El Árbol De Guernica Y Otros Árboles Junteros
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1 Guillermo García Pérez EL ÁRBOL DE GUERNICA Y OTROS ÁRBOLES JUNTEROS MADRID, 2016. 2 Portada: Mapa elaborado por CARO BAROJA, Julio (1973): Sobre historia y etnografía vasca. San Sebastián. Ed. Txertoa, 1982, pp. 172-173. 3 ÍNDICE Pág. EL ÁRBOL DE GUERNICA Y OTROS ÁRBOLES CON SIGNIFICACIÓN POLÍTICO-JURÍDICA-RELIGIOSA EN ESPAÑA. 4 El árbol señero como punto de encuentro. 4 El Árbol de Guernica y otros árboles de significado jurídico-político. 12 El Árbol de Arechabalaga: ¿Precedente del de Guernica? 17 El dudoso Árbol de Idoibalzaga. 28 El Árbol Malato de Lujando. 29 El Roble del Duranguesado y otros árboles junteros vascos. 42 El Roble Gordo, el Tilo del Arenal de Bilbao y otros árboles singulares vascos. 55 Usos religiosos, políticos y recreativos de las campas. 61 Sobre los cambios de significado del Árbol de Guernica. 67 LOS ÁRBOLES-CONCEJO DE LAS MERINDADES DE BURGOS 92 1. La Encina sagrada de Sotoscueva. 92 2. Otros árboles-concejo en la provincia de Burgos. 106 3. El Moral juradero de Miñón. 110 4. Otros posibles árboles junteros, de concejo o reunión. 116 5. Árboles junteros en los extremos de la Celtiberia. 120 Sobre el ‗plus‘ jurídico-político de los principales árboles junteros vizcaínos. 124 LOS ÁRBOLES MOJÓN. 129 El Árbol Malato como mojón. 132 ¿Otro Árbol Malato? 139 Otros árboles mojón en España. 142 Mojón del Tejo, de la Encina, de la Carrasca, del Chaparro, del Alcornoque, del Enebro, de la Sabina, del Roble, del Quejigo, del Carballo, del Pino, etc. 147 BIBLIOGRAFÍA. 154 4 EL ÁRBOL DE GUERNICA Y OTROS ÁRBOLES CON SIGNIFICADO POLÍTICO-JURÍDICO-RELIGIOSO EN ESPAÑA GUILLERMO GARCÍA PÉREZ*. RESUMEN Se conocen una treintena de árboles junteros en España, la mayor parte de ellos en Vizcaya y en las Merindades de Burgos. El Árbol de Guernica conlleva la idea de pacto político desde, al menos, la segunda mitad de siglo XIV. En el siglo XXI debería ser un símbolo de los Derechos Humanos y de la progresividad fiscal en la Unión Europea. Varias docenas de árboles se usan también como señal o mojón por toda España. Palabras clave: Árbol, Junta, Guernica, Mojón. SUMMARY No less than 30 trees “junteros” are found in Spain; most of them are in Bizcay and in the “Merindades” of Burgos province. The so-called “Arbol de Guernica” is a place for political agreements and pacts and so since second half of XIV century, at least. In our century it should be changed into a symbol of Human Rights and of Fiscal Transparency or of the progressive taxes. Several dozen of trees are also used as beacons, boundary and so on, all over Spain. Key Words: Tree, Assembly, Guernica, Boundary stone. El árbol señero como punto de encuentro. En la “Primera parte” de este trabajo1 vimos que las razones por las que un árbol, una arboleda o un bosque determinados pueden impresionar al espíritu humano, y, en consecuencia, pasar a ser considerados como sagrados, venerables, singulares, etc., pueden ser bastante variadas, y de distinta naturaleza: edad, tamaño, formas rotundas o pintorescas, propiedades nutricias, tóxicas o medicinales, ubicación, señalización, acontecimientos míticos, históricos, políticos, religiosos o sociales en general, 1 Él Árbol Sagrado en España (Primera parte). Disponible en Internet (2014). * Amadeo ALÁEZ y Juan F. ROMERO han tenido la generosidad, que agradezco aquí, de leer la versión anterior de este trabajo, advirtiéndome de errores y haciéndome valiosas observaciones. Pero, la lectura final, y en consecuencia la responsabilidad por los errores o desaciertos que encuentre el lector es sólo imputable al autor. Javier de TORRE ha bregado, una vez más, con los manuscritos y los ordenadores. 5 productividad, conveniencias de carácter funcional, etc. Sucede a menudo que, en cada caso concreto, varias de estas circunstancias están presentes a la vez, sea de forma simultánea o sucesiva, y que, además, suelen estar profundamente interrelacionadas. Con referencia al culto antiguo a los árboles en el centro y el norte de Europa, y en consecuencia en la zona de mayor influencia celta en España, dice don Julio Caro Baroja (1950): Hay una serie de datos filológicos y folklóricos por los que se puede ver cómo el árbol, al que se cree en sí divino, va convirtiéndose en mansión de la divinidad después, o tiene un doble divino o una divinidad tutelar […] [Pero esta secuencia o fases en la evolución de estos mitos debe tratarse con alguna reserva]. El ser una divinidad el árbol, el vivir [la divinidad] en el árbol o entre los árboles, el que, en suma, un árbol se dedique a un dios o se venere porque bajo él se celebren ritos, fiestas y pactos, son hechos que pueden adoptar distintas posiciones unos frente a otros2. Es decir, que, en ciertos casos, tal vez más numerosos de lo que parece a primera vista, dicha