See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/333118377

Días Violentos: 77 imágenes del conflicto en el siglo XXI

Book · May 2011

CITATIONS READS 0 58

1 author:

Fernando Montiel T. Transcend - Cátedra UNESCO en Ética y Cultura de Paz

32 PUBLICATIONS 62 CITATIONS

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

IV. Traducciones View project

I. Visiones de paz y conflicto View project

All content following this page was uploaded by Fernando Montiel T. on 05 June 2019.

The user has requested enhancement of the downloaded file.

Días Violentos

Días Violentos - 77 imágenes del conflicto en el siglo XXI -

Fernando Montiel T.

Días Violentos: 77 imágenes del conflicto en el siglo XXI

Primera edición: Marzo 2011

ISBN: 978-607-7512-21-9

Autor y editor Fernando Montiel T.

Corrección María Lucía Uribe Torres

Revisión Miguel A. Soriano M.

Fotografía de portada Stacy Hughes

Diseño Cinthya Mayoral R.

Editorial Montiel & Soriano Editores S.A de C.V. 15 Sur 1103-6. Col. Santiago Puebla, Pue.

Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea este mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electro-óptico, por fotocopia o cualquier otro sin el permiso previo por escrito del editor ([email protected]).

Impreso y hecho en México / Printed and bound in Mexico Agradecimientos

Una buena cantidad de personas e instituciones merecen al menos una expresión de gratitud. A las redacciones y los encargados de los diferentes medios de comunicación que encontraron algún interés en las opiniones del autor a partir de los textos que aquí se recogen, mismos que en ocasiones se tomaron la molestia de reproducir y comentar. En Puebla a los periodistas Erika Rivero por su apertura, a Zeus Munive por sus consejos y a los miembros del consejo editorial de la revista Vor por la increíble confianza que depositaron en mí. En México quiero agradecer a la revista Memoria de Héctor Díaz Polanco; en las secciones Internacional tanto del periódico Excélsior como de El Financiero gracias a Octaviano Lozano Tinoco y Roxana González respectivamente y a la mesa de redacción de la sección internacional de la revista Siempre! En Brasil a Renata Madeiros y Giselle de Carvalho del diario O´Tempo; en Cuba a la redacción de la sección internacional de los medios oficiales Granma, Juventud Rebelde y CubaDebate así como a Prensa Latina; en Colombia a Manuela Salazar del canal de televisión RCN; en Neuquén (Patagonia Argentina) a Alejandro Lillo y Pablo Fernández y su programa radial Ensayo; en España a Marta Iglesias de la revista Fusión, a Beatriz Álvarez y José María Calleja en el canal de televisión CNN+ y, naturalmente, a Adolfo Mena en la sección internacional de Rebelión. Así mismo un sincero agradecimiento a los medios que tradujeron y difundieron en sus respectivas geografías algunos de los artículos aquí contenidos, particularmente a José Colaço Barreiros por sus traducciones al portugués; a Alexey Proskuryn en “La Gaceta Económica” (que escribo de ese modo para no hacerlo en cirílico) por su trabajo al ruso; a los integrantes de la Confederación Intersindical Galega por sus traducciones al gallego y al traductor anónimo por su trabajo al euskera en el País Vasco. Un agradecimiento también a los diversos medios en Chile, Uruguay, Bolivia, República Dominicana y Panamá por el interés, la apertura y la generosidad que tuvieron al reproducir algunos de los textos contenidos aquí. Gracias también a Marco Lara Klahr, cuya amistad presumo con orgullo, a quien admiro y considero como el periodista más completo de México. Gracias a mi nuevo amigo Diego Osorno, cuya generosidad, talento y sencillez me sirven de ejemplo cotidiano y a Guillermo Osorno, Director de Gatopardo por la apertura, la oportunidad y la confianza en esta nueva etapa de La Conspiración de Hades. Finalmente, gracias también a María Lucía Uribe quien, con paciencia y dedicación, leyó y corrigió cada texto y cada página. Sugirió mucho, no todo lo integré, así que todos los errores son míos. Marzo 29, 2011

8

Dedicatoria

Ya en el plano personal hay que dedicar la obra a los tres doctores: Dr. Miguel García R. de quién aprendí el gusto por el periodismo. Al Dr. Heinz Dieterich que es un modelo y un gigante de la ética y el compromiso político. Dr. Johan Galtung, genio y maestro de la creatividad y la libertad intelectual. A los tres se les agradecen los dos consejos –entre muchos otros- que ofrecieron cada uno por su parte de diferentes formas y en diferentes momentos: Primero: para ser un buen intelectual se requiere tequila. Segundo: para ser un buen intelectual se requiere sentido del humor. Desde aquí les digo: sigo trabajando en los dos. Siguiendo con las doctoras que me cambiaron la vida: gracias a la Dra. Ana Teresa Gutiérrez del Cid a quién le debo la mitad de mi carrera profesional; a la Dra. Mónica González (+) a quién le debo la otra mitad y a la Dra. Cinthya Mayoral… me faltan palabras. Por supuesto, a la familia que me comenzó a tomar en serio mucho antes de que yo me comenzara a tomar en serio a mí mismo. El primerísimo lugar: mi hermano Willebaldo Montiel T., líder, modelo y mago para detectar quién es bueno para qué. A mi padre, Willebaldo Montiel R., que mantuvo la fe cuando yo la había perdido. A mi tía Margarita Montiel R. por todo, todo, todo –complicidad incluida. A Rodrigo Spínola M., un titán de las ciencias sociales secuestrado por las ciencias 9 exactas. A mi hermano Miguel Soriano que es quien hace que el mundo gire. A Mario Luna, Omar Cervantes, Javier Magaña, Javier Sánchez Kanafany, Christiane Atala, Hugo Velázquez y Omar Ochoa: porque gente como yo no es nadie sin compañeros de diálogo como ellos. A Daniel Prisco: porque siempre está en las buenas, en las malas y en las peores. A Milton E. Jiménez, Carlos Herrera y Edén Peña por la amistad y, por supuesto, a los demás miembros de la tripulación: Alma mi madre, a quien le debo la vida, Alma mi hermana, la reina de reinas y a mis primos Alfonso, Lolita y Marco; mis hermanos Luis, César, Margarita, Giovanna, a la mamá de los cuatro. A Carla Durán y a Ariel. Todos son familia. Y naturalmente, a los lectores, porque sin lector no hay escritor.

Fernando Montiel T. Basilea, Suiza, Otoño 2010

10

Presentación

Ninguno de estos artículos fue escrito pensando en que en un futuro formarían parte de un libro. Así pues, cada pieza es una fotografía en sí misma del tema que aborda y, salvo en casos específicos –como la sección dedicada a Irak- buscar secuencias cronológicas detalladas de un texto al siguiente carece de sentido. El libro entonces se puede leer de varias formas: se pueden leer sólo los artículos que resulten de interés en cada sección o sólo las secciones en cada capítulo o sólo los capítulos de cada una de las cuatro partes, en este sentido el formato es convenientemente flexible. El criterio de selección de los artículos es, naturalmente, muy subjetivo. En la medida de lo posible procuré incluir las piezas que a mi juicio cumplieran con requisitos mínimos en términos de vigencia de contenido, relevancia del análisis y estilo en la redacción. Obviamente la calidad varía –en algunos casos de forma sustancial- de un texto a otro. Así pues, por ejemplo, los escritos más antiguos pueden carecer de algunos elementos estilísticos que se pueden distinguir en los más recientes; en este sentido, algunos artículos pueden parecer simples mientras que otros pueden presentarse con un grado más alto de elaboración. Los medios en que fueron publicados y los públicos a los que estaban destinados son también variables. Mientras que aquellos publicados en la revista Vor fueron escritos pensando 11 en un público no especializado de una provincia mexicana – Puebla- aquellos publicados en Rebelión y otros medios fueron escritos pensando en un público mucho más amplio e interesado en asuntos internacionales. De un cierto modo, ambos se excluyen: el lector fuera de México –o incluso fuera de Puebla- puede no comprender a cabalidad los textos de la Primera Parte y, correspondientemente, a buena parte de los lectores en Puebla –e incluso México- puede resultarle confusos los escritos de la Tercera y la Cuarta Parte. Esta confusión tiene un origen muy simple: la cultura y los lenguajes. Cuando se pertenece a una comunidad cualquiera se desarrollan y adoptan códigos culturales y lingüísticos que sólo los locales pueden comprender a cabalidad. Así pues, algunas referencias a la sociedad de Puebla pueden resultar totalmente incomprensibles fuera de ese contexto. Del mismo modo, sólo siendo parte –o estando familiarizado con- la literatura en política internacional se pueden comprender algunas expresiones como cuando se hace referencia a las Reflexiones de Fidel Castro: se está hablando de la columna periodística que escribe el comandante cubano periódicamente y no de sus pensamientos como tales (y el mismo sería el caso de los Cuadernos de Saramago: se trata de los textos que escribía periódicamente y no de las libretas que utilizaba el Nobel). Finalmente, aunque a primera vista pudiera parecer un sinsentido publicar en un mismo volumen artículos sobre cuestiones locales junto con aquellos que abordan temas internacionales, vale la pena recordar las características del mundo en que vivimos. La guerra de Bosnia-Herzegovina en 1991 comenzó como un evento local. Y lo mismo puede decirse de la primera guerra chechena entre 1994-1996, de la guerra de Kosovo en 1998 y de la segunda guerra chechena en 1999-2002, las crisis en los territorios ocupados en Cisjordania, Nagorno- Karabaj entre Armenia y Azerbaiján y la provincia de Xin Jiang en China entre muchos otros. En nuestros días, subestimar lo local es algo que puede costar muy caro. Sencillamente se trata de una realidad del nuestro tiempo: lo local es global y viceversa… por algo se llama la “Aldea Global”.

12

Introducción

Las políticas “de seguridad” que impulsa el Estado para atender pesadillas como el narcotráfico producen inseguridad y sufrimiento entre la población. El saldo es incontrovertible, sencillamente, no están resultando. Es claro que parte de la responsabilidad está en la miseria, cierto, pero parte también está en la incapacidad de las instituciones de gobierno para atender el problema. Así mismo, los institutos políticos cargan también con parte de la culpa. Prisioneros de su incompetencia crónica, los partidos políticos se debaten entre el sectarismo, el oportunismo, el canibalismo y el revanchismo de quienes los integran: estamos hablando de la mediocridad sin fin. Pero justo es reconocer que si la mediocridad es la norma en la clase política, también a ella existen excepciones: gente valiente que, incluso arriesgando la vida, trata de cumplir con el mandato y con la responsabilidad conferida por el ejercicio de ciudadanía: estamos hablando de gente con dignidad a toda prueba. De esto trata el primer capítulo, El Mundo Pequeño. El segundo capítulo recoge algunas Historias del Mundo Pequeño en una visión menos sistémica y más personal de la política porque la política la hacen hombres y mujeres de carne y hueso. Historias del pasado, sobre cómo se ejercía -¿y se sigue ejerciendo?- el poder en Puebla se presentan como una arqueología de la política por medio de una mirada diferente a un hombre que fue presidente, poblano y anatema de la 13 izquierda mexicana: Gustavo Díaz Ordaz. Pero la arqueología es al pasado lo que la ciencia y la política es al presente: un instrumento del saber. Y el presente es entonces fotografiado en cuatro entrevistas y una adenda. Dos políticos y dos intelectuales. De los dos políticos, uno partidista y otro ciudadano; uno de izquierda y otro de antigua derecha; los dos alcaldes y los dos inteligentes. ¿Y los intelectuales? Uno - reconocido como puntero del pensamiento latinoamericanista- y otro -ampliamente considerado como piedra de toque del pensamiento pacifista- son ejemplos vivos de que la teoría y la práctica se deben acompañar para el cambio social. ¿Son hombres de ciencia o animales políticos? Ambos son teoría y práctica: ciencia política aplicada. ¿Y la sociedad? No es sólo víctima sino también cómplice cuando asume como propios los pleitos partidistas y cuando se arroja al servilismo del gobernador, funcionario, legislador o presidente de partido en turno esperando migajas y canonjías. No son todos los ciudadanos los que adoptan ese comportamiento vergonzante, cierto, tal vez ni siquiera sean la mayoría, pero sin duda son muchos, demasiados. Como contrapunto al ideal de compromiso, inteligencia y responsabilidad que presentan los intelectuales entrevistados se concluye con una revisión desenfadada de los traumas, vanidades, filias, fobias y frivolidades con los que se distrae la cada vez más delgada clase media en Puebla al tiempo que la corrupción y la violencia carcomen los cimientos de la vida que, en su ignorancia, apatía e irresponsabilidad, da por sentada. Se finaliza pues, con una mirada desde lo que Carlos Monsiváis llamó “la sociología del hombre común”. Pero la descomposición que se acusa en las regiones no es exclusiva de localidades aisladas: se trata de un síntoma que aqueja al país entero. Si bien la miseria política y social no era nueva, el asiento del conservadurismo político que significó el arribo del Partido Acción Nacional a la presidencia dejó al desnudo la dimensión del problema: regresión social, torpeza diplomática, confrontación con el sur, sumisión al norte, represión. Fue el giro formal de México a la derecha. ¿Cómo enderezar el camino? Desde la base se buscó tomar el poder en la cúspide: un movimiento popular (“populista” lo definieron sus 14 detractores) encabezado por Andrés Manuel López Obrador encarnó la esperanza de millones. Sin duda ganó la elección, pero como a Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, le fue robada. El poder de arriba se impuso al poder de abajo y convirtió al 2006 –como a 1994- en un año que México vivió y votó a la sombra de la incertidumbre. La esperanza y el miedo. ¿Miedo al “populista”? No, miedo a la violencia de los que abusan frente a la posibilidad de violencia de los que ya no quieren ser abusados. Una crisis inédita como aquella requería propuestas inéditas también; aquí se incluyen algunas que en su momento fueron presentadas. Ninguna de ellas se practicó, la sociedad quedó fracturada y las dinámicas de violencia existentes siguieron su espiral creciente. De estos y algunos otros temas se habla en Tiempos de crisis que es el tercer capítulo. En el cuarto capítulo está el espíritu de Galileo: América Latina, la nave va… “Y sin embargo se mueve” habría dicho el italiano: diferentes palabras en diferentes tierras que expresan la misma idea. La perspectiva del análisis aquí no es ya la de los árboles sino aquella de los bosques; es la perspectiva de una región que todavía reclama el derecho a tener esperanza. ¿Esperanza? ¿América para los americanos? Si pero, no para los del norte, sino para los del sur. A diferencia de lo que ocurrió en México, a las acciones y políticas conservadoras de Washington se enfrentaron contrafuerzas muy claras en Venezuela con Hugo Chávez, en Brasil con Luiz Inácio Lula da Silva, en Argentina con Néstor Kirchner y después en Bolivia con Evo Morales y en Paraguay con Fernando Lugo y en la revolución eterna de 1959 entre otros. El futuro que se les negaba a las naciones de forma aislada se abrió cuando se unieron en un bloque. Pero las cadenas se rompen por el eslabón más débil y por ahí George W. Bush buscaba romper el dominó con la complicidad de México: Cuba. Y mientras tanto, entre los ataques y las defensas, entre las progresiones y las regresiones, Colombia seguía igual que siempre: azotada y cansada por la violencia de un juego sangriento en el que el Estado, paramilitares, narcotraficantes, guerrilleros, mercenarios empresarios y políticos interactúan hasta el punto de fundirse y confundirse. En ese juego nadie gana nunca nada, y mientras tanto, la sangre mantiene a 15

Colombia sumida como la última vena abierta de América Latina. ¿Las cosas serán diferentes algún día? No se sabe, pero el continente se debate todavía entre la tradición golpista en Honduras, la tradición militarista con la reactivación de la IV Flota y la esperanza de un cambio en el futuro con el arribo de Obama al poder en Washington: ¿cambios o continuidades? Todo esto apunta al actor de siempre: Estados Unidos. Lo que al norte del río Bravo se entiende –y acepta- como “hegemonía”, el mundo lo siente como imperialismo, y mientras ese mismo mundo busca la equidad, Washington lucha por mantenerse como primus inter pares. Si las acciones de los Estados Unidos son problemáticas en todo el mundo es porque surgen de un conjunto de ideas problemáticas en sí mismas: la idea de ser un país diferente, un país elegido por Dios, un país que no puede ni debe ser juzgado como los demás, es decir, la idea del “excepcionalismo americano”: ideología y locura. Más allá de estas abstracciones existen realidades concretas que se viven, se sufren y se mueren igual en los Estados Unidos que en cualquier otro punto del planeta y tales son los casos de la raza y el poder. Ríos de tinta corrieron antes y después de la elección de Barack Obama para dar cuenta de la relación entre ambas de cara al nuevo presidente. ¿Era una ingenuidad esperar un cambio? Y en todo caso ¿un cambio de qué tipo? ¿existía la posibilidad de tal cambio? ¿y la voluntad? ¿Cuáles eran las señales que se enviaban desde Washington hasta Teherán, a La Habana y al resto de América Latina? ¿cuáles eran las respuestas? ¿Con qué pie comenzó Obama su presidencia? ¿Serían diferentes los Estados Unidos con un presidente diferente? ¿vino nuevo? ¿botellas viejas? Algunas ideas se ofrecen en este quinto capítulo, Los estertores del imperio. En pocos lugares es más importante la respuesta a todas estas preguntas que en aquellos puntos sobre la tierra en los que los Estados Unidos se han hecho sentir con sangre. Este es el tema del sexto capítulo Irak, Crónica de un desastre. Los votos depositados por propios y extraños por igual en urnas que en sueños en Obama sólo se pueden entender de cara a las políticas de quién le antecedió en el despacho oval, George W. Bush. La última esperanza de paz se mantuvo hasta el final aquel 20 de 16 marzo de 2003. Pero la suerte estaba echada, pues la violencia marcó ese régimen. Violencia al principio el 11 de septiembre y violencia después en Afganistán. Violencia en Irak y violencia en la cárcel de Abu Ghraib. Violencia contra la ética, violencia contra la moral, violencia contra la ley, violencia contra la lógica, violencia contra el sentido común y violencia contra la humanidad una y otra vez. Violencia es todo lo que ofreció y violencia es todo lo que entregó George W. Bush. ¿Violento? Sí, porque sin justificación ética, moral, lógica, legal, militar, técnica, táctica o estratégica válida más allá de la del dinero, George W. Bush atacó Irak. Fue el descenso al infierno. Sin importar la falta de pruebas, la oposición diplomática mundial, la existencia de alternativas o el repudio popular, George W. Bush atacó Irak. Sin importar nada, George W. Bush atacó Irak. Esta guerra fue el ejemplo más acabado de una guerra fabricada con mentiras, exageraciones y manipulación tejidos todos sobre la base de la hipocresía, la cobardía, la xenofobia, el racismo y el miedo. La guerra se construyó con cuidado y tuvo los resultados previsibles: una catástrofe humanitaria de dimensiones descomunales. Y después, el desastre. ¿El resultado final? Nadie lo sabe. ¿Irak tiene futuro después del holocausto? Nadie lo sabe. Pero si en Irak ya cabalgan los Jinetes del Apocalipsis en otros puntos de la geografía global se escuchan también las trompetas de los ángeles que, según la Biblia, anuncian el fin; en Eurasia asoma ya la silueta de la bestia de las siete cabezas y diez cuernos. Se trata de una obra en cuatro tiempos que va de Afganistán al Indu-Kush en la frontera con el vecino Pakistán, y de ahí, al Cáucaso ruso en donde se libra la que alguien denominó la “Guerra sorda de los oleoductos”. ¿La guerra sorda de los oleoductos? En Daguestán, Ingushetia, Osetia, Chechenia ¿Chechenia? ¿No es ahí en donde tiene lugar también esa que algún otro llamó “La guerra más cruel del mundo”? Sí, ahí mismo, justo a un costado de Beslán en donde los cuernos de la bestia hicieron sangrar una escuela. Es aquí, en el capítulo siete, en donde se ensaya en sus cuatro tiempos La sinfonía del fin del mundo.

17

En el capítulo ocho se habla de Tendencias. Se habla de cómo la miseria por medio de la economía está avanzando del Oeste al Este y de cómo el cambio climático se ha comenzado a sentir también en el Norte como ya lo hacía en el Sur. Se habla de cómo en el futuro se busca revitalizar armamento del pasado nuclearizando la guerra convencional y de cómo la tecnología transforma una naturaleza que debiera dar vida para producir muerte. Las mentiras y la industria de la propaganda también juegan un papel. Todo por el dinero, en la economía, en el cambio climático, en el armamento, en la tecnología, es decir, en la guerra en todas sus presentaciones. Son estas algunas instantáneas que ya vemos hoy y que seguiremos viendo mañana entre lo local y lo global, entre lo público y lo privado, entre lo civil y lo militar, entre lo heroico y lo infame, entre la esperanza y la desesperanza y entre lo nuevo y lo viejo de los vicios y virtudes del pasado y del futuro de la humanidad. Finalmente, en este mundo de dualidades existe una última dimensión a explorar: la realidad y la fantasía. ¿Qué es real y qué no lo es? ¿qué es posible y qué no lo es? ¿ocurrieron cosas en Irak de las que no fuimos informados en esta parte del mundo? ¿sólo en Irak? ¿quién sabe qué? ¿quién controla la información en la sociedad de la información? ¿los muchos? ¿los pocos? y si controlan la información ¿qué más controlan? La humanidad puede destruir el mundo, nadie duda ya de esa capacidad -y es tal vez sea esa misma consciencia la responsable de que tal destrucción no haya ocurrido todavía- pero ¿si se puede destruir el mundo será posible controlar el clima? ¿no es posible? después de todo lo primero parece más difícil que lo segundo. Nadie lo sabe, lo único cierto es que hay cosas que se conocen y cosas que se desconocen, pero que no por desconocidas son menos reales. En este noveno capítulo se presentan algunas ideas a debate. Controversias, concupiscencias y conspiraciones. ¿Pero conspiraciones? Sí, tal vez, si es que esa palabra –al igual que “comunismo” en el pasado y “terrorismo” en el presente- tiene todavía algún significado.

18

PARTE I.

La Violencia de Algunos

20

CAPÍTULO I • EL MUNDO EN PEQUEÑO •

PRIMER ACTO La violencia de cada día

21

Editorial

Hace ya algunos años (2004) un informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alertaba sobre los peligros de las democracias de cara a los gobiernos autoritarios en América Latina. Según el estudio – fundado en entrevistas a 18 mil personas en 18 países de la región- el 54.7% de la población estaría dispuesta a vivir bajo un régimen autoritario si esto significara un incremento en su nivel de vida. A cuatro años de distancia, las palabras del PNUD no han perdido su vigencia. Y si la advertencia es válida para el caso de México en general, lo es también –y con mayor razón- para Puebla en lo particular. Sin importar que México sea miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, organización también conocida como el “Club de los Ricos”) su población se mantiene sumida en la pobreza y Puebla no es diferente; se presume como la cuarta ciudad más importante del país mientras que acusa índices bestiales de atraso y marginación. No es un secreto para nadie: Puebla tiene un gobierno estatal autoritario, reconocido por propios y por extraños; dentro del Estado y fuera de él; dentro del país y fuera de él también (ver caso Lydia Cacho). Si seguimos las palabras del PNUD en México como en Puebla hay una bomba en gestación: son gobiernos duros que no consiguen más que bajar la calidad de vida de sus gobernados. 22

El endurecimiento del EPR a nivel federal es una expresión de ello, como también lo es la presencia real de grupos armados en la sierra de nuestro Estado: ahí donde hay bienestar social y democracia no hay guerrilla, punto. ¿Qué alternativas quedan? La limitada libertad financiera de la prensa local presta un flaco favor como apagafuegos. Las organizaciones de la sociedad civil nacen y desaparecen sin cesar y sin arraigar víctimas del inmediatismo coyuntural, de la atomización social y de la falta de coordinación. Del mismo modo, el descrédito en el que han caído los partidos políticos y sus principales actores tampoco augura nada bueno; el PRD lleva años perdido en un laberinto de corrupción y oportunismo; el PAN ha cedido a la conveniencia del pragmatismo electorero abandonando su razón de ser como partido de oposición y el PRI permanece en su papel de perro faldero y aplaudidor del gobernador en turno. Descontando a los medios, los partidos, los gobiernos y las organizaciones no-gubernamentales, la apuesta sólo queda en la sociedad. Los poblanos necesitan hacer conciencia de la gravedad de la situación en la que están y del empeoramiento que les espera. La ciudadanía necesita escapar a esa visión cortoplacista que le ha sido impuesta por los principales actores políticos y que tiene como punto focal los procesos electorales. El sistema político en Puebla –incluyendo a sus ciudadanos- sufre de inmadurez política: los análisis de la mayoría de sus principales líderes de opinión es simple y simplista. Se visualiza a Puebla como un ente separado de la federación, ajeno de los vaivenes que sufre el país en general. De aquí se desprende que Mario Marín se sienta un pequeño emperador que gobierna un pequeño feudo y que los vasallos bajo su figura asumen el papel con alegría. Se requiere un cambio de fondo en la cultura política del poblano. Falta discusión seria, debate a fondo, propuestas articuladas, autocrítica y organización. La vida es cómoda si se da la espalda a los problemas y se vive lo mejor que se pueda el poco tiempo que queda, pero los problemas no desaparecen tapando el sol con un dedo. Si el endurecimiento continúa creciendo al igual que la miseria, tarde o temprano, como en la 23 revolución francesa, los desposeídos llegarán a cortar la cabeza de aquél a quien consideren responsable de sus desgracias: ¿los ricos? ¿los empresarios? ¿el gobierno? ¿los partidos? Sólo el tiempo lo dirá. (Revista Vor / Jul-Ago, 2008)

24

Puebla y el Narcotráfico

- Puebla es como Bogotá hace treinta años...

A la sorpresa siguió la intriga ¿Puebla y Bogotá? El detalle resolvió la duda.

- Como Puebla hoy, hace veinticinco o treinta años Bogotá se llenó de inversiones e inversionistas, de fraccionamientos y automóviles de lujo, después nos dimos cuenta... era narcotráfico.

El hombre sabía de lo que hablaba: colombiano de cepa, sabía lo que era convivir con la violencia en sus múltiples caras y periodos: primero la opulencia, el crecimiento, el desarrollo, la vida rica, pródiga y cosmopolita; después, la decadencia, el infierno. Algún familiar suyo había sufrido la extorsión, otro, intentos de secuestro. Al fin, él y su gente más cercana abandonaron la esperanza, y con la esperanza el territorio. Así llegaron a Puebla. Sacude la cabeza con cierta resignación. Sus palabras retumban todavía en los oídos “Puebla es Bogotá hace treinta años”. La pregunta obligada asalta la mente pero no la boca, solamente flota en el aire: ¿y estaremos como Bogotá dentro de treinta años? ¿Narcotráfico en Puebla? ¿A ese nivel? La duda ha sido sembrada.

25

- Necesitan un lugar dónde vivir, no es tan difícil de entender

No se trata ya del colombiano trasterrado sino de un hombre robusto que habla del tema con naturalidad. Se sabe un experto, el peso de una vida como un profesional de la seguridad avalan sus palabras

- Si el negocio está en la frontera, en Tamaulipas, en el Distrito Federal, y ahora en Veracruz, entonces no viven ahí, necesitan un lugar diferente, tranquilo, por ejemplo tu tierra –Aguascalientes- ... o Puebla.

Sonríe con malicia. El comentario saca del olvido el recuerdo de una nota de prensa relativamente reciente: Un niño ahogado en una casa particular en Puebla, su funeral en el Distrito Federal, y un comando que acudió al funeral para matar a un par de familiares que atendían al velorio. Luego se supo quién era el difunto: el nieto del líder de uno de los cárteles más duros de la república... y vivía en Puebla ¿solo?. Pero no todos piensan así. Lo que en su momento dijo el colombiano y que fue endosado -en otro momento y en otro lugar- por el profesional de la seguridad, ahora es refutado por un comerciante.

- Estás mal, la explicación no va por ahí, lo que pasa es que del sureste vienen aquí por los coches porque allá no hay nada, estoy hablando de Veracruz, Campeche, Yucatán, Chiapas, Oaxaca...

Suena lógico. ¿Pero qué de verdad es tan insoportable la espera de un par de horas extras para traer un Ferrari desde Av. Masarik en Polanco como para que valga la pena instalar una agencia en Puebla? Los adinerados de abolengo conocen a sus pares. Y cuando se conoce a uno es relativamente fácil acceder a información de los otros. En conjunto no son muchos, y de ellos, no todos están comprando estos autos, y cuando lo hacen, no

26 compran muchas unidades. Pero entonces ¿si no son ellos entonces quién? Puebla no es una plaza en disputa. De aquí que no es el tema el narcomenudeo local. No es el tema tampoco la siembra y trasiego de drogas por el Estado. Ni siquiera es tema el potencial de compra de narcóticos de su población. El tema es que en el área de Zavaleta se localizó en su momento a un narcotraficante de muy alto perfil internacional. El tema es que no hay mucha claridad en cuanto al origen de las fortunas que están financiando desarrollos inmobiliarios de ensueño en la capital poblana. El tema es que la borrachera de “modernidad” que mantiene intoxicados a los poblanos les impide ver –ya no se diga cuestionarse- quién es el mandamás en la ciudad. ¿El gobierno? No sabe, no quiere o no puede con la tarea. He aquí la triada madre de todos sus vicios: ignorancia, complicidad e incompetencia. Sería fácil de creer y tal vez no tan difícil de probar su sociedad o servilismo. Rumores no faltan y en la ciudad se escuchan muchas cosas: “Puebla es como Bogotá hace treinta años” ¿Será? “Necesitan un lugar dónde vivir...” sin duda, no es tan difícil de entender.

(Revista Diálogos / Sept. 10, 2007)

27

Editorial

Puebla, como el resto del país, vive una tendencia en materia de seguridad pública que no comenzó con Felipe Calderón, Vicente Fox o Ernesto Zedillo. La militarización de la seguridad pública puede rastrearse hasta tan atrás como el sexenio de Miguel de la Madrid. Las consecuencias que trajo consigo el surgimiento de los grandes capos del narcotráfico en aquél entonces las sufrimos hasta nuestros días: más de diez muertos en tres años durante el gobierno de Felipe Calderón y contando. Tanto el gobernador del Estado Mario Marín como su responsable de seguridad pública -el General Ayón- y el titular de la Procuraduría de Justicia, Rodolfo Igor Archundia, repiten incesantemente que Puebla es un Estado que se ha mantenido al margen de las disputas entre los capos de la droga. Sin embargo, no han dado explicaciones del por qué, si Puebla es un Estado ajeno a estas dinámicas de violencia, cada día se ven más militares en las calles. ¿A quién responden los soldados? ¿quién da la cara por ellos y por sus acciones? La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha confirmado recientemente que son el ejército y sus miembros los destinatarios de la mayor parte de sus recomendaciones por violaciones a los derechos humanos. En Puebla la policía está obligada a identificarse en términos del nombre y número de agente, número de patrulla, corporación a la que pertenece y mando inmediato superior. ¿Y el ejército? 28

Todos los días se ven patrullar por la entidad vehículos militares equipados con armas de grueso calibre ¿quiénes son estos militares? ¿qué marco normativo rige sus funciones? y en caso de extralimitarse ¿a dónde deben dirigirse las quejas? En términos jurídicos, institucionales y políticos nadie en Puebla sabe cuáles son los alcances, los mandatos, los límites, las sanciones o los responsables de la participación militar en tareas de seguridad pública. El vacío, sin alarmismo, es casi absoluto. Al ser los cuerpos de seguridad pública el primer contacto que tiene una autoridad con la ciudadanía a la que debe gobernar, la condición que prevalece en el Estado en materia de seguridad es inexplicable. A nivel nacional el ejército se rige por uno de tres planes operativos generales: el DN-I –seguridad contra un enemigo externo-, el DN-II –seguridad contra un enemigo interno- y DN-III-R -tareas de asistencia humanitaria. Dentro de cuál de los tres se inscribe la participación del ejército en materia de seguridad es algo que tiene que explicar el gobierno federal, cierto; pero las autoridades locales –empezando por el gobernador- no han cumplido con su trabajo en exigir estas explicaciones para después ofrecerlas a la sociedad. Interrogar a los soldados es una tarea estéril: ninguna respuesta se obtiene de los cuestionamientos a la tropa que ronda la capital y otros puntos del Estado. Sus oficiales guardan silencio y lo mismo ocurre con los encargados de “comunicación” en la XXV Zona Militar: en materia militar en Puebla nadie da respuestas de nada, ni los propios cuerpos castrenses, ni las dependencias de seguridad pública ni el poder ejecutivo o legislativo. Estas cuestiones son de dominio público. Es un derecho ciudadano hacer estas preguntas y es una obligación del gobierno y sus dependencias ofrecer respuestas de forma puntual. El debate puede seguir, pero sólo hay una cosa segura, comprobada una y otra vez, en todos los puntos en los que el ejército ha sido desplegado para hacer lo que comienza a hacer en Puebla (a saber, seguridad pública): se dispara la violencia y se disparan las violaciones a derechos humanos. Puebla no es diferente al resto de los Estados, no hay elementos para suponer que puede ser la excepción. (Revista Vor / Ago-Sept, 2009)

29

Mientras el Patrón Trabaja…

- Ahí viene –dijo uno de los militares sin emoción en la voz - Sí, ahí viene –respondió el otro

A lo lejos, sobre la carretera, dos puntos brillantes se acercaban. Aparecían y desaparecían siguiendo las lomas y las cañadas entre los cerros. El sol del mediodía reflejaba en los parabrisas. Aunque estaban retirados, seguro eran camionetas, siempre eran camionetas.

- ¿Le dices tú? -preguntó Valentín –que así se llamaba uno de los soldados - Pa´qué –respondió el otro al tiempo que escupía- si ya sabe

Y efectivamente, detrás de ellos, a través del cristal otra figura observaba los puntos aparecer y desaparecer. Siguiendo la ruta acostumbrada, los vehículos avanzaban a velocidad uniforme. El sol del mediodía calaba de a de veras ¿sería por eso que le llaman “tierra caliente” a esa zona alejada de la mano de Dios?

- Izúcar de Matamoros ¡madres! este lugar es el infierno - escuchó decir a alguno de sus compañeros 30

Pero ni el polvo, ni el sol ni el aburrimiento podían con Valentín, él estaba acostumbrado, de hecho, el escenario completo le recordaba su lugar de origen, allá, en la otra tierra caliente… * * *

… el puerto de Acapulco. Su infancia la había vivido escuchando de su padre

- lo más seguro es ser guacho m´ijo

Y tenía razón. Cuando niño a sus oídos habían llegado historias escabrosas de pueblos arrasados por el ejército. “Tierra arrasada” decían que se llamaba. La guerrilla estaba en su apogeo y el gobierno había hecho todo para exterminarla: robo y acoso, violación y cárcel, desaparición forzada, tortura, asesinato. Para Valentín y los suyos –aquellos que Franz Fanon llamaría “los condenados de la tierra”- Genaro Vázquez era a un tiempo héroe y mártir, fantasma y escarmiento.

- Él era como Robin Hood m´ijo, nomás que él era de acá –le explicaba su padre- era bueno, por eso lo mataron - concluía

Y por eso, “lo más seguro es ser guacho m´ijo”. Su padre tenía razón. Cuando Valentín tuvo la edad suficiente se enroló en el ejército.

- ¿Fuerza Aérea, Armada o el Ejército? -le preguntó hosco un militar detrás de un escritorio - Ejército –respondió lacónico - ¿Sanidad, caballería o artillería? –reviró el uniformado - Caballería –dijo Valentín sin saber la diferencia

No sabía qué sería de su vida. Después del Centro de Entrenamiento Básico Militar lo habían asignado a la 13 región militar con sede en , . Valentín supuso que en el ejército podría estudiar y vivir, porque eso era para él la 31 seguridad. Pero ni una ni la otra. Sin dinero para regresar a su casa en Guerrero, los días francos los pasaba en el cuartel, y si se está en el cuartel se era soldado. Sufrió golpizas de sus superiores y robos perpetrados por sus iguales. ¿Estudiar? Sólo un sueño viejo; no tenía tiempo ni dinero, y ahora, tampoco interés. ¿Vivir? No había tiempo para vivir cuando apenas se podía sobrevivir, y es que la brutalización y la degradación no se hicieron esperar..

- Arráncale la cabeza –le ordenó un oficial frente a su pelotón

Valentín se tomó un momento, necesitaba valor para decapitar a la gallina viva con las manos cuando recibió la instrucción detallada.

- Con los dientes, que este es el entrenamiento de las fuerzas especiales.

Pero él era un cabo, no era miembro de la élite militar, ni quería serlo. Tras un segundo de duda y por miedo al castigo que recibiría si se negaba terminó por despedazar al animal vivo a dentelladas. Lo macabro de la escena habría sido insoportable de no ser porque ya no le sobraba cabeza para nada más, sencillamente obedeció sin procesar sus acciones. Sumido como estaba en sus pensamientos, temblando, traumatizado y con la boca ensangrentada, apenas alcanzó a escuchar la felicitación que le prodigó aquél oficial:

- A su lugar cabo * * *

- ¿Cómo? –despertó Valentín un tanto alterado del sueño en el que estaba - Que si tienes un cigarro –le repitió su compañero de guardia con cierto fastidio - No –respondió Valentín en automático- pero a lo mejor ellos tienen –dijo ya un poco más tranquilo. 32

Con la cara Valentín apuntó a las camionetas que ya se aproximaban. ¿Cómo sabían quiénes eran los que venían? No había nada distintito en aquellos vehículos que dieran seña de sus propietarios. Podrían ser dos camionetas cualquiera de quien fuera, pero, por la fecha y por la hora, tanto Valentín como su compañero sabían de quién se trataba: medio mes, a medio día. Los militares se miraron uno al otro, se leyeron la mente y una sonrisa relajada se dibujó en sus labios. El recuerdo de su buena fortuna los hizo rescatar una imagen de la memoria: un hombre gordo, alto de bigote abundante -negro, muy negro- y de sombrero vaquero. Sin mediar palabra los dos militares comenzaron a reír. Sabían lo que venía; por azar de la rotación otra vez les tocaba ser los afortunados en recibir al “Norteño” –que así le decían por su acento y por desconocer su nombre. Ahí venía, sí, seguro, y seguro en cuanto bajara del vehículo saludaría como lo hizo la última vez… * * * - ¡Comandantes!

El grado dicho de aquél modo resultaba simpático, el rango más que autoridad inspiraba mofa. Y, junto a las palabras, el saludo marcial tampoco tenía desperdicio: en posición de firmes, con la mano en la sien, escondiendo la panza y chocando los tacones el Norteño mostraba sus respetos.

- ¿Ahí anda el jefe? –les preguntó a los cabos de guardia el Norteño - Sí ahí está –respondió Valentín

La pregunta del recién llegado había sido más por cortesía que por permiso: al tiempo que preguntaba y señalaba la puerta de la oficina en la que se encontraba el jefe del destacamento ya había emprendido el paso. No esperó autorización, instrucción o reclamo alguno. No había terminado de decir las últimas palabras cuando sus pies ya penetraban al despacho. Se movía con naturalidad. Treinta días atrás había visto a estos mismos dos cabos, ni los conocía ni los reconocía. No importaba, para él 33 todos eran iguales: indios-verdes, y por eso a todos los medía con la misma vara. Antes de desaparecer detrás de las paredes de la oficina tuvo tiempo para un último comentario

- esto es como ir al baño –dijo para dar cuenta de la naturalidad de su comportamiento, bajó la voz y añadió- si uno se pone a pedir permiso ocurren puras desgracias.

Entre el cantinflesco saludo marcial y la broma de última hora hubo poca oportunidad para que se le preguntara quién era, qué quería o a quién buscaba. Aquella fue la primera vez que lo vieron y ahora se aproximaba el segundo encuentro. Aunque era un perfecto desconocido ya habían escuchado de él. Lo tenían en buen concepto, un año había estado apareciéndose y desapareciéndose, siempre con la misma simpatía y siempre con chistes diferentes. Era zona de narcotraficantes pero él no parecía uno, no andaba en camionetas de lujo, no andaba armado, no causaba problemas, no usaba alhajas, no traía matones aunque siempre iba a acompañado de tres peones. De no ser por el aroma a colonia que inundaba el lugar con su presencia, cualquiera diría que se trataba de un ranchero más. El guardia de cambio les había informado de su próxima visita. “A veces viene, ustedes déjenlo pasar que es amigo del Comandante” les había indicado el militar en su retirada. Dos camionetas, dos ocupantes por camioneta y el Norteño siempre al volante de una de ellas. En su última visita, ya en la retirada, el Norteño había explicado su obsesión por el volante

- De que me maten por sus pendejadas a que los mate yo por las mías mejor la segunda

Tras sus palabras, sólo quedó el eco de la carcajada y el polvo de la despedida. * * *

Ya estaban aquí una vez más. Los que fueran puntos en el monte se detuvieron frente al retén. El personaje del momento descendió y avanzó directo hacia los custodios. Saludo 34 marcialmente, mano en la sien y tacones juntos para luego agregar.

- ¡Qué pasó mis Rambos!

Los militares, con los fusiles al hombro rieron apenados. Que alguien desnudara con tal naturalidad su escaso entrenamiento no era usual. Cuando la gente los miraba solía ser con desconfianza, con respeto, incluso con miedo. Que llegara alguien y se mofara de ellos de forma tan abierta e inocente más que enojo provocaba risa, pena. Era como si el recién llegado supiera de sus deficiencias profesionales; como si supiera que habían entrado al ejército por hambre y por miseria. “Qué pasó mis Rambos” las palabras del Norteño sonaron hasta paternales, bien podría haberles dicho “como están mis chamacos ¿todavía jugando a los soldaditos?” y el resultado habría sido el mismo. El Norteño notó el resultado de su comentario.

- ¡Díganle al Comandante que no la chingue! –se quejó amistosamente- a ver ¿qué los tiene haciendo acá de vacaciones?

La pregunta asaltó a los uniformados que se miraron entre sí un tanto cohibidos, y antes de que pudieran responder ya estaba el Norteño otra vez a la carga

- Si acá todo está bien –sentenció abriendo los brazos- ¡no ni madre! ¡que los mande allá a Irak, o a corretear al Osama ese! –su brazo apuntaba a un horizonte desconocido- ¡Váyanse a ponerle en su madre al Saddam o a ver a quién! ustedes de acá no se preocupen que yo les cuido el changarro

Rascándose la cabeza los uniformados reían apenados de buena gana. Disfrutaban del espectáculo. Aprovechando la distracción efecto de sus palabras el Norteño avisó

- Voy a ver al Comandante en Jefe 35

Y se repitió la escena, sin pedir perdón ni permiso se coló hasta la oficina de aquella otra figura que siguió sus pasos desde atrás de la ventana a su arribo. Pero entonces algo ocurrió. La última vez el Norteño no había pasado más de unos pocos minutos dentro de la oficina. Siempre seguía el mismo ritual: llegaba, bromeaba, entraba, salía, bromeaba y se retiraba. El contacto entre militares y los acompañantes del Norteño había sido limitado

- compa, ¿tendrás un cigarro?

Sin palabras de por medio, uno de aquellos a quienes supusieron peones se limitó a sacar una cajetilla y a cubrir la solicitud. En silencio, unos y otros aguardaban a que el Norteño saliera. La espera habría pasado desapercibida a los cabos de guardia de no ser por la tensión que iba creciendo entre sus acompañantes. Al pasar de los minutos, cada vez con más insistencia, los tres acompañantes del Norteño dejaban de parecer simples peones. Algo en ellos puso a Valentín en alerta; no los conocía pero ahora, sin la distracción del Norteño y con algo de tiempo de observación alcanzaba a distinguir algo familiar en ellos, particularmente en uno, el más alto. ¿Eran sus movimientos? Había algo en su gesto, en su porte, algo que su inconsciente identificó como familiar... La observación obsesiva de Valentín causó estragos. En una conversación sin palabras los militares regresaron a su papel y los sicarios al suyo. Bastaron las miradas exploratorias y la persistencia para desbaratar los puentes construidos por el Norteño con su presencia. Como animales se comenzaron a enseñar los dientes. Sin querer adoptaron los papeles para los que habían sido diseñados, los unos contra los otros.

- ¿A qué se dedican ustedes? –preguntó Rodrigo –que así se llamaba el segundo soldado- con el tono marcial que destinaban a todos los que llegaban al retén

Los acompañantes del Norteño no contestaron, pero endurecieron el gesto. Como fieras amenazadas quedaron paralizados. 36

Valentín miró a Rodrigo que entendió la instrucción. Poco a poco Rodrigo se acercó a la Ram 4x4, Valentín vigilaba a los tres hombres frente a él.

- ¿Qué traen ahí? –preguntó Rodrigo de la forma más autoritaria que pudo

Los tres hombres mantuvieron el silencio. Lentamente, Rodrigo se acercó a la batea de la camioneta. Una lona cubría el contenido. Con cada movimiento la tensión crecía ¿el miedo y la adrenalina comenzaban a provocar visiones? ¿se había agazapado uno de los acompañantes del Norteño detrás de la segunda camioneta o ya estaba ahí? Rodrigo y Valentín quisieron gritar al resto del destacamento pero ¿cómo? ¿les daría tiempo? ¿Alguien más se habría percatado de lo que estaba a punto de ocurrir? Las palabras del Norteño resonaban en la mente de Valentín “de que me maten por sus pendejadas a que los mate yo por las mías mejor la segunda”. Frente a la batea, con el rifle en una mano y con la otra a punto de levantar la lona que la cubría, Rodrigo sentía sus latidos con fuerza; Valentín empuñó su M-16 con las dos manos y antes de que pudieran dar cuenta de las acciones de los sicarios se escuchó un grito.

- ¡Épale! ¿qué pasó mi cabo? ¿a poco quiere ver al guajolote antes de navidad?

Era la voz del Norteño. A punto de perder los nervios acompañantes y soldados dirigieron la mirada al de la voz que fumaba de pie junto a la puerta de la oficina.

- No mis muchachitos –dijo con tranquilidad para luego instruir- ustedes se tiene que portar bien mientras el patrón trabaja.

La voz sonaba a la de un padre comprensivo que reprende con suavidad a sus hijos “a ver niños, ¿ya se van a pelear otra vez?” Serio como no lo habían visto hasta ahora, el Norteño miraba al vacío. No quedaba claro quién era el destinatario de sus palabras 37

¿sus acompañantes? ¿los soldados? ¿Quiénes eran los muchachitos y quien era el patrón? La ambigüedad se acentuó con el silencio que siguió. En silencio el Norteño terminó su cigarro.

- Vámonos –dijo al tiempo que tiraba la colilla al suelo.

No hubo broma de por medio, no hubo comentario final, no hubo risas y despedidas, no hubo nada, sólo el polvo.

* * *

En las barracas del retén, esa noche en la obscuridad se entabló un diálogo.

- ¿Quién era? –se escuchó la voz de Rodrigo - Era el Tyson –respondió Valentín

No hizo falta otra pregunta, la respuesta llegó después de un momento

- … el oficial que me obligó a matar a la gallina

Se hizo silencio un momento.

- Ahora es zeta –dijo Rodrigo - Sí –respondió Valentín- ahora es zeta…

(Revista Vor / Ago-Sept, 2009)

38

SEGUNDO ACTO La mediocridad sin fin

39

La Ley en los Tiempos de la Tortura

Procurando justicia…

Era la madrugada de un domingo cualquiera. Conversábamos de todo sentados en un gabinete de VIPS (“sección de fumar, junto al ventanal” habíamos dicho al capitán). Más allá del vidrio, frente a nosotros, la Procuraduría General de Justicia. De pronto, algo distrajo nuestra atención. “Mira” me dijo mi amigo señalando con los ojos. Tres coches aparecieron en el boulevard. La forma de conducir delataba la profesión de los choferes; manejaban rápido y frenaban de golpe. Dieron una vuelta prohibida, se acercaron al estacionamiento de la dependencia y los vimos desaparecer tras la reja. Eran policías judiciales o algo similar. “Seguro le van a dar una calentada” señaló mi amigo con naturalidad mientras daba un sorbo a su café. La tranquilidad con la que dio cuenta de la tortura potencial a la que someterían al pobre infeliz que llevaban me asustó. Él, en su calidad de abogado litigante veía de todo en su quehacer cotidiano, asaltos, robos, estafas, violaciones. Tal vez esa costumbre suya de codearse con lo más sórdido de la ciudad le había hecho insensible al sufrimiento humano. Aunque amigos, veíamos el mundo desde ángulos diferentes. “Fui a tus terrenos” le dije alguna vez, “¿a dónde, al penal?” me reviró él. Y yo que pensé que los abogados trabajaban en Ciudad Judicial. No está de sobra decirlo: mi inocencia no tenía límites.

40

Encendí un cigarro. Blanca Laura Villeda despachaba todavía como procuradora y su recuerdo asaltó mis pensamientos. Un detenido había muerto bajo custodia. ¿Había sido torturado? Los familiares decían que sí, los funcionarios decían que no. La discusión estaba en su punto por aquellos días. El peritaje de la Procuraduría le daba la razón, y el peritaje de los familiares también les daba la razón. Se encontraba todo en un punto muerto y muy candente. Miré a mi amigo, su atención ya estaba en otra cosa (buscaba con impaciencia una mesera para que le sirviera más café). Mi turbación había pasado desapercibida. Conversamos otro rato, nos despedimos. “¿Te llevo?” ofreció con su cordialidad acostumbrada, “mejor camino” -respondí. Crucé la calle al camellón y de ahí a la Procuraduría. Me detuve un segundo frente al edificio. Obscuro en su totalidad. Las únicas luces que se distinguían eran las de la caseta de seguridad del estacionamiento. Caminé lentamente procurando no parecer demasiado curioso. El custodio me siguió con la mirada (¿cómo escogerán a los policías que siempre están malencarados? ¿será el salario?). Ahí estaban todavía los coches, mis sentidos se agudizaron al recordar las palabras que hacía algunos años me dijera otro conocido “Una vez caminaba yo junto a la procuraduría y te juro que escuché gritos”. Presté atención. Nada. Ni gritos ni murmullos. No se escuchaba nada más que la televisión en miniatura que tenía el cuidador en su caseta. ¿Daría algún consuelo al torturado el saber que alguien en el exterior se preocupaba por él en el momento mismo del agravio? No lo sé. Pero ante el escenario hipotético sentí la desesperación por impotencia. Ninguna instancia con un dejo de cordura tomaría en serio una denuncia con los elementos que yo tenía. “Ahí están torturando a alguien” ¿Sí? Demuéstrelo. Y recordé la última vez que intervine en la defensa de alguien.

Procurando seguridad…

Ocurrió en la Delegación Cuauhtémoc. Doblé una esquina y los ví a la distancia. Los dos usaban playeras negras. Uno, alto y gordo con los nudillos ensangrentados; el otro, con la cara 41 desecha entre mocos, lágrimas y sangre. Cuando llegué aquel pleito ya estaba ganado, había pasado el combate y ahora estaba la fase del castigo. El gordo se movía con arrogancia, zarandeando con la izquierda y aleccionando con la derecha. Un guiñapo de humano se movía al ritmo que le imponían violentas sacudidas. Me acerqué con cautela desde la acera de enfrente. “Ya entendí, ya entendí” era todo lo que atinaba a decir el castigado que llorando trataba de levantar las manos en señal clara de indefensión, súplica y piedad. “¡Cabrón!” escuché que gritó el gordo al tiempo que estrellaba la cabeza del aturdido contra su rodilla. Chorreó sangre de nariz y boca. Eso no era una pelea, era tortura. Preocupado dí media vuelta decidido a encontrar un policía. Para mi buena suerte a una calle los encontré. Dos uniformados perfectamente equipados con gorra, chaleco, pistola, tolete, panza, placa y autoridad. Expuse el problema. Uno se levantó un poco la gorra, el otro se me quedó mirando. “¿Dónde joven?” A media cuadra contesté. “Síganme” invité entre orden y ruego. En los escasos treinta metros de trayecto que nos separaban del lugar de los hechos supe que nada conseguiría. Los oficiales caminaban casi como arrastrados por la obligación y sin ninguna prisa. A cada dos pasos sentía la necesidad de voltear para confirmar que seguían detrás de mí. Ateo, rogaba a dios que el abusivo ahí siguiera. Y efectivamente, ahí seguía. Como niño que acusa, sin decir una palabra, señalé a los rijosos. El gordo se inclinaba para decir algo al desgraciado que de rodillas aceptaba el castigo ya sin resistencia alguna. Los oficiales vieron la escena, intercambiaron miradas y se relajaron. “Ah! joven, son los chavos del bar” concluyeron mientras daban la media vuelta. “¡Pero lo está golpeando!” dije sin moverme y con desesperación. “Así es siempre, son unos pinches vagos” remataron de espaldas sin voltear. Los vi alejarse. Regresé la vista a los rijosos que no pasaban los veinte años. Una cosa era golpear con furia y otra con sadismo. El gordo escupió la cara del vencido. Se limpió la sangre con los jirones que por playera portaba su víctima y ordenó que le besara los pies. Sumiso, el vencido cedió a la humillación. 42

Acercó la cara y la bota que debía besar lo recibió con una fuerte patada. El muchacho ensangrentado quedó tendido en el piso. El gordo miró su obra, dio la vuelta y se retiró caminando. El muchacho herido tardó en levantarse, más que caminar se tambaleaba, pasó a mi lado. Buscó entre sus ropas y sacó una tarjeta telefónica. Le costaba marcar, parecía tener los dedos fracturados. Inmóvil, inútil y deprimido, contemplé el fin de la tortura.

Procurando buenas intenciones…

Y ahí estaba otra vez. Se distinguían colores ahí en donde la noche había colocado sombras: un amarillo horroroso contrastaba con un azul chillante todavía peor. De día, el edificio de la Procuraduría General de Justicia tenía una cara más amable. Habían pasado semanas desde aquella noche en la que, según mi amigo, “calentaron” a alguien en la Procuraduría. Las cosas habían cambiado. Blanca Villeda ya no era procuradora, había sido removida –más allá de la explicación oficial- como consecuencia de sus abusos y torpezas. Nunca había entrado a la PGJ, esa sería la primera vez. Crucé la reja blanca, subí las escaleras y me detuve en el umbral. Un salón se mostraba ante mis ojos y justo en el acceso, un arco detector de metales era el paso obligado. Crucé, sonó y seguí mi camino. Instintivamente giré la cabeza a la izquierda. Detrás de un mostrador una recepcionista me interrogó con la mirada. Me limité a señalar con el dedo hacia arriba como diciendo “voy con el jefe”. Asintió con la cabeza y regresó a su revista. Vaya seguridad. Seguí caminando con la mayor naturalidad fingida. Improvisaba el trayecto, nunca había estado ahí, no sabía a dónde dirigirme o hasta dónde podía llegar. Estaba decidido a llevar la farsa tan lejos como fuera posible. Recorrería el lugar mientras no me cerraran el paso; un objetivo tenía en mente: en algún lugar debían estar las cámaras de tortura. Pasé el salón de la entrada con su mural a la izquierda. Subí las escaleras. Un 43 nuevo mural y algunas oficinas que parecían no tener mayor interés. Bajé las escaleras de regreso al salón y doblé a la izquierda. Pequeños pasillos, muchas puertas y movimiento. Algo sabía: los despistados siempre son interrogados; por ello, me movía con velocidad para no parecer uno de ellos.. Secretarias, judiciales, abogados, judiciales, secretarias y judiciales iban y venían como hormigas. Así llegué al estacionamiento y de regreso. Aburrido, abandoné las oficinas cruzando el mismo salón con mural, atrás dejé a la misma recepcionista, con la misma revista algunas páginas más avanzada y a través del mismo detector de metales que sonó a mi salida como sonó a mi entrada sin preocupar a nadie. Ese era el edificio de la justicia, el de la tortura; el mismo en el que los subordinados de la procuradora anterior habían matado a un tipo a golpes –hecho que la procuradora misma había tratado de justificar alegando que el difunto era un delincuente. Era el edificio que en las sombra de la noche acogió en su seno a un detenido algunas semanas atrás, en mi presencia, del que nada supe entonces como nada sabía ahora. ¿Serían todos esos policías en los pasillos como los que sirvieron y protegieron al muchacho golpeado en el Distrito Federal? No, tal vez eran peores. Sonreí con sorna; en mi recorrido alcancé a leer algunos letreros colgando en las oficinas de la Procuraduría: “Haz el bien sin mirar a quién” decía uno, “No esperes que otro haga lo que puedes hacer tú”. ¿Aplicaba también a la tortura? Quién sabe, una cosa sí quedaba clara: por buenas intenciones no pararían. (Seudónimo: Omar B. Ochoa / Revista Vor / Jun-Jul, 2008)

44

Los Sótanos del Partido

De los treinta que escucharon, pocos comprendieron el mensaje. Tal vez olvidaron que el PRI es un partido en el que la forma es fondo y que el fondo es tan profundo como el infierno... o como la tumba. “Yo los conozco y sé de lo que son capaces” fueron las palabras de Humberto Vázquez ante los jóvenes que había convocado. Tal vez lo dijo recordando que el viernes anterior le fue tomada la oficina por esos mismos jóvenes; tal vez lo dijo por la rechifla que se llevó cuando simuló hablar por teléfono para evadir a los incipientes priístas que ahí lo confrontaron, en su edificio, en su oficina, en su escritorio. Aquel viernes se metieron a su despacho casi sin permiso; aquella tarde, el último del grupo atrancó la puerta para que nadie entrara o saliera mientras sus demandas no fuesen escuchadas: equidad en el trato institucional a los grupos juveniles. “Ustedes lo que quieren es poder” les respondió en aquella ocasión el perspicaz Sr. Presidente del Partido, y se salió por la tangente convocando a una reunión el siguiente Martes 10, a las 17:00 horas, en el Salón Colosio. Ese día, en ese lugar y a esa hora, habría de pasarles la factura. Y llegó el martes. Tras las presentaciones de rigor, se fue a la yugular: “No voy a negar que tengo mis preferencias y mi corazoncito” señaló para hacer explícito su sectarismo y falta de institucionalidad. Así respondió a los jóvenes que exigieron 45 equidad. Y siguió enviando señales con las precauciones necesarias: con un asesor (¿de medios?) a su espalda espetó sin dejar de mirar a sus interlocutores: “Aquí voy a decir cosas de las que luego me retractaré”. Servil, el asesor asintió con diligencia. “Obedezcan o aténganse a las consecuencias” fue el mensaje implícito cuando dijo “Yo entiendo cómo se maneja el Partido porque tengo disciplina partidista... y paramilitar”. ¿Qué se pudo haber malentendido? Ojalá fuera tan sencillo. La amenaza no dejó espacio a la duda: “A mí me enseñaron que en el Partido hay tierra y hay cielo... y en la práctica descubrí que también hay un sótano”. El infierno. Ante la mirada atónita de los líderes jóvenes lanzó un reto abierto: “Yo conozco los tres niveles del Partido y tengo la llave de ese sótano que descubrí... al que me la quiera pedir para conocer las catacumbas, se la presto”. Sonrió con sarcasmo esperando la primera piedra. Así respondió el líder del Revolucionario Institucional a los líderes jóvenes que acudieron para solicitar únicamente equidad y apoyo a sus candidatos, tema que, dicho sea de paso, fue tirado con desprecio al bote de la basura. Y vendrá el desmentido, y el criado a la espalda del Presidente del Comité Municipal hará su trabajo. ¡Bonito trabajo! ¡Bonito Partido!, ¡Bonito dirigente! ¡Bonita forma de negociar! ¿Digno de su candidata a la Presidencia Municipal? Ojalá y no. ¿Digno de su Alcalde actual? ¿Digno de su Gobernador? A saber...

(Seudónimo: El Santo Degollado / Inédito / Jul. 11, 2007)

46

¿Existe el PRD en Puebla?

El Partido de la Revolución Democrática nació y murió en circunstancias similares. Si la defensa del triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas le dio origen con la creación del Frente Democrático Nacional en 1988, para 2008, con la defensa de Andrés Manuel López Obrador, estaba ya muerto y el Frente Amplio Progresista ocupaba su lugar. La izquierda política mutó así de movimiento social a frente político, de frente político a partido y luego de regreso a frente político. Si terminará convirtiéndose en un movimiento social sin articulación orgánica única sólo el tiempo lo sabe; lo cierto es que la transición le está resultando lenta, cara y dolorosa a un partido en pleno proceso de desaparición. En Puebla el PRD llevó a sus seguidores de la ilusión de finales de los ochenta a la desilusión sin pasar por el proceso de maduración. En Puebla el partido sencillamente nunca despegó del suelo. Los nombres de sus “líderes” son apenas conocidos, y ninguno –salvo, tal vez por Samuel Malpica (y eso debido a su rol universitario) es reconocido por la sociedad. María Elena Cruz Gutiérrez –la presidenta saliente del partido- llegó y se fue con más penas y dinero que glorias. Miguel Ángel de la Rosa, el sustituto, no será más que otro al que nadie recordará. Y a estos “liderazgos” sigue un rosario de desconocidos que sólo aparecen en medios porque pagan ruedas de prensa y regalan café: Jorge Méndez, Atanasio López, Miguel Calderón, Rubén Hernández, 47

Mario Vélez Merino. A nadie importa quiénes son, de dónde vienen o lo que tengan que decir. ¿El antiguo regidor Arturo Loyola? tiene fama sin duda… Los diputados del PRD llegan a la cámara por cuota electoral, no por respaldo popular y entonces la mediocridad partidista brilla independientemente de si el personero se llama Rodolfo Huerta o Irma Ramos Galindo. Pero no son los únicos. En las filas del partido todos se desgañitan hablando del petróleo, de la patria y de la nación para, con balbuceos, tratar de justificar su presencia en la vida política estatal. Flaco es el favor que le hacen a quien reconocen como presidente legítimo. Flaco es el favor que le hacen a las causas –esas sí- nobles que dicen defender. Flaco es el favor que le hacen a la ciudadanía enquistándose en las estructuras del instituto político que han secuestrado, cerrando el paso a los nuevos políticos, bloqueando, estorbando, cobrando. La izquierda poblana no merece ser dirigida por enanos de este calibre. Los simpatizantes del PRD en el Estado deberían hacer suyo el grito de combate argentino: “que se vayan todos”. El PRD no existe en Puebla. No existe ni como fuerza electoral, ni como agrupación política seria. No existe como vehículo para canalizar la protesta ciudadana ni como instrumento de apoyo de López Obrador. Lo que hay en su lugar es una institución por medio de la cual se sangra el presupuesto en sueldos a “funcionarios” que nada hacen, que nada dejan hacer, que no tienen para cuando irse y que se han convertido en una burla de la clase política, no el PRD, no López Obrador, no el FAP, ni siquiera las llamadas “tribus”: ellos son la burla. Renovación de cuadros, modernización ideológica, control administrativo, disciplina, apertura, oposición inteligente, honestidad personal, y trabajo con la militancia. Quien consiga la mitad de lo que se apunta en la lista merece ser recordado como líder. La tolerancia y pluralidad de la izquierda tiene cabida para todos: marxistas, leninistas, trotskistas, estalinistas, maoístas, ex guerrilleros del Partido de los Pobres, de la Liga Comunista 23 de Septiembre, de las FLN, del EPR, del EZLN; también para los movimientos sociales hay un espacio, sean estos pacifistas, ecologistas, feministas, indigenistas, estudiantes, 48 campesinos, gente de la tercera edad, obreros. Pero para abrir esos espacios es menester primero hacer limpieza, recoger la basura, depositarla en donde pertenece y asegurarse de que las infecciones que genera no contaminen lo nuevo que se quiere construir. Lástima: no se ven perfiles en el horizonte que puedan cumplir con la tarea.

(Seudónimo: Marco A. Ramírez / Revista Vor / Jun-Jul, 2008)

49

Acción Nacional Anatomía de un Partido

La descomposición que acusa el Partido Acción Nacional en Puebla la reconocen todos menos los directos afectados. ¿Cuál es la anatomía de partido? ¿Cómo opera en su interior? Veamos. Existen seguidores del senador Rafael Moreno Valle; un grupo más corresponde a los acólitos del también senador Ángel Alonso Díaz Caneja; el diputado Francisco Fraile tiene un séquito como también lo tiene la ex secretaria de Estado Ana Teresa Aranda; de aquí, siguen “los Pablos”, “los paredistas”, etc. Son tribus, como las del PRD. Pero el PAN se divide también en rangos: los llamados “líderes” -porque controlan a más de tres miembros activos- y los que no califican como tal, es decir, el panista de a pie al que en cada periodo electoral le llegan las órdenes de arriba. Los líderes cobran los favores a candidatos, a regidores, presidentes, gobernadores, diputados y senadores y los de abajo reciben las migajas por su voto en apoyo de los más altos ideales que enarbolaban Efraín González Luna, Manuel Gómez Morín y toda una pléyade de luminarias que importan un carajo en tiempos de elección. Y por supuesto hay miembros de primera y de segunda: los “activos” y los “adherentes”. Los primeros importan porque votan en las convenciones para elegir candidato y los segundos importan porque son ganado electoral: el candidato que eligen los primeros es al que deben apoyar los segundos y se acabó. El 50 descontento con esta estructura se expresa tímidamente de cuando en cuando como en las calcomanías que portaban algunos autos tras la selección –que no elección- de Antonio Sánchez Díaz de Rivera. “A mí no me culpen, yo iba con Ana Tere”. ¿Qué hacer? En torno a este último punto Bernardo Arrubarrena –el flamante dirigente municipal- ha dicho que abrirá el partido para activar a los adherentes. ¿Por qué no mejor buscar la desaparición de esa estructura clasista en lugar de convidar a los criados en la fiesta de los patrones? El nuevo dirigente pues, no propone soluciones sino remedios a los problemas estructurales de su partido. Pero una propuesta así es normal viniendo de alguien que en su toma de protesta el 20 de Abril en el Centro de Convenciones definió la meta en los siguientes términos: “Nuestro objetivo no es otro que ganar elecciones, vamos con todo por el 2009”. Grandes palabras de poca inteligencia. Después de todo, parece cierto aquello de que los políticos de poca monta no piensan en otra cosa que no sea en elecciones. En materia de estadistas, la caballada panista en Puebla está flaca. Los panistas sin filias ni fobias personales son una especie en extinción. El discurso cansado y gastado que utilizan en los círculos internos de Acción Nacional sobre la llamada “brega de eternidad” no sólo se escucha ridículo, sino incluso quimérico bajo las condiciones actuales. El PAN en Puebla se debate hoy entre el tribalismo de tipo perredista, el corporativismo electoral de tipo priísta y su clasismo característico (que ahora vemos, no sólo aplica al exterior sino también al interior). Por algo Carlos Castillo Peraza -de los pocos pensadores que ha tenido Acción Nacional- abandonó las filas del partido en 1999. Tal vez fue decepción, tal vez hartazgo, lo cierto es que aquél al que Acción Nacional no se cansa de rendir homenajes buscó alejarse como mejor pudo de un partido que ya no estaba –como sigue sin estar- a la altura de su pasado, de sus principios, de sus fundadores y de la expectativa que la ciudadanía tenía de él. ¿Qué el PAN gana elecciones? Esas son cuestiones de poder y dinero, no de

51 convicción, congruencia o ideología y ahí se localiza el Senador Rafael Moreno Valle. Por eso pierden elecciones, y -sin decir que los poblanos merecen a un Mario Marín Torres- así las cosas, ojalá las sigan perdiendo. ¿Que siga ganando el PRI o -en algún sueño- el viciado PRD? Como dijo en alguna ocasión Carlos Monsiváis: cuando hay que elegir entre diversos males, el criterio de selección más objetivo es el morbo.

(Seudónimo: Rodrigo Spínola M. / Revista Vor / Jun-Jul, 2008)

52

TERCER ACTO Dignidad a toda prueba

53

La Lucha por la Voz Había una Vez en Tlacotepec…

(Primera Parte)

El mundo recordará la golpiza y tortura de Pepe, Rafael y Hervey; la historia registrará los gritos furiosos de Antonio, las amenazas de Abel, el cinismo de Gorgonio; y en las crónicas parlamentarias quedarán plasmadas las idioteces de Irma y Mario que mal uso hicieron de la voz, pero breve, muy breve será el espacio que la memoria dedicara a Modesto, la voz de La Voz. Esta es la ¿fábula? ¿cuento? ¿historia? ¿anécdota? ¿crónica? del cacique de Tlacotepec.

Modesto

Modesto es un hombre ordinario que conoce sus derechos y que también cumple con sus obligaciones; es el típico poblador que se toma en serio aquello de la ciudadanía y que busca utilizarla para sacar a su comunidad del atraso económico y político. Modesto es miembro de La Voz de la Sierra Negra en Movimiento y buscó que su voz -la voz de La Voz- fuese escuchada por uno de los que tienen voz en el congreso. Así supo de Pepe el diputado. Un día, dos meses antes del infierno, Modesto buscó a Guillermo y juntos fueron a platicar con Pepe quién estaría de gira en Tehuacán. Aquella ocasión el legislador del Partido del Trabajo les prestó mucha atención. Guillermo era regidor y, al igual que Modesto, venía de Tlacotepec de Porfirio Díaz. Por

54 boca de Guillermo, Pepe escuchó de Gorgonio, el presidente municipal. Escuchó de sus abusos, de su corrupción y de sus malos manejos. Guillermo concluyó un relato a detalle. Pepe estaba sorprendido, giró la cabeza y con su mirada buscó la de Modesto para obtener confirmación. La consiguió. Modesto asintió y abundó todavía más. Fue entonces cuando la voz de La Voz –esa organización en la que se reunieron los sin voz- expresó de viva voz lo que la voz del PRI quería esconder: que había un cacique en Tlacotepec. Pero desde aquél día habían pasado ya dos meses. Ahora Modesto esperaba, esperaba a Pepe. El diputado había dicho que llegaría acompañado de Rafael y Hervey. Ese era el día y esa la hora: “Domingo 27 de Julio, llegada de Pepe, 2:00 pm” o algo parecido habría escrito en su agenda. Con Modesto esperaba Guillermo, y con los dos, un grupo de habitantes que, como ellos, se tomaban en serio aquello del derecho y el deber (ya saben, cosas de la ciudadanía). Pero Modesto estaba nervioso. Sabía que cuando el pueblo es chico el infierno es grande, y Tlacotepec -con sus poco más de 13 mil habitantes hundidos en la categoría de “Alta Marginación”- era un pueblo chico. Modesto no se hacía ilusiones: cuando Gorgonio se enojaba en aquél pueblo chico el infierno se hacía grande… y a veces chorreaba sangre.

Gorgonio

Gorgonio estaba molesto. Gorgonio había conseguido que La Voz de la Sierra Negra no tuviera voz en la Sierra Negra, pero como Modesto –la voz de La Voz- había conseguido que Pepe levantara la voz en el Congreso, Gorgonio se encontraba hoy de mal humor. Que lo exhibieran como un cacique le disgustó. Pepe, Modesto, Guillermo y todos los que como ellos se tomaban en serio aquellas cosas de la ciudadanía eran vistos como enemigos por Gorgonio, por su hijo –Antonio- y por su esbirro -Abel. Juntos lideraban “la banda de Los Gorgonios” y juntos gobernaban Tlacotepec: Gorgonio nunca estaba y entonces Antonio gobernaba y cuando no se obedecía, Abel era 55 el que mataba. Así habían sido las cosas y así habrían podido seguir. Quién sabe, tal vez así seguirían, pero mientras tanto había que ocuparse de un problema: Guillermo, Modesto y Pepe habían hecho uso de la voz. Gorgonio entonces estaba harto. ¿Qué carajos no entendían que este Tlacotepec no era el de Porfirio Díaz sino el de Los Gorgonios? Las cosas no podían seguir así ¡no señor! ¡Ahora sí lo iban a conocer! Ahora sí aprenderían esos hijos de un mal momento quién era el que mandaba en Tlacotepec de su chingada madre; el Club de Tobi y los demás cabrones que como ellos creían que podían hacer uso de la voz (ya saben, cosas de la esperanza) lo conocerían de verdad. La voz es privilegio de uno, del mero, del jefe. La voz no es para todos, la voz es para él y los suyos porque no hay más voz que la suya y punto. Gorgonio convocó a su hijo y convocó a su matón: Los Gorgonios en reunión. “Pueblo chico infierno grande” pensaron, proyectaron y pactaron los tres. El cónclave había terminado. La voz tenía que regresar a sus dominios, nada tenía que hacer en resguardo ajeno y nada tenía que hacer en la casa del pueblo. Sólo había una voz –sólo podía haber una- la de Tlacotepec, la de los Gorgonios: la voz era –debía ser- de Tlacotepec de Los Gorgonios. Apenas una certeza tenían los secuestradores de la voz: … ahora sí chorrearía sangre.

Pepe

Pepe ya estaba en camino a Tlacotepec. Modesto -la voz de La Voz- y Guillermo –el regidor de la Comisión de Grupos Vulnerables- querían que el diputado viera lo que hacía Gorgonio en su pequeño feudo con la voz y su poder. La voz ya había sido escuchada e ignorada en el Congreso, había que darle seguimiento. A eso irían Pepe, Rafael y Hervey a Tlacotepec de Porfirio Díaz: a testificar el secuestro de la voz. Pepe conducía la camioneta. Aunque la ruta por Veracruz era más, larga fue la que tomó al no saber cómo estarían las cosas por Tehuacán. Algunas horas antes Pepe había hablado con Modesto –la voz de La Voz- quien le dijo que 56

Gorgonio no le dejaría entrar; algunas horas atrás también, Pepe había hablado con Guillermo quien le dijo que lo esperaría en la entrada del pueblo. En el largo trayecto Pepe reflexionaba sobre lo que vendría. Aunque Tlacotepec estaba en la periferia y en el campo, a Los Gorgonios los protegían desde el centro y desde la ciudad. Para Pepe la protección venía desde el gobernador a través de su Secretario de Desarrollo Social. Para él, éstos eran los empleadores de Los Gorgonios, por eso los cuidaban, por eso los alimentaban. Pepe había sido la voz de Tlacotepec en Puebla. Para él, Tlacotepec, su cacique, Los Gorgonios y los arreglos con el gobernador y el secretario no eran ningún misterio. Pero el hecho no era sorpresa; sorpresa era la magnitud de los hechos. José Benigno Pérez Vega -Pepe Momoxpan para los amigos- había levantado la voz desde Junio en la tribuna más alta del Estado respondiendo a esas cosas de la esperanza y la confianza que habían depositado en su persona aquellos que se toman en serio esas cosas de los derechos, los deberes y la ciudadanía. Repasaba los antecedentes en su mente y abrió los ojos cuando recordó la gravedad del abuso: “El Presidente no realiza las sesiones de cabildo, levanta las actas como quiere y nos hace firmarlas a punta de pistola” le había dicho Guillermo. Miró su reloj, eran casi las dos de la tarde de aquél domingo 27 de julio. Ya estaba cerca, supuso (ya saben, cosas de la geografía), pero lejos estaba de saber que ese día viviría un pequeño infierno en aquél pequeño pueblo; lejos estaba también de saber que ese día chorrearía sangre… la suya.

Antonio

Antonio los vio llegar a lo lejos… puntualitos los infelices. En todo Tlacotepec Modesto y Guillermo se habían encargado de avisar a la población que habría un evento con Benigno (que así es cómo le decían Los Gorgonios a Pepe). No sabían lo que les esperaba. “Peor para ellos” pensó al tiempo que empinaba la botella. Ya lo tenía todo preparado… o casi todo. Primero habían colocado un retén a la entrada del pueblo y otro más algunos metros adelante; el primero era custodiado por policías, el segundo, por guardias blancas y en este último, el de los 57 paramilitares, era en el que Antonio se sentía a sus anchas. Aquí era el mandamás, aquí era “el de la voz” –según él-, aquí en fin, era el “Comandante”. Se sentía cabrón entre los cabrones, que por eso venía armado; cabrón entre los cabrones porque era el hijo de Gorgonio y cabrón entre los cabrones porque traía ya sus cervezas encima. Estaba eufórico (ya saben, cosas del alcohol) y con él, excitados también por la mística enferma que acompaña a la impunidad, los paramilitares de rancho que agrupó Abel “El Jarocho” Pereyra para la ocasión. Benigno y su gente venían en dos camionetas, acababan de salir de una reunión en el Hospital General en las afueras de Tlacotepec. Ahí, en reunión cerrada, habían hecho uso de la voz los muy malditos. No fue la del Tlacotepec de Los Gorgonios la que se escuchó sino la de Guillermo, es decir, la de Tlacotepec de Porfirio Díaz y la de Modesto –la voz de La Voz de la Sierra Negra. Ésta la pagarían, ¡vaya que la pagarían! pensó Antonio con un eructo. Ya debían sospechar lo que les esperaba: una camioneta de la policía los había estado rondando. ¿Se querían hacer los machitos tratando de llegar a la cabecera municipal? ¡Que lo intenten que aquí estamos los hombres de verdad para recibirlos! - pensaba entre tragos el hijo del cacique. Varios pobladores acompañaban a Antonio y al Jarocho en el retén: cien pesos les había prometido Gorgonio por el sólo hecho de hacerse presentes. Aquí nadie defendería a los foráneos gracias a esas cosas de la lejanía que impone la geografía. Aquí esas cuestiones de la ciudadanía, del derecho y del deber no tenían validez. Esta era la sierra, la Sierra Negra donde no existía la esperanza. Aquí la miseria ordena, la riqueza comanda y la pistola impone. Con cien pesos por cabeza Antonio compró la lealtad de quienes no sabían lo que venía, seguramente ni siquiera lo deseaban, pero el dinero es el dinero (ya saben, cosas de la pobreza). Y llegaron las camionetas a los retenes –una blanca adelante y una roja atrás; con las camionetas llegó el calvario y con el calvario, la sangre llegó al río… (Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

58

El Camino de la Soledad Había una Vez en Tlacotepec…

(Segunda Parte)

¿Cuánto tendría que caminar? Sabía que estaba en la sierra, en medio de la nada y de la que nada conocía. Hervey imaginaba lo peor. Todavía sentía el ardor en los ojos por el gas lacrimógeno que le arrojaron ya esposado. Sentía también el dolor en el cuerpo, los golpes con las cachas de las pistolas, las patadas y los puñetazos. La sangre que no dejaba de chorrear. Su mente era toda confusión; pero sí, al menos podía caminar. ¿Caminar? Sí, pero ¿a dónde? En el fondo de la barranca a la que lo habían arrojado tras la golpiza y las amenazas, tras el robo y los disparos, Hervey caminaba siguiendo, desde abajo, el serpenteo de la carretera por la que había llegado hacía algunas horas. ¿Horas? ¿Tanto tiempo había pasado ya? ¿Y Rafael? ¿Y Pepe? De sus compañeros no sabía nada. Lo último que escuchó de ellos fueron sus gritos de dolor y de furia. ¿Estarían muertos? ¿los habrían soltado como a él? No sabía, no sabía nada. Sólo sabía que él, al menos, podía caminar. Caía la tarde y Hervey recordaba…

* * *

- ¡Chinga! ¡Cómo no traje mi cuchillo para cortarte las orejas!

59

El joven que tenían esposado, gaseado, golpeado y sometido sólo escuchaba. Estaban armados y alcoholizados. Uno de ellos hablaba sin parar, según él, justificando lo que ocurría.

- ¿Para qué vienen eh? ¡Ya vino López Obrador y no nos dio nada! Ustedes nada más vienen a armar desmadre.

Hervey se sabía solo, más solo que nunca; sabía también que con las bestias no hay palabra que valga. A la distancia escuchó el dolor de Pepe y Rafael sujetos del martirio. Trató de girar la cabeza.

- ¡No voltees la cara cabrón!

Y con la orden vino el cañón de un arma que regresó la mirada a su lugar, al vacío. La perorata del idiota continuaba:

- Sabemos que tú nada tienes que ver, pero ¡ya ves! ¿quién te manda acompañar a este cabrón?

Hervey trataba de dominar el pánico. Pepe se había presentado como diputado y no se habían detenido. Ahora lo golpeaban, lo torturaban. Si eso le hacían a un diputado ¿qué le harían a él? Si algo los habría de salvar, a él, a Pepe y a Rafael no sería la ley sino la suerte… o la providencia

- ¡Te conocemos Benigno!

Sabían de Pepe, sabían del diputado, había sido una emboscada. Al fondo, de forma incesante escuchaba la voz que no se cansaba de persuadir “ustedes son los culpables”, “no debieron venir”, “ustedes son los responsables”. El que hablaba no golpeaba, sólo legitimaba a los animales que le acompañaban. Entre los gritos y el dolor, Hervey cerró los ojos con fuerza.

* * *

60

De cuando en cuando y desde el fondo del barranco Hervey levantaba la mirada. Trepaba la ladera con cautela. A cada paso pensaba “¿Cómo fue que rodé todo esto sin romperme un hueso?” La incertidumbre nublaba la claridad de las ideas. “Pudieron haberme matado”. ¿Seguirían ahí? ¿Dónde estaban Pepe y Rafael? Los habrían dejado libres como a él o… No, no podía ser. Asomaba los ojos a la carretera buscando algo, lo que fuera. Una y otra vez subía la cuesta para observar y una y otra vez bajaba al fondo del desfiladero por seguridad. Así avanzaron las horas, y con ellas los kilómetros… hasta que vio la camioneta. Estaba en un lugar diferente de donde la habían dejado. No era este un pueblo sino un caserío. Parecía abandonada en medio de aquellas chozas bañadas de miseria. Hervey se acercó cuidando la espalda. ¿Sería una trampa? ¿estarían por ahí esperando que él, o Rafa o Pepe se acercaran? Miró alrededor, nada, nadie. No terminaba de explorar el paraje cuando llegó la certidumbre a sus oídos.

- ¿Tú eres el de los policías verdad?

Era un indígena y con sus palabras apareció la claridad. Era claro que sabía quién era Hervey, era claro que “los policías” lo buscaban, era claro que estaban cerca, era claro que si lo habían soltado había sido por error, era claro que ahí corría peligro, era claro que no lo buscaban para ofrecer ayuda, era claro pues, que lo buscaban para matarlo. “¿Dónde comenzaron a salir mal las cosas?” pensó Hervey, trató de recordar, y, por un segundo, volvió a cerrar los ojos… * * *

Un policía uniformado había detenido la camioneta roja en la que venían ellos, Pepe, Rafael y Hervey; otro retén –ahora de civiles- había detenido la camioneta blanca de sus acompañantes que iba al frente.

61

- Es un retén de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos –había dicho el uniformado - Soy diputado local, y ese retén sólo lo pueden implementar autoridades federales –respondió Pepe.

Franquearon el paso, pero adelante los civiles habían comenzado a maltratar a sus acompañantes, a Modesto, a Guillermo. Golpes, gritos y jaloneos fueron el indicativo de que la violencia se había desatado. Pepe advirtió el peligro y dio vuelta buscando escapar por donde habían llegado.

* * *

Hervey abrió los ojos de pronto: fue ahí cuando perdieron el control, ahí comenzaron a improvisar el abuso.

* * *

La idea original había sido encerrar a las camionetas entre los dos retenes, el de la policía y el de los civiles, pero su torpeza había permitido el escape de la última camioneta, la roja, la de Pepe, Hervey y Rafael. Comenzó la persecución y con ella se detonaron los primeros balazos. Los bajaron de los vehículos, a él lo separaron de Pepe y Rafael.

- No declares cabrón ¡no declares! Porque te matamos, sabemos dónde vives, te matamos a ti y a tu pinche familia ¡no declares!

Con las instrucciones y las amenazas de El Jarocho, Hervey escuchaba los gritos insistentes, desesperados, de Pepe a los pobladores que ya se avistaban en las laderas aledañas, atraídos por las detonaciones y la curiosidad.

- ¡Soy el diputado Pepe Momoxpan, hablen a Gobernación! * * * 62

Fue el sentido de conservación el que sacó a Hervey de sus recuerdos. Debía moverse, esconderse, pedir ayuda. Miró el celular al que aferraba toda su esperanza: tenía crédito y batería pero no señal. Encargó la camioneta a los pobladores y siguió su camino. Tenía cien pesos, debía dar buen uso de ellos y mientras emprendía el paso una vez más, la memoria lo asaltó de nuevo.

* * * - Dame tu cartera

Le quitaron la cartera, y con ella, sus credenciales y dinero.

- Tu teléfono cabrón

Por alguna razón le regresaron el dinero poco después, quinientos pesos.

- No ni madres, con cien te regresas

Y le robaron al final cuatrocientos pesos.

- ¡Tírate cabrón!

Hervey no entiende

- ¡Que te tires cabrón!

Y entonces comprende: le quitan las esposas y lo arrojan al barranco. Mientras rodaba hacia el fondo alcanza a escuchar balazos una vez más y después las últimas palabras de sus captores a casi 100 metros de distancia.

- ¡Está bien! va a poder salir

* * *

Ya le habían dado un vaso con agua; ya algún pueblerino le había negado la ayuda y ya otro se la había brindado. En la 63 camioneta de aquel buen samaritano encontró reposo para el desasosiego. Recorrieron un par de pueblos en busca de un teléfono. Entonces alguien propuso algo diferente.

- En diez minutos pasa el camión a Tehuacán - ¿Cuánto cuesta? - Setenta pesos

Puntual, a las 5:00 de la tarde llegó el camión en el que Hervey llegaría a Tehuacán. El viaje era riesgoso ¿qué haría si lo paraba un retén? ¿qué debía hacer? ¿bajarse antes? ¿qué si tenían bloqueada la carretera? Ya prácticamente no tenía dinero. Cinco indígenas a bordo del camión acompañaban su silencio y desamparó. Así llegó a Tehuacán.

* * *

Hervey llamó a Israel, asesor jurídico del diputado Hervey llamó a Otón, Presidente del Congreso del Estado Hervey llamó a Javier, periodista de Tehuacán Y luego las imágenes.

Las declaraciones de madrugada ante la autoridad que no terminaba de creer lo ocurrido.

La conferencia de prensa a la mañana siguiente en la que aparecieron al fin Pepe y Rafael.

El abrazo con el que se reconocieron tras el calvario.

El horror en el gesto del jefe de la Policía Judicial cuando vio la condición de Pepe.

La denuncia ante los medios.

* * *

64

- ¡Ahora sí Puebla se quedó sin judiciales –escuchó Hervey la voz de uno de los custodios con los que regresaba a Tlacotepec.

Más de ciento cincuenta agentes armados hasta los dientes se dirigían a Tlacotepec para arrestar a los agresores del diputado por orden de Los Gorgonios. Esperaban resistencia, una camioneta Van hacía las veces de armería móvil.

* * *

Después de las diligencias ministeriales, de las entrevistas, del escándalo, la denuncia y el debate. Pasado el tiempo, Hervey recordaba la reacción de Joe Hernández Corona de la Secretaría de Gobernación cuando escuchó por su boca lo ocurrido:

- ¡Pues levante su denuncia licenciado!

(Revista Vor / Sept-Oct, 2008)

65

Entrevista a Pepe Momoxpan Los Caciques y el Imperio Marinista

Sonríe al reportero. Su rostro acusa todavía las señas de la tortura a la que fue sometido a manos de quienes deben resguardar la seguridad de los gobernados. El diputado no pierde el tiempo andándose por las ramas. Con nombre y apellido señala al responsable último de la realidad caciquil en el Estado: “Todos estos grupos han sido patrocinados por Javier López Zavala; él fue quien se encargó de coordinar la campaña electoral del PRI y quien los fue metiendo”. José Manuel Benigno Pérez Vega -conocido como “Pepe Momoxpan”- habla en entrevista.

Diputados como esquiroles

Los regalos no bastan para engañar al legislador que estuvo a punto de perder la vida. “Me mandan flores y chocolates” -dice con ironía y desprecio señalando algunos dulces sobre su escritorio- “pero en el pleno votan contra mí”. Se refiere a sus compañeros diputados, los mismos que de frente le expresan solidaridad y que por la espalda se la retiran encubriendo con su voto a los caciques del Estado. No ahorra nombres. “Me avientan a Mario Méndez y a Irma Ramos para que los embista y me distraiga de mi objetivo”. Méndez es diputado del distrito 15 –Ajalpan- mientras que Ramos Galindo es diputada “de oposición” por el PRD. Explica 66 su función como golpeadores parlamentarios “los mandan para que me descalifiquen”. Primero Méndez le advirtió que no fuera a Tlacotepec, y después de los hechos, Ramos Galindo justificó la agresión –según ella- “por irse a meter a donde no le llamaban”. Momoxpan sonríe otra vez; más que rencor parece guardar lástima y comprensión para sus compañeros en el Congreso del Estado. “Obedecen a López Zavala, a él deben la diputación”. Pero el sinsentido aparece de inmediato y se pone sobre la mesa de discusión ¿no deberían, en su calidad de representantes populares, defender a la víctima y no al victimario y obedecer a sus electores y no a sus selectores? “Pues sí” –responde el diputado “es absurdo, pero…” y levanta los hombros como diciendo “qué le vamos a hacer”. ¿Son esquiroles? –se le inquiere buscando una conclusión- “Sí, se prestan como esquiroles” y complementa a sabiendas que más vale apuntar al patrón y no a los criados “eso obviamente lo ordena Zavala”. ¿Zavala? –se le pregunta- “Claro” –responde él confiado- ¿Zavala? –se le insiste una vez más y enfático confirma “sí”.

La estructura del poder: Los caciques y el imperio marinista

Es un hombre de izquierda con formación en escuelas de élite. Pasó por el Instituto Oriente, por el Benavente y por el Colegio Americano. Culminó con dos carreras profesionales: es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de las Américas y piloto aviador (con más de 4,800 horas de vuelo). Para el diputado local la estructura del poder es clara: los diputados son los perros de pelea, Javier López Zavala su entrenador ¿y los caciques? “son virreyes” ¿virreyes? Se le cuestiona invitando a explicar: “Sí, virreyes del imperio marinista”. Así el gobernador es ungido como emperador y detalla “a él –al gobernador- le gusta descansar en este tipo de gente, escoge caciques como también escoge empresarios”. Pero no es sólo una cuestión electoral “sí, aportan eso y también dinero”. Votos y dinero ¿intercambian favores? “Sí, de toda

67

índole, políticos, electorales, negocios particulares, tráfico de influencias, todo”. La radiografía del diputado es acertada y retoma el caso del llamado narcoalcalde de Izúcar de Matamoros “López Zavala les dio ahí las hectáreas de la ex maquiladora en La Galarza, son 60 mil metros más las naves industriales”. La descomposición que acusa el primer nivel de gobierno en el Estado parece endémica. Una y otra vez la ha denunciado él en tribuna y una y otra vez la mayoría oficialista del Congreso la ha encubierto. Primero buscó la desaparición de poderes en Izúcar de Matamoros sobre la idea fundada de que alguien que se encuentra sujeto a proceso judicial en los Estados Unidos - acusado de narcotráfico- no puede ser alcalde. “Trajimos la documentación de Nueva York, la conseguimos y aquí en el Congreso dijeron que no valía”; luego propuso la revocación del mandato al edil de Tlacotepec por violaciones flagrantes a la Ley Orgánica Municipal y nuevamente los diputados se negaron a la destitución. Pepe Momoxpan levanta otra vez los hombros “Es como de risa ¿no?”. Emperador, virreyes, caciques, empresarios, narcotraficantes y torturadores, ésta es la anatomía del poder sobre la que se apoya Mario Marín y que busca heredar Javier López Zavala

“Quieren que la gente siga jodida”

Pepe Momoxpan pone al Estado en perspectiva “en Tlaxcala ya no hay caciques. En muchos estados ya desaparecieron” y explica “tal vez había hace cinco, diez o quince años, porque los caciques se van terminando cuando entran las comunicaciones y el progreso”. Reconoce que por algún tiempo avanzamos un poco en Puebla. “Ya algunos cacicazgos han desaparecido, desapareció el de Atlixco, el de Cholula, el de Tehuacán de Amador”, pero luego vino un retroceso. Con Mario Marín Puebla ha sufrido una regresión, y compara su gobierno con el de sus antecesores “ha habido otros gobiernos en el Estado que no se han comportado así”. Y pone ejemplos “podríamos estar contra Manuel Bartlett por autoritario, pero no incluyó esta 68 forma de complicidad (con los caciques) o Melquiades Morales quien tampoco lo hizo”. Él no tiene dudas sobre el presente “Marín se sustenta en estos grupos” o sobre el futuro “López Zavala pretende hacer lo mismo”, el daño es obvio “Puebla no sale, no avanza políticamente” y la conclusión llega con facilidad “no hay voluntad política para sacar a estos grupos del poder”. ¿Por qué? –se le pregunta invitando a desarrollar el tema. “El gobierno perpetúa la miseria”. Y es que de esta miseria depende el imperio y dependen los virreyes; de ella depende la impunidad del alcalde narcotraficante y la del alcalde torturador; de ella depende también el futuro político de los golpeadores legislativos y el de su patrón, el Secretario de Desarrollo Social. Por si no quedaran claras las intenciones de la totalidad de la estructura del poder en el Estado, Momoxpan lo expresa en palabras llanas: “ellos quieren que la gente siga jodida”.

