Arqueología en el valle del Duero: Del Paleolítico a la Edad Media. 5 ISBN: 978-84-946124-0-4, pp: 463-483

SANTA MARÍA DEL TEMPLE (VILLALBA DE LOS ALCORES, ): REUTILIZACIÓN DE ESPACIOS EN UNA ERMITA MEDIEVAL

Iván García Vázquez David Hernández González Raúl Martín Vela Arbotante Patrimonio e Innovación S.L. [email protected]

RESUMEN Se presentan en estas jornadas los resultados de las diversas intervenciones realiza- das en la iglesia de Santa María del Temple. El edifi cio es una singular muestra del románico de repoblación cuya fundación es atribuida a los caballeros templarios. Los diversos usos que han sufrido tanto el entorno como el interior del edifi cio (que ha sido panera, sala de baile y molino) han dejado un rico testimonio ar- queológico del que da cuenta la presente comunicación1.

Palabras clave: Órdenes militares, románico, necrópolis, molino harinero, ar- queología medieval.

ABSTRACT We are presented this meeting the results of the various interventions in the chapel of Santa Maria Temple. Th e building is an unique example of Romanesque repopulation whose foundation is attributed to the Knights Templar. Th e various uses that have undergone both the environment and the building (it was bread house, dancing room and mill) have left a rich archaeological testimony that realizes this communication.

Keywords: Military orders, romanic, necropolis, fl our mill, medieval archaeology.

1 Queremos agradecer su colaboración en el desarrollo de esta investigación al Excmo. Ayuntamiento de Villalba de los Alcores, Excma. Diputación Provincial de Valladolid, al arquitecto Jaime Lorenzo Díaz-Calleja y a las empresas Caspeña S.L. y Sereal S.L. por su buena disposición durante el desarrollo de las obras.

463 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero

1. EL ROMÁNICO DE LAS cumentales existentes, recogidos por ÓRDENES MILITARES COMO Gonzalo Martínez Díez (1993: 151, PROBABLE ORIGEN DE SANTA 152), anuncian que Villalba del Al- MARÍA DEL TEMPLE cor fue entregada en encomienda a la orden del Temple por Fernando II de a iglesia de Santa María del Temple León, quien reinó entre 1157 y 1188. Lse localiza en pleno casco urbano De ser así, la iglesia se habría comen- del municipio vallisoletano de Villalba zado a construir durante su reinado. de los Alcores. El origen de la población Por otro lado, Fernando Heras García se vincula a las villas de repoblación defiende el origen hospitalario de la del siglo XII, pudiendo retrotraerse su misma, ya que hay constancia de su origen a la centuria anterior. Se atri- presencia en Villalba desde 1149. En buye a la orden templaria el impulso cualquier caso, de lo que no parece ha- de su urbanización desde 1128, siendo ber duda es que fue edificada entre la probablemente, los responsables de la segunda mitad del siglo XII y el pri- construcción de la iglesia de Santa Ma- mer tercio del siglo XIII. Sin embargo, ría del Temple. El edificio se ubica en la referencia documental más antigua una loma con caída hacia el arroyo Mi- sobre la iglesia es la que aparece en la jares, que atraviesa Villalba de los Alco- Crónica de Alfonso XI, donde se indi- res. Se trata de un espacio intramuros ca cómo fue entregada en 1334, junto que, junto con el cerro donde asienta el con otros antiguos bienes de la orden castillo, representarían los puntos más que, tras su supresión por Felipe IV el altos y probablemente más antiguos del Hermoso de Francia, habían pasado a casco urbano. propiedad de la Corona, que la cede- De confirmarse este origen tem- ría a don Juan Alfonso de Alburquer- plario de la iglesia, quedaría irreme- que en agradecimiento por los buenos diablemente vinculada al románico servicios prestados durante el cerco de de las órdenes militares, que tradicio- Lerma. nalmente ha quedado relegado a un segundo plano en la investigación. 1.1. Aproximación al edificio Se trata de aquellas construcciones auspiciadas por templarios, hospita- El análisis formal del edificio nos lleva a larios y teutones, que tienen en San identificar en él un románico tardío, con Juan de la Peña su máximo exponen- una influencia cisterciense defendida te (Olaguer-Feliú Alonso: 2003). No por Javier Castán Lanaspa, quien señala obstante, no se conoce a ciencia cierta que “La pureza estructural y la sobriedad si los caballeros templarios fueron sus decorativa denotan [...] el influjo de la constructores o si por el contrario re- orden del Císter, a cuya constitución esta- cibieron en heredad una edificación ya ba adherida la regla templaria” (Castán: construida, pues los únicos datos do- 1986, 20-22) y un aire de iglesia-forta-

464 Santa María del Temple leza con predominio del muro sobre el cuando se traslada el “esquilón viejo” al vano que plasma el ideal caballeresco de campanario de la vecina parroquia de “mitad monje-mitad soldado”. Santiago. Presenta una marcada sobriedad de- corativa, pureza de líneas y un sistema de 1.2. La zona de Protección cubrición de la nave por medio de bóve- da de cañón apuntado sobre fajones do- En torno a la iglesia existe un ámbito blados. Los capiteles son troncocónicos, de protección, que viene derivado de la con decoraciones muy sencillas de hojas atestiguada presencia de enterramien- con bolas o flores invertidas, que son tos en el entorno, constituyendo, casi recorridos por un friso. La cabecera tie- con total seguridad, la primera de las ne un ábside semicircular, cubierto con necrópolis villalbesas. Los límites de la un cascarón ligeramente apuntado en la zona de salvaguarda aparecen publica- intersección con la nave. Al exterior pre- dos en la declaración de BIC, con la senta contrafuertes laminares que suben categoría de Monumento por Decreto hasta la cornisa. Conserva los canecillos 250/1991, de 22 de agosto, publicado en de nacela o con decoraciones muy sen- el BOE el martes 4 de febrero de 1992. cillas. El ábside se divide en cinco paños por cuatro medias columnas. Las colum- nas exteriores tienen capiteles similares a 2. LOS TRABAJOS los del interior, entre los que destaca uno DE SEGUIMIENTO que tiene arquillos apuntados entrelaza- ARQUEOLÓGICO dos. La portada se ubica en el lado del Evangelio. Es de medio punto, con cua- La justificación del control arqueológi- tro arquivoltas y chambrana, que apoyan co en esta obra venía motivada por la en columnas acodilladas, de las que se doble afección prevista en el desarrollo conservan sólo los capiteles muy dete- de las dos obras, que afectaban irreme- riorados entre los que se puede advertir diablemente al edificio y a su entorno. uno con dos aves bebiendo y otro con un Por un lado, la urbanización del Corro motivo de hojas lanceoladas. A ambos de Santa María promovida conjunta- lados de la portada hay lucillos sepulcra- mente por el Excmo. Ayuntamiento les con arco apuntado. En el lado de la de Villalba de los Alcores y la Excma. Epístola hay otra puerta de medio punto Diputación Provincial de Valladolid, que, según Parrado (2002: 353-355), se que contemplaba la remoción de toda abrió después de la construcción de la el área de la fachada sur de la iglesia, iglesia para comunicar con un aposento con perforación de pozos y arquetas, y que hubo en ese lugar. Existe además una la apertura de zanjas para canalización gran incógnita acerca de la construcción de colectores, servicios de alumbrado de la espadaña. Documentalmente se co- y pluviales. Por otro, las propias obras noce su existencia al menos desde 1865, de reparación urgente que demandaba

465 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero

Fig. 1.- Fotografía de la iglesia. Fuente: Arbotante.

