Impresionado de niño del canto del verso, Los Venados de los que sabían narrar, he seguido buscando ese cuento, aprendiendo a silbar con el viento sin poder dejar de soñar.

G. Mots.

El canto Entre la neblina, Entre la niebla de las aves me llama en la casa vecina y la lluvia canta esta mañana. –llanto del niño el ollero.

El guardacaminos Como gorrión El ollero besa entre el musgo canto en una rama el barro construyendo -rama seca del guayabo. del campo. el nido.

Deja en el aire Una mariposa Es un pajarito su huella y otra diminuto… –la mariposa. -amor al vuelo. con un silbo gordo.

Linda ¡Cómo canta Gorrión, préstame –la seguían la tierra tu silbo, las abejas. en ese pájaro! y tu montaña… Salta el grillo Piar El titibirí -caen gotitas. es la fe recuerda con su canto de los gorriones. que fui niño

Trato de distinguir En ese trino se nota Un beso los cantos, en la algarabía. que el pequeño ruiseñor de libélulas –amor ¡Alegría de vivir! aprende a cantar. en el aire.

El viento trae Ventea Ver a los pajaritos hacer olores de mandúl, ¡ah! el olor sus nidos con raicillas de la montaña. de la guayaba. de catleyas y alelíes.

Primeras canciones De niño en el columpio ¿Qué sucede? que escuché –bambucos de la antigua casona -el viento viene inolvidables… balanceaba mis sueños. y pasa, silencioso.

Un claro de luz En la rama Cascarón de cigarra en el bosque parece llamarme - ¿el tripulante -juegan mariposas. cuando silba. dónde andará ? En el suelo El perro cazador Pasos leíamos cuentos, ladra en la hojarasca… visitando mundos. tocando fagot. -camina el viento.

La voz interior habla Con los nidos Los caballos mean largo y la escucho que he recogido, podría - aún los escucho, -le digo mis cosas. fundar una aldea. desde mi infancia.

Hasta la tierra Una leyenda No hay oro mas bello, siente miedo vive en los montes… ni de brillos mejores - pasa la culebra. -nerviosos los venados. -los granos de maíz.

Lejos del ruido Largos caminos, La mujer trilla maíz tengo un templo amigos campesinos, en el pilón, -la montaña. -otros tiempos. -late el corazón de la casa. Corrí al seminario, Grata memoria Juntos, caballo la iglesia olía a cera que me deja ver y jinete bebiendo y a incienso. los gorrioncillos. del mismo arroyo.

En vano busqué a mi madre, *** *** a mi hermano. El despeñadero; En el bosque cementerio de caballos lluvioso No me despertaron… -¿tendrán un paraíso? -una orquídea. Ansiaba ir a la finca. *** ***

Ya no existe El Amparo, Sobre el añoso y aunque mi padre aguacate Nervioso el pellar murió, aún parece -la bromelia florecida. daba la voz de alarma que quiero encontrarlo, en el potrero. e ir a la finca.

El mangón adornado, Abro la puerta CASIDA DEL GALOPE florecillas rosadas y rocío de mis recuerdos -la adormidera. que da al campo: Velóz era ensillo mi caballo el caballo “Moro”, *** siendo niño y galopo y grande La monja tiró por potreros y lomas el orgullo mi pelota al río de la hacienda paterna, de su dueño. -aun le guardo rencor. hasta el atardecer. *** Pequeño era *** el castaño; yo lo llamaba Se me cayeron las canicas; “Pajarito”. Extensiones quemándose. sus colores saltaban ¡Ay! pájaros, culebras, por el aula… Entre los dos plantas… -no perdono al profesor fuimos una apuesta: ¡cuánta vida destruida. que las retuvo. de San Antonio a Puerta Azul….

Rápido partió ganando el vaquero y yo seguíale, alcanzándolo.

La luna salta Naranjas, bananos, Veo su rostro en el bosque uvas, granadillas, piñas… contrariado -celeste gacela. - tomo la granadilla. al ver volar el “Pajarito” con su menudo jinete y llegar primero a Puerta Azul convertida en cielo. Los viejos troncos Las luciérnagas Aroma el guásimo sobre el potrero, ¡Ay! amándose ¡ah! los olores del patio Los árboles vencidos. –fecundación de la luz. de la infancia.

Al ver la gacela Junto al ñire, Sentado en mi casa… supo el secreto de la luz retamos, y lupinos - corro de niño y me caigo que aman las flores. - paraje de amor. en la acequia, pescando.

En el silencio Con trece años Toda una alharaca del monte, en la rama del guayabo la de los gansos todo se escucha. -el mundo era un mangón. -los dejan pastar.

Sin poesía, sin alas… Disputo Versos de cigarra seríamos con el azulejo - cantos crisálidas sin sueño. una guayaba. en el tronco del libro.

-¿A qué me atengo? Anoche llovió Fue bosque de niebla -Mi fe, mi devoción sin embargo la quebrada -ahora, están en el río. baja clara… loma quemada. Canta a media altura De niño, en la finca, Al atardecer cabalgando -zumba un abejorro. tuve niguas en los potreros y caminé patojo. miraba crecer la sombra.

¡Con qué celo En el paisaje Por la rama, forraba y encuadernaba planea naranja y negra los libros, mi padre! el gallinazo. -salta la azoma.

El niño aprende Viejos tiempos El que fui, a lanzar al viento -aguapanela el que soy, las hojas de mandúl. con limoncillo. el que seré; vamos juntos, dialogamos.

Con mi padre a caballo, -¿A dónde fueron los Soñaba construir bajando a Dagua, pastos que crecían una casa entre el monte por el camino al lado de los andenes que caminaba…, de El Zapote de las casas de antes? pero entorno -canto de las cigarras. a la cabaña -Allí cogía grillos; sembré el bosque. y hoy me refugio, *** entre el recuerdo Aceptar el destino y el olvido. -el camino de la poesía, variable como el viento.

De niño Con lápiz y manija Conocía bien con los compañeritos, el duende le enseñó esa montaña; a jugar entre los tubos a trenzar las letras. me pregunto, cuándo volveré del puente, a caminar a la hora del recreo esos senderos. nos escapábamos, por un campo vecino. Pájaros Ya no se ven La perra sale –huellas las aves de la acequia, se sacude en el viento. - baten sus alas. y me moja la cara.

Los duendes, Blanca y anónima Correteamos potros… cuando envejecen, -la azucena florece Atravesamos los ríos se mueren solos, en el peñasco. -a caballo… en los caminos.

Bajo el arco iris Por los caminos Contando los niños temen la salida reencuentro golondrinas recuerda de los espantos. el muchacho que fui. al ábaco.

El guayabo Como piedras Aquel señor de Duenderías, partido por el rayo en el potrero cuando cae la noche -reverdece. - sestea el ganado. sale al corredor y grita: ¡Nadie! ¡Nadie! ¡Nadie!

Mi perro El niño juega Gotas de rocío y yo -hace cerrar sus hojas sobre las adormideras - de nuevo, alegres. a la adormidera. -alba de los días. Los niños al soltar Aquella florecilla En el largo camino, su barquito de papel de azafrán -iba solo le dicen ¡adiós! - en la memoria. conversando conmigo.

Suman y restan Salta la piedra La primera vez - las golondrinas en la superficie del río que vi la luna, en el ábaco del campo. -la piedrita plana no la recuerde; que tira el niño. pero sí recuerdo aquella noche en la ventana.

Torceduras Hace tiempo que pasó Cabalgando del árbol –meandros la infancia…, pero aun cojo entre el bosque de la savia. moras para mi hermana. -zarabanda de colores.

Las ranas en el charco Sentados en la hierba ¡Inesperado! compiten cantando; preguntan por el mundo El seco mandarino, las luciérnagas luciendo -no encuentran respuesta volvió a cargar. -vida del bosque.

Los ojos del niño No sabiendo Las cosas siguen se agrandaron que lo veo el curso de la naturaleza vieron el fantasma roba la pitahaya. como los ríos y los vientos. del cuento. Písamo alto y florido Con hilo de telaraña El guayabo, columpios. -hoy palo podrido -el colibrí ¡Ah!, escenas en la era de anturios. hace su nido. de la infancia.

¡Uuuh! ¡Uuuuuh! La hoja aprendió Llueve, llueve y llueve; Murió Nadie, mi perro. la canción del bosque llueve, noche y lluvia. Aúllo a su memoria. -cae, cantando. Lluvia, lluvia, lluvia.

El viento Una persona Lo dejaban solo camina camina en el solar en la hojarasca. borrándose. -llegaba el miedo.

Los paseos al río; Mi madre me llevaba Glup, glup, glup íbamos todos en familia de la mano -el estanque -la gran cabalgata. -yo soy ese niño. se traga las piedras.

Garzas, murciélagos De pronto, entre flores, Senderillos enmalezados y ladrones, atisban tres máscaras blancas -sólo las lluvias y el tiempo el lago del vecino. se me quedan mirando. los transitan. Al lado de la cerca, Noche de luna Vieja casa de bahareque los ollares y los belfos -contra todo pronóstico, -en la cocina vacas lamen -la yegua y el caballo. pare la mula. sal, entre las ruinas.

Abrían carretera Por entre el tubo pasaba El niño me enseña entre montañas -esta era, sin duda, lo que sabe -en un camioncito la gran hazaña. –salta en un solo pie. mi hermano y yo.

En ese viejo cuadro La algazara La última fumada sigo entrando a la niñez de los gansos del tabaco de la abuela -lo habito. en la noche sobrecoge -el niño al escondido. -¿A qué viene el ladrón?

Entre las cuerdas Nos bajamos del bus Bananas de la energía del colegio para pelearnos en un botellón calcinada la chucha. - así éramos mi primo y yo. -a la tienda llega un niño.

Inesperada algarabía Corre el conejo; De niño dejé -la perra persigue más el perro escapar un cerdito al gallo –lo trae en la boca. -afligido, prendía en el gallinero… cabos a Santa Lucía. En la noche silenciosa ¡Qué verano! Al tiempo nos alarma El calor evapora reverdeció la madera el graznido de los gansos. la luna del charco. del ataúd.

En la montaña A la venada Teme cansarse -espanto de la noche, le destrozaron la ubre, en la copa del árbol historias de miedo. arrasaron los árboles. -gruñe el perro.

Como cabra corrí, Roto el cuadro familiar A la hora de la siesta salté entre riscos, caí -por la abertura un ruido rojo y negro en tumbas ancestrales. se escapan los espíritus. repta en el soberado.

¡Chack! Me escondo En la misma rama, -el perro se traga en el bosque de duendes botones abriéndose, la avispa. de la niñez. y flores cayendo.

No es un espía Ese hombre Esa lechuza ulula, -observa los pasos no tiene tiempo silba en la noche, de la lagartija. -es un fantasma. ¿o es La Llorona? El ciervo blanco La comadreja Tan pesado, huyó en el sueño ¡ zaz ¡ el sapo –en el día se escondió. - caza la rata. -salta como conejo.

Alguien recogió En la escasa corriente Su nombre esas palabras que el río del charco es inefable pero dejó en la playa. -juego de canoítas. lo dice el río.

Después de bañar Un rayo de luz El silencio los caballos, se echan llega iluminando del cuadro es aparente y revuelcan a gusto. el patio de la infancia. -se animan los recuerdos.

Dicha de tener Cuando veo Los olleros, los pellares, mi libreta a los vecinos del campo, los caballos; si vivieras de versos. añoro la neblina, iríamos al campo. el mandul, el yaraguá.

La yegua «Careta», Aquella florecilla Zarabanda de colores como un mimo… de azafrán, enraizada -un día de luz ¡Que descubrimiento! en mi memoria. en el estanque. La niña chiquita, La tormentosa Vestido de monaguillo bonita, crin aprendió a cantar con un moco largo. de los caballos. el nombre de Dios.

De regreso soltábamos En la barca, en el lago, Mientras camino, las riendas junto al bambú meditaba, hago un ramillete y los caballos apuraban. cuando niño. de tonterías.

Llevábamos a los vaqueros, ¡Mu! ¡Muu! ¡Muuu! Señas misteriosas agua limón -muge la vaca anota cuando pasa -una pausa en el verano. llenando el silencio. -caligrafía del viento.

Una jaula, De espaldas Sin nombre, en un bonsái sobre la hierba en tierra sin nombre -canta una sílaba. -pasan nubes. -cruza una nube.

Aquella florecita De tantas hojas Padre que conocí malva escritas –ya sería -mi niñez, y las tareas en el vasito. árbol de otoño. -¡qué impronta! Por una ventana Amo recogerla Primeras pruebas… la luna, por la otra, el sol -tomo la luna en el cubo -amarrarse los cordones -canta el ruiseñor. con agua. de los zapatos.

Entra la sombra, En los potreros Cagan los caballos se alarga toda ¡Ah! Guayabas, zapotes, y el ganado en el corral -entra la noche. las pomarrosas… -olor de la majada.

A veces, Allí, tendido Chillidos en el bambú tendido en el potrero en el potrero, oliendo -al atardecer -mirando las nubes. el pasto yaraguá. pelean los olleros.

Volver a la montaña Neblina y verde. Hago la palabra a la neblina, a las cañadas, ¡Amanece! día; la oscurezco volver a la quebrada. Contemplo la montaña. -le pinto estrellas.

El guayacán florecido La fuerza que impulsa Medalla; parece reflejarse al río es la misma bendición de la madre ¡tantas flores han caído! que hace la pendiente. -mano protectora. Algunos niños creen Al crepúsculo, ¿Qué gozo más animal, en hadas y en los dioses rosario en el corredor que ver comenzar el día? -los adultos también. -intención de ser mejor… ¿Qué temor más animal, que una tormenta? **** *** ¿Qué pasión más animal que la ternura? Canta el pellar ¿De qué te sirven tus ¿Qué placidez más animal -alguien cuadros, sino entras que un suave ocaso? ha de pasar. a recorrer sus paisajes?

Cui, cui,cui Camino de la vereda Feliz deslizada -los cuyes al piso, -lavanderas, pelo largo, -en la tabla bajo el fogón. húmedos colores. encerada.

*** ***

Dicha las guamas, En aquel cafetal, zapotes y pomarrosas el carbonero hace la quema -silvestres en los potreros. -un niño no comprende.

Los que juegan, El viento, Llevábamos en el columpio; en la veleta, a los jornaleros los que saltan termina por dormir. fresca “agua de limón”. el lazo; Acompañábamos los que se tiran a los trabajadores: sudaban; al agua; los que van yo, imitándolos… de rama en rama; -nada sabía del duro todos vuelven cansancio. al piso jugando rayuela…

Esa puerta de mi niñez, Barandas de madera, Cuando al acostarnos la cruzo y la cierro verde paisaje de agua cada uno, en su nochero, -¡que no se entren -croar de los recuerdos. tenía su vela. los terneros! Esos días…

Camino en el recuerdo Me duele no encontrar Vaqueros y caballos por la lejana cabaña el amado perro cruzan nadando -el campo y la neblina. -pero, pero, pero… el caudaloso río. La frase El corral queda vacío, Bendición de los padres, -paleta berrean los terneros. cobijas y ruanas del escritor. ¡Esos tiempos! que abrigan el alma.

Tierra en el cuello, Encadeno versos ¿Cuántas generaciones en las uñas, en las orejas como el tiempo de ruiseñores? ¡qué niños eramos! encadena las hojas. ¡Ah! Dicha de escucharlos.

El padre en el Duque, ¡Qué alegría! Amables campesinas la madre en el Cisne -deslizarse en tabla cultivaban plantas -imágenes de la niñez. por la colina. en los viejos trastos.

Del corral a casa Bautizo de agua, Árbol seco -llevo una postrera bautizo de tierra -¡hijo -dulce refugio de su vaca preferida. de los elementos! de cucarrones.

El pánton Ese canario Conocí la excitación, -¡Ah! Primer arcoiris silabea de niño de la infancia. su canción. -una culebra. En el columpio Grandes esfuerzos El roce de la mina el chico y la chica del diminuto insecto del lápiz al escribir –el sol en el paisaje. -vivir en este mundo. dice sus cosas.

Sin agüero Tras la lluvia, Sentados en las bancas echo por la ventana poesía gota a gota del corredor los hermanos la mariposa negra. -los reflejos. evocan viejos tiempos…

En un poema Ya recé … Paisaje cordillerano -la huella -esa otra oración, -mis pupilas se suavizan de la herradura. que es el poema. mirando al valle.

A gusto como Sembrado Como un insecto mi arroz blanco en los enigmas a la luz -mesa de la casa. -nacer en el cosmos. -no cierro el libro.

Sombra sin sombra Nube que llegó, Canarios ciegos en la oscuridad lluvia por la que bajó, como hombres ciegos, -el alacrán muerto. río por el que corre. tocan la flauta. La tierra se hace hoja; Días de estudiante Me sacudo las plumas la hoja se hace tierra -para mi -yo, gorrión, dejo la rama -venir, ir y volver. todos los días. y salto al patio casero.

Veo todos los días La flor, sin libro La mesa sobre el suelo; la montaña y no me canso alguno, cumple sobre la mesa, el cuaderno -mis ojos abren caminos. su ciclo. -en el cuaderno, mis versos.

¡Ay! Claros recuerdos Aun en la oscuridad, No es un solitario de la infancia, y puros el canto del titiribí. -camina dialogando -la quebrada corría… En el corral, berrido con la naturaleza. de los terneros.

¿Quién me dijera No barría el césped En las ruinas cuándo florece el mandúl -amaba de la escuela sestea en aquella montaña? las hojas caídas. el ganado.

Bosque seco, A gusto hacia trapalear Potrero de Micay, loma árida, -la tuna a mi caballo por la calle lo que fuera el bosque… con su frutilla. pavimentada del pueblo. -En el camino, un limonero. Sobre la mesa Al volver a la vereda Curas, monjas, de madera grabado pregunto por uno y otro; los altares el trique por una cosa y por otra. -¡el patio de recreo! -los campesinos, en la jugada…

En la suave corriente Café en la botella, Como venado la lavandera lava un pedazo de arepa herido se queja su vestido, ¡que bella! -¡qué pausa, en la loma! -escucho sus bramidos.

Aun me duelo Con resignación medito Cocina campesina de los pelados lomos en el jardín sagrado de piso de tierra de los caballos. a la sombra del ciprés. ¡Cuánto te extraño!

Si el río crece, subo; Cerca de la casa Ahora lo se; el duende cuando baja, del campesino, dos cruces es el olvido; el que nos regreso a la orilla. -primera noticia. esconde las cosas…

Dos golondrinas Cuadro querido, Los ojos tristes -un piquito, no existes en el lienzo de mi perro, fijos al vuelo. -vives en el alma. ante el horizonte. Vida simple Punta de flecha Con tinas de estaño -dicha de tener abundancia que al guerrero daba valor íbamos por agua, en el corazón. -el mismo que invoco. a la quebrada -las traíamos a caballo.

Flores de guayacán, Decenas a caballo, a pie, Algún caballo solo, promesas de amores de la vereda al pueblo el jinete rezagado -llegan y se van. -los domingos, a mercar. -en la cantina.

En el potrero, Viejos bambucos Mala dentadura las torcazas… ¡Pum! traen gratos recuerdos -gusto de muchacho Disparaba sin piedad. y nostalgias. por el dulce.

La campesina Fiesta de los difuntos Los amigos de mi padre, aun es una niña -si al menos pudiera la panadería, los caballos… -en la memoria. hablar con los amigos. -estos son otros tiempos.

Ven, vamos a ver Recolectores de bejucos, Hombre, los hombres; a Dios fluir artistas del mimbre un mosquito, los mosquitos por la quebrada. en la urdimbre vegetal. -varios mundos. El templo estaba en el Relata cuerpo Jugar con granos monte, -danza tus cuentos -maíz, frijol, semillas de vida en la oquedad, infantiles. ¡trique! ¡trique! donde aromaba el humus primigenio.

Al ocaso, Los adolescentes Asunción de límites la sombra larga… se sacan dientes y muelas -la carrera a caballo, -regreso a casa. para no ir al ejército. el silbo, la cauchera…

Antiguas costumbres Antistrofa Antistrofa -hoja de plátano para el tamal. Las del maíz, Y en la vieja casa para el choclo, de la finca, el cuenco del mate, o montando a caballo; para el dulce en escenas mil… -¡las cosas han cambiado!

Uno adivinaba quien iba a caballo por ese camino. Me llamo barro aunque Miguel me llame. Piel de mi tierra M. Hernández

Te descubro leve. Los ecos Llega el viento Te descubro verde de otras horas a mi habitación -leve verde de luz. -el tiempo regresa. y levantando la cortina impulsa el velero de mis sueños.

Una hoja cayó Vamos Extenso y uno en mi cuarto, traída de viaje espacial -integrado al todo. por el viento que se lleva a lomo de tierra… a septiembre.

Somos Camino Cerebro pero vivimos -huella humana, -huella digital construyéndonos. rastro peregrino. del viejo artista del destino.

Ese nosotros Compañera presente Ventana abierta -que somos tú y yo-, donde mi piel se roza el ave de la fantasía otros no lo podrían de buena gente. -que canta, jamás conjugar. que se escapa. Mis palabras Ha venido desatada Salta un gorrión -un sonido, no más, desde siempre -lluvia de flores. de la eterna canción a ser capullo que rueda en los siglos. y reventar en rosa.

Cuando me acerco, Somos el invento Conejos, mis ojos, mi sombra se aleja de manos y de bocas siguiendo al conejo, -es difícil… que se amaron. en el jardín.

Somos así, ¿Hacia dónde vamos, ¡Plin! ¡plin! ¡plin! malos y cariñosos, estas piernas y yo, Gotear de la lluvia como todos los vadeando instantes? -llueve en el poema. animales de la tierra.

Hoy no puedo Un esfuerzo más Se me está ni con la vida, para no dejar caer el día quebrando el día; ni con la muerte, aunque me sigan he estado empacando ni con nada. doliendo las espaldas. ropa, mirando fotos…

Llevo la mirada Lo mejor de la vida, Un recuerdo vacía para darle lo mejor de la muerte, de maizales, cabida al mundo. es que están hechas de duraznos de nosotros mismos. y de bosques, crece en la memoria. -¿Conoces algo Constante el tiempo, Limonero de mi niñez, que valga la pena? da su lección vuelvo a pasar -Conozco la pena; a la gota. por tu lado no sé si valga algo… -ligero, en el recuerdo.

Portugal Aquel que pasa En una playa busca lugar cantando al amanecer, de Francia, en estas letras. no soy yo, pero quisiera. noche de fogata, -sensación de Cromagnon.

Hoy la vida Pequeña hoja Un pastor, un perro, me sabe a arena -pellejito de naturaleza el rebaño. – y no quiero probarla. abandonado. ¡Qué poética manera de conducir las ovejas a la muerte!

La vida Al reposarse la tristeza la sentimos allí sabemos cuánto queda -donde nos duele. - de arena – en el corazón. Siete aberturas -somos ocarinas, barro que canta. Ocarina Parteso.

La torcacita bebe En la plaza, la fuente; Cuerpos, burbujas en la caja de betún contraste de luz -frágil escafandra-, del lustrabotas. -surtidor de sombras. pompas, corto vuelo.

¿He de ser Amaina la lluvia, Las niñas salen saltando golondrina la neblina se suspende -dos ranitas alguna vez? -grises enfrían el paisaje. llevan el río en sus botas.

-¿Qué puede emocionarme Tras el viento -¿Las chicharras? todavía? cae la fruta -No las escucho bien; -barquitos de papel levemente advertida. mi ruido las opaca. en la pileta del colegio.

Las cosas tienen Mujer nube En la esquina su tiempo vende burbujas del medio día, el canario -lo inconcluso es, embarazada de viento. -su trino en el corazón a veces, de la ciudad. lo que mejor termina. Te encuentro, Las golondrinas ¡No hacerse ilusiones! mariposa, a la sombra sobre los altos edificios -las nubes no necesitan de la luna. -subsiste la mirada. decirse adiós.

Vuela la torcacita, Al bajar del avión Pasajero pajita al pico ¡La luna! -el hombre- -¿qué preocupaciones -también yo vengo que pasa ligero. volarán mañana? del cielo.

-Fugaz la sesión de la vida; La florecilla blanca ¡Tanta muerte no ha empezado y ya termina en la mesa del restaurante, en cada despedida! -como cualquier sesión es hermosa. vespertina.

La tierra Ha estado por aquí, El mayo florido ha sentido su caída estrecho -lágrima de colores. -se oscurece mi alma. -¡Míralo dejando huellas!

Esta rama, El viento policía Junto al basurero, de semilla agradecida barre las cositerías un ruiseñor -me ofrece la flor. del vendedor callejero. -los desperdicios, dioses olvidados. No han sentido Lirio del campo La juventud pasa, ser rama que ahora abres pero no quedarás vacío y ser quebrada. -afortunadamente -como abril es, puedo verte. pródiga, fecunda.

Cae el polvo, Encontró una rosa, La perla por dentro cae la vida deambuló con ella. no tiene nada, -casi sin ruido. -hoy la recuerda. lo tiene todo.

De pronto Chontaduros iluminados Vende trocitos de luz uno recuerda por la sonrisa -el aguamanil ¡y somos niños -el platón en la cabeza. cruzando el puente. de nuevo!

En la raqueta la niña Los guayacanes Metamorfosis lleva la gatica florecidos, enseñan -dientes de leche -¡inquieta bolita juguetona! delicadeza a la ciudad. ¡granitos de arena!

¿Recuerdas Del cascarón al estanque Dando vueltas, la última caricia? ganó el gansito –bulliciosos como flores en el río, -esas manos te esperan. aplauden sus padres. las niñas juegan en el patio. Alondra cautiva Tiene la fortuna Un mensajero -en tus brazos de hacer difusos lleva un ramo canta mi corazón. nuestros límites. de claveles rojos.

Pegué el oído Corazón Descubrir el amor y al interior mi corazón surtidor de palabras. -¡Ah! Gozo estaba en fiesta de las primicias -lo que menos esperaba… que atormentarán el alma.

Taller de palabras, ¡Ay! Se deshacen Tú eres mi poder arcilla de ilusiones las palabras… y mi riqueza, -orfebre de sueños. ¡Ay! Que se borran… mi felicidad y mi dicha -¡Nunca me abandones, fantasía!

Trajo distancia, Caprichosa Melancolía soltó brazos, -pícara felicidad. en el piano aquietó besos. de las letras.

Alegres reconocían El tiempo Ludovico… -el ruido sus pasos hurgando de las ametralladoras, -hoy no sonríen. pesares. no era el de tus partituras. Los pies amaban Un sonido Hoy, el yo su recorrido -estalla de mí identidad: -extraño amor, de bellos tonos. -me derruyo… celeste y luminoso.

Algunas veces apenas Alguien Los delegados tenían somos el deseo de ser ha lastimado un clavel –de sangre- -lo demás se nos escapa… al día. en la solapa.

Estrellan buques, Le cerraron ¡Libertad! aviones, la puerta… Ayer te asesinaron instituciones, países. -¡afila palabras! varias veces.

Si lloras se descubre Parece que nada Miedo social quién eres sucediera -el tiempo -luego llorarían por ti. -aparente tregua. que lastima.

De un tajo También el caracol Cultiva el dolor; cortaron las amarras quiere la paz todo un hombre del llanto. en su morada. -mataron a su padre. Pitos, ofensas, frenadas Llueve, calmadamente, El muerto ¡interjecciones! sobre el cementerio guía al enterrador. - yo recordando la montaña. campesino -nadie está de luto, no hay pena en este llanto.

Nunca Si camino, me muevo ¿Cuántos días estamos al día -y si me muevo, tiene una en la nostalgia. te alcanzo… espina?

No saldré, Tengo enredos ¿…y quién tampoco tocaré la puerta de palabras se echa a andar -llamo a la memoria. - la vida con nudos. por andar a ver dónde llega?

Mi sombra está hecha De todo lo que fue Tristeza aventurera de preguntas, de inquietas -¡Oh gran visión del mundo!- que te creías ilusión miradas y recuerdos. en rotos fragmentos me -¿qué fue de tu entusiasmo? miro.

¿Por qué al mirarnos Temo una esquina Sorda, sorda las manos en la memoria -se hunde en el abismo -hacedoras de todo- dan -me escondo de mí. del silencio. esa sensación de vacío? Sueño –vigilia -¿Quién me empuja? Estoy fuera -a cada lado el inútil -¿Las olas? ¿El tiempo? -reboto tratando asombro, persistente. de entrar al día.

Ir por uno mismo El disco gira, Preguntas -regresar liberando en azul, convertidas sin encontrarse. la cinta del recuerdo. en respuestas.

Quedarán mis versos, Espuma de los días Aljibe de la memoria a la orilla –yo, el río, -movimiento -pozo seguiré cantando. ilusorio y real.. de los recuerdos. …Simplemente confía, ¿no revolotean así Cantinela también los pétalos? Issa

Llueve. Arrecia. Debe sufrir muchísimo Lágrima, No obstante vendrá. -la fuente, gota de rocío para ser inagotable. para la redondez de la tierra.

Brisa ¡Reconfortante! De pronto la luz, en el alma. -ver en la ciudad en la habitación las golondrinas. -¡arabescos de cestería!

El viento de las hojas Tanto ha revoloteado Con la constancia arrastra la vida en la ventana la alegre de las nubes -descuaja el árbol. mariposa, que ha entrado seríamos siempre adiós, a posarse en mi cuaderno. si no fuera por el mar de cada día que nos regresa al sueño.

¿Qué voces La marcha es otra ¡Qué aire tan casero cantan cuando pían tienen las torcazas en los pájaros? los gorriones. abuelitas! Vino a cantar La ciudad es una De la cofa de mesana la palomita guarumera y es otra; afuera, transita se divisa el rubio sobre su tumba. -para adentro, llora. caparazón de una cigarra.

Con el alba salí. Luz y sombra Sencilla flor, El camino no tiene huella. continúan amarradas -silvestre ofrenda De regreso leeré mis pasos. a la piedra ancestral al eterno luto de la tierra. donde el inca las halló.

Pongo niebla El campesino no está… Solo, en la cabaña -las perdices confiadas inmerso en mí, -paseo en el recuerdo. rondan la trampa. paseo contigo.

La tarde se despide Las calles platean Gotea y rezuma con el rayo de sol -las habita la lluvia, -la oscuridad de la cigarra. amablemente. se congela.

La puerta abierta, Llegué tarde; Juntos, la luz encendida. la azucena todo distinto ¡Es grato encontrar floreció ayer. -era la vida misma. al Maestro! No doblaron las campanas Sueño entre el sueño La visita del amigo sino nuestras voces -la garza, -saludable como sol obligadas al adiós. en el algodonal. de la mañana.

Escribo Ni antes ni después Queriendo un verso triste, -soy un pájaro -puntual, el pulso lleva la mano cantando en la noche. abre la orquídea. -lejos de su pena.

He escrito de mi dolor Pedaleando Grillo trasnochador -sólo ahora pienso bajo el aguacero -persistes en tu canto en el duro golpe impulsa el padre al amanecer. que recibió la yegua… la bicicleta -en la parrilla, la niña sonriendo.

Dura realidad, De la ansiedad silenciosa La flor de la pitahaya no te seques alma mía quería desprenderse un grito -sin duda la más hermosa de -reverdece. -en su pecho se ahoga. las novias.

¡Carros! ¡Carros! El ciego aprende Triste aliento Ruidosa época. a mover las fichas -al día gris le pones -detrás del silencio en el tablero de ajedrez. una nota alegre, piensa el preso, en lejanía. recuerda, sueña. No fundes Una canción, Menuditas, las hojas esperanzas perdurables ¿qué sucede? del sauce, -todo está por suceder. -la trae la nostalgia. sobre la avenida -sin duda, un tapiz funerario.

Calcio –trasunto Fue sin mí; Fortuna, en fin, de esperanzas caídas. será sin mí cesar los pasos… -¿Eso es todo? -sería triste ser eterno.

Hermosa luz Su corazón Todos se fueron. -tesoro de los días tenía nudos Aúllo. que se desvanecerá mañana. en las manos.

Ansioso esperé Desmembrado, despellejado Templó el arco al amanecer -el viejo sapo cantor de sus nervios; - las campanillas agoniza al sol. cuerpo – flecha, surcando de la enredadera. la libertad en los abismos. ***

Y si fuera ayudado por otro, ¿entonces qué?

En su huella, ¡Disparos! ¿Nada sucede? un peso de más: el fusil. -¿Acaso el llanto Balas, mosquitos… ¡Triste verlos partir así! no es el mismo? Esperanza de campos Oyó el llanto El pájaro que parloteaba abiertos… de su amado -muerto, -la incertidumbre -flores negras en la huerta. corroyendo. de la guerra.

Cuando la Patria Su sonrisa asesinada; Cuando quiso se desangra los libros escribir el recuerdo hasta la belleza duele. -pozo de los tiempos- -otro caía. parecen murmurar.

Si ante el dolor siempre Alegra cantar los pasos El Dorado tuviésemos que llorar mientras llegamos lo ve el hijo del indio -¿podríamos reír? a la región del misterio. en la vitrina, descalzo.

Como llanto de estrella Aquello -el mar guarda el polvo que amé, hoy de las aladas ilusiones. grato recuerdo. Aparente obviedad; gozo y tormento de nombrar… Izaki el paso del viento. Sacha Juan.

Entre florecidas La lluvia ¡Ah! La ciénaga mimosas se humedecen -todo el mundo -mi amigo al verla mis pies de niño. habla de ella. llora emocionado.

Más brillos en el mar La luna, marinera Las ramas se mueven. que en la estrellada noche -viaja ¡Fría mañana! -el barco a la deriva… en aguas de estrellas. -tirito, me estremezco.

Tarde de lluvia La lluvia en el techo La niña teje -la neblina vela el verde de zinc, la neblina… – capullo de la montaña. -aún llueve en el granero. de ilusiones.

Cayó una hoja De donde vienen Papel blanco y siguió cantando las voces de los niños – espuma –el ruiseñor. –el paletero. en la que escribo. Principio a ver mal Imposible defender –Ilusionada y es cuando las palabras, las nubes, eleva la cometa, mejor veo las cosas. los contornos del sueño. recorre el cielo.

El sol secó el rocío Fantaseo Se oyen los pellares -hay una gota trasparente -recorro -es el “todavía” lo que en esta lluvia de luz. el universo. aflige de su canto.

Lazos, nudos, La queja, Las luces palabras, entretejen inaudible golpecito de la ciudad ocultan el tapiz de la vida. -la flor que cae. las estrellas.

Gracia del arte Cigarras, olleros, Siete de diciembre -no se marchitará la tarde azul las estrellas se cogen la hortensia. -también mi pluma. con la mano.

Siete de diciembre Celebrar el día Adiós, no es tristeza – los árboles, -esperar el canto -principio de la danza nidos de luciérnagas. en la arboleda. de la nave en el mar. Alguien recorrerá Coro de las hierbas Grito de muchacho, este surco – grillos e insectos chirrido de cigarra -para esa época por todas partes. -poemas del solitario. mis palabras habrán crecido.

Estamos en febrero, Con ojos claros regaló Entrado el verano, comienzan a cantar… la orquídea –se diría canta el ollero -anidan los olleros. que en azul florecía. -aun las lluvias.

La flor naranja Escribo o hablo solo Hay quienes narran -tulipán africano -¿No es este un oficio sus creencias: el río, da la bienvenida. de locos? la brisa, la luna.

Duermo con papel La abeja negra 1 y tinta, al lado en el blanco papel Rápido vuela -atrapo sueños, ideas. -gota de tinta. -pasa con una lombriz al pico. *** *** 2 Aquí, en los poemas Ojos escudriñadores… Ahora canta -estremecimientos-, -ir dejando nota el ruiseñor… centro de mis enigmas. de esto y de aquello. -me lo explico.

En la puerta… Cuántas veces canté No le importa -primer rayo a la imaginación… estar bajo la lluvia del amanecer. No menos a los recuerdos. -salta y canta. Escribir me ayuda Gracias a la palabra Estrellas, a vivir podemos granitos de luz -escrivivo ¡escrivivo! asumir el destino. -puñado de tiempo.

Diminuto insecto, Al llegar a la orilla El sacerdote descree, maravilla infinitesimal – siendo joven – manso sufre sin decidirse -vida que bulle. sentía el río del tiempo. -ansía otro camino.

Una espada El que se queja, Dudas y vacilaciones sobre el reloj parece lo mejor se deja; me atormentan cortar al tiempo. escribirlo no es posible -la poesía, mi sosiego. -el verdadero mal es indecible.

Sin memoria, De todas las filosofías Desconfianzas sin imaginación me olvido -no hay palabra ni gesto -¿qué fuera? ante un bello amanecer. que no lleven al diccionario de tramas.

Pequeños ruidos Los versos me hacen, Madre es un libro -la vida sencilla, como el alimento -cada palabra habla en el camino. -estamos confundidos. cuenta la historia. Viéndolo bien, Pipelier holgazaneaba, Una hoja, un trino, mis poemas son y el hindú –buscando una mirada, algo, alguien, -bitácora del viaje. el verso –decían. alguna vez en algún sitio.

No es valentía Tantos olleros ¿Por que voy rápido? -temo perder -parecía ¿Por que me demoro? el camino de letras. que la tierra cantara. ¡Un libro de poemas!

Cierro los ojos: Al presente se habla Después de años ¡Todo claro! de mañana; vuelvo a ver Así son las cosas. en la guerra de la paz jazmines florecidos. -todo se camufla.

El calor me atonta En la cuerda Desde aquí -afuera la brisa barre una golondrina me mira veo las estrellas. las cenizas del día. y yo la miro… Voy subiendo: peldaño a peldaño.

Ir con el tiempo Caminar por la cuerda ¿Cómo no he de ser en una barca de los pasos – infaltable supersticioso, -surcando los días. el riesgo – a lo desconocido. si de repente veo florecer esta mata? En el silencio, Este atardecer Tres versos cantan ¿qué dialogan el estanque es el viento –podría el paso de agua y las estrellas? agregar dos pajarillos. -el curso de la vida.

Ventea Un ramillete esperado Moroso enciendo la luz -el aroma del café florece color naranja -espero envuelve la casa. -el tango, a la entrada. que tiña la noche.

El campesino deja notas Alma del bosque En el cuadro, escritas con carbón -vivir dentro del árbol se adivina en el paral cuando va a la quebrada. brotado de hojas. -la cruz de mayo.

El viento en las Abre la mañana, Como notas de colores cuerdas de energía entra la luz suben y bajan -arpegios rurales. -alegra el corazón. los pájaros en el jardín.

La niña adorna el arcón Balbuceos, gritos Congestionada ciudad sobre el que escribo -¿Cuántos labios hoy, -una mariposilla con su elefante hablan la vida? se posa en la camisa. -lo cambia por flores que coge en el jardín. Él dice “versar”; Entre sus trastos Sólo la fábula yo escribo: «versar juega y se distrae ilumina es conversar». con dos gaticos. el sueño del reloj.

Ver Irse, terminar Entre las nubes, el rostro del ser -disolver la sombra una ventana iluminada, en esta peña. de la arena. -el libro abierto.

A las doce la sombra Algo, cuando el sol Herida manecilla se enrosca bajo el jazmín se pone, golpea la arena -transparente y dolorida – ¡Ah!, el gato. -nos hace estremecer. suma de los días.

En el dolor Jugar con una larga La ilusión busca salir por un grito cinta de colores en el cielo… – flor de fuego en el cuenco a la esperanza. ¡Cosas de niños! de la noche.

Noche de anoche En los versos, La lluvia disuade ¡que horas mejores! sentimientos a los clientes -estas de luna… -botella en el mar. -tiempo para escribir. Guardo un trébol Lluvia mansa No dan la espalda de cuatro hojas y suave que lava -nosotros cambiamos -no es un agüero… la tristeza. de sentido.

El silencio del ancla No he escuchado No ha terminado uno se parece a la soledad el grito del náufrago de nombrar los meses -aunque sea de hierro. pero existe –lo sé. y ya termina el año.

La nota dice ¿Qué quedó del heroísmo He amanecido que pasó cual ráfaga sino las vanas, triviales inventariando la vida antes del atardecer. discusiones cotidianas? -de pronto, llovía.

No he realizado Alegres los gansos Al escribir ninguna hazaña, salvo tocan su bocina en el taller de palabras ver algún amanecer. camino al estanque. -olor a tinta.

Braille, solfeo Leve ruido Extrañas formas -la poesía, tiene su cifra -tijeras laboriosas -en los sueños vivimos y su misterio. cortan moldes. otros argumentos. Aún es posible Tal vez quedará Busca el libro ver a Nils Holgersson pasar un verso del viajero -apacigua corazón entre las ocas. -de pocas letras. con la lectura.

Luis Braile. Versos del maestro, El viento frío; – Nunca hubo dominó siempre nuevos todo puede suceder mejor jugado. -¡y tienen siglos! -primeras gotas.

En torno al árbol La casa ardiendo Fin de la jornada de mayo -la mujer quita la ropa unos se apresuran; -corona de flores. de los alambres. otros se retardan…

Trota como leopardo. Sangre verde, deshojada… Miles de llantas -el ralo césped, -un clavel no impiden la hierba jungla para el pajarillo. pisoteado en la calle. en la ranura.

En la carretera Llevo semillas Una huella de caballo -el niño y veinte vacas -nuevo afán tendrá con herradura de ordeño. el campesino. -seguro ayer, el alazán. No es mi oficio; Camino y camino De los viajeros prefiero la poesía es mi consuelo -si alargara los pasos llegaría a la raíz -acomodo del dolor. al punto de partida. -nunca pierde su sitio.

Se secó el río, En las vueltas Por la finca cogiendo se extinguió la caza, de la carretera, guayabas –comparto -de todas maneras el condiscípulo el gusto de los pájaros. debemos llevar en su camioneta lo necesario. ¡Peor que un extraño!

Atarraya en el cielorraso La creí una florecilla Caballitos trotones -galaxia -la roja -jamás he conocido de nudos delicados. cresta de una gallina. mejores torneos.

¡Ah! La orquídea La ciudad crece, Una hoja sobre otra; su aroma matinal se rehace y transforma polvo sobre el polvo -montes del valle. -cuerpo creciente. -ola tras ola.

Por un senderillo, Las gotas Al borde del lecho planta un pomarroso acumuladas desgajan del anciano padre – vivirá-, dice, sonriente. las ramas del pino. -sentir su exhalación. Un pájaro Llega, se asoma Conoce el manantial desconocido… -la selva a la ventana del pecho, sus espigas no está lejos. – la perra husmea. -tierra madre .

El caballo va Pena a la medida; Andaba en sus a cumplir treinta años aurículas, ventrículos cuatro extremidades -¿enciendo una vela? -ocupa el cráneo. –«La araña», le decían.

Tanta basura humana; Río Henares Mata de plátano en la tierra, en el agua, -melón en el camino -a gusto con las aves en el aire. ¡Tanta! del verano. comparto el alimento. -¿pero qué, si tenemos siete orificios?

Ta – ta, ta – ta Último taller Entre dos llantos -el niño juega pelota -extrañaré a los amigos una posible alegría contra la pared. de la poesía. -esa es la vida.

El perro se atraviesa, “Si humo, hay alimento” El gato ronronea, el niño mendiga -recordaba mi madre contra mi bota, agradecido entre los carros. el dicho de mi padre. -amaneció en la cocina. La casa de mi amigo Saludo a mi madre, Escucho las campanas de esa rodeada de libros pregunta por cada uno iglesia por todas partes. -pasa revista a la familia. -las regaló mi padre. ¡Ah! El paraíso.

Cangrejos ermitaños El amigo Le escuché -buscamos enfermo bromeaba con voz débil y agitada alguien que nos acoja. -incluso se reía. -me aflige su mal.

Frente a la fragilidad ¡Ay! Momentos Mi amigo silencioso de la vida en que me pido solitario – el bordón -resignada aceptación. el favor de llorar. en las caminatas.

Algarabía en el gallinero El amigo llegó Los cuatro amigos – entra el mayordomo como cada diciembre – todos con un tazón de maíz. -dulce de casabe. cabezas blancas.

Trapo –tras-trapo Las casas habitadas No se por que se amarra el loco en el pie parecen vivir -camino vanidoso ¡qué raquetas! de quien las habita. esta mañana. Poder apaciguar La niña alegre Sencillamente la melancolía ¿qué es, -su sonrisa convoca dejo mis apachetas sino la felicidad? la mañana. -mis devociones.

En torno a la mesa Pequeños ruidos Pinta un hermoso festejan su llegada -el de la tapa de la olla paisaje con la boca. -grato regreso. nos invita a almorzar. -¡beso por la vida!

Tener algo Ante la sencilla Dulce posesión -¡Ah!, alcanzar flor de amor ardiente de las cosas la luna… me detengo. que han de pasar; manos, besos, este taciturno caminar…

Desolación -Riiiinnng… Penas y silencios – boca hablándose – ¿Quién podrá ser? se cruzan a sí misma. – «La abuela se cayó» a la salida del trabajo. -¡Ay! ¡qué noticia!

El hijo trata de consolar La fotografía Ninguno de los sentidos a su anciano padre del amigo muerto la encuentra, que mandan a la cárcel. -aran la tierra. pero se afirma que existió -el ave del paraíso. Un sombrero de paja Reforman la casa La vecina enfermó lo recuerda – las palomas del alero y murió -contentos conversábamos. pierden sus nidos. -se veía rozagante.

La certeza de morir Repaso las aventuras Dibujos de mis hijos que sobrecoge de aquel, cuando chiquillos -hoy me roza sin daño. que tramaron los dioses. -¡Quisiera tener los míos!

Amiga de infancia; Oh! Dulce pasado; -¿En qué distraerme? el retrato en el periódico siquiera un instante -Pasearé por la memoria; –obituario. te puedo retener… algo encontraré…

Miro mis sandalias Calles y lugares La pena cae -echo de menos a aquel con recordados, olvidados sobre la fría piedra quien caminaba. – geografía de la memoria. -gotea el dolor.

Humanidad Gotas de sangre Es presumido – ¡Sangrienta palabra! -gotas de alcohol -el recuento de sus logros ¡lágrimas! me fastidia. Guerra en Sarajevo. El ingenio, pedante; Suspende la lectura Dos hombres jóvenes la historia llena dispuesto a matar… entierran a su madre… de crímenes al zancudo e intrigas… -permanece alerta. Guerra en Sarajevo. -no he visto mentir a un árbol. Una madre *** entierra a sus dos niños… *** A su adiós Guerra en Sarajevo. <> ni el alazán, ni las hormigas La vida entierra -dice el niño. lo dejan crecer a la muerte… -¿acaso alargan mi pena?

Guerra en Sarajevo.

La muerte entierra Inmenso el silencio No tengo fuerza a la vida. de la muerte para el crisantemo -voz de lo infinito. -¡Ay! Desespero. Guerra en Sarajevo. La tierra abre la boca *** *** y se traga el tiempo. Saber que todo El Hombre está solo Tengo miedo y estoy desaparece -misterio indescifrable, triste. Guerra en Sarajevo. -el paisaje, la mirada. sin respuestas. Este es un clavel.

En la noche azul Entre documentos, Quería morir, y velas blancas –surcan sin querer, la partida dejar el escenario la luna. de una voz querida. -la vida cansa.

