La Gente Del Mezquite. Los Nómadas Del Noreste En La Colonia
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LA GENTE DEL MEZQUITE CARLOS MANUEL VALDÉS BIBLIOTECA COAHUILA DE DERECHOS HUMANOS LA GENTE DEL MEZQUITE Los nómadas del noreste en la Colonia BIBLIOTECA COAHUILA DE DERECHOS HUMANOS © Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza © Secretaría de Cultura Presentación Biblioteca Coahuila de Derechos Humanos La historia del pasado indígena en Coahuila y el noreste mexicano aún La gente del mezquite Los nómadas del noreste en la Colonia permanece desconocida para muchos. La historiografía tradicional ha privilegiado el estudio de las civilizaciones mesoamericanas. Éstas desarrollaron © Carlos Manuel Valdés impresionantes asentamientos y formas de organización que propiciaron su acoplamiento a la cultura impuesta por los conquistadores europeos. En Primera edición: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores cambio, los grupos del noreste mexicano, nómadas, presentaron una formidable en Antropología Social, 1995 resistencia al yugo español, al costo del exterminio. Segunda edición: Secretaría de Cultura de Coahuila, 2017 La gente del mezquite, libro publicado en 1995, es una obra de investiga- ción que vino a subsanar, al menos parcialmente, un vacío del conocimiento Fotografía: Archivo Etnográfico y Audiovisual del INI; Archivo General de Indias; Archivo General de la Nación; Gerardo Ávila; Biblioteca Ingeniero respecto a esas sociedades indígenas, o “naciones”, como las denomina Carlos Antonio García Cubas del Instituto de Geografía, UNAM; Roberto Bye; Manuel Valdés. Seguramente no fueron menores las dificultades de abordar Colección Latinoamericana Nettie Lee Benson de la Universidad de Texas esta labor historiográfica. Las fuentes primarias para la investigación, es decir, en Austin; Javier Elizondo Karam; Genoveva Latapí; Juan Latapí; Frederick los bienes y productos culturales generados por dichos grupos, son escasos y no Lewis; Mapoteca Orozco y Berra de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural; Museo de América; Museo Regional del Colegio de son precisamente documentos, sino vestigios arqueológicos. Por otra parte, las Guadalupe, Zacatecas; Museo Regional de La Laguna; Rufino Rodríguez; fuentes documentales dan cuenta de la forma de pensamiento de los españoles Pedro Rojas y Germán Siller y de cómo veían a los extraños “aborígenes”, antes que dar cuenta de relaciones Mapas: Arturo Reséndiz Edición: Ruth Castro objetivas acerca de ellos. Corrección: Alejandro Beltrán En esta cuestión se cifra un significativo mérito del autor: ha debido des- Diseño editorial: Estefanía Nicté Estrada ligar su voluntad de conocimiento del marco epistemológico eurocéntrico en que las historias oficiales encuentran sus anclajes y ha debido asimismo renun- ciar a la abundante narrativa que fija el hacer de los poderosos para asomar la ISBN : 978-607-9376-36-9 mirada a los entresijos en que se esconde la existencia concreta de los vencidos. Impreso y hecho en México 7 La Biblioteca Coahuila de Derechos Humanos tiene el propósito de res- catar y visibilizar las dinámicas de violencia e injusticia que han lastimado la dignidad humana. Rubén Moreira Valdez Para mis hijos Gobernador Constitucional del Estado Iván y Jerónimo de Coahuila de Zaragoza 8 Contenido Prólogo 13 i. Introducción 17 1.1 Términos y posiciones 17 1.2 Estudios anteriores 24 2. Desarrollo 33 2.1 Natura y cultura 33 2.2 El mundo indígena 63 2.3 Los extranjeros 134 2.4 Terror, resistencia, guerra 191 3. Conclusiones 233 4. Apéndice documental 243 4.1 Documentos 243 4.2 Nombres científicos de vegetales y animales de la región 283 4.3 Bibliografía 287 Apéndice gráfico 313 Prólogo Rescatar la vida social y cultural de los indígenas que habitaron la región que hoy nombramos noreste (las partes mexicana y tejana) implicó un esfuerzo enorme porque no había nada escrito que fuera confiable en su veracidad y porque se le había mantenido como un tema meta-histórico, fuera de los intereses de los cronistas que lo abordaban en unas cuantas páginas como si no tuviera importancia ni relación con el resto de lo que consideraban “historia”. Cuando apareció este libro tuvo una buena recepción y fue bien evaluado porque llenaba un hueco, y porque entregaba información desconocida, la mayor parte extraída de diferentes archivos. En los años transcurridos he encontrado demasiados documentos y publicado varios libros y artículos sobre aspectos específicos del pasado indígena, pero esos tienen vida propia y fueron publicados para lectores y momentos específicos. En Francia presenté una tesis doctoral sobre el mismo tema, pero con planteamientos teóricos y documentación nueva que preparo para una publicación aparte. A pesar de lo anterior, creo que La gente del mezquite debe imprimirse de nuevo. Una razón importante es que aparecerá dentro de la “Biblioteca Coahuila de Derechos Humanos” en la que se han rescatado libros agotados que tratan, entre otras cosas, sobre la violencia sufrida por determinadas poblaciones, grupos humanos, etnias y clases. Formarán parte de la colección también algunos libros en que aparecen esfuerzos de personas o grupos que defendieron a quienes eran oprimidos. Ésta no es una reimpresión sino una segunda edición corregida y aumentada. En muchas ocasiones había sido solicitada, pero hasta ahora, gracias a la Secretaría de Cultura, se materializó su impresión. 