La ciudad de Ágreda y sus murallas Félix Benito Martín

El estudio que se ha realizado sobre la A continuación se desarrolló un estudio villa de Ágreda tuvo su origen en un encar- pormenorizado del estado actual del muro, go de la Dirección General de Patrimonio y realizado por tramos. Este análisis se acompa- Promoción Cultural de la Junta de Castilla y ñó de la subsiguiente planimetría, que com- León para analizar la muralla de Ágreda y su prendía el análisis en planta y el levantamiento relación con la ciudad para, en consecuen- de alzados de aquellos tramos en los que se cia, establecer un plan o programa de actua- conserva una parte sustancial del muro. ción. El análisis de las murallas medievales de También se incluyó una selección fotográfica una villa castellana, con sus apartados de acerca de los aspectos más relevantes de la estudio histórico, urbanístico y físico, así muralla y de su estado actual. como las correspondientes propuestas de intervención o planeamiento, constituía un El resultado de esta investigación se mate- empeño altamente sugestivo por la intensa rializó en propuestas que cubren tres campos influencia existente entre muralla y organis- distintos: por un lado, las propuestas de investi- mo urbano en la génesis y formación de las gación en el subsuelo o en el interior de las villas de la región. Bajo este prisma, y no manzanas por las cuales discurre la muralla; por entendiéndola como un conjunto de cons- otro las referidas al marco normativo, funda- trucciones aisladas, fue como se contempló mentalmente en cuanto afecta a su inclusión en el análisis. el Planeamiento Urbanístico; finalmente las propuestas de intervención, ya sea en obras de Se realizó, en primer lugar, un conjunto de consolidación o restauración de la muralla, ya análisis o estudios previos: el primero de ellos sea en obras que deben llevarse a cabo para encaminado a conocer la actual situación de mejorar y acondicionar el entorno. Todas estas las fuentes documentales y la bibliografía propuestas, complementarias ente sí, se deta- específica, sectorial o general, relacionada con llaron para los diferentes tramos en los que se la muralla; el segundo fue el estudio histórico, analiza la muralla. Se completó, así mismo, con derivado tanto de las fuentes documentales un avance de valoración económica de las prin- establecidas a través de la bibliografía analiza- cipales intervenciones sugeridas. El equipo da como de las propias sugerencias que ofre- redactor del trabajo estaba formado por Felix ce la realidad existente, tanto en su aspecto Benito Martín y Alicia González Díaz, arquitec- constructivo como en el proveniente de su tos; Ana Isabel Poderoso Bravo, responsable de configuración urbana; por último el tercero se la investigación en fuentes documentales; refería al planeamiento vigente y al estudio de Cornel Papin, dibujante y Antonio Postigo, que su incidencia en la muralla, en su entorno y en realizó el trabajo de levantamiento topográfico su relación con la ciudad. de las zonas mejor conservadas de la muralla. Evolución histórica fortificado de La Muela ha preservado dos arcos de filiación califal que, junto con el casti- La relación entre muralla y ciudad ha sido llo de y la parte musulmana de la muy importante en el desarrollo urbano muralla de , son los más sobresa- durante la Edad Media tanto en Castilla como lientes ejemplares de la región. en los demás ámbitos peninsulares. La muralla, siempre presente en las villas medievales, va Estos monumentos confirman la presencia reflejando en su evolución física los impulsos y estable en un primer momento de una pobla- situaciones por las que atraviesa la ciudad. ción musulmana en Ágreda. La mayor parte de Además, la muralla influye en la configuración los historiadores de la ciudad (Rabal 1889; de la ciudad mediante su propio perímetro y, Hernández 1911; Ortego y Frías 1980) sobre todo, por la situación de las puertas, remontan la posibilidad de su fundación al ini- que desempeñan el papel de elementos orga- cio de la invasión, a comienzos del siglo VIII. nizadores de su estructura física. La muralla es, Las crónicas medievales resaltan una primera por un lado, un magnífico reflejo de la ciudad y, ocupación cristiana por los navarros Sancho por otro, uno de los más decisivos agentes Garcés o su hijo García Sánchez en la primera generadores de la forma urbana. mitad del siglo X.

Esta realidad se pone de manifiesto de un Sea como fuere, esta actuación no llega a modo muy expresivo en Ágreda. Así como en ser estable y toda la zona aparece controlada otros lugares el interés principal de la muralla en la segunda mitad del siglo X y a comienzos se centra en sus aspectos físicos, en este del XI por el poder musulmán, época en la que caso,además de los indiscutibles valores históri- el culto cristiano convivía con el islámico. cos de los restos conservados del recinto Consta en el año 927 la donación de la iglesia musulmán, nos hallamos ante una estructura de S. Julián al monasterio de San Millán de la urbana de acusada complejidad, que se integra Cogolla. Estaba situada extramuros, al sur del en el territorio y en la trama urbana de un recinto de La Muela, y sus ruinas se conserva- modo muy intenso para dar lugar a una gran ban en pie en el siglo XIX, de tal modo que aún cantidad de sugerencias urbanas. se pueden ver en el plano de Coello de 1860.