Cada que abro el cajón algo ha envejecido. ¡Cómo pasa el tiempo! Yo creo en Buda y el verde de la espiga Asubio es la verdad. Otsuyuu.

Los dedos de la lluvia Tras el naufragio Ser como piedra de río tocan asciende una burbuja que en cada golpe canta el arpa de las hojas. -exhalación del navío. se hace y se deshace.

-¿Alegría? Pasadas las lluvias Jazmín -una lágrima sobre su pecho de hierba -vara de incienso que brilla. -una florecilla silvestre. aromando en la noche.

Toc – toc, toc – toc ¡Ilumina la casa, En el pechiamarillo -me ha despertado todo objeto, cada rincón canta –presumida-, el pájaro carpintero. -¡Mañana de verano! la mañana de sol.

La niña se desliza Flores de agosto La vida por el arco iris -cometas en alas de mariposa -tobogán de mi jardín. en el viento. -leve de universo. Pasadas horas No se me reclame Revolotea la mañana - iluso oficio de creer la llorada despedida, -mariposa amarilla-, que fueron ciertas. la mariposa, el trino, entre el verde follaje. el paso de las nubes…

Gaviota La campana del colegio… En la rama cortada -blanco instante -las nueve de la mañana alcanza sobre el mar. hace algún tiempo. a abrir el capullo.

Se agitan las hojas Varios días sin barrer La tarde se despide -también se emociona las hojas con el rayo de sol el recio tronco del árbol. -¡nostalgia de otoño! de la cigarra.

Tilín – tilín He arreglado la casa No nos alegra fácilmente; -al vendedor de paletas -mi amigo ciego -más trabajo tiene el trino le cantan las manos. vendrá a visitarme. que logra conmovernos.

En cada hoja No sucedió ayer… Días aciagos que cae enseña -siempre -frente a la orquídea el otoño. es hoy para la pena. restaño mis heridas. He seguido sigiloso Guardan linternas; la sombra del tiempo sigilosos ladrones… -reloj de sol. -luna llena.

En la vocecita En las lágrimas tintinean las palabras de la guerra se nubla -llaves de mi corazón. el camino de la paz. Converso contigo, con frecuencia, Poesía. Acudo a ti que eres mi novia La amada y mi refugio. Aunque hay días en que no pregunto por ti, estás tan cerca. ¡Ah, mi amada! Nada de fugarme a otros amores; vienes conmigo en el viaje de la savia, de las olas, de las aves; allí donde la memoria descansa apoyada ¿De qué hermosa realidad La panza de ese en los sueños y extiende su beso me separa hombre crece y crece de río y el temporal de los deseos. la penumbra de mis ojos? -rompe los ojales. Ves, converso, contigo, Poesía; eres mi novia y llego todo, a mi refugio.

J.T.G.

Un día hace años… Allí, en el sueño El caracol levanta ¡que calor! Pero, también… ¡que paraíso sus ojos y estudia ¡qué piña! de amor y poesía! la cartografía del jardín.

*** *** Desnuda, Este rayo de sol leve y suelta no es el mismo, los dos -la brizna. hemos envejecido.

Un saludo a los poetas Esa primera huella Te plagio, dejó Jacobus Sentinus, en la luna no fue hecha te copio a ti, leo en un incunable, 1240. solo por el peso -Naturaleza. En este, mi tiempo, de una vida. año de 1995 también yo, Izaki, dejo un saludo a mis amables lectores y agradezco que descifren estas letras.

El río crecido alegraba Rivales Las reglas para escribir a San Agustín. -la abeja se me cayeron al río También a mi y el colibrí. cruzando el puente. -¿es palabra de Dios? Con el tic-tac Iba a cortar la flor Rendija de la puerta de la lluvia, confundí y me dije como Herrigel: de la cárcel –en una charca- las gotas del reloj. ¿Soy su propietario? se refleja la luz.

El viejo juega Flores de María; La misma noche, con la rama; la impulsa el tiempo no las marchita la misma aurora y balancea. -Ojos de poeta. -distantes las dos.

Palabras, palabras Perdida la certeza, El agua que corre y, al fin… olvidado el camino va haciendo su cauce un poco de alma. -¿qué queda, peregrino? en el corazón.

Duele el verso Los moquitos Conocí la riqueza lo tacho en cruz de los niños, ruedan con el goce -lo entierro. sobre sus labios. del primer poema.

Tengo cólico Participo -¿Para qué versos? pero tengo un libro en esta manifestación -Cantar, cantar, silbar, -¡resisto con el libro! -olleros al amanecer. ser en el viento. -¿De qué amor se trata? ¿Por qué en medio Levedad, menos -De las palabras, de tanta crepitación que el peso del músculo de la poesía. insiste el grillo? y la sangre.

Paso el abismo Los poemas A lo lejos pían… -ríos de tinta, puentes hacen su propio cauce -¿pichones en sus nidos; de canciones. -fluye la vida. las golondrinas?

Prestar, devolver El amigo sugiere Memoria del aire -tesoros de lectura se brindar por la segura -tiene el árbol extrañan en la memoria. muerte futura. deseando a la brisa.

Esto de envejecer… Esquina en la que orina Cebollas, rábanos, -un instante de nostalgia -alguien más, se nota, zapallos, aromáticas, pájaros, guarda la memoria. lo había hecho. naranjos, hombres, carretas.

La hierba espera El campesino Junto a mi sombra crecer, ser manta verde solivia la sandía, contento sentí el impulso vital sobre la tumba. de su peso. de la naturaleza. Dalia hermosa Nos lavamos la cara… En la humilde hoja -sus pétalos parecen -allí donde el gran Cauca de hierba, la gota de rocío lágrimas de colores. parece un arroyuelo. que luego desparece.

Sabe mirar Ni mayores ni menores… El discapacitado -tomar -nadie pidió que lo trajeran se sienta, pone su prótesis con la mirada. a este mundo. al lado, y conversa.

La planta crece La mano fatal -¿Cómo va? -responde -arrepentida, acompaña -“jodido pero contento”- a la caricia. una oración. dice el cotero.

Voy al campo, La naranja lima, Ninguna autoridad como a un retiro, pero hago preferida de mi madre para poner mi vida de ruido con los campesinos. -baste esta razón modelo, a su dulzura. pero vivo a gusto.

Ay! Energía Sola se pasea Allí, la flor portentosa que transformas y mis deseos la siguen -flor, flor, flor- y te apagas. -Ah, la luna. La flor, allí. No importa Colorido anzuelo Silencio de fruta su tamaño, sabe que cabe -certidumbre -la semilla se siente árbol, entre sus manos. de las burbujas. llanura azul.

Entender sin pena Quita los musgos. Miles de hojas -todo pasa; aun así Sufro, aunque quiere de guayabos trabajan la vida es buena. ayudar al naranjo. en la fábrica de dulce.

Maravillosa… Subió a la estatua El sabio añora en la penumbra y como Efraín dio un beso la juventud ¿Entonces - amanece: las flores. a María. cuál es su sabiduría?

*** ***

A la tienda se asoma Ozotrop, luchando una muchacha sonríe el amor tímida y se va. pierde su tiempo. Leve la llovizna, me torna *** *** melancólico. El anacoreta duda El bosque de alambres *** -descree no oculta las lágrimas del mundanal ruido. de la madre presa. Aquel que entierra a los dioses ¿acaso los habría encontrado?

***

-¿Quién censura? -Milenios, milenios, milenios! -la cultura… Torturas de mi alma dejémoslas ir al compás El elogio del trópico de los movimientos del sauce. Basho.

Peñas entre nubes No es un chaparrón Intenso verano -como Gigantes de Pascua, -en el techo anda el albañil -el ollero oteando el Universo. cogiendo goteras. encuentra su charco.

El violín lo tocan ¿Por qué no registrar El palomo mensajero los azulejos –notas altas la sombra móvil del colibrí se escapó entre el celaje. sobre la orquídea? -mensaje de libertad.

El cadáver del zancudo Rezagada la pluma Ya que no oigo a la rana me hace olvidar del palomo escucho a Albinoni la enemistad de la noche. -suspendida, en el aire. que lo hace muy bien.

Cordón umbilical Algo de luna Suave nido -saber que somos amaneció del colibrí fruto planetario. en las frutas. -lana de balso. ¿Qué caminos Una flor Florecillas recorrerá la mente con el polvo del camino silvestres, detienen de mi caballo viejo?. dibujan en mi carro. mi paso.

Compañeros Ni en una plaza Cortan un limón -los trastos me distraigo más -siento de la cocina. -corredor de la finca. melancolía.

En el corredor, todo el día: ¿Es la hora? ¡Qué búsqueda mariposas, flores, aves, -los gansos graznan de caminos! hojas y hojas que caen. reclamando maíz. -caracolito.

Quiche o bromelia ¿epífita? La rama de alelí Un solo de arpa… Qué más da el nombre… que se quebró -cucarachero -la flor es bella. ha echado raíces. de la montaña.

Libero a una oruga nocturna Baja, literalmente…, El sardinel ¡Aunque mañana un río de sangre -proeza no te reconozca, mariposa! -arriba, un matadero. para la anciana. Del lado izquierdo No son gotas de rocío La mariposa recibo a la aurora -huevos sobre la deposición -primer poema. de la rana cristal… de un perro…

Tiene mal carácter El araguaney; Con patitas de caucho la palma de corozos todo oro salta la rana -¡tan espinosa! -joya del llano. en el corredor.

El violín se remonta Basho diría hoy Después del terremoto, como un ave -los ruidos de los carros por entre las grietas, -se eleva, cantando. perforan la mente. el jardín entró a la sala.

El camino de Cieneguetas, Detengo el campero Vuelvo a detenerme ¿Cómo estará? -¡florecido el yaraguá, -espiga ¿Cómo el del Moral, llega noviembre! el pasto puntero. el de las Huacas?

Escritorio de madera; Espero florezca El borde de la montaña papel -¡tanta muerte el guayacán insinúa vegetal en un poema! ¡Ah! Mis paisajes. los contornos infinitos. Algarabía en el bambú Soy de los que dicen Fotos que veló el olvido, -hora de esperar cuando alguien estornuda que aparecen a la luz la llegada de la luna. ¡suerte!, sin saber por qué. de la inconciencia.

La madre pide ¿Un gato? ¿Un niño? Por lo que veo que hablemos más fuerte Ah, si, cerca al cafetal… -esos dos asientos, -¿Estará perdiendo el oído? -una bebita, con su madre. dialogan.

Entre los restos Juventud! ¡Juventud! El vehículo varado de la perrita atropellada ¿Por qué tan rápido y los jóvenes -el colorido collar… habría de invocarte? sonriendo, empujando.

¡Qué ternura! Escribir cada verso, Como caparazón Una mano en el horizonte como el último, lo sé de cigarra queriendo acariciarlo. -hoy, con esperanza. –el viejo calendario.

¿Por qué ya El vigilante Restañan heridas para reír y jugar ronda la casa de la chica -el deseado beso, tengo que soñar? que lo atrae. la caricia. La corona Ricos y pobres Balance ingrato del muerto caída -todos contando -un año sin visitar en la calle. sus pesares. la tumba de mi padre.

A la hora del amor Azul de luna llena La luna; canta el titiribí que alivia las penas el jazmin… pero estoy solo. -parpadea una estrella. ¡Ah! La noche.

Paréntesis Varios meses sin ir ¿Soy el perro? (misterio de la humanidad) a un templo; ¿para qué -cuido el sueño de la vida. bajo este cielo? de mi cachorro.

Cada gota -¿De verdad, el agua En la charca en el coro es experta en irse? se baña alegre, de la lluvia. Y ¿la melancolía? -el ollero. -en aferrarse.

Oyendo a la rana Día caluroso Manos llenas no pregunto a quién -a la orquídea doy de conchas le gusta la lluvia. un vaso de agua. y sonidos. Aún en el sucio caño La lluvia Junto a la tumba canta el arroyo. dice un nombre un cuenco, con agua, delicado y leve. -llegan los pájaros.

Dos días lloviendo En la puerta Bajo la lluvia -el arroyuelo se envalentona, -un perro se escampa y el gris de la neblina, bajando. de la lluvia. hermosa encuentro la flor de la vainilla.

Junto al cerco, Lluvia de cantos La mirada en el mar lloviendo ¡hermoso! -en abril no escanpan acorta el horizonte -el lirio rojo. los olleros. -grises brumas.

La saqué del agua Menos que flor El vago y volvió a meterse -la nube deshaciéndose convalece bajo el alero -la avispa. en brisa. de la iglesia.

No en la ventana Aun al amanecer Los pájaros al amanecer -esa gota rueda canta, la rana. juegan con las sílabas en la mejilla. ordenando sus cantos. Ardilla, gorrión, Un pajarito canta Al medio día el canto torcaza, viento y palomas en la luz de la tarde del pájaro da dulce -mediodía rural. -eso es todo. sombra musical.

Esperar todo un día Un beso cajonero La paja en el pico y al atardecer -dos pájaros enhebra la pajarita escuchar al titiribí. carpinteros. haciendo su nido.

El viento balancea En la barba Cuando sueño y arrulla, al nido, se me enreda la dicha, la alcanzo. en la rama. una abeja.

Dejo al aire Hojas, viento, Una abeja molesta tu nombre para que se acequia cantan, al perro que duerme convierta en viento. tu ausencia. -se la espanto.

¿Dónde quedan? Mariposa negra y amarilla Con su rojo copete Las partituras que entonan -en alas de la noche despelucado, me mira los pájaros. vuelan las luces del día. -el pájaro carpintero. Saltan y saltan, De blancas plumas, El colibrí y la abeja pero hoy no cantan un pajarillo hace su nido, se disputan la flor. -los olleros. en lo alto del pino.

Agudo –grave Sencillez Frente a su nido, -entre las ramas dialogan -serenidad ella y yo; cada uno las azomas junto de gorrión. sin moverse… a un gajo maduro.

Entre un mar Ventea; las puertas De rama en rama de hojas verdes se mueven; no solo la ardilla asusta -la flauta del ollero. vuelan los pájaros. a los pájaros.

Pidiendo auxilio Entre los altos Alguien silba llega en el viento arboles respondiéndole al hornero una hojita quemada. -alegría de verla. -salta la niña.

A la caricia Como una lluvia Ruidos caseros del viento, la flor sobre los tejados llega -se superponen rumores se deshace. el canto del canario. de vecindario. No solo cantan Cantar, bailar…. Treinta y dos rumbos los pájaros ¿no lo hemos hecho y un pétalo de la rosa y los que están alegres; desde antiguo? vagando en cada viento. aquí, desde mi ansiedad, Alivia la fatiga, juego con el viento. espanta el tedio, anima ¡Aviva la vida! Y la poesía, viento del corazón, por la garganta.

Recuerdo el canto El viento trae Desconozco sus nombres de un pajarillo; otro viento pero aprendo apenas empezaba -lejano estornudo. sus colores, sus cantos. el barrio, y en los lotes, entre las espigas, del pasto de Guinea, cantaba desgranando sus trinos. Otros, revoloteaban. Yo lo atendía a pesar de mis juegos.

Clarea la arboleda, No distingo el silbo Tocan a mi puerta, corren los niños; del muchacho, del canto abro y vuela alzan vuelo... del ollero. -el pájaro carpintero.

Como sueltas ¿Cómo pasó la voz El tendero se queda castañuelas del simio al hombre? sordo; no oye cantan las ramas. ¿Antes cantaba el ruiseñor? el carro repartidor.

Salta, salta, salta Entre las matas, El ciego ignora la ruta -de tronco, en tronco-, orino; creo servir de las aves; sabe que salta la ardilla, salta. de abono…, en vida. emigran y vuelven. CANTOS DEL SALADO En el callejón, LA OFRENDA cerca al río, Antes de que cante entre las plantas La ofrecida rosa, el primer pájaro silvestres ya marchita; me levanto sigiloso, -florecida, la cara, salgo al corredor la valeriana. también; y con mi grabadora y las manos registro esta canción *** que la dieron. de amanecer. Cae la cometa La ofrecida rosa Al atardecer, en las cuerdas de la luz no es menos rosa cuando olleros -el niño llora y llora. ni las manos… y chamones disputan un espacio *** Pero desasidas, en el bambú, de todos, sueltan me acerco con mi perro La mirla, temerosa pétalos y dedos. a grabarlos, de sus polluelos, hostiga mientras bajitos a la ardilla en el samán. Las ofrecidas manos cantan los grillos ya son rosas y las ranas. *** que pasaron.

A la noche, *** escucho al mayordomo El campesino acerca de la luna, muestra ufano los brotes Entre las espinas mientras ella se desliza, de las sandías. del písamo, sube, la ardilla, velada por la neblina ¡como si nada! de El Salado. *** *** La acequia Tierra nutricia no descansa. -Madre naturaleza, Cielo azul. humus vivificador. Noche hermosa De nuevo, -¡para todos! al amanecer, *** distingo el canto *** del titiribí ¿Qué tendrá la ardilla y se, cómo entran, en la patica que se lame En la huerta, trasplantados uno a uno con tanto esmero? rábanos, remolachas y zanahorias. con sus trinos los del coro de las ranas.

Ah! Beber Alto el sol; Intrigada la paloma, a la sombra guayabo, guayabo, guayabo mira saltar, y saltar de un árbol. -y yo feliz. a la ardilla. Fuerte el sol No he almorzado Una lechuga creciendo -la lagartija pero como un colibrí en la calle recuerda la vida. he visitado las flores. ¡quién lo creyera!

Durante el temblor Parecen de siempre Temeroso, no iré los caballos galopando pero un día los conocimos a la finca. Todavía -cascos de incertidumbre. -¡Ah!, los grillos. el mayordomo me espera.

Sonidos de la ciudad Recuerdo aquellos La abundante orquídea -zumbidos trayectos por los -esta vez en la colmena. caminos de herradura. solo tres flores.

Por miedo La madera Se va la energía los veía de lejos; -hoy subí -cual hombre artrítico- y el ajiaco toma el rico sabor a los farallones. teme al pájaro carpintero. del fogón de leña.

Tras su presa, Mal me sentí Pena me dio escondiéndose de mi… al dejar caer el gatito -ardillas en la jaula. avanza la lagartija. de la rama. Se acerca a la matera Dos olleros La ardilla y orgulloso me dice persiguen y alejan recorre el jardín -son clavelinas. a la ardilla. sobre la cerca.

Decepcionados Musa Ingenuo, rudo los gansos –no les dí -primera flor -el cachorro ración al atardecer. del cultivo. pisa la huerta…

Gallinas en el corral Niña mía, poesía, La orquídea -la finca tiene no quiero la tarde tersa, ayer sus vecinos naturales. ¡no te vayas! -hoy, ajada.

Jugando se me cae Una sencilla flor, No temo a la noche el gatico y preocupado en el transitado anden, -amo al haikú. me mira el mayordomo. detiene mis pasos.

Mi amigo Mi amigo y yo Deseo desvelarme se hace parlanchin contemplando la noche -tengo un libro antiguo bajo la luna. ¡Dos lunáticos! que aleja mi sueño. Fin del día –quisiera Yo que aquieto En un taxi empezar la noche mis manos, una chica con flores leyendo poesía. que aquieto -día de las secretarias. mis besos -desearía tus manos, tus besos, y un río en el amor.

Viejos amigos Escribo: Uno es el trabajo se fueron, con quienes <> otro el de la flor de la vida. -me entristezco. -ella se esmera haciendo el florero.

Escribiendo un verso En la parrilla Tanto nombre, tanto sobre un beso… -los hijitos que salen y tanto, pero hay uno… -mi hija sonríe. del colegio. -amor, ¡es la palabra!

No saben los obreros Redescubrirse Amor –prestidigitador- que cada uno de sus golpes feliz; sólo por verla déjame asistir a una sesión engaña a mi corazón ¡alma del día! de encantamiento. -me hacen creer que tocas a mi puerta.

La fuente es bella, Duras palabras Cómo quisiera hermoso el manantial -amo la voz coger mi bordón y dar -tu lágrima, ¡divina! de tus pestañas. un paseo por la finca. Si me como la fruta mala… Un deseo y le damos Mis amigos ciegos -no es propiamente fuerza al día; otro más para ven el mundo porque sea un gusano. mantener a tono -transparente poesía. la esperanza.

En vano mi mano Caballo, playa y mar. Yauhura, no puso su nombre quiere copiar tu lágrima Hasta allí, la dicha en la carta, y componer un verso. -no va más. Al-mu'tamid sufrió por eso.

Viudo de cariño Recuerdo Separación dolorosa añoro mi juventud -flor que abre -¡Ah! El dulce encuentro -las azules ilusiones. en el olvido. de los que se aman.

-Para alegrar mi corazón Salgo al jardín Con antiguos entristecido y mis penas poemas chinos, enfrento pienso en una rosa se apaciguan. la tristeza. encendida, en una dalia, en una hortensia, en la infaltable reina, así… me consuelo, descanso, recobro la armonía.

La palabra herida, Tanta dulzura Colinas, surtidores el corazón anhelante ¡para que el amor -jardín donde el amor al borde de las horas. se vaya…! cultiva sus nostalgias. Mi brazo La poesía es la novia Un desencuentro aun recuerda -por ella celan, hieren sopla en mi alma tu criatura. y laceran. el fuego interior.

Una mujer así, Cultivo el olvido Ni la frase de amor va, no alegra el corazón -entresaco palabras ni el viento la lleva -lo espina. dolorosas. -¡pero quisiera!

Es tan fácil penar La que mora Campanilla del ascensor que parece imposible en el recuerdo, canta -cada que suena la alegría. en el viento. se agita mi corazón.

Desnudo y vacío, Dice que la barba Como Yusuf* amando el silencio, la luz encanece en la mezquita, Fabiola** -recordando el viento. -el tiempo crece. en la iglesia.. ¡asesinados!

¿Sangre humana Aquella mancha roja Sangre en la plaza. o de un perro, o de alguna no estaba en mis ojos -¿Quién fue? ¿y, por qué? avecilla? -estaba en la calle. -Sangre en la plaza.

* Rey de Granada. ** Magistrada Colombiana Valor en las guerras Aunque llegue Se fue la energía -por la sangre la muerte, -no importa que nos hace llorar. aquí estoy bien ¡Noche de luna! ¡esperándote!

Temprano en la ciudad Caminando ¡Hojas de trébol! camino a la oficina en la noche me complazco Lucías con optimismo -¡siquiera!, los grillos. y entretengo. esta mañana.

Versos instantes Un río de sueños Saber del tiempo que pasaron -dolor es el torrente -la elaboración que no leeré mañana. de la vida. de las canas.

Arrugas de la mano La luna En la hojarasca -ondas en el lago -lámpara tenue del guadual, los queridos de las letras. de confidencias. pasos de mi perro.

Geránios y anturios Dudo Reunir mis hojas, -a gusto -la libélula todos mis versos entre ellos, paseo. me hace confiar. -¡lanzarlos al azar! Con palabras y versos Tomar un poco Aún con la mano hago y curo mi vida. de nada, herida el montallantas por un tiempo prosigue su oficio. -la flor, el atardecer, otra mano…

Junto a mí, un rayo de sol Alguna voz me habló Maravilloso olvido… -llega la perra al oído; -uno encuentra y se echa a dormir. no sé si era caracol que todo fue posible. o grillo.. -era rumorosa como el mar.

Alud de los destinos El niño demente He escrito poemas; -todo se precipita alegremente irresponsable pienso, hacia la nada. entre los carros. debo cuidarlos… Camino vanamente preocupado por el polvo de estos versos.

¡Qué tristeza! Se me caen los párpados, No siempre He matado me domina el sueño la palabra conviene un gorgojo. -mañana azul. a la nostalgia.

Con los ejércitos, Entre desperdicios Abro la página ¿cuántas encuentra un espejo, -puerta al campo hormiguitas han muerto? y se mira –el basuriego. y me siguen las nostalgias. Beber Cielo azul Unas he llorado una lágrima y blanca garza por mí; otras veces, seca. -¡su belleza! por la humanidad.

Las chicas se peinan Una amaba la rosa, Solo basta tu voz ansiosas como un perro la otra el jazmin -ni siquiera la palabra; rascándose las pulgas. -las dos llegaron, un sonido no más. como toda cosa, a su fin…

Ha pasado casi un año Pasado el tiempo Palabras y deseos y el cohete de navidad encuentro extraños -no nubes-, por el cielo aún sigue en la matera. mis poemas. de la página.

Pasados unos minutos La bebita La espiga la niña se alegra ya corre canta su poema al sol -me ha reconocido. por la casa. que la dora.

Lloro sobre mi Mi amigo, En el pelo, una mariposa -tengo luto antes jovial, ahora de adorno, que se anima de mis cenizas. dura estatua. y vuela, desde la moto. Mi vida Diminuta vida, En mis manos en las letras de estos inmenso sufrimiento. canta tu libro versos. como alondra.

Aun muerta Una flor Entre hojas da sus destellos escribe con una sola que caen -la luciérnaga. mano. -así me veo.

Los astros Vivirás mientras Cortan samanes; ¡Ah! Vastedad, soledad tus versos aleteen fuertes troncos del espacio. en el viento. parecen débiles tallos de delicadas flores que se ofrecen al futuro desierto de la tierra.

Cuando hablan Planto un esqueje Luciérnaga, de caballos viejos -confío en las flores errante destello me enternezco mirando que vendrán mañana. -noche solitaria. aquel que pasta en el potrero.

Flauta de Jade Silbo de perdíz, Mañana de niebla, -el ruiseñor canta, lee siempre asustadizo -la viejita en la ventana, da sobre mi hombro. -hoy tan confiado. maíz a las torcazas. Una teja rota en el techo y aparecen Instantes de eternidad cien estrellas. Humberto Senegal.

Dichoso aquel Pasa silbando Vida –segundos que no teme y alegra la noche de eternidad-, vuelo la Región del Misterio -el vigilante. del aliento al epitafio. -escucha el canto del ollero sin nostalgias.

Árbol seco Vuelve el verano Pala y tierra; –el gallinazo -el pie ya no resbala muerte y vida en la rama pelada. en el camino. -sale la luna.

Cambia sus brazos, Tres perros, La flauta del ciego ensaya aquí, allí… atados a una anciana alivia el penar… -busca delicados -duermen en el andén. de los juzgados. Contornos, tiernos, seguros para su bebé.

Habla claro La loquita, Brote de esperanza -el silencio bajo el árbol en el dolorido que dejaron. -se pinta, se adorna. tronco de la Patria. La historia; Hablar, reír Amar este mundo -la gloriosa historia y dar besos sin arraigos; esperar es triste. pensamiento el otro sin temor. positivo.

Otros pasos –dicen- Un cuete dice adiós Tiempos bíblicos fueron livianos. al que ya no ve, son éstos. ¡Babel! -a pesar del oleo sagrado al que ya no oye. -vivimos sin comprendernos. yerran los míos.

¡¿El fusil?! Donde cayera El ruido relata Tampoco yo lo quiero y la sangre regara, crecen muchas penas vivas -dijo el soldado. blancas margaritas. -otra explosión… Muerte sorda.

El joven soldado Un loco dirige el tráfico; Funeraria: se mira en el espejo el inválido se arrastra ¡servicio permanente! de un tanque de guerra… en la avenida.

El tiempo trabaja La mendiga recoge Ante el espejo dándole oficio la caja de comida, vacía la calavera al sepulturero. -la tira y sigue. de mañana. La muerte Fiesta de aniversario Pabellón nacional con más plomos, pero, no vendrá -inmensa con más dientes.. . -murió en la guerra. sábana mortuoria…

He sobrevivido ¡Ay! Pena -¿qué causas motivarán -hay veces que algo mi espíritu? se nos queda y hace pozo de tristezas y de arena. Lejos un trino. El ruiseñor no sabe El trino persistente que te consuela. Jorge Luis Borges

La rueda Lejos del mar, Las torcazas abuelitas beben en la charca… en las altas montañas en la caja de betún ¡Ah!, el vestido. -pasa una gaviota. del lustrabotas -San Francisco del parque.

Olas en las nubes Hay peces en el mar Voces ausentes -chapotean los patos que se tragan las estrellas susurran en el estanque. y hacen perder en el viento. a los marinos las esperanzas de amor que soñaron en la playa.

Golondrinas –las nietas- Estornuda el caballo En la cañada en los balcones y vuelan las aves las nubes y columpios de la tarde. -trueno en la manga. tocan trombón.

Recorriendo estos lugares, Donde estés, luna Mira en el cielo me detuve a recordar -las estrellas dos golondrinas a la sombra del bambú. también son tuyas. -en sus ojos se refleja el vuelo. Tímida flor Mediodía La calle que camino -me acerco -a la sombra bosteza en el recuerdo y se cae. el caballo. -aroma de cadmios.

El viejo caballo El viejo poeta chino Ahora, desde la catedral echado en el potrero envía, con un espejo, del silencio, no dirás -corren los años. un haz de sol que fueron vanas las horas a las flores en invierno. de la amada vida cumplida.

Tres son las estaciones: Cae el polvo, La gran verdad la anterior, la del ser, cae la vida se aprende la del retorno -casi sin ruido. observando un día. -el dolor no me obnubila.

La mañana Florecen los guayacanes, En los hilos del tapiz, revolotea entre cantan los hoyeros, -el azar el verde follaje. llegan las lluvias anuda un sueño. -es fundada esta alegría.

En la banca, dos niñas Corro la cortina Por la oca tumbada -vestido de colegio- y recuerdo que vivo. –soy este atardecer ríen ingenuas ¡Maravilloso día! un animal triste. y me devuelven la paz. Las colegialas sueñan Podemos estar juntos Venir, regresar en voz alta aquí en la colina -¿Quién puede sustraerse -el viento respeta aun -ven, sabré esperarte. al comienzo y fin, los pétalos de sus diademas. que se unifican?

En la algarabía, Un hilillo de sangre Los lívidos labios inesperadamente al pincharse un dedo, -de la herida- las campanas la hace estremecer expresan asombro. -no celebran la mañana; -las balas de la guerra. hubo riña y habrá entierro.

Para quien cree En las lágrimas No hay tiempo ni lugar en el hombre de la guerra se nubla -la patria su causa requiere el camino de la paz. es una morgue. fuerzas siderales -para el asesino, gatillo.

No hablo ni de vencedores Ganar ¿Cuál es la alquimia ni de vencidos sin derrotar a nadie de este turbio llanto sino de duros combates ¡Difícil pelea! que no deja desfallecer? y eternas ausencias.

Después de la última ¿Qué tenemos La mata florecida palada de tierra, -que sea nuestro-, me evoca al buen extrañamente las estrellas… sino el dolor? amigo, fallecido. Tengo mil asuntos pero junto a la orquídea olvido mis problemas. La luz – thing de los días, no solo para Skallagrimsson -, Valhalla convoca al combate de los centauros; la lucha puede no ser recogida en runas ni cantada en la drapa honrosa, pero Odín lo manda y mas tarde o mas temprano la sentencia se profiere en Valhalla, pues todo ser combate por su nombre - irremisiblemente. Anoche llovió Lleno de ansiedad -primer aguacero busco el río, Valhalla sobre su pecho. cojo piedritas, mientras la corriente se lleva mi inquietud.

El río se lleva las caras Ingresa el marinero Existió, fue, de aquellos que a la nave, tuvo aliento se miran en sus aguas. desciende al mar -se hizo bruma. del tiempo -la azucena bajo el simún.

¡Disolución! Ala quieta; ¿Cómo hacen - la cigarra vuelo de ceniza mis amigos, que hoy no se mortifica. -sueño desterrado. pueden cantar?

Las voces del viento Aves migratorias… La luna volvió dialogan -pienso en el misterio -hace un mes soltaron con las campanillas. al que llevan las alas. los recuerdos. Un saludo, una carta, Sueño que despertó Mi hermana pinta un telegrama, un detalle en el sueño -no solo en el páramo te vienen a consolar. -arrebol que tiñó la tarde. crecen los frailejones.

¡Gritar! Plegaria Choque subterráneo para poder seguir - amor impotente. de bocas y silencios; siendo hombre. El alba ya pasó. río de difuntos.

Cartero de Breha La quijada aquella; Todo viene de la fiera -con queso, vino el uso de otros instrumentos desde la primera gota y noticias de Heráclito. -la mano del hombre. de sangre que bebió la especie.

Tuvo peso, nombre Yo te quería, A la deriva de la mirada y rostro… un poco, cada día, busco los gualandayes Memoria del llanto. pero a tu ida, y encuentro su sonrisa. todo el cariño quería acompañarte al mismo tiempo.

Los hijos de Odín Me acerco reverente La dicha caen pronto; al mártir cotidiano, - relámpago de luciérnaga solo nos queda a condolerme del desangre en noche oscura. admirar sus obras; de la especie. cuidar de tu memoria. El trébol ha florecido Entre las ayudas De los trajes de su padre en malva. La suerte quiere para los damnificados la hija hace sus vestidos. animarme en este día. -una muñeca… Parece que van juntos.

Las dos hermanas Junto al hermano caído…, Donde estés, van por la calle aprende el misterio la luna y las estrellas, -el hermano observa. -el amor es infinito. también son tuyas.

Ni el dolor Una voz Naturaleza exuberante; logra impedir que creíamos frutas de desdicha, fecunda los nuevos brotes. para siempre indiferencia del clima. anudada a la costumbre de encontrarnos -no sabíamos que decía adiós, sin despedirse.

En el arreglo floral Mármol Lágrima de aceite del campo santo - candelabro -mantener encendido algunos lirios secos. de la llama fría. el recuerdo de la vida.

Sus canciones preferidas Una tórtola; El acero duerme el cuerpo siguen resonando voces y ruidos lejanos -sin sombra repasa -salmos contra el olvido. -irreparable ausencia. sus horas luminosas. Vigilando en la almena Día a día, ¡Accidente! Un muerto…, me da nostalgia víspera de lutos… desconocido el paso de las nubes. - trópico de huesos. -¿Quien recibirá la noticia?

El jinete de la yegua Dispara aleve y huye Vino amargo metálica -la mano humeante cierra, - sangre – piafa impaciente. luego, la fría moneda. bebe la tierra.

El siniestro El pequeño niño no oye Horas hilvanando viaje de la bala los gritos de su madre tristes pensamientos dejó quietos los libros después de la explosión. -otros ¡ay! recogen el cuerpo de la biblioteca, de los suyos a pedazos. la pausada mano que les daba vida.

Una explosión de cuerpos, Herida Nadie le disputa de encendidos llantos - arena del reloj a la muerte -otro atentado. que se desangra. lo que es suyo.

¿ Cuál la alquimia No es un veterano; Veo, len/ta/men/te de este llanto no lo podría ser con 18 años, el pie que va a pisar la mina que no deja desfallecer? pero ya perdió las piernas. entre la hierba. Encontrar a mi hermano La diosa Letona ¿Dónde, en qué lugar asesinado, en la camilla del devolvió a Parmenisco las tumbas anfiteatro. la alegría. de mis antepasados? -¿Qué haré para reír? ¡Para qué candil! -tu reflejo, luna, La luna se nos va en menguante en el nochero. Victoria Eugenia Gómez

Este nombre, este soplo Bien se que podría -Vive; todo cirio se quema. que me hace amar, y debo morir -Espera; te veré alumbrar. -por el que me llaman. -la trama esta en las líneas de la mano; en las que escribo…

El bosque se acaba Noche. Caen las hojas -aunque cultivo la esperanza, En el estrecho sendero -del árbol siento la herida. -el cocuyo. del calendario.

La flor cae Sombra de oro. Creí que iba seguro -no querello a la brisa, - flores de guayacán. pero, aun sin despertar, ni al tiempo. se que cruzo un abismo.

Enciendo palabras La luna Vana palabra perdurar para que no oscurezca se nos va -vanas las estrellas, vano ser, en la memoria. en menguante. soñar, llorar. La risa me hiere, Grita Si cada segundo es me duele el enamorado loco una eternidad, -el irreparable daño. ¡grita la vida! el dolor es infinito.

El boleto tomado lleva Una gota El ollero aprendiz, a un destino conocido de rocío en la lluvia canta en el jardín salvo la sorpresa del viaje. de luz. - sala de ensayos.

Llama blanca Ser ese ininterrumpido Ser amigo de ese pájaro; - el viejo caminando dolor que engaña ir con él a sus ensayos… entre el viento. la vana esperanza. ¡Cómo envidio su canto!

Torcazas ¡¿Cuántas veces nos Una rosa, - aplausos engañamos junto al reloj en la tarde. creyendo alegre - aroma el tiempo. el canto del ruiseñor?!

Entre samanes, El trazo de la mano En la pista luna negra juega no vuelan los aviones –todo noche. contra el olvido. -juegan las golondrinas. Fechas, lugares… Brilla aquí, refleja allá Ser hoja, gorrión Vano fijar los sitios -una lluvia de luz o mariposa… que borra el olvido. canta en la mañana. Me vuelvo panteísta contemplando el mundo en el jardín.

En la tarde Los bellos paisajes ¿Cuál es mi fe, el ruiseñor canta se hacen borrosos… que en tan delicados -yo escribo. ¡Ay! El paso de los días. momentos me abandona?

Cae la madura Parecía muerta Esa mano que raspa guayaba y se rompe -hoy luce es la del minero -no hay maldad en su caída. los nuevos brotes. - entierra la uña a la tierra.

Conviene actualizar Años ha que la planta Un poco de amarillo el conocimiento abandonada en el patio -aquí, una caléndula. -¿ en qué luna vamos? subsiste ¡y florece!

Cambiaron Oírte rezar me llena La ironía hace sonreír los afiches; el bar de candor; -Hamlet parece ajeno. creo en todo, no se ríe de si mismo. vuelvo a empezar; pero… tu no rezas… Camisa nueva, El viejo sastre, Una cana más el cuello almidonado con el pelo teñido me recuerda que debo - apúrate niño… simulando juventud apresurarme. -¡qué desastre!

Ha envejecido… No me entristecen Con un pichón -usa la polvera del lado las partidas en la mano el pordiosero de la lupa. -veo la tarde. pide limosna.

Para los animalitos El loco, dolorosa, -¿Abre la noche? de Dios… tiernamente, pule -No; se va -mendiga el pordiosero. sus palabras amarillas. la luna negra.

Junto a una cruz, Flores negras, La calle no está sola flores en la carretera al suelo del árbol - corre con un niño envuelta -alguien para alguien. -la torcacita muerta. entre las balas…

Maniatada, encadenada La última exhalación Tan común el llanto grita en el manicomio -¿será que el alma que la más triste mueca -penas de la guerra. está llena de viento? de dolor, parece comedia. En la gramática Rescoldo de dolor La fotografía del niño de la guerra, la muerte en las cenizas asesinado en la explosión no lleva admiración. de los huesos. no me abandona.

Pasa la sirena No son pétalos Cultivar el alma muere el conductor, que flotan en el río ¡Ay! Tanto hierbajo la víctima –párpados abiertos o que produzco. -la esperanza. cerrados…

He cuidado Tener la soga El cuchillo es hermoso; las palabras, ahora al cuello; saltar, el guerrillero se ve guapo, no puedo buscando. pero el seno de la víctima… desdecirme.

Larga fila, Triste averiguar Buscar el fondo -no de los días- la verdadera ortografía -inacabables gradas exilados, muertos. del exilio. del laberinto.

Sobre la página Detrás de la cortina, El tiempo que cae en blanco, un mosquito… blancas palomas volando, empaña la realidad. -trazos leves. y una larga cabellera. Palabras, vano empeño Réquiem por una avecilla Lloraba por trasladar un sentido. -tinta negra -el llanto es otro para el sentido verso. nacimiento.

El ollero traerá Luz de minero Que el 9 sea 6, las lluvias y con barro que perfora las sombras y el seis, nueve… hará su nido. de la eternidad. -puntos de vista.

No hace falta el viento Me hago mayor Lloré, probablemente -de sí misma -tomo algo de confianza vuelva a ocurrir mañana se desprende la flor. con el mundo. -estoy tranquilo.

No llegó a enero Cansino, pelo teñido, Sombras -el viejo partió simulando juventud, -no cruces- indican llevándose al año. el viejo del barrio. el cementerio.

Nombre, Esperar, Intero, tinta, empate, nota suelta, canción, canción. esperar ¿amar? hoja, trazo, anteojos; ¡Amar! y el corazón anhelante. Capullos de luz, Tiempo de robos… Tiempo de asesinos rosas de día, -se quisiera conservar -todo el mundo blancas para ti. los sueños. escucha pisadas…

No tengo globos qué soltar, ni barcos que capitanear -camino sereno. El canto apenas, y después nada La moya -la alondra… Ampuu

Soy un pequeño Contentas bajo Bajo la lluvia pozo donde la lluvia la niña recoge la ropa se reflejan los días. juegan las niñas. del alambre.

Llueve y hay que oír Lava la fruta Al pasar por el puente al que, desde arriba, bajo la lluvia el caballo, y el joven, derrama su música. y se la come. caen al arroyo.

Gotas, gotas, gotas, Escribo este verso A las cuatro sobre las pequeñas y suena pasa el mochilero flores del Puracé. la cascada por dentro. -reloj del campesino.

¿A quien le importa Último vestigio Pellares, pellares, pellares, el canto del ave -la raíz; pellares, pellares, en la espesura del monte? hueso prehistórico. pellares, pellares. Parlanchinas Inesperadamente En la verde extensión bandadas de loras, a mi lado cantan insectos del potrero, una blanca entre el azul desconocidos. semilla lleva el viento. y, sobre el potrero, y las palmeras.

Cuando está sola Blancos, azules y grises El mochilero el loro es su compañía y el verde con su canto de agua -ella le habla, el le silba. ¡Paisajes del Cauca! en el pozo de luz.

En el páramo Cuatro chicos En el viejo zapato -las llamitas* cabestreando abandonado crece calientan el paisaje. un caballo. la vida silvestre.

Otra región Un viejo tronco Entre palmeras -desconozco el canto en el potrero – escritorio y árboles frondosos de estas aves. para el poeta. sestea el ganado.

La palma al morir Al salir No es un candelabro deja al pie de la cárcel en el monte su propio vacío. abrió la jaula. -las llamitas.

* Mata silvestre y de jardín, en forma de llama. La perra vagabunda Los detestan por feos La hamaca -ya tres veces y no gustan de su canto -nidito en el camino. -me alegran los chamones. para el bebé.

Los dos niños Árbol poblado de mochilas Bajo las estrellas, con el loro “Campeón” -hospitalario y seguro, al niño se le deseó -última foto. en la luz azul del paisaje. la buena suerte.

Aún no tenía senos Simplemente éramos El perro se alegra y ya debía alimentar dos hombres conversando -retorna el campesino a su criatura. sobre el tronco. a su casa.

Tony, el perro La tinta Los mochileros van que creíamos que moriría dio su vida y vienen; el nido aun nos acompañó. a los versos. lo hacen entre todos.

Sudoroso, de un día Entre besos y picos, Cuando le preguntaban de trabajo, el campesino buscan el nombre por su mal, al niño… acaricia a su hijo. para su bebé. ¡Dos lágrimas largas! Las vacas miran <> el cadáver del chivo –dice el campesino. que mató su perro. <>.

Anoche entre la vida El cerdito que salió En el bosque, y la muerte; hoy trota… a la carretera… cae, un rayo de luz -el gozque envenenado. –gallinazos no dialogan. sobre la hoja de papel.

Solo, en el potrero, El silbo Duermen orino, a gusto. nos vuelve en las sillas del corredor alados. -padre e hijo. Oyendo tu llamada la dócil, la exánime chica surgió del oscuro rincón… Los versos del shador ¡Una mujer sin velo! Es como el primer verso que súbitamente brotó del corazón de Valmiki, ¡y te subyugó!

Ella, no descenderá de la sede de la canción. Ella, entre las sombras de melodías, Ama el trópico, Cuando el mar visita escribirá sus cartas… la lluvia lo seduce la concha Dónde ella vive, –le bastaría el rocío. espuma agradecido. nunca lo sabrás. ¡Oh flautista! Haz que se mantenga en la lejanía de la melancolía de tu flauta!

Rabindranath Tagore

Yéndose La orilla acariciaba La tormenta - y volviendo – el mar sus pies ilumina ama su playa. con su mano de arena. su propio miedo.

El viento andariego Besito aquí, allá Pico, pico, pico, camina suave el campo -el colibrí conoce ala, salto, ala, donde florece. las flores. pico, pico, pico.

Como ilusionista Desnuda, sudorosa La falda abierta -te me ofreces -aroma -el encaje y te esfumas. la primavera. blanco de la enagua. A pasos largos y nerviosos, ¡Atrevida! Las muchachas se bañan cruza la plaza -la vida la impulsa - los campesinos despertando las miradas. a lucir sus atributos. no pueden trabajar.

Más sensual Una rodaja de piña Qué linda! que una flor, aroma en la boca ¡Qué ropa usa! esa muchacha. -incitante como ella. -Lástima que solo ella conoce sus prendas interiores.

¡Lo que cuenta! Olor a mujer La orquídea, la rosa -esa prenda -la flor -mujer deseada en el suelo. del paraíso. que aroma la mañana.

Indiscreciones Contigo evidencio Desnuda – la fruta… -flores que dejan ver que los cuerpos se atraen La piel su intimidad. -ley natural. del universo.

El cuarto de baño, Torso, curva, Al levantar la visera, el vidrio, la ducha barro divino. la chica del casco - ¡bella y desnuda! ¡Llanto! -sonriendo. Entre hierbas La chica compra un brasier Paralela y flores silvestres de rosas; el vendedor geometría del deseo -desnuda. gusta de las rosas llenas. -así está bien.

Una manchita A la orilla del beso Existir en sus ojos. el viento envidioso ¡Poder hallarte! ¡El pecado original! apartó tus labios. Hablar ¡Poder hablarte! Decirte, escribirte, cantarte. ¡Existir: poder amarte!

Agua resbalando Dibuja la cintura, Bonita -senos burbujeantes-, luego la mano -la sonrisa insinúa frescos contornos. ansiosa de ceñirla. el dúctil seno.

Al lisiado de la silla Cuerpo de mujer Ondea la falda, se le van los ojos -el mar ventea gratamente detrás de la muchacha. lame la playa. -muslo encantador.

¡Con qué Corrían la falda En la moto coqueto descuido del maniquí -todo el tiempo- cruza las piernas! -verlo lo excitaba. arreglándose la falda. Sensual La chica se pega Me gusta tu vestido; -verla la falda a los muslos -el motivo luce peinarse. -viento de agosto. tu luna creciente.

No sé si es fruta La lluvia La chica de la falda azul o si es mujer; no sé humedece tu blusa -su traje si es mujer o fruta. y revela tus senos. parece de cielo.

Cuerpo de uva Las sirenas pasan ¡Bella! -tersa y dulce- cantando, seduciendo Apogeo del deseo Embriagadora. a los marineros. -pero casi del mármol.

Tan allí… No hay diferencia Tiernos, lozanos; ¡Ay! entre desear y sentir suave gravedad de fruta pero inasible. ¡Oh! Acariciada. -Ah, los senos.

Ella, desnuda, Una hormiga Almohada, el aire… en tu nalga albornoz, alfeizar, juego de mariposa. ¡alpinismo! azul… y adentro, tú, en la alfombra ¡Oh, Alá! Llama de la vida En su Boca enloquecedora – hija del sol –, hoguera, todo donde se extravían relámpago de la carne. se quema. los que se atreven.

