Muerte súbita de un amor Relato corto Wale21

A cristo por darme fuerzas…A mis padres porque a pesar de todo siempre estuvieron allí. Espero este sea el primero de muchos.

Encarcelada, mintiéndose a si misma sobre lo que había hecho, la culpa la tenia ensimismada viviendo recluida en cuatro paredes que ella misma se había impuesto, respiraba cada día con mas dificultad, sabia en el fondo que la deshidratación la podía, pero no quería salir de allí, eso implicaría afrontar la realidad, tres días, nueve horas, y treinta minutos, la separaban del mundo real, recluida en una gastada cama, en la que tan feliz había sido, y que ahora ahogaba toda su nostalgia, que resguardaba su dolor, con tanta impasividad como cuando lo que derramaba sobre ella era felicidad, pero no importaba allí estaban sus , lo bonito y lo irrecuperable, no había salida solo restaba recordar, y los recuerdos aunque le atenazaban el alma, la hacían ver que su dolor se debía a algo real, no es un mal sueño, es una gran y terrible realidad, la que vivía. Recostada y abrazando con toda sus fuerzas a una almohada, testigo mudo de su dolor, empezó a calibrar la realidad sobre la fantasía, y regreso a un punto en su vida en el que no podía ser mas feliz. 19 de abril del 2014

Carlos, por favor. Para…Para… Detente. –Susurraba entre carcajadas Laura, mientras apretaba una almohada aguantando- Si sigues me orino. Entonces se levanto y corrió hacia el cuarto de baño, estaban en el cuarto de Carlos, a dos cuadras de su residencia —suspiró—siempre le hacia lo mismo, entraban veían televisión, y por una razón u otra siempre terminaban en guerra de cosquillas. Dispuesta acabar con aquello, abrió un poco la puerta y por la rendija vio que no estaba en la cama, raro pues no había oído la puerta del cuarto cuando se fue, salió tranquila y sentando en la cama cambio de canal, intuía que Carlos estaba en el armario, y para hacerlo rabiar, puso lo canales de porno, eso surtió efecto de inmediato, con la velocidad de un rayo Carlos salió y cambio de canal, la miró con gesto serio y le dijo: -No son canales para una señorita Laura, sabes que no me gusta que veas eso. –la aludida esbozo una sonrisa, mientras lo tomaba por la cintura y abrazaba, en esa posición su cabeza rozaba el abdomen de el, así lo tuvo un rato, hasta que el continuo: -¿lo hiciste a adrede cariño?-. Ella asintió, y él la empujo delicadamente, haciendo que se recostara en la cama, colocándose sobre ella, la besó primero delicadamente y luego apasionadamente, ella puso sus manos en la espalda de Carlos y lo abrazó, pasaron minutos en eso, besándose y abrazándose, diciendo lindas palabra de amor, y por supuesto terminaron haciendo el amor de manera sublime y pasional.

La actualidad Laura suspiró, los recuerdos le martirizaban el alma, y ya no tenia fuerzas para seguir adelante, no sin él, Carlos era su vida, y no creía que podría seguir adelante, todos los momentos hermosos que vivieron eran su oxigeno, y ahora parecía como si la vida fuera un pesado traste con el que no estaba dispuesta a cargar. No sabia que hora era, entendía que tendría que haber pasado días, pero desconocía la exactitud del tiempo que paso, siempre en un determinado momento, llamaban a la puerta, entraban y dejaban comida y agua sobre la mesa, poco había probado, por eso sus fuerzas flaqueaban cada vez mas, sentía que algún esfuerzo cualquiera haría que cayera tendida, pero eso era lo que quería enfermar y morir, porque sin Carlos nada valía la pena. Cuando paso aquello terrible que hiso que el equilibrio de su mundo se rompiera, su vida había cambiado por completo, ya no era la misma en ningún sentido, y ahora menos, sabía que había dejado de ser ella, y se había vuelto un fantasma de la antigua Laura que murió junto a Carlos. Mucho tiempo atrás Laura Marines Campos, mayor de tres hermanos con siete años de edad su vida era perfecta, su madre trabajaba de sol a sol, y su padre aunque también trabajaba pasaba mayor tiempo en casa, lo que le permitía pasar