Redalyc Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Delgado Chiaberto, Joanna; Bonilla García, Santiago

My Winnipeg la imagen, el lenguaje, la memoria Revista Mexicana de Estudios Canadienses (nueva época), núm. 19, 2010, pp. 183- 190 Asociación Mexicana de Estudios sobre Canadá, A.C. Culiacán, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=73920853010

Revista Mexicana de Estudios Canadienses (nueva época) ISSN (Versión impresa): 1405-8251 [email protected] Asociación Mexicana de Estudios sobre Canadá, A.C. México

¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista

www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto A la

Guy Maddin es distinguido y apreciado por su original re- creación de la estética del cine mudo y del primer cine sonoro. Se le ha llamado el David Lynch canadiense por el carácter ex- LA IMAGEN, EL LENGUAJE, LA MEMORIA perimental y surrealista de sus trabajos. Joanna Delgado Chiaberto* y Santiago Bonilla García**

This essay offers an analysis about the correspondence be- tween language, memory and image in Canadian filmmaker Guy Maddin’s film, My Winnipeg. It pretends to put on the spotlight the mechanisms, both cinematographic and discursive, that the director uses to evocate the past and to show a personal and unique vision of his native city by means of a filmic experiment.

Sabemos que Guy Maddin na- santes de Canadá por sus nume- ció en Winnipeg el 28 de febre- rosas y particulares propuestas ro de 1956; que se tituló como a lo largo de los años. Sabemos economista por la Universi- también que un artista se revela dad de Manitoba y que, como en sus obra a pesar de guardar nos muestra en My Winnipeg siempre algo secreto. (2007), en efecto dividió su in- fancia entre el salón de belleza My Winnipeg, sin embargo, que tenía su familia materna nos permite acceder a otra inti- y los vestidores de la arena de midad del cineasta; una intimi- hockey en la cual su padre fue dad confesional, tan susceptible entrenador y administrador de a la realidad como a la ficción, distintos equipos –incluido el que nos muestra lo que ya sabía-

* Licenciatura en nacional-. Sabemos que su es- mos de Guy Maddin (mad in) Lengua y Litera- turas Hispánicas tética está profundamente vin- pero que tal vez no hubiéramos de la Universidad Nacional Autóno- culada con el cine mudo, con el podido entender de otra mane- ma de México. expresionismo alemán y otras ra. El artista y su ciudad com- vanguardias y que la crítica y parten una biografía, o bien, ** Licenciatura en Lengua y Literatu- los estudios sobre él coinciden son dos biografías paralelas que ras Hispánicas de la Universidad Na- en que se ha consolidado como coinciden en el ahora de la cá- cional Autónoma de México. uno de los cineastas más intere- mara.

182 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 183 my winnipeg, de guy maddin my winnipeg, de guy maddin

