PODCAST 13

El tema de hoy: “El ” – Crisis económica en 2001

Por Luis Rojas Con la colaboración de Silvana Suhs desde www.rojasspanish.com [email protected]

Créditos y Notas Texto

Hola amigos, bienvenidos otra vez a este podcast de Rojas Spanish

Language.

Introducción.

Avisos:

Viaje a Argentina: Buenos Aires y Mendoza. Este viaje se realizará en

enero de 2008. Más información en los próximos días en mi sitio web www.rojasspanish.com

Este es el mensaje de mi amiga Silvana desde Buenos Aires

Hola Luis:

Me sorprendió recibir un mail tuyo, ya que siempre me comunico muy bien con Joan por el viaje que ustedes organizaron para el mes de enero,

pero al leer tu pedido me gustó la tarea que tenía que emprender y en seguida mi cabeza rebobinó automáticamente y se posicionó en ese momento que tu pides exactamente, y lo primero que se me vino a la

cabeza fue esta frase: ¿Cómo lo pasé?, ¿cómo lo transité?: DESPREVENIDA, como a cada ciudadano de Argentina.

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En noviembre del 2001 estábamos planeando unas mini vacaciones con una amiga, con lo cual decidimos irnos 5 días a una isla de Brasil, y recuerdo en los puestos de diarios y revistas de eses lugar que ya ponían en la primera plana que Argentina transitaba por una crisis y que el dólar iba a aumentar notoriamente, con lo cual nuestros amigos brasileros nos decían: No,… ¡no va a pasar nada! Y cuando llegamos de esas merecidas mini vacaciones, fue que nos agarró desprevenidas, ver día a día cómo las noticias iban empeorando, los bancos cambiaban menos cantidades de dólares y a un precio cada vez más alto (los bancos solo autorizaban vender a las personas US $ 100 por día, y aumentaban 15, 20, 40 centavos por día). Sólo se podía sacar $ 1000 (pesos) diarios de las cuentas corrientes, y después…llegó el momento que no dejaros sacar el dinero de las cuentas de casa cliente del banco, con lo que se convirtió en el llamado y bien conocido mundialmente: “corralito”, y con esto llegó el “”, una manifestación del inconsciente colectivo de la población de salir a las calles a gritar y golpear con las cacerolas de sus casas en contra del gobierno y los bancos.

La renuncia del presidente de la nación (Fernando de la Rúa, quien tuvo que salir de la casa de gobierno en helicóptero). Una crisis insostenible económica y social, que hasta el día de la fecha se manifiesta por no tener seguridad y credibilidad en los bancos. Aunque parezca irreal…la muerte de muchas personas mayores, que manifestando a la entrada de los bancos y con gran angustia se descompensaban y fallecían de un paro cardíaco en frente de esa protesta. Y se perdió la frivolidad en la que ficticiamente vivimos durante más de 10 años.

En lo respecta a mi historia personal, no te puedo contar mucho, ya que en esa época yo recién empezaba a trabajar y no tenía una cuenta abultada en algún banco como la que tengo hoy en día (mentira… ¡obvio!), peor si me daba mucha lástima ver como el país se derrumbaba económicamente y el llanto de muchas personas que durante toda su vida de trabajo se dedicaron a ahorrar para poder tener una vejez digna, y de un día para otro eso se terminó.

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La marca que me dejó a mí, es que acá en la Argentina “no” es seguro ni confiable poder dejar tu dinero, tus ahorros, tus ilusiones, tus proyectos, en una cuenta bancaria.

Estas situaciones, aunque a ustedes les resulte observar una película de ciencia ficción (dictadura, democracia, cambio de moneda, guerras perdidas, aumento del dólar, corralito, corralón, etc.), aquí son historias que se repiten periódicamente y cíclicamente. Algunos historiadores cuentan que cada 10 años el país cambia, y un proceso como este ocurre. Y así es…

Hoy en día te puedo decir que yo como coordinadora y encargada de un consultorio de cirugía plástica, que tengo como tarea comprar los insumos de la misma, me estoy dando cuenta que las cosas comenzaron a aumentar de nuevo, menos los sueldos…todo aumenta, y ya se está diciendo que a mediados del 2008 las cosas van a volver a cambiar en el país.