Los coletazos del dragón o el ocaso de los caciques

Saben que tiene el tiempo en contra y aunque la historia enseña que todo imperio perecerá, los caciques -como dice el entrevistado- “todavía dan los coletazos del dragón”. Pepe Momoxpan sonríe. El coletazo que les tocó sufrir a él, a Hervey Rivera y a Rafael García fue duro: los balearon y después los esposaron; esposados los rociaron con gas lacrimógeno y los tundieron a golpes entre ocho con pies, puños, toletes, cachas y cañones de pistolas. Hicieron simulacros de ejecución y después los arrojaron por un barranco abandonándolos en la sierra, solos y malheridos. Pagaron el precio de la lucha social contra el poder de los caciques que sustentan al gobernador. Piensa en Tlacotepec y desarrolla el tema. El presidente municipal dijo no tener nada que ver con la golpiza. “Es como si el Estado mexicano realizara una incursión en Guatemala y el presidente de la república dijera ´No, yo me deslindo, no soy el responsable´ quedaría como un estúpido” dice Pepe Momoxpan con fastidio. Pone el acento en el deber del congreso “el 69

Congreso tiene una facultad y una obligación cuando se suscitan hechos de este tipo: debe revocar el mandato al ayuntamiento” dice enfático y continúa “todos para afuera, toda la estructura, y entonces hay que generar un consejo municipal”. Explica “hay muchas irregularidades en ese Ayuntamiento: no se celebran las sesiones de cabildo, el presidente municipal hace las actas como quiere, después se las pasan a firmar a los regidores y a los que no quieren firmar o discuten pues les enseñan con la pistola”. Hay dos caminos “uno es que por la vía política él pida licencia y quede el ayuntamiento como está” (como ocurrió con el alcalde de Izúcar de Matamoros, quién dejó en su lugar a su cuñado). ¿Y la otra? “que se revoque el mandato; que saquen a todos, aunque sean opositores, a todos, porque es la única forma de enderezar a ese municipio”. Esto último es lo que él ha solicitado, tanto en Izúcar de Matamoros como en Tlacotepec de Porfirio Díaz; pero con un congreso adicto al servilismo crónico, sus esfuerzos son los del anacoreta que predica en el desierto. Está consciente que falta voluntad política para el cambio y sabe que sólo queda un camino “tiene que haber una lucha social, como la de los compañeros que la vienen dando allá”; extiende una calificación de esa lucha (“verdaderamente admirable”) y da cuenta del peligro (“me preocupa su integridad física, nadie los cubre”). Pero el cambio se tiene que dar. ¿Empezar por arriba o por abajo? “El cambio tiene que ser simultáneo” pero no se conforma con un cambio de partido, no se engaña y sabe que las distinciones de color en el interior del Estado a veces son más de forma que de fondo “entran gobiernos que son de oposición y tratan de gobernar con todo lo establecido, sin cambiar las estructuras”. Se le hace una pregunta dura, si no es mediante presión social o por vía del congreso ¿qué otra forma hay de destituir a estos gobiernos? Y él responde con rapidez “Bueno, hay una forma: con un telefonazo de gobernación del Estado diciendo ´¿Sabes qué? pues ya salte´ y se acabó”.

70

El recuento de los daños

Viene el recuento de los daños. Tras la golpiza perdió sangre, salud y lágrimas, pero no la dignidad. ¿Regresaría a Tlacotepec? se le pregunta y responde seguro con una sonrisa “con mucho gusto”. La valentía pues, permanece intacta. ¿Y el sentido del humor? Basta con observarlo: sonríe y se ríe a la más mínima provocación. Se le pregunta si haría lo mismo “Si” –responde- aunque advierte que llevaría preparativos diferentes -“un contingente más grande”- y extiende una invitación al reportero -“¿quieres ir?”. La memoria tampoco le falla. “Desde que tengo uso de razón -y tengo 58 años- nunca había sucedido algo así en el Estado de Puebla, nunca”. Al fin de la conversación, tras dar cuenta de los actores, los procesos, los problemas y sus soluciones, se hace evidente que el sentido común tampoco fue afectado por la sesión de tortura a la que fue sometido. Ahora discurre con libertad. “Por ahí decían en un periódico que yo me había llevado mi merecido por irme a meter a donde no me llamaban” dice y sentencia “son pasquines”. La razón es simple “ahora le llaman convenios publicitarios, pero básicamente son chayotes (sobornos)”. No se hace ilusiones de cambio en el corto plazo. “López Zavala viene sustentando su precampaña con esta gente”, pero hace una mueca como de travesura. Sabe que Mario Marín, Javier López Zavala y sus corifeos se han metido en una camisa de once varas. “Tlacotepec es un municipio que no va a dar de aquí en adelante más que problemas”. Es el hilo por el que se empieza a desbaratar la madeja. Ayer fue Izúcar de Matamoros con un alcalde narcotraficante y ahora es Tlacotepec con un edil torturador. La descomposición del poder municipal en el interior del Estado genera una reacción en cadena “les están reventando las bombas por todos lados, una tras otra”. Termina con una justa demanda: “Lo que necesitamos es que la procuraduría cumpla con su trabajo” y mientras eso ocurre, a su oficina siguen llegando los obsequios baratos, dulces y flores, con los que los diputados buscan expiar su servilismo vergonzante. (Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

71

Editorial

La agresión sufrida por el legislador del Partido del Trabajo José Manuel Benigno Pérez Vega (conocido como “Pepe Momoxpan”) y por sus acompañantes –el campesino Rafael García y su secretario particular Hervey Rivera- en días pasados en Tlacotepec de Porfirio Díaz acusa un nivel de gravedad extremadamente alto. Primero. Si el abuso de poder (detención arbitraria) y la violación a las garantías individuales (privación ilegal de la libertad, tortura, amenazas, etc) por parte del personal a las órdenes del edil de Tlacotepec Esteban Gorgonio Merino Mendoza en contra de Rafael García y Hervey Rivera es por sí mismo grave, recriminable y punible, es todavía peor en el caso del legislador del Partido del Trabajo. De acuerdo con el Art. 61 constitucional los representantes populares están protegidos en sus derechos y personas (inmunidad) para el libre desempeño de sus funciones ante posibles abusos del poder. Eso es lo que hacía el Diputado Pérez Vega con sus acompañantes en aquella comunidad: desempeñando sus funciones como representante popular. Segundo. Los hechos son todavía más delicados si se toma en consideración que los comisionados para el ataque contra el legislador y sus acompañantes fueron precisamente los cuerpos de seguridad pública de la comunidad. Es decir, aquellos que deberían velar por la seguridad y el orden son 72 quienes desempeñaron en Tlacotepec tareas de represión política y social. En esta lógica, la agresión sufrida por el diputado Pérez Vega, Hervey Rivera y Rafael García difícilmente puede ser la primera de este tipo bajo el gobierno del edil de Tlacotepec Merino Mendoza. Tercero. Paradójicamente, la razón por la que “Pepe Momoxpan” se encontraba en Tlacotepec era para constatar y denunciar los abusos de poder y los actos de corrupción que había venido cometiendo el edil contra los habitantes de la comunidad. Entre otras acciones -como denunció el regidor del PRD Guillermo Berlín- el alcalde le obligaba a firmar actas de cabildo pistola en mano para certificar sesiones de cabildo que jamás ocurrieron. Denuncias como ésta fueron las que llevaron al diputado local a investigar los hechos por los que después fue atacado. Aunque paradigmático, no por grave el caciquismo que se vive en Tlacotepec es aislado. El atraso social que se vive en el interior del Estado está estrechamente relacionado con el atraso político que es tolerado desde el congreso local –como ha denunciado el propio José Manuel Benigno en el caso del “narcoalcalde” de Izúcar de Matamoros -Rubén Gil Campos- y como se pone en evidencia también con la defensa del agresor del diputado del PT hecha por su colega del PRI, el diputado Mario Méndez. Pero la protección que brinda el Congreso del Estado a los caciques en Puebla tiene un origen superior: el propio gobierno del Estado. ¿Por qué? porque es bien sabido que el Congreso no se manda solo, sino que obedece a los designios del gobernador. Los caciques reportan al Partido Revolucionario Institucional en Puebla el ganado político necesario en tiempos electorales. Estos son los famosos “operadores” del PRI, y gracias a ellos –y a sus directos beneficiarios empezando por los “seccionales” y acabando con el propio mandatario estatal- el Estado se mantiene como una anormalidad política y democrática en el contexto nacional junto con Oaxaca en los tiempos de Ulises Ruiz. ¿Qué pueden esperar los ciudadanos en aquellos lugares en los que es posible torturar diputados locales de forma 73 impune? ¿Qué pueden esperar los ciudadanos en aquellos lugares en los que la autoridad municipal trafica con drogas y el Congreso la mantiene en el cargo por “intereses de partido”? ¿Qué pueden esperar los ciudadanos cuando ese mismo alcalde hereda el poder a su cuñado con el aval de la Secretaría de Gobernación? ¿Qué pueden esperar de un Congreso del Estado en el que los propios diputados defienden a los agresores de sus compañeros? ¿Qué pueden esperar de todo esto los poblanos? No mucho, al menos no durante el gobierno de Mario Marín Torres. Tlacotepec, como Izúcar de Matamoros no es una excepción, y José Manuel Benigno Pérez Vega y sus acompañantes, Hervey Rivera y Rafael García, son apenas algunos de los muchos afectados. ¿Cuántos alcaldes más hay como Merino Mendoza y Gil Campos en Puebla? Sólo el PRI y el gobernador lo saben. (Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

74

CAPÍTULO II • HISTORIAS DEL MUNDO PEQUEÑO •

PRIMER ACTO Arqueología y política: Gustavo Díaz Ordaz, Una mirada

Gustavo, Maximino Y Marcelino

La historia la contaba Juan Torres Vivanco, revolucionario venido al mundo empresarial que terminó en la administración pública como Director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Maximino Ávila Camacho era Gobernador de Puebla (1937-1941). Famosas eran sus aficiones mundanas: famoso jugador y famoso mujeriego, sus desplantes y abusos eran también por todos conocidos. La ley de los tres “ierros” dicen que aplicaba en la Puebla de aquél entonces: entierro, encierro o destierro. Alegó derechos de “primogenitura” para justificar sus pretensiones presidenciales. “Pero si Manuel es un bistec con ojos” reclamó cuando supo que su hermano sería El Elegido. Si de folclor político se trata, el hermano mayor de aquél a quien se conocía como el Presidente Caballero y su compadre, Gonzalo N. Santos (el famoso Alazán Tostado –a quien también se le conocía como el “Pelón Tenebroso”) se llevarían todos los laureles. Bajo las órdenes de Maximino se formaba otro poblano que, como Manuel Ávila Camacho, también llegaría lejos: Gustavo Díaz Ordaz. Juan Torres Vivanco vio y vivió las cosas de cerca. Conoció a los actores durante el periodo de la revolución y los siguió frecuentando una vez instaurado el régimen heredero llamado de la “revolución institucionalizada”.

76

Torres Vivanco recordaba. “Hay una anécdota que vale la pena rescatar” decía. Díaz Ordaz hacía sus primeros experimentos políticos. Alguna función de gobierno cumpliría el joven abogado de veintitantos años en aquél entonces cerca del gobernador. “Andaba por ahí de tinterillo” decía Torres Vivanco. “Pero un mal día las cosas cambiaron”. A la oficina llegó el General Marcelino García Barragán, revolucionario como los Ávila Camacho, era viejo amigo de Maximino. Pasó al privado del gobernador, fluyó la plática. Al poco rato se abrió la puerta. Salieron los dos revolucionarios y se toparon con Díaz Ordaz. “Alguna cosa le habrá pedido el Gobernador” –decía Torres Vivanco- “la cosa es que se molestó con la respuesta de Díaz Ordaz”. Sin más, Maximino tomó por la solapa a su subalterno –de quien se burlaba diciendo “Ahí viene el Solomillo”- sin imaginar que llegaría a presidente. Lo sacudió con violencia al tiempo que le recriminaba con los malos modos que le caracterizaban. Estúpido, idiota, inútil… volaron los adjetivos. Cansado de observar y fastidiado por el abuso, el visitante intervino.

- ¡Chimino! -como le decía de cariño al gobernador- deja ya al licenciado –ordenó tranquilo

Contrariado, Maximino Ávila Camacho giró la cabeza. Ante la mirada extrañada del mandatario el general continuó

- No trates así al Señor Licenciado que es una gente correcta y no se puede defender… pero tú y yo somos iguales; si queremos tú y yo nos podemos matar. ¿Por qué no mejor me dices a mí lo que le quieres decir a él?

Ante el reto Maximino se quedó inmóvil. Díaz Ordaz resistía en silencio con los ojos muy alerta. El tiempo pareció congelarse. Una cosa era vejar a un político en ciernes como lo hacía en aquél preciso instante y otra hacer frente a un compañero de armas como García Barragán. Maximino era cruel y abusivo, 77 pero no era tonto. No era el esposo despechado de alguna de sus amantes el que lo confrontaba sino un general, como él, forjado al fragor de la batalla. En su inteligencia, Maximino estaba consciente que sus abusos tenían límite y el nombre de uno de ellos era García Barragán. Marcelino no jugaba, Maximino lo sabía. Poco a poco el gobernador soltó las ropas de Díaz Ordaz. Profirió algunas ofensas en voz baja y siguió su camino a la salida seguido por el General García Barragán. El episodio había terminado. Estoico y lleno de ira por impotencia, Díaz Ordaz los vio alejarse. Qué habrá pensado en aquél momento el funcionario de Casa Puebla, es una incógnita, pero una cosa era segura: algo había sido sembrado. Murió Maximino tras una comida en Atlixco. Gustavo salió del gobierno del Estado y se hizo diputado, luego, brincó a senador. Alcanzó la Secretaría de Gobernación con Adolfo López Mateos y finalmente llegó a la gloria el 1 de Diciembre de 1964. Ese día el joven funcionario que veinte años atrás había sido sobajado se hizo presidente. Fue el presidente del 68: el de las olimpiadas y el de la matanza. Fue el presidente de Tlatelolco: el de la Plaza de las Tres Culturas y el del Tratado de Tlatelolco para la desnuclearización de América Latina. Fue el presidente de la memoria: del agravio y del agradecimiento. Nunca olvidó a Maximino. Nunca olvidó a Marcelino. Díaz Ordaz era un hombre de rencores profundos pero también de gratitudes eternas. Aquél primero de diciembre de 1964 Díaz Ordaz se hizo presidente y desde ese mismo día nombró al General Marcelino García Barragán Secretario de la Defensa. Torres Vivanco lo recuerda “desde ese mismo día también, Díaz Ordaz hizo lo que pudo por desaparecer el avilacamachismo en Puebla”. Durante la crisis del 68, puntual, diario a las 6:00 de la tarde el Secretario de la Defensa se presentaba ante el Presidente para comunicar las novedades. En alguna de tantas visitas – concluía Torres Vivanco- fue que se hizo famosa la frase que Díaz Ordaz dedicaría a García Barragán “Con un soldado como Usted, la Patria no tiene nada que temer”. (Revista Vor / Jun-Jul, 2008)

78

El Último General Gobernador

El antiguo candidato recordaba la historia sin tristeza ni rencor, “así era él”, decía para justificar con palabras las acciones de su jefe y amigo, el Presidente de la República. Cada uno hacía lo que podía para conseguir lo que buscaba. Nava Castillo había caído y el sustituto, Aarón Merino Fernández, estaba por abandonar la oficina. Nadie se hacía ilusiones, el elector era uno, el mismo, el de siempre. Añeja la relación de ambos con el hombre grande, cada uno hacía su juego para congraciarse con el señor. Sometidos ambos a la obligada subordinación, las reglas eran claras: campaña con orden, promoción sin escándalos. Juan Torres Vivanco resumía en uno el error de su contendiente “Gonzalo apostaba sin fundamento” -decía. “Yo lo sé, a mí me lo dijo el presidente”. Gonzalo Bautista O´Farrill conocía bien el pasado y a él encomendaba su futuro. Maximino tuvo en buena estima a su padre, y éste a su vez, elevó consigo al que hoy portaba la banda presidencial. A Bautista O´Farrill no le cabía la menor duda: el mandatario estaba en deuda, si no con él, sí con su padre. Era tiempo de cobrar la factura, esa era su apuesta. Pero Bautista O´Farrill no era el único bien colocado en el ánimo presidencial. Torres Vivanco trabajaba con y para el poblano que entonces era emperador. Como Director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares recibía órdenes del presidente; 79 como amigo, lo que le prodigaba Díaz Ordaz eran consejos y confidencias. Largos y agradables eran los partidos de tenis que jugaba con el primer mandatario una vez por semana; largas y profundas también, las conversaciones que llegó a tener con aquél a quien se apodó años después “el abogado del orden”. Quien llegó a pensar que podía suceder a Merino Fernández recordaba uno de esos partidos en particular. Explorando el ánimo presidencial, Torres Vivanco habló de la deuda de la que se ufanaba su contendiente, Bautista O´Farrill. El presidente hizo una mueca, el tema le desagradó. “Ahí fue cuando me lo dijo” –apuntaba Torres Vivanco. Se llegó a la recta final, sólo uno sería gobernador. Ambos se acercaron con los grupos, pronunciaron discursos, hicieron ofertas, armaron promesas. Díaz Ordaz ponderaba todavía las opciones cuando ocurrió el desastre. Los gallos comenzaron a navajearse y la sangre llegó al río. Panfletos denostando a Gonzalo Bautista aparecieron por la ciudad. Le acusaban de rapiña; lo señalaban como el ladrón infame que tenía colocados en su mansión de La Calera candelabros históricos saqueados del edifico Carolino de la Universidad; él y sólo él era el sátrapa que había despojado también a la máxima casa de estudios de algunos de sus libros incunables. Los ojos giraron en su dirección con desprecio. La propaganda no tenía un autor, no apuntaba un remitente, sólo un destinatario. La guerra sucia había comenzado. A los días llegó la respuesta: nuevos panfletos aparecieron denostando ahora a Torres Vivanco “tiene más en dinero mal habido de lo que Bautista tiene en piedras en La Calera” decía uno de ellos, “viejo momia” decía otro. Se sucedieron los dimes y diretes, las acusaciones, las ofensas sin control, sin autor, sin sentido. Duro entre los duros, el presidente no estaba para soportar esos desmanes. Estaba harto, fastidiado de las conspiraciones, de los comunistas, del caos. No iba a tolerar que el desorden privara en sus dominios, ni en su país, ni en su Estado y mucho menos entre sus amigos. Detestaba los escándalos. Molesto decidió terminar con todo el asunto de tajo: matando al perro se acabó la rabia. Levantó el teléfono, con gesto agrio y coraje en la voz terminó con el problema de una 80 buena vez: ni Bautista ni Vivanco. Sus órdenes fueron precisas: quien había sido su médico personal sería el elegido y se acabó. Con desgano Rafael Moreno Valle fue ungido como el último general gobernador. ¿Y la deuda? ¿y la amistad? Bautista O´Farrill apostó a lo que no existía. “A mí me lo dijo el presidente” –repitió Torres Vivanco- “¿Gonzalo? Yo lo hice senador, no tengo deudas políticas: todas las tengo pagadas”.

(Revista Vor / Jul-Ago, 2008)

81

El Rencor

La ocasión era especial. La inquietud se colaba por todos los rincones de la universidad. Algo grande ocurriría ese día: el Presidente de la República, el poblano Gustavo Díaz Ordaz, estaría presente para inaugurar la nueva Escuela de Medicina de la Universidad. Una extraña mezcla de ansiedad, arrepentimiento y admiración se proyectaba a través de los ojos del Dr. Guillermo Cabrera a quien el tiempo convertiría en director de la recién fundada Escuela de Medicina. La mano que apuntaba al presidente ofrecía y pedía a un mismo tiempo. Ofrecía una cortesía y pedía una reconciliación. El gesto de cordialidad que ponía a merced del presidente el Dr. Cabrera auguraba –tal vez deseaba, más aún, anhelaba- un nuevo comienzo. Pedía un reconocimiento, y, tal vez, incluso un perdón. Su mano estaba extendida. Díaz Ordaz lo miró. El gesto le cambió en un momento. Una mueca deforme se presentó llena de rencor. Fue todo lo que recibió el Dr. Guillermo Cabrera –padre del tribuno estudiantil asesinado- a cambio del ademán que imploraba: al deseo, el desprecio. El presidente le había escupido con la mirada.

* * *

- Mientras el licenciado Díaz Ordaz sea presidente, Cabrera no va a salir de la cárcel –había dicho Merino Fernández tiempo atrás. 82

* * *

- Se conocían desde hace mucho tiempo - ¿Quiénes? –pregunté - Díaz Ordaz, Don Guillermo y mi papá - ¿Cómo? –alternó el Griego - Eran tiempos convulsos aquellos. Cuando jóvenes, los tres pasaban armas a los indígenas de los pueblos circundantes a la Malinche. En algún momento Díaz Ordaz se sintió traicionado por Cabrera. Nunca se lo perdonó...

Con estas enigmáticas palabras René explicó aquél que, supongo, fue uno de los episodios más significativos de la vida de un Cabrera, el padre, y la muerte del otro, el hijo. La suerte se había sellado. Enrique Cabrera caería tiempo después ejecutado por profesionales. Una palabra explica muchas cosas: rencor. Y es que el rencor es una de las expresiones del odio, odio que nace de la infamia y que provoca atrocidad. Nada más infame que traicionar al pasado. “No ser socialista de joven es una tontería, pero seguir siéndolo de viejo es una pendejada” repetía con frecuencia Díaz Ordaz. ¿Recordaba poco de su vida? Como Zapata, el otrora contrabandista de armas no perdonaba la traición. ¿Para vengarse del padre sacrificó al hijo? El pasado, el presente y el futuro chocaron en el momento mismo en que una mano se quedó sin estrechar. Ya sea por la doble traición o por la trinidad que constituía la historia personal, la política y el choque generacional, el joven Cabrera tenía que morir. Recordando las memorias de quien fuera Jefe del Estado Mayor Presidencial de Gustavo Díaz Ordaz -el General Gutiérrez Oropeza- no puedo dejar de pensar en las palabras con las que el presidente definió la tarea de su guardaespaldas personal “si en el cumplimiento de su deber tiene usted que violar la ley, asegúrese que yo no me entere, porque lo someto a juicio, aunque yo y mi familia le vivamos eternamente agradecidos...”.

(Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

83

El Informante

La historia la dio a conocer un hombre que murió en La Habana, Cuba. Primero, en tiempos de la Guerra Fría se le descalificó bajo la etiqueta de “agente del imperialismo yanqui”, después, con motivo de su funeral, el diario oficial en la mayor de las Antillas lo llamó “un leal amigo de Cuba y ferviente defensor de la lucha de los pueblos por un mundo mejor”. ¿Su nombre? Phillip B. Agee. Como el poblano Díaz Ordaz, Agee vivió los tiempos de la furia. El comunismo y el anti-comunismo, la guerra de Vietnam y las convulsiones en México entre la bandera rojinegra que se izó frente a Palacio Nacional, la matanza de Tlatelolco y las Olimpiadas que aquel año tuvieron lugar en nuestro país. Aquellos eran los tiempos en los que las medias tintas no tenían lugar: con la reacción o con la revolución, Estados Unidos o la Unión Soviética, Kissinger o Fidel. La historia no ha develado si Díaz Ordaz trabajó para Agee o si fue a la inversa, pero en aquel mar de fanatismo y sospecha, una palabra los unía: LITEMPO. El significado de LITEMPO hermanaba por igual a Díaz Ordaz que a su sucesor -Luis Echeverría- y al veracruzano, Fernando Gutiérrez Barrios. LITEMPO definía un grupo, una cofradía, doce eran sus integrantes (LITEMPO 1, LITEMPO 2, etc) y uno su amo y señor: Winston Scott.

84

El fanatismo de izquierdas y derechas empañó la visión del mundo. Los unos y los otros vieron en aquellos años lo que quisieron. Washington vió en Vietnam el peligro del mal ejemplo, los revolucionarios vieron en Cuba la utopía realizable, y Díaz Ordaz en México vio en Praga y París una profecía autocumplida: comunistas. El Presidente consultó con Scott y la hipótesis se confirmaba; el Presidente consultó también a la Dirección Federal de Seguridad y la respuesta no fue diferente. Todos estaban de acuerdo: comunistas, sí, ellos eran los responsables de todo el descontento, del alboroto, la subversión estaba a la vuelta de la esquina. Víctimas de su propia propaganda, ni Winston Scott, jefe de Estación de la CIA, ni Fernando Gutiérrez Barrios, gran señor de la policía política, ni el propio presidente pudieron ver las cosas como eran. ¿Cómo no podía estar el comunismo detrás de la agitación y la militancia estudiantil? Fidel Castro y Ernesto “Ché” Guevara eran modelos a seguir por igual en Argelia en África que en Uruguay y Argentina. México, desde su paranoia, no era diferente. Los informes de inteligencia apuntaban al Partido Comunista. Comunistas, sí, ellos eran los responsables de todo. Esta era la mentalidad de la cofradía de LITEMPO. Agee, Díaz Ordaz y Scott sabían lo que significaba LITEMPO. El secreto fue violentado cuando Agee publicó Inside the Company: CIA Diary (1975). “LI” era el código que tenía la CIA para las operaciones en México, “TEMPO” se refería al grupo de altos funcionarios mexicanos reclutados como agentes. Como el capitalino Echeverría y el veracruzano Gutiérrez Barrios, el poblano Díaz Ordaz fue un agente de la CIA antes y durante su presidencia. Así lo denunció Agee en su libro y así lo confirmó el National Security Archive décadas después. LA CIA estuvo directamente vinculada a los golpes de Estado en Honduras en 1963, Brasil 1964, Argentina desde 1966, Perú y Panamá en 1968, Bolivia en 1971, Uruguay y Chile en 1973; sin duda en cada caso existió un “código” de la CIA para cada país en particular. ¿México se inscribía en esa lógica también? Si la matanza del 2 de Octubre de 1968 de la que se responsabilizó a Díaz Ordaz y la del 10 de Junio de 1971 por la 85 que se acusó de genocidio a Echeverría fueron inducidas en el marco de LITEMPO -es decir, por instrucción de los Estados Unidos- es algo todavía por confirmar. Solamente una cosa es segura. LITEMPO-2 era el código de un poblano que llegó a presidente. (Revista Vor / Sept-Oct, 2008)

86

SEGUNDO ACTO Ciencia, política y ciencia política: 4 entrevistas y 1 adenda pertinente

87

ENTREVISTA A ENRIQUE DOGER La Inteligencia del Electorado

El arte de gobernar y la inteligencia del electorado

El ahora Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Instituto Nacional para el Desarrollo Municipal habla de política pero no de políticos. “El verdadero arte de gobernar consiste en tener la sensibilidad social y en saber realizar acciones distinguiendo entre lo urgente y lo importante”. El antiguo profesor ofrece una definición “la política es el arte de lo posible dentro de lo deseable”. Habla Enrique Doger en entrevista. Política y gobierno, sobre ambos se le cuestiona: ¿qué proyecta más políticamente, la obra pública o el control de medios de comunicación? Responde con velocidad y casi a modo de reto “Podrás tener toda la publicidad que quieras, todas las fotos retocadas que quieras, pero si no hay resultados la gente te reclama y te exige y además castiga. El elector ya sabe que puede castigar mediante el voto” El reportero duda de tal inteligencia electoral, y a una pregunta directa (¿Es inteligente el electorado poblano?) recibe una respuesta directa “¡A mí no me queda la menor duda! Nada más hay que ver los resultados”. Repite “es inteligente”, matiza “pero más que eso, tiene capacidad de decisión” y explica: “te pongo un ejemplo muy claro. En Julio de 2006 hace apenas dos años, un poco más, el PRI tuvo una derrota estrepitosa, se fue al tercer lugar, en Puebla capital y en Puebla Estado. Perdimos de los dieciséis diputados federales doce, el PRI sólo ganó cuatro. Fue una derrota como nunca el PRI había tenido. Un año y meses después en 88 noviembre de 2007 el PRI gana todo, y es el mismo electorado. El electorado no cambió en un año, no llegaron un millón de poblanos nuevos y se murieron otros. Es el mismo elector el que en 2006 castigó al PRI y que en 2007 lo hizo gobierno” Pero está consciente que no hay nada escrito y aquél al que muchos señalan como posible candidato a la gubernatura sentencia “esto no quiere decir que el PRI vaya a ganar en 2009 o en 2010”. Doger pareciera apostar mucho a la sabiduría del votante “el elector ya sabe que su voto cuenta, que su voto vale, primero hay que convencerlo”. ¿Y cómo se le convence? Se le pregunta de forma casi ritual y esperando la respuesta estándar. “El candidato cuenta mucho –articula con la mano en la barbilla- debe tener una trayectoria pública transparente –señala- sin duda el partido pesa –complementa mirando al suelo- ¡ah! –especifica como si se le escapara un elemento de la receta- y una buena campaña” dicta con el índice al aire. Por algún extraño arcano, el factor dinero, la creación de grupos de choque y la intromisión del gobierno en procesos electorales desaparecieron de la lista. ¿La gente cree en esas cosas? –se le cuestiona con escepticismo- “pues sí, si por eso vota” responde de forma escueta. La plática fluye. Se llega al modo en que el poblano promedio hace análisis político. Se le señala que el ciudadano va desde el “todos son iguales” como signo de absoluto desencanto hasta el “no estoy enterado de nada” como signo de absoluto desinterés. ¿Será porque la publicidad de los partidos está destinada para consumo interno de militantes y simpatizantes? “Paradójicamente los segmentos peor calificados son los partidos políticos y los legisladores. Pero de todas formas cuando hay elección la gente vota” comenta el entrevistado aferrado a su visión de las cosas, pero concede: “Los legisladores, hay que reconocerlo, lamentablemente responden más en la actualidad a directrices ideológicas, políticas y partidistas que a lo que sus distritos piden” y aclara “entre otras cosas, creo yo, debido a que no hay reelección continua. Si hubiera re-elección continua el diputado se preocuparía por tener contentos a sus electores. Pero si no hay re-elección, y yo ya

89 llegué, entonces tengo que quedar bien con mi partido, si quiero tener futuro”. Exactamente. Si son así las cosas no se entiende la paradoja: si los legisladores no obedecen a sus soberanos entonces no es paradójico sino natural que sean ellos y sus institutos políticos los sectores más impopulares. Como sea, se respira en el ambiente que algo de cierto hay en aquello de que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.

Normalidad democrática: Alternancia y medios de comunicación

El Rector de la Universidad del Estado por dos periodos consecutivos (1997-2001 y 2001-2005) reconoce un mea culpa de parte de la clase política a la que pertenece: “Hay una cosa que afecta la normalidad democrática: las viejas prácticas clientelares”. Nada nuevo bajo el sol. ¿Hablaba del PRI? “De todos los partidos políticos” especifica. Sobre la normalidad democrática se le inquiere en busca de una reacción: Puebla se mantiene en el atraso político ya que es uno de los pocos estados de la república en el que la alternancia no ha llegado al ejecutivo estatal. Ante el dictamen la reacción no se hace esperar: “A ver, coincido en parte con esa afirmación pero también es un espejismo el que la gente crea que tenemos desarrollo cuando hay alternancia. No necesariamente es así –refuta y abunda- la alternancia se debe dar cuando hay una competencia real y cuando la oferta política es valiosa, cuando tiene sustento, cuando tiene contenido. Porque no es como se decía en el 2000 ´para que haya democracia en México el PRI tiene que perder´. Por lo menos en Puebla ha habido alternancia”. Ante el gesto de duda del reportero el antiguo edil se apura y profundiza “salvo en el ejecutivo –que, reconoce- a lo mejor sí, pesa mucho”. Tiene mucho que decir a este respecto “en los municipios ha habido alternancia”. Habla de los municipios de todo el Estado “en la gran mayoría ha habido alternancia –dice y especifica- incluido Puebla”. Pero concede que no ha sido general “en las diputaciones ya la hemos tenido pero en menor medida”. Y 90 aprovecha para echar porras a su partido “El PRI ya perdió [la presidencia de la república]. Ya van dos veces que pierde, y sin embargo, sigue siendo un partido fuerte, gana gubernaturas, gana alcaldías, gana diputaciones”. Concluye “es la normalidad democrática”. ¿Será?, Puebla –como Oaxaca- en toda la república se ve entre el paleolítico y el mesozoico en materia democrática a nivel de gobierno del Estado. Como sea, junto con el uso clientelar del poder Doger Guerrero tiene algo más que decir en materia de normalidad democrática. A su juicio existe otro vicio (“a lo mejor me meto en problemas” apunta): “el lamentable estado de los medios de comunicación”. Guarda silencio un momento como esperando un contra-ataque que no llega. Pareciera sentirse en libertad de hablar. Levanta la cara y repite con mayor fuerza para que no quede la menor duda: “no hay una independencia de los medios de comunicación”. Su actitud denota que se trata de un tema en el que está dispuesto a profundizar. Espera el cuestionario que se desata de inmediato. ¿Independencia en términos de qué? El antiguo rector no esconde su frustración. Habla rápido y en tono imperativo “No hay periodismo objetivo, no hay independencia editorial ni económica o de criterios”. Sin decir nombres (tal vez sea que las cosas por sabidas se callan) ahonda en las consecuencias “es muy lamentable para la vida democrática. Para las luchas de poder y para las guerras de facciones pues eso ahí está. ¿Le sirve a la sociedad? –se pregunta y se responde- ¡No! Es una sociedad desinformada, de los grandes temas que hay en Puebla pues no se sabe nada, no se conocen. Aquí el dinero es el que manda y el poder político el que decide. Ese periodismo no le sirve a la ciudadanía ni a la normalidad democrática”. Eso no es periodismo, es propaganda, negra o gris pero propaganda –se le señala. “Exactamente, deberían ser apéndices de tal o cual partido” coincide. Sus confrontaciones con algunos medios se hacen presentes. “El otro día pensaba que los políticos tienen a sus propios sicarios: los periodistas”. ¿Periodistas como francotiradores políticos? Se le inquiere. “Exacto, son sicarios. 91

No les importa destrozar la honra de una persona” acusa. La indignación aflora “envueltos en la bandera de la libertad de expresión y de la independencia de criterio sirven –y lo digo con todas sus letras- a sus amos”. Agita las manos, las palabras se le agolpan, pareciera tener más que decir pero guarda silencio. Sacude la cabeza como diciendo “no tienen remedio”. Sin duda, más allá de sus avatares particulares, la crítica sobre los medios es correcta.

Ambulantaje, derechas, izquierdas…

El Presidente Municipal durante el periodo 2004-2007 habló de corrupción (“los abusos de tránsito”) y anticorrupción (“introdujimos el gobierno electrónico; la división de asuntos internos en la policía, el GPS”). Algo dijo del tráfico de influencias (“generamos la nueva carta urbana para evitar la discrecionalidad en construcción”) y algo más sobre la regulación de licencias de funcionamiento del comercio establecido. Así llegamos al comercio informal. ¿Cómo se maneja a los informales? –se le pregunta- y se le describen los síntomas de la enfermedad al médico de profesión: la ciudad está invadida de lo que podríamos llamar proveedores de servicios no solicitados. “Es un tema delicado, complejo” diagnostica el profesional de la salud. La terapéutica se ve lejana “No es fácil de solucionar” señala y confiesa lo obvio “se nos complicó la solución definitiva”; pero advierte y limita “como es un tema vigente no quisiera abundar mucho”. Como sea, eleva una plegaria “lo deseable es que el centro histórico quede libre de ambulantes”. El tema parecía no dar para más. Pero como paciente sobre el diván, Enrique Doger discurrió en asociación libre por propia cuenta y riesgo. “Es un fenómeno social. Mientras el sistema económico no tenga la capacidad de generar los empleos suficientes la gente tiene que buscar cómo vivir. Y yo lo dije alguna vez con una declaración que generó polémica: yo prefería ambulantes a delincuentes”. Aunque la solución final “se le complicó” parece que ha pensado el tema con detenimiento. “Te voy a poner un caso muy concreto. Una 92 persona de más de cuarenta años, cincuenta años, que trabajó en una empresa. La empresa lo despide porque no lo quiere jubilar o porque ya terminó su vida útil y nadie más le da trabajo, por la edad. ¿Qué hace? –pregunta y abre los brazos, repite con más fuerza y con cierta desesperación como si viviera en carne propia el problema- ¡¿Qué hace para vivir?! –y responde- Un tiempo vive de su indemnización, si tuvo, o de sus ahorros. ¿Y después qué hace? –interroga a su interrogador y responde- se dedica al comercio. Y si no tiene para poner un local, bueno, pues se va de ambulante. Y lo curioso es que también hay comercio ambulante de lujo: aquellas camionetas de lujo que se paran afuera de las escuelas privadas y que venden cosas. Son ambulantes también. Nada más que no están en la calle, no venden chicharrones. Son informales. La informalidad en este país genera muchos problemas pero es también un asunto económico” Tras una respuesta así queda la sensación de que era Samuel Malpica del PRD y no Enrique Doger del PRI el antiguo rector que hacía uso de la voz. Pero la siguiente pregunta (¿cómo se define en lo económico, liberal o conservador?) sacó al entrevistado del extremo rojo y lo colocó en el extremo azul: “No soy economista, pero yo soy partidario del progreso, de la competitividad, de crear mejores condiciones y de generación de riqueza”. Apuntó lo evidente “algún día el país tiene que simplificar su sistema tributario” y regresó a la izquierda con una recomendación “y aplicar más impuesto al consumo” ahí se mantuvo un rato “los grandes capitales evaden todo. Además ¿quién consume más? Quien tiene más dinero, punto”. ¿Por qué gravar el consumo? –se le pregunta- y explica sus razones “Es algo impopular, pero es más fácil de recaudar”. Encarrerado agrega “son cosas complejas, impopulares, a las que nadie se atreve” y del municipio brincó a la federación “y esa es otra cosa de la que tiene que olvidarse nuestro país, de los prejuicios”. Y ahí se estacionó una vez más hablando casi desde el plano ciudadano “en la medida en que los políticos se decidan a tomar decisiones cuyos efectos se vean en una, dos o tres generaciones este país va a avanzar” y luego señala otro mea culpa gremial “pero siempre queremos tomar las decisiones para que a mí me 93 aplaudan, para que a mí no me afecte”. Y reconoce que es un problema general “nadie se va a aventar las decisiones de fondo porque todos están viendo la elección de presidente municipal, de gobernador o de presidente de la república”. Si era Doger el ciudadano, el político, el priísta, el doctor, el ex rector o el aspirante el que hablaba no queda claro… lo cierto es que la crítica la validaría cualquier poblano de a pie.

La ley como refugio y regreso al futuro

¿Ha sido secuestrada la vida política por los partidos? Se le preguntó y respondió con una negativa “hay mucha gente haciendo política fuera de los partidos” aunque reconoció “por ley, el monopolio de las candidaturas la tienen los partidos”. La ley como refugio ante la polémica. ¿Debió hacerse un referéndum cuando el escándalo Marín-Cacho? Se le inquirió y respondió en la misma tónica “no puedes proponer mecanismos que no están contemplados en la constitución”. Enfatizó “La Suprema Corte de Justicia lo tomó en sus manos, lo tuvo dos años y ya decidió”. Pero cerró un capítulo y abrió uno nuevo “Jurídicamente es un tema agotado, aunque no políticamente”; abundó “yo creo que la sociedad todavía lo tiene presente” y agregó casi como un susurro “… y no le gusta”. ¿Impactará la siguiente elección? “Eso es algo que cada elección va a impactar… Que impactó en el 2006, se lo firmo, eso sí, al PRI le afectó a nivel nacional. Pero bueno, ya vimos que en el 2007 pues no tuvo mucho efecto. No sé en el 2009 qué tanto vaya a pesar o en la elección de gobernador. Pero creo que la sociedad lo sigue teniendo presente y que aunque la corte decidió una cosa la sociedad piensa otra”. Y el ciclo se cierra. Termina la entrevista y queda la interrogante sobre la inteligencia del electorado…

(Revista Vor / Jun-Jul, 2008)

94

ENTREVISTA A GABRIEL HINOJOSA Un Cuadrado Color Rosa

Toma el primer número de VOR y apunta con el dedo en la portada: “aquí Doger está dando la razón de mi proyecto” - señala. Mira al entrevistador, levanta la cara y sonríe triunfal con expresión de “se los dije”. El texto bajo su índice reza “Nadie se va a aventar las decisiones de fondo: Enrique Doger”. Interpreta las palabras del priísta a su modo “tiene razón Enrique Doger: tú no puedes proponer alternativas desde dentro del partido porque va a contrapelo de los intereses creados, de los grupos, de los personajes” y a la interpretación encadena su proyecto “ese es el tema de G2G: Gobierno de Segunda Generación”. El primer alcalde panista habla de esto, del gobierno, de los partidos, del PAN y de un cambio futuro que –advierte- “puede tener tintes de violencia”. Es Gabriel Hinojosa en entrevista. El ingeniero no tiene dudas (“estamos mal diseñados”), describe los defectos de la maquinaria (“el sistema de partidos, los tres años de gobierno, la no-reelección”) y resume su conclusión: “es la fórmula casi perfecta para el desgobierno”. Arroja la revista sobre el escritorio y la remata con el dedo sobre la portada “¡Ahí está el testimonio!”

La debacle del sistema o cuando el destino nos alcance

Comienza lanzándose a la yugular de los partidos -“no están ni nunca han estado para ofrecer opciones de progreso y gobierno 95 sustentables”- pone el dedo en la llaga -“están para ganar las elecciones”- y la herida supura: “Nos están llevando al borde del desastre”. No deja ir a su presa con facilidad y con los dedos de la mano enlista a los jinetes que nos habrán de traer el Apocalipsis por la vía de los partidos: “Mal gobierno, falta de empleo, falta de productividad, amenaza de inflación”. Los argumentos no se le terminan “el país se está hundiendo entre lo jurídico, lo energético, lo productivo, lo mediático” y prosigue “la energía se va a acabar y el empleo no se crea, se sigue deforestando al país y el agua va a ser un problema”. En su papel de San Juan anuncia lo que viene “el país va a ser un desastre”. A su entender, las trompetas de los ángeles que en el texto bíblico habrán de anunciar el fin, se escuchan ya en el horizonte de la democracia electoral mexicana “estás haciendo la pregunta equivocada en el momento equivocado a un pueblo desinformado; un pueblo así, que sufre injusticia y pobreza, se va por un Chávez” ¿Y en su visión cómo es el reino de ese demonio? Algo no muy distante al infierno en La Divina Comedia “una dictadura populista, dura, autoritaria” que es, a su entender “un estado de descomposición y de debilidad del Estado nacional”. Advierte “cuando el destino nos alcance se va a llevar a los partidos, y entre las patas, a todo el país”. No tiene duda “va a tronar”. Expresa la necesidad de opciones institucionales ante la inminencia de las consecuencias “otro cambio puede tener tintes de violencia” y regresa al origen que nos llevará al fuego eterno “el pecado de omisión de los partidos”. Vuelve a señalar el ejemplar de VOR sobre su escritorio “por eso me gusta la frase de Doger, porque es una confesión de parte –parafrasea- ´nosotros, los políticos profesionales, no vamos a tomar las decisiones que hay que tomar´ ¿Entonces quién las va a tomar? –se pregunta y aclara- tiene toda la razón”. Como el poeta Virgilio en la novela de Dante, describe el infierno “ni hay madurez ni hay el dedazo –se recarga en el sillón y como Cristo en la cruz, abre los brazos- ¡estamos en el peor de los mundos!”.

96

La libertad: Un antiguo lujo de Acción Nacional

Gabriel Hinojosa habla con libertad. Se sabe sin ataduras políticas o bozales partidistas. Pontifica sobre el deber ser de los partidos “deberían ser instituciones que constantemente están haciendo propuestas, serias, valientes, de buen gobierno y de cambio social”. Guarda un momento de silencio, reflexiona con la mirada en el suelo, dirige los ojos a la ventana, piensa en voz alta “antes el PAN sí lo hacía”. ¿Tristeza? ¿nostalgia? ¿decepción?, alejado de Acción Nacional desde el 2004 -y encarrilado en la vía de la política ciudadana- por su mente desfila un pasado que no volverá. ¿Antes? -le cuestiona el reportero pensando en la complicidad que ha dado a llamar PRI- AN- “sí, antes” –confirma el ex alcalde. ¿Antes de qué? -le insiste el reportero- “antes de que ganara” –contesta con la misma voz apagada el ex alcalde (1996-1999). Ya cerca del límite de la paciencia el reportero insiste por última vez algunos decibeles más arriba: ¿antes de que ganara qué? De golpe, el líder del movimiento G2G abandona la ventana y mira a su entrevistador. El trance ha sido roto, la última pregunta lo ha sacado de sus reflexiones y de regreso al presente se introduce en la trinchera, corta cartucho y dirige sus baterías en esa dirección “¡antes de que ganara! -responde Hinojosa con cierta desesperación- ¡antes de que como institución empezara a ser una alternativa real de poder!”. El señalamiento desata la tormenta “¿por qué? ¡porque no tenía nada que perder!”. Habla con cierta dureza y enlista lo que el PAN ha dejado de hacer “hablaban, criticaban, aportaban, mandaban ideología, valores, democracia”. Pescando las ideas al vuelo se mete hilo para sacar cordón (¿eran fieles a sus principios?) “sí –responde el egresado de la Universidad de las Américas- se daban ese lujo porque sabían que no iban a ganar, entonces eran una voz muy importante en esta sociedad”. Encarrerado, el entrevistado no escatima palabras ni explicaciones para fusilar a los jerarcas del partido “les faltó liderazgos que ayudaran a transitar de un partido testimonial a un partido como opción real de poder”, señala el meollo del asunto “lo que hicieron fue poner sus 97 valores a un lado” pero acota “¡los tienen!, nada más que los han guardado y entonces se escudan en que ´así es la política´, y en que ´para ganarle a un marrano hay que ser un marrano”. Se hace un silencio. Hinojosa se calma un poco; con un gesto entre el asco y el desdén, da el tiro de gracia en tono de resignación “insisten en no querer pagar el precio de hacer las cosas bien”.

Acción Nacional: Adiós a la credibilidad, adiós a la institucionalidad

Hinojosa habló del PAN y sus líderes, él fue uno de ellos y se le cuestiona al respecto. “Mira, yo traté de ser muy congruente conmigo mismo, con México y con el PAN”. Defiende su gestión “dejé al PAN en Puebla el testimonio de su primer gobierno” y con seguridad afirma “fue un gobierno esencialmente sin corrupción”. El argumento saca a flote una queja -“ese testimonio, esa herencia, más tarde fue insustancial para ellos”- la reciprocidad del desprecio -“ya no les importa, ni lo mencionan, ni lo dicen, ni lo siguen”- y una explicación: “El PAN ya no tiene credibilidad, la perdieron cuando quitaron el énfasis en los buenos gobiernos”. El promotor de Ciudadanos con Calderón para la elección de 2006 es duro con Acción Nacional: “Ahí dentro hay una simulación de democracia”. Creyendo encontrar una veta el reportero escarba: ¿en esa simulación ubicarías la distinción entre miembros activos y adherentes? pero Hinojosa zanja la discusión “cada partido tiene el derecho de poner sus reglas”. Se le insiste, ¿Moreno Valle? y él responde con cautela “le rindió al PAN unos dividendos tremendos” ¿Y eso? “él hizo el trabajo que el PAN ha sido incapaz de hacer por estar desorganizado, sin líderes, sin penetración real”. En su cara asoma un dejo de inconformidad. No parece tener ganas de polemizar y en un intercambio de miradas propone un punto neutro “no criticaría a quien cambia de partido si así conviene a sus intereses, pero me opongo a que brinquen”. Con el matiz se pacta la tregua y se encamina al problema de fondo: “En cuanto la institución cede al pragmatismo está perdiendo la credibilidad ciudadana” y a partir de aquí se expresa con soltura y contundencia. 98

Hinojosa repite lo que todo el mundo sabe “empezaron a salir gobiernos del PAN idénticos a los del PRI”, profundiza “copiaron al PRI, se comportaron como priistas” y repite “cedieron al pragmatismo por su casi carente institucionalidad”. Sigue el relato de la tragedia “cuando el PAN detecta el problema crea la ANAP –Asociación Nacional de Alcaldes Panistas- para resolver una pregunta ¿cómo vamos a evitar que nuestros gobiernos sigan siendo incongruentes con nuestra ideología?”. Sacude la cabeza para indicar la esterilidad del esfuerzo. El problema entonces –como ahora- no era nuevo o desconocido, ni para él ni para la sociedad ni para los panistas. La institución se pudría por dentro. En su calidad de miembro fundador de la ANAP, Hinojosa Rivero detalla “si en el PAN, al más alto nivel, no eran capaces de tomar en serio este problema, entonces no tenía caso seguir ahí”. Con un gesto se le invita a desarrollar el tema. Se recarga sobre su escritorio y clava la mirada en el entrevistador, habla como regañando en tono enfático “yo lo dije al más alto nivel y nadie me hizo caso”. Su rostro se torna serio, se expresa con lentitud y -como si se tratase de un asunto de vida o muerte- agrega “aquí estamos hablando de los más altos jerarcas del partido que sabían de este problema”. Sostiene la mirada en silencio para enfatizar sus palabras; el viento parece susurrar algunos nombres, ¿Fernández de Cevallos? ¿Medina Plascencia? ¿Calderón? Silencio.

G2G: Un cuadrado de color rosa

De pronto la plática recupera dinamismo, quiere hablar del presente y no del pasado. “La propuesta G2G no podía gestarse desde dentro del partido, y esto lo entendí claramente”. Así inició una nueva alternativa política “decidí hacerlo desde la sociedad” y se pregunta con razón “¿para qué nos vamos a estar desgastando, predicando en un entorno institucional en el que nadie tiene interés en escuchar este tipo de cosas?”. Con ello concluye un capítulo y empieza uno nuevo dibujando un cuadrado. Primero, delinea el lado izquierdo “soy de centro o de centro-izquierda”; confirma la línea “un Estado no se puede dejar al libre mercado” y termina por subrayar el 99 borde “no soy de izquierda radical”. Luego comienza el trazo del lado derecho, una vez más, delinea -“yo creo que el capital, el trabajo y la creación de riqueza son indispensables y por lo tanto hay que darles su espacio”- confirma -“una democracia social tiene respeto por el capital, la producción y el orden del estado de derecho”- y subraya -“no soy de ninguna manera un capitalista a ultranza, yo creo en el rol del Estado”. Claros los contenidos, colores y límites en izquierda y derecha, Hinojosa define la línea inferior -“estoy enfocado a lo social”- y colorea - “la socialdemocracia no da la espalda al capitalismo siempre y cuando sea humano y social. Listos los bordes y la base, de un plumazo inteligente y preciso traza el límite superior: “Enriquécete sí, pero vamos viendo por la gente”. ¿Qué está en el centro de ese cuadro que Hinojosa dibuja con tanto esmero? “Un conjunto de ideas de lo justo y lo correcto”. Los colores son secundarios (“a un gobierno no hay que ideologizarlo tanto”) así como los matices (“¿por qué no nos centramos en temas como honestidad, eficiencia, justicia y otros que no necesitan tanta ideología?”). Aunque rehúye a las etiquetas monocromáticas, el dirigente de G2G reconoce que el color que mejor acomoda a su política es el rosa: “A mí me ajusta la socialdemocracia”. ¿Como la europea? –se le pregunta nada más por no dejar- “como la europea” -confirma sin dudar. ¿Cómo se ve el resultado? El cuadro de Hinojosa es para apreciarse a distancia. “La perspectiva es de mediano y largo plazo”. La obra necesita madurar, y cuando su momento llegue “ahí estaremos nosotros con una propuesta sólida y sustentada”. Este es el contenido de su obra: “Vamos a jugar en el entorno del Estado de derecho, sin rompimientos”. Ahí coloca la diferencia entre su esfuerzo y el de los zapatistas “ellos rompieron con el marco del Estado de derecho”. Sabe que no es el primero y no se siente exclusivo, ahí está la guerrilla, las ONG´s, y en todos, encuentra similitudes “son propuestas igualmente legítimas y desesperadas como la nuestra”. No se engaña ni se abandona a la utopía “con todo y que el sistema está mal es desde dentro del sistema desde donde podemos incidir” y remata para que no quede duda “aceptamos jugar en

100 una elección que sabemos que está truqueada: aceptamos entrar a una democracia falseada”.

Como Salvador Díaz Mirón: Aves que cruzan el pantano y no se manchan…

Sabe que es un lodazal en el que se mueve -“todo es lodo, partidos, candidatos, campañas, todo”- pero busca llegar a buen puerto -“necesitamos crear un frente amplio electoral”- dice el entrevistado con tranquilidad. Curiosa selección de términos que después detalla con precisión “todos están representados, la izquierda, la derecha, el centro, los políticos, la sociedad, los técnicos” y lo describe a grandes rasgos “no será perfecto pero sí equilibrado” advierte “será confuso” y alienta “será abierto, plural, tolerante, sin banderas partidistas”. Con los ingredientes listos viene la mezcla “nos sumamos de fondo y forma” para luego servir el platillo “eso sí puede derrotar al grupo actual”. Se le nota emocionado y convencido de que la sociedad está harta de las dos sopas tradicionales “los dos grupos del PRI: los pro- gobernador y los contra-gobernador que se turnan para malgobernar”. Siguiendo con la metáfora gastronómica, Hinojosa abre el menú “¿qué quieren? ¿perder solitos o ganar juntos? Vamos haciendo un gobierno de transición que en esencia es un diseño raro pero mucho mejor a lo que hay. Cuando se sale de una crisis se pacta un gobierno y ese gobierno no es perfecto para nadie”. ¿Y el lodo al que se refirió, digamos, la mosca en la sopa? “en una mano tenemos nuestros valores, y en la otra entendemos la realidad de las cosas: no porque yo entienda y vea la realidad implica que ya renuncié a mis valores”. Basta con mantener el timón “te metes a sabiendas de que lo estás tratando de jalar hacia un lugar limpio”. Describe su misión “coadyuvar a la evolución de la cultura democrática de la sociedad en Puebla” y describe su proyecto “Es una propuesta que va a la realidad de la política pero trae una propuesta sólida de gobierno municipal”. Esboza una sonrisa. Estos son los márgenes de acción que incluye su paleta de dibujo para tapar el fondo obscuro 101 sobre el que pinta él, los 16 mil votos que consiguió en la pasada elección y algunos más.

Gabriel Hinojosa frente al espejo

Algo en Gabriel Hinojosa recuerda a Manuel Camacho como lo describe Enrique Márquez en su libro ¿Por qué perdió Camacho? (Océano, 1995). Tal vez sea su apuesta a la ciudadanía, (“El pueblo de México está siendo engañado”), tal vez sea la dureza de sus juicios (“el ejecutivo tiene secuestrado al legislativo”), tal vez sea su desencanto partidista (“el PAN va a ser uno más del montón: no podrá darse baños de pureza ni ante el PRI ni ante el PRD”). Algo en él también recuerda al ciudadano común y corriente; ese que opina mal de los legisladores (“no funciona el congreso del Estado, la representatividad ha sido robada, secuestrada”); ese que da por sentado que los partidos se representan a sí mismos (“un diputado obedece a su partido, obedece a su gobernador”); ese que, al fin, cree que “la lucha interna de los partidos asusta a los mejores mexicanos, los aleja”. Pero al final, Hinojosa recuerda a otro actor: el panista que alguna vez se inscribió en un partido que suponía con valores y congruencia, inteligente, con ideas, y que ahora opina que “como institución, el PAN no tiene la fuerza para defender sus documentos fundacionales”. (Revista Vor / Jul-Ago, 2008)

102

ENTREVISTA A HEINZ DIETERICH Las Guerras del Capital

Sentado en un café en el centro de la Ciudad, para cualquier incauto este hombre de más de 1.80 metros de estatura pasaría como un turista más. Nadie imaginaría que bajo ese sombrero vaquero que le protege del sol está la cabeza de uno de los intelectuales más destacados del hemisferio. ¿Su nombre? Heinz Dieterich. Bromista y ocurrente, al Dr. Dieterich le sirve la catedral poblana como marco perfecto de una respuesta inesperada: “Soy mariachi”. Así se define este escritor de más de 30 libros, algunos de ellos, en co-autoría con quien es considerado el intelectual vivo más importante del mundo, Noam Chomsky. ¿América Latina está en peligro con la reelección de George W. Bush? -Su rostro se torna serio, y tras un pequeño sorbo a una taza de café responde con cierta solemnidad.

- Sí, sí lo está –habla con claridad de forma pausada-. Pronto el neo-fascismo estadounidense caerá en cuenta de que su futuro imperial sólo puede ser oxigenado desde el que tradicionalmente ha conocido como su patio trasero, es decir, desde nuestros países, del Bravo a la Patagonia.

Este es el pronóstico de quien vivió de cerca y con intensidad el movimiento indígena-popular-militar que derrumbó de la presidencia a Jamil Mahuad en Ecuador en Enero del 2000. Estas son las palabras de quien diseccionó con precisión médica 103 la rebelión boliviana que costó la presidencia a Gonzalo Sánchez de Lozada a finales del 2003 y de quien denunció antes que nadie las múltiples intentonas golpistas contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Pero este proyecto no es nuevo. Después de todo ya existía la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto ¿No es verdad? Ágil y acostumbrado al debate intenso, cual francotirador responde con velocidad y precisión.

- Es verdad, aunque el proyecto no es nuevo, existe una distinción muy importante que no debemos pasar por alto. La utilidad de la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto se daba más en el plano ideológico y trazaba el ideal imperial, sin embargo, no se constituía como un programa operativo detallado. En este sentido, más importante era el concepto de “Gran Área” bosquejado por las élites estadounidenses a principios del siglo XX. La “Gran Área” se erigió como directriz fundamental tanto de la primera como de la segunda guerra mundial. Este concepto era la contraparte del Lebensraum (espacio vital) de los nazis y del “Área de Co-Prosperidad” del militarismo japonés. Las tres doctrinas buscaban los mismos objetivos: la dominación del mercado mundial y la explotación del Tercer Mundo. A la luz de esta evidencia empírica, y por lo que hemos visto en Afganistán e Irak, no es descabellado afirmar que el de Bush es en los hechos un gobierno neo-nazi, totalitario y retrógrado, que ha reciclado la “Gran Área” rebautizándola como Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)”

Son palabras duras en la boca de un académico que sin duda es la antípoda del academicismo estéril. Sus credenciales son impecables: Doctorado en Ciencias Económicas y Sociales por la Universidad de Bremen (Alemania) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, ha sido profesor invitado en países como Alemania, Bolivia, Canadá, El Salvador, Estados Unidos, México y Nicaragua. Algo debe saber de nuestro continente – que es el suyo- este hombre que desde hace más de dos décadas 104 deambula por tierras latinoamericanas. No en balde es presidente y fundador del Foro por la Emancipación e Identidad de América Latina que en su mejor momento, consiguió agrupar en su seno a algunas de las figuras capitales para comprender la historia moderna de la que Bolívar conociera como “La Patria Grande”: Adolfo Pérez Esquivel, Alejo Carpentier, Pedro Casaldáliga, Rigoberta Menchú, Silvio Rodríguez, Tomás Borge… De esto vino a hablar a Puebla ¿verdad?, de esto trata su nuevo libro. Ante la afirmación su gesto cambia. El rostro se relaja y con una sonrisa en la boca nos platica su itinerario en nuestra ciudad.

- Efectivamente. Me encuentro en Puebla por invitación de Conciencia Activa A.C. para presentar Las guerras del capital: De Sarajevo a Irak (Ed. Jorale, 2004). Esta nueva obra contiene un estudio más amplio que explica la lógica tras las más grandes conflagraciones militares que vivió el siglo XX y que vivimos todavía hoy con las “Guerras Preventivas” de George W. Bush. Los chicos de Conciencia Activa A.C. me extendieron la invitación a presentar el libro en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y en la Universidad de las Américas (UDLA) los días miércoles 10 y Jueves 11 de noviembre respectivamente. Estaré el propio miércoles en la tarde en una mesa de debate también en la BUAP y durante los dos días andaré platicando en radio según tengo entendido.

De una sencillez extraordinaria, este científico social bromea con sus acompañantes y se regodea con sus distinciones académicas “Mis Doctorados Humoris Causa” les llama, y es que ha sido distinguido con el Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sn. Marcos (Perú). Doctor Honoris Causa también por la Universidad Luterana de San Salvador (El Salvador) y ha sido investido también con el Doctorado Honoris Causa por Méritos en Sociología por la Universidad de La Habana (Cuba). La plática continúa. ¿Qué tiene de nuevo su libro que no haya escrito ya? Muy consciente de la trascendencia de su respuesta, precisa con calma, detalle y ademán. 105

- Conseguí nueva información desclasificada de los archivos nacionales de los Estados Unidos. Esta información corroboraba la tesis que expuse hace algunos años en mi libro Los Vencedores y me permite afirmar, sin lugar a dudas, que lo que vivimos hoy es el prólogo de la Cuarta Guerra Mundial. Tal confrontación busca convertir al mundo en lo que yo he denominado una “Maquiladora Global Militarizada”. Este es el proyecto histórico que George W. Bush ha impulsado durante los últimos cuatro años y que impulsará por los próximos cuatro también. En Los Vencedores mi estudio se limitó temporalmente a las estrategias de postguerra durante los años treinta y cuarenta. Con la nueva información y con la evidencia empírica disponible, en Las Guerras del Capital profundicé y amplié el estudio enmarcándolo en el siglo XX, de tal suerte que en este nuevo libro me ocupo de la lógica de las dos guerras mundiales, la guerra fría y de las invasiones a Irak y Afganistán como un todo.

La seriedad de sus palabras está fundada en una larga trayectoria de prestigio. Con publicaciones en más de 15 países y traducciones al portugués, al italiano, al alemán, al ruso e incluso al chino mandarín, Heinz Dieterich demostró en su libro Los Vencedores: Una ironía de la historia (Joaquín Mortiz, México, 1996) junto con Noam Chomsky que los Estados Unidos sistemáticamente han repetido a lo largo de la historia todos y cada uno de los crímenes atribuidos al nacionalsocialismo alemán y al militarismo japonés de los años treinta y cuarenta. “Hoy la historia no ha cambiado” señala “sobre esto trata mi nuevo libro” acota.

- ¿Ya terminamos con la entrevista? Nos cuestiona repentinamente y con mirada incisiva. - Supongo que ya –Respondemos un poco sorprendidos. - ¡Entonces tráiganme otro café!

Sonríe y se carcajea el intelectual.

(Rebelión / Nov. 8, 2004) 106

ADENDA PERTINENTE La Crisis Venezuela-Colombia-Ecuador: Dieterich y la Cuarta Vía al Poder

Un “marxista trasnochado”

Desde Enero del 2001 Heinz Dieterich publicó un libro La Cuarta Vía al Poder: Venezuela-Colombia-Ecuador (Ed. Quimera, México, 2001). En aquella obra, por diferentes motivos, el intelectual mexicano-alemán (“mariachi” como se define a sí mismo) descalificaba tres senderos para el cambio social continental, con futuro, estabilidad y dignidad: el neoliberalismo, el “mercado con corazón” (Lula) y la guerra de guerrillas clásica. Su apuesta era a la cuarta vía al poder, “la lucha bolivariana en Venezuela, Ecuador y Colombia que ha abierto las puertas del futuro para las fuerzas patrióticas de Nuestra América”. El tiempo le ha dado la razón una vez más al oráculo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Es precisamente en ese triángulo estratégico en donde se decide el futuro del sub-continente en nuestros días, a siete años de distancia. “Es un marxista trasnochado” decían sus colegas mexicanos para descalificarlo. “Es un arrogante” decían otros. Dieterich nunca se molestó en contestar. Trabajó con prisa y sin pausa y las ideas del arrogante marxista trasnochado terminaron haciéndose gobierno en Venezuela y exportándose como referentes de vanguardia a otros puntos de la geografía latinoamericana. ¿Venezuela? En aquella obra visionaria Dieterich definía que lo que posteriormente sería conocido como el 107

“chavismo” trazaría el ritmo y la dirección del progreso político latinoamericano. No se equivocó. Dieterich apostó desde el principio y se mantuvo fiel a pesar –más aún, gracias a- las crisis y las tempestades. Tuvieron que pasar una multitud de intentos de golpes de Estado en Venezuela para que la inteligentsia de izquierda se convenciera de las credenciales revolucionarias del caudillo venezolano. Llegaron los oportunistas y ahora sí “Hugo, todos estuvimos contigo desde el principio”. Dieterich siguió trabajando, como siempre, con prisa pero sin pausa. ¿Colombia? El eslabón más débil de América Latina. País “inundado de armas” según dijo Chomsky a Dieterich en la entrevista contenida en el libro. La confrontación con Venezuela era natural. Las dinámicas negociadoras en las que se encontraba involucrada la guerrilla daban la razón al profesor-investigador de la UAM: la guerrilla en su formato tradicional, no era ya el vehículo más apropiado para avanzar una agenda revolucionaria. Los bolivarianos colombianos aceptaron dialogar con los bolivarianos venezolanos para la liberación de rehenes. La dinámica comenzó a rendir frutos hasta que el tonto del pueblo, Uribe, dio un manotazo sobre la mesa que terminó la partida. ¿Ecuador? Llegó y se fue el movimiento indígena- popular-militar. Si Heinz Dieterich fue el primero en entrevistar a la dirigencia del movimiento –entrevistas contenidas en la obra citada- (Lucio Gutiérrez incluido) y teorizar al respecto, también fue el primero en denunciar la traición del militar ya sentado en la presidencia. Las lealtades del intelectual están con las causas, no con las personas. Y el bolivarianismo ecuatoriano que ya anunciaba el mexicano-alemán desde hacía siete años se hizo realidad con el paso del tiempo y el arribo de Correa al poder… por medio de la Cuarta Vía. ¿Guerra entre Venezuela y Colombia? Dieterich ya lo había dicho hace años “Colombia está comprando armamento a la España de Aznar” denunció en su momento (Rebelión, Marzo, 5, 2004). “Paranoico” dijeron algunos y se rieron del intelectual pese a que el denunciante contaba con declaraciones del Ministro de Defensa venezolano en este sentido. “La única defensa es la articulación de un Bloque Regional de Poder” recomendó el mexicano-alemán y James Petras, santón de 108 izquierda que perdió el juicio hace algunos años, respondió que Dieterich “es un idiota total cuando habla de un Bloque Regional de Poder” (IAR Noticias, Diciembre 17, 2004). ¿Qué diría ahora Petras a Dieterich sobre la solidaridad con Correa frente a la agresión de Uribe que le han expresado Chávez y Ortega –más los que sigan?

La crisis actual

Con la excusa del terrorismo, Colombia bombardea Ecuador como Estados Unidos bombardea Irak-Afganistán con la misma justificación. La factura de la estrategia se escribió en inglés y se pagó en dólares sin duda alguna. No está de más decir que de encubierta, la operación de desestabilización, no tiene nada. El ataque ocurre justo cuando la diplomacia del presidente venezolano rendía frutos en la liberación de rehenes. Estas dinámicas de diálogo sin duda eran una amenaza: Chávez en Colombia consigue aquello que Uribe es incapaz: acuerdos con la guerrilla, intercambios de rehenes, mesas de negociación… ¿paz? La ineptitud del colombiano se agudizaba con cada entrevista que concedían los liberados “Damos gracias al Presidente Chávez”. Esto no le gustó al presidente colombiano. Sobre la pauta trazada por el militar venezolano, el gobierno francés negociaba la liberación de Ingrid Betancourt. Según el ecuatoriano Correa los avances eran tan concretos que un resultado favorable a las gestiones era inminente. Todo esto, a pesar de Uribe. Esto tampoco le gustó al presidente colombiano. Las elecciones en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina. De un lado se tiene ya candidato: blanco, rico, racista, clasista y militarista… un republicano como cualquier otro. Del otro lado: podría ser una mujer o un afroamericano, cada uno, el primero en su liga en la presidencia de los Estados Unidos. Podrían ganar los demócratas, y si esto ocurre, se recortarían – pero no se cancelarían- los fondos a Colombia; se matizaría – pero no se detendría- la lucha “contra el terrorismo” y tal vez, sólo tal vez, se abrirían cauces para la desarticulación del 109 paramilitarismo gubernamental colombiano. Esto por supuesto, le causa pánico al presidente colombiano. Siguiendo a Dieterich, el bolivarianismo en Venezuela llegó para quedarse y luego devino en producto de exportación. Remontó en Ecuador y en Colombia comenzó a crecer con las negociaciones internacionales con las FARC-EP. Siete años tardó en madurar el producto, pero maduró al fin.

¿Qué hacer?

Fácil: bombardear Ecuador. Con ello se consigue estrellar contra la pared los acercamientos franco-venezolanos con la guerrilla y se conjura el fortalecimiento de La Cuarta Vía en Colombia; se impone a la presidencia colombiana una vez más en el centro del debate político cuando ya se encontraba al margen (y por ello las negociaciones de paz avanzaban) y se fortalece la línea dura de la clase política estadounidense, sumando puntos a los republicanos en la recta final de la carrera presidencial. No es muy complicado de entender; es perverso, sí; es malintencionado, también; pero no es muy difícil de entender.

Una vez más… ¿qué hacer?

Difícil para aquellos cuya arrogancia o fanatismo impiden ver con claridad: Leer a Dieterich. (Rebelión / Mar. 7, 2008)

110

ENTREVISTA A JOHAN GALTUNG Juan Sin Tierra

El Ángel de Chile

Santiago de Chile. Primavera 1965. La hoja contenía un texto inquietante: “El Proyecto Camelot es un estudio cuyo objetivo es determinar la factibilidad del desarrollo de un modelo general de sistema social que haría posible predecir e influenciar políticamente aspectos significativos de cambio social en las naciones en desarrollo del mundo... El proyecto ha sido concebido como un esfuerzo de tres a cuatro años y tendrá un financiamiento de entre un millón y un millón y medio de dólares anuales...” Tras el críptico lenguaje se escondían intenciones de dudosa calidad ética: “... [Camelot] es apoyado por el Ejército de los Estados Unidos y el Departamento de Defensa y será conducido en cooperación con otras agencias gubernamentales. El Ejército de los Estados Unidos tiene una importante misión con los aspectos positivos y constructivos de la creación de naciones así como también la responsabilidad de asistir a gobiernos amigos a lidiar con los problemas de insurgencias activas”. Para todos aquellos con algún conocimiento de la historia política de América Latina es familiar el significado de la expresión “gobiernos amigos” en boca del Pentágono: el régimen atroz de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana; la dictadura del General Augusto Pinochet en

111

Chile; Stroessner en Paraguay; las juntas militares en Argentina, Viola, Videla, Massera, Galtieri... El Proyecto Camelot estaba diseñado para traer agua a estos molinos. En breve, se trataba de diseñar un sistema mediante el cual el Ejército de los Estados Unidos pudiera ayudar a los “ejércitos amigos” a destruir las rebeliones e insurrecciones en sus respectivos países.

- Me invitaron por tres razones según tengo entendido: “Hablas español, sabes de conflictos y eres un experto en América Latina” me dijeron. En realidad querían que fuera uno de los idiotas útiles del sistema, y ese es un papel que sencillamente me niego a desempeñar.

Estas palabras vienen de uno de los científicos que, se suponía, trabajarían para Camelot. Seis millones de dólares fueron tentación suficiente para algunos de sus colegas. Otros, más audaces, apostaron al engaño: simularían trabajar para los fines de Camelot, cuando en realidad se dedicarían a desorientar sus esfuerzos. Nuestro entrevistado, en aquel entonces profesor de la FLACSO en Santiago, sabía que éticamente el proyecto era insostenible y estaba consciente de que el juego del engaño no podía durar demasiado; resistió la seducción del dinero y no encontró mayor encanto en el “honor” de trabajar en algo que decía “Clasificado” en su portada. Lo demás es historia: el científico en cuestión denunció públicamente el proyecto y el escándalo estalló poniendo en jaque incluso las relaciones diplomáticas chileno-estadounidenses. La entereza moral de este noruego de excepción enterró desde sus cimientos al Proyecto Camelot y sus objetivos contrainsurgentes, con ellos se ganó el mote con el que se hizo famoso en todo el mundo: “El Ángel de Chile”. ¿Su nombre? Johan Galtung.

Mediación: Teoría y práctica

Prolífico autor reconocido como el experto más importante del mundo en mediación y transformación de conflictos, tiene en su 112 haber más de 1,500 artículos y alrededor de 133 libros publicados en decenas de países. El intelectual tiene un principio cardinal:

- No hay nada más práctico que una buena teoría y nada más teórico que una buena práctica.

Su trayectoria avala sus palabras. A diferencia de la imagen tradicional del académico que con dificultad sale de su cubículo, Johan se mueve un poquito más de lo normal.

- ¿Mediación? Sí, he hecho un poquito de eso en los últimos años, veamos: Sri Lanka, Colombia, México, Corea, China, Filipinas, Indonesia, Estados Unidos, Rusia, República Democrática del Congo, la Ex Yugoslavia, Irán, Israel-Palestina, Guatemala, Ruanda, Islas Kuriles, Ulster...

La lista es larga. Si comenzó a escribir antes de viajar o si fue a la inversa es tal vez un enigma tan grande como el del huevo y la gallina. Lo cierto es que el conocimiento adquirido se ha plasmado en bibliografía, y la bibliografía en reconocimientos.

- ¿Grados honoríficos? Mira, hay quién está convencido de que algo de lo que digo tiene sentido –dice con una sonrisa maliciosa.

Se niega a dar el dato, pero las Universidades de Alicante (2002), Torino (1998), Tokio (1990) y Uppsala (1987) entre otras le han distinguido por sus aportaciones en sociología, derecho, budismo, ciencias sociales y estudios de paz entre otras materias. Y es que más allá de la modestia y la “natural introversión noruega” con la que justifica sus silencios durante la charla, lo cierto es que nueve doctorados honoris causa –y cuatro profesorados honorarios- son difíciles de ocultar.

113

- Sólo te voy a decir lo evidente –aclara con un aire entre el misterio y la travesura- la Universidad Autónoma de Puebla me entregará un grado durante mi próxima visita.

En visita de trabajo en nuestro país del 4 al 11 de Junio, Galtung efectivamente recibirá el Doctorado Honoris Causa que otorga la Facultad de Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en ceremonia solemne que tendrá lugar el 5 de Junio en el Edificio Carolino en el centro de la ciudad.

“Paz por medios pacíficos”

- Voy a México para continuar con el proyecto de Transcend México. Ha sido lento y difícil pero hay avances muy concretos. También vamos a presentar un libro: Reporteando conflictos: Una introducción al periodismo de paz (Ed. M&S, México, 2006).

Dedicada a la difusión, consultoría, gestión y capacitación en mediación, estudios del desarrollo y estudios de paz, Transcend –organización de la cual Galtung es fundador- cuenta con cerca de 300 miembros en más de 60 países.

- El nombre naturalmente viene de “Trascender”. Y es que los conflictos no se resuelven, son como la materia y la energía. Son naturales, no se crean ni se destruyen, solamente se transforman. ¿Cómo? Por medios pacíficos. De aquí nuestro lema: “Paz por medios pacíficos”.

Y si de algo sabe este hombre es sobre la paz. Autor, mediador y activista, es conocido también como el teórico fundador de los “Estudios de Paz” o Peace Research. En el ámbito de las ciencias sociales su “Modelo Estructural del Imperialismo” fue casi tan famoso como su “Teoría de la violencia estructural”. Todas, aportaciones algo más elaboradas que el colocar flores en la boca de los fusiles como imagen con la que popularmente se asocia al pacifismo. El origen de sus contribuciones en el campo

114 de las ciencias sociales tuvo un origen muy humano. Recuerda con la mirada en el vacío.

- Yo era muy pequeño. No entendía bien a bien por qué la policía Nazi había arrestado a mi padre en Noruega durante la ocupación. Sólo sabía que había algo mal, y que nadie tenía el derecho de hacerle eso a mi padre. Nadie tenía el derecho de dejarnos a nosotros, mamá, hermanas e hijo en aquél estado de vacío y desolación. En el campo de concentración no estaba solamente mi papá, estábamos también nosotros, no en cuerpo pero sí en mente y espíritu. Nadie debería hacer eso, y nadie tenía por qué sufrirlo tampoco. Tal vez este fue el principio.

El Nobel

Pese a que suena lejano, su nombre ha sido mencionado con frecuencia en las listas de candidatos al Premio Nobel de la Paz.

- Los miembros del Comité Noruego han de pensar “¡¿Otra vez Galtung?!” –dice riéndose acompañando sus palabras con un gesto teatral que lleva sus manos a la cabeza- Lo cierto es que no me importa mucho –dice con sinceridad- sencillamente no me quita el sueño –y aclara- ya muy honrado me siento con el Right Livelihood Award que me otorgaron en 1987.

Y es que el reconocimiento que otorga el Parlamento Sueco al que Johan hace referencia es conocido también popularmente como el “Premio Nobel de la Paz Alternativo”

- Tiene la ventaja en que es más legítimo. No está tan politizado... ¡Revisa la lista! –reta con gentileza, apuntando con el índice- el Nobel de la Paz está rodeado de controversias y misterios.

115

A pregunta expresa se niega a señalar premios inmerecidos. ¿Estaría pensando en Henry Kissinger?. Con una sonrisa sortea la inquisición periodística. Pero continúa su explicación.

- Ahí tienes a Mandela, a quien conozco bien; sin duda lo merecía. Tienes a Martín Luther King Jr. a quien tuve el privilegio de conocer también. Hay mucha gente muy buena en esa lista. No son todos los que son, ni son todos los que están, pero hay ahí buenos elementos. No son santos –no pueden serlo- pero hay premios muy bien merecidos.

La alianza vikingo-azteca: Galtung en México

En la agenda programada en nuestro país tiene conferencias, talleres, homenajes, presentaciones de libros, entrevistas privadas con amigos viejos y nuevos. En la BUAP impartirá un par de talleres. En la Universidad Iberoamericana presentará un libro, ofrecerá entrevistas y conducirá un taller sobre “Periodismo de paz” para comunicólogos, reporteros y periodistas.

- México fue el primer país de América Latina que visité. Fue en los años cincuenta.

De entonces a la fecha sus visitas han estado llenas de anécdotas. Como la de .

- En alguna ocasión explorando la frontera norte me topé con un aduanero que al ver mi porte extranjero comenzó a refunfuñar. Conforme avanzó la plática y presenté mis papeles preguntó “¿Pero usted no es gringo?” y contesté “No, ¿tiene algo contra los gringos?” a lo que con una mirada sarcástica señaló “¿Qué si tengo algo contra los gringos? ¡Vaya que si tengo algo contra los gringos!... mire: Se robaron nuestro país, nos han ahogado en deudas, y lo que es peor, ¡ni siquiera se dan cuenta!”.

116

Más que el análisis crítico del aduanero sobre las relaciones bilaterales México-Estados Unidos, Johan recuerda con particular humor el comentario de un investigador de El Colegio de México, quien, al escuchar la anécdota, solamente atinó a decir: “¡Pues a este aduanero deberíamos invitarlo como profesor de relaciones internacionales!”. Pero sus visitas van más allá de lo anecdótico. En abril y septiembre de 2005 Galtung estuvo en Chiapas en calidad de mediador, invitado por organizaciones civiles y oficinas del gobierno del Estado. Sus conclusiones, derivadas de un extenso estudio de los antecedentes, visitas de campo y entrevistas con los actores no pueden ser más claras.

- En Chiapas hay un error desde el principio. No se trata de “el conflicto” en Chiapas, sino de “los conflictos” en Chiapas, pero esto no es nuevo. Según alcancé a distinguir, en Chiapas están teniendo lugar no menos de 14 conflictos primarios simultáneos, entrecruzándose en seis ejes diferentes.

Detalla con precisión el doctor en matemáticas:

- Hay dos conflictos militares, tres conflictos políticos, dos conflictos económicos, tres conflictos culturales y cuatro conflictos sociales, combinándose e interactuando todos con todos, todo el tiempo. Matemáticamente se puede decir que existen no menos de 24,576 posibilidades de conflicto primario en la localidad. A este sistema de altísima movilidad habría que agregar cuatro conflictos más de orden internacional que elevan exponencialmente las posibilidades por igual de confrontación que de cooperación. Existe en la región un grado de entropía sumamente alto.

Resume sin rodeos el también doctor en sociología:

- En pocas palabras, Chiapas es un lugar con un grado de complejidad social y un potencial de micro conflicto 117

sencillamente formidable. Mucha violencia a nivel micro ocurre y se seguirá presentando sin duda, pero ningún gran estallido es de esperarse. No es fácil armar bloques monolíticos de confrontación en un entramado social tan fluido como este.

La metodología de donde emanan tales observaciones es de su autoría: El Método Transcend. Adoptado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el método dio origen al primer Manual en Transformación de Conflictos editado por las Naciones Unidas: “Peace by Peaceful Means: The Transcend Method” (UNDP, 2000, 189 pp.). El modelo toma de las ciencias médicas la estructura (Diagnóstico, Pronóstico, Terapia/ Recomendaciones) y de la sociología las dimensiones para categorizar los conflictos (Micro, Meso, Macro, Mega). Sobre los actores en el terreno el especialista afirma:

- Existe gente encantadora en todos los sectores. Platicamos con trabajadores de organizaciones no gubernamentales, con indígenas, con funcionarios del gobierno, con zapatistas, con líderes religiosos, con académicos... con todo tipo de gente. En ocasiones parece existir poca comunicación entre los diferentes sectores. La imagen que tienen los unos de los otros dificulta el diálogo, pero, aunque eso es importante, no es lo prioritario

¿Qué es lo prioritario entonces? –se le inquiere

- Las necesidades básicas. Durante nuestras visitas identificamos pocos elementos de tecnología alternativa que ayuden a elevar el nivel de vida de la población, al menos a un mínimo adecuado, en términos de salud, educación, vivienda, alimentación, vestido. Ya hay algo de trabajo en este sentido sin duda, pero falta mucho por hacer. Es lo que de manera más inmediata impacta en la calidad de vida. Necesidades básicas con dignidad humana, esa es la prioridad, esa es la gran deuda. 118

Define su programa de actividades en nuestro país como una continuación de la alianza vikingo-azteca –“invencible” según sus propias palabras- que se comenzó a gestar en noviembre del 2003 y que rindió sus primeros frutos a lo largo de 2004 con la publicación del libro Trascender y Transformar: Una introducción al trabajo de conflictos (UNAM-Quimera, 2004). El nexo intercontinental vikingo-azteca terminó de consolidarse el 16 de septiembre del 2005 con la firma del acta constitutiva de Transcend México bajo el nombre legal de Resolución Creativa de Conflictos RECRECOM S.C., sumando de este modo el Capítulo México de Transcend a la lista de capítulos nacionales ya existentes de su organización en otras latitudes como Estados Unidos, Noruega, Japón, Alemania, Austria y Argentina entre otros.

- Ahora buscamos la conformación de bloques regionales en Transcend... Ya tenemos Transcend Nórdico con Dinamarca, Noruega y Suecia como un modelo. Ahora vamos por Transcend América Latina –aclara- He aquí el reto para los capítulos nacionales en Argentina, Brasil, México y Nicaragua.

Galtung en el mundo: El Siglo XX en la palma de la mano

- Al menos una vez al año hay que fumar un buen cigarro, tomar un buen vino y darse placer con un buen manjar.

Estas son las recomendaciones de un hombre que vio y vivió el siglo XX con gran intensidad. En su memoria guarda el recuerdo de sus múltiples encuentros con la historia viva del siglo. La paz y la guerra pasaron frente a este noruego de setenta y cinco años.

Al guerrillero heroico –como se le conoce en Cuba- Ernesto “Che” Guevara lo recuerda como:

- Un magnífico conversador. Un hombre sencillamente brillante.

119

Del jefe militar que venció al colonialismo japonés, al colonialismo francés en 1954, al imperialismo estadounidense inmediatamente después, y que consiguió un empate en su confrontación con China -el General Giap- el internacionalista e historiador retoma la explicación de la victoria vietnamita:

- Son tres puntos –me dijo el General- El primero: Quienquiera que va a la guerra contra Vietnam va a la guerra contra toda la población. No solamente contra varones entre 18 y 55 años, sino contra todos: Hombres, mujeres, niños, ancianos... Segundo: Nuestro país tiene un alto nivel de independencia y autosustentabilidad en lo local. Cada aldea puede arreglárselas sola, dependen de su propia fortaleza. De ahí que no exista tal cosa como “Vietnam ha capitulado”. Y tercero: Tenemos 2,000 años de entrenamiento defendiéndonos contra los chinos. Tenemos más tiempo y paciencia que cualquier atacante. Sus imperios se disuelven y nosotros seguimos aquí.

Johan Galtung, el experto más reconocido en el campo de la paz define al General Giap

- Aunque era un pequeño hombre con la imagen perfecta de lo que era –un profesor de educación básica- tal vez, estamos hablando del talento militar más grande del siglo XX.

Guerrilleros y militares han desfilado frente a Galtung, pero también como es natural, íconos de la paz. Del encuentro con el Dalai Lama salta una anécdota con simpatía:

- Esperaba yo la entrevista... me estaba rasurando. La mitad de mi cara estaba limpia mientras que en la otra mitad todavía tenía la barba completa. Un joven se presentó “Rápido, venga, el Dalai Lama lo espera” me dijo. Pedí algunos minutos para completar la operación sin cortarme el cuello en el proceso. La réplica fue inmediata “Pronto, o de otra forma el Dalai Lama iniciará una sesión de rezo 120

de 5 horas”. Periodista al fin, me di por vencido: abandoné el rastrillo y me dirigí a ver al Dalai Lama – recuerda Galtung riéndose- ¡durante nuestro encuentro hice lo posible por mostrarle al Dalai Lama solamente uno de mis perfiles, hablándole de lado para no asustarlo!

Mediador natural, Johan Galtung ha platicado por igual con Dios y con el diablo, buscando un punto intermedio en el que el diálogo para la paz sea posible. ¿Cuba y Estados Unidos?

- Sí, he hablado con los dos. Fidel Castro y Robert Mc.Namara están en la lista. En diferentes momentos y diferentes circunstancias. Son muy simpáticos los dos.

Del ejercicio de la memoria que se desarrolla durante la conversación, en algún punto Galtung guarda silencio. Recuerda. Medita. Habla.

- Yo tuve en mis brazos a un presidente. Un presidente en funciones que lloraba como un niño. Estaba desolado. Me preguntaba “¿Qué va a ser de mi pueblo?, ¿qué puedo hacer para salvar a mi país?”. Yo lo consolaba. Era un hombre bueno, pero estaba deshecho –dice bajando la voz.

¿Quién? Le inquirí. Pero no hubo respuesta. ¿Dónde? Galtung lanzó una mirada como diciendo “No insistas”. El silencio se mantuvo como la constante. Así actúa este mediador. Respetando demandas de confidencialidad hasta la tumba.

Juan sin tierra

Reparte su tiempo entre Washington, Ginebra, Noruega, Japón y España, lugares en donde reside buena parte del año dependiendo de las condiciones climáticas.

- Es parte de mi naturaleza noruega –minimiza fingiendo desdén- tenemos que estar en todos lados. Aunque yo 121

prefiero Alicante, extraño a Campana y Aitana –dice con una sonrisa

Y es que su refugio español, dice, tiene todo lo que un noruego necesita

- Mar, tranquilidad y montañas –las susodichas Aitana y Campana

Utiliza las horas del día escribiendo libros (normalmente varios al mismo tiempo) y haciendo análisis del acontecer internacional, proponiendo soluciones, dictando conferencias, haciendo mediación, visitando a la familia y paseando con Fumiko, su esposa.

- Le llamamos el Proyecto Oriente-Occidente de la UNESCO, o la alianza vikingo-samurai para los mejor informados.

Alianza que delata el origen japonés de su mujer. El comentario de despedida delata un corazón latino.

- En español Johan significa Juan. Por eso a mi autobiografía la bauticé “Juan sin tierra”. Toda la tierra es mía, como es de todos.