mas tiempo con sus hijos, jugaban, cantaban, leían y bromeaban, aunque las travesuras y los regaños nunca faltaban, la memoria de Laura le permitía guardas bonitos recuerdos de su niñez, porque solo eso valía la pena. Los días pasaban y Laura iba por las mañana al colegio, al llegar después de comer, debía tomar una siesta y después hacer la tarea, ese era el ritual. Un día en una de esas siestas, Laura a lado de su padre, comenzaron a jugar a las cosquillas, pero en esta ocasión su padre la inmovilizo tomándole las manos y colándose sobre ella, accedió a su pezón y lamiéndoselo comenzó un tipo de juego que aunque Laura desconocía, le resultaba interesante, eso también se convirtió en un ritual para ellos. Cada día a la hora de siesta, Laura y su papa jugaban a lo mismo, y ella le comenzaba a gustar ese juego, no le daba miedo ni asco, le gustaba, las cosas fueron creciendo, a tal punto que ya Laura sabia como comenzar el juego e incitar a su padre cuando este no lo hacia. Acostumbrada a aquello, y callándolo por petición de su padre, comenzó a intuir que mas que un juego, había algo malo en lo que hacían, no era que ella no lo supiese, solo que su inmadurez le hacia verlo como una travesura mas. Un terrible día la madre descubrió el juego de padre e hija, y haciendo lo propio provoco la separación, Laura se cercioro de que efectivamente era malo y muy malo, su madre lloraba todo el tiempo, mucha familia vino a preguntar, la veían muchos con lastimas, otros con asco, unos la creían inocente otros no tanto, y así su niñez se volvió la época de mayor crisis en la etapa de su vida. Ellos podían pensar lo que quisieran, pero ella sabia que nunca le dijo que no a su padre, y que quizá debió hacerlo y así evitar todo aquel caos, la decepción con la que la veía su madre, era como poco indigerible, aquel acontecimiento hiso que Laura madurara y que calibrara su culpabilidad en todo aquello. Pasaron meses y su madre cuyo humor se volvía mas negro con el paso de los días, repetía frases como que la culpa no era solo del padre, y que Laura también tenía culpabilidad en eso. Con el tiempo vino la calma y la reconciliación fue inminente, y pronto pese a toda la tormenta, regreso la tranquilidad a ese hogar. Los episodios de ese juego, se repetían con frecuencia, Laura sabia que no había que recurrir a nadie, su padre solo la tocaba y se marchaba, nunca había indicio de penetración, se daba placer disfrutando de ella, y aunque ella comenzaba a sentir asco y repulsión, no había solución, su padre siempre lo conseguía, no importaba las trabas que pusiese. La relación de ellos fuera de aquel juego era a distancia, ella cada día desconfiaba mas, sentía miedo, porque lo veía irrefrenable, no podía batallar contra eso, ella no poseía los argumentos suficientes para que su No fuera escuchado, la tocaba y ella se dejaba, esa era la única realidad. 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 años, la niña se convirtió en una impresionante morena, alta, ojos castaños, cabello negro azabache que le cubría toda la espalda, inteligente, extrovertida, y enigmática en ocasiones, virtudes que frente al mundo la describían muy bien, porque nadie imaginaba lo que pasaba cuando no la observaban, nunca alguien supuso lo que ella vivía ya que siempre existió ese contacto con su padre, mucha veces a cambio de permisos para salir, e incluso para dejarla ver a sus amigos, para que el le concediera algo, ella debía dejarse tocar. Pese a que fuera de eso su relación era cada vez mas horrible, ella no lo toleraba si quiera, pero llevaba todas las de perder, de hacer lo que correspondía, su familia entera se vería destrozada, sus hermanos adoraban a su padre, y su madre no podía vivir sin el. Laura suponía que debía cargar con eso, hasta encontrar un remedio que no implicara dañar a su familia, además tenía peor concepto de ella que de su propio padre y eso era algo que ya no se podía cambiar. Septiembre del 2012 Laura entraba a la universidad con 16 años de edad, lejos