¿Qué es la intimidad? Desnuda Encuentro de lenguas ¿La galaxia encendida, -reencuentro -intimidad o los callados ojos? con la dicha. de la palabra…

Los secretos Amor ciego Que tengas siempre del beso están en el fuego -labios que se reconocen el labio húmedo y el talle del magma. en el beso. que a mi mano llame.

Prueba de ti, Bueno, el vino Las jóvenes manos tus labios -mejor estrenan deseos -de los dos, el beso. la compañía. -florecidos pechos.

Asalto Prueba Se comió a las trincheras la piel la fruta de la piel… -cata su cuerpo. a besos. Se oyen Todo lo ve Cuerpo con cuerpo ruidos -no hay intimidad -¡la obra de Dios -¿Reconciliados? que resista… relampaguea!.

¿Dime quién ¿Cómo no celebrarte, Golondrinas rojas te muerde las orejas si puedo yo sentirte -labios volando que a ti te gusta si puedo yo tocarte? entre los sueños. y te dejas?

El braille del amor Allí llega ¿A quién espero? se aprende toda la fuerza, A dos labios en las caricias. -y se entrega… y un beso;

A diez dedos y un abrazo.

Herido por el deseo; Dijo Al-Mu'tamid: Ansiedad delirante y preso. “La tertulia sería perfecta -fuego del deseo- si su saliva fuera mi vino”. ¡tú!

Aloja, cuerpo, Los besos Los tres botones esta alma -torrentoso caudal de la blusa no suenan que aun apetece. de los deseos. al salir de los ojales - es el corazón que bate. Desnuda, Un perfume Pasé -amenazante reencuentro -creo adivinar la tormenta con la dicha. los pasos… ¡amando!

¡¿Qué fue sino Fresca noche, Ansiedad de amar, una sagrada comunión la cama como un nido de arder, de cuerpos y de almas?! -abrazo de los esposos. de consumirse.

Labios húmedos, Una prenda al vestirse; En vez del sostén, -el animal la última al desvestirse… -cóncava la mano. habita la caverna. - distinta la impaciencia.

La mano en el seno, Siempre queda Nadie; sólo deseo. la copa de vino levantada una gota en la botella, No era nadie; recuerdo. - doble embriaguez y un último deseo Recuerdo del deseo de los deseos. en los probados labios.

Como entre nubes Cuerpo a cuerpo Esa sensación… la mujer se dicen ¡toca los dientes! sale del camisón. sus cosas deliciosas. -piano del deseo. La brisa, La hora Saliva amada mirada azul en que el beso –savia de la vida. - el alma serena. demuestra la existencia.

Un lugar La dama china, Cosas personales del universo propicio desnuda, al transparente y ¡bellas! al beso y a la dicha. claro de luna. Aseo de mujer.

Sonriente, hablando La cordura llora Poemas cosas sin importancia, – la conciencia se fatiga -dulce manera de dar lo saca del paraíso. cargando su doble. la bienvenida.

Una copa de vino, En el nuevo verano, La brisa, ya vacía, refleja de lleno las voces no son las mismas mirada azul el cielo y de nuevo -otros dialogan. - el alma serena. bebe a su salud.

-Toc –toc, toc-toc Shador. La vio -¿Quién es? Correr el velo, ¡Ah! perderse entre -Gente de paz. -los hermosos ojos. la multitud. -Sigan –y entran a la vez el bien y la sonrisa. Al primer No es un crucigrama El poema rayo de sol -reconstruir -tejido -piquitos de agraz. la mujer, su mundo. contra el olvido.

Abre caminos, cruceros, Estas rosas Aroma encrucijadas, callejones se abren cálidas -insiste la orquídea sin salida, precipicios. como abrazos. en dominar.

Te pelearé, compañera, Haces Puedo abrir la puerta para compartir bello el día. -pero deseo encontrarte los caminos de Machado. desde el umbral.

Canto a todo cuanto sea De haber venido, Ven, anclemos causa de ti el camino en este instante -causa de que te quiera. estaría florecido. atados de las manos.

Mirada a mirada Está bonita Palabra -el silencioso canto -placer llena del amor. de mirarla. de mujer. En la ventana del bus La dicha Para amar; -la linda son tus gestos me quedo en ti. cara de una joven. ¡Tú!

Yo soy Donde Si no me das el peine, el terreno yo te alcanzo algo anda mal que te quiere. mi querer te toca.. . entre las manos.

Según tu prisa, adivino Se muerden En la caricia tu deseo y sé como los animales amorosa, como anda tu cariño… ¡Ah!, el primer beso. todos se acomodan.

Las plantas “Vino de saliva”; En mi nombre se fecundan “Rosas de mejilla” pronunciado, descubro -y no discuten. -así la gacelita atendía el tono del amor. a Al-mu'tamid; por esto le envidio.

La palabra: vida La riqueza de mi mirada Aun manda cartas -tu nombre; ¡el paraíso! la envidian de amor con palomas mis manos, ¡mis manos! mensajeras. Boquita sabrosa Flores, pétalos, aromas Al quitar la cáscara y dulce eres, mi amor; que dejan tus pasos a la mandarina desnuda que te muerdo deliciosa, en mis días… -una gota. como a rico alfajor.

Un reclamo es, Besos No es necesario a veces, un bello de la amada el Jardín Perfumado acto de amor. -savia de la vida. -el amor sabe sus cosas.

Pretextos, excusas Obsedido por un rostro Beso relamido -unas las palabras, todo es canción -amor otros los motivos. volviendo a su mirada. de los caracoles.

Obsedido por un rostro Preludios –aún Alinderados de espinas el día es una mujer en la distancia disfruta tratan los labios omnipresente y lejana. con sus juegos. defender la fruta.

Un poco de infierno Inventario de detalles Orquídea -mantener la temperatura -el camino no es el mismo, -flor de la vida. aunque al cielo invoca… de monte amor. Ahora sé por que Un leve giro Te ves linda le gusta ir a llamar… al amanecer entre dibujos, graffitis -la telefonista es su amiga. -quedan junticos. y poemas.

Con blancos lirios Con la luz Dulzura y orquídeas hawaianas en la cara del seno amado -llega a casa. del amanecer; -fuente de vida. no te dejaba de querer.

Ahora que las manos Mañana de abril Por ti nazco cantan, - tu, entre el gorjeo. - en tus manos que los ojos y en tu voz. silban, démonos un beso de trinos.

Amarte, amor Mi mano describe La joven de la mesa - resucitar en ti, un sueño quitándose cada mañana. dibujando tu nombre. y poniéndose, el zapato.

Mira a la joven El pie Ella en bicicleta -recuerda desnudo… -muchachos la siguen pasados veranos. -es el detalle. en el parque. Sonríen y esperan Miradas y sonrisas Surge bella –se escriben noticas -tienen secretos -fugaz desaparece en la cafetería. los jóvenes del coro. entre la gente.

Revelación del sueño, Tuerto de cuenca vacía, ¿Vendedoras de flores? huidiza, borrosa pero en el ojo que le queda -día del amor y la amistad, -linda en la tarde. -la mujer esta completa. pero estoy solo.

Hasta las plantas Nada excepcional El alma, la mano sienten celos… ¡y toda maravillosa eres! -extrañas redes El amarilis se marchita de nubes, de palabras. con la palma de la suerte.

…Planeta tú Ando por aquí Sé que donde a dónde he llegado dándole tiempo estás en mi ronda yo… a tu regreso. me andas pensando.

Te escribiré mientras Paisajes bellos. Ponedle collares me quede corazón Brutal realidad. a la sombra y Venus y tenga mano. Oportunidad del breve volverá a visitarte. amoroso encuentro que nos hiere… En tu párpado Miradas En los labios bordeando el sol. -espejo del deseo- apetitosa mandarina coincidentes. saboreándole la boca.

Junto a la palmera Labios Me haces cambian ¡Ah! Ambrosía el punto frágil libros por besos. de los besos. de la tarde.

Te vuelves geografía Sabré por tu vuelo Míra -veo paisajes las playas que me derriba que me llaman. que tú habitas. tu cariño…

La inmensidad, Kao/ to/ kao Llegar a tus mejillas, ¿para qué? -besito beber tus sentimientos - mejor tu mano. robado. de nubes y de arcilla.

Saber que una Descubrí la propia Este egoísmo de amar mirada hace armonioso ilusión y de encontrarse; este mar; al mundo. golpeando la puerta. este volver el uno al otro. La rana no sabía Distancia del cuerpo Delicada forma dura si cantar o callar, -distancia del amor, -desnuda y tu vacilabas amar. del cielo. escultura de mujer.

Juega con agua, sabe Era tentación ¿Soy yo, o es mi destino? de mis lágrimas y otras y fue golondrina Si te gano, o si te pierdo, secretas humedades. -verla en el aire. ¿eres tú, o es tu destino?

Este día, en el mundo Pregunto aquí, allá Pensil, pensil hubo -pareces -grato jardín esas dos sonrisas. inalcanzable. donde te hallaba.

Aquel mirarte Sin ti Pensándote, fue causa del crepúsculo el universo llamándote -encendías la tarde. es triste. - paso la tarde.

Contigo Eres dulce Su mirada se me alivia la herida desde la espera; - cálido rayo de existir. bella cuando apareces. sobre mi alma. Dentro de esta extensión Qué cortas mis manos; La ola llega infinita, qué largos mis sentimientos a morir plácidamente dentro del misterio - quisiera rozarte. en unos brazos. -espero una cara linda, una sonrisa amable que haga posible la alegría en el universo.

Panteísta El tiempo no es eternidad Rozar la fruta -la encuentra sino espera; incertidumbre antes de morderla en todas partes. de una frase -manda abril. que funda el universo; *** así todo es inconmensurable, Centinela de la tarde desde la sencilla dicha la ve fugarse del jardín que aroma. con los arreboles del día. Al trino en la montaña, rico de silencios.

Recuerda a Ponge: Náufragos La yegua no quiere “antes está el placer que logran llegar –los escapar del potro de la puerta ”. esperados brazos. que la monta. *** ¿Por qué tanto afán? ¿No enamora lentamente el viento con su roce?

La botella se llenó Amor imposible Tu y yo, al atardecer de ecos –la perra en calor oye ladrar, -el viento -guarda sus voz. pero está amarrada. en los chiminangos.

La mirada que la sigue, El rojo Piano a cuatro manos va con ella de la tarde, en ti; -en el detalle -la alcanza y ciñe. el azul de la luna; se rozan los meñiques. el blanco de lino. Volver a casarse Tocándote Mi vida ha decidido estoy con Dios y siento, anda -¿primavera en otoño? pleno, el universo. por tus manos.

Dejo constancia Tu eres Las caras iluminadas que ese beso me gustó mi horizonte por una luciérnaga ¡muchísimo! alcanzado. -hoy no sale la luna.

*** Yo, que no tengo ningún control sobre el mundo -me alegro de tu visita.

Alondra En la puerta miran En los trazos emerge - cantas si están solos el rostro entre las sombras, en el aire. -la despedida acerca. tocado por un destello. Conozco a que rama llegas; ahora estamos dos en la misma rama.

Cuánto miedo; Tú y yo, somos nosotros Te siento en medio cuánta espera. Y, ese nosotros, otros de las cosas. ¡Así: más bella! no lo podrían jamás conjugar. *** Un paraguas va y otro viene; al encontrarse se inclinan… Un hombre, una mujer, Encontrarse en el sueño Las manos al amparo y al despertar seguir no se desatan fácilmente de la lluvia. unidos de las manos. -no se despiden así no más. Entre la neblina, Los esperados Tenue luz no tristes pasos… -¡nada mejor - tú y yo. -¿Tocan? para la pareja!

Aquí, Caprichoso, instante Palabras pecoreras en mis signos veleidoso y terco, zumbando -para tenerte obstinado con tus besos. en tus oídos. cuando quiera.

Seguir a tus adentros, Silueta del deseo Soy muy locuaz conocer el secreto -llegó en la noche, -necesito tu boca -saber la intimidad. y en el sueño se perdió. para no hablar…

La odiada luz, maravillosa. Para curar La sola amarra La noche es generosa esta gripa tendríamos deberán -te acerca. que encerrar ser los sueños. los besos.

Gratos días de verano; Amor ciego: La oración de Almutamid más los de invierno palpar… -“¡Señor! Junta -hace frío y te acercas. Tocar, tocar. velozmente sus dos cuerpos”. Uno es el beso Pero ¿qué ocurre? Mi mano recuerda de los labios; ¿Lloras ahora, la suavidad otro el de los dientes por un detalle? de tu cintura. -¡De nuevo lo quisiera!

Si recuerda el cuerpo Nombre que callo Muy juntos no sabían -mi memoria principia -agua silenciosa de quién eran por tus labios. que me apaga. los ruidos del estómago.

Pensando No pudiendo hablar, Las ventanas en ti no pudiendo verla tienen algo de corazón escribo haikus. - escribo versos alados. - algo sucede adentro.

Llevo Sin ti Hasta el ave un susurro anidado el universo del paraíso besa, después… al oído. es triste. de haber amado.

Árbol de vida, Fantasmas, no solo Siendo soñada, raíz de mis recuerdos al desencarnar ¿qué palabra? donde floreces. -vagan buscándose. Y ¿en cuál lengua? Ni en un baile Desde el universo La barquichuela amarilla de máscaras pasaría vengo a decir navega su viaje celeste desapercibida. - ¡Te amo! - tu y yo, viéndola surcar.

Duermes El alma El universo se me hace en mis brazos; abrazo se siente en los cuerpos al alcance de las manos tus sueños. que se aman. - cuando te tocan.

Mi mano En tus párpados Como los grillos pregunta por ti me nutro en la noche; -está triste. de tus ojos. como colibríes al amanecer -besitos y chasquidos.

Paso de la luna Ay gacela celeste; La luna en sus oficios sobre los nudos no la luna… daba luz, regalaba del tapiz. -¡tu mirada! momentos propicios.

Tu que amas a la luna En la noche La luna mira… te inventas su pendiente de luna -sabe que pasea tu noche y tu palmera. inconfundible. por el jardín. Sonrisa de luna Soy noche azul El corazón que cae esperando tu llegada - transformado en pico – desde la peña. de luna. canta a la luna sus ternezas.

Estrella fugaz Buscando los cálidos Como el arquero ¿Dónde sus ojos? tesoros de la mina con la cuerda templada desfallecen extasiados. y alerta… Así te busco, entre las estrellas.

Párpados de los días Granitos de arena, A veces nos - en sus luces se extravía y miles de estrellas; Iluminan las estrellas Ulises y los más los dos… -¡Ay! Oscuridad. expertos marineros.

Pasada la noche, Porque soy angustia Despilfarro hay algo de estrella y seré olvido; -cualquier disgusto en tus papilas. porque hoy tengo amor los separa. y mañana se deshacerán mis manos; *** por eso juego con el viento Antes del llanto y las palabras, dueles más. y busco en tu regazo, la dulce estadía del amor.

Hay una línea Era llama, Se retrae abatido recta, de la tarde - melancolía que todo lo tuerce. -¡tristeza del animal triste. del ocaso! Vano el olvido Sigue siendo bello Musgo, en la peña, -la cruz del amor beber el rocío donde se abre siempre lo vence. -todavía sobrevive la flor. olorosa la flor.

Mujer de tierra Ahondarse Grato el bosque, poblada de hierbas en el monte –el camino pasear levemente… inundada de lluvias. se alarga. -suave musgo.

Entre la hojarasca Extendida, La alta palmera se insinúa la flor dispuesta para la siembra, del mismo paisaje -suave aroma. recibe la lluvia. se sorprende al ver…

La leña alimenta Cálida caverna la hoguera; árbol de llama, en la que halla fruto de luz. refugio el primitivo. Voy atando ramas de pinos playeros por Iwashiro, Trayecto de arima pidiendo la suerte de volver a verlos.

Arima.

La ola del mar Desde el alto Chicos desnudos vuelve por el alma puente, Estocolmo - como delfines – -lava el cuerpo, vacío. - todo nieve. juegan en el mar.

Parpan los patos El corazón a veces, Ruidos vecinos - al mayordomo se le olvidó en vez de palpitar, grita, - soy notario entrarlos al corral. se desgarra, grita. de pequeñeces.

Farolitos No es el tiempo Acaso los pájaros, -flores de fuego, que cae el que oculta el estornudo de un caballo anaranjadas. el camino del amor. o la sombra del guayabo.

Las agujas del tejido Esta tarde A la hora del recreo sobre su vientre desnudo varias veces ahelando - entre gorriones – -sentir los latidos… estar en la finca. canta la mañana. La cometa deja traslucir Camino de la montaña, Mientras pasta el ganado el arco iris aliado del misterio, los jóvenes conversan en la colina de los niños. esconde al horizonte. echados sobre la hierba.

¡Ah! la tinta La roja pañoleta ¡Duro destino! -su bouquet, la fragancia de -amapola ondulando -sala de dementes. perfume. en la pradera.

Quietud – al atardecer La mesa, la silla El gato amarillo cae la noche -en la playa escribe parece un rayo de sol sobre el cementerio. canciones a las olas. a la entrada de la casa.

Tan cerca los escucho Salta un gorrión Regreso a casa. que diría cerca del bastón - en la noche me cantan en las manos. de la anciana. aroman los cadmios.

Callaba, callaba El titiribí La hierba; no las sábanas; - iba escuchando parece decir tus cosas, la niebla; no las cortinas al viento. -¿eres tú quién canta? -la noche y las estrellas. No lo veo pero lo escucho De la paleta Lenta la mirada -el colibrí visita del pintor planea siguiendo las flores de la ventana. vuelan mariposas. alta, al gallinazo.

Heme aquí, Solo de percusión Como muchachos sentado, junto al atril - se rozan juegan los toretes y el libro abierto. dos guaduas. golpeando sus cuernos.

Cómo quiero Tres manchas grises Los búhos cantan que salgas, grillo roen la amarilla mazorca. -se enamoran en la espesura -oírte cantar. La vela, los grillos. del monte.

De la noche Mi hijo estornuda Un disco con sonidos - no del lobo – fuerte y a gusto naturales – no desdeño sale ese aullido. - como caballo – le digo. este paseo por el bosque.

La hoja de plátano Riega disgustada… Veloz en el Gitano, en que envuelven el tamal -les da un chapuzón su rojo pañuelo al viento; - No hay mejor bandeja. a las plantas. galopa en el Coral cabestreando al potro moro. Muchos sus días Almuerzo en la hierba En la rama -hoy el trébol - las hormigas cortada sigue viajando morado se ha secado. se entretienen y disfrutan. la hormiga.

Viejas ollas Una copa de vino Cada que llega - materas en el campo. -del amor del sol la temporada ¡Todo un vivero! sobre las uvas. de la pelusilla de las ceibas -nueva almohada.

Ceibas magníficas, Aunque ya cantan A aquellos lugares chiminangos…, los grillos, vuelvo gustoso pero, ¡los samanes! en la ciudad me olvido - jardines del corazón. que es de noche.

La manta de cuadros Descansa en la roza; Los bracitos al cuello, cubre al enfermo a su lado, con los trastos, la hermana mayor lleva -no le evita el frío. la mujer cuida su sueño. a tun – tun, a la niña.

Bajo la pérgola, Cálido cobijo El vino destella esperando el té, -bajo los árboles en las copas levantadas se abanica…, del trópico. - brindis de los artistas. la niña juega mientras tanto. La niña en el regazo Margaritas, amapolas En el verde prado - la joven madre -la niña corre tras su madre que clarea el verano, resigna su libertad. con un ramo silvestre. - juegan muchachos.

Alarga su sonrisa Junto al arco de piedra, Las maletas - el enfermo – extiende tres chicas -las lágrimas revelan la mano y ríe. -la foto que no se hizo. los sentimientos.

No es una amapola Ahora que te vas Cuando niño -la cinta roja del sombrero brinda con alegría, tomé la flor y le pregunté de la niña que corre. por las cosas amadas, con ilusión… por las horas vividas.

Los ojos serenos, Bellos recuerdos Como trigo y amapolas silenciosa que en un río de luz - así van juntos sueños -ellos se desafían. se hacen sombras. y amores de juventud.

Cabello tan largo Hay quienes Amores frente -cubre a su esposo ciñen talles y quienes al mar –con su ejemplo y a su hijo. nubes, nubes. vuelven y van. Ante el féretro del atleta La anciana mece recuerdos Mirando cartas, caído, un niño -en la mesita de al lado, las conserva igual –teme aprende el dolor de patria. un florero con pensamientos. desordenar recuerdos.

Con los años, La botella sobre la mesa, Dura semana, no es ausencia los nudillos contra la mejilla; salgo, camino lento -olvido. apático y triste, el bebedor. acompañando la luna.

Como Arima ¡Cuántas cosas en el cajón! La colorida manta camino hacia el final; De cada flor un recuerdo… casi oculta la miseria pero ¡cómo no describir este ¡Ay! este ramo del tiempo. del niño de la calle. paisaje!

Mientras lustra los zapatos Tema de muertos El estadio que eufórico cuenta mataron a su hijo: y temores cantaba, hoy de pie «cinco balazos», dice. -saludo de hombres. -minuto de silencio.

***

El Dorado no en la tierra, el Nirvana… - las ilusiones de un cielo.

En el muro Lindas chicas de antaño Bajo el higuerón, -dos gatos desfilan… en su carreta intimidándose. por notas necrológicas. -duerme el basuriego. - Dichoso el pintor, Entre excusas le basta pintarla se hace recatada para que emerja… pero… calla.

- También el poeta que la nombra y canta.

-El mago que la guarda en el espejo…

- Más felices los dos, cuando se encuentran. Magnolia caída ¡nadie sabe Un libro de poemas abandonado tu destino! Shuuooshi en la ventana

El tiempo cambia Algo ocurre Primer día del año. aún los paisajes -indecisa y leve, Canta el gallo de los cuadros. la llovizna. y yo madrugo a recibir el nuevo tiempo.

En la ladera Para muchos no es Sí, veo en el pan la niña corriendo gran cosa pero, soy el vaivén -mariposa azul. de aquellos que prefieren de los trigales. el arroz blanco.

Dejar ir los sentimientos El beso La tierra de un lado en los versos más dulce, al otro… –el niño jugando como una botella ¡Dos picaflores! con el mapamundi. en el mar.

El escondite es más La empleada Siete de diciembre pequeño que la niña, del almacén - las estrellas juegan pero sonríe, segura… barre la entrada en la tierra. - estornuda el peatón. ¿Mariposas sobre el carro? En vano se posa Tarde de enfermo - No, he estacionado la abeja - toser y toser. bajo el guayacan lila. en la flor, de tela.

El agua que contamina Qué caminos Tanto callar, callar; la ciudad recordará tanto decir, decir, alguna vez fue rocío. mi caballo viejo. en el flotante madero de la página.

Entre recuerdos Allá va el ave… Viejo tronco la anciana pasea - a donde va - anciano todo el día, lleva su pena. a la intemperie. en la silla de su habitación.

Vida Sangre verde, deshojada… Sobre el muro - sombra iluminada Un clavel pisoteado - entre cortantes vidrios – de la nada. en la calle. una flor silvestre.

¿Y al pajarillo Después del aguacero; Llega el aroma caído en la avenida bajo el saman de un lirio campesino quién lo llora? - segunda lluvia. ¡Ah! si, allí está. El bramadero, orgullo La hoja al caer Todo fue un segundo del corral, hoy palo y la sombra, exactas, -pero tuvo la dicha de cantar podrido, para el anturio. se encuentran. desde la rama de los huesos.

El ruiseñor pasa Incendio en la loma, ¿ Qué pasa, grillo, con una lombriz en el pico el halcón puede volar que esta noche -comprendo su silencio. -no las alitas del nido. no vienes a cantar?

¡Qué búsqueda El grillo ¿ En ese diálogo de caminos! bajo el hongo del estanque, que - Caracolito. - ¡qué paraguas! se dirán las ranas?

Zarabanda “Ya lo metí ” – dice el niño, No es una mariposa; de mariposas negras… sonriente – y sale entre la rama juega, leve Ah, no; las sombras con un gato enjaulado. - un rayo de sol. -los colores bailan en el aire.

El joven tiene nueva A gritos el viejo No es amarga dentadura, pero su sonrisa no me cuenta que se está la flor del limón es postiza. quedando sordo. para el colibrí. Esta inasible mañana, Ella, se le recuesta; Los dulces cuidados creo, será más mía el, sonríe… ¡el dolor si la nombra la palabra. -los niños mongólicos. que dejan!

El lago Peldaño Dura, - todo luna. a peldaño desenvainada voy subiendo: mirada. desde aquí veo las estrellas.

Buscando al niño En la fresca mañana El gamín encuentra ahogado; el charco busco la paz las primeras letras es una lágrima. -su luz me tranquiliza. en los juguetes abandonados.

El que hoy reposa Ayudas En la guerra en la tumba aún podía para damnificados - encinta de ternura -, correr otros partidos. - una muñeca… no quisiera un vientre blindado, sino la mano del hombre a quien daría el nombre a su bebé ¡si llegare a vivir!

La bomba sobre el piano … No es una lágrima negra; ¿Qué árbol - una postrera nota una mosca en el párpado entierran, también, da el réquiem entre ruinas. - Guerra en Angola. en ese ataúd? ¿ Tanta sangre Discusiones, pretextos Las deseadas no dará una cosecha -el agua horas futuras de paz? busca la salida. pasaron entre sueños.

Canta el ollero; Soy feliz Voltea el reloj de arena el mundo porque te amé -cambia la piel vuelve a su cauce. y aun quisiera… al ciclo de la luna.

El alma, la mano El reloj de la abuela Aquel que pasa - extrañas redes -¡cuántas horas amargas cantando, no soy yo de nubes de palabras. habrá marcado! -pero quisiera.

Viéndote gorrión no pregunto por el sentido de la vida. Una florista camina por la calle Almadía bajo el arco iris. Shimei

Leve, el jazmín, En la tinta El acontecimiento perfuma a la luna. se refugia es el viento -como calamar. -podría agregar dos pajarillos.

En las altas, frescas Avenidas universitarias La noche fría nubes, gozosa - Ah, el aroma -los recuerdos, -juega la golondrina. de mangos florecidos. también.

Al despertar, No disimula su paso Orinaba ¡tantos olleros! por el corredor en el viejo portón -la tierra cantaba. - ¡el gorrión! - el viento lo asustó.

Pasos y pasos caen El mendigo Un guayacán lila sobre la mariposita despierta cubierto - Oh, bálsamo -manada de bisontes. de hojas. del paisaje. No es el sol del amanecer En ellos ya estaban En el viaje final - es la flor naranja mi nombre, mis piernas de mi madre del resucitado en el balcón. -los pasos que me siguen. - sus maletas guardadas.

A la mariposa muerta Un nuevo día, Pasamos y pasamos, en el piso, la llevo un nuevo sol los unos y los otros a un prado de tréboles. sobre la ciudad -hasta el camino pasa. y la selva, sobre el caparazón de la tortuga.

Un galope de caballo La pitahaya llena de luna Sobrecogedora realidad a media noche -ofrece a la noche - sólo alegra mi alma rural. su alba dicha breve. nos protege la palabra.

Todos se van, quedo solo La raíz de la pluma Las niñas van - agradezco a los objetos - allí el ave se siente a la escuela su callada amistad. leve tierra en el aire. -los carros que pasan maquillan de polvo sus caritas ingenuas.

En el campo En poesía espero, El patico cayó -la puerta del corazón desespero, al hoyo de su suerte de par en par. permanezco y muero. - ¡lago de la eternidad! La fábula que trae Quisiera morir La luna llena el viento, la cuenta, como Segalen, - verla; callar. quedamente, al oído. con un libro abierto, a la sombra de un árbol.

No es la tarde que cae Dreno estas páginas La puerta se abre sino la tristeza que opaca -que no se empoce y se cierra, pero da el color de las cosas. la tristeza. al patio de la cárcel.

Parece que desafina Tan pequeños El almanaque en el jardín los gamines indica luna llena - ¿qué pena canta? ¿o duendecillos? - para él la noche ¿qué alegría? larga y oscura.

La esperada Sólo la fábula Tiempo sin mirar al cielo; dicha es imposible ilumina agobian los problemas - ya la tuviste. el sueño de la sombra. -¿aún quedan estrellas?

En la distancia veo Voy a la tumba ¿Qué me hace - sin anteojos – de mi padre, el tiempo? clara, mi infancia. o me imagino allí. ¿Qué me hace? -no se qué, ¡Ay! mi Hacedor, pero dialogamos. mi suerte. Mi manso caballo ¿Existe una última Un amigo ya no corre morada? hecho estatua -antes que él - La memoria - esta tarde se detuvieron no recuerda prefiero caminar mis recuerdos la primera; solo, a la orilla infantiles. tampoco el polvo del ayer. ni la arena.

Choque subterráneo ¿Qué dice el ruiseñor de bocas y silencios cantando -río de difuntos. entre las ruinas? Larga noche: el sonido del agua Apachetas dice lo que pienso. Gochiku

No eran las seis La iguaza Pequeño nido y ya cantaba - una ola brilla - una gota, -el ruiseñor. y se expande. un aguacero…

La mariposa, ¡Riqueza! La torcacita, - aquí, allá… - dos arroyos riegan en el charco este prado. - como grulla.

El paraguas Las hormigas La mendiga - una vez más en el lavamanos estornuda después lo he perdido. -¡que miedo!; el agua… del aguacero.

A las siete el murciélago Levantan las alas El aguacero toca «gris», aparece y bebe para recibir el sol en la «verde» rozando la quieta piscina. - mañana de invierno. marimba del monte. Como pescados La gota de rocío La niña que coge guayabas en el estanque más que brillo se escapa -reflejo de las ramas. -llama de sol. un minuto para jugar con la manguera.

Al primer rayo Aguacero repentino El búho - la cigarra. -cantan los olleros calló… en verano. - la lluvia.

Blancas, amarillas, En la fría mañana, Cantan los pájaros azules, tornasoladas se gritan -yo, abrigado - mariposas de agosto. los pechiamarillos. leo un libro.

Conversando En el corredor Señala al cucarachero, - llega el viento de la casona pero sólo logro de la montaña. - una casita pajarera. escuchar su trino.

Dicha verla… Canta y canta, Entre niebla - aún sobrevive, el ollero y lluvia la mirla. - canta y canta. canta el ollero. Entre las flores Dos dulces diminutos, El titiribí de la sierra en el nido canta - ¡el colibrí! - huevitos de colibrí. en el chagualo.

Un gorrión ¡Ah! Un tono rojo canta El aroma contra el verde bambú en el patio. del pino. - el titiribí.

Entre la neblina, Busco el pájaro grillo, La golondrina subiendo en la copa del písamo revolotea y juega - dos gallinazos. -miro, miro; sólo escucho. -la cruz del precipicio.

Flor azul La ropa extendida al sol El chillido del gavilán en la neblina -en los alambres cae inquietante - canta un gorrión. ondea como flores. sobre el corral.

Garzas y chamones Un canto en abril, y digo: Esa esmeralda al sol “un ollero”; pero es que vuela de los venados. un muchacho silbando. - ¡Ah! El cucarrón. Lo veo quieto, Sereno el canto Alguien duerme esponjado y triste… de la nerviosa perdiz. y suspira Me acerco y vuela - si; la vaca. -el ollero.

Llega el perro Van a ser las siete Al regresar a casa, oliendo a yerbabuena y aún escucho aroma de cadmios, - sin duda de la huerta. cantar al titiribí. aroma de mangos.

6 de la mañana, Vuela hierático Al octavo piso últimos vuelos -chilla el halcón llega visita -los murciélagos. sobre las azoteas. -un cucarrón.

Vuelven No es el viento Inesperadamente los vientos -como hojas suben -tintineo de la -primera cometa. y bajan las torcazas. campanita china.

Agosto En la azotea - ¿El titiribí? -aroma de mangos del alto edificio - No, el pichafué. florecidos. chilla el halcón. Inesperado, el cucarachero… Van con Pasto. Amanecer Septiembre gris, sus cometas entre campanas, perros, anticipado -esperado agosto. cantos y gorriones. - la última cometa.

No ha amanecido Canta el ollero Asomado a la ventana y cantan insistentes - la mañana - el día los canarios. empieza sonriente. parece un mundo nuevo.

Aunque retumba el tráfico Mediodía Cualquier ruido -se oye de melancolía motiva a esa avecilla el ruiseñor en el poste. -el haikú animando. para cantar.

El vendedor de cassettes, Como garzas, El viejo escucha sin saber, pone, en la calle, las enfermeras, con ánimo las canciones una canción que me gusta. a las seis, van al seguro. de su juventud.

El sol del amanecer Canta el titiribí, pasan Mientras hablamos enredado en el guayacán los carros del lenguaje, a su gusto - y es medianoche. -sin duda va a amanecer. cantan las cigarras. Volvió a cantar Un pajarillo, El ternerito, juguetón, desde su sitio acostumbrado, no sé en cual apartamento hace volar la garza -el titiribí. -canta y me alegra. -en el potrero.

Con don Alejandro También él llama El zancudo vuela por el callejón, a cada paso, al viento y a la luna inmóvil mariposas volanderas. sus amigos. -brizna suspendida.

Un punto blanco Un pajarillo en el suelo Todo pasa, parece entre la nube de humo -inquietos decir el ruiseñor -la garza. revuelan sus padres. -canta entre las ruinas.

-¿Qué describo? El viento me ayuda Un saltimbanqui -leve balanceo de la espiga a pasar las páginas dando volteretas del puntero. del libro de versos. -hoja seca del bambú.

Diminuto insecto; Cantan las aves Se acaba el papel diseño increíble. -el pechiamarillo -el próximo poema en el achiote. volará en el viento. Rochela junto Mariposas negras… El libro cerrado; a mi hamaca –dos ruiseñores -Ah, no; las sombras; estoy atento al árbol chacharean. los colores bailan - escucho las aves. en el aire.

Alta, entre los pájaros Luz Mañana tan radiante -la cometa del niño, – extraña agonía. que incluso desde la puerta del rancho. el ciego la celebra.

No es con tinta Volaban pellares Viudas, no de negro, -el poema lo hace y garcetas -teñidas de la sangre, el aroma de la reina. por la madre vieja del río de los tajos del terror. -los figuran las palabras.

¿A qué hora canta? Me sorprendo y admiro Resplandeciente ¿Por qué con tantas fuerzas? de las palabras -de pronto un nubarrón – ese bichito. que recoge la papelera. la oscurece.

El viento del campo Abandonarse Mientras escribo dispersa al fluir el anónimo insecto mis inquietudes. mientras dura. recorre mi cuaderno. ¡Qué vuelo La leve nube No es mariposa sereno y hermoso tienen pasa ligera que salta de rama en rama los feos gallinazos. -sin huella. -leve amarillo de sol.

Sentado a la sombra, Cantos de las aves, El silbo del gorrión llegan los vecinos, distintos tonos de verdes cae perpendicular los insectos, los pájaros. y nubes cambiantes. en la ramada.

¡Qué lucha! ¿Quién salta Sube el sol y el vaho llega La de esa mariposa en el establo? con luminosa intensidad contra el soplo ¿Un gorrión? ¿Un ollero? -más fuerte el lirio. de las nubes.

A quinde – el colibrí -, Los carros pasan En el verano del valle parece no importarle con música estridente vuelan suaves, flotan que estemos junto -yo escucho al viento, -copos de ceibas. a sus flores, en La Cocha. al murmullo del agua.

A los rayos del sol nocturno La telaraña no es Tenue verde canta un pájaro propiamente hamaca de los platanillos en las alas de las sombras. para la mosca. -lluvias de septiembre. - ¿Qué semillas son éstas? Un árbol En la chilca, - De pomarroso -, lleno de garzas cinco mirlas le respondo. ¡Dagua! - creí se habían extinguido.

La dalia morada En marzo Cigarras y olleros, pellares… ¡qué desangre! de lluvias - nublados recuerdos - en la baranda. -florece el café. en el verde del paisaje.

Verano Campo silvestre La ortotricha - limpio las zanjas - una flor y la bihai que recorrerá la lluvia. en el baldío. - bellas las dos.

La aguja de un pino Eché de menos Sobre el caballo rosillo traspasa a la ardilla -la blanca garza la hoja del platanillo. -verla, alegra. en la mañana de sol.

Todo un bosque Vacila Los pájaros -mas el prefiere entre el cartucho garrapatean en las crines aquel árbol frondoso. y las astromelias. del caballo viejo. Septiembre azul Del Chilcal a El Salado Los lirios rojos - gualandayes por el polvoriento camino -en septiembre y alisos florecidos. -trotando en la yegua. florecidos.

Redescubro la luz Rojas, azules, amarillas Las hierbitas sobre los árboles - de todos los colores -, del borde de la carretera - atardecer en el campo. florecillas silvestres. - florecidas.

Hermosa Miro y miro Por el hermoso - la valeriana -florecillas camino… en la quebrada. silvestres. - chuspas y basura.

Blancas, rojas, amarillas, En el hermoso En la peña a la orilla del río recodo del camino… crecen blancos, hermosos, - chuspas plásticas. - chuspas entre las flores. los cartuchos.

Bajo, a la altura deseada Al caminar En la carretera por el ollero, el mortiño ¡qué aroma! Prado los pájarillos -junto a la acequia. de yerbabuena. se echan arena. Junto a la puerta, Como minero Los últimos rayos los gansos esperan el abejorro, iluminan los árboles al mayordomo saca la tierra. - la tarde menos fría. - son las cinco y no llega.

Amaina la lluvia Aun en la pileta ¿Cuántos perros se - en breve saldré de la ciudad florece habrán orinado en el viejo a dar un paseo. el pasto yaraguá. tronco de ese árbol.?

Nueva lana Ristra de ajos Dos cucaracheros de ceiba para ¡Ah! Sus tonos saltan en el césped mi almohada. ¡blancos, dorados, rosas! -Parque de Cayzedo. Para la salud y la suerte ¡que cosas!

Los gansos en el campo Del árbol La hoja en la rama de golf – grandes bolas - estrellas recibe al sol blancas, graznando. en el suelo. -yo, en el balcón.

Una estrella pequeñita El viejo samán Pasos y esperas, brilla entre el verde -florecido. personas corrientes de la cinta, en el balcón. - ¡Ah! La ciudad. Cada cual fluye Guayacán de oro Esos zapatos a su destino -¡guayacán de sol! no están abandonados; como gota de aguacero. tras la cabina… -el mendigo.

Jugo de manzana El ascensor… Aunque hace calor - a la sombra Alguien llega llevo mi saco. del árbol del jardín. - día de trabajo.

Comiendo el dulce En el salón Las plantas de mamey de reuniones de la cárcel florecen me visitan las abejas. - un gato inesperado. -alegran la prisión.

Tan de su casa Noche azul, La pólvora que ni siquiera la luna, las palmeras que festeja el Año Nuevo tenía las llaves. - centro de la ciudad. me ha despertado.

Todo un domingo A mi escritorio El amigo viene -para mi llegan cenizas a proponerme registrar como si fuera lunes… - arde la loma. el canto de las ranas. Amanece Con cuánto gusto El niño conversa, en el campo el campesino las aves cantan, - el perro, a su lado. muestra su huerta. la mañana transcurre.

Bajo el ardiente sol Los vecinos, Día de ahijados - el mayordomo y yo -, en nuestro jardín - sufre el maguey. montados a caballo. admiran la rostrata.

Quien se quiera ir La lluvia, primero Aquí, adentro puede irse… las canales, las acequias, -el pequeño ariete - yo, con los guayacanes. y por las quebradas bombeando el tiempo. al río…

Una polilla He madrugado; Lee el periódico vuela en la sala alta y sola, en la calle -busca trabajo. -se diría el cóndor -la luna. de los Andes.

Una casualidad, -¿Mostrar lo que escribo? Ver a la madre envejecer cosa de un instante -Como las plantas -contemplar la puesta del -ver abrirse la flor. muestro el fruto. hogar, de la familia. A este lejano paraje Alcanzo a divisar Boceto de poeta: llega la sirena – vuelvo a sentir –, <>.

Primer día del año. A la luz de la luna Entre la tupida vegetación, El mayordomo no llega el joven campesino en mi hamaca -el sol está subiendo. peleó con la culebra. -leo antiguos haikus.

Fantasmas de sol Poco a poco se torna gris Para unos monótono, - todo crepita en la llama y se deshace… para otros animado que arde en esta tierra. -vive de estaciones. -croar de las ranas.

El loco detiene su carreta, En medio del río, El sauce se secó voltea, toma una revista sobre una piedra -¡qué manera de decir -y me sonríe. -el gallinazo. que ha muerto!

¿A qué fe puedo cantar, Madura un racimo Clara luz, si aunque hable de bananos clara maestra de esperanzas, para los pájaros. -la naturaleza. certeza es la ceniza? Pintada de amarillo Apenas llega, El pino más débil entre el verde de la rama un paso suave fue, al final, -la guayaba. -se escucha apenas. el más alto y fuerte…

Cae la sombra En los cañaduzales Primero la lluvia, en la gotera se corta el viento. luego el sol. -es medio día. ¡Bonito día!

Con afecto Envidio al niño El perro el perro olfatea que va saltando - que es muy listo – las ropas. por la carretera. no advierte que lo miro.

Se fue la dueña Sin mas papel El periódico - triste ladra la perra. para escribir -hora de levantarse regreso a casa. y llamar a los hijos.

Más allá del oficio, Más allá de la edad, En la calle oscura la profesión o el arte más allá del dolor, el ruido del carrito - el día para todos… - para todos un día. del vendedor de dulces. Quitó los botones La anciana ofrece En el piso de abajo a la vieja camisa a su hija mi hijo y sus amigos, - pueden servir. prepararle un jugo. comentan y ríen.

Los muchachos Un vaso de tilo… Aprendiendo, el niño terminaron de comer - y hablan escribe la palabra, -lavan los platos. del día de mañana… «Poesía».

Alegres juguetean Viene de lejos Bastón de caminante el perro trayendo un perol. y un sombrero, y el mendigo. fueron mis regalos.

- Buenos días Dos amigos, Sin incomodarse - Buenos días. dos guitarras el perro busca - Que le vaya bien. - en la moto. un lugar al lado mío.

Con entusiasmo En el ascensor Los niños escondidos me recuerda las semillas -una arañita y yo. detrás de la banca para la era. - como gaticos. Dos perros callejeros Aquí dejo esta apacheta Aun con tinta negra, por el puente peatonal por un dolor que me pesa verso los colores -se olfatean y siguen. ¡De nuevo camino ligero! -los saco del tintero.

Al ver bien las fotos Cuando era pequeño, El ramo que se ofrece se hizo patético -en los lotes de mi barrio – insensible crueldad -todas encanecieron. cantaban pajarillos. de la ternura…

Todo animación, fiesta Las flores artificiales En la novela -tranquilo paso lentamente también lucen sigo al personaje las hojas de los poemas. sus delicados colores. ¡qué cosa!

No tiene dolor Se debilita Contemplo -contento el corazón ¡Cómo quisiera una piedra en su memoria. verlo mejorar! de este maestro rumoroso -¡Ah! El río.

El perro corre Buscar a Dios… Mi caballo no corre, ladrándole a tres mariposas -fácil encontrarlo -primero se detuvieron que lo enloquecen. en toda parte. mis recuerdos infantiles. Al mayordomo El reclamo del vientre Mi amigo, el gallero, de la finca le digo: me hace cerrar tiene picada la mano; «déjame tu lugar; el libro de mala gana. cada picotazo sé tú el abogado lo alegra pensando que litiga». que su gallo ganará…

Sobre el escritorio, Ha llovido toda la noche Período de feria una fotografía -mi hijo y su amigo -prefiero refugiarme que miro, silencioso. no han dejado de charlar. en la montaña.

El viejo chauchau Los libros Abro a la puerta como un peluche -al paso de las páginas- en la noche; la perra sale -abandonado. dicen sus cosas. y no quiere volver.

Cada día el niño Mi perro Un diálogo viene a verme tan inquieto - el basuriego y me regala un nuevo nido. como yo. con su perro.

¿El ruido que hago Sin consideración Valmiki sucumbió alegrará a ese pajarito el perro me pone ante el bello rostro; como su canto a mi? sus manotas, encima. yo descubro – sin velos – el encanto de esta mañana. El techo pajizo Va feliz El guayacán lila, recubierto de flores con la cometa florecido de amor ardiente. -de periódico. - abril al trasluz.

Las torcazas Sendero Fresca mañana hacen sus nidos de gozo y alegrías - en el sofá en los nichos - lectura de haikús. leo poemas. del semáforo.

Los niños juegan Habitar el cuerpo, Tanto callar, decir con sus paraguas la alcoba, el sueño -en el flotante madero - la llovizna. -la olvidadiza memoria. de la página.

Niños se creían Ensayo de violín También yo, mayores; jóvenes hablaban – los azulejos al amanecer, siento del pasado, en la copa de pino. deseos de cantar. de las eras de la frente.

La sentí en la noche, Al amanecer el niño Anoche, indiferente descorrí la cortina… repartidor, en patines, a la luna llena; - alta, resplandeciente. entregando los periódicos. estaba contrariado ¡Qué pena! El mendigo en el nicho El perro callejero, mira: Sobre la avenida, de las ruinas no hay carros… lentamente, una flor como palomo eremita. -atraviesa la avenida. -del guayacán lila.

Esta noche, Del cuaderno de notas Palabras no encuentra, esta noche salían luciérnagas quiere describir -pero mañana… –palabras fugaces… los sentimientos ¡Grita! ¡luna llena!

Por sacarse una espinilla ¡Ay! Soldado. Un quejido de la cara, la taxista ¡ay! ¡por favor! resuena en la tinaja desatiende el semáforo. -no mates los días… de la carne.

La llama que se apaga, Calló la áspera voz, La niña murió la vida que se va cayó la valentía –yacen por una bala -a la misma región. los rivales, muertos. -perdidos somos nosotros.

Una mariposilla… Los hijos del amor, Con los ojos caídos -dos titiribíes se cruzan; llevados a la batalla, mira el cuerpo quieren atraparla. mueren en el campo, del marido abatido que se desangra, en la emboscada. se desverda y también muere. Me pregunto, ¿cómo ¿Qué preocupará Tiempo personal, habrán sentido el temblor al titiribí social, los presos en la cárcel? que canta a deshoras? tiempo cósmico -dramática oportunidad…

A esperar No canta el titiribí Sentirse vacío tu regreso en el naranjo del patio -recipiente ¡Oh, luna! - ¿qué habrá sucedido? de universo.

¿Salta un sapo? ¿Nada sucede? Apretar, o aflojar ¿Un gorrión entre la hierba? ¿Se han callado las aves? la correa ¡Ah! ¡Mis ojos! -Escucho al viento. -preocupaciones.

No al final, ahora mismo, También hoy ¿qué somos sino polvo -gotas de sangre- resistiendo al cambio? a lo largo de la calle. Caído, enfermo en viaje, soñando, veóme errando Diario de un pez en la arena por la llanura muerta. Kyorai

Me bajé del bus, Mi amigo pasa Se oscurece; busqué el río el puente de guadua viene la lluvia -verlo fluir. sobre el arroyo, -dicha plateada. ayudado de una cañamenuda.

Un viento frío El pez en la arena La llovizna, -gases de la población confía y sufre bondadosa jardinera, vecina. con el rumor del agua. riega las plantas.