Estamos ante una estructura que ofrece Gaya Nuño (1935) sostiene la posibilidad una acusada singularidad dentro del panorama de que el monarca castellano Fernando I reali- urbano medieval de la región. En Ágreda zara incursiones en esta zona, ya que consta su encontramos cuatro recintos amurallados, presencia en Berlanga y otras localidades cer- pero que no son fruto, como en las grandes canas. No obstante, la seguridad de su pose- ciudades castellanas, de ampliaciones sucesivas, sión por los cristianos data de 1118, año en sino que al menos tres de ellos son práctica- que Alfonso I de Aragón conquista Tarazona, y mente simultáneos e independientes entre sí, un año después se hace con la posición de salvo el recinto musulmán, que es claramente en el paso del Duero, controlando el anterior. Esta simultaneidad de recintos, cuya camino hacia la meseta. Ágreda, ubicada estra- existencia no se debe a las diferencias étnicas, tégicamente entre ambas poblaciones, pasó sin tal como se ha venido sosteniendo tanto en la duda a poder aragonés en ese momento. Pero tradición como en la historiografía, sino casi es en la época de su sucesor en Castilla, el con toda seguridad a pueblas de diferente pro- “emperador” Alfonso VII, cuando es repoblada cedencia, está mas relacionada con el urbanis- con contingentes humanos procedentes de las mo medieval de Pamplona y Estella, y parcial- villas septentrionales, ya pobladas de antiguo: mente con Tarazona o Tudela. , y Magaña. Como ocurrió con otras poblaciones de la Ágreda es una de las escasas poblaciones actual provincia de Soria -Soria, Almazán-, los de Castilla que conservan restos arquitectóni- pobladores, reunidos según su procedencia, se cos de su pasado islámico. En efecto, el recinto instalan en torno a una parroquia: San Martín

100 de Yanguas, San Pedro Manrique o Santa Esta teoría de división de la villa según las María de Magaña. Estos pobladores convivie- religiones y la existencia de dos o tres recin- ron con los mudéjares, que como ocurre con tos es la que mantienen otros autores. Sin gran parte de Aragón -sobre todo en el Valle embargo, la existencia de los cuatro recintos y del Ebro y Somontanos del Ibérico- siguen su trazado resulta absolutamente incontesta- habitando hasta su expulsión en el siglo XVI. ble por los restos conservados, y no se trata de subdivisiones interiores, posteriores a la A partir del momento de la repoblación consolidación de la estructura urbana, sino de de los monarcas cristianos se desarrolla la preexistencias que han generado dicha estructura medieval de Ágreda, cuyo trazado estructura. Esto se puede observar con extre- ha llegado hasta nuestros días. Se trata de un ma nitidez en el tramo de muralla que separa conjunto de cuatro recintos independientes los recintos de La Peña y de San Miguel, que entre sí; La Muela, La Peña, San Miguel, San da origen a la ronda interior y a la exterior y Juan. Así los denominaremos a efectos de su al que se va adosando la edificación -parte de identificación, aunque en la memoria colectiva la cual se remonta a los siglos XV y XVI- para de Agreda aparecen denominaciones como originar el trazado viario. Barrio de los Castejones, para el de Santa María de la Peña, Barrio del Mercadal, para el Así mismo, una precaria observación del de San Miguel, o Barrio de la Costoya, para la territorio impidió a Gaya Nuño apreciar la zona superior del de San Juan. existencia de una nítida separación entre el Barrio Moro y la zona de Santa María de La La numerosísima bibliografía existente Peña y San Miguel. La configuración del terre- sobre Ágreda nunca ha abordado de una no y el trazado de ambos núcleos no dejarían manera sistemática la naturaleza de tan signifi- lugar a dudas sobre su discontinuidad, ratifica- cativa estructura urbana, sino que se ha cen- da por los restos materiales conservados. trado en la descripción de las iglesias, de nota- ble valor artístico, o en los restos musulma- La existencia de recintos independientes nes, en concreto los dos arcos del Barrio de entre las diversas etnias, en contra de lo que la Muela, sin duda los dos aspectos más pretende la tradición, es muy poco habitual sobresalientes en el acervo arquitectónico en las ciudades medievales de España. La con- agredense. vivencia entre las mismas se produjo durante cuatro siglos y de modo muy intenso, pero La única hipótesis de desarrollo de la casi nunca en recintos independientes, sino estructura urbana de Ágreda se debe a Juan compartiendo los mismos núcleos. Sólo al Antonio Gaya Nuño en el referido artículo de final de la Edad Media (siglos XIV y XV) apa- 1935. Su hipótesis, basada en la tradición y en recen “guetos” o aljamas hebraicas o islámi- algunos documentos tardíos (de 1460) sobre cas, ya en épocas de creciente discriminación la primera ocupación cristiana de Agreda en y nunca en pleno medievo (siglos XI, XII y el siglo X, plantea la existencia de pueblas dis- XIII), período durante el cual la integración se tintas en función de la religión de los habitan- produjo de un modo más completo. tes. Según este autor, habría en Ágreda dos recintos: uno en la margen derecha del En el actual territorio de Castilla y León no Queiles, que correspondería a La Muela, y encontramos en esta época ningún recinto donde estaban establecidos los musulmanes, y independiente ocupado por moriscos o judí- otro al norte del río, donde estaban asenta- os, al igual que ocurre en Navarra y Aragón. dos los cristianos. En la almedina, o zona En esta última región, donde la presencia de meridional, estarían también localizados los moriscos fue muy intensa, se conservan judíos, cuya aljama se emplazaría en las cerca- muchas morerías, pero no es frecuente la nías del río, precisamente en la zona más alta existencia de un recinto independiente para del recinto: calle Zapatería, iglesia de Santa los mismos. En Tudela, por ejemplo, hubo un María de la Peña y calle del Hospital. arrabal cercado donde se ubicó la morería,

