Manuel Payno
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MANUEL PAYNO México, novela de folletín I. La vida: "que le corten la cabeza, dijo el demonio" Manuel Payno Collado nace en la ciudad de México el 28 de febrero de 1820, hijo de José Manuel Payno y Bustamante y de María Collado. A los 19 años de edad ingresa a la aduana de la ciudad de México, y luego, con Guillermo Prieto y Ramón Araiza Alcaraz, viaja a Matamoros a fundar la Aduana Marítima, en calidad de contador. En 1840 es secretario del general Mariano Arista, jefe del Ejército del Norte, y ya teniente coronel es jefe de sección en el Ministerio de Guerra (en la nación nueva, las especialidades se improvisan). Estudia los temas hacendarios y fiscales y es, en cuatro ocasiones casi siempre brevísimas, secre 285 los conservadores. Comonfort da el golpe de Estado en diciembre de 1857, y Payno lo apoya. En enero de tario de Hacienda, en los gobiernos de Joaquín 1858 respalda el Plan de Guadalupe del Herrera (del 4 de julio de 1849 al 13 de enero de archiconservador Félix Zuloaga, que derriba a 1851), Mariano Arista (del 16 al 28 de enero de 1851), e Comonfort. Ignacio Comonfort (del 14 de diciembre de 1855 al 15 En enero de 1861, los liberales triunfan y de marzo de 1856, y del 20 de octubre al 11 de Payno va a la cárcel. Protegido por sus amigos, diciembre de 1857). En la nación nueva, las escribe artículos y una novela, El hombre de la improvisaciones suelen ser efímeras. Con todo, situación. El 22 de julio de 1861 se presenta ante el Payno (informa José Emilio Pacheco), logra en 1850 Gran jurado en el Segundo Congreso Constitucional. reducir la deuda externa contraída por México en 1821. Se defiende, se autocritica (fue "un grave error" su fe Payno consigue de los acreedores de Londres que se en Comonfort), niega cargos y se reitera liberal. reduzca el interés del 5% al 3%, que el pago de los Ignacio Manuel Altamirano exige para él la pena de intereses y dividendos sea en México y que los réditos muerte. El Congreso lo declara culpable. Salva la vida y insolutos desciendan de 10 a 3 millones de pesos. sale libre gracias a la Ley de Amnistía del 30 de En 1842 Payno es diplomático en Sudamérica; en noviembre de 1861. A causa de una carta pública en 1844, el gobierno de Santa Anna lo envía para defensa de México, enviada por Payno al mariscal estudiar el sistema penitenciario en Nueva York y Forey, los franceses lo encarcelan en la prisión de San Filadelfia (una beca de la época). Combate la Juan de Ullúa. Maximiliano lo libera, y Payno, al invasión norteamericana de 1847, y organiza un servicio del imperio, es regidor en la ciudad de México. sistema secreto de correos entre México y Veracruz. En todo este tiempo, produce artículos sin cesar. Con Prieto y Ramírez publica Apuntes para la historia En la República Restaurada es profesor en la de la guerra con los Estados Unidos. Furibundo con Preparatoria y tres veces diputado. Es senador en 1882, los Apuntes, Santa Anna lo hostiliza. Liberal agente de colonización en París del gobierno de moderado, Payno le recomienda a Comonfort "la vía Manuel González, cónsul en Sántander en 1886 (allí que evitará la violencia": desconocer la Constitución inicia Los bandidos de Río Frío), y en Barcelona. Al de 1857. De acuerdo a Payno, en materia de regreso en 1891, es senador y pre educación y de relaciones Iglesia-Estado, es mejor avanzar paulatinamente pactando con 287 286 episodios hilarantes. La acción o la suma de sidente del Senado en 1894. Muere en San Ángel el 4 trapacerías y tonterías, ocurre en el siglo XVIII, en de -noviembre de ese año. una España y una Nueva España de pandereta y cartón piedra. Al antihéroe, Fulgencio García, su padre lo envía a hacer la América ("No hay que llorá: te va II. La obra a México a cogé oro y plata. Tan luego como llegue, si el señor virrey te lo permite, va mirando donde El fistol del diablo: no nos dejes caer en pisa; la piedra que veas de oro, te la guardas; la de la falta de tentación plata la deja pa lo criado y lo marinero"). El resultado: Fulgencio inicia su viaje por México cargando su Si por algo Manuel Payno permanece en la historia de maleta de piedras brillosas. De allí en adelante todo es la literatura mexicana, es por Los bandidos de Río suerte y candor, equívocos y triunfos del absurdo. Frío. Otros de sus libros son muy interesantes (El Payno incursiona por vez primera en el folletín fistol del diablo y El hombre de la situación), en el momento de su auge. En 1846 aparece El fistol sus cuentos son ilegibles, persisten tibiamente sus del diablo, ya en volumen en 1859, que cubre la etapa crónicas de viajes y costumbres, y se han olvidado su