de su familia comenzando una nueva rutina con cosas interesantes que hacer, y personas por conocer. Una época muy regocijante en su vida. Entre tanto, conoce a Carlos Martínez, un chico flaco, alto, moreno, de ojos color miel, que la enamoro de inmediato, pasaban la mayor parte del tiempo juntos, cuando no estudiaban, ella iba a verlo jugar básquet, y en ocasiones jugaban juntos, hablaban mucho y se querían tanto que era desconcertante para ella, el era un tipo de hombre distinto guapo, inteligente y sensible y sobre todo la quería y se lo hacia saber. Tenían discusiones mínimas, cuyas reconciliaciones eran apoteósicas, sus vidas aunque tenían ritmos distintos, se acompasaban muy bien, el, estudiante de psicología y ella, cursante de derecho en la misma facultad. Todo iba bien la vida le sonreía, estaba enamorada de un hombre maravilloso que merecía la pena. Ella estaba residencia a pocas cuadras de donde el vivía, razón por la que se veían a menudo, la familia de Carlos, era muy amable y carismática, cariñosos entre si, bromistas, juerguistas y divertidos, pero serios, preocupados y arrolladores cuando las dificultades aparecían. Carlos siempre le decía “al mal tiempo buena cara cariño”, el siempre tenia una maravillosa sonrisa que parecía infinita, pero su carácter era drástico cuando la situación lo ameritaba. Lo amaba, la amaba, se amaban y nada mas eso importaba. Tantos paseos, comidas, idas al cine, risas, juegos, besos, abrazos, lagrimas, amor, estudios. Agobiados o no, siempre estaban juntos, y ella no se podía sentir mas feliz. Apareció y se convirtió en su luz al final del túnel, y así comenzó a ser un ritual, ir por las tardes a visitarlo, ver televisión en su cuarto y terminar haciendo el amor. Actualidad Carlos, ¿porque? No debías, no debiste, ¿Por qué?... Mi vida siempre ha sido un caos, pero tu amor, mi vida tú eras lo más hermoso, y ahora te fuiste. ¿Cómo hago yo ahora? Dios no lo merecía, el no lo merecía, no lo merecía, no lo merecía, no lo merecía, no lo merecía…. Laura solo gemía del dolor, ya no lloraba, no tenia las fuerzas, susurraba cosas que solo ella podría entender, su hilo de voz era inaudible para los demás, la madre de Carlos pasaba por allí, cada que podía, le daba de tomar, y le colocaba una solución, le daba dos pastillas para dormirla después de haberla bañado, y la volvía a recostar, la señora lloraba largas horas en ese cuarto viendo a su nuera y recordando como la miraba su hijo y lo enamorado que estaba. Entendía que a ambas les costaría desprenderse de el, por eso en nombre de su hijo cuidaba de Laura, no podía dejar que le pasara algo, a aquella muchacha. Mientras tanto Laura estaba absorta, ella no sabía que alguien la acompañaba, se sentía sola, Carlos no estaba, y ni siquiera tenia fuerzas para gritar, no podía hacerlo volver, y ella era la única responsable de que su amor, hubiera muerto, ya no lo iba a ver sonreír, y que terrible es la sensación de no poder hacer nada por el, acostada en aquella cama donde había hecho tantas veces el amor con el, sobre las sabanas, con las que un días antes del fatídico día, el la habría cubierto con cariño diciéndole: “Duerme amor, estarás bien. Te amo, nada te pasara mientras viva”. < ¡Y ahora quien me cuida!> Pensó, mientras recordaba. 15 de abril 2015

Felices, Carlos y Laura, habían dado el gran paso de conocer a la familia de ella, le había tomado mucho tiempo tomar esa decisión a Laura, ya que a diferencia de los Martínez, los Campos eran como poco mas reservados y tradicionalistas, es decir la presentación de un novio, significaba un compromiso mas serio, por eso tras hablarlo muchas veces con Carlos y que el le dijese que lo que mas quería era un compromiso de por vida con ella, al final acepto llevarlo a conocer a su familia. Todo trascurrió perfectamente, la presentación, el almuerzo, las típicas preguntas, y por ratos la risa de los enamorados por bromas que Carlos hacia para hacerla sonreír y que liberará tensión, el no entendía porque estaba tan nerviosa pero paciente solo se limitaba a observarla y tratar de que el rato fuera mas ameno. Cristian el hermano de Laura, era un apasionado por básquet como Carlos, así que de inmediato lo invito a jugar en una cancha cerca de la casa, este acepto encantado, y Laura le dijo que lo esperaría en casa, para ayudar a su madre en la cocina. Se despidieron con un sonoro beso, y le risueño le susurro al oído: -Tranquila cariño, seré condescendiente con tu hermano. Te amo.