101 pero coexistía con una parroquia cristiana. La coincidencia de esta fecha con la expulsión Lógicamente, la presencia de recintos autosu- de los moriscos, la pervivencia de los lugares ficientes divididos según étnias chocaría con el de culto y la vecindad de la citada calle de la concepto de soberanía que ostentaban los Mezquita, abonan la verosimilitud de dicha regidores cristianos de las distintas villas. La hipótesis. distribución de las parroquias cristianas en los diversos recintos de Ágreda demuestra de Parece, sin embargo, incuestionable que forma terminante su control de todo el con- los judíos no dispusieron de propio recinto, junto urbano. En el recinto septentrional se sino que convivieron con los cristianos, posi- localizan las Iglesias de San Juan, San Pedro y blemente en diversos sectores de los recintos Santa María de Magaña; en el central, las de de Santa María de la Peña y San Miguel. Santa María de la Peña y San Martín de Refuerza esta circunstancia el conflicto habido Yanguas y en el meridional, la de San Miguel. entre el poder real y los judíos de Ágreda a comienzos del siglo XV. En 1406 Don Queda el recinto de La Muela, donde no Fernando de Antequera promulga un se estableció ninguna parroquia cristiana: es el Decreto que conmina a los judíos de Ágreda tradicionalmente denominado Barrio Moro, y a que vivieran en su barrio, refiriéndose al en el que se conservan los dos arcos de hecho de que ya en 1402 el Obispo había herradura. Es posible que este recinto fuera establecido un sitio para ellos. Las autoridades mayoritariamente habitado por los mudéjares de la villa confirman y señalan al monarca en agredenses hasta su expulsión en el siglo XVI. 1406 que los judíos de Ágreda nunca tuvieron La denominación tradicional, junto con la ine- judería dividida. xistencia de parroquias cristianas, corrobora dicho extremo. Estamos, sin duda, ante uno La génesis de los cuatro recintos aparece de los escasísimos ejemplos de un barrio bastante clara, tal y como se desprende de la musulmán con recinto propio en una ciudad propia estructura urbana de la villa. Los cristiana medieval en Castilla. Sin embargo, musulmanes ocupan un espolón rocoso que no debemos pensar que esta existencia se controla el valle del río Queiles, fácilmente reflejara en un estatuto de cierta autonomía, defendible en su flanco occidental y en su vér- lo cual hubiera sido excepcional en la socie- tice septentrional. En el flanco oriental, reca- dad urbana medieval hispana. Con seguridad, yente a un arroyo tributario del Queiles, se la construcción de una fortaleza cristiana concentra el mayor aparato defensivo. Este sobre el antiguo alcázar islámico, y cuyo resto recinto encierra una escasa superficie, como actual es el torreón de la Mota, definiría la corresponde a un asentamiento altomedieval autoridad cristiana sobre el conjunto de la en esta zona de la Península. El arco conserva- villa y, en particular, sobre el Barrio de La do junto a la ermita de la Virgen presenta su Muela. El emplazamiento de un barrio de cara interna hacia el norte, lo cual, junto a la etnia distinta a la dominante, ubicado junto a existencia de un importante lienzo de muralla, la fortaleza principal a las aljamas nos señala el área ocupada por la alcazaba hebreas del Magreb, dispuestas en la vecindad musulmana, que se emplazaba en el vértice y bajo la protección de los palacios de los sul- del espolón rocoso, protegida naturalmente tanes y emires musulmanes. en sus flancos. La parte más fortificada sería la que separaba la alcazaba del resto de la ciu- La existencia de una calle de la Mezquita dad; es donde se ha preservado el arco y el en este sector es relacionada por diversos tramo de muralla y donde posteriormente se autores con la presencia en él de la mezquita construyó el Torreón o Castillo de la Mota, de de los mudéjares. Aunque no la hemos visto época cristiana, seguramente en el enclave del reflejada en la bibliografía, consideramos esti- antiguo torreón musulmán. El resto del recin- mable la hipótesis de que el solar de dicha to contaba con dos puertas; una, que comuni- mezquita fuera el de la ermita de la Virgen de caba con el vallejo que flanqueaba la pobla- los Desamparados, construida en el siglo XVI. ción por su borde oriental, es la Puerta del

