Guanajuato:El Paisaje Antes De La Guerra De Independencia
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Biblioteca Digital En el Campus Guanajuato inauguramos el día de hoy nuestra Biblioteca Digital con el libro "Guanajuato: El paisaje antes de la Guerra de Independencia", que generosamente comparte con la comunidad universitaria su autor el historiador José Luis Lara Valdés. Asimismo, invitamos a todos nuestros cibernautas a adquirir el libro en el Mesón de San Antonio y en la Librería del Teatro Juárez. 1 José Luis Lara Valdés 2 Guanajuato: el paisaje antes de la Guerra de Independencia BICENTENARIO 3 José Luis Lara Valdés Imagen de cubierta: 4 José Luis Lara Valdés ••• Guanajuato: el paisaje antes de la Guerra de Independencia 5 José Luis Lara Valdés Lara Valdés, José Luis. Guanajuato: el paisaje antes de la Guerra de Independencia. Ediciones La Rana/Guanajuato/2009. 120 pp.; 16.5×22 cm. 55 ilustraciones. (colección Bicentenario) ISBN 978-970-724-103-9 1. Historia. 2. Historia (1803) 3. Historia de México, Guanajuato. Historiadores mexicanos. JoséLuis Lara Valdés. LC D13.24L372009 Dewey M973.891 Lar318 Diseño de cubiertas e interiores: Tonatiuh Mendoza De la imagen de cubierta: © Del texto: © José Luis Lara Valdés De esta edición: D.R. © Ediciones La Rana Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato Paseo de la Presa núm. 89-B 36000 Guanajuato, Gto. Primera edición en la colección Bicentenario, 2009 Impreso en México Printed in Mexico ISBN 978-970-724-103-9 Ediciones La Rana hace una atenta invitación a sus lectores para fomentar el respeto por el trabajo intelectual, es por ello que les informa que la Ley de Derechos de Autor no permite la reproducción de las obras artísticas y científicas, ya sea total o parcial –por cualquier medio o procedimiento–, a menos que se tenga la autorización por escrito de los titulares del copyright o derechos de explotación de la obra. 6 Introducción El Bajío en el imaginario de la historia Una historia del paisaje sobre el estado de Guanajuato no podía iniciar sin abordar el equívoco historiográfico de referirse al todo por la parte, cancelando la diversidad geográfica del territorio donde prepararon, iniciaron, sostuvieron, fueron derrotados, triunfaron y así hasta lograr la causa de la Independencia, hombres y mujeres que vivieron a finales del siglo xviii y las primeras décadas del siglo xix. También debe señalarse, aquí sí con los teóricos de la geografía en tanto marco para la historia, que mientras los hechos que distinguen a la sociedad suceden en secuencia cronológica, por meses, años, décadas, siglos, para cuanto connota al paisaje, relieve, hidrología, orografía, incluso climatología y diversidad que aquí no se abordan salvo en menciones, cambian en periodos de tiempo más distantes. La historia del paisaje es una promesa para trabajos futuros más que un logro en esta investigación; aquí se presentan in- dicaciones que deberán seguirse antes de lograr una mayor y mejor exposición de las razones naturales que compulsaron a la sociedad hacia los derroteros que la distinguen, y para ello utilizamos como guía las mismas historias de la Independencia de México, apuntando hacia las transformaciones del paisaje, 7 José Luis Lara Valdés con la sola exposición de los relatos, de las descripciones y de las explicaciones que se han dado.1 Hemos tenido en la geografía otra explicación del territorio ocupado por sociedades y expresado en el orden de las trans- formaciones al medio, las alteraciones al paisaje, los elementos de la naturaleza convertidos en recursos. Pero para estos temas utilizamos descripciones realizadas en los siglos xvi, xvii, xviii y xix, aunque para éste, el siglo principal objeto de estudio en esta historia, en Guanajuato tenemos la Geografía local del estado de Guanajuato de Pedro González, reunida en la última década del siglo xix y publicada en 1903. Mas cuando nos detenemos en proponer otra mirada a la historia de la Independencia de México, se ha dicho es para superar la sola explicación de que todo comenzó en el Bajío; dando por sentado que por Bajío estamos expresando el total de las sociedades regionales que tuvieron origen y desarrollo dife- rentes justo por las características geográficas, geofisiográficas, de relieve y de redes hidrológicas. Se lee en las historias que el pueblo de Dolores, las villas de San Felipe y San Miguel, la ciudad minera de Guanajuato, forman parte del Bajío. En realidad se trata de entidades geofisiográficas en plena diversidad. ¿De cuándo proviene el nombre Bajío para designar un territorio? Por cierto, más mediterráneo que otros, esto es, justo en el centro de la Nueva España, donde hoy en día la república mexicana tiene varias eminencias orográficas por centro geográfico: el cerro del Cubilete, más emblemático, y 1 Sigo la exposición de Claude Cortez en la “Introducción” a su antología Geografía histórica. El hecho geográfico tarda siglos en suceder, el paisaje permanece inalte- rado durante generaciones de hombres y mujeres mientras los hechos históricos se suceden más rápido. 