerviaciones principales no pa- recen haber sido evitadas durante las ovoposiciones, ni se observan patrones re- gulares de ovoposición.

Figura 3. Hoja de Populus alba, ejemplar MGUV-5628, con agallas inducidas posiblemen- te por dípteros del género Harmandiola (Diptera, Cecidomyiidae). Barra = 1 cm.

Las agallas de los ejemplares MGUV-5671, MGUV-5628 y MGUV-5668 (figs. 2.1, 2.2 y 2.4) son de pequeño tamaño y globulosas (las de este último miden 0,55 mm de ancho por 0,64 mm de alto). Las agallas del ejemplar MGUV-5629 (fig. 2.3) son globulosas con una muy tenue constricción en la base, con 0,86 mm de ancho por 1,00 mm de alto, mientras que las de mayor tamaño corresponden al ejemplar MGUV-5658 (fig. 2.5) –2,00 mm por 2,91 mm– con una evidente constricción basal. Las agallas de MGUV-5634 (fig. 2.6) son peculiares ya que son alargadas y claramente pedunculadas –0,82 mm de anchura máxima por 2,00 mm de longi- tud–, presentando todas ellas una clara inclinación con una misma orientación. Se han comparado las agallas fósiles con las que actualmente se pueden en- contrar en hojas de especies de Populus en general, y en particular en P. alba y P. tremula. Las agallas más grandes, presentes en el ejemplar MGUV-5658 (fig. 2.5), coinciden en tamaño y forma con las agallas producidas actualmente por la especie Harmandiola globuli (Diptera, Cecidomyiidae); el género Harmandia Kieffer, 1896 ha sido recientemente renombrado como Harmandiola Skuhravá, 1997 al com- probarse que era homónimo de Harmandia Rochebrune, 1892 (Mollusca). Se ave-

312 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

Lámina 2. Algunos ejemplares del travertino de El Prat presentes en la colección del Museo de Geología de la Universitat de València: 1) fruto partido de Buxus sempervirens (MGUV- 5637) mostrando las semillas conservadas en el interior, 2) contramolde en látex negro del hueco dejado por un fruto de Buxus sempervirens (la sigla del ejemplar original es MGUV- 5637), para la realización de la imagen digitalizada se cubrió el contramolde con sublimados de cloruro amónico, 3) dos hojas de Buxus sempervirens (MGUV-5680 la de la izquierda y MGUV-5688 la de la derecha) halladas sueltas en una porción del travertino alterado por meteorización, y 4) hoja de Populus alba con varios huecos correspondientes a agallas de- bidas muy probablemente a dípteros del género Harmandiola –familia Cecidomyiidae– (MGUV-5629). Barras = 0,5 cm.

313 E. PEÑALVER, S. J. BADÍA GIMENO, J. MUÑOZ BERTOMEU Y M. X. RUIZ GONZÁLEZ rigua por tanto que esta relación artrópodo-planta ya estaba establecida hace casi 100.000 años A.P., según la datación realizada del travertino de El Prat ya indicada. Los otros ejemplares, de tamaño sensiblemente menor, pueden corresponder a aga- llas inmaduras de la misma especie o, con mayor probabilidad, a otras especies del género Harmandiola. No obstante, las agallas del ejemplar MGUV-5634 (fig. 2.6) tienen parecido a las producidas actualmente por ácaros de la familia Erio- phyiidae (superfam. Eriophyoidea); estos ácaros eriófidos producen invaginacio- nes en esta forma tan típica algo pedunculada, pero en los géneros Acer y Alnus ya que en Populus producen invaginaciones menos pronunciadas y de base más ancha e irregular (Nieves Aldrey, com. per., 2000). Los dípteros actuales de la familia Cecidomyiidae, que abarcan más de 5.300 especies en 700 géneros, son en su mayoría cecidógenos, es decir, formadores de agallas. Pueden afectar a los brotes, los frutos, los tallos e incluso a las raíces, pero principalmente forman agallas en las hojas. En el Paleártico existen 5 especies del género Harmandiola y todas ellas son cecidógenas en hojas de Populus (Skuhra- vá, 1997). Los adultos de Cecidomyiidae son de pequeño tamaño y se reconocen por sus largas antenas moniliformes con verticilos pilosos y alas con una nervia- ción muy simple (Richard y Davies, 1984). Este es el primer registro fósil conocido de agallas del género Harmandiola en España. Se conocían anteriormente agallas producidas por dípteros Cecidom- yiidae en nuestro país, concretamente en el Mioceno Superior (Vallesiense) de Bell- ver de Cerdanya en Lleida, con la determinación de dos géneros implicados, Mi- kiola y Contarinia (Diéguez et al., 1996). El registro fósil mundial de adultos, casi en su totalidad hallado en ámbar, es muy extenso y hasta la fecha el número de especies fósiles se acerca al centenar (Evenhuis, 1994); los fósiles más antiguos conocidos son del Cretácico Inferior (Labandeira, 1994).

Colecciones

A continuación se listan los ejemplares presentes en dos de las tres únicas colecciones de las que se tiene conocimiento (ver la fig. 4 para una evaluación de sus características patrimoniales).

1. Colección del Museo de Ciencias Naturales de Valencia (antes Museo Paleontológico de Valencia) Cuenta con más de un centenar de especímenes, incluyendo preparaciones como contramoldes, repartidos en 43 siglas; todos ellos pertenecen a la subco- lección Alejandro Martínez Tudela. Constituyen la muestra estudiada en Martínez Tudela (1986), en donde están figurados varios especímenes de esta colección, y han sido clasificados mayoritariamente por dicho autor, y en menor medida por uno de nosotros (J.M.B.) La subcolección está catalogada y en espera de su in-

314 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

poco com- ningún com- adecua- regular nula medio M. Ciencias Naturales Valencia reciente pleta tipo pleta do

colecc. muy com- ningún com- adecua- nula medio M.G.U.V. reciente bueno pleta tipo pleta do

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIONES histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 4. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial de las co- lecciones de restos paleobotánicos de los travertinos del río Matarraña. clusión en la base de datos S.V.I. (Sistema Valenciano de Inventarios). El listado de ejemplares es:

Gimnospermae –Familia PINACEAE, Pinus sp. Ejemplares: contramolde en escayola de piña (el molde original quedó des- truido al realizarse el contramolde); MPBO 95-33.

Angiospermae –Dicotyledoneae •Familia LAURACEAE, Laurus sp. Ejemplares: molde de hoja incluido en resina; MPBO 95-17. •Familia FAGACEAE, Quercus faginea Ejemplares: moldes de hoja; MPBO 95-2 (tres hojas incluidas en resina sintética) y MPBO 95-29 (incluye un fruto de B. sempervirens). •Familia BETULACEAE, Alnus glutinosa Ejemplares: moldes de hoja; MPBO 95-3 (incluye varias hojas y frutos de B. sempervirens), MPBO 95-5 y MPBO 95-32. •Familia SALICACEAE, Populus alba Ejemplares: molde incompleto de hoja; MPBO 95-18. Salix purpurea Ejemplares: moldes de hoja; MPBO 95-6 (2 hojas, incluye varias hojas y un fruto de B. sempervirens en dos piezas), MPBO 95-30 (varios restos de hoja), MPBO 95-25 (varias hojas en asociación) y MPBO 95-35 (va- rias hojas incompletas). •Familia ROSACEAE, Sorbus aria Ejemplares: moldes incompletos de hojas; MPBO 95-4, MPBO 95-14, MPBO 95-26 (incluye una hoja de B. sempervirens), MPBO 95-31 (incluye

315 E. PEÑALVER, S. J. BADÍA GIMENO, J. MUÑOZ BERTOMEU Y M. X. RUIZ GONZÁLEZ

una hoja de B. sempervirens), MPBO 95-36, MPBO 95-39 (2 hojas), MPBO 95-42 (la sigla incluye otra pieza con acumulación de hojas de Salix) y MPBO 95-44 (la sigla incluye otra pieza con hojas indeterminadas). •Familia BUXACEAE, Buxus sempervirens Ejemplares: moldes de hojas y frutos con diferentes grados de conser- vación; MPBO 95-10 (varias hojas), MPBO 95-24 (2 restos de hojas y un fruto), MPBO 95-34 (una hoja completa y restos de otra), MPBO 95-38 (12 hojas y 2 contramoldes en resina), MPBO 95-40 (varias hojas, la sigla incluye otra pieza con varias hojas de Salix) y MPBO 95-43 (fruto, la sigla incluye dos hojas indeterminadas en dos piezas). •Familia VITACEAE, Vitis vinifera Ejemplares: moldes de hoja; MPBO 95-15 (cf. V. v i nifera) y MPBO 95-23. •Familia ACERACEAE, Acer opalus Ejemplar: molde de hoja; MPBO 95-22. •Familia ANACARDIACEAE, Pistacia terebinthus Ejemplares: moldes de hoja; MPBO 95-12 (varias hojas en tres piezas) y MPBO 95-13 (2 hojas en dos piezas). •Familia ARALIACEAE, Hedera helix Ejemplares: moldes de hoja; nº 25 (dos hojas, incluye un fruto de B. sem- pervirens) y MPBO 95-27. •Familia APIACEAE, Angelica sylvestris Ejemplar: molde de fragmento de rizoma; MPBO 95-16. •Familia OLEACEAE, Fraxinus oxyphylla Ejemplares: moldes de hoja; nº 24 (incluye restos de hojas de B. sem- pervirens) y MPBO 95-28. Fraxinus excelsior Ejemplar: molde de hoja; MPBO 95-9 (incluye cuatro hojas de B. sem- pervirens).

– Monocotyledoneae •Familia SPARGANIACEAE, cf. Sparganium sp. Ejemplares: fragmentos de tallo; MPBO 95-37. Ejemplares indeterminados: MPBO 95-8 (varios contramoldes y una inclusión realizados en resina sintética), MPBO 95-41 (tres elementos foliares) y MPBO 95- 46 (dos restos vegetales). •MPBO 95-11 musgo •MPBO 95-1 musgo Cratoneurum commutatum

316 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

2. Colección del Museo de Geología de la Universitat de València (MGUV) Todos los ejemplares provienen del travertino de El Prat y se encuentran en buen estado de conservación, comprende los ejemplares originales, repartidos en más de 60 siglas, y numerosas réplicas en látex de los mismos. Si bien toda esta sub- colección de restos de plantas está catalogada, todavía no se ha procedido a su in- formatización. La determinación taxonómica ha sido realizada por nosotros si- guiendo el estudio de Martínez-Tudela et al. (1986) y bibliografía neontológica; un avance de los resultados en la determinación de los restos de esta colección ha sido publicado por Badía Gimeno y Muñoz Bertomeu (1999). El listado de ejemplares es:

Gimnospermae –Familia PINACEAE, Pinus sp. Ejemplares: dos moldes fragmentados de acículas; MGUV-5662 y MGUV- 5663B.

Angiospermae –Dicotyledoneae •Familia SALICACEAE, Populus alba Ejemplares: moldes incompletos de hojas con evidencias de agallas en algunos casos; MGUV-5628 (figs. 2.2 y 3), MGUV-5629 (fig. 2.3 y Lám. 2, fig. 3), MGUV-5630, MGUV-5631, MGUV-5634 (fig. 2.6), MGUV-5639, MGUV-5644B, MGUV-5646, MGUV-5658 (fig. 2.5), MGUV-5668 (fig. 2.4), MGUV-5671 (fig. 2.1) y MGUV-5695. •Familia ROSACEAE, Sorbus aria Ejemplares: moldes incompletos; MGUV-5627B, MGUV-5636B, MGUV- 5641, MGUV-5644C, MGUV-5651, MGUV-5672 y MGUV-5673B. •Familia BUXACEAE, Buxus sempervirens Ejemplares: 34 moldes de hojas y frutos con diferentes grados de con- servación; MGUV-5626, MGUV-5627A, MGUV-5632A-B, MGUV-5633, MGUV-5636A, MGUV-5637 (Lám. 2, figs. 1 y 2), MGUV-5638, MGUV- 5642A, MGUV-5644A, MGUV-5649, MGUV-5650, MGUV-5652, MGUV- 5654, MGUV-5657, MGUV-5660, MGUV-5663A, MGUV-5665, MGUV-5666, MGUV-5669, MGUV-5670, MGUV-5673A, MGUV-5677, MGUV-5679, MGUV-5680 (Lám. 2, fig. 3 izq.), MGUV-5681, MGUV-5682, MGUV-5683, MGUV-5684, MGUV-5686, MGUV-5687, MGUV-5688 (Lám. 2, fig. 3 dcha.), MGUV-5689, MGUV-5692 y MGUV-5693. •Familia VITACEAE, cf. Vitis vinifera Ejemplares: moldes de hojas incompletos; MGUV-5624 y MGUV-5664. •Familia ANACARDIACEAE, Pistacia terebinthus Ejemplares: moldes incompletos; MGUV-5648 (Lám. 1, fig. 2) y MGUV- 5676.

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–Monocotyledoneae •Familia JUNCACEAE, cf. Juncus sp. Ejemplares: moldes de tallos incompletos; MGUV-5642B, MGUV-5645, MGUV-5647 y MGUV-5659. •Familia SPARGANIACEAE, cf. Sparganium sp. Ejemplares: pequeños fragmentos de hojas; MGUV-5632C y MGUV-5656. Ejemplares indeterminados: MGUV-5690 (Lám. 1, fig. 3). Las características patrimoniales de estas dos colecciones están evaluadas en la gráfica de la figura 4.

3. Colección del Dr. Fernando Robles (Departamento de Geología, Universitat de València) Esta colección comprende los numerosos moluscos hallados, por tamizado de sedimento de varios niveles en varios puntos, dentro de los dos estudios rea- lizados en los años 80.

Síntesis de la importancia científica y patrimonial de los travertinos

La síntesis siguiente sobre la importancia científica y patrimonial de los tra- vertinos del río Matarraña se ha realizado siguiendo los criterios que se exponen en los trabajos de Alcalá y Morales (1994) y Morales (1996).

Criterios científicos Los fósiles hallados en el travertino de El Prat no pueden ser calificados de ex- cepcionales, no se han descrito nuevas especies paleontológicas a partir de ellos ni se corresponden con taxones de especial rareza. Únicamente las agallas fósiles del género Harmandiola se pueden considerar de especial importancia científica dada su buena conservación, la rareza de las agallas fósiles en el registro fósil mundial y por ser la primera cita de este ichnotaxón en España. Tampoco muestra el conjunto de travertinos una importancia elevada respecto a la edad de datación o aspectos bioestratigráficos. Sin embargo, los travertinos aportan notable información sobre los cambios florísticos durante el Cuaternario y por ello también indirectamente sobre los cambios ambientales; además, se puede conocer su edad por datación absolu- ta y ello redunda en una mayor precisión en el conocimiento de esos cambios y su evolución, importantes, por otra parte, para nuestra comprensión del medio en el que se desenvolvió el hombre durante este período. Sí que deben remarcarse dos as- pectos de gran interés: la diversidad de los fósiles que ha sido hallada en El Prat y los aspectos geológicos del conjunto de travertinos del río Matarraña.

318 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

La diversidad de los fósiles hace referencia a los diferentes grupos de orga- nismos que pueden inferirse a partir del registro fósil de un yacimiento. Al hallarse juntos nos proporcionan una fuente notable de datos paleoecológicos que permiten reconstrucciones paleoambientales más detalladas. Normalmente, encontrar fo- silizados juntos varios grupos distintos de organismos es un indicativo de condi- ciones de conservación poco comunes; en el caso que nos ocupa la calcificación en travertinos es un proceso de fosilización peculiar que conserva tanto estructuras blandas, por ejemplo la lámina foliar, como duras, léase conchas de gasterópodos. Así, en el travertino de El Prat se ha hallado una asociación fósil que cuenta con evidencias paleobotánicas muy diversas –hojas, frutos, troncos, etc., sin contar con el “omnipresente” polen–, además de agallas producidas por artrópodos –del grupo de los insectos– y gasterópodos dulceacuícolas y terrestres. Pero además, estos res- tos se presentan en gran abundancia y la conservación puede llegar a ser muy no- table, de modo que se pueden encontrar moldes completos de hojas aislados de la matriz, como es el caso de las abundantes hojas de Buxus (Lám. 2, fig. 3), o fru- tos completos conservando sus estructuras internas (Lám. 2, fig. 1). Los aspectos geológicos de importancia respecto al conjunto de travertinos del río Matarraña serían: a) las tres generaciones que se corresponden con 3 épo- cas interglaciales, b) los 6 tipos distintos de facies características de un traverti- no y c) las estructuras que nos muestran la evolución completa de un travertino (Martínez Tudela, 1986).

Criterios socioculturales La fragilidad de los travertinos está relacionada con su tamaño limitado y lo- calización precisa, es decir no forman cuerpos rocosos extensos o dispersos en va- rias partes. Ello determina que los travertinos de especial interés en general, y los del río Matarraña en particular, deban gozar de protección frente al expolio o la destrucción por obras públicas, ya que pueden sufrir un daño completo. La buena conservación, diversidad y abundancia de los restos paleobotáni- cos del travertino de El Prat, su fácil accesibilidad, su espectacularidad, y la buena exposición que presenta, la cual permite reconocer las diferentes facies e interpretar la evolución típica de un travertino, hacen que posea unas características idóneas para su utilización en prácticas docentes o incluso para su acondicionamiento como área pública de interpretación paleontológica y geológica. Existen prece- dentes en nuestro país a este respecto. Así, en el Parque Geológico de Chera (Va- lencia) existe, dentro de su recorrido guiado lúdico-educativo, un área en donde se explica la formación de un travertino y las condiciones que intervienen (San- tisteban y Sanchis Moll, 1999). No es por ello casual que estos travertinos turo- lenses hallan sido repetidamente visitados dentro de las prácticas docentes de geo- logía y paleontología del Departamento de Geología de la Universitat de València. Por otro lado, estas características idóneas para su acondicionamiento como área de interpretación tienen la doble vertiente negativa de ser del mayor atractivo para los coleccionistas y comerciantes de fósiles, pues, además, la naturaleza blanda

319 E. PEÑALVER, S. J. BADÍA GIMENO, J. MUÑOZ BERTOMEU Y M. X. RUIZ GONZÁLEZ de la roca puede hacer muy destructiva la recolección de fósiles en estos traver- tinos.

Criterios socioeconómicos La protección del travertino de El Prat por la Administración aragonesa es ne- cesaria en cuanto se analiza su estatus mediante criterios socioeconómicos. Así, la buena exposición de este travertino se debe a la construcción de la vieja ca- rretera que transcurre a su lado, pero principalmente por la extracción de mate- ria prima para la construcción. Si bien esta extracción de roca nos permite observar el travertino en una sección privilegiada, también es cierto que de reanudarse dicha extracción peligraría la integridad del mismo o incluso sería posible su total desa- parición.

Peligros potenciales y reales

Varios de los peligros potenciales y reales que afectan al conjunto de tra- vertinos del río Matarraña han sido esbozados en el apartado anterior. Dos peli- gros son de la mayor importancia, a saber, los procesos naturales de erosión y la potencial utilización del mejor de los edificios travertínicos, el de El Prat, como can- tera para la construcción. La erosión en los travertinos siempre es intensa a causa de su naturaleza calcárea, y por ello fácilmente degradables por el agua, debido a estar constituidos por una roca blanda y porosa, y a encontrarse siempre en to- rrenteras, asociados a cauces de río o en zonas elevadas inestables. Lo anterior forma parte de su naturaleza dinámica de construcción-destrucción y, de hecho, hoy día los travertinos del río Matarraña están creciendo en algunos puntos del cauce por precipitación calcárea. Gran parte de la acusada erosión que sufre el tra- vertino de El Prat se debe a la pasada utilización del mismo como cantera. La ex- tracción de roca era muy intensa hace décadas y en la actualidad esta actividad parece nula, dados los nuevos materiales de construcción de uso generalizado; al parecer estas actividades estaban en activo hasta principios de los noventa, im- plicando la desaparición de gran parte de este travertino (Robles, com. per.). En el pronunciado talud que constituye el yacimiento se pueden apreciar las marcas dejadas por la maquinaria pesada de extracción. La exposición en superficie del molde hueco de un gran tronco (Lám. 1, fig. 1), como ha sido comentado, es con- secuencia de estas actividades. Sin embargo, la protección de las autoridades ad- ministrativas de Aragón deberá evitar que en un futuro se dañe el afloramiento, por ejemplo debido a una reactivación de las extracciones o por ampliación de la carretera. Existen otros peligros, aunque menores, para el travertino de El Prat. Uno de ellos se refiere a su proximidad a la población de Beceite, y por ello podría ser ob- jeto de algún tipo de urbanización en el futuro; de hecho, cerca del mismo exis- te una casa de campo de reciente construcción. Otro peligro se refiere a su inte-

320 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite resante contenido paleontológico para coleccionistas y comerciantes de fósiles. No tenemos noticia de que este travertino haya sufrido expolio, quizá por ser des- conocido por los coleccionistas. Los restos paleobotánicos de un travertino no son especialmente codiciados para coleccionismo, seguramente por su edad reciente y/o por ser relativamente frecuentes. No obstante, los fósiles de plantas de El Prat presentan una espectacularidad, conservación, variedad y abundancia que pue- den ser del mayor interés para museos y colecciones privadas. Una evaluación de los riesgos que afectan a este enclave paleobotánico se muestra en la figura 5.

INTENSIDAD DEL RIESGO escaso medio alto grave YACIMIENTO Travertinos Río Matarraña explot. urbani- obras verte- suscept. vulner. erosión expolio mineras zación públicas deros expolio expolio

FACTORES DE RIESGO

Figura 5. Gráfica de evaluación de los riesgos potenciales y reales que pueden destruir o dañar en gran medida los yacimientos travertínicos del río Matarraña.

Propuestas de gestión

Analizados el valor de los travertinos del río Matarraña y los peligros po- tenciales y reales a los que está sometido, se hace necesaria su incorporación al catálogo de yacimientos paleontológicos de la provincia de Teruel y su protección especial, mediante la figura legal que se crea más oportuna, por parte de la Ad- ministración aragonesa. Dicha protección debe pasar por la seguridad de que no se realice ningún tipo de obra en el área sin el preceptivo informe de impacto pa- leontológico, poniendo un especial cuidado en que no se dañen los travertinos. No se cree necesario el inicio de una vigilancia por los agentes del SEPRONA para evi- tar el expolio, a no ser que éste sea detectado. Una información adecuada a las au- toridades de Beceite sobre el valor patrimonial de estos travertinos, y mejor si se hace extensible a toda la población, impedirá la impunidad del posible expolio fu- turo del travertino de El Prat, ya que se encuentra muy cerca del pueblo y en una zona algo concurrida. Es evidente que una mayor concienciación de la población sobre el valor pa- trimonial de estos travertinos revertirá en su protección. Quizá la mayor garantía de protección se encuentre precisamente en una población que ve en estos yaci- mientos un recurso directo o indirecto que no debe ser enajenado. No hay que ol- vidar que la misma población de Beceite, por desconocimiento, podría constituir el mayor peligro para el travertino de El Prat si precisa de materia prima de cons- trucción como ocurrió en el pasado. Así, una garantía de protección, con otros mu-

321 E. PEÑALVER, S. J. BADÍA GIMENO, J. MUÑOZ BERTOMEU Y M. X. RUIZ GONZÁLEZ chos y evidentes beneficios sociales, sería el acondicionamiento del travertino de El Prat como área de interpretación paleontológica y geológica, tal y como se ha indicado en el apartado anterior. Las características idóneas han sido indicadas: buena accesibilidad, cercanía a la población, perfecta exposición y elementos pa- leontológicos y geológicos del mayor interés educativo. Incluso el travertino de El Prat presenta una explanada que lo separa de la carretera, consecuencia de su uti- lización como cantera, que puede servir para que los visitantes estacionen algu- nos vehículos y para ubicar los paneles explicativos. Otros puntos con construc- ciones travertínicas en el río Matarraña podrían complementar la explicación sobre la formación de estos depósitos rocosos y su contenido fósil. Los paneles expli- cativos se podrían completar con la elaboración de una pequeña guía (ver como ejemplo Santisteban y Sanchis Moll, 1999) o prospecto con una introducción e in- dicación del recorrido. Quizá una actuación de esta naturaleza incluso podría tener cabida dentro del proyecto a gran escala de la Fundación Conjunto Paleontológi- co de Teruel (Dinópolis), consistente en un centro director sobre paleontología tu- rolense en la ciudad de Teruel y una red de exposiciones en diferentes poblacio- nes con yacimientos notables.

Conclusiones

En nuestra opinión, queda completamente justificada la importancia cientí- fica y sociocultural del conjunto de travertinos del río Matarraña en general, y del travertino de El Prat en particular. Por ello, y dados los peligros potenciales y rea- les de este enclave paleontológico y geológico, se hace necesaria la protección es- pecial por parte de la Aministración aragonesa. Dicha protección puede comple- mentarse y apoyarse, en este caso concreto, con una utilización lúdico-educativa mediante la realización de un área de interpretación con paneles explicativos. Por todo ello, los autores también creen justificado que al conjunto de travertinos del río Matarraña se le considere como Punto de Especial Interés Paleontológico por parte de la Comisión de Patrimonio de la Sociedad Española de Paleontología.

Agradecimientos

Agradecemos la información y sugerencias proporcionadas por el Dr. Fer- nando Robles del Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva de la Uni- versitat de València. Al Dr. José Luis Nieves Aldrey, del Museo Nacional de Cien- cias Naturales, sus comentarios respecto a los posibles productores de las agallas fósiles. Asimismo, agradecemos al Museo de Ciencias Naturales de Valencia y al Museo de Geología de la Universitat de València (Dpto. de Geología) las facilida- des dadas para el estudio de las colecciones existentes. El Dr. Guillermo Melén- dez revisó el texto del Abstract.

322 Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite

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324 COLECCIONES MUSEÍSTICAS

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 327-338

El Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio Paleontológico aragonés The Palaeontological Museum of the University of Zaragoza as a key Institution in the management of the palaeontological heritage

Eladio LIÑÁN

Dpto. Ciencias de la Tierra (Paleontología). Universidad de Zaragoza. Pedro Cerbuna, 12. 50009 Zaragoza. e-mail: [email protected]

RESUMEN El Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza ha sido la primera piedra para la planificación, conservación y gestión del patrimonio paleontológico aragonés, probable- mente uno de los más ricos y completos de España por su diversidad paleontológica y su registro continuo desde el Proterozoico Superior. En esta ponencia se desea ofrecer, desde un punto de vista histórico, la experiencia aragonesa en los últimos quince años y una pros- pectiva para el siglo XXI en la que pensamos que, gracias al trabajo realizado por el Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza, la conservación y puesta en valor de este pa- trimonio están aseguradas. Palabras clave: Aragón, Museo Paleontológico, colecciones paleontológicas, registro fósil, patrimonio paleontológico.

ABSTRACT The Palaeontological Museum of the University of Zaragoza is a fundamental institution for the conservation and management of the palaeontological heritage of Aragón. Such heri- tage may be regarded as one of the richest in Spain thanks to its remakable completeness, variety and palaeontological diversity throughout the geological record from the Upper Pro- terozoic to the present. The important role played by the Palaeontological Museum of Uni- versity of Zaragoza in both the protection and preservation of the palaeontological herita- ge of Aragón is analysed from a historical point of view and also by offering a vision for

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the future. Thanks to this effort the preservation of this rich heritage may be safely gua- ranteed for future generations. Keywords: Aragón, Palaeontological Museum, palaeontological collections, fossil record, palaeontological heritage.

La necesidad de contar con un museo de Paleontología en Aragón

El problema de la Paleontología en Aragón no es otro que la posesión de uno de los más ricos patrimonios paleontológicos europeos, cuya resonancia e interés in- ternacionales se acrecientan día a día con los sucesivos descubrimientos que se vie- nen realizando. Es decir, tenemos una riqueza natural que otras comunidades au- tónomas no poseen; y qué mejor que un museo donde se investigue científicamente este patrimonio, se enseñen sus excelencias a los diferentes niveles educativos y se conserve una muestra del mismo para las generaciones futuras (Liñán, 2000). La importancia del patrimonio paleontológico aragonés viene dada por la con- vergencia de tres características singulares: La primera, la presencia de un registro paleontológico muy continuo desde los últimos 600 millones de años que nos permite tener una representación de capas de rocas fosilíferas de casi todas y cada una de las diferentes épocas geo- lógicas (Liñán y Sequeiros, 1978). La segunda, un alto índice de yacimientos con fósiles de conservación ex- cepcional llamados Konservat-Lagerstätten en diversas épocas de la historia geo- lógica de la Tierra. Estos yacimientos se caracterizan por contener fósiles de or- ganismos que rara vez fosilizan ya que poseen un cuerpo blando carente de esqueleto o, si lo tienen, este es poco consistente, como ocurre en los tricomas al- gales, los gusanos, las delicadas esponjas, las medusas, los insectos, los vegeta- les, etc. Además, en los grupos con esqueleto se conservan las partes más delicadas como la piel de los anfibios, las plumas de las aves, las escamas de los peces o el sistema digestivo de reptiles. Todo ello constituye una complementaria informa- ción paleobiológica que es inestimable para comprender numerosos hitos de la evolución biológica y del funcionamiento de nuestro planeta a través de las bio- tas que lo poblaron (Liñán, 1996). Los Konservat-Lagerstätten más conocidos son los de Murero (Cámbrico; Liñán et al., 1999), Galve (Cretácico Inferior), Libros (Mioceno) y Rubielos de Mora (Mioceno); aunque existen otros en vías de estudio. En la mayoría de ellos se con- templa la posibilidad de preparar centros de interpretación propios con visitas guiadas. La tercera característica es la existencia de un registro paleoecológico muy completo, con capas fosilíferas coetáneas tanto de los sistemas marinos como con- tinentales que se formaron durante muchas épocas geológicas, pues el territorio

328 El Museo Paleontológico de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio aragonés se construyó por el apilamiento de rocas marinas y continentales que fue- ron reestructuradas durante las épocas de plegamiento de la corteza terrestre. Ello ha permitido obtener una representación bastante completa de las distintas for- mas de vida del pasado y realizar estudios específicos sobre su evolución.

Historia del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza

Se distinguen dos épocas: antigua y moderna, con un pequeño intervalo entre ambas. La época antigua comienza en 1893 cuando la comisión del Mapa Geológi- co de España envía a la Universidad de Zaragoza, sita en la plaza de la Magdalena, una colección de minerales, rocas y fósiles para constituir el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad que sería instalado, en 1902, en el edificio Paranin- fo (antiguas Facultades de Medicina y Ciencias) de la plaza Basilio Paraíso. Parte de este material, al trasladarse las dos facultades a sus nuevos emplazamientos en la Ciudad Universitaria del Campus de San Francisco, constituiría el Museo Geo- lógico de la Facultad de Ciencias, que desaparecería en los años sesenta al obte- ner el traslado el entonces catedrático de Geología, Oriol Riba, a Barcelona. La época reciente surge con la aprobación de la Licenciatura de Ciencias Geo- lógicas para ser impartida en la Universidad de Zaragoza (1974) y la creación del Departamento de Paleontología, al que en el año 1983, al ser transferidas las com- petencias autonómicas en materia de Cultura y Patrimonio, se le encarga un in- forme sobre el estado actual de este patrimonio. En tal informe se aprecia que había numerosos equipos de investigación foráneos trabajando sobre los mismos temas, aficionados sin control y comerciantes sin escrúpulos. Como resultado de ello muchos yacimientos quedaban destruidos sin control científico y a veces los materiales eran exportados al extranjero sin conocimiento ni autorización. En el informe se planteaba el problema y se aportaban los remedios. El primer paso para paliar esta situación era la publicación de un decreto que regulara este tipo de tra- bajos, el segundo la creación de un Museo de Paleontología o una sección en los museos provinciales para el depósito de materiales y el tercero un plan a largo plazo de prospecciones y la confección de la Carta Paleontológica de Aragón, que nos permitiera tener un documento base para actuaciones de urgencia y para la planificación de excavaciones dentro de un programa general (Liñán, 1984). Todo ello se hizo puntualmente. De hecho, Aragón fue la comunidad pionera y de referencia obligada en el desarrollo legal y un modelo de gestión de este tipo de patrimonio, donde hoy trabajan codo con codo y sin problemas numerosos equipos de Instituciones nacionales y extranjeras, rindiendo un inestimable ser- vicio a la ciencia y a nuestro territorio (Andrés y Royo, 1998).

