La Vida De Dominguito De Domingo Sarmiento Y Su Transposición Fílmica
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
7/18/2016 Suárez Orbis Tertius, Vol. 21, Núm. 23 (2016) Orbis Tertius, vol. XXI, nº 23, e003, junio 2016. ISSN 18517811. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Cien cias de la Educación. Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria http://www.orbistertius.unlp.edu.ar/ Artículo/Article La comunidad del filicidio: La vida de Dominguito de Domingo Sarmiento y su transposición fílmica por Nicolás Suárez (Universidad de Buenos Aires – CONICET, Argentina) [email protected] RESUMEN El artículo propone una lectura comparativa de La vida de Dominguito, de Domingo Sarmiento, y su transposición cinematográfica de 1944, titulada Su mejor alumno y escrita por Homero Manzi y Ulyses Petit de Murat. Para ello, se exploran las continuidades y desplazamientos en las imágenes de Sarmiento y Dominguito que ambas obras postulan. Primero, se aborda la película en tanto escenificación del pasaje de una imagen de Sarmiento que va del proyecto de la educación popular a la cultura pop. Luego, se introduce la idea de que en las dos obras la imagen del hijo funciona como el sustento de una comunidad política basada en el ideal ético de la philia. Sin embargo, el lugar fallado de ese modelo comunitario está determinado por el acto del filicidio, que a través de la metáfora del puebloniño que no puede superar su propia infancia, habilita una lectura de la película en relación con el contexto sociohistórico de emergencia de la imagen pop de Sarmiento en el momento de gestación del peronismo. Palabras clave: Sarmiento – La vida de Dominguito – Su mejor alumno – comunidad – filicidio ABSTRACT The article proposes a comparative reading of La vida de Dominguito, by Domingo Sarmiento, and its 1944 filmic transposition, entitled Su mejor alumno and written by Homero Manzi and Ulyses Petit de Murat. To that end, we explore the continuities and changes in the images of Sarmiento and Dominguito that both works posit. Firstly, the movie is presented as a staging of Sarmiento’s image shift from the popular education project to pop culture. Secondly, we suggest that the son image in both works supports a political community based on the ethical ideal of the philia. However, the failure of such communitarian model is determined by the act of filicide, which –through the metaphor of an infant people which cannot outgrow its own infancy– enables a reading of the film related to the sociohistorical context in which Sarmiento’s pop image emerged along with the formation of Peronism. Keywords: Sarmiento – La vida de Dominguito – Su mejor alumno – comunidad – filicidio CITA SUGERIDA Suárez, N. (2016). La comunidad del filicidio: La vida de Dominguito de Domingo Sarmiento y su transposición fílmica. Orbis Tertius, 21(23), e003. Recuperado de http://www.orbistertius.unlp.edu.ar/article/view/OTv21n22a03 En septiembre de 2014 una joven sanjuanina se tomó una foto subida a los hombros de la estatua hiperrealista de Domingo Sarmiento ubicada en su casa natal y la difundió en las redes sociales. Seis meses después, fue sancionada con una multa de tres mil pesos y seis días de arresto por el delito de “profanación de la imagen de un prócer” (Merenda 2015). Según las palabras del juez de faltas, la medida apuntaba a dar un mensaje ejemplificador ante un hecho que estaba lejos de ser aislado, tal como se desprende de otras imágenes que rápidamente se difundieron a través de diversos medios, entre las que se puede ver, por ejemplo, a unos jóvenes realizando gestos obscenos junto a la estatua o a una travesti que se deja manosear por Sarmiento. Considero que esta clase de vandalismo pop es distinta del vandalismo revisionista del que suelen ser objeto los bustos de Sarmiento ubicados en muchas escuelas secundarias y que Pablo Alabarces retrotrae incluso a la acción de Montoneros en los setenta (2012: 293). También difiere de toda una iconografía caricaturesca que proliferó durante los últimos años de vida de Sarmiento y que Claudia Román (2013) estudió cuidadosamente. La diferencia central estribaría en que esas profanaciones todavía permiten discutir un programa, mientras que el vandalismo de la cultura pop carece de valor programático. Su valor, sin embargo, consiste en que permite dar cuenta de un modo de construir lo político que emerge a mediados del siglo XX y cuya influencia perdura hasta hoy.1 http://www.orbistertius.unlp.edu.ar/rt/printerFriendly/OTv21n23a03/7312 1/10 7/18/2016 Suárez A este respecto, podemos preguntarnos: ¿en qué momento o de qué manera la imagen de Sarmiento se volvió pop? La condición de posibilidad para ello fue una estabilización previa de su imagen que tuvo lugar a comienzos del siglo XX. La escultura de Auguste Rodin inaugurada en 1900 y el famoso retrato pintado por Eugenia Belin son los primeros pasos hacia