- Ella soltó una carcajada, mientras dijo a viva voz: -Cristian acabalo.- Dirigiéndose a su hermano. Entre risas lo chicos se fueron. Y Laura fue directo a donde estaba su madre, quien con una sonrisa se dejo ayudar, mientras hablaban de mil cosas. La relación de Laura con su madre, había sufrido cambios, pero el respeto y amor que ambas se tenían era inmenso y un poco mas, eso ambas lo entendían muy bien, al final cada quien asumió las cosas e hiso lo mejor que pudo, algo que estaba claro es ninguna quiso dañar a la otra. Su padre quien se había mantenido en segundo plano hasta ahora, encerrado en su habitación viendo televisión apareció en la cocina canturriando, y Laura tarareo con el la canción. En eso a la señora Campos le sonó el teléfono y fue a contestar, regresando minutos después diciendo que debía salir un momento. Ambos padre e hija asintieron y la animaron a que no se preocupara por nada que la cena estaría lista en cuento llegara. Y así fue como Laura se quedo a solas con su padre en casa, ya que su hermana Diana, estaba en casa de unas amigas. En primera instancia ellos hablaron de distintos temas política, religión, los estudios, el clima, la rebeldía de Diana, y la adicción de Cristian por el básquet. Hasta que tras un incomodo silencio el señor Campos dijo, tomando las riendas de la conversación: -¿Le has comentado a ese chico algo de nosotros?- . Ella lo miro buscándole sentido a la pregunta, suspiro y respondió: -Claro le he comentado mucho de ustedes, son mi familia, no podía obviarlos- Lo miro y al ver su expresión prosiguió:- No, eso es algo que me planteo nunca recordar. ¿A que viene eso?- Sin esperar ni un segundo más, el hombre soltó:- Solo quería saber que terreno estoy pisando, es un muchacho que no entendería nada de lo que pasó, que tu y yo tuviéramos una relación… distinta a la de los demás padres con su hijas- Ella lo miro y negó con la cabeza, como puede estar hablando de eso en este momento, pero no lo interrumpió, y el prosiguió:- Tocarte que me tocaras, vernos como figuras sexuales, y no fraternales, no es algo de lo que me enorgullezca y me alegro de que hayas encontrado un buen muchacho… Quería, pues que supieras que tu felicidad es mi felicidad hija, y que yo no me arrepiento de nada, nacimos en estas jodidas vidas, en posiciones que no debíamos y no pude asumir mi rol, ninguno supo asumirlo. Y yo no…no debí. ¿Me entiendes?- La verdad Laura entendía, solo que no consideraba ese el momento para recordar eso, así que tras un largo silencio, que tomo para recuperarse de esa oleada de recuerdos, se repuso y respondió un escueto: -¡Si!- No dijo nada más. Pero justo entonces entro a la cocina Carlos, mirándola en busca de una explicación, había escuchado todo, y ella percatándose de su semblante, le dijo:-Cariño tranquilo, lo hablaremos.- Pero el ya no la escuchaba y tomando a el padre de Laura por el cuello le soltó un puñetazo, acto seguido se voltio para mirarla, ella con cara de circunstancia solo le dijo: -¡Por favor!- Entonces el supo que debía calmarse o las cosas irían peor. Laura ayudo a levantar a su padre, lo vio cerciorándose de que estuviera bien, le pidió calma, y salió con Carlos de la mano, a dar una vuelta, el se dejaba guiar, hasta que cansado de esperar le dijo: - Vas a explicarme ya mismo. Mírame- lo miro y el continuo- ahora.- Ella suspiro y expiro y con una lágrima en la mejilla le dijo:-Escucha Carlos, tenemos que volver a casa, con la mejor de las sonrisas cenaremos, dormiremos y mañana cuando estemos en tu casa te explicare todo, sin omitir detalle alguno, lo prometo…Pero no podemos arruinar la paz de mi familia. No lo permitiré.- Noto que la voz le temblaba, junto con el resto de su cuerpo, y el al notar esa tensión, solo asintió y la tomo de la mano de vuelta a la casa de los señores Campos, donde estaba el hombre que no quería ver, porque había hecho daño a su Laura adorada, pero no dispuesto a hacerle pasar un mal rato a la señora, ni a su novia, hiso lo que ella le pidió. Actualidad