de febrero de 1844, la inauguración del Teatro de Santa vida política, tan accidentada y pesarosa, sus Anna, luego Teatro Nacional, a septiembre de 1847, al tratados hacendarios, sus alegatos partidistas. Y se ocurrir la invasión norteamericana. Elfistol..., recrea acrecienta la legibilidad de Los bandidos de Río Frío, en el medio mexicano la leyenda de un Mefistófeles novela de vejez, recapitulación de las primeras insaciable y entrometido, la maldad suprema que décadas del México independiente en el festín persigue al bien absoluto. Rugiero, el diablo, lúgubre (el animadísimo velorio) en donde se incursiona en la vida popular y en la burguesa, muy al mezclan arquetipos y estereotipos, individualidades tanto de lo substancial: en un país sin estructura excéntricas y gremios, seres santificables y criaturas jurídica y con moral profesada pero no ejercida, el demoníacas, los inermes y los poderosos. dinero lo obtiene casi todo sin dilación. Y la Vale la pena revisar El hombre de la situación "truculencia sentimental" se alimenta con la ronda de y El fistol del diablo. La primera es una novela traicio satírica, injustamente desconocida y llena de 289 288 ¿Qué valdrán los recursos de unos seres débiles, nes y supremas desdichas que le reafirman al lector extraños a las intrigas del foro y a las maldades su idea del "rumbo de las cosas". sociales, contra la influencia de un hombre con Según el folletín, vindicativo y radical a su modo, posesión ya de un gran caudal, con el que puede la sociedad es la gran fachada hipócrita a la que ablandar la integridad de los jueces, mover la diversifica la sucesión de apariencias. Sólo fastidiosa elocuencia de un abogado y torcer la fe del excepcionalmente, alguien es lo que declara ser. Las escribano? buenas familias se sustentan en el fraude, las mendigas son hijas de reyes, el bastardo es un príncipe robado en Y añade Payno: "Todo se dice, bajo el supuesto de que la cuna, las Columnas de la Sociedad son ladrones y los jueces puedan formar una idea exacta asesinos, la justicia está tarifada, el deshonor explica de parte de quién está la justicia". En la nación la ansiedad de prestigio, la virtud es una forma de la nueva lo inconcebible es el Estado de Derecho: amnesia. Y Payno localiza en el poder judicial y Pero en una de las partes del mundo en que menos se alrededores, la fibra de la descomposición que pueden contar con estas reglas (las leyes), es en encauza el género literario: México, en donde el inocente comienza por sufrir inauditas penas desde el punto en que es acusado, y Los albaceas y los tutores han sido, son y serán el criminal encuentra siempre mil medios de evadir siempre unos bichos dañinos. Un refrán dice que más el castigo. se quiere lo que se cría que lo que se pare, y como los albaceas y los tutores crían el dinero de El folletín tiene dos claves. La primera es la constancia de sus menores, es claro que lo aman más, y lo la incredulidad. Si nadie cree en la justicia, aman hasta tal punto que cuesta infinito trabajo que todos aceptan como un dogma la desdicha de los se desprendan de él. atenidos a las leyes, en el estilo de "Si de veras cree que es inocente, otros diez años más de cárcel". La Sin la injusticia a nombre de la ley el folletín no segunda es la omnipotencia de los sentimientos: tendría razón de ser. Todos los folletinistas acuden con prodigalidad al pudridero de la aplicación de la Cuando alguna vez nos hemos aislado de todo cuanto nos rodea para no creer más que en justicia, y se preguntan como el Payno de El fistol del diablo: 291 290 Los misterios de París de Eugenio Sué, y algunas una mujer; para no pensar más que en ella, y para no de las numerosas novelas de Alejandro Dumas adorar sino a ella sola, hemos comprendido los (Los tres mosqueteros, de seguro). Del éxtasis de los santos, hemos creído entonces en la vida conocimiento del triunfo incesante del mal, los contemplativa de los anacoretas, a quienes el amor y la personajes desprenden lo obvio: el planeta está al esperanza ha hecho felices por muchos años en servicio del engaño, y los desalmados, para serlo medio del desierto y de la silenciosa soledad. Si algo hay de divino en la miserable organización humana aún más, confiesan y comulgan a diario. ¿Y qué es el amor. más queda sino someterse al determinismo? "En todos los tiempos y en todos los países, el que ha Y la condimentación son una o dos heroínas per- tenido dinero ha vivido con comodidades, así como seguidas por la mala suerte y por el apetito sexual los pobres siempre han estado sujetos a la miseria o económico (de preferencia juntos) del malvado que ordena las catástrofes; un héroe que bien y a las privaciones".