Fig. 2.- Zona de protección del BIC Iglesia de Santa María.

466 Santa María del Temple la iglesia en su interior, auspiciado por 2.1. La necrópolis parroquial de la propiedad del inmueble, contempla- Santa María ba la apertura de una gran zanja (que después fue ampliada) que albergase los La primera fase de la excavación ha per- servicios de luz y agua para el edificio, mitido conocer parcialmente la necró- además del saneamiento y retejado de polis parroquial asociada a la iglesia de la cubierta y algunas reparaciones pun- Santa María del Temple. Se trata de un tuales como la sustitución de la puerta recinto aparentemente abierto que se principal. extiende por el conocido como Corro Los trabajos, aunque fueron realiza- de Santa María. La exhumación de sus dos individualmente, han sido englo- restos ha permitido documentar hasta bados en conjunto en esta comunica- diecinueve enterramientos in situ, de ción, a fin de tener una visión general los cuales han sido excavados arqueo- de la intervención. Los trabajos arqueo- lógicamente doce de ellos. lógicos fueron desarrollados en paralelo En primer lugar, se procedió al de- al transcurso de las obras, conforme al capado de la superficie total de la plaza, siguiente cronograma2: retirándose el nivel superficial UE 1000, que estaba formado por un pavimento - Fase I: Excavación necrópolis de de hormigón y zahorra extendido en Santa María (febrero-marzo 2015). los años 50, y cuyo espesor ronda los - Fase II: Excavación del solar loca- 15-20 cm quedando al descubierto la lizado a los pies de la iglesia (abril UE 1001, localizada al oeste de la pla- 2015). za, y caracterizada por ser una tierra - Fase III: Seguimiento de la zanja marrón de tonalidad clara, con pellas de la nave interior y control de cu- de calizas blancas. Era un nivel estéril, biertas (abril-junio 2015). sobre el que se había excavado alguna - Fase IV: Excavación del testigo evidencia, como el basurero moderno bajo el andamio a los pies de la igle- “B1” (UUEE 1003 y 1004), pero que sia (agosto 2015). da aspecto de haber sido echado para - Fase V: Ampliación de la zanja regularizar este espacio, entre los siglos del interior de la nave (septiembre XVII-XVIII, ya que cubre a un nivel ne- 2015). gruzco de abundantes cenizas UE 1002, que contiene material arqueológico, así como al nivel de arcilla sobre el que se han excavado las tumbas UE 1008. Hacia el interior de la plaza, se do- 2 Al cierre de la edición del presente volumen que- cumenta un potente paquete de nive- dan aún abiertos los trabajos de sustitución total del lación denominado UE 1005, de entre solado del interior de la iglesia, así como la puesta en 30 y 50 cm de espesor, formado por valor de las estructuras exteriores existentes en los pies de la iglesia. cantos y bloques de piedra caliza sin

467 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero carear, mezclados con arcilla marrón des de las tumbas se hayan desplazado oscura. Se trata de una regularización e incluso desaparecido. En general los decimonónica de la plaza (el mismo restos humanos se encuentran muy de- nivel se ha documentado al interior y teriorados a causa de la humedad y de exterior de la iglesia), que busca salvar las diferentes remociones del interior el desnivel existente entre alguno de sus de cada sepulcro realizadas para en- puntos, que bien pudo haberse exten- terrar a nuevos finados, lo que indica dido en época contemporánea, ya que cierta presión mortuoria. está directamente cubierto por la UE 1000. A continuación se documentó 2.2. Las estructuras adosadas la mencionada UE 1008, caracterizada al pie de la iglesia por ser un sedimento de arcilla marrón de tonalidad clara, muy fina y limpia, En este espacio estaba planteada la eje- sin inclusiones. Está cubierta por las cución de una zanja de drenaje para la UUEE 1000, 1001 y 1002. Es el nivel iglesia, un bordillo y un parterre. El sobre el que se excavan las tumbas y espacio está delimitado por la plaza de donde se documentan otras evidencias Santa María, y por el muro hastial de de adscripción plenomedieval. Por ello la propia iglesia. Sobre esta superficie, está cortado por las UUEE 1006, 1007, de unos 50 m2, se planteó la necesidad 1013, 1014, 1015, 1016, 1017, 1018, de realizar una excavación arqueológica 1019, 1020, 1021, 1022, 1023, 1024, para valorar su cronología, entidad e 1025, 1026, 1027, 1029 y 1031, que importancia. se corresponden con las tumbas T4, En primer lugar se retiró manual- T5, T6, T7, T8, T9, T10, T11, T12, mente el nivel superficial UE 2000, T13, T14, T15, T16, T18, T22, T23. formado por el aporte orgánico e in- La mayor parte de las tumbas están orgánico a lo largo del último siglo. Se localizadas en la zona de afección de dejó paso a un paquete de tierra negra la zanja de drenaje del la iglesia. Están denominado UE 2002, originado por orientadas en dirección E-O, y tienen el aporte orgánico y la deposición de paredes de murete de piedra caliza y materiales contemporáneos, entre los cubrición de lajas del mismo material. que destacan materiales constructivos, Por ello su localización en esta fase de cerámicas y algunos desechos de cro- decapado no resultó dificultosa. Una nología contemporánea. Bajo este se- vez realizado un plano general con la dimento se mostraban los restos de un localización de los restos, se procedió a pequeño solado de lajas calizas identifi- su excavación arqueológica. cado como UE 2003, al que se asociaba Muchas de estas tumbas están alte- un preparado de arena ocre UE 2004. radas por la urbanización de este espa- A continuación se retiró el nivel se- cio urbano. Ello ha motivado que las dimentario UE 2005, que se extiende cubiertas, y en muchos casos las pare- por la zona central del cuadro de ex-

