Estudios de Cultura Maya ISSN: 0185-2574 [email protected] Centro de Estudios Mayas México

GONZÁLEZ PONCIANO, JORGE RAMÓN RESEÑA DE "EL VACÍO IMAGINARIO. GEOPOLÍTICA DE LA OCUPACIÓN TERRITORIAL EN EL CARIBE ORIENTAL MEXICANO" DE GABRIEL AARÓN MACÍAS ZAPATA (coord.) Estudios de Cultura Maya, vol. XXVIII, 2006, pp. 178-185 Centro de Estudios Mayas Distrito Federal, México

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Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Gabriel Aarón Macías Zapata (coord.), El vacío imaginario. Geopolítica de la ocupación terri- torial en el Caribe oriental mexicano. México, Centro de Estudios Superiores en An- tropología Social y H. Congreso del Estado de , X Legislatura, 2004, 460 pp. + tablas, 23 cm (Colección Peninsular/Archipiélago).

Este libro estudia el Caribe mexicano desde México con Belice y Guatemala. Es una zo- la perspectiva de la historia colonial, la re- na de frontera donde desde hace más de un sistencia indígena y las disputas interim- siglo, comerciantes locales y corporaciones periales y nacionales por el control de la transnacionales crearon una economía de región fronteriza México-Belice. Gabriel enclave de alta rentabilidad para los inver- Aarón Macías Zapata1 coordinó la prepara- sionistas externos y escaso beneficio so- ción del volumen y es autor del estudio in- cioeconómico para los habitantes locales troductorio y de uno de los ocho artículos mayas y mestizos. que dan cuerpo al material que incluye epí- El vacío imaginario historiza la confor- logo y bibliografía general. Los trabajos pro- mación de esa noción de vacío en el perío- vienen del proyecto Origen y desarrollo de do colonial y su presencia en las perspecti- ciudades y poblaciones de Quintana Roo, 1898 vas ideológicas de encomenderos, curas, a la época actual, apoyado por el Consejo madereros, ganaderos, plantadores, perso- Nacional de Ciencia y Tecnología y la Uni- neros de compañías forestales y chicleras, versidad de Quintana Roo. En el estudio in- comerciantes y colonos favorecidos por las troductorio, Macías Zapata examina la con- concesiones del gobierno federal. Lo vacío cepción de vacío territorial impuesta por el es lo inculto y deshabitado, refugio de idó- Estado colonial y moderno para justificar latras o región de emancipación, como afir- políticas públicas de reducción, represión, ma Pedro Bracamonte y Sosa en “El pobla- explotación forestal y colonización de tie- miento de Quintana Roo durante la rras indígenas. El vacío en lo que ahora es Colonia”, que se incluye en este volumen. Quintana Roo fue durante varios siglos Según este autor, la construcción de las escenario de guerras, poblamientos, des- tierras indígenas como vacías o despobla- ocupaciones y repoblamientos, especialmen- das se dio a través de dos modelos de do- te en la parte sur de la costa oriental, que minio territorial en la península de Yuca- corresponde a los límites fronterizos de tán. Durante la Colonia, el modelo privilegió

1 De Macías Zapata se conocen sus investigaciones sobre la historia económica y la formación de la frontera mexicana en Quintana Roo como La península fracturada. Conformación marítima, social y forestal del territorio de Quintana Roo, 1884-1902, CIESAS, Universidad de Quintana Roo, Porrúa, México, 2002; “Soldados, indios y libre comercio en Quintana Roo, 1893-1903”, Relaciones, 49, Cole- gio de Michoacán, 1992, pp. 129-152; “Las administraciones pública y privada en la frontera Méxi- co-Belice, 1884-1898”, en Phillipe Bovin (coord.), Las fronteras del istmo. Fronteras y sociedades entre el sur de México y América Central, México, CEMCA, CIESAS, 1997, pp. 115-121; “El ave fénix de la fron- tera, el suelo urbano y agrícola de Payo Obispo, 1898-1931”, en Martín Ramos Díaz (coord.), Payo Obispo 1898-1998, a propósito del Centenario, Universidad de Quintana Roo, 1998, pp. 157- 213, y “La posesión del paraíso: el conflicto por la tierra de durante el porfiriato”, en An- tonio Escobar Ohmested y Teresa Rojas (coords.), Estructuras y formas agrarias en México, del pasado y del presente, Centro de Estudios Superiores y Sociales en Antropología Social, Secretaría de la Refor- ma Agraria, Universidad de Quintana Roo y Conacyt, 2001, pp. 215-230.