102 Barrio, actualmente conservada; la otra puer- flanquea la iglesia de San Pedro y la superior ta, que constituiría el acceso principal dando la de San Juan. La iglesia de Magaña se empla- origen a la arteria central que recorre el za en el extremo oriental del recinto, adosada recinto por la cuerda del terreno, estaría a la muralla, en la zona estratégica, enfrentada situada en el extremo meridional y, una vez al conjunto fortificado de La Muela. En torno pasada la misma, se atravesaba la vaguada por a las tres iglesias y sus cementerios surgen los un puente, aún conservado, que Taracena y únicos espacios abiertos de este barrio, cuya Tudela (1928) conceptúan romano en parte. constitución topográfica, al contrario que los de La Muela (espolón rocoso) o de Santa Este es, con toda probabilidad, el recinto María de la Peña (plataforma), es de ladera. que encuentran los pobladores cristianos cuan- do a principios del siglo XII es conquistada la La parte superior del recinto obedece a villa. Los otros tres recintos son generados y un trazado más regular, con calles paralelas ocupados en un corto espacio de tiempo. que recorren el tejido manteniendo la cota y transversales que ascienden por la pendiente. En efecto, consta la repoblación de la villa Este recinto, el de mayor superficie de por gentes procedentes de Yanguas, Magaña y Ágreda, constaba de tres puertas: al norte, la San Pedro Manrique en tiempos de Alfonso de Añavieja, actualmente conservada; la de la VII (mediados del siglo XII), que levantaron las Villa, que comunicaba con Tarazona; y la de respectivas parroquias. Dos de estas parro- Zaro, en el extremo occidental, que ponía en quias, la de Yanguas y la de Magaña, cuyo ori- contacto con Soria. Hacia el río se abrían tam- gen se relaciona con dicha repoblación en el bién otras puertas, de una de las cuales tene- siglo XII han llegado hasta nosotros. Las otras mos segura existencia por un testimonio gráfi- tres iglesias -Santa María de la Peña, San Juan co (Moreno 1957). Aparece en esta fotografía y San Miguel- guardan restos arquitectónicos la calle que desciende desde la puerta de la de dicha época: en San Miguel, la torre, de Villa a la Plaza, anteriormente hacia el puente finales del siglo XII; en San Juan la portada; en sobre el río Queiles, y que comunicaba con la Santa María la estructura. De esta última calle del Hospital, ya en el recinto meridional. consta su fundación por el Obispo Frontín en Al fondo, cierra la vía la fachada en escorzo el año 1194. del santuario de la Virgen de los Milagros. En el lugar donde se situaba la muralla existe una La evolución de los tres recintos restantes puerta con arco de medio punto y hornacina parece, pues, que fue inmediata. Sin duda el superior parecida al Arco de Santo Domingo, primero de ellos fue el de Santa María de la que da origen a la calle del Hospital. Peña, aprovechando para ello una afloración rocosa en la margen derecha del Queiles cer- El cuarto recinto es el de San Miguel, ado- cana a La Muela y en una posición más eleva- sado a La Peña. Es, sin duda, sucesivo en su da. Allí surgen las iglesias de La Peña y la de formación, ya que está a un nivel inferior y la Yanguas, y la muralla del recinto se ciñe a la muralla que los separa se apoya en el escalón plataforma rocosa. Los pobladores proceden- rocoso de la plataforma antes citada. Este tes de Magaña y San Pedro Manrique se esta- recinto de San Miguel es, después del de San blecen al norte del río Queiles, lo que da Juan, el que goza de mayores proporciones en lugar a una nueva expansión urbana. En un Ágreda y está asentado en una ladera, aunque primer momento, en torno a estas dos iglesias su zona central, donde se extiende la plaza y a la de San Juan, se origina un trazado irre- del Mercadal y se alza la iglesia de San Miguel, gular, organizado en torno a vías longitudina- es casi llana. les que recorren la ladera siguiendo las curvas de nivel. Estas dos calles se unen en sus extre- En el punto de contacto con el recinto de mos junto a la Puerta de la Villa, que ponía en La Peña se genera una ronda extramuros al comunicación Aragón, y la de Zaro, que lo anterior recinto definida por las edificaciones hacía con Castilla. La calle de cota inferior reclinadas en el repliegue exterior a la muralla.

