Athletic eta bere istorioak-El Athletic y sus historias febrero de 2004 Bilbao 45

De cuando el gol se llamaba Uriarte

Deportivo de La Coruña y Grana- Alberto Bacigalupe da. La final los emparejó con el Elche en el Bernabéu y el desenla- NO se ha difuminado aún el re- ce fue favorable a los bilbainos, cuerdo de aquella tarde mágica. con un gol de Arieta II que resultó Faltaban horas para que nos aban- suficiente. donara 1967. El 31 de diciembre, Cuatro años después y también sucumbía de manera rotunda en en Chamartín, se repitió la victo- San Mamés el Balom- ria, esta vez bajo la dirección de pié. Nada menos que por 8-0. Una Milorad Pavic. Esta vez los elimi- goleada que todavía mantienen en nados fueron Real Oviedo, Sevilla su memoría los privilegiados es- y Málaga. Como último rival, el pectadores presentes y vivientes. Castellón. En la calurosa tarde del Agustín Gainza tenía consigo 29 de junio, Arieta II en la primera una pléyade de jóvenes futbolistas mitad y Zubiaga en la continua- que a lo largo del partido ofrecie- ción dejaron el compromiso visto ron al respetable un anticipo de para sentencia. El ariete en una de sus especialidades, el remate sus posibilidades presentes y futu- ras. Aranguren, Estéfano (2) y Uriarte (5), fueron los culpables Cinco dianas de que el hombre del marcador vi- al Betis en viera una jornada de singular tra- bajo. San Mamés Al final de la temporada, Fidel Uriarte se convertía en “pichichi” (31.XII.67), con una de 22 tantos, casi la mitad de los logrados por el resto su mejor y más del equipo, que fueron 49. Uriarte era extraordinario en el remate de espectacular cabeza. El setenta y tres por cien- tos de los goles obtenidos a lo lar- registro go de su trayectoria balompédica los logró de tal guisa. Pero tam- bién gozaba de poseer una zurda drogarme para ganar lo hu- letal en el disparo a gol. Sumen biera hecho tranquilamente. Dicen ambas virtudes a su colocación en que aquello no resultó. el campo y la precisión de sus ser- En aquel momento inició Ron- vicios y estaremos ante un hombre nie Allen su imparable caída. Ape- impresindible en el esquema de nas gozó de tregua entre el fulgor cualquier equipo. y el fracaso. Fidel Uriarte pertenece a una generación de precoces jugadores, Internacional en todo que efectuaron el tránsito de juve- A Uriarte le cabe la importante niles a titulares del primer equipo En 1969 Uriarte conquistó la Copa con el Athletic particularidad de haber sido inter- nacional en todos los escalafones. A saber: 5 veces como juvenil; 7 Fidel es el penúltimo “pichichi” rojiblanco. de aficionado; 2 con la selección militar; 4 con la de promesas. En Más de las tres cuartas partes de sus el equipo absoluto tuvo nueve titu- laridades. Debutó ante Suecia en tantos fueron logrados con la cabeza Sevilla el 28 de febrero de 1968 (2-1) y se despidió el 23 de mayo de 1972 en Madrid ante Uruguay casi sin solución de continuidad. Empero, no tiene Uriarte un tí- (2-0). De toda esa trayectoria, Nacido en Sestao, el uno de marzo tulo de Liga en su palmarés. Pudo guarda dos experiencias inolvida- de 1945, comenzó su andadura ser en 1969. Estaba al alcance de bles. Su llamada –era Kubala el futbolística en los Hermanos de La la mano y una serie de hechos di- seleccionador– para jugar en 1969 Salle de la localidad fabril. Bien versos, pero concatenados, evitó contra Alemania, con victoria his- pronto fijaron sus pretensiones en lo que para muchos era una seria pana por dos a cero, en la que los él los ojeadores de Athletic, por lo posibilidad