MANUEL PAYNO

México, novela de folletín

I. La vida: "que le corten la cabeza, dijo el demonio"

Manuel Payno Collado nace en la ciudad de México el 28 de febrero de 1820, hijo de José Manuel Payno y Bustamante y de María Collado. A los 19 años de edad ingresa a la aduana de la ciudad de México, y luego, con y Ramón Araiza Alcaraz, viaja a Matamoros a fundar la Aduana Marítima, en calidad de contador. En 1840 es secretario del general , jefe del Ejército del Norte, y ya teniente coronel es jefe de sección en el Ministerio de Guerra (en la nación nueva, las especialidades se improvisan). Estudia los temas hacendarios y fiscales y es, en cuatro ocasiones casi siempre brevísimas, secre

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los conservadores. Comonfort da el golpe de Estado en diciembre de 1857, y Payno lo apoya. En enero de tario de Hacienda, en los gobiernos de Joaquín 1858 respalda el Plan de Guadalupe del Herrera (del 4 de julio de 1849 al 13 de enero de archiconservador Félix Zuloaga, que derriba a 1851), Mariano Arista (del 16 al 28 de enero de 1851), e Comonfort. (del 14 de diciembre de 1855 al 15 En enero de 1861, los liberales triunfan y de marzo de 1856, y del 20 de octubre al 11 de Payno va a la cárcel. Protegido por sus amigos, diciembre de 1857). En la nación nueva, las escribe artículos y una novela, El hombre de la improvisaciones suelen ser efímeras. Con todo, situación. El 22 de julio de 1861 se presenta ante el Payno (informa José Emilio Pacheco), logra en 1850 Gran jurado en el Segundo Congreso Constitucional. reducir la deuda externa contraída por México en 1821. Se defiende, se autocritica (fue "un grave error" su fe Payno consigue de los acreedores de Londres que se en Comonfort), niega cargos y se reitera liberal. reduzca el interés del 5% al 3%, que el pago de los Ignacio Manuel Altamirano exige para él la pena de intereses y dividendos sea en México y que los réditos muerte. El Congreso lo declara culpable. Salva la vida y insolutos desciendan de 10 a 3 millones de pesos. sale libre gracias a la Ley de Amnistía del 30 de En 1842 Payno es diplomático en Sudamérica; en noviembre de 1861. A causa de una carta pública en 1844, el gobierno de Santa Anna lo envía para defensa de México, enviada por Payno al mariscal estudiar el sistema penitenciario en Nueva York y Forey, los franceses lo encarcelan en la prisión de San Filadelfia (una beca de la época). Combate la Juan de Ullúa. Maximiliano lo libera, y Payno, al invasión norteamericana de 1847, y organiza un servicio del imperio, es regidor en la ciudad de México. sistema secreto de correos entre México y . En todo este tiempo, produce artículos sin cesar. Con Prieto y Ramírez publica Apuntes para la historia En la República Restaurada es profesor en la de la guerra con los Estados Unidos. Furibundo con Preparatoria y tres veces diputado. Es senador en 1882, los Apuntes, Santa Anna lo hostiliza. Liberal agente de colonización en París del gobierno de moderado, Payno le recomienda a Comonfort "la vía Manuel González, cónsul en Sántander en 1886 (allí que evitará la violencia": desconocer la Constitución inicia Los bandidos de Río Frío), y en Barcelona. Al de 1857. De acuerdo a Payno, en materia de regreso en 1891, es senador y pre educación y de relaciones Iglesia-Estado, es mejor avanzar paulatinamente pactando con 287

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episodios hilarantes. La acción o la suma de sidente del Senado en 1894. Muere en San Ángel el 4 trapacerías y tonterías, ocurre en el siglo XVIII, en de -noviembre de ese año. una España y una Nueva España de pandereta y cartón piedra. Al antihéroe, Fulgencio García, su padre lo envía a hacer la América ("No hay que llorá: te va II. La obra a México a cogé oro y plata. Tan luego como llegue, si el señor virrey te lo permite, va mirando donde El fistol del diablo: no nos dejes caer en pisa; la piedra que veas de oro, te la guardas; la de la falta de tentación plata la deja pa lo criado y lo marinero"). El resultado: Fulgencio inicia su viaje por México cargando su Si por algo Manuel Payno permanece en la historia de maleta de piedras brillosas. De allí en adelante todo es la literatura mexicana, es por Los bandidos de Río suerte y candor, equívocos y triunfos del absurdo. Frío. Otros de sus libros son muy interesantes (El Payno incursiona por vez primera en el folletín fistol del diablo y El hombre de la situación), en el momento de su auge. En 1846 aparece El fistol sus cuentos son ilegibles, persisten tibiamente sus del diablo, ya en volumen en 1859, que cubre la etapa crónicas de viajes y costumbres, y se han olvidado su de febrero de 1844, la inauguración del Teatro de Santa vida política, tan accidentada y pesarosa, sus Anna, luego Teatro Nacional, a septiembre de 1847, al tratados hacendarios, sus alegatos partidistas. Y se ocurrir la invasión norteamericana. Elfistol..., recrea acrecienta la legibilidad de Los bandidos de Río Frío, en el medio mexicano la leyenda de un Mefistófeles novela de vejez, recapitulación de las primeras insaciable y entrometido, la maldad suprema que décadas del México independiente en el festín persigue al bien absoluto. Rugiero, el diablo, lúgubre (el animadísimo velorio) en donde se incursiona en la vida popular y en la burguesa, muy al mezclan arquetipos y estereotipos, individualidades tanto de lo substancial: en un país sin estructura excéntricas y gremios, seres santificables y criaturas jurídica y con moral profesada pero no ejercida, el demoníacas, los inermes y los poderosos. dinero lo obtiene casi todo sin dilación. Y la Vale la pena revisar El hombre de la situación "truculencia sentimental" se alimenta con la ronda de y El fistol del diablo. La primera es una novela traicio satírica, injustamente desconocida y llena de 289 288

