Tierra De Campos
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LES TEMAS ESPAÑOLES TIERRA DE CAMPOS por DOMINGO MANFREDI CANO PUBLICACIONES ESPAÑOLAS Avda. del Generalísimo, 39 MADRID Número de registro: 2388-62 Depósito legal: M. 9.768.—19«2 Sucesores de Rivadeneyra, S. A.—Paseo Onésimo Redondo, 26. - Madrid PREAMBULO No quiero comenzar mi interpretación lla en escombros todo el dolor profun• personal de Tierra de Campos sin bus• do, todo el profundo amor por la an• car el amparo y la sombra del mejor in• cha y abierta llanura: nadie le escuchó. térprete de ella: Víctor Fragoso del Su palabra quedó sin ecos, perdida y ol• Toro. Ama tanto a Tierra de Campos vidada, sepultada entre la ruina de su que acaso nunca se hable allí más y me• contorno castellano". Saltando sobre una jor de ningún hombre que de él. En su serie de años Víctor nos habla de otro prólogo al libro Viaje por Tierra de castellano ejemplarísimo: Onésimo Re• Campos hay toda una teoría y una doc• dondo. "Su palabra y su ejemplo se trina expresivas del profundo misterio abrieron paso a la desconfianza de las y del gran milagro, palpables en la co• gentes mil veces engañadas, y de cómo marca que nos proponemos explicar. A prendió en ellas la semilla vertida dio veces las palabras de Víctor Fragoso del fe de heroísmo y de sangre la legión Toro son duras, como latigazos, y res• campesina que acudió a la llamada deci• tallan violentas. Pero precisamente por• siva del 18 de julio. Y en vanguardia, que nunca nadie habló con esta fuerza y los jóvenes labriegos de Tierra de Cam• esta valentía, durante muchas décadas pos, los primeros en pie de guerra en —él sitúa la línea de salida en el año aquella histórica y madrugadora con• 1915— clamó en el desierto, donde nadie centración aupada sobre los achatados la oía, la "voz indignada, triste y cla• montes de Torozos". Fragoso del Toro mante", el "grito de angustia" y la "lla• es testigo excepcional de esta presen• mada de auxilio, de espera desesperan• cia de los hombres de Tierra de Campos zada" de las gentes y los pueblos de Tie• en el palenque inolvidable, porque él rra de Campos. también estuvo allí, fiel a la vocación es• Leamos las palabras de Víctor: "Julio pañola trasminada de Onésimo. Senador, aquel notario de Frómista que Entre la de Julio Senador y la de hizo lanza de su pluma y pregón afli• Onésimo Redondo, otra voz es evocada gido de su ira; que se alzó acusador des• por Víctor: la de don José Ortega y de un modesto rincón palentino de Tie• Gasset. En Notas de andar y ver puede rra de Campos, no se equivocó cuando leerse esta dolorida descripción de Tie• vertió en las páginas de su libro Casti• rra de Campos: "Falencia, Grijota, Vi- — 3 — llaumbrales, Paredes... Aquí en Paredes llarse en los reinos de León y Castilla creo que nació Berruguete, el escultor. una región más interesante a los ojos Es una aldea grande, tendida en el llano, del viajero artista y del viajero historia• con algunos edificios amplios que deben dor que la conocida hoy con el nombre de ser hospitales. ¡Iglesias y hospitales! de Tierra de Campos'. Y son ciertas sus Obras de la fe, obras de la caridad. palabras: No sería empresa fácil encon• Pero en ninguna parte, sobre los techos trar en otra parte riqueza arquitectóni• rojizos de estos poblados, se advierte la ca, símbolo de pretéritas grandezas, huella de los dedos de la esperanza. Ni como la que se conserva en Tierra de verdura en la tierra ni esperanza en los Campos". corazones". Y continúa: "Ahí están, para atesti• Fragoso del Toro, también testigo ex• guarlo, esos monumentos del más puro cepcional de esta etapa, como goberna• románico como San Martín de Frómis- dor civil y jefe provincial del Movi• ta, del siglo XI, y Santiago de Carrión, miento que es en Palencia, pone una del siglo XII; o esos otros de pareja apostilla al comentario de Ortega que importancia que son la abadía del si• es un canto a la España nueva y fecun• glo XII de Husillos, las ermitas de da nacida de l-a revolución nacional. Dice Amusco y Población, las incontables por• Víctor: "Esto, que era cierto cuando el tadas y los numerosos restos parciales •filósofo recorrió estos lugares, ya no po• de este orden en Amayuelas, Paredes, dría repetirse. Porque ahora estas gen• Santoyo, Santa Cruz de Rivas, Támara, tes de Campos tienen algo más que fe Villerías, Tamariz... Ahí están, también, y caridad: tienen también esperanza. las interesantes manifestaciones del ro• Y porque ya tienen esperanza, y porque mánico mozárabe que son las iglesias de la esperanza es vela que busca vientos, Mayorga, Villalón, Villamayor y Villa- los anhelos de estos hombres han des• fáfila; los artesonados mudéjares de Cis- pertado y se han plasmado en una po• neros, Castromocho, Castroverde, Ceinos, nencia en la que se solicita la realiza• Cuenca