Sin duda, un ciudadano del mundo. (Rebelión / May. 27, 2006)

122

TERCER ACTO Sociología del hombre común

123

Chilangos de Segunda

Algo le ha dado a los poblanos que quieren pertenecer a los que “son y están”. Por años se regodearon con la revista ¡Hola!; leían sobre el glamour de la realeza en Mónaco, sobre la belleza de la princesa Rania de Jordania –donde quiera que esté ese pueblo- y naturalmente, dieron puntual seguimiento a las aventuras de Lady D y Dodi al Fayed. Lloraron su muerte y le rezaron plegarias para que sus voces solidarias fueran escuchadas desde la iglesia de Las Ánimas. Después se desató la jauría. Ahí había un nicho de mercado que pronto detectaron los empresarios de la industria editorial. Como los hongos aparecieron publicaciones de sociales: siempre los mismos comensales en los mismos restaurantes y los mismos alcohólicos en los mismos bares. Se hicieron celebridades locales. No importaba si su fama iba del Boulevard 5 de mayo al Boulevard Atlixco y de la Avenida Juárez al Circuito Juan Pablo II. ¡Ya eran famosos! Cada mes, con la esperanza encendida en el corazón, corrían de café en café buscando las revistas y devoraban sus imágenes. ¡Yo soy amigo de aquél! ¡Yo estuve ahí! Pero luego vino la frustración. ¿Por qué no me tomaron a mí? Y comenzaron a contratar los servicios de fotoperiodistas para que el mundo se entere que yo también existo. Si nunca me hicieron caso, ahora que les pago tendrán que darme mi boleto

124 de entrada al mundo de los que son y los que están. Sólo así encontró paz su ego herido. Pero el papel es papel, y si a las publicaciones se las lleva el viento, había que hacer algo para ser y estar de forma permanente y no solamente de manera ocasional: piedra y acero fueron los materiales seleccionados. “¿En dónde vives?” puede preguntar una incauta en una plática informal a la señora buena para nada que desde hace dos horas espera para poder contestar: “En Bosques de Angelópolis”. ¡Bosques de Angelópolis!, pronto contestará “en Bosques” porque todo-el-mundo-ya-debe-saber-de-dónde-hablo. Y devuelven la pregunta “¿y tú?” como retando a su compañerita de café. “En Lomas de Angelópolis” escuchan sus oídos. Si un chilango de Bosques de las Lomas las escuchara moriría de risa ante semejante par de wannabes. Dinero tienen sin duda, pero la psicología provinciana no la abandonan ni en defensa propia. Se aprenden nombres de lugares que conocieron cuando fueron “allá a la gran ciudá” y luego vienen a imponerlos de forma indistinta por igual a conjuntos residenciales que a centros comerciales. El poblanito entra entonces en éxtasis. Voltea a la izquierda ¿Una farmacia? ¡En Plaza Masaryk! (¿qué de verdad no se les ocurrió otro presidente checo?) Voltea a la derecha. ¿Casas bonitas? ¡En Residencial Altavista! No cabe de alegría el paisanito que se siente en gran metrópoli. Su calentura pro-chilanga los llevó luego a construir un centro comercial con el mismo nombre, Plaza Altavista (que en nada se parece al Pabellón Altavista original en el rumbo de San Ángel). Y luego siguió un Pedregal de Angelópolis (¿¡dónde carajos están las piedras para que sea “pedregal”!?) y al orgasmo del clasemediero poblano con pretensiones –Plaza Santa Fe- lo convirtieron en Residencial Santa Fe. Quieren ser y quieren estar. El poblano wannabe se comporta aquí en el rancho con sus residenciales y complejos comerciales pirateados de los originales metropolitanos como si estuviera allá y no acá. Pero su complejo de inferioridad sale a flote “Yo también vi Hoy no me puedo levantar pero la vi en el

125

DF”. Saben que viven en un mundito de fantasía que se desbarata con el más ligero soplo. Ojalá hubieran más lugares como La Vista y Plaza Angelópolis que al menos tienen un nombre original. Pero mientras llegan, sólo resta esperar que el paisanito local entienda que aunque es lo mismo la Heróica Puebla de Zaragoza que la Puebla de los Ángeles, y que aunque el antiguo Circuito Interior se llame ahora Circuito Juan Pablo II, Kalimba jamás será lo mismo que Lenny Kravitz.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Jun-Jul,2008)

126

Orgasmos Viales

(Primera parte)

En el baile de máscaras al que se ha hecho adicto el poblano (baile en el que la clase alta se siente realeza, la clase media-alta se siente alta y la clase media-baja se enfurece porque su destino es llegar a pobre) lo único en lo que se parecen todos es en el zapatismo sexual: el orgasmo es de quien lo trabaja. ¡Y vaya que trabajan para conseguirlo! Una imagen vale más que mil palabras. “Te ves acalorada mi vida” –dice el wannabe del marido a la wannabe de su mujer haciendo gala de los ocho salarios mínimos mensuales que recibe en un café (Starbucks, naturalmente) en Angelópolis. Ojea la sección financiera de Reforma, “Slim es el hombre más rico del mundo” –dice el titular. Y es que ella, efectivamente, se ve acalorada. Él no lo sabe y ella no hace mucho por esconderlo: hoy le fue infiel, como lo fue ayer y como lo será mañana también. Se siente traviesa pero no sucia “Soy una ninfómana” piensa mientras ríe con malicia. Repasemos los hechos. La wannabe en cuestión salió de Santiago y llegó a la 11 sur, se detuvo en la esquina de la 11 y la 25 poniente. Frente a ella, un microbusero. Sus ojos no están en la luz roja frente a ellos sino en el verde de la avenida que cruza. El verde tintinea y ella siente el cosquilleo. El microbusero encuentra su mirada con la de ella en el retrovisor. El verde se hace amarillo y la respiración de ambos se agita, ella comienza a sudar; los dos saben lo que se acerca, se preparan, ya viene, el chofer de la Ruta 1 la mira otra vez con complicidad un segundo

127 antes del momento en que el amarillo de los otros se hace rojo y se presenta como un verde para ellos. Ha llegado el momento. Como en cámara lenta ella deja caer su mano con fuerza sobre el volante mientras tensa la piernitas de puritito gusto y entonces…. ¡Biiiiiiiiiiiiiiiip! El primer claxonazo es como la embestida inicial que da inicio a la orgía: ¡Biiip Biiiiiiiip! Expresa ella desde su coche queriendo decir “¡mi vida! ¡tárdate más chiquito que así te quiero! El chofer entiende el mensaje y, gallardo como son los machos de su estirpe, mantiene estático el microbús que para eso está. Ella entra en el frenesí que con tanto anhelo buscó. ¡Biip! ¡Biiiip! ¡Biiiiiiip! Insiste insaciable. Su galán de avenida entiende su papel y está dispuesto a llegar hasta el final. La fémina enloquece de gusto ¡Biiiiiiiiiiiiiiip! (“¡Máaaaas!”) Y el caballero panzón en su corcel de acero asume la faena: la hembra debe quedar satisfecha que así fue como le enseñaron a cumplir. Llega el momento esperado, el instante, el climax, el orgasmo que se anuncia en el lenguaje que sólo los amantes entienden: ¡Bip! ¡Bip! Bip! ¡Bip! Biiiiiiiiiiip! Y luego un momento de silencio. La calma después de la tormenta. La paz del sueño cumplido (para ella) y el deber cumplido (para él). El agradecimiento de la dama satisfecha - educada como es, (¡faltaba más!)- a la mamá del semental que tiene frente a sí ha sido escuchado por los demás machos de la manada que pastan en la esquina de la 11 y la 25. Los músculos de ella se relajan, entrecierra los ojos. Las piernitas que un momento antes pataleaban de alegría ahora se contraen con timidez. Baja la mirada. En un segundo sus ojos se clavan en el retrovisor de Don Juan (o Don Chon, o Don Pepe, o como quiera que se llame el microbusero). Ensimismada gira el volante y rebasa por la izquierda al corcel del galán de barrio (que en fondo blanco y con letras rojas dice “Me ves y sufres”). Es la despedida, el adiós, que con todo su ser articula en dos palabras “¡Viejo pendejo!” (“¡Eres un tigre! ¡Garañón!”) grita ella con toda su fuerza para dejar constancia de su efímera pasión. Él, cortés, corresponde “Pendejo tu marido que te deja manejar!” (“¡Lástima que seas ajena! ¡Mamita!”) De vuelta al café, ella está sentada con su marido (léase: el pendejo ese que la deja manejar –Microbusero dixit). Un 128 ligero rubor tiñe su cara y el sudor todavía presente en sus manos delata la fuerza, la pasión, el éxtasis con el que se aferró al volante durante el vertiginoso trayecto de perdición y lujuria que la llevó del mundo del Barrio de Santiago -del que escapa- hacia Angelópolis –al que quiere pertenecer. Serios como somos, procedimos de acuerdo con las reglas del método científico (observación, hipótesis, experimentación y resultado) para conocer la anatomía de esta infidelidad tan extendida en Puebla. ¿Y cuál fue la conclusión? Duro y satánico pero cierto: el claxon provoca orgasmos al paisano.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Jul-Ago, 2008)

129

Orgasmos Viales

(Segunda Parte)

¿Por qué será que ni los niños (salvo los precoces) ni los ancianos (salvo los que pertenecen al club del Viagra) manejan en Puebla? ¿por qué será que todos los adolescentes quieren coche? Para responder a estas preguntas es menester comenzar por el principio. ¿Cuál es la definición de un instante? “Es el tiempo que tarda el idiota de atrás en tocar el claxon una vez que se ha puesto la luz verde”. Curiosamente la respuesta sólo es válida en la Angelópolis. El críptico lenguaje de la bocina se entiende en función de dónde se encuentra uno ubicado. Si uno está atrás, un bocinazo tiene un significado (“¡muévete bestia!”) y si se es el de adelante tiene otro (“¿¡te anda por ir al baño o qué?!, y la respuesta se hace aerodinámica “¡pues vuela güey!”). Se trata de un deporte local: todos los poblanos se quejan de lo mismo y todos lo practican sin cesar: tocan el claxon a diestra y siniestra. La mística y la magia detrás de la pasión loca del paisano en la Angelópolis por la corneta del coche se explican con la hipótesis que aventuramos en la entrega anterior: el poblanito exorciza sus frustraciones nocturnas haciendo sonar el claxon a la más mínima provocación. Para el nativo local en la selva de asfalto angelopolitana el claxon es un afrodisíaco natural. Lo usan con insistencia las gallinonas en Voyager cuando van a dejar a los niños a la

130 escuela; lo usa también con frecuencia el puberto en Chevy y los y las wannabes en Jetta, Bora o Passat; y qué decir de la indiada con ínfulas de realeza de petatiux a bordo de sus Audi, BMW y Mercedes. ¡Aleluya que cada quién agarre la suya! y entonces toman la 11 sur, la 31 poniente, el Boulevard Atlixco o cualquier genérico intercambiable (o el circuito que –sin importar que se llame Juan Pablo II- se presta a la orgía en la que participan todos los poblanos motorizados con singular alegría). Hormonal y no vial pues es la explicación de esa necesidad erótica que tienen los paisanos de tocarle la corneta al coche todo el día, todos los días y a toda hora. Tan extendida es esta enfermedad auditivo-sexual en Puebla que debería anunciarse como un remedio en radio y televisión (“¿Anorgasmia? ¡Búsquese un Galgos del Sur y sígalo de 2 a 4 de la tarde tres veces por semana!; ¿Multiorgásmico quiere ser el caballero? ¡Acérquese al mercado Independencia todos los días en hora pico y a punta de claxonazos será todo un Juan Camaney en poco tiempo!”). ¿Será así? Bueno hay otra posibilidad: la fauna local sigue creyendo en los cuentos de hadas y atribuye al claxon del coche facultades mágicas como cambiar el color de los semáforos, disolver embotellamientos, acelerar motores, matar agentes de tránsito, incrementar la capacidad cerebral de los choferes, educar microbuseros y taxistas, etc. Como quiera que sea el poblanito no tiene escapatoria. El paisano aquí en el rancho debería aprender de las tribus más civilizadas, los chilangos (¡imagínense nomás!). En un embotellamiento en el DF prácticamente nadie toca el claxon ¿por qué? porque están amaestrados a operar en función de un principio elemental: si los coches se pudieran mover… se moverían. Es un trabajo duro pero alguien tiene que hacerlo (piénsenlo como un servicio social de esta columna a la comunidad): hay que hacer comprender a todas las bestias al volante (léase realeza de petatiux, gallinonas, wannabes, pubertos y los contertulios de todos los anteriores) que aquí en el pueblo, como en Marte, las siguientes son verdades invariables: 1) nadie está en un embotellamiento por gusto, 2) el claxon no tiene facultades mágicas, 3) 1+1=2, y 4) más allá de sus 131 creencias, ni los camarones ni el claxon del coche son afrodisiacos por lo que no curan la impotencia, la frigidez ni favorecen la multiorgasmia. Tomando en cuenta todo lo anterior, ahora se entiende porqué ni los niños ni los ancianos (salvo excepciones) manejan: son los más sexualmente inactivos.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

132

Anatomía del Niño Ibero

Comprometidos como estamos en esta columna con el desarrollo del rancho y la ardua tarea de domesticar a los paisanos, nos hemos propuesto analizar a profundidad la educación del poblanito universitario (o sea, ese que ya pasó la edad de la comezón y que ya tiene algún rato perfumándose el sobaco). Así pues, IBERO, UDLA, UPAEP y BUAP pasarán por esta mesa de disección. En esta ocasión hablaremos del centro de amaestramiento que luce el gris presidio en sus paredes decoradas con azulejos de baño (¿de dónde demonios sacaron que esa combinación se ve bien?): la Universidad Iberoamericana. Los sinodales conocen las reglas del juego: saben que tienen ante sí a inútiles crónicos, incompetentes profesionales, pero que ya cumplieron con lo mero importante: pagar las colegiaturas. Deben aprobarlos, con todas las salvaguardas que se quiera pero aprobarlos al fin. El día del examen cumplen con su trabajo al pie de la letra. Se hacen de la vista gorda simulando que los candidatos saben de lo que hablan y entonces hacen como que les preguntan cosas difíciles. Asienten en silencio para dar la finta de que los balbuceos de los retrasados mentales tienen algún sentido y entonces invitan al público a salir. Delibera el jurado y ¡listo! ¡un nuevo profesional ha visto la luz! Besos, abrazos, apapachos y una noche de sexo con locura con el novio/novia respectivo cierra el esfuerzo con el que culminan 133 cuatro años de borracheras, drogas y diversión. Luego vienen las fotos para las revistas de sociales y el viaje de graduación. ¡Damas y caballeros: La Universidad Iberoamericana, Campus Puebla ha cumplido con su deber! ¿Qué es la Ibero? Bueno, se trata de la universidad en la que es válido citar a Mafalda en una tesis de licenciatura en Ciencias Políticas (caso de una tesis conjunta en 2007) y en la que los trabajos de titulación por encargo son moneda corriente. ¿Qué más es la Ibero? Es la universidad en la que no importa que sus egresados no sepan leer. Para ellos la literatura de excusado califica como literatura sin más. Suponen que Paulo Coelho tiene algo importante que decir y que Luis Pazos es todo un erudito de la política y la economía. “A mí me encanta ir a Gandhi” se les escucha decir con frecuencia. Van por moda, porque es “lo de hoy” y porque “es socialmente aceptado”. Pero nada más. El egresado de la Ibero es por regla general un analfabeta funcional: medio entienden lo que medio leen, de aquí que no es de extrañar que las palabras de los “licenciados” y “licenciadas” sean pocas en variedad y banales en cuanto a contenido. ¿No saben hablar? No. Vaya que no. A los niños y niñas Ibero se le puede dejar mudos solicitándoles participar en un juego: Hablar una hora sin pronunciar alguna de las siguientes 10 palabras o composiciones de palabras: 1) “güey”, 2) “no mames”, 3) “cabrón”, 4) “qué pedo”, 5) “antro”, 6) “verga”, 7) “jodido”, 8) “desmadre”, 9) “pinche naco” y 10) “lana”. Su mundo se extiende y se limita a estos vocablos. Pero entonces, si pequeño es el léxico, pequeño es también su mundo y su pensamiento. En la Ibero el nivel medio intelectual aceptable es el del ostión. Sus estudiantes sólo saben entender su vida –y a medias- porque ni siquiera su mundo. Los pobres son pobres porque quieren. No hay más. “¡Son pobres para que nosotros los sigamos pisando!” (egresada de Derecho 2007, y ahora estudiante en la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo dixit). ¡Bonitos abogados los de la Ibero! ¡Felicidades a sus maestros! ¡Todo un logro señor Rector!

134

¿Qué es la Ibero? Bueno se trata de la universidad en la que no importa que sus egresados no sepan escribir tampoco. En la fábrica de incompetentes titulados en que se ha convertido esa “Universidad” no importa que sus egresados no sepan de puntos, comas, acentos, sintaxis, gramática y semántica. Todos aspiran a un puesto directivo para poder contar con una secretaria que se encargue de los escritos para esconder su incapacidad para redactar una simple carta sin faltas de ortografía. ¿Qué es la Ibero? Bueno se trata de la universidad en la que no importa que sus egresados no sepan tampoco escuchar. ¿La Ibero de derecha? Aquí el poblanito piensa que la Ibero es y siempre fue de derecha y conservadora por pertenecer a una congregación religiosa. ¿Nunca han escuchado que la Ibero pertenece al Sistema Universitario Jesuita junto con el ITESO de Guadalajara y la Universidad Javeriana en Colombia? ¿Qué de verdad nunca ha llegado a sus orejotas que los jesuitas tienen fama de ser la orden más culta y liberal de la iglesia católica? De esto nada han escuchado, eso es seguro. Si algo de esto hubiese llegado a sus paquidérmicas antenas serían, ya no digamos liberales… al menos cultos. El poblanito que estudia en la Ibero lejos está de saber que él y sus amiguitos son una anomalía –y para muchos también una vergüenza- para el resto del sistema jesuita: de universidad se ha convertido en una fábrica para titular ignorantes e incompetentes que cumplieron con un requisito mínimo, que tiene más de financiero que de académico. Como sea, son inocentes -medio pendejos, claro, pero inocentes. ¿Inocentes? Sí, porque como decía Sócrates “No censuren a los jóvenes por lo que son, mejor pregúntense qué han sembrado en ellos para que den estos resultados”.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Sept-Oct, 2008)

135

El Mundo en una Calle

Dicen que el que nace para maceta no sale del corredor. Presas como son de su mini-mundo los poblanitos no saben, no quieren o no pueden ver más allá del terruño que presumen –y se presumen- es una gran ciudad. Aquí la fama es algo bastante relativo: si tres monigotes te conocen entre el Boulevard 5 de Mayo y la Recta a Cholula y entre el Circuito Interior-Juan Pablo II (o como carajos quieran llamarle) y el Boulevard Atlixco ya eres súper famoso. Mediocres en lo urbanístico y en lo social, pues, no podían ser excelentes en lo culinario. Para el paisanito angelopolitano el mundo cabe en una calle: la Avenida Juárez. “Es que los cortes de La Estancia – argentina, se entiende- son una maravilla” dicen con frecuencia estos especialistas de closet. Dicen saber de cortes y de carnes como si las malditas vacas hubiesen sido criadas en su patio trasero. ¿De verdad tendrán la trompa entrenada como para distinguir los matices? Hablan con autoridad como si de veras le supieran al asunto, analizan desde su ignorancia las sutilezas entre lo que tragan en el Chimichurri y La estancia. “Es que en uno la carne es más jugosa” es un argumento común. ¿Qué de verdad tanto le saben a la anatomía vacuna? ¿conocen a los ganaderos? ¿y qué hay de los procesos de cría, alimentación y procesamiento de la carne? Nada importa, ellos saben ¡carajo! ¿qué no se han dado cuenta que con la lana que se paga en la cuenta viene también el derecho a decir pendejadas para ser 136 aplaudidas en público y en privado? Más inteligentes son los meseros “Efectivamente señor” “así es señor”, “está usted en lo correcto señor” repiten una y otra vez para hacer quedar bien al que les va a dejar la propina. ¿Qué tantas cosas les habrá tocado ver a los meseros atendiendo fantoches? Los poblanitos -que según ellos fueron fecundados por un tal Gianni en el asiento trasero de un Mercedes, paridos por Dolce y recibidos por Gabanna, criados por Giorgio y amamantados por Carolina Herrera y cuyo certificado de nacimiento está firmado con tinta Mont Blanc- no tienen límite: para ellos no hay disparate inválido si se tienen aplaudidores tanto o más bestias que ellos alrededor, ¡vaya! Para documentar su docta estupidez hasta con los leños tienen que ver “la carne sabe así porque los leños que utilizan para encender el fuego los traen de...” ajá… seguro… alguien les mintió, lo creyeron, como loros lo repitieron y ahora hasta el fogonero se siente celebridad porque todo-el-mundo-conoce-su-secreto. A ver, el Tannat dice “Comida Italo-Uruguaya” o sea, una es la comida italiana, otra la uruguaya y otra la italo- uruguaya. ¿Se habrá dado cuenta el dueño de que la magnitud de la babosada que es decir comida “italo-uruguaya” es tan grande como decir comida “hispano-mexicana”? A lo mejor sí, pero, conociendo a los paisanitos, el dueño sabía que les podía cambiar oro por espejos. Y le funcionó. Para el poblanito el mundo pues, se resume a una calle. ¿Queremos comida española? Al Allegue por supuesto ¿En dónde? En la Juárez. ¿Queremos comida brasileña? Al Pampas naturalmente ¿En dónde? En la Juárez. ¿Un pub irlandés? (ajá, seguro…) el Bull Mc.Cabe ¿o qué hay otro? ¿En dónde? En la Juárez. Para el pueblerino capitalino angelopolitano se trata de mera mera comida española y brasileña y el ambiente del Bull los hace sentir en Belfast carajo ¡si es igualito! Al rato van a decir que el café del Italian Coffee es italiano y la comida china frente a la Peugeot de un local llamado Kung Fu-Tai Pei-Feng Shui (o como carajos quieran llamarle) también es mero mero china. No nos podemos quejar: es un crimen pedir que entiendan que las cosas no son como las imaginan: ¿Qué 137 podemos esperar de un rancho en donde todos creen que “Puebla es el mercado más difícil de la república, por eso aquí todas las transnacionales hacen proyectos piloto antes de lanzarlos nacionalmente”. Eso se lo dicen solitos y solitos se engañan. En ninguna Ciudad (así con mayúscula) de verdad –léase el Distrito Federal, , Guadalajara- les importa un bledo lo que pasa o deja de pasar por estos lares alejados de la mano del Señor. En unos años van a decir que los Bisquets de Obregón comenzaron en Puebla y no en la Av. Álvaro Obregón en el DF. No hay mucho más que decir. Viven engañados: fantoches en lo social, en lo urbanístico y en lo culinario no tienen mucha esperanza, ni su sociedad ni su gobierno. ¿Qué podemos esperar de un lugar en el que el gobernador no es gobernador sino Emperador (así, con mayúscula) y en el que la clase alta no se siente tal sino Realeza (así, con mayúscula)? en fin ¿qué podemos esperar de una sociedad que disfraza su servilismo ante el poder con la máscara del “respeto a las instituciones y a la investidura”? No mucho. Sólo resta dejarlos degustar sus platillos “españoles”, “cariocas” e “italo- uruguayos” así como disfrutan de su gobierno y sus gobernantes. Se merecen, los unos a los otros.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Ago-Sept, 2009)

138

Respeto a las Instituciones

La política en Puebla no es nada interesante: todo se resume a elecciones. Todavía no acaba de ganar el candidato en turno y ya el mundo entero anda pensando en la siguiente elección (nótese que para el poblanito “el mundo” significa el cuadrante entre la Av. Juárez-Circuito Interior y Blvd. Atlixco-Blvd. 5 de Mayo). Así como en el gremio médico se dice que los ginecólogos solamente necesitan 2 neuronas (una para ver la dilatación de la paciente y la otra para decir “¡pújele señora!”), el paisanito promedio también necesita sólo 2 neuronas: una para preguntar “¿Quién crees que va?” y la otra para decir “Yo voté por…”. Pero no, el mundo entero está equivocado. Aquí lo que importa no es si la gente en las juntas auxiliares sigue viviendo en la miseria o si la Secretaría de Salud es un lodazal. ¡No! aquí lo que importa es que el Señor Gobernador fue con el Señor Rector a inaugurar un congreso en el que estuvo presente también la Señora Alcaldesa y que si ves la foto bien, ¿ya viste? ¿ves ese monito que está atrás del guarura del chalán del limpiabotas del portero del chofer del Señor Gobernador? Bueno, ¡pues ese soy yo! -ya ves que me codeo con lo más granado de la sociedad poblana. Y es que el paisanito angelopolitano es genéticamente hipócrita. En privado aflora todo su racismo contra el gobernador, toda su misoginia contra la alcaldesa, toda su ira contra la administración pública (¡pinche bola de rateros- trácalas- descarados-hampones-vándalos-indios-buenos-para-nada- borrachos y apestosos!) para después esconderla vergonzantemente 139 en público diciendo: “No si no es que yo sea marinista, es que respeto a las instituciones” o “no, no es que yo sea priísta es que son nuestras autoridades”. La mejor de todas es cuando llega el momento de presumir: “¿Yo? ¡Ah! Yo trabajo en relaciones públicas del gobierno del Estado” dice la recepcionista de SEDECAP en tono secretarial en El Tiradero a su galán en turno mientras hace cuentas mentalmente: (¿Cerveza? 25 pesos, ¿condón? cortesía de la Secretaría de Salud, ¿Motel Noches de Fandango? 200 pesos con jacuzzi de agua reciclada, ¿taxi? 50 pesos… ¡adiós quincena!). Todos quieren ser de los que son y todos quieres ser de los que están. Dicen las malas lenguas que a muchos altos cargos del gobierno les truena la reversa. ¡No importa! ¡Si esa es la mera mera diferencia entre el puto y el gay! ¿no? ¡Qué importa si mi patrón se pinta las pestañas! dice el chofer del alto-pedernal-burocrático-gubernamental-cercano-a-su-majestá- el-mero-mero-chingón! ¡Qué importa si está feo y me hace tomar dictado en sus piernas! dice la secretaria cuyo uniforme de trabajo contempla un escote frontal que baja hasta el obligo y uno en la espalda que alcanza el punto en el que la espalda pierde su honorable nombre. ¡Son los jefes! ¡Son el poder! Y a esos se les perdona todo, lo ratero, lo naco, lo feo, lo cabrón, lo todo, todo, todo, todo se les perdona. ¡Pos cómo no! Y no sólo se les perdona sino que hasta su cercanía es algo pa´ presumir. “¿Qué no fuiste a la comida de Rafa por su cumpleaños? ¡¿cómo que cuál Rafa?! ¡Pues Rafa el mero mero Rafa! ¿o qué hay otro?”. El poblanito angelopolitano no acaba de entender que una cosa es respetar a las instituciones y otra andar de arrastrado; no entiende la diferencia entre ser servicial y ser servil; y tampoco entiende que el trabajar en una dependencia no es razón para perdonar y presumir los excesos y las faltas de sus patrones. El poblanito pues no conoce fronteras entre la dignidad y la humillación si de agradar al poder se trata. En lo dicho: todos quieren ser de los que son y todos quieren ser de los que están. Pero en fin. Ellos así son, así están bien y así son felices…. y nosotros, de verlos así, también.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Sept-Oct, 2009)

140

¡Pero si a mí me encanta Gandhi!

La escena es ya un clásico. No importa si se trata de cuatro gallinonas en Voyager, Expedition o Navigator; no importa si se trata de sus hijas o de los wannabe de sus maridos. Se les ve aplastadotes en cafés platicando. ¿Y de qué platican? De libros y lecturas. ¡Ah porque aquí en el rancho todos son léidos y escribéidos! En reuniones de dos, tres o cuatro adoptan las posiciones del que sabe, o peor aún, del que sabe que sabe (o del que siente que sabe harto). Toman el cigarrillo y aprietan el tabaco en la carátula del reloj (es que un día alguien les dijo que así lo hacen las personas “cultas y con estilo”). Se llevan el cigarrillo a la boca cubriendo el encendedor con una mano y frunciendo el ceño (¡es que así se ven más interesantes!) y tras la primera bocanada, en actitud reflexiva y con gran ademán, arrojan el humo hacia el techo como le hacen aquellos a los que califican como “filósofos y pensadores”. Y entonces comienza el derroche de sabiduría y lúcida sapiencia: “No mano, mira, Carlos Cuauhtémoc es profundo, pero no tanto como Coelho” y por si el comentario no fuera ya lo suficientemente pendejo viene la confesión de parte “Yo conozco la obra de los dos y sé de lo que hablo”. ¡Sopas! ¿Pero a poco existen estos? ¡Vaya que existen! Tranquilamente y sin ánimo de exagerar podemos decir que son todos los poblanitos, sí, esos que orgullosamente se llaman pipopes (No, no “Piezas poblanas perfectas” sino “Pinches poblanos pendejos”). Pero no hay que ser injustos, ellos no tiene 141 la culpa. Digo ¿qué podíamos esperar si abuelito se deleitaba con El manual de Carreño y después papá, mamá y los tíos se cultivaron con Selecciones de Reader´s Digest? Pues lo obvio: que los nietos tuvieran una cultura ad hoc. Así, el poblanito del siglo XXI piensa que Crepúsculo y sus ochentamil variantes son literatura-de-verdad, juran que lo-de-hoy es El manual de la perfecta cabrona y su libro gemelo Por qué los hombres aman a las cabronas. Con ésta, su literatura de excusado comprada en Sanborns, Vips o WalMart, los poblanitos se sienten soñados, cultos, realizados, lectores, hechos y derechos. Pueden y deben discutir las profundidades que ahora se reparten mil autores de la misma talla de lo que en el pasado fue Og Mandino y su El vendedor más grande del mundo. ¡Qué carajos va a saber este hato de mulas angelopolitanas de La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa, Esperando a Godot de Samuel Beckett o El lobo estepario de Herman Hesse. ¡Cuando mucho –y eso ya es decir “Óooorale”- llegan a Francisco Martín Moreno y sus ocho millones de “Méxicos” (México acribillado, México ante dios, México Negro, etc., etc., etc.,) sin haber pasado nunca por el más poderoso e importante México Bárbaro de John Kenneth Turner o el clásico de clásicos México Insurgente de John Reed. Pronto pondrán en Puebla una librería El Sótano, ya tienen una Gandhi y carecen –aunque en su ignorancia naturalmente no lo saben (“ojos que no ven…”) de una librería del Fondo de Cultura Económica… Yo digo ¿pa´qué? Estas bestias se pueden presentar en la mejor librería, vestidos, calzados y perfumados pensando que es bueno estar ahí porque “está de moda” y entonces sacar el cobre pidiendo Los cuatro acuerdos de un tal Dr. Miguel Ruiz porque supuestamente tiene “mucha y profunda sabiduría tolteca”. ¿Quieren saber de los toltecas? ¡Puta madre que mejor lean a Miguel León Portilla o la obra monumental de Fernando Benítez! “Por sus lecturas los conoceréis” decía por ahí un sabio; y si ese sabio –que seguramente no era poblano- tenía razón, entonces los poblanitos son y serán exactamente eso… poblanitos.

(Seudónimo: Mario Luna / Revista Vor / Oct-Nov, 2009)

142

PARTE II.

La Violencia de Muchos

144

CAPÍTULO III. • TIEMPOS DE CRISIS •

PRIMER ACTO A la derecha

145

El “Gobierno del Cambio” en México o la Contrainsurgencia a Gran Escala

La "conexión" que se pretende establecer entre las FARC-EP y uno de los cárteles del narcotráfico más importantes de México ha de ser entendida, no tanto como una relación entre la guerrilla colombiana y una de las mafias del sur del rio Bravo, sino más bien como lo que es: un montaje del gobierno de Vicente Fox para congraciarse con el que hasta el momento se ha mostrado descaradamente como su patrón: George Bush Jr. La supuesta vinculación FARC-Arellano Félix es tan solo una de las muestras del modo como la política exterior mexicana se ha montado de lleno al carro de la contrainsurgencia. A un año de haber ganado las elecciones, el régimen panista (de derecha) de Vicente Fox no sólo ha desilusionado ya a la gran mayoría de sus gobernados, sino que también amenaza con dañar al resto de los habitantes de Nuestra América. Para comprender lo anterior vale la pena hacer un repaso de algunas de las acciones más significativas que ha tenido la cancillería mexicana a diez meses de haber entrado en funciones. En primer lugar podemos destacar la aceptación de las cartas credenciales de Gary Prado Salmón, como nuevo embajador de Bolivia en México. Recibir con estatus de embajador al enviado de un genocida (Hugo Banzer), da una idea del sendero que adoptó la diplomacia mexicana dentro de la geografía política latinoamericana. En lugar de despreciar a tan funesto personaje -que además carga en su currículo el 146 antecedente de haber sido uno de los más "lúcidos e inteligentes de los cazadores del Che" (según las palabras del flamante canciller mexicano que le dio la bienvenida)-, cosa que por ejemplo si hizo Cuauhtémoc Cárdenas cuando fue gobernador de la Ciudad de México al negarse a entregar las llaves de la ciudad a Hugo Banzer, Vicente Fox recibió de buena gana como representante del gobierno boliviano -que no del pueblo- al sátrapa asesino. Este acto confirmó su compromiso con un gobierno tan oligárquico como el suyo contra los intereses de los gobernados en ambas naciones. En segundo lugar, limitándonos al espacio nacional, encontramos la intromisión tan ilegal como ilegítima y vergonzante que quisieron tener Jorge Castañeda y Adolfo Aguilar Zínser (canciller y consejero de seguridad nacional respectivamente) en el conflicto chiapaneco al pretender pasar por alto a la instancia oficial encargada de llevar a cabo las negociaciones de paz, la Comisión de Concordia y Pacificación. Este asunto se habría mantenido en secreto de no haber sido por la acusación directa y oportuna que hiciera en su momento el Subcomandante Marcos. En tercer lugar, ya en el plano internacional, debemos señalar la extraña primera misión oficial del embajador para asuntos especiales, Andrés Rozental (medio hermano del canciller mexicano) como "mediador" en el conflicto colombiano, (mediación que, dicho sea de paso, nadie solicitó). Esta primera intervención de la nueva cancillería mexicana en el drama colombiano sirvió como la punta de lanza de las actividades contrainsurgentes del gobierno mexicano hacia América Latina. Hoy son evidentes los primeros resultados: en fechas recientes, el vocero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) declaró que el régimen foxista les está hostigando, y que el acoso es a tal nivel que incluso la Comisión Internacional de las FARC-EP plantea la posibilidad de retirar a su representante, Marco Calarcá, de territorio mexicano. Estos son los antecedentes que tienen que ser considerados para decodificar adecuadamente las "conexiones" que el gobierno de Vicente Fox

147 sostiene con alfileres entre la guerrilla y las mafias mexicanas, a la que hacíamos referencia líneas arriba. Los tres episodios aquí descritos dan fe de la función contrainsurgente que habrá de tener la diplomacia mexicana con el nuevo presidente durante los próximos seis años. Del mismo modo, como los médicos pueden fungir como efectivos torturadores, nadie mejor que un par de apóstatas de la izquierda, Castañeda y Aguilar Zínser, para contraatacar a la resistencia antineoliberal que, en México y América Latina, todavía respira y con ella, la esperanza de un continente. En este mismo tenor deben ser entendidas las escaramuzas diplomáticas entre el canciller mexicano y el régimen cubano. La torpeza diplomática que ha mostrado el canciller respecto al régimen cubano ha sido tan descarada que con dificultad se podría alegar inexperiencia o "falta de tacto". El no haber respaldado al régimen cubano contra la difamatoria acusación que auspiciaran dos países europeos -por encargo estadounidense- para condenar al régimen castrista en materia de derechos humanos, así como el modo despectivo que el jefe de la diplomacia mexicana utilizó para expresarse del régimen cubano, no son más que intentos de desgastar las cuerdas de solidaridad fraternal que históricamente se han tejido entre los pueblos de México y Cuba. El rencor personal que mueve al canciller mexicano (quien en su libro La Utopía Desarmada asevera que el régimen de Carter fue tolerante con la revolución sandinista, y que en otro de sus libro -La Vida en Rojo: Una biografía del Che Guevara- acusa al comandante Fidel Castro de haber abandonado al guerrillero heroico en Bolivia) va de acuerdo con las encomiendas del Imperio, lo que da por resultado una de las peores gestiones diplomáticas de las que se tenga memoria en materia de solidaridad y cooperación regional. El enfrentamiento personal del canciller con el régimen cubano no tiene otro objetivo que dar respiración artificial al anticastrismo que, desarticulado tras el desmoronamiento de la Fundación Cubano-Americana, no se acaba de dar por vencido. Los incansables esfuerzos contrainsurgentes del canciller mexicano, que por igual afectan al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que a las FARC-EP y tratan de 148 debilitar -ilusamente- al Caimán Barbudo, son congruentes con su entusiasta defensa a la idea genocida de gravar alimentos, medicinas y libros en un país en el que más de la mitad de la población sufre de desnutrición; en el que todavía existen lugares en los que la gente muere de enfermedades curables como la tifoidea y el cólera; y en el que existe un alto índice de analfabetismo y analfabetismo funcional. Traidor, Jorge Castañeda ha adoptado el credo neoliberal por igual en lo político, en lo económico y en lo social. Definir a Collin Powell como "un auténtico caballero" es un disparate tan grande como asegurar que a la cancillería se le daría "un perfil más económico": ¿cómo puede ser un caballero alguien cuyo poder se basa en su participación en algunas de las guerras más criminales y vergonzosas que la historia registre?, ¿cómo se le puede dar "un perfil más económico" a una política exterior de la que ya de por sí se decía que se gestaba no en Tlatelolco (lugar donde se encuentran ubicadas las oficinas principales de la Secretaría de Relaciones Exteriores) sino en hacienda? Todas estas "proezas" han sido realizadas en menos de un año que lleva la administración foxista en funciones, y dan cuenta del ímpetu antilatinoamericanista que mueve a los nuevos cipayos del Imperio: Vicente Fox a la cabeza, y Jorge Castañeda como su titiritero y escudero. Como en una fiesta dionisiaca, en las relaciones bilaterales entre México y los Estados Unidos bailan unidos apóstatas de la izquierda, fascistas de ultraderecha, halcones estadounidenses y gallinas mexicanas en un carnaval orgiástico. Goya en fin, no estaba equivocado: "El sueño de la razón produce monstruos". (Nodo50 / Ago., 2001)

149

Nicaragua, El Triángulo de Bolívar y el Plan Puebla Panamá

La “confianza” que abiertamente ha demostrado el régimen de ultraderecha de George Bush Jr. al gobierno de Vicente Fox hace las veces de beso de Judas en tanto que pone en evidencia la orientación del “gobierno del cambio” en México. La probable victoria de Daniel Ortega en Nicaragua puede ser una amenaza para la hegemonía estadounidense en América Central del mismo modo como lo es Hugo Chávez en Sudamérica y Fidel Castro en el Caribe. El triunfo del FSLN en Nicaragua tendría diversas implicaciones geoestratégicas en Nuestra América. En primer lugar se erigiría como un obstáculo importante para la política exterior mexicana –el nuevo instrumento de intervencionismo imperialista- pues dificultaría en gran medida la consolidación del Plan Puebla-Panamá (PPP). En la inteligencia de que el PPP no tiene otra función que servir como punta de lanza para el establecimiento del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), del éxito que tenga la cancillería mexicana en integrar Centroamérica al dominio estadounidense dependerá, en buena medida, el sometimiento continental. La apuesta no es pequeña y la carrera es competida. Por un lado, la fortaleza de las FARC en Colombia, la revolución bolivariana de Hugo Chávez en Venezuela y el ímpetu político- social de los militares democráticos, la CONAIE y la sociedad civil en Ecuador, -que en su conjunto conforman lo que el Dr. Heinz Dieterich denomina “El Triángulo de Bolívar” – 150 representan un intento serio de fortalecer por la vía político- social el MERCOSUR como proyecto económico-comercial regional, única alternativa al ALCA. Si a este bloque sumamos el apoyo moral y político seguro del régimen cubano, encontraremos que el éxito de Ortega y el FSLN en Nicaragua representaría un golpe serio contra los intereses estadounidenses. Una de las diferencias principales entre la administración pública y la administración privada es que, mientras que la administración pública tiene como objetivo hacer el mejor uso de los recursos disponibles para beneficiar a los gobernados, la administración privada tiene como objetivo hacer el mejor uso de los recursos disponibles para generar riqueza particular, no pública. Considerando que el PPP habrá de ser financiado en su mayor parte por capitales privados de algunos de los grupos empresariales más importantes de México ¿qué razón social de peso tendría un grupo de empresarios, acostumbrados por demás a generar riqueza para sí mismos, para participar en un proyecto gubernamental de tal envergadura? Con dificultad se podría alegar “solidaridad” para con el prójimo mexicano o para con el hermano centroamericano. Estos hombres participan en este proyecto no por otra cosa más que porque les habrá de dejar grandes riquezas. Así pues, la idea foxista y de su canciller de apoyar al sureste mexicano y a los países centroamericanos llevando el “progreso” y el “desarrollo” mediante el PPP no pasa de ser una mentira disfrazada. Si este plan es la carta de presentación de la “solidaridad” que habrá de tener el nuevo gobierno para con sus hermanos centroamericanos entonces el futuro se pinta de un color bastante oscuro. La avanzada intervencionista que se hace cada día más evidente en prácticamente todos los países de Nuestra América, por igual de forma abierta o encubierta, en Argentina, Ecuador, Colombia o Venezuela amenaza la contraofensiva que podría representar Nicaragua en el corto plazo. En este tenor, además del sabotaje y el terrorismo como armas desestabilizadoras encubiertas, el PPP por medio de la cancillería mexicana es el mejor instrumento del Imperio para retrasar el avance de lo inevitable: la emancipación de la Patria Grande. (Nodo50 / Ago., 2001)

151

Estados Unidos, España y México: La Concordancia de la Infamia

La militarización de Norteamérica es concordante con la derechización de la política internacional, fenómeno –este último- que de forma paralela ha inspirado iniciativas para legalizar la infamia en el viejo continente. Estados Unidos, España y México sirven como bueno ejemplos. Año tras año cientos de mexicanos mueren en la frontera norte del país escapando de la realidad infernal a la que se les ha condenado: muerte por hambre, enfermedades curables o una vida miserable tan solo comparable con cualquiera de los círculos del infierno de la Divina Comedia. ¿Por qué si el llamado socialismo “real” era más criminal que el capitalismo, no murieron más de medio centenar de personas tratando de escapar de “el infierno comunista” en todas las décadas que el Muro de Berlín dividió Alemania? En un solo año, en el muro desértico que divide a México de Estados Unidos mueren hasta ocho veces más personas que todas las que murieron tratando de cruzar de la RDA a la RFA en más de 40 años. Esto no es “ideología de izquierda”, son matemáticas, es historia y, tristemente, son las noticias de todos los días, todos los años. Estados Unidos impone remedios –que además son de corte fascista- en lugar de proponer soluciones. Si las cifras hablan de un incremento de migrantes, ellos responden con un incremento de policías; si las oleadas son masivas, ellos responden ya no con policías sino con militares. En casos 152 extremos se apela incluso a guardias paramilitares –porque eso es lo que son- conformadas por rancheros fronterizos que se reúnen para “cazar”, como si de bestias se tratara, a aquellos cuyo único crimen es buscar humanidad (casa, comida, abrigo y trabajo) escapando del bestial –este sí- trato que reciben de quienes en teoría deberían velar por su bienestar: escapan de unas bestias en el sur para encontrarse con otras en el norte. El gobierno mexicano se indigna y manda notas diplomáticas, realiza encuentros bilaterales, plantea proyectos de negociación... ¿y qué?: nada de esto ha funcionado ni funcionará. Si el gobierno mexicano en verdad quisiera solucionar el problema empezaría por demandar la condonación de la deuda externa pues es ésta la que ha llevado, no sólo a México sino a prácticamente todos los países del mal llamado Tercer Mundo, a sufrir aquello que ha sido conocido como “el genocidio silencioso”: por pagar sus deudas (que dicho sea de paso son matemáticamente impagables) y los intereses que de ellas derivan (que impiden pagar la deuda en sí) las naciones desvían recursos y engordan los bolsillos de quienes ya tienen y les sobra, enflacando a aquellos que nada poseen y lo necesitan todo. El resultado: 250 millones de miserables tan solo en América Latina. No se trata de “renegociar” la deuda, se trata de condonarla, fuera de este planteamiento no se puede diseñar ninguna solución creíble y viable al problema migratorio. Esto se sabe en la cancillería mexicana tanto como se sabe en la estadounidense y en cualquier otro país con problemas de migración por miseria y endeudamiento. Pero México no se queda atrás. La relación migratoria EE.UU.-México encuentra buen reflejo en la relación México- Centroamérica. Tan infame es la política estadounidense contra los migrantes mexicanos, como es la mexicana contra los migrantes centroamericanos. Centros de detención insalubres en los que el hacinamiento y la corrupción son el pan nuestro de cada día; éste no es más que uno de los tantos “regalos” que las autoridades mexicanas pueden ofrecer a los migrantes centroamericanos. Otros presentes son la extorsión, la violación, el robo y el abuso que padecen salvadoreños, guatemaltecos, hondureños y nicaragüenses (por citar tan sólo algunos) por 153 igual de autoridades que de delincuentes comunes, ambos, criminales de factura nacional. Del mismo modo en que la más retrógrada de las derechas en Estados Unidos responde a su problema migratorio, el régimen mexicano lo emula demostrando no sólo servidumbre y falta de imaginación, sino también una disposición infame contra el pobre (materialmente hablando) extranjero (porque los ricos no migran ilegalmente –a diferencia de sus capitales por supuesto). El gobierno mexicano, con la excusa maldita del combate al narcotráfico diseña sus propios proyectos de “sellar la frontera sur”. ¿Cuál es la diferencia entre esta política y aquella que incita la militarización de la frontera sur estadounidense? Los primeros – y tal vez los únicos- afectados son los migrantes, mexicanos y centroamericanos. ¿Con qué moral los Estados Unidos Mexicanos levantan la bandera de la defensa del “paisano” si ellos matan –porque eso es lo que hacen- a otros “paisanos” centroamericanos? Curiosa y paradójicamente, aunque de forma casual, la política migratoria mexicana en su frontera sur está más cerca del norte y más lejos de Nuestra América, la Patria Grande, con la que soñaron dos insignes americanos decimonónicos: José Martí y El Libertador, Simón Bolívar. ¿Y qué decir del viejo continente? José María Aznar ha adoptado con servilismo la encomienda de erigir a España como un muro de contención contra las oleadas de africanos que escapan del destino al que el colonialismo esclavista los condenó en el pasado, y que es hoy continuado por el gran capital y el racismo del “libre mercado”: el abuso, la miseria y la muerte. América Latina, la región que se creyó eran Las Indias cuando arribó Colón en 1492, se encuentra cada día más cerca de ser, no Latinoamérica sino Iberoamérica, o peor aún, Hispanoamérica. La distinción no es pequeña pues pone a España en el centro de la definición de la identidad latinoamericana, lo que por supuesto no sólo sería un error histórico sino también un crimen cultural: América vale por sí misma. Los vínculos nefastos que estrechan una insana cercanía entre el régimen español y México son los mismos que acercan al gobierno mexicano con el de los Estados Unido: La ideología 154 de derecha. La ideología de la que surge la Ley de Extranjería en España no es más que el corolario de la evidente derechización internacional que por igual afecta al nuevo que al viejo continente. Mestizaje hubo tanto en Estados Unidos como en México y España. Nuevamente, esto no es “ideología de izquierda” como pensarán irreflexivamente quienes no ven más allá de sus narices, sino historia, pura y llana. Si el mestizaje es una realidad histórica en las tres naciones que hoy señalamos como intolerantes con la migración ¿cómo se puede entender que los Estados Unidos traten como tratan a los mexicanos, que los mexicanos traten como tratan a los centroamericanos, y que los españoles traten como tratan a los africanos y a los separatistas? Fácil: los intolerantes son los gobiernos, no los pueblos. José María Aznar, Vicente Fox y George W. Bush son lo que son: gobiernos de derecha que acogen iniciativas de ultraderecha, su base es de intolerancia y sólo esto es lo que de ellos puede derivar. Así pues, todo pareciera indicar que si de muros de contención se trata, era más benévolo aquél que separa al “mundo libre” del “Imperio del Mal” que aquel que se ha erigido con la integración de mercados y la tan mentada globalización. (Nodo50, May. 27, 2002)

155

156

SEGUNDO ACTO La esperanza y el miedo

157

Carta Abierta a Andrés Manuel López Obrador

Mi nombre es Fernando Montiel T, me dedico al análisis político internacional y soy consultor en resolución de conflictos de la organización internacional TRANSCEND (www.transcend.org). Le escribo por el siguiente motivo. He seguido con cuidado la andanada política en su contra y creo que sobre su persona se cierne un peligro de muerte muy real. El Sr. Marcelo Ebrard denunció en su momento la posibilidad de una agresión contra Usted para truncar el futuro del político con mayor simpatía en el país. A mi juicio, la denuncia es correcta y sin embargo creo que tiene un fundamento incluso mayor del que el propio Marcelo Ebrard supuso en su momento. Sin duda Usted y su equipo de trabajo tienen buen conocimiento de la política nacional. Saben quiénes son sus amigos, e identifican todavía mejor a sus enemigos. Los vaivenes y avatares del complot nacional que efectivamente se ha orquestado en su contra los conoce Usted mejor que yo. En la dimensión estrictamente nacional no me atrevo a opinar sobre esta materia, no tengo nada que aportar. Yo me referiré al bosque y no a los árboles. México no sólo es el país que se encuentra entre el río Bravo y el Usumacinta, y entre el océano Pacífico y el Atlántico. México es también el único país del tercer mundo con una frontera de 158

3,200 kilómetros de largo con los Estados Unidos, frontera que, pese a no ser la más larga, sí es la más activa del mundo (casi 350 millones de cruces al año). México es también el primer proveedor de inmigrantes en los Estados Unidos (casi 20 millones de mexicanos) y uno de los tres principales socios comerciales de la Unión Americana (segundo destino de exportación 14.1% del total y segundo proveedor de importaciones 11.3% del total según datos de la CIA de 2002). Además de todo esto, nuestro país es una de las tres economías más grandes de América Latina junto con Brasil y Argentina. Así pues, nuestro país es una potencia regional. En relaciones internacionales suele decirse que “México para los Estados Unidos es más materia del Consejo de Seguridad Nacional que del Departamento de Estado”, es decir, para los Estados Unidos, México es más un asunto de política nacional que de política internacional. Como resumen y a la luz de la realidad apenas bosquejada líneas arriba, la aseveración es dramáticamente correcta. Algún académico lo sintetizó del siguiente modo: “Tras la caída de la Unión Soviética, ningún país puede afectar tanto la seguridad nacional estadounidense como México”. Por si alguna duda quedara bastaría repasar un dato concreto: Pese a que la embajada más grande que tiene los Estados Unidos en el mundo se encuentra en España, la Estación de la CIA con el mayor número de agentes asignados es la de México. El punto central de este repaso es: dado el contexto regional, y de cara al proceso electoral de Noviembre en los Estados Unidos, la política nacional en México –en este momento en particular y hasta el 2006- importa mucho más en Washington de lo que se cree de este lado de la frontera. Hasta este punto lo aquí expuesto parecerían verdades de perogrullo. No lo son. La importancia que se da en el nivel de política local (de gobernadores para abajo) a la política exterior, a las relaciones internacionales en general y a las relaciones bilaterales en lo particular, normalmente es limitada, coyuntural y en buena medida protocolaria: recepciones a embajadores, cónsules y reconocimientos. Los mexicanos hemos subestimado el papel que juega nuestro país como vecino de los Estados

159

Unidos y esto es muy peligroso pues mucho puede cocinarse a la sombra de tal indiferencia. Un evento local en el Distrito Federal, por ocurrir en la capital del país, se convierte en un evento nacional, y de ahí, en un evento internacional (particularmente binacional). Tenga usted por seguro Andrés Manuel que todos y cada uno de sus pasos se siguen con lupa desde Washington y Langley (Virginia). No le debe resultar nuevo, extraño o descabellado, de hecho lo raro sería que no fuera así. Para esto existen no menos de 15 agencias de inteligencia en los Estados Unidos, todas con personal asignado y trabajando en México (según algunas fuentes, tan solo la CIA tiene asignados 50 agentes). Le platico todo esto porque Usted como Jefe de Gobierno del Distrito Federal debe conocerlo y saber actuar en consecuencia. En Estados Unidos no se le ve con buenos ojos, y ni la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional se caracterizan por ser pasivos o indiferentes cuando de defender sus intereses se trata. Por favor, no olvide nada de esto. La aversión que sienten por usted en los centros del poder de los Estados Unidos va más allá de la presentación de un informe del Departamento del Tesoro. La aversión contra políticos como Usted es una característica intrínseca del sistema político estadounidense. No es gratuito que cada vez que ha surgido un líder de masas en los Estados Unidos ha sido asesinado. Lo anterior es válido dentro y fuera de sus fronteras, y como Usted bien sabrá en nuestro continente abundan estos ejemplos. En este mismo sentido, sin embargo, hay que decir que la incomodidad que genera su persona en Washington es al mismo tiempo una garantía y una amenaza. Es una garantía para nosotros los mexicanos de que el trabajo que Usted desarrolla es noble y benéfico para el país. Y es una amenaza para los intereses de la clase gobernante en los Estados Unidos. No abundaré más en el primer punto, centraré mi análisis en los riesgos que corre Usted por ser incómodo y amenazante de aquel lado de la frontera. Para interpretar correctamente la amenaza que se cierne sobre Usted es necesario contextualizarla brevemente. 160

En América Latina el arribo al poder de gobiernos progresistas ha provocado una alerta general en los Estados Unidos. El creciente radicalismo de los gobiernos de Néstor Kichner (Argentina), Hugo Chávez (Venezuela), Lula (Brasil), Nicanor Duarte (Paraguay) y tras las elecciones de Noviembre, Tabaré Vázquez (Uruguay) ha despertado los ánimos reaccionarios al norte del río Bravo. Si a los gobiernos ya en funciones (salvo Uruguay por el momento) se agrega la inestabilidad y el potencial de explosión social -todavía vigente- que le costó la presidencia a Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia (Octubre, 2003), a Jamil Mahuad en Ecuador (Enero, 2000), a una serie de presidentes en Argentina antes de Kirchner (2002-2003) y muy probablemente a Alejandro Toledo en Perú y nuevamente a Lucio Gutiérrez en Ecuador en el futuro cercano, es fácil darse una idea de la agresividad con la que tratarán de contener los Estados Unidos la aparición de nuevos sucesos como estos. Si a este cuadro se agrega el conflicto colombiano (más allá de las efímeras pláticas de paz que tienen lugar en estos momentos entre el gobierno de Uribe y el ELN) y la permanencia en el poder del gobierno revolucionario de Fidel Castro en Cuba, lo que tenemos es un compuesto tremendamente explosivo y tremendamente estratégico para todas las partes. Andrés Manuel, tome Usted un mapa y revíselo a la luz de los datos anteriores. Suponer que México, estando donde está y siendo el país lo que es, no tiene vela en este entierro es una inocencia o una estupidez. Los Estados Unidos ya han reaccionado: toda su política latinoamericana se encuentra orientada a contener la marejada que inició con Cuba en 1959 y que tuvo una de sus batallas más importantes con el referéndum venezolano del 15 de agosto pasado. Su estrategia es multidimensional. El ejemplo más acabado es Venezuela. En Venezuela se han orquestado tres intentonas golpistas con diferentes grados de éxito (la más grave fue la de abril del 2002, no debemos olvidar que sólo los gobiernos de Estados Unidos y España reconocieron al gobierno usurpador). Por triangulación, Estados Unidos también utilizó a España para agudizar los 161 enfrentamientos fronterizos entre Venezuela y Colombia con el objeto de abrir la posibilidad de una intervención armada contra el gobierno de Caracas. ¿Cómo? Mediante la excusa de la modernización militar para cumplir con los estándares de la OTAN, la España de Aznar vendió armamento pesado (particularmente vehículos blindados) a Colombia en fechas recientes. Una acción como esta desestabilizó militarmente toda la zona al despertar el peligro de una carrera armamentista en la región. Al diferendo militar se agregan tensiones fronterizas inducidas desde Colombia por orden de los Estados Unidos: las cada vez más frecuentes incursiones de unidades paramilitares colombianas pertenecientes a las Autodefensas Unidas de Colombia (a la orden de Salvatore Mancuso) en territorio venezolano han incrementado las posibilidades de choques armados entre las fuerzas armadas venezolanas y dichas fuerzas paramilitares. Las crisis políticas en Venezuela contra el presidente Chávez se suceden una tras otra. Si no es por corrupción, las acusaciones contra el mandatario son por proteger al terrorismo o por apoyar a las FARC y al ELN. Los argumentos son interminables y difíciles de probar. Aunque por el momento la dimensión es diferente, me atrevo a opinar que lo mismo le están haciendo a Usted. Pero la estrategia latinoamericana del Departamento de Estado no se limita a Venezuela. En lo que se refiere a Brasil, Paraguay y Argentina, Estados Unidos ha insistido en la necesidad de intervenir militarmente en la región conocida como “la triple frontera” para “combatir a terroristas y narcotraficantes que ahí se reúnen”. Quiero decirle que he seguido de cerca la evolución de este asunto y no he encontrado pruebas dignas de atención sobre la supuesta presencia terrorista en la zona. Sobre el mapa, geopolíticamente Usted podrá distinguir dos engranajes: uno occidental y otro oriental. El engranaje occidental lo conforman Colombia, Ecuador, Perú y Chile. El engranaje oriental lo conforman Venezuela, Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Cuba. Los gobiernos del engranaje occidental son todos impopulares y proclives a Washington, en tanto que los del engranaje oriental son todos (salvo Uruguay hasta noviembre) progresistas. Bolivia en este escenario se 162 presenta como el punto más álgido, se encuentra entre los dos bloques, tiene gas, descontento social y un presidente con popularidad decreciente. Probablemente se presenten nuevos brotes de violencia pues los Estados Unidos no están dispuestos a perder este país también. Todos estos son hechos, suponer que son aislados es una inocencia. Todo esto está documentado al detalle. Brevemente le he presentado una radiografía geopolítica de América Latina. El potencial es tremendo: con datos del 2002 tan solo entre los 6 países progresistas que he señalado líneas arriba congregan a 237 millones de habitantes en 12.9 millones de km2. La deuda externa de los seis países en su conjunto es de 442.9 mil millones de dólares. Para darle a Usted una idea de estos números quiero decirle que Estados Unidos tiene 280 millones de habitantes en 9.5 millones de km2 y tiene una deuda de 862 mil millones de dólares. Considerando que los números de Estados Unidos han empeorado en el último año y medio (la deuda externa actual ronda los 1.4 millones de millones de dólares), el poder de negociación en conjunto es formidable. Estamos hablando de Argentina que es una potencia cárnica (alimentaria), Venezuela como potencia energética, Cuba como potencia biotecnológica, etc. ¿Qué ocurriría si México se uniera a este grupo de países? La respuesta es obvia. Por esto es que en Estados Unidos se le detesta Andrés Manuel. Bolivia es importante y por su control –ojalá me equivoque- habrán nuevos baños de sangre en el futuro cercano. Si esto es Bolivia, ahora imagine lo que significa México sin perder de vista el momento político continental y las características geopolíticas de la relación México-Estados Unidos. Andrés Manuel, no quiero ser alarmista pero si en el corto plazo no consiguen reducirle drásticamente los índices de popularidad mediante la invención de escándalos, lo van a tratar de matar. Como le decía al principio de esta carta, sobre política nacional Usted está más enterado que yo, y no me queda la menor duda de la veracidad de sus afirmaciones respecto a que Carlos Salinas de Gortari, Federico Döring y Diego Fernández de Ceballos entre otros se cuentan entre los operadores del 163 complot en su contra. Creo yo que son eso, operadores, no creo que sean ellos los autores del proyecto desestabilizador, funcionan como criados, pero estoy seguro que las órdenes provienen de los Estados Unidos. Allá está la cabeza aunque aquí están las manos. Dado el contexto latinoamericano es muy importante que no pierda esto de vista, recuerde que un conjunto de árboles hacen un bosque. Usted puede cortarle las manos a los Estados Unidos (de hecho lo ha conseguido con algún éxito) pero nuevas manos crecerán, después de todo tienen el dinero para hacerlas crecer. Con preocupación y con la ayuda de fuentes muy bien informadas he dado seguimiento a algunos sucesos de la política nacional de los que no creo que se encuentre Usted al pendiente y que considero muy importante hacer de su conocimiento. Además de las estrategias que están adoptando los Estados Unidos para contener y revertir el giro a la izquierda del continente, se ha diseñado ya un plan para golpear en el eslabón más débil: Cuba. La crisis y posterior invasión a Haití de hace unos meses respondió a la necesidad de abrir un nuevo flanco de ataque contra La Habana en el dado caso de una agresión militar contra la mayor de las Antillas. Es en este contexto en el que debe ser decodificada la ruptura de relaciones México-Cuba. Reventando el nexo binacional entre nuestros países (y por el significado que tienen en el contexto latinoamericano) al aislamiento diplomático habría seguido una avanzada política para culminar en una intervención militar como estrategia electoral antes de las elecciones de noviembre en los Estados Unidos. Coyunturalmente el plan se ha retardado, pero no ha sido frenado. Aquí es donde México en general y Usted en lo particular adquieren una importancia capital. Ante la dificultad de operar con mayor libertad en nuestro territorio (por la atención que despiertan sus movimientos en la opinión pública), los Estados Unidos están haciendo uso de Israel y su Embajada para avanzar la agenda en contra de Usted de la misma forma en que se utilizó a España y Colombia para socavar al gobierno del Presidente Chávez. Así pues, la campaña para aniquilar su carrera política es también

164 multidimensional. Trasciende el ámbito nacional. No podría ser de otra forma. Israel, como país, es aliado de los Estados Unidos por interés y enemigo de Cuba por contagio. A pocos en nuestro país (casi a nadie de hecho) les interesa lo que hace Israel en México, así pues, las acciones de su Embajada pasan desapercibidas. Es mi hipótesis que fue con la firma del Tratado de Libre Comercio entre México e Israel que Tel Aviv comenzó a utilizar sus instalaciones en México como caja de resonancia de la agenda latinoamericana estadounidense. En julio del 2000 entró en vigor dicho Tratado, su utilidad comercial para nuestro país es prácticamente nula y sin embargo sirvió para afianzar nexos binacionales entre ambos países –para beneplácito estadounidense- a la vez que decrecía nuestra cercanía política y comercial con decenas de países árabes (que en todo caso podrían haber sido mejores y más grandes socios comerciales). El TLC México-Israel respondió más a intereses políticos que económicos. El 10 de octubre del 2001, a poco más de un año de la entrada en vigor del TLC México-Israel se detuvo a Saer Ben Svi (27 años, israelí) y a Salvador Gersson Smeck (34 años, israelí naturalizado mexicano), este último ex coronel del ejército de Israel. Ambos empleados de una “agencia de seguridad privada” fueron arrestados en la Cámara de Diputados en la Ciudad de México. Todo esto lo informó el Boletín de la Procuraduría General de República (PGR) No. 697/01 del 12 de octubre de 2001. Salvador Alarcón, entonces jefe de seguridad del congreso, confirmó que a los detenidos se les decomisaron 9 granadas, dinamita, 3 detonadores, cables eléctricos, 2 pistolas Glock automáticas (de las llamadas “armas de porcelana” con la capacidad de burlar detectores de metales) y 58 cartuchos útiles. La Lic. Adriana López (Secretaria de Prensa del Congreso), confirmó lo dicho por Alarcón. La Embajada de Israel, a través del cónsul Elías Luf trabajó de forma muy intensa con un enviado especial de Ariel Sharon para conseguir la liberación de los dos detenidos. Con este fin, ambos se reunieron con el entonces canciller Jorge G. Castañeda y con el Procurador General de la República Rafael Macedo de la Concha. Uno de 165 los detenidos fue liberado casi de inmediato tras el pago de una fianza y el otro, aunque fue internado en el Reclusorio Oriente, fue puesto en libertad más tarde sin mayores explicaciones. Pese a que en sí mismos los hechos son muy graves es importante notar que: 1) Todo esto ocurrió a menos de 4 semanas de los atentados del 11 de septiembre, y 2) que la cobertura noticiosa de este hecho fue silenciada casi de inmediato, al grado de que la mayoría de los mexicanos ni siquiera se enteró de tan grave suceso. Es mi hipótesis que la intención de ambos era perpetrar un atentado en el congreso que orillara al gobierno mexicano a apoyar sin reservas la guerra contra el terrorismo de George W. Bush (hay que recordar que en esas fechas en México se había condenado los ataques en Washington y Nueva York pero se había negado a endosar incondicionalmente la política guerrerista de los Estados Unidos). Pero esto no es todo lo que ha hecho Israel desde entonces. En junio de 2003 el entonces embajador de Israel en nuestro país, Joseph Amihud firmó un “Convenio agrícola” con el Secretario de Desarrollo Rural de Chiapas, David Corzo Castillejos. El Convenio preveía el envío de “especialistas israelíes” a la zona. En 2003 el actual embajador de Israel, David Dadonn, firmó un nuevo convenio también “agrícola” con el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía. Personalmente guardo serias dudas respecto de las credenciales agrícolas de los especialistas enviados desde Israel a Chiapas. El estado del sureste es una de las zonas más fértiles y selváticas del mundo mientras que Israel es un desierto, de tal suerte que es difícil imaginar qué tipo de asistencia técnica agrícola se podrían dar el uno al otro. Amén de que no existen pruebas fehacientes –en términos agrícolas- de los resultados de dichos convenios, hay que recordar que además Chiapas es no solo una de las regiones más conflictivas de nuestra geografía, sino también la de mayor importancia geopolítica y estratégica. Andrés Manuel, debe prestar Usted mucha atención al embajador David Dadonn. El actual Embajador de Israel en México no es un diplomático cualquiera. Antes de presentar sus cartas credenciales en diciembre del 2003, Dadonn se desempeñaba como el tercer embajador de Israel en Jordania 166 desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países en 1994. De los países árabes, Jordania es uno de los pocos (junto con Egipto) que han aceptado un acercamiento de este nivel con Israel, dato sumamente importante pues da cuenta de la importancia que tiene la embajada en Amman para el gobierno de Ariel Sharon. Hay que recordar que la legación israelí en Jordania es una de las más peligrosas y codiciadas en el servicio exterior de ese país. Para comprender el por qué Dadonn fue comisionado en México después de haber estado en Jordania es necesario considerar un elemento clave: Para la política exterior mexicana la Embajada en Israel tiene una importancia francamente marginal. Esto contrasta con el hecho de que para Israel su representación en México –tan sólo por el nivel del diplomático que la tiene a su cargo- equivale en importancia a su relación con Jordania. Recuerde Usted que en diplomacia la forma también es fondo. A modo de ejemplo hay que pensar en Brasil. Además de las disputas comerciales México-Brasil, uno de los descontentos más importantes que tiene la diplomacia brasileña contra nosotros es el hecho de que Vicente Fox envió como embajadora a Cecilia Soto, una mujer sin mayores credenciales diplomáticas y que no habla ni siquiera el portugués. Diferente es la cosa con Argentina, allá se envió a Rosario Green como nuestra embajadora, quien tiene sólidas credenciales diplomáticas y gran conocimiento de las relaciones internacionales. Estas cosas no deben tomarse a la ligera, parecen veleidades pero no lo son. A donde voy es: para Israel, México es una prioridad diplomática, mientras que para México, Israel no es importante. Lo segundo es fácil de entender (más del 90% de nuestro intercambio comercial es con Estados Unidos) pero lo primero es más misterioso. ¿Por qué México es tan importante para Israel? ¿Por qué? La única respuesta que se me ocurre es que en el entendido de que el nivel de intercambio político, económico y cultural entre México e Israel es insignificante, el hecho de que Israel haya comisionado a un diplomático del más alto nivel en nuestro país sólo puede ser explicado a la luz de nuestra vecindad con los Estados Unidos, y de los intereses estadounidenses mismos. 167

Desde el arribo de Dadonn, se ha intensificado el hostigamiento y el amedrentamiento contra académicos y analistas del conflicto árabe-israelí de tendencia pro-palestina. Tengo sus nombres y testimonios. En marzo de este año, la embajada de Israel fue remodelada y reinaugurada. Oficialmente las razones para la remodelación fueron “comodidad y funcionalidad” pero más tarde el embajador Dadonn reconoció que la remodelación respondió a razones de seguridad. ¿Qué están esperando en la Embajada como para que sea necesaria una remodelación por razones de seguridad? ¿Tiene que ver con la agenda particular del embajador? Yo estoy convencido que sí. Si no me equivoco, la embajada de Israel está funcionando como catalizador del proyecto estadounidense que busca involucrar a México en una eventual invasión a Cuba. Eliminar al gobierno revolucionario de Fidel Castro garantizaría a los Estados Unidos el control pleno de los recursos petroleros de los campos en el Golfo de México y comenzaría a desarticular la creciente coordinación a la izquierda de los gobiernos progresistas en el hemisferio. Después de Haití, Cuba sería la puerta de entrada a las más de 200 pequeñas islas e islotes del Caribe que geopolíticamente abrirían un nuevo frente de agresión contra Venezuela, la otra gran potencia petrolera de América Latina. La invasión a Cuba sólo es posible con el beneplácito del gobierno mexicano. El gobierno de Vicente Fox no tendría de ninguna manera respaldo popular significativo en una tarea como esta, y sin embargo, la necesidad electoral de agredir a Cuba es apremiante para el gobierno de los Estados Unidos. Una pregunta clave en este sentido sería: Si Fox no puede garantizar el apoyo a la agenda estadounidense ¿existe la posibilidad de que se esté gestando una facción golpista en el seno del ejército o en la armada de México para establecer un régimen que sí esté en condiciones de sacar adelante el proyecto estadounidense – aunque sea de forma transitoria? Andrés Manuel, aunque suena descabellado no es imposible. Muchas cosas “imposibles” han ocurrido en los últimos meses: México rompió relaciones con Cuba, se invadió Haití, se han organizado tres intentonas golpistas contra Hugo 168

Chávez, Venezuela y Colombia estuvieron a punto de ir a la guerra y George W. Bush lanzó además dos guerras de agresión a gran escala contra Afganistán e Irak. Un golpe –aunque fuera transitorio y no estuviera destinado a perdurar- permitiría: 1) atacar a Cuba, y como consecuencia 2) revertir el ascenso de gobiernos progresistas en el hemisferio -incluyendo México por supuesto y 3) la re-elección de George W. Bush por otros cuatro años. En 1994 entre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, Chiapas y todo lo demás, el país se nos pudo haber deshecho entre los dedos. Hoy pueden tratar de tensar la cuerda nuevamente. Pueden intentar apostar a que el país resistirá su asesinato sin mayores convulsiones, o, en su defecto, un golpe militar transitorio. El discurso del general Ricardo Clemente Vega no debe echarse en saco roto. El ejército tiene muchos motivos para estar descontento: por el descrédito en el que ha caído dado su papel en el combate al narcotráfico; por la serie de acusaciones e investigaciones del fiscal Carrillo Prieto en torno a su participación en la represión de los movimientos estudiantiles y guerrilleros; por las críticas que se le han hecho respecto a su papel en Chiapas; por las crecientes demandas por violaciones a los derechos humanos al interior de sus estructuras; por la reducción de las partidas presupuestales que se les destina periódicamente; por las exigencias de transparencia al interior de sus estructuras. Si a todos estos elementos se suma el factor dinero, la creación de una facción golpista por parte de Estados Unidos, por pequeña que ésta sea, no es algo tan descabellado. Los golpistas pueden incluso no saber para quién trabajan. Su rentabilidad sería a corto plazo independientemente de los resultados en el mediano plazo (tanto del golpe en México como de la invasión a Cuba). Otro dato revelador sobre Israel, Cuba y México. En fechas recientes la Armada de México adquirió dos fragatas Alyah / Saar 4.5. La adquisición no habría tenido mayor relevancia de no haber sido por lo siguiente. Oficialmente dichas naves fueron adquiridas para prevención de actos de sabotaje y defensa en caso de ataque a instalaciones estratégicas (particularmente las de la base Ixtoc-Alfa en la sonda de 169

Campeche), sin embargo, la descripción técnica de las fragatas no se ajusta a estas necesidades. Son fragatas misileras de ataque, no de defensa y sus características técnicas no son para patrullaje costero sino para operación en mar abierto. Con dificultad México –aun con un gobierno golpista- participaría militarmente contra Cuba, el respaldo a la invasión sería más político-diplomático y de asistencia técnica. En este entendido, las fragatas funcionarían para cercar a Cuba desde el flanco del golfo y prevenir la fuga por esta zona de naves cubanas. A estas fragatas se suma la modernización general de la armada, algunos de cuyos elementos técnicos más interesantes y relevantes de acuerdo con esta carta menciono en el anexo que me he permitido incluirle. Usted se preguntará ¿por qué nada de esto es abordado por otros analistas? Y la respuesta, como es costumbre es la más sencilla: por miedo, ignorancia o complicidad. No es un misterio que académicos y periodistas reciban dinero por debajo de la mesa. Dos ejemplos son elocuentes. Rafael Fernández de Castro (catedrático del ITAM, Director de la Revista Foreign Affairs en Español y colaborador de Proceso) se le tiene en alta estima en la embajada de Estados Unidos, se le pagan viajes y se le organizan conferencias. Se le promueve dentro y fuera del país. Otro más en la misma línea pero de menor rango es el Director del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM (CISAN-UNAM) José Luis Valdés Ugalde. Nunca encontrará Usted en sus trabajos una crítica dura, seria y perseverante a los Estados Unidos pese a ser considerados como algunos de los principales especialistas del país en la materia. Lo mismo ocurre con la gran mayoría –no todos- de los que se autodenominan como “especialistas en seguridad nacional”. Entre otros Leonardo Curzio. Son especialistas de papel. No hacen investigación de campo ni averiguaciones serias sobre la materia. ¿Por qué? Porque es peligroso. Hablar seriamente sobre narcotráfico y seguridad nacional le puede costar la vida a cualquiera. Lo mismo ocurre con Estados Unidos e Israel, y más en una coyuntura como la que vivimos. Esta gente ha matado y lo sigue haciendo. No los culpo por no adentrarse tanto como podrían hacerlo. El ejemplo de Manuel Buendía es elocuente. 170

Para estos “especialistas” el análisis y la crítica llegan hasta donde el miedo lo permite, aún a costa del compromiso y la complicidad por pasividad. Y estos son apenas algunos nombres. No crea en nada de lo que le he escrito, trate de investigarlo, y si concluye que no me he equivocado, tome sus precauciones. Yo soy un politólogo y Usted un político. Usted sabrá qué hacer con la información que he tratado de proporcionarle. Como líder político y social, en su persona se encarnan los sueños de millones de mexicanos. El motivo de esta carta es contribuir a que dichos sueños se conviertan en realidad. No nos falle. Su amigo. Fernando Montiel T.

(Rebelión / Ago. 29, 2004)

171

ANEXO: Modernización de la Armada Mexicana

GENERALES: La Armada mexicana tiene 96 unidades marítimas entre ellas 13 destructores, 30 fragatas, y otras embarcaciones sin capacidad militar, además de 66 aviones y 48 helicópteros, la mayoría modelos obsoletos. Los 50,000 efectivos de la Armada representan el 30% de la milicia mexicana y son los primeros que intervendrían en caso de alguna hostilidad extranjera.

A) Base en la sonda de Campeche (Ixtoc-Alfa). Versión oficial: Para protección de 267 instalaciones petroleras. Inaugurada el 22 de dic. de 2003. Cuenta con un helicóptero MI-17, una lancha interceptora y un centro de telecomunicaciones y enlace con otras instalaciones de la armada. Ahí se encuentran estacionados 48 miembros de la infantería de marina y de fuerzas de reacción rápida. La zona es custodiada por navíos de la Armada con fragatas y patrullas oceánicas. Ahí están apostadas las fragatas compradas a Israel y ahí se localizaran también los aviones Grumman E-2. El complejo militar tuvo un costo de 36 millones de dólares.

B) Aviones Grumman E-2C Hawkeye de Alerta Temprana (3). Versión oficial: Detección de aeronaves hasta una distancia de 467 km, operaciones antinarcóticos, combate a pesca ilegal y protección de instalaciones estratégicas, patrullaje en mar territorial y zona económica exclusiva. Militarmente proveen funciones de comando, control y alerta temprana. Puede proveer también coordinación de vigilancia terrestre, ataque y control de intercepciones, guía en tareas de búsqueda, rescate y comunicaciones. Pueden dar seguimiento simultáneo, cada uno, a más de 600 objetivos y 40 intercepciones aéreas y tienen un 172

radio de combate de 1,500 kms cada uno. Pueden volar por un máximo de 6 horas consecutivas. Actualmente 39 personas se están capacitando -mecánicos, pilotos, electrónicos, electricistas y otros especialistas para operar estos dispositivos.

C) Misiles tierra-aire rusos Igla (30), para buques patrulla. Para los patrulleros oceánicos de reciente construcción (p.e. Matías Romero -P144-). Adaptación de plataformas de lanzamiento contra objetivos aéreos.

D) Posible dotación de misiles Harpoon a las fragatas US Knox Misiles antibuque para las fragatas US Knox (p.e. Mariano Abasolo -212-) como complemento a las fragatas compradas a Israel.

E) Fragatas Alyah/ Saar 4.5 (2) Version oficial: Para prevención de actos de sabotaje y defensa en caso de ataque a instalaciones estratégicas. Fragatas misileras. Existen de dos tipos: portahelicopteros y estándar. Armamento: Misiles antibuque (4 misiles harpoon -70 mm- y 5 Gabriel MK2 -20 mm-); Artillería CME Elisra; Helicóptero (Dauphine SA-366G -reconocimiento y OTHT o 1 RPV Hellstar); Capacidad Defensiva: Clase CIWS: 1 Vulkan Phalanx; Artillería A/A: 2 Ametralladoras 20 mm, 4 ametralladoras .50; Chaff: 131 tubos Beam-trap. 4 tubos LCRC. Las fragatas tienen buena capacidad de "Soft Kill" dado su gran numero de lanzadores de Chaff Beamtrap. Las fragatas no cuentan con ningún tipo de armas antiaéreas, salvo el empleo del Vulkan Phalanx en este rol y las ametralladoras de 20 mm y .50 (esta es una de sus vulnerabilidades). Tampoco cuenta con sensores, alarmas o defensas submarinas. Es posible hacer modificaciones (sin portar helicóptero pero instalando en su potencia ofensiva 8 misiles antibuque Harpoon y 6 misiles Gabriel, artillería 1 Oto Melara 76/62 mm -85 TPM, 16 km- y en su capacidad ofensiva 141 Lanzaderas Beamtrap y 8 173

lanzadores LCRC), entonces puede desarrollar una gran capacidad "Hard Kill" antimisiles y antiaérea. La Saar 4.5 modificada poseería entonces dos sistemas "Hard Kill" autónomos, combinando misiles y artillería antimisiles. Estas lanchas han sido diseñadas para enfrentarse con éxito con otras unidades de superficie y también para sobrevivir en escenarios de gran amenaza de misiles antibuque. Dadas sus capacidades de "Soft" y "Hard Kill", la única forma de neutralizar a una de estas unidades es mediante un ataque de una salva del orden de 2 a 4 misiles antibuque convergiendo simultáneamente desde diferentes demarcaciones. Y aun en este escenario es posible que la Saar 4.5 sobreviva. No se puede catalogar a estas fragatas como "fuerzas costeras" pues su autonomía y distancias franqueables - sin considerar la posibilidad de un eventual reabastecimiento en el mar- les otorgan gran flexibilidad para su empleo a considerables distancias de sus bases de operaciones. Fue diseñada para tareas ofensivas.

F) Helicópteros (6 pero pueden ser 8) Eurocopter AS 565 Panther. Versión oficial: Vigilancia costera y patrullaje marítimo. Puede transportar a 10 comandos o a 4 pacientes y un médico, hay dos versiones para la marina: 565MB (desarmado) y el 565SB (armado). Si fue comprado con fines antiterroristas entonces tiene que ser armado, y el armamento que puede cargar es: Cañones Giat M621 de 20 mm, Matra Ministral AAM?s, misiles HOT AT, cohetes de 68 y 70 mm., AS. 15TT ASMs y torpedos ASW. Puede ser utilizado para tareas de reconocimiento y ataque.

G) Se compraron dos cañones Mk3 de 57 mm. de nueva generación para los Destructores Sonora y Durango que están en el pacifico y el Golfo. Pueden fijar blancos en movimiento a una distancia de 15 kms en superficie y aéreos. También se van a comprar cañones de 76 mm. para los buques. 174

Elecciones en México… (I) El Día Después

Niebla

La atención total está centrada en un punto, en un momento, en un elemento. Del segundo siguiente nadie tiene certeza alguna. Imágenes difusas aparecen, consecuencias naturales todas, de ideas igualmente confusas, inacabadas, etéreas. Los miedos y las esperanzas de todos, en uno u otro sentido son el material con el que se construyen estos futuros tan inciertos. ¿Qué punto es ese? ¿De qué momento estamos hablando? ¿Cuál es tan misterioso elemento? La resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), árbitro último de la contienda en la que nuevamente, tras el sueño de 1988 y el respiro de 1994 y 1997, el corazón de la izquierda volvió a latir en Tenochtitlán, centro del antiguo Imperio Azteca. ¿Imágenes difusas? ¿De qué? De lágrimas de alegría, de rabia contenida, de miedo, de incertidumbre, de inestabilidad... ¿de violencia? ¿Y las ideas de donde emanan esas imágenes? Son pocas y obscuras la mayoría de ellas. Nadie sabe nada. Lo que va a ocurrir después del momento cumbre que tiene en vilo el alma de millones es algo que pareciera estar fuera de toda racionalización. Saltan posiciones maniqueas, infantiles, que blanden argumentos de victoria y revancha, de venganza, derrota y triunfalismo. La explosión del momento mismo en que se dé a conocer la decisión es tan brillante que ciega respecto a lo que

175 ocurrirá después. ¿Hay un día después? La pregunta flota en el aire y busca el consuelo de su respuesta. La visión política de las élites y las masas en México parecen estar concentradas tan solo en un factor: qué va a decir y a decidir el TEPJF. ¿Felipe Calderón? ¿Apertura de urnas? ¿Nulidad del proceso? Como ya muchos han señalado, independientemente del resultado habrá inconformidad... ¿violencia? “Ingobernabilidad” es el pulcro término que prefieren políticos, politólogos y comentaristas. Violencia e ingobernabilidad no son sinónimos, cierto, pero son primos cercanos... tal vez demasiado cercanos. Inconsolable, la pregunta ahora como un ruego exige una respuesta: ¿Hay un día después? “Sí” o “No” denotarían rigidez intelectual. “Tal vez” sería una señal de pereza y mediocridad. “No lo sé” lo sería de incapacidad. ¿Son todas las opciones? Dicen que sólo un filósofo o un tonto responderían a una pregunta con otra pregunta. El criterio de identidad es, naturalmente, la pertinencia y sensatez de la pregunta-respuesta. ¿Profundiza o esquiva el problema? ¿Invita a la reflexión o a la respuesta mecánica?, ¿es útil o inútil para los fines que se persiguen? Una pregunta- respuesta del tipo “¿Cómo sería ese día después?” arroja luces de esperanza. La madeja se empieza a desenredar. Salimos de la niebla y encauzamos la reflexión. Políticos-filósofos o filósofos- políticos. No importa el autor. La pregunta nos permite dos certezas: los tontos son incapaces de ver las consecuencias de sus actos más allá del día en que viven; y es posible hacer algo para tener el futuro deseado, útil, profundizando en el problema, reflexionando, con pertinencia y sensatez y evitando la rigidez, la pereza, la incapacidad y la mediocridad.

Noche

Que si hay un día después no queda duda ya. La pregunta, gracias a su respuesta, evoluciona, se transforma, se replantea: ¿Es un día que nos gustaría vivir?. Pocas cosas nuevas pueden argumentarse en tres sentidos muy concretos: el triunfo de Felipe Calderón del Partido Acción Nacional (PAN) sería el infierno para los 176 simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en particular y de la “Coalición por el Bien de Todos” en General. En efecto espejo, la decisión del TEPJF de abrir las urnas para contar voto por voto y casilla por casilla como exigen López Obrador y sus simpatizantes sería el caldero en el que herviría la tríada PAN- candidato-simpatizantes. Son escenarios apocalípticos en uno u otro sentido. Concentrados como están en el momento en que el TEPJF dé su veredicto, poca energía se ha utilizado en cualquiera de los dos bandos en pugna para explorar sus posibilidades reales de éxito como gobierno. “Ten cuidado con lo que deseas porque lo puedes conseguir” es lo que sugiere la sabiduría popular. ¿De verdad sabrán en lo que se meten Calderón, López Obrador o sus simpatizantes al buscar “ganar” bajo las condiciones actuales? ¿Será posible que no se les haya ocurrido que el momento del triunfo y la euforia pueden no alcanzar para mantener en el poder al nuevo presidente los seis años que dura su gestión? ¿Qué de verdad es tan difícil ver que el país les va a explotar con estos márgenes de “legitimidad”? ¿Son ciegos? ¿tontos? ¿perversos? Confirmar el “triunfo” de Calderón o recontar los votos y declarar ganador a López Obrador tendría un resultado simétrico: Catorce millones de votantes en la izquierda esperarían el llamado a la resistencia civil en el primer caso y catorce millones de votantes en la derecha esperarían lo mismo con el triunfo de López Obrador. No importa de dónde sea la resistencia. Ni uno solo de los dos grupos está capacitado en acciones de resistencia civil pacífica (una cosa es marchar pacíficamente y otra resistirse pacíficamente que va mucho más allá). No se les puede culpar, legítimamente, a nivel de masas, los simpatizantes de ambos bandos tienen la certeza de haber triunfado. En uno u otro sentido, el triunfo de alguno de los dos provocaría en el contrario sensaciones de engaño, frustración, furia. Pacífica sin duda puede ser la voluntad de resistirse pero: ¿saben de verdad hacerlo? ¿conocen las condiciones del éxito de la resistencia no-violenta? ¿de verdad las conocen o sólo creen conocerlas? Soplarían vientos de ingobernabilidad, la falta de pericia y la prisa pueden conducir el proceso a espirales de las 177 que después puede ser difícil salir o controlar. Basta una chispa... ¿de violencia? Son los dos peores escenarios. El triunfo inmediato y a rajatabla de alguno de los dos contendientes sería interpretado como una declaración de guerra. El triunfalismo de los unos lastimaría como sal en las heridas de los otros. El dolor sería intenso pues no es lo mismo ser derrotado desde el principio, que sentir que se ganó y que luego el triunfo les fue arrebatado. Nuevamente, ambos grupos sienten, creen, legítimamente que el triunfo les pertenece. Andan como desollados diría Octavio Paz. Una tercera opción, que suena mucho y fuerte, no es necesariamente mejor: nulificación del proceso electoral. Por irregularidades, por incapacidad para definir un ganador, por “conveniencia” política, por desesperación... por la razón que sea. El mensaje sería contundente: El Instituto Federal Electoral (IFE) fue incompetente para conducir unas elecciones medianamente aceptables. Es descalificado. Los votos por uno u otro partido, por uno u otro contendiente fueron inútiles al no conseguir un posicionamiento claro de su opción: son descalificados con sus candidatos, partidos y coaliciones. El dinero utilizado para publicidad en medios de comunicación, recursos humanos y materiales sirvió solamente para engordar las arcas de unos cuantos. No prestó el más mínimo servicio a la sociedad, al proceso o a la democracia. Un desperdicio. Nadie gana. Todos pierden todo menos los señores del dinero. Y al final, solamente queda el hartazgo, el asco, el fastidio, el cansancio y la incertidumbre. Estamos en el principio pero varios escalones más abajo, al borde del precipicio... ¿cerca de la violencia? ¿Apertura parcial de urnas? Un placebo ¿o nocebo? No haría más que retrasar lo inevitable dejando medianamente descontentos a los dos contendientes. Es una suerte de compromiso en el que lo único que compartirían las partes sería la insatisfacción compartida por una decisión tibia sobre el presente y que no promete nada en el futuro. Como sea, algún resultado tendría que arrojar el recuento de los votos y entonces regresaríamos ahí en donde vive Cancerbero, en la entrada del infierno, una vuelta a las tres disyuntivas sobre la mesa. Esta 178 opción no es más que una evasiva que endosa la tensión al día de mañana... otra vez: ¿es un día que nos gustaría vivir? La tensión acumulada estallaría una vez que acorralado, el Tribunal se decida por uno de los caminos bosquejados. ¿La falta de creatividad conduce a la violencia? Tal vez no siempre, pero esta puede ser una excepción. Es como caminar de noche, entre la niebla y al borde de un risco.

¿Día?

Se necesita una brújula. Eduardo Galeano lo sintetiza poéticamente: para eso sirven las utopías, para caminar. ¿Una brújula como utopía? Puede ser. ¿Cuál es la luz que podría orientar nuestros pasos, para cruzar la niebla, a través de la noche y hacia el amanecer político-electoral salvando el risco y su violencia intrínseca? Propuestas. Una, dos o tres. Todos estamos en el mismo lugar, cada quien puede tener una brújula que le conduzca, más o menos en la misma dirección. Convergencia por sensatez. Si los hechos son inéditos, los conflictos lo son también, e iguales deberían ser las soluciones. Creatividad es la clave, mucha o poca, no importa, creatividad con los dos pies en la tierra. El Tribunal Electoral podría declarar un empate técnico. Los votantes de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador sentirían que sus votos han servido de algo: no fueron descalificados a rajatabla como ocurriría en un proceso de anulación y habrían conseguido un pase a un segundo momento. Están en la batalla, el esfuerzo tuvo su recompensa. Pero, ¿un segundo momento? Sí. La brújula indicaría que el segundo tramo del camino consiste en una nueva elección: la primera segunda vuelta en la historia de México. Inédito el problema, inédita la solución. ¿Que no existe la figura en el Código Electoral? Se puede crear, no estamos hablando de los diez mandamientos de Moisés escritos por Dios sino de una ley humana, derivada, que puede ser modificada. El momento se puede negociar. ¿Un año? ¿Dos? ¿Seis meses? ¿Es difícil? Corto y ancho es el camino al infierno. ¿Que costaría mucho? ¿Cuánto vale la estabilidad del país y su gobierno? ¿Mientras tanto? ¿Un 179 interinato? ¿Por qué no? ¿Es esto peor que alguna de las cuatro alternativas reseñadas? La alternativas que vendrían con una segunda vuelta no son pocas ni desdeñables: los partidos tendrían la oportunidad de allegarse de la legitimidad que endosarían los votantes de las fuerzas políticas que fueron eliminadas en la primera ronda; el IFE conseguiría la oportunidad de re-legitimar su actuación convocando a una observación electoral nacional e internacional masiva, antes, durante y después en todos los aspectos técnicos del proceso, para garantizar, ahora sí, la transparencia y la certidumbre; el gobierno ganaría la oportunidad de articular incipientemente, en los hechos, lo que sería el comienzo de una reforma electoral profunda. Pero lo más importante: la sociedad podría aprovechar el periodo inter-electoral para tejer diálogos horizontales y verticales. ¿Por qué diálogos? Porque el fantasma de la violencia solamente desaparecerá con el crecimiento del diálogo y la despolarización, en todos los niveles, entre la mayor cantidad de actores posibles. Hoy los diálogos son solamente verticales y horizontalmente lo único que se tiene son monólogos. Diálogos de sordos. La visión es limitada al momento de la decisión del TEPJF; sobre lo que vendrá después no hay nada. Junto con el empate, el interinato y la segunda vuelta se podrían tejer mesas ciudadanas de discusión, debate y consenso con participantes de diferentes fuerzas políticas, organizadas por institutos políticos, académicos, ciudadanos y religiosos entre otros, que pueden contribuir a desescalar el conflicto. Hoy este diálogo es casi nulo; y así, la reconciliación casi imposible. ¿Los temas? gobernabilidad democrática, optimización de campañas electorales, desarrollo de plataformas heterodoxas de gobierno, continuidad política más allá de las banderas políticas (políticas de Estado), reconciliación política y colaboración inter- partidista, el papel de los medios de comunicación en las contiendas electorales, leyes respectivas, etc. Habrá un país el día después –o al menos se da por sentado que esa es la voluntad de la mayoría de los mexicanos-, cómo será ese país es algo que todavía podemos definir. Dicen por ahí ¿cuándo construyó Noé el Arca? Antes del diluvio, no 180 durante, no después. No todo lo que hay es lo que vemos en la niebla –la niebla misma-, de la noche solamente se puede salir caminando, la pasividad haría la noche eterna y pasos equivocado nos podrían llevar al risco. Recordemos: ancho y corto es el camino al infierno. ¿Salidas fáciles merecen tal nombre? Creatividad es la brújula que utilizamos para caminar, y podemos caminar en la noche con una, dos o tres, brújulas; cada una nos puede llevar a caminos diferentes, pero no importa, siempre que al final la meta sea la que todos desean: un amanecer. (Rebelión / Jul. 26, 2006)

181

Elecciones en México… (II) El Canto de las Sirenas y sus Alternativas

A rio revuelto...

La ceguera del triunfo conduce al abismo. “Ganar” en el México posterior a las elecciones presidenciales ya no es una posibilidad sino un mandato, de la historia, de la justicia, de quien sea. Se preparan movilizaciones y el rumor de violencia comienza a circular. La polarización se hace presente. ¿Quién podría estar interesado en fomentar los estallidos violentos que ya se han comenzado a detectar? ¿El Partido de la Revolución Democrática (PRD) y sus seguidores? ¿El Partido Acción Nacional y sus simpatizantes? ¿El gobierno? Todos dicen querer la paz social. “Nuestra lucha es no-violenta” dicen unos a quienes los otros responden “La fuerza de nosotros, los pacíficos prevalecerá”. Paz por aquí y paz por allá. El discurso se consume irreflexivamente cual dogma de fe por los partidarios de uno y otro. Y es entonces que la realidad explota en la cara: ¿Por qué se agredió al panista Felipe Calderón? ¿Por qué en respuesta se despedazaron unos carteles que favorecían a López Obrador? ¿Por qué la golpiza de un grupo de perredistas en Monterrey al norte del país? La respuesta puede venir de la política internacional. ¿Quién es el mejor amigo de George W. Bush? Osama bin Laden naturalmente. Uno justifica al otro, o al menos eso es lo que cree Noam Chomsky y con él algunas de las voces más lúcidas del planeta. Entonces ¿quién podría estar interesado en fomentar los estallidos violentos entre los militantes de uno y otro partido? Los nombres los desconocemos, pero conocemos 182 su perfil: Son dogmáticos, oportunistas, poco solidarios, mezquinos, crueles y –considerando que Bush es clínicamente un retrasado mental- estúpidos. Esta es solamente la punta del iceberg.

Ulises y las Sirenas

Pero entonces ¿quién fomenta esta violencia? Los nombres brincan como conejos, y es normal porque siempre es más fácil acusar que proponer. Los unos dicen “Es el Estado que favorece al candidato oficial, son ellos los provocadores, nosotros somos las víctimas: ya nos han robado la elección en el pasado y lo quieren hacer una vez más. Ahora no lo vamos a permitir” en la explicación está el reto que la contraparte entiende como amenaza. La respuesta no se hace esperar “Es el PRD y sus militantes, siempre han sido violentos, ahora sólo repiten lo que saben hacer muy bien: desestabilizar. Como Ulises, la sociedad en su conjunto corre el riesgo de sucumbir al canto de estas sirenas del desastre; y como Ulises, esta misma sociedad debe hacer lo posible por amarrarse al mástil de este barco que se llama México para no naufragar siguiendo estos cantos. Y es que eslóganes propagandísticos de esta naturaleza tienen probada efectividad en despertar el temor, el odio, y con base en estos dos, la acción violenta. Nuevamente, ¿quién gana con todo esto? Podemos especular, solamente tenemos la certeza de quién pierde: Todos los mexicanos sin distingo alguno. “No es tiempo de mediación” ha dicho un perredista. “El diálogo es inútil” han respondido los panistas. “No es tiempo de diálogo, es tiempo de afianzar posiciones” profundizó un personaje que fue miembro del PRI, del PAN y que ahora ganó un escaño en el senado por el PRD. En su conjunto parecería ser que hay un común denominador que une a los extremos de una y otra de estas banderas: Conviene polarizar. En eso parecería que existe un acuerdo implícito. ¿De verdad serán tan incapaces de algo más constructivo y más político (en el sentido que le daba Hannah Arendt al quehacer político)? ¿Y los que pierden? Solamente tienen la culpa de la irreflexión. Con el pecho hinchado y a todo pulmón esgrimen 183 consignas a favor y en contra en ambos lados de la barda. Su corazón es azul o amarillo. Ambos sienten la injusticia potencial de la que pueden ser objeto una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emita su fallo. “Estamos haciendo patria, estamos defendiendo la democracia” es el pensamiento que alienta sus acciones y que también se teje como común denominador entre ambos grupos. La meta es buena ¿también el camino? Irreflexión es la palabra clave. ¿Por qué el mexicano, que siempre se ha quejado de las promesas incumplidas, de la corrupción partidista, del acarreo y de los discursos vacíos hoy se moviliza creyendo a pie juntillas todo lo que sus “líderes” dicen? ¿No ven acaso el más mínimo dejo de contradicción? ¿O es que a los “líderes políticos” en tiempos electorales comienzan a decir la verdad y es entonces cuando se les puede creer? Mientras estos se afilan las uñas y los dientes para lo que creen que va a venir (y que con seguridad sólo unos pocos quieren) aquellos escupen palabras sin tener la más mínima idea de lo que pueden provocar. ¿Solamente tienen la culpa de irreflexivos? ¿Peccatta minuta?