329 E. LIÑÁN

Para poner en marcha este plan, el único inconveniente era la saturación de los museos provinciales y la escasez de recursos autonómicos para crear un museo donde se depositaran y conservaran los materiales. En 1985, con motivo de la cons- trucción del nuevo edificio de Ciencias Geológicas en Zaragoza, la cátedra de Pa- leontología, con el espíritu de servicio y entrega que caracteriza a la institución universitaria, cedió parte de sus instalaciones y solicitó al Ministerio de Educación la reconversión de material de dotación docente con fines museísticos (Liñán, 1985). De este modo, con una pequeña asignación anual para los conservadores que garantizó el entonces Departamento de Cultura del Gobierno Autónomo de Aragón, se tuvo un museo de titularidad estatal, a todas luces provisional, pero acorde con el contexto museístico de los años ochenta a nivel nacional, hasta la construcción del museo definitivo. Los fondos los constituyeron parte de los del antiguo Museo Geológico re- gional de la Facultad de Ciencias y las nuevas colecciones de varios países gene- radas por el hoy desaparecido Departamento de Paleontología Universitario. El museo ha adquirido hoy en día una amplia difusión internacional y rinde un gran servicio a la comunidad conservando sus fondos autonómicos y recuperando fon- dos aragoneses del extranjero que de otra manera se hubieran perdido, como puede verse en las sucesivas memorias anuales. No obstante, después de una dé- cada de provisionalidad es sin duda la hora de asumir un nuevo proyecto más am- bicioso y que dé un mejor servicio. Tras un paréntesis de dos años, el museo ha vuelto a abrir sus puertas y a reanudar sus actividades. En esta nueva etapa debe consolidarse como institución para poder continuar siendo la piedra angular de la construcción del patrimonio paleontológico aragonés y un motor todavía más potente para impulsar el desa- rrollo rural de nuestro territorio. Un museo entendido como motor que haga avan- zar la red de Centros de Interpretación, Exposiciones y Museos comarcales de pa- leontología que se están creando por toda la geografía aragonesa, vivificándolos desde la savia que mana constantemente del alma mater de nuestra máxima ins- titución cultural y fortaleciéndose, a su vez, a través de las imprescindibles ex- periencias locales. Todo ello hace de esta estructura genuinamente aragonesa un modelo único y singular que las Instituciones regionales implicadas en este pro- yecto, planificado y liderado desde el Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón en quien recaen todas las competencias, deseamos reporte en el futuro los mejores beneficios.

Ficha técnica

El museo universitario se sitúa en la primera planta del edificio C (Geológi- cas) de la Facultad de Ciencias. Cuenta con biblioteca, sala de reuniones y con- ferencias, laboratorios, personal de investigación (10 doctores), laborante, tipoteca de fósiles, almacenes y la Sala de exposición permanente Lucas Mallada de Paleon- tología (fig. 1; Sinusía et al., 1999).

330 El Museo Paleontológico de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio

Figura 1. Aspecto de la Sala Lucas Mallada.

Aproximadamente, el 50% de sus fondos son de propiedad universitaria y el otro 50% de propiedad autonómica, depositados mediante convenios sucesivos desde 1985. Es el único museo paleontológico reconocido por los sucesivos go- biernos autonómicos de Aragón. Desde 1990 tiene asignada también otra sala de exposición permanente en el edificio Paraninfo, la Sala Longinos Navás de Ciencias Naturales, donde se en- cuentra material biológico y paleontológico, propiedad del Colegio El Salvador, ce- dido para su gestión a la Universidad de Zaragoza (fig. 2; Canudo y Lorenzo, 1997). Sus funciones son las propias de cualquier museo: –Docencia. –Investigación (patrimonio paleontológico aragonés). – Educación y programas de visitas de escolares. –Restauración de materiales. –Gestión de las colecciones. – Publicación de inventarios (Memorias del Museo Paleontológico de la Uni- versidad de Zaragoza) por el Departamento de Cultura del Gobierno de Ara- gón. –Divulgación científica: edita las revistas Aragonia (fig. 3) y Naturaleza Ara- gonesa (fig. 4) así como un apartado en la página web de la Universidad.

331 E. LIÑÁN

Figura 2. Portada del folleto guía de la Sala Longinos Navás.

Figura 3. Portada del primer número del boletín Aragonia.

332 El Museo Paleontológico de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio

– Intercambios institucionales con otros museos, departamentos y centros de Investigación. Ambas salas figuran asimismo dentro de los programas culturales del Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza, como consta en el folleto divulgativo de Museos de la Ciudad, en el que se reseña brevemente sus características, datos históricos y contenido museístico.

Actividades prioritarias del Museo

A) Investigación

En la actualidad está autofinanciada principalmente por la captación de re- cursos en las convocatorias nacionales e internacionales. Al ser un museo uni- versitario, la investigación se ve reforzada por el equipo de investigación del Área de Paleontología, que actualmente posee diez doctores en diversas especialidades.

Figura 4. Portada del número 6 de la revista Naturaleza Aragonesa.

333 E. LIÑÁN

B) Patrimonio El museo ha venido realizando la Carta Paleontológica de Aragón, con más de 2.500 yacimientos implementados en una base de datos, con una pormenorizada ficha de cada uno (Rico et al., 1996). De ellos, unos mil doscientos corresponden a la provincia de Teruel, mil a la provincia de Zaragoza y más de trescientos a la provincia de Huesca. Es asimismo una institución de asesoramiento del Departa- mento de Cultura del Gobierno de Aragón, tanto en sus actuaciones como en la pro- puesta y declaración de los yacimientos más relevantes como figura protegida (Bien de Interés Cultural; BIC), realizando numerosas excavaciones y actuaciones de ur- gencia cuando se ha requerido desde la Dirección General de Patrimonio. El museo se encarga asimismo del inventario, almacenamiento, cuidado, es- tudio y catalogación de los fondos ya existentes. Destaca entre ellos la colección de la tipoteca, con más de 14.000 ejemplares figurados en publicaciones, cada uno con su correspondiente y exhaustiva ficha informatizada y que abarcan, entre otros, los ejemplares utilizados para la definición de más de un centenar de nue- vas especies aragonesas. También se encarga del depósito de nuevos materiales tanto procedentes de donaciones como enviados oficialmente para su depósito.

C) Publicación Los fondos del museo se vienen publicando en las Memorias del Museo Pa- leontológico de la Universidad de Zaragoza editadas por el Departamento de Cul- tura. Un convenio anual con el antiguo Departamento de Educación y Cultura ha ido cubriendo estos objetivos, que permiten un intercambio con sesenta institu- ciones paleontológicas.

D) Educación El museo tiene abierta la sala de exposición Lucas Mallada en la Ciudad Uni- versitaria en horario de mañana y tarde a los visitantes. En el período 1995-1997 el número de visitantes ha ido creciendo sostenidamente hasta aproximarse a los 50.000 (fig. 5). La simbólica cuota de entrada cubre los gastos. Se pretende rea- brir la Sala Longinos Navás del edificio Paraninfo para completar la visión edu- cativa. En el curso 97-98 pasaron por las dos salas permanentes más de dieciséis mil visitantes, la mayoría procedentes de colegios (fig. 6). Asimismo viene orga- nizando congresos, ciclos de conferencias y excursiones en coordinación con so- ciedades públicas y privadas.

E) Exposiciones El museo ha venido preparando de dos a tres exposiciones anuales, algunas de las cuales han tenido carácter itinerante recorriendo durante períodos prolon- gados diversas localidades aragonesas. Son financiadas por instituciones externas. Un total de cincuenta mil personas visitaron las exposiciones temporales realiza- das en Aragón en el curso 1997-98.

334 El Museo Paleontológico de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio

Miles 60

50

40 INDIVIDUALES 30 GRUPOS

20

10

0 1995 1996 1997 Figura 5. Número de visitantes a la sala Lucas Mallada en los tres últimos años antes de su cierre temporal.

PRIMARIA 35%

SECUNDARIA I 26%  UNIVERSIDAD 4%

SECUNDARIA III 14% SECUNDARIA II 21% Figura 6. Distribución de las visitas de escolares por niveles.

F) Asesoramiento El museo asesora técnicamente y aporta material a diversas salas de expo- sición permanente o yacimientos: Galve, La Fortunata, Mas de las Matas, Mure- ro, Montalbán, Albarracín, etc., a instancias de la Dirección General de Cultura de quien depende este patrimonio. Muchas iniciativas, ahora en pleno desarrollo, han sido favorecidas directamente desde él, como ha sido la creación del Conjunto Pa- leontológico de Teruel dentro de la primitiva idea del proyecto Dinópolis en la pro- vincia de Teruel, por parte del Instituto Aragonés de Fomento.

G) Difusión No existe programa como tal y se realiza de manera oral. Pese a ello el nú- mero de visitantes ha ido creciendo sostenidamente todos los años desde su aper- tura.

335 E. LIÑÁN

La Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza (SAMPUZ)

La conciencia social de la originalidad y del valor único del patrimonio pa- leontológico en España ha ido tomando cuerpo en los últimos años en nuestra tie- rra. Fruto de ello fueron la creación de la Sociedad Española de Paleontología, que tuvo su asamblea constituyente en 1985 en Zaragoza y otras iniciativas populares de aficionados que han ido surgiendo en todo el país, cada vez más preocupadas por este patrimonio e interesadas en promocionar sus valores. En Aragón, la pri- mera de éstas fue la Asociación Paleontológica Aragonesa creada en 1983, a la que siguió la Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Za- ragoza (SAMPUZ), que cuenta con más de 450 socios y desarrolla una actividad desbordante organizando excursiones, jornadas, congresos, conferencias y mesas redondas sobre Paleontología. También edita semestralmente desde 1997 la revis- ta Naturaleza Aragonesa (fig. 4). Ambas asociaciones vienen prestando una altruista e inapreciable ayuda al patrimonio paleontológico cuya enorme importancia sólo será posible valorar cuando dispongamos de la suficiente perspectiva histórica. La Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Za- ragoza colabora estrechamente con otras asociaciones culturales como la Aso- ciación Cultural Bajo Jalón, que desarrolla con periodicidad bienal las célebres y multitudinarias Jornadas de Paleontología en la localidad zaragozana de Ricla desde hace diez años. Por último, cabe reseñar el Colectivo de Artistas Plásticos de la Margen Izquierda del Ebro, con su internacional Ruta del Arte que incluye actividades paleontológicas, y la dinámica Sociedad Aragonesa de Entomología, que colaboran estrechamente con el Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza, al igual que otras muchas asociaciones españolas lo hacen con sus mu- seos más próximos, a fin de difundir las excelencias de un patrimonio del que los aragoneses pueden sentirse orgullosos.

Consideraciones finales

El patrimonio paleontológico constituye una riqueza cultural, científica y na- tural de Aragón que por su singularidad a nivel mundial es necesario proteger, dar a conocer y potenciar como elemento estabilizador de núcleos rurales, así como fac- tor fundamental de progreso cultural y desarrollo económico (Andrés y Liñán, 1999). La variedad y abundancia de restos fósiles y la limitada capacidad económica de nuestra autonomía aconsejan priorizar y unificar criterios y esfuerzos entre las Instituciones con misiones dentro de los temas paleontológicos, como ha venido siendo la norma general desde 1983 (Liñán, 1996). Si bien en los años ochenta se hizo una planificación pionera y modélica que permitió dotar a Aragón de la primera normativa legal y de un museo donde de- positar los materiales que estaban siendo objeto de expolio y de exportación sin

336 El Museo Paleontológico de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio control, es tiempo ahora de avanzar en otra fase si no queremos que estos es- fuerzos queden pronto obsoletos y rebasados por los acontecimientos sociales (Monreal y Soria, 1992). En esta nueva fase, la transformación del Museo Paleon- tológico de la Universidad de Zaragoza en un gran Museo (al que se ha venido lla- mando el Museo de la Vida), dentro de una Red de Museos Paleontológicos de Ara- gón, es la primera piedra de la nueva estructura y la garantía de que podamos contar en los próximos años con una infraestructura paleontológica moderna y efi- caz, capaz de generar recursos propios y puestos de trabajo en las tres provincias. El Museo de la Vida de Zaragoza tendría también como misión, al igual que lo hace ahora el Museo Paleontológico de la Universidad, ayudar técnicamente a los otros centros de la red y a la creación de nuevos en aquellas localidades de in- terés especial, proporcionando los materiales y el asesoramiento paleontológico especializado que sea necesario (Monreal y Soria, 1992). La concepción de la red como un centro integrado en una misma estructu- ra con el Área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, pero siempre de- pendiente del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, no sólo ahorra- ría costes, sino que permitiría un enriquecedor fluido de personas y experiencias que harían de Aragón la comunidad con un alto nivel de calidad en investigación y docencia paleontológica (Andrés y Liñán, 1999). Este tipo de estructura es, por ejemplo, la que existe en las Universidades inglesas con museos de paleontología universitarios o en Alemania, donde los museos paleontológicos de los estados se integran en una misma estructura con la Universidad, beneficiándose ambas de personal y servicios comunes. Finalmente, la versatilidad de este tipo de estructura reticular permitiría su integración instantánea en los parques culturales, potenciando así esta figura legal y beneficiándose a su vez de ella.

Agradecimientos

Deseo agradecer al Instituto de Estudios Turolenses la gentil invitación para participar en estas jornadas de Patrimonio. Al Dr. Guillermo Meléndez, jefe de sec- ción de Paleontología del Instituto, sus comentarios al texto inicial de la ponen- cia. A Celia Soria, su amable ayuda en la confección de las figuras.

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338 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 339-352

La colección de vertebrados fósiles de Teruel del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) The collection of vertebrate fossils from Teruel in the National Museum of Natural Sciences, CSIC (Madrid, Spain)

Luis ALCALÁ

Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), C/José Gutiérrez Abascal, 2. 28006 Madrid(*).

RESUMEN El Museo Nacional de Ciencias Naturales (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) conserva las colecciones de Historia Natural más variadas y numerosas de España, reuni- das a lo largo de más de dos siglos de tradición recolectora desde su fundación en 1772 a partir de la colección de Pedro Franco Dávila (núcleo de la colección real de Carlos III). Como es lógico suponer, la conjunción de la labor prospectora del Museo con la gran can- tidad y variedad de fósiles que contienen los estratos turolenses, ha supuesto que los fó- siles de Teruel estén bien representados en sus colecciones. Destaca el caso de los verte- brados fósiles de Concud, donde posiblemente se ha registrado la referencia española más antigua a un yacimiento paleontológico concreto. Las campañas de recolección sistemáti- cas se debieron de iniciar, sin embargo, en el siglo pasado, cuando Juan Vilanova y Piera redactó su descripción geognóstica de la provincia de Teruel. En ella presentó, entre otros, fósiles de Concud, pero debido a que figuró ejemplares muy comunes no se ha localizado su presencia física en la colección. Con el inicio de siglo, las labores de Eduardo Hernán- dez Pacheco y de José Royo Gómez contribuyeron tanto al incremento de las colecciones como al conocimiento de los yacimientos y fósiles de vertebrados turolenses. Cabe desta- car, también, el interés de Federico Gómez Llueca, que realmente se encontraba detrás de la mayor parte de los hallazgos de vertebrados turolenses durante el primer tercio de siglo. Su labor se plasmó en el excelente capítulo de Paleontología de la Hoja de Teruel del Mapa

(*) Dirección actual: Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, Avda. Sagunto, s/n (edificio Di- nópolis). 44002 Teruel. e-mail: [email protected]

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Geológico Nacional. Muchos fósiles del Museo Nacional de Ciencias Naturales conservan el registro de su pertenencia a la colección Gómez Llueca. Los trabajos sistemáticos en ver- tebrados de Teruel se desarrollaron en las últimas décadas con la labor de Emiliano Agui- rre durante la etapa previa a la actual configuración del Museo, en la cual existía la Sec- ción de Paleontología de Vertebrados y Humana del Instituto Lucas Mallada. Esta labor la continúan en la actualidad otras generaciones de paleontólogos del propio Museo. La colección está compuesta fundamentalmente por mamíferos del Mioceno Superior y del Plioceno Inferior, como consecuencia de la especialización que los grupos de investigación del Museo han desarrollado a lo largo del tiempo y también de las propias características distintivas de los sedimentos con vertebrados de Teruel. Al respecto, hay que señalar que en la provincia se han definido tres pisos del Neogéno continental mediterráneo: Turoliense, Alfambriense y Rambliense. Los yacimientos representados con mayor número de ejem- plares son Cerro de la Garita, El Arquillo y Puente Minero (en este último caso se trata, fun- damentalmente, de micromamíferos). Sin embargo, también existen fósiles importantes de otros grupos: la serie tipo del pez Rutilus pachecoi (Los Aljezares), anfibios y aves de Li- bros, o uno de los restos de dinosaurio encontrados en Utrillas. Palabras clave: Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid, colección histórica, ver- tebrados fósiles, Teruel, España.

ABSTRACT The Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC, Madrid) holds the most varied and nu- merous Natural History collections in Spain. These collections were gathered for more than two centuries of collecting tradition since the Museum foundation in 1772 by the king Char- les the third. This royal collection was formed around the Natural History collection of Pedro Franco Dávila. During this span of time, intensive prospective museum work was focused on the unusual fossiliferous wealth and variety of the Teruel Province. This has led to these collections holding a wide representation of the fossil record of the province. The case of the classical vertebrate site of Concud holds a special historical interest and is specially no- teworthy as being possibly the earliest recorded Spanish reference to a particular pa- laeontological site. The systematic compilation would have begun, however, in the last cen- tury, when Juan Vilanova y Piera drafted his geologic description of the province of Teruel. He presented fossils from Concud (among others) but due to the fact that they were very common specimens, they have not been physically located in the collection. Since the be- ginning of the century, the labours carried out by Eduardo Hernández Pacheco and José Royo Gómez contributed to the increase of the collections as well as to the knowledge of the outcrops and vertebrate fossils from Teruel. Another interesting investigator was Federico Gómez Llueca, who actually was behind the lion’s share of the findings of Turolian ver- tebrates during the first third of the century. His work appears in the excellent Palaeonto- logy chapter of the Teruel sheet of the Spanish geological map. Many fossils at the Museo Nacional de Ciencias Naturales still preserve the record of their belonging to the collection of Gómez Llueca. Emiliano Aguirre carried on with the systematic projects on vertebrates in Teruel in the last decades. That was during the stage prior to the current configuration of the Museum, when there existed the Sección de Paleontología de Vertebrados y Huma- na of the Instituto Lucas Mallada. This labour is continued at present by other generations of palaeontologists of the Museum. The collection is mainly formed by Upper Miocene and Lower Pliocene mammals, as a re- sult of the specialisation developed by the research groups of the Museum over the time and, also, of the distinctive characteristics of vertebrate-bearing sediments in Teruel. It

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should be noted that three stages of the Mediterranean continental Neogene have been de- fined in the province of Teruel: the Turolian, the Alfambrian and the Ramblian. Fossil-sites classically known for being the most fossiliferous are those of Cerro de la Garita, El Arquillo and Puente Minero (this last one characterised mainly by micromammals). Yet, some other prominent specimens are also worthy of attention. These are the type series of the fish Ru- tilus pachecoi (Los Aljezares), the amphibians and birds from Libros, or one of the dino- saur remains from Utrillas. Keywords: Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid, historical collection, fossil ver- tebrates, province of Teruel, Spain.

Introducción

El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) es uno de los centros de investigación más importantes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además, tiene dos particularidades que lo diferencian de casi todos los demás institutos del CSIC. Por un lado, posee tres tipos de exposiciones dirigidas al público: permanentes (Historia de la Tierra y de la Vida, Al Ritmo de la Natu- raleza y El Real Gabinete), temporales (Meteoritos: mensajes alienígenas, Imágenes para la Ciencia y Atapuerca: nuestros antecesores, durante la fase de edición de esta publicación), e itinerantes (generalmente, versiones adaptadas de exposiciones temporales); para una visión actualizada del programa expositivo, consultar www.mncn.csic.es. Por otra parte, conserva las colecciones de Historia Natural más variadas y numerosas de España, reunidas a lo largo de más de dos siglos de tradición recolectora desde su fundación en 1772 a partir de la colección que reu- nió Pedro Franco Dávila, natural de Guayaquil, y que constituyó la real colección de Carlos III.

Historia y trayectoria

La intensa labor prospectora realizada en territorio español en diversas eta- pas de la historia del Museo y la gran cantidad y variedad de fósiles que se con- servan en las rocas sedimentarias de la provincia han supuesto que los fósiles tu- rolenses estén muy bien representados en las colecciones del MNCN. En el caso de los vertebrados fósiles, las principales campañas de recolección documentadas tuvieron lugar a finales del siglo pasado, cuando Juan Vilanova y Piera llevó a cabo la redacción de su Descripción Geognóstica de la provincia de Teruel. En ella pre- sentó, entre otros, fósiles de Concud (Vilanova y Piera, 1863) pero, debido a que figuró ejemplares muy comunes en sus magníficas láminas, no se ha localizado su presencia física en la colección conservada en la actualidad, aunque se cono- cen ejemplares recolectados por dicho autor que forman parte de las colecciones del Museo. También hay que destacar la nota de Vilanova y Piera en la que se citan los primeros restos de dinosaurio reconocidos en España, entre los que se cuen-

341 L. ALCALÁ tan ejemplares procedentes de Utrillas (Vilanova y Piera, 1872 y 1873). Con mo- tivo del Congreso Internacional de Geología de 1926, Royo indica que los había reu- nido todos para mostrarlos a los congresistas (Royo, 1926 y 1928) y ésta parece ser la última noticia de su ubicación concreta. En las colecciones únicamente está localizado, por el momento, un fragmento cuadrado de diáfisis (de 142 mm de lado) procedente de Utrillas. Con el inicio de siglo, las labores de Eduardo Hernández Pacheco y de su dis- cípulo, primero, y después rival, José Royo Gómez, contribuyeron tanto al incre- mento de las colecciones como al conocimiento de los yacimientos y fósiles de ver- tebrados turolenses, principalmente miocenos. Así, el primero se refirió a los yacimientos de Concud, definiendo la nueva especie Procapreolus concudensis, es- pecie actualmente atribuida al género Turiacemas (Hernández Pacheco, 1930b; Azanza, 2000), y clasificó diversos grandes mamíferos del yacimiento (Hernández Pacheco, 1930a). Cabe destacar el interés que, canalizado a través de Federico Gómez Llueca, fructificó en la salvaguarda del yacimiento del Barranco de las Calaveras de Con- cud (Hernández Pacheco, 1924) frente a una amenaza de explotación minera (de la que aún hoy quedan como vestigio dos galerías paralelas). La documentación relativa a este asunto está depositada en el Archivo de la Junta para la Ampliación de Estudios (registro 162.291) y en la Sección de Minas, Servicio de Industria, Co- mercio y Turismo, Diputación General de Aragón (legajo nº 11, tomo 27, nº 13). La iniciativa para la conservación de los afloramientos de Concud consistió en la denuncia como concesión minera a instancias del Museo Nacional de Ciencias Na- turales: “Habiéndose gestionado por esta Dirección el poner a salvo de explota- ciones extrañas y lamentables el famoso yacimiento de mamíferos terciarios de Concud (Teruel) reservando su exploración para los naturalistas del Museo, tengo la satisfacción de poner en su conocimiento que, aprovechando la caducidad por falta de pago de una denuncia anterior como mina de carbón hecha con el obje- to de explotar el yacimiento como fosfatos para abonos por la abundancia que en él existe de huesos fósiles, ha sido denunciada de nuevo por el Profesor D. Federico Gómez Llueca en el concepto en que lo estaba anteriormente, siguiendo las ins- trucciones que se le dieron, por ser dicho Profesor conocedor de aquellos terre- nos ya que durante el tiempo que fue catedrático de Historia Natural en el Insti- tuto de Teruel, hizo alguna somera exploración de la que obtuvo ejemplares que regaló a este Museo merced a los cuales no es ya el Museo Británico el único que posee representación de este yacimiento” (Documento del Director del Museo, Ig- nacio Bolívar, dirigido al Excmo. Sr. Presidente de la Junta para la Ampliación de Estudios, con fecha 2 de noviembre de 1922). “Dificultó el estudio y excavaciones científicas el haberse denunciado como mina de fosfato, e intentado explotar, los terrenos de Concud. Cuando este proyecto, evidentemente antieconómico, se aban- donó, el Museo se hizo cargo de los yacimientos por las gestiones que a este efec- to realizó el profesor Gómez Llueca, lo cual permitió que este verano pasado se pudiera estudiar y excavar el yacimiento fosilífero” (Hernández Pacheco, 1924).

342 La colección de vertebrados fósiles de Teruel del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)

El expediente de la concesión, intitulada PALMIRA, de mineral de carbón está re- gistrado con el número 3.712. El acuerdo de concesión de 88 pertenencias (880.000 m2) se publicó en el Boletín Oficial de la provincia de Teruel del 21 de octubre de 1922. El 13 de diciembre de 1924, Federico Gómez Llueca, en escrito al Sr. Go- bernador Civil de la provincia, solicitó la baja en el pago de la contribución debido al deseo de no continuar por más tiempo con los derechos adquiridos sobre la mina Palmira; la admisión de la renuncia se publicó en el Boletín Oficial de la pro- vincia de Teruel del 1 de enero de 1925 (donde una errata tipográfica transforma el término “La Garita” en “La Sarita”). Durante el intervalo temporal en el que fue efectiva la concesión, concretamente en julio de 1924, Hernández Pacheco dirigió una campaña en la zona de Concud, incluyendo la excavación del nivel fosilífe- ro de Cerro de la Garita (que ya había sido figurado en sección por Vilanova y Piera, 1863 y Cortázar, 1885); los fósiles obtenidos se conservan en el MNCN junto con documentación gráfica de la campaña. Mientras tanto, Royo se interesó por los peces fósiles que se encontraban en las canteras de yeso explotadas en Los Aljezares (Royo, 1921), muy cercanas a la ciudad. Sus características le llevaron a proponer una nueva especie, Leuciscus pa- checoi, dedicada a su, entonces, querido profesor. Dicha especie debe ser inclui- da en el género Rutilus, como demostró Doadrio (1981). También se interesó es- pecialmente en el yacimiento de Libros, sosteniendo una dura controversia con Longinos Navás, entomólogo que publicó una nota con la determinación de va- rios vertebrados encontrados con motivo de las explotaciones mineras del azufre (Alcalá, en prensa). Quien realmente se encontraba detrás de la mayor parte de los hallazgos de vertebrados turolenses, durante el primer tercio de siglo, fue Federico Gómez Llue- ca. Su labor se plasmó, fundamentalmente, en el excelente capítulo de Paleonto- logía de la Hoja de Teruel del Mapa Geológico Nacional a escala 1:50.000 (Gómez Llueca et al., 1931). Muchos fósiles del MNCN conservan la determinación de su pertenencia a la colección de Gómez Llueca. Los trabajos sistemáticos en vertebrados en Teruel los continuó Emiliano Aguirre durante la etapa previa a la actual configuración del Museo, en la cual exis- tía el Instituto Lucas Mallada. En esa época tuvo lugar la realización del conoci- do Coloquio Internacional sobre Bioestratigrafía Continental del Neógeno Superior y Cuaternario Inferior de España, en el que tuvieron gran relevancia las excursiones por los yacimientos turolenses (Adrover et al., 1974; Moissenet et al., 1974). Entonces se excavó fundamentalmente el yacimiento de La Puebla de Val- verde, especialmente interesante por ser el único de Teruel, junto con otro del Plio- ceno Superior del valle del Alfambra, en el que se han citado primates neógenos (Aguirre y Soto, 1974; Heintz et al., 1971). La tradición de Aguirre fue continua- da por un equipo que ya ha dado lugar a una tercera generación de paleontólo- gos dirigiendo excavaciones de numerosos yacimientos de vertebrados turolenses durante las dos últimas décadas. Algunos de los fósiles obtenidos pertenecen a las colecciones del Museo, mientras que los procedentes de las campañas de exca-

343 L. ALCALÁ vación realizadas en los últimos años (1990 en adelante) están depositados tem- poralmente para su estudio, ya que su destino final corresponde determinarlo a la actual Dirección General de Patrimonio Cultural de la Diputación General de Ara- gón, de acuerdo con la norma establecida en los correspondientes permisos de ex- cavación concedidos (Decreto 6/1990 de 23 de enero de la Diputación General de Aragón). Este es el caso de las campañas de excavación realizadas en Puente Mi- nero, exp. 10/91; La Roma 2, exp. 2/92; Las Casiones, exp. 40/93 y 64/94; Villalba Alto Río 1, exp. 107/95; Masada Ruea, exp. 028/96; y Cerro de la Garita, exp. 022/97, 133/98 y 142/99, por ejemplo. De este modo, un Museo Nacional adquiere su sentido de futuro como custodio, por una parte, de colecciones históricas y, por otra parte, de la información paleontológica obtenida mediante el desarrollo de los trabajos realizados por sus investigadores, si bien se introduce la novedad de que los fósiles obtenidos, de acuerdo con las normativas de las Comunidades Autó- nomas, estarán depositados o bien temporalmente o bien en otros museos.

Composición

La colección está compuesta casi exclusivamente por vertebrados neógenos (fig. 1), fundamentalmente mamíferos del Mioceno Superior, como consecuencia de la especialización que los grupos de investigación del Museo han desarrolla- do a lo largo del tiempo y también de las propias características distintivas de los sedimentos con vertebrados de Teruel. Hay que señalar que en la provincia se han definido 3 pisos del Neógeno continental.

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OLIGOCENO MIOCENO INF. MIOCENO SUP. PLIOCENO INF. PLEISTOCENO MIOCENO MED. PLIOCENO SUP. Figura 1. Distribución por edades de los fósiles de vertebrados de Teruel conservados en las colecciones del MNCN. Total: 17.794 ejemplares.