Espero no tener que contar otra historia traumática de mi país y los actores que en ella viven, o sea…cada uno de los ciudadanos que día a día queremos ver crecer el país y las ilusiones que se depositan en cada hogar.

Un beso grande.

Silvana

PD. Abajo te envío varias notas que saqué rescate el corralito, un cronograma de la historia, una nota en inglés, y un poco de humor. Espero que esto sea lo que necesitabas contar, mejor hubiera sido grabarlo en filmadora, ¿no?

Ja! Colaborando con las clases de historia de nuestro país, lo que se me vino a la cabeza y quizás puedas trabajar con los alumnos es algo que allá nunca sucedió, y que los puede llegar a sorprender o interesar es el cambio de monedas que tuvo el país a lo largo de la historia: pesos argentinos, pesos ley, australes, (en la época del corralito hubo una moneda no muy legal, llamadas “patacones” y “le cop”, que obviamente no servían como moneda en otros países y hasta en algunos lugares acá no las aceptaban) y por último los pesos. Lamento no tener un billete de casa moneda para poder mostrártelos.

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Este podcast y su contenido son con fines de educación - This podcast and its content is for educational purposes

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NOTAS ADJUNTAS

El "Corralito" fue un claro ejemplo de política monetaria en una crisis financiera. La limitación a las extracciones en efectivos, bajo los supuestos del modelo de Freeman (1994), es una de las maneras en las que se evita un pánico bancario. Pero el bajo grado de bancarización de la población, la dificultad de identificación de los tipos de depositantes y los inconvenientes tecnológicos para su funcionamiento, entre otros hechos, restringieron el desempeño de la medida en Argentina Por esto para eliminar el Corralito es necesario sustituir esta política por otra más efectiva dadas las circunstancias de nuestro país o bien eliminar las causas de la crisis bancaria, como la mala supervisión financiera y el excesivo déficit fiscal.

EL 3 DE DICIEMBRE DE 2001 SE PROHIBIA EL RETIRO DE AHORROS DE LOS BANCOS

A cinco años del "corralito", un sinónimo de infierno financiero

La medida originó los y la peor caída libre de la crisis del 2001.

DIAS DE FURIA. Protesta de ahorristas frente a un banco blindado, en 2002.

Recinto con barrotes para que los niños jueguen adentro". La definición tradicional de "corralito" perdió peso en la memoria colectiva después de la crisis, en favor de "perverso mecanismo bancario, por el cual los ahorristas no podían retirar más que una suma fija", como lo llama el diccionario de argentinismos de un sitio de Internet.

En una semana, el 3 de diciembre, se cumplirán cinco años del decreto 1.570 del 2001 que creó el

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corralito, durante el gobierno de Fernando De la Rua. Fue la respuesta a una caída de 22.000 millones de dólares en los depósitos. Atrapó a las ahorristas que no huyeron a tiempo, por un total de $ 55.000 millones de pesos, y dio origen a los cacerolazos.

El corralito se llevó puestos a dos ministros de Economía: , su ideólogo, y , cuando meses después quiso desatar el nudo con bonos compulsivos. Cuentan que lo primero que hizo cuando le pidieron que vuelva de Europa para ser ministro fue llamar a un amigo economista para que le explicara la diferencia entre "corralito" y "corralón", el esquema que estableció la reprogramación definitiva de los plazos fijos. A ese nivel de enredos había llegado la película económica de la crisis.