103 En los extremos de esta calle se abrían dos un nuevo centro para la villa. A su vez la puertas: una de ellas flanquea la Torre del importante implantación del palacio de los Tirador -la Puerta de Santiago- simétrica a la Castejones altera el recinto de San Miguel y Puerta de Almazán antes señalada, en una su conexión con el de La Peña y el de La solución única en el urbanismo castellano; y en Muela debido a la construcción de una nueva el otro extremo, otra puerta pondría en con- puerta. Ambas actuaciones persiguen y consi- tacto este recinto con el Barrio de La Muela. guen un mismo fin: disminuir las barreras entre los recintos y plantear un continuo en la Una tercera puerta se abría en el extremo vialidad urbana. sur, en el camino de . Sería así simétrica de la de Añavieja, y entre ambas Estas grandes transformaciones renacentis- quedaría comprendido el eje transversal del tas de Ágreda comienzan con la citada cubri- conjunto urbano de Ágreda. Esta puerta, lla- ción del río Queiles, para lo cual se construyó mada Puerta Nueva, aparece todavía en el un túnel de cuarenta y cinco metros de largo, plano de Coello de 1860. En el extremo siete de ancho y siete de alto. Sobre dicho sudoccidental pudo haber existido otra puer- espacio se extiende la nueva Plaza Mayor y se ta, tal como se refleja en la estructura del via- construye el Ayuntamiento. La obra empieza rio intramuros y en la configuración de los a desarrollarse en el año 1551 y supone una caminos extramuros. El Arco de los Pilares, en radical transformación de la villa, ya que pro- la calle Central, separaba y ponía en contacto picia la conexión entre los dos sectores a este recinto con el de La Peña. ambos lados del río. La Plaza Mayor y el Ayuntamiento se sitúan frente a la calle La independencia de los tres recintos de La Zapatería, mientras que más hacia el este se Muela, La Peña y San Juan responde a las encuentra el puente de la Lobera, que comu- imposiciones o barreras del territorio; sin nica la calle de la Virgen, al norte, con la del embargo, la extensión del recinto de San Hospital, al sur. Sólo en tiempos recientes se Miguel no sigue la dinámica habitual de las ciu- cubrió el espacio entre dicho puente y la dades castellanas, en las que el recinto primiti- Plaza Mayor. vo queda englobado en el resultante, sino que se asemeja más a la articulación en pueblas Más hacia el este se construye en 1557 el independientes de las ciudades navarras -Pam- convento de Agustinos Calzados, cuya iglesia es plona, Estella-. En efecto, el arco de la calle la actual parroquia de Nuestra Señora de los Zapatería continúa existiendo y la muralla Milagros. Este convento ocupa con su templo, sigue operando como barrera entre ambos establecimientos claustrales y huertas una gran recintos. Cabe, pues, resaltar la profunda origi- extensión extramuros entre el espolón donde nalidad de la estructura urbana de Ágreda, se localiza la iglesia de Magaña y La Muela. auténtico enclave y punto de contacto entre el urbanismo castellano, navarro y aragonés. En La implantación del nuevo palacio de los esta situación queda consolidada la evolución Castejones, a finales del siglo XVI, constituye urbana de Ágreda en la Edad Media y así per- la otra gran intervención renacentista. Este manecerá desde el siglo XIII hasta el siglo XV. edificio, de considerables proporciones y con un extenso jardín, se construye a espaldas de Finalmente, otro factor añade un plus de la iglesia de San Miguel, en el flanco nororien- interés al conjunto de Ágreda. Se trata de las tal de este recinto, mirando hacia el barrio importantes intervenciones habidas en el siglo Moro. Para ello se realiza una operación de XVI, que, aunque muy selectivas en su magni- gran envergadura que altera los perfiles topo- tud, transforman radicalmente la configuración gráficos del lugar. Por un lado, se manifiesta en de la ciudad. En efecto, en esa centuria se la alineación extramuros del palacio y del jar- produce una operación tan llamativa como es dín, que se replantea recta y con una gran la cubrición del río Queiles con la creación, longitud, y avanza siete metros sobre la ante- junto con la Plaza Mayor y el Consistorio, de rior línea de muralla, que estaba apoyada en