344 La colección de vertebrados fósiles de Teruel del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)

–El Rambliense, definido por Daams et al. (1987) en los alrededores de Na- varrete del Río. Constituye la base del Neógeno. – El Turoliense, propuesto por Crusafont en el año 1965. La sección de Los Mansuetos constituye su estratotipo y se sitúa al final del Mioceno. –El Alfambriense –antes llamado Rusciniense– incluye el comienzo del Plio- ceno (Mein et al., 1990). El estratotipo del Alfambriense está compuesto por varias secciones diferentes, dado que no existe una sección vertical que lo englobe por completo; son las secciones de Las Lomas de Casares, La Gloria, Villalba Alta y Escorihuela. Asimismo, 3 yacimientos de la Fosa de Teruel, Masía del Barbo, Los Man- suetos y El Arquillo, constituyen los referentes de las unidades MN 10, 12 y 13, respectivamente, del Neógeno continental mediterráneo (Mein, 1990; Bruijn et al., 1992). La mayor parte de los fósiles inventariados se incluye en el Orden Perisso- dactyla, debido a la gran abundancia de restos de Hipparion, así como en el Orden Lagomorpha, ya que los dientes de Prolagus son muy abundantes en los yaci- mientos con micromamíferos (fig. 2).

PERISSODACTYLA

ANURA+URODELA CHELONIA CARNIVORA

INSECTIVORA

RODENTIA

LAGOMORPHA

ARTIODACTYLA Figura 2. Representación porcentual de los principales órdenes de vertebrados de Teruel identificados en las colecciones del MNCN. Total: 15.619 ejemplares.

El material tipo de algunas especies de mamíferos procedentes de yacimientos turolenses se conservan en las colecciones del MNCN, como es el caso del mus- télido Sivanoyx lluecai de Los Aljezares (descrito en Villalta y Crusafont, 1945), del rinocerótido Alicornops alfambrense de La Roma 2 (descrito en Cerdeño y Al- calá, 1989) y de los cérvidos Pliocervus turolensis de Milagros (descrito en Azan-

345 L. ALCALÁ za, 2000), o Turiacemas concudensis de Concud (descrito en Hernández Pacheco, 1930b; el material constituye, asimismo, el tipo del género Turiacemas, descrito en Azanza, 2000). Por otra parte, las colecciones conservan holotipos de roedo- res del área tipo del Rambliense (la zona de Campo Romanos) que todavía no han sido inventariados. Además, pueden destacarse varios ejemplares significativos de mamíferos, tales como un cráneo completo del hiénido Chasmaporthetes lunensis de La Pue- bla de Valverde, figurado en la portada de uno de los tomos del tratado de Paleon- tología más popular en lengua castellana (Meléndez, 1990); dientes del que fue propuesto como el hipopótamo más antiguo conocido, Hexaprotodon crusafonti de El Arquillo; los ejemplares correspondientes al registro del hiénido Plioviverrops más moderno conocido, en el Plioceno Inferior de La Gloria 4, etc. Además, es im- portante resaltar que se han recuperado datos correspondientes a asociaciones de macromamíferos excavadas sistemáticamente procedentes de yacimientos neó- genos de las unidades MN 10, 11, 12, 13 y 14 (es decir, del intervalo temporal com- prendido entre el Vallesiense superior y el Alfambriense inferior, ambos incluidos). Además, se conservan muestras sistemáticas de numerosos niveles de microma- míferos del Rambliense, Aragoniense y Turoliense de diversas zonas de la pro- vincia, pertenecientes a yacimientos excavados por el equipo de Remmert Daams. Asimismo, en el MNCN se conservan algunos fósiles obtenidos por Rafael Adro- ver en sus múltiples campañas realizadas en yacimientos del Mioceno turolense. Por otra parte, también se conservan algunos fósiles importantes de otros gru- pos. Es el caso de la amplia colección de peces del yacimiento de Los Aljezares, incluyendo el material tipo de Rutilus pachecoi (descrito en Royo, 1921); de los nu- merosos ejemplares de ranas y de renacuajos del Mioceno de Libros, clasificados como Rana pueyoi (especie de la que Libros es la localidad tipo), o de una rana procedente de los yesos de Los Aljezares, presentada al público en la exposición permanente El Real Gabinete. Entre los reptiles fósiles conservados se encuentran un resto de dinosaurio de Utrillas y un ejemplar de colúbrido de Libros y, entre las aves, varios ejemplares de anátidas del Mioceno de esta última localidad. En su mayor parte, la colección está compuesta por elementos de la denti- ción y, a gran distancia en cuanto a número de ejemplares, por metápodos, ele- mentos del tarso-carpo y falanges (fig. 3). En mucha menor proporción se regis- tran el resto de elementos del esqueleto postcraneal.

Interés patrimonial

Los fósiles de la provincia de Teruel constituyen, en el momento de redac- tar este artículo, en torno al 10% del total de los inventariados en la colección de Paleontología de vertebrados del MNCN, proporción que se mantiene tanto en nú- mero de registros de inventario (3.704) como en número de ejemplares (17.879), lo que indica que son una parte relevante de la misma.

346 La colección de vertebrados fósiles de Teruel del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC)

6.000

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

0 TIBIA RADIO TARSO FÉMUR CARPO DIENTE ALANGE HÚMERO F VÉRTEBRA METÁPODO MANDêBULA SESAMOIDEO ASTA/CUERNO FRAG.CRÁNEO

Figura 3. Distribución de los vertebrados fósiles de Teruel del MNCN según su identifica- ción anatómica. Total: 10.565 ejemplares.

Según se desprende de lo anteriormente expuesto, la colección posee un gran interés científico, ya que conserva ejemplares tipo, fósiles representativos proce- dentes del área tipo de pisos continentales definidos en depresiones terciarias y, asimismo, información sobre varias asociaciones de fósiles recuperadas con do- cumentación tafonómica. Así, con la colección pueden desarrollarse estudios de sistemática, tafonomía o paleoecología, utilizando los fósiles como elementos de comparación y también las numerosas publicaciones que se han realizado a par- tir de los mismos. De hecho, fósiles turolenses del Museo, además de haber sido objeto de múltiples investigaciones puntuales, han constituido una parte impor- tante de las tesis doctorales de Alberdi (1972, 1974), Cerdeño (1989), Azanza (1989) y Alcalá (1992, 1994). Además del interés científico, la colección constituye el registro de los albores de la Paleontología de vertebrados española y sirve para un mejor conocimiento del desarrollo de esta especialidad en nuestro país, conjuntamente con la docu- mentación que se conserva en los archivos del Museo y las publicaciones que se encuentran en su biblioteca. Por otra parte, elementos de la colección se utilizan con fines didácticos en exposiciones del propio Museo, tanto permanentes (His- toria de la Tierra y de la Vida, El Real Gabinete) como temporales (por ejemplo, Historia Natural: El Regreso, Olvidados por Noé), como itinerantes (Como pez en el agua) y, asimismo, en producciones de otras instituciones (Biodiversidad: de Lin- neo hasta nuestros días, Real Jardín Botánico, por ejemplo).

347 L. ALCALÁ

Estado de conservación, métodos y técnicas aplicadas

Los vertebrados fósiles de Teruel no presentan problemas específicos de con- servación y han recibido el tratamiento habitual que se realiza en el Laboratorio de Restauración del propio Museo para todos los macrovertebrados tratados: lim- pieza, recomposición –en su caso– consolidación y siglado. Posteriormente, se al- macenan adecuadamente en armarios compactos. Los microvertebrados tienen su propio tratamiento: una vez seleccionados por medio de la lupa binocular son montados individualmente en fichas acoplables y se guardan en armarios espe- ciales. El inventario de los micromamíferos sólo se ha efectuado en una parte muy pequeña del total, a diferencia de los macrovertebrados pertenecientes a colec- ciones clásicas, inventariados casi en su totalidad.

Gestión realizada y perspectivas de futuro

Los fósiles de vertebrados que forman parte de la colección permanente del Museo se han inventariado y están disponibles para su consulta por parte de los investigadores interesados y también pueden ser objeto de préstamo para expo- siciones temporales. De hecho, tanto las consultas como los préstamos son fre- cuentes. Como señalan Alcalá y Sánchez Almazán (1997), el soporte físico pri- mario de información consiste en listados para cada ejemplar o conjunto de ejemplares idénticos de la misma procedencia. Comprenden diversos apartados que recogen la codificación, especie, ubicación, números de catálogo antiguos, lo- calidad, donante (si lo hay), datos cuantitativos, etc. Una información básica está reflejada en una etiqueta adjunta al ejemplar correspondiente. Con objeto de fa- cilitar los trabajos de gestión y de prestar un servicio como fuente de información paleontológica, en la colección de Paleontología de vertebrados se ha desarrolla- do un proyecto de gestión automatizada de colecciones que ha permitido el acceso en línea a los datos de la colección (Becerra et al., 1991, 1992; Alcalá y Becerra, 1996; Alcalá et al., 1996). Actualmente, esta utilidad se encuentra temporalmen- te desactivada debido a una reestructuración del sistema. El futuro de una colección como ésta radica, por una parte, en incrementar al máximo la información paleontológica contenida en los fósiles que la compo- nen, con la colaboración de los especialistas que los estudian. Por otra parte, las normas actuales de concesión de permisos de excavación en Aragón indican el des- tino de los fondos obtenidos en los trabajos paleontológicos actuales y futuros. Dado que ese destino, lógicamente, se establecerá en algún centro apropiado para desarrollar las labores de conservación, investigación y exhibición en el propio te- rritorio aragonés, el MNCN debe constituirse en un foco generador de información paleontológica. En efecto, el marco legal actual en materia de patrimonio hipoteca el incremento de las colecciones de Paleontología de un centro de ámbito nacio- nal. Por ello, el futuro de un centro con las características del MNCN pasa por la continuación de las investigaciones para convertirse en un suministrador de datos

348 La colección de vertebrados fósiles de Teruel del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) acerca de la paleobiodiversidad frente al concepto clásico de custodia de elementos físicos. No obstante, está preparado para conservar los fósiles de lugares donde no existan las condiciones idóneas para hacerlo, mediante el establecimiento de actas de depósito, y también de contribuir a conservar el patrimonio paleontológico in- mueble mediante la supervisión de los yacimientos más importantes en fase de in- vestigación frente a excavaciones no autorizadas o a cualquier otro factor de ries- go, informando de ello al servicio competente. En esta línea se han desarrollado los proyectos de investigación DGICYT PB92-0013 “Paleoecología y Paleoclimatología del Neógeno continental de la Cuen- ca de Calatayud-Teruel” y PB95-0114 “Evolución paleoambiental de sucesiones con alta resolución bioestratigráfica en el Neógeno continental: área de Daroca-Teruel (Aragón-España)” o DGESIT PB98-0691-C03-01 “Cambios faunísticos, variaciones paleoclimáticas y eventos geodinámicos registrados en las cuencas continentales del centro de la Península Ibérica durante el Vallesiense (11,1-8.7 Ma)” –actual- mente en curso–; los convenios de colaboración con la Fundación Conjunto Pa- leontológico de Teruel, la colaboración con el Gabinete Geológico de la Diputación Provincial para ubicación de vertederos; los estudios del impacto de las vías de co- municación en yacimientos de los alrededores de Teruel, promovidos por el Mi- nisterio de Fomento; la divulgación de la Paleontología mediante conferencias en localidades de la zona, como Concud o Alfambra, o las propuestas de estableci- miento de rutas culturales (Ruta del Turoliense, Alcalá et al., 1998, o trazado de vía verde cultural en la Rambla de Valdecebro-Estación de los Baños-Barranco de las Calaveras).

Bibliografía

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349 L. ALCALÁ

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352 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 353-359

Ejemplares tipo de invertebrados fósiles de la provincia de Teruel en el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC Type-specimens of fossil invertebrates from the province of Teruel in the National Museum of Natural Sciences-CSIC (Madrid, Spain)

Carmen DIÉGUEZ y Ángel MONTERO

Museo Nacional de Ciencias Naturales, C/José Gutiérrez Abascal, 2. 28006 Madrid.

RESUMEN La riqueza paleontológica de la provincia de Teruel, en lo que a invertebrados fósiles se re- fiere, ha tenido una amplia representación en el Museo Nacional de Ciencias Naturales desde 1784. A partir de esta fecha, han sido numerosas las entradas de abundante mate- rial entre las que se encontraban ejemplares tipo. Debido a la azarosa vida del Museo du- rante los más de 200 años desde esa primera entrada hasta la recuperación del material de referencia objeto de este trabajo, muchos de los ejemplares tipo se consideraron perdidos para la Ciencia al no poder ser localizados, pues aunque el ejemplar se encontrara entre los fondos del Museo no adjuntaba la información necesaria para permitir su adscripción a una determinada localidad, colector y/o estatus taxonómico. En 1985, se inició el proceso de inventariado de las colecciones del Centro, todavía ina- cabado, completándose, desde 1987, con la recuperación y provisión de documentación de colecciones históricas. Como resultado de la incorporación de estas dos nuevas líneas en la gestión de la colección de invertebrados fósiles han sido recuperados 6 holotipos de bi- valvos, cefalópodos e insectos y 25 sintipos de gasterópodos de la provincia de Teruel que se incorporaron a la colección de referencia de invertebrados fósiles del Museo. Con vis- tas a una conservación a largo plazo los ejemplares fueron tratados, preparados y alma- cenados de la forma idónea para la consecución de tal objetivo. Desde un punto de vista patrimonial su valor es altamente significativo, pues al indudable valor científico que representan los ejemplares por ser material de referencia hay que aña- dir el histórico, ya que casi en su totalidad corresponden a material colectado y estudiado por Juan Vilanova y Piera en su Memoria de Teruel o por José Royo Gómez en su Tesis doc- toral.

353 C. DIÉGUEZ Y A. MONTERO

Palabras clave: colecciones, invertebrados fósiles, patrimonio paleontológico, Teruel, Es- paña.

ABSTRACT A highly diverse collection of fossil invertebrates from Teruel province in North-Central Spain has come to the Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC from 1784 onwards. Some of this is described material, including types. Unfortunately, the eventful history of the Museum has meant that a number of specimens were misplaced, whilst the docu- mentation was temporarily lost in many cases. The lack of information on these specimens diminished their scientific value. A new general inventory of the collections was started in 1985. From 1987 onwards, a re- trieval of historical collections. As a result, 6 holotypes of molluscs (Bivalvia, Cephalopo- da) and insects as well as 25 syntypes of gastropods from Teruel Province were retrieved. The specimens were properly prepared and stored for long-term conservation. From the heritage point of view these specimens are valuable with regard to the historical heritage of Natural History collections in Spain, since they go back to well known collec- tors like Juan Vilanova y Piera and José Royo Gómez. Keywords: collections, fossil invertebrates, palaeontological heritage, province of Teruel, Spain.

Historia y trayectoria

Los yacimientos fosilíferos de la provincia de Teruel estuvieron representa- dos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC) por sus fósiles de invertebrados desde prácticamente los inicios de la Institución. La pri- mera noticia de la entrada de fósiles de Teruel en la colección de “petrificaciones” del entonces Real Gabinete de Historia Natural se remonta a 1784, con una do- nación de una treintena de invertebrados fósiles (moluscos, equinodermos, porí- feros y cnidarios) de las localidades turolenses de Gea de Albarracín, Frías y Val- decuenca (Montero, 1995). Habría que esperar hasta bien entrado el siglo XIX, en concreto hasta 1849, para volver a tener constancia de otra entrada similar en las colecciones del Ga- binete. En este caso, se trataba de una donación regulada por la Real Orden de 1 de enero de 1849 a raíz de una propuesta de Mariano de la Paz Graells, en ese mo- mento director del Gabinete, al Director General de Instrucción Pública, por la que cada universidad estaba obligada a crear dos colecciones de material paleonto- lógico de su jurisdicción, una para la propia universidad que sería catalogada por el Gabinete y otra para el propio Gabinete. El donante era la Universidad Litera- ria de Zaragoza y la donación consistía en moluscos y braquiópodos de Sierra de Camarillas, Sierra de Aliaga y Torrevelilla (Montero, 1995). Durante toda la segunda mitad del siglo XIX, las colecciones del Gabinete es- tuvieron gestionadas por el que fuera primer catedrático de Paleontología de la Uni- versidad Central, Juan Vilanova y Piera, nombrado ayudante del Museo en 1847 y cuya vinculación a éste se extendió hasta su muerte en 1893. Vilanova y Piera,

354 Ejemplares tipo de invertebrados fósiles de Teruel en el Museo Nacional de Ciencias Naturales durante su etapa de formación como naturalista (Gozalo, 1993; Pelayo, 1995) y posteriormente al mando de las colecciones paleontológicas del Gabinete (Barreiro, 1944, 1992; Montero, 1995), realizó numerosas colectas por diversos puntos de Eu- ropa. Sin embargo, en España sus colectas se ciñeron, casi exclusivamente, a cua- tro provincias: Castellón, Teruel, Valencia y Alicante. Como resultado del estudio paleontológico de los ejemplares colectados y del estudio geológico de los terre- nos saldrían publicados tres trabajos monográficos sobre Castellón, Teruel y Va- lencia, mientras que el de Alicante quedó inacabado. La monografía sobre la pro- vincia de Teruel titulada Ensayo de Descripción Geognóstica de la Provincia de Teruel en sus relaciones con la agricultura de la misma (Vilanova y Piera, 18631) abarca estudios sobre materiales de edades desde el Paleozoico al Cenozoico y aborda aspectos tanto estratigráficos como paleontológicos, petrológicos o tectó- nicos y el interés agrícola de los terrenos. Vilanova y Piera, en las diez láminas que presenta al final de la Memoria, figura 170 especies fósiles, 10 de mamíferos y el resto de moluscos y braquiópodos. De ellos, 68 especies de moluscos son nuevas para la Ciencia, si bien no dio nombre a nueve de ellas. Varios de estos ejempla- res tipos y figurados fueron recuperados por nosotros entre los fondos de la co- lección histórica del MNCN y dados a conocer con anterioridad (Montero y Dié- guez, 1998). Las entradas de ejemplares de fósiles turolenses en este siglo XX corres- ponden, en gran medida, al periodo anterior a la guerra civil, es decir años 20-30, y las colectas fueron realizadas por el grupo formado alrededor de José Royo Gómez y en el que se incluían: Vicente Sos Baynat, Federico Gómez Llueca, José Gómez de Llarena, Gabriel Martín Cardoso y Vicente Olagüe. Si bien como pro- ducto de sus colectas hubo un incremento notable de material de invertebrados fósiles de la provincia de Teruel, en lo que se refiere al enriquecimiento de la co- lección de referencia de invertebrados fósiles del MNCN, el material recuperado por nosotros corresponde exclusivamente a colectas realizadas por Royo Gómez para proveerse de ejemplares para la realización de su Tesis doctoral (Royo, 1922). Royo propone 11 nuevos taxones: nueve nuevas especies y dos nuevas variedades de dos especies distintas. Por último, existe en la colección de tipos de esta provincia un único ejem- plar colectado en estos últimos años (Fernández Rubio et al., 1991) que cierra la lista presentada.

1. La fecha de publicación de esta monografía ha generado polémica desde poco tiempo después de su publicación, al presentar la fecha de 1863 en la portada y la de 1868 en el mapa de páginas inte- riores. Además, una tercera fecha (1870) fue señalada como la legítima en varias referencias de autores contemporáneos de Vilanova y Piera (ver Gozalo, 1993, pp. 29-31; 1995; Calzada, 1995).

355 C. DIÉGUEZ Y A. MONTERO

Nombre y localización de la colección. Composición

Los ejemplares tipo de la provincia de Teruel, del Museo Nacional de Cien- cias Naturales, se encuentran incluidos en la colección de referencia del Centro con el resto de material tipo, dispuestos en armarios metálicos tratados con pintura ig- nífuga y cierres herméticos que aseguren su conservación a largo plazo. Dada la importancia de toda colección de referencia y la localización de la sala de depó- sito de Paleontología en el sótano del ala sur del edificio, se habilitó una sala en la planta primera que ofreciera una mayor seguridad en la conservación, facilitando el mantenimiento y revisión continua del material, y que fuera más fácil de desa- lojar en caso de desastre, por lo que los ejemplares tipo quedaron apartados de la colección general. Su composición en la actualidad es la siguiente:

Bivalvia –Trigonia verneuilli Vilanova. MNCNI-25360. Vilanova y Piera, 1863, Lám. 6, fig. 10. Gault, Cretácico. Mirambel, Teruel. [HOLOTIPO]. – Cardium josephinum Vilanova. MNCNI-12408. Vilanova y Piera, 1863, Lám. 7, fig. 1. Áptico, Cretácico. Aliaga, Teruel. [HOLOTIPO]. – Cardium larteti Vilanova. MNCNI-26700. Vilanova y Piera, 1863, Lám. 7, fig. 2. Áptico, Cretácico. Aliaga, Teruel. [HOLOTIPO]. –Avicula affinis Vilanova. MNCNI-27767. Vilanova y Piera, 1863, Lám. 7, fig. 9. Áptico, Cretácico. Aliaga, Teruel. [HOLOTIPO].

Gastropoda – Lymnaea navarroi Royo. MNCNI-28903. MNCNI-28909. Royo Gómez, 1922, Lám. XII, fig. 3. Pontiense, Mioceno Superior. Teruel. [SINTIPOS]. –Helix bolivari Royo. MNCNI-28904. Royo Gómez, 1922, Lám. XI, fig. 15. Pontiense, Mioceno Superior. Aljezares, Teruel. [SINTIPOS].

Cephalopoda –Nautilus lacerdae Vilanova. MNCNI-14855. Vilanova y Piera, 1863, Lám. 3, fig. 3. Cretácico. Josa, Teruel. [HOLOTIPO].

Hexapoda –Zygaena turolensis Fernández Rubio, Peñalver, Martínez Delclòs. MNCNI- 16888. Fernández Rubio et al., 1991, figs. 2-13. Mioceno Inferior. Rubielos de Mora, Teruel. [HOLOTIPO].

356 Ejemplares tipo de invertebrados fósiles de Teruel en el Museo Nacional de Ciencias Naturales

Interés paleontológico

El interés paleontológico de la colección de referencia de la provincia de Te- ruel depositada en el MNCN es evidente, al tratarse de una colección de ejemplares tipo. Al gran interés científico señalado hay que sumar el patrimonial, muy im- portante, al tener el valor añadido de su dimensión histórica, ya que la mayoría de los ejemplares fueron colectados y estudiados bien por Juan Vilanova y Piera para la realización de la Memoria de Teruel, donde fueron descritos y figurados, o bien, aunque en menor cantidad, por José Royo Gómez para la consecución de su Tesis doctoral (fig. 1).

colecc. muy sólo com- com- alta óptimo bajo Tipos de Invertebrados MNCN antigua bueno tipos pleta pleta

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIÓN histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 1. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial de la co- lección de Invertebrados fósiles del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Algunos ejemplares tipo incluidos en la Memoria de Vilanova y Piera, al igual que ocurre con los ejemplares descritos como nuevas especies por Royo Gómez en su Tesis doctoral, no habían sido mencionados en anteriores trabajos (Montero y Diéguez, 1998) ya que debido a la continua revisión, inventariado y documen- tación de la colección histórica del Museo Nacional de Ciencias Naturales que se viene realizando, todavía no finalizada, el incremento de la colección de referencia es progresivo.

Estado de conservación, métodos y técnicas aplicados a la colección

La colección se encuentra en diferente estado de conservación dependiendo de su antigüedad y por lo tanto de su trayectoria. El material tipo de la memoria de Teruel de Vilanova y Piera ha llegado hasta nosotros en buen estado de con- servación a excepción de un ejemplar, el de Cardium josephinum Vilanova del Ap- tiense de Aliaga, al que le falta la zona umbonal de una valva. El material de Royo Gómez se encuentra en buen estado de conservación al igual que el único ejem- plar tipo colectado recientemente y publicado por Fernández Rubio et al. (1991). Los ejemplares se encuentran inventariados con las siglas y numeración ha- bitual usadas en la colección de Paleontología de este Museo y ya citada en la re- lación de tipos. Les acompaña una etiqueta con los datos fundamentales de ta-

357 C. DIÉGUEZ Y A. MONTERO xonomía, localidad, edad y colector-donante y están incluidos en armarios con pin- tura ignífuga dentro de contenedores individuales. A ninguno de estos ejemplares se le ha aplicado técnica alguna de restau- ración y únicamente se ha llevado a cabo una conservación preventiva (control de condiciones ambientales, de seguridad y almacenamiento).

Gestión realizada y perspectivas de futuro

La gestión que se ha llevado a cabo con el material tipo de esta provincia es la usual en el Centro para material tipo y que no se diferencia sustancialmente de la gestión llevada a cabo en la colección general, ya puesta de manifiesto en an- teriores trabajos (Diéguez y Montero, 1992, 1994). Dado que el inventario de la colección histórica aún no ha terminado, es pre- visible que se puedan descubrir y documentar más ejemplares tipo de la provin- cia de Teruel, ya que la riqueza de sus yacimientos de invertebrados fósiles ha que- dado puesta de manifiesto en trabajos de investigación de paleontólogos que han estado, y están, vinculados a este Museo.

Conclusiones

El Museo Nacional de Ciencias Naturales conserva entre sus fondos ocho ejemplares tipo de invertebrados fósiles descritos a partir de ejemplares colecta- dos en la provincia de Teruel. Casi todo este material pertenece a colecciones his- tóricas del siglo XIX (colección J. Vilanova y Piera) o del primer tercio del siglo XX (colección J. Royo Gómez), correspondiendo tan sólo un caso a colectas actuales. La gestión de este material de referencia es muy similar a la seguida para el resto de la colección, excepto en lo que se refiere a su almacenamiento, en el que se han tomado medidas especiales como separación de la colección general e inclusión en contenedores de alta seguridad ignífugos y herméticos para asegurar su ade- cuada conservación a largo plazo.

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359

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 361-370

Los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia y su gestión informática Fossils from Teruel in the Museum of Natural Sciences, Valencia (Spain), and data management

Esteban José SÁNCHEZ FERRIS1, Enrique PEÑALVER2 y Margarita BELINCHÓN3 1. Departamento de Geología, Facultad de Biología, Universitat de València, C/ Dr. Moliner, 50, 46100 Burjassot, Valencia. 2. Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva, Universitat de València, Apartado 2085, E-46071 Valencia. e-mail: [email protected] 3. Museo de Ciencias Naturales, Jardines del Real, General Elio s/n, 46020 Valencia. e-mail: [email protected]

RESUMEN El recientemente inaugurado Museo de Ciencias Naturales de Valencia incluye los fondos del antiguo Museo Paleontológico de Valencia, fundado a finales del siglo XIX a partir de la colección de mamíferos cuaternarios sudamericanos donada por José Rodrigo Botet. Entre sus colecciones cuenta con una importante representación de fósiles de la provincia de Te- ruel. Estos fondos se componen fundamentalmente de invertebrados mesozoicos, verte- brados neógenos, plantas cuaternarias y una amplia muestra de restos botánicos, anfibios e insectos miocénicos. Gran parte de la importancia científica de algunos de estos materiales radica en que proceden de yacimientos de conservación excepcional. Todos estos fondos de fósiles de Teruel, al igual que el resto de materiales del nuevo Museo de Ciencias Na- turales, se encuentran en proceso de informatización de cara a facilitar su gestión. En el pre- sente trabajo se describen brevemente los materiales procedentes de Teruel, así como las características técnicas del programa informático utilizado para su gestión. Palabras clave: Museo de Ciencias Naturales de Valencia, Teruel, Rubielos de Mora, Mio- ceno, informatización, gestión del patrimonio.

ABSTRACT The recently inaugurated Natural Sciences Museum of Valencia includes the collections of the old Palaeontological Museum of Valencia. This museum was founded by the end of the

361 E. J. SÁNCHEZ FERRIS, E. PEÑALVER Y M. BELINCHÓN

XIXth century to hold a South American quaternary mammal collection, generously donated by José Rodrigo Botet. In more recent times, an important representation of the paleonto- logical record of the province of Teruel has been added to its collections. It consists mainly of mesozoic invertebrates, neogene vertebrates, quaternary plants and a wide sample of miocene botanical remains, amphibians and insects. This fossils owe part of their scienti- fic interest to the fact that they proceed from special fossil sites showing exceptional pre- servation of remains. All palaeontological Collections at the Natural Science Museum are being computerized in order to improve collections management. A brief description of fos- sils from Teruel, as well as technical features of the documentation software, is offered. Keywords: Natural Sciences Museum of Valencia, province of Teruel, Rubielos de Mora, Miocene, collection computerization, heritage management.

Introducción

Parte del recientemente inaugurado Museo de Ciencias Naturales de Valen- cia (Lám. 1, fig. 1) proviene del antiguo Museo Paleontológico de Valencia. Este último tuvo su origen en el legado de José Rodrigo Botet a la ciudad en 1889 y ac- tualmente constituye la colección más importante de mamíferos fósiles del Cua- ternario que existe en Europa. Belinchón et al. (1992, 1993 y 1997) y Sánchez et al. (1999) tratan con mayor detalle acerca de la historia del Museo y sus colec- ciones. Posteriormente, los fondos del Museo Paleontológico de Valencia se vieron incrementados por otras donaciones. Así, entre los ejemplares que ingresaron en el museo se encontraban fósiles provenientes de la provincia de Teruel.

Los fósiles de Teruel

Los fondos integrados por fósiles de Teruel cuentan con una abundante mues- tra de invertebrados de diferentes localidades del Mesozoico marino como Alba- rracín, Jabaloyas, Sierra de Javalambre, Valdecuenca, Celada del Griego, Gúdar o Rubielos de Mora, de vertebrados de la fosa neógena de Alfambra-Teruel como Concud o la Rambla de Valdecebro, y de hojas del Cuaternario del travertino de Beceite. Las hojas cuaternarias constituyen un notorio conjunto por su abundancia y buena conservación (Peñalver et al., 2002a). Sin embargo, los especímenes de mayor importancia científica y patrimonial proceden de yacimientos del Mioceno: 1) Dos ejemplares de Rana pueyoi del yacimiento de Libros (uno de los ejem- plares ingresó por donación en 1989 y el otro se obtuvo por adquisición a un par- ticular que lo había recibido en herencia). Su importancia radica en la rareza de los anfibios fósiles y dada la casi imposibilidad actual de obtener nuevos ejem- plares de esta especie.

362 Los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia

Lámina 1. Fig. 1: Vista del recientemente inaugurado Museo de Ciencias Naturales de Va- lencia que alberga la colección del antiguo Museo Paleontológico Municipal de Valencia. Fig. 2: Ejemplares de insectos del Mioceno de Rubielos de Mora en las exposiciones del Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Fig. 3: Armario ignífugo acondicionado como ti- poteca, en el que se almacenan, entre otros, los distintos fósiles tipo turolenses.