468 Santa María del Temple cavación hasta el muro hastial, y que ta con restos de madera quemada, to- cubría tanto al derrumbe moderno UE mándose una muestra para su posterior 2020, como a los muros UUEE 2017 estudio (UE 2031). y 2018, y a la parte más alta de la es- Seguidamente se alcanzó el nivel de tructura UE 2006. Este paquete parece estructuras modernas, formado por el responder a una nivelación de época derrumbe UE 2020 y los muros UUEE moderna, realizada una vez que han co- 2015 y 2027. Se trata de un gran de- lapsado las estructuras anteriores. Este rrumbe cercano a los 80 cm de po- nivel UE 2005 está cortado por varias tencia, formados por grandes piedras zanjas contemporáneas (UUEE 2013, calizas y algunos sillarejos, que están 2023, 2026 y 2029), realizadas para el asociados a la estructura formada por expolio de piedra caliza, probablemen- los muros citados. Todo este conjunto, te para la construcción de las viviendas de indudable adscripción moderna, pa- aledañas. Son estas acciones de robo de rece delimitar la estructura de lo que la piedra las que han motivado la mayor documentación histórica refiere como afección al lugar, dificultando en buena una torre que sirvió de campanario, y medida su interpretación. Estas zanjas que se colapsó en el siglo XVIII. Bajo aparecen rellenas por aportes contem- este nivel, del que sólo se desmontó el poráneos procedentes de las mismas derrumbe, se localizaba la estructura estructuras a las que corta, documen- UE 2006. Los materiales arqueológi- tándose muy escasos restos materiales. cos recuperados de este nivel son de Con la retirada de la UE 2005, quedó adscripción moderna. Sin embargo, al descubierto una puerta tapiada (UE en esta estructura se han localizado 2039) que da acceso a la iglesia en su dos basas con decoración cordada, de muro occidental. En su interior apare- traza medieval, que se encontraban in ce cerámica de monasterio, lozas y hue- situ. Estratigráficamente no hay duda sos y algunos vidrios contemporáneos, de que la estructura se corresponde con lo que parece indicar que se trata de un una fase anterior, lo que queda refor- depósito no más antiguo que el siglo zado con la recuperación de estos dos XVIII-XIX, época de ruina del edificio elementos pétreos. La existencia a una en la que sabemos que fue reconstrui- menor cota de un suelo empedrado do. Junto a ella, en un espacio deli- (UE 2021) sobre el que se localizaron mitado por un saliente de piedra del evidencias de combustión (UE 2022 y propio tapiado, y asociado a un grupo UE 2031 y UE 2042) parecen estar en de huesos infantiles se recuperaron dos relación con las estructuras más anti- anillos de bronce decorados y una pul- guas (UE 2006). sera infantil, todo ello de bronce, en el Prosiguiendo con la excavación ma- contexto de la UE 2012. Se documen- nual, se retiró el relleno exterior de la tó también un hogar (UE 2045), sobre estructura UE 2015, donde se docu- el que se localizó una mancha cenicien- mentaron abundantes concentraciones

469 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero

Fig. 3.- Mapa de la necrópolis. Fuente: Arbotante.

Fig. 4.- Mapa de las estructuras exhumadas a los pies de la iglesia. Fuente: Arbotante. de tejas junto al eje de la posible esca- está sobre el patio. Se documentaron lera de caracol en el muro UE 2027. Se en este punto dos sarcófagos anepígra- dejó al descubierto la continuidad de la fos (UUEE 2032 y 2033), fechables en estructura que embute con el zócalo de los siglos IX-XI, embutidos bajo la fa- la iglesia, dando cuenta de que el muro chada de la propiedad contigua, siendo

470 Santa María del Temple imposible su excavación arqueológica. La zanja interior y su ampliación Se optó entonces por limpiar deteni- damente ambos elementos, para poder Una vez trazada la zanja, se procedió a recopilar el mayor número posible de retirar los 7 cm que formaban el nivel datos gráficos. En esta misma zona, superficial U.E. 1000. Se trata de un se documentaron los diferentes suelos solado de baldosas de barro cocido que geológicos (arcillas rojizas miocenas y se extiende por la mayor parte de la su- calizas pliocenas) sobre las que se asien- perficie de actuación. Está formado por tan tanto los citados sarcófagos, como gran cantidad de baldosas de barro se- el muro UE 2017 y la tapia del solar dimentario rojizo, cocidas en ambien- contiguo (UE 2044). Finalizó la in- tes oxidantes. Cada una de ellas mide tervención con la documentación de 27 x 13 x 5 cm. En algunos puntos se una zanja de cimentación (UE 2045) documentan parcheados de cemento que está asociada tanto a la bodega UE contemporáneos que han sido conside- 2037) como a los sedimentos a los que rados dentro de la misma unidad estra- afecta. tigráfica, al ser funcionalmente iguales, si bien el parcheado debe correspon- 2.3. La zanja de saneamiento y su derse con la primera mitad del siglo XX ampliación en el interior de la nave y y las baldosas anteriores. tareas de control de cubiertas Una vez retirado el nivel superficial, quedó al descubierto la U.E. 1001. En lo que respecta al interior de la igle- Se trata de un nuevo estrato de tierra sia, inicialmente se planteó el trazado y adobe disgregado, de unos 6 cm de de una zanja acodada localizada entre espesor, cubierto por la U.E. 1000. las dos puertas del edificio religioso. Cubre a las UU.EE. 1002 y 1004. La Esta zanja tenía unas dimensiones de ausencia de materiales en su interior y 6,5 m de longitud en el eje este-oeste su disposición indican que se trata de y de 3,5 m en el eje norte-sur, y fue un nivel con función constructiva, sir- ampliada hasta el muro hastial otros 6 viendo de acomodo a la estructura de metros. La anchura necesaria fue de 90 baldosas suprayacente. cm, aunque la fragilidad de los perfiles A continuación se encontró un fino debido a la heterogeneidad de su relle- preparado de cal de 2 cm de grosor, iden- no propició una anchura mayor que tificado como U.E. 1004, que se encuen- evitara el peligro de desprendimiento tra sobre un suelo de adobes denominado de cascotes. Se ha alcanzado una pro- U.E. 1005. Ambos están rotos por la fosa fundidad de unos 150 cm en su punto U.E. 1003. Al retirar este estrato calizo, mayor, y de 38 cm en su punto de me- quedó al descubierto la U.E. 1004, for- nor profundidad. mada por un preparado de cal de color blanquecino y consistencia compacta. Está cubierto por la U.E. 1001 y a su vez

