CONCLUSIONES GENERALES

CONCLUSIONES GENERALES

Así, hemos calculado en forma rigurosa las primeras coordenadas de la Alianza Nacional Popular (ANAPO). Reafirmemos algunas de las tesis probadas a lo largo de la investigación. El origen del electorado anapista provino de un espíritu fundamenta- lista popular que no asimilaba las razones que paulatinamente fueron llevando a la colectividad conservadora a ser parte del Frente Nacional. Las cosas habían empezado con el movimiento de resistencia de la Re­ conquista que en 1958 rechazó la legitimación electoral del nuevo orden. Ha quedado escrito aquí, que en dicha ocasión las masas conservadoras se polarizaron entre dos de las tres corrientes del partido: el laureanismo y el alzatismo. Las dos vertientes que por abajo el pueblo reclamaba como portadoras de la verdad doctrinaria. Pasó el tiempo y el tiempo mismo se encargó de poner las cosas en su sitio. Antes de su muerte, Álzate había refundido en la historia del país gran parte del ideario con que, incluso, todavía hoy se le identifica. Laureano no había muerto, pero lo estaba en vida, poco aparecía y cuando lo hacía era a través de Alvaro, su hijo, para darle fuerza a las concepciones que éste tenía del proceso político del momento. Ya no existían —como mitos de carne y hueso que habían si­ do— Álzate y Laureano, pero permanecían intactos los fenómenos men­ tales del laureanismo y del alzatismo. El curso de la vida política del país fue colocando día a día a la ANAPO en un sitio de predestinación histó­ rica. La unión consenadora redundó en éxitos para esa colectividad. Pe­ ro también le reportó beneficios al anapismo. No obstante la campaña macartista a la que se vio sometida la ANAPO por parte del conservatis­ mo unificado, el comportamiento de sus líderes mostraba otra cosa. Para los pueblos de ascendencia conservadora, el anapismo se fue convir­ tiendo en el único movimiento conservador por excelencia. En un prin­ cipio, los coservadores de la ANAPO, vieron con optimismo el gobierno de Valencia. Creían algunos que por fin el conservatismo había recupe-

285 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO rado el poder. Autodenominándose "Presidente de los pobres", Valencia había llegado a la presidencia en un momento de grandes esperanzas. Su gobierno sin embargo desarrolló las tendencias económicas que caracte­ rizaban al Frente Nacional. El Presidente fue fiel al nuevo orden que él mismo había ayudado a configurar desde la caída del gobierno militar. Se equivocaron sin embargo quienes esperaban de Valencia una solida­ ridad de partido con Rojas, al contrario, con su gobierno se redoblaron las persecuciones y los vejámenes contra el anapismo en su conjunto. Todos los representantes de la ANAPO en las Corporaciones Públicas, desde el Senado hasta los Concejos velaban por valores concretos, caros para el hombre conservador: la fidelidad, la lealtad, la disciplina, la solida­ ridad. La comunidad rojaspinillista canalizó por ende el espíritu doctrina­ rio de partido en la medida en que el nuevo establecimiento fue domando el ímpetu gallardo de los prohombres de las corrientes conservadoras y sometiéndolos a las nuevas reglas del juego. Es esta, una de las expli­ caciones de la procedencia de los votos conservadores por la ANAPO. Pero no lo dice todo. Da cuentas de 1964 hacia atrás, pero no de ahí en adelante. Los contenidos del discurso anapista probaron estar a tono con las preocupaciones palpitantes en la vida cotidiana de los colombianos. La pérdida prematura de las esperanzas de los colombianos en el Frente Nacional, la gran devaluación del peso y sus consecuencias —la especula­ ción, las alzas en los servicios públicos y productos de primera necesidad, entre otros— produjeron la desesperación y el descontento general que justificó y legitimó el discurso del General Rojas. El favorecimiento po­ pular con el que empezó a contar la ANAPO, fue una respuesta a la incertidumbre de los colombianos ante la presencia novísima del intempestivo fenómeno del encarecimiento de la vida. Comenzaba a co­ sechar el anapismo los frutos de un discurso que había sembrado Álzate en los tiempos del gobierno de lajunta Militar. Con la misma persistencia y con mayor fuerza que otras agrupaciones populares y, en un lenguaje directo, el movimiento de Rojas, se había apersonado del problema que el pueblo mayormente padecía y para el cual exigía una solución inmedia­ ta: la carestía de la vida. El debilitamiento de movimientos políticos que intentaron abrirse paso entre finales de los años 50 y 1964, fue otro de los factores que contribuyó al auge del anapismo. En general, las agrupaciones políticas de la izquierda fueron incapaces de adaptar sus discursos a las condiciones culturales co­ lombianas. El caso más diciente fue el desmoronamiento del Frente Unido de Acción Revolucionaria FUAR, un movimiento organizado por hombres venidos del Movimiento Socialista Colombiano y del gaitanismo. A ellos les correspondió el mérito de intentar por primera vez la unidad de la izquier-

286 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL da colombiana. Antes de haberse consolidado, los líderes del FUAR tuvie­ ron que vérselas con individualidades de todos los imaginarios izquier­ distas del país: sectores extremistas, demócratas-cristianos, del partido co­ munista, del Movimiento Obrero Estudiantil Colombiano MOEC, personalidades como el líder sindical Andrés Almarales, la emerrelista Ma­ ría Elena De Crovo, etc. Aunque se reclamaba popular, los contenidos del discurso del FUAR estaban lejos de ser captados por el colombiano del común. La profundidad del análisis que hacían de la realidad colombiana quienes allí se reunieron, no se identificaba en lo más mínimo con las verdaderas e inmediatas angustias de los colombianos. Su antiimperialis­ mo desprovisto de un contenido nacional, congeniaba más con la expe­ riencia histórica del pueblo cubano que con la de los colombianos. A la radicalización de corrientes internas de los movimientos políticos no co­ rrespondió una rápida respuesta de favorecimiento popular. De otra parte, no fue indiferente a los acelerados cambios que transformaban al mundo en los años 60. Una corriente del MRL identificada con los nacionalismos tercermundistas que se expresaban a través de las revoluciones en África, Asia y la cubana en América Latina, marcó la pauta para la división del MRL en la "Línea Dura" y la "Línea Blanda", no obstante que exteriormente se arguyera que había sido la colaboración de algunos emerrelistas en el gobierno lo que había provo­ cado la crisis. Clamando por la unidad de todos los inconformes contra el Frente Nacional, la línea dura, siguió los pasos del FUAR, no obstante que su discurso se identificó en un principio con el de los anapistas. Los "duros" se apropiaron de La Calle. El periódico se convirtió en vocero de los sindicatos colombianos que luchaban por la nacionalización de sus empresas; el discurso en general tomó un sabor extranjerizante a pesar de su acendrado nacionalismo. El avance político-electoral del anapismo mostró también el nuevo rostro de la ciudad colombiana. Una estructura social nueva anunciaba su presencia. Gran parte de los votos a favor de la ANAPO tuvo su origen en los nuevos sectores provenientes del campo que se habían instalado recientemente en las afueras de las ciudades grandes e intermedias. Los nuevos habitantes conformaban una masa socialmente amorfa e indefi­ nida. Se trataba por lo general de campesinos expulsados de las áreas rurales, no integrados por el sector de la producción. Ahora, convertidos en vendedores ambulantes, tenderos, artesanos, trabajadores temporales de las obras públicas, etc., pusieron de manifiesto su presencia en la ciu­ dad encomendándose a las listas del General Gustavo Rojas Pinilla. Eran ellos los principales receptores del discurso que María Eugenia, Jaime Piedrahíta, Hernando Olano Cruz y otros parlamentarios manejaban en

287 CESAR AUGUSTO AYALA DIAGO la Cámara. Discurso que aunque orientado al hombre del campo, era el más cercano a su cultura política. Con el impulso de los anapistas en 1964, se asiste además a la cora- plementación por abajo del proceso de laicización política manipulado por arriba por quienes usufructuaban el Frente Nacional. El que liberales eligieran candidatos conservadores y votasen favoreciendo al General Rojas, constituye un gran mérito de ANAPO; fue esa, paradójicamente, su contribución a la conciliación política del país. Las elecciones de 1964 mostraron entre muchas cosas, que el país estaba transformándose de manera acelerada. Si bien no faltaban las elucubraciones individuales, las organizaciones llamadas a explicar y orientar las nuevas actitudes frente a los cambios, ante ese deslumbramiento que produjo el contacto con el mundo moderno, con la interpretación de los grandes problemas de la humanidad, no estaban preparadas para afrontar el futuro inmediato. Ante la desazón del temor por el porvenir, las propuestas de Rojas Pinilla, identificadas con un pasado, que por poco que hubiese sido, marcó una época mejor (aunque parezca contradictorio), fueron paulatinamente se­ duciendo a la población. La Iglesia, comprometida con el nuevo orden y ubicada a espaldas de la evolución misma de la Institución, no estuvo en capacidad de canalizar la incertidumbre social. Por eso Rojas, ante la intransigencia oficial que intentaba callarle, utiliza como respuesta la misma intransigencia, mez­ clada en un discurso que penetra la conciencia social de ese nuevo país urbano en ebullición, para el que las peroratas rojistas adquieren el sen­ tido mesiánico yjusticiero que muchos hubieran querido oír de la Iglesia. Así, las circunstancias históricas hacen que el venerado sea el General, quien empieza a recibir las adherencias de amplios grupos de colombia­ nos venidos desde la concepción del cristianismo popular, del marxismo, de la desilusión de la experiencia emerrelista y de la disolución de ante­ riores corrientes políticas, tendencias estas que descubren en lo abigarra­ do del discurso anapista el espacio para volcar todos sus idearios. Con el amplio respaldo que obtuviera la ANAPO en las elecciones de 1964, el movimiento renunciará definitivamente a su táctica: conspira­ ción - participación electoral como vía para la toma del poder. La lectura, asimilación y aplicación que de los nuevos documentos papales hacen sus ideólogos, contribuirán para que tanto ellos como la militancia en gene­ ral, se vuelquen hacia formas más civilizadoras de ejercer la política. El contenido de "Paz en la Tierra" derrumbó los muros que impedían en Colombia que sectores recalcitrantes del conservatismo e incluso del li­ beralismo, se negaran con obstinación a reconocer en el país la influencia de un mundo contemporáneo cada vez más pluralista y laico. Lo impor-

288 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL tante después del legado de Juan XXIII, es que no quedaba espacio entre los católicos para odiar a los demás por las diferencias políticas, ahora lo importante era tener conciencia de ser todos personas, seres humanos. El nuevo documento de la Iglesia invitaba a la comprensión entre creyen­ tes e incrédulos, entre católicos y socialistas. Los ideólogos anapistas que se distinguían por su acendrado catolicismo y que a la larga se habían convertido en los verdaderos defensores de la religión "católica, apostó­ lica y romana" (ante la comunión de la Iglesia colombiana con el Frente Nacional), al leer el texto de la encíclica y percatarse de que allí no que­ daba espacio para el fundamentalismo, no les quedaba otro camino que cambiar o desaparecer de la escena política. En la ANAPO militaban aquellos conservadores que, como Nieto Rojas (entre tantos reconsquistadores), en su resistencia al establecimiento del Frente Nacio­ nal habían calificado a sus adversarios de masones, ateos y librepen­ sadores. ¿Qué podrían decir ahora?. ¡ Valiente paradoja histórica !. Aun­ que en la votación de 1964 reafirmó su fuerza conservadora, las nuevas condiciones históricas y la historia misma del país, obligarían a que el rojaspinillismo fuera una cosa distinta a la condensación de espíritus am­ bulantes de los fundamentalismos conservadores. A partir de 1964, el discurso de la ANAPO empezará a dejar de ser identificado como exclusivamente conservador, su mensaje comenzará a seducir a otro tipo de mentalidad: las puertas del movimiento se le abrirán a liberales, a socialistas, y a librepensadores. En su discurso tendrán cabida sectores sociales y políticos incongruentes con el establecimiento e incluso políti­ cos e ideólogos de alguna inspiración marxista impresionados con el crecimiento del anapismo. Nutrida de distintas personalidades y en trance de convertirse en un verdadero bloque de liberales y conservadores, la ANAPO no era un par­ tido moderno. Era más bien la conciliación entre lo viejo y lo nuevo, era la concentración de un largo proceso político-cultural que se expresaba en su quehacer político. Se trataba de un movimiento caudillista y profundamente carismático, en contravía con lo que se cree que fueron los años 60. En su interior todo giraba en torno del General, quien tenía la capacidad de dirimir los conflictos internos y apaciguar los ánimos que él y sus compañeros de tribuna encendían en las manifestaciones. Su ascendencia en las masas tenía el carácter pastoral que le había quedado de su experiencia en el gobierno, una relación de poder político-religiosa y abstracta que le definía su capacidad de convocatoria popular. Para los colombianos que resistían a las consecuencias de la modernidad, Rojas no solo ejercía ese poder pastoral del autosacrificio —conspiraciones, confinamientos, persecuciones, calumnias, etc,— sino que su aura se afir-

289 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO maba en la mentalidad religiosa nacional como una figura pascual: la resurrección y la ascensión de un hombre que había sido asesinado políticamente. En la primera etapa de su vida política, la ANAPO demuestra capaci­ dad para canalizar aspiraciones de capas sociales rezagadas del modelo liberal de desarrollo. Rojas empieza a convertirse en el vocero del fenó­ meno político:social de la marginalidad que cubría las grandes ciudades y en el médium de los pueblos que se transformaban en ciudades inter­ medias. Empieza desde entonces a perfilarse el anapismo como la variante acabada que caracterizaría al populismo colombiano pero no desde el liberalismo como comúnmente se cree, sino como una reunión de corrientes pragmáticamente conservadoras de ambos partidos tradicionales. Populismo que no se da como una propuesta ideológica de alternativa consciente, ni siquiera como mecanismo de manipulación del otro. Es más bien al contrario: los idearios populistas que venían nave­ gando a lo largo del siglo por vertientes amplias y difusas de las disiden­ cias del inquebrantable bipartidismo colombiano, se canalizan en las for­ mas y contenidos políticos que identificarán al movimiento anapista en el siguiente período de su historia.

290 ANEXOS

ANEXOS

ANEXO No. 1

El Movimiento de La Reconquista obtuvo mayoría conservadora en los departamentos de Santander y Boyacá. En el primero, de los 138.729 votos conservadores para Senado, 74.183 fueron para La Reconquista. Aquí, los dos partidos tradicionales aparecieron casi con igual número de electores. La ventaja de 10.775 votos que le sacó el liberalismo al con­ servatismo y la supremacía del alzatismo entre las vertientes conservado­ ras presagiaban una cruenta lucha política futura por la conquista de las masas. Bucaramanga fue la única ciudad capital donde triunfó La Recon­ quista: el 71.3% de los votos conservadores de la capital santandereana fue unionista. En 3 de los 36 municipios donde ganaron los reconquista­ dores, fue peleada la votación con los laureanistas: San Gil, El Guaca­ mayo y San Andrés. El laureanismo en Santander no obtuvo curules al Senado. En cam­ bio, los unionistas alcanzaron dos renglones en esa Corporación y aven­ tajaron a los seguidores de Gómez en un renglón a la Cámara. En donde mejor se percibió la supremacía de los reconquistadores fue en el núme­ ro de escaños para la Asamblea Departamental: seis curules frente a tres. Mientras las listas laureanistas alcanzaron 61.415 para Senado y 61.996 para Cámara, la votación a la Asamblea se redujo a 58.826 sufragios. En Boyacá, por su parte, la votación conservadora para Senado fue de 163.610 de los cuales le correspondieron 83.582 votos al unionismo. El laureanismo logró el primer renglón en su lista al Senado. El 52% de la votación conservadora obtenida en Boyacá le permitió a La Reconquista contar con 2 escaños en el Senado, 4 en la Cámara y 6 en la Asamblea. Numéricamente, el unionismo aventajaba al laureanismo con una curul más en cada una de las tres Corporaciones. Haciendo un seguimiento del comportamiento por municipios, en lo que a Cámara de Representantes

293 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO se refiere, encontramos que la victoria de la lista unionista es notable en 56 de los 116 municipios. Salvo en Pauna, en ninguna otra localidad pudieron los laureanistas sobrepasar la cifra de un mil votos. En ninguna población tuvieron los reconquistadores que pelear su votación. El 87% de los votos en dichos municipios pertenecieron al Movimiento de Unión y Reconquista. El éxito de Santander y Boyacá se explica no solo por el amplio nú­ mero electoral conservador residente allí; es necesario tener en cuenta que la campaña en esas regiones tomó las características de un debate doctrinario con la presencia de los cuadros del conservatismo mayor­ mente contrarios a los pactos y mejor cualificados para la discusión ideo­ lógica. Pero hay que anotar, además, una tendencia notable: la pelea por las masas conservadoras en los departamentos de tradición doctrinaria se dio entre las corrientes laureanista y alzatista. Valencia le ganó a éstas con ventaja en Antioquia y a los unionistas en Cundinamarca. Aquí los valeneistas fueron la segunda fuerza conservadora. Lo fueron también en Caldas y Valle. En Norte de Santander el laureanismo logra vencer al alzatismo. Los valeneistas a duras penas obtienen el 3.3% de los votos conservadores (Ver Cuadro No.l). Los unionistas superaron a sus adversarios en 16 de los 34 municipios del Departamento. En Arboledas sólo hubo votación por ellos. En Villa Caro un voto laureanista compitió contra 2.670 a favor del candidato de La Reconquista. En Cundinamarca, el conservatismo alzatista pudo sacar adelante al Representante Carlos J. Vargas con el 68% de la población conservadora de 9 municipios de los 114 del Departamento. En la única población donde fue peleada la vota­ ción conservadora fue en La Peña. Únicamente en Quetame los valeneis­ tas fueron la segunda fuerza, el resto de los votos se distribuyeron entre los dos extremos electorales, aunque no doctrinarios, del alzatismo y del laureanismo. En Caldas, los alzatistas fueron la tercera fuerza conser­ vadora. Pero ganaron el debate en siete de los 45 municipios del Depar­ tamento. En Samaná las tres corrientes conservadoras estuvieron cerca­ nas en votos. Allí los valeneistas fueron la segunda fuerza de esa colecti­ vidad. El 50% de los votos conservadores aquí le correspondieron al candidato unionista, mientras el otro 50% hubo de repartirse entre las otras dos corrientes. En el Departamento del Valle, La Reconquista sólo gano en El Cairo y en Andalucía. En el primero con una ventaja débil frente al laureanismo. En Córdoba ganó la Reconquista en dos de sus 20 municipios: Lorica y San Carlos. En Lorica fue álgido el debate entre laureanistas y alzatistas: 1.840 para los primeros y 1915 para los segundos; en cambio, en San Carlos ganaron con ventaja los reconquistadores con 489 votos frente a 174 de laureanismo y 98 del valencismo.

294 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

CUADRO 1.

Listas para Representantes • Marzo 16 de 1958 Candidatos 4 de mayo de 1958

Departamento Reconquista Valencia Laureano Total Total Jorge Alberto conser­ liberal Leyva Lleras vador

N. Santander 39939 3193 54168 97900 58997 99319 65526

Santander 71754 5522 61996 139272 148747 94964 159732 Cundinamarca 23987 47831 131473 203201 394162 93534 498492 Boyacá 82827 6139 73676 162642 108664 80900 119611

Valle 15191 21393 120963 157547 230467 79380 265402

Caldas 18467 31327 93585 143379 173627 45363 196029 Antioquia 8470 75332 101840 185642 224331 21426 244712

Totales 260545 190737 637701 1088983 1338995 514886 1549504

CUADRO 2. Departamentos de mayor votación por Jorge Leyva. Mayo de 1958

No Departa­ J. Leyva A. Lleras C. Municipios Municipios donde % mentos ganó Jorge Leyva 1 N. Santander. 99.319 65.526 34 20 58

2 Santander 94.964 159.732 75 27 36

3 Cundinamarca 93.534 498.492 108 29 27

4 Boyacá 80.900 119.611 116 43 37

5 Valle 79.380 265.402 42 17 40 6 Tolima 51.862 152.862 43 11 25

7 Caldas 45.363 196.029 45 12 26 8 Antioquia 21.426 244.712 100 6 6

Totales 566.748 1.702.360 563 165 100

El Departamento más débil en respaldo conservador para los recon­ quistadores fue Antioquia. En ningún municipio pudieron ser la primera fuerza conservadora. Sólo en Santuario compitieron con los laureanistas, pudiendo quedar por arriba de los valeneistas, que tenían en Antioquia su fortín. A diferencia de los otros casos estudiados, aquí la pelea se dio entre laureanismo y ospinismo.

