EL ROMANCERO GITANO

INTRODUCCIÓN

Esta obra de Federico García Lorca se publicó en julio de 1928 y fue editada varias veces en vida del autor. La mayoría de los romances que la integran habían ido apareciendo en revistas literarias entre 1924 y 1927 a medida que el autor los iba componiendo.

Tuvo un clamoroso éxito a nivel popular, pero recibió críticas del vanguardismo radical, que despreciaba este tipo de poesía. Ello explica, en parte, la crisis que sufre el poeta tras la publicación del libro, y el viaje que lo lleva a Nueva York y Cuba. A su regreso se apresuró a dar a conocer sus nuevos poemas (Poeta en Nueva York), ya muy alejados del gitanismo del que le habían acusado.

TEMAS DEL ROMANCERO GITANO Lorca dice que es un libro sobre Andalucía y que lo llama “gitano” porque lo gitano es la cosa más pura, más auténtica y profunda de Andalucía. 1. El mundo andaluz: En el Romancero gitano García Lorca recrea la realidad andaluza: tipos, costumbres y actitudes de los gitanos en su paisaje andaluz. Se inspira en su infancia, en sus experiencias y en leyendas de la tierra. Expresa con palabras lo pintoresco de una manera colorista y simbólica, y además penetra en lo étnico y en la esencia misma de la raza. El gitano es el común denominador de todo el libro. Representa la fantasía, la libertad, la transgresión. Vive al margen de la sociedad porque esta no le interesa. Es un ser antisocial marcado por las pasiones primarias. El sexo, la violencia, la muerte y, sobre todo, su destino trágico marca la vida del gitano. El valor y la ausencia de miedo es otra de sus características. El gitano representa los impulsos naturales, lo espontáneo; es el prototipo de hombre libre en lucha con las fuerzas que representan la coacción y la represión. Esas fuerzas vienen representadas en el libro por la Guardia Civil, un personaje colectivo que simboliza la opresión. La Guardia Civil es el símbolo del mundo civilizado, del mundo que se rige por unas leyes de las cuales quieren escapar los gitanos porque no son las leyes que rigen su mundo. La Guardia Civil implica la civilización, la sujeción a unas reglas que chocan frontalmente con la concepción individualista y el valor de la libertad –la libertad entendida como libertad de acción individual- que posee el gitano. Por eso, a raíz de esa confrontación, es un personaje abocado a la muerte, que vive inmerso en un vital: el del hombre que trata de afirmar su individualidad frente al mundo, un conflicto que, como se ha dicho, desemboca en ese destino trágico que planea en toda la obra. El gitano sucumbe a su fatum, a su destino trágico del que no puede escapar porque su mundo es un mundo inestable que se debate entre la vida y la muerte. La gitana, lógicamente, también es un personaje ligado a las pasiones primarias. El deseo, el dolor y también la muerte, pero sobre todo la pena, que afecta más a la mujer que al hombre, son una constante en su existencia. La mujer gitana, como es propio de su cultura, aparece subyugada al varón; es un ser pasivo y subordinado al impulso del hombre. Vive inmersa en la soledad y la pena y ninguna de , salvo la gitana de San Gabriel, porque experimenta y desarrolla el goce maternal, es feliz. En Preciosa y el aire, su inocencia y su frescura despiertan el deseo sexual del viento; en Romance sonámbulo es la amante que espera la llegada del hombre mientras se deja hipnotizar por la luz de la luna; en La casada infiel el sexo ilícito, prohibido, hilvana el poema; en Romance de la pena negra Soledad simboliza la soledad que se transforma en el dolor que deriva de la pena; en Thamar y Amnón aparece de nuevo el sexo prohibido.

2. El destino trágico: El tema del destino trágico aparece bien definido en el libro y centrado en el personaje de la Pena. Muchos de los romances se adentran en el mundo de las fuerzas ocultas y del destino trágico del hombre: Romance de la luna, luna, Preciosa y el aire, Reyerta, Romance sonámbulo, Romance de la pena negra, Muerto de Amor, Romance del Emplazado y Thamar y Amnón: La luna es mensajera de muerte en Romance de la luna, luna. En Reyerta la violencia y muerte están marcadas por el destino fatal. En Romance del Emplazado se presagia el destino trágico de un gitano. El Romance de la pena negra es donde más claramente se aprecia ese destino trágico de los gitanos que se ha apuntado como tema principal del libro: Soledad Montoya es la personificación de la pena ancestral del pueblo gitano. En este romance encontramos latente todo el sentimiento del pueblo andaluz, único y misterioso, imposible de descifrar. En el poema, Soledad Montoya no encuentra explicación de su pena. El que la interroga le dice:

[…]-¡Soledad, qué pena tienes Lloras zumo de limón ¡Qué pena tan lastimosa! agrio de espera y de boca. y ella responde:

¡Qué pena tan grande! Corro mi casa como una loca, mis dos trenzas por el suelo ¡Qué pena! me estoy poniendo de la cocina a la alcoba de azabache carne y ropa.[…].