El sol se esconde La pequeña gota El pato viudo, -las estrellas se hunden de agua –un océano la pata viuda… y flotan en el mar. para la hormiguita. -parpan en el estanque.

Soy friolento; aunque Paso mucho tiempo Alto, entre esta ciudad es cálida, donde viven las cosas el rodar de los carros me pongo chaqueta… -en la memoria. -canta un pajarillo. Las campanillas Zarabanda de mariposas A punto de decir del vendedor de paletas ¡No hay danza su secreto, parecen guadillas chinas. de colores más bonita! desconfió del viento.

Sin querer Recuerdan linajes Los suaves sonidos también un velo -el canto del amanecer de un arpa celta cubre las estrellas. dice que son otros estos días. calman mi ánimo.

A la madrugada A las cuatro cierro Recogimiento, canta el gallo la ventana; el viento mece alma abierta -¿Cómo ir a verlo? la jaula de los canarios. -canta la perdiz.

La arena pegada Prendo la luz Al calor de un rayo a los ojos no impide ver escribo de sol, la hortensia la diáfana mañana. -pinto la voz. se resiente.

La abundante orquídea Dalias, rosas, margaritas, Azules o malvas conserva dos flores anturios, claveles, -las flores blancas, tres llenas de luz melenas de león, de las papas. -esta fresca mañana. hortensias, caléndulas -por un camino de colores las hormigas las llevan a su nido, en el cementerio. Inesperadamente Recordar y recordar Visitamos sus tumbas, llega el olor -las verdes montañas las hierbas las cubrían. de los cañaverales. de El Salado. Tardamos en encontrarlas.

Descubro en las pepas Después de una tarde Junto a las bellitas del níspero caliente blancas, azules, hoy… gusto a almendras. riega la hortensia. -bellitas rojas.

Me cuenta ella, Noche de luna Fue apacible que llevando las flores -espero ver abrir la flor -debí revolcarme le saltó una rana. de la pitahaya. en la arena.

De pie, junto Creo que amanezco Iba a decir: “no estoy al ventanal, contemplo en la cabaña enamorado”, las montañas. -escucho los olleros. pero ¿cómo decirlo, si los árboles, las flores, la naturaleza, el milagro de los días?

En el apartamento Al medio día me recosté Cada uno, a su modo, han florecido anturios al tronco de un guayabo lleva la variada y violetas y una y dormí por un instante. carga de la vida. inesperada hortensia. Dejo de escribir Rebrota el “corazón A lo lejos y salgo a contemplar herido”* diviso una rosa la hortensia florecida. y a su lado, rojo, -me alegra. el anturio florecido.

Al dormirse el viejo De nuevo encontré Alegría de ver abierta manicero, un transeúnte mi cara la puerta de aquella casa, le roba 3 cucuruchos. -en los demás. tanto tiempo cerrada.

Escucho una frase Vana alegría Flores y hojas, caen; amorosa, a la cabecera de una nota vieja, y plantas y árboles; de un enfermo. olvidada de romper. jardineros y agricultores.

La nostalgia Las hormigas dulceras Extraños impulsos llevan le recuerda que el día sobre el plato… a la gente a viajar… de la madre, hay un padre… -mejor no abrir la llave. -Me siento a gusto, quedar.

Con un mensajero envío Las plantas El día de la madre el dinero del mayordomo del apartamento –no podría el hijo visita -quisiera ser el otro. cortar sus hojas. a su padre…

* Planta silvestre entre los cafetales Diríase un anciano, La perra En el espejo y con tan vivos cariñosa de mi madre descubro algún deseos de viajar. lame mi pie. rasgo, algún gesto suyo.

Noche del búho Cuidados de jardinero, Ante la crudeza del día -a la orilla del río de médico… -un amable saludo de mi tristeza. -la salud de las plantas. al comenzar la mañana.

Fechas, flores, detalles Siameses. Me traen noticias -siempre algún motivo La alegría y el dolor de mis perros para recordar. -Inseparables. -los extraño.

Alegrías y penas… Bien que el viento Voces de niños -volteo otra hoja y el agua -trazos de versos del almanaque. esparzan y lleven en la habitación. por aire y tierra nuestras cenizas, pero a gusto voy a visitar las tumbas de mis padres.

Con curiosidad leo Vaya un trago ¿Cómo afecta la anécdota de la caída por las ánimas, y otro una lágrima el equilibrio del caballo, de Basho. por el ánimo. del corazón? Animadas En el templo católico El tapete cacarean las mujeres murmuro con respeto -¡tan bello! del caserío. el nombre de Amida. Temo pisarlo.

La soledad Escucho el canto Manos que a las manos no es abandono de los canarios. se han unido -las sombras ¡Ah! Mi dulce compañía. - historia de la vida. se encuentran.

La buena señora, Sobre su tumba Con los zapatos arregla, delicada beso en las manos, -las margaritas. la hierba que crece. baja las gradas.

Prisionero Creo en ti con la fe Largo camino -como el chicao elemental que da la luz para encontrar el rostro de esa jaula. cuando inicia la mañana. de su padre.

Lo cuentan los labios, La ve cruzar Madre de soldado, las palabras, la avenida, solo madre de guerrillero las redes de las manos. -con sus recuerdos. -esperan y lloran. El silencio no es de cal Largo día escribiendo Mi corazón -distancia, -contento me dispongo está intranquilo sufrimiento que acerca. a dormir a gusto. - una llamada comprensiva.

La casa en ruinas Delatan ojeras, Si se unieran las sirenas a la orilla de la carretera el tufo, el corazón de las ambulancias entristece mis recuerdos. estremecido. habría un largo quejido.

En cada religión Nostalgia Cuida el deambular un Dios para la permanencia -así recordaré -pululan y otro para la transmutación. estos días. los maleantes. *** *** Canto, escribo Leo el diario -saliendo a caminar de un viajero, y miro dejo sombra y tristeza. con nostalgia las montañas.

Desde la ventana Las lombrices Guerra en todas partes trato de hallar californianas devoran -a donde vaya el corazón en la montaña las plantas del jardín. la mirada se estremece. la cueva donde íbamos a ver los murciélagos.

¡Oh! Hace tanto tiempo; éramos muchachos traviesos y atrevidos.

Nos deslizábamos en las vagonetas Junto al nido de la perra ¡Cuántas veces de la antigua suben ladillas y garrapatas los muertos más cerca ladrillera del barrio. -una telaraña las espera.. que los vivos! Fatigado reposo Cuando la luciérnaga -¿La vida estable? mi cabeza se apaga un instante -Nunca lo ha sido; sobre el álbum ¿olvida su pena? tampoco lo será. de mis mayores.

Paz en la antigua Los últimos destellos En la noche de luna iglesia misionera del día colorean una ola avanza -mas es otra mi fe. un retazo de nube. y me devuelve al mar.

Disfrutar Llamo a mis amigos Ya que sigo vivo…, la pureza de una gota por si en algo puedo fui a orar al misterio. de rocío. ayudarlos.

Entre la casa de don Marco Me acerco o me alejo Temo los vuelos y la de don Modesto, ¿del mar? ¿del río? de gaviotas, pisadas ¿cómo la quebrada? de pescadores.

Preso Veo una hoja Frescura de brisa en una charca, al borde desprenderse -creemos del acantilado. de su rama. que es la misma. Parado en el muelle Hoy he sabido La nube, se deshacía frente al mar, que también Takuboku dejando frescas miro las ondas de la tarde. cogía piedritas en el río. gotas de rocío.

La arena no había estado Como gota de rocío Voces de niños, siempre ahí; tampoco el mar -lágrima por una cana trazos de versos que lo llevaba y lo traía. de mi barba. -en la soledad.

¿Qué efecto tiene De pie, en la noche Atardece una lágrima sobre el de luna, veo abrir -cubro con cuidado corazón? la flor de la pitahaya. a los canarios.

Son las doce Riza la arena, Canta el canario -aún con lluvia, barre las hojas, al escuchar la flauta no se callan… golpea seco. -yo me alegro.

Contra el vidrio, Llegan y salen, El suave incienso incesante lucha por salir –la pájaros y pájaros y esta música oriental avispa. -mis vecinos. tranquilizan mi espíritu. Escucho al Tao Liberé a la avispa Al escucharme silbar -el sonido, de las trasparencias mi madre recordaba el gran silencio. del vidrio. que su padre lo hacía.

El canario canta, El viento pasa, El canario, y lo acompaño… entre los dedos, tanto tiempo callado -yo silbo. como el agua… -hoy alegre.

No solo la pena El arpa celta La niña en el balcón, -también la alegría alegra el ambiente con la flauta me hace cantar. y concede la paz. -como una mirla.

Como takuboku, Escucho la llamada Cuántos como yo me detengo a escuchar de las campanas ¡Ay! Confían al viento el acento de la gente. -una iglesia cercana. sus temores.

Extraño los arrullos ¡Cuánto tiempo Intentaron anidar de las palomas collarejas. sin ver espigas, en el alfeizar un cultivo de maíz! -desistieron. Si fuese ave Cantos gregorianos Mi hija y yo, me extenuaría sin rumbo, -después cada uno oyendo boleros volando en los cielos. a su propia soledad. ¡quién iba a pensarlo!

Por fin una sensación Música de alas Cuando pienso en Dios optimista… -las gaviotas trinos, arrullos, nostalgias miro con confianza la veleta siguen a un velero. del pasado. movida por el viento.

Una bandada Escucho Maticas de quereme de chamones me recuerda los canarios. en la montaña, me hacen la finca paterna. ¡Ah! Mi compañía. querer la montaña…

Me aconsejan Aún se yergue Comparto agua de caléndula, el largo muñón donde con unas hormiguitas colecaballo, micay, se lucía el anturio. mi plato de comida. mango, papaya… -la verdad voy mejorando.

Hormiguitas El perro ¿Un escorpión? sobre la página, pasan de las abuelitas ya no ladra ¿Una lagartija? No sé; sobre los versos. ni echado… tengo miedo en el jardín. Aquel lugar ¡Ay! Campo Cambié de sitio amado, hoy cruzado -unas cuantas materas a la matera –la planta por la guerra. me dan tu compañía. reverdece.

Para beber La rosa roja Hormiguitas el jugo de mango, caída entre el césped. azucareras –dulce morir separo las hormiguitas. -día de la madre… en el almíbar.

Una parvada Blancos los cabellos, El viejo jardinero, de perdices cruza nerviosa la camino sin renunciar no distingue las flores, carretera a la primavera que llega. confunde sus nombres -echo de menos -pero cuidándolas estos encuentros casuales. encuentra su dicha.

Con el verano ¿Por qué tan poca distancia Retratos la hortensia se hace infinita, -lo que queda de una grata se resiente. inalcanzable? vida pasada.

Sobre la pared Reprocho a mi amigo Describo nubes marcaba los rayos del sol que no supo conservar del campo, viendo pasar -así yo te esperaba. las bellas cosas queridas recuerdos. de su anciano padre. Vino a darme Montañas del Salado Mi caballo trotón la vieja espada que encontró ¡Cómo quisiera -¿ya se habrá en el arado. estar allí! recuperado?

Me entrego Viene a verme Me encuentro a mis remordimientos, con semillas de nísperos con mi amigo poeta y alegrías para mis males. y conversamos -como cualquier insecto, o como siempre. perro rezongando.

Brindis de honor Recordando a mis padres Tomo un antiguo convertidos en intrigas pienso en cada uno álbum de familia y paso y traiciones… de mis hermanos. al mundo de los abuelos.

Algo atrae a mi hija Aunque solo, De reconocernos al apartamento… he vuelto a sentir el canto nos ponemos felices -la violeta. que prodiga la vida. y deseamos buena suerte.

Cabaña de madera Dejo de escribir Hace tiempo -recuerdo mis perros, y salgo a contemplar no charlo por charlar siento su ausencia. la hortensia florecida. con los amigos. Ella arregla Miro con simpatía Olvido con detalle, un florero mi cuaderno de versos. ¡paz del corazón de margaritas. Juntos recorremos apenado! el camino y se alegra conmigo de amores pasados, o me recuerda algún detalle olvidado.

Al vernos en el hospital El tiempo deshoja Las flores de totumo lloramos, sin saber las margaritas -inesperadamente muy bien por qué. de los días… me alegran.

Con el tiempo Una sonrisa, Como adolescente cuántas cosas descubro en la oscuridad escribió un poema en mi; gestos, rasgos, -la voz del corazón. en la puerta deseada. que veía la añorada madre de mis días.

Hoy siento La perrita de mis hijos Agnóstico murió que el día es -otra hija voluntariosa el anciano escritor, oportunidad de ser. y contemplada. pero su esposa puso un Cristo Debo confesar *** sobre su ataúd esta inesperada -polvo, ceniza alegría. Extraña simetría en la montaña y en el río -la planta de su madre, quiero ser, Algo maravilloso y la de la madre mía, y que nadie contraríe ocurre entre el dolor al tiempo, florecieron… mi parecer… y la agonía. Si hubiere una mano amiga que, con la ayuda del viento, las esparza. Gozo de su voz Los recuerdos Paz en el corazón que a todo nombra saltan como peces -encanto y da existencia. en la tierra. de ese día.

El sonido -“Mi cielo”…-dice Sortija escondida amistoso de una flauta con dolor, entre la hierba –disimula de bambú. al lado de su lecho. los rayos del sol.

Siendo muchas El, también de negro, Las heliconias las lunas, aun el corazón la sigue. La noche florecen alrededor anhela contemplarla. los confunde y se pierden. de la cabaña, pero ¡ay!, al lugar amado no he podido volver.

La tristeza Rápido, se hicieron ¡Que triste no deja disfrutar los lejanas las primeras vivir en un país gozos del amor. sensaciones del amor. en guerra!

Ni de asuntos La tuya es una historia Los vientos del alma que les atañen conversan de amor –dijo mi amigo. empujando -así es su distancia. ¡Pero cuán solo estoy! esta frágil almadía. Lloro porque sí, Ahitos de droga Corrigiendo los versos por lo que ha sido, deliran jactanciosos afino las penas por lo que seré. de sus atrocidades. -un pronombre llora.

Con cuánta ilusión Me abandono Las penas me perdieron quise amar; con dolor a mis dolorosos -según tus cuentas, al amor vi pasar. sentimientos. ¿cuándo sale la luna?

El beso del amor Metido en mi tristeza Los pasos llevan fue largo, y largo desandar ni oía el teléfono a esa ventana donde los pasos besados. ni yo no contestaba. trina la luz.

Se repiten Después No con tinta circunstancias, los versos, de la explosión -paso horas escribiendo -vuelve el dolor. miro el piso tristeza. donde cantaban los chicaos…

La tarde pasa El silencio Si hogar significa mientras pienso parece distancia hoguera… -cenizas en estas cosas. -eternidad. cuando no fuera. Buscar el amor, Una nueva senda Sabio aquel dicho: buscar la pena -el canto de las ranas “El que canta ¡Caray! me acompaña. sus males espanta”.

¿Cómo es posible La que dijera Separación, llegar a encontrarse mía, hoy es casa ajena tras otra, buscando amor tan distantes? -quién lo creyera. cumplo mi destino.

Mieles transformadas Un sable antiguo Buscando en vinagre, en las odres queda como testimonio en el recuerdo quise del alma sin calma. de la guerra. encontrar un amigo –todos ausentes.

Día de la madre Una sonrisa Día de mi madre, -los hijos- me devuelve el alma en el cementerio distantes los esposos. al cuerpo. -la de mis hijos; más distante.

Con timidez Con amor besé Habrá que darle paso por la casa la tierra que los cubre un nombre a la tristeza; donde viviera. -la hierba que crece. y abrirle la puerta…

Un nombre a la alegría; y abrirle la ventana, para que llegue y cante. Creía tenerla siempre Compré en la calle Me cuenta -he perdido la cuenta de las el libro de poemas que una compañera visitas a su tumba. de aquel, se ahogó en el lago. quien como Li-Po, se ahogó en el río.

El campesino defendía En su agenda Extraña luz la venta de su carga decía que nos veríamos -la página en blanco, -lo robaron a balazos. -murió la víspera. llama como luna.

Estoy tenso y triste Cual semilla de balso Crear un cuento, y me dice: <>. los hermanos. de esta prisión?

Recojo pedazos de fe La ventana El espejo habla y la luz ilumina, suave es como un muelle -cada vez su voz la esperanza. -contemplo la vida. es distinta.

La soledad Un arco iris de cal Casí morí en la clínica se hace neblina une mi soledad pero mis pasos hoy en las montañas. con la Vía Láctea. recorren calles. Me hago mayor La iglesia, blanquísima, Como la araña… -paso mucho tiempo parece el blanco silencio -con un hilo de tinta, tejo en el recuerdo. de las ánimas. versos para resistir.

Su corazón El relámpago, ¿Qué me lanzó a la arena? era el tambor; lejano, anuncia la llegada Temporal que a todos la vida, fiesta… del aguacero, nos conlleva. al pez varado en la arena…

En la arena el pez Decir un lugar, Nuestra costumbre evoca algas ondulantes, estar en otro no sigue las lunas, ensenadas de coral. -me percato. -yo las cuento.

A la madrugada Con estudiantes Conmovido pienso canta el gallo en el bar, cantando en la eterna tragedia -¿cómo escucharlo? viejos boleros. de este mundo.

Tomo el libro de poemas En la rama del árbol, Para el pago de la Dinastía Tang secándose al sol de impuestos ¿dos mazorcas, -leo en la noche. -traje camuflado… tres pimentones? Su presencia Con un gesto torpe La vida reconforta intenta en vano mejorar pasa para todos, inexorable. -sala de urgencias. la cosa.

Cada artista La puerta que abre Ese hombro, hace sus trazos puede ser trampa, esa mano… donde puede. aprisionar el corazón. Sueño de Jacob.

El plato pando vacío Recoge la orina Unas muchachas -tenedor y un cuchillo para observar si el cálculo pasan sonrientes cruzando el centro. ha salido. -como si nada…

Los brazos son La memoria Lo vi sereno, ¿recompensa o tenaza? -esa otra sangre con una buena provisión -he ahí el conflicto. del corazón. de curtidas ilusiones.

Niños de la miseria Sencillas devociones No es pretensión -semillas malogradas -una varita de incienso del verso, testimonio en la indolencia. y regar las matas. de la ansiedad. Ver otro país Peces heridos Los chamones ¡pero la guerra! intentamos resguardarnos me recuerdan entre corales. la finca paterna.

Numerosos caminos Al inválido le ayudan ¿Cosas estables? conducen al pasado, a pasar su carrito de dulce -nunca lo han sido; tampoco pasando por el presente. -avenida congestionada. lo serán.

Un nido caído El labriego, Instantes luminosos, en la avenida viejo y enfermo mas persistente, los opaca -casita abandonada. pasa mendigando. la lluvia del tiempo.

Las obligaciones Al viejo vecino, En soledad y tristes sentimientos solo y sordo, le han no discuto, ni riño, me han tenido robado su maíz. -cangrejo ermitaño. en duro cautiverio, mas hoy siento liviano el ser y respiro con alivio.

De dónde venía ¡Que triste no poder ir Riesgo de desastre aquel detalle, al campo! ¡la planta nuclear! lo supuse y acerté; Las luchas sociales Busco un apartado mis pies pisaron distinto recrudecen sus acciones. lugar, en mi telaraña. como cuando en una trocha Solo permanezco Me engaña la ilusión sentimos en mi habitación de una gota de rocío. que el peligro… de la ciudad pensando en las montañas y en los amigos del pueblo. Verlo dormir, así… Los versos <> en una ruana. el pago de impuestos. -decían mis padres.

Sé las horas Amaba los motores, Los atletas, por las medicinas y ya mayor, me narra entrenan; yo paso que debo tomar… una competencia las páginas. con inusitada alegría.

Reconocer los pasos de otras vidas certeza de los labios. Algunas aldeas no tienen peces, algunas no tienen flores mas todas ven la luna Alba de Luna de esta noche. Saikaku.

Con la lluvia Tras del chubasco Llueve del amanecer me paso el gorrión salta - cada quien busca la mano sobre el pelo. al cerco y canta. su refugio.

Caquitas de pajaritos Viajan Llueve al borde - una velita de incienso - feria de colores del estanque. por su suerte. exhiben los paraguas.

El invierno de hoy Va a llover, truena, A donde arrojan anuncia la primavera -sigo la amistad las flores… de mañana. con mis versos… llegan las abejas.

Aquella mañana La tarde venteada También no oímos el canto avivaba la llama al atardecer de las aves de tu vestido rojo. ¡El colibrí! sino el tableteo de las ametralladoras. Ese pajarito Don Alejandro Óyelo cantar… con me enseña el canto - aun con la ventana, ¡tantos! Nombres del turpial. cerrada, se escucharía.

El cucarachero El canario En lo alto del edificio en el espejo de los vecinos canta el halcón se refleja y canta. cuando entran. pisa a la hembra.

¡Paradójico! Parado en la avenida Cuánta valentía - Las nubes descubriendo para ir al concierto las más constantes. la gente de mi ciudad. de las ranas.

El cucarachero, El ruiseñor Cruzando, al vuelo canta; yo escribo también canta con ira - dulces espadas… ¿Esta es su casa? ¡trina! ¡Colibríes!

Cosecha Tu-tu-tu De pico pequeño, de mandarinas…, - el cucarachero de pico largo, azulejos y azomas. contra el espejo. pero siempre ¡dulce! El ajicero El colibrí, Vuela el titiribí - a gusto comiéndose una patica sobre una hoja, -queda su pecho las flores… mientras vuela inmóvil… en el rojo coral.

Telarañas No son truenos Una abejita en la puerta - estruendo de guerra se enreda del corredor. en el Queremal. en mi barba.

La palabra compañeros Al amanecer La perrita viene de compartir el pan -la roja flor también se acerca -ayudarse fraterno. de ibísco. al tibio rayo de sol.

La palma La flor de la traviesa, ¡Cuánto de flor y el plátano, se rozan… la flor de la cosecha; en el grano! ¡Cuánto Los escucho en la tarde. pero la flor… de flor en esa tasa!

Debo arriesgar La cosecha pasa Hierbecillas mi vida - el cafeto espera entre las juntas -visitar la cabaña. volver a florecer. de los ladrillos. Qué si es chambimbe El gran cedro carcomido Cogen mangos, naranjas, o un limoncillo - gusto totumos –cosechadores - no sabemos. ¿Y? de los pájaros carpinteros. de los árboles públicos.

Las hormigas Voces y canciones El bonsái florecido, desaparecieron - en la cantina lleno de abejas… -¿Por que? de don Arístides. -en el cementerio.

Orquídea, Persistente Nuevas flores escondida… –flor la savia vivifica en el tronco viejo… anónima. la planta.

Caen las limas – naranjas Rescata Dos, tres, florecitas - no hay niños, ni abuela dos ranitas, en las brácteas - la tuna minúscula que las recojan. de las wagnerianas. de Rosario Madel.

En la carretera, Una y otra Al asesino pétalos sobre el carro -lleva dos flores le llevan flores. -mayos florecidos. la biflora. Alba de oro Tengo la edad No construí - el guayacán de las ceibas, en un bosque amarillo. de los guayacanes, - sembré el bosque… de los písamos.

Hueca mandarina Huele a orines Alboroto - casa - conejos. - una ardilla de mosquitos. en calor.

No es la aurora Don Alejandro La orquídea de febrero - flor alba de oro – no ha vuelto a barrer floreció ¡el guayacán! las hojas secas. en el corazón, primero.

La orquídea En cuanto a las Regando las plantas - dos flores pomarrosas, le gané -la blanca en el mismo tallo. al murciélago. biflora florecida.

Por el bosque, El niño llora impactado Musgo – amor cogí pomarrosas, su padre a la naturaleza. para ella. le muestra las estrellas. Feliz, en la carreta La empleada, Llevo a gusto - la niña y la perrita de mi hija, pequeños detalles a mis del basuriego. me visitan. amigos campesinos.

Me gustó Palita –como una Dar la mano que me lavaras caspiroleta a un “desechable”, los oídos. -dulce y sencilla. amigo.

A cada pregunta Lo que pertenece Un adiós… por conocernos añadimos al corazón tiene su lugar -la memoria poblada un dolor más. aún en las cenizas. de recuerdos.

<> de llegar a soltarse le regalo un bastón -dice don Alejandro. se perderían… -de corazón.

Viendo a Nadie, Vecinos confirman Pobre caballo a Penélope, comprendo que Wendy - además de servir, su nostalgia por Petruska. espera cachorros. le rayan las espuelas. Solidaridad El corazón Antes pegábamos - palabra de hermoso despejado las cartas con un beso abrazo. - el cielo en calma. -sabor de ausencia.

Bueno para Dos corazones Penas que nos dejan una velada… ¿y antes? - cada uno semidifuntos ¿y después? con una pena distinta. -manos que resucitan.

He vuelto Con las oscuras Ponen flores a perder la cuenta letras de la noche donde recogieron de la luna. escribo la claridad a sus familiares. de la mañana.

Prisa de río El dolor de la rosa Esta noche -paciencia de luna… - entre quien la da la ardilla esta jugando y quien la recibe. bajo la luna.

Cuántas veces Hasta los jarrones Dentro de esta recorro vacíos extensión infinita, el jardín, soñando. supieron esperar… dentro del misterio, espero una cara linda, una sonrisa amable, que hace posible la alegría en el universo. Los pajaritos El inválido, en la plaza Nuevo día de la anciana han envejecido - avanzaba una cuadra y una nueva en sus cuadros. en toda la mañana esperanza… ¡qué impostor!

Se abre la corteza Podría recordar De un miedo del árbol y sale esa luna a otro, su raíz al viento. una y mil veces mas. sin parar.

Iluminado, me llaman… Me recordarán El gato duerme - pero soy como el que se dedicó en la casa triste y opaco. al haikú. de las muñecas.

Esa cara ¿Caminamos? El terremoto de niños que tienen ¿cómo poetas relativiza nuestro apego los viejos. o como atletas? a las cosas.

Viendo la guerra Vivir para ver El bus de su colegio pienso en la vanidad lo que parecía - me acuerdo de mi hija. de las posesiones. imposible. Nadie aun juega Recuerdos del camino, ¡Feliz! con piedras; de las flores, de Lolita, - logré desenredar Penélope, aprende. de don Alejandro de Asis. el móvil de las rosas.

Ramo de rosas Alejandro y yo Rastros de sangre -por amor, el sacrificio -desayunamos en la tienda en la carretera; a su belleza. del pueblo. más adelante, un perro…

El carnicero La perra cambió El nombre se da la bendición de pelo y está en calor de cada perro con el dinero como muchacha coqueta. -historia que contar. de la primera venta.

En la trama Una cosa es oírlo Un mendigo deambula de mis versos narro - decían los mayores – con una rosa blanca la vida cotidiana. otra vivirlo. por las calles del centro.

La araña tejiendo, Tras la rama Quiero declarar la babosa babeando florecida del guayacán lila esta inesperada -yo, escribiendo… - el avión fantasma. alegría de vivir. La vida continúa Gana en la guerra, Aprenden cual brotes salario mínimo a caminar –los niños de una misma planta, -no alcanza para la niña… mutilados. pero cada hoja distinta y cada flor. Blanca flor no hay nadie como tú; El horizonte alcanzado de entre una multitud te escogí. Bathras

Llegarme al río Algo de lluvia Lluvias de mayo -aplicarme a escucharlo tienen - con junio como a un maestro. estos versos. llega el verano.

Al junco del arrollo Antes de las seis Ruido de mar le gusta oír correr los gansos se deslizan tiene tu bolso el agua de su voz. al estanque. -rumoran tus cosas como piedrecillas al vaivén de las olas.

Al amanecer Espuma del mar La simplicidad la ranita aun croa -Poseidón del agua, en la charca. cuenta su amor. -la del arroz blanco.

Las loras En el silencio El árbol al oír los versos -flores verdes de la noche se florece de pájaros, entre nubes. -el chillido del pavo real. se orquesta de vientos. El ollero hace Amo la música de viento Golpea el móvil su nido de barro -lo que tiene de guadua -cantando. de flauta y de palabra. - ¿Quién habla?

La verdad es espejo, El globo en el aire Sentado en el muro, simetría -gota multicolor. silencioso -verse en el otro. -piensa el niño.

La sombra El amanecer Suspiras, revoloteando ilumina los poemas llega el día en la pared. de colores. - canta el titiribí.

¿Qué se dirán En el jigua La guaduilla que servía cuando cantan - el silbato para caminar al amanecer? de un pájaro. -hoy, móvil en el viento.

El humo de la casa El níspero, el avispero La cometa se confunde - y la cometa en el cielo. - poemita entre la neblina. en el aire. El turpial Otra vez los cometeros La pijamita rosada al frente del edificio secándose en la montaña. -llegada de agosto. al viento de la casa.

En la pared En el cuadro Vivimos -escribo los versos permanece en el lenguaje del alma. la margarita blanca. -elige las palabras.

La joven embarazada Palabras Un rayo de junio piensa en voz alta - dulce manera para clarear el nombre de su hijo. de quererte. la mañana.

El teléfono El viento Desesperar, resuena largo enarenado golpea creer morir -en el vacío. a los ojos. -esperar para vivir.

Como golondrina Cálida siesta El poema entre las nubes -tarde azul. no es queso -alto vuelo. para la rata. Ser como guásimo, No es una Perseida En el azul como matarratón - la cometa entra la cometa -persistir, retoñar. en el higuerón. de agosto.

Entre las galaxias La semilla, el fruto, Antes del amanecer y las guerras maduran al soplo de luz una estrella en el jardín -florecillas silvestres. sobre la tierra. -la luciérnaga.

Pétalos amarillos La chuspa plástica Gotas de sol - trocitos – -como flor en el sendero camino de hormigas. en la berma. - el “abrecaminos”.

Camino de hormigas Agradecidas Se estremece - cinta de colores. al abono la flor -florecen las matas. - el tallo también.

Pétalos de astromelias Bella imagen Micotoncita - abono -guayacanes -florecita para las violetas. florecidos. de algodón. La biflora Hormiguitas El balso platea - blanca luz, sobre mis pétalos su propio entorno nombre de luna. -dice la flor. para su prole.

De nuevo vuelvo Por el callejón de Rozo, En la pared al oficio en el seto siente de mi mismo. - florecillas de batatilla. la casa.

Las flores caídas La anciana Un gorgojo al lado del florero riega las matas sobre la pared -como guayacán. en el balcón -¡agosto! en que escribimos.

Florecita El gatico Junto al florero, de algodón, florecida juega mariposas caídas en el balcón. por la loma. -¡las astromelias!

El azucarero está frío; La pared, Granitos de arroz no para proteger el azúcar como la piel… - arena -¡Cuidar las hormigas! -siente la casa. de la vida. Persistente En el viejo camión ¡¿Qué fue el pájaro carpintero - flores rojas sino una sagrada comunión penetra el madero. de la veranera. de cuerpos y de almas?!

Adentro, Amarillean las copas Sonríes tú, de los chiminangos - alegría en la alfombra - mañana de julio. en el universo. -¡Oh, Alá!

¡Oh!, tú, El niño en su habitación, Madre de mellizos tejedora de la alegría, juega con la filigrana -de una deshacedora de sombras de la acacia. habla para los dos. del nudo de la tristeza. ¡Ah!, generosa.

Cuando los olleros… Versos La ventana abierta -ya habías como telarañitas - al alba tomado café. sobre la adormidera. escribiendo versos.

Viendo un grillo Con una cometa La pañoleta dice - el niño anuncia es una flor que tendremos suerte. la llegada de agosto. en su cuello. Verse bien El estropajo, Enhorabuena - para ti…, el dulce cansancio para aquel que halló mi amor. -tu regazo. el libro perdido.

Desayuno El amigo de mi hijo Manos que con el sorbete que anoche me habla de sus cosas a mis manos ayudan dejaste preparado. -del hijo ausente. y dan paz.

Un puñado Tócate; acaricia Bienvenida a un verso, de tierra, tu casa; ¡quiérete! niñita acabada de nacer es la dulzura. Eso es vida. -para ti, sandalias de algodón.

La misma palabra Es tan poco… El trabajo de parto el mismo sentimiento - solo ofrecerte dura -dúo del afecto. una tisana. -hasta el último día.

Llueve en tu espalda La sonrisa Ese abrazo - y al calor de la tarde - esa otra misión fue muy bonito, se difumina el arcoíris. del corazón. ¿no? Después del besito La mano llora Cariño brusco los puercoespines su rudeza - cogiendo la flor curan sus heridas. sobre el trébol. lastima sus pétalos.

Algo maravilloso Cualquiera sea A la puesta del sol, ocurre el argumento con sagrado respeto, - aún en la agonía. -los vástagos… leemos el bello libro.

Dos asientos El colibrí El manco, vacíos con su pico largo con su mano buena, aprieta -se esperan. se consiente. la mía, agradecido.

Fotografía A la construcción Como si fuera un gato -relámpago -no a la demolición pregunto por de la vida. de los sueños. la señora de la uñas.

Mientras llegas pasan Duermes, escucho Al río dije carros, el floramarillo florece tu silencio tu nombre -a gusto esperándote. - sueñas. y puse un verso en sus aguas para que se lo llevara cantando. Día domingo Por un camino Llegar a ti, y llega ella de hormigas, abrazarte… vestida de blanco, las hormigas -¡Oh!, por la ciclovía, llegan a Dios mi horizonte alcanzado. en bicicleta -por ese mismo -como una ilusión camino te busco con el sol y te encuentro. de la mañana.

Contigo tengo norte El estropajo La tierra y centro; - dulce manera se hace amor, brújula, labio y nido. de quererte. en la bondad de tus manos.

Mi mano describe Flores, pétalos Escribo poemas un sueño -aromas al pasar. en el suelo dibujando tu nombre. -mis versos a tus pies.

Como el llao-llao, Tus caricias Llegas, al ñire me hacen manso. lloviznas -así, dulce-dulce. -marchitaba.

Dios te hizo, Sin ti Tocándote pero me dejó encargado el día siento armonía de darte esta caricia. es triste. en el universo. Me animo Venga tu boca; ¡Ah! Tu beso con tu voz cuando y venga la mía. dulce me nombras. -el beso. - de tutifruti.

Al alba, desnudo Como palomo Desde esta ventana -escribiendo versos llego al lugar tantas veces solo en los muros. donde te encuentro. -hoy, dicha de tenerte.

Me besas en el pie…, Hay un ser Dentro de esta para que yo ¡Ay! extensión infinita, de buenos pasos; Eres tu. espero una sonrisa. sin embargo, me pierdo: siempre llego a ti.

Sin estar, estarías Afortunada simetría Amor y sin ti, -manos -color estaría incompleto. que se aman. de mis días.

Dulces palabras Tu eres Tu niña, eres, entre el gorjeo mi trébol mi margarita de los pájaros. de cuatro hojas. que terminan en “si”. La pijamita rosada, Eres dulce Entre plantas, hojas ahora doblada y limpia desde la espera. y letras en el closet. poemas, poemas, poemas.

En el bosque Abierta la jaula Mirada larga -pomarrosas - parece nido -la luna alcanzada para ti. y no prisión. por el amor.

Soy noche La aguja de pino Canta la casa esperando tu luna. en la acacia -la casa - como árbol de navidad. tiene corazón.

- ¿Y ella Loco de amor El sol está en la ventana? las paredes soportan siente el calor - La veo…, mis tatuajes. de tus versos. como si estuviera.

Escribe en la casa -Azafrán, pudor, biflora, La viejita gusta -quiero tenerte luz de luna… de alimentar en todos los rincones. -Yuyito de albahaca, los pajaritos. manojito de alelí. Sentado, los brazos Este quedar Con un ramito de alelíes en las rodillas… - este amoroso -pareces una alabanza - llega la luz despertar. que misurra la acequia. y los primeros versos.

Te gustan Poema sobre poema, Pequeñas florecillas mis sandalias roce sobre la piel -recuerdan tus detalles. - a mi, tus pasos. -doble caricia.

Moocotton Beso Dos manos con falda roja que demuestra unidas -sobre el puente. la existencia. cruzan el puente.

Doy las gracias Un rayo de sol Despertar juntos de tener da su luz, -Alborada de amor. la dicha de quererte. al corazón. Llegada renovadora; tu presencia -¡Ah, la vida!

¡Cómplices! Nueva cara Solo, paseo… -comparten - transformaciones -releo los versos, un chicle mascado. del amor. hablo contigo. Tu ombligo El beso Pensando es el universo, centro de las manos en ti, escribo de mis versos. - afortunada simetría. haikus.

Amor Creo que eres tu Estoy contento, que al amor -salgo corriendo, aunque estoy solo alegra a contestar el teléfono. -estoy contigo. y sobrepasa.

Seguir en las huellas Los días ¿Qué hace de tus manos, contigo, un poeta los caminos de la vida. son más gratos. enamorado sino cantar?

- ¡Te amo! Sin una palabra Con solo - yo también. - mirada a mirada – nombrarla contó su amor. me hace feliz.

Un poemita “La cruz del sur, Una palmada junto al interruptor: la estrella con que todo entre dos marino sueña” – Mishima. - manos sanadoras. ¡Tu Yo con tus ojos… eres mi luz! Cada uno Tu, mi vida y tu amor; Guardo esta hoja pone la mitad mi amor y tu vida del árbol del paraíso del beso. - unidos los brazos, -herbario de versos unidas las dichas.

Alegría del encuentro Al salir el sol Dos en una -venimos del comienzo se arrullan los palomos misma alegría. de los tiempos. - tu y yo, también.

Un brote De ideas fijas Del silencio una ilusión -¿primavera - vivo pensando a tu nombre en otoño? en ti. -amo la palabra; de la distancia, a tu cuerpo -amo tus manos.

Los días contigo Acércate más, Aroma la casa nuevo sol que vengo - huele a ti. para la vida. buscando tu calor.

Tan rico este quedar, La flor Morados este despertar dispuesta, toda al lado izquierdo -este amoroso prolongar. - al colibrí. - besos al corazón. Si me pasas Con un manojo de llaves En su trama aprisiona las ciruelas, prefiero - como ladrón avezado – -su destino es tejer las yemas de tus dedos. busco la de tu corazón. el que a otros anuda.

Tu caricia Pobre ser, Al infinito, es soñado y dolorido, cogidos de la mano mi verdad. que es el hombre -dicen sus deseos. -grande ser caído y rescatado, por una palabra de amor.

Llego a ti Tenía el alma Lágrima como la savia inflamada detenida en la mirada a la flor. - no cabía en la piel. - lupa para fugacidades.

Hasta el agua Atrás la disarcia El carretillero tiene que - ahora canta con el zapatico decirte piropos. y silba para ti. de un bebé.

Quiero paredes Un dulce abrazo ¿Ese abrazo para escribirte a la aurora es tuyo o mío? ¡para exaltarte! lo hace despertar. –de los dos. Ir al cementerio Elegía Me voy, regañado, - costumbre -condolencias a llorar de recordar el futuro. por el mundo… a mis paredes.

Mirada triste Pierden Murió Wendy - viuda las referencias - aún la veo saltar de la alegría. -niños extraviados. entre poemas.

En el beso, el cuerpo Si faltaras, Junto a la lata se besa, y el alma languidecería con veneno siente su piel. como planta - caquitas de rata. que se marchita.

Un beso Besitos de ayer, Ser, amanecer que en el beso lleva vivos hoy y hacer… otro beso, -Amor ardiente. -el nudo del amor. que lleva otros besos.

Amor Memoria Los dos, en la camiseta ¡que lindo! Despertar del cuerpo - dos caracoles y abrazarnos. -beso de la piel. con la misma concha. Luciérnagas -minúsculas lamparillas de la noche. Besos y Uchuvas Basho.

Como pelícanos, El águila marina El prado húmedo los nativos -se aquieta, fija- -por todas partes, se clavan en el mar pica sobre la presa. florecillas. buscando objetos perdidos.

- ¿Qué quieres? Como salmón La palmera, -como el jilguero, escribir, escribo las luces, cantar toda la vida. contra la corriente. y un azul hermoso.

El viento Me despertó Al amanecer tumba las flores, anuncia el insistente canto tengo corazón el aguacero. del cucarachero. de pájaro.

Una abeja eufórica Al atardecer En la fila en la pradera amorosa el ollero canta en la rama de desplazados de una flor. junto al nido. -una guitarra. Tras el aguacero, En la protesta Cada una, una flor; un tupido tapete de los carretilleros no con un pétalo, de flores, en el suelo. -cagan los caballos. -las hormigas…

El perrito lanetas Inesperadamente El pechiamarillo, cruza la avenida, ¡en la ciudad! curioso, intenta recoger entre los carros. -salta la ardilla. el nido caído.

La abejita Suena el móvil La mendiga haciendo colmena disfruta -¿acaso no es ésta, sonríe, pintándose su dulce amar. la voz de Dios? las uñas.

Vadeando En la ventana El casco seco puestos de venta recuerda a lo lejos de los caballos los escucho pasa el invidente. pasados días felices. –triste.

En la silla, la niña En su carreta de trapos, Si tu boca es mi boca -contenta, dos alegres negritos ¿por que preguntar balancea una piernita. y dos perritos de quién es el cepillo? -uno negro y otro amarillo-, que juegan con los niños. Si fuera mosquito te elegiría ¡eres dulce! Cuando las flores de cerezo se abrieron trajeron belleza, a mi corazón. La baba de caracol Tatsu-Jo

En la montaña No es la policía… Arbitrio de pescador el viento te nombra corren vendedores - la trucha y se hace plegaria, - la lluvia. vuelve a la laguna… gorjeo, trino.

Descansa la pareja Pasos alegres El ollero - a alguno de los dos -una mariposa haciendo su nido se le escapa un pedo. en el zapato. de barro –canta.

Melancólica Todos los colores; La tarde, cuya luz riela en el agua y ¡zumbidos! se extingue - luna llena. -florecillas; insectos. -una elegía…

Tu que eres luna, Se necesita La candileja ¿por que rizas un lingüista ¡desactivar alumbra mi lágrima? esa palabra! sus pasos. Dos cisnes Pasa una sombra La poesía frente a frente –los signos que borra sobre la poesía de interrogación. la alegría de la casa. -lluvia sobre la floresta.

Remojando frijoles verdes Largas distancias… Lento, lento, pensativo, para el almuerzo de mañana -lindas florecillas el anciano jalaba - germinan en la olla. tachonan los senderos… con desgano la carreta.

Me alegra Al arar: la vaina Plantas, animales, que al estornudar oxidada del sable personas me digas: ¡salud! - guerra olvidada. –todos buscando el sol.

Escribo en las paredes Ser como hoja Canoas en el cielo de la casa de la misma planta - el tulipán africano. - mi cueva de Altamira. - repetirse.

Luz, y alta nieve; lupinos Retadora avecilla La laguna, los patos, blancos, malvas, rosados. - la ratonera el cauquén El río hace riberas amables. defiende su nido. - la manada de caballos. Por el camino A la sombra Cambia el paisaje; de la cascada viendo de arbustos chaparros cambia el hombre - florecillas silvestres. hacemos la siesta. - el río fluye.

El pechiamarillo Fotografía Uchuvas en la rama, - breve instante -dulces trocitos - último rayo. del sueño. celestes.

Procesión Inquieta la pajarita El árbol partido de flores blancas busca el pichón por el rayo, -las hormigas. -mañana de lluvia. resiste y reverdece.

La semilla, el fruto, Sobre los ruidos Como para toche… se hinchan al soplo de Dios de la mañana -le recetaron papaya, sobre la tierra. -piar de avecillas. mangos, guayaba.

El perro amarillo Una mina Ejercicio de horizontes y el mendigo camuflada en un cadáver -en el balcón, - del mismo color. -martirio eterno. pastoreando la distancia. Metate con agua, Tantos besos El sol brilla, un poema blanco como flores va abriendo la mañana deja sentir -la gardenia. la enredadera. sus efluvios e inunda el ambiente de dulces armonías.

A las 5 el sol cae En una alegría, El niño sobre el pecho amarillo los dos caminando acaricia del bichafué. en la tarde. el pie del abuelo.

La tierra Si fuera gamín Patagonia. se hace viento te elegiría para Los lupinos, en el follaje, robarte blancos, azules, malvas; y cómo canta un diamante los nevados, el cielo azul; la tierra que tal vez te devolvería; el río Manso Superior, en ese pájaro. si fuera ebanista descendiendo amable; Se hace haría tus muebles; y tu y yo, agua y piedra orfebre, entre ñires, cipreses en ese río, un arete; y retamos; arriba y amor pintor, la claridad azul, en la bondad te pintaría; el canto de las aves. de tus manos. poeta, te canto; de astronauta *** *** me perdería contigo por los lados oscuros El niño de los recicladores Por la pólvora de la luna en una caja de papeles la niña tiene y luego cantaría - como entre un nido. corazón de paloma. tu nombre hacia la tierra.

Frutillas Los zapatos Año nuevo al amanecer; besitos desordenados, dicen -la propuesta es al desayuno. que sigues siendo niña. ¡optimismo! Por la mañana Te arreglas, La mendiga -zumbido de moscardón-, te pones bonita, negra ha encanecido cuando se peina. y sales decidida -yo también. como una abejita vuela a su trajín.

Resucitar; Alguien pasa Juntos veíamos -vivir en tu gracia, silbando al amanecer la sombra del titiribí en tu cariño. una vieja canción. revoloteando en la pared.

La duras manos Piar inquieto De buen ánimo del mecánico de las avecillas buscando el electricista cuidan del pichón. su polluelo. realiza su trabajo.

Eres abejita, La maceta, Que sea tan dulce haciendo la colmena cada dulce –testimonio el poema -disfruto tu dulce paladar. fraternal. -como la maceta.

Crees Recostados Ganas de vivir que la pared al árbol de paraíso ¡silba como cucarachero! está tan sola - grato el bosque. Escribir, cantarte. como tu, sin embargo está firme -dispuesta a darte apoyo El niño ciego Pensando La muchacha, acaricia las espigas en ti escribo vanidosa - quiere ver a Dios haikús. pisa su propio con las yemas vestido. de los dedos.

Longevidad y dolor El esposo aleteaba ¿Qué fué, al final, -la loca mendiga en el funeral en su agonía sino soporta la gangrena. como ganso viudo. suma de dolores?

Con sus carnes Con sus manos muertas, Un convoy del ejército desprendiéndose, los leprosos -la mirada de muchachos empuñan, las armas, se defienden la vida. que van a la guerra. - los leprosos.

La jovencita llora sobre el ataúd de su abuelita. Todo está por suceder y así ha sido siempre. Escenas de ciudad Bajtin (Poemas luctuosos)

Manos, vidrios rotos, Ruinas del ruido; ¡Fantástico! ¡misterioso! desolados gritos tiempo de lágrima Aparecen y desaparecen -deseperanzados. -pozo de injurias. seres de nube.

Una lágrima Mendigos baleados La mariposa cayó al vino daña la tarea que parecía mientras dormían. -¿quién bebe lo amargo terminar la niña. No fue sueño. de su muerte?

Todo sucede De las entrañas El trino de un canario agudo grito largo salvaron la criatura inesperadamente en el de ambulancia. -crece en otros brazos. corazón de la ciudad.

Fiesta de aniversario Charcas de sangre No escuchan sus gritos ¡llamas negras! tiñen de muerte -dan alaridos, hacen señas, -los andenes. desesperados. ¡Qué flores En la ruina Canción triste más bellas lleva -una maleta abandonada. pena irredenta, la indigente! dolorosa.

