Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas ISSN: 0185-1276 [email protected] Instituto de Investigaciones Estéticas México

Dorotinsky Alperstein, Deborah Reseña de "Isidro Fabela, una mirada en torno a la Revolución mexicana" de Alberto del Castillo Troncoso Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. XXXIV, núm. 100, 2012, pp. 267- 271 Instituto de Investigaciones Estéticas Distrito Federal, México

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Con su libro, también disponible en tra- Yo no escribo sólo para mis lectores del pre- ducción al portugués, Jens Baumgarten abrió sente, sino, antes bien, para los del mañana. una pista prometedora de investigación esté- Aquellos que no habiendo sido beligerantes tica, que continuará en su siguiente publica- en nuestra guerra civil, recibirán mis relatos ción (en proceso) sobre los sistemas visuales y juicios con el espíritu sereno y curioso de del barroco brasileño: un caso interesante conocer esa época apasionante de nuestra vida sobre la transferencia de conocimiento desde nacional que siguió a la dictadura porfirista. la escuela de iconografía política en la Casa Warburg de la Universidad de Hamburgo En estas líneas se condensa la apuesta del hasta su nuevo campo de acción, la enseñan- autor por hacer visible la serie fotográfica en za de historia del arte en la Universidad Fede- torno al lugar de Isidro Fabela como prota- ral de São Paulo. gonista y testigo de la gesta armada. Se suma así el historiador Del Castillo, con una pers- pectiva original, a la producción de libros importantes sobre fotografía de la Revolución que impulsaron las celebraciones del Bicente- nario: de Miguel Ángel Berumen y Claudia Canales, México. Fotografía y revolución; de Laura González Flores, Otra revolución: foto- • grafías de la ciudad de México, 1910-1918, y de Ariel Arnal, Atila de tinta y plata, fotogra- Isidro Fabela, fía del zapatismo en la prensa de la ciudad de una mirada en torno a México entre 1910 y 1915.1 la Revolución mexicana La importancia de esta colección reside, Alberto del Castillo Troncoso según el propio Del Castillo, en la manera en que la selección de Fabela ayuda hoy a expli- México, Biblioteca Mexiquense del Bicentenario/Banco car y hacer sentido del pasado (p. 17). Resul- de México/Gobierno del Estado de México-Fideicomiso ta particularmente importante destacar la Isidro Fabela del Gobierno del Estado de México, 2010 madurez del análisis visual en esta publica- ción, estudiada en conjunto con los trabajos de largo aliento de Alberto del Castillo sobre por deborah dorotinsky alperstein 1. Miguel Ángel Berumen y Claudia Canales (eds.), México. Fotografía y Revolución, Barcelona/México, Lunwerg/Fundación Televisa, 2009; Laura González Con una cita muy puntual, extraída de Mis Flores, Otra Revolución: fotografías de la ciudad de memorias de la Revolución del propio Fabela, México, 1910-1918, México, Universidad Nacional se inicia el texto que ofrece Alberto del Cas- Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 2010; Ariel Arnal, Atila de tinta y plata, tillo Troncoso para mirar de cerca la colec- fotografía del zapatismo en la prensa de la ciudad de ción de fotografías de la Revolución mexicana México entre 1910 y 1915, México, Instituto Nacio- reunidas por el diplomático: nal de Antropología e Historia, 2010. 268 libros las imágenes de la niñez durante el porfiriato de la diplomacia nacionalista y los gobiernos y sus acercamientos a la fotografía de Rodrigo posrevolucionarios. Participó como represen- Moya y los acontecimientos de 1968. Se trata tante de México en la Liga de Naciones entre indudablemente de un ejercicio analítico que 1937 y 1940 y de 1942 a 1945 se desempeñó da prueba de una forma de acercarse y abor- como gobernador del Estado de México. Fue dar las imágenes con la seguridad y la madu- designado juez de la Corte Internacional entre rez de un historiador serio y conocedor cabal 1946 y 1952, como reconocimiento a su dis- de la cultura visual en México. tinguida trayectoria, y en 1960 el Senado de Fabela nació en Atlacomulco en 1882. la República