En el poema, Soledad Montoya corre desesperada, loca, porque ha descubierto que ella misma es la pena. Y es este sentimiento tan profundo, la raíz que nutre toda la realidad del pueblo andaluz, más específicamente del gitano.

3. Amor, erotismo, sexo: En el libro se encuentran diferentes conceptos de amor: amor frustrado, amor prohibido, amor imposible, amor incestuoso. El sexo y el erotismo están presentes en varios poemas: En La casada infiel encontramos un sexo más bien superficial y físico. En el Romance de la luna, luna, esta luna-mujer “desnuda”, “lúbrica” y “pura” seduce al niño con una posesión mortal. En Preciosa y el aire, el viento sátiro queda completamente absorto con la belleza de Preciosa. La relación sucede entre giros impetuosos y desesperados del viento que contrastan con el terror incontrolable de la virgen gitana. En Thamar y Amnón la luna presencia una violación sexual incestuosa. Frecuentemente, el amor se presenta en el libro con presencia turbadora y es fuente de conflictos, frustración e incluso muerte: En casi todos los poemas del Romancero está implícita la relación amor-muerte. En el primer poema, el Romance de la luna luna, se vislumbra una estrecha intimidad entre el niño y la luna que desemboca en muerte. Es indudable la atracción fatal que ejerce la luna sobre el niño gitano. El amor y la muerte son pareja inseparable en este poema. En el segundo romance, Preciosa y el aire, aunque no está implícita la muerte, queda sugerida por la forma violenta como el viento agrede a la gitana. Uno de los romances más dramáticos donde el amor y la muerte son el tema central es el Romance sonámbulo. La mujer gitana está esperando a su amado en la baranda pero en el destino está dibujado un desenlace trágico:

Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. La mujer totalmente frustrada por un amor que no llega está “con la sombra en la cintura”, es decir, con un pie en la muerte. El suicidio de la gitana en el aljibe es el desenlace para ese irremediable dolor. En Muerto de amor se sintetiza este tema con más fuerza. La referencia de que el hombre ha muerto de amor está fuertemente arraigada en el título, pues en ningún momento se nos presentan los hechos de la muerte del gitano. Sin embargo, está lleno de metáforas que presentan a un hombre que seguramente se ha suicidado por una mujer. La atmósfera del romance es desoladora:

Tristes mujeres del valle bajaban su sangre de hombre, tranquila de flor cortada y amarga de muslo joven. Viejas mujeres del río lloraban al pie del monte un minuto intransitable de cabelleras y nombres.

Aparte de las escenas dramáticas se nos presentan todas las imágenes que nos remiten a la muerte trágica, la muerte por amor: Ajo de agónica plata, olor de vino y ámbar, siete gritos, siete sangres, siete adormideras dobles, el cielo daba portazos al brusco rumor del bosque. Pero quizás la imagen más clara sobre el destino trágico del enamorado es estar lleno de manos cortadas/y coronitas de flores (el joven gitano se ha suicidado por amor cortándose las venas).

En Burla de Don Pedro a Caballo encontramos la misma importancia del amor y el fatídico final. Don Pedro llega a una ciudad buscando “el pan y el beso”; el caballero llora y llora su soledad, su pena, quizás porque lleva mucho tiempo esperando sumergirse en un sueño amoroso. Pero el triste caballero sólo se encuentra con una ciudad en llamas donde perece olvidado sobre una fría flor “jugando con las ranas”. La relación amor-muerte envuelve pues todo el Romancero gitano. Violencia y muerte: La violencia dirigida hacia los marginados es continua en el libro. El tema aparece ya en el primer romance, Romance de la luna, luna, en que el niño gitano es llevado por la “luna-muerte”, inaugurando un desfile de violencia y muertes que culmina en el último poema, Thamar y Amnón. Entre los dos romances extremos hay muchos ejemplos, como Reyerta, Prendimiento de Antoñito el Camborio, Muerte de Antoñito el Camborio… Tanta violencia aislada, tanta muerte individual, desembocarán en la destrucción y muerte colectiva en Romance de la Guardia Civil Española, en que se produce una orgía desenfrenada de violencia.