El mendigo encanece Mendiga famélica Loco y mendigo pidiendo limosna - el sardinel, almohada. -comparten su arroz “en el nombre de Dios”. con las torcazas.

Juguetes abandonados -¿Quién llora? Estampa de pena -el gamín encuentra -La niña del basuriego -en la calle habita las primeras letras. en la carreta. la miseria.

Recolección de basuras La loquita Mendiga descalza -basuriegos jugando, -un zapato de un color -pies sucios y las uñas por los andenes. y el otro de otro. pintadas.

La mendiga Desposeídos, La loquita enferma, tratando uno tras otros, husmean pasa cantando de alcanzarme. entre desperdicios. -va feliz. El mendigo Un mendigo y su perro El policía del parque y su perro, aún duermen -flacos, los dos. extraña a la loquita. en la calle. <> -dice.

El perro lanudo El viento policía Al anochecer -cobija del habitante barre las cositerías el carretillero pasa cantando de la calle. del vendedor callejero. -tás, tás, tás, tás...

Habla el loco… Amorosamente, ¿Dónde las ruedas? -¿con quién? ¿acaso sus la madre quita piojos -gamines las impulsaban palabras a su hijita. por ahí. tienen sentido?

Collar de chaquiras En la carreta, Muchachos pobres -¿La indiecita, dónde mustias, vienen por los mangos andará? las flores del velorio. del barrio.

Aquel ladronzuelo, experto en las bombillas de las entradas. El ruiseñor canta igual por la tarde y por la mañana. Viento de atardecer Gekkiu

Pasajero encuentro Almadía Aunque ha llovido -la fresca neblina -balsa de mis versos- toda la noche, retorna a la montaña. ¿el río existe? mi vida amanece inesperadamente cálida.

Llega la iguaza Cae el día, tiñe la noche, Mientras medito, -una ola brilla el viento frío… ¡Increíble! la mata y se expande. Mi alma serena. en el balcón florece.

¿Cuántos como yo, Esta neblina Vuelo de murciélagos ¡ay!, confían al viento que desciende y petirrojos. sus secretos? por mi tarde, En la avenida ¿pasará por el Salado aroman los árboles. hacia Tocotá Tarde serena del alma. y Felidia?

La tarde pasa Somos patos salvajes En la memoria en el silbo amistoso de uno en uno de la alegría, de una flauta de bambú. dejamos la bandada. -¡un grito! No lo hace brillar La lluvia se acerca Aroma el jazmín la luz -los gansos graznan, -ansío -lo descubre el dolor. cantan los pájaros. que salga la luna.

Llega la mañana Cruza Reconozco mi obra y aparentemente, la ciudad –lo siguen -vanas alegrías un nuevo día. los recuerdos. con tinta de calamar.

La linda chica Viendo un juguete, Esta navidad no dice nada alegro, en algo, -en compañía a los ojos tristes. mi tristeza. del perro y el gato.

Pongo en la ventana En la matera Ilusoria un puñado de arroz tres bellitas alegran es la paz y un recipiente con agua. mi exilado corazón. de los que se aman.

Leyendo sus cartas Voces De nuevo a esperar me pregunto si mi voz y, entre tantas, tu regreso ya venía entre sus sílabas; una. -¡Oh luna! si mi nombre y el adiós, y también los pasos que me siguen. Oh luna ¿El gozo? Encontrarse solo, sufrir -cáliz de luz. -relámpago -descubrir sobre los huesos. que la soledad no existe.

Se ha ido. Trigo, espliego, tomillo, En cualquier dirección Soltar las nubes, palabras que quedan que vaya –la veleta abrir las manos… -también olivo y olvido. lleva a su recuerdo.

Separado… Tristeza Luna llena -fin de semana, -viento -para mí la noche largo y triste. de atardecer. larga y oscura.

Tal vez cuando La nostalgia Ni un pájaro, ni una sonrisa, haya encanecido -una sombra -entre el ruido mi alma se apacigüe. me acompaña. de la ciudad cruzo el día.

Un día es demasiado Intenso amor Frágil para un hombre solo. gocé, ahora, soledad -rodeada y silencio. de silencio. Sin distinguir objetos Mi caballo fallecido, Sigue, sigue el corazón pasa como un pariente ruiseñor, metido en su pena. -amigo que se ha ido. que estoy triste. El duende le enseñó a escribir Alamar -a trenzar misterios. Parteso

Coro de las luces Somos neblina Niños y cometas -medusas en el mar. que llega y se va. -de repente, ¡aguacero de agosto!

El olvido Calores Las bellas -cicatriz y vientos de agosto palabras de amor de la memoria. -olores de cadmia. -en el olvido.

Tranquilidad El carbonero En cada pájaro, de un libro –después -cruzado un gorrión del tornado. por colibríes. -un hermano.

Agosto La veleidosa mariposa Voces desnudas -cada quien de la dicha de flores habla del calor. luciendo sus colores. -vuelo de las horas. Pasos livianos… El libro Entre eco -ecos -una botella, y eco donde pasó. al mar de instantes. -el silencio.

Roza la tierra En Iguazú Mi corazón -la sombra transparente -arco iris se alegra de la mariposa. de luna. -camino del Queremal.

Ladrón de plumas Sol y viento La acacia -en la de los demás -caminada de agosto. -ramillete sigue su inspiración. de trinos.

Sobre las ruinas Inesperada visita El cielo de Gaza -un abejorro en el cuarto en espejos rotos -una cometa. piso del edificio. -los charcos.

En la noche, al amanecer, Las violetas El vendedor de paraguas a los pajaritos -un manojo de alba los abre, gira y voltea -los escucho, los escucho. en la matera. -mariposas de seda. ¿Qué atuendos No digan que la esperanza La extensión puedo llevar se fue, porque vinieron de los pasos en esta guerra, los cambios… -el camino; si el enemigo es invisible y tiene en sus manos Eran otros los esperados. la ilusión el hilo de mi vida? que el alma ansía No digan que la esperanza -los sueños… ¿Qué escudo opongo se fue; que aún es verde que pueda cubrirme? sobre el tallo. Lluvia ¿De qué lancero de duros sucesos me hago acompañar? No digan que se fue, -¡Ay! Los tiempos. porque aun resiste, ¿En cuál puesto me hago y vamos a verla florecer. *** en el carro de la guerra, Porfiada abre si el arquero no viene? la semilla. El joven del mostrador, la misma cara de su padre -hace años, hace años…

Solo me queda Guardo las flores ¡Silencio! el talismán blancas de la violeta -cae un grano de los signos. –colección de almas. en el reloj de arena.

Mientras presentan Los animales, La flor de la violeta, el examen incluso las piedras blanca y caída… canta el ruiseñor. -ser. -alma cumplida.

-¿A que vino esta flor Los músicos al vaivén Impedido de hacerlo, al mundo? del compás sueña el músico -No sé; fue bella y pasó. como juncos en el río. que toca el piano. Un relincho La indigente y yo, Llamo a mi hija en la vía mirando -lee sobre la hierba -dos carretillas. el río crecido. del campo universitario.

El canto de un ave Discutiendo Reguero de arena excita al viudo periquito, se despiertan y desperezan, -el tiempo agotado que no cesa de llamarla. los gamines. de los hombres.

-¿Qué es esto, mamá? En la ventana Hizo voto de silencio -un espejo. del séptimo piso florecen los mas, cómo no hablar -No; una ventana. pensamientos. consigo mismo.

Al atardecer El agua, el árbol, La belleza, los colores una flauta entre la nube del arce – la pena los árboles. -el amor que pasa. no puede ocultarse.

Buda Signos misteriosos Libros, voces ¡oh! Maestro de libros, guardan que dialogan -callo agradecido. emociones del alma. con nosotros. Una idea fija El deseo modifica Perfiles de montañas, y lo demás…, a las personas, al tiempo, de personas, se hace borroso. a los espacios… cambiando, cambiando.

Voces extrañas, ¡Ese ímpetu! Canta el cucarachero desconocidos lenguajes, -pero procesos y el titiribí; ¿les gustará, dicen lo mismo. tienen las cosas. dialogar conmigo?

Chamones, golondrinas Soñé un poema; Canta el cucarachero -el cielo al amanecer -paso las cuentas es un río de pájaros. lo había olvidado. de la camándula. Todos se irán deshaciendo…

Se superponen nuevas Mimos, saltimbanquis, El aroma de la madera y viejas direcciones; malabaristas del fuego, nos recuerda hay varias ciudades limpiaparabrisas… la muerte del árbol. en esta misma ciudad; Frutas, balones, discos; en sus espacios habitan, objetos de toda índole… deambulan los espíritus -el semáforo. y la gente encarnada en distintas dimensiones. *** No hay confusión para quien dialoga Al amanecer con las ánimas. Cantidad de llaves los pajaritos cantan Vivos y difuntos que tiene el llavero -yo medito. por las calles -puertas de la vida. siguen su destino. El carro antiguo El sol de los venados Un rayo de luna -revolotea sobre los vértices ilumina el cuadro una mariposa amarilla. de las lomas de las hortensias. resalta sus pliegues. Orografía de un abrazo.

Medito. La luna El ruido del agua Cambios de ella; en la madrugada -lenguaje viejo los de él; proyecta mi sombra. para tiempos nuevos. -los del clima.

La paleta azul Corren al futuro, Las alas de la mariposa de la tarde -yo cuido de la noche, disueltas -crepúsculo caucano. la retaguardia. en polvo de estrella.

Semilla de universo Una flor de geranio Tonos, -Zeus da vida en un balcón lenguaje de colores al dolor encadenado. -la madre revivida. -el calamar…

Bajo el guayacán lila, A las 9, En la madrugada, se cubre de flores a los rayos del sol cascos trotones -el carro de bodas. -abre la verdolaga. -la carretilla. Toca marimba En la charca Bajo los árboles, –sus pasos, el ollero cree pisar, rudo, sobre las tablas. salpica al ajicero. la paleta de las flores.

Árbol lleno de pulmones Huellas de las flores, La garza y el gallinazo y miles de bocas de pétalos al caer -los dos -no paran las cigarras. -alguien los siente. en el mismo caño.

Tono en amarillo En el silencio De dos en dos -escucho una flor caen -pasan las loras. del guayacán caer. las hojas.

Junto a la bicicleta Junto al río, Entre las ramas, cae, delicada entre las hierbas en el parque, -la flor blanca. -el grillo. canta el búho.

Verde llovizna El individuo Carreteras -muda, cambia -en el infinito del Valle del Cauca el gualanday. expuesto a todo. -bellos paisajes. Las manitas de la ardilla En la rama En la ventana -el árbol juegan el guardacaminos; siente cosquillas. -dos ardillitas. ¿o es la espátula?

El cachivachero La glocinia Tras la noche, tira su carreta, apoyado vino, floreció, con el alba, los perfiles en una muleta. y murió. de las montañas.

Mi amigo me enseña La lagartija rebusca. Dura realidad el nido del guardacaminos El chofer del taxi espera -sin embargo pájaros, a la entrada de su casa. el cambio del semáforo. las flores.

Más días, menos días No imaginaba Las bellas rosas -canas -una pomarrosa en el árbol del jarrón en mi cuerpo. del parque. -en la basura.

Aguacero de verano Ciudad malva Con manos -y al pasar, arabescos -guayacanes temblorosas deshierba de hojas y colores. en agosto. las matas. Onduladas, El cuerpo Conoce el canto las montañas desencarnado de la perdiz, su reclamo -como nubes. -viejo mástil caído. -la naturaleza.

El bullicio que ansío Lluvia malva Después de la cabalgata, es el de los gansos -flores a media noche, los pasos -alharaca en el campo. de gualanday. de un caballo rezagado.

En el tablero, Al desayuno, Están juntos la araña atrapa la mosca fríjoles recalentados aunque discuten -ejemplo viviente. -la cosa está bien. por naderías.

Tenían chaleco antibalas Rojos pétalos Cuando respiras, pero al abrazarse en la escalera toda la casa respira sintieron su saludo. -sangra la dicha. y sueña contigo.

Duerme el indigente La niña indígena Pardas o rojizas en el quicio mendiga en el puente -las canas -las medias rotas. -da pecho al bebé. de los árboles. El abuelo, suavemente Una pareja de canarios Los canarios, abre la puerta mirándose narcisos; otra vez -la habitación del nieto. en el espejo del carro. en el espejo.

Desplazados El niño en el árbol Dulces las vocales -caritas mugrosas -a gusto -amargas y duras no van a la escuela. entre las ramas. con la ira.

Junto a la acequia La sonrisa La mirada y a mi lado del mendigo; los dientes del indigente codicia -salta un ollero. de su perro… la basura.

En la carreta A la pregonera Arco iris resplandeciente del reciclador -cascorva- le balancea oculto por el humo -flores. el platón en la cabeza. que expele la buseta.

La viejita en el dintel, La vieja diva, Al orar, como avecilla, luchando por su belleza las manos unidas como hojita de matorral. -una máscara. -una espiga. Estatua de piedra Las manos verticales Cargar el amor, o de hierro pegadas cargar la pena ¡Ay! ¿y la sangre? -llama de oración. -pesada elección.

El árbol centenario; Una mirada, un ademán La mano anciana, la noche azul y lo demás… Después afuera de la ventana, -el anciano espera. el alero, las montañas. -¿llueve?

Se lamentan Las guerras Como niños discuten de la soledad -no solo viudas; y tienen -yo, de éste bullicio. no solo huérfanos. el pelo blanco.

Al palo del ciego, -¿Sueño? En el mismo vaso inesperadamente, -No; un jardín en medio bebemos da un traspiés, el peatón. de la guerra. el ensái, y yo.

Pregunta por la lavadora; Hablamos del haikú Veo una hoja de violeta <> –me dice. cruza el salón. -la siembro enseguida. Rápido se marchitan La pluma de escribir, No me hables así, las rosas ¿De quetzal o del ave que me desangro compradas en la esquina. del paraíso? en tus palabras.

¿Si nos separáramos, Medito; La langosta es el deseo; ¿tu qué harías? –dijo ella. abro los ojos: el gallo pica -Me iría detrás de ti –dijo él. ¡La luna llena! -el viejo sabe lo que pasa.

Palabras de amor Los matan por las plumas Libros y recuerdos -las hojas -los escritores -vivo buscan el sol, el sol. morimos por ellas. con mis muertos.

Eslabones de mi vida Muerto el atleta, La tasa de la indiecita que encadenan mi vivir, -los antiguos trofeos mendiga, vacía… - destino de morir. a la orilla de la pista. -su leche escasa.

Con resignación Revolotea, Madre contra el muro… el negro criba angustiado -el niño en la calle la arena. -el viudo periquito. pide limosna. Cambia el lugar Contra la pared La niña de mis padres. apilan las camillas como virgen triste Más tumbas a su lado. ensangrentadas. -abandonada.

El viento mueve Hallazgo del perro Queridos maestros, las plumas -las cuatro extremidades -en mis recuerdos del gallinazo muerto. de una res. las lecciones del ayer.

Cambios y cambios Cuando lloras Antes de terminar -la lluvia del tiempo no tienes las mismas orejas de escribir el poema cae sobre nosotros. ni el corazón la vida se ha borrado. es el mismo.

No, estos tiempos A la reunión que viene, Viejos escritos no son como aquellos… él, ya no estará… en esta época ¿y, aquel encanto? -¿A cuál faltaremos? a pocos interesan.

Entran los ladrones Anticuario La mano -no los detiene Nadie sabe de qué tragedia enguantada ni la radioactividad. compra el mueble. sobre el cañón… Al soltar Si ha reñido Me contentaba al viejo perro ¿cómo ha de estar con mi callado -peligra el ganso. impasible? Ángel de la Guarda, cuyas acciones no valoraba -siguiendo a Odiseo siento cercana la presencia de los dioses.

No es incertidumbre Repite los temas, -certeza las palabras, deja de lo impermanente. sus huellas dactilares. También es creíble que sucedan cosas contra toda verosimilitud.

Haikuentos Aristóteles.

El tesoro está ahí. Yace cerca de tu corazón. Nunca olvides tomarlo a la hora exacta que señalen las estrellas.

Hazlo despojado de ambición. El pez del acuario Al hundir la carta Porque el exceso de avaricia vive en una del restaurante en el agua convertirá en agua lágrima redonda. -fluye la vida marina. el oro destinado para ti.

H. L. Mina

Se le cayó el alma al mar; Pinta la lluvia Libros se la tragó una gaviota -paraguas de colores, –voces de vivos -busca en los acantilados. la gente por la calle. y de muertos dialogando.

El poeta Salmón La muda El que gobernó el mundo sube contra la corriente - su grito no distingue entre guerras en la lluvia y el ruido. en los dedos. y soldaditos de plomo.

No vagas en el aire Deja en el aire No se mueve el colibrí -vuelas su huella –la mata florida en la nada, mariposa. –la mariposa. soporta un vendaval. La chica va Un niño se asoma Canta un pájaro sobre un mapa en la esquina en medio del tiroteo. de sueños. con un grito en la cara.

Después de navidad Algún mensaje El gorgojo acabó vocales, un pavo canta lleva la savia consonantes como si nada. de la raíz a la flor. –se tragó el sentido.

Viendo a la araña El florero no está roto ¡Plin! ¡Plin! ¡Plin! los ojos -el cristal poco Soltaban palabras, las quedan atrapados. a poco se deslíe. dejaban caer en el estanque.

Pasa el gavilán, Organizando palabras El funcionario abre vuelan las palomas el escritor compone el viejo código -la vieja trama. un gorrión y su canto. -¡Cucarachas!

Con ojos asombrados La placidez ¿Una lágrima negra? el ganso observa del lago, quebrada - No, una mosca sacrificar una gallina. por las botas. en el párpado. Al posarse En el reloj Lluvia de sol el abejorro de arena -se evapora la gente. -tumba la flor. –cascadas de polvo.

El viejo me cuenta Tuvo peso, nombre -¿Qué hace? ¿un boceto? a gritos y rostro… ¿Un poema? ¿una partitura? que está sordo. Memoria del llanto. -persigo las nubes.

En la alfombra La pluma Irse, terminar se hace silencio… -¿qué vuelo –disolver la sombra. -ansioso el ciego la trae? espera las pisadas.

Los potros de la escultura El profesor que enseñaba Conste que observé corren y sudan –“oyen lo nuevo, al tiempo llegar el retrasado viento”. enseguida se hizo viejo. haciéndome arena.

Al agonizar salían -¿Destino, es el viento? El viento palabras, siluetas -Sí –responde la hoja apaga -fantasmas lo habitaban. que cae en la arboleda. al día. Cabecea la cometa Seguí el consejo Un columpio - ilusión -me senté, en un árbol, que no quiere caerse. lejos de mí. se balancea solo…

Antes era retrato, Alguien detrás La máscara pero salió, volvió de mí, anda borrando pica el ojo -tiene presencia… las huellas. -yo sonrío.

Pasa por la página Vistosa mariposa El anciano poeta, haciendo rodar el aro -¡Zaz! a la sombra -con un palito lo dirige. el titiribí. lee un libro de versos.

La hoja que cae Entre el humo Da vuelta al reloj se cansó de colgarse pasa la garza de arena y los pasos y abrió la mano… ¡y no estornuda! vuelven a caer.

No son las aves Sangre blanca Aquello que se oyó, -reguladores del tránsito -el pintor se ha caído lo reconozco en las vías. del andamio. -era mi grito… Anoche vi una estrella Silbato para llamar, Ladra el perro, fugaz; estaca para retener graznan los gansos hoy murió el palomo –las ánimas. -¿alguien pasa? mensajero -sin duda la alcanzó.

Irse en el alma Me habla Cuando escribo -intimidad -o converso pienso que estoy hablando con las nubes. conmigo… después de muerto.

Abro la puerta, y uno “Vivid la vida”, Tas, tas… a uno entran los que fui dijo la voz en el sueño -en la alta noche, -como en un álbum. -en otro sueño. bolas de billar.

Viendo una casa abandonada La gotera taconea En las pesadillas pregunté quien vivía como mujer despierta uno de milagro – «Doña soledad y Don -aligera y corre. -son algo serio… silencio» -dijo.

El ojo llora, Colección de antigüedades La sombra la mano se crispa – los objetos se animan por el corredor ¡El espanto! cuando pienso en sus oficios. -no era un fantasma… El jinete Voltea el reloj ¡Una aparición! y el caballo muerto de arena, se hace vieja -el sueño es generoso; son un sueño. -va y vuelve de la luna. junto a ti me desvelo.

Volví a la infancia No son gatos Alas de mariposas y cogí moras silvestres - los niños caminan disueltas para ti, hermana. por el tejado. en polvo de estrellas.

Resbaló siete centímetros, Los niños en el jardín Solos, el cubo y la pala de principio a fin riegan flores y malezas -la niña –la torcacita sin ninguna distinción. juega en otro lugar. que descendió del árbol.

Nueva hierba Los ocelos El gato trota crece de la mariposa, en el ralo césped sobre el túmulo. me intimidan. –jungla para el pajarito.

Pidiendo los dos La sacaron en talega; La cabaña sola una cita para el médico después regresó, flaca… -el mayordomo juega me encuentro, dos días -la gata. billar en el pueblo. seguidos, dos hermanos amigos que hace años no veía -un día uno, otro día al otro. La niñez, Siento pena por mi amigo Aunque el escondite la arcadía viejo –quedó ciego en una es muy pequeño, -madre y vida. vana pelea de vecinos. -la niña sonríe, segura…

No es un gato La paloma se alimenta El niño no habla solo entre las flores de las migajas a los juguetes. –el niño escondido. que deja el mendigo. Conversa con ellos.

El loco en el parque En la fuente de la plaza, Un anciano ayuda se mira una sardina… al sordomudo en un pedazo de espejo. -teatro callejero. ¡Ataque de epilepsia!

Mariposa -jugando La multitud me acompaña Su cuerpecito con su amigo-, –desfile flota inerte abre y cierra las piernas. de hormigas dulceras. -sirenita olvidada.

El cayado La niña que debía hacer Tu granito de arena hace tiempo me espera algo contra la guerra -dijo el capitán-, ponlo en la puerta. -llevó un granito de arena. en la tumba del soldado. El ruiseñor pasa Bonito día, Perrito, sigue de largo; con una lombriz en el pico. pero el trabajo escaso deja tranquilo al sapo; -comprendo este silencio. - dice el lustrabotas. todos tenemos derecho.

Ponía música Lágrimas brotan La madre débil -abrazaba agradecido de sus ojos ciegos carga con amor el cacaotal. evocando un amor. su hijo tullido.

-Te aseguro, madre Vestida de blanco En la carretera, el caracol me llevaba de la mano -por el camino de barro-, -mi amigo lo devuelve -¿No es una ilusión? a la primera comunión. al monte, como un ángel. -No; me parezco a ella. *** *** Un capullo A la flor de miseria, del cuadro llega entre afiches. el colibrí.

A las cuatro El viejo, con un marco La miro y me mira; de la mañana al cuello, saliendo nos miramos… se inquietan de un cuadro antiguo. -la lagartija y yo. los umjuh, que viven en el alma, suben a los labios…. Nada más parecido a un beso.

La camisa nueva, El contrahecho, La ancianita el cuelo almidonado con sus pies deformes, al sol de la mañana -¡Apúrate niño!… lleva el ritmo. -sus ojitos reverdecen. Corrió la cortina Viven en el espejo, En el espejo rebelde y el mundo entró, salen y entran -el otro, dócilmente, por la ventana. por mis ojos. hace cosas extrañas.

Escuché tu primer Recogiendo apachetas El que cuidaba llanto de bebé en el minúsculo la higuera, ya cayó -dice mi hermano. jardín de arenas blancas. -los pájaros vuelan.

En mi mano Con la pera Inesperadamente el colibrí se agita me salió competencia escuché la conversación -voluntad de vivir. –las hormigas. de dos hormigas… Curioso las sigo.

Dos veces la saqué Viejas imágenes En la bicicleta, del agua y dos más volvió en el espejo cuando la madre y la hija -la mariposilla. ella lo toma bajo una umbrela. para contemplarse.

La anciana pasea -Entonces, ¿qué? No sabe leer; todo el día –Misión cumplida. compara las fichas… en la silla mecedora. –Bueno, chao, nos vemos. -juega dominó para acompañar a su amiga. Surcan tranquilas las ¿Cómo habiendo Del taxi palomas libado la abejita -inesperadamente- –el niño juega en la copa de brandy dos payasos. con las plumas del gavilán. puede llegar a su colmena?

El polvo de la sombra La sombra La chica de la moto lo barre el viento de mi amigo para al lado del taxi que hace la mariposa. se adelgaza. –se ríe del chiste…

Mi amigo japonés La sombra se adelanta -Sombra, indícame dice que va a morir; y en la puerta me recibe el camino le pido que traduzca -«termine de llegar» -me -Sígueme mi libro primero dice. -Conozco este bambú, -se ríe hasta llorar… su luna…

Un indigente, Mueca y linda, Allí, donde al cruzar ¡con finas la niña le dice ¡hola! la puerta, el espejo gafas de sol! A la perra que paseo. se hace sombra.

-¿Qué sabe de ella? Tarde de enfermo En un viejo cajón -Iba en un tren -toser y toser. - las medallas que se demoraba 6 horas. del padre fallecido. El blanco de la página Corre tras la pompa La conversación -venda y cura que se deshace con el espantapájaros la herida del día. -la niña en la colina. ¡pura paja!

Con rezos y rituales Poeta pequeño Aeropuerto intenta el brujo -vivo en un bosque -esa cara, en esa fila, animar al indio. de bonsáis… ¡ah! Mi hermana.

Fábula, trama El mimo remeda Dos porcelanas -suspenso de la gota mis movimientos conversan –cada una antes de caer. –ese soy yo; el otro. con un libro…

Le digo que lleve El loco hace la hoguera Bajo un bombillo linterna; él sonríe… en la mitad de la calle los recicladores -sabe que sale la luna. –gesticula y danza. cuadran sus cuentas.

La luciérnaga El espejo mira Apagar la vela cayó sobre el muro a la bailarina antes -besar al anciano -colilla de cigarrillo. de la presentación. que se muere. Una mano amorosa Ando fuera de mi tumba, Carrerillas se despide escribiendo versos en la calle. ¡Niños - ¡la madre enferma! ¡Cosas de la vida! al colegio!

Los días esperados Enciendo la lámpara. Bajé una estrella ya pasaron - Ah, la primera y se convirtió -dice el jubilado. mariposilla. en la rosa.

Incógnita cero, Cuando pestañea Los amados retratos, boca de túnel, viaje la noche guardados –envuelvo -cordón umbilical. todo se oscurece. el tiempo que paso.

Desde el seto lo saludaba De ramita en ramita Al levantarse amable, con cierta los palomos vio la cama de la mujer coquetería…, ocultando construyen su nido. llena de escamas sus pies chapines. -aún mantenía su traje del paraíso.

Así como lo deseaba Después de salir Palabra mágica sucedía… Aparecía en el del cuaderno de versos -te invoco y espero espejo, o llegaba… quedo tranquilo. que aparezcas -¡hola! Sobre las nubes Va mirando el cielo Serenos, tranquilos con un ramo de flores -el novio pedalea –pasan amorosos -en bicicleta. en la bicicleta. tomados de las manos.

Indicios… Junto al río, Soy un árbol -huella de labios altas nubes, dulce hora que a veces se sienta en el vaso. -aroma de amor. en la silla a escribir versos.

Una pareja pobre En medio del combate Al almuerzo -se besa rico nace un colombianito miramos en la banca del parque. ¡Ay! Nanas en la guerra. la mariposa luchar contra el vidrio. *** *** Abro la ventana, y la ayudo a salir… Día de la mujer Fuerte el aguacero Antes ayudé –una colegiala me regala -un beso a un colibrí, una rosa amarilla bajo el paraguas. y a una lagartija. en la calle y me dice: También a mi “Feliz día del Hombre”… *** me ayudan, Hago una venia del otro lado y le canto un verso. Quisiera ser de la carne Ella y sus amigas el que soñara tu sueño y de los huesos. ríen; yo sigo… al despertar.

Desnudos en la noche Aunque espanto, En la lágrima -en la motocicleta-, mi dicha sería verte -barquitos de papel pasaron raudos amantes. -hechizo de tu encanto. y mariposas. ¡Extraño! Ese perro En las crines del caballo El polvo del camino que me gruñe, mide la madre y no he emprendido el viaje. no existe. la ausencia del hijo.

Semilla La monja En el avión de vida encadenada tiró la pelota al río con los pasajeros al dolor. -el niño le guarda rencor. -un ataúd.

Silbando, Una maleta, sin viajero, La pelota de colores recuerdo a mi madre… salió reventada, en la autopista -le gustaba. a recorrer el mundo. -dos lágrimas.

Rumbos: Dispongo la mesa, No faltaron abrir el closet, los asientos los trinos…–hoy encontrarlo vacío…; -uno queda vacío. la casa vacía. puerta abierta a los caminos.

Ocultaron El mundo es un pañuelo… Siento algo en mi… las cartas y extraviaron - todo el mundo Si, una lágrima los destinos. llora en él. -se desborda mi vida. Siento algo en mi… Toma fotografías -¿Quién pena Si, una lágrima con trajes antiguos solitario en la playa? -se desborda mi vida. -contratiempo. -Bolívar… Simón Bolívar

Me he llevado La fábula que trae Hombrecitos vivían de paseo, y regresado el viento, la cuenta en las conchas de la playa -el mismo tedio. quedamente al oído. -como cangrejos ermitaños.

Yo –extraño Viejo obstinado A las cuatro espejo donde cabemos todos. -no oye el tambor cierro la ventana que llama al olvido. de mi jaula.

Me vuelvo Viejas cruces Entre la fronda a juntar con mi sombra del camino –olvido una silueta… y con mi miedo. del recuerdo. se desdibuja.

Sin sombra, Genio y figura Cuadro triste: sin eco, sin ombligo, Vuelven y comentan asiento desvencijado, y la mirada vacía. de la sepultura… esquina del corredor. Después de fallecida Tú y yo, con paraguas, Triste la arena sigue en una esquina cualquiera -abrazar -tic-tac, tic-tac. -triste encuentro. la niebla.

Volver sobre uno mismo El ataúd… Conmovida contempla -encontrar -amigos y familiares las rosas las huellas borradas. recuerdan al difunto. -el esposo fallecido.

Voces que dijeron Huellas en la arena Esbelto y hermoso mi nombre ¿El viento? galopa el semental -ya no están. ¿La iguana? -ignora la decisión del mayordomo.

La carne La jaula abierta Bella flor pegada a mis huesos Las palomas collarejas… -sin miedo toma el jazmín, -escribiendo. -en una rama del samán. a hurtadillas.

Llevando helechos El cucarrón, Esa tortuga parece el Hojarasquín tranquilo en su rama, lleva un libro de la ciudad. no cambia por nada, la verde de concha. frescura de la fronda. Plantan árboles Toda la luz Va tornando azules en la ciudad cayendo perpendicular, los paisajes, roba -soy el que retoño. -las doce y sin sombra. estatura a los cuerpos.

Se alarga la sombra de la Una multitud Árbol sediento hoja en la luna es –grito secándose. que lleva la hormiga. ¡tan sospechosa!

La cabeza de un toro Ventea, caen hojas, Porque fue una bola de lidia pájaros, personas de fuego, hay margaritas cruza la avenida. -rebrota la planta, a las orillas del lago. palpita la vida, en el humus de la nada.

Al paso del peine, No veo el viento La telaraña granos de blanca arena se -las hojas de la acacia no es una hamaca desprendían algo comentan. para la mosca. de su cabellera.

Aprendiendo a volar Se pinta los labios Pasa el gavilán; el palomo llega como la drosera se alarman en el corral al plato del perro. -devora a sus víctimas. - conocen al personaje. En un guacal La vendedora El puente cayéndose, duermen las gallinas del semáforo dos llantas se detienen -van al sacrificio. –sin la pierna derecha. –terremoto en Japón.

El sordomudo lava Aparece una mariposa Amigos de infancia sus heridas y su cara -dos titiribíes se cruzan en el periódico en la pileta municipal. queriendo atraparla. –obituario incesante.

Lo convencieron Un año sin pasarle Cojea el mundo que hizo, bocado a sus hijos -sin la pierna lo que no hizo –se queja de aquel niño. -huyó de la vida. en un juzgado.

El regreso del arca Murió antes de ver Tras el bombardeo, -relación de especies el cuento publicado. entre escombros desaparecidas. Historias de vida. -fotos de dos niños.

Brilla la tobillera Los hijos del amor, llevados La bomba sobre el piano; –pasa al campo de batalla, postrera nota. una mujer. donde mueren el amor -réquiem entre ruinas. y el campo. Se alarman los pájaros No es un ajusticiamiento El colibrí disgustado –la boa pero el día -su pico dulce, ronda el prado. depende de una palabra. hiriente espada.

De la bomba lacrimógena Al picotazo El gallinazo -el violento de las palomitas -un cadáver hinchado genio de la ira. -leve, una pluma. baja por el río.

Con el cuchillo corta El fajo de billetes, -¿Sueña el espantapájaros? el cuello enmohecido… - En la huerta combaten -la cadena de la niña. -de alguna caleta… verdes gusanos.

Desalojo en la invasión, Si sale corriendo, Por la bota rota arde el cambuche la muerte más rápido camina la sangre -no se seca la lágrima. lo encuentra. -se va la vida.

El mundo es así Campos Caen las bombas, -la araña, la red, de guerra; cosecha los niños juegan la mosca que lucha. de huesos. -los niños mueren. El zapato destrozado Por la calle En la buseta por la mina solitaria ¡De repente! -huellas, -último paso. Tres maleantes… impactos de bala.

En el pomarroso «¡Verdugo!» Vuelan rápido -a sables de picos grita el caballo a quien -mas las piedras se baten los colibríes. lo despelleja; luego de la cauchera. muerde la rabia.

Un explosivo le vuela Lo vio: La pala que entierra las manos; no alcanzan - el cundumí llegó al nido da la respuesta a oírse sus gritos. de los palomos. a la inquieta vida.

El aguacero pasa; El niño pobre La humilde casa ardía quedan las charcas. ensaya en el almacén –impotentes miraban, La muerte pasa juguetes ajenos. el perro corría. -charcas de sangre.

¡Lo veo! ¡lo veo! Pinos amenazaban Murmullo de banderitas La mano del ladrón caer sobre la casa… - los niños despiden en el bolsillo del borracho. ¡pobres pinos! al amigo asesinado. El cadáver que me hago tiene Junto a mi padre Un cementerio campesino; aún mis pelos moribundo, mis tíos y tías me detengo y mis uñas –también murieron. -¿para qué correr? -también un sorbo de luz.

Desenredando Lágrimas del alma, Aun en esta despiadada la cometa el niño a la mejilla vida existe la memoria se electrocuta. -lecho de piedras. -se avivan desaparecidos…

No es una muñeca, Flores en la tapa Parmenisco perdió pero parece de la alcantarilla la facultad de reír -tirada en la calle. -se ahogó la niña. en la Cueva de Trofón -yo aquí, yo aquí.

Cuenta que su padre La mendiga recibe El parte da cuenta se cayó y se fracturó. - en vez de dinero – de los muertos -los mayores como niños. ceniza de cigarrillo. –niños no saben contar.

El secuestrador Manos se elevan ¡Piedras! ¡piedras! ¡piedras! vende el cadáver y voces de ahogados -¿Habría una creciente? a la madre. -burbujas de espanto. -Sí, de ira en los muchachos. Atentado al avión Los niños De noche, descalzo, -el corazón -tras el combate- inesperadamente pisa en húmedas llamas. juegan con las cápsulas. un alacrán muerto…

Al terminar Las pesadas máquinas «Tímido como guatín» de caminar la calle abren la carretera -dicha de alcanzar a verlos -el barrio demolido. -tiembla la cabaña. en la carrera de extinciones…

Arde la tarde No eran penas, Muerte interminable -hasta dejó una gota ni impericia, –sobre el camposanto negra en la camisa… ni mal tiempo caen las bombas. -el río se tragaba a sus víctimas.

¡Pumm! ¡pummm! Historias de barberos Con ametralladoras -¿Qué sucede? peligrosos –con el arma de madera -Campo minado. en el cuello. juegan los niños.

Feliz con la venta Destrozado por la mina Maldice el ciego de la carga de piña -¿El zapato? buscando el cigarrillo -lo asaltaron a balazos. ¿El pie del niño? en el suelo. En la rueda del juego Se escondieron Triste noticia… de niños en la bóveda - Me cuenta que la chucha ¡estalla la granada! -muertas del miedo. devoró al ganso.

El mar en la saliva En una telaraña Vivió el imaginado de sus olas, se traga es difícil; sabe que ella destino, ignorando al desventurado boga. lo engulliría. el trágico final, común a tanta historia verdadera.

Una mujer corre Padres, abuelos… Demonios y fantasmas con un niño en brazos -¿que es este camino no tienen horarios -sorda de explosiones. hacia la desaparición? -cumplen sus designios.

El sol caminó Pedazos de poemas Carretera fantasmal solo por la calle - espumas del río – - casas cerradas, perros del ocaso. sintaxis de un suicidio. abandonados, gallinazos.

Al final… Mi amigo en cuidados ¿Cómo puede ser -el viento pasando intensivos, la boca de un niño, por el cráneo. duerme y empeora. blanco de una bala? Brama el toro, Lenta, temblando, Llegaron, nos hicieron, grita el vaquero, impedida y nos dejaron hablando sangra la ubre, -¡Ay! Le cuesta del dolor. el seno… mucho cargar -¡Campo minado! su propia muerte.

Estábamos todos… Pasos fuertes… La señora se esconde -incluido al que Orden de captura debajo de la cama, enterrábamos. -sensibilidad de perdiz. -escucha los disparos.

Las mariposas Cauteloso tomo En los epitafios que se salvaron de la vela el trapo y espero… pasa la muerte vuelan a la llama siguiente. -pasa el zancudo. su llamada a lista.

¡Alto! ¡Alto, o disparo! De entre el humo sale Ira de bestia -el siguió… el bombero con una niñita -busco Mataron al sordomudo. –otro atentado. a un zancudo.

Noche tenebrosa Charcas Esos estallidos -y la luna… de aguasangre dejaron ¡Ojo de cíclope! -¿En dónde? hablando del dolor. -¿Qué lavan? Rumor de la vida Viendo el reloj… - Sangre en la cantina; en el cauce -el tiempo fue a cuchillo. de los días. haciéndose arena.

Mirar para adentro, -¿Cómo fue? Regreso del miedo; mirarse desde afuera -Así, como te digo. un poco de calma -la mirada va y vuelve. -¡No lo puedo creer! -¿Y si vuelve?

Se va el alma Furiosa irrealidad Amar, morir, -se detiene –el día en las líneas de la mano el mecanismo. había muerto. en las que escribo.

Con tanta grada Quería ser enterrado La muerte ¿cómo sube un ciempiés rodeado de sus tesoros jugando a la lleva… al piso diez? -salió envuelto -A cualquiera le toca. en una chuspa. Cerezo de mi huerto, aunque yo no regresare Albitama florece tu. Anónimo.

Leve, el insecto La infancia Tocaban dichosos, desconocido emplumada cantaba quien lo hacía mal, camina sobre el agua. al sol de la mañana. y el que lo hacía mejor La araña acuática -no distingo en el canto infla burbujas. de los ruiseñores.

Alma: llena de cuerpo; En la playa Invito fantasmas; cuerpo: lleno de alma del reloj de arena cerca de ese lado -pasan un grano obstaculiza de la línea del misterio. por el corazón. la salida del tiempo Conviven -todo es espera. con nosotros; *** oigo conversar, *** y tengo presente Llueve: sus maneras. entra el coro El alma de mis vísceras, De vez en cuando de ranas; el alma de mis sueños, se anuncian callan las aves; el alma de mis versos; -pequeño ruido las hojas regalo del alma de los días, paso del viento, entran en una coral del alma del tiempo. burbuja, sombra. de caricias Encontrarlos, leves… al pie de la montaña, El trombón *** en los murmullos las acompaña; de la fuente, yo escribo. La sagrada en la campanilla china. metamorfosis También yo soy del zancudo un fantasma, tú, él, -deja la lana y todas las como tomando sombras que saltan los atuendos en las crestas Digo a mi hermana: de un faraón- de las olas. “Guárdame esta criaturita, y vuela en el baúl de la abuelita”, con su zumbido y el colibrí sale volando. de agua del Nilo. Amigo leo tu libro Una sombra Lejos del campo de poemas chinos entre las sombras; -diríase confinado -bálsamo atrás la luz, en la ciudad-, para las arideces busco la naturaleza de este mundo. entre reflejos; las huellas entre hierbas *** de los pasos. en las hendiduras La viuda de las calles, nos dio la más hermosa en las materas, flor de su jardín en los árboles del parque. -algo del amigo La montaña perdura en esta casa. -regalo verde, de neblinas y de luz.

La letra, la letra Este añorar a los Breve, que hago, me lo recuerda amigos campesinos, gota de rocío; todo, todo… me hace buscar sus fotos breve, pero a veces, muda, -conversar con ellos. luz de luciérnaga; calla, se hace piedra, breve, silencio, olvido. el vuelo de la flecha; mas breve, el amor.

Dulce alfeñique Corro el velo ¡Ah! Qué gozo de mi corazón, -urapanes, eucaliptos, el de aquel vagabundo, querida colina la brisa mañanera. con una roja paleta, maceta sabrosa, bajo el sol ardiente, ¡maguey! ¡maguey! ¡Velos! Parecen recostado a la sombra Invisibles tras los velos del árbol, -A que no me coges, padrino. de la indiferencia. a la orilla del río. -A que te cojo, ahijado. -Mas rápido quedas cansado. Parecen fantasmas, *** -Que niño tan avispado. asustan y a veces sus uñas -¡Maguey! sucias se tornan garras. Luce harapos -¡Maguey! contra el cuerpo: Linda iglesita Como en cuentos de terror alta la falda, de San Antonio, entran sin permiso al muslo, colina, familia y amor, y se sientan en la sala. y en la oreja, dulce alfeñique botón de rosa. de la tradición Cogen cosas como suyas, se apropian de alimentos *** -¡Padrino! comen con su hambre larga. -Ya voy. Luego el maguey ¡Velos! Existen, se parecen se hace barco, y actúan como nosotros, o se hace avión; sin nuestro permiso. y se queda moviendo Hasta el lejano titilar la hélice ¡Quita los velos! y vélos… de la estrella, en el corazón, han crecido entre nosotros; la mirada abismada en el corazón. son nuestra familia. la sueña y en una lágrima Dulce alfeñique Verlos sin los velos, pequeña de la tradición. en la transparencia se hace rocío. que se deshace. El canto de una rana, La palabra parece ruda; Amo sus versos, en invierno; el concepto bello: la transparencia la hembra del ruiseñor, el alma de mi amiga poeta de sus rimas, los aguiluchos trasvasada la suavidad chillan y vuelan del cuerpo de su acento, el azul entre los árboles al universo: que la inspiraba de los parques; Meira, la dulce y la llevó. los amos pasean amiga de palabra dulce sus perros caseros; y dulce sentimiento; *** una caprichosa la del refinado, e inesperada llovizna inteligente nombrar, Música budista, de verano restituida los canarios cantan -le suceden en versos, -la aseadora barre, al que camina hermanada en mar, llevando su soledad historia, lluvia, gaviotas, ritmo sonoro. por las calles y en la amistad, del vecindario. de siempre.

Ritornelo Todo se transforma -Tarde en la unidad veranosa y azul, Esta pena es -nostalgia en poesía. venteada la alegría *** entre los árboles. que un día fuera; -La mañana ahora está afuera, Poema gris y lluviosa, y vuelve, -trama de los días atristada, como aquel día, y las noches; nublada tristemente serena. de luces de sinsabores. Esta alegría y de sombras; es la pena acontece que un día fuera. en el misterio.

Tanto cariño Sin una voz, Aquella flor hacía inimaginable sin un canto no florece más bella su vuelo. -intranquilo. en los ricos jardines Un relámpago seco, El vaivén de la puerta tampoco peor. estruendo sordo tiene escamas; Florece, en la tristeza. los ojos donde crece, No es que no de la bisagras como una vara haya leído los signos, se han oxidado. de incienso es que me obstinaba al infinito. en la querer… Huellas del viento Corta caminada: Refieren incendios en las dunas; garzas blancas y morenas; incontrolables. huellas del viento pellares, gallinazos, ¡Ay! Morada rizando las olas periquitos; de tantos…, del mar; alondra cantadora, árboles, grillos, huellas del mar vuelo del titiribí; ¡Ay! Duelen en la playa; samanes, nísperos, capullos, lagartijas, huellas del viento matarratones, cañaduzales, mariposas… en los árboles aguacates, zapotes, Pequeña lágrima y cultivos; y la gente en moto, para tanta llama. huellas de huellas en bicicleta, relajada, que dejan huellas; tranquila huellas del fuego -cálida tarde Ayer Madre en la tierra; del Valle del Cauca. daba vida al hogar, huellas en los glaciares; calor a la casa, las de las nubes, agua a las flores, las del fondo del mar. sabor al alimento, Las del fondo de amar; aliento a los pasos, huellas fractales y esperanza -eterno pasar. al verde bambú que crecía indicando el porvenir.

Regresan las golondrinas, ¡Ay!, asesinaron al profe, Murieron soldados en desciende la neblina, robaron, desaparecieron, combate, pájaros llegan al bambú; ¡Ay! ¿cuánto hicieron por mi? tiñe la noche, las montañas ¡Ay! Descuartizaron ¿Y los guerrilleros? pierden sus contornos. -vida y carne dolorida ¿Qué es esta condición? la fiera se alimenta ¿Por qué somos así? *** de monedas. ¡Ay!, quisiera otro mundo. Con las lluvias de abril, *** el amor ardiente y el mayo florido, lucen No quiero guerras más intensamente ni disputas pero la calma de ¡Qué tiempos! y dan al paisaje colorido. mi retiro no ahuyenta sus -¿Tardará la paz? presagios. ¿acaso es posible? ¡Ay! Animal humano que no cesas de matar tu hermano.

¿Recordarán las aves Cada ser, un momento Sucede lo verdadero a sus muertos? distinto; -darse cuenta donde ¿Las piedras al fuego no existe el mismo se queda el tiempo. de la tierra? -los tiempos se encuentran. ¿Las nubes las montañas? No porque tenga Costuras invisibles Escribir poemas, muchos pies, -poetas de las guerras-, leerlos en voz alta, camina más rápido letras perdidas. -¿hablar solo? o más seguro ¿Acaso las mías -No, conversar -el ciempiés. Enraizarán con el mundo. en algún labio?

-¿Para quién No es la lluvia, No digo “indígenas”; estas inocuas no son diamantes; no digo “afrodescendientes”, reflexiones? salta la luz tampoco digo “hispanos”; -un libro viejo -¿Cuál es la basura ni digo colombianos. no es sólo papel del día? para el gorgojo. -Lo que desperdicia Tampoco digo “argentinos”; tu propio corazón. ni “uruguayos”; Maravillosa oportunidad ni digo “latinoamericanos”; y espero la luna. no digo gentilicios, europeos, ni norteamericanos; no, porque los términos excluyen y segregan; digo simplemente “humanos”. Linderos de alambre cruza el viento Seguidilla del amanecer a invadir la pradera. C. Trujillo

Alambrada, a pesar de tus púas el rastrojo entró en la mansión.

