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DEL TRANSMÓVIL AL STREAMING: MEMORIA DE LAS TRANSMISIONES

RADIALES DEL CICLISMO EN COLOMBIA

POR: HUGO SANTIAGO CARO JIMÉNEZ

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE COMUNICADOR SOCIAL

PRODUCCIÓN RADIOFÓNICA

DIRECTOR:

GILBERTO EDUARDO GUTIÉRREZ

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE

CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

BOGOTÁ, 2020

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ARTÍCULO 23

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en sus trabajos de grado, solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral católicos y porque el trabajo no contenga ataques y polémicas puramente personales, antes bien, se vean en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.

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Bogotá D.C., 27 de mayo de 2020

MARISOL CANO BUSQUETS

Decana de la Facultad de Comunicación y Lenguaje

Pontificia Universidad Javeriana

Estimada decana:

Con gran emoción y nostalgia entrego al despacho de nuestra facultad mi trabajo de grado, titulado: “DEL TRANSMÓVIL AL STREAMING: MEMORIA DE LAS ​ TRANSMISIONES RADIALES DEL CICLISMO EN COLOMBIA”. Con él, manifiesto mi ​ intención de obtener el título de Comunicador Social con énfasis en Producción Radiofónica.

Cordialmente,

HUGO SANTIAGO CARO JIMÉNEZ

C.C 1.069.764.244 expedida en Fusagasugá (Cund)

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Bogotá, mayo 26 de 2020

Dra. Marisol Cano Busquets Decana Facultad de Comunicación de Lenguaje Ciudad

Estimada Marisol Los viejos radios aun no dejan de sonar y en los recuerdos alborozados de viejas batallas, muchos preservan finos detalles de victorias nunca vistas. Y era que antes que el ciclismo pasara por la imagen, su relato fue palabra que producía formas. Rastrear esas memorias se convierte poco a poco en un esfuerzo de recoger hilos tenues y rastros débiles: apenas audibles.

Hugo Santiago Caro hace este ejercicio de guardián de la memoria trayendo en DEL TRANSMÓVIL AL STREAMING: MEMORIA DE LAS TRANSMISIONES RADIALES DEL CICLISMO EN COLOMBIA algunas claves para recomponer esas memorias que se guardan en las pieles de los escuchas y en crónicas que se ha ido llevando el viento de las carreteras donde se corrieron cientos de etapas. Ahí está para producir nuevas memorias una propuesta que, sin lugar a dudas, expresa lo que implica hacer comunicación: conectar sentidos y darle forma concreta a lo que nos une.

Este trabajo cumple con sobradas condiciones lo requerido para reconocer la formación como comunicador de Hugo. Escuchemos la memoria.

Gilberto Eduardo Gutiérrez Profesor Departamento de Comunicación.

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Vuela este trabajo de grado con especial agradecimiento a Dios, quien me sostuvo y me tiene hoy realizando esta investigación. Me valgo de él para dedicarle este trabajo de grado a Alis y

Clodoveo, a quienes tanto amo y hoy no están conmigo para vivir este logro. Junto a ellos está la dedicación a mi tía Maru; en honor suyo hice esta tesis también.

Quienes hoy están conmigo y me acompañaron en esta etapa: gracias a Clajir, mi mamá, mi todo y por quien soy el hombre que soy. A Hugo, mi papá, quien supo ser amigo y apoyo día y noche durante cinco años. A Hugo, mi hermano, en quien tantas veces me he visto reflejado. Gracias, gordo, por mostrarme mis propios errores y pegarme tantas aterrizadas.

Gracias a tantos amigos que estuvieron conmigo en esta etapa. A los que se fueron y los que están aún. Cada uno aportó un granito para construir lo que soy hoy en día. Entre ellos una mención especial a Ana y Eduardo, mis mejores amigos. Después de mi mamá, ellos son mi bastión. Por tantos momentos de bohemia y tanto cariño agradezco a Camila y a mis Andreses. A mis amigos salseros y cómplices Santiago, Isabella, Paula y Germán: ¡Gracias por ayudarme a construir un sueño!

A mis docentes Maryluz Vallejo, Jorge Cardona, Oskar Corredor, Manuel Otalora, Juan Carlos

Quintero, Germán Ortegón, Juan Sebastián Cobos y Andrea Aguilar agradezco la pasión que me transmitieron en cada enseñanza. Por último, agradezco a Eduardo Gutiérrez; desde el momento en el que puso a sonar a Ana y Jaime en su clase de Historia, supe que él debía ser mi asesor. Así fue y gracias a su guía y consejo, hoy este trabajo es posible.

Hugo.

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TABLA DE CONTENIDO

RECOMENDACIÓN……………………………………………………………………...7

1. CONTENIDO……………………………………………………………..…….... 8

1.1. EL PERFIL DE LA

ETAPA……………………………………………...10

1.2. CICLISMO, PAÍS Y NARRACIÓN

DEPORTIVA…………….…….....14

1.2.1. RADIO, RITUALES DE TRANSMISIÓN Y ESCUCHA…...... 14

1.2.2. MEMORIA……………………………………………………….16

1.2.3. NACIÓN………………………………………………..………...16

1.2.4. CAMBIO COMUNICATIVO…………………………………....18

2. CORTE EN EL PELOTÓN Y LA FALTA DE

TRANSVERSALIDAD………………………………………………...………...18

2.1. METODOLOGÍA Y ABORDAJE DEL

PROBLEMA………………………………………….………………....20

3. UNA HISTORIA PARA CONTAR. FRAGMENTOS DE LA CONEXIÓN

CICLISMO, PAÍS Y RADIO……………….…………………………………....21

4. LA ESTRATEGIA PARA LA CARRERA: LA PROPUESTA NARRATIVA

4.1. EL PAPEL DE LA RADIO……………………………………………....33

4.2. EL EQUIPO A BORDO DEL TRANSMÓVIL: LOS LOCUTORES…...36

4.2.1. SANTIAGO PARRA Y HUGO CARO………………………….36

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4.2.2. JUAN PABLO HERRERA (PELZ)...... 37

4.2.3. SANTIAGO

ÁLVAREZ………………………………………….37

4.3. REORGANIZACIÓN DEL PELOTÓN: ADAPTACIÓN POST

CUARENTENA………………………………………………………….38

4.4. EL PAPEL DE LAS

ENTREVISTAS…………………………………....38

4.5. AMBIENTES, MÚSICA Y EFECTOS…………………………………..43

4.6. LA POSTAL

SONORA…………………………………………………..46

5. CONCLUSIONES………………………………………………………………..48

6. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………....56

Recomendación

Se recomienda realizar la escucha del podcast antes de leer o durante la lectura del capítulo “4.

La Estrategia para la Carrera: la Propuesta Narrativa”. Para acceder al podcast vaya a la postal sonora anexa a este documento “Anexo 1- Caro Jiménez Hugo Santiago”, donde encontrará cómo localizar el contenido.

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1. Contexto y Contenido

La historia de la radio y el ciclismo en nuestro país data de 1951, con la aparición de la Vuelta a

Colombia. En una nación centralista como esta, la sirvió como un vehículo para llegar a los rincones más recónditos y unir las regiones como un rompecabezas (Rendell,

2004). El medio predilecto (por eficacia, por inmediatez) para llevar las noticias y anunciar el día a día de esta carrera fue la radio, y en torno a esta relación fueron surgiendo diferentes actores que tomaron importancia, tanto relatores como Carlos A. Rueda y ciclistas ensalzados por sus narraciones como Ramón Hoyos Vallejo o el Zipa Forero, que dieron forma a todo un imaginario popular cargado de héroes y odiseas magníficas.

Esta relación fue prolífica y se expandió desde la eclosión de nuestros pedalistas en el panorama mundial. Los logros de pedalistas como Martín Emilio Cochise Rodríguez en el

Campeonato Mundial de Pista en Varese, Italia en 1971 y Alfonso Flórez, y el primer no europeo en ganar el Tour de L’avenir en 1980 abrieron la ventana para que la radio colombiana también fuera por las carreteras de Europa.

En 1983, la organización de la ronda francesa permitió la posibilidad a ciclistas aficionados de participar. Con esto se dio la primera asistencia de un equipo netamente colombiano al Tour de Francia, y con él, la primera delegación de locutores colombianos enviados para cubrir la carrera en los micrófonos de Caracol, quienes se encargaron de informar el desempeño de los corredores, con un segundo puesto en la clasificación de montaña para José

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Patrocinio Jiménez y con Edgar "El Condorito” Corredor como el mejor ubicado en la general, en el puesto 16.

En los años 80 esta relación fue muy exitosa. La bonanza del ciclismo colombiano que comenzó a participar en estas competencias sirvió para la internacionalización de las transmisiones de ciclismo en Colombia. Ya no fue solamente Caracol Radio, pues cadenas como

RCN o Todelar comenzaron también a enviar delegaciones que cubrieran las competencias donde estuvieran los colombianos.

Uno de los cambios más significativos que ha tenido la relación radio-ciclismo ha sido causado por la tecnología. En 1983 el primer equipo de Caracol Radio contó con ocho locutores movilizados a territorio francés que transmitían las etapas desde altas horas de la madrugada, mientras que, en el último Tour de Francia (2019), si bien la cadena se dio a la tarea de volver a transmitir la competencia, contó con varias diferencias a la transmisión tradicional. Fernando

Calle fue el único enviado a suelo francés, mientras que desde los diferentes estudios de Caracol en Colombia, y siguiendo la carrera por la señal de televisión, Jhon Jairo Trujillo, Gabriel

Chemas, Francisco Benítez y el exciclista Álvaro Mejía completaron el equipo que transmitió la competencia.

A diferencia de cómo se realizaban antes, la transmisión de Caracol se llevó a cabo en su mayoría vía streaming, en la página web de la emisora. Junto a Caracol, las otras cadenas encargadas de transmitir la competencia en Bogotá fueron Antena 2, perteneciente a RCN Radio, quienes transmitieron la competencia vía AM y en el canal de YouTube de la emisora, y

Colmundo Radio, que hizo lo propio en el Facebook de Colmundo y en el dial en AM.