295 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

ANEXO No. 2 Norte de Santander fue el único Departamento donde el candidato con­ servador derrotó al del Frente Nacional (Leyva aventajó a Lleras por 33.793 votos). En Salazar, Hacarí, Lourdes, y La Playa el respaldo fue absoluto (Ver Cuadro No.3). Casi absoluto en Santiago, Mutiscua, Cucu- tilla, Villacaro y Gramalote. En Ocaña y Pamplona la votación fue reñida. En la primera población Leyva ganó por sólo 192 y en la segunda por 506. Leyva logra reunir en las urnas a las vertientes conservadoras. Si sumamos las votaciones de las tres corrientes conservadoras en marzo, 97.300, y las confrontamos con los 99.319 votos que allí sacó Leyva, ve­ mos que además aumenta el rechazo por el candidato frentenacionalista (Ver Cuadro No.l). Nos explicamos este comportamiento entre otras razones por contar la candidatura de Leyva con el decidido respaldo del connotado dirigente laureanista Manuel Bayona Carrascal, quien había resultado electo por un margen amplio de votación al Senado de la Re­ pública en las elecciones de marzo. Bayona y Leyva conforman una pare­ ja que, al recorrer y alternarse el uso de la palabra en las plazas públicas del país, promueven la imagen de un laureanista vivo, combatiente y doctrinario aunque sin la presencia de su jefe máximo. Es Santander el segundo Departamento donde Leyva obtiene amplia votación. El candidato conservador le gana a Lleras en el 36% de los municipios del Departamento. En 22 de los 27 pueblos que salió favore­ cido las cifras son superiores a mil. Fue reñida la votación en Guaca y Enciso. En este último, Leyva supera a Lleras sólo en 77 votos. Fue abso­ luto el triunfo del unionismo en El Guacamayo y en Confines. Sólo un voto frentenacionalista hubo en Charta y Cabrera, dos votos en Califor­ nia y cinco en Galán. Fue numerosa la votación por Leyva en Cundinamarca. Allí ganó en el 27% de los 108 municipios del Departamento. De 23.897 votos en marzo, los unionistas aumentan a 93.534 en mayo. De las 29 localidades donde salió favorecido, en 25 obtuvo cifras por encima de los mil votos. El margen de amplitud de votación frente a Lleras fue notorio en Gache­ ta, Arbeláez, Macheta y Manta. La victoria fue absoluta en Vergara y Que- bradanegra. Sólo hubo un voto por Lleras en Nimaima y La Peña. Fue reñida la pelea en Susa y Pacho. Sin embargo, Leyva no pudo contar con la gran cifra total conservadora de marzo: 203.201 votos. Mientras que Lleras alcanzó 498.492 sufragios, 104.330 más que en los resultados ob­ tenidos por los liberales en las elecciones legislativas que bien pudieron venir en gran parte del laureanismo. Al fin y al cabo era el Departamento donde mayor influencia tenía el viejo caudillo.

296 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

En Boyacá, más que en otros departamentos donde triunfó el unio­ nismo, la pelea por el favorecimiento popular conservador se dio entre las listas alzatistas y laureanistas. Los leyvistas ganaron en el 73% de los 116 municipios. Con significativa ventaja en Boavita: 3 votos por Lleras frente a 4165 de Leyva; La Uvita: 1 frente a 2071; Santa Sofía: 47 frente a 1045; Guicán: 0 frente a 524. El enfrentamiento electoral estuvo pola­ rizado en Cultiva, Tutasa, Busbanza y Umbita. Como en Cundinamarca, en el Valle el Movimiento unionista eleva considerablemente el respaldo popular en las elecciones presidenciales. De 15.191 votos que sacaron los reconquistadores en la contienda legis­ lativa, aumentaron a 79.380 en mayo. Leyva derrota al candidato frente- nacionalista en el 40% de los municipios. En el Águila, el triunfo es total. En El Cairo, Lleras alcanzó 5 votos frente a 3.328; en Argelia también 5 ante 3.060; en Anserma Nuevo 7.658 frente a 33. Tan solo en Bugalagran- de fue estrecho el triunfo leyvista. Aquí el Frente Nacional alcanzó 2061 y los unionistas 2080. Para el Tolima es característico lo siguiente: En las localidades de San Antonio y Alpujarra, Leyva gana por un margen amplísimo de votos. En este Departamento el candidato conservador derrota a su adversario en el 25% de los municipios. En Guamo tuvo lugar la confrontación mayor entre los dos candidatos: Leyva venció a Lleras sólo por 459 votos. En Caldas, Lleras fue derrotado en 12 de los 45 municipios del Departa­ mento. Con significativa ventaja Leyva le ganó en Santuario, Pijao, Mar- quetalia, Balboa y Filandia. Y por último, el caso de Antioquia. Para la jornada de marzo, los reconquistadores no pudieron ganar las elecciones en ninguna localidad antioqueña. Salvo el caso de Santuario, en las demás poblaciones sus adversarios conservadores le sacaron considerable ventaja, en cambio es­ ta vez, en seis de los 100 municipios del Departamento Leyva pudo ven­ cer al Frente Nacional. Fueron ellos: Támesis, San Carlos, Santuario, Je- ricó, Guateque y Valparaíso. En este último los dos candidatos midieron fuerzas: 587 votos de Lleras frente a 661 de Leyva.(Ver cuadros).

297 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

CUADRO 3.

Elecciones para la Cámara - marzo 16 Elec. presidenciales Votación Conservadora Total Total Jorge Alberto Localizacion - Recon­ Valencia Lau­ liberal Conser­ Leyva Lleras quista reano vador N. Santander 1. Arboledas 6895 0 0 2724 6895 8172 2771 2. Salazar 4419 0 1284 9 5703 6593 0 3. Ocaña 3619 208 1330 4632 5157 4907 4715 4. La Playa 2822 33 1007 25 3932 4021 0 5. Pamplona 2936 372 531 2362 3839 3312 2806 6. Villacaro 2670 0 1 0 2671 2912 3 7. Hacari 2083 0 39 0 2122 2864 0 8. Lourdes 2038 0 283 0 2321 2570 0 9. Pamplonita 845 13 680 10 1538 1656 7 10. Mutiscua 1429 6 0 0 1435 1446 1 11. Santiago 829 3 335 1 1167 1224 1

Santander 1. Bucaramanga 6490 904 1712 35460 9106 6725 38044 2. Barichara 2858 1907 22 348 4787 4600 385 3. San Andrés 2052 1 1686 1226 3739 3917 1239 4. Málaga 3820 22 246 240 4088 3766 325 5. Malagavita 3212 0 0 304 3212 3340 306 6. Guaca 2113 0 470 2920 2583 2914 1975 7. Piedecuesta 2907 1 23 2067 2931 2699 1912 8. Capitanejo 2557 0 27 224 2584 2262 172 9. Matanza 1697 6 500 746 2203 2162 744 10. Cabrera 1150 0 0 0 1150 1430 1 11. Enciso 856 0 574 1340 1430 1230 1153 12. Umpala 1035 52 0 484 1087 1045 449 13. California 604 0 8 0 612 1029 2

Cundinamarca 1. La Peña 2021 2 1440 7 3463 3306 1 2. Macheta 2945 1 31 495 2977 2582 551 3. Carmen de Carupa 1232 0 543 203 1775 1723 393 4. Quetame 897 614 510 564 2021 1342 639 5. Fosca 1384 9 466 205 1859 1090 287 6. Cucunubá 1057 0 78 300 1135 926 380

Continúa... 298 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

... Continuación Cuadro 5. Elecciones para la Cámara - marzo 16 Elec. presidenciales Votación Conservadora Total Total Jorge Alberto Loralización Recon­ Valencia Lau­ liberal Conser­ Leyva Lleras quista reano vador Boyacá 1. Pauna 5006 0 1631 24 6637 6807 162 2. Chiquinquirá 5002 55 652 2059 5709 4754 2230 3. Boavita 4325 0 651 3 4976 4165 3 4. Saboyá 3029 2 434 2260 3465 3188 2223 5. Jericó 2317 0 309 1 2626 2432 4 6. La Uvita 2678 0 43 6 2721 2071 1 7. Maripi 1978 0 0 681 1978 1952 628 8. Susacón 1228 0 675 9 1903 1778 1 9. Macanal 2226 500 617 43 3343 1633 90 10. Rondón 1528 0 100 71 1628 1494 48 11. Chinavita 1548 10 39 133 1597 1458 132 12. 1397 0 530 643 1927 1449 645 13. Sta. RosaV. 1440 0 144 459 1584 1194 511 14. Belén 1317 0 9 531 1326 1121 603 15. Copera 1148 0 0 74 1148 1096 91 16. Almeida 1016 625 33 331 1674 1074 454 17. Ráquira 1372 0 38 464 1410 1068 453 18. Virachará 249 0 39 20 288 1005 250 19. Topaga 481 0 174 114 655 508 120 20. Monguí 1127 0 93 37 1220 491 181 21. Cultiva 452 0 0 237 452 245 240 22. Tutasa 219 0 0 199 219 214 201 Valle 1. El Cairo 2009 38 1829 1 3876 3328 5 Caldas 1. Manzanares 1898 707 534 756 3139 2314 1012 2. Balboa 1246 34 628 544 1908 1540 451 3. Marquetalia 1793 0 490 154 2283 1346 271 Antioquia 1. Támesis 7 2845 466 670 3318 1327 979 2. San Carlos 51 1249 2359 325 3659 1301 432 3. Santuario 1349 9 2420 132 3778 1061 215 4. Jericó 55 1207 1066 508 2268 1049 698 14 1041 4 73 1059 719 81 6. Valparaíso 0 250 565 553 815 661 587

299 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

CUADRO 4. Evolución electoral de los Municipios santandereanos donde ganó la Reconquista en 1958

Municipios Reconquista J. Leyva Unionismo Anapo Anapo marzo 1958 Mayo 1958 1960 marzo/62 Conserv./64 1 Bucaramanga 6490 6725 4029 2969 5428 2 Málaga 3820 3706 2985 540 1012 3 Mogotes 3326 - 3479 16 25 4 Molagavita 3212 3340 1660 40 9 5 Piedecuesta 2907 2699 1172 289 788 6 Socorro 2872 2481 1726 34 226 7 Barichara 2858 4600 3568 13 23 8 San José M. 2720 2721 2576 177 207 9 Guadalupe 2718 1438 1481 16 75 10 Rionegro 2618 2483 2317 1132 890 11 Capitanejo 2557 2262 1615 253 638 12 Jesús María 2328 3333 1037 188 1275 13 San Gil 2173 2962 2603 82 368 14 Guaca 2113 2914 1955 91 615 15 San Andrés 2052 3917 1217 430 616 16 S.Joaquín 1919 1933 1376 671 39 17 Matanza 1697 2162 1547 66 696 18 S. Miguel 1485 1251 932 - 12 19 Gambita 1417 194 1116 - 6 20 Girón 1416 1296 662 97 616 21 Cabrera 1150 1430 1183 - - 22 Sorata 1064 1756 846 229 486 23 Umpala 1039 1045 1056 12 142 24 Oiba 982 - 686 - 30 25 Lebrija 930 1369 861 18 586 26 Florida B. 875 821 416 224 436 27 Enciso 856 1280 679 76 236 28 Barbosa 761 656 267 7 65 29 California 604 1029 493 37 365 30 Los Santos 644 464 209 3 36 31 Palmas Soc. 469 408 423 - - 32 Páramo 443 306 177 - - 33 Simacota 420 309 82 1 2 34 Sunta 273 207 213 - 4 36 Aratoca 27 6 - 1 1 36 Tona 23 - 1 - - Totales 63258 63503 46645 7720 15953

Continúa.. 300 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

... Continuación Cuadro 4.

Coeficiente de irang o entre los anteriores resultados electorales

Movimiento Reconquista Leyva Ospino Anapo Anapo Año político 1958 1958 alzatismo 1962 Conservador 1960 a 1964 1958 Reconquista 1 1958 Jorge Leyva 0.81 1 1960 Ospino-Alzatismo 0.87 0.73 1 1962 Anapo 0.70 0.65 0.52 1 1964 Anapo 0.70 0.69 0.49 0.92 1 Conservadora

CUADRO 5. Evolución electoral de los Municipios Boyacences donde ganó la Reconquista en 1958

Municipios Reconquista J. Leyva Unionismo Anapo Anapo marzo 1958 mayo 1958 1960 1962 conservadora 1964 1 Pauna 5006 6807 2616 78 220 2 Chiquinquirá 5002 4754 4359 213 1625 3 Boavita 4325 4165 2933 138 1089 4 Pesca 3959 304 726 83 248 5 San Mateo 3886 - 1953 890 1016 6 Umbita 3081 25 1915 1946 823 7 Saboyá 2029 3188 1814 297 949 8 La Uvita 2678 2071 1776 1730 1524 9 Jericó 2317 2432 1382 546 513 10 Macana! 2266 1633 1381 1970 306 11 Garagoa 2197 7 1574 985 605 12 Maripi 1978 1952 714 142 68 13 El Espino 1974 - 1704 68 287 14 Ciénaga 1817 1703 1530 1167 774 15 La Capilla 1654 - 1264 59 154 16 Chinavita 1548 1458 1387 840 318 17 Rondón 1528 1494 1339 162 396 18 S. Rosa de V. 1440 1194 1137 364 533 19Socha 1397 1449 1489 1063 192 20 Ráquira 1372 1068 1099 72 261 21 Belén 1317 1121 1102 66 35 Continúa...

301 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

... Continuación Cuadro 5. Municipios Reconquista J. Leyva Unionismo Anapo Anapo marzo 1958 mayo 1958 1960 1962 conservadora 1964 22 Cerinza 1252 1192 1148 301 372 23 Susacón 1228 1778 621 9 334 24 S. Luis de G. 1158 - 322 15 169 25 Coper 1148 1096 897 1 150 26 Mongua 1127 491 1057 758 503 27 Socotá 1119 788 543 38 61 28 Pachavita 1028 985 566 373 527 29 Almeida 1016 1074 1030 43 78 30 Ventaquemada 1014 7 790 153 12 31 Beteitiva 806 513 415 216 114 32 Caldas 787 681 378 13 117 33 Sutamarchán 779 - 384 29 100 34 Togui 737 - 396 60 1 35 Tuta 642 382 544 286 310 36 Tinjaca 618 574 589 135 140 37 Berbeo 508 - 494 41 13 38 Paya 502 - 624 - - 39 Nuevo Colón 484 330 173 63 7 40 Topaga 481 508 252 263 290 41 Zetaquira 453 557 62 4 32 42 Cultiva 452 245 241 - 16 43 Miraflores 385 - 98 41 18 44 Viracachá 249 1005 802 180 320 45 Tibana ,226 - 64 1 5 46 Tutasa 219 214 217 15 - 47 Samacá 206 129 34 206 55 48 Tota 205 103 115 - 1 49 Marroquín 158 - - - - 50 Turmequé 112 - 36 15 5 51 Sachicá 83 - 11 - - 52Jenesano 74 34 42 74 5 53 Pajarito 52 - 32 - - 54 Orocuc 36 - - - - 55 Aguazul 12 - 4 - - 56 Chiscas 9 5 2 - - Totales 72.136 49.516 48.177 16212 15.691

302 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

Coeficiente de rango entre los anteriores resultados electorales

Movi­ Recon­ Leyva Ospino- Anapo Anapo con­ Año miento quista 1958 Alzatismo 1962 servadora político 1958 1960 1964 1958 Reconquista 1 1958 Leyva 0.71 1 1960 Ospino-Alzatismo 0.88 0.74 1 1962 Anapo 0.39 0.13 0.42 1 1964 Anapo-conservadora 0.72 0.53 0.81 0.56 1

CUADRO 6. Evaluación electoral de los municipios vallecaucanos donde ganó Jorge Leyva en 1958

Municipios Jorge Leyva Unionismo 1960 Anapo 1962 Anapo mayo 1958 Conservadora 1964 1 Ansermanuevo 7658 4996 1577 3123 2 Trujillo 5987 5624 2783 1568 3 El Águila 5477 3178 1246 1428 4 Bolívar 5098 2588 1062 1698 5 Riofrío 3349 3634 336 1173 6 El Cairo 3328 2665 482 1667 7 Roldanillo 3313 3259 362 1311 8 Toro 3117 1743 329 796 9 Argelia 3060 1842 795 1154 10 El Dovio 2459 2578 74 1076 11 Bugalagrande 2058 2578 610 1131 12 La Victoria 1942 1822 647 1282 13 Versalles 1939 1884 604 1695 14 Ulloa 1301 1471 - 383 15 Restrepo 1293 1462 303 1028 16 La Unión 1055 1424 75 601 17Vijes 834 656 34 202 Totales 53268 43313 11319 21316

Coeficiente de rango entre los anteriores resultados electorales

Año Movimiento Leyva Ospino- Anapo Anapo político (1958) Alzatismo (1962) conservadora (1960) (1964) 1958 Leyva 1 1960 Ospino-Alzatismo 0.85 1 1962 Anapo 0.80 0.80 1 1964 Anapo-Conservadora 0.80 0.71 0.61 1

303 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

CUADRO 7. La Anapo en las elecciones de 1962 y 1964

ALA CONSERVADORA 1962 1964 Total % Respecto a la Total % Respecto a la Departa­ Dptos: 19 votación conser­ Dptos: 19 votación conser­ mentos vadora vadora Total conservador departamental Total conservador departamental Nal: 1402786 Nal: 1095465 1 Valle 25191 18,5 50186 45,3 2 Boyacá 23754 18,8 32049 32,8 3 Cundinamarca 21891 11.0 54284 38,2 4 Antioquia 17776 8,8 38438 22,6 5 Santander 8976 8,7 22056 27,2 6 N.Santander 4743 7,1 12377 24,3 7 Caldas 3893 2,7 27944 27,8 8 Magdalena 3329 8,8 3400 9 9 Córdoba 2414 6,7 7071 22 10 Tolima 2375 3,6 18189 38 11 Atlántico 1245 3,8 7111 17 12 Huila 7383 22,16 13 Nariño 4620 9,7 14 Meta 4154 33,6 15 Cauca 2037 5,7 16 Caquetá 1415 34,3 17 Chocó 505 7,5 Totales 115587 - 293183 -

ALA LIBERAL 1964 Departa­ Total Dptos: 19 % Respec:t o a la votación mentos liberal de parlamenta! Total liberal Nacional: 1157998 1 Santander 5736 0,5 2 Antioquia 4360 0,37 3 N. Santander 2255 0,2 4 Boyacá 1513 0,13 5 Huila 1323 0,11 6 Cundinamarca 736 0,06 7 Tolima 572 0,05 Total 16495 -

304 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

CUADRO 8. Evolución electoral de los Municipios antioqueños donde ganaron las listas valeneistas en 1958

Municipios Valeneistas Unionismo Anapo Anapo marzo 1958 marzo 1960 marzo 1962 Conservadora 1964

1 San Roque 2868 2145 561 424

2 Támesis 2845 875 99 1502

3 huango 2820 1446 2 250

4 Andes 2770 942 73 1216

5 Liborina 2742 406 - 266 6 Yolombó 1616 1252 59 137

7 San Andrés 1598 326 15 43

8 Sopetrán 1400 339 43 81

9 Carolina 1391 1016 281 456

10 Jardín 1293 930 - 87

11 San Luis 1230 2157 1294 1611

12 Jericó 1207 1665 448 1004

13 San Rafael 1106 1057 5 156

14 Cisneros 1073 1171 20 353

15 Amalli 1060 715 5 3

16 Guatape 1041 11 1 181

17 Sto.Domingo 1028 1495 19 149

18 Amaga 1002 455 45 285

19 Guarne 946 341 19 122

20 Sabanalai ga 896 2 1 43 21 Toledo 894 51 - 88 22 Buriticá 891 240 241 31

23 Fredonia 847 1 105 293 550

24 Antioquia 833 538 2 192

25 Salgar 804 277 8 14

26 Caramauta 722 875 13 70

97 Remedios 690 329 51 74

28 Betania 673 405 15 268

29 Pto.Benío 661 327 126 86

305 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

Continuación Cuadro 8.

Municipios Valeneistas Unionismo Anapo Anapo marzo 1958 marzo 1960 marzo 1962 Conservadora 1964

30 Pueblorrico 634 247 98 355 31 Ebejico 613 59 - 19 32 Frontino 600 193 21 307 33 Armenia 580 287 - 32 34 Anori 569 413 - - 35 Gómez Plata 560 113 6 83 36 Belmira 543 52 - 112 37 Venecia 484 167 1 124

38 Dabeiba 439 112 23 9

39 Abriaqui 438 216 4 10

40 Angelopolis 372 258 6 58 41 Peque 300 19 -

42 Titiribí 260 62 2 8

43 Giraldo 244 202 3 2

44 Caicedo 147 48 - 2

Totales 45742 25671 3903 10893

Coeficiente de rango entre los anteriores resultados electorales

Año Movimiento Valencia Ospino- Anapo Anapo político (1958) Alzatismo (1962) conservadora (1960) (1964)

1958 Valencia 1

1960 Ospino-Alzatismo 0.57 1

1962 Anapo 0.22 0.06 1

1964 Anapo Conservadora 0.53 0.60 0.67 1

306 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

CUADRO 9. Evolución de los Municipios tolimenses donde ganó el laureanismo en 1958

Municipios Laureano 1958 Leyva 1958 Doctrina 1960 Anapo 1962 Anapo 1964 1 Ibagué 8871 6009 3794 534 2575 2 Alpujarra 2439 2051 173 24 49 3 Alvarado 374 380 108 - 20 4 Ambalema 261 13 114 1 90 5 Anzoátegui 2394 630 1396 43 1255 6 Armero 595 - 215 - 11 7 Ataco 842 1371 211 1 164 8 Cajamarca 1574 719 332 - 231 9 Carmen de Apicalá 425 296 7 1 51 10 Casablanca 2260 2546 639 - 186 HCoello 286 282 194 20 125 12 Coyaima 475 123 204 - 64 13 Cunday 2599 2521 131 370 1181 14 Chaparral 1203 1031 316 22 25 15 Dolores 382 - 17 - - 16 Espinal 5494 2955 2145 379 2166 17 Falan 85 791 148 - 169 18 Flandes 1105 119 467 - 470 19 Fresno 3441 954 632 66 964 20 Guamo 4226 3008 1729 144 2440 21 Herveo 3234 189 468 60 624 22 Honda 372 13 187 3 2 23 Icononzo 334 168 161 - 1 24 Lérida 79 - 93 - - 25 Líbano 3076 2085 913 2 87 26 Mariquita 450 336 126 1 49 27 Melgar 1000 581 261 142 608 28 Natagaima 1316 746 143 20 69 29 Ortega 3482 3229 296 29 342 30 Piedras 17 10 27 - - 31 Prado 532 281 42 - 11 32 Purificación 5217 3614 976 168 1469 33 Roncesvalles 158 3 91 -

307 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

. Continuación Cuadro 9.