363 E. J. SÁNCHEZ FERRIS, E. PEÑALVER Y M. BELINCHÓN

2) Importantes restos óseos de la familia Chalicotheriidae, género Moropus, de Rubielos de Mora (Montoya et al., 1996); los restos fósiles de este grupo extinto son de gran rareza en Europa y los encontrados en Rubielos de Mora correspon- den a una misma extremidad anterior. 3) Varias muestras de dentición del género Hipparion, de la fosa neógena de Alfambra-Teruel, cuyo interés radica en que fueron cedidas por el Dr. Rafael Adro- ver, descubridor de gran parte de los yacimientos paleomastológicos de la Fosa de Alfambra-Teruel. 4) Una amplia muestra de restos vegetales, anfibios urodelos e insectos del yacimiento de tipo Konservat-Lagerstätte de origen lacustre de Rubielos de Mora (Peñalver et al., 2002b). Especial atención merece la colección del Konservat-Lagerstätte de Rubielos de Mora por la abundancia, espectacularidad, rareza y buena conservación de sus ejemplares. Estos materiales provienen de varios afloramientos localizados den- tro de la cuenca miocena (véase p.e. Martínez Delclòs et al., 1991; Montoya et al., 1996 y Peñalver, 1998) y su número asciende a unos 2.500 restos, entre los que se incluyen muchos ejemplares figurados y varios holotipos y paratipos de insectos (Heie y Peñalver, 1999; Herczek et al., 2000; Peñalver y Baena, 2000). Los ejem- plares tipo de insectos, los cuales están almacenados en un armario de seguridad e ignífugo, son hasta el momento los siguientes: – MPV-83-RM, ejemplar holotipo de Palaeophylloxera seilacheri Heie y Pe- ñalver, 1999 (Hemiptera: Phylloxeridae) –ver Lám. 2, fig. 1–. –MPV-566-RM, ejemplar holotipo de Dicyphus rubusensis Peñalver y Baena, 2000 (Hemiptera: Miridae) –ver Lám. 2, fig. 2–. – MPV-70-RM, ejemplar paratipo de Dicyphus rubusensis. – MPV-2244-RM, ejemplar paratipo de Dicyphus rubusensis. – MPV-60-RM, ejemplar holotipo de Aragocylapus miocaenicus Herczek, Popov y Peñalver, 2000 (Hemiptera: Miridae) –ver Lám. 2, fig. 3–. Una pequeña parte de los ejemplares no tipos se integran en el área expositiva del Museo de Ciencias Naturales llamada Historia de la vida y evolución, en la sec- ción de “Fósiles de preservación excepcional” (Lám. 1, fig. 2), donde se exponen algunos de los ejemplares más espectaculares y que mayor interés museístico po- seen.

Infraestructura de gestión

El nuevo edificio contiene instalaciones adecuadas para el almacenamiento de la colección, así como infraestructura para la informatización de los ejempla- res; de dichas instalaciones se benefician todos los fondos paleontológicos, entre ellos los fósiles turolenses. El Museo además cuenta como novedad con un armario

364 Los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia

Lámina 2. Ejemplares holotipos provenientes de la provincia Teruel en la tipoteca del Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Barras = 1 mm. Fig. 1: Ejemplar MPV-83-RM, Pa- laeophylloxera seilacheri Heie y Peñalver, 1999 (Hemiptera: Phylloxeridae). Fig. 2: Ejemplar MPV-566-RM, Dicyphus rubusensis Peñalver y Baena, 2000 (Hemiptera: Miridae). Fig. 3: Ejemplar MPV-60-RM, Aragocylapus miocaenicus Herczek, Popov y Peñalver, 2000 (He- miptera: Miridae).

365 E. J. SÁNCHEZ FERRIS, E. PEÑALVER Y M. BELINCHÓN ignífugo acondicionado como tipoteca, en el que se almacenan los distintos fósi- les tipo turolenses (Lám. 1, fig. 3). Este armario es de la marca Tefesa modelo LT- 18, fabricado con chapa de acero de 2,5 mm de espesor y un tejido ignífugo que preserva, en caso de incendio, todo lo depositado en el interior, además cuenta con una cerradura de seguridad con nueve puntos de anclaje. Los materiales no ex- puestos se almacenan en armarios compactos, con control constante de humedad y temperatura para poder asegurar su conservación a largo plazo y con los siste- mas de seguridad requeridos por la normativa museística actual. El Museo ahora cuenta con una biblioteca especializada, laboratorios de res- tauración y estudio, y despachos para científicos invitados, por lo que el acceso a los fondos queda garantizado, previa autorización, a los investigadores que so- liciten la consulta de los mismos.

Informatización de las colecciones

Los fondos del Museo se encuentran en este momento en pleno proceso de inventariado e informatización (fig. 1). El establecimiento de bases de datos in- formatizadas constituye una estrategia imprescindible en la gestión de una co- lección museográfica de cualquier tipo. Ahora bien, es necesario disponer de un conjunto adecuado de programas que permitan rentabilizar al máximo el tiempo invertido en la introducción de la información. Con el fin de unificar criterios y establecer un sistema común a todos los mu- seos de la Comunidad Valenciana, la Dirección General de Patrimonio, dependiente de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, ha venido desarrollan- do en los últimos años un ambicioso programa: la Red Valenciana de Museos. Den- tro de este programa, se diseñó una aplicación que ha sido denominada Sistema Valenciano de Inventarios (S.V.I.), desarrollada para entorno Windows en Visual Basic, y que cumple cuatro requisitos básicos en una base de datos potente: – Gran versatilidad, de modo que mediante pequeños cambios en los nom- bres de los distintos campos, y en sus códigos internos de orden en una co- lección índice que sirve de matriz, puede ser utilizada para colecciones de diferente naturaleza (etnografía, arqueología, bellas artes, paleontología, etc.). – Alta velocidad de gestión de los datos para las diferentes opciones del pro- grama (acceso a registros puntuales, aplicación de filtros, volcado a pan- talla, impresora o ficheros, etc.) – Alto nivel de seguridad, garantizado por la posibilidad de establecer dife- rentes niveles de acceso con opciones restringidas. – Fácil manejo y aprendizaje.

366 Los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia

Número SVI 00002057 MPV AB-18 CLASIFICACIÓN Número id. Especie P. sp. Género Phyllotillon Familia Chalicotheriidae Orden Perissodactyla Clase Mammalia Filo o división Chordata 5 cm DATACIÓN Era Cenozoico Sistema Neógeno Serie Mioceno Piso Rambliense Biozona A de Daams

ORIGEN ELEMENTO País ESPAÑA Elemento Tercera falange Com. Autón. ARAGON Conservac. Intervenido Provincia TERUEL Tipo Municipio Rubielos de Mora Réplica Yacimiento Alto de Ballester N.¼ de ejempl. 1 Medidas Tipo prepar. Molde

Determinac. Belinchón, M. (1990)

OTROS DATOS Ingreso Excavación en Alto de Ballester (Rubielos de Mora). Campaña 1990 Titular Museo Paleontológico Municipal Direcc. titularArzobispo Mayoral, 1, 46001 Valencia Provincia Valencia

Localización Almacén, Colección Otros Vertebrados, Armario A, Caja 28, Bolsa 79 (OV-A-28.79)

Bibliografía Montoya, P. et al (1996) "Los yacimientos paleontológicos de la cuenca terciaria continental de Rubielos de Mora (Aragón)", Revista Española Paleontológica. N.º Extraordinario pp. 215-224, Junio 1996

Observacs.

Cumplim. Revisado Fecha de cumplimentación SMP 21 Ene 1998 Figura 1. Ejemplo impreso de ficha básica unificada, con una imagen incorporada del ejem- plar, de la base de datos S.V.I., versión 1.5 - Paleontología, utilizada en la mecanización de los fondos del Museo de Ciencias Naturales de Valencia.

367 E. J. SÁNCHEZ FERRIS, E. PEÑALVER Y M. BELINCHÓN

En 1993 comenzó la mecanización informática de los fondos del Museo, uti- lizando la primera versión del programa, denominada S.V.I. Versión Paleontolo- gía-CC.NN. Para la determinación y ordenación de los campos de la ficha básica de introducción de datos se partió del diseño base para fondos artísticos, modi- ficándose este modelo para adecuarlo a las necesidades de una base de datos pa- leontológicos. Tras un corto período de uso, este programa fue sustituido por una versión mejorada, denominada S.V.I. 1.5-Paleontología-CC.NN, a la que siguió la versión que en estos momentos está siendo utilizada, S.V.I. 1.5b-Paleontología. Todas estas versiones contemplan la posibilidad de incluir dos imágenes por ficha. La captura de las imágenes puede realizarse desde un escáner, una cámara de vídeo, una cámara de televisión, una cámara fotográfica digital, un fichero in- formático, etc. En esta última versión del programa, la presentación de las fichas, tanto en pantalla como en formato impreso, difiere considerablemente de las anteriores. Varía la distribución de los campos en la ficha, más racional y con mayor ahorro de espacio, y se ha ampliado el número de presentaciones, informes y etiquetas. En estos momentos, cada elemento informatizado ocupa una ficha básica unifi- cada que puede ser impresa como modelo reducido en una sola página con una imagen (fig. 1), como modelo extenso en dos páginas con las dos imágenes, o como modelo extenso con una de las imágenes ampliada a tres veces su tamaño normal de presentación. Además es posible imprimir fichas en blanco como bo- rrador de trabajo, y una amplia gama de informes preconfigurados (informe abre- viado de localizaciones, informe de contactos fotográficos, informe resumido de elementos). Asimismo, se dispone de la posibilidad de configurar informes per- sonalizados a criterio del usuario.

colecc. muy com- varios com- escasa óptimo medio Mioceno Rubielos de Mora reciente bueno pleta tipos pleta

poco ningún com- bueno alta escasa óptimo bajo Otros fósiles de Teruel reciente tipo pleta

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIONES histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 2. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial de la co- lección de fósiles de Teruel en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia, dividida en los dos subgrupos tratados en el texto.

Por otro lado, se han perfeccionado los sistemas de consulta y localización de registros y/o datos concretos, desarrollándose tres modalidades: búsquedas por comienzo de campo, filtros de grupo y consultas automatizadas (que incluyen, a

368 Los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia su vez, consultas múltiples por bloques, consultas en lenguaje natural y consul- tas en lenguaje SQL). Por último, se ha incorporado un subprograma de análisis y tratamiento de imagen que permite realizar retoques fotográficos y mediciones aproximativas. En estos momentos, se está trabajando en una nueva versión del programa, todavía no operativa, que incluye mejoras sustanciales. Entre ellas, se aumenta a 10 el número de imágenes que pueden ser vinculadas a cada registro, se incluyen nuevos campos con información referente a la conservación y restauración de los elementos y al registro histórico de sus movimientos (ingreso, préstamo, cambios de localización, etc.). Todo ello acompañado de una modificación del aspecto de las fichas tanto en pantalla como impresas. Desde 1993, la Dirección General de Patrimonio concedió una serie de becas anuales de tres meses de duración, a especialistas en paleontología, para la me- canización e informatización de los fondos del antiguo Museo Paleontológico de Valencia. Como resultado de estas actuaciones, en estos momentos se dispone de unos 7.000 elementos informatizados pertenecientes a varias colecciones, entre los que se incluyen los elementos procedentes de Teruel. Dentro del proyecto de la Red Valenciana de Museos, y como perspectiva de futuro, se pretende comunicar vía internet a todos los museos integrados en dicha red, de modo que los usuarios (investigadores, docentes, gestores de patrimonio, etc.) puedan acceder a la información contenida en las bases de datos de los mis- mos. Para obtener una mayor información sobre la Red, el Sistema Valenciano de Inventarios y los diferentes museos de la comunidad valenciana adscritos a este proyecto, se puede consultar la página web de la Conselleria de Educación, Cul- tura y Ciencia (http://www.cult.gva.es/dgpa/default.htm, “Inventario de la Co- munidad Valenciana”).

Agradecimientos

Agradecemos al Dr. Guillermo Meléndez la corrección del Abstract y a los re- visores, Dra. Ana Márquez y Dr. Jaume Gallemí, sus apreciaciones y sugerencias.

Bibliografía

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369 E. J. SÁNCHEZ FERRIS, E. PEÑALVER Y M. BELINCHÓN

Belinchón, M., Diéguez, C., Montero, A. and Montoya, P. 1997. The removal of Museo Paleontológico “Rodrigo Botet” (Valencia, Spain) under disaster con- ditions. The Geological Curator, 6, 297-303. Belinchón, M., Micó Navarro, J. i Salinas, A. 1993. J. Rodrigo Botet i el mon cien- tific valencià entre les dos Republiques (1873-1931). Ajuntament de València, 32 pp. Heie, O.E. and Peñalver, E. 1999. Palaeophylloxera nov. gen., the first fossil spe- cimen of the family Phylloxeridae (Hemiptera: Phylloxeroidea); Lower Mio- cene of Spain. Geobios, 32 (4), 593-597. Herczek, A., Popov, Yu.A. and Peñalver, E. 2000. The first record of cylapinous plant bugs from the Lower Miocene of Spain: Aragocylapus miocaenicus n. gen., n. sp. (Heteroptera: Miridae: Cylapinae). Acta Geológica Hispánica, 35 (1-2), 183-188. Martínez Delclòs, X., Peñalver, E. y Belinchón, M. 1991. Primeras aportaciones al estudio de los insectos del Mioceno de Rubielos de Mora, Teruel (España). Revista Española de Paleontología, nº extra., 125-137. Montoya, P., Peñalver, E., Ruiz Sánchez, F.J., Santisteban, C., Alcalá, L., Belinchón, M. y Lacomba, J.I. 1996. Los yacimientos paleontológicos de la cuenca ter- ciaria continental de Rubielos de Mora (Aragón). Revista Española de Pale- ontología, nº extra., 215-224. Peñalver, E. 1998. Estudio tafonómico y paleoecológico de los insectos del Mioce- no de Rubielos de Mora (Teruel). Instituto de Estudios Turolenses, Teruel, 179 pp. Peñalver, E., Badía, S.J., Muñoz Bertomeu, J. y Ruiz González, M.X. 2002a. Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite; un yacimiento pa- leobotánico a proteger. (En este volumen). Peñalver, E. y Baena, M. 2000. Primer registro fósil del género Dicyphus (Insecta: Hemiptera: Miridae); Mioceno Inferior de Teruel (España). Revista Españo- la de Paleontología. 15 (1), 47-54. Peñalver, E., Martínez Delclòs, X. y Barrón, E. 2002b. Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno de Rubielos de Mora. (En este volumen). Sánchez Ferris, E.J., Santamaría, R., Montoya, P., Momparler, R., Cañizares, A., Barcelón, G., Gosálvez, P., Guillem, J., Marín, M.D. y Dolz, A. 1999. Movi- lización y restauración de los fondos paleontológicos para su instalación en el nuevo Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Temas Geológico-Mineros ITGE, 26, 442-446.

370 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 371-383

Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de la Universitat de València Management, inventory and informatisation of Teruel fossils stored at the Geological Museum of the University of Valencia

Ana GARCÍA FORNER1, Brígida GIL1, Jorge GUILLEM1, María Ángeles MAROTO1, Carlos MARTÍNEZ PÉREZ1, Pablo PLASENCIA1, José Antonio VILLENA1 y Ana MÁRQUEZ-ALIAGA2

1. Museo de Geología. Dpto. de Geología, Campus de Burjassot. C/ Dr. Moliner, 50. 46100 Burjassot, Valencia, España. e-mail: [email protected] 2. Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva y Departamento de Geología, Universitat de València. C/ Dr. Moliner, 50. 46100 Burjassot. Valencia. e-mail: [email protected]

RESUMEN El Museo del Departamento de Geología, denominado recientemente Museo de Geología de la Universitat de València (MGUV), cuenta con una historia que comienza hace cinco siglos con la creación de la propia Universidad. Sin embargo, la mayoría de sus antiguas colecciones procede de donaciones y adquisiciones realizadas a partir de 1932, año en que un incendio arrasó el antiguo Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia. Entre estas colecciones hay una serie de ejemplares procedentes de la provincia de Teruel de valor principalmente histórico y documental. Recientemente, los fondos del MGUV han ido au- mentando principalmente gracias a las labores de docencia e investigación de los miem- bros del Departamento de Geología. Esto ha dado lugar a la creación de nuevas coleccio- nes de menor interés histórico, pero de gran valor científico, didáctico e incluso expositivo. En este trabajo se realiza, y se muestra por primera vez, una evaluación del material pa- leontológico procedente de Teruel según distintos criterios. Se describen los procesos de ca- talogación e informatización llevados a cabo en los materiales turolenses de la “Colección Boscá”, “Colección Rubielos de Mora”, “Colección del Triásico de Teruel” y otros ejemplares de Teruel. Se comienza una nueva etapa, de amplios objetivos, sobre el conocimiento pa- trimonial de los fondos del MGUV.

371 A. GARCÍA, B. GIL, J. GUILLEM, M. A. MAROTO, C. MARTÍNEZ, P. PLASENCIA, J. A. VILLENA Y A. MÁRQUEZ-ALIAGA

Palabras clave: Museo de Geología de la Universitat de València, patrimonio paleontoló- gico, fósiles de Teruel, España.

ABSTRACT The history of the Department of Geology Museum from University of Valencia, recently renamed as “Museo de Geología de la Universitat de València” (MGUV), starts 500 years ago, with the foundation of the University of Valencia. Nevertheless, most of its oldest co- llections originate from donations or acquisitions dating back only to 1932, when a fire des- troyed the old “Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia”. These collections include several fossils from the province of Teruel with a historic and documental value, principally. The MGUV stocks have recently increased, mainly through the teaching and re- search works developed by the members of the Department of Geology at the University of València. This has led to the creation of new collections holding lesser historic interest, but great scientific, didactic and expositive value. The paleontological materials from Teruel province are evaluated according to different cri- teria. The cataloguing and computer store of the Teruel fossil specimens from the “Boscá Collection”, “Rubielos de Mora Collection”, “ from Teruel Collection” and other spe- cimens from the Teruel province are described. This allows foreseeing a new period of im- portant goals concerning the knowledge of the MGUV stocks. Key words: Geological Museum of the University of Valencia, paleontological heritage, Te- ruel fossils, Spain.

Introducción e historia de las colecciones

El Museo de Geología de la Universitat de València (MGUV) pertenece al De- partamento de Geología de la citada Universidad, donde, en la actualidad, se cus- todian diversas colecciones de material geológico (minerales, rocas y estructuras se- dimentarias), paleontológico (fósiles) y otros objetos de carácter histórico-científico relacionados de manera directa con la Geología. Actualmente se ha puesto en mar- cha un ambicioso proyecto de catalogación, gestión e informatización de los fondos del MGUV tal como ya se refleja en algunos trabajos (García Forner, 1999; García For- ner et al., 1999; Márquez-Aliaga et al.,1999). Ello permitirá un fluido intercambio de datos y un mejor conocimiento de nuestro patrimonio paleontológico entre la co- munidad científica, lo cual constituye el objetivo del presente trabajo. El origen de estas colecciones está ligado a la propia historia de la Univer- sitat de València, que celebra ahora su V Centenario. Las primeras adquisiciones se hicieron con fines exclusivamente docentes, ya que este tipo de material resulta imprescindible para la enseñanza de las Ciencias Naturales. A mediados del siglo XIX, las acciones emprendidas por un grupo de científicos, miembros ilustres de nuestra Universidad, hicieron posible la creación del Gabinete o Museo de Historia Natural (García Forner, 1999). Progresivamente, estos fondos fueron enrique- ciéndose merced a los legados de los profesores que se sucedían en las cátedras. No podemos saber el volumen de material que componía las colecciones del Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia, debido a la inexistencia

372 Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de València de catálogos o inventarios de la época. Sin embargo, estos fondos, y en particu- lar los fondos geológicos que se mencionan en algunas publicaciones y en artículos de prensa, debieron de ser notables. Algunos documentos que se han conserva- do nos permiten sospechar su magnitud (Ferrer y Julve, 1877; Beltrán, 1918; Royo Gómez, 1918, 1926 a y b). ¿Qué ocurrió con todos estos materiales? Durante la noche del 12 de mayo de 1932, en uno de los laboratorios de química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia, se declaró un incendio que en pocos minutos destruyó dependencias tales como el Observatorio Astronómico y el Museo de Historia Na- tural. La rapidez con que se extendió el fuego impidió salvar los fondos de éste, salvo algunos ejemplares de vertebrados y pliegos de plantas que todavía se con- servan en los Departamentos de Biología Animal y Vegetal, respectivamente, de esta Universidad. Lamentablemente, y a pesar de que los materiales geológicos son más resistentes al fuego, las labores de rescate no dieron lugar a la recuperación total de los mismos. Sin embargo, al día siguiente del catastrófico suceso se pu- sieron en marcha medidas para la creación de nuevos fondos. Entre ellas citare- mos algunas como las suscripciones populares, la petición de créditos extraordi- narios, la búsqueda de donaciones, las salidas al campo organizadas para la recolección de ejemplares, etc. Todo ello encaminado a reponer los restos paleon- tológicos y los materiales geológicos que se habían perdido. Los estudios recientes sobre los fondos actuales del MGUV revelan que se salvó muy poco de las colecciones de mineralogía y paleontología. Los ejempla- res más antiguos que se tratan en este trabajo proceden de las donaciones tanto de particulares como de instituciones que, tras el incendio, fueron aportadas a la Universidad en un intento de reconstrucción del Museo de Historia Natural. Sin embargo, parece ser que nunca se volvió a reconstruir el mismo como tal, sino que se constituyeron secciones independientes adscritas a las cátedras de Biología y Geología correspondientes. Pertenece a esta última el material que encontramos hoy en día en los fondos del MGUV. Por otro lado, sus colecciones se han segui- do enriqueciendo, gracias a la labor de investigación y docencia de los miembros del Departamento de Geología y a algunas donaciones de procedencia muy diversa.

Las colecciones procedentes de la provincia de Teruel

La recuperación del material procedente de la provincia de Teruel ha supuesto una tarea ardua, dado que no existía un inventario y catalogación de los fondos del MGUV. Esta labor se está llevando a cabo en los momentos actuales. Por otro lado, la información taxonómica, generalmente deficiente e incluso inexistente, nos viene obligando, en muchas ocasiones, a recurrir a especialistas para la determi- nación de algunas piezas. Todo esto va unido a un minucioso trabajo que abarca dos etapas principa- les: la limpieza de los materiales y el estudio de las etiquetas. El segundo aspec-

373 A. GARCÍA, B. GIL, J. GUILLEM, M. A. MAROTO, C. MARTÍNEZ, P. PLASENCIA, J. A. VILLENA Y A. MÁRQUEZ-ALIAGA to comprende incluso datos caligráficos e investigación histórica en los archivos de la Universitat de València. El resultado supone la recuperación de mucha in- formación que originalmente se daba por perdida. Así por ejemplo, en algunas eti- quetas que acompañaban a ciertos ejemplares, aparecía escrito en la parte infe- rior “D. Almagro”. La revisión de documentación que se halla en la Universidad nos refiere que “[...] el farmacéutico de Tramacastilla (Teruel) Doroteo Almagro donó para la reposición de los fondos tras el incendio de 1932 pequeñas coleccio- nes de botánica y geología” (Almagro, 1932). Una historia similar tienen los ejem- plares que son acompañados por etiquetas procedentes de la Asociación Univer- sal Esperantista (AUE, 1932). Se ha intentado, en los ejemplares que tenían información suficiente, establecer una relación entre algunas localidades y los do- nantes para poder reconstruir históricamente la procedencia y significado de estas colecciones. El conjunto de los materiales de Teruel en el MGUV es sumamente diverso, tanto en su composición como en su procedencia; de tal manera que podríamos hablar de diferentes tipos de colecciones. Así, sobre la base de los motivos ante- riormente expuestos, hemos agrupado los mismos en: A) Fósiles de Teruel de la “Colección Boscá” B) “Colección Rubielos de Mora” C) Otros fósiles de Teruel D) “Colección Triásico de Teruel” (ver Márquez-Aliaga et al., 2002) A) La “Colección Boscá” la constituyen los ejemplares procedentes de las do- naciones y salidas didácticas al campo efectuadas tras el incendio de 1932. Su de- nominación alude a que fue Fernando Boscá (Prof. Adjunto de la Universidad Li- teraria de Valencia durante el segundo tercio de este siglo) la persona responsable de la aceptación de la entrada de este material, puesto que en muchos de los ejem- plares se acompaña una etiqueta con su caligrafía. Los fósiles de Teruel que es- tudiamos aquí incluyen ejemplares de diverso origen; algunos se muestran en la lámina 1. En cuanto a su composición taxonómica, casi las tres cuartas partes de las piezas son moluscos mesozoicos, en su mayoría bivalvos y cefalópodos, aun- que también existe una buena representación de gasterópodos, tratándose en mu- chos casos de moldes internos. Entre otros Phyla representados en esta colección, se encuentran sobre todo braquiópodos (generalmente rinconélidos y terebratú- lidos), equinodermos y cnidarios. Casi todos los ejemplares son del Jurásico y del Cretácico. En cuanto a su procedencia geográfica, se distribuyen entre una vein- tena de localidades, la mayoría de las cuales se sitúan en la parte meridional de la provincia de Teruel (fig. 1), si bien, más de la mitad de los registros corres- ponden a Tramacastilla, Puertomingalvo y Manzanera. Se ha podido comprobar que existe una estrecha relación entre el nombre del donante, cuando éste es co- nocido, y una localidad concreta. Así por ejemplo D. Almagro aparece, en la do- cumentación disponible, como donante para los 38 registros correspondientes a Tramacastilla en los que se conoce el donante, del total de 46 que existen para este

374 Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de València

Lámina 1. Ejemplares de la “Colección Boscá” con sus etiquetas originales. Barras = 1 cm.

375 A. GARCÍA, B. GIL, J. GUILLEM, M. A. MAROTO, C. MARTÍNEZ, P. PLASENCIA, J. A. VILLENA Y A. MÁRQUEZ-ALIAGA

Figura 1. Mapa de situación de las localidades de procedencia de los materiales paleon- tológicos de la provincia de Teruel en el MGUV. 1- Santa Cruz de Nogueras, 2- Josa, 3- Vi- llarroya de los Pinares, 4- La Iglesuela del Cid, 5- Puertomingalvo, 6- Rubielos de Mora, 7- Manzanera, 8- Abejuela, 9- Arcos de las Salinas, 10- Camarena de la Sierra, 11- La Puebla de Valverde, 12- Libros, 13- Aldehuela, 14- Concud, 15- Jabaloyas, 16- Albarracín, 17- Ro- yuela, 18- Tramacastilla y 19- Bronchales. pueblo; además no aparece como donante en ningún otro registro correspondiente a otras poblaciones. Ejemplos similares pueden encontrarse para otras localidades como Puertomingalvo, La Iglesuela del Cid, Villarroya de los Pinares, etc. El prin- cipal interés de la “Colección Boscá” se basa en su carácter histórico y, excep- tuando éste, no reviste un valor científico ni de exposición especial, en parte de- bido a la enorme disparidad tanto de procedencia como de composición. Además, la documentación que acompaña a cada ejemplar es muy escasa en la gran ma- yoría de los casos. En ocasiones encontramos junto con el ejemplar una etique- ta en la que figura la atribución taxonómica que se hizo en la época, la era geo- lógica, la localidad de procedencia y el donante, pero la mayor parte de las veces no se dispone ni siquiera de esta información mínima. Por otro lado, muchos de los ejemplares son bastante comunes: en su mayoría se trata de moluscos y bra- quiópodos mesozoicos de importancia paleobiológica limitada y bioestratigráfica

376 Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de València nula, ya que no pueden ser correctamente relacionados con yacimientos y/o ni- veles estratigráficos de series concretas. B) La colección del MGUV de fósiles del Mioceno lacustre de Rubielos de Mora proviene de muestras de ritmitas bituminosas que se obtuvieron durante las excursiones docentes realizadas por el profesorado del Departamento de Geología. La clasificación y siglado de los ejemplares ha sido realizada por uno de nosotros (M.A.M.) con la ayuda de E. Peñalver. Todos los ejemplares provienen del aflo- ramiento denominado Río Rubielos, que se corresponde con el que presenta una mejor conservación de los ejemplares fósiles en las ritmitas bituminosas y se lo- caliza muy cerca de la población de Rubielos de Mora (Montoya et al., 1996). Den- tro de Río Rubielos, los materiales provienen de dos puntos denominados RR2 y RR3. El conjunto está constituido por 137 ejemplares: 132 insectos fósiles (fig. 2.3), 2 arañas, 1 coprolito, 1 planórbido y 1 vegetal. La asociación de insectos discri- minada por órdenes sigue idéntico patrón de abundancias relativas, pese a lo re-

Figura 2. Ejemplos de fósiles de Teruel en el MGUV. 1- ejemplar de Rana pueyoi Navás (Li- bros), 2- premolar superior Hipparion (Concud) y 3- insecto Díptero de la familia Myce- tophilidae (Rubielos de Mora).

377 A. GARCÍA, B. GIL, J. GUILLEM, M. A. MAROTO, C. MARTÍNEZ, P. PLASENCIA, J. A. VILLENA Y A. MÁRQUEZ-ALIAGA ducido de la muestra, al mostrado por Peñalver (1998) para una amplia muestra obtenida en el punto RR2. Se puede observar claramente que el orden Diptera es el más abundante, con gran diferencia, seguido por Hemiptera, Thysanoptera, Co- leoptera e Hymenoptera, todos ellos con abundancias relativas similares (fig. 3). Se debe destacar que esta colección de insectos fósiles presenta ejemplares muy raros en el registro mundial que serán objeto de futuros estudios. Por ejemplo, se cuenta con representantes de exuvias pupales de Glyptotendipes cf. foliicola Kief- fer (Diptera: Chironomidae), himenópteros de la familia Diapriidae y un coleóp- tero crisomélido de la subfamilia Halticinae (Peñalver, 1998). Esta colección tiene considerable importancia paleontológica. Por un lado, los ejemplares proceden de un yacimiento muy poco común, clasificado entre los del tipo Konservat-Lagers- tätte (Peñalver et al., 2002b). En este tipo de yacimientos se conservan organis- mos de cuerpo blando, enormemente escasos en el registro fósil. De hecho, los in- sectos fósiles, tan abundantes en este yacimiento, son muy raros en el registro fósil general y de ahí su indudable interés tanto desde el punto de vista taxonómico y paleobiogeográfico como desde el punto de vista tafonómico, como ejemplos de fosilización excepcional. Por otro lado, al tratarse de un yacimiento de edad re- lativamente reciente (Aragoniense inferior), incluye grupos similares a los actuales lo que permite realizar inferencias paleobiológicas de tipo actualístico (sobre su modo de vida: alimentación, reproducción, etc.), (Peñalver, 1998).

Orthoptera

Hemiptera

Thysanoptera

Coleoptera

Hymenoptera

Trichoptera

Diptera

indet.

0 10 20 30 40 50 60 n.¼ de ejemplares

Figura 3. Abundancias relativas de los órdenes de insectos presentes en la “Colección de Rubielos de Mora” del MGUV.

C) Hay una serie de ejemplares de Teruel que no se incluyen propiamente en ninguna de las colecciones citadas. Entre éstos se cuentan unas pocas piezas pro- cedentes del yacimiento de Concud, del Turoliense, atribuidos a la especie Hip-

378 Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de València parion concudense (Pirlot), (fig. 2.2). Se trata de especímenes cuyo interés histó- rico está sin determinar puesto que no van acompañados de documentación al- guna y por tanto se desconoce, hasta el momento, su forma de entrada, así como la persona que aportó el material. El ejemplar de Rana pueyoi Navás (fig. 2.1) del yacimiento clásico de Libros merece mención aparte por tratarse también de un caso de fosilización excepcional y por su rareza. Hasta el momento, se ha localizado dentro de los fondos del Museo un solo ejemplar procedente de dicho yacimiento. Su estado de conser- vación es muy bueno y actualmente se encuentra formando parte del material de exposición. Asimismo, existe un nutrido conjunto de hojas fósiles procedente del tra- vertino El Prat (Beceite) que incluye numerosos taxones (Peñalver et al., 2002a). Por último, cabría destacar, entre los escasos materiales paleozoicos con que cuenta el MGUV, algunas placas con braquiópodos, corales, crinoideos y varios ich- nofósiles procedentes del Silúrico y Devónico Inferior de diferentes afloramientos en la Depresión Axial del Río Cámaras en el sentido de Carls (1988).