de éxito. ¿Qué diantres teutones se mostraron cláramente que José Luis Garay lo tuvo al po- sucedió entonces?, continúan pre- inferiores, y el disputado a Italia co bajo su disciplina. guntándose algunos aficionados en 1971. Fue en el estadio cuando hacen memoria. Sant`Elia de Cagliari. Antes del El primer trofeo Recapitulemos. El Athletic pre- minuto 40, Pirri y Uriarte habían Tenía dieciséis años cuando sa- cisaba ganar en casa los tres últi- colocado a la selección en clara lió vestido de rojiblanco al Nou mos partidos del campeonato. De franquía. Luego, cuando faltaban Camp. Estaba la Copa de España ser así y con un sólo punto que ob- diez minutos para el final, De Sis- juvenil en juego y enfrente nada tuviera en sus desplazamientos a ti maquilló un poco la deblacle. menos que el Real Madrid. Perfo- San Sebastián, Sevilla y Valencia, Al finalizar la temporada 1973- ró dos veces el portal merengue el objetivo estaba asegurado. De 1974, Uriarte abandonó Bilbao –guardado por Delgado Donosti se volvió con derrota y al- con destino Málaga. Tras doce Meco, el hoy preparador físico de go peor: la expulsión de Rojo y años sirviendo al Athletic cambió Lezama– aunque , en verdad, fue- Arieta. En la capital andaluza no de colores y disfrutó de un grato ron cuatro. Sucede que el árbitro le hubo puntos tampoco; ni se mere- ambiente entre compañeros como anuló dos, uno de ellos absoluta- cieron. De lo que sucediera en el Deusto, Migueli, Bustillo o Vila- mente legal. Luis Casanova valenciano depen- nova. Se le acogió con cariño y Ya tenía su primer trofeo impor- día la gloria, tan largo tiempo aca- hasta volvió a encontrarse con Mi- tante, pero sumaría muchos más. riciada. Perdió el Athletic y mate- Dos mitos rojiblancos: Zarra saluda a Uriarte lorad Pavic quien –escribo de me- Las Copas, por ejemplo, de 1969 y rializó el fracaso un tal Nebot, au- moria– llegó a alinearle durante 1973. Comentemos ambos aconte- tor del único tanto. Actuación la- sinceridad que le define, hacía es- esfuerzo y la verdad es que el ser- varios encuentros de defensa cen- cimientos. El Athletic estaba ayu- mentable la del Athletic, presa de tas declaraciones al diario deporti- vicio médico del club nos quiso tral. Estuvo tres años y luego col- no de “su” trofeo desde 1958. Lo la impotencia y un extraño cansan- vo “As” en los años ochenta: “mantener” pero, vamos, no puede gó la botas. expliqué en mi anterior entrega. cio que se evidenciaba de manera –Si hubiera sido “doping”, por considerarse un “doping”. No en- Es un capítulo obligado en la Llegar a la villa del oso y el ma- alarmante a medida que discurrían supuesto que hubiéramos ganado tiendo mucho de medicina y creo historia del Athletic. Y en él se droño para ampliar la vitrina de los segundos. Pronto surgió la pa- el partido. Creo que se trataba de que fueron como unas pastillas re- hablará de quien, todo afición y Bertendona, era una ilusión de Ra- labra dopaje, poco en boga para la un complejo vitamínico. El equipo constituyentes lo que nos dieron entrega, hizo de su juego un ho- fael Iriondo y todos sus hombres. época. Un dopaje (?), eso sí, mal iba para abajo a marchas forzadas, después de cenar la noche anterior menaje al gol. Sí; ya lo he escrito: Por el camino de la competición administrado, dadas las conse- llevábamos una temporada muy al partido. Yo tomaba todo, la ver- fue “pichichi”. Nuestro penúltimo fueron dejando a Real Zaragoza, cuencias. Fidel Uriarte, con una dura, ir arriba obligaba a un gran dad. Y si hubiese sido necesario “pichichi”.