Municipios Laureano 1958 Leyva 1958 Doctrina 1960 Anapo 1962 Anapo 1964 34 Rovira 3844 3355 1397 4 699 35 San Antonio 4659 3669 2147 29 447 36 San Luis 2348 1802 365 292 690 37 Santa Isabel 532 4640 662 15 377 38 Suárez 897 575 290 135 39 Valle 1406 1143 162 137 40 Veqadillo 1050 793 140 25 41 Villfi Hermosa 2973 1552 1623 147 42 Villja-Rica 644 477 28 Totales 76951 55060 23550 4781 18183

Coeficiente de rango

Año Movimiento político Laureano Leyva Doctrina Anapo Anapo 1958 1958 1960 1962 1964 1958 Laureano 1 1958 Leyva 0.80 1 1960 Doctrina 0.87 0.74 1 1966 Anapo 0.71 0.59 0.61 1 1964 Anapo Conservadora 0.81 0.65 0.77 0.81 1

308 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

ANEXO No. 3

Aunque es temprano aún para establecer la procedencia de la votación conservadora por la ANAPO, un seguimiento del comportamiento elec­ toral en los municipios donde había triunfado La Reconquista en marzo de 1958, Jorge Leyva en mayo del mismo año, o el ospino-alzatismo en 1960, permite llegar a algunas conclusiones. En el Valle, por ejemplo, la ANAPO obtuvo 25.191 votos, es decir el 18.5% del total conservador regional. Fuera de la votación de la capital (5.408), los votos anapistas provinieron de Trujillo, El Águila, Anserma Nuevo, fortines conservado­ res adversos a la candidatura de Lleras Camargo en 1958 y donde el ospino-alzatismo había derrotado a sus compartidarios . En Trujillo, en particular, el anapismo ganó las elecciones. Sin embargo otros munici­ pios con igual procedencia, tales como: Riofrío, Roldanillo, El Dovio, Bugalagrande, La Victoria, Versalles y El Cairo, brindan escaso apoyo a la ANAPO . El voto anapista vino también de algunas localidades densa­ mente pobladas, o de regiones campesinas como Buga y Tuluá para el primer caso y Calcedonia y Bolívar para el segundo. En Buga por ejem­ plo, la ANAPO obtiene el 53% de los 4967 votos conservadores. Influyó en los resultados obtenidos en el Valle del Cauca, el liderazgo de conservadores de amplia trayectoria política, Hernando Olano Cruz y Elias Salazar García, entre otros. Lo anterior sumado al 60% de la vota­ ción liberal que canalizará el MRL en ciudades como Buga, hacía preveer un futuro promisorio para el avance de la oposición en la región. En Boyacá, Departamento mayormente visitado por las comitivas ana- pistas en el curso de la campaña, La Alianza obtuvo 23.754 votos, corres­ pondientes al 19% de la votación conservadora y al 11.8% de la votación general del Departamento. Se destaca la votación que recibió el Movi­ miento en , ciudad natal del General. Aquí la ANAPO fue la prime­ ra fuerza dentro de las corrientes conservadoras y la segunda entre todas las agrupaciones políticas. Por primera vez en la historia de la re-

La votación en la localidad de Trujillo por Jorge Leyva en 1958 fue de 5.987, la del unionismo, 5.624 en 1960 y 2.783 por la ANAPO en 1962. En El Águila, Leyva ob­ tiene 5.477, el unionismo 3.178 y la ANAPO 1.246. En Anserma Nuevo, 7.658, 4.996 y 1.577 en su orden. (Véase Cuadro No. 6) En Versalles, por ejemplo Leyva alcanza 1.030 votos en 1959; los unionistas triunfan en 1960 con una votación de 1884 y en 1962 la ANAPO obtiene 604 votos. En El Cairo ganan; Leyva con 3.323 y el unionismo con 2.665, mientras que en 1962 la ANAPO logra 482 sufragios. (Véase. Cuadro No. 6) La lista de la ANAPO obtuvo 2.378, superando las otras 4 listas conservadoras: Ed­ mundo Rodríguez: 1104, Ernesto Roa G. :51, Luis Pulido 1. Abella: 1992.

309 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO gión, sobresale una alternativa distinta al bipartidismo oficial. La proce­ dencia del respaldo a Rojas provino de algunos municipios donde el Mo­ vimiento de Unión y Reconquista había triunfado en 1958: Umbita, La Uvita, Macanal, Ciénaga, Chinavita, Topaga, Monguí y Socha . Triunfan los anapistas además en dos municipios de ascendencia laureanista: Nob- sa y Cómbita. Sin embargo, Pauna, Chiquinquirá y Boavita, municipios que apoyaron a reconquistadores y ospino-alzatistas, no se inclinaron in­ mediatamente por el anapismo. En resumen: Es destacable el éxito del joven anapismo en Boyacá, donde se promovió la nueva imagen del General. De ésta región eran oriundos, dirigentes de su plana mayor co­ mo Carlos Arturo Torres, Carlos del Castillo Isaza, José María Nieto Ro­ jas, Enrique Cipagauta Galvis y Alfredo Cuadros, quienes le aportaron a la lucha electoral la experiencia de sus largos años en la vida pública. En Cundinamarca, la ANAPO obtiene el 11% de la votación conserva­ dora del Departamento (21.891). El 83% de los votos tuvieron origen en la capital. El único Municipio donde logran ganar las elecciones los ana- pistas fue Arbeláez; allí Jorge Leyva y los ospino-alzatistas pudieron cana­ lizar en 1958 y en 1960, un electorado laureanista. Podemos afirmar en­ tonces que la votación por los anapistas en esta población provino de los sectores del laureanismo y del unionismo. La votación por la ANAPO en Antioquia fue de 17.776 votos, corres­ pondientes al 8.8% del total conservador regional. En Medellín la vota­ ción conservadora favorece al sector ospinista (30.686), mientras que la no oficialista se polariza entre laureanistas (6.643) y anapistas(5376). Aunque en ninguno de los municipios pudo convertirse en primera fuer­ za conservadora, la ANAPO supera la votación laureanista en: Cocorná, San Luis, Bello, Itagüi, Envigado y Santuario, municipios laureanistas cu­ yo electorado había sido cooptado por el ospino-alzatismo en 1960. La procedencia de la votación conservadora anapista viene directamente del unionismo y remotamente del laureanismo. Al contrario de lo que podría esperarse, el anapismo no encuentra respaldo a sus listas en Támesis, San Carlos, Jericó y Valparaíso, donde el ospino-alzatismo había canalizado la votación conservadora en 1960. Los 8.976 sufragios alcanzados por los anapistas en Santander repre­ sentaron el 8.7% de la votación regional conservadora. En Bucaraman­ ga única ciudad capital donde en 1958 había ganado La Reconquista,

En Umbita, por ejemplo donde La Reconquista derrota a sus advérsanos conserva­ dores en 1958, el ospino-alzatismo vence a las demás corrientes de su partido en 1960, el anapismo supera las votaciones liberales y conservadoras en 1962. (Ver. Cuadro No. 5).

310 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

los anapistas se convierten en la segunda fuerza conservadora de la ciu­ dad: 2.969 votos frente a 4.936 del unionismo y 1.504 laureanistas. El fuerte de la votación anapista lo constituyeron los municipios donde La Reconquista y el ospino-alzatismo habían conquistado su electorado: Rionegro, Floridablanca, Málaga y San Joaquín. En el primero de ellos, la ANAPO le ganó las elecciones a las otras corrientes conservadoras. En los demás se convirtió en segunda fuerza extrayendo su votación del todavía sólido unionismo. En 19 de los 35 municipios nortesantandereanos, la ANAPO logró llegar a los electores. El 79.5% de los 4.743 votos anapistas de Norte de Santander se concentraron en Cúcuta y Convención. En la capital sus 1.968 votos, ubican a la Alianza como la segunda fuerza electoral, des­ pués del unionismo. Gracias a la participación electoral de la ANAPO como corriente conservadora, los votos refundidos en la abstención que afectó al conservatismo en las elecciones que legitimaron el Frente Na­ cional, salieron a flote en algunas poblaciones. En Convención por ejem­ plo, los laureanistas en marzo de 1958 obtuvieron 4.334 votos contra 162 de La Reconquista y uno valencista. En mayo del mismo año, Jorge Leyva alcanza 6.403 votos, que interpretamos como un respaldo de las bases laureanistas a su candidatura. Para 1960 esta misma corriente alcanza 1.716 votos frente a 14 votos del ospino-alzatismo. En 1962 la votación conservadora se divide en 1799 para la ANAPO, 1775 para el laureanis­ mo y 223 para los unionistas. Municipios como Ocaña, Pamplona y Ar­ boledas y Salazar continúan guardando fidelidad a su filiación unionista. La votación por la ANAPO en Arboledas y Salazar que fueran visitados por Rojas a finales de 1961 y cuyas manifestaciones fueron reportadas como exitosas por la prensa anapista, no correspondió a los cálculos del movimiento. En cambio, en Riosucio, un pueblo de Caldas que visitara Rojas en la campaña, la ANAPO alcanzó 455 votos, cifra significativa si se tiene en cuenta que la más alta por la Alianza en el Departamento fue de 573 en Manizales. En Caldas la ANAPO no pudo ganar en ninguno de los muni­ cipios. No obstante que parte del respaldo provino de zonas donde gana­ ra La Reconquista, la ANAPO ocupó siempre el último lugar entre las listas conservadoras . En Magdalena a diferencia de los otros Depar­ tamentos, la Alianza se presentó con dos listas. Sumados sus resultados, la cifra de 3.329 no le permitió superar las votaciones unionistas y laurea-

El 72% de la votación anapista en Caldas estuvo distribuido de la siguiente manera: los votos mencionados de la capital y Riosucio, 528 en Armenia, 461 en Pereira, 420 en Pijao y 381 sufragios en Belén de Umbría.

311 CESAR AUGUSTO AYALA DIAGO nistas. Sin embargo, el movimiento logró algunos avances. Venció a los opositores conservadores en Tenerife. En Puebloviejo y Río de Oro, mu­ nicipios donde gozó de influencia La Reconquista, la pelea por el voto conservador se dio entre unionistas y anapistas, logrando los últimos es­ tablecerse como segundo poder electoral. En Tenerife en cambio, los votos provienen del laureanismo. La presencia de ANAPO en el concur­ so electoral de Santa Marta, provoca un aumento de la votación conser­ vadora respecto a las anteriores contiendas. Si en 1958 de un total con­ servador de 3.050 votos, las mayorías favorecieron al laureanismo, en 1962 la votación conservadora aumentó a 4.346 sufragios los cuales se distribuyeron de la siguiente manera: 1.788 para el laureanismo, 1.633 para los unionistas y 938 por la ANAPO. En Córdoba la ANAPO alcanzó 2.414 votos, correspondientes al 6.8% de la votación conservadora regional. En 18 de los 22 municipios la Alian­ za obtuvo respaldo. En Lorica y San Carlos donde había tenido influencia La Reconquista en 1958, la propuesta anapista solo logró seducir en el primero a 456 electores. En el segundo, no hubo votación por la ANAPO; aquí los votantes conservadores continuaron fieles a los dirigentes del unionismo por quienes se habían decidido desde 1960. En cambio en Montería, donde los reconquistadores pusieron en las urnas 882 en 1958 y los ospino-alzatistas 701 en 1960, los anapistas lograron 671 votos. En Tolima, donde el laureanismo triunfó en las elecciones parla­ mentarias de 1958 y 1960, el anapismo logró 2.375 votos. Se esperaba mayor votación en este Departamento por cuanto la lista de la Alianza fue encabezada por Hernando Forero Gómez, líder del golpe del 2 de mayo, quien gozaba de una aura de perseguido por el establecimiento y cuya campaña contó con la presencia de José A. Castañeda S. veterano dirigente laureanista. La ANAPO obtiene su mas alta votación en Ibagué. El 70% de la votación departamental viene de la capital, Espinal, Ctmday, Purificación y San Luis, donde Castañeda había logrado alguna repre­ sentación en las elecciones anteriores. Como en la mayoría de los casos, advertimos que la participación del anapismo reaviva el electorado conservador. Finalmente, en el Departamento del Atlántico, la ANAPO alcanza 1.245 votos; 99.7% de los cuales se concentró en Barranquilla.

312 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

ANEXO No. 4

LA VOTACIÓN CONSERVADORA POR LA ANAPO A LA CÁMARA DE REPRESENTANTES

El respaldo principal del anapismo provino de los conservadores. De los 309.678 votos por la ANAPO, el 94.7% correspondió al ala conservadora y sólo el 5.3% al ala liberal. El conservatismo anapista avanzó sorprenden­ temente, del 8.2% obtenido en 1962, se incrementó a 26.8% en 1964. De 6 Representantes pasó a 26: de a 4 por Cundinamarca y Valle, de a 3 por Antioquia y Boyacá, de a dos por Caldas, Tolima y Meta, de a uno por Atlántico, Córdoba, Huila, Nariño y los Santanderes. Sólo en Bolívar y Guajira, la ANAPO no presentó listas conservadoras al debate electoral. La ANAPO recibió del Valle del Cauca notable respaldo popular. Del total conservador le correspondió el 45.3%, que le permitió convertirse en la segunda fuerza conservadora del Departamento. La lista a la Cámara encabezada por Hernando Olano Cruz recibió adherentes, con excepción de Alcalá, en todos los municipios del Valle. Esto le permitió aumentar su votación del 18.6% en 1962 al 45.3% en 1964. En 11 de los 42 municipios, la ANAPO derrotó a sus adversarios conservadores: Anserma Nuevo, El Águila, La Victoria, Versalles, Restrepo, Calcedonia, Candelaria, Darién, Florida, Yotoco y Yumbo. En los cinco primeros había triunfado la Recon­ quista en 1958. Sólo en El Águila los anapistas ganaron con estrechez al conservatismo oficial, mientras que en el resto triunfaron ampliamente. Con 11.235, en la ANAPO duplicó su votación respecto a 1962, logran­ do superar por separado la votación de 3 listas conservadoras. En Cundinamarca la ANAPO alcanzó el 38.2% del total conservador (142.000). Fue arrolladora la campaña de ANAPO en . Toda la opinión política de la capital quedó sorprendida al constatar el triunfo del anapismo sobre las listas conservadoras. El destino electoral de la capital del país pasaba a manos de los anapistas. María Eugenia se con­ vertía en la primera fuerza conservadora en una ciudad donde los laurea­ nistas no habían dejado de vencer a sus copartidarios desde 1958. Los anapistas volvieron a ganar en Arbeláez, viejo fortín laureanista, con 901 votos. Triunfan además en los municipios laureanistas de Villeta, Facata- tivá y Nilo. Se incrementa la votación por la ANAPO en Pacho, Girardot, Soacha, Chía y Zipaquirá. Es interesante el caso de los dos últimos muni­ cipios. En Chía no hubo votación anapista en 1962, en Zipaquirá a duras apenas lograron 8 sufragios. En ambos ios doctrinarios vencieron a ana- pistas y a ospinistas. En 1964 entretanto, el conservatismo unido alcanzó en Chía 718 votos y la ANAPO 522, en Zipaquirá los anapistas logran 659

313 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO y el conservatismo unido alcanza 707 votos. Es un caso típico donde la unión del partido conservador favorece al anapismo. Como se observa, la ANAPO corrió con buena suerte en aquellos municipios más densa­ mente poblados del Departamento. El 32.8% (32.049) del conservatismo boyacense favoreció al anapis­ mo. En 102 de 127 municipos hubo presencia rojista. En Tunja los anapis­ tas consolidaron la conquista que hicieran de la votación conservadora en 1962; derrotando con notable ventaja a 3 listas del conservatismo re­ gional. Pudieron ganar sobre sus adversarios en 34 municipios; en 18 de los cuales había ganado la Reconquista en 1958 (Ver Cuadro No.5). So­ bre estos municipios podemos hacer algunas observaciones: lo. Existe estrecha relación entrambas votaciones particularmente en Chiquinqui- rá, Boavita, San Mateo, Umbita, Saboyá y la Uvita; 2o. Chiquinquirá, Boa- vita, San Mateo, Saboyá, Rondón y Tuta aumentan en 1964 la votación obtenida en 1962; 3o. Umbita, Garagoa, Ciénaga, Socha y Monguí dismi­ nuyen su votación respecto a los resultados de 1962; 4o. Los conservado­ res de La Uvita, Topaga, Pachavita, Viracacha y Tuta que votaron en 1958 por La Reconquista y por Leyva, favorecieron luego al ospino-alzatismo en 1960 y desde 1962 se convirtieron en los fortines del anapismo. Favo­ recieron a la ANAPO los municipios laureanistas Combita, , Corrales, Gameza, Nobsa, Santa Sofía, Siachoque, Gachantivá y Soatá. Si bien recordamos, en las elecciones parlamentarias de 1958 laureanistas y reconquistadores se disputaron el respaldo del electorado de las regio­ nes consideradas de militancia fundamentalista. Este fenómeno fue característico para Boyacá, en donde ganaban o los seguidores de Álzate o los de Laureano. Veamos los casos de Gachantivá y Soatá. El laureanis­ mo ganó en ambos a los reconquistadores en 1958 con 560 votos frente a 467 en el primero y con 1947 ante 1064 en el segundo. Para 1964 el anapismo heredó en estas poblaciones la votación de la Reconquista y gana a doctrinarios y frentenacionalistas con 325 votos en Gachantivá y 991 en Soatá. Arcabuco y Gameza, leales al laureanismo hasta 1962 favo­ recen a la ANAPO conservadora en 1964. Cómbita municipio laureanista en 1958 cambia su orientación electoral en 1962 y 1964 respaldando al anapismo. Corrales en las elecciones de 1960 y 1962 osciló entre el ospi­ no-alzatismo y el laureanismo; Nobsa y Siachoque que habían evolucio­ nado del laureanismo hacia el ospino-alzatismo, se pronunciaron por la ANAPO en 1964. En el Departamento de Caldas, la ANAPO mejoró como fuerza políti­ ca. Los dos Representantes elegidos se llevaron el 27.8% del total conser­ vador. Aquí los anapistas se enfrentaron al veterano político y enconado antianapista Silvio Villegas y a dos listas disidentes del conservatismo ofi-

314 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL cial. No pudieron los anapistas con la lista de Villegas, pero lograron convertirse en la segunda fuerza conservadora no solo en Manizales sino en todo el Departamento con un total de 27.944 votos. Su presencia fue en la totalidad de los municipios. Mientras que en 1962 no obtuvo victo­ rias en ninguno de ellos, en 1964 ganó en 4 municipios donde habían ganado los laureanistas en 1958: Filandia, La Celia, Pijao y Quimbaya; ganó además en Manzanares y Marquetalia donde había triunfado en el mismo año de 1958 la Reconquista. En los seis municipios de victoria anapista, había ganado el ospino-alzatismo en 1962. En las localidades de Belén de Umbría, Armenia, Pereira y Riosucio, aumentó signifi­ cativamente la votación anapista respecto a 1962. En Pereira por ejemplo pasa de 461 a 3206. Otros municipios donde también ganó La Reconquis­ ta y que posteriormente respaldaron a Leyva, al ospino-alzatismo en 1960 y a los unionistas en 1962 presentan votación por la ANAPO: Belalcazar, Balboa, Quinchía, La Tebaida y Samaná. Avanzan los anapistas en Antioquia. Ahora logran un escaño más a la cámara. Del 8.8% del total conservador regional logrado en 1962 ascien­ den al 22.6% en 1964. Se convierten en la segunda fuerza conservadora en Medellín: del 12.5% de representación electoral en 1962, suben al 23.5% en 1964, es decir 9.126 votos. Los pregoneros del anapismo encontraron respaldo a sus tesis en 93 de los 104 municipios del Departamento. Si en 1962 se ubicó en el segundo lugar por encima del laureanismo en Cocomá, Bello, San Luis e Itagüi, en 1964 se convierte en estas localidades en la primera fuerza conservadora. Lo que permite afirmar, que una de las fuen­ tes del anapismo vino del sector laureanista alérgico a los presupuestos de una unión conservadora ajena a una resistencia contra el Frente Nacional. En las bases del conservatismo había confusión; el Municipio de Maceo es una muestra: Si en 1958 las masas conservadoras eran fieles al laureanismo (628v), en 1960 y 1962 fueron cooptadas por el Ospino-alzatismo, pero en 1964 favorecieron al anapismo (276 frente a 221 del conservatismo oficial) (Ver Cuadro No.8). Fue importante el avance del movimiento en Támesis, Jericó, Andes, San Carlos, Cisneros, San Rafael, Fredonia, Amaga y Valpa­ raíso. Poco quedaba de simpatía en el conservatismo popular de Antioquia por Valencia. De la victoria lograda en su nombre y en el de Ospina en las elecciones parlamentarias de 1958, el anapismo sacaba dividendos. Si en las elecciones de 1962 los votos anapistas apenas se acercaron a aquella votación en un coeficiente de rango de 0.22, en las de 1964 alcanzan una correlación igual a 0.5.3. Por Santander encabezó la lista conservadora Rodolfo García García. El dirigente renovó su curul y se estableció como la segunda fuerza conser­ vadora del Departamento al lograr una representación electoral del 27.2%,

315 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO superando una lista disidente del victorioso conservatismo oficial, liderada por Carlos Arturo Noriega. En Bucaramanga la .ANAPO se convirtió en la primera fuerza conservadora. García García heredaba el amplio triunfo que obtuvieran en la capital los reconquistadores de 1958 (Ver Cuadro No 4.). Por igual los anapistas logran vencer a sus adversarios conservadores en: Rionegro, Guaca, Girón, Lebrija, Floridablanca, Matanza, Piedecuesta y Jesús María, en donde también La Reconquista había triunfado en 1958. Incluso los Municipios donde aumenta la votación respecto a 1962 como Málaga y Jesús María fueron fortines del Movimiento de Unión y Recon­ quista. El anapismo triunfa además con votación proveniente de los otros sectores conservadores: Barrancabermeja que en las elecciones de 1958 y 1960 favorece al laureanismo, fue seducido por el unionismo en 1962, se pronuncia en las de 1964 por la lista anapista; Bolívar, Municipio donde los laureanistas ganaron las elecciones de 1958 cambió sus afectos electo­ rales en 1960 y 1962 por el unionismo y favoreció con el triunfo a la ANA­ PO en 1964. En Norte de Santander por su parte, la ANAPO alcanzó el 24.3% del total conservador regional. Avance considerable si recordamos que en 1962 apenas había llegado al 7%. La lista del militar retirado Manuel F. Lemus G. compartió el primer lugar con la del oficialismo conservador. El anapismo venció a sus adversarios del conservatismo en Cúcuta, Santia­ go y Mutiscua. En los dos últimos la votación proviene de la Reconquista. Destacamos el triunfo de Cúcuta, como a su vez lo hicimos con el de Tunja y Bucaramanga porque nos permite confirmar la procedencia política de la votación por la ANAPO. El Oriente colombiano había sido el fuerte de los ideólogos del Movimiento de Unión y Reconquista y en general foco de resistencia de grandes núcleos de conservadores que se oponían al nue­ vo establecimiento. Como dirían los propios anapistas "ganamos sobra­ dos" en la ciudad capital. Su lista triplicó en resultados a las otras conservadoras. El triunfo anapista en Santiago y Mutiscua es interesante para la hipótesis que venimos manejando. En ellos el favor popular conser­ vador estuvo de parte de los reconquistadores en 1958, luego en las elec­ ciones siguientes estuvieron de parte del Ospino-alzatismo y en 1962 se pronunciaron por los doctrinarios. Aumenta su votación el anapismo en Ocaña y Pamplona. Estrena votación en el Municipio unionista de Cachira. A algunos Municipios donde la votación por la Reconquista fue abundante no llegó el mensaje anapista: Arboledas, Salazar, Villacaro y Hacarí.(Ver Cuadros Nos. 3 y 4).