Mexicana le otorgó la medalla Cursó sus estudios en la Escuela Nacional Belisario Domínguez. Falleció en la ciudad Preparatoria y en la Escuela Nacional de de Cuernavaca, Morelos, el 12 de agosto de Jurisprudencia. Participó en 1909 en la fun- 1964. dación del Ateneo de la Juventud con José La ruta crítica trazada por Del Castillo Vasconcelos, Antonio Caso, Alfonso Reyes destaca los siguientes puntos clave que le ayu- y Pedro Henríquez Ureña, entre otros dis- dan a articular el capitulado del libro: tinguidos ateneístas. Apoyó el movimiento maderista desde el Club Liberal progresista al • La presencia y el protagonismo de que se unió en 1911. Madero lo nombró jefe Francisco I. Madero, presentado en de Defensores de Oficio del Distrito Fede- “El apóstol de la democracia”. ral. En 1912, fue electo diputado federal de • Los inicios de Isidro Fabela en el movi- la XXVI Legislatura, a la cual pidió licencia miento constitucionalista en Coahuila para unirse como oficial mayor de Abraham a principios de 1913, que se aborda en González, gobernador de Chihuahua. La “Coahuila: el regreso a los orígenes”, acción golpista de en 1913 donde destaca la figura de Manuel W. lo sorprendió en una misión confidencial de González como otro importante cro- González en la capital de la República, don- nista e historiógrafo del periodo. de retomó su curul para protestar por los ase- • La posterior cercanía con Venustia- sinatos del presidente Francisco I. Madero y no Carranza en y el estable- el vicepresidente José María Pino Suárez. En cimiento de un mirador privilegiado julio de ese año, se unió a las filas del Ejérci- hacia la campaña del Pacífico, trata- to constitucionalista al mando del goberna- do en “Sonora: en la órbita del ‘Pri- dor de Coahuila, , quien mer Jefe’ ”, en el que se suma la figura lo nombró en 1914 secretario de Relaciones de Martín Luis Guzmán cuya crónica Exteriores, una vez consolidado su primer fina amplía el sentido de las notas de gobierno nacional. Con Carranza ocupó tam- Fabela, según el propio Del Castillo. bién los puestos de ministro plenipotenciario • La visión de Carranza como perso- y agente confidencial en Europa y Sudaméri- naje desde dentro de su campaña en ca entre 1915 y 1920. Después del asesinato “Las facetas de don Venustiano”, don- del “Primer Jefe” en 1920, renunció a su pues- de Del Castillo identifica perfectamen- to y durante la década de 1930 cobró relevan- te la intención propagandística y de cia como una de las figuras más destacadas autoedificación realizada por el “Pri- libros 269

mer Jefe” y su uso de la imagen foto- ción, editada por el Instituto Mexiquense de gráfica para afirmar el mensaje visual Cultura en 1994 y que es, de hecho, la pri- del poder, también abordado en “Una mera lectura de la colección. mirada al poder”. Del Castillo afirma que una de las mane- • La invasión norteamericana a Veracruz ras de “escudriñar la mirada” particular de en el capítulo del mismo nombre. Fabela es atender cómo fueron incorporándose • Las aportaciones de los retratos dedi- las fotografías a la colección. Se trata de cerca cados a Fabela, vistos como parte de la de 1 000 imágenes que “integran un catálo- educación sentimental de la época. En go temático” y “se relacionan principalmente “Entre lo privado y lo público”, se des- con la participación de Fabela en las fuerzas taca la muy breve reflexión de género constitucionalistas entre 1913 y 1915”.2 Tam- que hace Del Castillo sobre dos foto- bién se integraron al análisis las imágenes de grafías sumamente contrastantes de la su vida privada y su gestión diplomática pos- coronela Ramona R. viuda de Flores. terior. La intención del autor es • El registro de los asesinatos de los her- manos Carranza articulado en “Los emplear las imágenes documentales como rituales de la muerte”. parte de un discurso histórico que me permi- tiera narrar los hechos revolucionarios desde Fabela fue además un destacado cronista la óptica del protagonista y construir, al mis- e historiógrafo de la gesta armada y, como mo tiempo, una cierta distancia documental apreciamos en la cita con que