Los PARTIDOS POLÍTICOS Y EL FUJIMORISMO
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~ PERFILES LATINOAMERICANOS16 JUNIO 2000 Los PARTIDOSPOLÍTICOS Y EL FUJIMORISMO (1992-1999), y LAS ELECCIONES DEL 2000. ¿HACIA UN CAMBIO DE RÉGIMEN? Martín Tanaka* En este trabajo se estudia el sistema de partidos políticos que ha prevalecido en los últimos años en Perú, analizando las características del "fujimorismo" como forma de gobierno y de régimen, el debilitamiento de las condiciones de competencia y pluralismo políti- co, y las consecuencias de todo esto sobre una democracia que terminó extinguiéndose. A la luz de esta experiencia se analiza también el cuestionado proceso electoral del año 2000 y sus posibles desenlaces This paper deals with the political party system prevailing in the last years in Peru. It studies Fujimorism 's characteristics as a regime and form of government, the weakening in the conditions for political competition and pluralism, as well as the consequences of all this on a democracy that finally died. Considering this experience, an analysis is alBo made ofthe questioned elections ofthe year 2000 and ofits possible outcomes. E ha tenido en los últimos añosun gobiernoque, si bien gozade legi- timación electoral desde1995, asumemuchas de las característicjisde un régimenautoritario. Esto puedeentenderse a la luz delcolapso institucional y del sistemade partidos vigenteshasta inicios de la d~cadapasada. Así, el sistema político ha funcionado sin un sistemade partidos, con muy pobres niveles.de competenciapolítica, aspectoclave para la construcciónde las instituciones democráticas;por ello, han tenido una centralidad desmedida la cúpula delgobierno y lospoderes estructurales. Inesperadamente, a partir del procesoelectoral reciente, el régimense encuentra por primera vez en- frentando una considerableoposición interna y externa, de desenlacepor ahora imprevisible. .Doctor en ciencias sociales con especialización en ciencia política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Sede México). Investigador asociado del Instituto de Estudios Peruanos y profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 101 PERFILES LATINOAMERICANOS Los antecedentes de la situació actual: el colapso del orden polÃtico-institucionay la legitimació electoral de un gobierno autoritario Entender la situació actual requiere remitirnos al particular derrotero peruano de los añonoventa, excepcional en el contexto latinoamericano. Sól en PerÃse ha dado un "autogolpe" exitoso (abril de 1992),con el que se destruyà el orden polÃtico-institucionavigente desde fines de los añose- tenta. Máprecisamente, el autogolpe implicÃla destrucció del sistema de partidos con todos sus actores y el fin del orden institucional construido en torno a la Constitució de 1979.l Respecto al sistema de partidos, el caso peruano es bastante particular, en la medida en que el colapso del sistema implicÃla desaparició en la prác tica del conjunto de actores que estructuraron el juego polÃtica lo largo de los añoochenta, quienes configuraron un multipartidismo dividido ideoló gicamente, con tres bloques principales: a la izquierda del espectro polÃtico la Izquierda Unida (IU); a la derecha, Acció Popular (AP) y el Partido Popu- lar Cristiano (PPC),y al centro, el Partido Aprista Peruano (PAP). En casi to- das las elecciones que se llevaron a cabo desde fines de los setenta y a lo lar- go de los ochenta, estos actores polÃticoconcentraron máde 90 por ciento de los votos. En las elecciones de abril de 1990, las última antes del golpe, estos partidos obtuvieron 68 por ciento de los votos presidenciales, 72.7 por ciento de los votos por senadores y 70.4 por ciento de los votos por diputados. Sin embargo, en las elecciones de abril de 1995 los mismos partidos sól acu- mularon 6.32 por ciento de los votos en la elecció presidencial, y 14.84 por ciento en la de Congreso, esta vez unicameral, segú la nueva Constitució de 1993. En la actualidad, la izquierda peruana no existe mástampoco el PPC, al perder su registro electoral y no poder conseguir las firmas necesarias para reinscribirse. En las elecciones del 9 de abril pasado, los candidatos pre- sidencirdes del~~uyAP obtuvieron apenas 1.38 y 0.42 por ciento de losvotos válidosy sus listas parlamentarias, 5.51 y 2.47 por ciento de los votos váli dos, respectivamente. En PerÃse derrumbÃel sistema de partidos, lo que involucrÃal conjunto de sus actores. No se produjo una transició o una recomposiciónporque no hay actores partidarios que "sobrevivan" del orden anterior. Esto es distinto a casos como los de Argentina, Bolivia, Colombia, México Uruguay, don- de hay mábien una evoluciónEn todos estos paÃsese pasaprogresivamen- te hacia un sistema de mayor competencia, en el que aparecen nuevos actores que disputan la hegemonÃa actores tradicionales que mantienen su impor- ' VéaseTanaka. 