El arte de la guerra

El argumento no es en contra de tomar partido, sino a favor de tomar el partido correcto. “Son dos proyectos irreconciliables” es el contra-argumento inmediato. Puede tener un dejo de validez, en la superficie. Y es que lo que importa de fondo en este momento no debería ser el resultado (“Ganar” / “Perder”) sino el proceso. El partido que se debe tomar es el de la no- violencia. “Idealismo ingenuo” viene con velocidad a la mente de aquellos que por falta de conocimiento minimizan el poderío que tenía el Imperio Británico cuando Gandhi consiguió la independencia de la india. Idealista ingenuo pues, no es el que pone esta idea sobre la mesa, sino el que la rechaza sin fundamento histórico, incluso táctico-militar. La historia parece demostrar que los instrumentos de combate de Gandhi y Sun Tzu eran mucho más efectivos en lo político y militar que los de Maquiavelo y Karl von Clausewitz respectivamente. Si los 184 generales que se disputan la presidencia con baterías de artillería verbal, legal y legaloide tuvieran el más mínimo conocimiento de la historia militar sabrían que la no-violencia resulta mucho más efectiva que la “guerra total” en la que se embarcan cada día más, llevándose a la sociedad y al país entre las patas. ¿No violencia? ¿Resistencia pacífica? ¿Saben de lo que hablan? ¿Saben hacerla? ¿Conocen sus condiciones de efectividad? Lo dudo mucho. Para muestra basta un botón: Una precondición de la resistencia no-violenta es procurar evitar el distanciamiento entre las partes, y éstos se alejan tanto uno del otro como Dios del Diablo. Son buenos para la tarea infantil de la “generación de la imagen del enemigo” pero inútiles en la más elaborada y útil tarea de generar alternativas, viables, mesuradas y creativas.

...ganancia de pescadores

Alguien tiene que ganar. Este es un hecho contundente. ¿Pero quién? ¿Calderón?, ¿recuento de votos?, ¿ninguno de los dos con una anulación? ¿Qué tal los dos con un empate, y al final solamente uno en una segunda vuelta pasado un breve interinato? La idea puede ser buena o mala, pero hay que discutirla antes de calificarla. Los pescadores que revuelven el río con la misma lógica criminal en la que se sustenta “Se está con nosotros o con los terroristas” (Bush), no necesariamente pueden ser quienes ganen. Otros pescadores pueden ganar con otro dicho popular: llevando agua a su molino. ¿Qué pescadores? Los moderados, los que repudian la violencia en los hechos y no solamente en los discursos. ¿Quiénes? Los que como Jasón pueden resistirse a la seducción de las sirenas de la violencia, conteniendo su propia ira y frustración sin cambiar el curso. ¿Quiénes? Aquellos que están dispuestos a anteponer un barco que se llama México a otros más pequeños que se llaman PRD y PAN y que no quieren que encalle. ¿Quiénes son estos? Los que ven como una tontería el decir “después de que ganemos entonces habrá paz” y que confían más, con Gandhi, en que no hay camino a la paz, sino que la paz es el camino. (Rebelión / Jul. 29, 2006)

185

186

TERCER ACTO La violencia que viene

187

Chiapas: La Violencia que Viene

Veinticinco años han pasado desde que la derecha informal (la llamada “tecnocracia”) llegó a la silla presidencial en México. Catorce han transcurrido desde que se escuchó el ¡Ya basta! de los zapatistas en el mundo. Diez más desde que ocurrió Acteal que -como bien dijo un especialista en San Cristóbal de las Casas- “Ha sido la peor matanza indígena desde la de Cholula en tiempos de Hernán Cortés”. Siete años han corrido también bajo la batuta de la derecha formal y en todo este tiempo, poco, muy poco se puede presumir como una mejora. De Chiapas hoy se sabe poco y lo que se sabe, se sabe mal. Los defensores más radicales y los opositores más férreos del zapatismo tienden a incurrir en los mismos vicios: simplificación, exageración, desconocimiento. ¿Quién fue el que dijo que los extremos siempre se tocan? Quien haya sido lo habría repetido de haber estado en Chiapas en fechas recientes. Muchos de quienes censuran la histórica explotación del indígena son explotadores en sí mismos de los mismos sujetos que dicen defender. En circuitos internacionales se les conoce como “traficantes del desarrollo”. Para ellos el sufrimiento ajeno es una industria: han aprendido a vivir de él. Buscan programas de asistencia mediante créditos internacionales de organizaciones para el desarrollo con la excusa de emprender proyectos para las comunidades indígenas… y los consiguen. ¿Y las comunidades? Normalmente siguen en las mismas. La 188 corrupción en muchas (que no en todas) las organizaciones no gubernamentales es un hecho evidente que a veces a la izquierda le cuesta reconocer. Una trabajadora de una fundación alemana lo puso con todas sus letras “Mira, un hecho que aquí todos saben pero que no se dice en voz alta es que si se resolviera “el conflicto” en Chiapas muchos se quedarían sin trabajo”. No hablaba de funcionarios de gobierno, sino de “trabajadores” para el desarrollo en ONG´s. En esta lógica, dramatizar, amedrentar, ofrecer visiones empañadas de la realidad y hablar en nombre del otro son apenas algunas de las estrategias para conservar “el empleo” de cierto sector en el área del conflicto en el sureste mexicano. ¿Cómo es esto diferente de aquellos burócratas que matan el tiempo administrando la miseria de los muchos en periodos sexenales esperando un cheque quincenal? La respuesta es sencilla: no es diferente. Los extremos pues, efectivamente se tocan. El modus vivendi adoptado por todos estos actores es funcional para la organización de viajes de turismo revolucionario para los neófitos en el tema, pero su utilidad práctica en la tarea de comenzar a eliminar las raíces de la miseria y la exclusión son limitadas, cuando no nulas. Definir al enemigo es algo sencillo: es el gobierno federal, es el ejército, es el gobierno del Estado, son las autoridades, el capitalismo, el neoliberalismo dirán algunos. No, son los comunistas, los guerrilleros, los revoltosos, los holgazanes, los pobres, los marxistas dirán los otros. Eso no tiene ningún problema: un río de palabras podría nacer entre las recriminaciones mutuas entre organizaciones no gubernamentales, instancias de gobierno en todos sus niveles y medios de comunicación, oficiales y alternativos. Mientras tanto, los otros, los sujetos del debate, siguen –y seguirán- muriendo de lo que siempre han muerto. Para toda regla existen excepciones, sin duda, y en Chiapas hay muchas de estas, en todos los grupos ¿pero son suficientes? No, no lo son –al menos, no todavía. Y es entonces que se vislumbra ya la violencia que viene. El paramilitarismo comienza a crecer una vez más. Si en el pasado fue política oficial del gobierno federal y alcanzó su punto más álgido con los 45 asesinados en Acteal, con el 189 tiempo, la denuncia, la lucha social y la indignación moral, el fenómeno paramilitar regresó gradualmente al anonimato. Hasta hace algún tiempo Máscara Roja y Paz y Justicia entre otros ya aparecían sólo como un mal sueño, como una pesadilla, pero de la que ya se había despertado, pero hoy las cosas están cambiando. El fenómeno tiene un correlato en las filas de la insurgencia. No estamos hablando de la rebeldía artística, política y poética de los zapatistas, sino de la lucha armada más tradicional, la mística político-militar con la que opera el EPR, mística de la que en su momento el zapatismo se deslindó – incluso públicamente- pero que hoy comienza a dar señas de acción y reacción. ¿Dónde están los dos desaparecidos? “Muertos” –respondió un funcionario del gobierno del Estado- “tal vez se les pasó la mano y obviamente los desaparecieron”. ¿Fue el ejército? –pregunté- “No, seguramente fue la Agencia Federal de Investigaciones o la Policía Federal Preventiva, el Ejército sabe lo que es provocar de ese modo al EPR, por eso no lo harían”. Respecto al EPR aplican con precisión las palabras que pronunciara el Subcomandante Marcos algunos años atrás: podrán cuestionar los métodos, pero no las causas. En Chiapas la polarización está creciendo, con el paramilitarismo y con el endurecimiento de las insurgencias armadas, pero no son las únicas causas. La agudización de las diferencias se agrava con el endurecimiento rampante del Estado en la esfera federal: para Felipe Calderón no hay diferencias entre organizaciones como el EZLN y el EPR o el ERPI. Para él son iguales. Como iguales son también la ARIC, la ARIC Independiente, la ORCAO y muchas otras organizaciones sociales en Chiapas con los tres grupos anteriores. Para el gobierno federal todos son opositores y todos merecen el mismo trato. Si durante Vicente Fox la apuesta fue a que el conflicto se pudriera en la selva y el monte, con Calderón la apuesta es amputar a los rebeldes del tejido social, independientemente de si se trata de guerrillas u organizaciones sociales. El impasse relativo que vivió Chiapas en los últimos años ha quedado roto con el arribo del nuevo gobierno estatal. La alineación de intereses entre ambos no permite pronósticos optimistas. 190

Una vez más, existe un efecto espejo en la sociedad. A un año del fraude electoral en todo el país existe una organización latente cuya cabeza visible es Andrés Manuel López Obrador. Los tiempos ajustan a la perfección: bicentenario de la independencia, centenario de la revolución. Andrés Manuel López Obrador como Cuauhtémoc Cárdenas lo hiciera casi veinte años atrás salvó muchas vidas al invitar a la lucha pacífica por la democracia: el combate por otros medios. Como a Cárdenas en 1988, a López Obrador en 2008 lo ha rebasado ya el movimiento: son las causas las que importan, no sus iniciadores. Amas de casa, obreros, trabajadores de cuello blanco, agricultores, burócratas, estudiantes, indígenas, empresarios (sí, empresarios) y muchos otros sienten que algo viene (y lo sienten porque no lo saben a ciencia cierta). Algo viene. ¿Violencia? Tal vez. ¿Un cambio? Sin duda. ¿Qué será? Sobre la base del mercadeo de la miseria, de la polarización militar y de la represión política, la exclusión social y el hambre siguen siendo la matriz de todas las desventuras del pasado, del presente y de las que vienen en el futuro en Chiapas. Se podría pontificar sobre lo que debe hacerse y no se ha hecho, y podemos entrar al juego de seguir señalando actos de comisión y omisión de todos contra todos, pero cada quien sabe lo que ha hecho y lo que ha dejado de hacer para que las cosas estén como estén. Hoy hablamos de años, de veinticinco, de catorce, de diez, de siete, de uno, pero el tiempo se puede detener. Puede no haber futuro si se cancela el presente. El tiempo no es ilimitado y dicen por ahí que no hay plazo que no se cumpla. En Chiapas - ¿cómo en Guerrero? ¿Oaxaca? ¿la capital?- la violencia abierta (ya no se diga la estructural y la cultural) asoma ya el hocico en el horizonte. “Va a comenzar en Ocosingo” me comentaron. No importa donde empiece, lo importante es que ya viene, algo habrá que hacer. (Rebelión / Dic. 13, 2007)

191

México: Del Autoritarismo Civil al Estado Fascista

La estrategia de seguridad adoptada por el ejecutivo federal para el combate al crimen organizado está resultando sangrienta y contraproducente. Al fundar tal estrategia en las fuerzas armadas –incluso por encima de los cuerpos de seguridad civiles- se comienzan a sentar las bases para el establecimiento de una política autoritaria que mucho debe y se parece al fascismo. En primer lugar, la politización de las fuerzas armadas viene a violentar la estabilidad estructural de las relaciones cívico-militares de la que gozó el Estado mexicano desde el fin de la revolución. Al encomendarle tareas al ejército que no le competen ni tradicional ni constitucionalmente, se comienza a crear un ambiente social similar al prevaleciente en las dictaduras o bajo estados de excepción. En segundo lugar, del punto anterior se deriva que la participación militar extendida en todas las esferas de la vida política y social invitan peligrosamente al régimen a dos acciones de corte claramente fascista: 1) suspensión de garantías individuales con la excusa del combate al “terrorismo” o al “crimen organizado” –entiéndanse como se entiendan- y 2) la invitación a conservar el poder más allá del tiempo que constitucionalmente ha sido definido, es decir: la tentación dictatorial. Un tercer elemento de riesgo lo constituye la creación de grupos políticos al interior de las estructuras militares, con 192 intereses particulares, agendas políticas privadas y alejadas de la institucionalidad tradicional y lealtad que ha caracterizado a las fuerzas armadas mexicanas –para bien o para mal- al menos durante el último medio siglo. Núcleos militares altamente politizados pueden comenzar a exigir cuotas de poder e incluso, pueden llegar a buscar disputar el poder a los civiles en el legislativo, el judicial e, incluso, en el poder ejecutivo. La tentación autoritaria del gobierno de Felipe Calderón está fuera de toda duda. El presidente ha expresado que “los crímenes de los soldados asesinados [en una emboscada] no quedarán impunes” (mayo 5, Puebla) pero ha guardado silencio respecto a los trescientos periodistas asesinados durante el gobierno de su antecesor, Vicente Fox. El presidente defiende a los que pueden defenderse, por la buena y por la mala… sin importar lo que hagan. Ahí está el caso de Zongolica. Erigiéndose como médico legista, experto forense y ministerio público Felipe Calderón sentencia la que debe ser verdad política –su verdad- que no es verdad histórica: la anciana de Zongolica murió de causa natural, dijo el primer mandatario. Con sus acciones Calderón fortalece al ejército en su eje más controvertido, el DN-II (defensa contra un enemigo interno), figura que, dicho sea de paso, debería desaparecer como exigen desde hace ya tiempo muchos grupos organizados de defensa de derechos humanos. Las tareas de seguridad pública y combate al crimen organizado no competen al ejército sino a los cuerpos de seguridad civiles. Antes que militarizar al país, Felipe Calderón debería buscar la seguridad jurídica de sus gobernados y la seguridad humana atendiendo los problemas de hambre, desempleo y migración entre otros. Este es el punto de partida y de llegada de cualquier concepto de seguridad nacional (esa de la que tanto habla el presidente y que parece no entender). Junto con las fuerzas armadas, el Instituto Federal Electoral (IFE) era una de las pocas instituciones con altos grados de credibilidad ciudadana. Desde su arribo al poder, la credibilidad del IFE sufrió un golpe mortal. Ahora, con la política de militarización rampante de la vida civil en México, se expone al ejército a la contaminación producto de la 193 delincuencia organizada y de los vicios que acusa el sistema político en sí mismo. Clientelismo, influyentismo, corrupción. La que ha seguido Calderón es una receta para el desastre en aras de una tentación autoritaria cuyo desenlace es difícil de prever. (Seudónimo: Paulino E. A. / Revista Vor / Jul-Ago, 2008).

194

México: Al Borde de… ¿Qué?

La “Guerra contra las drogas” en México es una preocupación cotidiana en el país. Sin duda se trata de una guerra, pero “contra las drogas” es algo que no es tan claro. El análisis de contexto puede ofrecer algunas pistas respecto de las dinámicas de conflicto que se encuentran detrás del baño de sangre cotidiano que ha llegado a los titulares tanto de la prensa doméstica como internacional. Algunos elementos de análisis políticos, sociales y de geografía económica son pertinentes para estos fines. Para los medios de información la “guerra contra las drogas” es una realidad muy activa en el norte del país, esto es, en la frontera entre México y los EE.UU. No se trata de la frontera interestatal más larga del mundo (tiene 3,250 km de longitud) pero es la más activa: 300 millones de cruces al año. Miles de campesinos, granjeros y trabajadores mexicanos y centroamericanos se dirigen “al norte” buscando escapar de la muerte por miseria en sus países. Los números no son muy claros, pero se estima que al menos 400 personas mueren cada año tratando de alcanzar el “Sueño Americano”. Pero esa es la realidad de los noticiarios en radio, prensa y televisión, no es una imagen falsa, aunque sin duda es una imagen incompleta. Para cualquier mexicano ordinario la llamada “guerra contra las drogas” es una dura realidad que se vive en prácticamente toda la geografía nacional: el presupuesto militar se ha disparado a más del doble en los últimos 3 años al 195 igual que los reportes de abusos a derechos humanos perpetrados por personal militar. Esta es una imagen de la herida abierta en el tejido social, pero su forma latente también se hace presente: grandes convoyes militares se pueden observar cruzando el país de norte a sur y de este a oeste. Hasta el momento, los resultados hablan por si mismos: más de 6,000 personas murieron tan solo en 2008, y algunos cálculos profesionales estiman en más de 20,000 el número de personas que han perdido la vida en un periodo de tres años (esto es, desde que Felipe Calderón llegó a la oficina). El ejército está luchando contra los barones de la droga que al mismo tiempo luchan entre sí para controlar el mercado. ¿El mercado? Sí, el mercado, el más grande del mundo con cerca de 30 millones de consumidores allá arriba, en el Norte, en los Estados Unidos. ¿Y eso qué? Bueno, aquí la convención mediática una vez más no es errada sino incompleta. Es aquí en donde las culturas y estructuras profundas se levantan. Los barones de la droga tienen algo en común entre sí y con la inmensa mayoría del personal militar en México: casi todos fueron pobres antes de transformarse en lo que son ahora, y, más importante, la mayoría de ellos siguen teniendo esta condición: el tráfico de drogas –como la carrera militar- es un modo de conseguir recursos para alimentación, vestido, vivienda y educación para la familia y para uno mismo: no todos los soldados son “Zares Antinarcóticos” y no todos los traficantes son “Barones de la Droga”. De la totalidad ¿tal vez apenas el 1% merezcan esas etiquetas? ¿Tal vez menos todavía? La milicia y los narcotraficantes –de bajo rango ambos- forman junto con los pobres en el país (cerca del 50% de la población) un triángulo hermanado por la necesidad. Ninguno de ellos es el producto de la “perversidad que yace en sus corazones y en su moral”; aquí no caben las dinámicas dicotómicas del tipo blanco-negro, lo que hay es una inmensa variedad de tonos grises que unen a soldados, traficantes y pobres en el terreno: Los Barones de la Droga pueden estar luchando contra los Zares Antidrogas por su conveniencia de políticos y empresarios ricos, pero, si es este el caso, entonces no estamos hablando de un problema de seguridad, sino de un problema socio-económico en el que el 196 contrabando de drogas y armas es sólo una consecuencia de la necesidad, del hambre, de la desesperación, del abuso y de la exclusión. En breve: una lucha de clases por otros medios. Durante la guerra civil española los republicanos tenían un eslogan “Mejor morir de pie que vivir de rodillas”. La nueva narco-versión del eslogan des-cubre algunas de las dinámicas básicas y de las lógicas detrás de la espiral de violencia y crimen no sólo en México, sino también en el resto del mal llamado “Tercer Mundo”, tanto en materia de “seguridad” –tráfico de drogas- como de movimientos socio-políticos –como el de los Zapatistas en Chiapas: “Mejor morir de un balazo que morir de hambre”. (Transcend Media Service, Mar. 13, 2009)

197

México y Estados Unidos: Las Drogas, Las Armas, El Dinero

La visión tradicional del narcotráfico es una ilusión. ¿Y cuál es esa visión? Aquella en la que se dice que en América del Sur se producen las drogas que se transportan por México y que tienen como mercado último los Estados Unidos. Sí, así era el mercado de los narcóticos hace 20, tal vez 30 años, pero no lo es más. El simplismo de tal presentación es similar a la imagen que se tiene del llamado primer mundo y tercer mundo, según la cual el tercer mundo es pobre y el primer mundo rico. Son simplismos sin sentido. Pero entonces ¿cuál es el escenario moderno del narcotráfico en México, Estados Unidos y América Latina en general? La metáfora es útil: ¿es rico el primer mundo? ¿Son ricos los Estados Unidos a los que se presenta como el ejemplo más acabado de la opulencia primermundista? La respuesta es sí y no. ¿Son ricos? Sí. ¿Todos? No: en los Estados Unidos al menos 10 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza. ¿Diez por ciento? Sí, ¿cuánto es eso? 30 millones de personas... y contando. No es la mayoría, cierto, pero tampoco son pocos. Así pues, existe un “Sur” en el “Norte” que sufre tanto como el que más, y para muestra un botón: De acuerdo con un estudio (citado en el libro Pocos prósperos, muchos descontentos (Ed. Siglo XXI, México, 1998) de Vicente Navarro –mismo que fue publicado en la revista médica más prestigiada 198 del mundo, The Lancet en la Gran Bretaña) el nivel de vida promedio de un afroamericano de clase baja en los Estados Unidos es similar al de la gente en Bangladesh que es uno de los países más miserable de entre los miserables. El mito de la riqueza del Norte pues, tiene sus bemoles. Lo mismo ocurre con las drogas. ¿Son los Estados Unidos un país de consumidores? Sí, pero no son los únicos. El problema no es de los Estados Unidos únicamente sino de toda América del Norte en su conjunto, es decir: Estados Unidos, Canadá y México. De acuerdo con el Reporte Anual 2010 de la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen Organizado (UNODC por sus siglas en inglés) la fotografía es la siguiente: Estados Unidos es el país en el continente con el mayor número de usuarios en términos absolutos; Canadá es el país con el mayor número de consumidores en términos relativos (es decir, como porcentaje de su población) y México es el país con la tasa de crecimiento más alta en usuarios de drogas. Los número y los detalles importan menos que las tendencias y las tendencias lo que indican es que el problema del consumo no es un problema “estadounidense” sino norteamericano en el sentido más amplio del término. De acuerdo con el UNODC 2010 Drug Report junto con México en América del Norte, Argentina es el punto en América del Sur con el mayor incremento en uso de drogas. Así mismo, la cantidad de mariguana que está siendo cultivada en territorio estadounidense (en lo que llaman indoor cultivation), posiciona a ese país tal vez como su principal productor a nivel internacional –incluso por encima de México, Colombia o Bolivia. Estos datos no reflejan otra cosa más que el cambio en la dinámica de las drogas: los que ayer eran sólo consumidores ahora son también productores –Estados Unidos- los que eran sólo rutas de tránsito ahora son también consumidores –México- y las regiones decidas únicamente a la producción ahora también comienzan a infectarse con el consumo –Argentina. Pero el cuadro es todavía más complejo. El flujo de narcóticos desde el llamado “Triángulo Blanco” formado por Colombia, Perú y Bolivia hacia los Estados Unidos (en algunos casos, directamente hacia Florida) a 199 través de la frontera entre México y Estados Unidos (3,250 km de longitud con un millón de cruces diarios), viene acompañado de un contra-flujo de dinero producto del tráfico de cerca de 29 mil millones de dólares y de un contra-flujo de armas. ¿Cuántas armas? De acuerdo con datos de la Procuraduría General de la República, en los 4 años de la presidencia de Felipe Calderón se le han decomisado a los cárteles del narcotráfico cerca de 80,000 armas entre armas automáticas, pistolas, rifles, escopetas, metralletas, minas, lanza-granadas y millones de cartuchos útiles. A este arsenal habría que agregar vehículos y chalecos blindados. Ochenta mil armas y treinta mil muertos son algunas de las cifras de la relación entre armas y violencia en México. ¿Y los Estados Unidos? De acuerdo con el Washington Post (Sept. 13, 2010) se han identificado en la franja fronteriza en el lado estadounidense cerca de 7,000 armerías proveedoras del narco. Aquí estamos hablando de una industria muy poderosa: 300 fábricas y uno de los lobbies más poderosos en el congreso, el de la Asociación Nacional del Rifle (RNA por sus siglas en inglés). De acuerdo con el Washington Post, al menos 62,800 de las 80 mil armas decomisadas fueron compradas en territorio estadounidense. Pero eso no es todo. Junto con los ingresos obtenidos por la venta de armamento, los Estados Unidos obtienen ganancias también por concepto del lavado de dinero de los cárteles de la droga. Según se dio a conocer en reportes de prensa en el mes de julio, diversos bancos como Wachovia – propiedad ahora de Wells Fargo- se han visto involucrados en las transacciones de narcóticos (en este caso por el lavado de 380 millones de dólares). Pese a las multas a las que se han hecho acreedores dichos bancos, el sistema judicial estadounidense no ordenó el cese de operaciones de dichas instituciones financieras y nadie fue arrestado por asociación delictuosa y/o delincuencia organizada. ¿Pero qué es lo que mantiene la maquinaria andando? El dinero sin duda, pero también la miseria. Las entrevistas de diversos sicarios arrestados en operaciones antinarcóticos revelan el grado de desesperación y pobreza: el salario promedio de un sicario al servicio del narcotráfico es de 200

8,000 pesos mexicano mensuales (alrededor de 650 USD actuales). En otras palabras, se trata de gente que, literalmente, está dispuesta a matar por 8,000 pesos. Y esta es una de las cosas que puede ofrecer el narcotráfico y con la que no puede competir el gobierno: la oferta de “empleo”. Se trata de un negocio muy sólido. La planta de donde se extrae la pasta de coca puede rendir entre cuatro y cinco cosechas por año. En el caso de Bolivia un estudio estimó, ya en 1986 que detrás de 300 exportaciones de cocaína se encontraban 220,000 agricultores, 74,000 productores de pasta, 7,400 transportadores de pasta y 1,333 refinerías, lo que se agregaba a 1.5 millones de empleados de la droga. El 1% del precio con el que se quedan representa más de 10 veces la ganancia que obtienen de la siembra de cultivos legales. De aquí que, las exportaciones bolivianas de narcóticos superaron la totalidad del PIB en 1985. Desde el entonces, el problema no ha hecho más que agravarse. En otras palabras: una de las razones del crecimiento explosivo del narcotráfico es la degradación de los sistemas económicos. El narco absorbe la demanda laboral que el mercado excluye y se trata de la industria número cuatro a nivel mundial después del comercio de petróleo y sus derivados, de autos y el turismo. De algún modo, se trata de un ciclo vicioso que se refuerza en todos y cada uno de sus eslabones. El flujo de drogas provoca una guerra de mercados; para la guerra de mercados se requieren armas que a su vez escalan la violencia en las calles. La violencia por su parte justifica medidas represivas por parte del Estado por igual en México que en Colombia y esto se refleja en incrementos exponenciales en los presupuestos destinados a la policía y las fuerzas armadas. Pero esto no trae seguridad, de hecho es la única dinámica que resulta infalible: la violencia provoca violencia y entonces el ciclo se repite: mayor represión por parte de las fuerzas del Estado, mayor violencia en respuesta por parte de aquellos que están siendo reprimidos, los narcotraficantes. ¿Pero entonces, cuál es la salida? Si de “eliminar” a los narcotraficantes se tratara, entonces se debería empezar por “eliminar” a 250 millones de pobres en América Latina de entre 201 los que el narcotráfico cosecha su fuerza de trabajo. En otras palabras: no existe una “salida” militar al problema de las drogas. Su atención de fondo debe comenzar por la atención al problema de la pobreza. De esto es muy indicativo un hecho concreto: cuando Pablo Escobar, el mayor narcotraficante que ha existido fue abatido, 20,000 personas, algunos de los más pobres de entre los pobres le acompañaron en su funeral. Él había transformado el dinero de las drogas en sangre, sí, pero también en escuelas, caminos, puentes, becas, iglesias, piso firme… Cualquier revisión histórica del proceso puede confirmar la dinámica. En los sesentas los braceros viajaron a Estados Unidos buscando un mejor nivel de vida. En los setentas muchos regresaron con la novedad de un nuevo producto con mucha demanda en Los Ángeles, Nueva York, Chicago: drogas. En los ochentas volvieron a su tierra y la demanda en el norte se convirtió en industria en el sur –fue aquí donde surgieron los grandes cárteles de la droga en Colombia (Cali y Medellín) y México. Los años noventa llegaron con un incremento en el intervencionismo estadounidense en la región y con el envío masivo de armas, tanto oficiales (para las fuerzas armadas) como no oficiales (para los cárteles). Al alba del siglo XXI, lo que vemos es un cambio en la estructura, las dinámicas y los roles desempeñados por cada uno de los actores. La globalización del tráfico de las drogas. Y ahora, ni siquiera 30,000 soldados del Ejército Mexicano y de la Armada lo pueden controlar. Mientras tanto, Hugo Chávez estuvo en CNN y declaró que durante su presidencia la pobreza venezolana había caído del 73% al 40% y que la miseria se había reducido del 23% al 5%. Analizando su política social, esto puede ser sencillamente cierto, o algo muy aproximado. Y no obstante se le acusa utilizando las gastadas fórmulas de la guerra fría “es un comunista”. Sí, tal vez lo sea, lo cierto es que Venezuela está haciendo algo para no convertirse en aquello que México ya es y de lo que Colombia no ha salido.

(Con Johan Galtung / Revista Diálogos, Oct. 2010)

202

PARTE III.

La Violencia de Todos

204

CAPÍTULO IV • AMÉRICA LATINA • (La nave va…)

PRIMER ACTO ¿América para los americanos?

205

Estados Unidos y América Latina: Radiografía Geopolítica de la Contienda

El miedo

“El arma es del tamaño del miedo” solía decir un general de la revolución mexicana. ¿Qué no son suficientes la Base de Guantánamo en Cuba, las de Roosevelt Roads y Fort Buchanans en Puerto Rico, las bases aéreas en las Colonias Holandesas de Aruba y Curazao, la de Palmerola y Soto Cano en Honduras, Manta en Ecuador, la de Valle de Huallaga en Perú, las de Comalapa en El Salvador y las estaciones de radar en Colombia y en algunos otros lugares secretos en América Latina, amén de toda una pléyade de estaciones de la CIA y todo un ejército de espías, militares, paramilitares y políticos “condescendientes”? No, no son suficientes para un León como los Estados Unidos al que en la entrada del nuevo siglo ajustan multitud de adjetivos: grande, agresivo, furioso, hambriento, herido, inflexible, a veces torpe, canceroso y desahuciado.

La efervescencia

¿Miedo los Estados Unidos? Sí, y mucho, y con justa razón. Aun mediante el reciclaje mediático-político (Iniciativa Andina), el Plan Colombia hoy por hoy es ya insuficiente para las tareas de control y dominio del patio trasero. El escenario político en los últimos tres años ha cambiado dramáticamente. La posición geopolítica estadounidense en la región ha sido trastocada en lo 206 que se suponía eran sus cimientos más sólidos: tras el caos que siguió a Menem y de la Rúa, Néstor Kirchner surgió de entre las cenizas argentinas para sorprender con cada paso. A su lado, Hugo Chávez en Venezuela y Fidel Castro en Cuba sortean y avanzan la integración que desde hace décadas espera la segunda independencia. Bolivia vivió la grandeza de expulsar a un criado de apellido Sánchez de Lozada y por algunos instantes Ecuador saboreó la misma miel dulce al derrumbar el régimen de Jamil Mahuad. Y por supuesto está en Brazil aquel que en el mote lleva el significado “El Caballero de la Esperanza”. Demasiados contenidos en muy poco tiempo. Todo pareciera ser que el “Nuevo Siglo Americano” será el de la “América, La Patria Grande” decimonónica de Simón Bolívar, engarzada con la América de José Martí –Nuestra América-, binomio que hoy destila el zumo concentrado de 500 años de sometimiento. El momento: histórico. La coyuntura: única.

Los Bloques

¿Miedo?, pero ¿por qué?, mejor aún ¿a qué? Cubierta con el manto de la integración, la efervescencia tiene amplias perspectivas geopolíticas y geoeconómicas. Si el Mercosur (Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay) como mecanismo económico es el depositario de muchos sueños, lo que Heinz Dieterich ha llamado el Bloque Regional de Poder –BRP- (Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba) como mecanismo de integración política es también real, tangible y abarcador. Actualmente, el primero tiene más importancia formal que real, mientras que el segundo es más real que formal. El primero tiene las instituciones que lo hacen más estable, el segundo tiene las acciones y aún, es más volátil. Juntos son un León en ciernes del que también se puede hacer una descripción: tiene peso, presencia, respeto y gallardía; no tiene garras para atacar pero si dientes para defenderse. Pongámosle colores al León con algunos datos de la CIA (The World Factbook 2003). ¿Cuánto pesa?, ¿cuál es su tamaño? Según la CIA el Mercosur congrega a una población de alrededor de 202 millones de personas en un territorio de poco 207 menos de 12 millones de km2, en tanto que el BRP se eleva hasta 228 millones en 12.3 millones de km2. De forma conjunta, el joven León BRP-Mercosur podría conseguir -sin derramar una gota de sangre y utilizando tan solo aquello que está a su alcance de acuerdo con el derecho internacional- un peso conjunto de 237 millones de habitantes en 12.9 millones de km2. Estados Unidos, ese decrépito y malhumorado León en retirada, con un largo historial de robos, guerras y genocidios (México, Hawai, Guantánamo, Sioux, Cheyennes, Apaches, y un largo etc.), tiene hoy 280 millones de habitantes y 9.5 millones de km2. El León del Sur pues, podría ser 30% más grande que su contraparte y apenas 18% más delgado. El camino económico es aún escarpado para ambos bloques, sin embargo, el León del Sur tiene a su favor los números y los antecedentes. Estados Unidos, el país con la deuda unitaria más abultada del mundo, tiene una deuda externa del orden de 862 mil millones de dólares, y el BRP-Mercosur en su conjunto –6 países- una de 442.9 mil millones de dólares. A diferencia de Washington, el BRP-Mercosur podría extirpar este tumor con toda la legitimidad que da el haberla pagado ya varias veces, aun sin haberla contratado de forma legal y legítima. En conjunto es prácticamente imposible que se obligue a 6 países con las características de los que integran el BRP-Mercosur a pagar una deuda genocida –y más aún cuando los Estados Unidos están en una coyuntura desfavorable-. ¿Utópico? No, de acuerdo con funcionarios estadounidenses.1 La potencia imperial sencillamente no podría soportar -dada la circunstancia actual- el peso de la presión conjunta de todos sus acreedores por cobrar una deuda casi 200% mayor que la de su competencia en el sur: en otras palabras: siempre será más fácil presionar a uno en crisis que a seis en crisis, y más cuando ese uno debe el doble que los seis en su conjunto. El BRP-Mercosur puede nacer como una alianza estratégica entre iguales, el peso excesivo de los unos en algunas áreas puede ser compensado –mejor aún, complementado- con el liderazgo sectorial de los otros: Desarrollo social, Cuba;

1 Ver John Saxe-Fernández et al, Globalización, Imperialismo y Clase Social. Edit. Lumen. México, 2001. 208

Economía, Brasil; Política, Argentina; Energía, Venezuela; etc. Sería un trato entre naciones iguales en dignidad, sin sometimientos ni sub-imperialismos. Las fórmulas técnico- jurídicas de colaboración son fáciles de encontrar. Los antecedentes están dados, y el derecho de su lado, lo único que faltaba era liderazgo político. Ya se tiene. Repetimos: El momento: histórico. La coyuntura: única.

...¿y el otro Bloque?

El Norte frente al Sur, las dos caras del Jano americano, un León que no termina de salir y uno que insiste en entrar. ¿Hay otro felino en la escena?, ¿qué hay del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)? No mucho. El TLCAN es un acuerdo entre una superpotencia en retirada (Estados Unidos), un país que se ubica en el ambiguo concepto de “potencia media” (Canadá) y uno que, no obstante potencia regional, se conforma con su papel de lacayo imperial (México). Dicho lo anterior, el TLCAN no es tan homogéneo (a menos que se asuma que, frente a Washington, el gobierno de Canadá es tan servil como el de México y que su población padece las mismas condiciones de miseria que se viven en tierras aztecas) amén de que a diez años de su entrada en vigor, los resultados arrojados lo ponen más a la defensiva que a la ofensiva. México, país latino por historia y norteño por geografía, es el punto de encuentro entre ambos bloques en el contexto americano; pudiendo ser una más de las patas del León del Sur, sigue prefiriendo ser la cola del León anglosajón. México podría ser la piedra de toque del Imperio, después de todo es uno de los tres socios comerciales más importantes (PIB de 924 mil millones de dólares, 105 millones de habitantes, 1.97 millones de Km2 aunque también con una deuda externa de 150 mil millones de dólares). Con México, el BRP-Mercosur avasallaría los restos de la nueva Roma; sin México, el TLCAN es poco más que nada. En este sentido, el liderazgo mexicano de nuestros días no merece tal nombre, no está a la altura del momento que vive el continente entero. Su comportamiento hasta hoy no es más que una vergüenza para América Latina. 209

Los problemas

Aunque el potencial es inmenso, también lo son los retos que se tienen que enfrentar. Los pueblos de Paraguay, Uruguay, Chile, Ecuador, México, Colombia y Perú necesitan poner a sus gobiernos contra la pared para impedir que el momento les pase de largo. México en particular necesitaría además emprender cambios estructurales muy profundos en materia económica y comercial para descentralizar sus exportaciones/ importaciones (más del 90% del intercambio comercial azteca es con el Imperio2) y para hacerlo, necesitaría cerrar las brechas que lo separan del gigante del sur, Brasil, y finiquitar con ello las antiguas competencias/guerras comerciales que desde hace tiempo sostienen entre sí. Una forma de hacerlo es mediante la negociación de cuotas comerciales y por sectores industriales en materia de comercio regional, siempre sin perder de vista la utilidad política que esto le puede representar al León del Sur frente al del norte. El presidente brasileño ha dejado en claro su voluntad para hacerlo3: la pelota está en la cancha mexicana. Es importante destacar la importancia de México en este sentido ya que como lo confirma un estudio del Sistema Económico Latinoamericano: “Los países de la región representaron alrededor del 22% de las exportaciones totales de bienes de los EE.UU. en el 2000 y 17% de sus importaciones ese mismo año... sin embargo, excluyendo a México, el valor de las exportaciones estadounidenses hacia la región pasa a representar menos del 8%

2 Rosa María Piñón A. “La Nueva Estrategia de Desarrollo: El Comercio Exterior de México” en Relaciones de México: América Latina, América del Norte y la Unión Europea, Patricia Galeana (comp.), Ed.UNAM, México, 1997; Agencia Efe 30/04/2002; John Saxe-Fernández y Omar Núñez Rodríguez, “Globalización e imperialismo: la transferencia de excedentes de América Latina” en Globalización, Imperialismo... p. 93-94, y Comunicado de Prensa sobre los Exámenes de las Políticas Comerciales. Organización Mundial de Comercio, Abr. 16, 2002. http://www.wto.org/spanish/tratop_s/tpr_s/tp190_s.htm). 3 Luiz Inácio Lula da Silva. Rev. Quórum. Universidad de Alcalá. Primavera 2003, “La política exterior del nuevo gobierno brasileño”. p. 187. 210 del valor total de sus envíos al mundo”4. Con lo que se confirma lo que desde hace años era conocido: Después de la Caída de la Unión Soviética ningún país puede afectar tanto a los Estados Unidos como México.5

Lo que viene

¿Y qué hace el miedo? Invita a reacciones de dos tipos: la lucha o la retirada. Los Estados Unidos no tienen ya a dónde correr. Con el tiempo, el Destino Manifiesto se ha desgastado; la Doctrina Monroe es cada día más insuficiente para mantener íntegro al Imperio, y aunque vivos todavía, el Corolario Roosevelt y las nuevas interpretaciones continentales de lo que en su momento fue la Enmienda Platt para Cuba se encuentran amenazadas de muerte frente a la marejada popular latinoamericana. Intoxicados por el pensamiento maniqueo, simplista y teológico-militarista, George W. Bush y su séquito no conciben un acuerdo con los insurrectos. No hay espacio tampoco para la retirada cuando es en casa en donde la rebelión tiene lugar. Sólo queda la lucha, con uñas y dientes en contra de la humanidad. Después de todo es lo único que saben hacer con altos grados de eficiencia, cobardía y crueldad los policy makers estadounidenses. Cinco se presentan como puntos álgidos. En el más clásico sentido de “Divide y Vencerás”, EEUU se ha enganchado ya en una campaña sistemática de desestabilización geopolítica. 1) Incremento de la violencia en Colombia, 2) Militarización y posible intervención en la Triple Frontera, 3) Inflar el diferendo territorial Bolivia-Chile por la salida al mar, 4) Combate frontal a la oposición popular en Ecuador y Bolivia, 5) Desestabilización permanente de los gobierno integrantes del BRP. La utilidad táctica de la descentralización y dispersión militar estadounidense en América

4 SELA “La Comunidad Andina ante el ALCA: Implicaciones y oportunidades”. XXVII Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Caracas, Venezuela 8-10 de octubre de 2001. 5 Saxe, Op ci. 211

Latina ha sido ya muy bien documentada por diversas fuentes6, sin embargo, es importante plantear los escenarios de corto y mediano plazo que se pueden presentar en estas líneas de acción. “Si no me gusta, llámalo terrorismo” señaló Edward S. Herman hace ya algunos años. Sus palabras hoy siguen teniendo la misma vigencia. Para prevenir la constitución formal y real del BRP-Mercosur los Estados Unidos están haciendo uso de la “guerra contra el terrorismo” para desbaratar la independencia latinoamericana que todavía no acaba de nacer. Son fanáticos por supuesto, y aunque torpes con frecuencia, no se acercan todavía a lo que podríamos llamar “tontos”. Para enfrentar el engranaje “oriental” La Habana- Caracas-Brasilia-Buenos Aires los Estados Unidos han articulado un mecanismo de desestabilización “occidental” Santiago-Lima- Quito-Bogotá. Para prevenir y amedrentar la posible profundización de las relaciones Brasil-Argentina, el León del Norte se ha sacado de la manga a los “terroristas que operan en la Triple Frontera” utilizando a Paraguay con este propósito. Las pruebas son contundentes e irrefutables: “En Afganistán, los servicios de inteligencia estadounidenses encontraron ´carteles de las cataratas del Iguazú en las paredes”.7 Estas pruebas también han permeado las publicaciones “serias” en relaciones internacionales. La revista Foreign Affairs nos informa por boca de la hoy muy conocida Jessica Stern que el Hezbollah y Al Qaeda tienen nexos (sic) y redes que se extienden hasta la Triple Frontera, donde “representantes de dos grupos se han encontrado en... Paraguay”.8 Según la autora la zona es un pandemonium de terroristas: “La región sudamericana de la Triple Frontera se ha convertido en la nueva Libia, un lugar donde terroristas de las más dispares ideologías (rebeldes marxistas colombianos, supremacistas blancos estadounidenses,

6 Ver La Cuarta Vía al Poder: Venezuela-Colombia-Ecuador (Ed. Quimera, México, 2001) y de Olson, Adam y Olson, Joy International Policy Report: Just the Facts 2001-2002. A quick tour of U.S. Defense and Security Relations With Latin America and the Caribbean. Center for International Policy. 7 Stella Calloni. La Jornada. 1.2.2004. 8 Jessica Stern, “Cuando el enemigo se parece a Proteo” Foreign Affairs en Español. Vol. 3 No. 4. 2003. p. 65. 212

Hamas, Hezbollah y otros) se encuentran para intercambiar mercancías”. Aprovecha la analista para dictar línea también contra el norte del cono sur: “Los informes de que el presidente venezolano Hugo Chávez permite a los rebeldes colombianos y a los grupos fundamentalistas islámicos militantes operar en su país se han vuelto más creíbles, al igual que los señalamientos de que la isla Margarita de Venezuela se ha convertido en un refugio terrorista”. No es casualidad que sea precisamente en Paraguay –el único país integrante de la Triple Frontera que sigue al pie de la letra los dictados de Washington, y que podría haber fabricado las “pruebas de inteligencia”- en donde se reunieron los terroristas de los que da cuenta. No es casualidad tampoco que salgan a colación en este contexto el Presidente Hugo Chávez y las guerrillas colombianas. Al menos tres de los cinco puntos álgidos que hemos señalado brincan del texto de la autora. Sin ánimos alarmistas, lo que la experta escribe en la prestigiosa publicación huele a inserción “académica” por encargo de la CIA. Entre los engranajes oriental y occidental en el cono sur, como en tiempos de la Guerra Fría, Bolivia se presenta en el S. XXI como la Europa del S. XX, es decir, como el teatro de guerra más probable entre los dos bandos. Tras la revuelta popular que destituyó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, los ánimos siguen polarizados en términos políticos y también territoriales. Estados Unidos tratará de utilizar esto a su favor y buscará la confrontación Santiago-La Paz para, posteriormente, intervenir como “mediador” o peor aún, como “pacificador”. Esa sería su solución para resolver la “crisis de democracia” (Chomsky) en Bolivia y para contener el “foco de infección” que representa la Triple Frontera para el sur. En esta tónica, EEUU podría poner a Brazil, Argentina, Paraguay y Uruguay en el camino de recibir el mismo tratamiento por culpa de “los terroristas” que por ahí merodean amenazando al “mundo civilizado”. Venezuela no se queda atrás. En el evangelio latinoamericano según Washington, Venezuela es la retaguardia de las FARC-EP, del FLN y de los “fundamentalistas islámicos” como señala la apóstol Stern. Esas herejías no serán perdonadas, pero serán muy bien capitalizadas geopolíticamente 213 por la Casa Blanca en su cruzada contra “el mal del mundo”. En esta dinámica, Brasil tiene un papel tremendamente importante al tener frontera con prácticamente todo Sudamérica salvo con Ecuador y Chile. Desde tierras cariocas se puede “estabilizar” o “desestabilizar” –dependiendo del lado de la barda en que se esté- al resto del continente. El fortalecimiento político de Luiz Inácio Da Silva es clave como también lo es impedir el aislamiento de los movimientos populares en Ecuador que están rodeados por dos gobierno cipayos en sus flancos con lo que se les arrincona, desde dentro y por fuera. Finalmente, el miedo otra vez. De los 335.7 mil millones de dólares que gastan los Estados Unidos en defensa –43% del total mundial9- una buena parte “se invierte” en nuestro continente. Después de lo que hemos visto, la tajada del pastel que toca a los latinoamericanos puede crecer sustancialmente. Herido el León, América Latina puede recibir fuertes y abundantes baños con la sangre que mana de sus heridas. Entre mayor es el miedo, más fuerte late el corazón, y con él, más apretado es el flujo de sangre por las venas. El cuadro no es tranquilizador más allá de la certeza de que eventualmente el León terminará por morir. América Latina, hoy -como tal vez nunca en los últimos 500 años- tiene la posibilidad de no salpicarse si sabe lidiar con el León moribundo, mediante instrumentos políticos y sin nuevas hemorragias internas. El joven León puede nacer en un parto sin dolor, mitigar el que padece Colombia y desinfectar y sanar sus históricas “venas abiertas” en el corto y mediano plazo. Política y económicamente las condiciones están dadas para articular el potencial popular en aras del desarrollo social, y para eliminar el enfrentamiento militar presente y prevenir los enfrentamientos bélicos futuros. El que ayer era valiente hoy no lo es más. Los que hasta ayer agachaban la cabeza hoy caminan con la frente en alto. Es importante recordarlo: la debilidad creciente de uno es la fortaleza en ascenso de los otros. (Rebelión / Feb. 3, 2004)

9 David Márquez Ayala “El gasto militar mundial” La Jornada. 2.2.2004.

214

Estados Unidos y Cuba: Kabul, Bagdad… ¿La Habana?

Cuba: ¿fruta madura o manzana podrida?

Puede ser un gigante con pies de barro. La América Latina por la que todos los días luchan los herederos de Bolívar puede tener su talón de Aquiles en el Caribe. Si el ánimo intervencionista de Washington se ha topado -con el talento político de Fidel Castro, con la verdad sin oropeles de Hugo Chávez y con la valentía y la firmeza de Néstor Kirchner- con un muro de contención en América del Sur, en el Caribe la Casa Blanca ha encontrado el eslabón más débil de la cadena y la oportunidad para desarticular el engranaje geopolítico latinoamericano que amenaza con la emancipación. El Caribe hoy, como la Indochina de ayer, es al mismo tiempo una amenaza y una oportunidad para los Estados Unidos. Los resultados de la “Teoría del Dominó” -con la que se justificó el paseo de los cuatro jinetes del Apocalipsis por el sureste asiático a lo largo de dos décadas- hablan por sí mismos: “Hacia 1970 habían sido arrojadas más toneladas de bombas sobre el pequeño país de Vietnam que sobre Alemania y Japón durante toda la Segunda Guerra Mundial”10, es decir, algo así como “7 millones de toneladas de bombas y explosivos equivalentes a 270 kg de TNT por sudvietnamita, equivalentes a

10 Degler, Carl N., et al. Historia de los Estados Unidos: La experiencia democrática, Edit. Noriega, México, 1992. p. 631. 215

450 bombas de Hiroshima”11. Y aun así, el ejército imperial resultó humillado. ¿Qué motivó la ferocidad del ataque? Fácil: el que un pequeño país pudiera mostrar que existía una forma de ser independiente. “Una manzana podrida que podía contaminar al resto de la canasta” (Chomsky). Vietnam fue en la década de los cincuenta y sesenta para Johnson, Kennedy y Nixon, lo que América Central fue en los ochenta para Reagan y lo que el Caribe puede ser para Bush en la entrada del siglo XXI: su peor pesadilla hecha realidad. Cuba en el Caribe es la punta de lanza del dominó americano. Paradójicamente, pequeña, agredida por décadas, sin recursos económicos y sorteando toda clase de eventualidades, la mayor de las Antillas está derrotando a Washington al erigirse más como la “manzana podrida” que amenaza con contaminar al resto de la canasta que como la “fruta madura” que -según John Quincy Adams- caería con el tiempo bajo la férula de la potencia americana. Desde el Departamento de Estado, el Pentágono y la Casa Blanca se analiza correctamente que los gobiernos de Chávez, Kirchner e incluso el de Luiz Inacio “Lula” da Silva son prueba de esta podredumbre. El virus se ha extendido y la “vacunación” del vecindario es necesaria para evitar que la “infección” se siga propagando. Para un imperio liberación es igual a subversión o terrorismo, y por lo tanto la prioridad que tienen estos eventos político-sociales no debe subestimarse, y menos todavía cuando ocurren en el back yard imperial. Ante la cada vez mayor articulación de la resistencia anti-estadounidense en la América continental, la desvinculación de los movimientos de oposición en el Caribe se muestra como la base sobre la que es posible diseñar un proyecto para contener el “Dominó Bolivariano” latinoamericano. Si a este aislamiento orgánico de la oposición en las Antillas (salvo por Cuba) se suma la crisis y la inestabilidad coyuntural que sufren algunos de los países en la zona (Haití), la ya de por sí extensiva presencia militar estadounidense en la región en lugares como

11 Gonzáles, Mónica. Minorías Étnicas y Movimientos Separatistas en el Mundo, Ed. –Quimera, México, 2000). 216

Guantánamo (Cuba), Aruba y Curazao (Antillas Holandesas), Fort Buchanan y Roosevelt Roads en Vieques (Puerto Rico) y las oportunidades que ofrece el tener gobiernos clientes vecinos del Caribe (México, Colombia, Honduras por mencionar algunos) lo que resulta es un escenario ideal para iniciar una fuerte contraofensiva política e incluso militar que podría derrumbar lo que con sangre, sudor y lágrimas se ha construido a favor de los más desposeídos del continente. Para decirlo en pocas palabras: Cuba está en peligro. De las muchas cabezas de la hidra latinoamericana, la cubana tiene una importancia capital: si la isla cae, se desploma el resto de América Latina. El David caribeño ha derrotado ya a varios Goliats estadounidenses (uno por cada presidente). El peso sicológico que esto tiene en la clase política imperial es considerable. Si en Vietnam la Casa Blanca no escatimó el uso extensivo de la violencia con fines políticos (fascismo para acabar pronto) con el objeto de conjurar la humillación que de todas formas sufrió –y eso que Vietnam está a miles de kilómetros de distancia- no es difícil imaginar los proyectos que se cocinan en los pasillos imperiales para subordinar a La Habana, afrenta de largo aliento al orgullo anglosajón, a tan solo 90 millas de distancia. Desde el nacimiento del gobierno revolucionario, la nueva Roma le ha atacado con dos tipos de estrategias: el desgaste y la agresión quirúrgica.

El desgaste

La primera de estas estrategias es extensiva en su margen de acción y permanente en su dimensión temporal, y es tan inhumana socialmente como inútil en tanto instrumento político. Torricelli y Helms-Burton son los nombres infames que sintetizan su esencia. Sobre la base del acoso y la privación, esta primera pauta de agresión es aderezada de cuando en cuando por actos de hostilidad complementaria cuyo objeto es afianzar la percepción desinformativa de que lo que se tiene en Cuba es “la última dictadura del hemisferio occidental” (George W. Bush); dictadura que -siempre dentro del discurso del neofascismo 217 americano- “desestabiliza la región... impidiendo los procesos democráticos libres y justos en América” como dijo Adam Erely, portavoz adjunto del Departamento de Estado (5.1.2004). Tan solo un día después, Roger Noriega (Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental) remató diciendo “tenemos fuentes de información que describen una imagen inquietante de la implicación cubana en el respaldo a elementos en varios países que buscan desestabilizar gobiernos democráticamente elegidos”. Dardos como estos son moneda corriente de la diplomacia estadounidense y su cantidad se antoja infinita desde 1959. La razón por la que estos mecanismos no han funcionado para socavar los cimientos del gobierno revolucionario es, entre otras cosas, porque las acusaciones son falsas en su contenido pues no resisten la comprobación empírica. Veamos. Sin duda Erely y Noriega tienen razón en lo que respecta a la asistencia que brinda Cuba a otros países de América Latina, aunque su interpretación de las razones es errónea por ignorancia o por conveniencia. La Heritage Foundation -“tanque pensante” de ultraderecha, conservador al extremo y de amplias credenciales anti-castristas- recientemente liberó un documento que da cuenta de lo que hace Cuba en América Latina: “...Fidel Castro has sent more than 10,000 doctors, teachers and intelligence specialists to Venezuela...” (Strengthening America´s Southern Flank Requires a Better Effort, Carafano, James J & Johnson Stephen. Backgrounder No. 1727. Feb. 20, 2004). ¿Qué tan amenazadores pueden ser doctores y maestros? Mucho si consideramos que precisamente la atención de las necesidades básicas y la capacitación son la base de la movilización popular que tiene hoy en jaque al imperio en su flanco sur. ¿Y qué hay de los especialistas en inteligencia? Pues contra lo que señala Noriega están ahí, no para “desestabilizar a un gobierno democráticamente elegido” sino para afianzarlo, porque en los hechos –y una breve revisión de los procesos político-electorales de la última década en el continente daría cuenta de ello- eso es el régimen de Chávez en tanto es resultado de uno de los índices de votación más elevados registrados en la región, índices que además, se 218 obtuvieron en uno de los procesos electorales más limpios y concurridos de la historia de Nuestra América. Noriega ataca a Castro, y la Heritage Foundation hace lo propio con Chávez. El documento de marras además de calificar al presidente venezolano de “regional troublemaker” lo acusa de estar “fanning flames of social unrest by encouraging indigenous activists in Bolivia and Ecuador to rise up against elected leaders”. Cuando habla el texto de la Heritage de líderes electos ¿Se refiere en Ecuador al corrupto gobierno de Jamil Mahuad o al gobierno de Lucio Gutiérrez que por traidor perdió toda su base popular?, ¿y en Bolivia se refiere al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada mejor conocido como el “Presidente mata-gente”? En ambos casos los ejemplos escogidos por la inteligentzia conservadora le hacen un muy flaco favor a su causa. En todo caso Cuba envía médicos, maestros y especialistas en inteligencia para apoyar gobiernos con pleno respaldo popular, es decir, a gobiernos legítimos. Washington hace lo suyo enviando agentes de la CIA, torturadores y militares para afianzar a regímenes represivos e ilegítimos (léase Colombia y un largo e histórico etc.). Los ejemplos sobran, negarlo tan sólo es evidencia de ignorancia o complicidad. Para la democracia como se entiende desde el Potomac, sin duda maestros y doctores son un semillero de conspiradores y desestabilizadores: sólo con esta luz es que cobran algún matiz de realidad las declaraciones de Bush, Noriega, Powell y su pandilla de “expertos”. ¿“...Fidel Castro has sent more than 10,000 doctors, teachers and intelligence specialists to Venezuela...”? ¿Y qué hay de los Estados Unidos? La Habana no sólo no ha agredido a Washington sino que incluso, les ha asistido de la misma forma en que asiste a Venezuela: durante el trance del 11 de septiembre Fidel Castro dijo al día siguiente de la tragedia que Cuba “siente el dolor y la tristeza junto al pueblo norteamericano” y que ofrecía “apoyo médico, plasma o cualquier cosa que puedan necesitar”. ¿Intelligence specialist to Venezuela?, Cuba ha prestado ayuda también al FBI –que no a la CIA- en las tareas de recolección y análisis de información sobre verdaderas actividades terroristas al interior de los Estados 219

Unidos (como aquellas que se desarrollan en el seno de la Fundación Cubano-Americana con sede en Miami), aun corriendo el riesgo de que dichos análisis e información no solo no sean utilizados por el FBI para impedir estas actividades, sino que incluso sea utilizada por la CIA para alentarlas. ¿Cuándo hicieron esto? ¿cómo? ¿son mentiras?: El 16 y el 17 de junio de 1998 “Las autoridades de la Seguridad del Estado Cubano, en un intercambio con el FBI, le entregaron 230 páginas sobre actividades terroristas contra Cuba, cinco videocasetes con conversaciones e informaciones transmitidas por las cadenas de televisión sobre acciones terroristas contra Cuba y ocho cassetes de audio ascendentes a dos horas y 40 minutos, sobre llamadas telefónicas de terroristas centroamericanos que estaban detenidos con sus mentores en el exterior. El FBI reconoce estar impresionado por la abundancia de pruebas y responde que dará respuesta en dos semanas”. Esta información fue liberada tanto en Cuba (Mesa redonda informativa, 28 de junio, 2001. CIP) como en los Estados Unidos (El Nuevo Herald, 13.1.2001). ¿Cómo ha respondido la Casa Blanca? Irónicamente, arrestando y encarcelando a los especialistas autores de esta colaboración bajo los paradójicos cargos de “conspiración”, “terrorismo”, “subversión” y “atentados contra la seguridad nacional”. Respecto a todo esto la Heritage Foundation, Bush y su séquito no tienen una sola palabra. Pero ¿qué no Noriega y la Heritage tienen razón?, después de todo, el gobierno estadounidense es el que más gobiernos democráticamente elegidos ha desestabilizado a lo largo de la historia, y entonces, el apoyo prestado por Cuba la convierte en cómplice criminal. No es así. Mientras que el apoyo en materia de inteligencia a Venezuela es para afianzar a uno de los gobiernos aliados más legítimos del continente, la colaboración en el mismo rubro que se ha prestado a los Washington es un acto de autodefensa en el entendido de que el anti-castrismo en Miami es la principal fuente de agresión y subversión que enfrenta la isla: en ambos casos el objetivo último es defender los intereses del Estado cubano en sus tres dimensiones básicas: población, territorio, gobierno. (La historia sería diferente si por ejemplo Cuba, como hace Israel, asistiera 220 los esfuerzos que hace la CIA para crear bandas paramilitares en Colombia, Ecuador o Perú, pero no es el caso). Por su parte, las ofertas de asistencia humanitaria a Venezuela y Estados Unidos demuestran la fidelidad, la congruencia y el compromiso de la revolución cubana con sus principios fundamentales al tender la mano a los débiles y los que sufren independientemente de la bandera que los cobija: la solidaridad en este plano es con los pueblos, no con los gobiernos. Además del acoso político y económico, y de los ataques directos de la diplomacia estadounidense, esta primera estrategia también contempla el fomento de la agresión multilateral complementaria como las condenas que año con año promueve la potencia imperial en contra de La Habana en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), o en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra a través de sus Estados lacayos. Las acciones de la OEA no merecen mayor comentario considerando que el organismo, en sí mismo, es la mesa de té del Departamento de Estado. Más interesante en cambio es la dinámica de la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra. El fondo de lo que ocurre en este foro lo explicó con mucha claridad y sencillez Jorge Bolaños -Embajador de Cuba en México- el 27 de mayo del 2003 en un acto conmemorativo al 50 aniversario del Movimiento 26 de Julio. “Si la votación es abierta, hay países que votan en contra de Cuba por miedo a los Estados Unidos, sin embargo, cuando la votación es secreta, Cuba es apoyada por amplias mayorías”. Desde 1989, Cuba ha permanecido de forma ininterrumpida como miembro de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas; Estados Unidos en cambio lo había sido por un espacio de 54 años. Mientras que el 10 de mayo de 2001 la Casa Blanca sufrió la humillación de verse expulsados de esta instancia, la permanencia de Cuba fue ratificada, y -por si quedara alguna duda- todavía el 29 de abril del 2003 su presencia fue aplaudida nuevamente por la comunidad internacional al asegurarle un asiento en esa instancia para el periodo 2004-2006. ¿Cómo se explica todo esto? Fácil: las votaciones para condenar a Cuba son abiertas mientras que las votaciones para la permanencia de los 221 miembros de la Comisión son secretas. Luego entonces cabe una pregunta incómoda ¿cuál es la verdadera opinión de la comunidad internacional sobre lo defensa de los derechos humanos en Cuba? Ante muestras tan evidentes de apoyo los funcionarios estadounidenses sólo alcanzan a balbucear patéticas explicaciones como la que esgrimió el Embajador Kevin E. Moley el 10 de febrero del 2003, cuando Libia –país “terrorista” según Washington- resultó electa para presidir la vigesimoquinta sesión de la Comisión: “Esto no es una derrota para los Estados Unidos, es una derrota para la Comisión de Derechos Humanos”. ¿De verdad? Incluso en la OEA –en donde rara vez ocurre algo interesante- brincó la cereza del pastel: en junio de 2003, los Estados Unidos fueron también expulsados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. ¿También es derrota de la Comisión en lo particular y de la OEA en general? A los actos permanentes y sistemáticos de terrorismo político, económico y comercial que llevan impreso el sello Made in the USA, se deben agregar gestos hostiles que sólo contribuyen a tensar la relación entre ambos como la cancelación unilateral por parte de Washington de las pláticas migratorias semestrales bilaterales “única instancia oficial de diálogo entre ambos” (La Jornada, 7.1.2004). La frecuencia, variedad y permanencia en el uso de esta primera estrategia por parte de la Casa Blanca ha provocado en la dirigencia isleña el desarrollo de un talento diplomático excepcional. Al mismo tiempo, la agresión permanente ha despertado en el régimen cubano una intensa dinámica de análisis introspectivo, de evaluación permanente y de proyección política respecto de las debilidades, las fortalezas, las oportunidades y las amenazas que implica tener al imperio más extenso, más poderoso y más agresivo de la historia como vecino y enemigo a tan sólo 90 millas de sus costas. A pregunta expresa respecto de “el futuro de la Cuba de Castro”, un ex representante por muchos años del Vaticano en la isla llegó a decir a Walter Astié-Burgos (actual Embajador de México en Honduras) que “nada puede crecer a la sombra del gran árbol”. El nuncio estaba equivocado (como lo estuvo también la Iglesia cuando negaba la existencia del alma “india”). 222

Los resultados están a la vista: De Eisenhower y Kennedy a Clinton y Bush, pasando por Johnson, Nixon, Ford, Carter y Reagan entre otros, Cuba hoy sobrevive, vive, crece, destaca y trasciende en la historia, el tiempo y el espacio. La inutilidad política de esta primera estrategia se demuestra con la sola existencia del régimen cubano tal y como es: tan legítimo, soberano, justo y humano como es posible serlo “a la sombra del gran árbol” imperial.

La agresión quirúrgica

¿En qué consiste la “desestabilización quirúrgica? Un ejemplo por demás elocuente ocurrió entre el 13 y el 23 de mayo del 2003. El 13 de mayo se anunció la declaración de persona non grata de 14 diplomáticos cubanos y la expulsión de territorio estadounidense de 7 de éstos por el cargo de espionaje. Diez días después, cuando los ánimos estaban todavía muy exaltados y las relaciones entre ambos países habían entrado en una nueva espiral de crisis, aeronaves de la fuerza aérea estadounidense violentaron el espacio aéreo cubano en un acto flagrantemente ilegal. ¿Algo más? Una de las aeronaves comenzó a transmitir señales de radio y televisión invitando a la subversión en Cuba. ¿Eso es todo? No, esta aeronave era seguida por aviones caza de la fuerza aérea de aquel país. Prácticamente todas las normas legales aplicables al caso fueron quebrantadas en este episodio, incluso -dada la naturaleza de la relación bilateral, de los aviones invasores, y de los contenidos de los mensajes que se transmitían- la operación en su conjunto podría ser tipificada – de acuerdo con el Derecho Internacional- como un acto de guerra de agresión. El incidente ocurrido 10 días antes tenía la intención de “sensibilizar” a los cubanos, es decir, herirlos con el objetivo de que perdieran el control debido a la operación de guerra sicológica que llevó a cabo la fuerza aérea el día 23. La reacción que esperaba -y que deseaba- la Casa Blanca era una similar a la que tuvo el régimen de Fidel Castro el 24 de Febrero de 1996, cuando dos avionetas de la organización “Hermanos al Rescate” fueron derribadas por aviones de combate cubanos tras violentar el espacio aéreo de la isla para invitar, también en esta 223 ocasión, a la subversión. Más allá de la verdad y de consideraciones morales o legales, una reacción en el 2003 como la de 1996 habría resultado la excusa perfecta para desatar una intervención armada por parte de Washington con la excusa de haber sufrido en su contra una “agresión militar unilateral e injustificada” por parte de La Habana. El objetivo de las aeronaves que escoltaban al que transmitía era dar una respuesta inmediata a cualquier “acto hostil” cubano. La provocación y las intenciones eran evidentes, La Habana no cayó en la trampa y con ello desarticuló todo el plan. Sin embargo, el mismo día de la crisis, el presidente cubano abiertamente habló de la posibilidad de una intervención armada del imperio contra la mayor de las Antillas. Con un coeficiente intelectual por debajo de la media (y disminuido todavía más por sus antecedentes de adicción al alcohol, a las drogas y por su todavía vigente fanatismo religioso al discurso del reverendo Graham) George W. Bush dio por sentado que la mentalidad del Comandante Castro (cuyo genio político y militar reconocen incluso sus más acérrimos detractores) era igual de simple y mecánica que la suya: estaba equivocado. Ignorando olímpicamente todos estos hechos, James Cason (jefe de da Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana) ha hecho eco de las declaraciones de Bush, Powell y Rumsfeld en el sentido que Washington no tiene ninguna intención de invadir Cuba. Declaraciones que no solo no empatan con los hechos, sino que incluso parecen una repetición del pasado: haciendo honor a la memoria, es importante recordar que mientras Roosevelt presentaba urbi et orbi su “política del buen vecino” (no intervención, no agresión), Estados Unidos tenía tropas estacionadas en Haití, República Dominicana y Nicaragua y no mantenía relaciones diplomáticas con México. Esta es una enseñanza histórica: en términos militares y geopolíticos, si los Estados Unidos dicen que no van a hacer algo, lo más prudente es prepararse para lo peor.

224

La amenaza...

Ante el fracaso y el cinismo de la estrategia de desgaste, las operaciones que se enmarcan dentro de los lineamientos de la agresión quirúrgica tienen muchas más posibilidades de éxito en tanto su alcances y repercusiones son más altos, impredecibles y planificables con largo tiempo de anticipación (además de la ventaja que representa el factor sorpresa). Su importancia y peligrosidad no deben ser subestimadas ni por un momento, no debemos olvidar que, después del de Adolfo Hitler, el de George W. Bush es uno de los pocos gobiernos que ha lanzado dos guerras de agresión al hilo: si Cuba -con toda la experiencia que tiene lidiando con los proyectos de subversión estadounidenses- llegara a caer en alguna trampa de este tipo, su aplicación extensiva en otras naciones del continente es altamente probable. Vietnam en el pasado, pagó –y paga todavía- con sangre y lágrimas los avatares de ser “manzana podrida” y no “fruta madura”. Cuba por su parte se regodea –no sin problemas- en el siglo XXI, como lo hizo durante la segunda mitad del siglo XX, de las alucinaciones decimonónicas de John Quincy Adams que todavía permean el pensamiento político estadounidense. Esto es todo lo que importa en los pasillos de la Casa Blanca: quieren y buscarán forma de ponerle un remedio. La pequeña isla es pues, un laboratorio y la primera línea de defensa en América Latina: en Cuba se juega el futuro del continente. “En situaciones extraordinarias, los actos extraordinarios son ordinarios” dijo Viktor Frankl en su momento, esta frase describe con precisión las relaciones Washington-La Habana: Nada nos debe extrañar, aquí todo es posible. ¿Invasión a la isla? Con elegancia y como en Henry V, Shakespeare respondería “La expectación flota ahora en el aire”.

(Rebelión / Feb. 29, 2004)

225

Cuba: Expediente Clínico-Mental de la Patología Latinoamericana

1. Datos generales

• Nombre del paciente: América Latina • Edad: 512 años. • Sexo: Femenino • Domicilio: Patio trasero.

2. Antecedentes clínicos

Menor de edad que sin haber llegado a la pubertad, sufre de súbitos arranques de rebeldía. En el pasado ha mostrado cuadros de regresiones freudianas intermitentes que permiten sospechar de un retraso mental latente ubicado entre Simón Bolívar-José Martí y Lázaro Cárdenas-Salvador Allende, con matices críticos diversos en el tiempo y el espacio. La persistencia de una bacteria mutante del género Fidel Castro dan pauta para suponer que la paciente no ha respondido apropiadamente a la terapia aplicada por Reagan para la regresión sandinista en Nicaragua y que se basó en los descubrimientos de Truman (1947) y que derivaron en los procedimientos médico-operativos de la guerra de contrainsurgencia NSC-68, NSAM-124 y el NSAM-182 (1950, enero 1962 y agosto 1962 respectivamente) diseñados para su aplicación en pacientes griegos y turcos con malestares similares por bacterias guerrilleras y que posteriormente fueron utilizados vía intravenosa en altas concentraciones por Kennedy (1963) en pacientes de origen asiático (Indochina) sometidos a terapia intensiva. Las aportaciones científicas de los proyectos de investigación psicológico-psiquiátricos para la tortura mental organizados por el Dr. Sidney Gottlieb y el Dr. Cameron coordinados desde los centros de investigación en Langley, Virginia (cuartel general de la CIA) -como continuación de los proyectos de los especialistas de la Alemania nazi, Reinhard Gehlen y Klaus Barbie que les antecedieron- no derivaron 226 tampoco en suficiencia efectiva significativa para el tratamiento de pacientes en condición crítica, como es el caso.

3. Diagnóstico

El cuadro general denota múltiples trastornos de la personalidad, destacando tres de forma muy concreta: Trastorno Histriónico de la personalidad agudo en la región cubana y venezolana. Trastorno Pasivo-Agresivo crónico en la zona de Argentina con potencial latente en Brasil y un probable Trastorno Límite de la Personalidad en Bolivia. Amén de lo anterior, la exploración general permite suponer también la existencia de un cuadro esquizofrénico general atípico en la región. De las baterías psicológicas aplicadas se desprende que en las zonas patológicas de América Latina se pone de manifiesto también un Trastorno Paranoide reactivo respecto del personal médico. En entrevistas clínicas, la paciente acusó al personal médico de padecer características que de acuerdo con el DSM-IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) empatan con los siguientes cuatro trastornos de la personalidad: Antisocial (Psicopático), Narcisista, Obsesivo- Compulsivo y Paranoide además de delirios de grandeza. Durante la exploración clínica-emocional, la paciente respondió favorablemente a elementos propios de trastornos por ansiedad y evitación y una agudización paranoica al explicársele los procedimientos terapéuticos para su rehabilitación. Estos procedimientos (basados en la experiencia turca, griega e indochina) parecen ser causa de súbitas alucinaciones catastrofistas que derivan en fobias respecto del futuro y que se acompañan con inexplicables ataques de histeria. En el transcurso de la exploración del estado mental en lo referente a: 1) memoria, 2) proceso y contenido de pensamiento, 3) conocimientos de fondo y 4) introspección, América Latina ofreció respuestas sorprendentes al estructurar un discurso congruente -aunque fantástico- sobre la línea argumental de contar con más de los 512 años de edad que registra el expediente elaborado por esta institución; relatando elaboradas historias de un pasado muy remoto que, aunque 227 intrincado, puso de manifiesto la existencia de pensamiento mágico propio de tempranas etapas de desarrollo no coincidentes con su edad real y que corroboran un débil margen de introspección e inversión y distorsión en la interpretación del pasado. En su discurso la paciente alega violaciones tumultarias múltiples así como maltrato físico, verbal y psicológico permanente por parte del personal médico. De todo lo anterior se desprende un cuadro mental general que –dependiendo del resultado de un diagnóstico diferencial futuro- podría inscribirse como un estancamiento en el desarrollo político-intelectual permanente de orden psicológico o un retraso mental irreversible de naturaleza psiquiátrica. Cabe acotar que aunque congruente, la falsedad de los hechos que relata América Latina en su discurso invalidan un posible Trastorno de Estrés Post- Traumático. El personal médico nunca ha maltratado a la paciente. Considerando los antecedentes y las características de la descomposición mental múltiple aquí descrita, y siguiendo la valoración multiaxial del DSM-IV, los trastornos mentales de la paciente pertenecen al Eje II (Trastornos de personalidad y retardo mental) aunque son resultado de un tumor maligno tropical-caribeño detectado durante la exploración física que se inscribe como patología del Eje III (Alteración médica general), popularmente conocido como “Cáncer cubano”.

4. Pronóstico

La respuesta parcialmente favorable mostrada en casos semejantes permite suponer que es posible retrasar la expansión del sarcoma mediante procesos terapéuticos conocidos. La paciente ha reaccionado de manera alentadora a intervenciones quirúrgicas preventivas en la región de Haití que permitieron retardar la infección de los ganglios caribeño-antillanos. La quimioterapia y la radioterapia han mostrado un decremento en su efectividad a lo largo del tiempo en las tareas de contención del tumor no obstante su aplicación extensiva, sistemática y permanente en Colombia, Ecuador, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú y buena parte de Centroamérica. En los casos de Bolivia, 228

Argentina, Brasil y Venezuela los efectos secundarios de los procesos terapéuticos redundaron en crisis en serie que agravaron el estado de salud general de América Latina, llevándola al punto crítico en el que se encuentra actualmente. La poca o nula respuesta –cuando no respuesta negativa- de la paciente a los procedimientos aplicados hasta el momento señalan la necesidad de un sistema terapéutico experimental ex profeso urgente para salvar la vida de la paciente. Ante tal desintegración de la personalidad, es posible apoyar los procesos terapéuticos en algunas áreas del yo de la paciente que conservan un alto grado de integridad (Chile, México, Ecuador, Perú, Honduras, El Salvador y Colombia principalmente) mismas que podrían auxiliar en la recuperación al responder favorablemente a pruebas clínicas que corroboran reacciones catalíticas convenientes a los intereses del personal médico además de un alto grado de dependencia y docilidad respecto del personal a cargo del caso. Siguiendo el procedimiento médico de rigor, es menester atender la patología del Eje III para mitigar o disminuir la gravedad del estado mental de la paciente diagnosticados en el Eje II; así, en un primer momento el “cáncer cubano” es el que debe ocupar toda la atención del médico tratante.

5. Receta: “Procedimiento Israelí” para el tratamiento de la paciente en México:

A) Tratado de Libre Comercio. El 1º. de Julio del 2000 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México e Israel firmado en tiempos del Embajador Moshe Melamed. Su utilidad comercial para México fue –y es- prácticamente nula y sin embargo sirvió para afianzar nexos binacionales entre ambos países en detrimento de las relaciones políticas y comerciales de México con las decenas de países árabes del globo.

Contraindicación: ¿Torpeza diplomática, falta de visión? Lo cierto es que la acción fortalece el proyecto de dominio

229

global estadounidense mediante el apoyo a uno de sus lacayos más importantes.

B) Convenios agrícolas. El 22 de junio del 2003 el Embajador Joseph Amihud firmó un “Convenio agrícola” con el Secretario de Desarrollo Rural de Chiapas, David Corzo Castillejos, que preveía el envío de “especialistas israelíes” a la zona. En 2004 el Embajador Dadonn firmó otro convenio “agrícola” más con el Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía.

Contraindicación: Ambos convenios se firmaron con funcionarios gubernamentales de la zona más conflictiva y estratégica geopolíticamente en México. En este contexto no es descabellado abrigar serias dudas respecto de las credenciales agrícolas de los enviados israelíes y consecuentemente resultan pertinentes al menos dos preguntas: 1) ¿En qué exactamente eran especialistas dichos personajes? y todavía más importante 2) ¿Cúales han sido los resultados de su “trabajo” en el terreno?

C) Remoledación de la Embajada. La embajada de Israel fue remodelada y reinaugurada el 3 de marzo 2004. Las razones: “comodidad y funcionalidad” pero más que nada por seguridad (Dadonn).

Contraindicación: ¿Qué cosa están esperando en la embajada de Israel como para que sea necesario incrementar la seguridad?, ¿Tiene alguna relación con los proyectos particulares del nuevo embajador?

D) Crisis del congreso. El 10 de octubre de 2001 se detuvo a Saer Ben Svi (27 años, israelí) y a Salvador Gersson Smeck (34 años, israelí naturalizado mexicano), este último ex coronel del Ejército de Israel en la Cámara de Diputados en la Ciudad de México quienes trabajaban para una agencia de seguridad privada, informó el Boletín de la Procuraduría General de la República 697/01 del 12 de octubre de 2001. 230

El Jefe de Seguridad del Congreso, Salvador Alarcón confirmó que se les decomisaron 9 granadas, dinamita, 3 detonadores, cables eléctricos y 2 pistolas Glock automáticas (de las llamadas “armas de porcelana” con la capacidad de burlar detectores de metales) y 58 cartuchos útiles. La Lic. Adriana López (Secretaria de Prensa del Congreso), confirmó lo dicho por Alarcón. La embajada de Israel, a través del Cónsul Elías Luf trabajó de forma muy intensa con un enviado especial de Ariel Sharon para conseguir la liberación de los dos detenidos. Con este fin, se reunieron con el canciller Jorge G. Castañeda y con el Procurador General de la República Rafael Macedo de la Concha. Uno de los detenidos fue liberado casi de inmediato tras el pago de una fianza y el otro, aunque fue internado en el Reclusorio Oriente, fue puesto en libertad más tarde sin mayores explicaciones.

Contraindicación. Es importante notar que: 1) Todo esto ocurrió a menos de 4 semanas de los atentados del 11 de septiembre, 2) La cobertura noticiosa de este hecho de extrema gravedad dada la situación política en el momento fue silenciada muy pronto al grado de que la mayoría de los mexicanos ni siquiera se enteró de este evento.

6. Otros instrumentos quirúrgicos necesarios:

Modernización de la Armada Mexicana. La Armada mexicana tiene 96 unidades marítimas entre ellas 13 destructores, 30 fragatas, y otras embarcaciones sin capacidad militar, además de 66 aviones y 48 helicópteros, la mayoría modelos obsoletos. Los 50,000 efectivos de la Armada representan el 30% de la milicia mexicana y son los primeros que intervendrían en caso de alguna hostilidad extranjera.

A) Base en la sonda de Campeche (Ixtoc-Alfa). Versión oficial: Para protección de 267 instalaciones petroleras. Inaugurada el 22 de diciembre. de 2003. Cuenta con un helicóptero MI-17, una lancha interceptora y un centro de 231

telecomunicaciones y enlace con otras instalaciones de la armada. Ahí se encuentran estacionados 48 miembros de la infantería de marina y de fuerzas de reacción rápida. La zona es custodiada por navíos de la Armada con fragatas y patrullas oceánicas. Ahí están apostadas las fragatas compradas a Israel y ahí se localizarán también los aviones Grumman E-2. El complejo militar tuvo un costo de 36 millones de dólares.

B) Aviones Grumman E-2C Hawkeye de Alerta Temprana (3). Versión oficial: Detección de aeronaves hasta una distancia de 467 km, operaciones antinarcóticos, combate a pesca ilegal y protección de instalaciones estratégicas, patrullaje en mar territorial y zona económica exclusiva. Militarmente proveen funciones de comando, control y alerta temprana. Pueden proveer también coordinación de vigilancia terrestre, ataque y control de intercepciones, guía en tareas de búsqueda, rescate y comunicaciones. Pueden dar seguimiento simultáneo, cada uno, a más de 600 objetivos y 40 intercepciones aéreas y tienen un radio de combate de 1,500 kms cada uno. Pueden volar por un máximo de 6 horas consecutivas. Actualmente 39 personas se están capacitando –mecánicos, pilotos, electrónicos, electricistas y otros especialistas para operar estos dispositivos.

C) Misiles tierra-aire rusos Igla (30), para buques patrulla. Para los patrulleros oceánicos de reciente construcción (p.e. Matías Romero -P144-). Adaptación de plataformas de lanzamiento contra objetivos aéreos.

D) Posible dotación de misiles Harpoon a las fragatas US Knox Misiles antibuque para las fragatas US Knox (p.e. Mariano Abasolo –212-) como complemento a las fragatas compradas a Israel.

E) Fragatas Alyah/ Saar 4.5 (2) Versión oficial: Para prevención de actos de sabotaje y defensa en caso de 232 ataque a instalaciones estratégicas. Fragatas misileras. Existen de dos tipos: portahelicópteros y estándar. Armamento: Misiles antibuque (4 misiles harpoon –70 mm- y 5 Gabriel MK2 -20 mm-); Artillería CME Elisra; Helicóptero (Dauphine SA-366G –reconocimiento y OTHT o 1 RPV Hellstar); Capacidad Defensiva: Clase CIWS: 1 Vulkan Phalanx; Artillería A/A: 2 Ametralladoras 20 mm, 4 ametralladoras .50; Chaff: 131 tubos Beam-trap. 4 tubos LCRC. Las fragatas tienen buena capacidad de “Soft Kill” dado su gran número de lanzadores de Chaff Beamtrap. Las fragatas no cuentan con ningún tipo de armas antiaéreas, salvo el empleo del Vulkan Phalanx en este rol y las ametralladoras de 20 mm y .50 (esta es una de sus vulnerabilidades). Tampoco cuenta con sensores, alarmas o defensas submarinas. Es posible hacer modificaciones (sin portar helicóptero pero instalando en su potencia ofensiva 8 misiles antibuque Harpoon y 6 misiles Gabriel, artillería 1 Oto Melara 76/62 mm –85 TPM, 16 km- y en su capacidad ofensiva 141 Lanzaderas Beamtrap y 8 lanzadores LCRC) y entonces puede desarrollar una gran capacidad “Hard Kill” antimisiles y antiaérea. La Saar 4.5 modificada poseería entonces dos sistemas “Hard Kill” autónomos, combinando misiles y artillería antimisiles. Estas lanchas han sido diseñadas para enfrentarse con éxito con otras unidades de superficie y también para sobrevivir en escenarios de gran amenaza de misiles antibuque. Dadas sus capacidades de “Soft” y “Hard Kill”, la única forma de neutralizar a una de estas unidades es mediante un ataque de una salva del orden de 2 a 4 misiles antibuque convergiendo simultáneamente desde diferentes demarcaciones. Y aún en este escenario es posible que la Saar 4.5 sobreviva. No se puede catalogar a estas fragatas como “fuerzas costeras” pues su autonomía y distancias franqueables –sin considerar la posibilidad de un eventual reabastecimiento en el mar- les otorgan gran flexibilidad para su empleo a considerables distancias de sus bases de operaciones. Fue diseñada para tareas ofensivas.

233

F) Helicópteros (6 pero pueden ser 8) Eurocopter AS 565 Panther. Versión oficial: Vigilancia costera y patrullaje marítimo –cada uno puede transportar a 10 comandos o a 4 pacientes y un médico, hay dos versiones para la marina: 565MB (desarmado) y el 565SB (armado). Si fue comprado con fines antiterroristas entonces tiene que ser armado, y el armamento que puede cargar es: Cañones Giat M621 de 20 mm, Matra Ministral AAM´s, misiles HOT AT, cohetes de 68 y 70 mm., AS. 15TT ASMs y torpedos ASW. Pueden ser utilizados para tareas de reconocimiento y ataque.

G) Se compraron dos cañones Mk3 de 57 mm. de nueva generación para los Destructores Sonora y Durango que están en el pacífico y el Golfo. Pueden fijar blancos en movimiento a una distancia de 15 kms en superficie y aéreos. También se van a comprar cañones de 76 mm. para los buques.

7. Terapia:

Cualquier proceso terapéutico debe tomar en consideración los siguientes elementos cuyas virtudes clínicas han sido ignoradas hasta hoy por diferentes médicos externos pero que podrían ser de mucha utilidad para tratar el mal de la paciente.

1. La situación política internacional. George W. Bush y Ariel Sharon sufren muy fuertes embates, el primero por los magros resultados de las campañas en Afganistán e Irak y el segundo por escándalos de corrupción. El primero por la militarización de su agenda de política exterior, y el segundo por el endurecimiento militar de su agenda de política interior. Ambos enfrentan tensiones electorales. Para conseguir la reelección, Estados Unidos necesita algo que unifique a la población –aunque sea transitoriamente- y cierre filas en torno suyo. Una invasión a Cuba podría conseguir todo esto, los frutos se recogerían en el corto plazo, independientemente del resultado de la invasión en el mediano plazo. El gobierno de Ariel Sharon necesita 234

todavía el respaldo estadounidense para protegerse de la crítica internacional por la política homicida que ha emprendido contra el pueblo palestino y su dirigencia y para resistir los embates políticos internos que cada día lo hacen más débil.

2. El factor “Israel” en las relaciones México-Cuba-Estados Unidos. En los hechos Israel es aliado de Estados Unidos por interés y enemigo de Cuba por contagio. La tensión popular permanente en México por la complicidad en las relaciones entre México y Estados Unidos en contra de la mayor de las Antillas han hecho necesario que se busque un tercer jugador que, al no estar sujeto a la crítica y a la observación permanente, funcione como catalizador de la agenda común entre los dos países norteamericanos en contra de la nación caribeña, el jugador es Israel.

3. David Dadonn, Embajador de Israel en México. Antes de presentar sus cartas credenciales como embajador en México el 8 de diciembre del 2003, Dadonn se desempeñaba como el tercer embajador de Israel en Jordania desde el restablecimiento de las relaciones entre ambos países en 1994. De los países árabes, Jordania es uno de los pocos que han aceptado un acercamiento de este nivel con Israel, lo que da cuenta de la importancia de la embajada en Amman para el gobierno de Ariel Sharon (hay que recordar que la legación israelí en Jordania es una de las más peligrosas y codiciadas en el servicio exterior de ese país). Para comprender por qué Dadonn se encuentra en México después de haber estado en Jordania se puede comprender considerando dos elementos: 1) Por el factor Estados Unidos y por su naturaleza de potencia regional auxiliar, para Tel Aviv su embajada en México es mucho más importante de lo que lo es para Tlatelolco (lugar en el que se localiza la Cancillería mexicana) la suya en Israel, y 2) Se asignó una embajada de importancia clave geopolíticamente dado el contexto internacional -y de cara a los proyectos que Estados Unidos tiene respecto a la Isla- 235 a un diplomático que, por sus antecedentes, cumplía a la perfección con el perfil necesario para sacar adelante tan espinoso proyecto. Atentamente

Dr. Collin Powell Dra. Condoleezza Rice Dr. Dick Cheney

236

Anexo: Observaciones generales de tres médicos externos:

a) Extirpar el cáncer cubano garantizaría a los Estados Unidos el control pleno de los recursos petroleros de los campos submarinos en el Golfo de México. b) Después de Haití, Cuba sería la puerta de entrada a las más de 200 pequeñas islas e islotes del Caribe que geopolíticamente abrirían un nuevo frente de agresión contra Venezuela, la otra gran potencia rebelde y petrolera latinoamericana. c) La invasión a Cuba sólo es posible mediante el apoyo de la Embajada de Israel en México y el beneplácito del gobierno mexicano. El primero está garantizado mientras que el segundo es incierto por el escaso apoyo popular que tiene Vicente Fox al interior del país. d) Si Fox no puede garantizar el apoyo a la agenda estadounidense ¿sería necesario un gobierno más “comprensivo” En otras palabras ¿Existe la posibilidad de que se esté gestando una facción golpista en el ejército mexicano o en la armada?, ¿Cuál sería? e) Tanto la eliminación del régimen de Fidel Castro como la imposición de un gobierno “comprensivo”, dificultaría –en 237

el primer caso- e impediría –en el segundo- el arribo a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, hombre de izquierda que de llegar a la presidencia en el 2006 sin duda daría un vuelco a las relaciones hemisféricas de México, amenazando de muerte con ello a los Estados Unidos. López Obrador fortalecería a los gobiernos progresistas de Cuba, Venezuela y Argentina. Por el alto índice de popularidad, es muy probable que ya existan planes en la CIA para “neutralizar” a López Obrador antes de la elección presidencial del 2006 como ocurrió en México con Luis Donaldo Colosio durante la contienda presidencial en 1994. f) Es la invasión contra Cuba y no los actos de corrupción de un empresario lo que se encuentra en el fondo de la crisis diplomática entre México y Cuba. El llamado “Caso Ahumada” –que sin duda es otro frente de ataque contra López Obrador- fue tan solo la gota que derramo el vaso y la excusa que allanó el camino a los Estados Unidos. La ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países latinoamericanos y el endurecimiento de las sanciones contra Cuba son los primeros dos movimientos diplomáticos hacia la agresión armada. g) Llama la atención que nada de lo aquí escrito despierte interés en la mayoría de los “especialistas en seguridad nacional” en México. ¿Miedo? ignorancia? ¿complicidad?