316 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

ANEXO No. 5

(Véanse Cuadros Nos. 4 y 5). Entre las votaciones por La Reconquista en las elecciones para la Cámara de 1958 y las Presidenciales a favor de Jorge Leyva existe un coeficiente de rango de 0.71 en el Departamento de Bo­ yacá y de 0.81 en Santander . La votación por el Ospino-alzatismo en los mismos Municipios en 1960 está asociada con los votos por La Recon­ quista de 1958 en un coeficiente de rango de 0.87 en Santander y de 0.88 en Boyacá. La misma votación por el Ospino-alzatismo de 1960 se corre­ laciona con los votos por la candidatura de Jorge Leyva en 1958 en un coeficiente de 0.73 y 0.74 respectivamente. En Santander, la ANAPO empieza a cooptar los votos de La Reconquista desde 1962 según lo de­ muestra el coeficiente de 0.70 obtenido entre las votaciones por la ANA­ PO en 1962 y 1964 (Ver cuadro No 4 ), mientras que en Boyacá fue mayor la cooptación anapista en 1964: c.r. 0.72. Entre La Reconquista de 1958 y los votos por la ANAPO en 1962 apenas se correlacionan las votaciones en un c.r. de 0.39. Sin embargo, a diferencia de Santander donde la aso­ ciación entre los votos Ospino-alzatistas de 1960 y los anapistas de 1964 es de 0.49, en Boyacá es de 0.81. Hay otro elemento interesante: las vo­ taciones entre 1962 y 1964 por la ANAPO en Santander se mantienen: c.r. 0.92, al tiempo que en Boyacá el c.r. entre los votos por la ANAPO en 1962 y 1964 es de 0.56. En nuestra interpretación quiere decir que el respaldo anapista creció entre una elección y otra gracias a electores pro­ venientes del espectro total del fundamentalismo conservador. Engrosa­ ron el caudal electoral del anapismo sectores laureanistas y leyvistas cer­ canos al espíritu de la Reconquista. Si bien recordamos, hubo departa­ mentos en donde el sermón de los reconquistadores no logró convencer al conservatismo. Sin embargo, el rompimiento de los pactos y la candi­ datura de Alberto Lleras propuesta por Laureano Gómez, puso las cosas como las querían los ideólogos de la Reconquista. Se monta entonces la candidatura de Jorge Leyva sobre los cimientos del discurso reconquista­ dor. De allí parte para nuestro estudio la historia electoral de la ANAPO en varios departamentos. El Valle del Cauca, es solo un caso (Ver Cuadro No.6). La Alianza Nacional Popular hereda su mayoría conservadora de los votos que por Leyva fueron depositados en 1958. Entre esa votación y las de la ANAPO en 1962 y 1964 encontramos un c.r. de 0.80. Más interesante aún, nos parece la procedencia laureanista de los votos por el anapismo. Veamos: sin éxito había intentado penetrar la ANAPO en

10 En lo sucesivo Coeficiente de Rango se designará con las iniciales C.R.

317 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

1962 al Departamento del Tolima. Los laureanistas eran la tradicional mayoría entre los sectores conservadores. Si bien habían ganado las elec­ ciones legislativas de 1958, prefirieron a Leyva en las presidenciales del mismo año. Organizado independientemente el laureanismo tolimense conservó su votación en 1960. Sin embargo desde 1962 el anapismo em­ pezó a cooptarlo (Ver Cuadro No.9). Si entre la votación por la ANAPO en 1962 y la del laureanismo en las elecciones parlamentarias de 1958 hay un coeficiente de rango de 0.71, entre los votos por ANAPO en 1964 y la laureanista de 1958 el c.r. es de 0.81. Todo cambia para bien del ana­ pismo. El 38% de la votación conservadora regional obtenida en 1964 le permitió llevar dos Representantes a la Cámara. Ahora eran los anapistas la primera fuerza conservadora del Departamento. Triunfaron en los municipios laureanistas de Espinal, Anzoátegui, Melgar, Ambalema y Flandes; en pueblos donde los votantes conservadores habían pasado del laureanismo al leyvismo: Guamo, Cunday, Purificación y San Luis. Por primera vez presentó la ANAPO lista conservadora en el Huila. Le correspondió un 22.2% del total conservador regional, suficiente para elegir un Representante. Alcanzó el triunfo en dos pequeñas poblaciones laureanistas; Teruel y Villavieja (547 frente a 335 en el primero y 179 frente a 49 en el segundo). En la capital del Departamento su votación no estuvo distante de la triunfadora: 1605 votos anapistas frente a 1869 del oficialismo conservador. Como en el Huila, también en el Departa­ mento del Meta debutaba la ANAPO como fuerza política. Aquí le co­ rrespondió el 33.6% del total conservador regional, resultado que le permitió elegir dos Representantes. En Villavicencio la lista del militar en retiro Luis C. Turriago aventajó a las listas del conservatismo oficial con los 1590 votos logrados. El anapismo ganó en las localidades laureanistas de Castilla la Nueva: 153 frente a 112 y en Guamal: 690 contra 607. A Raúl Jurado, que encabezó la lista por la ANAPO en Atlántico, le correspondió el 17% del total conservador regional; votación suficiente para ser elegido como Representante. Aunque el 95% de sus votos se concentró en la capital, la ANAPO fue respaldada en 10 de los 21 muni­ cipios del Departamento. Es un avance considerable si se tiene en cuenta que laureanismo y unionismo venían disputándose el espacio electoral en la región desde 1958. La vinculación de los simpatizantes del General en las elecciones estimuló la participación del electorado conservador en Barranquilla, ya que para 1964 los electores conservadores ascendieron a 20.455 votos en comparación con los 15.740 de 1962. En Córdoba, los anapistas recibieron el 22% del total conservador. Re­ sultado que superó el 6.75% obtenido en las elecciones de 1962 y que permitió llevar a Benjamín Burgos a la Cámara. La votación provino de los

318 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL municipios de Montería y Lorica. En Lorica había triunfado la Reconquista en 1958, desde entonces alzatistas y laureanistas se pelean el favor popular conservador. En 1962 cuando los Ospino-alzatistas le ganan a las otras co­ rrientes conservadoras en el Departamento, el laureanismo empieza a per­ der votación en Córdoba. La ANAPO se arriesgó a probar suerte en el sur del país, en Nariño, un Departamento eminentemente laureanista. Allí el 9.7% que le correspondió del total conservador regional vino de ese sec- tor(4620 votos). Laureanistas y anapistas se reparten entre sí los votos que los primeros habían sacado en las elecciones de 1962. En el Corregimiento Comisarial de Puerto Asís, la ANAPO fue la única fuerza política que se presentó a las elecciones, obteniendo 124 votos. A los anapistas del departamento del Magdalena no les alcanzaron los votos para llevar a la Cámara al dirigente Reinaldo López, uno de los fundadores del movimiento. Era la segunda vez que el anapismo se pre­ sentaba a elecciones en una región donde los conservadores eran en su mayoría laureanistas. Lograron sin embargo mantener la votación obte­ nida en 1962 aunque no en los mismos lugares: se refunden los votos de Tenerife donde habían ganado en 1962. Ganan en Río de Oro y Agua- chica. En Chocó otro de los fuertes del laureanismo, los anapistas proba­ ron suerte. La lista de la ANAPO, por ese Departamento, superó las listas conservadoras en San José del Palmar y recibió además adhesiones en la capital y en el Municipio de Novita. En la circunspección electoral del Caquetá, que cubría además de corregimientos e inspecciones intenden- ciales, la Comisaría del Amazonas, la ANAPO obtuvo el 34.3% del total conservador regional. Fue una de las pocas zonas del país donde el ana­ pismo se enfrentó a una sola lista conservadora, ganando en Doncello, Getucha y en Sólita. Con encono compitieron las dos listas en Belén de los Andaquíes donde la ANAPO sin ganarle a su adversario obtuvo la mayor votación de la zona. Los votos debieron venir por igual de las corrientes conservadoras. En 1962 el margen de diferencia entre las votaciones laureanista y unionista había sido estrecho. En el Cauca los anapistas obtuvieron el 5.8%, cifra que no significó mayor pérdida para el conservatismo regional. La mayor votación se concentró en la capital pero fue insuficiente para llegar a la Cámara.

319

COLOFÓN

EL LEGISLADOR DE LA ALIANZA NACIONAL POPULAR (ANAPO) ENTRE 1964 Y 1966l

Los éxitos electorales de las elecciones legislativas de 1964 le permitie­ ron a la Alianza Nacional Popular (ANAPO) llevar a la Cámara 27 Repre­ sentantes, uno de ellos liberal. El movimiento anapista elevó su representación en 21 parlamentarios. De los seis Representantes de la pasada legislatura renovaron sus curules Jaime Piedrahíta, Rodolfo Gar­ cía García, María Eugenia Rojas y Hernando Olano Cruz".

La lista de Representantes a la Cámara muestra la expansión territo­ rial del anapismo. Si en 1962 los seis Representantes elegidos abarcaron regiones densamente pobladas, en 1964 el Movimiento alcanza una co­ bertura nacional. Por su nueva representación en el Congreso v por su imagen ante los colombianos de movimiento monolítico, la ANAPO se convirtió en el grupo político de oposición de mayor importancia en el país. Aunque el MRL contaba con cuatro curules más que el anapismo,

Este capítulo de la historia del anapismo fue presentado como ponencia en el IV Encuentro de Historia y Computación realizado en Sao Paulo, Brasil en noviembre de 1994 v publicado más adelante con el lítalo El Discurso Parlamentario de la Re­ presentación Anapista en las Corporaciones Públicas durante la legislatura 1964- 1966 en la Revista Politeía de la Patullad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. No. 15, 1994, p. 56-84. Los nuevos Representantes fueron: Pablo Mesa Mesa y Armando González por An­ tioquia; Raúl Jurado por Atlántico, Fidel Perilla Bárrelo, Alfredo Cuadros y Jorge Bácz Becerra por Boyacá; Jaime Sánz Hurtado y Luis K. López García por Caldas; Benjamín Burgos por Córdoba, Miguel Lindo Orí i/, Carlos Monroy Reyes y Excelino Gutiérrez por Cundinamarca; Miguel Tovar Silva por Huila; el General Luis Carlos Turriago y Luis C. Valencia por Meta, I lector Clavijo por Nariño; Manuel !•'. Lcmus G. por Norte de Santander; Los Hermanos García García: Rodolfo, conservador y Guillermo, liberal por Santander; Néstor Haya /.críale v Pedro Pablo Caldoso por Tolima y José Ignacio Giraklo, Blastevo Trcjos y Rogelio Salazar de la Pava por el Valle del Cauca.

323 CESAR AUGUSTO AYALA DIAGO sus Representantes eran voceros de las dos líneas en que se habían divi­ dido los emerrelistas desde 1963. A continuación se analizará en profundidad el contenido de los do­ cumentos que sirvieron de base para el estudio del comportamiento de los voceros anapistas en los cuerpos legislativos de la Cámara de Repre­ sentantes y de los Concejos Municipales . De acuerdo con los resultados del Análisis de Contenido, los dirigentes anapistas colocaron en el centro de su atención la denuncia y la protesta. Como se observa en la tabla No.l, a la categoría Denuncia de; protesta por pertenece el 21.94% de las referencias obtenidas. En ese orden de importancia a la Defensa de le dedicaron el 17.73%, Contra el Establecimiento 17.37%. En cada documen­ to estudiado la mención de Rojas o del anapismo estaba 5.3 veces y el pueblo como destinatario social escogido por los Representantes o Con­ cejales aparecía en cada uno de los materiales 4.9 veces. De esta manera, el anapismo definía su perfil político. Trataremos enseguida de penetrar en el interior de las categorías.

TABLA 1. Comportamiento de la representación Anapista durante la ligislatura 1964-1966.

No. Categorías Frec. Media % 1 Denuncia de protesta por 978 8.89 21.94 2 Defensa de 790 7.18 17.73 3 Contra el establecimiento 774 7.03 17.37 4 Rojas, ANAPO 782 5.30 13.06 5 Destinatario social 341 4.90 12.14 6 Nacionalismo 322 2.92 7.22 7 Problemas 247 2.24 5.54 8 Soluciones 136 1.23 3.05 9 Religión 53 0.48 1.20 10 Revolución 33 0.30 0.75 Totales 4456 100

FUENTE: 100 Documentos: 34 Constancias presentadas en la Cámara de Reperesen- tantes: 4 Intervenciones correspondientes a tres debates en la misma Corpora­ ción: 22 Intervenciones de los Concejales de Cali, 40 de Barranquilla; 2 Inter­ venciones de los Concejales anapistas de Bogotá y Bucaramanga y 8 Constancias presentadas conjuntamente por los Ediles del anapismo caleño.

Acudimos, a los Análisis de Correlación v de Contenido. Esta vez fueron elaboradas 10 categorías, compuestas a su vez por indicadores y subindicadores, a saber: lo. Destinatario social; 2o. En contra del establecimiento; 3o. Denuncia de, en protesta por... 4o. Referencias a Rojas y al anapismo en general; 5o. Problemas; 6o. Soluciones; 7o. Defensa de... 8o. Nacionalismo; 9o. Revolución: 10o. Referencias religiosas.

324 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

1. LOS ANAPISTAS EN LA CÁMARA DE REPRESENTANTES

Tres sonados Debates, 34 Constancias, 71 Proposiciones y 114 Proyectos de Ley, son el balance de los Representantes de la Alianza Nacional Po­ pular durante la legislatura 1964-1966.

1.1 LOS DEBATES

En algunos órganos legislativos, la ANAPO optó por un comportamiento hostil y obstruccionista a las iniciativas del Ejecutivo. El presidente Valencia fue abucheado por los Parlamentarios anapistas en la instalación del Con­ greso con gritos de ladrón, asesino, etc. Estos presentaron a la Secretaría de la Cámara un documento acusando al Presidente de nepotismo y de per­ seguir a Rojas, al tiempo que demandaron la realización de "medidas revo­ lucionarias" . Acto seguido, la representación anapista abandonó el recin­ to del Congreso en el momento en que Valencia pronunciaba su discurso de instalación. En consecuencia, el Presidente de la Cámara censuró a va­ rios parlamentarios anapistas, disposición que fue revocada cuando los rojistas condicionaron su comportamiento a la publicación de sus constan­ cias en los Anales del Congreso y al ingreso de sus simpatizantes a las sesiones de la Corporación^1. La conducta de los diputados anapistas en las Asambleas del país, fue meses después, muy similar1.

Los cambios entre las legislaturas 1962-1964 y 1964-1966 son sustancia­ les. En la primera, los Representantes del anapismo se dedicaron a denun­ ciar al Frente Nacional por la serie de atropellos que se cometían en la persona del General Rojas. En la segunda la denuncia recae sobre los atro­ pellos que el gobierno cometía en contra de toda la militancia del anapis­ mo y en contra de la población en general. Para la mayoría de los parlamentarios anapistas, el Caso Rojas había terminado después del fallo de la Corte Suprema de Justicia que lo absolvió de toda culpa en 1963.

Sin embargo, un reportaje concedido por el Presidente de la Repúbli­ ca al diario El Tiempo y publicado el 29 de septiembre de 1964 revivió el caso. Esta vez Valencia la emprendió contra los anapistas. Los acusó de

4 El Tiempo, julio 22 de 1964, p. 25. E 171 TP: Sillín OQ ,1 „ IIICJ „ 1.1/1 j ÍL.1 i icmuu, juiíu ¿..j ut ilfvr, p. i v i-r. 6 Los diputados de este grupo provocaron desórdenes en la instalación de las Asam­ bleas en Antioquia, Caldas, Cundinamarca, y Valle. Véase El Tiempo, octubre 2 de 1964, p. 1 y 31.

325 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO ladrones; habló de la necesidad de liquidar el rojismo y en términos cor­ tantes sentenció: "Yo creo, que si Rojas perdió sus derechos civiles por indignidad, esa sanción debiera hacerse extensiva a sus seguidores..." . De inmediato, el líder bumangués Rodolfo García García, que había sos­ tenido con Hernando Olano Cruz la defensa de Rojas en la anterior le­ gislatura, saltó al ruedo. Esta vez no para hablar por su jefe, sino por la gente del Movimiento. En lo sucesivo, los líderes anapistas hablarán en el Parlamento de ellos mismos, del anapismo y cada vez menos de Rojas.

Empieza así el primero de los tres debates promovidos por el ana­ pismo en la Cámara. Fue a la vez la última participación de Rodolfo García García que registran los Anales del Congreso. Su intervención marcó los rumbos del anapismo, por caminos sin regreso, hacia la confrontación con los gobiernos del Frente Nacional. El Movimiento empezaba a forjarse su propia identidad. Ahora contaba no sólo la per­ secución desatada contra Rojas sino contra toda la oposición concilia­ dora que impugnaba al Frente Nacional. Los Representantes anapistas se dedican al desenmascaramiento de las arbitrariedades de los gobier­ nos de la Gran Coalición.

El segundo debate se produjo a raíz de unas acusaciones que el Re­ presentante anapista Benjamín Burgos profirió contra el Director Nacio­ nal del liberalismo Julio César Turbay Ayala. Burgos' sostuvo en la Cá­ mara que Turbay se había desempeñado como agente supersecreto del gobierno del General Rojas Pinilla y en ese sentido era un elemento trai­ dor. El caso Turbay lo aprovecharon los anapistas como caballito de bata­ lla para su enfrentamiento contra los representantes del Frente Nacional. El tercer debate fue promovido por el Representante del Atlántico Rafael Camerano Merino a finales de la legislatura para defender, en contra de lo esperado, el alza a las dietas parlamentarias. Para nuestro interés, no son tan importantes las razones que motivaron cada uno de los debates como sí sus contenidos. En conjunto, los tres Representantes que lleva­ ron la vocería del Movimiento se remitieron, en un 25.9% de sus discur­ sos, a la defensa de y el 19.7% a la Denuncia de, en protesta por (Ver tabla

Anales del Congreso, diciembre 16 de 1904, p. 210 y El Tiempo, septiembre 29 de 1964, p. 1 y 22. El Representante Benjamín Burgos era del Departamento de Córdoba. Hijo del Ge­ nera] Francisco Burgos, había realizado estudios de Derecho en la Universidad Pon­ tificia Bolivariana de Medellín y representado a su región en el Congreso en cinco oportunidades.

326 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO LIEL FRENTE NACIONAL

No.3). El orden siguiente se asemeja al de la Tabla No. 1. Los anapistas, aunque beligerantes, no constituían una agrupación política adversa al orden institucional colombiano. Pero entonces, ¿qué defendieron los anapistas en sus debates? Sánz Hurtado y García García defendían ante todo valores, virtudes e ideales (la lealtad política, la honestidad, el ho­ nor, la moral pública, la justicia, la caballerosidad, etc) desaparecidos, según afirmaban, de la cultura de los colombianos. El Frente Nacional y en general la clase dirigente del país aparecían en sus discursos como culpables del desmejoramiento de las costumbres colombianas. El debate contra Turbay y el debate contra Valencia tuvieron como objetivo demos­ trar que el nuevo establecimiento no reunía las condiciones mínimas de moral para representar la voluntad de los colombianos. Ambos Repre­ sentantes, Sánz y García desmontaron el mito del Frente Nacional como un orden mejor que los anteriores. El dirigente costeño Camerano Merino, quien sostuviera el debate a favor del alza de las dietas parlamentarias provenía, al igual que la mayo­ ría de sus compartidarios, de una larga militancia conservadora. Sin em­ bargo, era distinta su formación a la de Olano y en general a la de los anapistas cuya educación política tenía que ver con el nacionalismo ibé­ rico. Camerano ni siguió ni compartió las posturas que sobre el Parlamento tenía Olano Cruz. Todo lo contrario, lo defendió como la expresión sublime de la democracia.