Con los ojos anegados de lagrimas, Laura solo tenia una imagen en la mente, ellos dos en la casa de sus padres, felices y riendo, recordó que aquel día Carlos le había confesado que había sido Cristian quien le conto parte de la historia tal cual la veía el, y cuando vio que la señora pasaba frente a la cancha de camino a quien sabe donde, corrió a casa de los señores Campos, a cuidar a Laura, ella no estaba sola, nunca mas. < ¿Porque tuvo que enterarse así?> pensó. Ella no hubiera querido que el lo supiera nunca. El concepto que tenía era de ella siendo la victima, porque así lo veía también Cristian. Pero eso no fue así, ella también tenia culpa de aquello. Porque tuvo que saberlo. No podían ser mas felices, no había necesidad de que el lo supiera. Ahora se sentía con fuerzas para llorar, así que lo hiso, solo podía pensar en el, en su olor impregnado en las sabanas, en su sonrisa que se le había tatuado en el alma, en sus besos que colonizaron cada poro de su piel, ¡Dios! –Susurró—Estar sin él sería imposible, no podía. Entonces giró la vista, hacia el centro de la habitación, una alfombra grande donde aquel día se sentaron a hablar. Los ojos se le oscurecieron cuando recordó cada detalle de aquel día. 16 de abril del 2015 - ¿Estás cómoda? - preguntó Carlos, quitándose la cazadora. -Si. Gracias por esperar a este momento. Lo que vas a escuchar pensé que no lo diría nunca, no a ti… -respiró profundo- porque sencillamente yo he tratado de enterrarlo en mi pasado y no pensar en ello, me avergüenzo, me duele, me indigna. -Exijo saberlo todo de ti. Tú lo sabes todo de mí. –dijo el, tomándole la mano-. Ella contó cada detalle, cada palabra, más de lo que se permitía recordar, lloró y se avergonzó, pero no omitió nada, hasta sus mas insignificante se los contó, sin reservas, sin miedo, solo le dijo cada cosa que ocurrió. -No eres culpable de nada Laura, -tomó su mano y la besó con ternura- ni un millón de años te culparía por ello. Tu padre….es un canalla, bastardo. Te manipulo y tu caíste, eras muy niña… no te equivoques no hay mas culpable que el. ¿Entiendes? Nunca repitas que es tu culpa. -Por favor Carlos, -respondió ella, soltándose de sus manos- a los 7, 8 y 9 seria culpa de él, pero más adelante, ya tenia plena conciencia de lo que pasaba, y…y lo permití, yo no le dije nunca No, digo me alejaba, evitaba, me escondía, pero llegado el momento no me negué. Podía tener técnicas de persuasión muy buena. Pero yo sabia que estaba mal. Joder, velo tal cual es. -¡¿pero tu estas loca?! –Soltó Carlos perdiendo el control-. Como puedes decir eso, te manipuló desde siempre, pensaste que era la salida mas fácil, que era un yugo que debía soportar, por que tu familia fuera feliz, entendías que otro disgusto tu madre no lo superaría. Pero de ninguna manera, formas parte de su mierda. No dejes que te haga sentir tan mierda como lo es él. Porque es por eso que caías cada vez. ¡MALDITA SEA! —gritó—. Pensabas que era una jodida condición tuya, que provocabas eso, que la culpa era tuya, y por eso seguías, no te veías como la victima, sino como la mala, y creíste que debías bregar con tu maldad, pero eso es algo que el dejo en tu mente—al ver la cara de ella, suplicó—…escucha, escucha cariño, mírame, ves tienes unos ojos de ángel, puedo ver tu alma desde aquí, no hay oscuridad, no hay maldad, eres buena persona… la… mejor que conozco, y yo te amo, y soy afortunado de que me ames también. -Carl… -escucha Laura, no eres culpable de nada, tus besos, tus caricias, tu cuerpo me lo dice, tu