4. Denuncia social: Este tema se concreta en el libro a través de la figura del gitano y de la Guardia Civil, figuras opuestas que establecen dos extremos del mundo lorquiano: el gitano es el prototipo de hombre libre, en lucha con la Guardia Civil, que representa la coacción y la violencia social. Los romances del Camborio y el de la Guardia Civil son la expresión más clara de esta denuncia social. El romance de La monja gitana manifiesta otro tipo de denuncia, la represión religiosa de los instintos. En Muerto de amor se pone de manifiesto la desigualdad social. En San Rafael se denuncia la marginalidad que produce la homosexualidad.

ESTRUCTURA EXTERNA E INTERNA DE EL ROMANCERO GITANO

a) Estructura externa:

La obra la integran 18 romances de extensión variable: los más breves tienen 36 versos, como La monja gitana y el Romance de la luna, luna. El más largo, el Romance de la Guardia Civil Española alcanza los 124 versos. Los romances más cortos pertenecen más bien a la primera época de redacción; los más largos, más bien a la última fase redaccional.

La medida y rima del Romancero Gitano se atienen en términos generales al molde del romancero tradicional. El octosílabo solamente es sustituido en contadas ocasiones (primer verso de La casada infiel: ‘y que yo me la llevé al río’ [10 sílabas] y el romance Burla de don Pedro a caballo en que hay versos octosílabos, pero la mayoría de los versos son heptasílabos y hexasílabos; también los hay trisílabos, tetrasílabos, pentasílabos y endecasílabos). La rima es fiel a la tradición de la asonancia en los pares. Sin embargo, dada la tendencia innovadora y la voluntad de experimentación y libertad creativa que siempre busca Lorca, en algunos romances se produce un cambio de rima: “La casada infiel” y el “Romance del Emplazado” tienen número impar de versos y rima en los impares. Hay también alguna rima aguda (Muerte de Antoñito el Camborio), poco frecuente en la tradición romancista. Algunos romances se presentan divididos en secciones: estas divisiones suelen señalar cambios de escenarios, cambios de tiempo en la narración, cambio del foco de atención… En los romances divididos en secciones las rimas se alternan para subrayar los modos de expresión (narrativos o descriptivos), los cambios de personajes o de escenarios… Domina en ellos el modo narrativo: lo normal es la narración en 3ª persona; solamente uno, La casada infiel, se narra en 1ª persona (narrador personaje). La narración alterna con el diálogo, que da al romance carácter dramático.

b) Estructura interna:

Presenta dos bloques desiguales, con características propias cada uno de ellos:

PRIMER BLOQUE: Romances propiamente gitanos (del 1 al 15):

Este bloque es el más extenso y, sin duda, el principal; comprende desde el romance primero hasta el decimoquinto. Contiene la personal visión de Lorca del mundo gitano. Es un mundo que el poeta empezó a crear en el romance primero (Romance de la luna, luna), cuando la luna viene a la fragua (romance-prólogo que simboliza el destino trágico de la raza gitana). Y es un mundo que se destruye en el romance decimoquinto (Romance de la Guardia Civil), cuando los gitanos son brutalmente sorprendidos y asesinados (romance-epílogo que simboliza la destrucción del universo gitano bajo idéntica presidencia luminosa de la luna. Un mundo que se abrió entre nardos embriagadores y se cierra con siemprevivas, lorquiana flor de la muerte. Un mundo que se abrió al ritmo marcado por jinetes que regresaban de correrías nocturnas tocando el tambor del llano, y se cierra cuando un fantasmal, bíblico y nocturno caballo malherido / llamaba a todas las puertas.

A su vez, los romances del bloque primero se agrupan en dos series separadas por un intermedio de tres romances dedicados a los tres arcángeles que simbolizan las tres grandes ciudades andaluzas:

- La primera serie del bloque primero está constituida por los siete primeros romances del libro. Es la parte más lírica del libro y en ella hay predominio de protagonistas femeninos que representan el sufrimiento del pueblo gitano y la frustración amorosa (la luna, Preciosa, la gitana suicida del Romance Sonámbulo, la reprimida figura de la monja gitana, la casada infiel, Soledad Montoya). - En el centro del bloque primero se encuentran los tres romances dedicados a ciudades andaluzas (romances 8, 9 y 10). El centro de ese trío lo ocupa el romance dedicado a San Rafael, es decir, el romance evocador y exaltador de las esencias de Córdoba, ciudad árabe y romana, y esencialmente andaluza. Los otros dos, San Miguel y San Gabriel, exaltan a las otras dos ciudades andaluzas: Granada, de la mano de San Miguel, objeto de popular romería en el Sacromonte, y Sevilla, identificada con la gracia de San Gabriel. Este romance constituye una versión agitanada de la Anunciación, coloreada de costumbrismo sevillano. - La segunda serie del bloque primero (romances 11-15) es más épica y con predominio de personajes masculinos (Antoñito el Camborio, el Emplazado). Estos romances se centran más en temas de sangre, violencia y muerte.

SEGUNDO BLOQUE (16, 17, 18):

Este bloque está compuesto por tres romances no propiamente gitanos; son tres romances históricos que sirven al poeta para dar su versión agitanada de unos cuadros histórico-legendarios ambientados en el mundo paleocristiano, medieval y bíblico: Martirio de Santa Olalla, Romance de don Pedro a caballo y Thamar y Amnón.

El Martirio de Santa Olalla es, según Lorca, “el romance de la Andalucía romana”. Se basa en la vida de Santa Eulalia de Mérida que recibió martirio en la época de Diocleciano. Burla de don Pedro a caballo se sitúa en el mundo de la Edad Media; el tema parece ser el olvido, la soledad, ausencia de amor de un enigmático caballero. Thamar y Amnón se basa en una historia bíblica: los amores incestuosos de Amnón, hijo del rey David, hacia su hermana Thamar. Este tema llega a Lorca a través del romancero medieval (Alta Mare) y de una obra de Tirso de Molina (La venganza de Thamar).

Todo el Romancero es esencialmente gitano, mitológico gitano. La primera parte (los quince primeros romances) está consagrada a la creación de nuevos tipos y mitos, y la segunda (los tres romances históricos) consiste en la mitificación y gitanización de figuras del pasado religioso o de la tradición histórico-literaria. Se comprueba así que Lorca diseñó y configuró meticulosamente la estructura del libro para conseguir que la creación del mundo gitano adquiriera una total coherencia.

COMPONENTES SIMBÓLICOS Y MÍTICOS EN EL ROMANCERO GITANO

García Lorca no es un poeta de ideas sino de mitos. Estos empiezan donde acaban las ideas, el mundo de la razón. El mito para él es ese mundo de creencias y de fuerzas irracionales que transportan al hombre a un pasado primitivo y elemental. En su obra aparecen frecuentemente diversos motivos como la sangre, la muerte, la luna, los metales (cuchillos) que representan sentimientos de fuerzas anteriores a la civilización contemporánea. Así pues, Universo, Naturaleza e Individuo se fusionan en la poesía de Lorca creando una conciencia mítica. Cada poema del Romancero Gitano narra una historia más o menos verosímil a la que se sobreponen toda una serie de referencias míticas o simbólicas: el poeta canta fraternalmente a una raza marginada y perseguida, el gitano, al que eleva a la categoría de un mito moderno, parejo en fuerza a los grandes mitos clásicos. El significado de ese mito es evidente: ilustra el tema del destino trágico que late en toda su obra. La poesía del Romancero Gitano posee un lenguaje fundamentalmente figurado, basado en la metáfora y en el símbolo. Aunque la mayor parte de los romances tienen su propia anécdota, esta es portadora casi siempre de un significado mucho más complejo que viene determinado por la utilización de múltiples signos de creación personal a través de los que se puede comprobar la huella de la personalidad de su autor.

