El Aljibe Joven… ¡Qué Distancia Certeza Imposible
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Impresionado de niño del canto del verso, Los Venados de los que sabían narrar, he seguido buscando ese cuento, aprendiendo a silbar con el viento sin poder dejar de soñar. G. Mots. El canto Entre la neblina, Entre la niebla de las aves me llama en la casa vecina y la lluvia canta esta mañana. –llanto del niño el ollero. El guardacaminos Como gorrión El ollero besa entre el musgo canto en una rama el barro construyendo -rama seca del guayabo. del campo. el nido. Deja en el aire Una mariposa Es un pajarito su huella y otra diminuto… –la mariposa. -amor al vuelo. con un silbo gordo. Linda ¡Cómo canta Gorrión, préstame –la seguían la tierra tu silbo, las abejas. en ese pájaro! y tu montaña… Salta el grillo Piar El titibirí -caen gotitas. es la fe recuerda con su canto de los gorriones. que fui niño Trato de distinguir En ese trino se nota Un beso los cantos, en la algarabía. que el pequeño ruiseñor de libélulas –amor ¡Alegría de vivir! aprende a cantar. en el aire. El viento trae Ventea Ver a los pajaritos hacer olores de mandúl, ¡ah! el olor sus nidos con raicillas de la montaña. de la guayaba. de catleyas y alelíes. Primeras canciones De niño en el columpio ¿Qué sucede? que escuché –bambucos de la antigua casona -el viento viene inolvidables… balanceaba mis sueños. y pasa, silencioso. Un claro de luz En la rama Cascarón de cigarra en el bosque parece llamarme - ¿el tripulante -juegan mariposas. cuando silba. dónde andará ? En el suelo El perro cazador Pasos leíamos cuentos, ladra en la hojarasca… visitando mundos. tocando fagot. -camina el viento. La voz interior habla Con los nidos Los caballos mean largo y la escucho que he recogido, podría - aún los escucho, -le digo mis cosas. fundar una aldea. desde mi infancia. Hasta la tierra Una leyenda No hay oro mas bello, siente miedo vive en los montes… ni de brillos mejores - pasa la culebra. -nerviosos los venados. -los granos de maíz. Lejos del ruido Largos caminos, La mujer trilla maíz tengo un templo amigos campesinos, en el pilón, -la montaña. -otros tiempos. -late el corazón de la casa. Corrí al seminario, Grata memoria Juntos, caballo la iglesia olía a cera que me deja ver y jinete bebiendo y a incienso. los gorrioncillos. del mismo arroyo. En vano busqué a mi madre, *** *** a mi hermano. El despeñadero; En el bosque cementerio de caballos lluvioso No me despertaron… -¿tendrán un paraíso? -una orquídea. Ansiaba ir a la finca. *** *** Ya no existe El Amparo, Sobre el añoso y aunque mi padre aguacate Nervioso el pellar murió, aún parece -la bromelia florecida. daba la voz de alarma que quiero encontrarlo, en el potrero. e ir a la finca. El mangón adornado, Abro la puerta CASIDA DEL GALOPE florecillas rosadas y rocío de mis recuerdos -la adormidera. que da al campo: Velóz era ensillo mi caballo el caballo “Moro”, *** siendo niño y galopo y grande La monja tiró por potreros y lomas el orgullo mi pelota al río de la hacienda paterna, de su dueño. -aun le guardo rencor. hasta el atardecer. *** Pequeño era *** el castaño; yo lo llamaba Se me cayeron las canicas; “Pajarito”. Extensiones quemándose. sus colores saltaban ¡Ay! pájaros, culebras, por el aula… Entre los dos plantas… -no perdono al profesor fuimos una apuesta: ¡cuánta vida destruida. que las retuvo. de San Antonio a Puerta Azul…. Rápido partió ganando el vaquero y yo seguíale, alcanzándolo. La luna salta Naranjas, bananos, Veo su rostro en el bosque uvas, granadillas, piñas… contrariado -celeste gacela. - tomo la granadilla. al ver volar el “Pajarito” con su menudo jinete y llegar primero a Puerta Azul convertida en cielo. Los viejos troncos Las luciérnagas Aroma el guásimo sobre el potrero, ¡Ay! amándose ¡ah! los olores del patio Los árboles vencidos. –fecundación de la luz. de la infancia. Al ver la gacela Junto al ñire, Sentado en mi casa… supo el secreto de la luz retamos, y lupinos - corro de niño y me caigo que aman las flores. - paraje de amor. en la acequia, pescando. En el silencio Con trece años Toda una alharaca del monte, en la rama del guayabo la de los gansos todo se escucha. -el mundo era un mangón. -los dejan pastar. Sin poesía, sin alas… Disputo Versos de cigarra seríamos con el azulejo - cantos crisálidas sin sueño. una guayaba. en el tronco del libro. -¿A qué me atengo? Anoche llovió Fue bosque de niebla -Mi fe, mi devoción sin embargo la quebrada -ahora, están en el río. baja clara… loma quemada. Canta a media altura De niño, en la finca, Al atardecer cabalgando -zumba un abejorro. tuve niguas en los potreros y