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El asentamiento altomedieval de la de Corao, (Cangas de Onís, , España) Otilia Requejo Pagés José Avelino Gutiérrez González

RESUMEN mente de calizas cretácicas, trabados con arcilla Se presentan los resultados de la intervención ar- y asentados directamente sobre el nivel aluvial queológica realizada en la vega de Corao, en Cangas de del sustrato. Onís (Asturias), donde se han identificado estructuras de hábitat en llano con evidencias de ocupación alto- medieval. LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Además de constituir el primer asentamiento al- deano en llano documentado arqueológicamente en del río Güeña configura un surco preli- Asturias, la trascendencia del lugar radica en su ubica- toral este-oeste entre la vertiente norte del macizo ción y asociación al área cántabro-vadiniense donde occidental de los o Picos del Cor- surge la primera sede de la monarquía astur, ofrecien- nión, y las sierras prelitorales de Escapa, Cubeta y do algunas respuestas a los interrogantes tradicionales Trapa, que le separan, por el norte, de la costa sobre la caracterización del poblamiento y la sociedad cantábrica. En este espacio se produce un fuerte astur-cántabra de los últimos tiempos de la época anti- contraste entre la gran altitud de las montañas que gua y los primeros medievales. enmarcan el valle (por encima de los 2500 m en las cumbres de los Picos de Europa, en torno a 900 en PALABRAS CLAVE: Excavación, asentamiento, llano, las sierras litorales) y el fondo del valle (entre 80- altomedieval, Asturias 100 m.s.n.m.). Además, la vertiente norte de la Cordillera desciende hasta el piedemonte forman- do un relieve accidentado de sierras y vegas de ori- INTRODUCCIÓN gen glacial, la plataforma de Enol, enmarcada en- tre los abruptos desfiladeros que han trazado los Corao se localiza en el valle del río Güeña, vega ríos Sella, al oeste, y , más al este. en la que se han identificado un importante nú- Este espacio montañoso de grandes contrastes mero de yacimientos arqueológicos de diferentes altitudinales, bien drenado, insolado y abrigado, periodos históricos cuya concentración debe po- proporciona buenas condiciones de habitabilidad nerse en relación con las óptimas condiciones de y explotación agropecuaria. Así, el valle y piede- habitabilidad que dicha ofrece. Destacan monte inmediato presentan fértiles vegas donde por su cercanía e interés histórico los hallazgos de se concentran la gran mayoría de ocupaciones hu- epigrafía vadiniense, restos de viario romano o la manas desde tiempos prehistóricos y antiguos primera sede regia astur de Cangas de Onís. hasta la actualidad. Por otra parte, en las sierras Las evidencias se descubrieron en el año 1988 que lo enmarcan se encuentran amplias masas durante el transcurso de los trabajos de segui- boscosas y extensas praderas en y puer- miento y control arqueológico de las obras de tos de altura, entre los 500 y los 1500 m.s.n.m. construcción de la carretera variante del pueblo aproximadamente. Además, los macizos rocosos de Corao, en la finca denominada San Nicolás. La encierran una gran riqueza metalogenética (cobre, pertinente excavación arqueológica y una pros- cinabrio, hierro, etc.) que ha sido objeto de impor- pección electrofísica permitieron identificar tres tantes labores mineras en diferentes momentos estructuras de hábitat en llano, con registro de históricos, desde la Prehistoria reciente hasta el ocupación altomedieval, formadas por mam- pasado siglo (BLAS CORTINA, 1983, GUTIÉ- puestos de cantos rodados de cuarcita y aislada- RREZ CLAVEROL y LUQUE CABAL, 2001). 2 OTILIA REQUEJO PAGÉS – JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ

El yacimiento de Corao se ubica en la vega homó- ninguna evidencia de uso de morteros; asentaban nima, sobre la llanura aluvial formada por el aporte directamente sobre el sustrato aluvial (matriz ar- de materiales del río Güeña y su afluente el ríoChicu , cillosa arenosa de tonalidad pardo amarillenta, materiales aluviales sobre los que se disponen aportes con cantos cuarcíticos), área fuente de aprovisio- de los coluviones que se localizan al pie de los aflora- namiento del material constructivo. mientos calizos que limitan la vega por el Norte.

