Fernando Jubete (Coordinador), José Miguel Barea-Azcón, Ruth Escobés, Eduardo Galante, Ricardo Gómez Calmaestra, David César Manceñido, Juan Gabriel Martínez, Yeray Monasterio, Amparo Mora, Miguel L. Munguira, Constanti Stefanescu y Alberto Tinaut a conservación de los invertebrados, y en particular de los lepidópteros, L es todavía una tarea pendiente en buena parte del territorio español. Para la mayor parte de las especies se desconocen todavía aspectos básicos de su biología, su área de distribución, las principales amenazas y las actuaciones necesarias de llevar a cabo para garantizar la conservación de sus poblaciones. BASES TÉCNICAS El presente manual es una obra colectiva en la que han participado doce autores, todos ellos especialistas en el estudio de un total de diez de las doce especies PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS que se encuentran en Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Cada capítulo contiene una actualización de los conocimientos disponibles hasta la fecha de cada especie, una detallada descripción de las necesidades LEPIDÓPTEROS de conservación y, especialmente, unas directrices de conservación que deberían ser puestas en marcha para revertir el desfavorable estado de conservación que pesa sobre cada una de ellas. El libro está especialmente dirigido a gestores, técnicos de campo o personal AMENAZADOS vinculado a las diferentes administraciones con competencia en materia de conservación de estas especies de lepidópteros. EN ESPAÑA

Editor: Con el apoyo de:

ASOCIACIÓN DE NATURALISTAS PALENTINOS

Entidades colaboradoras:

Fernando Jubete (Coordinador), José Miguel Barea-Azcón, Ruth Escobés, Eduardo Galante, Ricardo Gómez Calmaestra, David César Manceñido, Juan Gabriel Martínez, Yeray Monasterio, Amparo Mora, Miguel L. Munguira, Constanti Stefanescu y Alberto Tinaut

BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS

Citación bibliográfica de la obra completa: EN ESPAÑA Jubete, F. (coord.), J.M. Barea-Azcón, R. Escobés, E. Galante, R. Gómez-Calmaestra, D.C. Manceñido, J.G. Martínez, Y. Monasterio, A. Mora, M.L. Munguira, C. Stefanescu y A. Tinaut. 2019. Bases técnicas para la conservación de los lepidópteros amenazados en España. Asociación de Naturalistas Palentinos.

Citación bibliográfica de un capítulo: Stefanescu, C. Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia) in Jubete, F. (Coord.), J.M. Barea-Azcón, R. Escobés, E. Galante, R. Gómez-Calmaestra, D.C. Manceñido, Y. Monasterio, A. Mora, M.L. Munguira, C. Stefanescu y A. Tinaut. 2019. Bases técnicas para la conservación de los lepidópteros Editor: amenazados en España. Asociación de Naturalistas Palentinos. ASOCIACIÓN DE NATURALISTAS Edita: Asociación de Naturalistas Palentinos PALENTINOS Depósito legal: 203-2019 Diseño: Gráfico Gabinete de Comunicación, S.L. Imprime: La Imprenta Comunicación Gráfica, S.L. ÍNDICE

Agradecimientos 9

Prólogo 11

Introducción 12 Los insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Eduardo Galante 15 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Ricardo Gómez Calmaestra 27 Apolo (Parnassius apollo) Alberto Tinaut, Juan Gabriel Martínez y José Miguel Barea-Azcón 43 Lopinga (Lopinga achine) Amparo Mora, Yeray Monasterio y Ruth Escobés 55 Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia) Constantí Stefanescu 69 Manto violeta (Lycaena helle) David César Manceñido y Amparo Mora 85 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous) Fernando Jubete 95 Hormiguera de lunares (Phengaris arion) Miguel L. Munguira 111 Niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus) José Miguel Barea-Azcón y Miguel L. Munguira 123 Isabelina (Actias isabelae) David César Manceñido 139 Eriogaster catax Fernando Jubete 149 Proserpinus proserpina Fernando Jubete 163 agradecimientos

La Asociación de Naturalistas Palentinos quiere agradecer en primer lugar y de forma muy especial la participación de los autores responsables de la redacción de las fichas. Todo el trabajo realizado ha sido de forma altruista y desinteresada.

Una parte importante de este manual lo componen los miles de citas recibidas por numerosas personas o entidades. Aunque citar a todas ellas resulta imposible, es obligado resaltar algunas entidades como Biodiversidad Virtual, quien a través de José Manual Sesma envió un archivo con más de 2.000 citas pertenecientes a ocho especies de lepidópteros amenazados en España.

Pablo C. Rodríguez, José Rodrigo Dapena, Tomás Sanz, Marian Pomeda, Andrés García Pérez, Ángel Blázquez, Fernando de Juana y David Barros, aportaron también un importante número de citas de forma específica para el trabajo.

José Miguel Barea-Azcón se encargó de la ardua tarea de realizar los mapas de distribución de las especies, aguantando pacientemente las numerosas correcciones propuestas por los autores.

Amparo Mora, autora de los textos de la mariposa bacante y manto violeta quiere hacer constancia de los siguientes agradecimientos: a todos mis compañeros/as del Parque Nacional de Picos de Europa, que me han dado la mejor escuela. A Georges Verhulst, por iniciarnos en el mundo de las mariposas. Y a Fernando Jubete, por impulsar esta puesta al día de conocimientos.

De la misma forma, Ruth y Yeray, autores del texto de la mariposa bacante, hacen los siguientes agradecimientos: a nuestros amigos y compañeros Juan Manuel Pérez de Ana, Óscar Moreno Iriondo y Juan Carlos Vicente Arranz, que han participado en la recogida de información en la sierra Salvada y tanto nos han ayudado a estudiar esta esquiva mariposa. PRÓLOGO

A FAUNA LEPIDOPTEROLÓGICA IBÉRICA es una de las más ricas y diversas de Euro- pa. Cuenta con un importante número de especies endémicas como, por ejem- L plo, la niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus), rayada bética (Polyommatus violetae), azufrada ibérica (Euchloe bazae) o erebia cantábrica (Erebia palarica). Otras especies son sencillamente espectaculares por sus formas o diseño, como es el caso de la mariposa Apolo (Parnassius apollo), macaón (Papilio macaon) y otras especies menos conocidas de mariposas nocturnas como la isabelina (Actias isabelae), Aglia tau o Arctia dejeanii. Además, los lepidópteros en su calidad de consumidores primarios son especialmente sensibles a los cambios o modificaciones ambientales, por lo que son excelentes bioin- dicadores del cambio global. Por último, tampoco podemos olvidar el imprescindible pa- pel que los lepidópteros desempeñan como especies polinizadoras, así como el recurso alimenticio de primer orden que suponen para otras especies superiores vertebradas e invertebradas. Dada la indudable importancia y atractivo de este grupo, hay que mantener los esfuerzos y trabajar firmemente en su conservación. La impresionante riqueza de especies y el gra- do de amenaza de muchas de ellas, deben implicarnos a todos para lograr que los recur- sos económicos y humanos invertidos en su conservación en comparación, por ejemplo, con las especies vertebradas, sean cada vez mayores. Avanzar en la conservación de las especies invertebradas en general y de los lepidópte- ros en particular, debe ser un reto que todas las administraciones y actores implicados en la conservación de la naturaleza debemos acometer de forma inminente, un trabajo al que la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica muestra su apoyo y compromiso desde hace años. El contenido de este libro incluye un compendio con la información básica de diez de las doce especies de lepidópteros amenazadas en España. En segundo lugar, y sin lugar a dudas la parte más importante del manual, es la redacción de unas directrices básicas de conservación para cada una de estas especies, un importante punto de partida que administraciones, empresas y particulares debemos tener en cuenta para salvaguardar una importante parte de nuestro patrimonio natural. Desde la Fundación Biodiversidad seguiremos apoyando la puesta en marcha de políti- cas activas dirigidas a la conservación de las especies invertebradas, en consonancia con las recomendaciones que viene realizando en los últimos años la propia Unión Europea.

Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica Foto: Eduardo Galante. Eduardo Foto:

Scarabaeus laticollis. 11 INTRODUCCIÓN

OS TRABAJOS Y ESFUERZOS EN LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL, en especial Uno de los principales problemas que se encuentran los gestores a la hora de aplicar en lo que se refiere a la ejecución de programas para la recuperación de es- medidas o programas de conservación de las especies invertebradas es la falta de pecies amenazadas han experimentado importantes avances en los últimos información sobre su biología y problemática de conservación. El manual Bases téc- L nicas para la conservación de los lepidópteros amenazados en España se crea con años. Pero estos esfuerzos no han sido parejos hacia todos los grupos faunísticos. Las “grandes” especies han sido las principales beneficiarias de estos programas de con- la intención de suplir esas carencias. Es una obra dirigida especialmente a gestores, servación, sirviendo como ejemplo los casos del oso pardo, lince ibérico, águila impe- técnicos de administraciones o de empresas que tengan responsabilidades en la rial, quebrantahuesos o cigüeña negra, por citar algunos de los más conocidos. conservación de estas especies. El objetivo principal es proporcionar una información concisa sobre aspectos claves como la biología, hábitats ocupados, actualización de Un buen ejemplo de un grupo de especies “olvidadas” puede ser el caso de los lepi- su área de distribución, problemática de conservación y, especialmente, unas direc- dópteros. Este orden de insectos cuenta con casi 5.000 especies en España. Sin em- trices que pueden ayudar en la toma de decisiones para conservar una especie, en bargo, de este importante número, tan solo 13 especies están incluidas en el Listado las limitaciones de usos o actuaciones que pueden tener un impacto negativo para de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y de ellas tan solo dos se su conservación o en la necesidad de poner en marcha programas y actuaciones que encuentran incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, la niña de Sie- pueden contribuir a la recuperación de sus poblaciones. rra Nevada (Polyommatus golgus) en la categoría “En peligro” y la hormiguera oscura (Phengaris nausithous) en la categoría de “Vulnerable”. Este libro contiene una información precisa y concisa sobre diez de las trece especies de lepidópteros presentes en la Directiva Hábitat y en el Real Decreto 139/2011 para Si comparamos estos esfuerzos de conservación normativa con otros grupos, por el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y ejemplo con el de las aves, nos encontramos que frente al 0,2% de especies de le- del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Los textos han sido redactados por un pidópteros incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección grupo de especialistas, conocedores de cada una de las especies y cuentan con un ex- Especial las aves cuentan con un 55,7%. La situación es similar en lo que se refiere al haustivo trabajo de revisión bibliográfica que actualiza los conocimientos existentes. Catálogo Español de Especies Amenazadas, un 9,8% en el caso de las aves frente a un 0,04% de especies de lepidópteros. Confiamos plenamente en que este manual se convierta en un trabajo de referencia para que gestores y responsables de las diferentes administraciones españolas abor- Pero es que además las poblaciones de lepidópteros se encuentran sumidas en un den y pongan en marcha de forma inmediata las acciones y medidas necesarias para fuerte declive poblacional, posiblemente superior al de otros grupos animales como garantizar la conservación de nuestras especies de lepidópteros más amenazadas. las aves o los mamíferos. Un par de ejemplos, los datos del informe The European Bu- tterfly Indicator for Grassland species: 1990-2015 muestran un descenso del 30% en las poblaciones de mariposas de pastizales y medios abiertos en Europa en un plazo de tan solo 25 años. La situación de las mariposas nocturnas es similar, el informe Fernando Jubete The State of Britain’s Larger 2013, realizado en el Reino Unido presenta un des- Asociación de Naturalistas Palentinos censo del 28% para este grupo de insectos en el periodo 1968-2007. Pese a estos datos y a la existencia de un importante número de estudios científicos que alertan sobre el declive de las especies de invertebrados y la crisis biológica y económica que ello está suponiendo, los esfuerzos y recursos dedicados por las ad- ministraciones para paliar este desastre han sido muy reducidos o casi inexistentes. La conservación de los invertebrados debe convertirse en una prioridad y una tarea urgente de acometer y una forma interesante de lograr este objetivo es a través de las “especies paraguas”, es decir, desarrollar programas de conservación sobre un grupo de especies más reducido, pero consiguiendo con ello proteger a otros cientos de es- pecies de invertebrados que viven en su mismo hábitat.

12 13 Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida

Eduardo Galante Asociación Española de Entomología (AeE) y Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO), Universidad de Alicante.

ACE MÁS DE 350 MILLONES DE AÑOS, durante el Devónico, los insectos hicie- ron su aparición en la Tierra y comenzaron su gran aventura colonizando H todos los rincones de nuestro planeta. Han sido testigos del nacimiento y la extinción de los dinosaurios, conquistaron el cielo mucho antes que las primeras aves, han acompañado en su origen y evolución a los mamíferos y contemplaron la aparición del hombre sobre la tierra. A lo largo de los últimos 300 millones de años, miles de seres vivos han surgido y desaparecido, y en ese camino los insectos han continuado su aventura de la vida, han sobrevivido a profundos cambios ambienta- les y han llegado hasta nosotros como seres imprescindibles para el funcionamiento y supervivencia de los ecosistemas terrestres y de agua dulce. Este grupo de anímales se ha adaptado a todo tipo de ambientes, ha ocupado multi- tud de nichos ecológicos y sus hábitos alimenticios, reproductores y defensivos son extremadamente variados. Es el grupo de seres vivos más abundante y diversifica- do con más de un millón de

especies conocidas, lo que Galante. Eduardo Foto: supone más del 60% de las que pueblan la tierra, siendo imprescindibles para el fun- cionamiento de los ecosiste- mas y participando en todos los procesos ecológicos. Su alta diversidad de hábitos tróficos implica la existencia de especies fitófagas, Euphydryas aurinia (Lepidóptero). Gonepteryx cleopatra Galante. Eduardo Foto: 15 Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida

La Conservación de la Naturaleza y los Insectos Tradicionalmente los Insectos han recibido poca atención en unos programas de conservación de la naturaleza (Beaufort y Maurin 1989, Cardoso et al. 2011, L’Ho-

Foto: Eduardo Galante. Eduardo Foto: noré et al. 1993) que se han centrado principalmente en especies denominadas emblemáticas o en determinados grupos de vertebrados (Galante 1994, Araújo et al.2007), y todo ello a pesar de ser el grupo con mayor diversidad y abundancia en los ecosistemas terrestres y de agua dulce (Gaston 1991, Galante 1994). La historia de protección de los insectos, y en general de los artrópodos, en España todavía es reciente (Araújo et al.2007, Galante et al. 2015) y sólo en los últimos años, ante las reiteradas evidencias científicas que ponen de manifiesto la alarmante desaparición de especies (Bildau 2018, Camerón et al. 2011, Fonseca 2009, Potts et al. 2010), se ha empezado a considerar su protección. Los recientes cambios de usos del suelo, las brus- cas transformaciones y la creciente fragmentación

Foto: Eduardo Galante. Eduardo Foto: de hábitats, el incremento Bombus hortorum (Himenoptero Apoideo). de infraestructuras, la dis- minución de actividades agroganaderas y de explo- micetófagas, saprófagas, descomponedoras, depredadoras y parasitas. Son los prin- tación silvícola tradicional, cipales responsables del reciclaje de más del 20% de la biomasa vegetal terrestre el abandono de actividades (Samways 1994, 2005), y uno de los principales degradadores de restos de origen de explotación sostenible de (Galante y Marcos-García 2004). Son generadores de biodiversidad vegetal recursos naturales del en- ya que más del 75% de las plantas con flores en todo el mundo dependen de la ac- torno, unido todo ello a una ción polinizadora de los insectos (Tepedino y Griwold 1990, Fontaine et al. 2006). Sin embargo, a pesar de ser seres extraordinarios e imprescindibles para que la vida creciente intensificación de siga fluyendo, y nos proporcionen importantes servicios ecosistémicos, no reciben la producción agrícola con la atención que se merecen por gran parte de nuestra sociedad, lo que se traduce Charaxes jasius (Lepidóptero). elevadas dosis de plagui- en la ausencia generalizada en los programas oficiales de protección ambiental. Es cidas y herbicidas, son las probablemente el reflejo del transcurrir de una vida urbanita cada vez más alejada causas de la creciente pérdida de riqueza entomológica en amplias zonas de España de una naturaleza que nos atrae como objeto de disfrute, pero en la que el proceso (Caspar et al. 2017, Lobo et al. 2011, Hutton y Giller 2003, Zavala y Ruiz 2011). El de humanización no deja espacio para seres vivos considerados molestos, como son resultado es un incremento de extinción local de especies de insectos que han pa- para gran parte de nuestra sociedad los insectos. Esta pérdida creciente de vínculos sado a engrosar los listados de especies amenazadas (Verdú y Galante 2006, 2008, y conocimiento de la esencia del entorno natural, se traduce en potenciar programas Verdú et al. 2011). sociales para el cuidado de grupos animales que son percibidos muchas veces más Los artrópodos, y en particular los insectos, desempeñan importantes servicios como mascotas que como seres vivos silvestres que luchan por su vida en un mundo ecosistémicos (Noriega et al. 2008, Gallai et al. 2009, Yang & Gratton 2014) partici- donde todos los seres vivos son imprescindibles. pando en todos los procesos ecológicos de los ecosistemas terrestres y medios de agua dulce (Johnson y Steiner 2000, Leather et al. 2008, Zamin et al. 2010), siendo imprescindibles para el funcionamiento de la vida (Losey & Vaughan 2008, Noriega et al. 2018). Por ello, la situación de olvido de este grupo de animales en los progra-

16 17 Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida

mas de conservación sólo puede ser fruto del desconocimiento del importante papel porcionan alta resiliencia a que llevan a cabo en los ecosistemas, y de la ignorancia acerca de las complejas los ecosistemas (Pimentel et redes de interacción entre especies que mantienen los hábitats (Corbet et al. 1991, al. 1992, Jackson y Jackson Samways 1993, 2005, Thompson 2003). 2002, Tartowski et al. 1997, De manera tradicional, la conservación de la naturaleza se ha basado en la selección Thompson 2003). Galante. Eduardo Foto: de áreas consideradas naturales o seminaturales, en las que se busca que exista En España tenemos algo más baja actividad humana (Usher 1991) y en cuya creación rara vez se toman en con- de 830 espacios naturales, sideración los insectos (Romo et al. 2007, Sánchez-Fernández et al. 2008). La de- de extensión variable, pro- signación administrativa de estos espacios protegidos en España ha respondido, en tegidos bajo diferentes ca- general a una política de conservación que pretende protegerlos de las actividades tegorías cubriendo el 12,9% humanas con exclusión incluso de gran parte, sino de toda, actividad agrosilvopasto- del territorio terrestre. A esto ril tradicional. Sin embargo, nuestros ecosistemas mediterráneos son el resultado de hay que añadir 1.865 lugares una larga actividad humana (García Antón et al. 2002, Lucio & Gómez Limón 2002, de la Red Natura 2000 que Micó et al. 2010) que ha conformado unos paisajes culturales (Monserrat 2009) representan el 27,32% del Campo de Alicante. ricos en diversidad entomológica (Sanways 1993, Zamora et al. 2006, Verdú et al. territorio español (EURO- 2000, Galante & Marcos-García, 2013). Esta actividad a lo largo de siglos ha confor- PARC España 2017). Sólo mado paisajes heterogéneos multifuncionales con sólidas redes ecológicas que pro- en el caso de declaración de Parque Nacional tiene competencia el estado (Ley 30/2014, de 3 de diciembre, Galante. Eduardo Foto: de Parques Nacionales), si bien su gestión corresponde Foto: Eduardo Galante. Eduardo Foto: en todo caso a la Comunidad Autónoma donde esté ubi- cado (Ley 30/2014, de 3 de diciembre, art. 21 de la ley). El resto de figuras de protec- ción del medio, así como los espacios incluidos en la Red Natura 2000, son responsa- Dehesa en Salamanca. bilidad de las Comunidades autónomas tanto en su gestión como conservación a través de reglamentos adminis- trativos. Teniendo en cuenta estas cifras, se podría afirmar que en España existe un grado aceptable de conservación de la biodiversidad, con una adecuada representa- ción de los ecosistemas del territorio español (Europarc España 2017), sin embargo, numerosas especies de insectos protegidos se encuentran fuera de cualquiera de estos espacios (Carrión y López Munguira 2001, Hernández-Manrique et al. 2012 a,b, Lobo et al. 2011, Romo et al. 2007). Una de las mayores carencias de este siste- ma lo encontramos en las especies ligadas a hábitats agrosilvopastoriles (Erhardt & Agapanthia asphodeli (Coleóptero fitófago). Thomas 1991, Galante 2005, 2008, Fry y Lonsdale 1991, Marcos-García y Galante,

18 19 Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida

Iniciativa privada y la conservación de la diversidad entomológica En general, la iniciativa de designación de espacios protegidos ha sido desarrollada Foto: Eduardo Galante. Eduardo Foto: casi en exclusiva por distintas administraciones, si bien existen numerosas experien- cias que ponen en valor la protección de especies y hábitats a través de iniciativas privadas. Cada vez es más frecuente la implicación de distintos colectivos sociales, organizaciones ciudadanas y particulares en la protección de la biodiversidad a tra- vés de plataformas como la de Custodia del Territorio de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica (https://fundacion-biodiversidad.es/es/biodi- versidad-terrestre/proyectos-propios/plataforma-de-custodia-del-territorio). Bajo este modelo de custodia, los propietarios y usuarios de terrenos, acuerdan mediante contrato, la conservación de los valores naturales y culturales tradicionales de sus territorios, recibiendo asesoramiento y apoyo a iniciativas de desarrollo sostenible (Basora Roca y Sabaté i Rotés 2006). A pesar de que ya existe un número relativamente considerable de áreas protegidas por iniciativa privada, son muy pocas las experiencias de protección de espacios basados en la singularidad o riqueza entomológica (Tim 2012). Quizás uno de los espacios más antiguos pro- tegidos por su diversidad de insectos, y en particular por su riqueza de mariposas,

es la Reserva Natural de El Galante. Eduardo Foto: Regajal-Mar de Ontígola en Cabañeros. el municipio madrileño de Aranjuez (González Granados 2013, Ramírez-Hernández et al.2014), ya que como se ha indicado, los paisajes et al. 2011), si bien existen rurales tradicionales no son generalmente tenidos en cuenta en los programas de algunas otras iniciativas protección del territorio, a pesar de prestar importantes servicios ecosistémicos (Ro- puntuales llevadas a cabo bertson y Swinton 2005, Losey et al. 2008). por diversas asociaciones naturalistas. Por este motivo, en el año Cerambyx wellensii (Coleóptero xilófago). 2012 la Asociación española de Entomología (AeE), creó como figura propia la Reserva Entomológica (http:// www.entomologica.es/index.php?d=conservacion) con el fin de apoyar e impulsar todo tipo de iniciativas de personas, organizaciones y administraciones locales que quieran desarrollar programas y proyectos de conservación y mejora de hábitats de invertebrados, en particular de artrópodos. La figura de Reserva Entomológica de la AeE trata de impulsar, apoyar y fortalecer proyectos e iniciativas que sirvan para la designación de áreas protegidas por albergar poblaciones de especies de artrópodos

20 21 Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida

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Asociación española de Entomología, (Tim 2012) y que constituye un reto para la AeE por involucrar a distintos sectores conservation and how to overcome them. Biolo- Valencia. sociales en la conservación de los artrópodos a través de la protección de sus hábi- gical Conservation 144: 2647–2655 Galante E., 2005. Diversité entomologique et tats, desarrollando al mismo tiempo programas divulgativos y educativos. Carrión, J. & M.Lopez Munguira, 2001. La con- activité agro-sylvo-pastorale. In Lumaret J.P., Crear una Reserva Entomológica de la AeE no es sólo un proceso de designación de servación de Mariposas diurnas en espacios S. Jaulin, F. Soldati, G. Pinault y P. Dupont protegidos. QUERCUS 184 (Junio): 12-17. (eds.). Conservation de la biodiversité dans les área, conlleva un compromiso de gestión y mantenimiento del estado de conserva- paysages ruraux européens. UPV/CIBIO/PNR Caspar A. Hallmann, Martin Sorg, Eelke Jonge- ción del espacio designado por parte del propietario o entidad responsable del mis- de la Narbonnaise en Méditerranée/OPIE-LR, jans, Henk Siepel, Heinz Schwan, Werner Sten- Montepellier. mo. En este proceso, la AeE lleva a cabo un seguimiento de la evolución del medio, mans, Andreas Mueller, Hubert Sumser, Nick prestando colaboración a los propietarios y gestores de la reserva. Es en definitiva Hofland, Thomas Hörren, Dave Goulson, Hans Galante E., 2008. Los Insectos, un microcosmos un proyecto participativo que pretende aunar esfuerzos y voluntades, y que si bien de Kroon, 2017. More than 75 percent decline megadiverso. En Biodiversidad Capítulo 5: 89- 113. Ed. Presidencia Generalitat Valenciana. ha sido impulsado por la AeE, en realidad el protagonismo tiene que ser de todos los over 27 years in total flying insect biomass in protected areas. 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22 23 Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida Los Insectos, esos pequeños seres imprescindibles para nuestra vida

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24 25 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

Ricardo Gómez Calmaestra Subdirección General de Biodiversidad y Medio Natural Ministerio para la Transición Ecológica

O EXISTE UNA VALORACIÓN completa y estandarizada N del estado de conservación de las aproximadamente 4.250 especies de lepidópteros presentes en España (unas 4.000 mariposas Calmaestra. Gómez R. Foto: nocturnas y unas 250 diurnas). No obstante, existen valoraciones par- ciales que, a través de la aplicación de los criterios de UICN, han permitido identificar algunas de las especies más amenazadas, especialmente en cuanto a las mariposas diurnas. En 1976 se realizó una primera apro- ximación (Viedma y Gómez-Bustillo, 1976), que sería actualizada nueve años más tarde (Viedma y Gómez-Bus- tillo, 1985). En esta actualización se identificaron las especies ibéricas que Polyommatus ripartii. entonces se consideraban más ame- nazadas, incluyendo tanto ropalóceros como heteróceros. De este modo, 8 especies se clasificaron en la categoría “En peligro de extinción”, 6 especies “Vulnerables” y 18 especies “Raras”. Durante la primera década de los años 2000 se elaboró una primera Lista Roja ge- neral para los invertebrados de España. Así, Galante y Verdú (2006) recopilaron 525 fichas de invertebrados, entre artrópodos y moluscos, de las cuales 19 correspon-

Polyommatus icarus. Calmaestra. Gómez R. Foto: 26 27 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

dieron a lepidópteros (7 especies “En peligro” y 12 “Vulnerables”) de las Familias Arctiidae, Herperiidae, Lycaenidae, , Nymphalidae, Tortricidae y Zygaeni- dae. Dos años más tarde, esta Lista Roja fue actualizada (Verdú y Galante, 2008), elevando a 37 el número de especies de lepidópteros que habían sido evaluadas. De este modo, a las Familias anteriormente citadas se unieron especies de otras nue- Foto: R. Gómez Calmaestra. Gómez R. Foto: vas, en particular Cossidae, Endromidae, Lasiocampidae, Nymphalidae, Papilionidae, Pieridae, Saturnidae y Sphyngidae. La distribución por categorías de las 37 especies consideradas incluyó 5 especies “En Peligro” y 13 “Vulnerables”, así como 8 “Casi Amenazadas”, 7 de “Preocupación menor” y 4 con “Datos Insuficientes”. En 2011, una nueva actualización de esta Lista Roja (Verdú et al., 2011) dejó en 36 el número de especies de Lepidópteros cuyo estado de conservación había sido analizado, con la siguiente distribución por categorías: 6 especies “En Peligro” y 9 “Vulnerables”; 11 especies “Casi Amenazadas”, 7 de “Preocupación menor” y 3 con “Datos Insuficientes”. La tabla 1 muestra las 36 especies evaluadas. En definitiva, la cifra de las especies evaluadas hasta el momento es poco repre- sentativa de la enorme diversidad de todo el grupo taxonómico (apenas un 0,85%), de manera que el conocimiento existente -especialmente para los lepidópteros

Satyrium spini.

nocturnos o heteróceros- debe considerarse sólo una primera aproximación, clara-

Foto: R. Gómez Calmaestra. Gómez R. Foto: mente incompleta, a su estatus de conservación real. Para los lepidópteros diurnos, el conocimiento del estado de conservación de las especies puede considerarse muy superior, si bien tampoco resulta completo. De hecho, el Plan Nacional para la Conservación de las Mariposas Españolas, elaborado por expertos de la Asociación Zerynthia y de Butterfly Conservation Europe (Monasterio et al., 2014) señala, entre sus objetivos a largo plazo, la necesidad de redactar un “Libro Rojo de los Lepidóp- teros Ibéricos” actualizado y ampliado, que incluya evaluaciones objetivas y reco- mendaciones para las especies seleccionadas, aplicables tanto a escala nacional como regional. Así, según la evaluación de la Lista Roja de Verdú et al. (2011), de las aproximadamente 250 especies de lepidópteros diurnos presentes en España, únicamente 6 especies (2,4%) estarían amenazadas.

Cupido minimus.

28 29 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

Nombre Categoría UICN (2007) Criterio UICN (2007) Familia Arctia festiva (Hufnagel, 1766) Casi amenazado - Arctiidae Artimelia latreillei (Godart, [1823] 1822) Vulnerable B1bc(ii,iii,iiv,v)c(ii,iii,iv) Arctiidae Coscinia romeii Sagarra, 1924 Vulnerable B1ab(ii, iv) Arctiidae dejeani (Godart, 1822) Preocupación menor - Arctiidae Foto: R. Gómez Calmaestra. Gómez R. Foto: Phragmataecia castaneae (Hübner, 1790) Casi amenazado - Cossidae Endromis versicolora (Linnaeus, 1758) Casi amenazado - Endromidae Pyrgus cinarae (Rambur, [1840]) Vulnerable B1ac(iii) Hesperiidae Pyrgus sidae (Esper, 1782) Vulnerable - Hesperiidae Eriogaster catax (Linnaeus, 1758) Datos insuficientes - Lasiocampidae Phyllodesma illicifolia (Linnaeus, 1758) Casi amenazado - Lasiocampidae Agriades zullichi Hemming, 1933 En peligro B2ac(ii,iii) Lycaenidae Lycaena helle (Dennis y Schiffermüller, 1775) En peligro B1ac(ii) Lycaenidae Phengaris nausithous (Bergsträsser, 1779) Casi amenazado - Lycaenidae Phengaris alcon (= Maculinea rebeli (Hirsche, 1904)) Casi amenazado - Lycaenidae Kretania hesperica (Rambur, 1839). Casi amenazado - Lycaenidae Polyommatus golgus (Hübner, [1813]) En peligro B2ac(i,ii) Lycaenidae Agrotis fortunata Draudt, 1937 En peligro B2ac(i,ii) Noctuidae Agrotis yelai Fibiger, 1990 En peligro A4ac; B2b(iv)c(iii) Noctuidae Eremopola (Eremochlaena) orana (H. Lucas, 1894) En peligro A4ac; B1b(i,ii,iii)c(i,ii) Noctuidae Eremopola (Eremopola) lenis (Staudinger, 1892) En peligro A4ac; B1ac(i,ii) Noctuidae Hadjina wichti (Hirschke, 1904) Vulnerable B1ab(ii, iii) Noctuidae Chazara prieuri (Pierret, 1837) Casi amenazado - Nymphalidae Erebia epistygne Hübner, 1824 Preocupación menor - Nymphalidae Lysandra caelestissima. Lopinga achine (Scopoli, 1763) Vulnerable A2ac Nymphalidae Melitaea aetherie (Hübner, 1826) Casi amenazado - Nymphalidae Todo ello pone de manifiesto, por una parte, la necesidad de actualizar la informa- Pseudochazara hippolyte Esper, 1784 Casi amenazado - Nymphalidae ción disponible para evaluar el estado de conservación de los lepidópteros. Por otra, Parnassius apollo (Linnaeus, 1758). Preocupación menor - Papilionidae en última instancia, podría ser de interés en el futuro valorar si las metodologías y Parnassius mnemosyne (Linnaeus, 1758) Preocupación menor - Papilionidae categorías UICN resultan realmente efectivas para describir el riesgo de extinción de Euchloe bazae Fabiano, 1993 Casi amenazado - Pieridae las diferentes especies de lepidópteros. Actias isabelae (Graells, 1849) Preocupación menor - Saturnidae Al margen de las valoraciones realizadas con las categorías de UICN, existe otra va- Hyles hippophaes (Esper, [1793]) Datos insuficientes - Sphingidae Proserpinus proserpina (Pallas, 1772) Preocupación menor - Sphingidae loración que presenta como característica fundamental que se trata de información Clepsis laetitiae Soria, 1997 Vulnerable D2 Tortricidae oficial. Se trata de las valoraciones del estado de conservación que se deben realizar carniolica (Scopoli, 1763) Casi amenazado - para valorar la aplicación de las directivas comunitarias en materia de biodiversidad. Zygaena ignifera Korb, 1897 Vulnerable B2ab(i,ii,iii) Zygaenidae En este caso, la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa Zygaena nevadensis Rambur, 1858 Preocupación menor - Zygaenidae a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (conocida TABLA 1. Estado de conservación de las 36 especies de lepidópteros evaluadas para toda España. como directiva de hábitats), incluye en sus anejos hasta 11 especies de lepidópteros Fuente: Verdú et al. (2011). En gris se señalan las especies de lepidópteros diurnas. que están presentes en España. De este modo, en aplicación del artículo 17 de esta directiva, debe realizarse una evaluación -cada seis años- del estado de conserva- ción para cada especie en cada una de las regiones biogeográficas en las que está presente.

30 31 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

Estas evaluaciones Especies Región Rango Población Hábitat Futuro Final se realizan a través Parnassius mnemosyne ALP U1 U1 U1 U1 U1 del análisis de cuatro Parnassius apollo ALP XX XX XX XX XX variables para llegar Parnassius apollo ATL XX XX XX XX XX a una conclusión final Parnassius apollo MED XX XX XX XX XX Foto: R. Gómez Calmaestra. Gómez R. Foto: mediante la aplicación Phengaris arion ATL XX XX XX XX XX de una matriz. De este Phengaris arion ALP XX XX XX XX XX modo, a través del Phengaris arion MED XX XX XX XX XX conocimiento de la Phengaris nausithous ATL XX XX XX XX XX Phengaris nausithous MED XX XX XX XX XX distribución, se analiza Polyommatus golgus MED XX XX XX XX XX el rango geográfico de Euphydryas aurinia ALP FV FV FV XX FV cada especie, en es- Euphydryas aurinia ATL FV FV FV XX FV pecial sus tendencias Euphydryas aurinia MED FV FV FV XX FV a corto y largo plazo. Lopinga achine ATL U1 U1 U1 U1 U1 De manera similar, Eriogaster catax ALP U1 U1 U1 U1 U1 Zerynthia rumina. el conocimiento del Eriogaster catax ATL U1 U1 U1 U1 U1 tamaño poblacional Eriogaster catax MED U1 U1 U1 U1 U1 debe permitir determinar la dirección y magnitud de la tendencia poblacional, a Actias isabelae ALP XX XX XX XX XX corto y largo plazo. Por otra parte, se compara el hábitat potencial con el ocupado Actias isabelae MED XX XX XX XX XX Proserpinus proserpina ATL XX XX XX XX XX por la especie, informando también sobre las tendencias del mismo. Y finalmente, se Proserpinus proserpina MED XX XX XX XX XX determinan las presiones y amenazas que pesan sobre la especie a fin de valorar las Callimorpha quadripunctaria ALP U1 U1 FV U1 U1 perspectivas futuras. Callimorpha quadripunctaria ATL U2 U2 FV U1 U2 Con estas cuatro valoraciones se lleva a cabo una valoración final o global para cada Callimorpha quadripunctaria MED U1 U1 U1 U1 U1 especie en cada región biogeográfica. En la tabla 2 se muestras los resultados de es- Códigos estado de conservación: tas valoraciones presentadas por España para el periodo 2007-2012. La información XX Desfavorable. U1 Desfavorable inadecuado. U2 Desfavorable malo. FV Favorable. proviene de las diferentes administraciones públicas. Lo más relevante para el caso de los lepidópteros es el elevado número de casos en Códigos regiones biogeográficas: los que la valoración del estado de conservación es “Desconocido” (XX). Así, en 13 ALP Alpina. ATL Atlántica. MED Mediterránea de las 24 fichas no se pudo valorar el estado de conservación por falta de informa- TABLA 2. Estado de conservación de 11 especies de lepidópteros incluidos en los anejos de la ción. En otras 11 fichas (correspondientes a cinco especies) si fue posible realizar Directiva comunitaria 92/43/CEE, de hábitats, que están presentes en España. Evaluación del la valoración. Únicamente una de estas cinco especies (Euphydryas aurinia) obtuvo sexenio 2007-2012. Se muestra la valoración para las cuatro variables en cada una de las regiones una valoración final “Favorable”. Para las otras cuatro especies evaluadas la valora- biogeográficas en las que está presente cada especie, así como la valoración final. Nota: la lista de especies para España no incluye a Lycaena helle, ya que esta especie ha sido redes- ción fue “Desfavorable” (U1 y U2, véase la tabla 2). cubierta en España hace relativamente poco tiempo. Por otra parte, mientras se elaboraba este libro, España preparaba el informe correspondiente al sexenio 2013-2018 para su envío a la Comisión euro- pea. Los resultados no se han podido incluir al no ser definitivos.