471 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero cubre al preparado de adobes U.E. 1005. zas con vedrío melado fechadas entre Está cortado por la U.E. 1003 y relleno los siglos XVIII y XIX. Está cubierto por la U.E. 1001. Cubre al preparado de por la U.E. 1002. Cubre a las UU.EE. adobes U.E. 1005. Este solado de 6,5 cm 1010 y 1012. Este paquete U.E. 1009, de espesor es un pavimento de adobes de que alcanza unos 60 cm de espesor, está color ocre y textura compacta. Los adobes cubriendo dos niveles que forman una tienen unas dimensiones de 36 x 20 x 9 estructura. Se trata de la U.E. 1008, cm, y en su superficie no se observan hue- un murete formado por tres hileras de llas de desgaste. Ello lleva a pensar que no adobes dispuestos a soga, y trabados se trataría de un nivel de tránsito, sino del con barro. Tiene un desarrollo en arco preparado del suelo de cal U.E. 1004 que de circunferencia, que se pierde por sería el que funcionaría como soporte del los perfiles norte y sur. Está recubierto solado de baldosas. En el perfil oriental, y de mortero de cal y el desarrollo de su bajo los adobes, se documentan los restos diámetro alcanza unos 4 metros. Se le de una lechada de cal (U.E. 1006). Se tra- apoya un enlucido de cal identificado ta de una evidencia de poca entidad, que como U.E. 1010, que presenta una ro- parece haberse aplicado entre la piedra del tura o pérdida. Esta estructura presenta muro U.E. 1012 y los adobes para su ho- una gran limpieza, no habiéndose ob- rizontalización. Una vez desmontados los servado ningún material arqueológico adobes, se alcanza el estrato U.E. 1002, que pudiera indicar algún un uso o conformado por una fina capa de unos cronología concretos. Sin embargo, 13 cm de tierra ocre homogénea mezcla- tanto por su técnica constructiva y por da con material arqueológico, que cubre la observancia de la estratigrafía que la a las UU.EE. 1008 y 1009. Funciona cubre, parece más probable que se tra- como nivel de regularización que permite te de una estructura contemporánea disponer horizontalmente los adobes de asociada a un uso económico agrícola, la U.E. 1005. seguramente para contener grano, que Bajo esta capa de tierra se docu- un elemento asociado al culto durante menta el nivel más potente de los do- el medievo. cumentados, y que alcanza los 50 cm. Toda esta estructura cubre a la U.E. Fue identificado como U.E. 1009. Se 1011, formada por un estrato de tierra trata de un paquete de colmatación apisonada marrón claro, que carece de formado por cantos, bloques y piedras material arqueológico, y que alcanza calizas de entre 10 y 30 cm, mezcladas los 24 cm de espesor. Al estar cubierto con una tierra marrón muy heterogé- por U.E. 1009 (al igual que la estructu- nea, lo que indica su procedencia se- ra) y enrasado a nivel con la estructura cundaria. De su excavación se ha recu- de adobe y cal, posiblemente se trate perado un lote de materiales cerámicos del nivel de tierra apisonada. de diversas producciones, entre las que En la zona de la puerta meridional destacan las lozas de medio baño y lo- de la iglesia donde se abre la puerta

472 Santa María del Temple del mediodía, se documentaron los ci- el páramo, en proceso de descomposi- mientos del muro sur U.E. 1012, que ción. Está cubierto por la U.E. 1014. descansan directamente sobre el lecho Al igual que el anterior no es antrópi- de piedra caliza U.E. 1015. Este muro co. Está cubierto por la U.E. 1014, y forma la fachada sur de la iglesia. Está alterado por las remociones de terreno construido por sillares calizos bien es- necesarias para erigir los muros de la cuadrados en sus dos caras vistas, y un iglesia (U.E. 1012). Parte de este pro- alma de cascote, cal y canto. Este muro, ceso ha quedado perdido por las poste- que conforma la fábrica original del riores obras realizadas en el templo, por templo, se fecha por tradición oral ha- lo que la U.E. 1015 no puede caracteri- cia finales del siglo XII (Parrado: 2002, zarse debidamente. 346-370) y (Castán: 1983, 57-60), sin que se sepa la fecha exacta de su funda- Control de cubiertas ción. Este muro fue seccionado parcial- mente, practicándole una abertura de Durante el transcurso de la obra se han unos 40 cm de anchura para favorecer el realizado puntuales visitas de segui- paso de los tubos. El muro se apoya en el miento arqueológico, para comprobar cimiento (U.E. 1007) que está formado el estado de las cubiertas, que era pre- por piedra caliza ligeramente tallada. El cario. Antes del inicio de los trabajos de cimiento está cubierto por la U.E. 1011 retejado, se evidenciaba la presencia de y 1014, y se le apoya la U.E. 1012, a la un manto vegetal (U.E. 2000) de unos que va asociado funcionalmente. 30 cm de espesor, que contenía restos La presencia de estratos naturales de tejas rotas, piedra caliza disgregada y viene identificada por las UU.EE. 1014 tierra. Se trata del nivel de aportes eó- y 1015. El primero de estos niveles está licos que data de al menos los dos últi- formado por arcillas rojizas cuaterna- mos siglos. La retirada de este paquete rias procedentes de la descomposición dejó al descubierto una alineación de de las calizas subyacentes. Se trata de piedras (U.E. 2003) que longitudinal- arcillas rojizas muy limpias, que no lle- mente recorría la planta del edificio, van asociadas material arqueológico, favoreciendo la vertiente a dos aguas. ni huella antrópica. Se documentaron Una vez retirada la cobertera vegetal, también al exterior de la iglesia durante quedó al descubierto la cubierta de tejas, las obras de urbanización del Corro de realizada con teja árabe, que se extendía Santa María (Arbotante: 2015). Está por la totalidad de la superficie. Su dispo- cubierta por la U.E. 1011, cortado por sición es a doble vertiente con caída hacia la zanja de cimentación U.E. 1013 y el norte y hacia el sur, y un semicírculo cubre a la U.E. 1015. que cubre a la zona del ábside. Este nivel El último estrato documentado es fue identificado como U.E. 2001, y fue el sustrato geológico natural formado retirado cuidadosamente, alcanzándo- por la roca caliza terciaria que corona se un potente paquete de tierra marrón

