RNPS 2277 ISSN 2222-6621 Revista semestral publicada por el Centro Nacional de Información Geológica del Instituto de Geología y Paleontología, Servicio Geológico de Cuba, dirigida a investigadores y trabajadores de las Geociencias Vol. 9. No. 2 2015

Ofiolitas tectonizadas (tectonitas) de la asociación ofiolítica. Colina Lenin, Regla, La Habana. Foto: Dunia Figueroa

Centro Nacional de Información Geológica Vía Blanca No. 1002, Reparto Los Ángeles, San Miguel del Padrón, La Habana, Cuba, C.P. 11000. Tel: 76988296; 76884042 ext. 118 Contáctenos a: [email protected] Encuéntrenos en: http://www.igp.minem.cu

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

TABLA DE CONTENIDO

ARTÍCULOS CIENTÍFICOS / SCIENTIFIC PAPERS

ACTUALIZACIÓN DE LA SISTEMÁTICA DE LOS GASTERÓPODOS (, ) REPORTADOS EN EL REGISTRO FÓSIL DE CUBA. PARTE III: PROSOBRANCHIA, / AN UPDATE OF GASTROPOD SYSTEMATICS (MOLLUSCA, GASTEROPODA) REPORTED IN THE CUBAN RECORD. PART III: PROSOBRANCHIA, NERITIMORPHA.

Anabel Oliva Martín

FIELD TRIP GUIDE ON HAVANA-MATANZAS OPHIOLITES AND ASSOCIATED MINERALIZATION/ GUÍA DE VIAJE DE CAMPO EN LAS OFIOLITAS HABANA-MATANZAS Y MINERALIZACIÓN ASOCIADA

Angélica Isabel Llanes Castro, Danger García Jiménez

GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN SÍSMICA PARA LA EXPLORACIÓN PETROLERA EN CUBA/ MANAGEMENT SEISMIC DATA FOR OIL EXPLORATION IN CUBA

Suylen Díaz Mirabal

CONSIDERACIONES SOBRE LA APLICABILIDAD DEL MÉTODO DE POLARIZACIÓN INDUCIDA EN LA BÚSQUEDA DE HIDROCARBUROS EN LA REPÚBLICA DE CUBA / SOME CONSIDERATIONS ON THE APPLICABILITY OF THE INDUCED POLARIZATION METHOD IN THE SEARCH OF OIL IN THE REPUBLIC OF CUBA

Yanisbel García Thorpe

ACTUALIDADES DE LAS GEOCIENCIAS / NEW EVENTS IN GEOSCIENCE

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

ACTUALIZACIÓN DE LA SISTEMÁTICA DE LOS GASTERÓPODOS (MOLLUSCA, GASTROPODA) REPORTADOS EN EL REGISTRO FÓSIL DE CUBA. PARTE III: PROSOBRANCHIA, CAENOGASTROPODA

Anabel Oliva Martín

Instituto de Geología y Paleontología. Vía Blanca 1002, San Miguel del Padrón, La Habana. [email protected]

Recibido: marzo 12, 2015 Aceptado: mayo 15, 2015

RESUMEN

Los caenogasterópodos (Caenogastropoda Cox, 1960; superorden) es el mayor grupo de gasterópodos de la subclase Prosobranchia y agrupa a los géneros que no son incluidos dentro de los superórdenes Archaeogasteropoda o Neritimorpha. Su sistemática ha sufrido notables cambios durante las últimas décadas. Sin embargo, existen muy pocos estudios dedicados a la actualización de la sistemática de los ejemplares de gasterópodos en general reportados fósiles en Cuba. Las investigaciones disponibles sobre las especies del Registro Fósil no contemplan su organización sistemática; solo se encontraron dos trabajos relacionados con este tema. El presente estudio se enfoca en la actualización de la sistemática y la clasificación de las especies de caenogasterópodos del Registro Fósil de Cuba, mediante la consulta de bibliografía especializada, el uso de herramientas electrónicas y la utilización de bases de datos online. Estas especies, así como las categorías básicas superiores ya verificadas, fueron organizadas evolutivamente de acuerdo a la sistemática actual. La actualización permitió obtener un conteo de aproximadamente de 139 especies, agrupadas en 3 órdenes, 28 superfamilias, 47 familias, 27 subfamilias y 87 géneros. De las especies de caenogasterópodos listadas, 20 presentan una distribución del Jurásico al Paleógeno y 119 principalmente del Neógeno al Cuaternario. Más del 90 % de las especies de caenogasterópodos de las que se han encontrados restos fósiles en Cuba todavía existen actualmente. La validez de 13 de las especies listadas fue comprobada, y se ubicaron taxonómicamente como corresponde, pero no se encontraron referencias acerca de su autor, descripción o nomenclatura. Palabras clave: Paleontología, moluscos, gasterópodos, prosobranquios, Caenogastropoda, taxonomía, sistemática, clasificación, Cuba. AN UPDATE OF GASTROPOD SYSTEMATICS (MOLLUSCA, GASTEROPODA) REPORTED IN THE CUBAN FOSSIL RECORD. PART III: PROSOBRANCHIA, NERITIMORPHA

ABSTRACT Caenogastropoda Cox, 1960 (superorder) is the largest group of Prosobranchia gastropods. Its systematics has undergone significant changes in recent decades. However, there are very few studies on this field devoted to update the Gastropoda reported in Cuba. The available research on included into the Cuban Fossil Record do not comprise their systematic organization. Only a couple of works, Aguayo (1935) and Lopez – Martínez& Rojas - Consuegra (2007), were found. Hence, this work is focused on updating the systematics and the classification of the Caenogastropoda species included into the Cuban Fossil Record through the consultation of specialized literature and the use of electronic tools and online databases. These species and the basic taxonomic categories duly verified were organized from the evolutionary standpoint. Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

This update yielded for the Cuban fossil Caenogastropoda about 139 species grouped in 3 orders, 28 superfamilies, 47 families, 27 subfamilies and 87 genera. There are 20 listed species whose distribution mostly ranges from to Paleogene, and 119 which are distributed primarily from the Neogene to Quaternary. More than 90 % of the genera found fossil in Cuba exist presently. The validity of 13 listed species was verified and each of them were taxonomically replaced correctly, but no references were found related to their nomenclature.

Keywords: Paleontology, mollusks, gastropods, Prosobranchia, Caenogastropoda, , systematics, classification, Cuba.

INTRODUCCIÓN Los gasterópodos (Gastropoda Cuvier, 1795; clase perteneciente al phylum Mollusca) son el grupo más grande y diverso entre los moluscos. Su radiación adaptativa los lleva a colonizar tierra, ambientes transicionales y casi todas las profundidades del medio marino. Básicamente, están formados por un cuerpo blando, sin segmentos o articulaciones, compuesto por una cabeza anterior diferenciada, un pie musculoso en posición ventral, y una masa dorsal formada por vísceras que, debido a un proceso de torsión, gira por delante del complejo cefalopodial (la cavidad paleal y el ano quedan hacia la parte anterior del cuerpo) (Oliverio, 2008). La mayoría de los gasterópodos marinos son bentónicos, con conchas gruesas de carbonato de calcio, protegidas por una capa orgánica llamada conchiolina. También existen algunas formas pelágicas, como los heterópodos, nudibranquios y pterópodos, muy delicados, con concha reducida o sin ella, que no suelen conservarse fósiles (Moore et al., 1964). Aunque el estudio de los gasterópodos vivientes se centra en el campo evolutivo, sus características ecológicas permiten a la Paleontología utilizar fósiles de gasterópodos como base para la determinación de paleoambientes. La mayoría de los géneros de gasterópodos pertenecen a ambientes de aguas someras o de profundidades medias, aunque existen reportes de especies de profundidades abisales —por debajo de 6 000 m.—, que se han registrado brevemente por autores como Bruun (1957), Wolff (1960), Clarke (1962) y Knudsen (1964). La Sistemática Paleontológica clasifica a los miembros de la clase de acuerdo con los caracteres externos de sus conchas (Moore et al., 1964). La aplicación de la Anatomía Comparativa, que relaciona grupos evolutivamente cercanos sobre la base de sus caracteres externos, ha permitido la correlación de esta sistemática con la Sistemática Linneiana —o Clásica— y con la Sistemática Cladística, sobre las cuales se sustenta la clasificación zoológica actual. La Sistemática Clásica, basada sobre todo en semejanzas no moleculares, conocida por especialistas y aficionados, puede encontrarse en todos los textos y está casi completa, lo que permite ubicar cualquier grupo en el esquema general y establecer sus relaciones con todos los demás, de acuerdo con lo planteado por Bieler y Mikelsen (1992). Mantiene los grupos superiores (desde clases hasta familias) e incorpora, cuando es necesario, algún grupo nuevo, siempre dentro del esquema preexistente. Por otra parte, la Cladística, a la luz de los últimos descubrimientos, ha reorganizado drásticamente el viejo esquema (Bouchet & Rocroi, 2005). Se basa en lo que se conoce actualmente sobre las relaciones filogenéticas entre los grupos, pero tiene el inconveniente de que es poco conocida y resulta muy difícil encontrar referencias útiles en los textos publicados. Además, dista mucho de estar completa y, como consecuencia, bastantes grupos no presentan una ubicación clara, al no disponerse de datos suficientes acerca de ellos. Clasificaciones modernas y revisiones recientes (Ponder & Lindberg, 1997; Bouchet & Rocroi, 2005; Jörger et al., 2010) han cambiado sustancialmente los esquemas que anteriormente definían la taxonomía del grupo. Debido a la fluidez de estas clasificaciones y a la ausencia de una considerable estabilidad, se ha preferido en este trabajo mantener para los gasterópodos listados el esquema seguido desde 1995, que los divide en dos subclases: Prosobranchia (principalmente marinos) y Heterobranchia (marinos, terrestres y de agua dulce). Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

La primera subclase (Prosobranchia Edwards, 1848; también llamada Streptoneura) contiene a los más antiguos ejemplares reportados fósiles a nivel internacional y en Cuba. Sus integrantes se distinguen por presentar la cavidad del manto y las branquias en posición anterior (proso – anterior) debido a un proceso de torsión completa (180°), y como resultado su cordón neural quedó torcido en forma de 8 (strepto – torcido) (Moore et al., 1964). La concha, en general, es cónica o conispiral. Representan la gran mayoría de los gasterópodos paleozoicos, pero son importantes constituyentes de la fauna post – paleozoica, como plantean Moore et al. (1952). Los géneros de prosobranquios se distribuyen en tres superórdenes o grupos, según las características de las branquias y el corazón (Bieler, 1992): Archaeogastropoda Thiele, 1925 (Aspidobranchia, Diotocardia), Neritimorpha Cox & Knight, 1960 y Caenogastropoda Cox, 1960 (Pectinibranchia, Monotocardia), al que está dedicado este estudio. El arqueotipo del suborden Caenogastropoda presenta una sola branquia con un solo ctenidio (pectini – como peine) y el corazón con una aurícula (mono – uno). La utilización correcta de las tendencias de la sistemática actual a la hora de clasificar un fósil determinado, y su adaptación a esta, permite la adecuada interpretación a nivel internacional del significado de dicho resto. El Registro Fósil de Cuba (RFC) requiere de este tipo de análisis para su organización y ajuste a los nuevos avances de la taxonomía y la clasificación zoológica a nivel mundial, lo que permitirá posibles intercambios de información sistemática actualizada con paleontólogos de diferentes países. Son muy pocos los estudios que se han dedicado a la actualización de la sistemática de los fósiles de gasterópodos de Cuba. Los trabajos existentes sobre los gasterópodos del Registro Fósil fundamentalmente los describen o caracterizan (e.g. Aguayo & Rehder, 1936; Aguayo, 1938, 1948, 1949; Aguayo y Borro, 1946 a, b; Pérez, 1940; Jaume y Pérez, 1942; de la Torre, 1983; Kojumdgieva & de la Torre, 1982), o analizan su papel en asociaciones y niveles faunales (e.g. de la Torre y Kojumdgieva, 1985) o en la estratigrafía (e.g. Kojumdgieva y Popov, 1982), pero no le dan demasiada importancia a su organización sistemática. Los únicos trabajos encontrados que guardan cierta relación con el tema de la sistemática de los prosobranquios en general reportados en el RFC pertenecen a Aguayo (1935), quien realizó un especilegio de moluscos cubanos en el que se ordenan muchas especies de gasterópodos fósiles; y a López y Rojas (2007), una publicación bastante reciente que trata la tafonomía de los gasterópodos del Mioceno de Cuba, pero también su taxonomía. Luego de este último, la sistemática zoológica ha sufrido varios cambios a nivel mundial (e.g. Bouchet & Rocroi, 2005), que no han sido aplicados al Registro Fósil de Cuba. Por todo esto, el presente trabajo tiene como objetivo actualizar y organizar la sistemática y la clasificación zoológica de los prosobranquios caenogasterópodos reportados en el Registro Fósil de Cuba, de acuerdo con las tendencias recientes en ambos aspectos. Por consiguiente, se realizó un trabajo de revisión de la literatura actual relacionada con el tema y se indicó la ubicación taxonómica de cada grupo de caenogasterópodos presente en el Registro Fósil cubano, partiendo de sus unidades sistemáticas superiores. MATERIALES Y MÉTODOS Para la realización de este trabajo se realizó la recopilación de las especies fósiles de caenogasterópodos registradas para Cuba, mediante la consulta del Léxico Estratigráfico de Cuba (De Huelbes et al., 2012), la página WebPaleo del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba (Rojas – Consuegra y Alabarreta – Pérez, 2009) y numerosos artículos sobre el tema. Posteriormente, se consultaron artículos de especialistas, publicados a partir del año 1995, sobre las características de la sistemática actual. También se utilizaron las listas de especies de gasterópodos vivientes de Cuba, en las que ya se han aplicado gran parte de los cambios y que sirvieron de guía durante el proceso de organización sistemática de esta primera parte del registro fósil de gasterópodos (http://www.ecosis.cu/biocuba/biodiversidadcuba/05_animalia/04_ mollusca.htm). Se verificó la validez de cada especie y la actualidad de su nomenclatura, sistemática y clasificación mediante la Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa consulta de trabajos especializados sobre el tema (e.g. Oliverio, 2008) y con el auxilio de algunos consultores y bases de datos online (e.g. http://paleodb.org/; http://www.marinespecies.org/). Las especies y categorías básicas y superiores, ya verificadas, se organizaron evolutivamente de acuerdo con los clados de Bouchet y Rocroi (2005). Con las especies clasificadas y ubicadas taxonómicamente de forma correcta, se realizó un conteo del número de especies y de categorías superiores, por subclases y en total, para de completar la actualización de la sistemática de los caenogasterópodos del RFC. RESULTADOS Y DISCUSIÓN El superorden Caenogastropoda Cox, 1960 agrupa a los géneros de prosobranquios que no son incluidos dentro de los superórdenes Archaeogasteropoda o Neritimorpha (Moore et al., 1964). La compilación de especies realizada para este trabajo permitió obtener un conteo de aproximadamente 139 especies de caenogasterópodos listadas en el RFC. Los cambios de nomenclatura y clasificación que influyeron en dicho conteo, desde orden a especie, se encuentran recogidos en las Tablas I y II. La Red de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba (Rojas – Consuegra y Alabarreta – Pérez, 2009), que muestra un excelente trabajo al recopilar las especies del Registro Fósil de Cuba mediante la consulta de variados artículos especializados (e.g. Kantchev et al., 1978; Franco y Delgado, 1997; Kiel & Pickmann, 2007; Rojas - Consuegra et al., 2005; citados en Rojas – Consuegra y Alabarreta – Pérez, 2009), lista los gasterópodos fósiles solo a nivel de géneros y especies, y cuenta con aproximadamente 52 géneros y 89 especies registradas de caenogasterópodos. El Léxico Estratigráfico de Cuba (De Huelbes et al., 2012) lista además otras cinco especies de caenogasterópodos, cuya validez fue corroborada mediante las consultas a artículos de especialistas. De las 139 especies recopiladas en este trabajo, 121 se encuentran clasificadas a este nivel. Del resto, 17 no se encuentran identificadas más allá del género, y una solo se determinó hasta el nivel de familia. Presentan una distribución del Jurásico al Paleógeno 20 de las especies de caenogasterópodos listadas; las 119 restantes se encuentran distribuidas principalmente del Neógeno al Cuaternario (Tablas III, IV, V y VI). Estos datos obtenidos son proporcionalmente semejantes a los registrados en la WebPaleo (Rojas – Consuegra y Alabarreta – Pérez, 2009). Más del 90 % de las especies de caenogasterópodos de las que se han encontrado restos fósiles en Cuba todavía existen actualmente.