104 un repliegue rocoso. El palacio se construye y San Miguel. Esta intervención del siglo XVI, sobre un semisótano de dos alturas, cuya fina- tan trascendente desde el punto de vista de la lidad es conseguir una superficie plana de funcionalidad urbana, refuerza también la sin- mayor extensión sobre la que asentar las gularidad de Ágreda, lo que la convierte en plantas nobles. En la cara interior de estas una de las poblaciones más notables de crujías se observa hoy día el escalón rocoso Castilla en relación con su evolución urbana. en el que con toda seguridad se sustentaba la antigua muralla. Diagnóstico y propuestas derivadas del La nueva intervención del siglo XVI redefi- estudio ne todo el borde del recinto transformándolo en una línea recta. Por otro lado, eleva la cota El estado físico de conservación de las inferior de la vaguada, que lo separa del murallas de Ágreda es muy deficiente, ya que Barrio Moro, tal como se desprende de la los elementos en buen estado se circunscri- observación del puente de acceso al mismo, ben básicamente a las numerosas puertas y a sin duda más esbelto en origen que en la los tres torreones principales. En la zona de actualidad. La Muela existen también tramos de muro islámico de indudable valor. Como consecuencia de esta intervención, se redefinen las puertas de los recintos de En conjunto, y dejando al margen el recin- Santa María de la Peña y de San Miguel y se to de La Muela, se puede afirmar que el inte- construye el arco de Felipe II, en el que cons- rés de las murallas de Ágreda se centra ta la fecha de su apertura, 1573. Este arco, en mucho más en su valor histórico y en la rique- su estado actual, sirve de acceso a ambos za de sugerencias urbanísticas que en su signi- barrios, pues en él confluyen dos vías: una ficado físico. procede de la calle Ancha y plaza del Mercadal, en el recinto de San Miguel, y otra, Por otro lado, estamos ante un recinto de la calle del Hospital, del recinto de Santa relativa extensión, fuertemente consolidado, María de la Peña. No conocemos cómo sería donde la edificación se ha adosado sistemáti- la disposición exacta de los arcos que ante- camente a la cara interior de los muros y en riormente daban paso a ambos recintos sobre ocasiones también externamente. Esto va a las calles antes enumeradas, pero es muy definir una actuación de alineaciones poco posible que se repitiera una situación similar a drástica, muy conservadora, que casi siempre la que se produce en el extremo opuesto a mantiene el entramado actual heredado sin ambos lados de la Torre del Tirador. intentar liberar la muralla de los añadidos pos- teriores, los cuales, debido a la antigüedad de Todas las actuaciones del siglo XVI trans- estos adosamientos, han adquirido un valor formarán el espacio de los nexos de unión histórico y ambiental indudable. No obstante, entre los diversos recintos, creando un conti- esta norma general va a sufrir las necesarias nuo urbano que hace disminuir la naturaleza adecuaciones y matizaciones que precisa un compartimentada del tejido surgido en la trazado tan variado y complejo como es el de Edad Media, con lo cual la percepción del las murallas de Ágreda. conjunto y sus relaciones quedan definitiva- mente fijadas con una nueva visión, en esta La actuación de restauración y conserva- época. La zona del Queiles, antes punto de ción del muro se centra en los restos singula- separación y articulación entre recintos distin- res subsistentes y sobre todo en el recinto de tos, se convierte ahora en el centro de La Muela. Allí nos encontramos con el muro Ágreda. Con menor intensidad, pero también sudeste, a ambos lados de la Puerta del de un modo notable, se ha disminuido la Barrio, en pleno proceso de descomposición barrera espacial y perceptiva entre el recinto y cedimiento. El muro ubicado al sudoeste del de La Muela y los vecinos barrios de La Peña arco es de traza islámica y encierra un enor-