178 ESTUDIOS DE CULTURA MAYA XXVIII la jurisdicción sobre los hombres, la organiza- blado que aparece en el plano de 1734, de ción de la encomienda y el acceso a los autor desconocido, y en el de 1798, de Juan servicios personales de los indios, y a partir José de León. “La palabra despoblado no de fines del siglo XVIII, el modelo consistió fue sólo un señalamiento en los planos en ocupar el espacio simbólico y territorial sino que puede considerarse un concepto de lo vacío creando estancias, haciendas y ideológico por medio del cual se calificaba empresas agropecuarias a las que luego se una extensa región”, dice Bracamonte en agregaron compañías madereras y chicle- su artículo. ras extranjeras, socias del gobierno federal Al momento del contacto, Quintana Roo en el proceso de pacificación y someti- tenía alrededor de 250 000 habitantes, y miento de los indios libres y fugitivos perdi- solamente Ecab, llamada “el gran Cairo” por dos en el vacío. los españoles, pudo haber llegado a los 78 Dice Bracamonte y Sosa que lo que de- 000 habitantes.3 Chetumal podría haber te- biera importarnos no es el vacío ni el des- nido 2000 casas y Mazanahau 3000. , poblamiento del espacio quintanarroense Chablé y Yuyumpetén estaban muy pobla- sino la frontera flexible que separó al domi- dos.4 No había tal despoblado, y aunque en- nio español de los territorios de indios li- tre 1527 y 1590 la costa oriental yucateca bres. Es escasa la documentación —afirma fue considerada un lugar inhóspito, siem- el autor— y muy pocas las investigaciones pre se reconoció la importante presencia sobre esta frontera flexible y la población de población nativa que había que some- fugitiva que la aprovechó para fundar par- ter y cristianizar. Las epidemias y las re- cialidades, ranchos y pueblos y poder en- ducciones ayudaron a que cayera la alta den- frentar las entradas de reducción de fran- sidad demográfica del siglo XVI y se llegara ciscanos, curas y encomenderos durante en los siglos posteriores a la idea de un los siglos XVI y XVII. Según Bracamonte, los despoblado casi absoluto.5 Antes de 1548 las trabajos de Roys (1957), Gerhard (1991) y epidemias de viruela habían acabado con Chamberlain (1982)2 no cuestionan la per- 90% de la costa oriental, según Gerhard, cepción de un despoblamiento casi comple- basado en Chamberlain. Y el cocoliztli se to del área que ahora es Quintana Roo, pro- manifestó en las costas de Yucatán en 1544, bablemente influidos por haber interpretado antes de la devastación que provocó en el de manera demasiado literal el rótulo despo- centro de México entre 1545 y 1548.

2 Véase Roys, The Political Geography of the Yucatan Maya, Washington, Carnegie Institution of Washington, 1957; Gerhard, La frontera sureste de la Nueva España, México, UNAM, 1991, y Chamber- lain, Conquista y colonización de Yucatán 1517-1550, México, Porrúa, 1982. 3 Según Roys (1957), el actual territorio de Quintana Roo estaba dividido en Ecab al norte, Co- chua en el centro y Uaymil-Chetumal en el sur. Cochua era la menos poblada con 45 mil habitantes pero con pueblos de origen prehispánico como , , Polyuc y . 4 Véase Vargas, Organización político-territorial de la costa oriental de Quintana Roo, México, UNAM, 1997. 5 De 1511 a 1803, dice Bracamonte, la población yucateca pasó de 1 028 000 habitantes en 1511 a 149 810 en 1803, para empezar a recuperarse hasta alcanzar 336 400 en 1803. Ecab, Polé y otros sitios permanecieron habitados en parte por algunos de sus pobladores originales y por fugitivos del interior de la península.