Si el pueblo se pusiera a pensar -decía en el de­ bate mencionado- de lo que la democracia signi­ fica, vería clara y categóricamente que ésta es Parlamento, y que el Parlamento lo integran sus hombres y mujeres, buenos o malos, pero lo único que representa auténticamente la democracia es el Parlamento. Y el Parlamento para que sea verdaderamente representativo de la democra­ cia, tiene que ser con la intervención directa del pueblo, para que él escoja a los mejores, a los que en verdad pueden defenderlo .

Camerano, que había tenido además una amplia participación en los movimientos Rufael Camerano Merino sindicales de su región, era un político de es- [A ¡bu m fa m i lia r]

Camerano Rafael. Intervención correspondiente a la sesión vespertina del día 7 de junio de 1966. Anales del Congreso, julio 14 de 1966, p. 724.

327 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO casos recursos económicos. Llegó a proponer que se diplomara a los dirigentes sindicales que cumplieran en esa labor 15 años ¡jara que con su experiencia defendieran en primera instancia a los trabajadores. Para Ca­ merano el Parlamento era una profesión, un oficio. Consideraba que tanto él como muchos de los parlamentarios estaban defendiendo los intereses del pueblo, sostenía que el 90% de los parlamentarios eran hombres caren­ tes de recursos económicos. "...Si hay un diez por ciento...ricos, yo estoy segurísimo de que podíamos probar ante la faz de la nación y ante el inun­ do de que esos políticos ricos en lugar de haber aumentado su capital o sus intereses, con toda seguridad que se les ha disminuido porque son políticos por vocación, los unos, y por tradición los otros" . Y, al igual que en el caso de los anteriores debates, Camerano le dedicó también gran importancia a la defensa de valores, virtudes e ideales.

El estudio de los textos de los debates parlamentarios demostró, co­ mo se reafirmará en el análisis de los demás documentos, que eran diver­ sos los matices del pensamiento político colombiano que concurrían a la ANAPO. García García, Camerano Merino, Sánz Hurtado, conservado­ res todos, defendían los elementos básicos necesarios para el funciona­ miento de la democracia. Así se expresaba Camerano:

Europa irrumpe con su revolución burguesa, irrumpe con el sistema democráti­ co, ¿pero para qué? Para la misión que le ha dado el pueblo al sistema democráti­ co: criticar los actos del gobierno, primero, hasta que la oportunidad para que se destaquen las grandes mentalidades, los grandes pensadores, los grandes intelec­ tuales, ¿por qué?porque cuando irrumpe la democracia en Europa, óigase bien: todo el organismo de esos países está perfectamente conformado para recibir con glorias a la democracia. Ya no es el espectáculo de un Parlamento en que un Representante está angustiado porque aún no se ha logrado instalar un alcan­ tarillado en una provincia, todavía no se ha hecho un camino vecinal, todavía no se ha hecho un acueducto, digamos, un país que no tiene una conformación orgánica corno la que tenían los pueblos de Europa cuando irrumpe la democra­ cia no está en capacidad de surgir con este sistema. Son pueblos que desgracia­ damente tienen que sufrir ese proceso, porque el progreso material, el acto orgánico, su conformación tiene que ser eminentemente material, tiene que ser la orden estricta, tiene que ser el cumplimiento de la ley, tiene que ser la orden del Rey, la orden del Emperador, la orden del señor feudal, la orden del santo oficio, la orden del dictador .

10 Camerano Rafael. Intervención del S de junio de 1966. Anales del Congreso, agosto 2 de 1960, p. 832. 11 Camerano Rafael. Anales del Congreso, julio 14 de 1966, p. 725.

328 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

TABLA 2. Orientación del discurso de la Anapo en la legislatura 1964-1966.

Caruata -38 documentos- Concejos -72 documentos- No. Categorías Frec. Media No. Categorías Frec. % Media 1 Denuncia, protesta 703 2,3.6 18.5 1 Denuncia, protesta 275 18.4 3.80 2 Defensa de 601 20.2 15.8 2 Destinatario 257 17.2 3.56 3 Contra el 536 18.0 14.1 3 Contra el 238 16.0 3.30 establecimiento establecimiento 4 Rojas - Anapo 442 14.8 11.ti 4 Defensa de 189 12.6 2.60 5 Destinatario 2824 9.5 7.5 5 Problemas 154 10.3 2,10 6 Nacionalismo 233 7.8 6.2 6 Rojas - Anapo 144 9.6 2.00 7 Problemas 93 3.1 2.5 7 Nacionalismo 103 6.9 1.40 8 Soluciones 38 1.3 1.0 8 Solución 98 6.5 1.30 9 Religión 33 1.1 0.8 9 Religión 20 1.4 0.27 10 Revolución 16 0.6 0.4 10 Revolución 17 1.1 0.23 Totales 2979 100 Pótales 149,r; 100

TABLA 3. La Anapo en la Cámara de Representantes 1964-1966.

No. Categoría Frec. 1 Defensa de 131 25.90 2 Denuncia ele, protesta por 328 19.70 3 Contra el establecimiento 285 17.13 4 Rojas-ANAPO 254 15.26 5 Destinatario social 167 10.0,3 6 Nacionalismo 112 6.73 7 Religión 30 1.80 8 Soluciones 25 1.50 9 Problemas 22 1.32 10 Revolución 10 0.63 Total 166- 100 1 Denuncia de, protesta por 375 28.50 2 Contra el establecimiento 251 19.08 3 Rojas-ANAPO 188 14.30 4 Defensa ele 170 12.92 5 Nacionalismo 121 9.20 6 Destinatario social 117 8.92 o 7 Problemas 71 5.42 U 8 Soluciones 13 0.97 9 Revolución 6 0.16 10 Religión 3 0.23

Totales 1.31 100

FUENTE: 4 Intervenciones correspondientes a 3 Debates y 34 Constancias.

329 CESAR AUGUSTO AYALA DIAGO

1.2. LAS CONSTANCIAS

Los Representantes a la Cámara por la Alianza Nacional Popular presen­ taron ante la mesa directiva de la corporación 34 constancias. Nueve de ellas fueron firmadas por la mayoría de la bancada anapista, cuatro lleva­ ban además la firma de emerrelistas de la Línea Dura y dos la de otros parlamentarios de igual procedencia geográfica pero de distinta militan­ cia. Entre las Constancias figuran dos cartas, una elaborada en conjunto con la Línea Dura.

Entre los Representantes que mayor número de constancias presen­ taron a la corporación figuran el antioqueño Pablo Mesa Mesa y el boya- cense Alfredo Cuadros Pinilla. En el 38% de las Constancias aparecen sus nombres. La presentación de las constancias no excluía de la firma a los parlamentarios anapistas suplentes. Sin estar en su turno corres­ pondiente, firmaban las constancias Alvaro Ramos Murillo, suplente de María Eugenia y Rafael Camerano suplente de Raúl Jurado. El primero firmó el 50% y el segundo el 35% del total de constancias presentadas.

La constancia en sí, como documento, tenía su propio perfil. Buscaba dejar consignada la posición del Movimiento frente a un problema cru­ cial en donde ellos, los anapistas, por principio o por debilidad, no po­ dían estar de acuerdo. Era la constatación por escrito de su comporta­ miento como grupo de oposición. Insertas en Anales del Congreso, sus posiciones podían llegar a todos los municipios del País y ser tomadas allí como base para el proselitismo de los líderes anapistas regionales.

Como puede observarse en la Tabla No. 3, las constancias apuntaron en primer lugar a la Denuncia de, en protesta por.... El 28.5% de las referencias totales de las constancias apelaron a la denuncia. Es ese el perfil de este tipo de documento. En ese orden Contra el Establecimiento ocupó el segun­ do lugar. Si en los debates se defendía, en las constancias se denunciaba.

La denuncia tuvo que ver con acusaciones de los Representantes ana- pistas contra los funcionarios e Instituciones, contra el gobierno, la dase diri­ gente y contra el Érenle Nacional en general. Los anapistas correlacionan en sus constancias la denuncia y la defensa. Atacaban implacablemente el régimen del Frente Nacional, pero eran guardianes celosos del orden institucional colombiano. Esto se explica no sólo en el hecho lógico de ser la ANAPO un movimiento de oposición. Hay que tener en cuenta que la composición del liderazgo anapista estaba integrada por una clase po-

330 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL lítica desplazada ahora de los hilos del poder pero que en el pasado re­ moto y próximo habían sido arte y parte del establecimiento colombiano.

Aunque la estructura del discurso de los anapistas se mantiene, ano­ tamos algunos de sus cambios. Ahora, a diferencia de los años anteriores, más que a Rojas, los parlamentarios de ANAPO recurren con intensidad a la nominación del Movimiento. En las constancias presentadas ante la Cámara, es más transparente este cambio que en los debates. Es intere­ sante que sólo exista una constancia que se refiera en concreto, en uno de sus apartes, a Rojas Pinilla como proscrito del Frente Nacional; tal vez porque su imagen ya había sido reivindicada en parte por la sentencia que profiriera la Corte Suprema de Justicia en 1963, sobre las acusacio­ nes que le hicieron en el Juicio ante el Senado en 1959. Desde ahora los anapistas denunciarán no sólo las medidas del gobierno en contra de Rojas. Sus denuncias tendrán como destinatario todo tipo de arbitrarie­ dades cometidas contra los militantes en general del Movimiento y con­ tra las irregularidades del Frente Nacional en su segundo gobierno.

Durante la legislatura, los Representantes denunciaron los negociados de la Compañía Colombiana de Electricidad, del Instituto Nacional de Abastecimiento INA, de la Superintendencia de Importaciones, del Insti­ tuto de Crédito Territorial, de la Empresa Nacional de Turismo; denuncia­ ron las "vergonzosas y obscuras" licitaciones adjudicadas en el Ministerio de Obras Piiblicas y en algunos Departamentos; el tráfico de influencias en el INCORA y otros Institutos Descentralizados. El legislador anapista en­ contraba la causa de todas las anteriores irregularidades en las personas que ejercían el gobierno. En su discurso distinguió al sujeto social privile­ giado del "menos favorecido". El primero ocupaba las posiciones de poder en el Frente Nacional, el segundo estaba al margen de toda posibilidad. Para todos los atropellos que se cometían en el país, encontraba en los funcionarios del gobierno a los culpables; de allí que encauzaran sus ata­ ques más hacia los hombres que hacia sus funciones, más hacia los políticos que hacia las normas. Por ejemplo, en relación con un proceso legal en contra de los Representantes anapistas Benjamín Burgos y Alfredo Cua­ dros, los anapistas fueron enfáticos en señalar, citando los articulados de Códigos y Decretos, las transgresiones cometidas por el Ministro de Justi­ cia durante el proceso , De la distinción antes mencionada, los anapistas toman oartido oor aouellos sectores mvn oorvenir es insecniro- los nenue- I I 1 /!'"• O 11

12 Anales del Congreso, junio 10 de 1965, p. 416.

331 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

ños comerciantes, pensionados, obreros, campesinos, menesterosos, nece­ sitados. Es a nombre y en defensa de ellos que hacen sus denuncias. Para los Representantes de ANAPO sigue siendo la implantación del Frente Nacional la fuente de muchos de los problemas del "pueblo colombiano". Sin embargo, resulta interesante el hecho de que las referencias a él en particular se llenan de contenido. Las acusaciones no son únicamente al Frente Nacional y a la oligarquía en el poder, sino que ahora se percibe una profundización en sus significados e interpretaciones por ¡jarte de los ana- pistas. Posiblemente por su ingleso a las corporaciones públicas, el discur­ so sin perder su carácter y tono "revanchistas", se hace más complejo. Aho­ ra sus denuncias no se limitan a la simple acusación; el líder anapista inter­ preta los problemas nacionales.

La ANAPO también denunció las irregularidades cometidas en el Par­ lamento por los Representantes del oficialismo liberal y consenador, relie- jadas en la legislación y en la discriminación política. La arbitrariedad y el fraude en la aprobación de proyectos significaba para ellos un obstáculo que impedía el correcto funcionamiento de la Cámara, al tiempo que de­ mostraba el olvido total por parte de algunos de sus integrantes de los verdaderos problemas sociales que el "pueblo" padecía. En una carta en­ viada al Procurador General de la Nación, suscrita por anapistas y emerre­ listas de la Línea Dura, se exponía en dos párrafos "la falsedad de documen­ tos públicos" utilizados en el "fraude" cometido por las directivas de la Cámara de Representantes , durante la aprobación del presupuesto ¡jara 1965. En este documento pusieron de presente que la corrupción consti­ tuía el más grave motivo de desprestigio del Parlamento y que por lo tanto no debía continuar. Consideraron llegado el momento de poner termino a procedimientos arbitrarios y dolosos . En otra ocasión presentaron una constancia, en la que se oponían "por orden directa del General Rojas Pinilla" al Proyecto por medio del cual se incrementaban las dietas parla­ mentarias. Criticando la inconsciencia de los parlamentarios que apoyaban el proyecto (incluso anapistas), manifestaron que mientras las clases traba­ jadoras de Colombia percibían salarios no correspondientes con sus nece­ sidades elementales, juzgaban injusto que los altos funcionarios y parla­ mentarios quedaran favorecidos con "asignaciones heroicas" . No consen-

13 Anales del Congreso, 10 de septiembre de 196)4, p. 110. Los mismos Representantes también enviaron una carta al Presidente del senado con el fin de cute esa Corpora­ ción conociera la forma ilegal en que iuv aprobado el Proyecto de Ley sobre el presupuesto para 1965. 14 Ibid.

332 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL tían los privilegios de los funcionarios públicos, ya que como anotaban, esta situación provocaría mayores desigualdades y agudizaría la inestabili­ dad social. Al Representante anapista Alfredo Cuadros, la iniciativa del Proyecto sobre el alza de las dietas le causaba asombro. En su intervención en el debate, Cuadros recordó la ética y el deber social del parlamentario. Criticó el carácter antipopular de la legislatura: "nada ha hecho por las clases trabajadoras, en beneficio del pueblo que agoniza en medio de gran­ des necesidades", y aludiendo a los efectos sociales que produciría el pro­ yecto en cuestión se preguntaba: "¿Cómo se va evitar que los trabajadores de las distintas obras y los pequeños empleados de la Administración y de la industria privada soliciten el aumento justo de sus salarios, si en la Cá­ mara existe un Proyecto de Ley que busca subir las dietas parlamenta­ rias?" . Su oposición al Proyecto no se basaba únicamente en la falta de méritos de los parlamentarios, sino que también contenía elementos con­ ciliatorios. Pero este sentido conciliador de los legisladores anapistas no era estático; trascendía los límites del simple acuerdo entre las partes en conflicto. Ellos, a diferencia de los Representantes del Frente Nacional, aceptando la inminencia de llevar a cabo programas de desarrollo como lo demuestran sus Proyectos de Ley, eran más sensibles a las angustias socia­ les originadas en los rápidos cambios y movilizaciones sociales.

A pesar de que la oposición al Frente Nacional en el Parlamento, en comparación con la legislatura anterior, se había fortalecido, no fue sen­ cillo para los anapistas expresar sus opiniones y disfrutar de sus derechos constitucionales dentro de la Cámara de Representantes. En sus perma­ nentes críticas al gobierno y a sus integrantes, a los Proyectos de Ley y planes económicos que éstos presentaban, no siempre se les permitió el uso de los canales regulares para exponer sus objeciones. Por ello se aliaron con otros grupos que también por las circunstancias necesitaban ser beligerantes, como los duros del MRL, para denunciar el "sectarismo", la "discriminación", los "atropellos en contra de la oposición", la "viola­ ción del reglamento de la Cámara" o los "atropellos a la libertad parla­ mentaria", ejercidos por quienes pertenecían al establecimiento. Curio­ samente el extremo de las formas de oposición conservadora se unía con el extremo de las formas de oposición liberal para acusar el irrespeto a las normas por parte de los Representantes del Frente Nacional. De su parte los Representantes lauro-alzatistas se encontraban bastante cercá­ is Anales del Congreso, junio 8 de 1966, p. 582. 16 Anales del Congreso, junio 8 de 1966, p. 583.

333 CÉSAR Ai IGUSTO AYALA DIAGO nos al gobierno de Guillermo León Valencia, quien inclusive estuvo pre­ sente en una manifestación de este grupo.

La defensa de la oposición política no era provocada por simples es­ trategias del movimiento anapista, sino que la discriminación de que eran objeto cubría todos los aspectos de su actividad pública como políticos y legisladores; como lo revela una constancia presentada por integrantes de ANAPO y de la Línea Dura del MRL en la que, citando un Decreto y su respectiva Ley acerca de la prohibición de utilizar el Capitolio en acti­ vidades diferentes a las de su normal funcionamiento, sentenciaron:

este Decreto ha sido escandalosamente violado por el señor Presidente de la Cá­ mara de Representantes, al conceder autorización para realizaren el Salón Elíp­ tico la Convención del liberalismo oficial (...) creando así un aberrante precedente que debe ser enfáticamente rechazado por la Cámara, ya que esa mis­ ma autorización ha sido negada a grupos de oposición para actos similares

1.2.1. El nacionalismo anapista en la Cámara

En el discurso legislativo de los Representantes de la ANAPO, todas las referencias a la "clase dirigente" se encuentran bajo un contexto que busca poner de presente el "entreguismo internacional" al que -según sostienen-llevaron al país quienes siempre han dirigido sus destinos. Para los anapistas, el gobierno de esencia "oligárquica" y "represiva" era un factor en contra de la nación. Guillermo León Valencia no pasaba de ser para ellos "la cabeza decorativa del Estado". Así lo entendían por sus medidas económicas, por las restricciones políticas y por el hecho de continuarse permitiendo el enriquecimiento de unos pocos y la explotación de las clases populares. En la primera constancia presentada en esta legislatu­ ra, el anapismo dejó consignado que frente "al gobierno oligárquico del Frente Nacional mantendría una permanente oposición" porque consi­ deraba que había "traicionado los intereses del pueblo, tolerado y auspi­ ciado el robo; había servido de instrumento de la casta plutocrática" v finalmente por haber "postrado el decoro nacional ante el Departamento de Estado norteamericano" '. Para el movimiento, el Estado (¡tic debía cubrir los intereses de la mayor parte de la nación, es decir del "pueblo", protegía los intereses de unos pocos. No es por ello casual que el índice de correlación entre las categorías Nacionalismo y Contra el establecimiento

17 Anales del Congreso, diciembre 3 de 1964, p. 2062. 18 Anales del Congreso, julio 30 de 1964, p. 735.

334 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL sea de 0.80. (Ver tabla No. 4). El gobierno de Valencia es relacionado directamente con las oligarquías políticas y económicas; las denuncias en su contra se realizaban con énfasis en la disyuntiva entre gobierno, Frente Nacional y oligarquía y los diversos atributos de pueblo.

TABLA 4. Correlación entre todas las categorías en la Cámara de Representantes. Casos: Rodolfo García, Rafael Camerano, Jaime Sanz Hurtado y constancias.

Categí irías No. Categorías 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 Destinatario 1 2 Contra el 0.37 1 establecimiento 3 Denuncia, ele 0.12 0.46 1 protesta por 4 Rojas-ANAPO -0.11 0.54 0.94 1 5 Problemas 0.73 0.82 0.65 0.54 1 6 Soluciones 0.11 0.12 0.93 0.80 0.47 1 7 Defensa de 0.61 -0.29 0.31 0.00 0.30 0.56 1 8 Nacionalismo 0.30 0.80 0.89 0.89 0.86 0.69 0.09 1 9 Revolución 0.89 0.52 -0.14 -0.20 0.64 •0.27 0.21 0.18 1 10 Religión -0.62 -0.51 0.42 0.43 -0.39 0.61 0.17 0.01 -0.90 1

En general, para los Representantes que defendían a la ANAPO en el Parlamento, el "entreguismo internacional" de la clase dirigente colombia­ na no era un problema nuevo. Explicaron en una extensa constancia que el comportamiento de en la Conferencia de San Francisco en 1945 había iniciado la segunda etapa de la actitud antipatriota y extranjerizante de las "oligarquías políticas y económicas" colombianas. La primera etapa ya había producido "las traiciones y entrega de la sobe­ ranía nacional en el caso doloso de Panamá y la no menos criminal masacre de los obreros colombianos en la zona bananera" '. Manifestaron que, tan­ to en aquella época como ahora, la clase dirigente había defendido intere­ ses económicos extranjeros, en particular los norteamericanos. Ahora, en las condiciones de los años sesenta, la actitud de los gobernantes colombia­ nos en torno a la cuestión cubana y a la invasión de los Estados Unidos a Santo Domingo en 1965, evidenciaron la irreversible propensión de la cla­ se dirigente del país hacia los Estados Unidos' . Las posiciones de los ana-

19 Anales del Congreso, agosto 13 de 1964, p. 825 y 826. 20 Otro becbo que comprobó tal actitud fue el famoso discurso que pronunciara el Presidente Valencia en el banquete de recibimiento al General Cbarles De Gaulle.