La validez de las especies Farcimen nudum, Modulus modulus altispirus, Melantria ypressiana, Turritella verneuilli, Gisortia americana, Siphocypraea cf. angustina, Rhytidopoma honestum nodulifera, Tectarius m. matanzana, phasianeloidea, Tonna jamaicensis, Bursa ricardi, Cymia henecki y Clavatula subcancellata fue verificada, y se ubicaron taxonómicamente como corresponde, pero no se encontraron referencias acerca de su nomenclatura. Algo semejante ocurre con Voluta coxifera, cuya bibliografía referente a su taxonomía (Zekeli, 1852; Stoliczka, 1865, 1866) permite conocer el dato del descriptor de esta especie (Zekeli), pero no precisa el año en que fue descrita por el autor. En el caso del género Strombus, al cual pertenece el archiconocido caracol rosado, el Strombus gigas, se mantuvo la clasificación clásica y no se aplicó su división en los géneros Strombus y Lobatus, debido al tratamiento indistinto que se le da a uno y a otro género en las publicaciones de los especialistas. A pesar de ello, es necesario señalar que los últimos trabajos encontrados sobre Strombus gigas ubican a la especie dentro del género Lobatus (e.g. Bouchet, 2013 c). Para facilitar su estudio, Caenogastropoda ha sido dividido en dos grandes grupos, según su distribución estratigráfica: Mesogastropoda, cuyos miembros, en su mayoría, tienen sus primeros registros a principios de la era Mesozoica (meso – medio); y , que contiene un grupo de familias que presentan sus primeros registros a finales de la era Mesozoica y principios de la Cenozoica (neo – nuevo). Mesogastropoda no representa ya una categoría taxonómica, pero Neogastropoda está incluido como un clado dentro de la sistemática de Bouchet y Rocroi (2005). Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Tabla I. Cambios de nomenclatura y clasificación dentro del registro fósil de caenogasterópodos mesogasterópodos de Cuba.

Tabla II. Cambios de nomenclatura y clasificación dentro del registro fósil de caenogasterópodos neogasterópodos de Cuba.

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Los mesogasterópodos representan más de la mitad de los pectinibranquios (Moore et al., 1952). Son casi completamente post – paleozoicos. Incluyen a los más conocidos géneros mesozoicos, pero el número de géneros cenozoicos es mucho mayor, según Moore et al. (1964). Los mesogasterópodos fósiles se dividen en 16 grupos o superfamilias, de acuerdo con los caracteres de sus conchas. Entre ellos, los más comunes en Cuba son los cerítidos (Triásico – Reciente) los estrómbidos (Triásico – Reciente), los natícidos (Triásico – Reciente) y los cypreaéidos (Cretácico – Reciente). En publicaciones de años anteriores (e.g. Moore et al., 1964), el grupo de los nerinéidos (Jurásico – Paleógeno) también se encontraba incluido dentro de los mesogasterópodos. Sin embargo, revisiones recientes (Bouchet & Rocroi, 2005; Jörger et al., 2010) lo sitúan dentro de los allogasterópodos, un nuevo orden dentro de la subclase Heterobranchia. El Registro Fósil de Cuba cuenta con 62 géneros de mesogasterópodos. La sistemática actual (Bouchet & Rocroi, 2005), los organiza en 16 subfamilias, 30 familias, 17 superfamilias, 2 subórdenes y 2 órdenes. Las especies de mesogasterópodos que aparecen en el Registro Fósil de Cuba se presentan de la forma siguiente: Pectinibranchia sp.

Orden Haller, 1890

Superfamilia Gray, 1847

Familia Megalomastomatidae Blanford, 1864

Género Farcimen Troschel, 1847

Farcimen nudum

Farcimen gundlachi anafense Torre, Bartsch & Morrison, 1942

Orden SORBEOCONCHA Ponder & Lindberg, 1997

Superfamilia CERITHIOIDEA Fleming, 1822

Familia Cerithiidae Fleming, 1822

Género Bittiolum Cossmann, 1906

Bittiolum varium Pfeiffer, 1840

Subfamilia CERITHIINAE Fleming, 1822

Género Cerithium Bruguière, 1789

Cerithium cf. eburneum Bruguière, 1792

Subgénero Thericium Monterosato, 1890

Cerithium venustum Gabb, 1873

Familia Modulidae Fischer, 1884

Género Modulus Gray, 1842

Modulus modulus Linné, 1758

Modulus m. altispirus

Familia Potamididae Adams & Adams, 1854 Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Género Cerithidea Swainson, 1840

Cerithidea cf. costata da Costa, 1778

Género Potamides Brongniart, 1810

Subgénero Pyrazisinus Heilprin, 1886

Potamides scalatus Heilprin, 1886

Género Terebralia Swainson, 1840

Terebralia dentilabris Gabb, 1873

Familia Thiaridae Gill, 1871

Género Melantria Gmelin, 1767

Melantria ypresiana

Género Hemisinus Swainson, 1840

Hemisinus costatus Cooke, 1919

Tabla III. Distribución por edades de los caenogasterópodos mesogasterópodos reportados en el Registro Fósil de Cuba (superfamilias Cyclophoroidea y Cerithioidea)

Familia Turritellidae Lovén, 1847

Subfamilia TURRITELLINAE Lovén, 1847

Género Turritella Lamarck, 1799

Turritella sp.

Turritella crocea Kiener, 1844 Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Turritella subgrundifera Dall, 1892

Turritella altilira Conrad, 1857

Turritella verneuilli

Subgénero Broderiptella Olsson, 1964

Turritella cf. variegata (Linné, 1758)

Turritella variegata (Linné, 1758)

Género Haustator Monfort, 1810

Haustator rigidus (Sowerby, 1831)

Haustator fittonianus Muenster, 1844

Subfamilia VERMICULARIINAE Dall, 1913

Género Vermicularia Lamarck, 1789

Vermicularia sp.

Vermicularia spirata (Philippi, 1836)

Orden NERITOPSINA Cox 1960

Suborden Golikov & Starobogatov, 1975

Superfamilia CALYPTRAEOIDEA Lamarck, 1809

Familia Calyptraeidae Lamarck, 1809

Género Calyptraea Lamarck, 1799

Calyptraea equestris (Linné, 1758)

Género Crepidula Lamarck, 1799

Crepidula fornicata (Linné, 1758)

Superfamilia Rafinesque, 1815

Familia Rafinesque, 1815

Género Gisortia Jousseaume, 1884

Gisortia americana

Género Siphocypraea Heilprin, 1897

Siphocypraea cf. angustina

Género Macrocypraea Woodring, 1957

Macrocypraea zebra (Linné, 1758)

Género Linné, 1758

Cypraea sp. Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Cypraea semen Cooke, 1919

Cypraea cf. C. patrespatriae Maury, 1917

Género Jousseaume, 1884

Luria cinerea (Gmelin, 1791)

Familia Ovulidae Fleming, 1822

Subfamilia OVULINAE Fleming, 1828

Género Cyphoma Röding, 1798

Cyphoma gibbosum (Linné, 1758)

Superfamilia FICOIDEA Meek, 1964

Familia Ficidae Meek, 1864.

Género Ficus Röding, 1798

Ficus ficus Linné, 1758

Ficus reticulata Lamarck, 1816

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Tabla IV. Distribución por edades de los caenogasterópodos mesogasterópodos reportados en el Registro Fósil de Cuba (superfamilias Calyptraeoidea, Cypraeoidea, Ficoidea, y Naticoidea).

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Tabla V. Distribución por edades de los caenogasterópodos mesogasterópodos reportados en el Registro Fósil de Cuba (superfamilias Rissoidea, Stromboidea, Tonnoidea, , Velutinoidea, Vermetoidea, Xenophoroidea, Eulimoidea, Janthinoidea y Triphoroidea)

Superfamila LITTORINOIDEA Children, 1834

Familia Newton, 1891 (1828)

Género Henderson Jr. & Bartsch, 1920

Torrella deficiens (Gundlach en Pfeiffer, 1857)

Género Chondrothyrella Torre & Bartsch, 1938

Chondrothyrella petricosa elizabethae (Clionella, 1915)

Género Dall, 1905

Opisthosiphon aguayoi Torre & Bartsch, 1941 Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Opisthosiphon berryi Clapp, 1919

Opisthosiphon sp.

Género Troschelvindex Baker, 1924

Troschelvindex c. candeana d' Orbigny, 1842

Subfamilia POMATIINAE Newton, 1891

Género Rhytidopoma Sykes, 1901

Rhytidopoma hespericum Torre & Bartsch, 1941

Rhytidopoma honestum nodulifera

Rhytidopoma sp.

Familia Henderson & Bartsch, 1920

Subfamilia ANNULARIINAE Henderson, 1920

Género Pfeiffer, 1847

Chondropoma pictum Pfeiffer, 839

Chondropoma auberianum (d´Orbigny, 1842)

Chondropoma sp.

Género Annularia Schumacher, 1817

Subgénero Annularella Henderson & Bartsch, 1920

Annularia sp.

Familia Children, 1834

Subfamilia LITTORININAE Children, 1834

Género Tectarius Valenciennes, 1832

Tectarius m. matanzana

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Tabla VI. Distribución por edades de los caenogasterópodos neogasterópodos reportados en el Registro Fósil de Cuba.

Género Littoraria Griffith & Pigeon, 1834

Littoraria angulifera (Lamarck, 1822)

Género Nodilittorina von Martens, 1897

Nodilittorina nebulosa Lamarck, 1822

Género Echinolittorina Habe, 1956

Echinolittorina ziczac Gmelin, 1791

Echinolittorina mespillum (Mühlfeld, 1824)

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Superfamilia NATICOIDEA Guilding, 1834

Familia Naticidae Guilding, 1834

Género Tylostoma Sharpe, 1849

Tylostoma cossoni Thomas & Peron, 1889

Subfamilia NATICINAE Guilding, 1834

Género Natica Scopoli, 1777

Natica sp.

Natica phasianeloidea

Subgénero Naticarius Duméril, 1806

Natica canrena (Linné, 1758)

Subfamilia POLINICINAE Gray, 1847

Género Polinices Montfort, 1810

Subgénero Polinices Montfort, 1810

Polinices cf. robustus Gardner, 1947

Polinices hepaticus (Roding, 1798)

Polinices lactea Guilding, 1834

Polinices uberina d'Orbigny, 1842

Polinices aurantius (Röding, 1798)

Género Neverita Risso, 1826

Neverita semiglobosa Grateloup, 1847

Superfamilia RISSOIDEA Gray, 1847

Familia Rissoidae Gray, 1847

Subfamilia RISSOINAE Gray, 1847

Género Alvania Risso, 1826

Alvania auberiana (d'Orbigny, 1842)

Subfamilia RISSOINIDAE Stimpson, 1865

Género Rissoina d’Orbigny, 1840

Rissoina chesnelli (Michaud, 1830)

Género Phosinella Mörch, 1876

Phosinella cancellata Philippi, 1847

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Familia Gray, 1850

Género Fleming, 1813

Caecum floridanum Stimpson, 1851

Caecum cooperi Smith, 1860

Género Carpenter, 1858

Meioceras cf. cornucopiae Carpenter, 1859

Meioceras nitidum (Stimpson, 1851)

Familia Tornidae Sacco, 1896 (1884)

Subfamilia VITRINELLIDAE Bush, 1897

Género Circulus Jeffreys, 1865

Circulus sp.

Género Cyclostremiscus Pilsbry & Olsson, 1945

Cyclostremiscus pentagonus (Gabb, 1873)

Género Teinostoma H. & A. Adams, 1854

Teinostoma sp.

Superfamilia STROMBOIDEA Rafinesque, 1815

Familia Strombidae Rafinesque, 1815

Género Orthaulax Gabb, 1872

Orthaulax aguadillensis Maury, 1920

Orthaulax inornatus Gabb, 1872

Género Strombus Linné, 1758

Strombus sp.