32 33 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

De nuevo se pone de manifiesto la necesidad de contar con información que permita cies Silvestres en Régimen de satisfacer estos requerimientos (en este caso, el cumplimiento de una directiva co- Protección Especial (art. 56.1 munitaria). Esta información debe obtenerse mediante seguimientos permanentes de la Ley 42/2007). Dentro de con métodos estandarizados. En este sentido, la implantación de programas como este listado “…se establece el el “Butterfly Monitoring Scheme” en España pueden resultar de gran utilidad en el Catálogo Español de Especies Foto: R. Gómez Calmaestra. Gómez R. Foto: futuro. Amenazadas que incluirá, cuan- do exista información técnica Estado de protección actual de los lepidópteros en España o científica que así lo aconseje, En el ámbito estatal, los lepidópteros, como el resto de la fauna, se encuentran suje- los taxones o poblaciones de la tos al régimen de protección general que otorga el artículo 54.5 de la Ley 42/2007, biodiversidad amenazada” (art. de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Dicho régimen 58.1 ley 42/2007). El catálogo general se concreta en la prohibición de “dar muerte, dañar, molestar o inquietar contempla dos categorías: Coenonympha glycerion. intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o “Vulnerable” y “En peligro de la fase de su ciclo biológico. Esta prohibición incluye su retención y captura en vivo, extinción”. Las comunidades la destrucción, daño, recolección y retención de sus nidos, de sus crías o de sus autónomas pueden crear sus propios catálogos y listados, contemplando, como mí- huevos, estos últimos aun estando vacíos, así como la posesión, transporte, tráfico nimo, las especies incluidas en los instrumentos estatales. y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio La inclusión de una especie, subespecie o población en el listado y/o catálogo supo- exterior”. ne las mismas prohibiciones que para las únicamente amparadas por el régimen de Estas prohibiciones no se aplican en supuestos con regulación específica (aunque protección general. Sin embargo, en este caso, las administraciones competentes, al sólo para especies que no gocen de protección especial). Así, por ejemplo, la exis- contrario que para las especies que están sólo amparadas por la protección general, tencia de normativa sectorial al respecto posibilita realizar fumigaciones para el deben realizar una serie de actuaciones positivas, y no solo controlar el cumplimien- control de lepidópteros que constituyen plagas forestales. to de las prohibiciones. Así, para las especies incluidas en el listado, es precisa la Los taxones que quedan únicamente protegidas por este régimen general presentan evaluación periódica de su estado de conservación (art. 56.3); las que estén inclui- una protección que podría denominarse como “pasiva”. Es decir, las administracio- das en el catálogo, además, requieren de la elaboración, aprobación y aplicación nes competentes no están obligadas a realizar actuaciones para estas especies, con de un plan de conservación o de recuperación (según la categoría, “En peligro de la excepción del control del cumplimiento del mencionado artículo 54.5. En caso extinción” y “Vulnerable”, respectivamente). de infracción, se aplica el régimen de sanciones administrativas que establece la En caso de infracción, se aplican las sanciones que establece la Ley 42/2007 (inclu- propia Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad en su Título VI. Por ejemplo, yendo la posibilidad de sanciones “muy graves”) y, especialmente, cabe destacar la la captura y retención de ejemplares de especies no sujetas a protección especial posible aplicación de responsabilidad penal. Así, la Ley orgánica 10/1998, de 23 de no aparece especificada entre las infracciones que cita el artículo 80 de la ley, de noviembre, del Código Penal, establece la posibilidad de pena de prisión e inhabili- manera que vendrían contempladas en el apartado x) de este mismo artículo (“El tación especial (art. 334) a quien cace, pesque, adquiera, posea o destruya especies incumplimiento de los demás requisitos, obligaciones o prohibiciones establecidos protegidas de fauna silvestre; trafique con ellas, sus partes o derivados de las mis- en esta ley”). Para ello, establece la posibilidad de que según el caso, se trate de una mas; realice actividades que impidan o dificulten su reproducción o migración; la infracción grave o leve, contemplando sanciones que pueden oscilar entre 3.001- misma pena se impondrá a quien, contraviniendo las leyes u otras disposiciones de 200.000 euros en el primer caso y entre 100-3.000 euros en el segundo. carácter general, destruya o altere gravemente su hábitat. Además de este régimen general, aquellas especies “…merecedoras de una aten- También es importante señalar que las Comunidades Autónomas, en el ámbito de ción y protección particular en función de su valor científico, ecológico, cultural, por sus competencias, han desarrollado sus propios listados y catálogos, en los que se su singularidad, rareza, o grado de amenaza, así como aquellas que figuren como incluyen, al menos, las especies que contempla el Listado estatal que están presen- protegidas en los anexos de las Directivas y los convenios internacionales ratificados tes en sus territorios. Estos listados y catálogos regionales pueden ser ampliados a por España”, reciben una protección especial formando parte del Listado de Espe- todas aquellas especies que las diferentes administraciones autonómicas conside-

34 35 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

ren merecedoras de protección especial en su ámbito territorial. Por otra parte, ya se ha mencionado en el anterior apartado que algunas especies de lepidópteros presentes en España se encuentran incluidas en uno o varios de los anejos de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. En concreto, hay 6 especies incluidas en el anejo II (“Especies animales y vegetales de interés Calmaestra. Gómez R. Foto: comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de conservación”), 9 especies –muchas coincidentes con las anteriores- incluidas en el anejo IV (“Especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta”) y una especie en el anejo V (“Especies animales y vegetales de interés comunitario cuya recogida en la naturaleza y cuya explotación pueden ser objeto de medidas de gestión”). La tabla 3 especifica las especies contempladas en los anejos de la Directiva de hábitats. Se trata, en el primer caso, de especies para las que hay que declarar LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) y, posteriormente, ZEC (Zonas Especiales de Conservación), a incluir en la Red Natura 2000. En el segundo caso (anejo IV de la Directiva) se trata de especies que deben gozar de un régimen especial de protección; y, en el último caso (anejo V), de especies cuyo aprovechamiento, gestión o control sería posible de forma regulada siempre que no se ponga en peligro a las poblaciones naturales. Pyrgus malvoides. Esta Directiva comunitaria ha sido transpuesta al ordenamiento jurídico español a A la vista de todo lo anterior, ¿cómo se concreta esta protección legal en el caso de los través de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodi- versidad. lepidópteros españoles? Actualmente, todas las especies -4250 aproximadamente- están sujetas al régimen de protección general. Adicionalmente, 13 especies están in- Anejo II Anejo IV Anejo V cluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y tres Nombre científico de la Directiva de la Directiva de la Directiva Callimorpha quadripunctaria X Nombre científico Nombre vulgar Categoría del Catálogo Eriogaster catax X X Eriogaster catax Euphydryas aurinia X Euchloe bazae En peligro de extinción Actias isabelae X X Euphydryas aurinia Lopinga achine X Actias isabelae Lycaena helle X X Hyles hippophaes Phengaris arion X Lopinga achine Phengaris nausithous X X Lycaena helle Parnassius apollo X Phengaris arion Parnassius mnemosyne X Phengaris nausithous Hormiguera oscura Vulnerable Polyommatus golgus X X Parnassius apollo Proserpinus proserpina X Parnassius mnemosyne Polyommatus golgus Niña de Sierra Nevada En peligro de extinción TABLA 3. Protección que confiere la Directiva de hábitats a los Proserpinus proserpina lepidópteros presentes en España. En gris se señalan las especies de lepidópteros diurnas. TABLA 4. Lepidópteros incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Nota: el anejo II de la directiva corresponde al anejo II de la ley 42/2007; el anejo Régimen de Protección Especial. Se señalan aquellas especies incluidas, IV de la directiva corresponde al anejo V de la ley; y el anejo V de la Directiva asimismo, en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. corresponde al anejo VI de la ley. En gris se señalan las especies de lepidópteros diurnas.

36 37 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

de ellas están incluidas Estado de conservación Protección especial en el Catálogo Español Especies (UICN) a escala estatal Artimelia latreillei VU de Especies Amena- Coscinia romeii VU zadas. Esta protección Agriades zullichi EP especial deriva del es- Lycaena helle EP Listado Foto: R. Gómez Calmaestra. Gómez R. Foto: tado de conservación Polyommatus golgus EP Catálogo “En peligro de extinción” Agrotis fortunata EP de una especie y/o de Agrotis yelai EP haber sido incluido en, Eremopola (Eremochlaena) orana EP al menos, el anejo IV Hadjina wichti VU Lopinga achine VU Listado de la Directiva de há- Clepsis laetitiae VU bitats, que exige pro- Zygaena ignifera VU tección estricta para TABLA 5. Comparativa entre el estado de conservación (Verdú et las especies que en él al. 2011) y el estatus de protección especial a escala estatal de los se incluyen. La tabla 4 lepidópteros en España. Se han considerado únicamente las especies Gegenes nostrodamus. muestra las diferentes en categorías UICN de amenaza. En gris se señalan las especies de especies y su estatus lepidópteros diurnas. de protección a escala nacional. Debe tenerse en cuenta que existe un claro sesgo en el Listado y Catálogo hacia la En el caso de los lepidópteros españoles, parece que el principal problema que flora y la fauna de vertebrados, mientras que los invertebrados se encuentran infra- podría estar sesgando el ajuste entre estado de conservación y estatus de protec- rrepresentados (véase, por ejemplo, Galante et al., 2015). Ello se debe, sin duda, al ción sería el conocimiento. Si analizamos la información disponible, comprobamos mayor desconocimiento que existe en cuanto a los parámetros “clásicos” que se uti- que 12 especies se encuentran en alguna de las categorías de amenaza que define lizan para valorar el estado de conservación (población, distribución, tendencias…) UICN: “En peligro crítico”, “En peligro”, “Vulnerable” (véase la tabla 5). respecto de flora vascular o de fauna vertebrada. Se desprende de la anterior tabla que no parece existir correspondencia entre las Finalmente, cabe preguntarse como es el ajuste entre el estado de conservación y especies con estado de conservación más comprometido y su nivel de protección, el de protección de los lepidópteros españoles. En el caso ideal, debería existir un excepto en el caso de tres especies de lepidópteros diurnos. Las ocho especies de ajuste perfecto, es decir, las especies más amenazadas deberían contar con el régi- lepidópteros nocturnos evaluadas no cuentan con protección especial. men de protección más estricto. Por tanto, para llegar a este equilibrio entre estado de conservación y protección No obstante, hay diferentes cuestiones a tener en cuenta que hacen que este ajuste especial resulta preciso ampliar el conocimiento sobre el estado de conservación de no sea perfecto. En primer lugar, el conocimiento del estado de conservación, como las especies de lepidópteros. Con esta información, será posible aplicar los “Criterios ya se ha indicado anteriormente, aunque creciente, dista todavía de ser el adecuado. orientadores para la inclusión de taxones y poblaciones en el Catálogo Español de Conocer el estado de conservación depende de contar con información suficiente Especies Amenazadas” (aprobados mediante Resolución de 6 de marzo de 2017, de para poder aplicar métodos estandarizados (por ejemplo, las categorías UICN) y, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, por la que especialmente, de disponer de series temporales de datos amplias para poder va- se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 24 de febrero de 2017, por el que lorar la evolución de los efectivos poblacionales y del área de distribución de cada se aprueban los criterios orientadores para la inclusión de taxones y poblaciones en especie en diferentes momentos temporales. Todo ello limita considerablemente la el Catálogo Español de Especies Amenazadas). Tras la aplicación de estos criterios, posibilidad de este ajuste ideal. será posible proponer la actualización de los instrumentos legales para la protección Además del conocimiento científico, otras variables (como las posibilidades de ges- de las especies a escala estatal. tión, incluyendo los costes que implica; o la existencia de opinión pública contraria) pueden hacer que, en determinadas ocasiones, una especie no reciba protección legal, aunque por su estado de conservación pudiera requerirlo.

38 39 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España

Otras herramientas legales para la conservación de los lepidópteros en España Además de la protección legal que otorga el régimen de protección especial que ya afecta a algunas especies de lepidópteros, existen otras dos herramientas relevan- tes para su conservación, reguladas ambas por el artículo 60 de la Ley 42/2007, de Calmaestra. Gómez R. Foto: 13 de marzo, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. La primera son las Estrategias de conservación, que constituyen criterios orientado- res con el diagnóstico y las principales actuaciones a realizar para la recuperación de las especies más amenazadas. Las Estrategias son elaboradas conjuntamente entre las comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica y suponen un documento de referencia a la hora de elaborar los correspondientes planes de recuperación por parte de las diferentes comunidades autónomas. Las Estrategias no se han aplicado todavía a ninguna especie de lepidóptero, y constituyen buenas candidatas a ello aquellas especies más amenazadas que se encuentran en varias comunidades autónomas, de manera que procede definir directrices comunes apli- cables a su conservación. Más relevante es la posible declaración de una especie como “En situación crítica”. Se aplica en el caso de existir un riesgo evidente e inmediato de extinción y requiere Melitaea phoebe. de actuaciones urgentes por parte de las administraciones implicadas. Hasta el momento se han declarado en España siete especies “En situación crítica” (no es ¿Por qué unas bases técnicas para la conservación de los una categoría del Catálogo Español de Especies Amenazadas) pero ninguna de ellas pertenece al grupo de los lepidópteros. Para su declaración, se aplican unos criterios lepidópteros en España? específicos que se contienen en la antes citada Resolución de 6 de marzo de 2017, El somero análisis realizado muestra que, por una parte, existe un conocimiento de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural. parcial sobre el estado de conservación de los lepidópteros en España. Por otra, a La declaración de una especie en esta situación jurídica implica que las actuaciones pesar de ello, es indudable que algunas especies se encuentran en un estado de para su recuperación se consideran de interés general y podrán tramitarse por pro- conservación desfavorable. Además, el ajuste entre este estado de conservación y la cedimiento de urgencia. Además, la declaración de una especie en esta situación la protección especial que se otorga, a escala estatal, a las diferentes especies, podría pone en situación de prioridad respecto al resto de especies. Por tanto, los recursos ser mejorado. disponibles –especialmente económicos- se emplearán con carácter preferente De este modo, se hace preciso disponer de mayor conocimiento sobre este grupo para la recuperación de estas especies. Entre los lepidópteros presentes en España taxonómico -en cuanto a su estado de conservación- para avanzar hacia el ajuste no se ha realizado una valoración de si alguna especie podría ser declarada en el fu- mencionado pero, al mismo tiempo, se hace necesario disponer de información que turo en esta categoría, (ejercicio que podría ser relevante realizar, por ejemplo, para permita a los gestores reaccionar ante la situación actual de las especies más ame- Lycaena helle o Euchloe bazae, entre otras). Una vez más, la disponibilidad de infor- nazadas para mejorar su estado de conservación. mación sobre el estado de conservación resultaría fundamental para poder aplicar Por todo ello, es necesario disponer de herramientas para el conocimiento que esta herramienta a las diferentes especies de lepidópteros. puedan ser aplicables a la gestión de las especies más amenazadas. Estas Bases Técnicas para la Protección de los Lepidópteros Amenazados de España cumplen ese papel, ofreciendo un conjunto de fichas elaboradas para las diferentes especies. La ficha de cada especie incluye información sintética que resulta muy relevante y que sin duda que facilitará, en el futuro, la tarea de ajustar cada especie amenazada

40 41 Estado de conservación y protección de los lepidópteros en España Apolo Parnassius apollo (Linnaeus, 1758) a su estatus de protección legal adecuado. Además, están enfocadas a recopilar información útil para la gestión (incluyen los requerimientos de hábitat, el área de distribución, aspectos biológicos más relevantes, problemática de conservación y, especialmente, una propuesta de medidas de conservación). Así, las medidas que se proponen son realistas y aplicables, y consideran tanto as- pectos ecológicos como sociales, incluyendo los usos existentes en el territorio. Por Alberto Tinaut1 tanto, constituyen una herramienta de apoyo de indudable utilidad para que, desde Juan Gabriel Martínez1 la gestión se pueda avanzar en garantizar la conservación de los lepidópteros en José Miguel Barea-Azcón2 España.

Bibliografía

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1.- Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias, Campus de Fuentenueva, 18071 Granada. [email protected]; [email protected] 2.- Agencia de Medio Ambiente y Agua, Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible

Foto: J. Miguel Barea-Azcón. Miguel J. Foto: (Junta de Andalucía), C/ Minerva 7, 18014 Granada. 42 [email protected] Apolo (Parnassius apollo)

sombreado en negro que pre- sentan sus alas anteriores y posteriores y al mismo tiem- po por presentar áreas tras- lúcidas sobre todo en el pri- Foto: J. Miguel Barea-Azcón. Miguel J. Foto: mer par de alas (Foto pági- Barea-Azcón. Miguel J. Foto: na 44). Los machos, de me- nor tamaño (entre 6 y 8 mm) suelen tener un fondo blanco limpio (Foto página 43), sobre el que destacan las manchas Larva de último instar alimentándose de la planta nutricia, Sedum negras de las alas anteriores amplexicaule. y los ocelos de las posterio- res. El reverso es muy similar al anverso en ambos casos, aunque con los trazos y man- chas algo más débiles. Recién eclosionados suelen tener un Barea-Azcón. Miguel J. Foto: tono amarillento que les des- aparece al poco tiempo (Foto página 45). La larva es también muy fácil- Descripción mente identificable y distin- Ficha Técnica guible del resto de las espe- El adulto es una maripo- Ya más cerca, los ocelos ro- Nombre común: cies. Llega a alcanzar los tres Apolo. sa muy característica por su jos o naranja de las alas pos- cm. De color negro con ocelos tamaño, de hecho en nues- teriores bordeados de negro, de color naranja en el punto de Hembra de Apolo recién emergida de la pupa. Notese el tinte amarillen- Nombre científico: to de las alas y la ausencia de sphragis. tras montañas es la maripo- la hacen inconfundible. Las Parnassius apollo inflexión entre la región dorsal sa de mayor envergadura. A alas anteriores son predomi- y pleural, en cada uno de los (Linnaeus, 1758). de África del norte. Por tanto ra Cantábrica, Pirineos) desde una cierta distancia su color nantemente blancas con al- segmentos (Foto pág. 45). Nombre en inglés: su hábitat va a estar muy con- los 1.000 m hasta los 2.000 m blanco con manchas negras gunas manchas negras en- Apollo. dicionado por la latitud en la o muy por encima de ellos, en podría confundirla con algu- tre la celda discoidal y el bor- Hábitat que se encuentre. prados y matorrales de mon- Envergadura alar: na especie del género Mela- de anterior, y una mancha 76 cm Es una especie que vive dis- tañas meridionales, desde 80 cm. nargia o incluso a veces, por circular negra cerca del bor- tribuida por toda la región Pa- En la península ibérica apare- los 2.000 m hasta los 2.800 su vuelo oscilante de pla- de posterior. Las hembras leártica, desde Japón has- ce en el límite superior de los m, encontrándose algunos in- neo, se puede confundir con se distinguen porque sue- ta la península escandinava y bosques de coníferas en las dividuos incluso por encima la Aporia crataegi, pero el ta- len ser mayores que los ma- desde el Himalaya hasta Sie- montañas del norte peninsu- de los 3.000 m de altitud en maño las separa claramente. chos (entre 7 y 8 cm), por el rra Nevada. No se le conoce lar (Montes de León, Cordille- el caso de Sierra Nevada. En

44 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA APOLO | 45 Apolo (Parnassius (Parnassius apollo) apollo) Foto: Alberto Tinaut. Foto:

Citas posteriores a 1999.

Citas anteriores al año 2000.

Sin información exacta de la fecha.

Valle de Urbía. Distribución de Parnassius apollo. la meseta norte se conocen berguen a alguna de estas Área de distribución tema central hasta el extremo do rápidamente hasta mayo o poblaciones en parameras y especies serán propicios pa- Biología de la especie En la península ibérica ocu- oriental de Guadarrama y por junio, según la latitud y la alti- estepas, algunas de ellas si- ra su reproducción. Otro limi- Univoltina, los huevos son pa la mayor parte de las mon- tud. Esta especie presenta tuadas sobre mesetas o pro- tante para sus poblaciones es último en la Penibética en Sie- depositados por las hembras tañas del norte y del sudeste. cinco estadios larvarios. Una montorios que se elevan so- la presencia de plantas con rra Nevada, sierra de Filabres durante el verano y perma- A grandes rasgos esta espe- vez llegan a su tamaño máxi- bre el paisaje circundante. flor que provean néctar a los y sierra de María. Algunas po- necen en esta situación todo adultos. Especialmente im- cie vive en prácticamente todo blaciones han desaparecido el invierno, aunque pare- mo se entierran en el propio Su planta nutricia son dife- portantes son determinadas el Pirineo, algunas montañas como la que existía en la sie- ce que según la meteorología suelo o bajo piedras y crisali- rentes especies del género especies de los géneros Car- del país vasco como Aizko- rra de Gádor y en algunos pun- podrían eclosionar las prime- dan. La eclosión de los adultos Sedum (S. album, S. ample- dus, Thymus, Jurinea, Jasione rri, Aralar, Urbasa, en la cor- tos concretos de Guadarrama, ras larvas antes del invierno está muy condicionada por e incluso Anthyllis. xicaule, S. forsterianum, S. dillera cantábrica, montes de estando otras poblaciones en y pasar esta estación como la latitud y la altitud. Así por sempervivum, S. telephium y León, Galicia, sistema ibérico claro peligro de extinción. larva I. Durante la primavera ejemplo en las montañas del S. brevifolium), por tanto só- desde la Sierra de la Deman- estas larvas se alimentan de norte peninsular los adultos lo aquellos hábitats que al- da hasta Javalambre, en el sis- sus plantas nutricias crecien- pueden aparecer excepcio-

46 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA APOLO | 47 Apolo (Parnassius (Parnassius apollo) apollo)

nalmente a finales de mayo o Efectos del cambio zo montañoso, el seguimien- podido comprobar de forma habitualmente en junio, mien- climático to durante la última década empírica para las mariposas tras que en Sierra Nevada los pone de relieve el crecimiento de la Sierra de Guadarrama Intentando separar ambos adultos aparecen en las zonas de determinadas poblaciones en las que se ha detectado un Foto: Alberto Tinaut. Foto: efectos, pensamos que el bajas, a unos 1.800 metros de asentadas en cotas superio- incremento en altitud de 212 cambio climático puede ser la altitud, a mediados de junio y res y sectores más húmedos m junto con una elevación de causa principal para la desa- se van sucediendo las eclosio- y el declive de otros núcleos temperatura de 1,3 ºC en trein- parición o enrarecimiento en nes en altitud durante el mes de población ubicados en co- ta años, para 16 especies de nuestro país de las poblacio- de julio. A mediados de agosto tas inferiores y emplazamien- mariposas, entre las que se en- nes más meridionales como es muy raro que se observen tos más áridos. En las monta- cuentra la Parnassius apollo. es el caso de la subespecie P. algunos ejemplares en vuelo. ñas de mayor altitud, la espe- apollo gadorensis de la sierra Es obvio que este efecto cli- Sin embargo, como se enfati- cie dispone de la posibilidad de Gádor (Almería) que se ha mático será más drástico en za más arriba, este patrón es de realizar deplazamientos al- dado por extinguida desde la aquellas montañas en las que muy variable, habiéndose des- Sierra de la Demanda. titudinales buscando situacio- década de los noventa. En el su techo altitudinal esté muy crito en Sierra Nevada que un nes ecológicas más frescas caso de otras dos subespe- limitado, como puede ocu- incremento de la temperatura para contrarrestar los efec- cies de la Penibética, P. apo- rrir con todos aquellos siste- de 1ºC involucra un adelanto tos del calentamiento. Este es llo filabricus (Sierra de Fila- mas montañosos, sobre to- de 8,34 días en la fecha media el caso de Sierra Nevada (con bres-Baza, en Almería y Gra- do meridionales, cuya altitud de vuelo para esta especie. sus más de 3.400 msnm.), en

Foto: J. Miguel Barea-Azcón. Miguel J. Foto: nada) y P. apollo mariae (Sie- sea inferior a los 2.000 m, ya donde se ha constatado en al- rra de María, en Almería) sus que como es obvio, las espe- Problemática de gunos casos como la pobla- poblaciones en la actualidad cies no pueden subir en alti- ción del Puerto de la Ragua conservación cuentan con un número de tud más allá de los propios lí- (Sierra Nevada), que por los Sólo se ha citado la existen- efectivos muy bajo y su situa- mites físicos de las monta- años 50 y 60 estaba por deba- cia de un depredador natu- ción consideramos que es crí- ñas en las que se alojan. Pe- jo de los 2.000 m de altitud y ral, en concreto un himenóp- tica. Algo similar se ha seña- ro esto no quiere decir que que en la actualidad aparece tero parasitoide de la fami- lado para las poblaciones de en macizos como Sierra Ne- sólo por encima de los 2.250 lia Anomaloninae, Erigorgus esta especie en Penyagolosa vada o Pirineos, con un techo m. Un problema adicional es la apollinis que supuestamente (Castellón), Parque Natural altitudinal aún muy por en- reducción que se produce en ataca a las larvas y emerge de donde se está realizando una cima de los requerimientos el área disponible para la es- las pupas (Shaw et al., 2009). experiencia de traslocación actuales de esta u otras es- Sierra Nevada. pecie en emplazamientos si- Sin embargo no hay informa- de larvas con resultados ini- pecies, compensar los efec- tuados a mayor altitud. Esto es ción que permita estimar la ciales (junio, 2019) positivos. tos del cambio climático con na otra especie de parasitoi- triba en la destrucción y al- debido a la forma cónica de las magnitud del posible efecto Las poblaciones de Sierra Ne- una elevación altitudinal es- de que pudiera influir de for- teración de su hábitat y en el montañas, con mayor superfi- de este parasitoide sobre las vada se encuentran sin em- té exento de dificultades. Pa- ma importante en el éxito re- cambio climático. cie en su base. poblaciones de apolo. Por lo productor de esta mariposa. bargo en una situación relati- ra ello habría que esperar que tanto sería muy interesante vamente buena, con algunos Los resultados encontrados la subida en altitud sea sin- y necesario estudiar a fondo En la actualidad el mayor pe- núcleos con un alto número en Sierra Nevada están en crónica para la planta hués- la existencia de esta o algu- ligro para su conservación es- de individuos. En este maci- consonancia con lo que se ha ped y la mariposa, y este as-

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pecto es difícil de predecir. En acceso, o la canalización de que faciliten la adecuación de  Potenciar estudios sobre el evitar la construcción de cualquier caso son necesa- agua para fabricar nieve arti- la carga ganadera en paisajes estado de las poblaciones, infraestructuras (carrete- rios estudios más detallados ficial) se debe eliminar o re- de montaña. sobre todo es prioritario ras, estaciones de esquí, en áreas como Sierra Neva- ducir lo máximo posible. conocer el número de indi- etc.) que ejercen una gran En general, para poder lle- da para entender mejor este viduos del que constan las presión turística, aceleran- Otra actividad que supone un var a cabo exhaustivas polí- proceso de subida altitudinal, poblaciones más deficita- do la degradación del mis- grave perjuicio para la super- ticas de conservación, se de- hasta qué punto se produce, y rias y su tendencia a lo lar- mo en pocos años. vivencia de esta especie es el bería revisar el estatus de las qué mecanismos son respon- go de los años. sobrepastoreo ya que la des- numerosas subespecies des- Mantener las prácticas tra- sables de ello. aparición de su planta nutri- critas. Una vez conocidos estos dicionales de ganadería de Por ello pensamos que de- cia conlleva directamente la datos realizar un segui- montaña, evitando el so- bido a que la especie tiene imposibilidad de su supervi- Necesidades de miento de las poblaciones brepastoreo con el fin de un gran interés y constituye, vencia. Este efecto pensamos conservación de esta especie, que per- conservar los pastizales en además, un excelente bioin- que está afectando de forma mitiría además la compa- condiciones idóneas. Gestión del hábitat dicador del calentamien- importante a algunas pobla- ración entre distintos nú- Promover trabajos selví- mediante custodia del to global, deberían realizarse ciones de las montañas del cleos poblacionales de la colas de naturalización en territorio estudios demográficos para País Vasco y Álava, como en península ibérica. masas forestales ubicadas conocer exactamente el es- Aizkorri o en Urbasa en las En el caso de la Parnassius Desarrollar estudios acerca en zonas potenciales para tado de las poblaciones, es- que, en nuestra opinión, el ex- dado que la mayor parte o de la biología de esta mari- la distribución de esta es- tudios que deberían conside- cesivo número de cabezas de la totalidad de las poblacio- posa, como por ejemplo so- pecie. La naturalización de rarse prioritarios ya que pue- ganado ovino y vacuno princi- nes se encuentran incluidas bre aspectos ecológicos de los bosques permitiría su den aportar información del palmente ha eliminado prác- en territorios ya protegidos a su larva, ciclo de vida, in- recolonización por parte de efecto del cambio climático ticamente todo el matorral nivel de Parques Naturales o fluencia del cambio climá- la mariposa apolo, lo cual sobre el ecosistema en gene- y la planta nutricia, quedan- Parques Nacionales, la custo- tico en la duración de cada constituye una importan- ral y su respuesta. do reducida a pequeños en- dia del territorio no la vemos una de las fases y su relación te herramienta de adapta- claves rocosos en donde se ción a los efectos del cam- aplicable. con el éxito reproductor. Alteración del hábitat pueden ver volando ejempla- bio climático. Programa de Contribuir, en la medida La presión turística en áreas res de Parnassius, pero en un  seguimiento de lo posible, a desarrollar Evitar la recolección de de montaña (p. ej. en Sierra número muy bajo. Dicho esto, ejemplares. Nevada, en la región Medite- también es importante enfati- Proteger y conservar el há- medidas de adaptación de  rránea o en los Pirineos) es zar que la ausencia de gana- bitat de esta especie y sus los ecosistemas ocupados Educación ambiental y sen- otro factor de amenaza que dería produciría un desarrollo diferentes poblaciones y por esta especie a los efec- sibilización de la población tos del cambio climático, se debería disminuir. La des- excesivo del matorral (pior- llevar a cabo estudios so- Desarrollar programas de problema que incide espe- trucción del hábitat que con- nales en zonas de montaña, bre éste, con el fin de me- reproducción ex situ en cialmente en las poblacio- llevan las infraestructuras ne- principalmente) que se ha jorar e incrementar su co- aquellas situaciones crí- nes del sur. cesarias para estas zonas (co- demostrado como perjudicial nocimiento para impulsar ticas en las que la viabili- mo las estaciones de esquí, la para esta especie. En conse- las herramientas o criterios Frenar la destrucción o al- dad de la especie esté se- modificación o ampliación de cuencia, se hacen necesarios que se deberían aplicar en teración de su hábitat, po- riamente comprometida en carreteras para mejorar su estudios y políticas de gestión su preservación. niendo especial énfasis en condiciones naturales.

50 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA APOLO | 51 Apolo (Parnassius apollo)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa apolo

Bibliografía  Primera. Consideramos muy necesario el censo de los efectivos de las poblaciones que sobreviven en las diferentes cadenas montañosas ibéricas para el conocimiento González-Megías, A., Menéndez, R. Shawn M., C. Stefanescu & S. Van y A. Tinaut. 2015. Cambio en los Nouhuiys. 2019. Parasitoids of real del estado de las diferentes poblaciones, pero muy especialmente en aquellas rangos altitudinales de insectos European Butterflies. In: Ecology en las que los últimos datos que conocemos hablan de un escasísimo número de en Sierra Nevada: evidencias del of Butterflies in Europe, eds. J. Se- ejemplares. Especialmente para P. apollo odriozolae en la sierra de Aizkorri (Guipuz- cambio climático. Pp.:118-120. ttele, T. Shreeve, M. Konvicka and coa), P. apollo aizpuruae en la sierra de Urbasa (Álava), P. apollo mariae en la sierra En: Zamora, R., Pérez-Luque, A.J., H. Van Dyck. Published by Cambri- Bonet, F.J., Barea-Azcón, J.M. y As- dge University Press. ˝Cambridge de María (Almería) y P. apollo filabricus en la sierra de Gádor/Filabres (Granada/ pizua, R. (editores). 2015. La huella University Press 2009, pp. 130- Almería). del cambio global en Sierra Neva- 156. da: Retos para la conservación.  Segunda. Estudio poblacional (tamaño efectivo, dinámica de poblaciones, fenología Tinaut A., J. G. Martínez y J. Olivares. Consejería de Medio Ambiente y 2010. Redescubierta la maripo- y caracterización del hábitat) en al menos una población para cada macizo monta- Ordenación del Territorio. Junta de sa Parnassius apollo filabricus, ñoso en la que sobrevive esta especie. Andalucía. una subespecie dada por extinta.  Tercera. Determinar los factores antropogénicos que puedan estar ejerciendo una Manceñido González, D.C. y F. J. Quercus, 291. González Estébanes. 2013. Mari- influencia negativa en aquellas poblaciones afectadas por el nuevo establecimiento Wilson R.J., D. Gutiérrez, J. Gutié- posas diurnas de la provincia de rrez, D. Martínez, R. Agudo and de estaciones o pistas de esquí, repoblación forestal excesiva, pisoteo por parte del León. 656 pp. V. J. Monserrat. 2005. Changes to ganado o de visitantes, etc y establecer medidas paliativas como alteración de los Mira, O., Martínez, J.G. Dawson, D.A., the elevational limits and extent Tinaut, A. & C. Sánchez-Prieto. proyectos de urbanización, apertura de pasillos en zonas con una alta densidad de of species ranges associated with 2014. Twenty new microsatellite árboles, alteración de senderos o establecer áreas excluidas al ganado por medio de climate change. Ecology Letters, loci for population structure and (2005) 8: 1138–1146 vallas metálicas. Todo ello ligado con los datos que se aporten del estudio poblacio- parentage studies of Parnassius nal o fenológico de las poblaciones afectadas. apollo nevadensis (Lepidoptera; Wilson R.J., D. Gutiérrez, J. Gutié- Papilionidae). Journal of Insect rrez and V. J. Monserrat. 2007. An  Cuarta. Seguimiento de la efectividad de las medidas de gestión del hábitat y de la Conservation, 18: 771-779. DOI: elevational shift in butterfly spe- interacción entre los investigadores y los gestores de las diferentes áreas en las que 10.1007/s10841-014-9683-z cies richness and composition accompanying recent climate vive esta especie. Mira O., C. B. Sánchez-Prieto, D. A. Dawson, T. Burke, A. Tinaut and change. Global Change Biology , J. G. Martínez. 2017. Parnassius 13, 1873–1887. apollo nevadensis: Identifica- tion of recent population structure and source–sink dynamics. Con- servation Genetics, DOI 10.1007/ s10592-017-0931-0 Romo, H., E. García-Barros, J. Mar- tín J., J. Ylla y M. López. 2012. Parnassius apollo. En: VV.AA., Ba- ses ecológicas preliminares para la conservación de las especies de interés comunitario en Espa- ña: Invertebrados. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid. 65 pp.

52 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA APOLO | 53 Apolo (Parnassius apollo) Lopinga Lopinga achine (Scopoli, 1763)

Amparo Mora Cabello de Alba1 Yeray Monasterio León2 Ruth Escobés Jiménez2

1.- Bióloga, P.N. Picos de Europa.

Foto: Yeray Monasterio. Yeray Foto: 2.- Asociación Española para la Protección de las Mari- 54 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA posas y su Medio (ZERYNTHIA). Lopinga (Lopinga achine)

Hábitat caducifolios de haya y roble, entre 650 y 765 metros. Por prefiriendo zonas con presen- último, en el Val d’Aran se ha En los Picos de Europa, obser- cia de avellanos, sobre cuyas hallado a 1166 metros sobre vamos dos tipos de hábitats: hojas se posa con frecuencia. el nivel del mar. Prados de siega en límite di- En general, si tenemos en Un elemento clave en la dis- recto con manchas de bos- cuenta todas las poblaciones que caducifolio, en el ám- tribución de L. achine es la conocidas en la Península, la humedad ambiental. En Picos bito de los bosques mixtos lopinga se encuentra entre los de Europa y en el País Vas- eútrofos de roble y fresno. 500 y los 1200 m, ajustándose co se encuentra en vertiente Claros de bosque naturales, a la banda altitudinal en la que se conservan bosques templa- norte, en lugares con una cla- en terrenos de gran pen- ra influencia oceánica. Se tra- diente. dos. Las poblaciones de Picos de Europa se encuentran entre ta de una especie capaz de En la sierra Sálvada, vive aso- los 550 y los 1050 metros. Las volar con temperaturas muy ciada a claros y bordes de pis- de la sierra Sálvada están en- bajas e incluso se ha observa- tas forestales y está exclu- tre los 540 y los 937 metros. do volando con niebla y en el sivamente ligada a bosques Las de los montes de Vitoria, crepúsculo. Foto: Amparo Mora. Amparo Foto: Foto: Yeray Monasterio. Yeray Foto: Adulto de Lopinga achine sobre zarza (Rubus spp.).