Gestión de los materiales: catalogación e informatización

La creación de lo que hemos denominado “Colección Teruel” ha obligado a una investigación bastante exhaustiva sobre los materiales, no sólo en concepto de clasificación, sino sobre todo en relación a las cuestiones referentes a su ori- gen, tanto del ejemplar como de su entrada en el Museo; quién fue la persona o institución donante, documentación que lo acompañaba o podría acompañarle. Toda esta investigación histórica nos ha llevado a conocer mucho más detalla- damente la composición de parte de los fondos del Museo de Geología y ha abier- to una nueva línea en cuanto al estudio de estos materiales. El estado en que se encontraban los especímenes obligó en primer lugar a una limpieza (física), tanto de los fósiles como de las etiquetas, usando los tra- tamientos lo menos agresivos posible. De esta manera quedaban lo suficientemente limpios como para ser reconocidos y actualizada su determinación, en el caso de que se requiriera. De este modo, también las etiquetas eran legibles. Se fotogra- fiaba digitalmente todo, es decir el ejemplar y todos los documentos que pudie- ran acompañarle. La información se ampliaba mediante el estudio de archivos, consultas a bibliotecas, etc., y se anotaba todo aquello que pudiera aportar algún conocimiento. Incluso se pudo conocer en ocasiones la identidad de la persona que donó el material, y este dato a veces permitió la determinación más precisa de ejemplares dudosos acotando la posible zona de recogida. Posteriormente, se pro- cedía a la inclusión de toda la información disponible en la base de datos. Los fósiles de que consta la colección, exceptuando algunos casos concretos como la rana de Libros o la colección de insectos, corresponden a materiales cuyo

379 A. GARCÍA, B. GIL, J. GUILLEM, M. A. MAROTO, C. MARTÍNEZ, P. PLASENCIA, J. A. VILLENA Y A. MÁRQUEZ-ALIAGA valor expositivo es escaso y que no precisan de un tratamiento especial para su conservación (fig. 4). Si bien, se ha restaurado alguna pieza que se había frag- mentado, y sobre todo se ha actuado sobre las piezas óseas de Concud, que han recibido una intervención adecuada a su composición.

colecc. ningún com- com- regular alta óptimo bajo Colección Boscá antigua tipo pleta pleta

colecc. muy com- ningún com- nula óptimo bajo Colección Rubielos reciente bueno pleta tipo pleta

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIONES histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 4. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial de la co- lección de fósiles de Teruel en el Museo de Geología de la Universitat de València.

El estado más precario era el que presentaban las etiquetas. Éstas (Lám. 1) se limpiaron de polvo y ácaros y posteriormente se protegieron dentro de bolsas de plástico que contenían una pequeña cantidad de productos que evitaría un pos- terior ataque biológico; además se archivaron por separado de los ejemplares para evitar también un deterioro por rozamiento. El proceso de catalogación de estos materiales ha sido el mismo que para el resto de los fondos del MGUV. Desde 1993, en que se dotó al Museo de un técnico con dedicación exclusiva, se viene completando un registro e inventario (inicial- mente manual) de los materiales depositados. Este registro manual se efectúa en un libro donde se indica la sigla del ejemplar (MGUV-seguido de un número co- rrelativo) y los datos de procedencia, entrada, persona que aporta el material, datos del yacimiento y clasificación. Cuando hay más información del ejemplar se anota aparte, haciéndolo constar en la referencia del Registro. Con posterioridad, y tras ser oficialmente reconocido el Museo en 1996 por parte de la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la Generalitat Valencia- na, nos acogimos al sistema de informatización distribuido por este organismo para la elaboración de las bases de datos. Este programa se denomina S.V.I. y podemos observar un modelo reducido de ficha en la figura 5. Este modelo informático de ficha paleontológica se encuentra ahora en revisión por problemas tanto técnicos como de contenido.

380 Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de València

Figura 5. Ejemplo de inventariado de un fósil de la provincia de Teruel. Datos generales co- rrespondientes al modelo de ficha para los ejemplares de Paleontología según el modelo S.V.I. (Servei Valencià d’Inventaris).

381 A. GARCÍA, B. GIL, J. GUILLEM, M. A. MAROTO, C. MARTÍNEZ, P. PLASENCIA, J. A. VILLENA Y A. MÁRQUEZ-ALIAGA

Conclusiones

Se muestra, por primera vez, una evaluación del material paleontológico pro- cedente de Teruel según distintos criterios. Se describen los procesos de cataloga- ción e informatización llevados a cabo en los materiales turolenses de la “Colección Boscá”, “Colección Rubielos de Mora”, “Colección del Triásico de Teruel” y otros ejemplares de Teruel. Se comienza una nueva etapa de índole museística que supone el mejor conocimiento patrimonial de los fondos del museo del Departamento de Geología, habiendo superado distintos avatares históricos desde su origen como parte de la antigua Universidad Literaria de Valencia. Este trabajo constituye una peque- ña muestra de los objetivos más amplios que pretende abarcar el MGUV.

Agradecimientos

Este trabajo ha sido posible debido a la ayuda concedida por la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la Generalitat Valenciana (DOGV 3212 27/03/1998). Se incluye en el proyecto DGICYT PB-98-0488. Agradecemos la co- laboración de los profesores Enrique Peñalver y José Ignacio Valenzuela Ríos (Uni- versitat de València) en la determinación, clasificación y aportación de algunos de los ejemplares que forman parte de estas colecciones. A la Dra. Carmen Diéguez (MNCN de Madrid) sus críticos comentarios científicos.

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382 Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de València

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383

EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 385-398

“Colección Triásico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València The “Teruel Triassic collection” of the Geological Museum of the University of Valencia

Ana MÁRQUEZ-ALIAGA1, Ana GARCÍA FORNER2 y Pablo PLASENCIA2 1. Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva y Departamento de Geología, Universitat de València. C/ Dr. Moliner, 50. 46100 Burjassot, Valencia. e-mail: [email protected] 2. Departamento de Geología, Universitat de València. C/ Dr. Moliner, 50. 46100 Burjassot, Valencia. e-mail: [email protected], [email protected]

RESUMEN En la provincia de Teruel se encuentran fósiles del Triásico en múltiples localidades: Ca- landa, Montalbán, Albarracín, Royuela y Libros. Los citados fósiles, en su mayoría bival- vos, constituyen parte de la “Colección Ana Márquez” y, en la actualidad, pertenecen a los fondos del Museo de Geología de la Universitat de València (MGUV), del Departamento de Geología. El estudio paleontológico de estos registros, desde la perspectiva paleobiológica y tafonómica, está incluido en la línea de investigación de uno de nosotros (A.M.A.) y sitúa a la provincia de Teruel como enclave valioso para el conocimiento de la historia geológi- ca y paleogeográfica del Triásico de la Cordillera Ibérica. Su conservación, el correspondiente tratamiento museístico y su informatización en una base de datos, con imágenes digitali- zadas, es lo que constituye el tema tratado en este trabajo. Palabras clave: colección de fósiles, Triásico, catálogo, patrimonio paleontológico, Teruel, España.

ABSTRACT In the province of Teruel, Triassic fossils are mainly found in the localities of Calanda, Mon- talbán, Albarracín, Royuela and Libros. These fossils, mostly bivalves, are part of the “Ana Márquez Collection”, and are included in the general collections of the Museo de Geología de la Universitat de València (MGUV), of the Department of Geology. The paleontological study of these fossils constitutes the main research line of one of us (A.M.A.). The province of Teruel stands as a privileged area for the knowledge of the geology and paleogeographyc history of the Triassic of the Iberian Range. The purpose of this paper is to show the de- veloped program for the conservation, museistic treatment and store in a computer data- base, with digitalized images, of the studied material.

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Keywords: fossil collection, Triassic, catalogue, paleontological heritage, province of Teruel, Spain.

Introducción

En la provincia de Teruel se encuentran fósiles del Triásico en varias locali- dades de las áreas de Calanda, Montalbán, Albarracín, Royuela y Libros (fig. 1). Los citados fósiles, en su mayoría bivalvos, han sido recogidos en sucesivas cam- pañas de campo y son parte del material paleontológico de una línea de investi- gación que, desde comienzos de la década de los 80, ha dado lugar a varias pu- blicaciones de síntesis (Márquez-Aliaga, 1985; Márquez-Aliaga y Martínez, 1996). Los ejemplares que aquí se relacionan proceden de la “Colección Ana Márquez” y, en la actualidad, pertenecen a los fondos del Museo de Geología de la Univer- sitat de València (MGUV), del Departamento de Geología. En la colección, son los moluscos y los braquiópodos los mejor representa- dos y son escasos los fragmentos de vertebrados. El hallazgo de conodontos en Li- bros constituye parte de un trabajo que tenemos en preparación y lo citamos aquí por su gran interés, debido a la abundancia relativa de elementos y la diversidad de sus morfotipos. En el momento actual, los nuevos datos paleontológicos sobre Teruel nos per- miten interpretar que, aun disponiendo de mayor número de ejemplares, la di- versidad específica sigue siendo baja en asociaciones de gran número de ejem- plares, lo que se corresponde con ambientes marinos restringidos e inestables. Comunicar el interés para el conocimiento científico de los registros fósiles marinos del Triásico de Teruel, por su dificultad de hallazgo y precaria conser- vación, y la disponibilidad informatizada para su estudio en el MGUV, donde están depositados con su correspondiente tratamiento museístico, constituye el objeti- vo del presente trabajo.

Antecedentes paleontológicos

Desde el punto de vista paleontológico, las características generales del Triá- sico de la Península Ibérica, y por tanto también de la provincia de Teruel, fueron puestas de manifiesto por Mallada (1880) cuando en su trabajo «Sinopsis de las especies fósiles que se han encontrado en España», y refiriéndose al Sistema Triá- sico, dice: “los fósiles escasean extraordinariamente por todas partes y no suelen ser de fácil determinación los moldes que los representan. Pocas, pues apenas pasan de 50, no bien seguras, ni por todos confirmadas, son las especies que en total podemos catalogar; y esa cifra tan exigua se nos figura más insignificante si tenemos en cuenta que el Triásico ocupa una extensión casi tan grande como el Jurásico y la mitad del Cretáceo, otras dos divisiones del terreno secundario que

386 “Colección Triásico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València

Figura 1. Situación geográfica de los yacimientos fosilíferos del Triásico Medio de la pro- vincia de Teruel.

nos suministran cerca de tres mil especies ” (p. 242). Mallada nos sitúa con pre- cisión en la problemática que los estudiosos de la paleontología del Triásico es- pañol hemos venido afrontando. Se trata de un periodo delicado para la historia de la vida. Tras la gran extinción del final del Pérmico la diversidad biótica mun- dial sufrió una enorme merma. Este caso se agrava para el registro fósil marino de los yacimientos del Triásico de la Cordillera Ibérica, los cuales, paleogeográfica- mente, formaban parte del extremo más occidental del Tethys (Budurov et al., 1993), en correspondencia con una plataforma epicontinental de gran extensión y poca pendiente, de facies someras y ambientes marinos restringidos (Muschel- kalk). Ello, entre otras consideraciones de tipo tafonómico (de rango general para los ambientes marinos someros del Triásico y que no procede considerar en el pre- sente trabajo), explicaría la baja diversidad específica antes aludida. Por suerte, y a pesar del desaliento que producen las dificultades de hallazgo y estudio de estos fósiles, el número de trabajos paleontológicos sobre el Triásico de nuestro país ha crecido en las últimas décadas y la provincia de Teruel se puede considerar como cantera de los mismos.

387 A. MÁRQUEZ-ALIAGA, A. GARCÍA FORNER Y P. PLASENCIA

Históricamente, son muchos los autores que aportaron conocimiento a la pa- leontología del Muschelkalk de Teruel. Entre otros, cabe citar a Verneuil y Collomb (1852), Cortázar (1885), Mallada (1892), Dereims (1898), Würm (1911 y 1913), Darder (1914), Vilaseca (1920), Tricalinos (1928), Sos (1933), Schmidt (1935), Ba- taller (1954), Hinkelbein y Geyer (1965), Hinkelbein (1969) y Marin (1974). La ca- racterística general de estos trabajos es que son puntuales, por ello, la ausencia de estudios regionales no permite integrar los datos paleontológicos en su contexto estratigráfico y, sin embargo, la diversidad específica basada en estos trabajos llega a ser muy alta; en conjunto se citan más de 100 especies distintas de bivalvos para la provincia. Este aspecto se halla en contradicción con los presupuestos inicia- les, tal y como ponen de manifiesto Márquez-Aliaga y De Renzi (1990) cuando es- tudian la problemática de los registros triásicos de la Cordillera Ibérica. Entre los trabajos recientes que consideran aspectos paleontológicos triási- cos del área de Teruel cabe citar en la provincia de Teruel: Arche et al. (1995); en el área de Albarracín-Royuela: Hinkelbein y Geyer (1965), Hinkelbein (1969) y Már- quez-Aliaga (1985, y en preparación); en el área de Montalbán-La Contienda: Marin (1974) y Márquez-Aliaga (en preparación); en el área de Calanda: Márquez- Aliaga et al. (1987 y 1995); y en el área de Libros: Márquez-Aliaga (1985 y en pre- paración).

Marco geológico

Desde el punto de vista sedimentológico y estratigráfico, Pérez Arlucea (1991) considera que el Triásico de la zona central de la Cordillera Ibérica, incluyendo la Rama Castellana y la Rama Aragonesa, entre las que se sitúa la provincia de Te- ruel, comprende tres conjuntos litológicos bien diferenciados que son equivalen- tes a los clásicos definidos para el Triásico germánico: Buntsandstein, Muschelkalk y Keuper (fig. 2). En el Triásico Medio se registran dos transgresiones. La trans- gresión más antigua apenas invade la parte más occidental de la Cordillera Ibérica y llega a esta zona en el Anisiense superior. La transgresión más moderna, mucho más extensa hacia occidente, se extiende desde el Ladiniense inferior al superior. A gran escala, estas facies marinas se pueden dividir en tres grandes conjuntos, reconocidos por primera vez por Virgili (1958) en los Catalánides, denominados M1, M2, y M3. Posteriormente, dichos conjuntos fueron reconocidos en la Cor- dillera Ibérica por distintos autores (Hinkelbein, 1969; Pérez Arlucea y Sopeña, 1985; López Gómez, 1985). En el sector central de la Cordillera Ibérica el M1 ha sido denominado Formación Dolomías y Margas de Albarracín (Pérez Arlucea y Sopeña, 1985), y está compuesto por una alternancia de facies dolomíticas y mar- gosas, con escaso contenido fosilífero. El M2 es heterolítico, compuesto por te- rrígenos finos y evaporitas. El M3 se ha subdividido en dos formaciones, que de base a techo son: Formación Dolomías de Tramacastilla y Formación Dolomías, Margas y Calizas de Royuela (Pérez Arlucea y Sopeña, 1985). La segunda es equi- valente a las Capas de Royuela de Hinkelbein (1969) y se caracteriza por su abun-

388 “Colección Triásico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València

Figura 2. Columna sintética del Pérmico y Triásico de la Cordillera Ibérica. Los yacimien- tos fosilíferos estudiados se corresponden con el Muschelkalk (M3) de edad Ladiniense (mo- dificada de Pérez Arlucea, 1991). dante registro fósil, conteniendo la “Fauna de Teruel” ya reconocida por Schmidt (1935) e interpretada como “Asociación de Bivalvos Fauna de Teruel” (A.B.F.T.) por Márquez-Aliaga (1995) y Márquez-Aliaga y Martínez (1996). Estos últimos auto- res reconocen unas características paleobiológicas comunes para toda la Cordille- ra Ibérica y cuencas circundantes en el Ladiniense superior (Longobardiense).

Composición de la colección

La colección está compuesta por 151 muestras o unidades de registro (Gómez Alba, 1997) que contienen uno o varios especímenes, en el caso de tratarse de pla- cas carbonáticas. Las siglas del MGUV de cada uno de los ejemplares y la relación con las localidades se indican en la siguiente tabla:

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LOCALIDAD/MUESTRAS SIGLAS MGUV TOTAL

Calanda 3462-3466, 3486-3504, 3566-3588, 3624-3640 64 La Contienda (Montalbán) 3553, 3589-3623 36 Albarracín 3456 1 Gea-Bezas (Albarracín) 3457, 3508-3509 13 Royuela 3445-3455, 3458-3461, 3506-3507, 3510-3513, 3536-3541 19 Teruel 3505 1 Libros 3439-3444, 3475-3485 17

Interés paleontológico

El conocimiento sistemático de los fósiles triásicos de Teruel y sus implica- ciones bioestratigráficas nos están permitiendo avanzar en interpretaciones pa- leoecológicas y paleogeográficas. Ello es debido a que se está aplicando un plan- teamiento metodológico basado en el estudio tafonómico de los fósiles estudiados, en su doble vertiente bioestratigráfica y fosildiagenética, y en la in- tegración de los fósiles en su contexto paleobiológico (Márquez-Aliaga y De Renzi, 1990). La colección estudiada está constituida principalmente por bivalvos. Son es- casos los gasterópodos y los lingúlidos (que comprenderían las unidades de registro MGUV-3536 a MGUV-3541 de Royuela). Entre estos últimos, algunos ejemplares atribuidos clásicamente al género Lingula se determinan como Lingularia cf. smir- novae Biernat y Emig (Márquez-Aliaga, et al., 1999). Las láminas 1, 2 y 3 figuran los ejemplares de mayor interés. Algunos especímenes se encuentran completos y aislados al proceder de niveles de margas (Láms. 1 y 3). Lo más frecuente es que los registros se encuentren a techo de placas carbonáticas, características del Mus- chelkalk (Lám. 2), en donde la mayoría de los moluscos se agrupan formando con- juntos de moldes internos de ejemplares completos o de valvas aisladas que, en ocasiones, conservan fragmentos de la concha, caso de los Pteriacea de concha cal- cítica (Lám. 3, fig. 4). Lo característico de las Capas de Royuela es la presencia de la asociación “Fauna de Teruel” (A.B.F-T.) (Márquez-Aliaga, 1995), formada por conjuntos de individuos de pequeña talla, en ocasiones juveniles, que han sido in- terpretados como autóctonos con ejemplares acumulados y/o resedimentados. La paleobiodiversidad de la A.B.F-T. está formada por: Neoschizodus laevigatus (Gold- fuss), Costatoria goldfussi (Alberti), Bakevellia costata (Schlotheim), Bakevellia sub- costata (Schlotheim), Leptochondria alberti (Goldfuss), Pseudocorbula gregaria (Münster), Modiolus myoconchaeformis (Philippi), Modiolus salztettensis (Ho- henstein), Enantiostreon difforme (Schlotheim), Enantiostreon flabellum (Schmidt), Placunopsis teruelensis Würm y Gervillia joleaudi (Schmidt).

390 “Colección Triásico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València

Lámina 1. Fig. 1: Cassianella decussata (Münster). Ejemplares completos, vistos por la valva izquierda, mostrando restos de la concha original con detalles de las líneas de crecimien- to. Calanda. Ladiniense superior-Carniense. MGUV-3464. Barra = 4 mm. Fig. 2: Myopho- ria cf. harpae (Münster). Molde interno de la valva izquierda. Albarracín. Ladiniense. MGUV-3456. Barra = 4 mm. Fig. 3: Pseudocorbula gregaria (Münster). Moldes internos de ejemplares completos vistos por la valva izquierda. Calanda. Ladiniense. MGUV-3463. Barra = 3 mm. Fig. 4: Pleuromya sp. Ejemplar completo visto desde la valva derecha. Calanda. Ladiniense. MGUV-3462. Barra = 3 mm.

391 A. MÁRQUEZ-ALIAGA, A. GARCÍA FORNER Y P. PLASENCIA

Lámina 2. Fig. 1: Placunopsis teruelensis (Würm). Ejemplar completo con restos de la con- cha calcítica de microestructura foliar, conservada en su valva libre, superior y posiblemente izquierda. Se aprecian bien las líneas de crecimiento, la réplica de la superficie xenomór- fica de la valva inferior en el área umbonal y parte de la fina ornamentación radial en el borde paleal. Royuela. Ladiniense. MGUV-3454. Barra = 3 mm. Fig. 2: Natica sp. y Pseu- docorbula sp. Placa con varios ejemplares de bivalvos y un gasterópodo en el centro de la misma. Royuela. Ladiniense superior. MGUV-3449. Barra = 4 mm. Fig. 3: Placa con abun- dantes ejemplares de bivalvos (Pseudocorbula sp.) y un gasterópodo (Zigopleura sp.) Se muestra el aspecto de los niveles fosilíferos de las Capas de Royuela de los tramos supe- riores del Muschelkalk. Libros. Ladiniense. MGUV-3440. Barra = 3 mm. Fig. 4: Zigopleu- ra sp. y Pseudocorbula sp. Placa con varios ejemplares de bivalvos y un gasterópodo en el centro del círculo. Se muestra el aspecto de los niveles fosilíferos de las Capas de Ro- yuela de los tramos superiores del Muschelkalk. Libros. Ladiniense. MGUV-3439. Barra = 3 mm.

392 “Colección Triásico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València

Lámina 3. Fig. 1: Modiolus myoconchaeformis (Phillipi). Ejemplar completo, conserva res- tos de la concha calcítica en el borde paleal en donde se aprecian las líneas de crecimien- to. Calanda. Ladiniense superior. MGUV-3486. Barra = 1 mm. Fig. 2: Bakevellia crispata (Golfuss). Detalle de la ornamentación de la concha en la parte posterior de la valva iz- quierda. Calanda. Ladiniense superior. MGUV-3490. Barra = 1 mm. Fig. 3: Pseudocorbu- la gregaria (Münster). Molde interno de un ejemplar completo. Vista dorsal. Calanda. La- diniense superior. MGUV-3463. Barra = 1 mm. Fig. 4: Pseudocorbula gregaria (Münster). Vista de la valva izquierda del ejemplar de la figura 3. Barra = 1 mm. Fig. 5: Limea cos- tata (Münster). Valva izquierda que conserva parcialmente la concha y mostrando la or- namentación radial. Calanda. Ladiniense superior. MGUV-3498. Barra = 1 mm. Fig. 6: Placa con varios ejemplares de bivalvos. a) Bakevellia subcostata (Schlotheim), aspecto de la valva izquierda de dos ejemplares, b) Entolium discites (Schlotheim), concha conservada de la valva izquierda y c) Entolium sp., moldes internos. Calanda. Ladiniense superior. MGUV- 3498. Barra = 1 mm.

393 A. MÁRQUEZ-ALIAGA, A. GARCÍA FORNER Y P. PLASENCIA

Sistema de catalogación y tratamiento museístico

Las colecciones de investigación constituyen el fondo más valioso del MGUV, ya que son la base de los trabajos paleontológicos publicados en revistas cientí- ficas por el personal investigador del Departamento. Estas colecciones incluyen los ejemplares figurados y/o descritos y/o trabajados en las citadas publicaciones, así como también los materiales de referencia utilizados en aquellas. En este senti- do, cualquier paleontólogo puede consultar estos fondos para sus propias inves- tigaciones. Es por ello que desde la creación del MGUV, la tarea primordial de éste ha sido la de realizar un inventario lo más completo posible del material de in- vestigación. Hacemos constar que el MGUV forma parte del Departamento de Geo- logía, ubicándose en éste, de manera que sus materiales se localizan en el mismo. Sin embargo, debido a las reducidas dimensiones de las dependencias para al- macén con las que cuenta actualmente este museo, las colecciones de investiga- ción siguen estando en sus ubicaciones originales, es decir, despachos y/o labo- ratorios de los investigadores responsables de dicho material. Esto no crea ningún problema a la hora de localización de ejemplares ni tampoco de conservación, dado que es el propio investigador el mejor conocedor de su propio material y al mismo tiempo el más interesado en la preservación del mismo. Las muestras se encuentran guardadas en cajas adecuadas a su tamaño y, a su vez, protegidas por bolsas de plástico junto con las etiquetas originales (fig. 3).

poco muy com- ningún adecua- escasa escasa bajo Colección Triásico de Teruel reciente bueno pleta tipo do

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIÓN histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 3. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial de la co- lección de fósiles triásicos de Teruel en el Museo de Geología de la Universitat de València.

Cuando nos referimos a “muestra”, en nuestro caso, nos referimos a una placa carbonática que contiene diversos ejemplares. Esta placa se sigla como una “unidad de registro” (Gómez Alba, 1997). La muestra ha sido siglada individualmente sobre la misma placa, siendo la sigla asignada: MGUV-# (Museo de Geología de la Universitat de València, seguido de un número que se corresponde con el número de registro asignado a los fon- dos del museo); además del número de registro general para materiales paleon- tológicos, se conserva también la sigla original con la que el propio investigador identificó el elemento en cuestión.

394 “Colección Triásico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València

Toda esta información, junto con las descripciones sistemáticas, tratamien- tos, etc., se encuentra reflejada en fichas que a tal efecto se han creado y que han ido sufriendo las modificaciones pertinentes, debido a su adaptación a las técni- cas que se usaban originalmente para los fondos del museo y colecciones de in- vestigación, ampliando o añadiendo los campos necesarios. Pero todo ello tendría una utilidad limitada si no estuviera informatizado. En la actualidad, y debido a que el MGUV es un museo reconocido oficial- mente desde 1996 por la Generalitat Valenciana, el catálogo se ha creado mediante un programa informático con el que la Conselleria de Cultura pretende crear una base de datos multidisciplinar que pueda servir para que la información sea ac- cesible de manera fácil, cómoda y a través de Internet. El programa recibe el nom- bre de S.V.I. (actualmente en la versión 2.5), y permite la catalogación de cada muestra/ejemplar en fichas estandarizadas, permitiendo añadir imágenes de los mismos en los campos adecuados. Éstas imágenes se obtienen mediante el equi- po disponible en el Departamento de Geología de la Universitat de Valencia, que consiste en una videocámara (modelo JVC TK-1280E) acoplada a una lupa bino- cular Leica MZ12 para microfósiles y directamente a un objetivo fotográfico para los macrofósiles. El conjunto se haya conectado a un ordenador Intel 486 66 Mhz con el programa de captación de imágenes digitales Leica Q500MC Qwin, que per- mite guardar en formato digital (TIFF o BMP) las imágenes. A pesar de que el pro- grama S.V.I. tiene todavía algunas deficiencias, estamos trabajando en colabora- ción con otros investigadores y conservadores de otros museos para que las posibilidades de consulta y manejo sean las óptimas en un futuro inmediato.

Conclusiones

En este trabajo se ha tratado la gestión realizada en la colección del MGUV, la cual debe considerarse como un primer intento de avanzar en el tratamiento mu- seístico de las colecciones parciales paleontológicas de investigación. De manera frecuente, estas colecciones parciales se hallan dispersas en los distintos lugares de trabajo de los investigadores que las recolectaron, determinaron sus fósiles y publicaron sus conclusiones en distintos artículos de revistas especializadas, sin embargo ello no implica, dada la gestión realizada, problemas para la integridad de la colección general del MGUV. En nuestro caso, la idea del profesor Guillermo Meléndez de sintetizar el co- nocimiento patrimonial paleontológico de Teruel nos pareció suficiente acicate como para iniciarnos en un proyecto que parece ambicioso pero que justifica su enorme interés. Contamos con la infraestructura ya puesta en marcha desde hace algunos años en el Museo de Geología (MGUV) por uno de nosotros (A.G.F.) y con una serie de ejemplares de fósiles triásicos de la provincia de Teruel de la “Co- lección Ana Márquez”. Por último, la aplicación de las últimas técnicas infográ- ficas implica una puesta a punto en el archivo y clasificación de nuestros fondos.

395 A. MÁRQUEZ-ALIAGA, A. GARCÍA FORNER Y P. PLASENCIA

Ello permite una rápida comunicación a la comunidad científica de los materia- les fósiles y el fructífero intercambio de conocimientos paleontológicos. Se pre- tende, en un futuro próximo, avanzar en esta línea en donde el presente trabajo constituye un primer eslabón.

Agradecimientos

Trabajo subvencionado por el proyecto DGICYT PB98-0084.

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398 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 399-404

Presentación del censo de ejemplares de fósiles de mamíferos procedentes de la provincia de Teruel en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Claude Bernard de Lyon (Francia) Publication of a catalogue of fossil mammals from the Teruel province, in the Earth Sciences Department of the Claude Bernard University (Lyon, France)

Abel PRIEUR Conservador de colecciones paleontológicas, Centre Sciences de la Terre, ERS 2042 CNRS, Fac. Sciences de Lyon-l. Université Claude Bernard; 27-43 Bd 11 Novembre. 69622 Villeurbanne (Francia)

RESUMEN Se presenta el estado actual de catalogación de los ejemplares de fósiles de Teruel en las colecciones del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Claude Bernard de Lyon (Francia). Asimismo, se ofrece un listado de los ejemplares de mamíferos catalo- gados, dada la importancia científica y patrimonial de los mismos, al contar dicho conjunto entre sus ejemplares con un holotipo y varios especímenes figurados (tanto originales como moldes). Se resalta la necesidad de continuar con la catalogación de todos los fondos pre- sentes en el Departamento de Ciencias de la Tierra ya que gran parte de los mismos se en- cuentra en las colecciones de referencia de los diversos investigadores. Por último, se in- dica el proyecto de hacer accesible por Internet la información referida a los ejemplares tipo o figurados. Palabras clave: colección, catalogación, mamíferos fósiles, Lyon, Francia.

ABSTRACT A brief account is presented on the current state of inventory of fossil collections from the province of Teruel, Spain, housed in the Earth Sciences Department, in the Université Clau- de Bernard-Lyon 1, France. Scientific and heritage relevance of the material, which inclu-

399 A. PRIEUR

des a holotype and several figured specimens, either original or plaster casts, makes it ad- visable to present a detailed list of specimens. The initial inventory is expected to be fur- ther enhanced in the forthcoming years with new collections from the researchers of the Earth Sciences Department. For the near future it is proposed to produce a more comple- te database accessible through Internet, to include the basic information and descriptions of specimens, as well as their digital image. Keywords: collection, inventory, fossil mammals, Lyon, France.

Aspectos generales de la colección

Con motivo del proceso de catalogación y sistematización del patrimonio pa- leontológico de la provincia de Teruel iniciado recientemente, hemos abordado la investigación de los ejemplares presentes en el Departamento de Ciencias de la Tie- rra de la Universidad Claude Bernard de Lyon (Francia). El personal investigador de dicho Departamento ha estado vinculado en numerosas ocasiones con estudios paleontológicos de yacimientos españoles incluyendo los presentes en la provin- cia de Teruel. Aunque el material paleontológico turolense correspondiente a colecciones particulares de los investigadores en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Claude Bernard de Lyon puede ser muy abundante, el conjunto de ejemplares catalogados y depositados en los fondos del Departarnento es relati- vamente escaso y abarca en su mayoría especímenes dispersos de colecciones oca- sionales, unas veces de autores desconocidos y otras de autores españoles y/o fran- ceses. Destaca el material de la colección Fallot, formado por 54 ejemplares, en su mayor parte ammonoideos del Jurásico Superior (Lusitaniense) de diversas lo- calidades, junto con escasos bivalvos y braquiópodos. Ninguno de los ejemplares presenta una determinación taxonómica precisa. El total de los fondos catalogados procede de 14 localidades turolenses, co- rrespondientes a los yacimientos de: Sarrión, Concud, Teruel, Cueva Rubia, Los Garrigones, Castellar del Olivar, Orrios-3, La Gloria-IV, Los Mansuetos, Obón, Ce- ladas-8, Celadas-9, Peralejos y Libros. La edad de los ejemplares se distribuye entre el Lías medio (Pliensbachiense) y el Pleistoceno reciente. Dentro de la colección general se encuentra un conjunto muy escaso de am- monoideos, del Lías, del Dogger y del Cretácico Inferior, y un conjunto de cinco ejemplares de gasterópodos del Pontiense (= Turoliense), más dos ejemplares de bivalvos (Trigonia) del Cretácico Inferior y un ejemplar de braquiópodo del Lías (Plesiothyris verneuilli). Entre los vertebrados destacan tres ejemplares de anfibios (Rana pueyoi Navás) del Mioceno de Libros. Entre los mamíferos se encuentra un total de 25 ejemplares (piezas esqueléticas catalogadas) de formas y géneros di- versos, aunque predominan los representantes del género Hipparion. Destacan asi- mismo los representantes del género Celadensia Mein y de otras formas de roe- dores (ver listado más adelante).

