Shihan Yutaka Kurita: ¨Un Seguidor Devoto¨
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Tienes que sentirlo – shihan Yutaka Kurita: ¨Un seguidor devoto¨ El tercero de cinco hermanos, shihan Yutaka Kurita nació el 20 de abril de 1940 en Tokio. A la edad de 15 años encontró en una librería un libro de aikido. Muy interesado y sin comprender bien de qué se trataba, buscó una dirección y decidió acudir al dojo de aikido para solicitar su ingreso como uchideshi (alumno intenro) pero fue obligado a concluir la preparatoria antes de ser aceptado. En 1959 fue aceptado como uchideshi por el Fundador, previa recomendación del entonces doshu Kisshomaru Ueshiba, encargado del proceso de selección en esa época. Como discípulo interno logró obtener su 4o dan directamente de O´Sensei y algunos años después obtuvo el 6o dan por parte del Aikikai para poder ser enviado al extranjero para enseñar aikido. Esto sucedió en 1979 cuando fue comisionado a la Ciudad de México para seguir el programa y estilo de Hombu Dojo, labor que llevó a cabo rigurosamente durante 20 años hasta el fallecimiento de Kishomaru (acaecido el 4 de enero de 1999). Este hecho marcó el fin de su comisión por lo que decidió iniciar Kurita Juku Aiki, escuela bajo su propio nombre, afiliada al Aikikai, pero libre de su obligación anterior. Estaba decidido a realizar un enorme cambio mediante el regreso, rescate y honra de las enseñanzas originales del Fundador. También estaba determinado a dedicar su vida a trabajar y elaborar una teoría sólida que –según él– hacía falta en el aikido y permitiría a las futuras generaciones conocer bien al Fundador y al aikido original adaptado a nuestro nuevo siglo. Kurita shihan es reconocido principalmente por ser tan idealista como el Fundador y por rechazar cualquier enseñanza que desde su perspectiva haya sido distorsionada desde la muerte de O´Sensei. Un primer ejemplo es la idea errónea de que el bokken y el jo son “armas” o de que nage únicamente ¨defiende¨ y nunca ¨ataca¨, idea tomada de las primeras etapas de desarrollo del aikido. Es ampliamente reconocido por su necio carácter y lealtad hacia los principios del Fundador así como por su método de enseñanza, el cual es sumamente claro, crítico, detallado y sistemático. Mi primer encuentro con shihan Kurita fue en la ciudad de México en 1980 cuando abrió su primer dojo en el mismo edificio donde yo solía trabajar. Este suceso afortunado me convirtió en su primer alumno y me puso en contacto con el aikido por vez primera. Se trataba de un arte poco conocido en aquellos días, el cual de inmediato me fascinó así como por el hecho de saber que shihan kurita era uno de los alumnos directos del Fundador y es una figura destacada en la historia del dojo en Iwama junto con shihanes importantes como Kazuo Chiba, Nobuyoshi Tamura, Mitsunari Kanai, y Yoshimitsu Yamada. Shihan Kurita pertenece a esta misma generación si bien él es el más joven del grupo. Kurita shihan siempre ha sido sumamente dedicado y crítico de lo que sucede en el mundo del aikido con instructores que se preocupan demasiado por los aspectos técnicos y se olvidan de qué se trata realmente. Como uno de los discípulos más jóvenes y cercanos a Morihei Ueshiba durante sus últimos años, él tiene una comprensión interna del entrenamiento corporal orientado hacia una cultura de la paz y la armonía conforme a lo propuesto por el Fundador. Tal percepción le ha permitido refinar sus enseñanas año tras año principalmente desde que inició la escuela Kurita Juku Aiki. Su evolución se ha basado simplemente en el recuerdo y la reflexión sobre las enseñanzas originales de O´Sensei y al tratar de llevarlas un paso adelante sobre la misma línea que él estableciera durante su eterna búsqueda del budo perfecto. Morihei Ueshiba cambió radicalmente sus enseñanzas después de la Segunda Guerra mundial y las distintas generaciones de alumnos que estuvieron con él se quedaron con mensajes distintos de acuerdo con los años en los que les tocó estudiar a lo largo de su carrera y evolución. En un principio (de los 80´s a los 90´s) el entrenamiento de aikido de shihan Kurita en México fue muy ¨desafiante desde el punto de vista físico¨ y el lenguaje que empleó para la instrucción fue el de uso común (¨atemi¨, ¨corte¨, ¨golpe¨, ¨patada¨, ¨puñetazo¨, ¨lanzamiento¨ / vencer al uke¨, etc) a fin de transmitir el aikido como un nuevo arte de ¨defensa personal¨ hecho de ¨ataques¨ y ¨defensas¨. Pero desde 1999, al sentirse libre para enseñar lo que realmente aprendiò del Fundador, comenzó a hablar de ¨trabajo¨ en lugar de ¨técnicas¨, de ¨actividad¨ y no de ¨práctica¨, de uke como un ¨compañero de trabajo¨ en lugar de un enemigo; comenzó a hablar sobre cuidar del uke, de desarrollar el ki, de crecer como seres humanos, y de transformar la propia vida a través del aikido, etc. Mostró una forma muy distinta de forjar el cuerpo y