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En conclusión y a pesar de que la oferta sigue ahí, la demanda para consumir y seguir ciclismo cambió radicalmente. La fuerza que tomó la televisión con la amplia gama de ayudas como cámaras en tierra y por aire, la llegada de redes sociales y la posibilidad de tener la transmisión de la carrera en el celular de la misma manera que se tenía de un radio afectó considerablemente el fenómeno de las transmisiones de radio para el ciclismo, disminuyendo su cabida en las parrillas o simplificando el proceso para llevarlas a cabo.

1.1. El perfil de la etapa

La mayoría de conversaciones y charlas informales antes y durante la realización de esta investigación, llegan a un lugar común donde los escuchas recuerdan con gran emoción los relatos épicos de las diversas voces que acompañaron las diferentes épocas. Específicamente en

Fusagasugá, tierra natal de Lucho Herrera y del investigador en mención, Hugo Caro, la mayoría de escuchas consultados de manera informal, hablan de una parálisis del municipio por escuchar las transmisiones de las gestas de Herrera en Europa. La mayoría de estas, en horario europeo, desde altas horas de la madrugada para el huso horario colombiano.

Por lo tanto, se comenzó a llegar a varias conclusiones. La primera es que si bien otros medios de comunicación como la prensa escrita o revistas como Mundo Ciclístico tuvieron especial relevancia en el desarrollo y difusión del ciclismo en Colombia, la radio jugó un papel determinante.

Este papel se puede ver, por ejemplo, en el establecimiento de unos rituales de escucha de las carreras ciclísticas, los cuales implican desde el seguimiento de horarios atípicos como los de las carreras europeas, hasta hablar de las carreras nacionales (Clásico RCN, Vuelta a Colombia), en donde el seguimiento a las carreras implicaba tener conocimiento de la salida de la etapa y en

11 el caso de que el recorrido pasara por el municipio o la carretera cercana a la residencia del oyente, hiciera que el mismo se movilizara hasta el punto del recorrido para ver por segundos contados pasar a los deportistas. Todo esto con la transmisión del radio como guía.

Es pertinente traer el ideal del oyente radial de Mónica Maronna (2001), “un público configurado, que gusta de la ensoñación cotidiana", y ligarlo al concepto de Nelson Castellanos

(2001), quien afirma que las transmisiones del ciclismo contaron con un factor imaginativo y crearon unas narrativas que tuvieron una acogida enorme en la audiencia. Siguiendo esta línea y concertado con el concepto de Castellanos (2001), se puede decir que la radio fue el vehículo clave para posicionar a los ciclistas como héroes nacionales y —por qué no— ídolos. Al traer ​ ​ ​ ​ estos dos términos a colación, entra a jugar un papel importante otra categoría clave en esta investigación: la idea de lo nacional.

Pretender tomar el ciclismo como un fenómeno aislado, solo desde lo deportivo, resulta un poco limitado y con otra mirada diferente a la que comparten tanto asesor como investigador en este caso. El ciclismo como deporte profesional se practica desde 1951, tomando en cuenta su etapa amateur que se desarrolla más o menos hasta finales de la década de 1970. Es decir, sesenta y nueve años desde la primera Vuelta a Colombia que dejó como ganador a Efraín Forero hasta el momento actual de la investigación.

Cuenta Mat Rendell (2004) que a falta de transmisiones radiales en propiedad, los radialistas emitían informes finalizadas las etapas. Estos eran retransmitidos en altavoces desde los almacenes, probablemente de la Avenida Jiménez, en donde partió la competencia en ese entonces.

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Si, por ejemplo, para mostrar esta relación se tomaran algunos referentes, fácilmente podremos hacer visible la relación entre las tres categorías que se desarrollan en esta investigación. El ciclismo: con el génesis de su práctica en Colombia; la radio: por medio de informes acompañó la carrera que se movilizó en el centro del país, la zona cafetera y el Valle del

Cauca; el contexto de nación en que se desarrolló esta Vuelta a Colombia no es ajeno. Mientras que en enero de 1951 se dan inicio a las 8 etapas de esa primera edición de la ronda nacional, en noviembre de ese mismo año se retira de la presidencia Laureano Gómez por enfermedad y tan solo dos años después viene el golpe de estado que concluye con la ascensión al poder de

Gustavo Rojas Pinilla, personaje que supo sacar provecho del ciclismo. Varias veces aparece la figura de María Eugenia Rojas, hija de Rojas Pinilla dando la largada a la Vuelta a Colombia en la década de 1950, acto interpretado como apoyo al deporte de las bielas y que sirvió para que

Rojas Pinilla ganara popularidad en el pueblo colombiano.

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Figura 1. Anuncio publicitario del programa la Hora del Ciclismo en la revista Mundo Ciclístico que reposa en la Biblioteca Luis Ángel Arango.

En septiembre de 1980 Alfonso Flórez se coronó campeón del Tour de L’Avenir siendo el primer latinoamericano y primer no europeo en ganar la competencia. Tienen directa influencia

Oscar Restrepo y Héctor Urrego, quienes gestionaron, con la organización de la competencia, el diario L'Équipe, esta participación del equipo colombiano además de cubrir la competencia. Así como la primera Vuelta a Colombia, este hito del ciclismo se desenvolvió en un contexto turbio:

Un 1980 donde meses atrás el M-19 realizó la toma de la Embajada de República Dominicana, tensando la situación nacional al punto de que estuvo cerca de ser cancelada la Vuelta a

Colombia de ese año. Gracias a la obra de Miguel Ángel Bermúdez, presidente de la Federación

Colombiana de Ciclismo, esto no ocurrió.

Por esto se toma como referencia el hecho de la Toma de la Embajada como parte del relato. El periódico el Tiempo en su edición del 28 de abril de 1980 abrió portada con:

Figura 2. Portada del periódico El Tiempo tomada de Google News Archive

Renglones más abajo en la misma página, de esta forma se relataba el triunfo de Rafael Antonio

Niño.

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Figura 3. Portada del periódico El Tiempo tomada de Google News Archive

1.2. Ciclismo, país y narración deportiva

La necesidad de aterrizar la investigación requiere adoptar ciertas nociones básicas que ayuden a comprender el fenómeno. Es por estoque las siguientes categorías desglosan el compilado de conceptos que fue arrojando la investigación con el transcurrir de los días. Estos conceptos, van desde lo más arraigado al fenómeno radialista hasta la comprensión de lo generado por los rituales de escucha como la memoria o las transformaciones de las dinámicas de la radio por fenómenos como la globalización.

1.2.1. Radio, rituales de transmisión y escucha.

Para efectos de este trabajo, es necesario comprender el concepto de radio, especialmente en el contexto colombiano. Jesús Martín Barbero establece la radio como el medio de comunicación que vino a ritmar la jornada doméstica dando forma con un flujo sonoro a la rutina cotidiana

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(Como se cita en Castellanos, 2001). De igual forma, Nelson Castellanos plantea la radio colombiana como el primer medio de comunicación verdaderamente masivo, teniendo en cuenta las altas tasas de analfabetismo en Colombia en el siglo XX, lo que causó que la prensa tuvo un menor impacto (Castellanos, 2001). Así comprendemos la radio como un medio que sentó un precedente en la comunicación de masas en Colombia y que llega a modificar la rutina del trasegar diario, configurándose en tiempos de radio.

Es importante retomar el concepto de Maronna acerca de la ensoñación cotidiana para contemplar al radioescucha como para entender cómo las transmisiones del ciclismo llegaron al oyente y crearon un universo imaginario. Nelson Castellanos afirma que "la transmisión de eventos deportivos ha sido definitiva para consolidar el prestigio de la radio colombiana en el exterior (…) la administración de las transmisiones y la imaginación para llegarle a los oyentes”

(Castellanos, 2001). Tomando en cuenta esto, podemos concluir que el éxito de la radio en cuanto al ciclismo se refiere, se debe a una colaboración entre las partes. Por un lado, un público gustoso de los imaginarios, que fue alimentado por las radionovelas, las transmisiones deportivas, las diferentes “doctora corazón" (Castellanos, 2001) y por el otro lado, los equipos de las transmisiones, que respondieron a la demanda y llenaron ese imaginario con lenguajes entusiastas y dinámicas propias de la radio colombiana.

Adicionalmente, la radio contribuye a la creación de ídolos que, como Nelson Castellanos lo expresa, fueron “no sólo modelos para imitar estéticamente, sino portadores de otros valores: nos referimos específicamente a la dimensión del deseo cotidiano para manifestar, por ejemplo, bienestar, o para significar prestigio” (Castellanos, 2001). Por ende, así como Kalimán,

Montecristo, Oscar Golden o Willington Ortiz, los ciclistas y realizadores de las transmisiones

16 también entraron a hacer parte de ese grupo de referentes y personajes importantes resultado de la escucha cíclica de la radio.

1.2.2. Memoria.

La memoria de las transmisiones radiales del ciclismo reside en su mayoría en el relato oral, el cual puede ir desde la experiencia más vaga del radioescucha sin mayores datos o precisiones sobre el hecho, hasta la memoria del ciclista o el realizador de la transmisión. Entre vacíos y anécdotas reside esta memoria que se pretende unificar en un relato.

Para reforzar esto, se encuentra que María Cristina Mata establece que en la memoria radial “lo poco o mucho que se recordará, la intensidad del recuerdo, la puesta en relación o no de la radio con la vida de cada uno, las idas y venidas entre ella y otros modos de entretenerse e informarse o la ausencia de ese nexo eran —para dar algunos ejemplos— datos claves de las ​ ​ ​ ​ memorias a reconstruir” (Mata, 1988). Por lo tanto, se puede inferir que los hechos puntuales, los acontecimientos que construyen un recuerdo radial, unan eslabones sueltos que conforman un relato de la memoria radiofónica.

Asimismo, Mata asegura que “están hechas de olvido, de vacíos significativos, de lo no dicho. Y también están hechas de fallas, de errores, esos datos que según Joutard los historiadores positivistas enseñaron a distinguir de lo «verdadero» —lo real conocido a través de pruebas ​ ​ documentales— y a desechar, y que para la historia oral serán signos, síntomas, símbolos, ​ ​ materia sustancial” (Mata, 1988).

1.2.3. Nación.

En su libro Comunidades Imaginadas, Benedict Anderson comprende a la nación como un ​ ​ sistema que pasa por diferentes procesos como colonizaciones, independencias, procesos

17 religiosos, migraciones y demás. El producto final de estos procesos es una comunidad que concibe una idea de qué es nación y cuál es a la que pertenece, regido por ciertas características y costumbres no solo políticas sino también culturales y religiosas.