400 Presentación del censo de ejemplares de fósiles procedentes de la provincia de Teruel en Lyon

Este material está destinado principalmente a la investigación y se utiliza para la comparación y determinación de nuevas faunas. Los moldes de ejemplares tipo o figurados se utilizan como referencia cuando los originales se conservan en otras instituciones. En el futuro está previsto elaborar fichas de los ejemplares tipo o figurados, ya sean moldes u originales, con su imagen para constituir una base de datos que sea directamente accesible por Internet (como ya de hecho es una realidad respecto a la base de datos de los ejemplares tipo y figurados de trilobites conservados en las colecciones de Lyon). En conjunto, se puede decir que la escasez de fondos catalogados en las co- lecciones del Departamento contrasta con la abundancia de material turolense exis- tente en los laboratorios y en las colecciones de los investigadores particulares. Esto hace deseable un trabajo futuro intenso de catalogación y de estudio del material. Por otro lado, una proporción importante del material turolense puede encontrarse en las colecciones de la Faculté Catholique de Lyon y en otros centros y museos de otras universidades. La localización y catalogación del material existente en otros centros fuera de la provincia y fuera del país debe ser una tarea prioritaria en la protección del patrimonio paleontológico mueble de la provincia de Teruel. Parte de lo indicado más arriba queda reflejado en la gráfica de evaluación de las características de mayor interés patrimonial, de este conjunto de fósiles de Teruel, de la figura 1.

colecc. muy com- varios com- com- óptimo nulo Université Claude Bernard reciente bueno pleta tipos pleta pleta

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIÓN histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 1. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial del con- junto de fósiles de Teruel en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Claude Bernard de Lyon.

Listado de ejemplares catalogados de mamíferos

Dada la importancia de la colección de fósiles turolenses de mamíferos pre- sentes en la colección del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universi- dad Claude Bernard de Lyon se ofrece a continuación su listado. En este listado se proporcionan los siguientes datos para cada ejemplar: clasificación taxonómi- ca, elemento, edad, localidad y sigla. Asimismo se indica si son originales o mol- des y si están figurados.

401 A. PRIEUR

–Mastodon arvernensis, 1 molar, Plioceno, provincia de Teruel, Cueva Rubia, FSL 210048. –Hipparion sp., huesos, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, Arquillo, Concud, D. R. Adrover, FSL 320057. –Hipparion sp., huesos, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, Arquillo, Concud, D. R. Adrover, FSL 320058. –Hipparion sp., dentición, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, Arqui- llo, Concud, D. R. Adrover, FSL 320059. –Hipparion sp., astrágalos y calcáneos, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Te- ruel, Arquillo, Concud, D. R. Adrover, FSL 320068. –Hipparion sp., falanges, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, Arquillo, Concud, D. R. Adrover, FSL 320069. –Hipparion sp., mandíbula subcompleta (molde), Plioceno (Zona MN 15), Cuenca de Teruel, Orrios 3, original en el Colegio La Salle, Molde M 542, FSL 213718. – Cervidae, falange I, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, Arquillo, Con- cud, D. R. Adrover, FSL 320070. – Felidae, 2 falanges, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, Arquillo, Con- cud, D. R. Adrover, FSL 320071. – Capreolus concudensis, 3 ejemplares: pedúnculo frontal-porción basilar y porción basilar ambos del asta de un individuo joven, y pedúnculo fron- tal y base del asta de un individuo viejo, Mioceno (Turoliense), Cuenca de Teruel, FSL 320064. Figurados en Hernández-Pacheco (1930): pl. IX, fig. 11 (C-64), pl. IX, fig. 12 (C-61), pl. X, fig. l (C-62) respectivamente. –Paradolichopithecus senezensis, hemimandíbula izquierda (molde), Pleis- toceno Inferior, Cuenca de Teruel, La Puebla de Valverde, Molde FSL 320066. Figurado en Aguirre y Soto (1974): figs. 1 y 2.

– Blancomys meini, M1 izquierdo, Pleistoceno Superior, Sarrión 1. Holotipo en Adrover (1986), Colección P. Mein, FSL 65856.

– Celadensia nicolae, M1 izquierdo, Plioceno (Rusciniense), Cuenca de Teruel, Celadas 8, FSL 65847. Ejemplar holotipo, figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 11. –Celadensia nicolae, M3 derecho, Plioceno (Rusciniense), Cuenca de Teruel, Celadas 8, FSL 65848. Figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 12.

–Celadensia nicolae, M2 derecho, Plioceno (Rusciniense), Cuenca de Teruel, Peralejos e, FSL 65849. Figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 13.

402 Presentación del censo de ejemplares de fósiles procedentes de la provincia de Teruel en Lyon

– Celadensia nicolae, M3 izquierdo, Plioceno (Rusciniense), Cuenca de Teruel, Peralejos e, FSL 65850. Figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 14. – Celadensia nicolae, M2 izquierdo, Plioceno (Rusciniense), Cuenca de Teruel, Peralejos e, FSL 65851. Figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 15. –Celadensia nicolae, M1 derecho, Plioceno (Rusciniense), Cuenca de Teruel, Peralejos e, FSL 65852. Figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 16.

–Prosomys insuliferus, M1 derecho, Plioceno Inferior, Cuenca de Teruel, Ce- ladas 9. FSL 65846. Figurado en Mein et al. (1983): pl. IV, fig. 10a-b. –Tetralophodon longirostris, diente nº 620b (molde), Mioceno (Turoliense medio), Cuenca de Teruel, Los Mansuetos, Colección R. Adrover. Original en el Colegio de La Salle, Molde M 618, FSL 213719. –Tetralophodon longirostris, diente nº 619b (molde), Mioceno (Turoliense medio), Cuenca de Teruel, Los Mansuetos, Colección R. Adrover. Original en el Colegio de La Salle, Molde M 619, FSL 213717. –Tetralophodon longirostris, diente nº 621b (molde), Mioceno (Turoliense medio), Cuenca de Teruel, Los Mansuetos, Colección R. Adrover. Original en el Colegio de La Salle, Molde M 621, FSL 213716. –Tetralophodon longirostris, M1 nº 622b (molde), Mioceno (Turoliense medio), Cuenca de Teruel, Los Mansuetos, Colección R. Adrover. Original en el Colegio de La Salle, Molde M 620, FSL 213718. Figurado en Mazo (1981): fig. 1. –Tetralophodon longirostris, M3 izquierdo (molde), Mioceno (Turoliense medio), Cuenca de Teruel, Concud, Colección R. Adrover. Original en el Co- legio de La Salle, Molde M 511, FSL 212902. Figurado en Mazo (1981): fig. 4. – Decenatherium sp., astrágalo (molde), Mioceno terminal, Cuenca de Teruel, La Gloria, determinación Mein (1973), Colección R. Adrover. Original en el Colegio de La Salle, Molde M 557, FSL 212973.

Agradecimientos

A los Drs. Guillermo Meléndez y Enrique Peñalver por la invitación a pre- sentar este trabajo, por la realización de la versión en español del mismo y por las correcciones sugeridas. Al Dr. Eduardo Barrón por la revisión crítica del manus- crito.

403 A. PRIEUR

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404 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 405-412

Corales tabulados del Devónico de Teruel: colecciones “Alfred Dereims” y “Universidad de Oviedo” Tabulate corals from the Devonian of Teruel (Spain): “Alfred Dereims” and “University of Oviedo” collections

Esperanza M. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ1 y Francis TOURNEUR2

1. Universidad de León. Departamento de Ingeniería Minera. C/ Jesús Rubio, 2, 24071 León. España. e-mail: [email protected] 2. Pierre et Marbre de Wallonie. 54 rue Joseph Potier, B-4140 Sprimont. Bélgica.

RESUMEN Este trabajo proporciona diversos datos sobre dos pequeñas colecciones de corales tabu- lados ramificados, procedentes de materiales devónicos de la provincia de Teruel (España) y recolectados, respectivamente, por Alfred Dereims, a finales del siglo pasado, y por tres investigadores de la Universidad de Oviedo, en 1975. La mayor parte de este material ha sido identificado como una nueva especie del género Yacutiopora Dubatolov 1964, un taxón que podría ser importante en investigaciones sobre la paleobiogeografía del Devónico In- ferior. También pueden asignarse a dicho taxón varios ejemplares de idéntica procedencia recolectados en los años 60 por Philippe Marin y en la década de los 70 por Peter Carls. Todo el material se encuentra actualmente en la Universidad de León, donde está siendo estu- diado por los firmantes de este artículo. Palabras clave: corales tabulados, colección, Devónico, Teruel, patrimonio paleontológico.

ABSTRACT This paper presents some relevant data on two small collections of branched tabulate co- rals, originally found in Devonian rocks from the Teruel province (Spain). The first collection was carried out by Alfred Dereims, in the late nineteenth century; the second collection was gathered in 1975 by three researchers from the University of Oviedo. Most of this material has been assigned to a new species of the genus Yacutiopora Dubatolov 1964, which could be an important taxa with regard to Lower Devonian palaeobiogeography. Some subsequent samples collected from the same site in the 1960’s by Philippe Marin, and in the 1970’s by

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Peter Carls, can be assigned to the same taxa. The material from all referred collections is kept at the University of Leon and is being studied by the present authors. Keywords: tabulate corals, collection, Devonian, province of Teruel, paleontological heri- tage.

Introducción

Durante un amplio estudio sobre corales tabulados ramificados realizado por los firmantes de este trabajo, y con el fin de encontrar material de procedencia geo- gráfica diversa, fueron revisados los armarios y cajones con fósiles de invertebrados de varias instituciones europeas (Museo Nacional de Historia Natural de París, Museo Senckenberg de Frankfurt, Área de Paleontología de la Universidad de Ovie- do, entre otras). Entre el material hallado figuran varias colecciones de corales pro- cedentes de la provincia de Teruel, los cuales fueron reunidos por diferentes in- vestigadores y en momentos históricos también distintos. Entre ellos destaca, por su valor histórico, la colección Dereims, pero también resultan de interés los ejem- plares pertenecientes a otras dos colecciones realizadas en la segunda mitad de este siglo: la colección Marin y el material recolectado por varios miembros del Área de Paleontología del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo.

Colección Dereims

Historia y trayectoria de la colección Dereims El material de esta colección fue reunido por Alfred Dereims (1862-1933), con motivo del estudio geológico que este autor realizó en el sur de Aragón y que cons- tituyó su Tesis Doctoral, defendida en la Facultad de Ciencias de París en 1898 y publicada en Lille ese mismo año. Los corales tabulados recogidos por Dereims fueron estudiados originaria- mente por Jean Lafuste, especialista en corales del Museo Nacional de Historia Na- tural de París. Al comienzo de su investigación, entre 1957 y 1958, Lafuste trabajó en el Laboratorio de Geología situado en la calle Victor Cousin de París, a la sazón el laboratorio de la Sorbona, uno de los más célebres de Francia y en el que ha- bían trabajado investigadores de la talla de Lapparent. Por tanto, es muy proba- ble que los aspirantes al grado de doctor en la Universidad de París, entre los que se encontraba Dereims, depositaran allí el material recolectado por ellos durante sus trabajos de campo. Posiblemente, Lafuste encontró los corales fósiles de Te- ruel entre estas antiguas colecciones y, al apreciar la similitud de éstos con varios ejemplares procedentes de las primeras recolecciones realizadas por Hollard en Ma- rruecos, decidió conservar todo este material en su laboratorio con fines de in- vestigación.

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Jean Lafuste falleció en diciembre de 1990 dejando, además de numerosas y valiosas publicaciones, una gran cantidad de investigaciones sin finalizar, mu- chas de las cuales fueron revisadas y ordenadas por uno de los firmantes de este artículo (F.T.) Entre estos papeles se encontraban los estudios iniciales del mate- rial perteneciente a la colección Dereims, que Lafuste había asignado a un nuevo género de nombre Koiloctopora. La etiqueta que acompañaba a estos materiales tiene escrita, con letra de Lafuste, la siguiente leyenda: “Université de París. Géo- logie-Section de Stratigraphie. Eodévonien, Nogueras, Prov. Saragosse, Espagne. Coll. Dereims”.

Composición de la colección Dereims Todo el material de la colección Dereims, a excepción de dos muestras, co- rresponde a corales tabulados de hábito ramificado. Se trata de 25 ejemplares, todos ellos seccionados para realizar láminas, tanto delgadas como ultrafinas del tipo LFP ideado por Lafuste (1972). En total hay 16 láminas de espesor petro- gráfico, de las cuales 10 son antiguas y, supuestamente, fueron realizadas por J. Lafuste (Lám. 1). Todas ellas portan la inscripción “Coll. Dereims, Eodévonien, No- gueras”; de ellas seis aparecen numeradas del 1 al 6, pero las otras cuatro se en- cuentran sin numerar. El resto de las preparaciones fueron confeccionadas por F. Tourneur; se trata de seis láminas de espesor petrográfico que portan la inscrip- ción Dereims 1 a Dereims 5 y de nueve láminas de tipo LFP sin numeración. De las muestras de mano empleadas en la realización de estas últimas láminas pe- trográficas restan tan sólo tres fragmentos: uno, correspondiente a la lámina 3, con- siste en un trozo de rama cortada transversalmente por los dos extremos y lon- gitudinalmente por la zona media y cuya superficie exterior se encuentra casi totalmente ocupada por una colonia de briozoos incrustantes; el resto consiste en dos minúsculos residuos de secciones transversales, marcados con el número 4. Además del material citado, la colección contiene un pequeño bloque informe de caliza arcillosa con abundantes valvas de braquiópodos espiriféridos, bioclas- tos de crinoideos y lo que parece ser un coral rugoso solitario. Una última mues- tra, procedente según su etiqueta de Santa Cruz de Nogueras, está constituida por un favosítido del que se conservan varios fragmentos y tres láminas delgadas. No es posible, con los datos de que se dispone, asegurar la procedencia geo- gráfica y geológica exacta de este material. En su monografía, A. Dereims (1898:61) señala la presencia de “polypiers” en varios lugares pero especialmente en los ma- teriales coblecienses que afloran entre las localidades de Bádenas y Loscos. Según P. Carls (com. pers.) la reconstrucción del itinerario seguido por Dereims revela que este geólogo francés vio materiales del Emsiense inferior, correspondientes a la Formación Mariposas, en un afloramiento situado hacia el NW de la localidad de Nogueras, pero también visitó la localidad histórica de Donayre, situada en los alrededores de la fuente de Nogueras, donde afloran materiales praguienses de la Formación Nogueras. Por tanto, los fósiles de la colección Dereims podrían pro- ceder de cualquiera de estos dos yacimientos.

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Lámina 1. Fig. 1: Fotografía de una lámina delgada con tres secciones, dos transversales y una longitudinal (orientada hacia abajo con relación a su leyenda), de una rama perte- neciente a la colección Dereims. La sección longitudinal mide 3,55 mm de longitud. Fig. 2: Fotografía de una lámina delgada con una sección longitudinal de una rama recolecta- da por Dereims, la cual muestra un magnífico estado de conservación. Muy probablemente, esta lámina fue confeccionada en el laboratorio del Museo Nacional de Historia Natural de París a petición de J. Lafuste. La sección mide 1,08 mm de anchura máxima.

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El material de Dereims fue someramente descrito como nuevo y figurado por Tourneur y Fernández Martínez (1992) bajo el nombre de Koiloctopora carlsi. No obstante, estudios posteriores más detallados han permitido asignar el material ibé- rico a una nueva especie de Yacutiopora Dubatolov, 1964. La investigación actual se centra en el análisis de las características específicas del material ibérico y su comparación con formas similares procedentes del norte de África (Marruecos y Argelia).

Interés paleontológico El interés paleontológico de este material se centra en dos aspectos. Por un lado, los ejemplares procedentes de la Cordillera Ibérica conservan casi intacta la forma y tamaño original de sus cristales y pueden, mediante su estudio con lá- minas ultrafinas, ser empleados en trabajos de tipo microestructural. Por otro lado, todo el material de la colección Dereims y gran parte de los fragmentos procedentes de la Universidad de Oviedo pertenecen, como se indicó anteriormente, a Yacutiopora Dubatolov, 1964, un género del cual se conocen es- pecies en el Devónico Inferior de diversos territorios de la antigua Unión Sovié- tica (principalmente Altay); de Australia (New South Wales y Queensland), de la Península Ibérica (Cordillera Ibérica) y del norte de África (Marruecos y Argelia). Esta distribución resulta especialmente interesante para las investigaciones sobre la paleobiogeografía del Devónico tanto en el norte de Gondwana como en las re- giones más orientales del Océano Reico. Los estudios realizados hasta la fecha indican que los ejemplares de Yacu- tiopora procedentes de Teruel constituyen una especie diferente de las conocidas hasta ahora. El material tipo designado para esta nueva especie forma parte de la colección Dereims.

Interés patrimonial La presencia de abundantes corales tabulados ramificados en las colecciones procedentes de materiales devónicos de Teruel indica que se trata de un elemen- to habitual de estas series. Sin embargo, y hasta la fecha, no se ha realizado nin- gún estudio detallado de los mismos que permita conocer el alcance de la infor- mación que estos fósiles puedan proporcionar. Por otra parte, se reitera el valor histórico de las muestras aquí presentadas (fig. 1).

Estado de conservación Como se ha indicado anteriormente, el material que integra las colecciones objeto de este trabajo ha sido total o parcialmente seccionado para realizar lámi- nas delgadas y ultrafinas. Además, no existe una catalogación precisa del mismo,

409 E. M. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ Y F. TOURNEUR ni de los ejemplares de mano ni de las preparaciones realizadas y, dado nuestro grado de desconocimiento sobre la procedencia e historia del material, es posible que esta catalogación tampoco pueda hacerse con gran precisión (fig. 1).

colecc. com- varios inade- bueno escasa nula nulo Corales "Dereims" antigua pleta tipos cuado

colecc. com- ningún adecua- bueno nula nula bajo Corales "Univers. Oviedo" reciente pleta tipo do

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIONES histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 1. Evaluación de las características de importancia patrimonial de la colección de corales tabulados del Devónico turolense de las colecciones Dereims y Universidad de Oviedo.

Colección del Área de Paleontología de la Universidad de Oviedo

Esta colección fue reunida en septiembre de 1975 por los Drs. Jenaro L. Gar- cía Alcalde, F. Soto y M. Arbizu durante la realización de diversos trabajos de campo en el Macizo Ibérico, en compañía del Dr. P. Carls. Está constituida por 27 fragmentos de ramas de diferentes procedencias: dos ejemplares de la localidad de Ramblar (Formación Ramblar), cinco de Carramolino (base de la Formación Monforte) y 20 de Mezquita de Loscos (Formación Nogueras). El material de esta segunda colección fue localizado en 1992 en los armarios del Área de Paleonto- logía del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, y se solicitó su préstamo por la presencia de varios ejemplares que, al menos externamente, mos- traban similitudes con el material recolectado por Dereims, el cual había sido atri- buido, por aquel entonces, a una nueva especie de Koiloctopora. No obstante, y juzgando sólo por el aspecto externo de los fragmentos, esta colección contiene, además, otros géneros de la familia Striatoporidae.

Otras colecciones

Además de las colecciones indicadas, los autores hemos tenido acceso a otro material de procedencia geográfica similar a la del anteriormente descrito. Parte de él pertenece a la colección reunida por Philippe Marin. Se han rea- lizado diversas gestiones encaminadas a obtener información sobre este geólogo

410 Corales tabulados del Devónico de Teruel: colecciones “Alfred Dereims” y “Universidad de Oviedo” pero todas ellas han sido infructuosas. Dos publicaciones (Marin, 1972 y Marin et Plusquellec, 1973) indican que este investigador trabajó en el Macizo de Mon- talbán, recolectando material que fue depositado en el Instituto de Geología Al- bert de Lapparent (IGAL) de París. Los numerosos fragmentos de ramas que cons- tituyen esta colección portan la indicación “Cabreros” y podrían proceder de la Formación Ramblar. Parte del material ha sido empleado en la realización de lá- minas delgadas. Esta colección se encuentra depositada en el antiguo laboratorio de Paleontología de la Universidad Católica de Louvain-la-Neuve. También se encuentran en préstamo, en este caso en la Universidad de León, dos fragmentos de corales tabulados recolectados por Peter Carls en la localidad de “Carraloscos” y que fueron donados por este investigador al Instituto Senc- kenberg de Frankfurt. De ambos ejemplares, muy bien conservados, se han rea- lizado sendas láminas delgadas que muestran rasgos que permiten asignar el ma- terial a la nueva especie de Yacutiopora que parece dominar estas faunas coralinas.

Gestión realizada y perspectivas de futuro

Hasta la fecha, se ha conseguido reunir cierta cantidad de ejemplares per- tenecientes a colecciones diferentes y que, por el estado actual de casi abandono de la investigación sobre corales paleozoicos, podrían fácilmente desaparecer. A este respecto, conviene reseñar que las colecciones de J. Lafuste, en el Museo Na- cional de Historia Natural de París, están prácticamente abandonadas, por lo que la devolución de la colección Dereims podría suponer su pérdida. Por otro lado, el laboratorio de Paleontología de la Universidad Católica de Louvain-la-Neuve de- sapareció, al menos nominalmente, el 15 de octubre de 1998 y, en la actualidad, se está produciendo ya el traslado de aquellas colecciones que han encontrado alo- jamiento en otras instituciones. Como mejor solución para el futuro se propone entablar conversaciones con los actuales depositarios de este material, con el fin de reunir las colecciones de co- rales tabulados de la provincia de Teruel aquí descritas (Dereims, Universidad de Oviedo, Marin y, parcialmente, Carls) así como otras que puedan existir, en un único lugar donde, tras su estudio, puedan ser adecuadamente catalogadas y conservadas. En la figura 1 se muestra una evaluación de carácter patrimonial sobre estas colecciones.

Agradecimientos

Los autores deseamos agradecer a P. Carls, J.L. García Alcalde y F. Soto su información sobre la localización de los yacimientos de procedencia del material aquí descrito, así como su total disponibilidad ante nuestras peticiones de mate- rial y consultas.

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Bibliografía

Dereims, A. 1898. Recherches géologiques dans le sud de l’Aragón. Thèse présen- té à la Faculté des Sciences de Paris pour obtenir le grade de docteur en Scien- ces Naturelles. Le Bigot Frères, Imprimeurs-Editeurs, Lille, Ser. A (312), 969, 198 pp. Lafuste, J.G. 1970. Lames ultra-minces à faces polies. Procédé et application à la microstructure des Madréporaires fossiles. Comptes Rendues de la Académie des Sciences de París, 270, 679-681. Marin, Ph. 1972. Découverte d’une zone à Paraspirifer cultrijugatus et Alatiformia alatiformis (Brachiopodes Spiriferida) dans la partie nord-occidentale du Mas- sif paléozoïque de Montalbán (Teruel, Espagne). Annales de la Societé Géo- logique du Nord, XCII, 75-77. Marin, Ph. et Plusquellec, Y. 1973. Sur des “Combophyllum” (Tétracoralliaires) du Dévonien de Montalbán (Province de Teruel, Espagne). Annales de la Societé Géologique du Nord, XCIII, 39-54. Tourneur, F. y Fernández Martínez, E. 1992. Koiloctopora, nuevo género de tabu- lado del Emsiense de la Cordillera Ibérica. Resúmenes de las VIII Jornadas de Paleontología, Barcelona, 155-156.

412 EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 413-425

Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle: la aportación del Dr. Rafael Adrover a la paleontología turolense1 Palaeontological collections from Teruel Province in the La Salle secondary schools: the contribution of Dr. Rafael Adrover to the palaeontology of Teruel

Emilio CASTRO Residencia “La Salle”. C/San Luis Beltrán, 8. 46980 Paterna, Valencia.

RESUMEN Se describe de forma sucinta el material fósil que integra las colecciones paleontológicas reunidas principalmente por el Dr. Rafael Adrover, paleontólogo miembro de la orden re- ligiosa de La Salle, que trabajó en Teruel desde principios de los años sesenta hasta los ochenta. Dichas colecciones comprenden material que abarca desde el Paleozoico hasta el Cuaternario y se encuentran alojadas actualmente en los colegios de La Salle de Mallorca, Paterna (Valencia) y Teruel. El material de Teruel destaca por su especial interés, si bien una parte sustancial se encuentra sólo en estado incipiente de catalogación. Las colecciones se completan con piezas procedentes de otras áreas tanto insulares como peninsulares. Ge- neralmente dominan los restos de vertebrados (especialmente microvertebrados de Teruel) aunque en las vitrinas de exposición se encuentran también fósiles de invertebrados. En conjunto, pese a su grado de dispersión y escasa catalogación, se trata de colecciones cuyo interés radica, por una parte, en la abundancia, sobre todo en restos fósiles cuaternarios, y por otra en la importancia histórica y científica de muchos de los ejemplares. Aunque de forma menos significativa, las colecciones también albergan ejemplares de mi- nerales y rocas procedentes tanto del archipiélago balear como de la provincia de Teruel.

1. Texto elaborado por Celia N. Soria Llop a partir de las notas aportadas por el autor.

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El texto se completa con una breve nota biográfica del Dr. Rafael Adrover y con una breve reseña sobre las ranas fósiles de las minas de Libros (Teruel). Palabras clave: museos de La Salle, colecciones paleontológicas, vertebrados fósiles, Te- ruel, España, Rafael Adrover.

ABSTRACT A short description is made of the fossil material forming the palaeontological collections assemblaged mainly by Dr. Rafael Adrover, a spanish palaeontologist member of the religious Order of La Salle, who worked in Teruel from early sixties to the late seventies. Fossil co- llections are stored nowadays in the secondary schools of La Salle from Teruel, Paterna (Va- lencia) and Palma de Mallorca (Mallorca island). They include specimens ranging from early Palaeozoic to Quaternary times. Teruel material displays a particular interest although a large part of it is still in a poor state of classification and inventory. Collections are completed with some interesting pieces from elsewhere, both the isle of Mallorca and the Iberian Peninsu- la. Vertebrate remains are usually dominant, most precisely microvertebrates from Teruel, yet the collections exposed in display include as well common remains of invertebrates. As a whole, despite the dispersion and poor degree of catalogation of the fossils, the collections hold an obvious interest as a wittness of Teruel palaeontology due, on one side, to the abun- dance of the remains and, on the other side, to their historical relevance. Palaeontological collections are supplemented with a smaller rocks and minerals collection from the Balearic islands and from the province of Teruel. The text is completed with a short biographic note of Dr. Rafael Adrover and a brief account on the celebrated fossil frogs from the Libros-mine site (Teruel). Keywords: La Salle museums, palaeontological collections, fossil vertebrates, province of Teruel, Spain, Rafael Adrover.

Introducción

Los colegios de La Salle alojan en sus museos colecciones paleontológicas, cuyas edades abarcan desde el Paleozoico hasta el Cuaternario. Parte del material de estas colecciones procede de la provincia de Teruel. Se trata de colecciones sur- gidas de la vocación naturalista de muchos de los miembros de la orden, que desde principios de siglo se han interesado en la recolección y conservación de las pie- zas paleontológicas que las componen. La importante muestra de micromamífe- ros fósiles turolenses en las colecciones de los colegios de Teruel, Paterna y Ma- llorca provienen de la actividad del Dr. Rafael Adrover, mientras que la muestra de macromamíferos principalmente es debida a la actividad del autor. Aunque de forma cuantitativamente más escasa, las colecciones incluyen también un cierto número de muestras de minerales y rocas.

Antecedentes

A pesar del interés del material fósil de estas colecciones, los estudios de ca- rácter científico y/o sistemático del mismo han sido escasos. Destaca el trabajo rea-

414 Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle lizado por el Dr. Rafael Adrover, quien defendió su Tesis doctoral (Adrover, 1983) sobre micromamíferos del Cenozoico utilizando parte del material que se encuentra actualmente en el Colegio de La Salle de Teruel. Otras aportaciones son las debi- das al paleontólogo francés Paul Fallot (1922), que realizó su Tesis doctoral en la Sierra Norte de Mallorca, y a Guillermo Colom Casasnovas, que estudió los fósi- les del Cenozoico de la colección del Colegio de La Salle de Palma de Mallorca (Colom, 1943). La colección de fósiles del Cuaternario fue estudiada por Juan Cuer- da (1955).

Colección de Paleontología del Colegio de La Salle de Palma de Mallorca (Baleares)

La colección se encuentra en el Museo del Colegio de La Salle. Se trata de un museo de gran amplitud, organizado en cinco secciones: Zoología de Vertebrados e Invertebrados, Entomología, Botánica, Mineralogía y Paleontología. El material fósil que compone la sección de paleontología procede en gran parte de la propia isla de Mallorca, aunque contiene también fósiles de Teruel. Las edades del mismo abarcan desde el Paleozoico hasta el Cuaternario. Destacan, por su abundancia, los restos fósiles cuaternarios, y por su interés científico, los ma- míferos fósiles procedentes de la provincia de Teruel y los ejemplares del género endémico balear Myotragus (Artiodactyla: ). En la actualidad se conser- van en este museo las dos terceras partes del material que inicialmente compo- nía la colección. El material inventariado que se conserva en el museo es el siguiente: – Fósiles de invertebrados: procedentes de la Sierra Norte (Mallorca) y es- tudiados por Paul Fallot (1922) en su Tesis doctoral. – Fósiles de vertebrados del Terciario de Mallorca: integrado por fósiles de peces, focas y restos del género Myotragus (Artiodactyla: Bovidae). De este último taxón se conservan dos piezas de gran valor, un esqueleto completo y un cráneo con su mandíbula. – Fósiles de vertebrados de la provincia de Teruel: esta subcolección cons- ta de fósiles de antílopes, tortugas, vertebrados carnívoros y roedores. Tam- bién, y de forma especialmente abundante, se encuentran restos de Hip- parion (Perissodactyla: Equidae). Mención especial merece la colección de restos fósiles de micromamíferos es- tudiada por el Dr. Rafael Adrover, que originalmente estaba depositada en este museo. Esta colección se encuentra actualmente en los museos de La Salle de Te- ruel y de Paterna (Valencia). Se trata sin embargo de colecciones parciales in- completas, puesto que parte del material inicial de la colección original salió de la misma en concepto de préstamo para su estudio, y se encuentra todavía en pa- radero desconocido.