Descripción Ficha Técnica La lopinga (Lopinga achine res muestra una banda blan- Nombre común: Scopoli, 1763) es una mari- ca y una serie de llamativos Lopinga. posa diurna de la familia Sa- ocelos en toda el área sub- Nombre científico: tyridae. marginal. Estos aspectos per- Lopinga achine Es de tamaño mediano, con miten diferenciarla sin difi- (Scopoli, 1763). un vuelo característico y una cultad de Aphantopus hype- Nombre en inglés: envergadura alar de 50 a 54 ranthus, con la cual compar- Woodland brown. mm (García-Barros et al., te hábitat. Envergadura alar: 2013). Su diseño alar la ha- 50-54 mm ce inconfundible, con una to- (García-Barros et al., 2013) nalidad general marrón. En el reverso de las alas posterio- Mosaico de prados de siega en el seno del bosque mixto, uno de los hábitats de Lopinga achine en Picos de Europa.

56 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA LOPINGA | 57 Lopinga (Lopinga achine)

Área de distribución Val d’Aran (Raymond et al., mapa donde la especie ocupa bro Rojo de los Invertebrados hábitats propicios para la Asumiendo la existencia de 2018). 7 cuadrículas UTM de 10x10 Amenazados de España (Ver- especie. Se ha buscado en una estructura metapoblacio- La lopinga se conoce en la pe- km, pero sólo 5 de ellas coin- dú et al., 2011) que no se in- el municipio de Cabrales, nal, el criterio seguido para la nínsula ibérica a día de hoy El Atlas y Libro Rojo de los In- cidentes con las de 2011. Es- cluyen en la tabla de localida- en hábitats favorables, sin determinación de núcleos ha en tres áreas: Picos de Eu- vertebrados Amenazados de to se debe a la supresión de des confirmadas son: éxito hasta el momento. sido el de agrupar los puntos ropa (León, Asturias, Canta- España (Verdú et al., 2011), dos cuadrículas de las citadas bria), montes Vascos (Araba/ presentaba un mapa indican- 30TUN28, referente al Par- por Verdú et al. (2011), por no que Natural de Ponga. Esta Tabla 1 Álava, Bizkaia) y Pirineo (Llei- do su presencia en 7 cuadrí- Fuente Visitada Localidad Provincia UTM estar confirmadas, y a la adi- localización no se ha vuel- da) en la frontera con Francia culas UTM de 10x10 km. In- Equipo PN Picos 2017 Valle Llorgosu Asturias 30TUN38 ción de las dos nuevas cua- to a visitar desde la publi- Equipo PN Picos 2018 Baenu Asturias 30TUN38 (ver mapa). En 2017 se han corporando la nueva informa- drículas dadas a conocer en cación del Libro Rojo y no Equipo PN Picos 2011 Angón Asturias 30TUN38 producido dos hallazgos muy ción publicada en 2018 y los Equipo PN Picos 2018 Corona León 30TUN48 2018 (ver tabla 1). existe ninguna referencia importantes, apareciendo la datos inéditos disponibles por Equipo PN Picos 2014 El Cuadro León 30TUN48 bibliográfica que la susten- Equipo PN Picos 2014 Canal de Trea León 30TUN48 especie en los montes de Vi- los autores de este documen- Las cuadrículas de 10x10 te. En cualquier caso, sí te- Equipo PN Picos 2018 Canal de Ría León 30TUN48 toria (Domingo, 2018) y en el to, se obtiene igualmente un km incluidas en el Atlas y Li- nemos datos de presencia Equipo PN Picos 2011 Sierra de Hoja Cantabria 30TUN68 Asociación ZERYNTHIA 2014 Subida al Tologorri Bizkaia 30TVN96 confirmada en Valle Llor- Asociación ZERYNTHIA 2013 San Vítores 1 Bizkaia 30TVN96 gosu, también dentro del Asociación ZERYNTHIA 2014 San Vítores 2 Bizkaia 30TVN95 Parque Natural de Ponga Asociación ZERYNTHIA 2008 Txintxurria Araba/Álava 30TVN96 Asociación ZERYNTHIA 2012 Puerto Orduña 1 Araba/Álava 30TVN95 (30TUN38). Asociación ZERYNTHIA 2012 Puerto Orduña 2 Araba/Álava 30TVN95 Domingo, 2018 2017 SE slope of Cima Araba/Álava 30TWN33 30TUN59, Camarmeña, Saimendi, Ullívarri Parque Nacional Picos de de los Olleros Domingo, 2018 2017 Aranduia, Andollu Araba/Álava 30TWN33 Europa. Consideramos que Raymond et al., 2018 2017 Bordius, Caneján Lleida 31TCH14 esta cita es un error de in- terpretación o de denomi- nación. El entorno próximo de Camarmeña no alberga

* Las citas del equipo Parque Na- cional Picos de Europa proceden

de: Georges Verhulst, Teresa Farino, Monasterio. Yeray Foto: Hugo Mortera, Pablo Pereira, Adria- na Intriago, M.ª José Tarrio, Fernan- do Jubete, Rubén Varona, Saturnino González, Miguel Ángel Bermejo, Fé- lix Rojo, Marcelino Fernández, Mar Citas posteriores a 1999. Matute, Manuel Díaz y Amparo Mora.

Citas anteriores al año 2000. * Las citas aportadas por la Asociación ZERYNTHIA proceden de: Juan Manuel Sin información exacta de la fecha. Pérez de Ana, Óscar Moreno Iriondo, Juan Carlos Vicente Arranz, Ruth Esco- Distribución de Lopinga achine. bés Jiménez y Yeray Monasterio León. Crisálida de Lopinga achine.

58 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA LOPINGA | 59 Lopinga (Lopinga achine)

de presencia distantes entre sí tándose de hierbas de las fa- En cuanto a la densidad de las 2003; Bal et al., 2007; Berg- menos de 1 km, considerando milias Cyperaceae, Junca- poblaciones, en Picos de Eu- man y Landin, 2002; Baguet- que esta distancia engloba los ceae y Poaceae, aunque las ropa, el número máximo de te y Schticzelle, 2006). movimientos máximos habi- primeras proporcionan tasas ejemplares observados por lo- tuales de la especie (Bergman Monasterio. Yeray Foto: más elevadas de superviven- calidad y jornada oscila entre Problemática de y Landin, 2002). cia (Bergman, 2000). La cría los 20 y 30 individuos de las conservación En cuanto a área efectiva de en cautividad a partir de hue- dos poblaciones más abundan- Abandono del vos obtenidos de la sierra Sál- ocupación, con los datos actua- tes, pasando por los 12 a 15 de territorio les se ha efectuado un cálculo, vada, permitió observar una otros tres núcleos y llegando a delimitando un buffer de 50 m nítida preferencia de las oru- observaciones de 1 a 5 indivi- En las poblaciones suecas, las alrededor de los puntos que gas por las hojas de Carex sp. duos de otras tres localidades. mejor estudiadas, se ha de- desde el inicio de su alimen- terminado que las hembras y corresponden a observaciones En la sierra Sálvada, la media y efectuando posteriormente tación, frente a otras especies las larvas tienen unos reque- habitual de ejemplares obser- la fusión de los polígonos cu- facilitadas como Brachypo- rimientos de hábitat específi- vados en una misma jornada y ya área se superpone. Con es- dium pinnatum. Por ello, en cos: están restringidas a una punto de muestreo ha sido de te análisis se ha determina- Oruga de Lopinga achine. esta zona Carex caudata y Ca- estrecha zona bajo la cubier- 1-2 individuos (Monasterio et do un área de ocupación en Pi- rex flacca son las principales ta de árboles y arbustos, a lo al., 2015). Esta densidad es cos de Europa de 449.814,53 segunda quincena del mismo la prole son dependientes de candidatas. Igual importan- largo de los márgenes de los m² (45 ha); de 131.340,28 m² mes. la existencia de franjas som- cia tiene el destacar el papel extraordinariamente baja, si claros, donde su planta nutri- (13,1 ha) en los montes Vascos breadas de vegetación her- de las flores de Rubus ulmi- se compara con los resulta- cia, Carex montana, también Debido a su tamaño, y a su y 7.803,61 m² (0,8 ha) en el Pi- bácea en el borde del bosque folius en la sierra Sálvada, ya dos de otros autores extran- debe estar presente (Berg- vuelo relativamente lento y rineo de Lleida. (Bergman, 1999). Los experi- que es la única fuente de néc- jeros (Konvicka et al., 2008; man, 1999, 2000). En conse- característico, es fácil de dis- mentos muestran una eleva- tar que la especie parece ser Bergman, 2001; Carron et al., cuencia, un prerrequisito pa- El área total de ocupación es- tinguir del resto de las mari- da mortandad de los huevos capaz de explotar (Monaste- timada en la península ibé- posas. Los imagos tienen cos- de esta mariposa cuando la rio et al., 2015). rica sería de 588.958,42 m² tumbres arborícolas, por lo humedad del suelo es inferior (59 ha). El embrión tarda unos 10 días que es habitual observarlas al 80% (Bergman, 1999; Karl-

en desarrollarse dentro del Ruth Escobés. Foto: posadas sobre las hojas de sson y Wiklund, 1985). Biología de la especie los árboles a cierta altura y huevo. Las orugas requieren Es una especie univoltina, que su huida siempre se pro- En la península ibérica no se aproximadamente 10 meses con imagos presentes entre duzca en busca del refugio de ha confirmado cuáles son sus para su crecimiento. Pasan el invierno en el tercer estadio los meses de junio y agosto. las ramas de los árboles. plantas nutricias. En la biblio- Estos suelen tener una lon- grafía se señalan los géneros larvario guarecidas entre la gevidad de unos 14-20 días Una vez fecundadas, las hem- Brachypodium y Carex como vegetación herbácea, con una (Bergman y Landin, 2002). En bras ponen sus huevos entre las opciones más probables longitud de aproximadamen- Picos de Europa, el pico po- las gramíneas de los claros de (Tolman & Lewington, 2002). te 1 cm. La fase de pupa o cri- blacional suele producirse a bosque donde habitan, sin ad- Durante su estadio larvario L. sálida dura aproximadamen- principios de julio. En la sie- herirlos a ningún soporte. La achine es capaz de desarro- te 16 días (Lafranchis, 2000; Claro de bosque en sierra Sálvada, en el ámbito del hayedo, hábitat de rra Sálvada, esto ocurre en la puesta y la supervivencia de llarse exitosamente alimen- Bergman, 2001). Lopinga achine.

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do. La densidad de las pobla- ción de L.achine por pérdida ciones aumenta hasta alcan- de hábitat. zar un pico cuando la cubierta En la sierra Sálvada, el esta- Foto: Amparo Mora. Amparo Foto: del dosel es óptima (70-85%) do de conservación del haye- y disminuye a medida que la

do, que conforma el hábitat Bermejo. Ángel Miguel Foto: sucesión continúa. No se ob- principal de L. achine, es in- servaron poblaciones con adecuado (Campeny, 2012), una cobertura inferior al 60% mostrando una mayor den- (Bergman, 2001). sidad, con dominio de árbo- En Picos de Europa, la princi- les de diámetros intermedios, pal amenaza sobre la especie debido a la regeneración pro- parece ser el cerramiento de ducida hace pocos decenios Marcaje individual de Lopinga achine en el Parque Nacional Picos de Eu- su hábitat por abandono de (DFB e IKT, 2007). La forma- ropa. los prados de siega. Recorde- ción forestal de caducifolios mos que, de los 8 núcleos co- parece tener una estructura tribución tras la última glacia- Búsqueda de nuevas nocidos, 5 están situados en excesivamente uniforme y las ción (Kodandaramaiah et al., poblaciones poblaciones de L. achine se 2012). Por tanto, en el contexto zonas de límite entre prados En Picos de Europa se co- refugian en torno a los cami- europeo, se encuentran en una Acciones de recuperación de prados de siega abandonados en áreas de de siega y bosque. Las cober- menzó a estudiar la especie presencia de Lopinga achine. nos y cortafuegos, donde es situación acentuada de riesgo turas halladas para los tres en 2010. Desde entonces núcleos detectados en 2011 posible una mayor penetra- frente al cambio climático. ra la conservación exitosa de de manejo del hábitat en lo- ción de la luz solar. La esca- han ido apareciendo nuevos (todos asociados a prados de núcleos de población. Una L. achine es entender que la calidades donde el riesgo de siega), arrojaron valores den- sez y deterioro de los hábitats Necesidades de vez que se conoce su hábi- cobertura óptima de árboles extinción de L. achine era al- tro del rango óptimo determi- disponibles es evidente en la conservación tat es posible identificar nue- y arbustos en una localidad to, debido al número limitado nado por Bergman, entre el sierra Sálvada, algo que urge Se exponen a continuación vos lugares donde su presen- no debe ser ni demasiado ce- de claros y a su grado de ma- 69 y el 87%. La comparación resolver mediante interven- las principales acciones que cia sea probable y seleccionar rrada ni demasiado abierta, torralización. En algunas loca- de las fotografías aéreas de ciones de mejora y amplia- se consideran necesarias pa- lugares para su búsqueda con y debe proporcionar márge- lidades se abrieron claros en 1957 con las más recientes ción del hábitat. ra un mejor conocimiento y la ayuda de un GIS. En 2010 nes adecuados para la puesta los que la luz del sol pudiera puso de manifiesto el proce- Cambio climático conservación de la lopinga. se conocían 3 núcleos de po- de huevos (Bergman, 1999). llegar hasta el estrato herbá- so de cerramiento forestal del Sería conveniente el desarro- blación, que se han ampliado Tradicionalmente, la siega o ceo. Los resultados fueron es- medio por abandono del terri- Settele et al. (2008) estiman pectaculares y muy rápidos, llo de un proyecto intensivo a 8 en la actualidad. También el pastoreo creaban hábitats torio. De modo que, si esta hi- que L. achine tiene un ries- con incrementos de las den- durante 5 años que diera un en 2012 se comenzó la reco- adecuados para L. achine, pe- pótesis es correcta y la suce- go climático moderado, esti- ro hoy en día grandes áreas sidades de población de has- buen impulso al conocimien- gida de información en la sie- sión sigue avanzando, en au- mando una pérdida del 50- de terreno gestionado tradi- ta el 97%. to de la especie y establecie- rra Sálvada, lo que ha permiti- sencia de un manejo del terri- 70% de sus poblaciones para cionalmente se han abando- ra las bases para un programa do definir la estructura de su El efecto del cerramiento del torio que conserve los claros 2050-2080. nado (Bergman, 2001). de gestión del hábitat y de se- población. dosel sobre el tamaño de las en el seno del bosque mixto, Las poblaciones ibéricas de guimiento a largo plazo. Bergman (2001) analizó los poblaciones de L. achine ex- entraremos en una situación L. achine suponen el máximo En este sentido, es de gran resultados de experimentos hibió un patrón determina- de peligro para la conserva- meridional en el rango de dis- ayuda la participación de ob-

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otros múltiples aspectos, es- miento del medio, intentan- sensibilización hacia volun- Amenazada del Ministerio tán pendientes de ser estu- do beneficiar a la lopinga y a tarios y aficionados que pu- de Medio Ambiente (Irion- diados. muchas otras mariposas e in- dieran colaborar en tareas de do, 2011). Foto: Amparo Mora. Amparo Foto: sectos. Estas acciones han te- Aunque se ha avanzado en el localización de poblaciones y La falta de personal disponi- conocimiento de algunos de nido lugar desde 2015 y han de seguimiento de las ya co- ble para realizar los mues- estos aspectos en áreas co- formado parte del proyecto nocidas. treos en el período adecua- Interreg Sudoe SOS Prade- mo la sierra Sálvada, estos Finalmente, es positivo invo- do. La fenología de la espe- ras (SOE1/P5/E0376) entre aspectos se desconocen casi lucrar a las poblaciones loca- cie es cambiante y es ne- 2016 y 2018. El objetivo es en su totalidad en otras zonas les en el conocimiento de los cesario controlar la época mantener mosaicos de pra- de reciente descubrimiento, valores naturales que les ro- de emergencia de los adul- dos abiertos y bosque mix- como el Pirineo leridano. dean. A menudo, los propios tos y realizar un seguimien- to lo más grandes posibles e habitantes de un lugar des- to que determine un máxi- interconectados entre sí. Se- Gestión del hábitat conocen estos recursos y su mo de individuos cada año, ría necesario respaldar estas En muchas de las localida- acercamiento favorece las ta- para lo cual son necesarias medidas con un seguimiento des donde la lopinga está pre- reas de conservación de es- cuatro o cinco visitas a ca- Taller divulgativo sobre lepidópteros para personal del Parque Nacional científico para evaluar su im- Picos de Europa, impartido por Georges Verhulst. sente, aprovecha condiciones pecies que, como esta, están da localidad cada año. pacto concreto. A estos efec- creadas por el ser humano. Ya estrechamente ligadas a los tos, se hace imprescindible la El Programa de Seguimiento servadores aficionados que, Estudio de su ecología sean prados de siega que ac- usos agrícolas y ganaderos. colaboración con Universida- de Mariposas Diurnas del País mediante la fotografía y las di- básica en las túan como claros en el bos- Vasco ubicó uno de sus recorri- des y centros del CSIC. Programa de versas plataformas públicas poblaciones ibéricas que, o pistas forestales y cor- dos en la sierra Sálvada para la seguimiento de ciencia ciudadana, puedan tafuegos que mantienen tam- Educación ambiental recogida de información de es- Resulta necesario profundizar aportar nuevas localizaciones. bién franjas de hábitat dispo- y sensibilización de la Un seguimiento a largo plazo te taxón y se dispone de infor- en el conocimiento de aspec- nible. Estos lugares pueden de las distintas poblaciones o mación longitudinal. Sin em- Los principales factores li- tos básicos de su biología en población ser mantenidos respetando al menos de una de ellas en bargo, el total de avistamientos mitantes para la recogida de cada una de las poblaciones Es vital que los profesiona- los manejos tradicionales que cada área de distribución re- registrados es bajo, debido a su nueva información son el re- ibéricas. Por ejemplo, se debe les que desarrollan su la- han permitido a la mariposa sulta imprescindible para po- reducida densidad. ducido período de vuelo de trabajar en la caracterización sobrevivir en ellos, es decir, bor sobre el terreno (agen- der evaluar la evolución de la los adultos, de apenas un del hábitat de una manera uni- efectuando una siega tardía en tes medioambientales, agen- La coordinación de posibles especie. mes, y la meteorología ines- forme y en la definición de las verano y con una mínima pre- tes forestales, técnicos) co- colaboradores voluntarios y table de los lugares donde se plantas nutricias empleadas sión de pastoreo en el otoño. nozcan esta especie y su pro- En los intentos de seguimien- el volcado de datos a alguna encuentra. Para poder obte- por las orugas y los imagos. blemática y tengan las he- to efectuados en Picos de Eu- plataforma común sería de En el Parque Nacional de ner buenos resultados en po- rramientas para reconocerla ropa se han detectado dos di- gran utilidad para poder cu- También el rango de disper- los Picos de Europa se es- co tiempo, es imprescindible sobre el terreno, comunicar ficultades principales: brir cada año estas visitas. sión de los adultos, el grado tán efectuando siegas en pra- dedicar una gran cantidad de sus observaciones y detectar de interconexión de las dis- dos de siega abandonados, La carencia de un protoco- tiempo, aprovechando el es- amenazas relevantes para su tintas poblaciones, el tama- con consentimiento de sus lo concreto y estandariza- caso periodo de presencia de conservación. ño efectivo de las mismas, dueños, donde la lopinga es- do de seguimiento, al estilo los imagos. el período de hibernación y tá presente. Se pretende con Sería también de gran utili- del protocolo aplicado en crecimiento de las larvas y esta medida evitar el cerra- dad dirigir una campaña de el Atlas de Flora Vascular

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66 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA LOPINGA | 67 LopingaHormiguera (Lopinga achine) oscura (Phengaris nausithous) Ondas Directrices básicas para la conservación rojas de la mariposa lopinga europea  Primera. Realizar búsquedas dirigidas y coordinadas de poblaciones en localidades preseleccionadas con la ayuda de herramientas SIG. En los últimos años se ha demos- Euphydryas aurinia trado que existen áreas potenciales de distribución que no han sido prospectadas en las (Rottemburg, 1775) épocas adecuadas. La colaboración de voluntarios y aficionados puede ser muy útil en estas tareas.  Segunda. Estudio de la ecología básica de algunas de las poblaciones conocidas (ta- Constantí Stefanescu maño efectivo, área de actividad, fenología, dinámica de poblaciones, planta nutricia, caracterización del hábitat, etc.). Se necesita este conocimiento básico de las poblacio- nes ibéricas, como base sólida para el diseño de medidas de conservación.  Tercera. Creación, ampliación y mantenimiento de claros de bosque y de corredores naturales como caminos y pistas forestales en áreas de presencia de la especie, dando prioridad a aquellas poblaciones más escasas y donde se intuyen tendencias regresivas. En la gestión del hábitat es necesario reducir lo máximo posible las plantaciones fores- tales con especies alóctonas, que funcionan como barreras y fragmentan los diferentes núcleos de población.  Cuarta. Promoción y gestión activa de la ganadería extensiva en los lugares donde se considere una medida de utilidad, como los montes Vascos, con el objetivo de mantener etapas primarias de sucesión en los claros útiles para la especie. Las cargas ganaderas deben de estar ajustadas al espacio disponible en cada zona, buscando un equilibrio.  Quinta. Monitoreo a largo plazo de las poblaciones conocidas. Es necesario adoptar un protocolo estandarizado de seguimiento y realizarlo al menos sobre una de las po- blaciones en cada área de distribución. Estos trabajos requieren un mínimo de cinco visitas por localidad anualmente. Sin este conocimiento básico sobre la demografía de la población no será posible evaluar los cambios en el hábitat ni la influencia del cambio climático sobre las poblaciones.  Sexta. Seguimiento de la efectividad de las medidas de gestión del hábitat. Es necesario integrar e interrelacionar la investigación de la ecología básica de la especie, la planifi- cación de medidas de conservación, la aplicación de las mismas y la evaluación de su efectividad.  Séptima. Buscar la colaboración de voluntarios, aficionados y profesionales presentes en el medio natural, como los guardas o agentes medioambientales, para la recogida de nueva información. Para ello, será necesario garantizar su formación a través de charlas y talleres. Foto: j. Jubany. Foto: 68 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)

Esta especie es muy variable rece en zonas de altitud inter- riclymenum que son plantas en cuanto a coloración y eco- media en Cataluña. lianoides que viven sobreto- logía, lo que ha llevado a la do en ecotonos forestales (in- descripción de varias subes- Hábitat cluidas pistas forestales) pero Foto: J.M. Sesma. J.M. Foto: pecies (p. ej. Korb et al. 2016). Las subespecies mencio- también en prados y bancales Sin embargo, la situación ta- nadas en el apartado ante- abandonados, sujetos a un xonómica, distribución y vali- rior corresponden a tres eco- proceso de sucesión secun- dez de las diferentes subes- tipos que se asocian con há- daria. Asimismo, coloniza am- pecies es todavía objeto de bientes más xéricos, domina- debate. A nivel de la Penínsu- bitats distintos. La ssp. bec- keri vive preferentemente dos por distintos tipos de ma- la Ibérica es posible distinguir quias (incluidas zonas afecta- tres fenotipos bien diferen- en claros forestales medite- rráneos y submediterráneos das por incendios forestales ciados, que parecen corres- en proceso de regeneración), ponderse con al menos dos (Munguira et al. 1997, Singer siempre y cuando haya pre- subespecies válidas: (1) bec- et al. 2002, Junker & Schmi- sencia de madreselvas. keri (Herrich-Schäffer, 1851), tt 2010), tanto sobre substra- que ocupa los ambientes tí- to calcáreo como silíceo. En La ssp. kricheldorfii se en- picamente mediterráneos y estos ambientes, depende de cuentra estrechamente aso- que tiene una coloración vi- varias especies de madresel- ciada a praderas húmedas (a va y bien contrastada, y (2) va, preferentemente Lonice- veces inmersas en una matriz pyrenesdebilis (Verity, 1928) ra implexa, L. etrusca y L. pe- de bosque caducifolio) donde (=debilis Oberthür, 1909), Descripción que vive relegada al ambien- Ficha Técnica te alpino en los Pirineos, y que

La ondas rojas europea es terior. El reverso alar presen- Stefanescu. : C. Nombre común: se caracteriza por un tamaño Ondas rojas europea. una mariposa diurna de la fa- ta un patrón más homogéneo, marcadamente menor y una Foto milia Nymphalidae, subfa- con predominio del anaranja- coloración mucho más apa- Nombre científico: milia Nymphalinae. El dorso do y con menos presencia de Euphydryas aurinia gada y oscura. Una tercera alar es anaranjado, con ve- tonalidades oscuras. En el ala (Rottemburg, 1775). subespecie, kricheldorfii (Co- nas negras y bandas forma- posterior las bandas amari- llier, 1933), podría correspon- Nombre en inglés: das por manchas amarillen- llentas aparecen más marca- der a una forma de transición Marsh fritillary. tas y negras. Una línea negra das y, además, hay una serie entre las subespecies ante- Envergadura alar: submarginal delimita lúnu- postdiscal de pequeños pun- riores y, de hecho, presenta el Ala anterior 15-27 mm. las marginales anaranjadas o tos negros conspicuos, in- fenotipo típico de la subespe- 19,6 mm. amarillentas, tanto en el ala cluidos en pequeños círcu- cie nominal. Esta subespecie, 23,1 mm. anterior como posterior. Se- los amarillentos. Presenta di- que es la propia de los am- rie de puntos submarginales morfismo sexual, siendo la bientes de carácter centroeu- claros en el ala anterior, y de hembra considerablemente ropeo, predomina en el oeste Prados húmedos con Succisa pratensis en el Valle de Aran, a 2100 m, puntos negros en el ala pos- mayor que el macho. peninsular pero también apa- donde se localiza una población de E. aurinia pyrenesdebilis.

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sea abundante Succisa pra- Excepcionalmente, en una tre 1900-2400 m. En este y, hacia el oeste, por gran par- tensis, la planta nutricia princi- misma localidad catalana se ambiente aparece ocupan- te del Asia temperada has-

pal. Esta es también la planta han encontrado los dos eco- do dos tipos de hábitats bien ta Corea. El límite meridional Stefanescu. : C. nutricia más ampliamente uti- tipos anteriores, cada uno distintos: prados muy húme- de su distribución lo constitu- Foto lizada por las poblaciones del especializado en el uso de dos con Succisa pratensis, yen las montañas del Magreb, centro y norte de Europa. Más su planta nutricia principal y y prados secos donde el re- donde sobreviven poblacio- ocasionalmente se ha com- mostrando una diferenciación curso trófico de las larvas es nes muy locales en algunas probado el uso de Knautia ar- zonas de Marruecos y Argelia. genética significativa (Mikhe- Gentiana acaulis. vensis y Scabiosa columbaria, yev et al. 2013).” En la Península Ibérica tam- pero posiblemente se trata de Área de distribución bién se halla bien distribui- Finalmente, la ssp. pyrenes- plantas nutricias secundarias da, faltando únicamente de que son solamente utilizadas debilis es propia del piso al- Especie ampliamente distri- extensas zonas del cuadran- Puestas de tres hembras en una misma hoja de Succisa pratensis. buida en Europa (hasta apro- cuando la hembra no encuen- pino, y las poblaciones se en- te sud-oriental y de las áreas Es habitual que ciertas plantas sean fuertemente seleccionadas para la tra la principal, S. pratensis. cuentran generalmente en- ximadamente la latitud 62ºN) cultivadas de La Mancha, ovoposición y reciban puestas de varias hembras. Castilla y los valles del Ebro y Guadalquivir. No está presen- J. Jubany. : J.

te en las Islas Baleares pe- Foto ro sí, en cambio, en las islas Cíes, donde además las po- blaciones alcanzan unas den- sidades enormes. Biología de la especie La ondas rojas es una espe- cie univoltina, que inverna co- mo larva de cuarto estadio. El período de vuelo es relativa- mente corto, abarcando apro- ximadamente un mes y me- dio. En los ambientes medi- A principios de verano, los nidos de prediapausa pueden llegar a ser muy conspicuos, sobre todo cuando proceden de la fusión de varias puestas en terrános existe una marca- una misma planta. En este caso, la planta nutricia es Lonicera implexa. da proterandia, es decir, la emergencia de los machos dría ser una adaptación para En los ambientes mediterrá- Citas posteriores a 1999. se avanza en promedio unos disminuir el riesgo de no sin- neos, la máxima abundan- Citas anteriores al año 2000. días respecto a la de las hem- cronizar la emergencia bajo cia de los adultos se obser- Sin información exacta de la fecha. bras. En cambio, en una po- condiciones climáticas muy va en mayo, pero no son ra- blación alpina no se detectó fluctuantes y severas (Junker ros los primeros avivamien- Distribución de Euphydryas aurinia. dicha proterandia y ello po- et al. 2010). tos en abril. En los ambien-

72 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 73 Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)

finales de junio hasta finales Las larvas nacen unos 3-4 se- ta mudar al sexto y último es- donan generalmente la planta de julio. manas después de la puesta e tadio. Mientras son gregarias nutricia y buscan lugares res-

J.M. Sesma. : J.M. inmediatamente tejen un nido son muy conspicuas, tanto por guardados entre la vegetación

Foto Para localizar a las hembras, los machos combinan una es- sedoso sobre la planta nutri- su coloración negra con pe- muerta, debajo de piedras, trategia patrulladora con un cia. En el caso de que haya va- queños puntos blancos como etc. para crisalidar. La fase de comportamiento territorial rias puestas sobre una misma por el hecho de agregarse en crisálida se completa en poco en claros de bosques y már- planta, varios nidos pueden las partes más visibles de las menos de dos semanas. genes soleados. Los distintos fusionarse y ser muy aparato- plantas nutricias para absor- Entre los enemigos natura- estudios de captura y recap- sos. El desarrollo pre-hibernal ber la energía del sol y acele- les de la ondas rojas destacan tura realizados hasta la fecha es rápido y en un par de se- rar de ese modo el desarrollo muy especialmente los para- indican que las hembras son manas las larvas mudan ya al (Porter 1982). Durante los dos sitoides, sobre todo los hime- más sedentarias que los ma- cuarto estadio, construyen un últimos estadios no son ra- nópteros bracónidos especia- chos, si bien la capacidad dis- nido más denso generalmente ras las defoliaciones comple- listas Cotesia melitaearum y persiva de ambos sexos de- en la base de la planta nutricia, tas de la planta nutricia, es- Cotesia bignelii, y el díptero ta- Al salir de la hibernación, las larvas mantienen un comportamiento gre- gario hasta mudar al sexto y último estadio. Gracias a este comporta- pende fuertemente de la po- y entran en diapausa. La acti- pecialmente cuando ésta reci- quínido Erycia furibunda, que miento y a su coloración negra, absorben de manera eficiente la energía blación en cuestión (Casacci vidad no se retoma hasta fina- be puestas de varias hembras. atacan a las larvas y pueden solar y así aumentan su temperatura corporal y aceleran el desarrollo. et al. 2015). les de febrero, marzo o abril, En ese caso, las larvas pueden causar importantes mortali- Durante la cópula el macho dependiendo de la dureza cli- dispersarse varias decenas de dades y originar grandes fluc- segrega una substancia que mática del invierno. Al salir de metros buscando nuevos re- tuaciones poblacionales (Ste- J.M. Sesma. : J.M. solidifica y tapa la placa ge- la hibernación mantienen el cursos. Una vez completado fanescu et al. 2009). Otras es- Fotos nital de la hembra, impidien- comportamiento gregario has- el desarrollo, las orugas aban- pecies generalistas como los do que ésta copule con otros himenópteros icneumónidos machos. La puesta es grega- Apechthis compunctor y Pim- ria y consiste en grupos de pla rufipes, y los himenópteros 200-300 huevos, que se de- : Josep Planes. pteromálidos y calcídidos Pte- positan en varias capas en el Foto romalus puparum, P. apum y envés de las hojas de la plan- Brachymeria tibialis atacan las ta nutricia. Al principio los pupas y también originan pér- huevos son amarillos, pero a didas importantes. los pocos días adoptan una La crisálida de la ondas rojas pue- Capullos de varios ejemplares de coloración violácea. Es habi- Problemática de de encontrarse ocasionalmente Cotesia melitaearum alrededor de escondida entre la vegetación ba- una oruga moribunda en último tual que ciertas plantas (ge- conservación ja cercana a las plantas nutricias. estadio. neralmente las que aparecen A pesar de ser una especie aisladas en lugares soleados bien distribuida y no estar ba- tes con clima centroeuropeo les de mayo y principio de ju- y, al mismo tiempo, tienen ho- jo riesgo de extinción en Euro- el período de vuelo aparece nio. Las poblaciones del eco- jas vigorosas) reciban puestas pa (van Swaay et al. 2010), la más retrasado, con el máxi- tipo alpino son más tardías y de varias hembras (Stefanes- ondas rojas ha sufrido regre- mo de la generación a fina- vuelan principalmente desde cu et al. 2006). Cópula de Euphydryas aurinia beckeri. siones recientes en muchos

74 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 75 Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)

países del continente y es- la información disponible pa- 2005, Bulman et al. 2007). Para compensar dichas extin- de estaciones según la región Más puntualmente, las accio- tá incluida en el Anexo II de ra el ecotipo mediterráneo, Las poblaciones locales co- ciones periódicas son crucia- climática. Por tanto, la situa- nes destinadas a reducir el ni- la Directiva Hábitats. Las re- más ampliamente distribuido rren un alto riesgo de sufrir les los procesos dispersivos ción en Cataluña no es tan di- vel de inundación de los pra- gresiones han sido especial- en la Península Ibérica, es, en extinciones locales por cau- antes aludidos, al reforzar el ferente como la del resto de dos húmedos donde se con- mente severas en países del cambio, muy escasa. sas naturales (p. ej. impacto número de efectivos y el flujo Europa, con evidencias cla- centra Succisa pratensis (una norte y centro de Europa oc- del parasitismo: Lei & Hans- génico en la población recep- ras de que los dos ecotipos acción que se ha observa- A una escala regional, el pa- cidental, de manera que a es- ki (1997); sequías que redu- tora y, eventualmente, per- más extendidos (ssp. becke- do que afecta poblaciones trón de los declives se rela- cala continental existe un gra- cen la disponibilidad de los mitir nuevamente el estable- ri y ssp. nominal) están dismi- de Phengaris nausithous en ciona con la configuración es- diente latitudinal en la magni- recursos tróficos: Ehrlich et al. cimiento de poblaciones ex- nuyendo. Aunque no se pue- el norte peninsular) también pacial de las poblaciones, que tud de la regresión por país (1980); sucesión de las comu- tinguidas. Por todo ello, cual- de extrapolar esta tendencia tienen un efecto negativo so- afecta directamente a una di- en las últimas décadas (Tho- nidades vegetales: Wahlberg quier modificación del paisaje al conjunto del territorio pe- bre las poblaciones del ecoti- námica de tipo metapoblacio- mas et al. 2008). Se ha suge- et al. (2002), etc.), especial- que reduzca tanto el área ocu- ninsular, creemos que la pro- po centroeuropeo. nal (Thomas et al. 2008). En rido que este patrón, en rea- mente cuando ocupan áreas pada por una población como blemática de las poblaciones efecto, la ondas rojas es un Manejo incorrecto lidad, refleja un gradiente de pequeñas y están compues- la conectividad entre las po- catalanas debe ser, a grandes clásico ejemplo de mariposa intensificación agrícola como tas por pocos individuos. Se blaciones supone un mayor rasgos, plenamente compa- del hábitat con causa principal de los decli- que vive formando metapo- ha comprobado, además, que riesgo de extinción de todo el rable a la del resto de la po- repercusión negativa ves europeos, de manera que blaciones, es decir, como un las poblaciones pequeñas son sistema. En definitiva, una es- blaciones ibéricas. sobre la disponibilidad la magnitud de la regresión conjunto de poblaciones más propensas a sufrir erosión ge- pecie como la ondas rojas es de las plantas por país se correlaciona fuer- o menos aisladas pero conec- nética y consanguinidad, au- Las problemáticas concretas particularmente sensible a la que se han identificado como nutricias temente con las toneladas de tadas por la dispersión de in- mentando así su riesgo de ex- destrucción y fragmentación principales causantes de las La calidad del hábitat es un consumo de fertilizante por dividuos entre ellas (Wahlberg tinción (Joyce & Pullin 2003, de los hábitats, y también a la 2 regresiones a nivel europeo y, aspecto esencial para la per- km (Thomas et al. 2008). Es- et al. 2002, Schtickzelle et al. Sigaard et al. 2008). creación de barreras que difi- por extensión, a nivel penin- sistencia de las poblaciones. tas regresiones generaliza- culten la dispersión entre po- sular son: La ondas rojas ocupa hábi- das han estimulado la proli- blaciones. feración de estudios científi- Destrucción tats que corresponden a es- La información sobre las ten- tadios tempranos de la suce- cos con una orientación con- del hábitat servacionista, lo cual ha per- dencias de las poblaciones sión, especialmente el ecoti- mitido recopilar mucha in- ibéricas sólo se conoce con Como ocurre en el conjunto po centroeuropeo que depen- formación sobre los requeri- cierto detalle para Cataluña. de Europa, una parte impor- de de Succisa pratensis pero mientos ecológicos de las po- En esta región la ondas ro- tante de las poblaciones de también, en menor medida, el blaciones y el manejo de los jas ha sufrido una regresión ondas rojas han sido afecta- ecotipo mediterráneo asocia- hábitats para la conservación moderada en los últimos 25 das por la destrucción de los do a las madreselvas e inclu- de la especie. Hay que recal- años (Fig. 1). Esta tendencia hábitats en las últimas déca- so el ecotipo alpino que utiliza car, no obstante, que la enor- negativa se observa tanto en das. Entre las causas princi- S. pratensis y Gentiana acau- me mayoría de dicha informa- los ambientes mediterráneos pales de esta destrucción po- lis. Como es habitual en mari- ción se refiere al ecotipo aso- como en los centroeuropeos, demos mencionar la agricul- posas con requerimientos si- ciado con praderas húme- como así lo pone de manifies- tura intensiva, la construcción milares, la fórmula óptima de Fig. 1. Tendencia de la ondas rojas entre 1994 y 2018 en 77 estaciones das que utiliza Succisa pra- del Catalan Butterfly Monitoring Scheme. De acuerdo con el programa to un análisis de las tenden- de carreteras y otras infraes- manejo del hábitat consiste tensis como planta nutricia; TRIM, la especie ha sufrido una regresión moderada. cias separando dos grupos tructuras y la urbanización. en hallar presiones de pasto-