Cinco años después, los economistas parecen haber llegado a algunos consensos sobre el tema:  El corralito resultó un boomerang que terminó provocando un efecto contrario al deseado: secó la plaza de efectivo y paralizó las operaciones cotidianas de compra y venta. En la práctica, profundizó la caída en el nivel de actividad, que tocó su piso sobre el final del primer trimestre del 2002. "El corralito fue un equívoco desde el primer día, que demostró que el equipo de Cavallo sabía muy poco de dinámica financiera", dice Eduardo Levy Yeyati, profesor de la Universidad Di Tella.  Al final, los afectados salieron más favorecidos que los tenedores de bonos. Quienes pudieron retirar sus dólares con amparos y compraron propiedades o acciones, en particular, terminaron con saldo muy favorable.  Tampoco entre los bancos se cumplieron los pronósticos más apocalípticos. Durante 2002 se llegó a dar al sistema financiero por muerto, cuando se proponía como opción realista la "offshorización" (traslado al extranjero) de la banca.

El fenómeno del corralito excedió a la Economía y se convirtió en materia de estudio de sociólogos, antropólogos y psicólogos locales y del exterior, que descubrían en el "little fence" (corralito en inglés) y los cacerolazos un laboratorio del comportamiento de los argentinos, y se impresionaban con algunas postales extremas. Como la de la mujer que se quiso prender fuego frente a un banco, o el ahorrista que pasó el verano del 2002 en reposera, malla y ojotas en la puerta de una sucursal del HSBC. El motivo: no podía sacar la plata para irse de vacaciones.

CRONOGRAMA DE LA CRISIS HASTA LA FECHA Una trama de enredos

3 de diciembre de 2001: Se conoce el decreto 1.570, de necesidad y urgencia, que crea el corralito. Quedan atrapados en los bancos ahorros, depósitos en cuentas a la vista y cuentas sueldo, con un tope de retiros de 250 pesos por semana.

1º de enero de 2002: "El que depositó dólares recibirá dólares", dice el entonces presidente .

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3 de febrero de 2002: Se dispone la pesificación de los depósitos en dólares, a una paridad de 1,40.

16 de febrero de 2002: Se permite usar los ahorros atrapados para comprar casas o autos hasta el 15 de abril.

5 de marzo de 2002: El Gobierno ofrece un menú de tres bonos para resarcir a los ahorristas acorralados.

22 de abril de 2002: Un abogado amenaza con violentar con sopletes el tesoro del Banco Nación.

13 de septiembre de 2002: La Cámara en lo Contencioso Administrativo declara ilegítimos el corralito, el corralón y las normas antigoteo.

1º de diciembre de 2002: Se liberan las restricciones para retirar dinero en efectivo de los bancos.

26 de octubre de 2004: Por el "caso Bustos", la Corte avaló la pesificación con la firma de cinco jueces.

6 de abril de 2005: La Corte Suprema respaldó la pesificación de los bonos de la deuda pública.

21 de agosto de 2005: Se paga la última cuota del "corralón", por $ 526 millones.

Corralito y sectores populares Tiempo estimado de lectura: 3 min 56 seg Feb-06-02

El llamado "corralito" financiero se transformó en el detonante de inéditas protestas de la clase media argentina. Los cacerolazos de los porteños precipitaron la caída de dos presidentes y se han propagado al interior del país, expresando la insatisfacción de los productores paralizados por las restricciones bancarias.

Hasta los depositantes en dólares, afectados por la "pesificación" han generado una nueva forma de protesta haciendo batir sus llaves, frente a la Suprema Corte, hoy más cuestionada por avalar los controles sobre los depósitos, impuestos por De la Rúa y mantenidos por Duhalde, que por su vinculación política con el menemismo. "El problema social central que ha generado el “corralito” no está en la clase media y media alta que es la Pero el problema social central que ha generado el directamente afectada, sino en los sectores populares, "corralito" no está en la clase media y media alta que están teniendo una caída inédita en sus ingresos" que es la directamente afectada, sino en los 6

sectores populares, que están teniendo a consecuencia de esta medida de emergencia, una caída inédita en sus ingresos.