Strombus p. alatus Gmelin, 1791

Subgénero Strombus Linné, 1758

Strombus pugilis Linné, 1758

Strombus pugilis pugilis Linné, 1758

Subgénero Tricornis Jousseaume, 1886

Strombus gigas Linné, 1758

Subgénero Lentigo Jousseaume, 1886

Strombus raninus Gmelin, 1791

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Familia Aporrhaidae Gray, 1850

Género Drepanocheilus Meek, 1864

Drepanocheilus sp.

Familia Seraphsidae Gray, 1853

Género Terebellum Rading, 1798

Terebellum subdistortum Trechmann, 1923

Superfamilia TONNOIDEA Suter, 1913 (1825)

Familia Latreille, 1825

Subfamilia CASSINAE Latreille, 1825

Género Mörch, 1852

Semicassis saburon (Bruguière, 1792)

Género Cypraecassis Stutchbury, 1837

Cypraecassis testiculus (Linné, 1758)

Género Sconsia Gray, 1847

Sconsia cf. laevigata Guppy, 1850

Familia Tonnidae Suter, 1913 (1825)

Género Malea Valenciennes, 1833

Malea camura Guppy, 1866

Género Tonna Brünnich, 1772

Tonna jamaicensis

Tonna galea (Linné 1758)

Tonna perdix (Linné, 1758)

Familia Bursidae Thiele, 1925

Género Bursa Schumacher, 1817

Subgénero Bufonaria Schumacher, 1817

Bursa ricardi

Superfamilia VANIKOROIDEA Gray 1840

Familia Troschel, 1861

Género Defrance, 1819

Hipponix antiquatus (Linné, 1767)

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Superfamilia VELUTINOIDEA Gray, 1840

Familia Triviidae Gray, 1840

Subfamilia TRIVINAE Troschel, 1863

Género Niveria Broderip, 1837

Niveria suffusa (Gray, 1827)

Superfamilia VERMETOIDEA Rafinesque, 1815

Familia Vermetidae Rafinesque, 1815

Subfamilia VERMETINAE Rafinesque, 1815

Género Thylacodes Guettard, 1770

Thylacodes decussatus (Gmelin, 1791)

Superfamilia XENOPHOROIDEA Troschel, 1852 (1840)

Familia Xenophoridae Troschel, 1852 (1840)

Género Xenophora Fischer, 1807

Xenophora cf. conchyliophora (Born, 1780)

Suborden PTENOGLOSSA Gray, 1853

Superfamilia EULIMOIDEA Philippi, 1853

Familia Eulimidae Philippi, 1853

Género Melanella Bowdich, 1822

Melanella sp.

Superfamilia JANTHINOIDEA Lamarck, 1810

Familia Epitoniidae Berry, 1910 (1812)

Subfamilia EPITONIINAE

Género Amaea H. & A. Adams, 1853

Subgénero Scalina Conrad, 1865

Amaea sp.

Superfamilia TRIPHOROIDEA Gray, 1847

Familia Cerithiopsidae Adams & Adams, 1853

Género Cerithiopsis Hanley, 1849

Cerithiopsis greeni Adams, 1839

Familia Triphoridae Gray, 1847

Subfamilia TRIPHORINAE Gray, 1847 Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Género Similiphora Bouchet, 1984

Similiphora intermedia (Adams, 1850)

Los neogasterópodos (Neogastropoda Wenz, 1938; orden) representan bastante menos de la mitad de los pectinibranquios, pero son los más especializados de toda la subclase (Moore et al., 1964). Los grupos de neogasterópodos más comunes en Cuba son los murícidos (Cretácico – Reciente), los volútidos (Cretácico – Reciente) y los cónidos (Cretácico – Reciente). El Registro Fósil de Cuba cuenta con 25 géneros de neogasterópodos, organizados en 11 subfamilias, 17 familias y 5 superfamilias, según la sistemática actual. La organización de la sistemática de los neogasterópodos del Registro Fósil de Cuba queda de la forma siguiente:

Superfamilia BUCCINOIDEA Rafinesque, 1815

Familia Buccinidae Rafinesque, 1815

Buccinidae sp.

Género Phos Monfort, 1810

Phos sp.

Subfamilia PISANIINAE Gray, 1857

Género Caducifer Dall, 1904

Subgénero Monostiolum Dall, 1904

Caducifer intricatus Dall, 1884

Familia Columbellidae Swainson, 1840

Subfamilia COLUMBELLINAE Swainson, 1840

Género Columbella Lamarck, 1799

Columbella mercatoria Linné, 1758

Familia Fasciolariidae Gray, 1853

Subfamilia PERISTERNIINAE Tryon, 1880

Género Leucozonia Gray, 1847

Leucozonia cingulifera Lamarck, 1816

Subfamilia FASCIOLARIINAE Gray, 1853

Género Fasciolaria Lamarck, 1799

Subgénero Fasciolaria Lamarck, 1799

Fasciolaria tulipa Linné, 1758

Familia Nassariidae Iredale, 1916 (1835)

Género Nassarius Duméril, 1806

Nassarius antillarum (d'Orbigny, 1847) Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Subgénero Nassarius Duméril, 1806

Nassarius vibex Say, 1822

Familia Melongenidae Gill, 1871 (1854)

Género Levifusus Conrad, 1865

Levifusus angelicus Cooke, 1919

Género Melongena Schumacher, 1817

Melongena cf. melongena (Linné, 1758)

Melongena melongena (Linné, 1758)

Superfamilia MURICOIDEA Rafinesque, 1815

Familia Rafinesque, 1815

Subfamilia MURICINAE Rafinesque, 1815

Género Phyllonotus Swainson, 1830

Phyllonotus pomum (Gmelin, 1791)

Subfamilia Gray, 1853

Género Cymia March, 1860

Cymia henecki

Género Thais Röding, 1798

Thais sp.

Género Schumacher, 1817

Stramonita floridana (Conrad, 1837)

Familia Marginellidae Fleming, 1828

Género Prunum Swainson, 1840

Prunum apicinum Menke, 1828

Género Marginella Lamarck, 1799

Marginella carnea Storer, 1837

Familia Mitridae Swainson, 1829

Género Mitra Lamarck, 1798

Subgénero Mitra Lamarck, 1798

Mitra nodulosa (Gmelin, 1791)

Mitra sp.

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Subgénero Tiara Röding, 1798

Mitra almagrensis Toula, 1911

Familia Turbinellidae Swainson, 1835

Género Vasum Röding, 1798

Vasum muricatum (Born, 1778)

Familia Volutidae Rafinesque, 1815

Género Voluta Linné, 1758

Voluta coxifera Zekeli

Subfamilia Volutoderminae Pilsbry & Olsson, 1941

Género Volutoderma Gabb, 1877

Subgénero Rostellana Dall, 1907

Volutoderma crenata Cossmann, 1852

Superfamilia Latreille, 1825

Familia Olividae Latreille, 1825

Subfamilia OLIVINAE Latreille, 1825

Género Oliva Brugière, 1789

Oliva lisa Perrilliat 1972

Oliva reticularis Lamarck 1811

Familia Olivellidae Troschel, 1869

Subfamilia OLIVELLINAE Olsson, 1956

Género Swainson, 1831

Olivella nivea Gmelin, 1791

Subgénero Olivella Swainson, 1831

Olivella cf. wilsoni Olsson, 1956

Superfamilia Fleming, 1822

Familia Rafinesque, 1815

Género Linné, 1758

Conus sp.

Conus aemulator Brown & Pilsbry, 1911

Conus cf. recognitus Guppy, 1867

Conus cf. sierrai Engerrand & Urbina, 1910 Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

Conus ponderosus Brocchi, 1814

Conus spurius Gmelin, 1791

Conus mus Hwass, 1792

Conus jaspideus Gmelin, 1791

Familia Clavatulidae Gray, 1853

Género Clavatula Lamarck, 1801

Clavatula subcancellata

Familia Drilliidae Olsson, 1964

Subfamilia DRILLIINAE Olsson, 1964

Género Crassispira Swainson, 1840

Crassispira fuscescens Reeve, 1843

Familia Turridae Adams & Adams, 1853

Subfamilia CONORBIINAE de Gregorio, 1890

Género Genota Adams & Adams 1853

Genota reticulata Brocchi, 1814

Superfamilia CANCELLARIOIDEA Forbes & Hanley, 1851

Familia Cancellariidae Forbes & Hanley, 1851

Género Cancellaria Lamarck, 1799

Cancellaria subcancellata d´Orbigny en Schaffer, 1908 CONCLUSIONES

La culminación del presente trabajo ha permitido realizar un conteo total de las especies y categorías básicas superiores dentro del superorden Neritimorpha de la subclase Prosobranchia, que se reportan en el Registro Fósil de Cuba. A partir de esto, se ha obtenido un listado de 139 especies, agrupadas en 3 órdenes, 28 superfamilias, 47 familias, 27 subfamilias y 87 géneros. Estos valores podrán ser utilizados como datos de interés en futuros trabajos paleomalacológicos. RECOMENDACIONES Se recomienda continuar los trabajos de actualización de la sistemática de los gasterópodos del Registro Fósil de Cuba e incluir a los gasterópodos fósiles, con la sistemática organizada y actualizada, en la base de datos paleontológica del IGP.

Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa

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FIELD TRIP TO HAVANA-MATANZAS OPHIOLITE AND ASSOCIATED MINERALIZATION

Angélica Isabel Llanes Castro, Danger García Jimenez

Instituto de Geología y Paleontología Vía Blanca 1002, San Miguel del Padrón, CP 11 000, La Habana, Cuba. [email protected]

Recibido: septiembre 4, 2015 Aceptado: octubre 15, 2015

INTRODUCTION

Cuba is characterized by a complex geological setting which mainly developed during late convergence of the Caribbean and the North American plates, and early Tertiary collision/accretion processes. This led to a closure of the proto-Caribbean ocean basin, the interruption of the Cretaceous volcanic arc activity, and the tectonic emplacement of the ophiolites and serpentinitic mélanges during latest Cretaceous and early Tertiary times (Iturralde-Vinent, 1996, 1998; Iturralde-Vinent and Lidiak, 2006; García-Casco et al., 2008, 2011). Some models interpret the origin of Cuban ophiolites as remnants of Proto-Caribbean (Atlantic) oceanic lithosphere that formed at an ocean ridge after the break-up of the Pangea in Jurassic times and into back arc basins related toward the NE subduction of the Caribbean (Pacific) plate (Iturralde-Vinent, 1996, 2006). Other models favour Caribbean (Pacific) supra- subduction environments, including back-arc, forearc and arc settings, related to SW-directed subduction of the Proto-Caribbean lithosphere (Andó et al., 1996; Proenza et al., 1999; García- Casco et al., 2008; see Iturralde and Lidiak, 2006 for a review). The earliest age of formation of the Cuban ophiolitic fragments is late Jurassic (Tithonian) - Cretaceous (Albian-Turonian- Coniacian) based on paleontological dating of oceanic sediments that locally cover igneous rocks in several parts of the belt (Fonseca et al., 1984; Iturralde-Vinent, 1989, 1996, 2006; Andó et al., 1996; Cruz and Méndez, 1997; Llanes et al., 1998; Pszczółkowski, 2002). Tithonian age (Llanes et al., 1998) was determined in chloritesiliceous rock from volcano-sedimentary complex of Villa Clara northern ophiolite (central Cuba). These sedimentary rocks are interbedded with green cherts and porphyric and amygdaloidal basalts. Other exponents of effusive-sedimentary complexes along northern ophiolites belong to Hauterivian to Santonian ages. According to Iturralde-Vinent (1989) it is possible to separate the occurrence of ophiolites within the Cuban territory as follows: northern ophiolites, ophiolite within amphibolites, and ophiolite within sialic blocks. The Northern Ophiolitic Belt is one of the most important features of the Cuban orogenic belt extending for more than 1000 km along the island. The ophiolite fragments and the ophiolitic mélange are intimately associated, from the spatial point of view, and occur in tectonic contact with volcanic arc rocks, although the relationship between the two units is still uncertain (García-Casco et. al., 2006). The island arc rocks are mainly developed to the south of the ophiolitic mélange, all along the island, and consist of a volcano sedimentary sequence of mafic through felsic composition of early Cretaceous (Neocomian to mid-Albian) island arc tholeiites and earlier Albian to Campanian alkaline and high alkaline rocks (Diaz de Villalvilla, 1997). In general, the oceanic levels or mafic-ultramafic rocks together with leucocratic derivatives, which could represent an ophiolite association, are hardly dismembered and also incomplete (seeing it as an ophiolite suite). The more distributed Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa ophiolite level is tectonite containing serpentinized harzburguite and dunite, but the major part is formed of serpentinites with a variable degree of serpentinization (25 – 100 %) (see Lewis et al., 2006 for a review). Lizardite and chrysotile are the major minerals of serpentinites, being antigorite present in some cases, as it also is the occurrence of metamorphic blocks in serpentinitic mélange in central Cuba (nortern Villa Clara ophiolite). Some lherzolite and orthopiroxenite dikes also occur. Layered gabbros representative of the lower oceanic crust are better exposed in central and eastern Cuba; in other areas, cumulative ultramafic and mafic rocks form blocks inside the mélange. The ultramafic cumulates are mainly composed by plagioclasic wehrlite and lherzolite, dunite, clinopiroxenite (dikes). In western Cuba there is more abundance of the isotropic gabbros. The sheeted dike complex presents limited distribution instead of a classic sheeted dike structure. This is an evidence of the SSZ precedence of the Cuban ophiolite. However, sheeted dike complex in Central Cuba seems to be better exposed. A high effusive- sedimentary level takes place along the northern ophiolite slices as isolated sheets in a serpentinitic mélange.

Some geological curiosities of Havana-Matanzas region

Havana-Matanzas region, probably the least studied area of the country, presents some peculiarities of the Cuban geology, such as: 1) there is a unique exposition of basalts with within-plate geochemical signature (?), 2) it is one of the Cuban regions with remnants of pre- Albian primitive volcanic arc, 3) high-Ca vs low-Ca boninites are present (?), 4) even if the ultramafic-mafic rock complex is not magnificently exposed, there is an important metallogenic diversity in ophiolites there. Consequently, the above features will attract you when visiting these so peculiar Caribbean sites.