105 me valor. Esta es sin duda la principal y más arquitectura popular-. Para ello, las interven- urgente intervención, que consiste en consoli- ciones estratégicas previas son la construc- dar dichos muros y recomponer en lo posible, ción del colector hasta el pie de La Muela y la de forma documentada, los puntos que creación de los accesos, obras que no resul- actualmente han cedido. tan costosas. A partir de ahí, las actuaciones que deben llevarse a cabo en el paisaje han En los demás lugares no se aprecia una de ser muy prudentes y conservadoras. El necesidad urgente de intervención, si bien hay paisaje, una vez restaurado de su degradación que tener un especial cuidado en el segui- funcional, presenta un enorme potencial de miento de la zona de La Muela por las nume- uso y autorregeneración. rosas oquedades kársticas del subsuelo. Las demás actuaciones son siempre con- Recientemente se ha actuado en las dos cretas, encaminadas a mejorar o poner en puertas musulmanas y en la Torre del Tirador. valor determinados tramos, manteniendo El resultado estético y ambiental de esta últi- siempre como norma general las labores de ma intervención quizá requiera, aunque sin investigación -en suelo privado, antes de cons- urgencia, una segunda fase en labores de aca- truir, y en suelo público, en los momentos de bado. En cuanto a la obra de adecuación del realizar las infraestructuras- y de catalogación, entorno de la Puerta del Barrio, debe consi- evitando derribos de una muralla que, aunque derarse insatisfactoria y necesitada, también a queda oculta en el interior de las manzanas, medio plazo, de una modificación parcial que tiene una existencia que debe ser respetada. elimine los efectos negativos de la misma. Fuera de La Muela, el ámbito de mayor Precisamente, en el recinto de La Muela se interés es el entorno de la Torre del Tirador, plantean las dos intervenciones más ambicio- con las dos puertas que la flanquean y pene- sas relacionadas con la muralla. Una de ellas tran en sus diferentes recintos. Además de su es la recuperación del espolón de La Muela valor por la singularidad urbanística, el enclave como Espacio Libre Público, para lo cual presenta una alta calidad ambiental que se habrá de ser adquirido. Esta zona era el encla- presta a una actuación de conjunto en toda la ve de la antigua Alcazaba, origen de la evolu- plaza hasta el torreón situado en el extremo ción urbana de Ágreda. Resulta vital recobrar septentrional, la cual consistirá en una adecua- este espacio, en primer lugar, para la realiza- ción del pavimento y sobre todo un trata- ción sistemática de excavaciones que den luz miento de la fachada urbana comprendida a la historia de la villa; en segundo lugar, por el entre los dos torreones -el del Tirador y el valioso mirador, que supone una espléndida situado en el extremo norte de la plaza-. Este localización para un parque o zona verde, y tratamiento consistirá básicamente de la res- en tercer lugar, por la propia circunstancia de tauración de las superficies visibles del muro y ser el solar de la primitiva Alcazaba. la introducción de un color neutro en los revocos que se han de realizar en los muros La otra actuación es la recuperación del cuya imagen es absolutamente negativa. valle del Queiles al pie de La Muela. Estamos ante un ámbito de primera magnitud por su En todo el flanco norte se desarrollará la calidad ambiental, bien conservado por su tercera intervención entre el Torreón de la escaso uso y desde el cual cobra gran parte Costoya y el extremo noroeste del recinto. Se de su verdadera magnitud la imagen del pri- trata aquí de consolidar los tramos preserva- mer recinto musulmán. Es una zona profun- dos en primer lugar, ir retranqueando las damente degradada en cuanto a uso, sobre puertas en los huecos que se han abierto en todo por su inaccesibilidad y por la ubicación la muralla, mejorar la pavimentación con una del colector de la población. Se plantea reco- adecuada introducción de elementos vegeta- brar globalmente el espacio, lo que incluye les y, finalmente realizar revocos de carácter los dos molinos -en ruinas, pero de valiosa neutro en las fachadas más agresivas.

106 No obstante, esta última actuación es la Se pretende así corroborar y conocer con menos urgente en el programa de interven- exactitud la existencia de las puertas no con- ciones, ya que los elementos conservados servadas de los diversos recintos: puerta presentan menor relevancia que en otros tra- sudoeste del recinto de La Muela, Puerta mos, así como el conjunto ambiental. Nueva y puerta sudoeste del recinto de San Miguel, puerta junto al actual Ayuntamiento en el recinto de Santa María y, en el recinto Actuaciones de Investigación de San Juan, Puerta de Zaro, Puerta de la Villa y puertas meridionales. Así mismo, tendrá un Uno de los aspectos más destacados de gran interés conocer los tramos que se pre- las propuestas es precisamente el relativo a sentan como hipótesis en los recintos, tales las futuras investigaciones. El rastreo sistemáti- como los posibles arcos anteriores al arco del co de las diferentes murallas que este estudio siglo XVI, vecinos del Palacio de los encierra encuentra precisamente una de sus Castejones, o esclarecer cómo entroncaban mayores virtualidades en la capacidad de defi- los tramos de muro existentes en la zona de nir con precisión las hipótesis de localización la Torrecilla con la Puerta Nueva, por un lado, de los vestigios arqueológicos. Esta situación y con la zona del Jardín del Palacio de los servirá de guía para ulteriores investigaciones Castejones, por otro. que se realizarán cuando surja alguna circuns- tancia que así lo aconseje. En los distintos pla- Todo este conjunto de propuestas y pro- nos se marcan los puntos donde deberá pro- gramas de actuación se encaminan conjunta- cederse a dicha investigación. mente a poner en valor una muralla de difícil percepción visual pero de gran interés para la La investigación será de dos tipos según el comprensión de la ciudad y su historia. ámbito donde se haya de efectuar: suelo público o privado. En las parcelas privadas en las que se define la necesidad de investigación BIBLIOGRAFÍA es a efectos de remoción del subsuelo en el GAYA NUÑO, J. A. (1935): “La muela de Ágreda: momento de nueva construcción o derribo Restos de la almedina fortificada y de la aljama hebrea”. total de un inmueble. Se vigilará la obra cita- Boletín de la Academia de la Historia, vol. 106, pp. 271- da con supervisión arqueológica para detec- 285. tar los restos de muro, documentarlos y ver HERNÁNDEZ, J. (1911): Historia de Ágreda. Tarazona. su disposición. Imprenta Félix Meléndez.