76 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 77 Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)

reo o de siega adecuadas que (p. ej. Munguira et al. 1997, Asimismo, el ecotipo alpino Cambio climático Necesidades de Europa se han llevado a cabo eviten un cerramiento exce- Junker & Schmitt 2010), los re- también parece ser más se- estudios muy detallados so- Las poblaciones del ecotipo sivo del hábitat pero que a la sultados sin duda están sesga- dentario, un comportamien- conservación bre el tipo de gestión que re- alpino corren un riesgo adi- vez mantengan una alta den- dos por un problema de escala to que se interpreta como una Mapeado de las quieren las poblaciones de E. cional a causa del cambio cli- sidad y calidad de la plan- (Schneider 2003). Así, el único adaptación a un clima muy aurinia asociadas a praderas mático, al estar estrictamen- poblaciones ibéricas, ta nutricia. Dicho balance de- estudio que se ha llevado a ca- hostil que supone un alto ries- húmedas con Succisa praten- te adaptadas a unas condicio- en especial del ecotipo penderá de cada caso en par- bo a gran escala (150.000 ha), go de mortalidad para aque- sis. La información que contie- alpino ticular (clima, tipo de gana- considerando simultáneamen- llos ejemplares que abando- nes muy específicas (Junker nen dichos estudios puede ser do utilizado, etc.) y por lo tan- te todas las poblaciones de la nan los parches de hábitat et al. 2010) y susceptibles de La ondas rojas es una especie muy útil y plenamente aplica- to se tendrá que determinar República Checa, permitió de- (Junker et al. 2010, Casacci modificarse rápidamente de bien extendida por el territo- ble a las poblaciones ibéricas a partir de la gestión activa y tectar algunos movimientos de et al. 2015). acuerdo con las proyecciones rio ibérico y conocida de mu- que viven en el mismo tipo de el monitoreo de las poblacio- mucho mayor alcance, que in- futuras (European Environ- chas localidades. Sin embar- hábitat. Sería muy recomen- En todo caso, la fragmenta- ment Agency 2012). nes. En el caso de Cataluña, cluso pueden exceder los 10 ción del hábitat y la creación go, justamente debido a es- dable llevar a cabo un vaciado se dispone de datos que indi- km. A pesar de ser escasos, es- de barreras para la dispersión Sin embargo, este problema ta relativa extensión, no se ha exhaustivo de dichos trabajos can como la desaparición re- tos movimientos pueden ser entre poblaciones es un pro- afecta también el resto de dedicado demasiada atención y tabular la información que ciente del pastoreo ha com- importantes al favorecer el flu- blema importante para esta las poblaciones ibéricas. Por a mapear con rigor las pobla- contienen sobre requerimien- portado la disminución pro- jo génico en el conjunto de una especie, que sin duda afecta ejemplo, las sequías estivales ciones, lo cual no permite co- tos de la especie y pautas con- gresiva de los recursos tró- metapoblación e incluso en- cada vez una proporción ma- y la irregularidad en la preci- nocer con detalle la magnitud cretas del manejo del hábitat . ficos de la mariposa, con la tre metapoblaciones. Los da- yor de las poblaciones ibéri- pitación han sido responsa- de la regresión geográfica de Entre los estudios más des- eventual desaparición de al- tos del CBMS sugieren también cas. bles de la extinción de pobla- la especie. tacados en relación con gunas poblaciones. la existencia de movimientos ciones de la especie próxima Por otra parte, continúa siendo la gestión pueden citarse: de este tipo, ya que periódica- Efectos negativos de  Euphydryas editha en zonas muy desconocida la situación Warren (1994), Lewis & Hur- Fragmentación del mente se detectan ejemplares la consanguinidad en de California con clima me- de las poblaciones del ecoti- ford (1997), Wahlberg et al. hábitat y disminución aislados en localidades aleja- poblaciones pequeñas diterráneo (McLaughlin et al. po alpino, sobre todo debido (2002), Anthes et al. (2003), de la conectividad das varios km de las poblacio- La fragmentación y destruc- 2002). En ese caso, la cau- a la inaccesibilidad del hábitat Konvicka et al. (2003), Hula entre poblaciones nes más cercanas (C. Stefanes- ción del hábitat repercuten sa ha sido la incapacidad de combinado con el corto perío- et al . (2004), Saarinen et al. cu, obs. pers.). La capacidad dispersiva de en una reducción del tamaño las larvas de los primeros es- do de vuelo que presentan. (2005), Betzholtz et al. (2007), la especie ha sido estimada No obstante, en general se y un mayor aislamiento de las tadios para completar el de- Schtickzelle et al. (2005), Bo- en varios estudios de captu- trata de una especie con es- poblaciones. Ambos fenóme- sarrollo hasta el cuarto esta- Vaciado bibliográfico tham et al. (2011), Brunbjerg ra, marcaje y recaptura (p. ej. casa movilidad y poco pro- nos conllevan la erosión ge- dio (estadio invernante) al se- de los estudios sobre et al. (2017), entre otros. Wahlberg et al. 2002, Wang pensa a efectuar largos des- nética de estas poblaciones carse las plantas nutricias por el manejo del hábitat  (Joyce & Pullin 2003, Sigaard Investigación de las et al. 2004, Schtickzelle et al. plazamientos. Los resultados falta de precipitación. Las se- en poblaciones que necesidades y dinámica et al. 2008) y una reducción quías severas que en los últi- 2005, Fric et al. 2010, Casac- obtenidos hasta ahora sugie- dependen de Succisa de los ecotipos medite- ci et al. 2015). Aunque la ma- ren que en las metapoblacio- de su viabilidad, tal como mos años han afectado mu- pratensis yoría de estudios estiman mo- nes formadas por poblacio- han demostrado Saccheri et chas regiones mediterráneas rráneo y alpino al. (1998) para una especie vimientos de muy poco alcance nes más pequeñas y aisladas ibéricas podrían tener un Después de constatarse una Si bien existe mucha infor- próxima, Melitaea cinxia. dentro de las poblaciones, infe- la capacidad dispersiva es efecto muy similar al descrito regresión generalizada de la mación sobre la ecología de riores a un centenar de metros menor (Casacci et al. 2015). para E. editha. especie, en muchos países de las poblaciones que viven en

78 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 79 Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)

prados húmedos y dependen ga es excesiva y conlleva una do se haya restaurado el hábi- Bibliografía de Succisa pratensis, no ocu- disminución de la abundancia tat y se gestione correctamen- rre lo mismo con los ecotipos de las plantas nutricias). te. La viabilidad de proyectos Anthes, N., Fartmann, T., Hermann, Balletto, E., Viterbi, R., Bonelli, S. fragmented landscape? J. Insect G., Kaule, G. 2003. Combining lar- 2015. Dispersal and connectivi- Conserv, 14: 237-246. mediterráneo y alpino. To- de reintroducción de la ondas Aunque existe numerosa bi- val habitat quality and metapopu- ty effects at different altitudes in Junker, M., Wagner, S., Gros, P., Sch- mando como modelo la gran rojas está avalado por el tra- bliografía sobre este aspec- lation structure - the key for suc- the Euphydryas aurinia complex. mitt, T. 2010. Changing demogra- cantidad de estudios de cali- cessful management of pre-alpine J. Insect Conserv., 19: 265-277. to en el caso de Succisa pra- bajo de Porter & Ellis (2011) phy and dispersal behaviour: eco- Euphydryas aurinia colonies. J. In- logical adaptations in an alpine bu- dad que se han llevado a ca- tensis (ver apartado 6.2.), no y por la relativa facilidad con European Environment Agency sect Conserv., 7: 175-185. 2012. Climate change, impacts tterfly. Oecologia, 164: 971-980. bo sobre la ondas rojas en el ocurre lo mismo para las ma- que puede conseguirse mate- centro y norte de Europa, se- rial de cría procedente de po- Betzholtz, P.-E., Ehrig, A., Lindeborg, and vulnerability in Europe 2012. Konvicka, M., Hula, V., Fric, Z. 2003. dreselvas que constituyen el M. 2007. Food plant density, patch EEA Report No. 12/2012, Copen- ría muy interesante diseñar blaciones ibéricas, y manipu- Habitat of pre-diapausing larvae recurso de la mayoría de po- isolation and vegetation height de- hagen. of the endangered buttrefly Eu- estudios para profundizar en larlo en el laboratorio. blaciones ibéricas de la on- termine occurrence in a Swedish Ehrlich, P.R., Murphy, D.D., Singer, phydryas aurinia (Lepidoptera: el conocimiento de la ecolo- das rojas. Identificar las pau- metapopulation of the marsh friti- M., Sherwood, C.B., White, R.R., Nymphalidae): What can be lear- llary Euphydryas aurinia (Rottem- gía de los ecotipos mencio- tas de gestión más adecuadas Brown, I.L. 1980. Extinction, re- ned from vegetation composition nados. Conseguir datos sobre burg, 1775) (Lepidoptera, Nym- duction, stability and increase: and architecture? Eur. J. Entomol., en cada caso requiere un tra- phalidae). J. Insect Conserv., 11: aspectos tales como la prefe- The responses of checkerspot but- 100: 313-322. bajo experimental, con moni- 343-350. terfly (Euphydryas) populations to rencia de hábitat y de micro- Korb, S.K., Bolshakov, L.V., Fric, Z. F., toreo de poblaciones en par- Botham, M.S., Ash, D., Aspey, N., the California drought. Oecologia, Bartonova, A. 2016. Cluster biodi- hábitat, la dispersión y la de- ches de hábitats sometidos Bourn, N.A.D., Bulman, C.R., Roy, 46: 101-105. versity as a multidimensional struc- mografía de las poblaciones a diferentes condiciones de D.B., Swain, J., Zanesse, A., Pywe- Fric, Z., Hula, V., Klimova, M., Zim- ture evolution strategy: checkerspot sería muy valioso para dise- gestión. Parte de este traba- ll, R.F. 2011. The effects of habi- mermann, K., Konvicka, M. 2010. butterflies of the group Euphydryas tat fragmentation on niche requi- Dispersal of four fritillary butter- aurinia (Rottemburg, 1775) (Lepi- ñar planes efectivos sobre la jo de investigación aplicado conservación de la especie. rements of the marsh fritillary Eu- flies within identical landscape. doptera: Nymphalidae). Sys. Ento- a la conservación se podría phydryas aurinia (Rottemburg, Ecol. Res., 25: 543-552. mol, 41: 441-457. Determinar para cada realizar en parques naturales, 1775) on calcareous grasslands in Hula, V., Konvicka, M., Pavlicko, A., Lei, G.-C., Hanski, I. 1997. Metapo- donde los equipos de gestión southern England. J. Insect Con- pulation structure of Cotesia meli- población el manejo Fric, Z. 2004. Marsh fritillary (Eu- pueden destinar recursos y serv., 15: 269-277. phydryas aurinia) in the Czech Re- taearum, a specialist parasitoid of adecuado del hábitat, poner en práctica este tipo de Brunbjerg, A.K., Hoye, T.T., Eskildsen, public: monitoring, metapopula- Melitaea cinxia. Oikos, 78: 91-100. que favorezca las A., Nygaard, B., Damgaard, C.F., tion structure, and conservation of Lewis, O.T., Hurford, C. 1997. Asses- experimentos. Ejrnaes, R. 2017. The collapse of poblaciones de la an endangered butterfly. Entomol. sing the status of the marsh fritillary Reintroducción marsh fritillary (Euphydryas au- Fenn., 15: 231-241. butterfly (Eurodryas aurinia): an planta nutricia rinia) populations associated wi- Joyce, D.A., Pullin, A.S. 2003. Con- example from Glamorgan, UK. J. In- de poblaciones th declining host plant abundan- sect Conserv., 1: 159-166. Un manejo incorrecto pue- servation implications of the dis- extinguidas una vez ce. Biol. Conserv., 211: 117-124. tribution of genetic diversity at di- Mikheyev, A.S., McBride, C.S., Mue- de deberse tanto al abando- se haya restaurado el Bulman, C.R., Wilson, R.J., Holt, fferent scales: a case study using ller, U.C., Parmesan, C., Smee, no del pastoreo o de la siega hábitat A.R., Gálvez Bravo, L., Early, R.I., the marsh fritillary butterfly (Eu- M.R., Stefanescu, C., Wee, B., Sin- (con lo que el hábitat se cie- Warren, M.S., Thomas, C.D., 2007. phydryas aurinia). Biol. Conserv., ger, M.C. 2013. Host-associated rra excesivamente y las plan- Como medida extrema, existe Minimum viable metapopulation 114: 453-461. genomic differentiation in con- tas nutricias acaban siendo la posibilidad de reintroducir size, extinction debt, and the con- Junker, M., Schmitt, T. 2010. De- generic butterflies: now you see servation of a declining species. it, now you do not. Mol. Ecol., 22: desplazadas por otras espe- la especie en parches de hábi- mography, dispersal and move- Ecol. Appl., 17: 1460-1473. ment pattern of Euphydryas au- 4753-4766. cies vegetales), como al ca- tat donde se haya podido do- Casacci, L.P., Cerrato, C., Barbero, F., rinia (Lepidoptera: Nymphalidae) McLaughin, J.F., Hellmann, J.J., Bo- so contrario (cuando la pre- cumentar la extinción de una Bosso, L., Ghidotti, S., Paveto, M., at the Iberian Peninsual: an alar- ggs, C.L., Ehrlich, P.R. 2002. Cli- sión del pastoreo o de la sie- población, siempre y cuan- Pesce, M., Plazio, E., Panizza, G., ming example in an increasingly mate change hastens population

80 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 81 Ondas rojas europea (Euphydryas aurinia)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa ondas rojas europea

 Primera. Mapear las poblaciones ibéricas e identificar las unidades metapoblacio-

extinctions. Proc. Natnl. Acad. Sigaard, P., Pertoldi, C., Madsen, Wahlberg, N., Klemetti, T., Hanski, nales en el conjunto del territorio. Se debería prestar una atención especial a las Sci., 99: 6070-6074. A.B., Sogaard, B., Loeschcke, V. I., 2002. Dynamic populations in poblaciones del ecotipo alpino, cuya distribución y situación son todavía muy po- Munguira, M.L., Martín, J., Gar- 2008. Patterns of genetic varia- a dynamic landscape: the meta- bremente conocidas. cía-Barros, E., Viejo, J.L. 1997. tion in isolated Danish popula- population structure of the marsh Use of space and resources in a tions of the endangered butterfly fritillary butterfly. Ecography, 25:  Segunda. Consolidar los programas de seguimiento a gran escala para incluir un Mediterranean population of the Euphydryas aurinia. Biol. J. Linn. 224-232. número suficiente de poblaciones en territorio ibérico y conocer las tendencias re- Soc., 95: 677-687. butterfly Euphydryas aurinia. Acta Wang, R., Wang, Y., Chen, J., Lei, G.- gionales a medio y largo término. Actualmente el CBMS recoge datos de cerca de 80 Oecol., 18: 597-612 (816) Singer, M.C., Stefanescu, C., Pen, I. C., Xu, R. 2004. Contrasting mo- Porter, K. 1982. Basking behaviour 2002. When random sampling vement patterns in two species of poblaciones, que incluyen una buena representación de los ecotipos mediterráneo in larvae of the butterfly Euphydr- does not work: standard design chequerspot butterflies, Euphydr- y centroeuropeo, pero la cantidad de poblaciones representadas en el resto del te- yas aurinia. Oikos, 38: 308-312. falsely indicates maladaptive host yas aurinia and Melitaea phoebe, rritorio español muy posiblemente es todavía insuficiente. in the same patch network. Ecol. Porter, K., Ellis, S. 2011. Securing preferences in a butterfly. Ecol. Le- Entom., 29: 367-374. viable metapopulations of the tt., 5: 1-6.  Tercera. Para las poblaciones del ecotipo alpino, se propone establecer transectos Marsh Fritillary butterfly, Euphy- Stefanescu, C., Peñuelas, J., Sar- Warren, M.S. 1994. The UK status semanales específicos centrados en el corto período de vuelo en este tipo de am- dryas aurinia (Lepidoptera: Nym- dans, J., Filella, I. 2006. Females and suspected metapopulation phalidae) in Northern England. J. of the specialist butterfly Euphy- structure of a threatened Euro- biente (alrededor de un mes). Insect Conserv., 15: 111-119. dryas aurinia (Nymphalinae: Me- pean butterfly, the marsh fritillary Euphydryas aurinia. Biol. Con-  Cuarta. Ampliar los conocimientos sobre la ecología y preferencias de hábitat y Saarinen, K., Jantunen, J., Valtonen, litaeini) select the greenest leaves serv., 67: 239-249. microhábitat de la especie, en particular de los ecotipos mediterráneo y alpino. Para A. 2005. Resumed forest grazing of Lonicera implexa (Caprifolia- restored a population of Euphy- ceae) for oviposition. Eur. J. Ento- ello se dispone de numerosa bibliografía sobre las poblaciones del centro y norte dryas aurinia (Lepidoptera: Nym- mol., 103: 569-574. de Europa que puede utilizarse como modelo en el diseño experimental del tipo de phalidae) in SE Finland. Eur. J. Stefanescu, C., Planas, J., Shaw, estudios a realizar. Entomol., 102: 683-690. M.R. 2009. The parasitoid com- Saccheri, I., Kuussaari, M., Kanka- plex attacking coexisting Spa-  Quinta. Un aspecto de suma importancia para la conservación de la especie es nish populations of Euphydryas re, M., Vikman, P., Fortelius, W., el manejo adecuado de los hábitats. Al ocupar hábitats correspondientes a etapas Hanski, I. 1998. Inbreeding and aurinia and Euphydryas desfon- extinction in a butterfly metapo- tainii (Lepidoptera: Nymphali- tempranas de la sucesión, es necesario un manejo activo, generalmente basado en pulation. Nature, 392: 491-494. dae, Melitaeini). J. Nat. Hist., 43: el pastoreo extensivo. Existe una muy abundante bibliografía sobre el manejo del 553-568. Schneider, C. 2003. The influence hábitat cuando las poblaciones ocupan praderas húmedas y dependen de Succisa of spatial scale on quantifying in- Thomas, C.D., Bulman, C.R., Wilson, sect dispersal: an analysis of bu- R.J. 2008. Where within a geo- pratensis. En cambio, los requerimientos precisos de manejo se desconocen para tterfly data. Ecol. Entom., 28: graphical range do species survi- los ecotipos mediterráneo y alpino, por lo cual es necesario llevar a cabo investiga- 252-256. ve best? A matter of scale. Insect ción original para determinarlos en estos casos. Los Parques Naturales podrían ser Conserv. Div., 1: 2-8. Schtickzelle, N., Choutt, J., Goffart, un marco idóneo para llevar a cabo este tipo de experimentación. P., Fichefet, V., Baguette, M. 2005. Van Swaay, C., Cuttelod, A., Collins, Metapopulation dynamics and S., Maes, D., López Munguira, M.L.,  Sexta. Mantener una estructura metapoblacional adecuada para las poblaciones conservationof the marsh friti- Šašić, M., Settele, J., Verovnik, que ocupan una determinada área. Para ello se ha de evitar la destrucción de los llary butterfly: Population viability R., Verstrael, T., Warren, M., Wie- analysis and management options mers, M., Wynhoff, I. 2010. Euro- hábitats y la reducción del área ocupada por las poblaciones individuales, así como for a critically endangered species pean Red List of Butterflies. Pu- evitar la creación de barreras para la dispersión entre poblaciones. in Western Europe. Biol. Conserv., blications Office of the European 126: 569-581. Union, Luxembourg, 47 pp

82 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ONDAS ROJAS EUROPEA | 83 ApoloOndas rojas(Parnassius apollo) europea (Euphydryas aurinia) Manto violeta Lycaena helle  Séptima. En casos extremos, se puede considerar la reintroducción de poblaciones (Bergsträsser, 1758) extinguidas si previamente se ha restaurado el hábitat en la zona seleccionada. La obtención de material ibérico para cría en laboratorio es perfectamente factible, la cría de la especie en cautividad no es complicada y, además, existen experiencias exitosas sobre reintroducciones. No obstante, la reintroducción no debería conside- David César Manceñido1 rarse más que como un último recurso para la conservación de la especie Amparo Mora Cabello de Alba2.

1. Biólogo, especialista en lepidópteros. Autor del libro Foto: Bernhard Theissen. Bernhard Foto: “Mariposas diurnas de la provincia de León” 84 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA 2. Bióloga, P.N. Picos de Europa. Manto violeta (Lycaena helle)

puntos negros y una serie de puntos blancos poco señala- dos en posición marginal. Por su parte, la cara inferior de las

Foto: Bernhard Theissen. Bernhard Foto: alas posteriores es gris ana- Theissen. Bernhard Foto: ranjada, con series de puntos negros; en posición margi- nal tienen una banda de color naranja intenso y en posición postdiscal llevan una banda blanquecina, en ocasiones di- cha banda no es más que una Prados cantábricos con Polygonum bistorta, planta nutricia de Lycaena serie de puntos blancos. helle. Hábitat El hábitat de la especie se co- rresponde con prados inunda- bles en la ribera de ríos y arro- César Manceñido David yos, en León se observa en un claro de bosque ocupado por una pradera muy húmeda parcialmente encharcada. Parece ser que estos medios que habita han sufrido un cier- Descripción to manejo por parte del hom- Ficha Técnica La manto violeta (Lycaena ceas características de la es- bre que les ha permitido man- Nombre común: Manto helle (Denis y Schifermüller, pecie. Las hembras, en la ca- tenerse. Al menos el hábitat Prado húmedo de siega en La Uña (León). Violeta. donde se conoce en León se 1775)) es una pequeña ma- ra superior de sus alas, pre- utilizaba para el pastoreo muy Nombre científico: riposa de la familia Lycaeni- sentan una mayor extensión apelmazado y apelotonado de de forma destacada Trollius eu- leve a lo largo del mes de abril Lycaena helle (Denis & dae. Muestra un marcado di- del color naranja típico del herbáceas, permaneciendo la ropaeus L. (calderón), Anthyllis y de nuevo en octubre (coinci- Schiffermüller, 1775). vegetación un poco más suel- vulneraria L. (vulneraria) y San- morfismo sexual. Los ma- género Lycaena, pero tam- diendo con la subida y la baja- Nombre en inglés: chos tienen en la cara su- bién en ellas se aprecian las ta y dispersa. guisorba officinalis L. (pimpine- Violet Cooper. da del ganado a los puertos). la mayor), así como especies perior de sus alas muy po- características irisaciones. La Es fundamental que en estos Además de segarse en agosto de los géneros Euphorbia, Fili- Envergadura alar: ca extensión de color na- cara inferior de las alas es si- o septiembre. Parece ser que medios esté presente Polygo- 22 a 28 mm pendula, Geranium, Thalictrum ranja, siendo más bien par- milar en ambos sexos, sien- el pisoteo puntual por parte num bistorta L. (bistorta). En la 22 a 28 mm. y Salix entre otras. dos, pero muestran unas in- do las alas anteriores total- del ganado pueda ser positi- provincia leonesa, como plan- tensas irisaciones azul-violá- mente naranjas con series de vo para evitar el crecimiento tas acompañantes aparecen

86 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 87 Manto violeta (Lycaena helle)

Área de distribución Dentro de la Península Ibérica en observaciones más recien- Biología de la especie se ha señalado su presencia tes, aunque sin precisar tam- La manto violeta coloniza Eu- en Pirineos, en las proximida- poco una fecha. Los adultos comienzan a volar ropa central y del este, alcan- des del Aneto, en Peña Labra poco antes de la floración de P. De este modo, el registro más zando por el norte la Penín- y cerca de Reinosa. Son ci- bistorta L. (bistorta) que es la Theissen. Bernhard Foto: fidedigno y actual para es- sula Escandinava. A pesar de tas antiguas: la pirenaica da- planta nutricia de sus orugas. te lepidóptero dentro del te- su, aparente, amplia área de ta de 1980 (si bien se publica Utilizan como fuente nectarí- rritorio ibérico se correspon- distribución hay que señalar en 1985), la cántabra de Rei- fera diversos árboles y arbus- que esta no es continua, si nosa se publica en 1985, pe- de con el hallazgo de una po- tos presentes en el biotopo, no que aparece generalmen- ro basada en observaciones blación en la localidad leone- principalmente a comienzos te de forma dispersa, en pe- de 1956 y la de Peña Labra, sa de La Uña en 2015. de su época de vuelo puesto Hembra de Lycaena helle soleándose. queñas poblaciones, gene- se publica en 2004 sin dejar que aún no hay muchas her- ralmente en regiones monta- claro si es la misma localidad báceas en flor. De este modo ñosas. que la anterior, pero se basa se nutren del néctar que les ofrece el género Salix, así co- mo Crataegus monogyna Ja-

cq. (majuelo o espino albar), Theissen. Bernhard Foto: Frangula alnus Mill. (araclán), Prunus spinosa L. (endrino) y Sorbus aucuparia L. (serbal de cazadores). Entre las herbá- ceas utiliza Geranium sylvati- cum L. (geranio silvestre) y P. bistorta L. (bistorta). Necesita la presencia de ár- boles y hierbas altas para que Lycaena helle predada por una araña. los machos las utilicen como atalayas, puesto que son te- Las hembras suelen requerir Para ovopositar, parece ser rritoriales. Además los árbo- para la ovoposición hábitats que las hembras buscan ho- les les sirven como dormide- ros durante las horas noctur- aislados de las zonas ocupa- jas de P. bistorta L. (bistorta) nas. Las hembras parecen ser das por los machos. Se mue- anchas, un poco horizonta- menos detectables que los ven por zonas abiertas con P. les y que se vean bien sobre Citas posteriores a 1999. machos. La distancia media bistorta L. (bistorta) a distan- el resto de vegetación. Depo- Citas anteriores al año 2000. de movimiento es aproxima- cias de hasta 400 m de los ár- sitan los huevos en la cara in- Sin información exacta de la fecha. damente de 108 m (máximas boles. No obstante, machos y ferior de las mismas. La pre- de 335 m para los machos y hembras se pueden encontrar sencia de hojas muertas en el Distribución de Lycaena helle. de 522 m para las hembras). juntos en los mismos claros. suelo de Juncus o Carex pare-

88 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 89 Manto violeta (Lycaena helle)

entonces se mueven a las ho- Europa, ayude a evitar cual- jas próximas hasta que pu- quier actuación indeseada en pan. el medio ocupado. La vida media de los adultos Gestión del hábitat Theissen. Bernhard Foto: Foto: Bernhard Theissen. Bernhard Foto: es de 8 días. Los huevos ma- duran en 6-13 días y las lar- Deben evitarse las visitas al vas alcanzan su tercer estadio biotopo para evitar un exceso después de 10-18 días. Pro- de pisoteo en la zona. bablemente sea la crisálida la También resulta fundamen- fase crítica en el ciclo vital de tal evitar el cerramiento de la manto violeta puesto que este claro y la colonización es la forma en la que hiberna por parte de especies arbó- Reverso de Lycaena helle. y dura cerca de 300 días. reas del bosque cercano que Huevo de Lycaena helle. acabarían con el hábitat de la tren la vegetación actual y el to en la Península Ibérica. Se Problemática de mariposa. conservación sustrato sobre el que se asien- debe incrementar el esfuerzo No puede permitirse en modo tan; heladas tardías que dañen por redescubrir las antiguas Destrucción y alguno el drenaje de la zona o la vegetación o sequías pertin- colonias cántabras y pirenai- alteración del hábitat áreas cercanas ni la construc- aces en verano. cas y se debe establecer un ción de presas ni pozos que programa de búsqueda de la Foto: Bernhard Theissen. Bernhard Foto: Del mismo modo que para Necesidades de manto violeta por otras áreas la mayoría de los insectos, la alterarían el nivel freático del adyacentes a la colonia cono- destrucción del hábitat es la claro de bosque. conservación cida en León. mayor amenaza para la su- Cambio climático Programa de pervivencia de la especie, al-  Podría ser un factor a tener en seguimiento Educación ambiental go que en este caso ya es- y sensibilización de la tá ocurriendo, puesto que el cuenta en el caso de suponer Se debe llevar a cabo un pro- uso tradicional de este prado una merma en el caudal del grama de seguimiento de la población ya no se da; actualmente so- río cercano o una disminución colonia actualmente cono- La manto violeta es ahora lo lo utilizan los herbívoros sil- del nivel freático de la prade- cida. Se deben contabilizar mismo nuestra mariposa más ra, lo que traería consigo un Oruga de Lycaena helle. vestres. los ejemplares observados y, amenazada, por lo que debe cambio en el elenco de es- de esta manera, detectar las Dado lo reducido del área explicarse a la población de ce ser de gran importancia. Si Las orugas consumen la cu- pecies vegetales presentes y ocupada, cualquier alteración fluctuaciones de la colonia. las localidades cercanas, así el suelo del sitio es muy húme- tícula inferior de las hojas y una desestabilización fatal en como a la guardería del Par- en su medio puede desem- Búsqueda de nuevas do con pocos pies de P. bistor- producen “ventanas” trans- el frágil equilibrio actual. que Regional su alto valor bocar en su inminente des- poblaciones ta L. (bistorta) pero muchos de lúcidas características cuan- aparición. Cabe esperar que Otros factores de riesgo que biológico y su extrema fragili- Succisa pratensis Moench (bo- do son jóvenes. Permanecen su presencia dentro de un te- puede traer aparejado el cam- Este apartado resulta funda- dad, para tratar de involucrar cado del diablo), no es utiliza- bajo las hojas hasta que se las rritorio protegido, como es el bio climático son episodios de mental para poder garantizar al mayor número de personas do para la ovoposición. han comido completamente y Parque Regional de Picos de lluvias torrenciales que arras- la pervivencia de este insec- posible en su conservación.

90 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 91 Manto violeta (Lycaena helle)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa manto violeta

Esta especie puede ser fácil- Bibliografía  Primera. Es prioritario hacer un inventario detallado de la colonia leonesa, lo que mente utilizada como espe- hace necesario visitarla y prospectarla minuciosamente y con sumo cuidado en la cie paraguas para la protec- AGENJO, R. 1964. Los nombres vul- mas Cántabros. Ed. Cantabria Tra- gares de las mariposas Españo- dicional, Torrelavega, 196 pp. época de vuelo de los adultos y causando el menor daño posible al medio. Se debe ción tanto de otros seres que las. Graellsia, XX: 163-190. THEISSEN, B. 2017. Informe de re- aportar el máximo de información sobre el hábitat que ocupa y el área potencial del compartan territorio con ella, GARCÍA-BARROS, E., MUNGUI- sultados del programa de moni- que disponen en sus proximidades, así como obtener información cuantitativa sobre como del espacio mismo en RA, M. L., MARTÍN-CANO, J., RO- toreo de humedales en el proyec- la densidad de ejemplares para poder aproximarse al tamaño de la población. Del el que habita. Un aspecto po- MO-BENITO, H., GARCÍA-PEREI- to LIFE Rur and Kall-Fluvial Ha- mismo modo resultará imprescindible identificar absolutamente todos los factores sitivo de cara a su conserva- RA, P. Y MARAVALHAS, E. S. 2004. bitats (LIFE10NAT/DE/008). Es- de amenaza que tiene esta población. ción es que comparte hábitat Atlas de las mariposas diurnas de tación biológica de la región Aa- la Península Ibérica e islas Ba- chen, Alemania. y planta nutricia con la perla-  Segunda. Es fundamental visitar y prospectar todos los hábitats favorables para la leares (Lepidoptera: Papilionoi- TOLMAN, T. Y LEWINGTON, R. 2002. da de los pantanos (Boloria dea y Hesperioidea). Monografías Guía de las mariposas de España especie en su área potencial de distribución. Se deben hallar nuevas poblaciones eunomia (Esper, 1799)) y so- S.E.A., vol. 11. Zaragoza, 228 pp. y Europa. Lynx Edicions. Barcelo- que aseguren la continuidad y viabilidad de esta especie en la Península Ibérica. En lamente hábitat con la hormi- HABEL, J. C.; MEYER, M Y SCHMITT, na, 320 pp. esta fase se deben localizar y describir cada una de las colonias que se encuentren, guera oscura (Phengaris nau- T. 2014. Jewels in the mist. A sy- VERDÚ, J.R. & GALANTE, E. (eds.). aportando información sobre el biotopo ocupado. También se debe conocer el área sithous (Bergsträsser, 1779)) nopsis on the highly endangered 2006. Libro Rojo de los Inverte- butterfly species the Violet Copper, potencial disponible en sus proximidades, así como el número de ejemplares de por lo que todo el área que brados de España. Dirección Ge- Lycaena helle. Ed. Pensoft. neral de Conservación de la Natu- cada colonia y las amenazas que pesen sobre ellas. ocupan las tres especies pue- MASÓ, A. y PÉREZ DE-GREGORIO, raleza, Madrid. 267 pp. de tomarse como una única J. J. 1985. Lycaena helle (Lep. Ly-  Tercera. Dado que la manto violeta es una especie con una escasa capacidad dis- VERDÚ, J.R.; NUMA, C.; GALANTE, E. persiva será interesante establecer un programa que facilite la interconexión de unidad de gestión. caenidae), ropalòcer nou per a la 2011. Atlas y Libro Rojo de los In- Península Ibèrica. Butlletí Socie- vertebrados Amenazados de Es- poblaciones. Si ello no fuese posible, dados sus particulares requerimientos eco- tat Catalana Lepidopterologia, 47: paña (Especies Vulnerables): Vol. lógicos, se debería, previo estudio de viabilidad, translocar ejemplares desde las 23-26. I. Dirección General de Medio Na- colonias más numerosas (si las hubiere) hacia las más débiles. OLIVER, F. 1985. Novedades de ro- tural y Política Forestal, Ministerio palóceros españoles. SHILAP re- de Medio Ambiente, Medio Rural y  Cuarta. Crear una microrreserva para la colonia conocida a fin de evitar las visitas vista de lepidopterología, 13 (49): Marino. Madrid. 1318 pp. indeseadas a la misma que pondrían en peligro su supervivencia. 20. VIEDMA, M.G. DE & GÓMEZ-BUSTI- MUÑOZ SARIOT, M. G. 2015. Lycae- LLO, M.R. 1985. Revisión del Libro  Quinta. Es necesario definir e implementar un programa de seguimiento de la colo- na helle (Denis y Schifermüller, Rojo de los Lepidópteros Ibéricos. nia conocida y de las que puedan ir apareciendo. Este seguimiento debería ser anual 1775) nueva especie para Casti- Monografías 42. ICONA, Madrid. e incluir varias visitas a cada colonia durante el periodo de vuelo de los imagos. lla y León (España) (Lepidopte- 77 pp. 3 lám. ra: Lycaenidae). Boln. S.E.A., 57: VIVES-MORENO, A. 2014. Catálo- 433-434. go Sistemático y Sinonímico de los ROMO, H.; CAMERO, E.; GARCÍA-BA- Lepidoptera de la Península Ibé- RROS, E.; MUNGUIRA, M.; MAR- rica, de Ceuta, de Melilla y de las TÍN-CANO, J. 2014. Recorded and Islas Azores, Baleares, Canarias, potential distributions on the Ibe- Madeira y Salvajes (Insecta: Le- rian peninsula of species of Lepi- pidoptera). Suplemento de SHI- doptera listed in the Habitats Direc- LAP Revista de Lepidopterología. tive. European Journal of Entomo- 1184 pp. logy, 111(3): 407–415. SANZ ROMÁN, P. y MARCOS GÓMEZ, J. M. 2004. Mariposas y Ecosiste-

92 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA MANTO VIOLETA | 93 Manto violeta (Lycaena helle) Hormiguera oscura Phengaris nausithous (Bergsträsser, 1779)

Fernando Jubete1

Foto: Jacinto Román. Jacinto Foto: 1.- Asociación de Naturalistas Palentinos. 94 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA Correo electrónico: [email protected] Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

Descripción La hormiguera oscura (Phen- garis nausithous Bergsträsser

Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: 1779) es una mariposa diurna Jubete. Fernando Foto: de la familia Lycenidae. Es una mariposa pequeña y de tonos discretos. Los machos presentan el anverso alar de un color azul violáceo, donde se pueden apreciar unas manchas negras en las alas superiores. El anverso alar de las hembras es de color marrón oscuro. Tan- Colonia de hormiguera oscura en prados de diente con una elevada to el macho como la hembra humedad en Palencia. presentan una extensa banda marrón oscura en el borde de las alas. El reverso es muy si- milar en ambos sexos, de color

sombra tostado, con una serie Jubete. Fernando Foto: curva de seis puntos negros en el ala posterior que hacen esta especie inconfundible. Hábitat Ficha Técnica El hábitat de Phengaris nau- Nombre común: sithous está condicionado por Hormiguera oscura o limbada. dos elementos, la presencia de la sanguisorba o pimpine- Nombre científico: la mayor (Sanguisorba offici- Formaciones de sanguisorba en pastizales de la Montaña Palentina. Phengaris nausithous nalis), su planta nutricia, y la (Bergsträsser, 1779). gran en el orden fitosocioló- no, así como ciertas comuni- existencia de colonias de hor- gico Molinietalia caeruleae W. dades megafórbicas, que se Nombre en inglés: migas del género Myrmica, Dusky large blue. Koch, 1926, dentro de la cla- desarrollan sobre suelos muy hospedadoras de sus larvas. se Molinio-Arrhenatheretea R. húmedos, con horizonte de Envergadura alar: Las comunidades vegetales Tx., 1937. Este orden se de- gley y nivel freático elevado 28 a 34 mm 28 a 38 mm. que conforman el hábitat de fine como “juncales y prade- durante todo el año” (Fernán- Phengaris nausithous se inte- ras higrófilas, enmendadas o dez-González, 1988).