1.- Formas que adoptan los símbolos: En cuanto a su forma, los símbolos del Romancero revisten sencillez ya que pueden reducirse a tres grandes conjuntos integrados por sustantivos, adjetivos y sustantivos combinados con adjetivos. El conjunto de los sustantivos presenta a su vez dos subconjuntos: uno, formado por nombres propios que ponen de relieve las sensaciones y los sentimientos que definen al personaje, es decir, que el nombre se utiliza como símbolo de lo que es y de lo que siente el personaje: Soledad=soledad amarga, Amargo=amargura, Anunciación= anuncio; y otro, constituido por nombres comunes en los que se nota la predilección del poeta por elementos de la naturaleza, mundo animal, vegetal, etc.: luna=presagios funestos, sangre=muerte, cuchillos=muerte, rosa=pasión, adelfas=muerte, toro=poder y mal augurio, caballo=libertad, realización vital, … En cuanto al conjunto de los adjetivos, también se observa un subgrupo de adjetivos cromáticos (blanco=vida eterna, muerte, negro=muerte, verde=muerte), y otro de carácter general (amarga=muerte, nocturnos=muerte, sombrío=muerte). En cuanto a los símbolos formados por combinación de sustantivo + adjetivo, normalmente el adjetivo suele ser de color y en él se centra la noción simbólica (pez plateado=muerte, fría plata=muerte, verde pelo=muerte, zapatos color corinto=sangre. Respecto a la extensión que abarcan los símbolos en el Romancero Gitano, junto a los que ocupan la totalidad del poema (el verde del Romance sonámbulo, el viento de Preciosa y el aire o la luna del Romance de la luna, luna) existen otros que no presentan dicha extensión pero que conservan el carácter nebuloso o difuso específico del simbolismo (los cuchillos del Martirio de Santa Olalla, nocturnos en Romance de la Guardia Civil Española…

2.- Significado de los símbolos: a) Los elementos de la naturaleza como símbolos: • La luna: En el Romancero Gitano la luna aparece para recrear en su mayor profundidad los matices emotivos que caracterizan la presencia de la muerte. Entre los romances que insertan dicho símbolo están los siguientes: Romance de la luna, luna, Romance sonámbulo, Romance de la Guardia Civil Española, Muerto de amor y Thamar y Amnón. Efectivamente, si hay desgracia en un poema lorquiano, la luna, con su palidez, la encontraremos como un elemento trágico que lleva inserto un significado de muerte, e incluso llega a personificarse presidiendo la destrucción del hombre, de la moral y del espíritu. A veces la aparición de la luna como símbolo permanente de la muerte, suele llevar como complemento necesario la figura del jinete representando al hombre o destino humano que se dirige hacia esta; otras, suele presentar la fusión de la luna y el toro: el toro, con su apasionada bravura, origina un símbolo cuyo matiz emocional alusivo a siniestras influencias se intensifica al aparecer fusionado con la luna. El primer poema del libro es el Romance de la luna, luna. En él el hombre es empujado por la presencia embrujadora de la luz lunar, pues el niño del romance queda aprisionado dentro de las redes de la danzante perversa. En el Romance sonámbulo, tenemos otra vez la presencia de la luna anunciando el sino nefasto de la gitana que no puede escapar al embrujo de la misma. En Thamar y Amnón observamos que la acción pecaminosa tiene lugar bajo la ineludible tutela de una luz lunar embrujadora que, a pesar de guardar una oscura vinculación con el hechizo amoroso, en el fondo es portadora de fatales consecuencias. En la misma línea simbólica podemos insertar el Romance de la Guardia Civil Española y Burla de don Pedro a caballo ya que, tanto en uno como en otro, la luna asoma como pregonera de una futura hecatombe caracterizada por la presencia de la muerte. Sin embargo, nunca la muerte aparece tan misteriosa, tan onírica, tan fatal como la vemos en Muerto de amor: “¿Qué es aquello que reluce/ por los altos corredores?”

• El viento: El viento, desde las mitologías primitivas, es símbolo erótico evidente. En el Romancero Gitano es, entre los elementos naturales, uno de los que más frecuentemente adquiere valor simbólico en sus diferentes manifestaciones: aire, brisa, vendaval. Suele presentarse cargado de sensualismo, de posibilidades eróticas, siendo el caso más explícito del viento como personaje erótico el del romance de Preciosa y el aire: efectivamente, al surgir la figura de Preciosa tocando “su luna de pergamino”, el viento muestra el despertar de sus deseos eróticos y el afán de posesión que intenta ser realizado a través de una inútil persecución finalizada con la furia del viento impotente.

• Los metales: Relacionados con el frío de los cadáveres y con la materia de los cuchillos, suelen ser un presagio negativo y aparecen asociados a la muerte. En el Romancero Gitano encontramos una auténtica constelación de símbolos de muerte y sufrimiento: puñales, cuchillos, agujas, alfileres, clavos… Los metales se caracterizan por su dureza pero también por su frialdad (la gitana muerta del Romance sonámbulo tiene “ojos de fría plata”). Pero también el bronce y el cobre representan a menudo la tonalidad de la piel del gitano.

