Martí Por Martí
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MARTÍ POR MARTÍ SELECCIÓN, PRÓLOGO Y CRONOLOGÍA SALVADOR BUENO MENÉNDEZ INTRODUCCIÓN FREDO ARIAS DE LA CANAL FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A.C. MÉxico, 2003 MARTÍ POR MARTÍ SELECCIÓN, PRÓLOGO Y CRONOLOGÍA SALVADOR BUENO MENÉNDEZ INTRODUCCIÓN FREDO ARIAS DE LA CANAL FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C. MÉxico, 2003 INTRODUCCIÓN EL HÉROE Platón en Cratilo comentó sobre los héroes: Todos ellos nacieron ya sea del amor de un dios por una mujer mortal, o bien el de un hombre mortal por una diosa. Piensa en la palabra del antiguo lenguaje ático y compren- derás que la palabra héroes es sólo una pequeña alteración de Eros, dios a quien le deben la vida. En el Libro IV de Disputas tusculanas, Cicerón cita del libro Orígenes de Catón: Era una costumbre de nuestros antepasados que los convi- dados a los banquetes cantaran al son de la flauta elogios de los méritos de hombres ilustres. También recordaban nuestros castellanos: Mío cid Rodrigo Díaz en Burgos, la villa, entró: hasta sesenta pendones llevaba el Campeador; salían a verle todos, la mujer como el varón: a las ventanas la gente burgalesa se asomó con lágrimas en los ojos ¡qué tal era su dolor! VII Todas las bocas honradas decían esta razón: <qOh Dios y qué buen vasallo, si tuviese buen señor!». Freud en su ensayo Moisés fue egipcio (1938), citó el libro de Otto Rank El mito en el nacimiento del héroe (1914): Es un hecho que casi todas las más prominentes naciones civilizadas se iniciaron glorificando a sus héroes, reyes y príncipes legendarios, fundadores de religiones, dinastías, imperios o ciudades; en breve, sus héroes nacionales a través de cuentos y leyendas. Según Rank se observan las siguientes características: El héroe es hijo de padre prominente, por lo general de un rey. Durante la preñez de la madre, surge una profecía en forma de sueño u oráculo, advirtiéndole al padre del peligro de que nazca su hijo. Como resultado de esto el recién nacido es condenado a muerte por órdenes de su padre y es abandonado en su cuna a la deriva de las aguas de un río. Más tarde es rescatado por un animal o una mujer pobre que lo amamanta. Ya adulto, descubre su ascendencia noble y luego de una serie de aventuras, se venga de su padre por un lado y por el otro logra grandeza y fama. VIII La más antigua de estas figuras históricas a quien se puede relacionar este mito de nacimiento se llamó Sargón de Agade, fundador de Babilonia (2, 800 a. C.), quien dijo: Yo soy Sargón, el poderoso rey de Agade. Mi madre fue una virgen del templo y no conocí a mi padre, pero sí a mi tío que moraba en las montañas. Mi madre me parió en secreto en Azupirani que está en la ribera del río Eúfrates. Me puso en una cuna cerrada de cañas y cerró la tapa con resina y dejó que me llevara la corriente del río y no me ahogué. Del río me sacó con cariño el portador de agua de nombre Aki, quien me crió como su propio hijo. Luego Aki me hizo jardinero y mientras trabajaba, la diosa Ishtar se enamoró de mí, llegué a ser rey y mantuve el cetro durante cuarenta y cinco años. Resume Freud: Los nombres más familiares son los de Sargón, Moisés, Ciro y Rómulo. Mas Otto Rank coleccionó otras figuras heroicas de la poesía y la leyenda, cuyas historias de nacimiento son parecidas, como las de Edipo, Karna, París, Telefos, Perseo, Hércules, Gilgamesh, Anfión, Zetos y otros más. Dejemos que Nicolás Heredia (1855-1901), nos informe en La sensibilidad de la poesía castellana de la importancia secular que los héroes significan para la cultura ( Clásicos cubanos. Academia Cubana de la Lengua. Prólogo y notas de Salvador Bueno. Edit. Pablo de la Torriente. La Habana, Cuba 2001): IX La poesía vive de recuerdos . La epopeya, su forma más elevada, busca sus argumentos en la cuna de los pueblos, poniendo a contribución la fábula y la historia. A medida que pasan los siglos se enriquecen las estratificaciones poéticas, porque las leyendas, los recuerdos heroicos son al arte lo que las capas geológicas a nuestro globo. Pero la crítica se ha hecho para algo, y aplicada a la historia, debe distinguir la verdad de la ficción, aunque tolere -conociendo las grandes exigencias del ideal- que el sol de la imaginación alumbre los vastos dominios de la poesía. Rubén Darío (1867-1916), en su Himno a Bolívar es fiel a la tradición de nuestros griegos, romanos e hispanos. Tomado de Repertorio americano (Nueva época. N 11. Enero junio 2001): ¡Gloria al genio! A la faz de la tierra de su idea corramos en pos, que en