¿Qué valdrán los recursos de unos seres débiles, nes y supremas desdichas que le reafirman al lector extraños a las intrigas del foro y a las maldades su idea del "rumbo de las cosas". sociales, contra la influencia de un hombre con Según el folletín, vindicativo y radical a su modo, posesión ya de un gran caudal, con el que puede la sociedad es la gran fachada hipócrita a la que ablandar la integridad de los jueces, mover la diversifica la sucesión de apariencias. Sólo fastidiosa elocuencia de un abogado y torcer la fe del excepcionalmente, alguien es lo que declara ser. Las escribano? buenas familias se sustentan en el fraude, las mendigas son hijas de reyes, el bastardo es un príncipe robado en Y añade Payno: "Todo se dice, bajo el supuesto de que la cuna, las Columnas de la Sociedad son ladrones y los jueces puedan formar una idea exacta asesinos, la justicia está tarifada, el deshonor explica de parte de quién está la justicia". En la nación la ansiedad de prestigio, la virtud es una forma de la nueva lo inconcebible es el Estado de Derecho: amnesia. Y Payno localiza en el poder judicial y Pero en una de las partes del mundo en que menos se alrededores, la fibra de la descomposición que pueden contar con estas reglas (las leyes), es en encauza el género literario: México, en donde el inocente comienza por sufrir inauditas penas desde el punto en que es acusado, y Los albaceas y los tutores han sido, son y serán el criminal encuentra siempre mil medios de evadir siempre unos bichos dañinos. Un refrán dice que más el castigo. se quiere lo que se cría que lo que se pare, y como los albaceas y los tutores crían el dinero de El folletín tiene dos claves. La primera es la constancia de sus menores, es claro que lo aman más, y lo la incredulidad. Si nadie cree en la justicia, aman hasta tal punto que cuesta infinito trabajo que todos aceptan como un dogma la desdicha de los se desprendan de él. atenidos a las leyes, en el estilo de "Si de veras cree que es inocente, otros diez años más de cárcel". La Sin la injusticia a nombre de la ley el folletín no segunda es la omnipotencia de los sentimientos: tendría razón de ser. Todos los folletinistas acuden con prodigalidad al pudridero de la aplicación de la Cuando alguna vez nos hemos aislado de todo cuanto nos rodea para no creer más que en justicia, y se preguntan como el Payno de El fistol del diablo: 291

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Los misterios de París de Eugenio Sué, y algunas una mujer; para no pensar más que en ella, y para no de las numerosas novelas de Alejandro Dumas adorar sino a ella sola, hemos comprendido los (Los tres mosqueteros, de seguro). Del éxtasis de los santos, hemos creído entonces en la vida conocimiento del triunfo incesante del mal, los contemplativa de los anacoretas, a quienes el amor y la personajes desprenden lo obvio: el planeta está al esperanza ha hecho felices por muchos años en servicio del engaño, y los desalmados, para serlo medio del desierto y de la silenciosa soledad. Si algo hay de divino en la miserable organización humana aún más, confiesan y comulgan a diario. ¿Y qué es el amor. más queda sino someterse al determinismo? "En todos los tiempos y en todos los países, el que ha Y la condimentación son una o dos heroínas per- tenido dinero ha vivido con comodidades, así como seguidas por la mala suerte y por el apetito sexual los pobres siempre han estado sujetos a la miseria o económico (de preferencia juntos) del malvado que ordena las catástrofes; un héroe que bien y a las privaciones". Si el clasismo es "lo más natural puede llegar tarde a salvar a la heroína al borde del en estas tierras", los lectores tienen cómo enfrentar las abismo; un amigo que es toda bondad; un desdichas de la plebe: intrigante de muy eficaz maledicencia; unas mujeres al parecer insignificantes y que rebosan ter -Y esta mujer que me ha estado buscando de parte nura y fortaleza; un coro de cínicos santificadores del de una joven que está en la cárcel, ¿sabéis quién pueda ser? pragmatismo más cruel: -Esa es materia que ni merece mencionarse.