13 BIBLIOTECA COAHUILA LA GENTE DEL MEZQUITE DE DERECHOS HUMANOS De todas las sociedades coloniales, la más maltratada fue la que de culturas, lenguas, saberes y creencias que nunca serán conocidas. Indígenas conformaban los nómadas del noreste novohispano. La experiencia de la que habían vivido en la región al menos durante 12 mil años desaparecieron esclavitud, el racismo, la sobreexplotación y el desprecio que primero los en el lapso de 250 años de colonialismo español y de “modernidad” mexicana. españoles y luego los mexicanos hicieron soportar a los primigenios habitantes Esos individuos, esas etnias son parte sustancial de nuestra historia y deben de la región, no tiene paralelo en la historia nacional. Por ello no debe ser permanecer vivas en la memoria. Espero que el libro sea un aporte a tales olvidada. conocimientos. Los libros que entretanto han aparecido sobre el tema, o que lo tocan de alguna manera, son pocos. Considero importantes, porque modifican sustancialmente la historia indígena del ahora noreste mexicano y Texas, Carlos Manuel Valdés los que rescataron la historia del esclavismo indígena (La ruta del horror, de Hernán Venegas y mío, en esta misma colección), el Atlas de los indios de Coahuila (el cual coordiné), varios aportes sustanciales, como la tesis doctoral en arqueología de Consuelo Araceli Rivera sobre una región de Nuevo León (INAH), la tesis de maestría de Fernando Olvera sobre la resistencia nativa en el Nuevo Santander (El Colegio de San Luis) y la tesis de Francisco Mendoza Pérez sobre el mitote en el noreste mexicano (Universidad Autónoma de Tamaulipas) presentan nuevas miradas sobre los aborígenes prehispánicos y su vida en la época virreinal. No dejaré de lado la contribución de Alberto Carrillo Cázares sobre la guerra chichimeca, que ha echado por tierra lo que se daba por cierto, y ahora debe reconsiderarse: desde finales del siglo XVI se condenaba con fuerza el agravio sistemático, la violencia física y la simbólica, así como las continuas transgresiones de las leyes vigentes que protegían al indígena. Sin embargo, esa defensa formulada en tres concilios de la Iglesia Mexicana nada cambió y los chichimecas siguieron siendo subyugados. La gente del mezquite aporta una revisión importante sobre la historia colonial norteña, que tuvo como resultado nada menos que la desaparición 14 15 i. Introducción 1.1 Términos y posiciones En este libro hablaré de grupos nómadas, cuya forma de vida y organización social ha dado en llamarse primitiva. Los primitivos, en general, han sido el objeto de observación de varios miles de estudiosos que desde hace más de 100 años los describen y comparan, los observan, “participan” en su vida, o, para decirlo en una palabra, los interpretan.1 Aun cuando se habla de indios, es bueno recordar que también ese térmi- no es problemático. Son, y fueron indios los tarahumaras, los incas, los tzotziles y los comanches. Pero ¿había algo en común entre ellos? Sólo el hecho de ser hombres nativos de América. El término indio es totalizador, generaliza y hace tabla rasa de las diferencias, de las particularidades culturales. Pero las palabras indio e indígena no son necesariamente hirientes. Hay algunas etnias que presumen su ser indio; otras, se avergüenzan de ello. No obstante, se trata de un epíteto impuesto, no escogido. Su aplicación en el pasado implicaba una postura racial: el que no era español era indio o negro y sus cruzas daban por resultado castas.2 1 Ashley Montagu, “The Concept of ‘Primitive’ and Related Anthropological Terms”, en Ashley Montagu (ed.), The Concept of the Primitive, Nueva York, The Free Press, 1968, pp. 148-168, editó un libro en el que pueden encontrarse diversos planteamientos sobre el significado del término primitivo. La carga racista y de menosprecio del vocablo es evidente. Montagu asienta que “para definir el hecho, muchas de las llamadas culturas primitivas están lejos de lo primitivo y de lo sim- ple; en un considerable número de aspectos estas culturas son mucho más complejas de lo que lo es cualquier cultura occidental”, p. 159 (trad. de C. M. Valdés). Claude Lévi-Strauss en El pensamiento salvaje, México, FCE, 1978, ha echado por tierra, a su manera, el equívoco de quienes creen tontos e ingenuos a dichos