MORENO MORENO, M. (1957): Por los pueblos soria- En los lugares marcados en suelo público, se nos: páginas de la historia, del arte y del paisaje. Soria. trata de investigar la posible existencia de tra- Casa de Observación. mos de muralla o la ubicación precisa de deter- ORTEGO Y FRÍAS, T. (1980): Ágreda: Bastión de Castilla minadas puertas. La investigación puede llevar- hacia Aragón. Soria. se a cabo como iniciativa específica a tal fin o aprovechar la remoción del subsuelo derivada RABAL DÍEZ, N. (1889): Soria. España: sus monumentos de la construcción o reparación de infraestruc- historia y arte. Barcelona, Daniel Cortezo. turas (agua, alcantarillado, energía eléctrica, TARACENA AGUIRRE, B.; TUDELA, J. (1928): Guía teléfonos, pavimentación). En tal caso, antes de artística de la ciudad y su provincia. Soria. Imprenta Las comenzar la citada obra se procederá a la Heras. excavación con metodología arqueológica con el fin de realizar una investigación completa y detectar los restos buscados del muro.

107 1. Plano de Coello. Siglo XIX. Se apre- cia cómo se conse- vaban intactos los cuatro recintos y algunas puertas hoy desaparecidas

2. Plano de información de las murallas de Ágreda



N. Señora de Los Milagros



Virgen de Magaña

  Plaza. Mayor

 

e t

n e Tramos de muralla d

n   conservados e t n I o e Tramos s a desaparecidos P Plaza de  S. Miguel  Puertas C./ El Tinte

  Enclaves monumentales

C./ Ganchetes Agresiones 





3. Vista general de Ágreda de un graba- do del S. XIX

108 4. Puerta de la Muela, de arquitectura islámica, junto con el adyacente muro de la Alcazaba y ermita de los Desamparados

5. Puerta de la Muela

109 6 7

8

6. El arco de la calle Zapatería separaba dos recintos entre sí: el de La Peña y el de San Miguel. 7. Torre del Tirador, flanqueada por las puertas de muralla de los dos recintos contiguos. Es una situación única en el urbanismo castellano. 8. La edificación tradicional de Ágreda se adosó desde antiguo a la muralla

110 9

10 11

9. El muro de los recintos exteriores se componía de un alma de tapial y dos caras exteriores de mampostería. 10-11. El arco de los Castejones o de Felipe II se construyó en 1573, con motivo de una reordenación urbanística que contribuyó a acercar los recintos de la Peña y de S. Miguel con el de la Muela

111 12. En la zona central del núcleo se cubrió el curso del Queiles, en el S. XVI, y se construyó la Casa Consistorial, de modo que surgió una nueva Plaza Mayor como nexo de unión de los distintos secto- res de la villa, antes separados por el barranco del río.

14. Plano de propuestas del estudio, que se concentran en la recuperación del terreno de la antigua alcazaba y los espléndidos valles que flanquean el recinto de la Muela.

























Virgen de Magaña

13. De una foto antigua conocemos 

 la naturaleza de la puerta de la  Plaza. muralla que comunicaba el recinto Mayor

 de S. Juan con el río. 





e t   n e

d  n e t  n I

o  e s a  P Plaza de S. Miguel



C./ El Tinte 

 

C./ Ganchetes

112 15. La puerta califal del Barrio, según un grabado antiguo.

16. La reciente restauración de la Puerta del Barrio, realizada con el loable propósito de proteger su integridad, ha producido su descontextualización, al suprimir el paso bajo la misma

113 19 Tramo de la muralla 19. Torreón de la Muela, obra cristiana levantada en un ángulo antigua muralla musulmana. 18. Alzado del flanco oriental recinto de la Muela. 17. de la Muela en su flanco occidental 17 18

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