RESEÑAS 179 Los españoles fundaron Salamanca de Ese año, el capitán Juan del Castillo rea- Bacalar en 1544 y para su sobre vivencia lizó la que parece ser la última de las re- ducciones en La Pimienta, que logró so- dependieron de la tributación, los servi- meter a nueve pueblos libres con una cios personales de los indios y reparti- población de 1 666 indígenas. Después mientos de mantas de algodón, patíes y de la conquista del cacicazgo Itzá en cera, entre otros productos. En 1608 los 1696, Bacalar perdió importancia y prác- ticamente quedó deshabitada durante 30 curas Pedro Sánchez de Aguilar y Alonso años, hasta que en 1726, el gobernador de Lara de Valladolid, y don Juan Chan, go- Antonio de Figueroa decidió repoblarla bernador indígena de Chancerote, y sus para hacer frente a la ocupación inglesa de Belice y comenzar la construcción del tres hijos dicen haber realizado 20 entra- fuerte de San Felipe. El repoblamiento das de reducción entre 1597 y 1612 y sa- de Bacalar intentó contener el avance de cado de los ranchos libres más de 1200 los piratas y los cortadores de palo de tin- fugitivos. La entrada de 1623-1624 para te en Wallis (Belice). Se fortificó el lugar y se repobló con familias provenientes reducir a los de La Pimienta, población al de las Islas Canarias. Sin embargo, en occidente de Bacalar, terminó con la muer- 1737 era evidente que el programa no te de fray Diego Delgado en Tayasal , del había rendido los frutos esperados. Los capitán Francisco de Mirones y del fraile nuevos colonos pedían que se les conti- nuara pagando el real sustento alegando Juan Enriquez en Sacalum. que la región era insalubre y la agricultu- ra pobre. Entre 1639 y 1641, nos cuenta Braca- monte, se registró el cuarto y el más Bracamonte y Sosa sostiene que a lo fuerte de los levantamientos del período colonial. Gran cantidad de indígenas largo del siglo XVII, en la zona oriental de la abandonaron y quemaron sus pueblos y provincia de Yucatán se dio un permanen- se integraron a la confederación rebelde te repoblamiento indígena y entradas de encabezada por los indios del Tipú, en reducción dirigidas a perseguir prácticas un territorio que sufría el asedio adicio- nal de piratas desde las aguas del Cari- idolátricas y recuperar las matrículas de tri- be. Luego, entre 1652 y 1655 se produjo butarios en pueblos deteriorados por cala- otro intento de restablecer el dominio midades y enfermedades. La propiedad te- sobre los indios de Bacalar, pero sin nin- gún resultado. Durante todo el período rritorial tuvo un desarrollo tardío en esa colonial Bacalar atrajo a la mayor canti- zona de dominación y resistencia en la cual dad de fugitivos. Los mayas y los indios los mayas dispersos y fugitivos traficaron del Tipú se mantuvieron con mucha au- armas a cambio de permisos para cortar tonomía, así como los indios de La Pi- mienta, particularmente de los pueblos palo de tinte con los británicos instalados de Chichanhá y Sacalum. En 1678, una en la desembocadura del río Belice desde nueva sublevación conmovió la región mediados del siglo XVII.6 Los mayas fueron de la montaña, desde Bacalar y el Tipú autónomos en el sur de la costa oriental hasta los confines del río Usumacinta.

6 Elementos que refuerzan esta postura pueden encontrarse en otras publicaciones del autor. Véase Bracamonte y Sosa, Amos y sirvientes: las haciendas de Yucatán, 1789-1860, Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, 1993; La conquista inconclusa de Yucatán, 1560-1680, México, Centro de Estu- dios Superiores en Antropología Social y Universidad de Quintana Roo, 2001; y en coautoría con Gabriela Solís, Espacios mayas de autonomía. El pacto colonial en Yucatán, Mérida, Conacyt, Universidad Autónoma de Yucatán, 1996.