335 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO pistas frente al "respeto por los tratados internacionales", la defensa de la "autonomía y autodeterminación" de cada país para alcanzar su "soberanía e independencia nacional", los acercó a las posturas de los dirigentes de la Línea Dura del MRL. Como éstos, los anapistas argumentaron la necesidad de una política internacional que colocara a Colombia en un lugar digno dentro del contexto internacional.

El nacionalismo de ANAPO tuvo en sus inicios dos ejes: la reacción del movimiento contra la nueva política de los Estados Unidos para Lati­ noamérica y el vínculo que sus ideólogos encontraban entre la clase diri­ gente colombiana y los intereses de ese país. Consciente del peso que tenía en el país el capital extranjero, el Representante anapista propugnó por defender a las empresas nacionales de los "monopolios y oligopolios extranjeros". Era esa la manera como creían posible superar lo que con­ sideraban "el inicuo sistema capitalista colombiano".

A diferencia del discurso gaitanista que oponía los conceptos "pueblo- oligarquía" sin una connotación abiertamente nacionalista, el anapista pro­ mueve cierto nacionalismo en los contenidos de la misma oposición. En su discurso se contraponen "gobierno antipatriótico" y "pueblo trabajador", "gobierno sin sensibilidad social" e "intereses del pueblo de Colombia". Para la ANAPO, la forma cómo eran conducidos los destinos del país no tenían nada que ver con los intereses del "pueblo colombiano".

Observando los indicadores de la categoría Defensa de... advertirnos la importancia que los legisladores de la ANAPO le conferían al respeto de la legalidad colombiana. Claro, se trataba de la reafirmación de una vieja tesis suya. La defensa de la Constitución, su correcta aplicación como prenda de garantía para todos y en general el respeto por las leyes que buscaran el bien común, constituían las directrices trazadas por los ideó­ logos del Movimiento desde la plataforma de 1961. Ganar el Parlamento como espacio político, le daba la oportunidad a los anapistas de combatir a sus adversarios en su propio terreno. Elemento que, unido a su interés cotidiano por llegar al pueblo, da a la ANAPO la imagen de un Movimien­ to Político decidido a buscar soluciones por la vía de la legalidad. Y es precisamente a mediados de la legislatura 1964-196)6 que el anapismo deja de lado sus impulsos conspirativos.

1.2.2. Los problemas, las soluciones y la revolución

Las categorías Problemas y Revolución tienen un índice de correlación de 0.64 (Ver Tabla No 4) que demuestra el carácter preventivo del discurso

336 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL anapista y su llamado de atención a la clase dirigente sobre los costos sociales que traían consigo las medidas económicas y el crecimiento de las ciudades. En efecto, al observar en detalle la categoría revolución se advierte que su carácter es más de prevención que de realización. Preven­ ción relacionada con las continuas denuncias y juicios que se hacen al establecimiento. El Representante Carlos V. Soto señalaba en una de sus intervenciones: "... el Parlamento se está haciendo el hara-kiri. La cólera popular es ya incontenible. La toma de la Bastilla debe ser un ejemplo para todos los reaccionarios de todas las épocas y latitudes del universo mundo" . Para los Congresistas de ANAPO era imprescindible una le­ gislación que se dirigiera ante todo a solucionar los problemas que po­ drían llevar "al país al borde de la catástrofe". "La situación social, la revolución sangrienta que ya se avecina —decían— así lo amerita".

Aunque la constancia como documento de combate y de desenmas­ caramiento no se distingue por la presentación de soluciones a los pro­ blemas que vive el país, los Representantes anapistas fijaron su posición frente a la función social que debería jugar el Parlamento. A finales de la legislatura, en la única constancia donde presentaron soluciones concre­ tas, afirmaron:

Consideramos que la labor parlamentaria debe encaminarse al mejoramiento de las condiciones de vida de las clases menos favorecidas del país como serían: parti­ cipación de los trabajadores en las utilidades de las grandes empresas; nacionali­ zación del Banco de la República; nacionalización de importaciones; seguro social obligatorio y seguro de cosechas para los campesinos; Bancos para los obreros con las cesantías de las empresas privadas; reforma integral agraria; reforma urbana; educación gratuita y mejoramiento automático de salarios en atención a las cuatro sucesivas devaluaciones padecidas por el país en los últimos años .

De esta manera pretendían acabar con problemas como "el costo de la vida", "la devaluación" y "la especulación". En otra constancia en con­ tra del alza de dietas parlamentarias expresaron como una razón más de su negativa la situación del país, la cual, "exaspera a los colombianos que ven subir el precio de las cosas en modo inusitado sin que nadie controle el ascenso vertiginoso y criminal colocando al país al borde de la catás­ trofe" . Pero también denunciaron problemas sociales propios del desa­ rrollo urbano acelerado: "la miseria", "el hambre", "el desempleo", "la

21 Anales del Congreso, octubre 1 de 1964, p. 1323-1324. 22 Anales del Congreso, junio 8 de 1966, p. 582-583. 23 Anales del Congreso, diciembre 10 de 1964, p. 2125.

337 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

94 pobreza" y "la inseguridad" . Esta última la más crítica y al parecer tan nueva y sorprendente que el suplente de María Eugenia, Alvaro Ramos Murillo, presentó una breve constancia en la cual, motivado por la muer­ te de su hermano político al ser atracado, manifestó: "Las calles de nues­ tras ciudades están bañándose en sangre porque el Gobierno Nacional ha permitido que la angustia económica busque aminorarse con el atro­ pello y el asalto. La vida humana en Colombia está sin custodia. Ya en las propias calles céntricas de la capital (la muerte de mi cuñado se produjo en la calle 23 con carrera séptima, de Bogotá), se ha hecho presente el flagelo de la inseguridad.". Expresaban los anapistas el asombro de quie­ nes estrenando nuevos espacios y formas de vida se enfrentaban a pro­ blemas y situaciones desconocidas; y así mismo eran conscientes de los efectos de la desigualdad social: "la situación de miseria en que se deba­ ten las clases menos favorecidas del pueblo colombiano, ha hecho posible la comisión de atentados contra la vida humana", sentenció Ramos Mu­ rillo en la constancia mencionada.

1.3. LAS PROPOSICIONES

Durante esta'legislatura los Representantes de ANAPO presentaron 71 proposiciones. El contenido del 53% de ellas reafirma el interés del mo­ vimiento por fiscalizar el funcionamiento de la Corporación. Como en los otros géneros de documentos examinados, el parlamentario anapista muestra preocupación por los obstáculos que a su parecer impiden el desarrollo armónico de la sociedad; aboga por desarrollar la infraestruc­ tura de las regiones, por regular el crecimiento de la "burocracia", y por la aplicación de reformas que resuelvan los conflictos agrarios, los pro­ blemas de la educación y del sistema judicial. En 22 proposiciones sugieren que se nombren comisiones que inves­ tiguen actividades cumplimiento de programas y funciones de Institucio­ nes Descentralizadas; como también que se visiten regiones del país con problemas administrativos, de infraestructura, de orden público o afec­ tadas por desastres. De otra parte, 16 veces citan a Ministros para que informen sobre las diligencias, planes y políticas adelantadas por el go­ bierno. En el 25% de las Proposiciones expresan condolencias por el fallecimiento de personalidades regionales o saludan la conmemoración de sucesos trascendentales. En cuatro proposiciones piden se respeten los procedimientos legales que regulan el funcionamiento del Parlamen-

24 Anales del Congreso, septiembre 3 de 1964, p. 1044.

338 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL to. En tres se dirigen con ataques y denuestos al gobierno de Guillermo León Valencia; en dos son solidarios con políticos de otras agrupaciones y en igual número expresan su opinión favorable a la integración econó­ mica y cultural de los países latinoamericanos; y de a una vez, abogan por la defensa del gobierno de Rojas, apoyan las tesis del General Alberto Ruíz Novoa y se manifiestan en contra de la discriminación política. Como en el caso de los anteriores documentos, comprobamos algunas permanencias: lo. Cuando el texto de las proposiciones menciona al "pue­ blo", se refiere en particular a "los menesterosos", "los humildes", "los po­ bres", "los desamparados". Al pueblo pertenece, además, la clase media: "funcionarios", "estudiantes", "empleados" y "comerciantes". De igual ma­ nera, los textos de las proposiciones denuncian las arbitrariedades del ré­ gimen, pero al contrario de las Constancias, en estos documentos las refe­ rencias a Rojas y a su gobierno están por encima de las apelaciones al anapismo. 2o. Las proposiciones muestran al gobierno culpable de la ma­ yoría de los problemas del país, en particular los de la asistencia social. 3o. Los parlamentarios de la ANAPO, al igual que en las Constancias y demás documentos producidos en la Cámara, sostuvieron en sus proposiciones, que la salida al engaño y a las irregularidades que cometía día a día el Frente Nacional estaba en el respeto a la legalidad, a "la Constitución" y a los atributos de la democracia: "la libertad", "la oposición política", el "res­ peto a los Derechos", etc. En todos los géneros de documentos analizados, el parlamentario anapista promovía la defensa del Estado-promotor del bienestar social. En la conducción de ese Estado benefactor los anapistas seguían pensando- como en los tiempos de su primera campaña- que se debían colocar hombres públicos probos con alta sensibilidad social, cua­ lidades que, claro está, las encontraban en ellos mismos.

1.4. LOS PROYECTOS DE LEY

Duchos en la política, los legisladores anapistas no improvisaban. Su com­ portamiento como legisladores era tan normativo como el de los dirigen­ tes de los partidos tradicionales. De todos modos de allí venían, a ellos habían pertenecido toda la vida, no irrumpían en la política con la ANA­ PO; simplemente desde ésta podían continuar en el juego de la política que la nueva coalición bipartidista en el gobierno les negaba. Por eso, el carácter de sus Constancias y Proposiciones en el Parlamento era distinto al de sus Proyectos de Ley. Como legisladores no se revelaban opositores al orden institucional del país.

339 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

La conducta de los legisladores anapistas tuvo un doble carácter. Trascendía al país la beligerancia que le imprimían a sus intervenciones. La prensa difundía con profusión los aspectos que mostraban al anapis­ mo como movimiento obstruccionista a las medidas del gobierno, pero poco o nada se conocía de la actividad constructiva de sus parlamenta­ rios, diputados y concejales. De ello eran culpables incluso los mismos ideólogos del movimiento. Primero, antes de 1961, afanados en regresar al poder, combinaron la vía conspirativa con la política. Ahora, fortaleci­ dos electoralmente, al tiempo que obstaculizaban al Ejecutivo, desarro­ llaban una actividad legislativa que los identificaba con los intereses de las clases bajas de la población. Los anapistas promovidos a la Cámara en 1964 se van a distinguir entre sí por su conducta dentro de ella. El grupo de parlamentarios que promueve el mayor número de Proyectos, es parco en la presentación de Proposiciones, Constancias y en el uso de la palabra en general. Está integrado por un tipo de hombre pragmático, fogueado en el ejercicio de la política. Estrechamente vinculado a la región que lo llevó al Con­ greso, su electorado no es espontáneo sino producto de su propio esfuer­ zo. Fue una de las ventajas con las que contó el anapismo, un movimiento que de ninguna manera expresaba los anhelos de una generación nueva. Al conjunto de parlamentarios a los que hacemos referencia pertenecían: José Ignacio Giraldo y Marco Fidel Rueda Potes del Valle; Luis Carlos Turriago, del Meta; Pedro Pablo Cardoso, del Tolima; Fidel Perilla y Al­ fredo Cuadros, de Boyacá y Excelino Gutiérrez, de Cundinamarca""'.

1.4.1. Proyectos de ley sobre la infraestructura del país

Los parlamentarios anapistas presentaron durante la legislatura 1 14 Pro­ yectos de Ley, 58 de los cuales favorecían el desarrollo de la infraestruc­ tura de sus regiones de origen. EL 26% de estos Proyectos tenía como fin auxiliar la culminación y funcionamiento de hospitales, plazas de merca­ do y acueductos. Continuaron la tradición creada por sus predecesores en el sentido de promover desde el Congreso proyectos que ampliaran la infraestructura de los municipios colombianos. Enfatizaban en el desa­ rrollo cíelas vías de comunicación: El 51.7% de los Provectos menciona-

25 Los Representantes anapistas del Valle fueron quienes mayor número de Provectos (37) presentaron a la Cámara. Mientras Giraldo trabajaba efusivamente por su re­ gión, Mateo Fidel Rueda Potes atiende problemas de índole nacional, relacionados con la reestructuración del orden colombiano.

340 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL dos tuvieron que ver con la construcción de carreteras, puentes, aeródro­ mos, tramos de ferrocarriles, etc.

La situación de las cabeceras municipales engrandecidas por las per­ manentes emigraciones del campo, preocupa a los parlamentarios ana- pistas. Conscientes de que la infraestructura de los poblados era insufi­ ciente para la nueva cantidad de habitantes, proponen la construcción de obras que adapten los municipios a las nuevas condiciones: hospitales, plazas de mercado, colegios, etcétera"'. Era a la vez la manera de respon­ der al respaldo electoral que habían obtenido de este tipo de poblaciones en las elecciones cjtie los llevaron al Parlamento.

El parlamentario anapista procura conectar al campesino ubicado en zonas impenetrables con los centros de desarrollo. "Las carreteras de penetración vienen a desembotellar extensas y feraces tierras en bus­ ca de los mercados de consumo para sus productos", justificaba el líder vallecaucano José I. Giraldo, quien presentara 22 de los 58 Proyectos sobre infraestructura"'. Según su manera de ver el desarrollo material de los pueblos, Giraldo consideraba que el gobierno tenía el deber sa­ grado de proporcionarle a los campesinos las vías de comunicación que les permitieran llegar a los mercados. Aquí estaba la causa del alto costo de la vida en las ciudades. Era una sensibilidad compartida por toda la comunidad parlamentaria anapista. Si en la plaza pública el anapismo, en calidad de denuncia, inculpaba de la carestía al gobierno, en el Par­ lamento profundizaban en la causalidad del fenómeno. No disculpaban al establecimiento, pero tampoco se quedaban en la (¡neja, proponían los correctivos: abrir vías de penetración para que el campesino pudiera comercializar sus productos y lograr así reducir la carestía que reinaba en las ciudades. Para el boyacense Alfredo Cuadros por ejemplo, la construcción de carreteras convertiría al Estado en el primero de los benefactores, puesto que, según él, "...al transportarse las grandes ri­ quezas económicas... los mercados serán más económicos ¡Dará las gen-

26 Proyecto de Ley por el cual se auxilia a la construcción de varias obras en la Victoria valle. Anales del Congreso, agosto 12 de 1965, p 856; Proyecto de Lev por el cual la Nación financia y apoya la construcción de varias obras en el municipio de Versalles. Anales del Congreso, septiembre 11 de 1961, p. 1127. 27 Proyecto de Ley No. 434 por medio de la cual se ordena la construcción de varias obras en el municipio de Restrepo-Valle. Anales del Congreso, diciembre 20 de 1965, ]). 1948, Giraldo presentó durante toda la legislatura 28 Proyectos, de los cuales 24 tuvieron que ver con la infraestructura de los pueblos del Norte del Valle del Cauca. Solo tres trataron problemas de reestructuración.

341 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

90 tes más necesitadas" . El Representante tolimense Pedro Pablo Cardo- so, por otro lado manifestaba que "la carestía del costo de la vida, el acaparamiento de víveres, el hambre, etc., no se remediaban con Decre­ tos sino con el cultivo intensivo y extensivo por medio de la irrigación para que la tierra produzca más y que haya agua también para regadíos de pastos a fin de tener arroz, ajonjolí, carne, leche, etcétera" . Políti­ camente, trabajaban los Representantes anapistas para dos sectores so­ ciales: para un campesino por lo regular colono, pero ante todo y a largo plazo, para los habitantes pobres de las ciudades. Rojas Pinilla venía proponiendo como reforma agraria- desde sus épo­ cas de gobernante- la colonización de tierras; la construcción de carreteras de penetración y en general el impulso a las obras públicas identificaban su gobierno. El seguimiento de la actividad parlamentaria de la bancada anapista, nos mostró que sus lazos con Rojas Pinilla iban más allá de las lealtades políticas, al menos en esto se diferenciaban del anterior elenco de parlamentarios. Quedaba claro que su vinculación al movimiento no se había efectuado plegándose únicamente a la capacidad de convocatoria del General, que les permitía a ellos seguir figurando en la política nacional. Lo cierto era que se identificaban en la manera de concebir el desarrollo. Los parlamentarios anapistas de los Llanos Orientales sentían, como su jefe, una inclinación por la implementación de una economía agraria pro­ vista de los avances de la técnica. Es una tradición que proyecta el anapismo a través de leyes que propenden por la construcción de carreteras que pongan en contacto a las selvas colombianas con el resto del país: "...La despensa de Colombia son los Llanos Orientales —leemos en la explicación de motivos de los Proyectos del Representante Cardoso— pero no hay vías de comunicación para llevar gente a cultivar esos llanos tan fértiles y traer comestibles"; en otro Proyecto, apuntaba: "El ferrocarril de El Espinal al Puerto de la Concordia es la obra más importante, más urgente y de mayor necesidad que tiene Colombia para abastecer mercados, para ocupar bra­ zos y llevar personal a los Llanos Orientales para la colonización, cultivo y abastecimiento; para bajar el costo de la vida, para la adjudicación de bal-

28 Proyecto de Ley No 491 por la cual se ordena la construcción de carreteras en Bo­ yacá. Anales del Congreso, enero 8 de 1965, p. 9. Alfredo Cuadros presentó durante la legislatura 6 Proyectos, 4 de los cuales tuvieron que ver con la infraestructura de su Departamento. 29 Proyecto de Ley No. 20, sobre la irrigación y electrificación del río Saldaña en el Tolima. Anales del Congreso, mayo 3 de 1966, p. 407. Pedro Pablo Cardoso presen­ tó durante la legislatura 11 Proyectos, 7 de los cuales tuvieron que ver con la infraes­ tructura de su Departamento.

342 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

dios y solucionar el problema de los que desean tierras labrantías, las cuales están abandonadas en el oriente colombiano" . En una especie de senti­ miento nacionalista regional, Cardoso hablaba en la Cámara de reconstruir el Tolima Grande. Consideraba que el territorio del Departamento del Tolima era pequeño y que sus habitantes necesitaban los llanos del Caquetá para no tener que buscar tierras de primera en zonas lejanas e inhóspitas. Fundamen­ tando los motivos de sus proyectos, el anapista tolimense señalaba: "Los Llanos Orientales son para los tolimenses la tierra de promisión, a la cual el Congreso tiene que facilitar la manera de ir" . Finalmente, Cardoso propone la creación de un nuevo Departamento junto con la jurisdicción del Caquetá. Además, sugiere que se cree de inmediato el Departamento del Amazonas y el traslado gratuito de gente a esos territorios, como también el establecimiento de uni­ dades agrícolas familiares . A Representantes como Cardoso y Turriago los identificó su interés por la colonización de las selvas colombianas como respuesta al rápido poblamiento de ciudades intermedias; Giraldo se preocupó por vincular los pueblos marginados del norte de su Departamento a la economía capitalista; y a Potes y a María Eugenia Rojas, a su vez, les va a identificar su lucha por los marginados de las ciudades. El primero, presenta Pro­ yectos de Ley que apuntan a facilitar la consecución de viviendas a los recién llegados a las ciudades, a la disminución de los impuestos de valo­ rización para las clases pobres. La representación nacional parlamentaria que alcanzó la ANAPO en 1964, le permitió al movimiento presentar Proyectos de Ley en conjunto que favorecían a los pueblos de diferentes regiones: Tolima-Los Llanos; Cundinamarca-Los Llanos; Huila-Los Llanos, Tolima-Huila, Meta-Vaupés, etc. Proyectos con los cuales —como lo hemos anotado— los anapistas aspi­ raban a resolver problemas que exigían urgente solución, probando de esa manera que no era demagógica su prédica de la plaza pública. Además, el

30 Proyecto de Ley No. 5 por la cual se ordena la construcción de un puente y una carretera entre los Departamentos del Tolima y Huila para la penetración de los Llanos. Anales del Congreso, febrero 10 de 1966, p. 215; Proyecto de Ley No. 370 por la cual se ordena un plan vial, planeación, planificación y construcción del ferro­ carril de El Espinal al Puerto de la Concordia. Anales del Congreso, noviembre 26 de 1964,p 1982. 31 Proyecto de Ley No. 380 por la cual se ensancha el territorio del Departamento del Tolima. Anales del Congreso, noviembre 27 de 1964, p. 1997. 32 Proyecto de Ley No 195 por la cual se establece en la República el servicio militar, técnico y laboral combinados, para la instrucción, educación, preparación de la juventud colom­ biana, para la independencia, soberanía, progreso patrio y la creación del Departamento del Amazonas... Anales del Congreso, octubre 19 de 1964, p. 1521.

343 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO parlamentario de la ANAPO en su tendencia inmediatista, se presentaba como un personaje útil al pueblo común. Estaba presto a tenderle la mano en momentos de calamidades. Gran parte de los Proyectos sobre auxilios respondían a aliviar las consecuencias de los desastres naturales: tembló- res, desbordamiento de ríos, derrumbes, etcétera .

