Gran Tranquilidad: Preguntas Y Respuestas
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
ABRIR VOLUMEN II - POEMAS 1948-1989 (INICIO) Gran tranquilidad: preguntas y respuestas (1980) OLVIDAR A ALGUIEN Olvidar a alguien es como olvidar apagar la luz del patio y que se quede encendida todo el día pero es también recordar por medio de la luz ENCUENTRO CON Mi PADRE Mi padre vino a mi en una de las treguas entre dos guerras o entre dos amores como hacia un actor que descansa detrás del escenario en penumbra así vino a mi: nos sentamos en el café “Atara’t en el monte Carmelo Me preguntó por mi pequeña habitación, y si me arreglaba con el pobre sueldo de profesor. ¡Padre, padre, antes que a mí engendraste las cerezas que amabas, negras de tanta rojez! Hermanas, hermanas, cerezas dulces de aquel mundo. Ocurrió durante oración de la tarde. Mi padre sabía que yo ya no rezaba y dijo, ven a jugar al ajedrez, como te enseñé de niño. Ocurrió en octubre de 1947, antes de los días definitivos y de los primeros disparos. Y no sabíamos entonces que yo sería llamado ‘tG-eneración de 1948” y jugué al ajedrez con mi padre, 1948-mate. 615 u u DESDE ENTONCES u Caí en la batalla en Ashdod en la guerra de la Independencia. Mi madre decía entonces, tiene veinticuatro años, u y ahora dice, tiene cincuenta y cuatro años, y enciende una lamparilla como una vela de cumpleaños u en una tarta para soplar y apagar. Y desde entonces mi padre ha muerto de tanto dolor y pena u y desde entonces mis hermanas se han casado y han puesto mi nombre a sus hijos, u y desde entonces mi casa es mi tumba, y mi tumba - mi casa. Porque caí en la pálida arena de Ashdod. u Y desde entonces los cipreses y los árboles frutales entre Negbá y Yad Mordekay u caminan en una lenta procesión de duelo, y desde entonces todos mis hijos y todos mis padres son huérfanos y desconsolados u y desde entonces todos mis hijos y todos mis padres caminan juntos con manos entrelazadas en manifestación contra la muerte. u Porque caí en la guerra en la blanda arena de Ashdod. u Me cargué a mi amigo a la espalda. Y desde entonces siempre siento su cuerpo muerto como un pesado firmamento sobre mi, u y desde entonces él siente mi espalda curvada debajo de él, como un fragmento convexo de la bola del mundo. Porque caí en la terrible arena de Ashdod, y no sólo él. u Ydesdeentoncescompensomimuerte u con amores y un banquete sombrío, y desde entonces soy, yo que en paz descanse, y desde entonces no quiero que el Señor resucite mi sangre u Y desde entonces no quiero que mi madre llore por mi con su bonita y exacta cara, y desde entonces lucho contra el dolor, u y desde entonces camino contra mis recuerdos como un hombre contra el viento, y desde entonces lloro a mis recuerdos u como un hombre a sus muertos, 616 u u y desde entonces apago mis recuerdos como un hombre el fuego, y desde entonces estoy tranquilo. Porque caí en Ashdod en la guerra de la Independencia. “Los sentimientos se han agitado”, se decía entonces, “Las esperanzas han crecido”, eso se decía y ya no se dice, “Las artes han florecido”, decían los libros de historia, “La ciencia ha prosperado”, eso se decía, “El viento de la tarde les ha enfriado la frente ardiente”, se decía entonces, “El viento de la mañana les ha alborotado el cabello”, eso se decía Y desde entonces los vientos hacen otras cosas, y desde entonces las palabras dicen otras cosas, (no osfijéis en que1 estoy vivo), porque caí en la blanda y pálida arena de Ashdod en la guerra de la Independencia. CERRADAS ESTAN LAS PUERTAS Cerradas están las puertas que debían estar abiertas eternamente para mi Y las que puedo abrir guardan lugares vacíos como tumbas antiguas saqueadas. Pienso en el amor de esas personas que olvidaron quitarse las joyas después de la fiesta: ¿qué les queda? Queda en paz también tú Esa hora del amanecer, cuando nos levantamos para separamos, ha quedado fija en mi, como en un despertador que ya no tiene que despertar, y sólo suena con golpes secos ‘Cfr. Ca 1,6. 