Fernando López Rodríguez

Llueve, La lluvia Solitario písamo -¿que pasa conmigo? -un allegro -la lluvia lo rodea, -Estoy feliz. sostenido. lo acaricia, lo abraza.

Bueno, está la gota, Cuando escucho Ya se, ya se, el charco… Y allá la lluvia, no pregunto la frescura de la begonia; el mar; la nube. el lenguaje de Dios. esta lluvia.

Las aves le toman confianza La lluvia amaina Un aguacero a la lluvia; saben -los rayos del sol -¿Cual fue que no habrá tormenta. se atreven. la última gota?

Invoca la lluvia Ellas levantan vuelo Como no lleva -renovación, fecundación separadas, blancas corriente, los niños ¡La tierra! -en el azul se encuentran. saltan la quebrada. Disfruto la lluvia, Pasa la brisa Gota de rocío pero pienso en las bendiciendo -leve, cumpliendo inundaciones el maizal. su destino. de las tierras bajas.

Viendo la inmensidad Aquel aguacero En la madrevieja del mar, en el Caquetá de algas, la garza no me olvido de la gota. -ninguno como ese. -esbelta, estática.

Oigo el agua Nombres desconocidos Con traje de pescadora -el agua con que lavo -en la madrevieja, -la garza los trastos. la garza y las algas. en la madrevieja.

El río lleva Al tiempo los lirios La tempestad la luz del sol del jarrón, cada uno inclina las guaduas a su destino. con una lágrima. -¿Cuál es cuál?

Grises, azules, Arrulla la torcaza ¿De dónde tonos de verde y trazos al primer silencio viene el aroma de colores. -entra el ruiseñor. de la reina? Un grito fuerte Alabanzas Las aves y extraño entre cantos del aire regresan -lora cautiva. de las aves; a su nido. muge la vaca, graznan los gansos, calienta el sol.

Aun en la lluvia, Las garzas Cesa la lluvia el mas alto y vanidoso como llamas -algunas aves –el pechiamarillo. de alianza. se envalentonan.

Suave danza Cesa la lluvia Fluir, pasar, siento, -el viento -una abeja corriente de aliento, mueve la flor. visita una flor. -silba el viento.

Aquel que canta Día tenue, La alondra enjaulada, en la copa del arrayán gris de flauta, en el balcón sueña -¿qué se dice? -golondrinas. vientos de libertad.

«Ta-ta; ta-ta…» No estoy solo Espero al titiribí, -creo distinguir el sonido -florece pero canta de la lagartija. la estrella. el cucarachero. Cae la tarde, Escucho el pito Estas son letras el fragor de la avenida del vigilante de la breve -aleteo de paloma. -canto nocturno. canción del día.

Evanescentes Canta Tengo amistad -pasan las nubes, el titiribí –espero con Kami de las hojas pasa la gente. la luna. -espíritu protector.

Revisando cuentas, Estridencia en la avenida Abejas y colibríes compiten me levanté tarde -salgo al parque en el jardín. -la luna traspuesta. para escuchar los grillos.

Ventea, El amanecer Cantan el petirrojo, cierra la ventana tranquilo –escucho ¿irán a ser las cinco? -silba el viento. la avenida.

Abajo los carros El gorjeo ¿Dónde el canto -arriba juegan, planean, se acaba de los canarios que cuidaba las golondrinas. -parada de buses mi madre? Asambleas de aves La débil, mariposa Cenizas y fantasmas repiten dos veces al día -el fuerte, viento. -voces entre libros las enseñanzas de Buda. de biblioteca.

La palabra, la figura Voy al diccionario Ayer, aturdido, -encantamientos. –escojo un manojo no lo oía de palabras hortalizas. -al petirrojo.

En la inhóspita Igual hacen bullicio Aguadas ciudad aun canta las abejas -después de los colores, el pajarillo. en la colmena. los tintes de la noche.

Atardecer vanidoso Ser un instante ¿La hora eterna -la noche de la tarde; quien lo siente, en la corriente le da la espalda. lo escribe. de este río?

Libros, ecos… Era universal Entre el platanal, Gruta; refugio su búsqueda, y no había techo rojo de la casa de las voces. salido de pueblo. -humo del hogar. Amanece Le pido que me El reloj -primero los pájaros, avise si ve de la muerte, seguirá; luego lucen las flores. a un gorrión. lo sé.

El perrito blanco, -¿El pechirrojo, ¡Tas! Miro: rueda la pata alzada de frente? por la pendiente -orina a gusto. -No; mandarina madura. -la amarilla guayaba.

Al calentar Llueve, Se oyen láminas de zinc el sol las hojas cantan -el campesino entran los grillos. -se oye un trombón. protege las paceras.

Por el camino El guadual Mientras llueve… buscando dalias a su belleza le suma -subversión en la y gorriones. su humildad. cocina: huele a arroz.

Campo sembrado; Palmeras Una vez más la lluvia. del horizonte; altivas soy escribano -erotismo natural. princesas. de la naturaleza. Suelo egoísta Los jueces Callan árboles, -cada hueco están en huelga los habitantes del suelo hace su charca. -yo en el campo. -sigue la lluvia.

Vuelve el sol, Pellares pelietas; El túmulo, las flores, guaduales se levantan. los gorriones humildes los guásimos Cantan pellares -flores, bulliciosas. -el canto del ruiseñor.

Este poema, Ser ingeniero Huellas en Olduvai, ¿traduce -distinguir en la noche huellas en la luna o describe la flor? el ruido de los motores. -¿dónde más?

Los rincones La pitahaya sólo florece Van a cortar el guadual, de amorardiente,* en la noche –dice ¿cuánto gana el dueño? ahora tan escasos. la campesina, maravillada. ¿Cuánto pierde el paisaje?

La matera era la choza, Se abren las nubes, Las hojas secas las hojas se levantaban se filtra un rayo de luz se arremolinan -el tejado florecía malva. ¡Ah! Florecilla silvestre. con el viento y pasan. -¿A dónde van? –pregunto -tú también vendrás- sentencian sin afán.

* Planta silvestre de los bosques de niebla. Temporada invernal Anturio estilizado En el fogón -en la creciente van -barquita roja entre humea un leño, niños y ganado. olas verdes. -no hay un trasto.

Entre vientos y truenos Imagino garzas El paraguas la pregonera pasando parsimoniosas quedó ahí. Al fin ofrece los aguacates. sobre guaduales. salió el sol.

Orina en el baño El verde se hace Me dice que ya hay -se oye noche; la noche, ónix; mangas viches hasta en la cocina. la montaña socavón. -¡las mangas pomas!

Una siesta La arañita En el corredor del edificio a campo abierto -ocho paticas camino y leo -¡qué inesperado! para arriba. -se diría un monasterio.

Pasan las flores; Las secas vainas El imponente higuerón quisiera ayudarlas de la leucaena extiende sus raíces a marchitarse. ¡osario de semillas! sobre la avenida. Al interior Tantas veces Seca en el libro de la casa paterna sembrando -¿quién diría que es flor sorprendió el bambú. -una, sembrado. de guayacán?

Eras la primavera Me dice, ¡ay! No se mueve -traías las flores. -que había un pellar ni una hoja -¿Dios? muerto en la autopista. -Mucho calor.

El brote En la carretera, En un rincón se ha secado, cuando prósperos gallinazos del kiosco –la antigua iba tan bien. -el perro muerto. jaula de kamala.

En la carretera Garzas, anturios, Aquellos atardeceres amables paisajes estrellas, me hacen creer derrotados de la vida rural. en la primavera. -luces urbanas.

Calma y brisa No es una flor, Semilla de deseo, -respiración la hoja del corazón herido árbol de vida del universo. -¡qué belleza! -fruto amargo. El pequeño pié Muchos presumen No he hecho recorre de la carne; no me asombro esta piedra grandes distancias. de su muerte. -la admiro.

La añosa ceiba Los botones de flores Caen las flores crece del jarrón que no abren de astromelia en la eternidad. ¡sacrificados! como si de ciruelos…

Avanza noviembre Antes, uno que otro bus Dos viejas ventanas, y aun espero -ahora, bellas la cosecha de mangas. congestión en la vía. -siempre cerradas.

Callada, En el campo eran simples Me cuenta en la ventana las costumbres que una lágrima vertió -ojos de silencio. -ahora no se salvan al final del libro. de los males presentes.

El campesino Admiro al pintor, ¡Un ron! no vende las yucas al músico, al actor… Los mayores decían: -me las regala. Yo escribo… <>. Almuerzo y dos perros Tarde azul, soleada; Al caer la tierra, me velan… primero almas azules, serenas. lloran los ojos uno; luego el otro. Adiós al buen hombre. -motas en el alma.

La esposa, el hijo, -Sobre el ataúd Ese entrar a la tierra… las hijas; cada uno del capitán, ¿el arco iris? La familia, la amistad, una palabra de despedida. -no; la bandera. le dan un aire de nobleza.

Balbucea su testamento Que fui niño, bien; Tal como se viste –una mirada ¿pero sentirme revisa cómo ha quedado de amor por este mundo. en el vientre? su haiku ¡Que vanidad!

Dar la impresión Viejos recuerdos; Leo haikus; de este mundo en aquel entonces, me emociono -eso hace el poeta. ¡tanta vida! ¡Esta vida!

Día festivo Día festivo; Cambio de sitio aprovecha para comer con calma cambia las matas; como enfermero papas fritas con ajo. la cuchilla de afeitar. pienso en el aire, la luz… Espero al titiribí, Olvidos, ceguera, sordera…; Un zancudo ¿o ya me tomo sabias tus palabras, Buda -pienso si atormentará la medicina? -difíciles los caminos. a mi esposa.

Solo en la tarde Miro al nor-oriente El Tao junta, -inesperadamente y pienso en la tumba el Tao separa, llama mi hijo. de mis padres. florece y pasa.

Leo versos Suavemente, Evoco amigos a la media noche como gato, va -la memoria fiel - no logro acallar llegando la vejez. a sus recuerdos. una preocupación.

Según las habilidades, Si hoy saliera la luna, Contar sílabas los caminos tendría vergüenza y líneas –a veces - me quedo en los versos. -tanto hablar de mí. resulta innecesario.

Camino descalzo Tarda en aparecer Vivir lo suficiente sobre las hojas -no es que quiera para ver morir dejando la piel. hacerse rogar… montes, ríos. El viejo poeta confiaba Ni breve, ni larga; Como escribo para mi sus versos, tiene su duración no discrimino a un tardío crisantemo. -la vida. los versos sencillos.

Aprecio de amigos, Llueve. Gratos momentos -reconocimiento Cuando el sol, -los de amor de los versos. cantaban los árboles; a la naturaleza. -ahora los habitantes del suelo.

La silla al sol, Ejercitándome Frente a Buda el libro de versos para el recital, hago tomo el café -¡que buena compañía! muecas y carantoñas. y parto al pan.

El viejo de la Por descuido Este día, vereda me saluda el dulce se ha avinagrado estos ojos con simpatía. -siento culpa. -lo que vemos.

Cenar con amigos Hiro está en Japón Hablo con mi hermana -alegría del camino -el gato callejero -me relata entusiasta compartido. sigue en la puerta. el cielo de la isla. Se hacía responsable Escribir, sin competir, Mis versos expuestos, de la suerte por el gusto indefensos de un hierbajo. de hablar y de escribir. como una huella.

Expuesto al mundo, El abogado pregunta Menos aprisa ser en las cosas por un proceso… las cosas parecen -alegría de vivir. -esposa fallecida. correr mejor.

Por ofrenda, Accidente Hemos pasado… serenidad; por bendición, en la glorieta; el indigente -el paso a paso armonía. inmutable. que nos hizo.

Cuadro amado; Alimentarme El hijo, ahora escritor, solo mirarlo lleva me impresiona escribe del escritor -una oración. -el dolor que implica. que era su padre.

Negra que amamantó En mi memoria ¿Acaso es distinto, a la blanca; blanca me refugio, el dolor, de corazón mulato. renazco y vivo. en los animales? A aquel gitano Amanece Después del aguacero, compré la testera, -pasa la línea el primer canto -lucir el caballo. de fuego. -¡el llanto de un niño!

En cada haiku, Ocupándome de otros Esa lima naranja, describe viajero menesteres, anoche, en la ventana, -relata el mundo. por casualidad, ¡la luna! ¿de quién es?

El tango a la salida, Como una capitana, Busca la palabra; como tantas veces, la esposa en la cabina, desea acertar… hablando de la partida. preside el cortejo. Dolor de nombrar.

La luz, A quien Todo está poblado ¡de lleno! le mandaban la revista, de muerte natural… sobre el corazón herido. ya murió. Abundan malechores.

¿Que fue la vida? El yo es ilusorio, Subo al taxi El inventario breve pero es, centro vital -no están lejanos los días -y ¿la nostalgia? -causa de dolor. cuando montábamos a caballo.

* planta. En la revista de épocas -¿Melodía? El alto pino, allí; pasadas, la gente ya mayor, -un recuerdo; presencia lo recuerdo, y el árbol ¡como éramos en la del tiempo. de lima-naranjas. juventud!

Estudiando el dharma Su pelo blanco Queriendo distraerse, se marchitan las flores, se resuelve en nube, bebe; bebiendo discute caen las ramas. olvidos y silencios. -¡copas amargas!

La niña enferma He estado Fe en el Tao quiere morir veleidoso con mis penas -en todo -casi crisálida. -como si la alegría… la verdad.

Rueda la moneda: ¿De verdad ¿transmigración? ¿Karma? soy, este algo -El mismo sello. que piensa? Como el Llao-llao al ñire; así, dulce-dulce. La resistencia del hombre Parteso.

Rodeado de volcanes Arbitrio de pescador La laguna, los patos, jugaba con una - la trucha el ensáis lagartija –de caucho… vuelve a la laguna… -manada caballos.

El perro se lanza Luz, y alta nieve Cambia el paisaje; seguro -lupinos blancos, malvas, cambia el hombre a cruzar el río. rosados; el río discurre -el río fluye. amable.

Una gaviota Florecillas silvestres, La lagartija cae en la laguna de Los Césares vuelos de insectos de la sábila, verde, - ¿talvez algún grillo? -en la Patagonia. como una hoja.

Hojita rojiza Los pensamientos A la sombra de ñire caída que guardamos de arbustos chaparros en el bosque. -aun están contigo. hacemos la siesta. En el sur Los niños al soltar Dime, luna -florecillas tachonan su barquito de papel ¿por qué rizas los senderos… le dicen ¡adios! mi lágrima?

¿Cree que las aves Versos vivos Maiakovski es triste, son libres? y dolientes que aletean como el oka –un dolor -escucha su canto. en el aire. entre relámpagos.

Los perros Por la pólvora Pánico de mirar cuidan el caballo -la niña tiene corazón y quedarse petrificado de Coco. de paloma. -¡el precipicio!

Juega con la luz Un cuaderno de Cada época -sigue las sombras versos, perdido tiene su sensibilidad de la acacia. en un aeropuerto. -…y cada edad. “Hay tres cosas que me disgustan mucho: la poesía de los poetas, Ramillete de tonterías la escritura de los escritores, y la cocina de los cocineros”.

Texto Zen

Indagando el misterio me siento primitivo ¡mono perplejo!

A.G. Mots.

Un pozo soy Llueve –el agua -¿Cabe en una hoja, -tengo el alma llena encuentra su manera la vida? de aguas interiores. de escurrirse. -incluso en un epitafio.

Ven, vamos a ver Vamos, Al levantar la cortina a la quebrada fluir ¡por Dios! -izo la bandera por los cauces de Dios. A la quebrada. azul de la mañana.

Al decir “yo” Su nombre Se mueve el móvil, -un poco de viento es inefable leo, cantan los grillos en el pronombre. pero lo dice el río. -pasan los carros.

Mi viejo amigo Canta un pájaro, ¡Qué tranquilo! cabalga en la luz el niño lo busca -inquieto -caminos de misterio. -leo nubes. colibrí. Huele las frutas ¿Las alondras Desvelado escucho para recordar su país, también rezongan? el pito del vigilante mi amigo japonés. -¿o sólo la alegría? -canto nocturno.

Llena de flores Sobre la superficie Nacer para perecer -quien quería del lago los pensamientos pero, ¡que lindos lirios! llegaba. hacen leve onda. Y, ¡cómo aroman!

Un soplo es el instante; El alma es una hoja Eso somos carne y dolor -suave, imperceptible -sombras -viento de aliento. la desprende el viento. de un relámpago.

Dulce búsqueda Inútil cae Una sombra pesada -el colibrí sobre el pavimento cae sobre la acacia tras su pareja. la semilla. -el chamón.

Sembró una plantica El cansado ¡Ah! de ciruela; paso de la gente La alegría crece en la puerta -los viernes. de los árboles. -él ya la cruzó… Arena universal Cementerio Todo inquietud – el comején campesino poblado -aparece la ardilla. deja su huella de libélulas.

Sobre el zurco No encuentro El perrito blanco, de la frente rueda el separador de las horas la pata alzada una gota de sudor. -umbral del mediodía. -orina a gusto.

Lenta, lentamente -¿Canta el pájaro? Llueve, pero hay se despereza -No; silba una antorcha encendida el frondoso samán. el campesino. ¡El tulipán!

Voy por el camino Una tumba cerrada; Una cordillera de nubes… Buscando azucenas otra abierta… -no, son más fuertes las y gorriones. -¿a quién esperará? cordilleras de la tierra.

Que aprendí a escribir, Gusto familiar Ni breve, ni larga bien, ¿pero qué -el pan, el vino, el dulce, - la vida de la efímera escribo de epitafio? el arroz, la sal. tiene su duración. Estornuda, Si antes no existía Ese silencio -pero no sé -¿por qué me preocupo elocuente, firme por qué. de lo que seré después? -el de la piedra.

La carne Una hoja La hoja cae -ese doloroso material -instante en el viento al paraíso del barro. sobre el tallo. -al paraíso del suelo.

Un termitero Aprisa ¿A qué le temo -sugiere lo que la tierra ¡como nunca! en el bosque? Sin duda será mañana. -hormigas en el bosque. al mosquito que insiste.

Cuán arrogante era Solo el alzheimer Mi generación Me sorprende oírlo le hizo olvidar -las hojas en la rama, preguntar por el bastón… su hijita fallecida. se van desprendiendo.

-Atentos se abre Sembré palabras No encuentro -¿Qué? en el jardín la hoja que dejé -los ojos, la boca, -flores poéticas. en el cuaderno. del haikú. La mujer -¿Qué ve el ojo desnudo? Kilómetros -vientre del viento -Un río de estrellas; y kilómetros y al fin de la vida. pelusitas en el cielo. un gorrión.

En la larga cabellera, La viuda, serena, Contar las sílabas cuenta la madre los días siempre ha esperado -los latidos, respiración de su hija secuestrada. -sabe tejer. del poema.

Dicha de tener Dar la impresión ¿Late el poema? mi libreta de versos de este mundo -si no, ¿cómo se oyen -Aquí estas, luz. -oficio de poeta. sus golpes de voz?

Estas son letras ¡Atracción! Si fuera budista de una breve canción Qué manera de llamar te prometería que tararea la dicha. la gravedad. -“Todas las vidas…”.

¡Qué le ocurre Lucerna ¡Ay!, mi amigo a este cauce!, abundante del verso –poesía, -tengo una pena en lágrimas! fuego del alma. de muchas penas. En el jardín la camelia florece El bonsai florecido de blanco. Onitsura.

Pido al taxi Por la canal cae Muy temprano alargar la ruta a la tina cruzo el paseo -llueve. -agua de lluvia. -rumor de río.

Oro en la madrugada… Batir de alas; Me detengo sobre el puente -la luna de miel los murciélagos -en la rama del chiminango proyecta mi sombra. -concha del oído. canta el cucarachero.

En su silencio Se regocija, Automóviles pasan se escuchan sus palabras más mi hijo, viendo los tonos -no impiden que escuche queridas. del atardecer. al ruiseñor en la noche.

Al amanecer, Día de trabajo, Bello el florero camisa sobre camisa como otros, pero hoy -entre ellas, una más bonita -leo versos. -sale la luna. ¿o es el amor? Canta el ruiseñor Calla y reinicia Humedad, frescura -el día tiene su esperado -incansable, avecilla. -murmullo del agua rueda comienzo musical. dentro del cráneo.

Escribo con agua… Hoja, ¿de qué árbol? En el vaso -toco la marimba fluida -desprendida de mi diario… con agua –los arreboles de las letras. de la tarde.

La hoja está llena Escribe versos Inquietud de sabernos… de versos –por hoy el que canta en las noches. ¡Perplejidad! tengo bastante. Nostalgia de un instante.

¡Chobo! ¡Chobo! ¡Chobo! La anciana con el espejo Mil bellos paisajes -llamaban su alma mira de reojo prohibidos gritando en el pozo. a los transeúntes. -¡enfrentamientos!

En cualquier lugar, Como torrente, La vida la amistad del libro, las pasa rápido la vida -un soplo, un instante hojas del cuaderno. ¡precipitada! de viento. Pinto esta rosa, Pinto la reina, blanca, Callan los borrachos, este tallo, esta espina leve amarillo, y espero cantan aves y cigarras ¡Ah!, el aroma… las diez de la mañana… -primer día del año.

Con metáfora, Los canarios cantan Nada original o sin ella, el poeta sin licor tienen las nubes dice sus cosas. -hacen su fiesta. -lo tienen todo.

Una rama, Después de años Sobre los vértices de las el vuelo de un pájaro en la carretera lomas, cintas amarillas -la azulosa inmensidad. -¡la golondrina! resaltando sus pliegues.

¡Ah! flores, árboles, Prodigiosa ¡Tempestad! las montañas y ríos la mata silvestre -el campesino piensa -pasear caminos. -una y otra flor… en las flores del café.

En la alta montaña, El arroz blanco, No consiento entre jiguas y mameyes más blando en matar una mosca, -la flor del arrayán. -otra variedad. sin embargo, a veces… Hierbabuena, tomillo, A gusto En la avenida romero, hierbas de la huerta, lavo los platos -playa de la ciudad- de la cocina. de la comida. ruidos de ruedas.

¡Quisiera verlas! Como tronco Con la noche -florecillas de las montañas. de árbol llegan las golondrinas -el amigo muerto. a los aleros.

El mundo es inmenso, Solo tomé un poco En la mañana fría pero estas violetas aquí… de naturaleza, de sílabas; -acobardada, -blancas, moradas. las ordené, las desordené. bajo los portales…

La cigarra Ríos de lluvia Corren desbocados en el cemento; la recojo cruzan la carretera hacia el futuro, y la llevo a la matera… -habla la naturaleza. -el cuida la retaguardia.

Pierde la vista, En la flor marchita A la florecilla pero su cara se ilumina cuenta la oportunidad no le importa la altura recitando sus versos. concedida. de la cascada. En la sala arde Estoy feliz Bajo e inseguro la lámpara votiva. -tomé la foto -primer vuelo -una ilusión. al gorrión. de la torcacita.

«Ungüento de caracoles» Silencios Espigas de puntero -el vendedor y, alegrías se florece la cabellera sonríe orgulloso. ¡Días lejanos! de la loma.

El pastillero, el vaso Provenir, porvenir; -¿Un poema? con agua, el cuaderno ¿dónde se acomoda -Una hoja más que carga esta -en el nochero. el saltimbanqui? hormiga.

El cucarachero Llega el año nuevo. La abuela no deja de visitarme -miles de brotes les habla y riega por estos días. y de hojas caídas. a las plantas.

Salgo contento, El fogón, Lámpara nueva y una pareja de jilgueros el calor, los alimentos de madera y papel de arroz aumenta mi dicha. el afecto. -mi lámpara japonesa. Al encender la luz Pasan y pasan Me cuido de enemigos; -la cotidiana amistad enfermos y enfermos me cubro… de los objetos. -cafetería de hospital. -¡qué mosquitos!

Mi condiscípulo Son las siete Esta ranita me regala un bebedero -los vecinos aplauden pía, para los colibríes. al comenzar el día. como gorrión.

El día está gris Indiferente al olvido El de los chamones -mi ser claro y alegre. -florece la violeta. parece tosco -pero es un beso.

Viéndote, luna «Si coges luciérnagas Todas las flores me acuerdo que existo para mi, hacen la hermosura -reencuentro. te presto la bicicleta» del florero. -dice la niña.

Preguntar el nombre Casa de la viejita Una nueva flor, de las plantas, -guardería de perros en la matera, como si haciendo amistad. vagabundos. la primavera. Entre el botón Buscar un jardín Páginas de mis cuadernos, y la flor marchita en medio sonad como guitarras, ¡una vida! de la guerra. maracas, o violines, ¡sonad!

El ojo verde, Entre las hojas caídas, Cantos de guerra desesperanzado cascaritas de huevo -el tuyo es el mismo, -la tuerta. -¿habrá sobrevivido? ¡ruiseñor!

En invierno Amigos envejecidos, De entierro en entierro descendemos de la colina amigos idos -como antes -con el amigo, en el ataúd. –el tiempo no pasa de fiesta en fiesta. desapercibido.

Rompo viejos Escribo poemas Seres queridos; memoriales; ramas secas para reciclar hojas viejas, tan aquí del árbol judicial. nuevas penas. y tan ausentes.

Las rosas del florero Enterrando a su padre, Extraño las cigarras. -ofrendas me dice: -por ahora solo escucho al viejo cuadro familiar. -«lo quería mucho». las de la niñez. Ha de tener frío El haiku, rápido Amigos y parientes, el ruiseñor, y eficaz queridos, todos aquí que no canta. -la fotografía. -en los recuerdos.

Tumba del amigo Poemas y flores Destino fatal -en cada visita, libélulas sobre el adiós y aun amo este mundo en la colina. de madera. ¿Cómo no hacerlo?

Aplauden La larga cabellera, Cambian las cosas, antes de salir. de la secuestrada sin embargo Tienen fuerza -más larga su pena. -¡la casa natal!

En la secretaría del tribunal, Este ollero, La adormidera el viejo reloj… que canta en enero, en la mañana, despierta; -Estos son otros tiempos. esta perdido… al atardecer, duerme.

Como ollero Las horas del futuro, Madre me enseñó equivocado canté -la memoria recuerda la orquídea, su perfume una ilusión. que pasaron entre sueños. delicadeza del amor. Las campanadas Sin poesía Desposeerse del reloj caen como gotas -sin alas-, se nos crecería -tener la fluidez en el eterno vacío. la bestia. del río…

Con alegría, con ganas -¿Cantaba el cucarachero Llega al pezón, bate las alas, antes de despertarme? bebe la vida; entonces se alza a los sueños. -No sé; pero lo escucho. cantará mañana.

Estamos lejos Parece la primavera Triste el canto del simio; somos más -las flores del pavo en vísperas perversos y dañinos. del cementerio. de navidad.

Aunque tu dolor Deponer las armas; Esto de ser… no tenga fin, que tu ira pase no hacer daño a nadie… brote, rama y árbol, con el día. -¡hace falta la utopía! entre verdes y cenizas.

La vida es algo más A las cuatro escucho Ni frío, ni caliente, que una ilusión al cucarachero. toma aquel hombre –confía como la espiga. -acostumbrado encuentro. su desayuno. Desconozco Hay algo inútil Antes me preguntaba el mar de las estrellas en la pena; algo de lluvia a dónde iría; -orilla del cosmos. sobre indolente roca. ¿acaso habré llegado?

Quiero anotar Millones de astros, Enunciación… una pena convertida de seres El viento que pasa, en alegría. -cada cual su prisa. sopla su nombre.

¡Ay! Presente La superficie Siguió la dirección de mi pasado; es la piel del viento en el velero ¡Ay! Presente de la tierra. de los días. de mi futuro -¡huidizo y díscolo.

Huellas perdurables Fragilidad de pompa No se nada de las mariposas -fugaz instante -tan sólo, alma en el aire. en el asombro. extraño palpitar.

Con o sin nosotros, ¡Ay! Limitación Tiempo es el mundo del dolor de la mente; humillación de burbuja -y del asombro. de la soberbia. –corto vuelo. ¡Cómo decir, en la dichosa algarabía, Alelíes del barranco esta voz es mía! Parteso

No son lágrimas Recuerdo que llama Escuchar en la noche en la casa -en la quebrada, el croar de las ranas, -la neblina pasa. canta la rana. las querellas, sus asuntos.

¡Ay!, de mi Al silbo, Del negro, del azul oscuro, -en el hombro me canta me siento feliz nacen los grises el titiribí. -canta la perdiz -tenue amanecer del día…

En la verde Se insinúa el blanco, La luz, el día. inmensidad, al grillo, entre las nubes Todo puede suceder alguien lo escucha. -pronto entrará la luz. -cantan las aves.

Alegría, dolor, Alto, en el cielo, Cantan chicharras barro estremecido un trazo azul y blanco -bajo el mango estudio -temblor del alma. abre la mañana. el Eutidemo. Luz ajena, cielo Asterión, el minotauro El viejo mayordomo indiferente… aprendió a hablar punteaba, en la bandola, Cascada del tiempo. -narró su dolor… “La pluma del pavo real”.

Esos instantes Baba de caracol, Las letras del verso, que nos reencontramos tinta de calamar, puertas del paisaje, inesperadamente. olor de la madera oídos para el agua. -tienen mis poemas.

Escribir el verso, La noche envuelve Ver amanecer, en el aire, en la luz, -la lámpara ilumina teñir la noche en el viento. el blanco papel. -seguir el paso…

Olvido bueno, Millones de personas ¡Pomarrosa! sanar; olvido malo…, -un pájaro en la rama. -vuelva la orquídea olvidar y errar. y vuelva la rosa.

¡Huuy! ¡huuy! Los alelíes florecidos El campo huele -fogón de leña el camino generoso ya, a mandúl y abajo el cuy. -calma el paisaje. y a yaraguá. ¿Quién me llama? Placer de caminar; La luz domina, -el zapote de caminar y caminar; emerge la ciudad o la guama… de caminar y caminar. -la lucha.

Las hojas de bambú La avenida Los chalchaleros, como una mano, -la iguana, pisada. los pajarillos…, hacen señas extrañas. luego las charatas.

Se conmueve En la noche, estrellas, de los cambios en su vereda, luciérnagas, y niños ¡qué decir de esta ciudad! de miradas inquietas.

SEGUIDILLA Guayaba otra vez Azucena MEMORIOSA I -que vuelva -que vuelva la niñez. la gente buena.

Estrella del Caquetá -Madre ven para acá.

Que yo sepa , Azafrán, azafrán -¿Chiquito no hay nada mejor -quiero montar y con sombrero? -desayuno con arepa. en el alazán. ¡El Duende! -¿A cuál cojo primero? No hay ninguno Vale poco, Alegría no hallo, valiente, cuando sale correr mucho… -cuando sino la Madremonte. aparece el Coco. monto a caballo.

Rodeo -¿Dónde? ¿Dónde? Con cuánto amor, en el corral -Allí… me pongo su ruana ¡Dicha total! -¡que no salga el Duende! ¡abrazo del padre!

Amanecer: Las rosas que venden Primero, amores, dureza y amabilidad no tienen espinas -después, dolores… del horizonte. ¡rosas embusteras!

Aunque poblada de bandidos La chica en sandalia, Alma mía, -existe la flor, y el trigo un día de lluvia. regocijada, intranquila cumple su destino. La moto va rápida. -mortero de la vida.

Accidentes, enfermedades Quería ser paisaje; Prefiguraba paraísos y tristezas –como a todos-, hoy, recinto, casa, balcón; -de regreso, pero héme aquí, otro día. tener patio y calor. busca lo que amaba. Deseos de correr Lo que puede A hojita de limón gritar, llorar, volver… una palmera -sabe -¡Adolorido corazón! al atardecer. mi corazón.

A hojita de naranja -tus labios cuando te alcanza.

Yuyito de alelí Habrás En la colina, cuando suba, -niña, de quererme ¿adivina? eres para mi. con un poquito Besitos de uchuva. de quereme.

Ramo de rosas amarillas Unas cuantas matas Pocas las plantas apasionadas en pequeñas materas de mis materas pero -blancas al rojo del amor. ¡Nostalgia del campo! florecen, florecen.

Antes la quebrada era Aquellos versos Antes, viento, río; agua sagrada, ahora -la pátima del tiempo hoy roca vieja escurre desechos. los cubre de olvido. -vista de ventana.

La bella El río del tiempo, Una melodía china, estación las horas del agua versos de Bai-juyi, -la memoria. por las nubes. la ventana azul y noche. Imagino las historias En la noche capitalista, que mi amigo contaría escasean las lunas, volviendo del mas allá. el rocío, la tranquilidad. Ciruelo de la orilla, ¿el agua se lleva de veras El río de las letras tus flores reflejadas? Anónimo

Aroma, Tras la ventana, El poeta vibra insiste la orquídea salta, vuela, revuela -instrumento tocado -la reina. –el ruiseñor. por su tiempo.

Semilla, brotes, Como pájaro amanece La luna, el jazmín… hojas verdes, hojas secas alabando a Dios, ¡Ah! La noche -tronco viejo… en sus canciones. -jazmin de luna.

Juventud, hojas secas El viento Marinero -raras veces estamos dice sus cosas. del tiempo sin ancla en nuestro tiempo. y sin retorno.

Memoria del alma No habrá tiempo Mi nombre: -dolorido y recuperado -la vida acosa, eco que se extingue tambor de los negros. reciamente. -pero aun me llaman. No habrá versos Una flor cortada Viejas canciones ni poetas en el camino.. -constancia de la vida. -nada nos salva. -¿Quién la mató?

¿Qué sacará El viento las traía Apoyo en el camino, ese perro ladrándole y yo las guardaba fuerza solidaria a la loma? -las hojas secas. -pie de amigo.

Aquí, en el campo, El libro nos eleva, Yo diría, yo diré, algo me habla con las hojas abiertas. yo he dicho… en esta calma. -¿A quién importa?

Amor, juventud, belleza Mañana sencilla, Gente, lugares, -hojas transparente calles queridas que lleva el viento. -ruidos laboriosos. -a veces la ciudad.

Sencilla flor Universo triste, La fortuna, la fama -te recojo y te canto. coloreado por minúsculas vano afán llevamos vanidades. -vamos a desencarnar. Tu futura muerte Dura Sentencia segura, no empaña desenvainada que enciende mi mano tu gesto.. mirada. –habremos de consumirnos.

Carcoma. ¡Al tiempo le ha entrado la carcoma! Echó retoños la maleza apilada Victoria de la orquídea para la quema. Boncho.

De lejos olfateé La lluvia Son las cinco, la humedad del monte no cuenta las sílabas en el paseo -tablas de naranjuelo. al caer. -las golondrinas.

Tras la noche, ¿Qué lava Aplausos al alba –perfiles sale -rumor del río de las montañas. en está lágrima? que pasa.

No es el mismo… No importa La barquichuela pero canta qué vistosa ha llegado -el cucarachero. -muere la tarde. al fruto de luz.

Fuerte calor Cielo de pizarra Pensamientos -cambian -nubes hacen y deshacen en el libro de versos los hábitos. sus dibujos. de mi padre. Mar azul Contar las sílabas Allí, la paloma, -blancas conchas -los latidos allí, el halcón en el cielo. de la emoción. -cada cual su canto.

Esta luz, Arde la tarde -¿Cuál olor? pero esta luz… -el recuerdo -El del mango, ¡El ocaso! es azul. el de la reina.

Los pétalos -¿Qué es esto, hermana? En cualquier rama suspendidos en la luz, -Un espejo. el canto -pentagrama de colores. -No; una ventana. -el cucarachero.

¡Ese ímpetu! Al atardecer Blancas violetas -pero procesos -con su flauta -un manojo de alba tienen las cosas. en la universidad. en la matera.

La acacia En la madrugada ¡Oh! Espíritus, -ramillete medito. La luna que estos versos de trinos. proyecta mi sombra. os resulten gratos -vientos cantados. Al orar, las manos El viento, Con la brisa unidas, verticales las hojas cae una hoja, otra, -un tallo, una espiga. -el estremecimiento. y otra, aprisa.

El ocaso, El anciano juega Los sonidos, el árbol, -cree canta el alma, cuenta el infinito. que tiene siete. los latidos.

No importa ¿De la ciudad? ¿Del campo? En la pared el instrumento –canta Deseo un óleo del silencio; no hay una chequera el sentimiento. no la oscuridad, ni el vacío. -una margarita.

No solo horizonte Cada uno lo hace La soledad, para la vista -cada quien el día en fuga… -belleza de -el del oído. tiene su manera. la tarde.

La ciudad inundada La indiecita Una gorra, -los niños juegan se hace un baño un cayado, en los charcos. para la buena suerte. una mochila. Caras pintadas, Danzas, cantos Préstale sangre máscaras, acróbatas, y bullerengues –sepelio a la tela bailarines -¡que calle! en San Basilio. -¡Ánimala!

La viuda, serena ¡Cómo decir <>, -¿Que hace? ¿un dibujo, -nos ofrece una hermosa si las golondrinas un poema, una partitura? flor de su jardín. son viajeras. -Sigo las nubes.

Desistí de los limones Van en grupo Cuántas sorpresas del árbol de la avenida pero este chamón nos encontramos -verdes de fábula. -aplastado en la vía. en los bolsillos.

Inolvidable Contemplo las hormigas El sol arde afuera, olor a majada –el corral -suben diminutas pero ese hablar, por la mañana. de la pepa del mango. quema adentro.

Llover, regar, orinar Preparo desayuno, Atiendo al mundo: -la planta la ciudad se anima ella me llama, lo agradece todo. -canta el titiribí. la gardenia también… Hablan de la muerte Aguacero, y al pasar Guayacán amarillo -no de la del ganado, -arabescos -escucho las aves, ni las plantas. de hojas y colores. una flor al caer.

Las ramas floridas Verde y amarilla, Bajo los árboles ondean –banderas, la acacia toma el relevo cree pisar, rudo, deshaciéndose… -en septiembre. la paleta de las flores.

Las hormigas La hoja de la violeta Las manos altas, y yo en la matera embombadas -el mismo gusto. ¡Maravilla del brote! -un capullo.

Ella insiste: Se decide, se atreve No los vi; la comida caliente -la anciana -le hablaba de los juguetes -fuego de hogar. baja del sardinel. que quería.

-¿A qué tiempo Al desayuno, Cada pájaro pertenece esa risa? fríjoles recalentados -en cada gorrión -¡Acaso importa! -la cosa está bien. un hermano. En la oscuridad Onduladas La guerra cascos trotones -las montañas-, -cosecha de huesos -la carretilla. como nubes. y desgracias.

-Stchiist, stchiist, stchiist Temprano, En el silencio -Salud, salud, salud al rayo del sol, abre se levantan las hojas -Gracias. la verdolaga. -vuelven al tallo.

Distinto el saludo Verde llovizna Amo mis difuntos, para la amiga -muda, cambia ansío verlos -tiene la aorta obstruida. el gualanday. -estar juntos.

Un cálido abrazo Las manos unidas Pero…, nada de eso al tronco tan solo en las muñecas es comparable -afecto natural. -la flor abre vanidosa. a la vida misma.

La viejita en el dintel Las manos rozando En los brazos, -avecilla, pulgares y meñiques en el vientre, hojita de matorral. -abiertas al mundo. en el corazón.

Manos tocándose Las manos entrecruzando Pasan los años; los pulgares y los índices dedos, juntando palmas recuerdo a mi padre -desprendiéndose. -todo se articula y encadena. -los días vuelven. Murió el amigo; -Tose y tose. El cuerpo abrazó al cuerpo -Mañana, ¿qué? desencarnado, -larga despedida. -Tose, y tose. -viejo mástil caído.

Mi madre lloró; ¿Qué cambia cuando Yo soy nadie… yo, también sabes que escribes Sólo pago impuestos, -nos despedíamos. tus últimos versos? y estoy triste…

Un anciano lleva El silencio No, estos tiempos flores en la tumba, recuerda no son como aquellos… a una tumba. sus consejos. ¿y, aquel encanto? Luciérnaga en vuelo ¡Mira! –iba a decir, pero Tarde azul estoy solo. Taibi.

En la tarde gris, un rayo Pasada la resaca ¡Cómo mama la niña! ilumina el barrio de otros días, La madre que crece en la montaña. me embriago de rocío. convertida en fuente.

En la lucha… Ceremonia Los dos profesores atenta la araña, de un caracol callan espera al grillo. al beber. -escuchan el arroyo.

El cauce seco, Como muchachos La lluvia no olvida su río las hormigas beben toca su arpa -espera el invierno. agachadas en el charco. de agua.

En el agua, en el polvo, En clase de filosofía No vuela el ave en las flores, en el insecto canta el ollero, -apenas -lluvia sobre el platanal. canta el ollero. una pluma…, sola. Rogaba no discutir Dejo el libro de versos Canta temprano, cuando apenas los pájaros -escucho al madrugador y al atardecer, lo imagino comenzaban a cantar. cucarachero. en la rama.

Los lotes olían La voz que me habita, En clase, el profesor a campo y cantaban a veces débil, se deshace -en la copa de los árboles, -la ciudad devora. en su silencio. las loras.

De pico certero Lenguajero Los titiribíes vuela, caza, -en el árbol vecino canta salen, vuelan y revuelan y regresa ligero. el cucarachero… -no se dejan.

Aun con su instinto, Somos tejedores Escucho la canción los chamones regresan -como las aves. italiana, bebo un sorbo a distintas horas. de café por el maestro.

Al fondo de la orquesta Atentos ciegos ¡Que desaire! -por la ventana, -ven la novela -pero la ilusión emula el pechoamarillo. en la radio. persiste. Canarios ciegos Caen papasbomba Dos colores fundidos como los hombres -los olleros en uno –no vueles mariposa -tocan la flauta. callan asustados. verde.

¡Mahler! Para entender Ese movimiento Una soprano eleva las emociones superiores de la orquesta un canto hay que oirte. recuerda las olas. por el bosque.

Vanidosa Desprevenida ¡Ah!, hermana la avispa vuela la abeja a la flor -coger moras silvestres bate sus alas. carnívora. por el campo.

Nombran árboles, La tierra, Esos alisos, juntos frutas, estos lugares la bella tierra los plantamos -mi piel siente su tierra. -¡se derrumba! -¿estarán florecidos?

Día soleado Levedad Sensibilidad -las sembradoras curvan del ala del insecto de la flor que lame sus espaldas. en el bosque. la abeja ¡cosquillas! Acrobacia La hormiga Parlanchinas del grillo entre y la mariquita -encuentro de abejas. las ramas. disputan la rama.

Curioso el inventario Con delicadeza Sisífo, el cucarrón de lo que llevan teje su sudario estercólero, rueda a casa las hormigas. -gusano de seda. que rueda, la bola.

Inmisericorde En el hormiguero En cada extremidad el faisán se traga -el pequeño ruidito el ciempies las hormigas. de un grano de polvo. siente la tierra.

Como toros El grillo dobla A la luz de la luna -los escarabajos el delicado palito el cien palos se enfrentan. que trepa. -un bongosero.

Cada insecto Querida madre, Los gusanos -su atuendo diferente. lucho la alegría –acudo -en la fila india. a tus principios. Fatigados El paisaje marino Aquel viejo de luchar los escarabajos que amaba mi madre -no necesita reclamo se alejan. -ahora, ella es el paisaje. sino ternura…

No toco piano Me cuentan que sacan Algo perdido pero llevo su ritmo la viejita al patio y deseado; la orquídea en el corazón. y se le iluminan los ojos. en la montaña.

Después de la pesadilla, Mi vida se resume Enviudando tu a mi lado.. en te querer, de mi amor me vivo ¡Cuánto te quiero! estudiar y trabajar. muriendo por ti.

Hoy, a esta hora No importa la edad, Millones de seres ¡tantas despedidas! la latitud humanos entre el amor ¡Cuánta tristeza! y la nostalgia.

Encuentros, Llegar, partir… Cajas fuertes despedidas Aviones, barcos, trenes, -mejor un corazón ¡como olas! -¡lágrimas! y una sonrisa. Tantas mesas solas, Paro respiratorio Poda aquí, y allí, tantos hombres solos -se apagan los instantes, la muerte; brota y rebrota ¡cuánta búsqueda! las preocupaciones. -la humanidad.

Cuando interpretan Bóvedas La muerte; a Mahler del cementerio –colmena de entenderla -habla la tierra. las ánimas. -seguir con ella…

Nos lamentamos… Amigos muertos, Cae el pelo, y poco -tampoco yo, hallo en los cuatro a poco, comienza “la ventaja de estar vivo”* puntos cardinales… a lucir la calavera…

Los sepultureros Despertar en la neblina, El río se llevó los colores, se afanan… -abundancia de correr los velos de la la tarde se hizo azul difuntos. mañana, pero la guerra… -¡llegó la noche!

El sol del otoño Difícil curar Entre las matas se bendice la tierra del hombre del campo; -pasó el verano.. engangrenada… otro arbusto…, y yo.

* Eduardo Cote Lamus. No alcanzo a árbol; -El dinero no es todo. Me construí, apenas arbusto; -¿Por qué dice eso? me inventé, pequeña hierba. -estoy conmigo.

Dispersable Una golondrina El poema –esa especie -hoy me encuentro lleva hilos blancos de la de pozo reunido en mi. cabellera de mi madre. donde guardamos de todo…

Eternidad Desbocados Sus composiciones -dormir en una gota los caballos de la gloria -solitaria de olvido. al corral del vacío. las sembró en el campo.

Huellas en el árbol Los poemas se toman Dadora de vida, de la memoria el papel nutricia y generosa que envuelve la neblina. –florecen los renglones. -la madre tierra.

Verde en las El jardín Sus collares aun manos, el café y la lluvia era el jardín, tintinean; sus flores -paisaje de letras. -no la metáfora. lucen. El misterio La oficina de mi padre Las hojas del anturio esta en el vacío olía a libro, a biblioteca hacia la luz de las palabras. -donde viven las ideas.. -la familia asoleándose.

El tsunami del tiempo Cultivar la violeta, Entre ventana y ventana -en las playas, objetos la ternura el mundo es infinito rezagados, y el olvido. -luces de la tarde. -basta con la tarde bella.

En la matera de tréboles, En la anciana, Para vivir pervive la suerte en su memoria me hermano a la montaña, -cultivo la esperanza. -nido de poemas. y a las nubes.

No pregunto Poemario: Callo palabras por mi destino testimonio de resistencia apagando incendios. -me le entrego. -en poesía.

Salir de la juventud; Ser mayor, El amigo cayó en coma aprender esta otra apagar el grito, -comienzo del largo manera de habitarse. encender la calma. sueño invernal. Corría; Diré, con el vikingo, Las últimas ahora regreso, jubilado conozco el raro albur… hojas de la rama del trabajo. -soy Javier Tafur… -no del árbol.

No se le puede poner Separo los versos Sin poder beber… ciencia, al amor; con colores -lo predijo Kurosawa pero no falte reflexión. -al final ¡un arco iris! ¡Contaminación!

El policía expulsa ¡Increible! Cabello de mujer de la fuente al indigente Que llegue una bala -infinitas y bellas maneras sediento. y te acabe, así… de peinarse.