1.4.2. Los Proyectos de Ley sobre reestructuración. El Estado: supremo tutor del ciudadano

Quizá por tratarse de una oposición a los gobiernos del Frente Nacional, en la medida en que éste fue perdiendo popularidad, el anapismo se convirtió desde 1964 en el movimiento de oposición mejor configurado. Se trataba de una oposición concreta al orden que había impuesto el pacto frentenacionalista. No era la suya una oposición al sistema capitalis­ ta en general, no abogaban por el cambio radical de las estructuras. De los 114 Proyectos de Ley presentados a la consideración del Congreso, 29 pretendían reestructurar el funcionamiento del Estado colombiano. Sobre todo, apuntaban a corregir factores relacionados con las normas legales que regulaban la buena marcha de las profesiones liberales, de los plazos para el pago de créditos, del pago de los impuestos, de la fabrica­ ción de licores, de las Organizaciones Sindicales, del reajuste de pensio­ nes de jubilación, etc.

Los parlamentarios de la ANAPO eran conscientes del desfase exis­ tente entre el Estado y su capacidad para presentar soluciones a las nuevas dificultades de una población en permanente crecimiento. José Ignacio Giraldo, defendiendo un Proyecto que tendía al incremento de Notarías y Registradurías, argumentaba que el número de notarías que funcionaban en el país no guardaba proporción alguna con el creci­ miento de la población en los últimos años . Ayudaban los parlamen­ tarios al perfeccionamiento del Estado en general, sus propuestas bus­ caban corregir fallas de la justicia. El abogado Pedro Pablo Cardoso, por ejemplo, aspirando a corregir las fallas existentes en la recepción

33 Véanse los textos de los Proyectos de Ley No. 41, por la cual se auxilia a los damni­ ficados del municipio de Toro, con motivo de una calamidad pública; No. 42, por la cual la Nación ayuda a los damnificados de Versalles, quienes se encuentran en esa situación por el invierno. Anales del Congreso, Junio 15 de 1965, p. 656. 34 Proyecto de Ley No. 130 por medio de la cual se dictan... Anales del Congreso, septiembre 13 de 1965, p. 1102.

344 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

de la prueba testimonial, presentó un Proyecto que sancionaba severamente a los falsos testigos . Creía con pasión el parlamentario anapista, y lo reiteraba a cada momento, que la obligación y el deber "del legislador y el gobierno", era la de "propender por un servicio asistencia!, eficaz y gratuito a las gentes colombianas". Sustentando un Proyecto de Ley que establecía el seguro social Obligatorio para los trabajadores públicos, los Repre­ sentantes escribieron en la exposición de motivos que a través de la seguridad social, con la aplicación de planes integrales de protección social para cubrir la totalidad de la población respectiva, contra todos los riesgos provenientes del trabajo, la mayoría de los países del mundo contemporáneo había alcanzado el mejorestar de sus pueblos. Frente al pueblo, presentaban al Estado como "natural protector de la socie­ dad colombiana", en particular de las clases populares . Para ellos, co­ mo para casi todos los movimientos políticos de la década, el Estado era un mito, creían que los problemas sociales se resolverían tan solo con­ quistándolo. Transferían a sus simpatizantes su fe en el Estado como supremo tutor del ciudadano. Creían tanto en él, que algunas de sus pro­ puestas tendían a depurarlo, a purificarlo, a quitarle las manchas. En un proyecto que establecía que la fabricación de licores pasara a la ini­ ciativa privada, y que el Estado colombiano se desvinculara incluso de su mercadeo, Rueda Potes enumeraba los siguientes elementos como justificación: lo. Eliminar el estímulo que el propio Estado ofrece a la degradación de la sociedad cuando fabrica licores; 2o. Evitar el fomen­ to del alcoholismo por parte del mismo Estado, el cual recobrará su autonomía y su autoridad moral para poner los correctivos a quienes delinquen impulsados por los efectos del alcohol; 3o. Si se aprobara tal Proyecto se impulsaría al pueblo colombiano hacia metas de moralidad y de sentido de responsabilidad que lo hagan digno de la patria, víctima hoy de la deshonestidad y del crimen' . Hacían también las veces de fiscales: veían con malos ojos las diferencias salariales entre los militares y entre los trabajadores del Estado y de las empresas privadas. Por eso

35 Proyecto de Ley No. 317. Anales del Congreso, noviembre 13 de 1964, p 1837. 36 Proyecto de Ley No. 483 sobre auxilio a la asociación de Protección social y ayuda mutua del Barrio San Carlos; Proyecto de Ley por la cual se establece el Seguro Social Obligatorio para los trabajadores públicos; Proyecto de Ley No. 265 por la cual se crea un Banco Prendario Nacional. Anales del Congreso, diciembre 30 de 1964, p. 2382; agosto 9 de 1965, p. 814; octubre 31 de 1964, p 1706. 37 Proyecto de Ley No. 269 por la cual se reglamenta la fabricación de licores en el país. Anales del Congreso, octubre 31 de 1964, p. 1704.

345 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO parte de sus Proyectos se encaminaba a la nivelación de los sueldos de acuerdo a las condiciones económicas del momento' .

La concepción que tenían de la educación los congresistas anapistas, correspondía a su manera pragmática de concebir el desarrollo del país. No fundamentaron los trece proyectos sobre educación que presentaran ante la Cámara, con argumentos clásicos humanistas. Para ellos el país estaba saturado de profesionales universitarios. En cambio se pronuncia­ ron por una educación técnica intermedia, que preparará artesanos en la ciudad y expertos agrícolas en los campos. Se manifiestan contrarios al bachillerato clásico por considerarlo divorciado de las necesidades regio­ nales. José Ignacio Giraldo, además de sus Proyectos de infraestructura, presentó uno sobre creación de un Instituto Técnico Agrícola, que argu­ mentó de la siguiente manera: "Os propongo crear un plantel de educa­ ción agropecuaria que preste con eficacia sus servicios a la comunidad y esta a su vez al plantel: es decir un centro educativo con basamentos mo­ dernos, incrustado dentro del conglomerado humano, con acceso fácil al mismo, que, además de sus cursos regulares para la formación sistemática de expertos agrícolas, técnicos, bachilleres, etc., realice cursos especializa­ dos, para los campesinos de la región en cualquiera de las actividades rela­ cionadas, tales como, avicultura" .

La Alianza Nacional Popular le facilitó a los militares retirados el víncu­ lo con la política. Con el advenimiento del Frente Nacional, un número considerable de militares fieles al general Rojas Pinilla fueron llamados a calificar servicios. Para otros simplemente coincidía su retiro del servicio militar con la presencia en el país de un movimiento que como la ANAPO le permitía a oficiales y suboficiales retirados hacer política. Por eso era común ver en las listas electorales del anapismo a generales, coroneles,

38 Proyecto le Ley No. 391 por la cual se reforma el artículo 98 del Código Sustantivo del Trabajo. Anales del Congreso, diciembre 17 de 1965, p. 1915; Proyecto de Ley No. 455 por la cual se reglamenta el período, elección y duración de las Juntas Directivas de las Federaciones, Confederaciones y demás Organizaciones Sindicales. Anales del Congre­ so, enero 20 de 1966, p. 77; Proyecto de Ley No. 117 por la cual se fijan sueldos para el persona] militar del ramo de guerra. Anales del Congreso, septiembre 6 de 1965, p. 1040; Proyecto de Ley No. 431 por la cual se reajustan los sueldos de algunos funciona­ rios de la justicia penal militar y se establecen sus equivalencias con la jusücia ordinaria. Anales del Congreso, diciembre 20 de 1965, p. 1947. 39 Proyecto de Ley No. 415 por la cual se crea un Instituto Técnico Agrícola en Versa­ lles, Valle. Anales del Congreso, diciembre 18 de 1965, p. 1930; Proyecto de Ley No. 439 por la cual se crea y auxilia el Instituto Tecnológico Industrial Indalecio Penilla en Cartago, Valle. Anales del Congreso, diciembre 20 de 1965, p. 1950.

346 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

mayores, sargentos y capitanes, que una vez en los Cuerpos Colegiados se presentaban como voceros de los intereses de ese gremio. Armando Bece- 40 rra , en uno de sus Proyectos intercedía por el mismo y por sus camaradas:

Si bien entendemos que la situación económica del país no es boyante en la actualidad, se debe considerar que es urgente se hagan los esfuerzos para mejorar los sueldos del personal en actividad y por consiguiente de los militares en retiro. Cuando las fuerzas de la disociación adelantan una conjura contra la patria, él [el Estado] debe interponer todos sus alcances para que sus fuerzas militares sean mejor remuneradas a fin de que puedan atender con mayor estimulo la conservación de la paz y el progreso de Colombia 41 Las listas electorales anapistas, además, estaban integradas en las ciudades intermedias del país y en los barrios populares de los grandes centros urbanos, por comerciantes medios y pequeños. En los Co­ mandos de agitación era corriente la presencia de un tipo de empíricos de la salud que de pron­ to sintieron que su oficio se veía amenazado por las medidas que estaba tomando el Estado en favor de los profesionales universitarios. El par­ lamentario anapista estaba presto a corregir cualquier Ley que afectara los intereses de los profesionales no graduados en las universida­ des, presentando contraproyectos. Excelino Gutiérrez se pronunció en la Cámara contra una ley que iba en desmedro de los farmaceutas tradicionales; Luis E. López a su vez presentó un Proyecto para reformar una ley de especiali­ Foto del Diario del Caribe dades que amenazaba con dejar por fuera a los Abril 30 de 1985 trabajadores empíricos de la salud .

40 Becerra fue protagonista de primer orden en la etapa conspirativa del anapismo. Era suboficial retirado de la policía e intervino en la Cámara como suplente de José Igancio Giraldo 41 Becerra Armando y otros. Proyecto de Ley por la cual se fijan sueldos para el perso­ nal militar de ramo de guerra. Anales del Congreso. 42 Proyecto de Ley No. 124 por la cual se modifica la Ley 23 de 1962 sobre el ejercicio de la farmacia. Anales del Congreso, septiembre 7 de 1965, p. 1059; Proyecto de Ley No. 308 de 1965 por la cual se reforma la Ley de Especialidades. Anales del Congre­ so, noviembre 24 de 1965, p. 1708. Los dentistas por ejemplo, desde entonces cerra­ ron filas con el anapisno. Todavía en 1985, en un Comanda Subterráneo de las barria­ das barranquilleras el reportero de un periódico local encontró el siguiente aviso: "COMANDO DE LA ANAPO/ PIDA INFORME A TEÓFILO CABALLERO/ DENTISTA AL SERVICIO DE LA ANAPO". Véase Diario del Caribe, abril 30 de 1985.

347 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

2. EL DISCURSO DEL ANAPISMO EN LAS CORPORACIONES MUNICIPALES DURANTE LA LEGISLATURA 1964-1966.

2.1. LOS CABILDANTES DEL PUEBLO EL CASO DE LAS CIUDADES DE CALI Y BARRANQUILLA.

El primero de noviembre empezaron sus actividades los concejales elegi­ dos en marzo de 1964. Fue en la instalación del Concejo de Cali, cuando Olano Cruz, en magistral pieza oratoria sintetizó la evolución de su pensa­ miento y lo que, según él, consideraba debía ser el comportamiento de los legisladores rojaspinillistas. Olano, en buen uso de sus convicciones religio­ sas y de su conservatismo popular hizo un esfuerzo por lograr que los caleños pobres vieran en él y en la ANAPO a sus voceros. Dijo en presencia del líder máximo del MRL, Alfonso López Michelsen, concejal también por Cali, que pertenecía al ba­ tallón de los apestados que diri­ gía el General Rojas Pinilla; sostuvo que estaba en el Con­ cejo gracias a los votos de los ulcerados vecindarios de Siloé, El Paraíso, El Rodeo, La Nue­ va Floresta, La Isla; declaró que en él habían depositado sus esperanzas los desampara­ dos, los perseguidos por el régi­ men, los humillados por una sociedad olvidada de Dios, los que carecen de pan, de asistencia so­ cial y de un techo seguró'. En ese sentido, manifestó que ser­ viría a ese pueblo a su manera: "denunciando el honor infini­ to en que agonizan y mueren los indefensos y los pobres, colaborando con mi palabra a la demolición de un orden ini­ LNP reconoce el trabajo político de Olano Cruz cuo y ayudando a rescatar la

43 Véase Libro de Actas. Concejo municipal de la ciudad de Cali, Acta No. 1 Sesión de Instalación, noviembre 1 de 1964, p. 1,2 y 3.

348 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL justicia de Dios, del estercolero de gavela y privilegio en donde perece gota a gota" . El tempestuoso Olano señaló que no estaba en el Concejo para resolverle problemas al gobierno, sino para actuar en "la línea de fuego como dinamitero contra el oprobioso sistema del Frente Nacional"; agregó que no tenía miedo de denunciar el espectáculo siniestramente folclórico de que el 90% de los colombianos viviera en condiciones de inferioridad a las de "una lustrosa vaca pardosuiza" y que la mayoría de las familias del pueblo de Colombia comieran menos carne en una semana que la que le servían diariamente a los perros de pedign . Finalmente, Olano sentenció que los anapistas estaban proyectando sin el gusto y sin la gana de los frentenacionalistas "la revolución nacional que ya se anuncia en el pavor de los poderosos y en la alegría de los humildes" . En la misma sesión de instalación, los concejales anapistas leyeron una constancia en que declaraban haberse constituido en los personeros de la oposición, contra el sistema y contra los hombres que lo repre­ sentaban. Anunciaron que llevarían dicha oposición a todos los extremos "hasta conseguir el rescate de la patria ultrajada" . Creyendo necesario poner en claro de una vez por todas su identificación con el pueblo, sometieron a la aprobación de todos los cabildantes el siguiente mensaje:

El Concejo de Cali presenta en el día de su instalación su saludo a todo el pueblo trabajador; le renueva su fe en sus calidades como núcleo fundamental en la vida de la patria; ofrece trabajar por sus reivindicaciones, sus urgencias y expre­ sa su esperanza de que en Colombia se aplique la justicia social contenida en la Doctrina de la Iglesia .

Sería pues ésta, la táctica a desarrollar. Mientras Olano encendía la candela de la oposición beligerante, otros legisladores como José Ignacio Giraldo en el Parlamento o Elias Salazar García en el Concejo de Cali defenderían medidas en favor del pueblo.

Elias Salazar García fue de los primeros líderes de la oposición ana- pista que logró llegar a la dirección en el país de un cuerpo legislativo. Desde la vicepresidencia del Concejo de Cali defendió, como le había enseñado su maestro político Gilberto Álzate Avendaño, el derecho a la oposición como condición necesaria para la buena marcha de la demo-

44 Ibid. 45 Ibid. 46 Ibid. 47 Ibid. 48 Ibid.

349 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO cracia. Sus primeras intervenciones en las sesiones del Concejo las dedicó a fundamentar este principio. Defendió la convivencia pacífica y se com­ prometió a proporcionar igualdad de garantías para todos los grupos políticos representados en el Cabildo. Salazar García neutralizó los malos entendidos que hubiera podido producir en la ciudadanía el memorable discurso de Olano el día de la instalación de la Corporación:

En ambiente de sana convivencia pacífica -dijo en la segunda sesión del Conce­ jo- podemos simultáneamente legislar y batallar fervorosamente por nuestras ideas que nos son caras... No somos una tropilla de camorristas sino una escua­ dra siempre adelante para luchar contra el sistema y en favor de la prosperidad distrital .

En efecto, anapistas y emerrelistas de manera conjunta llevaron la voz de la oposición. Promovieron intensos debates de enjuiciamiento al gobierno por la política de represión contra las gentes que a través de invasiones a predios ajenos resolvía por las vías de hecho su carencia de vivienda. Defendieron a los vendedores ambulantes contra los atro­ pellos de la fuerza pública. Tomaron la vocería de los empleados públi­ cos destituidos de sus cargos. Se opusieron a la entrega de las Empresas Municipales a los monopolios norteamericanos. Junto con los emerrelistas se opusieron sistemáticamente al alza en los servicios pú­ blicos. Empero, no sólo se constituyeron en los fiscales del Municipio. Conjuntamente impulsaron la solución de los problemas. En diciembre de 1964, Salazar García presentó un Proyecto de Acuerdo por el cual se creaba el Instituto de Vivienda Popular Municipal de Cali, cuyo fin consistiría en negociar con los propietarios de terrenos en peligro de ser invadidos, organizar los servicios públicos de los barrios surgidos en anteriores invasiones. Emerrelistas y anapistas apoyaron la creación de establecimientos educativos y presentaron diversos Proyectos de Acuer­ do en beneficio de los barrios pobres.

El Libro de Actas del Concejo de Cali, correspondiente a la Legisla­ tura 1964-1966, da cuenta de 30 documentos dejados por los ediles anapistas como huella de su paso por esa corporación: se trata de 13 intervenciones de Elias Salazar García, 8 de Carlos H. Tofiño, una de Olano Cruz y 8 constancias firmadas por toda la bancada del movimien­ to. Sometidos los 30 documentos al Análisis de Contenido, observamos que en el orden de prioridades se destacan las siguientes categorías:

49 Acta No 2, noviembre 2 de 1964. Libro de Actas del Concejo de Cali, p. 4 y 5.

350 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

Destinatario social, En contra del Establecimiento; Denuncia de. Protesta por.... Referencias a Rojas y al anapismo y Los problemas. El seguimiento por separado de las intervenciones de los concejales anapistas, al tiem­ po que sirvió para comprobar las unidades de criterios entre ellos, per­ mitió establecer sus diferencias. El discurso de Carlos H. Tofiño estaba más cercano al espíritu de Olano Cruz que al de Salazar García; el de éste se distanciaba significativamente del de Olano. Mientras que para aquel lo importante era la defensa de la oposición, de la buena marcha del Concejo y de los valores humanos en general, Olano y Tofiño dedi­ caban toda la energía de sus discursos contra el Frente Nacional y a favor del pueblo. Las Constancias estaban más cercanas al brío de Ola- no y Tofiño que al de Salazar . Mientras que el peso de las intervencio­ nes de Salazar descansó en la categoría En defensa de..., el de las Cons­ tancias recayó en la categoría : Denuncia de, en Protesta por.... (ver tabla No. 6). Salazar García era un político experimentado . Venía de la Le­ gislatura anterior. Había liderado en Cali la oposición rojaspinillista al Frente Nacional junto con los emerrelistas. No era que desmayara el ímpetu de su oposición al régimen, pero era mesurado, cauto, frío. La mayor parte de las veces destacó en sus discursos a La Anapo, al tiempo que Olano y Tofiño resaltaron al General Rojas. Para Salazar lo impor­ tante era la proyección del movimiento anapista más que la reivindica­ ción del General. Si sus copartidarios legitimaban sus afirmaciones ora­ torias en un frustrado pasado ligado a Rojas, Salazar lo hacía refirién­ dose al pronombre nosotros, nuestras ideas, los anapistas. Tomado el conjunto de documentos que produjo el anapismo en el Concejo de Cali entre 1964 y 1966, observamos que el pueblo ocupa el primer lugar de sus preocupaciones. El pueblo a veces a la manera de Gaitán enfren­ tado como un todo a una supuesta oligarquía o, a veces a la manera paternal-mesiánica de Rojas. Tofiño, Salazar y las Constancias evocaban el pueblo, al pueblo, nuestro pueblo. En cambio Olano, aunque portador del discurso más belicoso entre los anapistas, invocaba el pueblo a través de algunos atributos de lo popular: los pobres, los humildes, los indefensos, los humillados. En su representación de pueblo, poco espacio ocuparon

50 Nuestras afirmaciones están respaldadas en el Análisis de Correlación realizado en­ tre los documentos estudiados. Según el Coeficiente de Spirmcn, los rangos de co­ rrelación son los siguientes: Entre Olano y Tofiño 0.86; entre Tofiño y Salazar 0.09; entre Salazar v Olano -0.02; entre las Constancias y Tofiño 0.49; entre Olano y las Constancias 0.38, entre éstas y Salazar 0.26. 51 Durante el gobierno del General Rojas, Salazar García se desempeñó como miembro del Tribunal de Arbitramento de Cali.

351 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO los obreros, casi ninguno los campesinos. Habló por los vendedores ambulantes, por la gente que venida del campo encontraba solución a su problema de vivienda en las continuas invasiones a baldíos del Mu­ nicipio. Salazar García se dedicó a formular como problema número uno de la ciudad de Cali, el de la vivienda, lo que lo acercó a los emerre­ listas. Tofiño enfrentó el problema de la educación. Conjuntamente protestaron y dejaron constancia de su desacuerdo con el alza en las tarifas de los servicios públicos y con la carencia de éstos.

TABLAS. La Anapo en los cabildos municipales 1964-1966

Categorías Frec. % No. 1 Destinatario 172 18.20 2 Contra el establecimiento 164 17.35 3 3 Denuncia de, protesta por 160 16.93 uV -a 4 Problemas 120 11.32 O '5? 5 Rojas-ANAPO 107 12.70 o c Soluciones 70 7.40 0 6 u 7 Defensa de 69 7.30 8 Nacionalismo 61 6.45 9 Revolución 13 1.37 10 Religión 9 0.98 30 Documentos Totales 945 100 1 Denuncia de, protesta por 85 31.02 « 2 Defensa de 42 15.32 '3 3 Contra el establecimiento 41 14.96 cr Q 4 Destinatario 32 11.67 « 5 Nacionalismo 30 10.21 u 6 Problemas 28 5.83 X) o •5? 7 Soluciones 16 5.83 O 8 Religión 10 3.64 0 9 Rojas-ANAPO 8 1.52 10 Religión 0 0 40 Documentos Totales 292 100 Continúa..

352 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

Continuación Tabla 5.