-¿Por qué? -Pero al fin -dijo don Pedro con una sonrisa -Porque esa es una historia de gente baja, de esa maliciosa-, ¿Qué son estos hombres más que canalla del pueblo, donde sólo están desarrollando ruedas de la máquina que se quiere mover, sa- los malos instintos. biendo usar bien de ellas?

Es inmisericorde el sustrato teologal o devocional juicios y prejuicios: la "teología" de Payno de la novela. Por un lado, se va a extremos del catecismo del padre Ripalda: Los personajes alfabetizados de El fistol del diablo, los buenos y los perversos, han leído los clá 293

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sicos por excelencia del folletín: El judío errante y

-¡Pobre Teresa! -interrumpió el capitán- ¡Oh! casarse... Pero soy un bárbaro... sí, un bárbaro ¡Padre, padre! Ese hombre (don Pedro, un ser -continuó Arturo-. Me alegro mucho de que el abominable) no paga ni con mil vidas que tuviera. padre Anastasio no pueda casarse, porque Yo siento aquí en el corazón una cosa que no me entonces... dejará ser feliz sin la venganza. -Entonces no tendrías esperanza de casarte -La felicidad, caballero, está en la virtud con Celeste, a la que te veo muy inclinado. ¿No es únicamente. Hay en el cielo un Dios que nunca deja verdad?... sin castigo los crímenes, y Él castigará a don Pedro, que es realmente un asesino. Si no fuimos víctimas Como casi todos los escritores de su tiempo, Teresa y yo fue porque el Señor de los cielos no lo Manuel Payno cree en los elegidos, en la red de permitió. familias que le confiere lustre al país. En sus novelas lo cierto son las convicciones, lo falso es el apego a ellas, salvo en el caso de algunas mujeres. Por otra parte, el laicismo se filtra a raudales, en En El fistol..., Teresa, heroína a carta cabal, la recomendación de la lectura de Voltaire se defiende: y Rousseau, o en la admisión de la fuerza del deseo sexual: De personas como Aurora y como yo, no se sospecha. Niñas sencillas e inexpertas, pueden -Yo no digo que haya abusado pero después de acaso ser víctimas de una sorpresa como Elena y haber vivido algún tiempo, en compañía de una Margarita, pero mujeres educadas por nuestras joven tan linda y de tan recomendables madres con los principios religiosos de una cualidades, repito que es muy natural que el fuerza inquebrantable, pueden estar horas padre Anastasio esté arrepentido de tener ese enteras platicando a solas con un hombre, sin traje negro que le impide ser completamente que caiga sobre ellas ni la mancha más pequeña. feliz. -Es verdad -dijo Arturo con tristeza-, los Y en El fistol... también, en el filo de la navaja impulsos de la naturaleza humana son irresistibles, entre el hálito teocrático y la secularización, se y por eso, aunque no entiendo una palabra en materias religiosas, creo que los eclesiásticos serían produce la escena enloquecida donde el super mejores si se les permitiera el 295 294

villano don Pedro, el instrumento del demonio, porque el folletín atiende a sus supersticiones o cree hallarse a las puertas de la muerte y recibe a creencias (la superstición es una creencia que unos padres camilos, que con algo de violencia pasó de moda en las vanguardias), y porque el verbal, lo instan al arrepentimiento. Uno de ellos ateísmo le resulta a la mayoría literalmente in- lo increpa con las palabras de la época, y la escena concebible. Sin la categoría de pecado, el melo- posee un vigoroso valor testimonial: drama clásico simplemente no se da porque la noción de honra no tendría sustento, y en última -¿Sabes lo que es el infierno, pecador? Tor- instancia las faltas serían administrativas. Y sin la mentos crueles y eternos. Los avarientos están noción de pecado también, las muertes y las agonías sumergidos en unas calderas de oro hirviendo, queriendo salir, y cuando ya creen haberlo logrado, no serían espectáculos públicos ya que el avance los demonios los vuelven a sumergir. Claman a la de la secularización privatiza por así decirlo el muerte y la muerte no viene, porque no tiene sentido de la muerte. Refiere Payno en Los bandidos poder en los infiernos. ¿Sabes lo que les espera a de Río Frío, el fin de la banda de Relumbrón: los lujuriosos? La boca de donde salieron palabras livianas es quemada con tizones Todos los reos fueron puestos en capilla. En el ardiendo; los ojos que se recrearon en la tiempo a que se refieren estos acontecimientos, contemplación de la carne, son claveteados con el día que había ahorcado era festividad punzantes espinas, y su cuerpo azotado y nacional, al menos en ciertos barrios de la ciudad despejado con garfios de hierro enrojecidos, y inmediatos al lugar donde solían hacerse las después bañado en cubos de azufre hirviendo. ejecuciones, y el o los sentenciados a muerte eran los tres días de capilla objeto de la más No es de extrañar, que estas palabras, dichas por el tierna solicitud de parte de algunas gentes que camilo con voz lúgubre y cavernosa, conmo consideraban esto como una obra meritoria y cionen al protegido del demonio Rugiero. Se piadosa. Había en la Santa Veracruz una cofradía desmorona don Pedro: "-¡Eso no es verdad, no llamada del Señor del Petate, que durante es verdad! -gritó con voz hueca". Y es de suponer el este tiempo no abandonaba al delincuente, y lo estremecimiento de los lectores de la época, conducía con toda pompa y solemnidad hasta el lugar del suplicio.