473 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero compacta (U.E. 2002), que cubría inten- su edificación con la última reparación cionadamente la bóveda. En su interior del templo en un momento incierto había un relleno heterogéneo formado del siglo XIX, posiblemente pasado ya por cascotes, sillares y restos constructi- 1818. La espadaña y su contrafuerte se- vos. De entre estos restos se ha recuperado ría el último elemento colocado a modo una pieza arquitectónica que forma una de refuerzo antes de 1865, año en que basa, sin que haya podido ser determina- se sabe que su campana conocida como da su ubicación original. “esquilón viejo” se trasladó a la iglesia de Al finalizar los trabajos de retirada Santiago. de este relleno, se proyectó un morte- ro sobre la cubierta que permitiera la disposición de nuevas tejas, así como 3. RESULTADOS una pletina metálica corrida que evita Y DISCUSIÓN el desprendimiento de las tejas al va- cío. La ruina que llevaba aparejada la La dilatada historia de la iglesia de San- espadaña conllevaba problemas de inte- ta María del Temple no se corresponde gridad y seguridad. Por ello una de las con la escasez de datos documentales acciones planteada en el proyecto fue existente. Tan sólo la incorporación en la de rejuntar las zonas donde existían 1308, de las posesiones que los templa- desprendimientos, a fin de asegurar la rios tuvieron en Villalba del Alcor al estabilidad de la estructura. El rejunta- realengo de Fernando IV, da testimo- do se ha realizado en la parte baja de la nio de su presencia en la localidad. Esta espadaña (U.E. 3004), así como cerca falta de documentos se debe, en mayor de la zona más alta, sin que hayan sido parte, a haberse perdido el gran archi- reemplazados sillares ni se haya modi- vo central de la orden en 1571, cuando ficado el aspecto original de la misma. fue incendiado por los turcos otoma- Al contrario, se han reintegrado algunas nos en Chipre. Por ello, aunque nada hiladas de sillar. Por otro lado, en la bre- se sabe de su origen, podemos arries- cha que se correspondería con el contra- garnos a pensar que durante la Plena fuerte de la espadaña (U.E. 3004), se ha y Baja Edad Media debió funcionar procedido a rejuntar todo el frente de como parroquia principal, junto a la de fractura, evitando el desprendimiento Santiago. de nuevos materiales. La lectura de estos paramentos indican la fábrica medieval La necrópolis parroquial de de los muros norte (U.E. 3001) y sur Santa María del Temple (U.E. 3002) y de la bóveda que los cu- bre (U.E. 3000). Sin embargo, el muro Los restos arqueológicos estudiados nos hastial U.E. 3003 está yuxtapuesto a llevan a pensar en un recinto aparente- ambos, y no está cubierto por la bóveda, mente abierto -pues no sabemos si tuvo sino por la U.E. 2000, lo que indicaría límites físicos (como una cerca de piedra)

474 Santa María del Temple o bien se trataba de un espacio diáfano. mados por una caja de piedra monolítica La exhumación de sus restos ha permitido cuyo interior ha sido vaciado, y se cierran documentar hasta diecisiete enterramien- con una cubierta. En el caso de los sarcó- tos in situ, de los cuales han sido excava- fagos documentados en esta intervención dos arqueológicamente diez de ellos. De presentan una cubierta prismática a dos este conjunto de sepulturas, diferencia- aguas, sin indicios de epígrafes. Datan del mos tres tipos bien definidos: las tumbas siglo XI-XII. de fosa como T11, T22 o T23, las tum- Todas ellas se orientan siguiendo el eje bas de murete como T8, T9, T10…, y los E-O, según el rito católico, ya que como sarcófagos UE 2032 y UE 2033. indica el Evangelio “como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así Tumbas de fosa: Se caracterizan será la venida del hijo del hombre (Mateo, por un simple rebaje realizado directa- 24, 27)”. Es decir, con esta disposición se mente en el suelo, de unas dimensiones buscaba que la primera visión que tuviese acordes a la talla del finado, que es de- el difunto que volvía a la vida tras la resu- positado en el interior y cubierto con rrección fuese la imagen de Jesucristo que tierra. Son estructuras muy sencillas, y iba a aparecer por el Este. a menudo el único elemento distintivo que poseen es una estela en la cabece- La disposición de las tumbas y su ra que indica la presencia del enterra- interrelación vienen a evidenciar que miento. En este caso datan de los siglos la presión mortuoria es elevada, ya que XIII-XIV. hay unas fosas que cortan a otras tantas, produciéndose prácticamente en todas Tumbas de murete: son una evolu- ellas fenómenos de reducción y osarios. ción de la tumba de fosa, que se carac- Estos fenómenos llaman la atención, terizan por disponer en torno a la fosa pues hay un claro predominio del osa- de un murete de piedras que la rodea, rio sobre el enterramiento. Lo que no a veces con forma rectangular o antro- podemos estimar es si este fenómeno pomórfica. El murete suele estar reali- se produce debido a algún hecho catas- zado con sillarejos las de mejor factura, trófico, que obliga a dar sepultura a un o simplemente con una alineación de número alto de individuos en un breve piedras recogidas sin ningún trata- espacio de tiempo, o si por el contrario miento. La tumba se cubre con varias responde al ritmo normal de enterra- lajas de piedra, normalmente tres o mientos para esta comunidad. cuatro que alcanzan un peso similar, lo que facilita su transporte. Datan de los En lo que respecta a la organiza- siglos XIII-XIV. ción del espacio, si bien el carácter preventivo de la intervención limita su Sarcófagos: en este caso anepígrafos. estudio, no es menos cierto que se apre- Son tumbas de mejor calidad. Están for- cia cierta disposición espacial, donde se

475 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero

Fig. 5.- Planta de la zanja. Fuente: Arbotante.

Fig. 6.- Reconstrucción de la capilla. Fuente: Arbotante.

476 Santa María del Temple adivinan hasta cuatro posibles calles. Es entonces, ya en el siglo XVI- La continuada alteración de la plaza XVII, cuando alrededor de la estruc- durante todas las épocas ha favorecido tura medieval y por encima de ella se que no se conserven muchas de ellas, o adosa una gran estructura de piedra que hayan podido pasar desapercibidas que las fuentes escritas parecen identi- a los trabajos de control arqueológico, ficar con la torre campanario que tuvo al encontrarse los restos a una cota me- la iglesia en tiempos. Su factura es cla- nor que la seguida durante la interven- ramente diferente del edificio medie- ción. Así por ejemplo, en el área de la val: sus sillares están bien escuadrados, puerta del mediodía no se documentan tiene un módulo mayor y están cogi- tumbas, quizá porque se trate de una dos con argamasa. Esta torre tendría un zona de tránsito, que debía quedar li- acceso desde el exterior, y una escalera bre de enterramientos para favorecer el que permitía ascender hasta la zona de paso hasta la puerta. las campanas. Su vida útil se desarrolla por espacio de dos siglos, hasta que se Compartiendo el espacio: La capilla arruina a finales del siglo XVIII. medieval y el campanario moderno Tras su derrumbe, constatado estra- tigráficamente durante la excavación, Los restos exhumados a los pies de la el solar fue despedregado y empleado iglesia se corresponden con dos edificios como cantera de urgencia para abaste- de uso diferente. El primero fue posible- cer a la construcción del caserío del en- mente una capilla, de la que ha quedado torno. A esta acción, ya en el siglo XIX, el solado de piedra caliza y la cimentación se corresponden las numerosas zanjas de sus paredes. Esta capilla tiene parale- de saqueo que se han documentado. los en la capilla de los Lara, de la cercana Quizá por el peligro que suponía tener iglesia de Santa Maria del Temple en la abiertas tantas brechas en el suelo en vecina , cuya planta y un solar tan céntrico, se procedió a su accesos son similares a los del edificio es- relleno mediante potentes paquetes de tudiado. Esta estancia, tenía un acceso ex- tejas, cascote y restos de huesos, entre terior, donde se han recuperado las basas, los que se adivina fauna de todo tipo: pero también tenía otro desde el interior aves, bóvidos y ovicápridos, dejando a de la iglesia. La alineación de ambos in- la vista un descampado que ha seguido dica que pudieron estar en uso al mismo funcionando como zona de tránsito y tiempo, dando acceso directo a la iglesia basurero, hasta el siglo XXI. desde el exterior, a través de la capilla. Este Indagar en los últimos dos siglos del edificio, de construcción medieval, habría campanario nos permitió recomponer pervivido hasta el fin del medievo, cuan- la secuencia estratigráfica contrastán- do sobrevino su ruina o fue desmontado dolos con datos históricos. Mariano intencionadamente para construir un , infatigable investigador de nuevo edificio. la historia local, nos da algunas pin-