eres….FUISTE victima de ese maldito, mas nada… -NO FUE ASI. -gritó Laura, alejándose del el- Escúchame tu a mi de una buena vez, él si tuvo gran parte de la culpa, porque era mayor, porque sabia lo que hacia y yo…y yo no. Pero después pasado el tiempo, yo también lo sabia, y seguía haciéndolo, le huía, me escondía, me daba asco, pero igual allí estaba, y como el, yo lo…lo disfrute…. ¡LO DISFRUTE! Porque tocó mi piel como a una mujer y las sensaciones eran fantásticas, puede ser que me manipuló, no… definitivamente me manipuló, tienes razón, pero malditamente yo seguí un juego que sabia que estaba mal. Por la razón que sea. Lo hice. Y me arrepiento cada segundo de mi vida. Y tu…luego tu, eres lo mas bonito, me salvaste, eres mi verdad, mi ángel, tu Carlos…eres mi ángel. Y aunque no quieras verlo, la mierda de ese maldito como lo llamaste, también es mi mierda, mi cargamento, mi pecado, mi baúl de malditos pecados. Y….yo… quiero…debo…cargarlo…asumir que paso y….ya esta. Te amo in-fi-ni-ta-men-te. Ámame igual. Solo como tú sabes hacerl… -No pudo completar la palabra, Carlos la había besado con autentica pasión, la abrazó, la mimó y le hizo el amor, diciéndole una y mil veces <. Luego la recostó en la cama y la cubrió con una manta y mientras ella dormía, el solo pensaba en el daño que le habían hecho a su mujer, a su Laura. Actualidad

Laura abrió los ojos, distinguía a su lado a una figura que se movía, como cambiando algo en ese lado de la cama, hiso todo el esfuerzo que pudo por reconocer quien era, pero no tenia fuerza para moverse, apenas distinguía, la habitación esta iluminada, alguien había corrido las cortinas entonces de un sobresalto, se levantó diciendo preocupada: - Las cortinas, a Carlos le gusta que estén cerradas, se enfadara si las encuentra…así. Las palabras fueron apenas un susurro a los oídos de la señora Martínez, que con los ojos llorosos, cerró las cortinas y la insto a comer un poco, de la manera que pudo. Y entonces le dijo, acariciándole la frente: -Debes llamar a tu madre, hemos estado hablando, pero se que oírte la calmaría-. Eso la hizo reaccionar y asintió como pudo, no tenía fuerzas para nada, apenas comía, y no la obligaban a comer más, porque vomitaba de forma recurrente, -Tendrás que hablar mas fuerte o no te escuchara hija, se preocupara, dejara todo por venir a verte, no queremos que haga eso perdería su trabajo la pobre, tu y yo podemos superar esto, como mi muchacho querría, has un esfuerzo por volver, por favor-. Su sonrisa le llego al alma, debía reponerse, porque no solo ella iba a echar de menos a Carlos, la señora era un amor, y seguro le dolía mucho la muerte de su hijo, mas aun si su nuera se hundía así, ella debía ser la que cuidara de la madre de Carlos, y era al revés, siempre tuvo razón cuando pensó que esa señora era una gran mujer. Entonces saco fuerza de esa sonrisa que le vio, la que siempre tenia dibujada Carlos en el rostro y dijo un poco mas fuerte que antes: -Llámela, hablaré con ella para tranqui...li. zarla. Cuando termino de hablar con su madre, se movió con ayuda de la señora, y se dio un baño, bajo la vigilancia de la madre de Carlos, se coloco una de la camisa de su amor, y aun débil se recostó, tomo un sorbo de agua, le sonrió y dijo: -¡al mal tiempo buena cara cariño!- con una sonrisa llorosa que le descosió el alma, ella le pidió que descansara y salió de la habitación. Laura se movió un poco para ver el reloj digital de la mesilla 25 de abril de 2015, no lloró, por esa noche solo se permitió recordar el ultimo día que había pasado en lo brazos de su amor. 17 de abril del 2015