El cine sucede en presente. Ejem- cuyos responsables son otro con- manera inequívoca. Bajo estas liento, menciona una caracterís- plo máximo de aquella aporía junto tripartita (productor, tex- condiciones, el lenguaje enuncia- tica de Winnipeg: “the greatest agustiniana, expresa su tempo- to, receptor), reside un elemento do, indisociable del pensamiento urban train yard in the world”. ralidad siempre bajo una triple enigmático que detenta todo dicho, se concibe como una ope- Vemos, a través de una operación condición. Acaso atado a este metalenguaje circundante. ración sucesiva, a su vez único un tanto simple, pleonástica, un mecanismo tripartita, sólo puede análisis posible del pensamiento enramado de líneas paralelas: desplegar su universo narrativo “Sentido obtuso”, lo apela Ro- del cual no es sino su modo natu- son vías ferroviarias. Hasta aquí, desde los linderos de la percep- land Barthes; más allá de la ral y verdadero de articulación. el lenguaje no ha hecho más que ción; poco importa si hablamos lengua y del habla, ajeno a la co- señalar con el dedo, prescribir, de un sistema de producción o municación y a la significación, Esta problemática pone en entre- poner en perspectiva lo que debe de recepción de signos, siempre el sentido obtuso no tiene lugar dicho lo que podríamos llamar el ser visto en la imagen. Porque se desenvuelve en una tríada de estructural porque es un signi- enigma de la representación. Y también hay pájaros, trenes, un tiempos atada al presente. Llá- ficante sin significado; discon- no sólo de la representación, sino cielo. No obstante, el mensaje mese prolepsis, analepsis o diége- tinuo, indiferente a la historia y del lenguaje, del pensamiento y lingüístico ha delimitado el cam- sis, toda acción cinematográfica a un sentido obvio, referencial, de sus imágenes internas. Bas- po visual, ha erigido un modelo está sujeta a un aquí y a un aho- perturba y esteriliza toda crítica, te enunciar su mecánica: cada de lectura, nos ha impuesto un ra que, sin abusar de la analogía todo metalenguaje. Lo fílmico imagen está acompañada por significado preciso en la imagen. lingüística, nos orilla a la conclu- del film –según Barthes– reside un mensaje lingüístico. Lo cual Enseguida somos testigos de una sión nada vana de que la cámara justamente en este tercer senti- interroga aquel común adagio segunda operación, esta vez de es un dispositivo deíctico. do, cuyas consecuencias inme- que afirma a nuestra civilización otra naturaleza: “arteries, iron diatas radican en su cualidad como una civilización de la ima- veins, ways out”. Este mensaje no Ello coloca sobre la mesa de de- inarticulable para cualquier len- gen: aún constituimos, y quizá sirve más como anclaje, pues no bate una interesante paradoja, guaje, además de contradictoria más que nunca, una civilización nos dice lo que son las cosas, sino pues contrapone la inmediatez para cualquier teoría, porque en basada en la escritura, ya que la lo que pueden ser. Se sirve de una de lo visual frente a la temporali- resumen, es él quien dice, iróni- palabra continúa siendo un ele- figura retórica antaño usada, eje dad del lenguaje, bien sea exclu- camente, lo que no es decible. mento consistente en la estruc- principal del lenguaje: la metá- sivamente lingüística, bien sea tura de la información. Digamos fora. Las vías ferroviarias cobran inclusivamente cinematográfica. Y también desde esta ironía ha- que ancla la polisemia de toda un nuevo sentido; no son úni- Y no obstante, debajo de esta bría que pensar el ¿documental? imagen, el estallido constante de camente vistas, tampoco signi- paradoja subyace otra interro- de Guy Maddin, My Winnipeg. significados, el cambio perpetuo ficadas por medio de la palabra, gante, una más fundamental, Inasible para un pensamiento de los distintos sentidos. Aúnese ahora son transfiguradas por lo referida ostensiblemente a otra cuyo paradigma de orden sea la a ello la persistente aparición de que llamaremos una doble poie- pregunta, bastión natural de razón, no despliega su ¿narrati- los diferentes intertítulos: The sis: fotográfica una, lingüística la toda búsqueda de sentido: ¿en el va? desde lo que la época clásica heart of the heart; Winnipeg; otra. Si no nos equivocamos, he fondo, qué es el cine?, ¿cuál es su pretendía como naturaleza del An entire life; How to escape?... aquí todo el papel de la palabra esencia? Porque no basta afirmar lenguaje; no sólo inherente al en My Winnipeg. que el movimiento, el tiempo, el pensamiento, sino además ins- Un ejemplo: al principio de la espacio, el cuerpo, lo plástico, la trumento capaz de dar a cada película, después de la secuencia ¿Descartaremos inmediatamen- música, la luz o las sombras; ante representación y a cada elemento de créditos, el personaje princi- te su función metalingüística? todo hay que entender que en de cada representación el signo pal (¿narrador de la historia?) No lo creemos. Principalmente el intersticio de la significación, que pudiera marcarlos de una entredormido en el tren, somno- porque todo metalenguaje admi-

184 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 185 my winnipeg, de guy maddin my winnipeg, de guy maddin te por definición un exceso del defenderemos nuestra postura; ción que sufre la imagen, al me- universo ficcional nos ofrece en- significado sobre el significante, no sólo porque ayuda a sepa- nos en My Winnipeg, frente a la tre lo real y lo fantástico, entre un resto del pensamiento nece- rar (artificialmente) el universo palabra. lo soñado y lo vivido. sariamente en potencia, no for- diegético del origen vocal que mulado todavía, que el lenguaje lo restringe y selecciona (enun- Quizá sea una metáfora (tam- El presente y el pasado consti- ha dejado a la sombra, residuo de ciado vs. enunciador), sino por- bién) de la memoria. Quizá re- tuirían también otra forma del su esencia misma, impelida fuera que a fin de cuentas funge como fleje aquella aporía agustiniana mundo narrado. Pertenecientes de su secreto. Más que cumplir mediador entre el mundo narra- según la cual el tiempo converge al enunciado del filme, nos da- una función reductora, todo me- tivo y su receptor. Sin embargo, en el presente. Porque, ¿no es la rían a entender que la historia talenguaje cumple una función no debemos olvidar la función imagen acaso un dispositivo ata- se desarrolla en dos tiempos productora de sentido; no nave- que cumple la cámara (“ese otro do al ahora?, y ¿no es la palabra paralelos y que, sin embargo, ga a la saga del significado sino narrador”), quizá entonces sea la única manera de expresar el convergen en un solo acto: la re- que lo instaura, lo significa. O al más pertinente hablar de una pasado? Creemos entrever en membranza. Mientras el narra- menos lo resignifica. doble vertiente responsable de ambos planos un mecanismo dor viaja en tren, recuerda desde la narración: por un lado, la voz distinto, no sólo complementa- el presente; mientras narra las ¿Deberíamos hablar de un narra- lingüística (la palabra); por otro, rio sino contrapuntístico, capaz imágenes, vive su pasado. dor? Sí. A pesar de las críticas que la voz visual (la imagen). Y pese de desplegar instante a instante podrían formularse a este juicio, a ello insistimos en la subordina- el complejo engranaje del tiem- La imagen y la narración refle- po, testigo del ritmo que entre- jarían todo lo que hemos dicho teje la naturaleza de toda pelícu- respecto a lo visual y a la palabra: la. Proponemos que la tarea del la imagen, incapaz de tejer inte- primer mecanismo (la imagen) rrelaciones temporales entre sí, sea mostrar el presente; del se- se subordina a la palabra, capaz gundo (la palabra), significar el de articular el tiempo gracias a pasado. su naturaleza narrativa. Lo in- teresante de este último par no De esta imbricación de meca- es tanto lo que podamos decir nismos, surge otra tríada y su sobre él, sino su clasificación. espejo correspondiente: La imagen, clasificada dentro del mundo onírico, de alguna sueño = presente = imagen + manera refleja el caos que nos memoria + vigilia = pasado = evita la palabra, pues si bien ya narración hay un orden en toda fotografía, también es cierto que no es un