Atentamente

Dr. Paul Wolfowitz Dr. Roger Noriega Dr. John D. Negroponte

(Rebelión / Jun. 1, 2004)

238

SEGUNDO ACTO Colombia, la vena abierta

239

El Plan Colombia: Un Gran Negocio

La lógica intervencionista para el control geopolítico del Cono Sur a la que responde el Plan Colombia está fuera de cualquier discusión. El imperativo estratégico de los Estados Unidos en Nuestra América es el mismo que tuvieron los españoles desde el siglo XV: el control de los recursos naturales y el sometimiento de la población, ambos, requisitos indispensables para hacer lo que en la lógica del capital se conoce como un "buen negocio"; es decir, que la tasa de crecimiento de la ganancia de unos pocos tenga una relación directamente proporcional al sufrimiento que provoca en las mayorías. Millones de personas inocentes viven en estos momentos en Colombia el infierno de encontrarse en una guerra civil en la que mujeres son violadas, niños martirizados, y hombres desmembrados con motosierras, y aún existe quien sonríe al norte del río Bravo: los doce grandes. Son mercaderes de la muerte cuyos ingresos forman parte del PNB estadounidense; más aún, son los hijos consentidos del imperialismo pues su actividad de necrofilia empresarial rinde frutos de millones de dólares. Algunos de ellos proporcionan el software bélico y algunos más proporcionan el hardware. Entre los primeros encontramos a corporaciones como Military Professional Resources Inc., MPRI, y DynCorp, empresas privadas que 240 prestan servicios al Pentágono desde hace años en materia de entrenamiento policial y capacitación de tropas. Tan solo por este concepto, DynCorp percibe ingresos anuales de alrededor de 1,200 millones de dólares. Ambas corporaciones son actores conocidos e indispensables en el Plan Colombia, fundadas por militares norteamericanos retirados. Su tarea principal -además de la labor cosmética de "asistir en el combate antinarcóticos" (como la "fumigación" y "servicios relacionados", actividades por las que cobran alrededor de 635 millones de dólares)- es el entrenamiento del ejército en técnicas de contrainsurgencia y la formación -junto con la CIA- de cuerpos paramilitares tanto en Colombia como en el Perú. Estos mercenarios son los encargados de transferir el know how del terrorismo de Estado del siglo XXI a los gobiernos de las oligarquías colombianas para derrotar a unas robustecidas FARC-EP y al ELN. Por su parte, entre las corporaciones que proporcionan el hardware bélico encontramos viejos y nuevos actores en conflictos convencionales. En el Plan Colombia, fiesta dantesca en la que cada quien coopera con su cuota de muerte como mejor le conviene, Lockheed Martín colabora con sistemas de radar de alerta temprana para mejorar las tareas de la aviación P- 3 AEW (para guerra antisubversiva) actualizando cuatro radares APS-138 en radares APS-145. Todo esto con un valor de 68 millones de dólares. Por su parte, Ayres Corporation no se queda atrás y pone su grano de arena por 54.5 millones de dólares: fue contratada para optimizar en aparatos OV11, los aparatos OV10 de la fuerza aérea colombiana y para modernizar los programas interdiction aircraft, A-37, OV-10 y Tucán. De los 54.5 millones, 20 fueron para la adquisición de una nave Ayres S2r T-65 para la dispersión de herbicidas, nave que dicho sea de paso puede servir para llevar a cabo operaciones de guerra química con defoliantes. Para operaciones menos encubiertas como en las que sería utilizado el aparato de Ayres Corporation, Bell Helicopter Textron facilitará a los cuerpos de seguridad colombianos 42 helicópteros Huey II equipados con un motor T53 para mejor desempeño a gran altitud a cambio de 75.6 millones de dólares. Doce de estos aparatos de guerras

241 serán utilizados por los cuerpos policíacos mientras que el resto serán destinados a uso militar. En el mismo tenor, United Technologies Corporation, Sikorsky Aircraft recibirá 234 millones de dólares por 18 helicópteros Blackhawk, de los que dos serán para uso policiaco mientras que 16 serán de uso militar. Por si esto fuera poco, 5 helicópteros del tipo K-MAX de uso pesado y su respectivo mantenimiento por cuatro años serán proporcionados por Kaman Aerospace Corporation, para supuestas operaciones "antinarcóticos" en Perú; aparatos y servicio, a cambio de 32 millones de dólares. Northrop Grumman Corporation tampoco se queda atrás en la escalada bélica estadounidense en el país sudamericano y entusiastamente cooperará con un avión Northrop Grumman (NOC) RC-7 multifunción de reconocimiento aéreo (ARL-M) que será entregado al Ejército estadounidense por 30 millones de dólares. Finalmente, y para tener una idea del nivel de importancia que tiene el Plan Colombia, encontramos que no sólo aparatos bélicos convencionales están siendo adquiridos, sino también armamento de alta tecnología; tal es el caso del avión Schweizer SA 2-37 equipado con sensores infrarrojos forward looking que habrá de ser comprado a la Schweizer Aircraft Corporation, y que oficialmente servirá para apoyar con inteligencia orgánica a los batallones antinarcóticos del ejército colombiano (aunque es claro que su uso también podría estar enfocado para actividades contrainsurgentes). Hay que decir también que transnacionales como DuPont, Monsanto y Agricultural Biological Control (Ag/Bio Con) tienen un papel trascendente en el Plan Colombia, pues son las encargadas de facturar los herbicidas que habrán de ser utilizados para la "erradicación" de los cultivos de narcóticos y que en el proceso habrán de contaminar gravemente el territorio colombiano provocando graves secuelas al ecosistema. Excluyendo a Monsanto, DuPont, MPRI y a Agricultural Biological Control Ag/Bio Con -cuyos ingresos por participar en el Plan Colombia desconocemos- encontramos que las ocho compañías restantes habrán de llevarse al menos 1,138 millones de dólares por venta de equipo y capacitación de 242 personal; esto es no menos del 87.54% de los 1,300 millones de dólares con los que habrá de participar el gobierno de Estados Unidos en el mismo proyecto. Esta cifra nos muestra que, en términos reales, los beneficiarios de la abrumadora mayoría de los recursos que habrán de ser inyectados por Washington no serán los colombianos en el área del conflicto, sino las empresas que componen el complejo militar-industrial de los Estados Unidos. Es decir, una de las funciones principales del Plan Colombia es proporcionar una justificación al gobierno norteamericano para invertir en el desarrollo de su industria militar, particularmente, en el rubro de armamento convencional. La fuerte inversión en el corto plazo que el gobierno estadounidense -primero con Clinton y ahora con Bush- está realizando en el marco del Plan Colombia, tiene un solo objetivo: asegurar los recursos de la Amazonia y afianzar su presencia en América del Sur, región en la que en los últimos años han cobrado fuerza los movimientos de liberación continental antiimperialistas -que han venido a fortalecer a la incansable Cuba-, como en Ecuador, Colombia, México, Venezuela, y muy probablemente, en el futuro cercano, Argentina y Brasil. De todo esto podemos concluir que como es evidente, la guerra es un muy buen negocio para los integrantes del complejo militar-industrial estadounidense en el corto plazo, como lo es en el largo plazo para el régimen imperial de las oligarquías. Si bien es cierto en la perorata típica de la educación empresarial se habla de que el mejor de los negocios es aquel en el que todos ganan, el realismo político se impone a las utopías academicistas de los apologistas del libre mercado: el mejor de los negocios es el que proporciona a los dueños del poder la mayor cantidad de dinero a cambio, no de tranquilidad, paz, democracia, derechos humanos o cualquier otra de esas veleidades idealistas, sino a cambio de la paz de los sepulcros. En este sentido, Vietnam, Camboya, América Central y muchos países más, tienen una larga y triste historia que contar. (Víaalterna / Ago. 6, 2001)

243

Colombia: Las FARC en la Mira

El 26 de marzo murió Pedro Antonio Marín Marín, más conocido por su apodo –Tirofijo- y a quién el mundo se refiriera por su nombre de guerra: Manuel Marulanda Vélez. La muerte de Marulanda -fundador y líder máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP)- vino a confirmar la debacle que ya se temía desde el asesinato -el 1º de marzo, en territorio ecuatoriano- del segundo hombre fuerte del grupo armado, Raúl Reyes. Paradójicamente, la misma violencia que se condena en las FARC es la misma que ha conseguido reposicionar al presidente Álvaro Uribe en el ánimo de la opinión pública internacional.

Gobierno y guerrilla: Violencia de unos, violencia de otros

Durante el operativo del 1º de marzo que costó la vida a Raúl Reyes, el ejército colombiano violó flagrantemente la soberanía ecuatoriana: Colombia bombardeo el Ecuador cometiendo con ello el mismo crimen –delito de agresión- por el que los nazis fueron colgados durante los juicios de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial (1945-1949). Al ataque del 1º de marzo siguió el desarrollo de la Operación Jaque el 2 de Julio. Durante aquella acción –en la que fue liberada la ex candidata presidencial franco-colombiana, Ingrid Betancourt y 14 rehenes 244 más- las fuerzas especiales colombianas cometieron otro crimen de guerra –crimen de perfidia al utilizar para fines bélicos los escudos de la Cruz Roja internacional. Por sí solas, cualquiera de estas dos acciones habría bastado para llevar ante la Corte Penal Internacional –instancia considerada como la joya del sistema judicial internacional- al mandatario colombiano por violaciones graves a los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales –conocidos como derecho internacional humanitario- que norman las llamadas “Leyes de la Guerra”. Nada de esto ocurrió. Álvaro Uribe no fue indiciado como probable responsable por la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad sino que fue felicitado por la llamada “comunidad internacional” (es decir, el gobierno colombiano, el estadounidense, sus aliados y los principales medios de comunicación). El escritor peruano Mario Vargas Llosa llegó al extremo no sólo de no condenar al mandatario sino que incluso apuntó que por “la destreza, audacia y perfección del rescate… hay que felicitar, antes que a nadie, al presidente Álvaro Uribe” (El País, julio 13, 2008). Destreza, audacia y perfección, pero nada hay de legalidad y Estado de derecho. La absolución que ha hecho Vargas Llosa -y con él, el resto de la llamada “comunidad internacional”- de la estrategia oficial colombiana en el sentido de que el fin justifica los medios (así sea a contrapelo de la legalidad), aunque inexcusable, tiene una cierta lógica. Tras décadas de violencia, la vía armada ha caído en el descrédito como vehículo de cambio social continental. El hartazgo popular encuentra su expresión más elocuente en los miles de muertos, torturados y desaparecidos como resultado de las confrontaciones entre el Estado y las guerrillas, entre las guerrillas y los paramilitares, y entre los cuerpos policíacos y las bandas de narcotraficantes. En la espiral descendente hacia la disolución social en la que se ha estancado Colombia desde hace ya casi medio siglo, el origen de la violencia pierde relevancia frente a sus posibles soluciones. Es por esto que pese a que el 90% de los asesinatos y torturas son perpetrados por el ejército y los grupos paramilitares

245

(Amnistía Internacional, 2008), curiosamente, la mayor parte de la culpa por esa violencia es atribuida a las FARC. Uribe apuesta a un contrasentido: la paz a través de la guerra. En su papel de médico nacional el presidente colombiano articula una terapia de choque (la guerra) que promete terminar con la enfermedad (las FARC), aún a cuenta y riesgo de la vida del paciente (Colombia). El gobierno sabe que, arrinconadas y a la defensiva, las FARC pueden ahora convertirse en el chivo con cual expiar todos los males del país... y los propios.

Álvaro Uribe: La parapolítica y la violencia necesaria

Desde sus tiempos como gobernador de Antioquia (1995-1997) el actual presidente colombiano ha sido señalado como protector del principal grupo paramilitar del país, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Las acusaciones de asociación entre el antiguo gobernador -y actual presidente- con los paramilitares estallaron y se confirmaron diez años después cuando -a finales de 2006- una serie de investigaciones detonaron el “escándalo de la parapolítica” o del “parauribismo”. Durante 2007 la tercera parte de la cámara baja -68 congresistas de 166- y otros altos funcionarios de gobierno (uno de ellos, por cierto, el actual embajador de Colombia en México, Luis Camilo Osorio, durante su gestión como Fiscal General de la Nación en el periodo 2001-2005) fueron acusados de asociación con grupos paramilitares. Los resultados no se hicieron esperar: 34 legisladores fueron a dar a la cárcel –muchos de ellos confesos- por vínculos con las AUC. Cabe señalar que entre los procesados se encuentra el diputado Mario Uribe, primo y principal aliado del mandatario colombiano. En esto estaba la crisis política interna colombiana cuando llegó la intervención de Hugo Chávez como mediador para la liberación de rehenes a invitación de la senadora Piedad Córdoba en agosto de 2007. Cuatro meses duró la aventura diplomática-militar de Chávez-Córdoba con las FARC. El 21 de Noviembre Álvaro Uribe dio por terminada la negociación para 246 no perjudicar su política de Seguridad Democrática (programa gubernamental que busca la “pacificación” de Colombia mediante el exterminio físico de la insurgencia a partir de grandes cantidades de efectivos, armamento de punta y servicios de inteligencia). Desde la óptica gubernamental colombiana, la mediación de Chávez debía llegar a su fin. La vía diplomática por la que avanzó el presidente venezolano en su trato con las FARC no solamente obtenía resultados (los guerrilleros liberaron a Consuelo González y a Clara Rojas el 10 de enero de 2008) sino que desacreditaba la opción militar sobre la que Uribe fundaba su estrategia contrainsurgente y de gobierno. En esta óptica, cada logro de Chávez se levantaba como un fracaso de Uribe con lo que, además, se desprotegía a este último de cara al escándalo de la parapolítica que no tenía para cuando terminar. Para Álvaro Uribe entonces, la violencia era necesaria: ante un enemigo común (la guerrilla) se provoca un estado de crisis en el que la confianza y las decisiones se centralizan en el presidente como único salvador, ahogando con ello, las acusaciones contra su régimen.

Seguridad democrática o el exterminio que viene

Ante al escándalo de vínculos con los paramilitares, el gobierno de Álvaro Uribe utilizó la mediación de Chávez para ganar tiempo y desviar la atención. Coyunturalmente la intervención del venezolano resultó conveniente; sólo así se explica que el propio Uribe, el presidente francés Nicolás Sarkozy e incluso un congresista estadounidense -William Delahunt- felicitaran los esfuerzos y logros de aquél a quién tradicionalmente atacan. Empero, no se podía permitir el crecimiento político regional de Chávez a costa de la incapacidad de interlocución de Uribe con las FARC. Esta dinámica en el mediano y largo plazo atentaba contra la política de Seguridad Democrática del gobierno colombiano, que a su vez representa la punta de lanza de las políticas militares de control hemisférico diseñadas por el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos. 247

La política de Seguridad Democrática de Uribe tiene su fundamento en la llamada Iniciativa Andina que fue el nombre con el que se re-bautizó al Plan Colombia. En la práctica, la política de Seguridad Democrática en Colombia corre sobre las mismas líneas que el Programa Fénix diseñado por la CIA e instrumentado en Vietnam del Sur (1967-1972) y que consistía en tres metas muy concretas: infiltración, captura y asesinato de la insurgencia armada. En los hechos se trata de terrorismo de Estado institucionalizado por el gobierno, legitimado diplomáticamente por los aliados (Estados Unidos, Francia y la Unión Europea entre otros) y encubierto por los medios de comunicación que no dan cuenta de sus consecuencias. Con la muerte de Manuel Marulanda y con el asesinato de Raúl Reyes (cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devia Silva) las FARC sufren de un vacío que el nuevo líder máximo Guillermo León Saenz (alias Alfonso Cano) no alcanza a llenar. El aislamiento al que los arrojó Hugo Chávez con su declaración del 8 de junio (“la guerra de guerrillas pasó a la historia y ustedes en las FARC deben saber una cosa: ustedes se han convertido en una excusa del imperio para amenazarnos a todos, son la excusa perfecta”) tampoco augura nada bueno a los insurgentes colombianos. La orden liberada en julio de 2008 para la re-aprehensión de Rodrigo Granda (alto mando de las FARC –conocido como el canciller- capturado ilegalmente en Venezuela por la inteligencia colombiana, trasladado en secreto a Colombia y liberado el 4 de junio de 2007 a solicitud del Presidente Sarkozy) se viene a sumar a un plan del cual es ya difícil dudar: el gobierno colombiano utilizará en adelante todos los instrumentos a su alcance para el aniquilamiento de la guerrilla.

Colombia como Bosnia

El espectáculo de medios en el que se convirtió la liberación de Ingrid Betancourt junto con tres “contratistas” (mercenarios) estadounidenses y otros once rehenes borró del mapa los crímenes de guerra cometidos en aquella acción. Frente a las imágenes de un presidente Sarkozy besando a la ex candidata 248 presidencial nadie recuerda y a nadie importa que 9 de cada 10 muertos, desaparecidos y torturados son responsabilidad directa del gobierno colombiano –liderado por Uribe- o de los grupos paramilitares –a quienes se acusa al presidente de proteger. Ante la aséptica presentación en términos de “Destreza, audacia y perfección” (M. Vargas Llosa) de la política militar colombiana se olvida que la violencia genera más violencia. Si violentos son los medios, violentos también serán los resultados: ninguna paz puede salir de esto. El narcotráfico es sólo una excusa como las hay muchas. En Colombia participan en él por igual la clase política que los paramilitares, los militares y los guerrilleros. Nadie en este conjunto está a salvo de sus dinámicas, de sus riesgos y tampoco de sus beneficios. No es una pieza menor por supuesto, pero sí una pieza secundaria: es consecuencia y no causa del triste, complejo y añejo entramado colombiano. Más allá de las palabras, a las FARC-EP les espera una escalada militar de la que nadie dará cuenta y a la que nadie interesará. Los muertos, los torturados, los desaparecidos, los huérfanos, los desplazados, y todas las víctimas inocentes del ejército y del paramilitarismo auspiciado desde el Estado caerán en el olvido. No es raro, pero tampoco es nuevo. En América Latina ya se vio y se vivió esta experiencia durante las dictaduras del Cono Sur, “Estados de Seguridad Nacional” le llamaron en el Paraguay de Stroessner y en las juntas militares argentinas (Viola, Videla, Massera, Galtieri, etc); Tierra Arrasada le llamaron en la Guatemala de Efraín Ríos Montt con sus 200 mil muertos y desaparecidos. Seguridad Democrática se llama en Colombia ahora lo que en el pasado se llamó Programa Fénix en Vietnam. Nada bueno saldrá de esto y del resultado pocos nos enteraremos. Pues como dijo en su momento Madeleine Albraight -Secretaria del Departamento de Estado de los Estados Unidos durante el gobierno de William Clinton- refiriéndose a la guerra de Bosnia-Herzegovina “Lo que no aparece en CNN no existe”. (Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

249

Adiós a las Armas: El Ocaso de las Guerrillas en América Latina

Justo al fin de la Guerra Fría apareció el libro La Utopía Desarmada: Intrigas, dilemas y promesas de la izquierda en América Latina (Joaquín Mortiz, México, 1993) de Jorge G. Castañeda. En aquella obra, el controvertido personaje (ex profesor de marxismo, ex miembro del Partido Comunista, ex canciller de México, ex aspirante a la presidencia y supuesto ex agente de la CIA y supuesto ex agente de la inteligencia cubana, entre muchas otras cosas) defendía una tesis central: la inviabilidad de la revolución armada en el subcontinente americano “por ahora” (pag. V del prólogo a la 2ª ed). Cuatro elementos dan validez y actualidad al “por ahora” que arrojara Castañeda a principios de los noventa. En primer lugar, la desaparición de facto del brazo militar -o su transformación en agrupación político-electoral- de la inmensa mayoría de las organizaciones guerrilleras latinoamericanas (entre otros el FSLN nicaragüense a partir de 1984, el FMLN salvadoreño en 1992, la URNG guatemalteca en 1998); en segundo lugar, el arribo al poder por la vía electoral de gobiernos de “izquierda radical” o de simple “izquierda” en múltiples puntos del continente (Venezuela en 1999 con Hugo Chávez; Brasil con Lula da Silva y Argentina con Néstor Kirchner en 2003; Bolivia con Evo Morales en 2006 y Paraguay con Fernando Lugo en 2008); en tercer lugar el crecimiento y fortalecimiento de movimientos político-sociales no oficiales ni 250 partidistas (el MST brasileño, el EZLN mexicano, el Pachakutik en Ecuador, Piqueteros en Argentina, etc.) y en cuarto lugar el descrédito de la vía armada que facilitó la represión y desaparición casi total de las guerrillas en su forma tradicional en América Latina (notable es el caso del Perú: Sendero Luminoso fue borrado del mapa desde 1992 con la captura de Abimael Guzmán –Presidente Gonzalo- y el MRTA fue aniquilado tras la operación para liberar la embajada de Japón tomada por los insurgentes en 1996). La predilección en lo estratégico por la vía electoral en lugar de la vía armada; en lo ideológico por el reformismo en lugar de la revolución y en lo táctico por la organización político-social en lugar de la organización político-militar fueron algunos de los elementos que han ganado adeptos a la oposición política que avanza sobre el carril de la resistencia no-violenta en la postguerra fría frente a la tradicional opción violenta que destacó durante la confrontación Este-Oeste en el tercer mundo. Es aquí donde se encuentra América Latina en la actualidad. Arrinconadas y a la defensiva, las pocas organizaciones guerrilleras activas que restan en el hemisferio padecen el azote de la propaganda y el rechazo de grandes núcleos de la población latinoamericana. Por igual a las FARC-EP y el ELN en Colombia que el EPR en México se les percibe como anacronismos del tiempo. La contundencia de esta realidad ha llegado incluso a expresarse por boca de los dos heraldos de la izquierda política latinoamericana: la histórica con Fidel Castro en Cuba y la de vanguardia con Hugo Chávez en Venezuela. El Comandante en Jefe que bajara de Sierra Maestra a la cabeza de la revolución triunfante en 1959 en Cuba (el mismo que después patrocinaría guerrillas en todo el continente) advirtió en su momento al EZLN sobre los estrechos márgenes de validez de la lucha armada en los nuevos tiempos. Por su parte, Hugo Chávez -quien no escatima palabras y adjetivos para denunciar los usos, abusos y costumbres de los Estados Unidos- descalificó de plano el camino de la vía armada refiriéndose a las FARC-EP. Sin embargo, más allá de Castro y Chávez; más allá de las tácticas, las estrategias, las ideologías y los caminos del cambio social hay algo más. Castañeda y su Utopía Desarmada 251 advirtieron la caducidad de las armas en 1993 y apenas un año después, en 1994, el mundo conoció las palabras del Subcomandante Marcos que dan lógica y cuenta –que no una justificación- de la violencia guerrillera en América Latina: “Podrán cuestionar los métodos, pero no las causas”.

(Revista Vor, Ago-Sept, 2008)

252

TERCER ACTO ¿Cambios o continuidades?

253

Honduras y América Latina: ¿Qué está Pasando?

Tras el periodo de los llamados “Estados de seguridad nacional” de los sesentas y setentas y a veinte años de las guerras civiles centroamericanas de la década de los ochenta, muchos (¿tal vez la mayoría?) pensaron que América Latina se encontraba ya en un punto diferente de su historia; un punto en el que la violencia política y el arrebato no eran ya más que un pasado que todos creían –y querían- muerto, velado y enterrado. El golpe de Estado en Honduras del pasado 28 de junio llegó como la refutación más contundente de tales ideas e ideales: hoy, como hace dos décadas, salieron los militares a las calles, como hace dos décadas se suspendieron garantías individuales y como hace dos décadas la normalidad democrática vuelve a pender de un hilo.

Honduras es América Latina: Izquierda y derecha…

Pero Honduras no es Honduras, Honduras es América Latina. El golpe de Estado contra Manuel Zelaya es una mini- confrontación de una disputa de mayor alcance, disputa que no se entiende si se toma como anacrónicos conceptos que aunque antiguos no pierden su vigencia; tal es el caso de los calificativos “derecha” e “izquierda”. ¿Izquierda y derecha? ¿qué no eran esas clasificaciones de la Guerra Fría? Sí, lo eran, pero tras la disolución del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), del Pacto de Varsovia y 254 de la Unión Soviética, en general, en América Latina –como en muchas otras partes del mundo- los gobiernos nunca dejaron de colgarse una de las dos etiquetas: Fuera de Felipe Calderón en México y Álvaro Uribe en Colombia todos los demás gobiernos se dicen de “izquierda” ¿y quiénes son esos “todos”? En el extremo están los más sonados y controvertidos, Cuba con Raúl Castro, Venezuela con Hugo Chávez, Nicaragua con Daniel Ortega, Ecuador con Rafael Correa y Bolivia con Evo Morales. Más al centro –aunque todavía en la izquierda- se colocan Argentina con Cristina Fernández de Kirchner, Brasil con Luis Inacio “Lula “ da Silva, Paraguay con Fernando Lugo, Uruguay con Tabaré Vázquez, Chile con Michelle Bachelet, Costa Rica con Oscar Arias, Panamá con Martín Torrijos, el Salvador con Mauricio Funes y Guatemala con Álvaro Colom. Por eso Honduras no es Honduras, por eso Honduras es América Latina: del mismo modo en que México y Colombia son excepciones en el continente latinoamericano, los golpistas que sostienen a Roberto Micheletti son minoría en el país centroamericano. ¿Son minoría? Sí lo son, a menos que se crea que están equivocados los Estados Unidos que congelaron un préstamo de 16 millones de dólares y amenazaron con congelar otros 180 millones (julio 21, 2009, Diario Los Andes); son minoría a menos que se crea que están equivocados los veinticinco miembros de la Unión Europea que congelaron un préstamo de 65.5 millones de Euros (julio 21, 2009. Agencia EFE); son minoría a menos que se crea que está equivocado el Banco Mundial que también congeló 270 millones de dólares en préstamos al “gobierno” de facto de Roberto Micheletti (junio 30, 3009. El Universal); son minoría a menos que se crea que están equivocados los miembros de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (con sus 192 miembros) al declarar en su resolución del 30 de junio del 2009 (auspiciada, curiosamente entre otros, por México y los Estados Unidos) que no reconocería otro gobierno que el democráticamente electo de Manuel Zelaya; son minoría a menos que la Organización de Estados Americanos (con larga fama de posiciones derechistas) haya incurrido en un error al expulsar a Honduras de su seno el 5 de julio de 2009, una semana después del golpe de Estado 255 contra Zelaya. Así pues, son minoría los seguidores de Micheletti, y lo son al punto de que no existe un solo gobierno en el mundo que los haya reconocido como gobierno legítimo: su aislamiento diplomático es tan total como absoluta es su ilegitimidad. Por eso Honduras es América Latina; si en América Latina son mayoría los gobiernos de izquierda, en Honduras –y fuera de ella- quienes apoyan a Manuel Zelaya son también mayoría, lo anterior, independientemente de que haya llegado al poder con la bandera de la derecha para después inclinarse a la izquierda.

Honduras y América Latina: Ayer y hoy, personas y circunstancias

La crisis hondureña también reveló una cierta lógica histórica, que, lejos del marxismo, se presenta como una línea de análisis regional de interés: las personas y las características y circunstancias que los hacen personajes. Hoy como ayer, aparece Oscar Arias. El presidente de Costa Rica en la actualidad ya lo había sido en el pasado (1986- 1990). En aquellos días recibió el Premio Nobel de la Paz por su mediación para la pacificación de América Central. Hoy, su intervención ha sido solicitada de nuevo con el mismo fin: ¿evitar una guerra civil en Honduras? Tal vez. ¿Recibirá el Premio Nobel por segunda ocasión? Tal vez… Hoy como ayer, aparece Daniel Ortega. El presidente de Nicaragua en la actualidad ya lo había sido en el pasado (1979- 1985). En aquellos días era el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional y su gobierno lidió por años contra la llamada Contra, que, desde bases militares en Honduras, lanzaba ataques contra su régimen con el apoyo de los Estados Unidos. Si el gobierno hondureño, títere de aquél, era un enemigo secundario (el primario eran los Estados Unidos) hoy, a casi treinta años de distancia, Daniel Ortega fue uno de los primeros y más fervientes defensores del restablecimiento del gobierno de su par, Manuel Zelaya. Si en el pasado fue la guerra de guerrillas y el terrorismo lo que dividió a Nicaragua y Honduras, ahora es la demanda de respeto al constitucionalismo lo que los une en una causa común. 256

Hoy como ayer, aparece un Torrijos en Panamá. El de hoy –Martín- es hijo del de ayer –Omar. El de ayer negoció con el presidente Carter la entrega del canal (Tratado Torrijos- Carter) y el de hoy tiene proyectos para su ensanchamiento. El Torrijos del ayer murió ¿asesinado? cuando su avión “explotó en el aire”; el Departamento de Estado no lo veía con buenos ojos, al de hoy tampoco. El de ayer dijo “en la torpeza estriba el peligro” ¿corre peligro el de hoy al declarar respecto a Honduras que “es un caso donde no hay espacio para titubeos frente a la interrupción del orden democrático en un país hermano”? (junio 29, Agencia Xinhua). Tal vez los tiempos sí hayan cambiado, tal vez el Torrijos de hoy no muera en ningún “accidente” aéreo. Pero también hay algunas diferencias en la historia. Ayer la mayoría de los gobiernos latinoamericanos eran dictaduras militares, hoy son gobiernos democráticos; ayer las dictaduras eran de derecha, ahora los gobiernos son democracias de izquierda; ayer la intervención estadounidense era repudiada, hoy, con la crisis hondureña fue solicitada; ayer el uso de las armas era la regla, ahora fue la excepción. Y es que las dinámicas no son sólo regionales, también son locales. Un líder obrero del ayer ahora es presidente de Brasil; un líder cocalero del ayer ahora es presidente de Bolivia (por cierto, el primer presidente indígena en quinientos años); un antiguo cura teólogo de la liberación ahora es presidente de Paraguay; la hija de un torturado por la dictadura militar ahora es presidenta de Chile (y antes, curiosamente, fue Ministro de Defensa); en Perú, Alán García -el mismo al que ayer acusaron de “populista”- es ahora presidente por segunda vez (1985- 1990), sólo que ahora no es de “izquierda radical populista” sino “de centro” (aunque durante su campaña se presentaba como de “centro-izquierda” al ocupar su contendiente –Ollanta Humala- la “izquierda radical” y al haber sido eliminada la candidata “de derecha” desde la primera vuelta). Así pues, quienes sostienen que la historia, cansada de inventar, tiende a repetir -circunstancias, personas, personajes- han acertado; aunque la historia no repite con lo mismo exactamente, sino con algo parecido: América Latina es la muestra.

257

¿Qué pasará en Honduras?

Es una buena pregunta, y su respuesta no es difícil: sale Micheletti, entra Zelaya. ¿Se trata de una conclusión apresurada? ¿es la lógica detrás de la respuesta más un deseo que un análisis objetivo? ¿son parabienes más que argumentos su sustento? No, es sólo sentido común: Honduras es un pequeño país centroamericano con una superficie de 112 mil km.2, es decir, un poco más pequeño que el estado de Durango en la República Mexicana; su economía depende casi en un 10% de la asistencia externa (400 millones de dólares de 3,700 en 2008, Julio 20, 2009, Agencia AP); la desigualdad social es rampante (la fuerza laboral se reparte del siguiente modo: 39.2% en la agricultura, 20.9% en la industria y el 39.8% en el sector servicios mientras que la composición del PIB muestra que la agricultura sólo representa el 13.4%, la industria el 28.2% y los servicios el 58.2% del ingreso) y su debilidad política es patente. El gobierno de un país dividido en lo político, aislado en lo diplomático, estructuralmente quebrado en lo económico, dependiente en lo militar y sometido a fuertes presiones internacionales (que pueden llegar al boicot comercial con lo que se estrangularía inmediatamente su frágil economía) tiene un futuro de corto plazo. ¿Que si Cuba pudo también podrá la Honduras de Micheletti? Este análisis no tiene sustento: desde 1959 hasta 1989-91 Cuba contó con una fuerte retaguardia: la URSS, y después de la URSS la retaguardia la tomaron las muchas relaciones bilaterales que el talento diplomático de la mayor de las Antillas consiguió construir para reemplazar al hegemón soviético. La Honduras de Micheletti no tiene una retaguardia similar (de hecho, al no ser reconocido por ningún gobierno sobre la tierra, sencillamente no tiene una retaguardia) y tampoco cuenta con el talento diplomático de los cubanos. Alea jacta est, es decir, la suerte está echada: antes o después de las elecciones; antes o después del boicot, pero su futuro, como su legitimidad y legalidad, es corto por no decir nulo.

(Revista Vor, Ago-Sept, 2009)

258

Estados Unidos y América Latina: Bases Militares y la IV Flota ¿Cooperación o Control?

La efervescencia que produce la acción sincrónica de movimientos revolucionarios clásicos (Colombia), revoluciones indígenas institucionales (Bolivia), revoluciones de inspiración neomarxista (Venezuela y Ecuador), liberales institucionales (Argentina y Brasil), izquierda moderada (Chile) y de izquierda radical (Nicaragua) convierten América Latina en una de las regiones más activas del mundo, tanto en lo político como en lo económico. La multitud de movimientos políticos regionales se acompaña también de una amplia agenda hemisférica que garantiza acciones y declaraciones estridentes, en uno y otro sentido: narcotráfico, migración, crisis económica, degradación ecológica, explotación de recursos naturales, “sub- imperialismo” industrial, “narcoterrorismo”… El Estado resultante de la acción conjunta de esta multitud de actores (gobiernos, liberales y conservadores, de izquierda y de derecha, locales y foráneos, guerrilleros, movimientos sociales, medios de comunicación, etc) y vínculos (políticos, económicos, sociales, culturales) es un estado de muy alta complejidad y dinamismo difícil de retratar. Las explicaciones y los modelos de análisis sobre uno u otro fenómeno o actor parecen caducar al día siguiente con las noticias del día: nuevas declaraciones o nuevos hechos obligan a repetir el ejercicio ad infinitum. Y es ahora que el péndulo latinoamericano ha llegado a la estación militar.

259

Las noticias

Dos noticias han provocado recientemente nuevas andanadas de declaraciones y tensiones en la región: 1) la re-activación de la IV flota estadounidense (inoperante desde 1950) con sede Mayport, Florida y cuya área de acción es el Atlántico Sur y 2) el permiso colombiano para la entrada en operación de siete nuevas bases militares estadounidenses en Colombia en los Malambo –Atlántico, Palanquero -Magdalena Medio, Apiay – Meta, Cartagena y el Pacífico, Tolemaida y Caquetá. La tormenta política que desataron ambas noticias (aunque la primera ya tenía algo más de un año desde Julio 1 de 2008) no se hizo esperar poniendo de moda los antiguos debates entre intervencionismo vs. soberanía (Ecuador); propaganda vs. información (Venezuela); complicidad vs. cooperación (Colombia) y cuestiones todavía más espinosas y difusas como aquellas de los movimientos de liberación vs. terrorismo (Perú); autonomía vs. separatismo (Pando, Beni y Santa Cruz en Bolivia); criminalización de la protesta social vs. libertad de expresión (México) y, en general, la todavía más amplia cuestión sobre la seguridad del Estado vs. seguridad humana (Estados Unidos-América Latina).

América Latina en la geopolítica militar estadounidense

La larga historia intervencionistas de los Estados Unidos en América Latina (ver Tabla) fue desempolvada como prisma de entendimiento de la realidad hemisférica en el siglo XXI. Para los críticos de estos nuevos movimientos del Pentágono en la región, la retirada táctica de Ecuador (Base de Manta) tras la negativa del presidente Rafael Correa –quién se negó a prolongar la estancia de las fuerzas armadas estadounidenses en su país- fue inscrita como un paso dentro de un movimiento estratégico de más amplio espectro: salir de Ecuador para entrar –todavía más- en América Latina tanto por tierra -en Colombia a través de las nuevas siete bases- como por mar -mediante la reactivación de la IV Flota. Dentro de esta lógica entonces se perdería un país (Ecuador) pero se ganaría todo un continente 260 ampliando las capacidades tanto ofensivas como defensivas de los Estados Unidos. En este sentido Colombia vendría a ocupar el mismo lugar, en América Latina, que ocupan Okinawa y Japón en Asia Oriental, Afganistán en Asia Central, Georgia en el Cáucaso, la Gran Bretaña en Europa, Israel en el Medio Oriente y Egipto en el Norte de África: enclaves desde los cuales se pueden coordinar operaciones militares de alcance regional. En la misma tónica, la rehabilitación de la IV flota se vendría a sumar a la red militar naval que ya recorre los mares de todo el mundo: la II Flota en el Atlántico Norte; la III Flota en el Asia Pacífico; la V Flota en los contornos del Medio Oriente; la VI Flota en el mar Mediterráneo y la VII Flota en el Pacífico Occidental. La salida de las fuerzas armadas estadounidenses de la base de Manta en Ecuador junto con la profundización de la cooperación con Colombia –en tierra- y la reactivación de la IV Flota –por mar- se entendería entonces como una “fuga hacia adelante”. Ambos movimientos se sumarían entonces al conjunto de complejos e instalaciones militares ya existentes en el subcontinente americano de entre los que destacan la base militar aérea de Soto Cano –Palmerola- en Honduras; Guantánamo en Cuba; Aruba y Curazao –Mar Caribe- Fort Buchanan en Puerto Rico y Comalapa en El Salvador. Pero y todo esto ¿para qué?

¿Razones o excusas?

Más allá de la altamente cuestionable “intervención humanitaria” (Kosovo 1998; Irak 2003) solamente existen dos posibles formas de utilizar equipo militar: para la defensa o para el ataque. Las justificaciones oficiales de los movimientos militares recientes de los Estados Unidos en América Latina – justificaciones que, dicho sea de paso, han hecho suyas tanto el presidente de Colombia, Álvaro Uribe como el de México, Felipe Calderón- van desde la cooperación hemisférica para el desarrollo, pasando por la “asistencia humanitaria”, hasta el combate al narcotráfico, al terrorismo y contra el difuso hijo de ambos, el llamado “narcoterrorismo” en la región. 261

Estas son “las razones” que los críticos desdeñan como excusas. Los motivos reales de la expansión de las capacidades militares de las fuerzas armadas estadounidenses en el hemisferio tienen más que ver con tres temas: recursos naturales, política local y control regional. En cuanto a recursos naturales las acciones del Pentágono se pueden entender como un esfuerzo para estrechar la vigilancia sobre el petróleo de Venezuela; las minas de cobre en Chile; el salitre y el gas en Bolivia; el agua dulce del acuífero guaraní en los países que integran el MERCOSUR –Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay- y los recursos del Amazonas – especies endémicas vegetales, animales y minerales principalmente en Brasil, Colombia, Perú y Bolivia- y la región de la Antártida y sus potenciales, bajo control ahora de gobiernos que, en diferentes tonos y desde diferentes frentes – salvo el colombiano- son todos críticos de Washington. Si para controlar los recursos hay que controlar los gobiernos, se tiene entonces la necesidad de tener y mantener infraestructura de reacción militar eficaz como instrumento de disuasión en el dado caso de una crisis en zona. Peligro, dicho sea de paso, latente como se ha visto tras las escaramuzas fronterizas inter-estatales como en el caso entre Venezuela y Colombia y -todavía más, tras el ataque aéreo colombiano a territorio ecuatoriano de marzo del año pasado- y las crisis intra- estatales como el golpe de Estado en Honduras, el separatismo en el norte de Bolivia y los movimientos armados en Perú (Sendero Luminoso y MRTA) y Colombia (FARC y ELN). Finalmente si el control de los recursos pasa por la contención de las capacidades de los gobiernos adversarios en la región, ésta, a su vez, implica la necesidad de fortalecer los vínculos estratégicos con los aliados externos -particularmente con la Gran Bretaña endosando su dominio en ultramar frente a las costas Argentinas, las islas Malvinas/ Falkland- y cerrando la pinza sobre la totalidad del hemisferio sur americano al encadenar los alcances de la IV Flota en el Atlántico Sur, con los de la II Flota en el Atlántico Norte y la VII Flota en el Pacífico Occidental.

262

El militarismo en América Latina

El militarismo americano -es decir, tanto de Norteamérica como de Sudamérica- no es lo que solía ser. Las dictaduras tradicionales –como la establecida en Honduras tras el golpe de Estado- son más la excepción que la regla. Del mismo modo, el intervencionismo estadounidense ha cambiado de cara con el tiempo. La perpetuación en el poder (Venezuela, Argentina, Cuba) por la vía democrática –elecciones, asambleas constituyentes, referéndums, plebiscitos- es la nueva cara del poder en el subcontinente en lo político. Así también, en lo militar, la importancia militar de las bases en tierra se ha relativizado: el abandono de la base de Roosevelt Roads en Puerto Rico y del Canal de Panamá fueron los antecedentes a la nueva cara del militarismo norteamericano en el siglo XXI en el hemisferio: la IV flota se erige ahora como una mega-base militar itinerante, móvil con alcance estratégico mucho mayor. Cómo esta nueva base puede ser utilizada para combatir narcotraficantes, contrabandistas de armas, secuestradores (porque también el secuestro forma parte del crimen organizado) es algo incierto. Los argumentos oficiales esgrimidos para legitimar la re-militarización de América Latina son endebles; de hecho, ya habían sido utilizados en el pasado: en 1997 tras la firma de la llamada Acta Fundacional entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) -según la cual Rusia ya no sería vista como una amenaza para la Alianza Atlántica- se utilizaron los mismos argumentos para mantener viva a la OTAN: crimen organizado, narcotráfico, contrabando. Hoy como ayer una simple pregunta desnuda la fragilidad del argumento: ¿cómo se utiliza un portaaviones con capacidad nuclear –porque la IV Flota tiene capacidad nuclear- en tareas de seguridad pública?

263

Intervenciones estadounidenses (políticas, electorales, económicas y militares) en América Latina después de la II Guerra Mundial (1945-2000)

PAÍS FECHA

- Guatemala, 1953-90´s - Costa Rica 1950, 70-71´s - Haití 1959 - Guyana Británica 1953-64 - Ecuador 1960-63 - Brasil 1961-63 - Perú 1965 - Rep. Dominicana 1963-65 - Cuba 1959-80´s - Uruguay 1969-72 - Chile 1964-73 - Bolivia 1964-75 - Costa Rica 1970-71 - Jamaica 1976 - Honduras 1980´s - Nicaragua 1978-90´s - Granada 1979-83 - Suriname 1982-84 - Panamá 1989 - El Salvador 1980-92 - Haití 1987-94 - Perú 1990´s - México 1990´s - Colombia 1990´s

(Revista Vor / Sept-Oct, 2009)

264

América Latina y los Estados Unidos en los Tiempos de Obama

No ocurre con todos, pero muchos (¿tal vez la mayoría?) de los grandes hombres sucumben por el binomio mismo que los inscribe en los anales de la historia: por ser grandes dejan de ser hombres, tanto a sus ojos como a los de los demás; algunos pierden el juicio, otros pierden la ética y muchos (¿tal vez la mayoría?) pierden perspectiva. Al binomio que los lleva a la gloria sigue entonces el trinomio que los conduce a la caída, digna o indigna. Los hay que desaparecen como locos o tiranos, otros sucumben como mártires y modelos ha seguir, y sólo algunos, apenas unos pocos, son absueltos por la historia... éstos son los héroes. Pero son los mártires quienes nos interesan. Francisco I. Madero en México, Salvador Allende en Chile, José Martí en Cuba y Ernesto “Che” Guevara en todo el continente son apenas una muestra de vida como ejemplo y del martirio como fin. Encarnan, cada uno en su tiempo y su lugar, el zeitgeist de la Patria Grande de Bolívar: patria que era la suya, la de ellos y que es también la nuestra. ¿Pero qué convirtió a los héroes en mártires? La doble congruencia entre vida y obra y la triple coincidencia de ideas, dichos y hechos. Unos y otros son todavía sujetos de debate, pero muy por encima de la literatura revisionista, una cosa es irrefutable: valientes eran todos y murieron como tales.

265

Pero algo hicieron mal. No eran perfectos, eso es claro, y sin duda tampoco creían serlo. La deificación secular de los mártires sirve bien para la enseñanza de la historia a los infantes en educación primaria, pero sirve poco y mal para el análisis político. Y es aquí en donde la afirmación toma forma de interrogante: ¿qué hicieron mal? Fuere lo que fuere, el error les es común a todos, error que –es justo reconocerlo- Fidel Castro no ha cometido; por ello éste vive y aquellos no. Pero una vez más ¿cuál fue este error? Para contestar, una breve revisión de los hechos se hace necesaria. Se trata de cuatro caras de un mismo modelo. Francisco I. Madero y Salvador Allende fueron ambos traicionados por sus ministros de defensa; Augusto Pinochet el de éste y Victoriano Huerta el de aquél. La mano de los Estados Unidos asomó en ambos casos: en México se llamó “El Pacto de la Embajada” de 1913 y su operador fue el embajador Henry Lane Wilson y en Chile tomó la forma de un “Estado de Seguridad Nacional” sesenta años después como lo reconoció el íntimo amigo del golpista -Henry Kissinger en 1973- quien en sus memorias abiertamente expresa: “I don´t see why we have to stand by and see a country go communist due to the irresponsibility of its own people”. Quad erat demostratum. Y luego están José Martí y Ernesto “Che” Guevara. Como políticos lucharon contra el imperialismo del momento, el primero, español en el siglo XIX; el segundo, yanqui en el siglo XX; como ideólogos el primero definió el teatro de guerra (“Nuestra América”) y el segundo la estrategia de combate (“Teoría del Foco”). Al igual que aquellos, éstos también fueron grandes hombres, y como tales, pensaron, hablaron, escribieron, hicieron, vivieron y murieron de acuerdo con su conciencia, peleando por sus ideas. Pero como ya decíamos, algo hicieron mal, cometieron un error. Y la pregunta entonces vuelve ¿cuál fue ese error? ¿fue acaso el exceso de confianza que llevó a la muerte a Madero y Allende? ¿o fue tal vez la mística del combate hasta la inmolación que experimentó Martí primero, el Che después, y que hoy fertiliza con sangre las arenas de Irak y las montañas de Afganistán, por conciencia, por solidaridad y por desesperación? ¿Qué fue? 266

Madero, Allende, El Che y Martí murieron por sus ideas. Eran ideas nobles y necesarias como no lo fueron sus caídas: no hay nobleza en la traición y la “necesidad” de la muerte se acerca peligrosamente al fascismo. Pero hay un doble sentido –y los dos son válidos- en morir por sus ideas. Es una muestra de convicción, pero también existe aquí una cierta unidimensionalidad. El mundo era filtrado por esas ideas, y tal vez sólo por ellas. Tal vez la multitud de perspectivas -afines, contrarias, paralelas- brillaba por su ausencia y tal vez, sólo tal vez, fue esta carencia de perspectivas la que los llevó al desenlace fatal. A la distancia no cabe duda de que los cuatro conseguían mantener el corazón caliente y la cabeza fría, pero en la trinchera, por igual en tareas de defensa que de ataque, la cabeza y el corazón de cada uno de ellos se fundían en uno mismo. Insuperables son las palabras de Gabriela Mistral:

"El secreto de Martí orador consiste tal vez en que manejando un género de virtudes falsas él lo sirve con virtudes verdaderas. Mientras el orador corriente simula la fogosidad y gesticula con llamitas pintadas, él está ardiendo de veras; mientras el arengador de todas partes sube la cuesta del período largo por una especie de hazaña de gimnasta, para hincar al final la pica de una buena conclusión, él trepa el período temblando; a cada proposición sube en temblor de pulsos y al terminar echa la exhalación genuina del que remató un repecho; mientras el orador embusterrillo junta en frío las metáforas para echarlas después en chorro y encandilar el millón de ojos que le mira, a él le sale el borbotón de metáforas en cuanto el asunto lo calienta y lo funde, y así viene a ser el volcán de verdad que vomita brasas de veras y lava de cocer. Con todo lo cual él se vuelve espectáculo natural, un espectáculo que los demás aderezan, y realiza la rara hazaña de darse él en pasto a una operación destructora que nadie verifica así, por no hacerse pedazos”

267

La cita no tiene desperdicio. Así era Martí sin duda, como también es seguro que fueran Madero, el Ché y Allende. Todos eran volcanes vomitando brasas. Pero sumergidos en el éxtasis parece imposible no perder perspectiva. Sólo unos pocos lo consiguen, y es, precisamente a esos pocos a los que la historia absuelve, a los que la vida acoge y a los que la muerte perdona por un tiempo: Fidel Castro. Estamos hablando de grandes hombres a quienes describimos como mártires, modelos e incluso héroes –no hay aquí espacio para los tiranos. Pero una palabra fue evitada y con razón: no son Santos. ¿Cómo puede alguien presumir de santidad en política? Quién podría revestirse de las palabras del poeta mexicano Salvador Díaz Mirón y clamar a los cuatro vientos que en el arte del manejo del poder “Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan…/ ¡Mi plumaje es de esos!”. No los hay ahora como no los hubo nunca. Ninguno lo tenía, ni El Apóstol cubano, ni el Mártir de la Democracia mexicano, ni El Guerrillero Heroico argentino ni El Presidente Mártir chileno. Ninguno de ellos tenía ese plumaje inmaculado como naturalmente tampoco lo tienen ni El Caimán Barbudo ni su hermano, el Comandante Raúl Castro. Aquéllos en el pasado y éstos en el presente son todos políticos –y muy hábiles- pero no santos. Como en cualquier gobierno que haya existido sobre la tierra –en mayor o menor medida- la corrupción ha estado presente; como en cualquier gobierno que haya existido sobre la tierra -en mayor o menor medida- el abuso ha tenido lugar; del mismo modo, como en cualquier gobierno que haya existido sobre la tierra –en mayor o menor medida- la injusticia debió haber brotado aquí o allá. Si en política no existen los santos, en gobierno tampoco existen los perfectos. Esta es la realidad. Efectivamente, esta es la realidad, y es tal vez la realidad que ninguno de los cuatro mártires alcanzó a dilucidar, más por falta de tiempo que por falta de talento; es la misma realidad en cambio que un Fidel Castro sí consiguió advertir en toda su dimensión. El mundo es complejo y no siempre el poder de las ideas consigue transformar la realidad en los tiempos y las formas que desea y convienen a su autor. Esta era la apuesta de 268

Gandhi: no existe la maldad humana, solamente la confusión y el confundido necesita tiempo para percatarse de su desviación y reintegrarse a la doctrina-de-la-unidad-del-hombre. ¿Un Victoriano Huerta en México o un Pinochet en Chile, los Rangers que mataron al Ché o los militares coloniales españoles lo habrían entendido? Gandhi habría dicho que sí, con el tiempo, aunque los mártires pensaron que no, y murieron con y por esa convicción. Pero ¿y Fidel y Raúl? ¿cuál es la posición de los comandantes? ¿cuál la de los presidentes Chávez y Morales? La visión de ellos es más compleja, más sofisticada. Para ellos existen cosas y personas que cambian y otras que no. Algunas cambian mediante la revolución (Cuba 1959), otras mediante la reforma (Chile 1970), algunas más a través de la reforma dentro de la revolución (Nicaragua y Cuba 2006) y otras más a través de la revolución dentro del reformismo (Venezuela desde 1999). Las categorías pueden discutirse, no son lo importante, el punto clave es: así como no existe el pensamiento único que defiende la derecha, tampoco existen pensamientos únicos y vías únicas de acceso al poder y al desarrollo dentro de la izquierda; la riqueza está en la variedad. Es dentro de las virtudes de este pensamiento múltiple en términos de nivel, factores, dimensiones, tiempos, disciplinas, tácticas y estrategias que los presidentes Castro, Chávez y ahora también Morales han sobrevivido para fortuna de quienes menos tienen en nuestro continente. No son ellos necesariamente más brillantes que sus predecesores, sencillamente les toco una etapa diferente: más información, más rápido, más instrumentos a su alcance; cierto, tienen ahora menos tiempo para procesar todo, pero tienen también más técnicas para esos fines y más elementos para activarlos. Los de hoy son diferentes a los de ayer; ayer aquellos que nos dieron patria complementaban a la fuerza con su inteligencia; los de hoy tienen en cambio su fuerza en la inteligencia. Pero la responsabilidad es mayor pues los de hoy tuvieron el tiempo suficiente para desarrollar un talento clave: ver lo que otros no ven. Tuvieron tiempo para salvar el escollo de dejarse arrastrar por la costumbre e incluso el pre-juicio –es

269 decir, un juicio a priori- supieron reconocer el cambio y manejarlo. Los de hoy saben que los imperios no son eternos. A esta generación de líderes le ha tocado ver la caída de algunos de ellos. ¿Quién podría decir que la revolución cubana no supo distinguir el fin de la URSS a tiempo? Su sola existencia constituye un argumento irrebatible. La nave va… Cayó el Imperio Romano en el pasado como ahora cayó la Unión Soviética y como, sin duda, caerá el Imperio Estadounidense. Contra lo que dice la propaganda del autoelogio y la ideología fanática una cosa es clara: estas cosas pasan. Tal vez sólo ellos –empezando por el presidente Chávez y siguiendo con Fidel- supieron ver algo -antes, durante y después de la V Cumbre de las Américas- en Barack Obama –no así en la Cumbre- que el resto no hemos alcanzado a distinguir: un cambio, no de color en la presidencia, sino de lógica en el poder. Después de todo Obama comenzó la Cumbre con una frase impensable en la boca de un emperador: “He venido a escuchar y tengo mucho que aprender”. (Rebelión / Abr. 23, 2009)

270

CAPÍTULO V • ESTADOS UNIDOS • (Los estertores del imperio)

PRIMER ACTO Ideología y locura

Estados Unidos: Religión y Política

Prisionera del discurso de unos pocos, la humanidad entera se encuentra hoy en la misma posición que hace 500 años; al fin, pareciera ser verdad cuando se dice que “cansada de crear, la historia tiende a repetir”. En el pasado fue la España de los conquistadores, hoy, es la Espada y la Cruz de lo que se dice y se hace en los Estados Unidos la que desnuda la pregunta obligada: ¿dónde se encuentra la frontera que divide la política de la religión en Washington? En un acto en honor de las víctimas del genocidio en Hiroshima, Johan Galtung recordó un dato que sirve para comenzar a desenredar la madeja teológico-política-militarista de la Casa Blanca: en los Estados Unidos 34% de la población cree en la teoría de la evolución, mientras que 68% se encuentra convencida de que Satanás es una fuerza activa en el mundo terrenal. La cifra respalda a plenitud a Noam Chomsky quien ha sostenido repetidamente que “la estadounidense es una sociedad tremendamente fundamentalista”. Para aquel que requiera de ejemplos concretos basta recordar los asesinatos a golpes de ciudadanos en el sur de los Estados Unidos tras el 11 de septiembre, a quienes por vestir turbantes, se les acusó de “ser musulmanes” (como si fuese, en primer lugar, un delito, y que además mereciera pena de muerte). La justificación del asesinato por parte de los perpetradores fue de orden religioso, no se les acusó de ser “terroristas” o “criminales”, se les acusó 272 de ser “musulmanes”, y por ello se les asesinó. La tragedia no sólo reveló la histeria anti-musulmana y el nivel de fanatismo social, sino también la ignorancia de hechos concretos: inmediatamente tras el 11 de septiembre en todo el mundo la comunidad musulmana realizó actos religiosos para honrar a las víctimas del atentado. Los hechos ocurrieron al sur de los Estados Unidos, y esto no es casual. No podemos olvidar que precisamente en el sur de los Estados Unidos, no muy lejos de donde ocurrieron los hechos, se encuentra el rancho de Waco, donde hace algunos años la secta que dirigía David Koresh escribió una de las páginas más negras de la historia estadounidense. Pero esto no es todo, no muy lejos de Waco es también donde se fundó el Ku Klux Klan, y, cosa del destino, en la zona se encuentra también el rancho de los Bush en Crawford, Texas. “La Biblia” respondió George W. Bush cuando se le preguntó cuál era su libro de cabecera para tareas políticas y personales. Entre Waco y el Ku Klux Klan como antecedentes regionales, y su adicción a las drogas y al alcohol como antecedentes personales, la respuesta cobra una relevancia particular en boca del hombre más poderoso del mundo. Si el fanatismo cristiano es una realidad concreta en los Estados Unidos en general, y en la presidencia en turno en lo particular, la siguiente interrogante que salta a la vista es ¿qué tanto ha permeado la razón teológica frente a la razón política en la Casa Blanca?, más aún, ¿son incompatibles? El cuestionamiento resulta picante si observamos que, más allá del aderezo religioso con el que Osama bin Laden (en caso de que fuese el responsable) y George W. Bush decoraron sus respectivas atrocidades -en Washington y Nueva York y en Kabul y Bagdad respectivamente-, en el caso concreto de la Casa Blanca, la razón teológica parece siempre empatar con la razón política. La sincronía de intereses entre “el combate al mal del mundo” (razón teológica) y la existencia de gas en Afganistán, petróleo en Irak e intereses corporativos personales de la familia Bush y su gabinete (razón política) hace, en el mejor de los casos, sospechoso el discurso religioso y el

273 fanatismo institucional con el que se maneja la política exterior estadounidense. ¿Cómo explicar esta sintonía? George W. Bush puede estar convencido en lo personal de la santidad de sus acciones (no debemos olvidar que en su momento, según la iglesia católica, oficialmente los “indios” del continente americano no tenían alma, ergo, no eran seres humanos y podían ser tratados como bestias), después de todo, al ser sus acciones de gobierno “mandatos de Dios”, escapan a la evidencia lógica concreta y entran en el plano de lo emocional- espiritual-abstracto; hecho que se agrava si añadimos que, en la lógica del fervor religioso fundamentalista -como es la del presidente estadounidense- “el fin justifica los medios”. Así como ocurre en la cúspide política estadounidense, la base política está también infectada de la misma visión acrítica, unidimensional y fanática. Bombardeada por décadas con campañas de manipulación y distorsión de la realidad tendientes a fomentar la esterilidad política, la sociedad estadounidense es rehén de su clase dirigente. Estados Unidos puede ser uno de los países más libres del mundo (después de todo siempre es posible acudir a los archivos desclasificados para constatar la prueba de matanzas, conspiraciones y asesinatos patrocinados por su gobierno), pero la idiotización sistemática como política de Estado ha rendido hoy sus frutos: pocos saben que cuentan con estas libertades, y sólo unos cuantos hacen uso de ellas. La enajenación aplastante del ciudadano común lo ha vuelto pasivo, apático, desinformado o, en el mejor de los casos, mal informado sobre su gobierno y el papel que juega en el mundo. La esterilización intelectual de las masas en los Estados Unidos ha conjurado los peligros que la crítica social le puede representar a sus gobernantes, junto con ella, la incultura y la descomposición que se padece en el tejido social se ha hecho presente de forma brutal (¿niños que matan y se matan en las escuelas?), pero no importa, es un costo que vale la pena pagar para preservar la estabilidad de lo que Wright Mills llamó en su momento “la élite del poder”. No es casualidad que, siempre que surge un líder verdaderamente popular en los Estados Unidos éste ha acabado muerto, Malcolm X y Martin Luther King son tan solo dos de los ejemplos más notables. En una sociedad en 274 tan deplorable condición intelectual y tan propensa a los brotes racistas y xenófobos, la incitación al fanatismo religioso es tarea fácil, y para constatarlo, basta recordar las cifras de Galtung que citamos al principio y a los ejecutados por el “crimen” de ser “musulmanes”. Pero la enfermedad mental (porque esto es el fanatismo) que padecen por igual la cúspide del poder en los Estados Unidos y la sociedad a la que gobierna no dan la pauta para comprender la sincronía existente entre la “razón teológica” y la “razón política” de la política exterior estadounidense. El elemento que funciona como hilo de Ariadna en esta tarea es la existencia de una capa intermedia, es decir, el estrato compuesto por los políticos profesionales, sus operadores, y los policy makers. En este estrato la “razón teológica” presidencial es probablemente motivo de burlas secretas y de chistes privados al momento de diseñar planes político-militares concretos. Quienes se encuentran en esta posición paladean lo que significa la cercanía con el poder: gozan sus derechos, y padecen pocas de sus responsabilidades. Esta es la ventaja de estar tras el trono. La “razón política” se encuentra en el centro de sus elucubraciones, una vez definidos los objetivos, la tarea de venderlos, hacia arriba y hacia abajo, se convierte en un primer momento en una cuestión de relaciones públicas, y al final, termina por no ser más que una profecía autocumplida. George W. Bush va con la “razón teológica” como el Rey que camina desnudo suponiendo que lleva un traje de la más fina seda. Nadie lo sacará del error, antes, lo manipularán para que camine por donde conviene al estrato medio. En este sentido, el presidente de los Estados Unidos es un “idiota útil” a los intereses de los policy makers (cosa que no es difícil de conseguir con un hombre que, además de fanático, es tremendamente ignorante: como candidato presidencial creía que los talibán era un grupo musical y ya como presidente afirmaba con toda convicción que “la mayor parte de nuestras importaciones vienen del exterior”). Convencido como está de que la divinidad está de su lado, no debe ser difícil explicar a George W. Bush por qué la “razón política” que le proponen sus operadores en materia de política exterior siempre coincide con 275 su “razón teológica”. La tarea de vender esta última idea a las masas es todavía más sencilla: ignorantes, acríticas y embriagadas de autocomplacencia y por el “bien que hacen al mundo”, la población estadounidense es además prisionera de los medios masivos de comunicación, quienes, disciplinados a los dictados de la élite del poder, siembran realidades inexistentes (“... and justice for all”) o distorsionadas (American dream y el American way of life o el más famoso y seductor sex, drugs and rock´n roll). Así es como se forma una profecía autocumplida: el estrato medio del poder se encarga de decorar la razón política que ha definido como conveniente a sus intereses (eso que genéricamente llaman el “interés nacional”) y la hacen compatible con la razón teológica que es la guía operativa presidencial. Conseguido el apoyo de la cúspide, se echa mano de todos los mecanismos de control y dirección del pensamiento disponibles nacional e internacionalmente para convencer o explicar cómo la razón teológica y la razón política son una y la misma cosa. Si en algún momento existió una diferencia entre una y otra, la tarea en este punto es desvanecer dicha diferencia hasta hacerla imperceptible. Y si en algún momento no fuera posible explicar las contradicciones intrínsecas que esta operación conlleva, siempre es posible apelar a expresiones huecas para salir del paso como “eso es información clasificada”, “sin comentarios” o, si nos obsequian alguna generosidad “por razones de Estado”. Fueron estas últimas las frases que se utilizaron ampliamente para “explicar” los nexos empresariales entre la familia Bush y la familia de bin Laden, o el apoyo que prestó el gobierno estadounidense a la conformación de Al Qaeda; fueron éstas también las “explicaciones” que se utilizaron para “detallar” el por qué no se atacó a Arabia Saudita o a Turquía y sí a Irak, cuando el régimen de Riad era el segundo más intolerante después del de los talibán, y el régimen turco mucho más represivo contra la comunidad kurda que el de Bagdad. Clausewitz señala que la guerra es la continuación de la política por otros medios, y aquí viene la última pregunta ¿es la guerra un acto religioso para el estadounidense común y para su 276 clase política? La respuesta puede ser “sí”, pero con matices. Lo es para la cúspide, y lo es para la base para ambos, cualquier acto de los Estados Unidos es intrínsecamente bueno, aunque choque con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aunque vaya en contra de la Carta de los Derechos Económicos y Sociales, aunque reviente el contenido de las Convenciones de Ginebra o aunque atente contra la Carta de Sn. Francisco. Tan está la divinidad con George W. Bush y los ejércitos de fanáticos embelesados y dominados por lo que Johan Galtung llama el Síndrome de las 3M´s (Mc.Donalds, Michael Jackson y Mickey Mouse como heraldos del consumismo) que no reparan en que la atrocidad de las acciones que cometen y/o respaldan atentan incluso contra varios de los Diez Mandamientos (no robarás.... no matarás). Así, la “razón teológica” tiene un uso meramente formal y propagandístico, más no es el eje en torno al cual se diseñan las políticas de Estado, estas últimas tienen su propio referente y sus propios arquitectos: su referente es lo que hemos llamado la “razón política”, y sus arquitectos quienes integran el poder tras el trono. No en vano un alto funcionario del Departamento de Defensa reconoció, tras el crimen cometido contra Irak, que el motor de la guerra fue el petróleo, y no Hussein ni las armas que nunca existieron. En la Francia revolucionaria Robespierre y los Luises perdieron la cabeza, sólo José Fouché sobrevivió, y sobrevivió porque vivió a la sombra del poder. Hoy quienes se benefician del llamado “nuevo orden mundial” de tintes retrógrados y teológico-militaristas son los modernos herederos de Fouché, quienes viven en hoteles de 5 estrellas o gran turismo y quienes trabajan en Thinks Tanks y “salas de situación”, en rascacielos y chalets. Dice la sabiduría popular “A rio revuelto, ganancia de pescadores”. Ellos pescan y revuelven las aguas, y en el proceso, junto con los peces, se llevan el dinero, la vida, la sangre y la dignidad de la raza humana. (Rebelión / Ago. 14, 2003)

277

Fuentes del Pensamiento Político Estadounidense

¿Por qué los Estados Unidos hacen todo lo que hacen? La respuesta tiene tres dimensiones: 1) porque pueden, 2) porque deben y 3) porque quieren. Para comprender esta afirmación es necesario estudiarla en reversa. Alucinado por el poder y el dinero, Octavio Paz afirmó encarrerado que “Estados Unidos es la democracia más perfecta del mundo”. Siguiendo al Nobel mexicano entonces la discusión ha terminado: en los Estados Unidos el grueso de la población ejerce en los hechos un peso específico lo suficientemente importante como para orientar la política interior y exterior de su país. No gobiernan las dinastías ni los más ricos, gobierna la gente común y corriente. Punto. Esto por supuesto es una falsedad. ¿Cuántos presidentes afroamericanos ha tenido Estados Unidos?, ¿cuántos latinoamericano han trabajado en calidad de jefe en el despacho oval? Mejor aún, ¿cuántas mujeres han sido presidentes en los Estados Unidos? Las preguntas de este tipo se antojan infinitas. La realidad es que los pasos de Washington los dirige la voluntad de la clase alta estadounidense. Lo que ella quiere es lo que se define como “interés nacional”. Hasta este punto no hay nada nuevo bajo el sol. ¿Pero cómo se transforma el querer de los pocos (porque son pocos los que manejan la oligarquía estadounidense) en el deber de los muchos? Mediante la 278 ideología. Y esta tiene dos vertientes: 1) el referente moral y 2) la selección divina. Su uso es para consumo interno y da lo mismo lo que piense el mundo al respecto. Así pues, el corazón de la conducción ideológica de las masas en los Estados Unidos son la política y la religión respectivamente. No es casual: son éstos precisamente los temas con los que más fácilmente se puede encandilar y hacer perder la cabeza a un electorado inculto e irreflexivo. “La misión de los Estados Unidos era dirigir a otras naciones hacia la revolución contra las fuerzas de la ignorancia y la opresión… Era responsabilidad de Estados Unidos divulgar los conceptos de libertad, igualdad y justicia por todo el orbe”. Esto es en síntesis lo que aprenden los jóvenes estadounidenses sobre la historia de su país. Incluso el título de los libros de nivel medio superior de donde se extraen tan reveladoras enseñanzas resultan elocuentes Historia de los Estados Unidos: La experiencia democrática (Degler, Noriega Editores, 1992. p. 77). Sobre sus espaldas se coloca una lápida de peso colosal pues muy pronto comprenden que su país –y ellos por extensión- son la moralidad andando. ¿Son responsables?, ¿de qué se les puede culpar? Sólo de distraídos. Después de todo ¿quién recuerda a David Spritzler? aquel estudiante en Boston a quien se le armó un expediente disciplinario a sus 12 años por negarse a prestar el Juramento de Fidelidad a los Estados Unidos, por considerarlo “una exhortación hipócrita al patriotismo” puesto que no existe “libertad y justicia para todos” (Chomsky, Crítica, 2001. p. 9). Nadie lo recuerda por supuesto. Las mentes mentecatas deben relegarse al olvido. Así debe ser. Para los más grandecitos, el santo patrono de todo think tank que se respete y el santón de todo policy maker estadounidense –Henry Kissinger- reflexiona muy sesudo urbi et orbi que “…si el mundo realmente desea la paz, tendrá que aplicar las prescripciones morales de los Estados Unidos”. (La Diplomacia, FCE, 1995, p. 12). Con esto, de antemano Kissinger certifica a los universitarios que el ideal moral estadounidense que aprendieron en la escuela es tan bueno y tan real como la paz, ergo, su prescripción es obligada. Si alguna duda quedaba en la formación estudiantil, el ex Secretario de Estado se encarga de 279 disiparla. El resultado del proceso es kafkiano: “Dennos bombas para la paz” pidió Richard Holbrooke –estadounidense, artífice de los Acuerdos de Dayton para la paz en Bosnia en 1995- como si de verdad tuviera algún sentido la expresión “una solución militar”. Las obtuvo y aunque otros diplomáticos involucrados en las negociaciones argumentaron que el proceso de paz podría haber continuado sin descarrilarse, prescindiendo de la destrucción, con cinismo Holbrooke -y con él el resto de “América”- se alegró de “no haber tenido que probarlo” (Holbrooke, Para acabar una guerra, Biblioteca Nueva, 1999, p. 188 y 191). ¿Cómo pueden estar tan convencidos los estadounidense de que sus prescripciones morales son tan válidas, universales y obligatorias para todos y para todo?, ¿qué les nubla el juicio impidiéndoles percatarse de que bajo ninguna circunstancia puede existir una aberración denominada bombas para la paz? La religión. Compañero inseparable de la distorsión moral histórica y política, el fanatismo religioso constituye el otro elemento fundamental del pensamiento político estadounidense. La Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América define con claridad: “El Congreso no aprobará ninguna ley con respecto al establecimiento de religión alguna, o que prohíba el libre ejercicio de la misma…”. Los Estados Unidos son por ende, un Estado laico. Sin embargo, para no tener religión oficial, probablemente Washington es la capital del Estado laico más religioso del mundo. “In God we trust” reza el dólar y con “God bless America” terminan todos los discursos presidenciales. Puritanos de pura cepa, los Padres Fundadores se pasaron generaciones leyendo un solo libro, La Biblia. No encontraron mayor problema en considerar América la tierra prometida, y en verse a sí mismos como los guías del pueblo elegido. (Galtung, Fundamentalismo USA, Icaria, 1999, p. 26-30). Concebida desde sus inicios como divina, la potencia norteamericana no puede equivocarse, a menos que Dios no sea perfecto, y en tal caso, entonces Dios no sería Dios. Así pues, de la misma forma en que el Papa es heredero de Pedro, la clase política estadounidense es heredera de los Padres Fundadores de tal suerte que si el Papa para los católicos es “infalible en 280 materia de fe” de la misma forma el Presidente de los Estados Unidos y su séquito para el estadounidense promedio es infalible en materia política. Pueden dormir tranquilos. Desde hace más de 100 años, todo lo anterior mata de la risa –y mata de verdad- cuando se toma en serio más allá de las fronteras de las barras y las estrellas: ésta es la base del Destino Manifiesto de 1845 que a la letra hablaba sobre “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto de cubrir el continente asignado a nosotros por la providencia para el libre desarrollo de nuestros millones [de pobladores] que se expanden cada año” (Dieterich, Océano, 1998, p. 167). No importa que el mundo no crea en todo ello, toda esta ideología es para consumo interno. Convencidos como están de su benévola misión- responsabilidad histórica, las masas estadounidenses asumen como natural y propio el deber de sus gobernantes de dirigir a otras naciones contra la ignorancia y la opresión, divulgando los conceptos de libertad, igualdad y justicia por todo el orbe. No pueden estar equivocados. Dios está de su lado. No se necesita mayor explicación. La manipulación ideológica ahora se llama idealismo. A este punto, se ha avanzado otro escalón sin darse cuenta: el querer de los pocos ha mutado, inconscientemente ahora es el deber de los muchos. Para los más incultos la razón teológica del deber es suficiente. Para quienes conservan una pizca de escepticismo la transmutación de la razón teológica en deber moral basta. Juntos o por separado, ambas trampas ideológicas constituyen el andamiaje elemental de la cultura y del pensamiento político del grueso del pueblo estadounidense. Kissinger lo sintetiza magistralmente, la cita no tiene desperdicio. “Ninguna sociedad ha insistido con mayor firmeza en lo inadmisible de la intervención en los asuntos internos de otros Estados, ni ha afirmado más apasionadamente que sus propios valores tenían aplicación universal. Ninguna nación ha sido más pragmática en la conducción cotidiana de su diplomacia, ni más ideológica en la búsqueda de sus convicciones morales históricas. Ningún país se ha mostrado más renuente a aventurarse en el extranjero, mientras formaba alianzas y compromisos de alcance y dimensiones sin precedente”. Por supuesto estaba hablando de 281 los Estados Unidos. Pero aquí no se detiene “Aunque han existido otras repúblicas, ninguna fue creada conscientemente para encarnar la idea de libertad… los Estados Unidos poseían el mejor sistema de gobierno del mundo… el resto de la humanidad podría alcanzar la paz y la prosperidad abandonando la diplomacia tradicional y adoptando la reverencia de los norteamericanos al derecho internacional y la democracia”. (Kissinger, ibid.). El ex consejero de seguridad nacional se cuida de no mencionar a la providencia pues sabe que es un disparate, sin embargo, no ceja en esgrimir la razón moral, esa que nadie en su sano juicio podría negar… según él. Estas son las fuentes del poder. Para la clase gobernante, la ignorancia en el mejor de los casos, o el aprendizaje distorsionado de la historia y la cosmología nacional son la esencia misma de su margen de acción. Sin el respaldo popular, el poderío militar sería poco más que nada. Si la crítica no ha resultado más efectiva es porque ha estado siendo dirigida a los que quieren, con argumentos del porqué no deben. Es decir ¿qué tan en serio tomará el Secretario de Estado Collin Powell o el Ministro de Defensa Donald Rumsfeld el argumento de que el petróleo de Irak es para los iraquíes y que por lo tanto no deben de quitárselo? Eso ya lo saben, sencillamente no les importa. El resultado es diferente cuando se consigue desmontar el discurso ideológico-político. Es decir, cuando se consigue abrir los ojos a aquellos que creen que deben ayudar a su gobierno en la tarea de salvar a los iraquíes de todos los males de este mundo. En otras palabras, el resultado es diferente cuando se desnudan las intenciones de los que quieren ante los ojos de los que creen que deben. Cuando esto ocurre se comienza a cancelar la posibilidad de poder, pues con la conciencia se limita el abuso, y con la protesta se socava la ignorancia. Simón Bolívar decodificó con lucidez el camino hace muchos años, cuando en 1826 afirmó que “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de Miseria en nombre de la Libertad”. Siempre la providencia; religión y política. Con tan lapidaria frase El Libertador dio cuenta con 19 palabras de los miles de tratados que ha escrito la inteligentzia estadounidense y de todo el sistema de 282 adoctrinamiento educativo que ha organizado para engañar a su pueblo y justificar sus atroces actitudes imperiales.. De tal suerte que mientras los esfuerzos de la crítica y la denuncia no alcancen a su verdadero destinatario, seguiremos alimentando un diálogo de sordos. Tal vez por Bolívar debería de empezar cualquier discurso crítico contra la política exterior estadounidense. Tal vez con la cita de El Libertador debería comenzar cualquier seminario de concientización de masas en los Estados Unidos. Al final, la conclusión es irrebatible: el fanatismo ideológico político-religioso de Washington llega hasta donde Bolívar quiere. (Rebelión / Jul. 18, 2004)

283

¿Unión de Uniones? Reino Unido, Naciones Unidas y Estados Unidos

Al principio estaba La Palabra...

Abrimos un tomo con forros de piel negra. The New Encyclopaedia Britannica. Se trata del Volume 29. Macropaedia de la 15th. Edition de 1993. Un curso completo de nivel doctoral podría impartirse sobre la ideología política subyacente tras la secuencia alfabética de las tres primeras referencias que se presentan: United Kingdom, United Nations y United States. La trinidad de las uniones: Reino Unido, Naciones Unidas, Estados Unidos. La unión de Uniones: se trata de una imagen lineal de la civilización occidental, el continuum de los tres tiempos en la vida del hombre. Un pasado monárquico que llegó a su cenit en el siglo XIX con el Imperio Británico. Un presente transitorio de Sociedades de Naciones en la primera mitad del siglo XX y de Organizaciones de Naciones en la segunda mitad. Un futuro de Estados Unidos en el alba del siglo XXI. Pero decir que todos tienen igual importancia sería una mentira. La historia que ha pasado y el futuro que está por llegar son ambos importantes. Por coyuntural y fugaz, el presente es el delgado tronco de un árbol que se empeña en separar el origen y el destino, las raíces de los frutos, y que sin embargo, a cada momento es sublimado como historia. La historia que relata The New Encyclopaedia Britannica concede su justa dimensión a cada espacio en este tiempo de 457 páginas: El Reino Unido merece 139 (pp. 1-139), las Naciones Unidas 9, (pp. 140-148) y 284 los Estados Unidos 309 (pp. 149-457). Monárquico –Britannico- el padre retiene un reino de 30.41% y cede al hijo pródigo Estatal –el menor según la Biblia- riqueza al 67.61% sin consideración por el tercer miembro de la familia –el tercer miembro de la unión de Uniones- a quien se abandona con el 1.96%, las Naciones Unidas.

...Y después estaba Lucas

Cualquier funcionario de la organización internacional podría sentir una injusticia.

“Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos, pero llega ese hijo tuyo, después de haber gastado tu dinero con prostitutas, y para él haces matar el ternero gordo.” (Lc. 15:29-30)

Podría tener algo de razón. Después de todo, excluyendo al hijo pródigo, en las Naciones Unidas están representados 193 Estados, 5 lenguas oficiales, cerca del 95% de la población mundial que ocupa casi el 93% de la tierra. ¿Merecen 9 páginas? Por medio de sus voceros –los editores- el Padre podría tratar de compensar a los ofendidos:

“Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo” (Lc. 15:31)

Que en el mejor de los casos significaría un 32.37%, y como en el versículo siguiente (Lc. 15:32), los Reinos intentarán explicar a las Naciones la lógica de los Estados y el porqué de su apoyo a estos últimos. La Biblia no relata si el hermano del hijo pródigo entendió la explicación, y menos aún si la aceptó. ¿O será que la entendió demasiado bien? ¿El padre apoya al hijo menor, Washington, pero no al mayor, Belfast? Podría ser que en este caso el heredero legítimo de un reinado no sea el hijo mayor como dicta la costumbre sino el menor, porque es este último –

285

Washington- quien continúa los ideales del padre desde una óptica totalitaria como es la de los imperios y no el mayor – Belfast- cuyo ideal de independencia se inspira más en el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas de 1945 que a la sazón reza “Nosotros los pueblos [¿naciones?] del mundo...” ¿Pero de dónde viene este desequilibrio cuantitativo en la enciclopedia referida (ya no se diga la injusticia cualitativa en términos de contenido a la que conduce, ¡y las consecuencias educativas que provoca!)? Tal vez los editores de la famosa enciclopedia no son necesariamente los únicos responsables. Tal vez son víctimas de una autocensura inconsciente, sembrada en su cultura más de medio siglo antes. Lucas y la historia de pre- guerra y post-guerra dan la pauta. Tras la caída de la bolsa y la crisis de 1929, “Cuando lo gastó todo, sobrevino en esa región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad” (Lc. 15:14) el hijo pródigo pensó en lo que tenía y podía seguir teniendo ahí en el hogar paterno (Lc. 15:17), y entonces giró los ojos hacia la Guerra del Pacífico. ¿ De verdad pensaba regresar para ser tratado como un siervo (Lc. 15:19)? En absoluto. Una lectura cuidadosa nos muestra que aún antes de trazar su plan –y de idear los argumentos que habría de esgrimir como falsa contrición (Lc. 15:19 y 21)- el hijo pródigo ya había revelado los motivos de su regreso. Lucas desnuda la hipocresía del arrepentimiento:

“Fue entonces cuando entró en sí: <<¿Cuántos trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre?>>” (Lc. 15:17)

Y se trazaron planes y justificaciones (¿Por qué no me levanto? Volveré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra Dios y contra ti; Lc. 15:18). El mundo conoció entonces la Carta del Atlántico firmada por Roosevelt y Churchill el 14 de agosto de 1941, en donde, además del mea culpa implícito de rigor, ya hablaban de “la destrucción total de la tiranía nazi” –punto no. 6- de acuerdo con el Preámbulo del documento como un principio común a la política nacional en Gran Bretaña y Estados Unidos. ¿Estados Unidos? ¿Qué no los Estados Unidos entraron a la Segunda 286

Guerra Mundial después del ataque contra Pearl Harbor el 8 de diciembre del mismo año? Evidentemente, Washington, como el Hijo Pródigo, tenía ya un plan elaborado antes de que ocurrieran los hechos, y ciertamente, por motivos muy diferentes a los que dieron a conocer como justificación de sus actos. En secreto, la corona británica, como el Padre en la Biblia, los conocía. El Hijo Pródigo emprendía el regreso. En el trayecto se movilizaron tropas, se provocó a los japoneses, se calentaron los motores de la maquinaria de guerra hasta que llegó el “Día de la Infamia”. Comenzó la tragedia. La fábrica del horror nació, creció, se desarrolló, se reprodujo y murió dejando tras de sí sus muertos, heridos, torturados y desaparecidos. Hubo silencio. El Hijo Pródigo había llegado y fue bien recibido.

“Partió, pues, de vuelta donde su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión, corrió a echarse a su cuello y lo abrazó”. (Lucas 15:20)

Las palabras estaban de sobra. El Hijo Pródigo no había dicho una palabra, no había hecho un gesto, y el antiguo señor de los mares aceptaba ya las consecuencias del regreso de aquél que se independizó en 1783, pactadas implícitamente antes de Pearl Harbor, antes de que el Padre escuchara lo que ya desde el versículo 18 el hijo pensaba decir pero que no había expresado todavía. En realidad ambos sabían el significado completo del retorno. Sabían por ejemplo que las justificaciones bosquejadas por el hijo para defender su regreso eran propaganda para consumo externo. Ambos sabían que la pena del padre, más que por haber perdido un hijo, era por haber perdido un heredero. Ambos sabían que ese heredero había rechazado el reino del padre por la codicia de tener el suyo propio. Tal vez no un reino como tal, pero sí su poder, tal vez con otra forma, tal vez como un Estado. Ambos sabían que todo había comenzado como la búsqueda de una tierra prometida propia (“Esta tierra se la daré a tu descendencia” Gen. 12:7) y sabían que el regreso respondía a la necesidad de expandir esa tierra prometida. Había llegado su momento. El heredero había encontrado ya lo que buscaba y ahora regresaba por más. Washington se sabía también el más 287 querido de los hijos. Imagen y semejanza -práctica e ideológica- de su padre. Ambos sabían que el Hijo Pródigo regresaba para salvar al padre y su doctrina. De aquí que la compasión del padre al ver al hijo no era compasión por su vástago, sino por sí mismo.

¿Unión de uniones?

La cercanía política internacional de Londres y Washington bajo esta óptica se muestra ahora más natural. Da la impresión también que este es un buen punto para comenzar a desenmarañar la madeja del porqué del desequilibrio integral (cuantitativo-cualitativo) que acusa The Encyclopaedia Britannica respecto al conjunto, a la “unión de Uniones” con la que comienzan las primeras 457 páginas del Volumen 29 de su 15ª Edición. Los antecedentes teológicos, históricos, ideológicos y políticos dan más sentido a lo que en primera instancia parecía mera proximidad alfabética. De todo esto, el hijo mayor, la ONU, saca la peor parte. (Rebelión / Feb. 3, 2007)

288

SEGUNDO ACTO Raza y poder

289

Estados Unidos: Raza, Clase y… ¿Terrorismo?

Según Noam Chomsky existe una palabra prohibida en los Estados Unidos: “clase”. Al respecto suele poner un dato de relevancia capital: la calidad de vida de la clase baja afroamericana en los Estados Unidos es similar a la del promedio de la gente en Bangladesh. (Chomsky, 1994). Al fin los extremos se juntan en el sur del norte y en el sur del sur: la miseria no sólo es una realidad aterradora entre, sino también dentro de las naciones. Pero no sólo es la miseria... Raza, clase y... ¿terrorismo? “En París se generó gran polémica por la detención temporal de una francesa que viajaba en un vuelo de Delta Airlines, porque autoridades estadounidenses la consideraron sospechosa por parecer árabe” fue una nota que dio la vuelta al mundo hace algunos días. El Nobel de Literatura Octavio Paz solía decir que “Cada vez que una ideología política es adorada con fervor religioso el resultado son lagos de sangre”. Estas palabras no pierden su vigencia si son reformuladas del siguiente modo: “cada vez que la raza y la clase se convierten en criterios para definir lo “legal” el resultado son baños de sangre”. En la historia los ejemplos abundan. ¿Desde cuándo el ser árabe es un criterio para definir el potencial criminal de un individuo? Eso suena igual al registro, humillación, interrogatorio y -muy frecuentemente- tortura de palestinos en las barricadas y retenes militares en Gaza y 290

Cisjordania bajo el cargo de ser “hombres bomba potenciales” por el solo hecho de ser árabes, o a la detención y deportación de migrantes mexicanos en los Estados Unidos por ser “narcotraficantes potenciales” en tanto hablan español y no cuentan con documentos. ¿Qué no también se detenía, se segregaba y se martirizaba a los judíos en los años cuarenta por el solo hecho de ser judíos, en tanto se les consideraba “focos potenciales de diversas infecciones”? Suicidas potenciales, narcotraficantes potenciales, y focos potenciales de infección, en este contexto todas estas “ideas” son eufemismos que tratan de esconder la misma palabra dura que por cobardía callan los poderosos pero que con mucho empuje practican: racismo. ¿Terrorismo? Más bien suena a racismo y segregación de clases: sólo los países más ricos del mundo quedaron libres del vergonzoso procedimiento de registro implementado por el US Visit. La interpretación desde la óptica estadounidense no puede ser otra: el terrorismo es un acto exclusivo de los pobres. La imagen con este dato comienza a resultar más clara que el agua: los terroristas siempre vienen de los países pobres y pertenecen a todo aquel grupo étnico que no sea –o parezca- W.A.S.P. (White Anglo Saxon and Protestant). Aunque por supuesto y si tuviéramos que jerarquizar, en los Estados Unidos el origen étnico puede subordinarse a la pertenencia de clase (para muestra podemos señalar que la presencia de Rosario Marín, de origen mexicano, al frente de la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos no se reflejó en una mejora de las condiciones de vida de la comunidad migrante). Por oposición, sin dificultad podemos inferir quiénes, según ellos, integran el tan llevado y traído “mundo civilizado” en nombre del cual se ha matado a tanta gente. ¿Evolución histórica? Los criterios políticos globales parecen seguir siendo los mismos de hace 500 años, cuando los “indios” de América eran, como decía críticamente Jean Paul Sartre “el punto medio entre ser humano y bestia de carga” por “no poseer alma” como confirmaba con toda su santidad y su bendición el Papa a los conquistadores españoles. La conclusión es muy clara. Hoy como ayer, la raza y la clase son las pautas para comprender el modo como se 291 comportan los dueños del mundo. Es la palabra prohibida y su inseparable consorte, es la lógica de la relación entre y dentro del norte y el sur. Es el binomio que explica con mucha claridad la base sobre la que están estructuradas las relaciones internacionales “modernas” más allá de las mentiras de los políticos y de los oropeles con los que el academicismo (que no la academia) esconde la verdad de forma cómplice por estéril y engañosa. Hoy los racistas y los que midieron su riqueza con la sangre ajena inventan enemigos y responden al producto del coraje y la furia de sus víctimas. Les buscan nuevos nombres para no reconocer su parte de la culpa: “Terrorismo” dicen ellos. ¿Terrorismo? Edward S. Herman destruyó esta “justificación” hace casi dos décadas: “Si no me agrada, llámalo terrorismo” (Herman: 1986). Tiene mucha razón quien busca alejarse de las fuentes de la locura, quien busca evadir a los seres peligrosos: hay que alejarse de los terroristas, de los racistas y de los clasistas. Aunque también podríamos, en lugar de alejarnos, tratar de hacerlos entrar en razón. Como sea en este contexto apareció y desapareció casi sin percibirse una pequeña nota en los diarios: “...la empresa OAG, especializada en captura de datos, demostró que ahora hay cinco mil vuelos a la semana, pero antes del 11 de septiembre de 2003 se registraban 6,000 vuelos hacia Estados Unidos. La guerra contra Irak, paradójicamente, afectó más a las rutas aéreas entre Europa y Estados Unidos que las del viejo continente al Medio Oriente, agregó Lynne Fraser, portavoz de OAG”. (La Jornada, Ene. 6, 04). ¿Paradójicamente? No lo creo.

(Rebelión / Ene. 19, 2004)

292

Estados Unidos: Política y Racismo

En plena entrada del siglo XXI, los Estados Unidos practican un racismo crónico que no acaba de morir. La composición de los altos niveles de gobierno es elocuente respecto de los criterios raciales y la discriminación de la que han sido sujetos los afroamericanos desde hace más de dos siglos. Lento y desequilibrado ha sido el desarrollo de la Unión Americana respecto a lo que podría llamarse la “causa negra” por la igualdad. Que las cosas hayan evolucionado de este modo no resulta un tanto paradójico tomando en cuenta que la de 1776 en Estados Unidos fue una revolución que modeló la de 1789 en Francia con su ideal de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Sin embargo, los europeos avanzaron a pasos agigantados ahí donde los americanos se estancaron. ¿Libertad? Tras la independencia en 1776 le llevó al sistema estadounidense casi 100 años introducir la XIII enmienda para abolir la esclavitud (1895), y a partir de aquí, les llevó otro siglo oficializar la eliminación formal de la segregación racial (1965-70). ¿Igualdad? De acuerdo con Amnistía Internacional en Filadelfia 1998 un afroamericano tenía 4 veces más probabilidades que un blanco de ser condenado a pena de muerte por el mismo crimen. ¿Fraternidad? En el lapso de 200 años entre la guerra civil y la lucha por los derechos civiles más de 5,000 negros fueron linchados en todo el territorio estadounidense. En esta historia muchos otros quedaron en el camino: Mumia Abu Jamal (líder 293 de las Panteras Negras acusado injustamente por el asesinato de un policía y sentenciado a muerte), Malcolm X (líder de la Nación del Islam y del Black Power asesinado en Washington) y Martin Luther King Jr. (Premio Nobel de la Paz 1964, pacifista y luchador social, asesinado en Tennessee) entre otros son apenas algunos de los mártires más sonados. Al 2008 30 millones de afroamericanos (más del 10% de la población total) podrían participar y ganar en los relevos periódicos a gobernador en los 50 estados de la unión, 100 escaños en el senado y la presidencia cada cuatro años… si el sistema fuese equitativo. ¿Qué es lo que los americanos de ascendencia africana han conseguido en todos estos procesos? No mucho: 5 senadores, 4 gobernadores, 2 funcionarios de gabinete y 1 candidato a la presidencia en 232 años de historia. Nada más. Apenas una docena de posiciones relevantes en la alta burocracia política tras ríos de sangre y sufrimiento en el país que se presume ante el mundo como “baluarte del progreso”. Resulta interesante notar que es precisamente durante el gobierno de George W. Bush que se consiguieron las dos posiciones ministeriales para los afroamericanos (Condoleezza Rice y Collin Powell); es justamente también durante esta administración que se encuentran en funciones dos de los cuatro gobernadores negros que ha tenido los Estados Unidos en toda su historia (Deval Patrick en Massachusetts desde noviembre de 2006 y David Paterson en Nueva York desde marzo de 2008) y no resulta menos significativo que fuera precisamente hacia el relevo presidencial de George W. Bush que Barack Obama (el quinto senador afroamericano) consigue la candidatura presidencial demócrata (el primer afroamericano a este nivel). A partir de estos elementos un análisis superficial daría por sentado que el gobierno de George W. Bush ha tenido una tendencia favorable al equilibrio racial en la composición gubernamental, sin embargo, no es así. Tras la devastación de Katrina en Nueva Orleans (estado cuya población era –hasta antes del meteoro- negra en casi un 70%) el gobierno de George W. Bush respondió tarde y mal al sufrimiento de los afectados. Su gobierno negó apoyo, para prevenir la catástrofe y, tras la 294 tragedia, funcionarios de su administración pusieron sobre la mesa una idea simple: no rehabilitar, no reconstruir, simplemente no hacer nada. ¿Por qué? ¿Sería tal vez porque las zonas más afectadas eran las de más alta densidad de población negra en un estado en el que los negros en sí mismos eran mayoría? Nadie lo sabe, lo cierto es que palabras como “genocidio” y “limpieza étnica” comenzaron a sonar en los pasillos del congreso. (Revista Vor /Jul-Ago, 2008)

295

Género, Raza y Poder: Lecciones y Elecciones en los Estados Unidos

Elecciones 2008: ¿Preludio del cambio?

Si bien es cierto que en el pasado las diferencias entre republicanos y demócratas eran más de matiz que de fondo, Barack Obama llega a la contienda presidencial de 2008 como heraldo de una política que parece apuntar a cambios de fondo por primera vez en los Estados Unidos. La experiencia y el daño de ocho años de un gobierno republicano ultraconservador con George W. Bush fue tal vez el motor que más fuerte impulsó un necesario cambio de rumbo. A diferencia del Partido Republicano con John McCain (quien no es un candidato diferente a sus antecesores) Barack Obama por el Partido Demócrata carga consigo un historial particular que lo distingue no sólo de su contendiente –McCain- sino del resto de los demócratas. Bien versado en asuntos internacionales, con una educación de élite y con antecedentes variopintos, Obama aparece en la contienda como el hombre necesario para un Partido Demócrata que, comenzando por Nueva York, se abrió en muchos sentidos y por vez primera, a las mujeres, a los minusválidos y a la gente de color.