96 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA | 97 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

Las colonias conocidas en semiturbosos. Estas zonas hú- Área de distribución Tres cuadrículas están distribui- cuadrículas), Palencia (cua- España se ubican en prados medas reúnen los requisitos das en el Sistema Central, cinco tro cuadrículas) y Guadalajara La distribución de la mariposa higrófilos normalmente próxi- ecológicos necesarios para al- en el sistema Ibérico y trece en (una cuadrícula). hormiguera oscura en España se mos a pequeños cauces y, bergar poblaciones de sangui- la Cordillera Cantábrica. limita a las cadenas montañosas Un nuevo estudio publicado por Jubete. Fernando Foto: habitualmente, en fondos de sorba y además en ellas no que rodean la Submeseta Norte: En el año 2013 se amplía Jubete & Román (2016), amplía valle. Muchos de estos pra- suele ser posible la realización Cordillera Cantábrica, Sistema considerablemente el área de en seis nuevas cuadrículas su dos son objeto de aprovecha- de los trabajos de siega, lo que Central y Sistema Ibérico. distribución de la especie en área de distribución en España, miento ganadero mediante el garantiza la presencia de san- aportando las primeras citas pa- Nido de hormigas del género Myr- El Atlas y Libro Rojo de los España (Vicente et al., 2013), mica, normalmente ocultos entre pastoreo y la siega de la hier- guisorba durante el periodo de ra el norte de Burgos. Invertebrados Amenazados de concretamente en quin- la densa vegetación herbácea. ba que producen (prados de vuelo de esta mariposa. España (Munguira et al., 2011) ce nuevas cuadrículas UTM, siega y diente). Finalmente, Sanz et al., 2017, El rango altitudinal de las co- presenta un mapa donde se ci- aportando nuevas citas para localizan nuevas poblaciones Varias colonias han sido loca- lonias conocidas se encuentra ta la especie en 21 cuadrículas las provincias de Soria (sie- en el noreste de León, am- lizadas en turberas o prados entre los 800-1.500 metros. UTM de 10 x 10 km. te cuadrículas), Burgos (tres pliando en cinco nuevas cua- drículas su distribución. Jubete. Fernando Foto: Biología de la especie

Esta especie desarrolla uno Hembra de hormiguera oscura de los ciclos biológicos más ovopositando en una cabezuela de complejos en el mundo de los Sanguisorba officinalis. lepidópteros, que incluye una bras sobrevuelan las plantas de relación de parasitismo o pre- sanguisorba mayor (Sanguisor- dación de larvas de hormigas ba officinalis), su única planta Distribución de Phengaris conocida como mirmecofilia nausithous en el trabajo de Vicente nutricia, donde depositan entre (Thomas, 1984). et al. (2013). dos y tres huevos en cada capu- La mariposa hormiguera os- llo floral, aunque algunas flores cura comienza a volar desde pueden llegar a recibir la puesta mediados de junio y hasta de varias hembras. finales de agosto (García Ba- Los huevos eclosionan entre rros et al., 2013). El periodo los 7-10 días. En esta prime- de vida de los imagos es muy ra fase, y hasta que realiza las corto, de entre 3 a 10 días tres primeras mudas, la larva Citas posteriores a 1999. (Nowicki et al., 2005). muestra un comportamiento Citas anteriores al año 2000. Tras emerger los imagos tiene endófito, alimentándose ex- Sin información exacta de la fecha. lugar el cortejo de los machos, el clusivamente de las flores de Ampliación de la distribución de Phengaris nausithous en el trabajo emparejamiento y las cópulas. pimpinella mayor (Thomas, Distribución de Phengaris nausithous. de Jubete & Román (2016). Una vez fecundadas, las hem- 1984).

98 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 99 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

son actuaciones puntuales ción de los pastizales donde que afectan, por norma ge- se ubican. neral, a alteraciones en el ni- Gestión del hábitat vel freático de los pastizales Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: o turberas donde se encuen- La hormiguera oscura es una tran las colonias. mariposa de medios abiertos. Por lo tanto, la presencia de La primera amenaza viene pastizales o turberas donde dada principalmente por los se encuentre su planta nutri- proyectos de concentración Pastizales en una zona con concentración parcelaria. Se aprecia uno de cia es indispensable para su parcelaria. Este tipo de actua- los drenajes y el aprovechamiento intensivo de la hierba que impide la presencia de Sanguisorba officinalis. supervivencia. En el caso de ciones modeladoras y trans- los pastizales, este paisaje ha formadoras del paisaje ya han sido modelado por el manejo sido ejecutadas en varios mu- ganadero. nicipios en áreas de montaña Flores de Sanguisorba officinalis, única planta nutricia donde la hormi- La actividad ganadera es ne-

de Palencia, León o Soria. Jubete. Fernando Foto: guera oscura deposita sus huevos. cesaria para la existencia de Las causas que provocan la un hábitat adecuado que ge- Sobre las tres o cuatro sema- ximadamente un mes, tiene desaparición de la especie nera y mantenga praderas nas, la oruga se deja caer al lugar en los meses de junio por los trabajos de concentra- con formaciones de sangui- suelo, normalmente al atar- y julio y también se completa ción parcelaria se deben prin- sorba. Sin embargo, un pasto- decer, y espera a ser recogi- en el interior del hormiguero. cipalmente a actuaciones co- reo excesivo o una siega ade- da por hormigas del género mo el descenso del nivel freá- lantada suponen un impor- Myrmica que las llevan a su Problemática de tico que provocan las obras. tante factor de amenaza al hormiguero subterráneo. Pa- En la mayor parte de los ca- conservación eliminar la planta nutricia de ra evitar ser atacadas y devo- sos, estos trabajos eliminan Destrucción y Obras de desecación de una turbera donde se asienta una colonia de la mariposa antes de que se radas, las orugas liberan una o modifican el curso de ríos, hormiguera oscura. realicen las puestas o de que feromona que imita el olor de alteración del hábitat arroyos y pequeñas turberas las larvas finalicen su ciclo en las larvas de hormiga. La destrucción del hábitat es la para sustituirlos por canales ñas actuaciones que, en mu- ellas. El periodo de vuelo de mayor amenaza que pesa en la de drenaje. chas ocasiones, se realizan Las orugas de hormiguera os- la especie se concentra en los cura permanecen dentro del actualidad sobre la especie. con medios propios como re- La segunda amenaza de des- troexcavadoras o, en ocasio- meses de julio y agosto. Los hormiguero durante un pe- Existen dos magnitudes en trucción del hábitat provie- Jubete. Fernando Foto: nes, manualmente. trabajos de siega en estas zo- riodo de diez meses. Durante lo que a destrucción o altera- ne de afecciones puntuales nas de montaña comienzan a ese tiempo se alimentan de ción del hábitat se refiere. La en las colonias de la maripo- Aunque no es una amenaza mediados de junio, caracteri- las larvas y huevos de las hor- más severa es la que afecta sa hormiguera oscura. Estas extendida, algunas colonias zándose por una rápida me- migas en lo que se conoce Pequeñas obras de drenaje en una a la totalidad de la superficie se deben fundamentalmente colonia de hormiguera oscura. del Sistema Central se están canización y un aumento en como “fase predadora” (Gar- donde se encuentran las co- a intentos de los propietarios viendo también amenazadas la eficacia de la recogida de la cía Barros et al., 2013). lonias y que supone su desa- de los prados de reducir el ni- al intento de hacer descender por proyectos de urbaniza- hierba. Esto provoca que en La fase de pupa dura apro- parición directa. La segunda vel de inundación de estos o el nivel freático. Son peque- ción que suponen la destruc- muchas colonias de hormi-

100 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 101 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

verde, lo que supone, además de un notable adelanto en los trabajos de siega, la retirada de muchas plantas que com- Revilla. Eloy Foto: Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: ponen el pasto sin que hayan madurado y esparcido sus se- millas, contribuyendo con ello al empobrecimiento botánico de los pastizales. En estos casos, la disponibili- dad de plantas de sanguisorba es mínima, se reduce a esca- sos pies en áreas limítrofes de Una elevada carga ganadera puede provocar la desaparición de las la finca o pequeños cursos flu- formaciones de Sanguisorba officinalis. El adelanto en los trabajos de siega elimina una parte importante de la viales donde no ha sido posible planta nutricia de la especie. realizar los trabajos de siega. ciones en su actual área de tan mantener actividades tra- distribución. dicionales, como la ganadería A este problema hay que aña- extensiva con una carga gana- Los modelos climáticos pro- dir también el del sobrepas- dera ajustada a los recursos yectados predicen una impor- toreo, una amenaza consta- del medio, que permitan man- tada en varias colonias palen- tante contracción de sus po- Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: tener un estado de conserva- blaciones en toda su área de tinas y leonesas donde, ade- ción favorable de las colonias distribución en el año 2020 y más de la siega, las maripo- durante el periodo de vuelo de la práctica desaparición de la sas tienen un duro compe- la hormiguera oscura. tidor con una carga ganade- especie de su área de distri- ra muy elevada. El efecto del bución actual en el año 2050. Este objetivo puede ser con- pastoreo de vacas y yeguas seguido mediante una herra- sobre la planta nutricia puede Necesidades de mienta como es la firma de llegar a ser muy negativo, lle- conservación acuerdos de custodia del terri- gando además a zonas que no Modelización de la evolución de la torio con ganaderos y propie- han sido segadas por encon- población de mariposa hormigue- Gestión del hábitat me- tarios de pastizales. Esta figu- ra oscura según el Climatic Risk diante la custodia del ra de gestión del territorio está trarse inundadas o ser de difí- Atlas of European Butterflies. territorio incorporada a la actual legisla- Aspecto de una colonia de hormiguera oscura después de las labores cil acceso para la maquinaria. ción, concretamente en el artí- de siega. Las únicas zonas donde quedan plantas nutricias para la para la mariposa hormiguera La gestión del hábitat es la me- mariposa son los bordes de arroyos o zonas semiturbosas.  culo 72 de la Ley 42/2007 del Cambio climático oscura (Settele et al. 2008, dida más urgente de poner en Patrimonio Natural y de la Bio- guera oscura los prados estén En los últimos años comien- El cambio climático es una Romo et al., 2015) y, de no marcha para garantizar la con- diversidad. ya segados cuando vuelan los zan a realizarse cada vez con amenaza invisible, pero que revertir esta situación, ame- servación de esta amenazada imagos. más frecuencia labores de no debe ser infravalorada. naza con hacer desaparecer especie. Es una prioridad arti- Como experiencia previa se siega mediante el ensilado en De hecho, ha sido ya descrita la mayor parte de sus pobla- cular mecanismos que permi- encuentran las actuaciones

102 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 103 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

gar de entre 2 a 4 metros de prácticas ganaderas y de la con los trabajos de prospec- de los adultos. Estas visitas anchura. Estas franjas se ubi- eco-condicionalidad de la ción en pastizales y turberas, deben incluir la realización can normalmente en los már- Política Agraria Común. La donde seguramente se encon- de transectos con banda pa- genes de la finca, pequeños creación de una línea de ayu- trarán nuevas colonias. La in- ra contabilizar los ejemplares Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: arroyos o bandas perimetrales das que fomente este tipo de ventariación cartográfica de las observados, obtener datos a las áreas turbosas existentes prácticas ganaderas redunda- colonias es, como resulta ob- sobre densidad, conocer la en los prados. De esta forma, ría de forma inmediata en la vio, la primera medida de con- tendencia de cada colonia y de se garantiza la existencia de conservación de esta y otras servación necesaria de llevar a la población en general. una superficie mínima sin se- especies de invertebrados. cabo para preservar a estas zo- Este programa de seguimiento gar donde se mantienen bue- nas de posibles amenazas. debería incluir especialmen- Programa de nas densidades de Sanguisor- te las colonias que han sido Una segunda opción necesaria ba officinalis. seguimiento objeto de programas de cus- de desarrollar es la de diseñar Hasta la fecha se han firma- todia del territorio para, de Aunque los avances conse- y llevar a cabo un programa de do seis acuerdos de custodia esta forma, comprobar si las guidos en los últimos años seguimiento en al menos una del territorio que ocupan una medidas puestas en marcha han sido destacables, todavía parte de las colonias. El pro- superficie de 15.300 metros responden a los objetivos es- quedan muchos trabajos por grama de seguimiento puede cuadrados repartidos en ocho llevar a cabo. perados.

Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: consistir en dos o tres visitas colonias. La duración de estos

acuerdos es de cinco años, lo El primero de ellos es continuar durante el periodo de vuelo Educación ambiental que garantiza la protección de y sensibilización de la estas colonias a medio plazo. población Como contraprestación por Las mariposas diurnas son dejar sin segar una parte de invertebrados que no son Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: los prados, se ha compen- responsables de daños a la sado a los ganaderos con la agricultura y ganadería. Por entrega del equivalente a la norma general, son insectos La creación en los pastizales de franjas 2 a 4 m de anchura o de pérdida del forraje en pienso. queridos y apreciados por el pequeños parches sin segar, es una excelente medida de gestión para hombre, que disfruta de la incrementar el hábitat de la mariposa hormiguera oscura. En resumen, una inversión observación de muchas de de menos de 5.000 euros estas especies. desarrolladas en el proyec- taña Palentina”. En el marco ha servido para garantizar la Aun así, el grado de desco- to “Inventario de colonias, ac- de este proyecto, una vez co- conservación de casi el 25% nocimiento del estado de tuaciones de conservación y nocida la ubicación de las co- de las colonias de la especie amenaza en el que se en- en la provincia de Palencia. custodia del territorio de la lonias de mariposa, se contac- cuentran sus poblaciones es mariposa hormiguera oscura tó con ganaderos que realizan Medidas similares a esta de- muy grande. Tan solo algu- (Phengaris nausithous) en el los aprovechamientos de los berían ser incorporadas en nas personas mayores son las actuaciones a desarrollar La propección de lugares favorables para la localización de colonias Parque Natural de Fuentes Ca- pastizales, a los que se pro- es una prioridad en los programas de seguimiento de la mariposa conscientes del importante rrionas y Fuente Cobre-Mon- puso dejar una franja sin se- dentro del marco de buenas hormiguera oscura. descenso de mariposas que

104 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 105 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

se ha producido con respecto Bibliografía a no hace muchos años. Pero la realidad es que se desco- Fernández-González, F. 1988. Estu- vertebrados amenazados de Es- its food plant and host ants. J In- dio florístico del Valle del Paular paña (Especies Vulnerables). Di- sect Conserv 19:1101–1118. nocen aspectos básicos como (Madrid). Tesis doctoral, Facultad rección General de Medio Natu- el número de especies pre- Settele J, Kudrna O, Harpke A, de Biología, Universidad Complu- ral y Política Forestal, Ministerio Kühn I, van Swaay C, Verovnik R, sentes en cada provincia, su tense de Madrid. de Medio Ambiente, Medio rural Warren M, Wiemers M, Hanspach área de distribución o el gra- García-Barros E, Munguira ML, y Marino, Madrid, pp 1258–1264 J, Hickler T, Kühn E, van Halder I, do de amenaza, información Stefanescu C, Vives-Moreno A Muñoz Sariot MG (2011). Biología y Veling K, Vliegenthart A, Wynho- de la que ni siquiera disponen (2013). Lepidoptera Papilionoi- ecología de los licénidos españo- ff I, Schweiger O (2008). Climatic dea. In: Ramos MA (ed) Fauna les. Granada. risk atlas of European butterflies. técnicos, administraciones o Ibérica, vol 37. Museo Nacional Nowicki P, Witek M, Skórka P, Sette- PENSOFT Publishers, Sofia-Mos- investigadores. de Ciencias Naturales. CSIC, Ma- le J, Woyciechowski M (2005). Po- cow drid, p 1213 En consecuencia, es obvio pulation ecology of the endange- Thomas JA (1984). The behaviour Jiménez-Valverde A, Gómez JF, Lo- que resulta imposible con- red butterflies Maculinea teleius and habitat requirements of Ma- bo JM, Baselga A, Hortal J (2008). and M. nausithous and the impli- culinea nausithous (the dusky lar- servar un recurso del que se Challenging species distribution cations for conservation. Popul ge blue butterfly) and M. teleius desconoce su existencia. En models: the case of Maculinea Ecol 47:193–202. (the scarce large blue) in France. este sentido, la mariposa hor- nausithous in the Iberian Peninsu- Nowicki A, Pepkowska A, Kudlek J, Biol Conserv 28(4): 325-347 miguera oscura es una gran la. Ann Zool Fenn 45:200–210. Skórka P, Witek M, Settele J, Woy- Van Swaay C, Cuttelod A, Collins S, desconocida en toda su área Jubete F. & Román J (2016). New ciechowski M (2007). From meta- Maes D, López-Munguira M, Sasic large threatened populations of de distribución, ello pese a population theory to conservation M, Settele J, Verovnik R, Verstrael Phengaris nausithous discovered recommendations: lessons from T, Warren M, Wiemers M, Wynhoff ser una de las tan solo dos in the SW of Europe. Journal of In- spatial occurrence and abundan- I (2010). European red list of but- especies de lepidópteros que sect Conservation, 20: 155-158. ce patterns of Maculinea butter- terflies. Publications Office of the figuran en una de las catego- Munguira ML (1989). Biología y bio- flies. Biol Cons 140:119–129. European Union, Luxembourg rías de amenaza del Catálogo geografía de los licénidos ibéricos Nowicki P, Vrabec V, Binzenhöfer B, Vicente JC, Salvador V, Alcalde J, Pa- Español de Especies Amena- en peligro de extinción (Lepidopte- Feil J, Zaksek B, Hovestadt T, Se- rra B (2013). Ampliación de la dis- ra, Lycaenidae). Ediciones Univer- zadas. ttele J (2014) Butterfly dispersal tribución de Phengaris nausithous sidad Autónoma de Madrid. Ma- in inhospitable matrix: rare, ris- (Bergstrasser, 1779) (Lepidoptera: Debe ser un objetivo priorita- drid. 462 pp. ky, but long-distance. Landsc Ecol Lycaenidae) en la Península Ibéri- rio conseguir que la población Munguira ML & Martín J (1994). La 29:401–412. d ca, y algunas consideraciones pa- conservación de las Maculinea es- ra su conservación. Boletín de la local conozca y valore la ma- Romo H, García-Barros E, Mungui- pañolas. Butlletí Societat Catalana ra ML (2006). Distribución poten- Sociedad Entomológica Aragone- riposa hormiguera oscura. Lepidopterología, 73: 20-28. cial de trece especies de maripo- sa 52: 249-258 Solamente de esta manera Munguira ML, Martin J (1999). Ac- sas diurnas amenazadas o raras resultará posible la conserva- tion plan for Maculinea butter- en el área ibero-balear (Lepidop- ción de sus poblaciones. flies in Europe. Nature and envi- tera: Papilionoidea & Hesperioi- ronment, no. 97. Council of Euro- dea). Bol. Asoc. Esp. Ent. 30(3-4): pe Publishing, Strasbourg Cedex 25-49 Munguira ML, Romo H, Martín J, Gar- Romo H, Silvestre M, Munguira ML cía-Barros E (2011). Phengaris (2015). Potential distribution nausithous (Bergsträsser, 1779). models and the effect of clima- In: Verdú JR, Numa C, Galante E tic change on the distribution of (eds) Atlas y Libro Rojo de los In- Phengaris nausithous considering

106 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 107 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa hormiguera oscura

 Primera. Es prioritario llevar a cabo un inventario detallado de sus colonias, lo que Este problema puede ser solucionado mediante la firma de acuerdos de custodia del hace necesario visitar y prospectar todos los hábitats favorables para la especie en territorio con ganaderos y propietarios de pastizales donde se distribuye la especie. su área potencial de distribución. La medida está ya contemplada en la actual legislación, concretamente en el artícu- En esta fase de deben localizar y describir cada una de las colonias, aportando in- lo 72 de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. formación sobre el hábitat que ocupan, el área potencial del que disponen en sus  Sexta. La hormiguera oscura tiene una baja capacidad dispersiva, estimándose proximidades, así como obtener información cuantitativa sobre la densidad de en un máximo de cinco kilómetros los movimientos que puede realizar la especie ejemplares para poder aproximarse al tamaño de cada colonia. (Nowicki et al., 2014).  Segunda. Es necesaria la implementación de medidas de conservación estrictas En el caso de la Cordillera Cantábrica, las poblaciones son de pequeño tamaño y sobre las poblaciones conocidas. Se debe prestar especial vigilancia sobre todas están muy atomizadas, por lo que resulta prioritario establecer un programa que aquellas actuaciones que supongan una alteración hidromorfológica de los pastiza- facilite la interconexión de poblaciones. les o praderas higroturbosas donde se asientan. Para ello, es necesario identificar las áreas favorables para interconexionar colonias No se conoce tampoco cual es el efecto de estas afecciones, o de aprovechamientos y promover la creación de corredores naturales que cuenten con su planta nutricia. como los trabajos de siega, sobre las colonias de hormigas del género Myrmica. Está Previo estudio de viabilidad, en algunos casos se podrá llevar a cabo la translocación descrito en bibliografía que una baja densidad de colonias de hormigas es un factor de ejemplares entre colonias aisladas o su reintroducción en zonas que cuenten con limitante para garantizar la presencia de la mariposa hormiguera oscura. un hábitat favorable y donde la especie haya desaparecido.  Tercera. Es prioritario revisar las Evaluaciones de Impacto Ambiental de las concen-  Séptima. Las nuevas líneas estratégicas de la Política Agraria Común deberían te- traciones parcelarias pendientes de ejecución. Solamente en el caso de la Montaña ner en cuenta a especies paraguas como la hormiguera oscura. Una sencilla medida Palentina están actualmente previstos de ejecutar siete proyectos, ninguno de los agroambiental, como sería dejar sin segar pequeñas franjas de pastizales en las zonas cuales ha tenido en cuenta la presencia de esta amenazada especie. Los datos previos próximas a los cursos fluviales donde se encuentran las colonias, garantizaría la con- han puesto de manifiesto que las actuaciones de drenajes en pequeños arroyos, la servación y conectividad de buena parte de las colonias y poblaciones existentes. eliminación de linderos y de pastizales higroturbosos han supuesto la práctica des-  Octava. La creación de reservas entomológicas es otra herramienta que resulta de aparición de esta especie en localidades donde ya se han ejecutado estos trabajos gran utilidad para garantizar la conservación de las poblaciones de invertebrados como es el caso de las localidades de Guardo, San Salvador de Cantamuda o Mudá. (Galante et al., 2015). La declaración de microrreservas de mariposas puede ser  Cuarta. La existencia de algunas colonias en turberas naturales exige una estricta especialmente recomendable en el caso de especies como la hormiguera oscura, regulación de los posibles aprovechamientos de turba que se realicen en las mis- cuyas poblaciones se limitan a pequeñas colonias muy localizadas en el territorio, mas. Este puede ser el caso de la colonia de la cuenca del río Nava (Burgos), la circunscritas a hábitats como turberas o áreas concretas de pastizales. La reserva mayor colonia de esta especie conocida en España, que ocupa una superficie de de Abejar (Soria), gestionada por la asociación Zerynthia, es un buen ejemplo de más de 200 hectáreas y que está siendo objeto de una explotación de turba que ha como poner en práctica este tipo de microrreservas. supuesto ya la pérdida de más de 40 hectáreas de turbera. Novena. Es necesario definir e implementar un programa de seguimiento de las co-  Quinta. La mecanización y modernización de los trabajos de siega está suponiendo lonias conocidas. Este seguimiento debería ser anual e incluir varias visitas a cada una importante amenaza para la especie. En muchos casos, cuando se produce el colonia durante el periodo de vuelo de los imagos, la realización de recorridos con pico de vuelo de imagos, los prados están ya segados o la actividad se realiza en los banda para obtener información cuantitativa sobre el tamaño de la población e días inmediatos al vuelo de la mariposa, lo que imposibilita el desarrollo de su ciclo identificar las amenazas que pueden existir sobre las mismas (sobrepastoreo, siega biológico. adelantada, alteración de las condiciones hidromorfológicas, etc.).

108 || BASES BASES TÉCNICAS TÉCNICAS PARA PARA LA LA CONSERVACIÓN CONSERVACIÓN DE DE LOS LOS LEPIDÓPTEROS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS AMENAZADOS EN EN ESPAÑA ESPAÑA HORMIGUERA OSCURA | 109 Hormiguera oscura (Phengaris nausithous) Hormiguera de lunares Phengaris arion Estas acciones de seguimiento deben incluir trabajos que permitan conocer la distri- (Linnaeus, 1758) bución, dinámica poblacional, amenazas y requerimientos de hábitat de las hormigas del género Myrmica, así como a conocer con detalle el área de distribución y evolu- ción de las comunidades de Sanguisorba officinalis, planta nutricia de la mariposa hormiguera oscura.  Decima. Es necesario poner en marcha programas de educación ambiental y sensibi- Miguel L. Munguira1 lización dirigidos especialmente hacia la población local. La ejecución de trabajos de voluntariado, por ejemplo con actuaciones para el segui- miento de poblaciones o mejora del estado de conservación de las colonias, puede ser también una interesante medida para incrementar la sensibilidad ambiental de la población.

1.- Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio

Foto: J.P. Cancela J.P. Foto: Global (CIBC-UAM), Departamento de Biología, Univer- 110 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA sidad Autónoma de Madrid Hormiguera de lunares (Phengaris arion)

Hábitat Ficha Técnica Es una especie que vive en Nombre común:

praderas o herbazales en zo- ML Munguira. Foto: Hormiguera oscura nas de distinto tipo de bosque o limbada. (robledales, hayedos o pina- Nombre científico: res) (Munguira, Martín 1993). Phengaris arion El sustrato puede ser tanto (Linnaeus, 1758). calcáreo como silíceo (Mun- Nombre en inglés: guira, Martín 1993). Las for- Large Blue. maciones vegetales sobre las Envergadura alar: que se ha citado son queji- ala anterior, macho gares (Violo-Quercetum fagi- Hábitat de Phengaris arion en el valle de Hecho, Pirineo de Huesca. 18,7 mm. neae), hayedos (Fagion) o pi- 19,4 mm. nares (Pino-Juniperetea, Rho- dodendro-Vaccionon) (Gar-

Descripción cía-Barros et al. 2013). Las ML Munguira. Foto: larvas de la mariposa son pri- La hormiguera de lunares, mero fitófagas y luego parasi- Phengaris arion (Linnaeus, tan nidos de hormiga, por lo 1758) es una mariposa diur- que el hábitat de la especie na de la familia Lycaenidae. debe contener tanto sus plan- Su tamaño es pequeño, aun- tas hospedadoras (Thymus que destaca por su mayor en- praecox, T. pulegioides, T. go- vergadura relativa con res- dayanus, Origanum vulgare y pecto a otros licénidos. La ca- O. virens), como hormigas de ra dorsal de las alas es azul la especie Myrmica sabuleti. metálico con puntos discales Las praderas en las que vive la y postdiscales negros alarga- Vista dorsal y ventral de la hembra de hormiguera de lunares. especie pueden considerarse dos en ambas alas. El mar- húmedas, como las de los va- Herbazales xéricos que albergan una población de la hormiguera de lu- gen alar es de color gris oscu- nales y marginales están bien bras son de morfología simi- lles del pirineo o la cordille- nares en Frías de Albarracín, Teruel. ro. La cara ventral de las alas desarrolladas y compren- lar, aunque las hembras son ra cantábrica, o secas como es de color pardo grisáceo, en las sierras prepirenaicas y taña, en los pisos montano o bajas de la cornisa cantábrica den una semiluna gris o ne- algo mayores. Para determi- con una zona basal verde azu- el Sistema Ibérico. La espe- supramediterráneo. y en la cordillera Cantabro-Pi- gra y un punto del mismo co- nar adecuadamente el sexo lada y fimbrias ajederzadas. es necesario observar el ab- cie se encuentra en praderas renaica. También en el Siste- lor. Faltan las marcas naran- Área de distribución Los puntos negros discales domen de los ejemplares. desde el nivel del mar hasta ma Ibérico, tanto septentrio- y postdiscales son grandes y jas submarginales frecuen- los 2000 m, si bien predomi- Está presente en una amplia nal como meridional. Su dis- están rodeados por un anillo tes en otras especies de licé- nan las poblaciones asenta- zona que abarca desde Gali- tribución fue recopilada por blanco. Las marcas submargi- nidos. Los machos y las hem-  das en zonas de media mon- cia hasta Cataluña, en zonas Munguira (1989) y luego por

112 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA DE LUNARES | 113 Hormiguera de lunares (Phengaris arion) Foto: JP Cancela. Foto: Foto: ML Munguira. Foto:

Cópula de la hormiguera de lunares en Frías de Albarracín, Teruel.