Havana-Matanzas Ophiolites. A brief introduction The ultramafic-mafic rocks considered as ophiolitic members, take part of the Northern ophiolitic mélange, which have been thrusted from the south onto the continental Bahamas paleomargin. Northern ophiolites have been interpreted as a deformed marginal sea - back arc basin (Iturralde-Vinent, 1994, 1996). The ancient oceanic fragments outcrop along 15-20 km length by 2-3 km width. The different ophiolitic levels represented, are strongly deformed, dismembered and imbricated into rocks of the foreland-Bahamas paleomargin, with overlying Cretaceous volcanic arc rocks, and late Campanian-Eocene sedimentary covering rocks. In Havana-Matanzas region the ophiolitic rocks outcrop as lenticular bodies, and they are strongly dismembered. The ophiolitic sequence is represented by mantle tectonite harzburgite with subordinate dunite, ultramafic and mafic cumulates with leucocratic rocks, diabase dikes and bodies, and the vulcano-sedimentary complex (Llanes et al., 1997). Like in other Cuban regions, low P/T metamorphic xenoliths also take place into ultramafic tectonites. They come mainly from gabbro and diabase (Somin y Millán, 1981; Piotrowska et al., 1981). In terms of the oceanic crustal age there are some paleontological data of high ophiolitic level, i.e: K1ap-K2cm (Piotrowska and Miczynski, 1981), K1ap-al (Fonseca, 1989), K1ap-K2cm (?) age (Llanes et al., 2001), and K2 cm-t (Pszczółkowski, 2002). The most abundant rocks are tectonites mainly represented by harzburgitic serpentinites which mainly have porphyroclastic texture with strongly deformed orthopyroxene porphyroclasts, as commonly observed in ophiolitic mantle tectonites. In some localities (south flank of the Salomon mine), Lomas de Majana, Guanabo Viejo, Lomas de Galindo) wehrlite, plagioclasic wehrlite, lherzolite, clinopyroxenite and ortopiroxenite, are all serpentinized at different stages occurring in transitional contact with harzburgitic serpentinite. The most common alteration observed in plagioclase-bearing peridotite is the replacement of Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa plagioclase by a dark finegrained mass of clinozoisite and/or albite and/or mica. The sheeted-dike complex in Havana-Matanzas ophiolites is not as typical. Diabase occurs as bodies and isolated dikes that sometimes become gabbros. Some diabase dikes are spatially related to isotropic gabbros and leucocratic rocks of cumulates. For this eastern area it was possible to define the volcano-sedimentary level which is here represented by Margot Formation (Ducloz, 1960; Fonseca, 1984). These kinds of rocks are tectonically embedded in deformed serpentinites. This volcanosedimentary section has been identified as backarc-marginal sea deposits (Iturralde-Vinent, 1996). Geochemical and petrologic data from basaltic rocks (Margot Formation) suggest possible scenarios in which volcanic suites MORB-IAT (Fonseca et al., 1989; Llanes et al., 2001), WPT (Kerr et al., 1999) and MORB –WPT (Llanes et al., 2001) were originated. In other locations (Campo Florido, América mine) basaltic rocks show invariably low TiO2, which is characteristic of the ophiolites of suprasubduction zone forearc type. These low-Ti basalts may appear associated to low-Ca boninites (Kerr et al., 1999) or high-Ca boninites (Llanes et al., 2001). The Cuban ophiolites have not thick plutonic and volcanic sequences, as it is a feature of Plume type (Dilek and Furnes, 2011). But, in Matanzas region, the Margot Formation basalt presents WPT affinity. However, in some geochemical diagrams, they are also overlapped with MORB (Figure 1). Other samples from Margot Formation were plotted in the IAT-MORB and IAT field in various geochemical plots (Figures 1 and 2). The WPT are associated to the sedimentary component of Aptian-Turonian age. Subsequently, they could be originated during the known sill event of the Caribbean, but it should not represent a proto-Caribbean crust (as the age of the sedimentary calcareous and the siliceous component).

Figure 2. P2O5 vs Mg number diagram (after Figure 1. Ti vs Zr plots of mafic volcanic rocks (after Basaltic Vulcanism Study Project, 1981). Pearce et al., 1981)

The preliminary results of recent interpretations dealing with petrogenesis of Havana- Matanzas ophiolite (Llanes et al. 2012- in press) show a diversity of probable paleotectonic environments from which oceanic remnants originated: forearc ophiolite or perhaps volcanic arc ophiolite (Dilek and Furnes, 2011), MORB type or Protocaribbean, oceanic plateau, PIA or incipient pre-Albian arc, and Albian-Turonian volcanic arc, each one involved into the serpentinitic mélange, represented as blocks into the serpentinitic matrix. The IAT and boninitic magmas must be derived from depleted peridotites that had already experienced previous MORB-type melt extraction during the early stages of ophiolite Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa formation into the subduction rollback systems. Rapid slab rollback and associated extension in the arc–forearc region caused increasing asthenospheric diapirism, and corner flow toward the forearc mantle resulting in shallow partial melting of the highly refractory harzburgites producing boninitic magmas. Havana-Matanzas region could perfectly be experiencing the last hypothesis. On one hand, WPT in Margot Formation occurs, probably related to the sill event (according to geochemical signature and age), or may be to Pacific plate relicts. On the other hand, IAT_MORB basalt in Margot, could be associated to the forearc extension of the protocaribbean to produce Albian-Turonian volcanic arc. So, the Margot Formation basalts show diversity in their origin tectonic settings. Nevertheless, the tectonic event producing rock suites with intermediate MORB-IAT characteristics and intraplate signature in a small area is not sufficiently studied yet. Additionally the present understanding concerning the oceanic lithosphere origin from a piece of the Protocaribbean or Pacific floor remains unsatisfactory. Consequently, further structural, petrologic, geochemical and geochronology research is needed. Several types of metallic deposits are developed in this region: high-Cr and high-Al chromitites; and Fe, Cu, Ni sulphide with Au and Ag, associated to the tectonite- Moho transition zone; vulcanogenic massive sulphide. Cyprus type deposit occurring in basaltic volcanic rocks (Margot Formation), whose geochemical affinity is still a controversial point, as mentioned above. Based on the chromite mineral chemistry, the calculated melts in equilibrium with Cr-rich and Al-rich chromitites, are island-arc tholeiite (IAT) with boninitic affinity, and back arc basin basalt (BABB), respectively (Figure 3). Such variety in their parental magma suggests that paleotectonic environment in which the investigated chromitites formed corresponds to a suprasubduction zone (SSZ) varying from the axial zone of a volcanic arc to the BABB (possible Infant back arc), or from the fore arc to axial arc zone. A depleted mantle residue linked to high-Cr chromite, and lesser depleted mantle sequences related to high-Al chromite (Llanes et al., 2001) have been defined. Cr-rich chromitites occur in San Miguel, Arcos de Canasi and Tetas de Camarioca (#Cr = 0.65-0.74, #Mg = 0.61-0.68, TiO2 = 0.15-0.44 wt%). Al-rich chromitites (#Cr less than 60) crop out at Mina Recreo, and they have #Cr = 0.44-0.46, #Mg = 0.73-0.74, TiO = 0.33-0.41 wt%. In particular, these chromitites are similar to those of Sagua de Tánamo hosted in the ophiolite belt of Mayari-Baracoa (Eastern Cuba; Proenza et al., 1999; González-Jiménez et al., 2011).

Figure 3. Paleotectonic setting affinity of the Havana-Matanzas Chromitites. Fields of chromian spinel in lavas of different geochemical affinities and tectonic settings are shown for comparison (Arai, 1992.)

Platinum group minerals (PGM) were found only in the Cr-rich chromitites. They are very small —less than 10 µm— and they occur as euhedral or subeuhedral crystals, included within chromite. They form polyphasic grains composed of different PGM and silicates, mainly clinopyroxenes as amphiboles. The most abundant PGM is laurite, accompanied by minor osmium, cuproiridsite, iridium and an unnamed phase composed of Ir-Ni-Fe-S. According to the mineralogical observation, all the discovered PGM are magmatic in origin, i.e. formed — before or concomitantly— with the host chromite. The main conclusions are that the investigated chromitites are very similar to those associated Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa with SSZ ophiolites and, in particular, to the chromitites of Sagua de Tanamo hosted in the ophiolite belt of Mayari-Baracoa (Eastern Cuba). The presented results, although preliminary, indicate that only the Cr-rich chromitites are enriched in PGM and, as a consequence, probably in platinum group elements (PGE). During the excursion, some geological structures are easily recognized, among them: dismembered members of an ophiolite (mainly serpentinizated hazburgite, gabbro, intraplate? basalts), carbonate-terrigenous sequences from the Bahamas paleomargin, mafic remnants of the pre-Albian primitive arc, tuffs of the Albian-Turonian volcanic arc, post volcanic deposits, and a K/T boundary formation. Involved into the serpentinitic mélange, blocks of peridotite, gabbro, diabase, diorite, basalt, and metabasite are relicts of an ancient oceanic lithosphere considered incomplete, dismembered, and similar to an alpine type ophiolite. Also, Cr-rich chromitite, Cu-Fe-Ni sulphide including Au and Ag, and VMS sulphide will be an attractive geological scene. Figure 4 showing the regional geology and location of the stops.

DESCRIPTIONS OF THE STOPS. First Day (La Habana province)

A visit to the regional Havana-Matanzas geology will allow observing the neoplatformic or post-orogenic deposits spread out along the northern shore of this region where tectonic windows of serpentinites hosting Cu-Fe-Ni deposits are present. Cu mineral mined once served to cast the canyons of the Castillo de la Real Fuerza, the first fortress built since 1558, in front of the Havana sea wall. Southward, gabbros embedded into serpentinites and intruded by plagiogranite dikes whose magmatic affinity is still under discussion─, as well as rocks, probably relicts from a primitive island arc in Western Cuba, will be very attractive geostructures to visit.

Stop 1. Colina Lenin (Lenin Hill). Serpetinite (tectonite) Regla municipality (X: 364150, Y: 366600)

Foliated harzburgitic serpentinite. According to petrographyc and geochemical data, they represent a tectonite. ______Lenin Hill. Harzburgitic serpentinite showing brachiated and foliated fabrics.

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Stop 2. Lomas de Majana (Majana hills). mantle – oceanic crust transition zone. Guanabo Viejo – Peñas altas road (X: 397058, Y: 366882)

This is an abandoned quarry of serpentinized ultramafic rocks (harzburgite, dunite, pyroxenite, plagioclasic lherzolite) (a). Rodinguite dikes cut harzburgitic serpentinite (b). In the contact between them the magmatic feature relict is well preserved. There is Cu-Fe-Ni sulphide with Au and Ag in the oxidation zone (c). Zones of the strong silicification are exposed on the left side of the road to the south (d). Blocks of antigoritic serpentinite have been found. Llanes et al. (2001) proposed that this structure represents the base of the Moho transition zone.

a) Serpentinized ultramafites, representing mantle-oceanic transition zone. b) Rodinguite dikes. The gabbro protolite is observed in the contact with serpentinite.

c) Oxidation zone containing Cu-Fe-Ni sulphides; d) Aspect of the silicification zone, following serpentinite striking.

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Stop 3. Guanabo Viejo - Lomas de Majana road (X: 387777, Y: 368775)

Quarrry where harzburgitic serpentinite (tectonite) are exposed. Southward it gabbros and wehrlite hosting an oxidation zone may be observed

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Stop 4. San Miguel location. Primitive basalts, boninites, gabbros and diabases Campo Florido – San Miguel de Casanovia road (X: 389650, Y: 364200)

Beneath the overhead railway the only known boninite outcrop in Western Cuba may be observed. Also, the not well preserved tholeitic basalt, diabase and gabbro. In the locality, Chirino Formation of the Cretaceous volcanic arc and gabbro has been so far mapped.

a) Panoramic view of the outcrop. b) Weathered pillow lavas. San Miguel town.

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Stop 5. Lomas de Coca. Mafic cumulates (X: 388197, Y: 362811)

It is the biggest gabbro outcrop in the region. Blocks of amphibolized gabbro and hornblendic gabbro, in tectonic contact to serpentinites, are present. On the SW quarry front, a plagiogranite dike intrudes the gabbro. Small sized gabbro xenolites may be noticed into the plagiogranite.

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Plagiogranite dike into amphibolized gabbro. Lomas de Coca.

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Stop 6. La Coca dam (X: 385811, Y: 363096)

Huge outcrop of harzburgitic serpentinites. a) A panoramic view of the outcrop; b) Harzburgitic serpentinite with brechiated texture. La Coca dam.

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a) b) ______

Stop 7. West of the Campo Florido town. Amphibolic gabbro Minas – Campo Florido road (X: 383436, Y: 366171)

Blocks of weathering Gabbros embedded into the post-volcanic deposits. Blocks of weathered amphibolic gabbros. West of the Campo Florido town.

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Stop 8. Salomon mine. Base of the mantle – oceanic crust transition zone. NE from Minas town (X: 378450, Y: 369200)

Harzburgitic and dunitic serpentinites hosting Fe-Cu-Ni sulphides. The dump material of mining from which Cu-Fe-Ni sulphides ore extracted is exposed. Cu mineral mined once served to cast the canyons of the Castillo de la Real Fuerza, the first fortress built since 1558, in front of the Havana sea wall.

The dump material of mining from which Cu-Fe-Ni sulphides ore ______extracted. Salomón mine.

Stop 9. Potrero de Minas. Base of the Mantle – oceanic crust transition zone. NE from Minas town (X: 378230, Y: 369183)

Harzburgitic serpentinite with milonitic fabric.

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Stop 10. Peñalver town. Mafic bloks into serpentinite (X: 375335, Y: 362347)

Harzburguitic serpentinites and dikes of microgabbros and diabase.

Blocks of microgabbros dikes into harzburguitic serpentinite.

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Stop 11. Monumental speedway. Peñalver formations(X: 372 500, (post Y: 363 volcanic 500) deposits). (X: 372 500, Y: 363 500)

One km from the Peñalver location Peñalver Formation is considered the K-T boundary of this region. It is mainly composed of fine to coarse grained calcarenites.

Massive calcirudites with interbedded medium grained calcarenite ______

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Second Day- (Mayabeque and Matanzas provinces) (Figure 1b)

Stop 12. On a former open-pit Canasí mine. West fro the Arcos de Canasí town (X: 417150, Y: 363850)

Fragments of the rich-Cr chromitite may be recognized. Host rocks are serpentinized harzburgites.

