Philasterides Dicentrarchi/ Miamiensis AISLADOS DE P. Dicentrarchi
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TESIS DE DOCTORADO RESOLUCIÓN DE LA SINONIMIA Philasterides dicentrarchi/ Miamiensis avidus. CARACTERIZACIÓN GENÉTICA, SEROLÓGICA Y BIOQUÍMICA DE LOS AISLADOS DE P. dicentrarchi. Ana Paula de Felipe González ESCUELA DE DOCTORADO INTERNACIONAL PROGRAMA DE DOCTORADO EN AVANCES EN BIOLOGÍA MICROBIANA Y PARASITARIA SANTIAGO DE COMPOSTELA / LUGO 2018 DECLARACIÓN DEL AUTOR DE LA TESIS Resolución de la sinonimia Philasterides dicentrarchi/ Miamiensis avidus. Caracterización genética, serológica y bioquímica de los aislados de P. dicentrarchi. D./Dña. Ana Paula de Felipe González Presento mi tesis, siguiendo el procedimiento adecuado al Reglamento, y declaro que: 1) La tesis abarca los resultados de la elaboración de mi trabajo. 2) En su caso, en la tesis se hace referencia a las colaboraciones que tuvo este trabajo. 3) La tesis es la versión definitiva presentada para su defensa y coincide con la versión enviada en formato electrónico. 4) Confirmo que la tesis no incurre en ningún tipo de plagio de otros autores ni de trabajos presentados por mí para la obtención de otros títulos. En Santiago de Compostela, 25 de septiembre de 2018 Fdo: Ana Paula de Felipe González AUTORIZACIÓN DEL DIRECTOR / TUTOR DE LA TESIS Resolución de la sinonimia Philasterides dicentrarchi/ Miamiensis avidus. Caracterización genética, serológica y bioquímica de los aislados de P. dicentrarchi. D./Dña. José Manuel Leiro Vidal D./Dña. Jesús Lamas Fernández INFORMA/N: Que la presente tesis, corresponde con el trabajo realizado por D/Dña. Ana Paula de Felipe González, bajo mi dirección, y autorizo su presentación, considerando que reúne l os requisitos exigidos en el Reglamento de Estudios de Doctorado de la USC, y que como director de ésta no incurre en las causas de abstención establecidas en Ley 40/2015. En Santiago de Compostela, 20 de septiembre de 2018 Fdo: José M. Leiro Vidal Fdo. J. Lamas Fernández Los resultados expuestos en la presente Tesis Doctoral han sido publicados o están pendientes de publicación, en los siguientes artículos de investigación: DE FELIPE, A.P., LAMAS, J., MALLO, N., SUEIRO, R.A., FOLGUEIRA, I., LEIRO, J.M. (2017). New data on flatfish scuticociliatosis reveal that Miamiensis avidus and Philasterides dicentrarchi are different species. Parasitology, 144 (10): 1394-1411. DE FELIPE, A.P., FOLGUEIRA, I., MALLO, N., SUEIRO, R.A., LAMAS, J., LEIRO, J. Identification of putative virulence-associated genes of the scuticociliate Philasterides dicentrarchi based on genomic substraction. (Manuscrito en realización) DE FELIPE, A.P., FOLGUEIRA, I., SUEIRO, R.A., LAMAS, J., LEIRO, J. Biochemical and molecular characterization of superóxide dismutases from the scuticociliate Philasterides dicentrarchi: physiological role in oxidative and ultraviolet stress. (Manuscrito en realización) La doctoranda declara no tener ningún conflicto de interés en relación con la Tesis Doctoral. 7 AGRADECIMIENTOS Llegados a este punto, al final de esta etapa, no tengo palabras para expresar mi agradecimiento a todas las personas que desde el primer día me han ayudado, que me han escuchado, que me han aconsejado y que me han guiado hasta alcanzar este objetivo. Es un auténtico placer haber podido contar con cada uno de vosotros. Los que me conocéis bien sabéis que no soy muy buena con los gestos directos, pero siempre me ha ayudado el expresarme a través de dibujos o relatos y, como no voy a ponerme a pintarrajear en mi propia tesis (¡Qué bien suena eso! ¡Mi tesis!), me gustaría contar una historia que llevo en la cabeza desde hace mucho, mucho tiempo. Esta es mi manera de enseñaros un poquito del camino que me trajo hasta aquí, hasta el día de hoy, y que, aunque con sus altos y sus bajos, conseguí recorrer gracias a vosotros. Empezaré desde el principio, como se merece toda buena historia. ⸭⸭⸭ 9 ANA PAULA DE FELIPE GONZÁLEZ Alicia se sentó a la sombra de un árbol. Se la veía feliz, sonriente, llevando un libro entre sus manos. Sin mirar a ningún lado, abrió el libro y comenzó a leer ávidamente. El libro parecía tenerla totalmente abstraída… cuando algo llamó su atención. A lo lejos, entre unos arbustos (Buxus sempervirens), apareció un conejo albino (Oryctolagus cuniculus), correteando a ratos y parándose a oler flores a otros. La presencia del conejo no sería demasiado extraña, aunque los más frecuentes sean los de color marrón tierra, en un campo tan amplio y lleno de vegetación, pero este conejo era especial. Llevaba un reloj en una de sus patas y un timer de Fisher en la solapa de su pequeño y curioso chaleco rojo. Alicia no podía creer que estuviera viendo semejante espectáculo, así que dejó el libro a un lado y se levantó para poder ver más de cerca al animalito. Pero el conejo no iba a esperar