En este sentido, explica el sentimiento nacionalista como un fenómeno que “debe entenderse alineándolo, no con ideologías políticas conscientes, sino con los grandes sistemas culturales"(Anderson, 1983). Se entiende así que los ideales que unen y conciben el reconocimiento de un grupo de personas como pertenecientes a una nación se asocia con la identidad cultural propia de un país. Véase el estereotipo del colombiano en el extranjero con la camiseta de la Selección Colombia y sombrero vueltiao. De esta forma resulta fácil contemplar a la Colombia que vio en los triunfos ciclísticos una evocación directa al sentimiento nacional.

Figura 4. Multitud aglomerada en inmediaciones de la Radio Agencia Bogotá oyendo etapa de la

Vuelta a Colombia 1987 (ganada por Lucho Herrera). Captura tomada del archivo de Señal

Memoria en Youtube.

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1.2.4. Cambio comunicativo.

Eduardo Gutiérrez establece el cambio de la estructura radial en Colombia en la primera década del siglo XXI como una nueva programación mediada por la pauta, por la implementación tecnológica y, lo más importante, por un modelo de radio global. Los estándares implementados en la radio colombiana fueron un factor determinante para la mutación y si se quiere desaparición de las transmisiones radiales del ciclismo de la agenda nacional. De igual forma los cambios en la manera de hacer radio influyeron en este fenómeno, comprendiendo que el cambio de la oferta, sumado a los nuevos medios, configuraron unos públicos que "saltan las fronteras locales y nacionales y también la oferta centrada en la radio del país y construye su propia experiencia”

(Gutiérrez, 2009). Teniendo en cuenta esto, es fácil entender por qué el consumo de ciclismo salió mayoritariamente de la radio y se trasladó a transmisiones de televisión que se emiten a nivel Latinoamérica o a transmisiones locales de televisión, construidas en torno a actores foráneos.

2. Corte en el Pelotón y la Falta de Transversalidad

Desde que el ciclismo comenzó a tomar fama a nivel nacional se empezaron a documentar sus diferentes aspectos. Es así como inicia la publicación de reportajes sobre las figuras que iban emergiendo, como lo son la biografía de Ramón Hoyos Vallejo, publicada en el diario el

Espectador por tomos en el año 1955, “Reyes de las Montañas” de Matt Rendell (2004), “Lucho

Herrera, de puertas para adentro” por Juan Guillermo Gaviria para la Revista Dinners en el año

2008 y “Todo tuvo un comienzo el indomable Zipa” por Indalecio Castellanos (2017). También se escribieron libros que trataban el tema no en individual, sino como representantes del deporte

19 nacional: Los escarabajos campeones de Rafael Duque Naranjo (1987) y La leyenda de los ​ ​ ​ Escarabajos de Mauricio Silva (2017) son algunos ejemplos. ​ Con el desarrollo de las carreras comenzaron a recogerse documentos aniversarios, que guardaron la memoria de lo que fueron estas carreras en su momento, tales como la conmemoración del Clásico RCN, cuya empresa organizadora realizó este tipo de libros en aniversarios como el 25 (1985), 30 (1991) y 50 (2011). La Vuelta a Colombia también fue protagonista de estos recuentos, con publicaciones como “Historia de la vuelta a Colombia” de

Armando Moncada Campuzano y Gonzalo Canal (1973), “Los escarabajos de la vuelta a

Colombia” por Rafael Duque Naranjo (1984), “La vuelta a Colombia a colinche” de Juan Ramón

Grisales Echeverri (2000), “La vuelta a Colombia en 80 obras” de la Revista Credencial (2010),

"La gran historia de la vuelta a Colombia: 1951-2011" Sergio Camilo Urrego (et al) en asociación con Coldeportes, entre otros.

Como forjador de identidad, el deporte colombiano también ha sido objeto de investigación, donde el ciclismo ha sido protagonista en obras como “Afición: haciendo deporte hacemos patria" (1960) y “Balón y Pedal, notas sobre deporte colombiano” de Daniel Samper

Pizano (1986).

En el contexto javeriano, distintos trabajos de grado han abordado los aspectos que rodean el fenómeno que se pretende investigar, como: “El ciclismo colombiano en los últimos 20 años: crisis deportiva y mediática” de César Dussán en 2010, sobre el fenómeno mediático del ciclismo y sobre la narración deportiva, “Tres generaciones, tres momentos, tres narradores: un documental sobre la narración de fútbol en Colombia” de Felipe Palacios en 2015 y “La

20 narración deportiva como creadora de identidad en la sociedad colombiana” de Juan Pablo

Schwitzer en 2017.

De esta forma se puede concluir que los fenómenos del ciclismo como práctica profesional, la creación de identidad nacional mediante el deporte y los procesos comunicativos involucrados en el cubrimiento de deportes han dado para diversos enfoques de investigación y documentación. No obstante, el área a investigar en este trabajo de grado carece de un planteamiento transversal que hile estos fenómenos para comprender las transmisiones radiales del ciclismo desde su realización hasta el aporte de estas en el desarrollo del ciclismo nacional.

A lo largo de la investigación podemos dar cuenta de que el fenómeno del que estamos hablando tiene dimensiones poco tangibles, desde lo sonoro y desde la memoria. Como se evidenció en el capítulo anterior, la bibliografía encontrada es poco profunda o en ocasiones sí logra la profundidad necesaria, pero en áreas separadas e investigadas en paralelo.

2.1. Metodología y abordaje del problema

Al referirnos a un fenómeno radial en primera instancia, el paso a seguir fue acudir a los archivos o repositorios sonoros donde reposan los registros de las épicas de los narradores siguiendo a los ciclistas. Lo más lógico era acudir a las grandes cadenas como Caracol o RCN.

Sin embargo, entre negativas y trámites que conducían a más trámites, las opciones se vieron limitadas. Opciones como RTVC, en cabeza de Señal Memoria, tienen en su poder archivos como el de Todelar o la HJCK, que fueron de mucho provecho, pues en su canal de YouTube está la presentación de distintas piezas que usan narraciones de diferentes épocas. Algunas, aportantes a la investigación y formulación de las piezas. De esta forma gracias a la RTVC y a

21 radioaficionados que cuelgan en sus canales piezas icónicas, se configuró YouTube como clave para abordar el tema y entrar en sintonía con la euforia de las transmisiones radiales del ciclismo.

A la hora de empezar formalmente la búsqueda de los momentos y los conceptos que construyen la investigación fue necesario el abordaje de libros que sin tratar propiamente el tema, daban luces y arrojaban datos sueltos que encajan en este proceso. Piezas como Reyes de las

Montañas (Rendell, 2004), La Leyenda de los Escarabajos (Silva, 2017) y Nuestra guerra sin nombre (IEPRI, 2006) fueron claves para construir la siguiente cronología que presenta hechos destacados en las tres categorías de análisis desde 1951 (año de la primera Vuelta a Colombia) hasta la fecha.

3. Una Historia Para Contar. Fragmentos de la Conexión Ciclismo, País y Radio

Con la largada dada por el periodista de El Tiempo Pablo Camacho Montoya, se inició el camino de los pedalistas colombianos en la Avenida Jiménez, justo frente a la sede del periódico, que fue el principal auspiciante de la competencia. Claro que no fue todo gracia de Camacho. La iniciativa fue de Efraín Forero, quien se dió a la tarea de hacer el recorrido que a la postre sería la primera etapa de la competencia. Un trayecto Bogotá-Honda en el que estuvo escoltado en automóvil por Donald Raskin, entonces secretario de la Asociación de Ciclismo, quien también vendió el patrocinio de las 10 etapas (empresas como Avianca, el Tiempo y Bavaria) para garantizar la puesta en escena.

Fue Efraín Forero el que ganó esa primer Vuelta a Colombia, sin embargo, para ese entonces ya había participado en los Panamericanos de Guatemala en 1950, ganando oro con el equipo colombiano en persecusión libre e imponiendo récord en los 4000 metros. También

22 integró la delegación que intentó correr en el Tour de Francia 1953 (donde estuvo Ramón Hoyos

Vallejo, máximo ganador de la Vuelta a Colombia con cinco ediciones hasta la llegada de Rafael

Antonio Niño, que ganó seis), que terminó corriendo el Route de France (predecesor del Tour de

L’avenir). De esta expedición se puede decir que fue todo un martirio volver, pues después del golpe de estado de 1953, se perdieron los fondos que el gobierno iba a enviarles para regresar.

Es en la década de 1950 donde aparecen personajes extranjeros que llegaron a Colombia para quedarse y cambiar la historia del ciclismo y el periodismo colombiano. El primero de ellos es José Beyaert, ciclista francés que arribó en diciembre de 1951 para la inauguración del velódromo primero de mayo en Bogotá, en donde apareció como una figura importante, después de ser Campeón de ruta individual en los Juegos Olímpicos de 1948. Beyaert se quedó en nuestro país para ganar en 1952 la Vuelta a Colombia y posteriormente entrenar diferentes equipos de ciclismo, además de participar en capítulos importantes de las transmisiones radiales de este deporte. Así como Beyaert, un veterano ciclista argentino de nombre Julio Arrastía Bricca llegó junto a Roberto Serafín Guerrero desde Argentina para preparar los equipos de ciclismo antioqueños patrocinados por Coltejer. Fueron invitados por el delegado del equipo colombiano que participó en los panamericanos de Buenos Aires 1951. Arrastía contribuyó como comentarista en destacadas transmisiones radiales y de televisión del ciclismo, como la transmisión de televisión del oro de Martín Emilio Rodríguez en el campeonato mundial de pista de 1971 y el 1-2 de y Lucho Herrera en el Tour de Francia de 1985 en la señal de

Caracol Radio. “Todos los radios del país estaban sintonizados con la Vuelta de manera continua.

Todas las grandes emisoras transmitían comentarios, y algunas veces llegó a haber hasta 9

23 vehículos radiotransmisores siguiendo la carrera; la logística era muy interesante” Donald Raskin en Rendell (2004)

Recapitulando, fue tanto el éxito de los equipos antioqueños que dirigió Arrastía, que entre 1953 y 1967 ningún ciclista no nacido en Antioquia ganó la Vuelta a Colombia. Y para el recuerdo de este equipo queda el apodo de “La licuadora antioqueña”, que les puso Carlos Arturo

Rueda C. Rueda nació en Costa Rica y llegó primero a Venezuela antes de llegar a Colombia.