Cimentaciones LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA No se constató la existencia de zanjas de ci- El yacimiento se descubrió en el año 1988 al mentación, únicamente rebajes puntuales en rela- ejecutarse el proyecto de ampliación de la carrete- ción con los bloques de mayor tamaño (calizas ra AS-114 Cangas de Onís - Panes, en el tramo arenosas y calizas cretácicas). Estos grandes blo- Cangas de Onís - Benia (variante de Corao).1 están reforzados ocasionalmente con calzas El reconocimiento de los cortes abiertos y la de pequeños clastos calizos (Estructura 3) y pare- prospección arqueológica superficial de la vega cen corresponder con los umbrales. pusieron de manifiesto la existencia de materiales arqueológicos dispersos de diversas épocas entre los puntos kilométricos del trazado proyectado Cubiertas 5+800 y 6+600. Los puntos de sondeo estuvieron determinados Si bien escasos, se han registrado fragmentos por los resultados de la prospección electrofísica de tégulas en el nivel de derrumbe así como evi- realizada sobre el trazado previsto de la carre- dencia de hoyos de postes (Estructura 1), posible- tera (GARCÍA, 1988) y determinaron la excavación mente para sustentar la cubierta. de una superficie total de unos 50 m2 en la finca de San Nicolás, entre los puntos kilométricos 6+180 y 6+220, sector donde se registraron los restos corres- Suelos pondientes a las estructuras altomedievales. El suelo de ocupación altomedieval (suelo 1) se documentó a una cota de -45 cm desde la rasante DESCRIPCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS de la vega y conservaba puntualmente un grosor máximo de 10 cm (Estructura 1: catas 3A y 3I). Re- Se registraron y documentaron parte de tres posaba directamente sobre el aluvial y estaba recu- estructuras -muy arrasadas como consecuencia de bierto por la capa de derrumbe de la estructura. Se la dinámica fluvial-, construidas con cantos roda- trata de un suelo de tierra pisada, de tonalidad si- dos de cuarcita, calizas cretácicas y arenosas (aun- milar al aluvial sobre el que asienta pero de consis- que éstas últimas en menor proporción) de tama- tencia más dura. En relación con este suelo –donde ños heterométricos: medios (12-15*20-25 cm) y se observan dos momentos o fases– se registraron pequeños (5-10*5-10 cm). Únicamente en el caso las cerámicas grises incisas y las pintadas. de la estructura 1 se ha podido restituir parcial- Puntualmente, en el sector Sur de la Estructura mente la planta que parece definir una esquina en 1 (cata 3C), por debajo de la capa vegetal y sobre el ángulo, conservando los muros una longitud de nivel II (pardo-rojizo), se registra una fase de ocu- 1,50 m (con dirección NE-SW) y 0,50m (NE-SW). pación posterior representada por el nivel Ib: se Los muros tenían un grosor medio de 60-70 cm y trata de un nivel intermitente (lentejón) que en- los mampuestos estaban trabados con arcilla, sin grosaba hacia el Este y Norte, de matriz arcillosa y tonalidad verdosa, con la consistencia de tierra pi- 1 Las obras fueron promovidas por la Consejería de In- sada, con fragmentos de tejas y algunos fragmen- fraestructuras del Principado de Asturias. Los trabajos de ex- tos de cerámicas plenomedievales, que podría in- cavación arqueológica y seguimiento y control arqueológico terpretarse como un suelo y un momento posterior de las obras fueron encargados al equipo de arqueólogos que en aquel momento integraba el Gabinete Arqueológico: de reocupación parcial de la estructura (suelo 2). Gema Adán, Carmen Cabo, Rogelio Estrada, Alberto Martí- Evidencias de hoyos con piedras de calzo, excava- nez, Otilia Requejo y Ángel . dos en los niveles Ib y II, ponen de manifiesto la EL ASENTAMIENTO ALTOMEDIEVAL DE LA VEGA DE CORAO, CANGAS DE ONÍS (CANGAS DE ONÍS, ASTURIAS, ESPAÑA) 3 existencia de postes, semejantes a los registrados – Sustrato geológico: Aluvial (matriz arcillosa en el sector de La Cavada, al Oeste de la vega arenosa de tonalidad pardo amarillenta, con (, 1990,93). cantos cuarcíticos). En la Estructura 3 se han registrado evidencias de un muro arrasado por debajo de la cimentación SECUENCIAS Y RELACIONES altomedieval y asociado con materiales cerámicos ESTRATIGRÁFICAS: de factura tosca, similares a los registrados al pie del yacimiento de La Cavada y asignables a la Edad El registro estratigráfico más completo y expre- del Hierro. sivo corresponde a la Estructura 1, compuesto por: El de arrasamiento de las estructuras y el – Capa vegetal registro estratigráfico deben ponerse en relación Ia. Suelo de tierra pisada (Suelo 2) de matriz con episodios de avenidas o crecidas fluviales arcillosa consistente y tonalidad verdosa. como se ha constatado en el yacimiento de San Evidencias de hoyos con piedras (postes) Pedro de , próximo a Cangas de Onís excavados en los niveles Ib y II.2 (MARTÍNEZ y REQUEJO, 1995 y REQUEJO, Ib. Capa arenosa amarilla intermitente, es- 1998). A falta de un estudio geoarqueológico en téril (Paleoavenida). profundidad como el realizado en Villanueva (RE- II. Matriz arcillosa parda rojiza con abundan- QUEJO y JIMÉNEZ, 2004) este extremo debe te componente orgánico (Paleoavenida?). considerarse como la hipótesis más fundada. Los III. Derrumbe estructura (fragmentos de té- niveles 1b y II pueden ser interpretados como re- gulas) sultado de episodios de crecidas y en relación con IV. Cimentación de la estructura y suelo la fase de derrumbe y amortización de las estruc- asociado (Suelo 1) altomedieval de tierra turas con materiales aluviales, momento en el que pisada. Los materiales evidencian dos pudieron producirse las labores agrícolas docu- momentos de ocupación representados mentadas en el n. 2. por una primera fase con dominio abso- luto de las cerámicas incisas y de retícula irregular, con ausencia de cerámicas LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS pintadas, y una segunda fase con predo- minio de estas últimas y presencia de la El conjunto de materiales cerámicos recupera- retícula regular.3 dos en el yacimiento de Corao ha sido objeto de un estudio de detalle publicado por uno de noso- 2 La misma secuencia se observa en el vecino yacimiento tros (REQUEJO 2003-2004) por lo que únicamen- de La Cavada (sector B) a unos 150 m al Oeste: el Nivel 3 del te se incidirá en una serie de precisiones y matiza- corte C-IV se corresponde con una capa de arenas de 8-10 cm ciones. de potencia, rota por un hoyo de 45 cm de diámetro, con pie- El lote más representativo e interesante es el re- dras hincadas en su interior y rellenado por el nivel superior cuperado en el suelo de ocupación de las estructu- (nivel 2): arenas arcillosas de color rojizo y con materiales ce- ras y que corresponde a la Alta Edad Media, si bien rámicos medievales (Martínez Villa 1990, 93). En la cima del n. 2 también parecen apreciarse evidencias de surcos de ara- no se puede dejar de reseñar una muestra residual do (Ibidem, fig. 4), aspecto éste insuficientemente aclarado. pero significativa representada por un pequeño 3 Se ha optado por mantener la secuencia de niveles ori- fragmento de Terra Sigillata y una olla de borde ginales establecida en 1988, año de excavación de yacimiento, plano inciso que ilustran los momentos de la tardo- pero incidiendo en un aspecto importante y que se ha com- rromanidad y la antigüedad tardía (siglos III-IV y probado al analizar los materiales y reestudiar los cortes es- tratigráficos y la documentación: en el nivel IV, correspon- V-VII) (MARTÍNEZ SALCEDO, 1998-99). diente al suelo de ocupación habría que distinguir dos Igualmente, una pequeña muestra de cerámi- momentos o fases, la segunda de las cuales estaría represen- cas de factura tosca -en relación con el lote de ce- tada por materiales del nivel III, definido genéricamente rámicas de la Edad del Hierro recuperado en la como el nivel de derrumbe y amortización de las estructura. misma vega (REQUEJO y ÁLVAREZ, en prensa) Nivel III derrumbe de las estructuras (siglos IX-X) - asociadas a los restos de un muro identificado suelo de ocupación altomedieval, fase 2 (siglos IX-X) bajo la estructura 3. Nivel IV suelo de ocupación altomedieval, fase 1 (siglos VIII-IX) 4 OTILIA REQUEJO PAGÉS – JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ

PRODUCCIONES ALTOMEDIEVALES DE CORAO NIVEL III NIVEL IV DECORACIÓN INCISA suelo de ocupación (fase 2) suelo de ocupación (fase 1) y derrumbe ONDAS INCISAS 12,5% 0% RETÍCULA INCISA IRREGULAR (peine)4 87,5% 25% RETÍCULA INCISA REGULAR 0% 25% DECORACIÓN PINTADA: 0% 50% Tabla 1. Producciones cerámicas.4

CERÁMICAS CON DECORACIÓN INCISA derado oportuno considerarlas de manera con- junta bajo la denominación de retícula irregular, Ondas producción característica de la alta Edad Media (GUTIÉRREZ y MIGUEL e.p.). Son piezas de calidades y buenas, con Formalmente se asocia mayoritariamente a dominio de desgrasante cuarcítico de pequeño ta- ollas. Son pastas de calidades regulares, toscas, maño, ejecutadas a torneta y cocciones reducto- duras, con abundantes desgrasantes cuarcíticos de ras. Se asocia formalmente a ollas y están decora- tamaño pequeño y medio y ocasionalmente micá- dos con motivos de ondas incisas, una o dos ondas ceos y chamota. Están ejecutadas a torneta y las paralelas, ocasionalmente entrecruzadas y mayo- cocciones son mayoritariamente reductoras y oca- ritariamente en el arranque de la panza. sionalmente oxidantes con postcocción reductora Constituyen un grupo minoritario y se docu- (Modos B y D). Las tonalidades son grisáceas y menta únicamente en el nivel más antiguo de Co- beige-blanquecinas.5 rao, asociadas a la retícula irregular. Se registran Estas son las cerámicas altomedievales más ca- ya en contextos tardoantiguos, datadas entre los racterísticas de la región, con una dilatada vigen- siglos V y VII (FERNÁNDEZ OCHOA, C. et alii, cia cronológica: se documentan en un gran núme- 1992; FERNÁNDEZ OCHOA, C., 1997; ENCI- ro de yacimientos de cronología altomedieval de NAS y GARCÍA CARRILLO, 1992 y Requejo, Asturias y León (GUTIÉRREZ 1995, GUTIÉRREZ 1992). y MIGUEl e.p.). Perviven, con ligeras variaciones técnicas y for- La definición de los motivos decorativos está con- males, hasta mediada la décima centuria, siendo el dicionada por el estado fragmentario de las piezas; tipo cerámico más representativo del periodo de aunque la mayoría de los fragmentos (85%) solo con- transición de la Antigüedad tardía (siglos V-VII) a servan los trazos verticales, es posible reconocer: la Alta Edad Media (siglos VIII-IX) (ENCINAS, – Líneas verticales cortadas por líneas horizon- 1986, GUTIÉRREZ, 2003). tales/oblicuas aisladas – Líneas verticales cortadas por líneas horizon- tales/oblicuas sin formar retícula Retícula irregular Estas cerámicas son las más abundantes en las fases más antiguas de Corao (87,5%) siendo mino- En un primer momento se habían distinguido ritarias en la fase posterior. las producciones decoradas a peine vertical y las decoradas con líneas incisas entrecruzadas (Re- quejo 2003-2004, 502), no obstante, y debido a Reticula regular que el estado fragmentario de las piezas dificulta sobremanera la precisión descriptiva, se ha consi- Asociada igualmente a ollas. Pastas de buena calidad, con finos desgrasantes cuarcíticos. Duras 4 Se ha optado por agrupar las producciones decoradas a peine vertical y las decoradas con líneas incisas entrecruzadas 5 De acuerdo con los ensayos de cocción realizados, las que se habían considerado como grupos diferentes (b1-2 y arcillas locales (arcillas calcáreas, ricas en carbonato cálcico) b1-3 en Requejo 2003-2004, 502) en un apartado conjunto producen tonalidades beige-blanquecinas en ambientes re- bajo la denominación de retícula irregular. ductores (Blanco et alii, 1996 y Blanco, 2000). EL ASENTAMIENTO ALTOMEDIEVAL DE LA VEGA DE CORAO, CANGAS DE ONÍS (CANGAS DE ONÍS, ASTURIAS, ESPAÑA) 5 y de sonido metálico. Ejecutadas a torneta y coc- en reducción como en oxidación, aunque en las ciones mayoritariamente reductoras y también producciones pintadas estudiadas en yacimientos reductoras con postcocción oxidante (Modos A y cántabros y palentinos se constata la tendencia a B); tonalidades grises y beige-grisáceas. la oxidación (Modo C). Decoradas con líneas incisas entrecruzadas La decoración pintada marrón rojiza se aplica a formando retícula: pincel antes de la cocción y los colorantes son óxi- – líneas verticales cortadas por líneas horizon- dos: rojo (Oxido férrico: Fe2O3); negro (Oxido tales/oblicuas formando retícula ferroso: FeO) y marrones (Oxido de Manganeso). – líneas verticales cortadas por series de ban- Los motivos decorativos son bastante homogé- das de líneas horizontales formando retícula/ neos y en relación con los de la decoración incisa: damero ondas y reticulados, localizándose preferentemen- La retícula regular está ausente en los niveles te las ondas en el cuello y el enrejado/reticulado más antiguos de Corao (IV, fase 1 del suelo de en la mitad superior del cuerpo: ocupación) y se constata en el nivel siguiente (III, – líneas verticales combinadas con líneas de fase 2 del suelo de ocupación y derrumbe), asocia- puntos verticales da a las cerámicas pintadas. – líneas verticales cortadas por líneas horizonta- Se trata de un tipo de decoración con amplia les formado un motivo de enrejado o retícula dispersión en contextos alto y plenomedievales Estos materiales están en relación con las pro- asturleoneses (ENCINAS, 1986 Y 1987, GUTIÉ- ducciones altomedievales del núcleo cántabro- RREZ y BENÉITEZ, 1989). castellano, fechadas entre los siglos VIII-X (BO- HIGAS y Gª CAMINO, 1987; BOHIGAS y SARABIA, 1987, BOHIGAS y RUIZ, 1989, BOHI- CERAMICAS PINTADAS GAS et alii, 1989). Los materiales de Corao evidencian dos mo- Pastas de calidades medias, con abundantes mentos de ocupación altomedieval representados desgrasantes cuarcíticos de pequeño y mediano por una primera fase con presencia de las cerámi- tamaño; ejecutadas a torneta y con acabado irre- cas de ondas incisas (12,5%), dominio absoluto de gular. Formalmente se asocian a ollas/jarras de la retícula irregular (87,5%) con ausencia de retí- cuello largo vertical y labio estrecho, ligeramente cula regular y cerámicas pintadas, y un segundo apuntado. Las tonalidades beige-blanquecinas de momento con predominio de estas últimas (50%) las pastas, de acuerdo con los ensayos de cocción y aparición de la retícula regular (25%), mante- realizados, se producen en las arcillas locales tanto niéndose la retícula irregular (25%).

