Y Haneke llegó a , a dirigir el “Così fan tutte” con 5 candidaturas a los Oscar y acompañado de un consi- Mozart con derable revuelo mediático. Una, que no termina de acostumbrarse a los directo- res de escena erigidos en protagonistas únicos de las actuales representaciones operísticas, me temía lo peor. Pero no “amor” hay nada que temer, es cierto lo que dicen, Haneke es un maestro.

COSÌ FAN TUTTE D. musical: Sylvain Cambreling Fiordiligi: Anett Fritsch , Madrid, 26 febrero 2013 D. escena: Dorabella: Paola Gardina W. Amadé Mozart (1756-1791) Escenógrafo: Christoph Kanter Guglielmo: Andreas Wolf Dramma giocoso en dos actos Figurinista: Moidel Bickel Ferrando: Juan Francisco Gatell Libreto de Lorenzo Da Ponte Iluminador: Urs Schönebaum Despina: Kerstin Avemo Nueva producción del Teatro Real D. coro: Andrés Máspero Don Alfonso: William Shimell Coproducción con De Munt Orquesta y Coro titulares del Teatro Real Clave: Eugène Michelangelilave: brioclasica.es de Bruselas La intensidad de las emociones no XVII italiano. En el exterior, una son siempre sinónimo de tormento. balaustrada napolitana y colum- Como muy bien explicó Haneke nas atemporales que ofrecen una sobre el sufrimiento que pueden gran profundidad, dejando ver el llegar a infringir sus películas, “es cielo y la luz que serán uno de los quien sufre con ellas quien debe protagonistas en permanente mo- preguntarse por qué, ya que no vimiento, pasando de un esplen- es mi intención hacer sufrir”. Y así doroso día a una noche estrella- ha tratado y resuelto la dirección damente cerrada. Ambos efectos escénica de esta obra, con inten- de una indudable belleza. sidad, aprovechando que se trata de la obra más profundamente En el interior, de una elegante elaborada de Mozart. Un Mozart simplicidad, los únicos elementos convulso en el momento de su son la chimenea y la logia napo- composición y que así queda re- litanas, unos sillones de corte mo- flejado en la partitura. Sin duda, derno y, como contrapunto a este de las más bellas que escribió. esplendor, un frigorífico que es casi un protagonista de la obra ya Pero empecemos a desmenuzar que es permanentemente visitado los entresijos de esta representa- por todos los personajes. ción. Nada más entrar nos encon- tramos con la agradable sorpresa Sobre el escenario se produce una del regreso al programa de mano interesante simbiosis entre el siglo de 32 páginas en sustitución de XVII y el XX. Se entremezclan sin la ridícula cuartilla que se viene mezclar y muy elegantemente, distribuyendo últimamente. Espe- personajes y vestuario de ambas remos que esto sea un gesto de- épocas. Una fusión perfecta que finitivo. provoca la identificación indistinta y sutil. El izado de telón desvela el mis- Kerstin Avemo (Despina) and terio tan celosa y ridículamen- William Shimell (Don Alfonso) te guardado durante meses. Un gran ventanal separa el interior de un palacete barroco del siglo brioclasica.es brioclasica.es Mucho tiempo habían dedica- na de ímpetus se requiere escu- do Mortier, Cambreling y el char con más órganos que los propio Haneke a la selección, auditivos. mediante audiciones, del con- Han brillado los conjuntos, más junto de cantantes más adecua- importantes en esta ópera que dos. El resultado es de un equi- las arias. Los dúos han hecho librio musical e interpretativo gala de una extraordinaria muy notable. Todos dentro de compenetración. una cierta discreción. Destacar al joven tenor Juan Francisco La dirección musical a cargo Gatell. Interpretó con gallardía de Cambreling hay que divi- “un aura amorosa”, dotado de dirla en dos partes. Teniendo un hermoso timbre, aunque con siempre en cuenta que Mozart ligero trémulo, aspira a una im- no es precisamente su especia- portante carrera. lidad. La primera parte resulto algo lenta por la falta de brío.

Otra de las voces sobresalien- Cosa muy distinta fue la segun- tes fue la Fiordiligi, interpreta- da parte, resuelta con brillan- da por Anett Fritsch. Alejada tez y energía.

de sutilezas y refinamientos pero con un instrumento pode- roso en la proyección, amplio Han brillado los y con gran capacidad. Daba conjuntos, más “ la impresión de haber podido cantar todo lo que se le hubiera importantes en esta puesto esa noche por delante. ópera que las arias. Se echa en falta en los can- Los dúos han hecho Anett Fritsch (Fiordiligi) tantes, no se si dada su juven- tud, o el respeto reverencial al“ gala de una exigente maestro ausente, de cierta carga de profundidad extraordinaria dramática en la interpretación compenetración. de las arias. Una obra tan lle- Pulsar imagen

brioclasica.es “

Los recitativos llevan todo el peso brioclasica.es interpretativo y se convierten en un elemento dramático conductor fundamental, situando la escena de manera precisa.

La manera deliberada en que lo que no, es deliberado. Una Cambreling y Haneke han magnífica dirección de actores marcado el tempo musical y que permiten una visualización “dramático, incorporando los si- escénica de una distribución lencios significativos, se fueron perfecta. entendiendo mejor a medida que avanzaba la obra. Estas Sin darte cuenta, una historia pausas valorativas a las que que parece inverosímil, se con- Haneke nos tiene acostumbra- vierte en perfectamente creíble dos en sus películas, resultan y de la que se espera el final aquí acertadas cuando son el con entusiasmo, un final sobra- complemento a los momentos damente conocido pero del Anett Fritsch (Fiordiligi), Juan Francisco Gatell de mayor intensidad. Permi- que se espera sorpresa. (Ferrando) and William ten respirar profundamente la Shimell (Don Alfonso) escena que se acaba de pre- Un Così fan tutte para disfru- senciar. Los recitativos llevan tar plenamente y para una re- todo el peso interpretativo y se flexión final. ¿Qué se diría de convierten en un elemento dra- esta misma producción si el mático conductor fundamental, maestro de escena no fuera situando la escena de manera Haneke?. precisa.

De la mano de Haneke se res- piran los movimientos, los de- Texto: Paloma Sanz Imágenes: Javier del Real talles, nada está dejado a su Videos: Teatro Real suerte. Todo lo que sucede, y