Despertaron abrazados, ella se dio una ducha, mientras el trajo el desayuno de los dos, ella se lo agradeció con un dulce beso en los labios, cuando hubieron desayunado, vieron una película, ninguno menciono el tema, por la tarde salieron a comer helados después de cenar, ella saboreando su barquilla enorme, le susurro:-¡que día, lo repetiría mil veces, hacer el amor y comer, y de premio un helado!... Gracias. Te amo. - y el con la mayor sonrisa la besó. Después caminaron tomados de las manos, por las calles de camino a casa de Carlos, se detuvieron en un parque, y le dijo, besando su mano: -Te amo y te amare siempre, en serio cariño.-sorprendida por sus palabra, Laura iba a responder cuando se adelantó diciendo-.:-al mal tiempo buena cara cariño, no lo olvides, tu y yo somos guerreros, y saldremos adelante juntos, te admiro y te admiraría igual si fueras una asesina.-ella sonrió eso indicaba que había entendido su punto acerca de su culpabilidad-. Tus errores, son experiencias más vividas, que los aciertos, y tu pasado te hace ser quien eres, y yo amo a esta que eres hoy, no importa si fuiste criada por nomos o hadas, eres lo más bello que tengo. Y ahora yo te cuido. Solo… quería que supieras que te entiendo y apoyo. Pero….Nada, no hay peros Te Amo in-fi-ni-ta-men- te. Esta vez ella lo beso intensamente, y el la tomo de la mano y se la llevo a casa, y le hiso el amor con autentica ternura y amor. 18 de abril de 2015

-Laura, muchacha ¿Cómo amaneces?, ¿un café? -Por favor. ¿Y Carlos? No lo vi al levantarme. – la señora le sirvió el café, y mirándola a los ojos respondió:- -ah dicho que te dijera: Perdóname cariño, debo pedirle piedad a tu verdugo, advertirle que no se acerque a ti, o se las vera conmigo. Dinastía hámster. Te amo infinitamente. –dicho esto, la señora soltó la mayor carcajada que había oído hasta ahora y dijo:- mi niño esta loco, no se porque tienen eso código ¿dinastía hámster?, por favor que cosas inventan. Dejó el teléfono, y dijo que lo esperaras, regresaría después del medio día. Porque iba a lugar alejado. Yo voy hacer la compra acompáñame ven. ¿Quieres? Laura no lo pensó asintió, aunque no entendía porque Carlos actuó tan extraño, dinastía hámster, era una serie loca animada que había hecho su hermano en la computadora, a Cristian le gustaba la animación, y sonrió al pensar en ello, la frase significaba algo para los tres ya que vía correo Carlos y Cristian siempre se enviaban esos trabajos y esa frase la habían escrito Laura y Carlos, ya que Cristian había colocado algo muy tonto. Mientras iban de camino al mercado, recordó que en el episodio la hembra y el macho, habían discutido por algo sobre el dueño de la rueda en la que corría, experimentaba con ella para darle velocidad a un ventilador, y cosas locas de esas, ella se creía científica por eso, pero la verdad no lo era. Y Josua le dejaba una nota e iba a enfrentar al humano, es chistoso porque ambos terminan haciendo rodar la rueda, para el humano. Entonces se dio cuenta y murmuro para sí: - ¡Mierda Carlos! ¿qué vas hacer? Buscó su teléfono para avisarle a su padre y evitar una escena, pero se había dejado el móvil en la casa de la señora, incapaz de esperar corrió hacia el área donde se encontraba la señora escogiendo verduras, y cuando la encontró le dijo agitada:- Debo irme, Ca..Carlos.- Entonces se fijo en que la señora, había hecho un estropicio con las verduras, maldijo y comenzó a recogerlas-: ¿Cómo se le cayó esto?, le decía que debo irme.-paró de hablar cuando se percató de que la señora estaba agarrada fuertemente de la baranda del estante, pálida, con lagrimas mojándole la cara, y el teléfono sobre las verduras, lo tomó y contesto:- Hola, hola soy Laura, nuera de la señora Martínez, ella…- el interlocutor la interrumpió:- Laura ayude a la señora, tiene que estar tranquila y vengan al hospital central. -¿¡pero que ocurre!? Dígame -Carlos Martínez ha fallecido, en un terrible accidente de autos en la intercomunal…. Laura tomo a la señora y se la llevo a toda prisa al hospital. Pero no había manera, todo había pasado ya, todo estaba hecho, Carlos estaba muerto, muerto. Lo cremaron como fue su decisión en vida, Laura no quiso saber la causa del accidente, ni si había un culpable su amor había muerto, no interesaba nada mas. Solo cuando escuchó al médico cuando dijo: fue muerte súbita, rápida e instantánea. Y ella murmuro Muerte súbita de un amor. De mi amor.