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ciempiés es la encrucijada". Si la nación es un folletín con La teatralidad de los abismos el demonio en el papel de maestro de ceremonias, el

lector se considera, sin esas palabras pero con ese sentido, Payno publica por entregas El fistol del diablo y Los el escenario nacional. En El fistol... dos personajes bandidos de Río Frío, y esto se transparenta en su muy menores, un tintorillo y un escribano dialogan al escritura. Si en tanto percepción de conjunto la ver a Celeste, detenida por delitos inventados y objeto de sociedad es un melodrama que transcurre en la las miradas lúbricas y curiosas de los carceleros, Historia, "espejo de pueblos" muy en deuda con esbirros y corchetes, "horda terrible, escribe las normas folletinescas, los lectores han de seguir típicamente Payno, de cuyas garras, si el reo sale libre, con morbo y preocupación moral (dos sentimientos el inocente sale sin honor". Conversan el tintorillo y el inseparables) la cadena de revelaciones, el escribano: enmascaramiento y desenmascaramiento de las identidades, los raptos de las doncellas (el turismo -La muchacha tiene buenos bigotes, y apuesto más frecuente), la sustitución del diálogo por los mis dos orejas a que pronto saldrá por más delitos golpes teatrales... En El fistol..., el baile de que tenga. ¿Te acuerdas de muchos casos máscaras es el espacio de la buena y la mala suerte, semejantes? la zona rural es el escondite de las utopías, la -Parece muy romántica, y como habrá leí adopción mental de los huérfanos le toca a los do Los misterios de París, se figurará ser Flor de lectores... y siempre, lo que se ve es la punta del Maria. ¿Cuántas Flores de Maria has visto por esos iceberg. barrios, camarada? Las apariencias no sólo engañan, también invitan -Ja, ja... ya se le quitará el romanticismo con la a la curiosidad detectivesca. Detrás -en ese pasadizo compañía de las presas; y en cuanto esté un poco que desemboca en un laberinto del que se sale más alegrilla, indagaremos cómo va la causa para para entrar en el tumulto y el vértigo- se hallan las que nos toque algo... fuentes del poder y la riqueza, y las conspiraciones -Vaya, Benito, parece que tienes tu plan... que son el otro nombre de los mecanismos de la Hablemos claro. vida social, económica y política. Como en el XIX aforismo de Lezama Lima, cualquier folletinero Según los novelistas del siglo lo más doloroso, podría decir: "El gozo del teatral o afectivamente, es la ignorancia de las 299 298

virtudes auténticas, sean las del pensamiento cristiano es dosificar con destreza los elementos del suspiro o las de la ética del laicismo. Entonces, lo más de alivio y de la consternación, saber de qué insultante desde la moral que se declama o que se personajes deshacerse y a quiénes resucitar, co- vive, es contemplar los atropellos de los de arriba. nocer -porque el escritor la experimenta- la Rugiero le muestra al buen Arturo a un plutócrata furiosa impaciencia de enterarse de la suerte de los lleno de vicios y le informa. Haya hecho lo que haya absolutamente perfectos y los deshumanizados. hecho ha conseguido su fin: tiene carrozas, (Un lector clásico de los folletines ama la virtud con caballos, criados, palco en el teatro, y eso basta "para el mismo brío que usa para aborrecer que toda la sociedad, que no quiere más que el admirativamente la canallez). aparato y las exterioridades, y que desprecia altamente las virtudes privadas, lo honre, lo admita en su seno y lo colme de distinciones". A cambio del Y sólo se quedaron fuera de la novela los cielo que les será negado, los malvados disfrutan de otros siglos del paraíso sobre la tierra. El fistol... es un diluvio de sucedidos cala- ¿Quiénes intervienen en el mural de Los bandidos...? mitosos, donde el Averno, muy bien representado, La lista resulta extenuante: los indígenas, las brujas o dirige el exterminio de los inocentes (Celeste y hechiceras, los abogados y abogadetes, los Arturo, por ejemplo, los novios perfectos, terminan periodistas, los militares, los señores de la política, uno junto a otro como Romeo y Julieta). Payno los artesanos, los curas, los cantantes de ópera, los construye el destino fatal de los personajes trabajadores, los cantineros, los hampones, las familias generosos y le concede al amor el don de vencer el pudientes, las vendedoras en los canales, los expertos fatalismo. En anticipo de las series de episodios en la empleomanía, los criminales, los asaltantes de y las radionovelas, él abandona a sus heroínas al diligencia. La multiplicidad de escenarios da cuenta borde de la catástrofe, física o moral. ¿Será del propósito de Payno: conferirle identidad a su ultrajada, se precipitará desde la torre al ver que su mundo, describiendo como un solo organismo al amado la cree mancillada, se entregará por conjunto de orfelinatos, casas de sociedad, equivocación al malvado, apurará la copa del establecimientos de artesanos, cárceles, pulquerías, veneno? Escribir novelas de folletín salones de 300 301

