INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE INSCRIBE CON LETRAS DE ORO EN EL MURO DE HONOR DEL SALÓN DE SESIONES DEL PALACIO LEGISLATIVO DE SAN LÁZARO EL NOMBRE DE AMADO NERVO.

Honorable Asamblea: La suscrita, Martha Elena García Gómez, y las y los diputados del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; artículo 6, numeral 1, fracción I; artículos 77 y 78 y demás relativos del Reglamento de la Cámara de Diputados, sometemos a consideración de esta honorable soberaníala presente Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se inscribe con letras de oro en el Muro de Honor del Salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro el nombre de Amado Nervo, con base en la siguiente Exposición de motivos Como es de conocimiento general las inscripciones en el Muro de Honor del Salón de sesiones de este recinto legislativo tienen como fin rendir homenaje a personajes, instituciones o sucesos históricos que han dejado una huella indeleble para el país. En estas circunstancias, en este mes de mayo, se cumple el centenario de la muerte del poeta, prosista y diplomático nayarita Amado Nervo. De su origen y nombre escribió de sí mismo: “Nací en , pequeña ciudad de la costa del Pacífico, el 27 de agosto de 1870. Mi apellido es Ruiz de Nervo; mi padre lo modificó, encogiéndolo. Se llamaba [su padre] Amado y me dio su nombre. Resulté, pues, Amado Nervo, y, esto que parecía seudónimo –así lo creyeron muchos en América-, y que en todo caso era raro, me valió quizá no poco para mi fortuna literaria (…) El periodista Héctor de Mauleón [*] cuenta que a la muerte de Rubén Darío —en 1916— Amado Nervo fue calificado el poeta mayor del mundo hispanoamericano. Nervo falleció en mayo de 1919 en la ciudad de , siendo el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante y . Al considerarse que su fallecimiento constituía un duelo nacional, no solo por su investidura sino por ser una de las más elevadas expresiones de la intelectualidad de la América Latina, mediante decreto del Poder Ejecutivo de la República Oriental del Uruguay, del 24 de mayo de 1919, se acordó tributarle honores militares de Ministro Secretario de Estado al cadáver del Excelentísimo Señor don Amado Nervo (…). Asimismo, se determinó que en todos los edificios públicos de la Capital se izase el Pabellón Nacional a media asta (…). Así lo dispondría la Asamblea General, al autorizar rendición de los honores correspondientes. El periodista citado narra que durante la travesía del crucero “Uruguay” que repatrió sus restos mortales, el poeta fue homenajeado una y otra vez en los distintos puertos en que atracaron. Ya en México, acota también, su cuerpo fue velado en Relaciones Exteriores, siendo inhumado en la Rotonda de las Personas Ilustres. Los conocedores de su obra, lo ubican como un personaje poliédrico, modernista por su afinidad a esa corriente literaria. Se le reconoce por su obra poética y cuentista, sus varias novelas, y también por su labor periodística y diplomática que lo llevó a distintas ciudades europeas, al formar parte del servicio exterior mexicano. Se conocen sus contribuciones para los diarios El Universal, El Nacional y El Mundo, el cual dirigió. De igual manera, colaboró para las revistas Azul, Moderna y el Ateneo de Madrid, por citar algunas de las publicaciones que mostraron al mundo su trabajo.

Entre 1895 y 1922 fueron publicadas entre otras obras: El Bachiller; Perlas Negras; Místicas; El Éxodo y las flores del camino; Los Jardines Interiores; En Voz Baja; Mis Filosofías; Serenidad; El Diablo Desinteresado; El Estanque de Lotos y La Amada Inmóvil. Sus biógrafos ubican que durante su estancia en Europa como delegado del Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes se le habría encomendado el estudio los métodos, programas de enseñanza, textos, innovaciones y adelantos relativos a las clases de Lengua Nacional de cada uno de esos países y de su literatura, sugiriendo — aducen— las bases educativas que posteriormente desarrollarían personajes como Vasconcelos o Alfonso Reyes. Ello ocurrió después de 1905, año en que logró su adscripción en el servicio exterior mexicano. Tales Reportes quedarían plasmados en la obra La Lengua y la Literatura. En el viejo continente, a la par que atendía las tareas propias de sus cargos diplomáticos dio vida a buena parte de la obra literaria ya aludida estableciendo contacto con diversos autores. Carlos Monsiváis [*] , en su momento señaló acerca del pensamiento y obra de Nervo: el poeta es un vidente y un eco de la trascendencia; el amor es la justificación de la vida porque debido a él arribamos a las experiencias culminantes; la religión es el trámite que concede la esperanza y anima las sensaciones de pertenencia. En conclusión, al proponer inscribir con letras doradas el nombre de Amado Nervo se tiene por objetivo reivindicar la figura de un hombre, un personaje que sirvió con denuedo a su país desde el exterior, durante los años de gran efervescencia político social que acabaría transformando el rostro de la sociedad mexicana. Se trata entonces de una presencia viva que engalanara recientemente el Festival de Letras de Tepic 2019 donde se le rindió sentido homenaje y se examinaron las vertientes de su obra. Por lo anteriormente expuesto, someto a la consideración de esta Honorable Asamblea, el siguiente: Proyecto de Decreto por el que se inscribe con Letras de Oro en el Muro de Honor del Salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro el nombre de Amado Nervo Artículo Único. -Inscríbase con Letras de Oro en el en el Muro de Honor del Salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro el nombre de Amado Nervo. Transitorio Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Palacio Legislativo de San Lázaro, los 05 días de junio de 2019 Rúbrica Martha Elena García Gómez Diputada Federal

[*] Ver: https://www.eluniversal.com.mx/columna/hector-de-mauleon/nacion/la-ciudad-que-perdio-amado-nervo [*] Ver: Monsiváis, Carlos. Yo te bendigo, vida. Amado Nervo: crónica de vida y obra (Nayarit, 2002); pág. 93.