” El sueño, al igual que la vigilia, orden que configura en unida- peg i nn i sería un componente diegético des específicas su referente. La w y M

“ que el narrador asume a volun- narración, sujeta al mundo de la cula í tad y a través de cambios abrup- vigilia, de alguna manera genera pel la tos, o mejor dicho, inadvertidos, un código de lectura que sirve de a m a

r cuya consecuencia inmediata es de puente entre una realidad

fotog difuminar la sutil frontera que el imaginaria y otra. “my Winnipeg” fue promocionada como una “docu-fantasía” en canadá.

186 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 187 my winnipeg, de guy maddin my winnipeg, de guy maddin

Por último, la memoria sería una el segundo, menos evidente, más nos orilla (satisfactoriamente) a lo hace de manera perturbadora analogía de la significación. No secreto, connota una ciudad que congeniar con Gaston Bachelard porque, al final, nos deja ver que tanto como un elemento estático aparentemente es posterior a su y su monumental afirmación quizá lo único tienen en común sino como un proceso, un acto respectiva configuración, como de que “en sus mil alvéolos, el es la ausencia. Discusión vieja, en cuya función fuera unir las dos si la actividad poiética no corrie- espacio conserva tiempo com- efecto, pues sabemos ya que, al caras del espejo, y cuyo resulta- ra a la par de su mímesis. Sucede primido”. (2005: 38) Y páginas menos hasta Bergson, se pensaba do fuera un signo cerrado: My por razones más bien obvias: el atrás: “todo espacio realmente que recordar y percibir diferían Winnipeg. Es importante acla- título no es un nombre común, habitado lleva como esencia la entre sí sólo por su intensidad, rar que para nosotros sí tiene un es un nombre propio. Equivale noción de casa” (35). Y por úl- cuantitativamente, no cualitati- valor fenomenológico, no mera- decir que es “un centro de iman- timo: “la casa es nuestro rincón vamente, como si existiera una mente clasificatorio. Y expresa, tación semántica al que conver- del mundo. Es –se ha dicho con diferencia de grado, únicamente, a grandes rasgos, que la película gen toda clase de significaciones frecuencia– nuestro primer uni- y no de naturaleza, entre ambas condensa su sentido en un gesto: arbitrariamente atribuidas al verso. Es realmente un cosmos. categorías. Sucede por una razón la voluntad de memoria. Gesto objeto nombrado, de sus partes Un cosmos en toda la acepción bastante obvia: si de algo esta- que indica el deseo de presenciar y semas constitutivos, y de otros del término” (34). mos seguros es que la percepción una realidad ausente, suficiente objetos e imágenes visuales me- es un mecanismo sujeto al ahora. paradoja para una filosofía que tonímicamente asociados” (Pi- Lo cual interroga la supuesta Y sin embargo podemos añadir: pretende arbitrariedad en el len- mentel, 2001: 29). subordinación que sufre la me- no hay percepción que no esté guaje. moria respecto al tiempo. E in- impregnada de recuerdos. Al mismo tiempo (expresión, cluso cuestiona la posibilidad Arbitrariedad, dicho sea de paso, por cierto, bastante oportuna) de una relación entre ambos. Y De esta paradoja cabe pregun- centro de un interesante deba- My Winnipeg gira alrededor de te: muestra, en definitiva, de lo otro centro, centro cuya geogra- que para el hombre representa fía está en expansión constante, la capacidad de nombrar. O por quizá bastión, columna vertebral qué no: conjurar. No sin azar, la que colma todo su sentido: la película tiene un título, foco de casa. O la Casa. No representa atracción de múltiples discur- dádiva o azar que la última ima- sos, aunque también, por qué gen y la última cosa que nombra no, plataforma de propulsión de el narrador figure y configure miríadas de ellos. Porque éste no aquello que a estas alturas de la es de ninguna manera sólo un re- película deviene, a manera de ducto, sino todo lo contrario, un símbolo, el punto de partida (y producto de lenguajes. Más allá también el punto de llegada) del