por ella y, viendo que una muchacha se acercaba curioseando, no dudó en salir corriendo (o saltando, mejor dicho) para esconderse en su madriguera, justo debajo de un abeto (Abies alba). Alicia vio como el conejo salía disparado hacia un árbol y decidió que era “ahora o nunca”, y se precipitó detrás del lepórido, por el agujero de la madriguera. A partir de ahí comenzó un movimiento de caída libre (V=Vo ± g · t) que pareció durar t = 120 s, una eternidad si no sabemos a qué distancia está el suelo. Pero antes de chocar con este, el aire pareció hacerse denso, una propiedad de los gases de la que se habla muy poco, pero que se asemeja a un día de primavera con exceso de polen para un alérgico. Alicia aterrizó suavemente en el suelo de lo que parecía una habitación a oscuras, en la que se vislumbraba una pequeña puerta (quizás incluso demasiado pequeña para ella, y eso que no superaba el 1,60 m de altura). Hacia un rincón, en una mesa, había un plato con dos magdalenas (que no muffins) y una nota sobre cada una de ellas. La primera decía: cómeme y te haré gigante (posiblemente por el exceso de azúcares, grasas saturadas y demás aditivos con los que estaba preparada) y la segunda ponía: gluten free, lactose free, no sugar added. Alicia decidió que se llevaría esta última para el camino, pues intuía que el proceso de buscar al conejo blanco le llevaría mucho tiempo. 10 Agradecimientos La pequeña puerta que separaba la sala en la que se encontraba Alicia del exterior se abría fácilmente, indicando un usuario @rai y una contraseña en un panel táctil que estaba al lado de la misma. Cuando la puerta se abrió, un mundo de ensueño se desplegó ante sus ojos. Había mil especies de plantas, con y sin semillas, y otros tantos de insectos, arácnidos y demás invertebrados. En un estanque se vislumbraban peces que saltaban alegremente y, al hacerlo, se veían hileras de colores brillantes procedentes de la interacción de los rayos del sol con las escamas mojadas, lo cual era un espectáculo digno de ver (y lo que, a su vez, informaba a ciencia cierta de que aquellos peces no eran rodaballos (Scophthalmus maximus)). Viendo el panorama que se abría ante ella y, calculando así, a bote pronto, supuso que encontrar al conejo le llevaría, al menos, unas 5 horas (sobre todo para recorrer el terreno, detectar las huellas del conejo y seguir su rastro). A mayores, necesitaría aproximadamente 1 hora más para poder descansar de todo lo anterior y recuperar fuerzas para el trayecto final (otras 4 horitas de trabajo y dedicación absolutas para poder entender al dichoso animal) … Desde luego no parecía tarea fácil. Alicia comenzó su andadura buscando con lupa algún indicio del conejo cuando, de repente, se encontró con los gemelos Tweedledee y Tweedledum. Estos muchachos, de aspecto extraño en términos generales, pero muy bien conjuntados entre sí, empezaron a hablarle sin parar de historias que ella no entendía del todo bien. Que si mitosis y meiosis, que si floema y xilema, que si triplicados y réplicas, que si especies k estrategas, que si DNA z, que si transposones y tinciones de Gram… demasiadas cosas como para entenderlas en un segundo de conversación. Alicia preguntó si alguno había visto, o sabía, dónde podría estar el conejo, pero los gemelos siguieron con sus historias de los fósiles del pleistoceno, los cuellos de botella, la simetría de las flores y la grandeza del pulgar oponible. Horrorizada por tanta historia sin sentido aparente, Alicia consiguió zafarse de los hermanos y comenzó a andar sin rumbo. No veía huellas en el suelo ni pista del conejo en ningún lado, por lo que decidió sentarse y quejarse de su mala suerte recreando alguna escena de película dramática de bajo presupuesto. 11 ANA PAULA DE FELIPE GONZÁLEZ Viendo que la niña lloraba desconsoladamente, pero sin lágrimas en los ojos, como buena escena de bajo presupuesto, una rosa (Rosa chinensis) del jardín se le acercó y empezó a hablarle. La rosa hablaba con voz pausada y amigable de distintos temas que llamaron la atención de la niña, aunque no tanto como el conejo blanco, pero, desde luego, la hizo sentir mejor. La conversación, que quien la oyera podría pensar que no era nada trascendental, consiguió animar a Alicia, devolverle el brillo a su mirada y tener fuerzas para seguir su camino con una visión más optimista del mundo. Así, Alicia siguió caminando por un sendero bastante intrincado hasta que se topó con una especie de oruga (Patania ruralis) del tamaño de una ardilla de tierra adulta (Spermophilus fulvus). La oruga, que estaba tremendamente intrigada por qué comería a continuación, ignoró la presencia de la niña. Alicia intentó hablar con ella, pero esta le dijo que no tenía tiempo para resolver sus dudas, que tenía trabajo por delante (todo esto, mirando la enorme hoja de un platanero que se mecía suavemente a merced del viento).