Don Remigio cerró los ojos y creyó que señoras elegantes, oficinas del Supremo Gobierno, habría llegado el último trance de su vida. talleres, mercados, haciendas, ferias, chinampas, El conde, después de dejar un cardenal templos, patios de las ejecuciones públicas, morado en el robusto brazo de su antiguo criado, dijo con una voz que debió oírse hasta las lejanas y mesones, almacenes. Al revés de El fistol del diablo, verdes praderas donde se habían dicho sus amores centrado en elementos sobrenaturales, Los pocos días antes los entusiastas novios: bandidos... gira en torno a dos ejes temáticos: los -¡No! -e hizo señas a don Remigio para que amores del plebeyo Juan Robreño, y Mariana, hija saliese. del celoso y muy autoritario conde de San Diego del Saúz, y dos expulsados de la ley y la moral, A partir de ese momento, Robreño y Mariana monstruosamente terrenales: el oficial y jefe de padecen el infierno de la separación y la angustia. bandidos Relumbrón y el obrero Evaristo. Mariana tiene a su hijo Juan en el sigilo, Robreño El relato de los amores desdichados de Ro- deserta para salvar a su amada que a fin de cuentas breño y Mariana se guía por los dictámenes del permanece prisionera de la tiranía de su padre, el melodrama clásico. Robreño es hijo de don Remigio, bastardo Juan crece protegido por mujeres pobres... administrador de la hacienda de don Diego. Mariana en síntesis, la temática es la materia prima de novelas, le suplica a don Remigio que interceda para que su películas y telenovelas (El derecho de nacer y padre les permita casarse. Éste, temeroso, le informa: Corazón salvaje por ejemplo). Con sólo esos elementos, sin embargo, Los bandidos de Río Frío sería hoy un mamotreto ilegible. Lo que le otorga -Señor conde, me perdonará usía; lo que tengo perdurabilidad es el extraordinario mosaico de que decirle es que mi hijo se quiere casar. personajes pintorescos y arquetípicos, los El conde festeja la noticia, hasta que se entera descendientes del emperador Moctezuma, la de las pretensiones específicas: herbolaria doña Pascuala que lleva más de un año El conde dio un salto y agarró como una embarazada (una gran idea tenaza el brazo de don Remigio. Sus ojos echaban chispas, su respiración era trabajosa, la rabia 303 le salía por los poros. 302

-¿Con que con mi hija, con mi hija?... Y se ha atrevido ¡vive Dios!

concreta: el infierno son los demás, no sartreana sino cómica que Payno apenas apunta), y el nefasto y visualmente. divertido Lamparilla, "...un licenciado vivaracho De los villanos de la novela mexicana del que andaba a la caza de negocios y pleitos", y que siglo xix, Evaristo es literariamente el mejor desa- demanda para el heredero de Moctezuma "cosa de rrollado, el más alejado de las gesticulaciones del medio millón de pesos por la pensión atrasada, seis melodrama. Es un inmoral absoluto que goza de la mil pesos cada año por la corriente y la propiedad de crueldad y el crimen, lo opuesto al muy teatral todo el volcán Popocatépetl con sus bosques, aguas, Rugiero. Y a diferencia de otros malvados, los de barrancos, arenas, nieves, azufre y fuego interior, o Riva Palacio, Juan A. Mateos y Niceto de Zamacois, a cambio de eso una suma fabulosa de dinero". por ejemplo, no admite el horror admirativo. Es El otro eje temático, el esencial, depende de simplemente un monstruo que da la medida de la Relumbrón y de Evaristo, jefe de los asaltantes de profundidad de la novela. Y esto explica las diligencias. Al escribir Los bandidos... ya concluido reacciones ante él de varias generaciones de el auge del folletín, Payno no se guía por las lectores, que lo han visto como intrusión de la peripecias individuales, y se concentra en la realidad en el folletín. integración panorámica, donde todo ocurre y Al principio de su novela, Payno es preca- puede ocurrir, sólo porque en el país la aplicación vido: "No queremos que el naturalismo pase de los de la justicia es una variante de la mala suerte. A este límites que permitan la moral y las exigencias respecto, no hay duda: Los bandidos de Río Frío sociales". Es decir, se acatarán las reglas del juego. se escribe desde una perspectiva más secularizada La novela aborda la sordidez pero no es sórdida que El fistol del diablo, entre otras cosas porque la (aunque sí se intensifican los elementos de noción de infierno se desplaza progresivamente a salvajismo al prescindirse del grandguignol), los nueve círculos del horror social: "...y incursiona en el desastre nacional pero no pretende terminado el paseo, por las calles de Santa Catarina, volver cómplices a los lectores que, además, Santa Ana y Puente Tezontlale, se encuentra uno disponen de la garantía de la verdad: "De por repentinamente en un país no sólo desierto, sino fuerza tiene el paciente lector que trabar amistad desolado, tristísimo y asqueroso". De modo vago, con algunos de nuestros personajes, que no han una impresión se sido inventados, sino de car