477 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero celadas de gran valor sobre el devenir que asolaron Valladolid y buena parte del templo. Así en 1670 fue agregado de Castilla en febrero de 1788 (Cadi- a la parroquia de Santiago, y en 1725 ñanos Bardeci: 2005), y que en Villalba pasa a manos del señorío. Fue entonces causaron la propagación de varias enfer- cuando el templo, que ya presentaba medades (Mucientes: 2005, 202). Con síntomas de abandono, dejó de cele- el desplome de la torre, el edificio debió brar oficios religiosos. Este paulatino arruinarse definitivamente, perdiéndo- abandono de su carácter religioso se se la fachada occidental con su acceso confirma con la inspección que realiza y parte de la cubierta. Además al año D. Juan de Diego Lobo, cura párroco siguiente, la iglesia de Santiago custo- de la iglesia de Santiago, habilitado diaba las campanas de Santa María del por el obispo de Palencia en 1750. En Temple, que bien pudieran haberse re- esta pesquisa, se informa de que hacía cuperado del desescombro (Mucientes: años que no se celebraban misas en la 2005, 488). Regularizado el solar, un ermita, por lo que faltan los elementos año después, en 1789 el edificio fue des- mínimos para la liturgia. Además, y es tinado a cilla (pensamos que en la parte lo más interesante para nosotros (Mu- que no fue afectado por el derrumbe), cientes: 2005, 488): cuya función parece desempeñar duran- te los siguientes cien años, pues otra no- “(…) necesita dicha Ermita de que ticia de 1879 señala que hay una panera se compongan las puertas del enrejado de 2590 pies (200 m2) en la calle Santa de madera de la capilla, como también María número 11. la escalera de la torre, y apuntalar para Las obras de reconstrucción no se asegurar por maestro perito la pared que sabe en que fecha exacta dieron co- dice a la puerta de la torre, para evitar el mienzo, pero sí que en 1792 el Tribu- peligro que amenaza de que suceda algu- nal Eclesiástico de Palencia ordenaba na desgracia”. que se compusiese la ermita para cilla), habida cuenta de que hasta 1794 Vi- Identificamos los muros de las llalba no pudo contar con el edificio UUEE 2017 y 2027 con la torre de del Pósito que se localiza a un par de época moderna que aluden las fuentes, metros de la ermita (Mucientes: 2005, y la escalera, habida cuenta de que en 489). A pesar del dictamen del Tribu- el interior no hay huellas de escaleras de nal Eclesiástico de Palencia, lo cierto es madera ni piedra, con la de caracol cuyo que hay una laguna de veinte años, en arranque se documenta en el muro UE los que no se tiene noticia de si se ha 2017. Por otro lado, la pared de la puer- llevado a efecto esa medida. Y hay que ta de la torre, se correspondería con la esperar hasta 1818 cuando en virtud puerta tapiada que sabemos que se viene del Convenio amistoso firmado en 12 abajo entre los siglos XVIII y XIX, quizá de julio entre el Obispado de Palencia coincidiendo con las lluvias torrenciales y el Conde de Castilnovo, nos permite

478 Santa María del Temple comprobar que la ermita, en esos años ción tanto al interior como al exterior de postguerra tras la francesada, sigue de la iglesia, realizado al mismo tiem- estando arruinada (Mucientes: 2005, po, en el siglo XIX. Las UUEE 1009 492-495): del interior de la iglesia, 2006 del ex- terior y 1005 del Corro nos lo indican. “articulo 9: no permitiendo el estado Se trata del mismo relleno de cascote ruinoso de Santa María del Temple poder que viene a dar estabilidad al edificio, establecer en ella, por el pronto, el culto de- calzándolo dentro y fuera para evitar su bido a su imagen titular, y de que ha esta- derrumbe completo. En este sentido, a do privado enteramente desde la supresión día de hoy sigue teniendo problemas de aquélla y deseándose por parte del señor debido a la proliferación de bodegas Patrono que no carezca de él dicha imagen, que existen en el subsuelo, a la poca es- en el ínterin verifica la reparación de dicha tabilidad que le aportan los materiales iglesia, a fin de que no se resfríe o pierda del blandos sobre los que se asienta, y al todo la piadosa devoción que por muchos gran peso que ejerce el edificio. siglos han profesado los moradores de este Tapiada la puerta de la torre y recre- pueblo a tan Santa imagen(…)”. cidos los niveles de tránsito, en el inte- rior de la iglesia se instala un solado de Además en el artículo 10 del mismo baldosas, al tiempo que en el exterior documento indica que: se colmatan las estructuras visibles. La línea de imposta sobre el tapiado de “en atención a la notoria cortedad de la puerta nos indica que en este mo- las rentas de esta fundación y a ser preciso mento se recrece el muro hastial y por destinar parte de ellas al reparo del edifi- consiguiente se repara la cubierta, que cio de su iglesia (…)” habría sido dañada. Todas estas refor- mas tienen sentido al estar vinculadas Con lo que queda fuera de dudas al nuevo uso del edificio como panera, que en 1818 la iglesia estaba arruina- adaptándose a este nuevo uso. Es en este da, al margen de que se emplease como momento cuando se realiza la estructura pósito frumentario. Unos años después de adobe y cal documentada en la zanja. (no hay constancia de la fecha exacta) De esta estructura, de la que tenemos había sido ya recompuesta, erigiéndose escasa información arqueológica, no el muro hastial y reparándose la cubier- hemos encontrado un claro paralelo, y ta y la espadaña después. descartado que se tratase del lugar que albergaba las muelas de un molino de El interior de la iglesia, la panera y otros sangre debido a la fragilidad de los ma- usos posteriores teriales con los que está hecho, nos in- clinamos a pensar, por su cronología, y En lo que respecta al interior del edi- por el uso secundario del edificio, a que ficio, documentamos una gran nivela- se trata de algún recinto para separar el