A polished section showing rich-Cr chromite with cataclastic texture. Canasí mine

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Stop 13. Entering Canasí town. Cretaceous volcanic arc (X: 419642, Y: 365218) Cretaceous volcanic arc tuffs outcrop on both sides of the road.

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Stop 14. Quarry nearby Canasí town. Ophiolitic mélange (X: 418625, Y: 363860)

Ophiolitic mélange outcrops on the quarry nearby Canasí town. Foliated and brachiated fabrics of harzburgitic and dunitic serpentinites are highlighted. Blocks of mafic rocks, metabasites and diorite take place in the serpentinite matrix.

Ophiolitic mélange. Occurrence of blocks of mafic rocks, metabasites, and diorite in the serpentinite matrix. Canasí quarry.

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Stop 15. Vía Blanca highway. Placetas belt (X: 424250, Y: 366600)

Continuing way along the Vía Blanca highway, at 1,5 km to the SW from Puerto Escondido, Placetas belt (Campanian Bacunayagua Arkose) outcrops.

______Thrusting contact (Bacunayagua Arkose and serpentinites)

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Stop 16. Vía Blanca highway. Serpentinite (tectonite) (X: 426329, Y: 367278)

At 800 m from the entrance to Puerto Escondido, on the right side of Vía Blanca highway there is a quarry of serpentinite with brachiated fabric.

Harzburgitic serpentinite (tectonite)

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Stop 17. Margot mine. Intraplate basalt and Cyprus type sulphides. From Vía Blanca highway to Corral Nuevo – Matanzas road (X: 434200, Y: 360201) Dark gray porphiric basalt and Fe-oxide

A brief history of the Margot Formation.

Hatten et al. (1958), Meyerhoff y Hatten (1981) y Piotrowski y Myczynski (1986), recognized that the deep seawater carbonate rocks exposed in Margot mine contain Late Albian, , and Early Turoninan foraminifera. Margot Formation was first mentioned in an unpublished work (Ducloz, 1960). The Margot Formation stratotype was established by Flores et al. (1982) and Piotrowski and Myczynski (1986) within the out-of-operation Margot Mine at the NW of Matanzas city.

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Porphiric basalt outcroping on the eastern side of the open-pit. Margot mine

Blocks of Fe-oxides on the eastern side of the open-pit. Margot mine

A renowned Cuban naturalist, A. de la Torre, found Cenomanian planktonic foraminifera in two samples collected by Piotrowski y Myczynski (1986). Thus, Cenomanian age was then suggested by them for this Formation, but as for the earlier reported data the accepted age is still Late Albian-Cenomanian. However, Aptian-Albian age was later proposed by Fonseca et al. (1989). They studied the outcropping sedimentary-volcanogenic suite in which tholeitic basalt with aphyric texture are present along with porphyry basalts, both pillowed and covered by Aptian- Albian and siliceous rock. From their geochemical characteristics these authors correlated such rocks to those of Encrucijada Formation. They also proposed that those Cenomanian sandy , newly described by Piotrowski y Myczynski (1986), appearing along the path to the Margot mine entrance should be excluded from the section since their position is rather tectonic, and they could be correlated to those of the Provincial Formation limestones, to the E of Matanzas city, as it was described by the authors. They also comment that limestone associate to basalts are mycritic, layered and silicite interbedded. More recently, during the research of LLanes et al. (2001), samples from different Margot Formation sedimentary rocks, were collected. They corresponded to the sedimentary cover of ophiolite effusive: brown-reddish siliceous (green siliceous-carbonate rock, shale, a slightly-chloride siliceous rock spotted by dark grey ferrous oxide, and graying recrystallized limestone. From the globigerinelloides sp, Ticinella sp (ef. roberti) collected K1ap-al (?) was determined in shales; meanwhile K1 ap-K2cm (?) corresponded to the sample of siliceous rock from Rhopalosyringi sp., Dictiomytra multicostata? and Pessagnobracia sp.? (ef. roberti) collected. Taking into account such ages these authors proposed K1 ap-K2cm (?) for the ophiolitic effusivesedimentary level, which corresponds to the above determinations. Pszczólkowski (2002) studied the calcareous and siliceous component over the upper portion of the E outcrop in Margot Formation, and he reported planktonic foraminifera mainly Cenomanian-Turonian, in biomycritic foraminifera, biomycritic and siliceous radiolaria- foraminifera, as well as radiolarian silicite.

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About plaeotectonic setting of Margot Formation basalts

The paleotectonic affinity of the Margot Formation basalts is a polemic issue. According to Fonseca et al,(1989) basalts from Margot Formation compares to those from the Encrucijada Formation (in Pinar del Rio province), also from an ophiolitic standpoint. He points out their similar behavior to MORB. Iturralde-Vinent (1996) proposed a backarc-sea marginal basin origin. Later on, Kerr et al. (1999) considered Margot basalts as intraplate tholeite due to they are moderately enriched with LREE relative to the HREE, and it does not possess significant negative Nb anomaly, and are not significantly enriched with LIL elements. These authors also pointed out that the Pacific or Protocaribbean origin remains under discussion. Llanes et al. (2001) proposed two types of basalts for the Margot Formation, as for the geochemistry of the HFS elements: 1) MORB-IAT transitional basalt, and 2) MORB basalts with an intraplate component. Moreover, they explain that there are not clear contact relationships among them.

Stop 20. America Mine (Open-pit mine/quarry).Copper massive sulphide From Vía Blanca highway to Corral Nuevo – Matanzas road (X: 435250, Y: 361700)

Copper massive sulphide associated to hialobasalts, basalts and diabases. The volcanic and subvolcanic rocks show a MORB-IAT magmatic affinity. The mineral ore composition is simple, mainly pyrite. The pyrite is developed in allotriomorphic crystals, having sometimes pyrrhotite inclusions

ACKNOWLEDGMENTS

The conveners are grateful to M. T. Rodriguez-Coppola and J. A. Proenza for detailed and critical reviews, which helped to improve the first draft of the guide. We thank M. Iturralde-Vinent for his useful suggestions to the guide draft. We are also grateful to the Cuban Geological Service management, for support during excursion arrangement.

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GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN SÍSMICA PARA LA EXPLORACIÓN PETROLERA EN CUBA

Suylen Díaz Mirabal

Instituto de Geología y Paleontología Vía Blanca 1002, San Miguel del Padrón, CP 11 000, La Habana, Cuba [email protected]

Recibido: octubre 4, 2015 Aceptado: diciembre 5, 2015

RESUMEN Dentro de las actividades de la industria del petróleo y el gas, la exploración constituye uno de los más importantes de acuerdo a la cadena de valor y se integra métodos geólogo-geofísicos para la búsqueda de hidrocarburos. El método sísmico constituye una herramienta fundamental para las etapas exploratorias antes de la delimitación y caracterización inicial de una acumulación de hidrocarburos y genera un volumen considerable de información. Para el diseño de las nuevas adquisiciones y para su interpretación compleja es indispensable consultar la información sísmica antecedente, lo que facilita el manejo de datos.El estado actual de la organización de la información disponible no facilita una gestión rápida y fiable ya que se emplea demasiado tiempo en la búsqueda y recuperación de la información requerida. Esta investigación se basó en el estudio de documentación estandarizada y técnica y en la consulta a expertos en la exploración geofísica de superficie con el fin de caracterizar el estado de la gestión de la información sísmica en el organismo nacional del petróleo que tiene como misión la gestión de este tipo de información. También se analizaron algunas experiencias internacionales relacionadas con la organización de datos sísmicos. Como resultado, se identificaron niveles de organización muy complejos y de alta integración de repositorios y bases de datos. Gran parte de la información de Cuba aún se registra en mapas y documentos físicos, y muchos de esos datos aún no están incluidos en bases de datos interrelacionadas. Teniendo esto en cuenta, PETRAD, una organización noruega que colabora con Cuba en la rama petrolera, ha indicado tener en cuenta ciertos requisitos y aspectos generales para la organización de esa información. A partir de ello, se elaboró una propuesta organizativa que permitiera identificar los actores, la información disponible sobre los procesos y las relaciones entre ellos. Los resultados conllevaron a 1) determinar un grupo dado de mapas y sus conexiones, y 2) aclarar la manera de mejorar o complementar los mapas y las bases de datos existentes. Esto servirá de base para mejorar el nivel actual de la información geológica relacionada con la industria del petróleo y el gas.

Palabras claves: manejo de la información, método sísmico, exploración de petróleo y gas

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Inside the activities of the oil and gas industry, the exploration constitutes one of the most important according to the chain of value and it integrates geologist-geophysical methods for the search of hydrocarbons. The seismic method constitutes a fundamental tool for the exploratory stages before the delimitation and initial characterization of an accumulation of hydrocarbons and it generates a considerable volume of information. In order to design new acquisitions and for its complex interpretation it is indispensable to consult the antecedent seismic information, which facilitates the data handling. The current organizational state of the available information does not facilitate a quick and reliable management since too much time is spent in the search and retrieval of required information. This investigation was based on the study of standardization and technical documents and the consultation to experts in geophysical exploration of surface in order to characterize the state of the management of seismic information in the national oil organization that has as mission the management of this type of information. Some international experiences related to the seismic data organization were also analyzed. As a result, we identified very complex and high organizational levels integrating repositories and databases. Much of Cuban information is still registered in charts, and it is not yet included into interrelated databases. Taking this into account, PETRAD, a Norwegian organization that collaborates with Cuba in the oil branch has proposed to consider certain general requirements and aspects for the management of the oil information. From this, an organizational proposal was elaborated to identify actors, the available information on processes and the relationships among them. Results allowed first to determine a given group of charts and its connections, and second to clarify the way to improve or supplement the existent charts and databases. Finally, this will offer a basis to improve the current level of the geological information related to oil and gas industry. Keywords: informational management, seismic method, oil and gas exploration

INTRODUCCIÓN La exploración es una de las actividades más importantes de la industria petrolera, ya que de ella depende el hallazgo de hidrocarburos, principal fuente de energía que garantiza el desarrollo (Aguirre, 2012). Nuevas y complejas tecnologías se han creado y perfeccionado aplicadas a la actividad petrolera para el estudio del subsuelo, donde se encuentran las acumulaciones de petróleo y gas (Aguirre, 2012). Son fundamentales los estudios geológicos, geoquímicos y geofísicos, así como la aplicación de técnicas de laboratorio para el estudio de muestras de rocas. Dichos estudios generan un gran y valioso volumen de datos primarios y procesados. En la actualidad la prospección de petróleo y gas tiene una gran importancia económica. En Cuba, además de los esfuerzos y recursos que se vienen invirtiendo en la búsqueda de hidrocarburos en la Franja Norte de Crudos Pesados, se comenzó la prospección en la plataforma marina, específicamente en la llamada Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Golfo de México, con grandes perspectivas gasopetrolíferas (González, 2011). En Cuba se realizan actividades de exploración petrolera desde finales del siglo XIX. Actualmente continúa la búsqueda de petróleo y gas como un objetivo estratégico nacional incluido en los lineamientos de la política de desarrollo del país por medios propios (lineamiento 240) y mediante la inversión extranjera, por lo que se ha generado y continúa generándose un gran volumen de información de esta actividad. Dicha información es un activo que subraya su importancia en la era de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC). Distintas entidades de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE petrolera nacional), del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) que controla y desarrolla la exploración en Cuba, así como otras organizaciones nacionales, como la Oficina Nacional de Recursos Minerales (ONRM) antes Fondo Geológico Nacional, desde la perspectiva de su misión productiva, de investigación y de control, han realizado acciones organizativas en distintas épocas aplicando y

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Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa desarrollado herramientas de acuerdo al estado del arte de la gestión de información, tomando en cuenta el desarrollo técnico de la exploración petrolera. Los intentos organizativos anteriores están relacionados con la creación de archivos con documentos en formato papel y digital que contienen datos e información procesada. En la década de los 90 del siglo pasado, la organización de dirección empresarial científica, (ODE científica) de la OSDE petrolera nacional desarrolló el sistema INFOPET para la información de exploración y producción. Actualmente la ODE científica desarrolla el proyecto 7038 “Sistema Único de Información de Exploración (SUIE)” y realiza los intentos iniciales para organizar la información geólogo- geofísica, en la que participa la Unidad Científico-Técnica de Base especializada en métodos geofísicos de superficie (UCTB Geofísica). A pesar de los intentos anteriores no se han identificado directrices ni estándares nacionales aplicados a la información de la exploración de petróleo y gas y, en particular, relacionada con los métodos geofísicos de superficie que permitan a los actores que participan en las actividades de esta industria la definición del flujo y organización de dicha información.

OBJETIVO Elaborar una propuesta para organizar la información sísmica para la exploración de petróleo y gas en Cuba.

DESARROLLO Con anterioridad a los años 80 del siglo XX en Cuba, la información sísmica se adquiría de forma analógica principalmente con estaciones soviéticas de la serie POISK, y se procesaba con estaciones de tipo PCZ-4 (Miró, 2015) que utilizaban bandas magnéticas como soporte de la información, donde cada cinta se correspondía con un punto de tiro. Actualmente no se conserva esta información primaria (Díaz, 2015). En los años 90 del siglo XX la información sísmica obtenida en estaciones digitales era grabada en cintas magnéticas. Este soporte fue evolucionando disminuyendo su tamaño y aumentando su capacidad de almacenamiento. Actualmente un reto para la actividad de exploración petrolera es mantener los datos sísmicos sobre soportes que puedan ser leídos con la tecnología en uso. Las campañas sísmicas generan una gran cantidad de datos que, gracias a los potentes ordenadores actuales, es posible procesar para representar en un mapa la zona investigada y cumplir objetivos geológicos de exploración. A partir de 1990 resulta significativo el auge de aplicación de los métodos sísmicos 2D y 3D con tecnología occidental financiado por compañías extranjeras que operan en Cuba mediante contratos de producción a riesgo. Han sido realizados alrededor de 60000 km 2D y 20000 km2 3D (Domínguez, 2015). La compañía estatal nacional cubana ha financiado 13 levantamientos símicos de 1993 a la fecha, de estos más de la mitad han sido marinos, que son alrededor de 16000 km 2D y 1000 km 3D (Domínguez, 2015). De lo anterior se concluye que existe abundante información sísmica adquirida en los últimos sesenta años relacionada con la exploración de hidrocarburos. Actualmente se continúa la adquisición de este tipo de información existiendo áreas perspectivas en el territorio nacional y en áreas marinas adyacentes que aumentarán su volumen requiriéndose, por su valor como activo, de una adecuada gestión. Existen escenarios para la exploración petrolera en el territorio nacional y zonas marinas. Las principales ubicaciones donde se han ejecutado y se ejecutan actividades de exploración y producción (E&P) en Cuba se encuentran en la provincia petrolera norte cubana y principalmente en la zona occidental y central. Un importante escenario de la exploración petrolera lo constituye la Franja Norte de Crudos Pesados (Figura 1) que se extiende en la costa

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Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa norte occidental de Cuba, desde Mariel en la provincia Mayabeque hasta Majaguillar en la provincia de Matanzas, donde se han descubierto los más importantes yacimientos.