Lecciones electorales

Tras las maratónicas –y para muchos, incomprensibles- jornadas electorales primarias en los Estados Unidos una fue la conclusión: Barack Obama competiría -por el Partido 296

Demócrata- con John McCain -abanderado del Partido Republicano- por la presidencia de los Estados Unidos. El proceso electoral en la Unión Americana a realizarse a finales de este año ofrece algo más que paja, imágenes y palabras. Si las presidenciales del año 2000 en los Estados Unidos tuvieron como sello el fraude de Jeb Bush –gobernador de Florida- para beneficiar a uno de los candidatos –su hermano- George W. Bush, y el proceso de 2004 confirmó el apabullante éxito electoral de la política del miedo desatada desde el 11 de Septiembre, las elecciones de 2008 poseen algunos ángulos nuevos e interesantes que van más allá de la curiosidad electoral sobre el color de piel de uno de los contendientes. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos –y con ellos el mundo occidental- entró en una espiral rampante de chovinismo, jingoísmo, racismo y xenofobia anti- árabe, anti-musulmana y anti-oriental de efectos contundentes: desconfianza generalizada hacia los Estados Unidos; crecimiento de la inseguridad global; estancamiento económico; radicalización ideológica y agudización de los desequilibrios internacionales son apenas algunos de los retos que habrá de asumir el próximo presidente de los Estados Unidos. ¿Con las elecciones presidenciales en 2008 algo de esto podría cambiar? Es difícil saberlo. Lo cierto es que existen elementos que permiten suponer que algo nuevo podría estar ocurriendo en la estructura del poder estadounidense. El movimiento progresista parece venir de las filas demócratas. Mientras que los republicanos se mantuvieron dentro del script tradicional durante el proceso de elección de su candidato a la presidencia, la pre-candidatura demócrata fue disputada por una mujer y un afroamericano (este último, con antecedentes muy peculiares como veremos más adelante). Por sí mismo este hecho resulta sumamente significativo: lo que estaba en disputa era la primera candidatura presidencial para cualquiera de dos grupos considerados vulnerables: mujeres y afroamericanos. Tras el resultado de las elecciones primarias, en la mente del electorado la raza privó sobre el género y concedió la oportunidad de competir para presidente a Barack Obama.

297

¿Qué tan de fondo son las diferencias entre Obama y McCain? A simple vista parecería que no son muchas, y las que pudiesen encontrarse, podrían no ser significativas. Históricamente se ha sabido que en la Unión Americana no existe la izquierda partidista. Noam Chomsky –el intelectual disidente más importante en los Estados Unidos- ha dicho –y con razón- que básicamente lo que se tiene es una diferencia de matiz entre republicanos y demócratas: el Partido Demócrata es un partido de derecha mientras que el Partido Republicano es un partido de ultra-derecha y punto. Independientemente de quién se encuentra en el poder, existen políticas de Estado que han de ser seguidas más allá de los vaivenes electorales y partidistas: Cuba es enemigo al igual que Siria, Libia, Irán, Corea Del Norte y Sudán entre otros. De la misma forma existen “amigos oficiales”: el militarismo colombiano, el servilismo japonés, los gobiernos retrógrados en la península árabe –particularmente Arabia Saudita- y el racismo del gobierno israelí entre algunos otros. Sin importar la extracción partidista del presidente en turno, estos principios –entre otros- son respetados en sus líneas generales, con cambios de matiz pero no de fondo. ¿Hay razones para pensar que la elección presidencial de 2008 será diferente? Si las hay, éstas llegarán de las filas demócratas y se encarnan en Barack Obama.

¿Quién es Barack Obama?

Tal vez antes de preguntarnos “¿quién es?” convendría la pregunta “¿qué es Barack Obama?”. No es un “afroamericano” cualquiera, de hecho, si se le tuviese que colgar una etiqueta, ésta sería la de “afro-asiático-americano” de origen y con formación cosmopolita. ¿Obama es africano? No exactamente. A diferencia de gran parte de la gente de raza negra en los Estados Unidos – quienes encuentran sus raíces africanas remontándose hasta tiempos del tráfico de esclavos- Obama encuentra su origen africano de forma inmediata: su padre es originario de Kenia. ¿Y de dónde saca lo americano? De su madre, una estadounidense de raza blanca. Así pues, por origen, Obama es un 298 afroamericano de primera generación en toda la línea; tan afro (padre) como americano (madre) por ascendencia directa. Si la condición étnica de Obama está determinada por sus padres, la geografía y la nacionalidad no hacen más fácil la tarea de clasificar al candidato en una u otra casilla. El pasaporte de Obama lo retrata como ciudadano estadounidense… nacido en Hawai. Dejando del lado el hecho de que Hawai es una colonia (por más que se le quiera presentar como un “Estado” de la Unión), y que los ciudadanos hawaianos adquieran por nacimiento la nacionalidad estadounidense, lo cierto es que Hawai es asiático por geografía y “hawaiano” por cultura. Poco o nada tiene que ver Hawai con los Estados Unidos continentales a los que fue anexado por la fuerza en 1898 tras el golpe de Estado de 1893. Así que si Barack Obama es africano por padre, americano por madre y estadounidense por nacionalidad, también es asiático por geografía y hawaiano por nacimiento. Pero esto no es todo, también es cosmopolita por cultura. Como si todo lo anterior no fuese suficiente, Barack Obama ha vivido un trajín cultural nada común. Tras la separación de sus padres, Obama vivió con su madre en Indonesia –de donde era su padrastro. Este recorrido dotó al que sería el primer candidato de color a la presidencia de los Estados Unidos de experiencia de primera mano con el Islam, tanto por su padre (que era un musulmán practicante que después abandonó la fe) como por su formación (Indonesia es el país con mayor número de musulmanes en el mundo, 200 millones). Barack Obama conoció así asiáticos, musulmanes y musulmanes asiáticos (como los indonesios entre los que vivió y como son también los iraníes, los iraquíes o los afganos con los que Estados Unidos está en guerra, abierta o soterrada). Más allá de esta cercanía cultural y religiosa con el Islam, Obama -como la mayoría de los estadounidenses- es seguidor de una iglesia cristiana protestante. Políglota -el candidato demócrata tuvo que aprender indonesio para ir a la escuela- y con una amplia visión amplia de diferentes sociedades y culturas, Barack Obama no es un candidato presidencial común.

299

Estos son los antecedentes de quien después sería egresado de Harvard y Columbia (en Derecho y con una Especialización en Relaciones Internacionales) para después impartir cátedra en la Universidad de Chicago; éstos son los antecedentes pues, de quien con el tiempo arrebataría a Hillary Clinton la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos. ¿Y John McCain? El contendiente tiene un perfil más tradicional: millonario, ex militar, ex prisionero de guerra y W.A.S.P. (White, anglo-saxon and protestant), es decir, un republicano como cualquier otro, luego entonces, aquí no se vislumbra nada nuevo bajo el sol.

¿Novedades en política exterior?

Si el proceso de elección demócrata fue atípico (una mujer o un afroamericano dejando de lado a los candidatos blancos y varones) y el perfil del triunfador en las primarias (Obama) es atípico también (políglota, policultural, cosmopolita, etc.), no es de extrañar que algunas de sus propuestas en materia de política exterior salgan del esquema tradicional amigos-enemigos que ha sido por igual, tanto base de la fortaleza como del declive de los Estados Unidos. Ahí donde los republicanos exigen dureza –Irán- incluso mediante el uso de armas nucleares, el candidato demócrata ofrece diálogo, directo y sin condiciones. Ahí en donde tiene su corazón la política militar republicana –Irak- el demócrata propone una retirada lo más pronto posible. Ahí dónde las directrices políticas de Estado en Washington dicen “no hay negociación posible con terroristas” –Libia y Siria- Barack Obama pone sobre la mesa la posibilidad de acercamientos diplomáticos. El discurso de reconciliación permea buena parte de la retórica del primer afroamericano director del Harvard Law Review. Si a las palabras seguirán las acciones en caso de ganar la contienda, es algo que sólo él sabe. Sin embargo, en un país intoxicado por el miedo, la paranoia y la agresividad, con políticas sumamente conservadoras, liderazgos radicalmente ortodoxos y una economía estancada entre la recesión y el

300 militarismo, el solo hecho de pronunciar propuestas como las aquí mencionadas es ya algo digno de atención.

Nueva York y el Partido Demócrata: ¿Señales de esperanza en los EE.UU.?

La competencia interna Clinton-Obama de la que resultó el primer candidato afroamericano a la presidencia de los Estados Unidos viene a sumarse a una cadena de eventos que, en conjunto, arrojan señales de cambio en la potencia norteamericana, y la madeja aquí tiene un extremo en un lugar - Nueva York- y el otro en una persona, Hillary Clinton. En el mes de Marzo David Paterson juró como gobernador de Nueva York tras la salida de Eliot Spitzer del cargo como producto de un escándalo sexual. Paterson no solamente es el primer gobernador negro en la historia de Nueva York (y el cuarto en la historia de los Estados Unidos) sino que además es invidente lo que -como en el caso Clinton-Obama- arroja una doble señal de cambio a favor de los núcleos históricamente relegados. En otras palabras, si el género (Clinton, mujeres) y la raza (Obama, afroamericanos) fueron los aspectos más destacados en la pre-campaña presidencial demócrata, la raza y la condición de capacidad física – encarnados ambos en la persona de David Paterson- adquieren una importancia capital, en un Estado clave de un país clave: Nueva York, Estados Unidos. De una u otra forma, Hillary Clinton es el engrane que une a todos y a todo: es senadora por un Estado gobernado ahora por un afroamericano –como el que fuera su contendiente, Barack Obama- debido a que el gobernador anterior –Spitzer- sufrió un escándalo como el de su marido –William Clinton- cuando estuvo en la presidencia de la Unión Americana. Así pues, no es casual que todos los actores en este drama de sexo, política y poder (William Clinton, Hillary Clinton; Eliot Spitzer y su sucesor, David Paterson y Barack Obama) pertenezcan al Partido Demócrata. (Revista Vor / Jul-Ago, 2008)

301

302

TERCER ACTO ¿Vino nuevo? ¿Botellas viejas?

303

Irán, Cuba, América Latina… ¿A Dónde va Obama?

Alguien dijo alguna vez que, cansada de inventar, la historia tiende a repetir. Los apretones de mano y las sonrisas que atinadamente critica James Petras (Rebelión, Abril 27, 2009) ya se han visto antes: se vieron en los sesenta cuando los Estados Unidos presentaron la Alianza para el Progreso; se vieron en los setenta cuando las grandes potencias anunciaron la détente que concedió un respiro a un mundo aterrado por la amenaza nuclear; se vieron en los ochenta cuando se nos sentó en la mesa de las delicias del “ajuste estructural” para la “transición económica” y se vieron también en los noventa con las políticas contrainsurgentes disfrazadas como combate a las drogas. Los resultados son todos conocidos: dictaduras, engaños, miseria y violencia. A sangre y fuego los Estados Unidos curtieron este continente en la desconfianza. Con la diplomacia del fusil nos enseñaron a leer entre líneas palabras como “amistad”, “asistencia” y “buena vecindad”. Tras siglos de violencia, al Departamento de Estado y la Casa Blanca no tendría por qué extrañarles nuestras reservas; si las declaraciones de amistad, los abrazos y los parabienes son los mejores avales del cambio entonces no hemos cerrado la brecha; ¿qué brecha? la de nuestra historia conjunta; ¿qué historia? la de Pedro y el Lobo, la del pasado que se arrastra hasta el presente y que bloquea el futuro.

304

Pero ¿y si no es así? ¿y si más allá de la tersura de los oropeles hay algo de sustancia? ¿cómo sabríamos que no se trata del viejo cuento de Pedro y el Lobo en el que la contrainsurgencia se llama “Ayuda” y la exclusión viene vestida de “solidaridad”? Tras cientos de años de represión, tortura, engaño, explotación, abuso, injerencia y marginación creer sólo en la palabra por la palabra misma resulta ingenuo cuando no suicida. “Hechos y no palabras” es el grito de guerra; trabajo y no promesas es la demanda. Si las diferencias entre los partidos políticos –Republicano y Demócrata- históricamente han sido de matiz (de ultra derecha el primero y de derecha el segundo) ¿qué elementos existen para suponer que Barack Obama no es lo mismo que envasar vino viejo en odres nuevos? ¿cómo saber que un Barack Obama no es otra versión de Collin Powell o de Condoleezza Rice? En breve: ¿cómo saber que no se trata de un nuevo fanático de la derecha militar (Kennedy), económica (Reagan) o religiosa (Bush Jr.)? De un modo sencillo: siguiendo la sabiduría popular, es decir, siguiendo los hechos y no solamente las palabras.

Prometeo en Irán

Prometeo robó el fuego, y con ello enfureció a los dioses. Sin control o cordura, Bush escupía hiel. “Irán era, es y será peligroso si tienen el conocimiento para fabricar un arma atómica” (BBC Mundo, Dic. 4, 2007). Israel no se quedaba atrás, y tenía trazados planes para un ataque nuclear contra el país persa (The Sunday Times, Jan. 7, 2007). El futuro fue sombrío por ocho años. ¿Qué aterraba más, el fervor que se vivía en Washington ante la posibilidad de un nuevo genocidio nuclear o la persistencia y “normalidad” con la que tal posibilidad se barajó durante la administración Bush? La crisis no ha mermado, pero, a diferencia de lo ocurrido en la mitología griega, del Olimpo no llegó la tan temida águila nuclear enviada por Zeus para castigar a Prometeo sino una oferta de diálogo “I would still meet with Ahmadinejad” (CBS News, Sept. 24, 2007). A la oferta respondió Prometeo rompiendo sus cadenas para dictar condiciones: ¿quieren un nuevo entendimiento? respeto y 305 amistad son los requisitos infranqueables. (Thaindian News. Jan. 17, 2009). ¿Y la respuesta? “… if countries like Iran are willing to unclench their fist, they will find an extended hand from us”. Pero en el diálogo de facto existen límites: Irán advierte por boca de su presidente Mahmoud Ahmadinejad: “If someone wants to talk with us in the language that Bush used… even if he uses new words, our response will be the same that we gave to Bush” y a su vez, Estados Unidos hace lo propio: “It is very important for us to make sure that we are using all the tools of US power, including diplomacy, in our relationship with Iran” (Telegraph. Jan. 28, 2009). Véase como se vea y a reserva de los hechos por venir, este es ya un diálogo, y más que un diálogo, un acercamiento; delicado sí, lento sí, incipiente sí y sin duda insuficiente también… pero necesario. Nos guste o no.

Cuba: La prueba de fuego

¿Disposición? ¡Siempre ha existido desde la mayor de la Antillas! Como desde hace cincuenta años, desde el Caribe la mano estaba tendida. Fue esa mano la que se presentó el 12 de septiembre del 2001 condenando el atentado terrorista y ofreciendo ayuda médica (Radio Habana, Sept. 12, 2001); fue la misma mano que en su arrogancia, los Estados Unidos despreciaron cuatro años después: Nueva Orleans en 2005 y Katrina con sus más de 2,000 muertos y sus 90 mil millones de dólares en daños. ¿Qué mejor manera de acercarse a un pueblo y a su gobierno que mediante asistencia humanitaria? Nuevos incentivos aparecieron más tarde y por una boca muy autorizada. En conversación con Sean Penn para el semanario The Nation (Nov. 25, 2008), el Comandante Raúl Castro expresó:

“… en mi primera declaración después de que Fidel cayó enfermo dije que estábamos dispuestos a discutir nuestra relación con los Estados Unidos de igual a igual. Más tarde, en 2006, dije lo mismo en un discurso en la Plaza de la Revolución” 306

Y agregó:

“Buenas relaciones serían mutuamente ventajosas. Tal vez no podamos resolver todos nuestros problemas, pero sí podemos resolver una buena cantidad de ellos”

Buenas palabras articulando ideas inteligentes. Si en tiempos de George W. Bush los esfuerzos por tender puentes de esta naturaleza parecía algo tan inútil como predicar en el desierto, en tiempos del primer afroamericano ungido presidente de la Unión Americana las cosas podrían ser diferentes. Y fue precisamente desde ese sector, el afroamericano y demócrata, el que estrechó la mano tendida: seis legisladores estadounidenses visitaron Cuba. “Una reunión magnífica” calificó el comandante Fidel Castro la visita en la misma Reflexión en la que describió las intenciones del flamante presidente como “sinceras” a pesar de “las realidades objetivas” (Reflexiones, abril 9, 2009). El juego de ping-pong había comenzado. Menos de una semana después de la visita y tres días antes de la V Cumbre de las Américas, Washington anuló algunas restricciones a viajes y remesas hacia Cuba. Más allá de que el cálculo político de tal medida de cara a la Cumbre es innegable, es imposible desvincularlo del puente tendido apenas cinco días antes. Ese sencillo movimiento había bastado para enviar un mensaje. ¿Suficiente? No, por supuesto que no. ¿Necesario? Seguro. ¿Importante? Sin lugar a dudas: Lo suficiente se alcanza sólo articulando lo necesario e importante. Este fue un primer esfuerzo. El abanico de posibilidades estaba abierto como bien lo comprendió la mesa de redacción de La Jornada que tituló su editorial de aquél día “Cuba-EE.UU.: Perspectivas de acercamiento” (La Jornada, abril 14, 2009). Véase como se vea, como en Irán, Cuba ya es también parte de un diálogo con los Estados Unidos, aunque -mejor aún- aquí ya hay algunos hechos concretos. Pero más que un diálogo, lo que tenemos es un acercamiento; delicado sí, lento sí, incipiente sí y sin duda insuficiente también… pero necesario. Nos guste o no. Y fue entonces que ocurrió la Cumbre. 307

América Latina ó el extraño caso en el que la derecha informó mejor que la izquierda

El diario vasco Gara produjo dos notas sobre la cumbre “La Administración Obama trata de evitar el veto de los aliados de Cuba” (Rebelión. Abril 18, 2009) reza la primera y “Chávez anuncia que los países del ALBA no firmarán la declaración final” (Rebelión. Abril 19, 2009) nos informa la segunda. Siguiendo la línea trazada por los encabezados el contenido parece de fácil predicción: los Estados Unidos haciendo lo que siempre hacen, y el Comandante Chávez respondiendo como siempre responde, es decir, en la Cumbre no hubo nada nuevo bajo el sol. Pero entonces aparece una tercera nota periodística, producida ya no por los medios de izquierda como Gara –y reproducida por Rebelión- sino de la derecha: el diario Reforma. El diario tiene fama en México de ser el portavoz del coservadurismo empresarial más añejo y es tan crítico de la izquierda como su alter ego, La Jornada, lo es de la derecha. Sus credenciales oficialistas pues, están fuera de toda duda. ¿Y cómo informó Reforma en su edición del 18 de Abril? Con una fotografía en su primera plana: Obama a la izquierda y Chávez a la derecha sonriéndose entre sí, ¿el título de la fotografía? “Seamos Amigos” y el pie de foto no tiene desperdicio:

Seamos Amigos.- Puerto España. “Quiero ser tu amigo”, le dijo el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a su colega estadounidense, Barack Obama, después de que ambos se dieran un apretón de manos en la inauguración de la Quinta cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago. Chávez es uno de los más acérrimos críticos de la política de EU hacia América Latina. Obama aprovechó el foro para confirmar su disposición de dialogar con Cuba y proponer a Latinoamérica una relación de iguales”

¿Erraron en algo los editores y redactores de Reforma? Los mandamases de la información en el diario pudieron haber 308 hecho uso de uno de los múltiples trucos para tergiversar la información. Podrían haber puesto el “Seamos Amigos” en boca de Obama para demostrar la buena disposición del norteamericano frente al venezolano: no lo hicieron; pudieron haber alimentado las sospechas de quienes creen imposible un acercamiento sincero entre Estados Unidos y América Latina - enfatizando “disensos” durante la Cumbre: tampoco ocurrió; pudieron haberse limitado a informar en páginas interiores sin destacar la importancia del acercamiento en su primera plana, éste, obviamente, no fue el caso. ¿Fue la Cumbre, como informó Gara, un evento en el que ocurrió más de lo mismo o de verdad tuvo lugar un cambio importante como lo señaló Reforma? Algunos juicios ofrecen pistas al respecto. Habló entonces la voz de Evo: “[Obama] nos escuchó y nos hemos escuchado todos. Antes no nos escuchaba Estados Unidos”. Y el presidente enfatizó: “Me quedé sorprendido porque nos hemos escuchado ahora” (Agencia AP. Abril 23, 2009). No muy diferente fue el juicio final de Hugo Chávez: “Obama lo ha dicho, lo ha prometido, hay que creerle a Obama, hay que jugar con la buena fe por delante”. (BBC Mundo. Abril 19, 2009). Y a Bolivia y Venezuela siguió Ecuador “Creo que se han dado grandes pasos. Ha sido un diálogo muy abierto, muy frontal, que ayuda a reconstruir una confianza que se había destruido” dijo Rafael Correa (BBC Mundo. Abril 19, 2009). Aquí la novedad está en que ninguno de los tres grandes latinoamericanos escuchó de Barack Obama aquello que esperaban y a lo que tan acostumbrados nos tenían los Estados Unidos: abusos, condenas, agresiones. Esa fue la noticia que Gara no reflejó en sus titulares y que extrañamente Reforma sí recogió. Pecatta minuta. Sea como fuere, al igual que en los casos de Irán y Cuba, una cosa es clara: ya se ha tejido un diálogo y más que un diálogo, un acercamiento; delicado sí, lento sí, incipiente sí y sin duda insuficiente también… pero necesario. Nos guste o no.

309

El regreso de Pedro y el Lobo

En la historia diplomática de los Estados Unidos en sus relaciones con el mundo hay cosas que son nuevas y otras que no lo son tanto. Los intentos de acercamiento no son nuevos. Información recientemente desclasificada nos habla que desde Kennedy ya se habían buscado: “Desclasifican en EE.UU. documentos de múltiples intentos para normalizar la relación con Cuba” (La Jornada. Enero 24, 2009). Lo que sí es nuevo fue el mea culpa que Hillary Clinton expresó, ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, al reconocer que, por el acoso del gobierno de George W. Bush en contra de Venezuela fue que esta última se acercó a otros regímenes críticos de su par estadounidense (Agencia Notimex. Abril 23, 2009) ¿Y es esto importante? Sin duda alguna: esta culpa fue precisamente la que el gobierno de Ronald Reagan nunca quiso, supo o pudo ver sobre el acercamiento de la Nicaragua sandinista a la Unión Soviética (ver de Noam Chomsky su libro On power and ideology: The Managua lectures). No todo es viejo. Tras la Cumbre, Caracas comienza a barajar la posibilidad de restablecer vínculos diplomáticos con Washington. El derecho iraní a la posesión de tecnología nuclear negado por Washington desde hace décadas ahora es reconocido –con la limitante claro, de que su uso sea para fines civiles. Los grandes de la política internacional han hablado. Junto con Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad, Rafael Correa, Evo Morales y Raúl Castro se suman a un cambio de paradigma: la posibilidad de no ver en los Estados Unidos a un enemigo. Más aún, dentro de la crítica dura e infalible del ojo experto, el Comandante de América Latina reconoce también algo nuevo y diferente; aquí una de sus reflexiones en una de sus Reflexiones:

“Vivimos tiempos nuevos. Los cambios son ineludibles. Los líderes pasan, los pueblos permanecen. No habrá que esperar miles de años, sólo ocho serán suficientes, para que en un auto más blindado, un helicóptero más moderno y un avión más sofisticado, otro Presidente de Estados Unidos, sin duda menos inteligente, prometedor 310

y admirado en el mundo que Barack Obama, ocupe ese inglorioso cargo.” (La Jornada. Abril 23, 2009)

El proceso naturalmente no es –ni será- rápido, radical ni sencillo. No puede serlo. Los dimes y los diretes siguen y seguirán, pero no es posible negar que ahora el ambiente es diferente. No habrán cambios de la noche a la mañana, todo proceso será gradual. Quienes esperen grandes movimientos, grandes arrepentimientos, grandes disculpas, grandes triunfos y grandes derrotas quedarán decepcionados. Así es el juego de la política, hay que cuidar las formas tanto para los de adentro como para los de afuera. Dentro de todo, la política de construir un gran paso a partir de muchos pequeños logros también tiene su encanto y sofisticación: small is beautiful. ¿Y qué fue del pobre ignorante sobre América Latina que Hugo Chávez vio en Obama? (El Universal. Marzo 22, 2009) Tal vez siga ahí, pero en la crítica hay una solución: la ignorancia se quita, y para ello, nadie mejor que Eduardo Galeano y Las Venas Abiertas de América Latina (Ed. Siglo XXI, México. 2001). El Nobel lo hizo patente: “Buen alumno parece ser” dijo sobre el estadounidense reseñando el obsequio en uno de sus Cuadernos (Rebelión. Abril 25, 2009). Así salvó Chávez la brecha entre el pasado y el presente; así alimentó Saramago la posibilidad de un futuro. Y es que el lusitano lo dijo desde el principio del principio: “El presidente de Estados Unidos que hoy toma posesión resolverá o intentará resolver los tremendos problemas que le esperan”. El Nobel nos decía entonces que “Tal vez acierte, tal vez no, y algo de sus insuficiencias –que ciertamente las tendrá- se las tendremos que perdonar” y la razón de tal perdón era simple pero irrefutable “porque errar es propio del hombre”. ¿Pedro y el Lobo? Tal vez sí, tal vez no, sólo el tiempo lo dirá. Sin embargo y más allá de lo ingenuo que parezca, hay que recordar que fue Noam Chomsky quien dijo que no existe tal cosa como una “falsa esperanza”: mientras exista esperanza, ésta no puede ser más que verdadera. Nos guste o no. (Rebelión / May. 1, 2009)

311

312

CAPÍTULO VI • IRAK • (Crónica de una desgracia)

PRIMER ACTO La última esperanza

Contra la Guerra… Galletas

Es un hecho probado por la historia que la legislación internacional por sí misma no es suficiente para detener una agresión por parte de los Estados Unidos, a este respecto Heinz Dieterich ha sostenido que "En primera instancia, el derecho siempre protege a los más débiles", sin embargo, Estados Unidos se empeña en conseguir que no sólo el Congreso apruebe el uso de la fuerza de forma preventiva (cosa que dicho sea de paso ya logró), sino que también sea una resolución del Consejo de Seguridad la que autorice una acción armada contra Irak si llega a obstaculizar en lo más mínimo las potestades de los inspectores de las Naciones Unidas. Resulta extraño que en lugar de violentar abiertamente estas trabas legales -como lo han hecho ya repetidas veces en el pasado- estén buscando la guerra pero procurando afanosamente el respaldo legal internacional. ¿Por qué busca Bush la legitimidad jurídica de acciones ilegítimas de origen (como lo es fracturar el concepto de soberanía al arrogarse el derecho de patrullar el territorio iraquí con aviones de guerra británicos y estadounidenses) teniendo la posibilidad real de lanzar la guerra sin mayores miramientos? Una explicación la encontraríamos en la sociedad civil organizada. Como ya hemos repetido en otras ocasiones –y parafraseando a Chomsky "Si la gente en los Estados Unidos supiera lo que hace su gobierno no se lo permitirían". En México, un semanario dio a conocer la siguiente información: 314

"Una encuesta del The Pew Research Center muestra que 73% de los estadounidenses consideraba a los medios "altamente profesionales” en noviembre pasado. Esa proporción es ahora de sólo 49%, incluso inferior al 54% existente antes del 11-S" (Milenio. Sept.23.2002). Esta cifra muy bien puede ser el reflejo de la opinión pública en torno a la falsificación de hechos de que ha sido víctima y que comenzó tan pronto se suscitó la crisis el año pasado. El Diario Reforma publicó el siguiente titular a escasas dos semanas de la tragedia: "El periodismo bajo fuego: los controles oficiales dificultan la cobertura mediática" y detallaba: "... tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, la prensa estadounidense enfrenta el dilema de mantener la objetividad o apegarse a la ola de patriotismo y a las apelaciones a la unidad..." (Reforma 26 de Sept. de 2001). Esta dinámica muestra que desde el inicio de la crisis los mecanismos mediáticos de control social funcionaron siguiendo el modelo de propaganda de Chomsky. Estos mecanismos continuaron de forma permanente hasta bien entrado este año, todavía en las vísperas del ataque a Irak, como lo demuestra un reportaje publicado en el Semanario Proceso en este mes de octubre que reza: "Tanto dentro como fuera de Estados Unidos ha surgido una fuerte oposición a la guerra contra Irak. Ante ello, el gobierno de Bush intensifica la propaganda para convencer de la necesidad de derrocar a Saddam Hussein. A mediados de septiembre, según informaciones publicadas en la prensa estadounidense, el gobierno del presidente Bush decidió invertir 200 millones de dólares suplementarios en su "campaña antiSaddam", supervisada por la Office of Global Communication. La estrategia no es nueva; se basa en los guiones utilizados en las guerras del siglo XX: descalificaciones, hechos exagerados o distorsionados y, sobre todo, mentiras..." (Proceso. Oct. 6, 2002). Cruzando la información de este reportaje con las cifras que arroja la encuesta de The Pew Research Center, obtenemos que no obstante el carácter permanente de la campaña mediática, sus efectos son cada vez menores. En otras palabras, George W. Bush gasta cada vez más dinero en engañar a una población cada día más consciente (o sea que está tirando el dinero a la basura). Milenio Diario remató que de acuerdo con un sondeo 315 realizado por Guardian/ICM la posición de los británicos respecto al ataque contra Irak al 29 de septiembre era de 44% en contra frente a un 33% a favor (Milenio Diario. Oct. 2, 2002). Cifras como estas se multiplican todos los días y a esta dinámica ya no escapa ni siquiera The New York Times que a su vez dio fe en su momento de la debilidad que tiene Bush en el frente interno en términos de opinión pública. Así las cosas, todo parece indicar que la gente en los Estados Unidos cada día se percata más de los malos pasos en los que andan Bush y los cuarenta matones. A diferencia de lo que ocurre en nuestros países, un gobierno acostumbrado a ser atacado por todos los flancos, por todo el mundo, todo el tiempo, no es susceptible de ser controlado con los mecanismos con los que se mata a las moscas: a periodicazos. En otras palabras, la crítica internacional no le quita el sueño ni a demócratas ni a republicanos. La cosa cambia cuando los periodicazos no son exógenos sino endógenos, es decir, cuando la crítica y la movilización social ocurre en el centro mismo del poder como es el caso en nuestros días. El resultado de esta dinámica de concientización de masas está a la vista. Primero fue una marcha contra la guerra de Afganistán, que aunque simbólica, no fue tan multitudinaria como se hubiera deseado. Pero más tarde vinieron repetidas y sistemáticas campañas de protesta en los Estados Unidos y en todo el mundo, por igual en la calle, que en foros internacionales o frente a embajadas. Esta dinámica continuó hasta la reciente carta de los 4 mil intelectuales que como coágulo sanguíneo se atravesó en el corazón del imperio y que después se reforzó por la marcha de los 10 mil artistas y trabajadores que en Nueva York dijeron "No en nuestro nombre". ¿Qué salió mal?, ¿funcionaron mal los mecanismos propagandísticos?, ¿fueron lentos? No, de hecho nada les resultó mal a los Rumsfeld, Bush, Rice, Powell y sus amigos de Lockheed Martín y similares (de ahí que en el primer round – Afganistán- resultaron vencedores), todo lo que ocurrió es que al parejo de sus victorias quedaron al descubierto los límites reales de frases como "en tiempos de guerra la primera víctima es la verdad" o "en tiempos de guerra, la verdad debe ser protegida 316 por un guardaespaldas de mentiras" (Winston Churchill). Contra lo que Henry Kissinger argumentaba al decir que "En nuestros días, existen tantos argumentos a favor y en contra en torno a un mismo asunto que se pueden defender ambas posturas perfectamente bien", lo cierto es que aunque le pese a Churchill la verdad jamás será una víctima absoluta como lo demuestra el hecho de que, así sea a la larga, los crímenes patrocinados por los "guardianes de la libertad" estadounidenses o franceses, salen a la luz, por igual en Centroamérica que en Argelia o en cualquier parte del mundo; por su parte, contra lo que Kissinger sostiene vale la pena recordar lo que dijo Einstein "Para mi, un asesinato en una guerra no es muy diferente a un asesinato ordinario", dando a entender que objetivamente el hecho de quitarle la vida a alguien es igualmente repudiable independientemente de la situación. Entre Einstein y Kissinger me quedo con Einstein ya que la verdad no depende de la interpretación de los hechos (de otro modo no existiría la ciencia social) y al fin, dentro de este marco de referencia, los "guardaespaldas" a la Churchill acaban por ser poco más que inútiles. Así pues, tarde o temprano, la gente termina por darse cuenta de lo que ocurre. La pandilla de los siete enanos (Bush, Rumsfeld, Rice, Powell, Cheney, Reich y Negroponte) saben a lo que se enfrentan, saben muy bien que ante una sociedad crecientemente crítica, las perspectivas de gobernar con solidez y avanzar en la agenda solamente a punta de propaganda son decrecientes –algo que Vicente Fox en México apenas está aprendiendo-, de aquí la necesidad de apuntalar sus acciones con argumentos legaloides – que no legales en tanto procuran modificar las leyes (léase resoluciones del Consejo de Seguridad) para que ajusten a sus intereses, con lo cual se desvirtúa el ya de por sí flaco y cansado espíritu imparcial del organismo para convertirla en legislación ad hoc. En el fondo esta necesidad de obtener al menos un dejo de legitimidad de su accionar público es una de las razones que orillan a George W. Bush a insertarse –aunque sea artificialmente- dentro del círculo de "lo legal", aunque en el proceso violente la naturaleza misma de esa legalidad que aspira. 317

Tal vez la culpable de poner en tan intrincada situación a los siete enanos fue la denuncia de Irene Khan –Secretaria General de Amnistía Internacional- cuando sostuvo que "En la lucha contra el terrorismo, perdieron los derechos humanos" (La Jornada, Jun. 26, 2002); o a lo mejor las repetidas denuncias de Robert Fisk –corresponsal de The Independent en el área del conflicto- sobre las violaciones a los derechos humanos y políticos de sospechosos que estaban siendo torturados, ejecutados o secuestrados para ser interrogados por la CIA y el FBI (La Jornada. Ago. 18, 2002); o quien quita y fueron los cables que informaban de las condiciones bestiales (tanto legales como materiales) en las que viven los detenidos en Guantánamo, condiciones que, de acuerdo con denuncias de Human Rights Watch, han llevado a por lo menos 30 intentos de suicidio entre los talibán recluidos en el "centro penitenciario" que tienen los Estados Unidos en la mayor de las Antillas (La Jornada. Ago. 16, 2002). A lo mejor fue todo junto, o a lo mejor fue alguno de los otros elementos que componen el abanico de atrocidades del último año. Lo importante es que muchos ojos se han abierto, tal vez más de los que pensamos. Así como es posible calcular el número de radioescuchas de un programa de radio de acuerdo con el número de llamadas telefónicas que se reciben en cabina, sería bueno averiguar si es posible calcular cuántos ojos se han abierto de acuerdo con el número de manifestantes que se tienen en las calles. Hay quien sostiene que la lógica del macroespacio tiene simetrías en el microespacio, que la lógica global puede encontrar paralelos en el orden local y que dialécticamente los fenómenos de orden personal a veces pueden tener referentes en el orden estatal. Hace algunos meses causo hilaridad el accidente que un mal rato le hizo pasar a George W. Bush pero que, además de un mal rato para la víctima, dejó también una enseñanza: una galleta "pretzel" (¿terrorista?) consiguió de forma efímera pero significativa lo que ningún país o ser humano en la tierra sería capaz: poner en peligro, al grado de postrar de rodillas y herirle la cara, al hombre más poderoso del mundo (que dicho sea de paso es también el mejor protegido). No es que la repostería sea ya parte del entrenamiento terrorista, 318 sino más bien que la torpeza mandibular intrínseca de Bush (esa que lo hizo afirmar sin mayor reparo cuando era gobernador que "La gran mayoría de nuestras importaciones vienen de fuera del país" o que "El futuro será mejor mañana") puso en evidencia el talón de Aquiles de la nación de las barras y las estrellas: la principal amenaza a la "seguridad nacional" (léase de los políticos e industriales petroleros, farmacéuticos y armamentistas) de los Estados Unidos no es externa sino interna. Hoy, la resistencia pacifista en los Estados Unidos puede conseguir lo que ninguna protesta en el mundo puede lograr: atragantar los ánimos belicistas de su gobierno. Al fin, me quedo con Einstein y la repostería, al fin, contra la guerra....galletas.

Pd.- El creciente movimiento pacifista en los Estados Unidos nos obliga a repensar el aspecto geográfico de aquella frase del guerrillero heroico que rezaba "del Rio Bravo al sur todos somos hermanos".

(MundoÁrabe / Oct. 12, 2002)

319

Estados Unidos, la Guerra y el Mundo: Algunas Cosas que Sabemos y Algunas Cosas Que Deberíamos Averiguar

Que la política exterior de los Estados Unidos es congruente con los intereses de los grandes corporativos no es nuevo; que éstos en reciprocidad fortalecen a la clase política estadounidense tampoco es nuevo; que los tambores de guerra suenan cuando alguno de estos dos elementos se tambalea (lo que implica que también se tambalea el otro) es también noticia ya conocida. Estas son algunas de las cosas que ya sabemos, que se encuentran plenamente documentadas y que son negadas ya por ignorancia o por complicidad. No por ser conocidas la insistencia en estos tópicos es irrelevante: la exposición de hechos concretos siempre será una actividad importante para disminuir la ignorancia (siempre que sea posible brincar el cerco propagandístico) -con su consecuencia lógica de concientización de las masas- y para desenmascarar farsas y mentiras. La crítica retrospectiva es importante, sin embargo, no es suficiente. Es necesario el diseño de modelos propositivos alternativos por igual en lo político que en lo económico para la acción social. En otras palabras, las campañas contra la guerra y contra el dominio político-corporativo de las empresas tienen que dejar de ser reactivas y volverse proactivas. La resistencia es importante pero también lo es avanzar en el diseño e implementación de modelos alternativos de gobierno y desarrollo. Las iniciativas ya existen (cosa que, aunque no nos guste, no todo el mundo sabe), lo importante es ampliarlas tanto 320 horizontal como verticalmente: un ejemplo seria el modelo político-económico de Heinz Dieterich. La iniciativa que ha puesto Dieterich sobre la mesa es un buen principio en el ámbito teórico, su modelo ciertamente no es un diseño acabado (como él mismo reconoce) sin embargo, es ya una propuesta seria susceptible de investigación y profundización. Así como el modelo de Dieterich aplica en el ámbito teórico, en el plano práctico los esquemas de operación propositivos de avanzada son ya existentes y se han hecho funcionales para el bien de la humanidad. Los ejemplos los podemos encontrar en todos lados aunque la forma como han sido presentadas por los medios masivos de comunicación es frecuentemente imprecisa cuando no errónea en su totalidad: aquello que muchos presentaron como "grupos provisionales de autodefensa" durante la guerra de Ruanda no eran realmente provisionales y su función no necesariamente se limitaba a la autodefensa. Estos grupos consistían en sectores conjuntos de la sociedad civil hutu y tutsi que de mutuo acuerdo hacían arreglos para evitar que la violencia penetrara en sus comunidades. Este esquema de trabajo podría parecer provisional a la luz de la guerra, aunque lo cierto es que en el fondo ponía el ejemplo de un sistema de organización de convivencia pacífica en un momento de crisis, de tal suerte que su ámbito de acción era dual: interno y externo (no obstante los medios centraron su importancia midiéndolo a la luz de la amenaza externa, lo cual constituía una descripción limitada de su realidad). Grupos similares se formaron durante la guerra de Bosnia y existen en la actualidad en la región de Chiapas, México. En este último caso los medios más descarados han calificado a los territorios autónomos como "connatos de separatismo", o de "balcanización" no obstante que no son otra cosa más que formas de gobierno basadas en las costumbres locales y cuyos habitantes se reconocen como miembros de la sociedad mexicana (con lo que se deshace la falacia del separatismo como acusación). Esfuerzos como estos de cuando en cuando se asoman en los medios y cuando lo hacen es de forma distorsionada o incompleta. Esto es algo de la guerra, el mundo y los Estados Unidos que no se siempre se 321 sabe, o mejor dicho, no siempre se sabe en toda su dimensión. Las razones de la distorsión informativa pueden ir desde incompetencia inconsciente de los reporteros, hasta el amarillismo puro que vende, pasando por supuesto por razones de orden político. Sortear este tipo de distorsiones y la promoción de esquemas de cooperación alternativos se erige como una tarea de carácter estratégico en tanto muchas vidas están de por medio. En este momento por ejemplo, la vida de miles de iraquíes y palestinos depende de ello. Más allá de lo "curioso" que puede resultar para los menos enterados el hecho de que no sólo amplios sectores de la sociedad judía en Israel se encuentren en descontento con las políticas que sigue su gobierno respecto a la causa palestina, lo cierto es que el hecho de que esta disidencia se haya presentado también en las filas mismas de los cuerpos de represión es muy significativo y abre grandes oportunidades. Estrechar lazos inter-comunitarios de base palestino-israelíes (o, para el caso, mexicano-estadounidenses) es una tarea prioritaria como lo señaló Edward Said en su momento. Este modelo de cooperación de base social, independientemente de la línea oficial, puede hacer mucho más en la práctica que insistir en nuevas fórmulas matemáticas para demostrar la brutalidad de la realidad a la que se enfrenta la sociedad global (como aquella de señalar cuantos niños mueren por minuto de hambre o cuántas vidas se podrían salvar si no se desperdiciara por motivos mercantiles la cantidad de comida que se desperdicia). No es que esta información no sea importante, lo es, sin embargo su valor termina cuando se ha conseguido la concientización. Al menos el 75% de la población global está ya consciente de esto, lo que requieren son esquemas de trabajo, esquemas de acción para cambiar esa realidad. ¿Qué pasaría si grandes brigadas de personas de diferentes partes del mundo comenzaran a organizarse para viajar en conjunto a Bagdad, no para salvar al sátrapa que gobierna al país y su séquito, sino para salvar a los ciudadanos iraquíes que no viven, sino que sobreviven por igual al policía del mundo que a su gobernante? ¿Se iniciaría la guerra? Por supuesto se requiere de valor para hacer una cosa así y no 322 funcionará si no se hace de forma organizada, abierta y con difusión masiva. ¿Bombardearían Bush y Blair una ciudad en la que se sabe en todo el mundo que existen 20 ciudadanos estadounidenses y 20 ciudadanos británicos? Probablemente las consideraciones morales no los detendrían pero ¿estarían dispuestos a correr el riesgo del costo político que el crimen conllevaría? Lo que se dilucida detrás de esta estrategia es que como bien señala Noam Chomsky "En las sociedades totalitarias basta con que la gente obedezca, pero en las sociedades libres el control del pensamiento es necesario por medio de la propaganda". Ante una acción clara como esta y con la difusión correcta del origen de la acción, el cerco propagandístico puede ser sorteado y entonces la presión para evitar el lanzamiento del ataque no vendría de parte de "la comunidad internacional" (sea lo que sea) sino de "la comunidad nacional" que dentro de los Estados Unidos pesa más. Sorteado el cerco propagandístico, Bush y los suyos estarían entre la espada y la pared ¿matarían a sus ciudadanos en Irak frente a los ojos de sus ciudadanos al interior? Contra los estereotipos tenemos que los Estados Unidos no son un ente homogéneo, y el ciudadano común y corriente es tan humano como el que más, Chomsky nuevamente ha dicho "Si los estadounidenses supieran lo que hace su gobierno, no se lo permitirían". Estrechar el contacto con la sociedad estadounidense para concientizarla es una labor toral de la resistencia. La principal amenaza a la "seguridad nacional" de los Estados Unidos (léase su clase gobernante) no es externa sino interna, no se está hablando de terrorismo, sino de concientización que no son sinónimos (aunque Bush y su grupo no conozcan la distinción semántica). Este paradigma es ya en sí mismo una línea de acción contundente, explotémosla, no sólo con la descripción, sino con la acción. (Rebelión, Oct. 14, 2002)

323

Irak: Cuando el Gato y el Perro se Juntan

La guerra contra Irak ya comenzó. Comenzó el 16 de enero de 1991 a las 23.50 GMT y se llamó "Tormenta del Desierto". La que se presenta hoy no es una nueva guerra sino la continuación -intensificada- de aquella que comenzó hace más de una década. Los hechos dan fe de ello. El 27 de febrero del 1991 fue conocido por el mundo entero como la fecha del fin de "Tormenta del Desierto". Pero más que acabarse la guerra, se oficializó la ocupación de Irak por fuerzas invasoras francesas, británicas y estadounidenses que literalmente robaron más de la mitad del territorio al instaurar las llamadas "zonas de exclusión aérea" al norte y sur del país. Al fin, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña escribieron al conflicto un epílogo exactamente igual al prólogo que le dio inicio: al principio, Irak ocupó Kuwait; al final, el eje Inglaterra-Estados Unidos-Francia ocupó Irak. A partir de entonces, la guerra desapareció de los medios pero se mantuvo constante; prueba de esto son los bombardeos periódicos que realizan las potencias y que ya no escandalizan a nadie porque se han repetido tanto y con tanta frecuencia que -cosa por demás escandalosa- a estas alturas se ven como algo "normal". Así pues, no es que la guerra haya terminado; más bien, se oficializó la ocupación. Oficialmente, los hechos de violencia se califican como guerra cuando provocan más de 1.000 bajas al año. A la fecha, 324 en Irak, tras diez años de bombardeos periódicos y sanciones - que no por ser legales son justas- los muertos se cuentan por millones. ¿Por qué entonces se habla de paz y no de guerra? Curiosidad semántica: si los balazos son de este a oeste y de sur a norte entonces hay guerra, cuando son a la inversa, entonces, como señalaba Tácito, "Ellos crean un desierto y lo llaman paz". Irak está en guerra desde hace once años, no nos engañemos; lo que se discute hoy no es si se va a producir una nueva incursión bélica, sino si va a haber una intensificación de la violencia ya existente o si se va a mantener al ritmo que tuvo durante la década de los noventa. Dicen que los extremos se tocan y que cuando el perro y el gato se juntan es para fastidiar al cocinero. En el caso de Irak esto ha comenzado a ocurrir. Dentro del espectro de la extrema derecha se comienzan a escuchar voces que se oponen a la intensificación del crimen que desde hace 11 años tiene lugar en la antigua Mesopotamia. Ivan Eland, director de Estudios de Defensa del CATO Institute (entidad que se encuentra tan a la derecha que hace palidecer a la mismísima Heritage Foundation) recientemente escribió un artículo titulado "Documentos de la CIA socavan el deseo de Bush de Invadir Irak" (15/10/2001). En su texto, Eland sostiene que: "La revelación de dichos análisis muestra que el enfoque de disuadir y contener a Irak ha funcionado y que una política más agresiva de invasión podría tener resultados desastrosos. Se supone que la política de seguridad nacional del gobierno estadounidense debe aumentar la seguridad de la nación, no reducirla. Arriesgarse a sufrir ataques terroristas contra Estados Unidos con armas convencionales, biológicas o químicas, simplemente por eliminar a un matón que ha sido exitosamente disuadido y contenido durante más de una década, desafía el sentido común". De acuerdo con Eland, gracias a lo que yo llamo "la guerra de los once años" Irak no tiene la capacidad de lanzar ataques con armas de destrucción masiva contra los Estados Unidos; sin embargo, intensificar la guerra contra Irak abre la posibilidad de que Hussein comience a prestar apoyo sistemático a grupos terroristas (que reconoce no han recibido -siempre de acuerdo con la CIA- mayor apoyo por parte de Bagdad). Esta 325 lógica viene a confirmar, desde el otro lado del espectro político, lo que el movimiento pacifista ya defendía antes del ataque a Afganistán: que la violencia se nutre de violencia. Las revelaciones de la CIA y la posición de Eland no dejan lugar a duda respecto a los motores reales del ánimo belicista de Bush y compañía: no es la seguridad nacional o internacional (para los enterados) ni es la lucha del bien contra el mal (para los no tan enterados), sino elecciones, petróleo y determinadas ramas de los complejos industriales de alta tecnología. Es decir, son motivos más personales o de grupo que estatales o humanísticos. El hecho de que se comiencen a levantar voces reticentes (por las razones que sean) al militarismo gubernamental en los Estados Unidos es esperanzador, y más si estas voces son de los propios centros neurálgicos de asesoría en planificación estratégica de los halcones en el poder. Si los congresistas y los policy makers gubernamentales no escuchan a la gente en las calles, tal vez escuchen a sus asesores, y si éstos tienen la misma posición que aquellos la semilla de la distensión se siembra y crece no sólo alrededor sino también en el interior del imperio. Quién sabe, a este paso y si el impulso es fuerte, tal vez no sólo se logre detener la intensificación de la guerra de los once años, sino también finalizarla antes de que sean doce. La vida de mucha gente depende ello. (La Insignia, Oct. 30, 2002)

326

Irak: ¿Hay Espacio Todavía Para La Paz?

1. Introducción

Algunas personas protestan en las calles, otros critican solo en el plano intelectual y otros, más decididos, han resuelto heroicamente ofrendar su vida para proteger la de los demás funcionando como “escudos humanos”. Estos comportamientos son sólo algunos de los que se presentan en el quehacer pacifista ante la crisis actual. La explicación de esta variedad de actitudes se encuentra en las diferentes interpretaciones que se tienen sobre la agresión contra Irak: mientras los más pesimistas consideran la intervención bélica un hecho a priori, otros, menos duros pero no por ello más optimistas, hablan de la “eventualidad de una intervención; en otra región todavía iluminada por un optimismo lúgubre se describe la situación actual como “delicada y peligrosa”, pero todavía con un espacio abierto para la paz. No se necesita ser un genio para entender la escasez de grandes ánimos optimistas: la realidad es demasiado sombría como para intoxicarnos con visiones ilusas o sin fundamento que reflejan -más que una descripción amable de una realidad terrible en si misma- la necesidad sicológica de creer que en el futuro vamos a estar mejor. ¿Es de verdad la guerra contra Bagdad una fatalidad que, como si de un designio bíblico se tratara, tiene carácter de inevitable? La esperanza no debe perderse, eso esté muy claro pero ¿existen elementos sólidos que nos permitan tener algún grado de optimismo respecto a las posibilidades reales de 327 prevenir el incremento de una matanza que lleva ya 10 años funcionando con el disfraz de “bombardeos periódicos” y de “sanciones económicas”? Respuestas a preguntas como estas son fundamentales para definir con claridad los cursos de acción en las tareas de prevenir, mitigar y -si es posible- anular la atrocidad. El objetivo de esta reflexión es simple: arrojar luces en torno a diversos elementos claves, de orden estratégico y político internacional, que no deben ser soslayados al momento de evaluar las posibilidades reales de impedir la nueva excursión de Marte, dios romano de la guerra, al ya de por si atormentado oriente medio.

2. El Petróleo y el juego geoestratégico mundial

Decir que la guerra es por petróleo es ya un lugar común. Curiosamente pese a que es el argumento más comentado también es uno de los peor entendidos. Y es que contra lo que muchos suponen, a los Estados Unidos y al Reino Unido no les interesa el petróleo iraquí para su propio consumo (no obstante que, como ya también todo el mundo sabe, son dos de los principales consumidores), de hecho la importancia estratégica del petróleo iraquí para los Estados Unidos es la influencia que este ejerce en las tasas de crecimiento industrial de los países que, a diferencia de Washington, dependen en gran medida de los energéticos de la región como fuente de energía. Con Arabia Saudita, Venezuela (aunque ahora ya no tanto por supuesto), México y con sus propia explotación los Estados Unidos no dependen “estratégicamente” de la producción petrolera iraquí... como es el caso de Japón, que junto a sus vecinos-aliados geográficos –los llamados New Industrialized Countries (NIC´s)- importan de la región la mayor parte de los hidrocarburos con que respiran. Así, la importancia que tiene para los Estados Unidos el petróleo iraquí en lo particular -y el de todo el oriente medio en general- es su función como herramienta de presión sobre las dependientes economías del sureste asiático, que, como bloque, han sido una amenaza junto con la Unión Europea, desde la segunda postguerra, a la 328 hegemonía global norteamericana,. Todo esto viene a colación porque para comprender mejor la dinámica del acontecer mundial la teoría sigue siendo importante. No en vano el modelo de análisis tripolar de las relaciones internacionales es uno de los que más aceptación tienen en la Postguerra Fría: 1) Estados Unidos como eje del bloque Americano, 2) Alemania como motor económico de la Unión Europea, y Japón como centro de bloque Asia Pacífico. Desde hace 10 años Japón tiene un retraso en la carrera de bloques de poder político-económicos. El dato cobra una importancia sustancial y se explica en buena medida si a él agregamos el factor Irak: el nulo crecimiento económico japonés de la última década empata con los resultados de la Operación Tormenta del Desierto ¿coincidencia?, no debemos ser tan inocentes. Como ahora, en 1991 la guerra fue también por el petróleo. La tarea: dejar a la saga a uno de los tres competidores. El resultado: un éxito rotundo. Así como el carismático Talleyrand y su acérrimo enemigo, el duque de Otranto, el siniestro José Fouché, limaron transitoriamente sus diferencias en el siglo XVIII para conspirar contra el mismísimo Emperador, los británicos entendieron muy bien el juego estadounidense de finales del siglo XX y se prestaron a seguirlo. A diferencia de aquellos en la Francia napoleónica, los modernos conspiradores sí tuvieron éxito a principios de los noventa donde aquellos fracasaron: sacaron avante sus planes y dos son los resultados más evidentes: 1) el establecimiento de las llamadas “Zonas de exclusión de vuelos” al norte y al sur de Irak, de control conjunto británico-estadounidense y 2) el declive japonés como bloque de poder. Hoy, en la “inminente guerra” del principios de siglo la tarea es diferente: geoestratégicamente no se trata ya solamente de mantener al Japón -como motor industrial de su bloque- al margen del mano a mano que se disputan Europa y Estados Unidos, sino de hacer lo posible por reventarlo ante la eventualidad de un drama económico-financiero en el corazón del “bloque fuerte”: Estados Unidos. En esto están de acuerdo Washington y Bruselas, aunque, por separado, esta nueva guerra contra Irak saca a

329 relucir los intereses más mezquinos de ambos actores de la arena internacional. Por supuesto la nueva amenaza que se cierne sobre Irak tiene también sus repercusiones en las relaciones de bloque entre la Unión Europea y los Estados Unidos, entre quienes las cosas no son todo miel sobre ojuelas. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se expande a la Rep. Checa, Polonia y Hungría, (dato importante), aunque más significativo es que la Unión Europea en fechas recientes haya aprobado la candidatura para un ingreso eventual en el corto plazo de 10 nuevas naciones de Europa del Este y Central. ¿Por qué? Por la fractura política noroccidental europea: la fractura británica. Si alguien ha salido beneficiado de la desobediencia británica frente a las políticas que se dictan en Bruselas, en el marco de un enfrentamiento de bloques, estos han sido los Estados Unidos. El distanciamiento de facto de Londres respecto a la Unión Europea, y el acercamiento paralelo de aquel con Washington ha hecho las veces de Caballo de Troya al interior de los órganos de gobierno del bloque en el viejo continente. En Bruselas la incertidumbre no podría ser mayor: es imposible expulsar a la Gran Bretaña y sin embargo, ésta es más parte del problema que de la solución al momento de definir la política exterior común: condena de origen la política exterior común a la esterilidad. Así como en el cuerpo humano los objetos extraños nocivos que no pueden ser expulsados tienden a ser encapsulados, del mismo modo Bruselas parece querer encapsular y distanciar a Londres. Las baterías parecen estar enfocadas a suplir a la Corona de Occidente –hasta donde sea posible- con las “nuevas democracias” del centro y oriente europeo, y si no suplirla, al menos sí, mitigar el daño que causa su infidelidad. La amenaza contra Irak ha funcionado como caja de resonancia de la fractura noroccidental de la Unión Europea y de la debilidad estructural que tiene ésta para traer al redil a la oveja descarriada. Como es natural el tiempo disponible para reaccionar se ha acortado para los países de la Unión que siguen respetando a sus órganos de gobierno; aunque la necesidad de acciones contundentes correctivas se ha incrementado exponencialmente: si ya Japón, sin dejar de ser potencia, está 330 casi fuera del juego, y para los Estados Unidos Rusia tiene ahora el papel de “país del tercer mundo con armas nucleares”, en la Unión Europea se tiene el miedo de que la desunión británica de facto sea el principio del fin. Esto por supuesto implicaría la defunción del período de la “bipolaridad” (Bruselas- Washington) posterior a la tripolaridad sistémica (Bruselas- Washington-Tokio) de la Postguerra Fría, para iniciar, ahora si, la tan temida unipolaridad del sistema internacional.

3. La oposición oficial: Alemania, Francia, Rusia y China

La respuesta europea se ha desplegado con algún vigor en la esfera diplomática. La primera embestida europea fue la propuesta franco-rusa (respaldada posteriormente por México) de negar el ataque automático a Irak de obstaculizarse el quehacer de los inspectores de las Naciones Unidas, esgrimiendo su preferencia por la emisión de dos resoluciones en el seno del Consejo de Seguridad. Con esta iniciativa ganaron para Hussein algo de tiempo, y para sí mismos la oportunidad de valorar las mejores formas, no de defender lo que podrían ganar, sino de conservar lo que pueden perder: las grandes inversiones que han hecho en la industria petrolera iraquí en todos sus procesos y que podrían perderse de establecerse un régimen títere pro-estadounidense en un Irak post-Saddam. Efectivamente, las naciones que más fervientemente se oponen a una agresión bélica por parte de los Estados Unidos son las mismas que han invertido grandes cantidades de dinero en procesos de investigación y desarrollo de campos, tecnologías y procesos de conversión de los hidrocarburos en Irak. Estratégicamente éstas dan una lectura racional a la crisis actual. En un contexto de competencia entre bloques internacionales no se pueden dar el lujo de frotarse las manos pensando en ganancias inciertas, cuando frente a si tienen pérdidas potenciales; mientras las primeras son todavía, en buena medida, una incógnita, las segundas son mucho menos abstractas y mucho más concretas: ya se han invertido muchos miles de millones de dólares en dicha industria como para arriesgarse a perderlos, o peor aún, quedarse observando sin la posibilidad de 331 hacer algo cómo un nuevo régimen pro-Washington no sólo desconoce la legitimidad de dichos contratos, sino que procede a cederlos a empresas competidoras de sus dueños originales (como Texaco), empresas que con cinismo, cosecharían el fruto petrolero sembrado por capitales rusos, alemanes, chinos y franceses. Ante la amenaza común, primero Francia y Alemania y después China y Rusia han decidido emprender su segunda embestida: la creación de un bloque de facto que consiga erigirse como freno de la estrategia estadounidense de claros tintes “ladrones”. La defensa del dinero invertido fortalece la tesis de la crisis europea y sus esfuerzos de reemplazo: fue más fácil conseguir dejar atrás la historia franco-alemana de la segunda guerra mundial que convencer a los británicos de unirse en un bloque pan-europeo occidental anti-Washington. Y que decir de Rusia, centro del otrora “Imperio del Mal”, ahora puede erigirse como un aliado estratégico del que en el pasado se presentaba como el centro Europeo del “mundo libre”. Así de crítica es la desconfianza hacia los británicos; así de desesperada está Bruselas por salvar su honor (y sus intereses), que en la coyuntura, teje pactos reactivos con quien sea, como sea. Aunque si se observa con cuidado, aunque desesperados, los esfuerzos de la Unión no tienen bases tan irreflexivas. En Bruselas se entiende por supuesto la importancia que tiene para Rusia un acuerdo político con ella. Moscú es, en el sentido estrictamente político, el espejo futuro de cómo la Unión no se quiere ver: asolada por conflictos internos, disminuida en la esfera internacional y necesitada de pactar de todas las formas posibles en todas la áreas imaginadas para, al menos formalmente, amarrar garantías que no compliquen más una situación crítica de por si. A la Unión Europea, aliarse con Rusia la puede salvar de un futuro tan poco alentador; a Rusia, acercarse a la Unión Europea le puede revitalizar políticamente y tal vez llenar de contenido algunos de los acuerdos que frecuentemente no pasan del papel (como el Acta Fundacional de 1997), y tal vez, por qué no, apelando un poco al optimismo, en el mediano o largo plazo abrirle la puerta para recuperar el

332 estatus de gran potencia que en el pasado levantaba la cabeza de los miembros del Ejército Rojo.

4. Conclusiones preliminares

La situación a considerar en nuestros días para responder a la pregunta que tiene por título este documento tiene una lógica ya un tanto más sencilla respecto al proceso que la mantiene -del cual dimos apenas un repaso- y esta lógica es costo-beneficio. Estados Unidos ha puesto en alerta a más de 100,000 soldados en el Golfo Pérsico, ha movilizado portaaviones y equipo pesado de ataque como tanques, bombarderos y aviones caza. Todo esto tiene un costo y es por supuesto mucho muy alto. ¿Después de una movilización de esta magnitud será tan sencillo para la clase dirigente estadounidense retirar las tropas y asumir el costo de transporte y operación de todo el proceso sin mayores aspavientos? En términos financieros, antes que regresar a las tropas sin haber sostenido combate, les conviene invadir a Irak: los réditos económicos pueden ser muy tentadores y pueden cubrir sin ningún problema los insumos presupuestales de los preparativos de guerra gastados hasta el día de hoy. Sin dejar de ser una razón con un valor de varios miles de millones de dólares, ésta no es la única justificación que existe para atacar Irak. Del mismo modo en que los preparativos y el desarrollo de la guerra en Afganistán funcionaron para pagar deudas de campaña al complejo militar industrial, la guerra de Irak puede servir para salvar, mediante una inyección directa de recursos federales, a los principales corporativos relacionados con la industria militar ante la inminencia del quiebre económico- financiero estadounidense. En su situación, Estados Unidos no puede darse el lujo de sacar a pasear a casi la totalidad de sus fuerzas armadas y regresarlas a sus cuarteles sin conseguir algún beneficio. Así también, Bush y Rumsfeld -entre otros- tampoco pueden darse el lujo de permitir que los corporativos a los que están íntimamente ligados corran el riesgo de ser afectados de forma importante si el sistema económico-financiero nacional se desbarata. Además, por lo que vimos, atacar Irak tiene también la ventaja de exhibir los límites reales de influencia de la política 333 exterior común europea (que es su más cercana competidora), amén de ahondar su crisis interna (fractura noroccidental) y mantener bajo la bota el crecimiento japonés. De todas estas razones la conclusión es que los Estados Unidos no pueden irse sin dar guerra pues sirve para someter a la competencia global, ahondar sus contradicciones internas (apostando a una sangría interna), garantizar la estabilidad de los principales grupos que rodean a la clase política al interior de Washington, pero sobre todo demostrar, como diría Zbigniew Brzezinski en su libro The Grand Chessboard, que Estados Unidos sigue siendo (como si de verdad lo hubiera sido) la “primera, única y última superpotencia mundial”.

5. ¿Hay espacio todavía para la paz?

Tras esta revisión general de las tendencias político- internacionales y estratégicas, ha llegado el momento de responder a nuestra pregunta inicial: ¿hay espacio todavía para la paz? La respuesta dura es sí. Hay un espacio pequeñito, difuso y complicado de alcanzar pues el sendero que lleva a él tiene muchos escollos, pero el espacio existe. Si se consigue alcanzar ese espacio de paz al que nos referimos, sería ésta la principal (y más importante) derrota que sufrirían los Estados Unidos: una derrota política al quedar en evidencia que sus alcances reales son mucho más limitados que sus discursos inflamados. Así, la paz se erigiría como un tiro por la culata de la política exterior estadounidense: si la guerra desnuda el alcance real de la Unión Europea (y de hecho del mundo entero) para poner un límite a la acción unilateral estadounidense, la paz exhibe exactamente lo mismo pero sobre la bandera de las barras y las estrellas. Para detener a los Estados Unidos, una serie de factores tendrían que coincidir; factores que por supuesto, van mucho más allá del salir a las calles y levantar carteles frente a las embajadas (ésta es tan solo una –de las más importantes como veremos a continuación- de las trincheras del combate por la paz). Primer factor: el cuadrilátero franco-sino-ruso-alemán tendría que consolidarse como alianza estratégica de amplio 334 espectro, esto es, Francia, China, Rusia y Alemania tendrían que tener muy clara la ponderación de que los intereses que pueden defender como bloque son mucho más importantes, desde la perspectiva multilateral, que aquellos que unen a cada uno de ellos con los Estados Unidos de forma bilateral, sólo de este modo se podrían resistir los embates que como grupo (y cada uno de ellos en particular) recibirán por parte de los Estados Unidos. En términos crudos, los Estados Unidos solamente respetan un binomio en las naciones: poder y decisión. Corea del Norte es prueba fiel de ello, de tal suerte que queda claro que el único lenguaje que entienden y respetan es el de la fuerza real, no solo formal, aunque sea de forma implícita (si no fuera así, también propondrían una solución “diplomática” con Irak y su actitud sería menos “valiente” –abusiva de hecho). Los países del cuadrilátero deberán mostrar la solidez y fuerza necesaria para dejar clara su seriedad frente a Washington, de otro modo su alianza estará condenada a la esterilidad (como fue el caso del “Grupo de Contacto” europeo durante la negociación de los Acuerdos de Dayton para Bosnia). Aquí el riesgo es alto pues se corre siempre el peligro de caer en aquello que se pretende evitar; por supuesto, aunque necesaria, su realización no es nada sencilla. Segundo factor: Consolidado el frente político internacional, el respaldo sólido de las masas a nivel internacional jugaría un papel clave, dentro y fuera de los Estados Unidos1, y es entonces que la tarea de la concientización y la oposición pública se hace vital: moviliza y respalda esfuerzos en el mismo sentido pero a otros niveles; los gobiernos del cuadrilátero lo van a necesitar y mucho. La tendencia a la oposición a la guerra en el espacio público es creciente, mantenerla es clave. Tercer factor: Fracturar los esfuerzos belicistas de Washington también es importante. Si bien es cierto Estados Unidos ha presumido de la capacidad de participar (y ganar) de forma simultánea en dos conflictos convencionales, lo cierto es

1 Para revisar la importancia de la movilización social ver mi artículo Contra la guerra... Galletas, Rebelión, 12.10.2002. 335 que haciendo una lectura política internacional, son muchos más los frentes que pueden estallar. En la inteligencia de que “el que mucho abarca, poco aprieta”, Washington puede verse obligado a retrasar, si no es que a cancelar, su proyecto bélico en Irak si diversos conflictos en diferentes partes del globo se agudizan, o si el escenario internacional se complica: esto último ocurrió de súbito con Corea del Norte. El conflicto árabe-israelí, el conflicto por Cachemira entre Pakistán e India, la insurgencia en Colombia o incluso factores de alto nivel de stress sico-social al interior de los propios Estados Unidos pueden dificultar enormemente la invasión en Irak (como fue el caso del francotirador). Ésta por supuesto no es una invitación a la agudización del sufrimiento de unos para salvar a otros. La propuesta sería por demás estúpida pues equivaldría a prevenir una atrocidad practicando otra, sin embargo, es importante poner sobre la mesa todos los factores importantes, y éstos no pueden dejar de estar presentes: en resumen, un incremento de la tensión internacional por fuentes no-estadounidenses podrían complicar los planes de acción bélica de Washington. Como se puede observar, mientras el segundo factor avanza a pasos agigantados (esperemos que con la suficiente magnitud y velocidad), el tercer factor se encuentra siempre latente, amenazando a justos y pecadores. Es en el primer factor donde parece encontrarse en este momento la clave de la paz. No obstante que se puede correr el riesgo de estar alimentando una nueva hegemonía para que derrote a la antigua, se tiene que superar esa lógica de “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, además, del enfrentamiento de los grandes siempre existe la posibilidad de encontrar espacio para los pequeños (el grupo de los No Alienados es una clara muestra de ello en tiempos de la Guerra Fría). Como sea, si se consiguen cumplir las dos primeras condiciones las posibilidades de llevar la paz a buen puerto en Bagdad (y tal vez después, por contagio, también a Afganistán y Palestina) pueden ser prometedoras. El tiempo es corto y el costo de no aprovecharlo es muy alto, dejémonos de pre-ocupar: ocupémonos.

(ZonaNon / Ene. 31, 2003) 336

SEGUNDO ACTO Descenso al infierno

337

Irak y Estados Unidos: La Campaña Aérea

“Irak no es Afganistán” ha dicho Saddam Hussein, y tiene toda la razón. En Washington esta realidad es de sobra conocida: en un teatro de guerra diferente, la estrategia no puede ser igual. Tal vez un buen antecedente respecto al modelo de campaña que veremos en Irak (de desatarse la guerra) sea la campaña militar de la OTAN contra Belgrado de finales del siglo pasado. Entre el 23 de marzo y el 10 de junio de 1999, la OTAN dejó caer sobre Belgrado 19,200 toneladas de explosivos (con un efecto devastador similar al de la bomba que arrasó Nagasaki) en miles y miles de incursiones aéreas. El resultado en términos histórico militares fue asombroso: fue la primera vez en la historia de la humanidad en que, en un conflicto armado, una de las partes (la OTAN) gana sin contar una sola baja en sus filas. El diseño de la estrategia militar no fue ocioso, la campaña militar se desarrolló fundamentalmente desde el aire utilizando bombarderos como el B-52, el B-2 y aviones de combate de alta tecnología como el F-117. Aunque se cacareó en su momento la importancia del envío de helicópteros de guerra como los Apache, estos nunca entraron en acción: al no ser equipos con las mismas facultades evasivas de un jet de guerra, las probabilidades de ser derribados se incrementan exponencialmente, y con ello, el riesgo de tener que soportar la incómoda presión política que constituye siempre la muerte de “los luchadores por la libertad y la justicia”. 338

Al igual que Serbia (y a diferencia de Afganistán), Irak cuenta con defensas aéreas de importancia considerable. En el caso de Serbia estas baterías antiaéreas fueron las que en un momento dado le permitieron derribar el 27 de marzo de 1999 un F-117 de la OTAN tripulado –vaya coincidencia- por pilotos estadounidenses. En el caso de Irak los misiles Dvina (conocidos también como sistemas SA-2 o Guideline) se erigen como la primera (y tal vez también la más importante) línea de defensa de Bagdad en caso de incursiones aéreas. Como bien apunta el editorial de La Jornada del 5.3.2003, la solicitud de Blix de desmantelar estos sistemas excede sus mandatos en tanto los sistemas existentes en Irak son de naturaleza defensiva y no ofensiva, aunque –es importante señalarlo- existe la posibilidad técnica de cargarlos con cabezas nucleares (que Bagdad no tiene). Para convertir a Bagdad en el siglo XXI en la versión actualizada del Belgrado de finales del siglo XX, algunas piedras tienen que ser removidas del camino. Este es el caso de los Dvina. La flexibilidad militar de los misiles SA-2 tiene sin duda un peso específico en la mente de los policy makers en los Estados Unidos, quienes, preocupados por el movimiento pacifista interno y externo, no quieren correr el riesgo de tener que lidiar con bajas en sus filas. El SA-2 Guideline es un misil tierra-aire con un alcance que varía de medium a high altitude. Aunque sólo es posible programar un blanco por misil, es posible dirigir tres diferentes misiles contra el mismo blanco. La capacidad nuclear del SA-2 sólo se presenta en la variante SA- 2E (que Bagdad no tiene, aunque se supone que puede cargar una ojiva de 15 kilotones). Los SA-2 regulares pueden transportar cabezas explosivas de 195 kg., detonantes por proximidad, contacto o comando; es decir, no es necesario que el misil golpeé el blanco, basta con que se encuentre cerca para hacerlo estallar. El radio mortal de la explosión del SA-2 es de 65 metros y el de daño severo se extiende hasta 100-120 metros. A esto se tiene que agregar que los misiles SA-2 tienen un rango defensivo de su sitio de lanzamiento de 360°, lo que quiere decir que puede defender ataques desde cualquier ángulo.

339

Los SA-2 iraquíes con certeza no le darán la victoria a Hussein, aunque sin duda le provocaran un dolor de cabeza a británicos y estadounidenses, a quienes día a día se les complican los esquemas en la competencia contra el tiempo y contra la resistencia anti-belicista (a quienes el parlamento turco les ha hecho un favor). Como es claro, desde la perspectiva de Washington el requerimiento de Blix es oportuno: entre más pronto destruyan los SA-2 más pronto podrán comenzar a invadir Irak los 260 mil soldados británico-estadounidenses apostados ya en el oriente medio. Hay que insistir: oportuno desde Washington, pero irracional desde cualquier otro lugar o punto de vista. Como en cualquier guerra moderna, la campaña militar aérea será la punta de lanza de la invasión. A diferencia de Afganistán, en Irak existe infraestructura muy bien identificada y establecida de tal suerte que se pueden esperar bombardeos tan extensivos como los que vivió Belgrado al final del siglo XX. Por otra parte, a diferencia de Afganistán, en Irak no existen fuerzas de tierra medianamente estructuradas que puedan funcionar como carne de cañón para los Estados Unidos (que fue el papel que jugó la Alianza del Norte en Afganistán). Los grupos kurdos al norte y chiitas al sur han sido sistemáticamente oprimidos por Hussein... muchas veces con la venia de los Estados Unidos (no podemos olvidar que después de la Operación Tormenta del Desierto la rebelión chiita al sur de Irak fue aplastada por Hussein ante la pasividad de Estados Unidos, y que por otra parte el gobierno turco, tradicional lacayo de Washington, se ha empeñado en hacer la vida de los kurdos un infierno sobre la tierra) lo que demuestra la hipocresía de la existencia de las llamadas “Zonas de exclusión de vuelos”. En teoría estas zonas se instauraron para proteger a ambas poblaciones de los abusos del régimen iraquí, de tal suerte que o “el mundo libre” se ha mostrado particularmente inútil en la tarea de cumplir sus promesas a chiitas y kurdos, o sencillamente los utilizaron como una excusa para hacer hoy por hoy, lo que planearon hace más de 10 años: adueñarse del medio oriente.

340

Con Irak en el 2003 se busca conseguir lo que se consiguió en 1999 con la en aquel entonces todavía República Federal de Yugoslavia: una victoria 100% aérea. Si logra golpear lo suficientemente duro a Bagdad desde el aire, las posibilidades de salvar un enfrentamiento en tierra se incrementan poco a poco. Una batalla de frentes desde la perspectiva estadounidense solo sería viable si los certificados de defunción no están escritos en inglés. Sin embargo, a estas alturas del partido, George W. Bush y todo su equipo tienen que comportarse a la altura de la circunstancia que han creado so pena de hacer un ridículo todavía mayor que aquel en el que Corea del Norte los ha metido vis a vis el conflicto en Irak. Para conseguir esto el desmantelamiento de los SA-2 es muy importante: es inimaginable la opción de introducir tropas de ocupación terrestre sin garantizar sólido apoyo aéreo. Aunque Irak no tiene mayores oportunidades de ganar la guerra (11 años de sanciones, destrucción muy seria de infraestructura y 2.5 millones de personas muertas –principalmente niños- así lo demuestran) no es lo mismo para los Estados Unidos tener una victoria cara que una victoria barata. Los Estados Unidos por supuesto buscan la segunda, y Blix en este caso es el encargado del regateo. (Prensa Latina / Feb. 2003)

341

La Diplomacia Nuclear y el Espejo Norcoreano ¿Punto de Quiebre Imperial?

Los Estados Unidos dan muestra de desgaste a cada paso que dan. Por igual en el frente político, económico e incluso el militar, Washington se comporta como una fiera que, herida de muerte, arremete contra quien sea para no dar muestra de debilidad. Debatiéndose entre la disidencia interna, la protesta global y la “oposición oficial” en el Consejo de Seguridad, son tal vez las escaramuzas político-militares con Corea del Norte vis á vis la crisis iraquí, las que desnudan en su totalidad los bemoles y el talón de Aquiles de aquella que Zbigniew Brzezinski llamara “la primera, única y última superpotencia verdaderamente mundial”. Al ser el único país que ha utilizado la bomba nuclear, Estados Unidos ha sabido aprovechar por más de 5 décadas el impacto sicológico y el horror que los crímenes de Hiroshima y Nagasaki sembraron en la población mundial. De hecho sobre este entendido fue que se diseñó una de las pautas de política exterior estadounidense: “Hay que hacerles creer que estamos lo suficientemente locos como para lanzar la bomba”. Esta consideración es importante ya que si alguna enseñanza se puede extraer de la actitud bravucona de Corea del Norte y la tímida respuesta que frente a ella han mostrado los estadounidenses, es que la frontera de la valentía imperial se encuentra ahí donde se conjugan el poder y la disposición de 342 utilizarlo. Si bien es cierto Corea del Norte es quien ha dado esta cátedra de real politik en el 2002-2003, Pakistán e India lo hicieron también en su momento (1998), y aún antes, China y Rusia hicieron lo propio por décadas configurando lo que se llamó la Doctrina M.A.D (Destrucción Mutua Asegurada por sus siglas en ingles) que se encontraba en la base de la lógica de la disuasión en el periodo de la Guerra Fría. Lo que por igual chinos, rusos, paquistaníes e indios han comprendido es que los chantajes nucleares estadounidenses se vienen abajo cuando se les juega con la misma carta. India y Pakistán desarrollaron sus programas nucleares en clara violación al Tratado de No Proliferación ¿por qué no fueron hostigados con la misma intensidad con la que Irak está siendo hostigado sólo por la sospecha? Más aún ¿por qué los más de 200 mil soldados que se están apostando en el Oriente Medio no están siendo enviados al sudeste asiático? La respuesta es sencilla: en Washington se sabe que con Corea del Norte no va a ocurrir nada: los norcoreanos ganaron la partida del chantaje nuclear y ahora los Estados Unidos tendrán que vivir con ello. Pero como Irak no cuenta con armamento nuclear, entonces contra Bagdad es “seguro” hacer un despliegue abusivo de poder. Si la NSA, la CIA y el Departamento de Defensa realmente tuvieran cualquier temor mínimamente fundado de que en territorio iraquí se almacenan armas nucleares, la docilidad de Washington sería muy similar a la que han demostrado con Pyongyang. Pero como no es el caso, la "valentía” estadounidense será la misma que tuvo con Granada, Panamá, Vietnam, (no obstante el resultado final) y más recientemente Afganistán. La “diplomacia nuclear” estadounidense ha entrado en vigor nuevamente como parte de los preparativos de guerra contra Saddam Hussein. De cuando en cuando se pueden leer notas de prensa en las que se esgrime la posibilidad de un ataque nuclear táctico por parte de Estados Unidos contra Bagdad. No obstante que Bagdad es el objetivo último de esta amenaza, el mensaje político va dirigido a la “oposición oficial” del Consejo de Seguridad. Este nuevo chantaje nuclear se complementa con la disposición estadounidense a lanzar un ataque unilateral y 343 aislado contra Irak en caso de un veto chino, ruso o francés en el Consejo de Seguridad. Buenos estudiosos en el arte del manejo del poder, los halcones estadounidenses se están curando en salud para prevenir que hoy, Francia, Rusia o China sigan los pasos de Corea del Norte. Efectivamente, más allá de la condena moral que significaría un veto en el Consejo de Seguridad, las posibilidades de la “oposición oficial” de detener la nueva iniciativa bélica estadounidense en el Medio Oriente son limitadas si éstas no se acompañan de un componente de disuasión militar. En otras palabras, si los Estados Unidos perciben que no existe el único binomio que respetan (poder y la disposición de utilizarlo) en la postura franco-sino-rusa, las posibilidades de detener la agresión son bastante débiles: por cientos de años Estados Unidos ha recibido condenas de todos, por todo, todo el tiempo, algunas descargas más no tienen por qué quitarles el sueño. Las relaciones internacionales en esta coyuntura se encuentran al filo de la navaja. Existen las mismas posibilidades de que adopten un giro histórico que de que tengan un desenlace fatal. Por una parte ¿qué ocurriría si la “oposición oficial” plantea la posibilidad de impedir la agresión estadounidense a Bagdad por todos los medios posibles? La primera consecuencia sería por supuesto un incremento de la tensión internacional a grados insospechados, sería una crisis que nos pondría al borde de la tan temida Tercera Guerra Mundial, y entonces los Estados Unidos estarían contra la pared. Son dos las alternativas que tendrían: 1) No ceder a la advertencia militar de sus opositores en el Consejo de Seguridad y lanzar la guerra contra Irak o 2) Ceder, dando con ello un giro súbito a su posición política guerrerista. Esto por supuesto implicaría una aceptación de facto de que los Estados Unidos no son esa gran potencia unipolar que a Brzezinski le gustaba presumir, o que si alguna vez lo fueron, esos tiempos han terminado. En caso de que la advertencia de la “oposición oficial” sea seria (y en caso de que también sea seria la advertencia estadounidense de usar armas nucleares) la primera opción nos pondría –nominalmente- al borde del holocausto nuclear. Sin 344 embargo, de la experiencia histórica se desprende que cuando los Estados Unidos perciben la amenaza nuclear como real, siempre terminan por doblar las manos: ésta no tendría por qué ser la excepción, en la inteligencia de “que crean que estamos los suficientemente locos...” no significa que estén realmente lo suficientemente locos. De tener lugar la segunda alternativa, es decir, en caso de que la disuasión militar esgrimida por la “oposición oficial” surta efecto y los Estados Unidos se vean orillados a desistir de su ataque a Irak, se habría alcanzado un logro histórico. Aunque en apariencia sería un retroceso a la lógica bipolar de la Doctrina M.A.D de la Guerra Fría, en realidad nos habríamos ubicado en un lugar diferente de la historia de la política internacional, ya que un freno en el plano militar a una potencia como los Estados Unidos implicaría el inicio del fin precisamente de ese estatus de superpotencia unipolar. El orden posterior se caracterizaría por el conflicto de los Estados Unidos por detener o retrasar su inexorable declive, y los otros bloques (Unión Europea, ASEAN) por llenar los espacios que la primera va dejando. Aunque por supuesto el declive estadounidense no va a detener la ambición imperial de sus competidores (al contrario), del conflicto de los grandes siempre se abren oportunidades para los pequeños, además de que siempre es mejor enfrentarse a 3 potencias con 3 rifles (potencias que además se enfrentan y se desgastan entre ellas) que enfrentarse a una potencia con 9 rifles. Éstos por supuesto no son sólo buenos deseos. Para lidiar con la crisis y llevar su desenlace a buen puerto se requiere de diplomacia de alto riesgo (de muy alto riesgo) y hombres lo suficientemente templados como para ganar una guerra de nervios frente a la clase política estadounidense. Es posible, después de todo, el primer paso para demostrar que los Estados Unidos son un tigre de papel es asumirlos como tal.

(La Insignia / Mar. 18, 2003)

345

Irak: Un Balance Militar

El gobierno de George W. Bush ha solicitado 130 mil soldados extras y una fuerte suma de dinero adicional para apoyar los operativos en Irak. Además, la cúpula político-militar en Washington ha tenido que reconocer que, contra lo que se tenía previsto, la guerra será larga y difícil. La lógica que explica estos acontecimientos es de naturaleza estrictamente militar. No queda duda alguna de que, tarde o temprano, los Estados Unidos controlaran Bagdad. La pregunta que flota en el aire es ¿a qué costo? No es lo mismo una victoria cara que una barata. Militarmente George W. Bush apostó a una guerra relámpago. Tres fueron los supuestos en torno a los cuales se articuló el diseño estratégico militar: 1) la defensa iraquí estaría compuesta fundamentalmente por fuerzas convencionales, 2) existirían amplias deserciones en la Guardia Republicana tras las primeras escaramuzas y 3) el pueblo iraquí apoyaría de forma entusiasta la intervención. Ninguno de estos supuestos se cumplió y hoy, las tropas estadounidenses se encuentran empantanadas en el terreno militar, prisioneros de los errores de sus propios estrategas, peleando una guerra que cada día está más lejos de ser la “victoria barata” que pensaron que sería. Haciendo un balance militar preliminar, guardando las proporciones respectivas, las tropas iraquíes parecen salir mejor libradas que las tropas de la coalición. 346

En términos de planeación y proyección estratégico- militar, Irak parece tener mucho que enseñar a Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia. Frente a la errática planeación coordinada por Washington, Bagdad ha dado en el clavo de forma más certera en materia militar, con lo que ha arrasado, uno a uno, los pilares que sostenían la estrategia de la coalición, obligándola a improvisar, detenerse y tratar de rectificar. Con ello, Hussein gana tiempo, apostando al desgaste político, económico y militar que enfrenta Bush inexorablemente por igual al interior que al exterior. Los estrategas iraquíes estaban muy conscientes de que si basaban su defensa en estrategias de guerra convencional, la derrota sería abrumadora, casi inmediata e irremediable. La superioridad cuantitativa y cualitativa de su adversario daba todas las indicaciones de que seguir ese sendero era una garantía para el fracaso. Ante la imposibilidad de lanzar ataques con armas de destrucción masiva, y con una inferioridad absoluta en términos de tropas y equipo convencional, Saddam Hussein y su gabinete optaron por estructurar la defensa iraquí en las pautas de la guerra irregular, también conocida como guerra de movimientos o guerra de guerrillas. Las dificultades que implica una estrategia de esta naturaleza para quien la adopta son entre otras la imposibilidad de utilizar carros artillados, blindados o apoyo aéreo sistemático, es decir, el poder de fuego se reduce sustancialmente. Sin embargo, una de las enseñanzas que sacó Saddam Hussein de la primera Guerra del Golfo fue precisamente esta: tratar de sostener un combate en condiciones de igualdad entre fuerzas asimétricas es un camino sin salida. Las ventajas que tiene la guerra irregular para quien opera con sus doctrinas son diversas, y los iraquíes están sacando buen provecho de ellas: facilidad para esconderse, rapidez de despliegue y repliegue al momento de hostilizar al enemigo y mucha independencia en las líneas de mando (con lo que se reduce el daño táctico cuando se pierde infraestructura de control y comunicaciones). Otra de las ventajas que ofrece la guerra asimétrica para las tropas árabes es que auxilia a compensar la desigualdad técnico-militar, al requerir de las tropas de la coalición un mayor 347 número de infantería por cada iraquí. Efectivamente, cuando se pretende enfrentar a fuerzas irregulares con tropas convencionales, el potencial numérico necesario para librar la campaña con probabilidades de éxito debe guardar una proporción de al menos diez a uno, es decir, para eliminar una columna guerrillera compuesta por diez elementos, es necesario destinar no menos de cien efectivos de infantería para cumplir con la tarea. Otra forma de combatir a fuerzas que adoptan el esquema de guerra de guerrillas es haciendo uso de fuerzas especiales. De hecho, esto precisamente es lo que hace especiales a las fuerzas especiales: son pequeñas unidades móviles con equipo y entrenamiento diferentes al que reciben las tropas convencionales, y su actividad primordial es contrarrestar focos insurgentes de los cuales copian estrategias y doctrinas. No obstante que en Irak se encuentran operando grandes grupos de fuerzas especiales británicas (como las SAS y los Gurkas) y estadounidenses (boinas verdes, SEALS, Fuerza Delta y Rangers entre otros), su número es lo suficientemente grande como para realizar labores de apoyo a las fuerzas convencionales, pero no como para fundar la estrategia de agresión en ellas. Es decir, en este sentido las tropas de la coalición tienen dos opciones: 1) realizar una reconversión (sustitución) de la mayor parte de los efectivos que tienen operando en Irak de fuerzas convencionales a fuerzas especiales, o 2) incrementar dramáticamente el número de fuerzas convencionales que se han desplegado para la invasión. La solicitud de Bush de 130 mil tropas extras apunta a la segunda dirección (que en sí mismo representa un incremento de al menos el 50% de la tropa que se había solicitado inicialmente). Así, es claro que en primera instancia la planificación militar iraquí fue muy superior a la estadounidense. Estados Unidos llegó a Irak como la voz cantante en materia militar y acabó, junto con sus aliados, danzando al ritmo militar que tocaban los iraquíes. El primer error de planeación sembró la semilla para el segundo. Al no ocurrir el desmoronamiento que se esperaba de las estructuras de defensa iraquíes, las deserciones que preveían los estrategas del Pentágono (no así los de la CIA) jamás llegaron. Golpeado, debilitado y asediado de forma constante e 348 importante, aunque sin desgajamientos importantes, el ejército iraquí se mantiene unido todavía. Las repercusiones militares que esto ha traído no son nada desdeñables. El cálculo de fuerza militar que habían estimado los estrategas de la coalición que tendrían los iraquíes para estas alturas del conflicto, se encuentra muy por debajo de la que prevalece en el teatro de operaciones. En otras palabras, los iraquíes hoy, son en los hechos mucho más fuertes de lo que las tropas de la coalición supusieron que serían tras dos semanas de combate. Si bien es claro el daño que se le ha provocado a las tropas de Saddam Hussein es muy importante, no es tan grande como debió haber sido de acuerdo con las proyecciones de preguerra de la coalición. Esta es una de las razones por las que la deficiencia en el suministro de insumos de guerra ha cobrado tanta relevancia: al fallar la estimación del número, ánimo y equipamiento de la fuerza que se tenía que enfrentar a dos semanas del conflicto, el número de efectivos que se suponía deberían tener en el frente y en la retaguardia es mayor, esto impacta de forma negativa la relación del volumen y el tiempo de entrega de los insumos militares que se habían proyectado. En otras palabras, al subestimar la fuerza del adversario, los requerimientos y las necesidades de la tropa no han disminuido como se suponía, así, el esquema de tiempos y volúmenes de entrega diseñado en los preparativos de guerra se enrarece. Otro de los elementos que contribuye en este sentido es el hecho de que, al no ocurrir las deserciones esperadas y al no ocurrir tampoco lo grandes desplomes defensivos que se auguraban en las principales ciudades, el control territorial no está garantizado, y sin él, no se puede hablar con certeza de líneas de abastecimiento seguras (y menos aún en un esquema de guerra de guerrillas). Así, como veremos a continuación, el segundo error de planeación, sembró la semillas del tercero. Esta “fortaleza” e integridad relativa de las tropas que enfrentan a los invasores se ha reflejado claramente en la moral del pueblo iraquí. El hecho de que no haya refugiados es muy sintomático de la posición popular en el área del conflicto respecto a la guerra. La inexistencia de refugiados es un indicativo de que la sociedad se está quedando a pelear. Esta 349 actitud como es evidente empata de manera perfecta con la estrategia militar iraquí, con lo que se dificulta aún más el avance británico-estadounidense. Si a este fenómeno se agrega el ingreso constante de militantes extranjeros a combatir a los invasores, la matanza de civiles por parte de las fuerzas británicas, estadounidenses y australianas es todo menos accidental. “El guerrillero debe moverse en el pueblo como el pez en el agua” decía Mao, y tenía la razón. Es por eso que el principio de las estrategias de contrainsurgencia se fundamentan en el axioma de “hay que secar el agua al pez”. Para hacerlo hay dos formas 1) mediante operaciones propagandísticas para ganar “el corazón y la mente” de la población arrebatando a los insurgentes su base social, y 2) eliminando al pueblo en sí mismo. En tiempos de Ngo Dihn Diem en Vietnam, en un principio la estrategia fue la primera, y para cuando los Estados Unidos se involucraron de lleno en el conflicto, la vía que se adoptó fue la segunda (basta recordar los saldos mortales de la Operación Fénix). En Irak, la primera vía se agotó tan pronto como fue evidente la estrategia militar iraquí y el respaldo popular militante que estaba recibiendo dentro y allende de sus fronteras. Un buen modelo de la estrategia militar que habrán de adoptar en adelante las tropas de la coalición para “secar el agua al pez” es Guatemala, cuya operación Tierra Arrasada, se explica por sí misma. De hecho, no es casual que los bombardeos “quirúrgicos” con armas “inteligentes” de un plumazo hayan sido sustituidos por bombardeos extensivos usando armas “bobas” –como se les llama a las bombas residuales sin explotar que funcionan como minas antipersonales tras arrojar las famosas bombas de racimo o de fragmentación-. Esto es lo que se verá en las próximas semanas, antes de que inicie la invasión de Bagdad por tierra. La conclusión de este balance es muy clara: El saldo es a favor de Irak, y no porque vayan ganando la guerra, sino porque han sabido resistir, mucho más allá de lo que cualquiera habría supuesto. Cuando el fuerte (la coalición) se ve obligada a solicitar más apoyo y tiempo para ganarle la guerra al débil, entonces se tiene el mejor indicativo de que hay algo que el 350 débil está haciendo extraordinariamente bien, y el fuerte extraordinariamente mal. O mejor aún, es un síntoma de que ni el débil es tan débil, ni el fuerte es tan fuerte. Al fin, la segunda conclusión que se puede extraer de este balance es que los Estados Unidos pretenden remediar los resultados de su mediocridad analítico-militar escalando la atrocidad. Todo para no encarecer más la victoria. Primero subestimaron la capacidad de inteligencia estratégico-militar iraquí y fallaron. Después supusieron que combatían con un ejército de cobardes, y se toparon con un ejército hábil y valiente en la defensa, tal vez no de Hussein, sino en la defensa de su país. Finalmente, como el león cree que todos son de su condición, Estados Unidos asumió que los iraquíes no sólo eran malos estrategas y cobardes, sino también traidores, y se volvieron a equivocar: el iraquí es un pueblo de lealtad ejemplar. Para Estados Unidos, la Gran Bretaña y Australia, precisamente por esto es que hay que acabar, no con Irak, sino con los iraquíes: por inteligentes, por valientes y por leales. Y esto es así porque frente a un espejo como este, fulgura demasiado la estupidez británica, la deslealtad australiana y la cobardía estadounidense. (Rebelión / Abr. 7, 2003)

351

352

TERCER ACTO Después, el desastre

353

Irak: De la Disuasión al Exterminio

Para muchos, Afganistán fue el prólogo de la Tercera Guerra Mundial que comenzó apenas cayeron las primeras bombas sobre Bagdad. No importaron los reportes de los inspectores que negaban la existencia de armas de destrucción masiva, tampoco importó la carencia total de pruebas ni su pueril y criminal falsificación por el dúo anglosajón, dúo que, a decir de Johan Galtung: “Congrega a las culturas más violentas de la historia de la humanidad”. A la inmoralidad de las intenciones siguió la ilegitimidad de sus acciones: nunca se presentó la segunda iniciativa de resolución al Consejo de Seguridad por falta de apoyo internacional; de aquí, la ilegalidad del ataque, y al fin, la atrocidad. Las violaciones masivas a los derechos humanos, el tráfico legal e ilegal de armas y el aniquilamiento de civiles eran perfectamente previsibles. Desde hace algunos años Mary Kaldor advertía en su libro Las Nueva Guerras (Tusquets, 2001) sobre los tres patrones de las “nuevas guerras” (todas aquellas que explotaron después de 1989-1991): 1) violación sistemática de derechos humanos, 2) involucramiento del crimen organizado, 3) “socialización” de los conflictos armados. Irak por supuesto, no tenía por qué ser la excepción. Con Kaldor, investigadores del Conflict Management Group de Harvard y una infinidad de organizaciones internacionales como la Cruz Roja Internacional y Cáritas Internacional coinciden en que cada 354 día, en las nuevas guerras mueren más civiles que militares, en que cada día, las “armas inteligentes” matan a más inocentes, y en que cada día, la mezquindad económica de los pocos (comerciantes de armas, ejércitos y energéticos) trae aparejada la miseria y el horror de los muchos: iraquíes, kurdos, chechenos, afganos, colombianos, etc. Inmoral e ilegítima en su concepción, ilegal y atroz en sus resultados, la agresión contra Irak marcó el inicio de una nueva era: si un pacto de sangre marcó el siglo XX, con Irak asistimos al parto de sangre que vio nacer al siglo XXI. El pacto del siglo XX fue la disuasión, y si nos descuidamos, el del siglo XXI será el exterminio. Nada fue igual después del 6 de agosto de 1945, y tal vez nada será igual después del 20 marzo del 2003. La multipolaridad anterior a la Primera Guerra Mundial fue sustituida por las ambiciones imperiales de 3 polos (Estados Unidos, Alemania y Japón) que a la larga desataron el infierno de la Segunda Guerra Mundial. A partir de Yalta y Postdam y por más de 45 años, la característica principal del sistema internacional fue la bipolaridad y hoy, a poco más de una década de la caída de la Unión Soviética y tras la criminal agresión a Irak, se confirma que vivimos -mejor aún, sobrevivimos- en un mundo unipolar. De aquí en adelante, el futuro es todo menos terso. Dos declaraciones en este sentido predicen un horizonte sombrío. Zbigniew Brzezinzki (Ex Consejero de Seguridad Nacional durante la Administración Carter) afirma en la última página de su libro The Grand Chessboard (Basic Books, 1998) que “Estados Unidos es la primera, única y última superpotencia verdaderamente global”. De lo escrito por Brzezinski –quien también es, dicho sea de paso, padre putativo de Al-Qaeda- se desprenden muchas y muy serias interrogantes, aunque de todas la más importante y enigmática es ¿qué habrá después de la unipolaridad? Las respuestas sólo pueden ser hipotéticas. ¿Regresaremos a la bipolaridad?, si este fuera el caso ¿cuál sería el otro polo?, ¿encontraremos la expresión política del esquema tripolar ALCA-UE-ASEAN, o veremos el nacimiento de un nuevo orden mundial como resultado de una guerra global? 355

Todas estas preguntas descansan sobre un supuesto, digamos, optimista, en tanto asumen que algo habrá después de la unipolaridad. Lo cierto es que como Jano –el dios de las dos caras- la pregunta “¿qué habrá después de la unipolaridad?” también puede tener respuestas lúgubres. Esto nos lleva a la segunda declaración a la que hacíamos referencia líneas arriba. James Woolsey, ex director de la CIA y negociador de primer nivel en asuntos estratégicos, como las pláticas para limitación de armamentos estratégicos (SALT I), las negociaciones para la firma de los tratados de reducción de armas nucleares (START) y los referentes a las fuerzas convencionales estacionadas en Europa (Tratado CFE), consideró que con Irak “...se inicia la Cuarta Guerra Mundial...”. El filósofo Blaise Pascal (1600-1662) dijo que “Cuando las armas hablan, las leyes callan”. Hoy que la mano estadounidense ha arrojado todos los acuerdos y mecanismos internacionales para la resolución pacífica de los conflictos al cajón de los recuerdos, las palabras de Pascal retumban y anuncian tempestad. Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia han garantizado que el reordenamiento global posterior a la unipolaridad no estará gobernado por marcos legales, se han asegurado que la punta de lanza con que se configurará la nueva arquitectura internacional será la punta del cañón. Más allá de los giros taxonómicos particulares con los que Woolsey califica las Guerras Mundiales (para él, la Guerra Fría fue la Tercera) y si partimos del hecho que este nuevo estado de guerra permanente va in crescendo, bien haríamos en recordar las palabras que dijera Albert Einstein cuando fue cuestionado respecto a qué armas se utilizarían en la Tercera Guerra Mundial: “... en la Tercera no lo sé, pero en la Cuarta sin duda se usarán palos y piedras”. Woolsey está equivocado, el sabor cobre de la sangre que hoy empalaga en Washington y Londres por el oro negro del Medio Oriente no es producto del inicio de la Cuarta, sino de la Tercera Guerra Mundial. Vale la pena repetirlo: el pacto del siglo XX fue la disuasión, y si nos descuidamos, el del siglo XXI será el exterminio. Nos estamos descuidando y sin quererlo, estamos siendo arrastrados en esa dirección. Un par de ejemplos sirven 356 para ilustrarlo. Ante la imposibilidad real de utilizar el armamento nuclear estratégico para fines militares (más allá del sicológico) sin incurrir en la Doctrina de la “Destrucción Mutua Asegurada” (MAD por sus siglas en inglés), hoy las baterías “creativas” se encuentran puestas en llevar el potencial explosivo de la descomposición del átomo al armamento convencional, es decir, se busca la “nuclearización de la guerra convencional”. Las armas con uranio empobrecido no son más que el principio. Por otra parte, en este mismo tenor los Estados Unidos siguen empeñados en habilitar el National Missile Defense (NMD) con el que se acabaría de romper el equilibrio nuclear que comenzó a resquebrajarse tras el abandono unilateral por orden de George W. Bush del Tratado ABM de 1972. De concretarse con éxito, el NMD abriría a Washington la posibilidad de lanzar ataques nucleares, cuando sea, contra quien sea, y neutralizar los contraataques de sus víctimas usando satélites para destruir los misiles. Estos no son hechos aislados, pues se encuentran inscritos en sucesos políticos y económicos de envergadura histórica. Por un lado, todo esto ocurre a la par de la mayor reestructuración burocrática del gobierno estadounidense de los últimos 50 años: el diseño y creación del Homeland Security Deparment que en esencia no es más que la oficialización del Estado totalitario en la que se autodenomina “la mayor democracia del mundo”; al mismo tiempo, Washington hoy opera con una economía de guerra: el presupuesto militar que se aprobó en los Estados Unidos para esta administración es el más elevado en la historia. El equivalente: 15 veces superior al de todos los demás países juntos. Estos no son eventos políticos y económicos pequeños, sus efectos no son pequeños como tampoco lo serán sus resultados. Con un marco como este, negar que lo ocurrido en Irak es un parte aguas histórico no pasa de ser una necedad. Sin exagerar, puede ser el principio del fin. Muchas novedades macabras se asoman en Irak, particularmente si miramos al futuro, y, aún, como en la tesis del eterno retorno de Nietzsche, encontramos indicios que apuntan al pasado, y de donde pueden soplar vientos de esperanza.