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y el abandono, y para colmo hasta allí llegan la ne y hueso". Y el gran escudo de Payno es el política y los políticos. costumbrismo:

Pero yo no escribo novelas que puedan compararse Las desventuras que a uno le esperan si en interés con otras francesas, inglesas o españolas. vive en la tragedia Esas tienen un valor literario que estoy muy lejos de pretender; escribo escenas de la vida real y Tal vez el principio de la longevidad (la legibilidad) positiva de mi país, cuadros menos bien o mal de Los bandidos de Río Frío se deba a su trazados de costumbres que van desapareciendo, de característica primera de novela de folletín. Desde retratos de personas que ya murieron, de edificios 1881 los métodos narrativos han variado casi al que han sido derrumbados; son una especie de bosquejos de lo que ha infinito pero la disposición folletinera permanece, y pasado que se ligan más o menos con lo que pasa al no sólo gracias a las telenovelas. Definí como presente. muralista la intención de Payno, y es obvio el método de la mirada narrativa para nivelar je- rarquías y oficios, y es transparente su certeza de la De la declaración de Payno se infiere: a) la novela unidad profunda de una nación tan desigual (no mexicana no sueña con acercarse a la extranjera hay dos Méxicos: hay numerosas desigualdades porque México no es un país internacional; es, en lo cuya violencia unifica el conjunto), pero el cultural y lo político, un país local; b) antes que atractivo de Los bandidos de Río Frío aún depende las leyes y la historia, las costumbres son el ámbito de las imágenes de la ciudad como el fluir de identidad de una nación; c) si la novela mexicana indiferenciado de chismes que hacen las veces de quiere crear un público, necesita ofrecerle a sus profecías, delaciones a granel, actos ridículos que se frecuentadores un espejo discreto y nítido, y d) entre las presentan como hazañas (la "persecución" de los costumbres, la más significativa es la impunidad que asaltantes de las diligencias con la compañía de ópera a el poder engendra y sostiene. Y el enlistado nos cargo de "valerosos" petimetres que se limitan a devuelve a la era de Santa Anna, esa certidumbre de cabalgar), saña sin control, abnegación que hace lo inalcanzable del proyecto civilizatorio. Se vive las veces de razón de ser de las en la pobreza 307 306

conserva su pobreza, su ignorancia, su superstición y mujeres, sacrificios sin consecuencias negativas (no su apego a sus costumbres; su proximidad a la capital sólo la villanía queda impune, también los sacrificios). no le ha servido ni para cambiar sus hábitos y su Hay, a raudales, frases nobles, picaresca, situación, ni para proporcionarle algunas intransigencia patriarcal, humor como de soslayo comodidades. (magnífico), chusquerías. A la sociedad de Los bandidos... (la única concebible) la dividen las Así los describe Payno: el ejército de la pequeña castas y la enlaza íntimamente ese principio de industria, los robadores de elotes, los buscado gobernabilidad que es la corrupción, que distribuye res de quelites y verdolagas, los que se alimentan de gordas, de elotes, de tortillas, de pedazos de para atenuar las protestas y concentra para arrinconar a pan, de restos de comida y de algunas_ monedas. la justicia. "Increíble parece que puedan vivir con tal sobriedad, pero el hecho es que así viven, o mejor dicho, así vegetan." Sus propiedades son inexis Los presupuestos ideológicos de tentes, dependen en grado sumo de la herbolaria, no Payno: racismo y educación conocen a doctor alguno. Payno prosigue:

Payno, como casi todos en esta larga etapa, participa Vivían, se enfermaban, sanaban, se morían como de las generalizaciones ofensivas: "Los ran perros, sin apelar a nada ni a nadie más que a ellos chos y los indios todos se parecen", escribe. Y mismos. Probablemente los cadáveres se agrega, en su recorrido paternalista por el mun enterraban de noche en los bajos fangosos de los do indígena y su "pintoresquismo": potreros cercanos, porque no tenían con qué pagar los derechos a la parroquia de Santa Ana, a donde tal vez No deja de ser curioso saber cómo vive en las orillas pertenecía el pueblecillo. Ni el cura de esa parroquia de la gran capital esta pobre y degradable población. ni de ninguna otra les había instruido en la religión Ella se compone absolutamente de los que se católica, no sabían lo que era rezar ni leer, llamaban macehuales desde el tiempo de la hablaban su idioma azteca y poco y mal el español; Conquista, es decir los que labraban la tierra; no eran conservaban también poco las tradiciones de sus usos precisamente esclavos, pero sí la clase ínfima del antiguos y pueblo azteca que, como la más numerosa, ha sobrevivido ya tantos años y 309 308