Figura 1. Franja Norte de Crudos Pesados (López, 2010).

La gestión de la información es un proceso que permite la organización, extracción, manipulación, tratamiento, depuración, conservación de datos y documentos adquiridos por una organización a través de diferentes fuentes que permite la generación de conocimiento a la misma. Toma en cuenta los derechos de propiedad. Considera cada uno de los procesos de la organización (Fernández, 2005). Los sujetos o actores principales en la gestión de información de la exploración petrolera incluyen a los involucrados directamente con la actividad de exploración y los relacionados con la gestión. Actor 1. La organización estatal reguladora de recursos minerales a nivel nacional que fiscaliza y controla la exploración y producción de hidrocarburos, incluida la salvaguarda de la información como activo patrimonial. Actor 2. La organización petrolera, estatal o privada, negociadora mediante contratos y financista de la adquisición de información. Son propietarios de la información. Actor 3. La organización de servicios petroleros, que ejecuta actividades mediante relación contractual con la organización petrolera financista nacional o extranjera. Esta relación puede incluir la adquisición, el procesamiento y la interpretación de la información, entre otras relaciones subordinadas contractuales con terceros. Son generadores de datos primarios. Actor 4. La(s) organización(es) técnica(s) subordinada(s) a la organización petrolera financista, estatal o privada, o a la organización de servicios petroleros que evalúa(n) y procesa(n) la información. Son generadores de datos procesados y reportes. Actor 5. La organización que gestiona y salvaguarda la información como activo. Puede ser cualquiera de los anteriores. Se sirve de profesionales y tecnólogos con conocimientos y capacidades especializadas en la actividad de la organización y especialistas en tecnología de la información analógica y digital para crear y mantener la infraestructura de información. Actor 6. Los usuarios de la información internos y externos a la actividad. PETRAD

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Analizado el estado de desarrollo internacional de la gestión de información es evidente que es necesario tener en cuenta los procesos que la generan, el estado de la organización e informatización de la información, los recursos técnicos y materiales disponibles y el nivel de capacitación del personal en relación con la gestión de información, para que se pueda llegar a un estado desarrollado de la misma. Teniendo en cuenta que la propuesta de PETRAD (Sjøgren, 2013) formula una secuencia organizativa (Tabla 1) desde las etapas mínimas de estructuración, como es el caso de la actividad petrolera a nivel nacional que no tiene un nivel elevado ni homogéneo, se propone organizar dicha información considerando el estado de los requisitos a cumplir y aspectos propuestos por dicha organización noruega.

Tabla 1. Requisitos y aspectos de gestión de información. Requisitos Aspectos 1. Organización (es) de salvaguarda por 1. Referencia geográfica de los datos. designación regulatoria. 2. Normas regulatorias. 2. Confidencialidad. 3. Responsabilidades por procesos. 3. Información de negocios. 4. Datos y reportes por proceso. 4. Metadatos de los datos. 5. Lugar físico para el almacenamiento. 5. Tipos de datos y reportes. 6. Infraestructura informática. 7. Mantenimiento de los datos.

Si se analizan los requisitos y aspectos que propone PETRAD para la gestión de información y se revisan de acuerdo al estado de dicha gestión en Cuba (Tabla 2), puede valorarse el mismo y proponerse acciones que deriven en una forma de organización para dicha gestión.

Sobre los requisitos: No se cuenta con normas jurídicas ni técnicas que amparen una buena gestión de información. La información se encuentra almacenada de manera dispersa y no se garantizan, en todos los casos, las condiciones de almacenamiento. Se requiere estandarizar los reportes por salidas de cada proceso. Un gran volumen de información necesita ser regrabado por obsolescencia tecnológica de los soportes.

Sobre los procesos: La información de negocios no se toma en cuenta para la gestión de la información, lo que dificulta la relación entre los distintos procesos vinculados a la información sísmica y la determinación de elementos de confidencialidad. La base de datos Grado de Estudio Sísmico incluye información de adquisición sísmica, pero no incluye la calidad del dato sísmico ni datos económicos, lo que dificulta estudios efectivos de antecedentes de costos de la adquisición y una adecuada valoración del dato sísmico adquirido en los procesos de procesamiento e interpretación. Para el procesamiento no se constató la existencia de relaciones efectivas entre las tablas sobre levantamiento adquirido y los datos procesados, lo que dificulta la recuperación de la información. Los reportes de interpretación identifican el área de negocio, pero al nombrar los levantamientos de forma diferente no se puede relacionar con facilidad a los parámetros de adquisición y la información sobre la calidad de dichos levantamientos que se relacionan o describen en otros reportes.

RESULTADOS Propuesta organizativa

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En la figura 2 se presenta la propuesta de estructura lógica mediante un diagrama funcional que relaciona los diferentes procesos conectados entre sí y que permite relacionar los productos de información de esta actividad. Para la 2D, los datos sísmicos son líneas adquiridas; para la 3D los datos sísmicos están referidos a un volumen adquirido. Un área de negocio puede ser operada para la exploración petrolera por un contratista extranjero (actor de tipo 2, privado o estatal, Cp), o por designación estatal (DE), ambas constituyen una organización financista. La organización financista realiza un contrato de servicio petrolero de adquisición que da información de n líneas o volumen de datos sísmicos adquiridos que se pueden procesar e interpretar. De esa misma área puede existir información antecedente adquirida mediante otro contrato de servicio petrolero de adquisición. Los datos sísmicos se pueden procesar conjuntamente a través de un contrato de procesamiento realizado entre el actor de tipo 3 y la organización financista, donde se obtienen datos sísmicos procesados.

Figura 2. Propuesta de estructura lógica para la organización de la información.

CONCLUSIONES  Debido a que la organización de la información sísmica para la exploración de petróleo y gas en Cuba se encuentra en los niveles primarios, se propusieron requerimientos y elementos a incluir teniendo en cuenta que la propuesta de PETRAD formula una secuencia organizativa desde las etapas mínimas de estructuración.  Se identificaron los actores que participan en las actividades de la industria petrolera, los cuales permiten la definición del flujo y organización de la información.  En base al cumplimiento de esta secuencia, se realizó la propuesta organizativa mediante la descripción de tablas y de registros, lo que puede garantizar el control de todas las salidas de los procesos relacionados con la información sísmica.

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 Se concluye que actualmente no están implementados los mecanismos que permitan sistematizar el análisis de la información disponible sobre los resultados de las exploraciones sísmicas en relación a los parámetros que son empleados en las etapas de adquisición, procesamiento e interpretación, los que de establecerse, proporcionarían a directivos y técnicos de la industria, la formación de criterios para la toma de decisiones a fin de optimizar las campañas que se realicen en el futuro. AGRADECIMIENTOS A mi familia por tanto apoyo y amor a lo largo de toda mi vida y por su motivación para lograr de mí una profesional. A mis tutores por su total entrega, apoyo, tiempo y la confianza depositada en mí y ser guías de mi futura vida profesional. A mis compañeras de aula por ser fieles amigas en los buenos y malos momentos. A todos mis amigos por alentarme siempre y brindarme su cariño sincero. A los profesores del Departamento de Geociencias por transmitirnos sus conocimientos, y por todo su esfuerzo y dedicación para formarnos como verdaderas profesionales. A los compañeros de la ODE científica que me ofrecieron su ayuda gentil y profesional.

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SJØGREN, G. Introducción a la Gestión de Datos Petroleros, Centro Politécnico del Petróleo, 2013, La Habana, Cuba

CONSIDERACIONES SOBRE LA APLICABILIDAD DEL MÉTODO DE POLARIZACIÓN INDUCIDA EN LA BÚSQUEDA DE HIDROCARBUROS EN LA REPÚBLICA DE CUBA

Yanisbel García Thorpe

Instituto de Geología y Paleontología. E-mail: [email protected]

Recibido: octubre 23, 2015 Aceptado: noviembre 16, 2015

RESUMEN El método de polarización inducida forma parte del grupo de métodos electroquímicos de la exploración eléctrica que determina la acción capacitora en el subsuelo pues se relaciona con la presencia de minerales conductores diseminados. En la exploración de yacimientos de petróleo, se fundamenta esencialmente en el análisis de las anomalías de cargabilidad y polarizabilidad provocadas por la presencia de pirita secundaria en las capas suprayacentes a los depósitos por la reducción de sulfatos a causa de los hidrocarburos. El índice de acierto en la búsqueda de hidrocarburos en la República de Cuba resulta bajo, por lo que es de interés la aplicación de un método para aumentar la efectividad en la exploración petrolera. Por ello, el presente trabajo tiene como objetivo evaluar la aplicabilidad del método de polarización inducida en la búsqueda de hidrocarburos en el territorio. Dadas las condiciones de los petróleos cubanos, caracterizados por un elevado contenido de azufre, resulta interesante considerar la presencia de anomalías de este método producto de la deposición de pirita secundaria en las capas suprayacentes a las estructuras que contienen petróleo. Palabras clave: polarización inducida, petróleo, contenido de azufre, pirita secundaria, cargabilidad, Cuba. SOME CONSIDERATIONS ON THE APPLICABILITY OF THE INDUCED POLARIZATION METHOD IN THE SEARCH OF OIL IN THE REPUBLIC OF CUBA ABSTRACT The method of induced polarization is one of the electrochemical methods for the electrical exploration which determines capacitance of subsoil, as it relates to the presence of scattered conductive minerals. For oil exploration this method is mainly used to analyze polarizability and chargeability anomalies caused by the presence of pyrite in layers overlying oil deposits, due to the sulfate reduction because of hydrocarbons. As the present rate of success in finding hydrocarbons in the Republic of Cuba is rather low, this study focused on the implementation of a method directed towards the increasing of the effectiveness in oil exploration. Therefore, we evaluated the applicability of the induced polarization method in the search for hydrocarbons in the national territory. As Cuban oils characterize by high sulfur contents, it was interesting to consider through this method the presence of abnormalities produced by the deposition of secondary pyrite in the layers overlying the structures containing oil. Key words: Induced polarization, oil, sulfur content, secondary pyrite, chargeability, Cuba. INTRODUCCIÓN A nivel mundial se ha trabajado en la búsqueda y establecimiento de métodos que permitan determinar la presencia de estructuras o trampas capaces de contener hidrocarburos. Dada la

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Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa incertidumbre que las mismas dejan en cuanto a la presencia de petróleo y gas, se hace necesario la aplicación de un método capaz de aumentar la efectividad en la búsqueda de hidrocarburos, por esto en el mundo se está llevando a cabo la aplicación del método de polarización inducida (PI). Resultados satisfactorios se han obtenido en Siberia, en la cuenca del Tarim en China occidental y en la provincia gasopetrolífera rusa Prichernomorskaya-Severo-Kavkazskaya (He, Hu y Dong, 2010); (Veeken et al., 2009). El grado de efectividad o índice de acierto en la búsqueda de petróleo en Cuba resulta bajo, en áreas poco estudiadas no supera el 10%, mientras que en las regiones con un mayor grado de conocimiento oscila entre el 20 y 25% (Álvarez et al., 2014), por lo que resultaría de interés la aplicación de un método para aumentar la efectividad en la exploración petrolera, por este motivo evaluar la aplicación del método PI en la búsqueda de hidrocarburos en Cuba, sería de vital importancia Objetivo: Evaluar la aplicabilidad del método de polarización inducida en la búsqueda de hidrocarburos en la República de Cuba. DESARROLLO El método de PI forma parte del grupo de métodos electroquímicos de la exploración eléctrica, determina la acción capacitora en el subsuelo que se relaciona con la presencia de minerales conductores diseminados y está basado en la observación sobre el terreno de los campos provocados por rocas y cuerpos geológicos polarizados, cuya polarización es inducida por un campo exterior y posee una naturaleza electroquímica (Díaz, 2014). Para la observación de la polarización inducida, se hace circular por un sistema de electrodos de alimentación generalmente una corriente continua (Figura 1). Durante el tiempo que circula esta corriente, denominada polarizante, entre los electrodos de medición surge una diferencia de potenciales, cuya magnitud está determinada por la intensidad de la corriente, por la disposición relativa del sistema de electrodos y por el carácter del corte geoeléctrico; se trata de la diferencia de potenciales que se mide en todas las variantes del método de resistividad y que se representa por ΔUra.

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Figura 1: Suministro de corriente al medio para la observación de la PI Luego de la desconexión de la corriente, entre los electrodos de medición se observa una cierta diferencia de potenciales remanentes que disminuye con el tiempo hasta cero (Figura 2), cuya existencia se explica por la polarización del volumen de rocas por el que ha pasado la corriente eléctrica polarizante. A esta diferencia de potenciales remanentes se le denomina diferencia de los potenciales inducidos y se identifica por ΔUPI.

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Figura 2: Variación del potencial con el tiempo La relación porcentual entre ΔUPI y ΔUra, denominada polarizabilidad, y representada por la letra griega η, es el parámetro que se emplea en el método de PI descrito para el estudio del corte geoeléctrico, el cual para un medio heterogéneo se denomina polarizabilidad aparente, ηa (Telford, Geldart y Sherriff, 1990).

