Bilbao

Apuntes para una historia del teatro bilbaino Manuel Aznar, «Imanol», el apòstata

Carlos Bacigalupe lización del problema. El patri­ monio histórico -emocional INO al mundo en que supone Euskadi- la gran Echalar, hijo del metáfora del jardín tiene mu­ organista local y cho que ver con la visión edéni­ sobrino del párro­ ca del Génesis- es amenazada Y co. Tras de su paso más bien fu­ por el invasor y sólo mediante gaz por el Seminario, gracias a un sacrificio ejemplarizador se una pluma certera y ágil, a los logrará que el futuro esté libre 19 años era ya director de de lacras opresoras. Otra vez, la «Euskadi», donde hizo habi­ mujer vasca, de cuya prez nadie tual el seudónimo de «Imanol». duda, debe ser rescatada del Previo a ello, había escrito en el engaño ajeno y pecador. eriódico integrista «Tradición El triunfo fue rotundo. Con avarra». Firmó también en la pieza, y según las crónicas, «Hermes», en «El Sol», y pos­ triunfó el bizarro y magnífico teriormente intervino como co­ impulso renacentista -referido rresponsal de prensa en el con­ el concepto al nacionalismo, no flicto de Marruecos y luego en al movimiento cultural umver­ la primera conflagración mun­ salmente aceptado- «que dial. arrastra hacia las cumbres de Desplazado a , dirigió un Ideal mil veces más bendito allí «El País» y «El Diario de la a lo más selecto de la juventud Marina». Vuelto a casa, regresó euskadiana, esta que no se pu­ a «El Sol», de inspiración orte- dre en las sombras, ni se idioti­ guiana. que impu só definitiva­ za en los salones, ni se em brute­ mente cuando la República, a ce en las plazas de toros». (El cuyo partido, ala conservadora, Reglamento de Juventud Vas­ se había afiliado. En 1936 llevó ca, aprobado en marzo de 1913, algunas corresponsalías de dia­ prevenía en su artículo 22 ex­ rios hispanoamericanos y ya pulsar de la Sociedad «a los que después de nuestro conflicto ci­ tomaren parte activa y directa vil publicó «Historia Militar de en fiestas taurinas»). la guerra de España», obte­ La redención vasca estaba, niendo al tiempo, el premio pues, en marcha. El propio Francisco Franco de periodis­ «Imanol» -«que lo mismo es­ mo. Fue la época cuando co­ cribe, que hace vivir lo escri­ menzaba su actividad diplomá­ to»- se encargó de incorporar tica, nombrado ministro pleni- )ersonalmente al protagonista, )otenciario en Washington, levando a las alturas al perso­ uego consejero, y más tarde naje de Ramón. El decorado embajador en la República Do­ fue admirable. «Del gran Eloy minicana y . En 1954, Garay, y basta», se concluía. reanudó su actividad periodís­ No pararían aquí las emocio­ tica dirigiendo «El Diario Vas­ Manuel Aznar Zubigaray (Echalar 1893- 1975) nes ultranacionalistas del luego co» donostiarra y la revista tránsfuga Aznar. El martes, 27 «Semana», que había fundado. é é de abril de 1915, y en el curso Presidió la Asociación de la de una velada dedicada a hon­ Prensa de Madrid y la Agencia rar la memoria de los vascos Efe. Llevó la dirección de «La Revision de «E l jardín del m ayorazgo», a los cien años del «que en Munguía dieron la vida Vanguardia» y tras de un pa­ NACIMIENTO DE SU AUTOR. por su Patria», intervenía des­ réntesis como embajador en pués que Evaristo de Bustinza, Marruecos y delegado español «Kirikiño», para como «cronis­ permanente en la ONU, en ta culto y sutil», leer el melo­ 1968 presidía el Consejo de drama «Libe», de Arana, «in­ Administración de la agencia mortal producción de nuestro estatal de noticias. Maestro», basado en la mítica Aznar fue el autor de los vo­ plumas del Régimen de Franco. <^ue se sepa, su primera mmer- que aroman con el candor y la batalla que se conmemoraba». lúmenes segundo y cuarto de la Para el 5 de octubre de 1913 sión en la escena nacionalista. virtud de la niña, de la mujer Las frases brillantes y patrióti­ «Historia de la Segunda Gue­ -e l 10 de agosto anterior, du­ Sin embargo, la gran aporta­ vasca, el hogar simbólico de la cas, las escenas llenas de inte­ rra Mundial» y de un título de rante una romería en Begoña, ción