caminé patojo. miraba crecer la sombra. ¡Con qué celo En el paisaje Por la rama, forraba y encuadernaba planea naranja y negra los libros, mi padre! el gallinazo. -salta la azoma. El niño aprende Viejos tiempos El que fui, a lanzar al viento -aguapanela el que soy, las hojas de mandúl. con limoncillo. el que seré; vamos juntos, dialogamos. Con mi padre a caballo, -¿A dónde fueron los Soñaba construir bajando a Dagua, pastos que crecían una casa entre el monte por el camino al lado de los andenes que caminaba…, de El Zapote de las casas de antes? pero entorno -canto de las cigarras. a la cabaña -Allí cogía grillos; sembré el bosque. y hoy me refugio, *** entre el recuerdo Aceptar el destino y el olvido. -el camino de la poesía, variable como el viento. De niño Con lápiz y manija Conocía bien con los compañeritos, el duende le enseñó esa montaña; a jugar entre los tubos a trenzar las letras. me pregunto, cuándo volveré del puente, a caminar a la hora del recreo esos senderos. nos escapábamos, por un campo vecino. Pájaros Ya no se ven La perra sale –huellas las aves de la acequia, se sacude en el viento. - baten sus alas. y me moja la cara. Los duendes, Blanca y anónima Correteamos potros… cuando envejecen, -la azucena florece Atravesamos los ríos se mueren solos, en el peñasco. -a caballo… en los caminos. Bajo el arco iris Por los caminos Contando los niños temen la salida reencuentro golondrinas recuerda de los espantos. el muchacho que fui. al ábaco. El guayabo Como piedras Aquel señor de Duenderías, partido por el rayo en el potrero cuando cae la noche -reverdece. - sestea el ganado. sale al corredor y grita: ¡Nadie! ¡Nadie! ¡Nadie! Mi perro El niño juega Gotas de rocío y yo -hace cerrar sus hojas sobre las adormideras - de nuevo, alegres. a la adormidera. -alba de los días. Los niños al soltar Aquella florecilla En el largo camino, su barquito de papel de azafrán -iba solo le dicen ¡adiós! - en la memoria. conversando conmigo. Suman y restan Salta la piedra La primera vez - las golondrinas en la superficie del río que vi la luna, en el ábaco del campo. -la piedrita plana tal vez no la recuerde; que tira el niño. pero sí recuerdo aquella noche en la ventana. Torceduras Hace tiempo que pasó Cabalgando del árbol –meandros la infancia…, pero aun cojo entre el bosque de la savia. moras para mi hermana. -zarabanda de colores. Las ranas en el charco Sentados en la hierba ¡Inesperado! compiten cantando; preguntan por el mundo El seco mandarino, las luciérnagas luciendo -no encuentran respuesta volvió a cargar. -vida del bosque. Los ojos del niño No sabiendo Las cosas siguen se agrandaron que lo veo el curso de la naturaleza vieron el fantasma roba la pitahaya. como los ríos y los vientos. del cuento. Písamo alto y florido Con hilo de telaraña El guayabo, columpios. -hoy palo podrido -el colibrí ¡Ah!, escenas en la era de anturios. hace su nido. de la infancia. ¡Uuuh! ¡Uuuuuh! La hoja aprendió Llueve, llueve y llueve; Murió Nadie, mi perro. la canción del bosque llueve, noche y lluvia. Aúllo a su memoria. -cae, cantando. Lluvia, lluvia, lluvia. El viento Una persona Lo dejaban solo camina camina en el solar en la hojarasca. borrándose. -llegaba el miedo. Los paseos al río; Mi madre me llevaba Glup, glup, glup íbamos todos en familia de la mano -el estanque -la gran cabalgata. -yo soy ese niño. se traga las piedras. Garzas, murciélagos De pronto, entre flores, Senderillos enmalezados y ladrones, atisban tres máscaras blancas -sólo las lluvias y el tiempo el lago del vecino. se me quedan mirando. los transitan. Al lado de la cerca, Noche de luna Vieja casa de bahareque los ollares y los belfos -contra todo pronóstico, -en la cocina vacas lamen -la yegua y el caballo. pare la mula. sal, entre las ruinas. Abrían carretera Por entre el tubo pasaba El niño me enseña entre montañas -esta era, sin duda, lo que sabe -en un camioncito la gran hazaña. –salta en un solo pie. mi hermano y yo. En ese viejo cuadro La algazara La última fumada sigo entrando a la niñez de los gansos del tabaco de la abuela -lo habito. en la noche sobrecoge -el niño al escondido. -¿A qué viene el ladrón? Entre las cuerdas Nos bajamos del bus Bananas de la energía del colegio para pelearnos en un botellón calcinada la chucha. - así éramos mi primo y yo. -a la tienda llega un niño. Inesperada algarabía Corre el conejo; De niño dejé -la perra persigue más el perro escapar un cerdito al gallo –lo trae en la boca. -afligido, prendía en el gallinero… cabos a Santa Lucía. En la noche silenciosa ¡Qué verano! Al tiempo nos alarma El calor evapora reverdeció la madera el graznido de los gansos.