“Su elocuencia, la más celebrada del país —tanto que llegó a opacar la de Gaitán— sembró el ​ ​ ​ ​ ciclismo en la conciencia nacional” (Rendell, 2004). También se puede decir de Rueda que su

“cerebro inventivo” (como él lo expresó en entrevista y se encuentra en los archivos de Señal

Memoria) puso los apodos más resonantes de la época, como el Zipa Forero o Martín Emilio

Rodríguez, a quien apodó Cochise.

Figura 5. Portada del periódico El Tiempo tomada de Google News Archive

Figura 6. Portada del periódico El Tiempo tomada de Google News Archive

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Con Cochise vuelve el fenómeno de la primera portada del periódico. El 15 de julio de

1964, mientras en Marquetalia el Ejército proclamaba como recuperado el territorio de la

República Independiente, en Medellín, Cochise se hizo con una de las 39 etapas de la Vuelta a

Colombia que conquistó (récord vigente hasta hoy) a la par que ganaba la segunda de las cuatro

Vueltas que consiguió. Ambos hechos quedaron registrados en la primera página del periódico

El Tiempo del 15 de julio de 1964.

Figura 7. Portada del periódico El Tiempo tomada de Google News Archive

Con el caso de Marquetalia y el de la Embajada de República Dominicana, es posible ilustrar cómo mientras el país vivía temas de una gravedad e impacto considerable su estabilidad y seguridad, el ciclismo aparecía como un elemento para la ensoñación del consumidor mediático colombiano. Mientras que los hechos de orden subversivo o de carácter trágico tenían un tinte devastador, la inventiva y grandeza del estilo narrativo de las transmisiones radiales, se puede afirmar, llenaban de esperanza una sociedad que tal vez no dimensionaba la gravedad de las repúblicas independientes o secuestros diplomáticos. En esto tiene mucho que ver la radio como medio principal de difusión de este deporte.

En un país que para ese entonces no estaba del todo conectado, la inmediatez de la radio tenía gran influencia sobre qué tipo de información recibía el consumidor. Mientras que las noticias de última hora o los “extra” tenían este mismo tono trágico que hacía sentir la

25 información como un manotazo duro y algo difícil de digerir, para transmitir y dar la noticia de una carrera de ciclismo se requería anunciación. La emoción de estas transmisiones se evidenciaba desde antes de iniciar las carreras. La emoción de pensar cuándo van a atacar los pedalistas, quién va a tomar ventaja en esta Vuelta a Colombia o cómo le irá a determinado corredor en Europa en determinada carrera, todo contribuye a elaborar un relato de emoción construido día a día, de esperanza.

Para la década de 1970, Cochise se dió a la tarea de ser el primer ciclista profesional, además de abrirse paso a nivel internacional. Primero, obtuvo el Récord mundial de la hora para aficionados, en el velódromo Agustín Melgar de la Ciudad de México, el 7 de octubre de 1970.

Después, con el ya mencionado Campeonato Mundial de pista en Italia y gracias a eso, la consolidación como profesional en el equipo Bianchi Campagnolo siendo gregario de Felice

Gimondi, uno de los mejores ciclistas del siglo pasado. Con el equipo italiano Cochise ganó las primeras etapas de un colombiano en las grandes vueltas, con dos etapas del Giro de Italia en

1973 y 1975 respectivamente. También fue el primer colombiano en correr un Tour de Francia en

1975.

Junto con Cochise, el nombre de Rafael Antonio Niño innovó la manera de correr y entrenar en Colombia. Muy joven se trasladó a Europa para correr con el equipo Jolly Cerámica en donde duró solo un año, tiempo suficiente para aprender el modelo de entrenamiento y táctica del ciclismo europeo de la época. Después de su periplo por el profesionalismo, regresó a

Colombia para formar su propio equipo, consiguió el patrocinio del Banco Cafetero y logró dominar la escena nacional del ciclismo. Tanto fue el éxito de Niño y su equipo, que tiene el récord de más Vueltas a Colombia, ganando en 1970, 1973, 1975, 1977, 1978 y 1980, superando

26 a Ramón Hoyos, que tiene cinco ediciones. También posee Niño el récord de más Clásicos RCN, ganando en 1971, 1975, 1977, 1978 y 1979.

El Niño de Cucaita, como se apodó a Rafael Antonio Niño por su natal Cucaita, Boyacá, fue pieza clave para acercar el ciclismo nacional al profesionalismo. Primero como ciclista, pero después como entrenador vinculado al equipo Café de Colombia. Iniciando 1980, el santandereano Alfonso Flórez obtuvo el rótulo de primer no europeo en conseguir el Tour de

L’avenir, la carrera de ciclismo amateur más importante de la época, que hoy se desarrolla en categoría sub-23.

Un punto clave para el sostenimiento de los equipos colombianos que comenzaron a viajar a Europa a inicios de los 80 es el patrocinio. Por un lado la organización Ardila Lülle siempre ha estado presente con el patrocinio a distintos equipos. El periodista Héctor Urrego lleva más de 40 años vinculado al ciclismo en RCN (sea en la básica o en la filial Antena 2) y por influencia suya en 1980 el equipo con el que gana Alfonso Flórez en Francia se llamó Freskola, marca perteneciente a Postobón. Para 1982 empresas como Coltejer, Avianca, Tejicóndor y

Colmotores reportaron pérdidas por 5,64 billones de pesos, Rendell,M. (2004). Estas compañías habían sido habituales patrocinadoras de las carreras y auspiciantes de ciclistas desde los años 50.

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Figura 7. Patrocinadores de las etapas de la Vuelta a Colombia 1951. Portada del periódico El

Tiempo tomada de Google News Archive

Mientras la caída de los habituales patrocinadores del ciclismo colombiano aumentaba, para 1983 el presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, Miguel Ángel Bermúdez, ingenio una estrategia en la que siete empresas colombianas aportarían cinco millones de pesos cada una para la asistencia por primera vez en la historia de un equipo netamente colombiano al

Tour de Francia (Rendell, 2004). Ya Bermúdez había sentado posiciones fuertes por la continuidad del ciclismo cuando en 1980 el desarrollo de la Vuelta a Colombia estuvo en vilo a causa de la tensión generada por la toma a la Embajada de República Dominicana. Fue el dirigente quien no permitió que se cancelara la competencia a pesar de la presión gubernamental.

Al estar los patrocinadores habituales reportando pérdidas, la productora de baterías Varta asumió el patrocinio del equipo, dando así forma al equipo Pilas Varta que, en cabeza de Alfonso

Flórez y dirigido por Cochise y el también exciclista Rubén Darío Gómez, participó como equipo colombiano amateur en el Tour de Francia 1983. “No menos de 35 periodistas viajaron a

Francia, y Caracol Radio planeaba transmitir cada uno de los instantes de la competencia entera por primera vez en la historia del Tour” Rendell, M (2004). La nómina escogida para realizar este cubrimiento contó con grandes nombres, como Edgar Perea, Wbeimar Muñoz, Darío Álvarez,

Jaime Ortiz Alvear, Luis A. Céspedes, José Beyaert, Alfredo Castro y Juan Manuel González. 1

1 La mayoría de los aquí nombrados tienen mayor bagaje vinculados al fútbol que al ciclismo. Edgar Perea fue narrador deportivo con amplia relación con el Junior de Barranquilla, equipo al que bautizó “Junior tu papá”. Wbeimar Muñoz Ceballos inició su carrera en el periodismo deportivo como narrador de fútbol. Pero, después de un altercado en medio de un robo, sus cuerdas vocales se vieron afectadas, teniendo que adoptar el rol de comentarista dejando de lado la narración. Darío Álvarez fue narrador de ciclismo en ruta y pista, con paso importante en los velódromos del país. Jaime Ortiz Alvear fue narrador deportivo de ciclismo, fútbol y atletismo. Es recordado por sus enfrentamientos en los debates de “La Polémica”, extinto espacio de Caracol Radio. Luis Alfredo Céspedes lleva vinculado más de 28 años a RCN radio, siendo hasta 2019 gerente nacional de deportes en la cadena. José Beyaert es el segundo ganador en la historia de la Vuelta a Colombia, en 1952. Después de esto estuvo involucrado en la formación de ciclistas y en el ámbito radial, como se menciona. Murió en su natal Francia en 2005. Alfredo Castro

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En la narración rastreable en YouTube de la victoria de Fabio Parra en el Tour de Francia 1985 en Lans-en-Vercors, se escucha decir al narrador (Alfredo Castro): “Como dice el profesor, me quiero morir” y a quien hace referencia es a Juan Manuel González, narrador santandereano con especial participación en este cubrimiento.

Después del éxito y la recordación del equipo Varta entre 1983 y 1984, la economía nacional encontró en el ciclismo la vitrina adecuada para consolidar la marca del producto de exportación en auge para ese momento: el café de Colombia. Tiempo atrás, en 1975, una fuerte helada impactó el mercado cafetero causando pérdidas a exportadores brasileños. Esto generó una gran disparada en el precio del café colombiano.

“El precio de este grano se disparó en 1976, y en 1977 llegó al punto más alto de su historia. Entre

1977 y 1979 el total producido por las exportaciones de café fue muy similar al de la cocaína: en

el primer año las exportaciones de café generaron 1.577 millones de dólares y las de cocaína 1.680

millones; en 1978 las cifras fueron, respectivamente, 1.936 y 1.960 millones de dólares, y en 1979

el café exportado produjo 2.086 millones de dólares y la cocaína 2.080 millones” Kalmanovitz, ​ S. y Unidad de Análisis Macroeconómico del DNP en López. A, 2006, p. 242.

El repunte del café para finales de la época de los 70 sirvió para que la plataforma para impulsar la imagen de la Federación de Cafeteros fuera el ciclismo. El último recuerdo del equipo Pilas

Varta es de 1984, cuando Luis Alberto Herrera se impuso en una de las etapas más aclamadas en las carreteras europeas: el Alpe d’Huez. Ya para 1985 el equipo cambia de patrocinio a la marca que apela directamente a la memoria de los aficionados, el equipo Café de Colombia. Entre 1985

permaneció muchos años participando en Caracol Radio como narrador y enviado especial en temas de ciclismo. Hoy en día está radicado en Centroamérica y allí desarrolla su carrera como relator deportivo (fue contactado sin éxito para esta investigación). Juan Manuel González es narrador deportivo, siempre ligado al cubrimiento del fútbol y el ciclismo en Santander. Hoy se encuentra radicado en Bucaramanga.