En el centro de la imagen oruga de Phengaris arion en su fase fitófaga sobre Thymus praecox, en el Valle de Hecho, Pirineo de Huesca. Foto: ML Munguira. Foto: larvas de la mariposa y las lle- van al nido engañadas por su olor mimético, que imita al de las larvas de su propia espe- cie. Las larvas pasan el invier- Citas posteriores a 1999. no en el interior del nido, ali- Citas anteriores al año 2000. mentándose de larvas y pu- Sin información exacta de la fecha. pas de la hormiga hospeda- dora. En la primavera siguien- Distribución de Phengaris arion. te se produce la pupación, fa- Thymus pulegioides, planta nutricia de la hormiguera de lunares en su fa- se que dura unas tres sema- VV.AA. (2010). El mapa ac- bución de la especie en Cata- época de vuelo los machos se fitófaga en las sierras de Cuenca y Teruel. nas, tras las que se produce tual de la especie muestra es- luña (Vila et al. 2018) ilustra invierten la mayor parte de su la eclosión de los imagos. Una casas citas más que las pre- esta situación, ya que en mu- tiempo en buscar hembras y La larva se alimenta de las flo- ma edad. A pesar de esto, la excelente ilustración esque- viamente recopiladas, lo que chas localidades donde se ci- pelean con otros machos que res y frutos en desarrollo de la oruga apenas ha incrementa- mática de este complejo ciclo demuestra que es un reflejo tó antes del año 2000 no se se encuentren cerca, en un planta durante aproximada- do su peso, hecho que facilita biológico puede encontrarse en Murria (publicado en Bara- aproximado de su posible dis- ha podido verificar reciente- comportamiento que se de- mente un mes y a finales del la adopción por parte de hor- tribución potencial. De todos za, Longares 2009). Las oru- mente su presencia. nomina patrullador. Una vez verano o principios de otoño migas forrajeadoras (Thomas, modos muchas de las pobla- gas son depredadas por el pa- que la hembra está fecunda- abandona la planta para ini- Wardlaw 1992 y Munguira, ciones registradas se han ex- Biología de la especie rasitoide Neotypus coreensis tinguido recientemente, por lo da, deposita los huevos en las ciar su fase parásita. En la fa- Martín 1999). Las hormigas que las ataca cuando se en- que sería necesario un mues- Los adultos de esta maripo- inflorescencias sin abrir de la se fitófaga la larva muda tres hospedadoras en España son cuentran en su fase fitófaga. treo exhaustivo para conocer sa vuelan entre junio y agos- planta nutricia de las larvas veces, por lo que su adopción de la especie Myrmica sabu-  el estado actual de su ran- to, con la mayor parte de las (oréganos o tomillos de las por parte de las hormigas se leti (Munguira, Martín 1999), go de distribución. La distri- observaciones en julio. En la especies ya reseñadas). produce en la cuarta y últi- cuyas obreras recogen a las

114 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA DE LUNARES | 115 Hormiguera de lunares (Phengaris arion)

Problemática de no, que ha causado la extin- ña. Por otra parte la urbaniza- El abandono rural y la reduc- do de forma dramática en las montaña. Dado que la espe- conservación ción de algunas poblaciones. ción y la construcción de em- ción de la cabaña ganadera es últimas décadas, con espe- cie necesita espacios abier- La drástica reducción del pas- balses han hecho despare- un proceso que se ha produci- cial incidencia en las zonas de tos como praderas o herbaza- Munguira y Martín señalaron toreo en los valles pirenaicos, cer otras poblaciones. En las les para su supervivencia, es- en 1999 que la hormigue- y en otras zonas de monta- zonas donde la especie es- te proceso ha significado su ra de lunares está amenaza- ña, es probablemente el ma- tá presente en Europa se han extinción en ciertas áreas o la da en España por la reducción yor problema para la conser- citado como principales cau- reducción de los efectivos po- de la ganadería o su abando- vación de la especie en Espa- sas de amenaza las siguien- blacionales en otras. En Cata- tes, ordenadas por orden de luña, la especie ha desapare- importancia: la intensifica- cido por completo en el Mont- ción agrícola (uso de pestici- seny, donde también otras das, fragmentación del hábi- especies han sufrido impor- tat, sobrepastoreo), las plan- tantes declives (Herrando et taciones de árboles, el aban- al.2016). El abandono gana- dono o reducción del pas- dero es también una de las toreo, la construcción de in- posibles causas de la extin- fraestructuras, la urbaniza- ción de la especie en el Valle ción y la recolección. de Ordesa tras la declaración de este espacio como Parque Con la excepción de los da- Nacional (Munguira 1989). tos aportados por el BMS ca- talán, carecemos de datos de La intensificación agrícola y las plantaciones de árboles han tendencias de las poblacio- afectado con seguridad a po- Regresión moderada de las poblaciones de hormiguera de lunares en Ca- nes ibéricas. Los datos cata- taluña, según datos del Catalan BMS. blaciones de la cornisa cantá- lanes muestran una regre- brica, pero en este caso no te- sión moderada de sus pobla- nemos datos que indiquen ex- ciones (www.catalanbms.org). tinciones de poblaciones con- La causa principal de este de- cretas como sí ocurre para el

Foto: ML Munguira. Foto: clive es con toda probabilidad caso del abandono. En conjun- el abandono de los usos ga- to es probable que este factor naderos extensivos. tenga una incidencia menor sobre la especie, aunque pue- La reducción de la cabaña da afectar a poblaciones con- ganadera está provocando el crecimiento de matorrales cretas de su área de distribu- (principalmente rosales) en ción. las praderas con presencia de Phengaris arion y P. alcon de La construcción de infraes- Panticosa, Huesca. Evolución del área favorable (colores naranja y marrón) para la presencia de Phengaris arion en distintos escenarios del cambio tructuras y la urbanización han climático según el Climatic Risk Atlas (Settele et al. 2008). tenido un considerable impac-

116 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA DE LUNARES | 117

  Hormiguera de lunares (Phengaris arion)

to negativo sobre la especie en cen los modelos, el cambio nometrados (timed counts en Reintroducción tras riposas supone una actividad nuestro territorio. Esta amena- climático podría estar ejer- inglés), que permiten obtener acondicionar un costosa desde el punto de za ha sido especialmente rele- ciendo un efecto negativo so- datos fiables con un esfuer- hábitat adecuado vista económico, conviene vante en el País Vasco donde bre las poblaciones de es- zo de muestreo relativamen- y campañas de emprender un proyecto de es- la expansión del área urbana ta zona del Sistema Ibérico. te pequeño. sensibilización te tipo tan solo en un limitado ha ejercido una acción sinér- El hecho de que estas pobla- número de zonas previamen- Pr otección de gica con el abandono y la in- ciones sean las más meridio- Como resultado del censo de te seleccionadas y donde el tensificación agrícola. Por otra nales de la especie en Espa- poblaciones poblaciones propuesto se co- manejo adecuado pueda ga- parte, la construcción del Em- ña, las hace sin duda más vul- representativas y nocerán poblaciones donde rantizarse a largo plazo. balse de Riaño en León (1987) nerables a los impactos gene- manejo del hábitat la especie habitaba, pero se rados por el cambio climático. ha extinguido. Por otro lado hizo desparecer las pobla- Es necesario delimitar algu- conocemos al menos dos lu- ciones de hormiguera que se nas poblaciones en las que asentaban en las praderas del Necesidades de gares donde la especie se ha la especie mantiene efectivos extinguido a lo largo del siglo fondo del valle, que resultaron conservación suficientes y protegerlas me- anegadas por el embalse. XX y la situación puede rever- Investigación diante microrreservas u otras tirse: el valle del Arazas en el Aunque no se citara en análi- medidas de protección. Da- Si bien la información básica Parque Nacional de Ordesa y sis previos, el cambio climá- do que el futuro de la especie sobre la especie en España Monte Perdido, y la Sierra del tico va a suponer uno de los no está garantizado, es ne- es suficiente, aún quedan por Montseny. Tanto en estos dos cesario crear una red de zo- grandes retos para la super- estudiar muchos aspectos de lugares emblemáticos, como nas protegidas en las que se vivencia de la mariposa. Los su biología y dinámica pobla- en otras localidades represen- pueda salvaguardar la super- modelos climáticos predicen cional. La prioridad con esta tativas sería recomendable vivencia de la especie. El ma- una drástica reducción del especie es conocer qué po- desarrollar programas de rein- nejo adecuado de estas zo- área favorable para esta es- blaciones de las citadas his- troducción de la mariposa. pecie en la Península Ibéri- tóricamente sobreviven en la nas es la ganadería extensiva Para ello es necesario res- ca en el futuro. Por efecto del actualidad. Por otra parte se o las cortas de matorral que taurar el hábitat para hacerlo cambio climático la presencia necesitan censos de las po- aseguren que la cubierta se adecuado para la especie. de la especie puede verse re- blaciones supervivientes pa- mantiene por debajo del 20% Normalmente esto implica eli- ducida a pequeñas áreas de ra tener un índice de cuál es de la superficie. Tan solo exis- minar el matorral o arbolado la Cordillera Cantábrica y el la situación real de la especie te un precedente de este tipo que ha colonizado las prade- Pirineo (Settele et al. 2008). en nuestro territorio. Algunas de estrategia en la población ras que constituyen el hábitat En un estudio reciente reali- poblaciones tienen un núme- de Revilla en el Pirineo oscen- de la hormiguera. La presen- zado en Teruel hemos cons- ro de individuos muy peque- se. La experiencia acumulada cia de una densidad adecuada tatado que las poblaciones de ño, por lo que su persistencia en esta localidad puede ser- de nidos de la hormiga hos- la hormiguera de lunares tie- a largo plazo puede estar se- vir de ejemplo para la imple- pedadora debe ser también nen efectivos bastante mer- riamente comprometida. Los mentación de medidas simi- favorecida, ya que sin esta mados. Desconocemos cua- censos pueden llevarse a ca- lares en otras localidades dis- premisa, la supervivencia de les son las causas de este he- bo mediante métodos especí- persas por el rango de distri- la mariposa es inviable. Dado cho, si bien, tal como predi- ficos como los recuentos cro- bución de la especie. que la reintroducción de ma-

118 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA DE LUNARES | 119 Hormiguera de lunares (Phengaris arion)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa hormiguera de lunares

Bibliografía  Primera. Un estudio detallado de la distribución de la especie es necesario para Baraza C, Longares LA (2012). Apor- Settele J, Kudrna O, Harpke A, comprobar cuántas poblaciones sobreviven. Las prospecciones deberían llevarse taciones al estudio del hábitat de Kühn I, van Swaay C, Verovnik R, a cabo prioritariamente en los espacios protegidos de las regiones en las que la Maculinea arion en el entorno de Warren M, Wiemers M, Hanspach especie se ha citado. la micro-reserva de Revilla. POLÍ- J, Hickler T, Kühn E, van Halder I, GONOS. Revista de Geografía 22: Veling K, Vliegenthart A, Wynho-  Segunda. Es prioritario realizar censos de poblaciones representativas para cono- 13-34. ff I, Schweiger O (2008). Climatic cer la dimensión de sus efectivos actuales. En alguna de estas poblaciones sería risk atlas of European butterflies. García-Barros E, Munguira ML, necesario establecer un programa de seguimiento, ya que solo tenemos datos sufi- PENSOFT Publishers, Sofia-Mos- Stefanescu C, Vives Moreno A cow cientes de tendencias poblacionales de algunas localidades catalanas. (2013). Lepidoptera Papilionoi- dea. En: MA Ramos et al. (eds.). Thomas JA, Simcox D J, Clarke R T  Tercera. El conocimiento de la biología de la especie en nuestro territorio es todavía Fauna Iberica, vol. 37. Museo (2009). Successful Conservation fragmentario. Sería necesario estudiar las especies de hormigas hospedadoras y Nacional de Ciencias Naturales, of a Threatened Maculinea Butter- las plantas nutricias de la fase fitófaga de la larva en localidades representativas CSIC, Madrid. fly. Science 325: 80-83. de la amplia distribución ibérica. Las hormigas hospedadoras solo se conocen de Herrando S, Brotons L, Anton M, Pá- Thomas JA, Wardlaw JC (1992). The algunas poblaciones del Pirineo y las plantas nutricias en el Pirineo y Sistema Ibé- ramo F, Villero D, Titeux N, Que- capacity of a Myrmica ant nest sada J, Stefanescu C (2016). As- to support a predacious species rico meridional. sessing impacts of land abandon- of Maculinea butterfly. Oecologia  Cuarta. La declaración de una red de pequeñas reservas entomológicas con el ment on Mediterranean biodiver- 91: 101-109. sity using indicators based on bird manejo adecuado representa una estrategia adecuada para proteger alguna de las Van Swaay C, Collins C, Dušej G, and butterfly monitoring data. En- poblaciones más representativas de la especie. En la actualidad existe una de estas Maes D, Munguira ML, Rakosy vironmental Conservation 43: 69- L, Ryrholm N, Šašić M, Settele J, reservas en la localidad de Revilla en el Pirineo oscense (Baraza, Longares 2012). 78. Thomas JA, Verovnik R, Verstrael Para una adecuada representatividad deberían declararse al menos 20 localidades Munguira ML (1989). Biología y bio- T, Warren M, Wiemers M, Wynho- dispersas en su área de distribución: Galicia, Sistema Cantábrico, País Vasco, Piri- geografía de los Licénidos Ibéri- ff I (2012) Dos and Don’ts for but- neos, y Sistema Ibérico septentrional y meridional. cos en peligro de extinción (Lepi- terflies of the Habitats Directive of doptera, Lycaenidae). Ediciones the European Union. Nature Con-  Quinta. Dado que la principal amenaza para la especie es el abandono del uso Universidad Autónoma de Ma- servation, 1: 73-153. ganadero de las praderas, es prioritario mantener los usos ganaderos tradicionales drid, Madrid. Vila R, Stefanescu C, Sesma JM en las zonas en las que vive la especie. En la mayoría de las zonas un uso ganade- Munguira ML, Martín J (1993). The (2018). Guia de les papallones ro extensivo es suficiente para preservar el hábitat adecuado. En zonas donde los conservation of endangered ly- diürnes de Catalunya. Lynx Edi- usos ganaderos son más intensivos, como en el País Vasco y la cornisa cantábrica caenid butterflies in Spain. Biolo- cions, Barcelona. gical Conservation 66: 17-22. sería necesario fomentar la firma de acuerdos de custodia del territorio para que las VV.AA. (2010). Bases ecológicas labores de siega sean compatibles con la supervivencia de las poblaciones de hor- Munguira ML, Martín J (eds.) (1999). preliminares para la conserva- Action plan for Maculinea butter- ción de las especies de interés co- miguera, por ejemplo realizando cortes otoñales, cuando la especie se encuentra flies in Europe. Nature and envi- munitario en España: Invertebra- en el interior del hormiguero. ronment, No. 97. Council of Euro- dos. Ministerio de Medio Ambien- pe, Strasbourg. te y Medio Rural y Marino, Madrid.

120 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA HORMIGUERA DE LUNARES | 121 Hormiguera de lunares (Phengaris arion) Niña de Sierra Nevada  Sexta. Como alternativa al uso ganadero y en zonas donde la explotación ganadera ha dejado de ser rentable, deberían realizarse cortas en rotación de matorral de zo- Polyommatus (Plebicula) golgus nas abandonadas. El objetivo de estas cortas es mantener la cobertura de matorral (Hübner, 1813) por debajo del 20% en las zonas donde sobrevive la especie (van Swaay et al. 2012). Las hormigas hospedadoras de la especie Myrmica sabuleti son muy sensibles a la José Miguel Barea-Azcón1 presencia de matorral, por lo que esta medida es necesaria para que la presencia de Miguel L. Munguira2 la especie pueda ser viable a largo plazo.  Séptima. La reintroducción de especies en lugares donde ha tenido lugar una ex- tinción previa debe limitarse a casos excepcionales, ya que se trata de una medida de elevado coste y difícil planificación. Estas reintroducciones han sido llevadas a cabo con éxito en Gran Bretaña, donde la especie se había extinguido por completo (Thomas et al. 2009). Para realizar una reintroducción es necesario que el hábitat se haya restablecido y que la presencia de plantas nutricias y colonias de hormigas esté en proporciones adecuadas. Dos localidades donde se podría llevar a cabo esta acción son el Valle del Arazas en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Aragón) y el Parque Natural del Montseny (Cataluña), lugares donde la especie se extinguió en distintos momentos del siglo XX.  Octava. Si bien la declaración de la reserva de Revilla en Huesca llevó aparejada una notable campaña de sensibilización, es cierto que todavía queda mucho por hacer para que esta especie sea conocida por el gran público. Sería necesario di- fundir folletos explicativos sobre la problemática de la especie y promover el mayor conocimiento de la especie en centros formativos y culturales, especialmente en aquellas zonas donde la mariposa aún está presente. Las actividades de ciencia ciu- dadana y las colaboraciones para el manejo de determinadas localidades podrían contribuir también en este sentido.

1- Agencia de Medio Ambiente y Agua, Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible (Junta de Andalucía), 2- Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio

Foto: J.M. Barea-Azcón. J.M. Foto: Global (CIBC-UAM), Departamento de Biología, Univer- 122 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA sidad Autónoma de Madrid. Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)

El reverso de las alas es muy similar en ambos sexos, con fondo de color marrón amari- llento claro en la hembra y gri- Foto: J.M. Barea-Azcón. J.M. Foto: Foto: J.M. Barea-Azcón. J.M. Foto: sáceo en el macho. En el ca- so de los machos, las alas an- teriores tienen de seis a siete puntos postdiscales y aque- llos en los espacios E1 y E2 están alineados con el pun- to discal alargado. Las marcas Hábitat de Pyommatus (Plebicula) golgus en la Sierra de la Sagra (NE marginales están poco pro- Granada), en donde vive en simpatría con numerosas especies de insec- nunciadas. En el ala poste- tos y plantas endémicas. rior hay de siete a trece pun- 3.000 metros. En el caso de mente silíceo dominado por tos: de dos a cuatro basales, las poblaciones de Jaén y del piornos de diferentes espe- uno discal y de siete a ocho norte de la provincia de Gra- cies (principalmente de los postdiscales. El punto discal nada, la banda de distribu- géneros Genista, Cytisus y es triangular y casi sin esca- ción altitudinal es igualmente Erinacea), formaciones de Ju- mas negras en su centro, ha- estrecha y se sitúa entre los niperus (exclusivamente J. ciendo que el área blanca que 1.800 m y 2.381 msnm. communis y J. sabina), prados rodea el punto sea bastante húmedos de alta montaña, Las poblaciones de Sierra Ne- amplia. Las lúnulas submargi- pastizales de gramíneas y ro- vada se asientan sobre paisa- nales son de un color naran- quedos que ocasionalmente jes moldeados por una inten- ja pálido, variables en núme- pueden formar grandes can- sa actividad periglaciar, que ro y tamaño y cerca de ellas chales. En los límites inferio- Descripción ha estado presente hasta ha- hay puntos marginales negros res de distribución de la espe- Ficha Técnica ce apenas dos siglos (duran- La niña de Sierra Nevada [Pol- en el par de alas posterior conspicuos. cie aparecen otros matorrales Nombre común: te la pequeña Edad de Hielo). yommatus (Plebicula) golgus y una línea negra marginal, propios de montaña (sobre Niña de Sierra Nevada. La serie de vegetación predo- (Hübner, 1813)] es una mari- mientras que en la subespecie Hábitat todo Berberis hispanica y en minante en estos paisajes es Nombre científico: posa diurna de la familia Ly- menor medida Rosa sp.). sagratrox no hay puntos mar- La niña de sierra Nevada es la Genisto baeticae-Junipere- Polyommatus (Plebicula) caenidae. Se trata de una ma- golgus (Hübner, 1813). ginales y la línea negra margi- un insecto de alta montaña. tum nanae (oromediterránea) En el resto de las poblaciones riposa pequeña con un mar- nal está muy poco marcada. En Sierra Nevada se distribu- y Erigeronto frigidum-Festu- (Cazorla y norte de la provincia Nombre en inglés: cado dimorfismo sexual. Los El anverso de las alas de las Sierra Nevada Blue. ye en un rango altitudinal de cetum clementei (crioromedi- de Granada), la litología es de machos presentan el anver- hembras es marrón oscuro, apenas 600 metros (entre los terránea), mientras que la li- naturaleza carbonatada (cali- Envergadura alar: so de sus alas de un caracte- con una lúnula submarginal en 2.150 y los 2.750 msnm.), tología está dominada por zas y dolomías) y la serie de ve- 22 mm. rístico color azul cielo. En la el ala anterior en algunos indi- aunque es habitual registrar 36 mm. esquistos con afloramientos getación se corresponde con la subespecie nominal, golgus, viduos y de dos a cuatro lúnu- a la especie en algunos pun- dispersos de cuarzo. En defi- Daphno oleoidi-Pineto sylves- se aprecian puntos marginales las naranjas en el ala trasera. tos por encima incluso de los nitiva, un paisaje eminente- tris. Se trata de paisajes abier-

124 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA NIÑA DE SIERRA NEVADA | 125 Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)

tos circundados por formacio- cial en el caso de las poblacio- el tiempo de permanencia de La totalidad de las pobla- nes de pino salgareño y domi- nes de Sierra Nevada, en don- esta capa de nieve puede aca- ciones de Sierra Nevada se nados por pastizales y zonas de de el periodo de innivación rrear desequilibrios en el ciclo asientan sobre un territorio matorral donde domina la es- puede ser superior a la mitad de vida de estas poblaciones declarado como Parque Na- pecie Erinacea anthyllis. del ciclo de vida de la especie. adaptadas a este condicionan- Barea-Azcón. J.M. Foto: cional, la mayor cobertura de La nieve es un sustrato protec- te ambiental. protección existente en Es- Una característica de los há- tor frente a las bajas tempe- paña. En el caso del resto de bitats de esta especie con im- raturas y el viento, además de Área de distribución las poblaciones la situación plicaciones considerables pa- que constituye un reservorio La niña de Sierra Nevada es es menos favorable. La po- ra su conservación es el hecho de agua que aporta humedad un endemismo del sudeste blación de Cazorla cuenta con de que éstos se encuentran al suelo y a la vegetación y pre- ibérico. Solamente se cono- la protección que le confiere cubiertos por nieve durante viene la abrasión de la vegeta- cen poblaciones en Sierra Ne- el Parque Natural de las Sie- una parte importante del año. ción a causa de las condicio- vada (comprende las provin- Pareja de Poyommatus (Plebicula) golgus en cópula. rras de Cazorla, Segura y las Esto es especialmente sustan- nes extremas. La reducción en cias de Granada y de Alme- Villas y la población de Sie- rra Seca se encuentra inclui- da en el Parque Natural de la Sierra de Castril. Las pobla- ciones de la Sagra, y Guillimo- Foto: J.M. Barea-Azcón. J.M. Foto: na no están incluidas en nin- gún Parque Natural, aunque recientemente se ha plantea- do una ampliación del Parque Natural de la Sierra de Castril que beneficiaría a estos im- portantes territorios para éste y otros insectos. Todas las po- blaciones de esta especie es- tán incluidas en Zonas de Es- pecial Conservación: ZEC Sie- rra Nevada, ZEC Sierras del Huevo de Poyommatus (Plebicula) golgus sobre Anthyllis vulveraria. Nordeste y ZEC Sierras de Ca- zorla, Segura y las Villas. Lo ría) y en una serie de sierras en el Pico Empanadas (Sierra anteriormente expuesto invo-

Citas posteriores a 1999. ubicadas en el extremo orien- de Cazorla, Jaén). En total se lucra que el 100% de los te- rritorios en donde se localiza Citas anteriores al año 2000. tal de la Cordillera Bética. Es- ha citado su presencia en 14 tas sierras son la Sierra de la cuadrículas de UTM de 10 km la especie están protegidos Sin información exacta de la fecha. de un modo u otro. Sagra, Sierra Seca y Sierra de de lado y en 42 cuadrículas Distribución de Polyommatus (Plebicula) golgus. la Guillimona (NE Granada) y UTM de 1 kilómetro de lado.

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Biología de la especie te problemática para la con- servación de la niña de Sierra Se trata de una especie uni- Nevada es la estación de esquí voltina, cuyas larvas se ali- de Sol y Nieve, en Sierra Neva- Foto: J.M. Barea-Azcón. J.M. Foto: mentan de forma exclusiva de Barea-Azcón. J.M. Foto: da. Un 7,7% de las poblacio- la leguminosa Anthyllis vulne- nes estudiadas en ese traba- raria L. (Fabaceae). Los ima- jo estaban impactadas por esa gos de esta especie vuelan afección. El impacto de la es- desde finales de junio hasta tación de esquí de Sol y Nie- finales de julio. Los machos ve sobre Polyommatus golgus muestran un comportamien- y otros insectos y plantas sin- to equiparable a los ‘leks’, gulares de la zona es muy im- permaneciendo sobre posa- portante. Ahora bien, es ne- deros a la espera de hembras. cesario decir que se trata de Desde estos posaderos reali- un efecto negativo muy loca- zan vuelos para patrullar sus lizado y no debe de conside- territorios en busca de hem- La ganadería es una práctica esencial para el mantenimiento de la biodi- rarse como una amenaza pa- bras o tras otras mariposas versidad de montaña, si bien el pisoteo y el ramoneo representan ame- ra la especie a nivel global si que aparezcan por la zona. nazas puntuales para plantas e insectos. lo comparamos con otros im- Las hembras depositan sus pactos derivados de los cam- huevos, uno a uno, en la par- las larvas reanudan su activi- nium pentaphyllum, Silene ru- bios en los usos de la monta- te superior de las hojas de An- dad para alimentarse ávida- pestris y Thymus serpylloides. La cumbres del Parque Nacional de Sierra Nevada albergan paisajes y co- munidades seriamente amenazadas por los efectos del cambio climático. ña o como consecuencia del thyllis vulneraria en cualquier mente de los brotes tiernos y Se desconocen enemigos na- cambio climático. momento del mes de julio. A de las hojas de su planta nu- turales en las poblaciones de Problemática de importantes hayan sido impul- finales de julio nace la larva, tricia. Durante esta fase, las 1.2. Sobrepastoreo sierra Nevada, mientras que, conservación sados por los cambios en el que muestra un comporta- orugas son atendidas por hor- clima, los cuales han modifi- Munguira et al. (2017) detec- en la Sagra, las larvas son ata- Las montañas son ambientes miento parcialmente endofí- migas (Tapinoma nigerrimum cado las exclusivas y sensibles tan que un 23,1% de las po- cadas por himenópteros para- relativamente poco trasforma- tico durante las tres primeras y Lasius niger). Posteriormen- condiciones de estos frágiles blaciones que estudian se en- sitoides que hasta el momento dos por la acción humana en edades. De este modo, reali- te crisalidan en el suelo, en ambientes. cuentran afectadas por es- zan un agujero en la epider- las inmediaciones de la plan- no han sido identificados. comparación con los territo- te factor. La realidad es que mis de las hojas a través del rios que las rodean. A pesar de 1. Cambios en la ta nutricia. En Sierra Nevada se han ob- se está produciendo un cam- cual insertan su cabeza con ello, la historia de poblamiento estructura y composición bio en la cabaña ganadera de servado zonas con gran con- la ayuda de su cuello exten- Los adultos se alimentan del y uso de las montañas, han de- de sus hábitats las sierras en donde habita es- centración de individuos al fi- sible para poder alimentar- néctar de una amplia diversi- jado en ellas multitud de hue- ta especie. En general pode- 1.1. Desarrollo de se del parénquima. La hiber- dad de especies vegetales, en- nal del día (dormideros), en llas y vestigios que suponen mos afirmar que la presencia infraestructuras nación tiene lugar durante el tre las que se conocen las si- donde coincide con otras dos impactos sobre la biodiversi- de ganado en estas montañas tercer instar. Al final de este guientes: Arenaria tetraquetra, especies de licénidos: Polyom- dad de que las habita. Si bien, Según Munguira et al. (2017), es menor que décadas atrás. A periodo de hibernación y du- Hieracium pilosella, Jasione matus icarus y Polyommatus es probable que, en las cotas la única infraestructura de- priori podemos pensar que el rante las últimas dos edades, crispa, Sedumalbum, Doryc- escheri. superiores, los cambios más tectada como potencialmen- pisoteo del ganado sobre los

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dos, podríamos adelantar que modelo empleado, lo cual su- minadas montañas de la Pe- ecológico alpino (por ejemplo la zona de la Loma del Vele- giere cierta incertidumbre en nínsula Ibérica (ver por ejem- el paseriforme Prunella colla- ta podría ser una de las loca- la simulación de este paráme- plo Alados et al., 2011 en el ris), como es el caso de esta lidades más afectadas por es- tro. Los modelos ofrecen una Parque Nacional de Ordesa). mariposa. Foto: J.M. Barea-Azcón. J.M. Foto: ta casuística. Desde el Parque reducción hacia finales del S. En Sierra Nevada se está pro- En las sierras del nordeste de Nacional y Parque Natural de XXI. El incremento de tempe- duciendo una expansión del la provincia de Granada y en el Sierra Nevada se está hacien- raturas y la muy probable re- piorno (géneros Genista, Cyti- conjunto de Cazorla, la infor- do un esfuerzo por reordenar ducción de las precipitacio- sus y Erinacea) y también de mación relativa a los impac- los senderos de esta área. En nes conlleva una reducción en especies como Hormatophy- tos del cambio climático so- estos trabajos de reordena- la cubierta de nieve, que se si- lla spinosa en las zonas más bre la biodiversidad no es tan ción se ha tenido en cuenta la túa en una disminución de la altas. Los cambios en la co- completa como en el caso de presencia de poblaciones co- permanencia de nieve de 3 a bertura de estas especies fa- Sierra Nevada, aunque los da- nocidas de Polyommatus gol- 8 días a 2.500 m. a lo largo vorecen la entrada y prolife- tos disponibles apuntan en la gus. La afluencia de personas de los últimos 14 años. Esta ración de otras por medio de misma dirección. En estas lo- a determinados enclaves de tendencia es más intensa en procesos de facilitación, mo- calidades, existe un proble- Sierra Nevada y de la Sierra las zonas elevadas. Los efec- dificando sustancialmente la ma adicional que hace que los de la Sagra se incrementa año tos de estos estresores am- comunidad vegetal. Este pro- Las acequias tradicionales de careo de Sierra Nevada contribuyen a la efectos del cambio climáti- tras año, por lo que es de es- bientales sobre las poblacio- ceso es fruto de una acción mitigación del cambio climático a la vez que facilitan la adaptación de los co se prevean como especial- ecosistemas a los nuevos escenarios de incremento de la temperatura y perar que una mayor influen- nes de la niña de Sierra Ne- sinérgica entre el cambio cli- mente acuciantes, y es que las mayor incidencia de las sequías. cia de este impacto a corto vada de momento no han si- mático y las variaciones en el colonias se encuentran en las plazo. do estudiados, aunque si hay uso de espacio por parte de hábitats de la mariposa y el fe- 1.3. Pisoteo zonas de cumbres. Esto impli- datos para otros grupos bioló- la cabaña ganadera, así como ca que el margen de migración nómeno de la herbivoría son El tránsito de personas, y 2. Cambio climático gicos. En el caso de las plan- de una reducción en el núme- negativos, aunque también altitudinal sea prácticamente también de ganado, sobre El cambio climático puede tas se ha comprobado un in- ro de cabezas de ganado. Pa- nulo. En estos casos, una re- hay que tener en cuenta que la las poblaciones produce da- considerarse como la amena- cremento de la cobertura de ra otros grupos faunísticos se tracción de los límites de dis- ausencia de ganado domésti- ños en el suelo y en la vegeta- za más preocupante para la especies mejor adaptadas a han constatado cambios en la tribución inferiores podría aca- co podría resultar igualmente ción. Además, se puede pro- conservación de esta especie. climas más cálidos (Gottfried distribución, resultantes en rrear extinciones locales. negativa. Sin duda, hacen fal- ducir la muerte accidental por En el caso concreto de Sierra et al., 2012) en el conjunto desplazamientos altitudina- tan estudios adicionales so- aplastamiento de larvas y cri- Nevada, en donde se encuen- de Europa, en lo que viene a les hacia zonas más elevadas Nuestros datos sugieren que bre este tema, partiendo de la sálidas. Este problema (que tra la mayor parte de los efec- denominarse como un pro- y por lo tanto más frescas. Se P. golgus muestra preferencia certeza de que la pérdida del afecta al 15,4% de las pobla- tos poblacionales de P. gol- ceso de termofilización de la han descrito adelantos feno- por lugares relativamente hú- pastoralismo y otros usos tra- ciones, según Munguira et al., gus, el incremento de tempe- montaña. Es decir, la estruc- lógicos en el periodo de vuelo medos y frescos en el contex- dicionales de la montaña va a 2017) es relativamente lo- raturas para lo queda de siglo tura y la composición de las de otras especies de maripo- to de los sistemas montaño- repercutir negativamente so- cal ya que los sitios de paso se sitúa en un rango de +2,56 comunidades vegetales de sas diurnas. También se han sos que ocupa, lo cual supo- bre la biodiversidad. Favorecer de personas y ganado en las y 6,22 ºC para las máximas y las montañas europeas están detallado procesos de colo- ne un indicio adicional de que estos usos es uno de los gran- zonas donde habita la niña de 1,81 y 4,38 ºC para las míni- cambiando rápidamente. Hay nización de especies de aves la erosión de estas condicio- des retos a los que se enfren- Sierra Nevada se encuentran mas. En el caso de la preci- datos que sostienen un pau- más propias de zonas menos nes características de la alta tan las áreas protegidas mon- relativamente localizados. A pitación se ponen de relieve latino incremento en la co- elevadas, así como la rarifi- montaña mediterránea pue- tañosas en el siglo XXI. falta de estudios más detalla- diferentes patrones según el bertura de matorral de deter- cación de elementos de perfil de acarrear efectos negativos

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 Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)

para ésta y otras especies de La mejora o mantenimiento ciones más amenazadas de 3. Adaptación al Cambio de detalle, favoreciendo la co- Estudiar patrones de selec- perfil ecológico similar. de sus hábitats. esta especie. El proceso de Climático y mitigación nectividad entre núcleos peor ción de hábitat a pequeña La reducción de los factores declaración de este Parque de sus efectos. comunicados. escala. Necesidades de Natural ya se ha iniciado. de amenaza. Teniendo en cuenta el esce- Finalmente, consideramos Redundar en el conoci- conservación El incremento de los efec- 2. Mitigación de impactos nario de cambio climático y importante fomentar el em- miento de cuáles son los Como punto de partida hay tivos poblacionales e incre- directos los efectos previstos sobre las pleo de la extensa red de ace- roles que desempeñan en mento del número de nú- que indicar que Polyommatus Como se ha indicado más arri- zonas de distribución actua- quias tradicionales de careo la dinámica de las pobla- cleos de población. (Plebicula) golgus es una es- ba, se está trabajando en la re- les de esta especie, se reco- de Sierra Nevada a fin de con- ciones las hipotéticas ame- pecie incluida en los Anexos El incremento de conoci- gulación de la red de senderos mienda focalizar las acciones trarrestar el efecto de las se- nazas que hasta la fecha II y IV de la Directiva Hábitats mientos y las herramien- en determinadas zonas de Sie- de conservación en los lími- quias y la falta de aportes hí- hemos considerado (exce- (92/43/CEE) y en los catálo- tas destinadas a la gestión rra Nevada de gran importan- tes superiores de distribución dricos. so de ganadería, pisoteo, gos español (42/2007) y an- aplicada. cia para esta especie. En es- a fin de favorecer un hipotéti- 4. Seguimiento e cambio climático…). daluz (Ley 8/2003) de espe-  co fenómeno de migración al- La mejora de las estrategias ta regulación se está teniendo investigación Analizar en detalle los efec- cies amenazadas con la ca- titudinal. Dentro de esta es- y planes de concienciación en cuenta la presencia de és- tos del cambio climático tegoría de ‘Especie En Peli- trategia de adaptación se de- El mantenimiento de una red social. ta y otras especies de maripo- sobre esta especie. De mo- gro’. En consecuencia, las es- be de hacer mayor énfasis en de seguimiento a largo pla- El establecimiento de meca- sas singulares. Al mismo tiem- mento nos basamos en hi- trategias de gestión y conser- el mantenimiento y reforza- zo es fundamental para de- nismos que fomenten la im- po, se recomienda señalizar la pótesis, aunque lamenta- vación para esta especie se miento de núcleos fuente, en tectar señales de alerta tem- plicación de diferentes sec- carretera (con señales de trá- blemente tienen muchas encuentran amparadas en el fico verticales) que asciende los cuales se sugiere limitar el prana. En el Observatorio de tores sociales y grupos de posibilidades de cumplirse. Plan de Recuperación y Con- acceso de personas y regular Cambio Global de Sierra Ne- interés en la consecución de al Pico Veleta en puntos estra- servación de Especies de Al- la carga ganadera en exten- vada se llevan efectuando se- Realizar análisis molecula- los objetivos del Plan. tégicos donde también es re- tas Cumbres de Andalucía comendable instalar resaltes siones más o menos amplias guimientos de esta especie res para conocer la variabi- (Acuerdo de 13 de marzo de A la luz de los conocimien- o badenes. Finalmente, se re- con núcleos importantes para en un transecto fijo de censo lidad intrapoblacional en el 2012, del Consejo de Gobier- tos existentes, las recomen- comienda a los gestores de la esta especie. En estos núcleos situado a 2.550 msnm (para- caso de Sierra Nevada y pa- no, por el que se aprueban los daciones de manejo y conser- estación de esquí el diseño e fuente se ha de trabajar en el je de la Hoya de la Mora-Bo- ra caracterizar debidamen- ámbito de las mejoras de há- planes de recuperación y con- vación para esta especie pue- implementación de actuacio- rreguiles del Río San Juan) te la identidad genética de bitats favoreciendo las espe- servación de determinadas den agruparse en los siguien- nes de restauración de hábitat desde hace más de diez años. la totalidad de las pobla- cies vegetales que actúan de especies silvestres y hábitats tes cinco grandes grupos: en parches fuera de pista, co- Sin embargo, en las poblacio- ciones conocidas, así como fuentes de néctar de los adul- protegidos). El objetivo de es- mo la plantación de Anthyllis nes del norte de la provincia otros parámetros de gran 1. Protección de sus tos y también las poblaciones te plan para ésta y otras es- vulneraria y de otras especies de Granada la tendencia de la importancia en el manejo hábitats de Anthyllis vulneraria. pecies catalogadas como ‘En vegetales que actúen como población es completamente de las unidades de conser- Peligro de Extinción’ es con- La protección de parte o de fuentes de néctar de los adul- La conectividad entre núcleos desconocida. Adicionalmen- vación. seguir pasarlas a la categoría la totalidad de la ZEC Sierras tos. Todas estas actuaciones poblacionales también de- te, consideramos que existen  de ‘Vulnerables’ en el catálo- del Nordeste de la provincia deben de ser sometidas a un be de considerarse dentro de lagunas de información que Desarrollar un protocolo de go andaluz de especies ame- de Granada como Parque Na- sistema de seguimiento efec- una estrategia de conserva- sería importante paliar de ca- cría en cautividad. nazadas. Para ello, se han di- tural es una medida esencial tivo que permita extraer con- ción de esta especie. Para ello ra a un proceso efectivo de to- señado una batería de actua- para el mantenimiento a largo clusiones y adaptar la gestión se deben de identificar patro- ma de decisiones en relación ciones relacionadas con: plazo de varias de las pobla- en función de los resultados. nes de distribución a escala con los siguientes aspectos:

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 Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)