• El agua: Es símbolo de vida; el río que corre libre propicia los encuentros amorosos (La casada infiel), pero también alude a hechos trágicos (“Voces de muerte sonaron/cerca del Guadalquivir”). El agua estancada, el aljibe, el pozo, suele ser escenario propicio para la frustración y muerte (Romance sonámbulo). Relacionado con el agua está el simbolismo de los espejos: en el espejo Lorca busca su propio ser: instintos, sueños, recuerdos y sentimientos.

b) El cromatismo como símbolo: Los adjetivos de color empleados en el Romancero Gitano desempeñan una función de primer orden en la recreación poética del libro ya que, aunque escasos, desprenden una profunda emotividad. • El verde: Es sin duda el color más destacado del cromatismo lorquiano, y sus valores simbólicos se ponen de manifiesto en los siguientes romances: Romancero sonámbulo, Preciosa y el aire, Martirio de Santa Olalla y Reyerta. El verde del Romance sonámbulo se caracteriza por presentar un doble simbolismo: por un lado, al inicio del poema, significación de vida, de naturaleza exuberante; por otro, muestra una irresistible obsesión onírica y macabra en su simbolismo de muerte, como es posible comprobar en el verde posado sobre la carne y el pelo de la gitana. En este romance, el matiz reiterativo del verde y su continuación a través de todo el poema constituye un leit motiv simbólico que invade la atmósfera emotiva que lo caracteriza. Con el mismo significado simbólico de muerte, vuelve a surgir dicho color en el Martirio de Santa Olalla. Y con matiz de presagio aparece en Reyerta. Finalmente, nos encontramos con una acepción erótica en Preciosa y el aire, donde surge el viento verde con su carácter lujurioso.

• El negro: Es otro de los adjetivos cromáticos utilizados con gran eficacia emotiva en el Romancero Gitano. Entre los romances que recrean dicha tonalidad podemos considerar: Romance de la pena negra, Reyerta, Romance de la Guardia Civil Española y Martirio de Santa Olalla. En el titulado Reyerta, el color negro asociado a los ángeles provoca la carga emotiva alusiva al presagio de muerte. En el Romance de la pena negra predomina el matiz de desesperanza que caracteriza a la gitana: En el Romance de la Guardia Civil vuelve a surgir el concepto de la muerte que dicho color encierra. Y el mismo matiz significativo está también en el Martirio de Santa Olalla.

• El amarillo: Mientras que en la tradición emblemática el amarillo se asocia a vejez y desengaño, en el Romancero Gitano este color es transformado emotivamente por Lorca hasta el punto de adquirir acepciones significativas muy distintas de las tradicionales. Por ejemplo, en Muerto de amor, implica un significado de trágico presagio, en cambio en el Romance de la pena negra lleva inserta una acepción simbólica de carácter erótico.

• El blanco: Otro ejemplo de que Lorca reelabora a su modo el riquísimo caudal de símbolos existentes en la tradición popular lo encontramos en los valores significativos que adquiere el color blanco en el Romancero Gitano. Frente al matiz de tristeza o pureza asociados tradicionalmente al color blanco, en el Romance de la luna, luna, el color blanco, asociado a la luna, adquiere el significado de muerte. En cambio, en el Martirio de Santa Olalla, la presencia insistente de dicho color se asocia con la vida eterna.

• El rojo: Lorca vuelve a eludir el significado tradicional de pasión amorosa, para asignarle a este color un nuevo matiz significativo alusivo a la sangre. La recreación de esta nueva fuerza emotiva está esencialmente contenida en el romance titulado Muerte de Antoñito el Camborio: “Bañó con sangre enemiga su corbata carmesí”.