180 ESTUDIOS DE CULTURA MAYA XXVIII de la península de Yucatán por más de 50 Desde fines del XVIII se inició el primer años. Con excepción de y Co- intento de colonización del norte de la zumel, los mayas se posesionaron desde La costa oriental, entre el Cabo Catoche e Isla Maroma, y en otras ocasiones desde Tu- Mujeres, que fue bautizada como la Nueva lum, hasta el río Hondo y Bacalar, último Málaga, y que, por estar a sólo 45 leguas poblado en el que aún había población de La Habana, podía ser utilizada para em- blanca y mestiza. Bacalar, fundado en 1544, barcar productos provenientes de Sisal, permaneció como un enclave que todavía Campeche y Honduras. Tanto en esta zona en el siglo XVII se utilizaba para reducir a como en el resto de la costa oriental, du- los indios fugitivos, así como para defen- rante las últimas tres décadas de la Colonia, der la provincia de los ingleses, que dispu- la población blanca y mestiza sin acceso a taban la costa en la bahía de la Ascensión, encomiendas, comercio o repartimientos que por cierto también se convirtió en lu- comenzó a disputar la tierra a los pueblos, gar de refugio para los esclavos negros ya fuera por compra o simple usurpación prófugos de los ranchos de los cortadores de espacios vacíos. En el norte y el oriente de palo de tinte. En 1744 era evidente el se desarrolló una clase emergente de ran- fracaso de la colonización del área de Ba- cheros y productores comerciales de maíz, calar. La villa, a más de 40 leguas del pue- tabaco y caña de azúcar en una media luna blo de indios más cercano, era un sitio in- que iba desde Peto hasta Tihosuco. Duran- hóspito, despoblado y peligroso que no te el último siglo colonial se terminó de ofrecía posibilidad alguna de enriquecer- consolidar la imagen de Quintana Roo se. En un largo período que va de 1544 a como un lugar despoblado o vacío, con la 1688, la población no indígena de Bacalar, excepción de Bacalar y su pequeña área de afirma Bracamonte, nunca pasó de las 123 influencia. La nueva clase puso sus ojos en personas. Después de la conquista del Itzá esas “tierras vacías”, y aunque la guerra de los españoles perdieron interés en Bacalar castas (1847-1901) dislocó por largo tiem- y en la montaña, desalentados por los altos po el orden territorial y social de la penín- costos y pocos beneficios de la conquista sula, hacia 1870 el repunte en la demanda de Martín de Urzúa. mundial del palo de tinte intensificó los Bracamonte y Sosa muestra las dificul- contactos entre los cortadores británicos y tades de la corona española para someter los indígenas insurrectos. a la población fugitiva y desmantelar la re- Después de la declinación del palo de sistencia radical y las regiones emancipa- tinte siguió el auge del chicle, y la dictadu- das. Para 1846, el partido de Bacalar tenía ra porfirista repartió entre un selecto gru- 7 601 habitantes, pero el repoblamiento po de asociados concesiones para la ex- más significativo se dio a partir del inicio plotación forestal, pesquera, ganadera, de la guerra de castas al año siguiente, agrícola y colonizadora de esas tierras bal- cuando muchos indios rebeldes estable- días. Según Macías Zapata en “El ombligo cidos en la extensa zona entre Tihosuco, de los hatos. Payo Obispo y su hinterland y Bacalar, que pudieron llegar a forestal”, la actividad forestal en Quintana 40 000 habitantes, fundaron su capital en Roo no facilitó el desarrollo de un hinter- 1850 en Chan Santa Cruz, conocido luego land agrícola contiguo y abastecedor de como Felipe Carrillo Puerto. alimentos. El suministro se resolvió me-

