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octubre 8, 2012 Magick Dejar un comentario KRISTIN HERSH : RAT GIRL

Pasé buena parte de los noventa en un club (bien, entonces lo llamábamos bar , simplemente, bar ) que cerraba dos horas más tarde que los demás. Desde las cuatro de la mañana en adelante apenas se podía dar un paso y aunque ahora creo que estaba perdiendo lamentablemente mi tiempo, en aquél momento me parecía que no podía haber nada mejor que hacer un sábado por la noche.

La razón por la que aguantábamos hasta las seis de la mañana en aquella sauna alfombrada de serrín y charcos de cerveza tenía que ver con la música. Quiero decir, había momentos que aliviaban toda la incomodidad y toda la porquería y eran seguramente lo que íbamos a buscar allá. El momento Start Choppin’ de Dinosaur Jr. era uno de ellos, y el momento Bright Yellow Gun de Throwing Muses era otro. No pedíamos mucho más que tener el vaso lleno cuando llegaban.

Al margen de Bright Yellow Gun , Throwing Muses eran Fish , el vídeo de Fish con los peces coloreados y ese ritmo de tren de vapor, aquella extraña canción de folk mecánico que aparecía en el recopilatorio Lonely’s an Eyesore de 4AD coronada por la voz aguda de Kristin Hersh .

Kristin Hersh disolvió Throwing Muses e hizo un puñado de buenos discos, aunque fueran buenos en una liga distinta que no podías jugar a las cuatro de la mañana en una cuadra atestada. Me gusta Hips and Makers y me gusta especialmente Sunny Border Blue .

Sin embargo, para leer Rat Girl hay que volver a escuchar a Throwing Muses , y ya no me refiero a la época de Bright Yellow Gun , sino a la de los primeros discos, la de House Tornado , Hunkpapa o Red Heaven . La época en que Kristin Hersh era una adolescente bipolar con el pelo azul helándose el culo en Boston y preguntándose si de verdad debía dedicarse a la música. No sabría ninguna de estas cosas sin haber leído Rat Girl .

Eso es lo encantador de Rat Girl : es como un diario emborronado en 1.988 y que acabas de encontrar en un cajón, un diario de alguien que apenas conoces o, más exactamente, que no reconoces porque no podías imaginar gran cosa sin leerlo. Rat Girl es la historia de alguien que escucha canciones en su cabeza y las ve como tatuajes adheridos a su piel, alguien que se cuela furtivamente en piscinas privadas de noche para nadar a solas, alguien que debe hacer malabares con frascos de medicación y tocar en antros llenos de humo. También es la historia de un embarazo y de un extraño aristócrata inglés que se aparece por teléfono para esparcir algo de luz. Todo eso es lo que queda a la sombra de Bright Yellow Gun , de los momentos de hace 20 años.

Joder, 20 años ya…

Entendedme, nunca antes me había hecho viejo.