479 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero grano o harinas, del tipo de troje. Estas probablemente el grano, a la espera de estructuras, muy empleadas en tahonas su siguiente destino. y molinos, servían para almacenar tanto Resuelta la duda sobre su posible el grano como la maquila a la espera de uso, la pregunta entonces que debemos ser consumidos. Sobre ello nos ilustra hacernos es el cuándo. Para intentar Marta Sánchez Marcos (1999): darle respuesta, hay que rastrear las no- ticias históricas, que al respecto de la “A cambio del servicio de la molien- iglesia fueron recopiladas por Mariano da se pagaba la maquila, al principio en Mucientes. Una lectura sosegada del li- especie y paulatinamente en dinero. El bro Datos para una historia de Villalba proceso de la molienda era bien simple: de los Alcores nos aporta algunas fechas, en primer lugar, después de pesado, se al- que pueden ser puestas en relación con macenaba el grano, en la panera o troje. los resultados arqueológicos, especial- Posteriormente se procedía a la limpia o mente para los acaecidos entre el siglo segunda criba con el amero y a su lavado XVIII y XIX. al agua, para librarlo de impurezas, se- Sobre sus últimos usos, sabemos que guido del oreo al sol. El grano con su justo en 1789 el edificio es destinado a cilla, grado de humedad (para que no se que- cuya función parece desempeñar duran- mara en las piedras, saliera en su finura te los siguientes cien años, pues otra no- procedente y se facilitara la labor de des- ticia de 1879 señala que hay una panera cascarillado) se depositaba en otra troje de 2590 pies (200 m2) en la calle santa de donde se iba sacando con espuertas ce- María número 11. Este uso como panera bando la tolva que descargaba regulada- se refuerza en 1818, cuando se desacraliza mente con la cribilla y el tensor en el ojo el edificio, aunque sigue manteniendo las de la muela. Se rompía y desmenuzaba campanas unos años más. Don Cipriano en el tragante y era reducido a harina en Rivas la adquiere en 1860, y tras un lus- el finante, afinante o afinadero, saliendo tro se traslada la campana a la parroquia al exterior por la piquera al arnalillo o de Santiago. Ya en el siglo pasado, en harnal, de ahí se rellenaban los costales y 1935, su nuevo propietario le habría de se volvía a pesar en la romana, retirando dar el nuevo uso como molino eléctrico la parte de la maquila”. a mediados del siglo XX, ya que aunque la electricidad había llegado a Villalba en Gabriel Alonso de Herrera señala 1920, no fue hasta los años cincuenta que se trata de depósitos más pequeños cuando contó con suministro eléctrico in- situados en el interior del granero, que dustrial (Mucientes: 2005, 215-216), tal contienen diversos granos y sirven para y como confirma Felipe Heras en 1966: su separación. Así por lo tanto, parece “(…) el templo, en el que hoy está ins- que se trata de un contenedor al aire, talado un molino eléctrico, presenta un destinado a guardar las harinas o más lamentable estado de abandono y sucie- dad” (Heras: 1966).

480 Santa María del Temple

Desde entonces, parece que todo - (1990): El Arte Románico en las Extrema- el espacio había permanecido inaltera- duras de León y Castilla. do, con la salvedad de la consolidación Valladolid, p. 61 popular del contrafuerte de la espada- - (2002): “Panorama general del Románi- ña, realizado en los años sesenta según co en Valladolid” en AA.VV. (2002). Enciclopedia del Románico en Castilla y referencias orales, y del asfaltado de la León. Valladolid, pp. 43-56. plaza en la misma época. - (1996). “La Arquitectura de las órdenes militares en Castilla” en CORTEJOSO GARCÍA, L. (1998): Normas 5. BIBLIOGRAFÍA Subsidiarias Municipales de Villalba de los Alcores (Valladolid). ALONSO DE HERRERA, G. (1818): ESCRIBANO VELASCO, M. C. (1994): Obra General de Agricultura. BAE. Li- “Arqueología preventiva y de gestión bro I. Copia sobre la edición de 1513. (1991-1992). Valladolid”, Nvmantia, BANGO TORVISO, I. G. (1994): “Arte 5, Salamanca, pp. 333-334. Románico” en Historia del Arte de Cas- ESTEPA DÍAZ, C. (1972). “Las encomien- tilla y León, tomo II. Valladolid, p. 186. das del Temple en Tierra de Campos”, CODEX AQVILARENSIS. Cuadernos de en Archivos Leoneses: Revista del Centro de Investigación del Monasterio de Santa Estudios e Investigación de San Isidoro, nº María la Real, nº 12 (1996): Actas del 52 (1972). León: Centro de Estudios e IX Seminario sobre Historia del Monacato Investigaciones San Isidoro. pp. 47-57; en (1995). Los Monjes Soldados. Los Templa- A.E.M, 11 (1982), pp. 701-718. rios y otras órdenes militares. Aguilar de - (1975): “La disolución de la Orden del Campoo, pp. 135-151. Temple en Castilla y en León”, en His- CADIÑANOS BARDECI, I. (2005): “Los pania: Revista española de historia. Vol. puentes de la provincia de Valladolid en 35. Nº Extra 6 (1975). Madrid, pp. época Moderna (II)”. Artículo digital al- 121-186. bergado en Dialnet. FERNÁNDEZ FLÓREZ, J.A. (1994): CASA MARTÍNEZ, C. DE LA (1992): Colección diplomática del monasterio Las necrópolis medievales de Soria, Va- de Sahagún (857-1300), vol. V (1200- lladolid. 1300), León. CASTÁN LANASPA, J. (1982): “Aportacio- FERNÁNDEZ NANCLARES, A., MO- nes al estudio de la Orden del Temple en REDA BLANCO, J. y MARTÍN Valladolid”, Boletín del Seminario de Estu- MONTES, M.A. (1989): Informe pre- dios de Arte y Arqueología, XLVIII (1982). liminar de las excavaciones realizadas Valladolid, pp. 195-208. en los solares de la Calle Santa María. - (1983): Arquitectura templaria castellano-leo- Áreas, A, B,C D. Valladolid nesa, Valladolid, pp. 57-60. GARCÍA CHICO, E. (1959): Catálogo - (1986): “Las iglesias de las Órdenes Mili- Monumental. Partido judicial de Medi- tares” en El Románico na de Rioseco, Valladolid, pp. 167-173 (Serie Cuadernos Vallisoletanos nº 8). Va- lladolid, pp. 20-22