de Campos, Fuentes de Nava, ción de un Plan de Transformación de Mazuecos, O s o r n o, Quintanilla del Tierra de Campos". Olmo, San Martín de Valderaduey, Tor- Finalmente, y para terminar este dehumos, Villacid, Villacreces, Villárdi- preámbulo —homenaje y prueba de amis• ga, Villalcón, Villalobos, Villalpando, tad al hombre que más ha luchado por Villanueva del Campo, y otros muchos". Tierra de Campos, por su redención y Sigue después: "Más abundantes aún su grandeza—, quiero copiar a la letra son los ejemplares suntuosos del arte la bellísima descripción de la comarca ojival que ennoblecen Tierra de Campos que el propio Víctor Fragoso del Toro con su grácil y refinada arquitectura, ha escrito, en pocas palabras, pero con entre los que pueden destacarse el de la galana precisión de un gran pintor: Villalcázar de Sirga, los de Santa Ma• "España casi desconoce Tierra de Cam• ría y San Francisco, de Medina de Rio- pos, a pesar de que, como dice Francis• seco, y los de Amusco, Becerril, San co Simón Nieto, 'difícilmente podrá ha• Cebrián, Paredes, Támara, Santoyo, Me- — 4 — neses, Requena, Villanueva de San Man- rrido en otoño los lugares más repre• cio... y tantos y tantos otros. Vigías de sentativos de esta región. Con sorpresa quehaceres de otros tiempos, castillos en atenta ha podido observar la enorme y ruina suelen destacar su pétrea silueta singular riqueza artística e histórica que de entre el corro de humildes casas te• estos pueblos encierran. Y ha podido rrosas en los pueblos de Campos, como ver cómo ya no existe esa incomunica• los de Ampudia, Monzón, Cabanas, To- ción, ese abandono, ese analfabetismo, rremormojón. Puente» de Valdepero, esa ferocidad, ese hambre que denuncia• Montealegre, Villagarcía, Belmonte, Gra- ra el notario de Frómista, porque son jal..., sin contar los muchos desapare• muchas las cosas que en España han cidos por el transcurrir del tiempo y el cambiado en estos últimos tiempos. Pero abandono de los hombres, como los que también han podido observar cómo estas fueron de Aguilar, Autillo, Barcial de gentes ya no se conforman con una de• la Loma, Bolaños, Castil de Vela, Cas- corosa pobreza, sino que aspiran a que troponce, Herrín, Medina de Rioseco, Tierra de Campos vuelva a ser lo que Mayorga, Osorno, Piña, Támara, Torde- antiguamente fue. Todavía perdura en humos, Valderas, Villacid, Villabrágima, ella el siglo XV con el rollo gótico de Villanueva de la Condesa..." Villalón; el siglo XII, con Santiago y Añade, por fin: "Todo esto confirma Santa María, de Carrión; el siglo XI, las palabras del doctor Simón Nieto con la maravilla románica de San Mar• cuando dice que Tierra de Campos fue tín de Frómista, y hasta el siglo VIII, en la Edad Media el centro de la vida con la cripta de San Antolín, en Falen• política de Castilla, de las energías mi• cia. Esto —y mucho más, que haría esta litares que abatieron el poder sarraceno, relación interminable— es maravilloso y del movimiento intelectual que produjo fascinante, y digno de ser conservado una de las primeras y más famosas Uni- cuidadosamente; pero lo que estas gen• -versidades del mundo, y de los adelantos tes quieren ahora es una Tierra de Cam• de una potente vida industrial y artísti• pos del siglo XX, cruzada de canales, ca. Pero siglos de abandono fueron em• surcada de acequias, electrificada, mo• pujando a esta Tierra de Campos, a es• dernizada, y llena de verdor, de progre• tos viejos 'Campos góticos', por la pen• so y de bienestar. Tal es la esperanza diente de la más espantosa decadencia; que. ha sabido despertar en ellas la la• y lo que antes fuera prepotencia y cas• bor fecunda del Movimiento Nacional". tillos, abundancia y cultura, arte y bien• Efectivamente, Tierra de Campos es estar, poco a poco se fue convirtiendo ya la protagonista de un Plan de Urgen• en lo que todavía es: adobe y miseria. cia Económico-Social revolucionario que Y todo esto era necesario que lo cono• transformará por completo su geografía, cieran los españoles de otros lugares". su nivel de vida y su actitud vital. A la Y acaba en otro pasaje: "Con el buen fe y a la caridad de siempre, la esperan• tiempo por aliado, con el sol llenándolo za se alza ya materializada en realidades. todo de luz, la hueste literaria ha reco• No es que a Tierra de Campos se le haya 5 — prometido algo, que sería reincidir en marca, donde los terrones de la arada los pecados antiguos, sino que a Tierra vienen ya trasminando historia y gran• de Campos, se le ha empezado ya a levan- deza. Qué es, qué representa, cómo son tar de la mano de Franco, en un Plan sus hombres, qué quieren, qué tienen y que representa el mayor esfuerzo que ja- qué necesitan es lo que queremos con- más iniciara Gobierno alguno de Espa- tar en este trabajo sobre Tierra de Cam- ña en beneficio de aquella hermosa co- pos.