Del Casti- para ilustrar sus argumentos con objetividad llo inicia su libro, escribió con el espíritu y dotarlos de mayor verosimilitud.3 de una clara trascendencia histórica de los hechos de esta lucha y la impronta de legar La conciencia histórica de Fabela reunió una una perspectiva presencial de los mismos. importante diversidad de miradas fotográfi- Como afirma Del Castillo, hacía falta una cas, de las que Del Castillo ofrece una cuida- lectura minuciosa de Fabela como coleccio- da selección en un formato de buen tamaño, nista fotográfico, si bien sus obras sobre el impecablemente impresas, donde podemos tema de la Revolución y la diplomacia mexi- apreciar los detalles, las firmas de los fotó- cana posrevolucionaria han recibido sufi- grafos y las inscripciones delanteras, e inclu- ciente atención: Historia diplomática de la so en algunos casos las que el propio Fabela Revolución mexicana (1950), Mis memorias realizó al reverso de las impresiones. Entre de la Revolución (editada póstumamente) y los fotógrafos comentados y mostrados en Documentos históricos de la Revolución mexica- el libro, desfilan José María Chávez, quien na, reunidas en cinco volúmenes por el Fon- tenía un estudio en Piedras Negras, Coahuila; do de Cultura Económica entre 1961 y 1964 Jesús H. Abitia, de quien Del Castillo desta- y editadas a posteriori por su esposa Josefi- ca unas fotografías cuidadas y magistralmen- na Eisenman. La investigación que sirvió de te encuadradas; los hermanos José y Pedro antecedente a nuestro autor fue la sugerente incursión al acervo que realizó Aurelio de los 2. Del Castillo Troncoso, op. cit., pp. 18 y 19. Reyes en Isidro Fabela. Imágenes de la Revolu- 3. Ibidem, pp. 19 y 20. 270 libros

Mendoza, con su álbum Gira triunfal del C. a una plana, de un niño y del propio Fabe- Primer Jefe, Veracruz-México 1915-1916; Cruz la, apuntando con el dedo índice a un lugar Salazar; Sosa y Gómez; Landa; L. Sánchez; fuera del encuadre, al fotógrafo y a nosotros, Rodríguez; Ezequiel Tostado; Heliodoro J. los espectadores. Gutiérrez; Ponciano Flores Pérez; Darch; F. En el contexto de esta diversidad, la se- Montoya; W. Roberts, de Hermosillo, Sonora; cuencia visual articulada por Del Castillo se G. Zazueta, de Culiacán, Sinaloa, así como presenta como una lectura parcial, pero apa- Manuel Ramos y otro fotógrafo quien firma sionada, que “adquiere unidad y coherencia” sólo Clarke, ambos de la ciudad de México. a través de la orientación de su coleccionista, La edición del libro es indudablemente uno de los intelectuales más destacados de la afortunada, con texto a dos columnas, imá- Revolución mexicana.4 Fabela reveló sus in- genes grandes y pies de foto cuidados que tenciones de narrar la historia para la poste- ayudan a identificar el evento y las fechas, ridad desde que pidió a Carranza “prestado” aunque por desgracia no incluyen los números a su taquígrafo, Juan Marshall, para que lo de catalogación dentro del acervo. Los fon- acompañara y tomara el dictado de las im- dos blancos o negros destacan las imágenes presiones de Fabela cuando dejó Hermosillo y las enmarcan de manera simple y elegan- en 1913 e inició la difícil tarea de coleccio- te. Las fotografías que acompañan las seccio- nar imágenes de la gesta con una clara docu- nes temáticas del texto cumplen una función mentación visual ya en mente: la secuencia primordial en tanto son cuidadosa y detalla- fotográfica, más que la fotografía aislada, fue damente abordadas en el relato con una mira- crucial para el coleccionista. Pero se trata de da atenta a las características formales sobre una acción de ordenamiento secuencial que las que Del Castillo llama la atención para no responde a un carácter cinematográfico hacer reflexiones históricas pertinentes sobre de continuidad o montaje inmediato de los los modos de ver y representar el momento acontecimientos, sino a una serie de asocia- histórico registrado. Las secciones fotográfi- ciones de carácter más histórico-descripti- cas sin texto fueron “puestas en página” con vo. Me explico: tanto Fabela como el propio habilidad, curadas inteligentemente