secuencia puede ser confusa, y estar incluso invertida. La elección de un árbol significado y fácil de localizar como punto de reunión o de encuentro, más o menos ocasional o permanente, puede obedecer en muchos casos a razones claramente funcionales. Sucede lo mismo con las cuevas, las fuentes, las rocas o las cumbres; con los lugares orográficos o geográficos en general muy caracterizados; etc. Por otra parte, diversas especies de animales eligen también ciertos lugares característicos para reunirse, sestear, copular, anidar o dormir. En relación con el significado religioso o sagrado de los claros de los bosques, me pregunto a menudo cuando los contemplo cómo podrían los hombre primitivos reunirse para charlar, rememorar, festejar, jugar, planear cacerías o peleas entre ellos y elaborar acuerdos, en general, en lugares oscos o desapacibles donde ni siquiera pudiesen verse las caras o, en su caso, las armas entre sí los concurrentes. Como veremos más adelante, la costumbre, sea rural o ciudadana, de celebrar romerías u otras fiestas, y la de bailar o jugar bajo árboles frondosos copudos se ha conservado hasta nuestros días. En particular en lugares y comarcas montañosos. Pero, ¿cómo podrían jugar o bailar en el campo si no hubiese un espacio limpio, desbrozado, de suelo firme, sea de tierra o de césped, en un claro del bosque o bajo los árboles? En España, los estudios etnohistóricos más completos y atinados sobre el tema que nos ocupa se los debemos, como en tantas otras ocasiones semejantes, a don Julio Caro Baroja, trabajador y pensador crítico, libre e incansable donde los haya. En el citado artículo “Culto a los árboles” (1950) desplegó ya un fructífero esquema y unos métodos apropiados para tratar con profundidad sobre estos asuntos. 2 CARO BAROJA, Julio (1950): “Culto a los árboles y mitos y divinidades arbóreas”, en Homenaje a don Luis de HOYOS SAINZ, v. II, pp. 65-74. La cita en p. 66. Reproducido en IDEM (1974): Ritos y mitos equívocos, pp. 339-351, p. 340, y en las ediciones posteriores de esta misma obra. 6 Tras precisar, como hemos visto en los párrafos anteriores, las formas de culto a los árboles en el ámbito europeo, pasa este autor en dicho trabajo pionero a estudiar sus manifestaciones más conocidas en la zona más boscosa de la Península: la Cordillera Cantábrica. Presta especial atención, naturalmente, a ambas vertientes del Pirineo Vasco, que es donde aparecen registradas las manifestaciones más antiguas conocidas: epigrafía romana, toponimia, alguna pintura, etc. Estudia después las manifestaciones folklóricas, dedicando un apartado especial a los “árboles festivos”. Y termina con el repaso exhaustivo de los númenes de los bosques en las mitologías vasca, cántabra y astur. En atención a la vigencia y extensión de este fenómeno, vamos a destacar aquí ahora lo que dice sobre los árboles festivos, con especial referencia al caso de los olmos. Tras dejar para mejor ocasión, que como sabemos la tuvo3, el tema de los árboles de mayo a San Juan, se centra don Julio en la importancia de los árboles festivos de carácter permanente, a veces “municipales”. En muchos pueblos de España [escribe] todavía el punto de reunión, el lugar donde se celebran los festejos, suele ser la plaza o pradillo en medio del cual está un árbol copudo y frondoso a cuyo alrededor se baila, se juega, etc. Los autores antiguos registran esto como característicamente popular. En la comedia de Juan de Matos Fragoso (1608-1689) El sabio en su retiro, y villano en su rincón, jornada II, se cita un sitio de un pueblo donde había un olmo como lugar escogido para el regocijo de mozos y mozas: Este es el olmo, Martín, donde vienen a juntarse los mancebos del lugar y hacer sus fiestas y bailes. Alusiones a lugares como éste [continúa don Julio] son frecuentes en las comedias y en la literatura clásica en general […]. Y así, en el Persiles y Segismunda de Cervantes [1616] se lee, con referencia a un lugar situado entre el río Tajo y Ocaña […]: „Vamos con nuestro vayle al olmo‟4. En Asturias, la célebre danza prima, de honda tradición histórica, “en algunos concejos, solía empezarse próxima a uno o varios nogales con estos versos: Vamos a echar una danza 3 CARO BAROJA, Julio (1979, 1983): La estación del amor. Fiestas populares de mayo a San Juan, Madrid, 1983. Ed. Taurus. 4 CARO BAROJA, Julio (1974): Ritos y mitos equívocos, pp. 345-346. 7 al pie de esta nozaleda [nogaleda], A la orilla de este río, quién tenga sede, que beba5. Más adelante veremos que, en las merindades del País Vasco y de Burgos, en aldeas, parroquias o pueblos pequeños, donde no había edificio más cómodo o apropiado para mantener reuniones ocasionales, juntas o miniasambleas locales, incluido el concejo abierto, ha sido habitual hasta nuestros días, también por razones funcionales evidentes, citarse bajo el árbol de la plaza o de cualquier otro lugar.