En la exploración de yacimientos de hidrocarburos se fundamenta esencialmente en el análisis de las anomalías de cargabilidad y polarizabilidad provocadas por la presencia de mineralización secundaria de pirita en los horizontes superiores. La naturaleza de las anomalías de PI en los depósitos petrogasíferos se explica por la reducción de los sulfatos a causa de los hidrocarburos, lo que conduce a la aparición de la pirita secundaria en las capas suprayacentes a dichos depósitos (Díaz, 1983). Formación de la pirita secundaria sobre los depósitos de hidrocarburos La formación de concentraciones elevadas de los sulfuros diseminados se explica por la reducción de los sulfatos disueltos en las aguas de los estratos por los hidrocarburos directamente del depósito y también por su aureola o en los caminos de la migración hacia la trampa. La reducción de los sulfatos por los hidrocarburos conduce a la acumulación de sulfuro de hidrógeno (Díaz, 1983):

SO = 4 +2 C org → S´´+2 CO 2; Al mismo tiempo, bajo la influencia de los hidrocarburos el hierro oxidado se convierte en hierro divalente: 2 Fe 2 O 3 + C org→ 4FeO + CO 2; El sulfuro de hidrógeno como reductor activo, al desplazarse con las aguas por los poros y grietas de las rocas; interactúa con los compuestos divalentes de los metales y los metales, convirtiéndolos en sulfuros: 2 FeO + 4 S´´→ 2 FeS 2 + O 2 De esta forma tiene lugar la piritización de las capas petrolíferas y de los depósitos suprayacentes. Durante este proceso, en las capas superiores del corte, con la presencia de grandes cantidades de oxígeno, el sulfuro de hidrógeno se oxida hasta convertirse en azufre, cuya formación frecuentemente se acompaña con los yacimientos petrogasíferos (figura 3) (Díaz, 1983). En Cuba durante la dismigración (o escape) de los crudos ricos en azufre entrampados en reservorios del margen continental en profundidad (rocas carbonatadas) hacia los reservorios del Arco Volcánico Cretácico más someros, los petróleos ricos en azufre fueron perdiendo las

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Vol. 9. No. 2. 2015 ISSN 2222-6621 Geoinformativa fracciones pesadas (donde se encuentra el azufre) las cuales pudieron reaccionar con los elementos metálicos de las tobas y formar pirita secundaria (Delgado, 2015).

Figura 3: Formación de la pirita secundaria sobre los depósitos de hidrocarburos. La zona de alteración debido a la presencia de pirita secundaria forma una aureola que varía desde 1 a 5000 metros por encima de la acumulación de hidrocarburos, lo que garantiza la detección de anomalías de cargabilidad y polarizabilidad, a pesar de que el reservorio se encuentre a una profundidad considerable (Veeken et al., 2009). Características físico–químicas de los hidrocarburos en Cuba Las propiedades físico-químicas son: densidad, contenido de azufre y viscosidad (Linares et al., 2011). Densidad: es la relación que existe entre la masa de la sustancia y el volumen que esta ocupa. La unidad de medida es kg/m3. Una vez obtenido el valor de la densidad del crudo, se convierte este valor a gravedad API (American Petroleum Institute of Measure of Density for Petroleum), mediante tablas de conversión. Este parámetro determina el grado de ligereza del petróleo. Atendiendo a su densidad los petróleos estos se clasifican en, ligeros, medios, pesados y ultrapesados. Contenido de azufre: depende de la composición del petróleo, es decir, de los porcientos de compuestos saturados, aromáticos, resinas y asfaltenos. El azufre se encuentra en las estructuras químicas de los dos últimos compuestos, por ende los petróleos con mayor contenido de resinas y asfaltenos (crudos pesados y extrapesados) serán los de mayor contenido de azufre y altamente corrosivos. Viscosidad: es la resistencia que ofrecen las moléculas de un fluido al desplazamiento uniforme de su masa. A mayor viscosidad mayor será la resistencia al desplazamiento. La viscosidad indica cuán difícil o no serán los procesos de extracción y manipulación del crudo. Procesos que determinan las propiedades físico-químicas de los petróleos cubanos Los estudios de biomarcadores indican que en Cuba existen tres familias genéticas de petróleos (Figura 4). Lo que significa diferentes rocas madre o por lo menos variaciones faciales laterales de la rocas madre como es el caso de las familias I y II que fueron generadas por las rocas madre de edad Jurásico Superior-Cretácico Inferior que son más carbonatadas en la región central de Cuba y carbonatos con aportes de arcilla en la zona occidental (Álvarez et al., 2014).

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Figura 4: Familias genéticas de petróleos en Cuba (Álvarez et al., 2014) Las características del petróleo están vinculadas a los procesos de su formación que pueden ser diversos (Álvarez et al., 2014). Los principales procesos que determinan las propiedades físico-químicas de los petróleos cubanos son: los primarios (origen y maduración) y los secundarios madurez térmica, biodegradación, lavado por agua, fraccionamiento gravitacional y desasfaltinización). Procesos primarios Son los que determinan las propiedades físico-químicas de los petróleos desde el mismo momento de su generación, y están influenciados por las características orgánicas y térmicas de las rocas que los originan. (Linares et al., 2011) El origen está condicionado por el tipo de materia orgánica, litología y el ambiente de deposición de las rocas que dan origen a los petróleos. La maduración es un proceso térmico que garantiza que una roca madre pueda transformar el kerógeno en hidrocarburos. Una vez que la roca madre alcanza la temperatura adecuada (85º C), comienza a generar petróleo, y a medida que la temperatura aumenta se generan hidrocarburos más ligeros, y con un menor contenido de azufre. En Cuba pueden existir petróleos maduros de las tres familias lo que provocaría bajos contenidos de azufre, sin embargo para idénticos niveles de madurez termal la Familia III siempre tendrá menor contenido por tener origen en kerógenos libres de azufre (Delgado, 2015). En Cuba la Familia III es la menos carbonatada, por eso los crudos relacionados a ella tienen bajos contenidos de azufre. Por el contrario las Familias I y II fueron generadas por rocas madres muy carbonatadas y por ende poseen altos contenido de azufre (Delgado, 2015). Procesos secundarios La composición final del petróleo puede ser fuertemente influenciada por alteración después de la acumulación. La alteración del petróleo tiende a causar modificaciones en sus características, influyendo en sus propiedades físico-químicas, aumentando el contenido de azufre. (Linares et al., 2011) La biodegradación consiste en la alteración del petróleo por la acción de bacterias durante la migración, en el reservorio o en manifestaciones superficiales; ocurre a temperaturas menores a 80 ºC, poca profundidad y condiciones donde el agua subterránea con oxígeno disuelto esté aprovechable para las bacterias aeróbicas. La biodegradación del petróleo disminuye la gravedad API y aumenta el contenido de azufre, debido a la remoción selectiva de los compuestos saturados y aromáticos comparados con las resinas y asfaltenos.

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Petróleos del mismo origen (familia) e idénticos niveles de madurez termal pueden mostrar diferentes contenidos de azufre en dependencia del nivel de biodegradación alcanzado por cada uno de ellos. A mayor biodegradación aumenta el contenido de azufre. En Cuba los petróleos de la Familia III son más propensos a sufrir este proceso y constituye la causa fundamental de los mayores valores del contenido de azufre en esa familia. Las familias I y II no son muy afectadas por este proceso pues no son muy atractivas para las bacterias por el alto contenido de azufre que tienen debido a su origen en rocas madres muy carbonatadas. Sin embargo, las fracciones ligeras de los crudos de estas familias, cuando escapan a reservorios más someros también pueden ser biodegradadas (Delgado, 2015). El fraccionamiento gravitacional ocurre durante la migración y acumulación, cuando se produce una segregación por gravedad, y por ende un fraccionamiento del petróleo. De esta forma, en horizontes someros se encuentran crudos ricos en compuestos ligeros (saturados y aromáticos), mientras que en los horizontes profundos el petróleo evidencia un incremento de compuestos pesados (resinas y asfaltenos), y por tanto el contenido de azufre. En Cuba los petróleos de las familias I y II son los más propensos a sufrir este proceso por ser más pesados que los de la Familia III. Tal es el caso de los pequeños yacimientos de la Cuenca Central donde estos se escapan desde acumulaciones en reservorios carbonatados más profundos (Delgado, 2015). Dadas las condiciones de los petróleos cubanos, caracterizados por un elevado contenido de azufre (Linares et al., 2011), resulta interesante considerar la presencia de anomalías de PI producto de la deposición de pirita secundaria en las capas suprayacentes a las estructuras que contienen petróleo. Esto podría constituir un índice adecuado para evaluar la estructura identificada. RESULTADOS La historia del empleo del método PI en Cuba está limitada principalmente a la búsqueda de yacimientos de minerales sólidos y específicamente los sulfurosos. No obstante es oportuno meditar acerca de la introducción del mismo en el complejo de métodos geofísicos para la búsqueda de petróleo y gas en el territorio nacional, debido a las características físico-químicas de los yacimientos de petróleo en el país y la alta efectividad que ha tenido este método en la búsqueda de hidrocarburos a nivel mundial. Posibilidades de la utilización del método de PI para la búsqueda de petróleo en las condiciones cubanas. El análisis de las características físico-químicas de los yacimientos de petróleo de Cuba muestra que en lo general el contenido de azufre de ellos es alto, alcanzando por cientos elevadísimos. Por otra parte, en la composición de los gases interviene significativamente el sulfuro de hidrógeno en los horizontes productivos, además resulta interesante resaltar la extraordinaria contaminación de pirita secundaria en forma diseminada en las capas suprayacentes, cuyos orígenes pudieran estar vinculados directa o indirectamente con la presencia de depósitos petrogasíferos en la profundidad (Díaz, 1983). Debido que los yacimientos de hidrocarburos en Cuba se encuentran principalmente en rocas sedimentarias, la presencia de pirita secundaria marcaría diferenciación notable en los parámetros de PI (Tabla 1). Tabla 1: Cargabilidad de algunas rocas y minerales(Modificado del Telford, Geldart y Sherriff,1990).

Litología Cargabilidad (ms)

Pirita 13.4

Areniscas 3 - 12

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Arcillas 5 - 13

Argilitas 3 - 10

Caliza masiva 4 - 11

Caliza fracturada 2 - 9

Caliza con pirita 3 - 13

El contenido de sulfuros totales es el factor de primer orden que explica las variaciones en la intensidad del efecto de polarización inducida (Aguilef, 2012). La relación entre concentración de sulfuros y cargabilidad eléctrica presenta en general una proporcionalidad directa, pero no sigue una relación lineal (Figura 5).

Figura 5. Comparación del coeficiente de polarización y la concentración calculada de pirita para el campo gasopetrolífero de Severo Gulyaevskaya, 2009

Por otra parte, la naturaleza dispersa de éstos minerales sulfurados propicia el empleo del método de polarización inducida con efectividad, y el tamaño de grano de los minerales metálicos es relevante para la cargabilidad medida, en virtud que la diseminación conlleva a una mayor superficie de contacto y por ende a un incremento en la cargabilidad (Aguilef medida, 2012). Los indicios existentes y la profundidad de los depósitos conocidos posibilitan la puesta en práctica con efectividad del método de PI, por lo que resultaría conveniente realizar trabajos experimentales con vista a valorar las posibilidades de empleo del método para la probable localización de petróleo en las estructuras conocidas, con el objetivo de incrementar la efectividad o índice de acierto en la exploración petrolera en el territorio de la República de Cuba. CONCLUSIONES 1. Se infiere la aplicabilidad del método de PI para la búsqueda de hidrocarburos en la República de Cuba, a partir del análisis de las características físico- químicas de los petróleos cubanos y el estudio de la respuesta del método ante la presencia de pirita secundaria, lo que propiciará el incremento de la efectividad en la búsqueda de hidrocarburos 2. En Cuba abundan los petróleos con altos contenidos de azufre lo que provoca la acumulación de pirita secundaria en los horizontes superiores, creando las condiciones de su identificación a partir de las anomalías de polarización inducida. 3. La formación de pirita secundaria sobre los depósitos de hidrocarburos se explica por la reducción de los sulfatos disueltos en las aguas de los estratos por los hidrocarburos directamente del depósito y también por su aureola o en los caminos de la migración hacia la trampa.

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4. En la exploración de hidrocarburos las respuestas de polarizabilidad y cargabilidad están principalmente dominadas por la presencia de pirita secundaria.

BIBLIOGRAFÍA

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Álvarez, J., R. García,S. Valladares, O. Delgado, C. Morales, J. Gómez. ( 2014) Geología del Petróleo. La Habana, Cuba.

Delgado, O. Contenido de azufre de los petróleos cubanos (2015), La Habana, Cuba.

Díaz, J.A. (1983), “Algunas consideraciones sobre el empleo del método de Polarización Inducida para el pronóstico de las posibilidades petrogasíferas de la República de Cuba”, Revista Minería y Geología, Vol 3, pp.19 - 28.

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Linares, E., D.E. Garcia, O. Delgado, J.G. López, V. Strazhevich. (2011) Yacimientos y manifestaciones de hidrocarburos de la Republica de Cuba, Editorial CNDIG, La Habana, Cuba,

Telford, W.M., L.P. Geldart, R.E. Sherrif (1990), Induced Polarization. En: eds. Applied geophysics. Press Syndicate of the University of Cambridge.

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Veeken, P.C.H., P.J. Legeydo, Y.A. Davidenko, E.O. Kudryavceva, S.A. Ivanov, A. Chuvaev ,(2009), Benefits of the induced polarization geoelectric method to hydrocarbon exploration. GEOPHYSICS. 2009, Vol 74 No 2, pp.13. ACTUALIDADES DE LAS GEOCIENCIAS

 MÁS DE LA MITAD DE LAS ESPECIES DE ÁRBOLES DE LA AMAZONÍA ESTÁN AMENAZADAS

Más de la mitad de las especies de árboles de la Amazonía están amenazadas, advirtió un estudio en el que participaron más de 150 científicos de 21 países.