de Aznar al teatro político Raza. rés, los caracteres admirable­ gesta, luego llevado al cine, «El jaimistas y nacionalistas se pe­ vasco se producía con el estre­ Y el Hogar y el Jardín se es­ mente trazados, de esta obra Alcázar no se rinde». leaban a los gritos de «Viva Es­ no de «El jardín del mayoraz­ tremecen y vacilan, minados hermosa, fueron matizados por De trayectoria política enlo­ paña y «Gora Euskadi»- Ju­ go». El domingo, 13 de diciem- por la invasión refinada y arte­ el lector que cumplió su difícil quecedora, pasó como carlista- ventud Vasca preparaba en el )re de 1914 -el mismo día en ra, hasta que el esfuerzo viril de misión de una manera insupe­ tradicionalista temprano a mih- Campos Eliseos su primera que Luis Arana Goiri, herma­ un corazón generoso, que sabe rable». tar en un nacionalismo vasco gran velada de la temporada. no de Sabino, era elegido, por de grandes amore^ de sacrifi­ Fue otro de nuestros perso­ de matices extremos, recaló El programa era apetecible aclamación, presidente del cios hondos y de juventud fe­ najes singulares, este Manuel después en el republicanismo y «por concurrir a esta fiesta de Consejo Regional nacionalis­ cunda y austera, alcanza a sal­ Aznar, de enmarañada trayec­ en el azañismo, para terminar cultura en que podrá apreciar­ ta-, y también en el Campos, el var la raza y el asiento de los toria política. Cuando ya direc­ siendo biógrafo de Franco. se, no el mérito excepcional en joven escritor «nacionahsta» Barroetas en un arranque de ti­ tor de «El Sol» madrileño, la Prieto, en un artículo cargado lides teatrales de nuestros es­ estrenaba su pieza en medio de tán». )rensa bilbaina le ofreció un de pasión, tituló parte de su vi­ critores Sres. Etxabe y Parada, los plácemes más absolutos de Argumentalmente, nada que banquete en el Hotel Arana, la da como la «Biografía de un ya conocidos y consagrados, si­ sus entonces correligionarios. el teatro nacionalista no hubie­ noche del jueves, 19 de setiem­ perillán». no más bien la valía de una jo­ Decía «Euskadi»: «La obra ra expuesto anteriormente de bre de 1918. Compartieron m e­ Cuando nacionalista, muy ven pluma nacionalista, flexi­ gira sobre dos polos: Ramón, la forma maniquea, en estrenos sa y mantel gentes de proceder celebrado por los lectores de ble y galana, de estilo terso, encarnación de la juventud ge­ tan significados como «Vizcay- tan diverso como Zuazagoitia, «Euskadi» y aplaudido por las diáfano e impecable», como nerosa (vasca), la nueva juven­ tik Bizkaira» (1895), de Azkue; Lequerica, Iturrino, Araquis- huestes de Juventud Vasca, advertía «Euskadi». Natural­ tud en que retoña la antigua lo­ «De fuera vendrá» (1898), de tain, Bagaria, Mario Arana e «Imanol» estrenó una pieza te­ mente, estaba hablando de Ma­ zanía del Jardín de los Barroe- Arana Goiri; y «Alma vasca» Indalecio Prieto -luego uno de atral rabiosamente antiespaño- nuel Aznar Zubigaray. Junto a tas, animada por un espíritu (1911), de Viar. Se trataba de sus más severos detractores-, la. en la línea de otras que le «Zaletasun kaltegarriak» mejor, y Ricardo, el intruso, enfrentar los conceptos «Vas­ aplaudiendo las cuartillas en habían precedido firmadas por («Aficiones perjudiciales»), de que arriba al solar de las noble­ co-patriota» y «español-make- las que se reflejaba «su amor a Azkue. Arana, Viar o Echave, Parada, y el «Perú Gixon», de zas con la oscura maraña de los to», conforme apuntaba Gran­ los progresos de España, sus titulada «El jardín del mayo­ Etxabe, «Imanol» presentaba bajos instintos; y por el Jardín y ja en su estudio del teatro na­ entusiasmos por la profesión razgo», Nada entonces hacía el prólogo patriótico, recitado en el solar se siente el efluvio cionalista a través de la pieza periodística y su hondo y espe­ pensar que el joven navarro por él mismo, que llevaba por suavísimo de dos almas delica­ «De fuera vendrá». Aquí, cial afecto a la Prensa de Bil­ terminaría siendo una de las título «Sol en la cumbre». Era, das, Isabel y Doña Carmen, «Imanol» repetía la conceptua- bao».