su brazo hay ardores de guerra y en su frente vislumbres de Dios. ¡Epopeya! No pinta la estrofa del gran héroe la espléndida talla que en su airoso corcel de batalla es su escudo firmeza y verdad. Y subiendo a la cima del Ande, asomado al fulgor infinito coronado de luz lanza un grito que resuena doquier ¡libertad! El patriota puertorriqueño Francisco Matos Paoli (1915-2000), en su discurso A los héroes de Lares , pronunciado en septiem- X bre de 1950, a 82 años de la Proclamación de la República y del Centenario de la Bandera Cubana, dijo: Toda sangre derramada está siempre en alto, hermanos míos, esperando su supremo rescate en la encarnación de la Libertad. Toda cárcel magulladora de carnes heroicas en la fina casa en que se mueve a sus anchas el grafitado por la Libertad. Y por encima de toda represión armada, de todo terrorismo gubernamental, queda el hombre, queda la Patria, queda el espíritu, queda Dios en la sabiduría de su vuelo infinito . Quedan los héroes de Lares. Con su vivificante memoria negadora de la muerte en el coloniaje. De otro modo, el heroísmo no tendría significado alguno. Los puertorriqueños de hoy perviven y son porque la memoria de los héroes de Lares los salva de la ignomi- nia de la esclavitud . Y los puertorriqueños dignos, que no quieren ser pasto en que vomita la tiranía sus heces más amargas, reciben esa gracia del martirio como una verdad permanente que deben sostener en alto, como se sostiene la honra de unos padres que no pudieron concebir hijos para el servilismo que degrada la herencia recibida. La trasmi- sión de la honra apostólica en el hecho por excelencia del hombre histórico . Los pueblos viven imantados a la huella del amor que se transmite de generación en genera- ción, como se transmite el pan para salvar la vida. Y son los héroes , los mártires, los abanderados de la libertad Joseph Campbell en su libro El poder del mito, dijo: Existen ciertas secuencias de acción típicas del héroe que pueden ser detectadas en las leyendas de todo el mundo y XI de muchos períodos de la historia. Se puede decir que esencialmente existe sólo un héroe arquetípico mítico cuya vida ha sido reproducida en muchas partes por la gente. 1. El héroe es tanático. La conquista del temor a la muerte es la recuperación de la alegría de vivir. Uno puede experimentar una afirmación de vida incondicional sólo cuando uno ha aceptado la muerte, no como contraria a la vida sino como aspecto de la vida. La vida al estar siendo siempre se está desprendiendo de la muerte y está a un paso de la muerte. La conquista del temor le da valentía a la vida. Esa es la iniciación funda- mental de toda aventura heróica: osadía y hazaña. Muchos de ellos pierden la vida, mas el mito informa que del sacrificio surge una nueva vida, que ya no es la vida del héroe sino la nueva vida, una nueva forma de ser y de llegar a ser. 2. El héroe es idealista El objetivo moral del héroe es el de salvar a un pueblo o una persona, de apoyar una idea. El héroe está dispuesto a dar su vida por algo grandioso. 3. El héroe es justiciero La aventura típica del héroe comienza con la injusticia de que algo ha sido usurpado, entonces inicia una serie de aventuras extraordinarias, ya sea para recuperar lo perdido o para descubrir la fuente de la juventud. XII 4. El héroe es fundador Un héroe legendario generalmente es el fundador de algo, ya sea de una nueva época, religión, ciudad o forma de vida. Para fundar algo nuevo hay que destruir lo antiguo e ir en busca de la idea germinal que tenga la potencialidad de generar lo nuevo. Campbell omitió una acción típica del héroe: su ambición de inmortalidad . Dejemos hablar a Cicerón en el Libro 1 de la obra citada: ¿Qué mejor tipo de naturaleza podemos encontrar entre los seres humanos que la de aquellos hombres que se conside- ran haber nacido en el mundo para ayudar, proteger y preservar a sus congéneres? Hércules jamás hubiera podido unirse a los dioses después de morir, si en el curso de su vida mortal no hubiera construido para sí el camino que viajó. ¿Qué pensamientos nos suponemos que tenían en la mente la muchedumbre de hombres ilustres que perdieron sus vidas por Roma? ¿Acaso que sus nombres estuvieran encasillados en los estrechos límites de su vida? Ninguno se hubiera expuesto a la muerte por la patria sin la buena esperanza de la inmortalidad. D. K. Simonton en el capítulo VI de Orígenes del genio nos habla de la importancia de la poesía en la cultura: No quiero dejar la impresión que la creatividad se ha dedicado exclusivamente al descubrimiento de nuevas XIII tecnologías.