FOT fV^AHOUNT REVISTA] SE M A N A Li
DIRECTOR: A. VALERO DE BERNABÉ
Año li.-Núm. 60.-Madrid, 3 de Noviembre de 1935
El pAbiieo espaiol «nte sa einenuí
ARA el observador menos atento hay un hecho actual que encierra positivas en P señanzas en cuanto al momento que vive nuestn) cinema y a loe rvunbos que éste ha de seguir más adelante: la fervorosa adhesión po- pnlar hacia las creaciones de la pantalla espa ñola. Hay, desde luego, en e«te movimiento de atención un crecido tanto por ciento de curio sidad. Otra parte debe ser atribuida al afán pa triótico, al noble propósito de alentar lo nuestro y efitimular esa suma de esfuerzos que están dando un extraordinario impulso a la pantalla espa ñola. Pero hay, además, un tercer tanto por ciento de justicia, una merecida reciprocidad a lo que nuestra industria y nuestro arte cinona- tográfico vienen consiguiendo. No se trata ya, como pudo ser en época todavía no lejana, de alentar con espíritu de benevolencia los prime ros balbuceos de nuestn) film, 8int> de rendir un aplauso legitimamentc ganado a lo que encierra ya, innegablemente, nn valor autén tico... Aate \aa fachadas de loe cinemas en que ahora^
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ValeriaiM Le4a, el gran artor AnteMÍo Vico ea MI mi- ••eorpvrad* ai ctBeaui en «b
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están proyectándose peliculas nuestras, se aglo mera la multitud para pasar a ver la cinta. Lob títulos españoles viven dias y dias en los carte les, con una duración que no hace aún muchos no se hubiera podido ni sospechar. Los estrenos '] de nuestras nuevas cintas compiten ya en bri-j llantez y en expectación con los de los grandes^ films extranjeros. ^ En esta serie de afirmaciones no hay la me nor hipérbole: son hechos perfectamente compn)- bados y comprobables. ¿Qué debe significar este gran fervor del pii- blico hacia nuestro cinema? ¿Cómo debe ser tra ducido por los rectores de nuestro movimiento cinematográfico, por los que lo guian y lo impul san? Creemos que una sola palabra puede tra ducir para estos elementos, más que nadie in teresados en el cinema, aquel fervor de la gente. La palabra es ésta, simplemente: responsabi lidad. Responsabilidad, necesidad rigurosa de medir cada paso, cada palabra, cada hecho. Necesidad de no lanzarse alpemente a empresas y decisio nes que no hayan sufrido un previo y minucioso control, que no hayan sido estudiadas minucio- samente El momento actual de nuestro cinema l'na «'Kceiia ilr - HonibrpH ronira hombres», proiiurrióii iiarional de A. Moniplet, f|ue en breve será pre sentada |H>r (bastilla Film
es, eu cierto sentido, parecido al de las oposiciones políticas cuando llegan al poder res])al-
dada.s en UUM fuerte niitsi l'ilarin Muñoz, prinripal figura, CIMI i:\iigi-lillo . ile ía opinión. producción Filmófono. en rodaje, KIM hija de Juan La oposición e.s .sieinpie la- Simón» cil; lo difícil es el gobierno des de el poder. fraria sobre la aclividad cinematográfica, j Nuestra producción cinema En los medios (ñnematográficos ha causado j tográfica ha |>asado ya desde la esta medida la natural excelente imjn-esión. lía-j oposición al f)oder, y tiene tras ce tiempo que se venía abogando por esa re-,i de si una enonne masa de opi duwión, y nosotros, desde nuestra revista, he-; nión, ({ue espera en ella, ('(m- mos mantenido una tenaz campaña en favor ÚG) fiadameixte. lo que estimábamos una aspiración justísima. lia llegarlo, como si dijéra ('reemos, sin embargo, ([ue sabe ¡lerfilar y me-1 mos, el momento de gobernar, jorar tan a(!ertada medida, extemliéndola ¡i los' de saber res[)onder a toda doblajes. Estos representan una paite de impor-; esa gran esperanza de la rrud- tancia en el conjunto del negocio cmematográfi- ] titud. co en nuestro país. Hay razones [)erfe( tamente i atendibles que justifican t«ia ampliación del im- \ pu«(