481 Actas de las v Jornadas de Jóvenes Investigadores del valle del Duero

GARCÍA MERINO, L. V. (Dir.) (1988): MARTIN MARTIN, J. M. (1997): Pala- Análisis del Medio Físico. Delimitación cios de Campos, Villalba de los Alcores, de unidades y estructura territorial de . Apuntes para su Valladolid, Junta de Castilla y León, Historia. Valladolid. Valladolid. MARTINEZ DIEZ, G. (1981): “El pro- GARCIA DEL RÍO, A. (1955): Historia de ceso de disolución de los templarios: Villalba del Alcor. Trabajo inédito me- su repercusión en Castilla” en CODEX canografiado depositado en el Excmo. AQVILARENSIS. Cuadernos de In- Ayuntamiento de Villalba de los Alcores. vestigación del Monasterio de Santa GARCÍA VÁZQUEZ, I. (2012): “Un paseo María la Real, nº 12 (1996) Actas del arqueológico por los yacimientos medie- IX Seminario sobre Historia del Mona- vales de Villalba de los Alcores”, conferen- cato. Los Monjes soldados. Los templa- cia pronunciada el 7 de agosto de 2012 rios y otras órdenes militares. Aguilar de en Villalba de los Alcores. Edición digital. Campoo, pp. 87-106. HERAS GARCÍA, F. (1966): Arquitectura - (1993). Los templarios en la Corona de románica en la provincia de Valladolid, Castilla. Burgos: pp. 151-152. Valladolid. MOREDA BLANCO, J., MARTÍN - (1969). “Nuevos hallazgos románicos en la MONTES, M.A., FERNÁNDEZ provincia de Valladolid”, en Boletín del Se- NANCLARES, A. (1991): “Aproxima- minario de estudios de Arte y Arqueología ción al Valladolid de la Edad Moderna. Nº XXXIV-XXXV. Valladolid, p. 200 Un ajuar domestico de la C/Santiago HERBOSA, V. (2003): El Románico en Va- nº 6”, en Arqueología Urbana en Valla- lladolid. León, pp. 15-16 dolid. Valladolid, pp. 325-361. LARRÉN IZQUIERDO, H. (1991): “Ha- MOREDA BLANCO, J., MARTÍN llazgos cerámicos en la ciudad de Toro”, MONTES, M.A., FERNÁNDEZ en AEZFO, PP. 75-113. NANCLARES, A. y GONZÁLEZ (1992): “Hallazgos cerámicos en la ciudad FERNANDEZ, Mª. L. (1998): El Mo- de Toro (II): el conjunto del “Patio del nasterio de San Benito El Real y Valla- Siete”, en AEZFO, PP. 163-174 dolid. Arqueología e Historia. Catálogo LOJENDIO, L. M. de, RODRÍGUEZ, A. de exposición. Valladolid. (1981): Castilla, 2. Soria, Segovia, MUCIENTES BALADO, Mariano. Datos Ávila y Valladolid. Vol. 3 de la serie La Espa- de una historia de Villalba de los Alcores. ña Románica. Salamanca, 2005. LORENZO SAIZ-CALLEJA, J.L. (2014): OLAGUER-FELIÚ ALONSO, F. (2003): Proyecto básico y de ejecución de repara- El Arte románico español. ciones urgentes en la iglesia de Santa Ma- ORTEGA RUBIO, J. (1995): Los pueblos ría del Temple (Villalba de los Alcores, de la provincia de Valladolid. Tomo II, Valladolid). p. 95. MARTÍN GONZÁLEZ, J. J. (1968): PALOL SALELLAS, P. de y WATTEN- Guías artísticas de España. Provincia de BERG SANPERE, F. (1974): Carta Valladolid, Barcelona. Arqueológica de España. Valladolid, Va- MARTÍN GONZÁLEZ, J. J. et alií (1970). lladolid, pp. 213-214. Inventario artístico de Valladolid y su pro- vincia. Valladolid: pp. 338-339

482 Santa María del Temple

PARRADO DEL OLMO, J. M. (2002): Catá- SÁNCHEZ MARCOS, M. (1999): “De logo Monumental. Antiguo partido judicial de la importancia del pan en La Armuña , Salamanca, pp. 346-370. (Salamanca) (Parte II)”, en Revista de PÉREZ, J. (1782): Historia del Real Mo- Folklore, núm. 228. Edición digital. nasterio de Sahagún. STRATO (2006): Estudio arqueológico in- PINO REBOLLEDO, F. (1988): Catálogo tegrado en la redacción de las Normas de pergaminos de la Edad Media (1191- Urbanísticas Municipales de Villalba de 1393), Valladolid. los Alcores (Valladolid), Informe inédito RIVERA BLANCO, J. (Coord.) (1995): depositado en el Servicio Territorial de Catálogo Monumental de Castilla y Cultura de la Junta de Castilla y León León. Bienes Inmuebles Declarados, vol. en Valladolid. 2, Salamanca, pp. 968-973. VILLACORTA PAREDES, ALBERTO RUIZ BRAGADO, F. (2002): “Villalba de (2014): Proyecto de urbanización del los Alcores” en AA.VV. (2002) Enciclo- Corro de Santa María, Modificación 1 pedia del Románico en Castilla y León. (Villalba de los Alcores, Valladolid). Valladolid. Aguilar de Campoo. VILLANUEVA ZUBIZARRETA, O. SANTARÉN, N. (1872): Historia de Vi- (1998): Actividad alfarera en el Vallado- llalba del Alcor, Valladolid. lid bajomedieval. Valladolid. QUIRÓS CASTILLO, J. A. (2007): “Las VILLANUEVA ZUBIZARRETA, O. aldeas de los historiadores y de los ar- (2011): La ollería y alcallería en la cuen- queólogos en la alta Edad Media del ca del Duero a lo largo de la Edad Me- norte peninsular”, en Territorio, Socie- dia y Moderna, en COLL CONESA, J dad y Poder, nº 2, pp. 65-86. (coord.): Manual de cerámica Medieval REGLERO DE LA FUENTE, C. M. y Moderna. Museo Arqueológico Regio- (1991): Aprovechamiento, ocupación y nal. Madrid, pp. 87-116 organización del espacio en los Montes Torozos: (siglos X-XIV). Tesis doctoral In- édita. Universidad de Valladolid. FICHAS DEL INVENTARIO REGLERO DE LA FUENTE, C. M. ARQUEOLÓGICO DE (1993): Los señoríos de los Montes Torozos. CASTILLA Y LEÓN, De la Repoblación al Becerro de las Behe- PROVINCIA DE VALLADOLID: trías (s. X-XIV), Valladolid, pp. 164-165. REGLERO DE LA FUENTE, C. M. Campaña 1992-1993. (1994): Espacio y Poder en la Castilla SANTIAGO PARDO, J. y MARTÍN Medieval. Los Montes Torozos (siglos MAESO, M. E. (1992-1993): Villal- X-XIV), Valladolid. ba de los Alcores (Villalba de los Alcores, REGLERO DE LA FUENTE, C. M. Valladolid), Ficha cód. IACYL 47-212- (1998): “Los despoblados bajomedie- 0005-10. Ficha inédita depositada en vales en los Montes de Torozos: Jerar- el Servicio Territorial de Educación y quización de poblamiento y coyuntura Cultura de la Junta de Castilla y León económica”, en Edad Media: revista de en Valladolid. Historia, 183-218, Valladolid.

483