RESEÑAS 181 diante la importación masiva de víveres, un selecto número de concesionarios, herramientas y demás enseres desde la co- como la compañía Stamford y Manuel Sie- lonia inglesa de Belice, que produjo un sis- rra Méndez. En 1905 la Stamford renovó el tema regional de ramificación radial cuyo contrato por diez años más para explotar emplazamiento central se ubicó en el 192 000 hectáreas ubicadas en los límites puerto de Belice, centro del flujo y contra- con Campeche hasta la frontera entre Méxi- flujo de mercancías. Payo Obispo, después co y Guatemala. La lejanía de la aduana de llamado Chetumal, se convirtió en 1898 en Payo Obispo en relación al litoral marítimo puerto aduanero e intermediario en la par- impidió una mejor captación fiscal. La situa- te mexicana del Río Hondo. Replicando ción desembocó en una libertad comercial otras experiencias de definición fronteriza extrema, dice Macías, que por 1906 permi- en el continente, en las cuales intereses de tió cierta bonanza entre los comerciantes empresas transnacionales prevalecieron a de . Si hubo un vacío en ese sentido la hora de decidir el trazo de los límites fue el de la ausencia o debilidad de los po- territoriales modernos, el factor que en deres del Estado, que propició la libre ope- 1896 inclinó la balanza a favor de que la ración de negocios sin pagar derechos aduana fronteriza se instalara en Payo aduanales. Obispo y no en Xcalak o en Vigía Chico, Macías Zapata analiza el hinterland fo- fue la llegada de la compañía estadouni- restal de Payo Obispo, la declinación del dense Stamford. palo de tinte y su sustitución por el chicle, Existían planes para establecer la adua- las rivalidades entre los puertos de Payo na en las bahías de la Ascensión o del Espí- Obispo Chetumal, Vigía Chico e Xcalak y la ritu Santo, pero la llegada de la Stamford explotación pesquera y coprera en la costa decidió que la aduana se creara en la bahía meridional. Siguiendo esa línea argumen- de Chetumal en Payo Obispo. La Stamford tal y en algunos casos reiterando lo dicho planeaba extraer al menos mil toneladas por Macías, Martha Herminia Villalobos anuales de palo de tinto y colaborar con el González, en “Del antiguo al nuevo régi- gobierno porfirista para someter a los in- men. Bosque y territorialidad entre los ma- dios insurrectos. Payo Obispo fue el nuevo yas de Quintana Roo, 1890-1935”, cuenta poblado favorecido por las centrales ma- cómo en 1915 el gobierno devolvió a los dereras para distribuir víveres, hombres y indios Chan Santa Cruz, su antigua capital, herramientas hacia los hatos. Sin embargo, que desde 1901 había estado en manos según explica Macías Zapata, Payo Obispo del ejército federal. Carranza reconoció el quedó lejos del litoral marítimo, incapaz cacicazgo de Francisco May y su derecho a de atraer los flujos comerciales costeros e explotar 20 000 hectáreas libres del pago impedir el contrabando, aunque con más de arrendamiento y de cualquier otro tipo cercanía a las áreas de corte de palo de de gravamen. Desde la época porfirista, la tinte perteneciente a los indios libres. El entrega de concesiones fue dirigida a frag- ejército tomó Chan Santa Cruz, y en 1902 mentar el poder de los caciques y debilitar se constituyó el territorio federal de Quin- la resistencia de los mayas a su integración tana Roo. La derrota militar de los mayas al capitalismo y al Estado nacional. Dice en 1901 implicó que el territorio antes Villalobos González que para los mayas ocupado por los mayas pasara a manos de era inconcebible que aquellos extraños in-