el espíritu, de cambiar la propia mentalidad, de una nueva perspectiva desde la cual uno puede ver su vida y sus relaciones con los demás. Desde principios del año 2000 shihan Kurita ha estado haciendo cada vez más a un lado toda forma de referencia marcial a fin de transformar las anteriores ¨técnicas¨ del aikido en oportunidades de desarrollo que integran todos los elementos propuestos por el Fundador para fomentar y ¨hacer nacer el aiki¨ (takemusu aiki, en japonés). Shihan Kurita ya no habla más acerca de ¨técnicas¨ eficaces sino de la manera correcta y eficaz de trabajar y crecer en el budo de O´Sensei (palabra que confiere la idea de parar y detener las armas y de rechazar la violencia). En lugar de técnicas él habla de fórmulas y oportunidades para el desarrollo social y humano que puede llevar a la creación de una cultura aiki, una que sea de crecimiento constructivo para el siglo XXI. Ha definido el trabajo combinado (aiki) tanto de nage como de uke donde éste también crece durante el entrenamiento y deja de ser usado como un costal para beneficio de nage, donde éste brinda un enorme cuidado de uke al envolverlo literalmente con su energía pacífica, vibrante, poderosa e inocua de nivel superior conocida como ki, energía que uke también obtiene con cada movimiento, algo que tienes que sentir. Shihan Kurita ha guiado el camino del aiki en la ciudad de México al dedicar una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo a construirse una sabiduría personal y a promover una práctica educativa ponderosa y no una forma de competición, combate o entretenimiento. Como ejemplo, enfatiza la pràctica de kumi dachi enseñándo a sus alumnos que se trabaja con un tachi y no con una katana, con un bokken y un jo que son extensiones del cuerpo y no armas puesto que básicamente son herramientas empleadas para entender y revelar el uso de la energía extendida que se emplea en el aikido. Más aún, shihan Kurita tiene muchas anécdotas acerca del Fundador que utiliza para explicar el origen de los movimientos del aikido, de lo que tenía en mente cuando los diseñó como parte del repertorio de su disciplina. Shihan Kurita ha señalado que el kaiso (fundador) nunca lastimó a nadie y que rechazó los movimientos a base de fuerza y músculo lo mismo que la rudeza innecesaria, algo aparentemente olvidado por muchos instructores. Cuando recién conocí a shihan Kurita me impresionó no solo su hábil ejecución sino por las extraordinarias diferencias entre la práctica del aikido, el karate y el judo. Lo que vi fue una especie de arte intrigante y sorprendente. Y nunca ha dejado de sorprenderme con todas las analogías y ángulos que es capaz de ver en el más bien pequeño conjunto de técnicas de aikido que todo mundo practica conforme a los programas oficiales / regulares. Siempre está aclarando contenidos que parecen estar ocultos y desconocidos por muchos, a saber: los movimientos de tomo-e y roppo que siempre se combinan con irimi y tenkan (que no ura). O cuando habla de: (a) la igual preeminencia dada al trabajo y crecimiento mutuo tanto de uke como de nage, (b) el empleo de las distintas partes del cuerpo (cabeza, cuello, espalda, cadera y piernas), y (c) las conexiones cerebrales positivas y constructivas que producen. La práctica del aikido es una forma de educarse uno mismo a través del cuerpo a fin de cambiar las percepciones de nuestro cerebro y nuestra mentalidad. Y quizá el hecho más sorpendente es que, de acuerdo con shihan Kurita el aikido es para ayudar, mejorar y transformar a las sociedades. Visto así el aikido definitivamente no es otro arte marcial, algo que parece preocupar a muchos practicantes. Al proponer el aikido como un nuevo paradigma ha sido capaz de usar su actividad como una fórmula para descubrir, usar y multiplicar el ki. No es posible hablar de aiki si no hay ki en ambos practicantes puesto que el aiki es el encuentro combinado del ki de nage y el de uke, en una cantidad de energía similar y correlativa que ambos deben incrementar mediante la práctica. Shihan Kurita explica las diferencias de los programas de aikido cuando se practican como kihon-gi, como henka-gi, o como oyo-henka-gi. Y también hace la diferencia entre cuatro niveles de práctica (ippan geiko, kokoro-tanden geiko, tokubetsu geiko y ki no nagare), niveles que determinan la destreza lograda por el practicante de nivel principiante, intermedio y superior. Explica muchas otros aspectos del entrenamiento y las razones por las que no debe usarse la palabra ¨técnica¨ (waza) en aikido. Explica la importancia de la práctica dachi para hablar de los movimientos concentrados, etc., todo lo que recuerda de sus días en que ayudaba a O´Sensei a tomar sus apuntes personales cuando elaboraba sus ideas, puntos de vista, precisiones, etc., todo lo cual se perdió porque desafortunadamente el Fundador ordenó a shihan Kurita que las destruyera.