5. Educación ambiental lelamente, es recomendable Bibliografía y sensibilización de la continuar con las campañas de sensibilización de la po- Aistleitner, E. 1986. Plebicula sagra- lépidoptères rhopalocères. Annales microcephala (Willk.) (Lepidopte- población trox spec. n., eineneue Bläulingsar- des Sciences Naturelles. Zoologie ra, Lycaenidae). Atalanta, 41: 321- blación a través de la prensa taus Südost-Spanien. Atalanta, 16: et Biologie Animale. 2: 1-223 322. La participación social es- y mediante la instalación de 397-404. Dennis, R.L.H. 1997. An inflated con- Gil-T., F. 2013. Actualización de la tá entre las grandes asigna- paneles en el campo que fa- turas pendientes de la con- Alados, C. L., B. Komac, C. G. Bue- servation load for European butter- distribución de Polyommatus sa- ciliten la comprensión de los no, M. Gartzia, J. Escós, D. G. Gar- flies: increases in rarity and ende- gratrox (Aistleitner, 1986), con el servación de la biodiversi- valores naturales del entor- cía, R. García-González, F. Fillat, J. mism accompany increases in spe- primer registro para la provincia dad española. Se han hecho no a los cada vez más nume- J. Camarero, J. Herrero y Y. Pueyo. cies richness. Journal Insect Con- de Jaén (SE. España). Notas sobre 2011. Modelización de la matorra- servation, 1:43-52. morfología, ecología y taxonomía grandes esfuerzos por sensi- rosos visitantes de las monta- bilizar a la población sobre la lización de los pastos del Parque García-Barros, E., Munguira, M.L., (Lepidoptera: Lycaenidae). Boletín ñas en donde habita este in- Nacional de Ordesa y Monte Perdi- Sociedad Andaluza Entomología, problemática inherente a la Stefanescu, C. &Vives Moreno, A. secto. En este sentido, en Sie- do y su relación con el cambio glo- 22: 94-103. conservación de grandes es- 2013. Lepidoptera Papilionoidea. rra Nevada ya se han instala- bal. Pags.: 101-122 Proyectos de In: Fauna Iberica, vol. 37. Ramos, Gómez Bustillo, M.R. & Fernán- pecies de vertebrados, mien- do dos paneles interpretati- investigación en parques naciona- MA et al. (Eds.). Museo Nacional de dez-Rubio, F., 1974b. Mariposas les 2007-2010. Organismo Autó- tras que la sociedad desco- vos sobre la biología y la pro- Ciencias Naturales, CSIC, Madrid. de la Península Ibérica. Ropalóce- noce que hay especies de in- nomo Parques Nacionales. Minis- Pp: 411-414. ros, I, II. ICONA. Madrid. 258 pp. blemática de conservación de terio de Medio Ambiente, Madrid. vertebrados igualmente ame- Gil-T., F. & Ibáñez, S. 2009. New lo- Hübner, J. 1813. Sammlungeuropäis- esta especie. Barea-Azcón, J.M. 2015. Fenología de nazadas o incluso con un ma- calities for Polyommatus sagra- cherSchmetterlinge. Augsburg. Pa- mariposas diurnas en Sierra Neva- trox (Aistleitner, 1986) and Pseu- piliones II, Pl. 136: 688-689. yor riesgo de extinción. Solo da. Pp.: 131-135. En: Zamora, R., dochazara hippolyte (Esper, 1783) Gottfried, M.; Pauli, H.; Futschik, A.; un reducido sector de la so- Pérez-Luque, A.J., Bonet, F.J., Ba- in Granada province (S. Spain), wi- Akhalkatsi, M.; Barancok, P.; Be- rea-Azcón, J.M. y Aspizua, R. (edi- ciedad conoce la existencia th considerations on the taxonomic nito Alonso, J.L.; Coldea, G.; Dick, tores). 2015. La huella del cambio de la niña de Sierra Nevada. status of the first taxon (Lepidopte- J.; Erschbamer, B.; Fernandez Cal- global en Sierra Nevada: Retos pa- ra: Lycaenidae; Satyrinae). Atalan- zado, M. R.; Kazakis, G.; Krajci, J.; Esto es un verdadero escollo ra la conservación. Consejería de ta, 40: 185-190. Larsson, P.; Mallaun, M.; Michelsen, a la hora de fomentar accio- Medio Ambiente y Ordenación del Gil-T., F. 2003. Polyommatus (plebi- O.; Moiseev, D.; Moiseev, P.; Molau, Territorio. Junta de Andalucía. nes de conservación que re- cula) sagratrox (Aistleitner, 1986): U.; Merzouki, A.; Nagy, L.; Nakhuts- quieren una inversión y un re- Barea-Azcón, J.M., Fuentes, F. y Pé- ecología, morfología compara- rishvili, G.; Pedersen, B.; Pelino, G.; conocimiento político y social rez-López, F.J. 2008. Polyommatus da de sus estadios preimaginales Puscas, M.; Rossi, G.; Stanisci, A.; de la importancia de destinar (Plebicula) golgus(Hübner, 1813). con los de Polyommatus (plebicu- Theurillat, J.P.; Tomaselli, M.; Villar, Pp. 1137-1141. En: Barea-Azcón, la) golgus (Hübner, 1813), taxono- L.; Vittoz, P.; Vogiatzakis, I. &Gra- fondos públicos para frenar la J. M., Ballesteros-Duperón, E. y mía y nuevos argumentos para su bherr, G. (2012). Continent-wide pérdida de esta fracción de Moreno, D. (coords.). Libro Rojo de validez específica (Lepidoptera, Ly- response of mountain vegetation la biodiversidad. La propues- los Invertebrados de Andalucía. 4 caenidae). Boletín S.E.A., 33: 219- to climate change. Nature Climate ta de conservación que des- Tomos. Consejería de Medio Am- 227. Change, 2 (2): 111–115. biente, Junta de Andalucía, Sevilla. de aquí realizamos consis- Gil-T., F. 2007. The correct hostplant Ibañez, S. & Gil-T, F. 2009. First re- te en comenzar por presentar Benito, B., Lorite, J. & Peñas, J. 2011. of Polyommatus golgus (Hübner, cords of the endemic Polyommatus Simulating potential effects of cli- 1813): Anthyllis vulneraria pseu- golgus (Hübner, 1913) and Agria- a esta especie ante la pobla- matic warming on altitudinal pa- doarundana H. Lindb. (Lepidopte- des zullichi (Hemming, 1933) in Al- ción local, haciendo especial tterns of key species in Mediterra- ra, Lycaenidae). Atalanta, 38: 199- mería province (E. Sierra Nevada, hincapié en actividades de nean-alpine ecosystems. Climatic 202. S. Spain) (Lepidoptera, Lycaeni- formación que se desarrollen Change, 108(3): 471-483. Gil-T., F. 2010. The correct hostplant dae). Atalanta, 40: 191-192. en centros educativos. Para- De Lesse, H. 1960. Spéciation et va- of Polyommatus sagratrox (Aist- Munguira, M.L. 1989. Biología y bio- riation chromosomique chez les leitner, 1986): Anthyllis vulneraria geografía de los licénidos ibéricos

134 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA NIÑA DE SIERRA NEVADA | 135 Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa niña de sierra nevada

en peligro de extinción (Lepidopte- dú, J.R. & Galante, E. Libro Rojo de tura, Instituto nacional para la con-  Primera. El seguimiento de las poblaciones es fundamental a la hora de dispo- ra, Lycaenidae). Ediciones Univer- los Invertebrados de España. Di- servación de la naturaleza, Madrid. ner de información sobre la tendencia de las poblaciones y, por ende, para articular sidad Autónoma de Madrid, Ma- rección General para la Biodiversi- Viedma, M.G. & Gómez-Bustillo M.R. drid. Pp: 200-231. dad, Ministerio del Medio Ambien- 1985. Revisión del libro rojo de los medidas de gestión basadas en el conocimiento y en el rigor científico. Se debe de Munguira, M.L. & Martín, J. 1989a. te, Madrid. Pp: 233-234. lepidópteros ibéricos. Ministerio de mantener el transecto de censo que se realiza en Sierra Nevada desde el año 2008 Paralelismo en la biología de tres Munguira, M.L., Martin Cano, J., Gar- Agricultura, Pesca y Alimentación. e iniciarse tareas de seguimiento a largo plazo en las poblaciones del nordeste de especies taxonómicamente próxi- cía-Barros, E. & Pajarón, J.L. 2009. Instituto nacional para la conser- mas y ecológicamente diferen- Polyommatus golgus (Hübner, vación de la naturaleza, Madrid. la provincia de Granada y de Cazorla, en donde no existe información sobre la evo- ciadas del género Lysandra: L. 1813). In: Verdú, J.R. & Galante, E. Pp: 30-31. lución poblacional. Estos sistemas de seguimiento permitirán obtener información dorylas, L. nivescens y L. golgus Atlas de los Invertebrados Amena- Wiemers, M., Stradomsky, B. &Vo- adicional de sumo interés para el manejo de la especie y para conocer el impacto (Lepidoptera, Lycaenidae). Ecolo- zados de España (Especies En Pe- dolazhsky, D.I. 2010. A molecular de los efectos del cambio global sobre sus poblaciones. El resto de prioridades en gía, 3: 331352. ligro Crítico y En Peligro). Dirección phylogeny of Polyommatus s. str. Munguira, M.L. & Martín, J. 1989b. General para la Biodiversidad, Mi- and Plebicula based on mitochon- cuanto a la mejora de conocimientos en relación a esta especie son las que se enu- Biology and conservation of the en- nisterio de Medio Ambiente, Ma- drial COI and nuclear ITS2 sequen- meran en el punto cuarto del apartado ‘necesidades de conservación’. dangered lycaenid species of Sierra drid. Pp: 185-189. ces (Lepidoptera: Lycaenidae). Eu- Nevada, Spain. Nota lepidoptero- Munguira, ML, Barea-Azcón, JM, Cas- ropean Journal of Entomology, Segunda. Puesta en marcha de estrategias orientadas a facilitar la participación lógica, (Suppl. 1): 1618. tro, S, Olivares, J, Miteva, S. 2015. 107: 325-336. social en la conservación de esta especie. Buena parte de la problemática que sufre Munguira, M.L. & Martín, J. 1993a. Plan de Recuperación de Especies Zamora, R. y Barea-Azcón, J.M. 2015. esta especie se relaciona con actividades ganaderas y recreativas en la montaña. de la Niña de Sierra Nevada Pol- The conservation of endangered ly- Long-term changes in mountain Parece evidente que involucrar a montañeros, ganaderos y agentes económicos lo- caenid butterflies in Spain. Biologi- yommatus (Plebicula) golgus. Bu- passerine bird communities in the cal Conservation, 66: 17-22. tterflyConservationEurope. 32 pp. Sierra Nevada (southern Spain): cales en la conservación de esta especie puede reportar resultados indispensables Munguira, M.L. & Martín, J. 1993b. Munguira, M.L., Barea-Azcón, J.M., A 30-year case study. Ardeola, en el marco de una estrategia de conservación’. The Sierra Nevada Blue, Polyom- Castro-Cobo, S., García-Barros, E., 62(1): 3-18. Doi: 10.13157/ar- matusgolgus (Hübner). In: New, Miteva, S., Olivares, J. y Romo, H. la.62.1.2015.3.  Tercera. Puesta en marcha de medidas de gestión adaptativa. El término gestión TR (ed.) Conservation Biology of 2017. Ecology and recovery plans Zamora, R., Pérez-Luque, A.J., Bonet, adaptativa involucra una aproximación sistemática para la mejora de la gestión de Lycaenidae (Butterflies). IUCN, for the four Spanish endangered F.J., Barea-Azcón, J.M. y Aspizua, los recursos a través del aprendizaje de los productos de la gestión. Tradicional- Gland. Pp: 92-94. endemic butterfly species. Jour- R. (editores). 2015. La huella del nal of Insect Conservation. doi cambio global en Sierra Nevada: mente la gestión de los ecosistemas y de las especies ha carecido de un sistema Munguira, M.L. & Martín, J. 1996. 10.1007/s10841-016-9949-8. de evaluación de las actuaciones implementadas que permita conocer la efectivi- Plebicula golgus (Hübner, 1813). Retos para la conservación. Con- In: Van Helsdingen, P. J.; Willemse, Muñoz, M.G. 2011. Biología y ecolo- sejería de Medio Ambiente y Orde- dad de las mismas. Ante esta gestión tradicional, carente de seguimiento, surge el L. & Speight M. C. D. (eds.). Back- gía de los licénidos españoles. Au- nación del Territorio. Junta de An- concepto de gestión adaptativa. Entre las medidas que requieren ser testadas es- tor-Editor, Granada. Pp: 292-299. dalucía. 208 pp. ground information on Invertebra- tán aquellas relacionadas con la mitigación del exceso de pisoteo, la adecuación de tes of the Habitats Directive and the Olivares, J., Barea-Azcón, J.M., Pé- Bern Convention. Part I. European rez-López, J., Tinaut, A. & Henares, carga ganadera a niveles inocuos o beneficiosos para el ecosistema y la escasez de Invertebrate Survey and Council of I. 2011. Las mariposas diurnas de recursos. Europe, Strasbourg. Pp: 204-208. Sierra Nevada. Consejería de Me- Munguira, M.L.; Martín, J. & García-Ba- dio Ambiente, Junta de Andalucía.  Cuarta. Hay que hacer mayor énfasis y esfuerzo en tareas de concienciación so- rros, E. 2000. Plebicula golgus Pp: 374-377. cial. Las cordilleras béticas son un núcleo de especiación con un extraordinario (Hübner, 1913). In: Los artrópodos Van Swaay, C.A.M. & Warren, M.S. valor evolutivo y de conservación. Articular campañas de comunicación y difusión de la “Directiva Hábitat” en Espa- (eds.) 1999. Red Data Book of Eu- ña. Organismo Autónomo de Par- ropean Butterflies (Rhopalocera). de estos valores resultaría de gran utilidad a la hora de justificar inversiones para el ques Nacionales, Ministerio de Me- Nature and environment, No. 99. seguimiento de poblaciones y gestión de hábitats. dio Ambiente, Madrid. Pp: 72-75. Council of Europe, Strasbourg. Munguira, M.L.; Martín, J. & Gar- Viedma, M.G. & Gómez-Bustillo M.R. cía-Barros, E. 2006. Polyomma 1976. Libro rojo de los Lepidópte- tusgolgus (Hübner, 1913). In: Ver- ros ibéricos. Ministerio de Agricul-

136 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA NIÑA DE SIERRA NEVADA | 137 Niña de Sierra Nevada (Polyommatus (Plebicula) golgus) Isabelina Actias Isabelae (Graells, 1849)

 Quinta. Se propone mitigar el impacto de la estación de esquí a través de la res- tauración de hábitat en los parches de terreno natural no afectado por las pistas. En estos parches se propone la plantación de Anthyllis vulneraria y de otras espe- cies vegetales, importantes para los adultos, como Arenaria tetraquetra, Hieracium pilosella, Jasione crispa, Sedum album, Dorycnium pentaphyllum, Silene rupestris y Thymus serpylloides. Esta actuación tiene como objetivo el permitir el manteni- David César Manceñido miento de una metapoblación sobre la estación de esquí. Sexta. En Sierra Nevada, la carretera que antiguamente conectaba las dos ver- tientes de Sierra Nevada atravesando cerca de la cumbre del Pico Veleta se cortó al tráfico hace 20 años. Sin embargo, esta carretera mantiene aún tránsito de vehículos vinculados a la gestión de la estación de esquí, del Parque Nacional de Sierra Nevada y furgonetas del SIAC (Servicio de Altas Cumbres, http://www. reservatuvisita.es/es/establecimiento/servicio-de-interpretaci%C3%B3n-de-al- tas-cumbres-vertiente-norte). Se propone instalar resaltes y señales en los tramos en donde se atraviesan colonias significativas de la niña de Sierra Nevada a finde evitar atropellos. Séptima. La protección de las poblaciones de la Sagra y de la Sierra de la Guilli- mona es muy importante, dado que representan más de la mitad de los efectivos de la subespecie sagratrox. En la Sagra se han identificado hasta 114 especies de mariposas diurnas diferentes y una cantidad nada desdeñable de insectos endé- micos que se verían beneficiados de esta mejora en el estatus de protección de los territorios que ocupan. Octava. Poner a punto un protocolo de cría en cautividad y propagación ex situ de su planta hospedadora. Esta medida no presenta una prioridad alta, pero si es recomendable comenzara a dar los primeros pasos en relación a la definición de procedimientos y la puesta a punto de protocolos de actuación.

Foto: J.P. Cancela J.P. Foto: 1. Biólogo, especialista en lepidópteros. Autor del libro 138 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA “Mariposas diurnas de la provincia de León” Isabelina (Actias Isabelae)

Lleida y Andorra). Todos es- tos núcleos poblacionales es- tán aislados entre sí y sin in- tercambio genético, salvo, tal vez, entre Pirineos occidenta- Foto: David César Manceñido David Foto: César Manceñido David Foto: les y orientales. Biología de la especie Si bien en algunos años con- cretos pueden empezar a ob- servarse ejemplares adultos a Valsaín (Segovia), hábitat típico de Actias isabelae. finales de marzo, lo habitual es que el periodo de vuelo de albar o silvestre (Pinus sylves- mo en territorio andorrano. En esta mariposa nocturna abar- tris L.) o por pino laricio (Pinus Suiza, en el Cantón du Valais que los meses de mayo y ju- nigra J. F. Arnold), dentro de hay una serie de poblaciones nio, con registros extremos en los pisos bioclimáticos mon- que se consideran como in- el mes de agosto. tano y oromediterráneo. Sin troducciones intencionadas y embargo, a pesar de tratarse no una distribución natural de La esperanza de vida de los de una especie eminente- la especie. imagos está muy estudiada y oscila entre los 5 y los 8 días, mente montana, no todas sus Dentro de la Península Ibéri- colonias lo son, puesto que al- pero puede ir desde los 2 hasta ca, este insecto se distribuye los 16. Es un periodo muy cor- gunas poblaciones catalanas en cinco grandes núcleos po- se sitúan en torno a los 100 to debido a que el adulto no se Descripción blacionales: Sistema Bético alimenta y vive tan solo de las Ficha Técnica m de altitud y cerca de zonas (incluye territorios de las pro- La isabelina (Actias isabelae res, más alargadas en el caso costeras. Su rango altitudinal reservas de grasa acumuladas Nombre común: vincias de Albacete, Almería, Graells, 1849) es una polilla de los machos que, además, en la Península Ibérica oscila por la oruga. En este periodo de Isabelina. de la familia Saturniidae. El tienen las antenas con unas Jaén y Murcia), Sistema Ibé- tiempo deben localizar una pa- entre 95 y 1750 m de altitud. rico (incluyendo parte de Cas- Nombre científico: patrón de coloración tanto de pectinaciones mucho más reja, aparearse y poner los hue- tellón, Cuenca, Guadalajara, Actias isabelae (Graells, machos como de hembras es largas y aparentes que las de vos: entre 17 y 200, con una Área de distribución Tarragona, Teruel y Valencia), 1849). similar, de un bello tono ver- las hembras. media de 100 y ovopositados La isabelina se localiza única- Sistema Central (afectando a en varias noches. Nombre en inglés: de con los bordes de las alas mente en pinares de la mitad Ávila, Guadalajara, Madrid y Spanish Moon . Hábitat y las venas muy marcadas de oriental peninsular. Fuera de Segovia), Pirineos occidenta- Entre 12 y 40 días después de Envergadura alar: color pardo rojizo y un apa- Esta mariposa habita única- nuestras fronteras cuenta con les (englobando porciones de la puesta (28 como media), 80-110 mm. rente ocelo en el centro de mente en el interior de pina- poblaciones en la región del terreno de Huesca, Navarra eclosionan las orugas que van 80-110 mm. cada una de sus cuatro alas. res, generalmente de media Jura y los Alpes meridionales y Zaragoza) y Pirineos orien- a alimentarse de las acículas Ambos sexos presentan sen- altitud, y habitualmente pi- franceses. Una de las colonias tales (que comprende terri- de los pinos, principalmen- das colas en las alas posterio- nares conformados por pino pirenaicas se adentra asimis- torios de Barcelona, Girona, te pino albar o silvestre (Pi-

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nus sylvestris L.) y pino lari- dar), va aprovechando acícu- Llegado el momento, las oru- diciones son favorables. Para cio (Pinus nigra J. F. Arnold), las cada vez más viejas. En su gas descienden por el tronco ello necesitan un invierno no si bien en cautividad también quinto estadio, tras su cuarta hasta el suelo para crisalidar. demasiado frío y una prima- acepta pino negro (Pinus un- muda ya solo evita las acícu- Se entierran a varios centíme- vera templada. Tras un perio- cinata Ramond ex DC.). Al las más viejas y las devora en tros bajo la superficie, entre la do de lluvias primaverales, se- comienzo de su vida, la oru- guido de un ascenso de tem- César Manceñido David Foto: su totalidad. Su coloración va- pinaza conformando un fuerte ga tiene un marcado fototro- capullo con seda y acículas se- peraturas, eclosionarán las ría a lo largo de su vida, sien- pismo positivo, por lo que as- cas de pino. Unos 3 días des- mariposas adultas, pero si las do negras al principio y ver- ciende hasta las acículas más pués de concluir la construc- condiciones climáticas no son soleadas, busca las más jó- des, blancas y rojizas en la úl- ción del capullo se transfor- adecuadas, pueden pasar un venes para mordisquearlas tima etapa. Este periodo dura man en crisálida y permane- segundo año encerradas en la Los incendios son una amenaza real para la isabelina. en los bordes. A medida que unos 45 días y, generalmente, cerán en este estadio varios crisálida antes de emerger. tas por donde no es difícil que tes ibéricos: la procesionaria va creciendo (sufre un total transcurre entre los meses de meses (alrededor de 9), pa- se propague el fuego. Si este del pino (Thaumetopoea pit- de 4 mudas antes de crisali- junio y agosto. ra eclosionar cuando las con- Problemática de conservación se convierte en un gran incen- yocampa [Denis y Schiffermü- dio puede afectar a enormes ller], 1775). Esta polilla es co- Destrucción y áreas ocupadas por la isabeli- nocida por sus espectacula- alteración del hábitat na, lo que provocaría una dis- res crecimientos demográfi- minución más o menos drás- Al igual que para la mayoría cos, alcanzando la considera- tica en el número de efectivos de los insectos, la destrucción ción de plaga forestal en nu- de la colonia o incluso provo- del hábitat es la mayor ame- merosas ocasiones por los da- car extinciones locales en po- naza para la supervivencia de ños que provocan en los pinos. blaciones concretas. la especie. La utilización de insecticidas Otro riesgo a tener en cuenta, A priori, sobre los pinares don- contra la procesionaria del pi- si bien no se conoce en la ac- de vuela Actias isabelae no no puede afectar muy negati- tualidad ningún proyecto con- sobrevuela ninguna amena- vamente a las poblaciones de creto, es la construcción de za clara. En ocasiones se trata isabelina, obteniendo un efec- infraestructuras de gran ta- de pinares con un aprovecha- maño o un crecimiento urba- to indeseado. Es lo que ha ocu- miento maderero controlado y nístico importante que frac- rrido, por ejemplo, por el uso su pervivencia a corto y medio cione o directamente arrase del antiquitinizante difluben- plazo parece segura. con territorios ocupados por zurón (Dimilin como nombre El riesgo actual más impor- la mariposa. comercial) utilizado en mezcla tante son los incendios fores- con gasoil para incrementar su Citas posteriores a 1999.  tales. Este riesgo es eviden- Gestión del hábitat permanencia sobre las acícu- Citas anteriores al año 2000. te en 4 de los 5 núcleos po- La isabelina comparte hábitat las de los pinos y que, una vez Sin información exacta de la fecha. blaciones (raro en el núcleo y recurso trófico con una es- ingerido por la oruga, impide de los Pirineos occidentales). pecie muy conocida y temida que sus tejidos se endurezcan Distribución de Actias isabelae. Los pinos son especies pirófi- por los gestores de los mon- una vez se produce una muda.

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Cambio climático Bibliografía En la medida en la que afecte ABÓS CASTEL, F. 1983. Nuevas for- files/eng/app/2016/S-Appendi- 1849), SHILAP Revista de Lepi- a las especies de pinos de las mas de Graellsia isabelae. SHI- ces-2016-03-10.pdf dopterología, 2: 67-72. que se alimenta, el cambio cli- LAP Revista de Lepidopterología, DEMERGES, D. 2001. Cartographie GRAELLS, M.P. 1852. Descripción 11:52. des sites potentiels d’accueil dans de un lepidóptero nuevo pertene-

mático es un riesgo a tener en César Manceñido David Foto: AGENJO, R. 1943b. Variabilidad de la les Pyrénées-Orientales d’un Lépi- ciente a la fauna central de Espa- cuenta para la pervivencia de Graelsia isabelae Graells (Lep. Syss- doptère protégé en France: Actias ña dedicado a S.M. las Reina Dña. esta falena. Este riesgo se es- phingidae). Graellsia, 11: 7-10. isabelae paradisea Marten (Lepi- Isabel II. 3pp + 1 lámina. Separa- pera que afecte principalmen- AGENJO, R. 1967. Historia de la doptera : Attacidae). OPIE Lan- ta (Extracto del Tomo 1º, parte 2º, te a la distribución de los pina- Graellsia isabelae (Grlls.), la más guedoc-Roussillon. 16 pp. de la Colección de Memorias de la Real Academia de Ciencias de Ma- res de la mitad sur peninsular. bella mariposa europea. Boletín FERNÁNDEZ-VIDAL, E.H. (1992). del Servicio de Plagas Forestales, Comentarios acerca de la distri- drid) Imprenta Aguado. Madrid. Detalle de las antenas de un macho. 19: 35-42. ICONA, Madrid. bución geográfica francesa y no- IBÁÑEZ GÁZQUEZ S.; NEVADO-ARI- Necesidades de ARCE-CRESPO, J.I.; JIMÉNEZ-MEN- tas taxonómicas sobre Graellsia ZA, J.C.; YLLA ULLASTRE J. 2008. Graellsia isabelae (Graells, 1849), conservación te seguimiento se puede reali- valor añadido de la riqueza de DOZA, S.; SÁNCHEZ-FERNÁNDEZ isabelae (Graells, 1849) (Lepidop- P. 2010. Recopilación de la infor- tera: Saturniidae). SHILAP Revis- una nueva especie para la fauna zar de una forma relativamen- sus montes. Así mismo cabe Programa de mación biogeográfica, análisis de ta de Lepidopterología, 20: 29-49. lepidopterológica de Almería (Es- seguimiento te sencilla mediante trampas la posibilidad de usarse como patrones ecológicos, conservación GARCÍA LÓPEZ, J.M.; ALLUÉ CAMA- paña) (Lepidoptera: Saturniidae). lumínicas instaladas dos o tres un recurso educativo para in- y mapa potencial de Graellsia isa- CHO, C. 2010. Effects of clima- SHILAP Revista de Lepidopterolo- gía, 36:427–30. Aunque se trata de un lepi- noches diferentes a lo largo de troducir a los más pequeños belae (Graells, 1849) (Lepidopte- te change on the distribution of Pi- dóptero muy vistoso y estu- ra, Saturniidae) en la provincia de nus sylvestris L. stands in Spain. A KARSHOLT, O. & NIEUKERKEN, E.J. su periodo de vuelo. Se deben en el papel que juega el ser Cuenca, España. Graellsia, 66(1): phytoclimatic approach to defining (2013) Lepidoptera, Moths. Fau- diado, aún no se conocen to- contabilizar los ejemplares ob- humano como principal ame- 9-20. management alternatives. Forest na Europaea version 2.6.2, http:// das las colonias del mismo, ni servados y, de esta manera, naza y a la vez como gran de- BOCYL 223/1998, de 19 de noviem- Systems, 19: 329-339. www.faunaeur.org tampoco el estado en el que con los datos de varios años, fensor de la fragilidad del me- bre de 1998. Decreto 6 de octu- GÓMEZ DE AIZPÚRUA, C. 1988. Bio- MARÍ-MENA, N. 2013. Conserva- se encuentran las mismas. se pueden obtener datos so- bre de 1998 de la Presidencia de logía y morfología de las orugas. tion genetics of the protected mo- dio natural. la Diputación Provincial de Ávi- Lepidoptera. Saturniidae. Bole- th Graellsia isabelae (Lepidoptera: Es por esto por lo que deben bre densidad, conocer la ten- Esta especie puede ser fácil- la, por la que se aprueba el Escu- tín de Sanidad Vegetal. Tomo VI: Saturniidae). PhD Doctoral Thesis. proseguir las prospecciones dencia de cada colonia y de la do Heráldico del Ayuntamiento de 248 pp. Departamento de Biología Mole- en busca de nuevas colonias población en general. mente utilizada como espe- Peguerinos. GÓMEZ-BUSTILLO, M. & FERNÁN- cular, Universidad de A Coruña. en áreas adecuadas para con- cie paraguas para la protec- CEBALLOS, G. & AGENJO, R. 1943. DEZ-RUBIO, F. 1976. Mariposas 248 pp. seguir la inventariación carto- Educación ambiental ción tanto de otros seres que Ensayo sobre Graellsia isabelae de la Península Ibérica, Tomo III. MARÍ-MENA, N.; LOPEZ-VAA- gráfica de las mismas. Se tra- y sensibilización de la compartan territorio con ella, (Graells), el lepidóptero más bello Heteróceros I. ICONA, Ministerio MONDE, C.; NAVEIRA, H.; AU- de Europa (Lep. Syssph.). EOS T. de Agricultura, Madrid. 300 pp. GER-ROZENBERG, M.A.; VILA, M. ta de un primer paso esencial población como del espacio mismo en el XIX. Cuaderno 4º: 303-414, (lám. GÓMEZ-BUSTILLO, M.; FERNÁN- 2016. Phylogeography of the Spa- para proteger esas áreas de La isabelina es una maripo- que habita. IV-X). DEZ-RUBIO, F. 1974. Considera- nish Moon Moth Graellsia isabelae (Lepidoptera, Saturniidae). BMC posibles efectos nocivos. sa nocturna de una indudable CIFUENTES, M.; BORRUEL; M. PLA- ciones sobre la planta nutricia de ZA, B. 1993. Catálogo y atlas de Graellsia isabelae (Grlls., 1849) y Evolutionary Biology, 16:139. Asimismo se debe llevar a ca- belleza y con una alta acepta- los lepidópteros macroheteróce- descripción de una nueva subsp. MASÓ I PLANAS, A. & YLLA I ULLAS- bo un programa de segui- ción social, por lo que las co- ros de Navarra. Serie agraria 13. Española (Lep. Syssphingidae). TRE, J., 1989. Consideraciones miento de, al menos, una par- munidades que albergan co- Gobierno de Navarra. 235 pp. SHILAP Revista de Lepidopterolo- sobre la ecología, comportamien- te de las colonias actualmen- lonias de esta polilla muy rápi- CITES. 2016. Convención sobre el gía, 2: 183-189. to, alimentación y biogeografía de Graellsia isabelae (Graells) (Lep. te conocidas. Debido a la fuer- damente van a comprometer- comercio internacional de espe- GÓMEZ-BUSTILLO, M.; GÓMEZ DE cies amenazadas de fauna y flo- AIZPÚRUA, C.; FERNÁNDEZ-RU- Saturniidae). SHILAP Revista de te atracción que experimen- se en su conservación, ya que ra silvestres. Disponible On-line BIO, F. 1974. Una nueva subespe- Lepidopterología, 17 (65): 45-60. tan los adultos hacia la luz es- puede considerarse como un en: https://cites.org/sites/default/ cie de Graellsia isabelae (Graells, MASÓ, A. & RIBES, E. 1989. Obser-

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Directrices básicas para la conservación de la mariposa isabelina

vación fotográfica de la morfolo- OBERTHÜR, C. 1923b. La Graellsia 2006. Libro Rojo de los Inverte-  Primera. Es prioritario llevar a cabo un inventario detallado de sus colonias, lo que gía de Graellsia isabelae (Insec- galliaegloria Obthr. L’Amateur de brados de España. Dirección Ge- ta: Lepidoptera). Imagen Científi- Papillons, t.I núm 15, págs. 238- neral de Conservación de la Natu- hace necesario visitar y prospectar todos los hábitats favorables para la especie en ca, 1(1): 29-34. 239. raleza, Madrid. 267 pp. su área potencial de distribución. En esta fase de deben localizar y describir ca- MASÓ, A. & WILLIEN, P. 1989. Bio- ROMO, H.; CAMERO, E.; GARCÍA-BA- VERDÚ, J.R.; NUMA, C.; GALANTE, E. da una de las colonias, aportando información sobre el hábitat que ocupan, el área géographie de Graellsia isabelae RROS, E.; MUNGUIRA, M.; MAR- 2011. Atlas y Libro Rojo de los In- Graells (Saturniidae). Nota Lepid. TÍN-CANO, J. 2014. Recorded and vertebrados Amenazados de Es- potencial del que disponen en sus proximidades, así como obtener información (Supl. 12) 1: 49-51. potential distributions on the Ibe- paña (Especies Vulnerables): Vol. cuantitativa sobre la densidad de ejemplares para poder aproximarse al tamaño de MONASTERIO, Y.; ESCOBÉS, R. 2013. rian peninsula of species of Lepi- I. Dirección General de Medio Na- cada colonia. Mariposas del Valle de Aranguren doptera listed in the Habitats Di- tural y Política Forestal, Ministerio (Navarra) / Aranguren Ibarreko txi- rective. European Journal of Ento- de Medio Ambiente, Medio Rural y  Segunda. Es prioritario cuidar los momentos, los medios y los productos que se mology, 111(3): 407–415. Marino. Madrid. 1318 pp. meletak (Nafarroa). Ayuntamiento utilicen en la lucha contra hipotéticas plagas de los pinos, como la procesionaria del Valle de Aranguren/Aranguren ROMO, H.; GARCÍA-BARROS, E.; VIEDMA, M.G. & GÓMEZ-BUSTILLO, Ibarreko Udala. 189 pp. MARTÍN CANO, J.; YLLA, J.; LÓPEZ, M.R. 1976. Libro rojo de los lepi- del pino (Thaumetopoea pityocampa [Denis y Schiffermüller], 1775). Se recomienda dópteros ibéricos. Instituto Nacio- MONASTERIO LEÓN, Y. (COORD.); M. 2012. Graellsia isabelae. En: encarecidamente utilizar siempre la lucha biológica, descartando productos quí- nal para la Conservación de la Na- GARCÍA CARRILLO, A.; VICEN- VV.AA., Bases ecológicas prelimi- turaleza (ICONA). Ministerio de micos. Siempre aplicados localmente, no mediante medios aéreos. Se debe tratar TE ARRANZ, J.C.; MARÍ MENA, nares para la conservación de las Agricultura. N.; MURRIA BELTRÁN, E.; ARCE especies de interés comunitario en con la mayor especificidad posible, para afectar al menor número de especies. Un CRESPO, J.I.; ESCOBÉS JIMÉNEZ, España: Invertebrados. Ministerio VIEDMA, M.G. DE & GÓMEZ-BUSTI- producto adecuado frente a posibles crecimientos explosivos de defoliadores de de Agricultura, Alimentación y Me- R. 2017. La “graellsia”, Actias isa- LLO, M.R. 1985. Revisión del Libro los pinos es Bacillus thuringiensis, que solo afecta a las orugas de los lepidópteros belae (Graells, 1849) Historia, ge- dio Ambiente. Madrid. 53 pp. Rojo de los Lepidópteros Ibéricos. nética, ecología, distribución y SARTO I MONTEYS, V. & MASÓ, A. Monografías 42. ICONA, Madrid. y no a otros insectos. Es importante cuando aplicar el producto: debe hacerse a conservación de un emblema de 2000. Graellsia isabelae (Graells, 77 pp. 3 lám. partir del mes de agosto, momento en el que las orugas de isabelina se entierran. nuestra fauna. Dirección General 1849): 83-87; 162-165; fig. pag. VIEJO-MONTESINOS, J. L. 1992. No debe aplicarse en los meses de junio, julio ni agosto. Se recomienda también el de Medio Natural y Política Fores- 205. En: Galante, E. & Verdú, J.R. Graells y la Graellsia. Biografía tal, Ministerio de Agricultura, Ali- (ed.): Los artrópodos de la directi- de un naturalista y bilogía del le- uso de trampas de feromonas para la captura masiva de machos de las especies mentación y Medio Ambiente, Ma- va Hábitat en España. Organismo pidóptero por él descrito. Quercus, problemáticas. drid. 58 pp. Autónomo de Parques Nacionales. cuaderno 74; 24-30. Madrid. MONTOYA-MORENO, R. & HERNÁN- Ministerio de Medio Ambiente. VIVES-MORENO, A. 2014. Catálo-  Tercera. Es necesaria la protección y la conservación de los pinares de pino albar DEZ-ALONSO, R. 1974. Graell- SORIA, S.; ABÓS F.; MARTÍN E. go Sistemático y Sinonímico de los o silvestre (Pinus sylvestris L.) y de pino laricio (Pinus nigra J. F. Arnold), particular- sia isabelae. Vida Silvestre, nº 12: 1988. Influencia de los tratamien- Lepidoptera de la Península Ibé- 207-220. ICONA, Madrid. tos con Diflubenzuron ODC 45% rica, de Ceuta, de Melilla y de las mente aquellas masas de pinares que se encuentran entre poblaciones, para así MORICHON, D.; ALEXIS, B.; CÉLINE, sobre pinares en las poblacio- Islas Azores, Baleares, Canarias, facilitar la colonización de nuevas regiones y también para evitar el asilamiento po- Q.; LÓPEZ-VAAMONDE, C. 2014. nes de Graellsia isabelae (Graells) Madeira y Salvajes (Insecta: Le- blacional y favorecer el intercambio genético. Recherche de l’Isabelle, Graellsia (Lep. Syssphingidae) y reseña de pidoptera). Suplemento de SHI- isabelae (Graëlls, 1849), en Pyré- su biología. In: Estudios sobre los LAP Revista de Lepidopterología.  Cuarta. La isabelina es una especie con una escasa capacidad dispersiva. Como tratamientos forestales con Diflu- 1184 pp. nées Orientales et dans les réser- medida complementaria a la anterior, es interesante establecer un programa que ves naturelles catalanes. Fédéra- benzuron y su incidencia sobre la YLLA I ULLASTRE, J. 1997. Histo- tion des réserves naturelles ca- fauna, F. Robredo ed. Ministerio ria natural del lepidòpter Graell- facilite la interconexión de poblaciones. Para ello, es necesario identificar los pina- talanes (Prades) & Inra d’Orléans, de Agricultura, Pesca y Alimenta- sia isabelae (Graells, 1849). Tesis res favorables para interconexionar colonias y promover la creación de corredores ción-ICONA, Serie Técnica, 4: 93- doctoral, 232 pp. Institut d´Estu- unité de recherche Zoologie fores- naturales. Previo estudio de viabilidad, en algunos casos se podrá llevar a cabo la tière. 12 pp. 118. Madrid. dis Catalans, Barcelona. OBERTHÜR, C. 1923a. Découverte TEMPLADO, J. & ÁLVAREZ, J. 1975. translocación de ejemplares entre colonias aisladas o su reintroducción en zonas en France, dans les Hautes Alpes, Graellsia isabelae, satúrnido en- que cuenten con un hábitat favorable y donde la especie haya desaparecido. par le Docteur Cleu, de la Saturnia démico de España. Boletín Servi- (Graellsia) isabelae Graells. Et. de cio de Plagas, 1: 83-87. Lép. Comp.- t. XX, págs. 174-179. VERDÚ, J.R. & GALANTE, E. (eds.).