Siglos IV-V Siglos VI-VIII Siglos VIII-IX Siglos IX-X T.S.H.T. Plano inciso - Finas anaranjadas - Ondas Retícula irregular Retícula regular - Pintadas Tabla 2. Cronología.

En relación con el contexto geoarqueológico, a episodios de crecidas. Las dataciones ra- es interesante reseñar e incidir en el paralelismo diométricas han permitido secuenciar cro- de las estructuras recuperadas en Corao con las nológicamente los distintos episodios cons- del antiguo Monasterio de San Pedro de Villanue- tructivos y las crecidas asociadas a episodios va, situado a 10 km al oeste de Corao: de derrumbe (REQUEJO y JIMÉNEZ 2004). 1. Localización en vega: el monasterio de San En Corao, los restos también se localizan so- Pedro de Villanueva se ubica sobre una lla- bre una llanura aluvial, la del río Güeña, nura aluvial y junto a un meandro del río próximo a un meandro. Esta llanura se ha Sella. El registro arqueológico se ha reinter- formado por el continuo aporte de sedi- pretado con criterios geomorfológicos y se mentos por parte del río cuyas característi- han reconocido 5 episodios de avenidas o, cas sedimentológicas son resultado de la mejor, paleoavenidas fluviales representa- dinámica del río y del material disponible. dos por niveles de gravas y arenas asociados Se trata de una llanura aluvial más bien 6 OTILIA REQUEJO PAGÉS – JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ

«madura», constituida por alternancias de Ercina), marcando al tiempo las rutas ganaderas niveles de gravas y niveles arenosos. La par- entre el valle y la montaña, que se perpetuarán en te más superior se encuentra constituida los tiempos siguientes. Asimismo, la Mina Mila- por arenas de tonos anaranjados cuyo ori- gro (Onís) y diversos depósitos metálicos señalan gen se encuentra en los materiales arenosos la incidencia de la metalurgia protohistórica. no cementados del cretácico y su disposi- En el mismo yacimiento de La Cavada-San Ni- ción en las zonas más altas de la llanura alu- colás de Corao, en el sector B, la excavación ar- vial se debe a que son los materiales más fi- queológica de 1988 documentó un nivel de asen- nos que transporta el río y, por tanto, se tamiento de la Edad de Hierro, compuesto por un depositan en épocas de inundación en las suelo (nivel III: capa de matriz arcillosa rojiza, con zonas más alejadas del cauce y, verticalmen- cantos) en el que se hallaron cerámicas a mano. te, en las zonas superiores de la llanura alu- Es, precisamente, la ocupación prerromana de vial (JIMÉNEZ, 1988). la región oriental asturiana uno de los aspectos 2. Se observan similitudes en la técnica cons- más desconocidos y controvertidos de la historio- tructiva: estructuras construidas con cantos grafía regional. A diferencia de las áreas más occi- de río trabados con mortero de , pero dentales, donde el tipo de asentamiento caracte- mientras que en Corao los muros tienen un rístico de la Edad de Hierro lo constituyen los grosor medio de 60-70 cm y no hay eviden- , en la comarca oriental de Asturias apenas cia de zanjas de cimentación, en Villanueva se documentan unos pocos de estos asentamien- las estructuras son más sólidas y monumen- tos de altura fortificados, el de , el tales, quizás correspondientes a un edificio de La Talá de Llanes o el de Villa (Cangas de Onís), aristocrático o ligado a la monarquía (RE- el más cercano al Güeña, aunque en el valle del QUEJO, 1999). Sella (CAMINO MAYOR y VINIEGRA PACHE- 3. Paralelismos formales, técnicos y decorati- CO, 2002). Tradicionalmente se ha tratado de ex- vos en los materiales arqueológicos: cerámi- plicar esta ausencia de asentamientos castreños cas reductoras incisas y pintadas, si bien en recurriendo a causas variopintas, como el supues- Villanueva, las producciones pintadas son to nomadismo o poblamiento disperso seminó- más abundantes que en Corao (REQUEJO mada de los cántabros vadinienses, la posición 2003-4). periférica de esta región respecto al foco «difusio- nista» de la Cultura Castreña del noroeste o los condicionamientos geográficos, argumentos que CONTEXTO HISTÓRICO DEL TERRITORIO: han sido ya convenientemente refutados (Ibidem, El valle del Güeña entre época 21-35). El asentamiento en llano de Corao ofrece antigua y altomedieval una nueva e interesante pauta explicativa de la no comparecencia de castros en el área, mostrando Bajo las favorables condiciones anteriormente un modelo diferente de ocupación en las fértiles reseñadas, no es extraño que el valle del Güeña y vegas, más propicias para actividades agrícolas sus inmediaciones recibieran una intensa ocupa- que las áreas montañosas, más avocadas a las prác- ción humana desde tiempos antiguos. Así, aprove- ticas ganaderas. chando las cuevas formadas en el relieve cárstico En época romana aparece aún más intensifica- se produjeron ya dilatadas ocupaciones prehistó- da la ocupación de la llanura, a juzgar por los ha- ricas (Cuevas de los Azules, El Buxu, La Güelga, llazgos en varios puntos de la vega del Güeña: o El Cuélebre, además del llano colu- Contraquil en Cangas de Onís, restos constructi- vial de La Cavada en Corao, todos ellos en el con- vos bajo la iglesia románica de o en la cejo de Cangas de Onís)6. Los pastores neolíticos misma excavación de La Cavada en Corao (tegula jalonaron con dólmenes y túmulos sus territorios y TSHT en el sector A). A ellos hay que añadir la y zonas de pasto desde las vegas (en Cangas de abundante epigrafía vadiniense, procedente en su Onís) a las sierras (en Inxena, Granda, , La mayoría de estos mismos lugares y posiciones en la vega, especialmente en el entorno de Corao (14 6 Vid. Martínez Villa, 1990, para el yacimiento prehistó- epígrafes: 2 en Cangas de Onís, 3 en de Can- rico al aire libre de La Cavada, donde además se da noticia de gas, 6 en Corao, 2 en Coraín, 1 en Villaverde). Tan los niveles del asentamiento medieval. sólo unas pocas lápidas se han localizado en los EL ASENTAMIENTO ALTOMEDIEVAL DE LA VEGA DE CORAO, CANGAS DE ONÍS (CANGAS DE ONÍS, ASTURIAS, ESPAÑA) 7 márgenes montañosos del valle (4 inscripciones niacensis, no se aprecian claramente los patrones en Zardón, Abamia, Llenín, Gamonéu de Onís) de asentamiento y de organización territorial ha- (Diego Santos, 1985). También en esos bordes bituales en otras regiones cantábricas. No se co- montañosos se localizan otros asentamientos de nocen aquí núcleos urbanos, villas, castros u otras época