29 y 1990 el equipo que estuvo en manos de directores como Raúl Meza y Rafael Antonio Niño, consiguió gran cantidad de etapas y como máxima distinción, la Vuelta a España 1987.

De este equipo se destacan las actuaciones de “El Negro” Martín Ramírez, quien a lo largo de su carrera obtuvo un Dauphiné Liberé superando a Bernald Hinault y el segundo Tour de

L’avenir para Colombia en 1985. Este último, corriendo para el Café de Colombia. Junto con el

Negro, los nombres de y Fabio Parra son referentes obligados.

Así como el repunte del café fue importante para la identidad de los equipos de ciclismo colombianos en las carreteras del mundo, otros productos de exportación marcarían el inicio de una de las etapas más violentas y agitadas de la historia nacional, el auge del narcotráfico.

En 1982, la cocaína produjo ganancias por un total de 4.320 millones de dólares (Kalmanovitz en López, 2006), mientras que entre 1983 y 2002, 4.153 miembros de la Unión Patriótica fueron asesinados, secuestrados o desaparecidos. Así como estas cifras, momentos claves como el surgimiento de movimientos paramilitares como el MAS (muerte a secuestradores), los PEPES

(perseguidos por Pablo Escobar, quien aparece primero en 1983 como suplente de Jairo Ortega en el Congreso); el asesinato de personalidades como el Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, el periodista del diario El Espectador Guillermo Cano Isaza y tres candidatos presidenciales

(Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa y Luis Carlos Galán Sarmiento) llenaron año tras año de terror a Colombia en la década de los 80.

Mientras esto ocurría, Luis Herrera gana en Alpe D’huez 1984, gana la Vuelta a

Colombia en 1984, 1985, 1986 y 1988; gana la Vuelta a España 1987 y gana el Dauphiné Libéré

1988 y 1991. Fabio Parra gana la Vuelta a Colombia en 1981 y 1992, mientras que en 1988 deja el Café de Colombia para correr en el equipo , con el cual se convirtió en el primer

30 latinoamericano en ser podio en el Tour de Francia en 1988. Así mismo, ciclistas como José

Patrocinio Jiménez, Henry Cárdenas y Edgar “El Condorito” Corredor sirvieron como gregarios y fortalecieron el equipo en diferentes momentos de la década.

La ida de Parra al Kelme sirvió como abrebocas para la llegada de los equipos de categoría mundial al mercado de ciclismo colombiano, causando así una fuga masiva de jóvenes promesas y debilitando el rendimiento en las competencias nacionales. Para ejemplificar esto vale la pena hacer mención a la nómina del equipo Kelme en 1993, que contó con ocho corredores colombianos: Hernán Buenahora Gutiérrez, Julio César Cadena Villegas, Angel Yesid Camargo

Ochoa, José Martín Farfán Pulido, Néstor Mora Zárate, Luis Felipe Moreno Torres, Federico

Muñoz Fernández y Augusto Triana.

La migración de pedalistas colombianos a correr al otro lado del mundo debilitó fuertemente el nivel de competencia y con él, el interés de los colombianos en el ciclismo. Para rematar la crisis del ciclismo colombiano en la década de los noventa, el Café de Colombia pasó a patrocinar equipos amateur tomando mayor protagonismo el equipo Manzana Postobón. Sin embargo, en 1991, Juan Carlos Castillo, corredor del Manzana Postobón, fue detenido en en

España con cocaína mientras el equipo viajaba a la Vuelta a Murcia. Fue asesinado en 1994 en

Chinchiná por un ajuste de cuentas. Por el escándalo de Castillo, según en el libro Reyes de las Montañas, Carlos Ardila Lülle confesó haber retirado el apoyo al equipo de ​ ​ ciclismo en 1993. Fue precisamente Santiago Botero quien se destacaría a nivel mundial en nombre del ciclismo colombiano. Botero fue campeón mundial de contrarreloj en 2002. Junto a

él, figuró Víctor Hugo Peña, campeón nacional y panamericano de contrarreloj en 1997 y 2000 respectivamente. Sin embargo, no causaron mayor impacto en una disminuida afición al ciclismo

31 en Colombia. Hoy en día Botero es analista en las transmisiones televisivas de Caracol Televisión y Peña hace lo mismo en ESPN Latinoamérica.

La generación de Botero y Peña tuvo su cierre durante el periodo de ocho años de gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) en el que campañas como la ‘seguridad democrática’, donde se incentivó la participación ciudadana en el combate contra las fuerzas criminales presentes en el país, fueron el estandarte. Con el cierre del periodo de Uribe como mandatario, asumió Juan Manuel Santos, quien fue Ministro de Defensa de Uribe en momentos clave como la Operación Jaque, donde se rescataron 15 secuestrados en poder de las Farc en el

Guaviare sin disparar una sola bala; y la muerte del comandante de las Farc Raúl Reyes, después de un ataque del Ejército Nacional.

Con Santos como presidente, Colombia vivió la resolución del conflicto armado con las

Farc que data desde las repúblicas independientes en la década de los sesenta. La firma del acuerdo de paz se dió el 24 de septiembre de 2016, después de cuatro años de negociación entre la delegación del Gobierno Nacional y las Farc en la Habana, Cuba. En la transición entre el gobierno Uribe y Santos y mientras el país vivía la polarización entre partidarios y no partidarios del acuerdo de paz, se vió el inicio de una generación de pedalistas que después de lo conseguido por la generación del Café de Colombia, logró consolidarse en las nuevas dinámicas del ciclismo

WorldTour (máxima categoría del ciclismo profesional).

Esta generación que hasta hoy compite, ha venido cosechando gran cantidad de etapas y triunfos en distintas competencias, destacándose la obtención de las tres grandes vueltas: El Giro de Italia 2014 y la Vuelta a España 2017 con ; y el Tour de Francia con Egan

Bernal en 2019.

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La principal motivación por la que se decidió no profundizar en la camada que actualmente corre representando al ciclismo colombiano es que resulta más provechoso referirse a una generación como tal, que a personajes particulares. Aunque también cabe afirmar que se vive un recambio: la mayoría de los ciclistas que en los últimos diez años han estado en competencia siguen activos y cosechando triunfos. Prueba de ello es Nairo Quintana, quien con

30 años, en lo poco que se alcanzó a disputar del calendario WorldTour de la UCI (Unión Ciclista

Internacional), se hizo con dos carreras de baja categoría y tres etapas.

Sumado a esto, es pertinente acotar que, como se expuso previamente, la incidencia de la radio como medio informativo no tiene la misma acogida que en épocas pasadas. Se puede hablar de un cubrimiento limitado y poco incisivo que si bien hace su mayor esfuerzo, en la mayoría de oportunidades no logra ser una competencia de peso contra las transmisiones de televisión o las mismas redes sociales.

4. La Estrategia para la Carrera: la Propuesta Narrativa

La serie de podcast que se presenta como resultado de esta investigación pende del balance entre los diferentes elementos que tomaron protagonismo durante la preproducción y elementos que hicieron tomar la sonoridad que tiene. Para conformar el resultado sonoro, jugaron papel importante factores como las voces que contaron la historia y las que la vivieron, los testimonios obtenidos. Producto de esto se entrega una serie de cinco capítulos.

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4.1. El papel de la radio

Antes de llegar al producto final que se entrega con este documento, versiones anteriores de estas piezas sonoras reflejaron uno de los asuntos más claves de la investigación: ¿Cómo velar por que la radio no queden en un segundo plano?

Esta inquietud surge del protagonismo que estaban tomando en el contenido de la pieza tanto el contexto nacional como los momentos ciclísticos. El auge de sucesos que se respaldan por archivo de lecturas de prensa o el poco archivo que se encuentra en línea hizo que en su momento el papel y el protagonismo del conector inicial de las dos categorías predominantes quedara subordinado.

De ese primer acercamiento a los archivos de transmisiones existentes y disponibles cabe resaltar que se decidió no abusar de ese contenido. Son recursos y documentos que merecen ser destacados por ser prácticamente los únicos que están a disposición del aficionado común, pero esto es un arma de doble filo. Su emotividad y su capacidad de convertirse en contenido viral cada aniversario del hecho ciclístico o cada que algún cibernauta nostálgico se lo topa hacen que se conviertan en un lugar común para referirse a este fenómeno.

El referente radial del ciclismo que cuenta con más reproducciones en Youtube es el acople de la transmisión televisiva y la narración a cargo de Alfredo Castro y Julio Arrastía

Bricca de la victoria de Fabio Parra en Lans en Vercors en julio de 1985. Los 18 minutos que inician con la épica del “comandante” Castro llamando a Luis Herrera el “monstruo de las montañas europeas” cuenta con más de 771.000 reproducciones en Youtube. El triunfo de Parra escoltado por Lucho no pasa de ser un triunfo de etapa cualquiera. Es más, en ese Tour de

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Francia, la misma semana que Parra ganó esa etapa, Lucho Herrera ganó dos etapas más. Entre esas, su recordada llegada a Saint Etienne con el rostro ensangrentado.

La razón por la que esta etapa en particular prevalezca en la memoria es la misma narración de Castro. Esta narración es tan emotiva que fue usada como referencia por Carlos

Vives en la canción “El orgullo de mi patria”, estrenada en 2018. El uso de las narraciones recopiladas en la canción de Vives es plenamente referencial. Junto a la narración de Castro en

1985, se encuentra la narración de Rubén Darío Arcila en la Vuelta a España en 1987, con la llegada al paseo de la Castellana en Madrid en la última etapa (ambas referencias presentes también en el podcast de la investigación), así como las narraciones para televisión de las victorias de Nairo Quintana del argentino Mario Sabato.

Es precisamente esta la intención que se tiene con el uso de las narraciones en el podcast resultado de la investigación. Más allá de darle un protagonismo a la importancia de nación y ciclismo como llave, lo que se buscó fue llegar a un balance donde el homenaje o la memoria de las transmisiones fueran más allá de la escucha de las narraciones. Se pretendió conformar una pieza sólida donde no solo estuviera explícito el referente, sino que acompañado de una composición sonora se hiciera que los episodios propios y transmitidos por la radio fueran parte de un todo y no fichas colocadas al azar.