debería Del Castillo nos presentan con el ejercicio de decir, con una conciencia editorial que sabe una voluntad narrativa, como la compren- mirar y hacernos ver relaciones tanto temáti- dería Ricoeur, en la que hechos e imágenes cas como formales. En particular, son esplén- se articulan de manera particular para dar didas las que presentan el ferrocarril como cuenta de algunos acontecimientos selecti- actor fundamental de la lucha revoluciona- vos. En parte por eso, explica Del Castillo, ria. El primer cierre del libro, porque consi- los ejes de la colección están trazados por la dero que visualmente hay dos, es una imagen participación de Fabela en los hechos, sobre casi a dos páginas del convoy de Venustiano todo entre marzo de 1913 y la recuperación Carranza y Álvaro Obregón al salir de Irapua- del puerto de Veracruz en julio de 1914. El to en febrero de 1916, donde vemos la parte resto de la colección es un complemento que trasera del ferrocarril en una legítima despe- permitió a Fabela ganar una perspectiva glo- dida. El segundo cierre lo escenifica Del Cas- tillo con una fotografía de formato vertical, 4. Ibidem, p. 20. libros 271 bal de los acontecimientos en los que no es- apariencia de lo visible. Hay que mirarlas tuvo presente, aunque los espacios en blanco con los otros tres libros en mano, porque en se completan con las imágenes que aparecen el conjunto apreciamos el largo camino tran- en los libros citados al inicio de esta reseña. sitado por la historiografía de la fotografía de Por ello, lo que hay y lo ausente resultan muy la Revolución mexicana los últimos 15 años y importantes para aquilatar el sentido de la co- entendemos que, sin duda, hemos empezado lección de Fabela. a comprender mejor nuestro error al conside- Otro aspecto valioso de este libro es la rar el archivo Casasola como única fuente de identificación que hace el autor de algunas crónica visual de esta lucha. Del Castillo con- imágenes del acervo que aparecieron en la tribuye así, con una excelente publicación, al prensa diaria y en las revistas de aquellos conocimiento visual que hoy día vamos for- años, lo cual ofrece la prueba de una circu- mando de las fotografías de la Revolución. lación masiva y una multiplicidad de sentidos otorgados en diferentes contextos a la misma imagen. Ésta es una reflexión importante que ya habíamos visto en otras aproximaciones historiográficas a las fotografías de coleccio- nes, como las que realizaron Renato González • Mello y sus colaboradores para la exposición “La Arqueología del Régimen” entre septiem- The Journal of Decorative bre de 2003 y febrero de 2004, como parte de and Propaganda Arts la serie de exposiciones del Museo Nacional Theme Issue de Arte Los pinceles de la historia, sobre todo con el uso de la misma imagen con sentidos The Wolfsonian-Florida International University, opuestos al ser puesta en circulación por ban- núm. 26, 2010 dos contrarios durante la guerra cristera.5 Nos encontramos así frente a la recrea- ción de una atmósfera de la Revolución como por el coleccionista la experimentó e interpretó y cristóbal andrés jácome moreno que el historiador Del Castillo intenta des- entrañar de notas, escritos y anotaciones al reverso de las fotografías. Las imágenes son Dos mil diez, año de emblemáticas conme- vistas así dentro de su vertiente documental, moraciones para Latinoamérica, significó en ya que Fabela las tomó como documentos el ámbito académico la revisión de diversos confiables y fidedignos que organizaban la discursos que, en paralelo, conforman las construcciones históricas. Puestas en la mesa 5. Renato González Mello et al., Los pinceles de la de análisis una pluralidad de temáticas, fue historia IV: La arqueología del régimen, 1910-1955, en exposiciones, publicaciones, coloquios y México, Patronato del Museo Nacional de Arte/ Instituto Nacional de Bellas Artes, 2003. Véase en mesas de discusión donde la relectura de las particular el artículo de Nasheli Jiménez del Val, “El narrativas, algunas de ellas canónicas, tuvo martirio del padre Pro”, pp. 107-114. lugar. Una disciplina dedicada a pensar la