146 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ISABELINA | 147 Isabelina (Actias Isabelae) Eriogaster catax Eriogaster catax Quinta. La creación de reservas entomológicas, como las puestas en marcha por la (Linnaeus, 1758) asociación Zerynthia en Aranguren (Navarra) o Peguerinos (Ávila), es otra herramien- ta que resulta de gran utilidad para garantizar la conservación de las poblaciones de invertebrados (Galante et al., 2015). La declaración de microrreservas de mariposas puede ser especialmente recomendable en el caso de especies como la isabelina, cuyas poblaciones están completamente ligadas a los pinares ibéricos. Fernando Jubete1 Sexta. Es necesario definir e implementar un programa de seguimiento de las co- lonias conocidas. Este seguimiento debería ser anual e incluir varias visitas a cada colonia durante el periodo de vuelo de los imagos. Séptima. Se hace necesario dar continuidad a los trabajos de educación ambiental y sensibilización de la población local ya realizados en diferentes localidades como Peguerinos (Ávila) o Aranguren (Navarra). En este sentido sería muy recomenda- ble diseñar un programa de charlas y actividades en centros educativos, así como charlas informativas en centros culturales de los municipios donde se distribuye la especie. La ejecución de trabajos de voluntariado, por ejemplo con actuaciones para el seguimiento de poblaciones o mejora del estado de conservación de las colonias, puede ser también una interesante medida para incrementar la sensibilidad am- biental de la población. También puede editarse material divulgativo como folletos, pósters, pegatinas… que ayuden a crear un vínculo entre la población y la mariposa.

Foto: Fernando de Juana. Fernando Foto: 1.- Asociación de Naturalistas Palentinos. 148 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA Correo electrónico: [email protected] Eriogaster catax (Eriogaster catax)

Hábitat Eriogaster catax es una es- pecie de lepidóptero fores- Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto:

Foto: Fernando de Juana. Fernando Foto: tal, que ocupa los espacios aclarados o formaciones de setos vivos en áreas de media altitud (Murria, 2006; García Pérez et al., 2009). Sus prin- cipales hábitats conocidos en

España son bosques caduci- Hábitat de Eriogaster catax en la Montaña Palentina. folios sobre sustrato calizo, que cuenten con setos y for- de la región eurosiberiana de la región mediterránea. La maciones arbustivas donde son hábitats típicos, aunque la presencia en estas zonas me- se encuentran sus principales especie se distribuye también diterráneas se encuentra con- plantas nutricias. Así, roble- en bosques más termófilos dicionada por unos requeri- dales, hayedos y abedulares de encina, quejigo o pinares mientos estrictos, que exigen Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto:

Descripción Ficha Técnica Eriogaster catax (Linnaeus, Un rasgo distintivo de esta Nombre común: 1758) es una mariposa noc- mariposa son los puntos dis- - turna de la familia Lasiocam- tales blancos presentes en Nombre científico: pidae. Es una polilla de tama- cada ala anterior, así como la Eriogaster catax ño intermedio y aspecto ro- fuerte pectinación de las an- (Linnaeus, 1758). busto. El tono general es ana- tenas que presentan los ma- Nombre en inglés: ranjado, especialmente en la chos. La especie tiene un di- Eastern eggar. banda discal y postdiscal de morfismo sexual patente, Envergadura alar: las alas anteriores, mientras presentando las hembras un 27-35 mm. que el área marginal de las color marrón-rojizo, con ante- 35 a 45 mm. alas anteriores y la totalidad nas más finas y con una densa de las alas posteriores son de borra de colores blanco y gris La presencia en praderas y zonas aledañas a los bosques de setos y pies sueltos de especies como el espino albar o color violáceo. en la parte final del abdomen. el endrino resultan fundamentales para la conservación de esta especie

150 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ERIOGASTER CATAX | 151 Eriogaster catax (Eriogaster catax)

la presencia de valles frescos, al tercio norte peninsular, en tema ibérico, las serranías de Biología de la especie normalmente con cursos flu- la franja cantábrica y pirenai- Cuenca y Teruel y el límite es- Especie univoltina, volando viales (Murria, 2006). El rango ca, siendo las citas del sur de te de Sierra Nevada. los imagos durante el otoño, altitudinal conocido para la La Rioja las más meridionales El mapa del presente trabajo desde mediados de octubre especie se sitúa en los 90- conocidas. Romo et al. (2014) de Juana. Fernando Foto: representa una ocupación de hasta mediados de noviem- 1.500 metros. elaboraron un mapa de dis- 47 cuadrículas UTM de 10x10 tribución potencial de la es- bre. Durante ese corto perio- km. Aporta nuevas citas para do de tiempo se producen los Área de distribución pecie basándose en factores varias provincias, aunque el bioclimáticos. Los resultados emparejamientos y las hem- El área de distribución de la grado de información del que bras realizan las puestas en amplían hacia el sur su área se dispone para la especie si- especie no es todavía bien los árboles que componen de distribución conocido, in- gue siendo todavía claramen- conocido en España (Romo et dicando también como hábi- sus plantas nutricias, princi- te deficiente. Oruga de Eriogaster catax. al., 2012). Las citas disponi- tats potenciales para la es- palmente Crataegus mono- bles restringen su población pecie algunas áreas del sis- gyna y Prunus spinosa, aun- que también se han localiza- do orugas en otras especies de como Dorycnium penta-

phyllum, Quercus cerrioides, de Juana. Fernando Foto: Ulmus campestris, Betula, Po- pulus, Berberis y Pyrus. Las puestas son protegidas por una densa cubierta de pelos que la hembra desprende de su abdomen, pasando todo el invierno en esta fase. Las puestas se realizan en lu- gares con unas condiciones microclimáticas muy especí- Macho de Eriogaster catax, distinguible de la hembra por su coloración y por ficas, en valles o zonas muy la pectinación de las antenas. térmicas, ubicándose en la parte superior de las plantas queñas orugas construyen al catax ocupan preferentemen- nutricias en zonas expuestas poco de nacer unos nidos de te las ramas altas de sus plan- al sol, preferentemente en la- seda de color blanco-grisaceo tas nutricias, en lugares próxi- Citas posteriores a 1999. deras con orientación sour y para protegerse de predadores mos a cursos de agua, en zonas soleadas y protegidas del vien- Citas anteriores al año 2000. oeste (Kadej et al., 2018). y conseguir una mayor eficien- to (Murria, 2006; Bolz, 1998). Sin información exacta de la fecha. El nacimiento de las orugas se cia térmica en su termorregula- produce entre finales de mar- ción (Ruf, 2002). Los refugios y Los refugios suelen acoger Distribución de Eriogaster catax. zo y primeros de abril. Las pe- orugas maduras de Eriogaster entre 60-150 orugas. Inicial-

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1998), aunque estudios más Problemática de recientes indican que aban- conservación donan los refugios a partir de la tercer y cuarta muda (Mu- Eriogaster catax está inclui- Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: rria 2006; Baillet, 2013), co- da en los anexos II (espe- Jubete. Fernando Foto: menzando a dispersarse y ali- cies animales y vegetales de mentarse de forma solitaria interés comunitario para cu- hasta el momento de la pu- ya conservación es necesa- pación, que tiene lugar en el rio designar zonas especiales mes de mayo y primeros días de conservación) y IV (espe- de junio. La oruga crisálida en cies animales y vegetales de el suelo, protegiendo la cu- interés comunitario que re- tícula con un capullo de se- quieren una protección es- da de color amarillo o marrón tricta) de la Directiva Hábi- El espino albar (Crataegus monogyna) es la principal planta nutricia de es- claro. Estas crisálidas pueden tat (92/43/CEE). Está tam- ta especie. emerger en la primavera del bién presente en el anexo II año siguiente, pero en ocasio- (especies de fauna estricta- mente protegidas) del Conve- La conservación de áreas boscosas que alternen con pastizales natura- nes permanecen en diapau- les y áreas de setos vivos es una prioridad para la conservación de es- sa hasta dos y tres años si las nio de Berna. En el ámbito na- ta especie. condiciones ambientales no cional, la especie está consi- Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: son adecuadas. derada como “Vulnerable” en conservación se describe a de estas formaciones arbus- el Catálogo Español de Espe- continuación. tivas de bajo porte como la No existe mucha información cies Amenazadas (Real De- principal amenaza para la es- sobre la tendencia y evolu- Destrucción y creto 139/2011). La UICN in- pecie (Kadej et al., 2018). ción de las poblaciones de la cluye esta especie en la cate- alteración del hábitat especie, aunque parece en- En este sentido, resultan es- goría DD “datos deficientes” Crataegus monogyna y Prunus contrarse en regresión en los pecialmente graves los traba- (WCMC, 1996), la misma ca- spinosa, principales plantas países del oeste y centro de jos de concentración parcelaria talogación que tiene la espe- nutricias de la especie for- Europa (De Freina, 1996), ha- cie en el libro rojo de los in- man parte habitual de los se- que, en la mayoría de las oca- biendo desaparecido en Bél- vertebrados de España (Ver- tos vivos que acompañan a la siones, suponen la eliminación gica y Holanda (Van Helsdin- dú el al, 2011). de decenas de kilómetros de El endrino (Prunus spinosa) es un arbusto también utilizado por Eriogaster gen, et al. 1998). En los paí- orla forestal y áreas abiertas catax como planta nutricia. formaciones lineales de arbus- ses del Este su estado de con- En España no existe infor- próximas a los bosques. Es- mación suficiente para poder tos setos son frecuentemente tos, bien por encontrarse en mente se alimentan en las morregular o para realizar las servación resulta más favora- bordes de pequeñas fincas que ble, con algunas áreas donde evaluar la tendencia pobla- objeto de talas o quemas pa- proximidades del nido, pe- mudas. Algunos autores in- pasan a formar unidades ma- la especie puede llegar a ser cional de esta especie y tam- ra incrementar la superficie ro a medida que van crecien- dican que las orugas perma- yores o debido a los trabajos de localmente muy abundante poco se conocen con exacti- agrícola o de pastos. Algunos do, comienzan a desplazar- necen en el nido hasta la úl- encauzamiento de ríos y arro- (András, et al., 2010). tud los principales problemas autores señalan directamen- se a otros pies próximos, re- tima muda (Gómez-Bustillo & de conservación. Una relación te a la intensificación agríco- yos que eliminan la vegetación tornando al refugio para ter- Fernández Rubio, 1976; Bolz, de sus posibles problemas de la (Fox, 2013) y la destrucción arbustiva, corrigen el curso de

154 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ERIOGASTER CATAX | 155 Eriogaster catax (Eriogaster catax)

Falta de información el verdadero impacto de es- tro de masas monoespecífi- a las consecuencias que esta sobre la especie te tipo de ataques y conocer cas de bosques de coníferas, biotecnología pueda estar te- por lo tanto si puede o no ser pero si emplea con frecuen- niendo sobre las especies no La información disponible so- un limitante para el desarro- cia zonas arbustivas y de se- objetivo del tratamiento. Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: bre su área de distribución es llo de sus poblaciones. Si exis- tos vivos en claros o bordes Es también necesario abor- claramente deficiente, así co- te una amplia literatura sobre de pinares. Este es el caso de dar trabajos de campo que mo información precisa so- la afección de parasitoides so- algunas poblaciones del pre- permitan conocer con exac- bre aspectos como el micro- bre otras especies de lepidóp- pirineo, donde además se ha titud el mapa de distribución hábitat o fenología de la espe- teros, llegando esta a ser muy constatado la ausencia de la de la especie, definir los hábi- cie durante sus diferentes es- elevada para muchas especies especie en las zonas afecta- tats que ocupa y obtener in- tadios. Los imagos de esta es- de mariposas diurnas y noc- das por incendios forestales formación sobre la fenología pecie vuelan durante el perio- turnas (Peigler, 1985; Bosque (Murria, 2006). do otoñal, unas fechas ya no et al., 1996; Spieth & Schwar- de vuelo de los adultos o las muy habituales para la realiza- zer, 2001; Hrcek, 2013). Necesidades de plantas nutricias empleadas ción de trabajos de muestreo por la especie. Estos traba- conservación de lepidópteros nocturnos, lo Atracción lumínica jos deberán incluir la realiza- que puede explicar la escasez Las especies del género Erio- El mantenimiento de las zo- ción de muestreos de adultos Las actuaciones de concentración parcelaria en áreas de montaña supo- de citas existentes en España. gaster presentan un mar- nas boscosas donde se distri- durante el periodo de vuelo nen una grave simplificación del paisaje, eliminando los setos vivos don- buye la especie, en especial de se encuentran las principales plantas nutricias de la especie. cado fototropismo (Murria, de los imagos y, especialmen- Mortalidad causada 2006), resultando frecuen- de las formaciones de setos te, la búsqueda activa de oru- muchos de ellos y descienden junto de los insectos (Gibbs et por parasitoides y temente atraídas por fuen- vivos donde se encuentran gas y nidos durante los meses de forma muy peligrosa el nivel al.; 2009; Gilburn et al., 2015; microorganismos tes de iluminación artificial sus plantas nutricias, resul- de primavera (Murria, 2006; ta la medida más importante Baillet, 2013). En este sen- freático en el subsuelo. Sánchez-Bayo & Wyckhu- Algunos autores han señala- o urbana. Aunque se desco- para garantizar la conserva- tido hay que recordar que el ys, 2019). Es necesario eva- do una elevada tasa de ata- nocen los efectos que esta Empleo de productos ción de esta especie. capítulo dedicado a esta es- luar el efecto que puede es- ques por parasitoides y mi- atracción pueden tener so- fitosanitarios para el pecie en las “bases ecológi- tar teniendo sobre las orugas croorganismos patógenos en bre su comportamiento, es Hay que poner en marcha pro- cas preliminares para la con- control de plagas de Eriogaster catax el empleo los estados inmaduros (Pérez un hecho indudable que esta gramas de investigación que de insecticidas para el control atracción favorece la preda- determinen el verdadero efec- servación de las especies de Aunque no existe informa- de Gregorio et al., 2001). Gar- de plagas forestales, en espe- ción de ejemplares, su muer- to que insecticidas de uso interés comunitario en Espa- ción precisa sobre esta ame- cía-Perez et al. (2009) seña- cial de la procesionaria del pi- te accidental al quedar atra- agrícola o tratamientos bio- ña”, publicado en 2012, ya re- naza, parece bastante proba- lan también la muerte de va- no, pero también para el con- pados dentro de farolas (Mu- lógicos contra la procesiona- comendaba, describía e in- rias orugas colectadas y con ble que el incremento del em- trol de otras plagas como fo- rria, 1994) y reduce el ya de ria del pino pueden estar te- cluso presupuestaba el cos- síntomas de haber sufrido pleo de productos fitosanita- restales como Lymantria. Los por si escaso tiempo que la niendo sobre Eriogaster catax. te económico de un progra- una infección vírica, así como rios experimentado en los úl- tratamientos contra las oru- especie tiene para conseguir Estos estudios deben incluir ma de seguimiento para esta dos orugas parasitadas por timos años tiene que estar gas de procesionaria se pro- aparearse. también la posible afección de especie en las diferentes Co- el himenóptero Cotiheresiar- afectando de forma muy ne- ducen a principios de vera- tratamientos biológicos para munidades Autónomas, tra- ches dirus. Incendios forestales gativa a esta especie (De Frei- no, pudiendo coincidir con los el control de plagas forestales bajos que no han sido reali- na, 1996), al igual que ya ha últimos días como oruga de Con la información disponi- Eriogaster catax no es una es- que emplean Bacillus turin- zados hasta la fecha (Romo et sido constatado para el con- Eriogaster catax. ble resulta imposible evaluar pecie que se distribuya den- gensis, con especial atención al., 2012).

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158 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA ERIOGASTER CATAX | 159 Eriogaster catax (Eriogaster catax)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa eriogaster catax

 Primera. Gestión forestal. de áreas de pastizales y setos en formaciones boscosas que, a medio y largo plazo, Adecuar los trabajos de gestión forestal en las zonas donde se distribuye la espe- limitarán la presencia de Eriogaster catax. cie, con especial atención a la conservación de las formaciones de setos vivos de  Quinta. Seguimiento e investigación. pastizales y orlas espinosas que rodean los bosques, lugares donde se encuentran Al igual que otras especies de mariposas nocturnas, se dispone de muy poca infor- las principales plantas nutricias de la especie: Crataegus monogyna y Prunus spino- mación sobre la especie. sa. Sería también recomendable acometer actuaciones de restauración tendentes Es necesario diseñar un protocolo de búsqueda y seguimiento que permita abordar a mejorar o ampliar el tamaño y estado de conservación de estas formaciones ar- un detallado estudio corológico de la especie en todas las regiones del norte de bustivas. España. El método más efectivo y recomendable es la realización de muestreos de  Segunda. Concentraciones parcelarias. refugios y orugas durante los meses de primavera. Es recomendable incrementar Evitar las concentraciones parcelarias en las zonas de distribución de la especie o, también el esfuerzo durante los meses otoñales con trampas de luz, actualizando en su caso, prohibir expresamente la destrucción o alteración de lindes y zonas de con ello el mapa de distribución de la especie en España y aportando nueva informa- setos. ción sobre la fenología de vuelo de los imagos y los hábitats que ocupan. Las evaluaciones de impacto ambiental deben tener en cuenta la presencia de esta Estos trabajos deben servir también para obtener índices que permitan evaluar la especie, adaptando las actuaciones a ejecutar para garantizar la conservación de tendencia poblacional de la especie. Eriogaster catax. Para la ejecución de estos trabajos se puede involucrar a los agentes de medio ambiente o personal voluntario, previa elaboración de un protocolo de trabajo y la   Tercera. Productos fitosanitarios adecuada formación de las personas participantes. Se debe limitar o prohibir el empleo de productos fitosanitarios en las zonas donde se distribuye la especie.  Sexta. Reducción de la atracción lumínica. Se desconoce el efecto que tratamientos forestales con Bacillus thuringiensis puedan En las localidades próximas a las poblaciones conocidas se pueden implementar estar teniendo sobre esta y otras especies de lepidópteros. Sería muy recomenda- medidas tendentes a eliminar la atracción lumínica causada por el alumbrado pú- ble evaluar el efecto de estos tratamientos antes de proceder a su aplicación masiva blico. Para ello se pueden sustituir las fuentes de iluminación actuales por otras en áreas forestales. con baja emisión en el espectro ultravioleta, además de orientar correctamente las luminarias en altura y orientación para reducir el riesgo de atracción de lepidópteros   Gestión ganadera Cuarta. nocturnos. El impacto de esta actividad sobre la especie se articula en dos vertientes totalmen- te opuestas. En primer lugar se encuentra el efecto del sobrepastoreo causado por una eleva- da carga ganadera, actividad que puede limitar o eliminar elementos básicos del paisaje para Eriogaster catax, como los setos naturales. En este sentido sería re- comendable medir el impacto que la ganadería pueda estar causando al alterar o destruir las formaciones de setos vivos donde se encuentran sus plantas nutricias. Se debería también establecer una normativa de obligado cumplimiento que adecue la carga ganadera a la producción de fitomasa del medio. En el lado contrario se encuentra el abandono total de las actividades ganaderas que están sufriendo algunas provincias, especialmente las situadas en la región pi- renaica. La pérdida de actividades tradicionales puede suponer la transformación

160 || BASES BASES TÉCNICAS TÉCNICAS PARA PARA LA LA CONSERVACIÓN CONSERVACIÓN DE DE LOS LOS LEPIDÓPTEROS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS AMENAZADOS EN EN ESPAÑA ESPAÑA ERIOGASTER CATAX | 161 Eriogaster catax (Eriogaster catax) Proserpinus proserpina Proserpinus proserpina (Pallas, 1772)

Fernando Jubete1

Foto: Ángel Blázquez. Ángel Foto: 1.- Asociación de Naturalistas Palentinos. 162 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA Correo electrónico: [email protected] Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)

Hábitat Proserpinus proserpina ocu- pa una gran variedad de am- Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: bientes, que van desde zonas de montaña hasta áreas agrí- colas, donde se distribuye por vegas y áreas con un cierto ni- vel de humedad en el subsue- lo, necesaria para el desarro- Hábitat de Proserpinus proserpina. Charcas y lagunas cuentan en sus ori- llo de la vegetación de ribe- llas con buenas formaciones de las plantas nutricias de esta especie. ra donde se encuentran sus principales plantas nutricias. y ribazos en áreas de cultivo; neos. El rango altitudinal de La especie está presente en zonas húmedas; pastizales la especie se encuentra entre grandes vegas fluviales que con setos y arroyos en bos- los 0-2.000 metros. cuenten con canales, arroyos ques atlánticos o mediterrá- Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto:

Descripción Ficha Técnica Proserpinus proserpina (Pa- una pequeña mancha de co- Nombre común: Hormiguera oscura llas, 1772) es una mariposa lor negro. Las alas posterio- o limbada. nocturna de la familia Sphin- res son de color naranja, con gidae de tamaño mediano, una banda negra en la región Nombre científico: Proserpinus proserpina con una envergadura alar marginal y una fimbria de co- (Pallas, 1772). es 33-60 mm. Es una espe- lor blanco. El dimorfismo se- cie fácilmente identificable. xual es poco patente, siendo Nombre en inglés: Willowherb Hawkmoth. Las alas anteriores son fes- las hembras ligeramente ma- toneadas, de tonalidad ver- yores. Las orugas resultan in- Envergadura alar: dosa clara, con una banda confundibles gracias a un lla- 33 a 60 mm 33 a 60 mm. verde más oscura en la re- mativo ocelo que presentan gión discal en la que resalta en el octavo segmento. Hábitat de la especie en un ambiente fluvial.

164 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 165 Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)

Área de distribución citas más escaso en la mitad ción (Pérez de Gregorio et al., portamiento solitario y tar- sur de España. 2001; Lhonoré, 1988; Mou- dan tres-cuatro semanas en En España presenta una lignier, 1990), como también completar su desarrollo. Las distribución muy disper- sucede en el norte de África crisálidas son invernantes, re-

Biología de la especie Iglesias. Verena Foto: sa, aunque existe una mayor (Rungs, 1981). Tras las có- fugiándose bajo tierra o entre Especie univoltina. Los ima- densidad de citas en el tercio pulas tienen lugar las pues- la hojarasca (Pittaway, 1993). norte peninsular, en las regio- gos vuelan principalmen- tas en las plantas nutricias. En Europa se han citado nu- nes de Castilla y León, Nava- te en mayo y junio, con citas Las orugas pueden ser locali- merosas plantas nutricias rra, Aragón y Cataluña. Las más escasas en los meses de zadas entre los meses de ma- de la especie: Oenothera, abril, julio y agosto. Algunos áreas montañosas del siste- yo a julio (Gómez de Aizpurua, Lythrum, Epilobium y Fuchsia autores señalan que las citas ma central y las sierras de la 2002), aunque existen regis- (Pittaway, 1993). En España Comunidad Valenciana aglu- de finales de verano pueden tros de orugas en meses co- existe poca información sobre tinan también bastantes re- corresponderse con el vue- mo agosto (Torralba-Burrial Las orugas de Proserpinus proserpina resultan inconfundibles debido al las plantas nutricias de las ocelo que presentan en el octavo segmento de su cuerpo. gistros, siendo el número de lo de una segunda genera- et al., 2011). Son de com- que se alimentan las orugas, pero casi todas las citas co- nocidas son de orugas sobre el género Epilobium (Gómez

de Aizpurua, 1983; Villarrú- Blázquez. Ángel Foto: bia, 1957; Villarrúbia, 1974; Torralba-Burrial, et al., 2011). Proserpinus proserpina, co- mo la mayor parte de esfíngi- dos, tiene un vuelo rápido que le confiere una buena capaci- dad dispersiva y la posibilidad de colonizar nuevas áreas con relativa facilidad.

Problemática de Imago de Proserpinus proserpina. conservación Proserpinus proserpina está fauna estrictamente prote- esta especie en la categoría incluida en el anexo IV (espe- gidas) del Convenio de Ber- DD “datos deficientes” (WC- cies animales y vegetales de na. En el ámbito nacional, MC, 1996), mientras que en el Citas posteriores a 1999. la especie está considerada interés comunitario que re- libro rojo de los invertebrados Citas anteriores al año 2000. quieren una protección es- como “Vulnerable” en el Ca- de España figura en la cate- Sin información exacta de la fecha. tricta) de la Directiva Hábitat tálogo Español de Especies (92/43/CEE). Figura también Amenazadas (Real Decreto goría “preocupación menor” Distribución de Proserpinus proserpina. en el anexo II (especies de 139/2011). La UICN incluye (Verdú et al., 2011).

166 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 167 Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)

vivos o ribazos, realizando en- lo que incrementa de forma cauzamientos, dragados o rec- notable su mortalidad al ser tificación de cauces, lo que presas fáciles de predadores, supone la desaparición de las muertes accidentales o por Foto: Fernando Jubete. Fernando Foto: formaciones de vegetación de Jubete. Fernando Foto: atropellos de vehículos una ribera. vez se posan en el suelo. Las quemas agrícolas de ri- Necesidades de bazos y arroyos, aunque pro- hibidas por ley, siguen siendo conservación muy frecuentes en la mayor La conservación del hábitat parte de las comarcas agríco- es la principal medida a po- las. Estas quemas destruyen ner en marcha para garantizar la vegetación entre la que se la conservación de esta espe- encuentran las plantas nutri- cie. En este sentido, deberían cias, matando también direc- extremarse las precauciones Las quemas de vegetación palustre y riparia suponen una amenaza para tamente a crisálidas u orugas con las actuaciones de altera- esta especie al eliminar sus plantas nutricias y destruir puestas y orugas. que se encuentren allí refu- ción hidrológicas en los cau- giadas. ces de los ríos y los trabajos Al igual que sucede con la Los principales factores de Concentraciones de concentración parcelaria, mayor parte de especies de amenaza conocidos se rela- impidiendo el dragado o la parcelarias lepidópteros en España, no cionan a continuación. corrección de cursos al me- existe información sobre la Destrucción y Aunque esta actividad de nos en las áreas donde esté tendencia de sus poblacio- transformación agraria pue- alteración del hábitat La presencia de vertidos y la contaminación de las aguas afectan de for- confirmada la presencia de la nes, aunque algunos autores de enmarcarse dentro del ca- ma negativa al hábitat de esta especie. especie. señalan que las poblaciones Es, muy probablemente, el pítulo anterior, su impacto Sería muy recomendable po- europeas pueden no encon- principal factor de amenaza de sobre el medio y la generali- construcción de canales, lo ellas la presencia de forma- ner en marcha medidas que trarse en regresión y estar la especie. Las comunidades zación de su uso en España que finalmente viene a con- ciones de Epilobium, Lytrhum eliminen o reduzcan los efec- produciéndose una expan- de vegetación de ribera han su- merecen que sea incluida en seguir una homogenización y otras especies que compo- tos derivados de la atracción sión de su área de distribu- frido un importante retroceso un capítulo específico. Estas y simplificación del paisaje. nen las plantas nutricias de lumínica en núcleos urbanos ción (Lhonoré, 1988; Guyot, y degradación durante los últi- actividades tienen como ob- En la práctica, estos trabajos este esfíngido. o infraestructuras aisladas en 1991; Pittaway, 1993). El tra- mos decenios. Las vegas fluvia- jetivo principal la creación de suponen la desaparición de Control de la el campo, en especial en to- bajo de revisión de su área de les o zonas aluviales donde se cientos de kilómetros de ve- fincas de mayor tamaño que iluminación nocturna dos aquellos puntos próximos distribución y estatus lleva- encuentran son territorios tra- getación de ribera, el encau- las existentes antes de la ac- a vegas fluviales o zonas hú- do a cabo en Cataluña (Ste- zamiento de ríos y arroyos, Esta especie de esfíngido, al dicionalmente empleados pa- tuación, la construcción de medas, donde se encuentran fanescu, 1993) indica que en la desecación de junqueras, igual que otras especies de ra el asentamiento de cultivos una red viaria que de acceso los hábitats más favorables pastizales higrófilos y parches esta familia, se ven fuerte- esa región no es una especie agrícolas, áreas que son pre- a las fincas y, en muchos ca- para esta especie. tan rara como se había su- viamente transformadas elimi- sos, la implantación de sis- de vegetación que albergan mente atraídos por los pun- puesto inicialmente. nando elementos como setos temas de riego mediante la una elevada diversidad, entre tos de iluminación artificial,

168 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 169 Proserpinus proserpina (Proserpinus proserpina)

Directrices básicas para la conservación de la mariposa Proserpinus proserpina

Bibliografía  Primera. Conservación del hábitat. Conservación integral de los hábitats y de la vegetación natural de los tramos me- Gómez de Aizpurua, C. 1983. Área Rungs, CEE., 1981. - Catalogue rai- T18366A8153516. http://dx. de repartición geográfica de Pro- sonné des Lépidoptères du Maroc. doi.org/10.2305/IUCN.UK.1996. dio y bajo de los ríos, evitando actuaciones como limpieza de márgenes de zonas serpinus proserpina (Pall.) (Lepi- Inventaire faunistique et observa- RLTS.T18366A8153516.en inundables y la realización de trabajos de drenajes, canalizaciones o correcciones doptera, Sphingidae) en el Norte tions écologiques. Tome II de cursos fluviales. de España. SHILAP Revta lepid., Sánchez, D. & Antón, I. 2016. Re- Es necesario elaborar un protocolo de trabajo que garantice la conservación de es- 11 (42): 100 gistros de Proserpinus proserpina Gómez de Aizpúrua, C. 2002. Oru- (Pallas, 1772) (Lepidoptera: Sphin- tas zonas y las excluya de actuaciones de alteración o modificación de cauces. gas y mariposas de Europa. Tomo gidae) de la provincia de Navarra, El control de los vertidos fluviales para evitar la contaminación y eutrofización de IV. Organismo Autónomo Parques norte de la Península Ibérica. Bo- las aguas es también una medida necesaria de implementar en las áreas donde se Nacionales, Madrid. letín de la Sociedad Entomológica tenga constancia de la presencia de la especie. Guyot, H. 1991. Sur la présence en Aragonesa, 58: 227-228. Corse de Proserpinus proserpina Stefanescu, C. 1993. Distribució i es-  Segunda. Concentraciones parcelarias. Pallas (Lepidoptera, Sphingidae). tatus de Proserpinus proserpina Las concentraciones parcelarias suponen, por definición, la alteración severa o mo- Alexanor, 16 (7): 442-444. (Pallas, 1772) a Catalunya. Butll. dificación de miles de kilómetros de arroyos y cunetas que constituyen el hábitat de Soc. Cat. Lep., 72: 12-20. Harbich, H. 1996. Proserpinus pro- Proserpinus proserpina. serpina (Pallas, 1772). In: van Torralba-Burrial, A., Ocharan, F.J. & Helsdingen, P. J., Willemse, L. & Outomuro, D. 2011. Primera cita Las evaluaciones de impacto ambiental deberían tener en cuenta la presencia de Speight, M. C. D. Background In- de Proserpinus proserpina (Pallas, esta especie, adecuando las actuaciones a ejecutar para que se garantice la conser- formation on Invertebrates of the 1772) (Lepidoptera: Sphingidae) vación de este esfíngido. Habitats Directive and the Bern para la provincia de Palencia (nor- Convention. Council of Europe, te de España). Boletín de la So-  Tercera. Productos fitosanitarios Strasbourg. Part I: 209-212. ciedad Entomológica Aragonesa Se desconoce cual es el impacto que puede estar teniendo sobre la especie el em- (S.E.A.), no 49: 344 Lhonoré, J. 1988. Notes sur Proser- pleo de productos fitosanitarios en las labores agrícolas, aunque es de esperar que pinus proserpina Pallas, 1772 (Le- Verdú, J.R., Numa, C. y Galante, E. pidoptera, Sphingidae). Alexanor, (Eds.) (2011): Atlas de los inver- sea muy negativo, en especial en aquellas zonas donde el hábitat de la especie se 15 (6): 322. tebrados amenazados de España encuentra en los márgenes y linderas de cultivos agrícolas. Moulignier, F. 1990 Contribution à la (Especies Vulnerables. Vol I. Ar- Una medida muy interesante para minimizar el impacto de esta amenaza sería la connaissance de l’aire de distri- trópodos. Vol II. Moluscos). Ma- creación de franjas sin tratamientos químicos, en especial en márgenes de ríos, drid: Dirección General de Medio bution de Proserpinus proserpina arroyos y canales, actuación que podría englobarse dentro de las medidas agroam- Pallas, 1772 (Lepidoptera, Sphin- Natural y Política Forestal, MARM, gidae). Alexanor, 16 (3): 178. 1318 pp. bientales de la Política Agraria Común. Villarrúbia, J. 1957. Los “Esfinges” Pérez de Gregorio, J.J., Muñoz, J. &  Cuarta. Contaminación lumínica Rondós, M. 2001. Atlas fotográfico de la comarca de Vich. Ausa, 2 de los lepidópteros macrohetero- (19): 412-421. Aunque no existe información precisa, sería aconsejable seguir avanzando en medi- céros íbero-baleares 2. Lasiocam- Villarrúbia, J. 1974. Revisión de los das que corrijan y mitiguen los efectos de la atracción de ejemplares hacia puntos de poidea, Bombycoidea, Axioidea “esfinges” de la comarca “Plana iluminación en áreas urbanas u otras infraestructuras creadas por el hombre. y (1). Argania editio, de Vich” (parte 2). SHILAP Revta Barcelona. lepid., 2 (5): 33-38. Pittaway, A.R. 1993. The Hawkmoths World Conservation Monitoring of the Western Paleartic. 240 pp. Centre. 1996. Proserpinus pro- Harley Books, Colchester. serpina. The IUCN Red List of Threatened Species 1996: e.

170 | BASES TÉCNICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS EN ESPAÑA PROSERPINUS PROSERPINA | 171 ApoloProserpinus (Parnassius apollo) proserpina (Proserpinus proserpina)

 Quinta. Seguimiento e investigación. La falta de conocimiento sobre la biología y distribución de la especie no son en si una amenaza, pero si un importante problema que es necesario abordar con urgen- cia para conocer el estatus de conservación de esta especie en España. Una medida prioritaria pasa por la realización de un estudio exhaustivo de la distri- bución de la especie en España. De forma previa se hace necesario el diseño de un protocolo de búsqueda y seguimiento que permita abordar un muestreo de la es- pecie en todas las regiones españolas con el fin de obtener datos precisos sobre: i) distribución precisa de la especie en España; ii) fenología de vuelo; iii) hábitats ocu- pados; iv) obtención de índices que permitan conocer las tendencias poblacionales; v) estudio que evalúe la capacidad dispersiva de la especie. Al igual que sucede con otras especies fáciles de identificar, estos trabajos de seguimiento pueden ser llevados a cabo por personal voluntario o agentes medioam- bientales.  Sexta. Creación de microrreservas entomológicas. En el caso de poblaciones ya conocidas y donde Proserpinus proserpina resulte localmente abundante, se hace muy recomendable la creación de microrreservas de lepidópteros. Este puede ser el caso de humedales o tramos fluviales donde se conozca la presencia de la especie y existan formaciones vegetales de sus plantas nutricias en buen estado de conservación.

172 || BASES BASES TÉCNICAS TÉCNICAS PARA PARA LA LA CONSERVACIÓN CONSERVACIÓN DE DE LOS LOS LEPIDÓPTEROS LEPIDÓPTEROS AMENAZADOS AMENAZADOS EN EN ESPAÑA ESPAÑA

Fernando Jubete (Coordinador), José Miguel Barea-Azcón, Ruth Escobés, Eduardo Galante, Ricardo Gómez Calmaestra, David César Manceñido, Juan Gabriel Martínez, Yeray Monasterio, Amparo Mora, Miguel L. Munguira, Constanti Stefanescu y Alberto Tinaut a conservación de los invertebrados, y en particular de los lepidópteros, L es todavía una tarea pendiente en buena parte del territorio español. Para la mayor parte de las especies se desconocen todavía aspectos básicos de su biología, su área de distribución, las principales amenazas y las actuaciones necesarias de llevar a cabo para garantizar la conservación de sus poblaciones. BASES TÉCNICAS El presente manual es una obra colectiva en la que han participado doce autores, todos ellos especialistas en el estudio de un total de diez de las doce especies PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS que se encuentran en Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Cada capítulo contiene una actualización de los conocimientos disponibles hasta la fecha de cada especie, una detallada descripción de las necesidades LEPIDÓPTEROS de conservación y, especialmente, unas directrices de conservación que deberían ser puestas en marcha para revertir el desfavorable estado de conservación que pesa sobre cada una de ellas. El libro está especialmente dirigido a gestores, técnicos de campo o personal AMENAZADOS vinculado a las diferentes administraciones con competencia en materia de conservación de estas especies de lepidópteros. EN ESPAÑA

Editor: Con el apoyo de:

ASOCIACIÓN DE NATURALISTAS PALENTINOS

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