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Colección paleontológica del Colegio de La Salle de Paterna (Valencia)

El museo de este colegio ha sido considerado según la opinión de los inge- nieros de minas del Instituto Geológico y Minero de Madrid como uno de los me- jores museos escolares de España (Lám. 1, fig.1). Al igual que el Museo de La Salle de Palma de Mallorca, se encuentra organizado en diferentes secciones: Minera- logía, Paleontología, Entomología, Malacología y Zoología de Vertebrados e In- vertebrados. Esta colección alberga fósiles de procedencia diversa, destacando los de la provincia de Teruel y los de Ribesalbes (Castellón). Además cuenta con fósiles de las Islas Baleares y de las provincias de Zaragoza (trilobites de Murero), Alican- te (nummulites de Agost), Albacete, Castellón y Cuenca. Los fósiles de Teruel están integrados sobre todo por numerosos ejemplares de molares de Hipparion (Perissodactyla: Equidae) y de mastodontes. También se conservan fósiles de xilópalo y ammonites de Albarracín. Cabe destacar la exis- tencia de dos ejemplares completos de Rana pueyoi y otras dos placas de ritmita bituminosa de Libros con sendos ejemplares muy incompletos. El material fósil de las Islas Baleares está compuesto principalmente por peces del Mioceno de Mallorca. La colección más valiosa es la procedente de Ribesalbes (Castellón). Se trata de una colección que incluye arácnidos e insectos fósiles (mosquitos, hormigas, libélulas, etc.), en un número aproximado de 160 ejemplares. Cuenta además con material fotográfico de ampliaciones de insectos. Se conservan un total de 30 plu- mas de aves de dicha localidad, 8 de las cuales en perfecto estado y sin cubrición de sedimento.

A) Material de exposición existente en vitrinas y armarios (Lám. 1, fig. 4)

1) Muestras de ámbar A parte de los fondos mencionados, este museo incluye en la zona de ex- posición un conjunto de interesantes muestras de ámbar procedente de las loca- lidades de Vilada (Barcelona), Andorra y Mora de Rubielos (Lám. 1, figs, 2 y 3), ambas localidades de Teruel. Asimismo, diversas muestras de ámbar de República Dominicana, del Báltico y de Guinea Ecuatorial.

2) Material paleontológico Incluye un conjunto de tres vitrinas, ubicadas en las salas de exposición, que contienen material paleontológico de grupos diversos provenientes de diferentes yacimientos españoles. Su procedencia y estado de catalogación es en muchos casos incompleta o dudosa.

416 Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle

Lámina 1. Colección paleontológica de Teruel en el Museo de La Salle de Paterna (Valen- cia): 1) el autor posa junto a las vitrinas verticales de exposición, 2) ejemplar en exposi- ción de ámbar cretácico de Andorra (Teruel), 3) ejemplar en exposición de ámbar cretáci- co de Mora de Rubielos (Teruel) y 4) ejemplo de vitrinas horizontales con exposición de diversos fósiles, algunos de ellos de la provincia de Teruel, como un ejemplar completo de Rana pueyoi.

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Las dos primeras vitrinas contienen restos de fósiles de invertebrados y fo- raminíferos (trilobites, ammonites, belemnites, nummulites) junto con restos de vertebrados: una mandíbula de oso de las cavernas –Ursus spelaeus (Carnivora: Ursidae)–, varios molares de mamut –Ellephas primigenius (Proboscidea: Ele- phantidae)–, etc. La tercera vitrina contiene material paleontológico de la provincia de Teruel, destacando una colección de macromamíferos fósiles del Mioceno y otra de mi- cromamíferos, también del Mioceno, donación del Dr. Rafael Adrover. Asimismo, de la localidad de Ribesalbes (Castellón) destaca una colección que consta de 160 ejemplares de insectos fósiles y 30 ejemplares de plumas fósiles.

B) Lista de micromamíferos estudiados por Adrover (1983) y conservados en este museo En el Museo de La Salle de Paterna se conserva una parte de los ejemplares de micromamíferos estudiados por Adrover en su Tesis doctoral.

1) Material procedente del yacimiento Aljezar B (Teruel), Turoliense medio, biozona MN12 – Piezas dentarias (incisivos y molares) y piezas óseas (húmeros, fémur, as- trágalo y calcáneo) de ejemplares de Ruscinomys schaubi (Rodentia: Cri- cetidae). – Piezas dentarias (molares) y óseas (húmeros, fémur, astrágalo y calcáneos) de Occitanomys adroveri (Rodentia: Muridae). –Piezas dentarias (molares) pertenecientes a Valerymys turoliensis (Rodentia: Muridae). –Piezas dentarias (incisivos y molares) y óseas (húmeros, fémur, astrágalo y calcáneo) de Prolagus crusafonti (Lagomorpha: Ochotomidae). –Piezas dentarias (sin precisar tipo) de Petenyia dubia (Insectivora: Sorici- dae). –Piezas dentarias (molares y otras sin determinar) pertenecientes a Des- manella pontica (Insectivora: Talpidae). –Piezas dentarias (sin determinar) y óseas (tibias y calcáneo) de Galerix (Pa- rasorex) sp. (Insectivora: Erinaceidae). Además de piezas dentarias (sin determinar) del pez fósil Rutilus pachecoi (Cypriniformes: Cyprinidae).

2) Material de micromamíferos procedente del yacimiento de Los Mansuetos (Teruel), Mioceno-Plioceno –Piezas dentarias (molares) de Ruscinomys schaubi (Rodentia: Cricetidae).

418 Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle

–Piezas dentarias (molares) de Parapodemus gandryi (Rodentia: Muridae). – Ejemplares de Dipoides problematicus (Rodentia: Castoridae). –Maxilar inferior de Castórido. –Pieza dentaria (incisivo) de castórido. –Piezas dentarias de castórido (molares). –Piezas dentarias (incisivos y molares) pertenecientes a ejemplares de Pro- lagus cenningensis (Lagomorpha: Ochotomidae). –Piezas dentarias (molares) de Sorex dehmi (Insectivora: Soricidae). –Piezas dentarias (molares) de Galerix exilys (Insectivora: Erinaceidae). Además de piezas dentarias (incisivos), unas sin determinar el taxón y otras sin precisar el tipo y un fragmento de pieza dentaria (molar) sin determinar el taxón. El material se completa con una pieza ósea de ave, otras de rana, sin deter- minar el número, y piezas dentarias alveolares de Rutilus pachecoi (Cypriniformes: Cyprinidae).

3) Material procedente del yacimiento mioceno de Muela de Camacho (Teruel) –Pieza dentaria (colmillo) sin determinar el taxón.

Colección paleontológica del Colegio de La Salle de Teruel

La colección paleontológica más importante que se conserva en el Museo del Colegio de La Salle de Teruel es la aportada por el Dr. Rafael Adrover. Se trata de una parte de la colección de micromamíferos estudiados por éste en su Tesis doc- toral. El resto de la colección, tal y como se ha señalado, se encuentra deposita- da en Paterna, además de la parte de la colección original que se encuentra desa- parecida. Junto con la colección de fósiles, se conservan también los útiles de trabajo, así como el diverso material de laboratorio utilizado por el Dr. Adrover para su estudio. Este material está integrado por las siguientes piezas:

A) Cajones de almacén

Cajón 01: – 610 piezas dentarias de Dibolia adroveri (Insectivora: Talpidae) proceden- tes del yacimiento de los Aljezares (Teruel).

Cajón 02: – 17 lotes de piezas dentarias de Galerix (Parasorex) sp. (Insectivora: Eri- naceidae) procedentes del yacimiento Aljezar B.

419 E. CASTRO

–6 lotes de huesos y piezas dentarias. Procedentes del yacimiento Aljezar B (Teruel). –10 frascos que contienen piezas dentarias, huesos y fósiles diversos sin de- terminar. – 74 cajas que incluyen en su interior piezas dentarias y piezas óseas de pe- queño tamaño procedentes de los yacimientos de los Aljezares y de Celadas. – Un fragmento de brecha ósea constituido por piezas óseas de pequeño ta- maño y por piezas dentarias. Sin determinar.

Cajón 03: – Un lote integrado por 13 frascos que guardan en su interior numerosas pie- zas dentarias procedentes del yacimiento de Peña el Macho (Teruel). Sin determinar. –10 cajas con fósiles (no determinados) provenientes de los yacimientos de Cucalón (Teruel). –4 cajas que contienen fósiles (sin determinar) procedentes del yacimien- to Can Llobateras (Barcelona). El resto del material que este cajón contiene lo conforman numerosos jue- gos de cajas de pequeño tamaño, con piezas óseas y dentarias sin determinar, ade- más de varias réplicas de fósiles realizadas en masilla plástica.

Cajón 04: –Un lote de 16 cajas que contienen fósiles de Eliomys intermedius (Roden- tia: Gliridae). –Un lote de 27 cajas que contienen material fósil (sin determinar) prove- niente del yacimiento de Los Mansuetos (Teruel). – 12 cajas con fósiles sin determinar, procedentes del yacimiento de Los Baños 2 (Teruel). –Un lote de 8 cajas, de las cuales 4 contienen fósiles del yacimiento de Masía del Barbo (Teruel). Los fósiles contenidos en las 4 cajas restantes proceden del yacimiento de Navarrete del Río (Teruel). Sin determinar. –Un lote de 14 cajas con ejemplares de Microdyromys koenigswaldi (Ro- dentia: Gliridae). Este material procede de Vieux Colonges (Francia). –8 cajas con restos fósiles del yacimiento de Balaruc II (Francia). Sin de- terminar. –Otro lote de 6 cajas con restos óseos fósiles. – Un número indeterminado de frascos y cajas con piezas óseas y material diverso, sin precisar la localidad y/o el taxón.

420 Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle

Cajón 05: Contiene un total de 33 cajas que incluyen material fósil diverso, sin deter- minar y de diferente procedencia: –Yacimientos del Cerro de Los Espejos (Sarrión, Teruel): 5 cajas. –Yacimiento de Aljezar II (Teruel): 4 cajas. –Yacimientos de Can Llobateras (Barcelona): 11 cajas. –Yacimiento de Bouzigues (Francia): 6 cajas. –Yacimiento de Balaruc II (Francia): 5 cajas. –Yacimientos de la región de Sète (Francia): 2 cajas.

B) Material de exposición Este material se encuentra repartido en cuatro secciones: Entomología, Zoología, Mineralogía y Paleontología. –Sección de Entomología: consta de dos colecciones de mariposas, una pro- cedente de la Sierra de Albarracín (Teruel) y la otra del Pirineo Catalán. –Sección de Zoología: integrada principalmente por aves y mamíferos de la provincia de Teruel y del extranjero. – Sección de Mineralogía: compuesta por ejemplares de minerales y rocas de la provincia de Teruel y también de Estados Unidos. – Sección de Paleontología: incluye principalmente material fósil de la pro- vincia de Teruel, y de forma escasa de la provincia de Zaragoza. Del material procedente de Teruel, predominan las piezas dentarias y óseas de los yacimientos de Concud, Los Mansuetos y similares. Consta además este ma- terial de 6 ejemplares completos de ranas fósiles (Rana pueyoi) de Libros, y va- rios incompletos, y xilópalos de distintos lugares de la provincia.

Conservación y gestión de las colecciones

Estas colecciones han sido reunidas por los hermanos religiosos de La Salle desde hace muchos años. Gran parte de los fósiles, entre otros ejemplares natu- rales, fueron recolectados directamente en el campo por los hermanos y un número menor es producto del intercambio y compra. Estas colecciones tienen una clara vocación docente y sirven para complementar las clases sobre Ciencias Naturales de los alumnos de los colegios La Salle, pero también de los alumnos de otros cen- tros que conciertan una visita. Es por ello que la mayoría de los ejemplares se en- cuentra en exposición en el interior de vitrinas (Lám. 1, figs. 1 y 4). El manteni- miento que se hace de las mismas y las condiciones ambientales de las salas de exposición garantizan la buena conservación de las colecciones, por lo que se

421 E. CASTRO puede considerar adecuado su almacenamiento (fig. 1). Las colecciones siempre están gestionadas por uno de los religiosos de la orden, que queda encargado a esta tarea y hace las funciones de conservador.

poco muy ningún adecua- bueno escasa nula bajo La Salle Palma de Mallorca reciente baja tipo do

poco ningún adecua- bueno baja escasa nula alto La Salle de Paterna reciente tipo do

poco ningún adecua- bueno baja escasa nula alto La Salle de Teruel reciente tipo do

carácter estado integri- catalo- informa- almace- interés tipos COLECCIONES histórico conserv. dad gación tización namiento didáctico

CARACTERêSTICAS MUSEêSTICAS

Figura 1. Gráfica de evaluación de las características de importancia patrimonial de las di- ferentes colecciones presentes en los colegios La Salle.

No se ha abordado la informatización de las colecciones, no obstante todos los ejemplares están acompañados de etiquetas con abundantes datos de clasifi- cación y procedencia (Lám. 1, figs. 2 y 3), además se posee un fichero que hace de registro manual en el que se puede consultar un número mayor de datos. La correspondencia entre las fichas manuales y los ejemplares queda establecida por un número.

Breve semblanza biográfica del Dr. Rafael Adrover

El Dr. Rafael Adrover nació en una masía situada en el término municipal de Felanitx (Mallorca). La piedra de construcción de la casa donde vivió en su infancia era de caliza nummulítica. En su juventud ingresó en la Orden de los Hermanos de La Salle y estudió con los Hermanos Franceses. Con posterioridad obtuvo el título de profesor de idiomas en la especialidad de francés. Su tardía vocación paleontológica (a los 48 años) se dirigió a los micromamíferos por indicación del presente autor, en el curso de las excursiones paleontológicas realizadas en los alrededores de Teruel, a Concud y a Los Mansuetos. Su dedicación a esta disciplina fue plena y entusiasta desde el prin- cipio, superando todas las dificultades y carencias existentes en esos momentos. Su Tesis doctoral sobre micromamíferos es la cuarta de las cuatro tesis que comenzó. Fue presentada y defendida en la Universidad Claude Bernard, Lyon I,

422 Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle en diciembre de 1983. De entre los cinco doctores que formaban el tribunal que evaluó esta tesis, se encontraban investigadores de la talla del Dr. D. Miguel Cru- safont y el Dr. D. Emiliano Aguirre. Esta tesis fue editada en español por el Insti- tuto de Estudios Turolenses (Adrover, 1986). En ese momento Adrover contabili- zaba un total de 56 publicaciones científicas en revistas españolas y extranjeras. Actualmente el Dr. Adrover vive a sus casi 90 años en Pont d´Inca (Mallor- ca), a 4 km de Palma de Mallorca, en la finca de retiro de la Orden de La Salle. Su vida transcurre dedicada a las actividades de hombre sabio y espiritual como es: lee, pasea y reza.

Agradecimientos

El autor agradece a los Hermanos Emilio y León su abnegada contribución para el enriquecimiento y conservación de estas colecciones. También a Manolo Borrás agradecerle el material aportado a alguna de las colecciones de minerales. A Celia Soria Llop y a los editores por su ayuda en la elaboración y corrección de este artículo. De forma especial, al Dr. Rafael Adrover, por su incuestionable con- tribución científica.

Bibliografía

Adrover, R. 1983. Nuevas faunas de roedores en el Mio-Plioceno continental de la región de Teruel (España). Interés bioestratigráfico y paleoecológico. Tesis Doc- toral, Universidad Claude Bernard, Lyon I, 423 pp. Adrover, R. 1986. Nuevas faunas de roedores en el Mio-Plioceno continental de la región de Teruel (España). Interés bioestratigráfico y paleoecológico. Institu- to de Estudios Turolenses, Teruel, 423 pp. Colom, G. 1943. Nuevas especies y subespecies de foraminíferos fósiles de Ma- llorca. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, XLI, 317-335. Cuerda, J. 1955. Notas paleontológicas sobre el Cuaternario de Baleares. Boletín de la Sociedad de Historia Natural de Baleares, 1-4, 59-70. Fallot, P. 1922. Étude géologique de la Sierra de Majorque. Thèse de l´Université de Paris, Impr. Béranger, 480 pp.

423 E. CASTRO

Anexo: Las ranas de Libros (Rana pueyoi) en las minas de azufre (1952-1961)2

El día 7 de enero de 1952 llegaba yo a Teruel procedente de Pont d´Inca (Ma- llorca), me cambiaron porque mi salud dejaba mucho que desear, sólo comía fruta, pan y patatas. En Teruel, de clima seco y frío, y el cuidado que puso la cocinera en cui- darme, me repuso. Siempre que podía salía de excursión para reconocer los alre- dedores. A la vuelta de la excursión escribí la crónica de la excursión en el Dia- rio de Excursiones, empleando los nombres técnicos. Si no los sabía, a buscar hasta que lo encontrase... No tenía libros, ni material de trabajo: “Trabaje todo lo que quiera en Cien- cias Naturales, pero no me pida dinero”, fue la frase que me expetó el Director del centro. Pensando, pensando, resolví el problema. Pagaría en material: entomo- lógico, mineralógico, paleontológico, etc. Esto abundaba en Teruel. Mi salud me- joró mucho, las ganas de comer me volvieron y de las excursiones volvía con pesos de 10 a 15 kilogramos. Todo a pie, claro, los coches... eran un lujo, la vuelta era casi siempre por senderos y atajos. Pronto entendí que debía encontrar una fuente de ingresos. Tenía que ser ven- diendo insectos, minerales o ranas fosilizadas. En el Instituto Ibáñez Martín de Te- ruel hice amistad con un joven que daba lecciones particulares en las Minas de Libros y las presentaba libres al Instituto. En septiembre me bajó tres ranas fósi- les, buenos ejemplares. Le di por ellos 30 ptas. y a comer y a dormir en el cole- gio mientras durasen los exámenes. Se llamaba Julio Teruel. Al siguiente año me bajó 10 en junio y 7 en septiembre. Un ingeniero técnico me proporcionó dos más. En dos ocasiones pude subir con coche a las minas: la primera me fui donde había el montón de pizarras bituminosas. De las 9,30 a las 13 horas estuve abrien- do lajas de pizarras, y no saqué nada. Pero aprendí algo. Venían allí a fumar los obreros, y se sonreían diciendo. Pique, pique que ya saldrán... Deduje que esos obreros las guardaban y esperaban “propina”. Fuimos a comer al restaurante mi- nero –plato minero–. Al final de la comida había allí unos veinte obreros comiendo, yo hablaba fuerte para que me oyeran. “Cada quince días subiremos los viernes, y estoy dispuesto a dar hasta 10 ptas. por rana completa”. En el acto me miraron varios obreros como diciendo: te las guardaremos. La segunda vez cuando subí me fui directamente al bar minero. Al poco rato ya aparecieron obreros con el dia- rio “Lucha” bajo el brazo, cada cual enseñaba su ejemplar. El primero 10 ptas. El siguiente 5 ptas. porque al ejemplar le faltaba una pata. Obtuve 14 ejemplares por 60 ptas. en total... y así las siguientes veces. Calculo que llegué a manejar un total de unas 275 ranas, hasta que se ce- rraron las minas. En el tercer cursillo de Geología de Sabadell proporcioné 60 ejem-

2. Texto íntegro correspondiente al original aportado por Emilio Castro a los coordinadores.

424 Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle plares. Los siete mejores para los profesores. Los otros, envueltos en papel blan- co, se repartieron como “plato de Grénouille” durante la cena de clausura del cur- sillo. Qué saltos daban al ver la rana fósil que les regalábamos. Me llegaron a acu- sar de que yo falsificaba las ranas... Un día hablando con tres mineros sobre los fósiles que encontraban en la mina, me contaron lo siguiente: “Estaban trabajando, y del techo de la galería se desprendió un gran trozo de pizarra, pesaría unas siete toneladas. Se quedaron como helados. Allí aparecía como el esqueleto de una señorita. Lo miraron bien... sí, parecía de una señorita de 18 años. Pero resulta que las señoritas tenían la en- trada prohibida en la mina. De común acuerdo resolvieron, aligerarlo de peso, y el bloque con el esqueleto ponerlo en una vagoneta y tirarlo a la escombrera, no sea que los acusen”. Así lo hicieron. Esto sucedió unos cuatro años antes de que en Toscana saliera Oreopithecus bamboli. En la zona de Libros puede salir Oreo- pithecus si se busca con interés. También salieron un fémur de rinoceronte, ser- pientes, salamandras, semillas, hojas, moluscos, etc. La última historia de rana fósil. Llegó a Teruel el Dr. D. Miguel Crusafont Pairó. Quería una rana a toda costa y vino al colegio. Yo le dije que del colegio no salía rana alguna. Le dije que hablara con Dª. Purificación Atrián, jefa de ar- queología. Tampoco tenía, pero le propuso subir a Libros y Riodeva por si los mi- neros guardaban alguna. En coche oficial subimos a las minas. Allí no había nadie. Nos llegamos a Riodeva. Allí nos dijeron que un matrimonio conservaba una. Por fin hallamos al matrimonio. Subimos al piso, buscaron el ejemplar. Buen fósil. Por detrás llevaba grabadas S-M, nos dijeron que no querían venderla, porque la guar- daban como recuerdo de su casamiento. Entonces tercié yo diciendo: “Este ejem- plar bien vale entre 75 y 100 ptas. y pido al Dr. Crusafont que ofrezca entre 90 y 100 ptas.”. Dijo doy 95 ptas. Sacó 100 ptas. Y se lo ofreció. Al ver el billete y trato hecho. Luego charlamos un poco. Nos despedimos y al ir a coger la rana, no es- taba. ¿Que ha pasado con la rana? Yo había visto a la niña llevarse algo al cuar- to vecino y salir precipitadamente. Fueron a buscarla. Llegó llorando, que no que- ría que se vendiera la rana, y la había escondido debajo del colchón de la cama. La sacó y se la entregó a la mamá, llorando a lágrima viva. Cuando salíamos del pueblo, el Dr. Crusafont comentó: “Esto ha parecido una película: La última rana. Artistas invitados: D.ª Purificación Atrián y Hno. Emilio Castro. Artista aprove- chado: Dr. D. Miguel Crusafont”. En el museo La Salle de Teruel conservamos seis ranas fósiles. En los quin- ce últimos años me han pedido más de 50. A todos he dicho que no. Quiero que queden en Teruel para que la gente pueda conocer las Ranas de Libros (Teruel), famosas en Paleontología. Idea de lo que fue: la carretera ha sido rectificada. Han allanado todo. Ahora es un campo de almendros, y en una extremidad han colocado una granja. ¡Sin- gular manera de conservar un yacimiento tan famoso! (Es la realidad verdadera). Paterna, a 23 de junio de 1998

425

ESTADO ACTUAL Y PROBLEMÁTICA DEL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO EL PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO DE TERUEL, IET, TERUEL, 2002, PP. 429-443

Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel: medidas de protección, gestión y proyección social The present and the future of palaeontological heritage in Teruel (Spain): protection, management and public awareness

Guillermo MELÉNDEZ y Celia SORIA LLOP Dpto. Geología (Paleontología), Universidad de Zaragoza, C/ Pedro Cerbuna 12, 50009 Zaragoza. e-mail: [email protected]

RESUMEN La provincia de Teruel se caracteriza por la riqueza y diversidad, así como por el carácter inusualmente completo, de su patrimonio paleontológico, comprendiendo un registro bas- tante detallado del Fanerozoico. Esta riqueza paleontológica, unida a la buena exposición de las unidades litoestratigráficas y a la continuidad en el registro fósil hacen de esta pro- vincia un área excepcional en el conjunto de la Península Ibérica, lo que se refleja en la abundancia de monografías y estudios de carácter geológico general, pero fundamental- mente estratigráficos y paleontológicos, sobre la provincia desde el siglo XIX. La importancia científica del registro fósil de la provincia se evidencia por el incremento de los estudios de carácter estratigráfico y paleontológico en la segunda mitad del siglo XX. La importancia patrimonial, por su parte, se pone de manifiesto en las importantes colec- ciones paleontológicas existentes en centros de investigación y museos tanto españoles como extranjeros, y por los numerosos taxones y unidades estratigráficas definidos en la provincia. La reciente publicación del listado de Puntos de Interés Geológico (PIG) en la Co- munidad de Aragón incluye un número considerable de ellos con claro contenido paleon- tológico, gran parte de los cuales han sido definidos en Teruel. Igualmente, los diversos tra- bajos contenidos en este volumen dejan constancia de esta realidad. El desarrollo autonómico de la legislación nacional sobre Patrimonio ha derivado en la crea- ción de diversas disposiciones legales y decretos reguladores que en gran medida han con- tribuido a incrementar la preocupación social y la atención de la Administración por el pa- trimonio paleontológico, incidiendo de manera positiva en su protección y conservación. Este proceso ha culminado con la Ley 12/1997 de Parques Culturales de Aragón, que mues- tra un especial desarrollo en la provincia de Teruel, al encontrarse tres de los parques de-

429 G. MELÉNDEZ Y C. SORIA LLOP

finidos hasta el momento dentro del territorio de la misma. Más recientemente, la Ley 3/1999 de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés ha contribuido a ampliar este marco. La gestión del patrimonio paleontológico de Teruel, cuyo objetivo es la recuperación, pro- tección y difusión social de este valor excepcional, debe pasar necesariamente por la crea- ción de una auténtica infraestructura museística e investigadora, que permita conservar e incrementar en condiciones esta riqueza. Esto conlleva necesariamente el incremento de las dotaciones presupuestarias y la coordinación con los centros universitarios y museís- ticos ya existentes. Por otra parte, el tejido legal debe favorecer el avance progresivo en la definición de puntos protegidos, paralelamente al desarrollo de proyectos de gestión social, didáctica y turística del patrimonio. Palabras clave: patrimonio paleontológico, Teruel, España, legislación, infraestructura mu- seística, desarrollo cultural.

ABSTRACT The province of Teruel (Aragón, central-eastern Spain) is characterised by a wealth, diversity and completeness of the fossil record, spanning throughout the whole of the Phanerozoic. Such fossil wealth and continuity, together with the superb quality of outcrops and development of lithostratigraphic units, make the province of Teruel an exceptional area within the Iberian Peninsula. This has led, from the mid XIXth century to an abundant production of palaeontological and stratigraphic monographs on the province. The scientific relevance of the fossil record of Teruel province is evidenced by the remarkable increase of stratigraphic and palaeontologic work recorded since the late 1950’s. Similarly, the importance of the palaeontological heritage is marked, on one hand by the huge collections housed in research centres and museums, both in Spain and other European countries and on the other hand by the numerous fossil names and stratigraphic units defined in the province on the basis of characteristic taxa. The recently edited list of Points of Geological Interest within the Autonomous communnity of Aragón includes a significant number with clear palaeontological reference, most of them defined in the province of Teruel. Similarly, the numerous contributions included in this volume clearly show this reality. Recent development of national heritage laws in the spanish Autonomous Communities has led to the creation of several regional regulations and legal acts which have, in some way, contributed to increased social concern and to focus the attention of administrations on palaeontological heritage, favouring its protection and conservation initiatives. This process has led to the recent appearance of the Law of Cultural Parks of Aragón (Law 12/1997). This law has displayed a special development in the province of Teruel, since three of the five parks defined so far, are located in theTeruel territory. More recently, the newly edited Cultural Heritage Law of Aragón (3/1999) has positively enhanced this situation. The management of the palaeontological heritage of Teruel, whose main purpose is the recovery, conservation and adequate protection of this exceptional value, should include the creation of an solid foundation for museum and research policy allows this enormous scientific wealth to be conserved in good conditions. This would necessarily mean, on one side, increasing the financial resources and, on the other, the close coordination with existing museums, universities and research centres. In addition, the legal framework should favour the progressive definition of protected sites parallel with the development of social, educational and touristic management of Heritage. Keywords: palaeontological heritage, Teruel, Spain, heritage laws, museum development, cultural development.

430 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel

Introducción

La provincia de Teruel cuenta con una representación del registro fósil que comprende la mayor parte de los períodos del Fanerozoico, desde los comienzos de la Era Primaria (Cámbrico) hasta el Cuaternario reciente. Además de inusual- mente completo, el patrimonio paleontológico de Teruel es conocido por su enor- me riqueza y diversidad, siendo incontable el número de taxones definidos en esta provincia o de unidades con significado lito, bio o cronoestratigráfico con nom- bre turolense, cuya localidad-tipo se encuentra en la provincia. Esto es conse- cuencia, obviamente, de la buena representación de dichos intervalos, de la buena exposición de las unidades y, en la mayoría de los casos, de la riqueza fosilífera y de la continuidad en el registro fósil en las mismas. Estos tres factores, que pueden considerarse excepcionales y en cierta medida únicos en el contexto de la Península Ibérica, han motivado la proliferación de mo- nografías y de estudios paleontológicos sobre la provincia desde tiempos antiguos. Desde la segunda mitad del siglo XIX, el registro fósil de la provincia de Teruel se convierte ya en tema de estudio constante y ha sido objeto de numerosas mono- grafías geológicas o paleontológicas, entre las que cabe destacar las de Verneuil y Collomb (1852), Vilanova y Piera (1863), Cortázar (1885), Mallada (1885, 1892) y Dereims (1898) entre otros. En la segunda mitad del siglo XX los estudios de carácter estratigráfico y pa- leontológico han experimentado un crecimiento exponencial, fundamentalmente por paleontólogos españoles, franceses y alemanes (Meléndez et al., 2000). Igual- mente, la reciente publicación del listado de Puntos de Interés Geológico (PIG) en la Comunidad de Aragón, promovido en un principio por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y elaborado en los últimos años por la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, sitúa a la provincia de Teruel en un lugar preferente en el contexto regional. Muchos de los puntos definidos como de interés geológico tienen un claro contenido paleontológico. Sin embargo, de estas con- sideraciones emerge la idea de que el inventario de puntos de interés paleonto- lógico y de yacimientos susceptibles de protección, o de ser definidos como una figura legal, está aún por hacer. El primer inventario riguroso de colecciones y ya- cimientos paleontológicos de interés patrimonial con base bibliográfica fue reali- zado a comienzos de los años 90 a instancias del Instituto de Estudios Turolenses (Soria, 1993; ver también Soria, 2002). Hasta el momento, en el ámbito de la Co- munidad Aragonesa sólo un yacimiento, en la localidad de Murero (Zaragoza), el yacimiento de la Rambla de Valdemiedes, del Cámbrico Medio, ha sido definido como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio Histórico.

431 G. MELÉNDEZ Y C. SORIA LLOP

Estado actual

No obstante, tanto estas propiedades excepcionales del patrimonio de la pro- vincia como la abundancia de estudios y la magnitud y la calidad de las colec- ciones paleontológicas procedentes de yacimientos de la provincia no se ven re- flejadas en la existencia de una infraestructura patrimonial adecuada. Siendo quizás Teruel la provincia con un patrimonio paleontológico más importante y completo del Estado, no cuenta con centros de investigación, departamentos uni- versitarios de Geología o Paleontología, dependencias o instalaciones museísticas donde alojar las colecciones y exponer las piezas más importantes y representa- tivas, ni bibliotecas científicas en donde pueda alojarse la importante y abundante bibliografía sobre la Geología y la Paleontología turolenses. Todos estos puntos constituyen el resultado de un conjunto de factores his- tóricos relacionados con el secular aislamiento de la provincia y que escapan al alcance de esta ponencia. No obstante, la definición y comprensión de lo que los paleontólogos entienden por patrimonio paleontológico puede contribuir a clari- ficar las perspectivas de futuro del mismo. La presente reunión en Rubielos de Mora, organizada en el marco de la celebración del 50 aniversario del Instituto de Estudios Turolenses, con la participación y apoyo de la Dirección General de Pa- trimonio del Gobierno de Aragón, la Sociedad Española de Paleontología (repre- sentada por su Comisión de Patrimonio paleontológico), la Universidad de Zara- goza y el Departamento de Geología de la Universitat de València, constituye una buena muestra de la preocupación de las instituciones sociales y políticas por el patrimonio paleontológico.