c) Los elementos de la fauna como símbolos: • El caballo: Entre los elementos de la fauna tratados como símbolos, el más utilizado en el Romancero Gitano es el caballo, de hondo arraigo vital en la poesía de Lorca, ya que está íntimamente vinculado a la vida de los gitanos. Por ejemplo, en Prendimiento de Antoñito el Camborio, la tarde que se va toma el trote de un caballo que salta de monte a monte a través de la brisa vespertina: “una corta brisa ecuestre/salta los montes de plomo”. Y en ese mismo romance el cielo refulgente de la noche cobra la forma de la grupa de un caballo cósmico: “Mientras el cielo reluce/ como la grupa de un potro”. También se ha reconocido al caballo lorquiano como símbolo del ímpetu sexual en el hombre, aunque también es asociado frecuentemente con resonancias de muerte. Este simbolismo ambiguo se observa en el Romance de la pena negra: “Soledad de mis pesares,/ caballo que se desboca,/ al fin encuentra la mar/ y se lo tragan las olas”. • El pez: El pez, de particular significación en el Romancero Gitano, adquiere una dimensión arquetípica vinculada a la atracción sexual y a la pasión amorosa. Los ejemplos más significativos los constituyen tanto el romance de La casada infiel (“sus muslos se me escapaban/como peces sorprendidos”) como el de Thamar y Amnón (“Thamar, en tus pechos altos/hay dos peces que me llaman”). Es frecuente también encontrar alusiones referidas al cambio de luz propio del amanecer: en Preciosa y el aire (“cae donde el mar bate y canta,/ su noche llena de peces”); en Romance sonámbulo (“las estrellas de escarcha y el pez de sombra/ que abre el camino del alba”); y en Thamar y Amnón (“rumores de tibia aurora/pámpanos y peces cambian”). • Los bueyes: Expresan la fuerza y en ocasiones aparecen unidos a la fuerza del mar o del río. • El toro tiene una clara significación trágica, está asociado a la sangre y al dolor (Reyerta). • La zumaya es ave que anuncia sucesos maléficos. d) Los elementos de la flora como símbolos: • El lirio simboliza pureza y se asocia a la Virgen María (San Gabriel). • El mimbre, la “vara de mimbre” de Antoñito el Camborio simboliza la nobleza y el poder. • Las rosas simbolizan la pasión (Muerto de amor), pero también pueden también pueden ser imagen de dolor y muerte (Romance sonámbulo). • El limón simboliza en Prendimiento de Antoñito el Camborio la amargura que representa el momento de marchar a Sevilla. • Las adelfas son también amargas y de mal augurio.

RASGOS FORMALES: ENTRE TRADICIÓN Y VANGUARDISMO El Romancero gitano supone la síntesis entre tradición y vanguardia, entre lo popular y lo culto, y se inscribe dentro de la tendencia neopopularista de la Generación del 27. a) Tradición De la tradición literaria española recibe sobre todo la influencia del Romancero Tradicional, que se observa en los siguientes rasgos: - El verso utilizado es el octosílabo, que solamente es sustituido en contadas ocasiones (primer verso de La casada infiel: ‘y que yo me la llevé al río’ (10) y el romance Burla de don Pedro a caballo: hay versos octosílabos, pero la mayoría de los versos son heptasílabos y hexasílabos; también los hay trisílabos, tetrasílabos, pentasílabos y endecasílabos). - La rima es también la característica del romance tradicional, asonancia en los pares quedando sueltos los impares. Sin embargo, dada la tendencia innovadora y la voluntad de experimentación y libertad creativa que siempre busca Lorca, en algunos romances se produce un cambio de rima: La casada infiel y el Romance del Emplazado tienen número impar de versos y rima en los impares. Hay también alguna rima aguda (Muerte de A. el Camborio), poco frecuente en la tradición romancista. - También toma del romancero viejo el discurso narrativo (en 3ª persona todos salvo La casada infiel, narrado en 1ª persona por el protagonista). La narración se combina con la inserción de diálogos sin verbos introductorios. - Otra característica del Romancero Viejo presente en el Romancero gitano es la “disimetría verbal” o alternancia entre diferentes tiempos verbales, principalmente entre el presente y el imperfecto y el presente y el pretérito perfecto: “El niño vino a la fragua / el niño la mira, mira”, del Romance de la luna, luna. - Característica de los romances tradicionales, y que también se observa en el Romancero gitano es el fragmentarismo (recordemos que el romance medieval se origina por la fragmentación de los cantares de gesta), que se observa en rasgos como: • comienzo con la conjunción “y” o “que” (como si fuera el fragmento de una composición previa: “Y que yo me la llevé al río” de La casada infiel) • comienzo abrupto o “in media res” (Reyerta, La casada infiel) • final truncado, sin que sepamos cómo termina el relato (por ejemplo, en Preciosa y el aire, Romance sonámbulo, Thamar y Amnón). - Asimismo utiliza recursos de la poesía tradicional como anáforas, estribillos, repeticiones (“el aire la vela, vela”, del Romance de la luna, luna), o paralelismos (“dejando un rastro de sangre / dejando un rastro de lágrimas”, del Romance sonámbulo). - Abundan además en el Romancero gitano expresiones populares y frases hechas: "mozuela", "compadre", así como calcos directos de expresiones tomadas del romancero medieval (¡Míralo por dónde viene!”, de Preciosa y el aire).