357

Un ex general estadounidense ha sido nombrado para “administrar” Irak. Día a día crecen las muestras de repudio en contra de los Marines, quienes conscientes de su papel de invasores, lo asumen y lo expresan haciendo del asesinato -por igual de pacifistas que de nacionalistas- su primer acto de gobierno. ¿No es esto conocido?, ¿no fue a sangre y fuego como se conquistó el Potosí y Tenochtitlan?, ¿No fue Simón Bolívar quién dijo “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”? Si bien la de Irak es una “nueva guerra” también tiene algo de vieja: es una “nueva guerra” neocolonial. Pareciera ser que después de todo, la historia siempre sí es una espiral: hoy, en el siglo XXI como en el siglo XV, las guerras son por recursos, y los recursos se explotan y se conquistan igual que hace 500 años: a sangre y fuego. Al fin, el genio de Bolívar como el de Pascal trascendió a través del tiempo, y aún, se hizo más grande pues los Estados Unidos plagan el mundo de miseria en nombre de la libertad. Pero si bien la historia es vieja, también es dialéctica, y es que para entender los procesos de explotación hay que entender los procesos de liberación. Así como en el pasado se expulsó al Imperio Español de Nuestra América, hoy la dignidad se encuentra en expulsar a los Estados Unidos de Irak. Que las armas callen y que hablen las leyes. Mucho se puede esperar de la fuerza de las ideas: como “justificación” al ataque contra Irak de Washington sólo se escucharon balbuceos que iban desde quitarle a Hussein unas armas que nunca se comprobó que tuviera, hasta romper su vínculo –no sólo incierto, sino incluso improbable- con Al-Qaeda pasando por el derrocamiento del régimen, e, incluso, la negación de las tres. La lucha por la paz comienza por las ideas. Irak debe ser desocupado por Estados Unidos y su gobierno debe recaer en manos de un iraquí legítimamente electo. Esta es la primera demanda que cualquier persona honorable debe abanderar, con el objeto de prevenir un modelo afgano, en el que Hamid Karzai, -restaurantero estadounidense ligado a compañías petroleras- “gobierna” un país en el que nadie lo conoce protegido por escoltas estadounidenses. La segunda demanda es el pago de los daños. 358

Irak lleva 10 años pagando “gastos de guerra” por igual a la ONU que a los Estados Unidos bajo el amparo “legal” del programa Petróleo por Alimentos: sólo el 33% de los ingresos iraquíes por concepto del Programa se quedaban efectivamente en el país para atender todas las demandas sociales (a lo que habría que restar el monto que se desviaba vía corrupción). El dinero que le fue robado bajo este Programa debe ser devuelto al pueblo iraquí y los daños causados por la guerra de 1991 y la del 2003 deben ser compensados por los agresores, quienes además deben ser sancionados. Esta última es la tercera demanda: castigo a los responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad. ¿Son difíciles las tareas? Tal vez, pero la decisión es simple: se recupera el camino de la legalidad o permanecemos en la senda de la destrucción. En estos temas, a este nivel, no existen puntos intermedios. “Piensa global, actúa local” reza un dicho popular muy en boga en estos días. Aun así, ahí donde la lógica y la ética fracasan en la tarea de despertar conciencias, y ahí donde el humanismo no penetra la gruesa piel de la indiferencia, tal vez consiga algún resultado el instinto más básico de todos, el de conservación. Pues no debemos olvidar que, nuevamente: El pacto del siglo XX fue la disuasión, y si nos descuidamos, el del siglo XXI será el exterminio. Al fin, vale la pena recordar que la Madre Teresa de Calcuta solía decir “A veces sentimos que lo que hacemos es como una gota en el mar, pero sin esa gota el mar sería más pequeño”.

(Pulso Internacional PRD/ Abr. 30, 2003)

359

De Irak a Vietnam: La Lógica del Corazón y la Lógica de la Razón

Si Irak será un nuevo Vietnam o no, es algo que debe tomarse con cuidado. Más allá de lo seductora que puede parecer la propuesta a simple vista para todo aquel que de buena fe desea el fin de la invasión y el saqueo, diversas consideraciones valen al respecto antes de desear éste como el fin de lo que hoy ocurre en la antigua Mesopotamia. ¿Qué es Vietnam para quienes lo recuerdan como heraldo del anti-imperialismo? Vietnam para el inconsciente colectivo anti-imperial fue la prueba de que la fuerza abrumadora puede ser derrotada por la voluntad de un pueblo; Vietnam fue también la muestra de que la dignidad puede darle al débil la victoria. Al fin, Vietnam es hoy la inspiración de muchos quienes con el corazón desean el fin de la ocupación. El significado simbólico de Vietnam en este sentido es poderoso por esperanzador: si ya David derrotó a Goliat en alguna ocasión, esto quiere decir que tal vez lo pueda hacer de nuevo. Por el momento éste no es más que un deseo bien intencionado. Sin embargo este deseo, si bien puede no tener ninguna mala intención, no necesariamente quiere decir que sea un buen deseo en el sentido estricto del término. A quienes les gustaría ver que la guerra de Irak tuviera el mismo fin que la de Vietnam solamente están considerando un lado de la moneda, el lado “optimista” (la retirada de EE.UU.), pero soslayan los costos que se tuvieron que pagar. Estas opiniones centran su 360 atención en el resultado sin considerar el proceso mediante el cual se llegó al mismo. Para poder establecer un parangón justo entre una guerra y otra es importante considerar el cuadro completo. Más aún, dada la importancia que reviste al tema que se trata, valdría la pena incluso hacer un cuestionamiento de fondo en torno a la noción misma de si los Estados Unidos efectivamente “perdieron la guerra” de Vietnam para saber si eso es lo que de verdad se quiere. Hablar de victorias y derrotas en Vietnam puede ser un terreno pantanoso, ya que la guerra de Vietnam tiene diferentes significados, dependiendo del cristal con el que se mire. Para los Estados Unidos es un recuerdo que hoy se antoja un tanto lejano y cuya expresión más cruda son los 60,000 soldados muertos y las decenas de miles de lisiados que regresaron tras su agresión en el continente asiático. Hay que recordar por supuesto que Estados Unidos jamás recibió un solo ataque en su territorio durante los más de 10 años que duró el enfrentamiento. Para los asiáticos la decodificación es ligeramente diferente. Para ellos la guerra es una realidad presente, no un evento del pasado: durante la guerra de Vietnam “...se tiran 7 millones de toneladas de bombas, explosivos equivalentes a 270 kg. (de TNT) por sudvietnamita, equivalente a 450 bombas Hiroshima... en promedio se usan 3 kgs. de herbicida por sudvietnamita para destruir arrozales –tomarán 100 años las tierras en recuperarse- y otros tóxicos que causan mutaciones genéticas, cáncer y otras enfermedades... y se propicia la reproducción del mosquito que causa malaria. Todas éstas, sustancias prohibidas en el Protocolo de Ginebra sobre Armas Químicas de 1925 suscrito por Estados Unidos”. (González J., Mónica en Afganistán: Guerra, Terrorismo y Seguridad Internacional en el Siglo XXI, Montiel T., Fernando (coord.). Ed. Quimera p. 30). La guerra dejó completamente devastados tres países (Vietnam, Laos y Camboya) y además a Vietnam todavía se le impusieron muy duras sanciones por parte de la “comunidad internacional”. El resultado de todo esto son 5 millones de muertos en Asia y contando. Tal vez no esté de más señalar que los “ecos” de la guerra de Vietnam no son tales en el terreno, estos “ecos” son todavía gritos que suenan hoy en boca de quienes pierden las 361 piernas a consecuencia de las minas plantadas por los estadounidenses, o en boca de las madres que con sollozos lamentan las malformaciones de sus hijos. Vietnam al final lo perdió todo, absolutamente todo menos una cosa: la dignidad. Y con ella, terminó por expulsar a los estadounidenses el 29 de marzo de 1973, día en que salió el último soldado yanqui de la antigua Indochina. Estas son las dos caras de la moneda. Aquí destaca la diferencia entre la lógica del corazón y la lógica de la razón. Albert Einstein dijo alguna vez que “El corazón tiene razones que la razón no entiende”, y es verdad. Sin embargo, si ponemos en una mano lo que tuvieron que pagar los vietnamitas por la victoria, y en la otra lo que tuvieron que pagar los estadounidenses en su derrota tenemos que preguntarnos ¿quién –y qué- ganó de verdad? Vietnam salvó el honor y la dignidad, y perdió todo lo demás. Estados Unidos se lo llevó todo: la vida, la tierra y el futuro de Vietnam, y perdió sólo lo que Vietnam salvó. ¿Deberían saltar los vietnamitas de alegría por su “victoria?, ¿de verdad tienen motivos para sonreír por su “triunfo”? Es claro y verdadero el adagio que repetían con frecuencia los republicanos españoles: “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”, pero ¿de verdad es la destrucción casi absoluta el único camino a la libertad fuera del dominio del imperio? No podemos ser ilusos: los estadounidenses no van a salir de Irak por un gesto de buena voluntad. Se les tiene que presionar, y tres son los frentes donde se puede ejercer esta presión: el interno (Estados Unidos), el internacional (opinión pública mundial) y en el campo de batalla (Irak). Vamos a empezar por el final. La presión en el campo de batalla es patente. Se estima que diariamente desde el “fin de la guerra” el primero de mayo murió un estadounidense diario en el teatro de operaciones a manos de la resistencia iraquí. Haciendo un ejercicio imaginario, suponiendo que el ritmo de muertes de soldados invasores en Irak se mantuviera igual que los últimos 4 meses, a la resistencia iraquí le llevaría algo más de 150 años infligir a las tropas estadounidenses las 60,000 bajas de la guerra de Vietnam, es 362 decir, le llevaría 10 veces más tiempo que a los vietnamitas. Este por supuesto es sólo un ejercicio, porque es evidente que la oposición interna a la ocupación está dando señales de crecer como la espuma. En este sentido existen dos posibles resultados: 1) se acaba de “estabilizar” Irak (eufemismo con el que se denomina al exterminio de quienes se oponen a la ocupación de su país) y 2) la resistencia crece hasta hacerse imposible de controlar por las fuerzas ocupantes. Si este último fuera el caso los escenarios son inciertos, aunque el escenario de una guerra civil es potencialmente el más fuerte. Tras el asesinato del Ayatola Al-Hakim, decenas de miles de chiitas clamaron venganza, pero ¿contra quién? La pregunta salta a la vista y cobra relevancia. No podría ser contra el depuesto (y por supuesto inexistente) régimen de Saddam Hussein, y sin embargo, no podemos dejar de notar que las fuerzas de ocupación fueron vistas con recelo durante los funerales (y con justa razón, no debemos olvidar que de acuerdo con el Derecho Internacional, las fuerzas ocupantes son las encargadas de garantizar la seguridad en el Estado agredido). En Irak cada día hay más atentados, cada día hay menos claridad en la autoría de los mismos y cada día se crean nuevos grupos armados que se congregan por diferentes motivos (políticos, económicos, religiosos, familiares). En este sentido, la situación es bastante más volátil que la que prevalecía en Vietnam. En fechas recientes los nuevos virreyes estadounidenses en Irak han tenido que reconocer que sus cálculos fueron equivocados, y que no contaban con la resistencia que han tenido que enfrentar desde el primer día de la invasión (cosa que se sabía desde hace meses; ver Irak: Un Balance Militar Abr. 7, 2003). Paradójicamente, aunque la resistencia crece día a día, la presión pública internacional cada vez presta menos atención a lo que ocurre en el área del conflicto. Un gran peligro acecha: la indiferencia global ha comenzado a hacerse presente. Hoy la opinión pública internacional está concentrando su atención en otros asuntos: entre la Cumbre de la OMC, la crisis de Corea del Norte y algunos otros temas de coyuntura, ya no tienen tiempo para dar seguimiento al infierno sobre la tierra que se padece como consecuencia de la más reciente aventura bélica 363 estadounidense. Y aún, con reflectores o sin ellos, la miseria y el despojo continúan azotando Irak. Esto nos lleva a los siguientes dos frentes de presión: la opinión pública nacional e internacional, donde la situación como podemos sospechar, no es más esperanzadora. ¿Qué es peor, la ignorancia o la indiferencia? La ignorancia es un problema de información, mientras que la indiferencia denota deficiencias en la formación. Si en el pasado, en Vietnam, era el acceso a la información el dolor de cabeza de quienes querían hacer algo, hoy, en Irak, la muralla que hay que sortear es la de la intoxicación informativa. Evidentemente, en este sentido, Vietnam e Irak son también muy diferentes. En Irak, el tiempo labra el camino a la apatía, en Vietnam el tiempo trabajó a favor de la concientización. Lo que ayer fue una ventaja hoy es un problema en la causa de la paz: entre más pasa el tiempo, la presión internacional comienza a asumir la crisis de Irak como algo habitual, como algo cotidiano. En estas condiciones apostarle a la presión pública internacional o nacional no parece ser cosa segura si lo que se busca es la liberación del segundo país ocupado en lo que va del siglo XXI. Los resultados de nuestra indiferencia están a la vista. Creciente, la resistencia iraquí se ha percatado de que la tragedia de su país fue utilizada por diversos “críticos” para levantarse el cuello y adquirir súbita popularidad. Se sienten solos. Hoy, estos “críticos del sistema” ya están en otro asunto, se han mostrado como oportunistas que aprovechan la miseria de los unos para su gloria personal y después los olvidan. Aquí encajan por igual individuos y organizaciones. El comentario es importante en tanto que explica –sin justificar- el atentado en contra de las Naciones Unidas y demás personal humanitario por parte de los rebeldes iraquíes. Pero ¿se les puede culpar acaso por sentir que su miseria sólo sirvió para levantar los egos de muchos que decían querer la paz y que hoy ya se olvidaron de ella? Sometidos al terror del régimen de Hussein, bombardeados sin cesar por 10 años, privados de lo más elemental por organizaciones “humanitarias” como las Naciones Unidas, deshechas sus familias, despojados de sus bienes y de la riqueza de su país, aislados del mundo y saqueados por sus “salvadores” 364

(que casualmente son también los causantes de todo aquello de lo que los vienen a salvar), los iraquíes han sobrevivido lo inimaginable. Si a esto se le agrega la sensación de haber sido utilizados, la ira y frustración afloran en atentados como el ocurrido en contra de las Naciones Unidas. Nada de esto debería extrañar, ya lo decía Víctor Frankl –quien tiene entre sus credenciales la experiencia de haber sobrevivido a los campos de concentración del Tercer Reich- “en situaciones extraordinarias los actos extraordinarios son ordinarios”. Bueno, Irak vive una situación extraordinaria (es decir, no ordinaria). Actos como el atentado contra el cuartel general de la Organización de las Naciones Unidas son algo natural en ese contexto, cosa que, no obstante ayuda a explicar el porqué del suceso, no lo justifica. Para conseguir un cambio importante en términos de opinión pública nacional e internacional sería requisito la generación de un llamado “Síndrome de Irak”. Para comprender a lo que nos referimos con esto es importante entender primero lo que fue el Síndrome de Vietnam. Para los enterados el Síndrome de Vietnam fue la oposición del pueblo estadounidense a seguir enviando tropas a combatir a la antigua Indochina. Tradicionalmente se supone que esta oposición era el resultado del horror que sentían los estadounidenses al ver regresar a su juventud despedazada o muerta. Esta versión es inexacta por no decir errónea; si bien es cierto que la oposición del pueblo estadounidense era verdadera, la razón de donde surgía esta renuencia a continuar contra el ataque a Vietnam era diferente: el pueblo estadounidense se dio cuenta de que la guerra contra Vietnam era una guerra de agresión. La distinción es muy importante. En el primer caso el corazón del Síndrome eran los jóvenes estadounidenses heridos o muertos en combate, mientras que en el segundo el aspecto central del síndrome era el pueblo vietnamita injustamente agredido. En el primer caso, el Síndrome de Vietnam es el resultado de una reacción visceral-emotiva. En el segundo, el Síndrome es un acto lógico-racional. Como es evidente la distinción de fondo es de orden político. La primera versión reduce el Síndrome a un estado mental y emocional exclusivo de 365 quienes tenían conocidos o parientes en la guerra. Por su parte, la segunda versión implica la desaprobación por parte de grandes núcleos de la población a la administración en turno. Como es evidente la primera versión es políticamente conveniente a la clase gobernante en Washington en tanto se “fundamenta” en motivos abstractos individuales (como el dolor de una madre al ver a su hijo regresar muerto o herido), “fundamento” en el que la responsabilidad gubernamental sólo es un aspecto tangencial de la reacción popular. Por su parte, la segunda versión tiene su base en motivos concretos colectivos y se expresa en la desaprobación a la política exterior de Washington. Esta segunda versión es políticamente mucho más problemática; aceptarla es tanto como asumir en los hechos que la población desarrolló conciencia crítica, y que cuando lo hizo la utilizó para recriminar los actos de su gobierno. La desinformación de nuestros días en cuanto a Irak aleja día a día la posibilidad de generar un “Síndrome de Irak” que abra la puerta a la desocupación como ocurrió 40 años atrás en Vietnam. De ella son víctimas quienes comienzan a ver todo lo referente a la tragedia en Irak como algo cotidiano. Este es el verdadero enemigo en los frentes de presión pública nacional e internacional: la indiferencia. Como quiera que sea, mientras se lucha en contra de la indiferencia y el olvido, es importante hacer patente que necesitamos nuevos modelos, ejemplos diferentes de liberación. Poner demasiada atención a los “símiles” entre Vietnam e Irak puede estarnos encaminando a convertir dicho parangón en alguna suerte de profecía autocumplida. ¿Queremos a 5 millones de iraquíes muertos?, ¿qué no han sido suficientes las bombas que han caído ya sobre Irak? El fin no justifica los medios –o al menos no debería de hacerlo-. Debe haber otro camino para liberar a Irak, porque Irak ha sufrido ya demasiado, después de lo que hemos visto, Irak no puede ser otro Vietnam, Irak merece libertad legítima (no la que pregonan su “liberadores” estadounidenses) y un futuro diferente pues Irak ha sufrido ya demasiado: Irak no debe ser otro Vietnam. (Rebelión / Sep. 9, 2003)

366

Irak y las Elecciones: La Enseñanza de los Clásicos

Divide…

Divide et Impera es la máxima mejor conocida del poder. Washington suele manejarla con destreza. En tiempos de Boris Yeltsin en la “Nueva Rusia Capitalista” operaban no menos de 80 partidos políticos. No era un caso aislado. Más o menos por las mismas fechas, en Asia, Indonesia bien podía encarnar el éxtasis de aquellos para quienes al pluripartidismo era la quintaesencia de la democracia: no menos de 200 partidos políticos se “disputaban” el poder a la sombra de la satrapía de Suharto y de la sangre en Timor Oriental. ¿Era la Rusia de aquel entonces más democrática que Cuba con su régimen de partido único?, ¿lo era?, mejor aún, ¿era Suharto -heraldo de la democracia estadounidense- todo un republicano frente a Fidel Castro, independientemente de que el primero cargara sobre su espalda la muerte de más de 200 mil personas mientras que bajo el régimen del segundo no se ha registrado ni un solo desaparecido político desde 1959? Comparaciones de esta naturaleza mandan al autismo a quienes irreflexivamente se rasgan las vestiduras al apostar, con todo su fervor y toda su ignorancia, el todo por el todo a un proceso electoral. Esta y no otra es la gran estafa de la democracia formal. El eco se repite una y otra vez: Divide et impera

367

Opus Magna

Las elecciones sirven para muchas cosas, entre otras, para engañar. Irak hoy, como Afganistán, El Salvador y Estados Unidos ayer, no es la excepción. El proceso electoral bajo las condiciones actuales es utilería barata. Utilería barata del momento cumbre de un mal acto. Un mal acto de una obra atroz. Como primera recomendación, Niccolo Maquiavelli (1469-1527) invitaba al Príncipe al ejercicio de una de las cuatro virtudes cardinales: la Prudencia. Si la realización de una elección es prudente o no, depende del momento y la intención de quien la organiza. Lo lógico: un proceso electoral tiene sentido solamente en un estado de normalidad democrática. ¿Irak vive este estado? Repasemos. Un primer jinete del Apocalipsis de San Juan ha cabalgado: La Guerra. Ocho años contra Irán (1980-1988) y un millón de muertos. La operación Tormenta del Desierto (1991) y su intensificación desde marzo de 2003 mediante la operación “Libertad Iraquí” con decenas de miles de decesos permiten suponer una carrera de relevos, pues es ahora La Muerte la que cabalga. El Hambre y La Peste se unen en la recta final en la que en el camino quedaron más de 10 años de sanciones por parte de Naciones Unidas (1991-2003) y su saldo neto de más de 500 mil niños sin vida. “Es un costo que vale la pena pagar” dijo Madeleine Albright ya para terminar la carrera al fondo del abismo. Los Bush sin duda operan con la Biblia en la mano, leyendo sus peores partes y dándole a esas partes, las interpretaciones más atroces. ¿Pero es la prudencia la única virtud? No. También está La Justicia. Pero mediocres en su pensamiento y de capacidades limitadas, los adictos al “realismo” político –que de real tiene muy poco- tienden a desdeñarla sin mayores consideraciones. Es por esto que un velo de duda se cierne sobre la pretendida “prudencia” en la realización de una elección en Irak. ¿Es justo dedicar tiempo, dinero y esfuerzo a la realización de una elección cuando millones de personas carecen de prácticamente todos los servicios básicos? ¿Es posible pensar siquiera en este proceso electoral cuando el gran ausente es la tercera virtud cardinal –la Templanza- que invita al control de los deseos 368 irascibles? ¿Podría nacer tal proceso electoral sin riesgo a ser abortado tomando en cuenta que para millones en el terreno la constante son los sentimientos de furia, rencor, frustración y resentimiento contra los más de 140 mil efectivos del ejército invasor, contra sus amos en Washington y contra sus lacayos en Bagdad? En corto: ¿Elecciones en Irak?, ¿así?, ¿ahora? Parece un mal chiste. ¿Tal desafío se resuelve con un papelito en una urna? Como en Afganistán, los actores cambian no así el libreto. No cabe la menor duda: el momento censura una elección si de prudencia hablamos. Pero había otra condición: la intención de quién la realiza. El escenario latinoamericano se presenta amenazante. ¿Qué procede? Liberar recursos económicos, militares y humanos. ¿Cómo?, sacando a las tropas de Irak por la puerta grande por supuesto. ¿Cuándo? Después del proceso electoral iraquí como es natural. La Prudencia entonces se presenta en todo su esplendor: la excusa es perfecta. Mediante la pantomima electoral Estados Unidos pretende lavarse la mano con el argumento de que “Nuestro trabajo era desarmar al tirano (quitándole unas armas que no tenía) y derrotar al opresor (que impusimos y apoyamos), y ahora que lo hemos hecho, de los iraquíes depende encauzar su país al bienestar”. Esta frase es un eufemismo simplista para decir: conseguimos lo que queríamos –control- y ahora el desastre no es cosa nuestra, arréglenselas como puedan. ¿Prudente? Por supuesto: imprudente sería mantener a las tropas en Irak para arreglar su desastre cuando se les necesita para atacar a Venezuela, a Cuba y para fortalecer a Álvaro Uribe en Colombia. Lo prudente pues, de acuerdo con los intereses en cuestión, es endosar todos los costos humanos, militares, políticos, económicos y sociales a las víctimas como ya lo han hecho. En el fondo pues, el modus operandi obedece a una razón muy sencilla: las prioridades de la política exterior de los Estados Unidos han cambiado y, en estas nuevas prioridades, Irak estorba. Se alcanza a distinguir un continnuum natural. Esta es la opus magna de George W. Bush, y su estructura se articula en cuatro actos.

369

Veni, vidi, vici

Invadir no es ocupar. Hoy lo aprendieron con sangre los expertos de la Casa Blanca. Con un poco de historia se pudieron haber ahorrado el martirio: Charles-Maurice de Talleyrand (1754-1838) en la Francia napoleónica recordó al hombre fuerte de Europa que “las bayonetas sirven para muchas cosas, menos para sentarse en ellas”. ¿Es tan difícil de aprender una enseñanza tan sencilla? Tal vez lo sea, pero no importa. Todavía tenemos a la sabiduría popular que por ahí dice “más vale tarde que nunca”. Primer Acto. Paul Bremer fue designado en mayo de 2003 “Administrador Civil de Irak” Su labor principal, más que diplomática o militar, estaba relacionada con la albañilería comercial: abrir una puerta trasera en un cuarto sin salida para entrar y salir y meter y sacar mercancías y dinero. Tan solo un par de semanas después de su designación tuvo lugar el segundo acto. Con presión de Washington, el 22 de mayo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó 14 a 0 (Siria boicoteó la votación) el levantamiento de las sanciones contra Irak. Con esta resolución, Estados Unidos consiguió ensanchar la brecha “legal” para endosar a la economía iraquí el costo de la reconstrucción de postguerra. Con este movimiento, Estados Unidos evitó olímpicamente cumplir con sus obligaciones financieras en tanto “potencia ocupante” (de acuerdo con las Convenciones de Ginebra). Fue así como se consumó la segunda expoliación de Irak por la vía institucional (la primera fue el Programa Petróleo por Alimentos: del 100% de las ganancias iraquíes, 33% se lo quedaban los Estados Unidos para pagar “gastos de guerra”, 33% se lo quedaba la ONU para pagar “gastos administrativos” y el restante era para atender las veleidades de Hussein y las necesidades más apremiantes de 25 millones de iraquíes). El tercer acto lo constituyó la “transferencia de la soberanía” de la autoridad civil al “Consejo Provisional Iraquí” del 28 de junio del 2004. En buen romance esto no era otra cosa que dejar que los criados se encargaran del negocio una vez que los amarres y los candados habían sido asegurados. Los necrófilos en Washington consiguieron así 370 sacar las patas pero no las garras de Irak. La falsa elección de enero es un mal acto final de una obra todavía peor. Dicho proceso democrático complementa la transferencia de la carga económica, pues endosa el costo del fracaso político y militar de la ocupación a sus víctimas, lavándole la mano a los victimarios. Este es el momento culminante: Washington ha conjurado de este modo el fantasma de Vietnam. Como dijera Julio Cesar (100-44 a.c) al Senado en 47 a.c: Veni, vidi, Vici.

…¿Et impera?

George W. Bush abrió la Caja de Pandora y todos los horrores de este mundo deambulan desde entonces. Aunque operativamente el papel del nuevo gobierno será formal, su importancia es real. Tras la farsa de la elección, el engaño se habrá consumado: si las cosas funcionan mal habrá sido por la incompetencia iraquí. Si el nuevo gobierno “electo y legitimado” no consigue controlar la violencia que amenaza con desbordarse, entonces la antigua Mesopotamia habrá sido víctima de la estupidez de sus habitantes y no de la de las fuerzas ocupantes. Es la Prudencia del Imperio la que se expresa de este modo. Si el gobierno electo carece hasta de lo más elemental para operar no es importante, lo verdaderamente relevante es que no exija una retirada total de las fuerzas ocupantes, que tras la retirada del grueso de sus tropas, sin duda dejarán atrás un contingente lo suficientemente numeroso (20,000 mil soldados aproximadamente) para garantizar que aunque el país se desbarate en una guerra fratricida, las instalaciones estratégicas que motivaron la re-invasión del 20 de marzo de 2003 se mantendrán bajo control. Prudencia, sí, siempre Prudencia. ¿Qué si no se han reanudado los servicios básicos? Es culpa de la autoridad local. ¿Qué si la gente sigue muriendo por el crimen, las minas, la hambruna, y por las diversas facciones en combate? Es culpa de la autoridad local. ¿Qué si el país es un foco de inestabilidad en la región? Es culpa de la autoridad local. Política, militar, social y económicamente los Estados Unidos han armado ya el tinglado deseado en el que se quedan 371 con la parte del león y pagan los costos del ratón. Por todo esto es que da lo mismo si el nuevo gobierno cuenta o no con siquiera un bosquejo de proyecto de nación. Por esto es que da lo mismo quién gane la elección. Por esto es que da lo mismo el proceso en su conjunto. Porque para esto sirve la elección: para engañar. Por esto en fin, es que en el margen del Potomac, en la nueva Roma, da lo mismo si al país se lo lleva el demonio o no.

La gran ausente…

Pero la historia no ha terminado. Porque –dice la leyenda- al fondo de la Caja de Pandora que destapó George W. Bush con insensatez había un pajarito: La Esperanza. Y es que en Irak, la tierra de los cuentos de las mil y una noches, las sorpresas nunca terminan. Aquí el mito griego de Pandora se da la mano con la gran ausente, la cuarta virtud cardinal que, en su arrogancia, Washington desdeñó: La Fortaleza. Juntas, la Esperanza de Pandora y la Fortaleza de los pueblos combaten a la Prudencia imperial y a sus cuatro jinetes robados a San Juan. La batalla es dura y será larga. No es para menos, la apuesta en la arena de combate no es menor: el género humano. (Rebelión / Feb. 3, 2005)

372

CAPÍTULO VII • EURASIA • (La sinfonía del fin del mundo)

OBERTURA El drama de Afganistán

ADAGIO Afganistán: ¿Una Batalla Perdida?

Un hecho contundente es que en los últimos 200 o 300 años ninguna fuerza militar ha tenido la capacidad de invadir Afganistán y salir victoriosa. Este antecedente histórico es definitivamente uno de los que más pesan dentro de la mentalidad de los estrategas estadounidenses que se encuentran diseñando las estrategias militares con las que se habrá de “combatir el terrorismo” en el corazón del mundo islámico: Afganistán. La fiereza de los combatientes afganos ha sido demostrada en múltiples ocasiones, por igual durante la invasión soviética de 1979 que en Chechenia a principios de la década de los noventa. En este contexto vale la pena preguntarse ¿tienen los Estados Unidos y sus aliados alguna oportunidad de derrotar militarmente a los talibán? “Será una guerra de guerrillas” declaró el Presidente George W. Bush, quien además señaló que será una “guerra sucia”. Estas afirmaciones dan una idea de los esquemas militares que serán utilizados en Afganistán. Efectivamente, las técnicas militares que tendrán que utilizar los Estados Unidos contra el régimen talibán serán aquellas contenidas en las doctrinas de Guerra de Baja Intensidad, la naturaleza militar de su oponente obliga a ello. El hecho de que en Afganistán son virtualmente inexistentes los objetivos militares que ameriten la utilización de bombardeos aéreos –como puestos de control, centros militares establecidos, etc.-, la utilización de estos 374 medios sería prácticamente ineficaz. Así pues, el gobierno estadounidense sabe que no puede basar su estrategia militar en la utilización de armamento convencional (como en el caso del ataque a Belgrado o a Bagdad) sino que debe hacer uso de los cuerpos de fuerzas especiales, lo que convierte técnicamente a la intervención en Afganistán en un operativo de contrainsurgencia. De aquí que es clara y cierta la afirmación de George W. Bush cuando señalaba que sería una “guerra sucia” pues este es el único modo en el que funcionan las técnicas de contrainsurgencia. Sin embargo, todo operativo con estas características tiene riesgos, pues obliga a quien los emprende a desplegar tropas terrestres que, en este caso, corren altos riesgos considerando las condiciones objetivas del terreno de combate. En primer lugar hay que destacar que los Estados Unidos jamás han combatido en Afganistán. Además de los rusos y de las naciones del Asia Central, ninguno de los países que se han alineado con los Estados Unidos tiene el know how respecto a cómo combatir a los afganos en su propio territorio. Se podría pensar que la experiencia de la Guerra del Golfo (Operación Tormenta del Desierto) es de gran utilidad para las tropas - estadounidenses y británicas principalmente- que serán enviadas a Afganistán, sin embargo no es así. La escarpada orografía afgana es un elemento clave que habrá de favorecer enormemente a los “estudiantes coránicos”, ya que mientras el terreno iraquí es prácticamente un desierto en el que las unidades blindadas podrían circular con facilidad por prácticamente todo el país, en el caso de Afganistán, su introducción se tendrá que limitar a unos cuantos valles en el centro del país y a las regiones desérticas al sur. Considerando que los frentes de batalla se librarán en su mayoría en las cadenas montañosas que dividen al país de oeste a este, los vehículos blindados tendrán una utilidad minima. La existencia de no menos de 10 millones de minas antipersonales de las que no se tienen mapas de ubicación incrementa sensiblemente el riesgo para las tropas terrestres invasoras. Para contrarrestar esta amenaza se habrán de requerir muchos millones de dólares y la utilización extensiva de Fuel 375

Air Explosives (FAE), también conocidos como “mini bombas nucleares”. Aunque para apoyar a las tropas terrestres en tareas de ataque y de rastreo de minas se podrían utilizar helicópteros Defender, Apache, y Harmone entre otros, esto también implicará un riesgo pues como es bien sabido, las milicias talibán –antes muyahidines- cuentan con cantidades considerables de misiles Stinger (tierra-aire) de alta tecnología que derriban helicópteros con gran facilidad. Así pues, todo pareciera indicar que una intervención terrestre organizada y dirigida por los Estados Unidos tiene grandes probabilidades, si no de perder, sí de sufrir gran cantidad de bajas, lo cual podría poner en riesgo la totalidad de la operación. Este último punto es particularmente relevante considerando que, si bien es cierto el llamado “Síndrome de Vietnam” ha sido superado transitoriamente -por el dolor producto del atentado del 11 de septiembre- lo cierto es que, cuando comiencen a morir los primeros soldados estadounidenses, es muy probable que la opinión pública comience a reconsiderar la guerra de agresión que organizó y orquestó su gobierno para rescatar a su complejo militar industrial. Es por esto que no extraña que se haya invocado el artículo quinto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR): si es posible incluir a tropas de otros Estados – no sólo de los Estados Unidos- entonces la cantidad de efectivos estadounidenses muertos puede disminuir lo suficiente como para no hacer perder el ánimo belicista de la población estadounidense, despertado por la retórica oficial y alimentado por los medios de comunicación. Así pues, independientemente de la conclusión militar que vaya a tener el conflicto en Afganistán –ya sea que los “antiterroristas” tomen el control o que pierdan frente a las guerrillas- lo más probable es que, una vez que los Estados Unidos consigan entrar a territorio afgano, nada los va a hacer salir. Ya pasó en Cuba, y puede ocurrir aquí también.

(Inédito / 2001-2002)

376

ANDANTE Afganistán y Pakistán: La Guerra Sorda por el Mundo

Las relaciones internacionales del siglo XXI han sido infectadas por un virus reminiscente del siglo XX: el olvido tras “la guerra” y aún a pesar de la violencia. Madeleine Albright –antigua Secretaria del Departamento de Estado durante la administración Clinton- lo dijo con claridad “Lo que no aparece en CNN no existe”. Afganistán y Pakistán –cuya frontera ha sido definida como una de las regiones estratégicas más importantes del mundo- es un vivo ejemplo de ello; ahí se vive hoy lo que ha sido calificado como la “guerra sorda contra el terrorismo”.

El olvido y el engaño

Ocurrió en Panamá en 1989. Tras la caída de Noriega; ocurrió también en Haití en 1994 tras la caída del general Cedras y en 2004 tras el golpe contra su sucesor, Jean Bertrand Aristide. La dinámica volvió a presentarse en el Congo y Afganistán en el 2001 y en Irak en el 2003. Asesinado Kabila, disuelto –que no vencido- el régimen talibán y derrotado el hombre fuerte de Bagdad respectivamente, a nadie le volvió a interesar nada de Panamá, Haití, el Congo, Afganistán o Irak. Todos estos puntos sencillamente desaparecieron de los medios de comunicación. Lo mismo habría ocurrido en Venezuela de no haberse conjurado el golpe contra Hugo Chávez en 2002. Madeleine

377

Albright tenía razón: para la real politik, “Lo que no aparece en CNN no existe”. Pero se trata de un engaño. La miseria en Haití existe aunque no llegue a las noticias. La violencia en el Congo es patente aunque no se le haga eco y las guerras en Afganistán e Irak continúan pese al abandono informativo. El olvido popular de todos estos conflictos tiene su base en el engaño que presentó Albright. El olvido está justificado, pero no el engaño. Y es que el desdén de los grandes medios de comunicación no hace justicia a la complejidad y peor aún, a la peligrosidad de muchos de estos conflictos. Latentes, patentes y pendientes, muchos de ellos poseen un potencial explosivo criminalmente ignorado; potencial en el que juegan al mismo tiempo los intereses geopolíticos de las grandes potencias, las carreras nucleares regionales y, en sus peores escenarios, la sobrevivencia de la humanidad entera. Lo que ocurre en la región de Afganistán y Pakistán tiene todos estos componentes.

Geopolítica y la tierra de nadie

Alejandro Magno había cabalgado por aquellas tierras. Muchos siglos después, Sir Halford Mackinder –considerado uno de los fundadores claves de la geopolítica- lo dijo con claridad: “Quien controle Eurasia controlará el mundo”. Y como Alejandro Magno milenios atrás, los políticos y geógrafos del siglo XX se abocaron a la tarea de dominar el que se llegó a conocer como “el pivote de la historia”, es decir, Asia Central, es decir, Afganistán y Pakistán. En su momento, la Gran Bretaña y el Imperio Ruso lo llamaron “El Gran Juego de Ajedrez”. Hoy, se le llama “la guerra contra el terror”. En el pasado la corona británica peleaba contra el ejército del Zar por el dominio de la región; hoy, las fuerzas especiales del ejército de los Estados Unidos apuestan el todo por el todo con el talibán. El mismo juego pero con diferentes jugadores: El centro del mundo: Eurasia; el centro de Eurasia: Asia Central; el centro de Asia Central: Afganistán- Pakistán; el centro de Afganistán y Pakistán: el lejano y desconocido Hindu-Kush. 378

Geopolítica decimonónica pura trasladada al siglo veintiuno: quién domine el Hindu-Kush dominará Afganistán y Pakistán; quién domine estos dos controlará Asia Central; quién controle Asia Central dominará “la isla mundial”, el continente Euroasiático y de aquí, cada uno de sus componentes, y luego, el mundo. Si Mackinder tenía razón o no, es algo que no importa. Sus palabras se convirtieron en una profecía autocumplida. ¿Y cómo pinta la balanza? ¿quién gana y quién pierde? ¿en qué dirección ha blandido ahora la espada la diosa de la justicia –que también es la de la venganza? ¿Occidente u oriente? ¿Estados Unidos o los Talibán? ¿Cristianos fanáticos contra musulmanes fanáticos? ¿Quién tiene ahora el control de la que es tal vez la pequeña región más importante del mundo? Nadie. Nadie la tiene, y si alguien ha prevalecido sobre los demás en algún momento es algo que nadie, ni siquiera los involucrados, lo sabe. Esa es tierra de nadie. Siempre lo ha sido y tal vez nunca cambie. Por eso el nombre que Pakistán le ha asignado a ese pequeño punto de su frontera con Afganistán: Áreas Tribales Federalmente Administradas (FATA por sus siglas en inglés), es decir, lejos de cualquier control central, estatal, occidental. Nadie gobierna aquí: la región y sus tribus se gobiernan solas.

El primer dominó de la cadena

Pero algo tiene aquel punto montañoso en el que la frontera afgano-pakistaní se hace difusa. Algo debe tener para que el MI6 británico, la CIA estadounidense, el Shabak iraní, el Mossad israelí y la FSB rusa entre todo un rosario de agencias de inteligencia quieran, necesiten, estar ahí. ¿Osama bin Laden? Sí, dicen que es aquí en donde se esconde. Dicen que es por eso que no lo han encontrado y dicen que es por eso que no lo encontrarán. Es el hindu-kush. Donde ningún ejército ha podido descansar en mil años, ni el de Alejandro, ni el de la corona británica, ni el del zar y donde ciertamente tampoco descansará el de los EE.UU. ¿Osama bin Laden? El caudillo del mundo musulmán es aquí tal vez el menor de los problemas. ¿Tráfico de armas? Sin duda: no lejos del hindu-kush, en el legendario 379

Khyber pass las tribus de montaña son autónomas, tanto en lo político como en lo militar: desde hace siglos estos “miserables” y “desarrapados muertos de hambre” han estado fabricando su propio armamento, no dependen de exportaciones ni de importaciones, no dependen de las leyes ni de los embargos de armas. No dependen de nadie. Pero el mundo puede depender de ellos ya que tal vez sean precisamente ellos el primer dominó de la cadena con la que se puede terminar el mundo. Como en el valle de Fergana en la vecina Uzbekistán, en el Hindu-Kush se habla de contrabando de armas, de campos de entrenamiento de “terroristas musulmanes” ¿Terroristas? ¿Es terrorista aquél que ve en la colocación de bases militares estadounidenses en Arabia Saudita una ofensa a su religión? ¿Serían terroristas los católicos si se enfurecieran por una nueva base apostada en El Vaticano? Tierra santa es tierra santa, y para muchos, en el valle de Fergana en Uzbekistán, como en el valle de Bekka en Líbano y en el Hindu-Kush afgano-pakistaní se prepara su redención: la guerra santa por tierra santa. El actor clave es el servicio de inteligencia pakistaní (ISI por sus siglas en inglés). ¿Pakistán es un aliado de los Estados Unidos en la guerra contra el terror? ¿Sí? ¿Lo es? ¿Puede serlo el segundo país con el mayor número de musulmanes del mundo después de Indonesia? ¿Puede serlo cuando en el mundo musulmán la “guerra contra el terror” se entiende –muy correctamente- como “guerra contra el islam”? La alianza a la luz de estos hechos parece dudosa. El ISI obedece al gobierno y el gobierno es aliado del Pentágono ¿Sí? ¿Lo es? ¿Y entonces por qué se sabe también que precisamente el servicio de inteligencia pakistaní –el ISI- es un protector y apoyo importante del talibán convirtiendo a Pakistán en una retaguardia de Afganistán en contra de los Estados Unidos? Si alguien sabe qué es lo que ocurre en el Hindu-Kush es el ISI. Si alguien sabe de los campos de entrenamiento en aquella intrincada frontera es el ISI. Si alguien sabe si Osama bin Laden se encuentra ahí es el ISI. Si alguien sabe si es posible que el talibán –con su ayuda- tome el control de Pakistán –nótese: Pakistán, no Afganistán- y de sus armas nucleares es el ISI. Si alguien sabe qué es lo que estarían dispuestos a hacer con ese poder los talibán en 380 represalia por los siglos de abuso y humillación contra el islam son ellos, el ISI. El servicio de inteligencia “del gobierno” de Pakistán que trabaja en buena medida, al servicio del talibán. ¿Fue el ISI quién asesinó a Benazir Bhutto – otrora Primer Ministro de Pakistán- en 2007 por distanciarse de los talibán y acercarse a los Estados Unidos? Pakistán es el único estado musulmán con armas nucleares. Su gobierno es tambaleante, el pulso de Pakistán con facilidad se puede convertir en el pulso de Eurasia –nótese que la India (país con el que está en guerra por Cachemira) también tiene armas nucleares- y es entonces que recordamos a Mackinder: “quien controle Eurasia controlará el mundo”. ¿Será igual con la destrucción? “Quién destruya Eurasia destruirá sus dos componentes, Europa y Asia, y quién destruya los componentes destruirá el mundo”. ¿Dónde se toman las decisiones sobre este asunto? ¿En las capitales de Estados Unidos, Afganistán o Pakistán, es decir, en Washington, Kabul o Islamabad? No, las decisiones del mundo parece que están en otro lugar. ¿En dónde? Ahí en donde la CIA, el Shabak, el Mossad y el MI6 quieren tener presencia. Ahí en donde el único que sabe qué es lo que ocurre es el ISI ¿Y en dónde es eso? En las Áreas Tribales Federalmente Administradas de Pakistán, en las montañas de la frontera con Afganistán, en las áreas cuya capital es un pequeño lugar, alejado de “la civilización” cuyo nombre no le suena familiar a nadie, que a nadie le importa y que no existe porque no aparece en CNN: el Hindu-Kush. (Revista Vor / Oct-Nov, 2009)

381

382

FINALE La tragedia del Cáucaso

383

SCHERZO Chechenia: Algunas Reflexiones

I. Introducción

El conflicto checheno es una clara muestra del violento futuro que nos espera. La predicción es negra no por pesimismo sino porque en esta guerra del Cáucaso ruso (que no es la única) se detectan patrones de conflicto que no son exclusivos de la región, y que se presentan cada vez con más frecuencia en la escena internacional, de Bosnia a Afganistán, pasando por Chechenia y probablemente en el corto o mediano plazo en Irak. “Chechenia es historia” se escucha con frecuencia para explicar la antigüedad del conflicto en el Cáucaso ruso, y es verdad, desde el tiempo de los zares y de forma constante los habitantes de la zona han destacado por su rebeldía: “...desde 1818 hasta 1859, los chechenos fueron los adversarios más activos y fuertes del gobierno zarista durante la conquista del Cáucaso”.1 El enfrentamiento entre Moscú y Grozni ha sido calificado por muchos como La guerra más cruel del mundo, y tal vez no se esté exagerando. Junto con la explosión de la guerra interétnica en la ex Yugoslavia y la más olvidada – aunque no por ello menos intensa- guerra del Estado georgiano contra los separatistas abjazos, el independentismo checheno ha trazado la pauta de lo que algunos han denominado en nuestros

1 Cita de la Gran enciclopedia Soviética. Ver Pablo Thelman Sánchez R. El conflicto en Chechenia” en Minorías étnicas y movimientos separatistas en el mundo, Edit. Quimera, México, 2001. (p. 103). 384 días “las nuevas guerras”2, con lo que se hace una distinción clara de la forma como se había desarrollado el conflicto en el pasado y como se desarrolla ahora. Los patrones de estas “nuevas guerras” se repiten a lo largo de todo el globo: violaciones sistemáticas a los derechos humanos, explosión del crimen organizado y difusión de la frontera que separa lo civil de lo estrictamente militar. Para lidiar con estos patrones no se han encontrado muchas herramientas útiles ni en el derecho internacional, ni en las doctrinas de seguridad ni en las comisiones de mediación, negociación y resolución de conflictos en los diversos países u organismos internacionales. Metafóricamente, si los politólogos se centran en el estudio de los árboles y los geoestrategas en el estudio de los bosques, a los mediadores, negociadores en resolución de conflictos corresponde el estudio de las hojas y las ramas que cubren los árboles y que dan su tono a los bosques: piensan global y tienen que actuar local, dimensión esta última, que con frecuencia se olvida o se desconoce en la prensa internacional que opta por los más seductores análisis estratégicos y geopolíticos. Chechenia como caso de estudio es muy ilustrativo. Es un conflicto multifactorial y multidimensional que no se limita (aunque incluye por supuesto) al hoy tan en boga problema de las “naciones sin Estado”. En la zona juegan al mismo tiempo diversos factores: petróleo, religión, seguridad nacional (en el sentido ortodoxo del término), geopolítica, crimen organizado, intereses corporativos y políticos, y fuerzas militares regulares e irregulares que son las que aportan el carbón para la hoguera y civiles que son quienes terminan convertidos en cenizas. A la complejidad de la interrelación de todos estos factores se agregan las múltiples dimensiones que adquieren sus relaciones y que son las que terminan por echar por tierra cualquier intento de resolución tradicional (tratados, convenciones o acuerdos cupulares). Las dimensiones van desde la espiritualidad como fenómeno intrínsecamente personal, hasta el mercado petrolero internacional -que en todo está por la internacionalización el capital y la producción. Ambas son

2 Mary Kaldor, Las nuevas guerras, Edit. Tusquets, Barcelona, 2001. 385 igualmente importantes pues tan significativo es el peso de la interpretación del sufismo que practican muchos militantes chechenos –al cual se atribuye buena parte de su ferocidad- como lo son los proyectos geopolíticos de oleoductos transcaucásicos por parte de las potencias para controlar el petróleo de la región. Y entre estas dos dimensiones existen muchos matices que pasan por el amor fraternal, la solidaridad comunal (familiar, étnica, nacional o religiosa), la estabilidad local o regional y los juegos de interés entre grupos y bloques de poder. Las combinaciones entre los factores y los niveles que están involucrados en el conflicto se antojan infinitas. Pero analicemos sólo una de ellas dentro del marco de las nuevas guerras: las violaciones a los derecho humanos en el teatro de operaciones. Con Afganistán se rompió un record: 90% de las víctimas de la campaña fueron civiles3 lo que confirma la tendencia histórica: las guerras se están “desmilitarizando” y se están “socializando”. Este es uno de los fenómenos de mayor gravedad en tanto ocurre y se desarrolla con mucha mayor velocidad que aquella con la que evoluciona la legislación internacional y los mecanismos con los que cuenta para lidiar con el problema. De aquí se desprende un primer reto de las nuevas guerras: ¿cómo distinguir al no combatiente del combatiente si cada día se pelea más sin uniforme? Esto puede explicar –aunque jamás justificar- que los soldados rusos arrasen pueblos completos de gente inocente: van con el miedo de estar frente a militantes potenciales, de tal suerte que para no correr el riesgo de en el futuro tener que enfrentarse a quienes tienen en ese momento desarmados, los matan. Claro está, un “método preventivo” macabro por demás. La cantidad de problemas que genera la “socialización y desmilitarización de la guerra” es considerable como veremos a continuación.

3 Mónica González J. (P.h.D.) Conflict Management Group of Harvard 386

2. Un cóctel infame: Ley militar con ley de la selva

Se viola a una mujer, se le “siembra” un AK-47 –en el caso de que al menos se quiera cumplir con las formalidades mínimas- y se le presenta ante el mando superior inmediato como una rebelde “neutralizada” en defensa de la madre Rusia. En la guerra, no hay tiempo ni equipo para pruebas dactiloscópicas, pruebas de parafina, o investigación de antecedentes personales ni de la víctima ni del victimario. ¿Qué hacer? Las Convenciones de Ginebra y otros instrumentos legales de la guerra son avasallados por la realidad. La bestialización sistemática a la que conducen los conflictos bélicos ha sido siempre motor de la corrupción personal de quienes en ellos participan. “En la política sale lo mejor y lo peor de las personas” dijo alguna vez Mario Vargas Llosa, y tal vez tenga la razón, pero si la solidaridad y la bondad siempre tienen cabida aún en la más dramática de las situaciones, en las guerras –que según Hobbes son la extensión de la política por otros medios- ,y más en las nuevas, la belleza y la bondad quedan opacadas por el estruendo de los cañones y los gritos de quienes viven el infierno sobre la tierra. ¿Cómo se puede evitar que soldados rusos masacren, arresten o torturen a inocentes si las fuerzas castrenses no disponen de los recursos humanos y materiales e incluso de la voluntad política para llevar a cabo investigaciones sistemáticas de abusos por parte de sus efectivos? Cuando las guerras eran todavía “militares” y no “civiles” el rigor de la cadena de mando daba algún margen de control sobre la conducta militar de las fuerzas combatientes. En las nuevas guerras esto ha desaparecido, no sólo por parte de las fuerzas regulares rusas en su trato para con los guerrilleros de Dudayev –o de cualquier otro señor de la guerra- sino también respecto al trato para con sus propios camaradas de armas Esta dinámica se repite simétricamente –y de forma por demás extensiva- del lado de los rebeldes separatistas, por igual en el trato que dispensan a adversarios rusos como en el que dan a civiles; civiles que sin tomar partido, a todo lo que aspiran es a poder vivir. Por igual, altos mandos rusos saquean y degradan a chechenos (inocentes o no) que a sus propios subalternos, siempre con la bandera en una 387 mano y la pistola en la otra. Las pruebas de lo primero se pueden leer todos los días en los diarios, insistir en ellas podría resultar ocioso, y como prueba de lo segundo podemos recordar que durante la primera guerra de Chechenia (1994-1996) generales rusos, cobijándose en la impunidad absoluta que da el estar al mando en el frente, llegaron a vender –literalmente- a efectivos bajo su mando en calidad de “trabajadores” (esclavos dijeron algunos) a particulares en el área del conflicto. Paradójicamente, estos mercaderes de la guerra se apoyaban en la legislación militar –la cadena de mando- para violentar el derecho humanitario más elemental. Lo mismo ocurre con las guerrillas. Estructuradas en cadenas de mando semi-formales, siempre tienen la posibilidad de romper la jerarquía si no están de acuerdo con ella y si pretenden hacer uso y abuso de su poder militar a título personal: se han presentado casos de guerrilleros que secuestran y después compran y venden por igual a hombres, mujeres y niños como esclavos sexuales. Así, la regulación de las actividades de las partes en conflicto en el teatro de operación -por medio del derecho internacional- en la práctica es poco menos que letra muerta. El sacro santo libre albedrío boicotea el esfuerzo social de poner límites a la depravación intrínseca de la guerra.

3. Las otras víctimas

Esto pone sobre la mesa un elemento más que pocas veces es referido en estudios sobre el tema: muchos soldados rusos sufren el conflicto tanto como los chechenos. Muchos de los efectivos rusos son muchachos que entraron al ejército por no tener otra opción profesional, es decir, están ahí más por necesidad que por deseo, y la inmensa mayoría por el abstracto y difuso argumento del “deber”. Todo esto por supuesto no los hace victimarios, sino víctimas –a su modo- del destino que los políticos en Moscú trazaron para ellos. Llegan a Grozni y se encuentran con que toda aquella retórica de lealtad y decencia que se les inculcó con arengas inflamadas no sirve para nada, la realidad les explota en la cara: mediante un proceso dialéctico perverso sus mandos son corruptos en sí mismo y corruptores de la 388 institución y de la comunidad en la que se encuentran. Ante la descomposición del tejido social en la zona del conflicto, la economía informal predomina, y con ella, el crimen organizado. Se trafica con ayuda humanitaria tanto como se trafica con drogas y con armas. Quien es ajeno a esta dinámica corre el riesgo de quedar aislado, aún dentro de sus propias filas. En un lugar en el que como afirmó un soldado ruso “la meta es vivir”, padecer esta situación es casi un certificado de muerte. Estos jóvenes reclutas al poco tiempo se ven robando, por órdenes superiores, armamento de los depósitos que en secreto es vendido –también, por órdenes superiores- a los líderes de las milicias que se supone tienen que combatir. O se ven prostituyendo a las mujeres de Grozni, Gudermes o Argún, para con ello –de acuerdo siempre con el jefe- “usar a los propios terroristas para financiar la guerra contra el terrorismo”. Es así como en una tierra en la que el ciclo descontento-represión- desafío-destrucción-corrupción es la dinámica de vida en la que todos, no importa la trinchera, son al mismo tiempo víctimas y victimarios.

4. Un corte de caja

El desdibujamiento entre lo civil y lo militar, lo militar y lo policial, y entre la obediencia, la legalidad y la lealtad a una causa o ideal es lo que complica estructuralmente la resolución de los nuevos conflictos. ¿Cómo se detiene a los traficantes de armas si éstos son apoyados por facciones del ejército que no reconocen la legislación civil? Y que con el argumento de la “seguridad nacional” evaden cualquier interrogatorio o inspección independiente, ¿cómo encarcelar a compañías enteras de soldados por crímenes de guerra y contra la humanidad si no existen las más mínimas condiciones para dar seguimiento a todos y cada uno de los crímenes en los que pudieron haber incurrido sus miembros? ¿Basta con enjuiciar sólo al autor intelectual de crímenes horrendos pero no a sus ejecutores materiales? ¿Cómo se puede promover el enjuiciamiento de un superior en el mando militar, en tiempos de guerra, sin ser acusado de traición, insubordinación o desacato? ¿Cómo se 389 obtienen pruebas de crímenes militares cuando son precisamente los militares quienes aportan y controlan la información en las áreas de conflicto? Como es evidente todas estas no son preguntas fáciles de resolver, no obstante que destacan problemas muy concretos -y que se han limitado a la dimensión personal de los actores- en el terreno. El entramado se complica mucho más una vez que se toman en consideración el resto de los actores, dimensiones e intereses que se encuentran en juego. La solución en Chechenia no es simplemente “aniquilar a los rebeldes” o la “creación de un Estado checheno”, esas son ideas simplistas de política formal y unidimensional. Caer en este reduccionismo es garantizar la permanencia –y tal vez agravamiento- del conflicto a extremos inimaginables. Aquí hemos pretendido dar una somera radiografía de algunas de las complejidades que presenta un conflicto como el checheno en el lugar de los hechos. A esto habría que agregar muchos otros factores locales y todos los factores y actores regionales e internacionales que se inmiscuyen, normalmente para mal, más que para bien. Sólo una conclusión se puede extraer de esto: peca de vanidad o egocentrismo o hace gala de ignorancia quien crea que Chechenia en las condiciones actuales se limita a la autonomía territorial. Sin duda esta es una de las aristas, y tal vez una de las más importantes, pero no es la única. No se trata de ver sólo el árbol, sino también el bosque y por supuesto las ramas y las hojas de los árboles que lo componen.

5. Un buen comienzo

Se requieren soluciones integrales, que contemplen todas las dimensiones y que engloben todos los factores. Estudiando a Chechenia desde fuera es muy fácil proponer soluciones o señalar al gobierno ruso como irresponsable y criminal. Posturas maniqueas como estas pueden ser tan dañinas como el objeto mismo que se critica. La inteligencia del silencio obliga a la reflexión: tan hay víctimas en el sentido más puro del término del lado checheno como las hay del lado ruso, y eso que se entiende por “chechenos” no es un bloque monolítico como tampoco lo es el grupo que genéricamente conocemos como 390

“rusos”. El petróleo no lo explica todo como tampoco la geoestratégica; sí, son partes claves del análisis, pero son sólo eso: partes. A la problemática apasionante del conflicto internacional tenemos que combinar el drama descarnado de la problemática local, sólo de este modo se podrá entender la complejidad y los alcances de las mil y un “guerras chechenas” que se libran alrededor del globo con diferentes actores, en diferentes lugares y con diferentes nombres. Puede ser difícil, pero es lo menos que podemos hacer nosotros que vivimos algo de la paz que muchos merecen y desean. (TMS / Nov. 15, 2002)

391

GRAVE Veinte Meses en Beslán

“La guerra más cruel del mundo” es como se ha descrito con frecuencia al conflicto armado en Chechenia. El holocausto que tuvo lugar en Beslán no fue otra cosa más que el contagio de la infección que azota al Cáucaso ruso. Después del horror de Osetia del Norte, dudar de tan dramática descripción sería una impertinencia. Pero no fue más que un parpadeo. “Los muertos son más de 400” aseguró el Instituto Forense de Vladikavkaz en la capital oseta. “Fueron 338” corrigieron fuentes oficiales. Y fue sólo un parpadeo. Las acusaciones van y vienen, y la única conclusión es que la violencia no tiene visos de acabar. Si prestamos atención por un momento a todos aquellos para quienes el dolor ajeno es un instrumento político, una maraña de responsables salta a la vista, maraña en la que los únicos inocentes son –como siempre- aquellos que ponen la sangre. Un líder guerrillero checheno convertido al islam wahabita –Shamil Basayev- se atribuyó la autoría del atentado. ¿Se necesitan más explicaciones? Pareciera ser que esto lo resuelve todo: si un fanático vinculado al crimen organizado ruso (falsificación de dólares, narcotráfico, prostitución, tráfico de materiales radioactivos) se echa la culpa del homicidio de niños en edad escolar entonces no hay más misterio que resolver. Y si además el criminal levanta como estandarte de 392 combate la militancia político-religiosa violenta entonces el cuadro es claro: George W. Bush tiene la razón –siempre la ha tenido- y entonces todo lo que hay que hacer es eliminar al fanático. Sencillamente se le “neutraliza” en aras del “combate al terrorismo” y entonces se ha hecho ya mucho por la humanidad previendo nuevas catástrofes en el futuro. El argumento por completo es todo un elogio a la banalidad. ¿Es así de simple? ¿No será que por explicaciones de acusada mediocridad es que cada vez la bestia parpadea con más frecuencia? Como en Nueva York el 11 de septiembre, Filipinas el 3 de enero, España el 11 de marzo, Indonesia el 8 de septiembre, Arabia Saudita el 28 de mayo, Afganistán, Irak… ¿No merecen los niños –porque eran niños- ejecutados –porque se les ejecutó- en la escuela de Beslán al menos un esfuerzo más serio para explicar su sacrificio? Sí. Beslán fue un parpadeo –uno de tantos- pero la incomodidad que lo produjo y que amenaza con despertar a la bestia es más acentuada todavía. Pero ¿de dónde vino este parpadeo en particular? De acuerdo con organizaciones como Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras durante la conducción de las operaciones de la segunda guerra chechena (1999-2000) el mando militar ruso violentó el derecho internacional humanitario en innumerables ocasiones. Secuestros, ejecuciones extrajudiciales, violaciones multitudinarias, torturas, esclavismo sexual (de hombres, mujeres y niños) y todo un catálogo de horrores fueron cosa cotidiana en Grozni en particular y en todos los frentes de combate en general. “La guerra más cruel del mundo” nos recuerda el vox pópuli… tal vez no esté tan equivocado. Vladimir Putin -el actual presidente ruso- violentó con gran descaro todas y cada una de las disposiciones contenidas en las Convenciones de Ginebra y sus protocolos adicionales, instrumentos que, en su conjunto, definen el derecho internacional humanitario (derecho de la guerra). ¿Estarán vinculados de alguna forma este hecho y la tragedia de Beslán? ¿Será que la crueldad con la que se condujo la guerra en Chechenia contribuyó a que ocurriera el infierno en Osetia del Norte? ¿Existirá la posibilidad de que el rencor acumulado en el 393 alma chechena fuera producto de los incontables crímenes (contra la humanidad, de guerra, guerra de agresión e incluso actos de genocidio) que sufrió ese pueblo a manos de los rusos? ¿En algo habrá contribuido la utilización extensiva por parte de las milicias del Kremlin de armamento prohibido como las bombas de racimo, las minas antipersonales y armamento “ciego” de alta tecnología como los Fuel Air Explosives contra la población civil musulmana en el Cáucaso ruso? Tras esta breve revisión, cabe una pregunta en corto: ¿Será que junto con Basayev, los estrategas político-militares rusos comparten algo de la culpa? Soñando: ¿será tal vez que sin uno de estos elementos Beslán no habría tenido que sufrir el baño de sangre que la llenó de lágrimas?... ¿Será? Toda esta serie de interrogantes apuntan a suponer que la geografía de la tragedia no es unidimensional, y es aquí donde se presenta la perspectiva olvidada: el tiempo, pues como advierten los especialistas “Chechenia es historia también” Las deportaciones masivas del pueblo checheno en tiempos de Stalin marcaron profundamente a todas las comunidades del Cáucaso ruso. El desarraigo, la “rusificación” y la represión de culturas, lenguas y religiones dejaron una cicatriz que todavía supura dolor y resentimiento. ¿Con Stalin comenzó todo entonces? No, la memoria es de carrera larga. “Ya León Tolstoi daba cuenta de los combates de los chechenos contra los ejércitos zaristas” nos recuerda Heinz Dieterich en su artículo “Chechenia y los pueblos sin Estado” (Rebelión, Oct. 26, 2002). Independientemente de si fueron 400 o “sólo” 338 las víctimas fatales del parpadeo de Beslán, lo cierto es que la historia y el tiempo en materia de terrorismo no son factores susceptibles de ser subestimados, pues los episodios más violentos suelen ser cocinados con recetas de dolor preparadas a fuego lento: “La violencia estructural” le llamaría Johan Galtung. Fue la punta del iceberg, sí, pero un iceberg de múltiples aristas: entre facciones pro-rusas y pro-chechenas; entre civiles y militares; entre el pasado y el presente. Entrelazadas, todas estas puntas se encuentran sumergidas en un abismo que ya dura más de un siglo, y que con cada gota de sangre derramada, hace del futuro algo más distante en el tiempo y el espacio. 394

Sería injusto atribuir por igual a los civiles y militares, rusos o chechenos, en el pasado y en el presente, la totalidad de la culpa cuando hay más actores con responsabilidad en este drama. La Bestia en el Cáucaso, como la del Apocalipsis de San Juan tiene múltiples cabezas. La “sorda guerra por el petróleo” es como se le ha llamado, y es cuando la geopolítica toma su lugar en otra vuelta de tuerca. En el Mar Caspio se localiza una de las cuencas petroleras más ricas del mundo que tan solo en Azerbaiyán alcanzan reservas confirmadas de entre 3.6 y 12.5 mil millones de barriles de petróleo, cifra que se dispara hasta los 32 mil millones de barriles como reservas probables de acuerdo con el Departamento de Energía de los Estados Unidos (citado en Guerras por Recursos de Michael T. Klare, Urano, 2001. p. 117). Es todo un botín si no perdemos de vista que del oro negro depende todavía el 80% de la producción energética mundial. Los hidrocarburos son pues, más parte del problema que de la solución al momento de pacificar sin violencia el área. Como si fuesen las venas de la bestia, del puerto de Bakú corre un oleoducto que pasando justamente por Grozni –la capital chechena- desemboca en el puerto de Novorossisk en la costa del Mar Negro ruso. El oleoducto que saliendo de Bakú y que desemboca en la refinería de Supsa –atravesando la capital georgiana de Tbilisi- es otro polvorín en potencia. Georgia – vecina de Rusia y tierra natal de Stalin- enfrenta una triada explosiva pues sale apenas de una convulsión que derrocó al otrora mandamás Edward Schevardnadze, enfrenta el ánimo independentista abjasio y –por si fuera poco- combate las aspiraciones independentistas de los Osetos del Sur, vecinos obviamente de Osetia del Norte, donde Beslán encuentra su patria grande. Y esto es apenas un repaso. Atrapado entre las aspiraciones estratégicas de tres potencias regionales internas –Rusia en el norte y hacia el sur, Turquía en el oeste hacia el este e Irán en el sur hacia el norte- (Brzezinski, El gran tablero de ajedrez, Edit. Paidós, Barcelona, 1998. p. 143) y una potencia global externa –los Estados Unidos-, el Cáucaso (Azerbaiyán, Georgia y Armenia) vive el infierno de la modernidad como la entienden las grandes 395 potencias: disputas por energéticos, por espacios de influencia y militarismo creciente. Pero hemos hablado tan solo de 2 de los más de 5 oleoductos que tienen influencia directa en la zona por parte de Rusia, Turquía e Irán, oleoductos que a su vez se erigen como piezas de un rompecabezas estratégico más grande constituido por una red de más de 10 rutas de transporte del petróleo del Caspio hacia los mercados internacionales. Es aquí donde la Bestia abre los ojos y saca las uñas. Es aquí donde se enseñan los dientes Chevron-Texaco, Exxon-Mobil, Royal Dutch-Shell, British Petroleum, Yukos, Lukoil… Geopolíticamente el potencial es sencillamente explosivo. Pero no hemos terminado. ¿O es que acaso es ético regatear explicaciones a más de 200 niños sacrificados? Crítico con todo aquel que repudie el uso de las armas, Washington aplaude cada iniciativa “contra el terrorismo” que huela a pólvora. En la capital imperial se vitorea a Vladimir Putin por optar por una “salida militar” –como si tal cosa de verdad existiera- haciendo uso de la “mano dura” -eufemismo que malamente disfraza la futura atrocidad- para responder a los terroristas de Beslán. ¡Qué ironía!, “los terroristas de Beslán”… ¿son los mismos terroristas que Washington apoyó cuando éstos combatían en Afganistán durante la ocupación soviética y que todavía durante la primera guerra chechena (1994) financiaron para provocar una hemorragia interna a una Rusia que se negaba a asumirse como una nación del tercer mundo con armamento nuclear? ¿Son los mismos terroristas? Sí, los mismos. Pero ¿los Estados Unidos los apoyaron? Sí, los mismos Estados Unidos que se enriquecieron aún más auspiciando el régimen corrupto de Boris Yeltsin mediante el fomento del crimen organizado, actividad esta última, de la que se benefició ampliamente Basayev y que le permitió con el tiempo hacer de una escuela en Osetia del Norte un infierno sobre la tierra. Estados Unidos apuesta a lo seguro: financia a los terroristas contra el Estado y financia también las técnicas de terrorismo de Estado ruso contra los independentistas chechenos. Como buen jugador, Washington no conoce más lealtad que la del dinero. Y es que no hay forma de perder cuando se apuesta a lo seguro. No importa quién gane la contienda, el triunfador tendrá que 396 negociar con el gran mecenas imperial un oleoducto por aquí, una plataforma de exploración por allá o tal vez un gasoducto más allá… Pero los niños de Beslán no entienden esto. Todas estas son alucinaciones. Nada de esto es verdad. Bush y Putin tiene razón: Basayev es el único culpable. El terror se elimina con el terror y entonces el mundo futuro será mejor. No existe ninguna bestia dormida a punto de despertar. Las cosas son así de simples. Qué bueno que resultó re-electo Putin y ojalá –por el bien del mundo- que Bush lo resulte también. No les interesa nada más que la paz del mundo. Mientras tanto, podemos dormir tranquilos, ellos nos cuidan. “Los muertos son más de 400” aseguró el Instituto Forense de Vladikavkaz. “Fueron 338” corrigieron fuentes oficiales. Independientemente de si es posible medir el dolor por el número de muertos, nadie desmintió el resumen que sintetizó macabramente la tragedia… “entre las personas en estado grave se encuentra un niño de veinte meses que recibió un disparo en el abdomen”. ¿Merece una explicación a detalle? En su cuerpo pequeñito se descargó la furia contenida por años de abuso imperial (zarista, soviético y ruso). En su cuerpo pequeñito se descargó todo el peso de que es capaz la violencia por dinero, poder y petróleo. En el sufrimiento de esa criatura de menos de dos años encarnaron las lágrimas de todos los pueblos a los que la ciencia social, la política y los políticos no han sabido responder (¿cómo conciliar 2,000 naciones en 200 Estados?). A los 20 meses es difícil que un bebe entienda que por razones de geopolítica imperial y de estrategia petrolera internacional, pero también por historia, resentimiento, orgullo, rencor y vergüenza es que se le tiene tendido en una cama en estado crítico. No. No creo que lo entienda, pero francamente tampoco creo que le importe. (Rebelión / Oct. 3, 2004)

397

398

PARTE IV.

La Tierra de Nadie

400

CAPÍTULO VIII • TENDENCIAS •

401

ECONOMÍA Rumania: Las Cabras en el Primer Círculo del Infierno

Son pequeños y frecuentemente de ojos claros, corren por los parques y arrancan unas flores por aquí y otras por allá, son niños húngaros para quienes el trabajo -al menos por el momento- significa también diversión. Esta es una escena de la Rumania democrática en el alba del siglo XXI. En los diarios del país día a día pueden leerse los progresos del presidente Ion Iliescu en su esfuerzo por integrar su país "al mundo civilizado". Sin saberlo, los pequeños húngaros que sin mucho éxito intentan vender flores a los turistas son la punta del iceberg que crece conforme se acercan los anhelados préstamos del FMI; sin saberlo, aquella rumana de clase media que dijo al calor de una taza de café "nos queremos deshacer de ellos" (refiriéndose a los húngaros de Transilvania) pronto podría verse al lado de aquellos a quienes desprecia por vivir en la miseria. "Eres un húngaro", en Bucarest esta frase es una de las armas que se blanden cuando de ofender se trata. El plural ("son unos húngaros") se utiliza para denostar a los habitantes del norte del país, aquellos que viven en Transilvania, región vecina de Hungría en cuyas ciudades la población de húngaros llega a ser hasta del veinte por ciento del total. La violencia verbal entre los rumanos a costillas de los húngaros es sólo el primer acto de una obra cuyo acto culminante podría titularse Bosnia o Chechenia.

402

De acuerdo con una disposición legal, mientras la población de húngaros se mantenga arriba del 20 por ciento, en Cluj las placas que nombran las calles en las dos lenguas principales (rumano y húngaro) pueden permanecer. Hace algunas semanas, un sondeo dio a conocer que la población de húngaros en Cluj -la segunda ciudad más importante después de Bucarest- era ya de alrededor del 19.3 por ciento. Inmediatamente, el Alcalde de Cluj, Gheorghe Funar, tomó la torpe determinación de iniciar el proceso de detener y retirar las placas en húngaro, decisión tan torpe y agresiva como las siguientes: 1) que en todos y cada uno de los postes de luz ondee una bandera rumana, 2) que todas las bancas en parques públicos sean pintados con los colores del lábaro patrio y 3) que hasta los pasos peatonales y los botes de basura ostenten los colores nacionales (decisión polémica y tragicómica pues los rumanos se sentían tan ofendidos y agredidos como los húngaros que eran los destinatarios del mensaje). Esta es la puerta de entrada al infierno. Rumania es uno de los países más pobres de Europa del Este y esta realidad se impone por igual en los anhelos personales que en la cultura popular: "..Esto no es Oz / esto es Rumania..." reza la letra de una canción en boga mientras asiente con la cabeza, convencido, un taxista bilingüe cuarentón como los hay tantos por igual en Cluj que en Bucarest. ¿Y dónde es Oz? Pregunto intrigado, "En América (sic), en París, en Frankfurt.... ¡en México!... ¿pues qué no ha visto las novelas?". La respuesta confirma la hipótesis: Rumania no es el infierno que viene pues ya atravesó gloriosa los cancerberos que resguardaban las puertas del infierno y ahora el país entero -bajo el liderazgo de Iliescu- se encuentra de lleno en el primer círculo del averno. A la altura del séptimo círculo, los niños que antes cortaban flores se recuestan sobre botellas de vidrio rotas -como lo hacen sus pares en la ciudad de México- para ganarse unos cuantos leis en el metro de la capital. A la altura del séptimo círculo, los niños ya no corren, pues el uso de inhalantes para evadir el hambre tiene sus repercusiones en el físico también. A estas alturas del partido, el conflicto local se recrudece y toma su 403 lugar al lado de sus pares internacionales: grupos étnicos desfavorecidos materialmente, agredidos de forma sistemática en lo político y en lo cultural, todo en un marco de exclusión. De esto están llenas las secciones de política internacional de todos los periódicos, por igual en el norte que en el sur en nuestros días. Sin embargo algunas cosas permanecen, las costumbres (Octavio Paz); como aquella de creer en el American Way of Life: “¿De verdad hay tanta gente que tiene esas casas y esos autos en México?” La pregunta delata que esta rumana, no obstante su talento lingüístico (domina seis lenguas), fue incapaz de sortear el marco propagandístico de la Guerra Fría que permanece y con el que se les vende la anexión a la Unión Europea y a la OTAN, como en México se vende el ALCA y el Comando Norte. Ella si comprende al taxista para el cual Oz es México también. Después de todo, México "es una de las 11 economías más sólidas del mundo" (Cambio, Ago. 11, 2002: 4) y es miembro de la OCDE. Evidentemente, transnacional como es, la compañía televisora que comercializa las novelas mexicanas en esta región de Europa, no habla mucho de los veinte millones de mexicanos que huyendo de la miseria, viven en los Estados Unidos (y cuyas remesas sirven para pagar los servicios de la deuda) o de las decenas de millones de personas que no dan gracias a Dios por el pan de cada día, sino por no haber perecido por su ausencia. Paz también hablaba de las ideas que provocan el cambio, ideas que junto con las costumbres configuran las culturas. El centro de Bucarest está lleno de signos y pistas que ayudan a interpretar este enfrentamiento: epitafios y monumentos revolucionarios recuerdan la inercia, la costumbre de los pueblos de buscar mejores formas de vivir, junto a ellos caminan gran cantidad de proxenetas, quienes viven de la idea de que en la "democracia y el libre mercado", comercializar con cuerpos ajenos no deja de ser más que otro negocio. Por algo Paz mantuvo los conceptos de bondad y maldad ajenos a los de las costumbres y las ideas. Pero -literalmente- bajo la plaza central de Bucarest -la Plaza de la Revolución- se libra otro enfrentamiento, un poco más disimulado pero igualmente importante: un establecimiento de McDonalds funciona bajo el 404 cuadro principal de la capital rumana, y, junto a este, tienen abiertas sus puertas 5 librerías en los que se encuentran textos clásicos, nuevos y antiguos, en diferentes idiomas. Fotografiar sociedades no es algo sencillo, pero las ciencias exactas demuestran que las cadenas se rompen por el eslabón más débil ¿será el étnico? ¿o el económico? ¿o acaso el étnico-económico?¿o el político-económico? ¿o el cultural?, las combinaciones se antojan interminables y la física también enseña que cuando la presión es fuerte, repentina y en diferentes direcciones, más de un eslabón puede reventar en una misma cadena. Los húngaros y la creciente cantidad de rumanos en pobreza saben de lo que se trata, como se sabe en los cinco continentes desde hace ya algún tiempo. Hay que tener paciencia, apenas están en el primer círculo, aunque la pendiente es pronunciada y resbaladiza. Un dicho popular rumano hablaba de "dejar morir a las cabras del vecino" para describir la falta de solidaridad entre las personas. Hoy, gracias a las nuevas ideas, el dicho ha cambiado: "deja morir al vecino, así te quedarás con sus cabras..."

(Rebelión / Ago. 21, 2002)

405

CAMBIO CLIMÁTICO De África a Europa: Y el Destino los Alcanzó

Se advirtió desde hace años, y poca fue la atención prestada. Miles, millones sufrían y su lamento no encontraba nada más que oídos sordos. Hoy, después de que la tragedia tocó a su puerta, tal vez escuchen, y tal vez, sólo tal vez, exista todavía tiempo para hacer algo. La reacción inmediata es siempre buscar un culpable, no importan las pruebas científicas ni los estudios serios sobre el tema, los objetivos de los ataques son, sin excepción, aquellos a quienes se considera los más débiles, o aquellos que ofrecen mayor rentabilidad política. Es una historia ya conocida. El sectarismo se antepone a los análisis más racionales. Sin embargo cuando la vida de muchos va a de por medio, el correcto diagnóstico del problema es el primer paso a su solución. En este, como en muchos otros casos, el diagnóstico de primera instancia ha sido equivocado, corregirlo debería ser prioridad, o la terapia puede resultar peor que la enfermedad. Las cifras más conservadoras -las oficiales por supuesto- hablan de 5,000 decesos, aunque otras fuentes ubican hasta en más de 13,000 el total de las víctimas por las altas temperaturas (Milenio Diario, 21.8.03). Negarlo ya no es más que una necedad: el destino los alcanzó. Los números espantan y sorprende sólo a los no muy informados. En 2002, la Organización Mundial de la Salud

406

(OMS) calculó que 10 millones de personas perderían la vida por causa de la hambruna en el continente africano. Esta cifra sí es aterradora y, aún, se le ha prestado poca atención. Después de todo, de África, ese continente que ha tenido que recoger los peores resultados de la ingeniería social de las naciones “civilizadas”, parece que nada puede ya sorprender: decenas de guerras civiles e internacionales -triste legado de la historia colonial- como en Liberia, Sierra Leona o Guinea; guerras multidimensionales para abastecer los mercados de coltan y diamantes que requieren las industrias de telefonía celular y piedras preciosas respectivamente como en la región de los Grandes Lagos (el caso de la República Democrática del Congo es particularmente elocuente); 17 millones de muertes en 20 años por causa del SIDA y 30 millones de infectados de VIH (Reforma, 20.8.03). Hasta el día de ayer todo esto sonaba lejano en el mundo “culto, civilizado y occidental”, después de todo ocurría en un continente aislado por la triple exclusión, una racista (“son negros”), una clasista (“son pobres”) y una xenófoba-territorial (“son africanos”). Hoy, 13,000 muertos en Francia son algo más que un número: representan para quienes poseen alguna conciencia y visión del futuro, la punta del iceberg de un holocausto que existe y se extiende. El futuro parece sombrío. ¿Qué podrían hacer nuestros países que no pueda hacer Francia por su gente? Si Chirac, con todos los recursos con los que contó no pudo salvar 13,000 vidas, ¿qué podrían hacer Somalia, Eritrea, Etiopía, México o Bolivia en la misma situación?, empobrecidas y endeudadas, nuestras naciones se presentan bajo esta luz como los eslabones más débiles de una tragedia potencial de dimensiones globales. El chivo expiatorio no podía ser otro más que el gobierno galo. El culpable fue correctamente señalado, pero fue juzgado por el cargo equivocado. Acostumbrados a la crítica superficial y unidimensional, la mayor parte de los críticos se perdieron del bosque por centrarse en los árboles. La prensa fustigó al sistema de seguridad francés y los observadores más duros dirigieron sus ataques contra sus responsables políticos. La crítica de esta naturaleza era sin duda rentable en términos 407 políticos, sin embargo, juzgar si el Ministro de Salud es un inepto o no es una tarea que le compete exclusivamente a los franceses, juzgar si Francia -en tanto miembro del G-7- falta a su responsabilidad como nación de peso global es algo que nos compete a todos. Pocos, muy pocos repararon en lo verdaderamente importante: el cambio climático. ¿De qué habría servido el mejor Ministro de Salud y Protección Social, si no para poner sólo remedios temporales y parciales a la crisis? Ciertamente el gobierno francés tiene mucha de la culpa, pero su falta más grave no estuvo en no saber atender la crisis con propiedad (que por supuesto es un error grave), sino en ser co-responsable del origen del problema junto con Estados Unidos, Japón, Alemania, Canadá, Inglaterra e Italia. Al igual que sus seis acompañantes en el G-7, Francia es uno de los responsables del calentamiento global. Tal vez el endurecimiento de trámites migratorios funcione para contener algunos problemas del capitalismo rampante pero no los puede contener todos (después de todo, al África se le ha tratado de aislar en una suerte de “cuarentena” criminal para evitar que “infecte” a las naciones culpables de su tragedia. Pero la “cuarentena” ha sido ineficaz, y su inutilidad deriva de un hecho elemental: África no es el origen del problema), así, eventualmente, estos problemas acabarán por arribar a los centros del poder. Francia aprendió hoy en materia ecológica lo que tal vez mañana tengan que aprender con dolor los Estados Unidos: a diferencia de lo que ocurre con otros “efectos indeseables del progreso” la madre naturaleza se niega a respetar fronteras políticas. El daño humano del calor en Francia es exorbitante para sus propios estándares. Ahora bien, si consideramos que la guerra de agresión que desató Estados Unidos contra Irak en el 2003 dejó un saldo fatal oscilante entre 6,000 y 7,500 muertos comprobados (según la organización Irak Body Count -habría que agregar heridos y desaparecidos-), las 13,000 víctimas del calor adquieren una dimensión que se antoja monstruosa: ¡bienvenidos a la realidad africana! Y es sólo el principio, hoy fueron las altas temperaturas, ¿y si el año que entra es la sequía?, ¿y si el siguiente la agricultura comienza a sufrir estragos?, ¿y si 408 en el mediano plazo comenzaran a agudizarse los focos –que ya existen- de hambruna en los “reinos de la abundancia”? De aquí al deterioro de la autosuficiencia alimentaria hay un paso. Si escasean los alimentos, las importaciones de granos subirán junto con los precios. ¿Qué ocurriría?, ¿impondrán los Estados Unidos condicionantes transgénicos a la “asistencia humanitaria” que se le brinde a los franceses tal y como le hicieron a Zambia hace algunos meses? El escenario está más cerca de lo que parece. Estas no son especulaciones sin fundamento, año con año la temperatura se incrementa y con ella los cambios en el clima: las estaciones se recorren y los ritmos temporales y cuantitativos de precipitación pluvial se alteran: así no es posible hacer planeación agrícola alguna de mediano y largo plazo. ¿Suena descabellado? si el año pasado le hubieran dicho al gobierno francés que por estas fechas morirían 13,000 personas en algo menos de un mes, probablemente habría reído con fuerza. El siglo XXI trae consigo una bolsa llena de sorpresas. Todo parece indicar que el siglo XXI será el de los ajustes de cuentas. El boomerang de Somalia, Colombia, Libia, Nicaragua, Egipto, Arabia Saudita, Camboya, Irán, Indonesia, Afganistán, Panamá, Irak, Granada, Turquía, Haití, Serbia y tantos otros regresó a Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001 del mismo modo en que los 54 grados centígrados azotaron a Europa como recordatorio de lo que han hecho mal. El de Estados Unidos fue un recuerdo del pasado político y su vigencia, y el de Europa –particularmente el de Francia- fue un recuerdo ecológico, los dos trágicos, los dos bien fundamentados. ¿Quién de entre las víctimas y sus victimarios recordó el Protocolo de Kioto y la posición estadounidense en este sentido?, después de lo que ocurrió ¿habrá cambiado alguien la imagen que tenía de los Estados Unidos después de la tragedia, conociendo datos como que Estados Unidos posee el 4% de la población global, y produce 25% de la contaminación mundial?. El pueblo francés, a diferencia del estadounidense, no se caracteriza por su ignorancia. Del mismo modo en que las cenizas de los incendios funcionan como fertilizantes de las plantas que crecen tras la erupción, tal vez podamos apostar a 409 que de entre la miseria y la desolación, del corazón de la tristeza puede surgir la esperanza. Tras la tragedia, los franceses en particular y los europeos en general deben abrir los ojos, y aprovechar la posición que tienen (think global, act local). En Kenia, con toda el hambre, la miseria, la violencia, la carencia y el desamparo un grupo de médicos va a la vanguardia en materia de investigación del HIV y el SIDA. Lo mismo se puede observar en Cuba: asediada, limitada, agredida durante 40 años sin interrupción y boicoteada, la mayor de las Antillas es la única potencia en ingeniería genética y biotecnología del mundo subdesarrollado y es punta de lanza en sistemas de salud y prevención. Si en Kenia y en Cuba son posibles logros como estos contra todas las adversidades, ¿qué no se puede lograr en París, Londres y Roma si la población se moviliza? Nadie sabe si todavía estamos en tiempo, tal vez a la larga y a estas alturas solo consigamos retrasar el desastre inevitable, pero si existe la más mínima oportunidad de salvar al mundo -y de paso salvarnos con él- ningún esfuerzo es vano.