El hombre No son ajenas, al dolor ¿Primeros cuidados, es un animal triste ni al gozo -¡esa ordenaron los pasos, -cosas que pasan. hormiguita con su carga! orientaron el camino?

Miradas verdes En las voces, De los cuidados, -sonrisas tímidas una sola, palabra límites del lenguaje que no maduraron. -el ser humano... -la cultura… Opciones y caminos… Montar a caballo, La grave noticia -seguimos en bicicleta, en jet… del día de hoy siendo nómadas. -gusto de andar a pie. oculta a la de ayer.

Mas que esperar, A la naturaleza Pienso, anhelo pistea, angustiada no se le reclama -alegría de respirar. -¡alma atormentada! -se le aprende…

Asientos vacíos ¡Oh! Bombas, ¡de colores!... en la avenida Multiplicidad -los estudiantes festejan -protesta de estudiantes. de la vida. la protesta.

Cuantas veces A la pequeñísima Al levantar busqué a Dios migaja, llega la minúscula la visera, la chica -aun, por los parques… hormiguita. de la moto, sonríe.

Una pareja en una moto Al escarabajo muerto, Breve salida al paisaje -ella lleva un ramo lo dejo entre las plantas y te sientes libre, como de cartuchos y de estrellas. florecidas de maní. si estuvieras secuestrado. Una puerta se abre, otra se cierra –sístole y diástole del mundo. También esta mañana después de la tormenta, La fuga del péndulo son rojos los pimientos. Busson.

Luz de agua En cada burbuja En el vuelo… -la lágrima. el pez Aba, ba, ba, ba… narra su historia. -balbuceos.

Ahora estos Por el jardín, Vibran las cuerdas versos ¡tín!, salta, vuela, del alma –la época tienen la palabra. revuela –el ruiseñor. toca con aspereza.

Alma de corcho El viento susurra Noche estrellada -flotando -voz natural. -la veleta en el infinito. pierde el rumbo.

La cadmia No habrá cómo Aquellos que a mi llamada perfuma la cálida hacer las cosas respondían tarde caleña. -el tiempo acosa. -no contestan. No es el día, ni la noche En el concierto Recuperada la luz -reloj vacío, -cada rana -al reloj sin lunas y sin sol. canta distinto. vuelve la sombra.

¡A gritos! De tu verdad y la mía, Sentimientos, Persiguen otra voz la piedra calla… alma de la música que se escapa. -el río dice la suya. -tono de los versos.

Un violín en el parque Bombos y platillos Deprecar al infinito da una nota azul, en el semáforo -todos los pueblos que se desvanece. -¿qué me preocupaba? hablan a sus dioses.

Sentir su impulso La soprano Las gaviotas buscando la luz alarga, acorta, juega, -el mismo canto -corazón bambú. gorgea. en cada puerto.

Esa nota Poemas, trazos, Pequeños versos no es un recuerdo huellas de luz, sombras, -granos de trigo deja -una ventana. ecos, leves cometas. en el camino. Esa hoja, ese texto -¿Y ese ruidito? Notas y colores, -ese papel blanco ¿El despertador? historias y leyendas, convertido en nube. -No, el ruiseñor. recuerdos y canciones.

Devuelvo la pluma al aire Vuelan las golondrinas -«Por no hacerle caso ¿Vuela -a la ramada a mis hijos» –se lamenta sin recuerdos, o tal vez? la derribó un mortero. -y debería dar ejemplo.

Unas palabras, La mirada, nerviosa Oh, cielos, entran y otras salen -busco alegoría de la ilusión -del hormiguero. la corzuela. -¡La fe!

Si el jilguero canta Gente, lugares, Esa raíz del helecho esta mañana calles queridas lucha -también quiero cantar. -a veces la ciudad… silenciosa, silenciosa.

El cambio de posición La mirada, quieta En la crecida del río de un grano de arena, -busco el viejo corta el cerco modifica el paisaje. el nido del hornero. -el ganado trepa al filo… De nuevo convertido La rama seca El hilo de la vida en rastreador -el camino corre al delta -huella de venado… del rayo a la tierra. hasta agotarse.

Amigos Pequeña hoja caída Indican el camino -hojas que -sigue conmovido del hogar se fueron. mi corazón de madera. -el amor, el alimento, el diario trasegar.

Resiste la piel Universo personal, «Por ellas me va bien» -dolorido tambor tristemente iluminado dice el lustrabotas de los huesos. -minúsculas vanidades. -alaba Las Ánimas.

No quiero la guerra Creía era un simple día… Voces de ausente… pero la calma de mi retiro -¿Con tanto sol y tanta luz? Alguien habla no ahuyenta presagios. -¡Ah!, maravillosa vida. en esta casa.

Quedemos en caminar En la vecindad El niñito de la moto, -en cambiar alguien se acerca con su casco… por paisajes los enojos. y celebra la vida. -carita de astronauta. De tranquilidades Prestidigitador, La mano sobre el pecho residuales… mago de los sonidos -pequeña -pero no inútil. -manos del director. manito en el corazón.

Padre e hijo juegan La saludaba, Sentado en el muro con el balón, esperando al ir al trabajo el indigente, relajado el bus del colegio. -murió ayer. toma su desayuno.

El ambiente abrasa El miedo y la ansiedad, Cada lado distinto; -el japonés, sonriente se agotan –vuelvo por eso vale… viene a saludarnos. a una extraña paz. -el billete, la pareja.

Ni «vida eterna», -<<¡Que pareja tan Hojas muertas ni «resurrección». agradable!>> -del periódico -tampoco «muerte»; -dice el niño. en las que revivo. -¿otra palabra? Va con su padre, en bicicleta.

Tan contento Inquieta ciudad, Ya no es el niño -creía poder componer llena de vida de ayer; ahora mira una canción. -mundos posibles. lascivo a la mujer. La futura muerte, Viejas canciones. La perra, ve la maleta, segura Constancia de la vida. y se mete, no empaña el gesto.. Respiran los años. bajo la cama. Aúlla.

No son duras manos Quería competir Fotografía de cadáver -pero en ellas -naufragó frente a la costa, -mueca, inútil agoniza la paloma. a orillas del deseo. vacío de la historia.

Dicen que la muerte La fosa común La ventana no existe -llena de imágenes del recuerdo, generosa, -¿transformaciones? comunes. siempre se abre.

Viejos libros, fotos El sol radiante Aquellos días, y maletas -la pena interior aquellos juegos -un viento seco. todo lo oscurece. -estos huesos…

Nota de obituario. ¿Quién se preocupa Media noche… Mi generación por la agonía de la flor? Pasa un hombre; comienza a partir, luego otro; otro. -¿O ya me he ido? Vestidos de negro; solos; solitarios. Alabao negro ¿Cuánto tengo de muerto? También yo… diciendo adiós Llevo mi cadáver conmigo ¿Ya me fui? ¿Lo que viene -al sufrimiento. y en este día me ilumino. ya pasó? Tarde lánguida si algo miran los recuerdos. La senda en un bosque de bonsais Épocas lejanas. Busson.

Soy lluvia Como agua Vida caprichosa -me siento caer sigo la gravedad como el curso sobre la hierba. -escurro. de los ríos.

Sostén para escribir El verso Una en el cielo, poemas -savia que da hojas y otra en el agua -tabla de salvación. al lápiz que lo escribe. -¿La misma luna?

Todo vuelo es corto Pasa el avión ultrasónico Ah, la perplejidad -águila rápido termina. -lentamente del viajero escribo el verso. -¿A dónde ir?

Innumerables labios Arar Al escritorio –una y múltiple la página en el que escribo, también la voz de la poesía. -escribirla. lo hicieron las palabras. De azul hindú Mañana de año nuevo, La libélula sombrea la tuerta -la misma luz entra al cuadro –ambos párpados. para la que no estaré. -vuela en el paisaje.

Por casualidad Lo que una vez fue Como lápiz lo supe y me avergüenza siempre rodará -me acabaré -noche de luna llena. en el cosmos. escribiendo.

-¡Ssschiist! Tiempos difíciles La lagartija -¿Quién estornuda? pero los arrendajos suavemente -La perra. hacen sus nidos. lame la flor.

El habitante de la calle ¿Qué es esta carne? Fosa común, números -de caneca en caneca ¿qué son estos huesos? conocidos espera algún hallazgo. -¡curiosos materiales! -para desconocidos.

Esta madrugada mas Imponente óleo -¿Qué será de mis versos? cerca de mis padres, del histórico general -Volarán cual livianas los amigos, del más allá. -su rostro, triste. semillas de balso. Ese rostro Bien, Tao, de mujer que lleva acepto la lección el arroyo… -el vacío, sereno. Por mí, aun no enciendas la lámpara. La flecha sigue disparada Este ocaso de primavera. Gyoday.

Dos loras, Llueve Si fuera esa mata, la lluvia, y en el tango, ¡cuánto, y yo. llueve. me habría mojado!

Las tejas cumplen Truena y se oyen tangos, Llueve, llueve y llueve; -el agua desciende, la lora canta pero, ¿dónde entre rojos canales. -siento el aguacero... estará el ruiseñor?

Con cada relámpago Una lluvia triste El saltarroyos arrecia cae hace días en la peña -su dicha son los charcos el aguacero. de la vuelta. de la lluvia.

Luces en el cielo Noche Buenos Aires-Bogotá, -la ciudad de Dios. -inmensa telaraña sala cinco –de nuevo de rocío. el acento regional. Inti De aquello que preexistía Leve, -un rayito de sol, en mi en el aire trabaja besa a mi hermana. -si al menos un indicio. la araña.

La entendida lora, Lluvia, inesperada Entre la cascada re/ pi / te -excusa su voz se escucha el sonido del agua. para escribir. con bella claridad...

Es más verde la lora, Una luz tenue Tarde bruja que la mata al fondo de la tarde que todo lo encanta; -canta tímida la flor. -tenue de verde. -el verde más yo.

Estoy aquí, Aranceles de la lengua Al atardecer, feliz, entre la lluvia -el costo de pasar entre colores desvanecidos, y la música. la idea a la palabra. medito.

Ayer bella y cautivante; Se quejan de la penumbra Esta noche, hoy silenciosa y enjuta del atardecer esta lluvia, -el indetenible mañana. -amo cuando tiñe la noche. esta calma. La ansiedad lo pierde ¿Describir, narrar, Delta del saber -la calma restituye argumentar? -al fin se amplía el alma del paisaje. -tan solo escribir; nuestra ignorancia. ¡decir y cantar!

Ese violín Luz tropical ¿Mi ambición? parece un azulejo del mediodía -la quietud, cantando. -valle radiante. de esta mañana.

Se dice…, y si… Todo es dúctil, Las banderas -algo trae el mármol, la madera, -flores el río del habla. palabra, viento, arcilla. de la memoria.

Burbujas de la ola Piano a cuatro manos Recuerdos -nos deshacemos -en el detalle, -estrellas en la arena. ¿se rozan los meñiques? fugaces…

En la esquina Garza silenciosa, Si fuera astronauta del tiempo vuelo sin ruido, blanco llevaría mi pluma escribo estas letras. pedazo de nube. y mi cuaderno. Aún es luna llena; Cucarrón Tras la lluvia alcancé a llegar -ronca palabra los estudiantes saltan -¿Dónde estaba? poblada de voces. una charca con cuidado.

Puso una piedra Recibí sus manuscritos Muere -ahora la pisan, -sus trazos de luz, -se aferra a un vuelo y pasan sonrientes. la letra cantada. de palabras.

Luz entre la palma Valores inestables, ¡Ay! Certeza del mundo de la mano tiempos cambiantes; -una pena creer y las teclas del piano. ideas movedizas… en lo que se dice…

Si, yo sé Se tocan las luces Tan pesado, que creo –y creo del cielo el sapo que no se… con las de la tierra. -salta como conejo.

El sapo En el corredor Azulinas, agapantos, frente a la vidriera oscuro… hortensias, jacarandas -¡qué festín! -miedo a las víboras… -sinfonía en azul. El coro matinal Catacumbas silvestres Enfermo y desahuciado -chalchaleros, pajarillos, -los armadillos -ayer vinculado a las cuentas luego las charatas. en sus escondrijos. de este mundo.

Conocer el potrillo Montar a caballo, El pescador madruga para poner caminar, trotar, correr a conversar a caminar su nombre. ¡alegrías recuperadas! con los caballos.

Leo y leo, en la noche… Verde, y rojo, y azul Bello patio Me levanto y veo, y amarillo de la casona dos garzas florecidas. -las alas de la lora. -donde llueve.

No hay recipiente El tímido verde Pueden haber tragedias, que guarde la lluvia tiembla pero no hay culpa, -dones excesivos… -viento y lluvia. en este aguacero.

Concurrida avenida, Campus universitario Veo claro: congestión, trancones lluvias, notas, silbos la tierra no es paisaje -¡tas! ¡tas!, dos bicicletas. -olor de mangos maduros. sino accidente. Alelíes de los barrancos Mientras el inundado El árbol seco -yuyitos silvestres se queja, florece aun conserva que admiraron mis ojos. el buchón de agua. sus hojas verdes.

Un corazón en la ventana Como muchachos Solitario, sueña hacerse mariposa en el parque, viendo, como rinoceronte -el anturio rosado. ardillas, -aquel árbol en el erial. iguanas y palomas.

Al pie del tronco No importan arrendamientos, Concurrida avenida, -como hoja ni el ruido de la avenida y sin embargo de palma caída. -nido del pájaro carpintero. un taconeo en el andén.

Cuando dos discuten, Un grano de arena Vestigio lo hacen puede cambiar de una taza dos ejércitos. la posición en la tierra… -bello camino rural.

Perro callejero Una mata de tréboles La última capa -valiente habitante de cuatro hojas de la cebolla de la calle. -campo de fortuna. -¿la luz? ¿el vacío? En el pasto verde Cafetería El titiribí canta crecen lenguas -una madre joven al amanecer, al atardecer rojas, anhelantes… con su niño, ciego. -lo imagino en la rama.

Soplo la cata Una gran telaraña, Juego y alegría golpeada –vuelve a revivir, compartida por numerosas -compartir la torta entre mis manos… arañas acuciosas. de la madre querida.

Maia Sobrinitas El hambre -la maternal- -cada una prefigura nieta mimosa. una llamita… el desayuno.

¡Que grato! Con nosotros No dos personas Al amanecer, hermano, dialogan todas las voces -es la humanidad nuestro saludo. que nos pueblan. la que se abraza.

Verde, verde Ta, ta, ta, ta, ta Los monstruos -roja pepita- ta, ta, ta… de la tierra para el azulejo. -el cie go -vicios del hombre. tan tea el ca mi no. Al regresar al país natal, Mayores que yo, mueren… Cuando llega silba extraña el sabor Y menores, también; -en casa comentan de la comida de la niñez. y a mi lado…, y yo qué… “llegó cuquito”.

Todo lo devoramos Suceso inesperado Alzheimer -vivimos el festín -la vejez, -ahora la muñeca de las langostas. hoja en la corriente. es la madre.

El yogurt, Ver a mi madre Sueños de mendigo los trocitos de papaya Joven –alegría -gustos de rey… -el cuenco japonés. del recuerdo.

También en Argentina, Me regaló su reloj Recordar a Buda, la sencillez del chingolo con el canto de las aves en el suave vaivén -mi querido gorrión. -su tiempo había pasado. de las espigas.

El cuaderno En la oficina Chilliditos en un rincón -¿aljibe, de mi padre, en la mía, -olor del parqueadero pozo o espejo? a monte…, -el nido de la perra. del bosque de los libros. En los escombros La lagartija se renueva Los locos, en la fuente, el padre busca al hijo -mi esperanza disfrutan -el perro lo acompaña. ahora canta y salta. de un día caliente.

Envejecen Pétalos como gotas Una rosa del ataúd la abuela, la cortina -pequeños ruidos de mi amigo y la ventana. rojos sobre la mesa… -florece el recuerdo.

Dos negras se miran -¿Qué son mis versos? Esa máscara y abren en la sonrisa -Miradas, paisajes; se traslada la mañana del día. puntos de vista… pegada a un pito.

Laboriosa cosiendo Sale debajo El viejo músico telas, hilos e hilos del puente, vestido interpreta con amor -ahora, tosiendo. de lino blanco la primavera. -el reciclador.

La segunda vez Final de la tarde La seriedad ¿quién iba a pensar -en la copa, -pero el detalle, que era la primera? inesperado Armagnac. romántico. De rodillas ante la rosa, La rosa llora: Lágrimas de colores… le dice: «Tu, reina tres pétalos caen… -la rosa fluye de esta vida dolorosa». Siente y se deshace. en cada pétalo.

Diálogo de la almas La luz de una Expulsan gamines estrella riela -mañana volverán -Amor –le dijo. en una lágrima. rencorosos y armados. -Amor –le contestó. El mismo corazón.

El que busca, Como en «Anarcos» Mi amigo, encuentra; allí está… -el drogadicto buscando solitario, llora la muerte -la avecilla. entre los desperdicios. de su perro.

En la ausencia Esa carretilla ¿De qué le sirven se secó el bonsái. llega rezagada tantos miedos al siglo XXI. si no sabe dónde ir?

Valiente, ante los Las que amaban Leve herida, despojos del amor las violetas, y las violetas, profundo miedo que le dejó la muerte. ya no están. -fragilidad de la vida. El cadáver La espadaña, la campana, de un mono –yo también la corniza -una lagartija entre lo lamento. las ruinas. “La vida es un misterio profundo, que vedado al hombre está; en la sucesión del mundo, Caja de escribanía unos vienen y otros van; los que viene se van, y los que se van no vuelven”.

Dicho campesino.

“Paso y me quedo, como el universo”.

F. Pessoa.

Cuánto me gustaría Aquella Bajo el guayacán flores amarillas estar caminando quebrada… ¿dónde su sombra? entre el monte, En aquel tiempo con ese olor -el cielo Álvaro Lopera Dagua a tierra húmeda en la tierra. y encontrar -al paso- una sencilla y escondida flor.

Unos tragos de ron; Una velita de incienso Quisiera ir a la cabaña unos boleros; el bongó; al Buda de Kamakura; donde vivía mi amigo, hago mi fiesta. medito mientras cae donde disfrutábamos la arena en el reloj de la paz y la neblina, y transcurre la mañana. pero ya murió -lo encuentro en el recuerdo y vuelvo a visitarlo.

En las palabras Los obreros intervienen Leo y escribo poemas de los antiguos maestros la avenida; mientras llega la hora encuentro paz; también hay poesía de ir a dictar clase. -rayos de luz en sus taladros El salón queda que iluminan -¿por qué todo junto al bambú el camino interior. ha de ser calma -de la ventana entre los versos? veo un lago.

La mañana esta bella Sábado ¡Ah! ¿Cómo olvidar, amigo, y yo tranquilo, en calma; las papas fritas aquel día caluroso pero me pregunto a la francesa, que amarramos los caballos por los que hoy sufren. con vinagre en los guayabos y hierbecillas e hicimos la siesta de la huerta, en la grata sombra y ese toquecito de ajo. que proyectaban. Mucho ha cambiado Generosa la estrella Este grupo de estudiantes la casa, en cuyo antejardín del Caquetá, por estos días es silencioso, no perturba florecían las gardenias. florece y florece. el paisaje, y es más fácil hablar de la poesía de la China.

Lo que he aprendido ¿Habrá otra vida? El caballo se para, en los maestros orientales, No sé si volveré permanece ranchado, ya me lo habían enseñado a ver mis tres amigos, el amo tira del cabestro, mis amigos campesinos. pero su recuerdo el caballo levanta me acompaña; la cabeza; vienen conmigo el amo se enfurece. -conversamos. Me pregunto por los derechos del caballo en esta pelea de dos almas…

Amé siendo mayor… Me basta con mirar Envuelto en la bomba Me pregunto por el el instrumento para escuchar lacrimógena, el estudiante misterioso sus melodías. tiene sueños de libertad. vuelo de las aves. ¡Una golondrina!

-¿De dónde ese sollozo? -¿Qué son estas letras? Soy el papel, -de la esposa que ve -notas tengo estas letras; a su marido detenido. de su estadía. soy estas letras en este papel… Soy las letras y el papel, y esta extraña realidad que escribe mientras se deshace.

Al sonreír Flor marchita El halcón vuela… se notaba que nada -exhausta, ha cumplido da una vuelta, creyéndose comprendía. su destino. el rey, bajo el sol. Días lejanos París en los setenta, La fidelidad en los que me reencuentro era París; -de la sombra con la dicha. una sensibilidad.

Determinaciones sociales Dos palmas secas, El papel es mi buena -me siento insecto; leve el local abandonado ventura; tabla de salvación cosa que vuela. como dos momias. -mi jardín, mi cielo.

Si al menos tuviera Pensaba que el amor Ignorante soy, la luna; pero apenas son se encontraba; luego supe y sin embargo escribo, las diez de la mañana. que se hace. para todos.

A una mata de trébol A tan altos… Hoy podría ir, de cuatro hojas, pregunto edificios… llega… mas mi corazón por mi suerte. el halcón… no me seguiría.

El día es amplio… Pienso en mis padres, Tranquila mañana, quisiera decir algo en los amigos idos, y ánimo intranquilo que no logro expresar. -¡Ah! recordarlos. -¿por qué no digo: intranquila mañana, si la mañana y yo somos lo mismo? Silencio de asueto Caminar tranquilo Encontrándote, -mi corazón ruidoso, en el escondido camino suerte, sufro -tal vez está incómodo… de la amada montaña. tu digas lo mismo.

Lo que me enseña Veía envejecer Junto al bambú aquella viejecita… -ahora soy yo, quien estudio a Lao-tsé; -verla envejecer. me descubro viejo. canta el ollero, el cucarachero -suavemente ventea.

Festín, tras el festín -Estás bonito; Conocer el arte -el mendigo da cuenta ve a mirarte al espejo de vencer a la muerte de las sobras. -bastan tus ojos. -sabernos muertos de antemano.

Fugaz Alma Jovita -el instante y mirada al mismo -interpretar de los siglos. tiempo. su propio sueño.

Poemas, granos Mundo de arena Languidece de arena; -granitos de voz, -rama voces, sílabas… hilo de fonemas. que se marchita. -el mundo se rehace en las palabras… El agricultor El taxista acongojado Levanto la mirada mira el cielo, se preocupa baja el espejo -mi alma se confunde -continuará lloviendo. -que no lo vean llorar. en la inmensidad.

Endulza el café Calles hostiles, Inesperadamente con un besito y en el descuidado ¡campanas de colibrí. jardín una flor. de la catedral!

Pisoteado por los carros Dame la mitad Creo que Dios –el halcón que airoso del beso… es el universo, chillaba yo pongo la otra. y que hasta en el aire. al menor detalle humano, participa de su existencia.

Creo en la esencia Como langostas Permanencia fractal sagrada del universo, devoramos ¡Ay! -ser de lo que ha sido mas dudo de que tenga el paisaje. ecos, sombras, voluntad y juzgue. ancestros, amigos Un misterio indescifrable que se han ido, subyace en todo olores de orquídeas, -en el cambio incesante. gardenias, reinas y jacintos.

Parece primavera Nostalgia rural Aun en la ciudad -los cementerios -tras la vidriera mirando sigo la puesta del sol florecidos. la montaña gris. -espero el amanecer. La imaginación, La poesía me calma, Allá, en ese paisaje no me excita; ella abre las puertas… de la montaña, el recuerdo, -me expresa. acostado sobre el yaraguá, no me entristece. en el potrero, Sosegado veo las nubes pasar miro los contornos en el cielo del paisaje. del verano azul.

Huelo la montaña, Con la música, Fresca mañana. escucho el suave fluir si sereno, más sereno; Los árboles frondosos de la quebrada. con la música, destacan en el suave si alegre, más alegre; ámbito del valle; con la música los contemplo hermanado, si triste, menos triste. los beso, los abrazo.

Cae el sol Un nido colgante Unas preocupaciones agobiando las matas; en la rama de un árbol sobre otras, las miro solidario… a la entrada afanes tras afanes. Cuando el agobiante del restaurante Me detengo a escuchar trasponga la montaña, -verlo me reconforta los ladridos de un perro las visitaré y alegra, en el vecindario con la regadera. me devuelve y el piar a mis curiosidades de algunos pajarillos. de muchacho.

Golpeo en el plato Al lavar la losa Ese perro al ladrar, para que se escapen noto mi anillo moquea y lloriquea. las hormiguitas. de matrimonio.

Masticando Multitudinario Allá, un millón esta manga envidio concierto -prefiero la música de espectadores; aquí, los rumiantes. de cámara. el gorrión y yo. Alguien parte; Quedamos en Autores predilectos alguien permanece la playa como troncos viejos de mi generación -los dos, partidos. que deja el mar bodega de librería.

Queridos cuentos Viejos textos Vino y agua, tradicionales –hoy la griegos y latinos, vigentes ofrecían alimentos juventud como ayer. -tocaban instrumentos. los desconoce.

Aire y viento El fuego del ego Tán-tán; tán-tán -fluye el fuego, las cenizas que lleva -el niño indígena en el agua. mi nombre. alienta a su hermanito.

Cada uno, una canción; DECISIONES Tengo ojos cada uno, a su ritmo Construye una profesión, de gorrión; -lleva sus pasos. para ganarse la vida; tengo plumas, construye un amor, salto, canto, para tener un hogar; y entro construye un hogar a la cocina. para tener un lugar en el universo; de pronto se da la vuelta y todo se cae.

La memoria, La anciana Al ancianito saquito de recuerdos -recuerdos y ocurrencias- lo cargan -algunos al azar. sin parar. como a un niño. La sombra se levanta, Lo que me enseña Cantas, saltas, queda el vacío, aquella viejecita…, -ollero, sobre la rama la silueta, el hueco. que conocí de niño. musgosa.

La abuela Línea férrea… Allí, en esa página poeta, lee; su nieta ¿Avanzar? del libro balbucea. ¿retroceder? se encontraban.

Anillo al dedo, Florero Como canguro, buscaba en la chuspa, -detallada muerte pero la pesada carga, el indigente. de las rosas. en la espalda.

Destino A las rosas -¿Dónde aroma la tierra? ¡Oh! Laberinto por los difuntos -En las Orquídeas del Valle; trenzado -doy de beber. en el pecho de las novias.

Las olas suaves, ondulantes; La niña con palitos No son las palabras, el viento escaso, leve; lleva el ritmo, ama, son sus tonos la tierra sostenida, aprende el universo. -música que emociona. en su viaje a los confines. Apenas tengo esta tranquilidad; Temblor del alma esta frescura. Issa.

La temblorosa gota Este aguacero Temprano me devuelve se evaporó -no sabe lo que hace, el paraguas -la rama se seca. pero tiene sentido… -¡qué aguacero!

La gota cae, Dejemos a las ranas Una vez conocido el mundo se la bebe los temas siempre vuelve -¡Cosmos apetente! de sus charcas. el rumor del mar.

Que pena El agua que corre Evaporación; este manantial escucha su propio curso reducción de la gota -una cloaca… -habla consigo. -misterio del agua.

Esa resonancia La hormiga murió Flauta de millo de vientre ahogada –la charca, -el artista callejero que tiene el mar. mar profundo. seduce jubilados. Descubro su luz, Avenida del río -Buena, mala suerte, levanto la mirada -de nuevo el canto ¿qué son? -ahí está. de las aves. -balanceos del Tao.

Temblor del alma Ese colibrí Aunque es -la gota en la rama con el aroma tan importante… va a desprenderse. de la orquídea. -¡el mundo sigue!

Aquí, ahora, No solo pasos Nada especial en este mundo, juego -este camino lo hace -la palabra dice las con las letras. la memoria. cosas del momento.

La lagartija En casa del maestro Granos de maíz canta aquí, se habla cosechando. de múltiples colores canta allá. -huellas del arcoíris.

Día de cometas El tenor canta Sangro en el tobillo, agosto saluda en el baño con la mano escribo al Big-bang. -gusta lo que hace. -curo la herida. Gualanday, hoy no Mi oído «obediente» El haijin operado recuerdes la brevedad atiende la orden -¿qué versos escribirá hoy? de la vida. que trae la lluvia.

En la corta noche Aunque convaleciente Va a teñir el día cuento el día no es lento -lo espero. mis respiraciones. -leo, escribo, medito.

El espantapájaros Mi exlibris, un guadual; No ha aparecido es de paja mi devoción, la luna pero se insinúa –la blanca -pero le tienen miedo… -el mandúl, el yaraguá. belleza del cymbidium.

Nos tropezamos El canto de titiribí Esta es la vieja -antagonistas adelgaza y nueva ciudad de nosotros mismos. el atardecer. -¡ámbito de luz!

Un poco de calma Intranquila niega Un aforismo -azul de oriente, una palabra de barriada vuela luminoso ¡cielo estrellado! -temas sociales. -destella. En aquel parque, Cara a cara Todo entra al verso el viento -el niño mira, -incluso la nada… -remolino del cosmos. el gato encara. como caja vacía.

Coincidimos Para comer las pepas Sólo un momento en el parque buscando crujientes, se aparta, -el paréntesis la mañana. sin embargo ¡crack! de la vida. -fue un diente…

En nombre de Dios Más allá Alto, fijo, cuantas cosas de las nubes pica en diagonal inaceptables hacen. -naves misteriosas. -el halcón.

El ruido no la tapa Atiendo Al abrir la jaula, pero distrae al ollero, vuela la alondra -luna imposible. al cucarachero. -lo que harás, avecilla…

Componiendo poemas, Tiñe la noche, Cuando canta el titiribí paso el día no enciendo la luz amanece, atardece -nuevos brotes del bambú. -se oculta la montaña. -registra el movimiento. Cagajones en las calles ¿De cuál fuente Murmullo -perduran vienen estos versos; de llantas rondando antiguas dominaciones. los que escribo? -media noche.

No sólo el calor, Como por un milagro Cuadros de las paredes no sólo el azul, retoña el bonsai -cada uno un pasaje, ni las cometas. -reverdece el verso. una puerta, una ventana.

Gacela, o liebre, Cuelga la carretera Ver caer las hojas o niña… en la montaña -luces desnuda lección -la vida que corre. la recorren. de la ceiba.

Incluso al quirófano Verde-amarillo Dharma… voy con el libro -montaña al amanecer, -sensible acudo del haiku japonés. luz del verano. al haiku.

Este libro que leo El bello paisaje No me esmero más que libro primero grabado en las acuarelas -ofrenda del verso. por el corazón. -las dejo al atardecer. Ese ramo Unas veces la luna; Montaña querida, de lirios otras, el medio día te robaron la figura… -una victoria. -esta tarde, la neblina. -marco de tus paisajes.

En el separador Se quien llega Todo cambiaba vuelan las mariposas y pasa –esta frescura con las flores -pétalos de orquídeas. dice quien es. -cada sábado las traía.

No hay otoño En verano el río seco, Cada uno pero las hojas caen el puente olvidado tuvo con su breve vuelo. -se arremolinan nubes. sus bellos sueños.

Al final ni abogado, Me dicen que vino La tarde no muere, ni escritor Dios, y yo estaba pero ella y yo, -simple pasajero. escribiendo versos… ofrendamos este día.

Cuando llegamos «Un puente entre sueños» Impresiones a ser «hojas de otoño» -anuda su juventud -imposible dejar -el viento se hace patético. a la vejez. de escribir ésto. ¿Para qué decir, La palabra corre Imposible describir «el fugaz sueño», como gacela el último rayo de sol si la espera? de agua. lloviendo en la montaña.

Aun con la vista Estacatos matinales Al relámpago adolorida no dejo de leer -cantos de los sicalis. no veo nada versos japoneses. -sólo el destello…

Cuando callo Nubes como olas, Si el cauce es escucho la voz encrespan la hierba el tiempo –soy yo de los siglos. de la montaña. quien debo fluir.

Cielo azul –este valle Rumor de objetos Testigo de valores parece -en el fondo ante un tribunal el fondo del mar… de un bolso de mujer. perecedero.

La golondrina El camino que hago, Del vestido rosa arriesga una pirueta el que camino sigo al negro en el precipicio. -huellas entre huellas. -de los entierros. Con la lluvia y el sol, Por cada hoja -¿La hoja que cae en la rama, el verde el árbol dice adiós a la rama? -la esperanza. mira el bosque. -hay despedida.

-¿Cuál es la cifra, ¡Cómo te excitas! La reina la clave del enigma? Margarita de los campos, guarda su secreto, -¿Las uvas verdes? ¡cómo suspiras! -su aroma lo revela.

No es que juzgue El filósofo, el poeta, Voluntad de la planta, -como el oráculo, entre las sombras buscan melancolía del poeta la flor decide. -incesante deseo. -canto del ave.

Abrir, lucir; Mañana mundialista A la hora del recital alegría de la flor -yo a mi cosas, el carillón de la Ermita -marchitarse, morir. como de costumbre. cuenta las horas.

Péndulo vital Por un momento, El viejo goza -permanente desear- los trazos en el lienzo alimentando abejas vacío espantoso. -¡Ah! Efímera alegría. -aquieta su alma. Como Pitágoras Palabra no me abandones Qué terrible verdad enumera las velas -si no me redimes -el funambulista caerá; -encendidas, apagadas. al menos y los mangos acompáñame. del malabarista.

Somos una muerte Digo quebrada Ha olvidado que vive y corre el agua, vuelan y sabe que mañana reproduciéndose. las mariposas. será el olvido.

Entiendo el idioma Después del recital El haiku llegó así en el que cantan no estoy vacío -hoja de bambú pájaros sus cuitas. -tengo más versos. traída por el viento.

Transcurso del día, El viento sopla el micrófono No soy dulce de los días, sin embargo, en el recital pero he liberado y sin embargo. -dice sus cosas. varios colibríes.

Según el aroma Me dispongo a la Tan del árbol del café adivino el punto contemplación -el niño del detalle. -escucho la hierba. y su columpio. El joven samán Sobre el grano Las fotografías extendía sus ramas para de arena, en el gran río -diálogo aprender los versos. del universo. con el lugar.

Gota de arena Desde la ventana Alegría cae en la playa veo caer las hojas -un rayo de sol del tiempo. -salón de clases. en las violetas.

No es de cristal Páginas en blanco, Matar el tiempo, pero siente que se le quebró inmaculada, blanca nube atávico reflejo –el alma. -sueños y pesadillas. -¿fin del zancudo?

Primeros en el campus Para el sencillo Antes en la cabaña, -olleros y cucaracheros; arroz blanco ahora la gran urbe los obreros y yo… -mil recetas. -¡entender de naturaleza!

Leo el Cántaro Vacío Paisaje en la ventana, La orquídea reina -sus letras la ventana en el paisaje es bella –coinciden calman mi sed. -revuela la mirada. el ojo y la nariz. En el jardín, Los guayacanes El cucarachero, la blanca reina -es decir, fiesta azul, no es el de siempre -aroma el mundo. amarillo, o lila… -es éste, aquí.

El convaleciente Llega, toca Amplia es la plaza mira pasar a la puerta -generoso el regreso carros y carros. -¿abre o no abre? de las frutas.

No estoy solo Unas en la selva, Cuánta lucha -florecen el anturio, otras en los ríos en el jardín –de Darwin. las cecilitas. -éstas en mi casa.

El paisaje No es cuestión de carrera El viejo caballo -oasis para el caracol echado, mira y mira para el parapléjico. -tampoco para el águila. -los verdes prados.

Luces titilantes Buena sombra, Pasan los años en la montaña pero la del samán, y aun veo aquellas -barrio de invasión. ¡qué fresca! casas campesinas. El nuevo boulevar Espero que crezcan La pierna levantada devuelve el río -los bambúes tras la operación a los citadinos. sembrados a la orilla. -postura de perro.

Al atardecer Los sábados Antes recatadas regresan los chamones hace su florero –a la manera -ahora con las fuerzas -otra noche. campesina. de la naturaleza.

Se emociona Ocho agujeros en la tibia Al pasear por las calles como un tronco -llevo conmigo mira temerosa al rayo del sol. mi propia flauta futura. cada perro que pasa.

Los gladiolos ¿Los pinos? ¿los lirios? Cuento una flor, y dos -erguidos, elegantes ¿los guaduales? -la rama en la ventana, afirman su belleza. -lluvias de mayo. madre de las flores.

Las hormigas La bandada, En el árbol seco, llevaban granos de arroz el rebaño, la horda el nido con polluelos a los indígenas… -¿También el gajo? -nueva vida. Blanca, sueña; Hasta a las ardillas Trueque con el cielo malva, también; la violeta, le ganaba saltando -el campo ofrece espigas en el jardín. entre las ramas. por la lluvia.

El precio es Madera de cedro, No es de papel el que es –la tierra pino, guásimo o nogal -la ciudad y la gente es insobornable. -aroman los ataúdes… viven en un mapa.

Dobla la espiga, Del blanco alto paisaje, Desnudez la pisa y picotea de las cumbres nevadas mas profunda, dejar ver -el canario silvestre. -hoy las grises piedras. el deseo.

Al ver mis zapatillas Beso terminal, Honores y salarios, del quirófano, el portero beso de gratitud… vacantes… se apresura a abrirme. -beso final. -yo, como si nada.

Después de la cirugía, Sangre rezuma Color rosa en botón unos pasos… en la venda; alegría y abierta en el talle -la vuelta al mundo… en el corazón. -negro en el duelo. Flor de pétalos No ignoro el drama, En el quirófano transparentes los diez mil peligros el anestesiólogo -la libélula. -pero estoy en paz. -la foto de su nietecita.

Sí, anímo al médico Pasados casi cuarenta Lo que ocurre -a las diestras años…, mi pierna a la gratitud manos que me operan… desea salir a caminar. -ofrenda floral.

Protegido por médicos Vengo del quirófano Pasa el senador, pienso en los -la lluvia me impulsa unos se acercan, heridos de las guerras. a la fraternidad. otros se apartan…

Tarde sale la operaria -¿Dónde ubico Donde sea -una panelita de coco a quien debo agradecer? ella siempre tiene a su hijita, lleva. -la mirada sigue la nube. su humor.

Tomo sopa Matas que fueron Verano de cenizas -rico acompañarla de mi madre -busco frescura con un trozo de pan. me acompañan. aun dentro de la casa. Amor, tristeza Como cualquier día Deja sus cenizas -luz y neblina despido al amigo al sencillo lugar en el corazón. pero se qué puede ser… donde amó la vida.

¿Aventarlas? Vivas y poemas, Aunque vengo ¿soplarlas, guardarlas? las manos levantadas de la clínica -las cenizas. -abrazo de amigo. -salgo a la luna.

Antes del quirófano Como Arima… El pichoncito le pido a ella -hacia el quirófano se me escapa el libro de haikus. escribo versos. -¿podrá del gato?

Antes del quirófano Menguante o nueva, Ecos de fiesta, ella con blusa durazno es difícil… siluetas en penumbra y collar de colores -pero es la luna. -beso de medianoche. -¿callo el beso?

Aunque la entrega No soy japonés, El haiku me dispone sea total pero amo contemplar a contemplar la vida es relativa. la luna. y sentir al Universo. En vez de piropos Dulce poesía Llueve, llueve. le salían flores -sencilla flor en los Hace frío… -abejas pecoreras. cuadernos. La lluvia golpea en la ventana -a tu lado ¡calor humano!

-¿Cuál realidad? Rielan estrellas Verme en esa foto, -veladuras, ilusión en el aljibe joven… ¡Qué distancia certeza imposible. de la memoria. entre mi mismo!

Junto al cadáver Libro de medicina Mi ojo izquierdo -historia de males -lista de los nombres se resiente y tiempos pasados. de las ausencias. de las amadas lecturas.

Aunque estemos No estuve Éramos jóvenes a gusto, este mundo a la cabecera de su lecho, entre incisos y proverbios es doloroso. pero acompañé -otros códigos, otras leyes. sus últimos pasos.

Obituario Reaparece Tienda de libros -espejo de caras mi infancia con la lluvia antiguos: tres libros; conocidas. -nostalgia. tres amigos –desaparecidos. Me corta el pelo Prolífera la especie –me cuida -según los ríos como a un muchacho. <>. Sentados, bajo la sombra que los bambúes proyectan sobre el tablero, Hoja de bambú dos monjes de la colina juegan a las damas. No se les puede ver a través de la espesura, pero de vez en cuando se escucha el ruido de una pieza jugada.

Po Chü-I

Alguien recogió Estoy tranquilo Gran imaginación ese cuento que el río -haber encontrado lugar la de Basho dejó en la arena. para el buchón. -ver un pez llorando.

Amaina la lluvia; Con su pico Llueve y llueve, gotas en el ventanal -clarinete –canta -dulce memoria -truenos lejanos. a Mozart. de este verso.

-Lleve paraguas Prisioneros del mar Entre el invierno, -No es necesario, esta -varios barcos atrapados un veranillo lluviecita espanta flojos… en el ártico. -de nuevo, las lluvias.

Lluvias «atípicas»… Como «hoja de bambú», El pescador, ensucia -qué denominaciones me reconozco el agua; quien medita tienen los meteorólogos. -como si saliera del agua. espera que aclare. Olor de chiminangos El rocío regresa Las nubes tras el aguacero cada mañana -sus raíces en los pies del -crece el río. -como lágrimas. agua.

Alguien se atrevió El río esta crecido No es decorativo a llamar al mundo mas no creo que sea -el arte apoyo «gota de rocío», caprichoso. creativo. ¡qué exageración!

Llegó el nuevo año Sobre la nueva No es un rinoceronte, y con el nuevos versos calma, poco a poco gusta de la tranquilidad, -brotan temas y motivos. los laboriosos ruidos. lectura de los libros.

Signos y palabras Camino verseando, narrando Sus enseñanzas, -hablan de las cosas el paso de la luz las encuentro en un libro ¡Descifrar el aire! descalzo. de versos antiguos.

Graffitis abren puertas ¿Hacía qué lado Cuando lavo la vajilla en los muros se inclinaran las ramas me siento budista… -¡filosofías de la calle! del árbol de mi tumba? -al escribir también. Como viajero Caparazones No soy nube, descubro los detalles, de cigarras, los almanaques pero alto recorro los ¿no es lo mismo? del año viejo. campos amados.

Si es fugaz Goteo permanente Comienzan canarios, la vida, también en el silencio de la noche se acerca el alba las penas. -escucho. -hora de cantar…

Leo a gusto versos antiguos Una ola de neblina Antistrofa con la amistad cae sobre la montaña de la lámpara. -¡quisiera sentirla allí! Desde esas mismas lomas, en la niñez, veía llover sobre la ciudad y el polvo ascendía.

Contempla y admira Efímeras vidas No quebrada, ni arroyo las bellas orquídeas, ilustres, anónimas, -<>, precipitado pero ofrece ramas entre la vanidad fluir de los días. de pino, peremnes… y el heroísmo. La necesaria aceptación.

Una rosa, azul; Una sombra Una mariposa la luna, azul; la penumbra pregunta una dirección en la pita azul y la rosa. entre las estrellas. de la cometa. Fe de fanáticos, Le pregunto por la foto ¿Por qué regresas, abeja, a tu sin embargo; y sin embargo, en dónde se divisa el mar colmena? la duda… -Desde El pico –me dice. ¿nunca has viajado?

El carnaval de Pasto Kasina* del gorrión: Nada especial; -encanto de máscaras, en el patio en tierra la tasa vacía –compartir carretas y danzantes. ¡ya está! Salió volando. el silencio.

Tal vez en alguna antología, Encontrarme conmigo, Aun siendo trópico sección… salir a describir se perciben los cambios <>. el mundo sencillo. ¡vueltas del globo!

Saberse efímero Dos copas vacías; No es la fama a tu salud este sorbo solo las llena el tiempo -que el poema exprese de alegría. que lento transcurre. el sentimiento.

Hija: la golondrina Los aseadores Música oriental del dibujo estaba viva; me despiertan a medianoche para calmar el ánimo inesperadamente voló. -tomo la pluma, escribo. -ofrendas e incienso.

* Concentración en un objeto visible. Entre las diez mil El paisaje vive Espíritus del bosque, cosas, estas letras tienen en el poema –la poesía ¡acójanme; su puesto natural. albergue del poeta. denmen su aliento!

Toda una época pasó, Cuánta calma La flor marchita, certeza del mañana -lectura de sutras. la que se abre -no hay para que llorar. ¡la montaña! -es la misma.

El milagro cotidiano Dolor sin nombre Qué tensión entre el inciso se desvanece. -¿La puerta no nos mueve a la tristeza y el haiku –como decía volverá a abrir? -pasea solitario. Modesto: «convivir con el verano y la lluvia».

Bueno tu existes, Sangría de letras Al menos la poesía pero que hubiera otros drena los sentimientos no me deja, y acopia como tu –me dice. empozados. mis miradas.

Inventario Mi amigo y yo, Al atardecer escribe -que nunca te falte sin un trago recordamos -crepusculario de arreboles tu ración de poesía. -hablamos de la vida. que termina en sombra. En la vereda Va y vuelve Se admira me detengo a contemplar -esa chica de blanco de los juegos de sombras una florecilla. se deshace en niebla. de la luna.

Es sencillo… Placer de abrir Biombo antiguo -en la dieta vital el libro, acariciar bello a pesar de los siglos incluyo el verso. las hojas al pasarlas. -esmerado artista.

¡La luz!, El péndulo Los músicos las aves la presienten en la ventana anuncia intercambian impresiones y cantan. el final del cuento. -la última nota.

-¿Quién te da, Curiosa escritura Sutra del viento quién te quita? -el rastro quieto -El tiempo… de las hojas secas. -placida tormenta.

Ya que no puedo La golondrina se fue, Reloj sin minutero, «transportar agua y sacar el grillo cantó; el sol salió ni esfera, garganta que leña», miro la montaña. -todo está en orden. despierta el día. ¡Anturio! Que fuerza Árbol amarillo, Lozana ayer, tienen las pequeñas flores guayacán de la suerte la estrella del Caquetá, hoy de este mundo. -verlo florecer. ya marchita.

La lámpara encendida, Tienen dinero, En el corredor la cortina levantada propiedades, influencias… tomaba la flor de azahar -ruido de la lluvia. -yo, estas poesías. -¿y aquel naranjo?

En ese rojo de la flor Tras el crepúsculo En la mañana está presente el primer calla la orquesta de oriente a occidente; fuego de la tierra. -duermen los olleros. en la tarde al contrario -el viento por las ventanas.

No está inmóvil Llueve. La ventana Ilusorio es el mundo; la planta, tiene vida de la vecina abierta el ego más…, Pensando interior ¡florece! -¿Dónde estará? en esto invoco a Buda.

Respira la hierba, Planta de la suerte…, En la habitación salta el grillo -difícil multiplicar el trébol -solos la lagartija -llovizna lejana. de cuatro hojas. y yo. El cazo y colador; ¿Cómo acumula Limpio la matera cada uno distinto el bien, la flor, -que el corazón herido -útiles los dos. para ser feliz? pueda rebrotar.

La vecina de visita Un arbusto malva De esa casa -principia por curiosear como el de mi casa natal asciende humo hogareño las matas. cuyo nombre ignoro. -incienso para mis padres.

Una mujer silenciosa No cela el heliotropo «El más allá…» hace años se asoma la permanencia aparente -sugerentes palabras en la misma ventana. del abeto. para localizar el misterio.

No es que me queje…; Crecen las uñas Con una estera vagué tampoco me rebelo al Tao de los muertos y abren sobre la muralla -difícil caminar en el vacío… los capullos de las flores. -antigua fortificación.