617 EN UN JARDIN ENCANTADO u En un jardin encantado estaba un hombre sobrio, mitad iluminado y mitad olvidado. Su madre lo llamaba desde la ventana del sueño, pero él no estaba dormido, por eso no se volvía, u y salió solo fuera de la valía, mitad él, mitad otro, u y se enamoró de un famoso cuento de amor. Y desde entonces no ha vuelto al jardin encantado. u Y vive bien y vive con dolor y si no está muerto todavia estará enamorado. u u UN PASTOR ÁRABE BUSCA A UNA CABRA EN EL MONTE SIÓN u Un pastor árabe busca a una cabra en el monte Sión, u y en la montaña de enfrente yo busco a mi hijo pequeño. Pastor árabe y padrejudío con su fracaso temporal. u Nuestras voces se encuentran sobre la Cisterna del Sultán en el valle de en medio. Los dos queremos que ni el hijo ni la cabra u entren en el proceso de la terrible máquina de Jad Gadyá.2 u Después los encontramos entre los arbustos,3 y nuestras voces volvieron a nosotros y lloraron y rieron por dentro. u La búsqueda de una cabra o de un hijo fue siempre u el comienzo de una nueva religión en estas montañas. u 2lítulo en arameo de una canción que se canta en la Pascua judía. Simboliza la destrucción de todos los imperios quedando Israel como último superviviente, u 3Jb 30,7. 618 u u EN LAS AMPLIAS ESCALERAS - AL ACECHO DE LA FELICIDAD En las amplias escaleras que bajan al Muro de las Lamentaciones vino a mi encuentro una hermosa mujer: “No te acuerdas de mí, soy Shoshana en hebreo. De otra forma en otros idiomas. Todo es vanidad.”4 Eso dijo al atardecer y permaneció entre lo destruido y lo construido, entre la luz y las tinieblas. Pájaros negros y pájaros blancos se intercambiaban al ritmo de una respiración. El resplandor de las máquinas de fotos de los turistas iluminaba también mi recuerdo ¿qué haces aquí entre lo prometido y lo olvidado, entre lo esperado y lo imaginado? ¿qué haces aquí al acecho de la felicidad con tu bonita cara de anuncio turístico de Dios y con el alma partida y rasgada como la mía? Me contestó: mi alma está partida y rasgada como la tuya, así es más bonita como un bonito encaje ~Qo 1,2. 619 u EN LA CIUDAD VIEJA Somos plañideras de fiestas, grabadores de nombres en la piedra, u contagiados de esperanza, rehenes de gobiernos y de historia, cometas de viento y aspiradores de polvo sagrado, nuestro rey es un niño llorón y guapo, u su retrato está colgado por todas partes. Las escaleras nos obligan siempre a saltar como en una danza jovial, incluso u a quien está triste y tiene el corazón endurecido. Pero la divina pareja se sienta en la terraza u del café: él tiene mano fuerte y brazo tendido5 y ella pelo largo. Están tranquilos ahora después de la ofrenda dejalva, miel y humo de hachis, u los dos llevan túnicas largas y transparentes sin ropa interior. u Cuando se levantan de su descanso frente al sol que cae en la puerta de Yafo, todos se quedan mirándolos: u dos halos blancos alrededor de los cuerpos oscuros. u EL ETERNO MISTERIO El eterno misterio de los remos golpeando hacia atrás y la barca navegando hacia delante, así los actos y las palabras golpean hacia el pasado u para que el cuerpo avance con el hombre dentro. Una vez en una peluquería me senté en la silla cerca de la calle u y vi en el gran espejo gente que venia hacia mi y de pronto desaparecían tragados por el abismo del otro lado del gran espejo. u Y el eterno misterio de la puesta del sol en el mar: u incluso un profesor de fisica, que sabe, dice: mira, el sol se pone en el mar, rojo y hermoso. u O el misterio de palabras como “Pude ser tu padre”, o “¿Qué hice hoy hace un año?” u y otras palabras así. u 5Cfr. De 4,34; 5,15; 26,8; Je 21,5; Ez 20,33-34. 620 u SEGUNDO ENCUENTRO CON MI PADRE Volví a encontrarme con mi padre en el café “Atara”. Esta vez ya estaba muerto. La tarde afuera mezclaba olvido y recuerdo, como mi madre mezclaba agua fría y caliente en la bañera. Mi padre no había cambiado, pero el café “Atara” estaba reformado Yo dije: felices aquellos que tienen una panadería al lado de un café, se puede gritar hacia dentro. ¡otro pastel, otro dulce, tráigame, tráigame! Feliz aquel cuyo padre muerto está a su lado y puede llamarlo siempre. Ay, el eterno grito de los niños “¡Quiero! ¡QuieroP’ hasta que se transforma en un grito de heridos. Ay padre, vehículo de mi vida,6 quiero ir contigo, llévame un poco, déjame junto a mi casa y después sigue solo tu camino. Nos fuimos. Y un solo hombre se quedó sentado en el rincón, tenía amputada una mano (En el anterior encuentro tenía dos manos) Se tomó un café y dejó la taza, se comió un pastel y dejó el tenedor, hojeó el periódico ilustrado y lo dejó y dejó su única mano sobre el periódico, la dejó y descansó.