Adicional a la intención de hacer un uso mesurado de los episodios sonoros propios de las transmisiones, la ausencia de referentes constantes va de la mano con los baches generacionales en el ciclismo colombiano. Previo a la coyuntura del coronavirus, la intención era lograr una serie de piezas que repartieran entre sí las diferentes épocas que aglomeraron el ciclismo, los contextos respectivos y las condiciones radiales propias de cada narración.

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Existe de cierta forma un bache de aproximadamente quince años en cuanto a referentes sonoros entre las victorias de la generación Parra/Herrera, aterrizando más o menos en 2005, donde sucede el infortunio en el que el narrador de RCN radio Alberto Martínez Prader pierde la vida en plena transmisión de la Vuelta a Colombia. Martínez Prader se encontraba abordo de una camioneta adecuada como un transmóvil, cuando en carreteras de Quindío el vehículo se salió de la carretera, quedando todo el accidente registrado en vivo.

De ese suceso en adelante, las épicas del ciclismo se encuentran trasladadas a la televisión en voz de Mario Sábato o la narradora mexicana Georgina Ruiz Sandoval, la Goga. Mientras que los episodios contemporáneos van en aumento por el éxito continuo de los deportistas colombianos, este auge sepulta en los buscadores archivos antiguos de cierta forma inéditos en la red. Desde 2018, Señal Memoria ha publicado piezas sonoras ambientadas con fotografías propias de los archivos que hoy le pertenecen. Dentro de estas se pueden encontrar las tomas de televisión de la sede de la Radio Agencia Bogotá en la calle 19 con carrera séptima el día en que

Lucho Herrera ganó la Vuelta a España con una multitud sobre la 19, con sus radios sintonizados al unísono. No obstante, a pesar de lo rico de este material, este video en YouTube no cuenta con más de 500 reproducciones.

De esta forma se puede afirmar que las mismas cuatro o cinco narraciones populares en

YouTube han creado de manera involuntaria una burbuja que se reparte entre sí las reproducciones, quitando visibilidad a archivos nuevos como el de Señal Memoria o el del periodista Julián Capera. Capera comenzó en el 2020 una serie de crónicas radiales ambientadas con imágenes de la misma forma que Señal Memoria. Estas crónicas cuentan con fragmentos de archivo poco rastreables en la red, que, si bien son cortos, funcionan y dan luces de más

36 referentes radiales. Se presume que este archivo es perteneciente a Caracol Radio, donde trabajó previamente Capera.

4.2. El equipo a bordo del transmóvil: los locutores

Un total de cuatro voces fueron las escogidas para narrar esta historia. Con las dos primeras se tiene a los narradores de toda la historia, mientras que con las dos últimas se buscó marcar el diferencial notando la injerencia directa de la radio y con roles recuperados de la radio como los lectores de noticias.

4.2.1. Santiago Parra y Hugo Caro

Los locutores que mayor protagonismo tienen en la puesta en escena son Santiago Parra y Hugo

Caro. La grabación de estas voces fue realizada en simultáneo antes de la coyuntura del

Coronavirus, para buscar una similitud y un ritmo parejo entre las dos voces. Santiago fue escogido gracias a su tono agudo de voz. Es una voz que, si bien logra adecuarse al tono formal de la pieza, tiene un tono más agudo que contrasta con el de Hugo. Este, por su parte, logra un tono más grueso y juntos ambos locutores logran un juego de voces que cumplió las expectativas.

Ambos locutores pasaron por un proceso de adecuación y de entrenamiento para emular el estilo de locución que se buscaba. Para tener referentes claros de cómo debía ser ese estilo, las voces de Juan Harvey Caicedo y Gustavo Niño Mendoza2 fueron el estilo a imitar. No se buscaba llegar a ridiculizar o construir una especie de burla, sino de aportar a esa intención de construir un paisaje sonoro donde cada elemento tuviera una intencionalidad clara.

Ya una vez estudiados los libretos y practicadas las locuciones, las voces de los locutores continuaron haciendo un juego positivo para el resultado buscado.

2 Ambos destacados locutores en la radio colombiana durante la segunda mitad del siglo pasado.

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4.2.2. Juan Pablo Herrera (Pelz)

Juan Pablo, en adelante mencionado Pelz, cuenta en su trayectoria con experiencia como actor de teatro y narrador de partidos de fútbol. Este primer rol como actor de teatro le da una adaptabilidad más rápida a los guiones y su interpretación se da de una manera más natural. El rol como narrador de partidos de fútbol le da un ritmo a su locución que encaja perfecto con la intencionalidad de la pieza.

El rol escogido para Pelz fue el del lector de noticias en radio. Una de las formas de complementar el uso mesurado de archivo sonoro fue por medio de titulares de periódicos de la

época. Lo encontrado fue muy positivo. Hechos como la toma a Marquetalia por parte del

Ejército Nacional en arremetida contra las Farc en julio de 1964 compartieron primera página con una foto de Cochise Rodríguez. Esto ocurre también en el episodio del M-19 con el triunfo de

Rafael Antonio Niño en 1980. Por esto la dramatización de estos hechos es con la figura del lector de noticias que, complementado con una cortinilla, ayudan a recrear las lecturas de Pelz.

Juan Harvey Caicedo fue la voz principalmente referenciada junto con Pastor Londoño para lograr la imitación del estilo.

4.2.3. Santiago Álvarez

En el caso de Santiago, es la última voz en ser añadida al proceso. Álvarez cuenta con una voz gruesa y potente y se le da con mucha facilidad adaptarse a tonos coloquiales, como el que se quería para esta ocasión. Su papel en este caso fue asumir los fragmentos del guión que se refieren a presentar la narración deportiva y los archivos sonoros.

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La figura que se usó en las instrucciones a Santiago fue la de maestro de ceremonia: la voz que introdujera de manera muy solemne los fragmentos de archivo y que con la contundencia de su voz hiciera contrapeso a la parte histórica, para mantener balance a favor de la memoria radial que reposa en la pieza.

4.3. Reorganización del pelotón: adaptación post cuarentena

La sesión de grabación del piloto inicial de la pieza se realizó con Santiago Parra, Hugo Caro y

Pelz en el Centro Ático. En esa instancia de la investigación se llegaba a fase de materialización de la investigación y planeación del podcast. Se realizó el registro de la mayoría del guión en dos tandas; una con Pelz siendo dirigido por el realizador (Hugo) y la segunda con Santiago y Hugo grabando en simultáneo.

La necesidad de una cuarta voz (Santiago Álvarez) aparece después de ese primer piloto.

Sin embargo, para ese entonces ya estaba instaurada la cuarentena y el estado de emergencia que cambió en muchos aspectos el desarrollo de esta investigación. La grabación de correcciones, adiciones y nuevas partes, como en el caso de Álvarez, se realizó con cada locutor en su respectivo domicilio. Los guiones y las instrucciones fueron dadas a distancia por el realizador mientras que el registro depende netamente de los locutores y los recursos que tuvieran a la mano, ya sea aplicación en el celular o micrófono profesional.

4.4. El papel de las entrevistas

Durante el proceso de investigación, por sugerencia del director Eduardo Gutiérrez, fueron consultadas frecuentemente fuentes como Mario Morales, quien tuvo participación como colaborador en la revista Mundo Ciclístico, y William Zambrano, con participación en diferentes

39 cubrimientos deportivos. Ambas asesorías resultaron óptimas por la cercanía que se tiene, al ser ellos docentes de la Facultad de Comunicación a la que todos pertenecemos.

En una de las entrevistas informales con Mario Morales, este último realizó la advertencia de escoger bien las fuentes a entrevistar en el proceso, pues expresó se pueden encontrar muchos

“dueños de la verdad”.

Con esta advertencia hecha cambió considerablemente la planeación de las entrevistas.

Siempre estuvo contemplado el contrastar los eslabones claves del papel de la radio como la participación de Caracol en el Tour de Francia 1983 o el trabajo poético de Rubén Darío Arcila en la preparación de las narraciones. Entra aquí a jugar otro factor importante y es la cantidad de miembros de esas transmisiones aún vivos. Antes de la situación de confinamiento, se tenía en planes desplazamientos hacia Medellín para localizar personalidades como Pastor Londoño,

Rubén Darío Arcila, Fernando Calle “Piolín”, Francisco Benítez, Aicardo Torres; lo mismo en

Bucaramanga para rastrear a Juan Manuel González.

Los planes cambiaron radicalmente y el contacto tuvo que ser en línea. Este cambio amplió el panorama y surgió la posibilidad de contar con voces que se encontraran fuera de

Colombia o fueran imposibles de registrar con la calidad deseada para el resultado final del podcast. Se buscó el contacto de nombres como Óscar Restrepo y Alfredo Castro, hoy residentes en Centroamérica. Sin embargo, los resultados de este cambio de panorama no fueron los esperados. Las posibilidades se redujeron con el pasar de los días. Pastor Londoño tiene hoy 92 años y a pesar de que sigue locutando en Todelar Medellín, es de muy difícil acceso por su edad y casi imposible de rastrear en las nuevas condiciones. Restrepo y Castro fueron contactados vía redes sociales en reiteradas oportunidades sin recibir respuesta alguna. De la generación que

40 cubrió el ciclismo en los años 80 solo se recibió respuesta de Juan Manuel González y Rubén

Darío Arcila. Por fortuna, ambos considerados como fuentes necesarias en primera instancia.

La búsqueda de participantes en las transmisiones realizadas hoy en día fue más compleja de lo esperado. Las transmisiones de Antena 2 funcionan como el dicho de los caminos de Roma, todos los caminos conducen a Héctor Urrego. Pero era él a quien Mario Morales se refería como

“dueño de la verdad” y la intención era contar con voces más descentralizadas en estas participaciones. Por eso, se escogió el nombre de Aicardo Torres. Torres participa como reportero en la modalidad que reemplazó al transmóvil: las motos. En los últimos Tour Colombia ha sido él quien ha estado reportando en carretera a rueda de los ciclistas. No fue posible contactarlo ni vía redes sociales ni recurriendo a personas que se mueven en ese medio como

Morales o Zambrano.