Categorías Frec. % No. 1 Destinatario 47 27.97 2 Defensa de, protesta por 34 20.24 ai 3 Rojas-ANAPO 28 16.66

c 4 Establecimiento 27 16.07 o S 5 Denuncia de 25 14.88 6 Problemas 6 3.57 7 Revolución 1 0.59 8 Soluciones 0 0 9 Nacionalismo 0 0 10 Religión o 0 1 Documento totales 168 100 1 Denuncia de, protesta por 44 31.02 2 Defensa de 12 15.32 u TJ 3 Establecimiento 12 14.96 c E 4 Destinatario 6 11.67 1) x 5 Nacionalismo 6 10.21 o -o 6 Problemas 5 5.83 •f "C 7 Soluciones 3 5.83 oí 8 Religión 1 3.64 9 Rojas-ANAPO 1 1.52 10 Religión 0 0 40 Documentos Totales 90 100

Nota: Monroy R.C. Concejal de Bogotá; Hernández R. Concejal de Bucaramanga.

353 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO

TABLA 6. Correlación entre todos los casos estudiados

Casos estudiados No. Casos 1 10 11 12 García G.R. 1 Camero R. 0.37 1 SanzHJ. 0.08 0.14 1 Constancias Cámara 0.84 0.33 0.45 1 Olano C.H. -0.13 0.09 0.64 0.36 1 Salazar G.E. 0.60 0.71 0.00 0.48 -0.02 1 Tofiño C.H. 0.09 0.05 0.55 0.54 0.86 0.02 1 8 Constancias Cali 0.52 -0.1 0.03 0.73 0.38 0.26 0.49 1 9 Urruchurtu C. 0.62 0.57 0.20 0.80 0.36 0.49 0.56 0.66 1 10 Constancias B/quilla 0.64 -0.1-0.20 0.62 0.00 0.04 0.28 0.73 0.62 1 11 MonroyR.C. 0.43 0.72 0.41 0.59 0.58 0,61 0.55 0.27 0.59 0.08 1 12 Hernández R. 0.30 0.84-0.05 0.11-0.35 0.63 0.33 0.22 0.37 -0.1 0.28

TABLA 7. Correlación entre todas las categorías. Casos: Cámara: Debates y Constancias; Concejos: Cali, Barranquilla, Bogotá, y Bucaramanga.

(78 documentos)

Categorías No. Categorías 1 10 Destinatario 1 Contra el establecimiento 0.87 1 Denuncia de, protesta por 0.74 0.96 1 Rojas-ANAPO 0.84 0.98 0.93 1 Problemas 0.69 0.47 0.42 0.33 1 Soluciones 0.68 0.33 0,18 0.24 0,83 1 Defensa de 0.64 0.82 0.75 0.89 -0.03 0.05 1 8 Nacionalismo 0.78 0.97 0.98 0.95 0.45 0.26 0.77 1 9 Revolución 0.91 0.72 0.56 0.69 0.71 0.82 0.51 0.66 1 10 Religión 0.61 0.64 0.52 0.68 0.02 0.28 0.87 0.54 0.50

354 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

2.1.1. Claudio Umichurtu y Torregroza

No fueron muy distintas las cosas en Barranquilla. Aquí también logra­ ron los anapistas la vicepresidencia del Cabildo en la persona del dirigen­ te Moisés Musa Tarud. Musa, como se le conocía, a diferencia de su ho­ mólogo en Cali, Elias Salazar García, no era lo suficientemente cauto para neutralizar los ánimos antirrojaspinillistas. Posesionado de su cargo manifestó que "ya llegaría el momento de demostrar quién era y quién había sido Rojas Pinilla y quiénes los que componían el Frente Nacional". Recalcó que "por ahora se dedicaría a servir a Barranquilla" .

En ambas ciudades existía una tradición en las luchas populares por la vivienda y por la solución de los problemas que con mayor intensidad agobiaban a las masas pobres urbanas. En Cali y Barranquilla el liberalis­ mo popular había perdido casi simultáneamente dos de los más aguerri­ dos y reconocidos líderes: Alfonso Barberena y Aniano Iglesias. Los diri­ gentes populares del anapismo elegidos en 1964 llenaron, en parte, ese vacío. Continuaron la tradición de lucha por la vivienda que desarro­ llaban los nuevos habitantes de este par de ciudades en crecimiento ace­ lerado. Pero en Barranquilla los personeros del pueblo, a diferencia de Cali, no contaron con políticos profesionales de la experiencia de Salazar García o de Olano Cruz. Aquí el abanderado de la oposición fue un fol- clórico personaje de color, sin más vocación y oficio que la política. De procedencia conservadora, fenómeno poco común en los negros de la costa atlántica, Claudio Urruchurtu y Torregroza llegó al Concejo Muni­ cipal en 1964 por La Alianza Nacional Popular. Junto con él conquistaron una curul en el cabildo de la ciudad el dragoneante retirado y místico religioso Manuel Rodríguez Verdeza y el próspero comerciante vicepre­ sidente de la Corporación Moisés Musa Tarud. Los tres ediles del anapis­ mo barranquillero se constituyeron en los fiscales del municipio. Empe­ ro, sobresalía entre ellos el colorido Claudio Urruchurtu, célebre por haberse atrevido junto con un grupo de amigos a pintar de negro los contadores de la luz en protesta por los altos costos del servicio de la energía y como mecanismo de presión para lograr la nacionalización de la Compañía de la Electricidad y alcanzar así la reducción de su costo. Sus intervenciones oscilaban entre lo espontáneo y lo violento. En la instala­ ción del Concejo en noviembre de 1964 protestó ante el Alcalde por unas mallas metálicas que

52 Véase el Libro de Actas del Concejo de Barranquilla 1964-1966, p. 382.

355 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO el propósito de aislar las barras de las curules. Urruchurtu argüyó falta de respeto con el pueblo y amenazó con quitarlas él mismo. Este fue su debut como concejal anapista. Desde el primer día puso de presente que había llegado a esa corporación a defender los intereses de los barrios humildes. En la sesión del Concejo de noviembre de 1965, Urruchurtu pidió al presidente de la Corporación que ordenara la salida de los agen­ tes de la policía que se encontraban en el recinto. Impartida la orden y libre el Concejo de la presencia de la fuerza pública, Urruchurtu se levan­ tó de su curul, se dirigió hacia la pared de donde colgaba el retrato al óleo de Alberto Pumarejo, uno de los dirigentes más venerados por la clase política del Atlántico, y lo lanzó contra el suelo" . El acto iconoclasta de Urruchurtu lo inmortalizó. Le dio un aura de líder definitivamente antiestablecimiento. El concejal se legitimó como vocero popular. Con­ quistada la simpatía de los de abajo, en el curso de la legislatura se auto- proclamó, junto con Rodríguez Verdeza y Musa Tarud vocero de la pe­ queña industria, de los tenderos, de los pequeños comerciantes, de los choferes, de los abastecedores, de los trabajadores suspendidos de las obras públicas. Se dedicaron a inculpar a los mandatarios locales de las desgracias del municipio. Su principal herra­ mienta política fue la denuncia, a ella le dedica­ ron el 31.02% de sus referencias en los discursos de las sesiones del Cabildo (Véase tabla Ng 5) . Protestaron por la contaminación y por los da­ ños que producían en la salud de los habitantes de los barrios pobres, los gases de la fábrica de aceite Fagrave y Celanese: "...mientras los pode­ rosos meten en sus alforjas millones de pesos- decía en un debate Urruchurtu- los trabajadores llevan en el rostro el estigma de un virus desconocido" . Rodríguez Verdeza promovió un debate contra "La Central de Hidratación", Claudio Urruchurtu y Torregroza un Instituto descentralizado adonde se llevaba a Foto de El Nacional

53 En entrevista realizada en noviembre de 1991 en Barranquilla, Urruchurtu sostuvo que en el lugar donde se encontraba la pintura al óleo de Pumarejo, colocó la del General Rojas Pinilla. 54 De 40 docunentos analizados, la denuncia ocupó el primer lugar entre las 10 categorías elaboradas para seguir la evolución del discurso político de los concejales anapistas. Esta categoría ocupó también el primer lugar en el discurso de Claudio Urruchurtu entre 29 de sus intervenciones en la legislatura 1964-1966 (Véase Tabla No 3). 55 Véanse los pormenores del debate en el Libro de Actas del Concejo de Barranquilla 1964-1966, Acta No. 56, mayo 14 de 1965.

356 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL los niños con diarrea. El concejal acusó a la administración del Instituto de no atender consultas y de haber participado en política en la última campaña electoral. Sin ninguna formación académica, el concejal Urruchurtu entendía el ejercicio de la política como servicio a los pobres, consideraba al Esta­ do como benefactor de los necesitados. Ni se situaba ni ubicaba a sus seguidores al margen del Estado; por el contrario, hablaba de él con sen­ tido de pertenencia. Presionaba por encontrar cabida para el pueblo en el sistema político de su región. Al tiempo que la denuncia era su arma predilecta, la defensa del orden social ocupó destacado lugar en sus ar­ gumentos. Para los años 1965 y 1966, el concejal le prestó atención a los factores que impedían el buen funcionamiento del municipio. Abogó por licitaciones baratas, cosa que el dinero que se pudiera ahorrar se invirtie­ ra en obras para los barrios pobres. Urruchurtu no fue ajeno al acelerado crecimiento de Barranquilla, su reconocimiento como líder popular se debió a la armónica comunicación que entabló con los sectores sociales que llegaban a la nueva ciudad: estimuló invasiones, creó barrios y luchó por conseguirles los servicios públicos. No mencionaba para nada su as­ cendencia conservadora. Sus invocaciones a Rojas eran esporádicas, sin embargo, hablaba más de él que de la ANAPO. Con seguridad, estaba viviendo el mejor momento político de su vida.

Los ediles anapistas de Barranquilla al contrario de los caleños, no hablaban del derecho a la oposición; tampoco debatieron sobre la esen­ cia de la democracia. Eran directos. Para ellos los problemas tenían que ver con la falta de vías, carencia de servicios públicos, de vivienda, de escuelas y de buena salud en los barrios pobres de la ciudad. En su com­ prensión del pueblo eran más selectivos. Si el concejal anapista caleño hablaba del pueblo como un conjunto social donde cabía un espectro grande de sectores sociales, el anapista barranquillero llevaba la vocería de una pequeña burguesía urbana empobrecida. El político que repre­ sentaba a los anapistas en Cali difería del que representaba a los anapistas en Barranquilla por su procedencia social. Olano y Salazar, por ejemplo eran personajes de élite, pertenecientes a "buenas" familias conservado­ ras de la región. Su caso, aunque con firmeza y convicción hablaran por los pobres, era el de personalidades rebeldes escapadas de las manos de sus mentores y que sentían ahora la necesidad de legitimarse por abajo. Y no sólo legitimarse. Sus nombres, particularmente el de Salazar García, estaban asociados, cierto o no, en la conciencia de los vallecaucanos, a de las décadas anteriores. Es por eso que en el primer lugar de

357 CÉSAR AUGUSTO AYALA DIAGO sus referentes políticos está la categoría "pueblo" . En cambio, en Barranquilla, los concejales de la ANAPO provenían de otro ambiente social (incluso el próspero Musa Tarud). Estaban estrechamente ligados a las necesidades populares. No es casual por eso que en los resultados del Análisis de Correlación entre los concejales anapistas de Cali y Barranquilla, el coeficiente de rango entre Urruchurtu y Carlos H. Tofi­ ño sea de 0.56, por encima de 0.49 entre el barranquillero y Salazar Gar­ cía y de 0.36 entre aquel y Olano. (Véase Tabla No.6). Excavando con cuidado podríamos encontrar innumerables diferencias, pero más que éstas son importantes sus identidades. En ambas ciudades, los anapistas le imprimieron a su movimiento un carácter acusatorio y popular. Su oposición en el fondo estaba al margen de los paradigmas revolucio­ narios de la época. Sólo Tofiño en el Valle hablaba en términos positivos de una revolución a realizarse. Los demás hablaban de ella como preven­ ción o no la mencionaban para nada. El análisis cuantitativo demuestra cómo el dirigente anapista empieza a hablar más de su movimiento que de Rojas. El discurso del anapismo empieza a secularizarse, las apelacio­ nes a la religión apenas se perciben. Por ahora el discurso de la ANAPO es coherente y homogéneo nacionalmente. Así lo prueban los resultados del Análisis de Correlación: entre las constancias presentadas por los con­ cejales caleños y las intervenciones de los anapistas barranquilleros el coeficiente de rango es alto: 0.73, entre aquellas y las Constancias de los Representantes a la Cámara es de 0.73, entre éstas y el Concejo de Ba­ rranquilla es de 0.62.

2.2. BOGOTÁ Y BUCARAMANGA

Cali y Barranquilla fueron las ciudades donde se advirtió con mayor niti­ dez el espacio ganado por el anapismo hasta entonces. En las otras capi­ tales de Departamento la instalación de los Concejos mostró también que la presencia y crecimiento del anapismo eran un hecho. En Bucaramanga y Bogotá los anapistas contaron con sus propios candidatos para ocupar los cargos de dirección en las respectivas corporaciones. En la primera ciudad, el conservador anapista, abogado Reinaldo Hernández, compitió sin éxito por la Presidencia del Cabildo con el conservador oficialista Pedro Gómez Arenas. En Bogotá, María Eugenia Rojas se enfrentó, sin éxito también, a Enrique Gómez Hurtado por la vicepresidencia de la

56 De 30 intervenciones de los concejales anapistas entre 1964 y 1966, le dedicaron a la categoría pueblo el 18.53% de sus referentes políticos. En cada una de las interven­ ciones, el referente pueblo aparece 5.7 veces.

358 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

Corporación. Es interesante el caso del Concejo de Bucaramanga. Allí, el estilo político del líder anapista Reinaldo Hernández se asemejaba al de Salazar García en Cali. Ambos eran políticos experimentados. Venían del sector conservador que lideró la oposición al establecimiento del Frente Nacional. Muerto Álzate seguían defendiendo el derecho de los grupos minoritarios a la oposición. Decía Hernández en la sesión de instalación del Concejo de Bucaramanga:

...en un Concejo como éste, a donde la oposición llega aumentada, corregida y cualificada, esa oposición pretenderá demostrar cómo cuando a ella se le respeta en el ejercicio de sus derechos puede cumplir perfectamente con la misión confe­ rida por el pueblo' . Llamaba el edil a unir esfuerzos: "Invito al Concejo a esta lucha, invito a todos los concejales nuevos a que operemos por encima y por debajo, a que nos lancemos por los caminos de la gran industria y del gran comercio y lleguemos hasta los tugurios infestados que afean nuestra meseta, que afean nuestra ciudad... .

Era el mismo discurso de Salazar, el mismo estilo, las mismas preocupa­ ciones; incluso similares la mayor parte de sus concepciones.

Cinco anapistas llegaron al Concejo de Bogotá en la lista que enca­ bezó para dicha Corporación María Eugenia Rojas . Más que la hija del General, llevó la vocería del movimiento un dirigente conservador de ascendencia política alzatista y prestante figura del célebre movimiento de Unión y Reconquista: Carlos Monroy Reyes. Emparentado como es­ taba con toda la familia alzatista que lideraba la oposición del anapismo en los Concejos de Cali y Bucaramanga, Monroy era cercano a sus com­ portamientos políticos. El mismo día de la instalación de los Cabildos, Monroy en la capital del país y Olano en la del Valle del Cauca, dirigie­ ron respectivamente el 28% y 27% de sus intervenciones al "pueblo". Mientras Olano utilizaba atributos cuasireligiosos para referirse al pue­ blo, Monroy lo hacía directamente a la manera de Tofiño, Salazar Gar­ cía y Urruchurtu. En éstos prevalecía la invocación al "pueblo" más que a los sinónimos de parentesco cristiano. Acudía Monroy a otros secto­ res sociales, también en las miras de sus copartidarios en las otras ciu-

57 Libro de Actas. Concejo de Bucaramanga 1964-1966 Noviembre 2 de 1964. 58 Ibid. 59 Los anapistas elegidos al Concejo de Bogotá fueron: María Eugenia Rojas de More­ no; Guillermo Mesa Prieto; Carlos Monroy Reyes-Pedro A Russi; Gerardo Candamil Gómez-Jorge Ortiz; Alfonso Vallejo Gil-Carlos Daniel Roca; Enrique Carvajalino-Leo- poldo García.

359 CESAR AUGUSTO AYALA DIAGO dades del país: la clase media, ubicada estratégicamente dentro del con­ cepto "pueblo":

El pueblo no solamente está comprendido por los trabajadores, no solamente está comprendido por los campesinos, el pueblo también es la clase media y esta clase media tenemos que defenderla y en este sentido yo le hago saber a los funcionarios de la administración pública de Bogotá, que los empleados del gobierno, también tendrán sus defensores. Porque nosotros estamos empeñados con el pueblo, por nuestra palabra de honor y por la figura excelsa del caudillo que nos preside en defender las clases medias, las clases trabajadoras .

A estas alturas de la historia del anapismo, sus cuadros dirigentes empiezan a promover, más que la de Rojas, la imagen del movimiento. Monroy en Bogotá, Salazar García en Cali lideran este proceso de tránsi­ to. Intentaban reafirmar en el Legislativo la imagen de movimiento beligerante ganada en su anterior etapa conspirativa. Pero lo interesante es que esa imagen beligerante no estaba sustentada en principios de pro­ fundidad ideológica, tampoco se vislumbra que su combatividad fuera un desafío al orden institucional. Lo característico es que los anapistas, fo­ gueados en la lucha fratricida de las décadas anteriores, no se atemoriza­ ban ante una eventual revolución ni le temían a la represión que sobre ellos recayera. Todos manifestaban su deseo de trabajar en aras del pro­ greso de sus ciudades, llamaban a deponer las luchas partidarias para dedicarse a trabajar por el progreso material y espiritual de sus ciudades. En la casi totalidad de los casos estudiados, la categoría En defensa de ocupa un lugar destacado. Para Reinaldo Hernández en Bucaramanga y Salazar García en Cali, dicha categoría ocupa el primer lugar de referen­ cias en sus intervenciones; Para los impetuosos Urruchurtu y Monroy el segundo lugar. En aquellos se destaca su lucha por la defensa de los de­ rechos históricamente conocidos como burgueses: de oposición, de reu­ nión, de expresión de la voluntad popular. Al tiempo que defendían estos derechos, como lo había hecho en la Cámara de Representantes el ana- pista Rodolfo García García, defendían valores como el honor y la hones­ tidad. Si en los debates que promovió García García en la Cámara en torno a los derechos que se le negaban a Rojas se reflejaba todavía un dejo conservador, en la nueva defensa de esos derechos y de la institucio- nalidad en general prevalece una defensa, en términos generales, de los atributos políticos de la modernidad. Mientras que en la mentalidad de Salazar García y de Hernández era evidente una construcción de país por

60 Véase Acta de Sesión Pública No. 32 de 1964, Bogotá, noviembre 1 de 1964, p. 3.

360 RESISTENCIA Y OPOSICIÓN AL ESTABLECIMIENTO DEL FRENTE NACIONAL

arriba: de la gran industria, del gran comercio, y la defensa de desarrollo de la infraestructura del país; en el de los concejales barranquilleros Urruchurtu y Rodríguez Verdeza y en el del bogotano Monroy se distin­ guía la defensa de las pequeñas economías.

Los concejales anapistas enfrentaban e incorporaban a su haber político, cuando lo consideraban necesario, los elementos esenciales del discurso hege- mónico del que se valían los partidos progresistas para hacer la política. Por ejemplo, Hernández recalcaba en el Concejo de Bucaramanga:

Que se entienda por parte de este Ejecutivo Municipal y por parte del gobierno de una vez por todas, que si existe fermento revolucionario en el pueblo, la fór­ mula no es detener ese fermento revolucionario, la fórmula no está en tapar el sol con las manos, sino en darle cauce a ese espíritu revolucionario, en darle un camino, un sendero acorde con nuestras costumbres, acorde con nuestra historia y acorde con nuestra región .

Sin embargo, el establecimiento parece no haber creído nunca en los argumentos de los líderes del anapismo. De ahí que el movimiento no renunciara a forjarse ante "el pueblo colombiano" la imagen de gente decidida a llegar hasta el final. En ellos, que no eran novatos en la vida política del país, que se les quiso expulsar del sistema político, un elemen­ to adicional de revancha acompañaba todas sus actividades. En realidad no tenían que hacer demasiados esfuerzos para sintonizarse con la cultu­ ra política de un pueblo que, aunque contemporáneo a procesos de mo­ dernización, particularmente al modelo del Frente Nacional, bien era incapaz de afrontar sus consecuencias: despido de trabajadores, incre­ mento del costo de la vida, concentración de la riqueza, entre tantos; bien continuaba apegado a la tradición y a la religión. No estaban los anapistas estrenando vocabulario político, simplemente las circunstancias econó­ mico-sociales de los sesenta habían puesto de nuevo en la circulación de los términos políticos, el léxico de un conservatismo popular de estirpe alzatista. Construía así el anapismo, paso a paso, su identidad como mo­ vimiento nacional. Allí donde existió el liderazgo de ese conservatismo popular de élite, como el encabezado por Salazar García y Olano en Cali, o por Hernández y García García en Bucaramanga, era lenta la configura­ ción del anapismo liberal .

ci T :i J„ \ „•„,- J~l r^ :~ J„ r> . ~íf\crt mee M^..^ u— o ,1,. incí ui L.iuiu uc rvcias uci v>.uiiccju uc üutdi ai nanga i^ut-isw. ÍNUVICIJÍUI c ¿. uc i^u-t. 62 La historia del anapismo continúa en: Ayala D. César A. Nacionalismo y Populismo. ANAPO y el discurso político de la oposición en Colombia: 1960-1966. Santafé de Bo­ gotá. Línea de investigación en Historia Política. Universidad Nacional, 1995. 264 p.

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