8 Introducción El Gigante y La Giganta,2 al norte del Bajío justo donde no hay razón para seguir pensando en el paisaje como si aún lo fuera, ya que con ellos destaca el conglomerado orográfico que llega a alcanzar 2 800 metros de altura sobre el nivel del mar: las sierras centrales. Y éstas se ubican rumbo al sur del Camino Real de Tierra Adentro, por el que discurre la historia de asentamientos menos exitosos con la agricultura del Bajío, con la minería de la serrana Guanajuato; poblaciones dentro del orden económico de la ganadería y del comercio: el pueblo de Nuestras Señora de los Dolores, la villa de españoles de San Felipe y sus formidables haciendas, y otra villa, San Miguel el Grande, junto a un camino que igual llevaba a San Luis Potosí que a Zacatecas, Aguascalientes y San Juan de los Lagos, o que a Celaya, Querétaro y la ciudad de México: las principales poblaciones donde sucedieron conspiraciones antes del levan- tamiento en armas por la Independencia. El origen de la confusión, me parece, está en la publicación, en 1811, del Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, donde Alejandro de Humboldt se refiere al Bajío como región preeminente de la Intendencia Mayor de Guanajuato; por ello habría sido que en la Europa testigo de las independencias de la América hispana, donde fue traducido el Ensayo político…, del francés al inglés, al italiano, al alemán, y por fin al español, tomó paisaje la Independencia de México en Guanajuato, en el Bajío. Como si no hubieran tenido importancia los caminos al norte de los sistemas serranos centrales del territorio de la 2 Así los vemos en el plano de 1803 que levantó Cancelada para mostrar los llanos de Silao y, figurada, la ciudad de Guanajuato: “Reyno de México. Guanaxuato: Real de Minas el más rico del mundo que se ha descubierto hasta ahora”. 9 José Luis Lara Valdés Intendencia Mayor de Guanajuato, otras poblaciones de ca- racterísticas distintas y sin embargo confundidas, en ocasiones, con el Bajío mismo. Para dar un elemento de contraste acudimos a las Minucias del lenguaje de Moreno de Alba, donde describe bajío como las proximidades subacuáticas a los puertos, allí donde se hunde la tierra, y llama la atención al autor que tal término de navegantes haya sido establecido para designar a una región de las más peculiares en el centro de la república mexicana: la extensión territorial, entre sistemas serranos, de valles y collados, montañas y llanos, cuencas y vertientes, arroyos y ríos (el más conocido, el río Lerma, pero el más recurrente en esta historia, el río Laja). Actualmente, los estudiosos distinguen no uno sino varios bajíos como relieve compartido por las entidades federativas de Querétaro, Guanajuato, Jalisco y Michoacán, aunque la tradición ubica en Guanajuato solamente al Bajío porque le reconocieron como el granero de la Nueva España, lo cual no es tan exacto, ya que también se sabe que cuando fuimos Nueva España hubo otros afamados graneros en Oaxaca y en Puebla.3 ¿Por qué llamar con una voz de marineros, bajío, lo que es mediterráneo, la territorialidad centro-norteña de la república mexicana entre las entidades mencionadas? No hemos encon- trado referencias al Bajío antes de los primeros años del siglo xix, cuando Alejandro de Humboldt estuvo en la región y viajó por Celaya, Salamanca, Irapuato, las minas de Guanajuato, y por el rumbo norte llegó por la sierra de Guanajuato a San 3 Para estas reflexiones lo mejor es volver a la lectura de la primera parte de Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810) de David A. Brading. 10 Introducción Juan de la Chica en San Felipe, mientras que por el rumbo sur salió de la entidad por Valle de Santiago, Yuriria y Uriangato camino de Valladolid. Escuchó informantes, leyó documentos oficiales y descriptivos, los cuales vertió en su Ensayo político que vió la luz en español hacia 1822, y ya con el mapa de la república mexicana, declarada independiente en 1821, que había sido realizado para mostrar la Nueva España. Entre 1803 y 1822 publicó o dejó copiar o realizó informes, a manera de anticipos o de otras versiones y visiones, de su amplísimo viaje por Sudamérica, México, la isla de Cuba y aquellos Estados Unidos de recién adquirida independencia. Publicó dos cartas que testimonian la historia del paisaje que conoció en los años anteriores a la Guerra de Independencia, así como la “Carta geológica de las minas de Guanajuato”, para cuya preparación se apoyó en profesores y estudiantes del Colegio de la Purísima Concepción hacia 1803 (antecedente éste de la Universidad de Guanajuato).4 El Ensayo político fue conocido en Europa en distintas len- guas, de allí que los descriptores geográficos, como para nuestro caso el Bajío, pudieron haberse convertido en la expresión del Guanajuato no minero, también muy próspero, como el teatro donde se inició la guerra por la independencia.