b) Vanguardismo Si los rasgos comentados relacionan a este poemario con el Romancero tradicional, el uso de la metáfora y de la imagen lo acercan a la tendencia culta y vanguardista propia de la estética del 27. Para ello el poeta se sirve de: - Las metáforas que, siguiendo el modelo gongorino y vanguardista, propio de los poetas de este grupo, han perdido, en gran medida, la correspondencia directa y unívoca entre referente y referido y vienen a ser, casi siempre, una interpretación personal y muy subjetiva con la que el autor busca la belleza absoluta. Destacan sobre todo las que hacen alusión al léxico floral y al mundo taurino: “polisón de nardos” (Romance de la luna, luna), “su cuerpo lleno de lirios” (Reyerta), “voz de clavel varonil” (Muerte de Antoñito el Camborio), “el día se va despacio / la tarde colgada al hombro, / dando una larga torera / sobre el mar y los arroyos” (Prendimiento de Antoñito el Camborio), “cuando las estrellas clavan / rejones al agua gris” (Muerte de Antoñito el Camborio). La extrema complejidad de algunas de sus metáforas nos recuerda el barroquismo gongorino: “una dura luz de naipe” (Reyerta), “vuelan en la araña gris / siete pájaros del prisma” (La monja gitana). - También hay relativa frecuencia de imágenes metonímicas:“los martillos” son los gitanos de la fragua (El Emplazado), “las navajas” (Reyerta), “los puñales” (Muerte de Antoñito el Camborio). - La personificación es otro recurso muy empleado con que el poeta consigue humanizar la naturaleza, un referente importante en la composición de los temas: “el mar baila” (San Miguel), “la tarde cae desmayada” (Reyerta), “los olivos palidecen” y “en las tejas de pizarra / el viento, furioso, muerde” (Preciosa y el aire). La personificación del viento dota a este de un carácter mítico en los poemas de Lorca. Pero las personificaciones de mayor hondura emocional son las de la pena o la muerte. - Animalizaciones: “La iglesia gruñe a lo lejos” (La monja gitana). Algunas recuerdan las “greguerías” de Gómez de la Serna (“la media luna soñaba / un éxtasis de cigüeña”), otras el barroquismo de Góngora (“Los densos bueyes del agua /embisten a los muchachos /que se bañan en las lunas /de sus cuernos ondulados”). - Una adjetivación rica y sonora que busca reproducir el mundo de las sensaciones y que muchas veces se formaliza en sinestesias que producen impresionantes efectos sonoros, táctiles o cromáticos de gran expresividad: “blancor almidonado” (Romance de la luna, luna), “por un anfibio sendero / de cristales y laureles” (Preciosa y el aire), “en la lucha daba saltos / jabonados de delfín” (Muerte de Antoñito el Camborio), “lloras zumo de limón” (Romance de la pena negra), “cruje la aurora salobre” (San Miguel). - La influencia de Góngora explica el hermetismo de algunos de sus poemas y algunas peculiaridades de su estilo, como es la densidad metafórica. El hermetismo es un rasgo propio de la poesía vanguardista, que considera el poema como una creación absoluta y no como representación del mundo. Este hermetismo es la causa de las diferentes interpretaciones con las que pueden explicarse algunos poemas en los que esta cualidad es más patente. Un ejemplo de lo dicho es el Romance sonámbulo o los dedicados a los arcángeles. - Por último, no hay que olvidarse del simbolismo, pero este recurso se comenta en epígrafe propio.

En el Romancero Gitano se pueden percibir dos clases de composiciones: unas de carácter más popular y otras de carácter más culto. Las del primer grupo son, en general, las de redacción más temprana (Romance de la luna, luna, Romance sonámbulo, Romance de la pena negra, La casada infiel y los dos romances de Antoñito el Camborio). En ellas predominan procedimientos del romancero tradicional como las repeticiones, paralelismos, estribillos… Y al segundo grupo pertenecen, en general, las composiciones de redacción más tardía (Preciosa y el aire, Reyerta, San Miguel, San Rafael, Muerto de amor, el Emplazado y los tres romances históricos). Estas composiciones suscriben mayor presencia de rasgos gongorinos: densidad metafórica, desrealización suma, elementos mitológicos y acusado hermetismo. No se puede decir, sin embargo, que existan en el libro dos estéticas separadas sino mezcladas, con una u otra tendencia más marcada según la época de redacción. CONCLUSIÓN

Dentro de la producción lírica lorquiana, el Romancero Gitano constituye el punto culminante de una etapa estética y uno de los grandes productos poéticos más apreciados y universales de la literatura española del siglo XX.