Definición del patrimonio paleontológico

En el conjunto del patrimonio paleontológico es necesario distinguir entre el patrimonio permanente o inmueble, integrado por los yacimientos fosilíferos y los afloramientos de especial importancia, y el patrimonio mueble o temporal, inte- grado por las colecciones, sean éstas particulares, museísticas o de investigación, las exposiciones locales y las piezas de especial relevancia o significación social (Meléndez y Soria Llop, 2000). En el contexto del Estado español, este problema ha seguido un largo pro- ceso de debates, reuniones, congresos y mesas redondas que ha llevado a la cons- titución, dentro de la Sociedad Española de Paleontología, de una Comisión de Patrimonio, con el principal objetivo de la definición, caracterización y sistema- tización del patrimonio paleontológico. Dicho objetivo se ha visto materializado en el proyecto de elaboración de una lista general de los Puntos de Especial Interés Paleontológico (PEIP; v. fig. 1; Meléndez y Soria, 1994). Esta lista ha comenzado a desarrollarse mediante la organización de reuniones y sesiones científicas es- pecíficas sobre patrimonio paleontológico de las cuales la presente reunión sobre

432 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel la provincia de Teruel constituye un primer paso. El objetivo de estas reuniones, aparte de la descripción y sistematización del patrimonio, es permitir a los in- vestigadores que han trabajado en un área presentar como propuesta de PEIP aque- llos yacimientos especialmente señalados por su contenido fosilífero. Otros criterios fundamentales son la conservación notable de los restos fósiles, la importancia del yacimiento como localidad-tipo de un determinado taxón o de una unidad bio o cronoestratigráfica, o la buena exposición y valor didáctico del mismo. La denominación de un yacimiento como Punto de Especial Interés Paleon- tológico (PEIP) debe incluir asimismo una evaluación de los riesgos potenciales que pueden afectar (o han afectado ya) a éste, y de las posibles medidas legales, preventivas o recuperadoras, de protección y de gestión. A partir de la base de datos o inventario de yacimientos paleontológicos de una región, que suele constituir la Carta paleontológica de dicha región, los pun- tos considerados como de mayor interés pueden ser seleccionados y presentados ante la Administración para su posterior declaración como figura legal protegida (Bien de Interés Cultural), bajo la denominación de Zona Paleontológica u otra fi- gura adecuada. El proceso de presentación y propuesta ante la Administración de los yacimientos seleccionados puede hacerse de dos maneras diferentes, tal como se muestra en la figura 1.

DECLARACIÓN PEIP DECLARACIÓN FIGURA LEGAL (S.E.P.) PROTEGIDA ADMINISTRACIÓN Archivo de Peips (B.I.C./ZONA PAL.)

Declaración PEIP Declaración B.I.C. (Soc. Esp. Pal.) Resolución (figura legal protegida) administrativa Admisión (Comisión Informe Propuesta de área protegida patrimonio SEP) especialistas (iniciativa particular u oficial) (paleontólogos) Presentación formal (reunión/congreso, remisión directa) Yacimientos Solicitud protegidos Estudio patrimonial presentada (Decreto 6/90: por la SEP regulación activ. paleontológicas) Estudio paleontológico Selección de yacimientos: informes de patrimonio a la Publicación administración (DGA) de los yacimientos

Base de datos, bibliografía y archivo de los paleontólogos Carta paleontológica de Aragón Inventario de yacimientos

Figura 1. Proceso de sistematización y definición del patrimonio paleontológico a partir del inventario de yacimientos o Carta Paleontológica, de manera directa (derecha) o, como se propone aquí, en el seno de la Sociedad Española de Paleontología (izquierda), a partir del archivo general de Puntos de Especial Interés Paleontológico (PEIP).

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(a) Directamente, por un particular cualificado o a iniciativa institucional (un departamento de Paleontología, institución administrativa, etc.) a partir de la Carta paleontológica y de la posterior selección de algún yacimiento en particular por su mayor importancia. Este es el caso del único yacimiento paleontológico declara- do hasta la fecha como BIC en la Comunidad Autónoma de Aragón: el yacimiento clásico del Cámbrico Medio de la Rambla de Valdemiedes, en Murero (provincia de Zaragoza), que ha sido declarado BIC en 1997 con la denominación de Sitio His- tórico. (b) Indirectamente (como se propone aquí), a través de la Sociedad Española de Paleontología, tras la selección y nominación de los puntos más importantes, propuestos como PEIP (Punto de Especial Interés Paleontológico) por la Comisión de Patrimonio de la Sociedad Española de Paleontología.

Medidas de protección: el marco legislativo en Aragón

La recuperación, conservación y rentabilización científica y social del im- portante patrimonio paleontológico de la provincia debe ser un objetivo irrenun- ciable de las instituciones sociales, científicas y políticas. Por otro lado, es preci- so tener en cuenta que el desarrollo del marco legal y la regulación de la protección y rentabilización del patrimonio corresponden al Gobierno de Aragón, a través de la Consejería de Cultura y Educación y, dentro de ésta, de la Dirección General de Cultura y Patrimonio. En este sentido, desde la publicación de la Ley de Patrimonio Histórico-Artístico (Ley 16/1985) el Gobierno de Aragón ha realizado una enco- miable labor de desarrollo legal y de preocupación por el patrimonio paleontoló- gico. Esto se ha hecho primero mediante la elaboración del Decreto Regulador de excavaciones paleontológicas (Decreto 6/1990) y de otras numerosas disposicio- nes legales reguladoras del Patrimonio y del Medio Ambiente (fig. 2). Posterior- mente, esta labor se ha continuado con una política de apoyo y subvención a la investigación y protección del patrimonio, así como de ayuda a la creación y de- sarrollo del Museo Paleontológico de Aragón, y en fecha más reciente mediante la elaboración y desarrollo de la Ley 12/1997, de 3 de diciembre, de Parques Cul- turales (B.O.A., n.º 143, 12 de diciembre) y la Ley 3/1999 de 10 de marzo del Pa- trimonio Cultural Aragonés (v. Andrés Moreno y Royo Guillén, 1998, para un re- sumen detallado de estos aspectos).

Parques Culturales

Esta ley nace inspirada en la Declaración de Helsinki del Consejo de Euro- pa sobre Patrimonio Cultural, de mayo de 1996, en la filosofía de interpretar de ma- nera global el Patrimonio Cultural integrando todas las diversas manifestaciones de patrimonio, como un factor de la construcción europea. En Aragón ya ha em-

434 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel

Ð Decr. 1121/86 (6 junio). Docum. y Restaur. Obras Públicas NACIONALES Ð Ley 41/94 (30 diciembre). Programas Mecenazgo Ð Ley 30/94 (24 noviembre). Incentivos Fiscales Patrimonio Histórico (1985) Ð Decr. 127/86. Com. Patrimonio Cultural Ð Decr. 193/88 (20 diciembre). Com. Asesora Arqueol./Paleont. AUTONÓMICOS Ð Ley 7/86. Museos de Aragón (DGA) LEYES Ð Decr. 31/87 (1 abril). 1% Obras Públicas a Patrim. Cultural NACIONALES Desarrollo Posterior Ð Decr. 6/90 (23 enero). Autorización Excav./Prospecciones (Leyes/Decretos Reguladores) Paleont.

Ð Real Decr. Ley 1302/86 (28 junio). Evaluación de Impacto NACIONALES Ambiental Protección de Ð Real Decr. 1131/88 (30 septiembre). Informes Impacto Espacios Naturales Ambiental (1989)

Ð Decr. 190/88. Comisiones Provinciales Medio Ambiente AUTONÓMICOS Ð Decr. 45/94 (4 marzo). Evaluación Impacto Ambiental (DGA) Ð Decr. 98/94 (26 abril). Normas Protección del Medio Ambiente Ð Ley 12/97 (3 diciembre). Parques Culturales de Aragón – Ley 6/98 (19 mayo). Compatibilización de Declaración de un mismo territorio como Espacio Natural Protegido y Parque Cultural Ð Ley 3/99 (10 marzo). Patrimonio Cultural Aragonés

Figura 2. Esquema del desarrollo del marco legislativo sobre patrimonio en España (y en el caso concreto de Aragón), en la parte que ha afectado al patrimonio paleontológico, desde la aparición de las leyes nacionales de Patrimonio Histórico (1985) y de Protección de Es- pacios Naturales (1989). pezado a tomar forma en los últimos años con la creación y puesta en funciona- miento de diversos parques culturales: Parque Cultural del Maestrazgo en el que se encuentra incluido el Parque Geológico de Aliaga, Parque Paleontológico de Galve, Parque Cultural del Río Martín y Parque Cultural de Albarracín, los cuales hacen a la Comunidad Autónoma Aragonesa pionera en este desarrollo legislati- vo, siendo Teruel una provincia privilegiada por la riqueza de su patrimonio cul- tural y natural, incluido el patrimonio geológico y paleontológico. De acuerdo con esta ley, “El Parque Cultural debe ser un elemento vital para el mantenimiento y conservación de los paisajes culturales y de este modo con- tribuir a la ordenación del territorio [...] dentro de una política de desarrollo sos- tenible” (Andrés Moreno y Royo Guillén, 1998). Otras características de los par- ques culturales, de acuerdo con Alloza (1996-97), son: la gestión única, a cargo de la Administración autonómica, tutelada o compartida con las Administraciones locales, la diversidad de las manifestaciones culturales en los mismos sin que deba predominar una sobre otras (aunque una manifestación más relevante pudiera ini- cialmente servir de reclamo), y su creación desde un punto de vista integrador de todo el patrimonio cultural, primando sobre todo el respeto al medio ambiente y la integración de las tradiciones culturales.

435 G. MELÉNDEZ Y C. SORIA LLOP

Ley de Patrimonio Cultural aragonés

Tal como son concebidos, no cabe duda de que los Parques Culturales con- tribuirán a establecer un marco favorable para la protección de los yacimientos pa- leontológicos en determinadas áreas. No obstante, también hay que tener en cuen- ta que en la Ley de Parques Culturales no se contempla ninguna figura de protección específicamente paleontológica. Esta figura, de manera muy general se encuentra en la Ley Nacional de Patrimonio Histórico de 1985 (Meléndez y Soria, 1999) y de manera más explícita en la ley de la Comunidad Aragonesa: Ley 3/1999 de 10 de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés (B.O.A., n.º 36, 20 de marzo de 1999). Esta ley, cuyo proyecto final databa del 17 de abril de 1998, ha tenido una larga gestación durante varios años en la Comunidad Autónoma. En lo referente al patrimonio paleontológico dentro de su desarrollo, la ley define en su título ter- cero los bienes integrantes del patrimonio paleontológico de Aragón como “los bienes muebles e inmuebles susceptibles de ser estudiados con metodología pa- leontológica, hayan sido o no extraídos, se encuentren en la superficie o en el sub- suelo o sumergidos bajo las aguas y que sean previos en el tiempo a la historia del hombre y de sus orígenes”. A continuación, el aspecto más relevante es la definición de dos figuras le- gales específicamente dirigidas a la protección de los yacimientos paleontológicos. Estas son, la de Zona de Protección (arqueológica o paleontológica: artículo 67) y la de Zona de Prevención (arqueológica o paleontológica: artículo 68), con las que pueden quedar bajo protección legal los yacimientos y bienes paleontológicos co- nocidos o que se encuentren presumiblemente localizados. Además la ley prote- ge por igual los bienes inmuebles (yacimientos) que los muebles (colecciones y ejemplares). En los restantes apartados, sin embargo, la mención a la Paleonto- logía en otros puntos es mínima o claramente subordinada a la Arqueología. El ar- tículo 70, denominado Actividades arqueológicas, menciona únicamente de manera secundaria las “Intervenciones arqueológicas y paleontológicas”, estableciendo a continuación el régimen de solicitudes y permisos para las mismas. Lo mismo se puede encontrar en el artículo 71: Urgencias arqueológicas. En este sentido, esta ley, aunque supone un notable paso adelante en la definición e individualización legal del patrimonio paleontológico, sigue manteniendo de facto y en la letra de la ley una cierta subordinación del mismo respecto al patrimonio arqueológico, punto éste ya denunciado desde un principio en la legislación nacional por diversos autores en numerosas ocasiones (Alcalá, 1992, 1996; Alcalá y Morales, 1994).

Medidas y acciones futuras

El progreso en la descripción de los principales yacimientos paleontológicos de la provincia de Teruel y su nominación como PEIP, y su posterior declaración como figura legal protegida, indudablemente favorecerá una mayor concienciación social por el patrimonio paleontológico de la provincia, y contribuirá a proteger los

436 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel yacimientos del expolio y de su explotación incontrolada. En la tabla 1 se mues- tra una lista de 11 yacimientos paleontológicos de la provincia de Teruel, espe- cialmente señalados por su riqueza fosilífera excepcional y por su importancia his- tórica. Esta lista incluye los puntos catalogados como PEIP en primer lugar, y directos candidatos para su declaración inmediata como figura legal protegida (BIC) con la denominación de Zona Paleontológica. Los puntos seleccionados abarcan al- gunos de los yacimientos con mayor tradición dentro de la provincia, desde los ya- cimientos de vertebrados en Concud y los alrededores de Teruel (macromamíferos), Libros (ranas fósiles) o Galve (restos de dinosaurios) y los de invertebrados, en la Sierra de Albarracín o Sierra Palomera (ammonoideos) o Rubielos de Mora (in- sectos), hasta otros relativamente más recientes, tales como el yacimiento de pis- tas fósiles de Bueña, y el de dinosaurios de Peñarroya de Tastavins. En la figura 3

Tabla 1. Relación de los 11 yacimientos paleontológicos de mayor interés de la provincia, propuestos directamente para su declaración inmediata como PEIP y candidatos prioritarios para su declaración legal como Zona Paleontológica

Grupo Estatus patrimonial Número Nombre Edad paleontológico Actual Propuesta 1Rubielos de Insectos y Mioceno Inf. BIC Mora plantas (Aragoniense) (PEIP) (Zona Paleont.) 2 Concud Mamíferos Mioceno Sup. (PEIP) BIC (Turoliense med.) (Zona Paleont.) 3 Libros Ranas Mioceno Sup. BIC (Vallesiense) (PEIP) (Zona Paleont.) 4 Galve Dinosaurios Jurásico Sup.- Parque Paleont. BIC Cretácico Inf. (PEIP) (Zona Paleont.) 5Peñarroya de Ammonites Cretácico (PEIP) BIC Tastavins 6Río Martín Ammonites Jurásico Parque Cultural BIC (PEIP) (Zona Paleont.) 7Calanda Ammonites Jurásico Sup. Parque Cultural (PEIP) (Oxf./Kimm./Tith.) (Maestrazgo) 8Sierra de Invertebrados Jurasico Parque Cultural (PEIP) Albarracín (PEIP) (Zona Paleont.) 9Ramba del Invertebrados Jurásico Inf.- (PEIP) BIC Salto Medio (Zona Paleont.) (S.ª Palomera) 10 Bueña Pistas fósiles Jurásico Sup. PIG BIC (PEIP) (Zona Paleont.) 11 Fosa de Mamíferos Mioceno Sup.- (PEIP) BIC Teruel Plioceno (Zona Paleont.) PEIP: Punto de Especial Interés Paleontológico (en proceso de tramitación) PIG: Punto de Interés Geológico BIC: Bien de Interés Cultural

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Azaila

Albalate del Arzobispo A 6 ALCAÑIZ CALAMOCHA Alcorisa 7 5 Montalbán Valderrobres Caminreal Ejulve

Monreal del Campo 10 4 B

9 Cantavieja

Allepuz C 2 Cella Albarracín TERUEL Alcalá de 8 la Selva 11 Mora de Rubielos 3 Rubielos de Mora 1

PARQUES NATURALES YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS

A Río Martín 1 Rubielos de Mora B Maestrazgo 2 Concud C Albarracín 3 Libros 4 Galve 5 Peñarroya de Tastavins 6 Río Martín 7 Calanda 8 Sierra de Albarracín 9 Ramba del Salto (S.» Palomera) 10 Bueña 11 Fosa de Teruel

Figura 3. Mapa de la provincia de Teruel, con la localización de los 11 yacimientos paleon- tológicos seleccionados por su mayor interés, y de los Parques Culturales definidos en la provincia.

438 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel se muestra un mapa de la provincia indicando la localización de los yacimientos y la extensión de los Parques Culturales declarados hasta el momento. No obstante, es necesario ir más allá en la creación de una verdadera in- fraestructura patrimonial en la provincia. En este empeño deben comprometerse las instituciones sociales y políticas locales buscando un acuerdo estable con el Gobierno de Aragón y con las instituciones científicas. Esto debe conllevar: 1. La racionalización de las importantes inversiones previstas en infraes- tructura paleontológica para los próximos años en la provincia, explotando el interés social y turístico de los fósiles y de los yacimientos de dinosau- rios (proyecto Dinópolis, v. fig. 4, y otras iniciativas). Parece obvio que sean los paleontólogos quienes deban asesorar sobre la viabilidad, los con- tenidos y las necesidades de infraestructura científica de dicho proyecto. El Instituto de Estudios Turolenses, por medio de su Sección de Paleon- tología, podría colaborar de manera destacada en éstas y otras iniciativas semejantes, jugando el papel de órgano asesor y consultivo.

Figura 4. Logotipo del parque temático Dinópolis, tal como se ha presentado recientemente, bajo la dirección y patrocinio del Instituto Aragonés de Fomento y del Gobierno de Aragón.

2. La creación de un auténtico fondo bibliográfico paleontológico de la pro- vincia de Teruel, en el marco de una más amplia biblioteca regional. Este proyecto, que ya ha sido iniciado mediante diversas ayudas y becas de in-

439 G. MELÉNDEZ Y C. SORIA LLOP

vestigación dentro del Instituto de Estudios Turolenses, cuenta con la in- fraestructura existente y las instalaciones recientemente renovadas del mismo, y podría ir perfilándose en un futuro próximo. En el embrión de un centro de exposiciones con vocación de evolucionar hacia museo pa- leontológico o centro de investigación, la concentración bibliográfica y do- cumental es un paso previo y una condición sine qua non en este sentido. 3. La promoción de una política museística a escala autonómica y, más con- cretamente, provincial. Esta iniciativa no debe ser contradictoria con, sino más bien complementaria de, la actual iniciativa museística mantenida por la Dirección General de Cultura y Patrimonio. La evolución futura del actual Museo Paleontológico de Aragón dependerá, obviamente, de las disponibilidades y limitaciones presupuestarias de la Administración. No obstante, existe la opinión y el consenso generalizado en la comunidad paleontológica española de que únicamente una adecuada infraestructura museística, con la dotación de plazas, instalaciones y material necesarios, y que en la Comunidad Aragonesa podría tomar formas y desarrollos muy diversos, puede contribuir a preservar, proteger y difundir el enorme valor científico y social del patrimonio paleontológico. 4. El desarrollo complementario de los puntos anteriores en el sentido de crear, bien un centro de investigación coordinado y dependiente de la Universi- dad (del Área de Paleontología de Zaragoza) o bien un centro o laboratorio de paleontología independiente, al abrigo de la mencionada institución museística. En ambos casos ya existen instituciones provinciales, sean éstas el Instituto de Estudios Turolenses, el Museo Provincial o el Museo Paleontológico de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, en Di- nópolis. El objetivo de este proyecto sería básicamente el de desarrollar coordinadamente y dotar dichas instituciones con instalaciones y perso- nal adecuado para la investigación y para el alojamiento de colecciones paleontológicas. 5. La canalización de las acciones de la Dirección de Patrimonio sobre pro- tección y subvención de excavaciones paleontológicas a través de las ins- tituciones políticas provinciales. En una futura situación de dotación y de- sarrollo de infraestructura museística e investigadora sobre paleontología en la provincia, no cabe duda de que las instituciones científicas y ad- ministrativas generadas, incluido el Instituto de Estudios Turolenses por medio de su Sección de Paleontología, podrían desempeñar un importante papel como interlocutores dentro de la provincia en los proyectos de ex- cavación y en las acciones de protección del patrimonio. Esto podría con- llevar la realización y/o coordinación de proyectos de investigación pa- leontológicos en la provincia, y la colaboración con la Administración del Gobierno de Aragón en las labores de gestión y mantenimiento de los par- ques culturales de la provincia y de los puntos paleontológicos declara- dos como zonas protegidas. Asimismo, sería objeto fundamental de su

440 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel

competencia la labor de catalogación, inventario y conservación del ma- terial paleontológico turolense, tanto el procedente de nuevas excava- ciones como el de la progresiva recuperación de colecciones históricas dis- persas en otros centros nacionales y extranjeros. 6. El apoyo a las iniciativas de propuesta y creación de áreas protegidas o es- pecialmente señaladas por su interés patrimonial en la provincia. De ellas la más adecuada resultaría la figura de Parque Cultural, definida en la Ley 12/1997 de 3 de diciembre, de Parques Culturales de Aragón. Esta figu- ra, sin ser específicamente paleontológica, tiene un carácter claramente patrimonial, por contraposición a otras figuras contempladas en la Ley de Protección de Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (Ley 4/1989, de 27 de marzo), como por ejemplo la de Parque Natural, que centran su atención en aspectos biológicos, geográficos o paisajísticos del espacio en cuestión. La figura de Parque Cultural, por tanto, resulta es- pecialmente adecuada al permitir incluir a los yacimientos paleontológi- cos por su valor cultural y científico, y por implicar una protección efec- tiva de los mismos, una regulación de las excavaciones, y una progra- mación y desarrollo de su rentabilización social. Hasta la fecha, de los cinco parques culturales definidos en Aragón, tres de ellos se encuentran en la provincia de Teruel. Estos son, el Parque Cultural del Río Martín, el del Maestrazgo y el de la Sierra de Albarracín (fig. 3).

Conclusiones

El futuro del patrimonio paleontológico de la provincia de Teruel, en cuan- to a sus perspectivas de protección, recuperación, desarrollo científico y rentabi- lización social, debe pasar necesariamente por la racionalización de las importantes inversiones previstas para la provincia en proyectos de difusión cultural de carácter paleontológico. Por otra parte, la creación efectiva y sostenida de infraestructura museística e investigadora debe ser un objetivo prioritario, basado en la coordi- nación entre las instituciones culturales, científicas y políticas, provinciales y re- gionales. El progreso en la definición y desarrollo del marco legal sobre patrimo- nio debe contemplar la ampliación de áreas y de yacimientos protegidos; al mismo tiempo, las medidas y disposiciones reguladoras de los trabajos científicos en la provincia deberían simplificarse en lo posible para facilitar la labor de los inves- tigadores. El desarrollo museístico de la provincia, por su parte, debe contemplar necesariamente una ampliación presupuestaria sustancial, invirtiendo con visión de futuro tanto en infraestructura (centros e instalaciones) como en dotación per- sonal. Esto es un requisito necesario si se desea progresar en la doble labor de con- centración y recuperación del patrimonio mueble (colecciones paleontológicas) y en la descentralización museística deseada y reclamada frecuentemente desde ins- tancias políticas y sociales diversas.

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Agradecimientos

Los autores desean agradecer al Instituto de Estudios Turolenses la organi- zación y el desarrollo de esta I Reunión sobre Patrimonio Turolense, dedicada al patrimonio paleontológico de la provincia, que ha permitido realizar avances sig- nificativos en la presentación de debates y en el conocimiento y sistematización de la riqueza paleontológica de la provincia. Asimismo, a Vicente Domingo, José Antonio Andrés, Monserrat Soria, Jorge Morales, Luis Alcalá, Sixto Fernández López, Eladio Liñán y Eloísa Bernáldez, por su participación activa en las Jorna- das y en los debates, y por las ideas aportadas.

Bibliografía

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442 Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel

Meléndez, G. y Soria Llop, C. 2000. El debate sobre el Patrimonio Paleontológico en España: El papel de la sociedad, las Administraciones públicas y los pa- leontólogos. Geotemas, 1 (2), 317-320. Meléndez, G. and Soria, M. 1994. The legal framework and scientific procedure for the protection of palaeontological sites in Spain: recovery of some special sites affected by human activity in Aragón (eastern Spain). In: Geological and landscape conservation (Eds. D. O’Halloran, C. Green, M. Harley, M. Stanley and J. Knill), Geological Society, London, 329-334. Meléndez, G. y Soria, M. 1999. Situación actual del patrimonio paleontológico en España. Boletín del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), 29, 128- 141. Soria, M. 1993. El Patrimonio Paleontológico de Teruel. Estudio sobre la protección y conservación de yacimientos de especial interés. Instituto de Estudios Tu- rolenses, inédito, 146 pp. Soria, M. 2002. Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel. (En este volumen). Verneuil, E. de et Collomb, E. 1852. Coup d’oeil sur la constitution géologique de quelques provinces d’Espagne. Bulletin de la Société Géologique de France, (2), 10, 61-147. Vilanova y Piera, J. 1863. Ensayo de descripción geognóstica de la provincia de Te- ruel, en sus relaciones con la agricultura de la misma. Madrid, Imprenta Na- cional, 312 pp.

443

Índice

Presentación ...... 7 Programa de las I Jornadas sobre el Patrimonio de la provincia de Teruel. Paleontología ...... 13 Evaluación y sistematización. Interpretación de las gráficas ...... 17

Legislación y gestión

José Antonio ANDRÉS MORENO y José Ignacio ROYO GUILLÉN, Desarrollo legal del patrimonio paleontológico y actuaciones de la Dirección General de Pa- trimonio Cultural de la D.G.A...... 21

Kevin Neil PAGE, La conservación del patrimonio paleontológico en Ingla- terra: ¿legislación o concienciación? ...... 45

Jorge MORALES, Elena GÓMEZ y Beatriz AZANZA, El patrimonio paleontológi- co español: marco legal, titularidad, gestión y conservación ...... 53

Yacimientos

Monserrat SORIA, Inventario general del patrimonio paleontológico de Teruel...... 63

Guillermo MELÉNDEZ, Sixto FERNÁNDEZ-LÓPEZ, Celia SORIA LLOP, Isabel PÉREZ URRESTI, Julia BELLO, Graciela DELVENE,María José COMAS-RENGIFO, Antonio GOY, Elena CLEMENTE y Montserrat RODRÍGUEZ MORA, Los yacimientos paleon- tológicos del Jurásico de la Sierra de Albarracín (Rama Castellana de la Cor- dillera Ibérica): aspectos estratigráficos y patrimoniales ...... 81

Guillermo MELÉNDEZ, Sixto FERNÁNDEZ-LÓPEZ, Isabel PÉREZ URRESTI, Graciela DELVENE, María José COMAS-RENGIFO y Antonio GOY, Los yacimientos paleon- tológicos del Jurásico en el valle del Jiloca (Rama Castellana de la Cordillera Ibérica): valoración patrimonial y medidas de protección ...... 137

Guillermo MELÉNDEZ, Graciela DELVENE, Antonio GOY, Isabel PÉREZ URRESTI y Monserrat SORIA, Los yacimientos paleontológicos del Jurásico en el Parque Cultural del Río Martín: evaluación patrimonial y medidas de gestión ..... 169

445 ÍNDICE

Enrique PEÑALVER y Xavier MARTÍNEZ DELCLÒS, Importancia patrimonial de Arroyo de la Pascueta, un yacimiento de ámbar cretácico con insectos fó- siles en Rubielos de Mora ...... 201

Enrique PEÑALVER, Xavier MARTÍNEZ DELCLÒS y Eduardo BARRÓN, Importancia patrimonial y propuesta de gestión del Konservat-Lagerstätte mioceno de Ru- bielos de Mora ...... 209

Luis ALCALÁ, Valoración patrimonial de los yacimientos de vertebrados de la Fosa de Teruel ...... 227

Luis LUQUE y Luis ALCALÁ, Valoración patrimonial del yacimiento paleon- tológico de Libros ...... 243

María Dolores PESQUERO, Begoña SÁNCHEZ y Luis ALCALÁ, Valoración patri- monial de los yacimientos pliocenos de la depresión de Sarrión ...... 257

María de los Ángeles ÁLVAREZ SIERRA y Remmert DAAMS, Área tipo del Ram- bliense (Mioceno Inferior, norte de Teruel) ...... 269

Joaquín ALBESA, Patrimonio paleomalacológico del Neógeno del sector sep- tentrional de la Fosa de Teruel ...... 279

Plinio MONTOYA, Los yacimientos de vertebrados de Rubielos de Mora 2 y Alto de Ballester 1 (Mioceno Inferior, Rubielos de Mora) ...... 295

Enrique PEÑALVER, Salvador Jesús BADÍA GIMENO, Jesús MUÑOZ BERTOMEU y Mario Xavier RUIZ GONZÁLEZ, Interés patrimonial de los travertinos del río Matarraña, Beceite; un yacimiento paleobotánico a proteger ...... 305

Colecciones museísticas

Eladio LIÑÁN, El Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza como Institución primordial en la gestión del Patrimonio Paleontológico aragonés ...... 327

Luis ALCALÁ, La colección de vertebrados fósiles de Teruel del Museo Na- cional de Ciencias Naturales (CSIC) ...... 339

Carmen DIÉGUEZ y Ángel MONTERO, Ejemplares tipo de invertebrados fósiles de la provincia de Teruel en el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC ...... 353

Esteban José SÁNCHEZ FERRIS, Enrique PEÑALVER y Margarita BELINCHÓN, Los fósiles de Teruel depositados en el Museo de Ciencias Naturales de Valen- cia y su gestión informática ...... 361

Ana GARCÍA FORNER, Brígida GIL, Jorge GILLEM, María Ángeles MAROTO, Car- los MARTÍNEZ PÉREZ, Pablo PLASENCIA, José Antonio VILLENA y Ana MÁRQUEZ- ALIAGA, Gestión, inventario e informatización de los fósiles de Teruel en el Museo de Geología de la Universitat de València ...... 371

446 El Patrimonio Paleontológico de Teruel

Ana MÁRQUEZ-ALIAGA, Ana GARCÍA FORNER y Pablo PLASENCIA, “Colección Triá- sico de Teruel” en el Museo de Geología de la Universitat de València ..... 385

Abel PRIEUR, Presentación del censo de ejemplares de fósiles de mamíferos procedentes de la provincia de Teruel en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Claude Bernard de Lyon (Francia) ...... 399

Esperanza M. FERNÁNDEZ MARTÍNEZ y Francis TOURNEUR, Corales tabulados del Devónico de Teruel: colecciones “Alfred Dereims” y “Universidad de Oviedo” ...... 405

Emilio CASTRO, Las colecciones paleontológicas de la provincia de Teruel en los colegios de La Salle: la aportación del Dr. Rafael Adrover a la paleon- tología turolense ...... 413

Estado actual y problemática del patrimonio paleontológico Guillermo Meléndez y Celia Soria Llop, Presente y futuro del patrimonio paleontológico de Teruel: medidas de protección, gestión y proyección social ...... 429

447