romana y medieval, como son los castillos formas de ocupación documentados en las regio- emplazados en las cimas de peñones y cerros ro- nes limítrofes (, León o actuales territo- cosos de Peñe Amanil (Cebia) y La Porra de Socas- rios del centro y occidente de Asturias); la supues- tiello (Següenco) situados sobre las vías transver- ta ciuitas Vadinia ptolemáica no sería sino la entre el valle del Güeña y la costa a través de teórica reordenación y municipalización romana la sierra de Escapa (Peñe Amanil) o hacia los puer- de un grupo social sin jerarquización territorial tos de y Enol (La Porra)7. aparente, sin vrbs. Sin embargo, la especial con- De esta manera la red viaria y la estructura te- centración de evidencias arqueológicas en el eje rritorial aparece bien configurada y jerarquizada viario Corao-Soto de Cangas-Cangas de Onís su- desde época antigua. La vía principal recorrería el giere la idea de un modelo de poblamiento inter- valle del Güeña de este a oeste8, a modo de espina calar en la vega, a modo de vicvs viarivs (Gutiérrez dorsal de una malla de caminos de montaña, que y Muñiz, 2004), similar al que se documenta y pro- unen el fondo de valle con las sierras litorales ha- pone para Lucus Asturum, ocupando también una cia la costa, al norte9, y con los puertos de las mon- posición de encrucijada viaria en la llanada del taña cantábricas, al sur10. centro de la región asturiana o a los conocidos en Todo ello indica un modelo de ocupación, con- otras áreas galaicas, galas o britanas (FERNÁN- tinuador de la tendencia secular y diferente del DEZ OCHOA et alii, 2001). implantado en otras regiones cantábricas, en el Otra cuestión ampliamente debatida en rela- que se complementa el valle y la media-alta mon- ción con las gentes vadinienses es el posible o su- taña, con asentamientos en las fértiles vegas agrí- puesto carácter cristiano expresado en algunas de colas al tiempo que ocupaciones pastoriles de al- las más tardías estelas de la región, precisamente tura (brañas, pastos, control de vías con castillos de Soto de Cangas (epitafios de Noreno y- Mag en las rutas de ascenso). En esta zona oriental de nentia, DIEGO SANTOS, 1985, nº 44 y 45) y Co- Asturias, el área vadiniense, considerada étnica- raín (estela de Dovidena, Ibidem nº 46). El aleja- mente cántabra e integrada en el Conventus Clu- miento del formulario funerario clásico ha hecho pensar en su carácter cristiano, aunque tampoco 7 Se conocen hallazgos de cerámicas romanas en Peñe muestran expresiones elocuentes del nuevo ritual. Amanil y metálicos en La Porra (Diego Somoano, 1960, Gon- El hecho de que la de Dovidena, como otras de la zález y Fernández-Valles, 1976, Gutiérrez y Muñiz, 2004), a 11 los que puede añadirse el castillo de (punta de lanza, región , estén datadas por la era consular o hispá- moneda romana) y diversos hallazgos en puertos, pastos y nica, sitúa las últimas inscripciones de este tipo a majadas o brañas de altura del entorno de los Picos de Europa mediados del siglo V, lo que indica un persistente (, Pandébano o Culiembro en el concejo de : mantenimiento de las estructuras sociales anti- Menéndez y Sánchez, 2007, p. 496-499). 8 guas, cuyas élites locales son precisamente los co- A lo largo de ella se encuentran la mayoría de asenta- mitentes de las lápidas, si bien con algunos rasgos mientos, epígrafes y otros hallazgos de época romana. Ente las estructuras antiguas destacan los puentes de Cangas de de cambios internos. Onís o los del río Cares. Para el trazado de la vía vid. Fernán- Precisamente a partir de estas fechas dejamos dez Ochoa, 1982, 53-54. de percibir los rasgos de organización social y te- 9 Un camino parte desde Corao, donde se halló un posi- rritorial que se hacían patentes hasta entonces: nu- ble miliario, a través de la collada de Zardón e Inxena (Fer- merario, epigrafía, infraestructuras viarias y –más nández Ochoa 1982, 54), jalonado por túmulos prehistóricos, epígrafes vadinienses, el castillo de Peñe Amanil y otros ha- débiles, a falta de excavaciones – huellas de ocupa- llazgos que prueban su antigüedad. Otro camino parte de Vi- llaverde hacia el norte, por el collado de Piedrahita, donde se 11 Es precisamente en el valle del Güeña donde se sitúa el conservan tramos empedrados. principal grupo de estelas cántabras datadas con la era consu- 10 Se documentan asentamientos y hallazgos antiguos y lar (6 ejemplares procedentes Corao, Coraín, Gamonéu, Llenín medievales en los caminos del desfiladero de Los Beyos y de y Zardón), más numerosos que los agrupados en Liébana y Peña Beza, en el de Corao a los Puertos de Covadonga y vegas Campóo. El espectro cronológico cubre desde el año 290 (Co- de los Lagos de Enol, en el de Camarmeña a Bulnes y majada rao) al 436 (Coraín) y 444 (Gamonéu) (Nuño, 1999). A pesar de de Pandébano, etc. (vid. para estos últimos Menéndez y Sán- tan avanzadas fechas, el formulario funerario no permite con- chez, 2007, p. 496-499). siderarlo como repertorio cristiano (Ibidem, p. 432-433). 