puestos en la República y de haber de su religión, y de lo moderno no conocían ni tenido grande influencia personas de la raza adoraban más que a la Virgen de Guadalupe. indígena". Y este racismo, más de la cultura que de los individuos, se complementa con otra actitud. Sin contradicción aparente Payno protesta El racismo de Payno es el de su generación y el de su contra la desigualdad. Don Epifanio, el administrador época, y ha de transcurrir demasiado tiempo y, sobre del hospicio, debe preparar a sus niños todo, ha de pasar el nazismo para que en América para que acudan a un entierro y reflexiona: Latina se entiendan los efectos del racismo y se mitigue públicamente el desprecio por los indios. ¡Bendito sea Dios que se ha muerto una persona de En el mundo de Los bandidos... el racismo es dinero y de gusto! A la gente ordinaria le importa muy connatural. Afirma, "con entera convicción", una de las poco que la entierren en cualquier parte. A las heroínas, Mariana, al rechazar la furia paterna porque personas bien nacidas les gusta, cuando se se enamoró de Juan, un don nadie: "Si yo me mueren, que las metan en un cajón forrado de terciopelo, y después en un sepulcro con su losa de hubiese enamorado de un indio o de algún mármol; que vayan detrás muchos coches ranchero de las haciendas, tal vez mi padre tendría particulares o aunque sea de alquiler; muchos razón; pero Juan es blanco como mi padre, gallardo, dolientes y, sobre todo, muchos pobres del hospicio tal vez más gallardo que él". Y el licenciado Pedro con sus hachones de cera. Yo no sé que le ha Martín es implacable consigo mismo: sucedido a México de un año a esta parte; o no se mueren más que los pobres, o si son de algunas proporciones se me figura que se van en palo, en un -¡Qué vergüenza! ¡Qué rubor! Un hombre de mi edad, cajón de madera de pino, sin un responso, sin un asesor del Virreinato, un juez de letras de la pobres del hospicio, como unos herejes sin nada; y República, el patrono de casi toda la nobleza de esto se lo debemos a los masones, que van México, enamorado de una mujerzuela, de una esparciendo doctrinas y máximas y acabarán con la fregonera, porque al fin y al cabo esa religión y con el hospicio. muchacha no es más que una cocinera. 311 Las conclusiones no son inclementes. A la raza azteca no la han modificado "el progreso y los

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adelantos del siglo no obstante haber ocupado altos

flujo del amor o el desdén de una mujer." La irrupción de las pasiones equilibra la estructura del libro, Lo anterior hubiese sido impensable durante la aunque la lectura de hoy le otorgue el sitio central al redacción de El fistol del diablo: la distancia ante la bandidaje, el delito a la diestra del poder, el manejo herejía y la rigidez de los creyentes. Si en El fistol... del perdón o de la revancha en vez de la aplicación Payno es un liberal moderado, en Los bandidos... de la ley. Y todo lo marca la fatalidad de los orígenes. es un liberal escéptico, profundamente Le dice don Pedro Martín a Lamparilla: arrepentido de su adhesión al imperio de Maximiliano, y convencido de las ventajas de la ironía ante los hipócritas, algo por otra parte ¡Ah, amigo mío! -continuó exhalando un pro- apuntado desde El fistol... , en la voz del mismísimo fundo suspiro-. ¡Si pudiésemos sacudir las demonio: preocupaciones de nacimiento, de raza, de fortuna, de categorías, qué felices fuéramos! Pero todo ello -¡Oh!, en cuanto al orgullo-respondió Rugiero es una utopía, y de lo que no se puede irónicamente- ustedes los mexicanos tienen bastante prescindir es de la diferencia de educación. para no pensar que más valía un buen hospital y una penitenciaría que no el lujo de un teatro rodeado de limosneros y de gentes cubiertas de harapos y El modelo de Relumbrón miseria. Cuando el editor catalán Juan de la Fuente Parres le Si la política, o como quiera llamársele a la re- sugiere a Payno que haga una novela, éste es partición de impunidades es la columna vertebral cónsul de México en Santander, y viajero frecuente de Los bandidos... el liberalismo escéptico (en por Europa, acepta y escribe Los bandidos... de asuntos ajenos a lo religioso), es la fuente de mediados de 1888 a julio de 1891. Al recapacitar inspiración. Por eso se pondera la educación eficiente, sobre el siglo mexicano que ha vivido tan a fondo, y se recela de las pretensiones revolucionarias, y decide caracterizarlo centrándose en la etapa de las del lugar preeminente de la pareja: "El destino y la luchas interminables de facciones, la falta de carrera del hombre, cualquiera que sea su conciencia nacional, el bandidaje nacimiento y el lugar que ocupe en la sociedad, las más de las veces se decide por el in 313