una museificación de su imagen, que se prolongaría en 1904 con el himno creado por Leopoldo Corretjer y se completaría hacia el Centenario con la Historia de Sarmiento (1911) escrita por Leopoldo Lugones. El punto final de este recorrido sería quizás El profeta de la pampa (1945), de Ricardo Rojas. Un texto anacrónico, al decir de Beatriz Sarlo (2012: 368), porque construye una imagen hagiográfica de Sarmiento precisamente cuando en la política argentina se estaba produciendo un giro radical que Rojas no supo prever. En este sentido, creo que el filme Su mejor alumno, estrenado un año antes, en 1944, constituye un punto de inflexión para indagar los modos de circulación de la imagen de Sarmiento en una cultura de masas que se estaba gestando en el siglo XIX y que se manifiesta con plenitud en el siglo XX. En las páginas siguientes, entonces, me propongo abordar desde esta perspectiva el texto de Sarmiento y la película que escribieron Homero Manzi y Ulyses Petit de Murat, con dirección de Lucas Demare. En primer lugar, intentaré pensar La vida de Dominguito y su transposición cinematográfica en tanto escenificación del pasaje de una imagen de Sarmiento que va del proyecto de la educación popular a la cultura pop.2 En segundo lugar, trataré de articular esta lectura con la imagen de Dominguito que puede rastrearse en las dos obras, en función de las relaciones con sus respectivos contextos de aparición. Los rostros de la patria Su mejor alumno es una transposición de La vida de Dominguito, la biografía que escribió Sarmiento sobre su hijo adoptivo, Domingo Fidel, muerto en 1866 en la Guerra del Paraguay. La intención de escribir ese texto data desde temprano. Si tenemos en cuenta que Dominguito murió el 22 de septiembre y que la noticia debió de haberle llegado a Sarmiento recién a comienzos de diciembre (puesto que se encontraba en Estados Unidos trabajando como Ministro Plenipotenciario), podemos inferir que el deseo de escribir la vida del hijo surge casi en simultáneo con la noticia de su muerte. Precisamente, del 13 de diciembre es una carta de Sarmiento dirigida a su amiga Mary Mann en la que refiere la muerte de Dominguito y confiesa: “Se haría una novela extraña si le contase todos los incidentes de su vida” (Anderson Imbert 1975: 505). Sin embargo, Sarmiento, ocupado en otras tareas, traspapeló los manuscritos de aquella época y no se decidió a reemprender la biografía sino hasta el año 1886. En la introducción al texto, él mismo explica los motivos de ese cambio de actitud: La Ilustración Argentina ha publicado con un retrato sacado de una fotografía poco parecida del capitán Domingo Fidel Sarmiento, una brevísima aunque encomiástica y verídica noticia de los actos que en tan corta vida, veintiún años, le valieron la universal estimación y el aprecio de los prohombres de nuestro país. Habíame pedido, es verdad, datos más completos el Editor; pero no teniendo en orden los apuntes ligeros, fue imposible suministrarlos en tiempo; y sin embargo, la reproducción de la simpática figura del héroe de Curupaití venía a refrescar afectos que dormían y amenazaban desaparecer (Sarmiento 1963: 1). De esta manera, La vida de Dominguito vendría a corregir el error de esa imagen del hijo que se figura como “poco parecida”. La ambigüedad de esta expresión nos remite a una imagen que carece tanto de belleza como de fidelidad con respecto al original. Para reparar esa doble falta, Sarmiento escribe esta biografía que incluye además una fotografía del hijo, ahora sí, convenientemente captado como un héroe de guerra, vestido con el uniforme militar y el sable en la mano, según el criterio estético que imponía el estilo de la retratística de la época, cuando se pusieron de moda las cartes de visite que los jóvenes soldados se tomaban con sus flamantes uniformes en los estudios fotográficos antes de partir al combate.3 Lejos de ser un elemento puramente decorativo en la idea del libro, la inclusión del retrato formó parte del proyecto original de Sarmiento desde el principio, como lo atestigua otra carta dirigida a Mary Mann fechada el 13 de septiembre de 1867: “No sé si le he dicho que pienso escribir su biografía, con sus escritos y los discursos (ya los tengo todos), y publicarla en edición de lujo con su retrato, a fin de que se conserve algunos años su memoria” (Anderson Imbert 1975: 508). Entre los apuntes inéditos recopilados por su nieto Augusto Belin, encontramos una prueba del cuidado puesto por Sarmiento en la producción de esta imagen del hijo: Presentóseme en San Juan en 1863 a visitarme, ya estudiante de primer año de derecho y como esta es la última vez que lo vi, su fisonomía se ha quedado estereotipada ahí, en esa edad y es la que representa la fotografía; pues el célebre artista Sharone, con las de Buenos Aires, una de entonces y mis indicaciones la restauró, y puede decirse, al adolescente que yo quiero (Sarmiento 1963: 243).