De las transmisiones de Caracol se buscó contar con las voces de los reporteros que actualmente siguen las carreras. Fernando Calle es el habitual enviado por las carreteras mientras que Benítez hace lo propio dentro del territorio nacional con la Vuelta a Colombia y recientemente el Tour

Colombia. Ambos fueron contactados sin respuesta alguna pero con la constancia de lectura de los mensajes que se les fueron enviados.

La última opción fue Colmundo, la actual tercera cadena que transmite el ciclismo en la radio. Carlos Orduz Rubio es el responsable de dirigir ese equipo desde 2017 y, contrario al resto de las fuentes consultadas, se mostró presto a aportar su testimonio y colaborar con la investigación. Después de ocho fuentes consultadas, tres respondieron positivamente y dieron su consentimiento para participar del podcast.

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Ya en el momento de realizar las entrevistas se buscó la forma de que, a pesar de que se llevaran a cabo por vía telefónica, fueran de la mayor calidad posible sonoramente. La opción de usar aplicaciones como Zoom, Google Meet y demás alternativas funcionaba poco con Arcila y

González dada su edad y manejo de la tecnología, según lo manifestaron ambos. De este modo el proceso con las tres entrevistas fue el mismo.

Figura 8. Micrófono usado para locutar el podcast y realizar registro sonoro de las entrevistas.

Archivo personal.

La locución realizada post confinamiento por parte de Hugo se realizó con un micrófono condensador de referencia Blue Yeti. Fue este mismo el que se utilizó para la grabación de la

42 señal de las llamadas, ubicando el micrófono dentro de un closet para conseguir la mayor insonoridad y disponiendo el teléfono celular en altavoz a una distancia calibrada del micrófono.

Figura 9. Micrófono usado para locutar el podcast y realizar registro sonoro de las entrevistas ubicado en el closet usado. Archivo personal.

Ya en el desarrollo de las entrevistas, cada una tuvo un perfil y un tratamiento diferente.

Juan Manuel González es muy poca la referencia en cuanto al ciclismo se refiere. De su cuenta en

Twitter se obtuvo la nómina completa de viajeros a Francia con Caracol en 1983 y Alfredo

Castro lo referencia en varias transmisiones citando su frase “me quiero morir”. Con él el contacto se hizo en este mismo medio, Twitter. Ya concertada la entrevista lo más conveniente

43 fue ir desde su experiencia como narrador de fútbol hasta llegar a su experiencia ciclística. Como resultado se consiguió el relato de esa experiencia, primera en Colombia, de un equipo completo transmitiendo en suelo europeo, así como sus opiniones sobre el contexto actual, radial y ciclístico. Con Arcila y Orduz todo sucedió más rápido. Arcila tiene una voz que habla por sí sola y rastrear la trayectoria de Orduz es más fácil dado a que se encuentra activo como periodista.

4.5. Ambientes, música y efectos.

Adecuar las locuciones al estilo propio del contexto, fue un trabajo 50% logrado en el ejercicio de los locutores y 50% en la edición. Una vez practicados y locutados los fragmentos de cada locutor, pasaron por una revisión de cada voz. La grabación de Hugo y Santiago fue hecha en simultáneo, por tanto ambos locutores cuentan con un ritmo de lectura similar. De tal forma, en edición solo fue modificado el tono de las voces y la velocidad, siendo la voz de Pelz la más intervenida. Al querer importar el estilo de los lectores de periódicos, fue necesario acelerar más la velocidad de su locución en comparación con los otros tres locutores.

Una desventaja considerable del material y los efectos sonoros hallados en internet es que la mayoría son usados para ejercicios como este, quedando de cierta forma “quemados”. Para evitar esto, al momento de la edición se optó por usar el banco de archivos de la BBC, que como lo dice en su página web: “These 16,000 BBC Sound Effects are made available by the BBC in

WAV format to download for use under the terms of the RemArc Licence. The Sound Effects are

BBC copyright, but they may be used for personal, educational or research purposes, as detailed in the license”.

La ventaja de este archivo es que, aparte de lo poco usual en producciones radiofónicas

(por lo menos en el contexto colombiano), contiene una variedad enorme. Para construir la

44 inmersión de los primeros minutos del producto, el realizador se valió de uno de los efectos de esta base, llamado “Street, Zipaquirá (village near Bogota in central Colombia) with traffic

(occasionally heavy), footsteps ,speech and roadworks noise”. Y asimismo, se pueden encontrar dentro del archivo capturas de aeropuertos en Porto Alegre, Brasil, y mercados en la Paz, Bolivia.

Más allá de encontrar en este archivo novedad a la hora de implementar recursos en el contexto radiofónico javeriano, el plus de localizar paisajes sonoros latinoamericanos fue una ventaja tremenda para lograr la intención con los planos sonoros. Así como se buscó que los injertos de archivo no estuvieran colocados al azar, los paisajes y planos de fondo que logran acompañar la pieza tampoco deberían estar colocados simplemente por rellenar.

¿Por qué Zipaquirá? Esta localidad ha tenido desde los inicios del ciclismo en Colombia un papel importante. Efraín fue apodado “El Zipa” por nacer allí; y así como el primer campeón de la Vuelta, el primer campeón latinoamericano del Tour de Francia también nació allí, Egan

Bernal. Como un sutil guiño, y aprovechando la excelente calidad sonora que tiene este archivo, es que se emplea este paisaje sonoro para ambientar.

Con el plano ambiente de Zipaquirá, la intención fue recrear una escena similar a la que se encontró en el archivo de Señal Memoria con el episodio de la Radio Agencia Bogotá: La suerte de democratización de la escucha radial en la calle, en parlantes o altos volúmenes. Ese mismo gesto que sirvió para transmitir la primera Vuelta a Colombia en los parlantes de los almacenes de la Avenida Jiménez (Rendell, 2004).

Adicional a este ambiente de calle, la cercanía con el contexto radial de la época se elaboró buscando imitar esa estética tosca de la calidad propia de la señal radiofónica. Para esto, se necesitó ensuciar los audios de cada locutor y cada plano. De nuevo fue importante la

45 presencia del banco de la BBC. En cuanto a estática, la variedad es importante, pues allí se encuentran distintos tipos. Fue provechoso para el realizador encontrar estáticas que variaba por el tipo de onda, tipo de sintonizador, entre otras categorías de estática encontradas.

La última de las decisiones para lograr la construcción del paisaje sonoro fue el manejo de segundos y terceros planos en cuanto a efectos y cortinillas. El balance que se pretende lograr es responder a la pregunta de dónde reposa la memoria sonora, la reconstrucción de viejos roles radiales como el lector de periódico, la recreación de los ambientes en donde se realizaba la escucha radial como la calle, la estética sonora... todo busca responder a esta pregunta.

Los planos utilizados buscan crear una narrativa que sirva para traer referentes; elementos que, conjugados con los paneos sonoros, quieren apelar a esta memoria. Desde el primer momento, con la aproximación a la radio que suena durante el paisaje sonoro de Zipaquirá, se buscó que el cambio de segundo a primer plano de los efectos, cortinillas y elementos musicales sirviera para despertar esa memoria sonora en el escucha. De cierta forma se quiere generar esa sensación que produce escuchar el jingle navideño del café Águila Roja o el mismo de Caracol

Radio. Esto, cabe aclarar, sin darle un protagonismo absoluto, sino como referentes que refuercen el guión y el mensaje de los locutores. Prueba de esto son las cortinillas de Radio Super o RCN sobre las menciones a Héctor Urrego y Oscar Restrepo.

La cortinilla utilizada como preámbulo a la entrada del lector de noticias está empleada de manera que logre asemejarse a la cortinilla de extra empleada en Caracol Radio en el contexto de la pieza y que es rastreable en internet. Sin embargo, la idea de este producto es hallar un balance entre archivo y recreación, por tanto, gracias a la cortinilla tomada del canal en YouTube de

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Chris Fernández (quien fue consultado a través de la plataforma para el uso del audio), se ambientó la lectura de los recortes de prensa.

4.6. La postal sonora

Uno de los componentes que acompañan la memoria del ciclismo en Colombia es la fotografía.

El trabajo de Horacio Gil Ochoa es el más destacado. Gil acompañó a los ciclistas por más de cuarenta años por las diferentes carreteras del mundo y su trabajo estuvo ligado desde 1977 a la revista Mundo Ciclístico.

Figura 10. Transmóvil de la Voz de Pereira, filial de RCN. Tomado del libro La bicicleta, mi cámara y yo. Biblioteca el Tintal.

Después de revisar el archivo de Gil Ochoa y su trabajo disponible tanto en su libro como rastreable en internet, se escogió una foto en particular como punto de partida para lograr el arte que acompaña el podcast.

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Figura 11. Fotografía tomada por Horacio Gil Ochoa recuperada en Pinterest.

La fotografía en cuestión presenta a Julio Arrastía Bricca a bordo de un transmóvil de

RCN entrevistando a Martín Emilio Cochise Rodríguez. Después de la investigación se puede afirmar que debe pertenecer a los años 60 o 70, antes de la partida de Cochise a la profesionalización.

Camila Escobar fue la artista contratada para elaborar la pieza, de modo que una vez enterada de la investigación, estuvo al tanto de la imagen escogida. Con ella se llegó a la conclusión de que lo mejor era plantear la imagen de frente, ilustrando los rostros y reemplazando el micrófono que sostiene Arrastía en la imagen por unos audífonos y un celular haciendo referencia a la señal vía streaming. También Camila propuso un estilo de caricatura tipo vintage, con inspiraciones en las caricaturas de Walt Disney. Se buscó la referencia del vehículo en cuestión y la artista encontró que se trata de un Ford 1 panel modelo 1948, mientras que el rostro escogido para darle vida al pedalista fue el de Lucho Herrera. Se jugó con el logo de RCN

48 presente en las distintas imágenes de los transmóviles reemplazando las iniciales de la Radio

Cadena Nacional por las del nombre del realizador, Hugo Caro Jiménez. El resultado fue HCJ, permitiendo hacer homenaje a las placas de las frecuencias de las emisoras, que en Colombia siempre comienzan por H.

Figura 12. Resultado final de la postal sonora del podcast.

5. Conclusiones

El resultado de esta investigación es una serie de cinco podcast. Cada podcast está pensado para complementarse con la historia del siguiente. Parte de esto es que en un principio se pensó como un producto unitario. No obstante, también se pensó como un solo relato con la intención de contar una misma historia que se encontró dispersa y desarrollada en ámbitos no correspondientes al fenómeno como tal.