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y la corrupción extrema: la Era de Santa Anna. cuajado de cadenas muy gruesas de oro, botones Payno explica el origen de la trama: de brillantes y anillos de piedras finas. Más de ciento cincuenta de sus cómplices son detenidos, y En una de las épocas en que gobernó la República a él lo ejecutan en julio de 1839. Tal uso del poder, o el general don Antonio López de Santa Anna, se de sus corredores, se convertirá en un modelo desarrolló el robo en la capital, en sus cercanías y todavía actual, y fija el nivel de recelo, miedo, en el camino de Veracruz de una manera tal, que llamó la atención de las autoridades; pero no eran desprecio y asombro intimidado que marca la robos comunes y vulgares, sino golpes relación de la gran mayoría de los mexicanos con la premeditados y ejecutados con una precisión política. asombrosa, rodeados siempre de circunstancias El contexto descollante de Los bandidos de Río singulares y misteriosas. Frío, que orienta y "legaliza" la confusión y el nihilismo de los personajes, mientras impulsa el Por medios también raros y casuales, se descubrió desastre nacional, es el dictador Santa Anna, el de las que un coronel Yáñez, ayudante del general Santa once incursiones en el poder, el pésimo estratega Anna, presidente de la República, era el jefe de una y el jugador desenfrenado que por sí solo reanuda asociación, que tenía cogidas como en una red a la la fama del dios Birján. En el siglo xix mexicano, mayor parte de las familias de México. El Santa Anna es demasiadas novelas arraigadas en aguador, la cocinera, el cochero, el portero, todos una sola persona: es el inepto máximo que una y eran espías, cómplices y ladrones y, por más otra vez ocupa la silla presidencial o imperial, es el seguridades que se tomaran y los mejores papeles de déspota al que las turbas aplauden a nombre de la conocimiento que se exigieran, nunca se llegaba a libertad, es el militar que contamina a la sociedad saber si se tenían sirvientes honrados o del placer de la derrota, es el caudillo que vende el pertenecían a la banda de Yáñez. territorio nacional sin renunciar a la fama de Lo fantástico que nunca lo es tanto: en la patriota. Es un melodrama viviente y un gobernante alianza para el saqueo, y en las cercanías de la que por su trayectoria hace creíbles los peores Presidencia de la República, la cúpula y los desmanes y las escenas más insólitas. Preguntarse: sótanos se ponen de acuerdo. El coronel Yáñez es "¿Cómo pudo gobernar o querer gobernar tantas un personaje ideal de la conspiración, rumboso, veces?",

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hombre de acción, y si ha medrado algo desde que está en México, es debido a la protección de usted. Tenerlo preso equivale a confesar que se le tiene equivale a decir: "¿Por qué la realidad aplasta a tal miedo y que vale algo. El desprecio del Gobierno punto a la ficción?" lo reducirá a la humilde condición que tenía en su pueblo.

Las causas de la legibilidad La amenidad de Los bandidos... depende muy

especialmente de su inmediatez. Payno, lector de la Los bandidos de Río Frío no es gran literatura, en el novela picaresca, es un "diablo cojuelo" que guía siglo xix latinoamericano asunto de poetas y de por los vericuetos de la ciudad que anticipa al país, y unos cuantos narradores tan excepcionales como por las zonas rurales, el gran reducto del Machado de Assis. No hay en Los bandidos... tradicionalismo. Si El fistol del diablo es el folletín astucias literarias, ni creación de personajes que ortodoxo, Los bandidos de Río Frío combina evadan el arquetipo, ni prosa deslumbrante. Hay en melodrama y picaresca, costumbrismo y com- cambio eficacia narrativa, descripciones magníficas, prensión estructural del poder, mojigatería y re- riqueza sociológica, personajes memorables y, en velaciones insospechadas (por ejemplo Casilda y los lectores mexicanos (casi todo su público) la Evaristo se muestran sin tapujos ante los vecinos sensación -cultural, lingüística, política- de "que no importaba mucho que los viesen más o hallarse ante el universo propio: vocablos de más menos desnudos. Bajo este aspecto, en los pueblos o de menos el idioma es muy reconocible y, así las costumbres son menos austeras que en la varíen extraordinariamente las situaciones, las capital"). Y la actualidad de la novela se produce al alianzas entre el poder y el delito continúan intocadas. cotejar el ahora con el ayer normado por la Un ejemplo. El presidente de la República manda corrupción, el autoritarismo, la protección al encarcelar al pícaro Bedolla, y uno de sus hampa, la solidaridad popular, el relajo, la pompa, allegados lo reconviene: la autosuficiencia. La ambición de totalidad, hoy imposible, -Está usted haciendo, sin saberlo, un héroe a entonces se llama simplemente costumbrismo. A Bedolla. No es más que una de esas notabilidades de provincia que vienen a darse importan 317 cia en la capital; no tiene más mérito que ser 316

fines del siglo xix, la evocación de los detalles sigue siendo gran técnica de conocimiento en am- bientes inseguros, ganosos de ejercer su indepen- dencia imitando lo de las metrópolis mientras juran su amor a las tradiciones. En esta larga etapa, narrar es inventar, inventariar, detallar, censurar, admirar los comportamientos. Y los cuadros de costumbres son catálogos de la nación ideal o, las menos de las veces, de la nación prescindible. Payno evoca sin discriminar, y refiere por igual lo que juzga el deterioro y lo que considera sublime. Al hacerlo, y al urdir una trama aún divertidísima, donde los enredos hacen las veces de identidad (La idiosincrasia es laberíntica), Payno produce uno de los grandes episodios de nuestro siglo XIX, un archivo general de esa nación. Y si las cosas no fueron así, es demasiado tarde para que reconsideren.