182 ESTUDIOS DE CULTURA MAYA XXVIII vadieran sus tierras y además alegaran de- escuela, jueces, delegados, encargados de rechos a usufructuar los recursos naturales aduana, fareros, distinto tipo de artesanos, de sus bosques. nobles europeos y hasta naufrágos. Co- El gobierno otorgó concesiones para la merciantes y propietarios de barcos se con- explotación de la copra, el guano en los virtieron en consignatarios, exportadores arrecifes y en las islas y la pesca de langos- o comisionistas del chicle, beneficiarios de ta, jaiba, pulpo, tiburón, ostión, peces, la recepción, el almacenamiento y la poste- tortuga común, carey, concha perla, cara- rior exportación del producto y del abasto coles, almejas, esponja y coral. Sin embar- de alimentos e insumos que los campamen- go, eran más atractivas las concesiones tos requerían. para la explotación forestal de palo de tinte Los más favorecidos fueron concesiona- al principio y de chicle durante la primera rios como la Development Company Inc. y y la segunda guerra mundial. A diferencia el Banco de Londres y México. La introduc- de la extracción de maderas preciosas, que ción de la navegación a motor, los hidro- requería abrir caminos de cierta anchura, planos y la inauguración en 1928 del tráfi- para transportar la resina bastaba una ve- co aéreo entre Cayo Hueso, en La Florida, reda por la que pudieran transitar las mu- y Colón, en Panamá, permitieron que Co- las cargadas de marquetas de chicle. zumel se convirtiera en un importante Contrario a lo que ha sostenido la histo- centro comercial y de escala para la nave- riografía en torno a que la explotación chi- gación marítima y aérea nacional e inter- clera ayudó a consolidar la pacificación de nacional. Sin embargo, la caída de los pre- los indígenas y su sometimiento al Estado cios del chicle en 1929 hizo que la mancha nacional, Villalobos sostiene que ésta per- urbana no siguiera creciendo, aunque de mitió la reorganización de la sociedad in- Cozumel continuó saliendo azúcar a Pro- dígena y aumentó el poder de los jefes greso, cocos a La Habana y piña a algún mayas en el espacio vacío. lugar de la costa. Ramos Díaz muestra la Como parte de la ocupación de los va- manera en que la isla de Cozumel se con- cíos se fundó San Miguel de Cozumel con virtió en un enclave multicultural muy dife- mestizos y blancos refugiados de la guerra rente al paisaje social y productivo de las de castas. Según Martín Ramos Ruiz, en plantaciones de azúcar y arroz y las cinco “Cozumel, desarrollo de un puerto mexica- mil familias de Morelos, Michoacán, Méxi- no en el mar Caribe durante los años veinte co y Durango que llegaron para formar los (siglo XX)”, a Maximiliano ya se le había ocu- Nuevos Centros de Población Ejidal en tie- rrido que la isla podría servir para desterrar rra firme, mencionados por Martha Patri- a los molestos propagandistas de la res- cia Mendoza Ramírez en “Poblar es gober- tauración de la república. A partir de la his- nar. Las políticas de colonización dirigida toria de la construcción de un faro de mu- en Quintana Roo, 1960-1980”, incluido cha utilidad militar en la pacificación de la también en este volumen. Como en otros insurgencia maya, Ramos describe el auge lugares del gran macizo selvático del su- del chicle y la manera en que la constitu- roeste y el sureste mexicano, la mala eje- ción de Quintana Roo como territorio fede- cución de los programas y las condiciones ral, incrementó la llegada a Cozumel de em- de pobreza provoca que de ser recepto- pleados públicos, marinos, maestros de res de colonos, los ejidos del sur de Quin-

RESEÑAS 183 tana Roo se conviertan en expulsores de donde la internacionalización del capital mano de obra. ofrece alta rentabilidad a los inversores, se- Bonnie Lucía Campos Cámara, en “El ría necesaria la eliminación gradual de ba- proyecto como estrategia de rreras a la libre circulación fronteriza de desarrollo regional en el sur de Quintana los turistas. En la Costa Maya se integra lo Roo. El caso de Xcalak, puerto fronterizo”, ecológico, lo arqueológico y lo cultural ofi- describe el panorama socioeconómico de cialmente aceptado por los gobiernos que la franja sur de la costa oriental quintana- participan en el proyecto Mundo Maya. En rroense, los efectos del turismo masivo y el sureste de México este proyecto apoya las inmejorables condiciones para que se programas ecoturísticos en la reserva de dé un desarrollo integrado de la industria Calakmul, Campeche, la sierra de Huiman- turística entre Xcalak y la isla de San Pedro, guillo, Tabasco,y en Felipe Carrillo Puerto. en Belice. Las dos poblaciones comparten Como parte del mismo proyecto, la costa el clima, el tipo de suelo, la historia, las sur de Quintana Roo, dice la autora, se be- actividades económicas (copra, pesca y tu- neficiará con la restauración de Oxtancah, rismo), el lenguaje, la cultura y, en varios , Xpujil, Tzibanché y el sitio co- casos, ancestros comunes. San Pedro es el lonial Chicanhá. centro turístico más importante de Belice, Birgit Schmook y María Angélica Navarro pero en Xcalak la actividad recreativa es Martínez, utilizando un enfoque agronómi- incipiente. Los atractivos incluyen al Banco co y geográfico del desarrollo regional, des- Chinchorro, el atolón más grande del mar criben en “Estrategias de producción y su- Caribe, y numerosas áreas para pesca de pervivencia en los pueblos mayas del ejido subsistencia y comercial, como la langosta, X-hazil y anexos 1935-1998”, los sistemas el caracol y los peces. Son cinco sistemas de producción utilizados por los colonos costeros: arrecifes coralinos, ecosistemas de en ese que es uno de los ejidos forestales manglar, sistemas de playa, estuarios y la- más grandes y antiguos de Quintana Roo. gunas y lechos marinos, y tres comunida- Las autoras examinan la historia local de la des de vegetación: la duna costera, los man- actividad productiva en el poblado, el apro- glares y la vegetación hidrófita. No se dice vechamiento forestal, el chicle, la madera mucho sobre las organizaciones no guber- en rollo, las concesiones, los derechos eji- namentales, los expatriotas y los inverso- dales y los trabajos de la Organización de res extranjeros, el cansancio de la pobla- Ejidos Productores Forestales de la Zona ción ante la inconsistencia de las políticas Maya. Los colonos basan su reproducción públicas dirigidas a promover el desarrollo en autoconsumo, milpa temporal y dife- costero y los esfuerzos de pescadores y rentes tipos de cacería, ingresos moneta- lancheros por incorporarse a la economía rios, trabajo asalariado, explotación forestal regional como prestadores de servicios tu- y migración temporal a Cancún. Ninguna de rísticos. La autora recuerda que la consul- estas actividades por sí sola decide el de- tora estadounidense Koll International se- sarrollo y la consolidación del ejido, y la ñaló que como destino turístico, la Costa combinación de actividades amortigua los Maya era más competitiva que Hawai, la efectos negativos de la baja en el precio costa sureste de los Estados Unidos y el de determinado producto en el mercado o Caribe. De allí que por tratarse de un área la pérdida de la cosecha. Además, la migra-