El mayor reto fue mantener como una de las categorías principales la coyuntura nacional en cada uno de los momentos ciclísticos. En la sustentación final de la clase Proyecto de Grado

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II, el profesor William Zambrano asistió justo a la sesión donde se expusieron las bases de este proyecto. Previamente había manifestado que él no veía con claridad la importancia de la categoría nación o impacto del ciclismo en la nación porque fácilmente un sociólogo podría cuestionar el proyecto. Sin embargo, la convicción del asesor y el investigador por conservar la misma línea de investigación continuó.

La razón de continuar por esta línea es contemplar el papel del ciclismo en la radio no como un fenómeno deportivo desde el neto ejercicio del cubrimiento, sino preguntarse cómo —a ​ través de dicho fenómeno— narrar la memoria que conservan los escuchas de estas transmisiones. Durante todo el proceso se pudo constatar que por más dura que fuera la realidad y ​ el contexto de cada momento ciclístico, mientras se vivió el auge de este deporte, jamás se relegó a un segundo plano. Sea en primera plana de un periódico o con el riesgo de la cancelación de una carrera (caso 1980 con la toma de la Embajada de República Dominicana).

Era necesario darle la misma importancia al contexto nacional y los momentos deportivos porque en muchas ocasiones estuvieron ligados. Un ejemplo de la relación intrínseca entre los sucesos políticos y sus efectos en el ciclismo es, como mencionamos anteriormente, el caso de la delegación que corrió el Route de France en 1953, que estuvo varada en Europa porque el apoyo estatal con el que contaban para regresar desapareció tras el golpe de estado de Rojas Pinilla.

Por otro lado, fue asesinado Alfonso Flórez en 1992 y según Reyes de las Montañas, es muy probable que su asesinato fuera una vendetta por involucrarse sentimentalmente con la esposa de un narcotraficante. Esto podría ejemplificarse en muchos más momentos: los nexos de

Juan Pablo Castillo con los carteles de droga causaron una de las clausuras del Manzana

Postobón; y la presencia de equipos de ciclismo patrocinados por narcotraficantes como

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Bicicletas Ositto (en representación de Roberto Escobar, hermano de Pablo y apodado el Osito) y

Droguerías Yaneth y Perfumería Yaneth propiedad de Gonzalo Rodríguez Gacha (Rendell,

2004), refuerzan el ideal de que, al igual que el fútbol y la sociedad colombiana en general, el ciclismo fue permeado también por el narcotráfico.

Figura 13. Delegación de Droguería Yaneth en la revista Mundo Ciclístico que reposa en la

Biblioteca Luis Ángel Arango.

Para sustentar la validez de esta relación y comprobar si el propósito de hilar esa memoria generaba la evocación esperada en la audiencia del podcast, se buscó que fueran escuchados por cuatro personas: dos que hubieran vivido la década de los ochenta y esa generación dorada del ciclismo y dos que no.. Los cuatro accedieron a participar en el ejercicio y aceptaron que su testimonio fuera utilizado para la investigación. Inicialmente este ejercicio estaba planeado para

51 realizarse de manera presencial y construir una sola memoria colectiva entre todos los actores.

Pero así como la producción del podcast, esto también tuvo que adecuarse por el confinamiento.

La producción del podcast arrojó los retos que implica construir un ambiente sonoro propio de la época que paulatinamente fuera mostrando el mismo avance que se iba logrando en la realización no solo de las transmisiones, sino de la radio en general. Fue un proceso complicado acercarse a la narrativa y la estética sonora de cada época radial. Siempre se tuvo presente que construir un paisaje sonoro representaba más que ensuciar una locución. Las locuciones pasaron por un proceso ya explicado en este documento, pero entender las narrativas para construir los respectivos guiones era entender que el lenguaje utilizado en los inicios de la radio colombiana venían de la prensa. Por esta razón se incluyó el papel de un lector de noticias: para poder acercar el lenguaje propio de la prensa de cada momento. Frases como “el bandolero

Tirofijo”, “la gentil colaboración” y el “formidable rutero” son elementos que ayudaron a situar el lenguaje utilizado en los diferentes capítulos del podcast.

Los modismos, los adjetivos utilizados, todo fue evolucionando con el transcurrir de los años, las páginas y las emisiones.

El pensar la estructura narrativa de la serie en general implicó retomar las bases de los documentales radiofónicos enseñados en las cátedras de escrituras y producción de documentales.

De igual modo la decisión de impostar estilos narrativos antiguos convirtió las locuciones en dramatizados, y la ambientación y construcción de paisajes sonoros fueron algo propio de la cátedra de Producción sonora.

Apegado a esas mismas bases propias del énfasis, se puede afirmar que la pieza alejada del formato de divulgación es un documental sonoro. Aunque durante el 70% de la investigación

52 se denominó “la pieza”, la manera de pensarlo, la intencionalidad al aplicar música, entrevistas y demás son netamente documentales.

No obstante, aplicar la teoría adquirida como radialista al podcast permite enlazar un formato tan amplio y diverso (el podcast) a la tradicional formación radiofónica. Limitar el producto a un documental sonoro en una página web bastaba para la divulgación del proyecto.

Pero incluso en este acto se estaría entrando en la dinámica podcastera. Partir de la base de que el podcast es exclusivamente un audio colgado en línea es la excusa con la que el sinfín de formatos radiales tradicionales pasaron años colgando sus programas o las repeticiones de los mismos en línea y afirmando que hacían podcast.

Romper este esquema implica pensar en producir este contenido para el formato podcast, que aunque diverso, tiene nociones básicas que son fáciles de tener en cuenta. Parte de esto incluye considerar la difusión que va a tener el podcast: desde lo gráfico que acompañe al podcast hasta la plataforma de distribución. En este punto el ideal era buscar una plataforma donde perdurará este relato y fuera de fácil acceso para la audiencia en el caso de distribución o divulgación a terceros por parte de los primeros escuchas del podcast.

Si bien existen plataformas funcionales desde hace años para efectos de difusión sonora como Soundcloud o Mixcloud, el acto de pensar el producto de la investigación como podcast requería seguir conductos propios del podcast. El escoger uno de los proveedores de podcast en español más completo como Ivoox permitió concluir que, a pesar de que ser una plataforma europea, es un mercado que es de fácil entrada para la producción de podcasts colombianos o latinoamericanos. Aunque esa no era una de las metas de la investigación, era una contribución

53 fácil de lograr aportando contenido hecho en Colombia sobre temas también de influencia en

España, como el ciclismo

Ya con el producto alojado en la web, el paso siguiente era acudir a las plataformas de escucha donde además de poder compartirlo, se garantizara tuviera presencia en los catálogos más frecuentados por los consumidores de podcast. La plataforma escogida fue Spotify, pues se concluyó que aunque no está muy definido el consumo de podcast en Colombia, como empresa,

Spotify le está apostando a este mercado y en lo transcurrido de este 2020, ha dado el salto como productora de podcast con programas como “Made in Medellín”, el podcast de J Balvin producido en asociación con uno de los mejores estudios en Colombia, Cartagena Federal; y recientemente “Patrones”, una producción de Spotify Studios y Parcast.

“Me recordó a mi abuelo, él me contaba que estas narraciones como se cuentan en el podcast, eran inventadas. Ahí estaba la magia” fue una de las respuestas recibidas al escuchar el podcast y devela que la evocación que se buscaba conseguir en el podcast es funcional. Por otro lado y a pesar de que la intención con los archivos de transmisiones era no abusar de los mismos, sí fueron el elemento sonoro que más captó la retentiva de los escuchas. “Se transporta uno a visualizar lo que pasaba en carretera. Me recordó las escapadas que me pegaba de clase para escuchar las escapadas de Lucho Herrera y Fabio Parra. La forma de ingeniar las transmisiones, de seguir las carreras. El transmóvil uno al dos, el famoso haga el cambio, ya lo hice, esa parte no se me olvida jamás”, dijo uno de los oyentes en la sesión virtual de escucha.

Los personajes fueron escogidos por sus intereses afines con el tema, sin embargo, dos compartían el haber conocido al difunto Alberto Martínez Prader, y al escuchar su muerte tuvo lugar otro tipo de evocación y de memoria poco esperada. “Me conmovió el recordar el

54 accidente, yo pertenecía a Antena 2 y ese día estábamos escuchando eso en vivo. Todos pensamos que había pasado algo pero jamás imaginamos que hubiera muerto nuestro compañero”, dijo una oyente en primer lugar, mientras que un segundo escucha afirmó que “Yo lo conocí en Manizales, estuvimos en un partido de Copa Libertadores del Once Caldas en 2004.

Fue bastante impactante escuchar ese momento”.

Al observar el panorama se evidenció que el fenómeno de las transmisiones radiales del ciclismo no había sido investigado a profundidad ni en proyectos de grado ni en investigaciones particulares. Por eso y a pesar de que el tema fue tomando categorías de análisis que se enlazaban con el fenómeno de las transmisiones como tal, la proyección de lograr un producto que hilara esas narraciones sueltas que hoy flotan en YouTube se mantuvo a lo largo de la investigación.

Estas narraciones se encuentran alojadas en archivos privados de difícil acceso y las que logran escapar se alojan en la web. Pero también habitan la memoria de los radioescuchas, y se logró que al escuchar el podcast y los fragmentos de archivo ese componente que habita en el recuerdo se pusiera en marcha y permitiera que, por los siete u ocho minutos que dura cada episodio, el oyente volviera a escuchar y recordar lo que vivió y sintió en cada momento. También fue posible darle imagen y sonido tangible a los relatos de abuelos y padres, garantizando que estén en la web y se escuchen acompañadas de un contexto que permita entender por qué y cómo se llevó a cabo cada fragmento presente en el podcast.

Ojalá este proyecto de grado sea el pie de inicio para ahondar más en este fenómeno y se realicen investigaciones más específicas. En lo deportivo, lo radial, lo nacional, cada categoría amerita una investigación contundente al respecto. Probablemente cuando regrese el ciclismo después de la pandemia estén también de regreso las transmisiones de las carreras y ojalá que, así

55 como Colmundo lleva cubriendo Giro, Tour y Vuelta, las demás cadenas sigan firmes junto al micrófono para continuar alimentando este fenómeno y reactivar en pleno la radio como medio difusor del ciclismo.

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