Cabe señalar que sólo el 40% de la población está bancarizada y en consecuencia puede utilizar y tarjetas de crédito, con lo cual los afectados directamente por la restricción financiera encuentran formas de financiarse.

Pero la situación más crítica la está viviendo el 60% de la población que no está bancarizada y que está fuera del circuito formal. Es que entre trabajadores en negro, subempleados y desempleados, están hoy la mayoría de los argentinos.

Esta parte de la población vive, o más bien "sobrevive", del "derrame" del gasto en efectivo que realizan quienes están en el circuito formal. Al no poder gastar en efectivo la clase media y media alta, la consecuencia es que los informales quedan sin recursos para subsistir.

Cabe recordar que en la Argentina, un millón de personas trabaja en el servicio doméstico y más del 90% de ellas está en negro; otro millón trabaja en tareas rurales y más del 80% lo hace en la informalidad y una cantidad similar está ocupada en el comercio, donde está superando el 50% quienes no están trabajando en blanco.

La idea de que este tipo de actividades se iban a "blanquear" era utópica y así lo demostró la realidad.

Además de producirse una drástica caída en los ingresos de los trabajadores informales y haberse reducido sustancialmente las "changas" de los subocupados por no circular el dinero en efectivo para pagarlas, ha disminuido sustancialmente la posibilidad de quienes tienen trabajo y salarios formales de ayudar a sus familiares desempleados.

Al momento de instalarse el "corralito", la mitad de quienes estaban trabajando decían en los sondeos que estaban contribuyendo económicamente a sostener un desempleado en su núcleo familiar amplio. Como se trata de personas que están fuera del circuito formal, la posibilidad de continuar ayudando se ha reducido drásticamente al no poder disponer de su dinero en billetes.

Pero a la reducción del gasto en efectivo que ha generado una caída inédita en los ingresos de los sectores más populares, se suma ahora la devaluación, que ha producido aumentos de precios en los consumos insoslayables de la población con menores recursos: alimentos y medicinas.

Es que los más pobres son quienes más pagan por los medicamentos, dado que al no tener obra social, no tienen descuentos y además no poseen tarjeta de crédito, con lo cual deben pagar en efectivo. Se está creando así una situación crítica en la faz sanitaria de las personas de menores ingresos.

En lo que hace al desempleo, la crisis también pega más intensamente en los sectores informales, en los cuales al no haber norma laboral alguna, el cese de la relación es de inmediato y sin indemnización. Cuando la economía argentina está en recesión aguda como ahora, por cada puesto de trabajo formal que se pierde, hay tres o cuatro despidos entre los trabajadores en negro.

Si bien el "corralito" ha generado protestas inéditas en la clase media argentina, es necesario recordar que los sectores más populares son quienes más lo están sufriendo. Mientras que para quienes están bancarizados, la restricción financiera implica pérdida de ahorros, en los que viven en la informalidad -que hoy son mayoría- genera insuficiencia alimentaria, una crítica situación en materia de salud y un aumento exponencial del

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desempleo.

Desde esta perspectiva, hay más condiciones para un estallido social en los sectores más populares que en la clase media, aunque las apariencias muestren lo contrario y esto explica por qué los primeros programas sociales que intentan ponerse en marcha van destinados a ellos.