184 ESTUDIOS DE CULTURA MAYA XXVIII ción temporal se ha convertido en estrate- en la geopolítica, el vacío y la ocupación gia de reproducción campesina y factor de territorial, son muy escasas las referencias la permanencia del ejido como asentamien- al protagonismo en Quintana Roo de acto- to. En “Comercio importador, comerciantes res como Belice, Inglaterra, Europa, Estados y desarrollo en Chetumal, Quintana Roo, Unidos, Guatemala y el resto de los países 1972-1995”, Martínez Trueba analiza el pa- caribeños y centroamericanos. En ese aná- pel de los comerciantes y su manera de ne- lisis geopolítico de la realidad interna- gociar con el Estado sus estrategias de cional hubiera sido interesante discutir las desarrollo fronterizo. Destacan los obstácu- repercusiones en Quintana Roo de la pro- los de índole idiosincrática que les impide puesta de Adolfo Aguilar Zinser (q.e.p.d.) en a muchos comerciantes en Chetumal asu- torno a elevar a rango de seguridad nacio- mirse como inversores empresarios, menos nal la conservación del agua y de los bos- entusiasmados con el derroche suntuario y ques en México. Hizo falta un mapa que más agresivos en sus inversiones en otros ubicara las áreas específicas de las con- rubros agropecuarios, agroindustriales y eco- cesiones para la explotación forestal y chi- turísticos. clera; hubiera sido útil incluir al final del El vacío imaginario vincula la historia co- volumen una breve descripción sobre la lonial con la modernización capitalista y experiencia profesional de los autores, y el desarrollo sustentable a nivel local y re- por último, la combinación de colores le gional, pero contiene muy escasas referen- resta visibilidad a la xilografía sobre los cias etnográficas sobre la población, la cul- primeros nativos del continente, que se tura y la vida cotidiana en las comunidades imprimió en la portada. Este libro es una fronterizas en Quintana Roo, Belice y Gua- magnífica adición a las líneas de investigac- temala. No se muestran las particularida- ión abiertas por estudiosos como Gerard des de sus repertorios lingüísticos, políti- Pierre Charles, Suzy Castor, Pablo Mariñez, cos y religiosos ni sus percepciones sobre y Johanna von Grafenstein, entre otros, y el Estado-nación, la modernidad, la expe- al caudal de publicaciones especializadas, riencia de ser ciudadano en zona de fron- como la Revista Mexicana del Caribe, en la tera, el turismo alternativo y la forma en cual colaboran algunos de los autores de que la concepción del espacio vacío sigue este volumen. orientando el ordenamiento territorial y las decisiones en torno al uso del suelo. Aun- que el subtítulo del volumen y el conteni- JORGE RAMÓN GONZÁLEZ PONCIANO do del estudio introductorio hacen hincapié Centro de Estudios Mayas, IIFL, UNAM

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