de él, My Winnipeg, como título, filme en su totalidad. Imagen ” peg i nn opera de dos diferentes modos: microcósmica, y a la vez, señuelo i w y M el primero, el más inmediato, de- del macrocosmos, la casa signifi- “ cula nota una realidad, nos muestra, ca bajo su cualidad de espacio el í pel

la en efecto, que el referente del mismo “centro de imantación se- de

a m a

filme existe, y no sólo eso, nos mántica” que le es propio al (re- r

muestra que existe fuera de él; dundante) nombre propio. Ello fotog sueños, memorias y fantasías se entretejen en la obra de guy maddin.

188 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 189 my winnipeg, de guy maddin tarnos: ¿es My Winnipeg una bio, es el lugar en el que se ex- travesía por el tiempo?, ¿no es presa cabalmente esta aporía: más bien su derrotero principal el cine. Porque éste no es sólo el espacio: llámese casa, pista una industria de evasión, es de hockey, la ciudad entera? –afirma Godard– ante todo el No estamos seguros. De lo que único lugar donde la memoria tenemos plena certeza, en cam- es esclava.

filmografía de guy maddin

Largometrajes: - Odilon Redon or The Eye Like a Strange Balloon Mounts Toward -Tales from the Gimli Hospital (1982). Infinity (1995). - Archangel (1990). - Sissy Boy Slap Party or The Coming Terror (1995). - Careful (1992). - Imperial Orgies or The Rabbi of Bacharach (1996). - Twilight of the Ice Nymphs (1997). - The Hands of Ida (1995). - Dracula, Pages From a Virgin’s Diary (2002). - The Hoyden or Idylls of Womanhood (1998). - (2003). - The Cock Crew or Love-Chaunt of the Chimney (1998). - The Saddest Music in the World (2003). - Maldoror: Tygers (1998). - Brand Upon the Brain! (2006). - Hospital Fragment (1999). - My Winnipeg (2007). - (2000). - Death of the Reel (2008). - Fleshpots of Antiquity (2000). - Fancy, Fancy Being Rich (2002). Cortometrajes. - A Trip to the Orphanage (2004). - The Dead Father (1986). - Sombra Dolorosa (2004). - Mauve Decade (1989). - Sissy Boy Slap Party (II) (2004). - BBB (1989). - My Dad Is 100 Years Old (2006). - Tyro (1990). - Nude Caboose (2006). - Indigo High-Hatters (1991). - Odin’s Shield Maiden (2007) - The Pomps of Satan (1993). - Invisíveis, Os (2008) - Sea Beggars or The Weaker Sex (1994).

bibliografía

BACHELARD, Gaston (2005). La poética del espacio (trad. de Ernestina Champourcin). México: FCE. BARTHES, Roland (1986). “El tercer sentido” en Lo obvio y lo obtuso. Imágenes, gestos, voces (trad. de C. Fernández Medrano). México: Paidós. FOUCAULT, Michel (1982). Las palabras y las cosas (trad. de Elsa Cecilia Frost). México: Siglo XXI. PIMENTEL, Luz Aurora (2001). El espacio en la ficción.M éxico: UNAM-Siglo XXI. AMABA, Roberto. “Guy Maddin, viajero en el tiempo” publicado el 28 de enero 2008 en el sitio: http://www.kinodelirio.com/dossier/guy-maddin- viajero-en-el-tiempo/ consultado el día 23 de junio de 2010. LAHERA, Covadonga G. “El cineasta que surgió del frío” publicado el 3 de abril de 2008 en el sitio: http://www.blogsandocs.com/?p=103 consultado el día 23 de junio de 2010. WOLOSKI, Jason. “Guy Maddin” en Senses of cinema en junio de 2003 en el sitio: http://archive.sensesofcinema.com/contents/directors/03/maddin. html consultado el día 23 de junio de 2010.

190 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 REVISTA MEXICANA DE ESTUDIOS CANADIENSES NUM 19. PRIMAVERA-VERANO 2010 191