(Perspectiva Ciudadana / Ago. 24, 2003)

410

ARMAS NUCLEARES ¿Nuclearización de la Guerra Convencional?

Ante los avances tecnológicos de la industria bélica, probablemente en el corto plazo vaya a ser necesario actualizar el léxico político internacional mediante la reconceptualización de expresiones tales como "guerra nuclear". Esta idea surge de concatenar una serie de eventos que parecen indicar que una de las variantes de la nueva estrategia militar estadounidense consiste en la nuclearización de las guerras convencionales. Para comprender esto en primer lugar debemos considerar el National Missile Defense (NMD). El escudo antimisil estadounidense tiene como objetivo alcanzar la capacidad de destruir en el aire misiles balísticos intercontinentales de cabezas múltiples (ICBM-MIRV por sus siglas en inglés) que sean disparadas por países hostiles. Así pues su intención de fondo es la anulación del equilibrio nuclear basado en la disuasión (mejor conocido como Destrucción Mutua Asegurada) que salvo algunos períodos (como la Crisis de los Misiles) fue la constante que "garantizó" durante la Guerra Fría la supervivencia de la vida en todo el globo. Desplegar el NMD significaría adquirir la capacidad de lanzar un ataque nuclear y neutralizar un contraataque de la misma naturaleza, es decir, adquirir la posibilidad de agredir nuclearmente de forma impune a cualquier pueblo de la tierra. Es esta la razón que explica el abandono unilateral estadounidense del tratado ABM. Aunque si bien es cierto el NMD ha presentado muchos más problemas técnicos de los que se tenía previsto en su despliegue, lo cierto es que de forma paralela (para tener la 411 estrategia completa y en caso de que el NMD falle) se han venido desarrollando intentos para llevar las "virtudes" bélico- nucleares del armamento estratégico al armamento convencional; y este es el segundo punto al que tenemos que prestar mucha atención. Un primer intento en este sentido es la utilización del uranio empobrecido para optimizar la perforación de blindajes de misiles anti-tanque. La utilización de misiles con estas características no es nueva, aunque causó revuelo durante la agresión de la OTAN a Kosovo durante la última guerra balcánica del siglo XX. Queda claro que en el caso del uranio empobrecido sus "virtudes" derivan más de las características del material per se que de la energía que se desprende por la descomposición del átomo (el uranio empobrecido es dos veces más denso que el acero y es lo que resta del U-238 una vez que se ha extraído el U-235 para la confección de dispositivos nucleares), sin embargo, por si mismo es preocupante el nexo cualitativo que demuestra la utilización del desecho de la producción de armamento estratégico habilitado como "tecnología de punta" en el siguiente escalón, el armamento convencional. Esta primera integración vertical en la utilización militar del desecho nuclear puede ser la próxima veta a explotar en el desarrollo del armamento convencional, ¿cómo? buscando la posibilidad de adaptar la tecnología nuclear a este tipo de armamento. Esto daría origen a un nuevo tipo de guerra: guerras limitadas, en la que se utiliza unilateralmente armamento convencional equipado con tecnología nuclear. El escenario, aunque escalofriante, no resulta tan disparatado a la luz de los hechos. En 50 años el armamento nuclear ha sido utilizado en un par de ocasiones con los resultados por todos conocidos: después de estos trágicos episodios, la disuasión nuclear ha sido utilizada como mecanismo de negociación política y de terror sicológico, pero no como instrumento militar en alguna conflagración. Dentro de la lógica que opera en las cabezas de los halcones en Washington, esto es equivalente a desperdiciar todo ese potencial (llevan 40 años gastando presupuesto en armamento que caduca y requiere altos costos de mantenimiento y actualización), de tal suerte que es necesario "hacer factible" la 412 utilización de la energía nuclear en las guerras convencionales (en las que los Estados Unidos siempre están involucrados). Un salto cualitativo tecnológico militar de este tipo de las fuerzas armadas de los Estados Unidos significaría la consagración inigualable del primer sitio que ya ocupan en este rubro. Los "bombardeos periódicos" a Irak y Afganistán y las posibles futuras agresiones a Libia, Siria e Irán (o a cualquier otro) serían lo suficientemente devastadores como para poner de rodillas a cualquiera por cientos de años, pero no tan devastadores como para llegar a una destrucción total del globo. Así pues, en lo que a armamento nuclear se refiere, Estados Unidos está emprendiendo tres tipos de acciones diferentes, todas congruentes con sus intereses particulares: 1) En lo global, Estados Unidos está tratando de desarticular la defensa nuclear mundial de todos los demás países mediante la manipulación de tratados como el NPT y los START; 2) para limitar la influencia de aquellos Estados que no se apeguen a "su orden" nuclear -estructurado en los mecanismos que se dictan en el inciso anterior- están desarrollando la capacidad de contrarrestar contraataques nucleares mediante el NMD; 3) finalmente, están buscando controlar la capacidad destructiva de la descomposición del átomo para hacer factible la utilización de la energía nuclear en guerras limitadas. Como es claro, los tres objetivos aquí descritos son congruentes única y exclusivamente con los intereses de superioridad militar estadounidenses, ya que, como se puede observar, los incisos dos y tres ponen al descubierto la falsedad del argumento humano que podría esgrimir la élite política estadounidense de invocar los tratados y acuerdos a los que hacemos referencia en el primer inciso. Por todo lo anterior, las perspectivas nucleares militares del mundo entero no son muy agradables. ¿Qué es preferible, que existan varios Estados con capacidad nuclear en permanente estado de tensión pero que garanticen un equilibrio nuclear basado en el terror; o que se desnuclearice el mundo entero salvo un Estado que no sólo tendría el monopolio ilegítimo del arma nuclear, sino que también la posibilidad y disponibilidad de utilizarla? Durante la guerra de Bosnia, mucho se argumentó respecto a la necesidad de levantar el embargo de armas que 413 pesaba en la zona con la intención de que no se acrecentaran las hostilidades, sin embargo, las tropas del ejército serbio utilizaban la superioridad militar que tenían frente a sus adversarios para cometer todo tipo de atrocidades contra civiles desarmados (atrocidades que es justo decir también padeció la sociedad civil serbia de forma importante a manos de milicias contrarias). ¿Qué habría sido mejor? ¿dar armamento a quienes no lo tenían para su defensa? Y en tal caso ¿cómo se garantizaba que sería utilizado para defensa y no para ataque? Esta cuestión, como la de la desnuclearización global, no es fácil de resolver; pero aunque encontrar una respuesta a estas preguntas es imperativo, nadie dijo nunca que el camino fuera sencillo.

(La Insignia / May. 26, 2002)

414

TECNOLOGÍA Uranio: El Basilisco del Siglo XXI

El Basilisco era una criatura mitológica, tal vez, la más mortífera de todas. Las leyendas medievales decían que su mirada bastaba para matar a un hombre, tenía aliento de fuego, inyectaba veneno con sus colmillos y las garras de sus patas tenían fuerza suficiente para partir las piedras. Dice la mitología que ahí donde el Basilisco posaba una de sus patas la yerba no volvía a crecer. Era la muerte viva. La ciencia moderna ha creado un Basilisco moderno, el uranio en cualquiera de sus vertientes. Enriquecido es letal, pues sirve para manufacturar armas nucleares; empobrecido es letal, pues sirve para crear proyectiles balísticos de alta peligrosidad; residual es letal, pues constituye un veneno para todo ser vivo y, a todo lo largo de su ciclo de vida -desde su extracción hasta su desecho- el mineral de uranio se erige como un serio atentado contra el medio ambiente. Las aplicaciones tecnológicas del uranio han tendido por mucho más a la destrucción que a la creación, y pese a que se conocen con precisión muchos de sus efectos, el alcance real de su impacto en el mundo moderno es todavía una incógnita. Como sea, todo inicia de un modo muy ordinario. De forma natural los átomos de uranio se componen de tres isótopos: U- 238 (99.27%) U-235 (.72%) y U-234 (.0055%). Cada uno tiene características particulares que van destacando conforme se desciende al infierno de su aplicación tecnológico-militar. 415

Armas nucleares: Uranio enriquecido

Uranio enriquecido es como se llama el producto necesario para construir una ojiva nuclear o el combustible para un reactor nuclear. El uranio enriquecido es un producto artificial que se crea a partir de un proceso llamado separación de isótopos para el cual existen diversos métodos. Si en su forma natural el U- 235 representa menos del 1% del átomo de uranio, en su versión enriquecida el U-235 representa el 85% del material. ¿Con cuanto uranio enriquecido (es decir, material compuesto de U- 235 al 85%) se construye una bomba nuclear? Por poner un ejemplo conocido. La primera bomba nuclear con mecanismo de fisión de uranio fue Little Boy –arrojada sobre Hiroshima el 6 de Agosto de 1945- y cargaba con 64 kgs de uranio enriquecido. De estos 64 kgs solamente 1 kg. se activó durante la explosión provocando la muerte instantánea de 140 mil personas. Lo que esto quiere decir es que con solamente el 1.5% del material que portaba la bomba se provocó el infierno nuclear sobre una ciudad no-militar de un país que ya estaba vencido desde antes de ser castigado de esa manera. Todo el material sobrante tras un proceso de enriquecimiento de uranio (es decir todo el U-238 y U-234 restante) es lo que se conoce como Uranio empobrecido. Hasta bien entrada la década de los ochentas este material era simple desecho. Sin embargo, con el desarrollo tecnológico, se identificó que el uranio empobrecido poseía características que le podían dar nueva vida útil, una vez más, en el sector militar.

Armas convencionales: Uranio empobrecido

¿Cuáles eran estas características? su densidad y su característica pirofórica. Y es que el uranio empobrecido es sumamente denso (19.1 gr. / cm3). Tras la identificación de este aspecto del material de desecho comenzaron los planes para su uso militar en dos vertientes: como material de blindaje y como recubrimiento balístico para la penetración de blindajes. Esta característica se tradujo, en el primer caso, en el diseño y aplicación de placas como recubrimiento blindado de vehículos 416 de combate (tanques, buques de guerra, etc.) y, en el segundo caso, en la producción de municiones de artillería para penetración de blindajes Pero además de su alta densidad el uranio empobrecido es también pirofórico, es decir, incendiario. Así pues las municiones manufacturadas con este material además de penetrar prácticamente cualquier blindaje estallan funcionando como bombas incendiarias. En pocas palabras, una pieza de artillería que dispara munición de uranio empobrecido puede penetrar un tanque y al mismo tiempo quemar vivos a sus tripulantes. El uso de este nuevo tipo de municiones tiene ya alguna historia: la utilizó la coalición durante la Guerra del Golfo en 1991; la utilizó la OTAN en Bosnia en la primera década de los noventa y una vez más durante la guerra entre Kosovo y Serbia en 1998. Las guerras británico-estadounidenses de Afganistán en 2001 e Irak en 2003 no fueron la excepción. Sin embargo, los usos militares del uranio no se limitan a la manufactura de armas nucleares –en el caso del uranio enriquecido- y a la de proyectiles incendiarios de alta penetración y blindajes –en el caso del uranio empobrecido. El uranio como basilisco tecnológico tiene también otro aspecto letal: su radiología residual.

Armas radiológicas: Uranio residual

Junto con las armas químicas, nucleares, biológicas y toxicológicas, las armas radiológicas están calificadas como armas de destrucción masiva (WMD por sus siglas en inglés) también. El comentario viene a colación ya que desde esta perspectiva, el uranio es una WMD por partida doble: como arma nuclear (uranio enriquecido) y como arma radiológica. Cuando un proyectil de uranio empobrecido es disparado no solamente destruye e incendia lo que encuentra a su paso, sino que también, tras el impacto, se fragmenta y libera partículas de óxido que se mezclan con el agua, el aire y que se fijan en las plantas contaminándolas… como hacen las armas radiológicas. Respirar el aire de los lugares en los que ha sido utilizada este tipo de munición (Bosnia, Irak, Serbia, 417

Afganistán) o tomar el agua que ahí existe tiene sus consecuencias: dolores de cabeza, náuseas, fatiga, desarrollo de leucemia, cáncer y alteraciones genéticas son algunos de los síntomas por contaminación de uranio. Tras la Guerra del Golfo en 2001, los malestares físicos que presentaron las fuerzas atacantes (el ejército estadounidense en particular) pronto se hicieron presentes. No tardaron en percatarse de que se habían convertido en víctimas involuntarias de su propia tecnología de destrucción. El problema fue tan extendido que recibió incluso un nombre: Síndrome de la Guerra del Golfo. Un amplio estudio médico fue efectuado a 15 mil veteranos de la Guerra del Golfo confrontando sus condiciones generales de salud con otros 15 mil soldados como grupo de control que no fueron desplegados en el teatro de combate. Tras diversos análisis los resultados fueron los siguientes: los 15 mil veteranos que estuvieron desplegados en áreas en los que fue utilizada munición de uranio empobrecido mostraban un agudo deterioro en sus condiciones generales de salud: los varones tenían 1.8 y las mujeres 2.8 posibilidades más de procrear hijos con defectos de nacimiento frente a los del grupo de control. Pero todo esto fue en el caso de los perpetradores… habrá que pensar lo que viven las víctimas, la población local de aquellos lugares en los que dichos proyectiles fueron disparados en Bosnia, Irak, Serbia…

Armas ecológicas: Desecho y extracción de Uranio

En su forma natural el uranio es prácticamente inofensivo (de hecho, se encuentra presente en el agua, en los alimentos y en la tierra en general) sin embargo, el inicio del fin llega con su transformación industrial. Para conseguir los 64 kgs de uranio enriquecido que se necesitaron para la manufactura de Little Boy fue necesario recolectar 850 toneladas de uranio natural, lo que implica remover miles de toneladas de tierra, piedras y minerales con lo que se destruyen ecosistemas completos. Tras la manufactura de armas nucleares y de combustible para reactores nucleares, hasta inicios de la década 418 de los noventa, el desecho nuclear era depositado, oficialmente, en instalaciones seguras bajo tierra –en teoría- equipadas con los controles necesarios para contener contaminación en las zonas (tal es el caso del depósito de desechos nucleares de Sierra Blanca en territorio de Texas que se encuentra a tan sólo 25 km de distancia de la frontera con Chihuahua). Sin embargo, extraoficialmente es sabido que con frecuencia es arrojado en países pobres y subdesarrollados (como Somalia, país en el que Italia y Suiza de forma ilegal y clandestina arrojaban sus desechos nucleares abusando del caos reinante en aquella nación del cuerno de África).

¿El infierno?

Las interrogantes sobre los alcances y riesgos del uso industrial del uranio (particularmente en sus aplicaciones militares) es incierto todavía. Nadie sabe hasta qué punto se dañan de forma irreversible los ecosistemas durante su extracción; la magnitud de la destrucción como producto de los ensayos nucleares subterráneos, subacuáticos o incluso abiertos (como los realizados por Francia en el atolón de Mururoa en el Pacífico en 1995-96) son también una incógnita; la permanencia y niveles de daño producto de la utilización de municiones con uranio empobrecido siguen siendo debatidos y la extensión de la contaminación en las zonas de desecho continua también en la penumbra. Solamente una cosa es clara: si el infierno existe, es habitado por basiliscos y está hecho de uranio.

(Revista Vor / Ago-Sept, 2008)

419

GUERRA La Guerra Como Negocio

¿Qué negocio supone la guerra y para quién? “La guerra es el negocio del complejo militar industrial de los países desarrollados”. Típica respuesta. Es correcta pero demasiado básica, pero lo más grave es que es inexacta por incompleta. En términos duros y de forma más abarcadora, hay que decir que la guerra es el negocio de los que saben encontrar rentabilidad económica en el matar y mutilar, física, sicológica y espiritualmente (porque esto es la guerra, y no fotografías de pulcros militares en uniforme, mapas y aviones de última generación). Los actores internacionales que saben encontrar esta rentabilidad en el conflicto bélico son múltiples y en este grupo se pueden señalar diferentes empresas de la naturaleza más diversa. Algunas como Lockheed Martin, Textron y Northrup Grumman se dedican al armamento de alta tecnología. Se encuentran entre las más populares. Otros como la británica Sandline International y la sudafricana Executive Outcomes – que aunque inactivas ahora dejaron escuela- se dedican a la venta de “servicios militares” (asesoría, capacitación y consultoría), y, particularmente al arrendamiento de personal paramilitar (mercenarios, básicamente). Con Irak y Afganistán, las corporaciones que hoy destacan en este rubro como Blackwater han cobrado una macabra relevancia junto con L3 (que compró a la muy conocida MPRI) y CSC (que adquirió a la 420 no menos popular Dyncorp). Algunas otras firmas de naturaleza parasitaria han hecho del derramamiento de sangre un modus vivendi también; de entre éstas, las firmas de especialistas en “cabildeo legislativo” de intereses político-militares son algunas de las que más sonríen entre más mueren. Los medios de comunicación tampoco son ajenos a esta dinámica, después de todo, las declaraciones de guerra elevan más los índices de audiencia que los acuerdos de paz. Todos ellos y algunos más son los que dan sentido al “Negocio de la guerra”. “Las guerras son por recursos, y ahí está el negocio” dice Michael T. Klare. Es verdad, pero de suyo, el modelo es muy poco novedoso. Las guerras siempre han seguido esta lógica. Veamos con más cuidado. Extraoficialmente se sabe que la compañía diamantera más grande del mundo, De Beers, posee obscuros nexos con el financiamiento de movimientos insurgentes en Sierra Leona como el Revolutionary United Front (RUF) o con la Unión Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA) en aquel rincón africano. El arreglo es sencillo: el RUF o la UNITA controlan las regiones y minas diamantíferas y De Beers paga al nuevo dueño del predio una comisión por kilo de mineral extraído; el mineral luego es tallado en Moscú o Israel para finalmente ser introducido al mercado internacional. Así pues, todo aquel que crea que la guerra es negocio exclusivo del complejo militar industrial se encuentra muy equivocado. Lo mismo ocurre en el antiguo Zaire. Inmersas en el mercado de la telefonía móvil, Nokia, Ericsson y LG, entre otras, han hecho cada una su apuesta a las diferentes facciones que combaten en la República Democrática del Congo por el control del coltan (mineral de tantalita) tan escaso y tan necesario en el mundo moderno que cada que escasea su disponibilidad en el mercado internacional arrecian los combates en la zona más olvidada del planeta. Artículos militares, personal paramilitar, cabilderos, medios de comunicación, joyeros y proveedores de telefonía celular han encontrado todos, directa o indirectamente, razones para permitir y fomentar matanzas indescriptibles.

421

Éste y no otro es el negocio de la guerra. Es un negocio grande, redondo y de múltiples aristas. Mejor y más completo que el modelo de Klare, para comprender la nueva dinámica del conflicto internacional, el modelo de las “nuevas guerras” de Mary Kaldor es de gran utilidad. Para ella las “nuevas guerras” son una combinación entre “violaciones sistemáticas a los derechos humanos, desdibujamiento de la frontera entre lo civil y lo militar e involucramiento del crimen organizado”. Como en el caso del coltan, los diamantes, el agua y el petróleo no son ajenos a esta realidad del mundo contemporáneo. El 80% de la energía global deriva de los hidrocarburos. Ésta es razón suficiente para explicar el porqué de las guerras en Afganistán (gas) e Irak (petróleo). Como en los casos anteriores, aquí la lógica es también sencilla y brutal: si escasean los energéticos entonces hay que conseguirlos, literalmente, a sangre y fuego. Por esto es explosivo el Cáucaso (Azerbaiyán, Georgia y Armenia), por esto se desestabiliza desde Washington a Venezuela, a México, a Nigeria, a Irán, a Indonesia, a Palestina. Para una potencia como los Estados Unidos a la que sólo le quedan reservas petroleras para 10 años, la energía lo es todo. Sin guerra no hay petróleo y no hay negocio, y sin estas dos, por supuesto tampoco hay “superpotencia unipolar”. La familia Bush posee negocios petroleros. Vaya novedad. Más Interesante es que la Arbusto Company – posteriormente rebautizada como Bush Exploration- que dirigía el actual presidente marchaba muy mal financieramente tras el choque petrolero de 1973. Y más interesante todavía es que la Bush Exploration fue comprada por la Harken Energy Corporation, esta última, compañía cuyas acciones pertenecían, para 1986, en un 17.6% al jeque saudita Abdulla Bahsh, cuyo banquero -bin Mafuz- era hermano de una de las esposas de Osama bin Laden. Pero contra lo que podría suponerse no es Bush el más interesado en la guerra como negocio… los hay peores. Mediocre como es, George W. Bush tiene el perfil del presidente perfecto para las grandes corporaciones. Fanático, disléxico, retrasado mental (tiene menos de 90 de coeficiente intelectual), alcohólico no rehabilitado y con tendencias 422

“megalómanas y sádicas”, de acuerdo con un reciente estudio psiquiátrico, el actual ocupante de la Casa Blanca cumple con todos los requisitos que exige un gobierno empresarial: ignorante y bisoño, fácil de manipular, fácil de engañar, fácil de extorsionar y fácil de dirigir. Por todo esto, cualquier persona medianamente racional debería exigir su salida del despacho oval, pero precisamente por todo esto es que a los grandes corporativos les conviene tenerlo dentro. Es el criado perfecto, es algo así como un mandadero caído del cielo. ¿Gobierna George W. Bush? Falso. El vicepresidente Dick Cheney -ex CEO de Halliburton- parece haber sacado más rentabilidad personal y corporativa a las guerras del nuevo siglo que su jefe en Washington. Y más interesante es todavía el caso de Condoleezza Rice. Afroamericana y mujer, ha llegado a la cumbre del poder. Admirable de verdad por su condición de género y su origen étnico. ¿Es todo? No. También ha conseguido llegar a la cumbre empresarial: CEO de Chevron- Texaco, la compañía petrolera bautizó un buque-tanque con el nombre de la actual Consejera de Seguridad Nacional. También ella parece haberle ganado la partida político-empresarial a su jefe en la Casa Blanca. Son tan fanáticos como el timonel, pero más inteligentes; igualmente crueles, pero más astutos empresarialmente. Los hombres de los grandes corporativos son quienes rodean al Presidente, y este último es tan solo el títere de aquellos. Los hombres del Presidente saben lo que hacen y lo que representan. El Presidente no, de hecho, metafóricamente no sería exagerado decir que George W. Bush se comporta como la mula que no sabe a dónde la lleva el arriero. Dick Cheney y Halliburton como proveedora de “artículos y servicios militares”, y Condoleezza Rice mediante la petrolera Chevron-Texaco son tan solo dos de los ejemplos más refinados de lo que significa “el negocio de la guerra”. Pero como decía Sun Tzu “toda guerra se funda en el engaño”. ¿Que los intereses corporativos se encuentran no tanto en el presidente como en su gabinete? No importa, dejemos que se engañen y lo ataquen, así se araña menos a “nuestros hombres en el poder”. ¿Que el presidente es un retrasado mental? No importa. Se le puede generar una imagen de gran líder (después 423 de todo los pueblos tienen –y mantienen- al gobierno que se merecen-). ¿Que el presidente tenía nexos económicos y empresariales con Osama bin Laden? No importa, una vez desatados los perros de la guerra ese dato terminará en el olvido. Este es el frente interno, pero no es el único. “La primera víctima de la guerra es la verdad” señaló Winston Churchill en su momento. Fue él también quien dijo que en tiempos de guerra “A la verdad hay que protegerla con un guardaespaldas de mentiras”. Esta batalla por la percepción es también válida en el frente externo. La creación de la imagen del enemigo para justificar agresiones implica complejos mecanismos de control del pensamiento. En sociedades al menos formalmente democráticas como la estadounidense la propaganda, la manipulación social y la dirección del pensamiento son indispensables (no así en las dictaduras, donde basta con que las masas obedezcan) para avanzar la agenda de quienes gobiernan en verdad. La histeria paranoica es un componente fundamental: así fue como George W. Bush convenció a su pueblo de que los talibán, Hussein y bin Laden tenían nexos estrechos entre ellos y con los atentados del 11 de septiembre (pese a existir pruebas irrefutables de todo lo contrario: bin Laden aborrecía a Hussein, Hussein nada tuvo que ver con el 11 de Septiembre y nunca se comprobó la responsabilidad de los talibán en los atentados contra Washington y Nueva York). Así como en el pasado Ronald Reagan aterró a sus connacionales con la amenaza comunista hemisférica que representaba el régimen sandinista en Nicaragua, hoy Bush borra por completo el rastro que lo une con bin Laden y en su antiguo socio encarna todos los males de este mundo. Todo esto es la generación de la imagen del enemigo, se utilizan mecanismos semióticos e ingeniería de la percepción. Todo para justificar guerras, guerras que traen recursos y negocios. Sale sangre y entran dólares, tal es la dinámica de los corporativos de la guerra y de sus representantes en el gobierno. Pero no nos engañemos, en este esquema George W. Bush no es más que un peón, un lacayo. No hay duda. Klare, Kaldor y Sun Tzu están todos en lo cierto. (Rebelión / Oct. 15, 2004)

424

PROPAGANDA De Hollywood Para África: Tears of the Sun y el Control del Pensamiento

Introducción

Dos eventos políticos de importancia se desarrollaban aquel 3 de Marzo de 2003 cuando Tears of the sun (Antoine Fuqua, EE.UU., 2003) apareció en cartelera. Por una parte, el mundo experimentaba las últimas negociaciones desesperadas para tratar de evitar la guerra de Irak –que finalmente estalló dos semanas después, el 20 de Marzo- y por la otra, Nigeria se encontraba en la recta final del proceso electoral que tuvo verificativo el 19 de Abril (es decir, seis semanas después). Estos dos procesos –uno internacional y otro nacional- funcionan como puntos de referencia para decodificar la función propagandística de la cinta. La trama corre con facilidad: ha ocurrido un golpe de Estado en Nigeria perpetrado por los fulani del norte musulmán quienes han emprendido una campaña de limpieza étnica contra los igbo del sur cristiano que hasta ese momento se encontraban democráticamente en el poder. Sobre la base del maniqueísmo cinematográfico la cinta posiciona a los Estados Unidos de lado de los igbo –quienes como veremos son presentados como los “buenos” y “legítimos”- contra los fulani –que a su vez son retratados como “malos” y “rebeldes”. Como ocurre la mayoría de las veces, después de sufrir algunas penurias ganan los “buenos” contra los “malos”.

425

Igbo y Fulani: “Buenos” y “malos”

Obviando olímpicamente el hecho de que en una guerra civil se cometen atrocidades de todos contra todos, de entrada se definen los bandos en Tears of the sun: buenos contra malos, igbos contra fulanis. ¿Cómo son los igbo según la cinta? Son refugiados atendidos por misioneros cristianos (dos monjas y un cura anciano). Hasta antes del golpe de Estado de Yakubu, eran también los legítimos gobernantes de Nigeria. Padecen en camas de un hospital improvisado y, aliviando su dolor, una trabajadora humanitaria estadounidense se afana en darles consuelo. Estas son las víctimas. ¿Y los fulani? Su primera aparición en Tears of the sun es lo suficientemente gráfica. Tras la partida de los SEAL´s con la Dra. Lena Kendricks –la trabajadora humanitaria en cuestión- y un grupo de refugiados no les ha quedado más remedio que dejar atrás a los débiles (las monjas y el religioso anciano) para que cuiden a los todavía más vulnerables, los desvalidos, los refugiados que no estaban en condiciones de emprender la marcha: tuertos cuidando ciegos. Aparecen entonces los fulani. Todos con gesto duro. Todos son varones -la mayoría son jóvenes- armados hasta los dientes. Los misioneros ruegan piedad. Un alto mando fulani toma la cruz que cuelga del pecho del religioso, la manipula con desprecio, saca un machete y con ira lo descarga sobre el anciano comenzando así la matanza. Han llegado los victimarios. La pauta definida desde el inicio de la cinta cuando un reportero anuncia el asesinato de la familia presidencial igbo por la cúpula militar fulani se mantiene a lo largo de la cinta. De hecho en toda la película no hay una sola referencia a la posibilidad de que existan fulani civiles e igbo militares: axiológicamente, los igbo son civiles y los fulani militares y punto. Se retrata con crudeza, lentitud y detalle la limpieza étnica fulani contra una aldea igbo y su remedio con la intervención SEAL. Se sigue con la persecución alevosa de los fulani -superiores en número, armas y vehículos- contra los SEALS y su grupo de refugiados (muchos de los cuales muestran prótesis en las piernas), con recursos limitados y diezmados en cada vez más en número. Entre los personajes de 426 reparto destacan dos con nombres y profesiones muy convenientes, uno fulani y el otro igbo. El fulani es un varón, soldado, el “Coronel Sadick” (Sádico) responsable último de la limpieza étnica y brazo derecho de Yakubu (el dictador); el otro personaje es mujer, igbo, refugiada, su nombre es “Hope” (Esperanza), asistente médico y brazo derecho de la Dra. Kendricks (trabajadora humanitaria). Entonces los bandos son claros: los fulani contra los igbo, el sadismo contra la esperanza, la bestialidad contra la piedad, los fuertes contra los débiles, los golpistas contra los legítimos, los dictadores de profesión contra los humanitarios de vocación. En toda la cinta no hay un solo episodio de violencia atribuible a los SEAL´s y los igbo que no sea agradecido explícitamente ni uno solo de violencia fulani que no sea condenado de una u otra forma. Cuando el Teniente Waters asesina a cuchilladas a un rebelde, la Dra. Kendricks agradece; cuando los SEAL´s intervienen contra la limpieza étnica fulani en la aldea que encuentran a su paso, los refugiados igbo a los que guían agradecen; cuando el guardaespaldas de Arthur Azuka en este mismo episodio mata a un fulani a punto de disparar a Waters, Waters agradece; cuando uno de los SEAL´s coloca una mina para retrasar la persecución fulani de la que son objeto, sus compañeros le agradecen; cuando termina el ataque aéreo contra los fulani en la frontera, tanto los refugiados recién llegados como los ya establecidos en el campamento en Camerún agradecen a los SEAL´s. La violencia de los “buenos” no puede más que agradecerse. No ocurre así con la violencia de los “malos”, los fulani: el último grito del anciano antes de ser macheteado por el militar fulani es una condena a su propia muerte; condena es también el llanto de dolor de la Dra. Kendricks al ver la misión arrasada por el escuadrón fulani desde el helicóptero y aquí mismo condena a este evento es la orden de Waters de volver por los refugiados que abandonaron en tierra; condena a la violencia fulani es la orden de Waters de matar primero al fulani a punto de quemar a un igbo vivo en la aldea y aquí también hay una condena de los SEAL´s a la limpieza étnica fulani al intervenir para detenerla. La violencia de los “malos” no puede más que condenarse. 427

Por supuesto, pese a que hay muchos ejemplos más de lo anterior, dos momentos clave de la cinta merecen mención aparte pues resumen la imagen generada entre “buenos” y “malos” y devela el triple rasero con el que es medida la legitimidad de la violencia de los unos y los otros. El primer momento. Una mujer ha sido torturada (le han cortado los senos), su hijo (un bebé) yace muerto en el piso y sus torturadores (un adulto y un niño) están a su alrededor. El mensaje es claro: los igbo son frágiles como mujeres y niños mientras que los fulani son duros como “hombres” e, independientemente de si se trata de niños o adultos, son igual de crueles. Los SEAL´s matan al niño fulani (claramente ataviado con uniforme militar) y contemplan al bebé igbo (envuelto en una manta) muerto en el suelo. El sadismo con el que ha sido torturada la madre del bebé legitima el sadismo con el que un SEAL castiga al torturador asesinándolo lentamente con un cuchillo: se lo merece. Ojo por ojo. El mismo sadismo es presentado al espectador de modo diferente: uno es consecuencia del otro: el primero (el de los fulani) se condena y se castiga con el segundo (el del SEAL), sadismo que se agradece. El SEAL podría haberse colocado por encima de su adversario y mostrar menos bestialidad ejecutándolo de un balazo. No lo hace, pero no hay problema, este sadismo se entiende, el del fulani no. Por si quedara alguna duda el diálogo siguiente afianza el discurso maniqueo: el sadismo SEAL es humano “How can they do this?” –se interroga uno de los miembros del equipo SEAL que contempla la escena, visiblemente indignado, haciendo patente su dolor humano- mientras que el de los fulani es innato “This is what they do!” – le responde Hope con lágrimas en los ojos dejando en claro que los fulani son crueles por naturaleza. Hope no podría mentir pues es mujer como la víctima, africana como la víctima, madre como la víctima; como la víctima ha vivido y sufrido ahí lo que hace el otro: por eso sabe de lo que habla. No ser empático con ella es imposible: “How can they do this? Bueno, This is what they do! Así de sencillo. Pero hay algo más todavía.

428

El segundo momento. Un SEAL ha disparado contra un refugiado al descubrir el primero la traición del segundo que ahora yace agonizante en el suelo.¿Qué hacer? Let him bleed to death! ordena el Teniente Waters como castigo. No importa que se trate de un refugiado, no importa que se trate de un igbo, no importa su amistad con la Dra. Kendricks, no importa nada, ni siquiera el hecho de que no tuviera opción (la familia del ahora agonizante había sido amenazada por los fulani): traicionó a los blancos, desobedeció a los militares, se burló de los Estados Unidos. Tortura por balazo y muerte por pérdida de sangre es lo que le espera a quien tiene tal osadía. Así se trata a los malagradecidos, no hay atenuante al delito, nada vale como prueba de descargo a su favor. Ante tal afrenta se aplica la máxima violencia. El agonizante fue el primero de lo que podía haber sido una serie de ejecuciones extrajudiciales con las que amenazó Waters. Ni siquiera la lealtad igbo residual que demuestra el guardaespaldas de Arthur Azuka a punto de ser ejecutado vale como disculpa; Azuka, el líder de los igbo, único hijo y rey heredero del malogrado presidente Azuka entiende entonces el papel y el lugar suyo y de su gente: someterse, confesar y pedir disculpas apelando a la magnanimidad de los blancos. La intervención militar estadounidense debe agradecerse sin condiciones y sin ambigüedades, ni siquiera la familia amenazada justifica la duda o la ambigüedad. La ira del ser superior es de temerse más que la del jefe en turno de los seres inferiores, así sean estos militares fulanis de nombre “Sadick”. Si los igbo están por encima de los fulani, los blancos están por encima de los igbo sin importar la circunstancia. Racismo sin más, o como diría el cerdo Napoleón en la fábula de George Orwell, todos son iguales, pero algunos son más iguales que otros.

Tears of the sun y las elecciones en Nigeria

La presentación simplista y maniquea de un conflicto en zonas de alta complejidad social como Nigeria es ya de suyo condenable, pero lo es más por un dato concreto: igbo y fulani 429 son grupos que existen en la realidad. La polarización entre ambos grupos es, pues, apenas la punta del iceberg y el hilo por el que se puede comenzar a desenredar la madeja de la propaganda. Igbos y fulanis son dos grupos étnicos importantes en un país en el que la etnicidad es importante en materia política. De entre los más de 250 grupos étnicos registrados en Nigeria a los creadores de Tears of the sun les pareció pertinente tomar precisamente a estos dos y no a otros para el desarrollo de la cinta. ¿Por qué éstos y no otros? Y todavía más interesante ¿por qué se les retrata de ese modo en la película? La respuesta es sencilla: porque en las fechas en que apareció la cinta, Nigeria se encontraba en la recta final de un proceso electoral en que habría de elegirse presidente. Así pues, la coincidencia entre elección de los grupos étnicos, el rol que se les asigna y el momento en que aparece la cinta no es casualidad. Dos eran los candidatos fuertes a la presidencia de Nigeria en aquel proceso electoral de 2003: el Presidente Olusegun Abasanjo que buscaba la re-elección y Muhammadu Buhari, general que ya había gobernado el país –producto de un golpe de Estado- y que buscaba hacerlo otra vez –pero ahora por la vía democrática. Pese a que a lo largo de la cinta en ningún momento aparece a cuadro la imagen de ninguno de los dos, Abasanjo es personificado en el papel del Presidente Samuel Azuka y Buhari en el del golpista General Yakubu. Cuando nos referimos a Nigeria estamos hablando de un país con más de 140 millones de habitantes al 2007, con más de 250 grupos étnicos, con más de 500 lenguas diferentes y decenas de religiones con miles de ramas específicas. La ignorancia general sobre la realidad nigeriana del auditorio habría concedido un amplio margen a los creadores de Tears of the sun para escoger cualquier combinación posible por la sencilla razón de que cualquiera habría sido creíble. Sin embargo, los responsables de la historia se decidieron específicamente por aquella en la que Azuka se pareciera a Abasanjo y en la que Buhari se pareciera a Yakubu. Veamos: como Yakubu en la cinta, Buhari en la realidad era general de profesión, fulani por grupo étnico, musulmán por religión y golpista por antecedente. El caso de Abasanjo-Azuka no es muy diferente: ambos eran 430 presidentes, ambos fueron electos1, ambos eran civiles y ambos eran cristianos. ¿Coincidencias todas? Solamente hay una diferencia, Azuka era igbo, Abasanjo yoruba. La diferencia sobre el origen étnico de Abasanjo-Azuka tiene una explicación: lo importante no era necesariamente enaltecer a un grupo como víctima (los igbo) sino descalificar al otro (el de los fulani) como victimarios. Por lo demás, esta salvedad ofrece también posibilidades como un recurso exculpatorio mediante el cual se puede “negar cualquier similitud” entre realidad y fantasía, con lo que se consigue hacer plausible la “ficción” de la totalidad de la historia en la cinta. La función propagandística de Tears of the sun era muy clara: descalificar a Buhari como candidato sembrando una percepción negativa sobre la base de sus antecedentes profesionales, de su grupo étnico y de su religión y apuntalar a Abasanjo de acuerdo con los mismos criterios. Tears of the sun se ubicaría en un momento ex post hipotético: Buhari-Yakubu se inconforma con el resultado e inicia una rebelión contra el presidente “legítimo” de Nigeria, Abasanjo-Azuka e impone un régimen como el que se retrata en la cinta. Pese a que el escenario no ocurrió (Buhari terminó por aceptar el fraude por la vía de los hechos2) la intensión de Tears of the sun en materia de control del pensamiento era funcionar como una cinta vacuna: de haberse inconformado Buhari, su lucha, su persona, sus partidarios y sus argumentos habrían sido ya descalificados todos de antemano: Buhari-Yakubu como la cabeza visible de militares golpistas, fulanis genocidas y musulmanes intolerantes que codiciaban la presidencia y Abasanjo-Yakubu como el líder legítimo de los civiles democráticos, igbos desvalidos y cristianos humanitarios.

1 En 1999 Abasanjo resultó electo como primer presidente civil de Nigeria en dieciséis años. 2 El proceso electoral Nigeriano de 2003 fue denunciado como fraudulento tanto por la oposición local como por instancias de observación electoral internacionales. (Ver Ploch, Lauren. Nigeria: Current issues. Congressional Research Service. Report for Congress. January 30, 2008. p. 3). 431

Nigeria y Estados Unidos

Buenas razones tenían los Estados Unidos para apoyar a Olusegun Abasanjo. Con Abasanjo en el poder no se elevaron los índices de desarrollo humano del país; la corrupción se mantuvo rampante y la violación a los derechos humanos siguió siendo la constante. Solamente una cosa cambió: las relaciones con Washington mejoraron notablemente. Con Abasanjo en la presidencia Nigeria se insertó de lleno en las operaciones de la llamada “Guerra contar el terror” y el flujo de petróleo se mantuvo constante (conservando Nigeria con ello su posición como quinto proveedor de petróleo de la potencia norteamericana). Nigeria con Abasanjo se levantó como un muy importante jugador regional en los procesos políticos africanos, en sus instituciones internacionales y también en agrupaciones de creciente valor estratégico como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La Nigeria de Abasanjo pues, era la Nigeria de los Estados Unidos, es decir, un caballo de Troya mediante el cual se pueden influir y orientar procesos y resultados.3 Abasanjo no solamente compartía con George W. Bush su condición de re-born christian sino que, como el presidente de Estados Unidos, el de Nigeria era también amigo de las compañías petroleras: según algunos cálculos, el 80% de la riqueza petrolera era retenida por el 1% de la población nigeriana en tiempos de Abasanjo (lo cual no es poco tomando en cuenta que ese 80% era también el 90% de la renta de toda Nigeria). Con un presidente como Abasanjo el negocio del petróleo estaba asegurado, con Buhari las cosas podían no ser tan sencillas. Más allá de la dureza de la que se acusó al régimen de Buhari en su momento, la evaluación de su gobierno es mixta por una sola razón: Buhari tenía fama nacional e internacional

3 De aquí que no resulta extraño que fue precisamente bajo el régimen de Olusegun Abasanjo que Nigeria se distanciara de la OPEP y que incluso llegara a trascender en los medios de comunicación su posible salida de la organización. 432 de incorruptible4 en un país en el que la corrupción era un mal endémico. A diferencia de Abasanjo, Buhari gozaba de un raro prestigio de honestidad a toda prueba que podía poner en peligro el negocio del petróleo para quienes siempre habían gozado de él. En este tenor al General Buhari se le trató de desacreditar de todas las formas posibles y Tears of the sun, en este contexto, es una parte de esos esfuerzos. Entre otras acusaciones y partiendo de su condición de musulmán, a Buhari se le señaló como partidario de la sharia5 que ya se aplicaba en varios territorios del norte de Nigeria. Más allá del escándalo mediático anti- musulmán6, según documentos oficiales del propio gobierno estadounidense7 la sharia en esos territorios se había aplicado con suavidad al grado, incluso, de que no se hubiese realizado ninguna ejecución –como también reconocen destacados detractores de la sharia.8 Por esto no es raro que en Tears of the sun los refugiados escaparan del norte musulmán y hacia el sur cristiano. La meta de la película era generar una imagen a priori en la percepción del público exterior respecto al proceso electoral nigeriano por si llegaba a ocurrir algo desagradable: el triunfo de Muhammadu Buhari y la consecuente salida de Olusegun Abasanjo.

Un colofón: Irak en Tears of the sun

Cuando Tears of the sun llegó a la cartelera la guerra de Irak se asomaba ya en el horizonte. La cinta también tenía que decir algo al respecto y lo expresó justo en su último cuadro en palabras de Edmund Burke:

4 “Honest” General wanted to rule Nigeria. BBC News. April 23, 2003. 5 Sharia: Ley islámica. Comenzó a instrumentarse en el norte de Nigeria como una alternativa legal para compensar el desorden judicial y administrativo producto de la corrupción de las autoridades nigerianas. 6 Cuya base y fundamentos propagandísticos se pueden encontrar en las tesis del “Choque de Civilizaciones” de Samuel P. Hungtinton. 7 Ploch, Lauren. Nigeria: Current issues. Congressional Research Service. Report for Congress. January 30, 2008. 8 Umaisha, Sumaila. “Comrade Shehu Sani: no one can stop me!”. New Nigerian Newspapers. Feb. 2, 2008. 433

“The only thing necessary for the triumph of evil is for good men to do nothing”

[La única cosa que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada].

Aquí es donde se terminan de articular los lugares comunes acostumbrados justificando a priori lo que era evidente ocurriría en Irak:

1) Política / religión.- El mal (Saddam Hussein, país musulmán) no debía triunfar, 2) Estados Unidos / religión.- y para ello los hombres buenos (EE.UU., país cristiano) 3) Social.- debían hacer algo (llevar “libertad” –que dicho sea de paso es también la última palabra que se escucha en la cinta por boca de Arthur Azuka). 4) Militar.- así fuera mediante una “intervención humanitaria” (ataque de Marzo 2003) 5) Violencia.- independientemente de su costo (1 millón de muertos a 2008)

Sólo así se evitaría en Irak un escenario como el que el espectador acababa de ver en Nigeria.

Bibliografía

• “Honest” General wanted to rule Nigeria. BBC News. April 23, 2003. • Ploch, Lauren. Nigeria: current issues. Congressional Research Service. Report for Congress. January 30, 2008. • Vaello M., Eloísa. Nigeria: Crimen e impunidad en el delta del Niger. Gloobal.net. Marzo 8, 2007. • Umaisha, Sumaila. “Comrade Shehu Sani: No one can stop me!”. New Nigerian Newspapers. Febrero 2, 2008.

(Rebelion / May. 19, 2008)

434

CAPÍTULO IX • CONTROVERSIAS, CONCUPISCENCIAS • Y CONSPIRACIONES

Irak y los Estados Unidos: Cómo se Sembraron las Armas de Destrucción Masiva

Primero fue Mohamed Al-Baradei, Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en vivo y en directo para la BBC “Irak no trataba de reanudar su programa de armas [de destrucción masiva]”.1 Luego un diario mexicano tituló “Irak tampoco produjo virus de la viruela, aceptan expertos” y cita a The Nation “Nada se descubrió, ni siquiera un frasco de los 38 mil litros de toxina de botulismo, o los 25 mil litros de ántrax, o un gramo de las 500 toneladas de gas sarín, mostaza y VX denunciados por Bush en su informe anual como justificación para ir a la guerra” publicó El Financiero, y el rotativo británico concluyó “Toda la aventura fue un inmenso fraude”.2 Nada de esto importa. Diplomático como es, Collin Powell se encargó de explicar que la ausencia de las presuntas armas de destrucción masiva en Irak “Cambia el cálculo político, pero no habría necesariamente evitado la ofensiva militar”. En otras palabras y como la prensa en todo el mundo lo publicó: “La ausencia de armas no habría evitado la guerra”.3 ¿Dudas? Coordinado -como debe ser- el Secretario de Estado

1 BBC. La Jornada, 30.VIII.03. 2 “Irak tampoco produjo virus de la viruela, aceptan expertos”, El Financiero. Sept. 19, 2003. p. 36. 3 “La ausencia de armas no habría evitado la guerra”, La Jornada. 4. Feb. 2004. p. 26. 436 sencillamente estaba endosando las palabras del Subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz quién sin empacho y con una franqueza inusitada reconoció a la revista Vanity Fair “Mirémoslo de forma sencilla, la diferencia más importante entre Corea del Norte e Irak es que económicamente, no teníamos elección en Irak. Este país nada en un mar de petróleo”.4 Así pues, expuestos por Al Baradei, Powell y Wolfowitz se encargaron de confirmar que a todos aquellos que prestaron atención al argumento de las armas de destrucción masiva se les tomó el pelo sin consideración de país, raza, posición económica, credo, filiación política o grado académico. Como corolario de la mofa, incluso George W. Bush se dio el morboso lujo de jugar con el engaño: durante una cena, mostrando una fotografía en la que se ve al mandatario bajo un escritorio en su oficina, el hombre más poderoso del mundo - queriendo parecer simpático- comentó “¡esas armas de destrucción masiva deben estar en alguna parte!”.5 Pero el peligro de hablar de más radica en que tarde o temprano, será necesario respaldar los dichos con los hechos. Junto con la posible invasión a Cuba, las armas de destrucción masiva son ahora la única oportunidad que tiene el primer presidente de los Estados Unidos con retraso mental (tiene menos de 90 de coeficiente intelectual) de recuperar algunos puntos de popularidad para el proceso electoral de fin de año. La solución: si no hay armas –como probablemente no las hubo nunca después de 1996- entonces hay que sembrarlas. A Hans Blix, jefe de la UNMOVIC, corresponde el mérito de adivinar lo que ocurriría. A poco más de un mes de haber iniciado la ofensiva contra Irak, Blix expresó la posibilidad de que Estados Unidos, mediante los más de mil inspectores que envió para buscar el arsenal fantasma, sembrara el arsenal que de hecho fue a buscar.6 ¿De qué lado cayó la moneda?

4 Citado en El Clarín, 8.Junio.2003. 5 “Bush bromea sobre la ausencia del arsenal que nunca apareció”, La Jornada, 26.Mar.2004. 6 “Bush y Blair utilizaron documentos falsos para buscar apoyo al ataque a Irak”, La Jornada, 23.Abril.2003 437

Un año después, ya en 2004, la profecía de Blix comenzó a cosechar frutos. En marzo el Teheran Times denunciaba que de acuerdo con informes de un miembro del Consejo de Gobierno Iraquí, en las últimas semanas de febrero y los primeros días de marzo los Estados Unidos descargaron de buques regulares partes de misiles de largo alcance en los puertos del sur de Irak. De acuerdo con esta fuente, el descargo se realizó con asistencia de tropas británicas estacionadas en la zona y de noche mientras la atención estaba centrada en el resultado de los bombardeos de Kerbala y en la firma de la nueva constitución “interina” iraquí. Algunas de estas armas – producidas entre 1980 y 1990 y parecidas a aquellas que poseía el gobierno de Saddam Hussein- habrían sido adquiridas en países de Europa Oriental y de la Ex Unión Soviética y transportadas por mar en su último tramo a las costas iraquíes para, posteriormente, ser colocadas por tierra en instalaciones secretas cerca de Basora.7 El reporte podría haber parecido una simple especulación de no haber sido porque semanas más tarde, a principios de abril, la agencia iraní Mehr News Agency reportó precisamente desde Basora otra noticia inquietante. Fuentes cercanas a la Oficina del Gobernador habían confirmado que una gran cantidad de armas de destrucción masiva se encontraban en contenedores falsamente rotulados como pertenecientes a la Compañía de Embarques Maeresk y en algunos envíos disfrazados con etiquetas de organizaciones humanitarias tales como la Cruz Roja y la USAID.8 El reporte señala que a los oficiales iraquíes se les prohibió la revisión de tales contenedores y se les ordenó además, que cualquier pregunta sobre dichos embarques fuera canalizada a las “fuerzas de la coalición”. La fuente del gobierno confirmó también el arribo de camiones de origen saudita y jordano con placas de tránsito falsas, y que las autoridades fronterizas de ambos países vecinos de Irak, sin inspeccionar dichos convoyes, se limitaban a entregarlos a las fuerzas británicas y estadounidenses estacionadas en la frontera iraquí. Otra fuente cercana al

7 “U.S. Unloading WMD in Iraq”, Teheran Times News. Mar.13, 2004. 8 “New Reports on US Planting WMD in Irak”, Mehr News Agency. Abril 13, 2004. 438

Consejo de Gobierno Iraquí confirmó que contenedores disfrazados de depósitos para combustible habían sido trasladados por el país, escoltados por unidades de las fuerzas especiales estadounidenses bajo una fuerte custodia. De manera extraoficial, aseguró que los contenedores en realidad almacenaban toxinas biológicas y bacteriológicas en forma líquida similares a las que utilizó el depuesto dictador iraquí en la década de los noventa. La confirmación definitiva ocurrió dos meses más tarde. A mediados de junio, el diario Al-Khaleej en los Emiratos Árabes Unidos dio a conocer que oficiales kuwaitíes interceptaron un camión muy especial. ¿En dónde fue interceptado? Justo en la frontera entre Irak y Kuwait. ¿Quiénes conducían y escoltaban el camión? Fuerzas de la coalición a cargo de los Estados Unidos. ¿Qué dirección tenía? De Kuwait hacia Irak. Y lo más importante ¿Qué cosa transportaba y que lo hacía tan especial? material radioactivo pesado.9 La distancia entre Basora (en donde se confirmó la existencia de armamento químico, biológico y bacteriológico) y la frontera Kuwait-Irak (lugar en el que se detectó el contrabando de material radioactivo) es mínima, como también lo es la distancia que separa ambos puntos de los puertos de la costa iraquí por donde se introdujeron los misiles que afianzarían la justificación a fortiori del proyecto Bush para el control del Medio Oriente. Tantas coincidencias no pueden ser casualidad, no se puede ser tan ingenuo. El cuadro parece completo. Por si algo faltara, en enero del 2004 (es decir, menos de dos meses antes de la siembra de los misiles) el presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, Pat Roberts, señaló que había preocupación “Por el hecho de que cargamentos de armas de exterminio masivo fueran a parar a Siria”.10 Tenía que ser a Siria. Consciente de la necesidad de distraer la atención a más de 800 kms. de distancia para evitar observadores incómodos, Robertson necesitaba cubrir la espalda

9 Citado en Teheran Times News, “U.S. Trucks carrying radioactive materials intercepted in Iraq-Kuwait border”, Jun. 15, 2004. 10 “Mueren cuatro soldados de EU y nueve iraquíes en diferentes acciones: Preocupa en Washington que el buscado y nunca encontrado armamento letal ya esté en Siria”, La Jornada, Ene. 23, 2004. 439 a los operativos que tendrían lugar en los siguientes seis meses, particularmente los de marzo, abril y junio. El senador necesitaba un chivo expiatorio factible y no muy problemático geopolíticamente con el que se pudieran ocupar la prensa, los analistas y los curiosos mientras se sembraban las pruebas para justificar la bestialidad que se intensificó a partir del 20 de marzo del 2003. ¿Armas de Irak a Irán o a Kuwait? No lo creería nadie, ¿A Turquía? Podría ser (después de todo ninguno de los dos quiere a los kurdos). Aunque improbable pues dañaría la imagen del eterno candidato de Washington para ingresar a la Unión Europea (además de ser uno de sus más importantes aliados en la región). ¿Jordania y Arabia Saudita? Es difícil, las cosas están demasiado tensas, y las relaciones deteriorándose. Además de que sería una forma muy ingrata de pagar el favor por prestar su territorio para instalar bases militares y tal vez, incluso, por auxiliar en la introducción de los agentes químicos y biológicos a Irak. ¿Y qué tal Siria? Sí, Siria es perfecto. Se le ha creado una pésima imagen internacional en “occidente” y lo que es mejor: geográficamente se encuentra exactamente en la esquina contraria de donde el embuste tendría lugar. Fanático defensor del sionismo y del Estado de Israel, es extraño que Robertson no haya insistido con más vehemencia en la supuesta transferencia de armas a Siria. El tema tan solo le ocupó y le preocupó mientras la misión se cumplía. En todo caso, misteriosamente (¿o tal vez naturalmente?) Israel tampoco mostró –y sigue sin hacerlo- la más mínima preocupación al respecto. Sólo hay dos posibilidades: a Tel-Aviv no le interesa ni le preocupa la posibilidad de que Damasco tenga en su poder armamento estratégico iraquí, o saben que el rumor de la transferencia militar Irak-Siria no es más que eso, un rumor que funciona como cortina de humo. George W. Bush dice leer la Biblia. Tal vez lo haga, pero eso no garantiza que la entienda. De leerla y entenderla, habría caído en la cuenta de que su estúpida broma sobre las inexistentes armas de destrucción era una réplica de Mateo14:1- 12. Él -como Salomé- encaprichado ordenó al complejo militar industrial y a sus criados -auténticos Herodes del siglo XXI- que doblegaran al pueblo iraquí; pueblo que con dignidad -como 440

Juan El Bautista en el relato bíblico- se negó a ceder a sus caprichos. Tal vez haya sólo una diferencia: Herodes mostró en su momento alguna resistencia a cortarle la cabeza a Juan, mientras que el complejo militar-industrial corrió alegremente a desenvainar la espada para consumar la atrocidad. Arrogantes, los miembros de la clase gobernante en el Imperio estadounidense supusieron que Irak sería una tarea sencilla. No lo fue. A la cínica sinceridad de Al-Baradei, Powell y Wolfowitz y a la docta ignorancia teológico-humorística del comandante en jefe se antepuso la realidad. Si la apuesta por la reelección estaba puesta en invadir Cuba o en la victoria militar, tan contundente e indiscutible como ilegal y cobarde contra los iraquíes, ahora ya no es así. La resistencia iraquí les ha hecho ver su suerte en el terreno y por ello la estrategia en el centro del poder ha cambiado. Cuba puede valer todavía para estos propósitos,11 pero en Irak hoy los votos de los policy makers estadounidenses están en salirse con la suya mediante el plan tramposo de sembrar armas de destrucción masiva que nunca aparecieron. Lo que en el pasado fue una excusa propagandística y un objeto para la diversión de los nuevos emperadores, hoy se presenta como una necesidad política vital. Tal vez ni siquiera ellos llegaron a pensar que en algún momento necesitarían justificar sus dichos con los hechos. Hoy son rehenes de su discurso en lo político y en lo militar. Hans Blix lo advirtió ayer como hoy debemos denunciarlo todos. Ya han ganado la primera parte de la contienda: las cepas, los químicos, las toxinas, los misiles y el material radioactivo ya están en el terreno. ¿De qué y de quién depende que su victoria sea completa?

(Rebelión / Jun. 30, 2004)

11 Ver Estados Unidos: y Cuba: Kabul, Bagdad, ¿La Habana? (Feb. 29, 2004) y Expediente clínico-mental de la patología latinoamericana (1.Junio.2004) en Rebelión (www.rebelion.org). 441

ECHELON: El Espionaje del Siglo XXI

El espionaje tuvo desde sus inicios una función principal: recolectar información. Ya desde El Arte de la Guerra de Sun Tzu y El Príncipe de Maquiavelo la tarea de los espías era considerada como estratégica si lo que uno buscaba era prevalecer sobre el enemigo o adversario. Por siglos, infiltrar agentes o convertir a elementos clave en sus filas para la causa de uno fueron las dos vías principales del espionaje. Sin embargo, con el avance de las telecomunicaciones y los procesos tecnológicos en general, todo esto ha quedado en el pasado. La estrecha asociación que existe entre los gobiernos de diversos países y sus corporativos industriales de alta tecnología conforman lo que desde hace décadas se ha conocido como el “Complejo Militar-Industrial”. El modo en que funciona básicamente es el siguiente: los gobiernos tienen la necesidad de invertir en investigación y desarrollo tecnológico para colocarse a la vanguardia en cuanto a sistemas de inteligencia, administración y defensa. Para realizar esta tarea sub-contratan los servicios de diversas compañías y centros de investigación que son los encargados de generar nueva tecnología o de expandir las capacidades y aplicaciones de la ya existente. Algunos centros que realizan este tipo de investigación en los Estados Unidos son el Massachusetts Institute of Technology (MIT), la Rand Corporation y la Heritage Foundation entre 442 otros; del mismo modo, algunas compañías que participan en este tipo de trabajo para los gobiernos son General Electric, Hewlett-Packard e IBM. Uno de los productos más acabados de esta fusión de intereses entre gobiernos, centros de investigación y compañías transnacionales es ECHELON. El sistema ECHELON es una red de telecomunicaciones controlada por cinco países: Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá y Nueva Zelanda y su meta no es otra más que la recolección y análisis de lo que se ha llamado “señales de inteligencia” (SIGNIT es la expresión que se utiliza en inglés). ¿Qué tipo de “señales de inteligencia” puede recolectar ECHELON? Básicamente, todas: llamadas telefónicas, fax, SMS, correos electrónicos, mensajes de voz y prácticamente cualquier mensaje que viaje vía satélite, microondas, ondas de radio o por fibra óptica puede ser intervenido. El control de este poderoso sistema de espionaje global está bajo el poder de los gobiernos mencionados a través de sus agencias de inteligencia informática. ¿Cuáles son estas agencias? La National Security Agency en los Estados Unidos, el Government Communications Headquarters en la Gran Bretaña, el Communications Security Establishment de Canadá, el Defence Signals Directorate de Australia y el Government Communications Security Bureau de Nueva Zelanda.

¿Cómo opera ECHELON?

El modo en que opera ECHELON al servicio de los gobiernos que lo controlan es conocido por la propaganda que de cuando en cuando se libera en programas de televisión y películas. A partir de un diccionario que contiene términos específicos, ECHELON detecta palabras claves como “bomba”, “Osama bin Laden”, “misil” o cualquier otra que pueda tener alguna conexión con temas o asuntos de seguridad nacional e internacional. Las capacidades de ECHELON, por cierto, son tan avanzadas que integra sistemas de reconocimiento óptico (fisonometría) y auditivo (reconocimiento de voz). Si se trata de una llamada telefónica se registran los números de teléfono involucrados, el nombre y dirección del titular de la línea y 443 obviamente, la localización de quienes conversan. Estos datos a su vez enlazan con las bases de datos existentes para conocer los antecedentes de las personas involucradas: números de seguro social, cuentas de banco, registros catastrales, automovilísticos y escolares son compilados en un solo archivo. Este paquete de información es posteriormente confrontado con los archivos electrónicos de las agencias policiacas y de inteligencia, nacionales e internacionales (FBI, INTERPOL, MI6, CIA, etc.) para detectar coincidencias o patrones, y si los hay, para lanzar una señal de alarma y emprender acciones. Así pues, si hay algo sospechoso que encuentre respaldo en las bases de datos repasadas por ECHELON, para cuando los sujetos están colgando el teléfono ya puede encontrarse en camino un buen número de personas listas para hacer un buen número de preguntas. ECHELON lo que hace entonces es integrar, en un solo sistema, tecnología digital de punta para la recolección y análisis de información; esta información luego es empatada con una gran cantidad de bases de datos que contienen los antecedentes de miles de millones de personas en todo el mundo. Todo esto lo realiza a través de diversas estaciones de recepción e intercepción localizadas en diferentes puntos de la geografía global.

Espionaje diplomático, político, militar e industrial

El nivel de sofisticación tecnológica y su origen en la asociación entre gobiernos, corporativos industriales y centros de investigación da una idea de la cantidad de usos que se le puede dar a una herramienta como ECHELON. Por una parte, los gobiernos pueden utilizar la intercepción de comunicaciones para conocer la información que circula entre funcionarios, agencias de gobierno y ciudadanos de otros países, es decir: espionaje diplomático. ECHELON en esta medida puede conseguir información sobre el grado de la cooperación existente entre, digamos Rusia y gobiernos adversarios de los Estados Unidos como Corea del Norte o Irán en temas claves como tecnología nuclear o 444 estrategia diplomática. Faxes y llamadas de negociadores internacionales, embajadores, cónsules y funcionarios de alto rango estarían en la mira. Washington o Londres, a través de ECHELON pueden conocer no solamente datos técnicos, sino también los perfiles profesionales y personales de negociadores en foros de importancia mundial como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o la Agencia Internacional de Energía. Del mismo modo, ECHELON es imprescindible para los sistemas de seguridad nacional al poder intervenir las comunicaciones de “terroristas” (reales o supuestos) y para el seguimiento de grupos políticos o sociales opositores, es decir: espionaje político. En este sentido, las telecomunicaciones de congresistas, organizaciones sociales, líderes de opinión y periodistas no se encuentran a salvo tampoco. ECHELON funciona en esta materia como el legendario “Gran Hermano” de la novela 1984 de George Orwell. Gracias a ECHELON el gobierno puede saber –sin consciencia de los afectados- quién está financiando a qué candidato, con qué periodistas está teniendo reuniones tal o cual político. La National Security Agency puede saber de antemano qué declarará quién antes de que aparezca en prensa, radio o televisión. Un poco diferente es la facilidad con la que ECHELON puede intervenir mensajes de naturaleza militar. En los casos anteriores, el acceso a herramientas de protección o cifrado de mensajes de los grupos espiados es mucho menor al que se encuentra a disposición de la milicia (y de aquí deriva la facilidad con la que ECHELON puede intervenir sus comunicaciones). En el caso de las fuerzas armadas, los procesos de encriptación informática de los que se suele echar mano para proteger información es mucho mayor. Los diferentes sectores de la milicia tienen plena conciencia de la importancia de la información que manejan. Sin embargo, ni todos los países tienen mecanismos de encriptación digital, ni todos los procesos de encriptación tienen el mismo grado de complejidad o sofisticación. Estas brechas entre los que pueden y no codificar información y entre los diferentes grados de codificación es utilizada por ECHELON para su tercera aplicación: el espionaje militar. Sin duda conocer, capturar, analizar y utilizar 445 información de la milicia en México, Colombia y otros países latinoamericanos, además de ser posible, puede ser de tanta utilidad para los Estados Unidos como lo puede ser para Australia el control de la información militar de sus vecinos como Indonesia. Pero ECHELON no solamente es útil a gobiernos, sino también a las empresas asociadas a estos gobiernos. Boeing – corporativo estadounidense de alta tecnología involucrado en procesos militares y de aeronáutica- puede buscar, mediante ECHELON y en asociación con los gobiernos que lo controlan (y con los que tiene acuerdos), secretos industriales de sus competidores como Airbus –corporativo aeronáutico alemán- para ganar licitaciones, negocios y relaciones comerciales internacionales. Esta es una de las acusaciones que más ha levantado revuelo en la Unión Europea en lo que respecta a ECHELON: el espionaje industrial. En la competencia de bloques comerciales, los países no anglófonos de la Unión Europea (es decir, prácticamente todos salvo el Reino Unido – que está integrada al control ECHELON) han levantado protestas por la competencia desleal y delincuencial que implica la manipulación de ECHELON para favorecer a sus corporativos, a favor de los Estados Unidos y en contra de sus intereses. El asunto ha llegado a tal nivel que, pese a que todavía se encuentra en debate los verdaderos alcances de ECHELON, ya en 2001 el Parlamento Europeo creó una comisión de investigación sobre el tema. Sus conclusiones no son tranquilizantes y entre sus recomendaciones estaba la invitación a la ciudadanía europea a buscar sistemas de encriptación para mejorar su seguridad informática personal y corporativa.

¿Y México?

Con la inclusión de México en la llamada Asociación para la Seguridad y la Prosperidad para América del Norte (ASPAN), el país fue integrado de lleno y de manera formal en los marcos de seguridad del Comando Norte del Ejército de los Estados Unidos. Con esto, la información de las bases de datos mexicanas (Instituto Federal Electoral, Instituto Mexicano del 446

Seguro Social, etc.) se encuentran ya al alcance de ECHELON. En este modelo entra por igual la información recolectada por oficinas como el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN) que la intercepción telefónica que realiza la Secretaría de Gobernación. No escapan tampoco las actividades de inteligencia financiera que realiza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ni los reportes de inteligencia elaborados por los agentes en el terreno de la Policía Federal y la Agencia Federal de Investigaciones o incluso inteligencia militar. Todas estas actividades ejecutadas por el gobierno mexicano alimentan al sistema de información bajo control del gobierno del vecino del norte que usa estos datos de forma discrecional, le guste o no al gobierno de México, a su población o a sus empresas. De todo lo anterior, una cosa es evidente. Atrás quedó el zapatófono del Super Agente 86 y las plumas explosivas de James Bond. Se trata de los nuevos tiempos del espionaje, en el que los intereses políticos, diplomáticos, económicos, militares y corporativos se funden para generar complejas relaciones de poder y control de los que están excluidos las grandes masas de población. Si es verdad aquello de que un hombre informado es más peligros que un hombre armado, ECHELON, el sistema más avanzado en recolección, análisis y procesamiento de información del mundo, hace a los gobiernos que lo manejan los más peligrosos del mundo. Más vale conocerlos.

(Revista Vor / Jun-Jul, 2008)

447

HAARP: ¿Hacia la Guerra Climática?

Los intentos para controlar el clima no son nuevos. Desde hace treinta años se sabe que bombardeando las nubes con yoduro de plata se consigue condensar gotas de agua que después se precipitan en forma de lluvia. La técnica –atribuida a los israelíes- fue desde su origen exportada a diversas partes del mundo, entre otras, a México. ¿México? Sí. Poco antes de la matanza del 2 de octubre de 1968, algunos de los testigos afirman haber escuchado explosiones “como de cohete” a las que siguió una llovizna. Con certeza se puede decir que este fue el primer intento en nuestro país de manipular el clima con fines políticos: provocando la lluvia, el gobierno buscaba dispersar a la multitud, al no conseguirlo, siguió el ataque del ejército. Pero esto ocurrió hace treinta años y mucho debe haber avanzado la ciencia desde entonces. Los esfuerzos para manipular el clima no han cesado y hoy el proyecto tecnológico más avanzado –y controversial- en esta materia tiene un nombre: HAARP.

¿Qué es HAARP?

HAARP son las siglas de High Frequency Active Auroral Research Program, que es un programa auspiciado por la Oficina de Investigaciones Navales de la Marina de los Estados Unidos, el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de 448 los Estados Unidos y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de la Defensa (DARPA por sus siglas en inglés). HAARP tiene sus instalaciones principales en Alaska (localizadas en una región alejada llamada Gakona), es apoyada por centros de investigación similares en Groenlandia y Noruega y está protegida por baterías de misiles Patriot desde el 11 de septiembre y patrullajes militares. Según las autoridades a su cargo, HAARP es un proyecto que busca “comprender, simular y controlar los procesos ionosféricos que pueden alterar el desarrollo de los sistemas de comunicación y vigilancia”. En buen castellano lo que todo esto quiere decir es que HAARP se dedica a investigar el comportamiento de las ondas de radio (en especial las llamadas ELF y VLF –ondas de baja y muy baja frecuencia respectivamente) en la ionosfera (la parte externa de la atmósfera) para encontrarles usos civiles y militares. ¿Qué tipo de usos? De acuerdo con sus promotores, la información arrojada por HAARP puede ayudar a optimizar sistemas de múltiples tipos: comunicación radial, subterránea y submarina, vigilancia, navegación, detección de instalaciones bajo tierra y en el fondo marino, optimización de radares para la detección de aviones y misiles así como de localización y análisis topográfico (es decir, comportamiento de minerales, recursos –petróleo- y estructuras geológicas) y análisis de fenómenos naturales y climáticos. No está de sobra decirlo, se trata de alta tecnología.

¿Cómo opera HAARP?

Estructuralmente el complejo de HAARP en Gakona (Alaska) opera a partir de 180 antenas de radio colocadas en una matriz de 15 filas con 12 antenas cada una de 25 metros de altura. El modo en que funciona es relativamente sencillo. Las 180 antenas trabajan en conjunto y operan como una sola para poner en marcha el instrumento principal de HAARP: el Ionospheric Research Instrument (IRI). El IRI es lo que se conoce como un sistema transmisor de alta frecuencia y funciona de dos formas: 1) mediante la proyección de microondas con una potencia de 1 gigawatt de potencia (mil millones de watts) calienta puntos de 449 la ionósfera alterándola, para después, analizar los resultados. Este es un proceso que ocurre de forma natural a través del sol y que HAARP ha conseguido replicar artificialmente; 2) enviando señales a determinadas frecuencias a la ionósfera que posteriormente “rebotan” en el subsuelo, identificando y clasificando los resultados a partir de la frecuencia recibida: diferentes minerales remiten diferentes frecuencias y es así como se realiza el estudio geológico.

La primera advertencia: Sospecha

La primera advertencia vino del Parlamento Europeo hace poco más de diez años. En febrero de 1998 Maj Britt Theorin, eurodiputada por Suecia consiguió que el Comité del Parlamento Europeo sobre Política Exterior, Seguridad y Defensa (PESD) prestara atención y sostuviera audiencias públicas en Bruselas sobre el Programa HAARP. (Marta Iglesias. Revista Fusión. Mayo, 2003). El análisis de la Comisión fue publicado al año siguiente y señalaba que HAARP tiene “un profundo impacto sobre el medio ambiente” y lo consideraba como “una inquietud global”. El documento recomendaba que “Un cuerpo internacional independiente examine sus implicaciones [del Proyecto HAARP] legales, ecológicas y éticas”. El documento también denunciaba la negativa del gobierno estadounidense a colaborar con información sobre los alcances reales de HAARP y sus posibles usos militares (en repetidas ocasiones el Comité solicitó oficialmente al gobierno de los Estados Unidos el envío de un especialista que detallara aspectos técnicos de HAARP y nunca recibieron respuesta). La sugerencia del Comité fue rechazada por el Parlamento Europeo sobre el argumento razonable de que la Comisión Europea no tenía la jurisdicción necesaria para una investigación de esta naturaleza. Tras este fallido intento de transparentar los alcances y riesgos del proyecto HAARP, el tema regresó al olvido.

450

La segunda advertencia: Denuncia

Pero en agosto de 2002 el debate se calentó nuevamente. Cerca de cien diputados integrantes de la Duma (congreso ruso) firmaron y circularon un documento que fue enviado urbi et orbi: al presidente Vladimir Putin, a las Naciones Unidas y a los parlamentos y líderes de los países miembros de la ONU, a revistas científicas y a los grandes medios de comunicación. El documento no era otra cosa más que las conclusiones de una comisión para estudiar las funciones de HAARP formada por el Comité de Relaciones Internacionales y el Comité de Defensa de la Duma. El estudio ruso confirmó muchos de los peligros que el Comité del Parlamento Europeo había señalado tres años antes. “Con HAARP los Estados Unidos están creando nuevas armas geofísicas integrales” sentenció el estudio. Los peligros que señalaba eran alarmantes. De acuerdo con el estudio, HAARP podía ser utilizado para interrumpir comunicaciones radiales y atacar equipo instalado en naves espaciales y cohetes, además de provocar serios daños en redes eléctricas, oleoductos, gasoductos y, por si fuera poco, dañar la salud mental de grandes núcleos de población. Para dar cuenta de los avances tecnológicos que implicaba HAARP en términos militares, el estudio sentenció que “El significado del salto cuántico puede ser comparado con la transición del uso del metal al de las armas de fuego, o del armamento convencional al armamento nuclear”. (Agencia Interfax, Agosto 8, 2002). Como resultado de este análisis, el congreso ruso exigió una prohibición de parte de la comunidad internacional a experimentos geofísicos de gran escala como HAARP.

Estados Unidos, Europa, Rusia

Ahí donde el Parlamento Europeo “recomendó investigar” tres años después la Duma rusa “exigió prohibir” las actividades enmarcadas por HAARP. Cabe recordar que, por una parte, en el seno del Parlamento Europeo están representadas naciones puntero en desarrollo tecnológico como Francia y Alemania mientras que, en el caso de Rusia, se trata de la nación que 451 consiguió lanzar el primer satélite artificial (Sputnik, 1957); lanzaron también al primer ser vivo al espacio (la perra Laika en la misión Sputnik II, 1957) y alcanzó una muy competente industria militar de alta tecnología que se mantiene en nuestros días (como demuestra el muy reciente desarrollo de los misiles nucleares Topol M y los submarinos de clase Akula I y Akula II). En suma, las denuncias sobre HAARP tienen base en dos investigaciones independientes de dos instancias de alto perfil y no en elucubraciones de “teóricos de la conspiración” como muchos las han querido descalificar. De hecho, si los rusos censuran al HAARP es porque algo saben del tema: la Federación Rusa en sí misma posee un sistema similar a HAARP desde 1981 en Vasilsursk a 150 kilómetros de la ciudad de Nizhny Novgorod. ¿Su nombre? Sura. La denuncia y exigencia rusa consideraba un elemento fundamental, tal vez incluso, el más controversial de todos: de acuerdo con su investigación, HAARP podía ser utilizado para manipular el clima.

¿Control del clima?

Las 180 antenas de HAARP tienen la capacidad de concentrar una onda de 1 gigawatt de potencia y dirigirla hacia la ionósfera. De acuerdo con la Duma rusa y con el análisis de la Comisión de Parlamento Europeo, a través de HAARP es posible manipular este potencial y utilizarlo como un arma climática. La base de este temor estriba en que la onda que se proyecta a la ionósfera para calentarla provoca distorsiones climáticas con la capacidad de inducir tornados, tormentas o súbitos cambios climáticos. Del mismo modo, los críticos del uso militar potencial de HAARP acusan que las frecuencias que se envían a la ionósfera y que posteriormente “rebotan” en el subsuelo, pueden ser utilizadas para provocar terremotos y maremotos bajo el mismo principio que funciona con los tenores, capaces de reventar cristal con la frecuencia y la potencia de sus voces. Pese a que existen pocas evidencias “duras” que sirvan para validar tales sospechas, todo un rosario de anormalidades climáticas en todos los puntos del globo han sido atribuidos a HAARP y sus similares (ver cuadro). ¿Se tiene ya la capacidad 452 de controlar el clima y utilizarlo como instrumento de presión política, incluso, como instrumento de guerra? Nadie lo sabe con certeza, y ante las declaraciones oficiales sólo resta recordar que Winston Churchill solía decir que “En tiempos de guerra, la primera víctima es la verdad”.

¿HAARP?

• Terremoto en China, 2008.- En mayo de 2008 un terremoto golpeó territorio chino provocando 80 mil muertos, más 300 mil heridos y 5 millones de desplazados. Curiosamente algunos de los centros de diseño, construcción y almacenamiento de armamento nuclear chino se encuentran exactamente en el área golpeada por el meteoro con mayor fuerza. (The New York Times, mayo 18, 2008)

• Ciclón Nargis en Myanmar, 2008.- En mayo de 2008 Myanmar fue golpeada por el ciclón Nargis con un saldo de 130 mil muertos y 2.4 millones de heridos. La oportunidad y el momento preciso en el que tuvo lugar el meteoro hizo sospechoso su origen para muchos: justo después de amplias protestas contra el régimen militar gobernante y justo antes del proceso electoral. Los críticos dicen que Nargis tenía como objetivo último dar el tiro de gracia a la dictadura combinando presión social, política internacional y humanitaria.

• Terremoto en Nigata, 2007.- En julio de 2007 un terremoto golpeó la que se consideraba una de las zonas menos sísmicas de Japón, Nigata (no obstante que Japón se encuentra localizado en una zona de alta sismicidad). Una decena de personas perdieron la vida y se golpeó la principal central nuclear japonesa.

• Tsunami en Asia, 2004.- En diciembre de 2004 un tsunami golpeó las costas de 12 países y causó la muerte de 230 mil personas en África, Asia y el Medio Oriente. De forma extraña la isla de Diego García localizada en el Océano 453

Índico (y que alberga instalaciones militares de las fuerzas navales de los Estados Unidos y la Gran Bretaña) no sufrió daño alguno pese a encontrarse dentro del rango de impacto del meteoro.

• Súbito cambio climático en Melilla, 2003.- En julio de 2003 la región de Melilla (España) experimentó un súbito incremento de temperatura de 18 grados llevando el termómetro de los 23 a los 41 grados centígrados en apenas 5 minutos. El fenómeno ocurrió en dos ocasiones el mismo día con una separación entre uno y otro de 5 minutos. En la primera ocasión el fenómeno tuvo una duración de 10 minutos y en la segunda de 15 minutos. En ambos casos el incremento de temperatura se acompañó por fuertes vientos de hasta 70 km/h. (El País. Julio 23, 2001)

• Ola de calor en Europa, 2003.- En el verano de 2003 una súbita ola de calor azotó Europa cobrando la vida de más de 10 mil franceses y cerca de 20 mil italianos entre otros. Pese a que se ofreció una explicación sobre los ciclos naturales de tal fenómeno, se llevó a expresar dudas sobre si fue un fenómeno natural o uno “consecuencial” del cambio climático, o, incluso, provocado intencionalmente.

¿SURA?

• Huracán Katrina en Nueva Orleans.- En agosto de 2005 una tormenta tropical ordinaria elevó de súbito al grado de huracán golpeando los Estados Unidos en la zona del golfo de México. Cerca de 2 mil personas perdieron la vida y Nueva Orleans quedó devastada casi en su totalidad. Los daños ascendieron a 80 mil millones de dólares. Hay quien atribuye el fenómeno a Sura, el sistema ionosférico bajo control ruso. (Revista Vor / Jul-Ago, 2008)

454

Epílogo

Cuando la duda o la inseguridad nublan la toma de decisiones, es el tiempo el que se encarga de elegir los caminos. A veces para bien, pero normalmente para mal. Por falta de conocimiento, capacidad o voluntad México, como Colombia, se encuentra ya de lleno en el sendero de la violencia, ya sea por pobreza, por narcotráfico, por corrupción, por incompetencia, por cobardía, por lo que sea. No es de extrañar que sean precisamente estos dos países los más cercanos aliados del gobierno de los Estados Unidos en la región, y del mismo modo, no es de extrañar entonces que compartan su destino: el declive y la caída. La culpa será del gobierno, pero también de aquellos quienes desde la sociedad se sentaron en la apatía, de aquellos quienes descaradamente dieron la espalda a los problemas o de aquellos que cínicamente fueron cómplices de la podredumbre. Independientemente de si se trata de los partidos políticos, de los servidores públicos o de los ciudadanos en Puebla, México o cualquier otro lugar, por ellos pagan todos. El futuro no parece prometedor: en Puebla los torturadores de Pepe Momoxpan -el único representante popular que he conocido con dignidad y valentía- fueron puestos en libertad una vez que se tranquilizaron las aguas. ¿Y el cacique que ordenó la tortura del diputado? Siguió gobernando sin problemas: algunos meses después se supo que cortaba los dedos a los campesinos que se le oponían. Esto era y es

Tlacotepec en Puebla; esto era y es Puebla en su infinita frivolidad en México; esto era y es –como Colombia- México en un continente que busca revertir tales excesos y abusos mediante los esfuerzos de un Chávez en Venezuela, de un Kirchner en Argentina, de un Lugo en Paraguay, de un Lula en Brasil, de un Evo Morales en Bolivia, de un Correa en Ecuador, de un Castro en Cuba. Cuándo los gobiernos –que no los pueblos- de México y Colombia volverán a tener decencia internacional y dignidad nacional es algo que nadie sabe. Es una cuestión de independencia, mientras tanto, más del 80% del intercambio comercial internacional de México sigue siendo con Estados Unidos. Cuándo llegarán –si es que llegan- al gobierno de estos dos países líderes populares es también una incógnita. Andrés Manuel López Obrador en México puede correr la suerte de Luis Carlos Galán en Colombia. Después de todo en América Latina narcotraficantes, políticos, cuerpos de seguridad, no pocos empresarios y muchas transnacionales, bancos y banqueros tienen todos los mismos amigos, frecuentan los mismos círculos y con frecuencia defienden el mismo interés: la concentración de la riqueza. Pero México y Colombia son dos excepciones y decepciones en el continente. Y a ellas se suma Barack Obama. El cambio prometido llegó en la forma pero no en el fondo. Redujo las tropas en Irak pero incrementó las estacionadas en Afganistán. El gobierno de Ecuador se negó a la renovación del arrendamiento de la base de Manta y en un hecho inesperado el Tribunal Constitucional de Colombia declaró como ilegal la operación de las siete bases militares que Obama pretendía en el país. Sin embargo, el optimismo duró poco: Obama reactivó la IV Flota que navegará en las aguas del sur constituyendo una base militar flotante con capacidad nuclear: dos pasos hacia adelante y tres hacia atrás por obra y gracia del presidente que prometió escuchar y aprender de sus pares en el continente. Promesas rotas y esperanzas que al fin, demostraron no tener fundamento, eso y no otra cosa es lo que rindió Obama al mundo, y por ello recibió el Nobel de la Paz con un discurso

456 justificando la guerra. El comentario no está de sobra: ese premio ya no vale nada. Más habría valido darle el Nobel de la Paz a otro presidente estadounidense no por hacer la paz sino por evitar la guerra como propuso alguien en su momento: Nobel a George W. Bush si no ataca Irak. Incluso Johan Galtung estuvo de acuerdo con esta posibilidad. Esto tampoco ocurrió y ahora Irak vive un infierno que no termina. Según un estudio médico reciente la contaminación en la antigua Mesopotamia producto del armamento utilizado por los invasores angloamericanos es peor que la que se registró en Hiroshima tras la bomba nuclear arrojada el 6 de agosto de 1945. Malformaciones genéticas y lágrimas es lo único que se vislumbra en el horizonte de Irak después de la lluvia de uranio empobrecido. Pero junto con estas tendencias, otras más se asoman al futuro. Estados Unidos va a perder militarmente en Irak como está perdiendo en Afganistán. Por más que retiren sus tropas con el eslogan de “Misión Cumplida” su retirada parece más una derrota; la retirada pues, apesta a escape. Estados Unidos está perdiendo también económicamente: nadie quiere sus dólares, nadie quiere sus teorías económicas y todos –unos más que otros- voltean ahora a China en busca de alternativas. Estados Unidos y los otros “ganadores” de siempre también van a perder junto con los perdedores de siempre por el cambio climático; porque ese es un problema que tienen las amenazas globales: no respetan fronteras ni controles migratorios. Y como una serpiente que se muerde la cola, la corrupción y la violencia que produce el negocio de la guerra terminará por carcomer los cimientos de las sociedades que lo auspiciaron, que lo alimentaron y que se beneficiaron de él, porque ese es otro problema que presenta nuestro mundo en la actualidad: en los tiempos de la globalización y del libre mercado la delincuencia organizada, los traficantes de influencias, de drogas, de armas, de personas, de materiales radioactivos y de tantos otros productos y servicios no hacen distinción de nacionalidades o ideologías: el que paga manda. Aún a pesar de la propaganda y el control del pensamiento. Llegará el día en que alguien pague y mande algo como ocurrió un cierto 11 de septiembre. Y 457 entonces la matanza de niños no se verá en Beslán sino en Nueva York, Londres o Madrid otra vez. ¿Será entonces que el futuro no es más que una repetición del pasado? Sí, tal vez. Qué es posible y qué no es algo que se puede debatir. Pero una cosa está fuera de toda duda: después del atentado del 11 de Septiembre del 2001 en Estados Unidos, después de la guerra que le siguió en Afganistán, después de la guerra de Irak que comenzó el 20 de marzo del 2003, después del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, después del atentado del 7 de julio de 2005 en Londres, después de las torturas de Abu Ghraib en tiempos de Saddam Hussein, después de las torturas de Abu Ghraib en los tiempos de George W. Bush, después de todo esto pero también después de la supervivencia de Cuba a tan solo 80 millas de Florida, después de haber sufrido la guerra biológica, después de sufrir la guerra química, después de sufrir la guerra económica, después de sufrir la guerra financiera, después de sufrir la guerra comercial y después de los múltiples intentos de asesinato de sus líderes y de los múltiples intentos de golpe de Estado en Venezuela en contra del Presidente Chávez, después de todo esto pero también después de la filtración hace apenas dos días de cerca de medio millón de documentos confidenciales del Pentágono en los que se documentan decenas de miles de crímenes de guerra en Irak por puño y letra de sus perpetradores, después de todo esto y de todo lo demás, de todo lo que falta y de todo lo que vendrá, no se puede más que concluir que lo imposible no existe, o como lo expresó el Comandante Fidel Castro: la realidad supera a la fantasía.

Fernando Montiel T. Basilea, Suiza. Octubre 24, 2010.

458

ÍNDICE

• Agradecimientos 7. • Dedicatoria 9. • Presentación 11. • Introducción 13.

PARTE I. La Violencia de Algunos

CAPÍTULO I: El mundo en pequeño

Primer Acto: La violencia de cada día • Editorial 22. • Puebla y el narcotráfico 25. • Editorial 28. • Mientras el patrón trabaja 30.

Segundo Acto: La mediocridad sin fin • La ley en los tiempos de la tortura 40. • Los sótanos del partido 45. • ¿Existe el PRD en Puebla? 47. • Acción Nacional: Anatomía de un partido 50.

Tercer Acto: Dignidad a toda prueba • La lucha por la voz: (1ª. Parte) 54. • El camino de la soledad: (2ª. Parte) 59. • Los caciques y el imperio marinista. 66. • Editorial 72. CAPÍTULO II: Historias del mundo en pequeño

Primer Acto: Arqueología y política: Díaz Ordaz, una mirada • Gustavo, Maximino y Marcelino 76. • El ultimo general gobernador 79. • El rencor 82. • El informante 84.

Segundo Acto: Ciencia, política y ciencia política: 4 entrevistas y 1 adenda pendiente • La inteligencia del electorado: Enrique Doger 88. • Un cuadrado color rosa: Gabriel Hinojosa 95. • Las guerras del capital: Heinz Dieterich 103. • Venezuela-Colombia-Ecuador y la 4ª. Vía al poder 107. • Juan sin tierra: Johan Galtung 111.

Tercer Acto: Sociología del hombre común • Chilangos de segunda 124. • Orgasmos viales (1ª. parte) 127. • Orgasmos viales (2ª. Parte) 130. • Anatomía del niño Ibero 133. • El mundo en una calle 136. • Respeto a las instituciones 139. • ¡Pero si a mí me encanta Gandhi! 141.

PARTE II. La Violencia de Muchos

CAPÍTULO III: Tiempos de crisis

Primer Acto: A la derecha • México o la contrainsurgencia a gran escala 146. • Nicaragua, el Triángulo de Bolívar y el PPP 150. • La concordancia de la infamia: 152.

Segundo Acto: La esperanza y el miedo • Carta Abierta a Andrés Manuel López Obrador 158. • Elecciones en México (I): El día después 175. • Elecciones en México (II): El canto de las sirenas 182.

460

Tercer Acto: La violencia • Chiapas: La violencia que viene 188. • México: Del autoritarismo civil al estado fascista 192. • México: Al borde de… ¿qué? 195. • México-EE.UU: Drogas, armas dinero 198.

PARTE III. La Violencia de Todos

CAPÍTULO IV: América Latina, la nave va…

Primer Acto: ¿América para los americanos? • Radiografía geopolítica de la contienda 206. • EE.UU. y Cuba: Kabul, Bagdad ¿La Habana? 215. • Cuba: Expediente de la patología latinoamericana 226.

Segundo Acto: Colombia, la vena abierta… • El Plan Colombia: Un gran negocio 240. • Colombia: Las FARC en la mira 244. • Adiós a las armas: El ocaso de las guerrillas. 250.

Tercer Acto: ¿Cambios o continuidades? • Honduras y América Latina 254. • Las bases militares en Latinoamérica y la IV Flota 259. • EEUU y América Lat. en los tiempos de Obama 265.

CAPÍTULO V: EE.UU, los estertores del imperio

Primer Acto: Ideología y locura • EE.UU: Religión y política 272. • Fuentes del pensamiento político estadounidense 278. • EEUU, GB y la ONU: ¿Unión de uniones? 284.

Segundo Acto: Raza, y poder • EE.UU: Raza, clase y ¿terrorismo? 290. • EE.UU: Política y racismo 293. • Género, raza y poder: Lecciones y elecciones. 296.

Tercer Acto: ¿Vino nuevo?, ¿botellas viejas? • Irán, Cuba y América Latina: ¿A dónde va Obama? 304.

461

CAPÍTULO VI: Irak, crónica de una desgracia

Primer Acto: La última esperanza • Contra la guerra… galletas 314. • Irak: Lo que sabemos y lo que debemos averiguar 320. • Irak: Cuando el gato y el perro se juntan 324. • Irak: ¿Hay espacio todavía para la paz? 327.

Segundo Acto: Descenso al infierno • Irak y EE.UU: La campaña aérea 338. • La diplomacia nuclear y el espejo norcoreano 342. • Irak: Un balance militar 346.

Tercer Acto: Después, el desastre • Irak: De la disuasión al exterminio 354. • De Irak a Vietnam: Del corazón a la razón 360. • Irak y las elecciones: La enseñanza de los clásicos 367.

CAPÍTULO VII: Eurasia, la sinfonía del fin del mundo

Obertura: El drama de Afganistán • Adagio: Afganistán: ¿Una batalla perdida? 374. • Andante: Indu-Kush: La guerra sorda por el mundo 377.

Finale: La tragedia del Cáucaso • Scherzo: Chechenia: Algunas reflexiones 384. • Grave: Veinte meses en Beslán 392.

PARTE IV. La Tierra de Nadie

CAPÍTULO VIII: Tendencias

• ECONOMÍA Las cabras y el infierno 402. • M. AMBIENTE El destino los alcanzó 406. • ARMAMENTO ¿Nuclearización de la guerra? 411. • TECNOLOGÍA Uranio: El Basilisco del S. XXI 415. • GUERRA La guerra como negocio 420. • PROPAGANDA De Hollywood para África 425.

462

CAPÍTULO IX: Controversias, concupiscencias y conspiraciones

• Irak y EE.UU: Cómo se sembraron las ADM 436. • ECHELON: El espionaje del siglo XXI 442. • HAARP: ¿Hacia la guerra climática? 448.

• Epílogo 455. • Índice 459.

463

464

View publication stats