corralito www.answers.com/topic/corralito

Corralito (pronounced ko.raˈli.to) was the informal name for the economic measures taken in Argentina at the end of 2001 by Minister of Economy Domingo Cavallo in order to stop a bank run, and which were fully in force for one year. The corralito almost completely froze bank accounts and forbade withdrawals from U.S. dollar-denominated accounts. The Spanish word corralito is the diminutive form of corral, which means "corral, animal pen, enclosure"; the diminutive is used in the sense of "small enclosure" and also "a child's playpen". This expressive name alludes to the restrictions imposed by the measure. Background and initial measures In 2001, Argentina was in the midst of a crisis: heavily indebted, with an economy in complete stagnation (an almost three-year-long recession), and the exchange rate was fixed at one U. S. dollar per by law, which made exports uncompetitive and effectively deprived the state of having an independent monetary policy. Many Argentines, but most especially companies, fearing an economic crash and possibly a devaluation, were transforming pesos to dollars and withdrawing them from the banks in large amounts, usually transferring them to foreign accounts ().[1] On 1 December 2001, in order to stop this draining from destroying the banking system, the government froze all bank accounts, initially for 90 days. Only a small amount of cash was allowed for withdrawal on a weekly basis (initially 250 Argentine pesos, then 300), and only from accounts denominated in pesos. No withdrawals were allowed from accounts denominated in U.S. dollars, unless the owner agreed to convert the funds into pesos.[2] Operations using credit cards, debit cards, cheques and other means of payment could be conducted normally, but the lack of cash availability caused numerous problems for the general public and for businesses. Immediate effects

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A protest against the banks in 2002. The large sign reads "Thieving banks - give back our dollars". The corralito caused an immediate backfire on the government. Even more people started trying to withdraw their money from the banks, and many ended up in court fighting for their right to have their funds (and being granted that right on occasion). At the time, the average Argentinian did not employ the banking system for daily uses; many did not have a personal bank account, and dealt only with cash. Debit cards were not popular and many businesses did not have the equipment to accept them. Thus the cash restrictions only exacerbated the recession and angered the public. President Fernando de la Rúa was forced to resign on 21 December 2001 after violent riots, but the restrictions of the corralito were not lifted at the time.[3] Argentina's situation worsened for several months. The corralito was hardened during the interim rule of President Eduardo Duhalde, and turned into a corralón ("big corral"). The corralón differed from the corralito in that most deposits were exchanged for a series of compulsory bonds denominated in pesos. The dollar-denominated accounts were automatically exchanged by pesos at a predetermined rate. The real necessity of such decision was questioned by several observers at the time, and some suggested this move benefited some large companies who were almost broke but whose well-off owners had sent their dollars abroad before the corralito; these owners were thus able to repay their companies' now devalued debts by a fraction of its original value.[4] The peso was first devalued (from 1.0 to 1.4 pesos/dollar)[5] and then floated, thereby quickly depreciating to a maximum rate of nearly 4 pesos per dollar.[6] Argentina's economy then gradually began a recovery from its abysmal state, spurred by exports that benefited from the high exchange rate, and by the declaration of on most of its debt, which left the government with more money available to expand the economy.[7] The banks and their role in the crisis It is generally agreed that the banks had a share of the blame for the situation that led to the corralito.[8] In mid-2001, it was probably clear to bank owners and high-ranking officials that Argentina's banking system was going to crash, and some in fact may have spurred this outcome by letting their highest deposit holders know this news. These, mostly large companies, quickly moved their deposits abroad. Meanwhile, they continued to recommend their middle-class customers to enter deposits. It is also believed that in the end the corralito ended up being good business for some international banks since they negotiated with the Argentine government to receive compensation bonds for the "missing" money, which in a large proportion had never really left their banks, only moved from one branch to another.[9] Most banks stayed in the country during the crisis, withstanding a severe damage to their reputation as well as (in certain cases) physical attacks. Others fled as soon as problems arose (for example, Scotiabank's Argentine branch, Scotiabank Quilmes). The end of the corralito The corralito officially ended on 2 December 2002, when Minister of Economy Roberto Lavagna announced the liberation of deposits for about 23.7 billion pesos (though not of 17.3 billion pesos in formerly dollar-denominated long-term accounts).[10] The measure was coupled with exchange market controls, by which no person or business was allowed to buy more than 100,000 dollars; this was done to prevent the possible effects of the sudden availability of pesos. 9

A CONTINTINUACION , UN POCO DE HUMOR ARGENTINO

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