Hoja de bambú El hombre, naturaleza; La cucaracha -verde o dorada-, siempre pero, vaya ¡qué avispero en el umbral -¿entraba lanceolada. es la sociedad! o salía? El paisaje natal, Mas que bellas La laguna crece y el paisaje interior -las flores, hermanas y decrece con el invierno -funden sus elementos. del destino. -la montaña permanece

Mejor la apartada senda, que Una noche más Antigua casa, el mundanal ruido obreros «ruidosamente» verla construir –aunque pase por desabrido. en la estación. -saberla derruida.

La montaña; Subir al pico Los bejuqueros, resplandece la neblina -abajo avanzaba -artistas del mimbre -yo suspiro. un progreso de miedo. en la urdimbre vegetal.

Encerrado en mi habitación Lejos de recetas Ese camino, parezco la pepa de un fruto -sólo un magro comer, ¿va o vuelve? -¿semilla de qué? moderado vivir. ¿sube o baja?

No hay cuatro reinos, Un grano en la nariz Dice «paz» ni tres, en la naturaleza -lo demás, a ese nada -el viento agita -somos lo mismo. le importa. los ramajes… Patio de ropas ¡Pummmm! Aquella vuelta -sotanas, sostenes, -una biblioteca de la carretera un mirador velos, velos, velos. entre las ruinas. -tan de todos.

Árboles viejos, Primeras lecturas Día a día árboles jóvenes -confusión en un campo el camino se hace, -las semillas. cargado de frutos. la hierba crece.

Si nos alegran -¿Qué es lo más CANCIÓN DE ENERO las flores, igual debemos grande ahora? aceptar las penas… -este grano de arroz. Llueve esta mañana; ha llovido durante *** *** la noche; Desde esa misma Después del bullicio hay hojas y humedad época cuando llueve, de diciembre en el camino, saco mi pañuelo, –la resaca de enero. otras veces seco evito las partículas. y polvoriento *** o venteado. *** Cuántas cosas El camino siempre Medianoche: un viejo han vivido los ancianos el mismo y siempre distinto; arde en llamas mientras –respetuoso me inclino. distintas las hojas, acunan un bebé. el polvo, el agua, *** el caminante. *** Cielos, mares, caminos Si no es a tu amigo, -se que voz pasando Une y separa; ¿a quién apostrofas? ¿Al por este mismo sendero. las aves cantan enemigo? –y se reía. o se duelen; las nubes *** también viajan… *** Era amable, ¿Hacia dónde? La pareja hace hacía bromas, gustaba ¿Y qué dicen grillos, cuentas de lo que cuesta de la soledad. ranas y cigarras? una separación. El caballo murió *** en el potrero, *** El carretillero entregó pero el cayado Que su sonrisa el caballo al municipio rebrotó en el viaje. perdure, y la alegría -el perro se quedó con él. ¿El camino aleja o acerca? tenga tranquilidad. Esta es la pregunta que se hace una hoja de bambú. Encuentro en el jardín Con este desgarrón, Observo y admiro plantas aromáticas después de las festividades a mis amigos de El Salado -felicidad. inicia el año. -en paz en sus oficios.

En las noches Regando las matas Me escuchan pacientes, de sueño intermitente cuido de mi como soportando -la radio me acompaña. -me apaciguo. que pase la lluvia.

Vidas del gato Al conversar Flor del amor, no son siempre cronológicas en una rama flor del olvido, -A veces simultáneas… alejo mis penas. flor de la esperanza -Nombres de flores pasajeras.

Estoy solo. Estaba solo. -¿Defraudado del adiós? Amistad universal Tuve el relámpago -No, atento al cambio; -libre elección de una sonrisa, hoy así, ¿mañana? de los espíritus. la breve dulzura de algunos detalles que alegraron mi vida.

Este mundo Buda, te veo No tengo finca es complicado, pero con mis propios ojos pero una blanca flor el agua corre. -rosa trémula. alegra mis sentimientos. Abre la puerta el viento -¿gozo o dolor? Cantar la naturaleza, -y entre el frío y el deseo-, La moneda gira joven o mayor espero la rosa. y como ruleta -con el mismo corazón. otorga y cambia la suerte.

Se me confunden Cerebro, permites Ama las de ocobo las viejas y las nuevas ver a mi madre cuidando las como los japoneses arrugas de las manos. matas del jardín. las del ciruelo.

Me ofrecen un cui, Distintos platos Una rosaleda que rica es su carne asada de navidad ¡Alegría -el viejo, como atleta; –quiero y no quiero… de compartir! yo, como poeta.

Habilito un frutero Buscando paz Recinto sagrado de cristal –laguna -antología del haiku japonés -remanso de la rápida para el buchón. poesía zen. corriente de los días.

Si nuestra casa En la tienda Esta vida; sólo tuviera un cuarto, no de la esquina cuetes, vida ésta, ¿qué sería dormiríamos separados. voces ebrias. sin el haiku? Vencido por el sueño Estos haikus De niño me duermo, y la pluma -hierbas y florecillas ¡que amistad, mancha la sábana. del sendero. con perros y caballos!

El hermano escribe Descreo del valor Ansioso conmovido, recordando de mis versos, -me calmo leyendo la querida madre. pero no dejo haikus. de envanecerme de algunos que resisten al viento…

Pasó diciembre, Preferencias Cada año. como una «vacaloca», -iré a buscar aquel paraje Necios simbolismos quemando personas… perdido. que maltratan.

Hace años uno rondaba Lo que ha manchado Al terminar los poemas la casa de su amor; a un silbo la camisa no es el vino… de Bai Juyi, lo efímero la ventana se abría. -alegría derramada. ha dejado su melancolía.

Si contento, Estoy solo; En las despedidas la luna en la noche, levanto la flor siempre escuchar brilla más. -acompañado. la voz de las flores. Alegres El amor anuda Aunque todo brindamos por la vida y suelta los lazos sea pasajero, suspiro que pasa. -los brazos. por alguien.

No quiero pensar Como el anillo, circular…, Un tesoro si me piensa o no -las cosas parecer volver -aun con voluntad, nadie lo -contemplo nubes. a principiar. guarda definitivamente.

Este amor, siendo Es vital Más fuerte duradero…, apenas si tuve -entre verso y verso el tejido de la araña tiempo de tenerlo. respiro… que las promesas de seda.

Lírica ¿Como el astrónomo Flores y frutos, -dialogo entre el poeta tendré la suerte de descubrir según los tiempos, y el mundo. una nueva estrella? según las personas.

Voy y vengo Pasadas las festividades, El primer día dentro del apartamento quedan destrozos del año, tiene ¡tanto! -hago camino. -paso de vendaval. Del anterior. Las hojas del almanaque Haber envejecido Sin montaña aun no se desprenden -miro la estrella, y no se, por la que pasear del viejo tronco. pero me conformo. recuerdo caminos.

No es propiamente ¿Qué reloj de arena Imposible ocultarse; por el año que pasa se vació en la playa ni aun en el capullo que me entristezco. de mis años? -el tiempo llega.

Oportunidad perdida ¿Quién lo creyera? Pasó un año -el balance llega tarde; a veces el gris y no he ido a visitar siempre es así. es grata compañía. la tumba del amigo.

Entre fluidos, savia Con la caída Luz de la juventud, y corrientes, llega y pasa –la de la mustia flor bullicio juvenil hiedra. terminan sus dolores. -en la distancia.

Ni ruiseñor Primer día del año; En otra habitación, ni grillo –me zumban como el anterior ensaya el adiós los oídos. también es triste. -agonizo. La pena, ¿se alarga, o se acorta? Al frente del crematorio, El adiós es Cosas y detalles en el camposanto como una ejecución que se irían contigo, -tumbas de mis padres. -sin embargo la vida. si te fueras… ¡Ay!

¡Ah! mi riqueza Anoche también El día claro, era caminar contigo, faltó su almohada… soleado; yo triste, pensativo. desprevenido.

Con esta edad A la que ayudó La que hoy partió en aquellos tiempos en casa y a criar los hijos también a mi me ayudó ya habría muerto. -hoy la despedimos. de buen agrado.

Zarpó la negra Francisca Al recordar su rutina Le conocí cuando su hija ¡tantos platos, tanta limpieza, y sus oficios era niña y hoy ella tanta ayuda! la veo agradecido. la despedía con su nieta.

Su imagen apacible Sin decir el motivo Ni aún para la piedra en la barca toma una foto a la calle el tiempo pasa en vano del viaje sin regreso. donde la nana lo ayudó. ¿para qué ilusionarse? Como Arima Me dice mi hermana Aunque el mundo cuelgo mis ofrendas «voy a cumplir ochenta es baladí sagradas. años»; pero … ¿y a qué hay que luchar todos horas? los días, cada día…

A la boca del crematorio, Antistrofa Los cambios, muchos rodeada de hermanos -¡sufre quien ama de su fe, la despedían De los que llevaban leña, el campo! -cantos y súplicas. garrafones de leche, cargas, o jinetes, largas jornadas.

Tiempos idos Cada primero En las colecciones -pasaron los sigo añorando. un calendario nuevo de poemas japoneses empuja al viejo. -postales de mi hermano.

Cuadros y separadores Murió la que cuidaba Un chamón con las flores caídas el jardín ¿cómo las cuidará junto a sus tumbas -reencarnación. su hija? ¡qué coincidencia!

Hay alarma Enfermó la nana… Un perro se echa en la cocina -en una tarde de sol al lado de su amigo muerto. ¡cortocircuito! la despedimos. Es la noticia. Fue una cana; Lluvia de silencio Rana tronchada, ahora la cabeza toda -los rostros -la despedida marchita -y más… grises. pequeñas hojas.

Si las preocupaciones Primer día del año Una pareja cayeran -tristezas e inquietudes de enamorados como hojas, como pétalos, pasaron a este. ¡que nostalgia! ¡qué ramo seco tendría!

Ponderan el vacío Arrunchados, El lecho, vacío; -pero cómo duele gozando del amor el hogar, sin leños… no estar con ella. -recuerdo triste. -ideas los separan.

Veo el vino, me detengo Pasan las fotos La lámpara, -la tristeza no es buena del álbum –en el fondo los cuadros, un retrato compañía. oscuras luces… de infancia.

Terruños Cada sábado Escribo versos que ama la gente un ramo de flores por no llorar… -¡lágrimas de -aquí, allá. -así era ella. tintas! Quejas de amor El último viaje ¡Ah! repiten las mismas penas. -quedan en la orilla, ¿Ah? trazos de cielo. ¡Ay!

El cuadro bello; Arrunchados en la noche Dama con el vestido el recuerdo, también ardorosa estrella. ajado –marchita la blanca -mi madre y el cuadro. flor de la pitahaya.

Siente la caricia Entre la basura Tifón en Filipinas -sombra de un deseo. estallan los sueños -Tsunami de desperdicios -una granada. y desgracias.

Mataron a tu hermano, Los verdes paisajes Después de la pólvora ¿no te queda claro? transformados en barrios el silencio Esta es una guerra. de penas y violencia. es un eco triste.

Se azota la puerta -¿No me vio por aquí? -violencia del viento -sí. en las palabras. -Me ando buscando… Despertarse vivo en este mundo ¡que felicidad! El ciervo blanco La lluvia de invierno. Shooha.

Suelo egoísta -¿Rayo de luz? Hermoso pasado… –cada hueco -El sol cumple su destino; -el paso a paso hace su charca. el agua lo lleva. que me hizo.

El guayacán florecido parece Con una flauta La Seña reflejarse y un cuaderno buscaba ¡tantas flores han caído! mi destino… La difícil materialización de los espíritus, pero, ¿esta trenza que aparece en los pliegues del aire? Dulces juegos, dulce abrigo, retozos Aitana -oseznos en la nieve.

Nuevas vidas: Les dibujaba Ilusionado escribe tengo nieta; también relojes en las muñecas; en el grafiti, periquitos… le pintaba pequitas, el nombre de su hijita. en la cara; los cargaba en hombros; jugaba, los asustaba, corría con ellos.

Mi hijo me anuncia El que perseguía Llevar la nieta que la nieta que viene mariposas, en el cochecito escribirá en las paredes. espera su hijo. -inesperada escena.

Balbuceo de la niña Ensaya sus brazos; Con jugo de uva -feliz culminación los pone así, y así; celebramos la llegada del abrazo nupcial. los cambia, busca delicados, de la nieta. seguros contornos, y tiernos… para su bebe.

Balbuceos de la niña El libro, niña, Alegría de ver -los del abuelo es mariposa de alas esas manitos, esos ojitos hallando la alegría. transparentes y vuelo junto a su muñeca de trapo. de muchas páginas que se abren y cierran al pasar. A La Abuela Cecilia Compartiendo El sol de la mañana las gracias de una sonrisa se quedó en el blusón Una mano amorosa que ilumina la vida. naranja apunta para el recuerdo de la ñaña… fechas queridas.

Fuerte temblor Lloraba por su leche, Mi nietecita -mi hijo me cuenta pero ya conquistó es dulce, la persiguen cómo cargó a la bebé. la cama de sus padres. las hormigas.

Duerme la niña Madre orgullosa En la sonrisa su sueño de ángel -la sonrisa del hijo de la bebé –divina suavidad -¡Ah! Mis mejores deseos. narra su entusiasmo. de la esperanza.

Triste, muy triste, La sonrisa Con gorgoritos y de pronto de la nena, dulce la nietecita entra -el milagro de Aitana. -¡capullo de ternura! al diálogo.

La sonrisa Entre la veranera Madre orgullosa de la nena, dulce florecida, mi nietecita -la sonrisa del hijo -¡capullo de ternura! otra florecita. narra su entusiasmo. Linda mañana Le digo: Nada se iguala -sonríe con gracia, -primer dientecito al abracito de Aitana la niña Aitana. de mi nieta. -abracito koala.

-¿Aitana? Mi nietecita -también Irene; las dos como un koala, abrazada me dieron quereme. en mi pecho. Que al final haya un camino que es obligado a seguir Rescoldo en el río ya lo había oído decir, pero lo que no pensaba era que para hoy o mañana fuera.

Ariwara No Narihira

Esperada brisa Si tuve algo…, Se fue la que –fluir diría…-lo soñé… me decía de la vida. dulces palabras.

La rayuela El gorrión Como minero tiene un cielo en la rama anhela busco el oro -ésta, una pena. -apela a su canto. de las letras.

Entre la bandada Algarabía La trajo la vida; -dos patos se dicen de gavilanes sobre los la vida se la llevó sus cosas. penachos de marzo. -la vida que fluye.

El perro entra Tiene mi ojo ¡Ah! al campus universitario en la palma de la mano ¡Cuando caminaba -un cínico en clase. -lloro. con ella! Ahora comprendo EL CANTO DE LAS NO SÉ DESVERSAR por qué los ríos cantan HORAS -la música es inagotable. Vuelve el dolor, A Carmencita mas no reniegues *** de los queridos versos Hablar con el río; cantados; Último humo escribir en el pizarrón aunque me den la espalda, de la cremación de nubes; no sé desversar, -…y las cenizas. hacer señas ni reversar; para que se expresen sigo los signos amados, *** las células; silbar, buscando la luz, para que el tejido sin tener a la amada noche Lo abres, el libro… espiritual que nos unió, y vuelas con el ave sea como el pecho con su derroche de los sueños. de la avecilla, de estrellas que se revienta y cosas buenas, en trinos, que nunca voy a olvidar. queriendo oír su queja, cantar lo que le queda de esperanza, de luz en la tarde.

El titiribí Venadita fugitiva, Cositas bonitas en el nido, pía junto mientras mas te amaba se dicen, cuando escriben, a sus polluelos. más huías. noticas.

Algo de araña Silvestre como codorniz La pulga en el oído, debo tener –es mucho -solo se encuentra a gusto -un beso detrás de la oreja, lo que espero. en su propio matorral. que pica y pica.

El anciano Escucho al ollero A esa alondra presume del cariño -de nuevo dialogo me gustaría cerrarle de su perro. con la naturaleza. el pico con un beso. “Abrazo, Algo nos tocó Tres ranas de corazón abierto” del pasado encanto juegan en la reja –delicada de la vida rural. de la abuela. intervención sentimental.

Releo los versos Fotos, objetos, tejidos, Cuentan lunas, que mi madre anotara escritos estaciones, años, hasta en su última libreta. con los cuales tengo la que dejan de contar. fortuna de evocar a mi madre fallecida.

Bateando busca Un palomo se disponía…, Un destello en el río de la vida otro se la quita de luciérnaga pepitas de amor. -¡Naturaleza! -para ver el mundo.

Dos luciérnagas -¿Coger la luna? La puerta de casa alumbran un instante -Hay diferentes lunas, como aeropuerto de felicidad. y distintas manos. -¡triste despedida!

Este vacío Penas, lágrimas, ¡Tantas despedidas! -la huella de que te has ido. -instantes ¿para qué forzar el retorno? ¡gotas del tiempo! -Duela el duelo… Están tristes La gardenia El pájaro, la rama, mis manos solas -ya nadie la roba. la caquita… -la ausencia. -¡la planta que nace!

Hombre y ollero, Olleros, El ollero vasijas de barro cucaracheros –fresco espanta a la ardilla -Madre tierra. y grato amanecer. lejos de su nido.

Pliegues blancos Paisaje de mi ventana, Se fue la energía cubren la violeta retazo de universo ¡qué atardecer! que se abre al deseo. -generoso ocaso. ¡grata penumbra!

El viejo árbol, Si el río crece, subo; ¿Y tus labios solo en el recodo cuando baja regreso acaso, no son el rumbo? -espera al viento. a la orilla. Dije, diría… Acaso. Cruza los cielos, clara y serena Sombra de luna -la luna sola. Seisensui.

Revive el buchón El río no tiene Visito los amigos en su nuevo recipiente voluntad, sigue otras -también voy a ver -dos hojas nuevas. leyes. el arroyo que pasa.

Ha llovido Al despertarme Campanas de iglesia esta mañana, y en la cantaban los pájaros dan las nueve de la mañana mirada también. -encanto rural. -su dejo obstinado.

Anhelo colmado Pido me diga En el camino -en el camino la chilca… cuándo aroman se detiene para oler ¡Ah! su aroma… los mandules. la mata de chilca.

Si fuera ave, Tres guayacanes De pronto escucho ¿cómo escribiría las penas? -tres soles coloreando el canto de los canarios ¡cantaría! la verde montaña. que tenía mi madre. De la montaña El ruiseñor El adiós, al valle, de pronto -hace días como el viento ¡la neblina! no lo escucho. -hojas secas.

Ya un mes No reprocho al aire Cantan pajarillos del nuevo año por las aves viajeras… -los llamo mis amigos, -corre el viento. -también trae sus cantos. aunque no me conocen.

Ofrecía al visitante Escenas amorosas Con distinta forma, senderos que conocía, la no turban mis deseos uso el viejo sombrero de luna, -a gusto las contemplo. fieltro, el canto de los grillos. de mi padre.

Los nuevos brotes Atiendo Una varita de incienso, del buchón me llenan la enseñanza sutil para Buda, de alegría. de las violetas. para mis padres.

Tomo la bufanda <> me dice: <>. El viudo le dice Me recuerdo niño…, Echando de menos al separado: <<…pero el lápiz, la hoja, y estos a los viejos amigos la vida sigue>>. mismos temas. viajo a su vereda.

No hay jardín Los amigos de la vereda Con versos antiguos más bello que el jardín cada uno comenta destierro de los recuerdos. de su distinta enfermedad. las preocupaciones y comprendo el fluir de los días.

Recuerdo de amigos Verlo de pie, apoyado Me esmero en el estudio; me torna sentimental en su azadón –reconstruyo lo poco que sé podría ser -visito sus tumbas. aquella escena. útil, pero no me envanece.

Sentí el impulso Amo la soledad; Después de años, -visitar viejos amigos no me quejo que a otros recorro el mismo camino de aquel pueblo. no le guste. que lleva a la cabaña.

Me retienen los versos Por el corredor Amo la verdad; aplazo y aplazo la redacción del edificio me preguntan por ti de memoriales. recitando poemas. e invento una disculpa… Cuando bien puedo, Me ayudaba… En la pared, todavía elijo la calma -releo -ahora me ayudan, el soneto que le escribí poemas chinos. por ella… enamorado.

Mi alegría Junto a ella Cuán distinto en algún lugar… -si llegase, aprendí a peinar sería que llegaras me contentaría. mis canas. y abrazarnos.

Cómo alegra Aquellas flores, -¿De qué me quejaba? -ver besarse eran una ofrenda al amor; ¡Llegó una fotografía esa pareja. pero y pero… de mi pequeña nieta!

Si no escribiera… Niña del cuarto creciente; Corazón en paz, -como mudo movería bella de luna llena; de y para más, mis manos. encanto contemplo la luna. menguante; evanescente.

Los nudos Mi espíritu estaba afligido No se ve claramente se han aflojado -¿los lazos pero la lectura de los sutras el adiós. Sorprenden continúan? alivió mis aflicciones. las despedidas. Días tristes Solo, en paz, Cómo pétalo -¿serán mejores -el apartamento, se desprendió mañana? un monasterio. este amor.

Aunque se haya ido Llegan gestos, No hablamos este amor tuvo su flor -ecos de las voces una palabra; cada uno y su contento. de la que amé. en su habitación.

Me han dejado; Entre la resignación -¿Con quién compartir leo poesía, escribo y la pena esta melancolía? -me apacigua. -la montaña nublada. -¡Ay, poesía!

El mañana Atención y serenidad ¿Dónde está? como el horizonte, -pero no, difuso, ¿Dónde esta? quedaron atrás. en la tristeza. El amor que tenía.

La pena de amor Sufriendo estaba Sentirse solo ¡que koan tan difícil pero este libro de versos -aun los maestros de descifrar! ¡este libro! se han lamentado. Un vendaval Era la riqueza Por esta soledad de palabras barrió de esta casa; pasa el tiempo el amor. ahora esta vacía. lentamente.

No es un viejo ayer, Ya lo sé… Sorpresas del lenguaje si hace tan solo -preguntas que no tienen que el corazón unos pocos días… respuestas. se esfuerza por escardar.

El recuerdo Se ha ido; Me esfuerzo de sus cuidados luego se llevará en el desapego, me entristece. muebles y enseres pero sufro. -se acentuará su ausencia.

No tengo de qué Tengo qué agradecer; Me siento al borde jactarme; no soy no sólo el reclamo de la cama, como en una fuerte. Lloro. y la pena. roca -vagan mis pensamientos.

Quería olvidar Otra que me deja; También pero en el libro que leo me especializo en versos yo siento su tristeza; -su dedicatoria. de despedida… la hago mía. Preguntaron por mi esposa A la manera antigua Llueve una noche -no tuve el valor de decir calmo mi corazón gris. El corazón sabe que estábamos separados. -contemplo el paisaje. que será larga.

Me pregunto La huerta que cultivé Soy tronco; las manos, por tu soledad tan importante ramas; las hojas, versos ¡Oh, luna llena! como campus universitario. que viven brotando.

El samán que planté, Pasó la cosecha Ir al campo, visitar grueso, frondoso, parece de las mangas pomas al amigo, ver las matas antiguo -sin probar ninguna… de su fallecida esposa. -lo tuve en mis manos.

El viejo borra letras Cosas esenciales Ordeno los poemas -deshace el camino no tienen prisa; otras en surcos, como semillas recorrido. tampoco en la huerta. -el leñador tiene su paso.

En su erguida Mi amigo en su banco Miré y miré sobriedad el pino de carpintero, hace barrancos, buscando resulta estimulante. una cosa y la otra. los amados alelíes. Encarnación, la mendiga, Con los años El florero acudía a la puerta de la casa el bonsai que acostumbraba lucir -cuando era niño… reverdeció. -vacío.

Todos los tiempos -¿Esta luz? A media noche han sido peligrosos, -¡La luna! escucho una lagartija -éste nos tocó. -sombra de luna. -los dos despiertos.

Visitar la tumba Folios antiguos Niños campesinos del amigo, en el cementerio -datos de antepasados dudaban de mi sencillez campesino. de la región. -<> –decían…

Taodi es el nombre Versos de amigos Máscaras en el taller -también podría llamarle fallecidos, ¿qué fueron sino del artista: una parpadea, río, viento, sendero, flor. murmurios del camino? otra sonríe –silencio.

Aunque los viejos No soy joven; Versos de joven, amigos han partido esta certeza de adulto, de mayor escucho sus voces. me previene. -todas las estaciones. Las tres mujeres de la foto, Hasta Ryokan Se pregunta ya pasaron… Mi abuela, lloraba por la irrealidad inquieto, si razón mi madre y mi tía. de todo. o pretexto…

Cuida el recuerdo En las lápidas ¡Oh! Juventud -me muestra la tumba aun mis poemas -todo tan distinto de su llorada esposa. de despedida. cuando pasas.

Estiraba la mano Por instrumento Duerme la niña -quería un puñado toca sus cuerdas su sueño de ángel de luz de luna. interiores. -¡Ah! Mis mejores deseos. La pena y el placer alternan, cual miramos suceder, el invierno y el verano. Anudando caminos Sabas Tafur Herrera.

Digo quebrada Reaparece El agua habla y corre el agua, vuelan mi infancia con la lluvia cosas eternas, al pasar. las mariposas. -nostalgia.

A cielo abierto En el parque El colibrí la mañana resplandece -canta el corazón se embriaga anticipando -en una florecilla. de un gorrión. el néctar de la flor.

Canto de las aves, El mundo cambia El eco del canto alegría de vivir, al amanecer de signos, de señas del jilguero se va -sonrisa del día. -transitamos perdidos. deshaciendo en silencio.

La ruiseñora En la mañana El río de la vida chacharea -estudiantes en la rama del mango la trajo, y se la llevó en el campus. -coral de cucaracheros. -sigue fluyendo. La flecha sigue Travesía Entiendo el idioma disparada; la vida de la vida en que pasan hablando que somos. -estrella fugaz. las golondrinas.

*** Rápido o despacio *** -la travesía Entre palabra es la misma. Qué liebre y palabra –las flores es el tiempo, ¡corre rápido del silencio. y sin retorno!

Una garza azul Que seré polvo, El templo: de ojos rojos ya lo sé; por ahora por la mañana la luz, graznando su pena. escribo. por la tarde la sombra.

La música ¡Qué rápido llega En el recital de la poesía ¡breve -luz del entendimiento-, el viento con micrófono, y suave brisa! al ocaso! dice sus cosas.

Respirar, escribir, Pasan las letras Sugerentes labios, describir, respirar, narrar, y los versos, de pronto -la jardinera sonríe. escribir, respirar. uno se queda…

El cuello, la oreja, Mirada Siento tus palabras, tobillos, pies…-sugerente desnuda, deja ver camino contigo, hermano rompecabezas. -el deseo. -oigo tu comprensión. Luz, compartir -En esa maleta, ¿qué lleva? Un gatico travieso con pupilas abiertas, –montones se solaza dando volteretas la llamada de la vida. de paciencia. -diez de la mañana.

Cada uno con su Casas que me abrigaron Aunque mi canto andadura, hasta llegar caparazón de mi piel. suene triste –la mano a la sepultura. canta una alegría.

No tengo verdad Mundo doloroso Solo, en la cárcel, me atengo a las florecillas -el corazón herido con las alas de un niño, silvestres. retoña y se eleva. volaba en sus cuentos.

No es un espía Doña Silvia habla Letras de amanecer -pero observa los pasos con los pajaritos, les da drenando la pena, de la lagartija. algo más que migajas. en la habitación.

-Se robó el florero Verde y rojo Salgo a verla; -¿y las flores? -contrasta el dolor ya llega, y sí, -sonrisas y alegrías. con la esperanza. me sonríe. Voy al supermercado Linda la hortelana -<> -me dijo.

La mandarina Pegado al suelo Cuánta paz y yo… y debo de mi ciudad natal -siento la savia comérmela. como un árbol. de mis compañeras.

Canicas de cristal De pronto, conocer Mis amados perros -infancia de alegrías en el corral la vaca, el en el álbum familiar y colores. ternero, -aúllo por ellos. caballos y vaqueros.

Flor de granadilla El columpio Vigila el jardín -por años viva -péndulo de la alegría. -las flores me las llevo en mi memoria. en los ojos.

El lechero En la tienda Tu y yo cogíamos huele a caballo, del barrio, una cerveza piedritas en el río huele a ternero. -junto a un samán. -al fondo la cascada. Quisiera un lucero Dulce mensaje Según el aroma en la tarde -hoja de bambú traída del café adivino el punto de mi vida. por el viento. -del detalle.

***

Esa cara me recuerda a mi amigo –justo hoy día de su aniversario.

Transcurso del día, Un río de arena Me hago mayor de los días, y sin embargo, cae en el reloj, fluye -para caminar unto y sin embargo. se agota. un ungüento a mis rodillas.

*** Tomar la arena, lanzarla al aire Han pasado muchos días -a manos llenas. -me pregunto por aquel sordomudo del parque.

-Las chicas ¿Será aquel poemario El anciano, ¿cuántas eran? que trajo la chica llama a las chicas, -la foto se borró. sonriente golondrinas. para alegrar mi tristeza?

El anciano habla Dos viejos, Todo disfraz ¡que recuento uno creyente, otro escéptico se requiere de un alma de alegrías y de penas! -amigos, los dos. que lo anime.

Seguidilla de recuerdos Pitahayas y batatillas. Amanece -aguaceros, lluvias, blancas flores de la noche en la ciudad; lloviznas, -de la luna amiga. buena noche en la neblina del tiempo. a pesar de las penas… Quiero saludarte, vida, cuando al fondo canta el ruiseñor. Leves, huellas Bosque, florecitas violetas Al menos la poesía -promesas de amor. -azul de los deseos. no me deja; no le preocupa el ocaso. *** ***

Toco las cuerdas Pliegues de rosa bucales, ¿quién tañe -sílabas en el poema, las de mi corazón? del corazón.

Antes, tragando agua, Dulcemente su sonrisa Con cuanto cuidado ahora, sobre la corriente entra en la mañana el colibrí elige yendo con la vida. -ilumina el día. esa flor.

Hablando de agua -¿Y los jóvenes poetas Del campo violeta dulce, la mejor viene de barba y pelo negro? -¿quién te quiere tanto, con el beso. -ya no están. que eres indiscreta?

Haber paseado Llámame, te pido, Tú, orilla de mi piel, por ese bosque -el viento flor de primavera que evitas la deriva recitaba poemas. -háblame al oído. y mi naufragio.

Ruidos en el bambú; ¿Quién abre la camisa, El mundo un balcón, no son aves que llegan y quita los botones un atril, estilógrafo, verso en la tarde del ojal? -la poesía, el universo. -¡dos enamorados! Después del recital El haiku me dispone El poema no estoy vacío a contemplar y sentir fruto de la noche -tengo más versos. al Universo. y el silencio.

La claridad; A un lado y otro El verso, la vida el alto azul del horizonte, la luna -en la flor malva, un detalle -es el poema. escucha de luna. sus confidencias.

Emocionado Supliqué y perdí Mi casa…-como nido -en la mirada se refleja el amoroso reclamo caído del árbol. la luna llena. -silbo y silbo.

Decides irte No solo el ombligo Sabe que ha olvidado -veo la amada quebrada -numerosas cicatrices y que mañana será fluir y correr. de la vida. el olvido.

Primer día del año, Nuevas líneas Hay flores de las la que amaba me dejó en la palma que no quiero acordarme -el mundo es todo nuevo. de la mano. -son mi tristeza. Certeza del desamor Duras penas Penas de amor, -ahora el vacío -cauce de los días. antes cantos dichosos es su verdad. -canta en la rama.

Una tormenta Pisa pesado El árbol no está, de arena, en la lágrima el pájaro agorero mi padre tampoco pendiente. esta página. -la casa no existe.

Anudo la cinta Provocadora Flores, detalles… de los recuerdos. -la flor cósmica se abre -rosas amarillas como a la caricia del sol. rayos de sol.

No es sólo la flor El mango del hacha Sequías, inundaciones -la planta entera ayuda a tumbar y las constantes se afianza y eleva. la arboleda improvisaciones. -el hombre al hombre.

De pronto el verde Boñiga y cagajón A un lado y otro se hace azul y malva -el corral huele a majada, de la cerca, crece -el gualanday. en la infancia rural. la misma hierba. En la tumba milenaria El viento golpea La planta del pie dos osamentas sentadas la ventana, como el mar no dejó su última huella -piernas entrecruzadas. contra el acantilado. ¡retumba la explosión!

Tras el vendaval Prolifera la especie, No se escucha más en el suelo del parque según observan ríos el tás-tás, en la cantina -un nidito. -pronóstico reservado. -don Aristides ya murió.

Ante el misterio, ¿El silencio de Dios Ilusiones de juventud inútil el conocimiento o la ruidosa pregunta -espejismos; ¿con cuáles -límites del hombre. de los hombres? ahora me engaño?

Ni la orilla, Leo haikus ¡Ay! Palabra, ni el río, ni el que los ve, -repaso la filosofía ¿qué vienes a decirme, son los mismos. de las hojas. y de qué mundo?

La llaman -¿Qué intercambiamos Se, amigo querido, la región del misterio… la vía láctea y yo? que te has manifestado -¿de qué lado? -una mirada al infinito desde la región del misterio. Si abres la puerta y te vas, mi dicha entrará contigo Puerta cambray -quien busca su destino merece encontrarlo.

Apología del adiós Parteso

Sol en lo alto Todo es luz y color franco y feliz convive su hablar con la floresta. No ha brisado Suave llovizna Con un beso y las hojas aquietadas -entre velos el grato de agua, el trébol gravitan el olvido y en el agua y hermoso paisaje. vuelve, se levanta. ahora se reflejan tus recuerdos.

Cambray.

Las aguas Fuente sonora…, Escribir, dibujar del mismo río siempre día frío de invierno cauces, ríos, paisajes viajan juntas. -los peces tiemblan. vida corriente.

Cantaba y cantaba El cucarrón entra De pronto aquí, y no mentía –sentía al salón de clases en este día y lugar el ollero que llovía. -lo paso al jardín. -el ollero canta.

Agosto, flores Amanece y gritan Universidad, de guayacanes juegan jubilosos aguiluchos escuela de música entre los vientos. en el parque. -ensayan los olleros. Salir corriendo Describo la rosa Cantemos trinos de tristeza, ¡detenerse! -una abejita se posa para que los pájaros sepan -cantan los olleros. en el verso. que aprendimos la lección.

Perro querido Fruta picada Atraviesa la avenida -viene, me huele y se echa por pájaros, prefería mirándose en el espejo a mi lado. mi linda madre. -¿coquetería?

Tu existes Como el campesino Casas viejas -quisiera en el mundo, miro al cielo y se los versos cual casitas de pesebre otros como tu. que van a salir. -casitas de diciembre.

En mi closet, ¡Anhelante! ¡Anhelante! El día aquel, falditas de bebé -otro besito para seguir cuando se vieron la primera -soy abuelo. adelante. vez -venimos de esa mirada.

Olvido que te quiero; Nada puede salvarnos, Mis versos son me gustas –y debo empezar pero sin duda, compartir embusteros, pero ¿podrías a enamorarte. esto, creerme que te quiero? contigo, me hace feliz. Cosas que quedaron Y el día llegó, Que me querrías por ahí, y al encontrarlas no me necesitabas toda la vida; pero mira, me han dolido. -así que te fuiste. como sangra esta herida.

-Algo de lo que tu haces, -¿Cómo describirla? Yo cuidé tu rodilla; hago yo. -como una ilusión, un sueño, cuando mejoraste saliste -Los papeles son los mismos o una despedida. a caminar, sin regresar. -A cada uno el escenario y su tragedia.

La mesa era un altar, Más bella que un hada, Senda de poeta… yo oficiaba el rito del pan dulce y bondadosa, -no es así, pero siento haber -me descubrí solo. pero al fin… caminado solo. -ilusión del corazón.

Cuando no te pedí, Fuertes bombardeos Secreto de mujer te tuve; -me duelen tus cuadernos -al que guardas, súmale cuando te rogué, ¡herido poeta! mi ausencia. te fuiste ¡Desencuentro!

Ser… siempre vacío Llegar a ser…; En el camino -llenándose siendo, dejar de ser, las hormigas y yo de universo. habiendo sido; -mismo destino. el trigo al aire se marchita -seco. Diminuto trébol HASTA EL ADIOS Al parpadear de cuatro hojas cambia el mundo -dicha grande. A Marco Fidel Chaves -horizonte fugitivo.

*** Brota la rama *** Ese suave temblor con dolor y alegría ¿Qué celebran las campanas? en la azucena hacia la luz; ¿El nacimiento -pende el rocío. o la muerte del héroe? trae consigo *** la cicatriz de la semilla; *** vive para la vida. Bellísimos haikus, La pluma como hermosas acuarelas El azul prodiga el arado va y viene -cantan los grillos. a su ilusión, viento, haciendo surco. lluvia que refresca. *** *** En el afán de la ciudad El brote crece, La difícil dos viejos frente al tablero rinde, da su fruto, materialización de los -cada uno espera su turno. vive la muerte… espíritus -canción de mayo. *** Siente dureza Grandes monolitos, en el suelo y en el tiempo, *** pero tú, pequeña planta en lo que pasa. Escribamos versos -eres llena de gracia. para que los pasos La rama recuerda demoren su salida. *** los verdes comienzos -no es la misma. Capullo en el suelo; *** una rosa sin abrir… Una misma voz Una mano amiga -detalle perdido. relata la historia del hombre riega hojas y raíces; desde el comienzo. de nuevo espera, *** *** Por la mañana vive el cambio, niños y adultos duermen rudo ataque de arena, Palabra de autor… en los buses. y se resigna… -carne y destino del personaje. *** Aquello que fue, La hoja seca, no volverá a ser, *** la flor marchita, bellas pero confía. Nacer ¡prueba irrefutable! ya-ser… La rama capitula, yacer. sube de su savia hasta el adiós.

No paseo solo; Pasamos El oráculo dando la vuelta al parque -por donde pasó son las nubes: me responde converso conmigo. la vida. que vas con ellas. Siluetas ordenan Tanta vida en Con paciencia, tu sed, invisibles titiriteros cada letra, madura en la ventana, espera te quieren dominar. tus canciones. que salte el gato. Siempreviva (Los versos de Sora)

Siempreviva Siguiendo a Basho, te digo: Primeros versos ¡Ah! resistente florecilla <>.

Te respiro Vives en mi Por tu sangre -estás en mis respiración voy y por pulmones. -soplo del alma. tus ojos veo…

En el atardecer azul Mis manos te recorren Tocar tus senos, -te enmarco, –deseos alfareros de puerta del mundo para contemplarte. ternuras. -tu me abres.

…aunque uno ¡Lindo saludarnos Hoy es trece tenga que retoñar -¡se despierta el día! de amor de sus muñones. -trece de dicha. COPLAS DE LA SIEMPRE VIVA

1 2 3 Matica de siempreviva, Matica de siempreviva Matica de siempreviva, que vives en mi corazón, que floreces en el camino, que coloreas el día te riego con una lágrima no te quedes ahí,… y alegras el campo, de alegría para que se vénte conmigo, dime si lo sabes, cumpla que quiero vivir juntico. ¿por qué te quiero tanto? mi más bella ilusión.

4 5 Una pulgada cuadrada, Matica de siempreviva Matica de siempreviva, tiene mi corazón que bailas coplas con el que escuchas al ruiseñor, -¿quisieras habitarlo? viento, dime, sé que lo sabes, dime ¿qué tiene tu corazón ¿por qué sus endechas de algodón, que tan suave lo cantan su amor? siento?

Un nuevo año Dicha de enero Te ofrezco este ramo fugaz -alternarán en el calendario -el camino y el amor de mis instantes flores y colores. en el mismo sendero. -espero que lo tomes.

La flor de la batatilla Liberamos Para el fin de año -breve su blancura una torcacita por la ventana una nueva flor a la luna y las estrellas. -orilla del universo. en la mata de hortensia.

En la espera Los poemas que guardaste Le di las llaves -una línea de luz, se animan con la lectura de la casa, pero es ella bajo la puerta. -brisa de sus hojas. la que abre el corazón. Poco a poco Sora -compañero En el parque la luz va pintando de Basho, ahora viaja canta la chicharra flores en el día. con <>. -arde enero.

Si oyes un silbo… Dos cucaracheros Eres la "Siempreviva" -soy yo que estoy hablan de la luna al -flor de amor que das en tu balcón. amanecer, color a la vida. en la rama del día. Si lo oyes más cerca, es que volé a la cocina.

<> -me dices. Tu foto, en el nochero Nuestro labio Si lo oyes -le doy besos y besos, más largo, beso de canción dentro de mi, anidaste como pájaro carpintero. y gaviotas. en mi corazón.

Con delantal ¡Oh! Amada A su visita… -cebollitas aromas a huerta y alimento, -dulce nudo, ahumadas, boquerones, a fruta roja, enamorada. dulce nido. corazones de alcachofa.

Al llamarme Bogotá, la luna y tu; Sencillo y bello Sora, restituiste mi alma Cali, la luna y yo caminar juntos al atardecer de poeta. -bajo su amparo, los dos. en el parque. En tus manos Allí te llego Alzo la copa contigo. de enredadera, las mías -colibrí de la mañana, La luna me dicta versos quieren quedarse. dándote besos. ¡Ah! plenilunio.

Al alba de luna El crucero rural Rocío en el mangón la piel siente la caricia en el sendero de la vida -la rosada mimosa de un rayo de alegría. -cada paso una decisión. con rubores de niña.

La hortensia No solo refresca Extraño el rostro floreció voy y vuelvo la brisa, silba y narra de aquel que pasó contemplando la flor. historias de los campos. -hoy soy otro…

Soy el espermatozoide Parece algo común, La luna que siguió la corriente pero la familia reunida me dicta versos -navego la vida. -¡bella pintura! -noche azul.

La casa no es vacío, Hogar, cocina y mesa Sin perro y sin cabaña es esperanza –espera -la palabra viene pero como si los tuviera llenarse de ti. de la espiga, -en mi perviven. del fuego del amor. Blancos nevados Sí, el amor Tiples y bandola; -hoy de cuello negro, te hace llorar de alegría los amigos campesinos vestidos de cenizas. -¡Ah! la vida. -los viejos temas.

En la puerta de la iglesia Pactos y cábalas Las retroescabadoras el viejo músico recibe -la pareja confía su amor socaban las cañadas su ración de notas. a su destino. -mueren los espíritus.

Besos para la sed TRÍPTICO EN LA PALMA DE LA -mi boca sedienta pide MANO tu agua bendita. 1 Si el avión 1 se retrasa, mi corazón La pulga se acelera. salta a la oreja - ella se deja. 2 En tu hoja al cuello 2 se insinúa todo el árbol Luego salta de la dicha. a la boca - el la provoca. Paloma mía, 3 vienes volando, te espero Amo tus senos 3 -en tu palomar. donde la dicha se hace Un beso doblemente redonda. en la nariz - ¡respiración feliz!

El nido aroma En el ombligo, Un beso -memoria de nudos -tierrita del jardín en la cocorota de ternura. de las caricias. - rebota, rebota. La yema del dedo Besitos Besitos por la cejita, a gusto en los ojos en los párpados -despacita, despacita. - curan enojos. - volver a cerrarlos.

Salir a caminar Respiración En la palma - besar el pie en la vela - nave adivinar la suerte que ha de llegar. que vuela. ¡Poder quererte!

En su muñeca Lucero de la tarde, Cosquillas una pulsera...¡Ay, Dios!, de la madrugada en las manos que me quiera. -dulce jornada. -¡apura, que vamos!

El gorrión canta El gorrión sencillo ¿Por qué hoy ¡qué hallazgo en la montaña! su piar alegra el alma palidecen las astromelias –canta en mi rama. ¡dulce duendecillo! y están tristes?

Déjame rozar Canto, ruiseñora, Bello día tus alas, mariposa para encontrar tu amor -te ofrezco -¡déjame alcanzar desde la aurora. mi melodía. tus sueños,vagarosa! Silencio de luna, Dame un pico Cantar y cantar en la rama, hoy canta ruiseñora -versos recitar el que te ama. -¡uy! que rico. para llamarte.

Esta mañana Siempreviva ¡Ay! madre, te canto y silbo -me siento -me tienes el alma se que fui inventado contento y te escribo. cautiva. por una mirada.

¡Tanta dicha! Nada nos pertenece, Mi cuaderno viene de la ausencia, todo fluye, es un telar, cruzado no del olvido. pero estás tan cierta, de pasos y de sueños, ¡Ay! amor, de nubes y de hilos, que me duele la alegría. de tintas y grafismos.

No solo mar Una lágrima sobre la ceniza ¡Ay! No me dejas para llegar a tu playa; nos adhiere entrar; ¡Ay! no solo ola, no solo arena, a la concha de la tierra. me voy desde ti superficie, piel y borde; hasta mi pena. algo más que mar, mucho más que playa, y que ola, cruzar la arena, la piel, la orilla, seguir a tus adentros, a la dulce intimidad.

Tu apartamento Tu presencia Esperando el día, es un florero declara el día, la felicidad y vi llegar la mañana -tu eres la flor. -la dicha. -tu nombre traía. La mañana derrama Al espacio en que estas En la tupida vegetación su luz sobre las cosas me extiendo, así te busco una hermosa flor, -¡Ah!, rosa tu mejilla. -tanto quiero encontrarte. que no cogí y que sin embargo te ofrezco.

Te construyen mis ojos, Pensándote he escuchado En la memoria me dan tus contornos el canto del gorrión me asomo y te descubro y me siento pleno; -¡estas en el paisaje! entre reflejos tenues; si te alejas, tu figura te pinta de móviles celajes se deshace, e imprecisas claridades. y vuelvo a la nada; solo me rehace tu recuerdo.

Si estas en silencio, Un beso Poemita verde y juguetón canta mi alegría, si me revolotea en tu sonrisa -la ranita de las manos hablas hacemos coro. -tus labios, tentación de de la niña… cielo.

¡Ay! algo que pasa El día, los cuerpos En la fotografía, va soltando -la luz define los perfiles una rosa y un capullo las manos que se aman. de la sombra. -tú y la niña.

Dalias, cielo azul, Temblando la tierra Casi yacemos tenue rosa, suave malva mi corazón se entristecía entre escombros, renacimos -la tarde en tus ojos. -¡Ay! cariño. -seguía tu sonrisa. Quiero en tus paisajes Cuando No soy vuelo de gaviota, interiores una parcela me hablas de ti, te habito ni mar, pero viajo contigo de esperanza. -nunca termines. todas las distancias.

Lenguaje táctil Después de las plumillas, Rueda mi carro -el hablador saludo algunas goticas permanecían por las calles; mis de las manos. en el corazón. No estabas… pensamientos como golondrinas.

Pueblo el espacio Dos briznas En la hora trece de ti –fertilidad ¡Ay! no las disperse pensándote, y la noche de los sueños. el viento. dejándome quererte.

En alguna rama 1 Cultivando el cariño del bosque canta el ruiseñor -¿Todavía eres poeta? -si te miro te cuido; de mi alegría. ¿Hay algún verso si te cuido me quieres. nuevo en el cuaderno?

2 -Se me habla la vida, se me cantan las manos, se me versa el cuaderno.

Cada lágrima llevaba La fuente todavía canta <>. Sora.