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Hasta ahora no existía una estimación fiable sobre cuántas especies de árboles estaban amenazadas. Si el actual ritmo de desforestación continúa, hasta el 57% de las especies forestales amazónicas cumplirán en las próximas décadas los requisitos para ser clasificadas “en peligro” en la Lista Roja compilada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN por sus siglas en inglés, según los investigadores. Sin embargo, si las áreas protegidas y territorios indígenas son preservados, elnúmero de especies amenazadas no superará un tercio del total. Árboles tan conocidos y representativos de la región como los que producen castañas de pará, palmitos o açaí y cacao se encuentran entre las especies amenazadas. Pero aún se pueden salvar las especies de árboles amenazados en la Amazonía si se gestionan adecuadamente los parques y reservas existentes, señaló William Laurance, de la Universidad James Cook en Australia, uno de los autores del estudio publicado en la revista científica Science Advances. Las áreas y territorios indígenas cubren la mitad de la cuenta amazónica y es muy probable que contengan una gran cantidad de las especies de árboles más amenazadas. “Muchas de las especies que estarían amenazadas son usadas por los residentes amazónicos diariamente y muchas otras son clave para las economías amazónicas”, dijo el ecologista Nigel Pitman del Field Museum en Chicago, otro de los autores. Los árboles también son importantes en sus ecosistemas por el control de la erosión y moderación del clima, agregó. El estudio comparó datos de casi 1.500 parcelas con mapas actuales y proyecciones de deforestación para calcular cuántas especies se han perdido y en dónde. La investigación cubrió casi 5,5 millones de kilómetros cuadrados en Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Surinam y Guyana Francesa. El trabajo fue liderado por Pitman y por Hans ter Steege del Centro de Biodiversidad Naturalis, en Holanda. “Bombardeo de amenazas” Se cree que la Amazonía, el bosque más diverso en el planeta, podría albergar más de 15.000 especies diferentes de árboles. “Estimamos que más de la mitad de todas estas especies podrían extinguirse”, afirmó otro de los autores del estudio, Carlos Peres, de la Escuela de Estudios Ambientales de la Universidad de East Anglia en Inglaterra. “Afortunadamente las áreas protegidas y las reservas indígenas cubren ahora más de la mitad de la cuenca amazónica y probablemente albergan un porcentaje considerable de las especies forestales más amenazadas”. Peres advirtió que las áreas protegidas enfrentan un “bombardeo de amenazas, desde la construcción de represas hasta proyectos mineros, sequías e incendios”. “Nuestra investigación es un llamado a aumentar los esfuerzos por descubrir y proteger esta diversidad antes de que inevitablemente se extinga”, agregó. Laurance señaló por su parte: “o nos paramos y protegemos a estos parques y reservas indígenas en estado crítico o la deforestación los destruirá hasta que veamos extinciones a gran escala”. Otro de los autores del estudio, Rafael Salomão, del Museo Emílio Goeldi en Belem, Brasil, advirtió que “la gran mayoría de las áreas protegidas en la Amazonía no tienen un plan ni un presupuesto de gestión y cuentan con muy poco personal residente calificado”. Carne, soya y aceite de palma

Los bosques amazónicos han perdido un 12% de su extensión y se proyecta que perderán de un 9 a un 28% adicionales para el año 2050. La selva amazónica tiene una superficie de 6,1 millones de km cuadrados y el 60% se encuentra en territorio brasileño. Si bien Brasil redujo la desforestación en la última década, la tala de árboles está aumentando en Boliva y Perú.

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Se estima que cada día se pierde debido a la deforestación, un área equivalente a cerca de 4.500 estadios de fútbol o tres estadios por minuto, según el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF por sus siglas en inglés. Por otra parte, se espera que la demanda de carne vacuna, soya y aceite de palma, uno de los principals factores que impulse la deforestación, aumente en los próximos años. “Es una batalla que se librará en nuestro tiempo”, dijo Laurance. La deforestación en la Amazonía brasileña cayó un 18% en los últimos 12 meses, según dijo este mes la ministra de medio ambiente de ese país, Isabella Teixeira. La ministra señaló que 4.848 km cuadrados de selva amazónia fueron destruidos entre agosto de 2013 y julio de 2014. La cifra representa una caída respecto al mismo período del año previo, en que se perdieron 5.891 km cuadrados, en la víspera de la adopción del polémico Código Forestal. La legislación, aprobada tras más de una década de presión por organizaciones de ganaderos, relajó las restricciones de tala en las orillas de los ríos. A pesar de la caída respecto del año anterior, Brasil “aún está muy lejos de alcanzar su meta de deforestación minima”, advirtió al diario británico The Guardian Marco Lentini, de la oficina brasileña del WWF. Brasil prometió reducir la deforestación a 3.900 km anuales para el año 2020. (Con información de BBC Mundo)

Tomado de: http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/11/21/deforestacion-amenaza-la-mitad-de-las- especies-de-arboles-de-laamazonia/

 ELEMENTO 113 DE LA TABLA PERIÓDICA PODRÍA LLAMARSE “JAPONIO”

La comisión conjunta de la Unión Internacional de Química Teórica y Aplicada y la Unión Internacional de Física Teórica y Aplicada anunciará a finales de enero si la autoría de la identificación del nuevo elemento químico se atribuye a un equipo de investigadores rusos y estadounidenses o a científicos japoneses. Actualmente el nuevo elemento lleva un nombre provisional, ununtrio, escribe ‘Japan Times’. Si se decide que los responsables de identificar el elemento son los científicos del Instituto de Ciencias Naturales de Japón (también conocido como RIKEN), el ununtrio será rebautizado como ‘japonio’, señala la agencia de información TASS citando el periódico nipón ‘Sankei’. El equipo de investigadores de Rusia y Estados Unidos descubrió por primera vez el elemento 113 entre 2003 y 2004, antes de que lo hiciera el equipo japonés en 2004.

(Tomado de Russia Today) http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/12/26/elemento-113-de-la-tabla-periodica-podria-llamarse- japonio/

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 ES POSIBLE CONSTRUIR EL GRAN CANAL DE NICARAGUA, DETERMINA ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

Construir el canal interoceánico de Nicaragua es posible, concluyeron los estudios de impacto ambiental ordenados por la compañía china HKND Group, encargada de la obra de infraestructura “más grande jamás realizada por el hombre”. Lo más importante en este proyecto es acoplarse a la naturaleza, sentenció la firma británica Enviromental Resources Management (ERM), que realizó los Estudios de Impacto Ambiental y Social auspiciados por HKND, informa la agencia EFE. Por esto la concesionaria ha ajustado su proyecto original, dijo el asesor jefe del proyecto, Bill Wild. “Se han realizado algunas optimizaciones con mayor costo para el proyecto, (para) evitar (y) reducir impactos ambientales y sociales, y minimizar los riesgos”, resaltó Wild. HKND aceptó las recomendaciones de ERM, de correr la entrada Pacífico unos 250 metros al sur, y mover hacia el este el acceso Caribe, incluyendo la creación de un puerto en una península artificial, para no impactar las desembocaduras de dos ríos. Los estudios ambientales, que se iniciaron en el 2013, continuarán hasta el 2016, informó la empresa china. El Gran Canal de Nicaragua incluye subproyectos como carreteras, dos puertos, un aeropuerto, una zona de libre comercio y un complejo turístico, costará unos 50.000 millones de dólares. Para esa nación centroamericana el proyecto significará la creación de 50.000 empleos, y según los cálculos del Banco Central nicaragüense casi duplicará su PIB. ERM agregó que el proyecto “ofrece beneficios reales para el ambiente y las personas, pero solo si el argumento comercial es robusto, el financiamiento es seguro”, y si se ejecuta bajo “las normas internacionales”. “La implementación exitosa de este proyecto requerirá el esfuerzo coordinado de HKND, el Gobierno de Nicaragua, agencias de desarrollo multilaterales y las organizaciones de la sociedad civil”, concluyó la firma británica.

Tomado de RT: https:www//actualidad.rt.com/actualidad/188884-estudioambiental-aprobar- construccion-canal-nicaragua/

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INSTRUCCIONES A LOS COLABORADORES

La revista GEOINFORMATIVA, que edita semestralmente el Centro Nacional de Información del Instituto de Geología y Paleontología, recibirá para su publicación en el mismo: - Artículos de los trabajadores de las diferentes ramas de la Geología interesados en dar a conocer los resultados de las prospecciones e investigaciones científicas realizadas en sus respectivos centros. - Actividades geológicas relacionadas con los objetivos de trabajo del IGP y del MINEM en general. - Resúmenes de informes parciales o finales de proyectos. - Noticias y eventos del mundo de las Geociencias, así como las relacionadas con la temática del cuidado del medio ambiente del planeta y los fenómenos del cambio climático. - Aspectos interesantes o novedosos de las diferentes ramas de la Geología en Cuba y en otras partes del mundo. - Otros materiales considerados de interés.

Cada colaboración no deberá exceder de 12 páginas y deben contener los datos siguientes: Título: Será claro y explicativo del contenido del trabajo. Se recomienda no exceda de 12 palabras (3 renglones). Utilizar letra TNR-10.

Autores: Se relacionarán los nombres y apellidos completos de todos los autores. Entidad donde labora, cargos y categoría docente o científica, dirección del centro de trabajo, en caso de autores con filiación diferentes, se identificarán con superíndices numéricos consecutivos situados al final del nombre del autor y al principio de su filiación, dirección del centro de trabajo, correo electrónico, y teléfono. TNR-10. Resumen: Será una exposición concisa del trabajo completo con no más de 250 palabras. Deberá expresar con claridad los principales resultados el método y las conclusiones del trabajo. No incluirá abreviaturas, siglas, citas bibliográficas ni referencias a ilustraciones. Palabras clave: Se colocarán 3 o 5 palabras que faciliten la recuperación efectiva de los trabajos. Cuerpo del documento: Introducción; Objetivo; Método; Resultados; Discusión Conclusiones: En correspondencia con los objetivos del trabajo. Bibliografía: La lista de referencias se colocará al final del trabajo y se ajustará a lo establecido por la norma Harvard - APA. Guardarán orden alfabético por el apellido del primer autor y se consignarán todos los autores de la obra. Ejemplos: Artículo de revista: Apellidos del autor, inicial del nombre., Apellidos, Inicial., (hasta tres autores, luego poner et al.). Año entre paréntesis: Título del artículo. Nombre de la publicación en cursiva. Volumen. Número entre paréntesis: Páginas. Ejemplo: Alegret, L., Arenillas, I., Arz, J. A.; Díaz, C., Grajales Nishimura, M., Meléndez, A., Molina, E., Rojas, R., Soria, A. R. (2005). Cretaceous Paleogene boundary deposits at Loma Capiro: evidence for the Chicxulub impact. Geology. 33 (9): 721 - 724. La Habana. Libro: Apellidos del autor, inicial del nombre., Apellidos, Inicial., (hasta seis autores, luego poner et al.). Año entre paréntesis: Título en cursiva. Ciudad o País: Editorial. Total de páginas.

Ejemplo: Pazos Álvarez, V., Rojas Hernández, N., Viera López - Marín, D. (1985): Temas de Bacteriología. La Habana: Editorial Pueblo y Educación. 23 p.

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Capítulo de libro: Apellidos del autor, inicial del nombre., Apellidos, Inicial., (hasta seis autores, luego poner et al.). Año entre paréntesis: Título del capítulo. En (si el libro es en inglés poner In): Autor. Título del libro en cursiva. Tomo (si lo tiene). Ciudad o país: Editorial. Páginas.

Ejemplo: Aguirre, S. (1973): Contra el contrabando de esclavos. En: Pichardo, H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo 1. La Habana: Editorial Ciencias Sociales. P. 292 – 309. Tesis e informes: Apellidos del autor, inicial del nombre., Apellidos, Inicial., (hasta seis autores, luego poner et al.). Año entre paréntesis: Título en cursiva. Tipo de tesis. Sede, Ciudad.

Ejemplos: Díaz de Villalvilla, L. (1988). Caracterización geológica y petrológica de las asociaciones vulcanógenas del arco insular cretácico de Cuba Central. Tesis Doctoral. Universidad de Pinar del Río, Pinar del Río. Iturralde - Vinent, M. A., et al. (1987): Informe del Levantamiento Geológico del Polígono Cuba - RDA, Camagüey, a escala 1: 50 000. Archivo Técnico IGP, La Habana, Cuba. Mapas: Apellidos del autor principal, Inicial del nombre. Año entre paréntesis: Título en cursiva. Escala. Lugar. Otros autores: en párrafo aparte.

Ejemplo: Academia de Ciencias de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología (1988): Mapa geológico de Cuba a escala 1: 250 000. URSS. Otros autores: Instituto de Geología de la Academia de Ciencias de Polonia. Instituto Estatal de Geología de Hungría. Instituto de Geología de la Academia de Ciencias de la URSS. Instituto de Geología y Paleontología de la Academia de Ciencias de Cuba. Instituto de Geología de la Academia de Ciencias de Bulgaria. Normas: Simbolización del DN. Título propio. Otra información del título. Simbolización del DN sustituido. Vigencia del DN. Extensión de la obra. NC 39-01: 1984. Código para la representación de los nombres de los países. 16 p.

Trabajo de evento: Apellidos del autor, inicial del nombre., Apellidos, Inicial., (hasta seis autores, luego poner et al.). Año entre paréntesis: Título en cursiva. Fuente [Formato de publicación]. Ciudad.

Ejemplo: Furrazola Bermúdez, G, Díazotero, C., Rojas Consuegra, R. (2001): Generalización bioestratigráfica de las Formaciones Volcanosedimentarias del Arco Volcánico Cretácico de Cuba. Resúmenes y Memorias del IV Congreso Cubano de Geología y Minería GEOMIN‘ 2000. [CD - ROM]. La Habana. Artículos en línea: Apellidos del autor, inicial del nombre., Apellidos, Inicial., (hasta seis autores, luego poner et al.). Año entre paréntesis: Título. Nombre de la revista en cursiva. Volumen. Número entre paréntesis: Extensión aproximada. Recuperado de (o Disponible en): Dirección web

Ejemplo: Gómez, F. J., Astini, R. A. (2006): Sedimentología y paleoambientes de la Formación La Laja (Cámbrico). Quebrada La Laja. Sierra Chica de Zonda. San Juan. Argentina. Revista Geológica de Chile. 33 (1). Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716- 2082006000100002&lng=es&nrm=iso

Libro en línea: Apellido, Inicial del nombre., Apellido, Inicial del nombre., (hasta seis autores, si tiene más poner luego et al.). (Año): Título del libro. Edición. Ciudad: Editorial. p. Número de páginas. Disponible en: Dirección web.

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CONSEJO EDITORIAL

Editor Jefe: Dr. Bienvenido T. Echevarría Hernández

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