8 OTILIA REQUEJO PAGÉS – JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ ción y asentamientos. Tan sólo algunos de los ma- mica de la zona, especialmente en lo referente al teriales cerámicos recuperados en las antiguas ex- conocimiento de las jefaturas que protagonizan el cavaciones de Peñe Amanil podrían datarse, con devenir de la región. Pero en los oscuros orígenes reservas, en tiempos tardoantiguos12. Igualmente de este caudillaje se perciben de nuevo recurren- dudosa es la suposición de ocupación o reactiva- tes escenarios jerárquicos de tiempos anteriores ción de la Mina Milagro de Onís en época tardovi- (locum de Cangas de Onís, castella, antra...), que sigoda o postvisigoda a partir del hallazgo de un sugieren ciertos vínculos o similitudes entre las jarrito de bronce. Otros jarritos de bronce de la co- élites o jefaturas regionales antiguas (principes marca (DIEGO SANTOS, 1979, 43) tampoco pue- cantabrorum y personajes destacados de la epi- den contextualizarse adecuadamente. Esta falta de grafía vadiniense) y los caudillos protagonistas de visibilidad durante la época de transición podría la insumisión al poder musulmán15. interpretarse como una fuerte ruptura con la es- A partir de ahora Cangas, un nudo viario anti- tructura poblacional y socioeconómica romana. guo, posible vicus viarius de época romana, susti- Sin embargo, las huellas de asentamientos y activi- tuye en la jerarquía territorial al cercano Corao, el dades económicas medievales vuelven a incidir en lugar donde más significativos hallazgos de las éli- los mismos lugares del pasado: ocupaciones en tes antiguas se acumulan, especialmente los talle- cuevas (Cuélebre, ¿Covadonga?), iglesias sobre o al res epigráficos vadinienses. De aquí pudieron salir lado de los túmulos que seguían constituyendo hi- las jefaturas que acaudillan la insumisión al poder tos destacados en el paisaje de vegas, pastos de al- emiral, muy posiblemente aliados a los epígonos tura y caminos de montaña (Cangas de Onís, Aba- del Estado hispanovisigodo. La unión familiar del mia), castillos en las cimas de cerros (Peñe Amanil, dux de Cantabria con la del caudillo de Cangas Següenco), brañas y majadas de altura junto a tú- fortalece mutuamente su preeminencia en la re- mulos (Lago Ercina), aldeas en las vegas (Corao, la gión, lo que posibilita las primeras campañas mili- primera documentada arqueológicamente, a la que tares fuera de los montes. deben sumarse las que van apareciendo en la docu- mentación escrita a partir del siglo X)13, puentes y caminos reparados (Cangas de Onís, Mestas de CONCLUSIONES Con, caminos de montaña). A pesar de la ruptura política que supuso la En este contexto, cabe preguntarse por el ca- desaparición del aparato estatal romano y de los rácter y función del asentamiento de La Cavada- innegables cambios que conllevaría en el tejido so- San Nicolás de Corao. Su ubicación en la llanura cioeconómico, todo apunta a una recurrente ocu- aluvial del Güeña, bien abrigado, insolado, drena- pación y explotación de los mismos espacios y con do y comunicado, pues de aquí parte el camino de unas estrategias económicas no muy diferentes de Abamia y el de la collada de Zardón, además de la las anteriores, habida cuenta de los fuertes condi- vía del Güeña, proporciona unas óptimas condi- cionantes que impone el aprovechamiento de la ciones de habitabilidad y de explotación de recur- alta montaña (desplazamientos estacionales del sos agropecuarios. Refrenda esta circunstancia la valle a los pastos de altura, benignidad climática recurrencia del emplazamiento sobre las ocupa- de la vega, tránsito por cordales y vados naturales, ciones de época protohistórica y romana. Podría etc.). Cierto es que a partir del siglo VIII las cir- plantearse también la posibilidad de ubicación cunstancias políticas particulares, con el levanta- residencial de las élites locales, tanto de época an- miento de Pelayo en Covadonga y la consiguiente tigua como altomedieval, dadas las buenas condi- creación del Asturorum Regnum en el territorio de ciones mencionadas. Con respecto a los tiempos Primorias y con sede en Cangas14, marcan la diná- vadinienses, la parquedad de los datos impide pronunciarse. En cuanto a la época del Asturorum 12 Junto a objetos metálicos y cerámicos medievales (Die- Regnum, varios argumentos permiten descartar el go Somoano, 1960, González, 1976), se encuentran dos apa- carácter residencial aristocrático. En primer lu- rentes tapones de ánfora (¿) y alguna pieza calificada como gar, la anterior preeminencia espacial en el eje visigoda (Diego Santos, 1977, p. 238). 13 Cangas-Soto-Corao parece haber basculado hacia Floriano Cumbreño, 1949, 1951. 14 Vid. amplios estudios sobre el Reino de Asturias en Sánchez-Albornoz, 1972-1975 o Ruiz de la Peña, 2001, entre 15 Vid. estas cuestiones con más detalle en Menéndez otros. Bueyes, 2001, Gutiérrez y Muñiz 2004. EL ASENTAMIENTO ALTOMEDIEVAL DE LA VEGA DE CORAO, CANGAS DE ONÍS (CANGAS DE ONÍS, ASTURIAS, ESPAÑA) 9