1998. LOS PARTIDOS POL~ICOSY EL FUJIMORISMO tancia. Sól el caso de Venezuela en los último tiempos se encamina por el mismo sendero que sigui6 Perúy tambiéde una manera rápid e inespera- da. En el congreso electo en PerÃen 1990 los partidos "tradicionales" eran todavÃbastante fuertes, pero fueron "barridos" en la elecció de Congreso Constituyente Democrátic de noviembre de 1992; en Venezuela las cosas ocurrieron aú márápid y dramáticamentelos partidos tradicionales con- trolaban el congreso electo en diciembre de 1998, pero casi desaparecieron en la elecció de Asamblea Constituyente de julio de 1999.2En Ecuador en- contramos un sistema de partidos en extremo caóticy muy poco "sistémico" pero las identidades partidarias siguen siendo bastante fuerte^.^ De otro lado, me referÃa la destrucció del orden institucional estable- cido por la Constitució de 1979. El autogolpe de 1992 provocÃel cierre del Congreso, la intervenció y reorganizació del Poder Judicial, del Ministerio Públicode las universidades nacionales, de los gobiernos regionales y de mu- chas otras instituciones. Pero originÃsobre todo una alianza entre Fujimori y la cúpul de las fuerzas armadas, y un papel protagónic del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).En los meses y añosiguientes se erigieron nue- vas instituciones, pero, en el contexto del colapso de las instituciones y acto- res previos y de una clara hegemonÃdel fujimorismo, el funcionamiento independiente del nuevo orden quedÃseriamente menoscabado, por decir lo menos. AsÃdespué del autogolpe se realizÃla elecció del Congreso Consti- tuyente ~emocrátic(CCD), ennoviembre de 1992. Este organismo combinà funciones de Congreso y Asamblea Constituyente. La nueva Constitució fue aprobada en un disputado referéndu (octubre de 1993), en el que el sà obtuvo 52.3 por ciento de los votos válidosy el no 47.7 por ~iento.~ La muy pertinente discusió sobre la naturaleza del régimepolÃtic actual en Perúpuesta en agenda recientemente por Cynthia McClintock (McClintock, 1999) debe situarse a la luz de estos hechos; la autora propone volver a considerar la categorÃ"autoritarismo" para caracterizarlo. La si- tuació es sin duda ambigua y cambiante, de allÃla ausencia de un diagnós tico compartido por todos5En esta discusió se requiere establecer los crite- rios relevantes para dar cuenta de la situación Los partidos que constituyeron el sistema de partidos durante los ochenta obtuvieron 75.2 por ciento de los escañoen el Congreso electo en 1990 en Perúen el Congreso electo en 1992,8610 16.25 por ciento; en el electo en 1995,14.16 por ciento, y en el reci6n electo en 2000, apenas 7.5 por ciento. En Venezuela, AD y COPEI tuvieron 53.9 por ciento de los escañoen el congreso electo en 1994 y 44.8 por ciento de los escaño en el congreso electo en 1998 (McCoy, 1999);sin embargo, en la elecci6n de Asamblea Constituyente de julio de 1999, el Polo Patri6tico obtuvo 120 de 131 escañoslo que hizo prtÃcticamentdesaparecer a los partidos "tradicionales". Sobre Ecuador v6ase Freidenberg, 2000. Lo ajustado de este resultado (ademáen medio de diversas denuncias de fraude) muestra que el fujimorismonuncalas tuvo todas consigo, ni aun en sus momentos de mayor legitimidad. Retomar6 este punto má adelante. Véastambi6n Leviteky, 1999. - PERFILES LATINOAMERICANOS Despuédel golpe de 1992, hubo una etapa de transició que supuesta- mente terminarÃcon la reinstalació de un régimedemocrático generado por las elecciones de 1995 (de presidencia y Congreso), en el marco de la nue- va Con~titución.Sin embargo, en esa ocasió se dio un triunfo abrumador del fujimorismo, al que una oposició débiy fragmentada no pudo hacer frente. Como consecuencia, no logrÃconstituirse un nuevo sistema de par- tidos y el régimeautoritario establecido en 1992, si bien logrÃuna amplia legitimació democrátic por la vÃelectoral en 1995, no alterÃsustancial- mente su dinámicaal no enfrentar ningú contrapeso significativo que lo obligara a seguir un rumbo institucional. Este equilibrio pudo haberse establecido dentro de un formato biparti- dista, en torno a dos grandes bloques, uno vinculado al fhjimorismo y otro a una oposició democráticaSin embargo, el aplastante triunfo del primero en 1995,atentà contra el desarrollo de un sistema partidario equilibrado. Fu- jimori obtuvo 64.4 por ciento de los votos presidenciales y su movimiento 52.1 por ciento de los votos congresales; su mácercano competidor, Javier Pére de Cuéllarobtuvo 21.8 por ciento de los votos presidenciales y su movimien- to, Unió por el PerÃ(UPP), 14 por ciento de los votos congresales. AsÃen el Congreso unicameral electo en 1995 surgieron claramente dos grandes blo- ques: el vinculado al gobierno, Cambio 90-Nueva MayorÃacon 67 de 120 es- cañosy el de la oposiciónencabezado por la UPP, con apenas 17.' Lamenta- blemente, la UPP, lejos de consolidarse como eje de la oposiciónse desarticulà con el paso del tiempo; expresió de ello es que su representació parlamen- taria se redujo de 17a sól 7 miembros.