Cangas de Onís, donde se instala la corte astur- con barro, suelos y hogares arcillosos, más propio cántabra (c. 722), erigiendo allí la iglesia de la de una modesta aldea que de un edificio aristo- (737) y donde el puente sobre el río crático16. Por último, el registro mobiliar recupe- Sella permite un mejor control de las comunica- rado, limitado a vasijas cerámicas de producción ciones de larga distancia (vías del Sella por los Be- regional y restos faunísticos, y la huella arqueoló- yos y Beza hacia el sur, vía del Güeña hacia el este, gica de un horizonte agrario (nivel de arada con vía del bajo Sella hacia el occidente y la costa). En surcos fosilizados) aboga más por una asociación segundo lugar, las propias estructuras de Corao a una población campesina que a las élites del rei- muestran una edilicia sencilla, de cantos cogidos no astur.

16 En realidad apenas conocemos la edilicia señorial alto- medieval, fuera de la arquitectura religiosa, donde se emplea la sillería romana reaprovechada, como en la iglesia de Santa Cruz en Cangas de Onís, o estructuras más sólidas y monu- mentales, con empleo de mortero, como es el caso de las cer- canas a Cangas, en Villanueva, bajo el monasterio del siglo XII, quizás correspondientes a un edificio aristocrático o liga- do a la monarquía (Requejo, 1999). 10 OTILIA REQUEJO PAGÉS – JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ

Figura 1. Localización y panorámica de la vega de Corao (Cangas de Onís, Asturias).

Figura 2. Excavación arqueológica. EL ASENTAMIENTO ALTOMEDIEVAL DE LA VEGA DE CORAO, CANGAS DE ONÍS (CANGAS DE ONÍS, ASTURIAS, ESPAÑA) 11

Figura 3. Planta de la estructura 1 y sección estratigráfica.

Figura 4. Poblamiento altomedieval en el valle del río Güeña: 1. Villanueva. 2. Jelgueras. 3. Cangas de Onís. 4. Soto de Cangas. 5. Isongo. 6. Corao. 7. Coraín. 8. Corao-Castiello. 9. Abamia. 10. Covadonga. 11. Intriago. 12. Mestas de Con. 13. Con. 14. Porra Següenco. 15. Peña Manil. A. Vía Antigua De Cangas. B. Ramal De Villanueva. C. Vía De Següenco D. Vía De Abamia. E. Vía De Mestas De Con. F. Ramal De Con. 12 OTILIA REQUEJO PAGÉS – JOSÉ AVELINO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ

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